Chapter Text
Año 2026
Stiles corrió preocupado hasta el alfa, cuando este rugió al ser herido de gravedad.
—¡Mierda!.- graznó el humano mientras seguía corriendo con desesperación hacia el centro del conflicto.
La oscuridad de la noche sin luna, era el escenario tétrico de una catastrófica guerra que se desataba a su alrededor, dónde todo se encontraba sumergido en caos, muerte y llamas.
Sus amigos, familia y conocidos fueron muriendo uno a uno ante la invasión de criaturas que comenzaron viéndose cómo simples libélulas de alas y ojos verdes esmeraldas.
Y que, tras un ritual de una persona retorcida y malévola cómo la cazadora Kate Argent, terminaron por convertirse en los verdugos de una ciudad completa, siendo ella misma una de las primeras muertes a manos de estos nuevos seres que ahora estaban propagándose poco a poco en el mundo.
Un rasguño de sus garras envenenadas, implicaba una muerte dolorosa y agónica, sin importar si eras un ser sobrenatural o humano. La única diferencia era el tiempo que les tomaba morir.
Cómo pudo, Stiles, esquivó a las horrorosas y numerosas, criaturas de enorme tamaño amorfo, de filosas garras y ojos feroces, sin alma, invencibles, inmortales, que sólo tenían como objetivo matar todo lo que tuvieran a su paso.
La habilidad de Stiles, se había desarrollado al punto en el que era completamente capaz de pasar desapercibido, siendo el más ágil y rápido, podía esquivarlos uno a uno sin problema.
En medio de una batalla inesperada, Derek resultó herido, ante las garras de los monstruos que atacaron en simultáneo.
Stiles logró distraerlos con una bomba casera de botella, y poder rescatar al hombre lobo.
Ambos corrieron hacia el único lugar que quedaba en pie, de toda la ciudad de Beacon Hills.
La bóveda Hale, en la escuela.
Ayudado por el humano, el lobo pudo encajar sus garras en la entrada y permitirse entrar en el lugar.
La estructura se encontraba dañada, pero era suficiente para dos personas que llevaban viviendo una buena cantidad de tiempo allí, ya que había cosas básicas como mantas de dormir, algunos insumos básicos de cocina, pociones y todo lo que pudieran rescatar siendo de utilidad para la supervivencia.
Stiles lo hizo sentarse, mientras buscaba entre los estantes, las cosas necesarias para empezar a tratar su herida.
Cubrió el profundo corte del abdomen del lobo, con la preparación de las nueve hierbas sagradas. Mientras este exclamaba algunos gemidos de dolor, pero detuvo la mano del humano, tomándolo de la muñeca con firmeza, pero a la vez sin hacerle daño.
El corte se veía profundo y avanzado en su necrosis, ya que, una extraña sustancia negra en forma de pus verdosa salía de la herida.
—Déjalo, Stiles...-
—Cállate y déjame curarte.- Stiles se tragó el nudo de su garganta mientras sus ojos vidriosos, se llenaban de lágrima —Te dije que no fueras tú... Eres un imbécil...- su voz sonaba rota, y procuraba con todas sus fuerzas no sollozar mientras lo trataba.
—Sabes que no tiene cura...-
—No. Eso no lo sabes.-
—Stiles... Las nueve hierbas no funciona... Nada funciona cuando el veneno de las libélulas entra en tu sistema... lo sabes...-
—Yo sobreviví al corte... Lo harás tu también.-
El agarre de Derek en la muñeca del humano se aflojó y extendiendo su mano, con un movimiento débil, deslizó la yema de sus dedos en la marca del cuello del castaño, en forma de garras, que ahora se veían rosáceas y antiguas.
—Sólo... ven aquí...- le dió una pequeña sonrisa cansada, tenía mucha fiebre, aunque estaba pálida, y sudaba frío.
Stiles negó mordiéndose el labio inferior hasta hacerlo sangrar.
—No me hagas esto, Sourwolf... Eres lo único que me queda... No puedes... simplemente dejarme...- No pudo evitar sollozar, mientras seguía cubriendo la herida inútilmente con la poción con sus manos temblorosas.
—Stiles... Por favor...- el ruego gentil del hombre lobo le rompió el alma en pedazos.
Ver a Derek tan frágil, lo mataba.
El humano cerró los ojos dejando caer sus lágrimas, mientras se sentaba entre las piernas del hombre lobo, abrazándolo y hundiendo su rostro en su cuello.
Derek soltó un pequeño resoplido, mientras envolvía sus brazos alrededor del humano, arrullándolo.
Cuándo todo comenzó, afrontaron el problema como manada, pero ante el desconocimiento de lo letal y urgente de la situación, fueron muriendo uno a uno.
Pero luego de una investigación profunda, y mucha sangre derramada, descubrió la verdad.
Kate Argent había robado algo importante, antes de incendiar la mansión Hale, la primera libélula esmeralda.
Y al parecer, lo único que pude averiguar gracias a una visión de Lydia, es que la obtenida de Derek Hale... El problema es que, el hombre lobo no recordaba o simplemente, desconocía totalmente que la primera libélula esmeralda se encontrara entre los patrimonios de su familia...
La visión no era clara, solo apuntaba a Derek cómo el responsable.
Un ladrillo más en el sentimiento de culpa que se construyó en el pesado corazón del licántropo, aunque este no supiera exactamente como fue que sucedió en primer lugar...
Investigaron de cada libro, preguntaron a todos sus contactos y no hubo posibilidad de encontrar una cura. E incluso, buscaron la forma de contener la invasión de las libélulas, eran imposibles de derrotar o capturar.
Los meses pasaron, y todo se cayó a pedazos, el mundo ya era un campo de guerra y la tragedia era el pan del día a día.
A excepción de Stiles, el único ser vivo que sobrevivió a la muerte segura, en las garras de estas criaturas. Pero ya no existía un Deaton o una Lydia, que lo ayuden a encontrar una cura usándolo como conejillo de indias.
Esta revelación había llegado más tarde de lo que debía, y Stiles no pudo evitar culparse por ello.
Durante meses, solo habían sido ellos dos contra el mundo, sobreviviendo en equipo, cuidándose las espaldas mutuamente.
Los meses se volvieron años. Estableciendo un lazo que siempre tuvo potencial para ser más de lo que en sus inicios era.
—Me gustaste desde que te ví en el bosque... ¿Sabías?.- Stiles habló acariciando el cuello de su amante con la punta de su nariz
—Si, tu excitación se olía a kilómetros.- Derek acarició el cabello del castaño con lisura y una pequeña sonrisa divertida
—En mi defensa, era adolescente un hormonado que gracias a tí descubrió que las chicas no eran lo único en el menú.-
—No me culpes, eras un mocoso insoportable.-
—Soy adorable.-
—Me corregiré a mí mismo, eres insoportable.-
—Oh vamos, Sourwolf... Sé que te tomó tiempo darte cuenta porque eres algo lento, y también tuvo que venir el fin del mundo... pero finalmente te diste cuenta que me quieres, insoportable y todo.- Stiles se mordió el labio inferior, procurando sonreír, pero sus ojos vidriosos denotaban lo mucho que estaba costandole esto.
Derek lo tomó de las mejillas y le sonó con dulzura —Eso es cierto.-
—Si no te estuvieras muriendo de forma literal, te preguntaría si te sientes bien.- Stiles apoyó su mano sobre la del lobo, inclinándose a su toque
—Yo también me sentí atraído a tí... Quizás no de una forma tan gráfica como la tuya en un inicio, pero siempre sentí que... No lo sé... Teníamos un vínculo diferente. No éramos amigos, pero éramos manada. Cuándo me di cuenta, ya te habías metido dentro de mi piel, confiando en tí de una forma ridículamente profunda, volviéndote mi ancla...-
Derek pegó suavemente su frente a la del humano, y este soltó un pequeño sollozo seguido de una sonrisa.
—¿Por qué no me buscaste, entonces?...-
—Yo... no podía hacerte lo que Kate me hizo... cuando te volviste un adulto, tenía la intención de hablarte... Pero no sabía que decirte, así que no lo hice...-
—...Lo que sea que hubieras dicho, yo te habría dicho que sí, lobo tonto...-
—Eso no lo sabes, no siempre la atracción sexual es lo que te hace conectar a otra persona...-
—Esta es tu forma de decirme que no te atraigo básicamente y que sólo quieres una relación platónica?.-
—Si eso fuera verdad, no lo habríamos hecho en cada superficie disponible en esta horrible bóveda y de los lugares a los que fuimos...-
—Lindos recuerdos...- Stiles cerró los ojos
—Lamento no poder darte más.-
—Te vas a curar... Porque eres Derek Hale, tu siempre encuentras la forma de burlar la muerte, sin importar que...-
—No esta vez... estoy un poco cansado, cariño...-
Stiles mantuvo sus ojos cerrados, apretando un poco los párpados mientras las lágrimas caían por sus mejillas y se perdían en el filo de su mandíbula.
—Derek... No bromes con esas cosas, son de mal gusto, amigo.- sollozó
—Mirame.- pidió el hombre lobo
Stiles abrió los párpados y lo miró a los ojos, los mismos que ahora lo contemplaban con adoración y dulzura.
Derek lo tomó de las mejillas con suavidad y le dió una caricia con los pulgares en los pómulos, borrando el rastro de lágrimas.
—Te amo.-
—No.-
—Por favor...-
—No nos diremos te amo como un asqueroso adiós, pudrete Derek.- Stiles negaba con la cabeza mientras se mordia el labio y sollozaba
—Lamento no decírtelo más seguido...-
—Entonces vive y dímelo todos los días de aquí en más...- Stiles lo miró con súplica
Derek estaba respirando por encima, no le quedaba mucho, y ambos lo sabían.
—Siempre me gustó más tu nombre que tú apodo... Aunque sé que... Tu madre era la única con el privilegio de llamarte así... ¿Puedo decirte Mica?...-
—Te dejaré llamarme así en la mañana, grandote...- Stiles sostuvo las manos del hombre lobo
—... Tengamos... hijos... Con tus ojos, nariz, e inteligencia... y mi... apellido...- Derek estaba delirando
La sonrisa de Stiles se veía igual de rota que su corazón. Le acarició el cabello, inclinando el cuerpo del mayor hacia el suyo para que este dejara caer su rostro contra su hombro, y así poderlo abrazar mejor.
— ¿Cómo los llamaríamos?.- la voz del humano estaba quebrada
—Eli... Para niño... Talia o Claudia para niña... ¿Te... Te parece...bien?.- preguntó en el pico más alto de la fiebre delirante
—Suena hermoso, amor...-
Derek sonoro cansado —Bésame.-
Stiles lo empujó un poco con suavidad, y lo besó dulcemente en los labios.
—No llores demasiado...-
—No te haré promesas que no puedo cumplir...-
—Te amo, Mica...- susurró el lobo con su último aliento
—Y yo a tí, Sourwolf...- la voz de Stiles se quebró del todo, mientras los sollozos ahogados quebraban lo último de su espíritu, mientras sostenía el cuerpo de su amante en brazos
Las gruesas lágrimas recorrieron el mismo sendero en sus mejillas sin parar, mientras el sonido de la lluvia acompañaba el llanto amargo y doloroso del último sobreviviente del pueblo.
Pasaron minutos, horas, días, en realidad a Stiles ya no le importaba. No dejó de acariciar el cabello de su amado, que yacía muerto en sus brazos. Ya no tenía nada en este mundo.
—Mira nada más... Es el último humano vivo...- la voz de un ser le habló a un lado
Pero Stiles ni siquiera volteó, ¿Qué caso tenía?. Si tenia que morir, bienvenido sea, ya no tenía ni un solo puto motivo para seguir respirando. Si un ser sobrenatural quería arrancarle el corazón, con gusto abriría los brazos.
—Oye... Te estoy hablando...-
La criatura saltó con gracia, delante suyo para hacerse notar. Parándose sobre un estante para quedar a su altura. Era un gato negro con ojos de color violeta muy brillante.
—Ohh... Ya veo... Tu amigo murió.-
—No es mi amigo...- la voz del castaño sonó tan ronca que podía ser confundida con un gruñido
¿Cuánto tiempo llevaba sin hablar?... Ya ni siquiera recordaba cuando fue la última palabra que emitió... ¿Estaba muerto ya? ¿Cuánto faltaba para morir?...
El gato ladeó su cabecita —Este lobo era tu compañero?.- preguntó con genuina curiosidad, pero sin maldad
Stiles no respondió
—Este mundo es un desastre... Las libélulas han tomado posesión de todo infectado tanto el mundo humano como el mundo sobrenatural...- el gato comenzó a caminar por el estante, sin embargo no tuvo respuesta del hombre de lunares frente a él .
—Dime humano, si existe una posibilidad de salvar al mundo, ¿La tomarías?.-
Stiles lo miró, sus ojos estaban vacíos y su rostro se mostraba demacrado y agotado. Era la desesperanza en persona.
—...No queda nadie a quien salvar...-
—Quizá no ahora... pero tal vez podrías evitarlo si te llevo al pasado.-
Los ojos muertos de Stiles mostraron un pequeño brillo de interés —Pasado?.-
El gato ascendiendo
—Con el poco poder que me queda, podría llevarte al origen de todo esto chico, para que puedas evitarlo...-
—¿Quién eres?.-
—Soy Sand, el guardián de los siete árboles Nemed, protejo el equilibrio en el mundo.-
—Vaya guardián...- Stiles replicó mordaz sin cohibirse. —Por que decide aparecer hasta ahora?.- Un hombre sin nada que perder podía tener la lengua más filosa que daga de cazador.
El gato río —No pretendo dar explicaciones de mis tareas a un humano, sobre todo porque no serías capaz de entenderlo.-
—Entonces solo eres un charlatán.-
Los ojos del gato brillaron más violetas.
—Simplemente tengo asuntos más importantes que atender... Así que, ¿vas a hacerlo o no?.-
—¿Cuál es el truco?.- Stiles entrecerró los ojos con desconfianza
—Ninguno. Es un viaje de ida, no hay vuelta, y si tienes éxito, es probable que tú desaparezcas junto con cualquier rastro de tu existencia en este tiempo, ¿Estás bien con eso?.-
Stiles lo miró fijamente en silencio algunos segundos. Luego bajó su mirada hacia el hombre que parecía "dormido" en sus brazos.
—¿Podré salvarlo...?.- preguntó sin apartar los ojos de su amante
—Si todo resulta bien, sí... ¿Qué dices si ultimamos detalles, chico?.-
—Hagámoslo.-
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Stiles tenía los ojos cerrados, pero ya había comenzado a tener más noción de si mismo, sintiendo que estaba recostado sobre un montón de hojas de árboles.
Abrió lentamente los párpados y sus ojos tenían un tenue brillo morado, antes de volver a su tono usual.
La luna llena estaba en medio del cielo, al igual que él, durmiendo en el bosque.
Se sentó y miró sus manos, observando que estás eran mucho más pequeñas de lo que recordaba
Había recuperado su apariencia juvenil, aunque no tenía idea de que edad tenía.
Tal vez unos diez u once años...
Okay... Tal vez Sand, tuvo un error de cálculo...
—¿Qué demo--...?.- murmuró patidifuso
Luego escuchó un ruido y volteó rápidamente, observando cómo un adolescente de cabello negro, ojos verde salvia y camisa a cuadros verde lo miraba un poco confundido
—¿De dónde saliste?.- preguntó el adolescente con recelo
Stiles no necesitaba mirar dos veces para reconocer el joven rostro que tenía delante suyo. Ya lo había visto en persona una vez cuando Kate lo devolvió a esa edad...
No pudo evitar sonreír un poco con alivio. Daba igual que no fuera la edad correcta. Había funcionado. Realmente lo había hecho. Tuvo cuidado con su propio autocontrol para no saltarle encima al adolescente.
Bien... Ahora le tocaba dar lo mejor de sí para corregir todo lo que está mal. Empezando por la vida de Derek Hale.
El niño de cabello castaño y lunares se cruzó de brazos de forma arrogante con un pequeño puchero.
—¿Cómo que de dónde salí?. De mi mamá, claro está.- respondió con altanería
El lobo adolescente frunció el ceño
Y ohh... El idioma cejas-español era un lenguaje que hablaba a la perfección, sobre todo en la época donde más convivió con Derek en medio del apocalipsis.
—Esto es propiedad privada.- renegó el mayor
Deja vú... El menor solo arqueó una ceja con diversión, con una pequeña sonrisa irónica.
—¿De verdad...?.- preguntó con clara burla en su tono
—¿Siquiera sabes lo que es una propiedad privada?.- Derek se cruzó de brazos imitando al humano
Pequeño chucho arrogante. Stiles quería reír, pero supo disimular muy bien.
—Es el derecho que tiene una persona física para gozar y disponer de sus bienes con las limitaciones establecidas por la ley.- Stiles respondió como si nada después de todo seguía teniendo sus conocimientos del FBI, si, incluyendo los legales.
Derek alzó ambas cejas con asombro y casi provoca una carcajada en el castaño. Necesitaba una fotografía de esa expresión y volverla su nuevo fondo de pantalla en el movil.
—¿Quién eres?.-
—Soy Stiles.-
—¿Qué es un Stiles?.- Derek frunció el ceño y ladeó su cabeza
El humano sonrió un poco
—Yo soy un Stiles.-
—No tiene sentido. ¿Por qué estás aquí?. ¿Cuántos años tienes?.- Derek recuperó la compostura
Stiles lo pensó y después se encogió de hombros
—¿Qué fecha es?.-
—¿Por qué me preguntas eso?.-
—Porque sí.-
Derek hizo una mueca
—Veintidos de enero.-
—¿Año?.-
—Eres de lo más raro.-
Stiles rodó los ojos y le dió la mirada de "solo responde" marca Derek adulto Hale.
—2003.-
Luego de un pequeño silencio, donde Stiles procesó la información y evaluó mentalmente sus circunstancias, no pudo evitar soltar un prolongado y arrastrado —Mieeerda...- que nuevamente asombro al lobo adolescente
Era tres días después de que su madre muriera a causa de la enfermedad. Sand lo había enviado realmente lejos.
—Oye... ¿Así le hablas a tus mayores, niño?.-
Stiles siguió pensativo un poco más y luego caminó hacia él con ambas manos dentro de su sudadera roja.
—¿Puedo usar tu teléfono?.-
—¿Por qué debería? Eres un extraño. No me inspiras confianza, y cada vez estoy más convencido de que no eres normal.- Derek frunció el ceño
—Lo normal es aburrido... Y necesito el teléfono porque aparentemente, soy un menor perdido, duh... a todo esto, tu no te presentaste.- Stiles comentó con una actitud casual, dejando la frase lo más ambigua posible, para que no se note el engaño en su latido.
Sabía exactamente quién era el chico de pie, delante suyo, pero si lo llamaba por su nombre sin que le dijera algo antes sería raro.
El adolescente lo miró con recelo.
—Derek.-
Stiles lo miró y asintió
—Esta bien, ¿Podrías llevarme hasta tu casa ahora que los dos no somos desconocidos para el otro?.-
—Sigo sin saber quién eres.- el moreno entrecerró los ojos con desconfianza
—Yo creo que sabes exactamente quién soy.- el humano se encogió de hombros
—¿Qué te hace pensar eso?.- Derek alzó una ceja y se cruzó de brazos
—Eres Derek Hale. Recuerdo que tú mamá, vino al funeral de mi mamá.-
Derek apretó levemente los labios. Era cierto, su madre le había comentado sobre el funeral de Claudia Stilinski, la esposa del sheriff, fue hace menos de tres días, pero el niño habla como si se hubiera tratado de un recuerdo antiguo.
—No me dijiste que edad tienes.- cambió de tema, no estaba seguro de querer entrar en ese tema con el chico.
—Biológicamente, once años.-
—¿Biológicamente?.-
—Mentalmente me siento un poco mayor...- Stiles le dió una sonrisa traviesa y divertida.
Derek hizo una mueca
—Pero sigues siendo un niño de once años.-
—... Exclamó el chucho en sus catorce pubertos años...- Stiles respondió con una pequeño puchero aburrido
Derek lo miró indignado abriendo un poco los labios.
