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Rating:
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Categories:
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Characters:
Additional Tags:
Language:
Español
Series:
Part 1 of Platinum Chimera
Stats:
Published:
2025-04-13
Completed:
2025-06-07
Words:
74,790
Chapters:
50/50
Comments:
2
Kudos:
104
Bookmarks:
4
Hits:
2,872

Silver Snake

Summary:

"Magia oscura, ansiedad, indiferencia... Lo que llamas defectos también te hacen mi perfecto Omega, la más letal y bella serpiente de plata"

Hogwarts!AU
Pairing: Sope/YoonSeok [Alpha!Jung Ho-Seok x Omega!Min Yoon-Gi] - Kookmin - NamJin
Advertencias: Lemon/Smut, Lenguaje Obsceno, Fluff, Omegaverse, Hogwarts, OOC, Fantasia.

┈ ⋞ 〈 ✷ 〉 ⋟ ┈

Capítulos eliminados con la intención de resubirse diariamente. Esta historia está pasando por un proceso de edición uwu

Notes:

Chapter 1: Gran Observador

Chapter Text

Shake off the frost inside my soul
The icy fingers trying not to let me go
A sea lies underneath my ribs
It's growing stronger now
My heart is all that's left
Carried by the wind
Running with the river
Waiting for the moment

When the silence breaks with a thunderous roar
Seasons change and I transform
Oh oh oh, my heart is a storm
When the time has come, I'll fly away
On wings of a silver hurricane
Eh eh eh, my heart is a storm
My heart is a storm

Silver Snake

— ¡HUFFLEPUFF!

La mesa entera dio un salto de celebración, igual que él: dejó caer el sombrero seleccionador por el brinco y exclamación de alegría de quedar en la casa que quería. De largos saltos llegó a su mesa y abrazó a quien sea que sea esa persona. No le interesó, solo quiso abrazar a alguien mientras ríe y celebra. Poco tiempo después, llegó otro miembro a la casa del tejón y fue el particular niño de sonrisa cuadrada que lo apretujó entre sus brazos de la misma manera.

Dejaron de prestar atención a la ceremonia por ponerse a hablar, en confianza y como amigos de toda la vida aunque no se conocen. Se conocieron en el tren por casualidad, al igual que a un niño de cabello cabello rosa, solo que se perdió entre la multitud. No pudieron saber su nombre.

—Yoongi Min.

Ambos miran en dirección al banco donde el niño asiático y adormilado está sentado. Tiene ojos chicos, piel pálida y cabello negro. La curiosidad vino al nombre coreano. Muchos son ingleses y pocos otros de diferentes rasgos. El sombrero apenas rozó la cabeza del niño de expresión somnolienta.

— ¡SLYTHERIN! —Hace un círculo con la boca ¡¿Tan rápido?! ¡¿Tan fácil?! La mesa de las serpientes fue más efusiva con él. Susurros se apagan a medida que el niño se acerca y toma lugar en la punta, lejano a los demás.

—Aun con su apellido, un Omega en Slytherin...—dice un estudiante de tercer año, susurrando reprobatorio.

—Puede ser buena mascota. —dijo otro del mismo año.

— ¿Mascota? ¿Están locos? Yo no me pienso arriesgar a nada con ese niño ¿Qué no lo notan? —regaña un estudiante de quinto años.

— ¿Qué tiene?

—Su magia, incluso desde aquí puedo notarla—el estudiante hace una mueca de miedo y asco entremezclado—. Puede ser un Omega, pero su magia es tan negra que no podrías hacerle nada sin que te destruya.

— ¿Eres un Alpha o no? —burla uno de sus amigos. Vuelve la vista al centro de interés. Él los estaba viendo y por ello se callan mientras la ceremonia continua.

— ¿Qué tiene? —pregunta el niño a su lado, Kim Tae-Hyung.

—Dicen que es un Omega y a mí me dijeron que los Omegas no van a esa casa porque es... mala.

—Son rumores y poco más—Le asegura con voz baja, cosa que acentúa la voz gruesa para un niño de once años—. Ha habido muchos Omegas ahí, lo importante es la magia.

— ¿La magia? —replica de nuevo, curioso.

—Sí. Ellos son raros. Casi siempre tienen magia negra y míralo, se puede ver. —señala Taehyung y el niño asiente acelerado.

—Oohohoho... ya.

—Podemos hablar más después. No debes entender mucho con respecto a eso—asiente levemente, agradecido por la buena intención de Taehyung—. Que no te intimide. Eres un Alpha, seguro no te amenazará.

El problema es que, para Jun Ho-Seok en ese momento, sonó como una desventaja más que un alivio ¿Por qué no se acercaría?

—Jimin Park.

— ¿No es el niño del tren? —pregunta Taehyung.

—El del tren tenía cabello rosa. —responde Hoseok.

Ambos ladean al cabeza. El niño tiene la cara rellena, labios redondos y ojos pequeños, uno de ellos hinchado. El sombrero seleccionador duró alrededor de seis minutos sobre su cabeza, inmóvil y silencioso. La falta de casa genera una gran expectativa y finalmente se anunció:

— ¡SLYTHERIN!

—Otro Omega.

Hoseok apoya el codo en la mesa y el rostro en su puño. Un par de Omegas en Slytherin y alejados de todos en su mesa. Se los quedó viendo lo que resto de la selección. Miró a la mesa de Gryffindor un instante, notando que hay un muchacho de hombros anchos observándolo, es bastante lindo. Este le sonrió y se puso una mano en la barbilla, levantando los hombros, le guiñó e hizo una mueca ¿Acaso sabe que...?

El Gryffindor asintió y con eso Hoseok volvió la vista al frente ¿Lee mentes? ¿Se pueden leer mentes tan fácil? Creyó que necesitaba un hechizo. Hoseok fija la atención en la mesa de las serpientes, donde Yoongi y Jimin están sentados. El de mejillas rellenas habla constante mientras Yoongi apenas le hace ademanes, más concentrado en su comida que en la conversación.

El Omega de piel pálida voltea de repente, causando extrañeza en el Hufflepuff. Hoseok queda con la boca llena y un poco de costilla de cerdo guindando en su boca. Yoongi entrecierra los ojos con una mueca de asco antes de volver la vista a su compañero.

—Es el efecto de la magia negra. —dice Taehyung.

— ¿Cómo? —balbucea Hoseok.

—Tu magia es más blanca, la suya es tan pesada que te congeló.

Hoseok hace un puchero, levantando el labio inferior ¿Su magia? No, Taehyung –que es Beta-, se equivoca. Solo se lo quedó mirando porque le parece un niño muy lindo. Pálido y aparentemente amargado, pero muy lindo.

Gracias a los años y Taehyung, Hoseok logró aprender más del funcionamiento de Hogwarts y del mundo mágico. No obstante, sigue sin saber absolutamente nada. Es muy irónico lo pesado que se le hace un mundo que es "sencillo". Se siente estúpido, pero está aun atolondrado del golpe que significa tener magia, habiendo vivido once años de su vida sin saber que el mundo mágico existía o que tenía magia; de la nada llega una lechuza a caer sobre tu cereal, llevando una carta que informa de que asistirá a otro colegia donde no hay Wifi.

Ni tecnología.

O rastro del siglo veintiuno.

Ah... Sí, aun no se recupera de eso, extraña su celular.

Volviendo al punto: sigue sin estar enterado de porque Yoongi es "raro" o "malo". Él no ve nada malo aparte de lo aislado que está ¿No se siente solo? Tiene a Jimin, claro, pero es bastante triste como lo evitan como si fuese un leproso en pleno siglo XVIII.

Todos excusan ese comportamiento con el argumento de que su magia es repelente y aunque no lo parezca, Jimin tiene una magia igual de pesada. Es la única justificación a que sean tan amigos ambos Omegas. Hoseok apenas lo entiende, creyó que todas las magias se sentían iguales. A estado cerca de Jimin y de Yoongi y no ha sentido ganas de escapar despavorido.

En resumen, son dramáticos y cobardes por una idea falsa. Como un cobarde, puede decir con propiedad que ellos exageran.

A pesar de esto, no ha tenido valor de hablar con Yoongi... o algo así, sí han hablado, nada importante o concluyente y Hoseok prefiere ahorrarse la vergüenza por ahora. Con el pasar del tiempo y los años, ha permanecido observándolo. Cuando coinciden en horario, a partir de segundo año entró al equipo de Quidditch y pasaba por cosa misteriosa frente al aula donde Yoongi lee con Jimin.

Si bien es cierto que Jimin es un Omega simpático y cariñoso, fue hasta tercer año que se abrió socialmente. De un segundo a otro, todo Hogwarts –exceptuando Slytherin-, se volvió su amigo. Para cerrar más el grupo están él, Taehyung, un Alpha Ravenclaw un año mayor, pero un curso más arriba del que debería llamado Namjoon y un Omega Gryffindor llamado Jin... el mismo que leyó su mente el día en que fue puesto en Hufflepuff.

En grandes rasgos, la vida escolar de Hoseok no ha tenido nada diferente, fluyó con normalidad: sufrir por exámenes, parlotear con amigos de Hufflepuff, a partir de tercero aumento a la manada antes mencionada; entrar al equipo de Quidditch como golpeador; tener un promedio de notas regular apenas por encima del promedio –para decepción de Namjoon que lo tutorea-; extrañar las maravillas de la tecnología, jugar como tonto con su lechuza que es igual de tonta que él –llamada Beth-, y su actividad favorita:

Tener un ojo montado sobre Yoongi.

No es un interés romántico o sexual... Es ansias de ser amigos. Lo entristece ver a alguien tan solitario como Yoongi, Tiene la impresión de que es alguien muy triste por eso. Si algo surge después, surgiría, pero de momento... Todos necesitan un amigo ¿Cierto? Incluso Yoongi.

Mejor dicho, sobre todo Yoongi.

—Deja de mirarlo. —Hoseok se endereza en su asiento, Taehyung lo codeó. Hoseok estuvo mirando a Yoongi fijamente, es imposible que no se diera cuenta.

O eso cree Taehyung.

—Está dormido. —dice Hoseok.

— ¿Cómo lo sabes? —cuestiona Taehyung.

—Porque lo veo todo el tiempo. —dice Hoseok con una sonrisa de triunfo.

—Supongamos que eso no es aterrador. —chista Taehyung rodando los ojos.

—No lo es.

— ¿Por qué no simplemente le pides a Jimin que te lo presente? —propone Taehyung.

Hoseok toma una enorme bocanada, volteando brusco hacia Taehyung. Los estudiantes de Historia de la Magia espabilan gracias al libro que Hoseok dejó caer en su realización. Toma a Taehyung de la cara y le da un sonoro beso a la mejilla. Mira a Jimin que vuelve la atención a su libro y se encoge tras este. Su cabello negro se volvió un nervioso gris púrpura.

A veces le da miedo que Hoseok tenga ideas que lo involucren.


Hoseok:

Yoongi:

Yoongi:

Yoongi:

Jimin:

Taehyung:

Taehyung:

Taehyung:       

Chapter 2: Dormilón indiferente

Chapter Text

Yoongi, al igual que la mayoría en Slytherin, no tiene interés en las otras casas. No porque las considere inferiores, es porque no tiene ganas para saber. En lugar de un cero a la izquierda, es una ecuación que no resuelve e ignora que está en su cuaderno.

Como Historia de la Magia, una pérdida de tiempo.

Así. No lo importa. Si existen, bien y si no, también.

Trata a todos por igual porque le dan lo mismo. La única persona que importa en este internado mágico es Jimin. Un morpho, baja estatura –igual que él-, Omega, Slytherin y que es un hermano de crianza. El primero en comprenderlo a la perfección.

Tal vez el único.

Hacen todo juntos. Jimin tiene fobia a la soledad y Yoongi le acepta ese capricho. Para Yoongi, la soledad no es un problema. Hay veces en que lo prefiere y diferente a otros, Jimin respeta su necesidad de espacio. Se esfuerza en dejarle tiempo a solas.

Al menos hasta que llegaron a tercer año y repentinamente Jimin se volvió una maquina social, que tiene amigos en todos lados menos Slytherin. Yoongi le echa la culpa a un estudiante de segundo año, Gryffindor; no está del todo seguro cual es la naturaleza de esa relación. No le gusta dar por sentado que un Alpha y un Omega son pareja.

Para ejemplos está su amistad –o algo así-, con Namjoon, un Alpha de Ravenclaw.

Que Jimin tenga más amigos es bueno. Luce más feliz estando en el colegio y lo alegra. Que quiera introducir esas amistades es el problema. Con Namjoon fue bueno, es tranquilo y lo ayuda con cualquier duda académica.

Jin es lo opuesto. El legeremante llega a ser irritante e invasivo leyendo su mente, lo hace a cada segundo en el que están en el mismo espacio.

Taehyung es una rareza con patas que apenas aguanta.

Jungkook es un caso perdido. El Alpha no le habla por timidez y Yoongi no le habla por aburrimiento.

El último es el que le ocasiona mayor desinterés. Un Alpha –otro-, de Hufflepuff y...

Ah, los Alphas a veces son irritantes, lo de Hufflepuff son irritantes por definición y no quiere saber nada. Que Jimin hable sobre él no ayuda a que el malhumor merme.

—Eres su mejor amigo. Por favor, por favor, Jiminie ayúdame, ayuda, solo un empujoncito. —pide Hoseok con las manos juntas. Jimin apresura el paso para esquivarlo.

Es gracioso verlos caminar y casi correr por el pasillo.

—No puede hacer eso. Yoongi es—Jimin se detiene abruptamente, con el cabello gris y haciendo una mueca—. Yoongi. A menos que logres capturar su atención, él no te va a tomar en cuenta. Serás otro estudiante estándar en Hogwarts. Como un... NPC. —tienta, inseguro de las referencias Muggles que Hoseok hace de vez en cuando.

—Es amigo de Namjoon gracias a ti. Puedes hacer lo mismo. —asegura Hoseok, frotando las manos. Jimin reanuda la marcha acelerada y Hoseok insiste en lloriquear.

—S-sí los presente, pero no sé como acabaron de amigos. Yoongi es diferente nada más. Con aparecer sonriendo no va- No hagas eso, los dos tenemos esa arma secreta—Advierte Jimin, apuntándolo; para nadie es secreto que Hoseok al sonreír, puede conseguir muchas cosas. Un gesto tan radiante que ablanda el corazón de las personas –exceptuando Slytherins-. Luego está Jimin que con expresión de cachorro, puede derrotar a cualquiera. Se ha saltado castigos gracias a eso, incluso con su malhumorado jefe de casa—. A él no le importa.

—Puedes decirle que-

—El Quidditch no le importa. Tus notas no son tan buenas y—Jimin arruga las cejas, se detiene y lo mira—. No eres feo, pero hay... cosas.

Hoseok se pregunta si debería sentirse herido.

—Muy bien, a ver, a ver... Tú, dime cómo es, cómo tratarlo y yo hago el resto—asegura Hoseok, Jimin da un bufido de impaciencia—. Tienen que haber formas. Es imposible que alguien sea lejano a todos. Debe necesitar gente a su alrededor.

—Se acostumbro a estar solo o conmigo.

—Eso suena un poco triste—Jimin lo golpea con un libro en la cabeza—. ¡NO QUISE DECIR ESO! —lloriquea Hoseok.

El muchacho de labios gruesos se va con el mentón en alto e ignorando cualquier cosa que pudiera decirle Hoseok a partir de ahí.

— ¡LLEVALO A UNA PRÁCTICA DE QUIDDITCH! ¡JIMIN! ¡POR FAVORRR!

Una vez lo pierde de vista, Jimin se dirige a su sala común. Bajó las escaleras y al llegar a la enorme entrada donde hay apenas iluminación, tomó mejor sus libros—Sangre Pura—. Dice al muro. La entrada se abre, siendo el sello una gran serpiente tallada en roca. Jimin baja las escaleras alfombradas. Algunos alumnos de años mayores se lo quedan viendo.

—Hueles a Alpha ¿Estuviste jugueteando por ahí? —Jimin se deja tocar la cabeza, incómodo; los Alphas pasan a olfatearlo—. Tienes muchos amigos últimamente ¿no? Jimin, quizá-

—No lo toquen. Jimin, ven.

Es dejado en paz y con prisa llega al sillón donde Yoongi está recostado. Apenas lo percibió cerca, abrió los ojos. Jimin sonríe, con los mechones de cabello volviéndose rosa pastel. Dejó los libros a un lado, sentándose junto al otro Omega. Aun con tres años que han pasado, no hay más Omegas en Slytherin.

Lo cual resultó bueno para ellos. Tienen habitaciones más lujosas e individuales para impedir que los Alphas o Betas los molesten. El castillo las hizo para eso según explicó el jefe de casa.

— ¿Estabas con alguien? —pregunta Yoongi en voz baja.

—No de la manera en que él cree. —chista Jimin.

—No tengo problema con eso, solo se discreto. No debería recordarte que aquí hay muchos malintencionados y otros tantos que no les importa una mierda. —bufa Yoongi con molestia. Jimin asiente levemente.

Yoongi maneja mejor cómo llevarse con los Slytherin. Si bien no todos son víboras venenosas, los de años superiores sí en su mayoría y ellos son el problema. Jimin los culpa de la mala fama que tiene Slytherin.

—Estaba pensando en que—Jimin suena los labios—, quizá deberías conocer a alguien—Yoongi suspira. Esta conversación se ha repetido cuatro veces. Una quinta va a matarlo. Se cubre la cara con una mano—. Es un Hufflepuff.

—Casa inútil, como un Omega ligado... Ah cierto, tú. —dice una Alpha que pasó casi trotando. Jimin tenía un par de mechones azules.

—Las amistades son inútiles ahora. Tengo suficientes. —farfulla Yoongi sin energía.

—Nunca son suficientes. Menos si son sinceras. —Jimin sonría animado y firme en su creencia.

— ¿La sinceridad existe? —increpa Yoongi.

— ¿Me estás llamando mentiroso?

—Fuera de nosotros dos, para mi todos son mentirosos. Aprovechados. Lo que sea. —Yoongi tensa los labios en una línea.

—Te prometo que esta persona no es así.

— ¿Nombre?

—Hoseok.

—Ah.

Jimin insistió en esta conversación por casi un mes y Yoongi lo olvidaba por completo. Hoseok no está seguro de si Jimin no lo intentaba o Yoongi tiene tal nivel de desinterés que lo ignora. 

—Esperas demasiado. Yoongi es igual de pesado que el plomo cuando de conocer gente se trata—afirma Namjoon entregándole libros de la biblioteca para que empezaran a estudiar—. Menos si estás... Así.

— ¿Con frío? —Hoseok castañea los dientes. Aun con su enorme suéter de franjas de colores—. Que no venga de magos o algo así, no cambia que hace frío ¿Sabes?

—Me refiero a lo colorido. Yoongi es un dormilón que adora la penumbra. Es una serpiente en ese aspecto y tú... Tú.

Hoseok hace puchero y ladea la cabeza. Con eso quiere decir lo mismo que muchos: brillas demasiado con sólo la existencia; sumar el cabello naranja y la bufanda amarilla de Hufflepuff lo vuelven incluso más voluminoso.

Cegarse con el sol que está a un par de metros de distancia.

— ¿Qué se supone que haga si ya se acerca navidad? —lloriquea Hoseok.

—En realidad no-

Jimin se abraza a Hoseok de golpe, sacudiéndole un poco del brazo;

—Mañana iré con Yoongi a tu práctica de Quidditch.

— ¡BIEN MALDITA SEA! ¡TUTURUUU~! ¡SI! ¡VICTORIA PARA HOBI, ASÍ ES!

— ¡JOVEN JUNG!

Abraza a Jimin, ignorando el regaño de la bibliotecaria. Es la biblioteca al fin y al cabo, pero no quita el hecho:

¡Tendrá su acercamiento a Yoongi! Dejaría de ser un simple observador y Namjoon siente genuina preocupación por Hoseok. Espera que no acabe desilusionado.


Namjoon:

Namjoon:

Chapter 3: Ansia de Amistad

Chapter Text

— ¡Viste eso! ¡Fue...! Yoongi no te duermas.

Abre el ojo derecho para ver a Jimin y no hace más que acomodarse, dar un suspiro y cerrar el ojo. Jimin da un bufo y lo mueve con brusquedad. Yoongi chasquea la lengua enfurruñado, viendo al rubio con el entrecejo fruncido.

—Vine aquí porque me lo pediste ¿Por qué tengo que prestar atención a algo tan inútil como el Quidditch? —replica Yoongi mosqueado. Jimin hace puchero, junta las manos y ladea la cabeza.

—Porque ellos también son mis amigos y próximamente tus amigos.

Su expresión indiferente tirando a fastidiada no ayuda a la situación. Jimin da un suspiro. Estos favores que hace. Debería dejar de ser un suave mochi de amabilidad con todo el mundo. Por algo en Slytherin lo tienen de mascota y sería peor de no tener a Yoongi. Mira al campo de nuevo por la brisa que les desordena el cabello.

—Jiminie, ya acabó la práctica, gracias por haber venido ¿Vamos a comer? —propone Hoseok subido en la escoba y una enorme sonrisa.

— ¿Vamos? —interroga Jimin a Yoongi que blanquea los ojos y ve por un momento a quién vuela en una escoba del colegio, de cabeza y tan sonriente que lo irrita.

Es imposible para Yoongi no estar enterado de la manada de amigos que Jimin es hace fuera de Slytherin. El problema es que sus caras lo sobrepasan, también todos los nombres. Namjoon, Jin, Jungkook -con quién está ese raro roce indiscreto-, Taehyung, Kai, Taemin y... ah, son demasiado. Demasiados. Ninguno está en Slytherin.

El personaje de ahora es quién más lo ha puesto en aprietos. Jung Ho-Seok. No porque sea Hufflepuff y los considere la casa más irrelevante Hogwarts, sino porque es... extraño. Es opuesto a él y lo disgusta. Siempre sonriendo, amable como cualquier otro de su casa.

Sin mencionar el con pelo anaranjado, el uniforme de Hufflepuff que es amarillo... es como ver al sol; si hay algo que Yoongi ama de las mazmorras, es que no llega el sol. 

En resumen, Hoseok lo irrita. Es el tipo de amigo perfecto para Jimin. Un Alpha amable y respetuoso. No para él, que podría vivir solo entre paredes de roca húmeda combinando con su alma oscura y triste; está mentalizado a no tener Alpha encima o tras sus faldas.

—Anda, Namjoon también estará. Vamos, vamos, por favor. —insiste Jimin por el largo silencio de Yoongi. Este bufa.

—Lo que sea. Iremos a las mazmorras después.

— ¡BIEEEEEN! ESPEREN EN LO QUE ME CAMBIO. GRACIAS JIMINIE.

— ¿Qué te agradeció? —increpa Yoongi, Jimin se encoge de hombros. Sonriente y dando pequeños aplausos.

—Nada.

Solo que te traje hasta acá para tener una excusa de llevarte con nosotros a comer, piensa nervioso. Hoseok le pidió el favor ya que Yoongi -sin quererlo-, lo evade todo el tiempo. Hoseok no sabe que hizo para caerle mal, si ni siquiera han hablado. Yoongi duerme con los ojos abiertos y aunque ha tenido monólogos larguísimos, él está dormido.

Le pasó tres veces. Hoseok quería morirse de la vergüenza cuando Jimin le avisó que Yoongi estaba dormido.

Ni siquiera le cae mal porque para Yoongi: Hoseok no existe.

Por maña o ser un adolescente demasiado animado, con vida social activa y ganas de tener muchas amistades, Yoongi lo atrae. Le parece una persona de aspecto muy dulce, diferente a todos los que dicen que es escalofriante. Que parece Alpha, una criatura de oscuridad, un asesino ¡Para él es un Omega muy tierno! Seco e indiferente, pero demuestra muy fácil con Jimin que tiene corazón.

Con un poco de ayuda a Jimin, podrá conseguir su objetivo, por el cual ha parecido un buitre por tres años. Buitre y no águila vigilante, porque Yoongi es un cadáver andante con su flojera perpetua. Con suerte todo mejorará y no se quedaran siendo desconocidos.

Taehyung no ayuda diciendo que será esto último.

Que adorable y buena amistad la que se gasta

Como es normal, Yoongi no habla nada, come sin parar y soporta el barullo alrededor. Jimin trata de incluirlo en la conversación, pero Yoongi no pone de su parte. Quiere ir a la sala común a dormir hasta que el fin de semana se acabe. Apenas es viernes.

—Sigo pensando que es ridículo—reclama Namjoon—. ¿Por qué tendrías que ir? Pasas todas las vacaciones con ellos.

—Y por eso me quieren en navidad—dice Jin con la mayor obviedad de todas. Namjoon bufa—. No te vas a quedar solo así que-

—Yo también me tengo que ir. —murmura Jimin incómodo.

—Mis padres dijeron que vayamos a casa. —Jungkook mira a Yoongi con las mejillas llenas de comida. Jimin les hace señas para que sigan hablando. Como una súplica a que lo convencieran.

—Si se quedan podríamos pasear a Hogsmeade—Yoongi alza una ceja ante la sugerencia de Hoseok—. Tomar cerveza de man-

—Prefiero el vino.

—Ir a comprar dulces—Sabe que lo está arruinando por las muecas apenas perceptibles del Omega—. Quedarnos a jugar con la nieve—Pone  las manos a cada lado de su cara y sonríe pequeño, formando hoyuelos—. Y aprovechar que el castillo estará vacío para hacer lo que nos plazca ¡Incluso dormir en la cocina para que los Elfos nos den comida al despertar!

—Esa idea si suena bien. —murmura Yoongi metiéndose un poco de pastel a la boca.

—Incluso entrar en las salas comunes de los demás- ¡EN LA DE SLYTHERIN! —Brinca Taehyung—. ¿Es cierto que hay serpientes por todos lados? También escuche que las habitaciones son mejores y llenas de lujos.

—Ahora sí me quiero quedar. —Jimin mira de reojo a Namjoon, quien no tarda en captar la intención.

—Estaba pensando en que también podríamos ocupar la sala de menesteres para probar unos hechizos raros que encontré en un libro de... una parte no tan accesible, pueden ser útiles para TIMOS y EXTASIS. Digo, una pequeña sugerencia. Tocan el año que viene y todo eso.  —explaya el Alpha de Ravenclaw.

— ¿Son de magia oscura? —pregunta Yoongi, repentinamente interesado.

—Precisamente por eso espero que me enseñes. Por favor. —Por un momento, Yoongi dejó ir un aroma dulce al tiempo que se ríe.

—Claro.

Hoseok dio tal grito que todos se lo quedaron viendo, asumiéndose ganador. Jimin ve con emoción que Yoongi mantuviera la misma expresión y aire alegre. Si hay una forma de comprarlo, es decir que van a hacer magia oscura ¿Por qué? Esa es la naturaleza de su magia.

Que se tenga interés en saber al respecto es como la mejor técnica para capturar su atención. Una de las razones por las que Yoongi es más relegado, es que pocos son como él y por ende, pocos muestran interés en lugar de miedo.

Hoseok no necesitaría mucha ayuda para lograr la atención y amistad de Yoongi.

Chapter 4: Exceso de confianza

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Decidieron quedarse durante navidad para practicar hechizos en la Sala de Menesteres. Fue en este momento que los demás, quitando a Jungkook, se enteraron de que Yoongi y Jimin viven juntos, siendo hermanos de crianza. Creyeron es una amistad cercana, no fraternidad.

Tenían planificado empezar con las vacaciones. Fue pedido de Namjoon, que apenas puede ser el tutor de todo ese grupo sin desfallecer, usando el giratiempo tantas veces como pueda. Hoseok estuvo alrededor de dos horas tratando de entender como Namjoon usa esa cosa y veía todas las materias electivas.

Si no se gradúa con honores, es porque la directora necesita retirarse.

O los profesores son unos hijos de puta.

— ¿Es idea mía o el aroma de Jimin es más opacado por el de Jungkook? —Yoongi finge no escuchar el comentario. Hoseok hizo algo que nadie hace: dejar los libros y tomar asiento en la mesa de Slytherin. Yoongi apenas muestra extrañeza por el acercamiento—. No son muy discretos.

—Jimin pasea con demasiados Alphas a su alrededor. Probablemente es gracias a Jin que no es Namjoon quien opaca el olor. —murmura Yoongi pasando la página de su libro. Cubierta es nueva y fina, apunta a lo caro que es. Hoseok toma uno de los libros en la mesa y lo ve desde cada ángulo.

— ¿Cuánto costó esto? Yo compré todos de segunda mano porque mi familia no es tan... cómoda—Hoseok tose, fingiendo que no quiere decir pobre—. Y cambiar libras es un fastidio, no entendemos cuánto vale cada cosa.

Hoseok sigue y sigue hablando, cambia de tema en tema. Los de Slytherin se alejan paulatinamente, viendo mal al Hufflepuff. El motivo de apartarse no es el tejón, sino que todo el Gran Comedor en esa hora de repaso puede sentir el ambiente pesado causado por Yoongi.

Es impresionante que a Hoseok no lo moleste. Totalmente despistado. Cree que es frío nada más. Esa frío que presiona en los pulmones, respirar se vuelve cada vez más complicado, hasta el punto de no hacerlo más. Un par de personas en la mesa del tejón se desmayan.

¿¡Cómo puede estar tan normal!?

—Es más sangre sucia de lo que aparenta. —burla un Slytherin de sexto año. Yoongi cierra el libro que leía, interrumpiendo el parloteo de Hoseok.

—Has silencio. Las víboras sisean a espaldas, no a la cara. —reprende Yoongi, cosa que es rara considerando que es menor. El otro asiente nervioso y vuelve a lo suyo. Yoongi se va y Hoseok lo sigue con rapidez.

— ¿Dijo algo? No lo oí. Bueno, ustedes susurran mucho ¿Es una especie de...? Eh.

— ¿Qué hiciste? —pregunta Namjoon con expresión incómoda. Yoongi dejó a Hoseok hablando solo a mitad de pasillo.

—Hablar con él.

— ¿Mientras estudiaba? ¿Siendo tú? —Hoseok levanta el labio inferior, ofendido—. No me sorprende que se fuera.

—Oye.

—No le gusta el escándalo. Eres divertido y muy simpático, pero no va a cambiar que a él le incómoda la cercanía.

—Somos amigos... o lo intentamos ¿Qué no? —dice Hoseok. Namjoon balancea la cabeza.

—No tientes tu suerte.

Aquella sugerencia fue ignorada.

Hoseok, acostumbrado a que después de un "sí" a lo que sea es sinónimo de amistad, tiene a Yoongi atormentado. El Omega lo evita conscientemente para tener un rato de paz. Jimin nota que si van a necesitar más ayuda.

— ¿Q-qué se supone que estás buscas? —pregunta Jimin, asustado de la montaña de libros en el suelo de la habitación. Han aprendido como desaparecer la pared y hacer que parezca una habitación para dos.

—Un hechizo que quite cuerdas vocales. Hasta ahora solo he visto uno de una hora... ¿Te gustan las jirafas?

— ¿¡POR QUÉ PREGUNTAS!? —chilla Jimin, espantado.

—Hoseok es más fastidioso de lo que nunca podría ser un Hufflepuff—bufa Yoongi—. Te gustan las jirafas o no. —insiste dándose golpecillos en la mano con la punta de la varita.

—Sí, pero no lo vas a convertir en una jirafa. —aclara Jimin con cara de preocupación, le arrebata la varita y la esconde tras suyo. Yoongi chista y busca con la mirada la varita de Jimin. Puede usarla sin problema.

Ambas varitas son hermanas. Se supone que hay una tercera, pues el fénix de donde salieron las plumas varias atrás, solo pudieron usarse tres. Jimin usa la varita de Yoongi sin dificultad. Son casi iguales, exceptuando que la de Jimin es más flexible y con madera de carpe mientras la de Yoongi es de avellano.

— ¿Por qué no te agrada? Creí que podría-

—Es un fastidio. —dice Yoongi con voz hastiada.

— ¿Por qué? —increpa entristecido.

—Habla... y habla... sigue hablando, se ríe, hace escándalo, no se calla jamás. —queja Yoongi exasperado.

—Él está interesado en ser tu amigo. Tampoco ha dejado de acercarse a pesar de lo mucho que te molesta y sabes cómo se siente cuando te pones así—Yoongi quiso replicar, pero no pudo rebatir ese detalle. Lo ha ignorado de lo mucho que se exaspera de Hoseok cacareando—. Así que... tal vez si le dices que te molesta pueda cambiarlo.

— ¿Cambiar qué? Él es así, lo sabes. —refunfuña Yoongi.

—Claro que lo sé, por eso sé que no lo molestara al menos bajar la voz o velocidad al hablar contigo. Seguirá siendo él, pero sin las doscientas palabras por minuto. —ríe Jimin cubriendo su rostro, con su melena rosa pastel. Yoongi suspira rascándose tras la oreja.

— ¿Por qué quiere ser mi amigo? Eso a nadie le interesa. —murmura Yoongi, ligeramente triste.

—Vaya, ahora me llamo nadie desde que tengo cuatro años.

—Tú me entiendes. —queja Yoongi, ansioso.

—Hay gente con buenas intenciones y sin sentido para ello, Yoongi. Es todo. Déjate querer. —Jimin lo abraza con fuerza, balanceándose de un lado a otro.

—Te adoro, pero... mareas cuando sientes que no te prestan atención y con Yoongi eso es normal. Trata de relajarte, hablar un poco más bajo y no atosigarlo—Hoseok asiente a cada indicación que Jimin da. El Slytherin lo fue a buscar a la sala común de Hufflepuff para ir juntos a cenar—. Aprecia mucho su espacio personal y tú lo invades a cada rato.

—E-es sin querer.

—Bien, fíjate en eso para que no se vaya y todo estará bien—concluye Jimin con una sonrisa—. Quiero que tengas en cuenta que a veces es mejor el silencio. Crees que para una amistad hay que hablar sin parar y... con Yoongi no es así.

Hoseok se siente en un campo inexplorado y solo lo piensa hacer para llegar a Yoongi. En la entrada del gran comedor esperaban Namjoon, Yoongi, Jungkook, Jin y Taehyung. Al verlos, entran, el otro Slytherin se coloca al lado de Jimin. Hoseok y Taehyung ocupan la punta medio vacía de la mesa de Hufflepuff, Jimin ocupó el lugar junto a Taehyung y Yoongi arrugó levemente la cara ante la idea de sentarse.

Hoseok palmea el asiento para invitarlo. Yoongi mira a los demás  sentados, la gran mayoría murmura y se aparta.

—No los tomes en cuenta. Hay tontos en todos lados. —desmerita Hoseok.

—Lo dice el de cabello naranja y uniforme amarrillo. —dice Yoongi entre dientes.

—Reflejo de mí alegría y ansias de amistad.

Yoongi se sienta y para alivio su alivio, Hoseok es más calmado. Habla con velocidad regular y a diferencia de otras ocasiones, conversa en coreano. Hablan siempre en inglés para no perder la costumbre y el acento británico, pero es mentira decir que no prefiere su verdadero idioma.

Dada su falta de curiosidad, no preguntó como Hoseok lo supo. Jimin se asoma de tanto para ver cómo van. Sonríe haciendo corazones con los dedos a Jungkook y Jin en la mesa de enfrente. El mayor de todos alzó el pulgar con las mejillas llenas. Jungkook hizo lo mismo.

Un par de semanas, todos los demás se fueron por vacaciones de navidad y quedaron relativamente solos en el palacio.

Chapter 5: Cortante oscuridad

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—Jimin-ssi tiene demasiados aretes hoy.

—Los tenía en el joyero de Yoongi y no me pude decidir por uno solo.

— ¿Yoongi tiene joyero?

—Sin ánimo de ofender: somos sangre pura, es lo normal que nos regalen prendas, sobre todo siendo Omegas. Un solo joyero es lo raro.

Namjoon ve con incomodidad a Hoseok, que se arrepintió de la pregunta. El término "Sangre Pura" le produce molestia. Muchos intentaron hacerlo sentir mal con eso. Fracasaron porque para Hoseok, no tienen peso real. Igual que el término "muggleborn". Es el único de los siete que viene de padres muggles; Taehyung es hijo de una bruja con un muggle y Namjoon no ha querido contarlo sobre su familia, no es importante.

A pesar de su falta de interés, a Hoseok le fascina que sus tres amigos con dicho estatus no lo usen para presumir. A menos que sea para callar a quien los moleste. Yoongi lo usa a su favor en la sala común de Slytherin

—Solo espero que no tengan protecciones para que no te hagamos daño. —comenta Namjoon cambiando el tema. Jimin saca su varita, de madera refinada y larga en su mano pequeña. Mango ornamentado y de color negro en su totalidad.

—De hecho, pensaba hacer lo mismo con todos por precaución.

— ¿Precaución? —Jungkook le entregó uno de los pendientes, es igual a uno de los tantos que lleva Jimin.

—Vi algunos de los hechizos que vamos a practicar y son bastante delicados. Al menos los pocos que reconocí. —apunta Namjoon, preocupado.

—Tendremos cuidado. —asegura Yoongi rascándose tras la oreja con la varita. La suya a pesar de medir lo mismo que la de Jimin, luce pequeña en su mano. Tampoco es tan refinada.

Tras tener hechizos de protección, los cuales se le dan especialmente bien a Jimin, inician con la práctica. Guiada por Namjoon y Jungkook que con excesivo talento para la magia practica. Los hechizos más simples o que no implican un uso maligno fueron fáciles de dominar.

No evitó bromas, como hacer que Jin chillar y llorar, a poco del desmayo por vomitar babosas.

Incluso Yoongi se rió de verlo sufrir.

—Para ser sincero, hay un par de cosas que deben saber antes de empezar con esto. —informa Yoongi, viendo por encima la página del libro abierto.

—Solo es hacer un hechizo. No es tan-

—Es complicado—interrumpe Yoongi al Hufflepuff—. La magia es magia, cierto, pero se tiene más afinidad a cierto tipo, por eso se dice que tiene magia de un tipo u otra. Jimin y yo tenemos magia oscura a diferencia de ustedes, que están entre gris y blanco.

—El detalle más importante de la magia oscura es que... Tiene una facilidad por dañar, mal formar y hasta destruir el alma—continúa Jimin, nervioso—. La mayoría de hechizos son de ataque y para hacer daño. El ejemplo perfecto las maldiciones.

— ¿Entonces...? —cuestiona Namjoon sorprendido de la repentina advertencia. Sabe todo esto, pero parecen algo asustados de otra cosa—. ¿No podemos usar los encantamientos?

—Pueden, pero no saben ni siquiera que tan grandes es la sombra dentro de ustedes. Inseguridades, ira, rabia, miedos; todo se fusiona y aunque tengas magia blanca, puedes ocasionar un gran impacto—explica Yoongi—. A veces la luz puede ser más hiriente que la oscuridad. Sabe de lo bueno, de su bondad, pero no de su crueldad.

Hoseok sube el labio inferior. Eso es escalofriante—No usaremos las maldiciones imperdonables, porque quedan registradas en nuestras varitas. Si descubren que las usamos, nos echaran de Hogwarts así que intentaremos otras cosas—. Yoongi pasa las páginas con los encantamientos que siguen e inician.

Jungkook admitió estar nervioso, tiene la magia más pura en cuanto a luz, lo cual podría crear problemas. Usaron muñecos y algún que otro bicho en el lugar de práctica para empezar: destrucción, manipulación hasta cambiarlos totalmente; hechizo de asfixia y otros.

Hasta que llegan a la mitad de la lista y Taehyung señala el que llamó su atención.

—Fuego maligno ¿Nunca lo han visto? —pregunta Jimin tocándose los labios con la varita.

—Yo lo vi una vez y fue... normal. A menos que me mintieran y fuese fuego normal. —comenta Taehyung.

—Bien, este lugar es lo suficientemente grande así que podemos hacerlo.

Yoongi se coloca en el centro, alza la varita y tras un murmullo junto al endurecimiento de sus facciones, de la varita salen enormes y largas llamaradas que acaban en una serpiente de fuego. Tan alta como la sala y rodeando toda la sala. Hoseok queda boquiabierto y tembloroso, se esconde tras Namjoon, aun asomado.

—Yo-Yoongi creo que es suficiente-

—No es tan sencillo de deshacer. —gruñe el Omega.

—Ya lo-

— ¡AGUAMENTI!

A su alrededor había una enorme barrera de agua creada por Jungkook. La serpiente embistió ferozmente en contra de ellos. Yoongi chasquea la lengua, exhala y con lentitud el fuego se extingue hasta que la serpiente desapareció.

— ¡FUE GENIAL Y ATERRADOR, DIEZ DE DIEZ! ¡CINCUENTA PUNTOS SLYTHERIN, EEEH! Y-ya paremosconlamagianegranoestandivertido. —balbucea Jin dejándose caer al suelo.

—El chiste de esto era practicar hechizos oscuros así que probemos nosotros también. Si hay algún problema, tenemos a Yoongi. —propone Hoseok sonriente.

El Omega de cabello negro sonríe incómodo por la confianza de Hoseok. No porque no lo hará, tan solo duda ser capaz de lanzar ese contra hechizo. Es más difícil si permiten que el fuego corra libre.

Debido a erratas que acabaron en quemaduras, decidieron terminar ese día con duelos por pareja, dejando fuera intereses emocionales como Namjoon con Jin o Jimin con Jungkook. El Alpha dejaría que ganaran. Taehyung estuvo a duelo con Jimin, donde el Omega ganó.

Jungkook contra Namjoon, ganó Jungkook; en último minuto al conseguir hechizar la ropa de Namjoon para que lo ahorcara.

Jin contra Yoongi, donde Yoongi ganó por fusionar a Jin con el suelo, en consecuencia, presionar sus órganos vitales.

Taehyung contra Hoseok, el Beta fue vencido de manera tonta: Hoseok logró convertirlo en un pequeño y lindo pichón de plumas moradas. Taehyung se escondió en la ropa de Jimin y al volver a la normalidad, cayó encima del Slytherin.

Jungkook no estuvo muy feliz de verlo.

—En guardia, gato flojo. —ordena Hoseok con una sonrisa y pose exagerada. Yoongi exhala, dejando caer los hombros.

—Lo dice el cara de caballo... —dice Jin en voz baja, Jimin lo codea.

— ¡Desmaius! —Hoseok inicia; Yoongi repele el ataque.

— Fulgari —Hoseok tambaleó, amarrado por las ataduras mágicas.

— ¡Everte statum! —Yoongi salió expulsado un par de metros, parpadeando repetidamente por el aturdimiento. Se levanta rápido con mala cara.

— ¡Repulso!

— ¡HEY NO...! —Hoseok choca directo contra Namjoon debido al hechizo. Hoseok se levanta rápido respondiendo y siguen... hasta que sale de control.

—Cre-creo que podemos dejar esto en un empate, esto- ¡HIIIII! —Hoseok repele los hechizos a duras penas, Yoongi está volviéndose... pesado.

Se siente asfixiado, más de lo que debería.

—Yoongi, podemos- ¡YA, ME RINDO, ME RINDO, GANAS Tú! —chilla Hoseok, teniéndolo cada vez más cerca y la sensación de peligro junto a las ganas de correr. Casi llora por el pánico y...

— ¡SECTUMSEMPRA!

El hechizo impacta, hay un par de exclamaciones a la vez que Hoseok impacta en el suelo. Yoongi mantiene una sonrisa amplia y ansiosa, con la vista nublada en la adrenalina del momento. Ignora cualquier otra cosa que no sea atacar a su oponente.

— ¡YOONG YA...!

— ¡CRU...!

—Es... es suficiente.

Yoongi cierra la boca al darse cuenta de que Hoseok está tendido en el suelo, convulsionando con heridas cortantes que se extienden. Todo su animo, toda su energía se apaga. Los labios le tiemblan y mira alrededor, ansioso, preocupado; guarda la varita y sale huyendo. Jin toma a Hoseok del rostro para que se enfoque en él.

—Tranquilo ¿Si? Mírame, te vamos a curar, estás bien. —promete Jin.

—Necesito que lo sujeten. —Namjoon y Jin sostienen a Hoseok que ve borroso, lo único que distingue es a Jimin.

A medida que las heridas sanan, siente más sueño y acaba dormido.

— ¿Estas bien? —pregunta Jimin con suavidad. Yoongi aprieta los labios, negando con la cabeza.

—No es buena idea tener amigos. —opina en voz baja.

—Esto no... sabemos que no eres así. Fue solo un accidente. —dice Jimin.

—Claro, un accidente. Casi matarlo es un accidente. —reprende entre dientes.

—Lo sería porque no quisiste hacerlo. Perdiste el control. Puede pasar porque nunca practicamos nada así. —Jimin lo acaricia en el rostro con cariño, Yoongi bufa apartándolo.

—Insistes en que todo tiene una explicación buena. Mis padres, los tuyos, el mundo mágico como es, yo... ¿Qué mierda tienes en la cabeza? —critica Yoongi, exasperado. Queriendo esconder lo mucho que lo asusta lo cerca que estuvo de matar a Hoseok.

—Según Namjoon, tengo más corazón que cabeza—sonríe Jimin con la cabeza ladeada—. Y te conozco. Sé que no querrías hacerle daño y es bueno que te emocionaras. Tan solo hay que trabajar en el auto control.

—No sirve. —desmerita Yoongi.

—Es como decir que todos los que tenemos magia oscura somos malos. —dice Jimin.

—No es así.

—Exactamente. Tú no eres malo. —afirma Jimin.

Yoongi guarda silencio. Jimin toma asiento junto a él en el pequeño mueble de la habitación. El cabello de Jimin pasa del rosa al azul, identificando su tristeza y preocupación por Yoongi.

—Soy feliz de que seas mi único amigo porque a ti no podría hacerte daño—Yoongi habla con voz suave y temerosa—. A los demás... voy a lastimarlos y yo no quiero lastimar a nadie.

—No vas a hacerlo. Estoy seguro de que no. —afirma Jimin con una sonrisa y un abrazo. Yoongi recuesta la mejilla en el hombro de Jimin.

—Soy capaz de hacerlo. —lamenta el Omega.

—Ellos no son Holly y tus padres no están aquí. No va a suceder de nuevo. Estoy aquí para asegurarme de que sea así. —promete Jimin, apretándolo más entre sus brazos.

La incomodidad en Yoongi crece con esa frase. Si, "para eso está". Sus padres consideran a Jimin un objeto y Jimin les sigue la corriente. Lo tiene mentalizado y es imposible que lo olvide.

—Hobi está bien. Seguro nos reiremos de esto en la cena. —dice despreocupado. Yoongi tuvo la ligera esperanza de que fuese así.

Se equivocó. Hoseok fue a cenar y ni siquiera los vio. Incluso fue el primero en irse de la mesa. Jimin acompañó a Yoongi en todo momento, que solo en su habitación expuso lo triste que esto lo dejó, casi a punto de llorar.


Fuego maligno:

Fuego maligno:

Sectumsempra

Sectumsempra

Aguamenti

Aguamenti

Chapter 6: Truco para trato

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Pasaron algunos días en los Yoongi no se unió a la práctica. Jimin estaba presente, pero sin participar. Hoseok sigue sin hablar con Yoongi, ignorándolo. Jimin teme que por esto, Yoongi olvide a Hoseok y cuando Hoseok pueda superar lo que sucedió, sea muy tarde.

La calma tensa en el grupo se rompe gracias a la lechuza de Yoongi, una lechuza de campanario llamada Snow que aterriza dentro de la sala. Tras mimos por parte de su dueño, revolotea hasta posarse en un perchero cercano, escondiendo el rostro bajo su ala para descansar.

—Oh no.

— ¿Oh no? ¿Por qué oh no? —pregunta Hoseok, los demás se alejan cuidadosamente de la mesa—. ¿¡Es papel inflamable!?

—No, ojalá lo fuera—balbucea Namjoon—. Es un-

«¡ESTUVIMOS TRES HORAS ESPERANDO POR USTEDES Y NO ESTABAN EN EL TREN!»

Chillan a la vez del susto, Snow incluso brinca y ulula asustada; vuela y se para en el hombro de Yoongi, dando pequeños picoteos en la cabeza del Omega. Yoongi exhala con una mano en el pecho. Al menos los ululeos de su lechuza lo ayudan a calmarse.

—Vociferador. —corean. Hoseok hace un circulo con la boca: la carta flota y habla. Es la primera vez que ve un vociferador de cerca. Por lo general, en su mesa nadie las recibe. Yoongi apoya el codo en la mesa, dispuesto a dormirse mientras siguen sonando los gritos de su madre a través del papel encantado; enfocado en los ululeos y mimos de su lechuza. Jimin por su parte palidece y su cabello se vuelve liso, viaja desde el marrón hasta el color negro.

«Saben que debían estar en casa para Yule. La fiesta se arruinó. Tu mejor que nadie sabes que debías estar presente, Yoongi. Otro tren sale esta semana y a menos que quieran problemas, van a subirse y venir aquí ¡ Y tú!»

La carta se dirige hacia Jimin, quien se tensa y muerde los labios.

«Estás para recordarle lo que tiene que hacer, a menos que estés comportándote como una perra con estudiantes Alphas mientras el colegio está vacío.»

—No le hagas caso, es un insulto por hacerte sentir mal nada más. —asegura Jin, agobiado por los pensamientos negativos y llenos de pánico de Jimin.

«Cumple con tu papel o me aseguraré que ejerzas tu papel de puta en otro lado donde no nos avergüences. También debías estar aquí»

—Muy bien, suficiente. —Namjoon estuvo a punto de tomar la carta y se le escapa, se juntó más a Jimin, quien no llora por vergüenza de hacerlo frente a ellos.

Apenado de la peor forma.

«Lo único que sirve de ti es tu magia, porque incluso tu sangre es inútil. Los quiero en ese tren o te haré pasar el hambre que deberías estar pasando, Omega inservible, gordo y asqueroso.»

La carta se rompe sola. Miran a ambos Omegas, Yoongi irritado, Jimin al borde del llanto. El morpho se levanta y marcha corriendo, con al cara roja y ojos aguados. Yoongi y Jungkook lo persiguen de inmediato; Snow persigue a Yoongi, volando cerca de él. Los cuatro restantes se miran entre ellos con una mezcla de confusión e incomodidad. Hoseok hace un par de cómicos sonidos, pensativo ¿Por qué necesitaban estar en la fiesta de navidad? ¿Es importante? Jin no tuvo problema.

Aunque la familia de Yoongi es más excéntrica y controladora. A pesar de que Yoongi es claramente difícil de dominar. Se pone de pie, toma su bufanda y decide dar un paseo por los jardines del colegio. Llenos de nieve y luciendo como una enorme manta blanca. Ve a Yoongi sentado en la nieve no muy lejos. Sobresale no solo por su cabello negro, también por la magia que fluye en torno a él.

Hoseok sufre una reacción involuntaria, lleno de miedo, sudando repentinamente y queriendo mantenerse lejos.

"Sectumsempra"

Un hechizo raro y complicado. Lo hizo un profesor del colegio hace años, solo familias de magia oscura lo atesoran y enseñan a sus descendientes. Yoongi es uno de ellos y posiblemente ni siquiera sepa como curarlo, a diferencia de Jimin. Hoseok hace puchero, viendo a Snow aterrizar en el hombro de Yoongi y picotearlo cariñosamente en la cabeza.

— ¿Por qué se complica tanto todo? —Hoseok hace una bola de nieve en sus manos. No quiere tenerle miedo a Yoongi.

Quizá fue un mal primer encuentro con la magia oscura y necesita otra oportunidad, pero ¿Cómo evitar el pánico que lo obliga a alejarse?

A lo lejos visualiza a Jungkook, entre molesto y perdido.

Hoseok medita: Jungkook se la pasa pegado a Jimin y a juzgar por la forma en que se llevan, él sabe cómo sobrevivir al escalofrío. Es su mejor oportunidad para no perder esa frágil y apenas existente amistad con Yoongi.

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—Va-vámonos, por favor... si no ellos... ellos...

—No harán nada. Les diré que no lo hagan y que hubo un problema con el viaje; llegamos tarde y no pasan más.

A Yoongi lo incomoda la gente que llora, no sabe cómo ser apoyo emocional, ni siquiera uno torpe. Jimin es bastante llorón y se aguanta la mayoría de las ocasiones para no incomodar; irónicamente, a Yoongi lo molesta que no muestre sus emociones con él.

Son hermanos. Saber el estado de ánimo del otro es normal.

Por otro lado, es natural que esté asustado. No lo preocupa en realidad. No es la primera amenaza que reciben, saben que Jimin es sensible a insultos, críticas y amenazas, se lo toma en serio... siempre cabe la posibilidad de que sea en serio, aunque Yoongi duda que lo lleven a cabo alguna vez. Se iría con Jimin si lo echan.

Es defensa mutua. Jimin está para ayudarlo en todo lo que necesite y viceversa. Sin mejor idea de como ayudarlo o qué decir, decide que es buen momento para preguntas incomodas que cambien el ambiente:

— ¿Tienes sexo con Jungkook? —Aunque avergonzado, Jimin asiente con la cabeza. A diferencia de Jin, ambos son Omegas herméticos. Su vida sexual y personal queda prohibida de preguntarse a menos que sea un tema muy grave—. Son demasiado obvios en como se tratan, en aroma... nunca lo he notado.

—U-uso hechizos para esconderlo. —admite Jimin con los labios temblorosos.

— ¿Desde cuándo? —cuestiona Yoongi.

—El año pasado.

—Así te enteraste de la Sala de Menesteres supongo.

—No. La encontré en segundo año.

—Vale... Tienes el hechizo de ligue así que no hay problema—desmerita Yoongi—, mientras escondas el aroma, no hay problema. Nada de lo que mis padres puedan decir es cierto ¿Entendiste? No eres una perra, una puta... Estás enamorado y es todo.

—Dijeron que también tienen planes conmigo ¿Por qué? Y-yo no he hecho nada malo hasta ahora. —balbucea Jimin y Yoongi lo agarra con brusquedad, casi miedo al respecto.

—Nada que importe. Te lo aseguro.

Su situación familiar es complicada y le produce migraña. Jimin puede ser muy orgulloso cuando quiere, perfeccionista y hasta cruel consigo mismo, pero es muy susceptible; solo por eso no encaja del todo como material de Slytherin. Se ajusta más a Gryffindor o Ravenclaw. Así como lo ve en cualquier lugar menos en la mansión Min, donde lo atormentan aprovechándose de sus debilidades y como forma de entretenimiento.

Yoongi se deja abrazar, con suerte, asi va a calmarse.

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— ¡Tiene que haber algún secreto! —lloriquea Hoseok—. Dímelo, no seas así Kookie ¡Hago tu tarea si quieres! La de Pociones, sé que te va mal en pociones. Por favor, por favor, porrr favorrrrr. —pide juntando las manos. Jungkook se muerde los labios.

Perdió a Jimin de vista y buscándolo, Hoseok lo abordó. Da por hecho que Yoongi está con el Omega.

—E-es que no hay ningún truco. —dice Jungkook, apenado.

— ¡TIENE QUE HABER! —Insiste Hoseok zarandeando al menor, asustando a Jungkook en el proceso—. ¡¿Cómo se la pasan juntos?! ¿No te da miedo? Tu magia es blanca, la suya es oscura. Debe haber algún choque y una forma de juntarse.

—Solo... Es cuestión de que su magia y la mía se conocen. Es como poner a dos lobos gigantes en un mismo espacio—Oh no... Empezó con las criaturas mágicas, piensa Hoseok con un gesto nervioso. Jungkook es un fanático y todas sus explicaciones vienen junto a criaturas mágicas—. Se van a querer matar porque no reconocen el aroma del otro. Si dejas que se conozcan de a poco antes de dejarlos en un mismo espacio, eso no sucederá y se consideraran de la misma manada en lugar de un reto para su territorio.

—Eh...

—E-en términos Muggle: cuando tienes un gato y vas a meter un perro a casa, no los metes en el mismo cuarto todo el día. Los demás rondar, conocerse y cuando finalmente se reconocen los aromas y presencias... No se matan. —Hoseok asiente con una mano en la barbilla, haciendo el plano mental:

Yoongi es el gato.

El gato lo arañó a él –el perro-, por invadirlo de golpe.

Solo debe pasar más tiempo con él y cerciorarse de que sus magias hagan contacto para reconocerse, que el impulso natural de lastimar no salte.

—Gracias Kookie, eres un amor—Hoseok lo apretuja y besa en la mejilla, Jungkook es casi de su tamaño y contextura, por lo que el abrazo cuesta de lograr—. Ahora... ¿Dónde está Yoongi? ¿Y Jimin?

— ¡TAL VEZ LO SABRÍA SI NO ME HUBIERAS ENTRETENIDO POR MÁS DE TREINTA MINUTOS!

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— ¡Vamos mañana a Hogsmeade! —propone Hoseok emocionado.

—No lo sé. —dice Namjoon, dudoso.

—Será divertido. Será nuestra primera salida como amigos. Como si fuéramos una manada. —incita Hoseok con una pequeña sonrisa y hoyuelos.

—Suena muy bien para mí. Podemos comprarnos regalos y hacer un intercambio en navidad—propone Jin emocionado—. Nos reuniremos en la sala común de... eh... No. Gryffindor tiene aún estudiantes.

—La Sala de Menesteres es la mejor idea. Tendrá camas si es lo que necesitamos—indica Namjoon considerando el plan como una buena idea—. Puede funcionar.

—Habitaciones separadas. —murmura Jungkook muy bajo, tarareando y dando un vistazo al Morpho. Jimin no luce muy entusiasmado, metido en sus pensamientos. Todos giran a mirarlo, esperando su opinión.

—Háganlo si quieren. —responde en voz baja. Yoongi encoge de hombros.

— ¡Bien! ¡Mañana a Hogsmeade!

Yoongi se sorprende por el abrazo de Hoseok. Contiene la queja y empujarlo, detenido por percibir la magia de Hoseok haciendo contacto con la suya. Es apenas un roce muy sutil y amigable.

Tal vez esto es una señal de que ya no le tiene miedo ¿verdad?

Chapter 7: Plan de vacaciones

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Retrasaron la salida a Hogsmeade un día: una tormenta de nieve cayó y se hizo imposible siquiera moverse en el castillo. Lo único bueno es que pudieron entrar a la Sala Común de Slytherin, ocupada por Yoongi y Jimin nada más. Jungkook luce bien ubicado, cosa fuera de lo común. Acabaron con celos de los lujos que tienen en Slytherin.

¿Por qué siempre tienen las mejores cosas?

Eso sin mencionar las habitaciones individuales.

—El nido de las serpientes es bonito. —Jin finge que no tiene envidia. Quisiera una habitación propia, no tres compañeros de cuarto. Omegas, por supuesto.

—Este lugar es muy frío. —quejumbra Namjoon con el abrigo y bufanda azul puesta, frotándose los brazos.

—No llega mucho sol aquí. —apunta Jimin con una risa.

—Es un paraíso. —afirma Yoongi, dormitando en el sofá.

It's like a dark paradise. —tararea Jungkook de manera instantánea. Recibe constantes mimos por Jimin.

— ¿El intercambio debe ser de amigo secreto? O podemos saber a quién regala cada quien. —pregunta Taehyung, curioso.

—No participaré. Somos impares y-

—No importa. Alguien se quedará con dos personas a quien regalar. —Yoongi arruga el entrecejo por la interrupción de Hoseok.

—Secreto debe estar bien. Accio pergamino. —El pergamino vuela de la mesa a la mano de Jimin, también llega una pluma donde anotó los nombres. Usa el pecho de Jungkook como mesa. Namjoon y Jin sonríen viéndolo y Yoongi los analiza de reojo.

Namjoon y Jin siempre han tenido una mala manía de ser parecidos a figuras paternas para Jimin. Desde que lo vieron, ha sido así. Como si son un matrimonio que adoptó un cachorro.

—Bien—Jimin rompe el papel y lo dobla. Estira el brazo para tomar el gorro de Hoseok, bonito y de color gris—. ¿Puedo usarlo después? —Hoseok asiente despreocupado.

