Chapter 1: El niño más solitario.
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Tierra, Fuego, Aire, Agua.
La gente no es creada igual. Nunca lo es. Esa fue la cruda verdad que Izuku Midoriya aprendió a la edad de seis años.
Vivía en un mundo donde la gente podía controlar un elemento natural, comenzando hace años sin un origen específico.
Él no podía. Y cada que lo intentaba un cansancio horrible lo atrapaba.
Su madre, a veces, le contaba historias de viejos tiempos, pero nunca le sabía contar como surgió el control. Pero sí le contó de un ser que era capaz de controlar los cuatro elementos, y con ello mantenía la paz entre todas las naciones. Le contaba como este era considerado un héroe de leyenda y como cada una de las personas que poseían este título habían muerto de forma valerosa, o vivido su vida siendo valiente y persistente para llegar a una vejez digna.
Le contó la historia de Aang, quien acabó con una guerra, y junto a sus amigos construyó la ciudad en la que Izuku vivía; le contó la historia de Kyoshi, quien creó la isla Kyoshi y las órdenes de las guerreras Kyoshi y los Dai Li; la historia de Korra y como enfrentó a numerosos enemigos que casi acaban con su vida y el orden pacifico que tenía el mundo en esa época; de Sena quien murió en batalla campal tras una horrible situación que llevó al mundo al destierro de unos seres llamados "espíritus" (con algunas excepciones, pero nunca le decía quienes); de Nana que enfrentó a un hombre malvado dos veces; y de Toshinori, o como ella a veces le decía All Might, que fue el más valiente de todos. Este último era el favorito de Izuku, pues su madre siempre le contaba de grandes hazañas y de cómo ayudaba a otros con su carisma, siempre con una sonrisa. Su mamá nunca le dio fechas, ni le decía qué título tenían estas personas o cómo lograban controlar los cuatro elementos, dejándolo siempre con muchísima curiosidad... Aunque no sabía por qué estás historias le tintineaban en la cabeza.
En la escuela, a veces contaba las historias de su madre, pero siempre le decían que eran mentiras y cuentos para dormir, sobre todo un niño rubio de ojos rubí que se burlaba de él.
— ¡Ha! ¡Cómo si eso fuera posible, nerd! ¡Además, si lo fuera, nunca me ganaría ese tipo raro a mí, ni a mí fuego control!
— ¡Kacchan nunca perdería! ¡Eso lo se! Pero aun así creo que no deberías de burlarte de mis historias... - Izuku admiraba a ese niño, aunque a veces no podía evitar sentirse triste por sus comentarios...
— ¡Cállate, Deku!
— ... ¿Deku?
— Es otra forma de leer tu nombre. Significa inútil.
— No seas malo, Kacchan...
Cuando le preguntaba a su madre de porqué todos decían que eran historias falsas, ella solo le dedicaba una sonrisa.
— ¡Kacchan! ¡Espera! - el niño de cabellos verdosos iba corriendo atrás del de cabellos rubios.
— ¡Corre más rápido, tonto Deku! - El de cabello rubio dijo con una voz un tanto molesta, aunque tenía una pequeña sonrisa traviesa en sus labios. — ¡Eres demasiado lento y tienes qué mantener nuestro paso! ¡Sino te vamos a dejar!
Izuku estaba familiarizado con este tipo de frases dirigidas hacia él.
— No seas malo, Kacchan... - El niño llegó detrás del de cabellos rubios. Jadeando, trató de recuperar el aire. No era muy bueno corriendo.
— ¿Por qué nos juntamos con éste? - Un niño de cabello largo preguntó en voz baja al rubio y a otro niño regordete. El rubio solo rodó los ojos, aunque el otro respondió.
— Ni nos juntamos con él, sólo se pega a Bakugo. - Y rodó los ojos.
Izuku infló las mejillas volteando a otro lado.
— ¡Cállense! ¡Solo hay qué practicar! ¡Y tú solo observa, Deku! - Fue lo último que dijo el rubio, para dar una patada que generó una flama brillante que iluminó el lugar.
Katsuki e Izuku crecieron juntos. Sus madres eran mejores amigas y desde bebés los dejaban juntos. Su mamá decía que incluso desde que él estaba en su barriga, Kacchan ya lo buscaba. Y se sentía a salvo con él, muy a pesar de las palabras hirientes que éste le dijera. Kacchan era su amigo, y además le tenía gran admiración, más que a los héroes de las historias de su mamá, más que a su favorito: All Might.
Era bueno tener un amigo tan cercano.
Incluso aunque esté lo viera como si tuviera algo mal, como un inútil, como un bebé.
Esas miradas fueron lo que hicieron que se diera cuenta de que a él no lo hicieron igual que a los demás. Pero, aunque esa fuera su premisa, no se iba a detener. Él quería ayudar a la gente y ser valiente, como los héroes en las historias de su mamá.
A menos que tuviera pesadillas.
A ese hombre de cabello rubio lo asesinaron.
Dos picos de tierra bien afilados lo atravesaron: El primero fue por su espalda, destrozando la parte baja de su columna, lo que lo conectaba con sus piernas. El segundo atravesó su estómago, parte de un pulmón y sus intestinos. Diez minutos de agonía que para él fueron eternos.
Pero fueron minutos suficientes para escuchar al hombre enmascarado frente a él decir: "Maldita Raava. Si intentas destruir mi mundo ideal otra vez... Te juro que tú próxima vida será la última. No volverás a ver ni a Tui ni a Agni jamás", para que luego el de ojos azules fuera a mover los brazos con la poca fuerza que le quedaba por última vez, e empalar al hombre de negro con otros dos picos iguales o más afilados que los que atravesaron a él, clavándose en su estómago y parte de su cráneo.
El rubio, que se veía que era bastante musculoso, dio un suspiro al aire. Todo su cuerpo pareció desinflarse, al punto que parecía un esqueleto... Y cerró sus ojos permanentemente...
Fue en ese momento que Izuku despertó, temblando y con un dolor en su abdomen que se esfumó al instante. No era algo placentero soñar con la muerte, y mucho menos cuando ese sueño era tan recurrente, pues podía detectar qué días lo iría a tener: cada luna llena, desde los seis años (cuando se dio cuenta de su realidad como un ser distinto a los demás, uno inferior) hasta la actualidad.
El de cabello verde tenía la costumbre de ponerle nombre a todo lo que escuchaba, veía, y soñaba, para después anotarlo en una serie de libretas que tenía acomodadas en su librero, todas con un título en común: "Diario de análisis para el futuro, volumen" y el número que llevaba. Esta pesadilla nunca la anotaba, pues ya se la sabía de memoria, pero al menos le tenía nombre: El sueño de la luna roja.
Siempre que la luna roja lo atrapaba en sus sueños y lo despertaba, solo se sentaba, prendía la lámpara de noche junto a su cama, y empezaba a ver todo lo que tenía a su alrededor: Cobijas, cortinas, el espejo, su lámpara, un peluche en forma de hurón rojo de fuego (regalo de su tía Mitsuki, la mamá de Kacchan), el mapa mundi de su pared (regalo de su padre enviado por correo hace ya unos años).
En las noches de pesadilla sentía la garganta seca y despertaba con muchísima sed, y si se había acabado el vaso de agua que colocaba su madre en el buró antes de ir a dormir, no se levantaba por otro. Tenía miedo de que cuando saliera de su habitación se encontrara con la escena de la luna roja, viera los intestinos del hombre de cabello rubio o viera al hombre de traje negro empalado contra la pared con el cráneo destruido.
Entonces trataba de distraerse observando el mapa mundi o leyendo las libretas con sus recordatorios. Cuando veía el mapa mundi se preguntaba cómo era el mundo afuera de ciudad república: ¿Tendrían animales por todos lados? ¿O estaría igual de avanzado como en la ciudad? A veces le gustaba imaginarse yendo a esos lugares, sobre bisontes voladores o viendo patos tortugas en libertad y no en los estanques privados de las familias ricas. También leía sus recordatorios: que si había acabado la tarea, que si había enviado un mensaje a su padre ese día, que si no había olvidado comer, que si había ayudado a alguien hoy...
Y se volvía a dormir abrazando su almohada.
Esas pesadillas no eran lo único que atormentaba a Izuku. Desde los siete años, aunque seguía a Bakugo de cerca, este comenzó a tratarlo peor de lo que ya lo hacía: Las malas miradas y las palabras rudas que salían de la boca del rubio, se volvieron golpes de los que no se podía defender, aunque agradecía que al rubio nunca se le hubiera ocurrido golpearlo usando fuego control... además de que, a veces, el rubio era amable con él y... Bueno. Sabía que no era tan malo. El rubio siempre decía que era para enseñaré a defenderse, pero que era tan inútil que parecía que las palizas que le daban eran a propósito y no con el objetivo de enseñarle a defenderse. "Estúpido Kacchan", solo pensaba el de azul...
¡Pero no todo era malo! Al menos cuando se trata de su mamá...
Su mamá, Inko Midoriya... Una mujer dulce, amable y cariñosa. Ella siempre hacía todo mejor para él, lo amaba y él a ella... Siempre se preocupaba por él, le contaba esas historias que tanto le gustaban, tomaba su mano y lo hacía sentir especial, lo abrazaba las noches que La Luna Roja lo dejaba demasiado mal, lo curaba de los golpes que Kacchan y sus amigos le daban (siempre preguntando quién lo golpeaba, pero él poniendo de excusa que se caía o chocaba con cosas. No era difícil de creer pues era bastante torpe), ayudándole a recordar cosas que le faltaban, contándole de su padre y como su madre y él se conocieron, contándole también las historias que su padre le había contado a ella, y contándole del país de origen de ella...
Además de una hábil enfermera que, en base a sus habilidades curativas como maestra agua, trabajaba como enfermera privada, atendiendo a gente que requería de sus cuidados en sus casas. Atendía de todo: viejos, niños, mujeres, hombres, deportistas, maestros, no maestros, incluso atendía a gente importante como el general Enji Todoroki y a su familia.
Cuando tenía ocho años, fue la primera vez que fue a casa de los Todoroki, acompañando a su mamá. Era una casa bastante tradicional, con un gran jardín en el centro. Ahí vio por primera vez un pato-tortuga en vivo, en el pequeño estanque que tenían en el centro del gran jardín.
Su mamá estaba atendiendo al general, cuando él se acercó al pequeño estanque, a ver a esos curiosos animales, hincándose frente a este. Estiró su mano hacia uno de los animalitos...
— No toque a Aoi, le va a morder.
Izuku se asustó, sintiendo que se iba de frente a punto de caer en el estanque.
Una mano lo agarró del cuello de su camisa azul y lo jaló hacia atrás, cayendo de espaldas sobre el pasto. Izuku apretó los ojos por el golpe en su cabeza, sobándose. Y cuando abrió los ojos lo vio.
Era un niño, más o menos de su edad. ¡Tenía una mirada extraña! Sus ojos eran un gris morado, como si combinaras el fuego de una brasa hirviendo y el agua de una noche de tormenta, y su cabello estaba dividido a la mitad: Su lado izquierdo era rojo como el fuego, su lado derecho era blanco como el hielo. También notó que portaba ropas elegantes de la nación del fuego.
— ¿Se encuentra bien? - El niño de dos colores preguntó, manteniendo una mirada estoica. Izuku solo asintió, sentándose en el pasto algo apenado. — Me alegra. - Y el niño se sentó junto al de cabello verde observando el estanque...
— ... ¡S-Soy Midoriya Izuku! - Dijo de golpe el de pecas, haciendo una reverencia y estirando su manita hacia el otro para presentarse. Su mamá le había dicho que presentarse de mano era la forma elegante de hacerlo, pero como nunca lo había hecho se sentía muy raro.
El de mirada estoica hizo una pequeña reverencia con la cabeza, para luego estirar la mano y tomar la del otro niño.
— Todoroki Shoto...
¡Ey! Ese era el apellido del general-¿Sería su hijo? Su mamá le había contado que el general tenía varios hijos, pero nunca pensó que se encontraría con uno de ellos. ¿Querría ser su amigo?
— ¿Le gustan los patos-tortugas? - Shoto preguntó viendo de nuevo al estanque. Izuku se sorprendió por la propiedad con la que le hablaba. ¡Él no estaba acostumbrado!
— ¡Si! ¡Aunque nunca había visto uno en vivo! - El de ropa azul asintió con entusiasmo. Unos patitos se acercaron hacia donde estaban ellos.
— Eso es bueno... ¿Viene con la señorita que nos atiende? - Izuku asintió con la cabeza, mientras Shoto solo asintió de vuelta. — Entiendo... - se quedaron en silencio unos segundos... Y de repente, tomó uno de los pato-tortuga entre sus manos. — Nene es más amable, creo que ella no le va a morder. - Y se lo pasó al niño de cabello verde.
Izuku no pudo evitar sonreír, tomando el animalito entre sus manos.
— ¿Todos tienen nombres?
— Así es. - El niño de cabello dual respondió. — Nene es la que tiene entre sus manos. La reconocemos porque tiene una manchita en su caparazón que parece un corazón. - Dijo señalando la manchita. Izuku la vio... ¡Sí tenía forma de corazón! — Aoi es ésta - señaló con el dedito. — A ella le reconocemos porque su caparazón tiene un tinte azul.
Y fue nombrando a los diez patito-tortugas de su estanque: Nene, Aoi, Haru, Rena, Hana, Yuki, Hekapu, Feza y Kuromi. Izuku mantuvo a Nene en sus manos... ¡Tenía que anotar los nombres antes de que se le olvidaran! ¡También el nombre del niño! Tenía tantas preguntas que-Oh cierto, no traía su libreta... "Todoroki, Todoroki, Todoroki" se repitió en su cabeza muchas veces para no olvidar el apellido del niño. Al menos ese lo recordaría...
El niño más serio observó al de cabello verde unos instantes, y ladeó la cabeza al ver el semblante nervioso del niño.
— ¿No le gusta sostener a Nene? ¿Pasó algo?
— ¿¡Uh!? ¡No-Digo si! ¡N-No es nada! ¡Estaba pensando en algo más! - El de pecas se puso tan rojo como la ropa del de ojos grises. Intentó distraerse viendo al animalito en sus manos, acariciándole la cabecita...
Shoto asintió nuevamente en silencio, y así se mantuvieron un rato hasta que Izuku volteó al niño doble.
— ¿Puedes controlar algún elemento? - Preguntó con curiosidad, a lo que el niño serio asintió.
— Apenas estoy aprendiendo, pero sí, puedo controlar el fuego. ¿Por qué pregunta? - ladeó la cabeza nuevamente.
— ¡Oh, nomás! Curiosidad... Solo amo mucho el control de los elementos. ¡Es fascinante!
— ... ¿Usted controla alguno? - preguntó de vuelta el de piel pálida.
— N-No... - Izuku contestó, encogiéndose en su lugar. Bajó al patito y lo volvió a poner en el estanque.
— Oh... - Todoroki solo respondió, viendo a Nene de nuevo en el agua. — Entonces usted es igual a mi hermano, Natsuo, y a mi madre. - Dijo con tranquilidad.
Izuku solo pudo parpadear viendo al niño. Ahora tenía más curiosidad.
— ¿Tienes más hermanos? - Todoroki asintió con la cabeza. — ¿Y son maestros?
— Mi hermana Fuyumi es una maestra agua, pero no tiene mucha práctica porque no ha querido sacar su licencia. Mi hermano Touya es Maestro fuego, igual que yo y mi padre. - La mirada de Shoto se posó sobre el estanque. Aunque Izuku notó un toque de melancolía en su voz.
Iba a preguntarle más cosas: ¿Qué clase de técnicas usa? ¿Quién le enseña? ¿En qué escuela va? Pero no pudo ya que escuchó la melodiosa voz de su madre atrás de él.
— Izuku, ya terminé. Hora de irnos.
Ambos niños voltearon atrás, donde la mujer de azul estaba junto a un hombre grande y fuerte que sostenía una bolsa con hielos en su mano, apretándola contra su brazo.
Izuku se levantó de su lugar y estuvo a punto de correr con su mamá, pero volteó a ver al niño y le tendió la mano para ayudarlo a levantarse.
— ... Gracias... - El niño de rojo tomó la mano amablemente, y se levantó. Cuando Izuku vio que Shoto ya estaba de pie, ahora sí, salió corriendo.
— ¡Adiós Todoroki-kun! ¡Espero que seamos amigos!
La siguiente vez que Izuku volvió a ver a Todoroki-kun fue un día especial. Mitsuki e Inko tenían la costumbre de dejar a sus hijos un día de la semana en casa de la otra, por lo que ese día estaba Kacchan en su casa. ¡Y estaban jugando un juego de mesa! ¡Hanafuda! Aunque obviamente el rubio seguía siendo él.
— ¡Te voy a ganar Deku!
— ¡No! ¡Esta vez voy a ganar yo!
— ¿¡Me estás retando?!
— Es de los únicos juegos en que te puedo retar~ - Y le dedicó una gran sonrisa que llegó hasta sus ojos.
Estuvieron unos minutos así cuando su mamá entró por la puerta con el teléfono en la mano.
— Katsuki-kun, ¿Crees que puedas decirle a tu mami que venga por ti y si puede ayudarme con Izuku? - Dijo pasándole el teléfono. — Me acaban de llamar por emergencia y bueno...
— La vieja está trabajando. - Dijo Katsuki de golpe. — No creo que se pueda, tía Inko... - Graciosamente, todavía pasaba que cuando estaba en presencia de Inko, el niño se calmaba de golpe.
Inko frunció el ceño, llevando su pulgar a su boca y mordiendo la uña.
—... Okay, creo que los voy a tener que llevar conmigo. - Se frotó el rostro con algo de frustración. — Levanten sus cosas, vamos a salir un par de horas y en un momento regresamos ¿Va?
Ambos niños asintieron al mismo tiempo.
A los diez minutos ya estaban frente a la misma casa tradicional. Les abrió una chica alta, de unos quince años, con cabello blanco como la nieve y pequeños rayos en éste de color rojo.
Kacchan alzó una ceja viendo el cabello de la muchacha, "qué raro" pensó.
— ¡Señora Midoriya! Qué bueno que llegó... - La voz de la muchacha sonó aliviada, dejándolos pasar.
— Disculpe la tardanza, y disculpe que traje a mi hijo y a mi ahijado... - Inko hizo una leve reverencia, para luego dejar pasar a los niños primero. Comenzó a hacer preguntas mientras la niña de cabello blanco los guiaba al jardín principal. Y en cuanto llegaron, la de cabello verde se fue a otro lado casi corriendo, seguida de la de mechas.
Izuku entró al jardín, tomando la mano de Kacchan y buscando con la mirada al niño de cabello doble... Extrañamente el rubio no intento aflojar el agarre, y de hecho estaba algo... ¿Alarmado? Pero Izuku no lo noto en ese momento, pues vio al otro lado del jardín al niño que buscaba. Estaba sentado junto a un gran árbol, y parecía estar leyendo un pequeño libro.
— ¡Ven Kacchan! - Dijo de golpe, jalando al niño rubio. — ¡Hola, Todoroki-kun!
— ¡No me digas que hacer! - Contestó el rubio, pero aun así siguió al de cabello verde.
Al escuchar aquellas voces, Shoto alzó la mirada de su libro, viendo al par de niños. Lo cerró, y se levantó de su lugar.
— Midoriya-kun, es un gusto verlo de nuevo. - Dijo haciendo una reverencia en cuanto llegaron frente a él. Izuku devolvió la reverencia tras soltar a Kacchan, para que el otro solo chasqueara la lengua alzando una ceja de forma juzgadora. — ¿Quién es quién lo acompaña, si pudiera saber? - Preguntó con curiosidad, ladeando la cabeza.
— ¡Él es mi amigo Kacchan!
— ¡Hey! ¡No hables por mí, Deku! - dijo dándole un leve golpe en el hombro al de ojos verdes. — Soy Bakugo Katsuki, ni se te ocurra llamarme con ese estúpido apodo, extra-mitad-mitad.
—... ¿Deku? ¿Extra? ¿Mitad-mitad?
— Kacchan, no seas malo... - el rubio volvió a chasquear la lengua.
— ... Es un gusto, Bakugo-kun. - Dijo haciendo una reverencia.
— ... ¿Siempre eres tan estirado?
— ¡K-Kacchan!
Todoroki solo parpadeó...
— ¿... Y usted está siempre tan enojado?
— ¡Todoroki-kun, no!
— ¿¡QUÉ QUISISTE DECIRME, MALDITO HOT'N'COLD?!
Las visitas a la casa de los Todoroki se volvieron cada vez más continuas. Había días en que Izuku iba con su mamá, ¡había días en que incluso los acompañaba Kacchan! Y había otros en que se quedaba en casa de los Bakugo.
Le gustaba ir a la casa de su nuevo amigo. Iba a jugar, a hablar de patos tortuga, a preguntarle sobre su fuego control ¡Incluso una vez le tocó ver cómo Shoto levantó la pierna muy alto, generando una llamarada de luz! Era asombroso. Ya llevaba poco más de un año conociéndolo y cada vez le caía mejor. Además, era MUY gracioso ver a Kacchan y Todoroki-kun discutir (o más bien, Kacchan gritarle a Shoto y que esté ni se inmutara).
Aunque a veces le daba asco el olor a carne quemada que dominaba en la casa, y con el pasar de los días este olor era más dominante.
—... Todoroki-kun. ¿A tu mamá se le quema mucho la comida? - Preguntó Izuku uno de los días en que fue con Katsuki. Katsuki volteó a ver a Izuku de reojo. Él también había notado el olor, pero no había dicho nada.
Shoto se paralizó de golpe, viendo las cartas que estaban boca abajo frente a él.
— ... No. De hecho, el olor es culpa de mi padre y mi hermano Touya. - El niño tomó entre sus manos una carta del memorama con el que estaban jugando, como queriendo distraerse.
Kacchan solo le dio un codazo a Izuku, y negó con la cabeza en silencio. Izuku se volvió a quedar callado...
— Mi hermano quiere perfeccionar una técnica que le ha enseñado mi padre y no lo ha soltado en días. - El niño siguió hablando, tomando las cartas del juego que acababa de ganar. — Se ha quemado por querer perfeccionarla.
Los dos niños se quedaron callados, viendo al niño de cabello dual.
— Le toca, Bakugo-kun...
— ... Sí, claro. Como sea... - Ambos niños se veían claramente incómodos. Shoto levantó su vista, viendo a ambos.
— ¿Se sienten bien ambos? - Preguntó el niño. — Se ven algo pálidos... Puedo llamar a la señorita Midoriya para que los revis-
— Estamos bien, Icyhot. Cállate.
— La pregunta es... ¿Tú estás bien...? - Y la clara empatía del pequeño de pecas se hizo notar en esos instantes.
Shoto ladeó la cabeza, haciendo un mohín.
— Sí, estoy bien. Quizás algo preocupado, pero... Estoy bien.
Y no volvieron a hablar del tema.
Pasaron los días y las visitas continuaban. Llegó un punto en que Inko mejor prefirió dejar a Izuku en casa de los Bakugo por casi dos semanas.
Ya tenían diez años.
En esos días hubo luna llena. Izuku estuvo todo el día un poco ausente, pensando en cómo le haría para no gritar esa noche. ¿Tendría que amarrarse a la cama? No, si lo hacía no se podría calmar, no podría ver a su alrededor para asegurarse de que no estuviera dentro de la pesadilla. ¿Kacchan pondría un mapa en su cuarto solo por ese día? Tenía sus libretas, pero su rutina para calmar la ansiedad de las pesadillas era muy específica (mirar sus cosas, su mapa y pensar en lugares distantes, luego leer sus libretas) y si no la seguía empezaría a llorar. Luego pensó en el dolor de su abdomen ¿Que tan fuerte le iría a doler esa noche? Y luego en sus gritos ¿Qué pasaría si por gritar en medio de la noche su amigo se molestaba con él por haberlo despertado? ¿Qué haría si gritaba y despertaba también a los tíos Mitsuki y Masaru? El dolor del abdomen a veces era muy fuerte y esas eran las noches en que mamá iba con él porque no podía evitar gritar del dolor y luego llorar por el miedo que tenía de que un día ese dolor fuera real y-
— Deku, estás murmurando otra vez. - Escuchó a su amigo decir. Sorprendentemente estaba calmado. Normalmente Kacchan siempre le decía directamente "Cállate" o "Cierra la boca" o cualquier otra forma agresiva de pedirle silencio a su murmullo extraño, pero en este momento era... Una situación distinta.
Automáticamente, se llevó la mano a su boca.
— P-Perdón... - dijo viendo a otro lado.
Kacchan volvió a verlo con esa mirada que le decía en silencio: "Hay algo mal contigo". A Deku no le gustaba esa mirada, era peor que cuando lo golpeaba porque era lento, que cuando lo trataba como bebé o cuando lo llamaba Deku. La odiaba porque nunca sabía por qué se la daba, además de darle una extraña sensación que le daba escalofríos. Izuku no decía nada nunca, pues su amigo siempre disimulaba... Pero la de hoy estaba directamente sobre él.
— ... ¿Por qué siempre me miras así?
Bakugo se dio cuenta de que lo miraba y volteó a otro lado.
— ¿Mirarte cómo?
— Pues-Pues... Así... ¿Creo? Es... Es raro...
— ¡Ha! ¿Quién te crees? Cómo si alguien te fuera a ver de una forma que no denote que eres molesto. - El rubio dijo, volviendo a su tono usual agresivo.
— ... Ya, nada. - El de camisa azul hizo una mueca.
Pasado el tiempo ya era de noche. Dormiría en un pequeño futón junto a la cama de su amigo. Pero la ansiedad lo agarró desde como las ocho, media hora antes de la hora de dormir de su amigo y la hora en la que los mandaban a acostar a ambos. Izuku se quedaba dando vueltas en la cama puesto que no estaba acostumbrado. Esa noche no fue diferente.
Además de que, la verdad, no quería dormir esa noche: La pesadilla siempre lo agarraba de distintas maneras, y no quería despertar a nadie de la casa. Siempre se sentía mal cuando despertaba a su mamá... Y ahora hacerlo en casa de su amigo Kacchan sería muy mala idea... ¿Qué tal si por gritar se molestaba y ya no quería jugar con él? ¿Lo tomaría como un bebé por llorar por una pesadilla? Por lo que sabía, las pesadillas eran sueños malos nada más, pero... La suya se sentía tan real que...
El cansancio le pegó de golpe. Cómo siempre en luna llena... Oh, espíritus.
Los picos afilados se clavaron en el cuerpo del hombre rubio, y otros dos se clavaron en el del hombre de negro. En todo el tiempo que ha tenido esta pesadilla, era la primera vez que notaba que el hombre de negro realmente no tenía una máscara: Una sombra le tapaba el rostro y el cabello, como si estuviera borroso, como en esos programas donde hacen entrevistas a personas anónimas. También, el sueño estaba cambiado en el lado del rubio: Lo vio toser, llevándose la mano débil a su boca, y vio como un chorro de sangre la manchó. Y todo terminó como siempre, un suspiro que hizo luces elevarse y...
Izuku despertó más agitado que de costumbre, sentado en el futón y volteando a todos lados. Oh no, su lámpara no estaba, ni su cama, sus cobijas, su peluche...
Las lágrimas escurrían por sus mejillas, y lo único que pudo pensar fue en ver sus manos... ¿Estarían manchadas de…? Estan limpias... El dolor en su abdomen se esfumó al instante de bajar sus manos.
Volteó a sus lados buscando con la mirada algo que lo logrará calmar... Y vio unos rubíes mirándolo.
— ¿Izu, estás bien? - Pudo escuchar la voz de Kacchan, en voz muy baja, casi gentil (si es que podías decir que era gentil con ese tono rasposo). El niño rubio frunció un poco el ceño, pero su mirada no era de enojo...
Izuku solo lo vio. La costumbre le decía que barriera todo bajo la cama y dijera un simple 'sí, estoy bien', pero la mirada de Kacchan le decía que no lo hiciera... Era la mirada de siempre, esa que no le gustaba, que le decía que algo mal había con él, pero está vez tenía un toque extraño, algo con más... Calidez, preocupación, confianza, protección...
— ... No. No estoy bien... - Izuku negó con la cabeza, sintiendo más lágrimas bajar por sus mejillas y sintiendo la ola de ansiedad venir de golpe.
El rubio se quitó las cobijas de encima, bajando de la cama e hincándose junto a él. Buscó automáticamente la mano del de ojos esmeralda, jalándolo del brazo y dándole un abrazo. Izuku lloró durante unos diez minutos en el hombro de Katsuki, mientras solo podía sentir gentiles caricias en su cabello.
El de ojos rubí no dijo nada, no hizo preguntas, nada. Solo lo abrazó y dejo que llorara. Y cuando por fin se calmó, lo jaló a su cama, dejándolo dormir junto a él.
Y se quedaron juntos esa noche.
Al día siguiente lo primero que sintió fue a Katsuki separarse del abrazo en el que se habían quedado, para luego empujarlo de la cama, haciendo que cayera sobre el futón.
— ¡Oye!
— ¡Despierta más temprano, nerd! - Esto hizo reír al rubio, y la verdad es que también hizo reír al niño de pelo verde. Tenía que ser Kacchan... — Y para todo esto, ¿Qué diablos soñaste anoche?
Izuku borró su sonrisa, viendo al suelo. Dio un suspiro rascándose la nuca.
— Es solo una pesadilla... Una muy... Fea...
— Eres un llorón entonces. - Dijo encogiéndose de hombros. — Nadie a nuestra edad llora con tontas pesadillas. - El tono burlón se hizo notar, sonriendo de lado de forma retadora.
Izuku se quedó en silencio unos segundos...
— ... Sueño con una batalla. - Dijo de golpe, abrazándose a sí mismo. — Dos personas enfrentándose. Uno vestido de negro, otro con ropa de los colores de las naciones. Es como si estuvieran en bandos enemigos... - Respiró hondo. — La pelea nunca la logró ver bien, hay... Luces que me encandilan por todos lados y lo único que puedo hacer es sentir lo que pasa. Fuego, tierra, aire y agua pasando a mi alrededor a punto de lastimarme y...
Izuku sintió un escalofrío en su espalda. Solo le había contado del sueño a su mamá, contárselo a Kacchan se sentía liberador. Agradecía que su amigo, de tener una sonrisa burlona, se quedara callado escuchándolo.
— Cuando por fin puedo ver, está el hombre de colores clavado en dos picos de tierra, justo en su panza... Y el otro de negro le dice algo de una tal... ¿Rava? Algo así... Luego el de colores mueve el brazo y... Le encaja dos picos de tierra al de negro, uno en la panza igual y otro en su cara... Y después de eso despierto siempre.
Kacchan hizo una mueca, suponía que se imaginó la escena. No dudaba que su amigo entendiera que el sueño era algo aterrador.
— Vaya... Eso suena malo... Pero no entiendo por qué te pusiste a llorar. - Oh, creo que no entendió.
— ... Cuando-Cuando despierto... siento un dolor horrible en mi pancita... Pero se me quita luego luego.
Bakugo frunció el ceño aún más. Parecía pensar en algo, pero solo sacudió la cabeza como quitándose lo que hubiera pensado de la mente.
—¡Ha! ni para soñar sirves. - Dijo volteando a otro lado.
— No seas malo, Kacchan.
— Ya, no importa. Hay que ir a desayunar antes de que la vieja nos venga a regañar.
Luego de desayunar, su madre fue por él. Parecía molesta, y se quejaba en voz baja por algo.
— Mami, ¿Pasó algo con Todoroki-kun y su familia?... - Inko salió de sus pensamientos viendo a su hijo. — T-Te ves tensa...
Inko dio un suspiro, haciendo una mueca.
— Todo está bien. Solo... el general Enji Todoroki es una persona difícil y cada vez me hace el trabajo más difícil.
— Oh...
Pasaron los días, estaba en la escuela otra vez.
Pero la situación era diferente. Desde que le contó su pesadilla, el rubio estaba cambiando.
Los insultos y golpes que siempre supo que no eran enserio (Kacchan siempre dijo que era entrenamiento, para que "aprendiera a defenderse solo") se volvieron reales. Ahora parecía estar enojado con él. ¿¡Fue porque lo despertó?! No... Eso era absurdo... Pero...
No sabía qué pensar.
Pasados los días, había vuelto con su mamá a casa de los Todoroki.
— Te veo cansado, Midoriya-kun... ¿Te encuentras bien? - Izuku, quién normalmente era bastante animado al estar ahí, estaba callado.
Ah sí, hace poco Shoto comenzó a tutear a Izuku.
— ¿Uh? S-Si, estoy bien... - Dijo, jugando con el pasto. Los niños estaban abajo del árbol del patio.
— ... Mhm... - Shoto lo vio directamente. — No suenas como si estuvieras bien.
Vaya. Todoroki no era bueno para leer el ambiente... Debía verse MUY mal para que su amigo bicolor notara su actitud.
— P-Pues... Ay... - Se rascó la nuca. — Solo estoy pensando... Cosas de... Mi escuela y eso...
— ¿Pasó algo con Bakugo-kun? - Izuku abrió los ojos como platos — Parecen muy unidos y bueno. - Se encogió de hombros. — Normalmente estás muy hablador, incluso cuando Bakugo te insulta. Si son cosas de la escuela, supongo que es sobre Bakugo-kun.
Izuku hizo una mueca, comenzando a jugar con sus dedos.
— N-No es eso... Es que... - Suspiró cerrando los ojos. — Bueno, sí es sobre Kacchan. Ha estado más... Enojado últimamente.
— ¿Enojado por qué?
— Pues... No sé. Simplemente está como... Queriendo que me aleje de él. Siempre hemos jugado bastante brusco, pero...
— ¿Lo ha golpeado de verdad?
Izuku solo asintió con la cabeza. Shoto llevó una mano a su barbilla.
— ¿Hiciste algo como para que se enojara?
— ... ¿Qui-Quizás despertarlo en medio de la noche?
— ¿Y por qué lo despertaste?
— Tuve una pesadilla...
— hmmm... ¿Qué clase de pesadilla? - Shoto ladeó la cabeza, haciendo una mueca.
— Una muy fea... Yo... No quiero hablar de eso. - El de cabello doble asintió con la cabeza, pero manteniendo la mano en su barbilla.
— ... Quizás se enojó contigo por la pesadilla. - Dijo de golpe. — Mi padre se enoja con mi madre, con mis hermanos y conmigo por cosas absurdas también. Cosas absurdas es igual a gente enojada. Es simple.
— ... ¿Qué? - Izuku frunció el ceño.
— A veces la gente enojona tiende a serlo porque son gente con lógica impecable, o eso es lo que creen. Mi padre es un estratega militar; Bakugo-kun es una persona que quiere ser el mejor, y para ello también intenta crear estrategias para ganar siempre.
Izuku frunció más el ceño. Eso era verdad: Kacchan siempre apuntaba a la victoria, no había derrota en su futuro... Era algo que admiraba mucho de su amigo.
— Una pesadilla podría considerarse absurda para alguien que solo piensa en el éxito. Para cómo es Bakugo-kun, es probable que haya visto tu pesadilla como algo de debilidad o algo así. - Y se encogió de hombros.
— ... Pues... Siempre me ha visto como un bebé. Por lo torpe que llegó a ser y eso...
— Quizás ese sueño haya sido la gota que derramó el vaso.
— ... Ay... - Izuku volteó hacia el piso, aguantando las lágrimas. Sintió la mano de su amigo posarse sobre su hombro.
— Lamento que su amistad se viera rota por algo tan absurdo... Si necesitas hablar, siempre serás bienvenido, aunque no vengas con tu madre.
— ... Gracias... Todoroki-kun...
Lamentablemente esa fue la última vez que vio a Shoto Todoroki.
La razón salió en las noticias en cadena nacional: El hermano mayor de la familia Todoroki, Touya, había muerto dentro de la casa tras lo que pareció un intento de suicidio provocado por las propias llamas del maestro fuego, incinerado en llamas azules tan calientes como el mismo infierno, y solo había quedado el hueso de la mandíbula del muchacho de dieciocho años. La familia Todoroki perdió la casa que tenían en ciudad república, además de su primogénito, resultando en que el General tuviera que volver a su natal Nación por un tiempo, llevándose a su familia en el proceso. No se sabe si volverán, pero era una tragedia grande para la nación del fuego el haber perdido un potencial miembro de élite de la nación, y una desgracia para una familia tan ejemplar.
Izuku e Inko sabían que no era una familia ejemplar, las señales estaban ahí, pero no dijeron nada pues lo que menos debían de hacer en estos momentos era echarlos de cabeza. Y lamentablemente se enteraron muy tarde. Cuando fueron a ver si todavía no se iban de la ciudad, solo encontraron la casa estaba siendo demolida. Izuku sintió una piedra caerle encima en esos momentos. ¿Y los patos tortuga? ¿El gran árbol? ¿Y Todoroki-kun?...
Inko le prometió que conseguiría el teléfono y/o dirección de los Todoroki en la nación del fuego en cuanto pudiera, pero Izuku solo pudo llorar en su cuarto. Ni siquiera se pudo despedir... ¡Lo último que Shoto vio de él fue...! Su llanto por Kacchan... y le prometió que estaría ahí...
Mierda.
Primero perdía a su mejor amigo por una cosa absurda, y ahora perdía a su otro amigo por algo que no era culpa de ninguno de los dos…
Ese día, se dio cuenta de que el mundo se empeña en hacerlo sufrir.
… Híjole, y a penas llevaba diez años de esto.
Notes:
¡Esta es la segunda parte de mi fanfic del universo alterno de Avatar x Boku No Hero Academia! Espero lo disfruten <3
Como ven, por el momento Izuku no sabe que es el avatar. ¡Pero ahí están las señales! ¡Vamos Inko, dile como se llaman los seres de tus historias!
Y también comienzan los problemas con Katsuki y Shoto. ¡Oh boy! Siempre he sentido que esos 3 harían un excelente equipo y quería explorarlo desde que fueran pequeños, siendo amigos. ¡Obviamente el pegamento de los tres es Izuku!¡Gracias por leer! Espero le den una oportunidad y dejen comentarios <3
Chapter 2: Soy asombroso (y un imbécil)
Summary:
La vida desde la perspectiva de Katsuki. ¿Qué pasó para que dejara sólo a Izuku? ¿Y qué es de su vida ahora con trece años, después de romper la amistad con el de cabello verde?
Notes:
TW: Ataques de ansiedad
Las canciones que pensé cuando escribí las escenas con música de fondo fueron Beggin' you de Madcon, I Like It de Cardi B J Balvin y Bad Bunny, y My Songs know what you did in the dark de Fall Out Boy, pero no es necesario escucharlas al leer el fanfic.
(See the end of the chapter for more notes.)
Chapter Text
'Tenías que ser Katsuki Bakugo...'
Desde pequeño sabía que había algo mal con el niño de cabello verde. No tenía ni idea de cómo o porqué sentía esa sensación, simplemente lo sabía.
La primera vez que se dio cuenta de esto fue cuando el tonto de Deku se quedó dormido en clase: la maestra del kínder hablaba de esos extras del aire, y dijo una tontería acerca de que esos bastardos tenían "templos" en el mundo y que actualmente solo quedaban dos. Sabía que el niño brócoli era un nerd, pero al parecer pensar lo cansaba al instante. ¿Así o más inútil era? Ni podía prestar atención sin distraerse o quedarse dormido, o caminar sin tropezarse, ni olvidar esos datos estúpidos que sabía, aunque los hubiera acabado de anotar en sus malditas libretas.
Esa era la razón por la que no podía soportar las palabras que salían de la boca del nerd a diario.
— ¡Quiero ayudar a los demás! ¡Salvar gente de alguna manera! - Deku no se calmaba acerca de ese sueño estúpido que tenía.
— Serás tonto, si no sabes hacer nada bien. - Katsuki siempre decía cada vez que el menso ese decía estupideces como esa. Y siempre que lo hacía, no podía evitar picarle cara o el abdomen con el dedo índice.
— ¡Pero Kacchan! ¡Quiero ser como All Might, el señor de las historias de mi mamá! ¡A ti también te gustan esas historias! Lo has dicho antes...
Y dale con las historias de su mamá.
La vieja siempre le dijo que las historias de su tía Inko eran cuentos para dormir, que eran para forjar a los niños en carácter y estupideces de ese estilo. Cómo si él necesitara esas historias para formar carácter. ¡Ha! Él solo sabía desde pequeño que quería ser el mejor, ¡Que era el mejor! En absolutamente todo.
Sobre todo, en proteger a ese niño de cabello verde que era su mejor amigo. ¡No escucharon esas palabras de Katsuki Bakugo, montón de extras leyendo esta mierda!
Como sea. No importaba Deku en este momento, sólo él: El grande Bakugo Katsuki, un maestro fuego prodigio. ¡Sus compañeros de la escuela se lo decían y no podía evitar sentirse orgulloso de sí mismo!
— ¡K-Kacchan, eres genial!
— ¡Por supuesto que lo soy! - Decía con entusiasmo cada que le recordaban esto ¡Sobre todo cuando se trataba de Deku diciéndoselo! Pero siempre regresaba esa sensación extraña que tenía de aquel niño...
La vieja le había contado que cuando era bebé, por alguna razón siempre buscaba al inútil cuando aún era un parásito de la tía Inko. Y por culpa de la maldita sensación sabía que era verdad. ¡Maldita sea, Deku debía de buscarlo a él, no al revés! Katsuki Bakugo sentía que tenía que proteger al tonto mientras tuviera esa sensación en él. Era como si al nerd le faltará algo y solo de esa manera no le fuera a pasar nada. Era como si solo Bakugo fuera capaz de protegerlo.
Pero había días en que la sensación era nula, como esa vez que conoció a tonto bicolor cuando tenía ocho años.
— Soy Bakugo Katsuki, ni se te ocurra llamarme con ese estúpido apodo, extra-mitad-mitad.
—... ¿Deku? ¿Extra? ¿Mitad-mitad?
— Kacchan, no seas malo... - el rubio volvió a chasquear la lengua.
— ... Es un gusto, Bakugo-kun. - Dijo haciendo una reverencia.
— ... ¿Siempre eres tan estirado?
— ¡K-Kacchan!
Todoroki solo parpadeó...
— ... ¿Y tú siempre estás enojado?
— ¡Todoroki-kun, no!
— ¿¡QUÉ QUISISTE DECIRME, MALDITO HOT'N'COLD?!
El bastardo ese lo irritaba tanto... Era desesperante ese tono de voz tan serio. ¿¡Cómo carajos Deku lo aguantaba?! Sus manos estaban hechas un puño y tenía tantas ganas de golpearlo que-
— Disculpe mi obviedad y si fui grosero. - Dijo de golpe el otro niño. — No estoy acostumbrado a las visitas. - Y que se nota... — Este tipo de conversaciones me sacan de mi zona de confort. - Al parecer el menso éste no tenía muchos pelos en la lengua...
Bueno. Al menos eso le daba puntos buenos.
— ... Tch, como sea. - Volteó a otro lado, aunque alcanzó a ver qué Deku le dio una señal de aprobación a Icyhot.
Suponía que los días donde no sentía la necesidad de mantener al tonto de Deku cerca y seguro, eran días donde las cosas iban bien en general para ambos. Ese día en que conoció a mitad-mitad Deku estaba feliz.
Y no lo admitiría, pero ir a la casa de ese tonto y practicar su fuego control con él era bastante divertido, pues al parecer no era un simple extra como los otros morros de la escuela.
Al parecer Katsuki atraía a pura gente rara. Primero Deku, que era el ser más extraño que conocía: Hablaba solo en extraños murmullos que a cualquiera le daban escalofríos, a veces parecía que hostigaba a los demás con sus tontas preguntas, incluso a veces le daba sensación de que el tarado escribía en sus tontos diarios sobre las personas que conocía y sobre sus técnicas de control de elementos. ¡No es que le tuviera miedo! Solo era un niño raro más. Un niño que lo seguía pegado como chicle en un zapato o como kril persiguiendo a una ballena.
Luego estaba el tonto de IcyHot: Era callado, pero sin pelos en la lengua; decía teorías estúpidas y absurdas como "¿Qué tal si el control surgió de seres mágicos muy poderosos? ¿Dioses o algo así?" O "¿Creen ustedes que la luna esté hecha de queso? Y si la luna está hecha de queso, ¿Entonces nosotros estaremos hechos de salchicha? O quizás de jamón"; también a veces le daba escalofríos cuando el niño hablaba de su familia, prácticamente confesándoles a él y a Deku que su padre era una bazofia que había convencido a su hijo de quemarse solo por una estúpida técnica de fuego control.
¡Vaya que estaba jodido! Atraer raritos no era algo divertido.
Había días en que Katsuki entrenaba a Deku, para que supiera defenderse. Esos días eran los peores.
Deku se movía demasiado lento, era predecible, más torpe que nunca, y todos los golpes sin siquiera defenderse.
— ¡Vamos tonto, pareces saco de boxeo!
— ¡L-Lo siento! - El tonto se tapó la cara con la mano, justo donde el último golpe le había dado. — duele...
El rubio rodó los ojos, pero más que molesto con el otro niño, con sí mismo... A veces se pasaba con la fuerza que usaba.
— Déjame ver, nerd. - Deku se quitó la mano de la cara y Katsuki pudo ver los cachetes llenos de pecas del de cabello verde... No tenía nada.
No pudo evitar picarle una mejilla para ver qué tan fuerte era el golpe. Izuku hizo una mueca.
— ... ¿Quieres jugar a otra cosa mejor? - Preguntó volteando a otro lado, cruzándose de brazos. El nerd asintió.
Le desesperaba mucho que no se pudiera defender. Le desesperaba que no lograra tan siquiera esquivar un maldito golpe. Le desesperaba que fuera tan indefenso, que Katsuki tenía la necesidad tan arraigada de protegerlo por culpa de su ineptitud.
'Tonto Deku. Tienes qué defenderte, no voy a estar aquí todo el tiempo...'
Siempre supo que el nerd era raro. Despierto era raro, los murmullos y sus costumbres siempre asustaban a todos.
Pero dormido daba pavor.
Porque cuando la tía Inko lo dejaba en su casa, mientras dormían en su cuarto, el nerd parecía otra cosa que no era un ser humano. Hablaba dormido, a veces hasta gritaba. Se levantaba de la cama y caminaba por su habitación hasta que de nuevo iba a acostarse y se quedaba ahí. Y lo peor, a veces ni lo dejaba dormir.
Y luego en luna llena... Las malditas lunas llenas.
Deku despertaba llorando en luna llena, completamente desorientado, parecía que sufría en sueños...
Esos días, ese "hay algo mal contigo" crecía a un punto que hacía que el de ojos rubíes no pudiera hacer nada más que verlo. No sabía por qué sentía esa sensación hacía el tonto de Deku, no sabía por qué era tan raro mientras dormía, no sabía qué soñaba... y nunca se había atrevido a preguntar...
Hasta ese día, después de dos semanas de pijamadas con el nerd en su casa.
Toda la mañana, Deku estuvo en las nubes murmurando cosas extrañas. Le había hablado ya dos veces, diciéndole de forma grosera (como siempre) que se callara. Pero el tonto no lo escuchaba.
— Deku, estás murmurando otra vez. - Se sorprendió con la suavidad de su voz.
Vio como Deku llevó una mano a su boca, callándose al instante... Vaya, también ser suave funcionaba con el nerd.
— P-Perdón. - Dijo volteando a otro lado.
Katsuki no pudo evitar poner su mirada sobre el niño de azul. ¿Qué tanto murmuraba? Escuchó algo de una pesadilla. ¿Sería eso por lo que lloraba en la luna llena? También escuchó algo de que Katsuki se molestaría si lo despertaba en la noche. ¡Ha! Cómo si no supiera que lo hacía... Sintió de nuevo, pero con mucha fuerza, 'hay algo mal en ti, nerd. No sé qué es, no sé cómo sé que hay algo raro contigo, y no sé por qué siento esto... Pero me está volviendo loco'.
— ... ¿Por qué siempre me miras así?
Bakugo se dio cuenta de que lo miraba y volteó a otro lado.
'¡Mierda! Siempre disimulas, ¿¡Por qué no disimulaste hoy?!'
— ¿Mirarte cómo?
— Pues-Pues... Así... ¿Creo? Es... Es raro...
— ¡Ha! ¿Quién te crees? Cómo si alguien te fuera a ver de una forma que no denote que eres molesto. - El rubio dijo, intentando restarle importancia a su estupidez.
— ... Ya, nada. - El de camisa azul hizo una mueca.
Bakugo no dijo nada después de eso. Solo esperaba que el nerd estuviera bien...
Pero al llegar la noche se dio cuenta de que éste no era el caso. Bakugo había logrado dormirse desde las 8:30, pero como a la una de la mañana se despertó. La luna estaba en su máximo esplendor, dejando su halo de luz entrar por la gran ventana de su habitación y caía exactamente a los pies de su cama y del futón en donde dormía el otro niño.
Katsuki hizo una mueca, tapándose la cara con las cobijas esperando volver a dormirse rápido cuando notó un ruido cerca de él: Un ruido, como de llanto, que venía desde el suelo.
Sobre la cama dio media vuelta, viendo hacia donde estaba su amigo dormido.
El niño de cabello verde tenía los ojos cerrados, se movía con algo de violencia y lágrimas escurrían por sus ojos. Y de repente se levantó de golpe. En ese momento notó que la sensación acerca del de azul era muy fuerte, lo tenía invadido. Y ahora que lo pensaba, era lo que lo despertó.
Ojos esmeraldas chocaron con rubíes, que se llenaron de preocupación.
— ¿Izu?... ¿Estás bien? - el rubio frunció el ceño. Notó que su voz salió muy baja, casi gentil; pero en el momento no le preocupó. Vio que Deku negó con la cabeza, más lágrimas saliendo de sus ojitos al punto que las esmeraldas quedaron borrosas.
—... No, no estoy bien... - Y tan solo escuchar eso, automáticamente bajó de la cama a abrazar al tonto nerd. Lo escuchó llorar en su hombro, acariciándole el cabello. '¿Qué soñaste, tarado? ¿Por qué te despiertas así? ¿Qué pasó? ¿Te lastimaron? ...'
Cuando escuchó que los sollozos se calmaron, no pudo evitar jalarlo a su cama, tomarlo entre sus brazos, y acariciarle el cabello hasta que ambos se quedaron dormidos.
Al despertar lo primero que vio fue el techo. Las cobijas estaban desechas, él tenía los brazos estirados y una pierna le colgaba de la cama. Katsuki al dormir se movía mucho, por lo que no le resultó extraño despertar así. Aunque sí le resultó algo raro sentir un pequeño peso en su vientre.
Al voltear hacia abajó vio las manos de Deku sobre su panza. ¿¡Qué?! Ah, cierto, el nerd despertó en medio de la noche y empezó a llorar como el bebé que es. Katsuki antes lo había visto llorar, era demasiado molesto, pero... esta vez era bastante abrumador, hasta él se sintió mal. Sobre todo, ver en los ojos esmeraldas ese terror tan... ¿Qué carajos soñó para que el tonto quedará así? Automáticamente abrazó al nerd, entrecerrando los ojos.
Y cuando vio que abrió los ojos, se separó... Y en un estúpido impulso de niño de diez años sonrió de forma maliciosa lo empujó tirándolo de la cama.
— ¡Oye!
— ¡Despierta más temprano, nerd! - Katsuki no pudo evitar reírse, y se alegró por dentro de que el menso ese también riera de su reciente travesura. Después de unos segundos, solo pudo preguntar — Y para todo esto, ¿Qué diablos soñaste anoche?
Deku borró su sonrisa, viendo al suelo. Esto hizo que el rubio alzará una ceja.
— Es solo una pesadilla... Una muy... Fea...
— Eres un llorón entonces. - Dijo encogiéndose de hombros. ¿Qué bebé llora con pesadillas? — Nadie a nuestra edad llora con esas tonterías. - Dijo con tono burlón, pero esperaba en el fondo que le contara.
Izuku se quedó en silencio unos segundos, lo cual irritó al de ojos rojos. Estuvo a punto de decir algo cuando el de cabello verde comenzó a hablar.
— ... Sueño con una batalla. - El tonto dijo de golpe. ¿Batalla? — Dos personas enfrentándose. Uno vestido de negro, otro con ropa de los colores de las naciones. Es como si estuvieran en bandos enemigos... La pelea nunca la logró ver bien, hay... Luces que me encandilan por todos lados y lo único que puedo hacer es sentir lo que pasa. Fuego, tierra, aire y agua pasando a mi alrededor a punto de lastimarme y... - ¿L-Lastimar...? Entonces... Mejor no dijo nada. Tenía que escuchar todo. Su sonrisa burlona se borró, dando paso a una expresión de seriedad total. — Cuando por fin puedo ver, está el hombre de colores clavado en dos picos de tierra, justo en su panza... Y el otro de negro le dice algo de una tal... ¿Rava? Algo así... Luego el de colores mueve el brazo y... Le encaja dos picos de tierra al de negro, uno en la panza igual y otro en su cara... Y después de eso siempre despierto. - Katsuki frunció ante la imagen mental. Eugh, ¿Acaso el nerd vio una película de terror o algo?
— Vaya... Eso suena malo... Pero no entiendo por qué te pusiste a llorar. - Sí, debía ser que vio una película que lo dejo traumado o algo. Ya había pasado antes que películas dejaban raro a Deku, tanto que se obsesionaba con ellas y no las dejaba por MESES.
— ... Cuando-Cuando despierto... siento un dolor horrible en mi pancita... Pero se me quita luego luego.
El rubio frunció el ceño de golpe. Espera ¿Qué? ¿Cómo que le duele? Los sueños no se sienten físicamente... ¿O sí? Hace tiempo el viejo estaba viendo un documental acerca de sueños y gente que predecía el futuro con estos. No lo había creído, pero, la verdad estaba muy entretenido así que estuvo escuchando. Una de las "médiums" había dicho que a veces los sueños premonitorios se podían manifestar físicamente en el cuerpo.
... A Deku le duele la panza. Deku dijo que el hombre de traje de colores se le clavan un pico en la panza... No, dijo que se le clavan DOS picos en la panza...
... Deku usa ropa color azul como las tribus agua... Deku usa zapatos rojos como la nación del fuego... Deku tiene el pelo verde como la Federación de la tierra... El hombre del sueño de Deku llevaba ropa de los colores de las naciones...
¿Y si...? No. No no no. Nah. Qué estupidez.
Sacudió su cabeza sacándose esas ideas en el proceso.
—¡Ha! ni para soñar sirves. - Dijo volteando a otro lado.
— No seas malo, Kacchan.
— Ya, no importa. Hay que ir a desayunar antes de que la vieja nos venga a regañar.
La vieja sí los regañó por bajar tan tarde, aunque realmente no eran más de las nueve de la mañana. Desayunaron un plato de arroz, sopa miso picante con huevo y atún, y un trozo de pan de melón. Y cuando acabaron, la tía Inko vino por el tonto y se lo llevó.
Era el fin de las pijamadas de estos días.
Y ahora que estaba solo, no podía dejar de pensar en lo que le dijo Deku hoy. Ese sueño sonaba aterrador, y no quería ni imaginar lo que debía sentir el nerd al tenerlo. ¿Por qué tenía que ver esa batalla? ¿Por qué peleaban? ¿Por qué hizo hincapié en los cuatro elementos? El tonto ni controlaba uno... ¿Para qué estaban incluidos en sus sueños? ¿Cómo los sentía? ¿Qué tenían que ver los elementos y él con la muerte de esos dos tipos? ¿Por qué despertaba llorando? ¿Por qué le dolía el abdomen?... ¿Qué tanto le dolía?...
Y... Si era una batalla, entonces debía haber un bueno y uno malo, ¿No? Un héroe y un villano. Cómo en los cuentos de la tía Inko.
... Espera. Los cuatro elementos. Los cuentos de la tía Inko... Una batalla...
La tía Inko a veces también le había contado algunas de las historias de aquel tipo que podía controlar los cuatro elementos, y que era siempre ganador en sus guerras. Que Aang ganó la guerra de los cien años, que Korra le ganó a los igualitarios, que Kyoshi le ganó al rey tierra, y cosas así. ¿Y si el sueño de Deku hablaba de alguno de esos tipos raros?
... Pero... En las historias de la tía Inko ellos siempre ganaban... ¿Por qué en el sueño del nerd parecía que ese tipo perdía?... ¿Y quién de los dos es el que controla los cuatro elementos?...
También, las similitudes con los colores del nerd y la descripción que dio del de colores...
...
¿Y si...?
No. Ya lo había descartado. Es imposible que sea el futuro. El nerd no tiene ninguna clase de poder: No controla ni un elemento, es torpe, olvidadizo, enfermizo, y es un idiota que se preocupa más por otros que por sí mismo.
... El idiota no... No se preocupa por sí mismo... ¿Y si…?
Katsuki sintió que su pecho le pesaba, como algo le hubiera empezado a jalar el corazón hacia su estómago.
Deku quería ayudar a los demás a pesar de lo inútil que era. Se ponía frente a animalitos y niños en apuros para evitar que otros los golpearan o les hicieran daño y el tarado terminaba más golpeado y maltratado que a quienes defendía.
El hombre malo del sueño... ¿Y si ese hombre era uno de los de los cuentos de la tía Inko? ¿Y si el ser de los cuentos se volvió malo porque no quiere que lo recuerden? Por lo que dijo Deku estaban los cuatro elementos, y es imposible que Deku controlará siquiera uno. Deku sabe sus historias. Deku podría amenazar su anonimato...
¿Y si es un sueño que predice su futuro? ¿Y si ese hombre lo quiere matar? ¿Y si... El futuro de Izuku es morir empalado por un tipo que lo está atacando?
La respiración de Katsuki estaba como loca. No podía respirar, pero su pecho iba de arriba a abajo como loco. Llevó sus manos a su rostro con frustración, tratando de calmarse; y fue en ese momento en que notó que sus mejillas estaban mojadas.
No sabía por qué, pero esto solo le hizo pensar en una cosa.
'... Tengo qué evitar que el nerd muera. Tengo qué evitar que ayude a los demás. Tengo qué evitar que ese hombre lo descubra. Tengo qué... Protegerlo.'
Y en un cruel, enredado e insano pensamiento, supo qué tenía que hacer: Destruir el alma de Izuku Midoriya.
Días después había vuelto a la escuela, y la verdad es que no podía pensar en otra cosa. Lo único que lograba pensar era en que tenía que hacer que el niño brócoli desistiera de esa estupidez que, según el rubio, estaba seguro de que lo terminaría matando.
Maldita sea, ¿Por qué el nerd tenía que ser tan idiota? Todos los niños de su edad querían ser jugadores de pro-control, o aprender muy bien de sus elementos para usarlos en el futuro, unos querían ser policías mientras que otros querían simplemente trabajar con ellos o hacer sus propios negocios; y los que no eran maestros todos querían ser o estrellas de cine o alguna de esas tonterías.
Katsuki quería ser un jugador de pro-control, el mejor, solo lo mejor para él. Quería formar su propio equipo de pro-control y ser el mejor jugador de ciudad república de su época: Dejar huella. A veces solo deseaba que, en este futuro brillante para él, Deku estuviera ahí. El nerd era bueno para analizar a los jugadores, y el tonto no apestara como comentarista deportivo o analista de los juegos, o algo parecido.
Pero no quería ser eso. Claro que no. El tonto quería ayudar a otros y ser un héroe. Lo que sea que eso significara. Deku, aunque fuera un inútil, tenía tan grandes ambiciones que su maldito sueño era algo abstracto y sin sentido como eso. Y todo era culpa de los malditos cuentos de la tía Inko. Estaba muy seguro de que todo eso era culpa de ella...
Desde que el niño de pelo verde le contó la pesadilla no había dejado de tener él mismo sus propios terrores nocturnos: Sueños horribles donde encontraba a Deku clavado en picos de tierra; donde estaba con Deku y, de la nada, terminaba clavado en esos picos; donde no alcanzaba a protegerlo... Maldita sea, ¡Incluso en una de esas intentó empujarlo para él recibirlos! ¡Lo que fuera para ya no ver esa escena entre sus sueños! ¡Lo que fuera porque el niño de pecas no terminará así!...
Y el nerd en la escuela nunca se callaba... Lo irritaba tanto... Lo irritaba no poder dejar de sentir que algo estaba mal con él, lo angustiaba que no podía evitar pensar en que soñaba con la muerte del de rizos, lo aterraba no poder hacer nada para evitar que esto terminara de esa forma...
— ¡Kacchan, Kacchan! ¡Mamá me contó otra historia de esos héroes! ¡Y-
— Cállate. No me hables. - el niño dijo de golpe, viendo al otro de reojo. El de cabello verde se quedó en silencio unos segundos.
— ... ¿E-Estás bien?... - el de azul preguntó, con esa mugre cara de perrito faldero que siempre usaba, sobre todo cuando veía a otros con lástima... ¡No debía verlo así! Maldita sea, el nerd es quien merecía ser visto con lástima.
— ¡Solo cállate! No me hables, maldito Deku... - Su voz sonó bastante venenosa al decir el apodo del niño.
— K-Kacchan... ¿Estás eno-
— ¿¡QUÉ NO ME OÍSTE?! ¡Maldita sea, imbécil! ¡Ni para oír sirves! ¡Eres demasiado inútil que no te das cuenta! ¿¡verdad?! - El rubio volteó a verlo incrédulo. Se levantó de su asiento y lo empujó con fuerza. — No te me vuelvas a acercar, inútil. Jamás.
La mirada de Deku debió de hacerlo entrar en razón, romperle el corazón, darle una cachetada, ¡Algo! Pero estaba demasiado seguro de que esto funcionaría, tenía qué. Tenía que asegurarse de destruir al idiota antes de que alguien más lo destruya...
Si a Deku lo desanimaba y hacía que se escondiera, nadie podría hacerle daño. Si Katsuki mismo destruía su espíritu, debía quedarse seguro en casa con la tía Inko, escondido, donde nadie le haría daño.
Era un plan que no podía fallar.
Las situaciones de este estilo fueron en aumento. Deku lo perseguía (y era demasiado perseverante el maldito), Katsuki lo empujaba y tiraba; que los seguía a jugar, ahora lo golpeaba enserio; se hizo insoportable, a propósito... Todo con tal de que el nerd desistiera
Debía funcionar, el nerd debía desistir en algún punto...
No sabía si iba a poder resistir mucho tiempo.
Pero aguantó. Ha pasado ya bastante desde que comenzó a tratar a Deku como la mierda. Deku prefirió no decir nada y solo empezar a aislarse, llorar en los pasillos, evitar a Katsuki y a los demás extras del salón.
Y era mejor que fuera así. Aunque en el fondo a Katsuki le dolía...
... ¡Todo esto es culpa del nerd! Si se hubiera detenido en ese sueño estúpido y sin sentido, si simplemente hubiera enfocado sus esfuerzos y sueños en algo más normal como ser ingeniero o comentarista o alguna otra cosa, Katsuki no tendría que estar haciendo esto...
Katsuki ya no quería hacer esto... Pero el tonto seguía con su estupidez.
Y luego supo que la familia Todoroki ya no estaba en la ciudad. Se enteró cuando el viejo estaba viendo las noticias: El hermano mayor de la familia Todoroki, Touya, había muerto dentro de la casa tras lo que pareció un intento de suicidio provocado por las propias llamas del maestro fuego, incinerado en llamas azules tan calientes como el mismo infierno, y solo había quedado el hueso de la mandíbula del muchacho de dieciocho años. La familia Todoroki perdió la casa que tenían en ciudad república, además de su primogénito, resultando en que el General tuviera que volver a su natal Nación por un tiempo, llevándose a su familia en el proceso. No se sabe si volverán, pero era una tragedia grande para la nación del fuego el haber perdido un potencial miembro de élite de la nación, y una desgracia para una familia tan ejemplar.
El niño no supo que hacer respecto a eso. Sabía que Deku se iba a poner triste por esto. Sabía que Deku se había quedado solo en el salón, ¡Sabía que Deku se había aislado de los demás! El tonto podría haber hecho más amigos, pero solo buscaba a Katsuki y al maldito mitad-mitad...
Ahora Deku estaba completamente solo....
... Quizás eso ayudaría a Katsuki. Quizás eso haría a Deku desistir, quizás eso lo haría esconderse, quizás la soledad lo haría irse con tía Inko y no volver a salir jamás, que estuviera seguro. Era lo único que Katsuki quería.
Quizás...
...
Maldita sea. Esto no le gustaba.
Pasaron tres años de esto. De este sucio juego mental que se había empeñado en jugar con Deku, sin siquiera decirle que todo era una mentira maquinada y estúpida con un afán estúpido que ni él ya sabía bien que era. ¿Genuinamente quería protegerlo? ¿O de alguna manera lo odiaba y no se había dado cuenta de ello? Lo que sí sabía es que, por mucho que quisiera de alguna manera disculparse y reconciliarse con el nerd, algo no lo dejaba.
Quizás eran los moretones que le dejaba.
No, claro que no era eso. Era que el nerd seguía hablando de querer ayudar a las personas, de ser un héroe (maldita sea ¿A qué se refiere con eso?) ... y ahora quería contarle al mundo las historias de su madre. ¿Por qué el tonto no se daba cuenta de que esto era peligroso? Todo era culpa de Deku.
... Maldita sea, no podía seguir engañándose a sí mismo.
Ya tenía trece años, se supone que ya era más maduro. Pudo haber pasado poco tiempo, pudo haber tenido la mente estúpida de un niño cuando decidió que le haría la vida imposible al de cabello verde para hacer que el tonto desistiera de su sueño; pero ahora con trece, como un adolescente, sabía que esto estaba mal. Lo sabía. Pero no sabía qué hacer.
— Kacchan. Ya sé que... No quieres que te hable... Pero... M-Mamá quería preguntarte si... ¿Quisieran venir tus papás y tú algún día a comer con nosotros? - Ah, claro. También sabía que Deku no le había dicho absolutamente nada a la tía Inko. Lo sabía hace mucho, pero siempre se preguntaba, ¿Por qué nunca dijo nada? Era como si el nerd evitara que su madre odiara a Katsuki... En ese punto agradecía que el nerd hiciera esto y evitara que el rubio obtuviera el odio de Inko Midoriya, pero... No se lo merecía.
— ... Que le diga a la vieja o algo. - Rodó los ojos, saliendo del salón con la mochila en el brazo.
A veces simplemente salía de la escuela y se iba caminando por ahí antes de irse a su casa. Ver al tonto ese le desagradaba tanto... Necesitaba estar solo.
Caminando por la ciudad decidió simplemente dejarse llevar (algo que nunca hace), y terminó llegando a un parque que no conocía en el centro de la ciudad. Era un lugar con un gran jardín en pequeñas colinas (pero se veía seco), tenía un pequeño puente en su centro, y se notaba que era usado para pasar sobre un arroyo artificial que terminaba en una laguna (pero casi no había agua), los árboles estaban demasiado llenos y se notaba que hacía años no los podaban, y por todo el lugar se edifican pequeños monumentos de cemento que parecían pequeñas pagodas, y había una zona que era plana, y tenía una gran plataforma de madera que estaba por echarse a perder. Estaba casi vacío el lugar, por lo que solo pensó en acostarse ahí, y calmarse...
Ahí fue cuando escuchó música cerca, y gritos... Maldita sea, nunca se podría calmar ¿Verdad?
— ¡Wuuuh! ¡Vamos Mina, demuestra quien manda! - Escuchó una de las voces decir, cerca de él. — ¡Eres la mejor! - Era una voz masculina extremadamente chillona... Que molestia.
— ¡Ahora verás mi mejor técnica, Sero! ¡Hasta Denki dice que soy mejor en esto! - Ahora era una voz femenina.
— ¡Esto en el baile, muñeca! ¡Pero en pro-control trapeo el piso contigo! - Una voz masculina dijo, y pudo alcanzar a escuchar pequeñas gotas de agua... ¿Estaba lloviendo o.…?
— ¡Sero, eso no es muy masculino de tu parte!
Katsuki, muy para su mala suerte, tenía cierta tendencia que... No le gustaba. Impulsivamente se quedaba escuchando pláticas de otros, la mayoría del tiempo lograba contenerse y solo escuchar, pero habían contadas ocasiones en que directamente metía su nariz a las conversaciones de otros. Se podría decir que le gustaba el chisme, pero jamás lo admitiría.
Se levantó de su lugar, siguiendo las voces que lo guiaron al puente que estaba en el lago, la única zona del parque que aún tenía agua.
Y ahí vio a cuatro idiotas, que no parecían ser más grandes que él: Una morra con cabello teñido de rosa y una diadema con unos cuernitos feos; un tipo de cabello negro que no parecía destacar mucho, aunque tenía una sonrisa con unos dientes demasiado grandes para ser verdad, parecían los dientes de un puto caballo; esos dos estaban vestidos de azul, como cualquiera de la tribu agua. En otro lado, cerca de ellos y gritando, estaban otros dos muchachos que también parecían ser de secundaria: Uno tenía el cabello rojo en picos, se notaba que era teñido por lo malditamente seco que lo tenía, y estaba vestido de colores verdes y beige que demostraban que provenía de la Federación de la tierra; y junto a él estaba un vato rubio de cabello largo con cara de idiota, y este último tenía ropa en rojo como él, denotando que venía de la nación del fuego. Éste traía en su brazo una pequeña grabadora, de la cual salía la música que el rubio había escuchado a lo lejos.
Katsuki frunció el ceño, viendo a estos idiotas. Los dos que vestían azul estaban sobre el lago, que no era para nada profundo, apenas y les llegaba al tobillo.
La canción que escuchaban cambió por otra que sonaba más como trap.
— ¡A qué no le ganas a esto! - Dijo la de cuernos, a lo que empezó a hacer un movimiento con los pies y los brazos al ritmo de la canción, bailando de una forma que intentó ser sensual o algo así. Katsuki no pudo evitar rodear los ojos, pero de repente vio que la chica comenzó a hacer movimientos muchísimo más duros, rudos, y circulares. Con cada movimiento un chorro de agua se elevaba siguiente el ritmo de la morena.
— ¡Eso no es nada! - El de cara plana dijo, que parecía tener un tono altanero. — Mira y aprende. - Y el otro comenzó también a bailar, con pasos más fluidos que la otra (pero la verdad la morra tenía mucho más ritmo, Katsuki admitía). A cada movimiento del muchacho también se elevaba chorros de agua, y se juntaban en dos grandes látigos que se juntaron en sus brazos. El muchacho saltó, y con un golpe de los látigos en el suelo se elevó mucho más. Cuando cayó al suelo dejó que los látigos se deshicieran, y cayó abierto de piernas, en un split perfecto.
— Hahaha eso no es nada. - La chica contestó, a lo que con el ritmo trapero de la canción se tiró al suelo, comenzando a girar sobre su espalda y su cabeza a un ritmo de break dance. El agua a su alrededor se abrió con cada movimiento, mojando al otro chico de azul.
Los otros dos que estaban más lejos se acercaron.
— ¡MINA! ¡MINA! ¡MINA! - el de ropa roja animó a la de azul, aquel con cara de tonto. Daba saltitos a cada gritó.
— ¡Eso sí fue masculino, Sero! ¡Pero enséñanos algo nuevo! - El de pelo parado dijo, cerrando los puños de forma animada.
Katsuki frunció el ceño al verlos.
— ¡HEY!
Los cuatro voltearon a ver al rubio.
— ¡OIGAN IDIOTAS! ¿¡SI SABEN QUE LO QUE HACEN ESTA PROHIBIDO VERDAD?! - Bakugo gritó, alzando la cara, como queriendo verse más cool o algo así.
— ... Aish, ¡ya llegó un aguafiestas! - El de cabello amarillo gritó. Katsuki solo sintió una vena saltarse en su frente. — ¿¡Y tú qué?! ¿¡Quién te crees?!
El rubio cenizo solo rodó los ojos.
— Bola de idiotas. Les estoy diciendo que hacer control afuera es I-LE-GAL, pueden lastimar a alguien. ¿Que acaso quieren que llame a la policía? - No pudo evitar acercarse al decir esto, llegando a la orilla del agua.
— ¡Nel carnal! - Dijo el de cabello negro.
— ¡Pues dejen de usar su elemento al aire libre!
— ¡Tampoco haremos eso! - Dijo ahora la de cabello rosa.
— ... Voy a llamar a la policía, bola de inútiles. - Dijo Katsuki, buscando en la bolsa de su camisa su celular.
— ¡Oye, hermano! - El de cabello parado se acercó corriendo a Katsuki. — No hay necesidad de ser tan hostil. - Sonrió de forma tonta. — ¡Solo somos un grupo de amigos practicando!
— Sigue siendo ilegal. Sobre todo, si no tienen licencia.
— Ya ya, está bien, hermano. Trancas, no ocupamos tanta negatividad ¿¡Verdad chicos?! - Gritó hacía sus amigos.
— ¡Claro! - los otros tres dijeron al unísono. Se acercaron a los otros dos muchachos rápidamente.
— Además ¿Qué acaso no disfrutaste el espectáculo? - Dijo la de cabello rosa, sonriendo de lado y alzando las cejas de forma cómica.
Katsuki entre cerró los ojos.
— No.
— ¡No mientas! ¡Estuvimos geniales!
— Ni que fuera la gran cosa bailar sus mierdas.
— ¿Que tú puedes hacer algo mejor? - El de cabello amarillo retó.
— Claro que sí. Soy el mejor. - Se cruzó de brazos con un tono altanero.
— ¿Entonces y si nos enseñas? - El de cara plana alzó ambas cejas con diversión.
— ¿¡Que Parte de que hacer control de un elemento al aire libre es ilegal no entienden?!
— Aw, está enojado. - La muchacha de cabello rosa lo abrazó de lado. Katsuki la vio con furia, quitándosela de encima.
— ¿O qué? ¿eres un gallina? - Cara de tonto dijo de golpe.
... Nadie lo llama gallina. Nadie.
— ¡¿CÓMO ME LLAMASTE, CARA DE BURRO?! ¡KATSUKI BAKUGO NO ES NINGÚN GALLINA! ¡YA VERÁN QUE NO SOY NINGÚN COBARDE! ¡MIREN Y APRENDAN, BOLA DE IDIOTAS!
Los cuatro muchachos se echaron para atrás en ese instante. ¡Y deberían! ¡Acaban de llamar a Katsuki pinche Bakugo un cobarde! ¡Y él no era ningún cobarde! ¡La victoria era su futuro!
En cuanto vio que estaban suficientemente lejos, se tronó los dedos, la espalda y el cuello; y ya estaba listo para enseñarles a estos idiotas algo.
— ¡Bakubro espera! - Gritó el de cabello rojo, corriendo y volviendo lo más rápido que pudo con la grabadora. — ¿Qué canción quieres que te pongamos?
— ... ¡¿Es enserio?! - Bakugo los vio incrédulo. — ¿¡Y como me llamaste, pelos de Incendio?!
— ¡Es enserio! ¡Tiene que ser con Música, spiky! - La de azul dijo. — Nosotros lo hicimos al ritmo de la música, es justo que tú también.
Bakugo solo sintió un tic en su ojo derecho. ¡¿Qué querían volverlo loco o algo?!
— ¿Entonces qué canción? ¿O te escogemos algo? - El de cabello amarillo alzó las cejas
Katsuki rodó los ojos.
— Solo pongan algo y ya. No lo voy a hacer a su puto antojo.
— Uy, qué genio... - el chico de cara plana dijo.
— ¡Tengo la canción perfecta! - El de pelo parado dijo. Su celular empezó a reproducir una canción en la grabadora, parecía ser algo de rock.
Solo prestó atención unos segundos a la canción, que comenzó con unos aplausos a un ritmo constante y una guitarra... Ha, al menos ese tarado no tenía gustos tan malos.
Bakugo comenzó a hacer algunos movimientos con sus manos, sintiendo el calor generado en sus palmas comenzar a manifestarse en lo que serían las llamas de su fuego control. Por alguna razón, solo escuchar esta canción lo hizo... Sumergirse. Los movimientos que hizo, todo fue al ritmo constante y poderoso de la música: Cada patada al ritmo del bit, cada golpe al ritmo de los aplausos, cada salto y giro al ritmo de la voz del cantante, incluso dio volteretas en el aire, que generaban anillos de fuego a su alrededor y que generaban olas de calor que llegaban a los rostros sorprendidos de esos cuatro idiotas que se encontró.
De alguna manera... Esto no estaba tan mal. Y sentía que sus movimientos daban llamaradas más poderosas que lo que normalmente hacía. ¡Y de por sí él ya era un prodigio!
Cuando su corazón presintió que la canción estaba por acabar, dio un salto muy alto, y al estar por caer, sus manos liberaron una última ola de calor, pero se sintió diferente: Sus manos tenían por debajo una especie de pequeñísima burbuja de aire muy caliente, y empezó a oler mucho a humo.
En cuanto cayó al suelo, cayó de rodillas con las manos sobre el piso. Y en cuanto la burbuja caliente lo tocó, se escuchó como si algo hubiera explotado. El humo se hizo visible por fin.
... Auch. Le dolieron las manos... ¿Qué acababa de pasar?
Los cuatro muchachos, que se habían quedado observando el control del otro chico, solo pudieron empezar a aplaudir boquiabiertos.
— ¡WOW!
— ¡ESO ESTUVO GENIAL!
— ¡Eso fue Épico!
— ¡Es lo más masculino que he visto en mi vida!
Katsuki se levantó del suelo frunciendo el ceño. Por un momento, al escuchar a los otros muchachos se le olvidó el dolor en sus palmas.
— ¡Por supuesto que estuvo épico! ¡Les dije que soy el mejor!
Y por alguna razón, después de este día... Esos cuatro muchachos no se despegaron del rubio.
— ¡BAKUGO! ¡BAKUGO! ¡BAKUGO! - apenas había pasado un par de meses desde que había conocido a esos cuatro idiotas, y ahora a diario estaban esperándolo afuera de su secundaria. ¡Sabía que había sido mala idea dejar que lo siguieran a su casa ese primer día! ¡Y sobre todo haberlos dejado hablar con él viejo! El maldito les dio su celular y dónde quedaba su escuela porque "parecían niños buenos". No lo eran, estaban haciendo control ILEGAL al aire libre, ¡y lograron hacer que él también lo hiciera! Y ahora tenía una especie de groupies o fans o algo así.
— ¿¡Podrían dejar de seguirme a todos lados, malditos inútiles?! - Katsuki no pudo evitar gritar, pero esos cuatro ni se inmutaron.
— ¡Nah, hermano! - Dijo el de cabello rojo, rodeando el cuello del maestro fuego con un brazo. El rubio se sacudió queriendo quitárselo de encima. — Nos verás por mucho tiempo hasta que quieras unirte a nuestro club y venir a nuestro escondite. - Sonrió con los dientes, mostrando que eran afilados, como los de un tiburón.
— Neh, luego me quitan los órganos o alguna estupidez así. - Katsuki rodó los ojos. - Se reúnen en un parque feo y seco y se ponen a hacer control como si no estuviera prohibido, de seguro son delincuentes o algo así. - mostró el puño, viéndolos feo.
— Uy~, nos llamó delincuentes. - Cara plana hizo un gesto con las manos. — Uy~ que miedo, ser capturado por cuatro chicos que te han estado queriendo invitar a un escondite por todo un mes, únicamente porque creemos que eres cool y queremos ser tus amigos. - Dejó un rostro serio cuando dijo eso, alzando las cejas.
Espera, ¿Creían que era cool? Por supuesto que lo era. Pero... No sabe, se sentía extraño escucharlo de un desconocido.
— ¿Y qué tiene de especial un feo escondite? - Intento distraerse de lo que dijo dientes de caballo — De seguro está en los barrios bajos y lo usan para vender los órganos de los demás en el mercado negro.
— ¡Uy! ¡Que tu gimnasio está feo Denki~! - La morena dijo, haciendo un mohín con los labios, aunque de forma divertida. — Creo que ya no podremos ir para allá, descubrió nuestro secreto de venta de órganos. - Dijo sarcásticamente.
Denki, el de cabello amarillo, jadeó con sorpresa.
— ¡Ey! ¡Mi gimnasio está chido! - Se notaba algo dolido. Katsuki paró las orejas... ¿Gimnasio? — ¡No es como si estuviera abandonado! ¡Dile cómo es, Sero! ¡Tú tienes todas las fotos de como entrenamos ahí!
— Sí, pero Bakugo no quiere ir~ - Sero, el de cara plana, abrazó a Katsuki de los hombros con un brazo, y con la mano le agarró la cara, apretando con sus dedos los cachetes del muchacho explosivo. Otra vez, se lo quitó de encima sacudiéndose. Ugh ¿Qué no conocían el espacio personal? ¡Se la pasaban tocándolo, maldita sea!
— ¡Y tenemos equipo y permisos para entrenar los elementos adentro! ¡No es como si ahí fuera ilegal!
— ... ¿Gimnasio? ¿Con permisos para entrenar...? - El muchacho rubio alzó una ceja. — Espera. ¿¡Tienes eso y estaban jugando en un puto parque?!
— ¡Uh, duh! Es lo que acabo de decir. - El del rayo en el cabello sonrió encogiéndose de hombros.
— ¿Entonces para que estab-? Ugh enserio son una bola de idiotas.
— ¡Pero somos tus idiotas!
— ¡No son nada de mí!
— Pero tú de nosotros sí. Eres nuestro nuevo amigo, Bakugo-kun. - Mina dijo, sonriendo de forma muy alegre... Demasiado brillante.
Katsuki rodó los ojos.
— No necesito amigos.
— Claro que sí. - Denki dijo de golpe, picándole el hombro. — Todos necesitan amigos. - ladeó la cabeza.
— La verdad cuando te apareciste en el parque creímos que eras un loco aguafiestas. Pero ya conociéndote... tanto para mí como para los demás, sobre todo tras verte hacer fuego control... Nos dimos cuenta de que eres un wey muy masculino y genial. - Kirishima dijo.
— ¡Si! - Mina dijo, sonriendo de forma aún más brillante. — ¡Te seguiríamos a cualquier lado!
— Además, no lo sé, pero... - Kirishima comenzó a estirar sus brazos. — A mí parecer, necesitas un amigo, y pues tienes a cuatro tontos aquí para cumplir ese rol.
Katsuki frunció el ceño. ¡Claro que tenía amigos! Deku era-espera... Deku ya no... ¡Estaba el bastardo mitad-mitad! Espera él nunca fue su amigo... ¡Los extras de la escuela!... ¿Cómo se llamaban?
...
Mierda, no tenía amigos.
— ... - Entre cerró los ojos, viendo al de cabello rojo. — Está bien, iré con ustedes. - Rodó los ojos, pero volteó a ver a cara de burro, señalándolo - Pero si resulta que tú "gym" está en la periferia o algo así, me regreso a mi casa, no sin antes golpearlos y obligarlos a qué no me hablen de nuevo jamás.
— ¡GENIAL! ¡GUÍA TÚ, DENKI! - Mina dijo, y los cinco muchachos comenzaron a caminar.
Pasaron como 5 minutos caminando, llegaron a la estación de tren y tomaron uno en el cual Bakugo nunca había viajado, que los llevaba a una zona alejada de la ciudad, cerca de la playa. No era la periferia, al menos. Pero sí estaba bastante lejos de su hogar.
— ¡Y llegamos! - Cara de burro hizo una seña al aire, mostrando un pequeño edificio de dos pisos con una puerta de reja, cerrada con un candado grande. Sacó unas llaves de las bolsas de su pantalón y abrió la puerta. Los otros tres entraron bastante emocionados.
Katsuki se quedó unos segundos en la entrada... No parecía un gimnasio por fuera, pero tampoco es que hubiera ido a muchos gimnasios, además del dijo en donde practicaba su fuego control. Y estaban muy cerca de la arena de pro-control de la ciudad. ¿Y por qué el tarado tiene llaves del lugar?... Un poco dudoso, entró al lugar.
Y lo que lo recibió lo dejó sin aliento: Un lobby, con fotos de personas grandes, uniformadas como jugadores de pro-control. En esta habitación, además, había máquinas viejas para hacer ejercicio, como caminadoras y bicicletas fijas; y al fondo había una puerta.
— ¿Y bien? ¿Qué te parece hermano? - Pelos de incendio preguntó, acercándose a Katsuki.
— ... No está tan horrible...
— Oh, y no has visto lo mejor~ - Denki dijo, abriendo la puerta.
Y con curiosidad, Katsuki caminó hacia la puerta. Estaba oscuro, por lo que pensó en hacer una flama en su mano para ver exactamente qué había ahí. Pero una luz lo cegó: Luces que venían de un techo un poco alto, que apuntaban a una plataforma en forma de hexágono alargado y dividido en dos colores, que se elevaba en el centro de una fosa de uno o dos metros de alto. Podías llegar a la plataforma por un pequeño puente por el que cabía una persona seguida de otra. Escuchó el caer de un chorro de agua, y logró ver qué la fosa se estaba llenando de agua.
— ... No mames... - Volteó a todos lados, con los ojos abiertos como platos. — ¿Es... ¿Una arena de pro-control? - No quería verse emocionado, no quería enseñarles que lograron hacer que Katsuki Bakugo se sorprendiera de lo que le acababan de mostrar... Pero no podía evitar tener una pequeña sonrisa en sus labios.
Mina pasó junto a él, saltando al hexágono y usando el agua de la fosa para ayudarse a llegar hasta ahí.
— Somos cinco y no tenemos elementos balanceados, pero ¿quieres jugar un poco? - Ella alzó las cejas de forma divertida. Los otros tres chicos saltaron a la plataforma.
— ¡Esto es lo que hacemos cuando no vamos al parque! - Sero dijo.
Fue en ese momento, en que se dio cuenta que los chicos traían partes del uniforme de este deporte puesto.
— ... Denme un puto casco. Juguemos yo solo contra todos ustedes, bola de mensos. - Dijo, con una sonrisa llena de pasión, que generó una llama de competencia en su interior y lo hizo olvidarse de todo lo que había hecho en un pasado.
Y ese día, Katsuki Bakugo no solo consiguió amigos, obtuvo un equipo que lo ayudaría a cumplir su sueño de ser el mejor jugador del mundo, de dejar en el mundo una huella, de ganar siempre. Se sintió en la cima del mundo.
Pero al mismo tiempo se sintió culpable. ¿Por qué sentía como que no se lo merecía?
Notes:
¡Vengo con el segundo capítulo de mi fanfic de BNHA x Avatar! Espero lo disfruten tanto como yo disfruté escribirlo <3
¡Ahora las cosas desde la perspectiva de Katsuki! ¿Qué piensa del pequeño brócoli verde? ¿Qué es esa sensación que le da el niño? Sus razones para bullearlo son estúpidas pero vienen de un lugar de bondad en su corazón, sólo que está... desviado.
¡E introducimos al bakusquad! Ellos harán que Katsuki entre en razón y deje de ser un imbécil hahahaha al menos que se le baje un poco lo imbÉCIL.
¡Gracias por leer!
¡Preguntas! (Que si gustan, pueden dejar en los comentarios):
- ¿Qué elemento creen que controle el resto de la clase 1-A? En mi caso ya tengo ideas, pero estoy abierto a distintas ideas!
Chapter 3: ... ¡Tengo amigos!
Summary:
Después de pasar tres años en soledad, Izuku termina abriéndose a otras posibilidades.
Vaya, hacer amigos amigos es más fácil de lo que parece...
Aún si extraña a Kacchan, ésto es vida
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
Había pasado ya tres años en soledad. Tres años donde solo podía quedarse a observar a Kacchan, tres años donde no podía jugar con él o tan siquiera hablarle... De alguna manera, el trato de su amigo lo había llevado a mejor aislarse de todos.
De repente podía ver a Kacchan correr por la escuela, jugar con otros niños. ¡Kacchan era tan genial que un grupo de chicos que no eran de la escuela comenzaron a seguirlo!... En cierto punto él se sentía celoso de ellos... Izuku no conocía a los chicos que comenzaron a juntarse con el rubio, pero le alegraba que su viejo amigo estuviera haciendo amigos fuera...
No como él que seguía lamentándose la pérdida.
Pero al menos, desde que esos chicos entraron a la vida del rubio, Kacchan lo había dejado en paz. El acoso que comenzó a recibir del rubio a los diez años la verdad lo tenía asustado, pero después de que este formara ese grupo se había calmado considerablemente. ¿Estará más tranquilo? ¿Se le habrá pasado el enojo con él?... Solo sabía que le alegraba que esto pasara, aunque eso significara que su viejo amigo no le volviera a hablar.
Izuku no había perdido la costumbre de hacer anotaciones, y gracias a los espíritus y muchos ejercicios de concentración estaba logrando recordar más cosas. ¡También debía de admitir que le alegraba ser el segundo mejor de la clase! Después de Kacchan, claro.
Su costumbre de anotar cosas lo había llevado a tener ciertas fijaciones con tres cosas: Historia general mundial, en la cual esperaba encontrar relación con las historias de su mamá; Los cuatro elementos, como funcionan, en qué se basan, el origen de estos, sub-artes de control, como se relacionan con las ciencias, y como una persona podría controlar los cuatro elementos como en las historias de su mamá; y finalmente Pro-Control.
En esos tres años se había vuelto un experto en estos tres temas, pues era lo único que lo mantenía cuerdo. Investigar sobre ello lo hacía feliz, sobre todo cuando sus investigaciones lo llevaban a soñar cosas buenas: Ha soñado con mujeres de rostro maquillado que pelean con hermosos abanicos de oro; con gente de las tribus agua que controlan su elemento a voluntad y esquían en curiosos animales llamados pingüinos-nutrias, que no había visto más que en libros; con juegos de Vóley Ball en playas lejanas llenos de personas vestidas en trajes de baño de tonos rojizos; con bisontes voladores que lo llevaban a otros lados del mundo que no había visto; incluso uno de sus sueños lo llevo a ver a una chica que se parecía mucho a su mamá pero mucho más joven. La pesadilla de la luna roja no lo había dejado, pero tener estos sueños tan vivaces y felices lo alegraban al menos...
Ah, ahora que lo recuerda, ese día soleado estaba afuera, camino a la biblioteca de la ciudad. Tenía la costumbre de ir para allá después de la escuela para poder concentrarse, hacer su tarea, y buscar entre los viejos libros sus temas preferidos.
A veces se perdía tanto entre sus investigaciones, que su madre tenía qué recordarle por mensaje o incluso llamada que tenía que volver a casa antes de que se hiciera de noche... Justo como ese día.
Pasó más de cuatro horas en la biblioteca, revisando numerosos tomos de historia. Aprendió sobre las guerreras Kyoshi y sobre cómo funcionaba la sociedad en esa pequeña isla que se negaba a perder sus costumbres. Se estaba preguntando, ¿Las guerreras Kyoshi tendrán que ver con aquella mujer de una de las historias de su madre? Por supuesto que tendrían que ver, era demasiado obvio: Kyoshi, una guerrera que controlaba los cuatro elementos, por supuesto que tenía que ver con las Guerreras Kyoshi, que incorporan movimientos de control elemental a su estilo de ataque: Las guerreras eran un grupo que aprendían batalla cuerpo a cuerpo. Tenían en común que eran no maestras.
Estaba pensando en sus anotaciones cuando su madre le mandó un mensaje.
Mami:
'Mijo estás en la biblio? ya es tarde cuando regresas?'
Yo:
'Hola má (•‿•) si ando acá en un rato vuelvo'
Sin pensarlo mucho solo terminó de leer ese capítulo, anotando lo que se le hizo más interesante en su libreta. Se levantó de su lugar tomando los libros en sus manos, y fue a los estantes de dónde sacó estos, acomodando algunos en la parte baja. El último, era uno que sacó de un estante alto, por lo que ocupaba un banco para ponerlo en su lugar.
Logró ver el banquito en el pasillo, pero había una chica de cabello castaño sentada sobre este. Tenía un libro en manos de lo que parecía ser aire control...
La muchacha pareció escuchar sus pasos, por lo que volteó a verlo y se levantó instantáneamente de su lugar.
— ¡L-Lo siento! Aquí tienes. - Ella dijo, empujando el banquito hacia donde estaba él.
— G-Gra-Gracias... - Intentó sonar normal, pero... Ay, la verdad le costaba hablar con gente que no conocía. Tomó el banquito y lo usó para poner en su lugar los libros.
— Vaya esos son muchos libros. - Dijo la muchacha de golpe, que estaba junto a él observándolo.
No se esperó que estuviera ahí, ni tampoco que le hablara.
— ¡Ah! - dio un pequeño brinco, suficiente para hacerlo, de hecho, caer del banco. Esperaba sentir el suelo contra su trasero pero esto nunca llegó, solo sentía una corriente de aire muy precisa pero casi imperceptible. Fue en ese momento en que vio a la muchacha hacer algunos movimientos con sus manos, movimientos que reconocía de videos de internet: Era aire control.
— ¡Lamento haberte asustado! - Dijo ella, haciendo unos últimos movimientos. Estos hicieron que el de cabello verde cayera parado sobre el suelo. — ¡No era mi intención!
— E-Eh... - Izuku solo se acomodó el cabello que le había caído en la cara. — E-Eh... Ah-Ah
— ¡O por los espíritus! ¡Lamento también haber usado mi aire control sin tu permiso! Pero-Pero caer así significaría mala suerte... ¿No crees? - Ella sonrió con nerviosismo, juntando sus manos.
— ... - Izuku solo se le quedó viendo, algo nervioso. Carraspeó la garganta. — N-No-No te... Preocupes...
Ella pareció relajarse.
— Aun así, lamento haberte asustado... - Hizo una reverencia rápida. Fue en ese momento en que Izuku notó las ropas de la muchacha: Eran de la Federación de la tierra.
— ... ¿Eres una maestra aire que usa ropa de maestro tierra? - Izuku preguntó, pero automáticamente llevó una mano a su boca. ¡Oh no, estaba entrometiéndose en la vida de alguien más!
— ¿Uh? - Ella parpadeó unos segundos, volteando a ver su ropa. — ¡Oh! Sí. No te preocupes, me preguntan seguido. - Ella asintió con la cabeza. — Mi familia es de Omashu, pero salí maestra aire. - Se encogió de hombros.
Se quedaron así unos segundos.
— ¡Soy Ochako Uraraka! - Y estiró la mano hacia el de pecas.
— Eh... Iz-Izuku Midoriya... - respondió, tomando la mano de vuelta.
— ¡Un gusto! - Ella le dedicó una sonrisa brillante.
— Un gusto... - No pudo evitar sonreírle de regreso.
Su celular sonó, y cuando lo sacó vio un mensaje de su madre.
— Uh, me tengo que ir... - Dijo el muchacho, guardando el celular. — Fue un gusto... - Dijo algo más tranquilo que antes, solo haciendo una reverencia. Ella le devolvió la misma.
— El gusto fue mío. Y perdón por tirarte accidentalmente. - Dijo de nuevo algo nerviosa.
— N-No te preocupes... - Izuku solo hizo una seña con la mano, aún nervioso.
Se dio media vuelta y regresó a su casa.
Y este tipo de interacciones con la castaña se hicieron comunes. Izuku iba a la biblioteca y la veía por ahí, y ella a él. De alguna manera estos encuentros empezaron a hacer que la chica se acercara poco a poco al de pecas.
— ¡Izu-kun! - Llegó la chica por detrás a dónde Izuku estaba, cargando otros libros. Él no pudo evitar saltar un poco asustado, pero al reconocer la voz solo pudo sonreír de forma suave. — ¿Cómo estás hoy? - Preguntó, tomando asiento junto a él.
Izuku se encogió un poco en su asiento.
— Supongo que bien, estoy haciendo lo de siempre... - Señaló los libros frente a él.
— ¡Uh! - Ochako frunció el ceño, viendo que tenía como cuatro libros. Ella dejo el único libro que traía frente a ella. — ¿De qué estás estudiando hoy?
— A los nómadas aire. - Se encogió de hombros, enseñándole el título del libro.
— Oooh mis ancestros que no conozco~ - Ella se rio un poco, dejando de lado el libro que traía (probablemente una novela).
— Hablando de... - Izuku automáticamente empezó a hojear el libro frente a él. Uraraka alzó una ceja ladeando la cabeza, curiosa. El muchacho estaba murmurando un número... Y cuando el de cabello verde se detuvo, le enseñó una página.
— Descubrí esta foto hace rato. - Señaló una imagen en blanco y negro, donde había un grupo de nómadas aire, donde había una niña con tatuajes de flecha bastante delgada. — ¿No crees que se parece a ti?
La chica alzó ambas cejas acercándose al libro...
— ... Ah caray. - Abrió los ojos con sorpresa. — ¿Quién es? - volteó a verlo de reojo.
— El pie de página dice que se llama Jinora, y que fue una maestra aire y líder de los acólitos y nómadas del aire del viejo templo de la playa, ese que ya nadie usa. También dice que fue una gran monja que ayudó a mucha gente, sobre todo a los nuevos nómadas aire después de la guerra de cien años y los sucesos sobrenaturales que dieron su renacimiento. - Dijo Izuku de memoria. Sonrió por dentro, ¡Había recordado lo que había anotado! Esos ejercicios de memoria sí funcionaban.
— Uh, sí nos podríamos parecer pero... - Entre cerró los ojos. — La verdad es que ni siquiera saben mis papás de dónde salieron mis cosos estos. - Dijo haciendo una mueca, haciendo "manos de jazz". — ¿Creemos que viene del lado de mi mamá? Pero tampoco estamos seguros.
— Pues... Esta foto es de hace más de cuatrocientos años... Así que si estuvieras relacionada con ella, sería algo muy muy lejano. - Se encogió de hombros.
— A ver deja le saco foto. - Dijo ella sacando un celular flip y tomándole una foto a la foto. — Fotocepción~ - Le enseñó la foto recién tomada.
Izuku no pudo evitar reír un poco.
— ¿Fotocepción? ¿Enserio?
— ¡Es un buen chiste! ¡Es una foto a la foto! ¡Cómo en la peli de Inception! - Guardo el celular, haciendo un mohín.
Izuku volvió a reír, un poco más fuerte. Pero fueron interrumpidos por el "Shhh~" de la bibliotecaria.
— ¡L-Lo siento! - Dijo, ahora en voz baja y ocultando en el libro el pequeño rubor que se le formó. Ella solo rio un poco más, pero bajito. Tomó el libro que ella había traído, y comenzó a leer.
Se quedaron un rato así, hasta que Ochako cerró el libro muy fuerte (no sin antes poner un pequeño papel en donde se quedó). Izuku se sorprendió, saliendo de su lectura y volteando a verla.
— Pecas, tengo que irme. Ya son las cinco y media. - Dijo Uraraka ladeando la cabeza. — Y pos me toca hacer de cenar en mi departamento y no manches pero mis compañeras son bien~ especialitas con la comida. - Explicó, rodeando los ojos, aunque se le veía divertida.
— Oh, eh... Está bien. - Dijo él, haciendo una pequeña reverencia con la cabeza.
— No preocupes a tu mamá, que de seguro ya te está esperando. - Hizo una seña con las manos, y se dio media vuelta. Y finalmente se fue.
Izuku se quedó unos segundos ahí, antes de cerrar los libros... Bueno, casi todos. Se quedó viendo la foto de los nómadas aire, esa que le mostró a Uraraka ese día.
— ... Jinora - Recordó el nombre al pie de foto...- Ikki... Meelo... - Dijo en bajito, entrecerrando sus ojos... — ... Tenzin... Kai... - Esos nombres no estaban en las páginas del libro, de hecho llegaron a la cabeza mientras solo veía la foto. De pronto se sintió muy cansado. Cerró los ojos, rascándoselos con las manos. Recargó la cabeza contra la mesa y se quedó perdido unos instantes... Cinco minutos, solo... Cinco minutos...
— Hey, niño...
De repente sintió un pequeño toque en su espalda, que lo hizo sobresaltarse y levantarse. La baba le escurría por una mejilla.
— ¡¿Ah?! - Volteó hacia atrás, a dónde escuchó la voz. Ahí vio a una muchacha de ojos saltones y grandes, con cabello verde mohoso.
— Lamento despertarte, kero. - La chica llevó su dedo a su mejilla. — Pero tu celular está vibrando y no me deja concentrarme, kero.
Automáticamente Izuku volteó a los lados, viendo el celular que tenía diez llamadas perdidas y sesenta mensajes de texto de su madre.
— ¡Ay! ¿Qué Hora es? - Se preguntó a sí mismo, checando el reloj del mismo celular. — ... Me quedé dormido una hora...
— Sí lo noté, kero. - Dijo ella ladeando la cabeza. — Y si estás tan cansado recomendaría que te devolvieras a tu casa.
— S-Sí... G-Gracias.
— No hay de qué, kero. - Dijo y finalmente se fue caminando a un sillón cerca de donde estaba sentado el muchacho de cabello rizado.
Izuku, lo más rápido que pudo, se levantó de su lugar y tomó los libros, llevándolos a la zona de libros usados (hoy no tenía tiempo de ponerlos en su lugar) y salió corriendo de la biblioteca. Mientras corría tenía el celular en mano intentando no tropezarse mientras andaba.
'¡Perdón má! ¡Me quedé dormido en la biblio! Ya voy de regreso TT__TT'
Envío el mensaje, pero no pudo ni guardar el celular, cuando sus pies se tropezaron en la banqueta. Sintió cómo salió volando, y cayó al suelo de rodillas, amortiguando el golpe al poner sus manos y brazos, evitando darse en la cara contra el pavimento.
Aun así, sintió cómo el concreto raspó la piel de sus brazos y manos, junto con la tela de su pantalón.
— ... Ay... Ay... - Sintió lágrimas escurrirle por los ojos... Eso dolió. Se empezó a levantar, sintiendo el ardor y la sangre que poco a poco salía de las raspaduras de su piel. Levantó la mirada, buscando su celular... De seguro ya se le rompió la pantalla, pensó.
Estaba en eso, cuando un muchacho muy grande y alto, vestido en un uniforme extraño, se acercó frente a él con su celular en su mano.
— ¡Disculpa niño! ¿Cómo te llamas? ¡Debes tener más cuidado! ¡Tienes qué fijarte por dónde caminas! - Dijo aquel en un tono algo alto, tendiéndole el celular (que lamentablemente si tenía la pantalla quebrada), y haciendo extraños movimientos con la otra mano.
— E-Eh... - Izuku no supo qué decir. Le dolían los brazos y las manos. Solo pudo tomar el celular, y trató de levantarse.
El muchacho parpadeó unos segundos.
— ¿Te encuentras bien? - El muchacho preguntó, acomodándose sus lentes. — Si no te encuentras bien, podría ayudarte a llegar a tu destino más cercano. ¡Es mi deber como aprendiz de policía! - Dijo el muchacho, siguiendo con el extraño movimiento de sus manos. Izuku volteó a ver la ropa del chico... Oh vaya, eso explicaba el uniforme.
El de lentes frunció el ceño al no tener respuesta.
— ¿Puedes decirme tu nombre? ¿Cuántos dedos vez? - Preguntó, mostrándole la mano con los cinco dedos arriba.
— I-Izuku Mi-Midoriya... - Dijo, sobándose las manos. — E-Eh, cinco-cinco dedos... y no-no es necesario... G-Gracias de todas formas... - Dijo el de cabello verde, dando algunos pasos lentos. Le dolían las rodillas, por lo que ya no podría correr.
— ¡Un gusto! ¡Yo soy Tenya Iida! - Dijo, está vez haciendo un movimiento repetitivo con la mano. — ¿Y estás seguro de no necesitar ayuda, Midoriya-kun? Mi hermano, el detective Tensei Iida, está a la vuelta en su auto, y tenemos un Kit de primeros auxilios ahí, que creo te serviría para volver a tu hogar más cómodo que con los brazos sangrantes.
Izuku vio sus brazos... Oh, rayos.
— ... Si-Si no es mucha molestia... - dijo, dando media vuelta.
— Espera aquí, en unos momentos vuelvo. - El muchacho dijo, haciendo de nuevo su movimiento con el brazo. Se dio media vuelta, corriendo. A los segundos, frente a Izuku, se detuvo un automóvil con algunas calcomanías en sus lados.
— ¡Este es el muchacho que vi caer, querido hermano! - Escuchó la voz de Iida desde dentro. Se asomó por la ventana, viendo a dos personas muy parecidas: El muchacho de lentes que acababa de conocer, y otro que parecía mayor y con un rostro menos estoico. El mayor traía el uniforme oficial de la policía.
— Sube, te llevaremos a tu casa. Solo dime donde vives. - El mayor le dedicó una sonrisa. El de lentes, que iba atrás, tenía una pequeña caja con una cruz roja en la tapa.
Izuku solo dio unos pasos para adelante. Iida abrió la puerta del auto, y se subió.
Cuando regresó a casa, los dos muchachos tuvieron qué ayudarlo a subir las escaleras pues doblar las rodillas le costaba. Iida lo tomó de un brazo, mientras que Tensei solo los cuidó desde atrás. Al llegar a la puerta de su casa, su mamá lo recibió, y los dos muchachos se despidieron rápidamente. Tras esto, su madre usó sus conocimientos como maestra agua para tratarle las heridas, que si bien ya estaban vendadas y desinfectadas, no se habían cerrado. Después de esto, fue a dormir pues la caída le había provocado cansancio...
Al día siguiente, pasó todo normal en la escuela: Tarea, clases, evitar a los demás, ver a Kacchan a lo lejos... Ver cómo todos salían de la escuela y hacían grupos, como esperaban a Kacchan esos chicos afuera de la escuela... Para finalmente, retirarse e ir a la biblioteca.
Iba caminando tranquilo, con los brazos, aunque ya curados, vendados en tela azul (a su mamá le gustaba que los apósitos, vendajes y curitas combinaran con los colores de las ropas que usaban las personas a quienes curaba), y sus manos envueltas en unos guantes. "Por si te caes otra vez, pa' que amortigüe el golpe más" podía escuchar en su mente a su mamá decir.
Cuando pasó por la calle en la que ayer cayó escuchó una voz familiar cerca.
— ¡Midoriya-kun! - La voz le llegó por un lado a su oído izquierdo. Volteó a ver hacia el otro lado de la calle, directo a la esquina, y vio al muchacho de lentes de ayer. Traía un chaleco naranja neón con rayas blancas, sobre el mismo uniforme que traía el día de ayer. — ¿¡Cómo te sientes?! - No pasó hacía la otra acera, parecía estar trabajando.
— ¡Hola, Iida-kun! - Saludó desde su lugar, ondeando su mano. — ¡Mucho mejor! ¡Mi mamá me ayudó también!
— ¡Eso es bueno! - gritó el muchacho. Izuku notó que tenía en manos un hexágono rojo con la palabra "alto" escrito en el centro. — ¡Estoy trabajando ahora! ¡Te veo al rato cuando vengas de regreso!
— ¡Está bien! ¡Nos vemos al rato!
Continuó caminando de frente. Vaya, se sintió con suerte por unos momentos...
Rápidamente llegó a la biblioteca. El edificio era grande con una pared entera hecha de cristal color azul, y en las paredes había un gran grafitti con la figura de un gran búho rodeado de lobos; está estaba rodeada por un gran jardín bien cuidado que tenía muchos árboles que seguían un camino de adoquines que imitaban a las escamas de una serpiente, y junto a este camino habían varias bancas de concreto a juego con el camino; frente al mismo había una fuente de cantera que tenía una curiosa estatua que tenía dos peces que se encontraban el uno al otro formando un círculo (a él le parecía que formaban un Yin Yang), y abajo de estos una hermosa chica de largos cabellos, con un peinado tradicional de las tribus agua.
— ¡Ey! ¡Pecas! - Sus pensamientos se vieron interrumpidos al escuchar una voz femenina cerca de él. Volteó a los lados. — ¡Por aquí! - Escuchó de nuevo y al fin la vio, sentada bajo un árbol en una zona plana del gran jardín.
— ¡Uraraka-chan! - Se acercó a ella. — ¿Qué haces aquí afuera? Creí que ya estarías adentro.
La chica golpeó el suelo con su palma, diciéndole que se sentará junto a ella.
— Nah, están haciendo un arreglo a la puerta y no me dejaron entrar. - Se encogió de hombros. Izuku se sentó a su lado. — Que se van a tardar media hora en abrir, así que supongo que hay que esperar.
— ... Oh... - El de pelo verde una mueca.
— ¡Oh, vamos! No te desanimes, de seguro en cuanto entremos tu rutina volverá a la normalidad. - La chica dijo, dándole un pequeño golpe en el brazo de forma juguetona.
Izuku solo trató de sonreír, pero le preocupaba que este inconveniente no le permitiera hacer todo lo que tenía planeado ese día. No pudo evitar abrazar sus piernas, viendo desde su lugar la fuente del lugar...
— Siempre veo esa fuente y me pregunto qué quiere representar... - Escuchó decir a la chica.
Los ojos de Izuku brillaron en ese instante. Oh, vaya. La castaña ha desatado el palabrerío.
— Es una estatua que representa a Tui y La. - Dijo señalando las figuras. — Los dos pececitos son como representaciones físicas de la luna y el mar. Tui, la de color blanco, es la luna; mientras que La, el de color negro, es el océano. La muchacha se llama Yue, que fue una princesa de la tribu agua del norte hace más de quinientos años, que dio su vida por el espíritu de Tui. - Volteó a verla de reojo, en su interior esperaba que esto no terminará ahuyentando a la chica... — Dicen que durante la guerra de los cien años, un general de la nación del fuego trató de matar a Tui y Yue se interpuso y que Yue es salvadora de Tui... Pero eso dicen los libros de historia. He escuchado por ahí, que en realidad la princesa Yue donó su vida para revivir a la Luna, pues el general ese sí consiguió matarlo. Yue estaba bendecida por el poder de Tui, y básicamente le debía la vida al espíritu, por lo que cuando Tui murió en realidad ella reemplazó al espíritu de la luna. Ahora se podría decir que la princesa es la maestra agua más poderosa de todos.
— ... Vaya, eres como un libro de historias andante. - Ella sonrió. — ¿Te sabes alguna otra?
Izuku no pudo evitar sonreír aún más, de forma muy brillante.
— ... Puedo contarte sobre el espíritu que está en el grafitti en la pared de allá. - Dijo, señalando con el dedo. La chica solo asintió, manteniendo una sonrisa.
— Se llama Wan Shi Tong, "quien conoce diez mil cosas". Es un espíritu que tiene muchísima información en una biblioteca, y que no perdía ninguna oportunidad para recolectar más conocimiento-
— De seguro es tu patrón o algo. - Dijo Uraraka, interrumpiendo la plática del muchacho. Izuku no lo tomó a mal, riendo.
— ¡Ay no digas esas cosas! - la vio con diversión, aunque en sus ojos se asomaba cierto... Miedo. — No no no. Wan Shi Tong podrá tener mucho conocimiento pero odia demasiado a los humanos.
— Ah, caray. ¿Y eso por qué? - Uraraka frunció el ceño.
— Ah, pues... - hizo una mueca, viendo de nuevo el dibujo en la pared. — ... Gente en el pasado usó el conocimiento que el gran búho guardó para la guerra, y eso no le gustó... - Izuku volvió a abrazar sus piernas. — Cuando la guerra de los cien años, el general que mató a Tui, supo cómo hacerlo por la información de la biblioteca ancestral...
— Eesh, eso suena malo.
— Lo fue. - Dijo Izuku de golpe, aunque no supo por qué lo dijo.
— ... Ey, suenas como si hubieras estado ahí ¿sabes? - Uraraka alzó una ceja curiosa.
— ¡¿Eh?! - Izuku solo la vio algo asustado. — ¡N-No es eso! ¡Y-Yo! ¡Eh! ¡M-Mi mamá me cuenta estás historias y-y a veces las sueño pero-pero no como si hubiera estado ahí! Además de que nunca he salido de ciudad república y-y bueno no es que no quiera salir pero tampoco podría conocer todos esos lugares yo solo, y bueno sí se muchas cosas pero la verdad es que apenas he estado descubriendo los nombres de muchas figuras históricas y creaturas mitológicas de nuestro mundo leyendo los libros de la biblioteca de acá, como los de Tui y La y Wan Shi Tong, y a parte no-no es como si supiera todo lo que hay del mundo espiritual digo nadie sabe del mundo espiritual y realmente se ven como mitos y leyendas que nadie sabe qué onda realmente y digo - El muchacho comenzó a murmurar, a lo que la castaña solo alzó una ceja.
— ... Oye, Pecas. Creo que ya abrieron la biblioteca. - Interrumpió al muchacho, señalando la puerta.
— ... Ah... Eh, ¿entonces entramos?
— Pos sí, ¿No? - Ella sonrió de lado.
Izuku dijo, tomando sus cosas y levantándose del suelo. Le ofreció una mano a la chica, quién la aceptó gustosa.
Caminaron adentro de la biblioteca, y nuevamente cada uno se sumergió en sus temas de interés.
Habían pasado algunas horas cuando el primer mensaje de su madre le llegó. Cuando lo vio, estaba distraído por lo que realmente no contestó al instante.
— Oye, pecas. - Interrumpió la chica. - ¿Te sabes alguna otra historia? Ya me aburrí - Hizo un mohín.
— Uh, ¿No te está gustando tu libro? - vio el título del libro, que tenía de título "El Arte de la Guerra" — espera ¿Por qué estás leyendo el arte de la guerra?
— Me lo dejaron de tarea. - Rodó los ojos. — Y bueno, o sea tiene cosas interesantes pero... No sé, le falta el... Picante. - Dijo haciendo manos de jazz. — Sé que no es una novela, pero... - hizo un mohín.
— ¿También ese otro libro te lo dejaron de tarea? Lo estuviste leyendo desde que nos conocimos.
— Pues... Sí y no. Me lo dieron a escoger entre ese y otro que ya ni me acuerdo del título. - Se encogió de hombros. — Pero era interesante, por lo que realmente no lo consideré tarea.
Izuku entre cerró los ojos unos segundos... Suspiró y dejó a un lado los libros que tenía enfrente.
— ¿Qué clase de historia quisieras escuchar?
— ¡Ah caray! ¿Te sabes varias? - parpadeó incrédula. Pero luego puso rostro pensativo... — hmmm... A ver, ¿Te sabes más de la princesa Yue? - ladeó la cabeza.
Izuku sonrió, recargándose en el respaldo de su silla.
— Pues realmente no sé mucho, pero Yue fue una persona muy importante durante la guerra de los cien años por su sacrificio, según lo que me ha dicho mi mamá. - Sonrió de lado. — Semanas antes de su fallecimiento llegaron a la ciudad tres muchachos: Sokka y Katara, que eran dos muchachos de la tribu agua, y Aang que era un nómada aire muy especial pues podía controlar los cuatro elementos. - Uraraka abrió los ojos como platos al escuchar eso. El de cabello verde continuo sin prestar mucha atención a la reacción de la muchacha. — Aang hacía cosas que otros no podían como hablar con espíritus y de hecho él venció al señor del fuego y acabó con la guerra de los cien años. Ay, ya me ando yendo por otro lado, perdón. - Dijo encogiéndose en su lugar.
— No no no. Eso del Ang está más interesante. ¿Cómo está eso de que controlaba los cuatro elementos? - La chica ahora estaba muy atenta al muchacho, alzando ambas cejas. Se levantó de la silla, acomodando la misma de lado para verlo directamente a la cara.
Izuku parpadeó al ver la reacción de la muchacha, pero sonrió de lado.
— Creo que para esto te voy a enseñar con mis libretas. - Automáticamente sacó de su mochila una libreta que tenía de título "Diario de análisis para el futuro, volumen 10: La guerra de los cien años". Abrió la libreta en la primera página. — Aang era un nómada aire muy especial, como te dije. Tenía un título que era lo que le daba estás habilidades. Pero mi mamá nunca me ha dicho cuál es el título... - Entre cerró los ojos, pero le enseñó el dibujo de un muchacho calvo con flechas en su frente.
— ¿Tú lo dibujaste? - Preguntó tocando con los dedos el dibujo.
— Uh, sí.
— Wow. Eres bueno, Pecas. - Sonrió de lado. — Continua.
— Según las leyendas de mi mamá, Aang era solo un niño cuando ocurrió el genocidio de los maestros aire, pero huyó de su casa. No sé, pero algo me dice que fue porque le dijeron que él era el tipo que controla los cuatro elementos. - Hizo un mohín. — Después de huir, por alguna razón quedó como en animación suspendida y durmió por cien años, los años que duró la guerra de hecho. - Cambió de página, mostrando una línea del tiempo que estaba pegada a otras tres hojas que la alargaban. La estiró, y se puso algo rojo, viendo como Uraraka veía la línea temporal con curiosidad.
— Eres muy apasionado en estás leyendas...
— He estado intentando encontrar en los libros como ligar estás historias a la historia real...
— Tiene sentido... Continua por favor.
— Eh, si... - Carraspeó la garganta. — Cuando salió de su estado de "bello durmiente", como le digo a mi mamá cada que me cuenta esto, se encontró con Katara, una hábil maestra agua, y Sokka, que era hermano de Katara y el único guerrero de la tribu en ese tiempo. — Izuku cambió de página, más no dobló la línea del tiempo. La página que indicó tenía dos dibujos, de un chico y una chica. Ambos tenían su nombre a sus lados.
Uraraka trató de memorizar lo que decía el muchacho, pero estaba hablando algo rápido. Gracias a los espíritus, Izuku era muy ordenado, y la libreta que le estaba mostrando ayudaba a seguirle al hilo a su historia.
— Tras encontrarlo, comenzaron a viajar por el mundo, pues el señor del Fuego Ozai buscaba la cabeza de Aang. Para esto, mandó a su hijo de quince años por él. El chico se llamaba Zuko, y cuando lo mandó a buscarlo le hizo una cicatriz en su cara para "recordarle por qué tenía que hacerlo". - Dijo, mostrando otro dibujo de un chico muy guapo con una cicatriz en su ojo izquierdo.
— ¡¿Qué?! ¿¡Como un padre puede ser tan cruel de marcar a su propio hijo así?! - Uraraka exclamó aterrada. Izuku intentó callarla tapándole la boca pues no quería que los regañaran, pero Uraraka se quitó la mano de la boca. — ¡Sigue! ¡No te quedes ahí! - Okay, la chica estaba muy metida en la historia ahora.
— Sí, por favor, continúa kero - Escucharon una voz cerca. ¡Era la chica que lo despertó ayer.
— ... ¿Estabas escuchando? - Izuku se puso rojo otra vez.
La de ojos saltones se levantó de su asiento, acercándose tranquilamente. Uraraka hizo un mohín viendo a la muchacha.
— Sí, está muy buena esa historia aunque no escuché todo. ¿Te la inventaste tú?
— Eh, no... Son las... - Carraspeó la garganta... Oh no ahora tenía dos chicas encima de él... — Historias que mi mamá me cuenta... Son leyendas...
— ¡Es lo que me decía! - Dijo la castaña rápido, tomando la libreta del chico para pasarla a la de ojos saltones. — Tiene línea temporal y toda la cosa. ¡Super didáctica la historia!
Izuku se tapó la cara con las manos aún más rojo... ¡Parecía una fresa de seguro! Cálmate Izuku, cálmate. Solo son dos chicas que te están preguntando por las historias de tu mamá tranquilo no pasa nada...
— Sí que eres ordenado, kero. - Dijo la de cabello verde, viendo la libreta con detenimiento. Pasó unas páginas atrás para observar los dibujos anteriores.
— Y a todo esto ¿Quién eres? - Uraraka preguntó entrecerrando los ojos.
— Tsuyu Asui, pero pueden decirme Tsu, kero - Dijo la morena, llevando un dedo a su mejilla.
— ¡Un gusto! Ochako Uraraka~ - Uraraka estiró la mano, y Tsuyu la tomó estrechándola con una sonrisa. — Y nuestro narrador pecoso de aquí, se llama Izuku Midoriya- Dijo la muchacha tomando a Izuku del hombro y sacudiéndolo un poco de forma amigable.
— U-Uraraka... - Izuku volteó a verla algo apenado. Tsuyu solo les sonrió a ambos.
— Un gusto, Uraraka-chan y Midoriya-kun - Dijo haciendo una reverencia con la cabeza, y le pasó la libreta de nuevo. — Si pudieras continuar, me interesa saber de la chica Katara.
— Uh, sí. - Carraspeó la garganta tomando la libreta. Intentó recordar dónde se quedó viendo la línea del tiempo... Habló de Zuko ¿Verdad? Les contó de la cicatriz y... — Ah ya me acordé donde iba. - Dijo en voz baja. Volvió a raspar la garganta, elevando un poco la voz para que ambas escucharán sin ningún problema. — Zuko fue enviado a capturar a Aang junto a un tío suyo, llamado Iroh, que era como su mentor... Ellos dos al final terminaron traicionando a Ozai, pues no lograron capturarlo y de hecho la hermana de Zuko, la princesa Azula, los terminó intentando cazar. - Sintió un escalofrío al mencionar a la muchacha. Cambió la página, mostrando a Azula y a Iroh en dibujos.
— Uh, Iroh se ve como que era un señor muy amable, al menos eso refleja tu dibujo. - Dijo Ochako sonriendo.
— Iroh era un señor muy amable, pero después de perder a su hijo Lu Ten en una batalla en los anillos de la ciudad de Ba Sing Se, cuando... Tenía anillos. Antes, era básicamente un criminal de guerra. - Izuku se encogió de hombros. — Se redimió pero realmente tampoco fue un santo.
— Oh. - Tsuyu ladeó la cabeza. — Pues supongo que sí pudo haber pasado algo malo con ellos, pero no puedo evitar pensar que el señor Iroh fue alguien amable, y que Azula es bonita kero. Bueno, eso reflejan tus dibujos, Midoriya-Kun.
Izuku hizo una mueca cuando escuchó sobre que Azula era bonita.
— P-Pues sí era bonita, pero... - se sacudió un poco. — Era una persona horrible. - Dijo de golpe. — Era una psicópata megalomaníaca con una necesidad de aprobación super grande que la volvió súper apática y hostil, además de que era la hija favorita de Ozai por lo que a Zuko lo trataban como bazofia. - Izuku no pudo evitar decir, frunciendo el ceño. — Era narcisista y perfeccionista tanto consigo misma como con los demás, por lo que miraba hacia abajo a los demás como si no fueran nada. Era una manipuladora además, pues se basaba en el miedo que daba ella para mantener a los demás junto a ella... De hecho eso fue lo que la terminó destruyendo. - Terminó de decir, cambiando de página. — Asui-san, dijiste que te interesaba Katara, ¿No? - Preguntó, moviendo la pierna de forma impaciente.
— Puedes llamarme Tsu. Y sí, kero. Es la autora del libro de medicina que estoy estudiando. - la morena dijo tranquilamente.
— ... Mi mamá también tiene libros de ella - No pudo evitar sonreír — Katara era una maestra agua sumamente hábil, de hecho se podría decir que fue la mejor de su época. Tenía habilidades curativas y además era una chica super empática. De hecho, se podría decir que fue la mamá del grupo de Aang... - Hablar de Katara lo calmó un poco. — Katara venció a Azula dos veces, y en ambas Azula hizo trampa. - Se encogió de hombros.
— ¿Y cómo sabes que hizo trampa? - Parpadeó Uraraka. Volteó a ver la libreta, viendo los sketches, las notas, la línea del tiempo, incluso los mapas mentales.
Izuku hizo una mueca, y se rascó la nuca.
— Pues... Yo... Uh... Me lo contó mi mamá. - Dijo, aunque se veía algo incómodo.
— Oh. - Ambas dijeron al mismo tiempo...
Tsuyu notó que algunas notas decían "de sueños", "de mi mamá" y "de los libros"; pero no dijo nada.
Izuku cambió la página de su libreta.
— ¿Quieren seguir escuchando o.…? - preguntó pero su celular empezó a vibrar. — D-Disculpen... - Dijo, automáticamente sacó el aparato.
— Contesta tranquilo, aquí te esperamos.
Izuku salió de la zona en que estaban, a una donde se permitía el uso de celular. A los minutos el muchacho volvió.
— ¿Era tu mami? - Preguntó Ochako, recargándose en su mano sonriendo.
— Si. Creo que tengo que regresar a casa ya... - Dijo, sin sentarse en su silla. Comenzó a recoger sus cosas casi al instante.
— Oh, eso es una lástima. - Tsuyu dijo, pasándole la libreta. Sonó algo triste.
— ... P-Pues si quieren... Mañana podemos encontrarnos y... Les cuento más historias... - Dijo algo inseguro.
Ambas sonrieron. De hecho, Tsuyu automáticamente sacó su celular.
— Pásenme sus celulares, kero. Para quedar de vernos y eso.
— Oh, claro. - Izuku sonrió. Intercambiaron números.
Los tres, salieron por la puerta principal después de un rato, y se sorprendieron de ver qué debían tomar el mismo camino... Ahora Izuku se preguntaba si también se encontraría a Iida-kun en la misma calle-
— ¡Midoriya-Kun! - Y... Ahí estaba Iida.
— ¡Hey, Iida-kun! - Se detuvo saludando con la mano al gran muchacho. Sus acompañantes se quedaron viéndolos.
— Uh, ¡Hola extraño! - Uraraka saludó de vuelta, Tsuyu solo se quedó viéndolo.
— ¡Veo que traes acompañantes! - Iida dijo. — Tenya Iida, un gusto. - Dijo rápidamente en un tono de voz entusiasmado.
— ¡Ochako Uraraka! - Dijo sonriendo, haciendo un signo de amor y paz.
— Soy Tsuyu Asui, puedes llamarme Tsu, kero
— ¡Un gusto a ambas! - Iida hizo otra reverencia, ahora más exagerada. Se levantó caso al instante. — ¿A dónde se dirigen?
— ¡A la estación del tren! - Uraraka contestó rápidamente.
— Ya tenemos que regresar a casa... - Dijo el de cabello verde tranquilamente.
— ¡Deberían ir entonces! ¡La luz está por irse! - Dijo el muchacho. — Pero la verdad es que mi hermano Tensei y yo estábamos esperando a Midoriya. Nuestro camino queda cerca de su hogar y queríamos saber si querías que te lleváramos. - Dijo ahora refiriéndose al muchacho, y señalándolo con la mano.
— ¿Ah? ¡N-No quiero molestar!
— ¡No es molestia! Y quisiera preguntarles a ustedes dos ¿Por dónde viven? - Preguntó ahora el muchacho. — Podríamos llevarlas también si queda cerca de nuestro camino.
— ¡Uh! ¡Qué amable! - Ochako sonrió. La verdad es que si hubiera sido otro día y con otra gente no hubiera confiado mucho, pero si Izuku conocía al chico podía confiar en él. — Yo vivo en un edificio cerca de la estación de trenes que está cerca de la playa.
— A mí con que me dejen en la estación de trenes está bien también. - Dijo llevando una mano a su mejilla.
— ¡Esta bien! ¡Le diré a mi hermano! - Dijo de golpe, corriendo hacia atrás al coche de policía en el que estaban.
— ... Oigan ¿No es ilegal que usen un vehículo oficial como Taxi? - Tsuyu preguntó viendo a los otros dos.
— No, porque ya salieron de hora de trabajo pero todavía no llegan a su casa. Y como el auto tiene permiso de estar en la calle una hora después del término de su periodo de trabajo pues pueden hacerlo siempre que sea de forma responsable. - Dijo Izuku de golpe, recordando que ayer esa fue la excusa que le dieron a su mamá.
— ¿Esto es de ese tipo de cosas que se sienten ilegales pero no lo son entonces? - Uraraka preguntó divertida.
— Básicamente.
— Genial.
A los momentos regresó Iida, dentro del auto. Igual que ayer de hecho, solo que ahora iba adelante. Los tres chicos se subieron.
Y esto se volvió pronto una rutina: Izuku, Uraraka y Tsuyu se encontraban en la biblioteca, hacían sus cosas lo más rápido que podían y luego terminaban escuchando a Izuku hablar y contar estás fascinantes historias, aportando también algunos datos que ellas dos encontraban buscando en internet y otros libros que Izuku aún no había buscado o incluso no sabía que existían. Finalmente se iban juntos y muchos días, la mayoría, se encontraban a Tenya y a su hermano Tensei, quienes les daban raite.
Luego Tenya se terminó uniendo a las reuniones cuando tenía más tiempo libre en el día. Pronto, las libretas de anotaciones de Izuku crecieron y se enriquecieron con la ayuda de sus nuevos amigos; ya eran bastante buenas pero con el añadido de estos chicos, que le ayudaron a buscar más similitudes entre las historias y los hechos, estas ahora eran extensas y muy bien enfocadas...
Sobre todo tras ese día.
— ¿Saben sobre Toph Beifong? - Preguntó Izuku, viendo un libro que tenía una foto de una mujer adulta envuelta en un traje de metal.
— Fue acompañante de Aang también, ¿No? - Uraraka dijo, viendo en el celular de Izuku por el nombre de la mujer. Mientras, el de cabello verde estaba bocetando a la mujer de la fotografía.
— ¡Por supuesto que conozco a Toph Beifong! - Iida dijo de forma entusiasta, golpeando el aire con la palma. — ¡Como un aprendiz de maestro metal, es mi deber saber sobre la creadora del metal control! - Izuku alzó la vista viendo al muchacho de lentes. — ¡Además, tengo entendido que forma parte del árbol genealógico de la familia Iida! - Dijo como si nada.
Izuku abrió los ojos como platos.
— ¿¡ESPERA QUÉ?! - Se levantó de la silla haciendo mucho ruido. Se escucharon los "shhhh" de la gente que estaba ahí. Izuku se puso rojo y mejor se volvió a sentar. — ¿C-Como que está en tu árbol genealógico?
— ¡Midoriya-kun, debe de calmarse pues estamos en una biblioteca y podemos molestas a los demás! - Dijo frunciendo el ceño a modo de regaño. Pero continuó — ¡Los Iida somos descendientes de la familia Beifong! - Dijo aún con el mismo entusiasmo. — Se perdió el apellido Beifong hace unos cincuenta años, pero por mis venas y las de mi querido hermano corre la sangre de los Beifong. - Terminó.
Izuku ya estaba anotando como loco estos nuevos datos. Emanaba un aura algo... Extraña, tanto que Uraraka solo se le quedó viendo con cara de susto.
— ¿Por qué no dijiste eso antes? - Preguntó Tsuyu ladeando la cabeza.
— No habíamos llegado a Toph Beifong hasta hoy. - Dijo Izuku de golpe. Él tenía un árbol genealógico de la familia Beifong en una de sus libretas, por lo que las notas que acababa de añadir era una bifurcación que decía "familia Iida".
— ¡Si de algo te sirve, mañana puedo traer una foto del árbol que mi madre tiene en su habitación! - Dijo sonriendo al muchacho de pecas.
— Oh, eso sería fantástico Iida. Muchas gracias.
— ¡No hay de que!
Izuku sonrió.
Estos días habían sido muy buenos... Se sentía feliz, tenía amigos... ¡Tenía amigos!
Se sentía afortunado de verdad. Si bien que Kacchan no estuviera aquí le dolía… No lo sabía, pero creía que teniendo a estos chicos de su lado podría llevar la vida más fácil.
Sí. Esto era bueno, esto era vida.
Notes:
Última imagen por @elidanus en twitter!
¡Tercer capítulo de mi fanfic de BNHA x Avatar! Espero lo disfruten tanto como yo disfruté escribirlo <3!
En éste hubo mucho lore y spoilers de Avatar ATLA y LOk en general, ¡espero no aburrirlos! Pero es porque ahora vemos la formación del Dekusquad, y apenas van empezando ¿eh? Veremos más de ellos en el siguiente capítulo <3
Perdonen la falta de Kacchan, les juro que en el siguiente vuelve a salir. Es que Deku necesita su círculo de amigos también :(
¡Preguntas! (Que si gustan, pueden responder en los comentarios):
- ¿Cuál es su personaje favorito de Avatar La Leyenda de Aang? En mi caso, son Sokka y Zuko. ¡Los amo demasiado!¡Gracias por leer! Espero le den una oportunidad y dejen comentarios <3
Chapter 4: El club de la biblioteca
Summary:
Los días pueden ser buenos o malos, o raros.
Pero con amigos, por muy raros que sean, pueden ser muy pasajeros ¿O no?Claro, esto si no te hablan tus sueños en medio de todo.
Notes:
TW: Pico de Azucar/Sugar Rush
¡También una referencia a The Breakfast club!
(See the end of the chapter for more notes.)