—¡No soy un puberto! ¡Cumplí dieciseis hace dos meses!.-
—Woa... Tienes razón, mi error, mis disculpas joven adulto en entrenamiento sin edad legal para beber y llevar a un adulto responsable que te supervise en el asiento del copiloto de un auto.-
Derek resopló con toda la molestia escrita en su cara.
—¡Ugh! ¡Eres insoportable!.- gruñó
Stiles sonrió victorioso —¿Ves cómo si sabías exactamente quién soy?.-
—Cállate.-
El niño rió y Derek desvío la mirada, resoplando con aplomo y resignación.
—Ven, vamos a mi casa para que uses el teléfono.- Derek se giró sobre sus talones para comenzar a andar.
El castaño asintió, sacando una de sus manos del bolsillo para tomar la del adolescente. Este se detuvo, para mirarlo con sorpresa y curiosidad.
—No quisiera perderme...- Stiles se encogió de hombros con una pequeña sonrisa tímida.
—¿No sé supone que te sientes "mayor" a tu edad biológica?.- Derek frunció nuevamente el ceño pero no lo soltó mientras seguían caminando
—Sip...- hizo enfasis en la "p" -Ahora entiendo lo raro que se siente al coquetearle a un adolescente hormonado...- soltó como si nada en un tono perfectamente casual y una sonrisa socarrona
Derek por poco se atraganta, mientras lo miraba entre abochornado y sorprendido
—¡¿Qué dijiste?!.-
—¿Me hablas a mí?.- el humano parpadeó haciéndose el desentendido
—¿¡A quien más si no!?.-
—¿Sabes una cosa?... Te ves lindo cuando te pones todo nervioso.- La sonrisa de Stiles se profundizó y alzó ambas cejas en un movimiento breve pero divertido.
Derek boqueaba cómo un pez fuera del agua.
—¡Oh Dios!... ¡Me está coqueteando un niño de once años!, ¡Esto no esta pasando!.- lo soltó como si su mano quemara y comenzó a caminar más rápido
El humano está vez no se contuvo mientras reía a carcajadas, y era la primera vez en mucho tiempo que lo hacía.
Ambos llegaron hasta la casa Hale, y Stiles no pudo evitar curiosear al respecto.
—Espera aquí, iré por mamá.- Derek le pidió haciéndolo entrar.
Stiles asintió, y continúo mirando el lugar. Este se veía hermoso y amplio, lleno de vida. Todo lo contrario a lo que alguna vez conoció en su adolescencia.
Este era Derek Hale, antes de que su corazón puro fuera traicionado y quemado hasta convertirlo en cenizas.
Evidentemente lo que ocurrió con Kate Argent aún no había pasado, este Derek era muy confianzudo con él, pese que, era el hijo del sheriff y un niño. Seguía siendo peligroso. Dios. El apocalipsis lo había jodido hasta en eso. Esperaba poder cumplir con su misión para evitar todo ese futuro de mierda.
Acarició las marcas en el marco de madera de la sala, donde se encontraban marcadas las alturas de Derek, Laura, Cora.
Sonrió con cariño, mientras la punta de las yemas de sus dedos tocaban dichas escrituras.
—¿Perdiste el sendero a casa, caperucita roja?.- alguien le habló a su espalda
Stiles ni siquiera tenía que voltear para reconocer el tono sarcástico característico de la persona que le habló
Hacía tanto tiempo que no escuchaba la voz presumida de ese chucho zombie, que después de todo, llegó a apreciarlo y quererlo muy a su manera.
—...Decidí dar una vuelta extra, ya que no llevo encima la sopa de mi abuela, que de todas formas, no era lo suficientemente apetitosa para correr peligro.-
Peter se sorprendió, y lo miró con ambas cejas un poco arqueadas hacia arriba.
—Contrario a lo que dice el cuento los lobos no toman sopa, cachorro.-
—Lo sé... Cada versión es diferente, tomando como referencia la historia de los hermanos Grimm. En lo personal, me imagino al lobo del cuento, robando un buen Bourbon, de preferencia, caro y extravagante, solo porque puede.- Stiles finalmente volteó con una pequeña sonrisa enigmática
La expresión de Peter seguía siendo de sorpresa. «¿Realmente este chiquillo era un niño?». Reflexionó pensativo.
—Peter, no deberías molestar a nuestro invitado.- Talia Hale apareció junto a Derek
La mujer de porte elegante, y de belleza exótica con su piel dorada, cabello negro como la noche y ojos verde oliva. Denotaba una presencia influyente y poderosa, con una mirada gentil, pero a su vez, un poco inflexible.
Talia Hale, era una alfa en todo su esplendor.
Stiles se irguió un poco y alzó levemente la barbilla, sin romper el contacto visual que había establecido con ella, luego inclinó levemente la cabeza, cerrando brevemente los ojos.
Era un pequeño ritual que su Derek le había contado que era de buena educación cuando entraba en el territorio de un hombre lobo alfa y debía saludar con cortesía.
Talia se sorprendió un poco, pero luego sonrió maternalmente.
—Mischief.-
Stiles apretó un poco los labios, no escuchaba ese apodo en muchísimos años.
—Buenas noches, Señora Hale.-
—¿Qué haces fuera de tu casa tan tarde, querido?.- preguntó con la misma suavidad, pero con cierta indagación en su trasfondo que Stiles notó a la perfección
—Salí a caminar y me quedé dormido en el bosque.- Stiles era consciente de que los tres estaban escuchando atentamente el latido de su corazón para saber si estaba mintiendo o no.
Otra cosa que aprendió a usar un poco en su favor, gracias a su Derek.
—¿Dónde está tu papá?.- preguntó
—Trabajando doble turno...- se encogió de hombros, técnicamente no era mentira, según lo que recordaba.
Después del funeral de su madre. Si su padre no estaba bebiendo, entonces estaba en el trabajo. Fue la época donde más sólo se encontró en su infancia.
Talia apretó un poco los labios y miró a Derek.
—Ya es bastante tarde, y teniendo en cuenta que están de vacaciones de verano... llevarte a casa para que estés solito, no me parece bien... ¿Quisieras quedarte a dormir en una pijamada con mi hijo Derek?.- Talia le sonrió
Derek la miró como si le hubiera crecido otra cabeza a su progenitora. Stiles sonrió ampliamente y asintió.
—¡Muchas gracias, señora Hale!...-
—¡Mamá! ¡¿Por qué en mi habitación?!.-
—Tienes una cama extra.- Talia lo miró como si no entendiera cuál es el problema
—¡Hay miles de habitaciones de invitados aquí, que elija una!.-
Talia volteó a ver a Stiles —¿Prefieres una habitación de invitados?.-
—Honestamente no.- Stiles continúo sonriendo, mientras Derek lo carbonizaba con una mirada llena de odio.
Oh... Si alguien le hubiera dicho antes, lo divertido que era molestar al adolescente Derek, entonces habría explotado mucho antes este recurso.
Incluso Peter reía por lo bajo.
—Todo listo, Stiles se quedará en la habitación de Derek, mañana hablaré con tu papá.-
Stiles asintió —En serio, muchas gracias, señora Hale.-
—Oh, cariño, dime Talia.- La mujer lo abrazó
Un poco después, Derek llevó de mala gana al menor escaleras arriba, para enseñarle su habitación.
Peter miró a Talia —¿Estás segura de esto?.-
—¿Por qué lo dices?.- ella no dejó de sonreír mientras contemplaba las escaleras.
—Ese niño... Hay algo raro en él.-
—Si, se llama amor, Peter.-
El hombre lobo arqueó una ceja
—¿Qué?.-
Talia volteó a ver a su hermano dándole una pequeña mirada sabia a su hermano, seguido de un suave y cariñoso apretón en su antebrazo.
—Solo hay tres cosas que no se pueden ocultar... el sol, la luna y la verdad, querido hermano...-
Ella le dió una palmadita y continúo su viaje a la cocina, dejando a Peter aún más confundido que antes.
—Odio cuando te pones en modo Miyagi.- Peter siguió a su hermana
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Derek llevó a Stiles hasta su habitación, y metió ambas manos en los bolsillos de sus jeans.
El castaño no pudo evitar sonreir, era la perfecta guarida del adolescente promedio, estaba medianamente acomodado, el lugar era amplio, efectivamente tenía dos camitas individuales con frasadas azules y verde, algunos pósters de bandas de rock, jugadores de basquetbol, e incluso había una guitarra acústica.
Los ojos se iluminaron con intrépida curiosidad, propia de su ser, acercándose al instrumento
—Tocas guitarra...- Murmuró paseando sus dedos por las cuerdas
—La vas a desafinar...- Derek protestó quitándosela —Y no toco mucho.-
—¿Podrías tocar un poco para mí?.- Stiles le pidió con un destello jovial en sus ojos
Derek lo miró fijamente unos segundos y luego a la guitarra
—Tal vez otro día, ahora es tarde y no quiero despertar a todos.-
—Es comprensible.- Stiles se encogió de hombros.
Derek caminó hacia las gavetas y sacó un par de pantalones y una camiseta que le quedaban pequeñas, para después alcanzarselas.
—Deberías darte un baño antes de dormir, apestas a tierra.- el adolescente fingió taparse la nariz con desagrado
Stiles tenía una réplica ingeniosa tipo "Y tú apestas guardando el secreto de ser un hombre lobo" pero se lo guardó por evidentes razones
Así que simplemente asintió y se llevó la ropa al pequeño cuarto de baño de la habitación del Derek adolescente.
Dejó la ropa sobre la tapa del baño, y se miró al espejo, tocándose levemente el rostro.
Su apariencia decía "once años" pero su expresión y mirada contaban una historia completamente diferente.
Al menos Sand había mermado varios aspectos de su TDAH. Sino por estas épocas, ya estaría como un canguro con un millón de hormigas en el trasero, sin poder lidiar con su propia ansiedad, tics nerviosos y ataques de pánico dado el fallecimiento reciente de su madre.
Soltó un pequeño suspiro, y abrió el grifo de agua caliente de la regadera, sintiendo como el agua caliente finalmente golpeaba contra su piel y rostro.
Años sin esto, joder. Que lujo... Si fuera por él, se hubiera traído la almohada para dormir en la ducha... Y a su Derek adulto también...
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Tal y como había prometido. Talia habló temprano con el sheriff por teléfono, ella le ofreció al hombre que su hijo pase un par de días con ellos para que el chico pueda despejarse un poco. Después de todo, ambos niños estaban de vacaciones, y el sheriff prácticamente vivía en la estación de policía. Así que Noah no se negó.
Normalmente Stiles en esa época, habría corrido a casa de igual forma para esperar a su padre que, obviamente iba a regresar tan solo un par de horas al día, para irse sin siquiera darle una segunda mirada antes de salir de nuevo.
Pero está vez, con todo el dolor de su corazón, Stiles tuvo que poner en orden sus prioridades y recordar su misión.
Derek era la clave para desatar o prevenir el apocalipsis de las libélulas, debía quedarse con él tanto como pudiera y averiguar sobre lo que ocurriría.
Ambos estaban acostados en sus respectivas camas y Derek le daba la espalda al chico, quien lo observaba dormir, con una mirada anhelante, hasta que lentamente cerró los ojos
En una cama improvisada en el suelo, con un colchón de dos plazas, y una lámpara a gas, a modo de única luz, se encontraban dos amantes desnudos, abrazados y cubiertos por un edredón
"¿Me amarás por la mañana?"
"Stiles, no somos los protagonistas de una película romántica..."
"Oh vamos, sígueme un poco el juego Sourwolf, no seas aburrido"
El Derek adulto rodó los ojos
"No te amaré por la mañana. Es más, ni siquiera recordaré tu nombre."
"Ouch... Me duele el orgullo"
"Si solo te duele el orgullo es que no hice lo suficiente anoche, para que tengas tiempo de quejarte de estás tonterías..."
La sonrisa fanfarrona de Derek era la perdición de Stiles.
"Lobo pervertido..." El humano se sonrojó desviando la mirada
Una pequeña risa ronca emergió del lobo, mientras se giraba para ponerse nuevamente encima del castaño e ir por la siguiente ronda.
—Derek... Deja de morderme así... hace cosquillas, mmm... lobo pervertido...- el joven Stiles balbuceó en un pequeño gemido
Hasta que una almohada le cayó fuertemente directo en la cara.
—¡Ah!.- gritó Stiles, mientras se levantaba sobresaltado por el golpe, girando en la cama y cayendo al suelo.
—¡¿Qué?! ¡¿Quién?! ¡¿Cuándo?!.- graznó mientras miraba alrededor buscando la amenaza eminente, con su cabello revuelto, la baba seca en su labio y los ojos aún entrecerrados.
Derek abrió los ojos en cuanto el chico que dormía en la cama de junto, comenzó a balbucear su nombre.
Se sentó en la cama sobresaltado cuando lo escuchó gemir.
Y de repente la almohada ya estaba cayendo como un misil directo al rostro del mocoso, que ahora combinaba las dos cosas en una misma oración.
En realidad estaba enojado en un principio, temeroso de que los "oídos" pudieran interpretar mal las cosas.
Pero después de ver la reacción tan cómica del castaño y su ridícula forma de ponerse a la defensiva tras el ataque de la almohada no pudo evitar reír
Stiles pareció relajarse luego de que su cerebro entendiera un poco mejor las circunstancias, sumado a la risa de Derek, que era como un bálsamo para su malhumor.
—Oye... niño, no es divertido despertar así a un hombre indefenso.- lo regañó el menor
Si, definitivamente aún no había calibrado correctamente el filtro boca-cerebro. Derek dejó de reír para negar levemente con la cabeza con molestia.
—Estabas haciendo ruidos extraños mientras decías mi nombre en sueños,¿Qué esperabas?, ¿El beso de los buenos días?. Y no me llames niño, eres menor que yo.-
Stiles soltó un suspiro cansado moviendo su cuello de un lado a otro.
¿Cómo era posible que su cuerpo recuerde las contracturas de su anterior vida?. Mierda.
—Der... Dios sabe que te amo... Pero necesito café antes de escuchar tu rara versión adolescente gruñir por la mañana.-
Ups... Las actualizaciones del filtro cerebro-boca aún no se han completado.
Derek se sonrojó, pero procuró no tomar en serio esas palabras dado que el niño aún se veía medio dormido —¿Por qué demonios me tratas con tantas confianzas? No somos amigos.-
Stiles boqueó como un pez brevemente, un poco con los ojos semi cerrados acomodó como pudo la cama antes de dirigirse al baño, en automático.
Se lavó los dientes, con el cepillo que Derek le había dejado la noche anterior, y el adolescente se le unió de mala gana, mirando al chico con recelo.
Ambos bajaron a desayunar. Mientras los miembros de la familia no disimulaban bien sus sonrisitas complices.
—Buenos días.- Stiles los saludó
—Buenos días, Mischief.- Talia lo saludó con una gran sonrisa y una taza de café entre sus manos
—Por favor, llámeme Stiles.-
—¿Qué es un Stiles?.- Laura se unió de última a la mesa familiar
Stiles sonrió —Soy yo.-
«Eso es tan Hale...» Pensó divertido.
—Bien, Stiles... Ya hablé con tu papá anoche, y él dijo que no había problema de que te quedes aquí unos días si quieres, pero pidió que lo llames por teléfono por las noches, para saber cómo estás.- Talia le informó
Stiles asintió mientras se servía algo de café, aunque le agregaba algo de leche y azúcar, porque hola, papilas gustativas de niño...
—¿Se va a quedar... por días?.- Derek parecía desconcertado y disgustado en partes iguales, mientras dejaba unas tostadas con mermelada en el plato cerca del menor.
—Sobrino, no seas maleducado con caperucita roja... Él dijo que tiene Bourbon.- Peter bebió su café con una gran sonrisa socarrona
—Es la primera vez que un amigo de mi hermano se queda a dormir en casa.- La pequeña Cora Hale se acercó al joven Stiles y lo olfateó sin disimulo —Y tú, no hueles a idiota.-
—Cora.- Eric Hale, el padre de Derek, le dió un pequeño tono de advertencia
El hombre era increíblemente apuesto, de ojos azules casi grises, y sus rasgos faciales se parecían mucho a los de Derek adulto. En pocas palabras, el hombre lobo no tenía a quien salir poco agraciado visiblemente.
—Él no es mi amigo.- Derek hizo una mueca
—No según lo que escuchamos hace un rato...- Laura añadió con una sonrisa pícara
—Laura...- Talia miró a su hija
Derek estaba tan sonrojado cómo la mermelada de fresa, lo cual, a Stiles le pareció infinitamente tierno.
—¡No somos nada!.- declaró el adolescente ruborizado hasta las orejas—Solo es un niño raro que encontré en el bosque, todos ustedes están sacando conclusiones equivocadas.- apretó la servilleta en sus manos, sintiendo como las garras comenzaban a salir —¡Solo me acerque por lástima, ya que olía a tristeza!.-
—¡Derek!.- Talia frunció el ceño
El adolescente se vio sorprendido por su propia reacción, contemplando los rostros de sorpresa en la mesa, aunque evitando mirar a Stiles, se puso de pie y corrió hacia el patio trasero de la casa.
—Ire tras--...- Eric Hale se puso de pie dispuesto a seguir a su hijo
Pero Stiles se había adelantado desde el momento en el que Derek caminó hacia la puerta
Talia sujetó el brazo de su esposo con una sonrisa.
—Dejemos a los niños arreglar esto...-
—¿Estás segura?... Derek aún no maneja su transformación, puede ser peligroso para ellos...- Peter miró a su hermana —Puede exponernos.-
Talia permaneció serena
—Como dije, dejemos a los niños arreglar esto...-
☆゚.*・。゚☆゚.*・。゚☆゚.*・。゚☆゚.*・。゚
Derek caminó rápidamente hacia el bosque, lo más lejos que pudo, y luego se sentó en su roca favorita para mirar el desnivel del suelo.
Soltó un suspiro agotado mirando la palma de su mano pensativo.
—Ese suspiro suena muy energético para alguien que apenas desayunó.-
Derek ni siquiera tenía que voltear para saber que a poca distancia estaba Stiles. Podía sentir su aroma y presencia desde que lo siguió al bosque.
—¿Por qué me seguiste?.-
—Porque también quería estar solo.- Stiles se sentó a su lado
—Estar solo, significa que nadie te molesta.- Derek frunció el ceño
Stiles abrazó sus propias rodillas, juntandolas al pecho y lo miró con serenidad
—No voy a molestarte.-
Derek lo miró con contrariedad y luego volteó nuevamente para mirar al frente sin prestarle atención
Ambos se quedaron sumergidos en un silencio, que en un inicio parecía un poco tenso dada la incomodidad inicial de Derek, pero rápidamente se volvió cómodo.
El latido del corazón de Stiles era un poco acelerado, errático y fuerte, pero era un sonido honestamente tranquilizador para los oídos agudos del lobo.
El adolescente, cerró los ojos dejándose llenar del aire puro, los sonidos de la naturaleza y el corazón de Stiles.
Luego sintió el sonido de algo que raspaba contra la tierra, y abrió los ojos encontrandose al menor de pie, con un palito de madera dibujando cosas en la tierra
—¿Qué estás haciendo?.-
—Tengo TDAH, quedarme precisamente quieto no es lo mío, amigo.-
—No me llames amigo.-
—Esta bien, Miguel.- Stiles le sonrió
—¿Y por qué Miguel?.- Derek lo miró desconcertado
—Porque tienes cara de llamarte Miguel.- Stiles volteó para mirarlo con su sonrisa juguetona
—Eres el niño más raro y fastidioso que he conocido nunca. ¿Por qué demonios me seguiste hasta aquí?. Pensé que serías más listo y te alejarías después de lo que dije en el desayuno.- Derek se tensó un poco sin mirarlo, cómo si quisiera disimular la culpa que sentía por seguir a la defensiva
—¿Por qué me alejaría?.-
—Deja de hacerte el tonto, sabes perfectamente de lo que hablo.-
Stiles soltó una pequeña risa.