Sin saber que no volverá a usar ese gorro.

Apropiado por Jimin.

Al final quedan de forma divertida: Jungkook debe regalarle a Jimin, Jimin a Jungkook y Namjoon; Yoongi a Hoseok, Hoseok a Yoongi; Jin a Taehyung y Taehyung a Jimin. Nadie dijo nada en ese momento y Jimin solo se sonríe, cubriéndose con una mano. Puso más veces su nombre, preguntándose quien tendría que regalarle.

Yoongi queda consternado ¿Qué le regala algo a alguien que no conoce?

—Hobi, Hobi—Hoseok da un chillido de espanto, llevándose una mano al pecho: asustado de ver a Jimin en su habitación ¿¡Como entró!? En Hogwarts imposible aparecerse—. Oye, despierta, tengo que contarte algo.

— ¿¡Ahora!? —cuestiona Hoseok. Aun es de noche y está seguro de que puede esperar a la mañana.

No matarlo del susto.

—Sí. Es sobre Yoongi para que puedas ir mañana a Hogsmeade con él y comprarle el regalo. —susurra Jimin, inclinado hacia el Hufflepuff medio dormido. Hoseok da un quejido, revolviéndose en la cama.

—Creo que podemos hablar lo ma-

Jimin toma una almohada y golpea a Hoseok en la cara.

— ¡No! ¡Te acuerdas más de las cosas antes de dormirte que cuando tienes un día por delante! —Jimin lo golpea más y más.

A la una de la madrigada, Hoseok vio una clase, impartida cuidadosamente por Jimin. La clase se llama Yoongiología, rama de la ciencia especializada en Min Yoon-Gi.

Hoseok dejó de prestar atención en algunos momentos, con demasiado sueño como para atender a tanta información, también olvidó mucho de esta charla. Lo único presente en su mente es: ¿Cómo Jimin entró a Hufflepuff para empezar?

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Hogsmeade está bastante poblado hoy. Ya han bebido una cerveza de mantequilla, donde Jimin ganó un reto al tomarse diez, mucho más rápido que cualquiera. Le dieron un dulce como premio, el cual Jungkook se quedó.

Hoseok va somnoliento por la interrupción de su sueño. Camina junto a Yoongi, el cual ya compró el regalo de amigo secreto. Hoseok bosteza y se tambalea, chocando con Yoongi, a punto de quedarse recostado sobre él.

— ¿no dormiste? —pregunta Yoongi con una mueca.

—Una serpiente me interrumpió el sueño. —murmura Hoseok. Yoongi alza una ceja, pensativo por esa respuesta.

Ve a Yoongi de reojo, apenas sobresale su nariz de entre la bufanda verde y plateada, combinando al abrigo negro. Hoseok suelta vapor frío, mira al frente y trata de hacer memoria a todo lo que Jimin le contó por la noche. Busca en su mente algún truco que Jimin dijo sobre el Omega que camina a su lado.

«Tú estira la mano, lo suficientemente cerca para que esté en su campo de visión y ahí está la magia»

Hoseok asume que no recuerda bien, es una estupidez.

Ya que de estupideces está llena la vida ¿Por qué no?

Con el resto varios pasos adelante y en su propio mundo, estira la mano frente a Yoongi por unos instantes, el suficiente para que fuese notada por el otro. Yoongi apenas se dio cuenta, ladea un poco la cabeza y la toma por inercia.

Hoseok hace un círculo con la boca y se le escapa un ligero Oh. Yoongi lo ve y luego el agarre.

— ¿Querías algo? —pregunta Yoongi en voz inusualmente baja, ocultando su vergüenza. Hoseok lo aprieta para que no lo suelte.

—Nada, nada, nadanadanada—Insiste Hoseok con tono nervioso ¿Así que era esto a lo que Jimin se refería? Es un maldito genio del comportamiento—. Aunque-

—Si te incomoda, suéltame. Antes de que quieras salir corriendo.

—¿Qué?

—Mi magia incomoda a la gente, por eso nadie quiere tocarme.

Hoseok boquea, anonadado ¿Molesta? Sí, es un poco fría, escalofriante, crea pánico y da la sensación de que tendrá pensamientos homicidas, pero fuera de eso no la considera molesta. No está acostumbrado a la magia de Yoongi. No hay muchos los magos oscuros, generalmente no es tan marcada. Hay muchos con tonalidades grises, pero poco negro y poco blanco. Yoongi entra al lado más rechazado por desgracia.

—A mí me gusta—dice Hoseok, sonriendo—. Es diferente ¿Por qué debería dejarlo? Si somos amigos hay que querernos, no importan los "defectos" o... bueno... Lo que somos ¿No crees?

Yoongi ladea la cabeza, confundido; sin embargo, no dijo nada. Jimin rió complacido más adelante, enumerando con satisfacción las razones por las que Hoseok es perfecto para Yoongi.

—Eres un Hufflepuff, no espero que entiendas. —dice Yoongi para molestar, Hoseok sonríe tan radiante como solo él.

—No es necesario. Por algo son sentimientos y no pensamientos.

Yoongi da una risa, casi chillido muy fuerte, cubriéndose la boca segundos después. Salió de golpe. Siguieron agarrados de manos hasta llegar a su destino, donde permanecieron así hasta algunos metros dentro del colegio. Jimin disfruta la escena.

Hoseok tuvo problemas al momento de encontrar que regalarle a Yoongi y es que... ¡ES MUY CARO! ¡NI COMO MUGGLE TIENE TANTO DINERO! Ah. Qué horror regalarle a un ricachón. Jin se percató de su dilema.

—Puedo prestarte dinero—Hoseok hace una mueca de desagrado—. Me lo darás después. Cuando puedas.

—Aun así...

—No es problema. Somos amigos.

— ¿No es... malo?

— ¿Vas a pedirme dinero a cada rato? —Hoseok niega con la cabeza—. Entonces no pasa nada. Además, es lindo—opina Jin—. Seguro le gusta y solo Jimin le da regalos que valen la pena. Es una buena forma de mostrar que te interesa.

— ¿Me interesa? ¿De qué forma me interesa?

— ¡YAH! Acepta el maldito dinero y compra esa estupidez antes de que lo haga yo y te delate para que pases bochorno frente a todo el mundo aun peor al de ahora no puedesengañaraunlegeremantepedazodeidiotaleotuspensamientossinningunaclasedeproblemayesobviocomo-

— ¡WOOOW! —Namjoon se pone entre ambos—. Bien, calma, calma...—Jin le da su monedero y se va con Namjoon, apuntando a Hoseok para informarle que lo vigila.

Hoseok no tuvo más que comprar lo que quería, los de la tienda lo veían entre divertidos e impacientes.

Al regresar al castillo, se dieron cuenta de un pequeño aviso colado en la pared de la entrada del gran comedor. Anuncia un...

— ¿Baile? —dicen los siete a la vez.

Chapter 8: Anuncios imprevistos

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Durante la cena se avisó del baile. Se trata de eso: un baile para celebrar la navidad juntos en lugar de encerrarse todos en sus salas comunes o curiosear zonas prohibidas del colegio. El aviso incluye la información de que algunos estudiantes graduados vendrían para pasar la noche en Hogwarts, pura nostalgia.

Eso, contrario a ser una noticia entusiasta, crea incomodidad. El par de serpientes no se imaginan como será si la sala común de Slytherin se llena de Alphas mayores. Jimin se visualiza encerrado en su habitación, tal como Yoongi. Uno por pánico, el otro por vagancia al posible conflicto.

— ¿Qué hay de nuestro plan? —pregunta Taehyung saliendo del gran comedor. Hoseok abre la boca a responder.

—Lo-

—Lo haremos de todas maneras. Para no tener que compartir habitación con gente que no conocemos, simplemente lo haremos entre nosotros en la Sala de Menesteres. —dice Jin, robándole todo el pensamiento.

—Eres insufrible. —quejumbra Hoseok con un tic en la ceja ¿Su mente es un guión para Jin? El Omega pone una mano bajo su barbilla, sonríe y encoge de hombros.

—Soy legeremante y es venganza por fastidiar tanto en Hogsmeade.

—Esto es como un dolor en el culo: nadie lo disfruta ¿Quién mierda quiere un baile? —bufa Yoongi de mal humor, se hunde más en su bufanda. Odia las fiestas. Lo bueno de quedarse en Hogwarts es que evitaría una. Parece un mal chiste universal:

Irá a un baile lo quiera o no.

—Será divertido. Quizá lleguen personas simpáticas... ¡O que nos den cosas! Hay un rumor de unos gemelos pelirrojos que atormentaban a casi todos aquí. Incluso una mujer del ministerio que llamaban sapo. —Jimin da suaves aplausos entusiasmado. Claro, él es el Omega social a pesar de la vergüenza que suele tener.

Pretender que no se va a esconder esa noche.

—también hay un rumor de que los centauros se la llevaron al bosque y-

—No necesitamos más información sobre criaturas mágicas. —Jimin hace un puchero abrazando a Jungkook por la espalda, el cual se había puesto totalmente colorado y baja la cabeza.

—Que malos son. Dejen a Kookie hablar.

— ¿Y que nos cuente de Centauros violadores y su historia? No gracias, el día que lo necesite para la tarea de criaturas mágicas, le pregunto. Hasta entonces, silencio. —Corta el Omega amargado. Hoseok hace ruiditos, acercándose de a saltos hasta Yoongi.

—Podríamos aprovechar mañana para hacer las tareas que nos dejaron pendientes ¿Qué te parece? —Yoongi asiente sin pensar. Debe hacerlo y unirse a un grupo lo ayuda. Solo necesita escuchar lo que ellos hacen y copiar las respuestas.

Brillante.

— ¡Ah! Cierto... Nos uniremos ¿Verdad Kookie? —El menor asiente. Jin niega con la cabeza divertido. Los pensamientos de esos dos son horas y horas de diversión por las vueltas y vueltas que dan.

Sobre todo los pensamientos de Jungkook.

—Bien, en la biblioteca mañana después de desayunar...—Jin se queda un segundo en silencio antes de sonreír, ladear la cabeza y negar—: Jungkook no vas a ir con él a las mazmorras. Andando, tenemos que empezar a buscar cómo arreglarte para ese baile.

Cada uno se marcha a su respectiva sala común. Hoseok estuvo buena parte de la noche esmerándose en el envoltorio de su regalo. Jimin le daría algo mañana para terminarlo y con eso debe bastar para ser el regalo perfecto.

—Oye ¿Por qué no vamos a ver qué hacen? —pregunta Hoseok, balanceándose en sus pies.

— ¿Por qué no soy voyerista? —inquiere Yoongi, viéndolo aburrido. Hoseok abre los ojos, espantado. Vaya.

—No tiran en... el bosque prohibido—Hoseok tartamudea—. Es decir... Jungkook es tímido hasta con su sombra ¿Cómo podría...?

—Jimin es bastante descarado cuando quiere. —afirma el Omega encogiéndose de hombros. Asusta al Alpha en el proceso ¿¡En serio lo cree capaz de tener relaciones en pleno bosque!?

Para empezar ¿En serio las tienen?

—No creo que hagan eso... Venga, vamos a ver. No tardaremos mucho, puede ser divertido—propone Hoseok. Yoongi sigue con la misma expresión aburrida—. Si te cargo hasta allá ¿Aceptas?

Y va con el Omega en su espalda. No es muy pesado, así da cuenta de lo delgado que es Yoongi. Puede sentir un poco su panza y lo delgadas que son sus piernas. Diferente a Jimin que es mucho más ancho y ejercitado. Gracioso que de los dos, Yoongi sea el protector.

Tras mucho camino en el bosque, los encuentran. Estaban escondidos tras unos arbustos. Jungkook habla sin parar mientras acaricia la cabeza de dos hipogrifos, que pelean por su atención. Jimin lo escucha atentamente, apenas agregando a sus explicaciones detalladas. Yoongi se inclina un poco hacia adelante para ver más.

—Realmente se entienden ¿Eh? —murmura Yoongi.

—Es lindo. Quizá Jungkook lo marque. —dice Hoseok, sonriente.

—Dudo que suceda.

— ¿Por qué? Se quieren.

—Los Omegas sangre pura no tenemos la capacidad de decidir eso. —Hoseok alza una ceja. Deja a Yoongi en el suelo y caminan a la derecha, darle un poco de privacidad a la pareja.

—Emm... No sé si están enterados de que vivimos en el siglo veintiuno, dos mil dieciocho... No el siglo quince donde eran poco más que incubadoras. —Yoongi balancea la cabeza. Hoseok se ha percatado de que Yoongi se queda con la boca entreabierta y puchero cuando se queda pensando.

También si se siente en confianza.

Es muy tierno. Como un bebé confundido.

—La sociedad mágica es como Hogwarts—informa Yoongi, habla en voz baja al sentarse frente a Hoseok—. Las costumbres no cambian. Los muggles vuelven una mierda el planeta a medida que cambian, así que nosotros nos mantenemos en nuestro estado más tradicional y conservador. De esa forma, nuestra magia y estabilidad se mantiene... o una mierda así—exhala agobiado e irritado, cruzando los brazos—. Así que la idea de castas del siglo XX, se mantiene.

—Solo las familias sangre puras. —especifica Hoseok.

—Aja, se quiere mantener la sangre al costo que sea: primos, tíos, tías... hermanos—Blanquea los ojos y mueve la mandíbula—. Incluso padres entre sus hijos para evitar que el linaje muera—Hoseok arruga la cara, asqueado—. En algún momento voy a tener un compañero o compañera. Quien sabe... Por eso mis padres me querían en casa: presentarme algún Alpha el doble de mi edad y que empuje la verga lo más profundo y rápido posible; estoy tardándome en tener cinco cachorros.  

—Y tú... Tú solo...—balbucea perdido.

Sí, hay maltrato a los Omegas en la sociedad Muggle, pero no a este extremo tan asqueroso. El Omega decide con quien va a pasar su vida y solo pervertidos de mente retorcida siguen con estas ideas. Comprende porque Jimin tiene miedo de los padres de Yoongi si esto es lo que pretendían.

—No voy a obedecer si no me gusta. Me iré de casa y ya. —Yoongi se encoge de hombros, despreocupado.

—Ah... Tuturuuuuu~ me asusté—ríe Hoseok, balanceando los pies—, ¿Sabes que eso sería pasar hambre? No vas a ser millonario sin tus padres.

—Prefiero tener hambre a tragarme las bolas de un Alpha mugriento que no me va a respetar. —replica Yoongi con gesto rabioso, disfrazando casi totalmente su miedo. Hoseok ladea la cabeza y suelta sin pensar:

—Podrías venir conmigo si eso pasa. Quizá no tengamos lujos, pero en mi casa te recibiríamos muy bien—afirma con una brillante sonrisa, con sus magia ondeante y cálida—. Mi familia te aceptaría pronto.

—No-

—También a Jimin. No tienes que cargar con todo tu solo. Eres fuerte e incluso el Alpha más fuerte necesita ayuda. Yo puedo ayudarte. —asegura abriendo los brazos.

Yoongi lo mira boquiabierto, sonrojándose y luego, se rasca tras la oreja. Hoseok creyó haber visto algo, pero decide no decir nada para seguir gozando de la bonita expresión de Yoongi. El Omega acaba sonriendo.

—Gracias.

—J-Hope a tu servicio. —Hoseok le guiña un ojo, Yoongi ríe en un suspiro.

Chapter 9: Invitación repentina

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—Ahora que lo pienso: ¿Con quién irán? Hay que ir en parejas y- ¡NAMJOON! ¡ESA PLUMA ES MÍA! ¡PROMETISTE QUE NO LA IBAS A ROMPER! PORESTACLASEDECOSASNOTEPRESTONA-

— ¡Es la biblioteca, jovencito Kim!

Namjoon tira los restos de pluma a un lado y apoya la mejilla en su mano. Jimin quiso reírse con todas sus fuerzas, usando a Jungkook para ahogar el sonido y no caer del asiento, directo debajo de la mesa. El legeremante queda avergonzado y Yoongi garabatea en su pergamino. Siempre gasta uno escribiendo en coreano para luego transcribir a inglés.

—Como si no fuera obvio con quien vas a ir. —dice Namjoon en voz baja.

—No me lo has pedido y quiero que lo hagas. —exige Jin, cruzándose de brazos.

— ¡Ya es obvio! ¿Qué sentido tiene? —pregunta Namjoon, muy bajo.

—Creí que iríamos todos juntos como grupo. Somos impares. —dice Taehyung, espantado de no tener posibilidades de una pareja.

—Iremos en parejas. —concluye Jin, Taehyung golpea su cabeza con la mesa. Yoongi se apura en atrapar el frasco de tinta antes de que caiga.

—Yo no-

—Irás. —interrumpe Jin al Omega de cabello negro que blanquea los ojos. Yoongi mira directo hacia Jimin, haciéndolo sonreír tenso.

—Jimin, vamos juntos. —El Omega cambia de color de cabello a un nervioso gris purpura.

—E-eh no. Jungkook ya me invitó, iré con él—Jimin sonríe apretando el agarre en el brazo de Jungkook. Este alza la mirada de su libro y ve a todos lados ¿Lo invitó? ¿Cuándo? Ya le omitió el proceso de que la timidez lo hiciera llorar en secreto—. Por qué mejor no-

—Hobi, vamos juntos. —Ofrece Taehyung con ojos de cachorro, en voz baja y jalando el brazo de Hoseok.

—Pues-

—Vas con Hoseok. —interrumpe Jimin con velocidad, sin dejarlo terminar. Este frunce el entrecejo hacia el Omega.

Hacen contacto visual un instante. Hoseok ríe nervioso y se aleja lo más que puede sin levantarse. Apenado de ser el centro de atención y estar entre llevar a uno o al otro al baile. Usualmente no es así de tímido, pero cuando implica parejas, romances, salidas, etc, sí. Sucede comúnmente con Taehyung, muchos lo creían una pareja por lo unidos que son. Yoongi da un quejido de asco, volviéndose a su libro.

—No quiere. Yo me quedo en la Sala de Menesteres durmiendo mientras-

—PRUUUUUUUUUUI SÍ VAMOS. —chilla Hoseok, espantado. Su instinto habló antes que su cerebro.

— ¡SI SIGUEN HACIENDO ESCANDALO LOS SACARÉ! —advierte la bibliotecaria. Se encogen hacia la mesa.

—Sí vamos. —sonríe penoso. Yoongi alza una ceja.

— ¿En serio quieres ir conmigo? —inquiere Yoongi.

—Sí ¿Por qué no? S-solo me tomó por sorpresa. —excusa Hoseok.

—Tu cara es de que no quieres. —acusa Yoongi.

—Sí quiero. —lloriquea Hoseok.

—Lo haces porque Jimin te dijo. —apunta Yoongi entre dientes.

— ¡YAH! Anda al maldito baile con él que está nervioso porque sabe que al bailar contigo tendrá que tomarte de la cintura y le hace tanta ilusión que se empieza a llenar de más pánico del normal incluso está pensando en lo bonito que te verías usando ropadegalaasíqueterminadeaceptarlamalditasalidaconélolosarrastroalosdos.

...

...

...

Los echaron de la biblioteca.

—Genial—bufa Namjoon, mira a la derecha, donde Jin mantiene una sonrisa creída y amenazante—. ¿Qué?

—Aun no me lo pides. —dice Jin con las manos en la cintura, mientras caminan en dirección a uno de los salones vacíos para continuar con el escándalo.

Jungkook lleva los libros enormes para él.

— ¡Es un baile, no una boda! Ya es obvio que iremos.

Mientras ellos continúan con su pelea marital, los que van a tras ellos siguen en lo suyo. Taehyung y Jimin hablando con Jungkook en medio sin decir casi nada. Yoongi junto a Hoseok, viendo de reojo al Alpha que sigue abochornado por esa situación tan tensa y complicada. Jin debería ser más discreto.

— ¿Te parezco bonito? —pregunta Yoongi, en voz baja y casi incrédula.

—Si... digo... tienes cara muy bonita. —responde Hoseok. Tenso, con escalofríos. La magia de Yoongi parece darle toques constantes, como si lo tantea.

—De... ¿Omega bonito? —rectifica Yoongi.

—Aja.

Hoseok aguanta quejarse del frío que le empieza a punzar en la espalda.

—Ah.

— ¿Es malo? —Si mira mucho a Yoongi, puede fingir que su magia no le está congelando la piel.

—Solo jamás creí que alguien pensaría eso de mí. Un... Alpha. —Yoongi se encoge en su bufanda, con la nariz colorada. Hoseok se muerde los labios. A pesar de la sensación, la magia de Yoongi no lo está atacando.

Es igual a tenerla apoyada en su espalda.

—Cualquier Alpha te puede creer bonito—opina Hoseok—. Hay gente ciega, pero no tantas en el mundo. Digo... Si así te ves fenomenal, cuando te vistas de gala debes ser un espectáculo.

Yoongi se encogió más en su bufanda de ser posible, abriendo los ojos de par en par por la sorpresa, mezclado con la vergüenza que le enciende el rostro.

—Claro que no. Creen que soy un Alpha y por eso no había pasado esto jamás. El lindo es Jimin... También Jin. —apunta Yoongi, incómodo, algo inseguro del tema.

—Lo eres. De una manera distinta, así como ellos dos—aclara Hoseok—. Eres muy lindo y nadie puede negarlo... ¿Irás al baile conmigo? —cuestiona directo. Yoongi asiente, con la cabeza hacia otro lado para ocultar la cara roja y gesto conmovido.

Es la primera vez que alguien lo ve bonito. Los elogios se los queda Jimin. Lo alegra que no tiene tanta atención encima. Mientras menos Alphas así lo observen, más cómodo estará, pero parte de su ser tiene una profunda tristeza de que nadie lo considera alguien bonito siquiera. Como si no valiera la pena como Omega.

No se considera atractivo. Que Jimin le diga lo contrario es como una madre elogiando a su hijo, así que no lo toma en cuenta. Que Hoseok lo pensara lo sorprendió y atrajo ese raro temblor que lo incomoda. Hay dos posibilidades:

Es un ataque de pánico aproximándose.

O está demasiado feliz y-

— ¡OH POR MERLÍN! —Jimin se lanza a abrazar a Yoongi para ayudarlo a esconder la cara. El Omega dio un grito que los asustó.

Cuando la pena es demasiado grande, Yoongi necesita soltarla y grita mientras gira a otro lado. Es un reflejo que Jimin conoce bien, que sea Hoseok quien lo causó lo alegra ¡Quiere decir que su plan de llevarlos a ser más que amigos tiene futuro!

¡BIEN! ¡POR FIN PODRÁ HACER ALGO POR YOONGI!

—Oww que tierno. —chuchea Jin. 

— ¿Qué? —pregunta Hoseok, confundido.

—Es que-

— ¡CALLATE SEOKJIN! ¡ABRE LA MALDITA BOCA Y TE SALDRAN BABOSAS POR EL CULO! ¡CALLATE! —Amenaza con varita en mano y el cuerpo tembloroso. Jin alza las manos, sonriendo nervioso.

—Estas... ¿Cantando? 

— ¿Ah?

Yoongi luce sorprendido y Jimin que podría rebotar en las paredes de tanta alegría junta.

— ¡Estás cantando! ¿Piensas hacerlo en el intercambio de regalos? Puedo decirle a Taehyung para que lo hagamos y... o mejor a todos. Tengo entendido que-

—Calma—Yoongi lo hace callar con delicadeza—. Solo recordé esa canción.

— ¿Y qué? Te suena precioso ese tipo de canciones lentas—lloriquea Jimin—. Podrías dedicársela a Hobi.

—No. —Yoongi arruga la cara y Jimin exhibe su reproche.

—Sería un lindo detalle. Seguro le encanta y además... Con estos días estando tan cercano a él ¿Cómo me niegas que es tu rara adicción? —tontea Jimin.

—No cantaré. —concluye Yoongi.

— ¿Y si traigo vino? Conseguí a alguien que lo puede entrar al castillo.

Yoongi no supo cómo negarse a ese ofrecimiento. Jimin sabe que adora el vino, tanto que bebe hasta quedar ebrio y con la cara roja. Es culpa de sus padres que lo ponen a beber en las fiestas.

—Lo pensaré.

— ¡BI~EN! Ahora solo queda que Jin nos ayude con arreglarnos y todo perfecto.

Yoongi desconoce porque Jimin está tan entusiasmado en unirlo a Hoseok.

Chapter 10: Preparado y Listo

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—No creí vestirías de blanco. Tu irradias penumbra. Es irónico, tú me entiendes.

—A veces lo uso de pijama.

Jin mira mal a Yoongi, que se arregla la ropa que usara en el baile. Lo había terminó de entusiasmar por lo ocurrido en el entretiempo. Una manera de decir: Hoseok lo emocionó. La idea de bailar con él ya no sonaba tan aburrida o fastidiosa, a pesar del montón de gente que estaría.

A Hogwarts arribaron quince manadas de veinte personas. 

Alguno que otro lo invitó y fue satisfactorio rechazarlos diciendo que ya tiene pareja. Jamás creyó que ocurrirá con alguien que no fuese Jimin. Normalmente van juntos a esa clase de eventos, aun cuando a sus padres lo odien tanto.

Volviendo al presente, Yoongi se ve en el espejo. Usa una túnica blanca y larga con estampado floral azul marino, solapas del mismo color con brillos. Una gargantilla gruesa y a juego, pendientes largos y plateados; un arete en el hélix –ama perforarse-. Blusa blanca en corte v que deja ver más de lo debido de su pecho y un pantalón negro. Jimin llega haciendo puchero y sus piernas.

—Me pregunto cuándo usaré esto. —Sacude la pierna derecha, horrorizando a Yoongi y Jin.

— ¡¿DE DONDE LO SACASTE PARA EMPEZAR?! —chilla Jin con una mano en el pecho.

—Me lo regalaron algunos de Slytherin. Son lindas ¿No crees? Por eso me las quede. —Yoongi mira igual de boquiabierto las largas medias de maya que Jimin se puso para probarla.

Aún no decide que usará.

Gracioso, pues ya tienen que bajar de la habitación de Omegas en Gryffindor.

—E-es un poco excesivo para hoy—Jimin hace un puchero, retirando las correas que lo sujetan de manera ajustada—. Piénsalo para un cumpleaños de Jungkook.

—Oh. —Jimin se balancea en sus pies, con una sonrisa coqueta y cabello fucsia.

—No le des ideas. —bufa Yoongi con el cabello negro no sabe peinar.

—Y es un baile aquí en el gran salón, no necesita ser un look espectacular... Eso guárdalo para cuando mis padres hagan un baile y te invite. —sugiere Jin, Yoongi arruga la cara en total desagrado. Jimin luce entusiasmado.

—En ese caso esto debe ser suficiente.

—Es una camisa cualquiera. —A Yoongi lo molesta que tuvo que esforzarse en vestirse con esa ropa, para que venga Jimin a agarrar cualquier cosa del closet.  Se sentirse ridículo y hasta teme que Hoseok por ser hijo de muggles, no tenga túnica de gala.

—Yo me encargo de eso en lo que Jimin te maquilla. —dice Jin despreocupado.

— ¿Maquillaje? —repite Yoongi.

—Si. Solo será un poco. Delinear los ojos, sombra... Nada elaborado.

—No somos Idols coreanos. —queja Yoongi.

—Podríamos serlo ¿Quién dice que no? —ríe Jimin con el delineador en la mano. Yoongi se mantiene quieto mientras lo maquillan, Jin termina con la ropa y reza que no pasen vergüenza por arreglarse demasiado.

—¿Debería ir con el cabello negro? ¿Azul? —pregunta Jimin.

—Azul rubio. —dice Jin.

—Deja de hablar mientras hay un lápiz amenazando mi ojo. —exige Yoongi.

—Jo~ Basura en la basura. Al menos no está contaminando ninguna casa.

— ¿Basura por qué? —pregunta Hoseok, confundido por las Slytherin que tienen más dinero que Hufflepuff y Gryffindor juntos—. Hufflepuff-

—Los tejones inútiles con un sangre sucia aún más inútil. —Continúan riendo y Hoseok no entiende nada ¿Hufflepuff es inútil? ¿Por qué? Taehyung rueda los ojos y lo jala del brazo.

—No les hagas caso, son unos clasistas de mierda. —dice Taehyung. Hoseok tiene capacidad inmensa para perderse entre la muchedumbre.

Con la mala suerte de toparse con los que fueron Slytherin y son más clasismo que persona.

Hay algunos otros bastante simpáticos, hablando con Namjoon ahora.

—Es que aun no entiendo que tiene de malo Hufflepuff o ser un muggleborn. Lo que importa es tener magia ¿Qué no? —interroga Hoseok. Taehyung queda en blanco. Hoseok a veces es tan inocente.

—Pongámoslo en términos que entiendas... Has estado en Corea ¿Cierto? Como tratan a alguien que no es coreano—Hoseok hace una mueca, lo ha visto un par de veces y era incómodo—. O como te enseñaron en la escuela: ¿Cómo trataban a una persona de color en países como Estados Unidos? —Se encoge, aún más disgustado—. Eso es un Muggleborn para ellos: un marginal que entra a la sociedad mágica por suerte, pero no se lo merece.

—Es un poco... —Hoseok sorbe aire, buscando la palabra.

— ¿Tonto? Igual que rechazar a una persona negra, morena, tailandesa, iraní ¿Qué quieres que te diga? En ningún lado nos salvamos del racismo. Ni siquiera los que tenemos padres magos. Eres sangre pura o no eres nada. —Taehyung encoge los hombros tomando un vaso con ponche que se sirve solo.

—Con eso debo suponer que no valgo para muchas personas. —Asume que es alguien corriente: padres muggles, magia regular, notas regulares. Nada lo hace fuera de lo común que pueda decir para defenderse.

A menos que tener buen corazón cuente.

— ¿Qué hay de Kookie? Tiene magia blanca pura ¿Sería igual de discriminado? —pregunta Hoseok, viendo al muchacho solo en una mesa, bebiendo de a sorbos pequeños. Un par de personas trataron de hablar con él, pero se fueron porque él solo bajaba la cabeza en silencio.

—Si demuestra ser tan fuerte como hemos visto... no, no le va a pasar nada—afirma despreocupado, recostando el codo en el hombro de Hoseok—. No te preocupes. Solo esa clase de personas lo toman en cuenta y no son muchas las familias Sangre pura. Entre ellos se segregan y cierran más y más el círculo. Eventualmente desaparecerán.

— ¿Cómo...? —Su pregunta queda a medias. Jungkook sale a prisa del salón y ellos con él.

Jungkook siempre tiene una forma para saber cuándo Jimin se acerca y si Jimin se acerca, los otros dos Omegas vienen con él. Una vez fuera, los ven bajando las escaleras. La túnica de Jimin es de colores pastel difuminados. Namjoon lo encuentra cómico, recuerda que Jin tenía una camisa así. Quizá Jin la transformó. Se le da bien modificar tela. Abajo una camisa con escote triangular grande y correas negras.

Jin va más oscuro y a juego con Namjoon, quien le besó la mano. El legeremante quedó complacido con el dramatismo que tanto le gusta. Acto seguido da una risita de satisfacción y ternura por el beso en la mejilla.

Hoseok se queda viendo a Yoongi, rígido de nerviosismo. La atención se va al par que hacía más escándalo o suele ser el centro de las miradas. Yoongi, con su presencia tan fuerte y pesada como si evitara que la gente lo admire.

—Te ves precioso. —elogia Hoseok con una sonrisa. Yoongi arruga un poco la nariz antes de rascarse la cabeza.

—Tú te ves... bien. —dice Yoongi, incómodo. Está casi seguro que esa túnica de gala es de Namjoon y la encogieron.

Le luce bastante bien.

Hace que le cabello naranja resalte.

—Anda~ndo—Hoseok ofrece el brazo para que Yoongi lo tome. El Omega lo hace, viendo alrededor—. Ellos se los pierden. No te angusties.

— ¿Por qué? —cuestiona Yoongi curioso, con expresión indiferente.

—Rechazan a admirar un Omega bello y sangre pura. No creo que haya más estupidez que esa.

—Menospreciar a un Alpha por Muggleborn.

Hoseok se paraliza un segundo, sin haber esperado ese comentario de parte de Yoongi. Sabe que el tema de clases le da igual y apenas presta atención cuando es necesario, pero que lo diga de esa manera es... extraño.

—A tus padres seguro que los matara saber que esto pasa. —dice con una risita nerviosa, queriendo calmarse.

—No me importa eso. Ellos no quieren que sea feliz, prefiero disfrutar de la gente que si quiere eso para mí ¿Vamos a bailar? —Yoongi señala a la pista donde Jungkook y Jimin se encuentran, disfrutando junto a otras parejas.

—Por supuesto. —afirma sonriendo.



Yoongi:

Hoseok:

Hoseok:

Hoseok:

Jimin

      Jungkook:

Jungkook:

Jungkook:

Jin:

Namjoon:

Namjoon:

Taehyung:

Taehyung:

Taehyung:

Chapter 11: Danza en Confianza

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—Me sorprende que sepas bailar. Creí que me pisarías todo el tiempo.

Yoongi evita ver a Hoseok a la cara, tanto por timidez como para ahorrar el dolor de cuello . El Alpha sonrió radiante ante el comentario, emocionado y elogiado. Da un energético giro, llevando al Omega consigo sin dificultad.

—Voy a escuela de baile durante las vacaciones y siempre ha sido mi hobbie. Soy bastante bueno bailando. —Yoongi saca los labios y frunciendo las cejas. 

—Jimin está en una academia de baile donde solo aceptan Omegas. Es... bastante bueno.

— ¿Te ha enseñado algo?

—Sí, solo... No me gustan estos eventos. O bailar. —dice Yoongi encogiéndose de hombros.

— ¿Por qué? Es un buen rato. Sobre todo si sabes bailar. Y bailar es divertido. —afirma recordando a compañeros de clase. Bailarines espectaculares llenos de emoción.

Un Omega bailando Hip-hop lleno de energía.

Un Alpha bailando ballet por la delicadeza de sus pensamientos y sentimientos.

—Aquí... aprender esa clase de bailes es solo para Omegas que van a quedarse en casa, asistir a fiestas. Odio esa posibilidad—Giran cuando las demás parejas lo hacen—. Me molestan los eventos sociales, también que me traten como una cosa.

— ¿A Jimin no? —pregunta Hoseok. 

—Él tiene otra circunstancia y le gusta eso en parte. A mí me gustan otras cosas—confiesa Yoongi haciendo una reverencia suave por haber terminado la pieza—. Prefiero hacer música a bailarla. Dormir.

—Eso es difícil no notarlo. —ríe Hoseok. 

—Me gusta salir... Ir a donde quiera; tomar vino; usar la ropa que me dé la gana. No puedo aspirarlo si me quedo con mi familia. —refunfuña con molestia, volviendo a juntarse con Hoseok por la tonada más apurada que empieza a sonar.

—Bueno, cuando seas mayor de edad puedes viajar. Como te dije antes, eres bienvenido a mí humilde hogar... Aunque tendrías que trabajar. —dice Hoseok con nota nerviosa. 

—Suficiente para mi. —ríe Yoongi, Hoseok se ha dado cuenta de que cada vez que lo hace se le ven las encías.

Gummy smile ¿Te he dicho que me pareces un gato? —tararea Hoseok. 

— ¿Yo te he dicho que me pareces un caballo? —pregunta Yoongi, alzando la mirada por primera vez y Hoseok traga grueso. Por un momento cree haber visto ojos serpentinos. Una larga pupila en un ojo totalmente rojo.

Yoongi sonríe, cerrando los ojos y Hoseok acaba por reír también.

El baile continuó bien. Nadie los molestó, metidos en sus propios asuntos. Pasaron muchísimas canciones, Jimin bailó en su mayoría y cuando el tema se puso más alborotado y salvaje, Yoongi solo veía con impresión lo que Hoseok podía ser. Parecía magia en sí misma la manera en que manipula su cuerpo.

Jimin podía imitarlo sin mucho problema y a eso se unió Jungkook. Se negó entre risas a volver a hacerlo. Mucha vergüenza para una sola noche. Namjoon y Jin se dedicaron a comer y a hablar todo el rato, sabiéndose más que inútiles en temas de danza.

Cuando se aproximaba el momento de que la fiesta terminara, se dieron a la fuga. Corriendo por todo el pasillo del colegio, las escaleras y demás para llegar a la Sala de Menesteres. Incluso Yoongi corrió.

Taehyung sin querer atravesó a un fantasma. Jungkook fue el primero en entrar a la Sala de Menesteres, seguido de Namjoon, Jin, Taehyung, Hoseok y Jimin que fue tirando a Yoongi de la mano.

Se dejaron caer en el suelo y tiraron a un lado partes de las túnicas de gala. La sala es una enorme habitación con seis camas enormes. Asumieron que seis debido a que Jimin acabaría mudándose con alguna persona. Siempre lo hace.

— ¡Bieeeen! —Jin se levanta del suelo—. ¿Quién empieza con los regal...?

— ¡YO! —Jungkook ve alrededor y enrojece, apenado por gritar tan fuerte. Jimin le entregó el pequeño bolso expansivo. Todos pusieron su regalo ahí—. Fe-feliz navidad. —balbucea encogido, dándole una bolsa pequeña de tela.

Jimin la voltea en su mano, es un collar cuyo dije es un frasco. Dentro de este, un occamy que canturrea y se mueve. En lo que Jungkook iniciaba su explicación con respecto al pequeño animal, los demás continuaron con su intercambio. En todo momento, Taehyung queda perdido en la nada con su humilde regalo que se supone también es para Jimin.

Algo anda mal.

— ¿Si te sirve? —pregunta Yoongi un poco preocupado.

— ¿¡Estás loco!? Aun si no me sirviera me lo quedo. Ay, Dios.—Hoseok está a punto de llorar. Yoongi le compró un kit de mantenimiento de escobas carísimo.

Seria lindo tener una escoba propia para empezar, pero eso ya es para cuando cumpla años y decida comprarla. De otro modo, no la tendrá jamás y ya lleva dos año ahorrando galeones. Poco ayuda que salga una versión cada vez mejor y por ende, deba guardar más dinero para conseguir ese último modelo.

Empieza a considerar vender un riñón.

—No tenía mucha idea de que darte, solo sé que te gusta el Quidditch. —admite Yoongi, rascándose tras la oreja. 

—Es perfecto, muchas graciaaaaassssss—ronronea Hoseok con las manos en sus mejillas—. Ahora, este es mi regalo.

Yoongi toma la caja y quita el lazo. El papel tiene estampado de serpientes. Para su sorpresa, lo primero que saltó de la caja fue un muñeco de felpa con forma de oso negro. Se le escapó un grito risa contento que lo obliga a cubrirse la boca.

Hubo un silencio larguísimo por ese sonido. Jimin le había dado a Hoseok ese peluche encogido solo para que fuese un buen lugar para reposar el regalo. Es lindo y Yoongi ama a ese personaje así que ¿Por qué no? El Omega ve con atención como se desenvuelve esto.

—E-el regalo real es lo que tiene en las manos. —tartamudea Hoseok, asustado de que el préstamo que hizo Jin fuese en vano por el muñeco.

—Lo sé, solo me sorprendí—Yoongi deja la caja a un lado, el muñeco en el suelo y toma el regalo de Hoseok, girándolo en su mano—. ¿Qué es? —pregunta extrañado. Parece una recordadora. Es más grande y el cristal más grueso.

—Vives en una mazmorra, pero te gusta salir y ver el cielo hasta dormirte así que esto es un cielo compacto—explica sacando la varita—. De cualquier cielo que quieras. —Da un par de toques y una luz tenue se forma hasta dar con una galaxia de tono purpura. Yoongi mantiene los ojos abiertos de par en par. 

— ¿Es tan cara y solo hace eso? —cuestiona Jin extrañado, todos curiosos para mirar. Si bien es difícil, no es imposible. Namjoon puede hacer una sí lo intenta.

—No, es tan cara porque también hace esto.

Chillan al unísono cuando Hoseok la tira al suelo y la rompe. Antes de reclamar, de los restos sale la enorme galaxia que estuvo encerrada hace segundos. Hoseok mira la expresión de Yoongi, quien no aparta la mirada de fascinación. Con un movimiento de varita la esfera vuelve a su forma y la galaxia desapareció.

— ¿Qué te parece? ¿Te gusta? —cuestiona Hoseok entusiasmado—. Es todo lo que puedes querer. Playa, atardecer, anochecer; también puedes hacer más aparte del cielo así que-

—Me encanta. —sonríe Yoongi encantado y enternecido.

La vagancia de salir y gusto por la penumbra evita que pueda ver el cielo y eso lo deprime. Lo entusiasma la idea de dormir con un cielo estrellado en lugar de una habitación que lo hace pensar tanto en la suya.

—Y… ¿Mi regalo? —cuestiona Jungkook, ya que todos tuvieron su par, supone que Jimin debía regalarle. Jimin sonrió, mostrando una bolsa grande.

—En realidad no es solo tuyo—Jungkook ladea la cabeza—. Nos estamos volviendo una manada, así que pensé que podemos tener de estos—muestra aretes de plata u oro blanco. Namjoon examina el que le dieron—. Así sabremos donde estamos y si tenemos problemas.

—Son lindos. —admite Jin quitándose uno de los que tiene para ponérselo. Jungkook marca una mueca. Jimin ríe.

—Bajo tu almohada está tu otro regalo, igual que el de Namjoon. Que inconformes son—acusa con las manos en la cintura. Jungkook va como una flecha a ver—. Y bien... ¡¿Quién quiere vino?!

Para las tres de la madrugada, están ebrios. Yoongi es quien más bebió y tras haberse quedado viendo a Hoseok un rato, recuesta la cabeza de la cama.

Don't ask questions you don't wanna know
Learned my lesson way too long ago
To be talking to you, belladonna
Shoulda taken a break, not an oxford comma
Take what I want when I wanna
And I want ya

Canta lúgubre, Jimin ríe girando en la cama donde está echado. Hoseok mira a Yoongi, quien tiene su atención fija y atenta en él.

Bad, bad news
One of us is gonna lose
I'm the powder, you're the fuse
Just add some friction

Yoongi da una risa gutural y divertida, con los ojos rojos y nublados por el licor. 

You are my strange addiction
You are my strange addiction
My doctors can't explain
My symptoms or my pain
But you are my strange addiction

Jimin y Jungkook ayudan haciendo coro de fondo. Jungkook solo sigue y hace lo mismo que Jimin. 

Deadly fever, please don't ever break
Be my reliever 'cause I don't self medicate
And it burns like a gin and I like it
Put your lips on my skin and you might ignite it
Hurts, but I know how to hide it, kinda like it

Hoseok da una risa nerviosa. La cabeza le da vueltas, sus hormonas y su magia vibrando por Yoongi y su indiscreta provocación. 

Bad, bad news
One of us is gonna lose
I'm the powder, you're the fuse
Just add some friction

You are my strange addiction

Yoongi se había acercado hasta Hoseok y con labios entrecerrados, saca la lengua que aparte de ser un poco más larga, es fina y viperina al igual que sus ojos. Hoseok sonríe más, con cierto pánico por esto. No se lo imagina: Yoongi tiene ojos de serpiente.

But you are my strange addiction

Es extraño, pero Hoseok por un momento se imaginó a Yoongi convertido en una elegante serpiente plateada, enroscada en si misma y en una postura altiva. 

—Háganme el favor de emborracharse más seguido. —pide Jin desde su sitio: encima de Namjoon que cayó dormido hace unos minutos. Ronca bajo porque Jin le cubrió la boca. 

Al final, Jimin se durmió en la misma cama que Jungkook y Taehyung, Jin y Namjoon en otra y Yoongi incomodando a Hoseok por la curiosa postura. Una linda primera navidad como manada.

Chapter 12: Sin momentos

Chapter Text

—Le dijiste cosas sobre mi a Hoseok ¿Cierto? —interroga Yoongi y Jimin se lleva una mano al fecho, dando un jadeo pasmado.

—Como se te ocurre que yo sería capaz de algo así. Investigó por su cuenta. —afirma Jimin. Yoongi entrecierra los ojos, ambos de camino a la sala común de Slytherin. Es la una de la tarde.

—Umm...

—Vale, en mi defensa: él ha querido saber. Está interesadísimo en ti. —anuncia Jimin con una sonrisa y dedos entrelazados—. Tú también estás interesándote en él. Es bueno, quiere decir que-

—Oh, así que es cierto que hay dos Omegas en Slytherin—Jimin guarda silencio y su cabello se oscurece una vez dentro de la sala común de Slytherin, llena de adultos con ropas elegantes—. Uno es un morpho. Que sorpresa.

— ¿De qué año son? Se ven tan pequeños—burla un Alpha acercándose con una copa de vino en mano—. Tan tiernos... ¿De quién son mascota? El Omega que estaba aquí cuando estudié, fue mío. —comenta a uno de sus compañeros.

—No somos mascota de nadie. Quítate de mí camino. —ordena Yoongi, gutural y adormilado.

— ¿Qué no? —La mujer luce divertida, tomando a Jimin con brusquedad de la cara—. Miren sus caras de perras, deben tener mucha diversión aquí con ustedes. Vamos, no sean tímidos y dígannos. Así dejaremos una nota cuando nos vayamos.

—Quítale las manos de encima. 

Hay un silencio sepulcral junto a un frío terrible en la habitación. Yoongi viéndolos fijamente, inhalando y exhalando con fuerza, con sus ojos rojos y magia negra saliendo a borbotones de él. Jimin se zafa del agarre y toma a Yoongi del brazo—. Vamos a la habitación, no hace—Jimin es tironeado del cabello, un Alpha suelta humo directo a su rostro, logrando que tosa. Yoongi aprieta los dientes.

—Qué miedo ¿Qué van a hacer? ¿Mordernos? —cuestiona la mujer tomando a Yoongi de la ropa y rasguñando la mejilla. Cuando lo ve a los ojos, se paraliza.

—Sí.

No aguantan el ambiente tenebroso y tóxico. Nadie sabe que obligó a esos Slytherins a irse. Se rumorea que Yoongi los echó con una sola mirada y los espantó. Ya que Jimin tampoco dijo nada al respecto; queda en un total misterio e incertidumbre.

Lo único que pudieron notar, fue el desánimo del par.

┈ ⋞ 〈 ✷ 〉 ⋟ ┈

Hoy es un día mortalmente frío en Hogwarts. La falta de estudiantes acentúa el clima invernal. Hoseok corre por los pasillos para entrar en calor y llegar pronto a la Sala de Menesteres. Las últimas sesiones contaron con una calefacción. 

Cerró las puertas de golpe una vez dentro y se deja deslizar hasta el suelo, sintiendo la agradable pequeña ola de calor. Tras un par de minutos disfrutando, se percata de que apenas hay una persona en la Sala de Menesteres. Quien lo observa con tal indiferencia que se siente como el frío del exterior. Hoseok se incorpora rápidamente y sacude la poca nieve que tenía pegada a la ropa. Yoongi bufa volviendo a lo suyo sin interés en Hoseok. El Alpha se acercó saltarín.

— ¿Qué prácticas? ¿Por qué estás solo? ¿Los demás no van a venir? —Yoongi lo mira irritado y Hoseok tuvo que repetir mentalmente lo que dijo y contar las palabras. Jimin le había explicó un dato clave.

Si Yoongi estuvo mucho rato solo y en silencio, ser muy abordado lo irrita. Lo último que quería hacer, era irritarlo y entendía que Yoongi tiene incapacidad para aguantar acercamientos tan directos. Se tomó el tiempo de esperar una respuesta sin decir nada más.

El Omega toma aire y cruza los brazos, viendo a otro lado.

—No sé. Jimin me dijo que tenía que sacar a Jungkook de la cama o iba a quedarse ahí la que resta de Navidad leyendo el libro que le regaló. No sé por qué Namjoon y Jin no llegaron y Taehyung a veces órbita su propio sistema solar.

—Entiendo... ¿Qué prácticas entonces? —ofrece Hoseok, Yoongi hace una ligera mueca.

—Quería practicar Patronus—Hoseok alza al cejas sorprendido—, pero no puedo hacerlo sin alguien que me ayude a soltar el Bogart que encerré en ese cofre. —señala el cofre forrado de cuero gastado.

—Ah, entiendo... Creo que eso es un poco complicado como para hacerlo nosotros. —dice Hoseok rascándose la cabeza. 

—No es tan difícil. He podido hacerlo un par de veces, incluso corpóreo—Hoseok sube el labio inferior—. ¿Tú no?

—No. Ni siquiera un hilo—admite Hoseok avergonzado—. No entiendo el hechizo, es-

—Yo tampoco lo entendía—Hoseok da un 'Oh' tan característico suyo. Yoongi ríe levemente por el gesto que considera tierno—. Jimin fue quien me lo tuvo que explicar, me hizo sentir tonto por un instante, pero es... muy fácil. Para ti debe serlo al menos.

—¿Por qué lo dices?

— ¿Consideras que tu vida ha sido feliz? —Hoseok asiente—. Entonces eso es todo. Aférrate con fuerza un momento de desbordante alegría y saldrá. Es hacer corpóreo ese sentimiento. Mientras más puro sea el momento y te identifiques, será más fuerte y blanco.

— ¿Me muestras?

Yoongi asiente y tras pronunciar el hechizo con un movimiento de la varita, el Patronus de Yoongi surge. Es bastante grande. Es una serpiente tan brillante que luce parecer plateada y no blanca con destellos azules.

Es enorme y... Hoseok odia las serpientes desde esa vez que su papá se empeñó de ponerle una encima en un zoo.

—T-te gustan mucho las serpientes. —tartamudea Hoseok con una sonrisa asustada.

—Creí que sería un gato la primera vez que lo invoqué. —apunta Yoongi.

—Tenía la misma esperanza. —admite Hoseok.

—Es como una señal de que soy tan venenoso como me creen. Supongo. —murmura Yoongi haciendo que desaparezca. Ambos se sientan en el suelo.

— ¿En qué piensas para invocarla? —pregunta curioso.

—En mi sexto cumpleaños. Jimin tenía un par de meses de haber llegado a Inglaterra y en medio de la fiesta que organizaron mis padres para presentarme Jimin me sacó y nos quedamos afuera hasta el día siguiente—Apoya la barbilla en sus nudillos y juega descuidadamente con su varita—. Hablamos mucho y me regalo este conjunto.

El par de aretes a juego con un collar en forma de serpiente que se mueve cuando Yoongi la toca, deja a Hoseok curioso ¿De dónde un niño como Jimin sacó algo así?

—Él tiene unos iguales, aunque es plata en lugar de oro blanco—Oh, mierda, ricachones—. Los hechizó para saber si estoy bien y viceversa... Recuerdo que lloré mucho por eso, porque ni siquiera mis padres se interesaron tanto por mi bienestar—Abraza sus piernas y apoya la barbilla en sus rodillas—. Me dijo que debíamos apoyarnos uno al otro como magos de magia oscura... Sentí que no estaba solo y que podía entenderme y ayudarme. Hasta ese momento me sentí aislado... pero lo empecé a tener a él.

—Jimin te quiere muchísimo.

—Lo sé, por eso yo a él... Quisiera que fuera más feliz, pero mi familia... —Su silencio evidencia que no quiere hablar del tema.

—Creo que mi momento más feliz fue descubrir la magia—dice Hoseok—. Pasó por accidente y al hacerlo, evité que siguieran molestan a mi hermana. En el colegio decían que parecíamos unos caballos... los hice relinchar por una semana y tener dientes enormes. Fue un buen karma—tararea divertido—. Jugaba con mi hermana y era perfecto. Todo en casa mejoró también.

—No sé de eso de llevarse bien con la familia. —bufa Yoongi.

—Ow... ¡Podrías conocer a mi familia en el verano! —Hoseok salta de repente, muy animado—. Seguro les encantaras; ellos saben de este mundo por mi, no te estarán atosigando con preguntas... Seguro podremos hacer algún picnic o ir al teatro o- o-

— ¿En serio quieres que me vea tu familia? —pregunta Yoongi sorprendido.

— ¿Por qué no? —Hoseok cae desanimado.

—Los haría sentir... incómodos. —murmura Yoongi sin cambiar de expresión o posición. A pesar de lo mucho que Hoseok ofrece eso, la idea de asustar a sus padres lo preocupa.

— A mí no me haces sentir incómodo ¿Por qué a ellos sí? —Yoongi lo mira con una mezcla de incredulidad y molestia ¿Qué se le olvidó todo lo que pasó este mes? —. Ellos no sienten magia. Te amarán, ya lo verás. Cuando sonríes, todos te aman.

Yoongi enrojece lo máximo posible por el elogio. Es lo que suelen decirle a jimin ¡No a él! No se considera lindo, menos agradable. Esconde la cara entre sus rodillas. Avergonzado.

—También pasar un día viendo Netflix, los magos no ven televisión... —Hoseok divaga en otras actividades posibles. Yoongi balbucea:

—Gracias.

—¿Eh? ¿Por qué?

—Nada.

Hoseok no entendió porque Yoongi escondía el rostro, sin notar que el Omega empezó a llorar, sintiéndose demasiado feliz de que alguien como Hoseok -y Hoseok en sí-, lo considere bonito y no una peste de la que es mejor alejarse. Que sea una repetición, como una reafirmación, mueve sus temerosos y frágiles sentimientos. Tuvo que alzar el rostro por algo cálido dando toques a su mejilla. Al alzar la cabeza, encuentra una figura blanquecina y grande.

Es un potro a medio crecimiento. Hoseok hace puchero. Satisfecho de que sea un animal grande. La pregunta es ¿Por qué no un caballo adulto? Al final, lo alegra calmar la "tristeza" que atacó a Yoongi.

Es una lástima ver al Omega tan deprimido. Hoseok quiere asegurarse de hacerlo feliz, para que no tenga solo un recuerdo para invocar su Patronus. Estaría muy feliz de ser la que da forma a esa serpiente plateada.

Chapter 13: Paseo de los dos

Chapter Text

—Entonces jamás has ido a un acuario, zoológico o ningún lugar que visitas de niño para no ser un maldito hermitaño bajo una roca. —balbucea Hoseok, anonadado.

—No. Mi magia ahuyentaba a la gente. Antes no la controlaba muy bien, así que era mejor estar tranquilo y encerrado. 

—Que vida más triste, mi amigo.

Yoongi encoge de hombros. No tenía problemas con esa clase de vida porque para él, es su entorno ideal. Las multitudes lo ponen nervioso, lo aterran y por lo general las repudia. En el colegio no tenía más opción que aguantar el escándalo, pero por fortuna hay ocasiones en las que puede evitarlo.

Por ejemplo: no ir a los partidos de Quidditch, deporte que lo aburre.

—Asumo que si has ido a la playa. —dice Hoseok con tono nervioso.

—Es horrible. El maldito calor y aparte me puse rojo. —escupe Yoongi.

— ¿Lago? —tienta Hoseok.

—Podemos ir al lago negro y nadar. —propone Yoongi apoyando una mano en su cintura.

— ¿Centro comercial? —dice Hoseok un poco más animado.

—Soy ermitaño, no cavernícola. —chista Yoongi, con deje ofendido.

— ¿Comida chatarra?

—Cosa de Muggles. Apenas sé qué es un hamburguesa o una pizza... además, es malo para la dieta de los nobles sangre pura. —Yoongi entorna los ojos con profundo desdén y Hoseok arruga la cara.

— ¿Dieta? —Hoseok se detiene y aprieta los muslos de Yoongi por sorpresa y sin permiso. El Omega arruga la cara y le da un golpe en la cabeza. Hoseok apenas manifiesta dolor, sobándose el golpe—. ¿Estás loco? Estás muy delgado. Tienes piernas de pollito. Ni siquiera Jimin las tiene tan flacas.

—Él hace ejercicio, el mío es la posición horizontal. —Hoseok da un prolongado suspiro, exhalando vapor frío por la boca. Yoongi cuenta esto con una cara de palo que demuestra más y más como él y Hoseok son polos opuestos.

Esta conversación se está desarrolla mientras pasean solos por Hogsmade. Hoseok necesitaba más pergamino, tinta y de ser posible más neuronas con las cuales entender pociones, la materia en la que peor le va y que de milagro aprueba; Yoongi por su parte quería ver la casa de los gritos por algo que no entiende, pero que supuestamente lo haría estando ahí.

—Supongo que cada quién vive como quiere—dice Hoseok con puchero—. Te haría bien hacer un poco de ejercicio.

—Cuando sea mayor de edad, por ahora no quiero tener que medirme para un nuevo guardarropa. —refunfuña Yoongi acomodándose el cabello.

— ¿T-tu ropa es a medida? —tartamudea Hoseok.

—Por desgracia.

—Vivo entre ricachones. —lloriquea Hosoek, dejando caer los hombros. Yoongi mira una de las de las tiendas de Hogsmeade. Entra a la tienda de dulces sin decir nada y Hoseok siguiendo sus pasos. Yoongi agarra uno de todo lo que se cruza y todo lo que Hoseok mire por más de unos segundos.

Al final, la compra que llenó tres bolsas fueron diez galeones. Lo que Hoseok tiene como mensualidad. Una vez fuera, Yoongi extiende la bolsa hacia él:

—Toma lo que quieras. —Hoseok boquea, viendo la bolsa, luego a Yoongi y frunciendo las cejas.

—No es para que me compres cosas. —dice Hoseok.

—No gasto mucho dinero y me gusta dar regalos—comunica Yoongi, sin verlo a los ojos—. Jimin y yo tenemos los mismo gustos así que comemos igual... Y como no has probado mucho por Muggle, la economía de mierda, falta de tiempo... Solo agarra algo. —Sacude la bolsa, que tome lo que quiera sin tener que explicárselo.

Hoseok odia muchísimo estas situaciones. No es pobre y también odia que lo pobreteén, sin embargo, los balbuceos de Yoongi lo hacen ver como un regalo por amistad, no para ofenderlo. Diferente a otros Slytherins que ven sus libros gastados y no dudan en burlarse de él. Lo único nuevo que Hoseok tiene cada año, tal como Taehyung, es el uniforme. Lo demás es segunda mano y aunque no lo molesta, lo intimida que se burlen de su situación económica. Toma la caja de grajeas de todos los sabores.

—Me dan doscientos galeones semanales—informa Yoongi y Hoseok casi se ahoga con la grajea sabor a chocolate que tomó—. Así que si necesitas algo, puedo ayudarte si quieres. Tampoco me molesta compartir dulces... Jimin tiene solo cien al mes y tampoco los gasta. Tenemos mucho dinero guardado.

—Ya, suficiente, no quiero saber más del dinero. —discute Hoseok y Yoongi se queda con ese detalle en mente. Es de las pocas cosas que lo molestan.

Tras comprar lo que necesitaba y quedarse sin un solo sickles en el bolsillo, tomaron rumbo a la casa de los gritos. Metieron todo lo que compraron en el pequeño bolso expansivo de Yoongi.

—Entremos. —dice Yoongi.

— ¿¡PARA QUÉ!? —chilla Hoseok, asustado.

—Se supone que hay un pasadizo que lleva a Hogwarts—Yoongi se acomoda el bolso en el hombro—. Es más rápido que ir caminando por donde vinimos.

—E-es exactamente la misma distancia. —balbucea Hoseok, agarrándolo del brazo.

Yoongi bufa y pasa la baranda, Hoseok lo siguió por pánico de irse solo por el trayecto que recorrieron. Una vez dentro, se asusta de cada ruido que hay mientras el Omega permanece imperturbable, recto a pesar de que Hoseok está a punto de desprenderle el brazo.

Tal como Yoongi dijo y tras bajar al sótano, hay un largo corredor estrecho por el que pueden avanzar. Hoseok llega al punto de estar agarrado a Yoongi y casi subirse a su espalda. Todo por miedo al silencio y oscuridad del lugar a pesar del Lumos maxima. Grita histérico cuando algo brota de una de las paredes y caen ambos de espaldas debido al jalón excesivo del Alpha. Yoongi chista y le da un empujón a Hoseok.

— ¡Es solo una serpiente! —reprende Yoongi, molesto por la caída.