Chapter Text
Vaya qué buenos días había tenido últimamente. Ya había pasado un mes desde que los cuatro chicos comenzaron a juntarse, y de hecho comenzaron a reunirse en otros lugares y no solo la biblioteca. Iban por ramen, se quedaban en el parque de la biblioteca... ¡Incluso, hubo un día en que Tenya, Ochako y Tsuyu se quedaron de ver en la estación de trenes y fueron por Izuku a la escuela (ya que él sale más tarde)! ¡Y ese día se terminó volviendo rutina! Se sentía tan afortunado... Afortunado de que tenía ahora alguien que lo esperaba, como cuando era pequeño y perseguía a Kacchan...
No importa. Kacchan no es importante en esta etapa de su vida. No, no lo es... Claro que puede extrañar a alguien, sobre todo a aquel amigo que lo acompañó por diez años de su vida, pero pensar en él todo el tiempo lo deprimía... ¡Piensa cosas bonitas Izuku, piensa en cosas bonitas! ¡Partidos de pro-control, sus nuevos amigos, sus tíos, su mami, sus tenis rojos, escribir cosas, aprender de los elementos!
... ¡Aprender de los elementos! Eso le recordó a Izuku que había comenzado a estudiar los elementos con sus amigos. El aire control de Uraraka era impresionante (¡Con pocos movimientos de sus dedos lograba elevar objetos pequeños como si los hiciera flotar! ¡Qué control!) la tierra y el metal control de Iida eran asombrosos (Iida usaba piezas de metal en su ropa que, con metal control, se ayudaba a sí mismo a impulsarse. ¡Era tan rápido como un auto!), y el agua control de Tsuyu (¡PODÍA CONTROLAR LATIGOS DE AGUA CON LA LENGUA!), Escribía lo que aprendía de ellos y de sus movimientos en una libreta; y les ayudaba a mejorar con sus análisis y cosas que él mismo había aprendido en internet y libros.
Todo de forma legal, obviamente, porque si no Iida los regañaría todo el tiempo.
Sus anotaciones y análisis habían comenzado a ayudarlos mucho, sobre todo a Uraraka.
Y hablando de la castaña: Era un domingo por la mañana. Normalmente esos días Izuku y Uraraka se encontraban en un parque especializado para entrenar los elementos de forma regulada.
— ¡Pecas Pecas! - Llegó la muchacha a donde se encontraban regularmente, bajo un árbol grande y frondoso. Izuku volteó a verla, levantó la mano para saludarla.
— ¡Por aquí, Uraraka-chan! - La chica llevó y se sentó junto a él rápido. — Tengo unas nuevas ideas para tu entrenamiento. - Y automáticamente le pasó el celular.
Lo primero que vio la chica fue la pantalla de TigTog, para después ver a una chica morena de cabello rosa hacer unos movimientos en el suelo: estaba bailando break dance.
— ... espera ¿quieres que haga eso? - Lo volteó a ver incrédula.
— ¡N-No de golpe! - Dijo moviendo las manos como loco. — ¡So-Solo creí que sería buena idea! Digo, la chica parece ser de la nación del agua y mientras se mueve no hace ninguna corriente de aire a menos que estás no queden grabadas en la cámara, aunque eso tendría sentido pues el aire no es visible y dudo que quede grabado en video... - Entre cerró los ojos viendo de nuevo la pantalla.
Uraraka vio también el vídeo de reojo...
— ... Pues podría intentar algo parecido... ¡Se hacer vueltas de carro!
— ... Oooh eso podría ser un buen inicio. - Izuku asintió con entusiasmo.
— ¡Voy a intentarlo! - Dijo levantándose de su lugar. Dio un paso a un lado para evitar golpear a Izuku... Alzó las manos y dio la voltereta.
— ... Uh, no hiciste nada. - Izuku dijo frunciendo las cejas. Sacó su libreta, leyendo las notas.
— ¿Por qué no habrá funcionado? - Hizo un mohín, hizo un movimiento con su mano generando una pequeña esfera de aire. — Puedo hacer cosas como esto con las manos, pero con los pies al parecer no...
Izuku llevó los dedos a sus labios.
— ¿Sabes cómo funciona el aire control? - Volteó a verla alzando ambas cejas.
— ¿Te refieres a movimientos o.…?
— No, me refiero a... La ciencia detrás y eso...
— Hmmm... La verdad es que nunca me lo pregunté.
— El aire control funciona a través de presión y aerodinámica. - Dijo de golpe, sacando una nueva hoja y apuntando algunas cosas.
La chica hizo una mueca sin comprender del todo. Izuku notó esto e hizo un mohín.
— ¿Has leído cómo funciona un tornado? ¿cómo se forman y eso? - La chica negó con la cabeza. — Okay... Para que se haga un tornado de forma natural, tenemos que tener una masa de aire caliente sobre la tierra. - En la libreta dibujo una línea horizontal, y sobre está línea horizontal dibujó con otra pluma de color rojo unas flechas que formaban un círculo. — Este aire caliente se eleva al cielo, y se mezcla con otra masa de aire frío que está arriba. - La chica parpadeó, asintiendo. — Cuando esto pasa, genera una corriente de aire frío y caliente que va girando. - Hizo el dibujo de más o menos como se veía. — Se supone que esto se llama... - tomó el celular, revisando otras notas que tenía ahí. — "Supercelda". Y cuando esto pasa es como se crean las tormentas.
— Oh... ¿Y eso que tiene qué ver con un tornado?
— Ah, pues... Que llega a pasar que estás super celdas contienen más de una corriente, que se llaman corrientes de convección. Estas van, por ejemplo, correspondiente a las manecillas del reloj, y luego hay otras corrientes que van al contrario de cómo van las primeras. - Dijo, dibujando otro círculo de flechas igual al anterior pero con dirección contraria. — Esto, genera otra corriente en las nubes que ya se formaron, intentando bajar un poco estás corrientes de aire con el propósito de liberarse un poco. - Dibujó un pequeño triángulo entre ambas. — Esto genera un remolino vertical que es la primera etapa del tornado...
— Oooh...
— Y está corriente hace que vaya más rápido, hasta que se forma el tornado al momento en que está corriente toca la superficie de la tierra. Todo esto, gracias a las diferencias de presión atmosférica del aire caliente y frío.
— ... okay... - Entrecerró los ojos procesando la información. — Entonces lo que dices es que...
— Que cuando haces aire control, tú generas una corriente de aire. Por como he visto que lo haces, enfrías el aire de golpe y haces movimientos circulares. Esto, aumentando con la vuelta de carro, debería de haber generado una corriente circular parecida a la que forman las superceldas, pero no fue así... supongo que fue porque te concentraste más en la vuelta de carro y no caerte que en hacer el cambio de temperatura en el aire mientras haces el movimiento. - Dijo, llevando el pulgar y el índice a sus labios.
— ... Tiene sentido. Porque de hecho sí me cuesta un poco hacer esas vueltas de carro... ¿Pero entonces como lo hago sin pensar en nada más?
— hum... ¿Quizás estando más segura de cuando vas a caer? ¿De forma natural?... - Pensó un poco. — Tengo un amigo... Un conocido, que es maestro fuego. Y siempre me dijo que cuando pelea y practica sí trata de pensar, para generar estrategias, pero que muchas veces seguía sus instintos, y así sería impredecible y podría ganar más fácil.
— ... Ay no sé.
— hmmm... A ver, ¿Puedes volver a hacer la vuelta de carro? Solo concéntrate en eso.
Uraraka asintió, levantándose del suelo. La volvió a hacer, e Izuku trató de imitar el movimiento a mano en la libreta.
— ... Creo que para que puedas combinarlo necesitas aprender a equilibrarte. - Dijo viéndola. — Caes con los dos pies y eso te desconcentra.
— ... ¡O sea que tengo qué practicar! - Dijo ella con tono entusiasta y comenzó a hacer más vueltas.
Y así continuaron, ese día se volvió una rutina para la chica pues ahora estaba empezando a practicar gimnasia a través de internet: Vueltas de carro hacia adelante y hacia atrás, saltos mortales, laterales, y demás movimientos se agregaron a su repertorio a los pocos meses. La chica era ya bastante flexible así que estas prácticas, si bien en un inicio fueron difíciles, terminaron por ser parte de su entrenamiento.
Y llegó el día en que estos movimientos le fueron naturales, y que por fin pudo combinar la idea que su amigo le había dado con estos.
— ¡PECAS! - Gritó llegando junto a él al mismo lugar que antes, pero sin decir nada más solo dejo sus cosas junto a él e hizo un mortal hacia adelante, generando una corriente de aire que levantó hojas y movió el árbol que tenían frente a ellos. — ¡YA ME SALIÓ! - gritó entusiasmada.
— ¡Oh, que bueno Uraraka-chan! ¡Estoy muy orgulloso de ti! - Dijo el de cabello verde levantándose de su lugar. Chocaron puños, como acostumbraban cuando lograban hacer avances en el entrenamiento de la castaña. — Me alegra haber sido de ayuda. - Dijo sonriendo genuinamente.
— ¡Enserio gracias! Esto me está ayudando un chorro. - Dijo cerrando los puños, dando golpes al aire con entusiasmo. — ¡Siento que podría conquistar el mundo! ¡Ayudaré mucho a mis papás!
Izuku no pudo evitar reír. ¡Estaba ayudando a los demás! Esto era lo que él quería...
Izuku sabía que los buenos días no iban a durar para siempre. Y lo confirmó cuando, por alguna razón, el día siguiente al logro de Uraraka fue muy... Extraño. Al menos no fue malo pero... Ugh mejor les explico: Primero, su alarma no sonó y llegó tarde a la escuela, lo cual sería malo pero cuando llegó todavía no llegaba el profesor. Se salvó por poco pero aun así fue frustrante porque el profesor llegó dos horas tarde, ¡pudo haber llegado tranquilo a la escuela!
Segundo: Cuando llegó el receso se dio cuenta de que olvidó el bento que le preparó su madre, pero cuando iba a comprar algo para comer se dio cuenta de que tenía dinero de más... Pero en la cafetería lo único que había eran sándwiches de huevo y no le encantaban pero tampoco le disgustaban...
Tercero: El profesor tuvo que irse temprano, por lo que salieron mucho antes de que sonara la campana. Esto significaba que podía irse a la biblioteca antes, quizás incluso pasar a su casa a comer algo más sustancioso. Quizás traerse el bento por si acaso pasaba algo...
Hizo eso: Fue a su casa, dejó cosas extra que no iría a necesitar, se trajo su cargador del celular por si acaso, llenó la mochila con sus diarios, tomó el bento y unas barritas de arroz inflado de sabores (por si a los chicos se les antojaba una), y se fue a la biblioteca.
Cuarto: ... En el camino de adoquines de la biblioteca se tropezó y cayó de rodillas y manos al piso. Al menos no fue tan fuerte como cuando conoció a Iida-kun pues no se rompió la tela del pantalón y los guantes que usaba lo protegieron, pero sí le dolieron las rodillas.
— Tengo qué tener más cuidado... - Se dijo para sí, levantándose del suelo y revisándose... Solo estaba algo sucio su pantalón. Se sacudió con las manos las rodillas y continuó hacía adelante.
Obviamente al entrar se dio cuenta de que no estaban ni Uraraka ni Tsuyu aún. Eran como las... Doce del mediodía... Vaya, sí que había salido temprano. Normalmente entraba a las siete de la mañana y salía a las dos y media de la tarde a menos que le tocará limpieza en el salón...
No importa, primero pasó por la zona de seguridad.
— ¡Buenos días, señor Shimano!
— ¡Oh! ¡Midoriya! ¡Hoy está más temprano! - El guardia le sonrió.
— Sí... - Izuku le entregó su bento. — ¿Cree que me pueda cuidar esto?
— Claro que sí. - El hombre castaño sonrió, tomando el plato y dejándolo atrás de su escritorio.
— Le regaló una de las barritas de arroz inflado si quiere... - Dijo finalmente.
— ¡Gracias, joven! Solo le advierto, que hoy vamos a cerrar temprano para que tampoco se inmersa tanto.
— oh, eh... Gracias. - Y se fue escaleras arriba, a sentarse a la mesa de siempre...
Hacía meses que no estaba solo en este lugar. Se sentía vacío... Mejor se levantó y se fue a sentar en otro lado donde estaban los sillones. Al menos tener los brazos de los mismos al lado le haría sentirse menos solo.
Pasó dos horas tratando de leer, pero por alguna razón no se podía concentrar. Solo... Veía las letras y le dolían los ojos. Quizás ocupaba dormir un poco, eso siempre lo ayudaba... Cuando se caía siempre le daba sueño, igual que cuando le llegaban esas voces a la cabeza y... Cuando sus investigaciones le traían recuerdos que sentía que no eran suyos totalmente.... ¿Pero dormir en la biblioteca sería bueno? Las últimas veces fueron accidentes pero está sería a propósito...
Estaba pensando en eso cuando Uraraka le llegó por atrás.
— ¡Llegaste antes que yo! - Dijo la chica de forma energética.
— Salí temprano... - Dijo simplemente, frotándose los ojos.
— ... ¿Tas bien? - La chica frunció el ceño sentándose junto a él. Izuku siempre saltaba cuando llegaba así pero hoy no hubo ninguna reacción... Raro.
— Sí, solo... Tengo sueño, creo. - Dijo respirando profundo. — Hoy el día ha estado medio raro.
— ¿Raro por qué?
— Pues... - Bostezó suavemente. — Me desperté tarde pero mi profesor no llegó, y cuando llegó solo nos dio una hora de clase y luego nos dejó irnos... Y ahorita me caí afuera en los adoquines de los caminos de la serpiente.
— ¿Estás bien? - Preguntó ella frunciendo el ceño. — ¿Cómo que te caíste?
— Pues... Sí. Me caí. Afuera... Y la verdad es que... Creo que eso es lo que me está dando sueño... - Sentía que se le cerraban los ojos.
—... Pos duérmete ¿Quién te lo impide? De todas formas hoy me dejaron un montón de tarea. - Uraraka, tranquilamente, le quitó las libretas y libros que traía en sus manos, y las dejó en la mesa que estaba junto a ese sillón. — Tú trancas aquí te cuido. - Le sacudió el cabello, y con tan solo eso... Se quedó profundamente dormido.
No sabía dónde estaba, pero sentía como que flotaba en agua. Veía a su alrededor y solo veía una inminente oscuridad. Un extraño humo negro verdoso le tapaba la boca y el cuerpo... O más bien, él estaba hecho de ese humo negro verdoso, pues realmente no sentía nada más además de su mano derecha, su nariz, sus mejillas, sus párpados y sus ojos...
Frente a él estaba la figura de una chica de cabello blanco... Ahora que lo piensa, se parecía a Yue, la chica de la estatua de la biblioteca de Rep City...
Ella dijo algo, pero las palabras no llegaron a sus oídos... De hecho ni siquiera tenía oídos.
Él volteó a los lados sin comprender nada, pero alcanzó a ver qué la muchacha sonrió de lado, y se acercó estirando una mano... Y levantó la mano automáticamente, tomando la de la muchacha de cabello blanco y-
Al abrir los ojos no se movió mucho, pues se sentía sumamente desorientado y cansado, como si no hubiera dormido absolutamente nada desde... Ayer. La luz del sol que entraba por la gran pared de cristal le llegaba a su rostro, lo cual le hizo volver a cerrar los ojos... y pudo escuchar voces cerca de él.
— ¿No crees que Midoriya a veces es muy raro? - Tsuyu preguntó, llevándose la mano a la mejilla.
— ¿Raro cómo? - Uraraka levantó la vista del libro que tenía.
— Raro en general. - La muchacha suspiró, cerrando el libro que tenía enfrente. — Ya vez, cuando hacemos las investigaciones del de los cuatro elementos habla como si él hubiera vivido eso.
— Pues... Es porque es muy pasional con las historias de su mamá. ¿No te acuerdas de que nos dijo? - Ladeó la cabeza.
— Sí recuerdo, pero es que es raro. - Hizo una mueca. — A veces cuando habla sus ojos se ven como...
— ... ¿Melancólicos?
— Sí.
— ... Pues sí lo he notado... - Uraraka suspiró, recargándose en el respaldo de su silla. — O sea, sí es raro. ¿Pero quizás sea porque esas historias son de su infancia?
Tsuyu se le quedó viendo unos segundos. Ochako no parecía muy convencida.
— En sus libretas tiene muchísimas notas que dicen que provienen de sueños.
— ... Ahora que lo dices...- Uraraka hizo una mueca. — ... Creo que yo también leí eso... Y le pregunté.
Tsuyu hizo un mohín.
— Pero dijo que no era nada... - la castaña suspiró.
— ... Se supone que los que controlan los elementos son... Reencarnaciones ¿No? - Tsuyu miró hacia el techo.
— ... ¿A qué quieres llegar con esto? - Ochako entre cerró los ojos.
La morena se encogió de hombros.
— Normalmente las reencarnaciones tienen recuerdos de sus vidas pasadas, ¿No?
Ochako hizo una mueca.
—... Izu-kun es un no maestro. Dudo que sea el caso.
— Cierto, pero no necesariamente tendría que ser esa persona... Podría ser el caso de una reencarnación que estuvo cerca de esa persona.
— ... ¿Cómo Sokka o Asami?
— Sí.
— Oh. Ese tiene más sentido. - Uraraka hizo una mueca algo graciosa.
Tsuyu se rio un poco.
— También me da cosa que se duerma de la nada. - Uraraka dijo, llevando su mano a su barbilla.
— Eso es algo preocupante. - Tsuyu concordó. — Antes de hablarles bien, me tocó verlo dormirse en la silla.
— A mí me ha tocado cuidarlo mientras duerme unas tres veces ya. - La castaña alzó una ceja.
Izuku en ese momento sacudió el cuerpo, empezando a estirarse.
— ¡Oh! ¡Ya despertó el bello durmiente! - Uraraka bromeó, volteando a ver al muchacho. Izuku solo asintió, volteándose en su lugar hacia ellas.
—... ¿Hablaban de mí?
Ambas se voltearon a ver.
— ... ¿No? - Tsuyu trató de mentir.
Pero la verdad Izuku seguía muy desorientado como para prestar atención del todo.
— ¿Por qué hablaríamos de ti?
— N-No lo sé. - Izuku se levantó de su sillón, y se acercó a ellas frotándose los ojos. — S-Se escuchó así.
— Oh, es que aún tienes sueño. - Dijo Tsuyu tranquilamente. — A veces pasa.
— S-Supongo... - Se sentó junto a Tsuyu.
Se quedaron en silencio un rato... Hasta que llegó Iida por detrás.
— ¡Hola, chicos! - Dijo de forma animada, sentándose junto a Uraraka. — Hola Iida-kun... - Izuku lo vio con... Mucha flojera.
— ¿Estás bien? - Tenya se acomodó los lentes, frunciendo el ceño.
— Está así desde que llegué. Se durmió cuatro horas. - Uraraka volteó a verlo
Izuku parpadeó algo sorprendido... ¿Cuatro horas?
—... ¿Qué hora es?
— Las seis de la tarde. - Tsuyu respondió picándole la mejilla.
Fue en ese momento en que su estómago hizo un ruido.
— ... Midoriya-kun ¿Ya comiste? — El de cabello azul se acercó al de cabello verde, viéndolo de forma inquisidora.
— Eh... - Izuku se puso rojo, volteando a los lados.
— Tomaremos eso como un no. - Uraraka dijo riéndose.
—... T-Traje un bento que mi mamá me preparó, lo dejé abajo con los de seguridad... - Dijo, levantándose de su lugar. — S-Si quieren los dejo aquí, voy... A comer abajo. - se estiró.
— Está bien Izu-kun~
— No te vayas a dormir.
— ¡Buen provecho, Midoriya!
Sonrió, comenzando a caminar escalera abajo, viendo
Ahora que recordaba... Escuchó la conversación completa de las dos muchachas. Hablaban de él, y de sus "cosas raras".
Hm. Su madre es enfermera, ella le dijo que sus constantes cambios de sueño eran normales para chicos de su edad, y que tampoco eran algo tan preocupante... Además, ya lo estaba controlando. Hoy era un día raro nada más, de por sí todo el día estuvo muy raro enserio.
Y sobre las historias.... Pues simplemente era muy pasional, ¡Su mamá también se las contaba así! Si a ella le emocionaban tanto, a él también. ¡Incluso más! Sobre todo con esos sueños tan lindos que tenía...
... hablando de los sueños... ¿Qué fue eso?
Se detuvo en seco, volteando hacia la gran pared de cristal. Pegó su cara a la ventana, entrecerrando los ojos, observando de lejos la fuente...
Yue. La chica del sueño se parecía a Yue, la princesa que estaba esculpida en aquella fuente en el gran jardín de la biblioteca... La chica del sueño era bonita, le sonrió de forma cálida, le dijo algo... ¿Qué era? ¿La alcanzó a escuchar?
— Yue... ¿Era Yue? - Se separó de la pared. — Princesa Yue, convertida en el espíritu de la luna... ¿Eres real? - Llevó los dedos a su labio inferior y apretándolo un poco.
Continuó su camino bajando la escalera y yendo a seguridad.
— ¿Ah? - Su bento estaba encima del mostrador donde guardaban todas las cosas que dejaba la gente antes de entrar. Lo tomó entre sus manos... ¿Por qué se lo dejaría ahí el señor Shimano? Volteó a los lados, buscando al guardia que siempre estaba ahí. — ¿Hola? - Se asomó adentro de la oficina que estaba junto a seguridad... — ¿Hay alguien? - Caminó ahora a la puerta de entrada, esperando que, quizás, el señor guardia se habría salido o algo...
Pero llegó a la puerta y esta no abrió.
— ¿¡Pero qué?! - La sacudió tratando de abrirla. — ¡Abre, puerta! ¡Por favor! - Pero fue en vano.
—... ¡¡¡CHICOS!!!
Quinta cosa rara del día: Se quedó encerrado en la biblioteca junto a sus amigos.
Ochako, Tenya y Tsuyu estaban tranquilos en sus lugares, sentados, platicando en voz baja como siempre hacían en la biblioteca.
— ¿Creen entonces que las reencarnaciones sean reales? ¿Y qué Midoriya-kun es una? — Tenya alzó una ceja, acomodándose los lentes.
— Básicamente de eso hemos estado buscando ¿O no? Midoriya-kun ha buscado de eso mucho tiempo. - Tsuyu dijo, llevando una mano a su mejilla. — De alguna forma, inconscientemente, sigue buscando.
— Lógica irrefutable, Asui-san.
— Llámame Tsu, kero
— Lo que es curioso es que andemos investigando tanto sobre los tipos de los cuatro elementos. Casi nadie habla de eso ya. Y quienes conocen las historias lo toman como cuentos de hadas... - Ochako se recargó en la mesa frunciendo el ceño. — Y si se fijan, en la escuela cuando tenemos historia, siempre hacen falta cosas... - comenzó a jugar con un lápiz.
— Si me he fijado. - Tsuyu volteó hacia el techo.
— Aunque no me sorprendería que omitieran cosas. - Tenya añadió, cruzándose de brazos. — Primero, porque la historia siempre la cuentan los ganadores y es probable que alguien no quiera que los demás se enteren de algo que pasó, y segundo, porque una persona controlando cuatro elementos, espíritus malvados y buenos, y más cosas que hemos investigado, son difíciles de creer. - Volvió a hacer un movimiento robótico con la mano. — De por sí, el que gente como nosotros exista es difícil de entender, estamos muy acostumbrados a que existimos gente que puede controlar los cuatro elementos pero ¿Por qué lo hacemos? ¿Y realmente existirán esos espíritus?
— Pero los usamos, y los podemos controlar. Creo que eso es suficiente prueba de que estás cosas podrían existir. - Ochako frunció el ceño viendo a Iida. — ¿O qué tú no crees en nada y todo lo que hemos investigado con Izu-kun se te hace una tontería?
— ¡Claro que creo! - Iida dijo de golpe, rebanando el aire con la mano, ofendido. — ¡De hecho creo que muchas cosas que hemos encontrado tienen sentido! ¡En mis venas corre la sangre de la gran Toph Beifong y estamos seguros de que ella acompañó a Aang en sus viajes! ¡También ayudó a Korra en algún punto! ¡Yo solo estaba tratando de encontrar algo con qué justificar la desaparición de personajes tan importantes como Korra, Aang, Kyoshi, Kuruk, Roku, Genji, y muchos otros, de los libros de historia! ¡De hecho se me hace más probable que tuvieran algún enemigo en común todos ellos, que terminó haciéndolos desaparecer de la faz de la mente colectiva! - Iida explicó sin dejar de hacer sus movimientos robóticos.
— ¡Si, entiendo! Pero es que... - Uraraka suspiró. — A veces solo pienso en qué les pudieron haber hecho y-
— ¡¡¡CHICOS!!!
— ¿¡Ese fue Midoriya kero?! - Tsuyu preguntó, volteando a verlos.
— ¡Creo que sí! - Ochako automáticamente se levantó, corriendo a la escalera.
— ¡Uraraka-kun, no corras en la biblioteca está prohibido! - Dijo Iida, pero se levantó atrás de ella persiguiéndola. Tsuyu solo suspiró levantándose y yendo tras ellos.
Al llegar a la escalera, lo primero que vieron fue al chico de azul subir los escalones de dos en dos (¿Desde cuándo era tan ágil?). Iida lo atrapó.
— ¡Midoriya, no tienes por qué correr ni gritar! ¿¡Pero qué pasó?! - preguntó alarmado el muchacho de azul.
— ¡Iida-kun! ¡¿Cuándo entraste no estaba el guardia?! ¿¡O alguien más?! - Preguntó jadeando. Tenía el bento en sus manos.
— ¿Es tu comida? ¡Que tierno! - Tsuyu no pudo evitar decir, viendo el Tóper que tenía impresiones de conejos en la tapa.
— Uh... Sí. ¡Pe-Pero eso no importa! ¡Iida-kun! ¡Contesta por favor!
Iida levantó las manos.
— Cuando entré vi al guardia nada más. Estaba guardando sus cosas.
— ¿¡Y-Y no te dijo nada?!
— ... Oh no - Iida abrió los ojos como platos, y llevó sus manos a su cabeza. — Me dijo que iban a cerrar temprano y que nos saliéramos rápido...
— ... ¡Oh no a mí me dijo lo mismo! - Uraraka dijo de golpe, y empezó a ver a su alrededor. — ¿Nos quedamos solos?
— ¡Peor! ¡Estamos encerrados! - Izuku volteó a ver a la puerta. — I-Intenté abrirla pero no pude.
— Oh no... ¿Y ahora qué hacemos? - Tsuyu frunció el ceño. — ¿Qué acaso el guardia no checó que ya no hubiera nadie, kero?
— Supongo que no. Cuando iba subiendo iban bajando otras personas. Supongo que salieron. De seguro pensó que fuimos nosotros. - Iida dijo, intentando razonar la situación.
Izuku llevó los dedos a sus labios.
— Oh no esto es malo no tenemos los números de los trabajadores de aquí como para pedirles que nos abran y-y tampoco creo que activar la alarma a propósito para atraer a alguien sea buena idea porque-porque podría quedar en nuestro historial criminal p-pero no creo que podamos hacer algo más además de eso, Pe-Pero si fuera así entonces la alarma ya debería de haberse activado digo estamos adentro y-y-oh no ¿Y si queda todo grabado? De-Deben de haber cámaras por todos lados verán que corrimos en la biblioteca-pero espera no hay cámaras en éste piso, pero-pero se podrían activar las alarmas y eso-eso sería muy malo para nosotros y-
— ¡Izu-kun, calmado! - Interrumpió Uraraka, tomándolo de los hombros e inflando las mejillas.
— ¿¡Cómo me voy a calmar?! ¡E-Estamos encerrados sin poder salir! ¡M-Mi mamá se-se va a preocupar si no llego a casa! ¡¿Y-Y qué hay Asui-Digo Tsuyu-chan?! ¡Sus papás la están esperan-
Una cachetada un poco suave de parte de la castaña lo interrumpió.
— ¡Encontraremos la solución! ¡Solo no te desesperes! ¡Y ustedes tampoco! - Dijo volteando a ver a los otros dos. — Ahora solo come, y avísale a tu mami qué pasó y ya... Mientras nosotros veremos qué hacer para salir de aquí. - Ella señaló el tóper que tenía el de cabello verde.
Izuku solo... Hizo un mohín, se sentó en una esquina a comer.
— Uraraka-chan ¿Qué procede? - Tsuyu dijo nerviosa, jugando con sus manos.
— Buscar cómo salir de aquí ¿Qué más? - Dijo segura, encogiéndose de hombros. - Debemos de encontrar una ventana abierta o algo.
— Lamento interrumpir pero salir por una ventana no es muy viable. - Iida dijo, haciendo el mismo movimiento robótico con las manos. — Las ventanas son pequeñas en el primer piso, y si salimos por el segundo tendríamos que hacer uso de nuestros elementos para salir y eso es ilegal. Además tendríamos qué ayudar a Izuku a salir.
Uraraka se pegó en la frente con la palma de su mano.
— ¡Rayos, mis planes nunca funcionan!
— Solo tenemos que buscar otra solución, kero. - Tsuyu dijo, viendo a la pared de cristal. — ... ¿Por qué habrán cerrado tan temprano hoy? Apenas son las seis, kero.
— Mi hermano Tensei dijo que el día de hoy iba a pasar un maratón por frente de esta calle. Me imagino que tendría que ver con eso. - Llevó una mano a su barbilla.
— ... Uh. - Uraraka volteó a ver a Iida. — ¿No le podrías decir a tu hermano que nos saque?
— ¡Está trabajando y tiene prohibido usar el celular!
— ¡Pues cuando salga!
— ... ¡Oh cierto! ¡Le enviaré mensaje! ¡Mientras habrá que esperar entonces puesto que hoy sale a las nueve de la noche!
— Eso es una solución, kero. - Dijo tranquila.
Izuku los escuchó desde su esquina, con las mejillas llenas de comida.
— Bueno, si vamos a esperar... continuaré con mi investigación... - Se dijo en voz baja.
Enserio estaba teniendo un muy MUY mal día. Tras terminar de comer trató de hacer lo que se propuso: Leer. Pero ya había pasado una hora y su cabeza no daba indicios de querer trabajar hoy. Simplemente su cerebro dijo... hoy no, gracias.
— ¿Pecas? - Uraraka le picó el hombro. Llevaba más de veinte minutos viendo la misma página.
— ... No me puedo concentrar.
— ¿Y eso? - Tsuyu volteó a verlo, levantando la vista de su libro.
— N-No lo sé. Todo el día he estado sintiéndome muy raro... Cómo... Cansado.
— ¿Dormiste anoche? - Iida volteó a verlo con severidad. — ¡Tienes que dormir de noche para poder rendir en el día!
— ¡Sí dormí, Iida-kun! ¡De hecho me dormí como cuatro horas en ese sillón! - Señaló un sillón que estaba cerca. De seguro aún tenía la forma de su cuerpo, de por sí el sillón no era muy cómodo y el asiento se sumía. — Pero siento como si no hubiera dormido en.… tres días. - Dijo dejándose caer en la mesa de cara, golpeando de la nariz en el proceso pero sin hacer nada contra ello. — ... Auch.
Uraraka alzó una ceja.
— ¿Estás estresado por algo?
— ... ¿No? No tengo exámenes cerca, no tengo nada que presentar... - No tiene a Kacchan molestándolo y esos amigos de él de repente lo saludan a lo lejos lo cual lo hace sentirse menos mal al respecto...
— Déjame ver qué tan estresado estás, kero. - Tsuyu se levantó de su asiento, acercándose a él. Izuku no se movió, aún con la cara aplastada contra la mesa, solo... Se quedó ahí.
De golpe, la muchacha de cabello verde pasó los dedos por toda la columna de Izuku-
— ¡Ay no hagas eso! - Se levantó y se sacudió, sintiendo escalofríos pasar por su cuerpo entero. — ¡S-Se sintió horrible, oye! - La sacudida hace que casi se caiga de la silla. Al final solo se volvió a dejar caer en la mesa, ahora en la mejilla.
— ¡Perdón! - Dijo ella nerviosa. — Pero el que te sacudieras así creo que significa que sí estás muy estresado, kero. - Hizo un mohín.
— ... Ah.
— ¡Oh-Oh, hazme a mí! - Uraraka se dejó caer sobre la mesa, igual que Izuku. — ¡A ver qué se siente eso!
Tsuyu hizo lo mismo con Uraraka, pasando los tres dedos por toda la columna vertebral de la chica. Ella también se sacudió pero no tan fuerte como Izuku.
— ¡Ay, si se siente feo! - Sacudió la cabeza. — ... ¡A ver otra vez!
— Uraraka-kun, para. - Iida puso la mano sobre la cabeza de la chica. — Creo que Asui-san quiere llegar a algo con esto. - Hizo con la otra mano el mismo movimiento robótico.
— Que me llames Tsu, kero. - Ella solo suspiró. — por cierto ¿Me pasas mi botella de agua? Esta en mi mochila. - La de ojos saltones señaló la mochila, y el de lentes se levantó para agarrar la cantimplora que señaló.
— Aquí tienes, Asui-san. -
Tsuyu solo suspiró.
— Te dije que me llames Tsu, y gracias, kero. - La tomó entre sus manos abriéndola. Sacó agua en su mano. — Quiero intentar algo, Midoriya-kun. ¿Puedes levantarte el cabello del cuello?
— ... ¿Qué quieres hacer? - Preguntó, pero se levantó los rizos del cuello.
— El otro día leí en mi libro que hay formas de aliviar el estrés con agua control. - Dijo tranquila, llevando el agua elevada en su mano a su cuello.
— ... Okay. Creo que sé que quieres hacer. Mi mamá me ha comentado que es posible afectar el cerebro con eso... - Se dejó hacer lo que fuera a hacer la muchacha.
Tsuyu asintió. Comenzó a hacer movimientos con las manos, el agua en el cuello de Izuku comenzó a dar pequeñas vueltas y el agua comenzó a brillar en un tono azul.
— ¿Qué quieres hacerle Tsuyu? - Ochako se levantó de su lugar, viendo el agua girar en el cuello de Izuku.
— Estoy tratando de ayudarlo a elevar sus niveles de serotonina, dopamina y algunas endorfinas para ayudarlo a qué se desestrese. - Dijo tranquila, entre cerrando los ojos.
— ... No entiendo, Asui-san. - Iida frunció el ceño.
— Es algo que viene en mis libros. - Dijo ella tranquila, tratando de mantener los movimientos suaves, pero sus manos eran algo toscas a decir verdad.
— Uh... ¿Lo has hecho antes? - Izuku preguntó algo preocupado. Su mamá le dijo que incluso la gente talentosa en el campo tenía que tener cuidado en cómo hacer ciertas cosas.
— No hables, kero. - Tsuyu no contestó a su pregunta, solo continuó con los movimientos.
Izuku hizo un mohín. Solo suspiró, haciendo una mueca, y se dejó hacer lo que sea que le estuviera haciendo, aunque no sentía gran cambio.
— ... ¿Qué se supo-
— Que no hables, kero.
— Perdón pero-
— Te digo que no hables... - Tsuyu hizo un movimiento que hizo que el agua brillante tocara los dedos que sostenían los rizos del de cabello verde. — Si me distraes podría pasar algo malo, kero.
— ¿Algo malo? - Preguntó Ochako frunciendo el ceño.
— Creo. Se supone que la curación debería ser natural para nosotras pero la verdad es que no soy muy buena, kero.
— ¿entonces soy un conejillo de india-
— Que no hables, kero. - Volvió a sentir como el agua lo tocaba, ahora directamente su cuello. Sintió un escalofrío por esto, pero al instante sintió como algo hacía "clic" en su cuerpo.
— Hmmm... Creo que ya. - Levantó las manos y automáticamente el agua dejó de brillar, y con un movimiento suave la devolvió a su botella.
Izuku se levantó.
— ¿Cómo te sientes, Midoriya-kun? - Iida preguntó.
— Normal... ¡Ya no tengo sueño! - El de rizos parpadeó y volteó a los lados. — No sé qué me hayas hecho pero... Gracias. - se secó la nuca.
— De nada kero. - Ella sonrió un poco, aunque por lo bajo dijo — entonces si me salió... -
— ... ¿Cómo que si te salió? - Uraraka entre cerró los ojos.
— No soy muy buena en medicina. - Tsuyu simplemente se encogió de hombros.
Izuku volteó a verla incrédulo.
— ... ¿Entonces sí fui un conejillo de indias?
— Básicamente, kero.
— Asui-san, creo que debes ser un poco más precavida con este tipo de cosas. - Dijo Iida a modo de regaño. — No se debería de jugar con la salud de tus amigos ni usarlos de conejillos de indias para tus clases.
— Pero no creo que si lo haya hecho "mal", le pase algo. - tranquilamente tomó agua de su botella.
Izuku frunció el ceño un poco.
— De hecho... Creo que concuerdo con Iida, Tsu-chan - Se cruzó de brazos. — Mi mamá es enfermera y siempre me ha dicho que para hacer curación tienes que ser muy cuidadoso.
— Lo sé. De hecho tuve el mayor cuidado que pude para no hacer algo mal, es por eso que te pedía que no hablaras. - Le picó una mejilla de forma un poco juguetona. — Pero tampoco es como si hubiera trabajado en la zona del corazón o alguna zona peligrosa. Trabaje en tu cuello por eso mismo. - Explicó, ladeando la cabeza. — Y si bien no soy experta, sé cómo evitar ciertas zonas para no hacer algo mal.
— ... Bueno... - El de cabello verde suspiró, viendo al techo.
—... Tsuyu ¿Me haces a mí también? - Preguntó Ochako acostándose. — No estaré tan estresada como Izuku pero... - Se encogió de hombros.
Pasaron entre diez y quince minutos. La verdad es que aunque le devolvió la energía... Seguía sin ánimos de leer, por lo que se quedó viendo TigTogs en su celular. Ochako, que también recibió este extraño "boost" de energía de parte de Tsuyu, estaba viendo vídeos junto con él.
— Creo que eso que hiciste no funcionó del todo, Asui-san. - Dijo Iida haciendo una mueca. — Están más distraídos que antes.
Tsuyu suspiró, tendría que acostumbrarse a que el muchacho no la llamaría como quería.
— Supongo que no, pero la menos Midoriya-kun ya no se está durmiendo.
Izuku soltó una carcajada ante uno de los vídeos, Ochako a su lado solo le quitó el celular y escribió algo.
— ¿Que están haciendo, chicos? - Iida se levantó de su lugar y fue a dónde estaban.
— ¡Nada-Nada! - Ochako dijo. Izuku se hizo aire con las manos pues seguía riéndose, hasta con lágrimas en los ojos. Cambió el vídeo.
El de cabello azul se asomó a ver el celular.
— ... ¡NOOO! - Los tres gritaron al mismo tiempo.
— ¿¡Q-Qué pasó?! - Tsuyu preguntó alterada.
— ¡Es mejor que veas! - Dijo Ochako, pasándole el celular a la muchacha.
Tsuyu tomó el celular. El vídeo mostró a una chica, y un pequeño gatito... Parecía que le iba a dar un besito.
— Kero, que bonit-¡NO! - Gritó al instante de ver qué la chica en vez de darle el beso le mordió al gato la cara (suavemente, pero aun así se vio igual de gracioso y feo). — ¿¡Por qué están viendo esto?! - Preguntó horrorizada.
— ¡N-Nos salió ahorita! - Izuku dijo, empezando a reír de nuevo sin razón alguna. Tsuyu le pasó de nuevo el celular, pero se levantó y se puso detrás de ellos para también ver.
Estuvieron viendo más vídeos, entre ellos uno de un peculiar chico con cabello rojo y blanco... ¿Todoroki-kun? Pensó Izuku, pero Ochako cambió de vídeo sin siquiera pensarlo. En el momento no prestó mucha atención a decir verdad...
Fue en ese momento en que sintió algo extraño en sí mismo. Un golpe de energía aún más grande que el que ya tenía. Dejó el celular sobre la mesa, haciendo un gran ruido.
— Tengo hambre otra vez. - Dijo, comenzando a golpear con las palmas de sus manos la mesa.
— ¿Hambre? - Ochako volteó a verlo.
— Sí~ mucha. - Ahora también empezó a mover los pies.
— ... ¿Midoriya-kun, te sientes bien? - Tsuyu les pasó una mano frente a los ojos al chico.
— Como nunca pero con mucha hambre. Y muchísima sed. - Volteó a verla, sonriendo de forma extraña.
Tsuyu en ese momento notó que tenía los ojos dilatados.
— ... Eh... Midoriya-Kun, ¿Qué comiste antes de que te ayudara con el estrés?
— ¿Eh? Antes de... - el de pecas volteó a ver el tóper de bento. — ... No me acuerdo... - Y se empezó a reír mucho otra vez.
— ¿Qué le pasa ahora? - Ochako preguntó riendo nerviosa.
— Midoriya-kun, mírame. - Tsuyu pidió, frunciendo el ceño. Le tomó las mejillas. — Haz memoria. ¿Qué comiste?
— Uh... No me hagas pensar ahorita...
— Oh no ¿Quién eres y que le hiciste a mi amigo? - Ochako dijo de golpe.
— ¡Uraraka-kun, creo que no estamos en momento para bromas! ¡Y Midoriya-kun, contesta la pregunta!
— Ay... - Volteó a ver su bento otra vez. — Ahora que lo pienso que era una ensalada de fruta con arroz dulce y un panecito relleno de chocolate...
— ¿¡Comiste nomás eso?! ¡Con razón tienes hambre otra vez! - Iida dijo, regañando al muchacho.
— Era el lunch que me tenía que llevar a la escuela... - el de pecas infló las mejillas.
Ochako solo se les quedó viendo.
— ... Eso es mucha azúcar... Dijiste que tienes sed, ¿No? Y que tienes mucha energía.
Izuku asintió simplemente. Mantenía la sonrisa tonta.
— ... Creo que a Midoriya le dio un pico de azúcar, kero.
— ¿A qué te refieres, Asui-san? - Iida preguntó. Izuku por su parte siguió moviendo los pies y las manos como loco.
— Un pico de azúcar... Es... Lo que les pasa a los niños pequeños cuando comen mucha azúcar, kero. - Llevó un dedo a su mejilla. — Esto les pasa a mis hermanos cuando comen azúcar después de las seis de la tarde.
Ah, sí. Esta es la sexta cosa rara que le pasó hoy.
— ¡A mí me daba eso de pequeña! - Dijo Ochako haciendo un mohín. — Mis papás me ponían a correr por toda la casa hasta que me caía de cansancio.
— Yo hago exactamente lo mismo yo cuando me toca cuidarlos y comen galletas sin mi permiso, kero. - Tsuyu vio al de cabello rizado, pensando qué hacer. Solo pensó en darle su botella de agua. — Midoriya-kun, ¿A ti te pone loco el azúcar normalmente?
— Uh-No. De hecho a mi todo me da sueño. - Se encogió de hombros.
— ... Oh no. - Tsuyu llevó una mano a su boca. — ¿Habré sido yo?...
— Naaah, quizás solo ando feliz~ - El chico se estiró en la silla, y luego se quedó mirando a la nada unos segundos... Y luego volteó a ver a Uraraka. — Quiero correr, ¿Podemos correr? - Se levantó de la silla.
— ¡Midoriya-kun, estamos en una biblioteca! ¡No podemos correr!... Aunque quizás te ayude con tu condición actual... - Llevó una mano a su barbilla.
Tsuyu solo se le quedó viendo.
— Midoriya-kun, corre alrededor de la mesa hasta que te canses, kero.
Izuku hizo caso, comenzando a correr alrededor de la mesa. Aunque se tropezaba.
— Vaya, suenas como una hermana mayor. - Ochako dijo moviéndose en la mesa de un lado a otro.
— ... Ochako-chan.
— ¿Que?
— ¿Tú no te sientes igual, o sí?
— ... - La castaña llevó una mano a su barbilla. — Ahora que lo dices... Me siento con energía pero no al nivel de tener necesidad de correr.
— Mírame a los ojos, kero. - Ochako hizo caso. — ... Algo me dice que sí fui yo. - Tsuyu se cruzó de brazos. — Recordatorio, no volver a hacer esto jamás...
— ¿Eh?
— ... Ochako-chan, a correr alrededor de la mesa.
— ¿¡Por qué?!
— Se te están dilatando los ojos igual que a Midoriya, kero. - Tsuyu se sentó finalmente en la que era la silla de Izuku.
— Pero-Pero no me siento mal.
— No importa, ahora a correr.
— Ains... - Se levantó y empezó a perseguir al de pelo verde.
Estuvieron así un rato hasta que Ochako se detuvo.
— ¡Es aburrido correr en círculos! - La castaña se quejó. —¿No podemos intentar algo más?
Izuku no se detuvo y dio una vuelta entera, chocando con la espalda de Ochako en el proceso. Obvio se detuvo después de esto.
— ¡C-Cuidado, pecas! - volteó a verlo. El chico se seguía viendo demasiado animado. Ella suspiró. — ¿No creen que podríamos hacer algo más? No sé, correr en la escalera.
— Correr en las escaleras es muy peligroso, Uraraka-kun. - Tenya dijo, acomodándose los lentes. — Recomendaría que siguieran corriendo alrededor de la mesa, al menos así mantendremos contenida todo el ruido que podría meternos en problemas si nos ven en las cámaras.
— ¡Pero estamos encerrados y solos! - Ochako dijo de golpe. — ¡Es aburrido! ¡Son unos aburridos! - Dijo señalando a sus amigos de forma burlona.
— De hecho no hay cámaras en este piso, solo en la entrada y en el tercer piso porque allá arriba hay computadoras - Izuku dijo en voz baja, pero todos lo escucharon.
— Midoriya-Kun, ¿cómo sabes eso? - Iida preguntó entre cerrando los ojos.
— ... ¡No me gusta sentirme observado! ¿¡Sí?! - Dijo abrazándose a sí mismo.
— ¿¡Ven?! - La de cachetes regordetes dijo, haciendo manos de jazz - ¡Podemos hacer lo que queramos! ¡Yo digo que hagamos algo más animado, Izu-kun!
Tsuyu se les quedó viendo a los dos. Izuku estaba dando saltitos en su lugar, y Ochako seguía viéndose bastante animada... Luego, vio como la castaña pasó su brazo por los hombros del chico, moviéndose de un lado al otro y haciendo que el otro también se moviera de un lado a otro. Parecían estar bailando.
— ... ¿Y si graban de esos videos? Donde bailan y así. - Dijo ella, sacando su celular. — esos videos del tigtoga
— Oye esa es una buena idea~ - Ochako dijo, lanzándose sobre la mesa y tomando el celular de Izuku. — ¡Vamos a grabar TigTogs, Pecas!
— ¡Okay! - Izuku solo levantó las manos, sacudiéndolas. — Pero debo advertir que bailo como jirafa borracha... - Susurró.
— ... ¿¡Jirafa borracha!? ¡Eso lo tengo que ver!
— ¡No quieres ver! ¡Vas a terminar odiándome!
La verdad es que no grabaron mucho al final. No se sabían casi ningún baile, e Izuku tenía razón al decir que bailaba como jirafa borracha: Sin coordinación y casi se cae tres veces; así que mejor decidieron poner música y ponerse a bailar en el pasillo sin grabar nada (Aunque Izuku estaba seguro de que su amiga Ochako subió un tigtogs a SU cuenta de él bailando horriblemente... Esperaba que no se volviera viral).
— ¡Chicos, estamos en una biblioteca! ¡No debemos hacer ruido! ¡Podrían regañarnos! ¡Sé que Midoriya dijo que no había cámaras por aquí, pero quizás se enteren, porque tienen micrófonos o algo!
— ¡Cuando no hay policías cerca todo es legal! - Izuku dijo, extrañamente más animado que antes. Se subió a la mesa dando pequeños saltos. — ¡Perdón pero necesito sacar el estrés! ¡Y la energía! - Salto de la mesa al piso.
— ¡Eeeh! ¡Midoriya-kun se volvió más loco! - Tenya gritó, atrapando al chico antes de que cayera de sentón. — ¡Asui-san! ¡Tienes prohibido hacer eso que hiciste otra vez!
Tsuyu suspiró, haciendo una mueca.
— Ya aprendí mi lección desde que se le dilataron los ojos, Iida-kun... - Rodó los ojos.
— Uh... - Uraraka se sentó en el suelo. — Creo que yo ya me cansé. — se acostó en el piso. — Iida-kun, ¿Tu hermano ya te contestó? ¿Qué Hora es?
Iida sacó su celular, aún con el de pecas cargado en el brazo. Este último estaba moviendo los brazos.
— ... Vio el mensaje nada más... Le voy a enviar otro. - Iida soltó al muchacho de pelo verde, quién se fue a acostar junto a Uraraka pero seguía moviendo los brazos como loco. — Esperemos que ahora sí me conteste y venga alguien por nosotros.
— Sigo con hambre. - Dijo de repente el de cabello rizado.
— De seguro es más bien sed. - Tsuyu también se fue a acostar junto a ellos. — Lamentablemente te acabaste mi agua hace rato.
—... Oh. - el chico sonó algo entristecido.
Iida se les quedó viendo, alzando una ceja... Al final, decidió hacer lo mismo: Acostarse con ellos. Los cuatro ahí formaron una cruz en el piso, viendo al techo.
— ... ¿Saben algo? - Izuku dijo de golpe, viendo al techo. — Hace mucho no pasaba tiempo con amigos...
— ¿Nos consideras tus amigos? - Iida preguntó, llevando sus manos a su estómago.
— Sí, la verdad es que sí. - el de pecas no pudo evitar sonreír. — Aunque no nos conocemos del todo, y apenas llevemos tres meses de todas nuestras reuniones...
—... Chicos, ahora que lo pienso... - Uraraka estiró sus brazos a los lados. — Nos reunimos y, creo, somos amigos... Pero... ¿Sabemos algo entre nosotros además de que Iida-kun es maestro tierra, Tsu-chan maestra agua, Pecas un no-maestro y yo maestra aire?
— Sabemos que Iida es descendiente de Toph Beifong. - Tsuyu comentó. — Y que tú vienes de Ba Sing Se, kero. - Señaló a Ochako. — Y que Midoriya-kun es muy inteligente y le gusta investigar cosas.
— ¿Crees que soy inteligente? - Izuku volteó a ver a la chica.
— Sin duda, Midoriya. Eres de las personas más inteligentes que conozco, Midoriya-kun. - Iida confirmó. De seguro estaba haciendo sus movimientos robóticos. — Además de que tú organización con tus libretas es excelente, y nos has ayudado mucho con entrenar.
— Sobre todo a mí. - Uraraka agrego. — Si no fuera por ti estaría igual que cuando llegué a la ciudad.
— Gracias...
— No, pecas. Gracias a ti. - Estiró la mano y lo picó en el hombro. No pudo evitar sonreír unos momentos para luego mirar al techo pensativa. — Pero además de eso. ¿Sabemos algo? Tipo... No sé, ¿Qué nos gusta hacer? Además de leer y entrenar.
— ... ¿Cuál es tu color favorito, Iida-kun? Pero... Uno bien específico. Ya vez que hay gente que contesta que el naranja del amanecer, y otros que el rojo de un vino. Algo de ese estilo...
— ... Creo que el azul. - el muchacho de lentes dobló las piernas. — Pero el color que el mar toma en la noche. Cuando las estrellas y la luna iluminan el mar y le dan ese tono de azul tan profundo.
— Buena respuesta. - Tsuyu sonrió.
— ¿El tuyo, Uraraka-kun? - Iida preguntó.
— Uh... - Suspiró haciendo un mohín. — El rosa. Cómo las flores de cerezo. Ese tono de rosa... ¿Qué hay de ti, Pecas?
— ... Tengo dos... Dos colores favoritos. - Dijo él, viendo al techo. — El verde en diferentes tonalidades, como las hojas de un pino alto, o como el color de la menta, o el de una esmeralda recién cortada. - Estiró una mano y la llevó a su frente. — El otro, es el color de los rubíes, un rojo intenso y profundo... Creo que por eso escogí estos tenis. - Levantó la pierna enseñando su zapato.
— Vaya. Tienes muchas opciones entonces. - Tsuyu dijo, sonriendo de lado.
— ¿Cuál es el tuyo, Tsu-chan?
— Uh, A mí también me gusta mucho el verde kero... Pero el brillante, como el que tiene el pasto recién cortado, o el color que tienen las ranas de jardín del pantano en el que solía vivir. - Tsuyu preguntó.
— ¿Vivías en un pantano? - Izuku preguntó.
— Sí, pero mi familia y yo nos mudamos a Ciudad República cuando mi hermana menor nació.
— Interesante. - Ochako sonrió. — Ambas somos foráneas entonces.
— Básicamente, sí.
Iida se quedó viendo al techo.
— Sé que todos estamos en secundaria. Y que Asui-san está estudiando un poco de enfermería. Pero... ¿Qué quieren ser cuando lleguen a la universidad?
— Yo quiero ser química-bióloga. - La de cabello verde dijo. — Pero estoy estudiando enfermería por obligación. La verdad no me gusta mucho atender personas. - Se encogió de hombros. — También tiene que ver con que, según esto, las mujeres somos mejores para esto pero... Creo que acabo de probar mi punto, ¿No, Midoriya y Uraraka? - Sonrió con diversión.
Izuku no pudo evitar reír.
— Sí, creo que lo sabemos ahora... - Suspiró tranquilo. — ¿Y tú, Iida?
— Yo solo quiero seguir los pasos de mi hermano. - Dijo tranquilo. Se sentó en su lugar, volteándolos a ver ahora. — Es tradición de mi familia, ser policía o detective. En mi caso, quiero ser detective, como mi hermano, y hacer que en mi familia estén orgullos de mí.
— Tradicional~ - Uraraka sonrió.
— ¿Y qué hay de ti? - Tsuyu preguntó, viendo a Uraraka. Se sentó, ahora volteándolos a ver exactamente igual que Iida.
— Yo quiero ser astronauta o piloto. - Dijo de golpe Ochako. — Quiero poder surcar los cielos, conocer mundos desconocidos y encontrar aventura. Viajar en este planeta, e incluso a otros. - Sonrió, de forma soñadora. Se sentó, volteando a verlos. — Pero... Mi familia... - Su mirada soñadora se ensombreció un poco, y abrazó sus piernas. — Pasamos por dificultades económicas muy fuertes. Mis padres son dueños de una constructora y... No nos va muy bien. - dio un suave suspiro... — Y si añadimos que... Estoy acá, sola, la situación está peor.
— ... Es cierto, Uraraka-chan ¿Por qué estás tan lejos de tu casa y sola? - Izuku volteó a verla.
— En Ba Sing Se no había nadie con quien aprender aire control. Es... Complicado. Yo... Cuando empecé a manifestar mis habilidades causaba muchos problemas... Llegué a destruir una vasija de mi mamá con un estornudo a los siete años, y no podía controlarme. Y bueno, Ba Sing Sé podrá ya no tener esos mugres anillos que tenía hace siglos que separaban a las clases sociales en ricos media clase y pobres, pero las diferencias económicas todavía afectan, todavía hacen diferencia entre quienes hubieran sido del “anillo interno” y quienes somos del “medio” o del “inferior”, para los maestros tierra incluso hay diferenciación en cuanto a la cantidad de dinero que pueden pagar. Ahora imaginen para una maestra aire, las escuelas de control en Ba Sing Se son carísimas, y no teníamos dinero... Así que la única forma de aprender aire control ahí era unirme a la nación aire y aprender de forma gratuita con ellos, pero no quiero.
— ¿Por qué no quieres? - Tsuyu hizo una mueca.
— Yo... Quiero viajar, pero... También quiero ayudar a mis papás. – Comenzó a jugar un poco con su cabello. - De hecho... Mi sueño de ser astronauta o piloto tiene qué ver con el dinero que puedo ganar con ello... El espacio y el cielo son mi pasión, y conseguir algo tan... redituable con algo que me gusta me encantaría, porque podría ayudarlos, y estaría haciendo lo que me gusta. - Suspiró, estirando las piernas de nuevo. — Pero si me unía a los nómadas tendría que desprenderme de absolutamente todo: De mi familia, de mis posesiones, mis sueños... Sí hablamos con unos, pero... No me gustó la idea.
— ... Y viniste a Ciudad República para aprender sin comprometerte a ser parte de ellos. ¿No? - Izuku la vio desde su lugar.
— Sí. Yo... eh... Se supone que voy a estar un año aquí nada más. Vine con una beca.
Izuku no pudo evitar reír ante eso.
— Eso suena a mi mami.
— ¿Uh? - Los tres voltearon a ver a Izuku en ese instante.
— Mi... Mi mami viene de la tribu agua del sur. Vino a ciudad república cuando tenía unos... Dieciocho, creo… a estudiar para ser enfermera. – Dobló las piernas. — Aquí conoció a mi padre y pues... Se casaron, por lo que no tuvo que volver al sur. - Se encogió de hombros. — Luego mi padre se fue cuando estaba a punto de nacer por cuestiones de trabajo, y nos dejó a mi mamá y a mí, solos.
—... Oye, Midoriya. - Tsuyu se inclinó un poco. — ¿Por qué nunca hablas de ti?
— ¿A qué te refieres?
— Pues... - llevó un dedo a su mejilla. — Estamos hablando de nosotros, ¿No? Y... Trajiste a tu mamá, en vez de decirnos qué quieres ser de grande. Y creo que es la primera vez que hablas de tu padre con nosotros…
— ... Uh...
— Es cierto. Y también cuando investigamos, nunca dices ‘oh yo hice esto’ ‘encontré esto’ ‘mira yo sé esto’. Siempre es... ‘Mi mamá me contó esto’ ‘mis amigos me dijeron esto’ - Uraraka frunció el ceño.
— ... Ni... Ni me había dado cuenta. - Izuku volteó a otro lado. — Q-Quizás es porque... No me gusta hablar de mí.
— Es totalmente comprensible, Midoriya-kun. - Iida contestó, moviendo su mano. — Pero creo que debería ser lo justo que hablaras un poco de lo que piensas ser de grande para que todos estemos a mano.
— ... - Izuku solo suspiró, viendo a otro lado. — ... Yo...
— Está bien, Izu-kun, no te fuerces. Si no quieres decirnos está bien. - Ochako pasó su mano por los rizos del chico. Éste solo apretó los ojos un poco.
— ... Es solo que... - sonrió, pero no se veía feliz. — Yo... tiendo a alejar a la gente sin... sin pensar... yo... - suspiró, pero sonó más como un sollozo. — No-No me gusta hablar de mí mismo, porque-porque, cuando-cuando lo hago, yo... yo... - sus ojos comenzaron a arder. Esto hizo que se llevara la mano a los ojos, tratando de apretarlos y evitar que le salieran las lágrimas. — Yo solo... solo sé que quiero-ayudar a los demás, quiero-quiero ser capaz de ser útil a los demás, yo quiero hacer algo bien en mi vida y-y dejar una huella en el mundo del gente que amo, me gustaría... Cambiar algo para el bien mayor, incluso la cosa más pequeña, solo deja una semilla para hacer un cambio mayor. Todavía no sé qué quiero ser cuando sea grande, solo sé que quiero ayudar a los demás, hacerlos felices y que se sientan seguros. Pero es difícil, porque… ¿Cómo puedo ayudar a los demás cuando me siento mal conmigo mismo? Cuando hablo de mí, termino alejando a los demás, termino haciéndolos sentir asqueados. Es como... Como si el simple hecho de ser yo, hace que le de asco a la gente - Comenzó a sollozar y respirar entrecortado, con una voz dolorosa. — Cuando hablo de mí, mi padre siempre termina interrumpiéndome y no me deja decir nada más que el típico 'Oh, la escuela es genial' y 'Te amo papá'. Cuando le conté a mi mejor amigo hace tres años sobre una pesadilla horrible que tengo cada maldita luna llena desde que tengo seis, dejó de hablarme y comenzó a burlarse de mi e incluso a golpearme, y ahora me reemplazó con unos niños que ni siquiera conozco. Y cuando hablé de cómo mi amigo Kacchan comenzó a ser malo conmigo con mi único otro amigo Todoroki-kun hace tres años, terminó mudándose de la ciudad y ni siquiera fue su culpa porque su hermano se suicidó y su familia se mudó. Cuando hablo de mis sueños en la escuela, mis compañeros se ríen de mí. Es como si hablar de mí, de mis problemas, de lo que quiero, de lo que me gusta, de lo que siento, simplemente... Aleja a los demás. Yo-y yo-yo no quiero que eso suceda ahora, no con ustedes. Yo... terminé obsesionándome con las historias del pasado y el pro-control y los elementos, solo porque es lo único que me ha mantenido cuerdo desde hace tres años, tres años que he estado completamente solo! - Se sentó y ya no pudo contenerse. Él comenzó a llorar, fuerte: con las lágrimas corriendo por sus mejillas, sollozando ruidosamente, temblando en su lugar, dándole la espalda a sus amigos. — Yo... me siento tan solo...
Ochako volteó a ver a los otros dos, quienes se quedaron en silencio viendo al de pecas desahogarse entre lágrimas. La de cabello castaño solo... Pensó en pasar su mano por la espalda del muchacho, y así lo hizo, dándole palmaditas.
— Tranquilo... Todo estará bien... - Ochako dijo con voz suave. — De seguro nada de eso es tu culpa...
— Concuerdo con Uraraka-kun. - Añadió el de lentes, pero con una voz muy suave. — De seguro será porque no te conocen realmente, o quizás son personas que no te comprenden del todo.
Tsuyu hizo una mueca viendo a Iida. Volteó a ver de nuevo al muchacho, que seguía llorando. No... No sabía qué decir o hacer. Intentó medir sus palabras para lo siguiente que diría.
— Midoriya-kun, ¿De verdad crees que hayas sido tú quien los alejó y no la decisión de los demás?
El chico, aún con los ojos rojos, solo volteó a verla. Seguía sollozando, pero escuchar aquello lo hizo empezar a calmarse.
— Es que... Si fueras tú, ¿Crees que seguiríamos aquí? -
— Sí, pecas. De seguro fue algo personal, no en tu contra. - Ochako ladeó la cabeza, sonriendo de lado de forma cálida, sin dejar las palmaditas. — Lo de tu padre suena mal, también lo de tu amigo... Y lo de tus compañeros de la escuela... Lamento que tu otro amigo se haya ido... Pero ahora nos tienes a nosotros tres, y a tu mami. No estás solo...
— Eres una persona muy valiosa, además de inteligente. - Iida agregó. — Creo que hablo por los tres cuando digo que apreciamos tu amistad y compañía.
Izuku se les quedó viendo unos segundos, antes de limpiarse con las manos las lágrimas... ¿Lo apreciaban? ¿Su amistad?...
Estuvo tres años solo, pensando en que no volvería a tener amigos jamás. Pensando en que hablar de él lo harían una carga. Que simplemente mostrar alguna necesidad o algo más lo harían quedarse solo...
Pasó con Kacchan, habló de su sueño, de cómo le dolían sus entrañas al despertar, de lo asustado que estaba cuando soñaba eso... Y se enojó tanto con él por no comprenderlo que terminó dándole la espalda. Habló con Todoroki-kun, de cómo hablar de aquel sueño causó que Kacchan se alejara de él, Todoroki-kun encontró algo lógico de por qué Kacchan se enojó con él, lo apoyó y... Se mudó de golpe porque su hermano mayor cometió suicidio y no lo ha vuelto a ver desde entonces... Y su padre, alguien que se supone debería estar pendiente de él pero que no lo hacía, alguien que... Espera, ¿siquiera el hombre tenía el derecho del título de padre? Les daba dinero pero su mamá aun así tenía que trabajar, nunca lo había visto más que en viejas fotos, le enviaba regalos pero ni se preocupaba por su escuela, no lo dejaba hablarle de sí mismo, absolutamente nada...
¿Realmente estaba solo por su culpa? ¿O... Simplemente dejó de intentar hacer amistades después de que se le quebrara el corazón tantas veces por la pérdida?
— Ven aquí, pecas. - Ochako dejó de darle palmadas en la espalda, y se levantó de su lugar, tomándole el brazo. Lo obligó a levantarse, pero el mantenía la mirada en el piso pensativo.
Ella tomó su otro brazo, empezando a hacer que se moviera en su lugar, como bailando, al ritmo de una balada... Fue en ese momento en que Izuku se dio cuenta que en todo este rato había música, escuchándose desde el reproductor de su celular.
Tsuyu al instante también se levantó, acercándose a ellos y tomando sus manos, uniéndose al pequeño baile lento que hacían, y Tenya hizo exactamente lo mismo segundos después. La música los hizo empezar a girar, e Izuku comenzó a distraerse de su tristeza.
— ... I... I will be king... And you, you will be queen - Tsuyu empezó a tararear la canción.
Izuku miró a sus amigos.
— Through nothing will drive them away - Tenya siguió la canción, un poco más fuerte. —
— We can be heroes! Just for one day! - Ochako gritó ahora, levantando las manos y las de sus amigos Izuku y Tsuyu en el proceso.
Izuku no pudo evitar sonreír.
— We can be us, just for one day... - Terminó de cantar.
Iida se separó un poco e hizo girar a Tsuyu, luego ella hizo lo mismo con Uraraka, Uraraka con Izuku, e Izuku con Tenya (este último se tuvo que agachar para que el brazo del de pelo verde alcanzara a darle la vuelta).
Así, estuvieron un rato hasta que la canción cambió por algo más rápido. Sin pensarlo, los cuatro comenzaron a bailar más rápido, extremadamente descoordinados, pero no les importó: Al parecer necesitaban esto. Sus pasos los terminaron llevando a una mesa, en la que Ochako y Tsuyu se subieron, danzando de un lado a otro, juntas. Ochako se bajó, e Izuku se subió después, bailando igual que Tsuyu, siguiéndole el paso pero mal: Como Jirafa borracha, exactamente lo dijo él que bailaba. Luego, también Tenya se subió (los otros tres lo animaron a qué lo hiciera) y comenzó a hacer algunos pasos con los que parecía un robot, pero genuinamente bailaba bien (a decir verdad, era quien mejor bailaba de los cuatro). Luego, quedaron encima de la mesa Izuku, Tenya y Ochako. Luego estaban los cuatro.
Y así estuvieron un rato hasta que los cuatro cayeron rendidos en el piso.
— Chicos, habrá que limpiar esto porque es muy irrespetuoso e irresponsable de nosotros dejar esa mesa toda llena de nuestras pisadas. - Dijo Iida, recuperando su tono habitual. — Y no volveremos a bailar de esta manera en una biblioteca, es extremadamente irrespetuoso. Hay que agradecer que no hay cámaras, si es que Midoriya no nos mintió.
— Sí, sí. Como sea. - La castaña le restó importancia a la situación moviendo la mano y tirando con aire la tierra que se hubiera quedado sobre la mesa.
— ¡Esa no es la forma de limpiar! - Tenya regañó a la castaña. El chico se levantó al instante de su lugar a buscar una escoba o algo para barrer y limpiar el desastre que habían dejado en el lugar. Encontró el utensilio cerca de la escalera. — ¿¡Se dan cuenta de que acabamos de vandalizar una biblioteca?! ¡Esto no se vuelve a repetir!
Izuku no pudo evitar reír, viendo al muchacho empezar a barrer y recoger el polvo con algunos movimientos de brazos y piernas y tirarlo todo dentro de un bote de basura. Ya estaba más tranquilo, ya se sentía bien como para reír un poco, quizás también para ya caminar por la biblioteca un poco.
— ¿Te sientes mejor, kero? - Tsuyu volteó a ver al muchacho de pelo verde.
— ... Si. - Sonrió un poco. — Gracias por... Escuchar.
— No hay de qué Midoriya. Recuerda que somos tus amigos, estaremos aquí para escucharte cuando lo necesites.
— Us-Ustedes también, me... tienen aquí. - Sonrió un poco.
— Oye, Midoriya. ¿Ya se te bajó el pico de azúcar kero? - Tsuyu preguntó, llevando un dedo a su mejilla.
— E-Eso creo. - Suponía que el hecho de no sentir la necesidad de mover sus piernas y brazos eran una buena señal.
— Me alegra, kero. - Ella suspiró ya más tranquila. — ¿Qué Hora es?
— Son las... - Tenya tomó su celular de su bolsa. — Las once de la noche...
— ¿Y no te contestó tu hermano? - Ochako ladeó la cabeza.
— Uh... Mandó un mensaje hace media hora, dice que está buscando al personal para que vengan a sacarnos.
— ... Esto suena a qué vamos a dormir aquí. - Izuku suspiró.
— ¡Pido el sillón grande! - Ochako dio un salto y fue a acostarse rápido en el sillón con una sonrisa burlona.
Pasó un rato en que estuvieron así. Cada quien encontró un sillón en el cual quedarse, y de hecho Tsuyu, Tenya y Ochako se quedaron dormidos rápidamente...
Pero Izuku seguía despierto. La luz de la luna entraba por la gran pared de cristal y ahí se dio cuenta de que estaba llena: Era día de pesadillas... Ya había causado muchos problemas hoy, no quería causar otro, así que hizo lo mejor posible por no dormirse.
—... - se levantó de su lugar, empezando a caminar. Prefería hacerlo... Además, sería bueno que alguien se quedará despierto mientras esperaban a que llegaran por ellos ¿No?
Los estantes de libros se abrían ante él, todo el conocimiento que podría obtener para lograr descubrir... ¿Por qué los libros resumían la guerra de los 100 años a una sección de los libros de historia? Eran cien años de guerra, ¿Cómo es posible que decidan no enseñarle a los niños todo lo que pasó? Fue una cosa horrible... ¿Será porque él sabe que Aang participó en esta guerra?... Ahora ¿Qué había pasado con Aang, Korra, All Might, Kyoshi? ¿Por qué solo sabía de ellos por las historias que su madre le contaba? ¿Qué había pasado con todos ellos? Necesitaba saberlo. Necesitaba descubrir que título tenían, necesitaba... Saber por qué los veía en sueños a veces. También, necesitaba saber ¿Por qué la gente dejó de creer en muchas cosas? Las leyendas del mundo como el túnel secreto, la de la princesa Yue (que acababa de ver en un sueño hace unas horas), la de los tejones topo que le enseñaron a los maestros tierra, la de la luna antes que Yue que mostró a los maestros agua como controlar el mar, de los bisontes voladores que enseñaron a los maestros aire, de los dragones que enseñaron a los maestros fuego... Los dragones se extinguieron hace mucho, ¿no? Hay quienes dicen que incluso no existieron...
Izuku se frotó los ojos en frustración. Tenía tantas preguntas, y casi ninguna respuesta... Él solo quería saber, y poder ayudar a alguien con este conocimiento... Podrían estar muertos los antiguos seres que le causaban gran admiración, podría ser que muchos espíritus odiaran a los humanos, podría ser que alguien ocultó todo esto por razones buenas... Pero sentía en su interior que esto no estaba bien, que este tipo de saberes debían de haberse mantenido, que estas historias no debían de ocultarse porque siempre que la gente ignoraba o prefería dejar atrás una historia, esta estaba condenada a repetirse. ¿Qué iba a pasar si resultaba que un líder loco de un pueblo decidía repetir lo que el señor del fuego Sozin y armar guerra de nuevo en contra de todos? ¿Qué pasaría si salía otra Kuvira de algún lado? ¿Qué pasaría si llegaba otro Emperador Chin a poner a su propio pueblo ante sus pies y esclavizarlos?
Si la gente aún podía hacer uso de los cuatro elementos, si había gente que decía tener experiencias "paranormales", si el cometa Sozin todavía pasaba cada cien años por la tierra... Deberían de saber.
Existía la comisión elemental, esa organización que mantenía la paz entre los pueblos, y quienes implementaron el sistema de licencias para evitar que la gente hiriera a otros en peleas callejeras y que la gente aprendiera a controlar su elemento bajo un mismo sistema y que todo estuviera bien controlado (y siendo sincero, este sistema le sonaba... Mal). Existían ellos pero ¿De qué servía que existieran si la gente apenas y sabía lo que pasó antes? ¿De qué sirve si la gente olvida algo así?
Estuvo mucho rato pensando en esto, viendo los lomos de los libros de los estantes, pasando los dedos por los títulos y relieves que algunos tenían... Tomó uno en sus manos, uno que contenía información incompleta de las tribus agua. Lo sabía, porque su madre le había contado muchas cosas de la tribu agua del sur, y casi no había información de este: la mayoría era del norte. Suponía que se debía a qué el norte siempre fue más avanzado que el sur, no importaba que del sur hubiera salido Varrick (uno de los mejores inventores de todos los tiempos, él creó el cine básicamente), los líderes desde hace más de cuatrocientos años habían decidido mantenerse tradicionales, y se habían vuelto ariscos ante la idea de que extranjeros y gente más "avanzada", tecnológicamente hablando, entrara en su zona de confort. Al menos eso fue lo que dijo su mami. Dejó el libro en su lugar y dio media vuelta para volver de dónde venía... Pero vio algo.
Una puerta.
Una puerta con letras que decían "solo personal autorizado", que tenía una pequeña ventana a su costado por la que se podría ver adentro con perfección...
Izuku ya había visto está puerta antes, era la única zona de ese piso que tenía una cámara de seguridad apuntándole. El de pecas siempre creyó que... Habría computadoras o algo así dentro, algo de mucho valor, pero sus entrañas le decían que... Al menos se asomara a ver. Esta puerta le había causado curiosidad en múltiples ocasiones, pero nunca se acercaba pues, como dijo anteriormente, no le gustaba que lo observaran, pero el hecho de que tuviera una cámara era.... Extraño. No podía evitarlo.
— ... Uh... - Dio un paso a la misma. — No-No, tiene cámara podrían... Podría causar muchos problemas... - Dudó un segundo, llevando su mano a su boca, dando un paso hacia atrás de nuevo. — ... Hoy bailé aquí, corrí, grité... - Se dijo a sí mismo. — ¿Qué es la vida sin un poco de aventura?... - se dijo a sí mismo, avanzando por fin, a paso lento pero lo hizo...
Llegó a la puerta y se asomó por la pequeña ventana... apenas y se veía qué había dentro pues estaba muy oscuro, pero lo que vio lo dejó confundido ¿Qué rayos? Hay muchos libros. Están todos apilados, sin orden, desde el piso hasta el techo. ¿Será la bodega? Aquí han de traer las ediciones anteriores... Aunque esos planeadores colgados en la pared... Y esos abanicos dorados... No sabía qué más había colgado ahí, los libros le tapaban, pero se veía como algo importante...
Se separó de la ventana, volteando a ver a la cámara y rápido se fue de ahí.
¿Qué más había ahí? Ahora quería entrar. Si eran libros y ediciones viejas ¿Ahí habrá más información? ¿La que fue desechada? Esto solo avivó la curiosidad que tenía.
— ... Aaaaah... - Llevó las manos a su cabeza, rascándose el cráneo bajo sus rizos y luego tapándose los ojos. — Distráete mejor Izuku, no entres a una puerta a la que no tienes permiso de entrar, mejor mañana le preguntas amablemente al señor Shimano si te puede dar permiso de entrar a ese extraño cuarto para ver todo lo que hay ahí dentro.
Tomó su celular, cargador y audífonos, acercándose al enchufe más cercano y mejor se puso a hacer lo que siempre hacía cuando no quería pensar ni dormir: Ver esa app de videos llamada tigtog. Estuvo pasando rápido varios vídeos, había algunos que le interesaban y los dejaba, entre ellos uno donde lo primero que se veía era una chica de cabello blanco y mechones rojos...
— Hoy vamos a preparar un poco de soba frío para mí hermanito tan lindo - Uh esa voz le era... Espera ¿Esa era Fuyumi-chan? ¿Tenía cuenta de tigtog? Oh vaya... — ¡Diles hola a tus fans, Shoto! - la chica de cabello blanco y mechones rojos cambió a la cámara frontal y se sentó junto a un muchacho que tenía el cabello divido... ¡Era Todoroki-kun! Parecía algo incómodo de estar en la cámara.
— Fuyumi, para por favor. - Dijo él, tratando de mantener la calma. Su hermana pareció sonreír un poco y solo le sacudió el pelo.
— Está bien hermanito.
Y el vídeo comenzó de nuevo. Uh... Qué curioso, ver a su viejo amigo tan incómodo en un vídeo de TigTog...
Entró al perfil de la chica.
— ... YumiYumiKitchen... Hehe... Suena lindo... - Dijo en voz baja, comenzando a ver varios de los vídeos que estaban ahí. No tenía muchos, pero en su mayoría eran recetas. Tenía cuatro vídeos para hacer el soba frío que, recordaba, le encantaba a Todoroki-kun. Además, tenía recetas de mapo tofú, curry, katsudon (este último le dio tanta hambre) ... También tenía uno donde estaba bailando con Natsuo-kun, y uno donde Todoroki-kun parecía estar frente a un pintarrón explicando algo y tenía el título "conspiraciones y shototeorías".
Éste le llamó la atención.
— Mi hermanito está haciendo algo con sus amiguitos... - Escuchó la voz de Fuyumi, y lo primero que vio fue que era un vídeo viejo: Shoto estaba en primer plano, y se veía exactamente igual que la última vez que lo vio. Estaba frente a un pintarrón en el que tenía dibujos bastante infantiles y letras que decían "luna hecha de queso" y "los patos-tortugas nos dieron el poder de controlar los elementos".
... Ahora recordaba esto. Eran las viejas y locas teorías que su viejo amigo bicolor armaba en su cabeza. Después de que empezó a contarle las historias que le encantaban, Shoto empezó a hacer lo mismo, contándole sus teorías del universo a él y a Kacchan. Algunas eran muy locas, como lo de la luna hecha de queso, otras... Tenían bastante sentido. Recordaba que Kacchan siempre dijo que Shoto tenía "la capacidad de ser extremadamente inteligente e increíblemente estúpido al mismo tiempo" y que "de seguro es por el tinte de su cabello" (pero este era natural). Recordar esto lo hizo reír.
El vídeo mostraba en un minuto la pequeña compilación de videos de su amigo narrando con toda la seriedad del mundo como se iría a descubrir que alguna de sus teorías sería realidad, y entre estos logró ver pequeños pedazos donde estaba Natsuo escuchándolo con muchísima atención, otros donde... ¡Salían Kacchan y él! Él lo escuchaba y Kacchan solo decía que eran estupideces.
— ... ¿Cuándo grabó Fuyumi-chan esto? - Se preguntó en voz baja. Lo último que se vio fue un pequeño cartel que decía "¡Feliz cumpleaños, hermanito!" Y empezó de nuevo.
Ver esto lo hizo reír. ¡Por dios! ¡Fuyumi había grabado cosas de cuando iban a su casa! ¿En qué momento lo habrá hecho sin que se dieran cuenta? Sobre todo Kacchan, Kacchan siempre estaba muy alerta de sus alrededores y tenía los sentidos demasiado agudos, el que no se diera cuenta de que lo grababan era señal de lo buena que era para hacer cámara escondida. Qué curioso, y siempre creyó que Fuyumi era la más tranquila de la casa...
— No no no esto me trae muchos recuerdos... ¡Tengo que enviarle esto a Kac... - Se detuvo en seco cuando había picado el botón de "compartir". Kacchan no le hablaba, se había enojado con él... ¿Y si enviarle esto hacía que se volviera a enojar?... Tenía su número, podía enviárselo... Pero ¿Respondería? ¿Sería bueno? ¿Y si se volvía a enojar? ¿Tan siquiera lo vería? — ... Dudo que lo vea... - Dijo. Armándose de valor, presionó el botón de enviar en el icono de WhatsApp del rubio. — ... ¡No! ¡Nonono! - Al instante se arrepintió y abrió la app borrando el mensaje al instante. — Borrar para todos borrar para todos borrar para todos nonono - Cuando borró el mensaje suspiró cansado... — ¿En qué pensabas Izuku? No. No. - Se dio una pequeña cachetada a sí mismo. — No seas tan... Impulsivo... - dejó el celular a un lado y estiró las piernas.
Quizás... Debía relajarse.
Séptima cosa rara: Ver a Todoroki en el tigtog, y enviarle un mensaje a Kacchan sin pensarlo dos veces para luego borrarlo al instante.
No pasaron ni diez minutos cuando alguien abrió la puerta de abajo. Izuku seguía despierto y logró escuchar una voz.
— ¿Tenya? - Escuchó pasos venir por la escalera.
Izuku se levantó y se asomó a la escalera.
— ¿Iida-san? - Logró ver a lo lejos a dos hombres: Tensei (el hermano de su amigo Iida) y el señor Shimano (el guardia).
— ¡¿Midoriya-kun?! - El señor Shimano levantó su linterna. Izuku se tapó un poco del halo de luz que la linterna le llevaba.
— S-Si, soy yo. - Él solo contestó.
— ¿¡E-Están bien?! - Ambos hombres subieron las escaleras corriendo.
— Sí, eh... Esta-Estamos bien... - El muchacho asintió con la cabeza. — I-Iida-kun y las chicas e-están dormidos. Y-Yo... Me quedé despierto porque no estoy cansado... - Se encogió en su lugar. Pero como si haber dicho eso activará algún botón en su cuerpo, se comenzó a sentir cansado. No supo qué pasó realmente hasta que llegó a su casa... ¿Llevaron a Ochako o a Tsuyu primero? ¿O a él? Sabe que su mami lo obligó a tomar un poco de cereal antes de irse a dormir pero... De ahí en más... Solo recuerda haber llegado a su cama y quedar profundamente dormido.
Agua, tierra, fuego, aire. Lo rodeaban, lo quemaban, lo cortaban, lo lastimaban. Volteó a los lados tratando de entender qué estaba pasando pero la luz lo cegaba. Su cuerpo estaba hecho de humo negro, excepto por sus ojos, oídos y mejillas. Después de unos segundos los elementos a su alrededor se detuvieron y vio como a un hombre se le clavó-¡Oh no! ¡¿Es la pesadilla?! Nonono no otra vez no.
En ese momento notó que sí tenía pies, pues dio unos pasos para atrás. Sus manos no estaban hechas de humo tampoco, por lo que logró llevarlas a sus oídos, y apretó los ojos lo más que pudo, pidiendo que esta pesadilla lo dejase... Pero los ruidos eran demasiado fuertes y se escurría entre sus dedos cuál agua, llegó a sus tímpanos inevitablemente, y los ruidos hicieron que recreara la pesadilla en su propia mente: Un hombre rubio asesinado, un hombre vestido de negro también, suspiros que generan luces, un dolor en su abdo-Espera ¿por qué no está despertando? ¡Despierta Izuku, despierta! ¡Por favor! ¡Despierta!
— Oh, joven, solo abre tus ojos, no te voy a hacer daño. Solo ábrelos... - Escuchó una voz cerca, una profunda... Él abrió los ojos, pero seguía en el sueño. — Eso es... - Y ahí lo vio: Era un hombre flaco, con las cuencas de los ojos sumidas que solo dejaban un brillo azul salir de estos, con las mejillas también sumidas, con el cabello rubio alborotado y una mirada melancólica. — No te preocupes. Pronto vas a despertar. Solo... Tranquilo, joven. - Levantó una mano huesuda y la llevó al cabello rizado del de pecas. — No entres a esa puerta hasta que tengas seguridad de que podrás salir de tu ciudad sin ningún problema, ya sea en el momento en que salgas de ahí, o días después. Pero cuídate, y cuida que no mucha gente descubra que entraste y que verás ahí. - El hombre lo soltó, y de repente...
La pesadilla de la luna roja se repitió como un flash ante sus ojos.
Despertó entre gritos, sollozos, y el dolor de su abdomen tan fuerte que no pudo volver a dormir. Su madre instantáneamente abrió la puerta y sólo sintió sus cálidos brazos a su alrededor, pero no se pudo calmar en mucho tiempo.
Primero la chica, que él estaba seguro de que era Yue, se le aparecía esa tarde entre sueños y trataba de hablarle, aunque no escuchó nada. Luego éste extraño hombre delgado y esquelético que le habló en sus sueños y le dijo algo de una puerta… Espera ¿será la puerta de la biblioteca?...
Ok esto era la octava cosa extraña del día y no quería saber de ninguna cosa extraña más…
Sus sueños le hablaban.
‘¿Acaso estoy loco?’
Notes:
¡Cuarto capítulo de mi fanfic de BNHA x Avatar! Vaya que ando escribiendo bastante de éste AU. ¡Espero no dejarlo como los otros que he escrito para otros fandoms!
Anyways volvemos con el lore y construcción del mundo en el que estamos. Como pueden ver, ¡nadie recuerda al avatar! Y no se aprende de él en la escuelas. ¿Y qué serán éstos sueños? ¿Por qué Izuku está incompleto verlos? ¿Quién será el hombre de cuencas sumidas? ¿Y sí será Yue la chica de blanco? ¿Por qué será? ¿¿¿uuuh??? ¡¡¡Dejen sus teorías!!!
Sé que prometí que Katsuki iba a salir en éste capítulo, pero ocupaba establecer un poco más acerca de la amistad del Dekusquad, además de agregar sus metas, deseos, y un poco de contexto con respecto a todos ellos. ¡Pero el siguiente AHORA SÍ es de Katsuki! ¡Sisisis no se preocupen nuestro rubio explosivo volverá y recargado!
¡Momento de las Preguntas! (Que si gustan, pueden responder en los comentarios):
- ¿Cuál es su leyenda favorita? Dentro de Avatar es la del tunel secreto (esa canción es demasiado buena sobre todo porque está incompleta HAHAHA); y fuera de me gustan mucho la de Chang'e (¡que claramente fue usada para la historia de Yue!), la de la llorona (AAAYYY MIS HIJOOOS) y, no será exactamente una leyenda, ¡pero me fascinan los doppelgängers!
Chapter 5: De sueños y predicciones
Summary:
Deku tenía unas ojeras TAMAÑO DIABLO. Su ropa estaba PEOR QUE AYER. Su típica sonrisa no estaba y... La verdad se veía peor que si solo no hubiera dormido anoche... Y tan cara de pocos amigos tenía que no dijo nada y solo se fue a sentar a su lugar.
'¿Que mierda?' pensó Katsuki, levantándose de su lugar y acercándose al nerd alzando una ceja.
— Hey, Deku. ¿No se supone que ibas a quedarte en casa hoy porque ayer no dormiste? Te ves horrible. Pero bueno hoy ten-
— Chinga tu madre, Kacchan.
... Espera qué-
Notes:
TW: Hablamos de magia, brujas, tarot, y a Katsuki se le sube un muerto unos minutos(?)
(See the end of the chapter for more notes.)
Chapter Text
A veces, Katsuki no podía evitar ver a Deku desde su posición: Sus ademanes, sus notas de clase, sus olvidos, el verlo irse después de que todos se fueran y eso provocara que lo esperara para que cuando saliera no lo hiciera completamente solo y algo le pasara... Agh, maldita sea, Deku... solo háblale a los demás o algo, no te quedes sólo.
Cada que pasaba al pizarrón, solo veía a aquel niño flaco e inseguro escribir y resolver los problemas de matemáticas que les dejaba el profesor. Sabía que el nerd era muy inteligente (mucho, de hecho), pero el cabrón era tan malditamente nervioso que tardaba demasiado en hacer sus operaciones, y murmuraba sus respuestas como queriendo ordenar sus ideas en el proceso, pero eso solo hacía que los demás terminaran burlándose de él. Incluso hubo un maldito extra que un día le puso el pie mientras iba de regreso a su banca. ¡Cómo le hirvió la sangre con solo ver eso! Y quiso hacer algo pero... Ugh, ALGO lo detenía, era como... Una mano, que lo agarraba del cuello, no lo dejaba defender al nerd desde hace tres años y... La verdad este estúpido miedo lo carcomía, maldita sea.
También, lo veía a lo lejos comer solo bajo un árbol que estaba en la esquina del patio de la escuela. Siempre, desde que eran niños, Izuku traía lo mismo: Fruta en cubos en el primer TupperWare, y arroz con alguna carne en el segundo (a veces llevaba carne de res, otras veces salchicha recortadas como pulpitos...), y también una caja de jugo de naranja o de manzana. Todo cortesía de la Tía Inko. El rubio siempre fingía que no, pero se mantenía al pendiente del tonto porque Katsuki SABÍA que el nerd a veces se sumergía tanto en sus idioteces que no comía. No le decía directamente "Oye Nerd, come algo" pero sí hacía cosas como sacar el bento de la mochila cuando el nerd estaba distraído y dejárselo cerca, o rellenar su botella de agua sin que lo notara y dejarla cerca. Había días en que los extras del salón le robaban la comida, por lo que también empezó a vigilar que esos idiotas no se acercaran al nerd cuando iba a comer, y si se acercaban, sabía que con que tan solo llegara y les dijera algo, estos dejarían a Deku en paz. A veces agradecía lo metido que estaba el tonto en sus pensamientos como para notar esto. Digo, ¿Qué haría el nerd si notaba que estaba cuidándolo cuando hace cinco minutos provocó que el salón entero se burlara de él por alguna pendejada (aunque fuera accidentalmente)? Además, odiaba con todo su ser como cada que se acercaba el nerd se encogía en su lugar y... ¿Por qué le dolía? Y peor aún ¿Por qué carajos no podía moverse y hacer algo en contra de todo esto? ¿Por qué sólo lo hacía a escondidas? ¿Por qué estaba siendo tan cobarde...?
Katsuki se sentía como un hipócrita... Katsuki ERA un hipócrita.
... ¡L-Lo estaba cuidando! ¡E-Ese era su propósito! Si. Por eso había empezado a alejarse de él, para que el menso desistiera en su estúpido sueño raro; por eso también había empezado a seguirlo a la estación de tren cuando salían de la escuela, ¿Qué haría Bakugo Katsuki si al nerd lo asaltaban o robaban mientras él no estaba cerca? ¿O peor aún...? Si, puede que haya empezado a golpearlo de verdad desde los diez años hasta los... ¿Doce? (No se acuerda, él vive en el presente...) ¡Pero se detuvo! ¡Fue el primer paso! Aún no lograba dejar su propia pendejez, pero agradecía en su interior que estos... Nuevos compañeros (claro, Katsuki Bakugo jamás admitiría que estos cabrones son sus amigos) que lo seguían a todas partes estuvieran, de alguna forma, ayudándole a abrirse un poco. El estar con Pelos de Incendio, Dientes de Caballo, Cara de Burro y la morra rosita había hecho que la mano que lo agarraba del cuello y evitaba que hiciera algo por el nerd en público, soltara un meñique: Fue ese meñique lo que hizo que el rubio dejara de golpear y molestar al de cabello verde.
Aún recordaba cómo pasó de golpearlo a no hacerlo: No llevaba mucho de conocer al club de tontos, acababan de enseñarle el gimnasio de pro-control amateur y habían empezado a practicar y jugar ahí, viéndose mínimo dos veces a la semana. Y ese día estaban ahí, descansando en las gradas después de jugar un partido. Estaban hablando de sus escuelas y sus amigos personales. Katsuki, debido a que tendía a ignorar a los demás (y porque no quiere hablar de Izuku) no habló mucho.
Pero estos tontos siempre encontraban la manera de sacarle sus trapitos al aire...
— es raro que no tengas amigos en la escuela, pero con tu carácter enojón creo saber por qué no tienes. - Sero dijo, tras quitarse el casco. — Es raro pero tiene mucho sentido.
— ¿¡Y quién dijo que no tengo amigos?! - Bakugo cerró el puño, amenazándolo con este. Está bien que admitió para sí mismo no tener amigos, por algo empezó a juntarse con esta parvada de sin cerebros... ¡Pero tampoco tenían que estar restregándoselo en la cara a cada pinche rato!
— ¡Calma, Bakubro! - Kirishima sonrió de forma tranquila. — Es que es difícil de creer.
— Pero es que se nota demasiado. - Mina comentó, encogiéndose de hombros. — Eres el único que sale de la escuela solo por lo que he visto. Deberías disimularlo más~
— No soy el único... - El rubio dijo en voz baja haciendo una mueca.
— ¡Ah cierto! ¡También el niño de pelo verde! - Denki dijo llevando una mano a su barbilla. Mierda, lo escuchó. — Ese niño siempre sale después de nosotros y se nos queda viendo. ¿No creen que es raro?
"Los raros son ustedes por hablar de alguien que ni conocen" solo pudo pensar el de ojos rojos.
— Un poco~ - Mina se rasco la cabeza. — Aunque me gusta su cabello.
— Es rizado, como tú~ - Kirishima sonrió de lado. — Me pregunto, ¿Qué tinte usará para que se le vea tan bonito? - la alíen y el pelos de incendio se teñían el cabello, por eso esos dos pendejos tenían el cabello tan horrible.
— Hey, va en tu escuela. ¿Sabes cómo se llama? - Sero preguntó, picando la mejilla de Katsuki.
—... Izuku Midoriya. - Contestó en voz baja, sacudiendo la cabeza para hacer que dientes de caballo lo dejara en paz.
— Oh. - Kirishima cruzó las piernas. — Se ve muy solito... ¿Creen que un día podamos invitarlo a jugar con nosotros? - Pelos de incendio era la persona más estúpidamente amigable que Katsuki había conocido (después del nerd de Izuku, claro). Lo irritaba demasiado... Y obvio que escuchar aquello lo hizo voltear a verlo con frustración.
— ¿Que carajos pasa con ustedes que sin siquiera hablar con alguien ya lo quieren unir a su puto "club"?
— ¡El poder de la amistad, hermano! - Kirishima dijo alzando ambas manos con entusiasmo.
— ¡EL PODER DE LA AMISTAD! - Kaminari y Mina respondieron haciendo el mismo ademán. Sero solo rodó los ojos con diversión.
— ¿Entonces se puede? - Sero preguntó, viendo al de cabello cenizo. — Para empezar ¿Es también maestro? Se ve como que es de nuestra edad. ¿Crees que le guste el pro-control?
— No, es no maestro. Y de todas formas ni les conviene invitarlo acá. Es un raro que no habla con nadie y se encoge cuando alguien se le acerca. - Bakugo comenzó a hablar, aunque hizo una mueca. — Es... Más probable que el tarado huya antes de que le puedan decir algo.
— ... ¡Awww suena que es tímido! - Mina dio unos aplausos por... ¿Alguna razón? - ¡Deberías hablarle!
— ¡Adóptalo! - Denki gritó pateando al aire. Se le salió un zapato y fue a dar a la cabeza de Bakugo.
— ¿¡QUÉ CARAJOS TE PASA?! - Katsuki agarró el zapato y se lo lanzo de regreso, dándole en la cara.
— ¡Los extrovertidos tenemos el deber de adoptar a los introvertidos! - Denki contestó sin que le importará mucho que el rubio le acaba de partir la cara con su propio zapato.
— ¡Además! Es... Algo triste verlo todo solo cada que vamos a tu escuela. - Mina hizo una mueca. La chica era... Bastante empática, a decir verdad.
De hecho, era algo que Katsuki había notado en el tiempo en que llevaba en este grupo: aparte de tontos e inconscientes, todos eran muy empáticos, con una personalidad malditamente amigable, no se enojan con sus cambios de humor, lo aguantaban... Una de dos: O eran demasiado idiotas o enserio lograban soportarlo.
Katsuki rodó los ojos. Sí claro, como si hablarle fuera a corregir lo que le ha hecho por tres malditos años, como si hablarle fuera a hacer algo para ayudar al nerd... No podía recuperar esa amistad ya. La cagó, y la cagó feo, él lo sabía. El simple hecho de que cada que se acerca a él y Deku lo ve este solo... Se encogía en su lugar, con miedo... Antes de todo esto Deku no hacía eso... Quería que no lo hiciera.
Pero era demasiado cobarde para hablarle otra vez e intentar arreglarlo... Sentía que ya no podía hacer nada en contra de esto. Literalmente, hizo que su mejor amigo le tuviera miedo...
Mierda.
Al menos podía bajarle con el mal trato que le tenía, ¿No? Quizás... Con el tiempo... Sabría cuando estaría bien hablarle otra vez.
Había pasado no más de un mes desde esa decisión. Veía al nerd más tranquilo, lo cual le alegraba en el fondo. También continuaba con sus "cuidados secretos", de hecho los intensificó un poco, al punto que un día lo siguió hasta... ¿La biblioteca? Vaya, él creía que iba directamente a su casa.
Empezó a hacer eso: Los idiotas venían por él siempre, entonces les dijo que se encontraran un poco más tarde que cuando salía, nomás para "acompañar" al nerd a su destino y volver antes de que Pelos de Incendio y los otros lo cacharan haciendo esto.
¡Y todo iba bien! De maravilla de hecho. Y no es que lo quisiera admitir, pero el simple hecho de que poco a poco estos mensos se acostumbraban a su actitud de mierda y que el nerd se viera más feliz con el tiempo... No podía evitar sentirse más tranquilo dentro de lo que cabe. Ya no explotaba tan seguido, ya no le gritaba a todos de golpe, poco a poco tomaba una posición más neutral... Aunque claro, si lo molestas obvio te va a responder, maldito extra.
Pero luego aparecieron ellos.
Uno de los días en que esperaba a que el nerd saliera (sin que lo viera) llegaron tres tontos a la puerta. No eran sus tontos, se veían más... Raros. Uno era alto como la mierda y usaba unos feos lentes, se notaba que era otro nerd, pero hacía movimientos robóticos con las manos que, de solo verlo diez segundos, Katsuki supo que no le caía bien; luego estaba la niña rana, tenía una línea verde debajo de los ojos, parecido a como la alien se pintaba (Katsuki una vez escuchó que la bruja dijo que la pintura era para "sentir su chi" o alguna estupidez así), tenía los ojos feos saltones y sacaba la lengua por alguna razón, pero de ahí en más realmente no llamaba la atención por lo que se mantuvo neutral ante ella; y luego esa... Morra de cachetes gordos que hacían que su cara se viera redonda como un balón de futbol, y luego el cabello café la hacía parecer un coco. ¿Creía ya haber visto a lentes antes? ¿Y también a cara redonda? Pero no estaba seguro.
Lo que sí estaba seguro es que los escuchó hablar de dos cosas: Del nerd, y de sus malditos cuentos.
— ¡Oh espíritus! - escuchó al nerd decir cerca, venía corriendo. Lo primero que el de ojos rojos hizo fue esconderse tras un árbol. ¿Qué carajos...? — ¿¡Uraraka-chan!? ¿¡Iida-kun?! ¿¡Asui-digo Tsuyu-chan?! - Deku llegó frente a esos tipos jadeando por haber corrido. Si que no tiene condición física... — ¿¡Qué hacen aquí?! ¡Creí que nos veríamos en el ramen hoy!
— ¡Midoriya! ¡Quisimos pasar por ti esta vez! - Cuatro ojos dijo, haciendo ese maldito movimiento de robot con la mano.
— ¡Si! Creímos que sería buena idea darte la sorpresa. - Cara redonda dijo, balanceándose sobre sus pies. Parecía divertida.
— Luego de eso vamos a ir a la biblioteca, kero.
— ¿Pero cómo sabían dónde estudio? - El nerd preguntó... ¡Espera! ¿¡Vinieron sin decirle y sin que él supiera donde carajos estudiaba?! Estos de seguro eran acosadores, peores que el grupo de idiotas que tenía por compañeros.
Katsuki avanzó un poco, intentando acercarse para verlos y escucharlos más de cerca.
— Eh, pues... - Cara redonda se rascó la nuca algo nerviosa. — De-Dejaste tu libreta ayer y... Tiene la dirección de tu casa y la de tu escuela y... Se me ocurrió... - Sacó la libreta de la mochila.
— ¡Uraraka-chan! - El nerd se puso rojo hasta el cuello, parecía una fresa sobre todo por esa mata de pelos verdes en su cabeza (ha, se veía lind-¡espera Katsuki! ¿¡Por qué piensas en eso?! ¡Concéntrate en esa bola de pendejos que se acercaron al nerd como si nada!). — ¡G-Gracias pe-pero me-mejor me hubieras mandado mensaje! - el tonto le arrebató la libreta, pero se tapó la cara con ella.
— ¡Es que era la sorpresa! - Cachetes gordos sacudió las manos de forma extraña.
— Midoriya-kun, ¿No estás enojado por esto, kero? - La rana llevó un dedo a su mejilla.
... ¿Era él o estos pendejos tenían ademanes repetitivos?
— ¡N-No! Solo sorprendido...
— ¡Me alegra oír eso, Midoriya! ¡Ahora creo que deberíamos irnos en camino al establecimiento de ramen que Uraraka-kun nos recomendó! - cuatro ojos se acomodó los lentes. — ¡Deben estar todos hambrientos!
Y empezaron a caminar, manteniendo la plática amistosa.
— Puta madre, Deku... - No sabe qué le picó, no sabe que fue, pero empezó a seguirlos. No sabía si estos cabrones serían más pendientes de su alrededor, comparados con el nerd que para él no era el caso; por lo que iba caminando con aún mayor cautela que nunca...
Iban llegando a la estación de trenes que quedaba cerca de Aldera, pero cuando iban a entrar estos se detuvieron frente a un puesto cerrado.
— ¡Oh, no! - La cabeza de coco dijo viendo el puesto. — ¡Olvidé que cierran los jueves!
— Uh, esto es malo, kero. Tengo hambre. - La rana dijo haciendo una mueca, viendo a los otros tontos.
— Uh... ¿Y si vamos al Rangi's Burger que está cerca de la biblio? - Deku sugirió, sonriendo suavemente.
La tía Inko les había contado que las hambuuesas tal y como las conocían eran de origen en el reino tierra pero la creadora fue la esposa de Kyoshi quien era de la Nación del Fuego, muchos años antes del Genocidio de los Maestros Aire. Al parecer era una receta que se había quedado guardada en la Isla Kyoshi, pero cuando las guerreras Kyoshi se expandieron y comenzaron a ser Guardaespaldas de gente rica, la receta se expandió. Y para rendirle tributo a la creadora de las Hamburguesas, el primer restaurante con ésta comida se le dio el nombre de "Rangi's Bugers". Katsuki no era fan de las hamburguesas en general, pero a Deku le gustaban.
— No tengo mucho dinero... - Cachetes gordos dijo, llevando sus manos a éstos. — Tenía solo para el ramen...
— No te preocupes, Uraraka-kun. - El cuadrado dijo. — Ahí veremos qué puedes comer, y sino pues yo te puedo prestar.
— Además, Rangi's Burger no es tan caro, solo tienes qué evitar pedir combos. - Deku dijo, sacando de su mochila la credencial del tren.
Katsuki en ese instante hizo lo mismo.
Y pronto estaban en la estación, Deku y sus posibles secuestradores estaban esperando el tren y Katsuki solo se quedó cerca, escondido detrás de un pilar. En esto estaba, viendo como Deku y esos extras se veían emocionados por ir a comer a un lugar tan pútrido como Rangi's Burger, cuando...
— ¿Bakubro? - ... Maldita sea ¿Es la voz de Pelos de Incendio? Katsuki se dio media vuelta. — ¡Vaya, hermano! Si eres tú. - Sonrió con sus putos dientes de tiburón. — Espera ¿No nos ibas a esperar hoy?
— ... - Bakugo entrecerró los ojos. — ... Sí, pero hubo cambio de planes. - Dijo simplemente, no queriendo dar más explicaciones.
— ¡Oh! ¿Y por qué no nos avisaste? ¿O si lo hiciste y no escuché? - Kirishima sacó su celular del bolsillo, viendo la pantalla.
— No les avisé, salió de improvisto. - Dijo, volteándose para seguir viendo al nerd. No debía perderlo de vista.
— ... ¿A quién sigues? - Se asomó detrás de él, tomándolo de los hombros. — ¡Espera! ¿Ese no es el chico tímido de tu escuela? ¿Cómo se llamaba...? - Llevó una mano a su barbilla. — ¿Midori?
Katsuki solo rodó los ojos.
— No preguntes ni hables. - Dijo sacudiéndose para que lo dejara de tocar. — Solo...
Iba a decir algo más cuando vio que el nerd se metió en un tren que acababa de llegar. ¡Mierda, no lo puede perder! Empezó a correr al tren, entró un vagón atrás para que no lo vieran...
— ¿Entonces estás siguiendo a Midori? - Katsuki abrió los ojos como platos a punto de gritar, pero se contuvo. Vio a pelos de incendio detrás de él.
— ¿¡Y tú porqué me estás siguiendo?!
— ¡Pues no sé a dónde vas a ir! ¡Creí que-
— ¿Bakugo? ¿Kirishima? - A lo lejos vio a Cara de Burro y... ¿Ese pelo feo negro era el de dientes de-oh sí era.
Puta madre ¿Qué se iba a encontrar a todos los idiotas en el camino?
— ¡Brooooo! - El de pelo rojo casi gritó, sino fuera porque el rubio cenizo le dio un codazo para que se callara. Aun así, cara de tonto llegó corriendo para chocar las manos con pelos de incendio. — ¡No sabía que tomaban este tren!
El tren comenzó a avanzar.
— Uh, se supone que nos bajábamos en esta parada para ir a la escuela de Kats. - Sero se acercó, estirándose. — ¿A dónde van?
— ¿A dónde íbamos? - Kirishima volteó a ver a Bakugo alzando una ceja.
— Ustedes a su casa, tengo qué hacer algo. - Katsuki rodó los ojos.
— ... Está siguiendo a alguien, ¿No? - Cara de tonto vio a Katsuki alzando las cejas y sonriendo. Maldita sea este pendejo era un pendejo inteligente.
— ¡No estoy siguiendo a nadie! - Katsuki gritó, dándole un codazo a Denki.
— ¡Tienes cara de estar siguiendo a alguien! - Denki solo pudo reírse. El rubio solo rodó los ojos.
Prefirió ignorarlos y seguir con su cometido, se asomó a la ventana que dividía los vagones para ver si Deku seguía ahí...
— ¿Ese es Mido... Algo? - Escuchó a cara plana decir.
— Sí - Y luego a la roca.
— ¿Está siguiendo al Mido? - Denki se le puso encima a Katsuki para ver por la ventana. Volteó a ver a Katsuki, quién se quedó en silencio. El del rayo negro en el pelo pudo ver un leve tinte rojo en las mejillas del rubio... — ... No mames sí lo estás siguiendo. ¡Chicos, Kats está de trolo! - Volteó a ver a sus dos amigos con diversión.
— Oh... ¡Espera! ¿¡Por eso es por lo que siento el poder de la amistad surgiendo en ti!? ¡¿Significa que le vas a hablar?! - Kirishima se colgó de los hombros del rubio.
— Ey, espera, ¿Esta con otras personas? - Sero también se le encimó, viendo por la ventana. — ¿No dijiste que no tenía amigos? - Le picó la mejilla.
— ¡Quítense! ¡Y esto no tiene nada que ver con sus pendejadas! ¡Y no estoy siguiendo a nadie! - Pero el rubor en sus mejillas lo delataba. ¡Maldita sea! ¿¡Por qué tenía que ser tan pálido?! ¿¡Y por qué tenía que ser tan malditamente fácil ver qué estaba algo rojo?! Odiaba ponerse rojo.
— ¡Tengo qué decirle de esto a Mina! - Denki empezó a reírse mucho, sacando su celular y empezó una videollamada.
— No te atrev-
— ¡Denki, cariño! - La voz de la morra se escuchó por el celular del Pikachu. — ¡Que alegría que me marqués! Estoy a punto de subir al tren para ir a la escuela de Blasty!
— ¡No te subas al tren! ¡Esperamos ahí!
— ¿Uh? ¿Y eso?
— ¡Kats está de trolo! ¡Está persiguiendo a Mido, mira! - Dijo, volteando la cámara y apuntando a Katsuki y a la ventana. Por supuesto que la cámara grababa a través de la misma pero se veía borroso. Aun así...
— ¡Veo cabello de algas verdes! ¿¡Si es el chico ese Midoriya?! - La morena gritó, emocionada. — ¡Déjame hablar con Kats!
— ¡No voy a hablar contigo, maldita bruja! - Katsuki se distrajo para voltear a verla. El tren se detuvo.
— ¡Señorita Bruja Mayor, para ti! - Ella alzó una ceja divertida.
— Por cierto, creo que Midori se acaba de bajar. - Pelos de incendio dijo, señalando a la ventana.
— ¿¡QUÉ?! - Katsuki volteó a ver, y cuando vio que no estaban, salió corriendo del vagón.
Por supuesto que estos pendejos lo siguieron, como si no los conociera.
— ¿¡Dónde los veo?! - La de cabello rosa preguntó.
— ¡En cuanto lleguemos a un lugar estable te aviso! - Denki dijo, colgando y guardando el celular.
Ya que estos idiotas no lo iban a dejar en paz, logró que se quedarán callados y a cierta distancia del grupo del nerd. Por supuesto, cara de burro estaba tarareando la canción de misión imposible, pero al menos lo hacía bajito y con sigilo...
Cuando llegaron al Rangi's Burger, vio que el nerd entró por la puerta de enfrente. ¡No pueden verlo! Entonces entró por el lado de los juegos.
— ¡Broo! ¡¿Nos trajiste a Rangi's Burger?! ¡Amo éstas hamburguesas, son las mejores! - Denki emocionado fue directamente a los juegos.
— ¡Idiota tienes trece años no jodas que te vas a subir! - Katsuki dijo suficientemente alto para que solo escucharán ellos. Vio que Denki, desde la resbaladilla, mandó un mensaje-Ay no le está diciendo a la alien que están ahí ¿Cierto?
'No importa. Nada de esto importa. Solo vigila a Deku, Katsuki. Solo cuida que el cabrón no termine como la comida de esos imbéciles' pensó el rubio, asomándose por la ventana que dividía la zona de niños del restaurante...
Los vio pedir comida y vio cómo se sentaron en una mesa. Uh, ¿La cabeza de coco pidió una cajita feliz?... Qué infantil.
— Oye, Bro. - Dientes de tiburón se le acercó por la espalda. — Andas muy alterado. ¿Realmente no conoces a Midori? Digo. Dijiste que no le hablabas pero aquí andas siguiéndolo
— Ugh no te voy a decir nada, déjame en paz. Y es Midoriya, no "Midori" - Katsuki rodó los ojos.
— ... Si tú lo dices... - Kirishima de repente solo se puso junto a él, vigilando al tonto también.
Y así estuvieron, Sero estaba intentando bajar a Denki de los juegos, y Kirishima junto a él vigilando a Deku. Cada vez que veía que volteaban a ver a dónde él estaba, se agachaba intentando evitar que el nerd o esos tipos raros lo vieran, pero Kirishima no lo hacía lo cual lo ponía algo nervioso. Y más, cuando vio que el pelos de incendio saludó con la mano.
— ¿¡Q-Qué haces, tarado?!
— ¡Midoriya me saludó primero! - intento defenderse, pero Katsuki ya lo estaba atacando con un puño en las costillas. Esto lo hizo agacharse y quedar a la altura del chico rubio, que estaba escondiéndose tras la pared. Cuando recuperó el aire solo volteó a verlo. — ¿Por qué andas vigilándolo? ¿Qué es tu ex o qué?
Katsuki se puso rojo otra vez.
— ¡Tarado! - Lo volvió a golpear, ahora en la cabeza. — ¡¿Por qué dices eso?! ¡Solo es...! Un amigo... - Dijo lo último en voz baja haciendo una mueca.
— ¿Entonces sí es tu amigo?
— ... Era... - Bakugo volteó a otro lado.
— ... Entonces... Lo estás siguiendo porque...
— ... No... No conozco a los tipos que están con él. Y... Escuché algo que me dio mala espina... - Katsuki dijo en voz baja, apenado de lo que estaba haciendo. Pero, siendo sincero, le preocupó mucho eso de que tuvieran la libreta con la dirección del nerd... Y que supieran de las historias de la tía Inko.
—... Te preocupa que esté en peligro... - Kirishima frunció el ceño, pero no era de enojo, era como... Cómo si intentara entender al rubio
Bakugo se quedó unos segundos así, y luego asintió con la cabeza simplemente. A esto, Kirishima alzó las cejas con sorpresa, pero luego lo vio con determinación.
— Entendido. - Kirishima se levantó de su lugar, y se acercó a los otros dos, les dijo algo y ellos dos voltearon a ver a Katsuki. Cara de burro solo le dio un pulgar arriba y una sonrisa algo tonta, y Sero por su parte sacó su celular.
Estuvo a punto de explotar en pánico cuando Mina entró por la puerta de la zona de juegos de forma extravagante, a punto de gritar "Ya llegó por quién lloraban" (como si no la conociera), pero Kirishima corrió antes de que hiciera esa estupidez y le dijo algo a la oreja, lo cual la hizo tranquilizarse. Los cuatro tontos hablaron entre ellos unos segundos antes de acercarse a Katsuki, que seguía sentado en el piso.
— Entonces el plan es que nos vamos a acercar nosotros a ellos y sentarnos cerca, tú te vas a quedar aquí. - Sero dijo.
Katsuki los vio con incredulidad. ¿Qué están haciendo? ¿Ayudándolo?...
— Sero, tu celular es el que mejor micro tiene, ¿No? - Mina preguntó.
— Sí. - El de cabello negro asintió con la cabeza. — Lo que vamos a hacer es que vamos a comprar algo para comer, para tener una excusa, y sentarnos cerca de ellos. Te voy a marcar, y voy a poner el celular lo suficientemente cerca para que puedas escuchar lo que dicen.
— ... ¿Hacen este tipo de cosas seguido?
— No, pero... Si tu amigo está en peligro, creo que lo mejor es que trabajemos en equipo. - Mina contestó, dándole la mano para que se levantara.
— Los amigos de nuestros amigos son nuestros amigos también. - Kirishima concluyó.
— ... Está bien.
Rápidamente, los cuatro tontos estaban en una mesa contigua, justo al lado de los raros y el nerd. Katsuki ya tenía el teléfono contra la oreja, y escuchaba como los tontos hablaban como si nada... Y también escuchaba al nerd y a esos tipos raros hablar.
— ¿Entonces dices que Genji era un maestro arena? - Escuchó una voz nasal, suponía que era la de la rana por lo que había escuchado cuando estaba en la escuela. Se asomó un poco por la ventana.
— Sí. Él nació en el desierto, pero cuando tenía como nuestra edad o quizás mayor se mudó a Ciudad República. - Escuchó la voz del nerd decir, y desde donde estaba se veía que no había dado ni un solo bocado a su comida, pero tenía la hamburguesa en manos lista para darle un bocado. — Se vino para acá porque, como la federación tierra empezó a construir cosas y expandiendo Ba Sing Se al desierto, el reino tierra terminó desplazando a un montón de gente nómada de las arenas. Mientras tanto, en el reino tierra en la gran ciudad de Ba Sing Se, cuando aún tenían los anillos, estaba un muchacho al que estaban haciéndole un reality show porque creían que él era el de los cuatro elementos. - Por fin le dio un bocado a su comida, pero el menso continuó hablando con los cachetes llenos. — El nombre del muchacho era Liu, y se dice que la gente creía que él era el tipo de los cuatro elementos, por eso es por lo que lo estaban televisando y tenían un pan y circo con todo esto porque al parecer no había nada interesante que estuviera pasando en esa época además del avance de la tecnología. — Tragó, y tomó una papa frita. — Pero en tres años no logró controlar ni un solo elemento además de tierra, mientras que por su lado Genji estaba confundiendo su arena control con aire control. - Se echó la papa a la boca.
— ¿Entonces durante la época de Genji la gente sí sabía del tipo de los cuatro elementos? - La cabeza de coco preguntó, para luego beber del pequeño vaso de refresco que tenía.
— Sí. Sabían también de cosas como espíritus y demás, sobre todo porque aquí en ciudad república había un portal que llevaba dentro del mundo espiritual pero, no sé aún quién pero sospecho de fue Sena, la que vino dos vidas después de Genji, lo cerró. - El nerd dijo sonriendo.
Uh... Recordaba que de pequeños, después de que la tía Inko les contó de los portales, Deku dijo que quería ir a buscar donde se supone que estaba. Katsuki siempre dijo que era una tontería, pero la verdad es que también le daba curiosidad a él. Tía Inko dijo que en el mundo había tres lugares donde habían ruinas de dos de tres portales: Uno en el polo norte, uno en el sur. El de ciudad república que permanecía como un misterio. Él siempre creyó que quizás estaba bajo el mar o algo...
Cerró los ojos tratando de escuchar... Uh, raro, ya no escuchaba a los tontos hablar, solo a los raros.
— Sí suena interesante, quizás algún día podamos buscarlo ¿Sabes en qué zona de la ciudad estaba el portal? - Escuchó al de lentes decir.
— Pues... Tengo una idea. De hecho, creo que ya hemos ido ahí, muchas veces. - Vio que el nerd se encogió de hombros.
— ... ¿Cómo que ya hemos ido? - El cuatro ojos se acomodó los lentes.
— ¿No se han fijado que el jardín de la biblioteca tiene una forma muy rara?
— Espera... ¿Dices que está en la biblioteca, kero? - La niña rana ladeó la cabeza.
— ¡E-Es una suposición mía! - El nerd comenzó a mover la mano de forma nerviosa. — Es que... El patrón que tienen los adoquines de serpiente tienen una forma muy particular, como si fueran raíces saliendo del gran árbol que está en el centro del jardín. - Katsuki había visto el jardín cuando ha seguido al nerd, y ahora que lo piensa... — S-Según lo que... Está en ese libro que habla de mitología, eh... Los espíritus están muy relacionados con las plantas. Y pues... Ese árbol es muy grande, cubre casi todo el terreno del jardín y parte del techo de la biblioteca, y debajo de su sombra aun así crecen árboles como si tuvieran el sol sobre ellos todo el tiempo, pero nunca en los tres años que he ido para allá, he visto que... Crezcan suficiente para tocar la copa del árbol mayor... Es como si, la tierra de la biblioteca tuviera... Magia o algo, suficiente para mantener vivo todo eso. Y pues... Los espíritus, son pura energía, y... U-Un tío mío dice que la magia es energía a la que aún no se le encuentra explicación científica. - Le dio una mordida a su hamburguesa.
Uh, el nerd aún se acuerda de como el viejo medio apoya las historias de Tía Inko ¿Uh?
— ... Ahora que lo dices... ¡Es verdad! - La cabeza de coco dijo.
— Es cierto. Esos patrones de las serpientes hacen parecer como raíces viniendo de ese arbolote. Qué lindo... - La rana dijo, sonriendo suavemente y dándole un mordisco a sus Nuggets.
— Interesante teoría, Midoriya. Pero ¿Entonces por qué hay un árbol ahí? ¿Está cerrado?
— Uhm... - Vio al nerd llevar una mano a su labio inferior, apretándolo. — Uh, pues... Eso creo. Según tengo entendido... Han estado cerrados los tres portales del mundo por... Unos doscientos años.
Siguieron hablando de otras cosas: más cuentos de la tía Inko, algo de entrenamiento, de la escuela, algo de... ¿Tornados? También algo de la Toph Beifong esa de los cuentos de su tía, y continuaron así hasta que vio que el cuadrado se levantó de su lugar.
La verdad es que... Ya después de escucharlos hablar con naturalidad, esa preocupación que surgió cuando los vio en la puerta desapareció.... El nerd al parecer tenía amigos... Que loco.
Dijeron algo de estar llenos y se fueron por la puerta principal lo más rápido que pudieron.
En ese instante, Katsuki colgó la llamada, le mandó un mensaje a Sero con un pulgar arriba, y vio como los cuatro tontos vinieron corriendo a dónde estaba.
— ¡No se veían peligrosos! - Denki fue el primero en hablar. - Aunque dijeron cosas bien raras. Esas historias eran raras.
— ¡No eran raras! ¡Eran interesantes! - Mina dijo automáticamente. —... hablando de, Oye Kats, ¿Tu amigo es brujo o algo?
— ¿Qué? No, claro que no. - Katsuki frunció el ceño, viendo a la morra. Sabía que el ñoño era raro, que hacía cosas raras como hablar dormido y demás, pero... ¿Un brujo? Pft.
— Uh, Mina, no creo que sea muy masculino de tu parte que llames a otros bruj-espera tú prácticas brujería.
— ¡Uh, duh! ¡No es ningún insulto, Eiji! - La morra sacó la lengua. — ¿Y estás seguro de que no es brujo?
— ¿Por qué dices que Midori es brujo? - Cara plana alzó una ceja.
— Pues, por las cosas que dijo mientras hablaba con sus amigos. - Ella sonrió de lado. — Es eso, o está muy metido en mitología y sabe cosas que vio en foros de mitología en internet.
— Es lo segundo. Su mamá le cuenta esas cosas. - Katsuki alzó una ceja. — ¿Pero qué chingados tiene qué ver eso con... Ser brujo?
— Uhm... Pues... - Ella ladeó la cabeza. — Es que mi tía me contaba unas historias de pequeña, y eran parecidas a las que contó tu amigo. - Por alguna razón, sin saber, empezaron a caminar de regreso a la estación de trenes. Vio que Kirishima cargaba una bolsa de papel, suponía que el tonto había comprado comida demás... — Eran historias de una persona que puede controlar los cuatro elementos y que tenía el deber de mantener la paz y el equilibrio en nuestro mundo, que desapareció hace unos... Doscientos años. Siempre solo me dijo de una persona, me resultó curioso que tu amigo mencionara a varias personas hasta con nombres y todo. Siempre... Creí que fue una persona extremadamente longeva.
— Uh, no... Tía Inko dice que ese wey es... Una reencarnación o alguna mamada así... - Katsuki entrecerró los ojos. — ... Espera la mamá del tonto le cuenta esas cosas a Deku. ¿Estás llamándola una bruja?
— Pues... Sí. Pero no en un mal sentido, Kats. - Mina le sonrió cálida. — Es solo que mi tía siempre dijo que pasar el conocimiento del pasado en un mundo donde... Ya nadie piensa en magia es... Una forma de conservarla. La brujería realmente es... Pasar lo que sabes acerca de mitología, medicina natural, adivinación, espíritus y esas cosas... Dicen que el control de los elementos no es magia, pero realmente nadie ha encontrado explicación de por qué lo hacemos.
— Hay explicación de cómo, el fuego control es encender el oxígeno en el aire con un combustible que sale del cuerpo del maestro fuego, aire es aerodinámica a través de calentar y enfriar el aire a través de electromagnetismo, tierra es básicamente usar las placas tectónicas al gusto del maestro tierra, y agua es magnetismo que repele y atrae los átomos dentro del agua para moverla exactamente igual que la luna... De hecho el control de los cuatro elementos se basa en electromagnética, pero a diferentes niveles. - Katsuki frunció el ceño. — No es magia.
— Eso es lo que nos dicen. - Mina se encogió de hombros. Ya estaban dentro de un tren. — Pero eso no explica el porqué podemos hacerlo, ni porqué hay gente que sí puede y gente que no. - Se sostuvo de un barandal. — Ni por qué, aunque haya combinaciones de genes, unos nacen con una habilidad u otra y no las dos cuando se supone que los genes se van juntando y así. ¿No? Tú eres el científico, deberías saber eso.
— ... Tsk, suena tonto y sin sentido.
— No muchas cosas tienen explicación, y aun así son parte de la cultura y la vida de millones de personas. - Mina se recargó en el barandal. En ese momento se dio cuenta de que los tontos estaban sentados excepto por él y la morra. — Y esas cosas que no tienen explicación, las conocemos como magia.
Katsuki vio al suelo, pensando. ¿Su tía entonces era una bruja? Porque por algo sabía esas historias... Ahora que lo recuerda la tía siempre sabía qué tipo de plantas darles para los dolores de estómago o cosas así, y el nerd de repente lo hacía también, que tomarse sus tés medicinales y eso porque tía Inko decía que estaba bien... Espera, ¿El nerd también es brujo?... Qué verga ¿Eso lo hacía también a él, Katsuki Bakugo el más listo de su salón, un brujo? Porque él también se sabía esas historias... No, espera, solo eran historias y creía que era mejor tomar medicina de verdad y no dejar a la suerte algo por plantitas. Tampoco creía en las pendejadas de adivinación o espíritus ni nada de eso. La rosita había intentado convencerlo antes de leerle la mano para saber su futuro o alguna mamada así, pero no se había dejado porque él sabía que el éxito estaba en su futuro, además de que era una pendejada depender en predicciones así. Si bien todo lo que hizo que empezará a tratar mal al nerd fue medio creer en adivinos estafadores de la televisión, había con el tiempo aprendido a no creer en eso (la vieja decía que todo eso era una pendejada y bien que tenía razón, pero no le digan que lo admite porque no quiere darle la razón), y hasta había dejado de lado la idea de que la pesadilla del tonto era una predicción: Ahora simplemente creía que era una escena de una película y el nerd la había interiorizado y por eso le asustaba tanto. Además, sabía que su tía y el nerd tampoco creían en brujería, el nerd siempre hacía todo sobre ciencia y eso, y tía Inko era una enfermera que, si bien usaba sus poderes, prefería atender a sus pacientes con pomadas de farmacia antes que pomadas de botánica... A excepción de los pinches tés que de jengibre para la gripa, y que de yerbabuena para el estómago...
—... Esto es confuso. - Dijo finalmente. — Yo solo seguía al nerd para ver qué no estuviera en peligro, no necesitaba una clase de... Tus pinches cosas brujiles...
— Tranquilo Kats. - La morra puso una mano en su hombro, tranquila. — Quizás solo ocupas liberar el estrés que te causó todo esto. Luego hablamos más de esto si quieres o no.
La verdad es que después de ese viaje al Rangi's Burgers siguiendo al nerd, todo volvió a la normalidad. Regresaron al gimnasio del cara de burro, y Kirishima le dio la bolsa con comida rápida al rubio. El rubio no la aceptó en un inicio hasta que le rugió el estómago, y comió a fuerzas esa porquería de hamburguesa. Después, siguieron con sus juegos, practicando sus formaciones y como combinaban sus técnicas para poder crear estrategias por si algún día se le ocurría entrar en competencia o algo, y Katsuki venciéndolos a los cuatro en un combate de 4 contra 1 (como siempre). Y todo debió de seguir así, pero cuando ya se iban a ir Pelos de incendio se le acercó.
— Oye, Bro, ¿Me acompañas a la plaza que está camino a la estación ahorita que vayamos de regreso?
— ¿Quieres ir a comprar mierda ahí? ¿Pa' qué? - El rubio alzó una ceja, tras cambiarse por su ropa normal.
— Uh, pues... - el tonto ese se rascó la nuca. — Necesito comprarle algo a mi jefa por su cumpleaños, pero no sé qué le podría gustar y pues... Tus papás son modistas, creí que tendrías buen gusto para esas cosas. - Sonrió de forma tonta. — Quiero comprarle una bolsa, pero estoy seguro de que le compraría algo feo si no tengo la opinión de alguien más.
Katsuki alzó la otra ceja, algo sorprendido.
— Bueno, pero después de eso me largo a mi casa y tú a la tuya y no me sigas ni nada de eso. - Rodó los ojos.
— ¡Claro!
Eran como las... Ocho de la noche. Salieron caminando bajo la luz de la luna creciente (calculaba que... En uno o dos días sería llena), las estrellas no eran muy visibles por toda la luz que las farolas de la ciudad y los anuncios de neón de la zona, solo lograba ver algunos planetas en el firmamento y un avión volando y bajando poco a poco, probablemente llegando al aeropuerto al otro lado de la ciudad.
— ... Oye hermano, sobre tu amigo Midori... ¿Por qué ya no se hablan? - Pelos de incendio volteó a ver al rubio, pero solo lo vio fruncir el ceño.
— No es de tu incumbencia. - La simple mención de Deku lo hizo sentir incómodo. Trató de caminar más rápido pero Kirishima le siguió el paso rápidamente.
— Lo sé, pero... - Kirishima hizo un mohín. — Perdón, te conozco hace muy poco pero sé que es difícil que te preocupes por cualquiera. - Dijo de golpe. Había algo que no le desagradaba del de cabello teñido: No tenía pelos en la lengua. — Si lo hiciste con ese chico, no sé, pensé que quizás se pelearon o algo... - Hizo una mueca.
— Ya te dije, no es de tu incumbencia. Solo fue cosa de hoy y ya. - Rodó los ojos.
— Podrá no serlo pero... - le puso una mano en el hombro. Esto hizo que ambos se detuvieran en medio de la banqueta del paso peatonal, bajo la luz de una farola. — La verdad es que me preocupo por ti, hermano.
Katsuki volteó a verlo, alzando una ceja.
— Mira, incluso si no quieres decirme si se pelearon o algo... Al menos déjame ayudarte a recuperar a tu amigo.
— ¿Para qué quieres ayudarme?
— Para que ya no estés tan solo todo el día.
— ¿Tú qué ganas con eso? - Katsuki frunció el ceño.
— Yo no espero nada a cambio por eso. - Se encogió de hombros. Suspiró. — Mira, uh, puede que suene extraño para ti, pero a veces la gente quiere ayudar a los demás solo porque sí. - Volteó hacia el cielo. — Y la mirada que tenías mientras seguías a Midoriya era... Como si te doliera no ser parte de su grupo.
Katsuki se quedó en silencio viendo a Kirishima. Sintió como si... Aquella mano que no le dejaba hablarle al nerd ni abrirse a los demás se hubiera soltado de golpe, pero algo le decía que esa cosa invisible lo iba a volver a encarcelar en minutos. Era como si la mano le estuviera dando "permiso" de desahogarse ante este pendejo empático que tenía frente a él pero que lo iba a agarrar de nuevo.
... Quizás sería bueno decirle, al menos para desahogarse.
— ... Deku y yo crecimos juntos. - Fue lo primero que dijo, volteó a otro lado. — Siempre estuvimos pegados el uno al otro por culpa de la bruja de mi madre y la mamá del nerd. La mamá del nerd y la vieja son amigas desde antes que cualquiera de los dos naciera... - Se cruzó de brazos volteando al suelo, y recargándose en el poste. — Siempre nos... Llevamos algo brusco. Jugábamos y golpeaba a Deku porque siempre fue un debilucho, pero era jugando así que nunca creí que podría afectarle o algo y la verdad lo dudo... Pero cuando teníamos como... nueve o diez años no recuerdo... - Llevó las manos a su cabello, rascándose con frustración el cuero cabelludo. Kirishima solo lo veía, escuchando con detenimiento. — Un día él me contó algo... Y yo no reaccioné de la mejor manera. Me contó una pesadilla en la que básicamente soñaba como el idiota se moría. Yo... De alguna manera terminé tomando eso de excusa para... ¿"Molestarlo"? Algo así. Mi cerebro estúpido de diez años dijo que era una forma de proteger al pendejo, pero no era así. Terminé lastimándolo y haciendo que nadie de la escuela le hablara y lo empezaran a tratar mal. Y me di cuenta muy tarde de mi error, y por eso... Ya no me siento capaz de corregirlo.
Kirishima asintió con la cabeza, suspirando un poco.
— Eso suena mal. Pero... Una pregunta. ¿Mido es rencoroso? - El tarado ladeó la cabeza, con las manos en las bolsas de su pantalón.
Katsuki pensó un poco.
— ... No, creo que no... - Katsuki hizo una mueca. — Ese nerd tiene un pinche corazón de pollo, dudo que sea capaz de guardar rencor. De hecho a veces dudo si el cabrón tiene tan siquiera una gota de malicia en su cuerpo...
— Tú te la llevaste toda cuando hubo repartición. - Bromeó el de cabello rojo, y Katsuki lo vio feo... Aunque en el fondo le dio risa. Solo bufó y rodó los ojos. — Es broma, hermano. - Le dio una palmada en el hombro. — Pero si dices que Mido tiene un corazón de oro, dudo entonces que te guarde rencor por algo.
— Eso es lo malo. - Dijo automáticamente. — Se que el idiota no guarda rencor, ni siquiera lo hace con su padre que es una mierda de persona. Lo conozco lo suficiente como para saber que, en el momento en que le hable y le diga "perdóname por atormentar tu vida por tres años", me va a perdonar. Pero no lo merezco, y no me gusta obtener cosas fácilmente menos esto.
— Lo sé.
— Sobre todo porque... He intentado al menos no tratarlo mal de nuevo, pero cada que me acerco a... Hablarle... Los recuerdos de cuando me contó esa puta pesadilla y su cara de horror me vienen a la mente y...
— Te pones agresivo.
— ... ¿Quizás? - Hizo una mueca.
— ¿Por qué te preocupa tanto la pesadilla esa que dices?
— ¡No lo sé! N-No creo que realmente esa cosa tenga algo de realidad. Conozco al nerd lo suficiente para saber que quizás lo vio en la tele y se quedó traumado y ahora lo sueña a cada rato. Pero es que... Cuando supe que tenía esa pesadilla despertó chillando como el bebé que es, y cuando me la contó me dijo que le dolía el cuerpo... Ya ni siquiera recuerdo qué tanto me contó, pero me quedé con lo que le dolía el cuerpo y creo que es lo que me preocupa...