—Niño... Necesitas aprender a comunicarte mejor.-
—¡No me llames niño! ¡Ya te he dicho que eres menor que yo!.-
—¿Sabes que fué lo que interpreté de todo esto?.-
Derek se tensó mirándolo fijamente
—Que estabas de malhumor porque no habías desayunado y te pusiste a gruñir porque tu familia comenzó a picarte con una varilla, y tienes la madurez emocional de una garrafa de gas con fugas cerca de un fósforo encendido... Claramente recibí otro mensaje de tu parte desde anoche; me recogiste del bosque, me llevaste a dormir a tu casa, me prestaste tu ropa limpia, me dejaste curiosear por tus cosas con mínima protesta y hoy me preparaste un par de tostadas con mermelada...-
Stiles continuo dibujando y moviéndose un poco para estirar las piernas. Quedarse realmente quieto, nunca fue algo que estuviera en su sistema.
Derek se enderezó con una expresión sorprendida, al darse cuenta que el menor había registrado cada uno de esos detalles y la calma con la que hablaba.
—Sé que la adolescencia le mete dramatismo a tu percepción contextual del mundo, pero realmente estamos bien, amigo, así que deja de poner pucheros y volvamos a desayunar, que dejé mis tostadas cerca de tu tío el mano larga.-
Stiles le sonrió
—Eso suena mal, Peter es idiota pero no haría cosas así de turbias y raras.- Derek se puso de pie y puso los ojos en blanco
Stiles rió comenzando a caminar en dirección a la casa, si tan sólo supiera de lo que era capaz de hacer Peter Hale... —Lo sé. Volvamos, Sourwolf, tengo hambre.-
Derek se quedó de pie mirándolo fijamente unos segundos, con una expresión en blanco
—¿Cómo me llamaste?.- preguntó mirandolo con cautela
Stiles volteó a mirarlo con una ceja arqueada.
—Te llamé Sourwolf... Porque eres un lobo amargado.-
En un parpadeo Derek estuvo frente a frente con él mirándolo con peligrosidad
—¿Qué es lo que sabes?.- apretó los puños
Stiles se mantuvo tranquilo —Tu tío me llamó Caperucita, Cora me olfateó y dijo que no olía a imbécil, Laura me escuchó del otro lado de la casa, los ojos de tu mamá a veces tienen un destello rojo, y tus uñas crecen en forma de garras... Cómo ahora... bueno... uno más uno, normalmente dan dos lobos.- Se las señaló cómo si no fuera la gran cosa
Derek se miró con pánico, las escondió detras de su espalda, y retrocedió un paso
—Descuida. Tu secreto está a salvó conmigo...- Stiles le sonrió
El adolescente frunció el ceño
—Ni siquiera te conozco, no sería prudente de mi parte confiar en tí así sin más.-
—... Y finalmente usas la cabeza en esos bonitos hombros tuyos, estoy orgulloso.- Stiles amplió su sonrisa
Derek suspiró con frustración —Mejor vamos con mamá, ella decidirá que hacer contigo.-
Stiles asintió sin poner la más mínima resistencia ambos caminaron a la casa Hale.
Chapter 4
Notes:
Para mejor ambientacion de la historia, reproduzcan "I love You de Riopy"
Chapter Text
Derek y Stiles entraron nuevamente a la casa, dónde la familia ya había terminado de desayunar.
—Mamá.- Derek la llamó
La mujer volteó y sonrió —¿Quieren galletas de chispas de chocolate? No terminaron de desayunar después de todo.-
—Uh, si por favor.- Stiles tomó un par del plato que la mujer les señaló que había sobre el desayunador de paso.
—Mamá necesitamos hablar.- Derek la miró con intensidad
Talia se sorprendió un poco y luego asintió
—Esta bien. Acompañenme al estudio entonces.- Ella caminó primero, siendo seguida por los dos menores
Abrió la puerta de la habitación, donde había enormes estantes llenos de libros pegados en la pared, un piano y un hermoso y elegante juego de ajedrez con dos sillones.
También había, un sillón de dos cuerpos y algunos individuales enfrentados, con una mesa ratona en el centro.
—¿Puedes esperarnos aquí unos minutos, Stiles?.- Talia le sonrió al castaño
Este asintió con una pequeña sonrisa, mientras ambos se retiraban, para dejarlo solo en el lugar.
Stiles se sentó frente al piano, con un poco de nostalgia, tocando levemente su superficie con la yema de sus dedos
(🔊🎵🎹) (Riopy: i love you)
Tomó el impulso con su mano derecha suavemente, paseando por las teclas, presionando y repitiendo el movimiento, formando una melodía constante con sus largos y finos dedos, que incluso a tan joven edad, ya poseía, alcanzando sin problemas cada espacio entre tecla con la menor de las dificultades.
Hasta que finalmente, alzó su mano izquierda, acompañando el sonido de su otra mano y comenzó a tocar verdaderamente con ambas, golpeteando las teclas con suavidad y firmeza, desplazándose en el sonido uniforme y armonioso, que ahora se escuchaba con claridad en toda la habitación.
Tocando una melodía suave pero igual de constante y rítmica que su propia personalidad, Stiles cerró los ojos dejándose inundar por el sonido del piano afinado, y las notas musicales que su cerebro estaba reproduciendo de sus memorias, recomponiendo pieza a pieza, la canción que aprendió de su madre, en aquellas tardes dónde la mujer de ojos similares a los suyos, le sonreía con dulzura, aún no estaba enferma, le enseñaba cosas y lo amaba.
Había días, dónde a veces olvidaba como se veía su rostro completo, pero cuando tocaba el piano, su sonrisa estaba grabada con fuego en su mente, volviendo a su memoria aquellos recuerdos que conservaba en lo más profundo de su mente y que sólo salían a flote cuando las notas musicales eran liberadas.
Y pudo verse a sí mismo, de pequeño sumergido en la canción, mientras su madre se sentaba junto a él cuando era tan solo un niño y ella desplazaba sus manos por las mismas teclas que él, ahora estaba presionando.
Su cabeza se movió al mejor ritmo de la sinfonía compuesta en mente que se manifestaba en cada movimiento de muñeca, y todo comenzaba otra vez, cómo en una maravillosa espiral de música, envolviendolo cómo un perfecto caos sinfónico lleno de dulce nostalgia.
La sonrisa de su Derek adulto, ahora se reprodujo en su mente, mientras las teclas seguían sonando una tras otra, dando tintes de tristeza a las últimas notas que resonaban con más suavidad y calma. Cómo si esperara que ese momento aún perdurara en la sinfonía de su mente, volviendolo un bucle eterno de las sonrisas dulces, risas y de recuerdos maravillosos que hubiera deseado tener más tiempo para atesorar, aún siendo el fin del mundo y habiendo perdido tanto, él tenía a Derek, y podía permitirse ser feliz aún cuando todo se estaba yendo a la mierda.
Si. Derek lo hacía feliz, aún en el fin del mundo, sin hogar, sin familia, amigos o algún tipo de oportunidad de supervivencia... Se sentía el hombre más afortunado del mundo por tener al hombre lobo con él. Era su refugio, su familia y hogar.
Si Sand, no hubiese aparecido, él se hubiera entregado de lleno a la muerte. Porque él era lo único que Stiles sabía que lo mantendría de pie, firme en una supervivencia. Un motivo. Un ancla. Aún si era humano. Derek Hale, era su razón de que aún siguiera respirando.
(🔇🎵🎹)
Abrió nuevamente los ojos, contemplando las teclas que habían dejado de sonar, puesto que ya no las estaba presionando, sin embargo las acarició superficialmente una vez más, antes de cerrar la tapa de madera barnizada que las recubría.
—Recuerdo que, tu madre solía ser una talentosa maestra de piano... Y veo que heredaste sus dones...- le habló una voz femenina y calmada a sus espaldas
Stiles no necesitó voltear para saber la procedencia de esa voz.
—Lo era, pero cuando enfermó dejó de tocar, y por consiguiente, yo también... A ella no le gustaba que toque sus cosas...- respondió aún dándole la espalda
—Lo siento, querido...- Talia Hale se acercó un poco, colocando su mano sobre el hombro del humano —Por todo lo que pasaste.-
Este aún no la miraba, pero entendía la implicancia de esas palabras, Talia Hale era una mujer sumamente sagaz, Derek se lo había contado en sus interminables charlas en el fin del mundo, sin embargo no tenía noción de que su fama no fuera infundada.
Podía sentir la calidez de la mano ligeramente apretando con la intención de reconfortarlo, pero a su vez, era un recordatorio de lo firme que ella era, cómo un discurso debajo de esa calidez aparentemente maternalista, cuya reticencia de su lado alfa, comenzaba salir a flote.
Stiles volteó para mirarla, contemplando un poco alrededor, y notó que, Derek no se encontraba con ella, confirmando sus sospechas sobre lo segundo.
—¿Esta habitación está insonorizada?.- preguntó alzando la mirada hacia ella.
Talia le sonrió
—No, hasta hace unos instantes cuando levanté la barrera... así que todos pudieron deleitarse un poco con tu pequeño concierto...-
—Perfecto...- Stiles se puso de pie y caminó hacia el centro de la habitación bajo la atenta y curiosa mirada de la mujer —Solo quería apartarme del piano, sería una pena que este se vea ensuciado con mi sangre cuando me desgarre la garganta con sus dientes.- se palmeo las manos y cerró los ojos preparándose
—¿Qué estás haciendo, querido?.- Talia le preguntó con una sonrisa divertida, conteniendose de reir
—¿No va a matarme?.- el humano abrió un ojo con cautela
Ella continúo sonriendo y negó con la cabeza.
—¿Qué dices si tenemos una pequeña partida y charlamos antes de pensar en garras y dientes?.-
—Si claro, dejemos al niño marinarse en ansiedad...- el menor soltó por lo bajo sin poder detener su verborrea, aún rígido en sus músculos.
Ella rió entre dientes en respuesta
Luego el chico, vió como la alfa tomaba asiento en frente al juego de ajedrez, con una sonrisa cordial y señalaba con su mano el asiento del frente.
El castaño entendió la invitación sin necesidad de palabras, y tomó asiento en el lugar del frente, dónde las piezas negras del ajedrez se posaban en su lado de la mesa
Talia hizo el primer movimiento con las blancas, sacando un peón.
—Me gusta mucho el ajedrez, aunque nadie en esta casa resulta un reto para mí... ¿Suena presuntuoso de mi parte?.- ella sonrió
Stiles movió su caballo —Para nada.- respondió con simpleza —Todo el mundo confunde el juego del ajedrez con un sinónimo de una prueba de inteligencia. Cuando en verdad, se requiere un buen sentido de la estrategia y sagacidad... Por esa razón, no me sorprende que usted, sea excepcionalmente buena en ello.-
Ella sonrió con gentileza y solemnidad, aceptando el cumplido con un pequeño gesto de cabeza.
—Es curioso, no pareces el mismo pequeño que ví hace tan solo tres días.- ella movió otra pieza
—Las personas pueden cambiar mucho tras un suceso de gran impacto.- Stiles hizo lo mismo, sin dejar de mirar el tablero
—Eso es verdad... Pero normalmente no se vuelven tan perceptivos.-
—Tal vez ya lo era, simplemente dejé de finjir que no.-
Stiles sabía que Talia estaba monitoreando sus estados de ánimo con el olfato y ritmo cardíaco, así que procuró ser sumamente sincero mientras se concentraba en el juego, a la vez que se mantenía lo más neutral posible.
Aunque su ansiedad le estaba jugando una mala pasada y la falta de su medicación para el TDAH le estaba pasando factura. A esta edad, (sin importar cuánta magia tuviera encima para mantenerlo estable), necesitaba con urgencia, con recuerdos del futuro o sin ellos.
—Excelente argumento, aunque totalmente impropio de un niño que acaba de perder recientemente a su madre... deberías estar atravesando las etapas del luto más propia de tu edad.-
Ella sacó su alfil
—No existe un parámetro de luto exacto, para cada persona es diferente, incluyendo niños... Por más que todos sangramos de la misma manera. Nadie sufre dentro de lo "normal", no sentimos ni experimentamos las emociones de la misma forma que otro lo haría.-
Stiles movió su caballo, comiendo a la reina de la alfa, y esta sonrió por el movimiento inteligente de su contrincante.
—Eres un niño muy inteligente y astuto... de eso no tengo dudas, por eso no me sorprendió cuando Derek me dijo que sabías de nosotros...- ella movió su alfil, poniendo a su rey en jaque y luego sonrió.
Stiles finalmente alzó su mirada hacia la mujer, mientras movía a su reina, sacrificandola para salvar al rey, dejando a Talia sorprendida, pero de igual forma, movió y comió a su sacrificio ofrecido de tan buena voluntad
—No se ofenda, pero usted ya lo sabía. Incluso antes de que Derek se lo dijera.-
Talia sonrió —No sé quién te enseñó el saludo ceremonial entre los antiguos alfas de manada, pero lo supe de tu nueva esencia en cuanto te miré a los ojos, incluso antes de que me dieras el saludo encriptado.-
Stiles la miró un poco sorprendido
—¿Nueva esencia?.-
—Cuando te ví hace tres días en el funeral de tu madre... Eras un niño pequeño con el corazón roto. No necesito ser un ser sobrenatural, para darme cuenta que al mirarte a los ojos, hay más historia en estos tres días, que solo la pérdida de tu madre.-
Ella movió otra pieza, dejando derribando uno de los peones de Stiles, dejando a su alfil en una posición comprometida.
—¿Y por qué ofrecerme el beneficio de la duda?.-
—Hay mucha historia en tu mirada, pero también noté la forma en la que miras a mi hijo, se reconocer a unos truemates cuando los tengo en frente.-
—¿Instinto?.-
—Materno.- ella le guiñó el ojo
Stiles movió otra pieza —Eso es arriesgado.- mordiéndose un poco el labio inferior
—Hay cosas que no podemos simplemente controlar, Stiles... La confianza en las personas, es una constante ruleta rusa dónde podemos salir lastimados o no... Lo importante es cuidarnos las espaldas mutuamente si algo llegase a pasar...-
El humano frunció el ceño, y movió a su reina.
—Eso no es suficiente...- Murmuró por lo bajo.
Ella movió su peón, sacando a su reina del juego.
—¿Cuál es tu inquietud, querido?... Puedo sentir tu tensión así como también sé que no tienes malas intenciones con mi familia... Quizá pueda ayudarte...-
El humano se quedó brevemente en silencio y luego la miró a los ojos,
—Se lo agradezco...- Stiles movió su torre del otro lado del tablero, realizando un jaque mate al rey blanco de su contrincante. —Pero, si usted puede escuchar los sonidos de mi corazon al decirle esto... Prefiero reservarme mis motivos y pedirle contra todo pronóstico, que confíe en mi.- él la miró a los ojos con determinación
Ella miró el tablero con sorpresa y luego al chico, quien aún la observaba fijamente a los ojos.
—Efectivamente ya no eres Mischef... Y cuando nos pediste que te llamemos Stiles, es porque ya no eres tú mismo. ¿No es así?.-
Stiles simplemente asintió levemente, y ella alzó un poco el mentón sin dejar de ser analítica y solemne
—¿Tus... motivos... tiene algo que ver con mi hijo?.-
El humano volvió a asentir
—¿Le harás daño?.-
—Nunca.-
Ella sonrió complacida por lo determinado y seguro que se escuchaba.
Chapter Text
Varias semanas después, Stiles Stilinski se la pasaba más en la casa Hale que en la propia.
Era la época donde el sheriff, pasaba días enteros sin pisar la casa, y sin ver a su propio hijo. Sin embargo, el menor procuraba dejar en condiciones la casa, para cuando su padre volviera del trabajo.
Cuando era niño sentía que, debía hacer lo posible para estar en casa siempre esperando por su padre, con un plato de comida y una enorme sonrisa. Estirando el dinero, salteandose sus propias comidas, o evitando comprar su medicina para el TDAH. Todo con tal de tener un almuerzo decente en familia con él, ya que las ausencias de su padre limitaban su presupuesto.
Aunque, Noah, eran raras ocasiones en las que volvía a casa, y se quedaba a lo mucho unos cuantos minutos antes de largarse otra vez.
Hoy, con una mentalidad del futuro, Stiles le podía dar un nombre a la crianza de su padre. Negligencia.
¿Lo amaba?. Con todo su corazón, y aún lo hace. Stiles sabía que no era un mal hombre en lo absoluto. Sin embargo, su padre no había sido una figura paterna que realmente le haya brindado la estabilidad o el apoyo, que necesitaba para su niñez.
Hay límites para el dolor propio, cuando decides cegarte tanto, que te olvidas que hay otros parados en la misma casilla necesitando un poco más de empatía. Noah había perdido a su esposa, pero Stiles, a su madre.
Aún así, el castaño no podría guardarle rencor al sheriff, tenía un sitio especial en su corazón. Sin embargo había aprendido que hay cosas más importantes que, intentar que una persona decida abrir los ojos cuando decidió tozudamente mantenerlos cerrados por cuenta propia...
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Mientras tanto, en los terrenos de la casa Hale...
Derek soltó el enésimo suspiro agotado, mientras llevaba una mano a su frente y otra estaba colocada en su cadera a modo de jarra.
—Te caerás de allí.- gruñó de malhumor
Stiles se encontraba hasta arriba de un árbol, con unos binoculares, y una libreta.
—No hasta que termine de recolectar los datos que necesito, ya falta poco.-
—Stiles, no sé que se supone que estes haciendo, ni me interesa, pero bájate ya. Si te rompes el cráneo, mi mamá me partirá las piernas.-
—Casi lo tengo...- Stiles tomó la libreta intentando apuntar algo, pero cuando quiso sacar el bolígrafo, se resbaló y cayó de la rama.
Derek saltó y lo atrapó sin ningún tipo de dificultad, el niño ni siquiera había emitido sonido alguno
—¡Te advertí que te caerías!.- Derek tenía el ceño fruncido, mientras dejaba a Stiles con suavidad en el suelo
Este simplemente tomó la libreta y el boli garabateando unas cosas.
—Tranquilo Sourwolf, sabía que me atraparías.- le comentó como si nada mientras guardaba sus cosas en su mochila
—La próxima vez te dejaré caer.- el lobo espetó de malas
Stiles volteó para darle una sonrisa divertida
—No lo harás.-
—¡No soy tu niñero!.-
—Tienes razón, guardaespaldas suena mejor.- el humano caminó nuevamente por el sendero del bosque
—Eres insoportable en toda regla.- Derek lo siguió de mala gana
—Deja de coquetear conmigo, Sourwolf. Aún no tenemos edad para que puedas cortejarme formalmente.-
—Te tienes en alta estima ¿Huh?.-
—Bueno... Tecnicamente, a mi edad biológica de once años, se produce un cambio a nivel físico y hormonal denominado "etapa puberal". Normalmente se debe enfrentar la angustia de la perdida de visión del cuerpo infantil que transiciona, y está sintomatología es similar a la depresión; como el desgano, la fatiga y la somnolencia. Sin embargo al ser neurodivergente por mi TDAH, los pre-conceptos sobre la dismorfia corporal en la etapa puberal pueden variar, teniendo en cuenta el desarrollo del curso vital del pre-adolescente en cuestion.-
Derek hizo una mueca de confusión durante unos segundos intentando procesar esa información, y luego frunció el ceño
—¿De que diablos estás hablando?.-
—¿No tomas las clases de psicología?.-
El adolescente negó con la cabeza y se encogió de hombros.
—Eso es triste amigo, ¿Cómo te conocerás mejor a tí mismo y si no tomas psicología?.-
—No creo que enseñen sobre la psicología del hombre lobo...-
—Tienes razón, ya bastante difícil es intentar saber a dónde se van tus cejas cuando te transformas, cómo para sumar un estudio completo sobre la necesidad del hombre lobo promedio para comunicarse con gruñidos.-
—Mas bien tengo la necesidad de estrellar tu cara contra un árbol, Stilinski.-
—...Y volvemos al coqueteo violento... quizá de verdad deba escribir algo de la psicología del hombre lobo.-
Derek resopló mirando al cielo, para después gruñirle en advertencia, pero sin ser del todo amenazante.