— ¡E-exactamente! Re-re-regres- ay no. —Hoseok compite con los fantasmas, pálido y con los labios morados. Yoongi blanquea los ojos y regresa la atención a la serpiente.

—Desaparece de mí vista o voy a cortarte la cabeza—La serpiente abre la boca, mostrando los colmillos, Hoseok boquea, viéndolos alternativamente—. Anda, lárgate. —El animal regresa por el agujero del que sale. Se levantan del suelo, Hoseok aferrado con tal fuerza a Yoongi que están pegados.

— ¿Qué hiciste? —tirita Hoseok y Yoongi encoge de hombros.

—Solo hablé con ella. —dice con simpleza.

— ¿¡HABLAS CON LAS SERPIENTES!? —chilla Hoseok y Yoongi hace una mueca de dolor. Su tímpano acaba de ser atacado.

—No grites. —ordena Yoongi entre dientes.

— ¿¡COMO LO HACES!? N-no, corrección ¿Hay algo que no sepas hacer? Eres perfecto —Yoongi arruga la cara y enrojece ¿Cómo le dice eso? ¿Hoseok es tonto? —. ¿¡Cómo eres capaz de ser así!? Notas perfectas, dominas Slytherin con una palabra, tu magia es fuerte como ninguna- ¡Eres demasiado genial! —dice anonadado.

Yoongi a cada palabra se pone más colorado. El Lumos se apaga y Yoongi dio un grito apenado, incapaz de aguantar el cumulo de adulaciones de Hoseok. El Alpha grita, abrazándolo para salvarse de la “terrorífica” oscuridad. Yoongi se arrepiente de no haber ido por el camino largo, solo para evitar que Hoseok dijera todo eso, así como evitar sus gritos.

— ¿Cómo les fue…? Oh, ranas de chocolate. —Jimin toma la caja que alcanza a ver en el bolso de Yoongi. Él se tira a un lado de Jimin, queriendo esconderse.

— ¿Pasó algo? —pregunta Namjoon, Jin ríe como un desquiciado repentinamente, cayendo atrás en su risa histérica. Yoongi se cubre la cara con las manos.

Jungkook es el más confundido, no se dio cuenta de que habían llegado. El libro que Jimin le regalo consume su existencia, más de tres mil páginas de criaturas mágicas escritas por Newt Scamander con anotaciones variadas y extensas con respecto a cada criatura. Es su versión de la Biblia.

—Déjalos, solo son un par de tortolitos. —alcanza a decir Jin con gesto pícaro y encantado. Namjoon bufa, confundido.

—Vamos a la sala común o lo voy a embrujar por bocón. —balbucea Yoongi a Jimin, que no comprendió que pasaba para que Yoongi esté así de avergonzado.

Es tierna, sobre todo sumando que Hoseok parece haber visto un fantasma por primera vez. Estuvo así el primer día en que uno se apareció frente a él.

Chapter 14: Cuestionamientos confusos

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— ¿Qué si está interesado en ti de esa manera? —Jimin repite la pregunta, cerrando el diario de cuero negro y caligrafía dorada en la cubierta, marcando su propietario. Yoongi se mueve incómodo en su sitio, esperando la respuesta—. ¿Tendría algo de malo si fuese así? ¿No te gustaría? Dime la verdad o me voy a confundir. —queja Jimin dejando caer los hombros. Yoongi se rasca el cabello.

—Es extraño. —dice Yoongi.

— ¿Por qué? —Presiona Jimin. Yoongi lo mira mal.

—Lo conozco desde hace dos meses como mucho.

—Ah, el tiempo—Jimin saca el labio inferior y apoya el codo en la mesa—. No necesitas mucho tiempo para querer a alguien. Quien sabe, quizá sea solo carnalidad o curiosidad por algo—Cruza las piernas en la silla, pensativo—. Además, él lleva mucho tiempo curioso por ti. Te admira y está más que maravillado por lo que descubre de ti, estar a tu lado lo ha hecho muy feliz.

Yoongi arruga la cara. Jimin vive en un mundo cursi y de corazoncitos con arcoíris, unicornios y hadas. Le cuesta entender porque realmente se visualizaba como un Omega soltero hasta que sus padres le presentaran un pretendiente. Que Hoseok esté tan atento y tenga patrones similares a los de Jungkook con Jimin y Namjoon con Jin, lo aturde. Se pensó un “desdichado” que nunca tendría estas atenciones.

Incluso trata de convencerse que esto es cosa de amigos.

Que Hoseok no pretende nada.

El tema es el mismo: nunca había empatizado tanto con alguien. Puede entender el trato cercano y de amistad, como estar probando dulces, hechizar papeles u objetos para moverlos o convertirlos en otra cosa, pero que Hoseok insista tanto en que tome su mano –lo que hace inconscientemente-, lo acaricie de la cara y le revuelva el cabello no es… normal.

Ha visto como le revuelve el cabello a Taehyung y es distinto.

A Taehyung podría desprenderle la cabeza.

Con él, casi siempre le arregla el cabello.

—Hobi es un Alpha muy dulce—afirma Jimin con una sonrisa—. ¿No te gusta ni un poco? ¿Eso te preocupa? —inquiere curioso.

—No es eso, solo no… sé. —dice Yoongi, ofuscado. Las emociones lo confunden. Emociones, razonamientos de pareja y todo eso es cosa de Jimin, no suya.

Es la mente intelectual, ese cerebro que va a regañar al corazón por hacer una bobada que lastima.

El corazón bobo es Jimin.

—Tienes tiempo para descifrarlo o preguntarle directamente—propone Jimin balanceándose en su lugar, animado—. Tienes suerte de que Hoseok habla y se acerca—suspira antes de hacer un tierno puchero—. ¿Tienes idea de lo que costó que Jungkook me hablara? Que me saludara era imposible. Era tan tímido conmigo—recuesta la mejilla en su mano, echándose aire con el diario negro—. Se quedaba horas viéndome sin atreverse a decir nada. En parte porque no lo dejaba y en otra porque se avergonzaba. Me dibujó en una de esas tantas veces en las que solo me miraba y me miraba y me miraba... —continua con aire agobiado.

—Aun así, te la pasas pegado a él. —apunta Yoongi.

— ¡Por supuesto que sí! —exclama Jimin con una sonrisa, dándole un suave golpe con el diario—. A pesar de todo, se esforzó por acercarse a mí y yo me sentí incapaz de rechazar esos torpes y tiernos acercamientos. Solo me las dirigía a mí, teniendo más Omegas alrededor, más bonitos… tratables… capaces de ser su compañero de por vida… —Yoongi frunce las cejas ¿Por qué la alegría desaparece de su rostro de esa forma? ¿En qué tanto piensa? —. Que a pesar de todo eso, sea sincero sobre que me quiere… Que soy lo más bonito que hay y que llegue a su corazón como un Occamy… el tiempo, complicaciones, vergüenza y silencios son solo un fastidio.

Yoongi siente que se pierde de demasiados aquí. Es más feliz pensando en problemas ajenos que en los suyos propios. Jungkook en serio tiene un problema grave con las criaturas mágicas. Cae en cuenta de la metáfora que Jimin hizo, entendiendo que los Occamy se expanden dependiendo del espacio que tengan.

Jimin y Jungkook son irremediablemente románticos.

Se entienden.

Yoongi no tiene idea de nada con Hoseok, es todo.

—Pociones se me da fatal. No entiendo nada.

—No es tan complicado, es mezclarlo todo en un caldero—insiste Namjoon. Hoseok no entiende sus explicaciones y bueno… Namjoon no entiende nada de lo que Hoseok dice para explicar cómo jugar Quidditch o baile.

Todo es: Entonces, pam, pam y PAH ¿Entendiste?

POR SUPUESTO QUE NO.

— ¿Escucharon el anuncio? —Yoongi mira con molestia a Jimin que llega con Jungkook y Jin—. Cambiaron los horarios por el embarazo de una profesora.

— ¿Cual profesora? —pregunta Taehyung interesado.

—Solar.

— ¿La que enseña encantamientos? —Agrega Hoseok.

—Si. De Moonbyul, la profesora de astronomía—ríe Jimin animado y encogiéndose de hombros—. Alguien debería sugerirles que se llame Eclipse.

—Eso suena tierno. —ríe Jin sentándose junto al resto. Ocupando la mesa de siempre en la biblioteca, es casi seguro que los echarían pronto.

—Tenía esperanza de que fuera Wheein, Herbología va a matarme de fastidio. —queja Yoongi entre dientes.

—Sobre eso—Tararea Jimin—. Tenemos todo el horario con Hufflepuff ahora. Así que estaremos con ellos durante esas clases, lo cual quiere decir-

Hoseok no lo deja terminar, pasando por encima de todos y sentándose junto a Yoongi, tomándolo de las manos. Yoongi se hace atrás al instante, viéndolo con extrañeza. Espantado por la cercanía repentina y que Hoseok lo vea directo a los ojos.

—Hagamos un trato—Jin se cubre la cara con una mano, apenas capaz de aguantar la risa—. Yo te ayudo en todo lo que sea de Herbología, lo hago si se trata de un trabajo y tú me ayudas a no morir en pociones ¿Si? Dime que sí, por favor. Sana va a matarrrrrme—Extiende angustiado—. Es pareja de tu jefe de casa, a ti no te aborrece.

—Yo-

—Puedo estar con Taehyung en pociones. —dice Jimin al instante, sin permitir que Yoongi lo use de pretexto para rechazar a Hoseok. Taehyung alza los brazos con las manos hechas puño ¡Por fin! ¡UNA LUZ AL FINAL DEL OSCURO TUNEL DE LAS POCIONES!

Jimin también tiene muy buenas notas, mejores que las de Yoongi en la mayoría de ocasiones.

—Bueno…

—Dijo que si—informa Jin abriendo su libro, cortando el suspenso. Yoongi le tira el tomo más grande que tenía al alcance—. ¡YAH! Como te atreves a atacarme cuando te estoy haciendo un favor enano ingrato y malhumorado que debería aceptar de una putavezlomuchoquelegustaelalphatejónquecreesunlindosolecitoportatil.

— ¡JOVEN KIM…!

—Algunas veces quiero estar aquí y leer ¿Es muy complicado? —pregunta Namjoon en un suspiro lastimero, resignado a que eso jamás pasará.

Todos, incluido él, son unos escandalosos.

— ¿Maledictus?

—Es lo único que se me ocurre con lo que me estás diciendo… a menos que sea simplemente un Animago. —propone Jungkook. Hoseok arruga la cara con una sonrisa incomoda.

—Un Animago era…—tienta Hoseok. Jungkook suspira, levantándose de donde está en el patio.

Hoseok retrocede dando un escandaloso grito: Jungkook cambió de forma a un perro enorme de pelaje negro, tan grande que parece un lobo. Sube las patas a los hombros de Hoseok y da un par de lamidas a su rostro. Hoseok pasa de los gritos a risas, con al cara llena de baba y a punto de caer. Jungkook es un perro más grande que él, casi un metro ochenta. Jungkook regresa a su forma, extendiendo los brazos.

—Animago. Puedes cambiar a un animal particular cuando quiera.

—A-ah…

—Aunque… es ligeramente ilegal. —comenta Jungkook con una risita nerviosa.

—Tú no tienes nada de perro… ¿O sí? ¿Escondes la cola en el pantalón? —Hoseok se asoma y Jungkook enrojece, sacudiendo la cabeza.

— ¿Nunca te has dado cuenta de que puedo notar cuando alguien viene o cuando Jimin está cerca? —Hoseok asiente—. Tengo olfato mejorado y de vez en cuando se me suben pulgas así que… son rasgos muy leves. Se acentúan si paso mucho tiempo como perro... volviendo al tema: ¿Qué viste en esa persona?

Hoseok llego de repente a preguntarle sobre “alguien” y como Jungkook es denso, no entendió que se refería a Yoongi; rasgos de serpiente como ojos rasgados y lengua bífida. Lo primero que vino a la mente de Jungkook es que se trata de un Maledictus serpiente, aunque también estaba la segunda posibilidad.

—Solo los ojos y la lengua. Aunque sigo sin entender qué diferencia hay entre una cosa y la otra. —admite Hoseok, ligeramente avergonzado.

—Maledictus está destinado a convertirse en ese animal para siempre en algún momento, el Animago es animal cuando quiere. Nunca es permanente. —explica Jungkook con brevedad. Hoseok hace un círculo con la boca.

¿Yoongi es un Maledictus? Si ser Animago es ilegal…

Aunque pensándolo desde otro ángulo, u familia es de magia oscura, duda que goce de ideales y valores de mantenerse en la legalidad. Por otro lado, nunca ha visto a Yoongi  tener esos cambios de forma claro, solo esos momentos que parecen más una alucinación que la realidad.

Chapter 15: Hilo ilusorio

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Hoseok se considera alguien naturalmente desenfocado. A pesar de que tenía muy plantada la intención de preguntarle a Yoongi si es un Animago o un Maledictus… Dejó el tema de lado. No por cobardía -la mayoría de veces-, o porque no encontrara la manera de abordar la conversación. Es que se distraía con cualquier otra cosa. A punto de ser como un meme, viendo mariposas.

Empezar a hablar con Yoongi es, en definitiva, un universo distinto y fascinante por naturaleza. Suele hablar como es estar en Slytherin, ser un noble de sangre pura en una casa estricta, la sociedad: sus puntos buenos, malos, lo que le gusta y lo que no.

En resumen, está conociendo lo que es Yoongi. Todo lo que lo ha formado y convirtió en lo que es hasta ahora. Es un sentimiento extraño que lo lleva a mantenerse hora y horas hablando de cualquier tema. Por su parte, contaba datos de la sociedad Muggle, los que cree que podrían disgustarle, los que amaría y podrían interesarle de verdad.

Esta clase de charlas llevan a que Yoongi se ría más seguido, hasta el punto de mostrar esa gummy smile y hasta carcajear. El único capaz de conseguirlo, era Jimin, por eso resulta un logro que esté tan energético. Recibieron el año nuevo en la torre de astronomía, deseándose un mejor año... 

Un deseo que se cumpliría, pero ellos no lo saben. De manera inconsciente, Hoseok agregó a ese deseo que, para que considerarlo un buen año, Yoongi seguiría siendo su amigo; tan cercano y cariñoso, incluso más. Deseaba la parte más extraña y desconocida de sí mismo. Una que no va a negar, pero que tampoco es urgente para tener el mejor año. Yoongi ya es lo más bonito que pudo pasar.

Las vacaciones terminaron, Yoongi recibió una carta de sus padres que botó sin leer y las clases iniciaron. Pasar de vaguear a tener entrenamiento, tareas, clases, cinco horas de sueño –con suerte-, lo van a terminar matando. Lo peor es que el año escolar siguiente, tendría los TIMO’s y ya se vio reprobando todos y cada uno de ellos.

Con la muchedumbre de nuevo en el castillo, ya no es tan fácil hacer lo que quieran. Namjoon como un fantasma por todos los pasillos debido al gira tiempo; Jin valiéndose de su Legeremancia para aclarar sus dudas; Jungkook disfrutando la clase de Criaturas mágicas siendo siempre un voluntario; Jimin como un colorido punto por todo Hogwarts con sus miles de amigos y Yoongi…

Yoongi como una masa de negatividad a la que todos escapan sin pensar.

A decir verdad, Hoseok no logra del todo que causa tanto miedo. De frente y en un duelo tal vez, pero Yoongi no irradia malignidad mientras respira.

Los alumnos de Hogwarts son exagerados cuando quieren.

Y ahora con el horario compartido con Slytherin, los tejones deben ver cada clase con las “amargadas” serpientes. Hoseok considera que el verdadero problema de Hogwarts es su constante generalización. Jimin no es amargado y lo confirma que, a pesar de su magia, nadie lo aparta. Buscan desesperadamente ser su compañero durante la clase que sea.

— ¿Por qué a él no lo huyen? Tienen… magias igual de negras y fuertes. —Hoseok no sabe como explicarlo, pero al enojarse, el Omega Morpho es más intimidante que Yoongi.

Un estado difícil de conseguir cabe destacar.

—Se esmera en esconderla, por algo es vulnerable. —dice Yoongi encogiéndose de hombros.

— ¿Ah?

—Menos magia que mostrar, más posible que te ataquen al creerte débil. Por eso me da igual que puedan sentir mi magia. —aclara Yoongi. Hoseok hace un círculo con la boca.

— ¿Lo has intentando? Esconderlo. —pregunta Hoseok, curioso.

—Sí. —responde corto. Hoseok sacude las manos.

— ¿Qué tal?

—Nada que merezca contarse. —desmerita Yoongi.

Fue un momento incómodo en el que se burlaron por ser un Omega sin nada especial. Basta decir que disfruto asustarlos demostrándole que, en la práctica, es un depredador. Cosa que ellos creyeron ser al principio.

—Esconderse es muy feo. Es bueno que te muestres como eres a pesar de que así no agrades a todos. —opina Hoseok, contento. Yoongi no lo considera importante.

— Eso no suena como un comentario de Namjoon en sus momentos de droga Ámate a ti mismo. —Ironiza Yoongi con sonrisa burlista.

—Es porque considero que quien se acerque es quien vale la pena. Tener a todos alrededor puede ser… peligroso. Corres el riesgo de que haya malas intenciones disfrazas en tu entorno. Así que es como un pase de seguridad… Priuuuu —Toca a Yoongi en el brazo—. ¡Peeeeh! Alertas de seguridad encendidas: Sujeto con gusto por los cara de gato y que le da igual la magia negra. Escaneando Pip, pip, pip Permitido ¡PIM! ¡Sistema de seguridad inhabilitado! ¡Permitir el paso! Y así somos amigos.

Yoongi quiso reírse a pesar de la cara de incomprensión absoluta.

—Tú y los efectos de sonido. —Yoongi cubre su rostro con una mano ¿Por qué ser tan tierno? Es una tontería que Hoseok insiste en hacer.

A él le fascina que lo haga.

— ¿Terminaron? —Ambos alzan la mirada a la profesora.

—Sí. —dice Yoongi. Hoseok responde a la vez.

—No- que digo ¿¡SI!? —ezclama sorprendido. Yoongi alza el cuaderno, mostrando los apuntes terminados, así como las preguntas que Wheein mando a hacer. Hoseok observa su propio pergamino con los mil garabatos que hizo en lugar de concentrarse.

Sí, es un desastre.

—Te va bien Hoseok, pero no abuses de tu suerte—reprende con suavidad—. Por otra parte, quiero que sepan que este proyecto será totalmente en parejas, así que, si uno no hace lo acordado, el otro perderá calificación ¿Está claro? —Yoongi apenas parpadea.

Este cuento se repite con Jimin y Taehyung, los tejones no alcanzan a hacer dos cosas al mismo tiempo.

—Puedo recopilar toda la información y tú la transcribes. Se me da bien hacer cosas al mismo tiempo. —propone Yoongi en un suspiro agotado.

—Creí que esta materia te fastidiaba. —dice Hoseok con puchero, volviendo a su tarea.

—Lo hace, pero lo hace más tener que arreglar todas mis anotaciones así que por eso te lo dejó a ti. —La hora termina y Hoseok solo queda un rato embobado, pensando en que ese trato es una mierda.

La realidad es que pociones es aún más mierda y por eso no intenta negociar.

—Pueden elegir-

— ¡Con Yoongi!

Sana no cupo en su sorpresa. Hoseok no pedía a Yoongi de compañero jamás, quienes lo hacían eran Slytherins, desesperados por tener buenas notas. No obstante, el único que lograba hacer su equipo, era Jimin. Hoseok, para disgusto de Sana, arrolla a todo el mundo para ocupar asiento con la serpiente.

—Vale… Jimin y Taehyung estarán en la misma mesa y como vea que no hacen nada los repruebo. —advierte la profesora.

— ¿No te parece que ya tenemos demasiadas clases estando juntos? —pregunta Yoongi, pasando las paginas para llegar a la que está en el pizarrón.

—Cómo crees. Solo todas las del horario. Algunos almuerzos, meriendas, horas libres… —enumera Hoseok, preparando todo para anotar.

—Le pusiste una correa, el pobre se ahoga de tanto que jalas. —burla Taehyung.

—El gusto crea una correa invisible en ambos lados—dice Jimin con tono enamoradizo—. Tiran uno del otro y se chocan, es tierno. —Yoongi lo observa con disgusto.

—Que cursi eres. —critica Yoongi.

—Lo soy por ti que no puedes. —Jimin lanza un besito y guiña el ojo.

—Suena lindo, me gusta… Sigamos estando así ¿Sí? Es divertido. —pide Hoseok, ilusionado. Yoongi abrió la boca con la intención de rebatir.

Fue imposible, sería tonto negar que tener esa “correa” al cuello no le gusta. Hoseok lo abrazó, tomando a Yoongi de la cabeza y él se acurrucó un instante. Inhala el suave aroma de Alpha de Hoseok.

Se siente bien.

Al separarse volvieron a lo suyo. Yoongi en serio espera que no lo arruinen.

Chapter 16: Torpes tropiezos

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A decir verdad, lo que debían hacer no era tan complicado: preparar una poción Agudizadora de ingenio para probar si estuvo bien hecha la próxima clase, con puntos extras si tenía el color y hedor conveniente. Hoseok no logra entender porque para Slytherin parece ser tan fácil esta clase. Sí, es un menjurje que su madre haría para forzarlo a comer con la excusa de que tiene vitaminas.

Sin embargo, esta mierda tiene que moverse de una manera exacta o no va a funcionar. Jamás creyó que un líquido hecho con ingredientes rancios, pudiera ser tan exquisito y delicado. Casi más complicado que Yoongi, lo cual es decir mucho.

Mientras Jimin indicaba suavemente a Taehyung que hacer –para que Sana no lo a regañara-, Yoongi avanza con lentitud mientras Hoseok se rompe cada neuronas para impedir que salga mal. Su nota también será la de Yoongi y se ve como hombre muerto si la calificación queda por debajo de “Extraordinario”.

Nota que Hoseok en cuatro años jamás ha tenido en esta clase.

—Asumiendo que no la cagaste cortando el jengibre… debe estar bien. —murmulla Yoongi vertiendo el líquido que se extrajo de la raíz. Hoseok mantiene cara de decepción y poca esperanza.

Por supuesto que no ¿Yoongi  cree que puede hacer algo bien en esta clase? Está rogando su ayuda en pociones es porque no puede ni cortar un tomate. Esto es más allá de sus capacidades y la idea de que tendrá que ir a entrenamiento después de esto lo tiene estresado.

— ¿Qué pasa si sale mal? —pregunta Hoseok, resignado al fracaso.

—Nos va a doler la cabeza mañana. —responde Yoongi, aburrido.

— ¿Solo eso?

—Como se nota que has hecho demasiadas pociones mal. —suspira Yoongi algo hastiado.

—Tener que volver mañana es horrible. —lloriquea el Hufflepuff.

—Tener que volver al maldito invernadero que huele mierda es horrible. —corrige Yoongi y Jimin solo aguanta la risa.

Cada quien en su mundo: Hoseok, un Hufflepuff odiando el nido de serpientes. Yoongi, un Slytherin, odiando el nido de tejones. Lo que más lo enternece que aun así no se quejan mucho. Una manera de respetar las especialidades ajenas.

— ¡Quiero que cubran de manera apropiada sus calderos! Mañana uno de ustedes va a probar la poción y a menos que descubra la cura de la varicela de dragón, va a reprobar mi clase. —advierte Sana y Yoongi quiso tirarle todo el caldero encima. Odia su prepotencia.

Lo peor del caso es que la mujer es muy cariñosa y atenta. Tan solo se niega a demostrarlo cuando están Hufflepuff o Gryffindor presentes.

—Tengo un día para prepararme psicológicamente para mi primera buena calificación… O para que me mates. Será una tensa espera. —ironiza Hoseok con desanimo y sonrisa de pánico.

—Luce bastante bien, el aroma y contextura es interesante—dice Sana, supervisando el caldero—. ¿Quién lo va a probar?

Se ofrecería, pero el pánico lo consume. Sana podría decir eso solo para engañarlo y que el cerebro le explote dentro del cráneo. Confía en dos serpientes y Sana no es una de ellas. Yoongi no tuvo otra alternativa; sirve un poco de la poción en un vaso y la bebe. Lo saborea con lentitud y arruga la cara.

— ¿Qué sabor tiene?

—Seco y… Muy picante, demasiado—Yoongi saca la lengua disgustado, deja el vaso a un lado sacudiendo las manos y arrugando la cara. Sana observa con recelo a Hoseok—. ¡¿Cómo se supone que…?!

— ¿Alguna manera para que un Squib sea útil en el mundo mágico? —interroga ella entrelazando los dedos.

—Haciendo pociones ¿Qué más va a hacer? Para eso solo debes leer las instrucciones y tener una precisión perfecta, no es necesaria la magia. Incluso podrían ser buenos profesores de historia de la magia considerando que no sirve de una maldita mierda—Hoseok no encontró manera de evitar que Yoongi sea tan grosero con la docente. Expresa lo primero que se imagina con referencia a la pregunta. Ese es el punto de la poción: volverlo ingenioso, imaginativo—. Además de aprovecharse de objetos encantados, incluso como vendedores pueden ser muy útiles.

Sana analiza ambos estudiantes. Lo irritado que está Yoongi y lo nervioso que está Hoseok.

—Puedo notar que este cambio abrupto de compañeros, es para sacar una mejor nota a costa de alguien más capacitado que usted, joven Jung—Hoseok se muerde los labios, sintiendo que podría llorar ¿Hizo algo mal? Siguió todas las instrucciones y se esforzó mucho. No entiende por qué la profesora se esmera en regañarlo—. Y como profesora, estoy en contra de estos-

—Si tanto le importa, podría haber escogido mi compañero por mi desde un principio en lugar de hacerlo hasta ahora—Escupe Yoongi con molestia hacia la mujer—. No sea estúpida. No voy a regalarle calificación a nadie. Es mi maldito compañero y ya.

—Yoongi—Regaña Sana y Yoongi gruñe, apoyando la mejilla en su palma—. Tendrás una S, Yoongi una E. Pueden irse.

Hoseok grita y se levanta de un salto, llevándose a Yoongi de una embestida. No quiere quedarse ahí bajo las posibilidad de que bajen su calificación. El Omega se encontró a sí mismo en las escaleras de salida de las mazmorras.

— ¡GRACIAS! —chilla Hoseok, sonriendo y saltando en un abrazo a Yoongi—. ¡NUNCA TENDRÉ UNA E, PERO SOY FELIZ CON ESA S!

—Podrías tener una E. —opina Yoongi, tranquilo a diferencia de la emoción de Hoseok.

— ¿Ah? —sonríe nervioso y aterrorizado.

Fue mala idea que Yoongi bebiera la pócima, ya es definitivo.

—No sé si ocurre a propósito o porque no te das cuenta, pero tienes mucha magia reprimida.

Hoseok está sentado con las manos en las piernas. La habitación de Yoongi lo intimida y genera curiosidad. Aquella vez no entró a verla, de hecho, solo Jungkook vio una habitación y fue la de Jimin. Incluso duda que fuese la primera vez que entraba.

—Lo noto en los entrenamientos. A nivel de poder, eres el más débil de todos nosotros. —explica Yoongi andando de un lado para otro.

— ¿No es lo normal? Los padres muggles y todo eso. —dice Hoseok despreocupado. No ha querido martirisarse al respecto.

—Para nada, se dice que los muggleborn tienen más magia que los hijos mestizos porque en ellos se desarrolla solo—Hoseok hace círculo con la boca, sorprendido, Yoongi agita las manos, grandilocuente—. Como un regalo de la vida y no heredado y desgastado. Deberías ser una maldita bomba mágica y apenas eres una chispa miserable.

—Soy feliz como pe-

—Así que si logro quitar esa traba en tu núcleo mágico, eso va a cambiar—Yoongi saca la varita de madera oscura y apunta a Hoseok, quien tiene expresión de pánico—. Y estarás a la altura. Mejoraran tus notas, la práctica y todo lo posible.

—Cr-creo que-e corro el ries-go de-de las malas notas, muy ama-ama-

Yoongi lo ignora y lanza un hechizo directo al pecho del Alpha, leyendo las indicaciones y especulaciones con respecto a dicho núcleo. Yoongi apoya la mano en el libro para que las páginas no pasen por la brisa. Hoseok se queja y trata de huir de estos pequeños rayos de energía directo a su pecho. Le producen hormigueos y temblores, ganas de vomitar.

— ¡YOON…!

—Esto no dice que es, pero si lo anoté aquí debe ser impor—Gira hacia Hoseok y compunge la cara, sorbiendo aire—. Ouh… ¿Ho-Hobi?

Deja el libro a un lado y se agacha. Hay una ardilla naranja en el suelo. Esta se agarra la mullida cola y hace chillidos agudos y fuertes. Yoongi pega la cara del suelo. Genial, convirtió a Hoseok en una ardilla. Levanta de un salto para salir, sabe que él está en su habitación. Escuchará su aullidos de auxilio.

— ¡JIMIN! ¡NECESITO QUE ME AYUDES CON ALGO! —Yoongi toma a Hoseok y lo guarda en el bolsillo en su túnica para esconderlo de camino a la habitación de Jimin.

Con tan mala suerte de toparse a Jihyo, el jefe de su casa. Es una mujer bastante seria y malhumorada cuando los estudiantes están cerca. También muy severa. Es profesora de Defensa contra las artes oscuras este año y parece haber perdido cualquier gramo de paciencia por su casa. Es un muy mal momento para tener a una ardilla revolviéndose en su bolsillo.

—Me dijeron que un estudiante de otra casa entró aquí, acompañado de un Slytherin—comenta la mujer con las manos juntas. Yoongi desvía la mirada, lo pone nervioso escucharla tintinear sus uñas afiladas y negras—. Espero que no hayas sido tú. —Yoongi encoge de hombros, haciéndose el tonto.

—Dile eso a Elizabeth, sabes que se babea por los Ravenclaw. Debe tener a cuatro ahí dentro. —Jihyo no se lo cree y es obvio, Yoongi reconoce que la Alpha de la que habla no es tan descuidada ni tonta de hacer eso, pero al menos uno debe estar ahí dentro. Slytherin a veces es invadido. Los Alphas necesitan llevar a su territorio los Omegas o Betas que abordan.

Es incómodo cuando los ve llegar o escucha por accidente.

—Espero no tener que llamarte la atención con eso. —farfulla Jihyo.

—Dígaselo a ella. —bufa malhumorado. En su defensa, para él esto es injusto. Nunca ha hecho nada así. Solo en navidad.

Deja a Jihyo atrás y llega a la habitación de Jimin. Bastó con hechizar la cerradura para poder pasar. Inicialmente le parece molesto que esté tan cerrada la entrada. Nunca suele ser así.  Una vez dentro, enrojece por completo, entendiendo por qué estaba cerrada la puerta. Hoseok sale de la túnica y regresa a esconderse unos segundos después.

— ¡SI ESTÁ HECHIZADA LA MALDITA PUERTA ES PARA QUE NO PASES! —recrimina Jimin a gritos.

— ¡¿CÓMO SE SUPONE QUE VOY A SABER QUE ESTÁS AQUÍ TIRÁNDOTE A ALGUIEN PORQUE ESTAS COMO UNA PERRA EN CELO...?! —El reclamo de Yoongi queda a medias, Jimin le tiró una almohada directo a la cara.

— ¡CALLATE!

— ¿Y esa ardilla? —pregunta Jungkook, queriendo pensar en cualquier cosa menos su precaría condición: poca ropa y metido en una habitación en la que no debería estar. Yoongi se cuestiona cómo Jungkook es un año menor o cómo pudo crecer tanto ¿Come algo en especial? Tiene catorce años y parece de diecisiete.

Jimin se ve pequeño a su lado. Le causa escalofríos.

—Es Hobi. —anuncia Yoongi. Lo saca de su bolsillo, exponiéndolo.

— ¿¡Hobi!? —chilla Jimin llevándose una mano a la cabeza.

Hobi saluda y da un pequeño chillido.

Los cuatro escuchan que afuera hay una conmoción. Vagamente que se nombra a Elizabeth. Yoongi sorbe aire, así que acertó sobre que tenía a alguien en su habitación. Una afortunada coincidencia.

Chapter 17: Efectos de la crisis

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Yoongi dejó tiempo para que ambos pudieran vestirse. No deja de pensar que Jimin debió ser una amenaza si logró tentar tanto a Jungkook. Ese crecimiento no puede ser natural. Estando listos, se enfocan en Hoseok. El pobre se mueve de un lado, lloriqueando sin control. Imaginan perfectamente qué dice:

“Me quedaré como ardilla para siempre.”

“Quiero volver a usar mi celular y no puedo si no tengo manos.”

“¡Mi mamá parió un niño! ¡No una ardilla!”

Ninguno habla ardilla para saber si es realmente eso lo que dice, pero es fácil de suponer.

Afortunadamente, hoy no tiene entrenamiento de Quidditch; pero no tan suertudo de no tener tarea. Hay un un ensayo, pergamino de cincuenta centímetros, para historia de la magia, esperando paciente a que lo haga. Desgracias de dejar todo a última hora.

—Yoongi-ah—berrinchea Jimin en coreano, sonando como un niño haciendo una pataleta—. Cuántas veces te tengo que decir que tus notas a los lados son hechizos que viste por ahí, no que tengan algo que ver con el libro—Sigue pasando las hojas, tratando de descifrar lo que Yoongi anotó por todas partes—. Ya habías terminado, pero ni siquiera tu entiendes tus anotaciones. —critica rascándose la cabeza.

— ¿Por qué tiene un hechizo para convertir a alguien en ardilla? —pregunta Jungkook, que tiene a Hoseok en la mano y lo calma, acariciándole entre las orejas. 

—Lo uso para que busquen cosas por mí en la mansión—Yoongi encoge de hombros y Jungkook saca los labios. Imagina que es para objetos inanimados—. Como sea ¿Cómo se supone que lo deshaga? Nunca lo hice en un… humano. Ni siquiera me di cuenta de que lo estaba haciendo.

—Porque eres un desastre—reclama Jimin y Yoongi rueda los ojos—. Debe haber un contra hechizo por aquí. No hay una infestación de ardillas en casa. —murmura pasando las páginas con rapidez hasta guiñar los ojos. Jungkook le tiende unas gafas redondas. Yoongi arruga las cejas y ve a Jungkook de arriba abajo.

— ¿Cómo mierda entraste? —inquiere cruzado de brazos—. Eres putamente evidente. Casi notan que tenía a-

Jimin ríe por la nariz, encogiéndose de hombros.

—Por favor, tenemos un bolso expansible. Entra y lo dejo salir cuando ya estamos aquí—explica Jimin. Es un bolso pequeño que está tirado en una esquina de la habitación. No pensó que pudiera dársele un uso como ese—. Aquí está el contra hechizo. Puede que tardar dependiendo del tamaño y peso de Hoseok. —anuncia dando toques al papel.

—No debe pesar más de cien gramos. —burla Yoongi apuntándolo con el dedo.

—Me refiero a Hoseok—Jungkook enrojece, también pensó que se refería a la ardilla—. Debe pesar sesenta kilos o más—se rasca la sien con la varita—. Un minuto por kilo, una hora o dos sería lo normal—Cierra el libro y se lo entrega a Yoongi—, ve a tu habitación.

— ¿Es en serio? —reclama Yoongi.

—Claro que sí. Hace un mes que no hacemos nada porque nos ahogamos en tarea—comunica quitándose las gafas. Jungkook deja a Hoseok en el hombro de Yoongi—. Así que arregla tus problemas en tu cuarto y yo atiendo mis asuntos aquí. —Le guiña el ojo y Yoongi los blanquea.

No lo sorprende que Jimin esté apurado, su amigo es fanático del contacto físico con quienes es cercano. Ama que Namjoon le acaricie la cabeza, Jungkook que lo abraza y carga constantemente delante de todo el mundo, Jin y Taehyung tienen abrazos frecuentes, así como agarrarse de la mano. Jimin es adicto a la atención física y con sexo no debe ser muy diferente. Aunque Yoongi no comparte su emoción, no ha experimentado esa clase de cercanía aun.

Cuidando que nadie lo viera, sale de la habitación con Hoseok en su túnica. No se topó con nadie camino a su habitación. Una vez ahí, inició el contra hechizo. Imaginó que Hoseok iba a crecer o cambiar poco a poco a medida que pasaran los minutos. Es un proceso largo, demasiado aburrido. Hoseok se quedó dormido en la cama y Yoongi también, peligrando de aplastarlo . En sueños, dio vueltas a la relación de Jimin con Jungkook.

Ambos tienen esa capacidad automática y natural de juntar su magia, a tal punto que se perciben como una sola persona. Un gris perfecto. No deja de preguntarse cómo se siente. La unión mágica y la unión corporal que los urge a estar uno sobre el otro. Mezclar esencias, magia, todo.

Se lo pregunta Jin y Namjoon lo perciben de esa forma. Ambas parejas forman un vínculo que va más allá de lo carnal, es mucho más profundo. No se ve a si mismo disfrutando de algo parecido. Ni siquiera cercano.

Mientras Yoongi pasea en análisis, pensamientos extraños, fantasías inalcanzables y demás, Hoseok se arrima hacia el Omega. Echado boca arriba y a punto de estar de lado. Hoseok tiene orejas de ardilla aun, así como la cola que se mueve inquieta de un lado a otro. Al abrir los ojos, se encuentra de cara con Yoongi, que respira por la boca y tiene las mejillas ligeramente sonrojadas.

Hoseok, impulsado por sus instintos más bajos y la magia inquieta, acaba sobre él, descubriendo el aroma que el Omega desprende. No es dulce. Más bien ¿Agrio? ¿Una mezcla de ambos? Le gusta muchísimo. Su cola se mueve inquieta, siguiendo la ola de pensamientos curiosos del Alpha. Hoseok se junta un poco más a él, dando un par de suaves toques a los labios de Yoongi con los suyos.

Apoya los codos a cada lado de la cabeza de Yoongi, dándose un soporte cómodo para continuar dándose picos risueños. Su magia que se desliza lenta y grácilmente sobre Yoongi, mezclándose con la magia negra similar al petroleo. Siente un chispazo frío de resistencia, tan tenue que parece más una prueba y le saca una risa.

Yoongi guiña los ojos, aturdido. Su energía dio un tumbo de advertencia y demostración. Por un lado para ahuyentarlo y por la otra, para probar a Hoseok. Está seguro de que es la magia de Hoseok y aun más importante, lo hace vibrar la forma en que insistente, mezclándose con la blancura juguetona y arriesgada. Yoongi estira los brazos y los apoya en los hombros de Hoseok, cruzándolos de forma perezosa y entreabriendo los ojos.

—Eres un hombre ardilla. —murmura Yoongi, borracho de sueño.

—Tú también—tararea Hoseok, sonriente. Los ojos de Yoongi lucen rojos y con la pupila rasgada. Tan animales como las orejas y cola de Hoseok—. ¿Entonces…?

A pesar de la cercanía, la posición y el ambiente tan propenso y perfecto, no hicieron nada más. Sus magias tonteándose y uniéndose una con la otra. Algo que le saca pequeñas sonrisitas y suspiros a Yoongi. Hoseok siente que el pecho entero le vibra de ilusión, complacido de esos gestos que no había visto en él.

Solo se detuvieron cuando Jimin apareció, ofreciendo ayuda para sacara a Hoseok de Slytherin. Jihyo está vigilando la entrada de la sala común. A menos que quisieran tentar su suerte saliendo solos. La escena y situación le sacó no solo sonrisas, sino decir—: me avisas cuando terminen y cuando quieran salir. Chau~

— ¿Qué te pasó? —pregunta Namjoon. Nota a Yoongi demasiado despistado y lento. Como si su mente está en otro lado.

—Tengo sueño. —Yoongi gruñe de mal humor, cerrando el libro de golpe. Jin alza una ceja ay se enfoca en los pensamientos de Yoongi.

El Omega más bajo se acomoda y recuesta del hombro de Hoseok, listo a dormir mientras los demás estudian un rato antes de ir a cenar. De forma inconsciente, Yoongi hace su magia entremezclarse con la de Hoseok. Es evidente por la estela negra que sale y se entrelaza estrechamente. Jin da una risita y vuelve a lo que hace, Jimin tan solo tararea, pasando las páginas de su libro. Yoongi se duerme al instante.

Le gusta cómo se siente la magia de Hoseok.

También le gusta la forma en que Hoseok lo estrecha, en lugar huir.

Que deje de ser un baile en solitario…

Que alguien lo acepte sin el temor de que le hará daño.

Chapter 18: Evolución del poder

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— ¿Qué demonios le hiciste? —reclama Taehyung con manos en la cintura—. Ahora es un tsunami de magia y ¡Me asusta!

—No seas mentiroso: te da envidia, no miedo. —carcajea Jin, sentado en banco de la Sala de Menesteres.

Taehyung hace un puchero, haciéndose el ofendido por la acusación. Para Yoongi, la confirmación de Jin no era necesaria. No lo ve como algo malo. Taehyung lo puede tomar como un impulso para mejorar, no hacer algo en contra de Hoseok u odiarlo. Lo quiere demasiado como para algo así. Es su hermano de otra madre.

Yoongi no tiene tiempo para pensar en eso. Atento a Hoseok y a la forma en que se tratan últimamente. Comerse la boca a cada momento en que están juntos y solos, es no hacer nada. Se vuelve necesidad y lo abruma, todo porque Hoseok ha cambiado, no en el mal sentido, pero es lo que Taehyung apuntó.

La magia de Hoseok es demasiado fuerte. Es complicado medir el poder o capacidad mágica en una persona, de vez en cuando depende del estado de animo de la persona. Sin embargo, en la neutralidad emocional que han visto, Yoongi puede decir con total seguridad que es una gran fuerza mágica. Más que muchos de Slytherin, los cuales se mueren de envidia a cada momento que Hoseok lo expone.

Es divertido.

—Considerando que todos ustedes van a tener los TIMO el próximo año… Debo asegurarme de que al menos tengan un aprobado seguro—comenta Namjoon, tamborileando esa larga y hosca varita de madera oscura. Perfecta para que no pueda romperse con facilidad. Es el único objeto que no se ha quebrado en sus manos—. Esa sería Defensa contra las Artes Oscuras.

— ¿Me pides defenderme de mí mismo? —pregunta Jimin, hace puchero y balancea en sus pies. Si bien es una pequeña broma, también es preocupación genuina. “Defensa” contra las artes oscuras es complicada a veces. Todo porque su magia es oscura y es naturalmente difícil defenderse de su naturaleza.

No es precisamente defensa, solo una reacción.

No es su materia favorita.

—Algo así. —dice Namjoon con una risa nerviosa.

— ¿Qué tienes en mente? —interroga Taehyung curioso.

—Patronus. —El Beta da un suave bufido.

—Ya practicamos eso. Apenas logro sacar un hilo de luz ¿Cómo…?

—No se trata de cuanta magia tienen—Interrumpe Namjoon, sabiendo que por donde iba el reclamo de Taehyung—, sino de cuán capaces son de darle forma al recuerdo feliz que usaron y así los proteja. La magia oscura pierde el efecto violento cuando no se trata de atacar, sino defenderse. Además de no ser naturalmente malos. Ustedes no lo son. —apunta a Yoongi y Jimin. El morpho da un lloriqueo.

—Oye…—Jimin lo busca para sacudirlo del brazo.

—Controlan su magia sin dejar que los controle. De ser al revés, no podrían hacer Patronus—dice Namjoon con una risita—. Las emociones negativas impiden que se forme. Jimin regresa a donde está, recostado de Yoongi.

—Entonces ¿Qué tenemos que hacer con eso? —pregunta Yoongi impaciente. Irritado de la forma en que Namjoon habla de su magia. Sabe qué puede o no hacer. También sabe cómo manejarla. Que tenga tan poca felicidad que aprovechar no está relacionado a su naturaleza. Así es mucho más miserable de lo necesario.

—Hacer un Patronus que deje mudos a los jurados. En quinto año no se supone que sepan cómo hacerlo. Es una ventaja que sube la calificación—Namjoon sonríe animado—. Si fallan en todo lo demás, pueden conseguir su admiración. Sin ofender… Será más sorprendente que lo hagan ustedes. —añade hacia los dos Slytherin. Yoongi blanquea los ojos y mueve la mandíbula.

Jimin asintió, haciendo un puchero. Ya hace un patronus fuerte y corpóreo. Mejor que muchos a su edad.

Iniciaron la practica, Taehyung queda avergonzado, pues es quien peor lo hace de los siete. Llegado el momento de hacer Patronus corpóreo, Hoseok se sorprendió de ver el Patronus de Jimin: es una serpiente, tal como la de Yoongi. Brilla tan blanca que ciega, diferente al brillo plateado de Yoongi. También se percata de una diferencia anatómica. La serpiente de Jimin tiene la cabeza plana y la de Yoongi, ovalada y con colmillos evidentes.

— ¿Qué quiere decir el brillo? —pregunta Hoseok, apuntando al patronus de Jimin.

—Simboliza la pureza de los pensamientos. Si tienes violencia intrínsecamente mezclada en ti, el Patronus se verá azulino. Mientras más blanco, más pacífico y feliz es el mago. —explica brevemente.

Jin invocó el suyo, que vuela elegantemente antes de aterrizar y exhibir sus plumas: un enorme pavorreal de plumas como vapor. Namjoon hizo lo mismo, invocando a un león de melena peluda y cuerpo grande.

Jungkook por su parte tenía un lobo que no para de perseguir la serpiente de Jimin. El caballo de Hoseok inclina la cabeza hacia abajo, acercándose al Patronus de Yoongi.

—Tienes momentos felices de sobra. Puedes hacerlo. —anima Jin con amabilidad. Taehyung fuerza a conseguirlo, sacudiendo de mala gana la varita de madera oscura y corrugada.

—N-no hagas eso. No va a salir—Namjoon lo detiene y Taehyung chista, malhumorado—. Quizá en otro momento. Es un hechizo complicado.

—Todos ustedes pueden. Yo también. No soy estúpido. —reclama Taehyung y Namjoon levanta las manos.

—Sé que puedes, tan solo-

Taehyung desvía la mirada y les provoca un escalofrío. Taehyung es muy sonriente y tranquilo. Lo ven cambiado, como si algo en él se hace turbio en ese instante. Casi maligno. Jin sujeta el brazo de Namjoon por inercia, con una mueca extrañada y Taehyung hace la floritura correspondiendo al Expecto Patronum.

Hoseok da un chillido, haciendo que su patronus desaparezca. La invocación corpórea del patronus de Taehyung es gigantesca, ganándole a todos ellos. Lo preocupante es el color: azul rey y centelleante. Jungkook trata de darle forma. Es un ave ¿Un águila? Aletea con fuerza y grazna, espantando aun más a Hoseok, quien se esconde detrás de Yoongi.  

El ave desaparece en un último graznido. Todos vuelven la atención al Hufflepuff, boqueando.  Taehyung los ve, encogiéndose y siendo tan normal como siempre, apenas más tímido. Sale casi corriendo, con la cabeza agachada y la cara roja.

Caminando por el pasillo, nota a Yoongi asomado. Casi escondido y viendo algo en secreto. Se inclina hacia él, casi subido a su espalda. Yoongi levanta la mirada.

— ¿Qué haces? —pregunta Hoseok en voz baja. Yoongi le hace gesto de silencio y luego señala a la derecha. Hoseok busca el punto, siendo un bancos del pasillo que rodea el jardín y está cerca de la salida a los campos de Hogwarts. 

Taehyung y Jimin juntos. El Tejón sollozando y Jimin acariciándole el hombro.

—No puedes fingir que no pasó—dice Jimin con gesto preocupado—. Quiero saber qué tienes. Por qué estabas tan extraño.

—Ignorar que eso paso. —pide Taehyung, casi ahogado y sin aire.

— ¿Y perder mi papel como buen amigo y soporte emocional? Ni se te ocurra—bromea Jimin con una sonrisa bromista, balancea las piernas con los pies cruzados—. No puedo dejarlo pasar. Quiero saber qué te tiene preocupado, por qué estás tan ensimismado y misterioso últimamente—Taehyung se muerde los labios y levanta la mirada, incluso más llorosa—. Sé que no estás feliz todo el tiempo. Ninguno lo está. Aun así, me preocupa ese color y que te costara hacer el Patronus. Todos lo hicimos.

—Solo es... ¡Azul! ¡Se ve bonito azul también! No tienes que preocuparte tanto por algo tan tonto. Namjoon no siempre tiene razón. —discute con voz quebrada. Jimin le acaricia debajo del mentón y Taehyung voltea a mirarlo.

Hoseok y Yoongi no pueden detallar a Taehyung, pero Jimin sí. No entiende por qué está tan triste. Como si estuviera a punto de romperse delante suyo y apenas puede contener ese llanto de dolor.

—Es la representación de tu alma, por eso es importante—informa Jimin en voz baja y suave, Taehyung desvía la mirada, gimoteando—. Además, antes me dijiste que tu Patronus era un conejo y ahora es un águila o algo así ¿Qué pasó? ¿Es algo malo en tu casa? —cuestiona con voz suave y preocupada—. Puedes decirme, soy tu mejor amigo. —presiona acariciándole la mejilla.

Si bien no pasan todo el tiempo juntos, la afinidad entre ambos es inmensa. Jimin lo califica como otro hermano, uno que le alegra el día con solo pasar un minuto juntos. Son una amistad especial y curiosa, aunque nadie tiene una explicación por ello. Apenas se conocieron, Jimin supo que sería así y Taehyung también.

—A veces soy malo usando magia, es todo. —Excusa Taehyung, soltándose de Jimin. Este deja caer la mano, frustrado.

— ¿Y el cambio de forma? —Insiste Jimin y Taehyung niega. Se recuesta en el hombro de Jimin y lo toma de la mano.

—Todo está bien. Te lo prometo. —Jimin exhala, no tiene sentido insistir.

Hoseok y Yoongi se apartan y empiezan a murmurar entre sí. Solo cuando están a una distancia considerable—: ¿Por qué lo esconde tanto? Él hizo patronus antes, pero nunca presté atención al animal. —comenta Hoseok. Yoongi mete el mentón en la bufanda.

—Siempre dice cosas raras de su casa, no creo que tenga sentido esconder si es muy serio. Él siempre es demasiado extraño. —queja Yoongi. Taehyung es su menos favorito de esta manada por eso.

Le parece ridículo, absurdo y fuera de la norma.

—Quizá me lo diga si le pregunto más tarde—propone Hoseok—. Antes de irnos a dormir. Estará más calmado en ese momento.

—Se lo dirá a Jimin. Basta que ponga esos ojos de perro llorón para que le den cualquier cosa—refunfuña Yoongi—. Le diría hasta cuantas veces se jala la verga si con eso Jimin deja de verlo así.

—Hablando del tem-

—No. —chista Yoongi al instante.

—Iba a decirte que fuéramos a la Sala de Menesteres solo a lo “normal”—Yoongi boquea y lo mira con las cejas fruncidas. Con eso se refiere a besarse hasta que les duelan los labios—, pe-pero… —Hoseok sonríe tímido y ansioso—, algún… ¿Día?

Yoongi no dice nada. Ignoró el tema por su propio bien, apenado de pensarlo. Hoseok tan solo lo sigue como un perrito faldero. Sería todo un orgullo para Jungkook. Yoongi aun no tiene la seguridad para hacer algo como eso, además de tener otras cosas en las qué pensar.

Chapter 19: Marcha medio forzada

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Ata con fuerza las protecciones. Es hora del último partido de Quidditch del año. Será contra Ravenclaw y Hoseok tiene mucho miedo, pues Namjoon volando por ahí es una amenaza a la salud, no solo con los puntos. Este año ha sido muy complicado el tema de la copa de Quidditch. Muy reñido entre las cuatro casas. Actualmente Gryffindor está de primero y Slytherin de segundo. Hoseok sabe que debe sacar suficientes puntos para tratar de superar a Slytherin. Gryffindor es una meta imposible.

Algo que siempre le ha hecho gracias es que hasta en el Quidditch, los leones y serpientes se llevan tan mal. En la otra esquina, Ravenclaw y Hufflepuff tienen el mismo conflicto. Usualmente peleando por el tercer puesto. El primer puesto está a casi quinientos puntos de distancia para Hufflepuff y quinientos quince para Ravenclaw. Cosa que Namjoon, quien hasta ahora no había podido jugar, puede lograr sin mucho problema.

Tiene un don para hacer que su equipo haga el doble de puntos a lo usual, cosa que puede llevarlos a ganar. Por lo tanto, debe hacer todo de sí mismo por mantenerlo lejos de los anillos. Solo agradece al cielo no ser el capitán. Lo recomendaron y se negó.

No quiere más responsabilidades. Gracias.

— ¿Vienes a ver el partido? —pregunta Hoseok, sorprendido de ver a Yoongi aqui.

— ¿Con esa tormenta de mierda? Por supuesto que no. —chista Yoongi.

Hoseok hace puchero. Yoongi es experto en matar la esperanza de cualquiera. El Omega viene con impermeable gigante de color negro, ya mojado cabe resaltar. Tiene un hechizo para evitar empaparse. El equipo sale del vestidor, ignorando a Yoongi en tanto que Hoseok se acerca a él con escoba en mano.

— ¿Entonces qué haces aquí? Es un poco contradictorio. —comenta Hoseok con una mano en la cintura.

—Jimin aceptó por mí y me arrastró hasta aquí para que sea el comentarista del partido, Johnson enfermó. —Yoongi blanquea los ojos y Jimin trató de aguantar la risa, acabando en estallar en carcajadas. No esta muy feliz con esto. No suficiente con su desinterés por el Quidditch, tiene que el clima hoy es una mierda.

Cuando entró al vestidor, ya estaba lloviendo, con el cielo gris como humo de incendio. Ahora esta mucho peor.

Escucha el diluvio desde aquí..

Lo único bueno es que no aparecerán dementores, cosa que pasó hace muchísimos años.

—Es solo decir qué mierda hacen ¿Por qué nadie quería hacerlo? —interroga Yoongi, mosqueado. Supuestamente nadie podía hacerlo y por eso fue tomado como “único voluntario”.

—Porque ninguno quiere distraerse hablando por un micrófono, poniendo los puntos, detallar diferentes puntos del partido... —Intenta defender Hoseok, sin dejar de sonreír.

—El Quidditch quema neuronas. —queja Yoongi cruzado de brazos. Para él, es lo mismo que ver clases ¿Qué tan complicado es ver el partido y poner los puntos mientras lo dices? Es ridículo.

—Bueno… Deséame suerte. —dice Hoseok, radiante a diferencia del día y tratando de conseguir que las nubes de tormenta se aparten. Yoongi guiña, cegado.

Demasiada luz.

Quería pasar este día metido en las mazmorras, no al “aire libre” y debajo de un aguacero. No sabe porque Jimin está tan empeñado en venir a este partido, que es un pleito a ver quién se queda con el tercer lugar, ni siquiera el segundo, el tercero. Es una pérdida de tiempo.

Y aun así, no fue capaz de decirle que no a Jimin. Debe estar aquí.

Aguantando el sol terrenal.

—Solo no te rompas nada.

— ¡Lo tomaré como un suerte! —afirma Hoseok al irse volando en su escoba.

Yoongi ocupa el lugar junto a los profesores y donde está el altavoz. El aguacero que tienen encima es bestial y Yoongi sabe que acabará mojado aun con el hechizo impermeable.

Presentó el juego, hizo algún comentario resaltando su fastidio y el partido empezó. Como comentarista, lo hizo bien, exceptuando su tono apagado y aburrido. Enterarse de qué ocurre es complicado con la lluvia, por lo que Yoongi es muy necesario y consigue el objetivo; dada su indiferencia, no hay comentarios atacantes a ninguna de las dos casas.

Como suele ser el caso con el comentarista habitual, que desprecia a Slytherin y lo resalta todo el tiempo.

A una hora de partido, merma la tormenta, por lo que es mucho más fácil ver qué ocurre. El problema que tiene es que hay algo fastidiándolo, como un mosco; Hufflepuff y Ravenclaw empatan a cada cinco minutos y se impacienta de verlos, medio dormido y sacudiendo la mano cada tanto, con un zumbido al oído; acaba por aplastar al insecto contra su mejilla. Duele más de lo que debería. Da un gruñido, golpeando la mesa con el marcador.

— ¡¿PUEDE ALGUN MALDITO BUSCADOR ATRAPAR LA SNITCH PARA NO DESPERDICIAR MI TARDE EN ESTE PARTIDO DE MIERDA!?

— ¡JOVEN MIN!

—No se han movido en todo el partido. —comenta Taehyung mirando a los buscadores, ambos estáticos e intentando hallar la pequeña bola dorada. La lluvia lo hace demasiado difícil. O al menos eso asumían los mismos buscadores.

—Puede ser la lluvia. —atina a decir Jin.

—No creo… es como si ni siquiera estuviera en el-

El silbato resuena y Hoseok, que lanzó el balón, anoto otros diez puntos. Miran a la árbitro del partido. La confusión en el aire. Tanto entre los jugadores como en el publico y profesorado. La profesora de vuelo se acerca a decirle algo al oído. Yoongi hace una mueca, sorbiendo aire.

—Por… un pequeño problema se tiene que buscar otra snitch. Ya volverán a jugar. —avisa Yoongi, nervioso.

— ¿Eh? ¿Qué le…? ¿Jimin? —Jin y Taehyung buscan al Slytherin de cabello castaño, pero este se desapareció de su sitio.

Una nueva snitch en el aire reinició el partido. Finalmente, el buscador de Hufflepuff pudo tomarla, con la casualidad de que Hoseok batea la quaffle para enviarla al aro más alto, al mismo tiempo, Namjoon lo embiste y derriba de su escoba.

— ¡PERDÓN! —chilla Namjoon.

— ¡HUFFLEPUFF GANA EL PARTIDO! ¡HOOOOOOOSEOK SE CAE! —exclama Yoongi en voz agudo.

— ¡¿QUÉ DEMONIOS CON ESO?! —carcajea Taehyung, sujetándose para no caer en la grada.

—Es una mutación entre celebración y preocupación. —ríe Jin, es el único momento en que Yoongi parece estar vivo y pendiente del partido.

Hoseok alza los brazos, celebrando aun tirado en el suelo. Le duele la espalda, pero gano. Vale la pena. Los integrantes del equipo fueron rápidos a abrazarlo. Los tejones subieron a segundo lugar, queda esperar que tanto hace Gryffindor contra Slytherin y quién ganará la copa al final.

— ¿Qué pasó con la snitch? —pregunta dando golpes a sus hombros. Está agotado. Lo bueno, es que ya no tendrá más entrenamiento. Podrá descansar más.

—Esto.

Yoongi muestra entre sus dedos la pequeña esfera dorada. Hoseok hace un círculo con la boca ¿¡CÓMO PUDO AGARRARLA!? Yoongi estuvo quieto en su sitio. Ni siquiera se movía para hablar.

—Estuvo revoloteando y molestándome todo el rato. La iba a aplastar, pensé que era un mosquito—Yoongi lanza la Snitch arriba y la atrapa—. ¿La quieres? —La extiende hacia Hoseok.

—No, no, es tuya—Yoongi levanta una ceja. No le interesa tener una snitch. Tampoco ve cómo puede ser suya—. Solo abrirá las alas si está en tus manos —aclara Hoseok—, porque cuando las tomas-

—La aplaste contra mi mejilla. Dolió. —refunfuña Yoongi. Hoseok lo toma de la muñeca y hace que choque la pequeña pelota contra el cachete. Las alas de la bola se abrieron y empezó a revolotear alrededor de Yoongi.

—Bien, entonces cada vez que la quieras abrir, ponla contra tu cachete. —concluye Hoseok, sonriendo.

—Que estupidez—Yoongi atrapa la snitch y la guarda en su bolsillo. Hoseok le da un beso en la mejilla—. ¿Y eso?

—Al final disfrutaste al menos el último minuto. Me doy por satisfecho. —Hoseok no puede estar más alegre. No solo fue entretenido de alguna forma, también cabe resaltar que es un partido que ganó.