— Hmm... ¿Por qué no le preguntas a Mina sobre eso? Ella sabe de pesadillas y cosas mágicas que pasan con ellas.
—... ¿Crees que voy a depender de una pinche bruja para esto? No seas pendejo.
— Pues no sé quién es el pendejo, porque tú te aferrarse a una pesadilla que TÚ no tuviste para, básicamente, arruinar tu amistad con tu mejor amigo de la infancia.
—... Hijo de-
— Calla. - Kirishima puso la mano frente a Bakugo. — Y no vuelvas a llamar a Mina una 'pinche bruja'. Estamos hablando de que perdiste una amistad por tu actitud y te atreves a continuar con esta tontería...
Bakugo se quedó callado. Este era un Kirishima diferente, su sonrisa típica era ahora seria...
—... Perdón. - Dijo, pero medio rodeó los ojos. Kirishima por su parte solo hizo un mohín.
Empezaron a caminar otra vez, pero continuaron hablando.
— Es enserio lo que te dije. No la insultes con eso de que es bruja o algo. Ella está muy orgullosa de sus raíces. - Pelos de incendio hizo una mueca.
— Sí, ya entendí, no lo vuelvo a hacer. - La verdad es que Katsuki era muy orgulloso, pero... Uh, creo que no quiere volver a ver a Kirishima así de serio. — ... Hablando de ¿Cómo se conocieron todos ustedes?
—... ¿Te estás interesando por la gran y asombrosa historia de cómo nos hicimos amigos? - Kirishima sonrió automáticamente, otra vez con la energía que siempre cargaba este pendejo. — ¡El poder de la amistad surge poco a poco en ti!
— ¡Ugh! ¡Solo preguntaba, carajo! ¡No es que me interese!
— ¡Ha! ¡Bakugo, enserio andas cayendo ante el poder de la amistad! ¡Te preocupas por tu amigo Mido y ahora también por nosotros! - Dijo, agarrándolo del hombro y sacudiéndolo un poco.
— No me toques.
Kirishima lo ignoró, pasando la mano por su espalda.
— Mina y yo somos vecinos. La nana de Mina es la bruja de la colonia y mi mamá a veces va a pedirle cosas para limpiar la casa y cosas así por lo que, cuando mi mamá creyó que ya estaba grandecito como para ir yo solito me empezó a mandar por los brebajes y cosas que prepara la señora Kayama. Mina comenzó a vivir con su tía como a los cinco o seis años tras la muerte de sus padres - Katsuki frunció el ceño. - Entonces cuando empecé a ir por lo que me pedía mi mamá, Mina me atendía. Un día me invitó a jugar y de ahí empezamos a jugar juntos.
— Entonces... ¿Mina es huérfana?
— Pues... sí. Pero me ha dicho que no era muy feliz. Ella vivía en el polo sur y ya sabes cómo son ahí que no quieren nada del mundo exterior y eso. Sus papás se enfermaron de algo raro y murieron, de pura chiripa Mina no cachó esa cosa. – Se encogió de hombros. - Entonces su nana Nemuri la adoptó y la trajo a vivir acá a rep city. - Mientras iban caminando, Katsuki empezó a patear una lata que estaba en el camino. — La nana no tiene habilidad elemental, pero Mina sí manifestó ese poder, como ya sabes, por lo que empezó a entrenar en una academia de maestros agua que es de la familia de Sero y él ya entrenaba ahí.
— Entonces... ¿Ustedes dos se conocen desde pequeños porque viven cerca y porque tú mamá es cliente de la tía de la morra, y la morra conoció a cara plana por entrenamiento?
— Así es. Sero viene de una familia de cirqueros, y esa academia que tienen es para reclutar nuevos miembros. Es por eso que Sero es tan flexible y sabe hacer todas esas acrobacias tan chidas, porque pues le enseñaron.
— ... Okay... Continua.
— Sero y Denki van en la misma secundaria y ellos ya eran amigos desde antes, casi tanto como Mina y yo somos. - Kirishima soltó al rubio pues vio que la lata se fue a un lado, y ahora él la pateó pasándosela a Katsuki. — Un día acompañé a Mina a su academia, y ahí conocí a Sero. Después de eso los tres nos empezamos a juntar, y un día Sero trajo a Denki. Y luego Denki nos enseñó su gimnasio, y él nos presentó a una amiga suya que es rica y que su familia le ayuda a mantener el gym, y a la guardaespaldas de su amiga, pero tú aún no las conoces. - Iban caminando, pasándose la lata entre los dos.
— Y luego me empezaron a hostigar.
— ¡Te gusta estar con nosotros!
— Sí, claro. - Dijo sarcásticamente.
— ¡Oh, vamos! - Kirishima se río un poco. — Si no te sintieras cómodo con nosotros, ya nos hubieras echado o algo.
Katsuki rodó los ojos y mejor ya no dijo nada.
— Además, Mina nos hizo una predicción un día de que alguien con tu descripción se iba a empezar a juntar con nosotros.
— ... Espera ¿Qué? - pelos de incendio al parecer no lo escuchó.
— También mencionó a alguien que "era muy especial para el mundo" pero no sabemos bien que significa eso...
— ... Kirishima.
Al parecer de oírlo decir su apellido, pelos de incendio solo se paralizó.
— ¿Q-Qué dije algo malo...? - Parecía asustado ahora. Katsuki solo rodó los ojos.
— ¿A qué te refieres con que la morra predijo mierda?
— ... ¡Oh! ¡Cierto, no te dijimos! - Automáticamente sacó su celular y le empezó a mostrar unas fotos de un cuenco con agua con varios objetos sobre este, y también de una baraja de tarot.
— Mina de repente nos pide que la ayudemos a practicar su videncia y nos hace lecturas de estas cosas. - señaló un cuenco con agua donde se veían gotas de cera que, extrañamente, parecían llamas y un ojo en el centro de esto. — Mina dice que cuando hace estas cosas, a veces le llegan voces a sus oídos. Cuando nos leyó el futuro, dijo que las voces de sus ancestros le dijeron que iba a llegar un maestro fuego muy explosivo de pelo rubio a nuestras vidas, y que sería nuestro líder por un tiempo. Y tres días después nos hablaste en el parque.
— ... ¿Qué chingados? - Fue lo único que pudo decir. — ¿No te lo estás inventando o sí?
— ¡Claro que no! Si quieres pregúntales a los otros. - Sonrió de lado. — ¡O-Oh! Dile a Mina qué te lea la fortuna para que le creas cuando su predicción se haga realidad~
— ... - La verdad ahora le daba curiosidad... Pero ugh él no creía en estas cosas. —... Dile tú si quieres.
— ¡Muy bien! - Dijo para luego empezar a correr. Katsuki en ese momento se dio cuenta de que ya estaban frente a la plaza. Rodó los ojos y fue directo detrás de él. Después de comprar el regalo de la madre de la roca, fueron a la estación de trenes y se separaron.
Los sábados, Katsuki la pasaba en familia, si es que escuchar a la vieja gritarle al viejo por su incompetencia y que también le gritara a él y él a ella al hacer aseo, era pasar en familia; aunque también tenían la costumbre de pasar toda la tarde viendo películas o series (a veces malas a propósito para que él y su madre se pusieran a burlarse de lo malas que eran). Los domingos se iba con el viejo de montañismo a una zona cerca de su casa, para después entrenar con él en ese lugar el fuego control de ambos. Así que realmente no veía a nadie de su escuela ni a los tontos en esos dos días. Anteriormente, Deku era invitado a escalar ese cerro al que su papá y él iban, pero desde que se empezó a comportar como un asno con el de pecas ya no iba... La verdad es que sí extrañaba que el nerd viniera.
... Mierda, no pienses en el nerd, Katsuki. Tus sábados y domingos son aburridos, piensa mejor en lo que hiciste ese lunes siguiente.
Su lunes fue raro. Despertó, desayunó, se vistió, fue a la escuela y... No estaba el nerd... Ni tampoco el profesor.
Estuvo un rato ahí, los extras le hablaban y él contestaba sin siquiera prestar atención a lo que decían. Solo miraba por la ventana el cómo entraban los rayos suaves del sol del amanecer, mantenía los pies sobre la mesa de su asiento y su botella de agua en su mano. Dio algunos sorbos a esta, manteniendo su mirada en el horizonte... Hasta que fue interrumpido por el nerd que entró abruptamente por la puerta
— ¡L-Lamen...! - Gritó al entrar pero todos solo se le quedaron viendo. —... ¿N-No está el profesor?... - uno de los extras simplemente le dijo que no.
El nerd se puso rojo de vergüenza y fue a su asiento rápidamente.
Katsuki se le quedó viendo de reojo al nerd... El cabello alborotado, con la almohada marcada en su mejilla, la ropa toda arrugada y ojeras. Era como si se hubiera acabado de despertar o algo, lo cual era muy raro en el nerd. O sea sí, el cabrón se andaba durmiendo de la nada estando fuera pero... Siempre era muy puntual, ¿Saben? Así que el verlo llegar tarde era lo que era raro.
Hablando de raro, aquel "hay algo mal" estaba MUY presente, más fuerte que nunca... Bueno no, aquel día hace tres años cuando Deku despertó llorando en su casa en la noche fue el día en que más presente sintió... Debía ignorarlo, quizás el nerd anoche tuvo esa pesadilla otra vez y por eso se veía tan cansado... Solo concéntrate en tus cosas Katsuki, solo eso.
Cuando llegó el profesor era la hora del almuerzo, por lo que no le quedó de otra más que dejarlos ir a comer. Katsuki se acercó sigilosamente al asiento del de cabello verde (que había ido al baño) para hacer lo de siempre pero... Notó que no estaba el bento de la tía Inko.
'De seguro al tonto se le olvidó por llegar corriendo...' fue lo único que pensó. Iba a irse de ahí cuando vio la cartera del muchacho... Sacó su propia cartera, de ésta sacó un billete que tenía (ni sabía de cuánto era) y lo dejó en la cartera del otro y se fue corriendo antes de que cualquiera se diera cuenta.
Cuando volvieron al salón, resultó que el huevón del profe les dio el día libre básicamente. Salieron temprano... Ugh no quería ir a casa.
Volteó a ver al ñoño, que se veía sonriente, y vio como más rápido que nunca se llevó sus cosas afuera del salón. ¡Mierda! Hizo lo mismo pero esperando que el nerd no lo viera (como siempre).
Lo siguió, pero esta vez no fueron a la estación de trenes, el nerd fue directamente a su departamento. Ahí, Katsuki se quedó tranquilo... Uh, ¿Ahora a dónde iba? Ya dijo que no quería regresar a su casa, y a parte hoy tenía entrenamiento con esos pendejos...
Quizás sería buena idea volver a la escuela. Los tontos esos tenían qué venir por él para ir al gimnasio de todas formas. Podía aprovechar y hacer su tarea en la pequeña biblioteca de la escuela o algo... Espera no tenía tarea...
—... Chingada madre. - De todas formas se regresó a la escuela. Y ahí estuvo algunas horas hasta que le llegó un mensaje de texto.
[Grupo "Escuadrón Maravilla"]
[Eiji la roca cambió el nombre del grupo a "Bakusquad"]
[Alien Queen te añadió]
[El sonrisas cambió tu nombre de "Katsuki Bakugo" a "El Bombas 💥"]
[Alien Queen cambió tu nombre de "El Bombas 💥" a "Blasty"]
¿Qué es esto? Se preguntó el rubio. Abrió rápido el WhatsApp.
Señor eléctrico [01:15 PM]:
ey quien le cambia el nombre al chat? ಠ ︵ ಠ me gustaba mas escuadrón maravilla no se valeeeeeee
Alien Queen [01:16 PM]:
creo que fue @EijiLaRoca pero quedamos ayer de hacerlo
recuerdas?
Porque añadimos a Blasty 💥 aquí~
Blasty [01:18 PM]:
¿Por qué carajos me meten en sus grupos tontos, bola de idiotas?
Eiji la Roca [01:18 PM]:
Hermanooooooooooo!!!! estas aquí ahora!
es que mina vio una cosa interesante ayer respecto a nuestro equipo de procontrol
y dijimos oooh suena interesante
enseñaselo @AlienQueen enseñaselo
Eiji la Roca [01:19 PM]
si apruebas solo nos faltaria conseguir un maestro aire nomás.
Mina, sin decir nada más, envió el enlace de una publicación de Twitter.
Blasty [01:20 PM]:
No tengo Twitter.
Blasty [01:21 PM]:
¿Y por qué mierda me pusieron Blasty? No me gusta.
Katsuki entró a la configuración rápidamente buscando donde se cambiaba el nombre.
[Cambiaste tu nombre de "Blasty" a "KING EXPLOSION MURDER"]
Alien Queen [01:22 PM]:
No necesitas Twitter para verlo Blasty~ solo pícale al link te va a gustar Loque verás~ 💕
El sonrisas [01:23 PM]
¡HAY KATS TE PUSISTES UN NOMBRE BIEN LARGO NO MANCHES AL MENOS ALGO MÁS CORTO!
El chico rodó los ojos.
KING EXPLOSION MURDER [01:25 pm]:
Más les vale que no sea porno.
El señor eléctrico [01:26 PM]:
YA TE DIJE QUE ESA VEZ FUE UN ACCIDENTE DEJAME EN PAAAAZ
Katsuki abrió el enlace: Era una imagen promocional de un torneo junior de pro-control que daría lugar en unos seis meses. Los primeros lugares eran oportunidades de becas para entrenar de forma profesional este deporte, y podían entrar escuelas y equipos independientes... Vaya, al parecer ellos también iban enserio. Esto es bueno.
[El sonrisas cambió tu nombre de "KING EXPLOSION MURDER" a "DINAMITA"]
El sonrisas [01:27 PM]
Lol te queda.
Pero me vas a matar.
Así que...
Pensaré en otro nombre lol.
[El sonrisas cambió tu nombre de "DINAMITA" a "KEM"]
El sonrisas [01:34 PM]
Taba muy largo tu nombre del señor explosivo Kats asi que lo puse en las iniciales de ese coso.
👉💀👈
KEM [01:34 PM]
Como sea, mientras no sea una de sus cursilerías @El sonrisas.
¿Entonces quieren entrar al torneo? Tenemos que escoger entre Rosita y Cara plana entonces.
El señor eléctrico [01:35 PM]:
Ooots que yo no soy elegible? ಠಗಠ
Alien Queen [01:36 PM]:
Denki amor 💕
Sabes que te amo con todo mi corazón de malvavisco rosita 💗
Pero Blasty 💥 es nuestro líder de equipo
Eiji La Roca [01:37 PM]
ademas no puedes controlar tus llamas sin causar un incendio
o sacar rayos por no controlar tu energia
El señor eléctrico [01:37 PM]:
... Bueño. Pero entonces yo soy su representante! ( ノ ಠ 益 ಠ) ノ
KEM [01:38 PM]:
¿Desde cuándo sabes de finanzas?
El señor eléctrico [01:39 PM]:
Ooots tu confia amiko
Le woadecir a una amiga que nos patrocine pa los gastos
Aunque creo que todo será acá en Rep City
El señor eléctrico: [01:40 PM]
Ya solo nos falta ver con quien hacemos los uniformes.
Katsuki hizo una mueca. ¿La vieja podría? Uh... No quería preguntarle pero...
KEM [01:43 PM]:
Yo me encargo de investigar esa madre de los uniformes.
Ahora solo hay qué organizarnos y buscar a alguien que le entre al equipo para ser el maestro aire.
Por cierto. Hoy salí temprano. Los veo afuera de mi escuela a las 2:30 en vez de las 3 como siempre.
O sea, lleguen temprano.
Me refiero a ti, cara de burro.
Katsuki sonrió de lado. Vaya, las cosas se le estaban acomodando muy bien para seguir el camino de su sueño. Pero ahora, ¿Conocía a algún maestro aire? Realmente no... Tenía que ser alguien de su edad. Era un torneo junior.
En eso estaba cuando le llegó otro mensaje, pero por privado.
[La Morra Rosa brujil te envió un mensaje]
La Morra Rosa brujil [01:48 PM]:
hey Blasty 💥
Eiji me dijo que le dijiste algo el otro día
De tu amigo Midori
De sueños que tiene
Y de mis predicciones ✨ brujillizas~ ✨
Yo salgo un poco más tempra que tú
De hecho ya voy a salir
Yo normalmente voy a mi casa a comer antes de ir por ti
Por lo que pensé preguntarte
Ahora sí me aceptarás que te haga una predicción?
Si no quieres no hay pedo
Solo pregunto para ver si traigo mis cositas.
Porque, o sea, puedo leer tu manita pero
Si tienes preguntas más específicas si ocupo mi material.
Maldito pelos de incendio... ¿Por qué le dijo si-espera nunca le dijo que no le dijera a nadie de lo que le dijo ¿o si? De hecho, ahora que lo piensa, le dijo que si quería le dijera a la morra... Mierda, también le daba un poco de curiosidad lo que fuera a decirle. O sea, no creía en nada de esto pero...
Yo [01:50 PM]:
Si quieres, pero no entiendo para qué quieres hacerme una predicción.
Solo tengo preguntas acerca de los sueños del nerd.
Además, ¿Qué te dijo exactamente el pelos de incendio?
La Morra Rosa brujil [01:52 PM]:
Solo me dijo que le contaste que tu amigo tiene sueños raros y que te dijo que me preguntarás sobre eso
Pero es que
Mira
Te ouedo decir lo que se acerca de los sueños
Como funcionan y eso
Pero esos sueños no son tuyos
Y siento que quiza tengas mas preguntas de las que quieres admitir
Personalmente podría tratar de ayudarte a entender el mundo onírico
Pero mis métodos de adivinación si bien si dicen cosas como
✨Oh vamo a conoceh un chico rubio de ojo rojo~ ✨
No solo funciona para eso
Sino para el auto descubrimiento
Es como terapia pero sin ir a terapia ¿Entiendes?
Por ejemplo, tus manos me diran cosas que, quizas tu sepas, pero no le has dicho a nadie
Las cartas, el agua y la cera diran cosas de tu presente tu pasado y tu futuro
Y si bien no rigen lo que va a pasarte
Sirven de ayuda para tomar decisiones
Para tomar tus propias decisiones.
Yo [01:55 PM]:
La terapia hace uso de un método científico. No mames. No compares una ciencia como la psicología con tu coso raro brujil que ni tiene pruebas científicas.
...
Pero bueno.
Tráelo si quieres.
La Morra Rosa brujil [01:55 PM]:
Perfecto!
Sabia que algun dia aceptarias que te leyera la furtuna mwahahah
La Morra Rosa brujil [01:57 PM]:
OH SI OLVIDE DECIRTE ALGO‼️‼️
Si tienes oportunidad trae algo que sea de Mido
Y come algo bieeen sustancioso
O sea come bien algo antes de irnos
No se vale solo la frutita que siempre comemos cuando vamos en camino al gym de denki
Come algo sustancioso que te mantenga bien energético
No quiero que te andes desmayando a media sesion
AHSI también ponte cremita en tus manitas para poder leerte a gusto las manitas
Y ahí se quedó todo. No le contesto pero algo le dijo que le hiciera caso, por lo que compró algo de comer (casi se acabó su dinero, solo tenía suficiente para ir y volver. Ugh, ¡esto le pasa por darle su dinero al nerd! Aunque bueno, al menos se aseguró de que el menso comprara algo como un sándwich y no pinches papas fritas como el cabrón de seguro tenía planeado). Fue al salón de nuevo, para ver si el tonto no habría olvidado algo en su lugar. No encontró nada, excepto por un lápiz mordido (¡EUGH!). Tenía en un lado el nombre del nerd así que sí era de él. Lo guardó en la bolsa del pantalón.
Cuando llegó la hora de encontrarse con los mensos, la primera que llegó fue Mina.
— ¡Blasty! - Llegó frente a él, cargando una mochila.
— ¿Qué tanta mierda traes?
— Primero que nada, hola~ ¿cómo estás? yo bien. - Él rodó los ojos. — Segundo, pues traigo mis cosas. - Dijo ella, tomando la mochila y abriéndola por delante. Katsuki alzó una ceja, y se asomó con curiosidad. — Mi baraja de Tarot para cuando tengas preguntas específicas, mi cuenco de agua para la hidromancia que es mi especialidá además de para limpiar el ambiente del Gym y evitar que nos salgan cosas fellonas, un poco agua lunar que hice hace exactamente 28 días yo solita - Se señaló a sí misma con orgullo. — La lupa que uso para la quiromancia que es lo primero que vamos a hacer, un poco de la pintura de piel que uso para ayudarme con mi chi, velas de cumpleaños de varios colores por si acaso, una vela más grande que le robe a mi nana, aceite de centella, y dos sándwich de jamón que prepare antes de venir para acá. - Sacó los sándwiches y le dio uno al muchacho rubio. — Ten, para tú - Éste lo tomó alzando una ceja.
— ¿Tanta mierda se ocupa en tu brujería? - Frunció el ceño, viendo todas las cosas. El cuenco era de metal... Abrió el sándwich y le dio un mordisco.
— Híjole Kats. Esto es muy poco comparado con todo lo que tiene mi nana - Dijo sonriendo, cerrando su mochila y poniéndola en su espalda nuevamente. — Éstas son solo las cositas que son cien por ciento mías y que puedo sacar de casa sin que mi nana se enoje.
— ... Ah... Oye ¿Ese cuenco no es muy pesado?
— Nah, es de aluminio.
Al rato llegaron los otros tres tontos y se fueron rápido al gimnasio, casi sin hacer ninguna parada.
— Cierren las ventanas que voy a limpiar el ambiente para hacerle unas predicciones a Kats~ - Dijo la de cabello rosa en cuando entraron al lobby del gimnasio.
Ellos hicieron caso al instante.
— Uuuh ¿por fin Bakugo aceptó? - Cara de burro preguntó sonriendo. El de ojos rojos los rodó algo hastiado.
— Algo asi. - Ella dijo tranquilamente. Sacó el frasco de pintura de Gena, y con sus dedos comenzó a hacerse las figuras que siempre se hacía en sus brazos, cara, dedos y piernas.
— Oh, esto es emocionante~ - Pelos de incendio empezó a empujar a Bakugo a dónde estaba Mina. — ¡Vas a ver el poder de Mina en acción, hermano!
Mina se sentó en el suelo de cazuelita, y empezó a hacer ruidos con un palo y el cuenco de aluminio.
— Solo no te asustes. - Sero dijo tras cerrar la última cortina. — Cada que Mina hace estas cosas el gym se pone bien raro con fantasmas y cosas así. - Sero tragó saliva algo nervioso.
— No creo en fantasmas. - Katsuki alzó una ceja.
— ¡Eso dijo Sero antes de que Mina le hiciera una lectura! - Cara de Burro gritó con sorna. Katsuki rodó los ojos.
— Yo creo que solo se sugestionan. La neta toda esta madre se siente que va a terminar siendo una pendejada...
Y hubiera seguido de mamón si no hubiera sido porque, mientras la chica golpeaba el cuenco de aluminio, el ambiente del gimnasio empezó a sentirse algo... Pesado. Muy pesado. Demasiado pesado. Y frío. Frío sobre su espalda, sus manos... Como si algo se le hubiera colgado, como si la mano que evitaba que le hablara y defendiera a Deku no fuera suficiente y ahora otra cosa se le hubiera colgado. Sentía que no respiraba y-
— ¡EY SABÍA QUE HABÍA ALGO! Perame Kats, necesito sacar a estos tipos o si no puede irnos mal. - Mina rodó los ojos y se levantó, golpeando más fuerte el cuenco y gritando cosas que, la verdad, no pudo prestar atención por culpa de la pesadez en su pecho y cuerpo. Y de golpe, sintió volver a la normalidad, solo... Aquella mano seguía ahí.
— ... ¿¡QU-QUÉ MIERDA FUE ESO?!
— Uh, sí te pegó feo... - Mina hizo una mueca. — Fue un espíritu, creo. La verdad es que nunca los he visto por lo que no sé realmente qué era pero... - Ella volvió a sentarse, frente al rubio. — Lamento eso... - Katsuki se mantuvo en su lugar, abrazándose. Ella hizo una mueca y volteó a ver a los otros chicos, que parecían estar normales, comparado con el rubio. — Kats, tranquilo. Respira hondo. - Levantó una mano y la puso en la cabeza del rubio. — Necesito que te tranquili-
— ¡ESTOY CALMADO! ¡NO ME TOQUES! ¡Y NO ME DIGAS QUÉ HACER! - Se sacudió violentamente por lo que la chica alejó la mano de su cabeza. El la vio mal, pero empezó a hacer respiración profunda (como su padre le había enseñado para su entrenamiento de fuego control). Con cada respiración los latidos rápidos y erráticos de su corazón, comenzaron a calmarse poco a poco... — ... Estoy tranquilo...
— Bien... - Ella dijo, aunque mantuvo las mejillas infladas. Los otros tres se sentaron junto a ellos. - Kats ¿Puedes prenderme está vela? - Le pasó la vela grande. Él lo hizo, rodando los ojos, y se la volvió a pasar. Ella la dejó a un lado.
— Dame tus manos... - El de ojos rojos estiró las manos mostrándole las palmas. Ella empezó a revisarlas con su lupa. Le movía las manos a veces para acercarla a la vela y ver con mejor luz.
— ¿Por qué usas una vela y no luz eléctrica?
— Porque así trabajo yo. Y no hables. - La chica dijo con seriedad, lo cual era algo raro en ella. Katsuki rodó los ojos, pero aun así ya no dijo nada. Solo esperó a que acabara. — Uh... Kats, eres diestro ¿Verdad? - Él solo asintió. — Bien... - dejó la lupa a un lado y comenzó a tocar las líneas de las manos del muchacho con los dedos.
Y así estuvieron un rato hasta que ella bajó las manos del muchacho.
— Tus manos demuestran culpa, Kats. No que seas culpable de algo, pero que sientes una culpa muy grande. Tus problemas de ira están relacionados con esto. También, demuestran que eres un tipo muy listo, pero te dejas llevar por tus sentimientos cuando no deberías, y cuando deberías sobre piensas las cosas sin siquiera darte la oportunidad de simplemente dejarte llevar. También, esto está relacionado con esa culpa que sientes, pues cuando es momento de enfrentarte a esto te dejas llevar por el miedo, y cuando No tienes que enfrentarte a esto, empiezas a pensar en todo lo que podría salir mal y por culpa de eso terminas en un espiral de ansiedad que expresas con enojo. - Le tomó la mano derecha y se la enseñó. — Mira. Tu línea de la inteligencia y la del amor - Señaló ambas líneas: la del centro de su mano y la que está justo arriba de está — Son rectas y casi paralelas, pero - Señaló ahora una pequeña línea que salía de la línea de arriba que chocaba con la de la de abajo. — Tienes una pequeña ramita en la del amor que choca con tu línea de la inteligencia. Y se manifiesta en tus dos manos, lo que significa que es algo con lo que cargas desde siempre. También, tienes dificultades para expresar sentimientos que no sean ira, todo producto de tu ansiedad.
El rubio alzó una ceja. Okay, sí sentía culpa pero... Enserio ¿Qué mierda? De seguro todo esto se lo inventó en el momento, o quizás pelos de incendio le dijo de que sentía culpa por lo de Deku. Sí, de seguro es eso. Sus manos no podían decir tanta mierda.
— Eso es prácticamente lo que me dicen tus manos al momento de simplemente verlas: Culpa, ansiedad y sentimientos guardados que no quieres que los demás vean. ¿Qué opinas?
— ... Ya me conocían, de seguro todo esto lo sacaste antes con lo que sea que te haya dicho pelos de incendio que le dije. - Bakugo se cruzó de brazos, pero parecía más que nada inseguro.
— Hermano, yo solo le dije que tu amigo Mido sueña con que se muere.- El de pelo rojo dijo, haciendo una mueca.
— Yo no lo tomé de ningún lado, me lo dijo todo tus manos, Kats. - Mina suspiró. — Pero si quieres lo dejamos aquí, si no te sientes tan seguro... - La chica tomó la vela, para apagarla, pero-
— ... Aún tengo preguntas. - Bakugo dijo, con las mejillas algo rojas.
— ¿Cuáles? - Denki alzó ambas cejas, sonriendo y picándole la costilla.
— Sobre... El nerd, creo.
— Oh, cierto. Si dijiste eso... Deja ver si hay algo con él en tus manitas~
— Espera ¿Puedes ver de otras personas con eso? - Katsuki frunció el ceño.
— No del todo, pero puedo ver cómo te sientes respecto a otras personas y eso. - Sonrió de lado. Katsuki dudo unos segundos y le dio las manos de nuevo. Mina volvió a tomar la lupa y revisó rápidamente, entrecerrando los ojos y haciendo pequeñas muecas en el proceso. — Okay esto es raro...
— ¿Qué es raro? - Él solo la observó, y no pudo evitar ladear la cabeza un poco...
— Okay, eh... - Ella soltó la mano del muchacho y dejo la lupa a un lado, se sobó el puente de la nariz. — Necesito confirmación de algo que vi. Voy a... - Se estiró para agarrar su mochila. — ¿Qué prefieres? ¿Respuestas de sí o no con el tarot o una pregunta específica con presente, pasado y futuro? - Sacó la caja con la baraja
— ... ¿Qué viste? - Frunció el ceño.
— Que la culpa que tienes tiene que ver con tu amigo. - Ella hizo una mueca.
— ... - No dijo nada, pero su silencio le dijo que sí a la morena. Ella suspiró, sacando la baraja de la caja.
— Tus manos dicen que hay algo que no le has dicho. Algo... Que sientes. Algo que solo tú llegas a sentir. Y que no puedes controlar. ¿Es verdad?
— ... - Volteó a ver sus propias manos, y luego las de la chica que estaban barajando las cartas. — ... Quizás... Quizás sea verdad...
Ella volteó a verlo con los ojos cuál platos.
— Uy... ¿Trajiste algo de tu amigo?
— Sí, pero ¿Para qué lo ocupas? - Metió la mano en la bolsa de su pantalón, sacando el lápiz mordido.
— Dámelo. - No le contestó. Él se lo dio automáticamente, aunque rodó los ojos. Ella pasó la punta de este por el fuego de la vela y, después, restregó el lápiz por su tarot.
— Baraja esto tu. - Le dio las cartas. — Barajéalo diez veces, mientras piensas en una pregunta específica. Vamos a hacerlo de pasado, presente, y futuro... Y en cuanto termines, vas a decir tu pregunta en voz alta, y usa tu nombre completo o el de tu amigo, de quién sea que hagas la pregunta. - Dijo la chica dando un leve suspiro de preocupación, que era muy palpable.
— ¿Esto es de una sola vez?
— Podemos hacer varias preguntas si quieres, pero lo mejor es que intentes hacer las preguntas específicas. A veces puede que las cartas te den significado de doble filo por no hacer las preguntas bien...
Katsuki asintió, y después vio la baraja en sus manos... ¿Qué pregunta podía hacer? Solo sabía que se preocupaba por el nerd. Solo sabía que necesitaba saber que ese sueño no era el final del menso, necesitaba saber qué podía hacer para que el nerd no estuviera mal, y porqué sentía ese "hay algo mal en él" desde chiquito...
'Lo tengo’ Barajeó con maestría las cartas. Contó de una por una cada movimiento que hizo, y cuando llegó al número diez las acomodó.
— La pesadilla de Izuku Midoriya, donde hay una batalla entre elementos y la muerte de dos hombres, uno vestido con los colores de las naciones y otro vestido completamente de negro con una máscara en su rostro... ¿qué significa? ¿Su muerte?
—... Muy bien... - La chica asintió, aunque se vio sorprendida por la pregunta que hizo. — Ahora toma las primeras tres cartas y déjalas frente a mí de izquierda a derecha. - Ella indicó.
Él hizo lo que le pidió. Ahora no tenía ni siquiera el pensamiento de "no me digas que hacer". El ambiente era pesado y no era momento para su actitud de mierda.
En cuanto las cartas estuvieron en orden, ella tomó la primera y la volteó. La primer figura que mostró fue la de una pagoda muy alta en llamas, de la que caían dos personas.
— ... La torre...
— Oh no. - Fue la primer palabra que escuchó venir de los otros tres tontos desde que Mina se puso tan seria.
— ¿S-Significa...? - Katsuki volteó a verlos a los cuatro de reojo. Sus caras decían que esto estaba... Mal.
— La torre significa destrucción. - Mina dijo. Katsuki se quedó sin aliento al instante. ¿¡Qué?!
— ¡P-Pero está en el pasado! ¿¡No?! - Denki preguntó acercando su cara a las cartas.
— Sí. - Mina dijo, tomando la carta de la torre en sus manos. — Está carta es... Negativa en cierto punto, pero depende de tu actitud respecto a todo... Cuando está en el pasado dice que lo que estaba construido se destruyó... - ella llevó una mano a su barbilla frunciendo el ceño. — ... Y si fuera un sí o un no te diría que no. Así que, no, creo que no es la muerte de tu amigo ese sueño.
El escuchar eso solo lo hizo tranquilizarse al instante, y de hecho los otros tres también se tranquilizaron. Escuchó que hasta Kaminari y Kirishima celebraron... Y la verdad es que él también, internamente.
— Pero esto no es el final. - Ella dijo. Colocó la carta en su lugar nuevamente y levantó la segunda.
Esta carta mostraba a un viejo sonriente vestido con ostentosas ropas. Él llevaba un bastón en sus manos, y estaba parado al borde de un acantilado. Además, tenía un gorila-cabra algo pequeño a su lado, tenía un río bajo el acantilado, el sol salía de la esquina superior y tenía rostro, y todo esto miraba al hombre.
— ¡Oh, el Loco! ¡Esta es una carta buena, Kats! - la chica sonrió y dio un suspiro de tranquilidad.
— ¿Y esa qué significa?
— Significa el origen o un gran cambio - Ella tomó la carta, enseñándose la ahora. — Mira. La carta del tonto representa el inicio de algo, y si está derecha es que es algo positivo. - se la dio. Katsuki la tomó en sus manos tocando y sintiendo los pequeños relieves que la carta tenía. — Esto, combinado con la carta de la torre, significa que lo que se destruyó anteriormente está dando origen a algo nuevo y positivo.
— ... ¿Y esto qué tiene qué ver con el nerd?
— Hmm... - Ella llevó una mano a su barbilla. — ¿Qué te parece si terminamos de ver? Quizás el futuro nos diga qué clase de cambio representa. - El solo asintió con la cabeza.
Ella volteó la carta y mostró a una mujer de naranja con dos sables y una venda en la cara.
—... oye, Kats... ¿Puedes repetirme tu pregunta?
— Uh, pregunté qué significaba la pesadilla de Deku, que si era su muerte.
— Preguntaste esto como si ese sueño de tu amigo fuera una premonición, ¿No? - El asintió. — Hmmm... El pasado dice que no, el presente confirma al pasado, pero el futuro...
— ¿Qué significa esta última carta? - El frunció el ceño.
— Esta última es un dos de espadas... Es una carta muy ambigua, en preguntas de sí y no representa un tal vez... - El frunció el ceño.
— ... ¿O sea...? - Sintió su corazón volver a latir con violencia.
— Okay... Mira. Mi interpretación es... - ella se quedó pensativa un momento. — Tu pregunta es si ese sueño es el futuro de tu amigo. El pasado dice que no, dice que el sueño es... Algo que ya pasó, como, hace tiempo. El presente dice que ese sueño es un cambio, un nuevo comienzo... Pero el futuro dice que podría volver a pasar.
— ¡¿V-Volver a pasar?! - Katsuki sintió que su respiración se comenzaba a agitar.
— No lo tomes tan literal, Kats. - Mina trató de tranquilizarlo. — Es probable que tu amigo en alguna vida pasada haya muerto así, y lo esté reviviendo entre sueños.
— ¿Vidas pasadas? - Frunció el ceño.
— Uh, sí. - Ella solo suspiró. Volvió a tomar las cartas y las empezó a barajear. — Todos tenemos vidas pasadas a menos que seas un alma... Literal nueva. A veces reencarnamos como animales, a veces como personas, depende de cómo hayamos vivido... Por cierto tus manos también lo dicen, conté veinte más o menos. Tienes tres menos que Denki. - Le volvió a pasar las cartas a Katsuki y él las tomó. Sin decirse nada, solo repitió el proceso anterior. Mientras pensaba en la pregunta, ella continuó hablando. — Sobre tu amigo y sus vidas pasadas... Por lo que dijeron las cartas, es... Más probable que lo que le pasó en esa vida pasada se repita, pero al ser un tal vez, puede o no pasar. Tu amigo está haciendo algo diferente, probablemente, que le evite tener ese final trágico nuevamente, pero todavía está la posibilidad ahí de que se repita... Y, n-no sé, pero quizás sea algo que ni siquiera él mismo controle, de hecho el dos de espadas al ser una carta tan ambigua, representa que todo lo que pase después será respecto a las decisiones que quien pregunta haga...
—... O sea, si... Vuelve a pasar eso ¿Será mi culpa?
— ... Si tú decides interpretarlo así... Solo... Prepárate. ¿Qué tal si mejor haces otra pregunta? - Ella sonrió de lado.
— ... - Katsuki solo asintió, analizando lo que dijo la muchacha... Entonces, era... ¿El pasado?... ¿Y si vuelve a pasar será culpa de Katsuki? ¿No del nerd? ¿O será de ambos? No le respondió lo último... Ugh esto es confuso. Suspiró nuevamente y dijo en voz alta. — ¿Qué puedo hacer Yo para evitar que Izuku Midoriya muera como en aquel sueño? - Y al instante sacó las tres cartas de nuevo.
— Vaya Kats, aprendes rápido - Sero comentó en voz baja.
— Soy el mejor, obvio aprendo rápido. - Contestó de vuelta, pero mantuvo también el tono bajo.
— Presumido~ - Mina rio un poco.
— Como sea. - Él rodó los ojos y le devolvió la baraja a la muchacha. Ella tomó la primera carta... — Uy creo que se te fue una demás. - Dijo ella separando las dos cartas. Katsuki estuvo a punto de tomar la carta extra para devolverla al mazo, pero ella lo evitó. — No, Kats. La tenemos que agregar porque se te fue. - Katsuki asintió con la cabeza. Y las volteó: Una tenía a un hombre y una mujer vestidos de verde, uno al lado del otro y a punto de tomarse de la mano, pero una enorme montaña no se los permitía; además, la carta estaba boca abajo. La segunda era una que tenía a un hombre vestido de azul con una larga capa a la espalda, aparentemente llorando, y cinco copas a sus pies, algunas estaban caídas y otras de pie como una copa normal.
— Uh, los amantes invertido, y un cinco de copas... - Mina se mordió el labio.
— ¿Amantes? ¿Eso que tiene que ver con el nerd? - Katsuki se puso algo rojo de... Imaginar algo... Aunque también pensó en '¡ew no!'. — ... ¿Y que esté de cabeza significa algo malo? ¿Y qué pedo con ese otro que dijiste?
— Hahaha Ay Kats - Ella rio un poco — Los amantes da interpretaciones diferentes dependiendo de lo que se esté preguntando y el contexto que se tenga. - Ella la tomó en manos haciendo una mueca, aunque se notaba divertida. — Los amantes no siempre hablan de una relación romántica, puede ser una de amistad, padres e hijos, o amor a uno mismo. Es solo una carta que representa el amor en general. Aquí estamos hablando de qué puedes hacer tú para evitar que algo malo le pase a Midori por lo que sería... un amor entre tú y tu amigo, ya tú decides si es una cuestión de que lo quieres, te gusta o cualquiera de esas cosas. - Ella se encogió de hombros, y la verdad es que Katsuki se puso más rojo.
— Tch...- y volteó a otro lado. -... Okay. ¿Entonces?
— Al estar en el pasado y combinada con el cinco de copas, puede significar que tomaste una decisión apresurada, lo cual provocó que hicieras un daño grande... Y ahora sientes culpa por eso. - Ella llevó una mano a su barbilla. — ¿Tu relación con Mido terminó feo?
— ... Algo...
— Ay, Kats... - ladeó la cabeza, haciendo un pequeño puchero como si le diera tristeza lo que le dijo el muchacho.
— ¡Ni me veas con lástima! ¡Sigue esa madre o me voy! - Dijo molesto el rubio. La de cabello rosa solo dio un suave suspiro.
— Levantaré la siguiente carta. - Mina dijo sonriendo un poco.
La siguiente carta era una carta que tenía tres sables encajados en un corazón semi realista.
— Un tres de espadas, también invertida... - Mina frunció el ceño un poco. — Ésta... Es rara. Se supone que representa un dolor que no ha dejado de estar presente y que estás pasando por un momento muy feo de tu vida... Pero al estar al revés significa que poco a poco lo estás superando, aunque aún te duele... ¿Has hablado con él últimamente?
—... Pues... La verdad es que... Siempre lo he procurado, ¿Saben? El... El viernes no fue la única vez que seguí al tonto. - Se cruzó de brazos, aunque parecía estar más que nada abrazándose. — Yo... Cuido que coma en la escuela, y trató de hacer que los bullys que no son yo, lo dejen en paz. Pero... Pero no le hablo. No puedo. Algo no me deja...
— Oh, es lo que me dijiste. Que cuando intentas hablarle te da algo y te pones agresivo, ¿No? - Kirishima dijo, a lo que Katsuki solo asintió. Mina curvó las cejas con un poco de tristeza.
— Uh, eso significa que tendrías que trabajar para poder superar esto... Quieres recuperar tu amistad con él ¿No?
— ... Si quiero, pero sólo si él me lo permite...
— Pues es algo de dos partes. De ti y de él. Depende de los dos. - Ella llevó su mano a la tercera carta. Al voltearla, volvió a salir la torre, pero invertida.
— ... Chingada madre esa carta me ama ¿No? - Katsuki se dio un golpe con la palma de su mano en su frente... — ¿Qué tal malo es ahora?
Okay ya estaba algo metido en estas madres cuando él ni siquiera creía. ¡Ha! La chica es buena, suponía el rubio.
— ¡Oh, Kats! ¡No te alteres tanto! Mira. - Frotó sus manos un poco. — Está carta en sí representa conflictos. Conflictos que destruyen algo. En el pasado, es que ya pasó, en presente, es que estás pasando por ello, y en el futuro es que va a pasar. Pero está invertida. - Señaló la carta. — Cuando está invertida significa... Algo similar a la normal... Pero que uno está consciente de esos cambios y conflictos. Es uno quien no quiere dar el primer paso. En este caso TÚ eres quien tiene que dar en primer paso, en acercártele... Esto significa básicamente que sabes qué tienes qué hacer. Quieres proteger a tu amigo, pero... Arruinaste su amistad. Ahora, te duele no estar con él, y cargas con una culpa que no te deja avanzar. Eso que hiciste que arruinó su amistad se va a destruir, pero TÚ eres quien no se quiere acercar, TÚ eres quien no permite que tu amistad con Midori vuelva a nacer. - Katsuki frunció el ceño. Mina continuó. — Los enamorados más las cinco copas dicen que tu relación con tu amigo terminó por una decisión muy pendeja que tomaste y ahora sientes mucha culpa. - Lo vio un poco mal, él le regresó esa mirada, aunque se veía con cara de regañado. — Y el presente dice que aun te duele esa decisión, por la misma culpa. El futuro dice que la decisión que tomaste se va a destruir, pero tú evitas que pase...
— ¡Te dije que le hablaras de nuevo! ¿¡Pero me hiciste caso?! ¡Noooo! - Kirishima le picó la mejilla al de cabello rubio. Katsuki se lo quitó de encima al instante.
— ¡Déjame, cara de roca!
Mina empezó a reír.
— Uh, entonces ¿Le vas a volver a hablar? - Sero ladeó la cabeza, recargando el codo en su rodilla y su mejilla en su mano.
— ... N-No lo sé. - colocó sus manos atrás, recargándose en el piso sin dejar de estar sentado. — Cada que le hablo me da algo... Es... Es que... - Empezó a respirar más fuerte, entrecortado. — Es que este pendejo es... - llevó sus manos a su cabeza con frustración. — Cada que intento hacer lo que pinches sea, ya sea acercármele o siquiera pedirle un lápiz en clase o cualquier pendejada, siempre pasa algo que me termina haciendo molestar, n-no sé. Solo... Cada que le hablo, lo que sea, hace que me enoje, y terminó jodiendo todo porque termino repitiendo ese estúpido círculo vicioso que me hace volver a molestarlo, golpearlo, y querer destruir esa pinche sonrisa que carga a cada rato, porque solo verlo tan despreocupado del mundo y saber que sueña con esa pinche pesadilla que un puto programa de televisión me hizo creer por años-AÑOS que era una premonición de su muerte y me dieran terrores nocturnos viendo el cuerpo de un Deku de diez, de once, de doce y de trece años descuartizado o empalado en picos de tierra me hacía sentirme horrible, como si no fuera capaz de cuidar al pendejo Con el que crecí, y para colmo tras empezar a comportarme como la mierda con él y que cada que me le acerco se encoja en su lugar como si él fuera un conejo atrapado y en espera de su muerte y que ahora yo fuera el causante... me terminó enojando conmigo. Hace mucho me di cuenta de que lo que hice estuvo mal, pero la pinche culpa que siento no me deja decir nada-
— Kats... - Unas manos lo tomaron de las mejillas. Kirishima, Sero y Denki estaban en silencio, pero tenían también una mano sobre la espalda y los hombros del rubio. Las manos de la de cabello rosa eran las que estaban en sus mejillas. — Tranquilízate... Esto se puede arreglar...
Ahora tenía un nudo en la garganta. No debía llorar, no. No era un débil. No. No era como Deku que podía llorar todo lo que quisiera. Se supone que él era el fuerte que nunca llora. No. Cuando eran pequeños Deku lloraba por ambos. No. No debía llorar.
— Kats, si no te sientes listo aún para hablarle, no te preocupes... - Sero dijo. — Sabrás en qué momento deberás hacerlo, cuando el momento te lo indique...
Katsuki volteó a verlo, con expresión cansada...
— No lo sé.
— Mira Bro, tú mismo dijiste que dudabas que Midoriya te guardara rencor. - Kirishima apretó el puño, levantándolo con entusiasmo. — Con eso ya sabes que no pasará nada malo. Si te disculpas, podrías recuperar a pasos chiquitos tu amistad. Pero primero tienes qué encontrar el momento en que te sientas listo.
— ¿Quieres un consejo de las cartas? - Mina preguntó, dándole de nuevo la baraja al muchacho, aunque él no la tomó al instante. - Cuando tienes una tirada así, también puedes pedir un último consejo, tomando la última carta del mazo. - Señaló bajo las cartas. — Quizás ellas te puedan indicar algo para que logres tomar la iniciativa.
— ... - Katsuki vio las cartas, y las tomó con decisión. — ¿Entonces tomo la última? - Ella asintió.
Katsuki suspiró. 'Nada más puede salir mal y raro en está pinche tarde...' pensó para sí, y puso la carta que Mina le dijo que sacara. Esta vez le dio la vuelta él mismo: Era una carta con diez espadas clavadas en un hombre, con una puesta de sol detrás y nubes encima. Se sintió mal por el hombre de caricatura apuñalado por las espadas...
— O-Oh.
— Ay ¿Ahora qué chingados? - Katsuki preguntó con frustración.
— Ay Kats como te digo esto... - Se empezó a mover nerviosa. — Creo que no vas a poder esperar mucho para hablarle, esta carta no es muy buena.
— ¿Por qué? - Kirishima preguntó ahora, abriendo los ojos como platos.
— Okay, esta última carta que sacamos es pedir un consejo, y el diez de espadas es... Casi lo mismo que la torre.
— Espera ¿Qué? - Katsuki sintió que se le iba la respiración. Torre es destrucción, torre es destrucción...
— Es una carta que representa un mal presagio, que algo malo puede pasar... - Ella cerró los ojos, pensando en voz alta. — Estamos hablando de que sientes culpa y no puedes hablarle a Midori... Esta carta ES un mal presagio, provocado por ti mismo, donde tienes que asimilar estas cosas malas para intentar arreglar lo que arruinaste, y cerrar un círculo... Un círculo vicioso, en el que tú mismo te metiste. Porque si no lo haces...
— ... Puede pasarle algo malo al nerd, como en su pesadilla...
— No solo a él, Kats... - cerró los puños con fuerza, viéndolo con seriedad. — También a ti.
Y en ese momento, algo en su interior despertó, y la mano que lo tenía apretado del cuello lo soltó por completo al fin.
La mañana siguiente despertó temprano, a pesar de que se quedó algo tarde investigando cosas sobre lo que pasó aquel lunes en la tarde (nunca lo admitiría pero... La verdad le terminó gustando un poco esa madre del tarot...). Se levantó de su cama, desayunó, y preparó su lunch de ese día, junto con un poquito demás... Por si acaso. Es más, mejor preparó otro bento igual al suyo.
— ¿Estás preparando dos almuerzos? - La vieja preguntó al llegar a la cocina. Tenía en su mano una taza de café.
— ¿Qué te importa? - Dijo de golpe, amarrando bien el segundo bento.
— ¡Ha! ¿¡Quién te crees, imbécil?! - Ella dijo también, pero llegó por detrás y le puso las manos en los hombros. — ¿Para quién es el otro?
Katsuki rodó los ojos.
— El tonto de Deku ayer no llevó lunch y terminé prestándole un poco de dinero. Voy a asegurarme de que hoy al menos tenga algo de comer... - Dijo, se notaba algo rojo. Aun así Mitsuki no dijo nada, solo sonrió de lado alzando una ceja.
— Qué considerado de tu parte, Katsuki. - Le sacudió el pelo y se dio media vuelta dándole un sorbo a su café. Katsuki rodó los ojos.
De repente, sonó el teléfono de la casa. Mitsuki fue a atender.
— Familia Bak- ¡Inko! ¿Como estás? - Al instante Katsuki paró la oreja. — ¿¡Eh?! ¡¿Cómo que Izuku no durmió?! - ... ¿El nerd no durmió? - ¿Cómo que ence- Okay okay yo le digo. Sí sí, no te preocupes Inko. ¡Sí! No te preocupes al rato le lleva todo, si no te preocupes Inko. ¿Entonces Izuku se va a quedar-ok ok si si, claro que se puede cuidar solo... Sí, envíale muchos mensajes. Si. ¡Claro! Luego nos vemos, salúdame a tu niño. ¡Ha! Sí claro, como si yo ocupara suerte. Ten un buen día, amiga. Bye, cuídate. - Y la rubia colgó.
— Katsuki, guarda ese bento. Dice Inko que Izuku no durmió anoche y no va a ir hoy a la escuela. - Le dijo desde su lugar.
—... No me jodas. - Dejó caer su cara sobre la barra. — ¿¡Y ahora que hago con esta mierda?!
— Que se lo lleve tu papá. - Ella se encogió de hombros. — Ahora prepárate. Inko preguntó si puedes llevarle tus notas a Izuku, así que hazlo antes de irte con tus amigotes. O mejor quédate con él, Inko me dijo que va a salir y no va a volver hasta muy en la noche.
Y Katsuki solo bufó. Bueno, hablaría con el nerd después de la escuela entonces...
Al rato, ya estaba en su salón. Y todo era relativamente normal con todos los extras hablando entre ellos... Bueno, no, no era normal. Izuku no iba a ir hoy. Por lo que logró escuchar, el nerd no había dormido anoche... ¿Por qué habrá sido? Uh, ¿Volvió a soñar con esa cosa? Al menos ya sabía que podía ser otra cosa y no una premonición...
— ¿Entonces el profe ayer estuvo así porque olvidó que nos iba a hacer exámenes? ¿¡Y va a hacernos uno hoy?! - Escuchó a un extra decir de golpe. Abrió los ojos como platos. Oh no-
En ese momento escucharon la puerta abrirse de golpe, y un muchacho de pelo-ESPERA ES DEKU.
El chico tenía unas ojeras TAMAÑO DIABLO. Su ropa estaba PEOR QUE AYER. Su típica sonrisa no estaba y... La verdad se veía peor que sí solo no hubiera dormido anoche... Y tan cara de pocos amigos tenía que no dijo nada y solo se fue a sentar a su lugar.
'¿Que mierda?' pensó Katsuki, levantándose de su lugar y acercándose al nerd alzando una ceja.
— Hey, Deku. ¿No se supone que ibas a quedarte en casa hoy porque ayer no dormiste? Te ves horrible. Pero bueno hoy ten-
— Chinga tu madre, Kacchan.
... Espera qué-
Notes:
¡Quinto capítulo de mi fanfic de BNHA x Avatar! ¡Hay más pistas y cosillas por ahí que van develando poco a poco más cositas para nuestros personajes!
¡Lo prometido es deuda y aquí está Katsuki de vuelta! ahora vamos de nuevo con un poquito de lore y construcción, ¡pero ésta vez desde el punto de vista de Bakugo y de su squad! Seguimos sabiendo que la gente no sabe del avatar, ¡pero hay gente que aún sabe de éstas historias además de nuestros protagonistas Deku y Kacchan! ¡Y MINA ES UNA BRUJA!
¡Ah, también ya quedamos al tiempo en ambos POVs! ¡Y DEKU ACABA DE SNAPPEAR CON EL MENSO DE BAKUGO! HAHAHAHA ¿Qué hace ahí si se supone que no iba a ir a la escuela?
¡Momento de las Preguntas! (Que si gustan, pueden responder en los comentarios):
- ¿Alguna vez les han hecho adivinación? ¿No les interesa? Yo sé leer la mano pero muy poco, y a veces se me hace interesante el tarot.
Pero muchachos, como dijo Katsuki, el tarot no es reemplazo de la terapia. Si ocupan, ¡vayan!Anyways! ¡Los amo! ¡Gracias por leer! <3
Chapter 6: La historia de dos amigos
Summary:
— Kacchan. ¿Me... Me llegaste a odiar? ¿Por algo que hice?
— ¿Eh?
— Y-Yo... Solo pregunto. - Hizo una mueca. — Es que... De la nada me empezaste a molestar, y de la nada me dejaste de molestar y pues... hoy me llevas a mi casa... E-Es raro... llevo tres años pensando que... que estabas enojado conmigo y no puedo evitar pensar que-que quizás fue mi culpa que te alejaras, pero ahora estás... Haciendo estas cosas. De la nada. Perdón si es raro que pregunte esto en medio de la calle pero... - Suspiró, volteando a otro lado. —... ¿Hice algo mal?
— ... N-No te odio...
— ¿E-Entonces? ¿Por... Por qué me dejaste solo?
— ... Nunca fue mi intención hacer eso... Yo... Llegando te explico todo, ¿Okay?
—... Okay...
Notes:
Arte por: ¡¡Eridanus Y yo!!
TW: Hablamos de Magiaaa, brujitas, tarot, y un pinchi fantasma asusta a Katsuki un shingooo!
(See the end of the chapter for more notes.)
Chapter Text
— Chinga tu madre, Kacchan.
... Espera, qué-
— ¿¡Ha?! ¿¡Quién te crees?! ¡No jodas yo solo-
— ¿Qué? ¿Ahora te preocupas por mí? Vete a la chingada. - Volteó a verlo desde su lugar con una mirada que... ¿No era de enojo? Pero no era la típica expresión que tenía cuando se encogía en su lugar, ni era la reacción que esperaría del nerd. Katsuki solo se quedó en blanco después de escucharlo. Tenía un aura diferente... Lo vio de arriba a abajo, y en ese instante reconoció lo que estaba pasando. Había visto muy pocas veces a Izuku Midoriya de este modo: Frustración, insomnio, "No quiero ninguna mierda más, déjame en paz"... Mierda, esto es malo. Y al parecer lo notaron también sus compañeros, que se quedaron callados cuando escucharon a Deku hablarle de esa forma al rubio.
— El profe ya entró, Kacchan. Vete a tu lugar. - Dijo, señalando hacia el frente.
Katsuki se dio media vuelta en su lugar y regresó a su asiento...
Verga, esto es malo. Esto es muy malo. Esa voz que le decía que algo malo había con Deku se lo decía, pero en realidad él ya lo sabía. Era demasiado obvio que estaba mal. Que había algo mal.
Y más malo era si el profesor les hacía ese examen que dijeron los extras que tendrían. ¿Deku podría resolverlo cuando no estaba en sus cinco sentidos? ¿Él podría resolverlo cuando en ese momento solo sentía la necesidad de agarrar al de cabello verde y alejarlo de ahí para forzarlo a dormir y que no siguiera con esta actitud tan pinche rara? Quizás eso lo ayudaría o algo...
Ahora que lo recuerda, una vez hace unos seis años, el nerd pasó una noche entera sin dormir. Katsuki no sabía qué hacer, el niño estaba muy... raro ese día. Cualquier cosita lo hacía llorar de frustración y golpear cosas como si no logrará controlarse. Cuando Deku no dormía, era como si pasara por varias fases, seis para ser exactos: Enojo y seriedad, Llorar por todo, empezar a reír como villano, quedarse mirando a la nada, hablar demás sin arrepentirse, y finalmente volver a quedarse dormido de nuevo. No había un orden especifico (¿excepto quizás por la última parte?)
— Clase, tenemos examen hoy.
Mierda.
— Profe - Deku alzó la mano. Oh no, fase uno. — El calendario marca que empiezan los exámenes en dos semanas. - Dijo de golpe el muchacho de grandes ojeras, sin titubear ni mostrar el típico nerviosismo. El profesor se le quedó viendo, y alzó una ceja.
— ¿Ah, sí? - El de pelo verde asintió, y el profesor entre cerró los ojos.
— e-eh.. ¡Deku tiene razón, profe! - Katsuki contesto de golpe. La verdad es que él ni se acordaba que ya empezaban sus exámenes, así que de seguro el nerd tenía razón. Además, por el aura que cargaba el de pecas... era mejor que el profe hiciera caso.
Izuku volteó a verlo de reojo alzando una ceja.
El hombre rodó los ojos y sacó su calendario del maletín que siempre cargaba.
— ... Okay, tienen razón muchachos, lo siento. - El profesor dijo tranquilo, y entonces sacó su libro guía.
... Okay. Esto no salió tan mal...
Llegó el momento del receso, y vio como Deku salió del salón, cargando su mochila... ¡Chingada madre, Deku! Ojalá no haga un desastre o algo... Se levantó también y salió atrás de él con un tic en el ojo.
Deku llegó frente a la máquina de dulces que estaba en la cafetería, ahí vendían un café que a él le gustaba. Vio como puso un billete en él y...
— ... Ay no. Ay no, no. - Deku golpeó el lado de la máquina. — No. No.
Katsuki se le acercó un poco... oh, la lata se quedó atorada.
— ¡¡¡MUGRE BASURA OXIDADA!!! ¡¡¡YO SOY PERSONA TÚ ERES MÁQUINA!!! ¡¡¡HAZ LO QUE TE ORDENO VOY A.…!!! ¡¡¡LLORAR!!! ¡¡¡¡¡Y VOY A DESCONECTARTE EN EL PROCESO!!!!! - Empezó a agitar la máquina. Katsuki rodó los ojos y lo empujó.
— Quítate. - Empezó a darle unos golpes a los lados, y la lata cayó al instante. La tomó y se la dio.
— ... - Al de pecas de la nada se le llenaron los ojos de lágrimas... Y empezó a sollozar. — ¡K-KACCHAN!
Oh no, fase dos: Llorar por todo.
— ... Bye. - Katsuki hizo una seña de adiós, tocando dos dedos con su frente, se dio media vuelta y se fue lo más rápido de ahí.
Mierda, ¿¡Ahora como le iba a hablar al nerd?! Ya no sentía esa mano que se lo prohibía, y ahora con eso que dijo Mina que podía ser el fin de ambos SABÍA que tenía qué hacerlo, recuperarlo. Como dijo pelos de incendio: a pasos pequeños... ¡Pero! ¡M-Maldita sea, verlo así daba pavor!
... Ahora que lo pensaba ¿Por qué vino el tarado este? Ugh. Quizás debía avisarle a Tía Inko. Ella sabría qué hacer...
Yo [10:20 AM]:
Tía, Deku vino a la escuela aunque le dijiste a la vieja que no iba a venir.
Tía Inko [10:25 AM]:
Perdona Katsuki no vi tu mensaje... como estas?
Tía Inko [1:26 AM]:
Oh no yo le dije que no fuera y no me hizo caso....
Cómo siempre...
como lo ves? Esta tranquilo? No ha hecho ningun desastre?
Yo [10:27 AM]:
Pues bien, pero Deku está en modo insomnio.
Pues... Está en la fase dos...
Se puso a agitar la máquina expendedora de la cafetería y luego empezó a llorar.
Tía Inko [10:29 AM]:
Le voy a marcar... Ese muchacho nunca me hace caso...
Gracias por avisarme Katsuki
Yo [10:30 AM]:
De nada, tía.
Salió de la conversación con la mujer, y estuvo por dejar a un lado el celular de nuevo cuando vio que el nerd le mandó algo.
A la una de la mañana.
Pero era un mensaje borrado...
— ¿Que mierda traes en la cabeza, Deku? - Solo pudo pensar.
Mierda, al parecer el de pecas no solo estaba raro con su pinche insomnio...
¿Será porque Mina lo hizo hacer eso ayer? ¿Invocó de alguna manera a Deku? ¿O acaso estaba teniendo una pesadilla? ¿Todo era un sueño?
Se pellizcó el cachete.
...
No, era la realidad.
Izuku estaba sentado bajo el gran árbol donde siempre se sentaba a comer, donde podía ver a sus compañeros jugar diversos juegos. Le gustaba sobre todo ver a sus compañeros que eran maestros tierra jugar fútbol con tierra control, o verlos jugar disco de poder. En su salón, aparte de Kacchan, habían otros diez maestros, la mayoría eran maestros tierra, y los demás eran como él: no maestros. Aun así, siempre estaba solo.
Cómo dijeron sus amigos, quizás no era su culpa, quizás solo no lo entendían...
Aun así dolía, obviamente.
Pero en este momento solo pensaba en tomarse ese café que Kacchan amablemente había sacado de la máquina para él...
Y ahora que lo pensaba, ¿Qué mosca le picó? Hacía meses que el rubio lo había dejado en paz y ya no lo molestaba, a menos que se encontrará con él y lo hiciera enojar (cosa que era con todos, no solo con él) pero hoy de la nada le habló. Ni recuerda que le dijo, la verdad es que el día de hoy Izuku se ha sentido como en conducción automática, pero sabía que le dijo algo que hizo que el rubio se quedara sin decirle nada...
... Oh no.
¿Y si ahora Kacchan está planeando su venganza por algo que no recuerda? Oh no esto es malo es muy malo. Kacchan es predecible en sus reacciones pero no en sus acciones...
Estaba pensando en eso cuando escuchó su celular sonar. Lo tomó y contestó rápido.
— ¿Bueno?
— ¡Izuku! ¡¿En dónde estás?!
— ¡Mami! ¿Qué pasó? Creí que estarías tra-
— ¡Mijo, no evadas la pregunta! ¡Katsuki-kun me dijo que fuiste a la escuela! ¡¿Por qué me desobedeces?!
— ¿K-Kacchan te dijo que...? Uh... - se rascó la nuca. — Per-Perdón má, es que... N-No quería estar solo en la casa...
— ¿¡Y eso qué?! ¡Estás todo desvelado! ¿¡Qué haré si de camino a la escuela o de regreso te pasa algo?! — Podía escuchar como su mamá infló las mejillas. Por alguna razón esto lo hizo reír. — ¡Ey no te rías! ¡No estoy bromeando, Izuku!
— ¡P-Perdón! E-Es que... Mami se siente bien solo estar yo ahí encerrado...
— ... - Escuchó como su mamá bufó. — Entiendo, cariño, pero no hagas eso otra vez, por favor. ¡Imagina qué tan preocupada me tienes, que me enteré por Katsuki-kun! ¡Por favor, hoy no vayas a la biblioteca! ¡Aunque vayan tus amigos por ti! ¡No vayas!
— ... E-Esta bien mami...
— Y cuídate en tu regreso. Estáte alerta. Por favor.
— Sí mami...
— Bien... bye.
— Bye... - Y colgaron ambos.
... Kacchan le avisó a su mamá que fue a la escuela... Esto es raro...
... Oh no ¿qué le dijo? Recuerda Izuku, recuerda.
Empezó a repasar su día... A ver Izuku repásalo desde ayer porque también ayer fue raro: Tuvo solo dos horas de clase, llegó a la biblioteca muy temprano, se quedó dormido como a la una en un sillón y despertó a las cinco, luego estuvo un rato con Uraraka y Tsuyu y por lo adormilado que estuvo todo el día ni se dio cuenta de que pasó una hora cuando llegó Iida, luego bajó y vio que estaban encerrados en la biblioteca... Luego Tsuyu le hizo algo y de la nada tuvo demasiada energía... Hicieron cosas como jugar, bailar, platicar... Luego ellos se durmieron y él se quedó despierto... Luego quien sabe cómo, llegó a su casa... Se volvió a dormir pero a la media hora se despertó por culpa de la luna roja... Y ha estado despierto desde las tres de la mañana... Su mamá salió, y cuando faltaba poco para que llegara el tren a la escuela mejor decidió venir... Luego... Luego... Llegó a la escuela... Si, llegó acá, no recuerda haberse desviado... Uh... Luego Kacchan le habló e Izuku le pidió amablemente que lo dejara en paz y le hizo caso...
...
¡Espera un minuto! ¡No se lo dijo amablemente! ¡Le dijo una grosería! ¿¡Cierto!? Oh no.
... ¿Por qué siente tantas ganas de reírse ahora?
Okay, cualquiera que fuera externo a lo que... Sea, que esté pasando por la cabeza del nerd en este momento, también debía de estar igual de asustado que él, ¿Verdad? Katsuki NO es un cobarde.
Él solo sabía que tras mandarle el mensaje a su tía y ver que el nerd le mandó algo pero lo borró, se dijo a sí mismo "tengo que ir a ver qué pedo" y fue.
Pero verlo, solo lo paralizó, como esa mañana cuando le soltó las palabrotas que Katsuki le había enseñado de pequeño. ¿Y por qué se paralizó? Pues Deku estaba riendo. Riendo a la nada. Riéndose con su plato de comida. Riéndose de su café. ¿¡Riéndose del café como el desquiciado que de seguro es?!... ¿¡Como chingados uno no estaría asustado viendo esta escena?! Nomás faltaba que cayeran rayos, hubiera un terremoto, se prendiera en fuego el árbol, y una tormenta horrible apareciera. El nerd parecería villano de película de caricaturas, como esa Zarina malvada de la película de la zarina muerta y los siete Bogatyrs.
Esta era la fase tres.
Katsuki solo quiso darse media vuelta para irse de ahí, pero la mirada del de ojos esmeralda se cruzó con la suya, y supo en ese momento que ya no podía hacer nada.
— ¡K-Kacchan! - Mierda, de seguro le va a mentar la madre otra vez y no sabrá cómo reaccionar, ¿Verdad? — ¡P-Perdón!
— ... ¿Eh? - Okay ¿Ahora que trae?
— ¡En la mañana te dije que fueras a.... Eso...! - Se llenó de lágrimas otra vez.
Uh, ¿Sí dijimos que las fases no iban en orden?
—... E-Eh, sí, no pasa nada. - Katsuki solo pudo decir, volteando a otro lado. Deku seguía llorando como la fuente de llanto que es... Ugh, esto es incómodo. Quizás...
Pasos chiquitos, Katsuki. Solo recuerda hacerlo a pasos chiquitos. Poco a poquito...
Izuku no sabía qué estaba pasando, solo sentía como las lágrimas bajaban por sus mejillas pecosas. Al menos agradecía que, al parecer, a Kacchan no le importó que le dijera una grosería y fuera tan grosero esa mañana...
Suspiró, viendo la lata de café y dando un sorbo, y tomó sus palillos para comer un poco de arroz...
Hasta que el rubio se sentó junto a él. De solo ver eso, Izuku solo se quedó paralizado... Oh no. Se encogió en su lugar... Oh no, ¿Acaso sí le importó? ¿Acaso le iba a volver a golpear? ¡N-No esto no es...!
... Oh, solo está comiendo también.
Kacchan había sacado su lunch y su botella de agua, y había empezado a comer. Junto a él. Cómo si nada...
Uh... Quizás si lo ignora no pase nada...
Pero al parecer, Kacchan no quería quedarse callado.
— ¿Por qué no dormiste anoche?
— ... M-Me quedé encerado en la biblioteca del centro... Por... Cómo diez horas, creo. - Izuku dijo en voz baja. — Y... Tuve pesadillas después de eso...
— ... Mhm... - Kacchan pareció comprender, asintiendo con la cabeza. — ¿Esa en la que te matan con picos?
— Espera ¿¡Que?!
— Me contaste tu pinche pesadilla recurrente a los diez. Dijiste que-
— ¡N-No me matan a mí! - Izuku lo vio con horror. — ¡¿Crees que me matan a mí?!
— ¿¡Cómo que no es a ti!? ¡Me dijiste que mataban a un wey con los colores de las pinches naciones!... Ay no me jodas. - Él frunció el ceño y restregó su mano por la cara con frustración.
— Uh... - Se ve su ropa azul y sus tenis rojos. — ... Ahora entiendo porque dices eso, solo falta el amarillo o el naranja... - Suspiró, y no pudo evitar sentir ganas de reírse pero se aguantó. — No soy yo, aun así. El... El de colores tiene el pelo rubio, es... Está lleno de músculos, como Napa de Dragon Ball Z, está vestido de verde con rojo como combinando tierra con fuego, pero usa botas como los maestros agua... Y tiene flechas, como los antiguos maestros aire.
—... - Katsuki abrió los ojos como platos, pero volteó hacia enfrente como pensando. — ... Entonces sí no eres tú... ¿Pero el otro?
— Pues a ese tipo no lo puedo ver bien... En un inicio tenía una máscara, pero ahora lo único que veo en su cabeza es... Una sombra - Izuku solo se encogió de hombros.
— ... Okay. - Katsuki asintió con la cabeza.
Izuku le dio un sorbo a su café, lo cual le hizo abrir un poco más los ojos.
— ... ¿Quieres otra de esas mierdas? - Sin decir nada ya estaba parado. Izuku solo se le quedó mirando unos segundos, para terminar sacando otras monedas de su pantalón. Katsuki se las quitó uno tardó ni dos minutos en volver con otras dos latas, una de café y otra de lo que parecía ser refresco de naranja.
— Será mejor que estés bien pinche despierto lo que queda de clases...
Izuku solo asintió tomando una lata.
— ... ¿Como estuvo eso de que te quedaste encerrado en una biblioteca?
— Pues... Pues sí. Yo... - Carraspeó la garganta. — Me quedé dormido, mientras una amiga me-me cuidaba... Dice que me dormí como cuatro horas, y cuando llegó otro amigo yo... Fui a comer algo y... Pues... Estaba cerrada y ya no había nadie.
El rubio asintió.
— ¿Y no dormiste por eso? ¿Qué? ¿Te asustó quedarte solo? - Kacchan parecía estar buscando burlarse de él pero no al modo que lo había estado haciendo por los últimos tres años... ¿Por qué se sentía como si nada hubiera cambiado?...
— Solo... Solo sé que aunque me dormí de antier para ayer no descansé, y de ayer para hoy solo dormí... Media hora, creo. Y pues... - Se rascó una de sus ojeras. Ahora que lo pensaba, estaba bien cansado.
— Te ves como la mierda. - El otro sonrió de lado de forma maliciosa.
—... Supongo... - Pero no pudo evitar, ahora sí, reírse.
... Okay ¿porque ahora se está riendo como villano?
Agradecía que, aunque en un inicio Deku se encogió en su lugar, lograron tener una conversación relativamente normal... Hasta que se empezó a reír de nuevo de esa forma exagerada tras decirle que se veía como la mierda.
Y cuando regresaron al salón todo transcurrió relativamente normal también. Nadie llamó a Deku al pintarrón así que casi nadie notó cuando el nerd se perdió en sus pensamientos o lo que sea qué pasará cuando estaba en la cuarta fase.
Pronto llegaría la hora de la salida y tendría que irse...
Uh... Tía Inko le había pedido en la mañana que le llevara sus notas. ¿Y si hoy...?
Solo esperaba que el nerd no se volviera a asustar de él como hace rato... ¡Solo es acompañarlo a su casa! ¡No tiene qué hacer nada más! Solo asegurarse de que llegue. No es tan raro, digo, está todo menso ahorita por no haber dormido. Y no es diferente de lo que hacía antes. Solo el nerd ahora sabría que lo estaba acompañando...
... También podría aprovechar y pedirle disculpas. Acababa de ver qué si hablaban, podían hacerlo normalmente...
... Ok, ya está decidido.
[Grupo "Bakusquad"]
KEM [01:35 PM]:
Idiotas, voy a acompañar a Deku a su casa hoy. No vengan por mí.
Alien Queen [01:36 PM]
OMG!!!! KATS!!!! ESTÁS QUE ARDES!!!
La Roca [01:36 PM]:
Oh vaya entonces iras directo! Mucga suerte! Si no te sientes listo da pasos chikiticos!
El señor eléctrico [01:36 PM]:
TÚ PUEDES BAKUBRO! CONFIAMOS EN TI!
El sonrisas [01:36 PM]:
Solo trata de no asustarlo LOL 🤦
KEM [01:37 PM]:
Cállense.
Sí, sí. Mi plan no salió como esperaba.
El cabrón no durmió anoche.
Mi tía Inko me pidió que lo acompañara a su casa.
Y bueno, al menos pude hablar "normal" con él hace un rato, pero es porque estoy cuidando que no haga nada raro.
Alien Queen [01:38 PM]:
Uy! Si te quedas en su casita hazle un té de lavanda
siempre ayudan a dormir a gusto~
El rubio rodó los ojos.
Como siempre, quiso esperar a que todos se fueran del salón antes de que él se fuera. Normalmente hacía esto con el propósito de asegurarse de que el tren que va directo a la estación de la biblioteca, ese que está junto al McDonald's al que fue con los chicos el viernes, llegara en cuánto él lo hiciera. Salía a una hora pico, por lo que prefería esperarse a un momento en que supiera que la estación no estaba llena.
Pero hoy le había prometido a su mamá que hoy no iba a ir a la biblioteca, tenía que avisarles a los chicos...
[Grupo "El club de la biblioteca"]
Izuku 🥦 [02:01 PM]:
Oigan, chicos
Mi mamá no me va a dejar ir hoy a la biblio (•n•)
Uraraka 🍡 [02:02 PM]:
no te preocupes Izu-kun!!!! 💗
de hecho yo tampoco iba a ir
con todo lo que hicimos ayer me siento bieeeen cansaa 😭
Iida 👓 [02:03 PM]:
Bueno, chicos. De hecho creo que es conveniente que hoy no vayamos a la biblioteca. Lo que hicimos ayer estuvo muy mal, dejamos el lugar hecho un desastre. Movimos sillones y nos subimos a una mesa. No estuvo bien. No volveremos a hacer eso jamás.
Además de que, por lo que dijo el señor Shimano cuando íbamos saliendo, dijo que iban a ver si ponían cámaras ahora sí en la zona donde estuvimos.
Recuerden que dijo que no era la primera vez que pasaba que se iban sin estar seguros de que todos los asistentes ya se hubieran ido.
Así que creo que no es conveniente que vayamos hoy después de todo lo que hicimos ayer.
Tsuyu 🐸 [02:03 PM]:
No te preocupes, Midoriya
Yo tampoco voy a ir hoy
Tengo qué cuidar a mis hermanitos
Tsuyu 🐸 [02:05 PM]:
Hablando de...
Midoriya, Ochako, ¿Durmieron bien anoche?
Es que a mis hermanos les da insomnio después de un golpe de azúcar
Izuku 🥦 [02:06 PM]:
... No ( ╯ _ ╰ )
Tuve una pesadilla ☯ _ ☯
Y después ya no me pude dormir
Uraraka 🍡 [02:06 PM]:
yo sí!
al menos un ratico
Aunque me desperté como desde las seis y yo entro a las ocho a la escuela
Estoy cansada.........
Tsuyu 🐸 [02:07 PM]
Ay.
Creo que esto también fue mi culpa.
Lo siento muchachos, juro que no vuelvo a hacer eso...
Izuku 🥦 [02:08 PM]:
No te preocupes!
Fue un accidente
No pasa nada •́ ‿ •̀
Izuku sonrió, guardando el celular en la bolsa de su pantalón. Recogió sus cosas y se levantó para irse.
— Nerd. - Escuchó a Kacchan cerca de él.
— ... - Se dio la vuelta. —... ¿Qué pasó, Kacchan?
— Te voy a acompañar a tu casa.
—... ¿M-Mamá te lo pidió?... - Se puso algo nervioso.
— No.
— Ah... ¿P-Por qué?
— ¿Crees que voy a dejar que te vayas así todo pendejo? Chingada madre, Deku. Primero no dormiste anoche, luego te empezaste a reír como desquiciado dos veces en medio del patio hoy en el receso, te enojaste porque una máquina atoró un puto café, y quién sabe qué hacías ahorita en la última clase que literalmente te quedaste pensando en la inmortalidad del cangrejo y no apuntaste absolutamente nada. - Kacchan se cruzó de brazos. — A menos que quieras llamar la atención de extraños y que estos te secuestren o te quieras perder por no estar alerta de la mierda a tu alrededor, voy a ir contigo.
— No... No recuerdo haber hecho nada de eso... - Izuku solo rascó su mejilla... Uh, ¿No dormir le causaba tantas extrañezas?... O quizás sea que aún no supera ese pico de azúcar del que habló Tsuyu... Hmm... — E-Esta bien...
Kacchan asintió con la cabeza.
—... Vamos.
Izuku asintió de vuelta, aunque algo nervioso.
Hacía mucho Kacchan no iba a su casa, ni viceversa. Hacía poco menos de tres años, de hecho. Y la verdad tenía algo de miedo.
Pero oye. Su examigo se había calmado hace unos meses. Quizás... Quizás solo estaba siendo amable a su modo.
Kacchan era amable cuando se lo proponía. Lo demostraba con acciones. Cómo en este caso... Como esa mañana, con el café y cuando le preguntó de su pesadilla...
Espera. ¿Kacchan aún se preocupaba por él?
... Claro que lo hacía. Si bien, Kacchan no... Había asistido a sus últimos dos cumpleaños, el rubio siempre le mandaba un "feliz cumpleaños" por mensaje, y algún regalo... Su tía Mitsuki decía que los regalos que ellos le daban los escogía Kacchan. Y bueno, siempre ponía una excusa para no ir, pero siempre recibía algo de él...
'... Okay quizás deba preguntarle esta vez ahora sí que le pasa' pensó.
... Ay no ¿y si Kacchan se arrepentía y se volvía a enojar con él? Tardó mucho en que se le bajara el enojo. Todoroki lo dijo: A Kacchan no le gustan las cosas ilógicas. ¡Esto era como una de esas cosas!
A menos que el volver a tratarlo normal fuera lógico en la cabeza del de ojos rojos...
... Ay ¿Por qué esto es tan confuso?
Okay, okay. Estaba caminando con el nerd a su casa.
Sabía que de ida el nerd debía tomar un tren porque era mucho más rápido ya que no entraban en una hora pico. De regreso, era más rápido irse caminando porque, precisamente, salían a hora pico. Deku vivía en un edificio de departamentos, alrededor de un montón de oficinas y de fábricas, así que se imaginarán como estará la estación de trenes que está a dos cuadras de su edificio.
Como sea. Todo el camino, Katsuki tuvo que llevar a Deku jalándolo del brazo pues parecía que el tonto no prestaba atención a su alrededor. Y ya iban a medio camino cuando dijo algo por primera vez.
— Kacchan. ¿Me... Me lle-llegaste a odiar? ¿Por... Por algo que hice?
— ... ¿Eh?
— Y-Yo... Solo pregunto. - Hizo una mueca. — Es que... De la nada me empezaste a molestar, y de la nada me dejaste de molestar y pues... hoy me llevas a mi casa... E-Es raro... llevo tres años pensando que... que estabas enojado conmigo y no puedo evitar pensar que-que quizás fue mi culpa que te alejaras, pero ahora estás... Haciendo estas cosas. De la nada. Perdón si es raro que pregunte esto en medio de la calle pero... - Suspiró, volteando a otro lado. —... ¿Hice algo mal?
... Oh, era la fase cuatro: Deku sin pelos en la lengua. Al menos esta era una fase tranquila.
— ... N-No te odio...
— ¿E-Entonces? ¿Por... Por qué me dejaste solo?
— ... Nunca fue mi intención hacer eso... Yo... Llegando a tu casa te explico todo, ¿Okay?
—... Okay...
Al llegar al departamento, Izuku sacó sus llaves y abrió la puerta. Entró y esperó a que Katsuki entrara, pero el rubio estaba algo nervioso de entrar. Hacía mucho que él no iba al departamento de los Midoriya, desde que se le hizo esta estúpida idea de "quebrar el espíritu del nerd" para detenerlo de... Algo. Ugh. Ahora sabiendo que el nerd ni siquiera era el que se moría en su sueño y lo que le dijo Mina e internet de esas cosas brujísticas y demás, se sentía como un pendejo.
Izuku se quedó viéndolo pacientemente, tras quitarse los tenis y ponerse sus pantuflas. Suspiró un poco nervioso... Esperaba que esto no resultara en ellos dos peleando de nuevo...
Cuando por fin entró el rubio, se quitó las botas también, pero él se quedó en calcetines. Aspiró aquel aroma que hacía años no sentía: La casa de los Midoriya siempre olía a aromatizante de menta y líquido limpiador de pisos con olor a pino. A veces, convencía a su mamá de que compraran al menos el limpiador que usaba la tía Inko para recordar el olor de su casa pero no era algo común que hiciera, solo cuando extrañaba mucho al nerd.
Y la verdad es que en ese momento se dio cuenta de cuanto extrañaba también a la tía Inko. Porque desde que empezó con su plan, tampoco la había visto a ella...
Enserio, Katsuki. Eres un imbécil.
Izuku se metió a su sala rápidamente, y se sentó.
—... B-Bienvenido... - Ahora, ¿Pensaba que quizás debía ofrecerle algo de té? Quién sabe cuánto fueran a hablar. Kacchan le dijo que iba a explicar todo, ¿No? Podría ir para largo...
Cuando se levantó para ir a la cocina Katsuki lo detuvo.
— ¿A dónde crees que vas, tarado?
— A preparar té...
— Siéntate. Yo lo hago. - Le rodó los ojos, e Izuku no pudo evitar verlo con fastidio.
— Kacchan, no estoy tan mal. Además no sabes dónde está la tetera-
— ¿Crees que me voy a arriesgar? Dime dónde guardan toda su mierda. No vas a acercarte a la puta estufa. - Lo vio feo.
— ... Los tés están la alacena de ahí - Señaló un mueble que estaba colgado en la pared cerca de la estufa pero no sobre está. — Y la tetera está ahí... - Señaló otro mueble que estaba a ras de suelo.
Katsuki agarró las cosas rápido y se puso a hacer el té.
Izuku solo se quedó ahí, intentando procesar que estaba pasando... Pero quizás le convenía esperar a que Kacchan hablara.
Mientras tanto, Katsuki estaba en la cocina, analizando la situación... ¿Exactamente qué iría a decir? O sea, originalmente solo planeaba traerlo a su casa pero el nerd tuvo que abrir la bocota y preguntarle que si lo odiaba... ¡Por supuesto que NO lo odiaba! ¡De hecho era una mata de nervios por su culpa!... No, espera, nada de eso era culpa del nerd. Era su propia culpa, era por culpa de Katsuki Bakugo que el nerd creyera esto...
Pero, eso significaba que le hizo creer al nerd que lo odiaba... ¿Le tendría miedo?... La forma en que se encogía cada que se le acercaba lo demostraba. Ya no lo niegues, Katsuki... Prueba de ello fue como se quedó cuando se sentó junto a él esa mañana... Aunque también le mentó la madre, así que realmente no sabía... Maldita sea, Deku. ¿Por qué chingados tienes que andar así de raro hoy?
El sonido chirriante de la tetera los distrajo a ambos. Katsuki la quitó rápido de la lumbre y sirvió las tazas de té. ¿De cuál era? Ni sabía, solo vio una cajita y usó los paquetes de esa. No era muy fan del té.
Llevó las tazas a la sala, y le pasó una al de cabello verde, para después sentarse en el sillón que estaba justo al frente del que estaba el de pelo verde.
— Gracias... - La tomó, aspirando el aroma a hojas frescas que le llegó. — ... Usaste el de menta. - Kacchan solo asintió, e Izuku sonrió un poco de lado.
Y se quedaron así unos segundos.
—... Bueno, estamos aquí. - Katsuki mantenía la taza en sus manos.
— ... Mhm... - Izuku asintió, dando otro sorbo y dejando la taza en la mesita que tenían entre los sillones.
— ... - Katsuki volteó a otro lado, aspirando el aroma suave a pino. Esperaba que el aroma lo tranquilizara y ayudará a organizar sus ideas.
Pero Izuku sentía que él debía de abrir la conversación.
— Kacchan, si no me odias... ¿Qué exactamente quieres que haga?
El rubio volteó a verlo. Apretó los labios un poco.
— Yo... - Katsuki bajó la mirada al suelo, rascándose la cabeza. — N-No lo sé... Yo... Esperaba que esto fuera más fácil de decirlo.
Izuku sonrió de lado.
— Pero a Kacchan no le gustan las cosas fáciles.
Katsuki levantó de nuevo la mirada, viéndolo directo a los ojos. Izuku mantenía aquella sonrisa cálida, lo cual lo hizo sentir un poco menos inseguro.
— Mira... Se que... Te traté mal... - Suspiró, y se recargó en el respaldo del sillón. — Y creíste que te odiaba... Pero no te odio. Soy incapaz de odiarte...
—.... - Izuku se quedó viendo su taza. — También... Pensé que me reemplazaste, con esos chicos...
Katsuki se rio de eso, pero fue una risa dolida.
— Nunca podría reemplazarte, tonto.
— ¿Entonces qué quieres que haga? Dime, ahora que sé que no me odias, y que no me reemplazaste... ¿Qué quieres que sienta acerca de ti?
Katsuki se quedó callado, viendo a otro lado.
Izuku continuó hablando.
— Cuando, empezaste a comportarte peor. Yo... Hablé con Todoroki-kun de eso.
— ¿El bastardo mitad-mitad no se había ido?
— Antes de irse. - Izuku rodó los ojos. — Hablamos de... Eso. - Dio un sorbo a su taza. — Le dije que te enojaste conmigo. Creí que fue porque te desperté, cuando tuve la pesadilla en tu casa. Él me hizo entender que, quizás, lo absurdo de la misma te hizo creer que yo era débil. Ya me trabas como bebé desde antes. - Izuku dejó la taza en la mesita.
— Y-Yo... sólo... - Dio un suspiro, tomó la taza de té y dio un trago grande del líquido. La dejó de nuevo en la mesa. — Creo que antes de decirte exactamente porqué vine, necesito explicar por qué me empecé a comportar como un cretino... - Izuku solo se le quedó viendo, haciendo una pequeña mueca.
Por tres años creyó que el rubio lo odiaba, pero él decía que no. Entonces ¿Cuál era la razón?
— Yo... Estaba asustado. - El rubio dijo en voz muy baja, pero aun así hizo que Izuku frunciera el ceño. Katsuki jugaba con sus dedos.
— ... ¿Asustado de qué? - Frunció el ceño aún más, sin lograr entender. ¿Asustado? ¿Qué rayos?
— Asustado... De tu pesadilla. Asustado por ti.
— ... ¿Asustado de qué? - Volvió a preguntar, frunciendo el ceño.
— ¡Ya te dije! ¡De esa puta pesadilla! ¡La que me dijiste hoy que no eras tú el que se pinches moría! ¡Creí que eras tú y... Me asusté! ¿¡Okay?!
— ... - Izuku empezó a reírse como loco en ese momento. — Oh, espíritus. No. No. No. - Negó con la cabeza, aun riéndose. — No mames.
Pero Katsuki notó que tenía lágrimas en sus ojos. Mierda. Ya lo hizo llorar otra vez.
— ¿Llamas a eso una explicación? - Izuku lo vio, aún con lágrimas en sus ojos. — ¿Cómo pudiste creer que eso fue suficiente para tratarme así? ¿Qué cosa te dio tanto miedo como para hacerme esto? - Se limpió con las manos.
—... Me siento como un pendejo, ¿Ok? Me contaste una pesadilla y días antes había... visto algo en la tele y... - Katsuki bufó, se cruzó de brazos, y se dejó deslizar un poco en el sillón, viéndose más pequeño. — Yo... p-por culpa de ese pinche programa creí que esa cosa era el futuro y... y me asusté mucho... No quería perderte y-y... - Llevó sus manos a su cara, escondiéndose pero sin dejar de hablar. — Creí que si-si hacía que te rindieras y te quedaras quieto, si hacer mucho, eso te protegería o alguna estupidez así... ¡Ugh! ¡Tenía diez años! ¿¡Okay?! Estaba más pendejo que ahorita.
— Kacchan. No me tratas mal desde los diez. Me tratas mal desde siempre. - Dijo de golpe el de pelo verde, viéndolo con seriedad. — Siempre siendo cruel de forma casual, y haciéndome sentir miserable desde que recuerdo.
— ... oh... - Katsuki vio al suelo.
— Siempre ponías excusas. Me golpeabas ¿Para enseñarme a defenderme? Ni siquiera me dabas la oportunidad. — Escuchó como empezaba a sollozar mientras decía todo esto. — Me forzabas a hacer cosas que yo no quería, como cuando me rompí el brazo a las siete porque querías que saltáramos de un lugar alto o como cuando me golpeabas de la nada. Siempre tenía que correr detrás de ti, a pesar de que tú sabes que soy muy torpe con mis movimientos y que me olvido de cosas muy fácilmente... Me llamas "Deku", significa "Inútil". ¿Crees que eso no me va a afectar? ¿O que no hará que me sienta mal?
— ... - Suspiró. — Eran bromas... Crueles, pero bromas afín de cuenta...
— Entre broma y broma la verdad se asoma. - Izuku lo vio con una mueca que intentaba ser "divertida", pero que tenía demasiado dolor detrás. — Podían haber sido bromas en tu cabeza, pero... Sí me afectó. Mucho.
—... Supongo que sí...
— Mi papá me abandonó antes de nacer. Lo sabes. - Katsuki se encogió más en su lugar. — Luego tú me hiciste todo esto. Y Todoroki-kun se fue... Todoroki-kun y tú fueron los únicos amigos que tuve de pequeño. Tú desde que nací, Todoroki desde los ocho... - Suspiró. Se volvió a limpiar las lágrimas. — Por tres años... Creí que no iba a ser capaz de volver a hacer amigos. Ahora tengo amigos. Y ellos no me tratan como tú lo hacías. Y mucho menos como me tratas ahora.
— ... - Katsuki volteó a otro lado, apenado.
— Solo quiero... Saber que hacer. Saber qué quieres que haga. ¿Tratarte como un extraño? Lamentablemente no creo que pueda. ¿Quieres que volvamos a ser amigos? Me encantaría, pero no quiero seguir yendo en tu sombra ni que me trates como un bebé.
—... - Katsuki cerró los ojos. Izuku estaba en fase uno de nuevo, pero está vez lo agradecía: se merecía todo esté regaño, y dudaba que el de pecas pudiera hacerle dicho todo esto estando normal. — Gracias por no dejármela fácil... Entiendo.
Izuku se le quedó viendo, ladeó la cabeza y curveó las cejas un poco.
— Yo... no sé qué es lo que me hace tratar así a los demás. He sido así desde siempre. Nadie me corrige... - Suspiró. — S-Supongo que... Soy bastante egoísta.
— Lo eres.
— Merezco que me lo restriegues en la cara, supongo... - Sonrió de lado, aún apenado.
Se quedaron así unos cuantos minutos.
— Oye, Kacchan ¿Te has detenido a pensar en lo que pudo pasar si no hubieras hecho nada de esto?
—... Lo hago todo el tiempo, en realidad.
Izuku volvió a ver su taza.
— No te pido que me perdones, pero... Enserio... Lamento haber hecho todo esto... Yo... Ni siquiera sé que me pasa. Me enojo por todo. Intento e intento, pero termino en un círculo vicioso que me continúa recordando cuántas cosas cagué, cuántas amistades arruiné. Me junto con esos idiotas que has visto pero... - recargó los codos en sus rodillas y la cabeza en los brazos. — Pero antes de juntarme con ellos, yo tampoco tenía amigos.
— ¿Cómo qué no? ¡Eres de los populares del salón!
— ¡HAHAHA! ¡Deku, nadie en el salon me quiere mas que para las tareas! Aunque bueno, no es como si me importara.
— Pero... Te juntas con Matsuda y Yohan todo el tiempo...
—............................................................................................. ¿Así se llaman?
— ... - Izuku lo vio con los ojos abiertos como platos, y Katsuki lo vio de vuelta...
Y empezaron a reírse. Mucho.
— Olvidé que consideras a todos un montón de extras. - El de cabello verde dijo, cuando ya estaba más tranquilo de reírse tanto.
— No a todos... - El rubio se encogió de hombros. Izuku sonrió de lado, con tristeza.
— Aun así, soy un Deku para ti.
—... No lo eres... - Se encorvó un poco. — La verdad es que... Ese apodo también fue una broma. Pero me acostumbré a decírtelo. Y... Realmente no pienso en el significado...
— Yo sí. Y duele...
—... Perdón.
Izuku cerró los ojos, suspirando.
— No me llames así... Yo... N-No siento que me haya afectado realmente mucho que me dijeras inútil por tantos años, pero... - movió sus pies un poco — Q-Quizás de forma inconsciente si... Yo me quedé solo y no intenté hacer amigos por años y ni siquiera sé por qué realmente... Quizás, porque realmente me sentía un inútil…
— No… No eres un inútil... Y Okay. Trataré de no llamarte así…
— ¿Así nomás?
— Así nomás. - Katsuki se volvió a sentar bien, manteniendo una postura abierta. — Aunque estoy muy acostumbrado a decirte así, y bueno, a todos los llamó por apodos... Si se me va a llamarte así... No dudes en decirme.
Izuku infló una mejilla.
—... A menos que encuentres otro significado... ¡Pero uno bueno! Nada de... Uh... No se me ocurre nada... Pero que no tenga nada de insultante, por favor.
— La verdad es que soy un imbécil, va a ser difícil, así que... Prefiero llamarte Izuku...
— Okay... - Sonrió de lado — Y sí eres el más grande imbécil - Izuku soltó una pequeña carcajada.
— Lo admito. - Katsuki concordó. Oh, vaya. ¿Qué tantas cosas tendrían que pasar para que Katsuki Bakugo aceptara insultos de un tercero? Solo Izuku Midoriya podía hacerlo tres veces un mismo día sin recibir un golpe.— Te... Te pido perdón. Por todo. Todo lo que te hice. El abandonarte, llamarte Deku, no darte ninguna razón genuina para haber hecho esto a pesar de que mi cabeza solo decía que era lo correcto... Yo... - respiró hondo, intentando evitar que las lágrimas se le salieran.
—... Kacchan... - Se levantó automáticamente de su asiento y lo rodeó con los brazos. — Siendo sincero, no tenías ni qué decirlo. Nunca te guardé rencor ni... Nada de eso... - Le sonrió tímidamente.
Y no pudo más. Las lágrimas salieron y salieron, sin nada más que hacer. Y así se quedaron cómo diez minutos, en lo que el rubio lloraba en el hombro de su viejo amigo, igual que aquella noche que él hizo lo mismo hace tres años, pero ahora... Quién lo cubría con sus brazos era el de pelo verde.
Se sentía tan pequeño en estos momentos.
Y cuando se tranquilizó, solo se pudo limpiar las mejillas.
— No puedo creer que tuve que esperar a que estuvieras todo desvelado para que me pudieras decir mis verdades y para dejar mi cobardía...
—... Supongo que los tiempos llevaron a qué esto pasara. - Sonrió, ahora sentado al lado del rubio. Tomó un poco de té pero hizo una mueca. — Ya se enfrió... - Dijo con voz quejumbrosa. Katsuki hacía años no escuchaba eso, lo cual le hizo reír también.
— ¿Te lo vuelvo a calentar?
— Nah, estoy bien. - Le sonrió con calidez.
Y así se quedaron en silencio, otra media hora...
— Entonces... ¿Qué hacemos? - Katsuki habló esta vez.
— ¿De qué?
— Ya sabes. - Hizo una mueca. — Ser amigos...
— ... - Izuku solo se rascó la nuca. — Si quiero pero...
— ¿Pero...? - Katsuki sintió como su corazón empezaba a latir más rápido.
— Okay, Kacchan. Yo... No puedo. No por el momento.
— ... Oh...
— Necesito procesar todo esto, ¿Sí? - jugó con sus dedos. — Necesito... Saber que nada de esto volverá a pasar.
—... Tienes razón... - El rubio se volvió a encorvar, llevando las manos a su cabello y rascándoselo con frustración. — Sigo siendo un imbécil con problemas de ira que creyó que una buena forma de proteger a su mejor amigo sería destruyendo su espíritu sin siquiera escuchar la historia completa...
— Y yo sigo siendo un niño que se terminó creyendo que por ser él se quedó solo, y que quizás también se creyó lo de que es un inútil...
—... Estamos jodidos, ¿Verdad? - Katsuki no pudo evitar soltar una carcajada dolida.
— Eso creo... - Izuku hizo un mohín.
— ... ¿Has pensado en tomar terapia?... Porque yo sí...
— Lo gracioso es que... Yo ya tomó terapia. - Se encogió de hombros divertido.
— ... Espera ¿Qué?
— Pero no es por esto... ¿Recuerdas que se me va el avión bien feo y así? - Sonrió de lado apenado, pero el rubio asintió sin juzgarlo. — Pues... Voy a terapia con un psicólogo que me ayuda a recordar cosas. Me da tips y métodos para no olvidar cosas importantes, como anotar cosas y hacer horarios... He mejorado mucho en la escuela gracias a él~
— ... ¿Es por eso que siempre tienes post-its con notas? - El de pecas asintió. — Oh... ¿Y no has pensado en decirle de... Ya sabes?
— No le pagamos para eso...
— Es tu psicólogo. Deberías al menos... Chismearle o lo que sea que hagan.
— Quizás lo haga...
Se quedaron en silencio otros minutos.
— ... Entonces... ¿Quieres esperar?
Izuku miró a la nada unos segundos, para luego asentir.
— Creo que es lo mejor. Para ambos... Cómo te dije. Ya... Ya no quiero ir a tu sombra, ni estar persiguiéndote... Ni tampoco que me estés forzando a hacer cosas que no quiero... Ni nada de eso... - jugó con sus dedos. — Quiero que tengamos una amistad genuina, ¿Okay?
Katsuki solo pensó en aquella profecía que Mina le hizo ayer: No tienes mucho tiempo para reconciliarte con él o podría terminar mal para ambos... No decía nada de que TENÍA que volverse su amigo automáticamente, solo arreglarse...
Bueno, esto le daba esperanza. Izuku le daba esperanza.
— Okay.
— ... Okay... - Y después de esto, Izuku se frotó los ojos y bostezó.
— ¿Tienes sueño? - El de pecas asintió.
— Shi...
Y como si solo el decir “sí”, Deku-Digo... Izuku se quedó dormido ahí, balbuceando cosas al aire.
— All Might... Es genial... - Empezó a roncar entre los balbuceos. — Y Kacchan... Siempre gana... - Más balbuceos... Aunque eso le hizo alzar una ceja.
Katsuki rodó los ojos, pero no pudo evitar sonreír. Quizás... Quizás debía llevar al nerd a la cama.
... Sí. Eso debía hacer.
Se levantó y tomó al nerd, cargándolo en su espalda. Lo llevó al cuarto que tenía un pequeño letrero que tenía su nombre en la puerta... Katsuki no pudo evitar sonreír: Ese letrero se lo había dado él hace unos... ¿cuatro años?
Abrió la puerta, siendo recibido por un cuarto bien ordenado... Cómo lo recordaba.
Dejó al muchacho en la cama y lo cobijó.
Y luego la curiosidad lo picó, empezando a ver todo lo que tenía pegado a las paredes: Ese viejo mapa mundo, los libreros llenos de libretas, un pintarrón con un horario bien marcado, un tabloide de corcho con muchas notas ordenadas y recordatorios. Supuso él que esos eran los tips que le daba ese psicólogo...
Y en ese momento su estómago gruñó. ¿Qué hora era? Checó su celular... ¿¡LAS CINCO DE LA TARDE?!
El bufó. Ahora ¿Que debía hacer? ¿Irse como si nada?
... Oh. Si él no comió nada, entonces el nerd tampoco...
Fue a la cocina, y empezó a buscar en el refrigerador qué había. ¿Quizás podía hacer algo para ambos? Y para tía Inko, por supuesto.
Y así fue. El refrigerador tenía un paquete con filetes de cerdo, arroz ya cocido en un refractario, y huevos... Todo para hacer Katsudon.
Y así fue. Hizo suficiente para tres porciones, dejando dos platos preparados para que el nerd y tía Inko lo metieran al microondas y comieran cuando quisieran. Él comió solo, lavó su traste, y se fue dejando una nota: 'Gracias por escuchar y hacerme entrar en razón, Nerd. Hice comida, la dejé en el refri para cuando despiertes, supongo'.
Y se fue a la estación de trenes...
Estando ahí, pensó en lo que acababa de pasar... ¿Y de alguna manera se sentía más ligero? Obvio. Se había, al menos, arreglado con Izuku. Ahora solo tenía... Que pensar en algo para no seguirlo llamando Deku aunque él ya no pensara en su significado... Uh.
Eso sería difícil...
Sacó su celular, sintiendo... Necesidad de decirles a los tontos lo que pasó.
[Grupo "Bakusquad"]
KEM [6:30 PM]:
Pues.
Ya voy de regreso a mi casa.
Eso...
Eso fue algo intenso...
La Roca [6:30 PM]:
NO MAMES COMO TE FUE?! 😱
KEM [06:32 PM]:
Me mentó la madre.
Dos veces.
Y me llamó imbécil y egoísta.
Y otras cosas.
Supongo que me lo merecía...
Pero ¿creo que terminamos entendiéndonos?
El sonrisas [06:33 PM]:
HAHAHAHAH LA NETA TE MERECES ESA MENTADA DE MADRE 💁 ♂️
El señor eléctrico [06:33 PM]
Concuerdo con Sero! ¯\_ ಠ_ಠ__ /¯
Alien Queen [06:34 PM]:
X2 ✨
La Roca [06:34 PM]:
X3 💁 ♂️
KEM [06:35 PM]:
A ver, a ver. El ÚNICO con el derecho de llamarme imbécil y mentarme la madre Es Izuku Midoriya.
Ustedes NO tienen ese puto derecho.
Y jamás lo tendrán. Ni en ésta vida ni en ninguna otra.
Así que retráctense, imbéciles.
El Sonrisas [06:36 PM]:
!!!!!!! WOW MIDORI TIENE DERECHOS BAIABAIA
Y NEL KATS
TE VAMOS A SEGUIR MENTANDO LA MADRE LOL
El señor eléctrico [06:37 PM]:
X2
YO TE LA VOY A SEGUIR MENTANDO (‘ ◉ v ◉ ’)
Alien Queen [06:37 PM]:
x3 lol 💕
y entonces que paso después?
✨ cuenta cuenta! ✨
KEM [06:38 PM]:
Pues... Extrañamente no me dejó ir así nomás.
Me perdonó pero.
Básicamente estoy... ¿A prueba?
Dijo que no estaba listo para volver a aceptarme en su vida como su amigo. Aún. Lo cual me da cierto alivio.
La Roca [06:38 PM]:
OOOH
Pasos chiquitos
como dije! 💪
Ya veras que cuando tu amiko este listo va a venir contigo
Y quizas se junte con nosotros tambien algun dia!
Alien Queen [06:38 PM]:
SISISISISISI IMAGINA QUE LE CAIGAMOS ✨ BIEN ✨
El sonrisas [06:39 PM]:
LQBFLABFS imaginen que nos cuente cosas embarazosas del Kats LOL
KEM [06:40 PM]:
Entonces JAMÁS lo van a conocer.
🖕
La Roca [06:40 PM]:
AY SERO YA VEZ QUE PROVOCAS?!?!?!?!?!?
🖕
El señor eléctrico [06:41 PM]:
Le quitas lo divertido a la vida! (╯°□°)╯︵ ┻━┻
ESO no se dice en voz alta!
La Roca [06:42 PM]:
HAHAHAHAHA EXACTO ESO NO SE DICE EN VOZ ALTA 🤦🏽 ♂️
Como sea
Bro, Bakubro, Por cierto.
Cambiando de tema
Hicimos una promo pal equipo hoy en lo q estuviste con Midoriya
Pa conseguir un maestro aire para la competencia 👀
Hicimos un vídeo para tigtog de eso
Ya esta arriba asi que no puedes decirnos que esta mal o algo
Pero ya está la convocatoria para el equipo así que
Ya sabes
Hay que prepararnos~
KEM [06:44 PM]:
Pues hagan lo que quieran con eso. Solo no escojan a un inútil. Ya saben.
El Sonrisas [06:44 PM]:
No te preocupes bro
El señor eléctrico [06:44 PM]:
Tenemos la ventaja que le pusimos que todo es para dentro de un mes~ para que tenga difusión y eso (☞ ಠ_ಠ)☞
KEM [06:46 PM]:
Ok.
Creo que mañana cuando entrenemos vamos a escoger al maestro agua del equipo.
Morra, Dientes de Caballo. Prepárense.
Alien Queen [06:44 PM]:
Como digas Kats~! ✨
El Sonrisas [06:44 PM]:
Sí, señor! 💁🏻 ♂️
Katsuki sonrió un poco ante esto. El tren llegó justo frente a él y logró ver su reflejo.
Y tras años viendo su reflejo... Se dio cuenta de que seguía siendo él, pero diferente. Y ante ese reflejo, dijo "adiós" a aquel viejo él. Tenía una nueva meta. Y debía de cumplirla.
Izuku Midoriya le acababa de dar esperanza, esperanza de que podía cambiar y mejorar de verdad.
... Espera, le prometió al nerd que iba a ir a psicólogo...
... Oh no.
Ese día, Izuku no tuvo sueños raros, solo recuerdos buenos. Recuerdos de Kacchan y él jugando en los columpios de un parque, de ellos dos jugando en charcos de agua, corriendo de un lado a otro, de Kacchan columpiándolo en el columpio que el tío Masaru les puso en el patio de su casa, bailando aunque el rubio se burlaba de él y como bailaba
— HAHAHAHA ¡PARECES JIRAFA BORRACHA!"
— ¿¡Por qué jirafa!?
— ¿¡Has visto como toman agua?!
— ... ¡OH NO, SÍ BAILO COMO JIRAFA!
— ¡HAHAHAHA!
— ¡PERO-PERO!... Uh... Uhhhhh... ¡¡¡UUUH!!! ¡TÚ PARECES CHIHUAHUA RABIOSO CON TUS PELOS!
— ¿¡QUÉ ME QUISISTE DECIR?!
Y luego reían, como si nada de lo que pasó en esos tres años hubiera sucedido.
Izuku sonreía entre sus sueños, viendo cómo su yo pequeño y a Kacchan pequeño continuaron jugando, llevándolo con ellos, viajando por el mundo, tomados de la mano, y cuando no se tomaban de las manos, veía un hilo rojo que se estiraba, y luego se encogía cada que volvían a tomarse el uno al otro...
Y fue en ese instante que notó que estaba hecho de humo, igual que en el sueño de ayer, pero esta vez no se sentía desesperado. Se sentía en paz.
Estaba en paz.
Y tras tres horas, despertó. Se estiró en su cama, y abrió los ojos viendo el techo. Bostezó in poco...
— ... Qué raro... Estoy en mi cama... - Dijo para sí mismo, pero volvió a cerrar los ojos, roncando un poco... Después de eso, se dio media vuelta entre las cobijas...
Y cayó al suelo envuelto en estás.
— ... Auch... - Ahora sí, se despertó bien, y se sentó, parpadeando algo confundido. Aún seguía en el piso... —... ¿Está amaneciendo o... Anocheciendo?... - Logró deshacerse de las cobijas, mientras veía a su ventana. Su cortina era iluminada por los tenues rayos naranjas de sol. Se levantó, buscando su despertador para ver la hora. — ... Ocho y media... Oh, es tarde. - Cuando estaba recién despierto, tenía a hablarse a sí mismo, al parecer...
Se estiró nuevamente, y fue ahí cuando notó que traía ropa normal y no su pijama.
—... Uh qué raro. - Hizo un mohín. Nuevamente bostezó. — ... Creo que me levanté para ir a la escuela pero mi... Mi mamá no me dejó... - Empezó a pensar, yendo directo al baño. Se lavó la cara. — ... ¿O no?... Ay ya no se...
Estuvo así un rato, tratando de recordar qué pasó hoy. Uh, solo recuerda sueños raros, bonitos pero raros. Con Kacchan, con ellos de chicos, con ellos de preadolescentes, jugando, luego hablando, llamándose nombres el uno al otro...
— Hmmm... - Se sentó en la taza del baño, y llevó una mano a su barbilla. —... ¿Insulté a Kacchan en mi sueño? - frunció el ceño.
Se levantó para ir a la cocina, al recordar que no había comido en mucho rato.
— ¿Comí en la escuela-no espera hoy no fui a la esc... - Se quedó paralizado al ver un papel con una nota sobre la mesa de la cocina... La letra NO era de su mamá.— ... - La tomó.
'Gracias por escuchar y hacerme entrar en razón, Nerd. Hice comida, la dejé en el refri para cuando despiertes, supongo'.
—... ¡OH NO, LE MENTÉ LA MADRE A KACCHAN DE VERDAD!
Al día siguiente, Izuku se fue a la escuela tratando de parecer normal. ¡¿Pero cómo iba a estar normal?! Llamó a Kacchan un imbécil, le dijo que era un egoísta también. Y le mentó la madre... Dos veces... Ay, si llegaba y el rubio estaba enojado con él, sabía que iba a sufrir.
Abrió la puerta del salón tratando de no hacer ruido, queriendo ir a su lugar también en silencio...
Pero Kacchan volteó a verlo al instante, e hizo una seña con los dedos y la cabeza... Espera ¿Lo está saludando?
Bueno, Izuku no era un niño grosero. Lo saludó de vuelta, ondeando su mano. Y se fue a sentar rápido.
Luego las cosas transcurrieron normales, como siempre. Estaban en clase de matemáticas y estaban haciendo unos ejercicios.
— Midoriya, por favor pasa a resolver este ejercicio. - ... Excepto por esto. Verán, sus problemas de memoria empeoraban cuando se ponía nervioso. Y cuando se ponía nervioso, sentía que tenía qué repetir en voz alta todo lo que sabía del tema en concreto, por lo que empezaba a murmurar para él, pero eso hacía que sus compañeros se asustaran o se burlaran de él. Y a la hora de matemáticas, al profesor por alguna razón casi siempre lo escogía para pasar aunque él nunca levantaba la mano (como dijo antes, no le gustaba sentirse observado). Y bueno, este día no fue la excepción.
La verdad es que está vez bufó un poco, pero se levantó para hacer el ejercicio.
Dos equis cuadrada menos equis más diez... Este ejercicio es factorizar nada más esta ecuación, ¿Verdad? Uh...
Lo hizo.
— Muy bien, Midoriya. Puede regresar a su lugar. -... ¡Y lo hizo bien! Se dio media vuelta sonriendo un poco, e iba volviendo a su lugar hasta que sintió un pie que le hizo tropezar.
Y hubiera caído de cara, si no hubiera sido por un brazo que detuvo su caída.
— ¿¡PERO QUE MIERDA TE PASA?! - Kacchan le gritó...Espera. No era a él.
— ¿¡K-Kacchan?! - El rubio soltó al de cabello verde, justo después de que Izuku logró equilibrarse y dar unos pasos adelante alejándose. Pero en cuanto lo hizo, Kacchan se levantó de su asiento y agarró a Matsuda de la camiseta, un chico de dedos largos con el que Kacchan se juntaba (pero que, ahora recordaba, Kacchan ni siquiera sabía su nombre...) Y quien fue quien le puso el pie a Izuku.
— ¡Ey, Bakugo! ¡Esto solo fue una broma! - Dijo el muchacho de dedos largos.
... Uy esto va a terminar mal.
— ¡BAKUGO! ¡A TU ASIENTO, AHORA! - Lograron escuchar al profesor.
— ¿¡AH?! ¿¡Y PORQUÉ YO?! ¡ESTE PENDEJO LLEVA MESES METIENDOLE EL PIE A DEK-IZUKU Y TÚ NO HAZ HECHO NI MADRES, PROFE INÚTIL! - Kacchan hizo un gesto con la mano libre, dejando que una llama saliera de su palma.
— ¡Kacchan, cálmate! - Izuku lo tomó de los hombros, jalándolo hacia atrás. — ¡Fue solo una broma!
— ¿¡VAS A DEJAR QUE TE SIGAN TRATANDO ASÍ?! ¿¡SOLO YO TENGO QUÉ COMPORTARME MEJOR O QUÉ MIERDA?!
Izuku parpadeó... Uh, ¿No está enojado con él por lo de ayer entonces?... ¿¡Y ahora lo defiende?! Okay. Esto es extraño... Pero, eso significa...
— Te dije que me dieras tiempo, no esto. - Le susurró, inflando las mejillas. — Yo-Yo solo no quiero problemas, ni para mí ni para ti...
— ... - Kacchan bufó, soltando a Matsuda y se cruzó de brazos.
— Bakugo, a tu asiento. - El profesor volvió a decir. Kacchan por fin hizo caso. — Gracias, Midoriya.
Ugh esto sería más difícil de lo que pensó. Aunque al menos pudo defender al nerd, ¿No? Pero, ahora, De-digo, Izuku se molestó con él... ¡Mierda! ¿¡Por qué es tan malo en ser amable?!
A la hora de receso, estuvo a punto de ir tras Izuku pero los dos extras con los que se juntaba para no estar solo lo impidieron.
— Bakugo ¿Qué mosco de picó? - El extra de dedos largos preguntó haciendo una mueca.
— ¿Y ustedes dos qué quieren? - les hizo un gruñido.
— Uy, solo queremos saber qué pedo. - El extra de pelos parados alzó una ceja. — Digo, ¿Desde cuándo defiendes a Midoriya? Tú eras quien empezaba todo contra él, desde pequeños.
—... - Katsuki entre cerró los ojos. — ¿Y qué tiene de malo que quiera detenerme? - Ambos abrieron los ojos con sorpresa. — ¡Ha! Pinches pendejos, ¿Que creen que seguiría siendo un niño molesto? No mamen. Ya maduren, o algo.
— ... Bakugo, eres un aburrido. - El de dedos largos dijo, rodando los ojos. — Vámonos Yohan, dejemos a este pendejo en su intento de ser buena persona, supongo. - Y se dio media vuelta.
— ¿Crees que Midoriya disfrute un poco de tierra en su comida?
— Seh, le ha de encantar. - Y ambos rieron.
En ese instante, Bakugo sintió una vena inflarse en su frente. Los agarró de la camisa, y los pegó a la pared con fuerza.
— Se atreven a tocar a Deku y juro que los voy a matar a ambos... - Su voz rasposa sonó aún más de lo que ya era, lo cual lo hizo verse y sonar aún más intimidante. — Déjenlo en paz...
Ambos muchachos tragaron saliva y solo asintieron. Cuando los soltó, la tela de sus camisas olía un poco a quemado.
Y finalmente, Katsuki salió del salón.
A la salida, Izuku iba caminando cuando ya todos se habían ido, como siempre, pero está vez se sentía más relajado de alguna manera. En la entrada, vio a Kacchan en la puerta y este lo saludó como en la mañana. Izuku le devolvió el saludo, ahora sonriendo un poco.
Y se despidieron al momento en que partieron camino.
Hoy se supone que se iba a encontrar con Uraraka-chan en el parque. Solo con Uraraka-chan. Pero la verdad es que en ese momento no podía pensar mucho. ¿Kacchan lo defendió hoy? Era tan extraño... Aunque en cierto punto eso le gustó. Además, sabía que Kacchan era fuerte, pero no tanto como para... Cargarlo con un solo brazo.
Se puso algo rojo al solo pensar en eso.
— ¡Izu-kun! - una voz femenina lo sacó de esos pensamientos. — ¡Por acá!
— ¡Y-Ya voy! - Se puso a correr, llegando a una pequeña mesa de picnic en la que estaba la chica comiendo... Una hamburguesa de McDonald's.
— No te compré nada, lo siento. - Dijo, dándole un mordisco más.
— No te preocupes, no tengo hambre. - Dijo tranquilo.
— Entonces. ¿Qué vamos a aprender hoy, profe? - Ella preguntó con las mejillas llenas, pero Izuku estaba viendo a otro lado muy concentrado en algo-espera estaba murmurando. Uraraka alzó una ceja y tronó sus dedos frente a él.
— ¡P-Perdón!
— Pecas ¿Qué traes hoy en tu cabecita? - La chica alzó una ceja. — Digo, siempre andas distraído, pero hoy estás peor. Incluso peor que antier. - Se echó una papa a su boca.
— S-Solo estoy... Pensando en algo que pasó hoy.
— ¿En qué piensas? - Ladeó la cabeza con curiosidad.
— ... ¿Recuerdas que les dije el lunes? ¿De... Que me quedé solo y eso? ¿Y qué mi... Mi mejor amigo me abandonó? - Ella parpadeó unos segundos y frunció el ceño. Pero asintió con la cabeza. — Pues... - Él se rascó la nuca. — É-Él ayer fue a mi casa y-
— ¿Qué te hizo? ¿Quieres que le haga algo y así te deje en paz?
— ¿¡QUÉ?! ¡URARAKA-CHAN, NO!
— ¿Entonces? - Se cruzó de brazos. — Dijiste que ese niño te empezó a incluso golpear.
— Uh... Sí, sobre eso... Ya-Ya lleva unos tres meses sin hacerlo y-
— ¿¡Y solo porque dejó de hacerlo unos pocos meses vas a dejarte volver a convencer!? - Ella frunció aún más el ceño, y le dio un mordisco enojado a su hamburguesa, lo cual hizo que sus mejillas regordetas se vieran aún más gorditas. Izuku se rio un poco pero se volvió a poner serio.
— Uh, pues... - Él rascó su nuca. — Pues de hecho a-ayer vino a mi casa y se disculpó por todo y... Me medio explicó qué pasó para que hiciera eso.
— Dime al menos que te dio una buena razón.
— Nah, no me la dio. - Izuku rodó los ojos. — Pero...
— Lo perdonaste. Tras años que te hizo sufrir lo perdonaste.
— ... Sí, pero... O sea, mira. Si me vuelve a hacer algo feo como lo que me hacía, ahí sí le diré que "Bye". Ya le dije que no voy a estar aguantando sus tonterías. Pero es que... No-No creo que mi corazón pudiera cargar con... Resentimiento contra él... ¿Entiendes?
— ... ¿Lo quieres mucho?
— Obvio... es que, literal crecimos juntos. Lo conozco desde que soy bebé... - volteó a otro lado, suspirando con frustración. — N-Nuestra relación es complicada, siempre estuvimos muy envueltos el uno con el otro y bueno...
— Sí suena a que es super ultra mega archi requete contra complicada. - Le ofreció una papa. Él la tomó. — Pero te vas a cuidar ¿No?
— Obvio, pero... Le estoy dando la oportunidad... Me prometió que iba a darme mi espacio, y que iba a tratar de mejorar. Él... Quiere volver a ser mi amigo.
— Pues va a tener que trabajar mucho. Aún recuerdo que cuando te conocí eras una mata de nervios y ni podías decir ni una palabra sin disculparte cada tres segundos o sin esconderte y ponerte todo rojito. - Ella le picó la nariz. — Pero... si tú crees que fue lo correcto perdonarlo, te creo.
Él sonrió un poco... Pero luego recordó lo que hizo Kacchan ese día.
— ... Sí, eh, de hecho ya estaba conforme con el hecho de que Kacchan y yo hablamos y que lo perdoné. El... El problema es algo que hizo hoy.
—... ¿Que hizo?
— M-Me defendió... - Ladeó la cabeza. — Me defendió. De... Uno de sus... ¿Seguidores? Ni siquiera sabe sus nombres, solo... - movió sus dedos un poco apenado. — M-Matsuda es un maestro tierra que le gusta molestarme. Me pone el pie para que me caiga y a veces le echa tierra a mi comida. - Ella frunció el entrecejo aún más. — Hoy... Hoy no fue la excepción, pero... Esta vez Kacchan me detuvo la caída, y le gritó a Matsuda y-y - Volver a recordar la situación le hizo ponerse algo rojo y sacudir la cabeza. — Kacchan hizo un pleito en medio del salón y el profe lo regañó pero Kacchan me reclamó por dejarme hacer eso...
— ... Okay el que hiciera eso y te dijera que te defiendas también, le da dos o tres puntitos para que salga de la lista negra... Pero está en la cuerda floja. - Ella sonrió de lado. — ¿Y qué tiene de malo que te haya defendido? ¿Y que te dijera que te defiendas tú también? De hecho lo veo como bueno. - Hizo bolita el papel con el que sostenía la hamburguesa. — Al menos está tratando de redimirse. O algo así.
— Pues... Es que... ¡Me-Me apaniqué también! ¿¡Sí?! Y-Y feo... ¡E-Es que no estoy acostumbrado a que hagan eso! ¡Se siente bien raro! ¡A-A parte le menté la madre a Kacchan dos veces ayer y-y creí que estaría enojado conmigo pero-pero hizo eso! ¡Es muy raro! ¡Y-Y a parte me cargó...! ¿¡Con un brazo mientras caía?! ¡Fue muy...! - Enrojecieron sus mejillas, y se tapó la cara con sus brazos la cara. — Aaaaaaahhh...
Ella se empezó a reír mucho.
— ¡Ay, Izu-kun! Pues deberías acostumbrarte. - Ella le sonrió de forma radiante. — Tienes gente que te defenderíamos a capa y espada. ¡Nos tienes a nosotros! Y si tu amiguito "Kacchan" está dispuesto a redimirse, él entra en esa lista también.
— ... - Él solo asintió, aún con las mejillas rojas.
— Qué bueno que tienes a alguien que sea tu guardaespaldas en la escuela y fuera de ella. - Ella solo le sonrió, se levantó a tirar los papeles y todo eso que le dieron en el McDonald's que no era comida (exceptuando la bolsa de papel y las servilletas) y regresó con él. — Pero tampoco te dejes hacer cosas ¿Ajá?
Él volvió a asentir...
— ¿Entonces qué me vas a enseñar hoy? - Se movió emocionada sobre su asiento.
— ... Ah, sí. Eh... Pues... No sé, ¿Lo que quieras? - Él sacó su celular, susurrando en voz baja. — Es que creo que ya te ayudé con todo lo que te podía ayudar con tu control, d-digo... no soy un maestro y-y bueno, cre-creo que es medio raro que un no maestro te ayude con estas cosas...
— ¡Claro que no! ¡Todavía hay muchas cosas que puedes enseñarme!
— Uraraka-chan, no soy un nómada aire.
— ¡Pero tienes mucho conocimiento de ellos! - Alzó las manos. — ¡Con todo eso que sabes te aseguro que tu cabeza sería del tamaño del planeta! - Infló las mejillas. — A-Además... Vi algo en la escuela y... Quería ver si me... ¿Me podrías ayudar con eso?
—... ¿Te refieres a clases normales o-
— Vi una convocatoria de pro-control en el tigtog de una amiga, para unirse a un equipo que está en la ciudad... S-Se ve interesante, pero no sé mucho de ese coso deportivo y bueno... Tú sí le sabes, eres experto. Así que… ¿Me enseñas a jugar?
—... ¿¡Y POR QUÉ NO DIJISTE ANTES?!
— ¡POR QUE LO ACABO DE VER HOY!
— ¡CIERTO! Uh... - Llevó una mano a sus labios, apretando el inferior con los dedos. — ¿Cuándo es la convocatoria...?
— Pues dice que es como… ¿en un mes? O sea es entre semana pero como en un mes.
—... Tenemos tiempo.
— ¿Entonces como empezamos?
Pasó una semana con este tipo de interacciones. Katsuki e Izuku se veían en la entrada, se saludaban, y no volvían a hablar, Izuku iba a la biblioteca con sus amigos y/o entrenaba con Uraraka para este futuro plan de la muchacha de unirse a ese equipo de pro-control que vio en tigtog, Katsuki iba con los tontos a entrenar por su lado a ese gimnasio y preparaban todo para la convocatoria que abrieron aunque Katsuki no la vio.
A la semana siguiente, Katsuki empezó a hablarle un poco más a Izuku, aunque eran cosas normales como...
Situación uno:
Izuku estaba haciendo en el salón la tarea que les acababan de dejar, y estaba muy metido en ella...
— Ve a comer idiota. - Kacchan le dijo tras dejarle su bento frente a él. — Quedan diez minutos de receso.
— ¿Uh-Uh? O-Okay, gracias. - El de pelo verde dijo sin más y comenzó a comer.
Situación dos:
— ¿Qué dijo que teníamos qué hacer? No estaba prestando atención. - Preguntó con un susurro el rubio.
— ¿Kacchan sin prestar atención? - el de pecas parpadeó confundido.
— Tengo la cabeza en otra mierda. ¡Sólo dime qué tenemos qué hacer! - Volvió a hablar susurrando. Izuku soltó una pequeña risa.
— Es solo completar las páginas cincuenta y cincuenta y uno del libro de lectura.
— ... Gracias.
— ¡No hay de qué!
Situación tres:
— Voy a ir a la máquina ¿Quieres tu café feo ese?
—... ¿M-Me puedes traer mejor una coca?
— Dinero primero, tonto.
Y más situaciones del estilo.
A parte de todo, sus compañeros también empezaron a tratarlo con más respeto: Matsuda dejó de ponerle el pie como normalmente hacía, sus compañeros ya no se burlaban tanto por sus murmullos, también su comida ya no sabía rara (Estaba muy seguro de que tenía algunos compañeros que le ponían tierra y otras sustancias raras a su comida, además de Matsuda... Temblaba de solo recordarlo). Entonces ya imaginarán que Izuku había tenido dos semanas muy buenas EN GENERAL. No solo saliendo de la escuela estaba teniendo buenas tardes con sus amigos sino también en la escuela. Seguía sin tener amigos realmente (a menos que lo que estaba haciendo Kacchan se considerara amistad) pues, aunque sus compañeros ya lo hubieran dejado en paz, seguía todo solo... Pero estar solo sin ser molestado es mejor que estar solo a menos que sea para molestarlo ¿No?
También, Katsuki no tuvo qué hacer mucho para generar el cambio de esos imbéciles extras en contra del nerd, con el simple hecho de haber amenazado a esos dos pendejos que se atrevieron a intentar molestar al nerd DESPUÉS de ver cómo él lo defendió... ¡Ha! Eran un montón de cobardes enserio. Ni valía la pena aprenderse sus nombres, como ya había demostrado antes. Dos semanas en que, poco a poquito, pudo empezar a hablarle también a De-digo Izuku, como un compañero normal de la escuela, poco a poco... Pasos chiquitos, como dijo La Roca.
A la tercera semana fue cuando Izuku se dio cuenta de que quizás ahora sí era momento de ir dejando a Kacchan volver a su vida. No de golpe, obvio, pero... ¿Recuerdan ese tigtog donde Todoroki-kun estaba haciendo teorías?
Yo [03:30 PM]:
¡Kacchan Kacchan Kacchan! ꒪ ヮ ꒪
!Mira mira!
La verdad estaba algo nervioso por enviarle este link, pero aun así lo hizo. ¡Ya lo había intentado y se arrepintió a último momento! Pero esta vez no tendría miedo de su reacción, no.
Kacchan [03:31 PM]:
¿Qué rayos es esa cosa?
Yo [03:31 PM]:
¡Un tigtog!
Kacchan [03:32 PM]:
¿Esta cosa dice que tengo qué instalar esa aplicación de mierda?
Yo [03:32 PM]:
Uy, ¿No tienes tigtog?
¡No importa deja lo descargo y te lo mando! ÓnÒ
Katsuki alzó una ceja. En ese momento estaba en el gimnasio junto con los tontos. No esperaba que De-digo, Izuku le mandara algo. En cierto punto esperaba que le preguntara de la tarea pero... Le envió un enlace. Y luego un video.
[Nerd te envió un video]
— ¡Uuuuh! ¿Quién es Nerd? - Denki se le encimó por detrás.
— ¡QUÍTATE! - Se sacudió, y casi al instante puso el vídeo.
Vio a una morra de pelo blanco con rojo-Espera ¿La conoce? Está seguro de que la conoce, esos pelos son-¿¡ESE ES EL BASTARDO MITAD-MITAD?! ¿¡ESE ES EL NERD?! ¿¡Y ÉL?!
Yo [03:35 PM]:
No jodas ¿¡Es Icyhot?!
Nerd [03:36 PM]
Todoroki-kun*
SISISISISI ME LO ENCONTRÉ EL OTRO DÍA XD
¡Creo que Fuyumi-chan nos grabó unos días cuando estuvimos con Todoroki-kun!
Se me hizo bonito :'3
¡También tiene otros videos! :D pero casi no sale Todoroki-kun en ellos .m.
Y dónde salimos nosotros creo que es solo ese~
Yo [03:37 PM]:
No jodas ¿Cómo carajos no me di cuenta de que nos grababa?
Nerd [03:37 PM]:
Me imagino que lo hizo a escondidas :')
¡Pero Fuyumi-chan tiene más tigtogs! Y muchos seguidores
Es buena grabando y se ve que cocina rico ( ◡ ω ◡ )
Podría explicar cómo no te diste cuenta, si lo hace desde hace taaanto tiempo hehehe
Yo [03:38 PM]:
Hahaha deberíamos cobrarle si anda haciendo dinero con ese vídeo o algo.
Nerd [03:38 PM]:
¡No!
¡No seas malo, Kacchan!
Katsuki no pudo evitar sonreír. La verdad es que terminó volviendo a reproducir el video. Esto... Le traía recuerdos. Fue una de las épocas en que vio más feliz a Izuku, además de que él también se sentía feliz.
Y tan distraído estaba que ni siquiera se fijó que los idiotas estaban justo detrás de él, viéndolo repetir el vídeo como cuatro veces.
— ... ¿¡Esos son Midoriya y tú?! - La Roca dijo con la voz más aguda que tenía. — ¡Son tan tiernos!
—... ¿¡Y USTEDES QUÉ?! ¡SÁQUENSE A LA MIERDA! - Se sacudió otra vez.
— ¡No! - Escuchó a la morra decir, para que luego le quitara el celular y ver el vídeo ella misma. — ¡Aw! ¡Midori estaba bien bonito! ¡¿Y quién es ese niño bonito de pelo de colores?! ¡Y tú eras tan chiquito, Kats!
— Pero siempre con ese mal genio - Sero se burló, quitándole el celular a Mina.
Katsuki se levantó a perseguirlos y quitarles su celular, pero estos mensos se andaban pasando el celular.
— ¡Ya párenle! ¡Me van a romper el puto celular!
Era el turno de Denki de capturarlo pero...
—... Ups... - Como dijo Katsuki, le rompieron el celular.
— ... Kaminari, Sero, Ashido, Kirishima...
— ... Mierda. - Sero dio unos pasos hacia atrás. Solo sentían como el ambiente empezaba a calentarse.
— ¡B-Bro! ¡Tranquilo! ¡Fue un accidente! ¡T-Te lo vamos a pagar!
A la cuarta semana no eran amigos-amigos, pero la incomodidad inicial era mucho menor, casi nula de hecho... Finalmente se sentían... Normales.
Izuku de repente aún se encogía cuando Katsuki le hablaba, pero con solo inhalar un poco, tranquilizarse, y recordar que el rubio le había prometido cambiar y que las cosas iban a ser diferentes (y sobre todo que lo estaba demostrando) lo tranquilizaba...
Y Katsuki, aunque le molestaba un poco ver que aún se encogía, esperaba pacientemente (vaya, y eso que Katsuki no era el más paciente). Seguían con esas conversaciones cortas de la segunda semana, y De-digo, Izuku le mandaba más de esos videos del tigtog... La verdad es que incluso terminó abriéndose una cuenta, porque el nerd le estaba llenando la memoria del celular NUEVO que Kaminari le SUSTITUYÓ porque los cuatro pendejos esos le rompieron el anterior...