Stiles alzó ambas manos con una sonrisa socarrona que decía "¿Ya ves?".
Luego dejó que el adolescente se adelante en la caminata, para después tomar carrera hacia la espalda del lobo, lanzandose para que el otro lo lleve a caballito.
—¡Oye!.- se quejó el mayor
Pero el humano, sólo lo rodeó con sus brazos al cuello pegando su mejilla a la suya mientras reía a carcajadas, bajando los decibeles de enojo del lobo adolescente al mínimo, que ahora solo tenía un ceño fruncido.
Stiles sonreía ampliamente, hace un par de semanas dejó de retenerse a sí mismo de tener contacto con el joven lobo, encontrando diferencias entre el Derek huraño que conoció en su adolescencia y este chico que, pese a las protestas y gruñidos, nunca se apartaba ni rechazaba el contacto.
Comprobando la teoría que desarrolló cuando eran pareja, Derek Hale, debajo de las cejas fruncidas y el aire de badass, es un enorme oso, que secretamente es increíblemente táctil con aquellos a los que aprecia de verdad. Gran parte, se lo atribuía a su lobo.
—Más adelante hay un pequeño estanque, ¿Qué dices si traemos unas cuantas cosas y vamos de pesca?.- Stiles le habló mientras el otro aún lo llevaba cargando
—¿Crees que no tengo nada mejor que hacer que estar detras de tí todo el día?.- espetó con una pequeña sonrisa tirando de sus comisuras
—¿Y qué es lo que apremia en su agenda oh gran lobo ocupado?.- preguntó con sarcasmo dejando extendidos y colgados sus brazos sobre los hombros del adolescente
—Tarea de verano.-
—Te ayudo.-
—Tienes once.-
—Y voy más adelantado que tú.-
Derek abrió la boca para replicar, pero ciertamente el niño era irritantemente listo, asi que no pudo discutir.
—¿Sabes algebra?.-
—¿Qué tema están viendo?.-
—Funciones.-
—Fácil.-
—¿Qué tal biología?.-
—Sep.-
—Entonces las harás por mí.-
—Ni lo sueñes lobito, no te haré la tarea, te ayudaré con ella.- Derek iba a replicar pero Stiles continuo —¡Oye!, valoro nuestros cuellos intactos, y dudo que a tu mamá le haga gracia ese tipo de cosas.-
El lobo hizo una mueca pero terminó accediendo, el humano tenía razón.
Stiles bajó la mirada y pegó su mentón al hombro del lobo un poco pensativo. Derek se dió cuenta del cambio en el humano, pero prefirió no decir nada al respecto.
—Oye... ¿Te gusta alguien?.- el castaño soltó sin más.
El adolescente tragó un poco de saliva sintiéndose ligeramente nervioso aunque sin saber el porqué. Mejor dicho, no quería sondear demasiado esa vía, por su propia salubridad mental.
—No.-
—¿Pero hay alguien que te interese?.-
—Tengo miedo de preguntar a dónde va esta conversación, Stiles... No me obligues a abandonarte en medio del bosque.-
El humano sonrió de medio lado y lo abrazó un poco más
—Descuida, no estoy pensando en declararme, grandote, así que sacude esas pulgas de tu cabeza...- Stiles sonrió un poco
El adolescente escuchó el latido del chico de lunares y secretamente se sintió aliviado. Luego se puso un poco nostálgico.
—Solía gustarme alguien... Pero no terminó bien.- la voz del lobo era monótona y cortante.
El humano sabía exactamente de lo que hablaba, pero quería darle el espacio pertinente al muchacho para hablar o no al respecto. Durante unos segundos casi interminables (dónde Stiles pensó que ya había dado por zanjado el tema), estuvieron en silencio mientras el lobo adolescente seguía caminando, con el castaño aún en su espalda.
—Ella murió... Por mi culpa...- finalmente concluyó, con el mismo tono duro de voz.
El castaño cerró los ojos, teniendo su confirmación de los sucesos, y pegó su sien al lateral de la cara de Derek, en un gesto cariñoso, mientras lo envolvía en un fuerte abrazo por su cuello.
—¿No... Me dirás nada?... ¿No preguntarás que pasó...?.- el lobo estaba serio, mientras se dejaba hacer por el menor, sin dejar de caminar por el bosque.
—... No necesito decirte o preguntarte nada sobre lo que no quieras hablar, o recordar. Tampoco soy nadie para darte sermones o juzgarte, Derek. Puedes contarme lo que quieras, y estaré más que feliz de escucharte, e incluso ayudarte si alguna vez me necesitas, pero no pienso presionarte a que te abras conmigo... La confianza debe ganarse, no regalarse.-
La tensión de los hombros de Derek parecía haber desaparecido un poco, mientras una pequeña sonrisa resignada y aliviada aparecía en las comisuras de los labios del adolescente.
—De verdad eres raro y das miedo.-
—¿Y eso por qué?.-
—Porque a veces hablas como si fueras un adulto viejo...-
Stiles lo miró ofendido, separandose de su cuello, para poner ambas manos en los hombros del lobo
—Chucho malagradecido... A ver quién te ayudará con tu tarea ahora.-
—Eres enano, parlanchín y te quejas mucho... sip... definitivamente, te llamaré abuelo Stiles.-
—Cállate.-
Derek rió a carcajadas contagiando al castaño en el proceso, aligerando completamente el ambiente.
—Oye...- Derek le habló con un poco más de seriedad, pero aún sonriente
—¿Mmm?...-
—¿Desde cuándo tocas el piano?.-
Stiles arqueó las cejas con sorpresa debido a la pregunta
—Te escuché tocar hace un tiempo en el estudio, en realidad todos en la casa lo hicimos...- el adolescente añadió torpemente
El humano sonrió —Mi madre me enseñó un poco...-
Derek tarareó una respuesta afirmativa y luego dijo —Creo que eres muy bueno, tu madre te enseñó muy bien... ¿Pensaste en ir a una escuela de música o algo así en el futuro?.- preguntó con curiosidad mirando al frente
Stiles apretó un poco sus dedos alrededor de la tela de su propio abrigo, mientras su expresión se volvía un poco lejana —No creo ser tan bueno...-
Derek volteó su rostro, un poco sorprendido de que el chico presumido y siempre jovial diera una respuesta tan pesimista.
—No quiero inflar tu ego... Pero, lo eres... Y creo que te iría muy bien si decides estudiar eso...- le dió una pequeña sonrisa ladina amistosa
—¿Cómo lo sabes?.- la pregunta se escuchó pequeña y tímida
—Porque entre todas las cosas que te he visto hacer y resolver... sólo la música despertó un sentimiento en tí... Y esa una razón suficiente para mí...-
Stiles cerró los ojos, recordando brevemente al Derek adulto, mirándolo como si le colgara la luna, con una sonrisa tan dulce y suave que incluso en sus recuerdos, podía sentir su calidez.
Instintivamente pegó más su cuerpo al del lobo que aún lo cargaba y descansó su frente en la nuca del muchacho. Nadie volvió a hablar, instalándose un cómodo silencio entre ambos. El lobo adolescente continúo cargandolo en su espalda durante el resto del trayecto hacia la mansión Hale.
Chapter Text
Las clases estaban por comenzar, y eso significaba que las vacaciones de verano, estaban por terminar.
Stiles había convivido tanto con los Hale, que prácticamente tenía su lugar allí, con una buena cantidad de ropa y sus cosas.
Scott se lo había estado reprochando un poco al castaño, y francamente se sentía un poco mal, pero en este momento, tenía cuestiones más importantes que atender.
Había estado subiendo a los árboles más altos de distintos puntos de la casa Hale durante todo este tiempo, para tener una visión panorámica de cada rincón de la propiedad por fuera, además de la que ya tenía por dentro.
Sus anotaciones las hacia en códigos, para evitar que quien observara sus notas se diera cuenta de lo que estaba haciendo en verdad.
Derek sin saberlo, lo había llevado a cada franco desprotegido del lugar, cosa que Stiles tomaría muchísimo en cuenta para poner las debidas precauciones y evitar que la arpía de Kate Argent, en conjunto con sus mercenarios "cazadores", pudieran poner un pié sin que él lo supiera.
Pero su verdadero objetivo era encontrar la libélula esmeralda, que se supone se encontraba relacionada con los Hale y que, posteriormente Kate, encontraría.
Lamentablemente, aún con el sutil interrogatorio de Stiles hacia Derek, el adolescente no tenía ni idea de lo que el castaño hablaba
No le sorprendía para ser sincero, ni siquiera el Derek adulto tenía idea de dónde fué que Kate robó algo que él mismo desconocía que tenía...
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Actualmente. El humano se encontraba en el estudio que conoció en la primera mañana que pasó en la residencia Hale, al cual, la alfa le había ofrecido utilizar cuando le viniera bien. Se encontraba bebiendo café con leche y azúcar, mientras tenía una pila de papeles con dibujos en forma de equis y líneas punteadas.
Tenía dos grandes ojeras bajo sus ojos, las clases comenzaban en un par de días, pero él no había dormido, para terminar de trazar su plan, exprimiendo hasta la última neurona, recordando los hechizos de los libros de Deaton, estrategias del FBI, y de las que aprendió del propio Derek en el mundo apocalíptico, que le fueran de utilidad.
—Stiles...-
El humano dió un pequeño respinguido en su lugar, estaba tan absorto en lo que hacía, que no se dió cuenta que Talia estaba delante suyo con una enorme sonrisa cálida y una taza de café en las manos
Eran las dos de la mañana.
—Lo siento... ¿La desperté?.-
Ella negó con la cabeza
—¿Qué estás haciendo, cariño?.-
—Tarea.-
—Stiles... hiciste tu tarea nada más llegar aquí, e incluso ayudaste a Derek, Laura y Cora con las suyas... E incluso ayudaste a Peter con un trabajo práctico universitario de economía política...-
El humano tragó saliva estaba un poco agotado para encontrar una buena excusa.
—Lo siento...-
—¿Por qué te disculpas, cielo?.-
—Por... No tengo idea.-
Ella sonrió y luego miró los papeles
—¿Puedo ayudarte con algo?.-
Stiles estaba muy tentado en hablarle, la verdad es que una alfa como Talia podría darle la ubicación de la primera libélula esmeralda sin problemas, pero involucrar a la alfa implicaba romper unas cuantas reglas que Sand y eso no sería buena idea.
—Talia...-
—¿Dime, cielo?.-
—¿Hay alguna forma de saltarme un par de grados en la escuela?.-
Ella lo miró sorprendida
—¿Exactamente cuántos?.-
—Lo suficiente para estar en secundaria.- la mirada del humano era insistente
Ella sonrió
—Soy buena amiga del director, quizá pueda hablar con él para que te hagan unos exámenes... ¿Puedo saber por qué quieres ingresar a secundaria, cachorro?.- preguntó con una sonrisa y la curiosidad bailando en sus ojos verde salvia, similares a los de Derek.
Conocía bien esa mirada, indicaba que tenía que empezar a ceder un par de respuestas, caso contrario habría una intervención... Stiles soltó un pequeño suspiro.
—No quiero separarme de Derek.- técnicamente no era una mentira
—¿Y eso por qué?.- ella sonrió apoyándose levemente en el respaldo del sillon con los brazos cruzados
—Porque no quiero que nada malo le pase...-
Ella escuchó atentamente los latidos del corazón del chico y su sonrisa mermo, cuando él bajó su mirada nuevamente a los papeles sobre el escritorio
—Stiles... Sabes que soy la alfa, y que mi trabajo es protegerlos, ¿Verdad?...- le preguntó con un tono cariñoso en su voz
El castaño solo se quedó mirando fijamente unos segundos en completo silencio, y ella sonrió con un poquito de resignación.
—De verdad amas a mi hijo...- añadió
Stiles asintió levemente.
La alfa volvió a sonreír, esta vez maternal y comprensiva. El humano sospechaba que Talia ya imaginaba por dónde iba tanto misterio, después de todo, era una alfa sumamente sagaz e inteligente, por esa razón mantenía al chico cerca, y sus preguntas aparentemente ambiguas, eran bastante próximas a lo que necesitaba saber o no del castaño.
Talia Hale, no tenía puntos ciegos, salvo por su propia familia.
—Ve a dormir cariño, sino no hablaré con el director mañana.-
Stiles asintió apesadumbrado, recogiendo sus papeles y llevándoselos con él, para regresar a la habitación de Derek.
Este estaba de espaldas a su cama, por ende no podía verlo, sin embargo dejó sus cosas con suavidad para no molestarlo, y se metió dentro de su propia cama.
Derek tenía los ojos abiertos y se volteó para ver al humano, que al parecer, había caído rendido en un sueño necesario y profundo en cuanto cerró los ojos y apoyó la cabeza en la almohada.
Se levantó de la cama y cubrió mejor al menor con el edredón, mientras este se removía un poco.
No pudo evitar sonreír un poco de lado, ya se había acostumbrado a lo ruidoso que era el castaño al dormir.
Derek tomó uno de los papeles que el castaño guardó, frunció levemente el ceño al ver solo equis y puntos, así que los dejó en su lugar y volvió a la cama.
Al día siguiente, y como Talia lo había prometido, Stiles tuvo su entrevista con el director.
Aunque a su padre Noah no le hacía mucha gracia el tener que faltar a su trabajo para acudir a la reunión como su tutor en la escuela, no puso resistencia alguna a la decisión de su hijo por saltarse un par de años.
Stiles tomó el examen y oficialmente podía considerarse como alumno de primer año en la secundaria de Beacon Hills.
Scott por poco pone el grito en el cielo, su mejor amigo ahora lo abandonaba en el último año de la primaria, pero Stiles tragó de calmar las aguas diciéndole que seguirían siendo amigos y que cuando Scotty entre en secundaria él le dará todos los consejos para ser populares juntos.
Claramente el enojo y reticencia del latino perduró, ya que aún se sentía bastante traicionado por ser dejado de lado desde las vacaciones de verano pero, nuevamente, Stiles tenía prioridades.
En la casa Hale, celebraron el ingreso de Stiles en la escuela secundaria, con un almuerzo en familia, Laura lo saludó con cariño, postulándose a sí misma como guardaespaldas personal, cómo la mayor de los hermanos.
Derek ahora solo estaría un año por delante de Stiles en la escuela, lo que le permitiría al menor el poder mantener un ojo atento en él y evitar que cruce miradas con la arpía de Kate Argent.
El adolescente y el castaño se encontraban en la habitación del lobo, pasando el rato, cómo últimamente venían haciendo durante todas las vacaciones (y momentos en los que Stiles no estaba buscando la libélula e ideando planes).
—¿Por qué lo hiciste?.- Derek le preguntó sin mirarlo, mientras giraba el balón de basquetbol en sus dedos
—¿Qué quieres decir?.- Stiles lo miró, levantando la cabeza de su libro
—Secundaria.-
El humano sonrió —No te vas a deshacer de mi tan fácil.-
—No me refiero a eso... tú no tienes idea de como es... La secundaria, te comerán vivo.-
—Oh, gracias por los ánimos...- Stiles rió un poco, si tan solo supiera que ya había atravesado esta etapa... —Pero creo que podré con esto.-
—No lo entiendes, Stiles... Tienes once años. La gente puede ser muy cruel con lo que resalta, y tú eres como carne cruda ofrecida en una jaula de leones.-
Las cejas del castaño se arquearon hacia arriba
—Literalmente vivo entre lobos, para darle una nueva semántica a tu analogía... ¿Cuál es tu preocupación, Sourwolf?.-
Derek resolpló dejando el balón de lado
—¿Más allá de que serás un pez en un estanque de tiburones?.-
—Lau dijo que me cuidaría.- Stiles se encogió de hombros
—Laura se graduará el año entrante.-
—Esta bien, entonces iré contigo... somos amigos.- Stiles canturreó
Derek gruñó frustrado desordenandose el cabello
—¡¿Por qué no entiendes que no quiero estar como tú maldito guardaespaldas todo el día?!. ¡Desde que comenzaron las vacaciones estuviste pegado a la planta de mis pies como una goma de mascar!.- Derek se puso de pie con los ojos azules brillando alto y respirando agitadamente —Creo que te he tenido la suficiente amabilidad, lástima y paciencia para obtener un pase libre de tu insoportable presencia al menos en la escuela... ¡Ya deberías dejarme en paz y volver a tu maldita casa de una vez!.-
El humano lo miró con los labios ligeramente entreabriertos, y luego agachó la mirada, recogiendo sus cosas que estaban a mano y guardandolas en su mochila
Derek parpadeó dándose cuenta de lo que había dicho, retomando su color de ojos normal
—Stiles... Yo--...-
Este le dió una sonrisa un poco dolida, mirándolo sobre su hombro
—Descuida, dentro de poco será luna llena, entiendo que estés un poco más volátil...-
El adolescente se quedó en silencio con una expresión culpable, cuando el menor se retiró de la habitación sin darle una segunda mirada
Derek avanzo con la intención de seguirlo, pero Laura y Cora se apoyaron en el marco de la puerta de su habitación con expresiones desaprobatorias muy similares, incrementando el sentimiento de culpa en el lobo adolescente.
Talia y Eric, vieron al castaño bajar las escaleras y este les dió una mirada, seguido de una sonrisa un poco forzada antes de salir de la casa.
Peter estaba en el sillon, volteando de inmediato a ver al matrimonio Hale
—¿Dejarán que se vaya así?.- Peter parecía descolocado ante la indiferencia de la pareja, cuando claramente todos en la casa habían escuchado las duras palabras de Derek
—Mis hijos son lo suficientemente mayores para arreglar sus propias disputas, Peter.- Talia respondió con tranquilidad a sabiendas que sus hijos la habían escuchado perfectamente
Peter se mordió un poco el labio inferior volteando nuevamente hacia la televisión, sin ver realmente el programa, ahora que se había perdido un poco en sus propios pensamientos.
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Stiles caminó de regreso a su casa, era extraño volver para quedarse, después de semanas de solo hacer las tareas básicas en la casa.
Nada más abrir la puerta, encontró a su padre durmiendo en el sofá, aún con su ropa de trabajo y una botella de licor en la mano
En silencio dejó su mochila y fue hasta el armario del medio, para sacar una frazada, luego caminó hacia el sillón, para quitarle la botella al hombre, y colocarle encima la manta.
Noah parecía demacrado con unas pronunciadas ojeras bajo sus ojos y un poco bajo de peso. Suspiró un poco cuando lo acarició en la frente, amansando un poco su cabello
El sheriff abrió un poco su ojo
—¿Mischief?.-
—Soy Stiles ahora, papá...- el chico le sonrió sin dejar de acariciar levemente su cabello
El hombre tarareó algo que parecía una afirmativa mientras volvía a quedarse dormido.
El castaño volvió a suspirar bajito, y se puso de pie, mirando su reloj de pared, decidiendo por empezar con los quehaceres básicos, y ahora que tenía a mano la cartera de su padre sería más fácil para ir a comprar los insumos para la cena.
En un par de horas, Stiles ya tenía la alacena surtida, la ropa de cama lista e impecable y la cena cocinandose a fuego lento.
Tenía un poco de tiempo libre así que... Caminó hacia el único mueble recubierto con una sábana de la sala y jaló de ella, descubriendo así, el piano vertical alemán Bluthner.
Sonrió nostálgicamente, acariciando superficialmente las teclas del piano.
Tomó asiento, cerrando los ojos con la sonrisa aún dibujada en sus labios, y comenzó a tocar.
Chapter Text
(🔊🎹🎵) Deux Arabesques: N° 1 de Claude Debussy
Poco a poco, el sheriff Stilinski comenzó a ser inundado en sensaciones.
El olfato, estaba siendo tentado por un delicioso aroma de comida casera, que podía saborear aún sin masticar más que el aire en ese momento.
Sintió la calidez de la manta que lo estaba arropando, sobre su cuerpo.