Lo hace muy feliz que Yoongi estuviera, más aún ese chillido de su nombre. Yoongi se encoge en su túnica. Maldita sea que no puede con esta clase de cosas.

—Tenemos tarea de pociones, apúrate que debes copiarla toda. —informa dando la vuelta.

— ¡ACABO DE TENER…!

—Me vale mierda, muévete o no pienso dejarte acercarte toda la semana. —advierte Yoongi en la puerta de la enfermería. Huir y que Hoseok no lo vea rojo.

Hoseok hace puchero. Yoongi es demasiado cruel cuando quiere, pero él se lo permite alegremente. Sabe que anda descaradamente tras la falda del Omega, así como Yoongi permitiéndolo e incitándolo. Es una constante y tonta persecución.

Que seguirá evolucionando.

Ahora que lo piensa, si van a hacer la tarea de pociones, quizás se pueda recostar de él y darle besos en el mentón y cuello…

¡Pociones no es tan malo!

Chapter 20: Humores explosivos

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Cierra todos los libros y los guarda en el bolso. Ya es hora de almorzar y con suerte, nadie va a interrumpir su camino al gran comedor. Con mucha más suerte, podría ir a la cocina para que los Elfos le den de comer. Esos enanos de ojos saltos son los culpables de que tenga panza.

O bueno, lo serían, pero la realidad es que él los busca. No puede evitarlo, en casa vive a dieta y aquí puede engordarse como tanto prefiere. Luciría famélico de no ser por ellos. Culpa a sus padres de no tener más estatura. Jin es un ejemplo de que los Omegas pueden ser altos si tienen un entorno fabuloso.

Cosa que no es su caso. Ni de Jimin por desgracia.

A veces quisiera decirle que se vaya, que huya de casa. Ahora tiene a donde ir. Jungkook no lo dejaría a la deriva, indiferente a la edad que tienen o que Jungkook es menor. Por su lado ¿Cómo se supone que se escape de su familia? Tiene el apellido y se rehúsa a irse sin reclamar nada. Esa herencia es suya. Los ha soportado lo suficiente para merecerla.

Yoongi es obstinado.

También avaro, para que negarlo.

Aun así, merece esa compensación ¿Cómo es posible que apenas pesa cincuenta kilos cuando debería pesar más de sesenta? ¡La pubertad no funciona si no pone de su parte! Quiere engordar, quiere ser más alto, quiere muchísimas cosas que no son de “Omega deseable” porque sería “intimidante” para Alphas de altas sociedad.

Sisea adolorido, jalándose los aretes de serpiente llevan un rato ardiendo. Creyó que al llegar al comedor sabría qué pasa. Se topó con el problema a escasos metros antes del gran comedor, dentro de un salón de estudio donde escucha algunas voces:

—Mírale el pelo, está asustado aun dormido.

— ¿Podemos empezar de una vez? Si la poción deja de funcionar, nos jodimos.

—Sí, sí, ya te oí. Quítale el pantalón, yo voy por la ca-

— ¿Qué mierda se supone que están haciendo? —dice Yoongi con voz gutural y rasposa.

Su pregunta espantó a las tres personas presentes. Dos Slytherin y un Ravenclaw. El que más manos en la masa tiene es estudiante Slytherin: tiene a Jimin encima y el Omega dormido, inconsciente a lo que pasa a su alrededor; los ojos y la boca entreabierta. Más que dormido, parece estar drogado. Yoongi aprieta la mandíbula y el grupo se mueve inquieto, viéndose entre ellos, buscando una excusa.

—Esto-

—Apártense ahora, antes de que destruya la vida de sus padres y la de todos ustedes antes de que puedan rogar por salvación... ¿O no saben quién es mi familia? —inquiere acercándose, con los ojos rojos y su magia densa creando un ambiente frío en el pasillo—. Desaparezcan . —advierte Yoongi entre dientes.

El único Ravenclaw presente se hace a un lado y huye despavorido; el otro par de Alphas, confiados por ser mayores y mucho más grandes, sacan sus varitas con el objetivo de atacar al Omega de ojos rojos.

Cosa inútil: los ojos de Yoongi los paralizan en un instante y ese intervalo fue suficiente para que este sacara su propia varita: los hechiza con rapidez, dejándolos convertidos en ratas. Corren afuera y Jimin queda tendido en el suelo con la ropa desordenada. Yoongi suspira agotado, poniendo las manos en su cintura.

— ¿Qué debo hacer contigo? —dice en voz baja. Nota que tiene algunas migajas en las mejillas y en la mesa también hay migajas. Da por hecho que pusieron una poción de sueño en algún dulce y Jimin lo comió.

Pudo ser confianza estúpida o que lo intimidaron a comer. Ambas opciones son válidas.

Yoongi maldice entre dientes, arremangándose la túnica y con la pesada tarea de sacar a su compañero de aquí.

— ¿Sabes dónde está Jimin? —Jungkook obtuvo la suficiente valentía para preguntarle a Yoongi. No solo es problema de timidez: Yoongi está en la mesa de Slytherin y acercarse aquí siendo de Gryffindor, es como una carta de suicidio. Todos lo miran con ojos desdeñosos.

Jungkook muestra mayor pleitesía en consecuencia, asustado.

—Está en la sala común, hubo un pequeño problema antes. Está bien. —responde Yoongi sin preocupación. Aun cuando estaba dormido, no le hicieron nada. Llegó justo a tiempo.

—Estaban en las mazmorras, nadie les hará nada en su ambiente—dice Hoseok lleno de confianza y sacudiendo a Jungkook por la espalda—. Hey, pensé que podrías llamarlo y hacer un picnic en uno de los-

— ¿Vas a pastar? Cara de caballo. —Se ríe una Beta al frente de Yoongi, el cual relame sus labios y asiente a Hoseok. Ignora a la beta.

—Creí que era una ardilla… O un ratón feo. —cuchichea otra estudiante.

— Que importa el animal, el tema es que es horrible. Menudo desperdicio de casta.

—No solo de casta, ya está en una casa inútil.

—Debe ser como el bufón del príncipe ¿Le tendrá pena?

—Tal vez, igual que a los demás o a Jimin.

Hoseok no logra disfrazar la incomodidad que el causa escuchar a todos hablar delante suya. Indiferente a que los escuche. Yoongi tiene muy mal gesto, estaba de mal humor desde antes de entrar al gran comedor.

—Te imaginas que el pobre quiera ser su compañero. Va a quedar tan estúpido. Como si no bastara con su ca-

— ¡CALLENSE DE UNA PUTA VEZ!

Hoseok cambia de posición y pone a Jungkook atrás suya por inercia. La onda fría que hace la magia oscura de Yoongi lo hace dar un pequeño quejido. Las que hablaban callan por completo, asustadas. Yoongi respira profundo, viéndolas fijamente y advirtiendo con su sola mirada que guarden silencio. Una salió corriendo, con el rostro inundado en lágrimas de pánico.

— ¡Joven Min…!

— ¿¡QUÉ!? —reclama Yoongi a Sana. La profesora queda boquiabierta de la respuesta agresiva. Jihyo se levanta de la mesa de profesores, asombrada de que Yoongi se porte tan grosero—. SLYTHERIN ES UNA BASURA POR CULPA TUYA Y TODOS USTEDES QUE DEJAN A ESTOS MALCRIADOS SER UNA MIERDA CON TODO EL MUNDO.  —su griterío viene casi histérico. Lleno de impaciencia por tener que pasar por lo mismo una y otra vez:

Slytherin molestando porque él y Jimin son Omegas.

— Yoongi. —murmura Hoseok jalando la ropa de este para que se calle.

— ¡No me importa! ¡Estoy harto de esto! Casi violan a Jimin en un salón, pero no iba a importar una mierda son de nuestra maldita casa—acusa hacia Jihyo que con mala cara y magia agresiva se aproxima hasta el estudiantes—. Lo ocultarías ¡Siempre ocultas todo lo que hacen! ¡ERES UNA INÚTIL! ¡VETE A LA MIERDA! —Da un ultimo golpe a la mesa y se va, rabioso.

Namjoon, Jin y Taehyung van tras Yoongi, que ya tenía a Hoseok y Jungkook tras él. El Omega hecho una masa de rabia que reventó de repente, pero ya no soporta a Slytherin. Son todo lo que odia en las personas. Estuvo acumulándose este resentimiento por años y hoy, teniendo que arrastrar a Jimin hasta su habitación, tan solo lo hizo sentir más harto que nunca. Hoseok lo jala del brazo y lo hace girar casi rabioso:

— ¡¿Qué!? —grita y Hoseok levanta las manos.

—Cálmate, solo-

Empuja a Hoseok para que no trate de calmarlo al mezclar sus magias. Una parte de si mismo quiere seguir enojada y la otra, no quiere ser repelente o hiriente hacia Hoseok. Eso sería crítico.

—Escucha… tranquilo… será peor si sigues así. —dice Jin.

—Pueden ser insufribles, pero-

— ¿Es cierto lo que dijiste? —pregunta Jungkook con expresión extraña.

—Lo es—asegura Jin—. Pensé en hablarlo con Solar y Hwasa, ellas nos harían más caso que Sana y Jihyo—Cruza los brazos—. Solo no pensé que-

— ¿Qué? ¿Qué no me iban a molestar como no dejar de sisear mierda? —discute Yoongi—. Vivo entre esto y ya no soporto aguantarlo porque Jihyo es una maldita inútil que no quiere quedar mal delante de los otros profesores. Que le da miedo llevarle la contraria a malditos estudiantes que son una mierda. Ustedes no entienden esto. No se metan en lo que no les importa. —escupe con desprecio.

Hoseok se rasca la oreja con la expresión compungida. Yoongi es una amenaza estando molesto. El ambiente es sofocante y frío. Jungkook se dirige a la torre de Gryffindor en lugar de Slytherin. Es obvio que querría hablar con Jimin.

Slytherin es una serpiente que acaba por morder su propia cola al irritar a quien es más importante.

Hoseok se hace una pregunta casi desconectada al problema: ¿Por qué llamaron a Yoongi príncipe?

—I want you to be your light, baby. You should be your light

—Mamá y papá van a enterarse… posiblemente me castiguen apenas llegue a casa. —murmura Yoongi, viendo el techo y entrelazando los dedos en su regazo.

 deoneun apeuji anhge, nega us-eul su issge.

—Si eso pasa quiero que te escondas para que no te echen culpa de esto—informa Yoongi—. Suelen hacerlo, lo sabes.

—I want you to be your night, baby. You could be your Night

—Me he dado cuenta de que una de las razones por las que no quería amigos de otras casas… es porque iba a olvidar que Slytherin no es como ellos—dice Yoongi en voz baja, con expresión triste y frustrada—. Por más que intento evitar que pase algo malo…

—i bam-i neoege soljighal su issge.

—Acaba pasando. Creamos objetivos y… No me gusta escuchar eso.

Jimin sigue acariciando el cabello de Yoongi para calmarlo y no acabe teniendo más explosiones de magia o discusiones con otras personas. Puede acabar en magia accidental. Es muy raro en adolescentes de la edad que tienen. Yoongi recurre a él para calmarse. Es cruel y Yoongi lo reconoce, pero muchas veces acaba por gritarle y lastimar a Jimin en el proceso; Jimin nunca discute o dice algo al respecto, directo a tranquilizarlo cantando.

Ha sido así siempre y es un proceso automático que, al reventar, Yoongi va con Jimin.

Es su calmante viviente.

—Está bien querer defender a los que quieres… Recuerda que ellos también pueden defenderse y no estás solo ¿Sí? —Jimin le sonríe suavemente y Yoongi cierra los ojos—. Te molestó mucho como hablaron sobre Hoseok.

—A ti también te habría molestado. —defiende Yoongi.

—Por supuesto que si, pero me recuerda a que Hoseok ha saltado a defenderte con varios de su propia casa—Yoongi arruga el entrecejo. No sabía que eso pasaba—. No ha sido muy fuerte, pero no deja que nadie hable mal de ti… verlo serio es peligroso y lo saben. Es una tierna defensa mutua la que se tienen. —ríe complacido.

Yoongi suspira. Eso le trajo un poco de paz.

Chapter 21: Aumento de estrés

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Debido a estupideces de casta que Hyejin, Wheein y Solar usaron a su favor, Yoongi no fue castigado por gritar ni lastimar a otros estudiantes. Lo justificaron como estrés en consecuencia a la preocupación por Jimin, también al temor de convivir entre estudiantes amenazantes hacia su casta.

Para los entendidos del funcionamiento de Slytherin, es una tontería, pero esa tontería salvó a Yoongi de pulir trofeos por dos semanas. A la vez, hay rastros de verdad en esta justificación: Yoongi está estresado por lidiar con los Slytherin, el que no puede bajar la guardia ni siquiera en su sala común, apenas en su habitación que es un espacio muy pequeño y único.

La mayoría de Slytherins de su año o superiores, son agresivos hacia él, por lo que está en desventaja todo el tiempo.

Lo único que no pudieron evitar es que sus padres se enteraran. Por fortuna, una carta normal y no un vociferador, pero no cambia que es una carta de tres páginas. La mitad de esta, dirigida a Jimin. Yoongi se tomó la molestia de no dársela ¿Para qué? ¿Estresarlo más? No tiene sentido y tampoco quiere verlo así de decaído. Están en época de exámenes, el estrés sobra por los pasillos de Hogwarts. Reconocen que el próximo año será el momento de sufrir esos exámenes. Jin y Namjoon están muy al pendiente de los suyos, junto al curso de aparecer.

Jin no logra casi nada.

Namjoon podría ir y venir en un tour mundial.

—Si te lo explico, no me entiendas una mierda y acabes por resignarte a reprobar. —dice Namjoon, derretido en su asiento. Jin refunfuña.

—La ventaja de que seas mi Alpha y mi profesor, es que me enseñes hasta que entienda. Dime cómo ir de aquí a mí casa a buscar mi pijama de alpacas. —Namjoon aprieta la cara sonriendo, cada vez que alguien hace o dice algo tierno, él pone esa mueca.

Es débil ante lo pequeñito y lo tierno.

Jin es demasiado tierno.

— ¿Es idea mía o Hobi ha estado más irritable?

—Yo diría que está insoportable. —bufa Jin. El tejón intenta leer un libro en otra mesa de la biblioteca, pero solo guiña los ojos sin control y la cara arrugada en una mueca de molestia.

Va en las tres mismas páginas que hace una hora.

Cualquiera diría que estudia física nuclear y no el bestiario para Criaturas mágicas.

— ¿No lees su mente? —inquiere Taehyung y Jin chista.

—Tiene los pensamientos muy desperdigados, es casi tan feo como cuando escribe apurado. —Jin trata de esforzarse por leer sus pensamientos, pero son muy desordenados y perdidos por doquier. Se toma el proceso de organizarlos un poco por su cuenta y da un largo “Oh”.

— ¿Qué? —pregunta Taehyung.

—Es muy obvio.

— ¿Entonces qué? —insiste Taehyung que los acompaña. Yoongi respira profundo, dormido encima del libro de historia de la magia.

— ¿Qué no sabes que pasa a los quince? —pregunta Jin hacia Namjoon, aun cuando fue Taehyung quien preguntó.

—Eh… ¿No? —balbucea confundido. Él no preguntó nada.

—Tanto cerebro para nada—Jin le da un pequeño golpe en la sien—. Has memoria.

—Tengo memoria eidética. Puedo recordar todo desde que cobré consciencia—aclara Namjoon y Taehyung se lleva una mano al pecho, sorprendido—, por eso no entiendo que tienen de especial los quince años. Sé más claro. —exige Namjoon. Su memoria perfecta es solo un bonus a su capacidad intelectual.

Una cosa es memorizar y otra entender: él tiene ambas, por eso es el mejor estudiante del colegio.

—Ay por- Oh, claro, eres precoz—Jin cae en cuenta de su pequeño error—. Por lo general, el primer celo de un Alpha viene a los quince años.

—Estas queriendo decir que… —tienta Taehyung, volteando hacia donde Hoseok trata leer.

—Sí, va a tener su primer celo pronto. No está acostumbrado a las hormonas y por eso se irrita. Es como una mujer Beta u Omega con periodo—explica Jin apoyando los codos en la mesa—. Cuando reviente, va a querer quedarse acostado en su cama una semana.

— ¿En serio? —ríe Namjoon con aire pícaro, Jin abre la boca y mira a Yoongi que solo despierta por el golpe a la mesa dado por el legeremante.

— ¿Qué...? —balbucea Yoongi, adormilado.

—Eso no va a pasar ¿Estás loco? —dice Jin entre dientes.

Taehyung queda confundido, viendo a los dos mayores. Se resigna a esperar que la respuesta llegue eventualmente. Jin tiene cara de susto y desaprobación, Namjoon un gesto pícaro y Yoongi está a punto de volver a dormir.

—Hoseok va a tener su primer celo—comenta el Namjoon a Yoongi, el cual arruga la cara. Pierde la modorra con esa simple frase—. A saber cuándo pasará.

— ¿Y que se supone que va a hacer? —pregunta Yoongi.

—A menos que haya alguien dispuesto a acompañarlo va a quedarse solo en una habitación. Fuera de Hufflepuff. Lejos de todo el mundo—cuenta Jin de modo lastimero—. Suelen ser de tres días, a veces cinco—Continua jugando con la pluma negra—. Le darán unos calmantes en la enfermería y días libres hasta que pase.

—Eso suena muy triste—Taehyung hace puchero y se encorva—, no he visto a ningún Alpha de Hufflepuff  solo. Todos tienen compañeros. —comenta el Beta pensativo, dando toques a su barbilla.

—Quien sabe—suspira Namjoon levantándose—. Llevaré a Hoseok a la enfermería para dar el aviso al enfermero, le de llos calmantes, el permiso de faltar a clase y lo demás… Tae, acompáñame, vas a firmar para ser quien lo supervise en horas de almuerzo o desayuno. —El Beta asiente cerrando los libros y guardándolos en su bolso.

Hoseok apenas se dio cuenta de que le hablaron y a regañadientes fue con ellos, balanceándose en sí mismo, con la cara roja y gruñidos intermitentes. Yoongi se estira en la mesa, irritado por la idea y no saber qué lo molesta en específico. Jin se acerca demasiado a él, hasta el punto de susurrarle al oído.

—Se su compañero. —dice Jin y Yoongi arruga la cara.

— ¿Qué mierda dijiste?

—No puedes engañarme, quieres hacerlo, al tu parte de  Omega. La que ya lo considera su Alpha y quiere pasar el celo con él—explica encogiéndose de hombros, cruzando la pierna—. Es una respuesta natural, no tienes de que avergonzarte. —asegura Jin con una sonrisa pícara y ligeramente nerviosa.

—No me avergüenza. —discute Yoongi.

—Sí lo hace, al menos un poquito. No te preocupes ¡Todos somos así! —miente Jin para hacerlo sentir menos excluido o tonto. Yoongi está apenado y nervioso. Lo oculta bien en su molestia.

—Es que…—Yoongi hace mala cara, más incómoda que molesta. Jin asiente leve y lo toma del brazo, dándole un apretón cariñoso.

—Tranquilo, yo puedo ayudarte con lo que necesites. Yo ya pasé por esto—Yoongi se muerde el labio inferior y desvía la mirada—. Te prestaré algo para que no te muerda, voy contigo a que hables con Jihyo y como sabes el hechizo para el olor, estás listo para acompañarlo.

— ¿Por qué Hoseok querría tenerme de compañero para empezar? —Yoongi no comprende cómo Jin tiene la certeza de que Hoseok lo va a querer ahí.

—Porque lo poco que se entiende de su cabeza, es que quiere morderte y llevarte con él a un salón vacío para hacerte de todo—ríe Jin y Yoongi enrojece—. Lo que más lo molesta es que todos estamos muy juntos y no puede acercarse a ti ¡Aparte de eso!: no quiere que estés forzado a aceptar, por eso se aleja.

—pero yo no-

—Ya te lo ha dicho—interrumpe Jin con suavidad y gesto preocupado—. Eres el Omega más bonito que ha visto… No tienes que asustarte por nada—Yoongi aún no luce seguro—. Pregúntale, te aseguro de que te dirá que si.

—No.

Muy bien, esto es muy incómodo.

— ¿Lo pasaras solo entonces? —Yoongi se cruza de brazos, queriendo esconderse y llorar de la vergüenza. Vino muy seguro y convencido, solo para ser recibido con ese rechazo.

Va a golpear a Jin.

—Es que—Hoseok jadea, suda profusamente y su olor es fuerte en comparación a otra veces—. N-no entiendo qué pasa. S-sé que es el c-celo, Namjoon me explicó, pero… es… extraño—luce incómodo y no deja de abrazar su estómago—. Pienso cosas… raras y no me gusta ninguna de ellas. —dice con mandíbula temblorosa.

—Jin dice que es sobre mí. —comenta Yoongi. Hoseok enrojece y maldice a Jin ¿Por qué tiene que exponerlo? Maldito traidor..

Y que puta vergüenza.

—Todo lo que pienso te haría daño y yo no—Hoseok se ahoga con su propia saliva y gimotea—, no me gusta dañar a nadie, no soy así; no soy ese tipo de Alpha y… no…—Esconde el rostro entre sus manos y atrae las piernas hacia su pecho. Asustado de que ese instinto lo lleve a hacer algo grave a Yoongi y el Omega lo odie.

—No importa, seré tu compañero. —afirma Yoongi rascándose tras la oreja, Hoseok se descubre el rostro. Ojos aguados, mejillas y nariz roja, piel empapada en sudor.

— ¿De verdad quieres estar conmigo?

—Solo hay un par de reglas. —advierte Yoongi.

—Te escucho.

Chapter 22: Compañeros no oficiales

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  1. No morder, no somos compañeros.
  2. Si duele mucho, te voy a detener.
  3. No hablaremos de lo que pasó frente a nadie.
  4. Esto es por el celo. Aun no vamos a repetir esto cuando termines.

A pesar de lo grave del estado de Hoseok, pasó alrededor de una semana para que Hoseok entrara en celo. Fue evidente cuando empezó, no solo el olor y estar viendo fijamente a Yoongi, también estuvo a punto de golpear a alguien que se acercó más de la cuenta al Omega. Yoongi hizo lo acordado: llevárselo a una habitación en Slytherin que se preparó para esto. A Hoseok le gustó y Yoongi la encontró muy cómoda. Perfecta para ambos. Se encerraron juntos en la habitación, quitándose la túnica y dejándola en una silla.

— ¿Me escuchas?

—Estoy en celo, no sordo. —bufa de mal humor, afiebrado. El uniforme le da demasiado calor, quiere meterse en agua fría y dejar de sentir que va a derretirse. Yoongi lo ayuda a desvestirse y no romper nada en el proceso.

—Solo queria cerciorarme. —Excusa Yoongi. Nota que las manos le tiemblan. Consecuencia del aroma de Hoseok y más importante aun, empezar a comerlo con la mirada. Hoseok tiene el cuerpo muy bien trabajado gracias a ser deportista y bailarín.

Puede decir: gracias Quidditch y baile, me han dado una buena vista.

Hoseok trata de tomarlo para besarlo y derribarlo a la cama, pero Yoongi lo detiene.

—Nono, no, cálmate. —Hoseok gimotea impaciente, pero sin forzar sus intenciones.

Yoongi se deshace de su uniforme, inseguro de si quitarse el pantalón, muy tímido de lo expuesto que está; toma valor de tirarlo a un lado y quedar con camisa y ropa interior. Temblando de pies a cabeza por los nervios y la expectativa de lo que sucederá, sube al regazo de Hoseok. Cuando está sentado en él, Hoseok no demora en tratar de morderlo en el cuello. Atina al collar y Hoseok da suaves tirones.

Acaba en un chillido triste y aliviado. No va a morderlo por error. La prenda está hechiza. Es imposible abrirla a menos que sea quien conozca el hechizo y palabra clave. La mente nublada de Hoseok solo atina a pensar en dos cosas: aparearse con el Omega y repetir las reglas que puso, así no las va a olvidar ni va a arruinar este momento.

Yoongi lo toma del rostro para iniciar el beso. Hoseok muerde los labios delicados, así como invade su boca con la lengua. Es placentero, así como un alivio no salivar de más.

Yoongi se sorprende al sentirlo, más aún al ver el bulto levantado; sabe de la hipersensibilidad, no creyó que fuera extremo. Inseguro al respecto, lo acaricia y aprieta por encima de la tela, con Hoseok mordisqueando bajo su mandíbula y el lóbulo. Jadea a medida que la tela de la ropa interior de Hoseok y la suya se humedecen; Hoseok mete las manos por debajo del bóxer, apretando las nalgas de Yoongi.

Este da un pequeño chillido por la sorpresa y sin tratar de alejarse. Yoongi tiembla, asustado y tímido. Baja la liga de la ropa interior, permitiendo que el miembro erecto de Hoseok quede a la vista. Traga grueso, intimidado por el tamaño y la consciencia de en donde va a entrar.

—Yooongi… —lloriquea Hoseok, desesperado de que Yoongi lo detenga y se quede quieto.

—Eso no va a entrar. —Exhala Yoongi. Todas sus defensas y fuerza se fueron de vacaciones en este momento. Hoseok lo gira y pone en la cama, recostándose encima de él. Yoongi respira profundo, con el miembro de Hoseok presionado en su muslo.

—Sí va a entrar. —Hoseok lo toma de la cara y le da presionas, moviendo la pelvis.

—Va a doler. —queja Yoongi entre dientes. Recibiendo besos en la mejilla, sien, oreja.

—No te asustes tanto. Va a salir bien. —asegura Hoseok con voz rasposa.

Yoongi se preguntó si Jimin fue igual de torpe la primera vez. El Omega casi dio un brinco por la sorpresa, que Hoseok bajara y le empezara a hacer sexo oral hizo que que sus neuronas dejaran de funcionar. Tiembla, tenso en la cama con Hoseok encima. El Alpha succiona con fuerza, ojos entrecerrados y respiración pesada, sonriendo atontado al lograr que Yoongi llegue al orgasmo.

Yoongi se frota el rostro, jadeando y con una capa de sudor brillante en todo el cuerpo—. Eso es trampa…—gimotea Yoongi. Quien ve estrellas y destellos alrededor, con el cuerpo hirviente y las palabras empezando a desaparecer de su cabeza.

El placer, la sensación en todo su cuerpo y el aroma de Hoseok lo están idiotizando.

—Y-ya…—balbucea jadeando, con el cabello desparramado en la cara debido al sudor.

Hoseok empezó a meter dedos por el culo de Yoongi, abriéndolo y generando más placer en el Omega que ya no sabe qué pasa. La ropa termina de desaparecer, exceptuando la camisa de Yoongi y cuando Hoseok intenta quitársela, el Omega lo impide.

Aprieta los ojos y la boca, sus piernas a cada lado de la cadera de Hoseok. El Alpha se presiona contra él, introduciendo lentamente su miembro; Hoseok suelta un suspiro lánguido, aflojando todo el cuerpo una vez está del todo dentro. Frota la mejilla con la de Yoongi, quien da pequeños lloriqueos y se le escapan algunas lágrimas.

—N-no te muevas. —dice Yoongi, casi sin aire. Hoseok lo empieza a besar de nuevo y lo estimula con una mano. Yoongi se arquea al momento en que sucede el primer embiste, exhalando con fuerza.

Le dio un golpe en la cabeza, apenas notable; Hoseok se queda quieto un par de minutos más, entretenido en los besos, el calor corporal que lo rodea, el frío mágico con el que se trata de enlazar; la mezcla de sensaciones es abrumadora y alucinante. Siente su corazón alborotado y le nota el tinte temeroso en la mirada, así como la magia inquieta. Hoseok jadea, iniciando un movimiento constante; la habitación se llena del ruido de choque entre la piel de su ingle y los glúteos del Omega.

Yoongi empezó gemir en voz cada vez más alta, pensamientos inconexos e incomprensibles. Sus hormonas brotan erráticas y su agarre a la magia de Hoseok se hace violento. Un sonido agudo salió al mismo tiempo que el orgasmo lo atacó. Hoseok gorgorea de gusto, volviendo a besar a Yoongi en el rostro.

—Eso… quiere decir que no te estoy haciendo daño ¿verdad? —dice Hoseok entre besos, con sus hormonas saliendo para pelear con las de Yoongi. Tratar de impregnarlo y que todos lo tengan claro una vez salgan de aquí. Yoongi se lo queda mirando.

Ladea la cabeza, respirando agitado.

Es… lindo.

Hoseok es un Alpha muy tierno.

—Sí, está bien. —responde Yoongi, entrelaza las manos en el cuello de Hoseok.

Cuando el clímax de Hoseok estaba al punto, la frustración de no poder morder a Yoongi lo ofuscó; resolvió en tomarlo del cuello, asfixiándolo con suavidad, sin que sea una amenaza. Yoongi aprieta las piernas alrededor de la cadera de Hoseok, gimiendo más fuerza y constante; se hunde en la cama cuando el semen lo llena.

Gime sorprendido por ser puesto debajo de repente, con el pecho pegado a la cama y lo demás levantado. Hoseok le rasguña los muslos, se recuesta en la espalda de Yoongi y empieza a moverse de nuevo. A pesar del orgasmo, la sensación de que no es suficiente genera adrenalina y no siente ni siquiera el temblor del orgasmo.

Lo único que falló es que acaba por romper la camisa de Yoongi y por ende la espalda queda a la vista.

— ¿Qué hacen?

El grupo de Alphas gira atrás, donde Jimin está de pie. Sujeta su brazo tras la espalda. Viéndolos fijamente. Uno de ellos bufa:

—Jimin, haznos un favor… y piérdete.

—Yoongi está con Hoseok ahí ¿Qué hacen? —insiste Jimin con gesto poco común en él, ladeando la cabeza. Parece molesto.

—Escuchando qué tan bien le va a Yoongi ahí dentro—dice uno con tono burlista—. No molestes ¿Quieres? Si te quedas callado, no dejaremos que nadie entre a tu cuarto, aprovechando que él no está para defenderte. —chuchea.

—Estarán ocupados entrando con Yoongi. Va a estar bien abierto. —dice uno en voz baja, entre risas.

—No lo harán. —sentencia Jimin.

— ¿Oh? ¿Y quién lo va a impedir? ¿Tú? Dinos co-

Adentro de la habitación no escucharon el golpe, tampoco que tuvieron audiencia por un buen rato. No importaba. Era mejor así. Jimin pudo estar tranquilo en su habitación escribiendo en el mismo diario de siempre.

Chapter 23: Apreciación mutua

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Lleva más de media hora solo viendo la nuca cubierta de Yoongi. Su celo terminó y nunca ha estado tan cansado, pero satisfecho. Sin nada de lo que arrepentirse. No cree que haber roto la camisa de Yoongi haya sido malo, a pesar de él reclamó brevemente en algún punto.

Molesto porque el Alpha viera las cicatrices en su espalda.

No son grandes, tampoco evidentes o que se puedan apreciar entre la oscuridad, sino más bien desde el tacto. A Yoongi lo molesta, lo avergüenza y más considerando lo enrollado que está en la sábana. Hoseok lo abraza por la espalda, lo hace temblar. Sabe que no querrá hablar del tema, sin embargo, Hoseok es experto en sacar a colación temas difíciles y luego pedir perdón por entrometido.

— ¿Por qué tienes marcas en la espalda? —pregunta Hoseok con voz adormilada.

—No quiero hablar de eso. —responde Yoongi en el mismo tono.

—No se lo diré a nadie y no preguntaré nada más nunca si me dices—asegura Hoseok haciendo puchero y Yoongi aprieta los labios, tenso—. Puedes confiar en mi… Es malo tener cicatrices. —aprieta el abrazo, de la misma manera su magia abraza la de Yoongi para darle confianza. Siendo sumisa a la oscuridad de Yoongi para demostrar que puede confiar en él.

Estuvieron quince minutos silencio, Yoongi pensando y tomando suficiente valor para decirlo. No se trata de vergüenza, sino de incomodidad a recordarlo y mucho más a exteriorizarlo.

—Cuando… era más pequeño—murmura Yoongi, jugando con la esquina de la sábana—. Mis padres querían que desarrollara mi magia pronto. También que me comportara. Siempre he sido tranquilo, pero solía llorar mucho. Consideraban castigarme a golpes era la mejor solución: mi magia brotaría para defenderme, desarrollaría aguante al dolor, que llorar no solucionaría nada sino que lo haría peor. Es muy normal entre familias antiguas. Al menos eso tengo entendido.

— ¿Funcionó? —pregunta Hoseok en tono entristecido, arrepentido de haber preguntado.

—Sí. Pasó cuando tenía cuatro años. Rompí todos los vidrios de la mansión; mi mamá golpeó con una pared y a mi papá se le clavó un vidrio en el ojo; ahora tiene menos visión a la derecha. —concluye Yoongi, metiendo la cara en la almohada.

—Supongo que no te volvieron a poner una mano encima. 

—Sí lo hicieron, pero ya no usaron la fusta. Se dieron cuenta de que iban a arruinar la posibilidad de casarme—Hoseok se arrepiente profundamente de haber preguntado. No quiere saber. Le causa generar pensamientos horribles hacia la familia de Yoongi—, solo cachetadas. Se dieron cuenta de que tengo la piel muy débil, así que dejaron de hacer esas cosas. No han conseguido como arreglarme la espalda.

—Yoongi-

—No me gusta que nadie las vea. Tampoco recordarlo. Me hacen sentir como un animal. Ya es suficiente que me crean una yegua por mi casta.

—Sé que nadie podrá hacerte sentir así. Eres demasiado fuerte para permitir que pasen por encima tuyo—dice Hoseok con una sonrisa, animado—. Además, solo quedan dos años para que seas mayor de edad y puedas irte. Mi casa aun es una opción.

— ¿Por qué…?

—Porque me gustas mucho, me gusta verte feliz y voy a ayudarte en todo lo que necesites. —Hoseok le da un beso tras la oreja, Yoongi acaba por esconder la cabeza bajo la sabana. Avergonzado.

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— ¡ESE EXAMEN ESTUVO HORRIBLE!

—Aun no han visto nada. —dicen Namjoon y Jin en tono lúgubre, en perfecta sincronía.

— ¡ODIO POCIONES, ODIO TRANSFORMACIONES, ODIO… ! —Los lloriqueos de Taehyung son un escandalo.

—Los exámenes—termina Jimin en una risa, viendo a Taehyung golpeándose la cabeza contra el suelo, todos echados en uno de los jardines del castillo—. No estuvieron tan mal.

—La verdad no. —bosteza Yoongi.

—Lo dice el que estuvo dos días sin estudiar nada antes de lanzarse de cara, así que lo siento, pero eso debió ser pan comido. —comenta Jin riendo animado. Taehyung blanquea los ojos y Yoongi bosteza de nuevo.

—El único horrible fue el de pociones, el de Transformaciones estuvo bastante bien. —dijo Hoseok en una nebulosa distinta.

Sus exámenes fluyen a la perfección. Como si hubiera quitado el tapón que impedía a su intelecto y conocimientos salir. Pociones fue la única dificultad de momento, las demás materias fueron sencillas. Defensa contra las Artes oscuras, Encantamientos, Transformaciones, incluso Historia de la Magia; lo más molesto de este, es que estuvo bostezando todo el rato al escribir un ensayo en sesenta centímetros de pergamino.

Una de dos opciones: lo hizo peor que nunca y está confiado en que no va a reprobar el año, pero lo hará; sí lo hizo todo bien y no debe preocuparse de nada durante las vacaciones. Da un brinco por Jungkook chasqueando los dedos delante suyo.

— ¿Hobi a tierra? ¿Estudiaste para criaturas mágicas? —pregunta Jungkook,  Hoseok niega con la cabeza, lo único que tendrían que hacer es tratar con alguno de los animales que ya trató. No hay mucha ciencia.

Lo que le preocupa en este momento, es Astrología.

—Jungkook ¿Hablas de otra cosa que no sea eso? —pregunta Taehyung, teniendo la impresión de que es el único tema que Jungkook conoce. Jungkook baja la mirada y se arrima hacia Jimin.

—Lo hace, pero le da pena. —ríe Jimin acariciando la espalda del Alpha escondido tras él.

Es igual a esconder un hipogrifo tras un Escarbato.

—No lo ayuda que sigues excusando su pena. —recrimina Taehyung.

—Aunque no lo crean, esto ya es mucho para él, avanza de a poco—Lo fuerza a que salga de detrás de él y le da un beso a la mejilla de Jungkook—. Es como Yoongi, solo que tímido en lugar de amargado—El Omega levanta la cabeza del suelo solo para verlo con mala cara—. Y aquí los ven, dando todo de sus capacidades sociales.

—Tiene razón en eso—comenta Jin, apoyando las manos atrás suya—. Jungkook no habla con nadie en Gryffindor—afirma el legeremante—. Ni siquiera de criaturas mágicas. Que lo haga con nosotros, es porque nos tiene la confianza de conversarlo.

—No vuelvan a criticar a Kookie por hablar mucho de hipogrifos, es sinónimo de amor. —dice Hoseok sonriente, abrazando al Alpha que enrojece. Por seguir el juego, los demás abrazan lo imitan. Excepto Yoongi. Él permanece apartado y arrugado la cara.

A veces son tan tontos.

Hoseok le alcanza el brazo y lo jala para que se una a este abrazo. Yoongi no tiene más opción que aceptarlo. Estuvieron casi toda la tarde allí, hablando; Jungkook logró, de forma torpe, sacar otros temas de conversación que Jimin seguía de inmediato. Yoongi se toma la libertad de estar todo el rato recostado de Hoseok, durmiéndose en algún punto.

Es muy lindo estar así, con dos personas con las cuales puede dormirse sin estar alerta a que pueda haber peligro. Antes era solo Jimin, ahora también Hoseok. Con el tiempo, todos los demás le brindarían la misma calma.

Aunque nunca más que su Alpha.

Chapter 24: Calificativo cromático

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Los exámenes terminaron y se respira la calma en cada rincón de Hogwarts. Algunos tristes, otros nerviosos, pero el estrés se desvaneció. Eso queda reservado para el próximo año. Por ahora, pueden relajarse hasta recibir sus notas, llorar de alegría o dolor y volver a casa. Tienen dos semanas para no hacer nada y disfrutar del enorme castillo.

Jimin y Jungkook lo aprovechan para para estar juntos todo el tiempo. Yoongi quisiera comprender como no es incómodo estar día y noche hablando con alguien que te vio desnudo, de la forma más embarazosa posible y toda la practica sexual en sí.

No evita a Hoseok, todo sigue su curso natural como manada “no oficial”; sin embargo, algunas veces siente un repentino ataque de vergüenza, consecuencia de que Hoseok se lo quede mirando, embobado y dejando fluir sus hormonas. Haciendo evidente su deseo de volver a tener relaciones con Yoongi.

Después de todo, estuvo fenomenal. No perdió el control, no hubo accidentes (más allá de la camisa de Yoongi), por lo que para Hoseok no existe razón por la que el Omega lo rechace.  Cumplió cada regla que el Omega le impuso. Hoseok ignora deliveradamente que Yoongi lo advirtió: no volvería a suceder pronto. Hoseok se pregunta ¿Como lo reprime?

Mientras Yoongi tiene vergüenza natural por sobrepensar en esos tres días, Hoseok una descarga imparable de hormonas, llevándolo a un enorme anhelo de tener a ese Yoongi afectuoso y mimoso con él en la cama.

Las calificaciones llegaron y el cuchicheo en el gran comedor no se hace esperar. En la mesa de los leones y tejones se escuchan suspiros, palabras de alivio por ver un “Aceptable” como calificación de Pociones. En Slytherin, solo burlas a los promedios más bajos para destacar la inutilidad y demás.

— ¡AH! ¡ACEPTABLE EN POCIONES! —Taehyung alza los brazos con el pergamino en mano, victorioso de su logro. Con eso se conforma en pociones, ver esa “A” en Historia de la Magia lo molesta. Estudio mucho, pero no fue suficiente.

—Con esta redacción horrible, que no te sorprenda un aceptable. —Regaña Jin, alzando una ceja ante el texto largo, de bonita letras, pero que le cuesta comprender. Los exámenes de todos desperdigados en la mesa de Ravenclaw. Ellos no hablan de calificaciones en el gran comedor.

—Aprobaste todo, luego te preocupas de subir esas notas. —Anima Namjoon, Taehyung sonríe encogiéndose de hombros, contento por el notable orgullo de Namjoon por sus calificaciones.

En definitiva, lo está con todos. Ya no recuerda ni cuentas vueltas la gira tiempo tuvo que dar para ser tutor de todos.

—T-tengo miedo de pociones. —Admite Hoseok en un balbuceo, sin querer ver su examen o la boleta completa.

—Si Tae pasó, tu también. —Afirma Jin con una risilla.

—Ábrelo y ya. —anima Jimin.

—“Ábrelo y ya”—arremeda Hoseok haciendo una mueca y Jimin lo ve mal—. Lo dice uno de los que tiene solo “E” en sus exámenes ¿¡Cómo lo hacen!? —Pregunta entre dientes sin entender nada. Jimin parecía más libre que estudioso por los exámenes.

—Estudiamos desde el primer día, no lo dejamos a última hora como todo el mundo—Responde el morpho—. Anda, abre, quiero ver, quiero ver.

Con miedo revisó todos los exámenes, evitando el de pociones. Inicia con supremacía de “S”. En encantamientos, Historia de la Magia y DCLAO una “E”; finalmente debe ver su examen de Pociones. Dio tal chillido que Taehyung quedó en ridículo.

— ¡UNA S! ¡SAQUÉ S! —Hoseok sacude a Yoongi. Corrió y apartó a todos del medio para quitar a todos de en medio para ir directo a él—. NUNCA TUVE NADA MEJOR A UNA “A”.

—Felici-

Hay un prolongado silencio en el gran comedor, consecuencia del beso a Yoongi. Este da algunos golpes a Hoseok para que se detenga. No le gusta hacer esto en público. El Alpha a nada de cargarlo por lo mucho que lo inclina atrás en un abrazo. Al detenerse pasa algo que nadie –a excepción de Jimin-, vio venir o siquiera pensó que fuese posible:

Fue una pequeña explosión, el cabello de Yoongi se hizo rosado opaco de golpe. Diferente al negro carbón de siempre. Hoseok casi lo deja caer de la impresión. Yoongi se aparta, con la cara colorada y haciendo su cabello crecer hasta cubrir un poco sus ojos. Sus pómulos y puente de la nariz se llenan de pecas cobrizas.

—Mo-momento… —tartamudea Hoseok, apuntándolo.

— ¡ERES UN MORPHO! —Señalan al unísono. Jimin se ríe, su cabello rosa pastel en el cabello. Yoongi mira mal a todos alrededor, que no tardaron en girar y alejarse para no llamar la atención del Slytherin.

— ¿¡Ni siquiera tú sabías!? —Dice Taehyung sorprendido de ver a Jin confuso.

— ¡Nunca piensa en eso de manera superficial! —justifica el legeremante.

— ¿Por qué nunca lo dijiste? —pregunta Taehyung con las manos en la cabeza.

—O nunca lo usas. —Balbucea Jungkook.

Jimin luce tanto ser un morpho que es claro que le encanta. Yoongi es la antítesis.

—Porque no quiere llamar la atención. Los morphos somos muy raros, mucho más en Omegas. La mayoría son Betas—Explica Jimin, Yoongi sube la capucha de su túnica para cubrir la melena que se vuelve cada vez más rubia—. Además, le gusta su cabello negro y no quiere fingir algo que no tiene.

—Tampoco quiero cambiar nada. —Murmura Yoongi.

—Ya eres hermoso ¿Qué cambiarías?

El comentario se le escapa a Hoseok y Yoongi vuelve a tener el cabello rosa. Hoseok solo rememora el par de ocasiones en las que creyó haber visto reflejos coloridos en el cabello del Omega. Pensó que la luz o que alucinaba. Sucedía cuando avergonzaba en extremo a Yoongi, aparentemente eso lo hace perder el control de su capacidad:

Que Hoseok lo avergüence.

El Alpha piensa también que siendo morpho, Yoongi podría esconder las marcas en su espalda y no lo hace. Tal vez está mentalizado a que están ahí y no las esconde.

—Si ya no tenemos clase ¿¡Por qué no vemos que tanto pueden hacer!? Dos morphos ¡Es genial! —exclama Taehyung.

—Yo no-

—Será divertido ¿Sí? Solo un rato chiquito. —pide Jimin, suplicante. Nunca puede jugar con Yoongi.

—En la Sala de Menesteres para que nadie nos vea. Vamos, vamos. —Hoseok lo toma de la mano y sacarlo del gran comedor, con el resto tras él.

—No me gusta esto. —Murmura Yoongi tirando de la tela para cubrirse.

—Cuando dejes de rechazar lo que eres, comprenderás que eres muy bello, muy especial y esconderlo solo produce que no se pueda confiar en ti—justifica Hoseok, que camina a saltos y sin dejar de llevar a Yoongi—. ¿Por qué crees que Jimin salta a tu defensa y te excusa siempre? Puedes confiar en mí, en los demás… Déjate ser y déjate querer. —dice en la escalera, abrazando a Yoongi con fuerza tras quitarle la capucha.

El color rosa en la cabellera de Yoongi se intensifica. Él enrojece con más pecas en él rostro. Pudo ir lo que resto del camino sin problema, entrando a su destino y quedarse con la mano de Hoseok agarrada.

—S-sí confío en ustedes. —dice Yoongi, nervioso. Los demás van entrando y Yoongi acaba por decir en voz muy baja—: confío mucho en ti.

Prrruuuuuu~ Hobi está feliz. —Ronronea en coreano, con una de las manos en la mejilla.

Yoongi aun con el cabello rosado y Hoseok platicando alegremente con este.

Chapter 25: Regreso a la realidad

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—Es la primera vez que siento que este compartimiento es pequeño y apretado. —comenta Taehyung

—Nunca habías estado con siete personas aquí al mismo tiempo. Por eso. —dice Jin.

—Ouuh…

Van apretados en un mismo compartimiento de tren. Es el camino de regreso a casa por vacaciones de verano. Hoseok no puede estar más feliz por volver al siglo veintiuno, la academia de danza, con su hermana ¡Ah! ¡No puede esperar para verla en la estación de trenes! Quiere presentarle a Yoongi. En eso cae el detalle horrible de las vacaciones:

Estaría más de un mes alejado de Yoongi. No todo en la vida puede ser tan bello. Sobre todo, con las tareas de verano que tiene encima. La parte buena es que tiene excusas para enviarle cartas. Disfrazar todo con ayuda para la tarea de pociones.

— ¿Alguno de ustedes tiene WhatsApp? ¿Instagram? ¿Facebook? ¿Naver? —pregunta Hoseok esperanzado. Jimin y Yoongi hacen una mueca de confusión.

—No. —responden ambos Omegas a la vez.

—Yo si lo tengo, pero no llega muy buena señal a mí casa por protecciones. La magia la bloquea ¿Sabías? —cuenta Jin y Hoseok da un quejido de molestia.

—Estoy en las mismas, vivo bastante lejos de la ciudad. —responde Jungkook. Hoseok sopla, haciendo ruiditos. Se culpa por ser tan optimista. Es el único que vive en total contacto con muggles.

Cuando Jungkook, Taehyung y Namjoon tienen un contacto parcial. La diferencia es que tienen un contacto menor al suyo.

— ¿Por qué no usas la lechuza? Para algo la tienes. —recrimina Taehyung.

—Es un fastidio escribir papeles con tinta. Además ¿Sabe cómo ir a casa de ustedes? No la entrene para nada. —lloriquea Hoseok. Si tan solo tuviera una familia con más dinero, trataría de cambiar esto y así todos hablarían por celular.

—Están hechas para saber a dónde llevar el mensaje siempre y cuando coloques un destinatario. —informa Yoongi estirando los labios.

—Oh—Hoseok saca los labios y parpadea repetido. Ahora se siente tonto por dejar a su lechuza tan aburrida en vacaciones—. Igual, tengo que usar pergaminos o papel fino. El papel normal casi no sirve, Beth es muy quisquillosa y apenas pongo peso ¡Se queja! ¡Me picotea! Mi lechuza es muy floja y refinada para para ser mensajera. —Hoseok recuerda los rasguños y picoteos. Más de una vez le ha sacado sangre. Mientras más ligero mejor. Está convencido de que su lechuza no quiere trabajar. Solo dormir, comer y volar cuando ella quiere.

— ¿Tienes algo? —pregunta Jungkook a Jimin. El morpho a tenido el cabello azulado grisáceo muy oscuro. Dentro de poco llegará a negro, coincidiendo con la llegada a la estación.

—Nada, estoy bien. —afirma Jimin sonrisa falsa, Jungkook se recuesta de él.

— ¡Hey! Quiten las caras largas—ordena Hoseok dándole toques a Jimin en el muslo—. Debo presentar de buena manera a mis amigos. Mis padres estarán felices con todos—dice con voz nasal, estirando la mejilla de Jimin—. Seguro que a mí hermana le gustas.

La cabellera toma un color más claro y suave al tiempo que el Omega da una pequeña sonrisa y asiente con la cabeza.

— ¡HOBI!

Hoseok es casi derribado por quien se lanza encima, abrazándolo y chillando a la misma vez. Hoseok da una vuelta cargando a una chica baja con rostro similar. El Alpha le da un sonoro beso en la mejilla mientras los demás dejan los baúles en el suelo.

— ¡Estás más alto!

— ¡Fue un todo un año escolar! Uno atareado—Ella sonríe aún más, dando un último abrazo—. Los presento~ Ella es mi hermana, Jung Ji-Woo. Ellos son Jungkookie—este se esconde levemente tras Jimin—. Es penoso, dale tiempo; a Tae ya lo conoces; Jin-

—Sí, soy un Omega hermoso y mis labios son así de rosados naturalmente. Aspira a tener este rostro tan perfecto. —dice Jin. Le guiña y lanza un beso. Jiwoo enrojece y boquea hacia su hermano.

—Lee mentes, hace eso todo el tiempo—dice Hoseok sin ocultar su molestia—; Namjoon, puede prestarte los libros que quieras si se los pides—Este asintió con una sonrisa amable—. Jimin, una de las personas más amables del mundo.

—Un gusto conocerte. —saluda Jimin con una reverencia con la cabeza.

— ¿Pueden pintarse el cabello en tu colegio? —pregunta Jiwoo sorprendida por el tono extraño.

—Oh. No, es algo que yo hago ¿Qué color te gusta?

— ¿Rojo? —Desde las raíces, el cabello de Jimin cambia de color y Jiwoo aplaude—. ¡Es genial! ¿Qué más puedes hacer?

Jimin, quien se rió avergonzado, pasa la mano por su rostro, que al quedar descubierto era el mismo que el de Jiwoo. El cabello se alarga y su fisionomía cambia hasta el punto en que la ropa de este se ve un poco grande. Jiwoo chilla agarrando el brazo de Hoseok. El alpha la agarra por igual. Ahora tiene un nuevo miedo en su cabeza.

—M-muy bien, eso es un poco escalofriante. —balbucea Hoseok y Jiwoo asiente.

— ¡Aquí están! Tardaban tanto que creí que había pasado algo. —Hoseok saluda con la mano a su madre que viene seguida de su papá. Finge que no está aterrado de que Jimin sea un clon de su hermana.

— ¡Un momento! ¡Que aún falta alguien! —impide que se muevan,. Sus padres al borde de un infarto por ver a dos de Jiwoo. Jimin cambia de forma con rapidez al verlos tan asustados. Hoseok aparta a todos y toma a Yoongi del brazo para ponerlo al frente—. ¡Él es Yoongi! A que es un Omega bonito ¿Verdad que sí? ¿Verdad? ¿verdad? Es muy bonito. —El par de adultos reprimen lo que piensan. Un simple:

¿Por qué tanto entusiasmo con él? Yoongi tan solo hace una reverencia con la cabeza. Jimin regresa a su aspecto normal y se sigue riendo de la cara de Jiwoo.

—Es un placer conocerlos a todos, aunque no sabemos sus nombres—Saluda la mujer con torpeza—. ¿No viene nadie por ustedes? Podemos llevarlos a sus casas… comprar algo de camino. —propone animada.

—Mis padres vendrán por mí y por Jimin, gracias de todos modos. —responde con cortesía.

—Los míos también vienen, aunque no sé cuánto tarden en venir. —resopla Namjoon. Jungkook no dijo nada, con la cabeza agachada y mordiéndose los labios.

—Vienen en… Auto ¿no? —balbucea el Sr. Jung, sin idea de cómo hablar con gente mágica. Esto no deja de ser confuso para él.

—Creo que van a aparecer cerca. No se preocupe por eso. —dice Jimin con una sonrisa.

—Podemos ir a la entrada de la estación. Esperaremos ahí. —Namjoon da un par de toques a sus dos enormes baúles para encogerlos. Siendo un lugar tan concurrido por magos adultos que no sabrían que fue él, un menor de edad sin permiso. Repitió el proceso con los demás. Jiwoo ve todo maravillada.

—Gracias a Yoongi aprobé con mayor notas pociones, mamá ¿A que es genial? —celebra Hoseok, andando junto a su madre—. Pociones es horrible, pero como él es de Slytherin, tiene en las venas entender más.

—No es mi culpa que pongas de excusa algo como eso. —queja Yoongi.

—Es la realidad. —justifica Hoseok.

—La realidad es que no estudiabas lo suficiente. —afirma Yoongi.

—Y tú me ayudaste a hacerlo y sacar un “Supera las expectativas”. —festeja Hoseok con una sonrisa.

—Es mérito propio. No digas estupideces. —chista Yoongi.

—Que eres un buen maestro. —Insiste Hoseok.

—Mejor que tú sin dudas. —burla Yoongi.

—No me insultes frente a mis padres. —pide Hoseok, sacudiéndolo del brazo.

—No lo hago. —dice Yoongi con tono aburrido.

—Y yo que te presente como un Omega bonito… Ahora diré que eres un Omega hermoso. Con ojos de gatito y las mejores calificaciones del año. —Yoongi se rió dándole un empujón, todos saliendo de la estación Nueve tres cuartos y acercándose a la salida.

—A veces te pasas de-

—Yoongi.

Jiwoo respinga por notar el cabello negro de Jimin. Es repentino mientras le mostraba cómo puede cambiar su aspecto. Yoongi cambia de expresión al notar a sus padres. Ambos visten de forma tan costosa que difieren con el lugar tan corriente. Jimin suelta a Jungkook y se acerca a Yoongi, un paso por detrás de él.

—Tardaron en venir. —dice el padre de Yoongi, que por un momento mira a su hijo, peor luego a Jimin, que desvía la mirada y baja la cabeza, sujetando a Yoongi del brazo.

—Creímos que irían hasta allá. —excusa Yoongi con voz rasposa.

—Eh… Un placer conocerlos—Empieza a decir la madre de Hoseok—. Soy-

—Muggle—Escupe la aristócrata, viéndola de arriba a abajo y luego regresar su atención a Yoongi—. Vámonos, tenemos cosas que hacer que perder el tiempo con estas personas. —Da la espalda, andando a la salida. Yoongi exhala agobiado e irritado, avanzando con ellos, Jimin se detiene y mira atrás al pequeño grupo que se ve contrariado e incómodo.

Yoongi aprieta los dientes y cierra la mano en el brazo de Jimin por igual, murmurando un bajo “cállate y camina”.

— ¡Puedes ir a casa después! —exclama Jimin. El Sr. Min se detiene, frunciendo el entrecejo y dando vuelta en sus talones. No solo separa a Jimin de Yoongi, también lo sujeta con tal fuerza que los nudillos se le ponen blancos—. H-hay una tarea en equipo y-y necesitamos que este en casa. —excusa el Omega hacia el Sr. Min. A Jimin se le da mal mentir, mucho más cuando lo presionan.

— ¿Tarea en equipo? —interroga la madre de Yoongi, este se encoge de hombro. Atajando la excusa y que de contradecir a Jimin, podría acabar en una situación horrible.

—Sí, es en grupos de tres y él está con nosotros. —dice Yoongi.

—¡Sí! S-sí, sí, es muy importante. Notas. Buenas notas y eso. —balbucea Hoseok con una sonrisa nerviosa y corazón a punto de reventar ¿Por qué estas dos personas lo ven con semejante odio? Con tanto asco. El padre de Yoongi luce asqueado. Le da a Jimin un tirón para se mueva.

—Te enviaremos la dirección… Intenta ser decente ese día para llegar, sangre sucia. —Escupe con desprecio y se retiran con Jimin a rastras. Jungkook dio un chillido perruno, Jimin no pudo despedirse de él. La madre de Hoseok respira aliviada.

—Ese par de personas… Que mal educados. —replica el hombre.

—Al menos su hijo no salió a ellos—suspira la Sra. Jung con alegría. Hoseok mete las manos en sus bolsillos—. Se parecen mucho, pero esa... “vibra” de Hoseok no fue igual de mala.

— ¿Eh? —balbucea confundido.

—Hablan de tu magia—explica Jin—. Cuando pasas mucho tiempo con Muggles, se acostumbran y la perciben. Notaron la de Yoongi.

—Sí, es… fría, pero tranquila. —dice Jiwoo, haciéndose atrás el cabello.

—Espero que no sea porque son malas personas. Su hijo se ve tan tierno, también el otro muchacho. —lamenta la Sra. Jung.

Hoseok no pudo evitar sonreir después ¡Sabía que a sus padres les gustaría Yoongi! Aun con lo corto del encuentro. Al menos con los padres de Jin no fue tan malo.

Chapter 26: Una serpiente

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— ¿Cuándo iré a Hogwarts? Quiero verla, también-

—Jiwoo, ya te dije que no se puede, no funciona así. —Hoseok cierra el bolso, viendo con pena a su hermana que luce desilusionada.

—Usé a Beth una vez para enviar una carta, nunca me respondieron—Hoseok hace una mueca. Le ha dicho varias veces a su hermana que no es tan simple como pedirlo. Ella no tiene magia, así de simple. Incluso es cosa de suerte y esta conversación se ha repetido demasiado como para que deje de dolerle desilusionarla—. ¿Por qué yo no tengo magia? Deberíamos tener magia los dos ¡Somos mellizos!

—No sé. Quizá alguien nos embrujó estando en la panza de mamá y para salvarte yo me quede con ese hechizo—propone Hoseok y Jiwoo aguanta la risa—. En serio, eso puede pasar. —tartamudea Hoseok y Jiwoo se sigue riendo.

Desde el momento en que supieron del colegio mágico e inició la compra de útiles para Hoseok, Jiwoo insistió en que quería ir; en las primeras vacaciones de  volvió para navidad a contar como fue Jiwoo también quería asistir. Fue complicado y muy triste tener que explicar que los muggles no asisten a Hogwarts.

No le gustaba verla llorar y costó muchísimo hacerla entender. Podria decir que no entiende, pues insiste en lo mismo una y otra vez. No ayuda que Hoseok le muestre lo que trae de su tiempo en el colegio: libros, objetos, amistades, la lechuza… Jiwoo estaba (está) desesperada por pertenecer a ese mundo que parece irreal.

Tanto que es imposible para ella.

—Para tu próximo cumpleaños te llevaré a un lugar genial donde se supone que no puedes pasar. Te lo prometo—asegura juntando las manos y Jiwoo exhala, no tiene más opciones que aceptar esas propuestas—. Cuando sea mayor de edad ¡Viajaremos por el mundo a conocerlo! —Hoseok se sienta de un salto junto a ella—. ¡Podemos ir a ver dragones!

— ¿¡Y los escarbatos!? —Jiwoo se levanta apurada. Ha leído de cabo a rabo todos los libros y las criaturas mágicas han sido su pasión más grande.

— ¡Una maleta llena de escarbatos!

— ¡BIEN!

A pesar de su insistencia y efusividad, Jiwoo ha logrado mantener el secreto a la perfección. Siendo su familia, Hoseok no tiene por qué esconderle nada y Jiwoo cuida sus probabilidades de vivir en ese mundo aun si no tiene magia. Solo tiene que esperar.