Esa cuarta semana, empezaron a comer juntos a la hora del receso. A veces no hablaban, a veces sí. Dependía de Deku realmente. Katsuki solo se encargaba de estar ahí, junto a él, para él. Y estaba dispuesto a qué, si Deku-Digo Izuku le decía que se fuera, lo haría... Solo... Esperaba no joderla, la verdad.
Y ya era jueves. Estaban en la última hora de clases. Ciencias. Y Uuuugh... Katsuki no odiaba ciencias, pero su profesor era un inepto. Hacía todo el tiempo todo mal, y no ayudaba que en muchas MUCHAS ocasiones el cabrón se quedaba dormido mientras les ponía diapositivas estúpidas o mientras hacían los ejercicios de física o química.
E Izuku se sentía igual con esto, la verdad. El profe ni se preocupaba por nada, era un poco molesto... Sabía muchas cosas de física y química y biología por mérito propio, no del profesor.
Pero ese día. Ese día fue... Diferente. El profe seguía siendo un aburrido y un mal profesor, pero hizo algo que... Quizás les elevó el espíritu a varios de la clase, a aquellos a los que sí les gustaba la materia en general.
— Clase, no tengo ganas de hacerles examen final así que pues van a hacer un proyecto. De lo que se les antoje. Obvio el tema es ciencia. Hagan lo que quieran... - Los murmullos se escucharon mientras el profesor se sentó en su silla... — Ah, sí. Es trabajo en equipo ah... La próxima semana entréguenlo. - Se puso el sombrero y se quedó dormido.
Katsuki sonrió de lado... ¡Haría el pinche volcán más puto enorme y genial! Tenía una semana, era poco tiempo pero sí se podía. Obvio solo. Porque todos estos extras eran malos compañeros: Siempre SIEMPRE que hacían trabajo en equipo Katsuki lo terminaba haciendo solo.
— Bakugo, ¿Quieres ser con nosotros? - El extra de dedos largos preguntó, volteándose en su lugar.
Katsuki alzó una ceja.
— Neh.
— ¡Oh, vamos! - El otro extra ese raro se quejó.
— Neh, siempre me dejan pinche solo. Voy a trabajar por mi cuenta esta vez y van a cagarse en mi proyecto tan malditamente cabrón y vergudo que haré. ¡Ahí se ven! - Sonrió recargándose en su silla.
Izuku, en su lugar, solo veía su cuaderno... Un proyecto, de ciencias... En equipo... ¿Acaso le tocaría hacerlo so-
... Espera.
— ... K-Kacchan... - Le picó la espalda. El rubio se dio media vuelta en su asiento... — ¿So-Somos juntos en el proyecto? ¡S-Solo Si-Si tú quieres! E-Escuché que-que ibas a trabajar solo pe-pero... C-Creí que podríamos ser juntos. D-Digo, como compañeros... Y-Y quizás hacer algo más elaborado, di-digo, somos ambos ¿No? Ten-Tengo muchas notas de varios proyectos que podríamos hacer y-
— Nerd, cállate. - Alzó una ceja, pero automáticamente sonrió de lado. — Está bien, seamos juntos.
Y ese fue el primer día que caminaron juntos a la salida, platicando del proyecto.
— Entonces... ¿mañana en tu casa?
— Si quieres. - Katsuki se encogió de hombros sonriendo de lado.
— Lamento no poder hoy, eh... Tengo... Algo qué hacer.
— Yo tampoco puedo, así que de todas formas vale verga. - Katsuki rodó los ojos. — ... Y a toda esta madre ¿Que mierda vamos a hacer?
— ¡P-Podríamos hacer algo con los elementos! ¡Podríamos hablar de-de qué elementos químicos generan los maestros y-y hablar con eso! ¡O-Oh podría ser hablar de los campos electromagnéticos del agua para que los maestros agua sean capaces de controlarla! ¡El otro día leí que los maestros fuego puede que también usen campos electromagnéticos para generar su fuego al momento de incendiar el oxígeno del aire también podemos hacer algo con eso! - Empezó a dar muchas sugerencias, hablando cada vez más y más rápido.
— Yo digo que hagamos un volcán enorme para mandar a la mierda el techo del salón, ¡Hagamos explotar algo, a la verga!
— Pero Kacchan, no podemos hacer eso, nos pueden castigar o expulsar por daños a la escuela... Además, creo que es lo más obvio y típico para este tipo de proyectos y-y quizás todos hagan un volcán... De-Deberíamos hacer algo distinto...
Katsuki sonrió maliciosamente.
— ... ¡PERO PODRÍAMOS HACER EXPLOTAR EL SALÓN CON UN PINCHE VOLCÁN ENORME DEL TAMAÑO DE MI VER-!
— ¡KACCHAN NO!
— ¡Oh, Blasty! - Los interrumpió una voz femenina a lo lejos — ¡Ya hasta caminando con Midori! ¡Qué belleza!
— ¡Bakubro, el poder de la amistad es ahora muy fuerte en ti! - Oh, espíritus... Son los amigos de Kacchan... - ¡Es lo más masculino que te he visto hacer desde ese día en el parque que nos enseñaste lo chingón que eres para el fuego control!
— ¿¡Y USTEDES QUÉ HACEN AQUÍ DESDE AHORITA?! - Katsuki les gritó, y les levantó el dedo.
Y empezaron a gritarse entre ellos. Kacchan lo hacía con tono molesto mientras que los amigos de Kacchan parecía no importarles que les estuviera insultando. Izuku se quedó parado, haciendo un mohín... Se sentía algo incómodo... Y esos chicos no parecieron detectarlo, pues ignorando a Katsuki, llegaron corriendo frente a él (exceptuando al de cabello negro que simplemente caminó más tranquilo).
— ¡Hola gemelito de pelo! ¡Soy Mina! - Saludó la chica de cabello rosa, sonriendo de forma muy amable.
— ¡Y yo soy Eijiro! ¡Eijiro Kirishima! ¡Puedes llamarme Eiji o Kiri!
— ¡Yo soy Denki, mejor conocido como el señor eléctrico! ¡Dios de los rayos y-
Y ya no pudo escuchar más... Estos chicos tenían DEMASIADA energía... Estaba acostumbrado ya a Uraraka y a Iida y lo extrovertidos que eran, pero... E-Era demasiado, sobre todo porque venía de tres personas y era como la energía de Uraraka e Iida pero por un millón.
Pero no podía ser grosero.
— Ho-Hola... - Saludó bajito, aunque no pudo evitar encogerse y... De alguna manera esto lo hizo esconderse detrás de Kacchan... ¡De seguro estaba todo rojo! ¡Qué pena!
— ¡BOLA DE IMBÉCILES, LO ESTÁN ASUSTANDO! - Kacchan estuvo a punto de darles un zape en la cabeza a los tres, pero una mano de agua los agarró a los tres muchachos y los jaló hacia atrás.
— Chicos, ya basta. Ni los conoce y se le andan encimando. Que sea amigo de Kats no les da derecho a hacer esto. - Sorpresivamente, el muchacho de dientes grandes regañó a estos chicos... Okay, él le cae bien. — Soy Sero, por cierto.
— Hola... Soy... Uhm... - Sacudió la mano un poco, saludando.
— Ya sabemos tu nombre, Midori~ - Mina dijo, para acercarse y tomarlo de las manos.
— E-Es Mi-Midoriya, I-Izu-Izuku... - Tan cerca... Muy cerca...
— ¡Maldita bruja, suéltalo! ¡No hagas tus pinches cosas brujiles sin permiso! - ¿Cosas brujiles?...
En ese momento vio que la chica estaba viéndole las palmas de las manos, pero lo soltó al instante.
— ¡Le quitas la diversión a la vida, Kats! - Ella infló las mejillas.
Y siguieron discutiendo y gritándose entre ellos... Demasiada energía...
— U-Uh, yo-yo me tengo que ir... - Izuku jaló el brazo de Kacchan, volteando a otro lado.
— ¿Ah? - Kacchan frunció el ceño viéndolo, pero suspiró y asintió. — Imbéciles, Deku ya se tiene que ir. - Izuku infló las mejillas al escuchar el apodo, pero no dijo nada.
— ¡Oh! ¡Adiós Midori~!
— ¡Bye!
— Te-Te veo mañana... Y-Y adiós, un gusto... - Dijo y se fue corriendo.
A los segundos empezaron a caminar para el otro lado. Katsuki se quedó al frente hablando de algo con Sero. Algo de la formación y de que hoy era el día y algo así. Katsuki dijo
— ... Sentí unas vibras bien raras e intensas en toda la interacción de Mido y Bakugo. Eso no era solo amigos - Denki le dijo de golpe a Mina. Y empezó a reírse.
— Nah Denki, andas viendo cosas que no hay... y cuidado que Kats te escuche o te va a volver a intentar asesinar, cómo cuando le rompiste el celular - Mina dijo con diversión.
— No va a volver a hacerlo, anda muy feliz por haber estado con su "amigo".
— ¿Ah? ¿Qué chingados dijiste, cara de burro?
— ¡N-NADA!... Kacchan~
— ¿¡CÓMO ME LLAMASTE?!
Notes:
Escena Bonus:
Katsuki: - Abre la puerta de su casa golpeándola con la pared y causando un estruendo - ¡VIEJO PÁGAME UN PUTO PSICÓLOGO!
Masaru: ¡¿Katsuki!? ¡¿Qué pasó!?
Katsuki: ¡El pinche Deku-Digo Izuku va a un psicólogo y yo no! ¡Págame uno!
Masaru: ... ¿Estás seguro de ocupar uno? Y-Y no grites que tu madre te puede oír-
Mitsuki: - Llega de golpe abriendo otra puerta y causando otro gran estruendo - ¡¿POR FIN QUIERES IR CON UN PSICÓLOGO?! ¡TE LLEVO DICIENDO POR TRES AÑOS PORQUE LE DEJASTE DE HABLAR A MI AHIJADO!
Katsuki: ¡¿AH!? ¡NUNCA ME DIJISTE NI MIERDA, PINCHE VIEJA!
Masaru: ... Esta será una tarde muy cansada... - Se va a continuar con su periódico mientras escucha a sus dos demonios gritarse.Nota de Autor:
¡Sexto capítulo! Vaya tardé menos de lo que esperaba HAHAHA
¿Y qué les pareció? Deku snapeó con Katsuki, quien por su pollo que se lo merecía. Le dijo todas sus verdades y así >:T
¡Y poco a poco van empezando a volverse a hablar! No ha sido tan rápido pero tampoco taaan lento. Sobre todo porque el pendejo de Kacchan ya había dejado de molestarlo desde antes. ¡Y ahora *por fin* pudo defenderlo! Aunque no le quita que antes fue un cobarde >:T
Anyways ¿Qué les pareció este episodio? ¿Bonito? ¿Feo? Digan digan ;_;PREGUNTAS:
- ¿Qué elemento quisieras tú poder manejar?
A mi personalmente me mamaría ser maestro agua hahahaha aunque siento que terminaría siendo no maestro en ése universo :C¡Los amo! ¡Gracias por leer! <3
Chapter 7: La Maestra Aire y el equipo de Pro-Control
Summary:
— Por cierto. Deku.
— Izuku... - hizo una mueca. — ¿Qué pasó?
— Deku también suena a “Dekiru”.
— ... ¿Poder?
Katsuki simplemente asintió.
— Parece que Kacchan no es tan imbécil como dice serlo. - Deku sonrió tímidamente. — Me gusta.
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
Izuku llegó al punto de encuentro que había quedado con Uraraka ese miércoles en la tarde. Esperaba que ella ya hubiera llegado, pero no estaba a la vista.
Desde que había comenzado a entrenarla, Uraraka había demostrado ser una prodigio en el arte del aire control. En dos meses había logrado tener el entrenamiento de un maestro aire "junior", entrenamiento que duraba de uno a dos años en niños menores que ellos, pero que Uraraka necesitaba para poder controlarse sin destruir cosas o hacer que otros salgan volando de un estornudo...
Uraraka tenía potencial, y era MUY poderosa. El problema era su falta de práctica... Ah, cómo recordaba sus primeras sesiones. Si bien la primera vez que usó su habilidad frente a él mostró maestría al evitar que cayera del banquito, cuando empezó a entrenarla... Eeeeeeh ¿Se preguntan que se siente tener hojas de árbol por dentro de toda tu ropa, incluyendo la interior? Izuku nunca se lo preguntó, pero lamentablemente ya sabía qué se sentía. Y cuando empezó a enseñarle a jugar pro-control se puso peor todo. ¿No se preguntan qué se siente salir volando cuarenta metros sobre el suelo? Y no lo hagan empezar con el incidente de los antílope-zorro, lo recordaba como si hubiera sido ayer... ¡Y fue ayer! Ugh, Uraraka demostraba ser muy habilidosa pero por alguna razón cuando estaban juntos se volvía muchísimo más caótica al usar su habilidad, como si algo le regresara el aire que ella controlaba.
Izuku se preguntó desde que la conoció ¿De dónde sacó genes de la nación del aire? La chica era de la Federación Tierra, sus padres eran no-maestros ambos, y ella dice que sus padres no tienen conocimiento de dónde pudo haber salido que la niña fuera maestro aire.
Y hubiera seguido su tren de pensamiento si no hubiera sido porque...
— ¡BOO! - Alguien con voz grave fingida le tapó los ojos — ¡ADIVINA QUIÉN SOY!
— ¡AAAAH! - Izuku se sacudió un poco. — ¡U-URARAKA-CHAN, DEJA DE HACERME ESTO!
— ¡Qué gritón eres! - La chica lo soltó y lo hizo girar. — Esto no es como el incidente de los antílope-zorro ¡Tranquilo!
Izuku bufó un poco.
— Sí, no me recuerdes el incidente de los antílope-zorro...
— ¡Oh vamos eso, fue divertido!
Izuku negó con la cabeza frunciendo el ceño, pero luego pareció que se arrepintió, hizo una mueca y empezó a asentir.
— Bueno sí, sí lo fue. - Izuku asintió empezando a reír. — ¿Entonces vamos al parque ya?
— ¿Crees que nos dejen entrar después de todo?
— ... Yo digo que sí. Además, nosotros terminamos salvando a todas esas personas ¿No?
— ¡Eso sí!
Y empezaron a caminar por las calles hasta llegar a un bonito arco que decía "Parque Boli, para entrenamiento elemental" que tenía dos edificios a sus lados, uno azul y otro rosa. Entraron por el arco y ahí había un guardia que solo vigilaba que los visitantes no llevaran armas, pues el lugar era gratuito. En este parque, por esta entrada, habia una pequeña plataforma que parecía ser hecha para entrenamiento de maestros aire debido a las columnas perfectamente acomodadas, y desde ahí podían ver el gran museo del Pro-Control en su centro; junto a éste había un pequeño lago donde se juntaban los patos y los patos tortuga a convivir, y justo al lado de este lago se veía que era para entrenamiento de agua control; y luego de ello había una zona sin árboles ni nada flameable pues era la zona de entrenamiento de fuego control; y finalmente había una zona muy pequeña donde intentaban imitar una plataforma de pro-control, pero sin pozo para que la gente cayera cuando los sacaban de ésta como debía ser: Tenía coladeras donde podías ver el agua del lago pasar, y tenía las zonas donde los discos de arena compactada podían salir pero varios de éstos no tenían ni un solo disco. Además, estaba medio abandonado por lo que realmente la mayoría lo usaban para patinar. Y al lado de éste se encontraba una pequeña granja cerca de la plataforma de pro-control donde habían animales como cerdos-ciervos, perros-cabras, pollos-zarigüeya y antílopes-zorro... Uh, ahora que lo pensaba, quizás era por la granja que estaba abandonado. Todo el tiempo olía a caca de animal ahí.
— ¡Mañana es el gran día! - Izuku dijo frotando sus manos, sonriéndole a la chica. — ¿Emocionada?
— ¡Super emocionada! - Levantó los brazos. — ¡Daré lo mejor de mi! Sí me vas a acompañar, ¿verdad?
— ¡Claro!
— Más te vale~ - Entre cerró los ojos.
— ¿Quieres repasar las reglas?
— Sí, por favor. - Ella asintió con la cabeza. — Aún me confundo a veces
— Muy bien. - Ambos se sentaron en el suelo, e Izuku empezó a hablar acerca de las reglas del juego — Ningún maestro agua, fuego o aire puede generar una ráfaga constante de su elemento, y estás ráfagas no pueden durar más de un segundo excepto para los maestros aire que pueden generar ráfagas de máximo 2 segundos; los maestros aire no pueden generar remolinos, esferas, bombas, balas, cuchillas, vórtices, tornados ni embudos de aire; los maestros aire pueden generar puñetazos, escudos, golpes, ruedas, ráfagas simples y pueden usar su boca para hacer sus ataques; y todos los ataques tienen qué ser al pecho o al rostro pero nunca a las piernas, y todos los ataques tienen qué ser dirigidos y no pueden abarcar a más de dos personas por ataque.
— O sea no puedo hacer una ráfaga que tire a los tres de un jalón.
— Exacto. Se supone que cada ataque tiene que ser de uno contra uno. - La muchacha asintió y él continuó. — Las ventajas que los maestros aire tienen en el ring es que pueden usar su agilidad, y ya que el aire control es una habilidad más evasiva estos tienden a proteger a sus compañeros quienes se encargan de tirar a los oponentes.
— Básicamente, tengo que usar solo técnicas básicas, ¿No? - Uraraka preguntó, jugando con una hoja en sus dedos. — ¿Y sería la que defiende mientras mis compañeros tiran a los demás?
— Sí y no... - Hizo un mohín - La mejor defensa siempre es una buena ofensiva, así que no te concentres solo en defender sino también en atacar. He visto jugadores que usan sus defensas como ataques. - Dijo sonriendo y levantándose de su lugar. — ¿Estás lista para practicar?
Ella asintió mientras él empezó a tirar piedras no muy grandes por la zona izquierda del pequeño "gimnasio"
— Aún me sorprende que aguantes y esquives casi todos los golpes que te doy con mi aire control.- Y se levantó. Él se encogió de hombros.
— S-Supongo que... Tengo buen aguante. - Sonrió de lado.
— ¡Pues la verdad si! - Ella dijo, para ponerse en pose de pelea.— ¡Tienes buenos reflejos aunque seas muy torpe!
— ¡Oye! ¡Más respeto para tu profesor! - Izuku dijo, quién por su lado empezó a dar saltitos en sus pies. Ella solo sonrió de lado.
— ¡Claro que te respeto, profe~! ¡Pero no es mi culpa que tengas dos pies izquierdos!
— Ya verás que son dos pies izquierdos... - Infló las mejillas.
Y Uraraka empezó al instante a lanzar golpes que generaron ráfagas de aire, intentando tirar al muchacho. Izuku saltó, se agachó y se movió de un lado a otro, logrando esquivar las corrientes de aire que la muchacha le lanzaba a diestra y siniestra; cuando lograba golpearlo, él lograba evitar que el golpe llegara a su rostro o a su pecho al cruzar los brazos sobre las partes que de seguro serían afectadas, desviando e impidiendo las ráfagas de viento a duras penas, como si sus brazos fueran un escudo; y cuando se sentía suficientemente seguro tomaba las piedras que estaban distribuidas en su zona y se las lanzaba a la muchacha lo más rápido que podía.
Uraraka por su parte, también se movía de un lado a otro y esquivaba y desviaba las piedras con facilidad y aire control; en sus movimientos demostraba lo mucho que había crecido en estos meses: la flexibilidad y agilidad ganada tras lo aprendido en su escuela y lo que Izuku le había enseñado estaba rindiendo frutos.
Ambos siguieron con esto hasta que una ráfaga le dio de lleno en el pecho al muchacho y esto lo hizo caer de espaldas. Pero, gracias a este entrenamiento que le estaba dando a Uraraka-chan, él también había empezado a aprender poco a poquito, entre esto CÓMO caer: Al momento en que sintió que caía pasó las manos a su cabeza, específicamente a su nuca, cayó de sentó, y cuando hizo esto se dio una vuelta sobre el piso y cayó sobre sus piernas flexionadas.
— ... ¡Muy bien, Uraraka! ¡Me tiraste después de...! - Checó su celular, donde tenía un cronómetro. — ... Veinte minutos.
— Creo que quien está mejorando aquí eres tú, Izu-kun~ - Ella dijo, acercándose y sonriendo de lado. — Ya no eres tan torpe~
—... Bueno, su-supongo que si, en-entrenar contigo me ha ayudado también, creo. - Sonrió un poco. — ¿Continuamos?
Ella asintió.
Y continuaron así, haciendo caso omiso a cómo el suelo se agrietaba un poquito cada que caía al suelo o como las ráfagas que lanzaba la muchacha a veces se desviaban sin razón alguna...
Y al día siguiente fue jueves. Fue un día algo raro, pero también fue bueno... ¡Muy bueno de hecho! Excepto por la poca costumbre de estar rodeado de gente tan energética y extrovertida.
Todo comenzó con que su profesor de ciencias les dijo que tenían qué hacer un proyecto en equipo. Y... No sabía pero se le ocurrió preguntarle a Kacchan si quería que lo hicieran juntos y... ¡Kacchan dijo que si!
Y cuando iba saliendo pudo hablar normalmente con él, no quedaron en ninguna idea pero ya tenían una organización: irían al día siguiente a casa de Kacchan a planear qué hacer y comenzar a buscar los materiales y eso. Kacchan quería hacer un volcán pero Izuku estaba seguro de que todos en el salón harían volcanes así que estuvo sugiriendo ideas diversas, entre eso cosas con fuego control para hacer que Kacchan hiciera la parte física mientras que él armaba el reporte y los materiales para ello. O bueno... Realmente lo pensó pero no lo dijo en voz alta porque los amigos de Kacchan llegaron y lo pusieron algo incómodo... Eran encimosos. ¡Mucho!
Y tan incómodo se sintió que cuando pudo zafarse de ellos terminó corriendo a la estación de trenes. Correr y correr, tratando de bajar la incomodidad que le había causado estar con estos chicos y... También quizás un poco la de haber hablado con Kacchan... ¡No lo tomen a mal! Estaba esforzándose en no sentirse incómodo con él, y también apreciaba que Kacchan fuera paciente y que cuidara en llamarlo de formas que NO fueran Deku (aunque se le fue cuando les dijo que se iba. Dijo: "Tarados, Deku ya se tiene qué ir"... Enserio le costaba desacostumbrarse del apodo, vaya). Pero... sí ocupaba tiempo. Mucho tiempo, para ser verdad. No podía evitar pensar que quizás todo eso fue una broma o algo. O que estaba soñando. A parte le daba mucho miedo volver a quedarse solo...
Izuku llegó a la estación de trenes y se sentó en una banca, viendo los trenes pasar... Se supone que esperaría a Uraraka ésta vez, justo ahí.
Y esperó, diez minutos... Quince... Veinte minutos...
— ... Creo que mejor le pregunto dónde está...- Dijo sacando su celular.
Yo [03:00 PM]:
Uraraka-chan ¿Dónde andas? <(°^°)>
Ochako Uraraka 🍡 [03:02 PM]:
ando en mi casa!
ya voy para alla!
es que andaba buscando mis rodilleras y coderas
pero no las encuentro 🙄
Yo [03:02 PM]:
...
Okay 👍
¿Pero estas segura que no te van a dar nada?
Digo
Se supone que son gente profesional ¿No? (° ~ °)
Ochako Uraraka 🍡 [03:04 PM]:
nonononono
son equipo amateur~
de seguro entrenan en un campo como en el que me entrenaste
Yo [03:05 PM]:
... Uraraka-chan
Ya te lo había dicho
Practicar Pro-Control es MUY caro
Por muy amateur que sean ed probable que, como mínimo, tengan sus propios equipos o algo
El casco y el peto a lo mínimo
Ochako Uraraka 🍡 [03:06 PM]:
... 🤦
de todas formas me los voy a llevar por si acaso 😤
no pierdo nada
Yo [03:07 PM]:
De hecho cuando me dijiste que le iban a pagar a quien entrara, me sonó más a qué solo le van a dar dinero para comprar el equipo y para los viajes que hagan para las competencias y eso
Pero supongo que tú te las arreglarás 🤷🏻♂️
Pero ya apúrale que se te va a hacer tarde.
Si Iida-kun estuviera aquí de seguro ya te andaría regañando otra vez.
Ochako Uraraka 🍡 [03:07]:
ya voy ya voy 🙄
no me andes apurando 😠
la convocatoria dice que es a las 5 y la direcciom esta... no cerca de tu escuela pero desde la estacion de trenes de tu escuela se hacen cinco minutos y caminando se hacen como veinte o quizas media hora~
yo no se tu pero quiero caminarle pa' bajarle al ramen que vamos a echarnos 😂
Yo: [03:06 PM]:
Bueno...
¡Aún así apúrale porque tengo hambre y quiero comer! \(ᗒᗩᗕ)/
Y la tuvo qué esperar otra media hora, y a las tres treinta PM la muchacha llegó, y la vio justo antes de que pudiera asustarlo. ¡Ha! ¡No vas a atrapar a Izuku Midoriya con el mismo truco dos veces!
— ¡Uraraka-chan! - Levantó la mano saludándola. Ella llegó frente a él saltando.
— ¡Ya estoy aquí! - Dijo, cargando una mochila no muy pesada. — ¡Vamos a comer que me muero de hambre!
— Si.- Él asintió, levantándose de su asiento.
Rápidamente fueron al puesto de ramen que estaba afuera de la estación, ese que a Uraraka le gustaba (y para juzgar el lugar, quizás le gustaba por los precios... Aunque olía muy rico también). Mientras comían, empezaron a hablar.
— ¿Entonces te dejaron un trabajo en equipo, y les tocó juntos a ti y a tu amigo ese que te andaba molestando? - Ella preguntó con las mejillas llenas de comida.
— Mhm. - El asintió y tragó. — Pero no es que nos haya tocado juntos-juntos, sino que dijo el profe que escogiéramos equipos y... Bueno... S-Se me ocurrió y le pregunté... - Suspiró.
— ¿En serio no tenías a nadie más a quien preguntarle? - Parpadeó confundida, e Izuku negó.—... ay, o sea, sé que ese chavo es tu amigo pero... suena como esos busca pleitos de dorama donde no hacen nada y dejan a la pobre chica cerebrito hacer todo el trabajo. - Hizo un movían para luego tragar un poco del caldo del ramen.
— Kacchan es un buen alumno, el mejor de la clase de hecho. - Comió otro poco. — En realidad, por como es él, es hasta probable que yo terminé sin hacer nada porque es medio mandón... - Se encogió de hombros.
—... ¡Ah pos te conviene entonces!
— Pero si quiero trabajar... - Entre cerró los ojos, viéndola de forma inquisidora. — ¿Qué acaso tú eres de las que no trabajan en los equipos~?
— ¡CLARO QUE NO! ¡SÍ TRABAJO! - Ella interrumpió, viéndolo con incredulidad pero de forma divertida. — Solo que si me toca hacer menos en un trabajo en equipo ¿Lo aprovecho? - Sonrió de lado apenada, rascando su nuca.
Izuku la vio de la forma en que su madre lo veía cada que intentaba saltarse los quehaceres por tener flojera (y que al final sí terminaba haciendo): Con un mohín, entre cerrando los ojos de forma inquisidora pero divertida, cruzado de brazos, y negando con la cabeza.
— ¡Oye! ¡No me veas así! - Ella empezó a reírse. — Digo, no soy floja pero... A veces uno solo quiere relajarse~ - Se encogió de hombros. — Pero sí se trabajar en equipo...
Izuku no pudo evitar reír más.
— Te creo, te creo... - Sonrió viendo su mochila. — Digo, desde que empezamos a juntarnos los cuatro, mis libretas están ahora aún más completas, ¡y todo ha sido producto del trabajo en equipo! - Sonrió con ojos brillantes, para finalmente volver a comer del ramen.
Ella no pudo evitar sonreír de lado, y continuó comiendo.
Así estuvieron un rato, hasta que llegó la hora de partir.
Atravesaron las calles de la ciudad mientras el sol los iluminaba con tenues rayos que pronto pasarían a ser naranjas. Caminaban el uno al lado del otro, hablando y bromeando, cuando Izuku se dio cuenta de la zona en la que estaban: Era cerca de la playa de la ciudad, donde estaban la mayoría de los gimnasios para entrenadores de cualquier arte marcial y elemental (principalmente para gente rica).
— U-Uraraka-chan, ¿Estás segura de que es por aquí? - La volteó a ver con desconcierto.
— eh, ¿Si? - Ella sonrió un poco nerviosa. — S-Según mi celular, sí es. - Le enseñó la pantalla de su celular flip, que tenía la dirección escrita. Él solo asintió, pero mantuvo una mueca.
Caminaron otro poco hasta que llegaron frente a un pequeño edificio de dos pisos con una puerta de reja. Esta estaba abierta y dejaba ver un lobby con muchas fotografías de jugadores de pro-control, máquinas de hacer ejercicio, y un grupo de cómo diez personas en la entrada. Además, el edificio no parecía esa arena que usaban ellos, esto se veía... Más profesional.
— Ay esto se ve bien caro... - Dijo ella.
— ¿No dijiste que era una convocatoria gratuita? - Preguntó Izuku, volteándola a ver algo... Preocupado.
— ¡S-Se supone pero...! - abrazó su mochila.
— V-Ve a preguntar, si no es gratis, no hay problema y nos podemos ir, no creo que te obliguen a pagar... Aunque quizás si ya nos vieron podríamos quedar como mal. M-Mejor vámonos antes de que nos-
— ¡Ey! ¿¡Ese no es Midori?!
— ¿Eh? - Volteó a los lados buscando la voz... Conocía esa voz...
Uraraka se le quedó viendo unos segundos.
— ¿Midori? ¿Estás seguro que te hablan a ti-Oooh por Midoriya, ya. - Ella chasqueó los dedos y empezó también a buscar la voz que escucharon ambos.
A los instantes llegó un muchacho de cabello amari-oh no, es uno de los amigos de Kacch-ESPERA.
— ¡Midori! ¿Qué te trae a mi Gym?
— ...¿Tu Gym?
— ¡Si! Aquí practicamos los muchachos y yo pro-control. - Se señaló a sí mismo, sonriendo de lado.
— ¿Los muchachos y tú? - Dio un paso para atrás. Oh no, ¿Kacchan está aquí?
— ¿Estás aquí por la convocatoria?
— N-No, solo vengo a acompañar a mi amiga...
Ella saludó con la mano, sonriendo un poco.
— ¡Oh! Entonces espera aquí para que te dé el equipo~ - Denki dijo dándose media vuelta y yéndose de ahí.
— Uraraka-chan me tengo que ir - Dijo de golpe dando pasos para atrás.
— ¿¡Me vas a abandonar?! - Ella lo vio con incredulidad.
— C-Creo que Kacchan está aquí y-y no sé que vaya a decir que esté aquí contigo y-y quizás no sea buena idea que lo sepa, capaz y se vuelve a enojar aunque prometió que no se iba a enojar conmigo por estupideces otra vez. Pero aún así, creo que debo irme para evitar problemas. - Todo eso lo dijo rápido en un murmullo, incluyendo ese tartamudeo.
— Oh, eso es razonable... ¿Supongo que adiós? - Ella hizo una mueca.
— A-Adiós... - Dijo dando otro paso para atrás, pero sintió algo chocar contra él.
— ¿Y tú qué carajos haces aquí, nerd?
— ¡¿WAH-CCHAN?! - Se dio media vuelta de un sobresalto. —... Ya es tarde. - Dijo. De alguna manera sintió que palideció.
Pero en cuánto el pánico bajó, Izuku solo se le quedó viendo.... Estaba vestido con un uniforme de pro-control viejo pero bien cuidado. Tenía el casco en el brazo.
— ¿Qué? ¿Te gusta lo que ves? - Alzó ambas cejas. El de pelo verde hizo un mohín.
— No sabía que jugabas pro-control...
— ... ¡Espera! ¡Izu-kun! ¿¡Él es el famoso Kacchan que te hizo la vida imposible por tres años y se disculpó de la nada?! - Uraraka se le encimó por la espalda al de ropa de la tribu agua... Agh, demasiado cerca...
— U-Uraraka-chan, no lo digas en voz alta... - Le susurró, pero ya esperaba el gritó de Kacchan ante el comentario de la muchacha.
— ¿¡Y tú quien mierda eres?! ¿¡Y qué haces metiéndote en la vida del nerd y la mía?!
— Ah, yo no me metí, él me contó. - Ella sonrió de forma socarrona — Y soy Ochako Uraraka, una gran amiga de pequitas~ - Apretó las mejillas al de cabello verde de forma juguetona, pues ella continuaba invadiendo su espacio personal. — Además de alumna, confesionario, y compañera en el crimen. - Dijo finalmente pasando al lado de Izuku y rodeándolo con un brazo, flexionando el otro para mostrar un pequeño músculo.
— Por favor no menciones ni el incidente de la biblioteca ni el de los antílopes-zorro... - Susurró el de pecas haciendo una mueca.
— Nah, esos son chistes internos, Izu-kun~ - Ahora le picó la nariz y se separó.
— ¡¿Entonces por qué mencionas lo de compañera en el crimen?!
—... ¿Qué carajos?... - Kacchan parecía más confundido ahora.
— ¡N-Nada, Kacchan!
— ... Okay, como sea. - El rubio rodó los ojos. — Si solo vienes a ver por ahí están las gradas. - Señaló a una puerta, junto a ella estaba la chica de cabello rosa. — Que la bruja alien te guíe o algo. - Rodó los ojos y rápido se fue a otro lado.
—... ¿Creo que ahora me tengo qué quedar? - Sonrió algo nervioso, y Ochako solo empezó a reírse a carcajadas.
— ¡Te preocupas por nada! - Dijo ella cuando ya se calmó. — Ve a dónde él "Kacchan" ese te dijo, al rato te veo~
Él asintió y empezó a caminar a esa puerta que mencionó.
Pasaron unos diez minutos y estaba sentado en un escalón alto de concreto, y frente a él se veía la arena de pro-control a la perfección. Se preguntaba ¿De dónde sacaron estos muchachos este lugar? Se veía muy profesional como para ser para un equipo amateur, como dijo Uraraka-chan.
También, ahora se preguntaba, ¿era por esto por lo que Kacchan se estaba juntando con estos muchachos? Sabía que el rubio quería ser jugador de pro-control al crecer, se la pasaba hablando de eso, y de que iba a ganar absolutamente todos los partidos y se iba a volver un gran representante del elemento de fuego en el deporte, sino es que el mejor.
Izuku no dudaba que eso iría a pasar, pero aún así este lugar era demasiado... Vaya que el rubio tenía mucha suerte.
Estaba metido en sus pensamientos, anotando y dibujando un poco del lugar, cuando el muchacho de cabello amarillo y la de cabello rosa llegaron y se sentaron a cada uno de sus lados.
— ¿Emocionado? - El de cabello amarillo preguntó alzando ambas cejas.
— ¿E-Eh? - Izuku se encogió en su lugar. — ¿P-Por qué?
— ¡Por ver a los muchachos en acción! - Denki sonrió señalando a la arena. Izuku sonrió un poco, rascándose la nuca.
— Uh... - Se enderezó un poco. — Quizás, suena emocionante. Pero... - bajó ambas manos y empezó a jugar con sus dedos. — La verdad es que nunca había escuchado de su equipo así que estoy a la expectativa... Uraraka-chan dijo que ni siquiera tenían nombre así que...
— ¡Aún! - Mina dijo levantando una mano y sonriendo. — No tenemos nombre aún. No hemos escogido porque a Kats no le gusta ninguno de los nombres que le damos. - Ella infló las mejillas, e Izuku soltó una leve carcajada sin poder evitarlo.
— Típico de Kacchan... Es un mandón y un perfeccionista, supongo que quiere el "nombre perfecto". - Se encogió de hombros. Uh, hablar con estos chicos no era tan... Incómodo ahora. Que raro.
— Le hemos dado varios. Desde "perros polares" hasta "zarigüeyas-pollos" y en todos nos ha dicho que no... ¡Ayúdanos con un nombre! - Mina lo sacudió un poco pero lo soltó al instante.
—... Uh. Quizás podrían intentar con algo más agresivo. A Kacchan le gusta mostrar que es intimidante...
— Oh, ¿Es eso de que cada que hace un ataque grita "muere"? - Denki alzó las cejas, a lo que Izuku asintió cona cabeza, cerrando su libreta, y la guardó en su mochila amarilla.
— Deben encontrar algo que esté entre imponente y tranquilo, para que no solo represente a Kacchan. - Llevó una mano a su barbilla, repasando en su cabeza todos los animales de los que sabía. — Podría ser, hum... tigres-armadillo, leopardos polares, perros-leones... Propónganle la próxima vez Perros-Leones. Creo que ese le va a gustar. - Se encogió de hombros.
— ¿Perros-Leones? - Denki entre cerró los ojos. — ¿Cómo son?
Izuku parpadeó y solo sacó el celular, buscando entre sus fotos y encontrando una donde estaba un él más pequeño, de unos diez u once años, sentado en medio de tres animales que parecían ser perros combinados con otros animales: Uno blanco y grande que parecía tener cuerpo de oso que Mina reconoció como un perro-oso polar; otro que era color paja muy lanudo con cara chatita que parecía además de perro un borrego; y finalmente uno no muy grande que estaba sentado sobre las piernas del muchacho que tenía una gran melena de león pero carita de perro Golden retriever y parecía ser el más joven de todos pues parecía ser un cachorro aún.
— ¿¡Tienes todos esos perros?! - Mina le preguntó sorprendida.
— ¡N-No! ¡No son míos! - Dijo Izuku, sonriendo un poco. — Yo... Eh... - Uh, ¿Debía decirles que iba a terapia?... Bueno, Inui-san es psicólogo clínico además de psicólogo educacional, y si da medicinas a otras personas... — Son de mi doctor. - Dijo él. ¿Eso cuenta como doctor? No sabe, solo sabe que usó eso para no decir que va a terapia.
— ¿Los tiene en su consultorio? - Denki hizo zoom en la imagen, viendo más de cerca al perro que Izuku les dijo.
— Uh, sí... - Dijo el rascándose la nuca. — Atiende en su casa, así que... Ahí los tiene. - Se encogió de hombros nervioso.
— Tiene tres perros, wow... Y ¿éste eres tú? - Mina le quitó el celular para ver al pequeño Izuku de la foto. — ¡Aww! ¡Te ves bien chiquito entre todos esos perros! - Le devolvió el celular embelesada.
— S-Son perros grandes. No soy tan pequeño. - Dijo él, tomando el celular entre manos otra vez. Uh... La energía de la chica (¿Nina? ¿Nana? ¿Mina? Creyó que era Mina... Mina, Mina, Mina, Mina...) le recordaba un poco a Uraraka. El de cabello rubio (¿Cómo dijo? ¿Den? ¿Den...? Oh no. Quizás debía preguntarle de nuevo como se llamaba...) era un poco más energético que la de cabello rosa, pero quizás el hecho de que no se le estuvieran echando ENCIMA como hace rato cuando se los encontró a la salida ayudaba a que no se sintiera tan incómodo. Además, no sabía porqué pero cuando le preguntaban cosas se sentía muy bien, como si la gente buscara algo de él y... ay ya, le gusta hablar ¿Ok?
— Se ve que son tranquilos~ - Denki
— ¿Y como se llaman? - Preguntó Mina, recargando los codos en sus rodillas y sosteniendo su cabeza en sus manos, sonriendo alegremente.
— Uh. - Señaló al perro lanudo — Él es Banbao... - Señaló al perro blanco — Ella es Shan... - Y finalmente señaló al que tenía en sus piernas en la foto. — Y él es Rougui.
— ¿Son nombres de comida? - Denki sonrió de lado con diversión, a lo que Izuku solo asintió con la cabeza.
Denki y Mina continuaron haciéndole preguntas, y él también hacía preguntas de repente, aunque le gustaba más contestarlas.
En el proceso, llegaron a hablar acerca de su equipo de pro-control.
— ¿Y ustedes no van a participar en esto de la inclusión de un maestro aire? - el muchacho ladeó la cabeza tímidamente.
— Oh, no. - Denki dijo, encogiéndose de hombros. — Mina perdió contra Sero entonces ella quedó como reemplazo de Sero por si acaso.
— Ni que me afecte. - Mina sonrió encogiéndose de hombros. — Prefiero bailar o hacer cosas más espirituales con mi agua control - Se hizo aire con la mano.
— ¿Cosas espirituales? - Deku parpadeó... Uh, ahora que lo piensa, ¿Esta chica no era la que vio en TigTogs con lo que ayudó a Uraraka a entrenar? De un vídeo de una chica de cabello rosa sacaron la idea del remolino que su amiga ahora puede hacer, con pasos de Break dance... ¡Espera, si es ella! Se guardó está revelación para si mismo.
— Como purificación y magia~ - Ella movió los dedos.
— ¡Es una bruja! - Dijo Denki de golpe, a lo que Izuku solo frunció el ceño.
— ¿Bruja-Bruja? ¿Tipo, de esas que hacen adivinación y te dicen que comprando piedritas brillantes te curan enfermedades mentales? - El frunció el ceño.
— Bruja-Bruja, si. - Ella asintió. — Pero no creo que una amatista o un ópalo te curen tus enfermedades mentales, solo... Te ayudan un poco, creo. - Ella se encogió de hombros.
— ... Ah... - Volteó a otro lado. Uh, había visto también cosas de "brujas" en tigtog pero siempre se le hizo como que era... ¿Algo tonto? Al menos eso de las piedras sí.
Denki volteó a ver a Mina, cuando vieron que el chico de pecas dejó de prestarles atención y volteó a otro lado como si se sumergiera en sus pensamientos. Ella se encogió de hombros.
—... Yo no puedo hacer fuego control ni aunque mi vida dependa de ello. - Dijo de golpe para volver a tener la atención de Izuku, quien salió de su cabecita y ese tren de pensamiento que estaba teniendo y volteó a verlo.
—... ¿Eres también no maestro o a qué te refieres? - Ladeó la cabeza.
— Eh, que... Si intento hacer fuego control quemo cosas y a mi mismo. - Dijo, haciendo una mueca. — ¡Pero extrañamente, puedo hacer rayos más fácil que fuego control! - Al instante, levantó los dedos índice y medio de ambas manos, hizo un pequeño movimiento con ambas y unos pequeños rayos comenzaron a manifestarse.
— ¡DENKI, NO! - Mina gritó, jalando a Izuku, pero Izuku se quedó viendo con atención los rayos.
En un instante, Denki estiró una mano hacia adelante, y un rayo salió disparado de sus dedos hacia el techo del lugar.
Denki volteó a verlos a ambos sonriendo, pero se le borró la sonrisa al ver qué Mina tenía el ceño fruncido y que Izuku estaba muy serio...
— ¡Denki, te dijimos que-
— ¡ESO ESTUVO GENIAL!
Ambos amigos se quedaron en silencio al escuchar la voz del de pecas. Éste se soltó de Mina y se acercó al de cabello amarillo.
— ¡Oh espíritus, eres como Kyoshi entonces! ¡Kyoshi era una maestra de hace muchos muchos siglos atrás! ¡Ella podía mover las placas tectónicas y hacer lava control y otras técnicas extremadamente avanzadas pero era incapaz de mover una piedra diminuta debido a que estaba mal canalizada! ¡De hecho fue en una época en la que no se sabía que los maestros tierra podían hacer lava control a menos que fueras de esos seres que podían controlar varios elementos y Kyoshi era una de ellos pero-pero también aplica con maestros de un solo elemento! ¡Maestros extremadamente fueres que pueden hacer formas muy avanzadas de control pero no lo básico! ¡Exactamente como tú, Kaminari-kun! ¡Significa que eres un maestro muy poderoso pero entonces eso significa que tu energía está mal canalizada y ocupas un poco de ayuda para llegar a hacer cosas básicas sin lastimarte ni lastimar a otros! ¡Pero eso se puede entrenar! ¡Necesitas un maestro que no use métodos tradicionales para aprender bien a controlarlo! ¡Pero creo que eso que hiciste estuvo asombroso-que digo asombroso, estuvo maravilloso! ¡Hiciste un rayo y no nos lastimaste ni a mí ni a Mina a pesar de que estábamos a menos de un metro de ti y la forma en que lo dirigirse hacia el techo sin lastimar ninguna corriente eléctrica que pudo habernos dejado sin luz y-
Y el muchacho continuó hablando, admirando el control de rayo del de cabello amarillo. Denki volteó a ver a Mina algo confundido, pero por alguna razón no podía evitar sonreír con los... ¿Cumplidos? Que le estaba dando el muchacho frente a él.
— ¡Nerd, deja tu modo fanboy que ya vamos a empezar! - El constante palabrerío que estaba dando el de cabello verde (que al parecer se escuchaba hasta la plataforma) fue interrumpido por el grito de Katsuki, quién estaba en la plataforma.
— ¡Eep! - Izuku se tapó la boca. — ¡Lo siento!
No lo podía ver bien a lo lejos, pero supuso que rodó los ojos.
— ¡Bien, bola de tontos! - Kacchan empezó a hablar. Junto a él llegaron quienes, Izuku suponía, eran Sero y... ¿Kirishima? Algo así dijo. Sero era un apellido fácil de aprender.
— Ésta convocatoria es para encontrar a alguien que se quiera unir a nuestro equipo de pro-control, un maestro aire~ - El de cabello rojo dijo, haciendo un movimiento con los dedos.
— No me interrumpas, pelos de Incendio. - Kacchan dijo, rodando los ojos.— Pero si, Lo que dijo este pendejo. Como sea, no vamos a aceptar a un cualquiera, tiene qué ser alguien que equivalga mínimo el poder de esos dos pendejos de allá. - Señaló a las gradas, donde estaban los tres. — La morra de pelo rosa y el tonto de pelo amarillo.
— ¡Vamos Kats, no los asustes! - El de cabello negro se quejó, poniéndose el casco. — Aunque si queremos a alguien bueno, ¡Así que den su mejor esfuerzo! ¡Queremos ver de qué son capaces y quién puede quedar bien con nuestro equipo!
— ¡Y si quieren abandonar háganlo ahora que no nos vamos a detener si alguien dice "ouch" mientras estamos partiéndoles la madre!
— ¡BAKUGO!
Izuku sintió que su celular vibró.
Ochako Uraraka 🍡 [05:15 PM]:
tu amigo es reagresivo 😩
Yo [05:15 PM]:
Si, pero dentro de todo es genial!
Solo no te dejes intimidar por él ni por su actitud brusca ¯\_(ツ)_/¯
Y aunque no lo creas, es muy amable (a pesar de su agresividad inicial), pero no subestima a nadie eso sí, así que no te confíes y ¡Da lo mejor de ti!
Ochako Uraraka 🍡 [05:16 PM]:
me conoces izu-kun! yo no me rajo 😈
Yo [05:16 PM]:
¿Ocupas algün consejo?
Ochako Uraraka 🍡 [05:16 PM]:
nel!
solo tus porras diciendo "Ochako-chan tú puedes!!!"
a parte tengo todo bien planeado 😈
le voy a patear el trasero mWAHAHAHAHAHA
Yo [05:17 PM]:
(๑•﹏•)
Ochako Uraraka 🍡 [05:17 PM]:
No me crees?!
Yo [05:17 PM]:
¡Sí te creo! ಠಿ_ಠಿ
HahahaxD
Solo que tu cara desde aquí es de miedo 。:゚(;´∩`;)゚:。
HAHAHAHAHAHAHAHA
Ochako Uraraka 🍡 [05:18 PM]:
doy miedo?! 😱
pero si soy adorable!
soy un osito por algo toy pachoncita!🧸🧸🧸🧸🧸
Yo [05:18 PM]:
HAHAHAHAHA SÍ CLARO SEÑORITA LE DI UN GERMAN SUPLEX A UN ANTÍLOPE-ZORRO!!!!
ADEMÁS, creo que podrías acabar fácil con esos dos, no los he visto pelear pero eres muy buena así que confío en ti.
Pero no estoy seguro de con Kacchan...
Él es...
Eh...
Es peligroso.
Solo ten cuidado.
Ochako Uraraka 🍡 [05:19 PM]:
nah trapearé el piso con tu ex bully 💀💀💀💀
y te vengaré un poquito en el proceso 😈😈😈😈
Yo [05:19 PM]:
HAHAHAHAHAHAHAHAHA URARAKA-CHAN NO JUEGUES YA TE DIJE QUE NO LE TENGO RENCOR NO INVENTWS HAHAHAHAHAHA
Aunque... ಠ_ಠ me lo pensaré.
Podría ser divertido... ಠ‿ಠ
Ochako Uraraka 🍡[05:19 PM]:
LOL venganza vENGANZA!!!! 😈👹😈👹😈👹
Yo [05:20 PM]:
NO ES VENGANZA SOLO PIENSO QUE SI LE DAS PELEA QUIZAS KACCHAN LO ENCUENTRE EMOCIONANTE
A PARTE
YA PRESTA ATENCIÓN A LAS INSTRUCCIONES, OCHAKO-CHAN!
(╯ರ ~ ರ)╯︵ ┻━┻
Uraraka le mandó un último mensaje pero ya no lo vio, pues se concentró en mirar hacia adelante (además, notó que Mina y Denki lo estaban viendo mensajearse con su amiga de forma sospechosa...).
Por lo que logró escuchar mientras se mensajeaba con Uraraka, la competencia iba a ser de 15 minutos en la arena por participante, donde cada 5 minutos iba a haber cambio entre los maestros siguiendo el orden de Agua, Tierra, y Fuego (Izuku sonrió de lado pensando en las historias de su mamá al escuchar el orden de como cada miembro del equipo iría a participar: El ciclo del maestro que controla los 4 elementos era Fuego, Aire, Agua y Tierra, y según sus cálculos el lugar del ciclo que debería de ser en estos momentos era Agua porque Toshinori Yagi fue un maestro aire y según esto fue el último hasta el momento... Uh, ahora se preguntaba, ¿Desde Yagi-san aka. All Might cuántos de ellos iban? ¿Muchos? ¿Pocos?... Uh, y también recordaba el sueño donde vio a una muchacha parecida a su mamá... ¡Ya, Izuku! ¡Concéntrate en la competencia y échale porras a tu amiga!)
Continuando con la dinámica: los maestros Aire tenían que sobrevivir a los tres maestros contrincantes, ya sea superando los 5 minutos sin ser derribados de la arena o tirando a su rival. Si cualquiera de los tres maestros los tira pierden, sin importar en qué momento sea, si es el primero, el segundo o el tercero.
Y tiene sentido. Cada maestro tiene qué estar concentrado en los cuatro contrincantes, en sus compañeros, y en sí mismo. Sino puede predecir a los contrincantes y planear al instante con los compañeros, no va a poder hacer nada y va a provocar que pierdan. Así de sencillo.
Aunque la verdad era muy poco tiempo.
— ¿Sí se va a poder hacer esto en 5 minutos por participante? - Izuku volteó a ver a Denki y a Mina. La chica tenía su celular en la mano y parecía estar haciendo algo con el Bluetooth.
Bueno... Ahora que lo piensa, algo parecido estuvo practicando con Ochako-chan... cuando traían a Iida y a Tsuyu para entrenar a Uraraka, lo hacían de los tres contra Uraraka, al mismo tiempo, y si bien Izuku no era un maestro y siempre lo tiraba antes que a Tsuyu o a Iida, esto había preparado a la muchacha lo suficiente. ¡Confiaba en ella! La chica entrenó muy duro, sentiría muy feo si no quedaba...
Ah, ahora que pensaba. ¿Cuántos enfrentamientos serían? Eran unas... Diez personas. Aunque quizás Kacchan hubiese intimidado ya a varios con sus palabras por lo que sería menos tiempo. Aún así, si nadie se rajó, y eran diez personas... Quince minutos, por diez personas...
— Vamos a estar aquí como dos horas y media, ¿No? - Izuku volteó a ver a los dos chicos.
— ... Yo calculo que menos como media hora o incluso mucho menos ¡JÁ! - Denki se carcajeó.
— ¿Son tan buenos? - Izuku alzó una ceja.
— Obvio~ - Dijo Mina encogiéndose de hombros. - Literal perdí contra Sero por una tontería, y eso que yo soy muy~ buena en esto, ¡ya varias veces he estado a puntito de derribar a Kats y mandarlo a bañarse!
— ¡E Igual yo! - Denki dijo. — Aunque cuando hago fuego control me quemo a mí mismo
— ... - Izuku hizo un mohín entre cerrando los ojos. — Vaya... Entonces sí son muy buenos... - Se llevó los dedos a sus labios, calculando las posibilidades de Ochako en su cabeza... ¡No te dejes llevar! Quizás solo estén de fanfarrones.
Se quedaron un rato observando al equipo y a los participantes, Izuku de forma detenida con la libreta y una pluma de fuera, mientras Denki tarareaba la musiquita que salía de las bocinas. Sero les indicó a todos que se sentaran en las gradas del otro lado, unas que tenían un pequeño puente que llevaba a la arena, y Kacchan fue a ponerse junto a la campana del ring. Supuso que él sería el árbitro mientras.
— ¿Tú vienes con ella, verdad? - Mina señaló a la chica de cabello castaño.
— ¿Uh? - Volteó a ver a la muchacha - ¡Oh! ¡Mhm! - Izuku asintió y sonrió viendo a la chica que parecía hacer un ejercicio de respiración.
El primer enfrentamiento se dio con un muchacho de cabello castaño oscuro, que tenía los dedos pintados de negro. Se presentó al estar en la arena:
— Mi nombre es Sen Kaibara.
— Bien, Kaibara-kun. ¿Estás listo? - El de cabello negro se puso en una pose de pelea. Y el castaño asintió, colocándose en una pose que, si bien era de maestro aire, no era correcta...
La pelea no duró ni un minuto, en cuanto sonó la campaña Sero hizo un movimiento con el brazo y el agua de su lado de la arena se elevó rápidamente, ésta salió disparada a una velocidad impresionante y le dio de lleno en todo el pecho al castaño. Debido a la mal pose que tenía, Kaibara-kun no logró resistir el golpe y fue retrocediendo después de otros dos, tres, cuatro, cinco golpes más así de rápidos hicieron que Kaibara-kun saliera disparado hacia atrás en menos de un minuto (Izuku calcula que fueron exactamente 45 segundos).
— ¡Inútil! ¿¡Seguro eres maestro?! ¡Ni llegas a no maestro! - Gritó Kacchan al tocar la campana. — ¡Fuera, no te queremos acá!
— ¡Bakugo, no te pases de grosero!
Izuku tembló al ver este desenlace... Aunque también el muchacho realmente no mostró una buena posición ni atacó primero, ¿Verdad? Pudo haber sido eso...
Estaba pensando en las ventajas que tenía Uraraka: Sabe atacar, defenderse, es súper flexible, además de fuerte, tiene pies ligeros pero sus posturas son firmes... Okay, quizás no tenga la ventaja que él creía pero... Si puede, está seguro de que sí.
— -na canción? - Mina lo vio, interrumpiendo los pensamientos del de cabello verde.
— ¿Ah? ¿Qué? - Aunque realmente no entendió que le preguntó, estaba distraído calculando.
— que si quieres poner una canción. - Dijo ella dándole el celular.
— Uh... ¿Como que podría poner?
— ¡Pues algo que te guste! - Movió los pies de forma alegre.
— ... - Se puso a buscar en la lista de música de la muchacha. Primero tenía que buscar algo que pudiera motivarlos a todos, ¿Verdad? Para hacer las cosas más amenas. Quizás el chico que pasó primero estaba nervioso... Pensó, ¿Que clase de Música podría motivar? Algo movido, claro.
Puso la primer canción que reconoció por el nombre, además de que recordaba que era movida (Fire de BTS).
— Ay no... ¡DEKU QUITA ESA CANCIÓN ANTES DE QUE EMPIECEN DE MAMONES! - Escuchó a Kacchan gritarle desde donde estaba.
Deku estuvo a punto de gritarle algo de vuelta (lo llamo por el apodo. ¡No gusta!) Pero Mina gritó en su oído y ya no pudo decir nada.
— ¡OOOOOOH ES LA CANCIÓN DE KATS! - Y la chica se levantó y empezó a bailar ahí junto a él.
— ¡Buena canción, Mido! - Denki dijo jalándolo al lado y poniéndose junto a Mina y empezando a bailar.
Kacchan desde su lugar estaba que echaba fuego de la boca (literalmente).
Kirishima, por su parte, quitó a Kacchan de la campana y él ahora empezó a ser el árbitro, pues el siguiente "partido" estaba en proceso.
Sintió otra vibración en su pantalón.
Ochako Uraraka 🍡 [05:21 PM]:
😆 ya okey presto atensom
Ochako Uraraka 🍡 [05:26 PM]:
tu amigo es gracioso HAHAHA 😆
míralo sacar fuego de la boca como Godzila HAHAHAHA
Yo [05:26 PM]:
Lsbglsbclsbd te dije que es genial (☞゚∀゚)☞
Ochako Uraraka 🍡 [05:26 PM]:
dije divertido no genial 🕴️
Yo [05:27 PM]:
¡RETRACTATE! (ノಠ益ಠ)ノ
Ochako Uraraka 🍡 [05:27PM]:
NO.
😈
La siguiente participante era una muchacha de estatura baja, de cabello rojo y largo agarrado en dos coletas, ¡Que además tenia sus flechas! Debía ser una maestro que nació entre los nómadas pero que desertó. Aunque se ven raros esos tatuajes... ¿Sí serán tatuajes o-
Sero de un movimiento de pierna le dio de lleno a la muchacha, pero ésta no cayó al instante... y los tatuajes de sus brazos se escurrieron. Ah, y cuando iba a dar un ataque que NO era de maestro aire (era demasiado estoico el movimiento para serlo), nuevamente le llegó otra ola de agua que Sero mandó con un giro y un movimiento de manos, que termino de tirar a la chica al agua.
— Creo que esa chica estaba fingiendo ser maestro aire... - Se dijo para si mismo, haciendo una mueca.
Logró escuchar los llantos de la chica que nadaba a la escalera para subir e irse. En cuanto llegó a la parte de arriba, Izuku logró ver qué los tatuajes de sus brazos eran simple pintura, pues estos se corrían.
... Espera ¿Eso no era irrespetuoso para la cultura de los maestros aire?
— ¡Vete a bañar, que no te queremos aquí! - Gritó de nuevo Kacchan cuando la chica salió por la puerta.
El siguiente fue un... ¿¡Un señor?! De barbas largas y una gabardina extraña.
— ¡HEY, DESDE QUE ENTRAMOS LE DIJIMOS QUE NO! - Sero gritó haciendo una mueca.
— ¡Su convocatoria no decía edad! - Dijo el hombre, colocando las manos en su cintura.
— ¡Pero es un concurso para menores de edad, hombre! - Sero empezó a juntar agua en sus brazos, como si fueran tentáculos. — ¡Denki! ¿¡Por qué no sacaste al señor?! - Le gritó al de cabello amarillo.
— ¡Yo no dejé al señor entrar! - Denki gritó haciendo una pose extraña. — ¡de seguro se metió cuando nadie estaba viendo!
— ¡No mames, Denki! ¿¡Por qué siempre la andas cagando!? - Kacchan se metió, preparando llamas en sus manos. Al igual que Kirishima, que se preparó levantando unos de los discos de roca que estaban en el piso del lugar. — ¡Le dijimos que se fuera, y a menos que quieres que te queme toda tu barba y tú cara, váyase a la chingada!
—... - El hombre suspiró y mejor se dio media vuelta yendo a la puerta. — Ya entendí, no me quieren aquí.
— ¡UNA PINCHE HORA DESPUÉS SE ENTERA, NAMAME! - Sero gritó. Kacchan estuvo a punto de atacarlo, sino fuera porque Sero lo agarró con los látigos de agua.
— Calmado, que ya se va sin pelear. Eso es mejor. - Suspiró ya más calmado.
Okay, Izuku creyó que esto fue extraño. Tanto, que Mina y Denki habían dejado de bailar cuando todo el drama con el señor comenzó. Al menos no llegaron a nada más grave...
Mina tomó su celular y cambió a otra canción (don't stop now - Michelle Gonzalez)
— ¡Ay, ya al chile vamos a seguirle! - Dijo Sero haciendo una mueca y cargando a Kacchan con el tentáculo de agua, y extrañamente el rubio se dejó cargar. Lo dejó junto a la campana y se fue a su lugar.
La siguiente persona fue una muchacha de cabello blanco que mantenía una mirada perdida.
— ¡Hola chica! ¿Cómo te llamas? - Sero preguntó estirando los brazos y las piernas.
— Reiko Yanagi... - Dijo ella tranquila. La pose que tenía le recordó un poco a Tsuyu-chan... — Y estoy lista. - Dijo para ponerse en una pose que demostraba un poco de mayor maestría.
La campana sonó, y Sero volvió a atacar primero. Al parecer era su estilo. Pero la chica esquivó con habilidad, los pies ligeros sobre el suelo dando giros consecutivos y esquivando cada una de las ráfagas de agua que el muchacho le lanzaba.
Ella dio un golpe al aire y una ráfaga salió disparada hacia adelante. Sero la esquivó por los pelos, pero eso lo hizo distraerse un poco. Yanagi-san lanzó otra ráfaga y le dio a Sero en el estómago. Ella aprovechó y lanzó otra ráfaga, tirando al muchacho al agua tras 4 minutos de combate (si, Izuku tenía el cronómetro de fuera revisando el tiempo, por si se lo preguntan).
— ¡Oh, eso estuvo bien, hermana! - Gritó Kirishima, pasando a su lugar y sustituyendo a Sero. Subió usando agua control y llegó junto a Kacchan sacudiéndose y mojando al rubio en el proceso. Parece que le empezó a gritar pero Kirishima interrumpió rápidamente.
— ¡Muy bien, Yanagi-san! Pero ¿Estás lista para tu siguiente reto? - El de cabello parado plantó bien los pies en el suelo, pero fue una pose muy diferente a lo que ha visto con Iida-kun. ¡Muy diferente, de hecho! Iida mantenía los pies más ligeros pero firmes y la fuerza la tenía en sus manos estiradas como cuchillos, mientras que Kirishima parecía poner todo el peso de su cuerpo en sus piernas y mantenía los brazos extremadamente ligeros y las manos en puño.
La chica por su parte también se puso en una pose inicial, exactamente la misma que hace rato.
Al sonar la campana, Kirishima lanzó una patada y la patada lo hizo girar, moviendo el brazo y lanzando un disco seguido de otro. La chica esquivó uno pero no esquivó el segundo, haciéndola retroceder y esto provocó que Kirishima pudiera avanzar en el hexágono. Automáticamente lanzó otro disco de piedra, tirando a la de cabello blanco al instante.
— ¡Eres buena, Yanagi-san, pero te hace falta práctica! - El de cabello teñido dijo viendo a la chica subir por la escalera y secarse a sí misma con aire control.
— ¡No le mientas, es malísima! - Kacchan gritó de forma burlona.
— ¡Bakugo, no seas grosero!
La música de fondo ya estaba en puro aleatorio, así que Mina empezó a saltar las canciones hasta que llegó a una que le gustó y la dejó.
Y así estuvieron un rato: Pasaban los participantes y Sero o Kirishima los derribaron rápidamente (Sero casi tiro a todos, pues Kirishima pasó únicamente dos veces después de Yanagi-san).
Cuando llegó el turno anterior a Uraraka, su celular vibró.
Izu-kun 🥦 [06:00 PM]:
¿Lista?
Yo [06:01 PM]:
por supuesto~! 😈
te digo
voy a patearles el trasero MWAHAHAHA
Izu-kun 🥦 [06:01 PM]:
¡Tú puedes!
Yo [06:02 PM]:
dile a la chica de pelo rosita que te deje ponerme canciones chidas pa' mi batalla!
Izu-kun [06:02 PM]:
Ok 👍
Ochako sonrió de lado, y se dedicó a observar la última batalla.
El chico que estaba participando se llamaba Kosei Tsurababa, y parecía que le iba bien. Daba giros constantes, esquivando los chorros de agua que Sero le lanzaba pero ninguno le daba. Lo malo, es que el muchacho no estaba atacando. En el último instante a pocos segundos de terminar su tiempo, dio un golpe decisivo que sacó a Sero volando hacia atrás. Ganó su partido en el último segundo (literal. Su cronómetro marco los 5 minutos un segundo después de que Sero cayó al agua).
Luego tocó contra Kirishima. La batalla se dio de forma similar: Tsurababa-kun evitando con facilidad los trozos de roca que me estaba lanzando el de cabello rojo y no atacando hasta en momentos precisos. Pero Kirishima tenía los pies bien plantados en el suelo y ni se inmutaba con los golpes. En eso, logró hace que Tsurababa-kun retrocediera, pero el castaño logró que Kirishima-kun retrocediera también. Y con ambos en la última parte de la arena, terminaron el partido pues se les acabó el tiempo.
— ¡WU, SOY EL PRIMERO EN LLEGAR AL FINAL! - Celebró el muchacho, dando pasos hacia adelante.
— Hahahaha... Suerte con Bakugo, hermano... - Kirishima dijo manteniendo una sonrisa MUY nerviosa, y automáticamente se sintió un cambio en todos los presentes.
Algo que dijo peligro.
Kacchan se puso en su lugar, la sonrisa socarrona que había tenido todo el tiempo que no le tocó pelear estaba fuera, y solo veía al muchacho con los ojos entre cerrados.
Y la campana sonó, pero ninguno hizo absolutamente nada...
— ... - Tsurababa-kun dio un paso para atrás, y Kacchan se quedó estático en una pose preparada, viendo al muchacho. Tsurababa automáticamente decidió atacar: Lanzó una ráfaga de aire dura y peligrosa, pero automáticamente el rubio esquivó el ataque deslizándose por el suelo.
— ¡MUERE! - Gritó Kacchan, y de una patada que hizo girando en el suelo tras esquivar, sacó una llamarada tan potente que lanzó a Tsurababa-kun por los aires sin poder hacer absolutamente nada.
Tsurababa había perdido en menos de 20 segundos, de los cuales como 10 fueron de que se estuvieron viendo el uno al otro. O sea que, Kacchan venció al chico entre 5 y 10 segundos.
El celular de Izuku vibró.
Ochako Uraraka 🍡 [06:15 PM]:
...
😥
Yo [06:16 PM]:
¡No te pongas nerviosa! ¡Tú puedes!୧( ಠ Д ಠ )୨
Ochako Uraraka 🍡 [06:16 PM]:
izu-kun.
no estoy nerviosa.
pero... tu amigo...
😱😱😱😱
Yo [06:17 PM]:
... Si... (• ▽ •;)
¿Necesitas ayuda? ¿Algún consejo? ¿Te digo los puntos débiles de Kacchan?
Ochako Uraraka 🍡 [06:17 PM]:
nono no yo puedo yo puedo
puedo sola
solo... eh...
¿quizás apoyo moral?
Uraraka estaba escribiendo algo mas cuando-
— ¡Niña! - Sero gritó de golpe, aplaudiendo justo frente a ella.
— ¡EEEEH! - Gritó Ochako.
— ¡Te toca! - Sero hizo un mohín, empezando a caminar a su lugar nuevamente.
— ¡SÍ, PERDÓN! - Ochako dijo, dejando su celular dentro la mochila y corriendo a su lugar. — ¡S-SOY OCHAKO URARAKA! - Dijo ella nerviosa, pero respirando profundo solo pensó 'tranquila Ochako, tú puedes tú puedes'.
Izuku desde su lugar tomó el celular de Mina y puso la primer canción que se le ocurrió que podría animar a Uraraka, una de un juego que le regaló hace unos meses para el celular (aunque lo tuvieron que instalar en SU celular porque la chica no puede jugar juegos en el suyo).
La campana sonó y lo primero que hizo la muchacha fue lanzarse hacia adelante y a un lado, esquivando la obvia ráfaga de agua que Sero le había lanzado (todos los partidos los había empezado exactamente igual). En ese instante, con la palma abierta, lanzó una ráfaga de aire que Sero esquivó, pero Uraraka fue mucho más rápida y lanzó otra que hizo retroceder a Sero. Uraraka avanzó en la arena. Sero lanzó otro chorro de agua, y luego otro con una patada y otro al girar, y ella los esquivó todos, corriendo rápidamente hacia adelante pero en zigzag con las manos atrás. Se detuvo a metro y medio de Sero, dando una palmada al aire con las dos manos. Este movimiento generó un vórtice que hizo que Sero saliera disparado, volando hacia atrás como si fuera una bala justo al ritmo agudo de la canción.
— ¡WUUUUH OCHAKO-CHAN! - Izuku se levantó en su lugar alzando los brazos en celebración. Uraraka en ese momento se dio cuenta de que todo el combate Izuku estuvo echándole porras en su lugar, gritando y haciendo porras. La de cabello rosa y el de cabello rubio estaban dándole porras al otro muchacho pero las de Izuku eran más fuertes a pesar de que era sólo él.
— ¡Wow, eso estuvo increíble! - Sero dijo, levantándose con agua control hasta su lugar. — ¡Me tuviste contra las cuerdas aunque estuviste distraída al inicio! ¡Y al final, ganaste!
— ... ¡Gracias! - Dijo ella rascándose la nuca. — ¡Prometo no estar distraída en este siguiente! - Sonrió ella estirando los brazos.
— ¡Oh vaya! ¡Hace mucho no me sentía emocionado de jugar solo en contra de alguien que no fuera Bakubro! - Kirishima dijo, poniéndose en su lugar. Ochako hizo lo mismo.
La campana sonó, aún con la canción de la luna de fondo. Kirishima esta vez trató de atacar primero lanzando una roca y luego otra, pero Uraraka esquivaba y lanzaba ráfagas de aire a diestra y siniestra al dar giros. Kirishima dio una patada con giro, sacando dos rocas de las cuales una le dio a Uraraka en el estómago, pero ella se la quitó y lanzó otra ráfaga que le dio a Kirishima en el pecho. Uraraka corrió hacia adelante haciendo el mismo movimiento que hizo hace rato con las manos hacia atrás, Kirishima automáticamente lanzó una roca hacia adelante, esperando darle a la muchacha. Pero ella lanzó una ráfaga hacia el suelo, elevándose. Usó la roca como escalón y de un salto estaba a dos metros del suelo. Kirishima no pudo hacer nada en contra del golpe de aire que le lanzó, lo tiró al suelo y lo sacó de la arena girando como llanta a toda velocidad.
La canción de la luna en ese momento se acabó.
— ¡HAHAHAHAHA ME SIENTO PODEROSA! - Dijo la chica feliz, aplaudiendo y dando pequeños saltitos.
— ¡Esa es mi alumna! - Izuku dijo sentándose en su lugar, celebrando con ella aunque estuvieran lejos.
— ¡Tu amiga es buena-espera ¿¡Tú la entrenaste?! - Denki abrió los ojos como platos al razonar lo que acababa de decir el chico de cabello verde.
— Eh, sí algo así. - Sonrió encogiéndose de hombros.
— ¿Cómo que algo así? ¡La llamaste alumna! - Mina dijo ladeando la cabeza.
— Eh... La ayude... Pero-Pero le digo alumna por andar jugando. Ella me llama profe a veces - Izuku se encogió de hombros.
— Pues hablabas con ella como si estuvieras checando que esté bien. - Mina ladeó la cabeza.
— ¡Si! ¡Le dijiste algo de darle un consejo o algo así!
— ¡¿Estaban leyendo mis conversaciones?! - Izuku guardó su celular y se levantó, dando pasos hacia atrás.
— ¡Denki, eso no se dice! - Mina regañó al de cabello amarillo dándole un zape. — No es como si activamente leyéramos, solo que lo que escribes lo murmuras. - Dijo ella.
Izuku se puso rojo automáticamente.
— Ah...
Izuku se volvió a sentar, aún muy rojo.
El siguiente partido estaba aquí, justo al frente. Kacchan mantenía una pose precavida aunque aún no era de pelea, entre cerrando los ojos. Uraraka, que durante su pelea con Kirishima estuvo sonriendo, no lo hacía esta vez, sino que estaba frunciendo el ceño y se mantenía estática en su lugar, dando respiraciones profundas.
La campana aún no sonaba, se sentía una tensión fuerte en el lugar tras las miradas de estos dos combatientes.
— ... Entonces tú eres el famoso Kacchan, ¿Verdad?
— Es Katsuki Bakugo. - Le gruñó el rubio.
— Sí si. Bakugo-san, como sea. ¿Empezamos? - Dio una última respiración antes de ponerse de lado sin quitarle la vista, y levantar una mano con la palma dirigida hacia él.
— Vamos a ver qué tienes, cara redonda. - Y desde ese instante, Kacchan hizo una mueca parecida a una sonrisa y se colocó en posición.
Uraraka fue la primera en atacar, acercándose peligrosamente y dando vueltas sobre sus pies ligeros. Katsuki por su parte estuvo esquivando los ataques rápido y cuidadosamente, manteniéndose precavido y observando a la muchacha. Al ver una abertura en sus movimientos atacó rápido y fuerte con un movimiento de pierna, dando una patada fuerte y firme que sacó una llamarada potente que pegó de lleno contra el pero prestado de la muchacha. Esto la hizo retroceder, pero ella hizo otro movimiento sacando una ráfaga más, que casi le dio al rubio si no hubiera sido por un movimiento rápido de brazos con el que detuvo la ráfaga, ero está acción hizo humo.
La castaña, automáticamente, se movió hacia un lado, tratando de atacar al de ojos rojos por sorpresa. Pero este rápidamente giró sobre sus pies con los brazos estirados, lanzando dos ráfagas más hacia adelante, por lo cual ella tuvo que esquivar y bloquear con su propio aire control, generando aún más humo.
Él se movió en su espacio, dando otro golpe hacia donde él detectó que estaría ella, y la atacó desde ahí haciéndola retroceder un espacio. Así, Katsuki avanzó un poco de terreno.
Pero Ochako aprovechó el momento y lanzó una ráfaga de aire con los brazos dando un aplauso. Esto hizo que Katsuki retrocediera unos pasos. Ella aprovechó y lanzó otra, pero Katsuki la esquivó y le lanzó dos llamaradas seguidas con los dos brazos. Ella las bloqueó y de un giro cayó a un lado de donde ella estaba, lanzando otra ráfaga con la palma abierta al dar una cachetada al aire, que generó un vórtice que le dio de lleno al pecho al rubio. Ella avanzó un lugar, volviendo a como estaban al inicio.
Katsuki rápidamente le lanzó más llamaradas, ahora fruncía el ceño más y más. Ella esquivó algunas pero otras si le dieron en el peto y en los brazos. Ella dio una vuelta sobre el suelo y le lanzó una ráfaga que esperaba que hiciera que saliera volando hacia arriba, pero el chico rápidamente la esquivó hacia un lado, lanzando otra llama que ella desvió haciendo un movimiento con los pies aún estando en el suelo y girando sobre su espalda.
De un salto se volvió a levantar y lanzó más ráfagas tratando de hacer a Katsuki retroceder; una, dos, tres, cuatro ráfagas con brazos y piernas que el de ojos rojos evitó, excepto por la última, pero no retrocedió lo suficiente pues los pies bien plantados en el suelo evitaron que saliera volando hacia atrás. Él alzó ambas manos lanzando una llamarada con las manos abiertas, y Uraraka no la alcanzó a esquivar, saliendo disparada hacia atrás. Aferrándose al suelo con las uñas logró evitar caer en el agua, pero estaba en el último espacio de la plataforma. Se levantó de un salto, lanzando ráfagas a diestra y siniestra, algo más desesperada que hace rato y limpiándose el sudor con las manos entre cada movimiento.
Katsuki esquivó uno, dos, tres vórtices de aire, el cuarto lo hizo retroceder un poco pero de un salto hacia adelante lanzó una última llamarada que por poco y la sacaba de la plataforma. Estuvo por lanzar otra pero en ese momento la campana sonó.
— ¡EMPATE! ¡SE LES ACABÓ EL TIEMPO! - Sero gritó, y todos en el lugar estaban que gritaban y celebraban. Izuku se levantó de su lugar corriendo hacia abajo.
Katsuki abrió los ojos como platos en ese instante, dando unos pasos hacia atrás... Es... Es la primera vez que no gana... Pero ¿Por qué no está enojado?...
Uraraka cayó de rodillas cansada, secándose el sudor de la frente con las manos y respirando hondo, tratando de tranquilizar su corazón...
Sero, Kirishima, Mina y Denki desde sus lugares estaban gritando. Mina y Denki estaban bajando las escaleras y desde el barandal saltaron hasta el hexágono llegando con los otros dos, quienes estaban totalmente sorprendidos del partido. Se quedaron en su rincón.
— ¡OCHAKO-CHAAAAAAN! - El de cabello verde saltó hasta las últimas gradas y se quedó ahí en el barandal que evitaba que cayera al agua. Ella levantó la vista — ¡LO HICISTE!
— ... ¡LO HICE! - Se quedó hincada ahí.
— ¡LO HICISTE! - Agitó ambos brazos emocionado.
— ¡AAAAH! - Ella alzó los suyos agitándolos.
— ¡AAAAH!
— ¡CALLENSE, RUIDOSOS DE MIERDA! - Katsuki gritó, pero suspiró y volteó a ver a la chica. — Buen partido. - Estiró una mano para ayudarla a levantarse.
Ella vio la mano y entre cerró los ojos, haciendo una mueca divertida. Tomó su mano y se levantó.
— Casi te pateé el trasero. - Ella sonrió.
Se le infló una vena de la frente a Katsuki.
— ¿¡Ha!? ¿¡Quién te crees!? ¡Te tuve contra las cuerdas, cara redonda! ¡Soy mejor!
— ¡HAHAHAHA! - Ella se apretó la panza un poco. — ¡No se pero para apenas haber aprendido a jugar esto hace un mes si te puse en problemas!
— ... ¿¡UN MES?! - Bakugo gritó.
Y ni se dieron cuenta cuando los otros muchachos del equipo llegaron con ellos.
— ¿¡Cómo que lograste esos movimientos en un mes?! - Sero preguntó en un grito.
— Pues... Trabajo duro. - Sonrió de lado, rascándose la nuca. — No descansamos en mucho mucho tiempo.
— ¿Descansa-OOOOOOH! ¡Entonces si te entrenó Midori! - Denki dijo señalando al chico que seguía en el barandal de las gradas.
— Con Midori se refieren a Izu-kun ¿Verdad? - Ella llevó una mano a su cabeza, pero sonrió. — ¡Si! ¡Izu-kun me ayudó a entrenar! ¡Desde lo mero mero básico del elemento hasta integrarme a este coso! - Estiró las manos emocionada.
— ... ¿Deku te ayudó? - Katsuki volteó a ver al chico de cabello rizado alzando una ceja.
En su lado, Izuku estaba calculando como llegar a la plataforma desde su lugar pues de ese lado no habían puentes ni escaleras ni nada. Se veía como su cabecita sacaba humo de estar pensando tanto. ¡Ha! Pinche nerd...
Espera. Si no es maestro ¿Cómo la entrenó? ¿Acaso solo la anduvo viendo y diciéndole o como?... Uh... ¿Sería buena idea decirle que les ayude a los pendejos para mejorar?...
— ¡Bakugo! ¿Entonces si? - Kirishima pasó una mano por los hombros del muchacho.
— ¿Ah?
— ¡Ots! ¡Tú di que sí!
— ¡No me digas qué hacer!
— ¡Oish! - Sero rodó los ojos. Ni se había dado cuenta de en qué momento lo jalaron a dónde estaba la campana. El grupo de tontos lo hostigaba mientras la de cachetes redondos iba a ayudarle al nerd a pasar a la plataforma. — ¡Kats, no te distraigas! - le chasqueo los dedos frente a la cara otra vez.
— ¡Ya déjenme, imbéciles!
— Kats no chingues que estamos escogiendo al cuarto integrante. - Lo vio feo.
— ... Creí que era obvio que cachetes de ardilla era la indicada. - Automáticamente alzó una ceja.
— ¡Entonces estás de acuerdo! - Kirishima dijo soltándolo de los hombros. — ¡Vamos a avisarle entonces!
Cuando voltearon a verlos, Izuku ya estaba junto a ella y parecían hablar mientras él tenía su libreta de fuera y anotaba cosas, además de que parecía estar checandole la cara y los brazos por cualquier herida...
Ha. Típico de hijo de una enfermera.
— ¿Segura no te duele nada? ¡Kacchan casi te quema pero no lo hizo! ¿Verdad que es genial?
— ¡Estoy bien! Ninguna de las piedras que el de pelos parados me lanzó o de las llamas furiosas de tu amigo enojón me pegó tan feo como cuando tuvimos qué perseguir a esos antílopes-zorro. - Ella se rio.
— Ochako-chan, creo que NADA se compara a los antílopes-zorro...
— ¡Tenemos al cuarto integrante decidido! - Gritó Kirishima en su oído.
— ¡NO ME GRITES EN EL OÍDO, PELOS DE INCENDIO!
— ¡Uraraka-chan! - Sero estiró la mano hacia ella. — ¿Te unirás a... Nuestro equipo que aún no tiene nombre? - Alzó ambas cejas.
— ¡OH ESPÍRITUS! - La de cachetes grandes llevó sus manos regordetas a sus mejillas haciendo un grito agudo, y luego aplaudió emocionada. Deku a su lado solo aplaudió y la empujó poquito hacía adelante. — ¡SISISISISISI! ¡Claro que sí! ¡Me encantó jugar esto! ¡Si! - Y el muchacho de cabello negro la jaló para otro lado. Katsuki supuso que para empezar a organizar cosas y demás, pero el rubio no pudo evitar quedarse viendo a Deku quién volvió a concentrarse en su libreta.
— Tenemos qué mejorar un poco las caídas... Sus pies iban bien, y predijo los movimientos bien pero necesitamos también entrenar a que pueda atacar con mayor facilidad... Tuvo la ventaja de que observó al de pelo negro y al de pelo rojo antes, pero se asustó un poco con Kacchan así que necesitamos trabajar en eso... - Katsuki ladeó la cabeza escuchando al muchacho, iba a hablarle pero... Mejor volteó a ver a la de cachetes redondos y al dientes de caballo. Se acercó a ellos.
— ¿Que días tienes libres, Uraraka-chan?
— Pues... - Ella llevó una mano a su mejilla. — Tengo libre todos los días en las tardes a partir de la una a las siete, pero unos de esos días voy a la biblioteca a hacer tarea y a ayudarle a Izu-kun con unas cosas junto con nuestros amigos, eso o entrenamos... Y cuando entrenamos si nos tardamos mucho... y luego llegó a casa y tengo qué encargarme de los quehaceres porque vivo sola... ¡Uh! Podría reducir mi tiempo con mis amigos. Dicen que entrenan lunes miércoles y viernes ¿No? - Ladeó la cabeza.
— Uy, estás ocupada. ¿Estás segura que puedes con esto?
— Pues... ¡Sí! ¡Tengo que organizarme pero de que puedo, puedo! - Ella levantó las manos. — ... Eh... Por cierto. Su... Su convocatoria decía algo de un pago... - Dijo en voz baja, haciendo una mueca.
— ¡Oh! Eh... Pregúntale a Denki de eso. - Señaló al de cabello amarillo. — Él dijo que lo pusiéramos y que él solucionaba eso.
— ... Esta bien. - Ochako asintió y se acercó al de cabello amarillo.
— ¡Hey, amiguita! ¡Eres buena~! - Llevo una mano a su barbilla alzando ambas cejas de forma "seductora", aunque a Uraraka eso le hizo reírse y rodar los ojos. — ¿Que te trae al gran Denki Kaminari? - Hizo una pose graciosa.
— Que chistosito~ - Dijo ella haciendo un movimiento con la mano.
Katsuki ya no las vio y mejor se fue a sentar en las gradas, pensando...
Si, la chica lo puso contra las cuerdas. Eso no le desagradó, de hecho quizás hasta le hizo pensar en un reto. Pero... Deku la estuvo entrenando. Deku sabe cómo pelea pero... Han pasado años desde entonces, y parecía como si el cabrón ni siquiera supiera que éste era SU equipo de Pro-Control. Así que... ¿Genuinamente el nerd habrá podido encontrar una forma de casi vencerlo? ¿O... Qué?
Ugh.
Empataron. No le ganó. Y él casi le gana a ella. Es el mejor. Sí.
...
Agh.
Katsuki se quedó pensando así un rato más hasta que Kirishima vino con él.
— Hey, Bro. ¿Qué traes?
— Nada.
— ¿Seguro? - Katsuki simplemente asintió. — Uh... Bueno. - Se encogió de hombros. — Por cierto, deberías hablar con Uraraka-chan antes de que se vaya.
— ¿¡HA?! ¿¡Y por qué yo?!
— ¡Eres el líder del equipo! ¡No puedes dejarle todo a Sero y a Denki!
— ... Ugh. Okay. - Katsuki se levantó rodeando los ojos.
La chica estaba en las gradas donde había estado toda la tarde viendo los partidos. Parecía estar preparando su mochila para irse.
— Hey, cachetes. - Dijo simplemente sentándose junto a ella. — Entonces sí te nos vas a unir, ¿No?
— ¡Oh! ¡Hola niño! - Ella hizo un ademán con la mano. — Si. Tengo que organizarme, pero si me les uno~ - Ella sonrió.
— ... Bien.
Ella se quitó el casco y sacudió la cabeza.
— ... Dame eso yo lo guardo. - Estiró el brazo para que le diera el equipo prestado.
— ¡Oh! Okay, gracias~ - La chica le pasó el casco y el peto. — Sí lavan estás cosas ¿Verdad? - Ella hizo una mueca.
— Obvio que si, no mames no somos un montón de cerdos. - Katsuki sacudió la cabeza de solo pensar en eso.
— ¡Es que huele raro el casco!
— ¡Es equipo viejo, no mames obvio huelen raro! - Katsuki se levantó rodando los ojos.
— ¡Hahaha! Esta bien señorito~ - Ella suspiró poniéndose la mochila en la espalda. Y se le quedó viendo.— ... Oye, eres amigo de Izu-kun ¿No?
— ¿De Deku?... A-Algo así. - Se encogió de hombros.
— Hmmm... - Ella entre cerró los ojos. Katsuki comenzó a caminar hacia los casilleros donde tenían los equipos que habían usado ese día, y ella lo siguió como si tuviera algo qué ver. — Noté que llamas a Izu-kun "Deku". ¿Es como eso que él te dice "Kacchan"?
— ... Mierda ¿Le dije Deku otra vez?
— Eh, si. Es lo que acabo de decir.
— Verga.
— ¿Qué? ¿Es algo malo?
— Eh... Es... Un apodo. Intentó no llamarlo así pero se me va.
— ¿Es un apodo muy malo o que?
— ... ¿Por qué preguntas?
— Ah, es que no pensé que fuera un apodo malo. Suena... Lindo.
— ... ¿Lindo?
— ¡Si! ¡Suena a "Dekiru"! E Izuku es muy listo y se esfuerza en muchas cosas, ¡y siempre termina logrando hacer lo que se propone! Así que creí que era de eso, si se conocen desde tanto tiempo...
— ¿Dekiru? ¿Como... Poder? ¿Poder hacer algo?
— ¡Si! Aunque ahora tengo curiosidad de saber qué significa originalmente.
— ... Nada. No significa nada. Pero ahora puede significar eso.
— ¿Ah?
— Ya nada. Ya vete. Tenemos que cerrar.
— ¡Oh! Eh, Okay. ¡Nos vemos pronto, Bakugo-kun! ¡Esperaré a Deku-kun en la puerta! - Se despidió rápido y salió por la puerta.
Katsuki frunció el ceño. Okay... Esta plática fue rara pero bueno. Ahora... Tenía que ir a rendir cuentas con el nerd...
— ¡DEKU! - Gritó de golpe y salió corriendo para llegar frente al nerd de un salto.
— ¡AAAAH!... ¡KACCHAN NO HAGAS ESO! - ¡Ha! ¡Asustó al nerd!
— ¿¡Cómo está eso de que entrenaste a la morra de cachetes?!
— Eh... - Volteó a los lados haciendo un mohin. — No la entrené. Le enseñe lo básico y ahí fuimos aprendiendo juntos...
— Eres no maestro, cabrón.
— ¿Y? Encontrarnos... Formas... Y tengo amigos maestros además de ella y de ti.
— Hmmm... - Entrecerró los ojos otra vez. — Listo. Tomé una decisión. - Dijo automáticamente dando dos pasos hacia atrás y sacudiendo las manos
— ... ¿Qué?
— Mañana. Aquí. Vas a venir.
— Kacchan tenemos que hacer el proyecto mañana.
— ¿Y no lo quieres hacer aquí?
— ¡Pero ni siquiera tenemos una idea y-Espera ¿Y si hacemos el proyecto de Pro-Control? ¿De técnicas y así? - Y Deku llevó el lápiz a su boca empezando a morderlo. Ew.
— Tierra llamando a Nerd. - Aplaudió frente a él. — No voy a repetirlo. Mañana. Aquí.
— ¿¡Por qué?!
— Vas a ayudarnos con esta madre. Todos los equipos tienen entrenador y nosotros estamos solos en esto.
— OOOOH... Oh... Oh, Ta bueno pues, me gusta ayudar. - El de cabello verde dio unos pasos hacia atrás.
— Por cierto. Deku.
— Izuku... - hizo una mueca. — ¿Qué pasó?
— Deku también suena a “Dekiru”.
— ... ¿Poder?
Katsuki simplemente asintió.
— Parece que Kacchan no es tan imbécil como dice serlo. - Deku sonrió tímidamente. — Me gusta.
— Agradécele a tu amiga.
Deku se río un poco, se dio media vuelta, sonriendo aún más. Salió por la puerta rápido.
Y Katsuki suspiró aliviado.
— ¡Vámonos que aquí espantan! - Gritó Sero. Y rápidamente se marcharon del gimnasio.
Notes:
¡Buenas buenas! ¡Por fin pude finalizar éste capítulo! ¡Espero les guste mucho!
¡Ya vemos a parte del dekusquad y al bakusquad uniéndose! ¡Nos falta poco para la unión completa! ¡Y ahora vemos otras cosas como que Izuku y Katsuki ya andan hablando normal! ¿Están emocionados por esto? ¡Porque yo si!
AHORA: ¡La pregunta del capítulo!
Si fueran maestros ¿le entrarían al pro-bending? Yo intentaría pero siento que no sería tan buena. ¡Aunque creo que me gustaría ir a ver partidos!
Chapter 8: Los Lazos del Pasado
Summary:
— ¿Si, diga?
— ... ¿Quién chingados eres y porqué traes el celular del nerd?
— ¿Con quién desea hablar?
— ¿¡Cómo que con quién?! ¡Con el dueño del puto celular, tarado! ¿¡O qué acaso lo robaste al Nerd?!
— ... Lo siento, creo que se equivocó de número. El dueño del celular no se llama Nerd.
— ¡Escucha, maldito imbe- - Katsuki vio la pantalla de "Llamada terminada".
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
La verdad es que las semanas después de que cara redonda fue admitida en el equipo de los perros-leones (nombre cortesía de Deku) se habían pasado en un flash: El proyecto de ciencias fue basado en el Pro-Control, demostrando físicamente la potencia que el maestro tenía que generar en los elementos en menos de un segundo para poder tener la fuerza suficiente para tirar a alguien, usando casi puros videos grabados por Izuku o Mina durante los entrenamientos; y obviamente sacaron la nota máxima porque hicieron un trabajo excelente al combinar la parte teórica que Deku hizo y toda la matemática que Kacchan hizo. Deku había tenido razón y todos habían hecho volcanes (aunque para compensar a Kacchan terminaron haciendo un volcán en el gimnasio solo porque Kacchan quería hacer explotar algo) por lo que el profesor les dio puntos extras para la calificación final del año por originalidad.
Luego, con Deku ayudándoles a entrenar, de alguna manera habían mejorado bastante y ya tenían estrategias para trabajar tanto en equipo como solos. Katsuki estaba... ¡Feliz! Primero había recuperado a Deku en menos de dos meses. ¡Se hablaban normal! Luego su equipo era cada vez menos malo y con Deku ahí habían mejorado demasiado. ¡Sabía que iban a ganar todos los partidos! O sea, antes ya lo hubieran hecho pues lo tenían a él y él puede con todos porque es bárbaro, pero... era bueno tener un poco repartido el trabajo. Ah, y ya no se sentía tan culpable de llamar a Izuku Deku, si bien era algo cursi el significado, al nerd le había gustado y es lo que importaba. Había cumplido ya varias de las promesas que le había hecho al nerd. ¡Ha! ¡En su cara, psicólogos! ¡No tuvo que ir para arreglar sus pedos mentales!
E Izuku por su lado cada vez se sentía más cómodo e integrado tanto en el equipo de Kacchan como con el mismo Kacchan. ¡Ya no se sentía incómodo! Esto era genial. Y como seguían reuniéndose en la biblioteca con Ochako-chan, Tsuyu-chan e Iida-kun sentía que estaba teniendo más amigos que nunca, aunque habían tenido que reducir los días para seguir con su investigación, y ahora incluyeron los sábados (dejando sus citas con su psicólogo). ¡Habían avanzado mucho! ¡Y ahora también entrenaba a los perros-leones! ¡Estaba aprovechando MUY BIEN su tiempo! ¡Hasta Inui-san y su madre lo felicitaron por tener tantos amigos ahora!
Sentían ambos como poco a poco iba todo para mejor. Al punto, que ese día Izuku simplemente caminaba a la biblioteca junto con Kacchan... ¡Si! ¡Hoy lo iba a acompañar!
— ¿Entonces vienes acá a hacer tarea y a buscar cosas del wey de los cuentos de tía Inko?
— ¡Si! - Asintió emocionado. — Y no son solo cuentos Kacchan, ¡Son historias reales!
— ¡Ha! ¡Son solo cuentos!
— Kacchan hay registros de esas personas. - Izuku hizo un puchero.
— ¿Y por qué no le preguntas directamente a tía Inko de ellos? Digo. Ella se sabe las historias ¿no?
— Vamos Kacchan, sabes que nunca nos contó las historias completas...
— Hmmm, cierto... ¿Y qué has logrado encontrar sin que Tía Inko te diga?
— ¡Oh! ¡Pues ya casi descubrimos el título que tenía! Se que empieza con A. Hay un libro que Iida-kun encontró que tiene muchas palabras como dañadas pero hemos podido descifrar como un tercio de las páginas! ¡Ay, ya vas a conocer a mis amigos! Iida-kun es súper serio pero sabe muchas cosas, y Tsuyu-chan es bien directa y no se guarda nada.
— Ah... - Katsuki alzó una ceja. Creía... Que ya los conocía... Espera ¿serán los pendejos que estaban con Cara de ardilla cuando fueron al McDonald's?
— ¡Ah! ¡Y ya tengo los nombres de todos ellos! ¡Desde Yangchen hasta Sena! ¡Pero creo que el último que tenemos es Inari!
— ¿Quién eran esos?
— Inari fue un chico de la nación del fuego que no tuvo mucho que hacer porque el mundo parecía estar en relativa paz durante esos años y nunca lo llamaron a nada así que vivió una vida bien tranquila. Al parecer los portales espirituales aún estaban abiertos, pero nadie hacía nada. ¿Y creo que murió por algo con su mamá? ¿Algo de que su mamá murió y a él le dolió tanto que murió también?
— ¡Ha! ¿¡Que era un niño de mami?!
— ¡Hey, no insultes a Inari-kun! - Deku infló el pecho y las mejillas. Katsuki no pudo evitar empezar a reírse aún más fuerte
— ¿Y-Y quién era-quién era la otra? - Preguntó sin dejar de reírse.
— Oh, eh... Sena fue una maestra aire, pero nunca obtuvo sus tatuajes. - Hizo una mueca viendo al cielo. — La verdad mamá no me ha contado mucho de ella y no he encontrado tanta información... Aunque creo que ella fue quien cerró los portales al mundo espiritual.
Izuku se quedó callado, pensando y tratando de recordar las historias de Sena, pero realmente no recordaba tanto... y Katsuki también se quedó callado hasta que llegaron a los jardines de la biblioteca.
— ¡Deku-kun! ¡Bakugo-kun! ¡Por aquí! - A lo lejos escucharon el gritó familiar de la chica de cabello de hongo, quién los saludaba con ambas manos hacia arriba.
— ¡Ochako-chan! ¡Kacchan, ven! - Izuku automáticamente salió corriendo hacia el árbol donde se juntaba con Uraraka antes de entrar a la biblioteca jalando a Katsuki del brazo.
— ¡No me digas qué hacer! - Dijo, pero aun así lo siguió.
Al llegar frente a la muchacha, ella simplemente empezó a caminar directo a la biblioteca, y Deku la siguió como si nada. Katsuki supuso que era algo normal en ellos, pero no pudo evitar alzar una ceja ante la... Coordinación.
— ¿Que tal te fue hoy, Ochako-chan? - Deku preguntó ladeando la cabeza.
— ¡Muy bien! ¡Pasé ese examen en el que me ayudaste a estudiar! ¡Me sentí igual de poderosa que cuando arreamos a los antílopes-zorro de vuelta a su establo porque me sabía absolutamente todo! - Ochako celebró aplaudiendo levemente. — Gracias, Deku-kun~
— ¡De nada! - El chico sonrió un poco, y Katsuki no pudo evitar fruncir un poco el ceño. ¿Qué es eso de Antílopes-zorro?...
— ¿Y a ustedes cómo les fue hoy? - Ella paso un brazo por los hombros de Deku.
— Eh, bien, creo. La verdad es que no presté mucha atención hoy... Si nos fue hoy bien ¿No Kacchan?
— ¿¡Ha!? ¿¡Y por qué me preguntas a mí?!
Ochako no pudo evitar reírse, soltando a Izuku y caminando adentro de la biblioteca. Pasaron rápido por seguridad, y los dos chicos saludaron al señor Shimano mientras que Katsuki simplemente se quedó en silencio viendo a lo lejos.
Si bien no era la primera vez que iba a esta biblioteca, si era la primera vez que entraba. Por dentro, sus paredes blancas con estantes hasta el techo repletos de libros llamaban bastante la atención, y también las pinturas de leyendas y mitos en zonas donde los libros no invadían. El suelo en forma de ajedrez de colores pasteles también llamaban la atención, junto con la escalera adornada con caracoles que llevaba al segundo y tercer piso. Uraraka e Izuku empezaron a subir las escaleras y Katsuki los siguió todo ese tiempo.
Ellos dos iban animadamente hablando, como siempre que iban a entrenar. Pero... Uh, está vez era diferente porque ahora se sentía como si lo hubieran dejado de lado. Y no le gustaba esto...
Pero no es como si pudiera hacer algo en contra. Desde que conoció a la chica sabía que entre Deku y ella había ya amistad, y pues... Ugh.
Aunque no evitaba querer pasar el brazo por los hombros de Deku como la cachetes había hecho hace rato.
Midoriya y Uraraka se sentaron en la mesa de siempre, una junto a una serie de sillones que daban a ver a la gran pared de cristal donde Bakugo lograba ver el jardín de la biblioteca aunque el gran árbol en su centro tapara una parte. El jardín estaba vacío, hasta que vio a dos chicos entrar por lados diferentes y reunirse, para luego caminar hacia la puerta. Los perdió de vista tras unos segundos...
— ¿Tienen tarea hoy? - Uraraka preguntó, recargándose en sus codos.
— Nah. - Katsuki rodó los ojos.
— ¡Tenemos todo el día para hacer investigación! - Deku sacudió los brazos otra vez.
— Vaya, ya están aquí, Kero. - los tres voltearon hacia atrás, viendo a una chica de falda y a un mastodonte de lentes.
— ¡Hola, chicos! - El mastodonte hablo con voz grave.
— ¡Iida-kun, Tsuyu-chan! - Uraraka saludó tranquila. — ¡Qué bueno que llegaron.
— ¡Iida-kun, Tsuyu-chan! - Izuku volteó a ver a Katsuki, levantando una mano. — ¡Kacchan, ellos son mis otros dos amigos! ¡Tsuyu-chan, Iida-kun, él es Kacchan!
— ¡Deja de presentarme a todos con ese tonto apodo! - Katsuki bufó rodando los ojos. — Katsuki Bakugo.
— Un gusto, Bakugo-kun. - El de lentes dijo, haciendo una leve reverencia y acomodando sus lentes un poco. — Puedes llamarme Iida.
— Un gusto, kero. Llámame Tsu - La rana dijo.
"Los llamaré como se me antoje" pensó Katsuki entre cerrando los ojos.
Tras la presentación, los otros dos se sentaron en la mesa. Lentes sacó una libreta vieja y se la pasó al nerd quién la abrió rápido. La Rana por su parte sacó de su mochila una laptop pequeña. Cachetes de ardilla se levantó y volvió de los estantes de al lado con varios libros que tenían diferentes mapas y un libro de historia. El nerd, por su parte, parecía organizar cada uno de los libros y sus libretas en orden.
Y Katsuki no sabía qué hacer.
Tenían todo organizado.
Era como si ni siquiera lo ocuparán ahí...
... No. No. Katsuki, adáptate. No pienses en este tipo de pendejadas. Solo... Adáptate.
Aunque claro, si es que adaptarse significara invadir el espacio personal del nerd un poco.
— Entonces nos quedamos con Inari. - Dijo Deku de repente, abriendo su libreta... Hey, es uno de sus diarios... — Inari-kun nació en la capital de la nación del fuego. Tenía el cabello castaño oscuro y largo en una coleta, ojos castaños, piel pálida, de familia clase media. Trabajó como técnico en empresas futuro algunos años, a pesar de que podía controlar los cuatro elementos al parecer no aprendió a controlar los otros. Al menos no bien. - Tsuyu parecía anotar lo que Deku decía en su laptop mientras que Iida y Uraraka prestaban atención a la libreta. E igual Katsuki.
— ¡Uh! - Uraraka se levantó de su asiento viendo la libreta. — Nuevo dibujito~
— Antier no tenías el dibujo de Inari, kero. ¿Dónde viste las referencias? - Tsuyu preguntó llevando un dedo a su mejilla.
— ¡E-Eh! ¡D-De internet! - Izuku pareció ponerse algo nervioso, y rascó su nuca. — ¡E-Encontré algunos blogs con historias de estas personas y-y bue-bueno! No habían fotos... ¡Pero había descripción de su físico así que me base en eso! - Deku no era malo mintiendo, pero Katsuki podía detectar sus mentiras a kilómetros. Ventajas de haber crecido con él, supuso.
— Dame esa mamada, quiero ver. - Dijo de golpe, arrebatándole la libreta y pasando las páginas rápidamente. Era una libreta de cien hojas y la primera hablaba de Korra.
Katsuki recordaba que cuando eran chiquitos, tía Inko les había contado algunas historias de ella. De como comenzó su camino con unos dieciséis o dieciocho años. La historia que contaba la primera hoja era una continuación, hablaba de un tal Zaheer... no recordaba al tal Zaheer...
— ¿Quién era Zaheer? - Preguntó alzando una ceja.
— ¡Oh! Esta en la página quince. - Deku dijo buscando la página. - Fue un líder de un grupo que mató a la reina tierra y el causante de que el Presidente Wu cambiara al reino tierra de ser un reino a ser una nación con presidente.
— ... ¿Y qué tiene qué ver con Korra? - Katsuki pasó las páginas de nuevo.
— ¡Korra lo derrotó tras una ardua batalla en la que ella casi fallece! - Dijo el de lentes.
— ¡El tipo de la nada obtuvo aire control con el renacer de los nómadas aire e intentó usar sus habilidades para acabar con los gobiernos del mundo y las figuras públicas! Entre ellas la Korra~ - Uraraka dijo moviéndose de un lado a otro.
— ... Okay... - Katsuki simplemente dijo, ya comprendiendo un poco más. Leyendo las notas del nerd notó que habían algunas indicaciones: "de mi mami" escrito en azul, "de internet y libros" escrito en negro, y "de sueños" escrito en tinta verde.
Extrañamente, el dibujo del tal Inari tenía la nota en verde... ¿No dijo que lo sacó de internet?... Espera. Si anotó esto...
— Deku ¿Tienes anotadas tus pesadillas en información como esto? - Preguntó alzando una ceja.
Deku se puso pálido.
— ... Kacchan, n-no... No he anotado las pesadillas jamás... - Dijo en voz baja pero parece que los otros lo oyeron.
— ¿Pesadillas? - Iida preguntó frunciendo el ceño.
— ¡No! ¡Nada! - Deku levantó las manos negando con ellas y con la cabeza.
— Agh, ¿No les constaste?
— Kacchan-
— ¿Qué cosas sueñas, Midoriya-kun? - Tsuyu preguntó con mirada preocupada.
— ¡N-No es nada!
— ¿No es nada? Wey, no mames... Recuerda que me hiciste creer que soñabas con tu muerte-
— ¡Kacchan, cállate! - Izuku volteó a verlo con el ceño fruncido, pero notaba el pánico en sus ojos. Katsuki hizo una mueca. ¿Por qué le dijo a él entonces?
— ¿Que sueñas con tu qué? - Uraraka preguntó asustada y confundida.
— ¡Nada! - Deku dijo fuerte de nuevo. — Solo es una pesadilla recurrente. Y no sueño con mi muerte, por séptima vez en este mes, Kacchan. - Deku se le quedó viendo feo a Katsuki.
— Deku, no mames. - El rubio rodó los ojos.
— ¿Séptima vez? - Uraraka frunció el ceño. — Perdona, Deku-kun. Pero estoy confundida ¿Qué sueñas? ¿Es el sueño que nos dijiste que tienes desde los seis?
— Y-Yo... - Bufó. — Si, es esa pero... S-Solo es un sueño algo feo, no-no se preocupen.
— Si no quieres que se preocupen más cuéntaselas y ya. Capaz y te desahogas otra vez y no sueñas de nuevo con esa mamada. - Katsuki rodó los ojos.
— K-Kacchan esa pesadilla me pone mal...
— ¿Por qué? ¿Está muy fea? - La cachetes preguntó viéndolo con pesar.
Deku solo asintió.
— Hmmmm... - Iida se acomodó los lentes. — No quiero ser metiche, Midoriya-kun. Si no quieres contarnos está bien. Pero quizás Bakugo-kun tiene razón y te ayuda a desahogarte.
— ... Okay... - Izuku se acomodó en su lugar, cerrando su libreta y viendo sus manos, jugando con ellas un poco. Los demás dejaron sus cosas de lado.
— Sueño... - Deku se abrazó un poco. Por alguna razón se sentía más inseguro contándosela a ellos que cuando se la contó a Kacchan cuando era pequeño... Quizás sea porque esa vez salió algo MUY mal y le daba miedo que alguno de ellos se volviera a alejar o algo. ¿Y si se alejaban y lo dejaban solo otra vez? ¿Y si Kacchan lo hacía otra vez? Le dijo que le dio miedo pero-pero y si-
Katsuki pasó una mano por la espalda de Izuku, acariciándola un poco tras sentir la inseguridad del de pelo verde (lo conocía tan bien que de seguro ya estaba de nuevo en un espiral de pensamientos, exagerando todo como siempre). Lo vio de reojo, en esperanza de que esa acción le diera fuerza para hablar.
— ... Sueño con... Con una batalla. Hay... Dos hombres, peleando. Uno rubio y alto, con el cabello medio largo, usando una casaca de color rojo, como los de la nación del fuego, pero pantalones verdes como un noble de la federación tierra, y botas de piel de foca como los maestros agua, y tiene tatuajes como los nómadas aire... Y el otro simplemente está vestido de negro y nunca le he podido ver la cara... Y... Se están peleando. En un inicio habían tantas luces que no podía ver nada pero... Mientras más tiempo pasa más cosas puedo ver, más cosas puedo sentir... El rubio parece que controla los cuatro elementos, pero el otro ¿También? Pero cuando lo hace es más como si... Como si él más bien hiciera que los ataques del de cabello rubio se le regresaran...
Uraraka, Iida y Asui se vieron entre ellos. La cara de rana alzó ambas cejas viéndolos, a lo que Uraraka negó con la cabeza e Iida dijo "No" solo con la boca y sin hablar. Katsuki notó la interacción frunciendo el ceño, pero dejo al nerd continuar hablando.
— Entre la pelea, de alguna manera el de negro hace que al rubio se le encajen dos picos de tierra. Uno en la espalda baja... - Llevó las manos a su estómago. — Y otro en su estómago... Y... Por alguna razón yo siento ese dolor, siento como... Se desgarran sus órganos... Luego el de negro se empieza a reír y empieza a monologar, como villano de anime, diciendo algo de una tal Raava y del espíritu de no sé qué, aunque la verdad como que veo como habla pero no escucho exactamente que dice porque es como si llegara con estática... Y entre el monólogo, el rubio hace que al de negro se claven también dos picos de tierra, uno en su estómago y otro en su cabeza. Luego... Pasan más cosas, pero todo como un flash, salen luces, remolinos, algo me rodea, y... Despierto. Despierto sintiendo ese dolor horrible en mi estómago y mi espalda... Y-Y... - Deku aspiró mucho aire, como si en todo este tiempo no pudiera respirar. — Siempre despierto llorando. Si no es por el dolor, es porque esa pesadilla me asusta demasiado... Porque se siente real...
Uraraka e Iida se quedaron paralizados tras escuchar todo ese sueño. ¿Deku-kun tenía un sueño tan horrible siempre? ¿Qué tan recurrente era? ¿Por qué lo soñaba?
Katsuki recordaba lo que él sintió cuando se la contó, al punto que con lo que le contó él también soñó cosas con Izuku muriendo de formas horribles. Agradecía que al menos el tipo no era él pero... Mierda, ya con más contexto, con más sucesos... ¿Debía de hacer que el nerd le contara a Mina? Quizás ella podría encontrar una razón por la que la tenía... Quizás... Era un buen plan.
Pero al parecer la cara de rana tenía otros planes
— Saben que no me quedo callada con nada, kero. - Dijo de golpe, enderezándose sobre su silla y viendo al Deku a los ojos. — Midoriya, desde que empezamos a investigar del de los cuatro elementos me he estado preguntando ¿Cuál es tu motivación para hacerlo, kero? ¿No es porque tienes esa pesadilla, kero?
Deku se le quedó viendo, y se puso muy muy pálido.
— Y-Yo...
— ¿No es porque sientes que quizás con todo esto le encuentres sentido a tus sueños raros? ¿Cómo si ataras poco a poco esos lazos que te traen ciertos recuerdos?
— Tsuyu-chan, no creo que sea buena idea- - Uraraka empezó a hablar pero la cara de rana levantó una mano, interrumpiendo la.
— Midoriya, Sueñas con una batalla, y los que pelean lo hacen con los cuatro elementos. E investigamos a un tipo que los controla y que, según las historias, renace en diferentes personas entre las cuatro naciones, kero. - La chica entre cerró los ojos.
— ¿¡Qué carajos quieres insinuar, cara de rana?! - Katsuki preguntó alzando la voz, apretando el puño viéndola.
— Nada, kero... Solo... - Tsuyu frunció el ceño viendo a Deku de forma extraña. — ¿No... no has pensado que quizás tú... Seas...? Ya sabes... ¿Una?... ¿O quizás que seas incluso Él?
— ¡Asui-san! ¡Esto es muy impropio de ti! ¡Ya detente! - Iida regañó a la muchacha haciendo su típico movimiento de manos de “cortar el aire”.
— ¿Qué tiene de malo? - Tsuyu mantuvo su mano en su mejilla. — Si Midoriya-kun es una persona renacida con vidas pasadas o algo podría explicar muchas cosas de Midoriya-kun como lo Melancólico o como dice cosas raras, kero...
— ¡Cállate, pinche rana! - Katsuki estaba que se le echaba encima a la tipa, pero Uraraka lo detuvo.
— ¡Tsuyu-chan, para! - Simplemente dijo la castaña viendo a Tsuyu y a Deku con preocupación.
— ¡Uraraka-chan, pero si tú también lo piensas, kero!
— Asui-san, me estás poniendo incómodo. - Deku dijo de golpe, viendo hacia abajo. — Por favor, no sigas. Tengo esta pesadilla desde los seis años, la primera vez que la tuve ni siquiera sabía que la muerte podía existir y mi mamá me tuvo que explicar cuando desperté gritando y llorando y diciendo que había soñado. ¿Crees que quiero investigar todo esto porque sueño con la muerte de dos personas cada veintiocho días?... - Levantó la mirada, viéndola a los ojos. — Busco todo esto para distraerme. No para esto... Y... Creo que no es... Muy justo de tu parte, que uses esto para acusarme de ser... Ya sabes quién. Otra vez.
La rana parpadeo y se encogió en su lugar.
— P-Perdón, kero...
— Ya solo... Continuemos, por favor.... N-No me vuelvan a preguntar de la luna roja y ya. - Deku dijo tomando su libreta, ocultando su cara atrás de está...
Tras el momento incómodo continuaron con su investigación, pero Deku estaba más serio que de costumbre. Todos se sentían extraños viendo a Deku tan... Callado, incómodo, quizás hasta molesto.
Katsuki, que ya había agarrado el hilo del ritmo de trabajo, no pudo evitar ver a los amigos del nerd y luego al nerd con el ceño fruncido. La neta es que la rana sí los había puesto bien incómodos. ¿Cómo carajos se le ocurre hacerle eso al nerd? Decirle que si es... El tipo de los elementos-UGH
De la nada sintió su estómago rugir y dejó el libro que tenía en manos caer sobre la mesa, provocando un estruendo.
— ¡Puta madre tengo hambre! - Bakugo dijo de golpe.
— ¡Bakugo-kun! ¡No haga tanto ruido, estamos en una biblioteca! - Regañó el de lentes.
— Ugh ya vas a empezar con tus regaños mamones ¿No? - Alzó una ceja pero su estómago rugió aún más fuerte. — ¡Agh! ¿¡Que acaso no comen mientras están aquí?!
— ... Eh, no. - Deku-kun dijo encogiéndose en su lugar.
— Normalmente llegamos ya comidos. Cuando vamos por Midoriya-kun a su escuela comemos en el McDonald’s, pero cuando no llegamos comidos. Así que esperamos hasta que nos vayamos de aquí para comer en nuestras casas. - Lentes dijo, a lo que Katsuki alzó una ceja.
— Nosotros dos no comim- - Volteó a ver a Deku. — ¿¡TE ESPERAS DESDE LAS ONCE QUE ES NUESTRO RECESO HASTA QUE LLEGAS CON TIA INKO A COMER?!
— ¿¡Por qué me has estado regañando todo el día, Kacchan?! ¡Aguanto mucho sin comer! ¡Y no es tan malo! - Deku se quejó, sacándole la lengua.
— ¡Midoriya-kun! ¿¡No has comido?! ¡Tienes qué comer! - Iida regañó al nerd.
— ¡Hey, tú cállate que el único que puede regañarlo soy yo!
— ... ¿Qué?
— ¡Kacchan!
Después de regaños más, peleas menos, terminaron por decidir ir a un puesto de comida callejera que estaba cerca de la biblioteca que Uraraka conocía. En el camino, Deku y Kacchan iban caminando atrás de los otros tres.
— Perdona que la... Reunión se haya puesto rara... Es la primera vez que vienes y... N-No fue justo... - Dijo Izuku caminando junto a Katsuki.
— Nah, no te disculpes... Tu amiga cara de rana tuvo la culpa. ¡¿Qué mierda le pasa?! - Preguntó muy molesto.
— Te dije que no se guarda nada, y ella misma lo dijo... Lo que no entiendo es porqué me sigue insistiendo en... - Izuku suspiró, abrazándose un poco.
— Hey... ¿Estás mejor? - Katsuki preguntó con voz suave. Deku solo asintió.
— No-No es nada... No es la primera vez que dice algo de que yo sea un ser mágico o algo así... Solo que... Más que nada fue que... Ugh. - Cerró sus ojos. — Como dije, esa-esa pesadilla me deja muy mal. Y... No-No sentí bonito que Tsuyu usara eso para sacar esa teoría otra vez...
— Ew ¿Porque eso sonó al pinche mitad-mitad?
— ... ¡Ay, es cierto! ¡Todoroki-kun hacía teorías locas! - Deku sonrió un poco.
—... Si la rana esa te vuelve a preguntar algo así, dale un golpe o algo. Eso funcionaba con Icyhot.
Deku no pudo evitar reírse, ahora sí a carcajadas.
— Kacchan, sabes que yo no soy así - Negó con la cabeza, más no dejó de reírse.
Katsuki suspiró, sintiéndose aliviado de que al menos le pudo sacar una carcajada al nerd.
Llegaron al puesto, comieron rápidamente, no volvieron a la biblioteca porque se quedaron jugando algo en la calle (Izuku propuso jugar a las traes básicamente gritando "Las traes" al tocar a Ochako, y de ahí empezaron y se estuvieron persiguiendo y escondiendo de quién "las traía") y como a la hora y media volvieron a sus respectivos hogares.
Katsuki llegando a casa tomó su celular y abrió el chat con Mina.
Yo [06:00 PM]:
Bruja.
Algo pasó con Deku hoy que fui con él y cachetes a la biblioteca.
La Morra Rosa brujil [06:01 PM]:
Uy, Hola Blasty! No saludas, pinche vato 👿
Anyways
Me sorprende que me hables primero antes que a Eiji sobre cosas de mi gemelito de pelo 👀
Eso significa que ya tengo ✨derechos✨? 😳
Pero ok.
A qué te refieres con "pasó algo"? 🤔
Yo [06:03 PM]
...
Eh...
Es que nos contó más de su pesadilla.
¿Esa que les dije que creía que se moría?
A parte de volverme a confirmar que ni siquiera es ÉL el del sueño sino un wey grandote y rubio, nos contó más cosas de lo que sueña
Y...
¿Está peor de lo que recuerdo que me contó?
La Morra Rosa brujil [06:04 PM]:
a que te refieres con peor?
Yo [06:04 PM]:
Pues
Katsuki se quedó viendo su pantalla. ¿Enserio debía de decirle él del sueño del nerd? ¿Quizás incluso decirle de la pendejada que hizo la cara de rana?...
Estuvo escribiendo y borrando lo que le iba a decir, queriendo resumir lo más que pudiera el sueño del nerd ahora con mayor contexto, pero era difícil, pues todo lo que les dijo sonaba... Importante.
Yo [06:10 PM]:
El nerd dice que sueña con una batalla entre dos vatos. Un vato rubio vestido de verde y rojo con tatuajes de maestro aire y botas de la tribu agua (bien específico lo cual se me hace medio raro), y otro de negro (nada específico, incluso dice que no le puede ver la cara). Cuando éramos morritos me dijo que no lograba ver nada de la pelea pero hoy dijo que ya podía ver cosas, ¿Como si poco a poco mientras más tiempo pasara viera las cosas más? Dijo también que SIENTE como los cuatro elementos pasan por él. Luego, dice que el de negro atraviesa al de tatuajes con picos de tierra, y que Deku SIENTE como se le clavan los picos a ÉL, dice que siente como se desgarran sus órganos los del rubio. Luego dice que el de negro habla y habla pero que no entiende ni madres y que el rubio también termina matando al de negro. Y que cuando despierta, el dolor que sintió mientras estuvo dormido no desaparece hasta un rato después. Y eso sí me lo dijo cuando me la contó la primera vez, pero dice que cada vez se agregan más cosas y... Ugh. Dice que se siente demasiado real...
Y después de que nos contó eso a cachetes de ardilla, a mí, y a otros dos tipos que son sus amigos (No sé si te acuerdes, son los que estuvimos siguiendo cuando fuimos al McDonald’s... Un mastodonte de lentes y una morra con cara de rana ¿Te acuerdas?); la cara de rana dijo... algo. Y puso a Deku BIEN incómodo.
Y pues... No sé.
La neta si se puso bien cabrona la cosa...
Todos nos enojamos con ella por eso.
Katsuki esperaba que le mandara un mensaje de vuelta muy rápido, pues Mina escribía como bólido, pero pasó un minuto entero viendo como el ícono de "mensaje" iba y venía.
Morra Rosa brujil [06:15 PM]:
Te voy a marcar.
Katsuki se quedó viendo la pantalla de su celular al leer ese mensaje. Y si bien ya tenía el aviso de que la morra le marcaría, aun así se sobre saltó al sentir la vibración del celular en sus manos.
— ¡Puta madre, morra! ¡¿Para qué quieres marcarme?!
— Kats, no jodas, me llegas con esto del sueño de Midoriya ¿Y me preguntas por qué te marco? - Nomás podía imaginarse como la muchacha había hecho un mohín. Pero escuchó como suspiró un poco. — Okay, solo cálmate. Voy a preguntarte varias cosas. ¿El sueño es recurrente?
— Obvio. - Katsuki rodó los ojos.
— Hmmm... ¿Qué tanto?
— Eh... Dijo que cada veintiocho días, que cada luna llena... Creo que hasta le puso nombre, algo de Luna roja.
— Ah, caray es como el ciclo lunar... Y luna roja... Hmmm... Me pregunto si eso tendrá que ver con su sueño... Las lunas rojas son de eclipses.
— ¿Eso es algo malo?
— No sé... Necesito preguntarle a mi tía, creo que sí tienen que ver los eclipses con los sueños pero no estoy segura... Oye ¿No crees que él quiera hacer una sesión conmigo? ¿O incluso venir a mi casa a una consulta con mi tía?
— ... - Katsuki suspiró recargándose en la pared. — No creo. Se puso muy incómodo con algo que le dijo la rana.
— Sí me dijiste que le dijeron algo... - Mina parecía estar moliendo algo, pues se escuchaba hasta el micrófono. — Pero ese sueño sí parece algo más allá de simplemente algo que su subconsciente le quiere decir ¿Sabes?
— ... Eh, ¿Supongo?
— ¿Puedo preguntar qué dijo esa otra chica?... Espera ¿Cómo se llama?
— ¿Asui? Creo... Tiene cara de rana dile cara de rana. - Escucho a Mina reírse en el teléfono. — eh... Dijo... - Katsuki tragó saliva. — Le dijo que... Podría ser... El tipo de los cuentos... ¡Pero lo dudo! ¡El cabrón no puede controlar ni un solo elemento! ¡Dudo que sea posible!
Mina se quedó callada un buen rato, hasta pareció detenerse de triturar, haciendo pensar a Katsuki que quizás hasta se había cortado la llamada o algo.
— Kats... ¿Te acuerdas que cuando conocimos a Midoriya le intente ver las manos?
— ... ¿Qué viste?
— No alcance a ver mucho, pero si vi algo raro con respecto a sus vidas pasadas... - Empezó a volver a hacer ese ruido molesto. — Las líneas eran muchas, pero las vi medio borrosas. Y... No les dije pero también puedo ver si alguien es o no es maestro en las manos de uno. Por ejemplo, en tus manos tienes una pequeña equis abajo del dedo índice, ¿La ves? Puede que se vea medio difuminada porque las marcas elementales no son muy visibles...
Katsuki se vio la mano alzando una ceja,
— La veo.
— Bien... Pues esa marca es la marca de fuego. - Katsuki se quedó viendo la equis ahí. — En el dedo índice está la de fuego, en el medio la de aire, en el anular la de tierra, y en el menique la de agua.
Katsuki intentó ver si él no tenía otras marcas así en donde dijo la bruja, y al no ver nada solo frunció el ceño.
— Los no maestros se supone que NO deben de tener ninguna de esas equis. Ninguna, literal. Y Midoriya tiene... Una al menos, no recuerdo cual pero... Me sorprendió verla porque dijiste que no controla ni un solo elemento. Como interrumpiste, no pude ver más para comprobar ni nada...
— ... No te creo. - Katsuki empezó a negar con la cabeza. — No. No es posible. No. No controla ningún elemento, quizás estés equivocada con eso. No creo.
— ... - Mina suspiró. — Si quieres no creerme está bien, pero si Midoriya acepta que le lea la mano mañana que vayamos al gimnasio a entrenar, me vas a creer.
— Tch. Si, claro. - Katsuki rodó los ojos. — Tengo que irme.
— Está bien Kats.
Katsuki ni se despidió bien, solo colgó y respiró hondo...
... No. El nerd era normal. Y nah. Nada de esos cuentos era real. No existía ningún tipo controlador de los cuatro elementos, Deku era un chico normal, no habían reencarnaciones, no. No.
Sólo. No.
La verdad es que lo que dijo Tsuyu, la incomodidad, la molestia, todo...
Lo habían dejado exhausto, no como cuando se caía o le venían los recuerdos que estaba seguro que no eran suyos (... Espera, con lo que dijo Tsu-chan... ¿Y si...? ... ¡No! No. Hahahaha. No) pero sí lo suficiente para querer volverse uno con las cobijas. Por lo que cuando Izuku llegó a su casa solo pensó en querer ir a la cama.
— ¡Mami, ya llegué! - Dijo quitándose los zapatos.
— ¡Izuku! ¡Qué bueno! - Su madre lo recibió desde la cocina. — ¡Ven a ayudarme en cuanto dejes tus cosas porfa!
Izuku suspiró un poco, al parecer no podría dormir pero... ¡Su mamá necesitaba ayuda! Antes de ir con su mamá fue al baño y se lavó la cara rápido, y en cuanto llegó a la cocina se puso un mandil.
— ¿En qué ayudo, Má?
— ¡Pon la mesa porfa!
Izuku asintió y rápido fue a poner la mesa. A los diez minutos ya estaban sentados comiendo: Inko había preparado sopa de cinco sabores y unas albóndigas de carne de Komodo especiadas con Chile y col (una receta de tía Mitsuki. ¡Su mamá estaba contenta porque la tía le había pasado la receta esa mañana! Y por supuesto que la intentó hacer al instante... Y si le preguntan a él, le gustó más como le quedó a ella que a tía Mitsuki, ¡Pero no le digan!).
— Izuku, quiero pedirte un favor esta semana...
— ¿Uh? - levantó la vista de su comida. — ¿Qué pasó?
— Uno de mis viejos clientes va a volver a la ciudad y voy a volver a atenderlo y pues... - Ella suspiró, sonriendo un poco de lado. Tomó un poco de su sopa para terminar. — Necesito que me acompañes para que me ayudes a acomodar mi espacio de trabajo.
— Oh. Está bien... - Izuku sorbió un poco de su sopa. — ¿Quién volvió?
Ella le sonrió de forma traviesa.
— Es una sorpresa~ - Dijo simplemente. — Pero necesito que vengas conmigo todo el día. Voy a llamar a la escuela a decirles de la situación.
— Oh, okay... - Izuku ladeó la cabeza... — Si necesitas que te acompañe sin ir a la escuela significa que tienes qué llevar muchas muchas cosas...
— Más o menos. - Ella se encogió. — Solo que pues... ¿Te acuerdas que tomé un curso de quiropráctica hace unos años? Cómo lo agregué a mi currículo, el lugar que me van a poner es para hacerle eso. Creo que incluso tenemos qué pintar el cuarto. - Ella rodó los ojos. — Pero... ¡Podría ser divertido! ¿No lo crees?
— P-Pintar paredes es divertido... - Se encogió de hombros. — Y... Si vas a atender a alguien con quiropráctica, entonces es alguien que hace mucho ejercicio, supongo... - Izuku comió un trozo de albóndiga, y se le quedó viendo a su madre unos segundos. —... ¿Puedo adivinar quién? - Sonrió un poco, empezando a mover las piernas arriba y abajo más emocionado.
— ... - Su madre entre cerró los ojos, esperando la sarta de preguntas y análisis que el chico empezaría.
— Veamos... Un cliente viejito... - Empezó a sorber la sopa del plato. — ¿Es un señor mayor?
— No diría señor mayor... Pero creo que sí es mayor que yo.
— Uh... - Llevó una mano a su labio inferior, apretándolo un poco. — ¿Viene solo?
— Es un padre de familia~
— Hmmm... Has atendido... Cómo... Tres padres de familia entonces eso reduce las posibilidades... Y si acaba de volver a la ciudad... ¿Significa que-ESPERA.- El chico abrió los ojos como platos viéndola.
Ella sonrió aún más, con una sonrisa que llegó a sus ojos. Y solo asintió con la cabeza.
Al día siguiente en la escuela de los dos chicos, Katsuki llegó al salón y no vio al nerd... ¿Se volvió a quedar dormido?
Y llegó la hora de clase y... Nada. No llegó.
Ni al receso.
Yo [10:05 AM]:
Nerd, ¿Por qué no viniste?
Katsuki se quedó viendo su celular un rato... Hizo una mueca. ¿Estará bien el nerd? ¿Se quedó dormido?...
Fue a comer rápido, antes de que se le acabará el tiempo de receso.
Mientras mordía una manzana, sintió una vibración en el pantalón.
Nerd [10:20 PM]:
Hey Kacchan! (・∀・)
Ah, eh... surgieron cosas con mi mami (・﹏・)
No pude
De hecho no voy a poder ir hoy tampoco al Gym
Ni mañana a la escuela.
Ni mañana a la biblioteca.
Y tampoco pasado mañana a ningún lugar.
Y el sábado tengo cita con Inui-san 🐕
Lo siento
De hecho creo que no voy a poder contestar estos días porque voy a andar bien ocupado hehehehe
Así que (~ ╹▽╹ )~
Lo siento~
Katsuki entre cerró los ojos...
Yo [10:21 PM]:
Ok.
¿Sonó cortante? Quizás un poco.
Pero ahora se preguntaba ¿Qué cosas surgieron que son más importantes que la escuela? ¿O que su investigación y el Pro-Control?... ¿¡Tía Inko está bien!?
Tres días desde ese mensaje. Y dos días sin recibir información del nerd.
¡Le había dicho que no le iba a contestar de todas maneras! Pero no podía evitar preocuparse.
Katsuki caminaba en círculos por el lobby del gimnasio de Denki, mordiéndose el labio inferior y viendo los últimos mensajes que Deku le había enviado.
¿Qué estaba pasando? ¿Por qué no podía contestar? Dijo que tenía qué ayudarle en algo a Tía Inko, y no fue a la escuela, lo cual denotaba que... Quizás tía Inko estaba mal, enferma o algo. Y si es así, debieron avisarle mínimo a la vieja de su madre, ¿No? Pero no. ¡Y no entendía por qué!
— ¿Ya recibiste algo de Deku-kun? - La cachetes redondos preguntó viéndolo desde su asiento.
Katsuki solo negó con la cabeza.
— ¿Y tú?
— Tampoco...
— ¿Cara de Burro?
— No me ha contestado los TikToks...
— ¿Bruja?
— Ah, Kats. Pues no. Ni siquiera un emoji bonito de los que hace...
Katsuki se volvió a sentar en su lugar, llevando sus manos a su cabello y jalándolo un poco.
— Es que si está raro que haya desaparecido... Es tímido, pero nunca me había dejado en visto. - Uraraka movió los pies nerviosa. — Y sentí feo enterarme que hizo copy-paste de los mensajes que te envió a ti... Él nunca hace eso... ¿O sí?
Siendo que el nerd no había venido por tres días a la escuela y le habían dejado demasiada tarea (y ahora que lo pensaba, ¿Quizás debió usarla de excusa para que el nerd le contestara algo más? Pero no lo hizo), no se había reunido con la cachetes ni sus amigos ni los amigos del nerd. Ese viernes era el primer día que tenía libre desde el miércoles (lo cual era algo bueno porque les quedaba poco menos de una semana para su primer partido de Pro-Control), así que ya se imaginarán la situación. Lo primero que hizo la cachetes al llegar al gimnasio fue preguntarle por Deku, y le enseñó sus mensajes que, literalmente, era exactamente lo mismo que Deku le había enviado a él, incluidos los emojis.
Llegó el punto en que la cabeza de coco lo obligó a mandarle tan siquiera un "hola". Pero el nerd no contestaba... Desde hace media hora.
Y si contamos que los únicos que estaban ahí eran ellos dos, Cara de burro y la bruja, pues...
Necesitaban practicar, pero sin el resto del equipo ni el entrenador...
— Supongo que está ocupadísimo... - Katsuki rodó los ojos pero volvió a hacer una mueca. Se volvió a levantar y continuó dando círculos por el lobby. — Aun así, esto no es típico del nerd...
— Sobre todo con estas cosas... Se supone que hoy les iba a ayudar ¿No? - Denki movió los pies más impaciente que la de cabello castaño. — Es la última semana antes del partido...
— Sep.
— Y si no están completos están fritos. - Denki dijo recargándose en sus rodillas.
— Por lo menos sabemos que Eiji y Sero llegarán tarde... — Mina suspiró, viendo al suelo. Katsuki se sentó en el sillón que está justo frente a ella. — ¿Qué hacemos? ¿Le marcamos?