Y por último, y no menos importante, el agradable sonido nostálgico del piano Bluthner, siendo perfectamente tocado, en una melodía constante y armónica, proveniente del otro lado de la sala
Se levantó lo suficiente para contemplar un poco adormecido aún, pero lo suficientemente sorprendido, la joven espalda de su hijo, en postura recta mientras deslizaba sus dedos por las teclas, interpretando majestuosamente la pieza de Claude Debussy, Deux Arabesques: N° 1...
Sus labios se entreabrieron por la sorpresa, no escuchaba a su hijo tocar desde que su madre enfermó.
Veía esa joven espalda, mecerse, completamente absorto en cada nota de una partitura imaginaria, bien reconocida por la mente habilidosa de su hijo.
El sheriff, siendo guiado por sus pies en estado automático, lentamente se levantó y caminó hacia el chico que aún seguía tocando el piano, mientras su cabeza se inclinaba al ritmo de sus movimientos de muñeca, y la música que parecía atravesarlo cómo un rayo de emociones y sensaciones que creía olvidadas en un cajón cerrado en lo profundo de su mente.
Claudia le había dicho, antes de enfermarse que Mieczyslaw era, lo que podría considerarse como todo un prodigio en la musica...
Cuando los dedos largos y delgados de su hijo se posaban sobre el piano, todo su ser parecía transformarse en una versión más profunda de sí mismo. La elegante interpretación, contrastaba con la personalidad usual del joven hiperactivo, pero ella sabía que era parte de un todo en el pequeño Mischief. Incluso en esta faceta más apasionada.
Recordó cuando su esposa y él, hablaron de la posibilidad que, en el futuro, su hijo fuera a la mejor escuela de música del país.
Esas charlas volvieron a su mente, en cuanto vió la sonrisa del chico y sus ojos completamente cerrados, mientras parecía dejarse llevar por completo por la música tan ensamblada con el alma de su muchacho.
Noah bajó la mirada al suelo, y luego cerró los párpados, envolviéndose a sí mismo en las agradables notas musicales que ahora llenaban el espacio vacío y triste de la casa.
Una pequeña sonrisa apareció en los labios del sheriff, mientras sus ojos se tornaban humedos, una vez que abrió nuevamente los párpados, tras los últimos golpeteos suave de teclas en el piano.
(🔇🎹🎵)
Por inercia colocó una mano en el hombro del castaño y este volteó rápidamente para mirarlo con sorpresa, cómo si finalmente hubiera vuelto en sí.
—Cielos... Me asustaste... Perdón, ¿Te desperté?.- Stiles le preguntó
Noah negó levemente con la cabeza
—Eso sonaba bien, hacía mucho tiempo que no te oía tocar, hijo.-
El menor le sonrió dando unas palmaditas afectuosamente en la mano de su padre que aún descansaba en su hombro —La cena ya debe estar lista, solo hacía tiempo para que se termine de cocinar.-
Se puso de pie y el sheriff lo siguió un poco curioso
¿Desde cuándo su hijo era así de maduro y tranquilo?...
Cuando lo vió tropezar con sus propios pies, y casi tirar el jugo, reconsideró internamente lo anterior pensado.
Stiles solo sonrió un poco avergonzado, sirviendo la pasta con salsa bolognesa para ambos, para después sentarse juntos a comer
El sheriff tenía sentimientos un poco contrariados con respecto a esto, era la primera vez desde todo lo que pasó que se sentaba con Mischie-- Stiles, en una mesa a cenar.
Hablaron un poco, e incluso el sheriff pidió una ración más, antes de levantarse para volver al trabajo.
Stiles no dijo nada al respecto, solamente despidió a su padre con una sonrisa comprensiva y algo triste.
Nuevamente estaba solo, pero no era precisamente noticia. Así que se dispuso a lavar los platos y terminar de acomodar la cocina antes de volver a su habitación. Sin saber que alguien habia permanecido afuera de la casa, manteniendose atento a cada movimiento y ruido del mismo, hasta el anochecer, cuando finalmente decidió retirarse en silencio, a sabiendas que hoy no sería el mejor día para disculparse...
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Stiles finalmente estaba listo para empezar un nuevo día, dónde debía pisar, por segunda vez, su primer día en la escuela secundaria. Okay, nada nuevo...
Aunque esta vez, ser dos años menor que sus compañeros iba a ser una experiencia ciertamente nueva.
Se preparó lo mejor que pudo, teniendo en cuenta sus circunstancias. Encontró una nota de su padre deseándole un buen primer día y veinte dólares para comida.
Lamentaba en el alma aún no tener edad suficiente para conducir su preciosa Roscoe... Pero así era la vida.
Cerró los ojos con cierto aplomo, guardando el dinero y las llaves de su casa en la mochila, con toda la intención de tomar el autobús.
Pero nada más salir, el cámaro negro llegó tocando la bocina.
—¡Stiles!.- Cora lo saludó con una enorme sonrisa, con la ventanilla bajada —¿Necesitas un aventón?.- preguntó divertida
El castaño le correspondió la sonrisa y se acercó
—¡Si, Gracias!.- él se deslizó por el asiento del pasajero, quedado sentado junto a Derek
Laura conducía, Cora iba de copiloto.
—Hola, Lau. Gracias por tomarte la molestia de buscarme.-
—No es molestia cielo, a partir de hoy irás con nosotros.-
—Oh no hace falta, puedo tomar el autobús, no quiero molestar.-
—Tonterías, no molestas.- Cora movió su mano restándole importancia
Derek permaneció en completo silencio mientras miraba por la ventana.
Stiles simplemente apretó los labios desviando su mirada hacia la ventana contraria. Tampoco tenía idea de como iniciar un diálogo con el testarudo adolescente.
Cora se despidió de sus hermanos y Stiles antes de bajarse en la escuela primaria.
Los tres llegaron un poco más lejos hasta la secundaria, Laura bajo primero, quedando ellos solos, brevemente en el auto.
—Si quieres puedo esperar unos minutos antes de entrar a la escuela.- Soltó Stiles sin mirarlo
Derek lo miró sorprendido —¿Por qué harías eso?.-
—Para que no te vean conmigo.- respondió con simpleza
La culpa golpeó al lobo como una pila de ladrillos en su estómago
—Stiles...-
El menor salió del auto, sin darle la oportunidad al adolescente de hablar.
Okay, estaba siendo un poco cabezota al respecto, pero... Pubertad, ¿Recuerdan?...
En cuanto Stiles salió del auto, Laura lo rodeó por los hombros y le dió una enorme sonrisa
—Aqui eres mi hermanito, uno más de mi manada, así que quiero saberlo todo, si te sientes bien, feliz, mal, enfermo, triste, o si simplemente te miran mal... Puedes llamarme y estaré para tí en lo que necesites ¿oíste?.-
Stiles le dió una sonrisa resplandeciente y conmovida
—Gracias Lau.-
—De nada, ¡Hey! Si te sientes nervioso, puedes sentarte en el almuerzo conmigo.-
El humano asintió
Derek les pisaba a ambos los talones, cuando entraron en la escuela, y algunas miradas se posaron automáticamente en Stiles.
Este se mantuvo indiferente a las miradas curiosas de algunos mayores, mientras Laura le iba hablando sobre una nueva canción que escuchó por la televisión. Derek permanecía sospechosamente callado, pero no hacía nada por apartarse.
La campana sonó, y tras una dulce sonrisa de la Hale mayor, se despidió dejándolo en su primera clase.
Antes de entrar del todo, vió la expresión de Derek, cómo cachorro pateado antes de seguir de largo a su clase
—Okay... Supongo que toca arreglar las cosas con este chucho orgulloso...- Murmuró por lo bajo a sabiendas que quizá lo pueda estar escuchando
Luego se sentó en un sitio, bajo la atenta mirada de sus compañeros e incluso la de su profesor de biología.
Internamente deseó que pronto se termine esta segunda vuelta de la etapa más extraña de su vida anterior y nueva...
La clase fue prácticamente eterna... Pero no podía quejarse del todo, encontraba medianamente curioso el tener que volver a ver conceptos que vió en secundaria, tal vez un poco más desactualizados que en su propia época...
Sobre todo, teniendo en cuenta que su mente era la de un hombre adulto, agente del FBI con un doctorado en psicología forense y especializado en comportamiento criminal.
Salió del salón y se dirigió a su nuevo casillero, por el momento no había tenido inconvenientes y eso era todo un logro
—Pero miren que tenemos aquí...- canturreó una voz burlona masculina justo en su espalda
«Y... Ya había hablado demasiado pronto. Mierda...»
Stiles volteó y se encontró con un tipo, tal vez de la edad de Derek o un poco más, le recordaba un poco al imbécil de Jackson en sus peores épocas de típico matón, con una chaqueta con los colores de la escuela, y dos imbéciles secuases aplaudiendo cada idiotez del gorila mayor.
—¿Puedo ayudarlos en algo?.- Stiles se mantuvo neutral con una pequeña sonrisa política
—¿Te equivocaste de escuela, bebito?. Esto es la secundaria niño, no una guardería.- se burló el tipo
—Me adelantaron un par de años.- se encogió de hombros
El sujeto hizo una mueca de molestia y empujó la cabeza de Stiles con una mano golpeandolo contra el casillero.
—Asi que eres una rata lista...- se burló —Ya tenemos quien nos hara los reportes.- se dirigió a sus dos amigos que se estaban riendo
Los demás en el pasillo solo contemplaban sin intervenir lo que ocurría
—Déjalo en paz, Flint.- una voz se abrió paso entre los demás
Stiles contempló de reojo que era Derek
—¿O qué... Hale?.- El tipo le sonrió burlón mientras apretaba el agarre de su mano sobre la cabeza del castaño
—Yo voy a--...- Derek apretó los puños, y dió un paso con toda la intención de ponerlo en su lugar
Sin embargo el matón chilló de dolor antes de que el lobo pudiera ponerle un solo dedo encima.
Se sorprendió cuando vió a Stiles aplicándole una llave en los dedos de su abusador, contorcionandolos hacia atrás, con una expresión un poco cabreada.
Larga vida a los entrenamientos del FBI, y posteriormente el fin del mundo, dónde las personas no eran precisamente amables...
—¡Suéltame, pequeña rata!.- gruñó el sujeto, que finalmente quedó de rodillas por el dolor que le impartía el menor en su mano —Hagan algo, imbéciles.- les gruñó a sus dos amigos allí parados, igual de estupefactos que el resto de espectadores
Derek dió un paso más, pero luego se detuvo, cuando vió como Stiles los esquivaba hábilmente, prácticamente sin esfuerzo, en perfectos movimientos sincronizados de aikido, suaves en su aplicación, pero lo suficientemente firmes para dejarlos fuera de combate.
Desvió cada uno de sus golpes, utilizando la fuerza de sus agresores en su favor, haciéndolos rodar graciosamente cómo si fueran ruedas de recambio, con el mínimo de esfuerzo, dejando a todos con expresiones de pura sorpresa y asombro por la habilidad del niño, de apariencia inofensiva.
Una vez los tres gorilas estuvieron en el suelo. Stiles guardó sus libros en el casillero y tomó su mochila, para tomar la muñeca del lobo, e irse rápidamente de allí.
Poco después, un profesor llegó preguntando por lo que estaba ocurriendo, y rápidamente todos se dispersaron, pero el resto, ni siquiera alcanzaron a ver o escuchar, porque ellos ya habían salido al patio interno de la escuela, junto a las gradas.
—¿Qué fue eso?.-
—¿Qué fue qué?.- Stiles fingió no saber
Derek puso su expresión de perra exasperada marca Hale, diciéndole con los ojos que no lo dejaría pasar.
Stiles suspiró —Sé un poco de defensa personal, no es la gran cosa.-
—¿Un poco? Acabas de vencer a tres miembros del equipo de lucha de la escuela.-
El humano ahora sí puso cara de haber metido la pata hasta el fondo.
—¿Serán rencorosos?... Ugh... espero que no.- Stiles jugueteó con sus propias manos mientras cerraba un ojo, esperando que la respuesta sea favorable para su situación
Derek le dió una pequeña sonrisa divertida de lado, mientras se cruzaba de brazos
—¿Dónde aprendiste a hacer eso?, ¿Con tu papá?.-
Stiles pareció pensarlo durante unos instantes —Pensé que no querías que te moleste con mi presencia en la escuela, sin embargo ahí estabas, a punto de meterte en una pelea por mi.- cambió de tema.
Derek se sonrojó un poco y desvió la mirada
—Te dije que serías carne de cañón... y... me sentí, responsable...-
—No deberías.-
—Bueno, pero lo hago.-
—Pensé que no éramos amigos.- una pequeña y traicionera sonrisa bailaba tentativamente en los labios del menor
Derek gruñó pero luego resolpló con resignación. —Lo somos... Yo... lamento lo de antes.-
Stiles le dió una enorme sonrisa radiante y el lobo agradecía internamente que el humano no fuera capaz de escuchar el extraño latido errático que acababa de dar un vuelco raro en su pecho.
—Estoy orgulloso de tí, Sourwolf.-
—Cállate.- le replicó de malas, pero sin ser realmente duro.
Ambos volvieron a la escuela, con toda la intención de ir a almorzar, juntos a la cafetería.
Notes:
N/A: ¿Cómo creen que reaccione este Stiles al ver a Kate?... :D
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Un par de días bastaron para que la reputación del joven Stiles fuera positiva, sobre todo cuando el mismo mastodonte que intentó intimidarlo el primer dia, ahora prácticamente le rogaba que entre al club de lucha.
Era curioso como se daban algunas cosas, y su perfecto efecto boomerang.
Ahora que tenía la mente de un adulto en el cuerpo de un crío, no podía importarle menos si era popular o no. Todo le valía cuatro hectáreas de mierda, siempre y cuando, sus seres queridos estuvieran en una pieza, y pudiera encontrar la primera libélula esmeralda para evitar que caiga en las manos equivocadas.
Durante estos mismos días, Derek se la pasaba con Stiles en los recesos y durante el almuerzo, lo cual, al menor le parecía, cuánto mucho, bastante curioso.
Varias veces, Laura se unía, e incluso había visitas esporádicas de Peter, pero normalmente eran ellos dos, por opción propia más que todo.
Así que no pudo evitar mirarlo un poco de reojo, mientras jugueteaba con su comida en el almuerzo, nuevamente el metabolismo del hombre lobo promedio, llevaba a su compañero de mesa a tener el triple de raciones en su bandeja, haciéndolo sonreír un poco y a la vez sentir algo de envidia al respecto.
—Der.-
—¿Mmm?.-
—¿No preferirías estar con tus amigos en la mesa de allá?.- Stiles apuntó con la barbilla al otro extremo del patio, dónde los amigos deportistas de Derek se la pasaban tonteando
—Estoy con mi amigo.- respondió sin mirarlo mientras le daba un mordisco a su sándwich
Okay, Stiles sabía que no debía sonreír como un feliz niñato bobo, pero podía permitirse ciertos lujos de vez en cuando...
—Pensé que no querías ser guardaespaldas, ni juntarte con un niñato...- lo picó un poco con una sonrisa divertida
—El niñato, al parecer sabía defenderse muy bien sólo, y su compañía es menos tediosa que la de ellos.-
Stiles solo sonrió y le dió una mordida a su manzana
—¿Dónde aprendiste defensa personal?.- Derek finalmente soltó curioso, retomando la conversación inconclusa del otro día...
Stiles masticó y tragó antes de hablar
—Un... amigo me enseñó.- respondió aclarandose levemente la garganta
El adolescente frunció un poco el ceño cuando sintió el pequeño latido erratico del menor cuando dijo la palabra "amigo"
—¿Qué amigo? ¿Scott?.- aunque en realidad lo dudaba, por lo que le había contado Stiles, Scott era un niño ordinario de once, con muchos problemas respiratorios.
—No. Era mayor.- Stiles miró su ensalada como si fuera lo más interesante del mundo
—¿Lo conozco?.- Derek alzó una ceja
—Se podría decir...-
Ahora el adolescente se veía confundido y Stiles soltó un pequeño suspiro aún sin mirarlo —¿Cambiamos de tema?.-
Derek podía oler la tristeza en el niño
—Stiles...-
El menor lo miró, el timbre que anunciaba el retorno de las clases sonó, y el patio se despejó bastante rápido, sin embargo ellos no se habían movido aún.
—Sabes que puedes contarme lo que sea, ¿Verdad?.- el lobo lo miró fijamente a los ojos
El castaño esbozó una pequeña sonrisa y asintió —Gracias Sourwolf.-
—Ya deja de llamarme así.- Derek frunció el ceño haciéndolo reír
—Dificil cuando haces eso.-
—¿Qué cosa?.-
—El idioma, cejas español.-
—Mocoso.-
—Lobo gruñón.-
Stiles le sacó la lengua, y despues tomó una pequeña uva, arrojandoselo a la cara, pero el otro lo mordió en el aire
El menor comenzó a reír a carcajadas, mientras el adolescente masticaba y tragaba.
—Quieto, Balto.- la enorme sonrisa de Stiles era amplia y su voz sonaba burbujeante, rebosante de buen humor, al igual que sus ojos whisky, brillantes y divertidos.
El adolescentes no pudo evitar verse un poco contagiando, pese al mini insulto de ser llamado perro...
Por un instante, Stiles pudo ver el reflejo de lo que parecía ser un destello esmeralda en el ojo derecho del lobo, cortando todo tipo de risa y buen humor de forma instantánea en el humano, que de inmediato lo tomó de las mejillas, acercando su rostro hacia el del adolescente, que se vió sorprendido y congelado en su sitio
El rostro serio y concentrado del menor estaba aún cerca, de no ser por su poder sobrenatural para escuchar los latidos de su corazón y monitorear sus emociones con el olfato, Derek habría jurado que se había acercado así para besarlo.
Sin embargo, no olía como si realmente estuviera pensando en eso. De hecho, olía a concentración absoluta, como si su mente estuviera a toda velocidad y estuviera resolviendo un rompecabezas en su mente
Pero era su rostro el que estaba en las manos de Stiles, y eran sus ojos whisky, clavados en los suyos, los que parecían tener frente suyo, el más grande misterio que haya existido.
—¿Y si... No fuera un anisóptero corduliidae...? Todo este tiempo habría estado--... Sí... Eso podría tener sentido...- balbuceó con los ojos fijos en el adolescente
—¿Stiles...?.- preguntó con cierta cautela, esperando de alguna forma algún tipo de reacción o explicación nueva en el castaño
Los ojos del menor finalmente parecieron volver a este planeta después de un largo viaje a la privacidad de sus propios pensamientos. Derek contempló por primera vez, la cantidad de lunares que bajaban por su piel, perdiéndose en el cuello de su camiseta, solo por mantenerse concentrado en algo más que los redondos ojos chocolate que aún lo contemplaban con brillante astucia.
—Lo siento.- Stiles lo soltó con suavidad y se apartó sin vergüenza, viéndose aún reflexivo.
Derek sintió la pérdida de su calidez, y trató de no reflexionar demasiado sobre ello.
—¿En qué pensabas...?.- estaba realmente curioso, por una vez quería tener una pista de lo que rondaba por la mente del menor.
Pero Stiles volvió a sumergirse en sus pensamientos, mirando a un punto fijo del suelo
—Sti--...-
—¡Ustedes dos!, ¿No oyeron la campana?.- El entrenador Lahey los llamó del otro extremo del patio, mientras caminaba hacia ellos
Ambos giraron a mirarlo
—Hay un simulacro de incendio. Si fuera uno real, ustedes estarían calcinados vivos.- el hombre los retó
Stiles sintió un poco de escalofríos ante la forma de expresarse del tipo, principalmente porque tenía a Derek justo a su lado.
El tipo escupió un par de palabras más como regaño y luego los envío adentro, para que todos se reunieran finalmente en el anfiteatro de la escuela
El director habló de la importancia de los protocolos de seguridad de la escuela y luego aprovechó la oportunidad para presentar a una nueva persona en el cuerpo docente.
No parecía nada precisamente especial, pero en cuanto la mujer joven, de cabello rubio y ojos avellana saludó al director con una sonrisa, antes de posicionarse junto a sus colegas.