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Sus padres lo acercaron auto a donde vive Yoongi. La dirección es extraña, como cualquier locación totalmente mágica. Tuvo que pasar una barrera en un bosque aparentemente imposible de cruzar en auto. Tras cruzar la barrera que le dio paso, encontraron un valle lleno de casas y mansiones enormes con interminables terrenos. En algunos Jiwoo casi se desmaya de la alegría, pues entre el campo hay perros de tres cabezas y criaturas mágicas rondando.

Hasta el final del camino tuvo que ir a pie. Se despidió de su familia y tuvo una caminata de cuarenta minutos.  Lo recibe una enorme mansión con decoraciones exorbitantes; jardines con grandes arbustos hechizados y vegetación que nunca había visto, solo en ilustraciones a blanco y negro en libros. La reja se abre para él, Hoseok camina con piernas temblorosas. Avanza lentamente a la puerta de la lujosa vivienda. Quien le abre es un elfo de ojos saltones y ropa de niño.

Al menos no es un harapo como otros. Necesita una lavada, pero nada grave.

— ¡Oh! El amito Yoongi dijo que vendría, pase, pase… Soy Pinky, si llama puedo llevarle lo que quiera amo...

Hoseok tartamudea, es muy incómodo que quiera decirle “amo”.

—Solo Hoseok, soy-

—Amo Hoseok. —Hoseok sonríe incómodo ¿Cómo conseguir que no le diga “amo”?—- Cualquier cosa que necesita me haré cargo… o algún otro elfo. Usted solo llame—Asiente—. Prepararé la merienda para usted y el amito Yoongi. —Con un chasquido, desaparece. Hoseok da un par de pasos y exhala con fuerza, apretando la mochila en su hombro.

Para no hacer una segunda impresión con los padres de Yoongi, decidió usar un pantalón de vestir y camisa de botones. Es la ropa que usó para un evento formal de su hermana. Supone que sirve lo suficiente. La zona es muy fría, por lo que lleva una bufanda con estampado de patitas.

—Buenas tardes—Saluda Hoseok a la Sra. Min, ella lo ve con disgusto y sube por unas largas escaleras de caracol. El suelo es de mármol pulido. Hoseok aprieta los ojos y la boca, diciéndose a sí mismo—: me odian, no hables, no hables; estás en Slytherin dos punto cero, mejorado, remasterizado, el mejor remake y en HD con todo y DLC—divaga a medida que camina. 

Los cuadros en las paredes lo dejaron fascinado. Pinturas de gente que seguramente fueron antepasados de la familia. No hay ni uno que no lo juzgue, más a favor de que son familia. Lo sorprendió ver que, en uno de ellos, hay la que fue una emperatriz en Corea. Antes llamar a un elfo para que le trajera agua y no desmayarse, escucha algo extraño.

Curioso se acerca, asomado a ese salón y salta nuevamente.

—Que esto no vuelva a suceder. Recuerda quien eres, estudiar en Hogwarts no lo hace diferente y sigue agradeciendo que te dejáramos ir para empezar.

Hoseok contiene el aire, frunce el entrecejo y aprieta la mochila en su hombro. Irritado, ofendido, sorprendido; hay muchas formas de describirse en este momento, así como la rabia dentro suyo queriendo hacerlo moverse al interior del estudio.

Donde está Jimin y el Sr. Min. El primero llorando y encogido, pidiendo ayuda a través de sus hormonas que exponen su pánica y temor. Tiene la cara muy hinchada y enrojecida. Como si le hubieran pegado, aunque no tan fuerte para dejar un moretón.

—S-sí. —balbucea Jimin frotándose las mejillas llenas de lágrimas.

—No oigo que agradezcas. —apunta el Sr. Min, cuya mano enorme y enguantada va al cuello de Jimin. La respiración del Omega se acelera, con las caricias sutiles del adulto haciéndose un apretón.

—Gra-gra—Jimin apenas puede hablar, viéndolo a los ojos y el cabello negro en la cara—. Gracias. —Termina de gimotear.

—Bien—El Sr. Min ladea la cabeza con una pequeña y cínica sonrisa—. La próxima vez que esto ocurra, te encerraré en tu habitación. Un día tras otro hasta que sepa que aprendiste —El Sr. Min se inclina hacia Jimin, sin soltarlo y ahora, casi a su altura, susurrar—. ¿Recuerdas que pasa ahí, cierto? —Jimin tirita y asiente apenas—. Bien… Lárgate de mí vista o lo tomaré como que anhelas más de mi compañía. Algo que noté perfectamente con tu compañía en el almuerzo.

Jimin no logra dejar de verlo y el hombre se acerca demasiado a su rostro. Hoseok estuvo a punto de entrar, hacer algo para proteger a Jimin, pero es tomado por la espalda.

—No digas nada, apártate lentamente.

Hoseok se agarra el pecho, deslizándose al piso por el espanto. Yoongi tan solo le llegó por la espalda de la nada. El Omega bufa y le pide que haga silencio. Se asoma un momento, encontrando a su padre diciéndole algo a Jimin al oído. Chasquea la lengua y regresa a Hoseok—: no digas nada si no quieres que te echen y que tengamos más problemas. Esta es una de las razones por las que no queríamos venir en navidad.

Hoseok se vuelve a asomar y entreabre los labios, sorprendido: como una delicada tela de seda, Jimin cae al suelo. Cambia de forma y se enrosca poco a poco, se convirtió en una gran serpiente de escamas plateadas y patrones negros jamás vistos en una serpiente normal. Trepa por el cuerpo del Sr. Min.

El hombre da una risa, rascando debajo de la cabeza del adolescente transformado. Hoseok se levanta y Yoongi le acomoda la bufanda. Cuando el Sr. Min sale del estudio, ve Yoongi únicamente. Hoseok hace una reverencia con la cabeza, ignorado.

—Recuérdale a tu mascota que debe comportarse. —Indica entregándolo. Jimin pasa rápidamente por debajo de la manga de Yoongi, enroscándose en su cuerpo y sacando la cabeza por el cuello de la camisa. Yoongi chista.

—Fue a almorzar conmigo como le dije que lo hiciera. —dice Yoongi.

—Es un animal, los animales no comen la mesa—apunta el Sr. Min con severidad—, y mucho menos fingen ser miembros de la familia—Yoongi aprieta la mandíbula, con su magia vibrando, pero sin poder competir con la avalancha que es la magia del adulto. El Sr. Min se fija en Hoseok, culpa del destello constante que da—. Oh, llegaste—Lo mira de arriba a abajo con más asco que en la estación de trenes—. Los elfos te mostraran la habitación que ocuparas. Mi esposa y yo comeremos fuera hoy.

Se marcha sin más y Hoseok lo vigila hasta que sube las escaleras. Yoongi acaricia la cabeza de Jimin, a quien siente nervioso y saca la lengua. Hoseok vuelve hacia Yoongi, con gesto preocupado y ansioso antes de señalar. Tiembla sin quererlo.

—E-es u-un-

—Es un Animago, sí. Sigue siendo Jimin ¿De qué coño te asustas? —pregunta de mal humor y le gustaría no ser tan tosco. Tan solo no tiene paciencia para tonterías y la cobardía de Hoseok entra en esa categoría.

—S-solo me dan miedo las serpientes. —dice sonriendo nervioso y desanimado. Acaricia al cabeza de Jimin. El omega saca la lengua y una vez Hoseok deja de acariciar, abre la boca: muestra colmillos enormes y retráctiles. Su boca es enorme, deforma su mandíbula.

—Es una especie mágica—comenta Yoongi a la impresión de Hoseok—. Puede comerse a una persona de dos horas sin tener que morder para separar y sus colmillos son tan venenosos que puede matar a uno de los perros de tres cabezas que viste de camino. —Jimin se enrosca más y con la boca cerrada, es realidad tierno. Es impresionante.

Lo vas a asustar mucho más si cuentas todo sobre mi especie. —dice Jimin con una pequeña risista. Yoongi suspira.

—Pregunt ará  después, tampoco va a morirse por enterarse.

— ¡CIERTO QUE HABLAS CON LAS SERPIENTES! —Exclama Hoseok con las manos en la cabeza—. Muy bien, no esperaba nada de lo que he visto hasta ahora. Desde tu mamá odiándome, hasta tu papá maltratando a Jimin

— ¿Lo golpeó? ¿Te golpeo? —Interroga primero a Hoseok y luego hacia Jimin, la serpiente niega con la cabeza.

—Sí- digo, no sé, tenía la cara hinchada cuando vi y se acercó... algo… Raro. —Hoseok no sabe cómo describir lo que vio. Yoongi suspira y su magia viaja delicada hacia Jimin, que da un largo respiro, recostado en el hombro de Yoongi.

—Lamento que vieras eso. —dice Yoongi, apenado.

—Si preguntara ¿Vas a responder? —inquiere Hoseok. Pinky elfo le quita el bolso y se lo lleva a la habitación que va a ocupar. 

—Tal vez te cuente… tal vez—dice Yoongi de camino al jardín, Hoseok se frota el brazo—. Por ahora, solo necesitas saber que Jimin es Animago y que no puedes decirle a nadie. No es legal para menores de edad y sin registrar en el ministerio. —Yoongi deja a Jimin en el césped, Jimin se queda enroscado en sí mismo.

—Claro, claro, lo entiendo—dice Hoseok. Es divertido ver a Jimin como serpiente. Es como si sonríe con ojos brillantes—. Aunque- ¿Y ese perro? ¿Es tuyo? ¿Por qué viene? ¡¿Yoongi ese perr…?!

Hoseok trató de recoger, pero Yoongi lo detuvo. El perro enorme se detuvo y Jimin se sube a este. El perro ladra, con la lengua fuera, golpea el piso un par de veces y se va. Hoseok no entiende nada de lo que pasa aquí. Yoongi le hace un gesto de que no diga nada más al respecto.

—Vamos a estar solos hasta la madrugada según lo que dijo mi papá. Ellos nono quieren verte ni a metros de distancia. El regaño por ser amigable con un muggleborn no acabó nunca. Que pudiera sonreír abiertamente a “pestes” como tú—Yoongi se sienta en el suelo y estira las piernas. Un elfo llega con un enorme plato lleno de galletas y algunos bizcochos—. Gracias Pinky.

—De nada amito Yoongi.

Hoseok se mueve incómodo y suelta aire, apuntando a un lado.

—Puede irme, no quiero que-

— ¿Estás loco? —discute Yoongi y Hoseok se apunta con el dedo—. Alejas a mis padres y pasamos tiempo en paz en mi casa sin nadie molestando. No te vayas nunca—Ríe comiendo—. ¿Tiene un día específico para volver?

—Dije que serían como… Dos o tres días. —responde apenado.

—Quédate una semana—Más que una propuesta, suena a una orden y Hoseok se cuestiona si estar aquí le da ese aire dominante al Omega. La consciencia inconsciente de su clase—, calculo que eso tardaran en cansarse de verte aquí y lo que yo gozaré con fastidiarlos.

— ¿Fastidiarlos?

—Porque no soy como ellos y disfruto estar con un Alpha normal—Hoseok sonríe inconsciente, que Yoongi lo considere disfrutable—. Eres mago y eres mi mejor amigo ¿Qué más hace falta para querer que te quedes más tiempo?

—La próxima vez, vas a mí casa. —advierte Hoseok.

—Claro.

A pesar de que la curiosidad por la situación de Jimin, queda en un segundo plano por saber que Yoongi disfruta pasar tiempo con él y quiere extenderlo. Estuvieron toda la tarde hablando y riendo en el jardín de la mansión; Pinky iba y venía para darles de comer, manteniéndolos a gusto.

Hoseok vio a Jimin volver, la larga y enorme serpiente plateada arrastrándose por el suelo de la mansión. No comentó nada al respecto, inseguro de si los padres de Yoongi siguen aquí y no queriendo meterlo en un problema.

Chapter 27: Cercanía excesiva

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—Creo que a Sana le afecto el tinte de pelo. Era mucha tarea, pero no estuvo difícil. —Hoseok hace puchero por su pergamino de tareas de pociones. Completo sin casi esfuerzo. No hay tachaduras ni cientos de papeles con borradores horribles en la papelera.

—Porque copiaste lo que hice, por eso. —acusa Yoongi, guardando sus articulos de escritura.

—Igual estaba fácil. Incluso sin leer tus respuestas, pude haberlo hecho—dice alzando sus mejillas con una leve sonrisa. Jimin da un larguísimo suspiro, echado en un gran cojín hecho para él—. ¿Y él cuándo? —pregunta Hoseok apuntando a Jimin.

—Tiene permiso de ser humano por dos horas al día—responde Yoongi—. En ese momento las hace. Se encargó el primer día, por eso está tan calmado.

Yoongi no le ha explicado qué ocurre en esta familia, ni siquiera porque Jimin vive aquí y no con su familia. No son hermanos, el Sr. Min no ha sido infiel. Jimin es un niño de acogida o en términos que ellos usarían: una mascota para su hijo. Hoseok da un último vistazo superficial al escrito de pociones y los enrolla al mismo tiempo que Yoongi, quien terminó la tarea de Herbología. Son las dos de la madrugada y ninguno de los dos tiene sueño.

O no el suficiente para que Yoongi se durmiera con los ojos abiertos.

El Omega siempre tiene sueño.

—Hacemos la tarea de Encantamientos y transformaciones después—Yoongi bosteza, cubriéndose con el puño—, tal vez Astrología. —Sacude un poco la cabeza y se acomoda el cabello.

—Será la primera vez que tengo mis deberes hechos antes de salir corriendo para llegar a la estación. —cuenta Hoseok con una sonrisa de alegría y victoria. Menos preocupaciones para las vacaciones.

Lo siguiente es pasar por la misma conversación de cómo cambiar la moneda muggle a la moneda mágica... o correr con la suerte de encontrar a Namjoon en el Callejón Diagon y sea él quien lo explique.

—Siempre las hago al venir. No hay mucho que hacer por aquí. —Yoongi se sienta en la cama y Jimin intentó reptar hasta allá, quedándose estirado y dormido a mitad del suelo.

—Solo estás aquí metido. La tarea parece lo único que puede hacer—refunfuña Hoseok—. ¿Cómo se supone que se entretienen sin tel...? —Hoseok agarra su celular apurado y enciende la pantalla, dando un chillido que espabila a Yoongi—. ¡OH! ¡SI FUNCIONA AQUÍ! —Corre hasta Yoongi, que no entiende qué pasa o por qué es tan importante ese aparato—. Sonríe, quiero una foto contigo. —dice recostándose en el Omega.

—No entiendo. —dice Yoongi con una mueca de incomodidad.

—Es solo una foto, será divertido. —promete Hoseok sonriendo amplio y abrazando a Yoongi por los hombros. El Omega no sonrió, con cara entre confundida y aburrida. El muggleborn ríe viendo el resultado, feliz de tenerla y guardándola en su carpeta de fotos favoritas.

— ¿Sueles tomarte fotos? —Interroga Yoongi. Sabe qué es un celular y cómo funciona (más o menos), lo que se le hace extraño es la noción de tomarse fotos en cualquier momento ¿Para qué? Esto que acaba de suceder lo confunde. También cabe destacar que es la primera vez que hace contacto directo con la tecnología.

—Cuando estoy aburrido o con ganas—responde Hoseok—. Funciona, pero no hay señal—refunfuña Hoseok con un puchero. La lechuza de Yoongi ulula entre sueños—. La publicaré cuando regrese a casa- ¡Deberíamos tomarnos más! Aquí eres mucho más un gato. —Hoseok pone filtro donde Yoongi tiene orejas de gato. Hoseok se ríe encogiendo de hombros y al girar la cabeza, da un chillido.

Yoongi levanta una ceja, con las orejas de gato en la cabeza.

—Soy Morpho, puedo tenerlas si quiero—le informa jalando una de ellas—. Aunque no sirven de nada. —añade con gesto aburrido. Hoseok ladea la cabeza y medica por un instante antes de decir:

—Te ves muy bien con el pelo blanco. —Yoongi estira los labios. Sabe perfectamente por qué lo dijo. Hoseok da pequeños saltos de alegría, apuntando la cámara a la vez que Yoongi cambia de color su cabello. Hoseok toma una foto.

Yoongi desvía la mirada hacia Jimin y la sonrisita traviesa despista a Hoseok—. Jimin, cúbreme. —Jimin levanta la cabeza y sale reptando de la habitación. Hoseok silba, asombrado de que desaparezca por un pequeño agujero en la pared. 

—Oh… así es como entra a todos lados en Hogwarts. —dice Hoseok impresionado. Ahora tiene más sentido. Entra por algún recoveco y cambia de forma sin que lo vean.

—Es útil. —dice Yoongi encogiéndose de hombros y deshaciéndose del suéter que usa.

—¡Claro que sí! Aunque ¿Qué le dijiste? —pregunta Hoseok apagando el celular.

—Que me cubriera.

—Cubrir qué. —pregunta perdido, con las manos en la cadera.

—Que vas a dormir aquí y no en tu habitación. —dice Yoongi con una risita.

— ¿Ah sí? —Yoongi tira el celular a un lado y lo agarra de la ropa para acercarlo.

Por un par de segundos Hoseok está nervioso por este acercamiento. La consciencia de que los padres de Yoongi aparezcan lo asusta y son muy capaces de echarlo de la casa a maldiciones; eso asumiendo que no lo asesinan al instante por tocar a su hijo. El que debería ser virgen para casarse con alguien igual de elevado y adinerado.

Poco a poco, el temor se diluye. Sucede al mismo tiempo que mete las manos debajo de la ropa de Yoongi.

— ¿Puedo…? —pregunta Hoseok, deteniéndose. Tímido y sin querer correr ningún riesgo.

Yoongi únicamente asiente, sin preocuparse por el riesgo que pueden correr ambos. Casi queriendo que sus padres lo descubran y lo echen de aquí, si es que se atreven. Es lo que quiere su lado más rebelde y desafiante, el que se porta como un noble caprichoso, mimado y exigente; y el que lo hace manejar a Hoseok como quiera.

—No se escucha nada desde fuera de las habitaciones—informa Yoongi, abriendo la camisa de Hoseok—. Cuando lleguen no oirían nada y para algo le pedí a Jimin que nos cubra.

Sin el celo, Hoseok avanza con calma. Quitarse la ropa no fue un problema, tampoco tocarse uno al otro. Sin prisa, sin desespero, tan solo deseo de continuar tocando y continuar con el acto. Yoongi feliz y cómo por seguir echado, besando a Hoseok mientras el Alpha lo toca y prepara.

De no ser por la anterior experiencia, Hoseok diría que es imposible que la magia de Yoongi se muestre tan tranquila a ser consumida por la suya, así como su sumisión a ser tocado, invadido, besado, mordido. Yoongi por su parte está confiado por una sola razón: ya lo han hecho antes y Hoseok es el Alpha perfecto para tener este acercamiento.

Hace lo que le pide, pregunta antes de continuar, se asegura de hacerlo sentir bien; su magia se enrosca y consume, pero no reprime la suya. Es ¡Perfecto! Se dice que es la otra razón por la que se arriesga a tener relaciones en su casa, corriendo tanto riesgo.

Quiere volver a percibirse en compañía de un Alpha que lo respeta y lo abraza, diferente a su padre que solo lo repele, reta e insulta constantemente.

¿Qué podría salir mal entre ambos? Lo externo es incontrolable, pero ¿Entre ellos? Nada. Yoongi se deja abrir de piernas y muerde el labio de Hoseok al momento en que este lo penetra, Hoseok se ríe, divertido por la cara de Yoongi y la forma tan juguetona en que se comporta. El nerviosismo se disolvió por completo y solo queda la diversión, el cariño a continuar; lo abraza y se acaba de juntar a Yoongi, totalmente dentro de él.

— ¿Te duele? —Jadea Hoseok en una risa y algo de sangre en el labio inferior.

Yoongi niega con la cabeza.

—Bien, truuuturu. —Hoseok toma una almohada y la mete debajo del Omega. Yoongi lo abraza por los hombros, con sus hormonas exponiendo lo bien que se siente y que le gusta el proceder del Alpha.

Jadea y gime suave, viendo a Hoseok a los ojos y recibiendo los embistes que se hacen más constantes. El aroma de Hoseok que delata su placer e impregna la habitación que va a ocupar durante su estadía en la mansión Min.

El aroma para Yoongi resulta familiar. Es tranquilizante. Fue la peor parte de volver a casa: no tener nada con el aroma de Hoseok impregnado y sintiéndose ajeno, como si no fuese su habitación, como si nada aquí es suyo y nada lo puede hacer sentir a salvo.

Acostumbrado a asociar al Alpha de Hufflepuff como la seguridad  en su entorno. No ha podido dormir tranquilo. Aprieta los ojos y se arquea con el hormigueo en el vientre, Hoseok lo masturba y besa en el rostro.

—No—Hoseok se queda quieto, con la boca medio abierta. Yoongi lo coge de la cara—. Nada, de, mordidas. —advierte y Hoseok le lame la mano.

—Las de adelante hacen nada. —Excusa Hoseok con tono bromista y juguetón.

—Nada, de, morder. —insiste Yoongi, que lo sujetó con fuerza de la mandíbula. Que lo vea a los ojos: rojos y dilatados. Hoseok jadea y gime, con el cuerpo tenso y las ansias subiendo. Quiere morderlo. Le gustaría mucho morderlo, pero no tiene muchas más opciones.

Una que sale de su boca sin permiso:

—Muérdeme tú.

Yoongi abre los ojos de par en par, levantando las cejas antes de sonreír. Aparta la mano y Hoseok vibra de gusto, abrazándolo con fuerza; gimiendo alto y descaro por los dientes clavándose en su cuello sin compasión, colmillos que atraviesan su piel frágil y lo acaloran. Quiere morderlo de regreso, pero apenas puede consigo mismo. Yoongi lo muerde más y más, besando la piel lacerada y sangrante que tardaría en sanar.

Le sopla al oído y Hoseok clava las uñas en los costados de Yoongi, arqueándose.

—Me gusta mucho estar contigo, Hobi.

Se separa un poco y Yoongi junta los labios con él, acariciándole las mejillas afectuosamente.

Chapter 28: La mascota

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—Se quedará otros cuatro días, aun no terminamos. —informa Yoongi sin siquiera mirar a sus padres. El Sr. Min levanta una ceja, mirándolo con molestia.

—En lugar de perder el tiempo, deberían terminar sus deberes para no retrasar su partida. —dice el Alpha entre dientes.

—Es mucha tarea ¿No tienen una reunión?

Hoseok se pregunta como aun no muere de hipotermia en esta mansión de oscuridad. Es fría y atosigante, como si el peligro puede surgir en cualquier momento. El desayuno más incomodo, desagradable y terrible que ha tenido en su vida, es esto: compartiendo mesa con la familia Min. El Sr. Min es más odioso que la Señora, quien no dice mucho y mantiene una actitud sumisa con su esposo.

Si reacciona, es consecuente con lo que su esposo ha dicho antes o es lo que él piensa.

No cambia su expresión de oler mierda cuando ve a Hoseok.

El Sr. Min se inclina a mirar la entrada del comedor, donde Jimin se balancea en sí mismo, esperando que Yoongi y Hoseok acaben de comer—. Jimin, ven aquí—Se endereza y el Omega pasa con las manos tras la espalda, parándose junto al hombre de cabello negro y un mechón canoso. Hoseok arruga el entrecejo, viendo la forma en que el hombre toma al adolescente del brazo, atrayéndolo ligeramente para hablarle de cerca.

—Si salen, acompáñalos. Si salen, que nadie se acerque y si lo hace, atácalo. —dice lo suficientemente alto para que Hoseok y Yoongi escuchen. El Alpha mueve la mandíbula, irritado de ver la mano frotando ligeramente el brazo de Jimin.

—Claro. —Acepta Jimin. Hoseok cambia a una expresión confundida.

¿Jimin es un perro guardián?

—No necesito-

Yoongi no tuvo tiempo de terminar su comentario:

—Como sepa que te separaste de ellos, te castigaré—Advierte con una sonrisa pedante, viendo a Jimin. El Omega aprieta los labios y asiente. El Sr. Min pasa la mano a la espalda de Jimin, bajando y después palmearlo indiscretamente—. Estás un poco gordo.

—N-no he estado comiendo bien y eso hace-

Se calla y desvía la mirada. Yoongi toma a Hoseok del brazo, que se quede callado para no causar un problema.

—Vamos a darte de comer. —dice el Sr. Min, poniéndose de pie.

Jimin ve a Yoongi, ruega porque haga algo. Yoongi mantiene el mismo gesto desafiante.

—Yo lo voy a alimentar. Un conejo o lo que sea. —dice entre dientes con voz gutural.

—Tu padre ya dijo que lo alimentará. —Interrumpe la Sra. Min. Yoongi mueve la mandíbula y el Sr. Min le da un pequeño impulso a Jimin. 

—Andando. —El Omega se muerde los labios y baja la cabeza, asintiendo. Yoogni se levanta de golpe de la mesa.

—Vámonos de aquí, no los aguanto. —Jala a Hoseok de forma brusca, casi tira una copa de agua.

— ¡Yoongi! —Reprende la mujer, poniéndose de pie. 

Hoseok alcanza a decir un suave “Gracias por el desayuno”, tironeado para salir de aquí. Jimin no tuvo más que irse con el Sr. Min. Yoongi arrastra a Hoseok hasta una capilla pequeña en el jardín, a varios metros de distancia de la vivienda. Ambos sienten que el arete arde, así como a Yoongi le molesta la cadena en forma de serpiente. Hoseok se sienta a un lado.

—Bueno… —Hoseok infla los mofletes y suelta aire brusco. La pregunta está clara:

¿Qué pasa?

¿No podemos hacer nada?

¿Es siempre así?

Yoongi responde con el tono más asfixiado y ansioso posible:

—No puedo hacer nada por él aun. Soy menor de edad.

— ¿Hacer qué? Llamar la policía, romperle un jarrón en la cabeza, decir que Jimin se perdió en el bosque... —propone Hoseok poco a poco. Yoongi niega con la cabeza.

—Dejarlo ir —Cuando Yoongi queda con la boca entre abierta y mirando a otro lado, es que piensa de forma analítica y trata de formular lo que dirá—. Él no puede irse de aquí a menos que mis padres, más específicamente mi papá, lo permita y yo no puedo liberarlo hasta ser mayor de edad. Debe quedarse aquí. Lo único que puedo hacer es permitir que esté como humano mientras ellos no están. —Hoseok frunce los labios, también las cejas. Aun no entiende y Yoongi parece creer que es obvio.

—Empecemos por lo básico: ¿Qué pasa con él? ¿Por qué está aquí y qué es todo eso?

—Sus padres murieron cuando tenía siete u ocho años. Estaban demasiado endeudados con mi familia en ese momento. Sin ellos para cubrirlo, los intereses subiendo y Jimin incapaz de abrir la bóveda de su familia. Podrá hacerlo en su mayoría de edad; actualmente no tiene dinero, con quien quedarse y es el responsable de pagarle a mis padres—Explica con aire ofuscado —. Al final del día, están en su derecho de tenerlo aquí como un seguro de que se saldará esa deuda. Por eso lo tienen aquí.

—Lo tratan como una mascota y tu papá es...—Hoseok no quisiera pensar lo peor. Quiere creer que no sucede y que Yoongi no es tan tonto de pensar que “no pasa nada”. No quiere saber porque Jimin parecía tan nervioso por algo tan simple como ir a comer.

Con toda la antesala, Hoseok quisiera salir corriendo a pedir por la policía mágica y que haga algo. Que lo salve y saquen a Yoongi también. Hoseok no confía que el Sr. Min no haga algo contra su hijo si “la mascota” de la familia desaparece. 

—Algo así—Yoongi resopla—. Le ordenaron cuidarme y mantenerme a raya. Creo que buscan comprometerlo lo más pronto posible y conseguir que se abra la bóveda. —Hoseok arruga las cejas con un detalle más en mente;

—Si estaban endeudados ¿De qué sirve la bóveda? No tienen dinero.

—Se endeudaron porque la bóveda no abrió más—aclara Yoongi y Hoseok hace un círculo con la boca—. Está sellada y solo Park Ji-Min puede abrirla. Pasará cuando llegue a su mayoría de edad—Blanquea los ojos y sacude la mano—. Es Omega, de una u otra forma ese dinero se iría a quien se vuelva su Alpha. Quieren ganar esa carrera.

—Es ridículo. —queja Hoseok.

—Las leyes del mundo mágico son ridículas.

Hay un corto silencio entre ambos.

— ¿Qué es lo peor que puede pasar si no vuelve aquí? —Pregunta tentativo —. Digo… como te ofrecí, puede quedarse en mi casa; puede ayudar durante el verano con un trabajo de medio tiempo. Es… mejor que vivir aquí en estas condiciones. —propone Hoseok apuntando a la mansión y Yoongi exhala con fuerza.

—Eventualmente mis padres lo encontrarán. También a mi si intento irme. Por eso espero a ser mayor de edad, sin el rastreador y capaz de reclamar lo que me pertenece por herencia. —explica moviendo las manos, como si muestra el paso por paso.

—Tú papá… Él… —Hoseok no supo cómo darse a explicar.

Yoongi abre y cierra la boca, acabando en un gruñido, viendo a otro lado.

—No lo ha abusado. Es insoportable, un clasista, patético, imbécil y creído, pero no un violador—Hoseok no sabe si quiere tener esperanza en que su padre no es lo peor imaginable o es una certeza objetiva—. Solo lo intimida para mantener el control y que no se escape de las manos.

—Eso suena a que le tiene miedo. —dice Hoseok, curioso. Yoongi se frota la frente. Aun le sorprende lo poco que Hoseok sabe. Luego recuerda que él estuvo siempre pegado a Taehyung y él, por respeto, no habla sobre eso.

—Jimin es reprimido por miedo. Una vez reventó, no lo recuerda, pero ellos se asustaron. Yo no estaba aquí para ver qué pasó, pero recuerdo que la mansión estaba... casi destruida. Creo que tiene más magia y fuerza que yo. —Hoseok abre los ojos a más no poder con una sonrisa amplia.

¿¡Que Jimin qué!?

—Nunca se sabe que tanta oscuridad crea la luz, pero tampoco se sabe cuán profunda es la oscuridad—repone balanceando las piernas—. Ninguno sabemos nuestro potencial hasta que nos empujan a lo peor. —Ladea la cabeza para intentar verlo de frente.

—Suena a que lo dices por experiencia. —opina Hoseok.

—Recuerdas que pasó en el Gran comedor ¿No? A veces mi ira o mi miedo no… No sé cómo manejarla —Admite Yoongi, apenado —. Solo la dejo salir y… Mis padres querían comprobar cuanto poder tenía. 

—Oh.

—Tenía un perro poodle, se llamaba Holly. De este tamaño, marrón… Jimin y yo lo adorábamos—Relata rascándose tras la oreja —. Hasta que lo maté.

Porque todo en la familia Min parece estar mal ¿Qué pasa aquí? Se juntaron todas las malas intenciones en un solo lugar. Empieza a perder la paciencia—. Hice que parte de su cabeza y estomago explotaran. Fue magia accidental, me moleste de ver cómo le pagaron a Jimin por dejar caer un vaso. Mi magia solo ataca, no tiene límite o reconoce a nadie. Por eso no me gusta acercarme a otros. Podría acabar matándolos.

Yoongi suena demasiado frustrado y deprimido. Hoseok se sienta a su lado, tomando la mano ajena y dándole un apretón cariñoso.

—Yo no soy un cachorro.

—Aun así: puedo aplastar tu cabeza como un melón. —comenta Yoongi, el agarre de Hoseok sigue fuerte

—Sabes, creo que no es verdad —Yoongi arruga el entrecejo ¿Que no lo escuchó? —. No lastimarías a otros intencionalmente y eso es suficiente. Si ocurre, es culpa de tus padres que hicieron una amenaza. Todo lo que necesitas es gente que te ame… ¿Has lastimado a Jimin alguna vez? —Yoongi niega con la cabeza—. Él ha sido el único que te ha amado aquí, por eso no lo has herido—señala Hoseok con una sonrisa—. Necesitas alejarte de tu familia y llenarte de gente que te quieras... Yyyy ¡Bueno! ¡Ya me tienes a mí! ¡Que te adoro!

Le da un beso fuerte y sonoro en la sien. Al separarse, lo sorprende la coloración menta del cabello de Yoongi. El Omega se cubre la mano con la boca, mejillas rojas y clara vergüenza.

Hoseok medita: el azul es tristeza, tal vez lo conmovió. Revisa alrededor y tras una pequeña pausa, le da un beso en los labios. Yoongi balancea los pies, bajando la cabeza con el rostro más rojo.

—Gracias.

— ¿Eh? ¿Por qué?

Yoongi quiere llorar. Una escena repetida y que lo conmueve. Hoseok se recuesta de él con un puchero. Ojalá Yoongi fuese más claro cuando agradece de repente. Jimin, quien vino todo el camino en forma de serpiente, sube hasta enroscarse en Yoongi, frotando su cabeza contra la mejilla de Yoongi.

—No te pongas así ¡Sonríe! Estoy seguro de que lo que sea que te haya dicho es real. —Yoongi da un gimoteo agobiado, viendo a otra parte. Hoseok se ríe de ver a Jimin como serpiente. Aun cree que es adorable.

— ¡Eh! Aprovechemos de tomarnos una foto. Esa ropa es más Muggle de lo que creí que usarías en casa. Te luce muy bien junto al cabello—Desbloquea el celular y activa la cámara, el cabello pintado de marrón se le viene a la cara.

Jimin queda muy tierno en la foto. Su brillo plateado lo hace pensar mucho en el Patronus de Yoongi ¿Tendrá relación? El recuerdo más feliz del Omega es con Jimin. Por la cámara da cuenta del perro negro a la distancia. Jimin voltea por el lloriqueo perruno.

— ¿Otra vez ese perro? —dice Hoseok. El perro negro apoya el hocico en sus patas delanteras, las orejas caídas y ojos llorones.

—Llega siempre a esta hora. Casi parece tener un cronometro—informa Yoongi—. No es buena idea que se vaya hoy—dice al perro que chilla de nuevo—. No ahora. Vuelve más tarde, perro fastidioso.

El perro ladra y gruñe molesto, volviendo por donde vino. Hoseok pensó regalarlo. No hace falta ser tan tan cruel con el perro, solo quiere jugar. Pensó eso  hasta que Yoongi habló para interrumpir esos pensamientos tan inocentes.

—Es Jungkook. —dice Yoongi en un bufido.

— ¡AH! ¡LO HABIA OLVIDADO POR COMPLETO! ¡PERRO INDESCENTE QUE BUSCA ÑIQUIÑIQUI! —Dice avergonzado de ser más explícito y al mismo tiempo, no crear riesgo de que los padres de Yoongi se enteren.

— ¿Ah?

—Mierda, no has jugado lo Sims… Déjame mostrarte.

Le muestra videos a ambos. Jimin comenta muchas cosas, riéndose y Yoongi traduciendo. No ve como un juego así puede ser divertido, pero supone que es cosa de muggles.

Chapter 29: Por capricho

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El tiempo pasó rápido, tal vez porque el matrimonio Min no estuvo en casa la mayor parte de la estadía de Hoseok en la mansión Min. Lo agradece. Cinco minutos se sentían como cinco horas. Su parte más agresiva, esa que pensó que existía, despierta por ver a Jimin y Yoongi tan incómodos alrededor del Sr. Min.

Jimin es parte de su manada, que lo intimiden de esa manera lo molesta.

Yoongi disminuido, a cada rato exigiendo que guarde silencio, hablar de planes de comprometerlo, la forma tan extraña y desagradable que tiene el Sr. Min de tomarlo del rostro...

Hoseok no creyó poder desesperarse tanto, así como tener que permanecer quieto. Que no haya forma de ayudar. Por lo que Yoongi explicó, no hay manera en que los aurores (policía mágica) hagan algo por ellos hasta que sea muy tarde. Es decir, que el Sr. Min los viole o los mate.

Sintió ganas de llorar por la frustración.

Antes de darse cuenta, debía volver a su casa. Hay varios algunos puntos buenos: no necesita estar pegado a Yoongi para huir del matrimonio, no tiene que dormir con ocho mantas por el frío polar de la magia oscura concentrada; comidas sin la tensión por la familia Min.

Lo malo: dejará a Yoongi y Jimin ahí solos. No quiere dejarlos solos ¿Pasará algo ahora que no está ahí? Con el Sr. Min guardando las apariencias por el invitado inesperado. Prefiere Hogwarts, lejos de ese par tan venenoso. Apenas llegó a casa sus padres le preguntaron si todo “fue bien”. Preocupado de que Los Min se atrevieran a lastimarlo.

Habiendo sido tan claramente hostiles hacia todos.

Con el verano libre por sus tareas completadas, ha gozado la academia de baile y no entró en crisis por la carta de útiles que necesitará para el próximo año escolar. Quisiera decir lo mismo de sus padres, que ven venir el martirio de cambiar dinero. Hoseok va con la disposición a comprarse su tan anhelada escoba. No ha salido ningún modelo nuevo, por tanto, debe seguir el mismo precio. El Callejón Diagon está relativamente vacío, la mayoría de personas esperarán a último minuto para ir.

— ¿Y si pruebo una varita y funciona? Puede pasar ¿No? —propone Jiwoo, jalando el brazo de Hoseok.

—Las varitas funcionan cuando tienes magia. Es un conductor. No tienen magia por dentro. —explica Hoseok. Su hermana ha intentado por cuatro años y es la primera vez que Hoseok sabe qué decir.

Yoongi tuvo la gentileza de explicar más claramente: la magia es interna, no tiene nada que ver con las varitas. Estas ayudan a conducirla. Puede hacer magia sin su varita, así como magia no verbal eventualmente. No es experto y aun para Yoongi cuesta mucho. Apenas hace hechizos simples como Accio y Alohomora.

— ¿Qué compramos primero? —pregunta el Sr. Jung.

—Los libros. Esos puede que-

— ¡Hobi!

Grita escandaloso abrazando a Jimin que saltó sobre él. El Alpha lo gira en el abrazo, sacudiéndolo. Tras un par de vueltas cae en cuenta de algo y casi lo deja caer al suelo. El Omega sonríe con su melena color rosa salmón.

—No sabía que ibas a venir hoy. —dice Jimin sonriente.

—Sí… ¿Viniste solo?

—N-no. Solo me emocioné al verte—Admite Jimin apenado, con su cabello volviéndose gris de golpe—. Vengo con-

—Hasta donde recuerdo, las serpientes solo sisean—Jimin se pone rígido y camina a estar junto a Yoongi. El omega con cara de aburrimiento va a la derecha de su padre—. No creí que nos encontraríamos aquí. —dice el Sr. Min con expresión disgustada.

—Nosotros tampoco. Es-

—Compra lo que debes y regresa pronto a casa. —Interrumpe el Sr. Min sin dejar al Sr. Jung hablar. Yoongi toma la bolsa de escamas de dragón. Sin decir más, el matrimonio Min se retira, dejando a Yoongi y Jimin solos.

—Siempre es así. Disculpen—suspira Yoongi, nota lo incómodos que están los padres de Hoseok—. Podemos ir todos a comprar ya que no están.

—Eh… ¡Sí! ¡Y después a comer! ¿Cierto? —Hoseok mira a su mamá y ella asiente con una leve sonrisa—. Primero los libros entonces.

Antes de ir a la tienda de segunda mano, Yoongi prácticamente los empuja a la librería normal. Pide tres de cada libro en la lista, completando el faltante de lo que la familia de Hoseok gastaría en la tienda de segunda mano. No era tanto, pero para la economía de Hoseok es casi imposible. Igual con los uniformes y algún que otro material. Desconoce que pensó Yoongi para hacer esto, tan solo no es el mejor momento para quejarse.

Además, no lo estaba comprando todo, solo completó lo poco que faltaba. Al menos no tendrá que arrugar la cara para leer palabras borrosas. Jimin va muy animado con Jiwoo. El Omega cuenta un montón de vivencias a la Beta, la ayuda a crear una imagen aún más bella del mundo mágico. Van hasta la tienda de escobas y Hoseok palidece.

— ¡ESTÁ MÁS CARA! —Quejumbra viendo la vitrina.

— ¿Una escoba? —Su madre alza la ceja. Hoseok balbucea sin parar lo mismo de siempre. Sus padres olvidan que el Quidditch es en escobas voladoras.

—No puede ser… Es la misma. Una Saeta de fuego sagrado ¿Por qué subió de precio? —lloriquea Hoseok, deslizándose con las manos en el cristal.

—Namjoon me dijo que ya no van a fabricar más—Responde Jimin dando toques a su mejilla—. Son demasiado rápidas y tienen mayor rango cuando son menos. Así que volverán a hacer las saetas de fuego normales. Tal vez está sea de las últimas que veas.

Hoseok siente que le duele el pecho y podría llorar. De verdad guardó todo el dinero que pudo ¡Y no es suficiente! ¡PARA NADA! Mira a otro lado, tratando de no llorar.

—Que estupidez—queja Hoseok con voz quebrada—. De verdad quería esta.

—Cómprala. —dice Yoongi.

— ¿¡Estás loco!? No tengo tanto, me falta casi la mitad y- ¡Yoongi no! ¡NO LO…!

Por más que intentó evitarlo, Yoongi la compra y manda a envolver en papel de regalo. El Alpha balbucea, queja, trata de detenerlo: nada. Cuando el Omega sale de la tienda, Hoseok lo ve con mala cara. No quiere que le estén comprando cosas. Yoongi no es su sugar daddy.

La idea le causa escalofríos.

—T-tal vez aun puedo cambiar algunas libras más para-

—No—Interrumpe Yoongi—. Está bien así—Se acerca más a Hoseok—. Es un regalo de cumpleaños atrasado.

— ¿Ah? —balbucea Hoseok, aturdido.

—En navidad, te regalé con qué mantenerla, ahora la tienes para usarlo. Es un regalo de cumpleaños atrasado. No te di nada ese día—apunta Yoongi y Jimin asiente animado—. Si la rechazas, me voy a molestar. —Advierte entregándola con brusquedad. Hoseok estuvo a poco de empujarla de regreso.

— ¡Vamos a la heladería! —exclama Jimin, metido entre ambos y abrazándolos por los hombros—. ¿Han ido a esta alguna vez? Hay un Helado al azar. Si tienes suerte es tuttifrutti, sino es sabor tierra ¿Qué les parece? —Invita para impedir que se peleen—. Hoseok puede invitar ya que no ha gastado nada de dinero extra. —propone levantando las cejas.

—Eso suena muy bien ¿Vamos? —Incita Jiwoo emocionada, jalando a su hermano—. Tal vez un helado con sabor a mora.

— ¡O sabor a Amortentia! Es una poción de amor—aclara Jimin y Jiwoo hace circulo con la boca—. Dicen que sabe cómo el amor mismo. Podemos probarlo. Vamos. Vamos. Vamos.

Yoongi va con Jimin y Jiwoo, Hoseok se queda atrás. Ve con molestia la escoba, aun con ganas de llorar. No sabe si de rabia, emoción, sorpresa, por estar conmovido... Su madre le palmea el hombro con suavidad.

—Cariño, no lo hizo para molestarte, es un regalo y ya—Susurra su madre, ambos caminando lento—. Además, no creí que los Omegas del mundo mágico dieran regalos. —comenta con una risita.

— ¿Por qué lo dices?

—Tradicionalmente, solo los Alphas dan regalos. En teoría, no debería mover ni un dedo. —Hoseok quiso discutirlo, pero cae en cuenta de que tiene lógica.

Yoongi será comprometido con alguien adinerado igual que él y aumentar la fortuna y renombre.

Para eso, será cortejado con regalos.

Yoongi está acostumbrado a recibir regalos y no se interés por darlos...

Aunque difiere con lo que pasó en Hogsmade. Dijo que le gusta dar regalos a personas que quiere. Hoseok exhala con fuerza:

—Por qué la gente rica es tan complicada.

—Diría lo mismo de la gente con complejo de pobreza. —Replica Yoongi en voz muy alta.

En la heladería, Jimin pagó seis helados para que Jiwoo pudiera probar los que le llamaron la atención. Hoseok ve a su hermana con expectativa de amistad con Jimin. Por su parte, pidió el helado de Amortentia. El sabor es muy ácido y amargo. Aun así le encanta. Hay algo dulce al fondo, muy fuerte, es difícil definir la caterva de sabores que tiene.

—Es dulce… y picante. —Murmura Yoongi con la expresión arrugada.

— ¿Dulce?

—Sabe cómo el amor que representa a quien ames—cuenta Jimin con una sonrisa—. A mí me sabe dulce, algo ácido... ¡Muy intenso! Muy apasionado. —Opina relamiéndose los labios.

—A mí me sabe a cereza. —Jiwoo hace un puchero.

—Aun no estás enamorada de nadie entonces. —ríe Jimin.

Hoseok y Yoongi miran su helado y luego a ellos mismos, prefiriendo terminar los helados sin agregar nada.

 

Chapter 30: Sin alternativa

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Guarda todo en su baúl, poniendo con cuidado en la galaxia esférica. Tiene su ropa, materiales, libros y demás útiles para ir a Hogwarts. Las vacaciones fueron muy aburridas. Acostumbrado al ritmo acelerado de Hoseok, donde incluso el silencio era divertido.

—¿Ya hiciste terminaste de guardar todo en el baúl? —pregunta Yoongi a Jimin, que reptó hasta encima de la cama, junto al baúl de Yoongi.

Sí. Justo antes de las dos horas. Un milagro. —Cuando habla, Jimin saca mucho la lengua. Es una serpiente adorable. Hasta como un animal, Jimin es tierno y no puede huir de ese destino.

Entonces ¿Qué haces aquí y no paseando por ahí hasta que Jungkook venga por ti? —Jimin muestra los colmillos a medias y Yoongi chista—: agradece que tienes el hechizo anticonceptivo. Ya estarías esperando un cachorro—Cierra el baúl con fuerza—. ¿No se cansan nunca?

—No lo hacemos todo el tiempo—reclama Jimin, crispado—. Solo pasamos el rato juntos. A veces con muggles. A la mayoría les gusta vermecuenta enrollándose junto al muñeco de felpa de oso negro que Yoongi tiene en la cama—. Me cargan y a él le dan comida.  

—Ustedes dos me confunden demasiado. —Admite en un bufido, encoge el baúl y lo pone a un lado. Se echa en la cama, Jimin repta encima suya hasta quedar cara a cara.

 ¿Creías nos apareábamos todo el tiempo? No me gusta afuera—sisea Jimin disgustado—. A veces lo hacemos en algún lugar donde seguro, pero en realidad no me gusta.

—Eres más promiscuo de lo que creí en un principio. Es tu culpa por no aclarar. —Jimin aprieta el brazo de Yoongi, sin manos golpearlo levemente.

—Deberías estar más preocupado por tus padres—recomienda Jimin—. Están muy raros últimamente y creo que tienen algo que decirte. Es complicado espiarlos sin que me noten—lamenta—, solo  que te darán una noticia antes de irnos a Hogwarts. Quizá en la cena de hoy y no podre acompañarte. —Yoongi mira al techo pensativo, rasca su cabeza con la varita antes de ver a la serpiente.

¿Mi papá te ha tocado? O... hecho algo más—Interroga Yoongi de repente. Jimin muestra los colmillos y bufa en advertencia, haciendo que Yoongi aparte la mano. Baja del regazo de Yoongi y se esconde bajo la sábana —. Oye-

—No. No lo ha hecho. No me ha hecho nada. No me hace nada. Ni siquiera me ha intentado tocar También quiere sacar provecho de mí, no puede tocarme—Su prisa, huida y molestia al decirlo delatan que pasó algo y Yoongi necesita saberlo. Esta excusa es ridícula, haciendo más fuerte la sospecha que tiene. Por no decir que miente con algo que ha visto: su papá ha manoseado a Jimin desde que vive en esta mansión—. Nadie de clase alta quiere a un Omega que fue usado por otro —Que sea cierto, no cambia que Jimin ya ha estado con alguien y Yoongi duda que su padre no pueda hacer las mismas trampas para engañar a quien sea el pretendiente para Jimin—. No ha pasado nada.

—Si ha pasado , es obvio.

—No.

—Jimin, no seas—Yoongi exhala, ofuscado. Quita la sabana y Jimin muestra los colmillos. Yoongi lo toma y cierra la boca, sacudiéndolo levemente—. Sé que es una mierda, que no tenemos cómo escapar aun, pero necesito saber la verdad—enfatiza al soltarlo. Jimin se queda callado—. ¿No confías en mi?

—Sí.

—Entonces quiero saber: ¿Mi papá te ha hecho algo?

—No.

—Di la puta-

Solo fue con la boca—dice acelerado. Yoongi queda rigido, palideciéndo y dejando caer la mandíbula. Toma a la serpiente con brusquedad—. ¡No fue nada! No fue nada. De verdad no fue nada. S-Solo quería castigar- f-fue un accidente, fue mi culpa—insiste Jimin, acelerado y espantado de lo que percibe como un error—. E-estás bien y yo estoy bien. E-es- e-es tod- M-me asfixias.

— ¿¡E RES ESTÚPIDO !?

Yoongi lo suelta brusco y Jimin guarda silencio, escondiéndose en sí mismo.

— ¿¡POR QUÉ NO ME DIJISTE NADA!? —reclama Yoongi con voz quebrada. Incrédulo de que sí pasara algo.

Que su papá se atreviera a eso.

Po-porque ibas a reclamarle por eso y temía que te hiciera algo- Fue mi culpa. Te iba a hacer daño por mi culpa—La voz de Jimin suena quebrada, pequeña, asustada—. Eres lo único que tengo. No quería que te pasara nada. Somos hermanos ¿Cierto? Tú me ayudas en Hogwarts, yo te ayudo aquí.

—Eso no es ayuda maldito idiota—Yoongi tiembla, el ambiente frío y la cabeza punzando—. No eres mi mascota, tampoco eres... eres un... ¿Cómo te hizo eso? —pregunta Yoongi con voz quebrada y acabando en llorar.

Jimin cambia de forma y ladea la cabeza. Yoongi niega, soltando aire y mordiéndose el labio. Jimin balbucea un suave:

—No fue nada... estoy bien. Tú siempre estás triste y yo quiero cuidarte. Sean tus errores o los míos. —Yoongi solloza aun sin verlo, Jimin trata de limpiarle la mejilla, pero él lo manotea. Molesto, herido, sorprendido, perturbado...

Decepcionado de que su papá llegue a ser un monstruo tan terrible.

Guardaron silencio un par de minutos ¿Qué se supone que haga? ¿Agradecerle por dejarse abusar? Tampoco sabe cómo podra aguantar a su papá por dos años más teniendo en mente que tuvo la maldita fuerza de aprovecharse de su mejor amigo. De manipularlo para que piense esto. Apoya la barbilla en sus nudillos.

No es justo.

— ¿Solo eso? —pregunta Yoongi con voz pastosa.

—Sí, solo eso. No ha pasado nada más—Afirma con una sonrisa tan torcida que Yoongi no puede verlo por mucho tiempo, menos creerle—. Y... Cómo ha ido bien, has estado bien con Hoseok. Sin que nada te asuste, sin pensar de mal, sin odiar a los alphas—Yoongi respira profundo ¿Cuándo pasó? ¿Le tuvo miedo a los Alphas? Hay demasiadas preguntas y las odia—. Él te hace feliz y me hace feliz que puedas estarlo.

— No seas ridículo-

—Te hace feliz. Es imposible de negar. Disfrútalo, con suerte… Podría ser tu Alpha. Escogerlo tú—propone con una sonrisa, ilusionado—. El que permanece amable durante su primer celo, lo será en los siguientes. Hoseok es perfecto para ti y tú para él. El sueño y el sol amándose en un sueño luminoso. —suspirs Jimin, enamoradizo.

—Que cursi eres. No me lo puedo creer. —Niega con una suave sonrisa que se desvanece poco después, sintiendo pena por Jimin.

La frustración y la rabia se apoderan de sus pensamientos. Si Jimin es su mascota, bien, que lo sea, pero solo suya. Está determinado a quitarle el poder que tiene sobre Jimin. Ya no son un par de niños para soportar nada de lo que sus padres quieren imponerles.

No puede esperar dos años. Tienen que irse de aquí antes del próximo verano o tan siquiera las navidades.

— ¡Yoongi! ¡Ven aquí! ¡Tenemos algo que hablar contigo!

—Eso fue rápido—dice Jimin y cambia de forma—. Espero poder escuchar. —Saca la lengua y repta hasta bajar de la cama.

—Con suerte, será rápido y una estupidez inútil con la que me dormiré con los ojos abiertos. —dice Yoongi, agotado.

Más de lo que ha estado nunca.

Baja las escaleras y una vez la sala, se sienta desgarbado. La ropa amplia y descuidada junto al cabello negro alborotado es el peor aspecto se podría tener. Sus padres le dirigen una mala mirada por toda la imagen que presenta. Jimin sale de entre la ropa de Yoongi, espera si puede quedarse o no. Quizá hubo un cambio de opinión.

—Bueno que hayas traído a Jimin —Comenta el Sr. Min viendo a la serpiente de reojo. Ya que no lo ordenan irse, de queda aquí. Jimin se estira a lo largo del sofá—. Tenemos una noticia importante para ti.

—Es más que fenomenal. —afirma su madre que sonríe. Para Yoongi es una mala señal. Ella nunca sonríe.

—A menos que me trajeran el huevo de dragón que pedí. No hay nada que sea "fenomenal". —dice con desdén y comillas con los dedos.

—Estás comprometido. —Yoo gi casi se ahoga con su propia saliva. Tensándose en su asiento al igual que Jimin.

—Cha Young-Hyun—Anuncia su madre con la emoción centellando en sus ojos—. Ha venido a cada uno de tus cumpleaños ¿Lo recuerdas? —Yoongi tartamudea antes de gruñir:

—Si. Un maldito de un metro ochenta y cincuenta y siete años encima—dice Yoongi entre dientes, levantándose rápidamente—. ¿Están locos? Como creen que-

—Es de la nobleza mágica en Corea. Pensamos en ti al emparejarte con él en lugar de otros tantos candidatos ingleses. —Expone su padre, como si aquello fuese un detalle que debe agradecerle.

—No me voy a casar con él—Rechaza Yoongi de inmediato—.  Solo conozco su cara y sonrisa de mierda y lo que han dicho de él-

— ¿Qué importa? Recuerda que eres—Interviene su madre—. Eres un Omega, si él te dice que hagas algo, lo haces. No hay mayor complicación—desmerita la mujer y Yoongi se cruza de brazos, viéndola con aburrimiento y ofensa—. Te casaras con él una vez acabes el colegio. Por suerte, no lo molesta que estudies o que otros tantos estén en contacto contigo. Mejor dicho: es una sorpresa que te quiera pretender y te considere  lindo.

Para Yoongi, toda esa palabrería no son más que tonterías que apenas escuchó.

—No me voy a casar con él. —dictamina Yoongi.

— ¿Crees que habrá alguien mejor? —Mofa el Sr. Min.

—Ya hay alguien mejor—Suelta Yoongi sin pensar. Jimin trepa hasta la cintura del Omega, buscando de calmarlo—. No me importa. No me voy a casar con él. Me casare con quien yo elegí. —afirma dándose toques en el pecho.

Yoongi, deberías jugar a seguirles la corriente. Te vas a-

—Harás lo que te ordene—discute el Sr. Min poniéndose de pie por igual—. No eres más que un Omega, uno que está olvidando su rol en esta familia e irrespetando que, hasta este matrimonio, yo soy tu Alpha—dice entre gruñidos y dándose toques en el pecho—. Así que para con tu altaneria o-

Jimin abre las fauces, amenazándolo con morderlo o tragarlo de un mordisco si intenta aproximarse a Yoongi. El Omega ve gélidamente a su progenitor, que la varita de madera en la mano. El Sr. Min retrocede un par de pasos en lo que el Animago relaja su postura.

—Es cierto, soy un Omega y tu un Alpha, en lo que te equivocas es que creas que voy a obedecerte—anuncia con su magia creciéndose alrededor suyo—. Soy más fuerte de lo que tú nunca podrías soñar y si tratas de ponerme una mano encima, no quedarán ni las cenizas de este maldito lugar o de ti. —Advierte pasando de ellos y retirarse a su habitación.

Definitivamente no puede seguir aquí otro año más.

Jimin, que bajó de cuerpo de Yoongi, fue atrapado a mitad de camino a la salida, una soga magia se afianza a su boca, no puede morderlo si quisiera. La madre de Yoongi está alterada y nerviosa, mientras el Sr. Min aprieta a Jimin hasta que vuelve a su forma humana y la atadura desaparece. Jimin tose trata de aparta la mano del Sr. Min.

—Haz tu trabajo: has que acepte el compromiso por las buenas o yo me haré cargo de que lo haga. —Advierte el Alpha, Jimin da un gimoteo, negando con la cabeza.

—É-él no va a aceptar.

—No me importa. Ya te di una orden. —enfatiza, casi invadiendo su espacio. Jimin se muerde el labio inferior antes de decir:

—Si él no acepta, hay otra opción. —propone y sube la mirada por un momento.

—Dilo.

Chapter 31: Camino tenso

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—Yo no oí nada de eso. —dice Jin, cruzado de brazos.

—Es en serio, no te lo estaría diciendo si no fuera verdad—reclama Namjoon entre dientes—. Pasó frente a mí casa y hubo alboroto toda la semana.

—Es imposible ¿Cómo no salió nada en el periódico? —reclama Jin.

—Porque no es conveniente que se sepa obviamente. —Yoongi se rasca la cien.

Pide que Namjoon y Jin dejen de discutir. No han cambiado el tema de conversación desde que entraron a la estación. Lo único positivo de esta mañana, es que sus padres los dejaron a él y Jimin en la entrada, se fueron apurados de repente. No se iba a molestar en preguntar. No ha hablado con ellos desde ayer.

Espera que sea lo que sea que hagan, incluya avisarle a ese malviviente de posible prometido, que no habrá ninguna boda.

—Eso suena tan paranoico. —dice Hoseok con una leve risa, teniendo a Yoongi recostado. Es posible que se duerma en el camino a Hogwarts.

—Es la realidad y deberían de tomárselo en serio. —Advierte el Alpha.

—Exageras-

—No exagera, no debe tomarse a la ligera. —comenta Taehyung viendo por la ventana. Jin arruga un poco la cara, viéndolo fijamente. Chasquea la lengua con disgusto.

— ¿De qué hablan para empezar? Tanto que discuten y no aclaran nada. —queja Yoongi apenas enderezado en su asiento. No dejarían de discutir en un rato y mejor queda entender que pasa.

Y así unirse a Namjoon en la cruzada de darle algo de sentido común a Jin.

—Desde hace un tiempo ha habido ataques a Omegas, los matan. La gran mayoría de magia oscura—Hoseok borra su sonrisa por completo—. Al menos un cuarenta y cinco por ciento de ellos están muertos, los demás están desaparecidos. Es posible que estén vendiéndolos en el bajo mundo, tráfico humano, cualquier cosa. —explaya Namjoon con deje angustioso y tenso.

—Lo cual es tonto aun si hablamos de Omegas ¿Cómo dejarían pasar algo así? —replica Hoseok, confundido y horrorizado—. Es demasiado importante, si fuese tan grave como dices habrían reportes y noticias oficiales al respecto. —Jin apunta a Hoseok con ambas manos, que Namjoon vea lo absurdo que es. Yoongi blanquea los ojos.

—Son Omegas de magia oscura ¿Crees que importamos a alguien? A menos que trabajemos para ellos o seamos trabajadores potenciales, no nos prestan atención. Nos prefieren muertos. —Asegura Yoongi entre dientes.

—Son-personas—Jin juntas las manos—. Es inhumano. No estamos así de mal.

—Lo estamos. El mundo mágico lo está—aclara Taehyung, interceptando el argumento tan débil de su compañero de casa—. El problema es que muchos son como tú y creen que todo está bien—Sigue viendo por la ventana—. Lo poco que vi es que atacan a Omegas sin marca. Casi siempre. Así son más vulnerables. Supongo que más fáciles de vender. —encoge de hombros con desinterés.