— ... Chingue su madre le voy a marcar. - Katsuki dijo de golpe, buscando el contacto en el celular. Cuando lo encontró, se lo pegó al oído.
Uraraka se levantó de su lugar acercándose al rubio, pero este evitó que invadiera su espacio personal levantando el brazo. Obvio, la chica infló las mejillas, pero Katsuki la ignoró.
— Ponlo en altavoz~ - Cabeza de coco dijo sentándose junto a él. Katsuki rodó los ojos pero terminó haciendo caso.
Con el teléfono en alta voz, solo escuchó uno, dos, tres... Cuatro timbres de espera...
— ¿Si, diga? - Contestó una voz extraña del otro lado de la línea, una voz grave y seria, muy poco expresiva. En el fondo, escuchaba voces cantando junto con la música de una radio, probablemente. Aunque extrañamente sonaba como una artista que a Tía Inko le gustaba, esa... Yuan no sé qué.
— ... ¿Quién chingados eres y porqué traes el celular del nerd? - Katsuki preguntó frunciendo el ceño. Los otros tres se quedaron viendo, en silencio.
— ¿Con quién desea hablar? - la voz poco expresiva preguntó. La música de fondo continuaba, y escuchó una voz femenina cantando de fondo también.
Katsuki le hizo una seña de que se quedarán todos callados, a lo que hicieron caso.
— ¿¡Cómo que con quién?! ¡Con el dueño del puto celular, tarado! ¿¡O qué acaso lo robaste al Nerd?!
— ... Lo siento, creo que se equivocó de número. El dueño del celular no se llama Nerd.
— ¡Escucha, maldito imbe- - Katsuki vio la pantalla de su celular brillar y el letrero de "Llamada terminada" aparecer.
— ¿¡Quién era él?! - Mina preguntó, gritando como siempre.
— ¿¡Te crees que lo sé?! ¡Le voy a volver a marcar! ¡Más le vale que no le haya robado el celular al nerd o lo voy a ir a buscar y lo voy a asesinar, maldito cholo! ¡De seguro es un cholo! - Dijo volviendo a poner el número.
— ... Eso fue muy gay, Bakubro. - Denki dijo en voz baja, a lo que Katsuki le levantó el dedo de en medio.
Uno, dos, tres tonos y volvió a contestar esa voz mamona.
— ¿Diga?
— ¡A ver, estúpido! ¡Le robaste el celular a-
— Oh, eres tú de nuevo. Perdona, pero este teléfono no es de ningún Nerd. Le sugiero que no-
— ¡Todoroki-kun! - Logró escuchar una voz a lo lejos... ¡Es el nerd! — ¿Quién te anda marcando tanto?
— Oh, no es a mí, es tu celular. Pero están buscando a un tal "Nerd"
— ... Todoroki-kun, Kacchan me llama Nerd por si no te-¡Espera! ¡Kacchan me está marcando!
— ¿¡Deku?! Espera.... Todo-¿¡¿¡MITAD MITAD?!?!
— ... ¿Bakugo-kun? Oh, vaya. Con razón medio conocía su voz. Debería de preguntar por la persona, no por sus apodos... Pensé que era un extraño.
— Maldito imbécil... ¡Pásame al nerd ahora!
— Está bien, pero no me grite... - El de voz monótona pareció levantarse de una silla pues está rechinó. — Bakugo-kun le habla.
— No puedo contestar, Todoroki-kun. Ponlo en altavoz por favor...
— ¿Y cómo hago eso?
— Ah pues con el botón que dice "altavoz", está junto al botón de colgar.
— Okay... - Pasó casi un minuto más entre que el maldito Icy-hot intentaba poner el altavoz, lo cual irritó a Katsuki. ¡Se le estaba gastando el saldo, maldita sea!
Y cuando por fin estaba en altavoz...
— ¡Kacchan! ¿Qué paso? Te dije que iba a estar ocupado-
— ¿¡Pues quién te crees?! Pinche nerd ¡No me digas que olvidaste qué día es hoy!
— ¿Viernes?
— Exacto.
— Eh, no entiendo. Sí te dije que hoy iba a estar ocupado...
— Pero tenías compromiso con nosotros antes. - Katsuki bufó. — Nos ibas a ayudar hoy con entrenamiento en pareja ¿Recuerdas?
— ... Oh... ¡OH! ¡PERDÓN! E-Eh... - Pareció tirar algo. — ¡Denme veinte o treinta minutos! ¡Ahorita llego! - Deku pareció empezar a moverse. No pudo escuchar bien qué más pasó, solo algo de "cuídate mijo"... ¿Estaba con tía Inko? Espera, ahora que lo pensaba... ¿¡Por qué está con el bastón de menta?!
— Bakugo-kun - Escuchó al Icyhot.
— ¿Qué quieres?
— ¿Puedo ir con Midoriya a dónde sea que vaya a ir? - Pareció que quitó el alta voz porque ahora pudo escucharlo mejor.
— ... No.
— Pero va a reunirse contigo ¿No?
— ¿Y eso que?
— Quiero ver a mi viejo amigo...
— ¡No somos amigos! ¡No vengas cabrón!
— ... Voy a ir de todas formas. Adiós, Bakugo-kun. Nos vemos en veinte o treinta minutos, como Dijo Midoriya.
— ¡TE DIJE QUE NO IMBÉ- - Y el maldito le volvió a colgar de golpe.
— ... ¿Que fue eso? - Mina preguntó, pero se empezó a reír fuerte, viéndolo.
— ¡No es de su incumbencia!
— ¿Conoces al "cholo"? - Uraraka preguntó, aguantándose la risa.
— Sigo diciéndolo, eso fue muy gay~
— Ugh. ¡Déjenme en paz! ¡Solo es un amigo del nerd! - Rodó los ojos. —... Que por cierto, llega entre veinte y treinta minutos.
Pasados veinte minutos, Sero y Kirishima ya habían llegado al gimnasio. Así que, aunque fuera sin entrenador, comenzaron a practicar rápidamente en equipos de dos cambiando de lugar cada minuto. Los elementos iban a diestra y siniestra de un lado a otro hasta que la campana que tocaba Mina sonaba y tenían qué cambiar de lugar.
Y Kaminari estaba que se quejaba, pues, como no había llegado Izuku y cerraban la puerta mientras estaban ahí, tenía qué esperar a que el de cabello verde llegara. Y como era muy impaciente, no dejaba de mandarle mensajes.
[Chat con Midobrocoli 🥦]
Yo [04:50 PM]:
Ya vienes Midobro? 👁️👄👁️
Envió el tercer mensaje en esos diez minutos que pasaron desde que Bakugo le marcó al Mido y contestó aquel "cholo" que dijo.
Midobrocoli 🥦 [04:51 PM]:
Kaminari-kun, ya te dije que sí voy.
Que me esperes unos minutos...
Wue voy en camino...
ರ╭╮ರ
Yo [04:51 PM]:
Ayyyyyy
Apúrale! ಠ︵ಠ
Es que está bien aburrido esperarte nmms!
Midobrocoli 🥦 [04:53 PM]:
¡Oh vamos!
¡No es esperar tanto!
Ya casi llego
No te me alteres tanto todavía ( ´◡‿◡`)
Y como si eso fuera una señal de los espíritus protectores del "no más aburrimiento", logró escuchar un portazo y voces como a los dos minutos de cerrar el chat. Se levantó corriendo para abrir, y vio al muchacho de cabello verde junto a un auto algo lujoso y lleno de cosas blancas en la cara, los brazos y la ropa roja (lo cual era extraño porque Izuku portaba ropas de la tribu agua, pero hoy traía ropa de la nación del fuego). Y junto a él, estaba un muchacho de cabello dividido en dos colores: rojo y blanco, y un lunar grande en la cara vestido de ropajes de altura de la nación del fuego. El auto que los trajo se fue casi al instante.
— ¡Ah por fin llegas, Mido! - Sonrió con sorna. — ¡Y trajiste compañía!
— ¡Kaminari-kun! - Izuku volteó a verlo sonriendo. — ¡Mira, Todoroki-kun! ¡Él es Kaminari-kun, es uno de los amigos que ayudo con los elementos, aunque no forma parte del equipo que entreno! - Señaló al chico de cabello rubio. — Kaminari-kun, él es Todoroki-kun, un viejo amigo de la infancia mío y de Kacchan. - Y ahora señaló al muchacho de cabello extraño.
— Un gusto, Kaminari-kun. - Hizo una reverencia suave.
— ¡Vaya! ¿Te hiciste amigo de un ídolo del fire-pop con un distintivo tan llamativo como su cabello y carita con lunar grandote? - Denki dijo de broma, dándole codazos juguetones a Izuku.
— ... ¿Fire pop?... - El muchacho del lunar en el ojo volteó a ver a Izuku. — ¿Por qué me dice eso? ¿Es por mi quemadura en el ojo? - Denki abrió los ojos como platos, a lo que Izuku solo pudo sonreír con paciencia.
— No, Todoroki-kun. Lo dice porque cree que eres bien parecido, como los muchachos de los posters de bandas de chicos que tiene tu hermana en su cuarto, como BTS o los Super Junior. - Le dio una palmada en el hombro. — Y no te sientas por esas cosas, así nos llevamos todos en este grupo, nos hacemos bromas y halagamos de formas algo incómodas.
— ¿Qué? ¿Lo-Lo de...? - Denki se llevó las manos a la boca. — ¡Espíritus! ¡Amigo! ¿Estás bien?
— ... ¿Por qué no estaría bien? - Todoroki ladeó la cabeza.
— E-Eh... Pues porque tienes...
— Oh, ¿La cicatriz? No se preocupe. - Dijo rascándose la mejilla abajo de la cicatriz. — La tengo hace mucho, y ya no duele.
— ... Ah...
— Me caes bien, toma. - Dijo de golpe, sacando del cinturón su pantalón un pequeño cuadrito de papel dentro de una bolsa de celofán y se la dio. Denki tomó el cartón entre sus dedos y solo abrió los ojos como platos.
— G-Gracias...
Se quedaron unos segundos en silencio incómodo...
— ¿Entonces entramos? - Izuku solo mantenía la sonrisa paciente en su lugar. — Están entrenando ya, ¿No?
— E-Eh... ¡Si! - Denki dijo y entró corriendo, a lo que Izuku lo siguió jalando un poco a Shoto del brazo.
En la zona de entrenamiento, Todoroki y Denki se fueron a sentar en las gradas e Izuku fue directamente a dónde estaba Mina, sin hacer mucho barullo para que los chicos no se distrajeran.
De su mochila sacó su típica libreta, observando a los muchachos y anotando algunas cosas.
Shoto lo observó a lo lejos y luego ladeó la cabeza viendo a la de cabello rosa.
Shoto se le quedó viendo en silencio a los muchachos entrenando, y luego al de cabello verde junto con aquella chida de distintivo cabello rosa. Se levantó de su asiento sin decirle nada a Kaminari y se fue caminando hacia donde estaban esos dos.
Al llegar, solo se sentó en una de las gradas y vio hacia abajo viendo la mata de cabello verde.
— Midoriya-kun.
— ¿Uh? - Izuku levantó la vista hacia arriba. — ¡Todoroki-kun! ¿Qué haces aquí? Pensé que te quedarías con Kaminari-kun.
— ... Me aburrí.
— ¡Oh vaya! ¿Quién es el chico guapo? - Mina alzó la vista también, viendo al de ojos heterocromáticos.
— ¡Ashido-san! Él es Todoroki-kun, un viejo amigo mío y de Kacchan. - Izuku dijo señalando al muchacho. — Todoroki-kun, ella es Ashido-san. Es otra de nuestras amigas.
— Es un gusto... - Shoto hizo una leve reverencia.
— ¡Además de guapo, educado! ¡De seguro tienes a muchas chicas muertas por ti!
— ... ¿La-La gente muere porque soy educado?...
— ... ¿Qué-
— ¡TODOROKI-KUN NO LO DICE LITERAL! - Izuku dijo moviendo los brazos como loco.
— Oh... Eh... ¿Entonces a qué se refiere?
— ¡N-Nada! Solo... decía que luces guapo y ya. - Mina lo veía con una sonrisa nerviosa. Todoroki se le quedó viendo y ladeó la cabeza.
— ... Gracias, supongo...
— ¿Y-Y cómo se conocieron? - Mina preguntó, cambiando el tema de conversación.
— Oh, eh... La madre de Midoriya-kun es enfermera... Eh... Atiende a mi padre y atendía a mi hermano. Y pues... Un día llevaron a Bakugo-kun y pues... jugábamos los tres. Pero me mudé porque mi hermano murió y no nos habíamos visto en muchos años....
— Oh... - Mina parpadeó, volteando a un lado. ¡Rayos! Eso fue incómodo...
— ... Tú también me caes bien, toma. - Sacó otro cuadrito de cartón en bolsa de celofán y se lo dio a la muchacha.
— ... ¿Oh? ¡Gracias! - Ella se guardó la bolsita en el short sin leer el contenido. — ¡Tú también me caes bien!
Eso hizo sonreír un poco al muchacho de cabello doble.
Pasaron diez minutos más. De repente Deku simplemente gritó.
— ¡Okay! ¡He observado suficiente y creo que tengo otros cuantos errorcitos que se les van! - Pasó a la plataforma principal y se paró junto a los chicos, pero pareció decirle algo a Kirishima quien mantenía una mueca leve.
Y al parecer lo que le dijo fue que descansara, pues comenzó a caminar a las gradas donde Mina y Shoto estaban.
— Mina, ¿Crees que me puedas checar el hombro? Midobro dice que cree que me lastimé y la verdad sí me duele un poco...
— ¡oh! Claro Eiji~ - Ella le sonrió. Él se sentó junto a ella, quitándose el peto y la camisa. Ella elevó un poco de agua de su botella de agua y comenzó a hacer movimientos con las manos revisándole el hombro al muchacho, aunque el agua no brillaba como normalmente tenía que brillar al hacer curación...
Por su parte, Shoto solo se le quedó viendo, parpadeando... Ladeó la cabeza.
Kirishima sintió la mirada sobre él y volteó a ver al muchacho.
— ... ¡Hola! ¡Soy Eijiro Kirishima! - Dijo de golpe el de cabello rojo, alzando la mano no ocupada para estrecharla con el de cabello doble.
— ... Shoto Todoroki. - Dijo, haciendo una reverencia y dejando a Kirishima con la mano en alto unos segundos... Para luego recapacitar y estrechar la suavemente.
— No te he visto nunca ¿De dónde eres, Todobro? - Preguntó el muchacho, manteniendo la gran sonrisa.
— ¿Todobro? Así no me llamo-
— Todoroki-kun, así llama Eiji a todos los morritos. Todos son "Bro" para él, no es nada malo ni grosero. - Mina dijo tranquilamente, dedicándole una pequeña sonrisa de paciencia. Más o menos ya había descifrado la forma de tratar a Todoroki tras su primer interacción.
— Oh, gracias por la explicación, Ashido-san... - Hizo una leve reverencia nuevamente.
— ¿Entonces...?
—... Oh, cierto... Eh, no soy de aquí. Nací en Ciudad Capital en la Nación del Fuego. - Dijo tranquilo. Se acercó un poco.
— ¡Vaya! ¡Un foráneo! - Shoto asintió al escuchar esto. — ¿Y a qué viniste?
— Yo... Mi padre es el nuevo concejal de la nación del fuego en ciudad república. - Dijo en voz baja. — Hace muchos años viví aquí porque mi padre era el general de la milicia de la ciudad, liderando el escuadrón militar de los maestros fuego, pero nos regresamos a la capital por cuestiones personales, y luego volvimos acá.
— ¡Vaya! ¿Y cómo es allá? ¿Te gusta más aquí o allá?
— ... No lo sé.
— ¿No lo sabes?... ¿No salías mucho?
— No. - Dijo de golpe, seriamente, como si fuera algo malo salir. Kirishima sintió un leve escalofrío. Vaya qué los de la nación del fuego eran raros: Denki era demasiado extrovertido para su propio bien, Bakubro era demasiado enojón para que su estómago aguantara tanto estrés y picante aparte, y ahora Todobro era... Así.
— Ah, de seguro es porque no te animas a salir. ¡Pero si te juntas con nosotros, te aseguro que saldrás mucho!
— No gracias.
— ¿Y eso? - Kirishima alzo una ceja.
— Me gusta estar en mi casa. No me gusta mucho salir.
— Oooh... - Kirishima asintió. — ¡Pues eso es muy masculino, me gusta!
Todoroki sonrió, ladeando la cabeza.
— ... Tú también me caes bien, toma. - Le pasó otro de esos cartoncitos en celofán que les ha dado a los otros dos chicos.
— ¡Oh! ¡Gracias! - Kirishima leyó lo que decía rápidamente. — ¡Wow! Y decías que no te gusta-
— ¡Listo! - Mina dijo de golpe aventando el agua de nuevo al pocillo de dónde la sacó. Le dio una palmadita en la espalda. — Ya puedes volver, Eiji.
— ¡Oh! ¡Gracias, Mina! Nos vemos, Todobro, y gracias por esto~ - Dijo de golpe levantándose y llegando de un salto a la zona de la plataforma.
Pasaron otros veinte minutos, entre que Kaminari llegó con Todoroki y Ashido, y que Ashido le tomó las manos a Todoroki haciendo algo extraño. El muchacho de cabello doble no estuvo prestando demasiada atención a esos dos aunque ella parecía jugar con las palmas de sus manos, solo miraba hacía enfrente mientras Midoriya parecía darle instrucciones al grupo de muchachos en uniformes de colores. El que reconoció como Bakugo, por la mata de cabellos rubios que sobresalían por la parte de arriba del casco, estaba sorprendentemente serio, frunciendo el ceño y asintiendo a las palabras del de cabello verde.
Izuku le había contado que después de tres años las cosas entre él y Bakugo-kun se habían calmado y que hasta eran amigos de nuevo, pero no se esperaba que no les estuviera gritando como siempre... Se preguntaba ¿Qué cosas habían cambiado para que se calmara tanto? Y si se calmó ¿Por qué había sido el Bakugo-kun que conocía ya por teléfono?
— Bueno~ creo que esto es suficiente por hoy... Yo digo que ya nos vayamos yendo ¿No? - Dijo poniéndose de puntitas y bajando a los talones emocionado. — La próxima semana vamos a estar viniendo a entrenar todos los días, ¡para preparamos bien para el jueves en su primer competencia! - Levantó los puños emocionado. Uraraka, Sero y Kirishima lo imitaron mientras que Bakugo solo bufó rodando los ojos, aunque pudo ver una pequeña sonrisa, pero Todoroki no sabía por qué sonrió.
El grupo se acercó a dónde estaban ellos, y el de la cicatriz no dejo de ver al rubio que se sacó el casco.
— ... Bakugo-kun. - Todoroki dijo de golpe para llamar su atención. Katsuki se quedó estático unos segundos...
— Ay no me jodas... - Se le quedó viendo incrédulo al de cabello de dos colores. — ¿Qué te dije, cabrón? ¿Qué te dije?
— Que no viniera. - Se encogió de hombros. — Pero te avisé que de todas formas iba a venir, además de que Midoriya estuvo de acuerdo, hasta nuestro chófer nos trajo... - Dijo el muchacho tranquilamente.
— ... No jodas Deku ¿Es neta? - Volteó a ver al de cabello verde con mirada fiera. Pero Izuku solo sonrió pacientemente.
— Kacchan, Todoroki-kun se emocionó de verte...
Katsuki volteó a verlo entre cerrando los ojos... Todoroki solo parpadeó unos segundos, para hacer una leve reverencia.
— Aunque no me quiera aquí, es un gusto verlo de nuevo...
— El gusto NO es mío, pendejo. - Se cruzó de brazos, frunciendo el ceño.
— Espera ¿Y tú quién eres? - Sero llegó preguntando, viendo al chico de la cicatriz en el ojo.
— Soy un amigo de Midoriya y Bakugo.
— ¡NO SOY TU AMIGO! - Gritó el rubio, enseñándole el puño de forma amenazadora.
— Claro que lo eres.
— No
— Si
— No
— Sí
— ¡QUE NO!
— ¡Ya, calmados los dos! - Izuku se metió, sonriendo un poco nervioso. — Por favor no se vayan a pelear... Sero-kun, Ochako-chan, él es Todoroki-kun.
— Y es amigo tuyo y de Blasty, ya escuché - Sero sonrió de forma burlona. Katsuki le levantó el dedo de en medio al de cabello negro y éste le regresó el gesto.
— ¡Ha! - Ochako se carcajeó con la interacción grosera de ambos. Volteó a ver a Todoroki-kun. — ¡Yo soy Ochako Uraraka! ¡Espero nos llevemos bien! - Dijo de forma amable, dedicándole una sonrisa.
— Un gusto, Uraraka-san. - Sonrió un poco, inclinando solo la cabeza. — Midoriya-kun me contó sobre usted también.
— ¡Oh! ¿Enserio?
— ¡Hey, no me dejen de lado! - Sero se quejó, picándole las costillas a Uraraka. Ella le dio un codazo para que la dejara de picar.
— Oh, cierto. Perdone... - Hizo una reverencia. — Un gusto, Sero-kun.
— ¡Vaya, que educadito! ¿Te educó un militar o que pedo? - Alzó ambas cejas.
— Sí, mi padre es militar. Y no recomiendo ser educado por uno, es molesto.
—... Oh.
Katsuki estuvo a punto de reírse de esa conversación por lo incómodo que dientes de caballo se puso. Pero se quedó callado al verle el rostro. Tenía una extraña mancha sobre el ojo, una mancha que él no recordaba...
— ¿Y qué traes en la cara? ¿Es pintura? ¿Un lunar? Ta chido - Sero dijo alzando ambas cejas, esperando que eso calmara el ambiente que él mismo había causado con su comentario anterior.
— Oh, no... Es... Es una cicatriz.
— ... Oh - El muchacho parpadeó, todos estaban en silencio...
— Serio, creo que no- - Ochako estaba diciendo, pero Sero dijo de golpe.
— ¿Te la hiciste peleando con diez mil ninjas? - Preguntó a modo de broma.
— Mi hermano mayor me la hizo antes de suicidarse... - Dijo con voz sombría. — De hecho quería hacer un homicidio-suicidio conmigo, pero me pude zafar antes de que me matara junto a él. Después de eso nos mudamos a la nación del fuego para ayudarme con el tratamiento porque casi pierdo mi ojo.
— ... Ah... - Sero se quedó estático, completamente incómodo. Todos estaban en silencio, incluso Denki y Mina que ya sabían un poco sobre el muchacho de cabello doble.
— ... Me caen bien, tomen. - Dijo de golpe, sacando dos de esas bolsitas de celofán y dándoselas a Ochako y a Sero. Sero seguía estático, solo tomando la cosa y poniéndola en la bolsa del pantalón. Ochako por su parte suspiró, tomando la bolsita y agradeciendo en voz baja.
— ¡Creo que fue suficiente presentación y plática! - Deku gritó de golpe acercándose a esos dos, manteniendo la sonrisa nerviosa desde hace rato. — T-Todoroki-kun ¿Por qué no le das a Kacchan lo que le querías dar? - Le dijo poniendo una mano en su hombro, intentando cambiar el tema de conversación.
— oh, cierto. Bakugo-kun, ven, ven. - por alguna razón la actitud educada del muchacho cambiaba un poco la hablar directamente con Midoriya o con Bakugo. Se notaba emocionado.
Katsuki entre cerró los ojos dando unos pasos hacia adelante.
— Estire la mano, por favor...
— ¿Para qué? - Entre cerró los ojos aún más, completamente desconfiado de ese tarado frente a él.
— ¡Solo hazlo, Kacchan! - Deku dijo balanceándose sobre sus pies.
— ¡No! ¡La última vez me puso un puto caracol en la mano! - El rubio dio un gruñido.
— Kacchan, teníamos ocho años y tú le dijiste que dejara el caracol. - Deku lo vio haciendo un mohín.
— ¡Vaya que enserio eran amigos ustedes tres! - Cachetes redondos dijo, sin evitar reírse. ¡Mierda! ¡Había olvidado que estaban estos pendejos!
Katsuki soltó un bufido, y alzó el brazo.
— No vea. - Shoto dijo, metiendo las manos en las bolsas de su pantalón.
Katsuki volvió a rodar los ojos, y los cerró.
De repente, sintió como el menso de dos colores le dejó un extraño objeto en la mano, se sentía que era de plástico, como de celofán... Una bolsa de celofán, con algo dentro.
— Ya puede ver. - Al abrir los ojos, vio que sobre la mano tenía esa bolsa de celofán que sintió.
— ... ¿Qué carajos es esto? - tomó bien la invitación, alzando una ceja.
— Es una invitación para la fiesta de bienvenida de mi padre. Me permitieron invitar a algunos amigos, y me encantaría que usted viniera.
— ¡A nosotros también nos invitó! - Dijo Kirishima de golpe, mostrando la misma invitación, a lo que Denki y Mina también las mostraron. Sero vio a su invitación, igual que Ochako.
— ¡Oooh! ¡Es esto lo que les estabas dando a todos! ¡Qué detalle! ¡Y apenas nos conoces! - La chica sonrió amable.
Fue en ese momento que se dio cuenta de que las invitaciones de ellos eran rojas, pero la de él era amarilla.
— Ey, tarado Mitad-Mitad. ¿Por qué es de color distinta? - Preguntó alzando una ceja.
— Oh, es una invitación numerada. Es para que se sienten en mi mesa con mi familia y los futuros compañeros de trabajo de mi padre... - Dijo el muchacho con tranquilidad. — Midoriya-kun y usted se sentarían junto a mí en esa mesa...
— ¡Si! ¡Vamos a estar rodeados de políticos aburridos! - Dijo Deku a modo de broma, sacando la lengua.
— Ew, políticos. - Dijo el de cabello negro haciendo una mueca.
— No se preocupen muchachos, durante la fiesta podemos ir con ustedes, que van en una mesa de invitados normal pero no debe haber problema con eso. - El de la cicatriz contestó.
— Ugh... - Se sintió asqueado de solo pensarlo. Pero... Luego solo suspiró. Levantó el pie y metió la bolsa en las botas de su uniforme. — Gracias...
— No hay de qué. - El menso sonrió un poco, a lo cual Katsuki solo pudo rodar los ojos.
No pasó mucho tiempo cuando el celular de Mina sonó, y se despidió rápido. Igual lo hicieron Kirishima, Sero, Denki y Ochako. Deku y Katsuki empezaron a cerrar el lugar con las llaves de Denki, y Shoto solo estaba viéndolos en silencio... oh vaya, ahora que recuerdan, así eran muchas veces sus interacciones. Shoto sin hacer nada mientras que el rubio y el de cabello verde hacían los juegos o planeaban cosas para entretenerse.
Cuando estaban afuera, Deku se dio media vuelta, viendo a ambos.
— Todoroki-kun, creo que olvidaste la otra cosa. - Dijo balanceándose sobre las puntas de sus pies.
— Oh, es cierto. - volvió a revisar sus pantalones. — Bakugo-kun, vuelva a estirar su mano y cierre sus ojos por favor. - Dijo aún más emocionado (si, estaba sonriendo, cosa que por cómo era el de cabello doble, no era muy normal que digamos). A Katsuki se le hizo como si el bastón de dulce pareciera un niño pequeño, haciendo que sus amiguitos se acercaran para enseñarles algo que "era secreto" o "cool" según él.
Katsuki no tuvo de otra más que hacerlo. Y fue así como sintió que le estaba amarrando... Algo a la muñeca.
Esta vez no se esperó a que le dijera que ya, es más, todavía no sentía que terminara de amarrarle eso cuando ya había abierto los ojos viendo directamente a lo que le puso.
Era una pulsera, que le daba varias vueltas a su muñeca porque era larga. Era naranja con negro. Y hecha a mano.
Mitad-Mitad levantó el brazo, mostrando otra pulsera perfectamente hecha a mano muy parecida a la suya incluyendo lo larga, pero era de colores azul con rojo. Y Deku, que se puso junto al bastardo ese saltando sobre las puntas de sus pies, mostró que también tenía una en colores verdes diversos.
— ... ¿¡Qué chingados, Mitad-Mitad?!
— ¡Pulseras de la amistad, Kacchan! - Agitó el brazo.
— ¿¡QUÉ MIERDA?! ¡NO SOY TU AMIGO!
— Entonces tome la pulsera como mi regalo como su no-amigo. - Dijo muy serio.
— Ugh, te odio. - Se cruzó de brazos, pero... Luego volvió a ver la pulsera.
Y eran sus colores favoritos. Era hecha a mano... Y era larga, muy larga de hecho. Le daba mínimo unas ocho vueltas a su muñeca. La jaló un poco... era... fuerte. No estaba mal hecha y los hilos deberían recibir un gran jalón como para que se llegara a romper...
— Yo mismo las hice. - Dijo el menso. - Usé el metodo kimuhimo. Natsuo, mi hermano, me enseñó hace unos días antes de volver y dijo que lo hiciera para relajarme.
— Ah. - Como si necesitara tanta explicación. Aunque sí le daba curiosidad algo... — ¿Por qué tan larga? - Volteó a verlo, haciendo una mueca. Comenzaron a caminar, como normalmente hacían al salir. Aunque claro, la adición del otro chico podría quizás desviarlos un poco.
— Oh. - Shoto simplemente se encogió de hombros — Supongo que para que tengan más de una utilidad. Midoriya-kun la usó en la mañana para amarrarse el pantalón.
— Están bien padres ¿verdad, Kacchan? - El nerd sonrió suavemente, viendo al rubio.
— No.
— Ay, que feo eres con Todoroki-kun, Kacchan... – Pero parecía más un reproche que algo que lo hubiera lastimado. Meh.
— No tiene nada de malo que no las vea bonitas. Quizá lo diga porque ahora solo es una pulsera. Pero quizás luego le sirva para algo más.
— Uuugh... - Se restregó las manos por la cara. Pero... —... Gracias. N-No está tan fea... - Dijo en voz baja.
Notes:
HEYYA! Perdonen la tardanza! entré de nuevo a la uni y pues como que me atoré un ratico pero aquí tamos que no aunque no prometo que abandonaré éste fic, intentaré llegar a lo más que pueda porque la neta me gusta mucho!!
Anyways! ¿Qué les parece? Tsuyu es muy lista ¿no lo creen? Aunque sí se pasó un poquito con su insistencia hahaha ¡pero eso va a rendir frutos en el futuro!
¡Y VOLVIÓ TODOROKI! Y vimos un poco de qué hizo y qué pasó mientras no estuvo hahaha :D ¡Pero pues aquí tamos!
Préstenle atención a esas pulseras que serán una mouskerramienta que nos va a servir pa' la próxima ;P¡AHORA LA PREGUNTA DEL CAPÍTULO ES!
- ¿Qué harías con una pulsera tejida de metro y medio?
Ok no la pregunta real es:
- ¿Qué pregunta le harías a Shoto Todoroki para que te ponga incómodo? HUEHUEHUE
Chapter 9: El tipo raro de las manos de madera
Summary:
¡Y empezó el partido! Kacchan comenzó con un golpe fuerte hacia adelante, haciendo retroceder a uno dos espacios. Uraraka le siguió con un golpe de similar fuerza. Sero y Kirishima con dos golpes hicieron que sus oponentes retrocedieran. ¡Todo iba demasiado bien! ¡Izuku no dejaba de apoyar a su equipo! ¡Iban geniales! ¡Todo estaba genial, maravilloso!
Hasta que sintió una respiración en su cuello.
Notes:
TW: Ataque de ansiedad y de pánico.
Créditos: Vestida de Sol by Cherry
Arte por mi amigo @t0darashis en Twitter 🥰💚🧡
(See the end of the chapter for more notes.)
Chapter Text
— ¿Ya encontraste al nuevo?
La voz del teléfono sonaba grave y áspera, su forma de hablar denotaba autoridad y cualquiera que lo escuchara podría temerle, pero el muchacho con el teléfono público en el oído no parecía inmutarse.
— Aún no. - Se rascó un poco el cuello. — Ni siquiera sé cómo le voy a encontrar.
— No te preocupes. Sabrás cuando lo veas.
— Sensei. Me sigue diciendo eso pero ni siquiera sé cómo se ve. ¿Cómo lo voy a saber?
— Oh, Tomura... - La voz sonó divertida, pero seguía dando esos escalofríos. — Recuerda que cada uno de ellos ha sido diferente. El nuevo casi siempre es muy contrario al anterior, y si se parecen es porque en su vida anterior no pudo cumplir del todo lo que quería. Ese Toshinori Yagi debió creer que cumplió bastante con su misión de vida por como se fue, por lo que es probable que el nuevo sea alguien tímido, con poca carisma y probablemente muy nervioso. Físicamente será imposible reconocerlo pues todos son distintos, pero emocionalmente y mentalmente, sabes lo que estamos buscando.
— Sensei, esto es como buscar una aguja en un pajar. Es alguien entre millones. Ya buscamos en las tribus agua, en los pantanos, y en ciudad república... Dos veces. Y por más que busquemos no lo hemos encontrado. ¿No habían maneras de... Detectarlo? No sé, ¿Cosas de sus vidas pasadas?
La voz al teléfono solo se rió suavemente. El muchacho solo rodó los ojos.
— Aunque tú mismo lo dijiste y es como buscar una aguja en un pajar, creas o no tenemos la ventaja. Ellos no han sabido qué son hasta que es muy tarde. Incluso algunos de los últimos ni siquiera se han realizado como avatares todo gracias a mí. - La voz intimidante suspiró de forma... Soñadora. — Además, tenemos de nuestro lado depredadores en cada esquina de internet, del bajo mundo, de las montañas, de los diferentes países y más. Mantente en contacto con el doctor, será cuestión de tiempo para hallarle.
— O sea que... Ni siquiera debería de hacer nada hasta que el doctor lo encuentre.
— Tomura. No me refiero a eso. - Suspiró otra vez. — De hecho, tengo confianza en que le hallarás antes que el doctor. Solo debes buscar en sus ojos.
— ¿Y qué debo buscar en esos ojos, sensei?
— Esperanza, melancolía, conocimiento, poder... una luz.
Lo primero que Izuku Midoriya escuchó al despertarse, fue la suave voz cantora de su madre en la cocina, supuso que estaba preparando el desayuno por el olor a pulpo cocido y jugo de lichi.
No esperaba nada de ese día, pero el oír a su madre tan cantora solo lo hizo sonreír, pues cuando Mamá Inko hacía jugo de lichi al cantar, era porque estaba feliz.
Desde que era chiquito
Se enamoró del sol.
Siempre mirándolo estaba
Hasta que él le vio
El sol le oía cantar
Y él más cerca quiso estar.
El muchacho fue al baño, se lavó la cara, se dio unos golpecitos en las mejillas para despertarse mejor (sin mucho éxito), y se fue directamente a la cocina, sin dejar de oír a su madre. Y ahora que escuchaba mejor la letra... No reconocía la canción.
Y el sol tendió sus rayos
A la orilla del mar.
Para que éste se acercase
Y le pueda besar.
La mujer tenía la diversas formas de contarle esas bellas historias que conocía, una de ellas era a través de canciones. Canciones famosas con muchos covers en todos estilos como el túnel secreto (aquella historia de los dos enamorados que aprendieron la tierra control de los tejones-topo para poder encontrarse en el centro de dos montañas), o canciones de cuna que ella misma componía como la historia de la princesa Yue y su amorío con Sokka se la cantaba cuando era pequeño. Entonces, escuchar una nueva era... Interesante. Se preguntaba si esta era otra de esas historias...
Y él todas las noches
Soñaba el amanecer.
Mientras él esperaba
Para volverlo a ver.
Al llegar y verla cantando mientras cocinaba un Okonomiyaki para los dos le hizo sonreír más sin querer interrumpirla, pero la mujer lo vio.
— ¡Buenos días, Izuku! - Le sonrió. — ¡Despertaste temprano! ¿Estás emocionado?
— ¿Emocionado porque? - Alzó una ceja. Bostezó un poco. Abrió el refrigerador sacando una caja de leche.
— Oh, aún sigues dormido. - Dejó dos vasos de jugo en la mesa de la cocina en sus respectivos lugares. Vio a su hijo servirse un gran vaso de leche con cuidado... — Recuerda que hoy es eso del partido de Pro-Control con Katsuki-kun. ¿Ya te acomodé los cables? - La mujer le recordó rápidamente.
— ... Oh, espíritus, es verdad. - Abrió los ojos como platos.
Ella soltó una risita suave.
Se quedaron en silencio unos segundos, mientras se servían del platillo y arroz. Izuku levantó la mirada.
— ¿Qué era lo que estabas cantando? - Preguntó.
— ¡Oh! Era una historia que me contaba un amigo. - Se encogió de hombros.
— ... ¿Y de qué trata?
— Ah pues... Es la historia de un muchachito y el espíritu del Sol, Agni. Se enamoraron durante la época de Yangchen.
— ¿Fue en la época donde los espíritus y los humanos no se llevaban?
— Pues eso ha sido de toda la vida. - Dijo su madre con un mohin. — Pero básicamente, sí.
— Cierto... Y ¿De dónde es esa historia? - Preguntó cona boca llena.
— De la nación del fuego. - La mujer apenas y había tocado su plato. — Los mitos dicen que, tras su enamoramiento, el sol prometió proteger a todos aquellos que llevarán la sangre de ese muchacho en sus venas. Pero luego llegó la guerra de los 100 años, y ya sabes qué tonterías se inventó el señor del fuego Azulón para justificar su odio... - Ella rodó los ojos. — Tanto así fue, que la canción fue modificada a qué fuera una chica en vez de como originalmente era, con un chico. Y eso porque a Agni se le considera un hombre.
— Tanto para que al final ya ni siquiera la gente recuerde a Agni ni al muchacho... ¡Vaya! - Comió un poco. — ¡Esa historia no me la habías contado!
— Pues... No creo que sea una historia tan emocionante como las otras que te he contado. Siempre me andas preguntando sobre los de siempre, y no de historias como esta. Entonces, no creí que alguna más de amor sin incluir a gente como Aang o Toshi te interesara... - Ella soltó una carcajada. — Además de que solo conozco la versión cantada...
— Pues... - Hizo un pequeño mohin. — Suena como para escribir una novela. - Se encogió de hombros.
— Sí, eso sí.
Se quedaron un momento más en silencio.
— ... Mamá.
— ¿Qué pasó, Izuku?
— Todavía... Todavía falta un poco para irme... ¿Crees que... Puedas contarme alguna otra historia de la gente que controla los cuatro elementos?
— Hummm... Déjame pensar... - Ella llevó una mano a su barbilla. — ¿De quien y quién te he contado?
— Me has contado... Desde... Yangchen-sama hasta Sena-san... Antes de Yangchen no me has contado de nadie, y después de Sena tampoco... Y me has hablado de Nana-san... ¡Y de Yagi-san!
— Hmmm... - Ella volteó hacia arriba pensando. — Vaya que te he contado de un montón...
— Y faltan ¿No?
— Lo malo es que no los conozco a todos. No puedo contarte todo lo que no sé. Hay algunos de los que ni sus nombres hablaban. - Ella suspiró suavemente.
— ¿Y si-Y si me cuentas de alguno de ellos? ¿De los sin nombre?
— Ay, qué feo suena eso, Izuku. - Ella se rió un poco.
— Pues... Es que ni siquiera sé cómo llamarlos. O sea, son... Aang, Korra, Kuruk, Nana, Sena, Genji, Yagi... pero siempre me has dicho "oh son las personas que pueden controlar los cuatro elementos". - Al decir eso, imitó la voz de su madre. — y es de graaan ayuuuda darles ese título taaaaan largo... - Rodó un poco los ojos sin levantar la vista de su plato.
— No te burles de tu madre. - Ella le dijo seria.
— N-No me burlé...
Automáticamente, su madre hizo un mohín, entrecerró los ojos, negando con la cabeza y con los brazos cruzados. Izuku no pudo evitar sentir como lo juzgaba, aunque fuera de forma burlona. Inko terminó solo suspirando, y soltando una risa suave.
— Además, hay una forma de llamarlos...
— ... ¿Entonces...? - Volteó hacia arriba, viéndola. — ¿Cómo los llamo...?
— ¿Uh?... - Su madre se vio algo nerviosa al escuchar esa pregunta...
Siempre, siempre, sin excepción, Inko Midoriya omitía cosas de las historias que contaba. Izuku lo sabía, por algo investigaba tanto. Y justo en estos momentos, viendo a su madre deliberar si le contestaba su pregunta o no, sintió la curiosidad y la impaciencia crecer en sus entrañas. ¡Cuánto tiempo llevaba esperando este momento! No era la primera vez que le preguntaba, pero... ¡La tercera es la vencida! ¿No?
La mujer volteó a verlo. La mirada de Izuku no la dejó en paz, mostrando en sus ojos mucha emoción. Ella pareció relajarse un poco.
— Izuku. - sonrió suavemente. — Si te digo, pueden que pasen... cosas raras...
— ¿Cómo así? - Parpadeó ladeando la cabeza. — ¿Es un secreto de estado o algo así? - Okay. Esto sonaba peligroso...
¡Y extrañamente le emocionaba más!
— Hmm... Okay. Si algo... Raro te pasa, me vas a decir al instante. Si me prometes que me dirás, te diré como se llamaban.
— Okay todo esto se puso muy turbio y misterioso... - Se comió el último bocado de su plato. — ¿Que clase de cosas raras?
— Ah, mi niño... - Ella suspiró, tomando un poco de su jugo. — Solo digo... Que hay qué preparase para lo que sea que venga ¿No crees?
— Bueno...
— ¿entonces, Izuku? ¿Me lo prometes?
—... - Infló el pecho con determinación. — Sí má. Prometo decirte si algo raro me pasa.
— ... Le llamaban el Avatar.
Salió de su casa, pues tenía que ir a la escuela.
Pero después de esa plática con su mamá... No podía pensar en nada más.
Oh, Espíritus.
¡Por fin le dijo! ¡Por fin le dijo el nombre! ¡Por fin su mamá confió en él para decirle cómo se llamaban!
Iba corriendo por el camino, emocionado y saltando los obstáculos y esquivando gente de forma ágil, algo que normalmente no podía hacer pero... ¡Ah! ¡Izuku estaba que reventaba! ¡Habían tenido razón! ¡Empezaba con A! ¡Le llamaban el Avatar! Y el conocer el nombre entero le hizo pensar en que... ¿Ya lo había escuchado antes? Creía que si. ¡En sus sueños! Era de esas palabras que llegaban ahogadas y que no entendía...
... Okay eso es extraño ahora que lo piensa...
...
No importa. ¡Tenía el nombre!
— ¡Tengo el nombre! ¡Agh, amo! ¡Qué bien se siente! - Cerró los puños con fuerza, volteando hacia el cielo y apretando los ojos y dando unos leves saltos.
Y hubiera seguido celebrando sino fuera porque se estampó contra algo.
— ¡Hmp! - Dio unos pasos para atrás y sin poder evitar tropezar cayó de sentón al suelo.
— Hey, fíjate por dónde vas... - Escuchó una voz rasposa, a lo que Izuku Alzó la vista, viendo contra qué chocó, o más bien contra quién: Un muchacho de cabello blanco y ropas rasgadas. El chico de verlo con enojo solo se quedó viéndolo serio de forma un tanto... Extraña.
— Uh, eh... Lo siento... - Dijo levantándose solo. — Me-Me fijare la próxima.
Él no dijo nada.
— Uh... ¿Está bien?
— ... - El tipo entre cerró los ojos.
Izuku sintió un peso raro llegar a su espalda cuando esa mirada se le posó encima, lo cual le hizo dar un paso para atrás. Debía irse. Ya.
— Eh, to-tomaré su-su silencio como que está bien... Eh... ¿Adiós? - Dijo y se fue de paso lo más rápido que pudo, sintiendo la taquicardia en su pecho. ¿Qué fue eso? Llegó a una esquina y se detuvo unos segundos tras saber que estaba escondido.
— ... Qué tipo tan raro. - Dijo para si mismo... Volteó hacia atrás, y vio que el tipo seguía parado ahí... Y lo estaba viendo... — Ch-Chin... - Pensó en qué le dijo su madre... ¿Cosas raras? — ... Uh, no. No creo que...
Okay, era un tipo raro, lo estaba viendo feo... ¡Pero choco contra él! Quizás solo lo estaba haciendo porque lo molestó...
Sí, debía ser eso
— ... Solo-Solo ve a la escuela, Izuku. Solo vete ya. - Se dijo, dándose un suave golpe en la mejilla y poniéndose en camino.
Cuando ya iba llegando a la escuela estaba tranquilo, el susto de hace rato se había ido y ahora volvía a pensar en las historias... ¡TENÍA EL NOMBRE, AAAAAAH!
— ¿Y tú qué chingados traes hoy? - Escuchó la voz de Katsuki cerca.
¡Espera! ¿¡Ya llegó al salón de clases?!... Vaya que estaba distraído. ¡Concéntrate, Izuku!
— ¡Oh! ¡Hola Kacchan! - Saludó rápido, ubicándose y sentándose en su lugar. Notó que casi no había nadie en el salón, solo estaban ellos dos y algunos de los alumnos que se sientan más adelante. — Eh... Nada, solo estoy feliz. - Sonrió un poco moviendo la cabeza de un lado a otro.
—... Más te vale que estés feliz porque vamos a ganar hoy en el partido, tarado. - se cruzó de brazos, haciendo un mohin. Pero luego sonrió levemente, poniendo las piernas encima de su mesa.
— Oh, si. Claro, ¡es eso! - Mintió el muchacho, sonriendo con nervios.
— ... Olvidaste qué hoy es el partido ¿No?
— ¡N-NO! - Infló una mejilla pero luego sonrió. — Solo es algo que me dijo mamá en la mañana, es todo.
Katsuki alzó una ceja.
— No pos ¿Qué te dijo? Parece que te va a dar un ataque fanboy... otra vez.
— ... ¡Me dijo el nombre del título que tenían las personas que controlan los cuatro elementos! - Dijo de golpe, casi gritando. — Le llamaban... - Hizo redoble de tambores, para hacerla de emoción — ¡El avatar!
— ... Ah.
— Hey, No suenas emocionado... - Infló las mejillas. — Hasta la hice de emoción...
— Demasiada emoción para un nombre de videojuego. Y mal ritmo ese que hiciste, también. - Alzó una ceja burlón. — Lo arruinaste tú solo. Además, sabes que tampoco es como que me mamen esas historias.
— Eres el único que conozco al que no le emocionan las historias de mi mamá... - Izuku infló las mejillas.
— Yo sigo diciendo que son mentira - Katsuki le sacó la lengua de forma. juguetona.
— ¡Que no, Kacchan! - Izuku terminó suspirando y sobándose las sienes. — ¡Toda leyenda tiene parte verdad!
— F-A-L-S-O. Son Falsas. - Dijo levantándole el dedo de en medio, como siempre.
Izuku suspiró, cansado de tratar de convencer al rubio... pero luego se quedó callado, con una mano en su barilla.
— Ahora que lo recuerdo, mi mamá me dijo que el saber el nombre era probable que pasarán cosas raras...
—... ¿Cosas raras?
— Si, no sé a qué se refería. - Se encogió de hombros.
— ... ¿Y me dijiste para que me pasen cosas raras a mí también o que? - Bajó los pies de la mesa frunciendo el ceño.
— ¡No! ¡No no, Kacchan! ¡Lo dije por la emoción! La verdad ni me acordaba de ese detalle...
— Ugh, estás bien tonto. - Rodó los ojos y volvió a subir los pies a la mesa.
Pasaron las horas, y en el receso Izuku por alguna razón se volvió a sentir... Ugh, raro, sentía que alguien lo estaba observando. ¿Quizás se quedó con la sensación por el tipo de en la mañana y se le pasó y ahora regresó? Al menos Kacchan lo hacía distraerse y se le olvidaba, lo cual agradecía porque era demasiado incómodo y angustiante sentirse observado.
Y luego las clases terminaron y los dos muchachos iban camino a la entrada. Se supone que los del equipo irían a venir por ellos, pues... ¡Era el día de la competencia! Oh vaya que este jueves iba a ser genial, pensó Izuku.
... Siempre y cuando esa sensación extraña se fuera...
— ¡Bakugo-kun! ¡Deku-kun! - Gritó una muchacha en la entrada. ¡Era Ochako!
— ¡Ay, por fin salen! - Kaminari se quejó. ¡Hey! ¡Ashido y Kirishima estaban junto a ellos! ¡Y Sero igual! Parecían estar platicando entre ellos, pero al escuchar a Izuku y a Katsuki, se acercaron.
— ¡Deja de quejarte, cara de Burro! ¡No salimos tan tarde! - Gritó Kacchan. Izuku solo pudo suspirar sonriendo de lado. Llegó rápido con Uraraka, mientras que los otros estaban molestando a Kacchan como siempre.
— ¿Estás lista? - Preguntó en voz baja solo a ella. Uraraka levantó el pulgar, sonriendo de oreja a oreja.
— ¡Si! ¡Super lista! - Ella movió los brazos animadamente.
— ¡Me alegra! - Izuku le sonrió. — Lo único que me pone triste es lo que dijeron Iida y Tsuyu en la mañana... - Él hizo una mueca.
— ¿Ah? ¿Que dijeron? - Ochako ladeó la cabeza.
— Oh, ¿No tienes saldo otra vez? Espera. - Sacó su celular y le mostró el chat que tienen de los cuatro en WhatsApp.
[Grupo "El club de la biblioteca"]
Iida 👓 [12:00 PM]:
@Uraraka 🍡 @Izuku 🥦
Chicos les debo una gran disculpa. Surgió un problema y no voy a poder asistir a su gran evento.
Espero puedan perdonarme, les prometo que en su siguiente competencia intentaré que nada surja para poder asistir.
Izuku 🥦 [12:05 PM]:
Oh, no te preocupes @Iida 👓! Será para la próxima! (◠‿◕)
Tsuyu 🐸 [01:30 PM]:
Midoriya-chan, Ochako-chan
Mi hermanita Satsuki se enfermó y mi mamá no está, puede que no vaya a llegar a su competencia...
Pero si hacen algo después de las 6 o 7 que es a la hora que llega mi mamá más o menos, puedo unirme?
Izuku 🥦 [01:32 PM]:
¡Claro, Asui-chan! Nos vemos en la tarde entonces!
De hecho creo que Kaminari-kun va a hacer una fiesta en el gym o no se dónde después de la competencia.
¡Pa' que vengas!
Tsuyu 🐸 [01:33 PM]:
Tsuyu*
Oh, claro. Denme la dirección y veré si puedo llegar 😌
Izuku 🥦 [01:33 PM]:
¡En cuanto lleguemos les pasó la ubicación! ¡Quizás @Iida 👓 se nos une!
— Ow... - Ochako hizo una mueca.
— Pues sí... Pero como dijo Iida-kun, será para la próxima. - Izuku se encogió de hombros.
— ¡Aún así! ¡Yo quería verlos! - Se quejo la chica.
— Pues puede que Tsuyu se nos una como a las 6, como dijo. - Se encogió de hombros.
— Y tampoco va a venir Todoroki, ¿Verdad?
— No, Todoroki-kun casi no sale, su papá no lo deja mucho. - Izuku hizo una mueca.
— Pues entonces seremos puros Perros-leones hoy, hehehe~
— ¡Cara redonda! ¡Ven para acá! - Katsuki llamó a la castaña y rápidamente está fue con él.
Izuku se quedó solo unos segundos... Espera, esa sensación otra vez... Volteó a los lados. ¿Por qué se sentía...?
Y ahí lo vio, otra vez. Ese cabello blanco, esa ropa rasgada, solo que... Ésta vez, en su rostro, había una extraña máscara. Izuku se le quedó viendo unos segundos, la máscara le impedía ver si lo estaba viendo a él pero... Era muy obvio que lo hacía, no podía simplemente ignorarlo, era demasiado incómodo... ¡Y él ignoraba su alrededor muy fácil! ¿¡Que estaba pasando?!...
No, espera. Ese chico no se veía tan mayor que él... ¡Ah! De seguro iba en su escuela en un grado superior...
— ¡Deku, ya nos vamos! ¡¿Vas a venir o no?! - El gritó de Kacchan lo distrajo de la figura misteriosa. Volteó hacia atrás, viendo que sus amigos ya estaban a varios metros lejos de él.
— ¡Ah! ¡Sí, ya voy! - Y empezó a correr. Cuando llegó con ellos volteó unos segundos hacia atrás y... El tipo ya no estaba. Como si se hubiera desvanecido con el aire.
Tranquilo, Izuku, no es nada... Solo lo estás imaginando.
La competencia comenzaría en cualquier momento.
Izuku tenía su libreta en las piernas y la pluma en mano, totalmente preparado para anotar lo que viera. Mina estaba sentada junto a él jugando con su mano (por alguna razón siempre lo hacía) pero él no pudo evitar quitársela unas dos o tres veces para acomodarse, buscar entre sus cosas, revisar su celular, etcétera. Él movía los pies impacientemente esperando a que el primer partido comenzara. Eran doce equipos, y este día era la primera fase, por lo que solo irían a haber seis partidos para dentro de dos semanas tener otros partidos para puntos, después en un mes unas eliminatorias bien, después las semifinales en mes y medio, y en dos meses las finales. ¡Esto era tan emocionante!
— ¿Emocionado? - Mina preguntó sentada junto a él, moviendo los hombros animada.
— ¡Mucho! - Contestó Izuku sonriente. — ¡Tengo curiosidad de los demás equipos! También que técnicas utilizan, para ver si las podríamos integrar para la siguiente competencia y qué hacen mal para evitarlo y así... - movió los pies de arriba a abajo.
De repente el árbitro sonó su silbato. En una gran cartulina pusieron los nombres de los siguientes concursantes. ¡Qué intriga! No era su equipo pero parecían muchachos igual de buenos que sus amigos. ¡Aunque no tanto como Kacchan! Pensó también.
Y la primera competencia se dio, pero los equipos no dieron mucho qué hablar. Los equipos eran "Los hurones" contra "Los cangrejos", y aunque batallaron el primer partido se acabó en menos de dos minutos cuando el equipo de "Los hurones" tiró a todos los miembros de "Los cangrejos" en pocos golpes.
— Eso no fue emocionante - Dijo Mina, estiró su espalda bostezando.
— Fue un partido algo anticlimático, pero al menos sabemos ahora que Los cangrejos ocupan mayor entrenamiento para el próximo año. - El muchacho se encogió de hombros, dejando la libreta de lado.
La muchacha volvió a bostezar.
— Voy a ver cómo están los chicos y preguntarles cuando les toca. - Mina se levantó rápidamente. — ¿Te quedas solito?
— Oh, eh... Claro. - Izuku asintió con la cabeza. — Me mandas mensaje de a qué hora van porfa.
— ¡Claro! - Y Mina se fue.
No pasaron ni dos minutos cuando el siguiente partido comenzó. Esta vez estuvo más reñido, el equipo de "los calamares" atacaban con fuerza a "Los lémures voladores", pero estos se defendían con maestría. ¡Este partido si que sería más emocionante! El maestro tierra de los calamares retrocedió un poco por una ráfaga de agua de los lémures-
Espera.
¿Qué-
Oh no, no otra vez.
Volteó a los lados. ¿¡Quién lo estaba viendo?! ¿¡Por qué se sentía así?! El muchacho volteó hacia atrás y no vio nada...
Se tranquilizó unos segundos, respirando hondo. Tranquilo, Izuku, tranquilo... Supuso que simplemente hoy... ¿Tendría ansiedad? Quizás.
Volteó hacia el frente y el partido acabó. ¡Rayos! Perdió de vista el partido...
Pero al menos el siguiente partido seguía pronto. Eran los leones-armadillos contra los búfalos Yak. El partido comenzó y comenzó a anotar lo que veía, aunque aún sintiera que lo veían. ¡Simplemente ignóralo Izuku! ¡De seguro solo te anda dando un mini ataque de ansiedad!
Estuvo tranquilo durante ese partido y los dos siguientes. ¡Y ya tocaba el turnos de los perros-leones! ¡Estaba muy emocionado!
Volteó al frente moviendo los pies. Se preguntaba donde estaba Mina, pero al ver a Kacchan salir no pudo evitar gritar y emocionarse.
¡Y empezó el partido! Kacchan comenzó con un golpe fuerte hacia adelante, haciendo retroceder a uno dos espacios. Uraraka le siguió con un golpe de similar fuerza. Sero y Kirishima con dos golpes hicieron que sus oponentes retrocedieran. ¡Todo iba demasiado bien! ¡Izuku no dejaba de apoyar a su equipo! ¡Iban geniales! ¡Todo estaba genial, maravilloso!
Hasta que sintió una respiración en su cuello.
Todo a su alrededor se detuvo... su mirada se posó sobre el suelo... no pudo mirar a otro lado, su corazón empezó a latir con fuerza, no podía moverse, sus oídos escuchaban las voces y gritos a su alrededor pero lo escuchaba apagado como si de la nada estuviera dentro de una burbuja de aire, entía que no podía respirar sentía que todo empezaba a dar vueltas que todo se empezaba a mover como si estuviera en un terremoto sentía que algo lo apretaba del cuello que por alguna razón su cuerpo se volvía arena sentía que en cualquier momento se iba a hacer polvo que iría a morir todos iríamos a morir
— ... Hey, ¿Midori? - Sintió una mano amiga que lo sacó del repentino transe.
Volteó hacia su lado, vio a Mina ahí junto a él, con su mano en la espalda. Luego volteó hacia el frente de golpe y vio como Kacchan estaba volteando hacia donde estaba él. Esta distracción hizo que Kacchan fuera atacado, provocando que retrocediera un espacio. El muchacho rubio volteó hacia enfrente frunciendo el ceño y empezó a sacar todo su poder, tirando de la plataforma al chico que lo atacó.
Y se acabó el partido.
Espera. ¿En qué momento se acabó? ¡No pudo ver a los demás jugar! ¿Qué-
— Midori... ¿estás bien? - Volvió a escuchar la voz de Mina, que lo volvió a traer a la realidad. — Estás muy pálido, ¿Te sientes bien?
— Eh... Sí, estoy... Estoy bien. - Suspiró y agradeció para sus adentros que Mina hubiera llegado. Quizás solo... Solo imaginó la respiración... O quizás fue un accidente de quién estaba atrás.
Izuku no dijo nada más, solo empezó a respirar. Su corazón se había calmado ya... Pasó sus manos por su rostro, pero estaban sudorosas y solo se embarró el sudor en la cara.
— Parece que viste un fantasma o algo. - Mina se empezó a reír al instante.
— No sería la primera vez... - Dijo para sí mismo.
— ... ¿Aah?
— ¡N-Nada! Nada, Ashido-chan... Sólo... Me-Me dio un ataque de nervios, estoy bien.
— Hmmmm... - Ella entre cerró los ojos. — Bueno... - Ella simplemente dijo y se encogió de hombros, volteando hacia el frente para ver al árbitro anunciando quienes pasarían a la siguiente ronda.
La chica tomó la mano de Izuku otra vez, y empezó a jugar con ella, delineando con los dedos las líneas que tenía en las mismas.
Pero, contrario a otras veces que simplemente le quitaba la mano con delicadeza, está vez prácticamente se la arrebató de golpe.
Ambos se quedaron viendo el uno al otro unos segundos.
— P-Perdón.
— No te preocupes, creo que no debí hacerlo cuando te acaba de dar un mini ataque de... Lo que sea que fue eso - Ella simplemente dijo, haciendo una mueca.
— ¡Y por último, los perros-leones pasan a la siguiente etapa! ¡Todos digan Yeah! - Anuncio el árbitro, que era hombre de cabello parado y lentes con un tatuaje en la frente. Los de su equipo celebraron automáticamente, excepto Kacchan que desde que acabo el partido (y ahora que lo recuerda, quizás incluso desde que estaban jugando...) lo estaba viendo.
— ¡Midori, los chicos pasaron a la siguiente prueba! ¡Felicidades! ¡Hiciste un buen trabajo entrenándolos! - Ella simplemente dijo, pero no sé atrevió a tocarlo como normalmente haría. Y él solo pudo sonreír un poco, aunque aún le daban muchos nervios lo que acababa de pasar...
— ¿Quieres ir con los chicos? Quizás te ayude a distraerte el caminar un poco. - Volvió a tocarle el hombro. Izuku simplemente asintió. — ¿Si? Entonces vamos... - Ella se levantó de su asiento, y comenzó a caminar lento.
Él también se levantó y la siguió hacia arriba de las gradas atrás de ella.
Y volvió a sentir algo raro. Volteo hacia atrás.
Su mirada se cruzó con unos ojos rojos que recordaba de esa mañana, y lo estaban viendo de forma no grata. El tipo estaba sentado justo atrás de dónde él había estado hace un momento junto con la chica. El de cabello blanco no dejo de verlo, incluso cuando Izuku se volteó a otro lado para tratar de ignorarlo no lo dejó de ver, lo sentía en su espalda.
Ni se dio cuenta de qué momento llegó a dónde estaban los del equipo (¿Enserio? ¿¡Otra vez?! ¡Izuku! ¡Ya! ¡Por favor! ¡Presta atención!).
— ¡Y ya llegaron la Mina y el Mido! - Kaminari, que estuvo todo el evento en los lockers cuidando las cosas del equipo, dijo de golpe al verlos e hizo una extraña pose para "mostrarlos". — ¡Ahora vamos pa' la pachanga!
Los chicos estaban muy distraídos para ver lo pálido y asustado que se veía Izuku en esos momentos, inclusive a Mina se le olvidó al instante pues se incorporó rápido, como siempre. Todos distraídos, fuera del creciente pánico del cual estaba preso Izuku. Todos, excepto Katsuki quien solo se le quedó viendo.
"Hay algo mal con el nerd", de nuevo sintió esa mirada tan penetrante del rubio. Pero esta vez la agradecía. Lo distraía de lo que había sentido hace un rato...
— Deku, ¿Estás bien?
— .... ¿Yo?... Eh... - Volteó hacia atrás un poco. — Sí, eh... ehm...
— Deku. - Lo vio algo feo. — No me mientas.
— Y-Yo... No tengo nada, solo... Y-Ya sabes cómo soy, hehehehe...
— Mientes. - Entrecerró los ojos.
— S-Solo me-me siento nervioso, Kacchan. Es-Es todo...
Katsuki hizo una mueca, pero terminó rodando los ojos, y lo jaló del brazo.
Mientras iban caminando, Izuku no podía evitar voltear hacia los lados y hacia atrás aunque Katsuki lo siguiera jalando del brazo. ¿Que pasaba si el tipo lo estaba siguiendo? ¿Quién era? ¿Qué quería? ¿Por qué lo seguía? ¿Y si Mina tenía razón y era un fantasma? ¿Perturbó a un muerto? ¿Y-Y si los espíritus se habían enojado con él? ¿Y-Y si todo era por saber el nombre del avatar? ¡S-Su mamá le dijo en la mañana que iban a pasar cosas raras! ¿¡Era este tipo de cosas?! ¿¡Debía huir y proteger a sus amigos?! ¿¡Y-Y si el tipo lo quería-
— Nerd, estás murmurando. - Dijo de golpe el rubio, sacándolo de la espiral de pensamientos en la que estaba entrando.
— ¡A-Ah! ¿E-Enserio? Perdón... - Simplemente dijo.
Katsuki rodó los ojos y lo jaló más fuerte, justo frente a él.
— Al menos intégrate, idiota. - Lo empujó hacia el frente, metiéndolo en la bola de muchachos.
— O-Okay... - Intentó sonreír, pero no pudo evitar ver hacia atrás unos segundos.
Automáticamente, Ochako pasó la mano por el cuello de Izuku (la chica se tuvo qué poner de puntitas) e hizo que tuviera qué voltear hacia adelante otra vez.
— ¿Y qué te pareció el partido, Deku-kun? ¿Lo hicimos bien?
— ¡L-Lo hicieron bien! - Dijo. Vio al menos poco del partido y habían empezado excelente.
— Hmmm ¿Solo bien? - Sero preguntó con las manos en el cuello, caminando despreocupado.
— Muy bien. Vi muchas cosas buenas entre ustedes y se lograron comunicar bien sin palabras, confiaron entre ustedes, hicieron un muy buen trabajo enserio. - Dijo solo el de cabello verde.
— Pues no sé si quedarte tieso viendo al piso cuente cómo "haber visto el partido" - Mina dijo en voz baja. Izuku volteó a verla haciendo una mueca, negando con la cabeza. Ella simplemente se encogió de hombros.
— ¿Tieso? - Kirishima preguntó en voz alta.
— N-Nada, Kirishima-kun - Izuku simplemente dijo, Mina rodó los ojos.
— Yo una vez me quedé tieso - Denki dijo de golpe, deteniéndose. — Cuando hice por primera vez un rayo.
— Tieso y pendejo - Sero completó, riéndose y sin dejar de caminar. Chocó con la espalda del de cabello rubio. — ¡Hey!
— ¡Cállese, que ya llegamos! - Dijo señalando hacia una casa justo frente a dónde estaba... Espera, eso no era una casa.
Era una mansión.
Kaminari timbró-espera ¿No era su casa? Ah, no importa, Kaminari siempre salía con cosas raras, quizás olvidó sus llaves o algo.
Izuku, por millonésima vez en ese día, se volvió a distraer volteando a los lados. Sabía que todos se estaban concentrando alrededor de Denki, pero el de cabello verde no podía evitar voltear a los lados a modo vigilante.
Y justo cuando creyó que esa día no podía ir peor, Izuku vio al tipo que lo llevaba siguiendo desde esa mañana.
Dio unos pasos hacia atrás de dónde estaba. El tipo avanzó un poco. Él dio otro paso, el tipo volvió a avanzar, y en un repentino ataque de quién-sabe-con-qué-fuerza, salió corriendo extremadamente rápido (cosa que no era normal en él).
Pero no importó pues el tipo lo empezó a perseguir corriendo igualmente.
(Mientras tanto, Katsuki sintió una brisa pasar, y al voltear a dónde creía que estaba Deku, vio el espacio vacío, y a los metros estaba el idiota corriendo.
— ¡HEY, DEKU! ¿¡PARA DÓNDE CHINGADOS VAS?! - Gritó el rubio, pero Izuku no se detuvo solo lo vio seguir corriendo y dar vuelta en una esquina. Junto al grupo pasó un tipo corriendo que dio vuelta en la esquina por dónde se fue Deku pero su cerebro en ese momento no conectó nada. — Entren, voy por el nerd. - Dijo el rubio, empujando a quien tenía en frente sin importarle.)
Kacchan corrió detrás de Izuku, quien sentía la mirada de su amigo tras el, pero también sentía la otra mirada del tipo de cabello blanco y, por mucho que quisiera (para hacer que Kacchan dejara de correr atrás de él) NO podía parar.
Intentó voltear un poco para verlo, y lo único que vio fue una máscara hecha de manos, y que tenía manos de madera alrededor de su cuerpo. A pesar de lo fantástico de su traje extraño araposo y lleno de manos, se veía demasiado físico para ser un fantasma o algo así.
Y ahora que lo pensaba, si bien al principio se sorprendió cuando lo vio en la escuela, por alguna razón su cerebro solo le hizo pensar "oh, ha de venir a mi escuela en un grado más alto" pues no se veía tan grande. Pero ahora que lo sintió durante el partido de Pro-Control en las gradas (y peor, respirando el en el cuello) y después que lo vio justo detrás de dónde estaba sentado, se dio cuenta de que quizás no era tan joven como creía, mínimo era unos cuatro años mayor... y que precisamente lo estaba siguiendo.
¿Tanto solo por haber chocado con él esa mañana? ¿Desperdiciar un día entero siguiendo al don nadie de Izuku? Quizás
Pero el hecho de que su madre le haya dicho que iban a pasar cosas raras si sabía el nombre del título del Avatar no lo dejaba en paz. ¡Debió decirle a su mamá en cuanto vio al tipo raro! ¡Y debió haber vuelto a cas-no espera no puede volver a casa, si volvía a casa ¡Podría poner en peligro a su mamá! ¡Pero ahora él estaba en peligro!... Preferible él en peligro a qué su mami estuviera apuros por su culpa.
Así que comenzó a correr mucho más rápido.
— ¡DEKU, DETENTE! ¿¡QUÉ CREES QUE HACES?! - Escuchó a Kacchan a lo lejos, pero no se detuvo. Con una fuerza que no supo de dónde sacó, trepó una reja de alambres y saltó al otro lado, esperando que el tipo no lo siguiera.
No sabe cuánto tiempo más estuvo corriendo, solo sabe que le pegó la brisa de la playa en la cara y, en ese momento, solo pudo voltear unos segundos.
Y solo vio a Kacchan atrás de él, quién haciendo pequeños saltos y un poco de fuego control que sacaba de las manos (y que ahora pensaba que entonces preocupó mucho a Kacchan como para usar fuego control de forma ilegal para alcanzarlo) llegó con él derrapando un poco, quedando a tan solo centímetros de su cara.
— ¡DEKU, PENDEJO! ¡ME HAS TENIDO CORRIENDO POR COMO DOS HORAS! ¿¡QUÉ MIERDA TE PASA?! - Lo agarró de los hombros, agitándolo con enojo.
Espera, ¿Dos horas corriendo?... ¿Lo perdió? Izuku solo vio a su alrededor buscando a ese tipo, buscando y buscando, y no vio nada...
Suspiró tranquilo, comenzando a marearse. Vaya que correr dos horas era cansado...
............
O quizás simplemente era la sensación del palpitar de su pecho, o el zumbido en sus oídos, o el sentir que sus piernas y brazos en cualquier momento se dejarían llevar por la gravedad, o el sudor bajando por su cuello que le causaba escalofríos, la repentina sensación de muerte...
Espera-
— ... ¿Izuku? - Solo sabía que Kacchan justo frente a él quién no dejaba verlo con enojo y preocupación.
— Kacchan, tengo mucha sed.
Y de repente, todo se hizo negro.
Si había algo que Katsuki sabía sobre Deku (y que los demás no sabían... O que quizás no querían notar) era que, todo el tiempo, era una mata de nervios; pero siempre los enterraba lo más profundo en su ser con tal de no preocupar a otros.
Eso lo irritaba.
Entonces ya se imaginarán como se sentía al solo ver a éste idiota agachado en el suelo sobre las puntas de sus pies abrazándose y balbuceando incoherencias que no tenían ningún sentido.
Bah, ya se le pasaría.
Otra vez el nerd estaba teniendo un ataque de pánico.
No lo mal entiendan, no era la primera vez que lo veía tener un ataque en medio de la calle. Incluso lo había visto tenerlos en clases y todos se burlaban de Izuku.
Otra de las razones por las que lo molestaban en la escuela.
Otra de las excusas que usó él cuando lo molestaba en el salón... ¡Pero ahora estaba intentando ser diferente!
Lamentablemente nunca había sido bueno dando soporte emocional, así que solo se quedó ahí, viéndolo y esperando a que el de cabello verde saliera de su predicamento, solo...
Estuvo checando su celular cada cierto tiempo, esperando que pasara la ola de pánico de Izuku... La luz del sol empezaría a ocultarse en una media hora (más o menos), y pronto saldría la luna en el cielo (¿Sería llena esta noche? Quizás).
Se agachó frente a él, y recordó lo que la vieja bruja que tiene de madre hacía cada vez que estaba muy molesto... ¿Quizás eso ayudaría? Automáticamente le puso la mano en la cabeza.
Izuku alzó la vista.
— ... ¿Cuánto tiempo me perdí?
— Veinte minutos. - El rubio contestó retirando la mano, y luego alzó una ceja, curioso. — Fue menos que la vez que nos perdimos en el bosque a los ocho. Es un nuevo récord.
— ... Ah... - El menso intentó levantarse, más se veía algo mareado así que Katsuki no tuvo opción más que ayudarlo a pararse. — Ha-Hace ya cuatro años no me da un ataque...
— Hmmmm... ¿Puedes caminar?
— Si... Sí. - Asintió un poco.— ... ¿Puedo ir a casa?
— ¿Y pa' qué me preguntas a mi?
— P-Pues por si-si querías volver a dónde Denki y los otros... Y-Yo estoy bien. — Izuku contestó, pero Katsuki rodó los ojos y lo empezó a jalar del brazo.
— Ya, vamos con tía Inko, de todas formas ni quería ir a casa del cara de burro...
—... No, espera Kacchan. - Se detuvo. — Si quieres volver está bien, yo... Yo voy a mi casa... Eh, sé cómo llegar y-
— No me vas a venir con tus pendejadas ahorita. - Dijo de golpe. — Me irrita demasiado tu pinche actitud de mártir, Deku. - Lo vio mal. — Te acaba de dar un ataque de pánico y ya andas con tus mamadas.
Izuku infló una mejilla.
— Kacchan, yo te vi emocionado con los otros, hasta-hasta me hiciste adelante para convivir y eso...
— ¡¿Ah?! - volteó a verlo feo. — Cabrón ya me hiciste correr por dos horas, ¿Ya pa que voy?
Izuku miró al suelo.
— Perdón...
Katsuki solo rodó los ojos.
Estuvieron caminando unos minutos, sintiendo la brisa marina en sus mejillas mientras el atardecer caía poco a poco para desaparecer en la noche estrellada. La playa municipal Dagobah estaba ubicada al noreste de ciudad república, afuera de la bahía Yue por lo que en esta llegaban olas muy grandes que podían inundar los comercios cercanos. Por esto, la playa y la ciudad se dividían por un gran escalón que fungía de pared y barrera para dividir las olas más agresivas que podían entrar. Y es por estás mismas olas que Dagobah estaba repleta de basura marítima, pues eran los desperdicios que quedaban de los barcos pesqueros que abandonaban en las orillas o que quedaron inundados con el pasar de los años. Aunque también se sabía que compañías y personas irresponsables venían a tirar sus desperdicios y cosas que ya no quisieran por ahí.
De milagro no apestaba. ¡Puaj! ¿Se imaginan?
Caminaban por la orilla del escalón, lo único que evitaba que cayeran a la playa era un barandal que apenas y les llegaba arriba de las rodillas.
— ¿De qué estabas corriendo?
— ¿U-Uh?... - Izuku se rascó una mejilla. —
— No intentes engañarme. Estabas corriendo de algo. Y te dio un ataque de pánico. Así que-
— ¿E-Entonces no-no viste al tipo de las-las ma-manos?... Ah, de-de seguro no. Qui-Quizás Mina tenía razón y lo que me estaba siguiendo era un fantasma o espíritu que perturbé. Di-Digo tenía el cabello blanco y parecía natural como si fuera un viejito pero se veía bastante joven quizás unos años mayos que yo pero-pero así son los espíritus digo la princesa Yue tenía el cabello blanco como la luna porque tenía parte del espíritu de la luna dentro de ella quizás el espíritu era algo así y por eso me estaba siguiendo, mamá dijo que iban a empezar a pasarme cosas por saber el nombre del avatar quizás se refería a perturbar espíritus digo mi-mi mamá- - Izuku comenzó a murmurar cosas otra vez.
Katsuki se quedó pensando unos segundos... ¿Tipo de la manos? ¿Lo perseguía desde que salió de su casa? ¿A qué-
Espera.
Ahora que lo recuerda, vio a un tipo de cabello blanco detrás de Deku en el partido; y cuando iban caminando a lo lejos también estaba un tipo cerca todo cubierto de figuras parecidas a manos; y cuando estaban corriendo el tipo corrió también detrás de Deku, incluso se puso una máscara que parecía estar hecha de Madera e imitaba también manos...
Y no le había tomado importancia porque después de un rato el tipo se fue por otro lado, ahí fue cuando Katsuki decidió alcanzar al nerd impulsándose con fuego control; aunque estuviera prohibido, pues el tonto parecía... Demasiado asustado y necesitaba llegar con él.
Sabía que Deku podía ver cosas desde muy chico, cosas que a veces no lograba comprender lo cual lo irritaba más de lo que Deku ya lo irritaba. Al inicio creyó que estaba loco, porque las cosas que veía el nerd eran demasiado fantásticas... Pero le creyó cuando que se perdieron juntos en el bosque a los ocho, y un montón de luciérnagas que formaban el cuerpo de una chica los guiaron en el camino de vuelta a casa. Y lo más extraño era... Que el nerd hablaba con las luciérnagas...
Pero... Si había visto al tipo de las manos... Espera, ¿Deku estaba corriendo del tipo?... ¡¿Lo estaban persiguiendo?!
— ... ¿¡TE REFIERES A ESE LOCO DE ROPA RASGADA Y HOLGADA?!
— ¿¡T-TÚ TAMBIÉN LO VISTE, KACCHAN?! - Izuku se sobresaltó. — O-Oh no, ento-entonces si era una persona... - Llevó su mano a su boca. — N-No era un fantasma como-como Mina dijo...
— A ver a ver. Cálmate. - Estaba algo irritado otra vez por los murmullos del de cabello verde. — ¿Cómo sabes que te estaba persiguiendo?
— D-Desde que salí de mi casa lo vi. Y estaba afuera de la escuela... Y en el partido me respiró en el cuello...
Katsuki abrió los ojos como platos.
— ¿¡Y PORQUÉ NO DIJISTE NADA?! - Levantó la mano y le dio un zape en la cabeza.
— ¡Ay! - Deku llevó las manos a la zona golpeada. — ¡Hey, eso estuvo de más! - Infló las mejillas. — Y, uhmmm... no creí que me, ehm, que me estuviera siguiendo del todo... hasta-hasta que estabámos caminando a casa de Kaminari-kun lo noté de verdad... De-De hecho cuando lo vi en la escuela y, uhm, en el partido, fueron pocos segundos y-y- parecía que se desaparecía... por-por eso cre-creí que era un espíritu o algo...
Katsuki se sobó las sienes intentando mantenerse calmado. Respira, Katsuki, respira. Cuenta hasta diez... uno... dos... tres...
— A-Además ¿Qué quisiera el tipo conmigo? No es como si yo fuera especial o algo, y-y ni siquiera tenemos dinero como para cobrar un secuestro ¿Crees que me quería secuestrar? ¿Crees-Crees que tenga que ver con que se el nombre del avatar y las historias? Mamá dijo que iban a pasarme cosas raras y-
— ¡CÁLLATE, DÉJAME PENSAR! - Instintivamente dio un golpe con fuerza al muchacho junto a él, sin darse siquiera cuenta de dónde le pegó.
— Ouch, Kacchan... E-Eso... Dolió mu-
Y Katsuki hubiera seguido en su estupidez enojada si no hubiera sido porque escuchó algo de metal caer, y luego un grito desgarrador.
El rubio abrió los ojos de golpe.
— ... ¿Nerd? - Volteó a los lados y no vio nada. Pero un llanto de dolor se escuchaba cerca...
Volteó abajo, al gran escalón...
Verga.
No podía pensar en ese momento, solo viendo hacia abajo del escalón que dividía la playa Dagobah de la ciudad.
¡Mierda!
— ... ¡IZUKU!
Y en el suelo de la playa, junto a una piedra algo grande entre toda la basura arrumbada, estaba el de cabello verde, llorando de dolor, con la mano en su espalda, sin poder moverse mucho.
Katsuki, eres un imbécil. Eres un pendejo. Un imbécil que no se sabe controlar. Puta madre ¡prometiste ser mejor! ¿¡Qué verga te pasa?! ¿¡¿¡QUÉ CHINGADOS ACABAS DE HACER?!?!
Notes:
... eeeeeeey feliz año nuevo amikos hehehe
¡Perdonen la tardanza! Éste capítulo me costó mucho trabajo escribirlo debido a lo caótico de la narrativa, ¡tenía qué ir construyendo el ataque de pánico de poco en poco! Pero finalmente estamos aquí. ¡Espero les guste!
Oooh y tenemos una introducción interesante ¿no creen? ¿Quienes serán esas voces del teléfono? ¿Y ese muchacho de manos por su cuerpo? Hahaha no creo que sea realmente sorpresivo saber quoenes son pero... ¡aquí están finalmente los antagonistas! Espero pronto traerles el siguiente capítulo <3¡Y la pregunta de éste capítulo es!
- ¿Qué creen que es lo que los villanos quieran con Izuku? ¡Se aceptan teorías!
¡Gracias por leer!
Chapter 10: El Despertar
Summary:
"Te conozco, Katsuki. Sé que si te enteras Qué es Izuku, no lo vas a dejar ir solo a ningún lado y que lo vas a proteger... Pero quiero saber que, si lo vas a hacer, tú también te vas a cuidar. Que, Izuku y tú y todos sus amigos, que se van a cuidar entre ustedes sin importar qué. Izuku y tú sobre todo. Solo... N-No creo que mi corazón aguante que les pase algo malo, no creo que mi corazón aguante el apoyar a tu mamá si algo te llega a pasar tampoco, no creo que mi corazón pueda soportar si algo le llega a pasar a mi Izuku... Necesito saber que se van a cuidar, y que intentarán mantenerse firmes y no se dejarán doblegar ni van a ceder ante algo que los ponga en peligro. Que... Van a sobrevivir"
Notes:
TW: Heridas, huesos rotos, mal viajes de avatar(?)
(See the end of the chapter for more notes.)
Chapter Text
Lo primero que hizo fue bajar de un salto. Estaba tan nervioso que no cayó bien y se lastimó un poco las rodillas, ¡Pero no le importó! ¡Izuku estaba herido! ¡Y OTRA VEZ POR SU CULPA!
— Mierda mierda mierda.- Se hincó junto al chico que seguía llorando, extrañamente cada vez lloraba más bajo. — ¡¿Q-Qué sientes?!
— Me-Me duele, me-me duele mucho... M-Me quiero dormir ¿Puedo dormir? - Estuvo a punto de cerrar los ojos.
Pero Katsuki, de atrabancado como siempre, lo agarró de la camisa.
— ¡NO IDIOTA, NO! - Lo sacudió.
— ¡NO HAGAS ESO, DUELE! - Izuku le gritó de vuelta.
— ¡P-Perdón! ¡Verga, verga! - lo soltó e Izuku cayó de golpe otra vez.
— ¡AAAH! ¡ANDAS MÁS BRUSCO QUE DE COSTUMBRE! - Katsuki logró ver qué las lágrimas volvían.
— ¡PERDÓN! - Se llevó las manos al cabello sin dejar de verlo. Lo primero que pensó fue tomar su celular y llamar a alguien, pero... ¿A quién?... ¿¡A una ambulancia?! ¿¡Y SI LO VOLVIÓ A ROMPER COMO CUANDO HIZO QUE SE CAYERA DE UN ÁRBOL E HIZO QUE SE LE QUEBRARA EL HOMBRO?! — ¡V-Voy a llamar a Tía Inko!
— ¡N-No! ¡N-No quiero pre-preocuparla! ¡Y-Y creo que hoy iba a llegar tarde a casa a-así que lo-lo único que haría es preocuparla peor! - dijo el tonto entre lágrimas. Empezó a quejarse poquito otra vez, sin moverse mucho. — M-Me cuesta respirar...
A Katsuki le dio un tic en el ojo.
— ¿¡ENTONCES QUE HACEMOS?! - Gritó otra vez.
— N-No sé... - Empezó a poder hablar más tranquilo, aunque seguía escuchándose con dolor. — E-Es probable que me haya lastimado las costillas, por-porque me cuesta respirar... Y también... también la columna... - Dijo Izuku en voz alta.
— Mierda... Déjame checarte. - Katsuki dijo jalando un poco a Izuku, suave porque a cada movimiento el nerd se quejaba de dolor. Desamarró el grueso cinturón que mantenía toda la ropa en su lugar con cuidado, y luego le quitó la casaca...
— ¡Verga, estás lleno de moretones! - Gritó otra vez.
— Oh... - Parecía que el dolor lo estaba sedando o algo. O quizás era eso de que no podía respirar bien... — Con razón me duele.... ¿Puedo dormirme...?
— ¡QUE NO! - Le gritó. — ¡SI TE DUERMES TE JURO QUE NUNCA VOY A VOLVER A COCINARTE NADA
— ¡Ay! - se quejó el de cabello verde. — ¡Pero es que me duele y-y dormirme siempre me ayu-ayuda!
— ¡WEY, DICES QUE NO PUEDES RESPIRAR! ¿¡Y SI DEJAS DE RESPIRAR MIENTRAS DUERMES QUÉ?!
— Ay... - Izuku intentó respirar hondo, pero al parecer no pudo porque más lágrimas salieron. — Pero... Es que... Kacchan, te-tengo sueño... - Katsuki notó que a Izuku cada vez le costaba más hablar.
Por eso mismo no lo dejó quedarse dormido. Si se atrevía a cerrar los ojos le picaba uno de los moretones y con eso el tonto se volvía a despertar (quejándose, pero era la única manera que lograba que no se durmiera).
Katsuki seguía pensando qué hacer. ¡Tenía que llamar a alguien! ¡Una ambulancia o algo! ¿y si le llamaba al cara de burro-no el cara de burro apenas y podía curar comparado con la bruja-no espera la bruja solo sabe curar cosas superficiales máximo una torcedura, y esto parecía demasiado serio. ¡Era llamar a una ambulancia, sí o sí! ¡Y a tía Inko-espera el nerd no quiere llamar a tía Inko. ¡Maldita sea, Deku!
Estaba a punto de sacar su celular de la bolsa del pantalón cuando de repente, la casaca azul que dejó a un lado empezó a vibrar. ¡Verga! Empezó a revisar las prendas hasta que sintió una bolsita en el cinturón. ¡El celular del nerd! ¡Mierda! ¿Contestaba? ¿¡Y si era tía Inko?!
... Bueno, si era tía Inko ya no tendría excusa para no decirle que probablemente le partió la espalda al nerd por accidente...
Lamentablemente no era tía Inko quien marcaba, pues la pantalla mostraba solo un emoji de ranita con un fondo de ranas. Claramente era alguien más... Contestó rápido, sin importarle mucho quien fuera, solo iba a decirle "Teléfono equivocado, Bye".
— Midoriya-chan, me prometiste darme la dirección de dónde iban a hacer la fiesta y tengo media hora esperando kero, te mandé como veinte mensajes. ¿Qué pasó, kero? - Al otro lado de la línea escuchó una voz gangosa que no lo dejó decir lo que quería.
— eeeeh... - Katsuki se bloqueó unos segundos. ¡Mierda! ¡Ya no dijo su frase! — ¿Quién eres?
— ... ¿Bakugo-kun? - La chica pareció dar un suave suspiro. — Soy Tsuyu, nos conocimos en la biblioteca hace unas semanas, kero. ¿Crees que me puedas pasar a Midoriya-chan? Me prometió que me iba a dar la dirección de una fiesta kero.
— Eh-Eh... - Katsuki volteó a ver al nerd con nerviosismo. Este estaba cerrando de nuevo los ojos así que volvió a hacer su técnica no-te-duermas-nerd al instante.
— ¡K-Ka-Kacchan, deja... De hacer eso! ¡Duele! - Contestó el de cabello verde con trabajo, algo ahogado pero suficientemente fuerte para denotar que estaba intentando gritar.
— ¿Ese fue Midoriya? - La voz al otro lado del teléfono preguntó con preocupación. — ¿Está bien? ¿Esta salvaje la fiesta o que, kero?
— ¿C-Con quién ha-hablas, Kacchan?
— Con tu amiga la cara de Rana. - Dijo de golpe.
— ¿C-Cara de Rana? - la voz del teléfono pareció bufar. — Bakugo-kun, me llamo Tsuyu.
— Sí si, como sea.
— ¿E-Es Asui-chan? D-Dile que-que estoy bien, que no me rompí la espalda... - ya estaba cerrando los ojos otra vez mientras reía con nerviosismo.
— ¡QUE NO TE DUERMAS, CABRÓN! - Lo volvió a pellizcar.
— ¿Romper la espalda? - Katsuki creyó que la morra cara de Rana tenía demasiado buen oído como para poder mantener la conversación de los dos. — ¿Midoriya está bien? - La voz de la chica sonó preocupada. Tanto que omitió ese estúpido "kero" que dice siempre.
— ... E-Eh, ¿Se cayó y se lastimó? - Dijo viendo a Izuku.
— ¡Tú me tiraste!
— ¡No hables!
— Oh, está lastimadito kero... Puedo ir a ayudarles si necesitan.
— ... Tú eres maestra agua ¿No?
— Sí. - La rana dijo con seguridad. A Katsuki le pareció escuchar el ruido de las llaves al chocar entre ellas y el abrir de una puerta. — También soy enfermera, kero. Tengo mucho que aprender aún pero si Midoriya está lastimado puedo aplicar los primeros auxilios antes de que llamen a una ambulancia, kero. Dime dónde están y voy para allá.
— Po-Por playa Dagobah.
— Vivo a cinco minutos. ¿Exactamente dónde?
— T-Te mando la ubicación.
— Okay, pero rápido porfa.
Ambos colgaron. Katsuki entró al WhatsApp a ver dónde estaba el chat con la rana y mandó rápido la ubicación. La chica contestó con un emoji de pulgar arriba y al instante apareció desconectada.
Katsuki sintió un gran alivio recorrer por su cuerpo en ese instante. Volteó a ver al nerd unos segundos...
Todo saldría bien.
Todo...
Saldría bien...
Katsuki sintió que pasó una eternidad entre que mantenía despierto a Izuku y entre que lo ayudaba a darse la vuelta y acomodarse mejor. Según, al nerd le dolía más estar sobre su espalda que estar boca abajo, por lo que Katsuki no quiso protestar (pesar de que sabía que estar boca abajo podría provocarle más problemas para respirar). Le dio la razón (internamente) después de ver el gran moretón que la caída le dejó en el centro de su espalda. ¡Verga, estaba feo el puto moretón!
— Cuando va a llegar la morra ésta... - Se quejó impaciente. Ahora estaba pensando que quizás hubiera sido mejor llamar a una ambulancia. ¡Maldita sea! ¿¡Por qué no lo hizo?!
Pensó en hablarle a emergencias si la morra no llegaba en cinco minutos más... O si no la veía cerca.
Se levantó para ver a su alrededor, aunque el gran escalón no lo dejaba ver arriba de la ciudad. ¿Quizás la morra ésta no los veía porque seguía arriba? Escaló la pared para ver si estaba alguien cerca y-
— ¡Kero, ahí estás! - Katsuki escuchó la voz gangosa cerca. Volteó a su derecha y vio a pocos metros a una chica en una falda larga corriendo. — Ya te iba a marcar porque no te veía, kero - La muchacha bajó por las escaleras que estaban a dos o tres metros más o menos de dónde estaba él.
— ¡Tardaste demasiado, cara de Rana! - Le gritó Katsuki, viéndola mal.
— Bakugo-kun, tardé tres minutos en llegar, me vine corriendo, kero.
— ¡Pues hubieras gritado, no mames! - Dijo desesperado.
— Ya estoy aquí, es lo que cuenta, kero. ¿Dónde está? - Preguntó volteando a los lados y luego al suelo — ... Eso parecen costillas rotas. - Abrió los ojos como platos. — ¡Bakugo-kun! ¿¡Qué hiciste?!
— ¡No me vengas con eso ahora! - Dijo, aunque sabía que estaba rojo de vergüenza sobre todo porque la morra omitió el mugre tic verbal lo cual significaba que estaba igual de asustada que él (cosa que nunca admitiría). — ¡Hay qué curarlo! ¡Rápido!
La cara de Rana rodó los ojos y se inclinó junto al nerd, de la mochila de mano sacó un par de botellas muy grandes de agua, y usando agua control puso el contenido de una botella en sus manos. Tocó la zona donde estaba el moretón más grande.
— A-Asui-san, c-cuidado con eso, no-no vaya a pasar como la otra-otra vez
— Cállate, que estoy trabajando. - Dijo seria la rana, aunque su voz nasal sonaba más nerviosa.
— ¿¡Eh?! ¿¡Cuál que otra vez?! ¿¡Segura que sabes lo que haces?!
— Tú también cállate, no me dejan concentrar, kero. - Dijo cara de Rana, mientras fruncía el ceño. Zafó una mano del agua y abrió la otra botella, sacando el agua de esta y aumentando la cantidad que estaba usando, pero por alguna razón se estaba disminuyendo con el paso del tiempo. Aun así, el brillo del agua era más resplandeciente mientras más agua desaparecía.
Katsuki volteó a ver a la chica, que sudaba gotas gruesas sin dejar de fruncir el ceño. Sacó la lengua, como si eso la fuera a ayudar a concentrarse más. Volvió a zafar una mano y de su mochila sacó una tercera botella.
— Bakugo-kun, necesito que vayas a la tienda o farmacia más cercana y compres más botellas de agua que esto no va a ser suficiente, kero... - Automáticamente sacó el agua de la tercera botella.
— ¿¡Ah?! - Estuvo a punto de preguntar por qué él, pero al instante de ver cómo lo fulminó con la mirada solo rodó los ojos. —... ¿Cuánta agua ocupas?
— Mucha. Traje lo más que podía cargar pero ni con seis litros es suficiente, kero.
— ¿¡ERAN BOTELLAS DE DOS LITROS?!
— ¿Y-Y por qué no... No usas el agua del mar? - Izuku parecía estar cerrando los ojos otra vez. Katsuki automáticamente le pegó en la cabeza con los dedos.
— ¡NO TE DUERMAS, CABRÓN!
— ¡No me estaba durmiendo, Kacchan!
— ¡No le pegues, kero! - Tsuyu regañó al rubio. Sonó algo autoritaria, como si estuviera acostumbrada a regañar o algo.
— ¡No me digas qué hacer, cara de Rana!
— ... Eres muy grosero... - Frunció el ceño.
— A-Asui-di-digo... Tsuyu-chan, usa-usa el mar. E-Estamos cerca... El-El mar tiene la-la habilidad de ayu-ayudar a relajar los músculos... - El nerd dijo, dando bocanadas de aire grandes entre las palabras.
Tanto la cara de Rana como Katsuki se le quedaron viendo, luego se vieron entre ellos. Tsuyu volteó hacia la costa.
— Necesitamos una camilla. - Dijo ella, y al instante Katsuki se levantó y empezó a buscar entre la basura algo que sirviera de camilla. "¡Maldita sea, nerd! ¡Si te mueres juro que te mato!" Pensó Katsuki, y al instante encontró una tabla cerca. Era grande, como si fuera de una puerta, pero era ligera y robusta, suficiente para cargar a alguien encima de ella.
— Encontré esto. - Katsuki dijo rápido, poniendo la tabla al lado del nerd. Entre los dos y con cuidado, voltearon a Izuku para poder subirlo a la tabla.
El nerd se volvió a quejar en cuanto sintió como quedaba sobre su espalda otra vez, por lo que rápidamente Tsuyu y Katsuki lo cargaron y, con cuidado, lo llevaron al mar. Tsuyu pareció encontrar un lugar por el que no había basura, aunque era un poco al mar adentro, pero a falta de zona Katsuki no se quejó. Esperaba que las olas no los arrastraran a los tres, pues Katsuki se le cubrían las botas con el agua y a Tsuyu, que era mucho más baja que él, de seguro les llegaba a las rodillas o más arriba.
— Usemos la tabla para mantenerlo derecho, kero. - Dijo la chica, y al mismo tiempo lo bajaron en sincronía.
La tabla y Deku se sumergieron, el agua apenas y cubría parte de las orejas del nerd, y ya traía los ojos cerrados otra vez. Katsuki estuvo a punto de darle un neurisma, pero Cara de Rana no lo dejó hacer nada al comenzar a hacer movimientos con los brazos. El agua que estaba alrededor del nerd empezó a brillar.
El atardecer de naranjas y rosas empezaba a volverse cada vez más y más oscuro, pasando ahora a fucsias y morados. Lo único que los iluminaba mientras el sol se ocultaba y las luces de la ciudad empezaban a dominar, era el agua brillante que Tsuyu Asui estaba moviendo alrededor de Izuku de manera algo inexperta, por lo que Katsuki se mantenía alerta y no dejaba de ver al nerd. Veía de reojo a la muchacha, quién se mantenía concentrada, con la frente sudorosa, su rostro demostraba preocupación y con el pasar del tiempo está expresión empeoraba más y más.
— Oye ¿Alguna vez tuviste qué arreglar huesos? - Preguntó el rubio alzando una ceja. Si bien, el rostro de Deku se veía más relajado, la expresión de la muchacha lo preocupaba un poco.
— U-Una vez... Pero Midoriya tiene mínimo dos costillas rotas de cada lado... - Contestó ella. Se hincó y rodeó con agua de mar las costillas del nerd. — Y hay algo más, no sé qué es pero... Es como si su chi estuviera bloqueado, como si lo hubiera golpeado alguien que sabe bloquearlo.
— ¿Eh? - Frunció el ceño. — Se cayó desde una altura de dos metros. ¿No habrá sido eso?
— N-No, no creo. Si no, el punto sería sólo en donde tiene el moretón más grande, kero. - Contestó ella, pasando la mano abajo del nerd. Parecía estar aplicando más energía en esa zona. — Además, creo que no es la primera vez que siento que está así, kero: Bloqueado. - volvió a levantarse, volviendo a los movimientos que hizo al inicio.
— ¿Cómo que no es la primera vez? - Katsuki frunció aún más el ceño, si es que se pudiera.
— U-Una vez lo ayudé a liberar energía, y no lo hice muy bien que digamos, le provoqué un pico de azúcar. - Dijo ella, algo apenada. — Pero... ¿digamos que fue porque sentí-
— Sentiste que el nerd está bloqueado.
— Sí, básicamente... Tú lo conoces desde chiquito, kero. - Ella afirmó, sin dejar de moverse. — ¿Desde pequeño era así de torpe?
— Eh... Sí, siempre. - Él contestó, y al instante abrió los ojos como platos. — Espera, si el nerd tiene el chi bloqueado...
— Quizás por eso, Midoriya sea tan torpe... - Tsuyu dijo.
— ... ¿Y puedes repararlo?
— Sí. Necesito hacerlo para que la energía lo ayude a sanar más rápido kero. La... La otra vez que lo ayudé, eso hice, pero no quedó bien y creo que por eso terminó medio drogado.
— Okay... Entonces hazlo. Y que esta vez quede bien.
Tsuyu asintió, mientras mantenía la energía fluyendo en el agua, y al instante empezó a hacer movimientos más fuertes y fluidos, provocando un brillo mayor en el agua. Kacchan se mantenía cerca pero no decía nada, lo cual era extraño en su amigo pero el de cabello verde no dijo nada.
La luna empezaba a salir mientras los colores morados y fucsias se oscurecían aún más y dejaban solo unos cuantos puntitos brillantes que se podían colar entre el brillo de la luna llena y las luces de la ciudad que ya dominaban por todo el lugar.
Cuando Izuku cerró sus ojos, realmente no se había dormido. No podía, no debía, pero había sentido una gran necesidad de cerrarlos. Sobre todo al sentir el agua, al sentir el extraño cosquilleo que el agua salada tenía sobre su piel, el agua tibia a su alrededor, al sentir el brillo de la luna. Era como si algo en su interior le pidiera que los cerrara, que se concentrara en lo que estaba sintiendo en esos instantes, a su alrededor, en su interior...
"Desde que era pequeño sabía que había algo raro conmigo.
Me sentía solo y acompañado al mismo tiempo. Como si hubiera alguien ahí, pero esa persona fuera incapaz de llegar a mí. Corría y corría, pero había una barrera entre mí y esa persona, y no le dejaba llegar a mi lado. Y no era solo una persona, eran varias, varias personas que me veían a través de uno de esos espejos que usan en las habitaciones con espejos falsos. Siempre me pregunté quiénes eran pues no los podía ver. A veces pensaba que quizás eran las personas que llegaba a ver en mis sueños pero nunca lo he podido descubrir. Cada vez que no soñaba con ellos, soñaba que flotaba sobre el aire, en una habitación oscura con luces rojas que me daban mucho miedo, sentía algo extraño a mi alrededor que no me dejaba moverme, como si las luces rojas fueran cadenas que me atrapaban, que me mantenían encarcelado en un solo lugar, que no me permitían ser libre.
Nunca le conté a nadie de esto.
Aun así, cada luna llena me sentía libre, pero un miedo horrible me invadía. En luna llena, ese lugar oscuro se deshacía en polvo, era por eso que tenía esa horrible pesadilla, o al menos eso creía. Digo, era cuando lograba moverme finalmente en mis sueños, a pesar de que una nube negra me rodeaba y no me dejaba moverme bien.
Lo peor era que esa misma nube parecía estar en mi cuerpo físico también.
Desde pequeño fui muy torpe y olvidadizo, tanto que por cualquier cosa me caía o tropezaba o tenía dedos de mantequilla, incluso olvidaba la fecha de mi propio cumpleaños y mamá me tenía qué recordar. A veces incluso el solo respirar era un infierno, pero nunca dije nada. No quería preocupar a la gente a mi alrededor.
Mas había días donde sentía que esa nube se disolvía en gotas de agua y recordaba cosas mucho mejor, o incluso podía moverme mucho más rápido, ganaba agilidad y fuerza, mis músculos se llenaban de energía y sentía como si mi cuerpo por fin pudiera llegar a su potencial real. Esos días eran días de luna llena. Justo como el día que me quedé encerrado en la biblioteca, como el día del incidente de los antílopes-zorro, como cuando tuve la pesadilla en casa de Kacchan... Cómo hoy.
El agua brillante me rodeaba, y aunque apenas sentía la energía que emanaba, empezaba a sentir la luna elevarse en el cielo. Era igual que siempre: La luna llena me llenaba las venas de energía, aunque era extraño porque era un rayo que llegaba y se iba al instante, en intervalos de tiempo, como si se colara su luz en mi cuerpo a través de las grietas que dejaba aquella nube que evitaba que fuera libre al cien por ciento. A pesar de todo, la energía que me llenaba bajaba considerablemente el dolor en mi pecho, en mi espalda, en mis costados.
En este tipo de momentos, era cuando lograba sentir a esa gente llegar a mí, pero hablaban a través de una bocina y no me podían tocar. Sobre todo veía a un hombre alto, a veces se me aparecía como un hombre fuerte, a veces como un hombre flaco y esquelético, pero en ambas versiones siempre tenía una sonrisa suave, unos ojos amables, y mucho conocimiento que no podía descifrar aún.
La primera vez que logré escucharlo fue cuando me quedé encerrado en la biblioteca, después de que llegué a casa y me negué a ver la pesadilla. Me dijo algo de la puerta extraña de la biblioteca. Esa que me daba mucha curiosidad de abrir, esa que necesitaba abrir, que tenía conocimiento que me ayudaría a descubrir por qué no podía sentirme libre. Cuando vi la pesadilla en un flash el hombre estuvo conmigo y me abrazó, como si intentará ayudarme a llevarla. No pude, era demasiado para mí en ese entonces.
Sentí el brillo en el agua aumentar, sentí al mismo tiempo las luces rojas a mi alrededor empezar a quemarme, a intentar encerrarme más en aquella oscuridad, como si quisieran no desaparecer. Estaba seguro que hice una mueca de dolor, pues logré escuchar a Kacchan decirle algo a Tsuyu como "¡Cara de rana, lo estás lastimando!" Más ella no se detuvo. Las luces se mantenían firmes, intentando rodearme aún más, como maleza aferrándose al suelo fértil de un jardín descuidado, muriendo lentamente por las manos cuidadosas de un jardinero que poco a poco cortaba con sus propias manos la maleza y sembraba nuevas flores y plantas y arreglaba el descuidado jardín.
Sentí la mano de Kacchan tocar mi brazo y mi pecho.
Y de repente, me sentí al fin libre.
El hombre grande apareció a mi lado, y junto a él muchos más, muchas figuras desconocidas, figuras sin nombres-espera ¿Esa es Korra? ¿Ese es Aang? ¿Y hay más personas atrás?
... ¿¡Ah?!"
Cuando vio como el nerd empezaba a apretar los puños, a sudar muchísimo, a medio retorcerse encima de la tabla e incluso a hacer ruidos extraños con la boca, sintió que algo poco a poco se quebraba dentro de Deku. No sabía qué era, pero automáticamente sintió que esto de desbloquearlo quizás... no estaba tan bien como había pensado al inicio.
— ¡Cara de rana, detente! ¡Lo estás lastimando! - Le gritó, evitando con todas sus fuerzas sonar quebrado. El verlo lo...
No, Izuku llora por los dos. Katsuki NUNCA llora frente a los demás. Ni aunque sean lágrimas de frustración.
— ¡Si me detengo ahora, puede que quede mal! ¡No puedo! - Dijo ella mientras continuaba con los movimientos. — ¡Puede quedar peor de cómo estaba! ¡Lo que sea que lo está bloqueando es peor que las costillas rotas, kero!
— ¡¿CÓMO QUE PEOR?!
— ¡E-Es como si los hilos de Chi estuvieran partidos a la mitad! ¡Como si todo su chi estuviera por todos lados sin conexión correcta! ¡Los hilos de Chi funcionan como cables, y estos parecen como si tuvieran falsos por todo su cuerpo!
— ¿¡Eh?!
— ¡Debo continuar o esto que estoy haciendo lo puede matar!
— ¿¡ENTONCES VAS A TERMINAR?!
— ¡Si! - Tsuyu exclamó. — ¡Ayúdame a que quede todo cubierto con el agua!
Katsuki, sudando gotas gruesas, automáticamente se hincó en el mar, sintiendo las olas aún más. Tomó a Izuku del brazo izquierdo con la mano izquierda y con la otra mano del pecho, presionándolo contra la tabla y sumergiéndolo hasta que lo cubría todo el cuerpo excepto del rostro.
Con tan solo tocarlo, sintió que toda su piel se volvió de naranja. Tsuyu continuaba con los movimientos. Estaba tiesa, las venas de sus brazos sobresaltadas, con la luna llena en todo su esplendor. Y automáticamente supo que Tsuyu Asui estaba usando el poder de la luna para ayudar Izuku Midoriya.
"Hay algo mal con el nerd", la voz en su interior continuaba y continuaba. Mientras más pasaba el tiempo más fuerte gritaba esa voz, y mientras más fuerte más le dolía la cabeza, más le dolía el estómago, más le dolía la frente, justo en el centro. Sus brazos cesaban en fuerza mientras más le dolía.
Esto era un infierno.
Y cuando Izuku abrió los ojos, hubo un resplandor azul que iluminó toda el área, a pesar de esto, Katsuki no dejó de sostenerlo, incluso aunque su dolor desapareciera de golpe. El resplandor que emanaba de los ojos de Izuku duró poco tiempo pero Katsuki (y de seguro Tsuyu también) lo sintió eterno, por lo que cuando Izuku se sentó de golpe gritando y jadeando, tanto Katsuki como Tsuyu se quedaron paralizados.
"Hay algo mal en el mundo, quiere deshacerse de Izuku" la voz cambió. Cambió a su alrededor, cambió a otra persona, cambió de sentir algo en el interior del nerd a algo externo que quería hacerle daño.
— ¡¿QUÉ MIERDA ACABA DE PASAR?! - Katsuki gritó viendo a la cara de Rana, sin dejar de tener la mano sosteniendo le el brazo al nerd.
— ¡N-No lo sé! - Tsuyu cayó de rodillas cansada. — ¡M-Midoriya! ¡¿E-Estás bien?! - preguntó la muchacha, levantando la mano y tocándole la frente.
— Y-Yo... - Izuku trato de hablar, pero apretó los ojos y levantó la mano derecha, llevándola a su espalda. — A-Aún duele, pero... Y-Ya no tanto...
Tsuyu suspiró un poco más tranquila al escuchar que Izuku estaba mejor, pero... el nerd se quedó callado después de eso, viendo solo a la nada, completamente perdido como si hubiera apagado el cerebro o algo.
— ... Cara de Rana, ¿es normal que... Brille la gente cuando haces este tipo de cosas? - Preguntó en un susurro.
— N-No, creo que no kero... Pero... - Se quitó el sudor de la frente con las manos, susurrando de vuelta. — ¿Creo que fue por lo del desbloqueo? Q-Quizás sea porque-
— No continúes. - Katsuki la calló, apretando el agarre en el brazo de Izuku. — No. No digas nada. Algo-Algo de esto no me gusta.
— A-A mí tampoco, kero... - apretó los labios, formando una línea.
—... Tenemos que mantener esto en secreto. No hubo caída desde una altura de dos metros, no hubo uso ilegal de elementos, no hubo agua resplandeciente, no hubieron luces saliendo de los ojos del nerd. - Levantó el brazo del de cabello verde y lo pasó sobre su espalda. Se empezó a levantar, para llevarlo lejos de ahí. — No le digas a nadie lo que vimos ahorita. Ni siquiera a tus amigos.
— Pero si debes decirle a su madre. - Tsuyu lo siguió.
— ¿¡Eh?! ¿¡Por qué debería decirle a tía Inko?!
— ¡Porque es su mamá! Obviamente, kero. - Ella suspiró. — Y-Yo sé que dije que no-no iba a insistir más con eso de... De la investigación de Midoriya, pero...
— No. No te atrev-
— Perdona, Bakugo. Pero creo que lo que acabamos de ver es demasiado obvio. - Dijo ella con seriedad. — Se que tú crees que todo esto son cuentos, pero... - Ella suspiró, viendo al suelo. — Esto se siente antiguo y poderoso, de alguna forma.
— ... L-Le diré. Pero es mejor mantenernos escépticos. - Cargó al nerd en su espalda al momento de que llegaron a la escalera. Cara de Rana le pasó su camisa y la puso sobre la espalda de Izuku sin ponérsela bien.
Cara de Rana apretó por última vez el brazo de Deku y el de Katsuki, como esperando darles a ambos fuerzas con esto.
Y sin despedirse, partieron cada uno por su lado.
Todo el camino Izuku estuvo tranquilo, demasiado para ser verdad: no se movía mucho, no hablaba a menos que Katsuki le hablara, no se quejaba del claro dolor que aún tenía, sus ojos seguían desorientados... Lo cual era preocupante.
— Hey, nerd. ¿Seguro que estás bien?
— Sí... Me siento mejor...
— ... Okay...
Se mantuvieron en silencio unos segundos, cuando Deku al fin habló.
— O-Oye, Kacchan...
— ¿Qué?
— Escuché algo de que me pasó algo mientras Asui-san me ayudaba... ¿Que fue?
— M-Mejor te digo cuando ya estemos con tu mamá.
— Okay...
Cargar al nerd por más de hora y media en su espalda había sido un reto, pero tenía qué enfrentarlo. Katsuki decidió que lo mejor era evitar los trenes y caminar por zonas donde nadie los viera, después de que el tipo ese estuvo persiguiendo al nerd y después de verlo literalmente iluminarse sabía que estar entre muchas personas podía ser peligroso. Y llegar frente al edificio del nerd y ver qué el departamento donde vivía tenía las luces prendidas lo relajaron como no tenían idea.
— Ya llegamos...
— Yai~ - Celebró suavemente el nerd, sumergiendo la cabeza en el cabello rubio de Katsuki, dando suspiros que le hicieron tener leves escalofríos...
Pero ya estaban en un lugar seguro. Y tía Inko sí estaba en casa, contrario a lo que había dicho el menso en su espalda cuando ocurrió el accidente.
Subió las escaleras hasta el tercer piso, donde vivía la tía Inko junto a Izuku, y al estar frente a la puerta del apartamento solo pudo pensar: ¿Qué le va a decir? "Oye tía, Deku es un imbécil y un imbécil raro lo estaba persiguiendo desde la mañana y no dijo nada, y cuando me dijo yo por imbécil lo golpeé y provoqué que se cayera encima de un montón de basura en playa Dagobah que hizo que se rompiera cuatro costillas por lo que le hablamos a una de sus amigas a qué lo curará y en el proceso le hizo algo raro y ahora sus ojos brillan como lamparitas de sato-móvil" ¿No? Eso sonaba muy mal. Pero ¿Cómo carajos le iban a explicar a la madre del nerd porque estaba sobre su espalda medio muerto? ¡Era la explicación real, maldita sea!
Ni modo. Tendría que... Echarse de cabeza ante la mujer que no veía hace más de tres años...
Mierda.
Tocó el timbre dos, tres veces de forma impaciente.
— ¡Voy! - Escuchó una voz al otro lado de las puerta, y se preparó para... Lo que sea que viniera. Abrió la puerta la mujer bajita, sonriendo con suavidad. — Hola buenas noches, ¿Qué se-? ¿Katsuki-kun? ¿Qué haces aquí?
— Ho-Hola, tía Inko... - Katsuki volteó a otro lado apenado. La mujer frunció el ceño, y vio que traía algo cargado en su espalda.
—.... ¿¡Izuku?! - Exclamó viendo al de cabello verde atrás, con rostro adolorido.
— Hola mami... - Dijo el menso, sonriendo. Ugh, ¿Ahora se iba a poner en su cara de "estoy bien"? Katsuki rodó los ojos.
— ¡P-Pasen! ¿¡Qué pasó?! - Preguntó la mujer haciéndose a un lado.
— F-Fue un accidente. - El nerd dijo, sin dejar hablar a Katsuki. El rubio pasó, rodando los ojos y quitándose las botas sin quitarse a Deku de la espalda.
— Katsuki, llévalo a al baño y mételo en la bañera. - Tía Inko cerró la puerta detrás de ellos y entró corriendo a un cuarto.
Katsuki hizo caso de su tía y llevó al nerd a dónde dijo. Al bajarlo de su espalda, le ayudó a sentarse en la bañera, quitándole la camisa y los tenis. Fue a dejarlos a la entrada (automáticamente pensó que quizás debía llevarlos al cuarto de lavado. ¡Apestaban! ¿¡Hace cuánto no los lava?!).
Inko entró al baño y abrió la llave del agua. Volvió a salir y trajo medicinas y vendas en su regreso. Katsuki se quedó en la puerta observando.
— ¿Por qué tienen la ropa húmeda? ¿Por qué no traes camisa? - Preguntó la mujer. — ¿Y porque tienes arena en el cabello?... ¿Fueron a la playa? - volteó a ver al rubio. —¿Qué clase de accidente?
— E-Eh... - Katsuki intentó hablar pero se puso pálido de solo recordar el incidente. Ella bufó, y se empezó a dedicar a hacer otra curación con agua control.
— ¿Me van a decir qué sucedió o voy a tener qué quedar en las sombras? - Preguntó con voz severa.
— Ma-Mamá. Y-Yo... - Llamó Izuku a la mujer. — ¿Recuerdas que me dijiste que-que podían pasarme cosas raras si sabía el nombre del avatar? - Preguntó automáticamente. Ella frunció el ceño.
— ¿Eh? - Inko abrió los ojos sorprendida, viéndolos a ambos. Frunció el ceño y echó en el agua algunas de las medicinas que trajo. Levantó el agua de la bañera con sus manos e hizo que rodeara a Izuku por completo. — ¿Qué tiene qué ver?
— Te-Te prometí que te iba a decir si-si pasaba algo pero... U-Un tipo... Un tipo me estuvo persiguiendo desde que salí de casa en la mañana... - Izuku suspiró cuando el agua de la bañera empezó a brillar. — C-Creí que era de esas cosas que a veces veo, má. Ya-Ya sabes... Pero Kacchan también lo vio.
Katsuki notó en ese momento la diferencia entre una curandera con experiencia y lo que sea que estaba haciendo la cara de Rana en la playa. La expresión del nerd era muchísimo más tranquila que con la rana...
Verga, sabía que debió mejor llamar a una ambulancia. De seguro no hubiera pasado eso si hubiera llamado a una...
— Me estuvo persiguiendo horas, mamá... - La voz de Izuku sonó quebrada.
— Y cuando lo logró perder le dio un ataque de pánico en medio de la calle. - Katsuki continuó con los sucesos, haciendo una mueca. — Vi al tipo desde el partido pero yo no sabía que lo estaba persiguiendo hasta que me dijo. Y pues... Decidimos volver para acá pero como nos desviamos terminamos por la playa de la ciudad, en playa Dagobah.
— Caminábamos por la orilla del escalón que divide la playa y la ciudad. — Continuó Izuku. — Y... - Volteó a ver a Katsuki unos segundos — ... Me resbalé.
Katsuki estuvo a punto de decirle al nerd que no mintiera, pero la mujer interrumpió.
— ¡Izuku! ¿¡Por qué no dijiste nada?! - Preguntó alarmada.
— Tuve-Tuve mucho miedo má... - Dijo él con voz quebrada. — Pero-pero mi cabeza no me dejaba hacer nada más que huir. - Las lágrimas empezaron a salir de sus ojos. — Co-Corrí por dos horas, y Kacchan, uhm, Kacchan nos estuvo persiguiendo a mí y al tipo... todo ese tiempo.
La mujer relajó la mirada, pero volvió a verlo con severidad.
— Aun así, debiste decirme...
— ¿Este... Es el tipo de cosas que creías que iban a pasar, má? Porque-Porque si es así, creo-creo que mejor me lo dejo para mí ya, todo lo del avatar... - empezó a reír de forma nerviosa.
— Aunque a mí me dijiste luego luego en cuanto llegaste a la escuela. - Katsuki se metió, alzando una ceja.
— ... ¿Enserio también le dijiste? - Inko preguntó alzando una ceja, pero luego suspiró. — Bueno, tiene sentido, ustedes son como uña y mugre. - la mujer echó otra medicina en el agua. — Veo que te hicieron una curación antes de venir para acá. - Ella contestó, metiendo una mano en el agua y tocando el moretón que ya no estaba tan grande. — Y se siente que... ¡Izuku! ¡Tienes una costilla fracturada!
— A-Ay, ese aún-aún duele.
— Fue cara de Rana. Creo que entonces le arregló tres nomas. — Dijo Katsuki, cruzándose de brazos.
— ¿Cara de Rana?...
— Así le dice a Asui-san, mamá. - Izuku no pudo evitar soltar una carcajada.
— ¡Oh!... Ay, esa niña. - Negó con la cabeza. — ¿No me dijiste que una vez te hizo tener un pico se azúcar? Eso fue peligroso.
— Al menos lo intenta, má.
— Pues no sé si hacer que te brillen los ojos como lamparitas cuente cómo intentar. - Katsuki gruñó.
Inko se quedó estática unos segundos y volteó a ver a Katsuki.
— ¿Brillar?... - Izuku preguntó ladeando la cabeza.
— ¿¡Enserio no te acuerdas de eso?!
— ¿¡Eh?! ¿Qué le hizo esa niña a Izuku ahora?
— ¡N-No sé! ¡Dijo algo de que su chi estaba bloqueado y cuando lo estaba curando empezó a brillar!
Tía Inko se mordió la uña del dedo pulgar, como pensando.
— Miren, ahorita me sigues contando qué hizo. Necesito terminar de curar a Izuku. - La mujer, que normalmente era serena, se veía ahora nerviosa. Tomó otro frasco y luego otro. — Katsuki, ya que no creí que Izuku tuviera un hueso roto ocupo otra medicina. ¿Crees que me la puedas traer? Está en mi habitación, es un frasquito morado medio transparente que dice "extracto de consuelda".
— Okay...
Katsuki salió del baño caminando. Se metió al cuarto de la mujer, que estaba al fondo del pasillo justo frente al del nerd. Ambos se parecían, solo que el cuarto de ella era un poco más amplio y tenía una cama matrimonial.
Siempre supuso que la conservaba por si su esposo extraño regresaba. La vieja bruja siempre le dijo que el "tío Hisashi" era un raro de mierda y que era mejor que no regresara porque si lo hacía iría a recibir su ira. Era una de las pocas cosas con las que Katsuki estaba de acuerdo con su mamá: Si el bastardo padre de Deku volvía, se las vería con ambos (aunque nunca lo iría a admitir).
Empezó a buscar entre las cosas de tía Inko el dichoso frasco, pero no encontró nada.
— ¡Tía, no está! - Gritó.
—¡Creo que está en mi armario, Katsuki-kun! ¡En las puertas, debe haber una caja de cartón que dice "botiquín"! - Katsuki abrió rápidamente el armario y vio la dichosa caja sobre el suelo. Cuando la sacó, arriba de la misma había un montón de papeles mal envueltos. Los quitó y estuvo por dejar sobre la cama, pero había algo en el papel que le llamó la atención: el nombre del nerd, el título de los de los cuatro elementos o "avatar", un tal Mirai Sasaki...
Eh... Esto se ve muy... Tentativo... ¿Debería-
— ¡Katsuki! ¿¡Encontraste la medicina?!
— ¡Sí, ya voy! - Gritó Katsuki hurgando en la caja rápido y vio el frasco. Se levantó para volver al baño pero... Vio las cartas... Eran unas diez hojas, se veían... Importantes...
... ¿Debería?...
Que chingue su madre y que sea lo que los espíritus quieran. Tomó su celular y me empezó a tomar fotos a todas. Si no eran importantes las iba a borrar.
Guardó todo como estaba y regresó corriendo al baño. Le dio la medicina y Tía Inko rápidamente la puso en el agua, y volvió a hacer sus movimientos de maestra provocando nuevamente el brillo típico de curación y viendo como el nerd se relajaba tanto... Que se quedó dormido.
— Ay, este niño siempre se anda durmiendo. - Inko sonrió suavemente y dejó el agua estática. Katsuki vio que está no cubría realmente ni la mitad del cuerpo de Izuku por lo que no se preocupó que se fuera a ahogar cuando la mujer lo dejó ahí. Ella se inclinó para darle un beso sobre la frente.
Katsuki golpeó el piso con la planta del pie impacientemente, esperando ver qué hacer ahora.
— ... Katsuki, ¿Tú estuviste ahí cuando la niña Asui "curó" a mi niño? - Preguntó entrecerrando los ojos de forma inquisidora.
— ... ¿Sí? - Volteó a los lados. ¡Verga! ¡Hacía años no sentía la mirada de la mujer regordeta sobre él de esa manera!
—... Ven al comedor, cuéntame todo por favor. - se levantó y comenzó a caminar tranquilamente. Katsuki la siguió a regañadientes.
Rápidamente se sentaron, ella en la cabecera y él justo a su lado. Mantuvo las manos en las bolsas de su pantalón, intentando tranquilizarse... aunque Inko Midoriya siempre lo hacía sentirse demasiado nervioso. No sabía si era porque ella era demasiado amable y, a pesar de eso, Inko siempre se le hizo más imponente, incluso más imponente que la vieja bruja y que el viejo; o si era porque sabía que de alguna manera la mujer tenía cierta autoridad sobre él por alguna razón.
— ¿Quién estaba persiguiendo a mí hijo?
— No lo se. Era un tipo raro, traía ropas rasgadas. Parecía un vagabundo.
— Uhmmm... Eso es extraño.
— Sep. Pero como te digo, no noté que lo seguía hasta que el nerd me dijo.
— Okay, creo que eso le voy a tener que preguntar bien a mi hijo... ¿Cómo estuvo realmente la caída? - Preguntó ella tranquilamente.
— ... Y-Yo lo golpeé, fue un accidente pero básicamente yo lo tiré. No vi exactamente dónde cayó porque estaba distraído. - Se rascó la nuca, algo apenado.
La mujer hizo una mueca.
— No, Katsuki, está vez si te pasaste. Le voy a decir a tu mamá. Eso no estuvo bien...
— Ya se, carajo...
— No se les pega a quienes quieres.
Katsuki infló una mejilla regañado. Inko solo pudo suspirar suavemente.
— Pero llamaste a alguien para que le ayudara, al menos está vez no fingiste que no pasó nada como cuando Izuku se cayó del árbol y se rompió el brazo...
— Aunque más bien, ella nos habló y pues... ¿Aproveché la situación?
— Oh... - Ella alzó una ceja. — ¿Pero porque le dijiste a ella y no a mí? Ni sabías si Asui era buena en esto y yo al menos tengo experiencia.
— El nerd no me dejó hablarte. Aunque estuve a punto, la verdad.
— Ay, ese Izuku. - Ella negó con la cabeza.
— ... La rana hizo cosas raras. Primero, se gastó seis litros de agua, y luego quería más. - Empezó a numerar con los dedos. — luego Deku le dijo que usara el agua del mar y-
— ¿Usaron agua de mar? - Sonrió, aunque se veía confundida. — Supongo que estuvo bien, aunque no apoyo mucho el que usen agua sucia.
— ¡El nerd dijo!
— Entiendo. - Ella asintió, e hizo una seña para que continuara.
— Ya se estaba haciendo de noche pero la Rana aceptó, entonces pues lo metimos al mar. - Movió la pierna de forma impaciente. — Ella empezó a hacer agua control para curarlo y el agua brillaba demasiado, era extraño, aunque quizás tenía que ver con que es luna llena hoy... Además se puso toda tiesa y mientras más pasaba el tiempo más tiesa y tensa se ponía. - Inko frunció el ceño mientras escuchaba. — De la nada, ella dijo algo de que... El nerd estaba bloqueado.
— Si mencionaste eso cuando estábamos en el baño. ¿Pero bloqueo de qué?
—Algo del chi. Que parecía lo que le hacen los no maestros que pueden bloquear el poder de los maestros.
— Un bloqueador de chi... - ella hizo un mohín. —¿Y qué hizo con eso?
— Ella dijo que... Lo podía arreglar. Dijo que podía ser la razón por la que es tan torpe y olvidadizo. Y pues... Le dije que lo hiciera...
— ... Ay, esa niña... No sabe las cosas en las que se mete haciendo eso. ¡Es muy peligroso! ¡Pudo haberlo dejado mal!
— ... Q-Quizás sea por eso que... ¿Le brillaron los ojos? - Katsuki hizo una mueca.
— ¿Cómo que le brillaron los ojos? También dijiste eso pero no entiendo a qué te refieres. - Preguntó ella confundida.
— Es que... - Se encogió en su lugar. — Cuando la rana estaba haciendo su desmadre, Deku se empezó a mover de forma muy extraña, parecía que le dolía lo que estaba haciendo. Le dije a ella que parara pero la tipa dijo que no podía, que si se detenía podría pasar algo de la chingada. Luego dijo que no era solo un bloqueo, que era como si todo su cuerpo fueran cables y hubieran falsas conexiones, o algo así.
Inko se mordió la uña del pulgar, más nerviosa aún.
— Y-Y no sé cuánto tiempo paso realmente pero cuando el nerd despertó, sus ojos... Brillaron. Demasiado. Era como si fuera una lámpara. Literalmente ya solo nos iluminaba la luz de la luna, y aun así el brillo que salió de los ojos Izuku fue mucho más grande.
— ... Katsuki, necesito que estés cien por ciento de que viste ese brillo. ¿No estabas alucinando? A-A veces vivir experiencias traumáticas puede-
— La rana lo vio también, ambos lo vimos. Y si fue un resplandor tan grande como recuerdo, de seguro... De seguro alguien lo grabó y ya está en internet. Y... Era como... ¿Era algo como antiguo? Ella dijo que se sintió así, y... ¿Qui-Quizás yo también? Ta-También se sintió como si hubiera sido un... Despliegue de poder extraño. No lo sé.
Tía Inko se puso pálida, levantándose de la silla y empezando a caminar en círculos. Katsuki se le quedó viendo sin saber qué hacer o decir. Así estuvieron en silencio unos... Diez minutos, cuando la mujer se detuvo, dio un suspiro y se sentó nuevamente en su silla, viendo hacia abajo...
Levantó la mirada, directo a los ojos de Katsuki.
— Katsuki-kun... ¿Qué harías si algo malo le llegara a pasar a Izuku?
— ... ¿Por qué preguntas, Tía?
— Yo... Solo no quiero que tengas un peso en tus hombros por algo que le pase a él. - Ella hizo una mueca, preocupada. — Quisiera saberlo nada más.
— ... Creo que no tengo derecho en decirlo, pero... Si algo malo le llegara a pasar, movería cielo y tierra para evitarlo, yo... Yo intentaría mantenerlo cerca de mí. - Katsuki llevó una mano a su cabello, rascándose de forma pensativa. Hablar con su tía era una de las cosas que más le ayudaban en verdad, por alguna razón el simple hecho de tenerla cerca lo ayudaba a sincerarse, y decir cosas que solo en su corazón estaban. Su lenguaje de amor eran acciones, pero su tía de alguna forma lo hacía hablar... Quizás era por eso que la sentía tan autoritaria sobre él. — Me pondría en la línea de batalla por él. Haría todo lo posible por evitar algo malo le pase... - "Y eso me incluye a mí, alejarme de él como lo hice hace tres años, mantener mi distancia; o incluso morir por él..." pensó el rubio. — Y si algo malo le pasa intentaría salvarlo...
Ella hizo una mueca... ¿De tristeza?
— ... ¿Sabes algo? Desde que Izuku estaba en mi barriga tú-
— Si me dijo la vieja. Que lo buscaba, o alguna tontería así. - No solo se lo decía, se lo restregaba en la cara cada que podía cuando decidió "enemistarse" con Deku después de la pesadilla. En el momento, ¡Era como si se lo dijera para molestarlo! Pero ahora que comprendía que hizo mal quizás lo hacía para tratar de hacerlo entrar en razón y que en realidad siempre ellos dos se iban a estar buscando.
— Así es... - Inko asintió con la cabeza, pero volvió a llevar el pulgar a sus dientes, mordiendo su uña de forma pensativa. Parecía buscar las palabras correctas para decirle algo más. – Pero es que... no solo fue eso, Katsuki. Tú... De alguna manera, sabías cosas, detectabas como estaba mi Izuku, de hecho... Creo que aún lo haces, ¿No? Es como si siempre supieras que algo le pasa, como si supieras que hay algo dentro de él que está mal o que está bien o algo.
Katsuki frunció el ceño. Nunca le dijo a nadie que el nerd lo volvía loco con lo que sentía de él, ese sentimiento que le decía que había algo muy mal con Izuku, ese sentimiento que, cuando vio esa luz azul saliendo de sus ojos, cambió de dirección: ahora le decía que todo el mundo estaba mal, que... Había algo mal en el mundo y que intentaría destruir al de pelo verde. Y ahora temía por su amigo. Y ahora que lo pensaba, eso fue lo que sintió cuando el menso le habló de su pesadilla cuando tenían diez años. Eso era realmente lo que sentía.
— ¿Cómo sabes eso? - Katsuki entre cerró los ojos.
— El día en que Izuku nació me lo dijiste, con tus ojos. - Lo miró directamente, con una sinceridad que solo había visto en los ojos de su amigo cuando éste le contó aquel horrible sueño que lo atormentaba. — No sé cómo lo hiciste pues eras un bebé, pero... Básicamente me avisaste que iba a nacer, y que había algo mal con él.
Katsuki vio al piso.
— No sé si sabes Quién es Izuku... Digo, por supuesto que lo conoces, sabes quién es para ti, sabes quién es para mí, para tus papás, para su padre y para los amigos que ambos comparten... Pero no sabes quién es para el mundo en el que vivimos. No sabes Qué es Izuku, ni lo que puede llegar a hacer, lo que le puedan hacer o lo que pueda pasarle en el futuro...
— ... ¿Por qué me estás diciendo esto? ¿A dónde quieres llegar? - Preguntó en un susurro. Por alguna razón su cabeza le decía que él no era quien debía estar teniendo esa conversación, pero al mismo tiempo su corazón le decía que TENÍA que estar ahí, que ocupaba respuestas a lo que acababa de decir la mujer. ¿Cómo que el nerd es algo más? ¡Es el nerd! Por el amor de los espíritus...
— Solo... - Ella suspiró, llevándose las manos a sus ojos tratando de contener las lágrimas que venían. - Te conozco, Katsuki. Sé que si te enteras Qué es Izuku, no lo vas a dejar ir solo a ningún lado y que lo vas a proteger... Pero quiero saber que, si lo vas a hacer, tú también te vas a cuidar. Que, Izuku y Tú y todos sus amigos, que se van a cuidar entre ustedes sin importar qué. Izuku y tú sobre todo. Solo... N-No creo que mi corazón aguante que les pase algo malo, no creo que mi corazón aguante el apoyar a tu mamá si algo te llega a pasar tampoco, no creo que mi corazón pueda soportar si algo le llega a pasar a mi Izuku... - Ella le dedicó una sonrisa amable. — Necesito saber que se van a cuidar, y que intentarán mantenerse firmes y no se dejarán doblegar ni van a ceder ante algo que los ponga en peligro. Que... Van a sobrevivir.
— ... - Katsuki solo pudo asentir con la cabeza. Inko sonrió, pero las lágrimas salían de sus ojos. Se levantó y se acercó a darle un beso en la frente al rubio.
Katsuki estaba a punto de preguntar por qué lloraba con toda esta extraña plática, cuando-
— ¡MAMÁ! - Escucharon el grito de Izuku desde el baño.
Izuku sabía que se quedó dormido rápido.
Estaba flotando en agua, tanto en el mundo físico como en el mundo de sus sueños.