Derek sintió un aroma fuerte, extremadamente furioso, muy picante, provocando que incluso sus instintos se volvieran un poco locos, cómo un escalofrío
Volteó para mirar directamente a la fuente de esas sensaciones raras, y en cuanto vió a Stiles, podía jurar que su expresión, no era la de un niño en lo absoluto.
Sólo había ira, terriblemente tangible, tenía la mandíbula y las manos apretadas en fuertes puños, y sus ojos, normalmente brillantes y risueños, estaban transformados en dos piscinas de magma ardiente de un volcán a punto de explotar.
Su aura era pesada, cómo si fuera un verdadero ser sobrenatural, Derek lo observó ampliamente sorprendido y tenso. Nunca pensó que el castaño fuera capaz de darle una mirada cargada de tanto desprecio e ira, a la que parecía ser la nueva profesora suplente de francés.
Pese a la ferocidad y hostilidad latente de Stiles, Derek, por alguna razón que desconocía, no sentía miedo alguno. Así que colocó suavemente su mano sobre uno de los puños apretados del menor que descansaba rigidamente sobre su propia pierna.
Y como si su tacto se tratara de un bálsamo, la postura tan rígida del humano se relajó un poco, aunque su mirada asesina aún seguía firme y penetrante en aquella mujer rubia.
El adolescente se preocupó cuando comenzó a sentir el aroma de la sangre de Stiles y su mirada bajó hacia los puños de este.
Sus uñas se estaban clavando dolorosamente en la carne de sus propias palmas, provocando cortes y por consiguiente, que sangrase mucho.
—Stiles...- le habló en voz baja y preocupada
Derek se acercó un poco más, sentía la necesidad de reconfortarlo, aunque no sabía lo que estuviera pasando.
—Stiles... Te estás haciendo daño...- le habló con la misma suavidad
El castaño soltó un pequeño suspiro pesado y corto, con el ceño fruncido, mientras cerraba los ojos intentando volver un poco en sí.
Agradecía internamente que Derek estuviera a su lado en ese momento, porque estaba a medio paso de saltar sobre esa maldita zorra y arrancarle la cabeza, para clavarla en una estaca y ponerla como decoración en la puerta de la casa Argent...
La misma que abusó de Derek y mató a su familia, marcandolo de por vida. La hija de perra que desató la plaga de libélulas que acabó con todos y todo lo que alguna vez conoció y amó...
Katherine Argent.
Sentía una increíble sed de sangre en este momento, estaba tomando todo de sí mismo para evitar cometer una imprudencia, una tentadora e impulsiva acción, que tal vez podría ahorrarle mucho dolor a más de uno, y salvar el mundo.
Estaba muy inclinado a matar a la zorra que tantas desgracias había causado. Allí mismo.
Pero las manos de Derek lo trajeron de nuevo a la realidad. No arruinaría su vida por esa puta desgraciada, no se lo permitirá una segunda vez...
En cuanto la reunión terminó y fueron libres de irse, Derek tomó con suavidad su muñeca y lo llevó hasta la enfermería, dónde afortunadamente el encargado de salud, no se encontraba.
Buscó el botiquín y comenzó a curarle los cortes de las palmas de su mano
—Stiles... ¿Por qué te enfadaste tanto?.-
—Recordé algo desagradable.- respondió con cierto tono seco
Sus músculos aún seguían rígidos y su expresión seria asombraba al lobo adolescente, pero no escuchó mentira en su latido, aunque era difícil saberlo con certeza. El estado del chico era de alerta pura.
—¿Tiene algo que ver con la nueva profesora...?.- Derek tanteó el terreno, mirándolo al rostro.
El humano se puso aún más rígido, si es que era posible, apretando la mandíbula.
—... No preguntes...-
—Stiles.-
—Alejate de Katherine Argent.-
Él lo miró sorprendido
—¿Por qué?.- no pudo evitar preguntar
Los ojos de Stiles finalmente se posaron en los suyos, con una firmeza que incluso asombró al lobo
—¿Confías en mí?.-
—A medias... Tanto secretismo de tu parte no inspira la mayor de las confianzas.-
Stiles parecía inamovible en su mirada, pero era de alguna forma nostálgica y anhelante
Llevó una mano a la nuca de Derek y unió su frente con la suya
—Sólo confía en mí, te lo ruego...-
El tono ligeramente suplicante de Stiles conmovió al adolescente, rindiendose por completo nuevamente ante el menor, soltó un pequeño suspiro cansado y asintió con la cabeza
Por primera vez en horas, Stiles sonrió.
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Cumplir con la petición de Stiles no era exactamente posible al cien por ciento para Derek, después de todo, ella era maestra de francés, y él ya estaba anotado en esa clase desde el comienzo del periodo...
Sin embargo procuró mantener sus distancias con la mujer, para evitar tener problemas con el castaño. Por más ridículo que le pareciera, y tal vez era un item más en la larga lista de peculiaridades de Stiles Stilinski, pero después de la presentación de la nueva profesora, no quería ver de nuevo una expresión así de dolorosa en el rostro de alguien tan alegre y sonriente. Así que si podía darle el gusto, aunque sea extraño, lo haría.
La mujer en sí, no parecía mala, era bastante normal dictando clases, no parecía tener nada que la hiciera parecer sospechosa, sin embargo intentó no darle demasiadas vueltas al asunto.
La clase había terminado y todos se estaban retirando, Derek se puso su morral al hombro y caminó cerca del escritorio para irse, hasta que escuchó la voz de la mujer hablarle
—Señor Hale, ¿puede quedarse unos minutos?.- ella dejó los papeles que tenía en su mesa y le dió una sonrisa al adolescente
El lobo la miró y abrió la boca
—No, no puede.- le respondió con firmeza alguien a su lado. —Der, tu madre te está esperando en la puerta de la escuela.-
La voz de juvenil de Stiles le provocó un mini infarto al adolescente, que no había sentido de ninguna forma su presencia, y lo miró con sorpresa.
—Ve.- le indicó el castaño sin mirarlo aún.
Derek simplemente asintió haciendo caso y se fué del salón, con un mal presentimiento por dejarlos solos, pero algo le decía que Stiles se enfadaría mucho si no se iba.
Rogó silenciosamente, que todo resulte bien.
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Que difícil resultaba para el autocontrol de Stiles estar frente a frente con la mujer que destruyó cada aspecto de su vida en el futuro, simplemente sonriéndole, cómo si la bruja fuera una persona en lugar de un monstruo con rostro humano.
La mujer miró al chico más joven manteniendo su sonrisa "amable", era una profesional en su campo, siempre lo fué y eso Stiles lo tenía más que presente.
—Usted debe ser el famoso niño superdotado, Stilinski ¿Verdad? Lo siento, su nombre de pila es difícil de pronunciar...-
Stiles pasó su lengua por sus propios labios con los labios cerrados y luego esbozó la sonrisa más falsa que pudo darle a alguien.
—Curioso que la pronunciación le resultase difícil a una profesora de francés...-
—Oh bueno, no es como si el polaco fuera igual al francés.- ella se acomodó el cabello detrás de la oreja manteniendo su sonrisa
—Veo que está bien informada con respecto a mi persona.-
La tensión podía sentirse gélido en el ambiente, pese a la sonrisa cortés en el rostro de ambos
—El director tenía que hacerlo, no todos los días un niño de once años corretea por los pasillos de una secundaria inmiscuyendose en los salones ¿O sí?.-
Punto para la perra.
—¿Qué puedo decir?, realmente tengo talento para estar en el lugar y el momento preciso...- Stiles amplió su sonrisa
—Lo he notado, así como también tengo a mano su solicitud para entrar a mi clase.-
—Correcto, el director me dió permiso para tomar todas las clases optativas de cualquier nivel que yo quisiera.-
Ella tarareó una respuesta mientras tomaba su formulario
—Por lo que he visto, usted nunca tuvo francés como asignatura, y esta clase es para un nivel intermedio...-
—Soy autodidacta.-
A Lydia y Deaton les debía su bien justificado sufrimiento, pasando la mayor parte aprendiendo idiomas para poder ayudarlos a descifrar todos los libros que hablaran de libélulas esmeraldas sobrenaturales.
—¿Le molesta que le tome un pequeño examen oral en este momento para cerciorarme de que usted está calificado para esta clase?.- ella se mantuvo en su rol amable.
—Adelante.-
—Recite de memoria en francés un poema que se le venga a la mente.- ella sonrió —Descuida es una brom--...-
—“El demonio a mi lado acecha en tentaciones; como un aire impalpable lo siento en torno a mí; lo respiro, lo siento quemando mis pulmones de un culpable deseo con que, en vano, porfío. Toma a veces la forma, sabiendo que amo el arte, de la más seductora de todas las mujeres; con pretextos y antojos que no echo a mala parte acostumbra mis labios a nefandos placeres... Cada vez más, me aleja de la dulce mirada de Dios, dejando mi alma jadeante, fatigada en medio de las negras llanuras del hastío. Y pone ante mis ojos, llenos de confesiones, heridas entreabiertas, espantosas visiones… la destrucción preside este corazón mío”.- recitó en perfecto francés
Ella lo miró genuinamente sorprendida
—Eso fue impresionante, señor Stilinski.-
—Pense que, usted estaría familiarizada con el poema “La destrucción” de Charles Baudelaire.- Stiles se cruzó de brazos —¿Estoy cualificado para tomar su clase?.-
Kate alzó ambas cejas con sorpresa y volvió a sonreír
—En realidad, quizás yo no esté a la altura de su conocimiento señor Stilinski y quiera tomar la clase del señor Klaine, un grado más avanzado en francés...-
Él sonrió, aunque claramente el brillo no llegaba a sus ojos
—Pero yo me he decidido por esta clase, así que si no hay inconvenientes, la veré la próxima semana señorita Argent.-
Ella se tensó, dándole brevemente una mirada indescifrable, pero rápidamente recompuso su expresión
—Hasta la próxima semana, señor Stilinski.- le dijo mirándolo fijamente irse con esa sonrisa de muñeca que a Stiles le estaban poniendo los vellos de punta, pero que él, ahora sabía cómo fingir que no.
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Caminó por el pasillo unos cuantos metros hasta la salida principal de la escuela, y una mano lo sujeto de la muñeca, llevándolo a un rincón oculto, empujando su espalda contra la pared.
—Oh Wow.- Stiles gruñó y luego al abrir los ojos ni siquiera se sobresaltó, cuando notó los ojos azules sobrenaturales de Derek mirándolo con el ceño fruncido —Hola, amigo.- el menor le sonrió
Esto podía considerarse como un cliché o mínimo un patrón repetitivo en el comportamiento de Derek Hale, que aún en el futuro, siendo pareja, igual mantenía.
—¡¿Qué demonios Stiles?!. Me mentiste sobre lo de mi madre, y me pediste que me alejara de esa profesora ¡¿y ahora tú también te metes a su clase?!.- Derek gruñó
—No deberías escuchar conversaciones ajenas, no es educado.- Stiles fingió desconcierto
—Stiles... Ya te he tenido mucha paciencia, dándote tu espacio y ahorrandome al menos un millón de preguntas sobre lo que te ocurre, pero esta vez no te lo dejaré pasar.-
Los ojos de Stiles bajaron a los labios de Derek y luego a sus ojos, repitiendo el proceso varias veces, e inevitablemente se relamió los labios. Estúpidas hormonas preadolescentes.
Estúpidos y hermosos recuerdos de su Derek del futuro...
—¡Stiles!, Este no es momento para que huelas así.-
—Si, perdón. ¿Qué decías?.-
Derek resolpló con aplomo
—Me sacas de quicio.-
—Todo tiene su explicación.-
—Pues comienza a decirla.-
—Que la tenga no quiere decir que pueda compartirla con el resto de la clase.-
—Stiles...- Derek gruñó con los dientes apretados
El menor le sonrió divertido, porque pese al malhumor del lobo, estaban muy apretados en un pequeño rincón oscuro y privado a las afueras de la escuela. Esto podía ser malinterpretado en tantas formas, pero prefirió no irse por esas ramas visuales de su mente hormonal.
—¡Stiles! Deja de pensar cosas vergonzosas o ¡La próxima vez te golpearé!.-
Stiles rió entre dientes, no podía evitarlo, había retenido mucha tensión sobre sus hombros y su cuerpo finalmente se relajaba. Derek tenía ese efecto en él, sin importar que.
—¿Vienes conmigo a un lugar?.- Stiles se apartó un poco y extendió su mano al lobo
—No hasta que me des alguna respuesta.- se cruzó de brazos
La sonrisa de Stiles seguía siendo cálida y dulce, mientras su mano permanecía en el aire, ofrecida a él
El lobo adolescente resopló rindiendose y tomó la mano del chico, dejándose guiar.
¿Por qué siempre terminaba cediendo de esa forma?...
Stiles lo guió a la vieja biblioteca de la ciudad
—¿Qué hacemos aquí?.-
—Quiero mostrarte algo.-
el humano siguió su curso hasta uno de los pasillos apartados de la biblioteca, dónde había poca iluminación, tomó un libro de lomo color tabaco con algunas inscripciones en plateado. Derek lo observaba con mucha curiosidad.
Stiles abrió el libro, buscando la página y al encontrarla, se lo enseñó al lobo.
Derek lo miró durante unos instantes y luego al libro con cuidado.
La página tenía dibujos detallados de los cazadores de renombre de los siglos pasados, el nombre que se destacaba era "Argent". Leyó la historia de la "bestia" y Derek se cubrió la boca mientras iba leyendo palabra por palabra.
—¿Qué es esto?.-
—Es el diario de Marie-Jeanne Argent, la primera cazadora de su clan.-
Derek lo miró sorprendido
—¿Está relacionado con la profesora Argent?, Stiles... ¿Cómo sabías de este lugar?.-
—Una amiga me contó dónde ocultaba su padre algunas cosas, antes de que ellos volvieran al pueblo por segunda vez...- le dió una pequeña sonrisa nostálgica
El lobo no escucho la mentira en su latido
—La "profesora" Argent, es una cazadora Derek, y de las más psicóticas, crueles y peligrosas que existen, mata sin piedad...- Stiles sacó otra bitácora, que parecía tener menos años que la primera que sacó
Le enseñó pasando lentamente las páginas, donde había dibujos de la anatomía de las criaturas, sus puntos débiles, cómo torturarlos, y matarlos.
—Los cazadores se rigen por códigos...- El lobo parecía desconcertado
—Ella no.- Stiles respondió con un tono suave pero firme
Derek podía oler la tristeza y la nostalgia en él. Frunció el ceño hacia arriba contemplando con desagrado los escritos y dibujos, que parecían nauseabundos en su descripción.
—Esto lo escribió Katherine Argent cuando tenía veinte años.-
Los ojos del adolescente, lo miraron con horror, mientras Stiles tenía una expresión indescifrable pero mayormente lúgubre.
—Por eso te pedí que te alejaras de ella...- habló bajo, taciturno, mientras recolocaba las bitácoras en su sitio
Entre todas las preguntas que rondaron por la cabeza nublada y abrumada de Derek, solo una surgió con predominancia, sobre todo cuando recordó su expresión en el anfiteatro de la escuela.
—¿Qué te hizo a tí?...- preguntó con un tono bajo y suave
Stiles permaneció viendo un punto fijo en la biblioteca y acarició el lomo de uno de los libros
—Ella incendió el mundo de alguien que amé...-
Derek estaba sorprendido al no escuchar la mentira y el golpeteo de sus latidos reconociendo de inmediato esas emociones que empezaba a emanar de su aroma natural.
Tristeza, soledad y nostalgia.
¿Cómo un chico de once años podía cargar con tantas cicatrices emocionales?...
Sí, había perdido a su madre... Pero, ¿Kate Argent habrá tenido algo que ver en eso?...
Luego se dió cuenta de algo importante.
—Pero eres humano... Los cazadores no van tras los suyos...- reflexionó el Hale menor
—Creeme, eso no la detiene y no soy... Exactamente humano, soy una chispa.- el menor dejó el otro libro en su lugar sin mirarlo
—Stiles... En este momento, me confundes mucho.-
El castaño finalmente volteó a verlo
—¿Quién eres en realidad?.- preguntó el adolescente mirándolo intensamente a los ojos
Sonrió tenuemente. —¿De verdad quieres saberlo?.-
Derek asintió
Stiles volteó del todo quedando frente a frente con el adolescente, subió sus manos a sus mejillas y lo indujo a inclinarse para chocar levemente su frente con la suya
—Cierra los ojos...- le indicó con suavidad y el lobo así lo hizo
En un inicio Derek no sabía que esperar al cerrar los párpados, pero simplemente sintió la calidez de las manos del chico aún en sus mejillas, luego en lo más profundo de su mente sintió un pequeño jalón, cómo si unas olas comenzaran a formarse, empezando a tomar lentamente conciencia de que había algo más allí que sólo él.
Se dió cuenta que en su propia mente, había algo externo, en un inicio lo asustó un poco pero, la calidez de esas olas se sentía como el hogar, era una sensación completamente asimilable y correcta...
Soltó un pequeño sonido de su boca, cuando sintió que las olas se estaban colisionando suavemente con otras olas de una dirección opuesta a la suya, era agradable cálido y gentil, cómo las manos que estaban posadas sobre sus mejillas
Lentamente abrió los ojos, encontrandose con la imagen de un muchacho de su edad, piel lechosa, nariz respingona, lunares que se perdían en el cuello de su camiseta borgoña... Y sus ojos brillantes.
Stiles Stilinski, de dieciséis años estaba frente a él, con una sonrisa dulce y una expresión muy cálida.
Derek momentáneamente dejó de respirar ante la imagen que tenia en frente, subió su mano izquierda, colocándola en la de Stiles que aún estaba en su mejilla, y luego con su otra mano tocó levemente la clavícula derecha del humano.
—Stiles...- no había duda en su voz, no tenía idea de como podía estar seguro de que esto no era un sueño o una ilusión... —¿Cómo sé si eres real?.- tenía que cerciorarse de que lo era.
El muchacho de ojos whisky le dió una sonrisa más amplia
—Porque soy tu ancla y tú eres la mía... mates por elección propia...-
Su voz sonaba más madura, Derek miró los labios con forma de arco, del humano adolescente frente a él, y de inmediato sucumbió a sus instintos, acortando las distancias para besarlo con veneración.
Stiles rodeó su cuello con los brazos, mientras Derek enredaba los suyos en su cintura, extinguiendo cualquier apice de distancia física entre ellos.
Sus labios danzaban en un compás muy parejo y sincronizado, cómo si lo hubieran hecho un millón de veces, pero sintiendo el aleteo, cómo si fuera la primera vez.
Jadearon sobre la boca del otro, intentando absorber el aire de sus pulmones, llenándose de su esencia, calor, aroma y sabor. Ambos sentían una necesidad ferviente de fusionarse a un nivel tan íntimo, que cualquier otra persona sentiría miedo de perderse a sí mismo.
Sin embargo no ellos, se necesitaban como la luna al sol, cómo el mar al cielo y como la naturaleza con el mundo...
Derek arrinconó a Stiles contra uno de los libreros de la pared, sin abandonar sus labios, sintieron como algunos libros comenzaron a caer a su lado, y no podía importarles menos...
Las manos de Stiles se colaron debajo de la camisa a cuadros verde de Derek, acariciando su espalda baja, recorriendo la yema de sus dedos por su columna una y otra vez.
El adolescente gimió en el beso e hizo lo propio cuando metió las suyas bajo la camiseta borgoña del humano, subiendo por la curva del hueso de su cadera, acariciando sus laterales con sus palmas abiertas y escalando hacia arriba lentamente
Abrieron los ojos brevemente con sus bocas a una infima distancia y se miraron con un destello azul, con leves tonos esmeralda sobrenatural por parte de Derek, y morado de parte de Stiles
—¿Este es tu verdadero yo?...- la voz de Derek sonaba ronca, pero se negaba a apartarse
—Si me concentro, mi alma toma momentáneamente, la forma y edad que mejor se adapta a la de mi compañero...- Stiles le acarició la mejilla deslizando su mano hacia su cuello, y siguiendo las líneas de su mandíbula, levemente con su dedo pulgar.