—A nadie le gusta tener algo usado. —Agrega Yoongi.

—Estaremos en Hogwarts. Quien sabe, quizá se arregle en lo que pasa el año escolar—Propone Hoseok con optimismo sin desestimar lo que están diciendo, al mismo tiempo que negando la postura de Jin de un segundo a otro. Es algo que Namjoon agradece. Hoseok no necesita hacerse rogar demasiado. Con la intervención de Taehyung y Yoongi está más que claro que puede suceder y si Namjoon lo vio… Jin tiene la fortuna de ser un Omega de luz—. Y quien sabe, no dicen nada para esperar a tener al culpable. No causar pánico.

—Es una posibilidad. —Concede Namjoon, apaciguando el ánimo. Por no decir que también ve posible esa opción.

— ¿Dónde están Jimin y Jungkook? Ya deberían de haber venido aquí. —Murmura Taehyung asomándose a la puerta desde su lugar, tanto hablar le hace darse cuenta que ninguno de los dos ha vuelto a entrar desde que salieron “a buscar dulces”.

—No lo sé. Jimin tenía algo que hablar con Jungkook, no me dijo que, solo que tenían algo que-

Salen del camarote por un golpe repentino. Yoongi los pasa y aparta a Jungkook de Jimin, quien estaba pegado a uno de los muros de madera del tren. El Alpha dio tal ataque, que quedó madera hundida y astillas clavadas en su mano. Ver a Jungkook molesto es extraño, una anomalía.

—Ca-Cálmate ¿Si? Nos están mirando. —balbucea Jimin, nervioso por la cantidad de atención que tienen encima. Yoongi dirige una mirada gélida a los que se asomaron para saber qué pasa.

—Vuelvan a su maldito camarote—Advierte Yoongi entre dientes y pronto no hay nadie asomado—. Y a ustedes dos ¿Qué mierda...?

—No finjas puta demencia, tú sabes qué pasa. —Acusa Jungkook Jungkook entre dientes. Colmillos sobresalientes y su cabello alborotado, como si está a punto de cambiar de forma.

—Siento que me pierdo de algo. —susurra a Taehyung a Hoseok, quien asiente agarrado a su hombro.

—Bienvenido a mí día a día. —susurra Hoseok.

— ¿Saber qué mierda? No sé nada de lo que hacen, no pierdo tiempo con-

— ¡QUÉ SE VA A CASAR! ¡NO VA A VOLVER DESPUÉS DE NAVIDAD Y ES CULPA TUYA! —reclama Jungkook empujando a Yoongi. Jimin sujeta a Jungkook del brazo, chillando:

— ¡SE SUPONE QUE NO IBAS A DECIRLO!

— ¡¿Qué importa?! —reclama Jungkook histérico y liberándose de mala gana—. ¡SERÁ OBVIO CUANDO NO VUELVAS!

— ¿Qué? ¿Casarse? ¿Quién se va a casar? —Hoseok ve a los lados, confundido y es peor por notar que Yoongi está igual de desorientado.

—Nadie se va a casar—chita Yoongi con expresión irritada y aturdida—, ¿De qué mierda hablas? Rechacé el compromiso porque es una mierda y no me pueden forzar—Informa con orgullo a su postura—. Si mis padres molestan más con eso.

Jin lo detiene, dándole un par de toques en el hombro. Pálido, incrédulo y diciendo en voz baja:

—Rechazaste… tú—aclara con lentitud—, pero él—apunta a Jimin—, aceptó. —Jimin se agarra el brazo con expresión incómoda.

Antes de poder decir nada, Namjoon hace a todos entrar para evitar más personas enterándose de esto. Apretados en el camarote, con todos mirándolo, Jimin se encoge y se vuelve una sesión de verlo llorar por los reclamos histéricos de Yoongi. Se vuelve una competencia por descubrir quién está más enojado con él: Yoongi o Jungkook, aunque cabe destacar que Jungkook está enojado con Yoongi, no con Jimin.

—Yoongi-

El balbuceo débil de Jimin no logra traspasar los reclamos de Yoongi.

— ¡ERES UN MALDITO ESTÚPIDO! ¿¡POR QUÉ NO PELEAS!? ¡¿POR QUÉ DEJAS QUE TE ATAQUEN COMO SI NO FUERAS NADA!? TEN ALGO DE ORGULLO POR UNA PUTA VEZ EN TU VIDA. —Yoongi le da un empujón como puede y Jimin solloza, sin sostenerle la mirada—. ¿¡CREES QUE ESTO VA A SERVIR DE ALGO!? ¿¡CREES QUE ME CUIDAS O ALGO ASI!? VAN A BUSCAR A OTRO ALPHA Y VA A EMPEZAR DE NUEVO. TE NECESITO CONMIGO. TIENES QUE QUEDARTE CONMIGO ¡NO DARTE A TI MISMO COMO CARNE DE CAÑÓN! .—Hoseok lo sujeta para que no golpee a Omega, que está rojo e hinchado de tanto llorar.

Jimin niega con la cabeza, trata de decir algo, pero Yoongi no lo deja. Taehyung levanta un dedo y trata de meterse:

—Dudo que te vaya a decir nada si grit-

—No se trata de falta de orgullo—informa Jin, lo único que consigue hacer a Yoongi guardar silencio. Jadeando por tanto aire que perdió—. Incluso si te molesta: te está cuidando, te está dando tiempo. —notifica volviendo la vista a Jimin, leyendo los pensamientos desordenados y adoloridos.

— ¿¡DE QUÉ!? —reclama Yoongi, que convierte el espacio en un espacio helado donde todos tiemblan; los cristales se empañaron y picos de hielo se forman—. NADA-

—Te iban a hechizar para que fueras con ese Alpha—dice Jin, tan solo repitiendo lo que pasa por la mente de Jimin. Yoongi luce igual a un cachorro confundido, ladeando la cabeza y arrugando el gesto—. Te mantendrían en vigilancia hasta el matrimonio y ahí, te darían Amortentia para mantenerte controlado; una dosis cada mes. En el caso de que no aceptaras y aun si aceptabas, que fueses dócil. Tus padres aceptaron la propuesta para pagar ¿Deudas? Y constante favorecimiento de ese tipo.

Yoongi baja la mirada, temblando y volviendo la vista hacia Jimin que no se atreve a mirarlo aun. El Omega de Slytherin niega con la cabeza. Ni siquiera sus padres le harían algo así ¿O sí? A pesar del auto engaño, sabe que sí.

Después de todo, tiene la confirmación de que su papá abusa a Jimin desde quién sabe cuánto tiempo.

—Sabes a la perfección que no lo haría si no fuese una situación extrema—dice Namjoon, casi ansioso por el ambiente tan complicado y frío que hay—. Eres fuerte, pero hay maldiciones imperdonables en todo esto. Ademas de adultos que saben el doble que todos nosotros—enfatiza y Yoongi sigue negando, cruzándose de brazos y sintiendo que los ojos se le aguan, intimidado por la noción a que eso pase—. Es más complicado que Slytherin.

Hoseok los mira alternativamente. Incomodo, preocupado, ansioso ¿Cómo puede a ayudar a que Yoongi no esté tan estresado? Tan asustado—. No quiero que te lastimen, no si pueda evitarlo… Estoy para cuidar de ti—enfatiza Jimin con voz quebrada.

— ¿Por qué estás tan obsesionado en cuidar de mi? Es que no te entiendo—reclama Yoongi de regreso—. Estamos igual de jodidos y ¡Quieres ser mi maldito salvador! ¿¡Que no ves que quien debería estar en una burbujita de cristal eres tú!? ¡POR ESTUPIDO! —insiste casi desesperado por hacerlo entender.

Y que le explique.

—Somos amigos. Nos cuidamos. Es todo—dice Taehyung con simpleza. Encogiéndose de hombros y con una sonrisa triste en el rostro—, y porque es estúpido. —ríe sin ganas.

Para Hoseok hay algo claro, Jimin no quiere ver a Yoongi bajo Imperius, bebiendo una pócima de amor para permanecer junto a quien sería su esposo; no quiere ver cómo lo destruyen y convierten en algo que no es. Usándolo como un cuerpo que dará cachorros y placer a un Alpha.

Él tampoco quiere algo así.

Así como no quiere que Jimin se involucre.

Que le hagan daño, que ellos lo lastimen más.

¿Por qué la familia Min está tan desesperada por romper a los Omegas que viven bajo su techo?

Una parte de sí, desconocida en su existencia, le genera fastidio que sea Jimin quien cuide de Yoongi cuando es algo así de importante y serio. Cuando es claro que Yoongi no podría solo.

El resto del camino a Hogwarts fue tenso con este torrente de información y noticias. Yoongi está pensativo, Jimin deprimido, Jungkook decepcionado y Hoseok tratando de descifrar lo que siente. Que inicio de año escolar de mierda.

Chapter 32: Reclamos insistentes

Chapter Text

La exigencia en cada una de las materias aumentó. Hoseok apenas puede seguir el paso a las lecciones, suele coincidir con Gryffindor y algunas pocas con Slytherin. Afortunadamente, en Pociones está con las serpientes y puede seguir como compañero de Yoongi. La manada está sumamente tensa. Nada ha cambiado desde que llegaron. 

Empeoró cuando en los periódico se anunció la desaparición de una Omega sangre pura bien conocida. Lo peor del caso es que se trata de una maga de luz, una que defendía fuertemente que no hay diferencia entre magos oscuros y magos de luz, dependiendo de las personalidades y caracteres. Es muy joven y que desapareciera, solo logró que Namjoon restregara las hojas de papel en el rostro de Jin

Estuvo una hora entera sin decir nada, ofendido.

Jungkook ha estado distante, parecido a antes de que se hiciera amigo de Jimin y a pesar de que no es hostil con él, se lo nota pensativo. Jin no ha interferido de ninguna forma, Taehyung dijo con aire humorístico que Jin por fin aprendió a no ventilar la información personal de otros.

 —Voy a reprobar el TIMO de Pociones. Es lo más seguro. —Hoseok deja los libros a un lado. Todos echados en el pasto con un cielo apocalíptico y ambiente helado.

—No lo harás. Te ayudaré a estudiar. —afirma Jimin con una sonrisa débil.

— ¿Cuánto tiempo? ¿Dos meses? No va a servir para nada. —escupe Jungkook en voz baja. Jimin desvanece su sonrisa, con el cabello negro y liso. Se hace un mechón tras la oreja y regresa a su libro, encogido.

— ¿Tienes que irte en navidad? —increpa Namjoon, Jimin asiente sin verlo.

—Me enviaron una carta diciendo que Younghyun aceptó que sea su Omega, pero no puedo terminar el colegio—cuenta casi para sí mismo, apenas audible—. Da igual. Tampoco tenía idea de que hacer después. Digo… Eso de trabajar para el ministerio no es lo mío. —Jimin baja la voz a más habla.

—Te sienta mejor heredar. Lo mereces, con tanto problema. —burla Taehyung, balanceándose en su sitio.

—Había pensado en ser profesor… O viajar por el mundo—Jimin estira las piernas—. Muchos profesores aquí no se graduaron de todos modos. —murmura pasando página

—Ser profesor suena genial. Yo quiero eso, lo de ser Auror o andar por el ministerio todo el día es aburrido. En cambio, cuando eres profesor, tienes vacaciones. —celebra Jin.

—Yo quiero ser auror. —dice Taehyung, Jimin está seguro que lo dice por participar y no porque sea su aspiración. Después de todo, Taehyung no podría con un trabajo tan pesado y agresivo.

—Ni siquiera sé si voy a quedarme en el mundo mágico—lloriquea Hoseok, confundido sobre su posible futuro—. Ya perdí la secundaria Muggle, pero… supongo que aun tengo chances en la universidad ¿Creo? ¿No sé? Ver qué hago con mi vida—Se frota las mejillas, nervioso—. ¿Y tú?

—Ministerio. —dice Yoongi a secas.

—¿Qué hay de ti? Kookie. —pregunta Namjoon, ya es bien sabido que él quiere trabajar como Auror, pero que, si estaba en manos de todos los demás, lo postularían como ministro de Magia y tampoco es mala idea.

Namjoon es el único que no tiene expectativas o ganas de eso.

Jungkook cierra de mala gana el libro que leía, levantándose bruscamente—. No me puedo creer que finjan estar tan tranquilos con esto. No los soporto.

—Kookie-

— ¡No! ¡Nada de Kookie! No soy un niño imbécil. Te vas a ir en navidad, no vas a volver. No te veremos nunca porque otro tipo, que no soy yo, te va a morder y violar hasta que te embarace o quien sabe qué otra cosa—reclama hacia Jimin, que lo mira con expresión herida y ojos aguados—. No quiero fingir que eso está bien, es normal, que no me duele. No aguanto que ninguno de ustedes se lo tome en serio—recrimina hacia los demás. Hoseok es el que más avergonzado se ve—, mucho menos tu—Jungkook apunta a Yoongi—, que eres el culpable.

Yoongi mantiene un gesto indiferente y Jungkook se va casi echando humo de las orejas. Jimin deja el libro a un lado y sale corriendo tras Jungkook, llamándolo con desesperación.

—Es impulsivo a veces. —dice Jin. Yoongi suspira apretando sus sienes.

—Esto no tiene sentido. No va a irse a ningún lado, así lo tenga que desmayar para que pierda cada tren. —informa Yoongi y Namjoon niega.

—Lo vendrán a buscar de todos modos. Lo sabes. —rectifica Namjoon.

—No me importa. No va a pasar. Es-

—No es tu culpa. —dice Jin por encima de Yoongi.

Toma sus cosas y se marcha a las mazmorras, malhumorado. Jungkook no hado de recriminar que Jimin se va por su culpa. Aunque quiera decir que Jimin tomó esa decisión, por más estúpida que sea; no le pidió que lo hiciera. Está muy molesto por Jimin y su urgencia por “salvarlo”.

Jimin ha recalcado lo mismo muchas veces: quiere que sea feliz, pero ¿Cómo se supone que sea feliz con la culpa de que está tomando su puesto? Si sus padres vienen, lo esconderá así sea transformándolo en una mariposa y dejándolo en un frasco; fingir que está perdido ¡Lo que sea! Hoseok detiene su avanza, parándose frente a él.

— ¿Qué quieres? —queja Yoongi.

—Ofrecerte pasar un rato en el campo de Quidditch para que nadie moleste. —ofrece Hoseok.

— ¿Qué diferencia hace? —Hoseok se encoge de hombros.

—Te gusta más el silencio y la poca compañía. Pensé que sería buena idea.

—No me voy a casar sin importar nada. —dice Yoongi.

—Aun si él lo hará en tu lugar. —comenta Hoseok.

—Él lo decidió. —chista Yoongi.

—Por tu bien. —apunta Hoseok.

—Puedo cuidarme solo. —queja Yoongi.

—Eso es cierto. —acepta Hoseok.

—Además—Hoseok bufa con angustia—. Seguramente buscan pretendiente para mí. Quieren unirme a alguien a como dé lugar. Lo voy a rechazar y si quieren obligarme, lo impediré.

— ¿Así sea usando maleficios? —Hoseok voltea a verlo, Yoongi siguió atento al cielo.

—Sí—Responde después de un rato. Hoseok vuelve a alzar la mirada—. Rendirse es tonto, permitir que te abusen es estúpido- no soporto que quiera ayudarme a costa de joder su propia vida.

—Me haces creer que piensas matar a alguien—Hoseok toma la mano de Yoongi, dando un apretón. Hoseok se muerde el labio y se atreve a decir—: si piensas algo así, no importa… Te apoyaré.

Yoongi voltea a verlo con impresión, busca que sea una mentira, pero Hoseok luce determinado, totalmente sincero.

— ¿Apoyarías un asesinato?

—Si con eso eres feliz, lo cual traduce a alejarte de tu familia abusiva… Sí, lo apoyo.

Yoongi ríe sin gracia. Devuelve el apretón de mano, quedándose los dos echados en el suelo otro par de horas, sin hablar demasiado. Entre uno de los temas, Hoseok mencionó la sorpresa que tendrían todos en su equipo por su escoba nueva.

—¿Por qué te preocupas tanto por mi? —pregunta Yoongi en voz baja—. ¿Por qué quisieras ayudarme?

—Simplemente lo quiero. —dice Hoseok.

—Es por algo que sientes ¿No? —inquiere Yoongi, confundido.

—Ya te lo he dicho no.

—Solo espero que no sea más explícito.

Hoseok hace un puchero ¿Por qué sería malo?

—Si te dijera-

—No lo digas. —Yoongi lo calla, poniéndole una mano en la boca. Aparta la mano y da un beso a los labios de Hoseok, que hace un círculo con la boca.

Es mejor para él no oírlo. No está de humor. No siente que pueda tratar con eso ahora. Aceptar esos sentimientos es demasiado para él.

— ¿Le inyectaste cálmate o que tiene? —pregunta Taehyung en voz baja, Jungkook está muy tranquilo en su sitio. Sin ver mal a nadie o tan siquiera reaccionar a que se muevan delante suya.

—No sé. Está así desde ayer. —responde Jimin en voz baja.

La parvada de lechuzas entran al gran comedor: es hora de correspondencia. Namjoon leyó otra noticia con referencia a un Omega desaparecido, pero nada que fuese relevante. Hoseok recibe su mesada, Jin una carta de sus padres, Jungkook un regalo muy atrasado de cumpleaños y finalmente Yoongi toma la carta que Snow lleva en el pico. La lechuza luce feliz, ululando. Salta al hombro de Yoongi y frota la mejilla del Slytherin.

—Ay no. —murmura Jimin encogido. Está dirigida a él y no a Yoongi.

Yoongi acaricia a su lechuza mientras Jimin lee la carta. A medida que avanza, abre más los ojos. Se levanta de su asiento. Da un par de exclamaciones hasta alzar los brazos.

— ¡SI! —exclama Jimin, con su cabello haciéndose rubio de golpe; ojos azules, sonrisa brillante y piel con un ligero tono bronceado.

— ¿Qué pasa ahora? ¿Qué tiene esa carta para que estés feliz? —balbucea Yoongi, aturdido por el cambio abrupto. Jamás ha tenido una reacción como esa a una carta de sus padres. Debe estar hechizada.

— ¡SI! —Vuelve a chillar, saltando del banco y saliendo a toda prisa del gran comedor. Jungkook lo sigue de manera torpe. Yoongi toma la carta que acaba de caer.

—Oh…—Arruga un poco la cara y luego sonríe ladino.

— ¿Qué es? —Pregunta Hoseok y tal como los demás, se apoyan en la espalda de Yoongi para leer la carta:

(…) ocurrió un incidente que aún está en investigación, lo que debes saber es que Younghyun fue asesinado. No sabemos el culpable, pero…

—Jimin tiene Felix Felicis por sangre. —carcajea Taehyung, saltando para salir tras el par que ya se marchó.

—Qué raro, se supone que era un Alpha. —silba Jin, sorprendido.

— ¿¡Que importa!? ¡Vamos por él, hay que celebrarlo! —Hoseok jala a Yoongi del brazo.

A pesar de que la directora ordenó que no hicieran ninguna tontería fuera del reglamento, salieron a toda velocidad. De momento, no importan los detalles. Yoongi no quiso considerar que significaba esto para una próxima movida de sus padres.

Se deja consumir por la emoción como el resto de su grupo, que se reune en un jardín y une en el abrazo en torno a Jimin.

Chapter 33: Accidentes deseados

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—Joven Min, joven Min.

El llamado cantarín y nervioso llama su atención. Saca la cabeza del libro que leía. Si bien no es un gesto desdeñoso a su profesora de Herbología, está queda intimidada. Suele evitar hablar con él porque Yoongi la asusta. Su magia la intimida demasiado. Yoongi no sabe que causa eso en su profesora.

—Necesito que me hagas un favor.

—Depende. —responde Yoongi, cortante. Si es cargar libros, macetas, mandrágoras, guantes o cualquier porquería de Herbología, espera que Wheein ya tenga otra persona en mente.

—Se trata de Hoseok—Yoongi le presta atención de inmediato. Wheein no deja de pensar en que es adorable como su estudiante favorito de quinto año, sea el principal amigo del Omega más sombrío de quinto año—. No hay problema en que use su hora libre como le plazca; el problema es que debía ir a un entrenamiento de Quidditch, nunca llegó y ahora no hay quien lo saque del salón de la banda.

— ¿Salón de la banda? —Repite Yoongi, extrañado.

—Sí. Hechizó los instrumentos, objetos y demás—Wheein exhala agobiada—. Lo vi bailando por su cuenta, está muy bien, pero su olor es…—Agita la mano. Yoongi boquea, viendo alrededor y de nuevo a la profesora. Con una idea clara de qué es lo que ella quiere decir.

— ¿No debería ser un profesor quien lo saque de ahí?

—Tengo la impresión de que está en el periodo antes del celo y será mucho más tranquilo si entre tú y yo lo sacamos. —Explica con una sonrisa amable—. Según el enfermero, quiere gastar energía de la manera en que sea y por eso está en ese salón ¿Sabías que bailaba?

—Sí.

—Eso es bueno, puede ayudarme a mantenerlo calmado y que lo llevemos a la sala común de Hufflepuff. —Yoongi asiente y cierra el libro.

Ambos se toman un poco de tiempo en llegar al salón. Está lejos a donde Yoongi estuvo echado leyendo. A Yoongi lo sorprendió que el ritmo fuese tan ajeno al normal en ese salón. Donde se suele escuchar música clásica. Al poner Yoongi un pie dentro, la puerta se cierra, dándole un golpe en la espalda. Wheein saca su varita para limpiar un poco el aire. Hiede a Hoseok. Yoongi aprieta los dientes y arruga la cara por el estruendo que hicieron un par de trompetas.

—Ho-

Yoongi ladea la cabeza, acercándose curioso por la cantidad de movimientos que el Alpha puede hacer. Es como si no tuviera huesos en su cuerpo. Recoge la túnica de Hoseok, tirada en el suelo. Hoseok se detiene, jadeando y sonriendo hacia Yoongi. Se quita el cabello de la cara, que tiene un color cobrizo por el tinte marrón caído.

—Pensé que tenías hora libre ¿Por qué viniste para acá? —pregunta Hoseok, ignorando a Wheein ahí parada a un par de metros—. No hay nada que pueda interesarte en este pasillo ¿Jimin venía contigo? ¿Está afuera? Está penoso estos días ¿Sabes que le pasa? ¿Qué con esa cara? —Hoseok apoya las manos en su cintura. Tiene los ojos dilatados y la cara roja. Yoongi niega con la cabeza, agobiado.

—Hablas demasiado rápido y me estresas—Queja rascándose tras la oreja—. Estás todo sudado… Wheein dice que deberías ir a tu sala común, no apestar todo aquí ¿Por qué bailas tanto? —Arruga por momentos la nariz. El aroma en el lugar es demasiado fuerte y lo marea, aunque la presencia de la profesora y su esfuerzo ayuda a que sea menos desesperante—. Haces mucho escándalo.

—Quería cansarme, pero no lo consigo.

—Hobi—llama Wheein con gentileza y el finalmente se fija en ella, haciendo una mueca de desdén, casi molestia—. Sé que te sientes así, por eso es mejor si vamos los tres a Hufflepuff ¿Sí? —Hoseok da un gruñido—. Yoongi vendrá. No te preocupes.

—Vamos-

Yoongi da una exclamación, Hoseok lo carga y sienta en el escritorio. Wheein exhala, apoyando la mejilla en su palma. Hoseok se ríe y palmea las piernas de Yoongi. El cabello de Yoongi se torna rosa y enrojece el rostro—. Mira lo que hice en la academia de baile durante el verano. La hice pensando en ti como por una semana entera y creo que me quedó genial.

—No soy bueno con ese tipo de cosas.

—No importa. Solo mírame.

Wheein le hace un par de gestos a Yoongi que boquea y acaba haciendo una mueca—: después de eso, vamos a Hufflepuff ¿Bien?

— ¡Bien! —exclama el Alpha, alegre. Wheein toma asiento con algo de distancia. Dejarlos en su pequeño tiempo. Yoongi cruza las piernas y entrelaza los dedos en su rodilla.

Hoseok está tan emocionado, con la sensación de que es su momento perfecto para ¡Demostrarle a Yoongi lo que puede hacer! Yoongi hace su cabello negro... o lo intenta. Acaba en color vinotinto. La música empieza a sonar no es muy fuerte ni rápida, es lúgubre y Hoseok baila con gran pasión, algo que Yoongi solo le notó en el Quidditch y aun así, eso queda como poca cosa en comparación a esto.

michidorok johatji
dalkomhame jungdokdoen byeongsin
geurae byeongsin
nohchigin silheosseo akmaui songireul

Ladea la cabeza. No sabe si Hoseok está cantando o él se lo imagina. Lo cierto es que escucha algo similar. Yoongi suspira encantado, fijo en Hoseok y en nada más. Complacerlo en darle toda su atención.

Too bad, but it’s too sweet
It’s too sweet, it’s too sweet
Too bad, but it’s too sweet
It’s too sweet, it’s too sweet

Debido a que a la camisa tan suelta y abierta, Yoongi ve el abdomen que brillante de sudor. Plano y marcado. Yoongi suelta un prolongado respiro de aire caliente. Su magia sale, lenta y serpentina; se mezcla discretamente con la magia explosiva de Hoseok, así como las hormonas de ambos llenando el ambiente. O lo harían de no ser porque Wheein lo controla.

It’s too evil
Yeah, it’s evil

Hoseok termina de bailar y se acerca a Yoongi, trotando. Apoya las manos a cada lado de Yoongi.

— ¿Qué te pareció? ¿Eh? —Interroga Hoseok con una enorme y brillante sonrisa. Más sudado y rojo que al principio—. ¿Te gustó?

—Si. —Responde Yoongi sin saber que decir. Los instrumentos caen al suelo por y Wheein se acerca, tomando a Hoseok de los hombros. Yoongi está perdido en su mente.

Encantado, cortejado y seducido por Hoseok de una manera que jamás esperó recibir. Toma a Hoseok da la cara, dandole un pequeño beso en los labios—Boy meets evil—. Murmura, con ojos viperinos, el salón oscureciéndose consecuencia de su magia y Hoseok destacando por la camisa blanca. Logrando que Yoongi luzca demoníaco en comparación.

—Bien, hora de ir a-

—C-creo que... estoy en celo. —admite Hoseok, temblando y sonriendo, con algo de saliva escurriendole por las comisuras. Yoongi exhala, negando con la cabeza y una mirada de ternura hacia él.

—¿Vas a estar con él? —pregunta Wheein a Yoongi, que asiente sin mirarla—. Muy bien. Los acompaño a Slytherin. Yo hablo con Jihyo para que quede dicho. Antes de cualquier cosa, espera que te demos el collar ¿Vale?

Yoongi baja del escritorio de un salto y se dirige a la entrada con Hoseok un par de pasos atrás, solo pendiente del Omega que es como una pequeña bola de oscuridad que le encanta perseguir. Cuando llegan a Slytherin, Hoseok pasa primero a la habitación y Yoongi espera apoyado en la pared. Wheein no demora mucho en traerle el collar y recordarle las reglas que hay para esto.

—Buena suerte. —dice Wheein y Yoongi asiente, poniéndose el collar.

Yoongi entra al cuarto y lo sorprende que la puerta se le cierre de golpe en la espalda. Tal como en el salón de música. El Omega trata de abrir la puerta, pero está sellada con magia. Saca la varita, haciendo una y otra vez el mismo hechizo sin que funcione. Yoongi chasquea la lengua con molestia—. ¿La cerraste a propósito? —interroga Yoongi, inquieto. Hoseok lo mira fijamente, apenas en pie atrás de él, con poco aire entrando a sus pulmones.

Yoongi no se molesta en apartarlo cuando lo siente jalando levemente de su túnica, es lo normal en su opinión, apenas da un par refunfuños al respecto. Hoseok busca de ver más la piel pálida del Omega. Con una mueca se aproxima y olisquea. El aroma suave, pero reprimido lo molesta. Hoseok quiere a su Omega en su máximo esplendor. A final de cuentas, es para él quien debe mostrarlo ¿no es así?

Yoongi consigue abrir la puerta y dejarla de forma que no se siente encerrado. Guarda la varita y Hoseok lo abraza por la espalda, juntando su cuerpo con el de Yoongi. Se remueve inquieto para quitárselo de encima, con la dominancia del otro impidiendo que su cuerpo reaccione de manera apropiada. Listo para repelerlo con su magia no lo hace.

Abre los ojos y la boca de la cual escapa un grito pequeño y corto.

—Ho-Hoseok- ¡Hoseok! —chilla, espantado de que Hoseok insista en morder el collar, jalándolo y logrando algo curioso: subirlo y así llegar a la nuca de Yoongi.

Encajando los dientes y sacando sangre. Yoongi contiene el aire, aferrado a las manos de Hoseok. El Alpha entre cierra los ojos, gorgoreando de placer y bufando por el aroma de Yoongi haciéndose más intenso, más fuerte, fácil de comparar con el suyo propio.

Como si él mismo está entrando en celo también.

Una gran alegría para Hoseok que sigue mordiendo.

Yoongi aceptó su cortejo y en esta ocasión fue reafirmarlo. Sus dientes y labios se llenan de sangre, igual que la camisa blanca del Omega. Quiere que la marca sea tan profunda y obvia que nadie pueda negar la aplastante realidad, que sus padres no lo puedan alejar: 

Yoongi es su Omega.

Incluso desde antes de morderlo.

Desde antes de hacerlo oficial.

Y está seguro de que Yoongi lo sabía.

Por eso ahora no deja de temblar, sin fuerza para estar de pie y ahora haciendo que lo cargue mientras aun lo muerde. Yoongi quería esto ¡Quiere que estén juntos! Él mismo lo declaró su Alpha hace tiempo. Yoongi fue el primero en decirlo. Fue Yoongi quien lo eligió.

Gracioso mencionar lo importante y fuerte que es Yoongi, considerando que ahora no puede ni estar en pie. Lo lleva a la cama, sentado encima suya y frotando la mejilla con la de él. Yoongi apenas puede respirar, incapaz de comprender la manera en que su cuerpo se comporta. El calor desesperante, el sudor imposible, los temblores inhumanos. Da lloriqueos, parecidos a los chillidos de un perro. Aprieta las manos de Hoseok y vibra por lo que Yoongi dice:

—Ahora no te pueden forzar a nada ¡Y tampoco tendrás que alejarte de mi! —dice Hoseok con voz grave y rasposa, Yoongi parece a punto de desmayarse. No por el dolor, sino por la impresión y el cambio tan abrupto que su cuerpo está sufriendo ahora. Empeorado por los besos y risas que Hoseok da en su cuello y oreja.

Chapter 34: Sentimiento paranoico

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Traga y respira por la boca con fuerza,  gotas de sudor cayendo por su frente y rizos rubios. Los brazos le tiemblan y los hombros duelen por los rasguños. Torpemente cae en sus antebrazos, acercándose al rostro de Yoongi que respira al mismo ritmo. Con los alientos mezclándose; ambos dejando ir vaho frío, culpa de la la magia oscura llenando la habitación, contrario sus temperaturas corporales.

—Estás preocupado. —murmura Hoseok. Siente la emoción burbujeante y que hace estragos en Yoongi.

Tener un vínculo es… Espectacular. Puede sentir todo lo que Yoongi siente, comprender su molestia, su placer. Es como conectar sus mentes de forma emocional. Hoseok concluye que sus padres fueron parcos con esa charla. Estuvieron más concentrados en hablar sobre los embarazos y el sexo—. ¿Te sorprende?

Hoseok niega con la cabeza, Yoongi le da un par de palmadas en el costado, logrando que Hoseok se eche a un lado y el Omega se retuerza a quedar boca arriba, incómodo con sangre seca en la nuca. Hoseok queda de lado, con ganas de arroparse, pero sin suficiente intelecto para hacer aparecer una manta.

—La verdad no entiendo que te preocupa. —dice Hoseok, arrastrando las palabras. Yoongi arruga el entrecejo, levanta la cabeza y le informa:

—Cuando un Alpha muerde a un Omega ligado, el hechizo desaparece. Soy fértil ahora.

Hoseok abre los ojos de golpe y sonríe nervioso, levantando un poco la cabeza. No puede creer que eso no se lo dijera nadie. Quizá su animal interno se habría controlado de saber ese detalle. Mira hacia abajo y Yoongi lo toma de la cara, que no mire más el desastre de dos días enteros copulando.

— ¿No se puede volver a poner el hechizo? —tartamudea Hoseok.

—Sí. 

Hoseok se desinfla, totalmente recostado de nuevo. Yoongi le aprieta la cara.

—Aunque solo tiene efecto en tanto no esté en espera. No elimina lo que ya hay dentro—Hoseok da un chillido de pánico, recogiendo las piernas hacia sí mismo—. Podría ser peor.

—Bu-bueno… Tal vez no hay nada. —Yoongi asiente. Quiere creer lo mismo por el bien de los dos. Sus hormonas se soltaron por primera vez, pero no debe suponer que los mini Hobi harán de las suyas.

El condón en un Alpha en celo no va a suceder jamás.

—Aunque no es lo único que te preocupa… O lo que más te preocupa. —admite Yoongi, exhalando y dejando a Hoseok.

—Dijiste algo en medio de… Eso. —comenta Hoseok, haciendo memoria.

— ¿Qué? ¿Qué tenía hambre? —burla Yoongi con una sonrisa creída—. Jimin y Jihyo trajeron de comer, no es mi culpa que mi estómago-

—No fue eso. —rechaza Hoseok.

— ¿Entonces qué? —increpa Yoongi.

—Dijiste que me amas. Cuando yo te dije que te amo. —informa Hoseok.

Yoongi luce como esos gatos amargados que acaban de tirar un vaso y no esperan nada más que ser vistos en su crimen—: Sí ¿Qué tiene? Y lo tuyo fue una tontería. Todo por la puta mordida.

—No entiendo ¿Por qué es raro? O algo que solo pasó por la mordida. —interroga Hoseok. Consigue la esquina de la sábana y jalarla para arroparse. El frío lo está matando. Yoongi levanta el torso, gruñendo:

— ¿¡Qué no entiendes!? No es nada raro. A-además—La voz le flaquea, con el cabello rosado y el claro nerviosismo porque hablar de sentimientos se le da fatal—, sabes perfectamente que no es una mentira. Yo- No tiene sentido. Es- Ya olvídalo. —ordena Yoongi. Mete la cara en la almohada, incluso más agotado que Hoseok. 

El Alpha este se las ingenia para acabar ambos hechos una oruga en la sábana, pegados como si fuesen a hacerlo de nuevo. Yoongi lo juzga con la mirada. Que ni se le ocurra que va a pasar de nuevo.

— ¿Qué crees que haces? —refunfuña Yoongi.

—A menos que te mire directamente a los ojos, no vas a decirme nada y quiero saber por qué no tiene sentido que te ame. —insiste Hoseok y Yoongi gruñe, con mala cara.

—Eres un Alpha de quince años que a duras penas entiende mi mundo, la magia; eres un maldito rayo de sol—discute cubriéndole la boca para que no trate de besarlo o discutir—. ¿Crees que puedes decidir esto? O decidir si quieres que te arruine la existencia. —enfatiza entre dientes.

— ¿Por qué lo arruinarías? —Hoseok no entiende el revoltillo mental de Yoongi ¿De dónde junta una cosa con la otra? Quisiera leer su mente para comprenderlo.

—Ya debes conocerme lo suficiente para saber por qué. —afirma Yoongi. Hoseok sisea, Yoongi se siente más frío y empieza a doler.

—Aparentemente no.

Yoongi resopla ofuscado, intenta separarse de Hoseok. Rendido tras veinte minutos sin éxito; echado en él y en la cama. El Alpha no deja de verlo, esperando una explicación clara y razonable. No hay motivo por el cual deba lamentar lo que hizo. Hoseok da un quejido angustioso.

—Me gustas mucho, te he estado observando desde primer año ¿Qué más quieres de mí? —Pregunta con voz quebrada—. Sé que no soy el mejor prospecto qu-que tenías, pero sé... sé que puedes ser feliz conmigo. Que puedo hacerte.. feliz siendo quieres eres- L-lo siento por no tener dinero como quisieras.

Hoseok se aparta, sintiéndose herido y avergonzado de un segundo a otro. No había pensado en eso. Que quizá Yoongi no quiere a un Alpha que no sea de su mismo estatus social. El dinero le importa mucho aun si no lo admite. Exhala con fuerza y con ganas de llorar. Yoongi se sienta igual, constipado y preocupado de haberle causado un cambio tan drástico de ánimo.

—Yo no sé cómo hacer feliz a nadie—dice Yoongi, ladeando la cabeza. Hoseok lo mira, ojos enrojecidos y a punto de llorar—, por eso no deberías quererme, amarme, pensar que puedo ser un buen Omega—Yoongi suelta aire y niega con la cabeza—. Eres todo lo que quiero en un Alpha, pero yo no soy el Omega que tú mereces. No puedo hacerte feliz.

Es contradictorio. Hoseok es insufrible, tiene todo lo que Yoongi odia en las personas: escandaloso, hablador, fanático del Quidditch, perdido en el mundo mágico, inocente; cobarde; brillante como una estrella.

Y aun así no pudo evitar empezar a querer ese montón de cosas que tanto lo molestan; es imposible no sentir que la vida es mucho más triste si Hoseok siendo quien es. Aprecia que Hoseok incluso se esfuerza en calmarse para estar en su entorno, en saber de él. Que Hoseok ha hecho todo en su poder por volverse su Alpha perfecto sin forzarse a ser alguien más. Sigue siendo él.

Un sol perfecto.

Mientras él no es más que una nube negra. Alguien amargado, irritable, flojo, desdeñoso y aburrido. No se ve a sí mismo como un buen Omega para Hoseok y tampoco entiende qué es lo que el Alpha vio en él. Que piense que es el Omega de su vida.

—Yo sé lo que quiero y te quiero a ti—afirma Hoseok y Yoongi chasquea la lengua, recostándose y dándole la espalda—. No era el celo. Te mordí porque quiero estar contigo. Porque te adoro y... soy tú alpha. Dijiste que lo soy. —Yoongi se muerde los labios. Sí lo dijo.

No pensó que significara tanto para él. Hoseok se recuesta por igual. Ambos dándose la espalda. Yoongi toma aire, entonando:

It's not true
Tell me I've been lied to
Crying isn't like you
Oh-oh-oh

Hoseok gira para ver la espalda de Yoongi, sorprendido.

What the hell did I do?
Never been the type to
Let someone see right through

Canta bajo y lento, se siente muy triste. Hoseok recuerda ese momento en el que admitió no considerarse alguien bonito o atractivo. Yoongi tiene facilidad para ignorar opiniones ajenas y dejarse caer en su propio abismo de pesimismo.

Maybe won't you take it back
Say you were tryna make me laugh
And nothing has to change today
You didn't mean to say "I love you"
I love you and I don't want to

Hoseok abraza a Yoongi por la espalda, apretándolo con muchísima fuerza y causando que la voz se le quiebre. Quien llora, es Yoongi, con el corazón acelerado y cuerpo tembloroso de tanto pánico. No es el Omega que Hoseok debería tener. Esto no tiene sentido.

—El vínculo es fuerte, tú también me quieres, pero crees que no deberíamos estar juntos. Eso es tonto. Estamos bien juntos. Somos muy felices juntos. Así que deberíamos estar juntos. —afirma Hoseok en voz baja y Yoongi solloza.

Hoseok le da cuantiosos besos y acaba en reír cantarín, cariñoso y presionando la mejilla en el hombro de Yoongi.

— ¿Lo has hecho antes?

—Sí, hace poco—Yoongi alza una ceja. Lo sorprende esa aclaración por parte de Namjoon. Jungkook se muerde el labio inferior de forma insistente—. Va a doler. Si aún hoy no tienes ninguna posibilidad de embarazo, es porque no pasó.

—Qué suerte, seguro sale amargado—Ríe Taehyung—. Quizá si Yoongi crece más, dejara de ser tan cascarrabias y pueda tener un bebé feliz.

—No es cascarrabias. —defiende Jimin.

—Lo único que veo, es que ustedes dos huelen mucho ¿No creen? —comenta Hoseok balanceando las piernas, Jimin se aleja un poco de forma discreta—. Entiendo a Yoongi por tener más hormonas, pero Jimin-

—Esa conversación para otro momento—tararea Jin por el rostro avergonzado de Jimin—. Ahora, el ligue. Antes de que entre en celo de verdad. —Yoongi sorbe aire. No quiere entrar en celo aquí.

Namjoon le hizo un pentagrama en el abdomen y tras recitar lo que para Hoseok es un canto satánico, saca la varita y el hechizo da directo a Yoongi. Este se toma el abdomen y encoge en el suelo, con el cabello volviéndose un azul que varía de tonos.

— ¿S-se supone que hacen eso con los bebés? —Hoseok no puede sino espantarse por lo mucho que Yoongi empieza a sufrir, lo ayuda a no caerse al piso.

—No. No se supone que pueda hacerse a esta edad—Namjoon se rasca la cabeza con la varita. Hoseok se sienta en el piso y sujeta a Yoongi para que no se haga daño por accidente—, este hechizo es prohibido. La natalidad de los magos es baja, así que mientras más, mejor. Una vez hay un Omega enlazado, lo ideal son… de tres a seis crías por-

— ¿¡SEIS!? —chilla Hoseok horrorizado—. MIS PADRES APENAS PUDIERON CONMIGO Y MI HERMANA. YO SOLO PUEDO CON UNA LECHUZA PEREZOSA ¿¡CÓMO ESPERAN SEIS!? —Su voz se hizo más aguda a más hablaba. Namjoon encoge de hombros.

—Es lo que esperan, pero casi nadie lo hace ¿Estás loco?

—Cre-creo que prefiero tener un gato. Si viene un bebé, lo aborto. —Balbucea Yoongi, con las manos en la cara y respirando por la boca.

—No, no quieres. No tan joven. —tararea Jin.

—Al menos no dolió tanto como con Jimin. —dice Namjoon. Yoongi boquea.

—Gritaste menos que Jimin—añade Taehyung, balanceándose en sí mismo—. Él se puso a llorar y vomitó. Y Jin... pffff, se desmayó. —Taehyung carcajea indiscreto y escandaloso.

— ¿¡Jimin!? —El Omega le da un empujón a Namjoon, con el cabello rosado salmón, casi rojo por la vergüenza.

— ¿¡POR QUÉ TUVISTE QUE DECIRLO!? —reclama Jimin.

—Ah, con que por eso se calmó. —farfulla Yoongi, Jungkook se encoge de hombros, apretando los labios y luciendo profundamente apenado.

—Fu-fue un accidente. —Se excusa con voz baja.

—Claro. Yo también fui un accidente. Tranquilo. Nada malo—Taehyung hace una mueca a la vez que encoge de hombros y Jin se ríe por la nariz—. Oigan, en serio, cálmense ¿Por qué tanto matrimonio adolescente? Sé que se quieren y todo lo demás, pero aun no nos graduamos y ya están probándose velos y trajes de novios.

—Yoongi se vería muy bien en traje blanco… Con el pelo negro…—Hoseok sonríe, fantaseando con una sonrisa tonta.

—Y tú con vestido.

Hoseok reclamó y solo funcionó para que Jin usara Riddicukulus. Hoseok quedó con el vestido más horrible jamás visto. Fue más complicado quitárselo, pero al menos así Yoongi pasó el dolor con más calma.

Chapter 35: Plan de manada

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—Se apuraron mucho y quiero saber ¿Algún plan para navidad? —pregunta Taehyung, interesado.

—De momento, nada. Supongo que quedarnos ¿No? —Responde Hoseok mirando a los demás. Descansar de estudiar da lugar a preguntas tontas o sin sentido de los dos Hufflepuff, pero vienen bien con lo tensos que se sienten.

—No quiero volver a mí casa—exhala Yoongi con pereza—. No quiero lidiar con lo que va a pasar cuando vean esta mordida. Se van a morir de un infarto al ver que ya tengo compañero... ¡Igual no sale tan mal! —sonríe hacia Jimin que exhala cerrando los ojos. Es mejor bromear con la situación tan delicada que tienen los dos. No quiere decir lo que piensa. Tampoco quiere volver.

—Pues… Si les parece bien—Namjoon tose y se estira en su asiento, algo nervioso—. Podemos ir a mí casa. Mis padres dijeron que puedo llevarlos, aunque la idea es… Un poco… ¿Peligrosa? —tienta, sin saber cómo definirlo.

—Ah, cierto, las barreras—suspira Jin. Es el único que estuvo en la vivienda del Alpha—. No debería haber problema, al fin y al cabo, sus intenciones no son malas. Seguro que pasan fácil. —dice despreocupado.

— ¿De qué hablan? —Interroga Yoongi.

—Mi familia es un poco… Rara. Algo así como la tuya, pero sin ser abusadores—Yoongi balancea la cabeza con una mueca. Eso es bueno de saber. Lo envidia ¿Por qué es el único con padres tan dementes? —. Hay una barrera enorme en el territorio. Son paranoicos y no dejan entrar a nadie de magia oscura, por seguridad.

—Ah. —Jimin se encoge en sí mismo.

—Ta-también pasa con la magia blanca. En general, no confían en nadie. —Explica veloz, sin querer herir al los dos Omegas de Slytherin. Yoongi alza una ceja, saca los labios y habla entre dientes, consigue sonar tierno:

— ¿Ni una ni la otra? Eso es muy extraño, ¿Qué son? ¿Hombres lobo? ¿Vampiros? Tienes magia y no te da crisis la luna llena.

—Somos magos grises.

Namjoon siente que la ceja le tiembla. La reacción es la misma que tuvo Jin cuando le dijo. Lo molesto de esto, es dar tantas explicación para que entiendan a qué se refiere. Se limita a una versión resumida, de otro modo no entenderían.

—Nuestra magia está perfectamente nivelada. Hay dificultad y facilidad con los extremos de hechizos. Somos raros, porque dependiendo de lo que más practiquemos,  nos inclinamos a un lado y no es ideal… Debemos ser neutrales.

—Eso no explica porque tus padres son paranoicos. —Aclara Taehyung, que se esfuerza por comprender.

—Somos incapaces de sostener magia de luz u oscuridad. Tendemos a… Explotar—Jungkook se ahoga con lo que bebía—. Prefieren poca o nula interferencia del exterior para evitarlo. Incluso para generar ese cambio. Prefieren poco contacto y… Es extraño que me dieran permiso. Ni siquiera creo que sea todas las navidades, pero es una opción. —Namjoon encoge de hombros, avergonzado por el detalle.

—Podemos ir a la casa de mis padres para recibir año nuevo. Tenemos una casa de campo enorme donde estaríamos cómodos. Puedo pedir permiso. —propone Jungkook con timidez y velocidad, Jimin da una divertida risita. Yoongi da por hecho que ha ido ahí.

—Suena a una buena idea para mí. El problema será llegar… Tenemos que ir en el tren y mis padres seguramente me irán a buscar. —Yoongi blanquea los ojos de molestia a imaginarlo.

—Vamos en el bolso expansible y alguno nos saque cuando estemos fuera de peligro—planifica Jimin y Yoongi da un largo aaah. Siempre se le olvida que puede entrar en los bolsos expansibles—. En realidad, solo uno tendría que caminar. Propongo a Namjoon. Iremos todos en el bolso y él ¡Hace más ejercicio! —Jimin se rie y Namjoon lo mira con falsa molestia.

—No creo que-

—Jooooonie~ Por favooooorrr. —Lo jala de un brazo. Namjoon sonríe apretando el rostro. Jimin lo manipula con tanta facilidad. Jin lo mira con esa cara regañona de madre.

Muy parecido a un Haz lo que tu hijo está pidiendo.

—Vale. —dice en un suspiro, rendido y dejando caer la cabeza.

— ¡Bien! ¡Kookie mandará la carta para saber si podemos ir a la casa de campo y será la mejor navidad! —Jimin salta dando pequeños aplausos. Hoseok se pone a la espalda de Yoongi y tomando sus mejillas al levanta, creando una especie de sonrisa.

—Y como compañeros~ Así es. —canturrea. Yoongi da un suspiro agotado. Jin silba, viendo a Yoongi con impresión.

—Me sorprende la capacidad de groserías que tienes en mente. —dice Jin, leer la mente de Yoongi trae muchísimos riesgos. Uno de ellos, ser insultado tan fuerte que da asco.

Continuaron estudiando. Jungkook se mantiene con ellos para tener una mejor idea de cómo enfrentar los exámenes cuando se haga su turno. Es la ventaja de ser un año menor, mientras la desventaja es que no puede estar con Jimin. Nada es perfecto. Se mantiene abrazándolo durante los repasos.

Hoseok siente a Yoongi distraído. No lo suficiente para perder los puntos importantes del tema, pero si para tratar de recuperar el hilo de lo que quiere resumir en el pergamino. Ha tachado muchísimas veces, logrando resúmenes torpes y que debería volver a hacer por la redacción fatal.

Yoongi aprieta su rostro y lo arruga, cuesta enfocarse y siente le cuerpo acalorado por momentos. No se ha sentido bien, desconoce porque, incluso el enfermero no se lo explica.

— ¿Has visto a Jimin? No asistió a mí exposición de las esfinges y prometió que estaría. —Pregunta Jungkook con tono dócil y bajo. El Omega de Slytherin niega con la cabeza. No lo ha visto en todo el día.

— ¿Tienes más clases hoy? —Pregunta Jin palmeando la espalda de Yoongi con suavidad.

—No, voy a mí sala común. Me siento fatal.

—Puedo acompañarte. —Se ofrece Jungkook al instante, notando lo pálido que está.

—Si quieres.

Jungkook es menor, pero también más alto y corpulento, sin mencionar que el menor es quien lleva la casta más fuerte. En la entrada de Slytherin se despide de Yoongi, pidiendo que si ve a Jimin, le informe de que lo busca. Apenas pudo prestar atención a ese pedido.

— ¿Qué le pasa? —Pregunta un Alpha con una leve sonrisa divertida. Yoongi ve borroso y tiene nauseas. Todos en Slytherin se lo quedan mirando.

Un par se acerca y le dan suaves toques que lo hacen tambalear. Sin recibir la reacción usual, toman provecho de ello para tironearlo. Respira acelerado y cuando el aroma de un Alpha, uno que no es el suyo, es demasiado fuerte junto al calor corporal: reventó.

— ¡ALÉJENSE DE MÍ! —ordena Yoongi, rasgándose las cuerdas vocales en un grito histérico.

La sala común de Slytherin queda hecha pedazos; los estudiantes con heridas graves y Yoongi dejándose caer al piso. Golpea la frente con el suelo alfombrado y sufre temblores, escalofríos y la sensación de que aún lo miran.

—Hobi… Hobi…—Solloza angustiado. No sabe qué siente más allá de una fuerte masa queriendo salir de él, tratando de romper su cuerpo a través de su pecho.

Alza la mirada, topándose con la serpiente platinada. El animal lo rodea delicadamente en el cuello y el frío lo relaja hasta que puede sentarse. Respirando profundo y aun tembloroso.

Vamos a tu habitación. No estás bien. —dice Jimin, preocupado.

¿Lo dice el que no fue a clases…? —Yoongi apenas puede hablar parsel de forma que Jimin lo entienda.

Por eso lo digo. Vamos, antes de que alguno despierte y explote de nuevo. apura Jimin y Yoongi apenas se pone de pie.

—Sabes que es. —pregunta Yoongi, apoyándose en los muebles para poder andar.

—Tú lo sabes ¿Para qué me preguntas? —rectifica Jimin.

—Qué mala suerte… —dice Yoongi entre dientes.

Llega a penas a su habitación, la pared divisoria no está ahí. El Morpho cambia de forma, con varias heridas en la cara y su parte de la habitación hecha un desastre. Yoongi ladea la cabeza, viéndolo con pena y hasta confusión.

—Creí que ya no estaba. No habían... señales. No hubo ninguna otra. —Jimin lo ayuda a mantenerse de pie.

—No desaparece. Solo crece con el tiempo—informa Jimin, ansioso—. No le digas a Kookie ¿Sí? —Yoongi asiente, deja sobre entendido que Jimin no le diría a Hoseok.

Chapter 36: Indicios de malestar

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—Me caí de la cama y me golpeé con unos libros que tenía ahí tirados. No es nada grave. Matthew ya habría hecho un escándalo si fuese algo malo de verdad. —Jungkook entró en pánico por las pequeñas vendas en el rostro de Jimin.

No suficiente con desaparecer todo un día ¡Cuando aparece está herido! Asi sea leve.

—Pe-pero jamás te vi así. —dice Jungkook, angustiado.

—Es la primera vez que pasa. No hagas tanto escándalo, son un par de rasguños. —Gruñe Yoongi, malhumorado por lo insistente de Jungkook.

—Tú no estás mejor, tampoco explica porque no fuiste a la práctica como me prometiste. —Acusa Hoseok con deje rencoroso. Yoongi juró que iría a verlo en la última practica antes del primer partido del año.

Yoongi logra reprimir la mueca de espanto. Había olvidado eso por tanto malestar.

—Es una maldita practica ¿Qué mierda importa? —queja Yoongi, exasperado. Hoseok busca la mirada de Yoongi.

Sabe que el Omega se sintía enfermo ayer, pero aparte de desmeritar el tema, se perdió de un segundo a otro. Se enteró solo porque Jungkook tuvo la gentileza de decirle que lo llevó hasta Slytherin porque estaba muy mareado. Yoongi cede relativamente rápido a la presión de verlo fijamente, desviando la mirada. Yoongi sacude la mano con molestia y Hoseok se rinde, diciendo:

—Vale, como no fuiste a la práctica, irás al partido.

Se ahoga con lo que estaba bebiendo en ese momento, dándose golpes en el pecho para pasar el trago. Namjoon mira la bebida con sospecha y luego a Yoongi, considerando la reacción exagerada. Taehyung los mira a los dos alternativamente.

—Están extraños. Siempre son raros por la magia negra y blablablá, pero esta vez exceden esa línea fronteriza entre su normalidad y la anormalidad. —El Beta le dirige la mirada a Jimin. Sabe que de Yoongi no tendrá respuesta a nada.

—No nos pasa nada. —Jin entrecierra los ojos. Respinga al momento de tener la pluma a punto de clavarse en su ojo derecho. Yoongi viéndolo fijamente y sosteniendo la punta llena de tinta tan cerca del Omega Gryffindor.

—Atrévete a decir una maldita palabra, que esto estará clavado en tu ojo por el resto de tu vida. —advierte Yoongi, gruñendo entre dientes y con ojos rojos.

— ¡Yah! Deberías respetarme más niñato impertinente soy mayor que tú por dos años y que esté guardando secretos incluso a tu Alpha no va a servir de nada porque va a enterarse tarde o temprano y siendo que la suerte es una mierda será temprano en una mala situaciondondeenserioacabenma-

— ¡CALLATE! —Replican a la vez.

— ¡Eres Omega! ¡Deberías entenderlo! —discute Yoongi, exasperado.

— ¡Claro que no! ¡A mí no me pasó! ¡Ustedes son los que tienen traumas de la infancia! —queja Jin respirando agitado por hablar tan rápido.

—No entendí una mierda. —Admita Namjoon soltando lo que tenía a la mano ¿Alguna vez su manada puede ser clara? Es como un gallinero con todos cacareando.

Con Jin por si solo es complicado ¿¡Como cuando hay tres a la vez!?

—Puuuuuuuueeeeeeeesssssssssssssshhhhh~—Hoseok se levanta y hace un fluido paso para ponerse su túnica. Taehyung lo aplaude con una emocionada sonrisa—. La realidad es que iras a mí partido del sábado. Así que… Adiosh. —Le da un sonoro beso en la mejilla y se va con pasos danzarines

— ¿Eso es español? —pregunta Jin a Namjoon, el Alpha levanta las manos.

—No sé nada. No me preguntes.

—Y-yo no entiendo, explícame. —Pide Jungkook jalando la manga de Jimin. Su cara de angustia es muy tierna.

Yoongi se ensimisma, pensando en una forma de explicarle a Hoseok porqué no quiere ir, mejor dicho: porque no puede ir ahí. Su mente se desvía a cómo será estar en el partido. Estaría en la grada con los demás estudiantes. Ovacionando, gritando, saltando, viendo…

Todos juntos…

Sufre un escalofrío de solo pensarlo y se encoge en sí mismo, con esa sensación desagradable dentro de su pecho haciéndose más fuerte. Se levanta del asiento y toma prisa en alcanzar a Hoseok. Costó porque ya estaba lejos, también porque no tiene capacidad física. Cuando lo alcanza, se le lanza encima, tumbándolo por la espalda.

Hoseok apenas pudo mantenerse de pie y no caer los dos, con él rompiéndose la cara en el proceso—. ¡A-AUCH! ¡¿QUÉ…?!

—No voy a ir a tu partido, ni de chiste o error. —informa Yoongi y Hoseok hace una mueca.

—Tienes que hacerlo porque-

— ¡No voy a ir! —indiste Yoongi, poniéndose delante de su Alpha.

— ¡Si lo harás!

— ¡NO!

—Te arrastra- ¿Yoongi?

El Omega contiene el aire, con una mano en el pecho y una palidez enfermiza apoderándose de su rostro. Toma aire con fuerza y Hoseok lo sostiene de los brazos. Nunca lo había visto tan asustado, tampoco era su intención alterarlo—. Lo siento, pensé que era- pensé que era porque no quieres nada más. N-no te tienes que enfermar. 

—N-no puedo ir. —insiste Yoongi y Hoseok asiente. 

—Cálmate, no tienes que ir. Todo era una broma nada más. —Dice moviendo las manos, nervioso de haber hecho mal sin quererlo.

—Hay… Mucha gente. No me gusta. —dice Yoongi en voz baja. Es contradictorio y aunque no es para presionarlo, Hoseok quiere entender:

—Has estado en multitudes antes. No entiendo.

—No me gusta. —repite Yoongi con tono ofuscado. Hoseok hace un esfuerzo por sentir lo que Yoongi tiene.

¿Por qué le tiene miedo a las multitudes de repente? Creyó que era desprecio por el escándalo, así como irritación, no temor. No lo sorprende, tan solo es la primera vez que demuestra pánico. Suspira resignado y queda curioso.

—Puedes decirme que pasa. Deberías saberlo. Soy tu Alpha. Debemos saber lo que odia el uno al otro. —justifica Hoseok y Yoongi encoge de hombros, con más color en el rostro.

—Es… Una de las razones por las que no creo que fuera buena idea que me mordieras. Quizá ya no estés tan convencido si lo sabes. —se aprieta el brazo y Hoseok resopla.

—Seguro no es tan malo.

—Para mí lo es. Podría matarte y no quiero dejarte con el enfermero como al resto de Slytherin. —Yoongi se rasca tras la oreja, viendo al suelo. Hoseok hace un circulo con la boca ¿Eso paso con esos Slytherin? Hay doce estudiantes en la enfermería.

Sin explicación.

Nadie explicó nada.

Ni siquiera ellos saben que pasó.

—Vas a tener que decírmelo en algún momento. —Concluye Hoseok, dramático.

—O quizá no te enteres nunca. —reta Yoongi y Hoseok resopla.

Lo abraza, juntando su mejilla con la de Yoongi. El aroma de Yoongi es más fuerte por momentos, pero en este instante es suave y poco detectable. Le da un sonoro beso en la mejilla y le revuelve el cabello para molestia de Yoongi.

—Vaaaale. Al menos ve a mi cuando acabe el partido. Podemos pedirle a Namjoon que nos dé la nueva contraseña para entrar al baño de los prefectos ¿Qué te parece? —Yoongi no dice nada, tan solo hace puchero y Hoseok lo toma como un sí, sonriendo—. Bien. Vamos a la cocina a por un batido, te ves pálido y nada mejor que comer para curar eso. Andando, andando~.

— ¿Hasta cuándo vas a escribir en el diario? —Yoongi blanquea los ojos, siendo que Jimin escribe de forma animada.