Cuando abrió los ojos en sus sueños simplemente empezó a nadar en el gran mar, como si nada de lo que pasó esa noche hubiera realmente pasado. Y después de un rato, se preguntó: ¿Era este lugar el cuarto oscuro en el que siempre estaba antes de que Tsuyu lo destruyera sin saberlo? Y si hubo luna llena ¿Tendría el sueño de la luna roja?
— Solo si tú quieres verlo lo harás. - Escuchó una voz cerca y automáticamente se levantó. Continuaba flotando, y ahora que lo pensaba más bien parecía que estaba flotando.
— ¿¡Q-Quién anda ahí? - Preguntó alarmado, cerrando los puños y levantándolos y preparándose para lo que sea que viniera.
— ¡Por fin puede contestarme, joven Midoriya! ¡Eso fue más rápido de lo que esperaba! ¡Y también creo que no debería de murmurar todo lo que está pensando! ¡Aunque eso me gusta, le hace diferente de todos los que venimos antes de usted! - La voz profunda y alegre volvió a hablar, Izuku la escuchó detrás de él y se volteó rápido dando golpes al aire. Un hombre grande y musculoso levantó los brazos bloqueando los golpes del muchacho, pero empezó a reír de forma jovial. — ¡Vaya que tiene energía después de todo lo que pasó hoy, joven! ¡Creo que eso es algo que todos compartimos! - Le dedicó una gran sonrisa.
Izuku dejó de golpear y solo ladeó la cabeza.
— ... ¿Quién es usted? ¿Cómo sabe mi nombre? - Lo vio de abajo hacia arriba. ¡Wow, era enorme! Y se veía... Admirable. ¡Parecía que olía a Sueños y Esperanzas!
... Espera, ¿No es el señor de la pesadilla? ¿El que muere primero?...
— Ah, cierto. Debo presentarme. - Se rascó la nuca de forma apenada.
—... No, espere. - llevo una mano a sus labios, apretándolos mientras veía al piso. Uh... ¿Cuándo llegaron al piso?... ¡No! Eso no importa. Lo volteó a ver de nuevo. — Yo lo conozco, creo...
— ¡Y eso es bueno, joven Midoriya!
— ¿Eh? ¿Por qué dice eso? ¿Y podría decirme cómo es que sabe mi nombre?
— Oh, se su nombre porque tenemos algo en común que nos conecta, y ese algo en común le hará recordar su pasado. Ahora, piense. - Llevo su dedo índice a su sien, manteniendo la grande sonrisa. — ¿Qué es lo que más le gusta investigar en este mundo?
— Eh... - Dio un paso para atrás. — De-De... Del tipo de los cuatro elementos. - Se había dicho a si mismo que NO iba a mencionar el nombre del avatar en público.
— Oh, buena esa de evitar decir el nombre en voz alta. Pero debo comentarle: en este momento está en un lugar seguro, ¡dentro de su cabeza¡ ¡Puede decirlo en voz alta, si usted quiere!
— ... - Entrecerró los ojos, pero terminó suspirando.— Del avatar. - Dijo, abrazándose. Después de la mana experiencia de hoy, esperaba que le cayera un rayo o apareciera el tipo de las manos ahí o algo para atormentarlo otra vez.
— ¡Muy bien! ¡Así se hace! - Le dio un pulgar arriba, para luego reírse muy MUY alto.
Espera, era sonrisa, esa risa...
Izuku recordó algunas de las muchas historias de su madre: Si bien su mamá le contó de los viejos avatares con fecha y todo como si fuera una clase de historia (pero omitiendo datos importantes que él tenía que buscar), siempre hubo uno que destacó entre los que contaba a pesar de nunca darle fechas exactas o cosas con lo que pudiera ubicarlo en una línea del tiempo, todo era debido a la... Familiaridad con la que hablaba de él. De Aang contaba sus hazañas en la guerra de los cien años y de la fundación de ciudad república, de Korra los grandes pesares que sus enemigos le causaron al grado de tener una lucha externa e interna que afectó al mundo muchas veces, de Kyoshi sus logros y fallos que llevaron a la creación de la federación tierra como la conoce hasta ahora, ¡y mucho más!... Pero de Toshinori Yagi...
Izuku se guardaba para él las historias de Toshinori Yagi, pues su mamá las contaba con alegría y dolor, haciendo sentir que eran demasiado personales como para que fueran de dominio público. Anotaba sus historias en su libreta, pero... Simplemente no las compartía, no podía. Si le preguntaban sobre Yagi simplemente cambiaba de tema. Y de sus amigos el único que sabía sobre él era Kacchan, pero básicamente sabía porque su mamá les contó historias de Yagi cuando eran pequeños.
Inko Midoriya contaba de Toshinori Yagi como si ELLA hubiera presenciado al hombre. Sabía que fue el último por los indicios que le daba pero realmente. Nunca supo en qué época fue, solo sabía que era demasiado cercano, demasiado doloroso, y demasiado incompleto como para compartir de su vida con otras personas. Mamá hablaba de las sonrisas espectaculares del hombre, de sus risas ruidosas llenas de energía que no podías evitar reírte con él, de sus abrazos cálidos, de su modo de ser tan servicial, de su amistad que llegaba al corazón, de una personalidad juguetona, de unos ojos que escondían tantos secretos como el mismo padre de Izuku; y junto a ello de todas y cada una de sus hazañas: Salvar gente con una sonrisa vivaz, ganar cada batalla que enfrentaba sin rendirse nunca (incluso si esto significaba el sacrificio de su propia vida). Su madre contaba sobre Toshinori Yagi, o All Might (como decía que también lo llamaban), como si fuera una persona muy cercana, como si fuera parte de su familia, como si... Toshinori Yagi fuera un hermano perdido de Inko Midoriya.
Los avatares eran grandes, salvando gente por deber, o afectando al mundo con su presencia, sirviendo de puente entre el mundo espiritual y el nuestro.
Pero... Pero Yagi era... No sólo era un avatar. Era un amigo, un familiar querido, un hermano... Y un héroe.
— ... Tú... ¿Tú eres Toshinori Yagi? - Izuku preguntó, sintiendo que se le iba el aliento.
El hombre relajó el semblante, mantenía la sonrisa pero ahora ya no parecía para fotografía, sino que era una llena de aliento y relajación. Quizás incluso amor y familiaridad. Y Yagi asintió. Se hincó frente al muchacho y le dio un abrazo.
Y él de cabello verde, de golpe, solo sintió unas ganas inmensas de llorar, abrazo de vuelta, escondiendo su rostro en el cuello del hombre.
No pasó mucho tiempo cuando Izuku se tranquilizó. Yagi se mantuvo adelante del muchacho, sonriendo suavemente.
— Mi madre me contó historias sobre usted. Me las contaba como si ella lo hubiese conocido... - Izuku hizo un mohín. — ¡Pero decía las cosas como si hubiera pasado hace años! ¿Cómo?
— Pues, porque realmente fui amigo de su madre. ¡Tendríamos unos... Ella unos trece-catorce y yo unos dieciséis! ¡Trabajábamos día y noche juntos! Si bien éramos un grupo completo de aprendices de maestro agua, por alguna razón Inko y yo nos hicimos amigos y nos apoyamos el uno al otro desde que le hablé al preguntarle si me podía sentar junto a ella. - Empezó a reír, pero era una risa más serena y calmada. — Era muy tímida, no hablaba con nadie realmente, y se veía algo triste. Supongo que el hecho de que la vida jamás fue justa con ella la hizo de esa forma, pero por dentro siempre fue alguien sumamente fuerte, valiente y capaz. ¡Y eso me agradó! Terminamos estudiando juntos, desde las técnicas de pelea más básicas hasta lo más profundo de la curación. ¡Y siempre se sentaba a escuchar mis historias! - Sonrió con sorna.
—... ¿¡MI MAMÁ CONOCIÓ A UN AVATAR?!
— ¡En efecto!
— ... Oh... Oh...¡Oh espíritus, mi mamá conoció a un...! -
All Might empezó a reírse mucho
— No sólo uno.
— ¿Ah? - Abrió los ojos como platos. — ¿Mi mamá conoció a otro Avatar además de usted?... - Llevó una mano a su barbilla, frunciendo ceño. —Espere, los avatares renacen, y usted era mayor que mi mamá... — Abrió los ojos como platos. — Pero-Pero no se ve muy mayor... ¿Mu-Murió ya?
— Así es.
— ¿Hace... Hace cuántos años murió?
— Hace trece años. - Se encogió de hombros.
— ... ¿Eh? ¡Espere! ¿¡Hace trece años?! ¿¡Y está en mi cabeza?! ¿¡Por qué está aquí!? ¿Es un fantasma?... ¡¿Acaso el tipo de las manos me estaba embrujando y-y por eso ahora lo veo? - Parecía al borde de un pánico nuevo, pero al mismo tiempo estaba tan emocionado que el hombre rubio solo pudo hacerle airecito con la mano para intentar calmarlo.
— No, joven Midoriya. No está embrujado. Sólo... Digamos que quería ser el primero de todos en conocerlo.
— ¡ESPERE! ¡¿ENTONCES HAY UNO NUEVO?! ¿¡QUIÉN ES?! - Estaba tan excitado que ni siquiera analizó lo que dijo anteriormente.
— Híjole, creo que está teniendo un ataque de alegría fanboy... - La cara que Toshinori Yagi hizo en ese momento, Izuku no supo si era de incredulidad o si se estaba burlando de él. ¡Oh no! ¿¡Hizo el ridículo?! ¡Rayos! ¡Sabía que se emocionaba demasiado rápido! ¿¡que-qué decía o debía hacer ahora?!... — ¿Enserio no sabes quién es el nuevo avatar?... Ah, bueno. - Suspiró y le puso la mano en el hombro. — A ver, vamos a analizar las cosas poco a poco ¿Te parece?
—... ¡Okay! - Izuku enderezó la espalda, viendo al rostro del alto hombre. Intento rebajar el ataque de emoción dando respiraciones suaves. ¡Pero era imposible teniendo a All Might frente a él!
— ¡Primero! Vamos a empezar con lo básico: dime ¿sabes quién eres tú? - Preguntó el hombre.
— ... Soy Izuku. - El chico volteó a los lados de reojo sin entender a qué quería llegar con esa pregunta.
Toshinori sonrió suavemente, aunque sonó que bufó un poco. Automáticamente Izuku se puso algo tieso. Oh no, ¿¡No era lo que quería escuchar?! ¿¡Tendría que corregirse?! ¿¡Acaso decepcionó a All Might?! Piensa, Izuku, piensa. Piensa como arreglar esto, piensa que podría gustarle piensa una respuesta más concreta-
— No, no estoy decepcionado, joven Midoriya. Solo... ¿Cómo le digo? - llevó una mano a su barbilla, — Esperaba que tuviera más claras las cosas, supongo.
Izuku hizo un mohín, como entendiendo.
— Claro, quiere algo más claro y específico... Eh... - Llevó una mano a su barbilla. — soy Izuku Midoriya pero eso ya lo sabe, tengo trece años, en Julio cumplo los catorce, soy-soy sangre tipo O negativo, mido un metro con cincuenta y seis, me gusta estudiar del avatar y los elementos... - Empezó a enlistar cosas sobre él automáticamente diciendo todo demasiado rápido como si estuviera en un examen o algo, pero Yagi lo interrumpió riendo fuerte.
— ¡N-No es eso, joven Midoriya! ¡Pero adoro su entusiasmo! - Se limpió las lágrimas que la risa le sacó. Llevo una mano a la frente, suspirando suavemente. Parecía estar pensando algo pero se quedó callado tanto tiempo que Izuku decidió hablar.
— Entonces no entiendo que quiere que le diga, All Might... - Apretó los labios en una línea — ¡Tengo trece! ¡Aún no tengo claro ni siquiera que quiero ser de grande! ¡Sé que quiero hacer pero no cómo ni cuándo ni dónde!
— A los trece uno ya sabe muchas cosas de uno mismo como lo que le gusta y lo que no. ¡Y si sabes qué quieres hacer es un gran paso! ¡Sobre todo para alguien como nosotros!
— ¿Como nosotros?...
— Exacto. - Se señaló a sí mismo y luego a Izuku.
— ¿A qué se refiere con eso? - Izuku ladeó la cabeza sin comprender. Yagi le dedicó una sonrisa.
— Todos somos diferentes. ¿Sí? La gente-
— La gente no es creada igual... - Vio al suelo pensativo. — Di-Digamos que aprendí eso a los... ¿Seis años?
— Exacto, no todos somos iguales. Algunos somos más fuertes, algunos son más sensibles, algunos son las dos cosas. - Le puso la mano en el hombro. — Y no todos tenemos claro cómo queremos hacer las cosas cuando crezcamos. Pero... - llevó un dedo a su sien, manteniendo la sonrisa. — Algunos sabemos que queremos de nuestra vida. Yo, por ejemplo, cuando estaba vivo, quería traerles paz a las personas. Aunque todo el mundo para mi época ya ignorara que era yo, aun así quería ayudar a las personas y traerles paz. ¿Qué es lo que tú quieres?
— ... ¿Ayudar a las personas? A-A quienes quiero, sobre todo. Ayudar a mi mamá, a mi familia, a mis amigos, a Kacchan... - Sonrió un poco. — Y hacerlo siempre con una sonrisa. - Lo último lo susurró, algo apenado. — Ha-Hacer lo que pueda para que la gente esté feliz...
— Esa es una gran meta, joven Midoriya. No debería avergonzarse por ello.
— ... Supongo.
— Algunas personas son altruistas por naturaleza. En sus ambiciones incluso está ese toque que hace a la gente más humana. Y gente como nosotros necesita esa humanidad, esa humildad, ese altruismo.
— ¿Por qué nos sigue comparando, All Might? Yo-Yo no soy como usted. Soy pequeño, no-no soy tan carismático como usted... N-Ni tampoco soy maestro. Soy solo un chico normal.
— No sé si ver espíritus y tener sueños de tus vidas pasadas sea algo que calificaría como "normal". - Izuku volteó a verlo frunciendo el ceño. El hombre parecía cada vez más cómodo hablando, y mientras más hablaba más... flaco se hacía, por alguna razón.
Izuku seguía sin comprender que era lo que estaba diciendo. ¿Por qué algo le titilaba en la cabeza? ¿Por qué sentía cada vez más pesado el cuerpo?
— Nosotros somos personas, sí, pero incluso siendo personas tenemos cosas que nos hacen diferentes. Usted mismo lo dijo: no todos nacemos iguales. Algunos lo hacen con ventajas, otros son ellas. Algunos más poderosos, otros no tanto. Algunos, como usted y como yo, tenemos el destino del mundo en nuestros hombros, desde épocas antiguas hasta la actualidad, pasando por cada uno de nosotros, pasando ese peso pero también esa alegría de ayudar al mundo a mantener un equilibrio, de conocer gente, de hacer amigos, de mantener esas amistades que incluso traspasan cada una de nuestras vidas y que nos acompañan hasta el fin de nuestros días y nuestros tiempos. Nana, la anterior a mí, conoció a mi mentor Sorahiko Torino. Luego yo conocí a Inko, a mi pareja, a mis amigos. Y su destino, joven Midoriya, lo reunió de nuevo con Inko, de entre todas las personas que conocí, los unió; pero también lo unió de nuevo con un pariente de sangre Beifong, aunque el apellido se perdiera en el tiempo; con una maestro aire tan poderosa como la gran Jinora a pesar de la distancia espiritual que tiene con su cultura; con alguien lo suficientemente noble y cuidadosa que está dispuesta a ayudar aunque no sepa muy bien lo que hace, pero que lo hace con ganas, porque lo quiere; con personas que, a pesar de la distancia y el tiempo, le tienen presente en su mente aunque el tiempo pase, incluso cuando su padre o madre pueda odiar lo que fuimos en el pasado; con personas que están ahí siempre para usted, aunque se equivoquen y le hagan daño, pero lo compensan cada vez que pueden e intentan estar ahí incluso en sus momentos más bajos, incluso cuando él siente que muere por dentro si algo le hace daño a usted...
All Might miro al cielo, exhalando y terminando como un hombre flaco y de apariencia débil, pero seguía siendo extremadamente imponente.
— Algunas amistades pueden durar más de una vida. Y a veces éstas evolucionan, o regresan a su origen. Algunas se vuelven familiares, otras se vuelven mucho más, como una hermandad, un romance, una conexión fuerte. Algunas almas están destinadas a estar juntas. Sobre todo con nosotros. Es parte de la vida, es una parte de nosotros esa repetición que cada vida que hemos tenido aunque todos hayamos sido muy diferentes, cada una ha tenido adversidades distintas, sufrimientos distintos, pero cada parte de esto es lo que nos mantiene cuerdos y mantiene nuestra humanidad. Es lo que nos hace aprender de nuestros errores, es lo que nos hace crecer como Avatar.
De repente, el ambiente se hizo negro. Volvían a flotar pero la negrura del ambiente no lo dejaba tranquilo. El cuerpo de All Might brillaba en una luz azul, justo igual que él.
— ¿E-Eh?... - Izuku solo sintió que su corazón empezaba a latir con muchísima fuerza. Esto no le gustaba. No. No-no, no podía ser.
¿Cómo que las sospechas de que había algo mal con él eran de verdad? ¿Cómo que todo en su vida era una mentira y no era un chico normal?
¿Cómo que Asui tenía razón?
— ¿Vidas pasadas? ¿Mi-Mi mamá? ¿Po-Porqué menciona a mis amigos? ¿E-Eh? All Might yo-Oh no. No. No soy. Yo no-Yo no puedo no-no soy-no-A-All Might yo-yo no puedo-no puedo-no soy yo ¡No soy yo! ¡No puedo ser yo!
— No dude de aquello que siempre ha sentido y tenido dentro de sí mismo. - Más luces aparecieron detrás de All Might, formando filas y filas de hombres y mujeres que brillaban en tonos azules. — Se hace más daño tratando de ignorarlo que simplemente dejarlo salir.
— ¡Ni siquiera soy maestro! ¡Soy un chico normal! ¡Estás loco! ¡Estoy loco! ¡Estoy alucinando! - Su cuerpo empezaba cada vez más y más pesado. Sentía que iba a caer pero se mantenía en el aire.
— ¿Estás seguro? ¿Qué hay de esa vez cuando estaba en la primaria, que se quemó el teatro cuando pasó junto a las cortinas de tela? Culparon a otro chico, pero usted supo que no fue él.
— Espera ¿Como sabías de todo eso?
— U hoy corriendo de aquel hombre, ¿De dónde sacó la fuerza para trepar lugares tan altos? ¿O quizás uso algo que no sabía que podía usar? Usando el aire.
Izuku abrió los ojos cuál platos grandes.
— O en el famoso incidente de los antílope-zorros, su amiga se echó la culpa pero usted sabe que ella no fue.
Izuku sintió lágrimas salir de sus ojos, cayendo por sus mejillas.
— ¿C-Como sabe-como saben todo esto?
— No crea que no lo hemos estado viendo. Tenía un bloqueo espiritual que lo separaba de todo lo que somos y lo que usted será. Esperábamos que para los dieciocho años el bloqueo de hubiera borrado por completo, ¡Pero no fue así! ¡Usted tiene ahora mayor tiempo! ¡Mayor tiempo para volverse un avatar!
— Y-Yo...
— Créame cuando le digo que usted está destinado a algo muy grande. A ser un puente entre los dos mundos. A ser el avatar en un mundo que no lo recuerda.
— ... N-No estoy muy seguro de esto...
— Si no lo está, vaya a playa Dagobah mañana otra vez. Busque a Aang entre la basura. Busque a Korra. Aprenda todo lo que pueda. Trate de usar los elementos. Esta vez ya no se va a cansar como lo hacía. La energía ahora fluye por su cuerpo de forma correcta. - Levantó las manos, poniendo una justo en el centro de su frente y la otra en el pecho.
— ¡A-All Might!
— Salúdame a tu mamá de mi parte, por favor.
Y dicho esto, los ojos de Toshinori se iluminaron, igual que los de todas las personas a su alrededor.
Y despertó.
—...................................................................................................... ¡MAMÁ!
Al entrar al baño lo primero que vio fue a Deku gateando en el suelo como lunático. Automáticamente se le amarró a la pierna de tía Inko. Parecía... Asustado.
— ¡I-Izuku! ¿¡Qué sucede?! ¿¡Porque gritas así?! ¡Me asustase! - intento agacharse o quitárselo de encima pero la mujer regordeta al parecer no pudo con la fuerza del niño de poco más de metro y medio.
— ¡Ma-Mamá! ¡V-Vi a... Vi a All Might! - Dijo volteando a verla. — ¡M-Me dijo co-cosas! ¿¡L-Lo conociste en persona de verdad?!
— ... I-Izuku, yo-
— ¡Mamá, por favor! ¡No me ocultes nada esta vez! - Se separó de la pierna abrazada y se levantó. — ¡Tú-Tú ya sabías!
— Izuku, por favor, tranquilo. S-Sólo fue un sueño ¿sí?
— No ma, no lo fue. E-En este momento ne-necesito respuestas mamá... T-Tengo miedo...
— ... - La mujer se puso tensa, y volteó a ver a Katsuki en ese instante. — Katsuki, necesito que le hables a tus papás para que te lleven a casa. Si quieres marca desde aquí pero por favor que sea rápido. Espera afuera del departamento por ellos. Yo... Tengo que hablar en privado con Izuku. - La severidad de su voz era mucho mayor que la usada en su pequeña plática. Parecía demasiado serio a decir verdad. — Y no olvides nunca lo que te dije hace rato. Pero no le digas a absolutamente nadie.
— ¿Ah?... E-Está bien... - Dio algunos pasos para atrás, Inko cerró la puerta justo en su cara pero no pudo decir absolutamente nada.
Hizo lo que su tía le pidió. Simplemente llamo y pidió que vinieran por él. Y cuando llegaron sus papás por él, no dijo absolutamente nada en todo el trayecto de regreso. Sabía que la vieja le estuvo hablando todo el camino quejándose de algo como siempre, pero Katsuki no pudo sacarse de la cabeza ese "tengo miedo" que salió de la boda del nerd.
¿Miedo de qué? ¿Porqué sonó tan... vulnerable?
¿Qué verga acababa de pasar?
Notes:
Vaya que esto fue rápido. ¿No se la esperaban verdad?
Bueno, ¡este capítulo es el que cambia todo! El status quo roto y pisoteado por todo el suelo. ¡Y todo por un accidente! Vaya que Izuku funciona como tele vieja ¿no? le das un wamazo y se le arreglan los chakras y te arregla los tuyos de una vez HAHAHAHA ¡¿Qué será de nuestros chicos, Izuku y Katsuki?!
PREGUNTA DEL DÍA:
¿Qué quieres ser de grande?¡Espero les haya gustado éste capítulo! ¡Y esperen por más!
Chapter 11: Nadie debe saber
Summary:
— Kacchan... - Esta vez Izuku fue quien lo tomo de los hombros. — Por favor, tienes que creerme... ¡T-Tú me viste! ¡Dos veces!
— Pero es-es que si... Si existe... Y si eres tú... ¿Q-Qué es lo que significa?
— N-No lo sé, no se. Yagi-san no me dijo nada ayer cuando-cuando estuve dormido...
— ¿Yagi-san? ¿Te refieres al que tía Inko llama All Might? Espera ¿Cómo-
— A-Al parecer, los viejos avatares me pueden hablar entre sueños...
— ... Todo esto es demasiado... ¿Entonces no sabes nada de nada? ¿No sabes ni siquiera que hacer? ¿No sabes por qué te... Brillan los ojos así?
— ¡Nada de nada! Ni que tengo qué hacer, ni como debo de actuar, si debo hacer algo con esto, si simplemente ignoro todo, o que. Solo-Solo dijo que aceptara quién soy pero... pero la verdad yo no quiero-no quiero esto... Lo único que creía que sabía y quería, nada de eso es verdad... Estoy demasiado confundido y asustado...
— ... Mierda.
Notes:
TW: Ahogamiento
Hice referencias a loquendo no me maten(?)
(See the end of the chapter for more notes.)
Chapter Text
Lo primero que vio Katsuki al despertar esa mañana, fue que tenía como cien mensajes no leídos en el celular. Normalmente se levantaba a las seis para hacerse su lonche, su desayuno, y todo, con mucho tiempo a pesar de que entrara a las ocho de la mañana. Cuando se dio cuenta de la hora solo gruñó, era media hora más tarde de lo que estaba acostumbrado a levantarse. De todas formas estaba a diez minutos de la escuela (mientras que el nerd vivía entre quince y veinte minutos) por lo que tenía suficiente tiempo.
Pero obvio estaba molesto porque se pasó de tiempo de sueño. Simplemente: Ayer en la noche, cuando llegó a casa se quedó dormido por todo el estrés de ese día. ¡Maldita sea! Primero la puta escuela, luego el maldito partido, luego el nerd se puso todo loco, luego tía Inko TAMBIÉN se puso demasiado loca, y luego lo corrieron del departamento como si fuera un simple extraño... Todo después de que tía Inko lo forzó a abrir su corazón sobre Deku, después de que ella dijera cosas muy extrañas.
Se sintió traicionado.
Tenía demasiadas preguntas que dudaba que le fueran a responder.
Y luego cuando llegó a casa estaba demasiado cansado pues su hora de dormir se había pasado por más de dos horas. Y tan cansado estaba que ya no checó las fotos que tomó y solo se quiso ir a dormir. Aunque claro, no esperaba que los pendejos de su equipo le llenaran el celular con un chingo de notificaciones después de volver a tener internet.
A la única persona que le contesto fue a la cara de Rana, que al parecer consiguió su celular con la cachetes de ardilla. Le preguntó cómo seguía Deku, y al menos la pudo tranquilizar. Aunque claro, seguía insistiendo con los ojos brillantes por lo que la termino dejando en visto como a todos los demás.
Y ahora que despertó de nuevo estaba inundado de mensajes...
Rodó los ojos viéndolos. Si eran de todos los pendejos.
Pero había un chat en específico que le llamó la atención.
[Chat con Deku]
Deku [02:01 AM]:
Kacchan no puedo dormir.
De seguro tu estas ya dormido hahahaha
Perdona como te mando afuera mi mamá anoche. Pero pasaron cosas...
Mi mamá me dijo cosas
Y tengo miedo hahahaha
Deku [02:20 AM]
[Mensaje eliminado]
Deku [02:30 AM]
Ignorq ese iltimo mensajw meor t digp cusnd0 te vwa hahahah
Deku [06:00 AM]:
Rayos me acabo de dar cuenta de todas las faltas de ortografía con el mensaje anterior
Pero nopude pegar el ojo toda la noche hahahahaha
Deku [06:30 AM]:
Kacchan ¿Vas a ir hoy a la escuela?
Yo no quiero hahahaha
¿No te quieres saltar clases?
No espera tu récord perfecto en la escuela no lo puedo arruinar por un capricho hahahaha
Si no quieres está bien pero cuando salgas ¿Quieres venir conmigo a algún lado?
No quiero estar en mi casa pero tampoco me quiero quedar solo todo el dia y no quiero estar cuando llegue mi mama hahahaha
Y necesito despejarme también hahahahahajgbs
Katsuki frunció el ceño. Esos mensajes... A su parecer, el nerd estuvo llorando toda la noche.
¿Qué le dijo Tía Inko?
Yo [06:31 AM]:
¿Por qué no quieres ir a la escuela?
¿Qué te dijo tu mamá?
Deku [06:31 AM]:
No quiero ir a la escuela porque no me siento muy bien. Aún me duele todo hahahaha
A parte no tengo muchas ganas de ir a ver gente ahorita
Y no quiero decir lo que me dijo mi mamá por mensaje hahahaha
El mensajetote que te envie hace rato que sale eliminado era eso pero me puse a llorar y la verdad creí que era mejor borrarlo
Y ni ganas de estsrcon mu mama gsgsgsgs
Y pregiero decirte cuando te vwa
ys estou llorsndpo otrsa ces d solo rexordar lo wie mdijo mama anpcje
Peto so quirrrs tr vep despuws de la escyels
Mierda, esto se ve mal. El nerd era meticuloso con su ortografía pero parecía que estaba escribiendo a lo pendejo... Esto demostraba que Deku estaba mal. Muy mal. Debía tomar una decisión: ¿Abandonar al nerd por ir a la escuela y mantener el récord?... O ¿Ir a ver qué pedo paso anoche y descubrir porqué lo corrieron?...
La respuesta era obvia.
Se levantó, comenzó a vestirse lo más rápido que pudo y asomó la cabeza por la puerta...
— Ya te iba a hablar, Katsuki. - La vieja estaba afuera de la puerta en su bata de dormir, alzando una ceja. — No sabía si te irías a despertar después de que ayer no me hablaste en todo el camino cuando te estaba platicando de lo bonitos que se les veían los uniformes a todos tus amigos y a ti. Tu amiguita de cabello de honguito me mandó muchas fotos de los trajes. - Sacó el celular y le enseñó las fotos. — Pero parece que a ti ya no te interesa porque andabas en casa de Inko e Izuku.
— Vieja bruja... - Dijo simplemente, haciendo una mueca.
— ¿Enserio solo me vas a decir vieja bruja? ¿Ni siquiera un gracias por dejarte dormir media hora más o por haber ido por ti tan de noche o por aguantar a tus amigotes acosándome a mí y a tu padre? No mames, Katsuki.
— Ugh... - Rodó los ojos. — Sólo voy a preguntar algo. ¿Hoy si vas a trabajar o te vas a quedar en tu estudio?
— ¿Y eso pa qué? - Alzó una ceja con sospecha.
— ¡Sólo contesta! - Le gruñó manteniendo la mueca.
— Si, voy a ir a trabajar. - Rodó los ojos.
— ... Okay. Ahorita bajo. - Y dicho esto le cerró la puerta en la cara. Parece que su madre le gritó algo más pero no le hizo caso. Solo se concentró en el celular.
Yo [06:40 AM]:
En cuanto salga de mi casa te aviso. Voy para allá.
Deku [06:41 AM]:
Mejor teveo en la estacion de trenes
Necesito iraotro lado y no quiero ir solo lado y no quiero ir solo
Por eso te decia sime acompañabas hashhshsshs
Yo [06:41 AM]:
Ok.
Sus padres entraban a trabajar temprano así que realmente no espero ni diez minutos cuando se fueron en el coche. Aun así tuvo que esperarse y asegurarse que ellos no volvieran.
Cuando vio que estaba completamente solo, salió de su casa.
Yo [06:55 am]:
Ya voy a la estación
Y Deku lo dejo en visto... Perfecto.
Odiaba que hiciera eso. Ahora no tendría opción más que estar enojado todo este capítulo ¿No?
"No, espera. No puedo ponerme así ahorita. Deku está mal. Izuku se siente mal. No te metas en tu propia cabeza ahorita, Katsuki. No puedes hacerle esto al nerd. No otra vez" pensó automáticamente, apretando los ojos.
— No. Te metas. En tu. Cabeza. - Dijo golpeándose las sienes con los dedos. Se sacudió completo y continuo su camino.
Cuando arribó a la estación de trenes que estaba por el departamento del nerd, allí lo vio, sentado en una banca de espera. Automáticamente llegó junto a él, e Izuku levanto la mirada. Se veía agitado, pero los ojos eran vacíos de vida, como si solo fuera un robot lo que estaba frente a él.
A Katsuki eso no le gustó.
Pero en un instante, Izuku sonrió de forma robótica, una sonrisa que no llegaba a sus ojos.
Eso MENOS le gustó.
— ¡Hola Kacchan! Necesito que ir a un lugar antes de ir a dónde quiero ir, ven conmigo.
— Nerd, ¿Q-Que paso con-
— Aquí no, Kacchan. - Levantó la mochila amarilla del suelo y se la puso en la espalda. — Te platico todo cuando lleguemos, ahorita no es tiempo...
— ¿Y por qué...?
— Necesito estar en un lugar privado para decirte todo, ¿Sí?
— ¿Y por qué no mejor va-
— No quiero estar encerrado tampoco, Kacchan. - Izuku mantenía esa sonrisa extraña con voz monótona, Katsuki frunció más el ceño. — Solo vamos, ¿Sí?
Katsuki rodó los ojos y simplemente lo siguió.
Se subieron a un tren que los llevó a la periferia de la ciudad, por dónde estaba el gimnasio de Denki, pero no fueron a este. Izuku guio a Katsuki a una tienda donde vendían cosas para buzos, detectores de metales, cosas para militares, y más.
Deku por alguna razón compró dos juegos sencillos de snorkel que incluían el visor y el respirador.
— ¿Para qué es esto?
— Vamos a playa Dagobah, vamos a nadar porque necesito-
— Oh no, cabrón. No me vas a poner a nadar en la basura marítima de ahí.
— Entonces devolveré un juego y entraré solo. Si quieres ya vete a casa, Kacchan. - Izuku lo dijo con tanta seriedad que Katsuki solo alzó una ceja y rodó los ojos.
— Ugh, dame eso. - Le arrebató el snorkel. — Entonces ¿A qué vamos a Dagobah?
— Vamos a buscar algunas cosas ahí. Y probablemente tengamos que nadar, puede que lo que estaremos buscando este hecho pedazos.
— ¿Qué clase de cosas quieres buscar?
—Una estatua. Una muy antigua. Y muy grande...
El camino a playa Dagobah fue lento para Katsuki, pero para Izuku fue demasiado rápido. El muchacho de cabello verde tenía demasiadas cosas en la cabeza como para prestar atención a su alrededor, y lo peor es que se le notaba demasiado, pues Katsuki parecía no dejar de verlo y de ayudarlo y evitar que corriera a los autos, chocara con árboles y postes, o más cosas del estilo.
Era como si nada le importara.
En cuanto llegaron a la zona en la que el muchacho quería buscar la dichosa estatua, Izuku solo se quitó la camisa, las vendas de los brazos y del pecho (ah, cierto, el nerd continuaba lastimado), los guantes, los tenis y los calcetines para quedarse solo en pantalones.
— Vamos a nadar, Kacchan.
— Hijo de... - Katsuki rodó los ojos, pero al final solo suspiró y se quitó la camiseta y se agachó para quitarse las botas. — Más te vale traer bloqueador en esa pinche mochila o te voy a asesinar si me quemo por el sol.
— Siempre traigo, Kacchan. - hizo un mohín y automáticamente el de cabello verde sacó una botella de protector solar. — Ya sé que te quemas mucho, entonces vine preparado... - Dijo manteniendo la mueca. Se puso en las manos y empezó a pasarle el bloqueador por los hombros y brazos. Katsuki no se quejó, solo se mantuvo viéndolo con el ceño fruncido...
— ¿Me vas a decir ahora sí que pedo? - Preguntó el rubio antes de que Izuku pasara a ponerle bloqueador por la espalda. Pudo sentir que Izuku se puso algo tenso. Eso lo hizo fruncir el ceño.
Izuku por su parte solo respiró hondo. Volteó a los lados asegurándose de que no hubiera nadie y cuando vio que estaban solos... Se relajó. Terminó de ponerle el bloqueador en la espalda y paso hacia adelante, dando más respiraciones hondas para terminar de calmarse.
— ¿Recuerdas mi pesadilla? - Preguntó, evitando el contacto visual.
— ... ¿Sí? - Katsuki frunció el ceño.
— A-Al parecer es-es un recuerdo de... ¿Algo que pasó antes?... Aaah, eso sonó tan extraño. - Dejó de ponerle el bloqueador y se sacudió el cabello nervioso.
— ... ¿Eh? ¿A qué te refieres? - Katsuki se le quedó viendo medio raro.
— I-Ignora eso, ni siquiera yo entiendo bien qué onda con eso... Eh... ¿Ha-Has oído de... Que algunas personas pueden... Renacer y eso?
Katsuki frunció aún más el ceño. Ahora que lo recuerda, la Bruja le dijo que era probable que la pesadilla hubiera sido algo del pasado, ¿No?... Apretó los ojos y sacudió la cabeza. Nah, no podía meter las cosas brujiles de Mina ahorita. Solo suspiró, y tomó el bloqueador para empezar a ponerle al de cabello verde.
— Oí de eso también el programa que me hizo pensar que era tu futuro esa pinche pesadilla de mierda y también de Mina. ¿Por qué?
— Okay, eh, porque... - movió los hombros algo nervioso. Katsuki lo detuvo apretándole el brazo. — Perdón, hehehe... - Infló las mejillas.
— Ya, suelta la sopa, maldito nerd. - Lo vio feo, aunque realmente Izuku no se intimidó por eso. Estaba... Tan metido en su cabeza en esos momentos...
Katsuki se preocupó aún más.
— ¿Si te acuerdas de las historias del Avatar? ¿De sus habilidades? D-Digo, claro que lo recuerdas hablo mucho de ello, de cómo controlan los cuatro elementos y cómo van renaciendo y renaciendo cada que uno muere en una vida y como va a la siguiente siguiendo un ciclo sin fin de fuego aire agua y tierra... - Murmuró manteniendo el mohín, con la mirada pegada en el suelo. Sintió las manos de Kacchan pasar por su cuello.
— ¿Y eso que? - Alzó la ceja.
— Te-Te dije que fue real ¿No? Eh...
— ¿... Si lo dijiste...? ¿Y eso que tiene que ver con todo esto?
— B-Bueno, eh... No solo fue real... Es Real... - Dijo el chico empezando a guardar las cosas que sacó (menos el snorkel).
—... ¿Enserio? - Preguntó el muchacho con la ceja aún más alzada.
— ¡Te estoy diciendo que lo es, Kacchan! ¡No me veas así por favor! Además, ¡esto es enserio! - Izuku le reclamo viéndolo con cara de pocos amigos.
— ¿¡Ah?! ¿¡Yo qué?!
— Tienes la cara de que no me estás creyendo... - Mantuvo el ceño fruncido.
—... Izuku, no mames. - mantuvo la mirada incrédula. — A ver. No hay pruebas ¿Tienes pruebas? No, no tienes.
— ... Eso es lo que venimos a buscar. - Dijo volteando hacia adelante.
— Buscamos una estatua. No al... Tipo ese.
— Es que... - Suspiró. — La razón por... La que buscamos la estatua es... ¿Porque sé dónde está? ¿Se dónde está a pesar de que de hecho nunca la he visto en mi vida? A-A pesar de que por lo que busqué en internet en-en páginas que ni siquiera están en la web que todos usamos sino que tuve que meterme a cosas más profundas-
— ¡No me chingues, Nerd! ¿¡Entraste a la Deep Web para buscar cosas del tipo ese!?
— ... ¿Si lo hice?...
— ... Enserio eres un nerd. - Pareció soltar una pequeña risotada, lo cual relajó un poco a Izuku. Katsuki hizo una seña con la cabeza para que continuara.
— Si, eh... ha estado esa estatua bajo el mar desde hace doscientos años y probablemente ya esté toda desgastada por el mar y siendo que tengo trece años casi catorce ni siquiera debería saber que siquiera existía. - Katsuki alzó la otra ceja, y estaba a punto de reclamar pero Izuku no lo dejó. — La-La gente en la Deep Web solo dice que-que un día simplemente alguien la hizo caer y-y ya y que nadie sabe exactamente dónde estaba. Pero yo sí sé dónde está... Y... Si está donde sé que está, entonces... Es... Probable que... ¿Yo sea...? - Izuku volteó al piso temblando, susurrando lo último.
— ... ¿Eh? Habla más fuerte no te oigo.
— Que yo... Sea... ¿Él?... Que-Que yo... Que yo sea el avatar.
— ... - Katsuki se quedó unos segundos viendo a Izuku, alzó las cejas...
A Izuku se le iluminó el rostro unos segundos... ¿¡le-le creyó?!
—... ¡pfffft! Si claro. - Dijo Katsuki con tono burlón. — Y yo soy un dragón rojo que escupe fuego, pffft — Y de sentirse validado, Izuku solo quiso que se lo tragara la tierra.
— E-Estoy hablando enserio, Kacchan... ¡S-Se que suena muy loco, pero...!
— Deku. - Lo vio incrédulo. — Vamos. No eres maestro ¿Y me vas a hacer creer que controlas los cuatro? Cómo si esas cosas pasaran. - Se burló nuevamente, rodando los ojos.
— ¡Es que es complicado, Kacchan! ¡A-Ayer seguía siendo un niño normal pe-pero con lo que pasó ayer-
— No mames, todo esto suena como shonen genérico de esos que te gustan. ¿Que acaso es una pinche historia del "elegido"? - Movió los dedos al decir eso, manteniendo el tono burlón.
— Kacchan, por favor, tienes que creerme, necesito que me creas...
— Naaaah, seas mamón - Katsuki se burló un poco otra vez, dando una risotada algo alta. Izuku vio al suelo apretando los puños. Vaya que el nerd hablaba enserio, ¿No?
Debido a lo serio que estaba Izuku, Katsuki se quedó pensando unos segundos... Ahora que recordaba... los ojos le brillaron ayer, ¿Sería por es-No, no. La rana no podía tener razón. Todo tenía una explicación, siempre la había. De seguro solo fue un exceso de energía de esa curativa. Tuvo que arreglar huesos rotos, ¡eso ocupa demasiado poder! Frunció el ceño y volvió a ver al nerd. Seguía siendo el nerd de siempre, ¿No?
— Deku. No te puedo creer esto. ¿Sabes lo maldito loco que suenas? Eres no maestro ¿Y crees que te voy a creer que puedes controlar los cuatro elementos solo porque te rompiste la espalda?
— Tú me la rompiste... - Infló la mejilla.
— Si, sí. Como sea. Entiendes, ¿No? - Se rascó la cabeza. — Es algo imposible de creer... Y a menos que tengas una forma de demostrarlo, no te puedo creer.
—... N-No sé cómo controlarlos aún... ¡Pe-Pero hay más señales! - Dijo alzando la cabeza. — Está recordar cosas de una vida pasada, desde juguetes, objetos personales, ¡incluso-incluso lugares! ¡P-Por eso digo de-de buscar, uhm, de buscar la estatua! Ta-También, eh, está poder-poder hablar con las vidas pasadas. Si-Si bien lo más característico son los elementos, si encontramos la estatua donde creo que está, lo más seguro es que... Si sea yo.
— ¿Cómo estás tan seguro de eso?
— El Avatar Sena fue la última que estuvo en presencia de la estatua del avatar Aang. - Volteó hacia el mar. — Soñé con eso... Hace mucho. Si bien no hubo guerras grandes en su época, hubo un tipo loco que usaba máscaras y trajes de cuerpo completo para hacer cosas malas, desde levantar un ejército entero para hacerle pelea a los espíritus provocando que los desterraron otra vez al mundo espiritual, hasta intentar matar a Sena más de seis veces. Él destruyó el pedestal en el que estaba la estatua y la hundió en el mar para luego provocar una pequeña guerra civil en el pueblo natal de Sena, y no se pudo hacer nada respecto a la estatua
—... ¿Y qué pasó con la estatua? ¿Que no la pudieron volver a poner?
— El presidente de esa época de Ciudad República dijo que iban a recuperar la estatua, pero era muy caro así que no lo hicieron. Y luego dijeron que iban a reconstruirla pero nunca lo hicieron porque... Sena murió y... - Izuku se abrazó fuerte, como conteniendo es un poco. — La gente empezó a olvidar... - Volteó a ver de reojo a Katsuki. — El-El siguiente avatar después de Sena nunca apareció, es como si... Hubiera desaparecido de la faz de la tierra, por más de cien años, y-y los siguientes junto con él... A Yagi-san ni siquiera lo conocen, no hay libros sobre él ni sobre Nana, las últimas menciones son de Sena y todo, absolutamente todo, está censurado. Es como si quisieran que nos olvidaran a todos...
— ... Ya sabes dónde está la dichosa estatua ¿No?
— Sé dónde estaba exactamente. Las corrientes marítimas debieron mandar al menos algunos trozos para acá. - Sacó una hoja de papel de su mochila, tenía impreso un mapa en él y marcado con plumón rojo las corrientes. — Según investigué, lo más probable es que al menos partes estén acá.
— ¿Estás seguro que está en partes?
— En-En mi sueño, cuando e-el, uhm, el tipo destruyó la base... Cayó hecha pedazos.
— Okay... Demuéstralo. - Automáticamente, Katsuki retó a Izuku.
Y con solo esas palabras, Izuku se puso recto. Dejó la mochila en el suelo y salió corriendo directo al mar poniéndose el snorkel.
— ¡HIJO DE TU PUTA MADRE, NO ME ABANDONES AQUÍ! ¡Ay maldito nerd...! - Y Katsuki corrió detrás de él.
Habían pasado un tiempo nadando entre la basura, sacando de debajo del mar la misma y dejándola entre los dos en la playa o simplemente esquivándola.
Katsuki se preguntaba si al nerd se le había zafado un tornillo. Esto era una estupidez. ¿Nadar y escarbar tanto entre la arena, todo por una estatua entre basura que cree que le va a dar UNA respuesta? ¿Y para qué tanta necesidad? Ugh.
Lo peor era que Deku cada vez iba más y más abajo. No lo admitiría pero Katsuki debía de subir a la superficie para respirar y quitarse el mareo que los golpes del agua contra sus oídos le generaban más seguido que lo que lo hacía Izuku, lo cual quizás le era un poquito frustrante.
Espera. ¿Desde cuándo el nerd era tan buen nadador?...
Volvió a sumergirse en el agua. Ahí, Izuku estaba intentando desenterrar algo más con las manos. Llegó junto a él y empezó a ayudarle... Se sentía extrañamente duro debajo. Deku logro quitarle bastante arena a una parte, y ahí ambos vieron un gran ojo de concreto. Katsuki solo parpadeó un poco viéndolo, pero Izuku de la sorpresa se hizo para atrás y "grito" sacando mucho aire de la boca. Ok, esto era una señal. Automáticamente ambos subieron nuevamente a la superficie.
— ¡AAAAAAY NO JUEGUES! - Fue lo primero que dijo el nerd al llegar sobre el mar.
— ¿¡NO JUEGO QUÉ O QUÉ DE QUÉ MIERDA?! - Katsuki preguntó alarmado.
— ¡T-Tú no, Kacchan! - Respiro hondo. — ¡Creo que encontramos la estatua! ¡Está enterrada!
— ... Pues fue pura suerte ¿No?
— ¡Claro que no, Kacchan! ¡¿Viste el ojo enorme?! E-Es demasiado grande. No-No creo que pueda... Desenterrarla.
— ¿¡Para que chingados quieres desenterrarla?! ¡Solo la querías encontrar, no mames!
— ¡N-No entiendes, Kacchan! ¡Necesito hacerlo! ¡No sé si es la que vi! ¡Necesito respuestas y solo un ojo no me las da!
— A ver, idiota. Solo estoy intentando que no te andes sugestionando con toda esta mamada. A parte tú mismo dijiste que no desenterraron esa chingadera porque era demasiado cara ¿¡Cómo vergas lo vas a hacer tu solo?! - Dijo de golpe el rubio. Izuku lo vio feo, e ignorando al rubio se volvió a sumergir.— A parte tenemos que volver a la orilla porque cada vez vamos más mar adentro y... ¿Nerd?
Y apenas se dio cuenta de que el de cabello verde no estaba con él.
— ... ¡HIJO DE LA CHINGADA! - Volvió a sumergirse.
En el fondo, Izuku seguía desenterrando con sus manos como el MALDITO loco que es.
Katsuki intentó jalarlo pero Izuku se sacudió, continuando con su extraña necedad actual. El de cabello verde quitaba arena pero el mar la devolvía a dónde estaba, y cada vez la frustración del de pecas se notaba más y más en su rostro. Pero a Katsuki no le importó, y seguía jalándolo, igual de necio sin rendirse ante el otro. La necedad de ambos hizo que, entre los jaloneos y codazos, a Izuku se le soltaran los googles y el respirador. Ambas cosas flotaban en el agua mientras Katsuki empezaba a entrar en pánico aún más, jalando a Izuku y por fin forzándolo a subir.
Pero... Izuku podía ser tan necio como el rubio, sino es que MÁS. El de pecas se logró soltar y volvió a bajar extremadamente rápido, lo cual sacó de onda a Katsuki quien no tuvo opción más que volver a bajar.
Izuku logró tocar la superficie de la estatua otra vez, destapando lo que parecía ser la frente. Terco, como era él, empezó a recorrer la arena con las manos otra vez, destapando un camino dividido en dos que parecía ser el inicio de una gran flecha: La flecha de los nómadas del aire, la que les daban cuando se convertían en maestros.
"Si es..." Pensó el de pecas. Y su desesperación y frustración solo se llenó de tristeza.
Katsuki logró llegar con él y lo agarro de los brazos para subirlo de nuevo, pero Izuku volteó a verlo: Los ojos brillando igual que el día anterior, expulsando todo el aire de su boca, y con la expresión de que estaba a punto de llorar.
Katsuki no se pudo mover de su lugar, sintiendo sus brazos ceder en fuerza mientras Izuku, aún con los ojos brillantes, volteó a ver dónde el inicio de la flecha empezaba. Se soltó del rubio, y empezó a hacer una serie de movimientos que Katsuki estaba seguro que eran de maestro agua. La corriente y el agua alrededor de ambos se empezaron a mover a la orden del de cabello verde, como si él ya tuviera experiencia con estos movimientos. La corriente generada los empujó a ambos hacía arriba, como si los movimientos quisieran que ambos vieran como la arena se empezó a mover. Rápidamente también sus movimientos gráciles cambiaron a unos más estoicos que la arena movía para descubrir toda la cara de la estatua, mostrando el rostro de un chico de su edad.
Y mientras más movimientos hacía Izuku, más agua y arena se movía, descubriendo cada vez más y más la cabeza. Para Katsuki, era como si el mar y la arena estuviera a toda la disposición del muchacho de cabello verde, como si genuinamente fuera un maestro agua, uno MUY poderoso.
Pero por muy misterioso que se viera todo esto, Izuku seguía siendo un ser humano. Katsuki vio que el brillo de los ojos de Izuku cesó, y este sólo se empezó a retorcer en el agua como si se estuviera ahogando.
"... ¡VERGA!"
Automáticamente, Katsuki tomó a Izuku en un abrazo, y subió lo más rápido que pudo a la superficie, intentando dirigirse a la playa.
Al salir a la superficie, Katsuki aventó su snorkel y tiro al nerd en la arena quien cayó de rodillas tosiendo como loco.
— ¡¿DEKU?! ¡¿ESTÁS BIEN?! - Grito el rubio.
Izuku asintió aunque estaba tosiendo muchísimo, sacando agua de mar de su boca y nariz. El rubio le dio palmaditas en la espalda para intentar ayudarlo a sacar todo, mientras en su cabeza solo intentaba calmarse por todo lo que acababa de pasar.
Después de que Izuku logró estabilizarse, ambos se quedaron unos segundos en silencio...
El de ojos rojos tomó a su amigo de los hombros, y lo hizo hincarse frente a él.
— ¡Deku! ¿¡Qué carajos fue eso?!
— Y-Yo... - Llevó las manos a su pecho, apretó los ojos y no pudo evitar llorar. — N-No sé, no-no sé qué fue eso... No... - se rascó la cabeza, se empezó a jalar el pelo muy, MUY fuerte. — No sé, no se... No sé, mi cabeza da vueltas, no sé qué está pasando no sé por qué está pasando no sé por qué ahora no se no sé no-
— ¡D-Deku, cálmate! - Katsuki tuvo que tomarle las manos, evitando que se arrancará el cabello. — T-Tranquilo... Necesito que te calmes... Mi-Mírame...
— N-No sé, no sé, no sé, no sé, no-
— Deku. - Soltó una de las manos del de pecas y la llevo su hombro. Lo sacudió con suavidad, esperando traerlo a la realidad otra vez. El de ojos esmeraldas por fin hizo contacto con los ojos rubíes. — Necesito-Necesito que te calmes, ¿Okay?... No dejes de verme, respira conmigo...
Izuku asintió, y Katsuki empezó a hacer respiraciones, tal como su padre le había enseñado cuando le estaba enseñando a usar su fuego. Izuku intentó imitarlo, pero le costaba, estaba demasiado alterado aún...
Pero Katsuki no dejó que la impaciencia lo dominara y continuó con las respiraciones, para que después de unos minutos, o quizás horas, Izuku lograra sincronizar su respiración con la de Katsuki.
— Ya, ya... Todo-Todo estará bien... - Dijo el rubio, pero frunció el ceño volteando a otro lado al instante, volteó a otro lado de nuevo. — Pero... ¿Que fue eso? T-Tus ojos... - Volvió su mirada al frente, viendo al de pecas, susurrando su pregunta.
— Y-Yo... No lo sé... No-No sé qué... No sé qué fue lo que me invadió... N-No recuerdo mucho de, eh, que hice allá-allá abajo después de ver qué la cabeza, uhm, tie-tiene una flecha en la frente...
— Deku, tú, uhmmm... Acabas de... Acabas de hacer agua control... ¿Y creo que también tierra control?...
— ... ¿Qué?... - El color de su piel desapareció al instante. Volteó a su izquierda, hiperventilando otra vez.
— Sacaste la-la cabeza del agua. - Volteó hacia el mar, y también lo hizo Izuku. Y para sorpresa del de cabello verde, ahí estaba a medio salir la cabeza.
— Oh, no...
— Y-Y te brillaron los ojos... Otra vez...
— Ay... Ay no, mierda, no... No, no, no, no... - Izuku se abrazó a sí mismo. — no estás bromeando ¿Verdad? N-No-No-O-O sea una cosa es ser fan y otra diferente es serlo y-y No-No estoy seguro de querer ser él no-no-
— ¡Esto-Esto debe tener explicación! Una-Una científica o psicológica, no esos cuentos... o-o quizás estamos ambos pasando-pasando por un trauma compartido o-o... ¡Lo-Lo que sea! - La mano que tenía en el hombro de Izuku, la subió a tocar y acariciar suavemente su cuello.
— Y-Ya te di la explicación, Kacchan... Y-Yo-
— No, no. Esos son cuentos. - lo soltó en ese instante, de la mano y del cuello, y se cruzó de brazos (o más bien se abrazó) y desvió la mirada. — Son cuentos para dormir que tu mamá nos contaba, son fantasías para dar moralejas, no existe el avatar, claro que no-
— Kacchan... - Esta vez Izuku fue quien lo tomo de los hombros. — Por favor, tienes que creerme... ¡T-Tú me viste! ¡Dos veces!
— Pero es-es que si... Si existe... Y si eres tú... ¿Q-Qué es lo que significa?
— N-No lo sé, no se. - Izuku lo soltó apretando los ojos. — Yagi-san no me dijo nada ayer cuando-cuando estuve dormido...
— ¿Yagi-san? ¿Te refieres al que tía Inko llama All Might? Espera ¿Cómo-
— A-Al parecer, los viejos avatares me pueden hablar entre sueños...
— ... Todo esto es demasiado... - El rubio mantuvo la mirada fruncida. — ¿Entonces no sabes nada de nada? ¿No sabes ni siquiera que hacer? ¿No sabes por qué te... Brillan los ojos así?
— ¡Nada de nada! - Bufo con frustración. Empezó a enumerar con los dedos — Ni que tengo qué hacer, ni como debo de actuar, si debo hacer algo con esto, si simplemente ignoro todo, o que. Solo-Solo dijo que aceptara quién soy pero... pero la verdad yo no quiero-no quiero esto... Lo único que creía que sabía y quería, nada de eso es verdad... Estoy demasiado confundido y asustado...
— ... Mierda.
Katsuki logró convencer a Izuku de que si iban a hablar de... Lo que fuera que estaba pasando, necesitaban hacerlo en un lugar cerrado, por lo que terminaron volviendo a la casa del rubio.
Se encontraban en su cuarto. Izuku acostado en cama de Katsuki y hecho bolita, Katsuki sentado en la silla de rueditas de su escritorio mientras daba vueltas mientras pensaba...
— ... ¿Qué se supone que tienes que hacer con esa... Información? - Preguntó Katsuki, entrecerrando los ojos más sin dirigirle la mirada.
— No lo sé, ni Yagi-san ni mi mamá me explicaron nada...
— Espera ¿¡Tu mamá ya sabía?!
— Sí, eh... según ella, desde que tenía como cuatro. Nunca me dijo, esperando que no resultara... - Izuku hizo una mueca, abrazando sus piernas.
— ... ¿Qué ver...? - Katsuki frunció el ceño. — Espera ¿¡Cómo supo!? ¡Tú no eres...! - Se quedó callado unos segundos... — ¡No eras maestro! - Se corrigió luego.
— Al parecer lo supo por esto. - se levantó y estiró la pierna izquierda, levantándose el pantalón del tobillo y mostrando la pulsera de Todoroki. — E-Ey, espera es la otra pierna. - Hizo lo mismo con la otra y ahora mostrando otra pulsera que tenía los colores de las cuatro naciones, hecha a mano, y que se veía más vieja que la que tenía en la otra pierna. Katsuki se acercó a ver la pulsera alzando una ceja. Izuku mejor se quedó sentado. — Está pulsera le perteneció a Toshinori, El-El que... ¿Vino antes de mí?
— Ajá, ¿Y eso qué tiene que ver en cómo tía Inko supo de ti siendo... Eso? - Volteó a verlo. Al menos ahora cada una de las preguntas que hacía ya no sonaban con ese tono burlón que estaba haciendo cuando estaban en la playa.
— Bueno, eh... Mi mamá dijo que cuando tenía unos cuatro años ella estaba llorando y pues... Yo fui a animarla pero cuando lo hice dije cosas que sólo Toshinori y ella sabían.
— ¿Y por qué te la dio? - Ladeó la cabeza.
— Antes de que Yagi-san muriera se vieron, y pues... Él le dio esto, como de "buena suerte", y ella prometió que se la iba a devolver...
— ¿Y te la dio a ti por...?
— P-Porque... ¿Soy el nuevo Yagi-san?... - Izuku hizo una mueca.
— Todo esto suena demasiado turbio, Deku.
— ¿¡Verdad que sí?! - Lo vio agitando los puños un poco. — ¡Estamos hablando de un tipo que ni conocemos pero se supone que yo fui él hace trece años!
— ¿T-Trece? ¡Tú tienes trece!
— ¡Literalmente Yagi-san murió en el segundo en que yo nací y por eso ahora estoy aquí! - Se volvió a tirar en la cama.
— ... ¡¿O sea que estás poseído?!
— ¡No-No! ¡Sigo siendo yo...! Creo... - Se llevo una mano a la barbilla pensando. Luego negó con la cabeza. — Creo que su estuviera poseído sería... Diferente... En general.
— ... Pues cuando te brillaron los ojos hace rato, parecía que lo estabas...
— Ni siquiera sé de qué hablas cuando dices eso, Kacchan...
— La verdad es que no se ni cómo explicarlo. Es de que... Literal se te ponen los ojos blancos y sale de ellos también una luz azul. Es muy extraño. - Se sacudió recordando. — Lo peor es que no pareces tú, es como si solo fueras una carcasa en esos momentos y solo... Saliera algo raro y antiguo de ti pero sin sentimientos ni nada...
— Sí suena extraño... ¿Doy miedo? - Preguntó el de pecas con preocupación.
— ... M-Más o menos... - El rubio hizo un gesto con la mano.
—... N-Nunca me ha tocado ver nada sobre luces raras de que salen de los ojos en mis investigaciones... Tendría que preguntarle a mi mamá, pero dudo que me diga... O quizás pueda preguntarles a ellos...
— Cierto, dijiste que podían hablar contigo entre sueños los tipos esos, ¿No?
— Si, según...
— ... ¡A mí me sigue sonando a qué estás poseído!
— ¡Pero no lo estoy! Además, por lo que dijo mamá ayer no es como que estén ahí todo el tiempo, yo los tengo qué llamar. Que es como... Todo el conocimiento de mis vidas pasadas a la mano... ¡Como una biblioteca!
— ... Ah no mames, eres como Wikipedia entonces.
— ¿N-No creo...? - Izuku no pudo evitar soltar una leve carcajada, relajándose un poco. — Es más como para... ¿Saber que cosas hacer? Creo que por eso es que tengo la pesadilla de la Luna Roja... - Llevo una mano a sus labios, pensando. — Creo que más bien tengo que llegarles con preguntas...
— ... entonces eres Google andante.
— Ay, Kacchan...
— Google andante y te callas. - Le dijo manteniendo la sonrisa socarrona.
— Bueno, bueno. - El de pecas no pudo evitar volver a reírse.
— ... ¿Y por qué no les preguntas que verga con todo esto?
— Es que ni siquiera sé cómo llamarlos. Se que las veces que he hablado con Yagi-san lo he hecho dormido y ya...
— Espera, ¿Veces? - Frunció un poco el ceño.
— Si, eh... Creo que he hablado con él antes de ayer, no estoy muy seguro aun así. - Suspiró. — Es que... Las otras veces que lo he visto, a parte de la pesadilla y los sueños que ahora sé que son recuerdos, había parecido un esqueleto pero ayer era el señor musculoso y grande de mis dibujos...
— Eso está muy raro. - Katsuki llevó una mano a la barbilla. - Pero dices que te hablan dormido, ¿No? ¿Por qué no lo intentas? Dormir y preguntar qué pedo está pasando
— No quiero dormir.
— Deku.
Izuku negó con la cabeza abrazándose fuerte y apretando los ojos. Katsuki bufó.
— A ver, tarado, estamos buscando soluciones. ¿Por qué no quieres dormir?
— No quiero. - Infló las mejillas. — La verdad es que ayer que hablé con Yagi-san me sentí drogado.
—... ¿Pues que se siente? - Preguntó el muchacho con curiosidad.
— Era como... Cómo si flotara en agua, pero podía respirar. Pero tampoco sentía mi cuerpo físico, sentía como si fuera una nube... Pero también una pesadez muy grande. - Se sentó de cazuelita, cruzando las piernas. — Mi cuerpo brillaba en una luz azul y mientras más nervioso me sentía me ponía como de color morado, y había mucha gente a mi alrededor formada como de vapor... Creo que eran los avatares anteriores...
— ... ¿Y cómo eran? ¿Si se parecen a los de tus dibujos?...
Izuku sonrió y asintió con la cabeza.
— Todos eran iguales. ¡Todos! La verdad eso estuvo padre... Me gustaría conocerlos más.
— ...¡¿Y porque mierda no te duermes pa´ver eso?!
— ¿¡Y ahora por qué me gritas?! - Izuku preguntó algo exaltado.
— ¡A ver, menso! ¡Quieres conocerlos más! ¿¡no!? ¡Tienes la pinche oportunidad de hacerlo! ¡Solo duérmete! ¡Eso de que sientas que te drogas pudo haber sido la combinación de lo que te puso tía Inko para arreglarte los pinches huesos y el viajesote astral que te echaste! ¡No mames!
— ... ¿Viaje astral? - Izuku parpadeó viéndolo.
— Es eso de que tú alma sale del cuerpo o algo así.
— ¿Y cómo sabes eso? Vaya Kacchan nos salió más espiritual de lo que pensaba~ - Deku se burló un poco, a lo que Katsuki se sonrojó por vergüenza.
— No sé, es una mamada que dice la bruja que quiere hacer... - Katsuki se sobó las sienes intentando bajarse el sonrojo, fingiendo enojo con eso aunque más que nada estaba avergonzado por saber de las cosas místicas de la bruja. — Tú solo pinches duérmete, medita, háblales, algo así... Mientras haces eso, voy a hacernos algo de comer... - Se levantó caminando a la puerta, y al final solo susurró. — Idiota...
— ... eres malo conmigo, Kacchan, te enojas mucho cuando estoy todo estresado... - Izuku hizo un mohín.
— ¿¡Y como vergas quieres que no me enoje si te pones así, pendejo?! - El rubio bufo. — Sólo busca soluciones, no te pongas tus moñitos y de "ay uy ay no quiero no quiero no quiero sentirme drogado" cuando tienes un problema que resolver, sobre todo con algo como esto. ¡Ni entiendo bien porque no quieres nada de esto si has estado obsesionado con el avatar desde que tenemos como tres o cuatro años! ¡Es como si desde siempre hubieras querido serlo! ¡Y ya lo eres! ¡Así que deja de quejarte a lo imbécil como si fueras un cobarde! - Lo vio feo llegando a la puerta. — Y tú no eres un cobarde... - Le chasqueó la lengua y salió de la habitación.
Izuku movió los pies un poco... Pensando en que Katsuki tenía razón... Suspiró y se acostó en la cama, cerrando los ojos suavemente y empezando a respirar...
Katsuki bajó a la planta baja mientras tenía el celular en la mano.
"Okay, entonces... Vidas pasadas... ¿cómo vergas funcionan...?" Pensó sentándose en el último escalón de las escaleras, con los brazos entre las piernas.
La primer búsqueda de Google fue inútil. Un artículo de Wikipedia diciendo sandeces, páginas esotéricas que para nada se veían confiables, incluso un blog llamado "teoriasdeluniverso.net" que parecía más un blog conspiranoico con teorías que nadie más que un imbécil cerebro de pájaro se podría inventar y más imbéciles cabezas de mierda podrían creer. ¡¿Que chingados era eso de la tierra hueca?! ¿¡Y luego gente comentaba pendejadas de la tierra plana?! ¡Enserio que eran un montón de imbéciles!
Frustrado se recargó en la pared de al lado... Al menos debería leer el de Wikipedia, ¿No?
— Okay, Wikipedia mis huevos pero... - Hizo una mueca al seleccionar la página y esperando que cargara. - "La regresión a vidas pasadas es una técnica que utiliza la hipnosis o estados de consciencia alterados para recuperar lo que parecen ser recuerdos de vidas o encarnaciones pasadas" - Leyó en voz alta, frunciendo el ceño. — "La regresión a vidas pasadas suele realizarse ya sea para encaminarse en la búsqueda de una experiencia espiritual personal o para un desarrollo psicoterapéutico"... Uhmmm, nada del avatar... - dijo en voz baja.
Se le prendió el foco.
Regresó a su búsqueda anterior y solo agregó el término "Avatar".
Nada...
Okay, ahora agrego "cuatro elementos".
Y ahora sí tuvo resultados, pero le volvió a salir el pinche blog conspiranoico... Maldita sea ¿Enserio hay gente que cree estas pendejadas?
... Espera ¡¿No se supone que nadie sabe del avatar y que hay gente que controla los cuatro elementos?!
— ¿Cómo porqué saben de Deku en un blog conspiranoico?...
Teorías del mundo oscuro: ¿Se abrió la tierra hueca o regresaron las fuerzas misteriosas de los cuatro elementos? Publicado hace 1 hora.
Inserte imagen medio borrosa de la playa a lo lejos con una luz muy fuerte parecida a un faro o las luces de un concierto
Hola muchachos raros, estamos aquí otra vez reunidos para escuchar las teorías que mi hermano me pide que publique aquí porque se sigue negando a entender del todo esté blog. Pero bueno, aquí escucharán sus teorías en su canal de Videotube.
Resumen de la teoría es una historia que mi hermano escuchó de un amigo y de los registros de un familiar nuestro hace mucho, que contaban de una persona que podía controlar los cuatro elementos a la que llamaban Ava o algo así; pero también dice que es otra posibilidad acerca de que la tierra hueca está volviendo a abrirse.
Les mando un saludo muy grande!
Na 轟 fuera.
Katsuki frunció el ceño. Al menos la descripción del tal "na" no sonaba convencida... Sacudió la cabeza y puso el vídeo.
Lo recibió la voz más malditamente robótica del mundo, pronunciando mal todo, mientras una presentación de PowerPoint se veía de fondo.
Si que iba a sufrir esta mamada de video.
¿Se abrió la tierra hueca o regresaron fuerzas misteriosas? Videos misteriosos de Ciudad República parte 4
"Hola amigos de Videotube, espero todos estén muy bien. Hace unas horas recibí por correo un vídeo de DenkzDeezNuts, quién nos comenta en la descripción "Hola Sho, me encanta tu canal de teorías y todo el contenido de tu blog, he estado obsesionado con esto desde entonces. hace unas horas vi esto y lo grabé para compartírtelo, porque hay que dar difusión a este tipo de cosas misteriosas que nunca ponen en la tele más que para burlarse. Mi teoría es que eso que has hablado de la tierra hueca y como los gases de esta se van liberando, aunque no lo sé porque se veía más como un portal muy muy grande. ¡Esto pasó en Ciudad República y no he visto noticias de esto en internet ni en los medios oficiales! Espero puedas hacer contenido con este vídeo, ¡Y mucha suerte!"
He de admitir que yo ya vi el video, y es una situación muy interesante, incluso escalofriante, pero lo mejor será que ustedes mismos lo vean para que lo comprueben".
Katsuki se sacudió un poco, pausándole al vídeo y descansando los oídos de la voz horrible
Aunque ese nombre de usuario le sonaba... Era algo que el cara de burro se pondría...
"Nah, no creo que el burro este tan pendejo para creer esas pendejadas".
Volvió a reproducir el vídeo.
"Como siempre hago, voy a reproducir el vídeo mientras comento qué está pasando y cuáles son las teorías acerca del mismo"
El vídeo muestra que se ve una gran luz mientras unas voces de jóvenes se escuchan preguntando "¿Qué es eso?". El muchacho de la cámara está temblando mientras apunta al suelo, pero no le gana el temor y sube la cámara del celular. En ese momento se puede observar a lo lejos una gran luz de color azul que proviene desde un punto del mar que estaba en la bahía de Ciudad República. Parecía que estaba muy muy lejos del punto donde salía la luz. De la nada, la luz se apagó, dejando a los muchachos en penumbra. El logo de TigTog con el nombre de usuario @DenkzDeezNuts apareció, y mientras hablaba la voz robótica se podían observar más vídeos reproduciendo escenas similares desde otros puntos de Ciudad República.
"Cómo podemos observar, parece ser como si un extraño portal se abriera al centro de la tierra desde el mar. Y el hecho que el gobierno corrupto y los medios no digan nada acerca de este suceso que, según usuarios de twister y tigtog pudieron observar igual, podemos confirmar que esto que observamos es una realidad. La teoría más aceptada es que hubo una explosión en el mar por gases naturales provenientes del centro de la tierra, lo que sustenta la teoría de la tierra hueca y los hombres topo: Están intentando comunicarse con nosotros, para que podamos ir al centro de la tierra y sobrevivir la posible siguiente gran extinción en masa.
Pero también está otra teoría. Verán, hace muchos años escuché cuentos diversos de parte de unos conocidos amigos míos, entre ellos las historias de una persona que era capaz de controlar los cuatro elementos. Según registros encontrados en la biblioteca secreta del gobierno de la nación del fuego, los cuales están prohibidos al mundo entero pero que por un informante logré obtener, se describe que esta persona fue real, y se le describe como una especie de Espíritu Etéreo, del cual emana una gran luz azul al ser capaz de controlar los cuatro elementos. Suena descabellada esta idea, pero si observamos las corrientes marítimas el día de hoy y el hecho de que apareció una gran cabeza de un maestro aire en el mar nos dice otra cosa. Aunque también eso pudo haber sido causado por la tierra hueca.
Será cosa de que investiguemos.
¿Ustedes cuál creen que sea la teoría más plausible? ¿La venida tan esperada de los hombres topo de la tierra hueca, o el regreso del dios Etéreo de la antigüedad que podía controlar los cuatro elementos?
Los leeré en los comentarios.
Les hablo Sho, el sospechoso, y espero tengan unas noches misteriosas"
... Verga. Verga verga verga verga.
¿¡Cómo chingados no se le ocurrió que habría gente que vio eso?! ¡Deku no se prendió como una puta lámpara sino como un puto faro! ¡Se vio desde el otro lado de la ciudad! ¡¿Por qué no se le ocurrió que habría gente que lo vio?! ¡Ahora estaba por todo internet!
O eso parece-espera, dijeron que no hay noticias de eso, ¿Como que no hay noticias...? Si algo así pasó y tanta gente lo vio... Deberían de al menos decir algo, ¿No?
Abrió Google de nuevo, buscando en las páginas de noticias que veía su padre a ver si no salía nada de ayer.
... Sospechoso, realmente no había nada...
Verga tenía qué decirle a Deku: estaba en internet, la gente vio todo, ¡de seguro ahora lo estarían buscando los del gobierno o algo! ¡Pero el hecho de que nadie hable de esto en medios masivos es tan... Sospechoso!
¡A parte, seguramente el tonto estaría haciendo sus cosas raras de avatar en estos momentos! No quería alterarlo más de lo que ya estaba, además de que le prometió hacer algo de comer...
Pero tenía mínimo qué comentarle que estaba en internet...
Ok hará algo rápido e irá de nuevo arriba para ver si el tonto logro hacer eso de hablar con sus antiguos yos y tantear el terreno para decirle o no. Excelente plan, Katsuki. Excelente plan.
Mientras tanto, Izuku oficialmente se dio cuenta de que hacer eso de convocar a la vida pasada de forma consciente era más difícil de lo que pensaba. ¡¿Como antes lo habrá hecho si ni siquiera sabía que eran parte de él?! ¡Ni sabía! ¡Solo se dormía y ya! A parte, no es como que... Lo hiciera a diario... Si, tenía sueños, pero no era cosa de todos los días...
Estuvo dando vueltas en la cama de Katsuki, que era más grande y suave que su propia cama, lo cual hacía algo difícil concentrarse en dormir también. Estaba pensando que tanto necesitaba hacer esto. ¿Sería realmente conveniente? Pero también la curiosidad lo mataba. ¿Por qué el mundo olvidó al avatar? ¿Que no se aprendió la necesidad del avatar tras la desaparición de Aang durante la guerra de los cien años? También cuando Luan fingió ser el avatar para mantener las apariencias cuando no encontraban al avatar Genji. ¿Qué el mundo no aprende de sus errores?...
A menos que haya sido a propósito, que alguien entre las sombras haya decidido hacerlo desaparecer... Alguien malo, un... ¡Un villano!
En ese momento recordó al otro hombre de su pesadilla. Con él nunca había hablado... Y no creía poder hacerlo, era otra persona diferente a Yagi-san... Y tenía pinta de un villano como en Dragon Ball: Monologaba, se ensalzaba con sus palabras, hasta parecía hacer trampa y ser más poderoso que Yagi-san. ¡Pero Yagi-san lo derrotó como un Power up en un anime! De ese ataque no podría sobrevivir, le encajó un pico de Tierra en la cara, mínimo le atravesó el cerebro o algo...
¡Ay, Izuku! ¡Que turbios son tus pensamientos!
Pero ahora se preguntó de nuevo como podía llamar a Yagi-san. ¡Tenía muchas dudas! Las otras veces simplemente se durmió, pero esta vez no estaba cansado, además de que por alguna razón sentía que no iría a funcionar. Yagi-san le había dicho que estaba bloqueado, y él mismo dedujo que en ciertas épocas era cuando podía hacer esas cosas gracias a energías externas a él, ¿No? Cómo cuando tenía la pesadilla pues era luna llena, y cuando hay luna llena los maestros agua se energizan, cuando pasa el cometa Sozin los maestros fuego se energizan, y así... Y si se supone que estaba bloqueado pero ya no, ¿No sería que... Ahora él mismo puede manipular esas energías para llamarlos? ¿o Incluso ir a otras partes solo con su mente o alma?... ¿Salir de su propio cuerpo?
Oh, ¡Eso sonó como lo que Kacchan dijo hace rato! ¿Que era? ¿Un viaje espacial...? No, astral, astral. ¡Y dijo que era algo de Ashido!...
— Hum, Ashido-chan es una bruja, las brujas hacen hechizos, las brujas también hacen pociones, predicciones, y meditaciones a veces... - Se sentó en la cama. — ¡Cómo con Inui-san!
Se le prendió el foco: Meditar con su psicólogo siempre lo ayudaba a bajar el estrés, aunque le costaba a veces. El señor Inui lo ponía a sentarse mientras él le decía cosas que tenía que visualizar en su cabeza: Que un árbol, que un río, que no sé qué más. Pero simplemente él se sentaba y respiraba hondo, y escuchaba a su alrededor. Le costaba siempre visualizar esas cosas pero con el tiempo fue mejorando, y recordó que una noche de luna llena él mismo se puso una meditación guiada que encontró en internet que según era de "encontrar a tus espíritus guías" (Ashido es demasiado persuasiva, ¿Ok?) y de alguna manera estaba entre ver su habitación y un mundo medio raro. Cuando no llevaba ni cinco minutos de esa meditación la quitó porque le dio miedo.
Pero... ¿Quizás meditar funcionaria más? Decidió sentarse en el suelo de cazuelita, y empezó a respirar hondo, cerrando los ojos, juntando las manos.... Concentrando su mente en Yagi-san, en Nana Shimura, en Sena, en Inari, en Genji, en Korra, en Aang... Ya sabía cómo eran, debería ser más fácil para visualizarlos...
Yagi-san, Yagi-san, Yagi-san...
Cuando abrió los ojos lo primero que vio fue a un hombre esquelético sentado frente a él.
¿Okay...?
Espera, ¡Era la versión flaca de Yagi-san!
— Joven Midoriya, ahora puedes comunicarte con nosotros a voluntad, eso es bueno... - El hombre sonrió levantando su huesuda mano y llevándola a su cabeza. Le sacudió el cabello y luego la bajó. — Aunque no esperaba que me contactarás tan rápido... - Puso la mano que usó para sacudir el cabello del de pecas en su propia barbilla.
Izuku parpadeó un poco, aún sorprendido de ver al hombre.
—.... POR EL AMOR DE YUE, SI LO HICE, ¿¡QUÉ RAYOS?! LO HICE ¿¡CÓMO LO HICE?! ¡QUE-
— ¡Calma, Calma Midoriya-shonen! - Toshinori dijo riendo. — Ya se irá a acostumbrar. Pero primero lo primero. ¿Hizo lo que le dije? ¿Buscó a nuestras vidas pasadas?
— Si, si lo hice... - Dijo ya más calmado, viendo sus manos. — Y creo que exagere un poco con algo...
— No creo que sea exagerado el buscar su pasa-
— Saqué la cabeza de la estatua de Aang del mar y ni siquiera sé cómo lo hice...
— ... - El hombre se le quedó viendo y parpadeó un par de veces. — Eso es impresionante...
— ¡N-Ni yo sé cómo, pero sé que lo hice porque me dijeron! - Dijo con algo de pánico. — A-Además, Yagi-san, tengo muchas... Muchas... MUCHAS preguntas. Que quizás tengan que ver con eso que hice...
— Y con gusto le responderé lo que pueda... - Dijo el hombre aunque parecía seguir sorprendido con lo que hizo. —... Espera ¿Enserio la sacaste?
— ¿Sí...? E-Es lo que dije...
— ... Okay... - El hombre respiro hondo. — Usted pregunte, yo... Lidiaré con esa información un rato...
Izuku tomó eso como una señal para empezar a hacer demasiadas preguntas y no parar.
— ¿Que pasó después del avatar Sena? ¿Por qué ya no hay registros de nosotros por ningún lado? ¿Qué pasó entre la época de Sena y su época, Yagi-san? ¿Quién es el señor que se viste de negro en mi pesadilla y porque parece un villano de Dragón Ball Z? ¿Qué significa realmente ser el avatar? ¿Por qué nadie recuerda al avatar? ¿Por qué soy yo ahora? ¿Por qué estaba todo bloqueado? ¿Por qué me brillan los ojos ahora? Kacchan dice que se ven como lamparitas pero ¿Por qué me brillan y eso que tiene que ver con ser el avatar y porque me brillaron cuando saque la cabeza de la estatua de Aang-
— Wowowow, esas son muchas preguntas. - El hombre solo sonrió con nerviosismo. — Y quizás algo... Específicas...
— P-Perdón, es que... Mi mamá me contó todo lo que pudo sobre ustedes-digo, nosotros, aunque omitía partes, y yo investigué por mi cuenta también para rellenar los espacios, pero... - Jugaba con sus dedos nervioso. — A partir de Sena no hay ni un solo registro, la mayoría de los libros están alterados incluso desde la época de Yangchen... De todos dicen solo su elementos base, incluso de Aang no dicen que estuvo congelado en un iceberg por cien años...
— Si, lo sé. Yo también investigué, pero realmente me concentré más en cultivar mi físico y poder controlar los elementos que en eso... - Yagi se cruzó de brazos, pensando. — Tú te fuiste más por nuestro lado histórico, supongo que eso puede ayudar más con el lado espiritual... - Susurró eso para sí mismo, pero Izuku logró escucharlo. — Parte importante es conocerse a uno mismo... Pero también se debe de cultivar el cuerpo. Somos ambas cosas: espíritu y cuerpo.
— oh... Okay... Yo... Veré qué haré...
— Tu tranquilo, te ayudaré con eso luego. Continúa... - El hombre sonrió suavemente.
— Sí, eh... En realidad no me contestaste casi ninguna pregunta...
— Cierto. - Yagi chasqueó los dedos. Hizo un mohín, medio recordando las preguntas. — Después de Sena pues estuvimos unos... Nueve avatares, tu siendo el noveno. Luego, los registros, pues como nos olvidaron con el tiempo dejamos de registrar que podíamos controlar más elementos además de nuestra base. Luego... Oh no, son muchas preguntas. No recuerdo todo lo que me preguntó, Joven Midoriya, lo siento...
— No-No sé preocupe, es que... Tengo muchas dudas... todo está tan oculto... por ejemplo, en internet todo aquel que habla de la posibilidad de alguien controlando más de un elemento es tildado de loco, por lo que la simple posibilidad de que existe-digo... Que existimos, sería una locura total en nuestro sistema social... No sé qué debo hacer con toda esta información acerca del avatar, y me siento tan solo porque... Pocas personas ahora sabemos. Son-Somos solo una leyenda ahora... ¿Qué pasó para que los-digo, nos desaparecieran?
El hombre pareció bufar un poco.
— Ni yo sé bien eso, joven Midoriya... - Levanto la mirada. — La situación con nosotros es muy precaria, la información fue eliminada tras la muerte del avatar Sena, con la creencia de que cuando ella murió también lo hizo el ciclo del avatar, pues... el avatar que siguió de ella simplemente no se presentó, y por más doscientos años, por mucho que uno intente volver a salir al mundo, hay alguien que lo evita.
Izuku abrió los ojos cuál platos al escuchar eso.
— ¿¡QUÉ?! ¿¡MÁS DE-DE DOSCIENTOS AÑOS?! ¡¿P-PERO CÓMO?! ¿¡PORQUÉ EL SIGUIENTE DE SENA NO SE PRESENTÓ?!... ¿¡CUÁL ES SU NOMBRE?!
— No hablamos de él, ni con él. - Yagi dijo de tajo, negando con la cabeza. — Lo único que te puedo decir es que es por su culpa que estamos como estamos...
— ... ¿Por qué?
— ¿Recuerdas al hombre de negro del recuerdo que veías mientras dormías? - Preguntó en voz baja.
— ¿S-Sí...? - Izuku empezó a sentir un fuerte miedo surgir de él.
— Su nombre es All For One, un ser repulsivo que usa a espíritus y humanos por igual para sus malévolos fines, desde mantener su longevidad hasta experimentar con ellos para modificar físicamente a las personas y hacerlas sus soldados sin pensamientos. - La voz de All Might sonó con veneno a la simple mención de aquel ser malévolo. — Surgió al mismo tiempo que el avatar después de Sena, y de alguna manera lo logró convencer de desaparecer. Desde entonces, nos ha perseguido y asesinado, a cada uno de nosotros. Nana intentó acabar con él porque estaba amenazando a la gente que ella amaba pero la mato, y hasta que logré acabar con él nos dejó en paz, aunque yo haya muerto en el proceso...
—... Mataste a ese hombre... ¿En venganza por tu antecesora?
—... No del todo... - Suspiró viendo sus dedos. — Lo hice porque no quería que siguiera persiguiendo al siguiente de mí, y asegurar un futuro menos caótico para ti... - Se rascó la espalda un poco. — Poco ético para un nómada de aire, ¿No crees? - Se rio, pero su risa sonó con dolor. — Todo lo que me enseñaron los monjes, y terminé siendo un asesino...
— ... Pues yo creo que eres bastante cool... - Izuku dijo en voz baja. — Aunque hayas hecho eso antes de morir, lograste proteger a muchas personas además de mí, como a mi mamá, a Kacchan, a mis amigos cercanos, a los no tan cercanos... - Volteó a verlo, sin evitar sonreírle con suavidad.
— Sí, supongo que lo hice...
Se quedaron un momento en silencio. Izuku volvió a voltear al cielo, viendo
— Yagi-san, Otra pregunta...
— Dime...
— ¿Que es ese brillo que dice Kacchan que sale de mis ojos a veces? - Preguntó frunciendo el ceño un poco. — Me dijo que... Se me pusieron en blanco y brillaron en una luz azul.
— Eso es el estado avatar. - Dijo el hombre suspirando y volteando al cielo. — Es... Cómo la cúspide del conocimiento de todos y cada uno de nosotros los avatares, junto todo en un solo cuerpo en ese momento. - Izuku imitó a Yagi, volteando hacia arriba igual. En el cielo se veían muchas estrellas, y mientras Yagi hablaba estás comenzaban a brillar más y más. — Es una técnica de supervivencia muy poderosa. Aunque también puede surgir por emociones fuertes o por la sensación de muerte.
— Suena a un Power Up.
— Pues si lo vemos así, si lo es. - Yagi se volvió a reír.
—... Me sentí triste cuando entré en estado avatar, hace rato... ¿También afecta con ese tipo de emociones?...
— Sí.- Yagi asintió, sin dejar de ver al cielo. — Con que sean fuertes, puedes hacerlo de forma involuntaria.
— ... ¿Se puede controlar? Kacchan... Me dijo que daba miedo, y no quiero hacer sentir miedo a nadie...
— Si se puede, pero es lo último que tienes que hacer. Primero tienes que lograr controlar los elementos, cultivar tu espíritu, y lograr un equilibrio entre tu cuerpo físico y tu cuerpo espiritual. Ya hiciste una parte, pero te falta.
— ... Entrenar los elementos, okay. - Izuku cerró los puños y los sacudió un poco. — ¿Alguna recomendación?
— ... Una advertencia, sobre el estado avatar. Según recuerdo me dijo mi maestro. Si uno muere en estado avatar, matas el ciclo de reencarnaciones para siempre.
Izuku abrió los ojos sorprendido.
— ¿Es enserio?
— Según. Pero la verdad es que tras años de muertes, no ha pasado. Aun así, no hay que confiarse, supongo...
— ¿Tu no moriste en estado avatar?
— No. De hecho... Y-Yo no logré controlarlo.
— ¿Por qué? ¿Es... Es difícil?
— Si lo es. Pero en mi caso fue porque morí a los veintiocho años, estaba entrenando para controlarlo pero All For One amenazó a gente y tuve que detenerlo antes de que hiciera algo peor.
— ... okay... - Izuku hizo una mueca, pensando lo extraño que debe de ser para Yagi-san hablar de su asesino... Por lo que decidió cambiar de pregunta. — Última pregunta, Yagi-san...
— ¿Seguro que es la última? - Preguntó con una sonrisa medio burlona.
— ... Por el momento sí. - Izuku hizo un mohín, volteando a verlo. El hombre solo hizo una seña con la mano, para que continuara. — ¿Qué debo hacer ahora? Ya no está All For One por lo que me dijiste pero... Pero ayer un tipo me andaba siguiendo. Entonces no se ni siquiera que hacer con esta información...
— Uhmmm de seguro All For One aún debe tener seguidores por ahí, pero no te preocupes por ello, de seguro Mirai y Dave andan cazándolos por ahí. - Yagi hizo un gesto con la mano, restándole importancia. — Pues en si te recomiendo que entrenes, que te comuniques con mis viejos amigos, y sigas buscando respuestas de nuestra desaparición del colectivo popular... Intenta sacar provecho lo más que puedas del tiempo extra que tienes ahora. Cuando llegue el momento, volveremos a surgir. Estoy seguro que tú nos vas a devolver a las masas y a la cultura del mundo.
— Okay... - Izuku asintió, intentando asimilar eso último... Oh no, no le gustaba sentirse observado. ¡Rayos!
— ¡Ah! ¡Y apriete las nalgas cuando use los elementos!
— Espera qué-
— Nos vemos luego, Joven Midoriya. - Yagi interrumpió rápido y se despidió. Y al instante el hombre desapareció junto con el espacio estrellado.
Cuando Izuku abrió los ojos lo recibieron unos rojos demasiado cerca de los suyos.
— ... ¡KACCHAN! - grito cayendo de espaldas, rojo como tomate.
El rubio, que estaba muy cerca de su cara hace unos momentos, se puso igual de rojo y retrocedió unos espacios.
— N-Nerd, eh... Hice ramen instantáneo, t-tenía flojera. - Dijo pasándole el bowl de ramen instantáneo. Izuku lo tomó, mientras intentaba que también se le bajara el rubor por haber tenido los ojos de su amigo tan cerca.
— ... ¿Cuánto tiempo estuviste así?
— No preguntes. - Katsuki simplemente dijo, sumergiendo se en su ramen picante.
— ¿Pero por qué-
— Que no preguntes, solo come.
— Okay... - Izuku solo empezó a comer el suyo con lentitud.
Se quedaron en silencio en lo que se terminaban el ramen. Solo escuchaban el sorber del otro, mientras la luz del sol entraba por la ventana del amplio cuarto de Katsuki, y esta luz se reflejaba en las paredes blancas.
Hacía muchísimos años que Izuku venía a este lugar, de hecho... Desde que le contó su pesadilla no había vuelto. El volver lo hacía sentirse algo nostálgico, pues se dio cuenta de todas las cosas que cambiaron: la habitación era más minimalista de lo que recordaba, ya no estaba la cama individual con flamas que tenía todas las calcomanías y rayones que ambos hicieron y pegaron de pequeños, sino que ahora era una cama matrimonial con cabecera de caoba negra. También se fijó que ahora tenía una alfombra abajo de su cama, y que el espejo de cochecitos que tenía antes ahora era un simple espejo grande con orilla negra y naranja escondido detrás de las puertas del ropero.
Eran adolescentes ahora, tenía sentido que Kacchan haya decidido cambiar tantas cosas en su habitación el tiempo que estuvieron distanciados, y con el dinero de sus papás podían darse ese tipo de lujos. Contrario al cuarto de Izuku que seguía igual que antes solo que se agregaban cosas en su pared.
Katsuki tragó lo último de su ramen, dejó el plato en el suelo haciendo un gran estruendo, y automáticamente preguntó.
— Nerd, por cierto, estás en internet. - Se le quedó viendo con mucha seriedad.
— ... Espera ¿Qué? - Preguntó el de cabello verde con las mejillas llenas.
— Que estás en internet. - El rubio saco el celular de la bolsa de su pantalón y le enseño el vídeo que acababa de encontrar. — Digo, esta cosa no pasa desapercibida, al parecer...
— ¡Ah caray! ¡Esto no parece como dijiste que me ilumine cómo una lámpara! - Izuku dijo viendo el vídeo.
— Estando de cerca parecía solo eso pero de lejos fuiste un pinche faro, no mames.
— Entonces así se ve cuando entro en estado Avatar... - El de pelo verde dijo en voz baja.
— ¿Khá? - Katsuki preguntó alzando una ceja. — Espera ¿Esa madre tiene nombre? ¿Cómo sa-oh ¿si hablaste con esos tipos? - Relajó los hombros, sentándose junto al de pelo verde y abrazando sus piernas, viéndolo directamente, relajando la mirada.
— Oh, eh... - Izuku asintió algo apenado, y más al sentir los hombros de su amigo junto a él y sobre todo con aquella mirada suave. Se rascó la cabeza, bajando el claro rubor. — Hablé con uno, con Yagi-san. - Comió otro poco de su ramen picante. — Aunque me dijo cosas medio raras. Pero en si me dijo que... Tengo que entrenar para controlar los elementos. - Dijo, aunque sonó algo inseguro.
— ... - Katsuki se levantó automáticamente. — ¿Tiene que ser en un orden específico o.…? - Preguntó mientras caminaba a su clóset y sacaba algunas cosas de ahí.
— Se supone que sí, pero ni sé cuál elemento sería mi base. Toda mi vida creí que era no maestro. — Izuku dijo mientras se encargaba de acabarse su ramen.
Katsuki se le quedó viendo unos momentos, mientras mantenía algo en manos. Entre cerró los ojos.
— ... Yo diría que empieces con agua. - Dijo de golpe, volviendo a sentarse ahora en su escritorio, mientras parecía escribir en un pintarrón blanco. — Tu mamá es maestra agua, es lo más lógico.
— Pues... Mi papá es maestro fuego, aunque mamá dice que era de la federación tierra...
— El donador de esperma ese no cuenta. - Dijo con enojo, a lo que Izuku frunció el ceño con molestia.
— Oye-
— Si no está contigo no cuenta. - Le sacó la lengua. — Aunque quizás convendría que fuera fuego al inicio... - Dijo el rubio, pero sacudió la cabeza y volteó el pintarrón.
La molestia del de cabello verde se desvaneció al ver qué Katsuki acababa de hacer un calendario semanal con horas divididas, donde venía el horario de entrenamiento de los perros-leones, pero modificado, lo cual lo confundió un poco. Ladeó la cabeza.
— Dijiste que tienes qué entrenar, ¿No? - Katsuki le pasó el pintarrón, manteniendo la seriedad. Katsuki mantuvo la sonrisa socarrona que se le formó. — Pues vamos a entrenarte.
— ... ¿Todos los días? ¿Después del entrenamiento?... - Levantó la mirada del pintarrón, con los ojos brillantes. La sonrisa del rubio era un poco contagiosa, y no puso evitar sonreír también, aunque algo más tímido. — ¿T-Tú me vas a enseñar?...
— Pos si, ¿Esperas aprender por absorción o qué? - Se cruzó de brazos alzando las cejas.
— ... Cierto... - Dejó el pintarrón en el suelo. — Aunque... Entiendo del fuego, Kacchan. Pero ¿Qué hay de los otros?
— Tienes qué amistarte con tía Inko pa' que te enseñe agua, eso es un hecho. - Izuku bufo ante las palabras del rubio, pero a este no le importó. — Los otros dos podemos decirle a Pelos de incendio y a-
— Kacchan, si vamos a hacer esto... prefiero yo escoger quien me entrenaría. - Dijo inflando una mejilla.
— ... ¿Entonces quien tienes en mente? - Preguntó. Por alguna razón tenía miedo le molestaba un poco el hecho de que esto fuera a significar que no le tendría en cuenta como su maestro de fuego control. ¡Era lo más obvio, el mejor! ¿Por qué querría que no fuera él? ¿Qué acaso no era suficiente para Izuku...?
— Pues... A mis amigos. - Deku dijo y se levantó, tomando el pintarrón en sus manos y el plumón, corrigiendo algo. — Uraraka-chan, Asui-san, Iida-kun... Y obvio tú. - Le devolvió el horario. — Mantenerlo entre gente que sabe y que medio sabe. Mi mamá, mis amigos, tú y yo... - Tomó las manos del muchacho frente a él, levantándolas. Aunque mantenía la mirada sobre el suelo, parecía más determinado que antes. — No quiero salir ante todos aún, quiero… que sea sólo entre nosotros, al menos por el momento.
— ... Okay... Nadie más necesita saber... - Katsuki contestó, apretando las manos a modo de apoyo para Izuku.
Sus miradas se cruzaron, como si este momento fuera algo que solo ellos dos irían a compartir.
— Nadie más. - Izuku terminó.
Notes:
Escena Bonus:
Toshinori: CHICOS TENEMOS UN PROBLEMA.
Nana: ¿Uh? ¿Que pasó, Toshi?
Toshinori: EL JOVEN MIDORIYA ES DEMASIADO EXTRA. SACÓ LA CABEZA DE LA ESTATUA DEL AVATAR AANG DEL AGUA! ¡NI YO PUDE HACER ESO!
Aang: Oh, vaya. ¡Al fin estoy fuera del agua! Celebra
Aang: ... pero espera nosotros somos extra poderoso, literal Kyoshi puede mover continentes enteros ¿Que tiene de malo?
Toshinori: EL JOVEN MIDORIYA NO SABE CONTROLAR NI SIQUIERA UN ELEMENTO.
Toshinori: ADEMÁS DE QUE YA ENTRÓ EN ESTADO AVATAR DOS VECWS Y APENAS LLEVA 12 HORAS SIN EL BLOQUEO.
Kyoshi: Pues quizás sea porque ahora tiene una Prime Raava ¿Recuerdas?
Toshinori: ... ¿Creen que sea porque estaba bloqueado?
Aang: hmmm... Quizás, eso lo explicaría. Tenía toda esa energía acumulada. Digo, cuando salí del iceberg después de tantos años congelado entraba a lo tonto en estado avatar...
Korra: Yo tuve a prime Raava y aún así no era tan fuerte-
En (6to): Es que tú te nerfiaste.
Aang: ... Ay espíritus, me siento viejo... ¿Que es nerfiarse?
En: Es cuando debilitan a un personaje a conveniencia por cuestiones de trama.
Aang: ... Ah.
Korra: Sisisi entiendo me debilité como sea. Aunque fue porque estaba con el estrés post traumático, me debilitaba mi mente más que el que Raava desapareciera de mi porque yo misma la bloqueé accidentalmente porque estaba con el trauma más grande que he recibido en mi vida por un intento de asesinato con un veneno que tuve por años en mi cuerpo para luego seguir envenenada de mi mente y mi alma hahahhahahaha
Toshinori: Korra-san, ¿Está bien?
Korra: No :D
Aang: SI EH PODEMOS CONTINUAR HABLANDO DE IZUKU-
Toshinori: ¡Ah, si! ¡Pensaba que quizás fue por estar tan bloqueado! ¡Prime Raava de seguro ahora le da un boost más fuerte de lo que nos daba a nosotros porque estaba más distribuido pero ahora ni un tapón tiene!
Kyoshi: Quizás sea demasiado poder para un niño de trece años, ¿O no, Aang?
Aang: Al menos no me lastimaba físicamente... Pero por lo que hemos visto, ese niño no tiene miedo a nada...
Toshinori: ... ¡Oh no, hay que cuidar que no se termine rompiendo a si mismo o algo!Escena Bonus no 2:
Omake 2:
Denki: SHO PUSO MI VIDEO EN SU VIDEO
Mina: Kha
Denki: EL QUE GRABÉ!!!
Mina: Oh.
Denki: Oye porque no te emocionas conmigo? :C
Mina: Denki, amor. Seré bruja, mas no pendeja. La tierra hueca es falsa.
Denki: RETRÁCTATE.Escena Bonus no 3:
Shoto: Oh si, este video hará muchos muchos números...
Shoto: ... Ya se me olvidó como ver las estadísticas, y no le quiero hablar a Natsuo...
Shoto: ¿Era aquí?... No... Creo que ahí es para borrar...
*Shoto continúa usando la computadora como un viejito*Escena Bonus no 4:
Katsuki estuvo por cuarenta minutos frente a Izuku viéndolo y acercándose cada vez más hasta que estaba a centímetros de su cara.
¿Por qué?
Porque le dio curiosidad que estaba tan tranquilo cuando el nerd a pesar de dormirse en cualquier lugar, se movía demasiado al punto que a veces pensaba que quizás tenía algo como TDAH o parecido.
Ah, También, se comieron el ramen frío por culpa de Katsuki.Nota de Autor:
¡¡Hola chicos!! Lamento la demora, pero al fin aquí tienen el capítulo 11 :D espero les guste.¡Continuamos con la travesía de Izuku y Katsuki! ¡Y Katsuki es un incrédulo de mierda WUUUUUU! ¡Y vemos videos de loquendo! Lo que pasó en el capítulo anterior NO fue algo que sólo vieron Tsuyu y Katsuki, vaya vaya :')
En éste capítulo vemos muchas cosas, pero lo más importante es la pregunta: ¿Qué se debe de hacer cuando todo lo que creías está mal? O cuando descubres que eres muy diferente a lo que creías ser ¿Qué debes hacer? Yo creo que lo mejor es avanzar, seguir adelante, adaptarte a ello y aceptarlo, incluso corregir cosas que pudieron hacer mal. Incluso si no quieres, porque pues... No hay de otra. Aunque claro, es tu elección decirlo al mundo o guardártelo para ti y tus amigos :D
Espero que todos podamos encontrar nuestro lugar en el mundo, tal como ahora harán Izuku, Katsuki, y toda su compañía <3¡Pregunta del capítulo!
1.- ¿Qué teorías de conspiración les gustan? A mi me mama la del MK Ultra y todo lo que tiene qué ver con lo de que hay presidentes y gente en el poder que hace uso de la brujería para llegar a donde están >:)
Chapter 12: Confesiones, cartas y el amor de una madre a su hijo
Summary:
— Por favor, no me saques de tu vida con todo esto, ¿Si?
Izuku sintió las lágrimas salir de sus ojos, y lo único que pudo hacer fue apretarlos, para llevar su rostro al pecho de su madre y apretujarse contra ella.
— Te amo, mucho... - La mujer empezó a llorar, igual que él.
— Yo a ti, má... - Dijo él, entre palabras cortadas por las lágrimas.
Chapter Text
Después de hablar con Katsuki acerca de lo que habían descubierto y planear más o menos cómo se organizarían para... Todo este despapaye... Izuku solo pudo mandarle mensaje a sus amigos.
[Grupo "El Club de la biblioteca"]
Izuku 🥦 [04:00 PM]:
Chicos necesito que nos juntemos en un lugar pronto! ( ╯ °□° )╯
pero no puede ser en la biblioteca.
tiene que ser un lugar privado...
Debo de decirles algo (• ▽ •;)
Tsuyu 🐸 [04:01 PM]:
Si es sobre lo que creo que es 👀
Mi casa a las 5
Mi papá va a llevar a mis hermanos al doctor porque tienen varicela.
Mi mamá va a ir a qué le corten el pelo
Y se tardan mucho porque tenemos mucho pelo.
Así que me voy a quedar sola
Vengan
Y así
Me podrás decir
Que tenía razón 😎
Izuku 🥦 [04:01 PM]:
( ⊙⌓◎')
ASUI-SAN!!!!!!
BASTA!!!!!!!!!
Tsuyu 🐸 [04:01 PM]:
Tsuyu*
Recuerda que estuve ahí, Midoriya-chan
Y sí, tuve razón 😎
Dudaron de mi
De mis conocimientos
De mis instintos
De mi poder de deducción al ser una hermana mayor
Pero tuve razón 😎
Ochako 🍡 [04:02 PM]:
...
Khá asta pasanda?!?!?!
Porqué tanto misterio?!?!?!
@Tsuyu 🐸 dinos ahora que Deku-kun no nos va a decir ni aunque llueva truene o relampagueé!!!!!!!!!
ADEMAS
DEKU-KUN
PORQUÉ RAYOS AYER SALISTE CORRIENDO?!?
NOS ABANDONASTE
HICISTE QUE BAKUGO-KUN FUERA TRAS DE TI
Y NO HICIMOS NADA AL FINAL
ME DEJASTE SOLA CON MINA KAMINARI Y SERO!!!!!
SABES LO LOCOS QUE ESTAN ELLOS?!?!?!
CREO QUE MINA HIZO QUE TUVIERAMOS UN DELIRIO MÍSTICO COLECTIVO PORQUE VIMOS LUCES EN EL CIELO COMO DE UN FARO GRANDOTOTOTOTE ASÍ BIEN MÍSTICO TE LO JURO!!!!!!!!!!!!!
Izuku 🥦 [04:03 PM]:
Disculpa eso
Es que pasaron cosas( 〒 ﹏〒)
¡Y creo que esas luces que dices tienen que ver con lo que les voy a decir!
Así que si! sí les voy a decir! ಠ_ ಠ
Pero quiero que sea un lugar privado y no por mensaje porque no manches esta delicado el asunto Ó ╭╮ Ò
Y Asui-san
¡DÉJAME EN PAZ!
@Tenya 👓 ayuda-
Tenya 👓 [04:04 PM]:
¡Dejen de molestar a Midoriya! ¡Eso no es de amigos!
¿Pero para qué requieres de nosotros, @Izuku 🥦? Suena algo serio. ¿Solo seremos los cuatro? ¿Quieres que traigamos algo en específico?
Izuku 🥦 [04:05 PM]:
Somos 5 si cuentas a Kacchan (;;; ・_ ・)
EEEEEH
No? Creo que no?
Quizás... Solo sus presencias?
Tsuyu 🐸 [04:06 PM]:
Entonces sí tengo razón 😎
Izuku 🥦 [04:06 PM]:
ASUI!!!!!!!!!! (─.─|| )
Tsuyu 🐸 [04:07 PM]:
Yayaya yo sabiendo te va a ser más fácil decirle a estos dos que me dieron la espalda con esto como 4 o 5 veces 🥱
Mi dirección para todos por si se les olvida
[Tsuyu 🐸 mandó su ubicación]
— Oye, Kacchan. - El de pecas llamó la atención del otro chico, tocándole el hombro con un dedo. — Vamos a ir a casa de Asui al rato...
— ¡¿De la rana?! - Volteó a verlo. — ¿Para qué o qué? - Pregunto alzando una ceja.
— Y-Ya sabes, para decirles y eso... - Izuku dijo con incomodidad, y se encogió un poco en su lugar al ver qué Katsuki entre cerró los ojos.
— ¿Qué te dijeron?
— Nada, solo... Asui-san me está molestando. - Dio una pequeña risa, pero sonó algo incómodo.
— ¿Qué te dijo?
— "Yo tenía razón" y cosas así. Se me olvidó que ella estuvo anoche...
— Préstame tu celular.
— ¿Eh?
— Tu dámelo. - Izuku alzó una ceja y le dio el celular. Katsuki tomo el celular y pareció escribir algo. Cuando se le devolvió, vio lo siguiente.
Izuku 🥦 [04:10 PM]:
Cara de Rana, soy Katsuki Bakugo
Si sigues con tus pendejadas voy a decirle a tus padres hoy de tu uso de tu elemento ilegal en exteriores
Y también a la policía.
Incluso aunque fuera para ayudarnos.
Tsuyu 🐸 [04:11 PM]:
...
Ok 😒
Iida 👓 [04:12 PM]:
¡ASUI-SAN! ¡¿QUE HICISTE QUÉ?!
Ochako 🍡 [04:12 PM]:
IIIII LA QUE SE TE ARMÓ TSU-CHAN
E Izuku decidió dejar el celular a un lado, volteando a ver a Katsuki negando con la cabeza, aunque no podía evitar no reír.
Katsuki solo le sacó la lengua, a modo de juego.
Al salir de la casa, Izuku guío a Katsuki por las calles hasta llegar a la estación de trenes más cercana. Ahí, tomaron uno que los llevó a la zona del muelle Yue en menos de diez minutos.
Al bajar del tren Izuku los llevó a la zona playera, y luego caminaron entre calles repletas de edificios hasta llegar a uno que tenía un timbre lleno de botones en su entrada.
Izuku presionó el tercer botón de la tercer fila
— Asui-san, somos Kacchan y yo. ¿Nos abres, porfa? - Dijo hacía un comunicador, y automáticamente sonó la alarma que indicaba que la puerta se había abierto. Izuku la empujó rápido, y dejo pasar a Katsuki quién solo hizo un mohín viendo a todos lados con una mirada juzgadora. — ¡Debemos ir al tercer piso, Kacchan!
— ¿Estás seguro de que es buena idea decirles aquí? - dijo el rubio, golpeando con la falange media del dedo índice una pared. — Estás paredes no se ven tan... Gruesas.
— Ya estamos aquí, Kacchan. - Izuku dijo, empujándolo un poco. - Si siento que no es tan seguro nos vamos a otro lado.
— Más bien si yo lo siento. - Katsuki susurró, a lo que Izuku solo rodó los ojos un poco, al menos el rubio no se quejó de que lo andaba empujando por lo que Izuku no paró.
Subieron las escaleras rápido, llegando al tercer piso. Katsuki estaba normal, pero Izuku aspiraba con cansancio.
— No mames que no aguantas unas escaleras así. - Katsuki hizo una mueca divertido.
— Y-Yo normalmente no me canso tanto. Es que te estaba empujando. - Dijo el de pecas, inflando una mejilla cuando recupero el aliento.
— Tenemos que mejorar tu condición. Anótalo por ahí. - Dijo y volteo a los lados buscando el departamento de Asui. — ¿Cuál es? - Preguntó, volteando la cabeza a ver al de cabello verde.
Izuku caminó hacia la derecha, a lo que Katsuki lo siguió. Cuando llegaron a la puerta del fondo estaba por tocar, pero ésta se abrió de golpe.
— Tenía razón, Kero. - Asui estaba ahí, parada, cruzada de brazos, y se recargó en el marco de la puerta sonriendo con una satisfacción notable...
— ¡Cállate, rana! - Katsuki gritó detrás del de cabello verde.
— ¡Nunca! - Hizo aún más grande la sonrisa, dejando mostrar sus dientes. Izuku solo sintió por detrás que Katsuki estaba prendido en enojo.
— Si, eh, como sea... Asui, ¿Nos dejas pasar por favor? Antes de que Kacchan queme todo el edificio. - Parpadeo de forma repetitiva.
— ¡Hey! - Katsuki se quejó, a lo que Izuku simplemente se encogió de hombros con una sonrisa algo tonta.
Automáticamente, la chica se hizo a un lado. Izuku agarró a Katsuki de la manga de la camiseta y pasaron juntos. Se quitaron los zapatos en la entrada y los recibió un aroma a medicinas y humedad.
— Midoriya-chan, creo tienes arena en la cabeza, kero. - Dijo la chica, poniendo el dedo índice en su barbilla y ladeando la cabeza.
— Oh, eh... sí, no es nada.
— ... ¿Okay? - Ella simplemente alzo la ceja.
Katsuki paso y empezó a ver todo el lugar, golpear las paredes suavemente, revisar todos lados.
— ¿Qué está haciendo Bakugo-kun, Kero? - Tsuyu le preguntó a Izuku, viéndolo de reojo.
— Creo que revisa que sea un lugar seguro. - Él solo suspiró suavemente. — Somos los primeros en llegar, ¿verdad?
— Sip. — Ella asintió con la cabeza. — Ochako-chan dijo que llegaba tardecito porque tenía que venir desde su casa en camión y tren y transbordes y eso, pero Iida-kun dijo que él la recogía así que no deben tardar mucho, kero.
— Okay no vi eso en el grupo.
— Oh, es que tenemos un grupo aparte.
— ¿¡Ah?! ¿¡Por qué?
— Porque estaba tratando de convencerlos de que tú eres el de los cuatro elementos pero te ponías tan incómodo cada que decía algo que hice un grupo aparte, kero. - Tsuyu volvió a sonreír de forma socarrona, e Izuku nada más sintió un leve tic en su ojo derecho empezar.
— Hace... ¿Hace cuánto tiempo está ese grupo?
— Desde que nos quedamos encerrados en la biblioteca y te provoqué el pico de azúcar.
— ... ¡Eso fue hace meses!
— ¡Meses en los que me creyeron loca!
— ¡¿Cómo no lo vamos a creer si no era nada obvio?! - Izuku preguntó arqueando las cejas.
— ¡Era demasiado obvio! ¡Incluso al inicio Ochako-chan me apoyaba y lo creía, Kero! - Tsuyu suspiró, calmándose. — Pero como esa última vez que te dije si te puse muy incómodo dijo que ella ya no quería suponer nada.
— O sea que la cachetes de ardilla es una amiga con más respeto hacia Deku que tú, cara de rana. - Katsuki volvió cruzado de brazos, viéndola feo.
— No es que no le tenga respeto, de hecho si le bajé después de esa última vez, y el grupo se quedó abandonado. - Tsuyu se sentó en el sillón individual de su sala. — A parte esto no lo creía nomás porque si, enserio era demasiado obvio.
Katsuki se quedó en silencio unos segundos, para luego preguntar.
— Espera, tu. ¿Cuándo empezaste a notarlo? - Katsuki preguntó frunciendo el ceño. — Deku no es maestro, lo clave para saber si es o no ese tipo es si es un maestro o no.
— Era, Kacchan... - Izuku lo corrigió, e hizo una mueca.
— Cierto, eras... - Katsuki sintió un escalofrío.
— Eso es en pasado, kero. ¿Puedes controlarlos ahora? ¡A ver!
— ¡Solo contesta, tonta! - Dijo sintiendo un salto extraño en su mejilla.
— ¡Ay! - Tsuyu frunció el ceño, pero luego solo rodó los ojos. — Las investigaciones que hacíamos eran todas las señales que Midoriya-chan tenía como para ser una reencarnación, kero. - Se encogió de hombros. — Si añades las notitas de "en sueños" de sus bitácoras y apuntes, y pues ahí está. Es solo cosa de conectar todo.
Katsuki nada más sintió el tic de la mejilla hacerse más notorio. Se sentó en el sillón de dos asientos con las piernas muy abiertas viendo al techo.
Izuku por su parte se sentó junto a él, pero levantando las piernas y las abrazó viendo a la nada, como si estuviera analizando lo que le acababa de decir la de ojos saltones.
Y así se quedaron unos dos o tres minutos, cuando sonó el timbre del departamento. Tsuyu se levantó y abrió, y al poco rato, en la puerta, hicieron su aparición Uraraka e Iida.
— ¡Buenas tardes, Midoriya y Bakugo! - Tenya saludó al instante, se acercó a dónde estaba Izuku y le dio un paquete pequeño y un... ¿Eso era un osito de peluche? — En los mensajes sonabas algo desanimado, así que te traje esto. ¿Por qué traje esto, se preguntarán? - Iida se acomodó los lentes. — ¡Porque este es mi osito de apoyo emocional! - Terminó con un pulgar arriba al aire.
Izuku tomó el paquete y lo dejó en la mesita de noche. Luego tomó al osito y lo abrazo con fuerza.
— Hola, abandonadores de fiestas que provocan que no se arme nada~ - la muchacha saludó rápido más viéndolos con el ceño fruncido, pero al ver el estado de los dos chicos solo alzó una ceja. — ¿Qué traen?
— Se sienten como unos tontos~ - La chica dijo llegando detrás de ella, volviendo a sonreír como hace rato había hecho.
— ¡Cara de Rana, cállate!
Ella solo mantuvo la sonrisa y se encogió de hombros.
— ¿Cómo porqué se sienten tontos? - Uraraka cuestionó, volteando a ver a Tsuyu.
— Pues que te digan ellos~ - La chica solo hizo una seña leve hacia el de cabello verde, quién automáticamente se dejó caer hacia el lado, quedando con la cabeza encima de la pierna de Katsuki, aun abrazando el osito.
Ninguno de los dos dijo nada, y lo único que se escuchaba era el tic tac del reloj cucú que estaba en la sala de los Asui. La espera se sintió eterna, pero de alguna manera la mirada que tenía Izuku les hacía saber que tenían que esperar.
Se volvió a sentar sin soltar al oso.
— ... Tsuyu tenía razón. - Simplemente dijo el de cabello verde.
Se hizo un silencio ahora incómodo, aunque la sonrisa de Tsuyu se hizo aún más grande por la forma en como Izuku dijo.
— ¡No lo digas así, tarado! - Katsuki lo regañó, frunciendo el ceño y dándole un zape.
— ¡¿POR QUÉ SIEMPRE HACES ESO?! - Izuku se quedó soltando el peluche y sobándose la cabeza.
— ¡Nonono! ¡Que diga que tengo razón, que él es el de los cuatro elementos, y que todos me trataron de loca! ¡Y todos se tienen que disculpar conmigo, Kero! - Tsuyu dijo sin quitar la sonrisa. — ¡Tenía razón! ¡Tengo razón!
— ¡Asui-san ya, por favor! - Izuku se volvió a quejar, levantándose por el peluche
— ¡Esperen! ¿¡Cómo que-?! ¡Esperen! - Uraraka se levantó de su asiento viendo a Izuku. — ¿¡A qué te ref-?! ¡¿Eres ese tipo-?! ¡Espera! ¿¡Cómo-?! ¿¡EH?! - Uraraka empezó a hacer muchas preguntas al aire sin siquiera terminar de hacerlas. Iida en su lugar solo estaba parpadeando mucho y acomodándose los lentes.
— No quiero decirlo tan alto ni otra vez... - Izuku susurró inflando la mejilla.
— Midoriya, ¿Cómo sabes que eres-Espera ¡¿Desde cuándo?! - el de lentes preguntó.
Izuku se volvió a sentar, aún con la mejilla inflada, como queriendo no decir nada de nuevo.
— ¿Ayer en la noche...?
— ¿¡QUÉ?! - Tenya, Tsuyu y Ochako gritaron al unísono, a lo que Izuku apretó los ojos asustado y tapándose con los brazos la cara.
Ante esto, Katsuki rodó los ojos.
— Okay creo que necesitamos calmarnos. - Y luego dijo, respirando hondo tras notar un leve temblor en el de pecas.
Izuku dejo su pose extraña y volvió a agarrar el peluche de Iida.
Tsuyu se movió un poco en el sillón, para decir:
— Aunque... es emocionante que él sea el de los cuatro ele-
— No es emocionante. - Izuku dijo de golpe, interrumpiendo a Tsuyu más sin ver a nadie a los ojos. Katsuki hizo una mueca al escuchar esto.
— ¿Eh? ¿Por qué no te emociona? Yo hubiera creído que algo así te emocionaría. - Uraraka comentó, ladeando la cabeza.
— Apenas tengo un día sabiendo esto y... - Dejó el peluche en la mesa de noche y subió las piernas al sillón, aferrándose con las uñas al sillón. — Ya-Ya me ha causado... ¿Problemas? N-No sé cómo explicarlo. - pasó la mano por su cabello con nerviosismo. — E-El sueño del que les, uhm... Hablé la otra vez e-es una muerte real de una de mis vidas pasadas... Y-Y luego un tipo ayer que me estuvo, eh, siguiendo todo el día justo después de que mi mamá me dijo el título de lo que soy aún sin siquiera saber que yo soy el-el, ah... y-y las cosas que veo desde chiquito o las cosas que hago sin-sin saber qué onda como en el día del incidente de los antílopes-zorro que estoy seguro que no fue tu culpa sino mía aunque en ese momento pensaba que simplemente estaba siendo irracional porque yo no podía controlar ni un elemento, y luego-luego me pelee con mi mamá por esto porque ella ya-ella ya sabía y nunca, eh, nunca me dijo en esperanza de que yo no fuera, y-y luego hace rato saque una cabeza enorme del mar sin siquiera saber controlar ni un elemento excepto que según Kacchan me empezaron a brillar los ojos y lo hice sin siquiera pensarlo luego-luego las cosas que veo y ¿Y-Y si en realidad esto es peligroso? ¿Y-Y si me empieza a perseguir más gente? ¿Y-Y si-? - Izuku empezó a respirar de forma entrecortada mientras las lágrimas empezaban a salir. Los 4 presentes se alarmaron al instante.
— Tú, rana, trae agua. - Katsuki dijo al instante, ladeando un poco el cuerpo y pasando la mano izquierda por la espalda de Izuku, acariciándole la misma, y tomándolo del brazo para sostenerlo un poco. Uraraka se levantó y se acercó, haciendo un leve aire con las manos hacia el rostro del chico. Tsuyu se levantó y trajo rápidamente una jarra y unos vasos. Sirvió un poco y se la dio al muchacho que seguía presa del pánico y la ansiedad. Este tomó el vaso, y bebió un poco tirando el contenido sobre su camisa debido a los temblores. Iida, que se había acercado también, abrió el paquete que trajo. Este tenía galletas en su interior, por lo que le ofreció una al chico, mientras Tsuyu servía otro vaso por su acaso. También, le devolvió el peluche con peso e Izuku solo lo tomó y abrazo con fuerza.
Después de unos dos o tres minutos, Izuku había recuperado el aliento y un poco la compostura. Se había acabado él sólo la jarra entera y media caja de galletas.
Ochako, que seguía haciéndole aire, se sentó en el brazo del sillón.
— ¿Te sientes mejor? - Preguntó con voz suave, a lo que el chico solo asintió, manteniendo los ojos cerrados, aun abrazando con fuerza el peluche de Iida.
— L-Lo siento... - Izuku soltó un poco el osito, y abrió los ojos. — E-Estoy muy nervioso... - Sonrió de forma tonta.
— Deku, para tu mierda. - Katsuki lo regañó. — ¡Minimizas siempre este tus cosas con tu pinche actitud mamona! - Si bien dijo todo con groserías, su tono de voz denotaba preocupación genuina.
Izuku suspiró otra vez, borrando la sonrisa.
— L-Lo siento...
— Midoriya, ¿Puedo preguntar... Cómo te enteraste? - Iida preguntó, aun ofreciéndole galletas.
Izuku se mantuvo viendo al suelo unos segundos, y no tomo la galleta. Cuando ya iba a contestar, de repente lo empezaron a bombardear con preguntas.
— Dijiste que alguien te estaba siguiendo. ¿Quién fue? ¿Lo conoces? - Uraraka preguntó, manteniendo el ceño fruncido pero sin dejar de hacerle el airecito. — ¿Por eso huiste ayer?
— Ey, espera, ¿Es por eso que Bakugo-kun te rompió la espalda, kero? - Asui preguntó alzando una ceja. — ¿Y porque estabas tan bloqueado? ¿Ya sabes por qué? ¿O siquiera sabías que estabas bloqueado?
— ¿¡QUE TU QUÉ?! - Uraraka e Iida gritaron al mismo tiempo viendo al rubio pero Kacchan simplemente los ignoró preguntando otra cosa.
—¡¿Es enserio que te peleaste con tía Inko?! ¿¡Por qué?! ¿¡Qué hiciste?! ¿¡Que hizo?! ¿¡Que le dijiste?! ¿¡Que te dijo?! - La cara de Katsuki se volvió de horror de solo pensar en esos dos peleados... La idea le dio escalofríos.
Ahora entendía como se sentían otros cuando él solo bombardeaba a gente con preguntas; pero el hecho de que Uraraka le siguiera haciendo airecito, que Iida le diera galletas, que Tsuyu continuará dándole el agua, y que Kacchan mantuviera las caricias en su espalda, evitaba que se volviera a sentir nervioso y con ganas de llorar.
Bufó un poco, soltando el peluche y acomodándose en su asiento para estar más derecho.
Apretó un puño, analizando bien cómo responder todo. Alzó la mirada.
— Es una historia larga, pero... - Aspiro MUY hondo. — En corto, mi mamá me dijo el título que ahora debo de cargar, pero antes de decírmelo me-me dijo que me iban a pasar cosas extrañas. Cuando iba camino a la escuela choqué con un tipo con fachas de vagabundo. Al instante sentí una... Vibra rara - Se sacudió un poco los hombros. — Pero creí que simplemente se enojó conmigo porque choqué con él y la verdad es que hui porque el vato no me daba buena espina. Llegué a la escuela todo paso normal excepto porque me sentí observado todo el día. Cuando íbamos al partido lo volví a ver pero ahora usaba una máscara rara y parecía estar lleno de manos y por un momento creí que era un fantasma, espíritu, aparición o algo así porque por alguna razón solo pensé en que era imposible que fuera un humano. Durante el partido resultó que estuvo ahí y me estuvo distrayendo todo el tiempo al punto que estuve por tener un ataque de pánico mientras su equipo - Señaló a Uraraka y a Katsuki — estaba en la arena, y si no hubiera sido por Mina capaz y explotaba ahí. Pero bueno cuando ya nos fuimos de ahí e íbamos a casa de Kaminari-kun, resulta que nos siguió al grupo y me dio tanto terror que me puse a correr sin siquiera pensar en nada solo corrí y la verdad es que ni me fijé en qué momento Kacchan me empezó a seguir también. Cuando perdí al tipo de las manos por fin, tuve un ataque de pánico, tuve el accidente de la espalda, y cuando Tsuyu me estaba curando me di cuenta de que algo malo pasaba conmigo. O sea, desde que era chiquito siempre creí que era normal porque, digo, era mi normalidad, pero cuando Asui-chan hizo sus curaciones peligrosas lo que sea que me estaba bloqueando se deshizo como la nieve en primavera y luego de la nada en un plano medio raro, acá todo Místico porque creo que era un plano astral o algo así, y luego vi unas personas aparecer a mi lado que no eran ni Kacchan ni Tsuyu porque en ese plano no estaban ellos, pero eran los avatares anteriores y sé que eran los avatares anteriores porque todos se veían super etéreos y poderosos. Entonces, cuando volvimos a mi casa volví a ver a uno de ellos, directamente habló conmigo y hasta me puso a pensar de formas bien filosófica acá de qué quiero ser de grande, qué quiero cultivar en el mundo, qué huella quiero dejar. Y luego me dijo cosas de los avatares, que por cierto es el título que ahora cargo creo que no les dije... - Parpadeó un poco pero al instante continuó — ¡No importa! Porque básicamente me dijo "Izuku, tú eres el avatar" y me tocó la frente y el pecho y de la nada ya era el avatar, y lo sé porque sentí aunque ya sentía mi cuerpo raro desde antes sentí que ahora de ser un mugre fideo con extremidades, ahora ya era un cuerpo real con extremidades y músculos y ¿Es normal que te piqué tanto la ropa? Porque siempre creí que solo sentía esto en ciertas épocas sobre todo en luna llena también creo que por eso esos días me sentía más paranoico, y mi teoría es que por eso es que siempre fui tan descoordinado y por eso bailo feo... ¿quizás incluso ya no baile tan feo? Ah, ¡y también ahora me siento mucho más despierto y presente en el mundo físico pero eso aún no me lo puedo explicar! Pero eso no importa, porque cuando mi mamá corrió a Kacchan de la casa, me repitió el "Izuku, tú eres el avatar" como si lo hubiera sabido desde siempre y me dio una pulsera que según era de Yagi-san el avatar anterior a mí. Al inicio no reaccioné porque seguía en shock digo ¿Qué podrías pensar si creíste durante años que simplemente eras una persona más del mundo de la nada ahora eres la persona más importante de este sin tu querer serlo porque solo eras un fanboy loco y ya? Sobre todo porque pues nadie sabe de su existencia. Por esto es que mi mamá y yo nos terminamos peleando, porque nunca me dijo, ¡obviamente me sentí traicionado! Y aunque ella intento calmarme, no pudo y lo único que hice fue encerrarme en mi cuarto porque es que si me sentía muy mal... primero tuve ataques de ansiedad y pánico todo el día porque un tipo me estuvo siguiendo, ¡Y luego tuve un enojo que me hizo sentir que mi estómago iba a explotar! Y no sé qué onda pero, de alguna manera imaginé que quizás eso es lo que hace que los maestros fuego tengan que controlar mucho su enojo ¿No? Pero pues sí me asusté porque el ácido en mi estómago estaba muy fuerte así que mejor me acosté y me puse a llorar... tanto que estoy seguro que parecía que mi cama estaba empapada por lo que mejor me salí de la casa por mi ventana como a las dos de la mañana y me dormí en un banco de la estación de trenes y luego le hablé a Kacchan durante toda la noche pero no me contestó pero ya no le dije nada porque entre sueños en el banquito Yagi-san me volvió a hablar y me dijo "oye busca algo que te recuerde a nosotros en playa Dagobah" que es curiosamente donde me rompí la espalda entonces mejor me quedé despierto toda la noche sacando un mapa marítimo de internet porque me acordé de una estatua que está debajo del mar para poder ver dónde quedó al final porque el mar de seguro la llevo hasta otro lado y convenientemente quedó varada en Playa Dagobah y cuando abrieron el ciber que está afuera fui a imprimir las hojas del mapa y las pegué todas con cinta entonces le hable a Kacchan y lo convencí de no ir a la escuela y nos fuimos a buscar la estatua y cuando la encontré me puse todo loco y con los poderes avatarescos que aún tengo que descubrir cómo usar terminé sacando la cabeza de la estatua del mar. - Volvió a aspirar MUY hondo. Se dio cuenta de que probablemente estuvo morado mientras terminaba la última parte. — Luego fuimos a casa de Kacchan y por alguna razón no me tuve qué volver a dormir cuando volví a hablar con Yagi-san de hecho más bien lo invoque y estuvimos hablando y me contó de cosas de porque pudo ser que todos olvidarán al avatar y luego me dijo que a mí me tocaba volver a sacarnos al mundo pero me dijo que para ello necesito entrenar y volverme maestro de los elementos y se lo dije a Kacchan entonces entre ambos planeamos que ustedes junto a Kacchan me enseñaran a usar y manejar los elementos y luego volverme un maestro de estos para poder hacer lo que me toca. - Terminó.
— ... Wow, seis minutos hablando sin respirar. ¡Eso debe ser un récord, kero! - Dijo de golpe Asui, quién estaba viendo el reloj de pared de su casa.
Al escuchar aquello solo volteó a verlos, pues se dio cuenta de que mientras hablaba se quedó viendo a un espacio en blanco como ido...
Y vio las caras de los cuatro. Se veían tan...
— Oh no, hablé de más ¿Verdad? - Solo se pudo reír un poco con nerviosismo. — ¡S-Si quieren puedo explicárselos más resumido! ¡Y-Y les hago dibujitos! ¡O-O si quieren solo les platicamos el plan!
— No sé qué me impresiona más, Deku -kun. Que estuviste hablando sin parar por tanto tiempo o que haya entendido cada una de las palabras que dijiste por separado y aun así me confundí más que cuando tuvimos qué explicarle al señor del parque todo el pedo de los antílopes-zorro. - Uraraka dijo con los ojos abiertos cuál platos, mientras le hacía airecito a Tenya que parecía que estaba por tener un corto circuito o algo así.
— ¡Le-Les vuelvo a explicar con dibujitos es-es enserio! - Dijo Izuku a punto de tener un ataque nervioso otra vez.
Katsuki le tapó la boca automáticamente.
— ¡En resumen! ¡Deku es el pendejo de los cuatro elementos al cual llaman el Avatar, y quiere que ustedes y yo le enseñemos a controlar los elementos antes de que todo se vaya a la mierda! ¿¡Le entran o no?! - Dijo el rubio con un tic en el ojo.
Y pareció que la pregunta causó una reacción en todos, pues se vieron entre ellos. Uraraka sonrió apretando los puños con determinación, Asui se empezó a balancear de un lado a otro, y Tenya se acomodó los lentes para después asentir.
Izuku soltó un suspiro de alivio, cosa que no sabía que estaba guardando. ¡Vaya que esto fue estresante!
— ¡Espera! ¿¡Entonces las luces en el cielo y el delirio místico fuiste tú?! - Gritó la de cabello castaño.
— Creo que si...
— ¡Espera! ¿¡Se vio por toda la ciudad?! ¿¡Cómo saben eso, kero?! - Pregunto Asui.
— Encontré un vídeo en Videotube que, claramente, envío el cara de burro a un canal de conspiraciones. - Dijo Katsuki.
— ¿Eso no es peligroso? - Pregunto Tenya, ladeando la cabeza.
— Probablemente, pero es por eso que tenemos que enseñarle a este pendejo a defenderse solo. - Dijo Katsuki tras señalar a Izuku.
— ¡Oye! - El de pecas infló las mejillas.
— Por cierto, nerd. - Dijo, agarrándolo del cabello de la nuca y acercando la boca a su oído. — Si te atreves a volverte a fugarte de tu casa en medio de la noche y quedarte en la calle como vagabundo después de que literalmente otro wey te estuvo siguiendo todo el día en vez de buscar asilo en mi casa o la de cualquiera de estos pendejos o de los pendejos del equipo, voy a ir por ti y te voy a dar de chingadazos por pendejo. ¿Está claro? - Dijo con un aura agresiva. Pero Izuku en vez de asentir o algo, se puso pálido.
— Oh no, eso lo dije en voz alta, no debían saberlo-
— ¡MIDORIYA! - Tenya regañó al instante.
Cuando llegó a casa (después de que Kacchan y Tenya lo dejaron en la puerta del condominio) lo único que quería era que su mamá no estuviera en casa y quisiera hablar o algo...
¡¿Es que como se sentirían si esto les pasara?! Una década de su vida creyendo ser algo cuando resulta que no...
Aunque ahora se preguntaba que habrán sentido los otros... Sobre todo los que estaban como él, en un mundo dónde... Prácticamente no existían...
Cuando llegó justo a la puerta de su casa solo abrió con mucho cuidado, intentando no hacer ruido, y lo recibió el olor de arroz recién hecho y el ruido del aceite friendo algo... Su barriga hizo ruido, y se dio cuenta de que no había comido en todo el día excepto por las galletitas que Iida le trajo. Pero ese ruido demostraba la presencia de su mamá.
Oh no.
Cerró la puerta con igual cuidado y se quitó los zapatos intentando no hacer ruido. Paso de puntitas en silencio y cuando estaba por entrar a su cuarto...
— Izuku.
— Bye. - Dijo sin más a punto de encerrarse en su cuarto, pero la mujer regordeta lo agarro del brazo. Izuku se empezó a intentar jalar pero ella no lo soltó del brazo.