—¿Esto es solo momentáneo...?- preguntó sin apartarse, y estrechandolo contra su cuerpo, un poco más posesivo
Stiles rió un poco entre dientes
—Creceré pronto para tí... Cuatro años biológicos no es mucho, Sweetwolf.-
Derek soltó un pequeño resoplido y asintió levemente. El castaño sonrió con cariño, depositando otro beso perezoso y dulce en sus labios
—Hora de volver a casa...- Stiles lo empujó suavemente con una mano, apartandolo un poco
Derek bajó levemente su mirada hacia la mano que aún estaba posada en el lado de su corazón, y luego al levantar la vista Stiles nuevamente se veía más pequeño en edad y fisionomía, aunque mantenía su sonrisa confiada y la mirada madura perduraba en el brillo de sus pupilas.
Abrió la boca para decir algo, pero en cuanto el lobo adolescente parpadeó, se encontraba en su habitación completamente solo, cómo si se hubiese despertado de un sueño.
Se sentó en su cama confundido, y se miró la mano derecha.
¿Lo había soñado todo?...
Pero... Si eso fue un sueño...
¿Por qué olía a Stiles?
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Stiles ahora tomaba la asignatura de francés con Derek, quien aún no podía dejar de pensar en el beso que compartió con la versión adolescente del niño que estaba sentado junto a él
No podía evitar que sus ojos se desviaran hacia el pequeño castaño, reflexivo sobre si lo que ocurrió en la biblioteca había sido real o no...
Parte de él, sentía que lo fué, pero por otro lado, la lógica dictaba que, aún siendo un ser sobrenatural, todo aparentaba ser demasiado irreal...
De todas formas, Stiles ni siquiera había hecho algún tipo de mención o alusión sobre lo que ocurrió, ya que, esa misma noche, llegó para cenar a la casa Hale, y por más que el adolescente intentó hablar al respecto. El pequeño torbellino con lunares, se mantuvo fiel a su personalidad misteriosa, dejándolo todo, nuevamente en un enorme incognita.
Lo cual, francamente lo tenía muy confundido y un poco frustrado.
Stiles era transparente con su sonrisa dulce, sus ojos llenos de vida, su personalidad protectora y atenta, además de su tacto cariñoso que tenía con él y el resto de miembros de su familia. Aún así, era terriblemente hermético con respecto a otras cosas...
¿Cómo se podía ser tan brillante como la luz, y tan profundo como la sombra?
Su madre, alguna vez le enseñó de pequeño que, si bien la luna era brillante y hermosa, pero tenía su lado oculto...
Ahora entendía que ese concepto no solo se aplicaba a la luna, sino también a las personas como Stiles...
Se preguntó internamente si volvería a tener contacto con esa versión de él, con aquel chico, al que besó como si fuera el último manantial del desierto...
Diablos, sí. Definitivamente quería repetir.
Volvió a mirar al pequeño, y una infima sonrisa se elevó de sus comisuras. Ahora no era más que su pequeño amigo, un niño un tanto peculiar con una personalidad un tanto revoltosa.
Pero... Honestamente, ya estaba contando los días para que este pequeño con rasgos adorables, se volviera en ese chico de piel deseable y labios besables.
Si era un sueño, o la realidad, no le importaba esperar un poco para saber la respuesta...
—Señor Hale.- una voz femenina lo habló
Derek parpadeó varias veces volviendo en sí mismo, para mirar a la rubia que tenía una ceja arqueada
—¿Se encuentra en la misma clase que nosotros, señor Hale?.- Kate lo observó con un poco de severidad
El lobo apretó levemente los labios, y luego miró a Stiles que simplemente le devolvió una mirada un tanto divertida
«Enano desgraciado», pensó, por su culpa, su cabeza estaba en las nubes y para colmo, tenía el tupé de mirarlo con sorna...
—Lo siento, profesora.-
—Quiero que se quede después de clase para discutir este asunto.- Kate le indicó y volvió su mirada al libro que estaba leyendo en voz alta para la clase
Derek miró a Stiles, y este ladeó su rostro, cómo si no comprendiera que es lo que estaba perturbando al lobo.
La clase terminó, y todos comenzaron a retirarse, a excepción de Derek y Stiles.
—Señor Stilinski, ¿Cree que podría sobrevivir unos minutos sin la compañía del señor Hale?.- Kate acomodó sus papeles sin mirarlo
—¿Acaso vió la jungla que es una secundaria para un niño de once años como yo? La respuesta a su pregunta es absolutamente no, no puedo vivir sin Derek.-
—Retirese.-
Stiles abrió la boca para protestar
—Puedes esperarme afuera, Stiles.- Derek lo interrumpió, mirándolo a los ojos para transmitirle tranquilidad.
El menor apretó levemente los labios tras un pequeño resoplido de resignación metió sus cosas a la mochila, y tras una sonrisa falsamente divertida de la mujer, se retiró en silencio.
Cuándo la puerta se cerró, Kate se cruzó de brazos y se acercó un poco al adolescente
—Señor Hale, lo he notado muy distraído en mi clase últimamente.-
—Lo siento.-
—Quería saber si todo en su hogar se encuentra bien...-
—Si, lo está.- Derek alzó levemente una ceja
Ella puso una mano en la mesa de pupitre dónde aún se encontraba sentado
—Tal vez su amistad con el señor Stilinski, está... Influyendo negativamente en usted.-
—¿Por qué dice eso?.-
—Los otros maestros opinan igual que yo, señor Hale... Usted lleva distraído varias semanas...- su voz sonaba suave
Derek frunció levemente el ceño, era verdad que estaba disperso, pero eso se debía a la luna llena y sus transformaciones que aún le costaba trabajo controlar por completo, pese a estar entrenando como nunca su autocontrol...
—Stiles no tiene nada que ver.- saltó a la defensiva.
La mano de Kate ahora se apoyo ligeramente en el brazo del chico, este miró su mano y luego a ella.
—Es dulce de su parte hacer lo posible para que el señor Stilinski se vea cómodo en su... actual situación... Sumado a todo el asunto de la nueva escuela y--...-
—¿Actual situación?.-
Ella llevo su mano libre a su propia boca, viéndose sorprendida —¿No lo sabía?... Oh Dios... Pensé que lo sabía y que por esa razón usted estaba tan distraído... El sheriff Stilinski...-
Derek la miró con atención
—¿Qué ocurre con el sheriff?.-
—Él y el director estuvieron hablando, y dado el alto promedio del señor Stilinski en clases, sumado su desempeño en el piano, nos han informado que, pronto será enviado a la escuela Julliard en New York...-
Derek se levantó torpemente de la silla mirando hacia la salida.
—Disculpe, debo irme.- Derek se puso la mochila al hombro y salió rápidamente de allí, sin darle una segunda mirada a la mujer, que secretamente tenía una sonrisa complacida en sus labios.
Stiles estaba sentado en los últimos escalones de las escaleras de la entrada de la escuela, esperando por Derek.
Todos ya se habían ido a sus casas.
Cuándo la puerta se abrió de golpe, Stiles sonrió a su amigo, pero rápidamente su expresión cambio a preocupación cuando lo vió agitado
—¿Qué ocurre Derek?.-
El lobo ni siquiera le respondió, cuando lo tomó de la muñeca y rápidamente se lo llevó de allí.
Cuando estuvieron en una esquina, lo suficientemente alejados de la escuela, Derek lo soltó, y volteó a mirarlo
—¿Por qué no me dijiste?.-
—¿De que estás hablando?, Que yo sepa, aunque se un poco del idioma cejas-español, aún no sé leer mentes.-
—Que tu padre y el director hablaron...-
—¿Mi padre?.- Stiles desvío la mirada, mientras hablaba
—No me mientas Stiles, se lo de Julliard en New York.- Derek estaba enojado, y un poco dolido porque su amigo no le contó sobre esto
Un ligero aroma a tristeza emergió del menor, pero este le sonrió con el mismo cariño de siempre.
—¿De verdad estás preocupado por eso?... Descuida Sourwolf, aún tenemos tiempo y---...-
Derek lo abrazó fuertemente y escondió su rostro en el hombro del menor, se quedaron brevemente en silencio, y el castaño le dió algunas caricias lánguidas y dulces, en su nuca, por el nacimiento del cabello de Derek.
—No quiero que te vayas...- la voz del lobo adolescente sonaba rota, sin soltarlo —Lo siento,...-
Sabía que estaba siendo egoísta y ridículamente pegajoso, pero algo le impedía apartarse del chico.
Desde que despertó en su cuarto, tras ese sueño en la biblioteca, se sentía intrínsecamente unido a Stiles de una forma que lo estaba absorbiendo...
Tal vez si eran mates después de todo...
—No me iré aún... Tengo que atormentarte un poco más...- respondió con un pequeño tono jovial al final, y una sonrisa conmovida —Vamos Sweetwolf, tu mamá preparó lasagna para la cena...-
Stiles lo tomó de la mano y ambos se fueron de allí, sin darse cuenta de que alguien los estaba observando con binoculares, desde una distancia prudencial para no ser reconocida.
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En la residencia Hale, a la hora de la cena llegó y toda la familia se reunió
—¿Dónde está Laura?.- Stiles preguntó cuando vió su sitio vacío
—Laura viajó como representante del club de Kendo a Londres para un campeonato, ella nos escribe todos los días.- Eric Hale respondió con una sonrisa
—Vaya, ¡eso es impresionante!.- Stiles sonrió genuinamente feliz
Derek no dejaba de darle miradas cargadas de tristeza al menor. No podía dejar de pensar en el hueco que ahora sentía en su corazón, al saber que pronto él se iría...
Dichas miradas no pasaron desapercibidas para la alfa, que los observaba discretamente desde su posición.
—Derek... ¿Todo se encuentra bien?.- decidió preguntar la alfa entrelazando sus propias manos
El lobo miró al menor y este soltó un pequeño suspiro antes de asentir, cómo si estuviera otorgándole un permiso silencioso
—Stiles... Irá a Julliard.-
—¿Julliard?, ¿No es cómo, la mejor escuela de música del mundo?.- Cora pregunto entusiasmada
Stiles asintió, masticando su lasagna.
—¡Que genial!, Sabíamos que eras bueno en el piano porque te oímos la otra vez, pero no sabíamos que estabas aplicando.- Eric Hale le sonrió al menor
—¿Cuándo te irás?.- Cora hizo la pregunta del millón, provocando que todos los integrantes de la mesa miraran al humano
—Dentro de un tiempo, aún no está definido del todo...- Stiles bebió de su jugo.
Todos estaban atentos al menor, voltearon a verse entre sí.
—Bueno, muchas felicidades Stiles... Es una gran oportunidad, y New York es precioso.- Talia le sonrió con cariño
Derek estaba mortalmente callado mientras jugueteaba con un trozo de su lasagna ya frío.
—Gracias Talia, espero que me visiten... Excepto Peter, tú definitivamente no estás invitado.- Stiles lo señaló con su tenedor
—Eso es ofensivo, soy un lobo de ciudades grandes, podría ser un excelente guía turístico, así que tú te lo pierdes.- Peter se encogió de hombros
—Contigo cómo mi guía, preferiría perderme en el desierto de Yemen.-
—Ouch, eso duele cachorro.-
La charla ligera nuevamente se instaló en la mesa familiar, aunque Derek no había cambiado de expresión
Talia y Stiles no pasaron por algo este detalle...
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El castaño se quedó esa noche a dormir en la casa Hale, y como era usual, compartió dormitorio con Derek.
Este último miraba fijamente el techo sin hablar
—Derek.-
—¿Mmm?.-
—Puedo escuchar los engranajes de tu cerebro, ir a toda velocidad...-
El lobo se quedó unos segundos más en silencio, y el humano pensó por un momento que tal vez se había quedado dormido.
Pero este se levantó de su cama y se quedó de pie junto al de Stiles, contemplandolo con una expresión triste y ojos de cachorro pateado
—¿Qué ocurre?.-
—Hazme algo de espacio.-
—¿Qué?.-
—Sólo un poco...-
Stiles soltó un pequeño resoplido y se movió a un costado de la cama, alzando el edredón. El lobo adolescente se metió bajo las cobijas y se recostó de lado, mirando al menor.
—¿Estás feliz?.-
—¿Piensas irte sólo a New York?.-
—Sourwolf, deberías dejar de darle vueltas al asunto...-
—¿Por qué quieres apartarte de mí?...-
Stiles abrió la boca para responder, pero los ojos de Derek estaban incómodamente tristes según la perspectiva del menor...
Soltó un pequeño suspiro y se acercó un poco más a él, colocando una mano en el hueco entre su hombro y su cuello, para dibujar algunos círculos con su pulgar
—No quiero eso.-
—Entonces ¿Por qué te vas?...-
—Porque debo hacerlo, Der... Después de que concluya unos asuntos aquí, ya no habrá lugar para mí en Beacon Hills...-
—Eso no es verdad... Estaré yo, Stiles... Siempre estaré aquí y tendrás un lugar en mi familia... o simplemente conmigo...-
La mirada del lobo era tan intensa que el castaño sintió una dulce sensación similar a las olas cálidas del alma de Derek, alcanzando la suya, en un plano metafísico...
Algo tan íntimo, que se desarrollaba entre los compañeros que se elegían...
Stiles sonrió y apoyó suavemente su frente a la del lobo cerrando los ojos. —Lo sé... Gracias...- susurró cómo un secreto, mientras algunas lágrimas se quedaban atrapadas entre sus tupidas pestañas, sin descender.
Derek pensó que aquello, olía como la lluvia de medianoche...
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Unos días después...
—¿Estás seguro, cielo?. Sabes que puedes venir con nosotros... El sheriff no tendrá problema alguno.- Talia lo miró con preocupación maternal
Stiles le sonrió con cariño y negó levemente con la cabeza. Los tres estaban de pie en la puerta de entrada, de la casa Stilinski.
—Estaré bien, no te preocupes Talia, soy humano, así que no pasará nada.- se encogió de hombros
Eric Hale intercambio miradas inseguras con su esposa.
Un día antes, una manada amiga a un par de pueblos de distancia, los convocó de forma urgente, para discutir el asunto, de un feroz grupo de cazadores que estaban aniquilando todo ser sobrenatural a su paso en los territorios vecinos.
Normalmente Talia prefería recibirlos, pero esta vez ameritaba que la reunión se llevase a cabo en la región del este, porque de esa manera, querían mostrarles pruebas, de lo que este grupo de cazadores eran capaces de hacer.
Daba la coincidencia que, Peter estaría ocupado con cosas de la universidad, así que estaría fuera durante todo el fin de semana en el campus.
Derek y Cora estaban visitando a la hermana de su padre, Mónica, en San Francisco durante estos dos días.
Laura aún seguía fuera por el torneo de Kendo.
Así que, la alfa estaba insegura de dejar al pequeño Stilinski a sus anchas, teniendo en cuenta de que ellos se irían como mínimo una noche, al otro poblado.
—¿Tu papá sigue con los turnos dobles?.- Eric le preguntó al menor
Este le sonrió —Siempre puedo ir a la estación por la noche, si eso lo hace sentir más seguro, señor Hale, descuide, de verdad estaré ocupado con cosas de la escuela...-
—Mmm... Esta bien... Si ocurre algo puedes acudir a Deaton, él nos llamará, no te metas en problemas ¿De acuerdo?.- Talia asintió lentamente un poco reticente aún de dejarlo, dándole un pequeño abrazo.
Stiles resopló una pequeña risa y asintió. Los Hale le dieron un último abrazo, para después subirse al auto y marcharse.
Una vez que el auto desapareció de su vista, la sonrisa del castaño se volvió más amplia y analítica.
El gato negro de ojos morados se apareció junto a él, sin mirarlo.
—¿Cómo lograste que toda la familia saliera?.- preguntó curioso el felino
—El calendario de exámenes de Peter está en mi computadora desde que lo ayudé con su ensayo para la universidad. Mónica Hale, "ganó" cinco entradas para ver el juego de los Lakers, y como adora a Cora y Derek, los invitó a ir con ella, su esposo e hijo al juego.- respondió sin apartar la vista de la calle
—Impresionante.-
—Debe serlo, esas entradas costaron el presupuesto de cenas de un mes.-
El gato lo miró con curiosidad.
—¿Y la manada del Este citando a los Hale?.-
—Eso sí fue coincidencia, en realidad había planeado organizarles una cena romántica.- Stiles se giró sobre sus talones para entrar a la casa
El gato lo siguió de cerca
—¿Qué harás ahora que sacaste a los Hale de la casa?.-
Stiles miró su reloj de muñeca con detenimiento mientras se colgaba una mochila negra al hombro
En un parpadeo, sus ojos se volvieron igual de morados que los del gato, mientras tomaba su apariencia de dieciocho años.
—Hora de poner en práctica todo lo que he aprendido de los Argent... y terminar de colocar trampas para esos bastardos.- respondió el humano con una voz más madura y profunda, mientras salía de la casa por la puerta trasera, seguido del gato.
Stiles llegó hasta la casa Hale, se quedó de pie frente a la entrada, ladeando su cabeza, cerrando un ojo y colocando las manos como si estuviera haciendo un recuadro en el aire justo sobre el techo. Tomó las notas de su libreta que estaban en código y comenzó a trazar garabatos.
—¿Qué tanto escribes?.- Sand preguntó curioso, sentado a un lado del humano
—¿Puedes moverte a la derecha sólo un poco?.-
El gato se movió. Stiles apretó un pequeño botón de su reloj de pulcera, y unas flechas se dispararon en su dirección
El felino chilló un maullido, esquivandolo de suerte —¡¿Qué demonios?!.- le gruñó
—Cuatro punto siete segundos. Aceptable.- Stiles respondió con un tono plano, sin prestarle atención a las quejas del gato.
El humano no dejó de mirar su reloj, y luego hizo anotaciones en su hoja de papel.
—¡¿Quieres matarme niño?!.- le preguntó con indignación
—¿Te importaría moverte dos pasos atrás?.-
—¡¿Siquiera me estás escuchando?!.-
Otra flecha se disparó y el gato saltó encrespado hacia atrás.
—¡AH!.-
—Ocho punto nueve segundos... Un poco lento...- tarareó —Debo reajustar eso.- Murmuró el humano mientras anotaba
Sand chilló cuando más trampas se activaron, flechas, armas automáticas, algunas bombas de humo con somniferos, cegadoras, y trampas de red.
Nada era letal para un hombre lobo o una criatura sobrenatural como Sand, pero definitivamente pondría en apuros a cualquier humano que quisiera acercarse.
Stiles había coordinado cada trampa con un dispositivo inalámbrico de activación, situado en el interior de su reloj. De esa forma evitaría "accidentes" en caso de que alguien las activara por error.
El guardián del Nemed no estaba feliz con ser el muñeco de prueba del humano, y eso se lo dejó en claro, con cada queja en voz alta y gruñido.
—Esto podría considerarse maltrato...- masculló el felino de malas.
—Deja de quejarte y acompáñame.-
El gato lo miró con desconfianza, ya no quería ser conejillo de indias de este humano descorazonado.
Stiles lo miró con un poco de aburrimiento.
—¿Qué?.-
—¿Habrán más trampas?.-
El castaño negó
—Necesito colocar algunas runas de protección en la casa.-
El gato resopló y lo acompañó de mala manera...
Ambos subieron al estudio dónde habló con Talia por primera vez.
—¿Qué hacemos aquí?.- preguntó el guardián
Stiles se acercó al enorme librero —Es la unica parte de la casa que tiene hechizos silenciadores... Lo que me lleva a suponer algunas cosas.- respondió con tranquilidad, mientras se colocaba unos guantes negros
Acarició los libros con la yema de sus dedos hasta el lomo de un libro color suela, muy antiguo, bajo la atenta mirada del felino.
Al tirar un poco de ese libro, que no parecía fuera de lo común, un pequeño click resonó en la silenciosa habitación
El librero se movió a un lado, revelando una pequeña habitación del otro lado.