—Hasta navidad tal vez. No lo sé… ¿Qué pasó con Hobi? —pregunta Jimin, cerrando

—No iré al partido.

—Menos mal. Yo tampoco pienso ir esta vez. —dice Jimin, balanceando la pierna y apoyando la barbilla en sus nudillos.

— ¿Se lo dirás a Jungkook? —Yoongi se recuesta en la cama.

—En navidad. Si tengo la oportunidad. —responde Jimin y Yoongi chista.

— ¿Por qué decirlo? ¿Por qué no tragártelo hasta que sea necesario? —queja Yoongi, exasperado. Jimin se levanta y ve a verlo a la cara con un gesto que le produjo escalofríos. El cabello gris lo hace desviar la mirada.

—Sabes por qué no—reclama Jimin con dureza—. Esconder esto lo empeora todo y es él con quien esté hasta mi muerte—Yoongi chasquea la lengua, consciente de que Jimin dijo eso solo para mortificarlo—, tiene derecho a saberlo y puede que sea lo mejor. Podría salir bien.

— ¿Qué cosa? ¿Crees que Jungkook lo va a amar?

—Se parece mucho a Newt Scamander y sabes que decían de él—Jimin encoge de hombros, despreocupado—. No hay monstruo al que no amara—Enuncia soñador—. Hobi es como él: tan cándido que no puede creerse las maldades de los demás. Tan capaz de querer… Crees que al enterarse de que lo eres ¿Dejaría de quererte?

Yoongi guarda silencio.

—Hobi entiende el amor—Jimin se sienta junto a Yoongi y lo toma de la mano—, por eso es tu Alpha. Aunque hagas cosas horribles, no dejaría de amarte… Sabe quién eres.

—Siempre tan cursi. —resopla Yoongi, dejándose mimar un poco por Jimin.

—Sí, así necesitas que sea. Para que te des cuenta de que merecemos un poco de amor.

Niega con la cabeza, sin estar convencido de ello, pero fantaseando con ello accidentalmente.

Chapter 37: Abundancia de sospechas

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—Me sorprende que puedan avanzar tan rápido y fácil. —refunfuña Jin, cruzado de brazos. Juzgando como los demás practican.

—Ellos practican más de lo que tu practicabas, Jin. —dice Namjoon con una risita cruel. Jin lo golpea en el costado.

—No son hechizos complicados. Si no podías hacer esto no me quiero imaginar le desastre que eras en quinto año. —dice Yoongi transformando los objetos que convirtió en aves de variados colores. Hoseok hace lo mismo con las copas que fueron ratones blancos.

—Transfigurar nunca ha sido mi fuerte. —excusa Jin, haciendo puchero.

—Ni las pociones, ni los encantamientos, ni siquiera las plantas en Herbología. Creo que la única razón por la que no te iba mal, es porque leías las respuestas correctas en las mentes de los demás. —Namjoon suspira decepcionado, dejando caer la cabeza y siendo claro en su broma.

A Jin sí le va muy bien en transformaciones, tan solo es muy impaciente y acelerado precisamente por leer la mente de las personas. Sintiéndose menos capaz que ellos. 

— ¡CLARO QUE NO! Cómo se te ocurre dudar del intelecto del Omega que va a estar contigo hasta el día en que te vuelvas polvo que no se te olvide que de mí depende que tengas descendencia y eso no pasará si siguesinsultandomedeestamaneradelantedenuestroshijospostizos. —Y empieza a reír, hasta doblarse y casi caer al suelo mientras su risa tan característica llena todo el lugar.

—Algunas veces ni siquiera me puedo creer que seas mayor que todos nosotros. —suspira Yoongi, apretando sus sienes.

Hoseok y Taehyung no paran de reír escandalosos por la explosión de Jin. Jimin se une al par, pero está pendiente de vigilar la puerta. Jungkook no ha llegado y han pasado una hora de practica en la Sala de Menesteres. Esto es irregular. Si se tarda por perderse en los laureles o estar ocupado con otro asunto, suele tomar treinta minutos, máximo cuarenta. No la hora completa.

Lo preocupa. Sabe que está bien, el vínculo lo presionaría a buscarlo si no estuviera bien. Con pasos cortos, los dedos sobresaliendo del enorme suéter que lleva puesto y encogido en sí mismo, Jimin jala la manga de Yoongi.

—Vamos a buscar a Kookie. Puede que le haya pasado algo. —dice con voz queda, preocupado y sin apartar la mirada de la puerta. Dio suficiente tiempo a que Jungkook aparezca, quizá con la excusa de que se durmió leyendo.

—Oh por favor—chista Jin, exasperado—. Estamos en Hogwarts, es imposible que le paso algún mal a imbe- Err… A un Alpha como él no le va a pasar—Yoongi frunce el entrecejo hacia Jin—. Deja de pensar semejante cochinadas para insultarme, enano amargado, como se nota que la boca la usas para-

—Pueden ir a buscarlo. Nosotros esperamos aquí. Podemos estar una hora extra hoy. —Namjoon cubre la boca de Jin antes de que forme una pelea con Yoongi.

Nada fuera de lo común en la relación que llevan el par de Omegas.

Es una desgracia que Jin pueda leer la mente de todos.

—Puedes buscarlo por ti mismo ¿Por qué debería de acompañarte? —Yoongi extiende las palabras con pereza. Jimin abre los ojos y carraspea con discreción—. Ah, eso… Vamos a buscar a tu perro entonces. —Suspira resignado.

Todos brincan por el espanto: Jungkook pasa abriendo de golpe, a punto de tirarlos por lo cerca que estaban de ahí

— ¡HEY! ¡HEY! ¡HEEEEEEEEEEEEY! —chilla el Alpha, emocionado. El cabello y ropa desordenada, tierra por todas partes y algo en las manos—. ¡MIREN LO QUE ENCONTRÉ!

Hoseok gritó tan fuerte pudo dejarlos sordos, arrimándose la pared más lejana de Jungkook. El menor de los siente tiene una araña ENORME. Yoongi lo miró apenas un par de segundos y apenas la araña movió violentamente las ocho patas, también echó a correr gritando.

Jungkook cambia a cara de cachorro confundido. Es claro que pertenece a la casa Gryffindor, considerando que hace unas tonterías tan extrañas y peligrosas, cosas que nadie haría. Por ejemplo, ahora que avanza con ese bicho en sus manos, que trata de soltarse.

— ¡SACA ESA COSA DE AQUÍ! —chilla Jin pegado a la pared y juntándose a Hoseok, que ya tenía a Yoongi arrimado a él.

— ¡JUNGKOOOOK DE DÓNDE LA SACASTE! —grita Namjoon. Jimin se subió a uno de los muebles, apartado de Jungkook que está en el centro de la sala.

—Cerca del bosque. Cuando venía de camino la vi, la agarre y se me soltó un par de veces de camino… Creo que Hyejin está en la enfermería con “alucinaciones” y casi desmayarse, pero ¡Mírenla! ¡Es una Acromantula! —exclama Jungkook, tan emocionado e ilusionado en contraste al horror de los demás.

— ¡ESA MIERDA ES PELIGROSA! ¡TÍRALA YA! ¡AHORA! ¡TIRA ESA PORQUERÍA HIJO DE PUTA!

—KOOKIE, DEVUÉLVELA.

— ¡PRENDELE FUEGO! ¡UNA EXPLOSION! ¡LO QUE SEA, PERO ALEJALA! —Solloza Taehyung que se pega a Jimin, ambos abrazándose.

—No la voy a matar—Jungkook hace puchero—. Es linda, a su manera—Asegura riendo—. Anda, acari-

— ¡NONONONONONONONONONONONO!

Jimin y Taehyung gritan y caen de dónde estaban, reuniéndose con Jin, Hoseok y Yoongi; luego Namjoon también cuando Jungkook trató de hacerlo acariciar la acromántula. Namjoon mantiene tenso silencio, apretando a Jin y poniendo a todos tras su espalda. Como si Jungkook es la mayor amenaza. Él sigue estirando la Acromantula, tratándola de un cachorro para acariciar.

La realidad es que es una araña de más de tres kilos.

—No va a hacer nada mientras la sostenga de esta manera y-

La acromántula lanza una telaraña y Yoongi tuvo tal temblor que su cuerpo entero se sacudió. Hoseok lo mira impresionado, notando lo repentinamente pálido que se puso—Oh, bueno, eso también, pero no va a hacer nada malo. Su telaraña es fuerte, pero no venenosa—. Asegura Jungkook, tranquilo y acercándose.

—A-ALÉJALA ¡ES EN SERIO JUNGKOOK! —insiste Jimin encogiéndose tras Namjoon.

—Pero Jimin-ssi-

Jungkook acabó de soltarla y esta salió corriendo de la Sala de Menesteres. El menor de todos se asustó por la repentina explosión de magia, una que vino de Yoongi: El Omega quien respira por la boca, ojos dilatados y agarrado de Hoseok para no caer.

— ¿Q-qué tienes? —Pregunta Hoseok, preocupado.

—Se bajó la tensión… Y el azúcar… Y el alma. —Sigue Namjoon, notando como el Omega suda, a chorros y empapando su ropa.

—Eso fue-

—Jungkook no insistas. Fue de mal gusto. —Corta Taehyung con dureza. Jungkook se sienta cruzado de piernas, bajando la cabeza; desilusionado. No quería asustarlos, creyó que sería genial que vieran una Acromántula.

Quería confirmar el rumor de que algunas vivían en el bosque prohibido.

—Mejor llevémoslo a la enfermería, antes de que empeore. Has estado así muchos días, esto es una recaída.

— ¿Por el susto? —Increpa Jin con las manos en la cintura.

—Por supuesto que sí. Está vulnerable y su magia respondió desde dentro de un cuerpo debilitado. —señala Namjoon.

—Yop lo llevo. —dice Hoseok, a punto de cargarlo. Yoongi lo manotea.

—Puedo solo.

Salieron de la Sala de Menesteres. Jimin habla en voz baja con Jungkook, asegurándole que no estuvo “mal” lo que hizo, solo que debió ver venir que ninguno de ellos apreciaría el gesto. No con la misma emoción al menos.

Jungkook no hace más que caminar cabizbajo.

—Es que pensé que sería interesante. —Jungkook se rasca un poco la muñeca y revisa su manga.

—Solo no-

—Oye, mira, este es bebé. Debió quedarse pegado a mí manga. —Comenta al notar la araña “pequeña” en su manga. Es del tamaño de su mano. Antes de decir algo relevante, Yoongi tuvo la necesidad de sisear, pero…

— ¡YOOOONGI! —chilla Hoseok agarrándolo: el Omega blanqueó los ojos y perdió la consciencia.

Jimin reacciona de otra forma: mostrando colmillos enormes y escamas en su rostro, teniendo los ojos viperinos. La araña salta de la mano de Jungkook y se va, eludiendo a Yoongi y Hoseok. Jungkook quiso quejarse, pero Jimin tambalea y se queja, con una mano en el pecho, temblando de pies a cabeza. Lo ayuda a estar en pie y frunce el entrecejo, aun percibiendo la vibración.

Tiene una idea de qué pasa con ellos.

Chapter 38: Fallas involuntarias

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— ¿Siempre has sido propenso a ataques de pánico?

—Creo.

—No me extraña, siempre lejos de las multitudes—Dice el hombre vestido de enfermero. Es muy alto, cualquiera diría que es descendiente de gigantes—. ¿Estás abrumado por los TIMO?

—No.

— ¿Por tener Alpha? —Yoongi niega con la cabeza—. Debes decirme que te ocurre para poder ayudarte. Sabes que a este paso vas a lastimar a alguien. Tu magia-

—Puedo controlar mi magia. —Interrumpe Yoongi, incómodo.

— ¿Se trata de algo en casa? Una situación complicada, algo que generara un cambio y reacciones a las amenazas de esa manera.

Hoseok observa el gesto incómodo de Yoongi. No quiere hablar del tema, pero aun si lo hablara, habrían muchos detalles omitidos y el principal que causa estas explosiones tan peligrosas.

Es de noche, pasó en plena cena sin motivo. Hoseok se ofreció a ayudarlo a ir a la enfermería para que lo examinaran. No es la primera vez que pasa, pero si de repente. En otras ocasiones pasó por gente acumulada en el pasillo, en Slytherin y situaciones de gente acumulad.

Incluso ocurrió con Yoongi a solas en la biblioteca.

—Quisiera darte reposo, pero no me das ninguna razón por la cual dártelo—exhala Matthew, agotado y frustrado—. A menos que seas sincero, no vas a curarte y dudo que te guste tener estas escenas todo el tiempo—Yoongi juega con las mangas de su túnica, sin ver a Matthew a la cara—. Dime qué tienes. Es claro que lo sabes.

—Solo… Estoy estresado. Es todo. Pasan cosas con mi familia y pensarlo me altera. No es grave. Cosas de familia de magia oscura. —Excusa sin esforzarse en explicarse.

— ¿Estás comprometido con alguien que no es tu Alpha? —Yoongi niega con la cabeza—. ¿Saben que tienes Alpha? —Repite el gesto—. Vale, eso puede ser una razón… una demasiado grande en realidad ¿Quieres que alguno de nosotros te ayude? Podemos-

—No. No volvería el próximo año y quiero graduarme. —Interrumpe Yoongi al instante. Prefiere morir de una vez, sería más sencillo a aguantar el regaño, drama, soluciones a la situación indeseada para ellos.

—Entonces: tienes ataques de pánico desde que te mordieron. Puede tratarse de los cambios hormonales tan fuertes que tienes—propone Matthew y Yoongi se muerde el labio inferior—. No estás acostumbrado a la forma en que fluyen por tu cuerpo y estar listo a engendrar—Explica con lentitud—. Ya eres alguien susceptible a situaciones de muchos estímulos, por lo que los ataques de pánico suceden… Lo que nos falta es saber porque son explosiones tan agresivas.

—No lo sé.

Matthew suspira negando con la cabeza—Duerme aquí por hoy. Mañana regresas a tu sala común y te daré algunas pociones para relajarte—. Al alejarse, Hoseok da palmadas a la pierna de Yoongi, el cual no alza la mirada. Recuesta la mejilla en la cabeza de Yoongi, silbando para amenizar el ambiente frío de la enfermería.

— ¿Qué te pasa? Sabes que sucede y no lo dices. —dice Hoseok en voz baja.

—No pasa nada… importante. —Agrega tras meditarlo.

Hoseok acaba echado de forma incómoda. Llevar la fiesta en paz con Yoongi es uno de los retos más grande y peligrosos que nadie puede proponerse. Lo peor es que él, cómo tonto –quizá el instinto de buen Hufflepuff amoroso-, se lanzó de cabeza.

—Estamos vinculados y se supone que debemos apoyarnos entre nosotros—dice Hoseok—. No me ayudas a ayudarte ¿Me entiendes? Porque yo no lo hago cuando las palabras se repiten mucho y tengo sueño.

Yoongi no dice nada, jugando con las mangas de su túnica.

—Iremos a la casa de Namjoon pronto—dice Hoseok—. No creo que sea bueno que pase allá, pero antes de pensar en eso quiero decirte que… No eres una amenaza aun si eso es lo que crees—Yoongi tiembla donde está y su cabello se torna azul lentamente—. Pasas por un mal momento, tienes descontrol y todo lo que hagas es inconsciente.

—Puedo-

—Lastimar a alguien, destruir un edificio. Lo sé. No quita la realidad: No eres una amenaza.  Deja de pensarlo, mientras más lo hagas, más posible es que acabes por volverte una—Hoseok le acaricia la mejilla con un dedo, sonriéndole—. La particularidad de los monstruos es que se consideran uno y acaban siendo cosas malas, porque creen que eso les corresponde.

—También están los que se creen héroes.

—No es tu caso y aun si lo fuera… Serías un monstruo lindo ¿Cómo no quererte? —chuchea Hoseok, que lo besa de manera sonora. Sufre un escalofrió terrible por la serpiente trepando por su pierna para estar bajo la sábana. Jimin saca la lengua bífida—. ¿Se separan en algún momento? Comienzo a tener celos.

—Jimin es sonámbulo—informa Yoongi—. A veces va a dormir conmigo sin darse cuenta. Es natural… ¿Estás despierto? —Por más que le dio toques, la serpiente platinada se había enrosca a una almohada y parte del cuerpo de Yoongi, con ojos cerrados—. Está dormido.

—Un Animago sonámbulo, que genial—Sonríe Hoseok—. Vendré mañana en la mañana.

—Vale.

—Buenas noches~ Felices sueños.—Alza las mejillas de Yoongi, con una pequeña sonrisa hacia él y contagiándosela—. Que duerman mu bien. —Agarra a Yoongi de la cara y le da besos en todas partes. Al parar y determinarse a ir a su sala común, Yoongi lo detuvo.

—Te diré que pasa… En año nuevo. —Hoseok lo mira con impresión y luego asiente animado, yéndose casi de a saltos. De vez en cuando, Hoseok parece un cervatillo.

Matthew llega un par de minutos después con la poción que prometió. La bebió y se durmió el doble de rápido de lo usual. Suspira, acomodándose mejor manera en la pequeña cama, sintiendo la piel fresca del reptil que lo rodea. Por eso Jimin fue hasta él, suponiendo que sentiría calor y podría tener algún ataque durante la madrugada.

Lo agrada tener preocupación genuina de su parte, así como de Hoseok, que no luce cansado ni harto. Entre sueños ronronea el nombre su Alpha, sonriéndose, sabiendo que en la mañana lo tendría de regreso.

Pronto podrían compartir habitación en la vivienda de Namjoon, donde pasarán las fiestas navideñas y seguido, casa de Jungkook para festejar año nuevo.

Chapter 39: Festividades fuera

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—Ir dentro de un bolso no deja de impresionarme ¡Menos que mi plan de datos sirva! —Hoseok está tan feliz que ilumina la habitación, donde le toca pasar el viaje a casa de Namjoon.

Yoongi aun no entiende muy bien lo emocionante de un celular. A final de cuentas, es lo mismo que una foto de periódico o enviar cartas. Tal vez no tener con quien hablar o interés por los juegos que Hoseok le ha mostrado, ayuda a que no le importe. Jimin por su parte está encantado con la cámara frontal.

Él siempre ha adorado las fotos, por lo que no es de extrañar que parte de la galería de Hoseok esté inundada de Jimin. Irónicamente, empeorara la imagen que tiene de sí mismo físicamente hablando.

—Mis padres te mandan saludos—comenta Hoseok con una sonrisa—. Dicen que podemos aprovechar la escapada e ir a quedarnos un par de días allá. Quieren conocerte más y considerando que la casa de Jungkook está cerca, podríamos ir ¿Qué opinas?

—Se darán cuenta. —Yoongi no puede creer que Hoseok esté tan relajado.

¡Lo marcó! ¡Están juntos de por vida por una decisión a los quince años! No cree que los padres de Hoseok estén tan felices con eso.

—Tal vez mi mamá haga pastel—Yoongi siente que el parpado le vibra. Envidia la familia normal e inofensiva de Hoseok—. Dormirías en mi habitación. La cama no es tan grande, pero cabemos los dos.

—Compartir cama toda la navidad. —Rueda los ojos con mala cara. La idea no le fascina, pero no puede ser tan exigente.

Siempre puede tirar a Hoseok de la cama o usarlo de colchón. Lo que suceda.

—Suena bien para mí, eres tan pequeño que no sería incómodo—Hoseok da un chillido de dolor, su ropa interior se encoge y presiona su pene de forma insoportable—. Y-Yoongi… E-era un chiste.

—Para mí, esto es un chiste. —burla el Omega.

Los demás están fuera, en una pequeña y bien decorada sala de estar. Ya no falta mucho para llegar a la vivienda de Namjoon. Este dijo que tardarían alrededor de cuatro horas. Tres en auto y luego una hora para entrar al terreno. Por definición de él y Jin, su casa es como un conjunto residencial donde no vive nadie más. Ningún Muggle lo puede ver por estar con hechizos protectores.

Son comparables a los paranoicos de los alíen. Esa fue la comparativa de Hoseok.

Quien ya no tiene ropa interior puesta, la rompió para liberarse. Los dos salen del cuarto y van a la sala de estar.

—Bien, ya llegamos. La barrera. —anuncia Jin. Todos se sienten sacudidos.

— ¿Qué les pasa a ustedes dos en la cara? —pregunta Hoseok. Jimin y Yoongi tienen ojos viperinos y parte de la piel cubierta de escamas. Jimin hace grandes esfuerzos por camuflarse con sus habilidades de morpho, pero no funciona. Tras unos minutos, desapareció.

—La barrera debe de haberlos afectado… De alguna manera. —Jin no dice mucho más, sintiendo el recelo de Yoongi y próxima amenaza. Taehyung aprieta las mangas del suéter que usa. Jungkook lo observa de reojo, notando algo extraño en su cara, pero que se desvanece tras unos segundos.

Los padres de Namjoon fueron bastante amables. Más de lo que se imaginaron. Namjoon asegura que se debe a que pasaron la barrera sin problema, así fuese dentro del bolso expansible. De ser enemigos, el bolso se abría roto y la amenaza quedado fuera. Es un filtro con el que son capaces de saber los seres e intenciones de las personas.

Estando entre gente confiable, el matrimonio no teme nada del arriesgado gusto que su hijo único. Con eso, almuerzo y merienda se dedican a decorar todo. Hoseok mira con un puchero como hacen levitar los adornos, en lugar de hacerlo ellos mismos. Los magos son flojos en su opinión.

—Le quitan la diversión a la navidad. —queja Hoseok cruzado de brazos. Yoongi hace levitar un trozo de muérdago sobre ambos, colocándolo lo suficientemente cerca y visible para Hoseok.

—No necesariamente. Deberías aprender un poco de nosotros para variar… Aun cuando nosotros conocemos esta parte de los muggles. —dice Yoongi. Hoseok se ríe y le da un beso al Omega que no cambia de expresión. Lo único que hizo, fue cambiar el color de su cabello a menta.

—Vale, vale, todo porque esto dure. —Hoseok palmea la cabeza de Yoongi. Adora ese tono de cabello. También el vino tinto.

—Lástima que este año no vamos a darnos regalos. —Suspira Jin, sentado en un sofá y haciendo que las esferas coloridas se adhirieran al árbol de navidad natural que trajeron hace poco.

— ¿Para qué regalos? Solo Kookie usa todo el tiempo el que les di el año pasado. —reclama Jimin, cruzado de brazos con aire rencoroso y decepcionado. Jin se encoge de hombros.

—No siempre combina con lo que uso. Si fuese rosado, tal vez lo usaría siempre.

—El uniforme es negro. Todo combina con el negro. Es una excusa. No les gustó. —insiste Jimin en un lloriqueo, con el cabello en un suave tono celeste. Jungkook lo palmea por la espalda.

—Yo si lo uso, es lo que importa. Los demás se lo pierden. —dice Jungkook sonriente, dándole un beso en la cabeza.

—En realidad yo tenía pensado un regalo, pero puede esperar a año nuevo—interviene Taehyung, sacando una larga cadena de su camisa—. Y si lo uso, pero no la manera más evidente posible. Es… Precaución. —En el collar relucen el par de aretes. Lo importante es que estén puestos, no la manera específica.

— ¿Precaución de qué? —Pregunta Namjoon, que solo lleva uno de los aretes puestos. Jungkook ambos en las tantas perforaciones de sus orejas. Yoongi los tiene en su equipaje, igual que Hoseok. El problema con las prendas es que tienen un aspecto muy refinado.

—Namjoon vive demasiado en su barrera—dice Hoseok, sacando los labios—. En mi casa suelen robar. Prefiero evitar que me roben y… Solo quiero evitar que me roben. En serio ¿Eso es tan raro para ustedes en su burbuja de ricachones? —Cuestiona con cara confusa.

Namjoon entrecierra los ojos, no convencido de la explicación.

—Lo usaremos en navidad ¿Te basta?

—No. —Jimin levanta el mentón, orgulloso.

—Te jodiste—Responde Yoongi por Hoseok—. No llores—Dice aburrido. Jimin arruga la cara, llevando una de sus manos a su cara. Hoseok no entendió del todo—. Si se lo dices, se pone a llorar.

—Eso n-no es-

— ¡Jimin-ssi! —chilla Jungkook y Yoongi ríe maligno por lo que hizo.

Navidad pasa en armonía y a pesar del ambiente desconocido, Yoongi no tuvo ninguna recaída para alivio de Hoseok. Si bien no tuvieron espacio para hacer nada como el Alpha hubiera querido, fue una linda noche de navidad con la cena enorme, una vídeo llamada con su familia que los felicitó de igual manera y enseñar a todos a bailar lo que se le ocurrió en el momento.

No sale del todo bien con Namjoon y Jin, que se saben torpes, pero sale bien con Yoongi. La idea de que pasara el verano con él y asistir a la academia de baile ilusionó a Hoseok. Yoongi aprende rápido y sería genial hacer bailes de pareja.

Aun si lo disimuló con un bufido, a Yoongi la idea lo ilusionó también.

Chapter 40: Parada silvestre

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— ¡MERLÍN! ¡CON RAZÓN KOOKIE ESTÁ TAN OBSESIONADO SI VIVE AQUÍ! —grita Taehyung con los brazos levantados.

El viaje a la casa campestre de los padres de Jungkook fue corto. Estos apenas los recibieron, dieron las llaves y se fueron para dejarlos pasar el año nuevo solos, tal como su hijo quiere. Jungkook no se atrevería a intentar tener relaciones con los demás presentes y Jimin no se callaría.

No voluntariamente.

— ¿No se supone que los unicornios son difíciles de ver? —pregunta Namjoon, confundido de ver a uno acercarse a toda prisa a Jimin y que este lo mime.

—Es como una reserva. Vienen criaturas heridas y si se sienten cómodos, se quedan. Ya han visto a Jimin y me conocen. Por eso no huyen ni siquiera viéndolos a ustedes. —explica Jungkook, recibiendo con los brazos abiertos a una manada de Escarbatos, que quieren quitarle lo que tiene puesto en las orejas, pero que no pasaría y lo interpreta como un una bienvenida.

Son demasiados.

—Agradece que tus padres te quieren tanto para hacer esto. —dice Jin con las manos en la cintura.

Lee la mente de Jungkook y se entera de que esto pasó porque el menor dejó pasar a tantas criaturas, que es imposible sacarlas. Entre la complicación y las ganas de complacer al único hijo que tienen, dejan que pase.

—Solo espero que ninguno de estos o una Acromantula se meta a mí cuarto, quemo este maldito lugar si eso pasa. —Advierte Yoongi sin prestar atención a los unicornios que se acercan a él.

—Los unicornios se sienten naturalmente atraídos a los Omegas así que no-

— ¡Ya sé! ¡Ya me leí el capítulo de los estúpidos unicornios! —reclama Yoongi mal humorado. Su estado de ánimo se relacionan a esos momentos hormonales incontrolables. Lo único que Jungkook espera, es que no implique que su casa va a volar hecha pedazos. Sus padres perdonan muchas cosas, pero seguro no perdonarían eso.

Hoseok no tarda en ir tras su Omega para acompañarlo y saber si está bien o necesita medicamentos. Están cerca de un pequeño pueblo mágico, puede ser de mucha ayuda dado el estado delicado del Omega.

— ¿Te sientes mal?

—No, solo me molesta tanto escándalo. Los malditos animales no se van a callar durante toda la puta noche y quiero dormir en paz. —Bufa Yoongi frotándose las sienes con hastío y cansancio. Busca por una habitación en la cual pueda dormir.

— Eres bueno ignorando escándalos para dormir. —señala Hoseok.

—No ahora. —informa Yoongi.

—Ah. —Hoseok se rasca la cabeza.

—Ve con ellos, no tienes que acompañarme a cada momento que me sienta mal. —Yoongi se deja caer en la gran cama que encontró tras cuatro habitaciones amuebladas.

—Claro que sí tengo que hacerlo, igual que tú con mi celo. Me acompañas. Yo te acompaño. —afirma Hoseok. Yoongi abre un ojo, viendo a Hoseok sentado en una silla al lado de la cama.

— ¿Te vas a quedar viendo ahí durante las horas que duerma? —pregunta Yoongi.

—Si hace falta, sí. Estaré aquí. Duerme tranquilo. —anima Hoseok levantando sus mejillas, luciendo aún más tierno. Yoongi levanta la cabeza con expresión irritada.

— ¿Quién es el Omega en esta relación? Estoy oficialmente confundido. —ríe Yoongi.

—No soy el Alpha convencional y tú no eres un Omega convencional. Por eso vamos tan bien juntos. Que viva el… Eh… Yoonseok… ¿Hoogi? Yoongiseok… Yoonseok suena más lindo. —canturrea Hoseok, animado y visualizando las combinaciones en su mente.

—Qué asco. —chista Yoongi.

—Oh vamos. Las parejas se ponen nombres bobos ¿Por qué nosotros no?

—Es una estupidez.

—Si tuvieras un nombre artístico haríamos uno mejor seguro. En la escuela para las presentaciones me llamo J-hope—Por la cara de Yoongi, se nota que entiende menos—. I’m your hope, you are my hope, I’m J-hope—Sonríe guiñando un ojo. Yoongi acaba por reírse. Es una rima tierna, se lo reconoce—. Piensa en uno para ti

—Algo así como… ¿Un apodo?

—Si. El que quieras.

— Agust.

Hoseok se queda unos segundos en silencio y hace una mueca.

—Suena violento y no se me ocurre nada de cómo mezclar eso con J-Hope. —Admite avergonzado. Yoongi lo piensa un poco más, viendo una pared hasta volver a su Alpha.

—Suga. Es más corto, por una letra, pero más corto. —Hoseok estuvo pensativo un par de minutos:

—Sope.

— ¿Jabón? ¿Somos un jabón? Casi no te bañas después de los entrenamientos. Más que ser un jabón, necesitas uno.

— ¡YOOOONGIIII!

Empezó a reírse. Estuvieron horas hablando, consiguiendo lo que Hoseok quería: evitar que Yoongi se sienta incómodo en el nuevo ambiente. Uno donde el aroma de Jungkook abunda, así como el de Jimin.

Yoongi se durmió eventualmente y Hoseok lo deja descansar a solas. Ya nadie lo sacará de esa habitación. Quiso ir a jugar con esos unicornios, sin embargo, se detuvo a mitad de camino en una de las habitaciones sin cama. Ve por la pequeña abertura de la puerta.

—Sabes qué quieres decirlo, déjalo fluir… Déjalo fluir. —Hoseok asoma la cabeza para ver qué ocurre dentro.

Alza una ceja, confundido y sorprendido de ver a Namjoon y Taehyung dentro de la habitación. Namjoon recostado del hombro de Taehyung, como si le susurrara algo que solo el Beta puede oír, teniendo expresión indiferente. Trata de escuchar, pero no distingue nada, solo el débil murmullo de la voz de Namjoon. Taehyung frunce el entrecejo y palmea la nuca de Namjoon.

Desmaius. —El cuerpo del más alto se desploma. Taehyung lo arrastra y sube a uno de los sofás, pareciendo que se durmió y con lo descuidado del Alpha, no sería cosa extraña.

— ¿Qué demonios…? —murmura Hoseok, espantado y asustado. A punto de retroceder e ir a buscar a... a alguien para decirle de esto.

Taehyung mueve la mano: la puerta se abre de golpe, Hoseok entra de un tirón y la puerta se cierra al mismo tiempo. Sin hacer el más minimo ruido. El Beta lo toma de la cara y Hoseok jadea de la impresión ¿Desde cuándo es así de fuerte? Taehyung ladea la cabeza, sacando su varita y apuntándola directamente al rostro de Hoseok.

—Tú no viste nada de lo que pasó aquí. Este momento no figurara como un recuerdo en tu mente—Un hilo plateado sale de la sien de Hoseok, sacado por la varita de Taehyung. Este lo lanza a un frasco cercano. Hoseok ve borroso, su mente se apaga, aun viendo a Taehyung que le dice algo más que no puede oír—. Sabes, te quiero mucho y eso es mejor así. Te va a doler la cabeza más tarde, pero no te preocupes por nada... Hobi.

Evita que se golpe al caer, murmurando el hechizo que altera los recuerdos y cambiar la memoria del Alpha. Verifica a Namjoon una última vez, que parezca dormido y no desmayado.

Nunca ha pasado… Al menos eso creen los demás.

Guarda el frasco en uno de sus collares, que tiene un dije expansible. Los deja en distintos sofás y sale, corre para volver con Jimin que le presenta a la multitud de unicornios que vienen por comida y juegos. Entre tanto, Jin se topa con Hoseok y Namjoon, los deja donde están, creyendo que se durmieron dónde están.

Chapter 41: Príncipe de Slytherin

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—Sigo pensando que olvido algo…

Hoseok exhala con fuerza, haciendo sonar los labios.

— ¿Te consideras alguien con mala memoria?

—Sí.

—Entonces preocúpate.

Siempre tan motivador. Hoseok tiene días con la sensación de que olvida algo importante, que se le pasa de largo, pero ¿Qué? Su memoria es mala, sobre todo en clases, no sucesos que viva, a menos que sean tan muy aburridos y su mente los anule. Se rasca la cabeza, haciendo un repaso.

Salió de la habitación donde Yoongi dormía, a mitad de camino a el exterior encontró una habitación abierta, en ella estaba Namjoon ¿Dormido? Se hace muy borroso en ese momento y a cada intento de recordarlo se hace peor. Le ha pasado algunas otras veces, pero ya ni siquiera recuerda de que se trataba esas aquellas ocasionas.

¿Será que tanta magia le está afectando el cerebro? No sabe qué demonios pasa, es un poco escalofriante y todo.

—Todo bien mientras no te olvides de mí, supongo. Eres tan despistado que te creo capaz de eso, Hobi. —Lo hace detenerse de golpe, tomándolo de la ropa y juntándolo hasta hundir sus narices una con la otra. Arruga el entrecejo ¿Qué?

—Me dijiste Hobi.

—Sí ¿y?

— ¡NUNCA LO HABIAS HECHO! ¡JA-JA! —Hoseok lo suelta de golpe, causando que se caiga al pasto del enorme prado del terreno de la vivienda—. ¡POR FIN! ¡CREÍ QUE ME QUEDARÍA COMO HOSEOK POR SIEMPRE! —Quejumbra dramático—. ¿Cómo te digo a ti? ¿Yoon? Nono, eso suena a Joon aun cuando intento que suene distinto… Ehh…

—Ho-

—Espera, dame un momento—Aprieta los labios, Yoongi se cruza de piernas y apoya el codo en su rodilla, esperando que el Alpha se digne a prestarle atención, sin notar que hay algo acercándose—. Gigi ¡GIGI! ¡Puedo decirte Gigi! O también está Suga Te gusta ese ¿No es cierto? Yo te digo Suga o Gigi, tú me dices Hobi ¡Es perfecto!

—Le pones demasiado entusiasmo a- Ay… Ouh…

— PORQUEDEBEHABERTANTOBICHOPORAQUÍ

Hoseok casi trepa el árbol más cercano, asustado por la serpiente que muerde a Yoongi en el brazo. Sus colmillos son muy grandes, escamas oscuras. Yoongi la deja a un lado sin interés o preocupación, sobando la zona que se inflama. Hoseok lo ayuda a levantarse y agita las manos sin saber qué hacer.

— ¡Kookie sabe de todo sobre animales! ¡Debe saber qué echarte para que…!

—Sé qué clase de serpiente es. Tranquilízate.

—TE MORDIÓ Y SE TE PONE MORADO. CÓMO SE SUPONE QUE-

Los ojos de Yoongi se hacen  rojos y a medida que Hoseok abre más la boca para gritar, el cuerpo de Yoongi se transforma en una serpiente enorme. Las escamas plateadas tornasol junto a enormes aletas a cada costado, exponiendo que no es un serpiente común, sino una especie mágica.

Le recuerdan al escudo de Slytherin.

Una gran serpiente plateada que representa el orgullo y nobleza de la casa que, como uno de sus principales preceptos, tiene la pureza de la sangre en alto. Hoseok acaba tirado en el piso por la sorpresa, asimilando que su Omega se puede convertir en uno de los animales que más lo asustan.

—Qué bueno que despertaste, empezaba a asustarme—dice Jimin con una sonrisa. Hoseok tiene las piernas temblando. Tanto por el peso como por lo asustado que está de llevar una serpiente de más de cinco metros encima. Hoseok da un lloriqueo.

— ¡Yoongi es una serpiente!

Que gritón y miedoso es. Vio como cambiaba de forma y aun así se desmayó.

— ¿Te sorprende? Pesas más que yo y parece que mataras a alguien en cualquier momento. Cualquiera se asusta. —Responde a la enorme serpiente, subida a los hombros de Hoseok. Le hace el favor de tomarlo y Yoongi se enrosca en Jimin.

En realidad, Yoongi como serpiente es enorme y pesado.

— ¿Sabías que era un Animago? —cuestiona Namjoon a Jin.

—Por supuesto que lo sabía. Agradezco que no cambie muy seguido.

— ¿Por qué cambió para empezar? —Interroga Taehyung observando de reojo.

—Lo mordió una serpiente venenosa—Comienza a contar Jimin, Hoseok se sacude los escalofríos—. El veneno tardaría en salir por el tipo de serpiente. Siendo reptiles y de una clase más fuerte, el veneno será suprimido.

—Es una mutación de especies de serpientes mágicas—Comenta Jungkook, casi se desmaya de la alegría al ver a Yoongi—. El veneno es letal por esa cualidad, pero resisten veneno de otras. Es increíble.

—No por nada es el príncipe de Slytherin. —ríe Jimin encogido, Yoongi abre las fauces, exhibiendo los enormes colmillos.

— ¿Ah? —dice Taehyung, quien gira la cabeza.

—Ah, esa tontería—Suspira Jin—. Lo dicen por su sangre, estatus social e intelecto. A Namjoon a veces lo llaman “La gran águila” por ser perfecto; Yoongi es “Príncipe de Slytherin”. De saber que habla parsel lo hacen oficial. Es la característica más importante de Slytherin.

—Yo diría que es un rey por la especie—Opina Jungkook con la boca entre abierta, pensativo—. Y Jimin el príncipe, es más pequeño. —Arruga la nariz. Jimin le da un suave empujón.

—Va-vale, lo entiendo, pero quítatelo de encima. —pide Hoseok.

— ¿Celoso? —burla Jimin.

— ¡No! ¡TE VA A ASFIXIAR ASÍ SEA SIN QUERER! —Chilla con pánico—. ¡ADEMÁS ¿POR QUÉ SON ANIMAGOS!?

—No solo ellos tres—Taehyung alza una ceja, cruzado de brazos por lo que Jin dijo—. Es que está prohibido, no mostramos esas cosas. —Namjoon suspira haciendo puchero.

— ¡YO TAMBIÉN QUIERO! —quejumbra Hoseok. Yoongi se desliza desde el hombro de Jimin por el mueble hasta quedar frente a Hoseok. Una parte de su cuerpo queda aún encima de Jimin.

No es tan complicado y seguramente serás un caballo. Puedo montarte en caso de que así sea. —Jimin omite lo último, no quiere participar en estos intercambios.

—Si Jin es un león, me reiré mucho. —Comenta Taehyung. Namjoon se ríe por la nariz.

— ¿Para ser “heredero” de Gryffindor? Sin ofender, pero es muy cobarde para eso... no es un león, es un pavo real. —Interviene Namjoon. Jin no rebate nada. Hace un hecho lo que Namjoon dijo.

No es capaz de negar que es muy cobarde y que quedo en esa casa porque es muy orgulloso para ser Hufflepuff y muy tramposo para estar en Ravenclaw. Duda ser heredero de Gryffindor… su rostro es demasiado hermoso para ser salvador valiente.

—¿Cómo los Patronus? ¡Si seré un caballo! —Quejumbra Hoseok, evita que Yoongi se le acerque más de la cuenta.

—Los estados emocionales influen. Si hay un cambio severo, la forma cambiara. —explica Namjoon.

—También puede que resultes siendo un tejón. —ríe Taehyung encogiendo los hombros.

—Lo du- NO TE ACERQUES ASÍ. ALEJATE.

—¿Por qué no te gusta? Es una serpiente preciosa. —Jimin alza una ceja, Jungkook sigue embobado por Yoongi.

—Cu-cuando era niño mi papá quiso tomarme una foto con la serpiente de-del maldito zoológico, ESA COSA ERA MÁS GRANDE QUE YO Y ME LA PUSIERON ENCIMA. ME ORINÉ. ALEJATE.

Yoongi no hizo más que lanzarse encima del Hufflepuff hasta rodearlo, pasando por alto los chillidos y lloriqueos desesperados de su Alpha. Jungkook hace puchero y sonríe poco después: Jimin cambió de forma y se sube a los hombros anchos.

—Así que es el principe de Slytherin…—Murmura Taehyung viéndolos reírse por las reacciones de Hoseok. No lo sorprende del todo, también piensa en la acotación de Jungkook que tiene bastante sentido.

Por influencia, fuerza y demás, Yoongi sería más un rey y Jimin el príncipe, pegado a él y con su propio lugar.

Que confuso.

Sea como sea, se averiguará pronto al respecto.

Chapter 42: Puede salir mal

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El veneno tardó un poco más en desaparecer, pero fueron solo un par de días antes de fin de año. Gracias a eso, Hoseok no tiene colapsos nerviosos por una serpiente de casi seis metros de largo y sesenta de ancho durmiendo junto a él. Además, Yoongi lo aprieta y estuvo a poco de asfixiarlo en una de esas noches compartiendo cama.

En celebración que no es una serpiente, Hoseok no ha dejado de comerle la boca con segunda intención. Yoongi no se resiste, se deja hacer. Estar tanto tiempo como animal solo aumentó el deseo de mimos y que Hoseok lo bese en todo lado.

Hoseok es un Alpha muy dulce.

—Qué harás si quiero ser una serpiente por más tiempo. Es muy cómodo y practico. —Comenta Yoongi, recibiendo besos en el cuello. Hoseok se detiene, empezando a abrir su camisa, en lo que Yoongi hace lo mismo

—Supongo que con el tiempo me acostumbraré… Creí alucinar ¿Sabes?—Yoongi alza una ceja, con el cabello desordenado—. O que eras un Maledictus como Jungkook dijo. Actúas tan raro que no estoy seguro de nada.

—Te dije que te diré en año nuevo. —refunfuña Yoongi.

—No he preguntado más con la esperanza de que cumplas esa promesa en año nuevo. —específica Hoseok y Yoongi ríe sin gracia, pijama abierto y no muy seguro de si quitarse el pantalón.

—Tú en serio… Crees que puedes aceptar todo de mí. —interroga Yoongi, en voz baja y ligeramente inquieto.

— ¿Por qué no lo haría? —pregunta Hoseok.

—Da miedo, es peligroso, yo que sé, sentido común básico. —justifica Yoongi.

—El sentido común está apagado cuando se de mi lindo Omega—Hoseok le jala las mejillas y Yoongi enrojece—. Ya te dije, no me importa si se trata de ti y aun si es malo, quisiera saberlo todo. Dudo que puedas que deje de quererte.

Yoongi sonríe levemente, torcido, nervioso. Lo asusta que Hoseok esté tan seguro de quedarse con él aunque sepa la realidad. Como si está dispuesto a esconder un asesinato para no apartarse.

Demasiado bueno para su propio bien.

Demasiado entregado…

Demasiado Hufflepuff.

Quien diría que es lo que más quería en el mundo y lo más cercano a ser feliz.

Siente ardor en el hélix, por lo que se toca y lo sorprende que la sensación venga del arete que comparte con Jimin. Estuvo a poco de quejarse, hasta que la puerta se abre de golpe y Hoseok tiene el impulso de esconder al Omega. Yoongi endurece la expresión al ver a su madre allí. Esta muestra sorpresa y luego un asco impresionante.

— ¿Cómo te atreves a estar compartiendo cama con un sangre sucia como él? ¿¡Cómo…!?

—Es mi Alpha—resopla Yoongi, poniéndose de pie y acomodándose el pijama—, obviamente voy a tener sexo con él. —El arete empieza a quemarlo y es incomodo. Su madre se escandaliza incluso más.

— ¡¿QUÉ?! TÚ- VEN, AHORA MISMO.

—No. —dice Yoongi con firmeza. Hoseok lo toma del brazo.

—No seas tan-

Ladridos y algún que otro grito lo distraen, ayuda a que la Sra. Min agarre a Yoongi del cabello, que se vuelve negro. Lo arrastra fuera de la habitación de esa manera. En el pasillo, ven a Jungkook mordiendo el brazo del padre de Yoongi, sacudiendo la cabeza para lastimarlo más, tratando de morder más que su brazo.

Imperius. —Jungkook suelta el brazo y se sienta, luciendo extraño. Yoongi le arrebata la varita a su madre y la tira, casi rompiéndola. Jungkook sacude la cabeza, mirando a un lado donde Jin revisa a Jimin.

La nariz le sangra, acorde al golpe que le dejó la cara morada. Una patada devuelve a Jungkook a la realidad, sin tiempo a reincorporarse: recibe otra directo a las costillas, chillando.

— ¿¡QUÉ DEMONIOS PASA CON USTEDES!? —chilla Hoseok, incrédulo de que sea tan malo como los Omegas temieron—. ¡DEJA DE HACER ESO! —El temblor en el cuerpo de Yoongi hace a Hoseok apartarse, creyendo que habría una expulsión de magia.

—No solo dejaron Hogwarts y escaparon, vinieron a pasar tiempo con estas personas. Sangres sucias, traidores de sangre y-

—Dice que este de aquí es su Alpha y… La marca se nota. —informa la Sra. Min. El padre de Yoongi deforma la expresión de una rabiosa y desdeñosa a una incrédula; como si no recuerda cómo respirar. El Sr. Min deja de prestar atención a Jungkook, se dirigir a Yoongi. El Omega tiene una postura desafiante.

—Nos vamos, ahora. —dice Sr. Min entre dientes, volviéndose iracundo a más se acercó a su hijo.

—No—responde Yoongi en el mismo tono—. Lárguense. Ya no tengo por qué ir con ustedes a ninguna parte.

— ¿Crees que un Omega como tú puede sobrevivir? —Cuestiona burlesco.

—Puedo cuidarme solo. —asegura Yoongi.

—Eres menor de edad—susurra inclinado hacia Yoongi—. Sea de una forma u otra, volverás a casa. Sea así o forzandome a llamar un doctor por la paliza que le daré si, no, te, mueves. —Yoongi mueve la mandíbula, sin dejarse intimidar por la magia de su papá. Atacante, violenta, salvaje, intimidante; Hoseok es su Alpha, puede quedarse con él. La verdadera problemática es que sus padres forman parte del consejo de inversionistas en el ministerio.

Pueden exigir que viva en casa hasta los diecisiete.

Mucho más si justifica que Hoseok es un estudiante que no controló su celo en Hogwarts.

Incluso pueden lograr que los expulsen. A Hoseok por “abusivo” y a él por estar marcado.

—No, iremos. —enfatiza Yoongi entre dientes.

—Entonces-

—IREMOS. IREMOS—Yoongi casi se cae, teniendo a Jimin al frente y deteniendo la cercanía con el Sr. Min. Tartamudea ¿Qué le pasa ahora? ¿Cree que puede arreglar algo solo siguiendo la corriente? —. V-voy a ponerme zapatos y un pantalón. U-un momento, por favor. —Balbucea.

Yoongi frunce toda la cara, viendo la forma en que su padre se satisface por la sumisión del Omega.

—Adelante. —Indica satisfecho, Jimin lleva a Yoongi con él a la habitación. Se pone el pantalón y unos zapatos.

— ¿¡Qué crees que haces!? —discute Yoongi entre dientes y en voz baja.

—T-tu madre está recitando algo. No sé qué sea ¿Quieres que los mate a todos?—Yoongi contiene el aire y mira afuera con discreción. Da cuenta de que su mamá mueve muy ligeramente los labios y sabe que ella es muy buena a la hora de dejar maldiciones a largo plazo—. Desafíalos allá. No aquí donde pueden lastimar a los demás. —Explica a marcha forzada..

—Si vamos allá, te va a matar-

—No lo hará. Sabes que me necesita… Vivo. Va a doler lo que sea que pase, pero no va lastimar a los demás.

—Deja de lanzarte para cuidar a todos. Cuídate tú mismo. —exige Yoongi, exasperado.

— ¿No lo hacías tú hace un momento? Cuidar de mí y de Jungkook. —Se levanta de la cama y Yoongi mueve la mandíbula, frustrado. Salen a prisa de la habitación.

—N-no tienes que ir. Mis padres-

— ¿Kim Seok-Jin? Después hablaremos con los padres de los que valen la pena y tú… Debería cuidarse tu familia. —Advierte la mujer a Hoseok, Jimin va empujado. Jungkook se acerca sujetándose un costado.

El Omega se despide con la mano. Hoseok mira a Yoongi, sin saber si llamar a su familia o intentar ayudar a su Omega. Jimin cambia de forma y sube a los hombros de Yoongi, El Sr. Min lo toma y hace que quede enroscado en él, sujetando a Yoongi del hombro desaparecen como si nunca hubieran estado. Taehyung bufa, cruzado de brazos.

—Esto no va a acabar bien ¿Lo saben? —apunta el Beta.

—N-no les harían nada malo ¿O sí? —cuestiona Jin, que temor no quiso leer la mente de los padres de Yoongi.

—Golpean a Jimin ¿No te parece suficiente? —increpa Jungkook con agresividad—. Además… Ellos… ¡Ellos no sabían que estaba conmigo! Solo lo querían hacer sentir mal. Si saben que ya… Él podría… —Jungkook parece a punto de llorar de la angustia.

— ¿Qué hacemos entonces? —balbucea Jin, ansioso.

—Vamos ahí, los sacamos y nos quedamos en mi casa hasta volver a Hogwarts—planifica Namjoon con rapidez—. Nadie se dará cuenta y mis padres pueden ayudarnos. No permitirían que se queden a la deriva. Menos con ese Alpha que es una amenaza para ellos a pesar de ser el Alpha cuidador.

— ¿A qué te refieres exactamente? —Pregunta Hoseok en voz baja.

—Es un Alpha que los ve como pertenencia. Va a remarcar que les pertenece porque los percibe como Omegas propios, Omegas de “reproducción” y dominación. Haré un traslador, Jungkook, dime un lugar especifico para poner de dirección. —llama el más alto apresurándose. Jin ayuda a Jungkook para ir a donde Namjoon pidió.

—Se va a arreglar, te lo aseguro. —dice Taehyung palmeando la espalda de Hoseok, este se frota la cara con las manos, exhalando con fuerza ¿Qué debe hacer en momentos así. No es un peleador ni anda del estilo. Se siente incapaz y agobiado,

—Me siento… Inútil. —dice Hoseok en un susurro.

—Yoongi se sentiría mal si te hubieran herido. Mantenerte a un lado por tu propia seguridad no es algo malo. Además, inmiscuyeron a tu familia—apunta Taehyung dándole una ligera sacudida en el hombro—. En esta clase de rencores, puede pasar lo peor y no hay nadie que proteja a tu familia. No es solo tu bienestar, también el de tus padres, tu hermana… Ser cuidadoso, aun si es al no pelear, es la mejor solución. —Asegura con gesto amable.

Entran a la casa, Hoseok llama a su familia para prevenirlos e informarles lo importante: Yoongi es su Omega y quizá sucedan cosas horribles hoy y que tan pronto vuelva a casa, haría lo posible por poner una protección y cuidar de ellos.

Chapter 43: Esencia revelada

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Llegan en total silencio a la vivienda. Yoongi pensaba guardar silencio y sus padres están peligrosamente enojados. Nada de lo que diga, será útil. Sobre todo su madre, que no ha dejado de temblar, viéndolo; su padre aprieta de tanto en tanto a Jimin, causando que este abra la boca para poder respirar.

— ¿A dónde crees que vas? —pregunta el Sr. Min. Yoongi se acercó a él a pesar del peligro.

—A hacer mi maleta. Me voy a quedar con mis cosas. —Responde sin mirarlos. Después se disculparía con Jimin por el tirón para que su padre lo soltara. Las serpientes pueden toser. Acaba de descubrirlo.

— ¿Crees que vas a librarte de esto? Así como así. Que podrás vivir con un sangre sucia-

—Ese mago sangre sucia ha cuidado de mi en un año mucho más que tú en toda mi vida—discute Yoongi, enojado por todo lo que ha sucedido hoy y de tanto solo ver a sus padres—. Es mi Alpha y tú eres inútil para mi. Hace tiempo deje de necesitarte. —El Yoongi habla entre dientes, con fuerza, sonando como un lobo que gruñe y se prepara a morder. Sr. Min aprieta los dientes, igual de iracundo que su primogénito.

Tanto que cuesta ver quién es más peligroso de los dos. Yoongi da un último bufido, vigilando que no vaya a atacarlo. Quiere tomar sus cosas lo más pronto posible y correr como nunca lo ha hecho, pero no está seguro de cuán bueno sea desviar la vista de él.

Es... tan peligroso-

Crucio.

El hechizo sale fácilmente de entre los labios de su madre, golpeándolo directo en el pecho. Al principio solo son quejidos, pasó rápido a gritos, retorciéndose en sí mismo. Es imposible explicar el dolor que causa la maldición, como crece y lo hace contorsionarse de forma que jamás habría podido. 

Los gritos se vuelven llanto, los ojos se le llenan de sangre y no solo la llora, pues sale de su nariz mientras las venas de su cuello, brazos y rostro se hinchan.

—Te volviste un Omega desobediente y olvidaste completamente tu lugar—dice en voz baja, viéndolo con decepción y desprecio; Yoongi estirado en el suelo, sufriendo espasmos y dificultad para respirar—. Esta vez te educaré yo. Para asegurarme de que tu padre no tenga que seguir sufriendo tantas decepciones y molestias por ti. —concluye ladeando la cabeza, ojos apagados y magia vibrante.

Feliz de haberlo castigado así, como tanto se ha merecido estos años siendo un cachorro impertinente. Jimin cambia de forma, luciendo angustiado.

—Yoongi… Yoongi—El Sr. Min lo sujeta del brazo y lo retiene, tratando de llevarlo lejos; la Sra. Min vuelve a lanzar la maldición y Yoongi vuelve a gritar, arqueándose—. ¡LO VAS A VOLVER LOCO! ¡DEJALO YA!

—Si enloquece será más útil. —Opina la Omega, con la diversión brillando en sus ojos oscuros. Jimin es cogido del rostro con fuerza, sacudido con brusquedad y ahora encarando al Sr. Min. Jimin siente que el pecho le vibra, el corazón le lastima y los gruñidos guturales del Alpha le timbran en los oídos:

—Tienes Alpha ¿Eso fue lo que vi esta mañana? —Trata de respirar, pero no puede, el pecho presionado, la energía destructiva golpeando salvajemente en su pecho—. Y aun con eso, pensaste que podrías casarte… que podrías huir de aquí- Huir de mi sin ninguna repercusión—El Sr. Min sonríe torcido, Jimin solo puede respirar el aliento ajeno: caliente, agresivo—. No importa. Ya no importa—ríe empujándolo para juntarlo a un muro—. Nada de lo evitamos estos años importa.

Lo gira brusco y lo muerde en la nuca, en el mismo lugar donde la marca de Jungkook está sanada. Jimin no que hay a su alrededor, el pensamiento nublado y donde solo los gritos de Yoongi se escuchan...

Pero ya no hay nada.

Silencio.

Puro silencio.

Y los dientes del Sr. Min más enterrados en su nuca, tratando de forzar su lazo por encima del que ya existe.

Yoongi yace tirado en el suelo: ojos irritados y palidez enfermiza, derramando sangre por los ojos, nariz y oídos; no grita, no se mueve. Sigue despierto y ve lo que sucede, aunque no lo comprende. Luce como una gran explosión: una masa negra, parecida a una nube llena de rayos y ondas, chillando como un animal fúrico; vuela y se agita bruscamente contra las paredes hasta arrollar a su madre.

La golpea contra los muros, destruyendo la piel y huesos humanos. Los gritos de ella se extinguen: su cabeza explotó como un globo. La energía negra se introduce en el cuerpo descabezado y lo hace explotar. Deja a Yoongi cubierto de sangre que no es suya. Lentamente se detiene, bajando al suelo y parándose en medio del charco enorme de sangre, intestinos y restos de la señora Min.

Jimin respira agitado, absorbiendo dicha energía negra y llevando una mano a su pecho. Se incorpora de manera torpe y cae sentado, balanceándose, dando balbuceos inconexos. Jimin cae de rodillas y sonríe—. Estás—

—Mal-maldito monstruo.

Se gira, el hombre lo ve horrorizado. Incrédulo a lo que acaba de pasar por este niño tan pequeño e inofensivo. El Sr. Min saca la varita del bolsillo de su chaqueta y apunta a Jimin, quien ladea la cabeza. Sus ojos se apagan y su cabello negro se llena de pequeños mechones rojos. Exhala aire caliente y el Sr. Min es quien se paraliza.

— ¿Quién eres?

La magia de Jimin brota. La magia negra que se retuerce y amenaza con dejar salir de nuevo lo que mató a la Sra. Min. Jimin entreabre los labios, hablando tan bajo que no lo escuchan.

—Alguien que quiere que mueras... mal.

¡AVADA KEDAVRA!

— ¡Falta poco para llegar…!

— ¡ESTÁ PASANDO ALGO TERRIBLE ALLÁ! APRESÚRENSE.

Jungkook no toma muy bien el vínculo. La ira lo llena muy fácil y Jin ya no sabe qué hacer para complacer al menor de la manada. Namjoon tuvo algunas dificultades con el traslador por las protecciones de la zona. Mucho más porque no son bienvenido a ese lugar.

Eso refiriéndose a la urbanización. Es peor si hablan de la casa de Yoongi.

Lo que preocupa a Jin es que Hoseok parece a punto de morir por el dolor del vínculo. Como si lo torturan. Una mínima parte de lo que pasa al otro lado. Si Hoseok está tan mal, no se imagina cómo está Yoongi.

Namjoon los llamó apenas tuvo el traslador listo. Tuvieron que arrimarse a Hoseok que vomitó consecuencia del mareo. El tirón en el estómago solo ayudó a que empeorara cuando estuvieron en medio de la urbanización de grandes mansiones.

Algunos se los quedan viendo. Hoseok sigue en pijama y Jin también. Jungkook cambia de forma para correr más rápido y llegar antes. Namjoon sube a Hoseok a su espalda, el Alpha empeora a más se acercan a esa mansión. En este aspecto, el vínculo en una desventaja.

Jungkook estrella su cuerpo contra la puerta hasta derribarla y cambiar de forma, llamando al Omega a los gritos. El olor a sangre los aturdió al instante. No hay diferencia entre Jimin, Yoongi, los padres de Yoongi. Solo un repugnante olor a sangre. Algunos insectos rondan el lugar.

Avanzan por el lugar que tiene una división casi exacta entre normalidad y el caos. Hoseok tambalea, caminando hacia esa sala de estar donde siente a Yoongi. Baja la mirada al patear sin querer algo en el suelo.

Siendo el cadáver del padre de Yoongi.

— ¡Jimin-ssi! —Llama Jungkook al no verlo. Jin dirige la mirada a la escalera, debajo de esta. Al asomarse encuentra a Yoongi, sentado con las piernas hacia su pecho, temblando.

—Hey, sal-

— ¡ALEJATE DE ÉL!

Namjoon jala a Jin a tiempo para evitar que la nube de energía lo golpeara. Unos cuantos segundos estática y vuelve a su lugar, al asomarse nuevamente estaba Yoongi. Jungkook aprieta su ropa, aterrorizado. Namjoon saca su varita con la intención de desmayarlo, esto solo ocasionó que fuese atacado por la espalda.

— ¡No es un enemigo! ¡Tranquilo!

— ¡¿QUÉ HACES?! ESA COSA-

—ES JIMIN—Asegura atento a la nube que se mueve constante y agresiva—. ¡Los dos son Obscurials! —Namjoon jala a Hoseok, Taehyung y Jin atrás, sabiendo lo que implica eso a diferencia de los demás—. Tranquilo, no voy a hacerte daño, soy yo. Me recuerdas ¿Cierto? Vine a ayudarte.