— ¡Izuku, por favor! ¡Al menos escúchame! - Le reprochó su madre. — ¡Ayer ni siquiera me dejaste terminar de explicarte! ¡Te fugaste y me dejaste aquí con el corazón en la boca! ¡Tú y yo siempre nos comunicamos y nos entendemos! ¡¿Que te está pasando?!
— ¿¡PUES QUÉ MÁS QUIERES QUE HAGA?!
— ¡No grites! ¡Ugh, ya pareces un Bakugo! - Inko se soltó y dio un paso hacia atrás. Izuku no se dio cuenta de que tan fuerte gritó hasta que su madre le reprochó, por lo que solo pudo inflar la mejilla. La madre de familia llevó un puño a su pecho y con la otra mano agarró el puño, dándose caricias en el dedo pulgar como si intentará protegerse o calmarse. Suspiro hondo.
— Quiero que te calmes, y me dejes explicarte todo...
— ¿¡Cómo que quieres que me calme?! ¡Má, me mentiste por años!
— Nunca te mentí, Izu... - dijo de golpe viéndolo. — Las... circunstancias han sido muy distintas para ti. No fue fácil saberlo al cien. - Dijo la mujer.
— ¿¡Cómo qué no?! ¡Asui-chan adivinó que yo era el avatar con solo mis notas! ¡Al parecer para todos era obvio! ¡Menos para mí! Y para ti, aunque la verdad hasta creo que podría ser que simplemente me lo estabas ocultando.- Dijo él cruzándose de brazos. — ¡Así que no puedes salir con que "ay es que no podías controlar un elemento"!
— ¡Ya deja de reclamarme y solo escucha! Ugh... - La mujer se sobó la sien, ya desesperada con la actitud de su hijo. Aunque en cierto punto podría decir que comprendía porqué se podía sentir así, esto no justificaba que se estuviera comportando tan errático. Izuku bufó aún con el ceño fruncido. — Solo ven a sentarte. Necesito mostrarte algo. - Ella se dio media vuelta caminando a su habitación y sentándose en la cama junto a una caja grande. Izuku la siguió, con los brazos cruzados, pero se sentó en la cama junto a su madre.
Ella abrió la caja, de la cual Izuku pudo ver qué estaba llena de sobres y papeles sueltos.
— Primero, tienes que saber que por las investigaciones que he hecho y que me mandaron los amigos de Toshinori, el anterior a ti, descubrimos que nunca había nacido un avatar en ciudad república. - Dijo de golpe sacando varias de las cartas y sobres, no sin antes revisarlas, para dejárselas en las piernas a Izuku. — Esa fue una de las cosas que me hizo dudar por años. - Admitió la mujer, a lo que Izuku tomó las cuatro hojas que le dejo en manos. Todas tenían nombres diferentes: Mirai Sasaki, Sorahiko Torino, David Shield, y Chiyo Shuzenji. — También, está la situación de que no eras maestro. Esa no me convencía del todo de que no fueras, pero Mirai Sasaki insistió que no podía ser. - dijo pasando las manos por su rostro, para después darle otro montón de cartas que, todas, tenían el mismo nombre.
— E-Entonces... ¿Estuviste hablando todo este tiempo con tanta gente? - Pregunto Izuku, viendo las cartas con confusión.
— Sí... - Dijo ella, abrazándose. — Más que nada, después de la primer carta que recibí. No-No sé si recuerdes, eras muy pequeño. Pero cuando tenías... Unos cuatro años, Mirai Sasaki, con quién hablaba más, me mandó la primera carta. Me contó de la muerte de Toshi, y... - Ella empezó a sollozar. — Tú llegaste y me abrazarte y me preguntaste cosas, tratando de animarme y... D-De repente, dijiste cosas y supe que eras tú, no estaba muy segura, pero estaban las señales... - Respiro hondo, tratando de que las regaderas oculares no se salieran de control. — Le mandé una carta a Sasaki, agradeciéndole que me dijera la noticia, pero también preguntándole si habían encontrado al siguiente y... Me-Me dijo que creían que sí, también eso me confundió mucho.
— ... O sea que... ¿Ese señor no sabe de mí?
— Si sabe... Pero tenían otros candidatos. El hecho de que... Hayas nacido aquí, les hizo descartarte por default. - Dijo Inko, tomando la mano de su hijo. — La verdad es que estuve insistiendo en que eras tú, y en querer decirte de la posibilidad de que fueras tú pero...
— ¿Ellos te insistieron que no? - Frunció el ceño, aun viendo las cartas. Estaba medio leyendo la primera pero estaba prestando más atención a su madre.
Okay, quizá ahora se sentía mal de haberle dicho de cosas a su mami...
— Sorahiko Torino fue el entrenador espiritual de Toshi y de Nana, fue él quien me recomendó no decir nada hasta que... alguno de los candidatos demostrase alguno de los otros elementos, o que tú despertarás aunque fuera uno... - Ella volteó a verlo, manteniendo una mueca. Llevo la mano al hombro del muchacho, apretándolo un poco. — Aunque insistían mucho a que eran los que ellos escogieron. - Empezó a reírse un poco dolida.
— ... ¿Y qué es lo que haremos ahora? Y-Yo... Yo soy El Avatar, quieran o no.
— No lo sé. ¿Quieres escribirles una carta tu? ¿Decirles tu? Ahora es... Tu decisión.
Izuku levanto la vista hasta el techo, bufando un poco. Okay, esto también era mucha información.
— Debo... De pensarlo. Es mucha información para tan solo dos días...
Su madre asintió, aunque no dejo de verlo ni un solo segundo. Levantó la mano y la llevo hacia la mejilla de su hijo, dándole una leve caricia.
— Lo que tú elijas, te voy a apoyar... - Dijo, levantándose de su lugar y dándole un abrazo muy fuerte a su hijo. — Sabes que te amo con todo mi corazón... Solo... - Suspiró, con amargura en su corazón. — Perdóname por no... Haberte contado esta parte de la historia...
Izuku no correspondió al instante, pero levantó los brazos lentamente hasta que rodeó a la mujer con ellos.
— Okay...
— Y... Por favor, no me saques de tu vida con todo esto, ¿Sí?
Él sintió las lágrimas salir de sus ojos, y lo único que pudo hacer fue apretarlos, para llevar su rostro al pecho de su madre y apretujarse contra ella.
— Te amo, mucho... - La mujer empezó a llorar, igual que él.
— Yo a ti, má... - Dijo él, entre palabras cortadas por las lágrimas.
Y ahí se quedaron, ignorando por casi una hora que la mujer había estado cocinando. Al final pidieron comida a domicilio y cenaron en el pasillo de su edificio en lo que dejaba de oler a quemado su departamento.
Notes:
Omake:
Izuku: Oye, Kacchan
Katsuki: ¿Y ahora qué?
Izuku: ¿crees que puedas cdecirle a tu mamá si nos da asilo en su casa a mi y a mi mami?
Mitsuki: ¡QUE YO QUÉ?!
Inko: Hola Mitsuki!
Mitsuki: Inko! Holis! ¿Qué pasa?!
Izuku: Quemamos nuestra cocina ¿nos dan asilo en su casa porfis?
Katsuki: .... QUÉ!?
Mitsuki: QUÉ?!!??!?!
Masaru: Ya está la habitación de huéspedes, inflaré el colchón. extra. ¿Ya cenaron o quieren que les haga algo de cenar?Y BUENO Aquí un capítulo corto, pero espero les guste <3 Disculpen la tardanza también :'v
PREGUNTA DEL DÍA:
- ¿Qué harían en la situación de Izuku? hahahaha
Chapter 13: El entrenamiento, parte 1: Agua y Tierra.
Summary:
Entrenamiento de agua con Tsuyu, y de tierra con Tenya Iida mientras Katsuki refleja un poco de lo que ha sucedido hasta ahora.
¿¡Qué podría salir mal!?
Chapter Text
Okay. Katsuki se encontraba frente a la puerta del estudio de su padre, ese mismo día en cuanto llegó a casa. Era una puerta grande de madera, barnizada de rojo y que tenía grecas que hacían un diseño bastante bonito, a la cual le pegaba la luz naranja del atardecer que entraba por el gran ventanal de la escalera. Se podría ver algo imponente el estudio, con tanta maquinaria para creaciones de prototipos de hilos y telas, el restirador dónde hacía sus modelos de ropa y más máquinas, y sobre todo el gran escritorio lleno de cosas puntiagudas y brillantes en el cual jugaba a escondidas cuando era pequeño...
Claro, se vería. Si es que Katsuki no supiera como es en realidad su papá.
— Oye, pá.- Katsuki tocó a la puerta, y al escuchar la voz de su padre en un leve "entra", abrió suavemente, asomando la cabeza.
— ¿Qué sucede, Katsuki? Estoy algo ocupado. - Dijo el hombre que se encontraba en el restirador haciendo algo.
— ¿Crees que me puedas decir dónde están tus notas de cuando me enseñaste fuego control cuando era pequeño? Sobre todo las de respiración... - Preguntó el muchacho haciendo un mohín.
El padre dejó de golpe su trabajo, volteando hacia donde estaba su hijo.
— ¿Necesitas alguna técnica o algo? ¡No te preocupes por eso! Si necesitas y si quieres yo puedo ayudarte. - Dijo el hombre de forma amable, dándole una sonrisa leve.
Okay, Katsuki podría ser un imbécil pero siempre tuvo un poco de más aprecio por su padre que por cualquier otra persona y era de los únicos que no lo trataban como imbécil de forma intencional.
El muchacho dio un paso hacia adentro, cerrando atrás de sí.
— No es para mí... - Dijo, rascándose la nuca. — U-Uno de mis compañeros del equipo quiere... Aprender a usar una de mis técnicas y pues... No sé, creí que sería mejor enseñarle tus libretas nada más. - Dijo el chico, sin decir que eran para Deku. ¿Deku querría que sus padres supieran? Ni le quería decir a los del equipo, así que supuso que no.
— Uhmmm... Ya. - El hombre se levantó de su lugar tras asentir con la cabeza. Se fue directamente a los libreros. — Te las voy a prestar. Sólo cuida de que no las quemen mientras entrenas a tu amigo Kaminari. ¿Okay?
... Oh, el viejo supuso que era al cara de burro a quien le iba a enseñar... Bueno, eso era una gran cuartada.
El padre sacó dos libretas viejas forradas con papel lustre y plástico transparente que, estaba a punto de caerse por la cinta adhesiva gastada. Le dio las libretas a su hijo.
— Gracias... - Las tomó con ambas manos, y sintió la mano de su padre caer sobre su cabellera, sacudiéndosela un poco.
— No hay de qué, pero me las devuelves pronto.
El chico asintió, saliendo de la habitación con rapidez.
El día que en qué Izuku y Katsuki se reunieron con el club de la biblioteca fue un viernes. Y ese día quedaron en horarios para el entrenamiento. En sí, irían a entrenar por el momento solo una hora al día de lunes a jueves, pues Izuku no... No tenía condición física y ocupaban que no se lastimara.
Irían en el orden de agua, tierra, fuego y aire al no saber cuál era el elemento base de Izuku pero basándose en qué su mamá era una maestro agua, pues era más probable que fuera la situación (hey, aunque Katsuki no quiera que consideren al papá, tenían que tomar en cuenta que Izuku tiene herencia de mínimo 3 naciones).
Ese fin de semana, Izuku simplemente se estuvo preparando mentalmente para lo que iría a seguir el lunes... y así, llegó la siguiente semana.
Habían quedado de verse con Tsuyu a las tres de la tarde, para después de entregar por una hora, irse directo al gimnasio con los perros leones.
Debido a esto, se encontraban en la costa del mar, lugar donde todo empezó: La Playa Dagobah. Estaban justo en donde empezaba la basura más concurrida, como a unos diez metros de donde llegaban las olas del mar.
— Agua... ¡Control! - Gritó Deku, haciendo movimientos extraños con los brazos y terminando en una pose parecida a la del kamehame-ha. ¡Ha! Nerd.
— Midoriya-chan, que así no es, kero. - Le dijo la morra de ojos saltones, a lo que Deku dejó la pose extraña. — Primero, no tienes porqué gritar, y luego tu postura está mal...
— P-Perdón. - Se rascó la nuca con la risa nerviosa. Ella solo se rio, acercándose al muchacho.
Junto a ellos se encontraban Ochako y Katsuki.
— Primero, las posturas son suaves pero firmes, kero... Para poder controlar el elemento del agua, tenemos qué hacer movimientos suaves, kero. Nos basamos más en la defensa que en el ataque, pero mantenemos un control de nuestro cuerpo, kero. - La chica empezó a mover los brazos, mostrándole al nerd qué tenía que hacer. — Fluimos con el agua, empujando y tirando con los brazos...
— ¿Como si manejáramos un títere?
— Kero... No creo que sea como eso.
— Entonces como si tendiera la cama.
— Tampoco...
De alguna forma ya no le preocupaba ver la cabezota salida del mar en la playa. No había gente viniendo a verla, y de todas formas, el lugar estaba tan lleno de basura que no era un buen lugar para tomar fotos. En cierto punto era de los lugares más seguros para entrenar a Deku.
— Deku-kun sí que se ve emocionado por aprender a controlar los elementos ¿No crees? - La cachetes de ardilla comentó sentándose junto al chico rubio entre la basura. Los cubría bastante de la misma, y les daba algo de sombra en esos momentos.
— Más que emocionado, creo que está más... - Suspiró. — ¿Preocupado?
— ¿Preocupado por qué? - Preguntó la chica.
— Supongo que de cometer un error. - Se recargó en un refrigerador.
— Pero todos cometemos errores, ¿No? Es normal, todos somos humanos. Además, que Deku sea el avatar no le quita su humanidad. No es como que algo así le quite eso. - Golpeó el suelo, invitándolo a sentarse junto a ella. — ¿Estás seguro que está preocupado? Más bien, creo que tú eres quien está preocupado.
— ... Sí, todos cometemos errores a veces... - el chico rubio se sentó junto a la chica de cabello castaño. — Y... Quizás si esté preocupado. Digo, en mi caso, yo sí cometí errores con él... Y todo el tiempo... con... todo...
— ¿A qué te refieres? - Volteó a verlo alzando una ceja.
— No sé. - Dijo el muchacho abrazando sus piernas, apagando la voz un poco con el contacto con la tela de sus rodillas contra su cara. — Cuando cosas importantes se vienen como... Esto, siempre termino cagándola de alguna forma.
— ¿Acaso bromeas? Por lo que he visto, eres bien chido en todo. - Ochako frunció el ceño. — Todo te sale bien siempre.
—... Si, es verdad. Soy genial en todo... - Dijo el rubio con tono engreído y una sonrisa socarrona, sacando la cara de entre sus piernas. Pero luego la sonrisa desapareció en una mirada lúgubre. — Hasta el momento en que realmente importa. En esos momentos, yo... Poof, lo arruinó todo.
— ¿A qué te refieres?
— No lo sé. - Pasó una mano por su cabello, jalando un poco cuando llegó a la nuca. — Dudo, sobre pienso. Me confundo por lo que está bien o mal, y cuando salgo de ahí... — Estiró las piernas, colocando las manos al lado de sus caderas. — Fallé.
— No te creo. - La chica levantó una mano, dando un leve golpe en el hombro del chico.
— Deberías. - Dijo el rubio, sin devolverle el golpe.
— ¿Por qué lo dices? Sé que eres un imbécil, pero...nunca creí que aceptarías este tipo de cosas. - Dijo de forma sincera. — Además, es difícil ver eso que dices cuando Deku-kun hasta besa el suelo por dónde caminas, incluso cuando fuiste un imbécil con él.
Katsuki la vio de reojo. Inhaló bastante aire y luego lo soltó de golpe.
— En esa época, cuando empecé a tratarlo como la mierda, cuando lo hice alejarse de absolutamente toda persona por tres años después de que me contó su pesadilla... se supone que yo era su amigo, y que debía apoyarlo y ayudarle a sobrellevarla. Pero en vez de eso, me miré en el espejo y vi mi propio miedo. Me vi llorando su muerte, de alguna forma me vi viéndolo morir... Y... - Volvió a abrazar sus piernas. — No pude soportarlo. Mi cabeza solo empezó a sobre pensar tanto, que lo único que pude pensar fue en hacerlo chiquito para que no se metiera en problemas. Callarle esa vocecita diciendo que era más grande de lo que pensaba que era, aunque en esa época ni él ni yo supiéramos nada de lo que iba a pasar... Y cuando hablaba con él, incluso al saber que lo que hacía estaba mal, aun así lo trataba mal porque no podía dejar de pensar en mis propios demonios. — desvió la mirada, hacia donde estaba el nerd entrenando junto a la cara de rana. — Pero míranos ahora. Y míralo ahora. Es como... Como si esos tres años lo único que hice fue yo mismo restarle alegría... Y la verdad, aún me siento culpable, aunque hallamos solucionado todo ese pedo...
— Pues sí. Cometiste errores, como todo humano. - Ella hizo una leve mueca.
— Y ahora con esto, cuando llegó conmigo llorando, lo único que hice fue burlarme de él.
— Eso es malo... Pero oye, quizás lo de que te burlaste fue por incredulidad, ¿No? Digo, aunque en nuestro caso lo notamos al instante, tú lo conoces desde chico y pues esas cosas no se notan cuando tienes a la persona junto a ti casi toda tu vida.
— Pero se supone que no debía de hacerle algo así a alguien que quiero, ¿No? - Continuó con la mirada sobre el de cabello verde, aunque se veía algo triste. — Se supone que mi trabajo era ayudarlo, y lo único que hice fue ser una mierda. Desde antes incluso...
— Míralo de esta forma, Bakugo. - Dijo ella, hincándose junto a él y tomándolo del hombro. — Si no hubieras hecho todo eso, quizás las cosas hubieran sucedido diferente. Quizás... Estarían ambos solos, y todo sería mucho más difícil. ¿Te imaginas? - Katsuki volteó a verla. Su sonrisa era suave. — Imagínalo así: Si no hubieras sido un imbécil por tres años quizás Deku-kun no hubiera empezado a ir a la biblioteca. Si tú no hubieras golpeado su estómago antier quizás Tsuyu jamás hubiera despertado los chakras raros de Deku-kun y no estaríamos en esto.
— ... Quizás...
Ella se volvió a sentar, observando al horizonte.
— Quizás ocupaban alejarse un rato de entre ustedes y ver otras perspectivas. Salir de la burbuja en la que estaban. Además, ahora nos tienen a nosotros también. Al equipo y al club. ¿No es mejor sobrellevar todo eso con amigos?
Katsuki lanzó un fuerte suspiro.
— Quizás... Aunque los del equipo no saben de esto.
— Oh, eso no lo sabía...
— Deku no quiso decirle a nadie excepto a ustedes...
Se quedaron unos segundos en silencio. Hasta que la chica retomó la conversación.
— Okay, lo tendré en cuenta para mañana... - Bufó. — Pero retomando lo que decíamos antes... La verdad, no agradezco que hayas sido un imbécil con él, pero agradezco que se hayan alejado un poco entre ustedes porque, sino, no hubiera conocido a Deku-kun y a los demás. Y sin Deku-kun, quizás no te habría conocido al equipo. Ni a ti. - Se encogió de hombros.
Katsuki no pudo evitar que una leve sonrisa le saliera del labio.
Izuku en su lugar seguía los movimientos de Tsuyu, con una pose correcta está vez. Sus manos se veían algo toscas haciendo los movimientos, y tenía los músculos tensos. Pero hizo lo mejor que pudo para relajarse.
Se detuvieron un momento, con Tsuyu acercándosele un poco.
— Okay, Midoriya-chan. Ahora debes de hacer los movimientos dirigidos hacia el agua, kero. Primero observarme, y luego hazlo tú. - Empezó a hacer como ella le había mostrado, volteando hacia el agua. — Respira hondo, siente los pulmones llenarse de la brisa del mar.... - El mar se movió conforme a los movimientos de la chica. — Empuja y tira el mar... Y luego, relaja los brazos. - Elevó los brazos y generó una ola que cortó contra la arena y les mojó los pies descalzos a ambos.
La muchacha hizo un movimiento con la mano para que el chico la imitara.
Izuku automáticamente volteó a ver al mar, acomodó los pies descalzos, levantó los brazos... Respiró hondo... Y empezó a imitar a Tsuyu.
Katsuki vio la espalda de Izuku: Estaba tenso, con los brazos duros y parecía estar haciendo los ejercicios con más fuerza de la necesaria.
—... Cachetes, ve subiendo el escalón. - Katsuki dijo de golpe, empezando a empujar a Uraraka y recogiendo las cosas que tenían en donde estaban, incluyendo los zapatos del nerd y de la rana.
— ¿Eh? ¿Por qué?
— Tú hazme caso.
Y Katsuki tenía su razón para irse de la playa. Parecía ser que el mar le hizo más caso a los movimientos más toscos de Izuku que a los fluidos y correctos de la rana. Las olas eran más grandes, más agresivas, y sobre todo, más impredecibles.
Al momento en que el Avatar levantó los brazos para generar la suave ola que debía llegar a sus pies con suave espuma, lo que pasó fue que una gran ola azotó la playa, una que llegó al escalón y salpicó los zapatos de Uraraka y Katsuki.
— ¡TSU-CHAN!
— ¡DEKU! - Gritó el rubio, que alcanzó a ver cómo la ola tiró al nerd de sentón y luego lo cubrió por completo hasta la cabeza, o incluso más alto. Pero la verdad, ni Katsuki ni Ochako estaban preparados para ver al de cabello verde levantarse de golpe y nadar hacia el frente y levantar a la chica rana de los cabellos como si fuera la cabeza de una cebolla.
La chica solo tosía y tosía, y el agua iba de regreso junto con gran parte de la basura. Izuku la soltó, empezando a entrar en pánico al ver la basura que se dirigía hacía ellos y los iría a aplastar. Tsuyu saltó hacia adelante de Izuku y usó todas sus fuerzas para hacer que el agua junto con la basura que iba directa hacia ellos quedará congeladas sobre la arena.
Y así, se salvaron de ser arrastrados por la ola creada por el avatar primerizo.
— ¿¡Están bien?! - Uraraka preguntó al llegar junto a ellos.
— ¿¡Qué carajos, Deku?! - Gritó el rubio, haciendo más escándalo.
Tsuyu continuaba tosiendo.
— ¡Pe-Perdón! ¡Ay, Asui-chan! ¿¡Estás bien?! - Dijo el muchacho apenado, intentando sobarle la cabeza. ¡La había agarrado de la cabellera para que el mar no se la llevara!
La chica volteó a verlo en cuanto dejó de toser, viéndolo muy seria.
— Midoriya-chan.
— ... ¿Q-Qué? - Preguntó nervioso.
La chica alzó la mano suavemente, como si estuviera a punto de ponérsela en el hombro al muchacho de cabello verde... Pero en vez de eso, la movió más rápido y le dio un zape que sonó tan fuerte que, del puro sonido, dolió.
— ¡AYAYAYAYAYAYAYAYAYAYAYAYAYAYAY!
— ¿¡Por qué no te detuviste cuando viste las olas, kero?! ¡Tenías qué hacerlo con suavidad, kero! ¡Casi nos matas!
— ¿¡No me dijiste que con suavidad!? ¡Solo dijiste que te imitara!
— ¡Por el amor de Yangchen, kero! ¡¿El imitarme viene con esa idea de hacerlo con suavidad! ¿¡O acaso me viste dar golpes, kero?!
— ¡En mi defensa, no me dijiste nada tampoco cuando viste las olas!
— ¡CASI NOS MATAS, KERO!
— ¡PERDÓN! ¡PERO ES QUE NI SIQUIERA SUPE QUÉ HICE!
— ¿¡Cómo que no sabes?! - La chica hizo una mueca que parecía más desconcertada que enojada, quizás fuera la razón por la que omitió su tic verbal.
— ¡Sólo seguí lo que me dijiste pero no me explicaste ni cómo funciona realmente el agua control! - Izuku se abrazó haciendo un mohín.
De repente, Izuku recibió otro zape pero esta vez de Katsuki.
— ¡Ten sentido común y cuando veas que las cosas no te salen como a los demás, te detienes, pendejo! - Katsuki regañó al de cabello verde.
Izuku automáticamente éste se llevó las manos a la cabeza, apretando los ojos.
— ¡Dejen de pegarle! - Ochako dijo empujando a Katsuki y sobándole la cabeza al de pecas.— Deku-kun, ¿Estás seguro de que lo hiciste igual a Tsuyu? - Preguntó ella, frunciendo el ceño.
— ¿S-Según yo sí? - Aspiró aire como si estuviera aguantando las lágrimas de los 2 zapes que le han dado. — Pero parece que no.
— Pendejo, estabas tan tenso que podía ver cómo se te saltaban las venas de la espalda y los brazos cuando todos saben que con agua control tienes que estar relajado. - Katsuki se cruzó de brazos.
— ¿Desde dónde estabas me veías las venas? - Izuku parpadeó incrédulo.
— ¡¿SOLO ESCUCHASTE ESA PARTE?! ¡LA RANA TE DIJO QUE TENÍAS QUÉ RELAJARTE! ¡NO ME JODAS, PINCHE PENDEJO! - Katsuki ya estaba por darle otro zape pero la chica de cabello castaño no lo dejó.
— ¡Cálmense todos! ¡Tengamos en cuenta que Deku-kun es primerizo en todo esto! - Suspiró la chica con pesadez.
— Se supone que ese movimiento no es algo difícil kero, es simplemente imitar el mar, pero Midoriya-chan nos dio un mini tsunami y una jalada de pelos, kero. - Tsuyu infló una mejilla.
— N-No era mi intención... Pero... No sé, sentí que hacerlo con más fuerza sería mejor por eso de que estaba medio bloqueado...
— ... Eso tiene sentido, pero está mal que lo hagas, kero. - Tsuyu suspiró, pasándose las manos por la cara. Al instante se levantó. — Mira, mejor veamos algo más pequeño, kero. Con poca agua, algo más relajado que es lo que ocupas, kero...
Katsuki rodó los ojos y se tiró en la arena de sentón. Uraraka se sentó junto a él.
— Muy bien, Maestra Asui. - Izuku se levantó, un poco más relajado que hace rato.
La rana hizo un movimiento de brazos con el que se secó la ropa y el cabello empapado, haciendo una pequeña esfera de agua entre sus manos. Luego la tiró en la arena.
Deku la estuvo observando unos segundos, y se levantó, preparándose para imitarla. Estiró los brazos para intentar hacer los movimientos, pero en ese instante Katsuki se levantó y lo detuvo.
— Nerd, tienes qué relajarte. - Dijo viéndolo con un semblante relajado, esperando que esto le ayude al chico de pecas.
Katsuki le tomó el brazo a Izuku, apretándole la zona del bicep y el antebrazo, y luego se pasó por detrás, casi pegando su pecho con la espalda del chico pero sin tocarse. El de cabello verde lo vio de reojo, sin mover mucho la cabeza, y sintió como las manos del rubio pasaban por ambos brazos, por su espalda, dándole un suave masaje. Las manos del maestro fuego eran cálidas, por lo que inevitablemente Izuku se sintió cada vez más relajado, hasta el punto en que cerró los ojos.
Al instante, Katsuki dio un paso para atrás.
Y sin abrir los ojos, Izuku hizo los movimientos que su maestra le había mostrado a la perfección. Al instante, el agua que todavía lo empapaba, hizo caso al joven avatar. Y recorriendo por sus piernas, su espalda, sus brazos, y más, cada una de las gotas, de una en una, salieron de su ropa, hasta quedar en la esfera de agua entre hizo entre sus manos.
— Hey, ¿Eso qué fue?
— No digas nada, Ochako-chan...
Izuku abrió los ojos de golpe al oír a las dos chicas, que estaban viendo a los dos amigos con una mirada algo extraña.
— ¿¡A USTEDES QUE LES IMPORTA?! - Le gritó Katsuki a ambas, Izuku volteó a verlo y vio que estaba sonrojado hasta las orejas.
Izuku repasó en su cabeza lo que acababa de hacer Katsuki... Oh
Se le cayó el agua y se puso tan rojo como una cereza.
— ¡A-Así siempre hemos sido no-no piensen nada raro! - Izuku empezó a negar con las manos y la cabeza como loco, sin fijarse que Katsuki lo vio algo extrañado (o más bien dolido)
— Sí, claro... - Ochako se rio de ellos.
Entre incomodidad, olas grandes, y un avance algo más rápido de lo que esperaban del muchacho, así fue la primer sesión de entrenamiento del nuevo avatar Izuku.
Al ir subiendo las escaleras para regresarse a sus respectivos hogares, la castaña le llegó por la espalda al de cabello verde y le dio un zape en la cabeza.
—¡AY! ¿¡Y ESO POR QUE?! - Reclamó Izuku viendo a la chica, sobándose la zona golpeada.
— ¡Faltaba yo de darte un zape! - Le sacó la lengua y salió corriendo.
Al día siguiente tocaría tierra.
Tenya lo había citado junto a Kacchan en su casa a las cuatro de la tarde exactamente, lugar al que Izuku no había ido nunca exceptuando por la gran reja de hierro que dejaba ver el jardín lleno de árboles con figuras y las estructuras de metal que adornaban el mismo. Habían llegado un poco antes debido a la insistencia del de pecas (siempre decía que si alguien lo citaba en un lugar, tenía que estar saliendo mínimo una hora antes porque si salía justo en el tiempo exacto para llegar exactamente a la hora citada algo muy malo pasaba y terminaba llegando tarde), por lo que se había quedado unos minutos observando el jardín frondoso de la residencia Iida.
Katsuki no parecía inmutarse por lo impresionante de la casa, es más hasta se veía que esperaba que Tenya fuera un niño rico. Pero Izuku siempre terminaba algo sorprendido con su amigo porque le sorprendía mucho todo esto de "los dineros" y la gente rica. Katsuki le dio un codazo a Izuku sin decir nada, y este entendió qué quería que hiciera. Al instante se acercó al timbre y tocando el mismo se escucharon unas fuertes campanadas.
— Residencia Iida, ¿Qué se le ofrece? - Escucharon en la voz con estática saliendo del comunicador. Era la voz de un hombre, que Izuku reconoció al instante.
— ¡Hola Iida-san! ¡Soy Izuku Midoriya! Su hermano me citó hoy a las cuatro de la tarde en su casa, no sé si le dijo. - Contestó el de cabello verde, apretando el botón para que lo pudieran escuchar en el otro comunicador.
Katsuki alzó una ceja. ¿El mastodonte tenía hermanos?
Pláticas más, pláticas menos, terminaron dentro de la residencia esperando al de lentes, esperando a que bajara de su habitación mientras bebían una taza de té preparada por el hermano mayor de los Iida: Tensei.
Izuku ya lo conocía, pero Katsuki no por lo que se fijó un poco en él alzando la ceja. El muchacho era muy parecido a Iida: Grandote, con las cejas raras, pero este vato no hacía ademanes raros... Sabía que la familia del de lentes era de policías, así que tenía cierto conocimiento de la situación de la ciudad.
— ¿Cómo va todo, Iida-san? - Izuku preguntó educadamente, sonriendo suavemente.
— Ah pues ahí, en el trabajo un desastre. Una persona toda se soltó estos días por la calle, y anda atacando a los policías y civiles por igual.
— ¿Eh? ¿Porqué? - Katsuki preguntó alzando una ceja.
— No sabemos aún. - Tensei suspiró - Al menos tenemos la información que su forma de atacar es dejar paralizadas a las personas como si fueran estatuas.
— Eso es extraño... ¿Alguna recomendación? ¿Para qué no nos ataquen?
— Pues no sabemos su método de ataque. Solo sabemos que ataca únicamente a maestros. Midoriya está a salvo de eso. - El hombre se encogió de hombros, pero tanto Izuku como Katsuki se atragantaron con el té, empezando a toser.
— ¿Están bien?
— S-Sí. - Izuku dijo de golpe, poniendo la espalda recta intentando parecer normal, sólo que no pudo ocultar el nerviosismo.
— ¡Lamento la tardanza! - Escucharon de golpe mientras los pasos apresurados sonaban por el pasillo, lo cual se sincronizo con el ahogamiento de los dos chicos. — ¡Oh, no! ¡¿Los asusté?! ¡Lo lamento! - gritó el muchacho.
Después de ese susto y otras situaciones entre los dos Iida. El menor logró que su hermano y su madre dejaran la casa completamente sola para los tres presentes, y terminaron en el patio. Un lugar amplio, de adoquines hermosos que formaban un rectángulo, con pilares en cada esquina, dos eran altos y mostraban un sello: Un jabalí alado; y los otros dos eran pequeños y mostraban la misma estatua cada uno: un joven en armadura con una espada entre manos.
Izuku se quedó viendo el sello de la columna que tenía justo en frente. Reconocía ese símbolo de algún lado... La estatua no la reconocía de ningún lado, pero se acercó a ella.
— ¡MIDORIYA! ¡TE ESTOY HABLANDO!
— ¡A-AH! - Izuku saltó sobre sus pies, viendo a Tenya con los ojos muy abiertos. — ¿¡Q-Que pasó?!
— ¡No te distraigas! - Regañó el de lentes. — ¡Hazme caso y quítate los zapatos!
— ¿Para qué, o qué? - Pregunto Katsuki sentado desde su lugar. Oh, vaya. Izuku no si había dado cuenta de que se fue a sentar en el suelo.
— ¡Asui-san y Uraraka-kun me dijeron qué sucedió ayer! - Dijo el muchacho, cortando el aire con la mano como siempre lo hace. — ¡Así que te voy a enseñar algo con lo que no podría lastimar a nadie! ¡Ved con los pies y las vibraciones de la tierra y las placas tectónicas: el sentido sísmico! ¡Una de las técnicas legendarias de mi familia del lado de mi madre! - Dijo con emoción.
— ¡Oh, por los espíritus! - Izuku estaba que vibraba de emoción. — ¡E-Es la técnica que Toph Beifong usaba para ver!
Asintió el de lentes, sabiendo que el de cabello verde se emocionaría. Llevando las manos a sus bolsillos, Tenya sacó una venda roja, y acercándose al chico de cabellos verdes se la dio en las manos.
— Te daré unas instrucciones, pero necesito un ayudante.- Dijo con seriedad el muchacho. — Bakugo-kun, ven por favor. - Le hizo una seña al maestro fuego, quién con flojera se levantó de su lugar. — El sentido sísmico, como ya sabes, es una habilidad para poder "ver" a tu alrededor sin usar la vista. Te permitirá sentir si hay personas adentro de la casa, si hay alguien que está por atacarte, incluso si hay una hormiga pasando por el jardín. Aunque claro, esto último solo será cuando ya seas un experto. - Iida sonrió de lado. — La tarea del día de hoy será que te concentres en lo que sea que sientas que llega a las plantas de tus pies: cada vibración, cada piedra. Solo trata de sentir todo lo que está conectado a la tierra. Así, entendiendo a la tierra, entendiendo como todo está conectando, esperando, y sobre todo siendo muy paciente, podremos pasar a la siguiente etapa de tu entrenamiento. - Indicó el muchacho acomodándose los lentes.— Vas a ponerte en posición de caballo, con los pies descalzos bien plantados sobre la tierra. Te la mostraré, pero la harás hasta que te prepare para que no puedas ver ni escuchar. - Le enseñó la pose: La espalda rígida y recta, las piernas bien abiertas más allá de los hombros con los pies viendo hacia adelante, las rodillas flexionadas hasta que parecía que estaba sentado en el aire. Sus brazos quedaron flexionados, con los puños al lado de la cintura. Izuku la vio unos segundos, intentando grabársela en la cabeza.
— Okay... Eh, ¿Entonces quieres que me ponga esto? - Levantó la venda en sus manos.
— Si. - Asintió el muchacho, pero continuó. — Voy a ir por unos audífonos cancela ruido. En cuanto te los ponga, harás la posición de caballo. Ve poniéndote la venda. - Y el de cabello negro azulado salió corriendo.
Izuku levantó los brazos para ponérsela, pero automáticamente Katsuki se acercó a él y tomo sus manos, quitándole la venda con suavidad y él mismo poniéndosela en los ojos al de pecas.
Izuku no pudo evitar sonreír, quizás hasta algo sonrojado por la acción del chico de cabellos rubios. Pero no dijo nada y simplemente esperó donde estaba.
Cuando Iida volvió, sin poder ver nada, solo sintió que el de lentes le puso algo en las orejas, y medio recordando qué le había indicado, siguió las instrucciones tal y como las recordaba: Adoptó la posición, y esperó...
Katsuki vio al mastodonte ese acercarse mientras mantenía los brazos cruzados. ¿Acaso le iría a dar indicaciones también? Ugh, odiaba tanto que le dijeran qué hacer...
Bueno, lo que sea por el nerd ¿No?
— Muy Bien, Bakugo-kun. Para este ejercicio voy a ocupar un poco de ayuda. - Seh, el mastodonte este de lentes le iba a dar indicaciones. Qué mierda.
— ¿Para qué o qué? - Se cruzó de brazos viéndolo con el ceño fruncido.
— Para generar vibraciones en el suelo y ayudar a Midoriya-kun a entender la tierra a través de las vibraciones que todos generamos en ella. - Dijo volviendo a acomodarse los lentes, quizás algo desconcertado por la poca cooperación que estaba mostrando el rubio.
Pero Katsuki no tuvo de otra. Rodó los ojos e hizo una seña con la mano para que le diera instrucciones.
— Vamos a caminar, correr, gatear, o lo que nosotros queramos, en círculos alrededor de Midoriya. - Dijo, hincándose. Katsuki se agacho de cuclillas para ver qué hacía. Iida tomó tres piedras y las colocó alineadas en el suelo: Una en el centro de las otras dos. — Tenemos que ir sincronizados en cuanto a tiempos. Si queremos correr tenemos que correr los dos, si uno quiere dar vueltas de carro el otro puede hacer vueltas de carro o no, pero debemos hacer ambos algo con lo que vayamos al ritmo del otro. Si queremos gatear igual. Podemos acercarnos o alejarnos del centro, pero tenemos qué quedar de acuerdo para hacerlo al mismo tiempo. - Movió las dos piedras de las orillas haciendo un movimiento con las manos, estás empezaron a girar con sincronización perfecta alrededor de la del centro. — El punto de este ejercicio es brindarle a Midoriya las vibraciones necesarias en la tierra para que él pueda percibirlas en las plantas de sus pies.
Katsuki asintió, alzando ambas cejas. Okay, el mandón este al menos había pensado mejor su lección antes de tener a Deku aquí.
— Okay, ¿Cuánto tiempo estaremos haciendo esto?
— Normalmente, este tipo de lecciones duran de diez a quince minutos. Hoy empezaremos con quince minutos. - Contestó el de lentes, a lo que Katsuki simplemente asintió nuevamente.
— Entonces, ¿Comenzamos? - Hizo una seña con la mano, a lo que el de lentes Asintió de vuelta.
Y así, se acomodaron ambos alrededor del joven avatar, cada uno a su lado. Tenya comenzó a dar pasos lentos generando mucho ruido con sus pisadas, pisotones que Katsuki imitó. Dieron una vuelta entera así, al punto que las plantas de los pies del rubio le dolieron un poco, más no se quejó.
Lo siguiente que hizo el de lentes fue dar media vuelta y hacer exactamente lo mismo pero para el otro lado, a lo que Katsuki también dio media vuelta pero haciendo otra cosa: arrastrar los pies como si estuviera patinando. Vio como el mastodonte le levantó el pulgar en señal de aprobación a lo que el rubio solo rodó los ojos.
La siguiente vuelta que dieron, Tenya empezó a dar saltos de conejo, un poco más rápido que lo anterior. Katsuki por su parte, decidió hacer algo parecido, pero eran más como saltos de sapo: colocándose de cuclillas y usando los brazos para apoyarse hacia adelante.
Al parecer por decisión de ambos (y una mueca que hizo el de pecas que, al menos para Katsuki, significó que sí estaba sintiendo qué era lo que hacían), decidieron completar dos vueltas de estos saltos.
— Okay Bakugo. Creo que es momento de hacer algo que quizás Midoriya no podría detectar tan fácilmente. Pasos y luego saltos son de lo más fácil de detectar. - Comentó el de lentes en voz suficientemente baja como para que Katsuki apenas lo escuchase desde donde estaba. Al parecer los audífonos cancela ruido del nerd no eran tan buenos como para que no pudieran hablar en volumen normal. — Voy a hacer vueltas de carro. Si no puedes hacerlas, puedes hacer algo diferente, pero que no sea algo sencillo como dar pisotones o saltos.
— Uhmmm... Okay. Creo que puedo hacer algo también con tu idea. - Katsuki no pudo sonreír de forma socarrona, a lo que el de lentes alzó una ceja.
Tenya levantó las manos para dar la primera vuelta de carro, más esperó a que Katsuki se preparara.
Y el rubio, quizás en un pequeño impulso de ego, hizo algo que había aprendido de Sero junto con los chicos del equipo unos meses antes de que Deku y la cachetes se unieran a su equipo. Y al igual que Iida, alzó los brazos, y al mismo tiempo se impulsaron hacía adelante. El grandote cayó sobre sus pies a los segundos de dar la vuelta, pero Katsuki se mantuvo de cabeza: Estaba parado sobre sus manos, y empezó a avanzar como si nada.
Automáticamente Iida frunció el ceño.
— Presumido... - Katsuki logró escuchar, y le sonrió con aún más ego saliendo del rubio.
Tenya empezó a hacer más vueltas de carro, y Katsuki avanzaba poco a poco conforme las vueltas de carro. Cada que Katsuki se cansaba o sentía que la arena se le impregnaba en la piel de sus manos, se dejaba caer con la maestría de un gimnasta sobre los pies, se sacudía las manos y volvía a ponerse de pie.
Y así estuvieron, haciendo más cosas para generar vibraciones en la tierra hasta que la alarma del celular de Iida sonó.
— Es tiempo, Bakugo-kun. Ve con Midoriya y quítale la venda y los audífonos y dile que se siente en el suelo. - Dijo de golpe, corriendo hacia el aparato que seguía haciendo el ruido de la alarma.
Katsuki estuvo a punto de decir algo sobre "que no le dijera qué hacer", pero prefirió simplemente rodas los ojos. Le quitó los audífonos con suavidad al muchacho de pecas.
— Listo, nerd. - Le dijo tranquilamente, para luego desamarrar la cinta de los ojos.
— ... ¿Enserio? - Izuku preguntó, y parecía un poco desconcertado. Se paró con normalidad, sacudiendo un poco los pies y las piernas como si se hubiera cansado de estar en aquella posición.
Iida volvió al instante con unos cojines. Le dio uno a Izuku y otro a Katsuki, y puso el suyo en el suelo para luego sentarse sobre él.
— Okay, Midoriya. ¿Sentiste algo? ¿Supiste de dónde venían las vibraciones? ¿Sentiste diferencia entre unas y otras, si es que sentiste algo. - Preguntó el de lentes con mucha seriedad.
— Eh... - Izuku lo imitó, sentándose en el suelo de cazuelita. — No sabría decir si sentí algo...
Katsuki tiró el cojín y se desparramó en el suelo con las piernas estiradas.
— ¿O sea que no te llegaron vibraciones?
— Pues... Si, pero no podría decir que supe de dónde venían. - Izuku volvió a hacer la mueca que Katsuki logró ver mientras hacían el ejercicio. — Solo sentía como si estuviera tocando la rejilla de una bocina pero en los pies. Había leído que el sentido sísmico de Toph Beifong funcionaba más como un radar o un sonar, y esto no fue nada parecido a lo que me había imaginado...
— ¿Quieres decir que no sentiste ni madres?... ¡¿Me paré de manos por nada?! - Se quejó el rubio, cruzando los pies y manteniendo las manos en el suelo, recargándose en éstas.
— ¿Que tú que-
— No, Bakugo. Este ejercicio no fue en vano. - Dijo de golpe Iida, regañando al rubio e interrumpiendo al de pecas. Volvió a mirar a Izuku, con una sonrisa entre labios.— En realidad no es malo que no hubieras sabido de dónde venían. Con que las logres sentir es suficiente. Este ejercicio es algo lento, pero con el tiempo podremos hacer que comprendas todo lo que está conectado a la tierra. Es un ejercicio que avanza lento pero seguro. Recuerda: La paciencia en la tierra control es importante.
Tenya apretó el puño en señal de apoyo.
— Así que no desesperes, que llegaremos poco a poco al punto. Recuerda que eres muy primerizo en todo esto. - Dijo el de lentes, alzando un pulgar, a lo que Izuku solo suspiró, mostrando quizás un poco de impaciencia. Katsuki no pudo pensar en nada más que en pasar la mano por la espalda del joven avatar.
— Tranquilo, Deku. No puedes hacerlo todo a lo pendejo como ayer. - Izuku volteó a verlo con las mejillas infladas.
— Es que ayer fue casi instantáneo lo que pude hacer, esperaba poder lograr algo más que... Nada. - Suspiro frustrado.
— Ya te lo dije, la tierra es el elemento de la paciencia. Así que seamos pacientes, ¿Sí? - Tenya dijo nuevamente, levantándose del suelo. — ¿Quieres volver a intentarlo?
Izuku bufó nuevamente, movió una pierna repetidamente unos segundos, pensando...
— Va. - Dijo, levantándose rápidamente.
— Bien. Volvamos a como estábamos. Venda y audífonos. - Y, rápidamente, volvieron a efectuar el ejercicio.
Notes:
Nota de Autor:
Okay, sé que éste capítulo volvió a quedar corto pero es por decisión de querer hacer esto un poco más corto de lo normal, porque es mucha información para un solo capítulo. Entrenar y eso. ¡Pero espero les guste!
También, disculpen la tardanza. Me dio covid por segunda vez en el año y estos últimos meses han sido muy… raros en general.
Felis navidad atrasada, y feliz año nuevo ^^
Anyways, ¿qué les pareció el capítulo?Y pregunta del capítulo:
¿Qué elemento creen que se le dificulte más a Izuku?
Chapter 14: Entrenamiento: Interrumpido.
Summary:
Ni Yaoyorozu ni Jiro siquiera pudieron decirle algo de que lo guiaban a la puerta pues se salió de ahí.
Lo único que vio fue la cara de Katsuki mientras se ponía completamente rojo del coraje que estaba haciendo.
Esa carta negra tenía una figura. Una figura extraña que tenía grabada en el subconsciente. Era una figura parecida a una ameba, pero roja. La carta se llamaba "El caos".
Lo único que supo fue que se le vino un nombre a su cabeza, pero no sabía quién era.
Solo sabía que debía huir.
Notes:
Créditos de la ilustración usada: Aroi_Te en Twitter
Créditos Betareading: todarashis en twitter (bestie <3)
(See the end of the chapter for more notes.)
Chapter Text
— Izuku - La mujer tocó a la puerta entreabierta del cuarto de su hijo. Izuku volteó hacia donde estaba su madre, y la vio sosteniendo el teléfono inalámbrico que normalmente tenían en la sala. — Es para ti.
— ¿P-Para mi? - El chico frunció las cejas un poco, algo nervioso pues no le gustaba mucho hablar por teléfono. — Ay... ¿Qu-Quién es?
— Es uno de los amigos de Toshinori, quiere hablar contigo. - Dijo ella suavemente, pero luego alzó una ceja — Aunque está raro porque conmigo siempre todos se comunicaron por cartas que porque era más seguridad y ya no sé ni qué onda, así que rápido mijo, rápido, que el señor es medio desesperado. - Inko apuró al muchacho chasqueando los dedos, a lo que él se levantó casi corriendo de la silla de su escritorio, tomando el teléfono algo brusco.
— ¡G-Gracias má! - Dijo con más nervios aún, pero no pudo evitar pegarse la bocina del teléfono al oído. — ¿S-Sí? ¿Q-Quién habla?
— Uy, suenas más mocoso de lo que pensé. - La voz anciana del otro lado dijo con un tono malhumorado.
— ¿E-Eh? - Izuku hizo un mohín, algo desconcertado por lo grosero que sonó el señor. — ¿E-Esperaba a alguien mayor o...?
— ... Oye ¿Y tú quién eres? - El anciano preguntó, con un tono algo atolondrado, totalmente diferente al que antes había demostrado.
— ¡S-Soy Izuku Midoriya...! Espere, ¡U-Usted llamó a mi mamá primero! ¡C-Creí que sabría quién soy si preguntó por mí! - Izuku contestó frunciendo el ceño y se quedó unos segundos en silencio... — ¡Y a todo esto! ¿¡Quién es usted?!
— Ah, sí, el chamaquito de Inko, la amiga de Yagi, si si si. - El señor volvió a contestar con la voz atolondrada de hace rato. — Me llamo Sorahiko Torino. - Izuku recordó las cartas que le había enseñado su madre en días anteriores y los nombres escritos en estas... Ese nombre... Era conocido... Pero no pudo pensar quien era pues el señor era bastante ruidoso. Escuchó al anciano sorber algo y luego gritar algo que Izuku medio comprendió: "¡Niños! ¡Ya dejen de jugar aquí dentro! ¡Inasa, suelta ese jarrón lo vas a romper! Ay chamaco pendejo ya lo rompiste. Déjalo ahí no tengo tiempo pa' lidiar contigo ahorita. ¡keigo! ¡¡¡Atiende a los niños ya!!!"
Luego aspiró aire, para continuar con una voz un poquito más seria. — Niño dime rápido, ¿Qué tanto sabes hasta ahora?
— Eh... ¿De qué? - Preguntó Izuku, sentándose en su cama.
— ¿Qué de qué? - Y la voz atolondrada volvió. Por un momento, el chico pensó que quizás el señor estaba senil
— ¡Usted fue el que preguntó! - Izuku restregó la mano por la cara. — Qué qué sé hasta ahora, pero ¿De qué? No-No entiendo
—... Ah, ya ya ya. Sí. - El señor chasqueó los dedos. — ¡De eso!
— Señor, solo me está confundiendo más...
— Ay, no eres divertido, niño. - El anciano pareció dejar lo que estaba haciendo por las buenas, aunque Izuku no estaba seguro si estaba fingiendo o si era el caso de verdad de que se le fuera la onda al señor. Volvió a sorber. — De tu situación.
— ¿M-Mi sit...? ¿se refiere a que soy el av-
— ¡No chingue, niño! - Interrumpió el señor. — ¡No lo diga como tal, que en todos lados nos vigilan!
— ¡¿Qu-Quién nos vigila?! - Preguntó alarmado el muchacho.
— Osh, enserio no sabes nada... - El señor se quedó en silencio unos segundos.
— … A-Apenas me enteré de todo esto la semana pasada, señor… ni siquiera sé controlar nada y apenas y se como hablar con Yagi-san...
— Ah caray, ¿ya has hablado con tu tío Toshinori?
— Y-Yagi-san no es-
— Sí es tu tío, hazme caso. - Sorahiko dijo algo molesto, tono de voz que Izuku acababa de notar estaba desde que dejó el tono tonto que había usado anteriormente. — Tonces, ¿Has hablado con él?
— Pues... Eh... - Izuku movió las rodillas algo inseguro. — Pues... Sí, un-un par de veces...
— ... Ah okay - El hombre volvió a sorber. — ¿Cuántos años tienes?
— Uhmm... Tengo trece... - Izuku parpadeó, frunciendo el ceño.
— ¿Cuándo es tu cumpleaños?
— ¿15 de Julio?
— ¿Tienes algún trabajo?
— ¿N-No? Tengo trece aún...
— ¿Sabes manejar algún elemento?
— No... Toda mi vida creí ser no-maestro...
— ¿Sabes cuál es tu elemento base?
— ¿Elemento base?
— Ya sabes, eso de que si eres de cierta nación y así.
— uh... Pues nací en Ciudad República, pero mi mamá es de las tribu agua... y mi papá creo que era de tanto la nación de fuego como la federación tierra...
— Oh. Okay. Ta bien. - Volvió a sorber.
— ... ¿Y...? ¿Algo más?
— No, no más.
— ¿Qué? ¿Cómo que no más? - Izuku preguntó, y de la nada la llamada se cortó. — ... ¡Mamá, el señor me colgó!
Era día de fuego. Los miércoles iban a ser día de fuego, acorde con el calendario que armaron el otro día.
Así que era turno de Katsuki para enseñarle al nerd de Deku cómo se hacía el fuego control. ¡Esto era emocionante para el rubio! Tantos años viéndolo seguirlo sin poder hacer nada porque jugaban con los otros tontos que también eran maestros, que (aunque lo asustaba un poco la situación) el que Izuku tuviera al fin algo qué compartir con respecto a los elementos era algo refrescante.
Y se suponía que iban a entrenar en el gimnasio de Kaminari, pero cuando iban saliendo de la escuela, vieron al cuarteto de idiotas esperándolos en la entrada.
— ¡HEY, SE SUPONE QUE LOS ÍBAMOS A VER HASTA LA TARDE, BOLA DE TONTOS! - Katsuki les gritó a los mensos, a punto de lanzarles su mochila para huir de ahí antes de que reaccionaran, pero no lo hizo al momento en que vio que los cuatro tontos se le abalanzaron encima, abrazándolo específicamente a él. Mas en un momento, Sero jaló a Deku del brazo y lo metió al abrazo. Katsuki solo pudo pensar en que los planes de hoy habían sido arruinados.
— ¡Nos han abandonado! - Grito Mina negando con la cabeza, pero más parecía estar burlándose.
— Hey, no los hemos abandonado... - Izuku contestó, frunciendo el ceño.
Sero simplemente se empezó a reír mucho, separándose del abrazo grupal y agarrando a Deku del hombro.
— ¡Oh, vamos! No los vemos bien desde que a Mido le dio el patatús después de la competencia preliminar la semana pasada.
— Incluso el lunes que nos volvimos a ver estabas bien distraído, y Bakubro igual - Kirishima sonrió algo apenado. — No es como que no queramos que vuelvan a ser amigos, pero... - Kirishima se encogió un poco en su lugar. — Tampoco está cool que nos empiecen a dejar de lado, ¿Saben?
— ¡Es como si ya no existiéramos para ustedes! - Denki se quejó de forma dramática, aunque más bien intentaba bromear.
— Eh... - Deku empezó a juguetear con sus dedos, para luego ver a Katsuki y sonreírle un poco apenado. Se acercó unos pasos, susurrando. — N-No creo que sea mala idea entre-...di-digo, hacer, hummm, tarea después... de, eh, que andes un-un rato con ellos, ¿No?
Este hijo de la chingada-
— ¿¡AH?! ¡PERO SI QUEDAMOS DE OTRA COSA! – Katsuki lo volteó a ver incrédulo.
— ¡Midoriya nos apoya! – Mina gritó.
— ¡¿Vez lo que provocas!?
— Y-Yo no provoco nada, Kacchan. Sólo… – Izuku sonrió apenado, sin dejar de jugar con sus dedos. — Creo que estaría bien relajarse después de días tan estresantes que hemos tenido desde la competencia preliminar ¿no? La verdad es que estos días han sido… Cansados…
Katsuki se le quedó viendo a Izuku con el ceño fruncido. Repasó lo que había pasado éstos días… Y la mirada del nerd era de cansancio…
—… Agh, está bien. – Se cruzó de brazos, a lo que el cuarteto celebró.
— ¿Entonces que quieren hacer, chicos? – Izuku habló — ¿Los dejo con Kacchan para recordar viejos tiempos o...?
— ¡NONONO TÚ VIENES CON NOSOTROS TAMBIÉN! - Y sin más, Kirishima y Sero cargaron a los dos como costal de papas y empezaron a correr.
Entre gritos y zangoloteo, Izuku no se dio cuenta de cuánto tiempo lo cargó Kirishima, cosa que lo mareó mucho. ¡Sentía que iba a vomitar en cualquier momento! Y estaba tan mareado que no notó en qué momento llegaron frente a una mansión. ¡Era la misma a la cual habían venido después del torneo de eliminatorias! Pero estaba tan asqueado que la verdad no se dio tiempo para admirarla en ese instante. Aun así, logró notar que era una mansión en un barrio de ricos.
Kirishima y Sero bajaron de sus hombros a ambos chicos, dejándolos en el suelo.
— ¡Ouch! - Katsuki se sobó el trasero después de levantarse, mientras que Izuku seguía tirando en el piso intentando aguantarse las ganas de vomitar.
Pero ignorando a todos, Denki se puso en el intercomunicador tocando tres veces el botón.
— ¡Yo-Yo-Yowi! - Gritó en el comunicador.
— Kaminari, no tienes qué tocar ni gritar de esa forma. Sabes que tengo oídos sensibles.
— ¡Ay, Jiro! ¡Arruinaste la sorpresa! ¿¡Cómo supiste que fui yo?!
— Eres el único tarado que grita Yo-Yo-Yowi cuando llega a ésta casa. - La chica del comunicador dijo, aunque ahora sonó con mayor molestia.
— ¡Ay, vamos amorcito~! - Intentó hacer una voz melosa. — A Yaomomo y a ti les encanta que diga Yo-Yo-Yowi~
— Claro que no. - La chica dijo, a lo que Kaminari contestó.
— Claro que si~
— Que No.
— ¡Que si!
— No.
— Sí.
— No.
— No.
— Sí.... ¡Agh! - Escucharon a la chica gritar molesta, y automáticamente Kaminari se empezó a carcajear de la risa. — ¡Sólo...! pasen... Yaomomo los espera en su habitación...
— ¡Gracias, Jiro, amorcito! - Kaminari volvió a gritar tocando el comunicador antes de que la chica cortará la comunicación.
Las puertas de metal dorado se abrieron al instante, mostrando un jardín enorme con árboles frutales que emanaban un aroma delicioso, y en el centro había un espejo de agua reflejaba la gran casa de pagodas rojas.
Uh, ahora que lo pensaba este barrio se le hacía conocido... Aunque no la calle pues no reconocía ninguna de las casas.
Y mientras se iban acercando, Izuku logró al fin concentrarse en sus alrededores y notar que la casa era más grande de lo que imaginaba: Fácil y era cien metros cuadrados. El jardín de la casa mostraba una variedad de flores plantadas en el pasto y en macetas, y los numerosos árboles de cerca emanaban aromas florales y frutales que le ayudaron a bajar el asco que aún sentía. Además del bonito camino de adoquines que mostraba diferentes figuras, entre ellas un sello que figuraba a una flor con numerosos pétalos pero bastante simplificada.
El camino los llevo hasta la puerta, dónde una chica de verde les abrió la puerta.
— Bienvenidos sean a la casa Yaoyorozu... – Izuku. Al verla se quedó paralizado. Ella vestía ropas verdes, y tenía la cara tan pálida que Izuku habría creído que era un espíritu, si no fuera porque les habló a todos, y también porque Kaminari llegó con ella y la abrazó sin más.
— ¡Jiro, amorcito!
— No. - La chica empujó un poco al muchacho de cabello rubio. Ahí fue cuando Izuku notó que lo que la hacía pálida era que traía maquillaje blanco en el rostro, pues su cuello se sonrojó pero no su rostro.
Uh...
Espera...
— ¡Oh por los espíritus! ¡Es una guerrera Kyoshi! – Los ojos se le iluminaron, y tomó a Katsuki del brazo. — ¡E-Es una guerrera Kyoshi, Kacchan!
Katsuki no hizo nada ante las sacudidas del de cabello verde, simplemente lo dejó ser en su ataque de fanboy.
— Por aquí, muchachos. - Con suavidad, la muchacha empezó a caminar hacia los pasillos de la gran casa.
Izuku, aún emocionado por ver a una guerrera Kyoshi con sus propios ojos, empezó a murmurar:
— Las guerreras Kyoshi son un grupo organizado y creado por la gran Kyoshi - ahora que ya sabe y un montón de información nueva llegó a su cabecita de nerd — Después de que ella separara su isla del continente del entonces reino tierra. Las guerreras mantuvieron protegido pero aislado a su pueblo hasta la llegada de Aang y la nación del fuego, y se volvieron vitales en el fin de la guerra al momento en que Suki, una de ellas, decidió unirse al equipo de Aang y acabar con toda la guerra el día del cometa de Sozin. Y luego se volvieron guardaespaldas del señor del fuego Zuko.
Ni se fijo en si le hacían caso solo murmuraba como fanboy.
Pero ahora que lo recordaba, las chicas que continuaban con el legado de Kyoshi ya eran solamente guardaespaldas de gente muy rica y poderosa.
… Oh.
Eso significa que estaba en una casa de gente MUY rica. Debió notarlo desde el inicio…
La guerrera Kyoshi subió las escaleras y los llevó al segundo piso y continuó por el gran pasillo, por lo cual Izuku observó los pisos de mármol, las obras de arte que decoraban la casa, la alfombra de terciopelo rojo, las habitaciones con puertas y pinturas del mismo logotipo de la flor roja. La chica se detuvo frente una habitación de puertas dobles que tenía grabados de flores de tonalidades rosas y rojas, y que tenía escrito en una placa "Yaoyorozu Momo, hija menor".
Por alguna razón, con tanto lujo a su alrededor, no pudo pensar en nada más que la frase de su amiga Ochako: "los ricos son raros".
Jiro tocó la puerta de la habitación.
— Señorita Yaoyorozu, tiene visitas.
— ¡Oh! ¡Jiro! ¡Sabes que no me tienes que llamar con tanta formalidad cuando no están mis papás! - La puerta abrió de golpe, mostrando a una muchacha muy alta y con ropas rojas, como de la nación del fuego. Tenía una coleta de caballo de un tono negro muy profundo, piel muy pálida y ojos grises-casi negros. Y lo tenía que repetir, ¡Era muy alta! — ¡Pasen, pasen! ¡Están en su casa! - Se hizo a un lado, sonriendo con una suavidad que le hizo corresponder la sonrisa.
— ¡Yaomomo! - Kaminari volvió a hacer lo que hizo con Jiro y fue a abrazarla.
— ¡Hola Kaminari-kun! - Esta vez la chica correspondió con suavidad. Cuando se separó, pareció hacerle unos cariñitos en el cabello, y luego volteó a ver al grupo. — ¡Pasen, muchachos, pasen...! - Parpadeó viendo a Katsuki e Izuku. — ¿Oh? A ustedes no los conozco. - Dijo, e instantáneamente la muchacha hizo una reverencia y se presentó. — Mi nombre es Momo Yaoyorozu, hija menor de la familia Yaoyorozu. Pueden llamarme Yaomomo, si así lo desean. - Les dedicó una sonrisa al levantar la mirada.
— Y-Yo soy Izuku Midoriya - Izuku se inclinó igual que ella, imitándola. Eran el tipo de modales que a veces Todoroki-kun tenía, por lo que ya los tenía un poco más ensayados. Aunque eso no decía que no se le complicaran aún.
Aunque ahora que pensaba, ese apellido le era conocido. No era fan de conocer familias ricas ni nada de eso, pero por ahí había visto anunciado el apellido de la chica. Yaoyorozu... ¿Yaoyorozu? Uh, le sonaba que lo había visto en algún comercial de la tele o en uno de esos aparadores de la calle...
Ah, ya tendría tiempo después para pensar en dónde había escuchado o leído ese apellido.
— Katsuki Bakugo. - El rubio dijo sin más, sin hacer reverencia ni nada de las cosas que la gente rica tendía a demostrar, solo frunció el ceño viéndola.
— Midoriya es amable pero Bakugo no es muy amigable, entiendo. - Yaoyorozu dijo en voz baja, pero no quitó la sonrisa.
Izuku, suponiendo que a Katsuki ya se le había saltado la vena de la frente e iba a hacer una grosería, simplemente le dio un codazo antes de que dijera algo, a lo que Katsuki se sobó el brazo viéndolo de reojo algo enojado. Yaoyorozu se dio una vuelta de 45° grados e hizo una seña para que ambos niños entraran a la habitación de la chica.
Cómo debían suponer debido a que este lugar era una mansión, la habitación también era grande, casi tanto como el departamento en el que vivía Izuku junto a su mamá. Lo primero que estaba era una sala con sillones de terciopelo rojo y muchos cojines que se veían como suaves nubes, y en la pared una televisión grande de plasma y un par de bocinas también pegadas a la pared. Después había unos escalones que llevaban a una zona elevada en la que había una gran cama tamaño King Size. Las paredes eran blancas con una pared pintada con otro árbol de melocotón. Había una puerta frente a la cama además de la puerta de la entrada, y en la pared contraria a la entrada había un gran ventanal que daba a un pequeño balcón que daba a los bonitos jardines contrarios al otro jardín por el que entraron.
— A la madre, es más rica que el mastodonte. - El rubio dijo en voz baja, aunque Izuku lo escuchó.
— Es lo que parece… - Hizo un mohín.
Izuku volteó a los lados, esperando ver a los chicos ya haciendo un escándalo. Pero más bien se estaban reuniendo en los sillones, cuchicheando mientras la anfitriona de la casa parecía traer junto con la guerrera Kyoshi y Kaminari un carrito con bocadillos, té y refrescos.
— ¿Entonces cuál es el plan? – Preguntó Mina mientras mantenía la mochila abierta en sus piernas. Izuku logró observar una baraja, velas y una cajita de madera.
— Pues podemos hacer Karaoke, jugar juegos de me-Oh por Sozin ¿traes tu tarot? - Yaoyorozu interrumpió sus propuestas viendo la mochila de la chica de cabello rosa.
— ¡Siempre traigo el tarot y el incienso por si acaso!
— Ah no mames ¿vas a hacer tus brujerías? – Katsuki saltó al instante a hablar, alzando ambas cejas.
— Pues no era el plan, pero si quieren podemos hacer una sesión grupal~
— ¡OH SI! – Denki gritó acercándose a Mina y sacudiéndola de los hombros.
— ¡Esto será divertido! - Sero agregó, sonriendo con sorna.
Y pronto todos estaban reunidos en la mesita de la salita. Izuku estaba sentado entre Mina y Katsuki, así que sólo sentía como se le encimaban estos dos mientras la chica le pedía a Katsuki que prendiera una vela de color morado y un par de varitas de incienso de color rojo óxido. En la mesa estaba el tarot, junto a unas piedritas brillantes, un palo que más bien parecía una vaqueta, una botella de vidrio bastante grande que Izuku no supo cómo traía en la mochila, y un cuenco de aluminio vacío.
— Bueno, voy a limpiar un poco el ambiente antes de empezar que no queremos que pasen cosas feas. – Mina dijo viendo directamente a Katsuki, a lo que esté le sacó la lengua.
“Vaya, todos parecen saber más de estas cosas que yo y yo aquí ando sin entender nada… Sólo sonreiré y asentiré si me preguntan algo… siempre funciona” pensó el de cabello verde.
La chica tomó los inciensos y empezó a moverlos alrededor de ella: Su cara, sus manos, su cabello, su frente, el torso entero… Y luego lo fue pasando hacia su izquierda, donde estaba Kirishima. Todos hicieron lo mismo hasta que llegó a él la varita de incienso. Se sorprendió al ver que aún no se acababa con tanto movimiento, por lo que se tardó un poco para hacer lo que tenía que hacer… Sobre todo porque no sabía para qué se supone que era todo esto. Katsuki le dio un codazo para que siguiera. Izuku infló la mejilla e hizo lo que todos, pero no sabía qué estaba pasando. Mina le quitó la varita y la puso en una taza que Yaoyorozu le dio, para evitar tenerlo sobre la mesa de madera.
— ¡Lo que sea que esté aquí, porfis váyase y no regrese! ¡Este cuarto está siendo purificado y no queremos malas vibras!- La chica levantó el cuenco y empezó a pegarle con la vaqueta.
Izuku frunció el ceño volteando a los lados sólo con la mirada. Esto se puso muy raro… Sobre todo al ver un par de sombras salir por la puerta medio abierta de la habitación. Okay, okay, esto era normal ¿no? Él veía sombras y cosas raras todo el tiempo, esto era normal, claro que era normal, ¡claro que lo era!
Pero ausente de la paranoia actual de Izuku, la de cabello rosa continuó golpeando casi por dos minutos, mientras que los demás sólo parecían estar más tranquilos. Katsuki se le quedó viendo de reojo, e Izuku al verlo sólo sonrió nerviosamente y se encogió de hombros. Katsuki levantó la mano y la llevó al hombro del de pecas, dándole unas cuantas palmaditas.
— ¡Listo! Saqué todas las malas vibras de acá. – Mina sonrió con orgullo. — ¿A quién le leemos primero?
— ¡Oh! ¡Yo! – Yaoyorozu dijo, levantando la mano.
— Muy bien~
Siendo sinceros, Izuku no estuvo prestando mucha atención a lo que estaba pasando. Las cosas mágicas de Ashido realmente no eran de su interés, y muchas veces cuando algo no le era de su interés le daba por no prestar atención. Normalmente no era intencional no prestar atención, pero se distraía muy fácil cuando el tema en cuestión no era algo que le gustara o que le hiciera sentir que necesitaba saber absolutamente todo de ese tema. Además de que las distracciones en el lugar eran demasiado notorias para él y no era fácil ignorarlas mientras que el tema de "la magia" de Ashido sí le era fácil ignorar.
Por ejemplo, aún veía las sombras y luces por el rabillo del ojo intentando pasar a dónde estaban, pero cuando volteaba a verlas bien ya no lo hacía. O también, el zumbido de una mosca que había entrado por la puerta del balcón hace unos diez minutos y no dejaba de zumbarle en el oído. Cuando escuchaba que alguno de los chicos gritaban o hacían ruidos, él volvía su atención al "suceso", pero cuando veía que era algo sobre "el amor" o "el dinero" o "la salud" les dejaba de prestar atención.
Cuando llegó el turno de Katsuki de recibir su predicción, este simplemente le puso la mano en el hombro a Izuku.
— Mejor hazle una a él. - Dijo de golpe Katsuki, sacando de onda a Izuku.
— ¿¡E-Eh?!
— ¿No quieres tu lectura o qué pedo, Kats? - Sero preguntó alzando una ceja.
— No necesito una en este momento. - Katsuki siguió empujando a Izuku un poco, manteniendo una leve sonrisa burlona. — Pero Deku ha de tener muchas preguntas~ - Izuku pudo detectar que la sonrisa de Katsuki era su sonrisa de "te vas a cagar".
— ¡Esta bien! La verdad estaba más emocionada por hacerte una a ti, gemelito. - Mina dijo tomando las cartas y revolviéndolas un par de veces. — ¿Tienes alguna pregunta en específico que se pueda responder en un si y un no o una de pasado presente y futuro?
— ... Eh...
— ¿O no tienes ninguna? - Mina preguntó otra vez, ladeando la cabeza.
Izuku se quedó callado. ¡Ni siquiera sabe que carajos era todo esto! Debió prestar atención, lo sabía.
— ¿Cómo... Funciona esto? - Izuku preguntó, totalmente apenado.
—... Vamos a hacerte una lectura general, para que no te compliques tanto. - Dijo de golpe Mina, dándole el mazo de cartas en las manos.
— ¿General? - Preguntó Kaminari, haciendo un mohín. — Oye, a nosotros nunca nos has hecho algo así...
— Porque no somos unos pinches indecisos, supongo. — Katsuki se encogió de hombros, aunque no parecía estar molesto ni nada.
— Sí, básicamente por eso. - Mina contestó tranquila, aunque no pudo evitar reírse un poco con tono burlón.
Izuku hizo un mohín pues... no pudo evitar sentir que se estaban burlando un poco de él. Pero nadie tomó importancia de esto, así que no tuvo de otra más que ignorarlos.
— Okay, Midoriya. Toma el mazo y mézclalo cuatro veces. - Mina dio la instrucción.
Pero Izuku... Se quedó estático.
Un minuto...
Dos minutos...
Kacchan carraspeó la garganta y le dio un codazo. Izuku reaccionó al instante y empezó a revolver las cartas con torpeza. Separó las cartas en pequeños mazos, los empezó a mezclar... Una, dos, tres, cuatro... Al terminar, se las devolvió a Mina. Ella las acomodó en fila frente a él.
— Okay, Midoriya. Ahora tienes qué tomar varias cartas. Comienza tomando una y la colocas aquí. - Señaló delante de él, casi al centro de la mesa. — Ese es el norte, es lo que te motiva. Solo déjala ahí, no la voltees.
Izuku parpadeó viendo a dónde señaló la chica.
— Eh... ¿La agarró de aquí? - Señaló con un dedo el mazo acomodado, y Mina simplemente asintió.
Izuku tomó de una orilla una carta, aunque la sintió muy gruesa comparada con cartas que normalmente tomaba cuando jugaba Uno con sus amigos.
No dijo nada, quizás así eran las cartas de Mina... Y solo la dejó en donde Mina le indicó. Volteó a ver de reojo a los demás. Hubiera creído que con lo distraído y lento que iba estarían desinteresados, pero el hecho de que incluso Kaminari estuviera serio lo hizo ver qué quizás esto en realidad era importante para los demás.
— Ahora, vas a tomar dos cartas y las vas a poner abajo de dónde pusiste la primera. - Indicó ella. — Estás dos cartas representan a las energías que te acompañan en este momento. - Le explicó ella.
Él hizo lo indicado, ignorando que las cartas que tomó eran más delgadas que la primera que tomó. Uh, raro...
— Ahora, vas a sacar otras dos cartas. Una la pondrás a la izquierda y la otra a la derecha. la carta de la izquierda representa algo que deseas, y la de la derecha algo que está oculto o que ignoras. Toma primero una y luego la otra.
Izuku sacó la primera sin ningún problema y la colocó a la derecha. Cuando sacó la segunda, una carta se vino junto a la primera pero salió volando muy rápido y le dio en la cara como torbellino.
Izuku gritó cayendo de espalda contra el piso.
— ¡No mames! ¡Una carta atacó al nerd! - Katsuki gritó, aunque parecía más estar burlándose.
— Lo más probable es que esa carta tenga algo muy importante que decirle. - Mina dijo. — Aunque es extraño que las cartas se comporten así... - Dijo, frunciendo un poco el ceño.
— Kacchan no te burles. - Izuku se pudo sentar, sosteniendo la carta en su mano y viendo la figura de la misma por menos de 1 segundo...
Inconscientemente le dio (le aventó) la carta a Mina y se abrazó, visiblemente asustado. Ella, sin notar la incomodidad de Izuku, la puso en el lugar correspondiente sin voltearla.
— Y la última. - Mina dijo, preparándose al frotar sus manos e ignorando la incomodidad del muchacho. — Es aquello que has superado, y va aquí abajo. - Señaló debajo de las cartas que representan "las energías" o algo así. Izuku tomó una carta, aunque sin separar uno de sus brazos de su cuerpo, y la puso abajo de todo.
Mina se encargó rápido de tomar las cartas que no estaban usando y volverlas a acomodar en un mazo solo. Las puso a su lado en una torre perfecta, y luego continuó.
— Ahora, hay que abrirlas. - Dijo ella. — Hazlo tú, Midoriya. Tienes que hacerlo de tu izquierda a tu derecha, como si abrieras un libro. Puede ser en el orden en el que las colocamos o como quieras, pero hay que abrirlas todas antes de hacer la lectura.
— ... o-okay. - Izuku parpadeó un par de veces, y empezó a "abrirlas".
La primera carta que abrió fue la que estaba más cerca de él: una mujer de túnica naranja y flechas en la frente y los brazos y manos, que cargaban dos espadas cruzadas, y tenía los ojos tapados por un listón naranja. Claramente era una monja maestro aire, lo cual le extrañó pues... los nómades aire no son bélicos. ¿Porque tiene espadas? ¿Porque tiene los ojos tapados?
Escuchó jadeos de sorpresa pero no quiso prestar atención porque... de que sirve emocionarse o asustarse si ni siquiera sabe qué está pasando.
Hizo todo un esfuerzo por no dejar que las reacciones de todos lo asustaran al abrir todas las cartas de un jalón sin siquiera verlas. Había una con un número cuatro que decía "la muerte", una que tenía a dos personas con ropa azul mientras cargaban cada uno una copa en sus manos que decía "dos de copas", una que tenía a un soldado de la nación del fuego con un palo en la mano y que estaba sobre un rinoceronte que decía "caballero de bastos", cuando volteó la carta gruesa se dio cuenta de que eran 2 pero por pena no dijo nada y la intentó acomodar de forma que no se viera que tenía dos y ni se fijó en que el dibujo de esta tenía a un señor muy parecido a Roku, y luego volteó la carta que no lo atacó y ésta tenía una señora de naranja llorando mientras arriba tenía un montón de espadas y acomodadas en la pared.
La carta que lo atacó en ese instante no la quiso voltear, pero volteó a ver de reojo a Katsuki y su mirada parecía insistente.
Lo hizo.
Y la figura que vio en la carta completamente negra hizo que su corazón se empezará a sacudir de forma muy violenta.
Escuchaba de lejos lo que sea que estuviera diciendo Mina. Inclusive creía que lo estaba regañando por algo. Escuchó algo sobre que la carta del mago era de aprendizaje y el 3 de oros la reforzaba, algo de que la muerte no era la muerte, y más cosas que sonaban como si estuviera debajo del agua y apenas entendiera qué rayos estaba diciendo la chica de cabello rosa.
No podía prestar atención, pues ver esa carta que en ciertos ángulos se veía completamente negra lo estaba abrumando a un nivel que sentía crecer el pánico.
No sabe cuánto tiempo pasó pero de repente solo sintió una necesidad muy grande de huir.
— O-Oigan chicos creo-creo que mi-mi mamá me, eh, me está hablando-hablando por-por teléfono ya-ya debo ir a casa si si si a mi casa sí - empezó a hablar demasiado rápido fingiendo tomar el celular de su pantalón dando pasos hacia atrás sin dejar que nadie lo tocara.
Ni Yaoyorozu ni Jiro siquiera pudieron decirle algo de que lo guiaban a la puerta pues se salió de ahí.
Lo único que vio fue la cara de Katsuki mientras se ponía completamente rojo del coraje que estaba haciendo.
Esa carta negra tenía una figura. Una figura extraña que tenía grabada en el subconsciente. Era una figura parecida a una ameba, pero roja. La carta se llamaba "El caos".
Lo único que supo fue que se le vino el nombre "Vaatu" a su cabeza, pero no sabía quién era.
Solo sabía que debía huir.
Notes:
Carta de "El Caos" = "El Diablo".
Sustitución de la carta original porque en el universo de Avatar no hay demonios.
Aaaaaaaaaaah... ¡¡¡AAAAAAH!!!
Una disculpota amigos, pasaron un montón de cosas en mi vida. Acabé la escuela, empecé a buscar trabajo, no encontraba nada y terminé en depresión, luego AL FIN encontré trabajo pero ahora ando con demasiadas cosas por hacer y ya no encuentro tiempo para casi nada :'v
Pero en tiempitos iré tratando de actualizar, se los prometo <3
Aún así, espero disfruten un montón este pequeño capítulo, ¡las cosas se van poniendo más y más pesadas en la historia!
Pregunta del capítulo:
¿Preferirían ser no maestros o maestros?
Chapter 15: El entrenamiento parte 2: El Incidente de los Antílopes-zorro
Summary:
— Y en la entrada, y hace unos minutos... Y justo ahorita... - Izuku contó con los dedos las conversaciones en las que pudieron hablar de los antílopes-zorros.
— Oh, vaya. Creo que si hablamos bastante del tema. - Uraraka frunció el ceño un poco, haciendo un mohín.— Demasiado para mi gusto. - Katsuki les dio un gruñido. — Así que ahora me pinches explican.
— ¡Creo que es momento de meterlo al club, pecas! - Ochako dijo, sonriendo de forma un tanto traviesa.
— Está bien, Kacchan. Te explicaremos y dejaremos que entres en este chiste interno. Pero esta historia va para largo así que. - Izuku se fue a un árbol y se sentó debajo de su sombra. — Hay que ponernos cómodos, relajarnos, y prepararte para oír... - Izuku hizo con sus dedos un redoble de tambores sobre el pasto. — ¡La historia de los antílopes-zorro!
A Katsuki no le quedó de otra más que sentarse junto al nerd para escuchar la cosa más bizarra que había escuchado en su vida. Y estamos hablando de un wey que es el amigo de la infancia del maldito avatar.
Notes:
Arte por mi bello amigo Gabs (todarashis en twitter <3)
Mis Betas: Gabs y mi hermana
(See the end of the chapter for more notes.)
Chapter Text
— ¿Está seguro que debemos de esperar, sensei? - El muchacho de manos de madera estaba ansioso, se rascaba el cuello de forma repetida. — Ya lo encontré, ¡Parece que ni siquiera puede hacer nada! ¡Es nuestra oportunidad de tomarlo por la fuerza!
— Tomura... Recuerda que la paciencia es clave. - Dijo la voz del celular en el altavoz.
El muchacho refunfuñó nuevamente, bajando los dedos ensangrentados y golpeando la mesa con los puños.
— ¡Pero ya me harté de esperar! No entiendo, ¡¿qué más quiere que esperemos?! ¿No era el plan simplemente agarrarlo y... ya?
— Tomura... - El hombre del teléfono suspiró. — Ya está muy grande para efectuar el plan que teníamos al inicio. Ya ha de tener unos trece o catorce, y ya para ésa edad tienen un pensamiento y personalidad un poco más desarrollados y no es muy fácil cambiarles su mentalidad. Hubo un cambio de planes, pero vamos a lograr nuestro objetivo, solo... Debemos ser pacientes.
— ¿¡Pero para qué?! ¡Si lo tomamos ahora y matamos, podemos rastrear a dónde va a volver la próxima vez! ¡Es tan simple! ¡El doctor puede-
— Tomura. Ya. - La voz sonó molesta, a lo que el chico de cabello blanco volvió a llevar sus manos al cuello, rascándose con mayor fuerza. Y pareció que el hombre escuchó el repentino cambio del muchacho, porque suspiró , y en voz baja contó hasta tres. — El plan ahora es... Destruirlo. Pero de diversas maneras, no solo física, sino también emocional y mentalmente. Lo mejor es mantenerse en vigilancia. Búscalo, observalo, encuentra la forma de destruirlo... Siempre tienen una debilidad. La esperanza y luz de Raava no es eterna.
— ... Está bien, sensei...
— ¡Por aquí, Deku y Bakugo! ¡Por aquí!
Después del fiasco del día de ayer en casa de la amiga-prima de Denki, Katsuki estaba algo... "Calmado".
No del todo, pues sentía que el que el nerd hubiera huido ayer y que solo quedaran por mensaje que irían a entrenar hasta después fuego control... no le daba buena espina. Algo había pasado ayer, mientras Mina leía sus cartas. La mirada del nerd estaba enfocada en una carta completamente negra que no había visto nunca, pero que Mina insistía que "era una carta ambigua a pesar del nombre, pero de seguro se había asustado por ello".
Cómo siempre con sus putas ambigüedades...
Y como siempre, el nerd huyendo y no diciendo ni madres de qué vergas le pasa.
Ugh
Pero al menos hoy iban a retomar actividades, y esperaba que mañana ya por fin pudieran hacer algo con fuego. ¡Puta madre! ¡Ya lo necesitaba!
Se mantenía calmado más que nada para no cagar el entrenamiento de hoy. Aunque le costaba.
Habían quedado con Uraraka de entrenar "donde siempre". No sabía dónde era "donde siempre", así que solo iba siguiendo al nerd. Llegaron a una reja entreabierta que estaba en medio de dos edificios de 3 pisos, uno morado con blanco y otro azul con rosa y cada uno tenía una placa que decía "Orfanato privado para niños/para niñas, Bolin". En la parte superior de la reja había un letrero que decía "Parque deportivo Bolin. Especial para entrenamiento de cuerpo, elemental y pro-control" y en letras pequeñas "Entrada gratuita, con lago para patos-tortuga, zoológico interactivo para niños y área de fast-food”. También pegado al letrero había una cartulina naranja fosforescente que decía “Se aceptan donativos para mantenimiento del parque y animales".
— ¡Ochako-chan! - Izuku jalo del brazo a Katsuki para ir con la chica, que estaba en la entrada.
— ¡No me jales, Deku! - Pero se dejó jalar.
— Deku-kun, mira que traigo. - De un salto, Ochako se dio media vuelta, mostrando una mochila rosa llena de parches.
— ¡La arreglaste! Vaya, creí que después del incidente de los antílopes-zorro no tendría arreglo... - Izuku comentó.
— Nada que muchos parches y videos sobre cómo coser tela no puedan arreglar. - Ochako contestó, volteando nuevamente y riéndo en el proceso.
Y dale con su dichoso incidente. ¿A qué carajos se refería? Suena chiste local.
Entraron al parque.
Lo primero que pudo observar fue un camino de adoquines que los llevaban por un pasillo que, en sus paredes, tenía enredaderas de hojas verdes. Al final del pasillo, llegaban a más áreas verdes y una pequeña plataforma de más adoquines que tenían pequeños hoyos circulares y en el centro de los hoyos unos pilares de madera (lo que le dio a entender que era a propósito).
En algunos adoquines en esta zona vio el símbolo elemental de aire.
— ¿Es aquí? - Preguntó el rubio, alzando una ceja cuando vio que Deku y la cachetes continuaban caminando.
— Oh, no, Kacchan. - Izuku contestó, dando media vuelta y caminando un momento de espaldas. — Aquí será para entrenar aire, pero normalmente entrenamos en el campo de Pro Control que está cerca de los puestos de comida y la granjita.
— Aunque a veces me da miedo seguir allá porque ¿Te imaginas que nos reconozcan como los mensos del incidente de los antílopes-zorro? - Uraraka dijo, haciendo lo mismo que Deku de caminar hacia atrás.
— Pues se fue la luz ese día, así que dudo que nos reconozcan...
¿Eh? ¿De nuevo sus antílopes-zorro...? ¿Que le gustan mucho?....
¿Qué carajos? ¿como que no había luz?
Katsuki intentó atar todo lo que había oído de ese dichoso incidente, pero cada que escuchaba más solo se confundía más. Rodó los ojos y los terminó siguiendo más de cerca.
Caminaron unos 10 minutos más. Pudo ver muchas más áreas verdes, más áreas de ejercicio (de esas donde vienen los viejitos con aparatos de metal), y áreas para entrenar los elementos. Se veían muy bien equipadas y que fueran gratis le hizo pensar que quizás podía venir aquí con el nerd o su papá para entrenar fuego control...
— ¡Mira, Deku! ¡Ya arreglaron la barda donde el antílope-zorro bebé se quedó atorado!
— ¡Oh, que bueno! Porque si estaba peligroso.
... ¿Antílope-zorro bebé?...
Caminaron otros 2 minutos más
— ¡Hemos llegado! - Uraraka dijo, alzando las manos tras dejar su mochila caer al suelo.
— No mamen caminan un chingo
— Sí pero es que tenemos que ser sigilosos para entrar acá, Kacchan. Los antílopes-zorro de aquí ya nos tienen miedo. Hay entradas de éste lado, pero si entramos por acá nos ven y pues se asustan, ¡y puede hacerse un desastre!
— ¿Eh? ¿Asustan? ¿Qué carajos hicieron?
— Ah, es una historia larga...
— ¡Deku! ¡Mira! - Uraraka los interrumpió - ¡Ya arreglaron también la reja donde te empujé y te medio electrocutaste el día del incidente de los antílope-zorros!
— ¡¿COMO QUE TE ELECTROCUTASTE?!
— ¡No grites, Bakugo! - Uraraka lo regañó, pero el rubio no se dejó.
— ¡Ah, no! ¡Ahora me putas explican porque siempre se la pasan mencionando ese pinche incidente de los nosequé!
— Antílopes-zorro - Corrigió Izuku al instante.
— ¡No hablamos tanto del incidente de los antílopes-zorro! - Uraraka dijo entre risas.
— ¡Claro que sí! - Katsuki dijo irritado
— No creo, digo. ¿En cuántas conversaciones podrías mencionar algo sobre una estampida de antílopes-zorro? - Pregunto Izuku alzando una ceja
— ¡Pues un chingo!
Flashback 1
— No sabía que jugabas pro-control...
— ... ¡Espera! ¡Izu-kun! ¿¡Él es el famoso Kacchan que te hizo la vida imposible por tres años y se disculpó de la nada?!
— U-Uraraka-chan, no lo digas en voz alta...
— ¿¡Y tú quién mierda eres?! ¿¡Y qué haces metiéndote en la vida del nerd y la mía?!
— Ah, yo no me metí, él me contó. Y soy Ochako Uraraka, una gran amiga de pequitas~ Además de alumna, confesionario, compañera en el crimen, domadores de estampida de antílopes-zorro-
— Por favor no menciones el incidente de los antílopes-zorro...
— Nah, esos son chistes internos, Izu-kun~
Flashback 2
— ¿Segura no te duele nada? ¡Kacchan casi te quema pero no lo hizo! ¿Verdad que es genial?
— ¡Estoy bien! Ninguna de las piedras que el de pelos parados me lanzó o de las llamas furiosas de tu amigo enojón me pegó tan feo como cuando tuvimos qué perseguir a esos antílopes-zorro.
— Ochako-chan, creo que NADA se compara a los antílopes-zorro...
— ¡Tenemos al cuarto integrante decidido!
— ¡NO ME GRITES EN EL OÍDO, PELOS DE INCENDIO!
Flashback 3
El gimnasio de Denki era bastante viejo pero grande. Tenía una zona con aparatos de ejercicio, entre ellos un conjunto de pesas. A veces, antes de entrenar, los chicos se ponían a farolear y a jugar con las pesas.
Kirishima estaba en medio de todos, cargando él solo las pesas más pesadas que tenían. Todos le estaban gritando cosas, entre ellos Uraraka.
— ¡Esta pesa son diez antílopes-zorro que están a punto de arrollar a tu madre! - Uraraka gritó, con un aura morada rodeándola. — ¡Salva a tu madre! ¡SÁLVALA!
— ¡AAAAAAAAAAAAAAAHHHHH!
Kirishima, para sorpresa de todos, levantó la pesa con los dos brazos. Todos estaban celebrando, pero él volvió automáticamente a ver a la de cabello castaño.
— Lo siento, fue arrollada. - Dijo sin mostrar ni una sola expresión.
Kirishima soltó la pesa de la impresión y le cayó en el estómago.
— ¡E-Era broma! ¡No era en serio! - Ochako se disculpó mientras que todos alrededor fueron a atender al de cabello teñido.
Flashback 4
— ¡Ochako-chan! ¡Kacchan, ven!
— ¡No me digas qué hacer!
— ¿Qué tal te fue hoy, Ochako-chan?
— ¡Muy bien! ¡Pasé ese examen en el que me ayudaste a estudiar! ¡Me sentí igual de poderosa que cuando arreamos a los antílopes-zorro de vuelta a su establo porque sabía absolutamente todo! Gracias, Deku-kun~
— ¡De nada!
Flashback 5
Estaban jugando a las traes después de que Tsuyu puso incómodo a Izuku aquella vez en la biblioteca.
— ¡Ochako, por favor, deja de jugar con tu elemento que nos van a regañar! - Iida regañó a la castaña
— ¡Por favor! ¡No quiero provocar otro accidente como el de los antílopes-zorro! - Izuku estaba asustado mientras veía a la chica usar aire control para hacer una patineta de aire con la que estaba manteniendo a Tsuyu alejada de ella. Al parecer ahora era ella quien "la traía".
— ¡Tsuyu es una persona y no un animal! - Dijo la castaña riendo.
Tsuyu ya se estaba poniendo verde de estar girando en la patineta de aire.
— ¿Tú sabes a qué se refieren con eso de los antílopes-no se qué? - Katsuki preguntó junto al mastodonte de Iida, alzando una ceja.
— Me rendí de preguntar hace como un mes.
Flashback 6
— ¡Hey, esa es la viejita a la que un antílope-zorro le robó la ropa del tendedero en su casa! - Uraraka dijo mientras caminaban a la competencia de Pro Control.
— ¡Es verdad! - Izuku contestó, y levantó la mano para saludar a la mujer a lo lejos. — Aún me pregunto como la antílope-zorro a la que le hiciste el german suplex se puso su vestido...
— Yo más bien me pregunto cómo rayos es que el antílope-zorro bebé se puso un pañal de tela con todo y seguros para sostenerlos... - Uraraka dijo algo desconcertada.
— Y un chupón. No olvides el chupón. - Izuku contestó, sonriendo con nerviosismo.
Flashback 7
— ¡HEY, DEKU! ¿¡PARA DÓNDE CHINGADOS VAS?!
— Huyó igual que el día de los antílopes-zorro. Nombre que ese niño a veces se pasa por huir tanto. Pero no entiendo porque huye hoy ¿Qué le tiene miedo a los ricos? Creí que él era rico también.
— Entren ustedes, voy por el nerd. - dijo el rubio empujando a Uraraka
— ¡Hey, eso dolió!
Flashback 8
— Aunque... es emocionante que él sea el de los cuatro ele-
— No es emocionante.
— ¿Eh? ¿Por qué no te emociona? Yo hubiera creído que algo así te emocionaría.
— Apenas tengo un día sabiendo esto y... Ya-Ya me ha causado... ¿Problemas? N-No sé cómo explicarlo. E-El sueño del que les, uhm... Hablé la otra vez e-es una muerte real de una de mis vidas pasadas... Y-Y luego un tipo ayer que me estuvo, eh, siguiendo todo el día justo después de que mi mamá me dijo el título de lo que soy aún sin siquiera saber que yo soy el-el, ah... y-y las cosas que veo desde chiquito o las cosas que hago sin-sin saber qué onda como en el día del incidente de los antílopes-zorro que estoy seguro que no fue tu culpa sino mía aunque en ese momento pensaba que simplemente estaba siendo irracional porque yo no podía controlar ni un elemento, y luego-luego me pelee con mi mamá por esto porque ella ya-ella ya sabía y nunca, eh, nunca me dijo en esperanza de que yo no fuera, y-y luego hace rato saque una cabeza enorme del mar sin siquiera saber controlar ni un elemento excepto que según Kacchan me empezaron a brillar los ojos y lo hice sin siquiera pensarlo luego-luego las cosas que veo y ¿Y-Y si en realidad esto es peligroso? ¿Y-Y si me empieza a perseguir más gente? ¿Y-Y si-?
— Tú, rana, trae agua
Flashback 9
— Oh no, hablé de más ¿Verdad? ¡S-Si quieren puedo explicárselos más resumido! ¡Y-Y les hago dibujitos! ¡O-O si quieren solo les platicamos el plan!
— No sé qué me impresiona más, Deku -kun. Que estuviste hablando sin parar por tanto tiempo o que haya entendido cada una de las palabras que dijiste por separado y aun así me confundí más que cuando tuvimos qué explicarle al señor del parque todo el pedo de los antílopes-zorro.
— ¡Le-Les vuelvo a explicar con dibujitos es-es enserio-
— ¡En resumen! ¡Deku es el pendejo de los cuatro elementos al cual llaman el Avatar, y quiere que ustedes y yo le enseñemos a controlar los elementos antes de que todo se vaya a la mierda! ¿¡Le entran o no?!
Regreso a la realidad
— Y en la entrada, y hace unos minutos... Y justo ahorita... - Izuku contó con los dedos las conversaciones en las que pudieron hablar de los antílopes-zorros.
— Oh, vaya. Creo que si hablamos bastante del tema. - Uraraka frunció el ceño un poco, haciendo un mohín.
— Demasiado para mi gusto. - Katsuki les dio un gruñido. — Así que ahora me pinches explican.
— ¡Creo que es momento de meterlo al club, pecas! - Ochako dijo, sonriendo de forma un tanto traviesa.
— Está bien, Kacchan. Te explicaremos y dejaremos que entres en este chiste interno. Pero esta historia va para largo así que. - Izuku se fue a un árbol y se sentó debajo de su sombra. — Hay que ponernos cómodos, relajarnos, y prepararte para oír... - Izuku hizo con sus dedos un redoble de tambores sobre el pasto. — ¡La historia de los antílopes-zorro!
A Katsuki no le quedó de otra más que sentarse junto al nerd para escuchar la cosa más bizarra que había escuchado en su vida. Y estamos hablando de un wey que es el amigo de la infancia del maldito avatar.
Pasó hace un par de meses, antes de que Izuku y Ochako se unieran al equipo de los perros leones. Ochako estaba en la cima de una torre humana de maestros aire que estaban sobre un carro alegórico.
— ¡Midoriya, ya haz algo que no puedo quedarme acá arriba más tiempo! ¿¡Cuál es el plan?! - Grito Ochako a la bocina de su celular.
— ¡Aún no estoy seguro, pero aguanta! - Izuku gritó de vuelta, con el celular pegado a la oreja.
Todo mientras la ciudad estaba más concentrada en el desfile en honor al día de la fundación de la comisión elemental, creyendo que todo esto era parte del desfile.
Y ese fue el incidente de los antílopes-zorro.
— Espera. ¿Por qué Cachetes estaba de una torre humana? ¿Y que tiene que ver el desfile con que Tú estés persiguiendo pinches antílopes-zorro?!
— Oh, entonces tenemos que ir más atrás, pequitas. - Ochako codeó a Izuku con una sonrisa en los labios.
— Está bien, entonces hay que ir al contexto.
Hacía muchos años, en la época donde Korra y sus amigos aún estaban vivos-
— Espera. ¡¿Por qué diablos te vas tan atrás?!
— Es que necesitas contexto de porqué este parque existe - Ochako dijo, sacándole la lengua.
— ¿Para qué? ¡Solo díganme de su incidente!
— No, K-Kacchan. ¡Necesitas el contexto para entender porque sino nada tendrá sentido! ¡Si no lo entendiste con el resumen, ocupas el contexto! - Izuku contestó lo mismo que Ochako, aunque él se veía un poquito molesto porque no lo estaba dejando hacer un vertedero de información.
Katsuki rodó los ojos. — Bueno. Continúa.
— Gracias. - Izuku garraspeó la garganta.
Hace muchos años, cuando el avatar Korra aún estaba viva…
Un gran magnate de negocios e inventor llamado Iknik Blackstone Varrick inventó la cámara de video con la que filmó las primeras pelis de la historia. En esa época había una guerra civil en las tribus agua y Varrick, al ser de la tribu agua del sur, apoyaba al sur por lo que hizo pelis propagandistas en su favor. Estas películas se llamaban “Las aventuras de Nuktuk, héroe del sur”. Y como personaje principal de estás pelis contrató a Bolin, uno de los mejores amigos de Korra y maestro tierra que jugaba en el equipo de los Hurones de fuego en las primeras versiones del Pro-Control. Desde entonces, industrias Varrick y el jugador de pro-control y actor Bolin tuvieron una cercanía en la cual el maestro tierra obtuvo muchas regalías por la reproducción y distribución de estás pelis y su personaje Nuktuk.
Entonces, como él era huérfano junto a su hermano Mako, quiso que ese dinero se fuera a los dos orfanatos que están en la entrada principal, que él mismo mandó a construir cuando fue asistente de la presidenta Zhu Li Moon. De ahí, el dinero siguió llegando y fue tanto que llegó al punto de que quiso darles un gran parque a los niños de los orfanatos, creando el parque Bolin, y teniendo dinero suficiente para abrir el pequeño zoológico interactivo que empezó con Hurones de fuego, para luego tener patos tortugas y peces en los lagos artificiales, y poner más y más animales en el zoológico. La última adición fueron los Antílopes-zorro hace apenas unos cinco años. El parque ha estado aquí desde hace ya casi dos siglos, con concesiones del gobierno y de empresas privadas que lo han mantenido actualizándose constantemente ante las necesidades de la ciudad.
— Ah, okay, cool. ¿Es todo el pinche contexto? ¿Ya me pueden decir que vergas hacían con los animales esos entonces? - Katsuki preguntó con una mueca, en cuanto Izuku acabó con el vertedero de información.
— Eso nos lleva a un martes de hace unos meses, pocos días antes - Izuku alargó la "a" de "antes" - de que Ochako-chan y yo nos uniéramos al equipo.
Era una tarde tranquila, Ochako e Izuku estaban analizando nuevas estrategias para que ella pudiera entrar al equipo.
— ¿Tu crees que si meto lanzamientos curvos los puedas desviar? - preguntó Izuku mientras recogía un montón de piedras. Algunas eran muy grandes y otras pequeñas.
— ¡Dale, pequitas! ¡Con todo!
— ¡Muy bien! Voy a grabar hoy para que también tengas las referencias y eso.
— ¡Okis!
Ese día era el desfile por la creación de la comisión elemental, por lo que el parque estaba medio vacío: no había muchos guardias ni personal, el área de fast food y la granjita estaba cerrada, pero estaba abierto para el público general hasta las 6 de la tarde.
Ochako practicaba sus golpes de aire mientras Izuku trataba de lanzarle piedras con las manos para que ella las desviara, cuando ella no vio una que Izuku lanzó con una curva y le cayó en la frente.
— ¡Justo aquí! - Dijo la castaña, señalando justo el centro de la frente del rubio, tocando con un poco de fuerza y muy rápido.
Normalmente se hubiera irritado por lo que hizo la chica, pero no pudo evitar sentir un escalofrío y quedarse en silencio unos segundos mientras se sentía un poco desorientado. Pero Izuku pareció no hacer caso de la interrupción de la castaña ni el repentino mareo del rubio, por lo que continúo con su relato.
Cuando eso pasó, Ochako instintivamente lo atacó, lanzándolo como diez metros hacia arriba-
— ¡Deku-kun ya te había dicho que no era tan alto, tu solo lo sentiste así! - Ochako trató de corregir al de pecas con nerviosismo, pero este negó con la cabeza muy seguro de sí mismo.
— Si fueron 10 metros, Ochako-chan. Estaba grabando con el celular y tengo documentado todo. Y, acordé a las grabaciones, hice los cálculos. - El nerd no pudo evitar levantar el dedo índice, para sacar una de sus libretas de la escuela donde mostró unos cálculos físicos, indicando que, en efecto, hizo los cálculos.
— ¿¡LANZASTE AL NERD DIEZ METROS EN EL AIRE?! - Grito Katsuki, a lo que Ochako solo suspiro derrotada. Ella sacó la lengua y se rascó la parte de atrás de la cabeza como diciendo "estoy medio pendeja", o al menos eso fue lo que entendió Katsuki.
Katsuki no pudo evitar darle un zape a la chica, quién se quejó, y luego le indicó a Izuku que continuara, aunque estaba irritado ahora.
Izuku estaba dando vueltas en el aire sin poder controlarse bien, cuando cayó en un árbol donde se llenó de hojas y ramas tanto en el cabello como dentro de la ropa, pero eso amortiguó su caída pues después cayó sobre un espacio de concreto y metal que se rompió y dobló un poco.
— Aún me pregunto cómo no me rompí la espalda ahí, aunque quizás sea por eso que cuando me tiraste tu me la termine de romper. - Izuku vio muy feo a Katsuki, y Ochako lo imitó.
— Ah no, yo no te rompí la espalda, fueron las costillas. - Katsuki dijo, como si romperle las costillas a alguien fuera menos grave que la espalda.
— Pues se sintió como si hubiera sido la espalda. - Izuku lo vio aún más feo.
Katsuki rodó los ojos, pero también recibió un zape, ésta vez de Ochako.
Sintió una descarga en su cuerpo pero no tomo mucha importancia porque no se quemó ni nada.
Al instante, como si la suerte ese día no hubiera estado del lado de estos dos amigos, se escucharon unas explosiones viniendo de varios puntos del parque.
— ¡Izu-kun! - Gritó Ochako, llegando con Izuku y ayudándolo a levantarse con una mano. Obviamente Izuku estaba mareado y veía el doble.
Las explosiones continuaron hasta que escucharon un estruendo cerca de donde estaban. Se asomaron a dónde venía la explosión y vieron las luces de la granjita interactiva apagarse. Y de repente, comenzaron pequeños temblores, y vieron una nube de polvo salir de la granjita.
— ¿Q-Qué está pasando? - Ochako preguntó asustada.
— No lo sé. - Contestó Izuku.
Los temblores aumentaron, tanto que Izuku sentía cómo mareaba aún más. Por un segundo, ambos creyeron que era un temblor de verdad, pero en cuanto vieron que la reja que tenía a los antílopes-zorros encerrados en su corral se cayó, la impresión hizo que se le quitara el mareo al de pecas.
Una estampida de animales salió del lugar, provocando aún más estruendo.
— ¡M-Mi celular! - gritó Izuku, corriendo hacia donde lo había dejado en el pedestal con el que estaba grabando la "clase" de ese día.
— ¡Mi mochila! - Ochako también gritó y salió corriendo hacia una zona un poco más lejos de donde estaba Izuku.
Cuando agarró su celular fue por los pelos, porque nomás lo agarró del pedestal, los antílopes-zorro pasaron frente a él como un bólido, lo tiraron hacia atrás y destruyeron el tripié para celular en el proceso. Eran fácil unos veinte o treinta antílopes-zorro.
— ¡NO! ¡MI MOCHILA! - volvió a gritar Ochako.
Cuando Izuku volteó hacia ella, vio a un antilope-zorro muy grande empujarla. El antílope-zorro tenía la mochila de Ochako atorada en las astas.
— ¡Uraraka-chan! ¡Cuidado! - Izuku exclamó, ayudándola a levantarse.
— ¡Tengo qué recuperarla!
— ¡Uraraka-chan, es peligroso! ¡Mejor vámonos, antes de que nos maten! - Izuku aún se preguntaba de dónde seguían saliendo los antílopes-zorro, porque según recordaba él, deberían de haber unos diez o quince en el zoológico.
— No podemos. - Dijo muy seria de repente. Lo tomó de los hombros, con mirada sombría. — En mi mochila tengo mi cartera. Mi cartera, con el dinero de un mes. Con el dinero que me mandan mis padres para un mes.
Un aura morada la rodeó.
— No. Puedo. Perder. Mi cartera. ¿Entiendes, Izuku Midoriya? Tenemos. Que. Detenerlos. Y. Recuperar. Mi. MOCHILA. - El fuego en los ojos de la castaña se hizo presente, aunque ella no era una maestra fuego.
— ... Okay, entiendo. - Dijo el muchacho
— Cuanto a que lo dijiste con tu voz de falsete así: - Katsuki garraspeó la garganta e hizo una voz bien aguda - OkAy, EntIenDO.
— ¡Sí fue así! - Ochako se carcajeó.
— ¡Hey! No se burlen de mi voz... - Izuku frunció el ceño, haciendo un puchero. — Aún estoy creciendo pero me salen gallitos aún...
— Lo que tú digas, nerd. - Katsuki siguió riendo.
Empezaron a correr detrás de la estampida, con una energía que no supieron de dónde sacaron pero que les ayudó a alcanzarlos. Los antílopes-zorro corrieron por todo el parque hasta encontrar una salida, donde se encontraron con calles casi vacías. Los Antílopes-zorro se metieron a una tienda de ropa y algunos salieron con la ropa puesta, otros salieron con lentes de sol y un antílope-zorro salió con un sombrero de copa bien puesto.
Luego, los antílopes-zorro corrieron al zoológico, donde entraron sin pagar. Ochako saltó por encima de los torniquetes de acceso sin pagar también. Izuku se fue a la taquilla y pagó rápido por el boleto de Ochako y el de él.
— ¡ELLA VIENE CONMIGO! - grito tras dejar el dinero sin siquiera fijarse cuánto costaba la entrada.
La señorita de la taquilla, que no pareció inmutarse por el tumulto anterior, sólo tomó el dinero y siguió leyendo la revista que tenía en manos.
Los antílopes-zorro continuaron su carrera y pasaron por el frente de varias jaulas, entre ellas otra jaula de antílopes-zorro. Ochako logró ver cómo estos animales empezaron a forcejear la reja y entre los que estaban adentro y los que estaban afuera lograron derribarla. Los antílopes-zorro del zoológico se unieron a la estampida, y ahora eran fácil unos 30-40 antílopes-zorro corriendo a lo bestia.
— ¿¡AHORA SON MÁS?! - Pregunto Izuku, jadeando un poco por el cansancio tras llegar junto a la chica. Un antílope-zorro muy pequeño se le acerca a sus piernas y se empieza a restregar en ellas como si fuera un gato. El muchacho no pudo evitar acariciarlo un poco, aunque no sabía si ese antílopes-zorro era de los que estaban acostumbrados a que los niños los acariciaran o si era de los del zoológico.
— ¡Están como locos estos animales! - Gritó la muchacha, a lo que el antílope-zorro bebé se asustó y salió corriendo tras la manada.
— ¡Oh no! ¡Regresa, pequeño! - Izuku dijo, estirando las manos hacia el bebé que ya se había perdido entre los animales adultos.
— ¡Hay que arrearlos! - Gritó la castaña, empezando a volver a correr.
— ay... - Izuku se quejó, y volvió a empezar a correr.
Los animales salieron del zoológico, y los dos chicos continuaron con su carrera para intentar alcanzarlos nuevamente.
Tras correr más, llegaron a la bahía y al puerto Yue, donde había un barco de carga en el que aún había una escalera para subir cosas, pero no había nadie alrededor para ver esta locura.
Izuku y Ochako llegaron a la bahía también y se subieron al barco. El antílope-zorro pequeño se detuvo, y se acercó al de pecas nuevamente y volvió a hacerle cariñitos, lo que hizo que los demás se calmaran también y dejaron de correr.
— Owww ¡Este chiquito te quiere, pecas!
— E-Eso parece... - Dijo el muchacho, volviendo a acariciar la cabecita del bebé.
Todo estaba más calmado, al punto que la chica empezó a caminar, calmadamente no alterar a los animales, al antílope-zorro que tenía la mochila aún en las astas. Era de los pocos antílopes-zorro de la granja interactiva que no tenía ropa.
Pero el barco se empezó a mover, y se movió MUY rápido, cosa que volvió a alterar a los antílopes-zorro.
El bebé que estaba con Izuku se volvió a alterar, y empezó a volver a huir. Los animales salieron corriendo hacia la borda del barco y, de nuevo en estampida, saltaron del barco cayendo en el agua.
Ochako no pudo recuperar su mochila.
— ¡NO! - Ochako gritó, corriendo atrás de ellos y saltando también por la borda.
— ¡ESPERA, URARAKA! - Izuku no tuvo de otra más que seguirla, saltando también.
No tuvieron que nadar mucho para volver a pisar tierra, pero los antílopes-zorro continuaron corriendo hasta llegar a una de las avenidas principales de Ciudad República: El Boulevard Kyoshi.
En este boulevard habían muchos edificios pero también muchas casas con grandes jardines frontales. Una señora anciana estaba colgando su ropa en el jardín, pero al terminar, volvió a entrar a su hogar... Y segundos después ya no estaba el camisón ni los pañales ni el gorro de bebé de su nieto que había lavado recientemente.
La antílope-zorro con la mochila de Uraraka en las astas ahora estaba vestida con el camisón verde para dormir de la señora, y el antílope-zorro bebé tenía puesto el gorro y un pañal bien amarrado con seguros y todo, además de un chupón en el hocico.
Los muchachos iban corriendo detrás de la manada sin saber qué hacer. Los animales se veían alterados, y nadie de la gente que estaba en la calle parecía verlos pues no estaban haciendo nada. ¿La estación de autobuses principal por la que pasaron? Ya no había nadie más que un muchacho con ropa andrajosa y cabellos plateados, pues los camiones se llevaron a todas las personas que estaban ahí en ese momento menos a él, pero estaba distraído en el celular entonces no vió el escándalo. ¿Los restaurantes? Cerrados pues era día feriado.
Los antílope-zorros continuaron corriendo en la calle, pronto llegarían a un lugar donde la gente vería a los animales, pues iban directo al desfile del día de conmemoración de la comisión elemental.
— ¡D-Debemos hacer algo antes de que la gente los vea! - Dijo Izuku, que ya se estaba cansando de tanto correr.
— ¿Tienes alguna idea?! ¡Yo solo quiero mi mochila! - Uraraka aún seguía fresca como lechuga.
— ¡S-Solo que los arreémos a otro lado! - Dijo el de pecas, tropezando con la basura que estaba dejando el desfile pero manteniendo el paso.
A pocos metros podían ver el último carro alegórico.
— ¡Voy a tratar de saltar delante de ellos a ver si los puedo detener por allá! - Dijo la muchacha, saltando con fuerza con su aire control y abandonando al muchacho al instante.
— ¡U-Uraraka-chan! ¡Espera!
Ochako cayó sobre un poste de teléfono, saltando a otro casi al instante hasta llegar y caer sobre el carro alegórico que estaba en último lugar del desfile. La gente apenas se hacía presente, por lo que supuso que apenas estaba comenzando.
Al instante preparó los brazos para hacer una ráfaga y detener a los antílopes-zorro que seguían corriendo hacia adelante. ¡Tenía el tiro perfecto! Pero...
— ¡Hey, tu! ¡Niña que no conozco!
Escuchó un grito por detrás de ella. La distracción hizo que su ataque se desvaneciera en ese instante, por lo que volteo a ver quién le estaba hablando.
— ¡Llegas tarde! ¡A parte no vienes en uniforme! ¡Todos dijimos que teníamos que venir de amarillo! Ah, no importa, solo ponte esto. - Un muchacho con cabello a rapa y muy alto, incluso más que Iida, le dijo gritando, poniéndole a la fuerza una banda amarilla sin siquiera preguntarle nada más. La banda tapó su blusa verde excepto por el hombro.
— ¡E-Espera! ¡Y-Yo no-!
— ¡A formación! - Luego gritó, empujándola con los demás chicos que estaban acomodándose en una torre humana.
— ¡Eh-Eh! ¡P-Pe-Pero yo no-no formo parte de esto! ¡Oye, espera! ¡Eep! - Intentó zafarse de esa situación, pero los maestros aire que la acorralaban empezaron a rodearla.
Los maestros aire estaban haciendo una formación extraña, y comenzaron a subirse uno encima del otro, formando una torre humana de maestros aire.
— ¿¡Qué esperas?! ¡El maestro Takami nos va a regañar si no estamos en formación! - Volvió a gritarle el mismo chico rapado.
Izuku, por su lado, seguía corriendo hacia adelante. Se estaba cansando y respirando de forma entrecortada, pero su determinación por detener a los animales estaba muy presente en esos momentos. Así que hizo todo su esfuerzo en correr más y más.
De repente, el sonido de llamada de su celular se hizo escuchar, lo cual lo distrajo un poco. Pero pudo sacarlo de la bolsa del pantalón sin dejar de correr.
Se preguntó cómo es que no se había echado a perder cuando tuvieron qué nadar, pero sacó su duda de su cabeza para contestar.
— ¡Midoriya! ¡¿Qué estás haciendo?! ¡¿Dónde estás?!
— ¡Sigo persiguiendolos, Uraraka-chan! ¿¡No los ibas a tratar de detener?! ¡¿Dónde estás?!
— ¡Voltea hacia arriba! - Escuchó a la chica decir en su celular.
Y sin dejar de correr, levantó la vista unos segundos...
Y ahí estaba Ochako, justo en la cima de una torre humana de maestros aire.
— ¿¡PORQUE ESTÁS AHÍ?! - grito a la bocina de su celular.
— ¡Los del carro alegórico creyeron que soy de su grupo y me hicieron ponerme aquí! - Le gritó de vuelta.
Izuku vio cómo de repente el carro alegórico dio un pequeño salto como si hubiera pasado por un tope, el cual casi hace que los maestros se caigan.
— ¡Midoriya, ya haz algo que no puedo quedarme acá arriba más tiempo! ¿¡Cuál es el plan?! - Grito Ochako a la bocina de su celular.
— ¡Estoy trabajando en ello, solo aguanta! - Izuku gritó de vuelta con el celular pegado a la oreja.
Izuku se guardó el celular en el pantalón otra vez, sin fijarse si colgó o no.
Y ese fue el incidente de los antílopes-zorro.
— ¡¿Cómo que ese fue el incidente?!
— Pues sí, ese fue el incidente. - Izuku dijo, ladeando la cabeza.
— ¡Esa mamada ni final tiene! . Katsuki se quejó.
— ¿Enserio? - Izuku ladeó la cabeza.
— Sí, nos faltó el final Deku-kun. - Ochako dijo, picándole con el dedo índice la mejilla. —Práctica, explosiones, estampida número uno, zoológico, estampida número dos… — La castaña empezó a contar con los dedos los sucesos. — Barco, nadar, estampida número 3, el desfile, la torre humana… Faltó lo del látigo y como los devolvimos a su hogar.
— Oh, sí nos faltó el final. - Izuku declaró, cruzándose de brazos.
— Les dije.
Continuaron el relato
Eran seis carros alegóricos en total. El primero representaba a la comisión elemental, donde habían varios políticos conocidos de la ciudad. El segundo y tercero eran de las tribus agua, uno al lado del otro donde estaban los embajadores de las tribus junto a varios maestros agua que estaban haciendo trucos entre los dos arroz alegóricos. El tercero era de la Federación tierra, igualmente estaban los embajadores de las ciudades de esa nación junto a maestros que ejecutaban más trucos. El carro de la nación del fuego, aunque tuviera también a su embajador en lo alto, era el más diferente, pues en éste tenían a varias haciendo trucos sin el elemento, Izuku supuso que quizás era por la peligrosidad que el fuego podía representar para los asistentes; los trucos que estos hacían eran una rutina con látigos, abanicos, y listones de color naranja que “imitaban” al fuego lo mejor posible. El último era, obviamente, el de los maestros aire en el cual, por descuido quizás, habían incluido a Uraraka.
Izuku sacó mucha más fuerza, al punto de que no se dio cuenta de en qué momento llegó justo frente a los antílopes-zorro, los cuales si no detenía iban a aplastarlo, y luego irían contra el carro alegórico de los maestros aire lo cual pondría en peligro a Uraraka.
— ¡Piensa Izuku, piensa! - Se dijo a sí mismo, respirando entrecortadamente al ver la situación en la que se encontraba. La gente estaba viendo el desfile, los sentía a su alrededor. ¡¿Cómo es que no estaban pensando en hacer algo?! ¡¿Acaso nadie veía a los antílopes-zorro o al muchacho que estaba en el lugar donde deberían estar los de intendencia limpiando la basura que dejase el desfile?!
Dio pasos a los lados, hacia atrás, hacia adelante, pensando… Y eso fue un error. Pues al parecer, parte de la utilería de los carros estaba por el suelo. Se tropezó con algo largo, que se le enredó en las piernas.
— ¡A-Ah! - Gritó, cayendo al suelo de cara.
El temblor se hizo más presente, y la gente alrededor de él estaba eufórica, sin saber que había una estampida acercándose peligrosamente.
El de cabello verde hizo lo que pudo para quitarse la cuerda que lo estaba enredando, y vio que era.
Un látigo.
Cuando Izuku sostuvo el látigo en sus manos, le vinieron a la cabeza las historias de su mamá y sus sueños. Recordando cosas de vidas pasadas, de las personas sin nombre que poseían el título de avatar. Sintió la pesadez física y mental que llegaba cada vez que le sucedían éstos recuerdos.
— N-No te dejes. - Se dijo a sí mismo, tomando el mango del látigo con ambas manos, con mucha fuerza.
En cuanto salió de su trance, tenía a los antílopes-zorro a menos de diez metros de su posición. La gente alrededor seguía echando vitores eufóricos, alabando el desfile.
— ¡Hasta trajeron animales y un domador de bestias! - Escuchó a alguien gritar entre la multitud.
— … Q-Que sea lo que los espíritus quieran. - Se dijo a sí mismo, levantando el brazo derecho, dando un latigazo perfecto que se hizo resonar sobre el barullo de los espectadores.
Tenía la tendencia de soñar despierto, y en sus sueños veía a mucha gente, pero éste sueño que le vino era específicamente de un hombre calvo con barba que, al parecer, era el maestro de ceremonias de un circo, un hombre que usaba poco los elementos pero que cuando los usaba en el circo, la gente creía que era parte del espectáculo y que tenían a maestros alrededor usando los elementos, pero Izuku sabía que el hombre mismo los usaba. Los cuatro.
Y ese hombre, según recordaba, también usaba un látigo para domar a las bestias del circo.
Y el tener ese recuerdo, de alguna forma, le hizo a Izuku saber como rayos usar un látigo.
Y el latigazo hizo que los antílopes-zorro se detuvieran en seco.
— Qué chingados… - Katsuki ya había escuchado demasiadas locuras ése día, pero…— ¡Tú! ¡¿Cómo carajos sabes usar un látigo!?
— Ni yo sé cómo fue que pasó, Kacchan. Pero lo usé, y al usarlo los antílopes-zorro me hicieron caso. - Izuku dijo, sonriendo algo apenado. — Aunque tengo la teoría de que… Bueno, ya sabiendo que… qué soy, eh… quizás tenga que ver con eso.
— Eres bien pinche raro, nerd. - Katsuki dijo, haciendo una mueca.
— No y eso no es lo más raro de esa vez, Bakugo-kun. - Ochako comentó, riendo un poco.
— ¡¿Eh!? ¿¡Se pone aún más raro?!
— ¡En formación! - Dijo él, recordando lo que el señor pelón hacía en sus sueños. Los antílopes-zorro parecieron entenderlo, pues instantáneamente se formaron en varias filas. Izuku dio otro latigazo — ¡Ahora, a marchar! - Gritó el muchacho, y los antílopes-zorro comenzaron a caminar despacio hacia adelante, siguiendo el ritmo del desfile.
Los antílopes-zorros se comportaron bastante bien todo el desfile, mientras Izuku continuaba dándoles órdenes. Les decía que hicieran “formación V”, los animales lo hacían; que hicieran filas de cinco, lo hacían; que hicieran círculos y fueran al ritmo de la música, y lo hacían.
Era como si el trance que estaba teniendo el muchacho recordando ése sueño, se hubiera contagiado a los animales, y que éstos le hicieran caso aunque no estuvieran entrenados, hizo al muchacho dudar durante un momento si quizás en realidad estaba alucinando.
Pero salió del trance cuando el antílope-zorro bebé volvió a llegar con él y se quedó a su lado todo el recorrido del desfile, acompañándolo como si fuera un perrito.
— Ah seas mamón ¿Te hicieron caso? - Katsuki volvió a interrumpir.
— ¡Si! - La castaña afirmó con una pequeña risa.
— Es como una princesa de cuentos de hadas. - Katsuki dijo, burlándose un poco.
— O como un hipnotizador de animalitos - Ochako dijo, moviendo los dedos para darle “misterio” a su comentario.
— Oigan, ya no me interrumpan. Ya casi terminamos . - Izuku hizo un mohín. — Ya llevamos una hora y Ochako-chan no me ha enseñado nada de como usar aire control…
— A la madre, ¡¿como que una hora?!
— ¡Chitón! - La chica calló al rubio rápidamente, para que Izuku terminara de contar.
Pasaron las horas del recorrido, cuando los carros alegóricos entraron al terreno conocido como “Distrito Elemental”, que era la zona donde se encontraba la presidencia de la ciudad y una explanada grande donde a veces ponían juegos mecánicos. También había un pequeño jardín donde había pasto.
Con la entrada de los carros alegóricos a esa zona, la gente se dispersó rápidamente.
Izuku guió a los animales al jardín, y los dejó quietecitos en esa zona para que… hicieran lo que quisieran.
Ochako logró bajar y huir de los maestros aire que la “secuestraron” momentáneamente para su espectáculo en el desfile. La muchacha llegó junto al chico temblando.
— Eso fue horrible. - Dijo ella, jadeando unos segundos mirando al suelo, para luego levantar la vista nuevamente y ver a los antílopes-zorro, bien sacados de la pena en el pasto.
— Los logré calmar, pero no todos me dejaron quitarles la ropa. - Izuku confesó, cansado.
La chica volteó a todos lados, buscando algo…
— ¿Buscas algo? - Por un momento a Izuku se le olvidó porqué realmente empezó todo el alboroto.
— … Tú… - La chica no le contestó.
Pero Izuku pudo observar el aura morada que la chica había sacado hace unas horas, cuando comenzó la persecución.
La chica dio pasos agigantados hacia un antílope-zorro, uno con camisón verde, con un bulto cargando en las astas.
— Devuélveme… Mi mochila… - La chica aumentó la velocidad de los pasos.
Al instante, el antílope-zorro que Ochako tenía en la mira empezó a correr hacia la chica. Ella hizo lo mismo. El antílope-zorro logró dar el primer golpe, dándole de lleno en el estómago a la muchacha con un cabezazo que la elevó del suelo.
Pero la muchacha aprovechó la cercanía y le quitó la mochila de las astas, junto con el camisón que salió volando junto a ella. Cayó de espaldas al suelo, tosiendo.
— ¡O-Ochako! - Izuku gritó, viendo el duelo de bestias.
Ella hizo caso omiso del de pecas, dejando la mochila y la ropa a un lado tirada en el suelo, tras lograr levantarse.
Izuku creyó que eso sería todo, pero ella volvió a agarrar carrera, acercándose peligrosamente a la bestia de astas quien también cargó un ataque.
La chica logró desviar la embestida de la bestia, llegando al cuello del animal y agarrando su cuello y una pata, evitando que éste pudiera moverse más.
Al instante, Izuku logró ver como su amiga, Ochako Uraraka, volteó al animal de espaldas, abrazándolo ahora por el lomo, y acomodando perfectamente para hacerle una llave de lucha libre.
La chica cargó al animal, que era mucho más grande que ella, y sin sudar logró hacerle un German Suplex al animal.
— ¡URARAKA-CHAN!
Y ese fue el incidente de los antílopes-zorro.
— Eres una maltratadora de animales, ¿sabes? - Katsuki vio a la chica con los ojos como platos.
— Es exactamente lo que yo también le dije - Izuku suspiró.
— Bueno pero también pa qué me roban mi mochila - Ochako trató de restarle importancia.
— No mames. - Katsuki rodó los ojos, y luego se quedó en silencio unos segundos… — Oye Nerd, ¿Es enserio eso de que los animales te hicieron caso? - Katsuki lo vio con incredulidad, y parecía analizar algo en su cabeza.
— ¡Pues eso pareció! - Ochako contestó, asintiendo con la cabeza. — Fue raro pero que le hicieran caso nos ayudó a arrear a los animales a sus respectivos hogares.
— ... Okay... - Katsuki se quedó en silencio unos segundos, para luego abrir los ojos con realización. — Eso explica...
— ¿Explica que, Kacchan? - Izuku ladeó la cabeza.
— Cuando éramos pequeños... Una vez mis papás nos llevaron de campamento al nerd y a mí, y nos perdimos como por dos horas, y ya era de noche y... L-Le habló a unas luciérnagas y… nos hicieron un camino y lo seguimos y nos llevaron a la cabaña donde estaban mis papás y ellos ni en cuenta...
— ¿Eh? - Izuku se puso serio unos segundos. — Oh...
— ¿Desde... Ahí?
— ... Ay no manches...
— ¿Desde ahí que? - Ochako preguntó confundida.
— Desde que somos chiquitos creo que los animales le hacen caso... ¿Será parte de ser el...? - Katsuki preguntó, llevando una mano a su barbilla, confundido.
— Uh... Recuerdo que Izuku nos dijo que uno de los anteriores... Creo que la monja aire Yangchen, que la descubrieron porque los animales la buscaban. - Ochako hizo la observación, frunciendo el ceño. — Aunque también fue porque sus vidas pasadas la poseían y parecía que tenía un trastorno de identidad disociativa.
— E-En mi defensa no eran luciérnagas del todo, era una muchacha formada por las luciérnagas y me dijo que nos llevaría a un lugar seguro porque-porque ella cuida a los viajeros y los guía en su camino. - Dijo Izuku de golpe.
— Eso es peor, nerd. - Dijo Katsuki. - Se me olvida que puedes ver pinches fantasmas...
Observación: ese día, después de contar la historia y de darse cuenta de más señales...
No entrenaron aire control.
Notes:
OMAKE:
—Pasó más de una hora y ya no entrenamos nada... - Izuku suspiró, un poco angustiado.
— Al menos te pasó el canal de tutoriales que la cachetes ve. - Katsuki dijo, caminando al departamento del nerd.
— ¡Son tutoriales de internet, Kacchan! ¡¿Eso no sería malo para mi?! Se supone que sí debo de aprender con profes, todos los demás avatares aprendieron con profes...
— Wey no andes ya de chillón y simplemente resígnate. Ya mañana YO si te enseño bien.
— Bueno...Inspiración para éste capítulo: "El incidente de las llamas" de "La Ley de Milo Murphy".
Nota de Autor:
AAAAH HOLAAAA HE VUELTOOO
¿Qué creen? Que sigo teniendo trabajo, pero el estrés me dio un severo art block. ¡No he podido dibujar en meses!
Pero bueno, con el Live Action de avatar y el de Percy Jackson me entró la inspiración nuevamente. ¡Así que traje capítulo nuevo! ¡Espero les guste!Pregunta del día:
¿Cuál creen que debería ser el animal guía de Izuku? :D
Chapter 16: El entrenamiento, Parte 3: Fuego y un descubrimiento.
Summary:
Después de hablar sobre el incidente de los antílopes-zorro y de la Nula práctica de aire control, Izuku y Katsuki quedaron de ir a la casa de éste último saliendo de la escuela, para enseñarle POR FIN fuego control.
¡Las cosas salen bien! Pero también salen mal.
Y así pasa un mes. Y después de acostumbrarse a ésta nueva rutina, les llega un visitante inesperado.
Notes:
TW: Quemada de primer grado
Arte por Nerv_BNHA en twitter.
(See the end of the chapter for more notes.)
Chapter Text
— Sensei. Por favor. Ya tenemos qué hacer algo. - El de cabello blanco con manos de madera tenía pegado el celular al oído. — El niño ya empezó a tratar de aprender a usar los elementos. Si logra aprender un poco va a haber más problemas para nosotros. - Continuaba rascándose el cuello de forma obsesiva. Sus ojos rojos estaban algo desorbitados, en total desesperación.
— Tomura, ya te dije que-
— El niño es un todo o nada, sensei.- El muchacho de cabello blanco suspiró, dejando caer su cabeza contra la mesa del café-bar en el que estaba. Frente a él, un extraño ser hecho de humo morado estaba limpiando un pequeño vaso de cristal. — Y sabes lo que hizo en la playa Dagobah la otra vez. Mínimo hay qué ir armando un plan de verdad y no sólo… Esperar.
— … ¿Qué quisieras hacer entonces? - El hombre le cuestionó, a lo que el muchacho sólo apretó los labios.
— No lo sé, agarrarlo. - Contestó simplemente. El hombre hecho de nubes le dio el vaso limpio con lo que parecía ser jugo de litchi. El chico lo tomó en la mano desocupada y empezó a jugar con el líquido del vaso.
— Claro… - El hombre del teléfono suspiró. — Entonces, si tú crees que es conveniente atraparlo ya, lo hacemos. Sólo recuerda la situación y por qué haces esto, Tomura…
— … Espera. - El muchacho dejó el vaso en paz, estirando el cuello. Sus ojos desorbitados parecieron calmarse y enfocarse. - Sólo va a ser vigilancia todavía. El niño tiene… un amigo, un maestro fuego que está casi todo el tiempo con él desde que empecé a vigilarlo. Y ese es como su perro guardián. - El muchacho dijo, entrecerrando los ojos. — Esto es más difícil de lo que pensé…
— ¿Por qué lo dices? Si es otro niño de su edad, no tendría que haber problemas. Nos los llevamos a ambos.
— No, sensei. - Tomura dijo, empezando a mover los dedos nerviosamente. — Si le hacemos algo a ése chavo, el niño avatar nos puede hacer algo. Y si es al revés, también.
— ¿Qué? ¿Acaso tienen algo especial? - Cuestionó nuevamente.
— ¿Recuerda lo que me platicó? ¿De los antiguos maestros? ¿Y de las técnicas prohibidas? Creo que el maestro fuego es… algo de eso. Sólo no estoy seguro qué es.
—... Oh, es uno de esos entonces
— Eso creo.
— ¿Entonces qué sugieres?
— Debemos seguir vigilando. Tratar de separarlos. O unirlos a ambos… - Tomura volvió a rascarse, como si hacerlo le ayudara a pensar. — Pero si ocupo ayuda. Mínimo no ser el único vigilando. Hacerlo yo sólo es… tedioso.
— Puedo comunicarte con otros colegas, si es lo que quieres. - El hombre del teléfono pareció decir. — Tengo a tu disposición sicarios, ninjas, maestros de técnicas prohibidas, espíritus, alguno que otro que me debe un favor…
— ... ¿Tienes a niños o gente de mi edad?
— Así es.
— Ya tengo dos planes.
Al día siguiente de la... Nula práctica de aire control, Izuku y Katsuki quedaron de ir a la casa de éste último saliendo de la escuela, para enseñarle POR FIN fuego control.