Aunque se tranquiliza un poco y desciende al piso, exponiendo a Jimin, este luce deforme, como si parte de él sigue convertido en esa criatura mágica tan volátil.

— ¿Ayudarme en qué? —dice en un sollozo asustado, teniendo tics nerviosos—. Los matamos, é-el… Él lo mató y yo a ella… ¿Ayudar cómo?

Es extraño ver a Jimin con sangre encima. Jin llamó a sus padres y a los de Namjoon para que los ayuden. Jimin no permitirá que nadie se acerque a Yoongi y este tampoco se dejaría tocar. El problema es grave y la revelación lo empeora.

Suena comprensible que sean Obscurials y eso pone aun más nervioso a Namjoon, sabiendo que sería aún más complicado con esa simple partícula de información a este proceso.

Hoseok se aproxima, asomado y sentándose a un lado de Yoongi que no reacciona. Hay una varita rota a un lado y sus ojos verdes toxico señalan algo terrible:

Él fue quien hizo la maldición asesina.

Chapter 44: Dos monstruos

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— ¡SON UNA AMENAZA!

—SON UN PAR DE NIÑOS QUE NADIE PROTEGIÓ. USTEDES SON LA AMENAZA.

Yoongi no alcanza a entender como llegó aquí: un juicio por asesinar a sus padres. Jimin está a su lado, acusado de lo mismo. No puede hacer mucho, articular palabras es imposible, incluso mantenerse parado. Según el registro médico, fue torturado por una hora y media, con tanta fuerza que quedó afectado.

Sanaría, pero sería un proceso algo largo.

Los tienen esposados como si fuesen animales o los peores criminales que han pasado por esta sala. Debe mantenerse sentado, embotado y con espasmos espontáneos. Lo peor es que Hoseok está casi igual. Debe estar junto a él para que la curación funcione más rápido. La distancia lastima a los vinculados.

Volviendo al juicio, no han parado de gritar de un lado a otro que deberían encerarlos en Azkaban, romper sus varitas y retirarlos de Hogwarts. Siendo menores de edad, es complicado, pero lo están considerando como opción ¿La razón? Son Obscurials. Una peligrosa bomba de tiempo, una que en tiempos modernos casi no existen.

—Son Omegas que han demostrado valía de manera excepcional y debido a la represión en la que vivían, se han vuelto lo que son; hasta el punto en que lo necesitaron para defenderse. El mayor fallo aquí, es que no hay un ministerio eficiente para protegerlos. —El padre de Jungkook es quien los defiende. Luchando tercamente por el Omega de su hijo.

—El joven Min realizó una maldición imperdonable ¿Cómo explica eso?

—Su papá quería matarme cuando vio lo que hice a su esposa. Yoongi solo me protegió. —Apresura a decir Jimin, ojeroso y cansado. Las heridas que tiene son menores, principalmente la mordida en el cuello y laceraciones mínimas en lugares privados.

No pasó a más, pero estuvo a poco.

— ¿Asesinó a la señora Min a consciencia?

— ¡Estaba usando la maldición Cruciatus! Y-yo… Yo…

—Solo se cuidaban entre ellos para evitar ser abusados o morir. Cosa que ustedes están toman como un crimen, haciéndonos lucir como criaturas menos civilizadas que los muggles. —comenta el Sr. Jeon con tono altanero, busca de provocar el frágil orgullo de quienes se dicen los mejores por formar parte de la sociedad mágica.

—Es-xtraño… C-u-culpan a los monstruos… P-p-ror lo que hicimos. —Murmura Yoongi, con un tic en la boca.

—Debo agregar que la madre de Min Yoon-Gi realizó una maldición Cruciatus contra su propio hijo hasta dejarlo así: incapaz de comunicarse apropiadamente, así como permanecer de pie. Si eso no es una razón suficiente para llamar a esto un acto de defensa propia, no sé qué más necesitan.

— ¿Y si están fingiendo? —replica un hombre, Yoongi lo reconoce de algunas fiestas organizadas por sus padres—. Los Omegas son melodramáticos, hacen todo por ganar y más aún, no ir a Azkaban. Ahí tendrían el trato que merecen.

—Fingir algo así es un delito en sí mismo, por no decir que algo imposible por tanto tiempo, delante de un medimago que verificó su mal estado. —Indica con discreción una de las presentes, que se ha mantenido viendo a Yoongi fijamente.

—Fácil de probar. Como pueden ver allí—El Sr. Jeon señala a uno de los lugares ocupados de la sala—. Está su Alpha. Si fuese mentira, ese muchacho de ahí no estaría a poco de desmayarse, tampoco habría venido. Ni siquiera sabe dónde está.

—Omegas que perdieron de vista su lugar. Eso es todo.

—Silencio. Llegó el momento de dar un veredicto—Indica la Ministra con seriedad—. ¿Quiénes consideran que deben ser enviados a Azkaban por el asesinato del matrimonio Min? —Pocos alzan la mano—. ¿Quiénes consideran pertinente retirar los cargos, así como brindar una compasión por no haber intervenido antes en tan desastrosa familia? —La mayoría levanta la mano, incluso Hoseok que hace puchero. Ya se quiere ir—. Los acusados son inocentes. Se levanta la sesión.

—Ven aquí. —Yoongi se deja llevar, sintiéndose un peso muerto. Jimin avanza atrás del padre de Jungkook, en tanto que la madre del mismo Alpha ayuda a Hoseok.

Una vez fuera: Namjoon, Jin, Jungkook y Taehyung se levantan, los dos mayores acompañados de sus padres. El Sr. Jeon asiente con una sonrisa victoriosa y Jungkook estuvo a poco de tumbar a Jimin en un abrazo.

—Le dije a tus padres que puedes quedarte por hoy con nosotros ya que el viaje sería dañino para ti ¿Vale? —Asiente, las familias de los demás son tan dulces.

—Tengo mucha hambre. —Es lo único que Yoongi logra decir. Ríen por lo bajo, es bueno que esa su única angustia.

—Vamos a comprar de comer entonces.

—Perdón por… Años nuevo…—balbucea Yoongi y frunce la expresión. Gira hacia Jimin que se ríe apenado.

—Quiso decir: perdón por “arruinar” año nuevo. —dice Jimin. Yoongi asiente con la cabeza, un tic en la boca molestándolo para comer. Igual que el pulso nulo e incapacidad para comer solo.

Los adultos los dejaron solos en el comedor para que estén cómodos. Es incómodo para ellos por la consciencia a que dos de ellos han asesinado a alguien. Es defensa propia, claro, pero aun suena increíble. Por desgracia lo tuvieron que verificar a través de la mente de Jin, lo que hizo aun más doloroso el asunto. Ir así de profundo fue complicado.

—Tranquilo. No fue culpa tuya que pasara. Además, aún tenemos vacaciones para disfrutar juntos—propone Hoseok con una sonrisa tímida. Yoongi luce desanimado. Casi carente de sentimientos—. Podríamos ir a la playa y quedarnos unos días… Dicen que el mar relaja mucho la mente y los músculos.

—O al bosque. Eso también es muy efectivo. —añade Jungkook.

—Y pasar tiempo con animales. —afirma Taehyung.

—No tengo ánimo. —responde Jimin en voz baja, mirando a Yoongi que sigue con cara inexpresiva e intentando comer por sí mismo.

—Jim-

—Lo ayudaré a ir a la habitación. Quiero dormir.

De alguna manera, la antigua barrera que separaba a los Slytherin del resto vuelve levantarse, más alta y fuerte. Hoseok, quien es el principal invasivo, sabe que no es el momento de acercarse a Yoongi. Apenas van un par de días y Yoongi por si solo no es muy comunicativo. Dejará que pase más tiempo hasta que la herida hecha de ese par de monstruos sane, así el Omega herido aceptara su cercanía y ayuda. Hasta entonces, es su lugar respetar las distancias y silencios.

Fue extraño que, a mitad de esa misma noche, tuviera a un intruso en la cama. Yoongi se abrazó a la espalda de Hoseok con demasiada fuerza. Escucha los sollozos, las lágrimas mojan su pijama y siente la misma angustia que él.

—Está bien. No eres un peligro. No eres un monstruo. —asegura Hoseok en voz amortiguada y adormilada.

Yoongi no hace sino sentirse como una plaga que acabaría apagaría al sol en la tierra.

Chapter 45: Hablar por no llorar

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Las vacaciones terminaron y el retorno a Hogwarts se hizo inminente. La custodia de Yoongi, durante el breve tiempo que le queda como menor de edad, sigue en proceso. El segundo problema que surgió es ¿Por qué Jimin vivía con la familia Min? Es irónico que una vez el Ministerio puso lupa en ello, se hizo saber detalles sobre su deuda, una que fue culpa sus padres y lo afectaría a los diecisiete años, no como menor de edad.

En definitiva, hay un enorme enredo con ambos casos y con suerte, esté finalizado una vez terminen el año escolar. Namjoon y Jin se graduarán pronto, por lo que es triste amargarles el éxito.

Yoongi trata de estar bien. Lo intenta a pesar de que se hunde en pensamientos negativos, tirando a lo humorísticamente negro y la depresión real. Practicar queda fuera de discusión, sigue sin poder articular bien las palabras; Jimin lo ayuda en la medida de lo posible cuando se trata de comunicarse, estudiar para los TIMOs y cuando tiene problemas motores. El Omega apenas se da abasto.

La dificultad es que se es el único al que Yoongi no reacciona de manera agresiva o negativa.

Hoseok no logra proximidad al Omega, que empeora a cada oportunidad en que órbita su alrededor. Desconoce porque tiene esa reacción. Lo entristece y siente que Yoongi está triste de regreso. Los dolores musculares persisten, pero son soportables. La lejanía a su Omega no ayuda. Están lastimándose mutuamente ¿Por qué? Yoongi lo hace a propósito o al menos eso percibe, a pesar de que no tiene sentido, pero hay tanta culpa en Yoongi que es imposible comprender lo que pasa por su cabeza. Incluso para Jin es complicado.

Sin mencionar que en Hogwarts saben que son Obscurials.

—Si le das a la cabeza, saldrá.

—Tiene una puntería horrible ¿Cómo crees que va a darle a la cabeza?

—Es una maldita pierna de pavo. Es imposible que falle.

— ¡Abraxas Thatcher! ¡Piensa lanzar comida! —Apunta Jin, evitando que ocurra y levantado de su asiento.

— ¡Cinco puntos menos a Slytherin! —Dice Hyejin y Jihyo se encoge en su asiento, suspirando y preparando un largo discurso para amonestar a los inmaduros que están en su casa.

No comprende a que viene tanto alboroto ¿Qué no acostumbran y adoran las criaturas oscuras? Yoongi apenas toca la comida y está más delgado en consecuencia.

—Yoongi… Tienes que comer. —dice Jimin, ansioso.

—No tú lo haces. —Yoongi bufa, con el gesto enfurruñado por el desorden. Al menos ahora son palabras y no balbuceos.

—No tengo apetito ahora, pero tú no has comido casi nada en todo el día. Come un poco. —pide Jimin en voz baja. Yoongi se levanta de su lugar, listo a salir del gran salón e ir a su habitación en Slytherin.

La cabeza le duele y los músculos se le tensan. De camino a la salida,  alguien que le puso el pie y tropezó. Con torpeza se levanta, solo para casi caer de cara nuevamente por los movimientos descoordinados. La Ravenclaw se ríe discreta al verlo.

—Ya no eres tan orgulloso y magnificente ¿Eh? Debiste morirte. —dice con voz baja y burlista.

Todo Ravenclaw se junta para evitar aquel espectro que estuvo a poco de formarse. Yoongi se levanta, sacude su ropa y manos, girando el cuello para tronarlo como necesita. Es horrible mantener al Obscurus. Antes parecía fácil. Al escuchar murmullos, golpea la mesa.

— ¡CALLENSE! ¡CALLENSE POR UNA…! —Corta el reclamo, lo dirá mal y sabe que se rieran de él.

El silencio reina. Restriega sus ojos y sale apresurado del Gran Salón. Hoseok hace lo mismo, siguiéndolo al suponer donde estaría. Aun cuando tuvo que subir muchísimas escaleras, finalmente llegó a la torre de astronomía. Yoongi está abrazándose las piernas, sentado en el piso mientras ve el cielo nublado.

—De aquí vete. —murmura Yoongi hundiendo la cara entre sus rodillas. Hoseok toma asiento a su lado.

—Nop. No tiene sentido seguir apartados. Es obvio que nos enferma. En lugar de hablar con todo esto, te tiras a llorar a solas en tu habitación y nos está matando. A ti sobre todo. —Yoongi aprieta sus brazos, alza un poco la cabeza, quedando desde la nariz a plena vista.

Hoseok se fija en los ojos de Yoongi. Lo que resalta por un detalle: el verde tóxico y vibrante.

—Desde que tengo magia…—Yoongi pausa sus palabras un momento, esforzándose de hablar en orden—. Quise reprimirla. Lo hice tanto como pude… Porque no quería darles el gusto—Suena más genuino a la primera explicación que le dio sobre descubrir su esencia mágica—. De ser… Ellos. Un mago oscuro… Sin… Escrúpulos. Un día reventó y… Jimin evitó que sucediera… Él lo entendió, porque él también era uno.

—Te reprimías por no ser como tus padres ¿Qué tiene eso de malo? —inquiere Hoseok con expresión preocupada—. Eras un niño. Creíste que era la mejor solución, no tenías más formas de sobrevivir. Creo que eres increíble por soportarlo todo este tiempo. —Afirma pasando un brazo por los hombros de Yoongi, este se gira a mirarlo.

Su mirada le produce escalofríos.

—Te asusta… ¿Verdad? —increpa Yoongi, Hoseok no responde—. Intento hacerlos… Verde… No sale otro que… Este color… ¿Sabes qué es? —Niega con la cabeza—. La maldición asesina.

Hoseok recuesta la cabeza en la de Yoongi, cerrando los ojos y dando un profundo suspiro. Jin le contó lo que vio. Yoongi no es capaz de creer que hizo esa maldición. Aun cuando la realizó con la varita de su madre, la que rompió sin querer, fue un hechizo sorprendetemente fuerte.

Tuvo tantas ganas de asesinar a su papá.

Tantas ganas de salvar a la única persona que lo cuidó y quiso sin condición desde la infancia.

Quien sufre por culpa suya.

Salió.

De golpe, como una bala. Un impulso disparado y el rayo verde impacto contra el Sr. Min.

El color es imposible de olvidar. Grabado en su retina y ni siquiera siendo un morpho puede variar el tono. Se queda estancado en ese verde que todos interpretan con temor: el verde de la muerte. Ojos malditos que brotan por el pánico y necesidad de autoprotección.

—Me da miedo—dice Hoseok, honesto—. Son tenebrosos, me hacen sentir que pronto moriré… sería una muerte linda ver tus ojos. Pueden ser muy cálidos- o lo serían si no los llenas tanto de lágrimas. Ya no llores—chuchea y le da un beso en la cabeza, frotándole el brazo con cariño—. Pasó y ahora eres libre. No fue la mejor manera, pero eres libre y debes ver que esta vez, no tienes lidiar con todo solo o con ayuda de Jimin, sino mía. Soy tu Alpha, déjame ayudarte. —pide con una sonrisa débil.

—Te vas a apagar. Eso no es justo. —La voz de Yoongi apenas se escucha. Un hilo triste, temeroso y dolido.

—O tal vez te haga brillar ¿No lo has pensado? Trututú~ serías una linda estrellita si te permites ser feliz.

Están un rato ahí, con Yoongi hablando pausado, pero cualquier cosa mejor que llorar asustado en su habitación, sin respirar o ver por la hinchazón; así como arruinando el sueño de Hoseok que la pasa en vela consecuencia del vínculo.

Tranquilos, llenos de platica y sin importar el toque de queda, bajaron a las horas que les apeteció, ambos a sus respectivas salas comunes, con un pequeño gramo de paz.

Chapter 46: Tropiezos continuos

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—Muy bien ¿Qué es un Obscurus?

Es un muy mal momento para que el plan escolar los haga coincidir con ese tema. Es posible que salga en los TIMOs y deben soportar todo el contenido que ella necesita impartir. No quita que puede resultar muy inoportuna y muy atacante en el proceso:

—Yoongi y Jimin.

Por lo general Hyejin es esa clase de profesoras que nadie puede odiar. Es muy cariñosa, también bromista y de trato fácil. La única casa que no le tiene aprecio es la casa de las serpientes. Bien estos solo quieren a Jihyo –a veces-, y a Sana. Los demás profesores son inútiles y mediocres para ellos. Si fuesen buenos magos, no estarían perdiendo el tiempo aquí siendo profesores.

Hyejin no soporta a los alumnos de Slytherin, apenas a los dos que acaba de nombrar. Tenía esperanza de que ellos respondieran, pero recuerda que Yoongi no puede hablar bien y Jimin ha estado más callado que una tumba estos días. Nadie responde con la información correcta.

—Incluso para eso se equivocan. —susurra Yoongi, apoyando la cara en su puño. A la derecha está Jimin y a la izquierda Hoseok.

—No ¿Nadie puede responder? Hoseok. —El Hufflepuff levantó la mano y con la palabra se acomoda en su asiento. Sabe que es, pero desconoce si podrá explicarlo bien.

—Es un parásito que se forma cuando un niño mago reprime su magia. Dicen que es magia oscura, pero puede surgir de cualquier tipo de magia. El problema es la magia reprimida.

—Bien, bien, cinco puntos para Hufflepuff ¿Cómo se llama quienes lo portan? Jimin, que seguro lo sabes de sobra. —Agrega con una risita amable, apoyando las manos en la mesa del par de Omegas de Slytherin.

—Obscurials. No pasan de los diez años normalmente, el parásito los mata—narra incomodo, Hyejin lo anima a que continúe—. Se les puede quitar, pero no siempre funciona. Ya no hay muchos. Eran comunes en la edad media.

—Como ustedes que no se mueren ¿Y si se lo quitan para lograrlo? —dice alguien en voz baja. Hyejin asiente a Jimin y desvía la mirada hacia quien se ríe con dos amigos.

—Quince puntos para Slytherin… Y cinco puntos menos. Que mal sentido del humor, yo en su lugar, me reiría del moco que se le salió al reír y que dos de ustedes entraron con el cierre del pantalón abajo—Comenta dando largos pasos entre las mesas—. Bien, como dijo, los Obscurials son poco comunes. Es una gran casualidad que tengamos dos aquí. Vivos, sanos… O algo así. No puedo mostrarles un Obscurus, pero deben comprender una algo: son irrefrenables, casi como un dementor.

Yoongi alza una ceja ¿Qué clase de comparación es esa?

—Necesitan alimentarse y vivir en base a otros: los dementores de alegría, los Obscurus de la magia de la cual fueron creados. Ambos, sin supervisión o un cuidado, son una amenaza—Explica aun andando—. Por supuesto, hay excepciones a la regla como ocurre con los hombres lobo, centauros, etcétera. Deben tener consciencia de que para el ministerio, son una amenaza y como esté en su TIMOs, póngalo así y si quieren cambiarlo… Sigan el noble ejemplo de Newt Scammander estudiando al respecto.

— No hay nada que demostrar—interviene una chica de Hufflepuff—. Son criaturas oscuras y peligrosas. Es bueno que los portadores mueran, acumulan tanta magia oscura que son una amenaza.

—Si se parecen a los dementores, es porque no hay como controlarlos.

—Existe el Patronus. Claro que puedes controlar a los dementores. Que seas un inútil infeliz que no puede hacerlo, es tu problema. —acusa Hoseok, repentinamente agresivo. En Hufflepuff es una sorpresa, pues no sucede nunca.

—Lo dices solo por proteger a ese Omega. La realidad es que-

—Puedo hacer Patronus corpóreo—interrumpe Hoseok rápidamente—. Mi vida es menos desgraciada que la tuya. No vivo insultando a otros por gusto.

—Muy bien. Suficiente o les bajaré puntos. —advierte Hyejin. Mentiría de decir que no es entretenido.

— ¡Mentiroso! ¡No puedes hacerlo! —acusa alguien más.

— ¡Romperé tu maldita escoba si te demuestro que es la verdad

—Ya-

Hoseok casi cae de su asiento por una onda de energía mágica. Yoongi recuesta la cabeza de su escritorio. Las subidas hormonales no lo ayudan con el escándalo. Es la cuarta clase en la que le ocurre hoy. Aun con esto no se detienen, la diferencia es que Hoseok no participa y parece una batalla campal en contra suya.

No es un monstruo.

No quiere atacar a nadie.

Aunque todos ellos se sienten como una amenaza.

—¿Vamos a la enfermería? Vamos a la enfermería. —Jimin lo mueve, intentando que se levante, viendo como esa energía negra comienza a condensarse y amenaza con atacar a todos en el salón.

—Silen-

— ¡Lo ven! —Un estudiante de Hufflepuff apunta a Yoongi—. ¡Quiere atacarnos! Es como un bicho del bosque ¿Por qué no lo tiran allá?

—Tal vez su Alpha lo persiga y se mueran ambos. Un sangre sucia y un traidor a la sangre menos.

— ¡SUFICIENTE!

— ¡ES UN PELIGRO Y NO LO QUIERE ACEPTAR!

Todas las mesas, pergaminos, elementos del salón, todo acaba contra las paredes. Los estudiantes heridos y desperdigados por el lugar a excepción de Yoongi que permanece en el mismo lugar, como si el Obscurus no hubiera atacado todo en una oleada. Hyejin saca la varita, dispuesta a desmayar a Yoongi, antes de hacerlo fue despedida a un lado.

—N-no… Yo… I-iremos a la enfermería. —balbucea Jimin, angustiado por la sangre que sale de la frente de Hyejin, consecuencia del golpe que se dio contra la pared.

Con prisa lleva a Yoongi a la enfermería.

—A partir de ahora, ustedes dos estarán en reposo. Faltar a las clases es totalmente posible que influya en sus calificaciones, las tareas serán entregadas de forma regular. El punto de esto es que se mejoren y-

—Y no volvamos a atacar a nadie ¿Cierto? —Completa Yoongi, sin ver a la izquierda.

Las camas de la enfermería están llenas por culpa suya. Las heridas no son graves y el rencor hacia ellos crece con los días. Incluso a Hoseok, a pesar de lo evidente lo defiende a capa y espada. Es hace irreal que pueda hacerlo, que parezca Jungkook justificando cualquier animal salvaje que se cruza.

— ¿El reposo cuanto…?

—Indefinido. Tienen que hacer algo con esos Obscurus. Hay maneras de arrancarlo y no garantizan la supervivencia—dice el enfermero, cruzado de brazos y viéndolos con severidad—. Hay que esperar a quienes serán sus guardianes, pero de momento, fuera de los salones. Por el bien de ellos y el de ustedes. A menos que puedan mantenerlo bajo control… La visita acaba en unas horas.

Hoseok se hace el cabello atrás y da un bufido, girando hacia su Omega que está sentado y cabizbajo en la camilla.

—Miren el lado bueno: tienen vacaciones, menos tiempo perdido en historia de la magia; más tiempo de estudio… ¡Está lleno de ventajas! —asegura el Alpha de Hufflepuff. Jimin exhala y se retira, dejándolo a solas con Yoongi.

O tan a solas como puede serlo teniendo una cortina divisoria.

—Estará bien pronto. Toma el tiempo para curarte ¿Sí? —pide Hoseok, Yoongi arruga el entrecejo sin mirarlo.

—Ya lo oíste. La cura es morir o adaptarte ¿Qué si no logro adaptarme? Deberías morder a otro Omega antes de que pase. —se acuesta y se cubre con la sábana. No tiene energías para esto.

A sí mismo, a Hoseok no le cae bien el comentario. Yéndose de mala gana de la enfermería.

Chapter 47: Sentimiento corrosivo

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No tener que asistir a clases ayudó a que los nervios de Yoongi se calmen. Puede evitarse ratos incómodos, así como estar en presencia de gente que lo desprecia. Un sentimiento compartido. La calma lo embarga y ya puede estar con su manada en paz, sin riesgo a explotar por una tontería.

Va y viene a la biblioteca, a los jardines; duerme cuando gusta y estudia, hace sus tareas. Es el único estudiante de quinto año que está tranquilo sobre los exámenes, es la menor de sus preocupaciones a día de hoy.

Con ayuda de Jimin se escurrieron a la biblioteca del tercer piso, la que está prohibida y que nunca le interesó entrar; buscar material que ayudara con los vínculos entre Omegas-Alpha. En el camino se llevó otros muchísimos libros que llamaron su atención, aunque algunos ni siquiera tienen título. Resultó curioso que uno, lleno de ilustraciones de serpientes y “sin letras”, diera un tumbo al pasar. Que haya libros con “vida” no es raro, pero es raro que reaccionen así. No hubo estímulo.

 —Deberías estar al pendiente de tus exámenes en lugar de eso. —dice Jin en un suspiro. Yoongi no acepta que le pidan calmarse. Lo irrita. Estar muy calmado hace que el recuerdo resurja y se altere.

—Es más interesante que los TIMOs. —Farfulla Yoongi entre dientes. Él lee  mientras los demás practican. Excepto Jimin, a saber dónde estará. No le pasa nada malo. Es el unico alivio.

— ¿Por qué? —Jin se asoma, sin poder leer nada. Las paginas están en blanco.

—Porque solo un Parselmouth puede leerlo, asumo que acabas de darte cuenta—explica Yoongi. Namjoon refunfuña a lo lejos, malhumorado—. Creo que hay una forma de restringir el Obscurus. Habla mucho de manipulación de energía, utilidad de hormonas de Omega mezcladas con magia oscura… Puede ser una forma de quitármelo de dentro-

—Yoongi, la razón por la que un Obscurial muere al quitar el Obscurus, es porque es tu magia. Es parte de tu ser. Un parásito, sí, pero a final de cuentas nació de ti. Felicidades, eres padre. —ironiza Namjoon, aplaude un par de veces antes de mover las manos. Yoongi lo ve irritado.

— ¿Crees que me importa? Lo tengo, lastima a los demás, me lo quito, muero. Lo mismo con diferentes destinatarios. He sobrevivido por terco. —Jin detuvo lo que hacía, avanzando con el entrecejo arrugado hasta Yoongi. Pone las manos en su cintura, regañándolo con solo la mirada.

—No entiendo nada de tus siseitos raros, pero no vas a hacer nada que atente contra tu vida. Estuviste vivo hasta ahora porque tienes la maldita fuerza y ganas de vivir. Mereces vivir como cualquiera que no ha hecho nada. —discute el estudiante mayor.

—Usé la maldición asesina. Eso ya es bastante malo ¿Se te olvida que por más que quiera va a ser permanente? —Yoongi se apunta a los ojos, Jin no cambia de postura.

—Por defenderte. Es suficiente de este drama—critica Jin entre dientes—. Suficiente de estar con esa idea suicida. Suficiente de-

—No puedo hacer Patronus. —dice Yoongi de repente.

— ¿Qué? —Hay un parón general, acercándose rápido. Sobre todo Hoseok que, hasta ahora, se mantuvo a distancia por querer golpear a Yoongi, meterle sentido común en la cabeza.

Y Yoongi no aceptaría un golpe.

Volviendo al tema:

— ¿Qué quieres decir con que no puedes? —interroga Namjoon sorprendido—. Eras de los mejores. Tú mismo dijiste que es un hechizo fácil y-

—No puedo hacerlo. Lo he intentado. He tratado por días y no sale nada—informa cerrando el libro de un golpe, ya ansioso—. Tampoco puedo hacer levitar, transformar. Mi varita no me responde y cada vez que hago un esfuerzo, estoy al borde de la explosión. —Explica con rapidez, ofuscado.

—Por eso… Te rindes ¿Solo por eso te estás rindiendo? —reclama Hoseok. Yoongi lanza un libro directo a la cabeza de Hoseok, el objeto da de lleno a su cara.

— ¿¡“SÓLO” POR ESO!? —El grito sale de repente, apenas parece suyo. Por no mencionar que Yoongi no quiere alzar la voz en ningún. No quiere volver a dañar sus cuerdas vocales—. ¿¡QUE PUTA PARTE DE ESO TE PARECE POCO, HOSEOK!?

— ¡Que el mundo no termina porque no puedes usar tu…!

— ¡SI LO HACE! —chilla Yoongi, histérico—. SOY UN MAGO. NO MUGGLE, NO SQUIB. SOY-UN-MAGO—enfatiza golpeándose en el pecho—. UNO TAN DESGRACIADO EN LA PUTA EXISTENCIA QUE NO PUEDE HACER LO MÁS FACIL QUE ES SIQUIERA LEVITAR UNA PLUMA- Ya no puedo hacerlo… E-es como…

—N-no llores. Calma los dos. —Jin tiene dolor de cabeza. Los pensamientos de Yoongi son tan fuertes como gritos directo a su tímpano. Retrocede hasta encogerse, cubriendo uno de sus oídos.

Taehyung tamborilea los dedos en su varita tras la espalda.

—E-es como si me estoy desvaneciendo y… ¿Y-ya para qué insistir? Es que después de muertos, mis padres no dejan de joder mi vida. —El cabello de Yoongi se vuelve gris, con escalofriante contraste a los ojos verdes de muerte. Hoseok suelta aire con brusquedad y deja caer los brazos.

—No tiene nada de malo. Sigues siendo tú. Yoongi- ¡HEY! —Yoongi lo ignoró. Tomó el libro y salió de la Sala de Menesteres.

—Sin ánimos de criticarte—Empieza a decir Taehyung, que bloquea el paso de Hoseok que pretendía correr tras Yoongi. Namjoon ayuda a Jin, que se nota aturdido—. Deberías dejar la actitud tan pasiva ahora.

— ¿De qué demonios hablas?  —gruñe Hoseok, irritado.

—Deja de ceder ante lo que él quiere. Eres un Alpha: aprovéchalo. Métele en la maldita cabeza la realidad que quieres—Explica moviendo la mano—. Él va a seguir firme en lo que piensa, no está acostumbrado a ceder, a diferencia de ti. Respetas que se valga por sí mismo, pero no permitirás que eso lo lleve a tirarse por un barranco. Ahora que está vulnerable, necesita que seas fuerte por él. —concluye el Beta y Hoseok chista.

—Lo soy. —asegura Hoseok, Taehyung suelta una risita. Jungkook lo mira de reojo. El menor tranquilo y observador a todo en su entorno.

—No lo suficiente, ni siquiera entiendes porque no estás comprendiendo lo que es ser un mago—apunta Taehyung y Hoseok mueve la mandíbula—. Ven aquí, antes de que en lugar de un juicio, debamos ir a un funeral.

Jungkook toma los demás libros que Yoongi dejó y los lleva consigo a la habitación. Al sentarse, da pequeñas palmadas al baúl que tiene medio abierto y se alcanza a oír un suave siseo.

Chapter 48: Presión suficiente

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Rasca su cabeza, tira la varita a la cama y restriega su rostro con ambas manos. Lo intenta y no funciona nada. Su magia esta bloqueada o negada a funcionar. La siente, sigue en su interior, igual que el Obscurus, pero ¿Por qué no funciona? ¿Qué tanto piensa torturarlo con esto?

No quería a sus padres. En lo más mínimo. Su muerte no le duele, lo molesta los problemas que trajeron con su muerte. Los percibe más como unos inversores: dedicaron tiempo, esfuerzo y recursos en él para mantener el apellido Min en alto, ganar más dinero, llenarse de riquezas y .

Nada más.

Nunca lo vieron como un hijo en realidad.

Y él no los vio como padres sino como un par de imbéciles que arruinaron su vida completa.

O al menos quiere convencerse de que no duele nada.

Por hambre sale de su habitación, la sala común y toma rumbo al gran comedor para almorzar. Debe estar casi todo el mundo allí por la hora, por tanto, debe haber muchísima comida ahí y se omite le viaje a la cocina.

Se le hizo extraño no ver a Hoseok, él siempre está antes que nadie para comer. En realidad, su manada es al más rápida a comer. Todos son unos glotones de primera. Solo pudo ver a uno de ellos: Jungkook, que parece esconder algo en su túnica. Probablemente un animal nuevo que encontró. No quiere descubrirlo. Posiblemente lo castiguen si hace un escándalo.

Come sin contratiempo, ignora a los que están en la mesa parloteando como de costumbre –en Hogwarts todos son chismosos de primera-, siente la mirada de muchos en el comedor y se marcha. Toma el camino más largo para llegar a las mazmorras para respirar algo aparte de su propio aroma. Nada mejor que Hogwarts en pleno verano.

Está muy nublado hoy y hy un ventarrón que logra que maldiga no tener su bufanda. Gira a un lado por sentir un resoplido y abre los ojos sorprendido, encontrando un enorme Patronus equino. Es adulto y la parte trasera se ve difuminado. Relincha y tal como aparece, se va a toda prisa.

Yoongi se apura a perseguirlo ¿Es de Hoseok? No conoce a otro estudiante con Patronus corpóreo y mucho menos en forma de caballo, o lo que sea ese animal. Suda a raudales por el esfuerzo. Tirada la túnica en algún lado, haciendo la nota mental de buscarla después. La figura blanquecina sigue avanzando y Yoongi no se fija a donde va hasta que llegan al destino.

Mueve los brazos, evitando caer directo al agua turbia y oscura del lago negro. Espera que no sea una broma de Hoseok, porque va a romperle la nariz. Bufa disgustado, empapado en sudor. Da la vuelta para regresar por donde vino, con suerte la brisa que hay no se llevó su túnica y aun puede recogerla fácilmente.

Yoongi chilla espantado por lo que sale del agua: una criatura enorme y empapada; no alcanza a correr, la criatura lo agarra y arrastra con él al agua. Sacude la cabeza y trata de soltarse de las aletas de este, sin éxito; solo va más y más abajo en el agua. Las burbujas de aire se le escapan por la boca y ve borroso. 

De golpe es devuelto a la superficie, encima del lomo del animal que aún no reconoce por lo rápido que pasó todo. El cabello se le pega a la frente— ¿Qué mierda e…? —Yoongi lo abraza por el impulso y salto que da para sumergirse en el agua, avanzando a tanta prisa que no puede soltarse. Sale cada tanto para que tome aire, lo que hace aun más el comportamiento.

Cae de golpe en la tierra. En el otro extremo del lago negro. Tose, con los pulmones resentidos. Golpea el suelo mientras vomita agua y lo ve arrastrarse por la tierra. Arruga la expresión aún más. Es un ¿Kelpie? De otro modo no se lo-

— ¿Hoseok? —Balbucea sorprendido por el cambio que generó.

De una criatura mágica de cinco metros, cuerpo robusto, aletas enormes y fuerza enorme, pasa a ser Hoseok. Lo vio cambiar, tal como ha visto a Jimin, Jungkook, profesores y a sí mismo.

—No es un caballo, pero está cerca. —comenta Hoseok con una sonrisa traviesa. Yoongi gira, sentándose en la tierra, aturdido.

—E-el Patronus-

Hoseok agita la varita y la estela blanca toma forma tras dar un par de vueltas alrededor del mago que la invoca. La figura es la misma que siguió y ahora que detalla bien: no es que la parte trasera falte, son aletas. La forma animaga coincide con la forma del Patronus incluso si cambia.

El Alpha pasó de un simple y joven potro a un Kelpie adulto que podría con muchísimos dementores a la vez.

—De-desde cuándo. —pregunta Yoongi. Hoseok se acuclilla frente a él, usa ropa casual.

—Desde ayer. Estuve todo este mes tomando la poción para poder ser Animago. Esperaba ser un caballo, me dijeron que el Patronus y la forma del Animago son la misma. No conté es que cambiara.

— ¿Cambió?

—Si. Por ti cambió—Hoseok ladea la cabeza—. El tuyo quizá también cambió.

—Yo… no…

—Tú si. —Hoseok remarca con mala expresión.

—Hoseok ya te dije que-

—Me dijiste muchas cosas. Muchas no valen la pena, porque implican algo que no eres—enfatiza brusco, sin dejarlo acabar ni que lo interrumpa—. Es viernes, acabaron las clases y la próxima semana está libre. Así que tenemos mucho tiempo para arreglar esto—Afirma con ademanes de mano—. A solas, sin que nadie nos interrumpa. Ningún profesor para molestar, Jimin para excusarte, solo entre tú, mi Omega; y yo, tu Alpha.

Tal como espera, pasa el primer paso: irritar a Yoongi por la imposición sobre él.

Esto promete ir como planeó con ayuda de Taehyung.

—Siento que los cachorros se me desaparecen. —Suspira Jin con una mano en la mejilla. Yoongi desapareció, Hoseok también y Jimin lleva un buen rato fuera del mapa.

Al menos el mapa normal.

— ¿Qué ves? —Pregunta a Namjoon que tiene el mapa en mano.

En su visita a Hogsmade, entrando a una sucursal de la tienda de bromas de una familia de apellido muy conocido en el mundo mágico; uno de los dueños los detuvo preguntando de que año eran y al decir que pronto saldrían, les entregó un mapa titulado “Mapa del merodeador”. El hombre pelirrojo, bastante simpático, parecía ansioso y deseoso de saber que harían con esta adquisición.

—Hoseok y Yoongi no están en el castillo—Jin hace mala cara—. Jimin está con… ¿Jungkook? ¿Qué hace metido en Gryffindor? No, espera, ahora va… ¿Viene hacia nosotros? —Balbucea antes de alzar la mirada y ver a todos lados. En el mapa, el pequeño nombre y la mota de tinta que marca los pasos los pasa de largo sin problema.

—Vaya. Eso sí que es raro. —Silba Taehyung.

— ¿Por qué estarían fuera del castillo? Yoongi debería-

—Quien sabe—tararea Taehyung con una sonrisa divertida y cómplice—. Algunas veces hace falta un contacto más mágico.

— ¿Más mágico que Hogwarts? —increpa Jin, incrédulo. El Gryffindor duda de los pensamientos de Taehyung, que no coinciden con la conversación que tienen.

—Sí. Somos magos. No estamos atados a los edificios… Sino a la naturaleza. Yoongi lo sabe, Hoseok apenas lo aprendió. Llegó el momento de que se unan como las criaturas naturalmente mágicas que son. —justifica Taehyung con las manos en la espalda y balanceándose juguetonamente en sus pies.

Namjoon arruga el entrecejo ¿Qué mosco le picó? Taehyung aparte de la confianza que desprende, parece muy seguro de lo que dice, pero ¿Cómo? Esa explicación la reciben en séptimo año y el entendimiento total es un dolor de cabeza. Lo están estudiando antes de tiempo. Jin no comprende casi nada y Namjoon apenas lo hace, así que ¿Taehyung tan entendido en el tema?

Él no entiende un Gira-Tiempo ¿Cómo comprende algo tan complicado como la relación de los magos, magia y naturaleza? Cierra el mapa, con la sensación de que este es el año más raro que ha podido tener en Hogwarts y espera que para cuando termine, se arregle de una maldita vez.

Chapter 49: Orgullo mutuo

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Tira el uniforme mojado, Hoseok preparó todo, incluido que iba a arruinar su ropa por estar mojado y tirandolo al piso lleno de fango. Con su ropa casual –que roza el formalismo-, sube al lomo de Hoseok. La particularidad de muchos Kelpie es que pueden tener cuatro patas, sus aletas lucen como algas espesas, oscuras –y asquerosas-, que deben mantenerse húmedas.

En realidad, jamás montó a caballo antes. Siempre lo llevaban en carruaje, auto, aparecer o desaparecer. La escoba no era medio de transporte, apenas la uso en primer año para clase de vuelo. Abraza el cuello de Hoseok mientras galopa a donde sea que lo lleve.

Fueron alrededor de treinta minutos para llegar a un espacio del bosque, cubierto por arboles espeso y un campo enorme. Yoongi baja del equino y mira incómodo a su alrededor. Hay Thestrals por todos lados. Hoseok cambia de forma.

— ¿Para que me trajiste? —pregunta Yoongi.

—Tae me dijo que era buena idea. Los ves, como con los carros—Yoongi asiente. Fue incómodo volver a Hogwarts, descubrir que los carros no se movían solos, sino por los caballos negros—. ¿Cómo son?

—Al principio dan miedo, pero… Tienen su encanto. —Para Yoongi, que no es como Jungkook, considera su tienen un encanto único a pesar de lucir espeluznantes. Puede ser consecuencia de ser criaturas oscuras.

—Espero no poder verlos jamás. —Hoseok trata de palpar lo que Yoongi acaricia.

—Espero lo mismo. —Yoongi lo toma de la muñeca y guía para que pueda tocarlo de verdad.

—Se honesto ¿Para qué me trajiste aquí? Fui secuestrado y ya tenía planeado un tranquilo fin de semana en mi habitación. —El Thestral retrocede y regresa con los demás.

—Quiero que practiques aquí. —dice Hoseok.

— ¿Practicar qué? —bufa Yoongi con el entrecejo fruncido—. Mi magia no sirve, mi varita no sirve, yo no sirvo, no sé qué sirve en este momento. Es como si estoy-

—Cállate. Hazlo. —ordena Hoseok.

Yoongi arruga la expresión ¿Qué acaba de decir?

— ¿Estás sordo o tienes mierda en los oídos? No pued-

—Puedes hacerlo. Hazlo. Eres un mago, tú mismo lo dijiste. Deja de poner no a todo y hazlo. —Insiste impaciente e imperante. Su gesto igual a su forma de ser estricta en las actividades que le gustan. 

Nada que ver con su trato con Yoongi.

—Me volví un Squib o no sé. No puedo hacerlo. —queja Yoongi sacudiendo las manos. Lo molesta que Hoseok haga parecer que no lo intenta o que solo es un vago. Con esto no lo es.

— ¿Te rendiste?

— ¡Por supuesto que no…!

— ¡Entonces hazlo! —Hoseok lo empuja y casi lo tumba—. ¿¡Que pasa contigo!? Eres el mago más orgulloso de su magia que he conocido. No la escondes, no la disimulas. La tienes evidente. Quien no la soporte se larga y quien lo haga será tu amigo. Así funcionas.

— Eso no tiene nada-

— ¡Tiene mucho que ver! ¡No eres tú mismo! Deja de creer que haber matado a alguien con magia te hace no merecedora de ella—critica Hoseok exasperado y dándole toques en el pecho que lo hacen retroceder—. Te defendiste, mataste a un hijo de puta que roba existencia a alguien mejor.

Para Hoseok, que estuvo en el proceso de animagia, tuvo tiempo de reflexionar sobre Yoongi y halló esa respuesta. Yoongi se anula sin darse cuenta. Aun cuando cree intentarlo, es él quien se impide hacer magia y cuando sale, es irregular por desbordarse, hace explotar lo que sea.

—Aquí no hay nadie. Los Thestrals se fueron. Inténtalo. No le harás nada a nadie. Ni siquiera a mí. —Apunta los aretes que Jimin regaló en la navidad pasada. Tener que perforarse fue horrible.

Aun está molesto de que lo forzaran.

—Es que… —Yoongi saca la varita y aunque trata de levitar una roca del suelo, no pasa nada—. No pasa-

—No la estás dejando fluir, tienes que hacerlo. —insiste Hoseok, negando con la cabeza.

—Sé que lo estoy haciendo, conozco mi magia. —discute Yoongi.

—No lo parece. —desmerita Hoseok.

— ¡Eres insoportable! —exclama Yoongi.

—No más que tú, compadeciéndote por una estupidez ¡Lo mataste! ¿¡Y que!? Él te iba a matar a ti si es que no te violaba primero—Hoseok le da violentos toques en el hombro, logrando que retroceda otro par de pasos—. ¿Dónde quedó tu orgullo? Donde quedó ser “Príncipe de Slytherin” y que nadie podría hacerte menos por tu casta ¡Eres una sombra del verdadero sobreviviente!

—Estás loco. —Concluye Yoongi, frustrado y enojado.

— ¿Quién sobrevivió a un Obscurus? Tú ¿Quién se enfrentó a sus padres hasta el final? Tú ¿Quién manda en Slytherin? Tú ¿Quién rompe con el canon de Omega Sangre pura? TÚ. ERES UNA MALDITA SERPIENTE DEJANDOSE MORIR DE HAMBRE POR UN TEMOR ABSURDO. —critica Hoseok, inmisericorde y empujándolo con la mano. Yoongi aprieta los dientes, manoteándolo.

—NO ES ASÍ.

—DEMUESTRALO DE UNA PUTA VEZ.

—NO PUEDO.

—ENTONCES NO ERES MIN YOON-GI. SÍ MATARON A ALGUIEN Y ERES SOLO UN OMEGA PATÉTICO TOMANDO SU LUGAR.

El rugido de Yoongi lo asusta, así como la transformación gigante que toma. Hoseok retrocede hasta chocar con un árbol. La serpiente, ahora de dimensión colosal que hace ver los árboles como un mondadientes.

Ruge de nuevo, espantando aves; muestra los colmillos que chorrean veneno. Hoseok arruga la cara, con los ojos cerrados, abre de nuevo tras unos segundos para analizarlo mejor. Tiene piel escamosa. Son puntiagudas en todo su lomo, igual a cuchillas. Por un mal presentimiento, Hoseok no lo mira a los ojos.

Recoge su cuerpo, haciendo ver que su cola partida en dos sea más fina y agarra a Hoseok para levantarlo del suelo, permanece con los ojos cerrados y apretados.

 ¿Qué decías, pedazo de mierda? —gruñe Yoongi, aun si Hoseok no puede comprenderlo. Hoseok no lo entiende, pero imaginarse que lo hizo.

—Va-vale, bájame, bájame, esto… Bájame. —Pide Hoseok. Yoongi Lo deja caer desde la altura en que lo tenía, hace que se golpee la cabeza. Nada grave para su salud.

Solo una jaqueca por el resto del día.

Merecido por imbécil, en su opinión.

El monstruo enorme cambia a ser pequeño y delgado Omega Min Yoon-Gi es un cambio divertido.

—Cre-creo que funcionó bastante bien.

— ¿Sacarme de quicio? —dice Yoongi entre dientes, cruzado de brazos y la molestia aun palpable.

— ¡Funcionó ¿o no?! E-el afectado aquí fui yo—Hoseok se soba la cabeza. Yoongi bufa, con una fluritura de varita, logra hacer levitar una roca, chocándola directamente con el costado de Hoseok—. ¿¡HEY!?

—Expecto Patronus. —Este hechizo no funciona. Frunce el entrecejo y continua lanzando hechizos a diestra y siniestra, pero ese hechizo en específico no funciona.

No todo está bien.

— ¿Qué pasa? —pregunta Hoseok acercándose.

—No todo se arregla, supongo. —murmura decepcionado.

—Pues…—Acaban sentándose uno frente al otro—. ¿Por qué no piensas en todo antes de eso? Eras muy feliz… ¿No es suficiente?

Se le hace complicado comprenderlo, logra hacerlo en última estancia. Hacer un contraste de lo mal que se siente en comparación a la dicha que tuvo todo su año pasado. Conocer a Hoseok a fondo, estar en una manada ser juzgado o apartado; ser invitado a celebrar; que lo consideraran bonito como Omega.

Un año feliz, más feliz que ninguno, hasta el punto en que lloró frente a otro por ello.

También fue el año en que se vinculó a Hoseok. En que este admitió quererlo y estar deseoso de hacerlo feliz y sonriente. Hoseok se acerca, frota su frente contra la de Yoongi e inicia un beso suave, tranquilo y lento. Yoongi lo toma de la nuca para crear proximidad, profundizar el contacto.

Lentamente, la línea de brillante color plateado sale de la varita de Yoongi, al separarse, ambos miran como aumenta formar una figura. Hoseok hace un círculo con la boca al percatarse de que es un Kelpie hembra. Hoseok invoca el suyo y ambos galopan juntos. Al levantarse, el Patronus de Yoongi se hunde, como si el suelo fuese agua.

— ¿Lo desapareciste? —balbucea Hoseok, extrañado.

—No.

Respira profundamente y aprieta la mandíbula. Sus ojos verdes que brillan con más fuerza y atentos donde el Patronus desapareció, brota la enorme figura plateada. Con rapidez, empezando a rodearlos hasta rugir.

Un basilisco plateado.

—Es bellísimo. —dice Hoseok anonadado y con una enorme sonrisa.

No piensa preguntar por qué el Kelpie no se mantuvo, resulta obvio. Los Patronus que coinciden entre parejas son de almas gemelas, pero ¿Iguales? Saben que no lo son. Hoseok es un espíritu libre, animado e inquieto como un caballo mientras Yoongi gusta de los lugares recónditos, la tranquilidad y la hostilidad a cualquiera que sea no grato.

Son dispares.

Se aman siendo así.

Yoongi ve a Hoseok que no para de admirar el basilisco plateado. La pregunta sale sin permiso.

— ¿Te casarías conmigo?

Chapter 50: Rey de las Serpientes de Plata

Chapter Text

Llegar a Hogsmeade fue un reto, pero apenas estuvieron ahí se hacen con una chimenea y viajan directo a Londres. Yoongi hace aparecer su dinero, por lo que tampoco tuvieron que ir a pie hasta a su casa. Limpia tras completarse esa parte de la investigación.

Una vez en las afueras de la urbanización, caminan el trayecto hasta la mansión Min. Los vecinos observan curiosos, extrañados también, se supone que deberían estar en Hogwarts.

El ambiente de la vivienda es más lúgubre. Hoseok agradece que el destino fuese en el segundo piso y no el primero, donde aún queda un leve hedor a sangre. Al menos eso cree, puede ser pura psicosis de su parte. Sin mencionar que la idea de revivir la imagen de Yoongi bajo la escalera le produce escalofríos y rabia al mismo tiempo.

—Disculpa mi ignorancia Muggle, pero una boda se hace con testigos, un juez, un sacerdote en caso de ser una ceremonia religiosa, etc, etc ¿Cómo llevan esto los magos? Y que dos adolescentes de dieciséis puedan hacerlo si les da la gana. —Es una mezcla de curiosidad, sorpresa y pesimismo, discreto tras una sonrisa incómoda.

El pesimista de los dos es Yoongi.

Aunque claro, por lo general quien pide matrimonio es el Alpha, no el Omega.

No va a refutar que el momento fue bello, mientras los Patronus se deshacían en pequeñas estelas de luz alrededor de ambos, en el bosque oscuro y que parecía una oscura pesadilla.

—Hay bodas secretas ¿Sabes? —Hoseok abre y cierra la boca, no pensó que sería una respuesta tan tonta y normal. Algo que incluso Jiwoo podría decirle—. Las bodas mágicas implican un enlace mágico. Como el vínculo entre Alpha y Omega, pero posible de hacer en cualquiera. Por eso hasta los Beta pueden casarse.

—Y es ¿Difícil?

—Si de verdad quieres casarte conmigo, no. Será muy sencillo. —Hoseok supone (acertadamente) que Yoongi lo dice de esa forma para darle oportunidad de arrepentirse.

Sin embargo, ya están enlazados ¿Qué diferencia haría estar o no casados? Es echar acero fundido a su atadura de… De… ¿Vibranium? Ahora quiere ir al cine. Es un buen momento para hacerlo. Sería una buena celebración para después de la boda.

Una divertida luna de miel. A Yoongi podría gustarle. Por ahora, se vuelve una misión para encontrar un libro con el ritual nupcial. Hoseok lo ayuda, aunque tardaron dos horas enteras poniendo la biblioteca patas arriba hasta encontrar el libro. Yoongi lee completo y por su cara, está decepcionado de lo fácil que es. Tanto tiempo perdido buscando este libro.

—Bien. Qué hago. —Hoseok se balancea en su sitio y aplaude, animado.

— ¿Seguro? —pregunta Yoongi, precavido.

—Síííp~Sísí. Estoy listo. Es el momento.

—Vas a estar unido a una serpiente toda la vida y las serpientes no te gustan. —menciona Yoongi con deje bromista y Hoseok se sonríe amplio, inclinado hacia Yoongi.

—Me dan miedo, pero sería muy, muy tonto rechazar al rey de las serpientes por algo así ¡Vaaamossssh!

Ríe suavemente. Toman sus manos y dicen latín mientras lo que el libro marca. Surge una traslucida atadura que rodea sus manos hasta los antebrazos, uniéndolos como cuerdas. Hoseok lo siente como una quemadura fría. Yoongi por su parte la siente caliente, como si entra por sus venas, tirando de su magia para que se funda con la de Hoseok; hasta el punto en que no pueda ser separada una de la otra.

Hoseok se pregunta si debe hacer o pasar algo más. Tiene la sensación de que sí.

—Se supone que debes decir porque quieres casarte, con un “Porque quiero” basta… Anda. —dice Yoongi en voz baja, nervioso por el asunto. Hoseok no es muy reconocido por improvisar. Hoseok sonríe brillante y da un chillido de emoción.

Yoongi suda frío, oh no.

—Me hace feliz pensar que estaremos juntos el día en que dejemos este mundo. Siendo tu Alpha, prometo que estaré contigo siempre. Cuando me necesites e incluso si no me necesitas. La curiosidad que sentía se volvió cariño y ahora es amor. Para mí, magia oscura, ansiedad, indiferencia... Lo que llamas defectos también te hacen mi Omega perfecto, la más letal y bella serpiente de plata. El rey de las serpientes y yo el caballero solar para que no te pase nada de nuevo. Será así hasta que el sol se apague. —Yoongi tiembla los labios, conmovido.

“Hasta que el sol se apague”

Hasta el día de mí muerte.

—Estar junto a ti para demostrarte que tu fidelidad vale la pena, tus ansias de ayudar no es tiempo perdido. Mi Patronus brillará mientras siga contigo, pues tú lo mantienes vivo, cuando los ojos de la muerte se cierren y la sangre se caliente, será solo el momento en que la vida terrenal me impida quererte.

Hoseok se ríe, encogiéndose de hombros. Yoongi es más poético. Aun así, está feliz de lo que dijo y que Yoongi correspondiera.

Ambos se quejan por el afianzamiento de lazo. Por unos segundos, ven marcas que los conectan y se vuelven invisibles. Hoseok toma provecho del agarre para jalar a Yoongi y acabe en su regazo, haciendo que se siente encima suyo. Mete las manos bajo la camisa del Omega.

—¿Señor Jung? —Pregunta Hoseok, bromista y con una sonrisa, apoyando la barbilla en el pecho de Yoongi, este niega con la cabeza.

—Señor Min—enfatiza Yoongi y Hoseok no tiene oportunidad de quejarse que eso es... desagradable—. Compañero de vida, merecedor de parte de la fortuna Min y que puedes tomar lo que quieras—Hoseok boquea sorprendido. Ni siquiera se le había cruzado por la cabeza—. Ahora esta mansión es tan tuya como mía. Una vez tengamos diecisiete.

—Oh, yo los cumplo antes—Encoge los hombros—. Remodelar no vendría mal. Tirar algunos cuadros… Evitar el mal ambiente. Realmente me gusta esta casa. Es linda. —informa Hoseok.

—Mientras no toques mi habitación todo bien. —concluye Yoongi.

—Voy a tocar la cama ¿Cuenta?

—Hay muchos cuartos. Hacemos uno para los dos y tengo ese para mi cuando quiera estar solo—Hoseok se ríe, divertido. Suena tan propio de Yoongi decir que debe tener su propio cuarto. Lo imagina harto de estar acompañado e ir a refugiarse ahí. Yoongi lo toma de la cara y juega con las mejillas del Alpha—. Aunque por hoy podemos ir a mi cuarto, pero no tienes permiso de embarazarme.

—Como ordenes, mi rey. —Apoya la mejilla en la cabeza de Hoseok, rodeando a Hoseok por la cadera con las piernas. Hoseok lo carga sin problema y va tarareando a medida que se dirige al cuarto de Yoongi, hasta el otro extremo de este pasillo.

Luego lo celebrarían mejor, pero de momento es suficiente. El hechizo no rebotó y Hoseok no pensó en su dinero, uno que será enteramente suyo y de Hoseok ahora, no hay otro Min en Inglaterra y los de Corea tiene su fortuna propia. Por no mencionar que estando casado, probablemente se cancele el problema de su custodia y más importante aun, alejaría a las pirañas que quieren su dinero y propiedades. Las palabras de Jimin hace un eco casi insoportable en su cabeza. No lo desagrada, son muy ciertas.

No podría haber encontrado un mejor Alpha que Hoseok.

— ¡Se escapan y vienen así!

— ¿Cómo así?

— ¡ASÍ! ¡MIRALOS! —apunta Jin, casi histérico, sacudiendo el brazo sin control—. ¡CREEN QUE PUEDEN HACER ESO Y… Y…! ¡TÉCNICA Y FÍSICAMENTE SÍ PUEDEN, PERO…! NO, ME REHUSO ¿¡DÓNDE ESTÁ EL DOTE!?

Namjoon ve a Jin como si un tornillo se le soltó. Sin embargo, al prestar más atención a la última palabra, ve de la misma amanera a Yoongi y Hoseok. Yoongi tiene el cabello color menta y ojos azules. Suspira, pone las manos en su cadera con la cabeza agachada.

—Se fueron de Hogwarts, peligrando con que los expulsen para-

—Ir al cine. —Interrumpe Yoongi con expresión indiferente. Es mentira y verdad al mismo tiempo. Hoseok lo llevó al cine (gracias a sus suegros que aun no se enteran de nada), y vieron una película. Nunca había visto una así, fue divertido.

También que la familia Jung no entenderían de los bolsos expansibles y por tanto, pudieran hacerlo en plena habitación donde la hermana de Hoseok durmió.

—Pues… ¿Bien? —Balbucea Namjoon, confundido. Jin bufa disgustado.

—Una de mis crías está casada y yo sin poder reclamar. Esto es el colmo.

—Solo una de tus crías sigue soltera. No veo que te preocupe Omma. —ríe Taehyung ante el berrinche de Jin. Yoongi casi se cae debido a un peso extra a un costado. Alza una ceja, es Jimin y ahora que medita al respecto, tenía mucho sin verlo.

—Nos llegó una carta. —Anuncia con una sonrisa, Yoongi la toma.

La misiva informa que el próximo verano –tiempo restante como menor de edad fuera de Hogwarts-, estaría bajo custodia de la familia Jeon. Explica porque Jimin está tan feliz, pero no donde estuvo todo este tiempo.

—Por fin parece que todo está bien ¿Cierto? —dice Jungkook arrugando la nariz.

Estuvieron un rato en uno de los jardines de Hogwarts. Mañana es domingo, por lo que seguirían teniendo tiempo libre antes de volver a la pesadilla que es estudiar para los TIMOs. Yoongi rebusca en su bolso y mira a los lados.

— ¿Dónde está el libro?

— ¿Cuál libro?

—Ese que está escrito para Parselmouth. No está aquí adentro. —Jimin mete la cabeza en el bolso y aunque saca casi una biblioteca, no lo encontró.

—Qué raro ¿Para qué nadie se lo querría llevar? —pregunta Hoseok ayudando a guardar lo que sacaron—. No hay casi Parselmouth. Es un montón de papel blanco si no lo entiendes.

—Que mierda, tenía muchas cosas útiles.

—Lo buscaremos mejor después.

—Que más queda.

—El rey y el príncipe de acuerdo. Que tierno—tararea Taehyung tamborileando los dedos en su mejilla derecha. Jungkook bufa, viéndolo con sospecha—. ¿Se enteraron de que pasó en Hogsmeade? Mataron a alguien a pedradas después de violar a un Omega de magia obscura. Están reforzando las defensas del colegio… Ojalá que el resto del año no se complique mucho.

Namjoon suspira. Ya está complicado y el mal presentimiento de que iba a empeorar vino a su mente. Ve de reojo a los demás, al menos estarán juntos y con alguien cuidando la espalda del otros si ocurre una desgracia.

Taehyung sonríe ladino, admirando la atmósfera tranquila a pesar del aviso, juega con el pendiente en su oído, manteniendo la mano medio cerrada por el pequeño libro escondido en esta.

La serpiente de plata toma su trono y ya está lista.

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