Katsuki se aseguró de que sus padres no estuvieran ese día, para poder entrenar en el patio que él tenía y evitar preguntas sobre su amigo de la infancia "no maestro".
Al llegar lo primero que hicieron fue comer ramen instantáneo. No era lo mejor del mundo pero era lo típico que su madre le dejaba cuando decía que iba a traer amigos a hacer tarea.
Katsuki volteó a ver al chico de cabello verde.
— Oye, Deku. - Llamó la atención de éste
— ¿Qué sucede? - Izuku preguntó ladeando la cabeza.
— Antes que nada... Ten, tu tarea. - Automáticamente, el chico rubio le pasó sobre la mesa un puñado grande de copias en hojas de máquina engargoladas.
— ¿T-Tarea? - Izuku parpadeó un poco sorprendido por lo que le dio el rubio.
— Eres un nerd. Te gusta leer y eso y, eh, creí que... - Trató de disimular un leve rubor que empezó en sus mejillas comiendo un sorbo de la sopa. — Quizás te serviría más tener las notas del viejo para ponerte al corriente, y bueno...
— Oh... - Izuku abrió el engargolado y empezó a hojear las copias por encima. — G-Gracias, Kacchan. Pero... - Volteó a verlo, sin cerrar las hojas. — ¿Entonces no me vas a enseñar? ¿Harás como Uraraka de darme la información y que yo busque? - Katsuki notó como la voz de Izuku sonaba decepcionada, a lo que el rubio bufó.
— No, menso. - Contestó al instante. — Es para que repases lo que te voy a enseñar. Las hojas están acomodadas desde lo más básico hasta lo más avanzado que sabemos mi papá y yo. - Dijo él, señalando la libreta. — Pero es la teoría nada más. Yo te voy a enseñar lo más físico, en base a esas hojas.
— ... ¡Oh! - Automáticamente Izuku sonrió, cerrando las hojas y abrazándolas un poco, antes de meter el engargolado en su mochila.
Cuando acabaron, el rubio los guió al patio: un área no muy grande, pero sí lo suficiente para tener un árbol que generaba una pequeña sombra con un pequeño columpio en sus ramas hecho con una llanta que el viejo de su padre había colgado ahí cuando él e Izuku eran pequeños.
— Okay, ve por ahí. - El rubio señaló a la sombra — Debo... Preparar algo. - Katsuki se fue por dónde estaba el grifo de agua con el que regaban el jardín, y preparó una cubeta de agua por... Por si hubiera algún accidente. También tomó la manguera con la pistola de presión que tenía para cualquier otro tipo de accidente...
— ¿No confías en que pueda hacerlo bien, Kacchan? - Preguntó Izuku, haciendo un leve mohín.
— No.
— No seas malo, Kacchan.
— Ni siquiera es porque quiera ser malo contigo, menso. - Katsuki contestó al instante. — Pero casi te ahogas junto a la Rana el otro día y luego con el mastodonte no hiciste ni madres y ayer tampoco. - Katsuki dijo acercando otra cubeta de agua a dónde estaba el de cabello verde. — Así que sospecho que contigo es un puto todo o nada.
— Lo de casi ahogarnos fue un accidente... - Izuku pateó un poco el pasto algo frustrado.
— Y los accidentes con fuego pueden ser peores. - El rubio se cruzó de brazos. — Es mejor cuidarse.
— Bueno. ¿Entonces cómo empezamos? - El nerd preguntó, manteniendo el mohín en sus labios, aún pateando el pasto suavemente.
— Lo primero que todo maestro fuego debe aprender es... - Comenzó el chico rubio, parándose frente a Izuku y deteniendo lo que estaba teniendo en esos momentos al tomarlo por los hombros. Bajó las manos lentamente por los brazos del chico, tratando de calmarlo con estos movimientos — Respirar.
Izuku se quedó estático, viéndolo a los ojos.
— La fuente de poder de un maestro fuego es su respiración. - Katsuki respiró hondo, hablándole al de pecas todo lo que le ha enseñado su padre por años. — Cuando respiramos, llenamos nuestro cuerpo de oxígeno, que se transforma en energía, y está energía pasa por todo el cuerpo y... - Volteo a un lado, dando un golpe al aire con el puño y generando una llama controlada pero ardiente. — Se transforma en fuego.
Izuku escuchó atentamente, aunque estuvo tratando de imitar los movimientos y la respiración del rubio al tiempo en que él los hizo. Obviamente al hacer el último movimiento no salió ni una llama.
Pero Katsuki conocía suficiente a Izuku para saber que su amigo de la infancia era una persona que aprendía más imitando que por lo que fuera que escuchara. Y de alguna forma verlo imitarlo le hizo sentir una emoción extraña pero bonita en su pecho.
Aún así, sabía que debía ser cuidadoso.
— Primero vamos a ir con las respiraciones, como ya dije. - Comentó él, volviéndose a parar derecho. — ¿Recuerdas la postura de caballo que te enseñó Lentes?
Izuku automáticamente asintió, y sin que Katsuki le dijera una palabra, ambos hicieron la postura al mismo tiempo, uno frente al otro, muy cerca y a la vez muy lejos el uno del otro.
— La primera respiración ayuda a repartir oxígeno por cada una de nuestras células y a regular el latido del corazón y a que la sangre fluya. Son inhalaciones y exhalaciones de cinco segundos. - Katsuki dijo, luego empezó a respirar hondo por la nariz: Uno, dos, tres, cuatro, cinco... y expulsar el aire por la boca: uno, dos, tres, cuatro, cinco segundos... Hizo está respiración unas tres veces, antes de indicarle a Izuku con la mirada que lo imitara. Las primeras tres veces le costó un poco de trabajo, pero después de un rato, ambos estaban respirando al mismo tiempo, lo cual hizo que las palpitaciones de sus corazones se sincronicen.
Cuando Katsuki creyó que Izuku había logrado dominar esa respiración básica, sin decir ni una sola palabra, le indicó a Izuku que imite sus movimientos. Katsuki empezó a mover los brazos, girándolos con suavidad y fluidez.
Izuku lo imitó, aunque pensaba que parecían movimientos de maestro agua, lo cual lo confundió un poco porque Izuku no sabía ni lo más básico de dicho elemento… Quizás eran las vidas pasadas viniendo a su cabeza.
Después de un rato, empezó a mover las rodillas, estirando una pierna y doblando más la otra al ritmo del movimiento de brazos. Izuku siguió su ritmo. Después de un rato, Katsuki aumentó la velocidad, e Izuku lo siguió al instante.
Estuvieron haciendo estos movimientos durante unos minutos más, cuando Katsuki paró de golpe y se levantó de la posición en la que estaban. Izuku estuvo a punto de imitarlo, pero Katsuki lo detuvo.
— Nah nah. Tú continúa. - Se cruzó de brazos.
Izuku bufó al instante, y continuó con los movimientos. Parecía que el chico quería hablar, pero Katsuki no lo dejó.
— Si te preguntas para qué es esto - Dijo, rodando los ojos. — Este tipo de movimientos abren tus pulmones, por lo que deberías de poder respirar más hondo, además de que hará que aumente el flujo de sangre más que con sólo la respiración. - Continuó, para luego quedarse observando su postura, la respiración, absolutamente todo lo que estaba haciendo el muchacho.
Izuku continuó con los ejercicios, de repente se equivocaba de brazo o lo movía más fuerte, de repente se adelantaba un poco…
— Son cinco segundos por inhalación y cinco segundos por exhalación. - Regañó el rubio dándole un papirotazo en el hombro. — Y tus brazos al ritmo de cada respiración.
Izuku hizo un mohín, pero continuó con las poses y las respiraciones por otros minutos, comenzando a sudar más y más.
— Detente. - Katsuki indicó. Izuku al instante se detuvo y se limpió el sudor de la frente con sus guantes. — Okay, ¿Cómo te sientes? - preguntó el rubio.
— Con mucho calor. - Contestó Izuku, frotando sus ojos pues el sudor al parecer le entró a los ojos.
— Bien. Eso significa que sí puedes hacer fuego control…
— ¿Enserio? - De alguna forma, la confirmación de Katsuki lo hizo emocionarse.
— Sep. - Katsuki simplemente dijo, a lo que Izuku saltó un poquito sobre las puntas de sus pies, más emocionado.
Katsuki trató de no mostrar que la actitud del de cabello verde lo había motivado un poquito y hecho sonreír, por lo que se concentró en las bolsas de sus pantalones y empezó a hurgar en ellas, sacando un cuadrito de papel como del tamaño de la palma de su mano, y que sostuvo entre sus dedos.
— Este siguiente ejercicio es para principiantes. - Dijo, enseñándole el papelito.
Izuku asintió.
— Mi viejo me lo ponía cuando estaba chiquito, así que… - Lo volteó a ver, entrecerró los ojos. — Intenta no cagarla. Si lo haces te voy a dar un zape.
— No tienes por qué amenazarme. - Izuku frunció el ceño.
— Ya, no te quejes y presta atención. - Katsuki lo fulminó con la mirada, a lo que Izuku solo rodó los ojos.
Katsuki tomó el papel que había sacado con una sola mano, y con la otra prendió el centro del papelito, dejando un pequeño aro de ceniza ardiente en su centro, que no llegaba a las orillas. Lo tomó con el dedo índice de ambas manos de las orillas
— Sosténlo como yo lo estoy haciendo. - Indicó el rubio, y las manos de Izuku tocaron las de Katsuki. Por alguna razón, ese roce se sintió un poco… extraño, y Katsuki se separó al instante.
Izuku, por el contrario , ignoró el leve rubor que le llegó a las mejillas al rubio por andar viendo el papelito. Cerró un ojo y trató de ver por el pequeño agujero que se formó en el centro del papel. Levantó la cabeza junto con el papelito.
— Puedo verte~ - Izuku dijo, sonriendo de forma un poco traviesa.
— Ya deja de jugar. - Katsuki dijo muy serio. Izuku bajó el papelito, haciendo de nuevo el mohín con el que ha estado casi desde que inició el entrenamiento.
— A ver. ¿Quieres entrenar o me vas a seguir llevando la pinche contraria? - Se cruzó de brazos.
— No te estoy llevando la contraria… - Izuku infló la mejilla. — ¿Qué tengo qué hacer con esto?
— Tienes qué evitar que las brasas de papel lleguen a quemar las orillas.
— … ¿Y hago eso… cómo? - Parpadeó ladeando la cabeza.
— La respiración que te enseñé. Si logras que la hoja no se queme en una hora, ya te puedo enseñar a hacer fuego.
Izuku se quedó callado durante un rato.
— Tengo qué estar respirando con el papel en las manos por una hora. - Izuku parpadeó sin creerse lo que estaba diciendo el rubio. ¡¿Una hora?!
— Sí.
— P-Pero es una hora. ¿No pueden ser diez minutos?
— ¡¿Desde cuándo eres tan desesperado!? ¡Y ya empieza que se te va a quemar sin siquiera hacer el ejercicio! - Regañó el rubio, y cuando Izuku volvió a ver el papelito notó que estaba más consumido que hace un rato.
— ¡A-Ah! - Rápidamente se puso en la pose y empezó a hacer las respiraciones que le había enseñado el rubio.
No pasó mucho tiempo para cuando el de pecas empezó a fallar en el entrenamiento. Hizo un par de respiraciones donde todo iba bien: El papelito mantenía el aro color naranja, pero en cuanto se le fue la respiración más rápido (ni siquiera fue un segundo fueron unas milésimas) y el aro de ceniza naranja se iluminó con más fuerza. Izuku abrió los ojos como platos y trató de respirar más lento, lo que provocó que el aro de ceniza se apagara casi por completo. Lo volvió a intentar con la respiración que había aprendido, y el arito volvió a iluminarse…
No pasaron ni quince minutos cuando el papelito ya estaba consumido casi a la orilla.
— ¡Tarado! - Gritó Katsuki al ver el estado del papelito, y le dio un zape al de cabello verde.
— ¡Ay! ¡No tenías por qué pegarme!
— Sobre aviso no hay engaño. - Contestó con seriedad el rubio, y rodando los ojos sacó otro papel. Hizo lo mismo que hace un rato. — Ahora, empieza de nuevo.
— ¡S-Si, señor! - Al ver que la amenaza del zape era real, ya no se quejó y volvió a intentarlo.
Volvió a pasar. El papel se quemó casi al instante pues ahora estaba nervioso. Recibió otro zape.
— ¡Tranquilízate antes de intentarlo a lo pendejo! - Katsuki volvió a sacar otro papel.
— ¿Pero cómo me voy a calmar si estoy bajo amenaza? - Izuku vio feo a Katsuki, un poco harto de la actitud del rubio.
Katsuki pasó la mano por su cara, respirando hondo antes de seguir hablando.
— El fuego es peligroso, nerd. Ya te dije. - Katsuki trató de razonar. — La amenaza no es por nada. Muchos maestros fuego causan accidentes por no ser cuidadosos. Algunos se queman vivos sin pensarlo... - Katsuki se cruzó de brazos, aunque pareció más un abrazo a sí mismo. — Sólo recuerda lo que le pasó al idiota del hermano de Icyhot.
La mención de Todoroki-kun hizo que a Izuku se quedara estático. No necesitaba que le recordaran la razón por la que la familia de su amigo había salido de ciudad República…
Touya Todoroki se quemó vivo, muriendo en un intento de homicidio-suicidio que quería cometer junto a su amigo Shoto Todoroki.
— P-Pero… Todoroki-kun dijo que ese había sido un… caso especial. - Izuku volteó hacia otro lado.
— No lo es. También recuerda lo… que me pasaba a mi. Que a veces, el fuego me explotaba en la cara. - Escuchar la voz un poco insegura y dolida de Kacchan hizo que se le helara la sangre.
Kacchan era muy bueno con su fuego, según recordaba Izuku, pero la mención de la “explosión” lo hizo tener un flashback.
Kacchan, igual que él de pequeño, en realidad había sido bastante propenso a accidentes. Cuando tenían cuatro años, varias veces los Bakugo tuvieron qué quedarse a dormir en la casa de los Midoriya porque, mientras Kacchan dormía, terminaba quemando sus cobijas. También recordó que una vez, mientras jugaban, Kacchan casi se vuela una mano tratando de hacer sólo una flama en sus dedos.
El papá de Kacchan había tenido que entrenarlo con mucho cuidado, porque desde el inicio, su amigo no podía controlarse muy bien. Y si había algo que Kacchan sabía, es que el fuego es letal.
— Hay demasiados ejemplos, y lo que menos quiero que pase con tu pinche Todo o Nada, es que termines lastimado.
Esta reflexión hizo que Izuku tomara una actitud más seria.
— Deja lo intento otra vez.
Izuku volvió a intentarlo, respirando al tiempo, incluso cerró los ojos a ver si eso lo ayudaba a concentrarse… De alguna forma, ésto provocó que entrara… en paz. O eso parecía. Sintió el tiempo correr muy rápido, sintió su respiración calentar nuevamente sus extremidades, pero era un calor menos abrasivo que cuando estaba haciendo los movimientos anteriores…
— Ya, es tiempo. - Y con ello, pasó la hora completa en un abrir y cerrar de ojos.
— ¿Enserio? - Izuku abrió los ojos, y al instante sintió un alivio recorrer su cuerpo, como si todo esto lo hubiese cansado.
Katsuki le quitó el papel de las manos para checarlo.
— Okay, ya aprendiste a controlar la respiración, a mantener cierto calor, y a controlar el mismo. Ahora, es momento de hacer fuego. - Se lo devolvió.
— ¿Enserio?
— Sep.
— ¡Genial! ¿Y qué tengo qué hacer?
— Intentar prender el papel. Haz las respiraciones, pero trata que el papel ahora sí se consuma. Y cuando logres que el papel se consuma, trata de que la flama se quede en tu mano. Pero sólo trata de crear la flama. Con un segundo de fuego es suficiente. - Katsuki estuvo explicando el ejercicio, antes de terminar con sus instrucciones, levantó el dedo índice y le dio varias veces en la frente, fuerte. — No. La. Cagues.
— Okay… - Contestó Izuku sobándose la frente, aunque sentía que éste ejercicio estaba siendo muy repetitivo.
Al parecer su pensamiento lo detectó Katsuki pues contestó a su duda mental unos instantes después.
— El fuego es un elemento vivo, pero para poder ganar un verdadero control sobre éste tienes qué aprender lo más básico. Y la forma de saber muy bien lo básico, es repitiendo y practicando.
Ante la respuesta del maestro fuego, Izuku simplemente suspiró,
— Ok, lo intentaré. - Se volvió a colocar en la posición de caballo, sosteniendo el papel con las dos manos. Observó el papel en sus manos, y empezó a respirar. Uno, dos, tres, cuatro, cinco segundos…
Katsuki estuvo esperando unos cuantos minutos, mientras que Izuku repetía el ejercicio una y otra vez sin resultado. Katsuki sabía que Izuku ya estaba harto, y aunque él no lo admitiera él también. Le frustraba que el nerd fuera tan indeciso: decía que le emocionaba entrenar, pero parecía un poco renuente hacerlo.
Como si él supiera algo que Katsuki no, como si tuviera miedo de algo, y eso no le gustaba.
Salió de sus pensamientos cuando vio que el papelito empezó a consumirse rápidamente. Demasiado rápido. Una llama apareció en la mano de Izuku.
De repente la flama en la mano de Izuku creció demasiado. Por un momento, Katsuki creyó que el fuego envolvió al muchacho de pecas, e hizo un movimiento de manos rápido para intentar traer las llamas hacia sí mismo y apagar el fuego antes de que le pasara algo al chico de pecas.
Al extinguir las llamas, vio a Izuku hincado en el suelo sobre las puntas de sus pies, apretando los ojos y abrazando sus manos. Un mechón de cabello de este estaba encendido, y su ropa estaba llena de humo.
— ¡DEKU! - gritó el rubio, agachándose junto a él. Le apagó el fuego del cabello a pequeños golpes. — D-Déjame ver. - Indicó el rubio.
Izuku apretaba sus ojos con fuerza como si quisiera evitar llorar, pero obedeció del maestro fuego. Separó sus manos, mostrándole a Katsuki. Sus manos temblaban de dolor. pero al parecer los guantes sin dedos que Izuku usaba normalmente habían amortiguado un poco el fuego en las palmas, pero sus dedos estaban rojos e hinchados.
— Estás bien. Estás bien, no es grave… solo… — Automáticamente volteó a los lados buscando la manguera. No la encontró cerca, pero una de las cubetas que había preparado estaba cerca. — M-Mete las manos aquí, te va a ayudar… - Arrastró el balde cerca del de pecas.
En cuanto las manos del avatar tocaron él agua, su mirada de dolor pareció calmarse, lo cual tranquilizó unos segundos al maestro fuego.
El agua empezó a brillar como cuando Tsuyu o la madre de Izuku curaban con agua. Solo que… ¿Parpadeó? Parpadeó como si fuera un foco a punto de fundirse.
— ¿E-Esto es…? - Izuku sacó las manos. El agua se mantuvo alrededor de las manos del avatar durante unos cuantos segundos antes de dejar de parpadear y volver a caer en el balde de agua. — ¿Puedo curar?...
— No mames, nerd. - Bufó, bajándole un poco la preocupación, gracias al comentario sorprendido de Izuku. — Obvio puedes curar. Ahora eres maestro agua, ¿Recuerdas?
— P-Pero… es que estuvo raro. ¿Viste como parpadeó? - Izuku comentó, tocando con una mano los dedos de la otra. — No se sintió como la curación normal que he recibido de mamá o de Tsuyu. Se sintió… raro. - Comentó el muchacho. Katsuki vio los dedos del chico, que ahora se veían un poco… raros. Se supone que, por lo que vio, era una quemadura de primer grado: Nada grave, solo una leve hinchazón. Pero ahora parecía que tenía una ampolla en la yema de los dedos… o quizás no se fijó bien en la quemadura.
Si. Debía ser eso
— Eso no importa ahorita. - Katsuki bufó, manteniéndose en cuclillas. — Lo que importa es que estés bien, ¿Estás bien?
— Oh, uh… si, estoy bien. - Contestó el de cabello verde.
— Okay…
Izuku suspiró, cerrando los ojos. Aliviado de que no había pasado a mayores.
Hasta que recibió un zape MUY FUERTE de parte del de cabello rubio.
— ¿¡Y ESO POR QUÉ?!
— ¡TE DIJE QUE UN SEGUNDO! ¡PENDEJO!
Y entre golpes, regaños, y más quemadas, continuó el entrenamiento.
Cuando regresó a casa, lo primero que hizo fue llegar con su mamá. Ella ya sabía del plan que estaba teniendo con sus amigos. Hasta le había ofrecido ayuda con alguna dieta especial para ayudarle a tener energía para los entrenamientos o incluso pagar por algún tutor particular, aunque tras un poco de análisis decidieron que mejor se quedara entre ellos y sus amigos.
Inko estaba en su cuarto haciendo… Algo, no sabía qué. La mujer lo vio de reojo y le dedicó una amable sonrisa.
— Bienvenido, Izuku. ¿Cómo te fue con Katsuki?
— Hola ma… - Contestó acercándose a ella, y lo único que pudo hacer fue derrumbarse en su cama boca abajo. Estaba exhausto.
— Oh… - Inko llevó una mano a la cabeza de su hijo, acariciándole el cabello. Le llegó el olor a humo. — … ¿Te quemaste? ¿Estás bien? - Su voz tomó un tono de preocupación.
— ¿Físicamente? Creo que bien… sólo se hinchó un poquito… - Contestó él acostándose a un lado y haciéndose bolita, acercando su cabeza a la pierna de su madre. — Descubrí que puedo curar... Pero ni sé cómo lo hice…
— ¿Enserio? - La mujer no pudo evitar sonreír, sintiendo un poco de alivio con la noticia. — ¿Cómo lo descubriste?
— Pues… metí las manos en el agua y empezó a brillar… Pero estuvo muy raro. - Izuku vio los dedos de su mano. Su madre lo vio verse las manos y le tomó una.
— … Izuku. Esto son ampollas. - Frunció el ceño viendo las
— Te digo que estuvo raro… El agua parpadeó, en vez de brillar - Izuku explicó, dejando que su mamá manipulara su mano. —Además se “curó” en cuestión de segundos…
La mujer frunció más el ceño. Bueno, quizás era porque su hijo no sabe aún cómo hacerlo… ¿verdad?
— ¿Quieres que te enseñe a hacerlo de forma correcta? - Preguntó ella, sonriéndole.
— ¡Por favor!
Y tras esa primera semana de entrenamiento tan caótica, Izuku y Katsuki pasaron un mes con esta nueva rutina.
Algunos días era entrenar con los perros leones por el compromiso con el equipo (además les seguían diciendo que los habían abandonado por lo que Izuku a veces se sentía culpable), y los días cuando iba a la biblioteca se convirtieron en entrenamiento físico de los elementos. Los fines de semana, Katsuki ahora visitaba el departamento de los Midoriya para ayudar al joven avatar a estudiar la parte teórica de cada disciplina.
En un mes, Izuku comenzó a notar qué se le facilitaba más. Oficialmente, la parte espiritual era la más sencilla: Izuku podía ir y volver a voluntad a esa como… ¿dimensión? en la que se encontraban los demás avatares, y hablaba con Yagi-san bastante seguido, informando al hombre todo de sus avances.
Luego, el agua era… relativamente sencilla una vez le agarró el hilo: El agua es empujar y jalar, es vida, es fluidez, es gentil pero letal si la corriente dice que lo sea. Podía sentir la esencia del agua después de un poco de entrenamiento para curar con su madre, y también mover las olas con Tsuyu en la playa Dagobah no era tan difícil. Aún así, era un principiante por lo que no podía decir mucho.
Aire control era bastante entretenido. El aire es libertad, es dejarse llevar, no resistirse a las corrientes eólicas y cambiar de dirección. Aunque no podía hacer más que girar tres canicas entre sus dos manos estiradas o esquivas tres rocas seguidas (a la cuarta siempre se pegaba), el hecho de que fuera un poco parecido en concepto y motivos al agua control quizás le hacía sentirse cercano a sí mismo. Uraraka más que una profesora parecía la compañera a la que le pides sus apuntes de clase porque sobre papel explica bien pero pidiéndole que te enseñe… eh… No mucho. Pero se agradece el esfuerzo.
Fuego… ¿Sorprendentemente le había ido bien con fuego? Seguía quemándose de vez en cuando pero cada vez era menos. El fuego es poder puro, es origen, es calor, es vida, es determinación. El fuego puede ser letal, pero uno lo usa para cocinar o para fabricar cosas, así que también es útil. Kacchan es… MUY buen maestro. Estricto, pero demasiado… ¿De dónde había sacado el rubio la paciencia para enseñarle a Izuku? Seguía siendo muy torpe y su torpeza es lo que a veces provoca accidentes. Además, la libreta con la información que le dio Kacchan era demasiado buena. Tenía todo explicado en tanto la letra del tío Masaru como también la letra de otra persona que parecía corregir algún que otro punto. Las clases de fuego eran de sus favoritas.
Y tierra… ah… como hablamos de la tierra… Iida era un buen profesor, pero por más que Izuku tratara de entender lo que le decía era algo… raro. Todo era tan… ¿cuadrado? Izuku daba sugerencias para poder entender a qué se refería, desde intentar ver este elemento con metáforas o ejemplos medio raros pero que para él tenían sentido. Pero Iida le refutaba cualquier sugerencia. “Tierra es tierra” decía. Hablaba de posturas firmes, de fuerza, de ser muy sólido. ¡E Izuku era una persona sólida! Al menos eso creía. Pero por alguna razón no lograba comprender el elemento. No había logrado mover una simple roca en un mes y se estaba frustrando muchísimo. Pero Iida le decía que su tenacidad sería clave para poder dar con este elemento, por lo que Izuku no se rendiría hasta lograrlo. Pasos chiquitos.
Además que con todo ésto le estaba cambiando un poco el cuerpo. Antes tenía brazos de noodle y ahora los tenía un poco más fuertes, igual que sus piernas con tanta posición de caballo ya tenían un poco de tonificación y su mamá tuvo qué hacer un arreglo a varios de sus pantalones porque le apretaban las pantorrillas. ¡Es enserio! Hasta los del equipo se dieron cuenta y Kaminari le hizo un comentario medio subida de tono y se puso rojito por eso (y Kacchan igual por alguna razón…)
Pero algo importante estaba sucediendo. Algo que podía cambiar el mundo, según lo que él sabía. Ya sabía que era lo que estuvo raro con él desde un inicio: Es una reencarnación, él era El Avatar. Quizás ya nadie los recordaba, pero lo era, y según Yagi-san tenía que traer esa memoria de vuelta a las personas. Aunque no sabía cómo hacerlo aún... ¡Pero tenía tiempo! Apenas tenía 13 años y pronto cumpliría los 14. Aún quedaba mucho tiempo para muchas cosas. Si pudo hacer más amigos que nunca y recuperar a Kacchan en poco tiempo, ¡claro que podía hacer esto! Se sentía positivo. No es como si todo se le fuera a ir al caño en menos de dos meses ¿Verdad?
…
¿Verdad?...
Como sea.
Era viernes, ese día había quedado con Kacchan de practicar… poquito, Muy poquito de fuego control. Más que nada practicar una parte teórica y Kacchan le iba a mostrar lo práctico antes de intentarlo la siguiente semana, mientras él leía las notas del tío Masaru y, a parte, aumentaba la información con sus propias manos (como le gustaba hacerlo).
Estaban tranquilos en la sala, cerca de su mamá porque Inko Midoriya no iba a permitir que volvieran a quemar las cortinas.
— Hacer una bola de fuego es relativamente sencillo pero requiere un poco más de concentración. – Kacchan empezó a explicar sentado en el sillón frente al de pecas, con una tranquilidad que quizás tenía que ver con el hecho de que Inko estuviera presente.. - Una flama normal es generar la chispa en un punto que sólo ayude a que tu propia energía se incendie. - Automáticamente el maestro fuego generó una flama en la palma de su mano.
Izuku entrecerró los ojos y trató de hacer una en su mano, pero sólo salió humito. Katsuki lo ignoró y continuó con la explicación.
— Cuando quieres hacer una bola de fuego es algo parecido… - La flama de su mano empezó a girar, formando un pequeño círculo que luego se convirtió en una esfera. — Debes mantener la concentración en un punto, y tienes qué hacer que tu propia energía esté girando para que el fuego que la está incendiando empiece a seguir el aro, y luego lo giras otra vez. Pero tienes qué tener mucho cuidado porque te puedes quemar horrible…
— Esa es la técnica que usan para hacer las figuritas de fuego ¿no?
— Exacto.
Izuku asintió, entendiendo completamente. El anotó en otra libreta absolutamente todo lo que le dijo Kacchan, e incluso hizo un pequeño dibujo ilustrativo de cómo se vio la figura que hizo Katsuki en su mano.
De repente sonó el timbre del interlocutor de la casa.
— ¿Quién vergas viene a chingar?! - La actitud calmada de Katsuki desapareció junto con la bola de fuego en su mano cuando el timbre se escuchó. Seguía sonando como si la persona al otro lado no hubiera soltado el botón de la llamada.
— ¡Alguien conteste, que estoy quitándole las espinas al pescado! - Su madre dijo desde la cocina.
— Yo contesto. - Izuku bufó un poco, estirándose al teléfono de su hogar (que estaba conectado al timbre del edificio) y contestó rápido. — Casa Midoriya, ¿qué se le ofrece?
— Más vale que no sea una pendejada… - Katsuki se sobó las sienes.
— ¿T-Todoroki-kun?
— … No me jodas. - El rubio automáticamente se dio una palmada en el rostro. — ¿Qué hace aquí!?
— ¿E-Eh? S-Si, Kacchan está conmigo, Todoroki-kun. - Izuku seguía hablando, pero automáticamente volteó a ver a Katsuki. - ¿Q-Que si e-estoy ocupado?... eh… - Katsuki le dijo que dijera que sí con la cabeza, pero Izuku sólo apretó los labios. — ¿S-Sí? - Se quedó en silencio unos segundos. — Eh, ¡n-no estoy dudando! ¡Y Kacchan no me dijo que te dijera que sí-sí! ¡De verdad estoy ocupado, estoy muy ocupado! Así es. - Katsuki restregó las manos por su rostro, en desesperación. Pero Izuku frunció el ceño con el teléfono en la oreja. — ¿Cómo qué te escapaste de tu casa?... ¿Cómo llegaste aquí? - Katsuki alzó las cejas al escuchar eso. - Okay, pasa, es el mismo número al que timbraste... Espera ¿¡Como que le timbraste a todos mis vecinos viendo cual era mi casa!? Ah, eh sí. Tercer piso, departamento dos. Aquí te abrimos. - Izuku colgó el teléfono y se volvió a sentar, poniendo los codos sobre sus rodillas, juntando sus manos como si fuera a rezar, pegando los pulgares e índices a su cara, y viendo al piso con desesperación.
— No me jodas ¿¡por qué lo dejaste entrar?! - Katsuki se quejó al instante.
Izuku no contestó, y a los segundos se escucha como tocaron la puerta. Se levantó y abrió la puerta. Y ahí estaba Shoto Todoroki, en su puerta, con su cabello de dos colores lleno de ramitas y hojas, vestido aún en pijama y pantuflas a pesar de que eran las 2 de la tarde.
— ¿Pero qué vergas te pasó? - Katsuki preguntó detrás de Izuku.
— Me peleé con mi papá. - contestó Shoto, simple y cortante.
Notes:
OMAKE:
Izuku: Ya no me queda éste pantalón, me aprieta de las piernas…Mina: Te estás poniendo todo fuertote ¿No, gemelito de pelo?
Izuku: Eh… qui-quizás…
Sero: Ha de ser por tanta caminata de aquí para allá y así.
Kirishima: O que está también haciendo pesas acá.
Katsuki: Ya déjenlo en paz. *Rueda los ojos*
Kaminari: Hijoles a este paso con esas piernotas vas a poder romper sandías o cabezas, ¿No? 🤪
Izuku: … ¡¿K-Kaminari-kun?! *Rojo*
Mina: ¡A LA MADRE, KAMINARI! HAHAHAHAHAHAHA
Sero: HAHAHA NO MAMES WEY DIGAS ESAS COSAS HAHAHAHA *Se está cagando de risa*
*Izuku se tapa la cara rojo de vergüenza*
Kirishima: Www se puso todo rojo HAHAHAHAHA
Denki: No tanto como Sparky acá *Señala a Katsuki que está más rojo que el mismísimo Izuku*
Katsuki: NO JODAS PINCHE CARA DE BURRO! *Salta a atacar a Denki*
*Mientras tanto Mina, Sero y Kirishima se están sosteniendo uno de otro porque no pueden parar de reír y se están a punto de Caer mientras Izuku sigue rojo de vergüenza queriendo que lo trague la tierra*
Nota de Autor:
VOLVÍ MÁS RÁPIDO QUE EL RAYO 👹 ¿O NO?Hahaha anyways. Sigo trabajando pero ya me quiero salir de éste lugar porque me explotan y me pagan una miseria. Deseénme suerte :’D
¡Pero bueh! ¿Qué les pareció este capítulo? Está cortito pero ya estamos avanzando hacia la recta final de éste arco. ¿Qué creen que vaya a pasar? ¿Cuál es el plan de Shigaraki? ¿A qué se referirá con que Kacchan es “un maestro prohibido”? ¿Por qué a Izuku se le complica tanto la tierra? ¿Los chicos serán de verdad buenos maestros para Izuku? ¿Qué es lo que harán los chicos ahora que tienen ésta nueva rutina? ¿¡Por qué Shoto se peleó con su papá?! ¿¡POR QUÉ KACCHAN TAMBIÉN SE PUSO ROJO POR EL COMENTARIO DE DENKI!?
¡Espero sus teorías! ¡Sus comentarios alegran mis días!
¡Gracias por leer!
Pregunta del día:
¿Cuál creen que sea el elemento más difícil de manejar?
Personalmente creo que conmigo sería el fuego pero porque soy medio pirómana y sé que perdería el control demasiado fácil HAHAHAHA
Chapter 17: Todoroki Shoto
Summary:
Izuku y Katsuki reciben visitas inesperadas mientras siguen con su rutina nueva.
Visitas que terminan arruinandoles sus planes 2 veces.
Y al parecer Izuku es más obvio de lo que creían. Sobre todo para Shoto.
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
— Me peleé con mi papá.- Fue lo que llegó a los oídos de Katsuki cuando el de cabello dual habló. El rubio frunció el ceño y volteó a ver de reojo a Izuku, que parecía ya saber la razón de porqué estaba aquí, lo cual lo hizo hacer una mueca de desagrado.
— Pasa, Todoroki-kun - Izuku solo se hizo a un lado. Parecía frustrado, lo cual Katsuki entendía completamente.
— Gracias. - Simplemente dijo el de pijama y entró a la casa.
Katsuki esperaba ver a Icyhot ir a la sala, pero en vez de eso dio una vuelta y se dirigió hacia otro lado: A la habitación de Izuku.
— ¡Hey! ¡Nadie te dijo que entraras ahí! - Katsuki se quejó siguiendo al maldito mitad-mitad.
— Midoriya siempre me deja acostarme en su cama cuando vengo para acá. - Contestó cortante el de la cicatriz.
— ¿¡Estás seguro que te deja, o tú caminas como Juan por su casa y él no te dice pinches nada?! - Automáticamente el rubio le empezó a reclamar, a lo que Shoto simplemente le contestaba como si simplemente el rubio le estuviera preguntando cosas y no reclamando la vida entera. Mientras, Izuku prefirió simplemente salir de su habitación un rato y dejarlos discutir.
— Ma, ocupo unas paletas de hielo. - Izuku dijo asomando la cabeza por la cocina. — ¿Tenemos algún jugo o refresco?
— En el refrigerador hay de litchi con fresa y creo que aún quedó calpis del otro día. - Contestó ella, con tranquilidad sin desviar la mirada de su tarea actual. — ¿Todoroki-kun vino otra vez? - Preguntó la mujer frunciendo el ceño.
— Sí. Dijo que se peleó con su papá. - Suspiró suavemente, acercándose al refrigerador. — Algo de los patos-tortugas, pero no pude entender muy bien, porque hablaba muy bajito por el telecom. - Abrió el freezer, buscando entre las cajitas de tetrapack y botellas de plástico adentro a ver si tenían lo que pidió. Tomó la caja de leche, una caja de jugo de Litchi con fresas, una caja de jugo de mango y una botella de Calpis y las dejó en la encimera.
— ¿Otra vez? - Inko frunció el ceño, empezando a freír el pescado que llevaba haciendo desde el capítulo anterior. — ¿Lo trajo su hermana mayor?
— No... - Izuku estaba buscando ahora en las alacenas entre el montón de trastes que tenía. Sacó lo que parecía ser un molde para paletas. — Dijo que se escapó de su casa. Viene incluso en pijama.
— Ay, ese niño... - La mujer se quejó suavemente, volteando el pescado en la sartén. — Supongo que lo tendremos que llevar a su casa al rato.
— Yo lo llevo, no te preocupes. - Izuku empezó a servir cada jugo y refresco en los 8 compartimentos del molde, a la leche le puso chocolate en polvo antes de verterlo en el molde. Cuando terminó de hacerlo, le puso las tapas a cada paleta para que se pudieran sostener.
— Está bien. - Inko sacó de la sartén el pescado que estaba cocinando y puso otro.
Izuku estuvo a punto de llamar a su madre para que congelara las paleta, pero se quedó viendo el molde, y entrecerró los ojos.
Okay, quizás... Quizás podría intentar congelar las paletas él mismo. Levantó las manos a la altura de sus hombros, con los codos hacia atrás, y se quedó así unos segundos... Volteó a la puerta esperando que Todoroki-kun no hubiera salido de su cuarto, y cuando se aseguró de esto... Aspiró hondo con la nariz, y exhaló el aire con la boca, soplando hacia el molde. Al tiempo que hizo esto, estiró los brazos hacia el contenedor de paletas. Su aliento, poco a poco, se volvió frío, dejando ver el vapor que salía de su boca a pesar de que el ambiente era cálido.
El molde de paletas empezó a sudar y luego una capa fina de hielo se formó en el exterior, dejando que poco a poco el contenido líquido dentro de los moldes se congelara a merced del avatar.
— ¡Lo hiciste, Izuku! - No se había dado cuenta de que su mamá se le quedó viendo en total silencio.
— ¡E-Eh! S-Si, quise... Intentarlo... - No pudo evitar sonreír, tomando los moldes en la mano y tratando de sacar una paleta.
Al instante se desmoldó la que tenía leche de chocolate. Estaba perfectamente congelada y fresca, perfecta para el de la nación del fuego.
— Lo hiciste muy bien, mi niño - Ella le sonrió.
— M-Muchas gracias ma. - Izuku se sonrojó un poco por el cumplido de su mamá, y volvió a meter la paleta en el molde antes de salir de la cocina y dirigirse a su cuarto, encontrando a Kacchan y a Todoroki aún discutiendo.
— ¡¿Pero es que cómo chingados te enojas solo porque no te deja tener patos tortugas otra vez?! - Kacchan estaba que le daba un aneurisma con la mirada que le estaba dando a Todoroki, llena de incredulidad.
— Pero es que los patos tortuga que tenía antes en mi casa ahora los tiene Fuyumi ya que se fue a vivir sola. - Contestó el de la cicatriz. — Aoi y Nene eran mías y se las quedó. No es justo que mi padre no me deje quedarmelas... Aunque Aoi siga mordiendo...
— ¡Pues también por lo que dices ni las pinches cuidas!
Izuku automáticamente le dio la paleta de hielo que tenía en la mano a Todoroki, que estaba acostado en su cama. Él la tomó y la empezó a morder sin siquiera pensar en el sabor o si era mejor lamerla.
— ... Me das asco. - Katsuki dijo, viendo horrorizado por cómo mordía la paleta.
Pero Izuku ignoró lo que dijo Kacchan para darle una paleta de mango, lo cual pareció hacer que el rubio se calmara y se quedó chupando la paleta.
— ¿Qué fue lo que pasó exactamente para que tú y el señor Todoroki pelearan? - Preguntó Izuku, otra vez esperando a que el de la cicatriz le explicará por qué estaba aquí. Sin soltar el molde de paletas, se sentó en su cama, ya que Katsuki estaba sentado en su silla.
— Mi hermana mayor, Fuyumi, no vino con nosotros por su universidad en la nación del fuego. - Empezó a contar, aún acostado en la cama del de pecas y comiendo la paleta de hielo a mordidas. — Entonces se supone que ella iba a cuidar de nuestros patos tortugas en lo que nosotros nos adaptábamos a la ciudad nuevamente. - Se acabó la paleta más rápido que lo que canta un gallo, y pidió otra estirando la mano. Izuku le pasó otra, de otro sabor. — Se supone que mi hermana va a venir a la fiesta de mi papá a la que los invité, y dijo que iba a traer a los patos tortuga que son míos, Aoi, Nene y el hijo de Nene que se llama Badtz-Marú, para que se queden ya aquí y yo cuidarlos. Pero me dijo el viejo que Fuyumi ya no quiso traerlos porque tienen que estar en familia y que si los separamos pueden enfermarse. - Le dio un mordisco muy grande a la paleta que tenía. — Entonces le dije al viejo de mi padre que le dijera a Fuyumi que los trajera a todos y que yo los cuidaba, y ahora él fue el que no quiso decirle, dijo que yo le dijera, y me enojé.
— ¿Y te dio alguna razón para decir que tú le dijeras? - Izuku preguntó, con mucha tranquilidad.
Katsuki seguía con la paleta de mango, y no pudo evitar pensar que Izuku estaba en modo "ayudador", modo el cual siempre hacia a Katsuki sentirse raro. Quizás podrían ser las vidas pasadas del chico de cabello verde viniendo ¿No? Con eso de que el avatar es un mediador o cosas así.
...
“Espera” pensó el rubio “... ¿Eso siempre fue otra señal?”
— Que porque no es paloma mensajera. - Shoto se terminó la paleta nuevamente, e Izuku le pasó otra sin que tuviera qué pedírsela. — Me enoje y me encerré en mi cuarto sin dejarlo decir nada. - Dio un gran mordisco. — Y cuando ya no oí a nadie, me salí de la casa.
— Entonces... Te saliste en tu pijama de patos tortuga, con pantuflas de patos tortuga, porque que tú papá te dijo que tú le dijeras a tu hermana tu plan para tener a los patos tortugas de tu familia... - Izuku dijo sin absolutamente ninguna expresión en su cara.
— Sí.
— ¿Te das cuenta de que nunca te dijo que no, Todoroki-kun?
— … Oh.
— Pinche pendejo. - Habló por fin el rubio, tras acabarse su paleta.
— Kacchan, ya... - Izuku bufó ante la grosería de su amigo de la infancia.
— ¿¡Qué?! ¡Anda aquí de imbécil interrumpiendo todo por un pinche berrinche!
— No es un berrinche, es lo que por derecho es mío. - Shoto dijo con total seriedad.
— Todoroki-kun, tú también...
— ¿Qué? - Preguntó el de cabello dual confundido.
— Solo acábate esa paleta. Tengo que llevarte a tu casa porque si estás aquí tu papá se va a poner como fiera... - Izuku respondió inflando una mejilla.
— Pero no quiero volver a casa… - Respondió el otro mientras se comía la mitad de la paleta de hielo de un solo mordisco.
— Pero si no vuelves tu papá nos va a acusar de secuestradores como la otra vez.
— ¿¡Que tú papá qué?! - Katsuki le gritó a Shoto, a lo que Shoto solo rodó los ojos.
— Eso es historia pasada, Midoriya. Mi padre ya sabe que cuando salgo de casa al único lugar al que vengo es acá. Incluso tu mamá me dijo que siempre era bienvenido la última vez que vine. - Shoto no le tomó importancia, acabándose la paleta y pidiendo otra con la mano. Izuku hizo una mueca y se la pasó.
— Imbeciloide es lo que eres. - Katsuki dijo, con intenciones de levantarse.
— Ya, Kacchan, tranquilo. - Levantó la mano, tocando el hombro del rubio, lo que forzó a Katsuki a volver a sentarse. — Voy a preguntarle a mi mamá que haremos… - Dijo Izuku, levantándose y dirigiéndose a la cocina.
— Deku, eh... - Katsuki se levantó también, jalándolo del brazo, y luego susurrándole en el oído — ¿Y qué hacemos con lo que te estaba enseñando de fuego control?
— Al rato checamos eso, Kacchan… - apretó los labios, susurrando de vuelta, y por fin salió de su habitación.
Cuando Katsuki se sentó junto a Shoto otra vez, no se había dado cuenta de que se había sentado y que se le quedó viendo de forma sospechosa…
— ¿¡Qué!? ¡¿Tengo un ojo extra en la frente o por qué me ves así, pendejo?!
— Tranquilo, señor Todoroki. Su hijo está seguro con nosotros. - Inko Midoriya estaba en el teléfono, mientras Izuku estaba a su lado juntando sus manos, esperando que, por favor, el padre de su amigo no les causara problemas hoy.
Shoto y Katsuki también estaban ahí, más silenciosos de lo que habían estado hace rato, como si los hubieran regañado.
— Vamos a comer ahorita entonces puede quedarse-Sí, ya mandamos a traer soba de su local favorito. - La mujer rodó un poco los ojos y cruzó los dedos. — En cuanto acabemos de comer lo llevamos en un taxi… ¿No?... ¿Prefiere mandarnos a su chofer? E-Está bien… Pero en serio, tranquilo, está con nosotros y está bien… Claro, en un rato lo llevamos a su casa, hasta luego. - Inko colgó, y volteó a ver a Izuku levantando el pulgar en señal de aprobación.
Izuku suspiró con alivio, cayendo en el sillón junto a Katsuki, y sin pensarlo se recargó en su hombro, quien sorprendentemente no dijo nada, aunque Izuku sintió que aumentó un poco el calor que emitía el maestro fuego en esos momentos. Shoto se les quedó viendo unos segundos, parpadeando… Puso la mano en su barbilla, entrecerrando los ojos viendo a sus dos amigos que hasta parecían acurrucarse.
— Bueno, chicos. ¿Quién quiere comer? - Inko preguntó, limpiándose las manos en su delantal.
— Le ayudo a poner la mesa, señora Midoriya. - Shoto se levantó, a lo que Inko solo se negó.
— No se preocupe, Todoroki-kun. Yo me encargo hoy. Sigan hablando si quieren. - Ella se dio media vuelta y se fue a la cocina.
Después de preparar todo y, obviamente, comer, era tiempo de que Shoto regresara a su casa. Una limusina llegó al frente del edificio de departamentos, y cuando iban bajando para dejarlo en la limo, Shoto iba jalando de los brazos a ambos, pero como iba Inko junto con ellos Katsuki no se quejó.
— Chicos, vengan conmigo a mi casa. - Les dijo de golpe cuando ya se estaba subiendo a la limosina, casi jalando los con él.
— ¡Hey! ¿¡Y tú qué crees que haces?! - Katsuki se zafó del agarre en un instante.
— Quiero que vengan conmigo. - Dijo nuevamente, ya dentro de la limusina y aún con el agarre en el brazo de Izuku.
— T-Todoroki-kun… no podemos... - Izuku hizo un mohín y se zafó del agarre también, aunque no tan brusco como Katsuki.
— ¿Por qué? - Todoroki ladeó la cabeza.
Izuku apretó los labios, un poco nervioso sobre qué decir.
— ¡Porque estábamos estudiando! - Contestó el rubio, aunque se notaba un poco nervioso.
— Oh, ¿Eran las libretas de fuego control que tenían en el comedor? - Shoto hizo un mohín leve y se sentó bien dentro de la limusina.
— N-No eran de fuego control, no. E-Es… eh…
— Era física. - Dijo de golpe Katsuki, sin ninguna expresión en su rostro.
— … Entiendo. - Shoto volteó a otro lado. — Entonces los veo después… ¿Pueden cerrarme la puerta?
— L-Luego te voy a visitar, Todoroki-kun. - Izuku contestó, tratando de animar a su amigo de cabello de dos colores a lo que Shoto sólo asintió con la cabeza.
Izuku cerró la puerta del coche y se despidió con la mano.
— Hay que tener cuidado. - Katsuki dijo de golpe. Por inercia, estuvo a punto de poner tomar la mano de Izuku pero se abstuvo apretando los puños. — Si Todoroki vio lo que estábamos haciendo significa que estamos siendo descuidados.
Izuku se sorprendió al escuchar a Kacchan decir el apellido de Todoroki, pero solo asistió con un poco de inseguridad. Levantó una mano hacia su pecho, apretando el puño contra éste, justo encima de su corazón.
— Si… Debemos serlo.
La siguiente vez que vieron a Shoto estaban en la playa Dagobah, a punto de empezar el entrenamiento con Tsuyu, un día en el que estaban los únicos cinco que sabían de la situación.
Por alguna razón, el bastón de dulce había llegado a casa de Izuku. Y la tía Inko, en vez de decirle que se fuera porque Deku no estaba, prefirió decirle que estaban en playa Dagobah donde entrenaba con la chica maestra agua. Obviamente, la mamá del Nerd no le dijo que estaban haciendo.
— ¡Pinche mitad-mitad! ¿¡Que vergas haces aquí?! - Katsuki ya estaba que le brincaba encima al muchacho de dos colores.
— Midoriya me prometió la otra vez que vendría a verme, pero es lunes ya, y no me vino a visitar. - Shoto contestó tranquilo, bajándose de la limusina. — Así que decidí venir a ustedes otra vez.
— T-Todoroki-kun, yo te aviso cuando te vaya a visitar… - Izuku contestó. Traía los zapatos desabrochados y una pierna del pantalón la tenía arriba. ¡Estaban a punto de meterse al mar, pero Todoroki llegó de la nada!
— ¿Y tú quién eres, Kero? - Tsuyu estaba ahí junto a ellos, mantenía un dedo en su barbilla. Ya no tenía zapatos y tenía la parte baja de su falda mojada.
Al menos no habían empezado a entrenar, por lo que el de cabello dual no iba a sospechar nada…
— Oh, a usted no la conozco. - El porte del muchacho cambió, de su mirada sería pero animada pasó a una más cautelosa: tal como cuando conoció a los del equipo.
— Oh, verdad. - Izuku suspiró, un poco rendido ante la presencia del de cicatriz en el ojo. — Ella es Tsuyu Asui, es amiga mía. - Con la mano mostró a Tsuyu.
— Llámame Tsuyu, kero.
— Un gusto, Asui.
— Llámame Tsuyu, Kero. - Repitió la chica.
— Y él es Shoto Todoroki. - Ahora el de pecas presentó a su amigo con la chica. Shoto hizo un movimiento de cabeza a modo de reverencia, pero estaba más concentrado en la mirada asesina que le estaba poniendo encima el rubio maestro fuego.
— Ya la conociste, chido, ¡ahora vete! - Katsuki intentó correrlo del lugar. Pero Shoto tenía otras ideas en mente.
— Es una playa pública, no me puedes correr, Bakugo. - Dijo el de la cicatriz sin ni una expresión.
— ... ¡Cuatro Ojos! - Katsuki gritó, y al instante Iida apareció bajando las escaleras junto a Ochako.
— ¡No me llamo Cuatro Ojos, Bakugo! ¡Me llamo Tenya Iida! - Regañó el de cabello azul, frustrado.
— ¡Todoroki-kun! - Ochako abrió los ojos como platos viéndolo, y corrió hacia donde estaban Izuku, Katsuki y Tsuyu. — ¿Qué haces aquí?
— ... ¿Tú quién eres? - Todoroki preguntó, parpadeando un poco confundido.
— ¿S-Soy O-Ochako? T-Te conocí hace como dos meses...
— Todoroki-kun, le diste una de las invitaciones para tu fiesta también. - le recordó Izuku, frunciendo el ceño.
— ¿La que es en una semana?
— Si, esa. - Ahora Ochako contestó.
— ... Ah... - Todoroki entrecerró los ojos.
Pero mejor volteó a ver a dónde estaban Izuku y Katsuki, puesto que a ellos si los recordaba.
Ahí vio al segundo discutir con otro muchacho que no conocía, y decidió acercarse.
— ¡Tú eres policía, corre a este imbécil! ¡Pero a la de ya! - Estaba intentando darle órdenes a Iida.
— Kacchan, solo hay que llevarlo a su casa. - Izuku trató de calmar al rubio, pero no le hizo caso.
— ¡Solo soy familiar de policías! ¿¡Por qué tendría que correrlo?!
— ¡Nos está jodiendo desde hace días!
— ¡Pero es un niño de nuestra edad!
— P-Pues... ¡Hace cosas ilegales! - Intentó el rubio, pero Iida parpadeó incrédulo. — ¡Nos acosa!
— ¡Pero si parece conocerlos!
— ¡O sea, si...! ¡Pero no quita que es un pinche acosador!
Ahora todo esto parecía un concurso de gritos.
— No soy un acosador, Bakugo.
— ¿Eh? - Iida se acomodó los lentes.
— ¡Lo eres, imbécil! - Volteó a verlo, a punto de volver a saltarle encima, pero Izuku lo tenía del brazo agarrado.
— Soy Shoto Todoroki. - Dijo el de cabello dual haciendo una reverencia… ¿Sonriendo un poco?, e ignorando a Katsuki en el proceso.
— Te-Tenya Iida. - El de lentes contestó, bajando un poco la voz gritona por unos instantes.
— Ya se pinches presentaron, ahora vete. - Volvió a insistir el de cabello rubio.
— No.
— ¡Si!
— No
— ¡Ya basta! - Gritó Izuku al fin, harto de esta situación. — Todoroki-kun, ¿Exactamente qué haces aquí? ¿Tuviste problemas con tu papá otra vez?
— ... Quizás. - Shoto respondió, haciendo un mohín.
Izuku dio un suspiro, — ¿Qué fue esta vez? - preguntó, empezando a jalar a Todoroki para otro lado.
Katsuki, por alguna razón, empezó a sentir su sangre hervir. ¿Ahora qué quería este imbécil en realidad? Se dispuso a seguirlos, pero el mastodonte lo detuvo.
— ¡¿Ahora qué?! - Le reclamó al de lentes, pero Iida simplemente negó con la cabeza.
— No creo que sea buena idea, dijo algo de pelearse con su padre. - Tenya simplemente dijo frunciendo el ceño.
— ¡Ese wey se la pasa peleando con su papá! ¡No es nada nuevo! - Se zafó del agarre y se fue caminando con mala gana hacia la parte donde Izuku había llevado a Shoto para tener “privacidad”.
— ¡Es que es día de entrenamiento! - Todoroki se quejó.
— ¿Eh? - Izuku ladeó la cabeza, a lo que Todoroki dio un GRAN suspiro.
— Cada lunes, me toca entrenar en mi casa. - Empezó a explicar.
— Y tu papá te entrena, ¿No?
— ¡Pero hoy no me pudo entrenar por la fiesta del sábado! ¡Entonces le dije que me dejara venir a visitarte porque no habías venido a visitarme! ¡Porque ahora sí tengo tiempo y no sabía si tú tenías!... ¿Y sabes que dijo?
— ... ¿Qué dijo?
— ¡Que no! Y yo le dije que de todas formas no iba a haber entrenamiento y que era bueno que me dejara salir porque así tendría más barrio, como dijiste una vez...
— Y-Yo no dije que ocuparas barrio, solo que ocupabas salir de tu casa y ver tu barrio...
— ¡Y pues que no! - Todoroki ignoró el comentario de Izuku, cruzándose de brazos. _ Que quería que me quedara a entrenar... Entonces me escapé otra vez.
— Okay, te volviste a escapar… - Izuku afirmó y frunció el ceño un poco, haciendo un leve mohín con la boca. — ¿Y cómo llegaste acá?
— Le pregunté a tu mamá si podía ir a visitarte antes de llegar a tu casa con el celular de mi chofer Onima, y dijo que como ésta vez fui responsable y pregunté antes de llegar como siempre, me iba a decir dónde estabas. Y pues ya, Onima me trajo…
— ¿Y no pensaste que estaría ocupado? - Izuku lo vio con cara de pocos amigos, y Shoto sólo se encogió de hombros y respondió.
— Sí, pero ya me había escapado de mi casa por lo que no puedo regresar nomás porque sí.
— Entonces… No tienes hora de llegada hasta que tu papá lo note.
— Sí.
— Por lo que te vas a quedar aquí hasta que te cachen...
— Así es.
— … - Izuku pasó la mano por su rostro. — Okay. Mira. Si prometes portarte bien, voy a visitarte antes de la fiesta del sábado, ¿está bien?
— ¿Qué día exactamente?
Izuku se quedó pensando, en una fecha en la que podría estar desocupado… — El viernes.
— ¿Lo prometes?
— Sí, lo prometo.
— ¿Y harás que Bakugo venga también?
— ¿Quieres que venga Kacchan? - Izuku parpadeó unos segundos, y no pudo evitar sonreír levemente. —Trataré de que quiera venir.
— Tiene qué, porque nos está escuchando y ya lo invité.- Señaló detrás de Izuku a una pila de basura.
Izuku se sobresaltó y volteó hacia atrás a dónde Todoroki estaba señalando.
— ¡K-Kacchan! - Izuku logró ver una mata de cabellos rubios desaparecer detrás de un refrigerador.
— Nos estaba escuchando desde hace rato. - Shoto dijo, encogiéndose de hombros. Empezó a caminar hacia el refrigerador. Izuku vio cómo se abrió la puerta del refrigerador y se volvió a cerrar, y cuando Shoto llegó junto al refrigerador este se quedó unos segundos viendo a los lados. — Uh, qué extraño, juraría haberlo visto.
Izuku caminó hacia Shoto y el refrigerador. Vio las rejillas del refrigerador tiradas en la arena (¿Cómo tiraron un refrigerador con todo y rejillas?) y solo pudo bufar, aunque estaba sonriendo.
— Kacchan. - Izuku tomó la manija del refrigerador y lo abrió.
Y ahí lo vieron, hecho bolita, dentro de un refrigerador que estaba lleno de comida echada a perder y... ¿Esos eran gusanos?
— Que puto asco que puto asco que puto asco. - Katsuki cayó al suelo sacudiéndose de asco, a lo cual Izuku se agachó, lo tomó de las axilas y lo jaló sacándolo rápidamente de ahí.
— ¿Bakugo? ¿Por qué te metiste ahí? - Shoto preguntó, parpadeando confundido.
— ¡No es de tu incumbencia! - Gritó, mientras sentía que Izuku le estaba pasando las manos por encima de la camisa y el pantalón, quitándole los bichos asquerosos que se le subieron.
— Bueno, pero ¿Si me vas a venir a visitar el viernes junto con Midoriya? - Preguntó Todoroki, sin ayudar a nadie, solo cruzándose de brazos y observando al rubio y al de pecas.
— ¡No!
— ... - Shoto apretó los labios. — Midoriya dijo que lo harías.
— No lo haré ni aunque me lleve amarrado. - Katsuki se levantó por fin del suelo.
— ¿En sí por qué quieres que también venga Kacchan a tu casa, Todoroki-kun? - preguntó Izuku, esperando que la respuesta de Shoto le diera una razón a Kacchan para que también fuera.
— Es que quiero que entrenen conmigo Fuego control. - Dijo encogiéndose de hombros. Katsuki frunció el ceño.
— ¿Ves? ¡Quiere entrenar contigo, Kacchan! - La brillante sonrisa de Izuku se hizo notar, y Katsuki por un segundo creyó que había oído mal a Shoto.
— ¿Por qué te excluyes de entrenar, Midoriya?.
— Cuántas veces tenemos qué decirte que Deku no es un maestro. - Katsuki dijo de golpe, apretando los puños.
— … Si ustedes lo dicen… - Shoto rodó los ojos.
Y de la nada, el de cabello rojo se fue caminando a donde estaban los otros muchachos. Izuku y Katsuki se quedaron unos segundos en silencio, viéndolo caminar…
— ¿N-Nos… Nos dio el avión? - Izuku frunció el ceño.
Pasó un rato en lo que distrajeron de nuevo al de cabello dividido. Le dijeron que se habían reunido para un picnic pero que la comida aún no llegaba, “por lo que iban a pedir un extra”. La realidad es que Tenya, el que tenía más dinero en el grupito actual, pidió comida por Air Delivery* a varios restaurantes, y le pidió al muchacho que les traería la comida que trajera una manta o algo para fingir el picnic. Shoto no tenía ni idea de qué era eso de las Apps ni nada, pero no dijo nada tras oír que Izuku le dijo a Tenya que pidiera soba frío de su lugar favorito.
Cuando llegó la comida, llegó un joven en un planeador de maestro aire: era grande (Shoto se preguntó unos instantes cómo es que podía planear siendo tan grande), traía el cabello demasiado corto pero no rapado, la típica ropa de maestro aire, y traía colgada una mochila grande del cuello.
— ¡Órden para Tenya Iida! - Gritó con entusiasmo, girando el planeador y volviéndolo un bastón para caer en el suelo. — ¡Órden para Tenya Iida! - Repitió volteando alrededor.
— ¡Soy yo! - Gritó de vuelta el maestro tierra. Iida fue directamente a atender al muchacho de naranja, y Shoto se le colgó del brazo a Izuku, viendo a los dos muchachos unos segundos…
Estaba entregando los diferentes paquetes de comida y la tela que les consiguió para hacer el picnic entre la playa llena de basura, cuando el rapado volvió a ver al grupo...
— ¡Espera, yo a ti te conozco! - El chico rapado gritó, señalando a Ochako.
— … ¡Ey! ¡No, no me conoces no! - Ochako intentó fingir demencia.
— ¡Claro que te conozco! ¡Eres la chica del desfile! ¡Te desapareciste!
— ¡Me estás confundiendo, no soy yo! ¡No me conoces, no!
— ¡Estoy seguro de que estoy seguro que te conozco!
Izuku, con Shoto aún colgado del brazo, abrió unos segundos los ojos como platos... Oh, no. Alguien ya los reconoció del incidente de los antílopes-zorro...
Por la discusión, el chico rapado no les terminaba de entregar la comida, aunque Tenya se la pidiera.
— ¿Por qué todos tus amigos grandotes son tan gritones y guapos? - Shoto le susurró al oído a Izuku...
Volteó a ver de golpe a Shoto, y luego a los dos chicos altos y fornidos, y luego de nuevo a Shoto, y repitió el proceso un par de veces más mostrando un rostro muy sorprendido. Parpadeó unos segundos.
— ... Eh-Eh, Todoroki-kun... E-El repartidor no es amigo mío.... - Izuku parpadeó, fingiendo demencia ante la información que acababa de conocer…. “A Todoroki le gustan grandotes”, pensó de manera inconsciente, más lo quiso ignorar.
— ¿Y por qué nos ha traído comida volando?...
— ¿P-Porque le pagamos por eso...?
— ... ¿Crees que si le pago para que venga a hacerme compañía lo haría?
— ¿¡T-TODOROKI-KUN!? - El comentario de su amigo lo desconcertó por completo.
— ¿Qué?
— N-No creo que sea buena idea pagarle a alguien para que, eh... Te haga compañía...
— Oh...
— A no ser que sea aparte del servicio. - Katsuki se metió a la conversación, sonriendo de forma maliciosa. — Pregúntale, Icyhot.
— ¡NO LE PREGUNTES, TODOROKI-KUN!
Y Tsuyu estaba ahí, simplemente viendo el desastre que se estaba armando por el picnic improvisado…
— Creo que esto significa que la clase de agua control se extiende hasta nuevo aviso, kero. - Tsuyu comentó para sí misma, sin ver que uno de los presentes volteó a verla con los ojos muy abiertos.
Por fin había llegado el viernes. Izuku se había levantado temprano para ir a la escuela, y mientras iba desayunando, Todoroki le marcó para recordarle que ese día le había prometido que lo iba a visitar. Izuku le aseguró que iría junto con Kacchan, y que no se preocupara, que irían después de la escuela.
El día transcurrió relativamente normal, clases aburridas, Izuku jugando con su lápiz y haciendo los trabajos escolares, mandando papelitos a Kacchan para insistir en ir ver a Todoroki y Katsuki no aceptando, pero al final cediendo cuando lo hablaron en el receso… Y cuando era hora de la salida, Izuku los guió a la casa de Shoto Todoroki.
La casa de los Todoroki se encontraba en un fraccionamiento exclusivo de la ciudad, reservada a políticos y gente importante de la ciudad. Tenían guardias de seguridad y cámaras de video por casi todos lados, y para poder entrar caminando tuvieron qué dejar que el guardia principal revisara sus mochilas y tuvieron qué dejar sus credenciales escolares.
Este suceso le hizo entender a Katsuki por qué Izuku se tardó tanto en visitar al muchacho de cabello de dos colores.
Caminaron por las calles de la colonia privada, donde habían muchas casas muy grandes con símbolos en sus entradas que decían cosas como “Casa de la Embajadora de la federación de la tierra: Usagiyama Rumi”, “Consejero de la tribu agua del norte: Hakamada Tsunagu”, y más. Las casas eran más o menos del tamaño de la casa de la chica de coleta que habían visitado hace una semana, la que tenía una guardaespaldas. Katsuki se preguntó porque ésa chica no vivía en una privada tan costosa como ésta siendo que parecían del nivel económico similar…
Quizás tenía qué ver directamente con el tema de la (EW) política.
Lo importante es que llegaron al frente de una casa muy grande, pero bastante familiar a lo que Katsuki recordaba: Una casa muy tradicional y grande, con techo de tejas de madera, un gran jardín igual muy tradicional, y el escalón pequeño de Tatami* que llevaba al interior de la morada.
Izuku llegó al escalón, y apenas tocó el timbre que estaba junto a la puerta ésta se abrió de par en par: Todoroki Shoto parecía que saltaba de la emoción (a su manera) y sin decir absolutamente nada los jaló al Genkan*.
— Si vinieron. - Shoto dijo, sonando un poco más emocionado que de costumbre.
— Pues sí, te lo prometí. - Izuku contestó, terminando de quitarse los zapatos y sonriendo levemente. Katsuki por su lado hizo un gruñido mientras se quitaba los zapatos.
— ¿Quieren comer? Mi padre mandó a traer soba frío otra vez. Me gusta el soba frío. - Shoto ya estaba sobre el escalón elevado que estaba en toda la casa.
— Ya comimos, pero muchas gracias. - Izuku contestó, subiendo el escalón.
— Oh, está bien. Más para mi. - Shoto contestó, a lo que luego volteó a un lado. — Entonces síganme, síganme.- Salió corriendo…
— ¿¡Y pa’ qué corres!? - Katsuki en ese momento notó que el chico traía ropa deportiva, y entrecerró los ojos de forma un poco arisca. “Esta es una red flag” pensó, pero cuando sintió el codazo de Izuku, no pudo hacer más que rodar los ojos y seguir, también corriendo, al muchacho de la cicatriz.
— Para que mis hermanos no escuchen. - Shoto dijo mientras los guiaba al patio muy rápido, donde pudieron observar en el centro de una plataforma de adoquines igualita a la que tenía Iida en su casa. — ¿Cuántos elementos ya sabes controlar, Midoriya? - Preguntó llegando al centro de la plataforma y ladeando la cabeza.
Tanto Izuku como Katsuki se detuvieron en sus cabales.
— Todoroki-kun ¿Por qué dices eso? - Izuku sonrió con nerviosismo. El muchacho de cabello de dos colores parpadeó viéndolo y ladeando la cabeza.
— Pues… porque eres el de los 4 elementos ¿no? - Shoto dijo como si fuera la cosa más obvia y natural del mundo.
— Se le llama avatar. - Izuku dijo en automático, sin siquiera pensarlo.
— Oh, vaya, ahora sí tienes nombre para eso. Supongo que lo oíste en los sueños raros que me dijiste que tenías de pequeño ¿no? - Y la mirada que le puso Shoto, hizo que el de pecas se tornara MUY pálido, Katsuki sólo pudo contener las ganas de agarrarse a golpes con el imbécil mitad-mitad.
— N-No, claro que no… no soy. - Por alguna razón, cada que Izuku negaba que era el avatar sólo sentía la mirada de Yagi-san sobre su espalda regañándolo.
Katsuki apretó los puños muy fuerte,
— Hmmm, qué extraño… Porque el día que fui a tu casa escuché que hablaban de entrenar fuego control, y luego vi sus libretas y hablaban de cosas muy básicas de fuego control. ¿No te está entrenando Bakugo-kun en eso? - Preguntó simplemente el muchacho, ladeando la cabeza.
— ¡Eres un pinche metiche! - Katsuki le gritó, pero seguía aguantando el enojo y, aunque le fuese difícil aceptarlo, preocupación.
— … T-Todoroki-kun, n-no nos escuchaste bien. E-Estábamos hablando de otra cosa-
— ¿Y por qué cuando estábamos en la playa la niña de ojos saltones mencionó de que se iba a posponer el entrenamiento de agua control? - Shoto interrumpió al instante.
“Verga, ¡¿como que la pinche rana soltó la sopa?!” Katsuki pensó para sí mismo, apretando los puños y volteando a ver a Izuku aún más alarmado.
— … N-No, es-escuchaste mal, Todoroki-kun. - Volteó a otro lado, sintiendo el ataque de ansiedad empezar a formarse en su interior.
— Imbécil, ya no andes jugando con eso. - Katsuki dijo, viendo la ansiedad crecer en Izuku y poniéndose frente a Izuku para… ¿cubrirlo? De las incesantes preguntas del de cabello doble.
No, ¡No, no! ¡Todoroki-kun no los pudo haber cachado tan rápido! Porque si él los cachó tan rápido entonces…
— Midoriya. Sé que eres el avatar desde que somos chicos sólo tú no lo quieres aceptar. - Todoroki, sin aviso ni intento de hacer su comentario suave, dijo de golpe. No era pregunta, no era una duda. Era una afirmación.
— …Okay sí soy el Avatar pero por favor no le digas a nadie.
— ¡DEKU! - Kacchan volteó a verlo con los ojos abiertos como platos, en una combinación de enojo y sorpresa por la imprudencia del de cabello verde.
— ¡SI NO LE DECÍA IBA A SEGUIR INSISTIENDO COMO CUANDO ME PREGUNTÓ SI YAGI-SAN ERA MI PAPÁ!
Shoto por su parte sólo levantó el puño celebrando en voz bajita.
No pasó mucho tiempo cuando se sentaron bajo el árbol sakura que tenía el imbécil éste en su patio, y el nerd le contó todo lo que había sucedido en mes y medio: El tipo raro que atacó a Izuku en el partido de pro-control, la fractura en espalda (Katsuki siguió insistiendo que no fue la espalda sino las costillas), lo de aprender a hablar con All Might meditando y durmiendo, lo de que apenas y estaba aprendiendo lo básico de los 4 elementos… Todo.
Shoto escuchó atento, mientras ignoraba la mirada asesina que le dedicaba el rubio, quien sólo podía respirar tratando de calmarse tras… Este fiasco. ¡Es que, no mames! ¡¿cómo es que este IMBÉCIL cachó a Izuku tan rápido!? ¡Y si éste idiota lo cachó tan rápido…! ¡¿Quién más carajos sabría!? ¡¿Quién más los habrá cachado ya!?
El vato raro que persiguió a Deku ésa vez… ¿Él sabría…?
"Hay algo mal en el mundo, quiere deshacerse de Izuku". Recordó aquella voz, sentimiento, o lo que sea que Katsuki presentía acerca del chico desde pequeño y que había cambiado hace poco. Esa… sensación, que le había hecho hacer una estupidez en el pasado y que provocó que su amistad se quebrara por tanto tiempo. No estaba presente a modo de insistirle en que el mundo tenía algo contra el nerd, pero el imbécil de Mitad-Mitad lo hizo recordar que esa sensación existía, y que a pesar de que habían sido MUY cuidadosos en mantener a Izuku a raya con éstas cosas avatarezcas aún así habían sido demasiado obvios. Y no podía evitar seguir sintiendo como si esto fuera un quiebre de… privacidad, tanto el nerd como la suya (espera, ¿porqué también la suya? Ugh).
Estaba tan metido en sus pensamientos ansiosos (y de celos-Espera no, no son celos, claro que no) que no los estaba escuchando, y cuando vio al de la cicatriz cambiar de posición y levantarse volteó a ver a ambos esperando saber qué estaba pasando.
— Entonces hay qué entrenar los tres. Bakugo te enseña cosas y yo también quiero enseñarte cosas. - Icyhot empezó a jalar del brazo al nerd, tratando de levantarlo.
Izuku se levantó con ayuda del mitad-mitad, pero Katsuki automáticamente jaló del otro brazo al avatar.
— Oh no, no te vas a meter en la entrenada, claro que no. - Dijo con tono arisco el rubio, viendo muy feo a Shoto, pero éste ni se inmutó y jaló a Deku otra vez.
— Midoriya, también quieres aprender de mí ¿no?
— E-Eh…
— Deku, no le hagas caso. - Katsuki lo jaló aun más del otro brazo, gruñéndole al de la cicatriz. — Lo metiste en ésto porque es un pinche metiche, ni siquiera fue tu decisión real haberle dicho.
— Pero somos amigos y me va a dejar enseñarle técnicas que me enseñó mi papá. - Shoto lo jaló de vuelta.
— Si las técnicas que le vas a enseñar son cómo quemarse vivo, igual que tu hermano, no creo que pinches quiera. - Fulminó con la mirada al de cabello doble jalando de nuevo a Izuku hacia él.
— Kacchan no seas malo. - Izuku volteó a verlo frunciendo el ceño.
Shoto rodó los ojos y volvió a jalar a Izuku, Katsuki jaló con más fuerza al de pecas, y después de un par de jaloneos más el que estaba en el centro de éstos dos habló.
— Ch-Chicos… M-Me están doliendo los hombros…
— Oh, lo siento Midoriya. - Shoto fue el primero en soltarlo, y Katsuki, que seguía jalando, no pudo evitar hacer que Izuku se estampara contra su pecho.
— ¡Ey! - Se quejó el rubio al sentir el azote del cuerpo de Izuku contra el suyo, y por la inercia terminó abrazando al de pecas. Al darse cuenta de que hizo lo soltó saltando hacia atrás, con un rubor muy fuerte en sus mejillas.
Izuku lo vio unos segundos y también sintió su rostro un poco más cálido que hace rato. Volteó a otro lado, sobándose los hombros que aún le dolían, pero sin poder ignorar el rubor que seguía en su rostro.
Shoto por su parte sólo sonrió de forma un poco… ¿traviesa?... “Pero, ¿por qué?” pensó el rubio.
— ¿P-Puedo usar tu baño? - Preguntó Izuku, aún sobándose los hombros y tratando de fingir demencia ante la mirada que les había echado Todoroki.
— Oh, claro. - Todoroki simplemente dijo, haciendo una seña con las manos para decirle que fuera.
Katsuki se cruzó de brazos y volteó a otro lado en cuanto Izuku se fue caminando. A lo lejos sólo pudo escuchar a Todoroki haciéndole más preguntas a Kacchan, por lo que en cierto punto sintió alivio de haberse ido de la conversación aunque sea por unos minutos.
Entró a la casa nuevamente, y al encontrar el baño entró a éste cerrando el shōji*. Se quitó la camisa y las vendas de los brazos, para revisar sus brazos y hombros a ver si no lo habían lastimado demás con tanto jaloneo. Estaban algo rojos, pero nada que un poco de la curación que le había enseñado su mamá no le quitara. Revisó que el shōji no tuviera forma de abrirse, y cuando se aseguró de que no había nadie que lo viera, abrió el grifo.
El agua empezó a caer por chorros, y el chico rodeó su mano izquierda con la misma. Al ver que tenía suficiente agua en la mano, cerró de nuevo el grifo. Llevó su mano a su hombro derecho… Inspiró hondo, llenando sus pulmones de aire por unos cuantos segundos, y mientras exhalaba, el agua de su mano comenzó a emitir un leve brillo azulado. Parpadeó unos segundos, pero no tanto como la primera vez que lo había hecho. Al dejar de sentir dolor en el brazo derecho, cambió de mano e hizo lo mismo con el hombro izquierdo.
Cuando vio que había terminado de curarse, tiró el agua en la coladera del lavabo, se volvió a poner su camisa y vendas, y salió del baño. No habría tardado más de 5 minutos, esperaba…
Mientras recorría el camino de regreso, escuchó el sonido que generaban las flamas cuando alguien peleaba con fuego control, lo que lo hizo detenerse y voltear a los lados, buscando el origen del fuego. ¡Oh no! ¿Acaso Kacchan y Todoroki-kun estaban peleando? Se preguntó a si mismo, pero una repentina luz lo hizo darse cuenta de que no.
Al fondo del pasillo había una habitación, una a la que Todoroki le había dicho en una ocasión que nunca entrara. Izuku se cuestionó por qué, pero al ver las luces salir de ese cuarto supuso que… quizás ahí entrenaban también fuego control. Y si en ésa casa sólo había dos maestros fuego, y Todoroki entrenaba afuera… Eso significaba que…
La curiosidad le ganó a la lógica y razón en esos momentos, pues sin siquiera darse cuenta ya estaba frente al shoji de esa habitación, viendo a través de un espacio en ésta pues… no estaba bien cerrada. Ahí dentro vio a un hombre muy alto, fornido, de cabello rojo como las brasas de un carbón quemándose, y con una cicatriz muy grande en la cara.
El señor Enji Todoroki, padre de Shoto Todoroki, estaba ahí en esa habitación.
Por lo que Izuku sabía, Enji Todoroki era un hombre militar de la nación del fuego, que le entró a la política cuando Todoroki-kun era aún muy pequeño. Algo de que ser militar era peligroso para su familia, por lo que le había dicho su amigo. Cuando obtuvo poder en la política de su país, obtuvo un puesto en el consulado de la nación del fuego en Ciudad República, pero al parecer había cambiado de puesto en los años que estuvo fuera, y ahora era embajador de su nación.
Ala, Izuku sabes mucho de política y sólo tienes 13 años, wow.
… Cómo sea.
La cosa es que el embajador estaba en esta habitación, portando ropa deportiva al igual que su hijo (de hecho era la misma ropa sólo que a su tamaño), y rodeado de velas cuyas llamas seguían cada uno de sus movimientos y respiraciones.
Kacchan le había enseñado unos movimientos también, pero los que estaba haciendo el señor Todoroki se veían tan… diferentes… Ante cada respiración, cada movimiento, se generaba una nueva llamarada, y las velas elevaban sus llamas o las bajaban acorde con la maestría de Enji Todoroki.
En unos instantes, el hombre volteó hacia la puerta, e Izuku automáticamente se quitó de la ranura que lo dejaba observar. Oh, por Yangchen… esperaba que no lo hubiera visto.
Y así pareció ser, pues el adulto continuó con sus ejercicios tras unos cuantos segundos de que todo se hubiera quedado en silencio.
Izuku se volvió a asomar, y vio como Enji apagó las llamas de las velas con un movimiento de manos. Se acomodó, bien parado sobre sus dos pies, haciendo la postura del caballo, una postura que el de pecas ya reconocía muy bien, y vio como Enji respiró hondo… Sus manos emitieron una flama pequeña con sólo esa respiración básica, y volvió a prender las velas con ésa misma llama al hacerla girar alrededor de su cuerpo con un movimiento de pies que no era de un maestro fuego, sino de aire.
Izuku se alejó de la puerta unos segundos… Ya había visto ese movimiento, estaba seguro… Quizás… en un sueño… En uno de sus sueños que… le traían sus vidas pasadas… ¿Era Yagi-san a quien le recordaba?....
Izuku cerró los ojos, y empezó a imitar al señor Todoroki sin siquiera pensarlo… Postura de caballo… Manos encontradas… Una única respiración… Y la flama apareció en su mano. Izuku se sorprendió unos segundos por la facilidad que tuvo al crear la flama en su mano, pues… estaba acostumbrado a quemarse. Pero no dejó que su sorpresa lo sobrepasara, pues hizo el movimiento de pies ligeros que le recordaba a un maestro aire, y la flama de su mano giró a su alrededor formando un listón de fuego que se apagó cuando dejó de girar.
Vio sus manos unos segundos, con una sensación de logro y sorpresa. Sensación que no sentía desde que su mamá lo elogió cuando congeló las paletas hace unos días, o cuando Kacchan lo elogió, a su manera, cuando pudo mantener el aro de ceniza en el papel la última vez que hicieron ese ejercicio. Estaba tan distraído que no pudo sentir la mirada del hombre mayor sobre él mientras se retiraba del lugar.
Cuando llegó al patio vio que… Oh, Kacchan y Todoroki-kun sí se habían peleado. El árbol tenía unas ramas quemadas y Kacchan estaba rojo de la ira viendo hacia el suelo, donde Shoto estaba sentado con una mirada aterrorizada…
Izuku recordaba que Todoroki casi nunca mostraba su miedo.
Cuando Izuku se fue, Katsuki se cruzó de brazos, queriendo ignorar al de cabello de dos colores. Pero Todoroki tenía otros planes.
— ¿Por qué te pusiste tan agresivo por el hecho de que yo sepa que Midoriya es el avatar? - El pendejo mitad-mitad preguntó manteniendo su cara de culo.
— ¡Pues porque eres un pinche metiche, ya lo dije! - respondió Katsuki y le levantó el dedo de en medio.
Shoto rodó los ojos.
— Pues es que Midoriya siempre ha sido super obvio, tampoco hay que ser detective para adivinarlo.
— ¡YA CÁLLATE!
— ¿estás enojado, Bakugo-kun?
— ¡Siempre! - Dijo con sarcasmo.
— Ah.
Katsuki rodó los ojos.
— ¿El enojo es conmigo o con Midoriya-kun?
— ¡No estoy enojado! ¡Solo cállate, que haces que me enoje de verdad!
Bakugo se cruzó de brazos, moviendo el pie hacia arriba y hacia abajo con mucha impaciencia. El nerd apenas y se había ido al baño, pero ya no aguantaba estar a solas con el imbécil que había metido su nariz en donde no lo llamaban.
— ¿Por qué estás siendo un idiota de nuevo? - El mitad-mitad se cruzó de brazos.
— ¡Fíjate a quien llamas idiota, idiota!
— Estás demasiado molesto. Aunque no sé si sea que estás enojado o si estás expresando otro sentimiento de otra forma.
— ¡¿Y tú desde cuándo eres psicólogo?
— No soy psicólogo.
Katsuki le gruñó, y se quedaron unos cuantos segundos en silencio… Pero el icyhot tuvo qué abrir la bocota otra vez.
— Oh, ya sé que tienes… ¡estás triste y celoso! Y te enojas para poder ignorar la verdadera razón por la que estás así
— ¡Cállate el hocico! - Le ladró el rubio, volteando a verlo a la jeta con los puños arriba, denotando que le iba a golpear si seguía.
— Estás tan así que ni siquiera sabes qué decir, ¿verdad? - Ladeó la cabeza.
— ¡Cállate! ¡Cállate Cállate Cállate! ¡Vete a la mierda!
— ¡No te sientas celoso o triste! Sólo somos amigos Midoriya y yo y lo sabes muy bien.
— ¡Ya te dije que no estoy molesto! ¡¿Y tú quién te crees para venir a darme una clase de pseudo psicología?!
— Bakugo. Sé que soy algo malo con respecto a los sentimientos y no comprendo a veces a las personas Pero los tuyos son tan ruidosos que incluso yo los puedo leer.
— ¡Yo me controlo bien! ¡Solo cállate! ¡No estoy triste! - Sin siquiera pensarlo lanzó el golpe hacia adelante, queriendo darle en la cara a Todoroki, quien alcanzó a esquivar por los pelos.
El golpe generó una llamarada que se apagó al instante, y Shoto se quedó estático unos segundos.
Katsuki, quien no notó en ese instante que el muchacho de cabello rojo con blanco estaba algo aturdido por la repentina acción del rubio, dio otro golpe hacia él con el otro brazo, golpe que volvió a esquivar al último segundo. Éste segundo golpe generó otra flama que quemó unas hojas del árbol sakura.
El tercer golpe que dio el rubio hizo un sonido un poco diferente, como si fuera un disparo ahogado por el silenciador de una pistola. Todoroki cayó al suelo en ese instante, el shock aún más grande en su rostro al ver al rubio con terror.
— ¿¡Qué están haciendo!? - Izuku les gritó, y frunció el ceño.
Mierda. Katsuki volteó a verlo en ese instante, pero prefirió fingir que nada había sucedido. Dio un paso hacia atrás, viendo a Izuku. Shoto automáticamente abrazó sus piernas y apretó los ojos.
— Nada. Ya nos vamos. - Katsuki dijo de golpe jalando a Izuku del brazo sin siquiera decir nada más.
— P-Pero, Kacchan… - Izuku sintió que la mano con la que Katsuki estaba jalándolo, se sentía demasiado caliente como para que fuera algo normal. Además de que salía humo de ella.
— ¡Que nos vamos! - Gritó de nuevo Katsuki, con tono… Izuku no supo detectar si era enojo u otra cosa. — ¡Y no voy a venir a tu pinche fiesta, imbécil! - Gritó el rubio, sin dejar de jalar a Izuku de vuelta al Genkan.
Izuku sabía que cuando el rubio se ponía de éste modo, lo mejor era dejarlo ser un rato, por lo que se dejó jalar y salieron de la propiedad.
Una vez recuperadas sus credenciales de estudiantes y camino a la casa del de pecas, Izuku habló.
— Kacchan… ¿Qué pasó mientras estaba en el baño? - Preguntó, deteniendo a Katsuki del brazo, manteniendo el ceño fruncido
— Nada. - Katsuki volteó a otro lado, tratando de zafarse del agarre del de pecas y seguir caminando.
— ¡¿Cómo que nada?! Kacchan, Todoroki estaba aterrado.
— No, no hagas preguntas. Vámonos.
— Kacchan, por favor, dime que pasó. Sé que te cuesta llevarte con Todoroki-kun pero él no se metió del todo, yo lo metí en ésto desde chico si es verdad que lo sabía desde que éramos pequeños… A-Además, sí me prometió que no le diría a nadie y-
— Deku. Ya, no quiero hablar de éso. Sólo vámonos a tu casa y yo me voy a la mía y olvidamos que ésto pasó.
— Kacchan-
— Izuku. Esto ya no es divertido. Nos vamos a casa. Fin de la discusión. - Katsuki ni lo volteó a ver, ahora caminando por delante suyo.
— … - Izuku no pudo evitar sentirse pequeño ante Katsuki, preguntándose si todo ésto no estaba volviendo a arruinar su relación… ¿Esta vez sería su culpa ahora sí?...
Notes:
Diccionario de términos usados:
AirDelivery = Es básicamente UberEats :PTatami = Tapiz acolchado para suelo. Puede ser para casas o para practicar deportes.
Genkan = Es la entrada. Esta incluye una pequeña zona, al mismo nivel que el exterior, donde la gente que llega se extrae sus zapatos
Shoji =Tipo de puerta tradicional en la arquitectura japonesa. Funciona como divisor de habitaciones y consiste en papel japonés traslúcido con un marco de madera.
Nota de Autor:
¡Heheheheeeeey! ¡Volví! con una actualización! Ya estamos en la recta final de éste arco! Espero les haya gustado ésto.
¿Qué estará pasando? ¿Cómo Shoto se dio cuenta de que Izuku era el avatar desde que estaban chicos? ¿Porqué Katsuki anda más errático? ¿Enji habrá visto a Izuku? 👀👀👀
Pero también les aviso que estamos en la recta final de éste arco :D Sólo que les diré como se llama hasta que acabemos con los capítulos del mismo MWAHAHAHAHAHAHAHA
Anygays, ¡Espero les haya gustado!
Pregunta del capítulo:
Si ustedes fueran un amix de Izuku en éste mundo, ¿cómo y en qué momento se hubieran dado cuenta de que Él es el avatar? ¿O no se hubieran dado cuenta? xD
Chapter 18: La Fiesta
Summary:
¡Ha llegado la fiesta de Todoroki! ¡A la que los invitaron hace algunos meses!
Izuku esperaría que éste hecho lo tranquilice después de lo que pasó con Kacchan el día anterior y que el mismo Todoroki los cachara, pero en la vida del avatar uno nunca sabe lo que le puede esperar.
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
Al día siguiente era la fiesta de bienvenida del Embajador Enji Todoroki a Ciudad República. Una fiesta importante, sabía Izuku. Según Todoroki-kun, era una fiesta bastante exclusiva, donde sólo la gente más importante de la ciudad iría. Políticos, empresarios, influencers, etcétera. Creía que hasta la presidenta iba a estar, lo cual era un poquito intimidante.
E Izuku iba a ir como invitado de Shoto Todoroki, junto con varios amigos suyos que formaban parte del equipo de los perros leones.
La verdad es que Izuku no estaba emocionado por la fiesta en el sentido de ir a… Festejar a nadie. Sólo necesitaba quizás uno o dos días sin Kacchan cerca. Después de lo que pasó ayer… no se sentía bien.
Izuku conocía a Kacchan muy bien, y sabía que podía ser arisco, y que quizás la intromisión de Todoroki en su secreto podría haber sido un poquito invasiva y hasta como un quiebre en la sensación de seguridad que tenían hasta el momento.
Pero no pudo evitar tener un poco de miedo ante las palabras finales de Katsuki el día anterior.
“Fin de la discusión”
¡¿De dónde había salido eso!? Nunca le había hablado así… Ni cuando estaban peleados…
Ugh. Sacudió la cabeza tratando de sacar ésa frase de su mente. Quizás el lunes que se vieran en la escuela Kacchan ya estaría mejor…
La fiesta comenzaba en la tarde, era una comida y luego horas y horas de ver caras de gente rica y políticos que Izuku no conocía exceptuando al papá de Todoroki y a sus amigos… Quizás vería a la chica de coleta del otro día, Yaoyorozu-san. Sabía que era rica…
Bueno, no tendría porqué ser una fiesta mala.
Se puso el traje que su mamá le había comprado hace unas semanas con la intención de acudir al evento. Era un pantalón de vestir algo holgado pero bonito en un tono azulado-verdoso, con un chalequito de un tono más claro que el pantalón, con decorados de chakira en la espalda formando dos peces que bailaban entre sí (Izuku los reconoció como Tui y La, los espíritus de la luna y el mar originales), y una bufanda blanca brillante a juego (aunque mal puesta). Se puso una pulsera en el brazo izquierdo, terminando el outfit de forma un poco… Exagerada.
…
Demasiado.
Mejor se quitó la bufanda, viéndose en el espejo…
Así. Perfecto. Sin bufanda.
Cuando se vio listo, salió de su cuarto para encontrar a su madre preparando algo.
— ¿Ya estás listo, Izu…? - Su mamá lo vio y su sonrisa amable se volvió triste.
— ¿Qué pasó, ma? - Parpadeó el niño mordiéndose la mejilla por dentro de la boca. No sabía qué estaba mal con su traje.
— Ah… - Su madre se levantó y le acomodó el cuello del chaleco. — Te ves bien, mijo… - Ella se veía un poco triste, mientras le acomodaba el cabello un poco. — Te pareces a tu papá…
— Ah… - Izuku apretó los labios, viendo para otro lado. Cuando su mamá lo comparaba con su papá no podía evitar sentirse incómodo.
Cuando Inko terminó de arreglar el outfit se acercó a la puerta de su departamento, llegando al Genkan y tomando sus zapatos.
— Izuku, ¿qué te dije de tus tenis? - La mujer preguntó, alzando una ceja con diversión.
— Sí los lavé. - Dijo haciendo un mohín, viéndola con ojitos de perrito mojado.
— … Izuku, es una fiesta de gala… - La mujer suspiró, negando con la cabeza. — ¿Y los zapatos que te compré hace ya rato?
— Eh… Pero quiero mis tennis…
— No te vas a llevar los tennis. - Dijo Inko, severa pero al mismo tiempo con un tono divertido. — Ponte otros zapatos, ¡ya! - Inko rodó los ojos.
Izuku buscó de mala gana entre los zapatos de la entrada los zapatos elegantes que tenía desde antes. Al ya tenerlos puestos, salió de la casa despidiéndose de su mamá.
Al salir de su departamento bajó las escaleras, llegando a la entrada de su edificio rápidamente. Había quedado con todos sus amigos que Todoroki los iba a recoger en la limusina, por lo que fuera de su edificio estaba el auto esperándolo junto con todos sus amigos..
— ¡Midobro! Uy, que guapo~ - el primero en hablarle desde el interior fue Kirishima, quien salió por la ventana viéndolo, alzando las cejas y silbando de la impresión de verlo en algo además de pants y pantalones de mezclilla. Pero luego movió la cabeza sorprendido viendo sus pies. — ¡A la madre! ¡¿Y tus tennis típicos?!
— Mi mamá no me dejó usarlos… - Dijo Izuku, lamentándose viendo al suelo. - La verdad, me siento bien raro sin mis tennis
— Midoriya, entra. - Shoto salió por la ventana aplastando a Kirishima en el proceso. — Ya sólo pasamos por Bakugo y nos vamos al salón que rentó mi padre.
— Oh, eh… Todoroki-kun, recuerda que Kacchan te dijo que no vendría. - Izuku abrazó un poco su brazo, acercándose a la limusina.
Kirishima se intentó acomodar para poder seguir saliendo por la ventana y enterarse del chisme.
— ¿No lo presionaste para que viniera?
— N-No. Eh…
— Vamos a que lo presiones. - Ordenó Todoroki.
— No creo que sea buena idea…
— ¿Pasó algo entre Bakubro y tú? - Kirishima ladeó la cabeza.
Izuku volteó a otro lado sólo con los ojos, presionando los labios en una sóla línea, pensando qué responder.
— E-En sí se peleó con Todoroki-kun - Dio un gran suspiro. — Y pues ya sabes como es Kacchan, cuando dice que va o no va a hacer algo, lo mantiene…
— Ay, qué mamón… - Kirishima se quejó, haciendo una mueca. Shoto por su parte sólo parpadeó unos segundos antes de rodar los ojos y volverse a meter a la limusina.
— Entonces súbete. Ya vamos al salón, Onima. - Dijo el de cabello doble.
Izuku hizo caso y entró, viendo a sus amigos comer cosas. Todoroki le pasó una bolsa de gomitas con forma de pingüinos-nutria al de pecas, quien la aceptó con un “gracias” rápido. En cuanto se sentó junto a Ochako, el auto dio marcha.
La limusina fue por las calles más concurridas de la ciudad, hasta llegar a unas que los llevaban a la salida de Ciudad República, directo al desierto donde la ciudad más cercana era Zhao Fu.
— Todoroki-kun, ¿no iba a ser en tu casa la fiesta? - Izuku preguntó, un poco extrañado por el camino que estaban tomando.
— Mi papá cambió la ubicación, por eso me dijo que mejor que Onima nos trajera a todos los que somos niños. - Dijo tranquilo, comiendo una de las bolsas de papitas fritas que tenía en la limusina. Le pasó ahora una lata de refresco marrón y burbujeante al de pecas, quien la aceptó haciendo un simple “uh” a su respuesta.
— ¿Enserio vamos a estar entre puros adultos? - Denki se quejó, sacudiendo a Ochako, que estaba junto a él.
— Mi papá dice que varias personas llevan también gente más jóven, pero en sí mis invitados somos todos jóvenes. - Todoroki explicó.
Y ya nadie se quejó por estar rodeados de adultos.
Continuaron por la carretera que rodeaba la ciudad principal de la nación hasta llegar a un camino de terracería que tenía lámparas rústicas, iluminando el camino de piedra y adoquines que los llevó a un gran y lujoso edificio.
— ¿En serio es ahí la fiesta? - Ochako preguntó junto a él, viendo por la ventana y señalando al edificio exclusivo.. Tenía los ojos muy abiertos, hasta saltones como Tsuyu.
— Sí. - Shoto dijo con tranquilidad. — En realidad es un hotel, pero lo ofreció la compañía Yaoyorozu Hoteles al viejo.
— Espera, ¿dijiste Yaoyorozu? - Sero preguntó, parpadeando.
— ¡Yaomomo! - Mina gritó de repente. El conductor tambaleó un poco el coche con el grito, pero recuperó el control al instante.
— ¡Ella es mi amiga! - Denki dijo de golpe — Oh eso explica porqué me dijo que nos veíamos el sábado… - Denki puso una pose pensativa, y Todoroki lo imitó al instante, sin comprender a qué se refería.
La limusina se detuvo frente al elegante edificio, y desde afuera se escuchaba la música de cuerdas y vientos que armonizaban el lugar. Izuku volteó a ver a sus amigos, viendo la ropa que traían: Todoroki tenía un Kimono muy elegante, de color rojo con negro y detalles en amarillo, tal como se esperaría de un chico tan… ¿Importante? en la nación del fuego. Sero, por su parte, traía un traje de gala azul típico de la tribu agua, Denki traía un traje tradicional de la nación del fuego en tonos negros y detalles amarillos, y Kirishima traía un bonito traje marrón con detalles en color granate. Las chicas por su parte traían vestidos: Mina llevaba un vestido de dos piezas verde agua con detalles en morado que le llegaba al suelo. Y Ochako usaba un vestido de dos piezas, la parte de arriba era de estilo Kimono, naranja con flores rosas, y la falda era completamente negra. Viendo lo que traía, estaba acorde, aunque quizás un poquito extravagante. Aunque la verdad la tienda de ropa de la tribu agua que les había recomendado tía Mitsuki estaba muy linda, y a parte su chaleco traía a Tui y a La en su espalda…
Pero bueno.
Entraron rápido a la fiesta y… Seguía la música que amenizaba, tocando canciones populares con instrumentos tradicionales. Pero se puso muy nervioso, pues la gente era MUCHA, y todos estaban parados, imponiendo su altura de adultos sobre los 7 niños recién llegados.
Trató de mantenerse con el grupo, pero ésto pareció no importarle a Todoroki, pues se fue caminando como si nada.
— T-Todoroki-kun, no te separes… - Dijo, comenzando a seguirlo. Pero Ochako lo jaló del brazo antes de que se fuera.
— No me abandones, Deku-kun.
— P-Pero Todoroki se fue - Izuku dijo, volteando a verla — Además de que están los demás y-y puedes quedarte con ellos.
— D-Deku-kun, hay puro rico e importante aquí… - La muchacha parecía muy nerviosa.
Y no la culpaba, todos los que estaban ahí tenían cierto estatus e influencias, y ellos dos eran como peces fuera del agua intentando encajar. Pero él había venido con Todoroki y se supone que se iba a sentar junto a él.
— P-Pero es que yo debo estar con Todoroki según sé…
— P-Pero si no estás aquí me puedo perder. No soy de Ciudad República, no sé qué hacer exactamente acá… - apretó el agarre del brazo, y su mirada se mantenía nerviosa. — Si me pierdo no tengo como regresar, soy pobre.
Él se le quedó viendo unos segundos, haciendo una mueca, y finalmente no tuvo de otra más que suspirar.
— Está bien, pero si Todoroki-kun me habla me voy con él. - Izuku infló una mejilla, y ella le sonrió satisfecha. — Vamos con los otros entonces. - Terminó jalándola al grupo de los perros-leones.
Pero antes de que pudieran llegar, alguien jaló a Uraraka del brazo por detrás de ellos. Izuku se volteó algo asustado por el repentino jalón que dio la castaña.
— ¡Hey! ¡Fíjate por donde…- La chica se volteó de forma violenta, apretando los puños y lista para pelear con quien fuera que la jaló.
Pero ahí vieron a una chica rubia, de ojos de un amarillo ambar un poco extraño, con una sonrisa… algo rara . Su cabello estaba recogido en dos moños no muy bien acomodados, pues mechones de cabello se salían de la liga que los sostenía en su lugar y dejaban un aspecto despeinado. Aún así, Izuku pudo notar que la niña se veía de su edad, quizás sólo un año mayor que ellos. Traía un bonito vestido típico de la tribu agua en tonos púrpuras y un collar de listón color azul.
Lo que no se esperaba fueron los gritos.
— ¡¿Ochako-chan?! - La rubia gritó en un tono demasiado agudo.
— ¿¡Himiko-chan!? - Ochako gritó con ese mismo tono.
Y de repente vio a Ochako agitar las manos y saltar sobre las puntas de sus pies, mientras que la niña rubia agitó los puños y saltó igual que la castaña.
Izuku notó entre los gritos que la desconocida tenía colmillos… Ok eso es raro.
Al instante las dos se estamparon en un abrazo. La rubia cargó a la castaña.
— ¡Estás en Ciudad República! - La rubia dijo aún con Ochako en el aire.
— ¡Y tú igual! - Ochako contestó con alegría. En ese instante la niña rubia la bajó.
— ¿Y qué es lo que haces aquí!?
— ¡Estoy estudiando! ¡Cuando acabe el ciclo escolar me regreso a Ba Sing Se!
— ¡¿Es neta?! - La rubia no dejaba de abrazar a la castaña, pero parecían no inmutarse.
— ¡¿Y tú dónde has estado?! ¡Te perdí la pista desde tercero de primaria!
— Aaaah, cómo siempre, viajando por ahí por el trabajo de mis padres. - La rubia contestó con un tono un poco inseguro, pero disfrazado de picardía. — ¡Pero eso no importa! ¡Me alegra muchísimo verte!
— ¡Igual a mi! - Las dos chicas se volvieron a abrazar muy fuerte, con Ochako dándole la espalda a Izuku.
Izuku sólo se les quedó viendo un minuto, sin saber qué hacer.
— ¿Uh? - La rubia se distrajo, volteando a ver a Izuku. — Ooooh ¿Ochako-chan? ¿Quién es tu amigo guapillo? - Señaló al chico, sonriendo de forma un poco macabra, cosa que hizo a Izuku sentirse más incómodo y avergonzado al mismo tiempo. ¿Le dijo guapo?
Pero Ochako solo volteó la cabeza para ver a dónde estaba señalando la de colmillos.
— ¡Oh, es verdad! No los presenté. - La castaña se separó de la desconocida, pero sin soltar su mano. — Deku-kun, ella es Himiko Toga, fue mi amiga en Ba Sing Se cuando éramos más pequeñas. - Presentó a la rubia. Toga levantó la mano moviendo los dedos y manteniendo esa sonrisa un tanto macabra que le estaba poniendo los pelos de punta a Izuku. — Himiko-chan, él es Izuku Midoriya, es el primer amigo que hice aquí en la ciudad.
— Un gusto, Izuku-kun~ - Toga ladeó la cabeza, escaneando al de cabello verde con sus ojos amarillentos.
Izuku sólo pudo tragar saliva.
— U-Un gusto, Toga-san… - Sin pensarlo hizo un movimiento de cuerpo parecido a una reverencia.
Espera. ¿Sí lo hizo él?... La verdad no lo sabía, pues salió en automático. Pero se sintió como si alguien lo hubiera forzado… Como cuando agarras a una muñeca y la mueves del torso.
— Tienes un amigo muy lindo, Ochako-chan~ - Volteó a ver a su amiga con tono travieso, levantando la mano que no tenía ocupada y acariciándole el brazo.
— ¡Es tímido nomás de vez en cuando! Cuando entra en confianza se pone igual de loquito, como tú.
— ¿Loquito? - La chica la miró con el ceño fruncido, todo ante la mención de la palabra.
— Ay, tú sabes a qué me refiero. - La castaña reprochó. — Alegre, expresivo, desvergonzado…
— …. Ah ya, eso tiene sentido. - Toga volvió a sonreír, como si no hubiese estado molesta hace unos pocos segundos. Soltó la mano de su amiga y pasó el brazo alrededor de los hombros del chico. — Quizás me caigas bien, Izuku.
— ¡Yo creo que sí! - Ochako dijo, sin tomar en cuenta que Izuku seguía algo avergonzado.
— Eh… - Izuku carraspeó la garganta unos segundos. — ¿S-Sí vas a querer ir con los perros…? - Preguntó el muchacho.
— Oh, eh… S-Supongo…
— ¡No, Ochako-chan! - Toga se quejó, soltando a Izuku y volviendo a abrazar a la castaña - ¡No nos vemos desde los ocho años! - La empezó a sacudir. — ¡Hay qué ponernos al corriente! ¡Al rato te la llevo a donde estés, Izuku-kun! - Ella sacudió la mano que no estaba usando, como corriendo a Izuku.
Izuku, sin siquiera poder decir nada, se dio media vuelta y dio unos pasos de forma un poco robótica. Por alguna razón, tampoco pudo decir nada.
— ¡T-Te veo al rato, Deku-kun! - Fue lo último que escuchó antes de que llegara al grupo de los perros leones que estaban alrededor de un mesero.
Cuando pudo recuperar sus movimientos, sintió un horrible hormigueo en sus extremidades...
— ¡Mido-bro! - Kirishima volteó a verlo, sin notar la mirada de incomodidad y desconcierto que tenía. — ¡Nos van a traer bebidas sin alcohol! ¿Tú qué quieres? - Preguntó, pasándole el brazo por los hombros, justo igual que la amiga de Ochako hace rato.
— Ah... Y-Yo... - Aún no podía concentrarse, pues esa horrible sensación de hormigueo lo seguía atormentando.
— ¿Quieres un frappé de algo? ¡Un frappé para Midoriya! - Exclamó el de cabello rojo, soltándose y acercándose al mesero.
Tranquilo, Izuku. Si Ochako estaba muy segura de esa chica, no tenía que ser nada. Y si los otros estaban como si nada, también era buena señal... ¿No?
...
¿Pero porqué se movió como un títere ante solo la mirada de la amiga de Ochako? ¿Y por qué esa sensación tan horrible no se iba?
Se pudo distraer un rato gracias a que los del equipo estaban jugando a ver quién se le congelaba el cerebro más rápido con los frappes que les estaban trayendo. Izuku ganó un par de veces pues el hielo del frappé lo ayudó bastante a qué la sensación de hormigueo se calmara, al punto que actualmente ya no se sentía así.
— Ay, gané. - Dijo, levantando la mano izquierda mientras sostenía la cabeza con la mano derecha.
— ¡Ya es la quinta vez! ¡Déjanos algo! - Se quejó Sero, aunque tenía un tono divertido.
— P-Perdón, cuando tengo popote bebo más rápido de lo normal. - Bajó las manos cuando el dolor de cabeza se calmó a los pocos segundos, y sonrió de vuelta, ya más relajado después del extraño encuentro con la chica de colmillos.
— ¡Otra vez! - Mina dijo, pegándole con los puños a la mesa. Al instante todos se prepararon. — Una… dos… - Izuku preparó la boca, esperando justo el momento exacto para beber de la pajilla. — ¡Tres!
Los seis empezaron a beber al instante, muy rápido. La bebida bajaba rápidamente del vaso, pronto estaba a la mitad y-
— ¡Ay, gané! - Denki dijo, llevando una mano a su cabeza y apretando los ojos.
— ¡Ay, segundo lugar supongo! - Sero dijo al segundo de que ganara Denki.
— ¡Se me acabó mi frappé y no me dolió la cabeza! - Kirishima se quejó. Izuku sólo les sonrió con diversión en su mirada.
— ¡Hay qué pedir más! - Mina dijo, levantando la mano para llamar al mesero.
Pero Izuku empezó a sentir una sensación familiar en su estómago… Una nada relacionada con ser el avatar, sino una sensación que hizo que sus tripas empezaran a rugir y que se moviera un poco en su asiento.
— ¡Ayayayayay, tengo qué ir al baño! - Avisó al levantarse, manteniendo una pose un poco graciosa. — ¡P-Pídeme otro de esos en lo que vuelvo, Mina! - Dijo rápido antes de salir corriendo.
— ¡No olvides lavarte las manos! - Gritó Mina con diversión.
Esa escena habría sido un poco incómoda si los chicos no supieran que es de las personas que ni se enteran que tiene ganas de ir al baño hasta que ya está a punto de salir. Por lo que ni se preocupó de que lo juzgaran o algo.
Fue al baño rápidamente, que estaba al fondo del salón de fiestas casi por la zona donde entraban y salían los meseros de la cocina. Hizo sus necesidades, se lavó las manos (Gracias, Mina) y empezó a caminar de regreso.
— Ey, niño. - Una voz lo llamó.
La gente que pudo haber estado cerca eran puros adultos que no conocía. Las muchas mesas que rodeaban la pista de baile, donde estaba la banda tocando música aún, estaban lo suficientemente lejos de donde estaba como para quien le hubiera hablado fuera alguien que estaba cerca de él.
Volteó a los lados, buscando el origen de la voz.
— Niño, ven acá… - volvió a decir, susurrando en su oído. Era una voz extrañamente gangosa pero grave. No era de un chavito como él, pero tampoco podía decir que era de un adulto. ¿Quizás un adolescente?
Una extraña sensación empezó a crecer en su estómago, no una física como la de sus ganas de ir al baño. Era una sensación más… incorpórea, como cuando habla con Yagi-san, pero un poco negativa… ¿Miedo quizás?
Esto le causó mala espina, por lo que trató de volver a la mesa de sus amigos antes de que algo malo pasara.
Pero un mesero pasó frente a él.
— Para usted, joven Midoriya. - Dijo el hombre. Era un señor alto y delgado, con piel pálida y ojos marrones como los de algunos maestros aire. El hombre le extendió una copa con un frappé muy similar al que había estado bebiendo en la competencia de cerebros congelados de hace rato.
— Oh, eh… ¿Gracias? - Tomó la bebida congelada, aunque no le causó muy buena espina la situación.
El hombre le hizo una leve reverencia con su sombrero y se retiró.
Y fue en ese momento que se dio cuenta que aquel mesero no estaba vestido como los demás: Una camiseta naranja simple con un chaleco y pantalones holgados color café, contrario al Yukata tradicional negro que los demás meseros usaban.
Okay, totalmente, esta bebida no le daba confianza. Dio un paso hacia atrás y quiso ir a tirarla en algún lugar. Lo único que se le ocurrió fue ir a un bote de basura que estaba cerca de la entrada.
Estaba a punto de vaciar la bebida cuando se dio cuenta de otra cosa… ¿Cómo un mesero sabía su nombre?
… Espera ¿Alguien lo estaba intentando drogar o algo así? ¿Le querían hacer algo? ¿Querría alguien hacer un escándalo? Espera, pero si él no era nada importante… No, sí era importante. Era el Avatar. Pero… Ya nadie sabía del avatar, ¿no es así? ¿Entonces por qué alguien querría hacerle algo a él? Había gente muchísimo más importante en ésta fiesta que un niño que puede controlar los 4 elementos y apenas se dio cuenta hace un mes.
Los pensamientos lo hicieron paralizarse por completo, trayéndolo a un espiral de ansiedad que estaba haciendo que sus extremidades se sintieran como si se le hubiesen dormido, con un hormigueo espantoso surgiendo desde la planta de los dedos de sus pies hasta el cuello… Espera, ésta sensación es familiar. ¿Es la ansiedad de verdad?
Estaba tratando de razonar ésta sensación tan extraña que no se iba, que crecía con el pasar de los segundos. Trató de mover su cuerpo pero éste no respondía. Es más, le dolía cada que trataba de moverse. La ansiedad estaba presente junto con ésta sensación de parálisis, lo cual lo hizo querer gritar por ayuda.
Pero una mano lo tomó de la nuca.
— Hey, niño… - La voz que había oído hace rato estaba ahí, pero presente. Se sentía física, se escuchaba que pasaba a través del aire para llegar a sus oídos.
La parálisis se mantuvo. El cuello, su garganta, sus manos, todo de él estaba paralizado. Se sentía como en la pesadilla que no tenía hace tanto, aquella donde veía la muerte del avatar Toshinori.
El pánico que tenía no se fue al sentir que la mano lo soltó, pues la presencia atrás de él no se fue y el brazo pasó por detrás de sus hombros y lo “abrazó”, pero la mano volvió a su cuello, ahora tomándolo por el frente.
Izuku abrió los ojos más, si es que podía hacerlo. Sintió su respiración empezar a descontrolarse. Pudo mover su mirada hacia el lado donde sentía el pecho de un hombre sobre su espalda, y vio…
Oh no…
Era el tipo que lo persiguió hace como un mes o más.
— Me gusta tu trajecito. - Le dijo la voz, como si estuviera tratando de sacar plática. — Sensei lo máximo que me da son harapos.
Izuku trató de moverse pero el hormigueo estaba volviéndose doloroso. Quería mover la cabeza, alejarse de éste loco que se le acababa de encimar. Tenía su boca junto a su oído y sentía su respiración sobre su cuello y mejillas…
Además, le apestaba la boca.
— Vaya, quién diría que te encontraría en un lugar así, ¿No? Huiste de mí esa vez. - El loco se recargó aún más. — Bueno, en cierto punto no es sorpresa, yo ya sabía que estarías aquí. Pero para tí si es una sorpresa, ¿no? - Se burló el chico. Levantó la mano desocupada y le quitó la bebida que tenía en la mano. — Dame de eso. - Dijo simplemente, omitiendo usar el meñique cuando empezó a beber del vaso de frappé color amarillo que tenía. Se habrá tomado como una tercera parte del brebaje cuando se lo volvió a dar.
Izuku apretó los ojos, intentando mover su brazo, pero obviamente no pudo.
— Vamos a sentarnos, estar junto a un bote de basura es… - Pareció hacer una mueca, para luego escucharlo hacer arcadas, pero parecían de broma. — Asqueroso. - Empezó a jalarlo, y el cuerpo de Izuku empezó a moverse hacia donde el tipo lo estaba llevando. Se movía sin que Izuku quisiera, como si fuera un títere con cuerdas que lo movían en contra de su voluntad.
— Aquí. - Llegaron a una mesa vacía. La gente que estuvo ahí parecía haberse ido pues sólo quedaba una bolsa pequeña de mano, el centro de mesa de flores de lirio con un pez nadando en el agua del florero y el plato de bocadillos como nueces, cacahuates y canapés a medio comer.
El tipo de cabello blanco tomó unos cacahuates y se los echó en la boca. Por alguna razón le ofreció a Izuku, pero como estaba estático no pudo decir si quería o no.
— Vas a responderme unas preguntas, ¿ok? - uno de los dedos que lo tenían agarrado del cuello se movió y empezó a rascarle el cuello con una uña filosa.
Y por alguna razón sintió que dolía, pero el dolor de alguna forma lo ayudó a recuperar un poco el sentido sobre su cuerpo.
— ¿Q-Quién eres? - Pudo por fin preguntar, pero su voz sonó ronca.
— Ah… No te voy a decir.
Izuku cerró los ojos tragando saliva y tranquilizandose con unas pocas respiraciones. Ok, éste tipo no quiere colaborar…
— ¿Por qué no me vas a decir?
— Porque no te interesa. Al menos no ahorita. - La música del lugar cambió, de los instrumentos tradicionales parece ser que cambiaron por un DJ, pues la música comenzó a ser un poco más movida. El tipo siguió moviendo ese dedo que le rascaba su cuello, y empezó a sentir algo líquido escurrirse por la piel. — Además, te dije que yo haría las preguntas, no tu a mi.
Izuku apretó los labios.
— ¿Cuántos años tienes?
— T-Trece… Casi cumplo los catorce…
— ¿Qué tanto sabes hasta ahora? - Izuku no pudo evitar recordar cómo lo interrogó el señor Torino la primera y única vez que hablaron, pero al sentir como el tipo se acercaba cada vez más, sólo pudo hacer una mueca.
— ¿Qu-Qué sé de… qué? - Pudo preguntar de vuelta, tanto para desviar la pregunta como también para entender qué era lo que quería el de cabello blanco.
El tipo volvió a rascarle el cuello, pero también levantó su propia mano desocupada y se rascó la cara.
— Del avatar. - Dijo , sin más.
Izuku sintió su corazón detenerse unos segundos. ¿S-Sabe que él es el…?
— Te he visto practicar, o al menos eso parece que intentas porque ni los tutoriales haces bien. Tratando de ganar XP’s, y haciendo side quests como si no tuvieras nada qué hacer.
— N-No sé de qué hablas… - pudo mover los dedos… El sentimiento cada vez era más débil. ¿Esta cosa tendría una especie de límite de tiempo acaso?... Pero también ¿Por qué estaba hablando en términos de videojuegos? ¿Qué rayos le pasaba por la cabeza a éste tipo?
— No mientas. - Le encajó las uñas un poco en el cuello. — Si mientes… - El tipo usó su mano libre para tomar el centro de mesa y acercarlo hacia los dos, omitiendo usar el dedo meñique.
Izuku en ese momento se dio cuenta de que todo lo que estaba tocando el chico, lo hacía solo con cuatro dedos. Su cuello, los bocadillos, el vaso de frappé de hace rato…
— ¿Sabes qué pasaría si toco algo con los cuatro dedos? - Preguntó, e Izuku tragó saliva.
— N-No…
Parecía que el tipo prefirió contestarle de forma no verbal, pues agregó el dedo meñique para tocar con los cinco dedos el florero.
El florero empezó a cambiar, el vidrió se hizo de una textura extraña a simple vista. El pez dentro del agua se empezó a mover mucho, para de golpe ponerse de color blanco y quedar panza arriba justo en el fondo del florero. Las flores de lirio se movieron unos pocos segundos antes de desvanecerse con el aire. El tipo lo soltó, y la textura extraña que tenía cayó como si fuera arena y se deshizo con el viento cual cenizas volando. El toque del tipo sólo dejó un pez vuelto piedra sobre el mantel de la mesa.
— Ay, quería quemarlo no que se hiciera piedra… - el chico comentó para sí mismo. — Ah, ya qué. ahora entiendes porqué me tienes qué contestar ¿verdad?
Izuku sólo asintió con la cabeza.
Estaba tan asustado que no se dio cuenta de qué ya podía volver a mover su propio cuerpo otra vez.
— Dime ¿qué tanto sabes?
— e-eh… - Le dijo que si mentía lo volvería… lo que sea que hizo con el florero. ¿Exactamente qué hizo? Se preguntó a sí mismo. Pero tenía qué contestar. - N-No sé mucho… A-Apenas… apenas estoy aprendiendo qué está pasando exactamente con todo esto…
— Entonces… ¿No tienes sueños extraños? ¿Hablas con tus vidas pasadas?
— Y-Yo… - Izuku tragó saliva, tratando de calmarse pero le era imposible. No quería decir mucho, pero sabía que no tenía opción. — H-He tenido sueños raros muy... muy a veces… - Apretó los ojos un poco. — He-He visto a uno nada más…
— ¿A quién has visto?
— A-Ah… - Se puso a pensar. ¿Sería bueno responderle que conocía de los avatares desconocidos? Yagi-san, Nana… — A-A Aang.
— ¿Aang?
— Si…
— Hmmm… - el tipo se rascó de nuevo el cuello. — Okay… - el tipo empezó a golpear la mesa con los dedos cuando dejó de rascarse el cuello. — Tu amigo, tu… Guardián. ¿Exactamente qué es? él también es raro.
— ¿G-Guardian?
— Tu amigo maestro fuego. El rubio enojón ese.
— … ¿Para qué quieres saber de él? - Preguntó. El miedo transformándose en otra cosa, y pasando de su persona a posicionarse en otra. Kacchan. ¿Por qué estaba mencionando a Kacchan?
— No es de tu incumbencia. - sintió que le apretó el cuello. Izuku no pudo evitar hacer ruidos al sentir como se le iba el aire y como el tipo lo empezaba a ahorcar.
Pero en ese instante escucharon una voz cerca.
— ¡Aquí estás, Deku-kun! - Ochako estaba cerca de la mesa. — Te he estado buscando, los chicos me dijeron que te habías ido al baño hace rato pero no habías vuelto. - Empezó a hablar de forma animada, pero se quedó callada al instante, viendo a Izuku con extrañeza. — ¿Deku-kun? ¿Quién es él?
El tipo se quedó ahí unos segundos, viendo a la chica con los ojos muy abiertos. La interrupción de ésta quizás lo había sacado de su momento interrogatorio, o algo parecido. Pero al parecer éste desconcierto hizo que soltara a Izuku del cuello al fin, separándose de él y sentándose bien.
— A-Ayuda. - Fue lo único que pudo salir de su boca al momento de ser libre del agarre del tipo.
Y en cuanto Ochako escuchó el pedido de auxilio, la maestra aire entró en acción. Frunció el ceño y con un movimiento hizo que la mesa se hiciera a un lado, que la silla en que Izuku estaba se arrastrara con rapidez hacia donde estaba quedando justo detrás de ella (tirando al de pecas al suelo por el impulso) y dio una ráfaga de aire directamente al de cabello blanco.
La gente alrededor se sobresaltó al ver la confrontación, por lo que muchos se fueron. Pero había gente que se quedó a grabar. Parecían ser periodistas.
El de cabello blanco cayó de espaldas sobre el suelo con todo y silla, pero aprovechó el impulso y dio una vuelta hacia atrás para levantarse. Tomó la silla tirada en el suelo con las manos, omitiendo el meñique, y la lanzó hacia la chica, quien rápidamente hizo que la silla fuera a otro lado.
Pero parecía que esto lo hizo para distraerla, pues al volver hacia adelante, la mano del extraño estaba a tan solo centímetros de su cara.
Izuku, sabiendo lo que podía hacer el tipo, lo único que se le ocurrió fue jalar a su amiga y hacer que Ochako cayera en el suelo junto a él.
El tipo tropezó con ellos y se fue hacia adelante, pero se logró sostener de algo. Cuando se dio cuenta de que se sostuvo de los brazos de uno de los periodistas, se soltó y dio unos pasos para atrás, volviendo a tropezar con los chicos en el suelo y está vez cayendo en el suelo de sentón.
El pobre periodista solo pudo gritar, mientras sentía que su cuerpo se convertía en lava y su ropa se quemaba como si fuera papel.
— Mierda. ¡Mierda! ¡Esto no estaba en el script! - Volteó a ver a los dos chicos.
— D-Deku-kun… ¿Q-Que…? - Uraraka veía con horror la transformación del pobre periodista. Izuku la estaba ayudando a levantarse, pero continuaba viendo al de cabello blanco esperando su siguiente movimiento.
— ¡Esto es tu culpa! - El de cabello blanco gritó, levantando la mano y señalando al de cabello verde. — ¡Es tu culpa! ¡Tuya! ¡Te voy a…!
— Shigaraki Tomura. - Se escuchó una voz en el ambiente, ajena completamente al plano terrenal. O al menos así lo sintió Izuku. — Tenemos que sacarte de aquí.
— ¡Pero si todavía no termino la sidequest, Kurogiri! - Shigaraki dijo mientras se levantaba del suelo, omitiendo tocarlo con los dedos meñiques.
— Tendrás tiempo después, tenemos que irnos. - Unos ojos amarillos y brillantes aparecieron detrás de Shigaraki.
— ¡No hemos terminado! ¿¡Entendiste, Midoriya Izuku?! - Lo volvió a señalar con su dedo huesudo. Izuku notó un vórtice morado aparecer detrás del chico sobre el suelo.
— ¡E-Espera! ¡Shigaraki Tomura, no te vayas! ¡¿Para qué quieres a Ka-?! - Izuku intentó correr hacia adelante, aún sin entender qué rayos estaba pasando pero con determinación de buscar respuestas. Shigaraki volvió a dar dos pasos hacia atrás, y el vórtice lo absorbió como si nunca hubiera estado ahí.
Izuku cayó de rodillas en el lugar, clavando las uñas en el suelo, tratando de cobrar sentido a lo que estaba pasando.
La gente a su alrededor gritaba y corría asustada, pero Izuku estaba demasiado metido en su cabeza en ese instante como para notarlo.
Cuando llegaron a la estación de policía, uno de los policías maestros agua tuvo que curar su cuello mientras lo interrogaban. Al parecer, Shigaraki Tomura le hizo varias cortadas y le dejó marcada su mano, pero él no lo había notado por el terror y la adrenalina del momento.
El detective Tensei, hermano de su amigo Iida, estaba interrogando a su amiga Uraraka en un escritorio, pero no podía escuchar mucho pues estaban algo lejos. Sólo podía ver a su amiga muy asustada, sosteniendo una taza de té en su mano mientras que el adulto anotaba algunas cosas en una libreta.
— ¿Midoriya Izuku? - Escuchó una voz, lo cual lo distrajo de estar viendo a su amiga, y volteó hacia el origen de esta. — Si eres tú. - Un hombre estaba frente a él, tenía el cabello negro y una sonrisa amable. — Soy el detective Tsukaichi. Tengo entendido que tú estuviste envuelto en el altercado de la fiesta también, ¿No es así? - Izuku apretó los labios, y solo asintió con la cabeza. — Entiendo…
Izuku movió un pie sobre el piso, algo alterado aún por todo el pleito que le armó ese tal Shigaraki.
— No estás en problemas por ello, no te preocupes. Pero si pudieras acompañarme a mi oficina… - Hizo una seña con la mano, e Izuku solo suspiró y se levantó de la banca donde lo dejó el paramédico hace rato.
El detective lo guió por la estación hasta la puerta que estaba al fondo, incluso en el camino pasó junto a Ochako pero ella ni le hizo caso pues parecía más concentrada en el té que estaba bebiendo, pero sí saludó al hermano de Iida.
Cuando entró, esperaba ver un lugar vacío igual a las oficinas de policías de las series, paredes blancas con archiveros y algún que otro título de policía honorario o algo así. Y fue lo que encontró, pero no esperó ver a personas dentro de la oficina también.
El señor Todoroki y su amigo Shoto estaban ahí, lo cual lo hizo extrañarse un poco.
— Siéntate, Midoriya. - Tsukaichi dijo, señalando una silla.
— G-Gracias… - Izuku se sentó, algo nervioso.
— Gracias por traerlo, Tsukaichi. - Enji dijo, sacando una figura de madera redonda y dándosela al detective. Izuku pensó por un instante que el señor Todoroki estaba sobornando al policía, pero éste le dio de vuelta una figura exactamente igual.
… Espera, él había visto algo así antes…
— Midoriya. ¿Estás bien? – Shoto preguntó al instante, moviendo un poco la silla en la que Izuku estaba sentado.
— T-Todoroki-kun… - El muchacho lo distrajo de lo que acababa de ver, por lo que sacudió la cabeza tratando de mantener la cabeza en el presente. — E-Estoy bien, sólo tengo un poco lastimado el cuello, es todo…
— Ah, que bueno saber que estás bien… - El de cabello doble suspiró con alivio.
— Ya viste que está bien, Shoto. - El mayor del lugar habló con tono autoritario. — Ahora necesito que me dejes un momento a solas con tu amigo.
— Pero-
— Shoto. - El mayor habló con tono severo, manteniendo la autoridad en su porte y la mirada que le dio a su hijo. — Ahora.
Izuku frunció el ceño al ver como el general le habló a su amigo.
— … Okay. - Shoto bufó con tono malhumorado, y salió del cuarto de mala gana. — Maldito…
— Gracias, Tsukaichi. Puedes irte también. - El general Enji dijo, y el detective hizo una reverencia con la cabeza y salió de la oficina cerrando la puerta.
— … ¿Qué quiere, General? - Preguntó, apretando un poco los puños sobre sus piernas.
— Tienes qué tener más cuidado, niño. - La autoridad que había demostrado el hombre se esfumó en cuanto habló. Su tono desesperado hizo a Izuku sentirse muy inseguro.
— … ¿Cuidado en qué sentido? - Izuku alzó una ceja.
— En serio, si vas a estar llamando la atención de esa forma… - El hombre apretó las manos contra su rostro, y luego juntó sus manos. — Mira, Midoriya. Lo que pasó hoy…
— Lo que pasó hoy fue extraño, pero…
— Ya, niño. Sé qué eres el avatar. - Dijo de golpe, sin importarle su tono de voz. — Pensé que tu mamá estaba loca-
— No le diga loca a mi mamá. - Izuku dijo de golpe, frunciendo el ceño.
— Como sea. Se supone que tú no eras, pero, ¡Agh! Tenías qué imitar mi fuego control ayer ¿verdad? Y luego ese amigo tuyo y de Shoto quemó mi árbol nuevo. Y hoy un loco mató a uno de mis invitados… ¿Ahora qué excusa tienes?
— Pues no sé qué tan culpa mía sea si yo sólo fui un invitado y quien se encargaba de la seguridad era usted. - Izuku contestó manteniendo el ceño fruncido. — Apenas sé hace un mes de todo lo que me está pasando, y cada que resulta que alguien sabe del Avatar me hacen las mismas preguntas y nadie responde las mías. Si usted sabe algo, será mejor que me lo diga. - Izuku dijo con tono golpeado y malhumorado. — Yo fui al que atacaron, y me está regañando por una situación que usted debió de prever, no yo. ¿Quién era él? ¿Por qué me atacó? ¿Usted sabe algo de verdad? ¿O qué? ¿Me va a dejar a la deriva como siempre todos lo hacen?
— ¡No lo sé! - Enji le dio una mirada fría, pero al final dio un bufido. — Lo único que sé es que alguien, o sea tú, sacó la cabeza de una estatua gigante del mar y tuvimos qué ocultarlo. - Enji golpeo la mano contra el escritorio, intentando volver a verse intimidante. Pero la verdad Izuku ya estaba molesto, por lo que no lo logró intimidar. — También que alguien está entrenando los elementos al aire libre sin licencia, obviamente eres tú. - Lo volvió a señalar. — Y que hoy un tipo se infiltró en una fiesta muy importante, y pudo peligrar demasiada gente. Todo, porque no tienes cuidado.
Izuku no dijo nada, sólo se quedó viéndolo e hizo una mueca.
— Si vas a intentar hacer lo que Yagi no logró, al menos no llames tanto la atención hasta que te puedas defender. - Enji sacó de la bolsa de su pantalón un pequeño rectángulo de plástico y se lo lanzó. — Y si vas a hacer algo al aire libre, que sea sólo un elemento.
Izuku vio el plástico que cayó en sus manos.
— ¿Una licencia de maestro agua?
— Sí, para que al menos puedas usar agua al aire libre. - Enji se cruzó de brazos y se recargó en el escritorio. — Los demás elementos será mejor que los entrenes en un lugar cerrado. Sabemos que entrenas en casa del detective Iida pero… Será mejor que lo hagas en mi casa. De todas formas Shoto quiere verte más seguido. Supongo yo que será bueno que traigas a tus amigos y así mi hijo no está solo todo el día.
— Espere, Señor Todoroki… Déjeme ver si entendí… ¿Me está vigilando?
— ¿Qué no es obvio? Tu existencia es ilegal. No soy el único que te vigila pero al menos yo lo hago por petición de tu mamá.
— ¿Q-Qué? - Izuku sintió ponerse pálido en cuanto dijo eso.
— Ahora vete, tu mamá te está esperando afuera.
Izuku se levantó sosteniendo el cuadrito de plástico en sus manos, pero estaba tan ausente que… sólo caminó. Tenía demasiadas cosas en la cabeza como para poder pensar en algo más terrenal.
¿A qué se refiere el General-Embajador Todoroki con que su existencia es ilegal? ¿Y ahora cómo va a sacarlos a la luz…? ¿Por qué Shigaraki Tomura lo atacó? ¿Cómo rayos pudo transformar las cosas y personas de lo que eran a ser otros objetos? El pez, el florero, las flores, el periodista junto su ropa...
Además ¿Por qué Enji Todoroki sabe de su existencia? ¿A qué se refiere a que lo vigila por petición de su mamá? ¿Quiénes, además de los que les dijo y los conocidos de su mama, saben de él?
... ¿Por qué Shigaraki mencionó a Kacchan?
¡¿Por qué mierda nadie quiere contestar sus preguntas?!
Notes:
Holis~ Disculpen la tardanza, el trabajo me está matando :D No recomiendo que continúen trabajando en un lugar que los hace miserables, a menos claro que sea la única forma en que los puedan operar de algo como la vesícula gracias al seguro de gastos médicos mayores o el seguro que les pueden dar. ¡Porque es mi caso! Hahahaha sí, me van a operar de la vesícula :( mis problemas intestinales y estomacales al parecer se deben a que traigo piedras en ésta, eso y/o que nunca me funcionó bien la vesícula, lo cual tiene sentido pues desde chica traigo pedos en la panza.
Pero bueeh basta de hablar del nuevo trauma que traigo hahaha
¡Llegamos a la recta final de éste arco! Izuku está cada vez más en peligro, y las cosas parece que no van a mejorar pronto 👀 ¿Qué pasará pronto? ¿Por qué Shigaraki lo está buscando y hasta atacando ya? ¿Cuál es exactamente el poder de Shigaraki? ¿Y por qué mencionó a Kacchan directamente? :0
¿Alguna teoría, jitomatazos que me lancen o algo así?
¡PREGUNTA DEL DÍA!
¿Cuál es su personaje favorito de ésta historia hasta ahora? :D
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Uknow (Guest) on Chapter 1 Thu 11 Mar 2021 04:30AM UTC
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