Stiles se adentró en el lugar, tenía el espacio de un cuarto pequeño, pero lo suficientemente espacioso para albergar estantes con libros más antiguos y algunos jarrones con diversidad de ingredientes que parecían dignos de una película de Harry Potter.
—Este lugar tiene mucha magia concentrada...- Murmuró el gato mientras se subía a uno de los estantes para contemplar mejor las lombrices rojas flotando dentro de un frasco lleno de líquido transparente.
Stiles paseó su mirada por el lugar, hasta desembocar en un libro de cuero negro, antiguo con un símbolo de color verde tornasol
Sus ojos se volvieron levemente morado, cuando puso su mano sobre su lomo.
Lo tomó y lo abrió, para encontrar el símbolo de la libélula esmeralda dibujado entre sus hojas amarillentas y antiguas
Sand volteó para mirar al humano y vió que este no dejaba de mirar fijamente las páginas del libro con inquietante quietud impropia del siempre hiperactivo jovencito.
—¿Chico?... ¿Qué encontraste?.- preguntó ladeando su cabeza un poco sorprendido por su gélido silencio.
—... Este libro explica que, una libélula esmeralda no debe tomarse como un insecto en sí, también posee muchos significados; poder, prosperidad, inocencia y futuro... Es el poder de un alfa destinado... Que es mucho más valioso que un alfa verdadero, raro y poderoso... Porque está intrínsecamente unido al equilibrio del mundo sobrenatural... humano y lobo nacido... Capaz de cambiar el destino.-
Stiles le dió vuelta a la pagina y siguió explicando
—... Los Hale son una de las familias más longevas de hombres lobo, y cada doscientos años, uno de esta familia es "bendecido" con el "potencial" de ser un alfa destinado...-
Sand saltó al estante más cercano del humano para acercarse
—Cuando este poder es corrompido... se vuelve nocivo y tóxico para los seres sobrenaturales, los erradica...- explicó el gato con serenidad
Stiles lo miró con horror y sorpresa
—Todo este tiempo... se trató del poder en Derek, de su "potencial"... Yo lo ví hace unas semanas, el destello esmeralda en su ojo...-
El gato lo miró fijamente y asintió comprendiendo eso.
—Ya veo...- Murmuró asimilando la información —¿Cómo hizo esa humana para corromper ese poder?.- preguntó mirándolo
Stiles pensó brevemente en ello, mirando un punto fijo en frente, como si estuviera buscando en su mente, la infinidad de información que había adquirido de los libros que leyó en el futuro
—Los Argent, no tenían información sobre las libélulas esmeraldas... Pero sí había información sobre los "alfas destinados"...- Stiles entrecerró los ojos pensativo. —Un ritual creado por los Darach, para eliminar a los sobrenaturales, que incluye el "poder" de un alfa destinado.-
—¿Ritual?.- Sand lo miró más atento
—Los antiguos Darach que practicaban la clarividencia, predijeron que solo un alfa destinado acabaría con el mundo sobrenatural... Pero se debe... oh Dios...-
Stiles llevó una mano ligeramente temblorosa a su boca ahogando un sollozo.
—Por eso ella...-
El gato abrió los ojos un poco más grandes por la sorpresa, esperando por más explicaciones de parte del humano.
—... Ella lo sedujo, y Derek se enamoró porque se encontraba frágil sentimentalmente después de lo de Paige... Debió ver el destello esmeralda que ví yo... Y entonces ella se metió en sus pantalones, en los de un chico de apenas dieciséis años... Siempre me pregunté para qué hizo eso... Pero ahora sé, que no fue solo por la información de los Hale... No... Ella... Tuvo un hijo... De Derek...- pronunció con dificultad la última parte como si estuviera conteniendose de vomitar allí mismo.
El guardián estaba mortalmente serio y pensativo.
—¿Si tuvo al primogénito del alfa destinado... Por qué esperar cinco años para desatar el fin del mundo?...- El humano preguntó en voz alta más aturdido que nunca
—Cinco vueltas de la tierra a la luna es lo que normalmente tarda un cachorro en despertar su gen de hombre lobo... Ella debió esperar a que eso ocurriera, y luego lo usó al niño para el ritual... pero la mujer se equivocó, como el cachorro era mitad humano, también arrasó con los de su propia especie... El surgimiento de la primera luciérnaga esmeralda... El símbolo de la inocencia, poder, prosperidad y el futuro corrompido...-
Stiles se dejó caer lentamente al suelo de rodillas con el libro entre sus manos. Las lágrimas caían por las mejillas del muchacho, intentando digerir la verdad...
Aunque una pregunta apareció en su mente...
—¿Y por qué... yo... fuí inmune?...- preguntó con la voz quebrada
El gato pareció mirarlo con un poco más de empatía
—Incluso siendo el protector de la magia de los siete Nemeton, desconozco la respuesta a esa pregunta...-
El humano asintió mientras clavaba las uñas en la carne de sus palmas en puños apretados, y sus ojos bañados en lágrimas se volvían fuego puro.
—... Voy a matar a esa perra...- Murmuró finalmente con la mandíbula tensa.
El gato lo miró algunos segundos hasta que finalmente habló
—Ahora que finalmente unimos las piezas de este rompecabezas, puedo darte esto.- Sand movió su cabeza y un pendiente negro en forma de argolla.
—¿Qué es esto?.- Stiles lo miró con curiosidad, limpiándose el rastro de lágrimas de sus mejillas.
—Es un metal muy especial, forjado con la magia de los siete Nemeton, si perforas tu oreja con él... Tu chispa finalmente podrá alcanzar su máximo potencial... presiento que podrás necesitarlo.-
Stiles lo miró fijamente unos segundos y luego asintió.
Una alarma silenciosa comenzó a parpadear en forma de luz roja, en el reloj de pulcera del humano.
—¿Esperas invitados?.- Tarareó su pregunta
Stiles sacó un arma semiautomática de su mochila, y sin sutileza la recargó, mientras se colocaba una máscara de zorro blanca con líneas rojas.
—Tal vez son ratas.- respondió con simpleza mientras salía de la habitación
Chapter Text
—¿Cuántos?.- preguntó el humano mirando al gato
El guardián, hizo brillar sus ojos a un tono muy morado.
—Tres lobos.- respondió finalmente, como si pudiera verlos
—Entendido.-
Los ruidos en la casa Hale, se hicieron más audibles, hasta que la puerta se abrió.
Stiles se había ocultado en un rincón, con su máscara de Kitsuné blanco y su arma sujetada con ambas manos.
Sacó un silenciador y se lo colocó en su arma, mientras contemplaba con el rabillo del ojo a alguien entrar, desde la entrada trasera.
Cuando la persona se acercó lo suficiente, a punto de dar la vuelta en la esquina donde se encontraba Stiles, este lo tomó del brazo al invasor y lo arrojó al suelo en un movimiento de judo, y de inmediato lo apuntó con su arma.
Un gruñido emergió de su contrincante que con un movimiento rápido pudo evitar ser golpeado en la espalda, aterrizando con sus piernas dobladas, lo suficientemente lejos de su agresor.
—¡¿Quién demonios eres tú?!.- gruñó un hombre joven, muy parecido a Peter Hale, con la diferencia que sus ojos eran de un tono dorados sobrenatural.
El humano estaba usando la magia que Sand le proporcionó, para evitar ser reconocido, desorientado los instintos de quién quisiera reconocerlo.
Dos hombres lobos emergieron a su espalda, gruñendo muy amenazantes con los dientes al descubierto, sus garras y sus ojos dorados
Eran de la familia Hale, eso podía notarlo con solo darles un breve vistazo, los tres eran hombres jóvenes, muy similares en sus características físicas, y recordaba vagamente verlos en fotos familiares de los álbumes que Talia le había enseñado.
Era lógico pensar que la alfa había asignado guardianes para el territorio, y se pateó mentalmente por no pensar en eso.
Bien. Nada con lo que no pudiera lidiar. Stiles enfundó su arma, y sacó dos varas retractiles, con suficiente electricidad para dormirlos.
El gato se asomó con elegancia, bajando las escaleras de una en una, y observando con algo de diversión como la chispa se enfrentaba a tres hombres lobos con suma habilidad y destreza
Propia de alguien que había vivido literalmente un infierno en vida y tuvo que aprender a luchar con bestias mucho más grandes y feroces que estas.
En momentos como este, Stiles Stilinski hacía gala de lo aprendido en su mundo distópico, revelando la verdadera naturaleza del "humano", cuyos ojos brillaban tenues, de un tono morado sobrenatural.
No era más fuerte que sus contrincantes, pero ciertamente era más ágil y astutamente sabía cómo enfrentarse a ellos, conociendo a la perfección sus puntos débiles.
Unos cuantos intercambios de movimientos y los tres hombres lobo terminaron en el suelo, totalmente noqueados, pero relativamente a salvo.
Se irguió moviendo su cabeza de un lado a otro, como si hubiera estado cargando un peso sobre sus hombros
—Impresionante.- el felino se mofó con un tono burlón
—Gracias por la ayuda.- Stiles replicó con recalcado sarcasmo
—No parecías necesitarla.-
El castaño solo negó levemente con la cabeza, y con gran esfuerzo, arrastró a los tres hasta el sillón, para dejarlos sentados allí.
—Chico.-
—¿Qué?.-
—Vienen más.-
—¿Hombres lobo?.-
—Cazadores.- gruñó el gato de ojos morados mirando hacia la puerta.
Stiles soltó un resoplido cansado y se asomó a la ventana de entrada de la casa para mirar, cuando sintió un disparo muy cerca de donde él se encontraba, rompiendo los vidrios.
—Mierda...- masculló mientras rodaba debajo del marco de la ventana —¡SAND!.- Gritó por el gato mientras una lluvia de disparos comenzaban a impactar en la pared de la casa.
El gato brincó con la tira del bolso negro del humano, alcanzandoselo.
Stiles sacó un rifle y comenzó a cargar las balas rápidamente
—¿Cuántos tenemos?.- preguntó el humano terminando de enlistar su arma
—Cinco.-
—¿Argents?.-
—Sólo uno.-
Los ojos de Stiles se volvieron fríos y calculadores, mientras tomaba firmemente el arma
Tomó un respiro profundo, dejando que sus hombros tomaran la postura correcta, y luego, con la mirilla del rifle apuntó hacia afuera.
Los disparos se renaudaron cuando Stiles activó una de las trampas, provocando que algunos salieran de sus escondites
Tres tiros perfectos, impactaron en la cabeza en tres miembros del grupo de cazadores, a manos expertas del castaño con máscara de Kitsuné blanco.
Stiles estaba mortalmente serio y perfectamente bien con ello, como si de un profesional se tratara.
Buscó con la mirilla a los dos integrantes que faltaban pero estos se habían escondido muy bien.
—¿Se fueron, Sand?.-
—No, siguen aquí.- confirmó el felino
Stiles se puso de pie, y desenfundó su arma semiautomática más pequeña.
Se movió estratégicamente rodeando la casa con su arma en mano, encontrando al cuarto escondido en una esquina, cerca de la entrada trasera.
Un disparo limpio, impactó en la cabeza del sujeto, que ni siquiera tuvo oportunidad de reaccionar.
Miró hacia un lado, la puerta trasera estaba semi abierta, no había que ser muy listo para suponer por dónde se había escabullido el quinto sujeto
Abrió la puerta de una patada y lanzó una roca, para calcular la altura de los disparos. El cazador estaba de pie, por lo cual, Stiles pudo rodar por el suelo, colocándose detrás de la isla y cuando vió al sujeto acercarse, le disparó en el pie.
Este chilló de dolor, y el castaño aprovechó para golpear su estómago con un rodillazo, y dejarlo sometido contra la isla, sujetandolo del un brazo en su espalda y con su arma en contacto con su nuca
—¡¿Qué demonios?!.- escupió el sujeto intentando mirar al muchacho, dado el doloroso ángulo de su rostro contra la granita de la mesada de la isla
—¿Eres un Argent?.- la voz de Stiles sonaba gélida y tranquila.
—Amigo... ¿E-Eres cazador?...
o-oye... estamos en el mismo equipo... Y-Yo...-
Stiles le disparó en la otra pierna, y el tipo gritó de dolor
—Te hice una pregunta.- volvió a hablar con mortal profesionalismo
—¡Sí!.- lloriqueó de dolor
Stiles se acercó lo suficiente para quedar cerca del oído del sujeto
—¿Te envío Kate?.- preguntó con cierto tono burlón al final
El tipo tenía las pupilas desorbitadas, y sintió un escalofrío recorrerle todo el cuerpo, sus instintos le suplicaban que no hiciera enfadar al tipo de la máscara de Kitsuné.
—G-Gerard...-
Durante algunos breves segundos, que el sujeto sintió como una tortura para su psiquis, Stiles se quedó en silencio.
Luego un disparo limpio a su cabeza, culminó con la agonía del sujeto que no tuvo tiempo de decir o hacer algo para impedir su miserable final.
El gato estaba sobre la mesada del frente lamiendo su pata, con total apatía
—Gerard Argent, también está aquí...- tarareó Stiles pensativo, mientras se quitaba la máscara, manchando su blancura de sangre.
—Te advertí que intervenir en el pasado traería consigo sus propios cambios, chico.- comentó con desinterés
Stiles lo miró unos segundos, con una expresión seria y rígida, que dejaba al propio Derek Hale del futuro como un rey del teatro, luego comenzó a toser y escupió un líquido negro en la bacha del fregadero.
Se quedó mirando unos instantes el denso escupitajo oscuro.
El gato ahora estaba realmente serio y con los ojos fijos en el humano
—Deberías considerar utilizar el pendiente que te he dado.-
—¿De qué me servirá?.-
—Te dará más tiempo.-
—Tengo todo el que necesito.-
El guardián esta vez lo miró con preocupación, guardando silencio, mientras Stiles se quitaba los guantes y abría el grifo para lavar la mancha oscura
—Si ya dejaste de darme miradas de borrego en pena, tengo cinco cadáveres y tres lobos noqueados, de los que ocuparme, antes de que todo el mundo aparezca, gracias.-
El castaño cerró el grifo.
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Derek estaba pensativo mientras estaba recargado en la cornisa del ventanal del cuarto de invitados, contemplando el panorama de la ciudad.
Normalmente solía estar más emocionado de visitar a sus tíos, pero ahora se sentía un poco melancólico y extrañaba a cierto castaño.
Ya iba por el enésimo suspiro sin darse cuenta
Mónica dió algunos golpecitos en su puerta abierta, y traía chocolate caliente
—¿Puedo pasar?.- preguntó con una sonrisa
Derek volteó y le dió una pequeña sonrisa asintiendo con la cabeza
Adoraba a su tía, era muy parecida físicamente a Laura, aunque también poseía un carácter atento, alegre y animado.
Monica le alcanzó el chocolate al adolescente quien lo bebió con ganas
—Mi adorado sobrino... Llevas suspirando todo el día.-
—Lo siento...- Derek se ocultó detrás de su bebida
Ella sonrió
—¿Se trata de Stiles?.-
Derek casi se atraganta
—¿Cómo sabes de Stiles?.-
—Toda la familia sabe de Stiles querido, es de lo único que tu padre me cuenta además de sus aburridos días de pesca.- bromeó la mujer rodando los ojos
Los colores treparon a las mejillas
—Oh...- balbuceó torpemente, sintiéndose un poco tonto al creer que su tía realmente sabía que se había besado con una versión mayor del muchacho
—¿De qué creías que hablaba?.- tarareó la mujer con una suave risa
—Nada.- Derek volteó a mirar la ventana
Mónica sonrió aún más
—Si sabías que los hombres lobo podemos escuchar los latidos del corazón... ¿Verdad?.-
Derek volteó ligeramente sonrojado y con el ceño graciosamente fruncido
—¡Tía!.-
Mónica rió más fuerte —Solo decía... Oh cariño, será mejor que me pongas al tanto porque sabes que no lo dejaré estar...-
Él le dió una mirada abochornada, y luego suspiró con aplomo.
Le contó a su tía cómo lo conoció, como se hicieron amigos, y si bien, no le contó lo que ocurrió en su fantasía/realidad de la biblioteca, dejó entrever que tenía sentimientos confusos con respecto al menor.
Volvió a mirar por la ventana con melancolía —No entiendo muchas cosas de él...- comentó sin mirarla
—¿A qué te refieres?.- Mónica ladeó la cabeza
—Siento que hay muchas cosas que él oculta, y no quiero presionarlo a decirme nada... Pero cada vez me siento más frustrado al respecto... Siento que quiero ayudarlo, pero es como si tuviera una especie de barrera a la defensiva que me impide llegar hasta él, aún cuando hablamos... siento que no es del todo honesto conmigo... ¿Crees que es malo?.- el adolescente volvió a mirar a su tía con preocupación al final
Está le sonrió con dulzura
—Cariño... por lo que me cuentas, Stiles es un chico complicado, y tal vez es una montaña de secretos, pero si a tu madre no le parece alguien malo, y a su vez, él no parece tener malas intenciones... Entonces deberías preguntarte ¿Qué te dice tu instinto sobre él?.-
—¿Mi instinto?.-
—El instinto de tu lobo, normalmente no suele equivocarse... ¿Cree que Stiles es malo?.-
Derek lo pensó unos minutos y luego negó con la cabeza
—No creo que sea malo... Pero temo involucrarme demasiado, no quiero que vuelva a pasar lo que ocurrió con... Paige... Los secretos son malos...- Murmuró al final con tristeza
Mónica lo miró con comprensión y lo abrazó fuertemente
—Oh, cielo... Lo de esa chica no fue tu culpa... Y tampoco pienso que la situación de Stiles sea igual...-
El lobo se refugió en los brazos de su tía favorita, con una expresión pensativa
—¿Qué crees que está pasando con él?, ¿Por qué es tan misterioso?...-
—No lo sé, pero te daré la razón en algo, por lo que me dices, siento que ese niño tiene una carga demasiado pesada sobre sus hombros... Pero no puedes simplemente obligarlo a compartir sus inquietudes... Esa es su decisión... y hasta entonces, sólo puedes apoyarlo como su amigo y demostrarle que estás ahí para él... Nadie es verdaderamente feliz con tantos secretos, ni tan fuerte para soportarlo, así que tendrás que comprenderle en ese aspecto y ser su ancla cuando más lo requiera...-
Derek asintió en silencio y la mujer le sonrió dándole un pequeño apretón en los hombros de su sobrino a modo de reconfortarlo.
—Por cierto tus padres llamaron, les dije que estaban bien, ellos me contaron que Laura les envío un mensaje y les ha mandado saludos a ti y a Cora.-
—Hace mucho que no escucho su voz ¿Podemos llamarla?.- Derek le preguntó
—Yo también la extraño, pero tú mamá dijo que tu hermana solo envía textos, porque dice que así no interrumpe sus prácticas.- Mónica rodó los ojos
—Esta bien, en ese caso le escribiré algunos mensajes yo también.- Derek asintió con una pequeña sonrisa
Mónica le dió unas palmaditas en el hombro de su sobrino y luego se levantó para dejar al adolescente en la habitación correspondiendo su sonrisa antes de salir.
Chapter Text
Talia y Eric Hale se acercaron en el círculo de su manda aliada del este, quienes los recibieron con amplias sonrisas amistosas
—Talia, Eric.- los saludó el alfa Kalev, un hombre en sus cuarentas de ascendencia hawaiana, ojos mieles y cabello avellana.
—Es bueno verte Kalev.- Talia correspondió su saludo con la misma solemnidad
Él los invitó a pasar en la sala de reuniones
Algunos de los miembros más jóvenes de la manada saludaron con el mismo cariño de toda la vida a los Hale, pero la alfa no pudo evitar notar que había muchos menos lobos que su última visita
—¿Qué tenemos?.- preguntó la alfa
El alfa Kalev le enseñó un archivo con fotografías y una información muy detallada
—Una masacre...- respondió el hombre dejando que ambos Hale miren detenidamente el informe
—¿Cazadores hicieron esto?.- preguntó Eric un poco horrorizado por las imágenes
El hawaiano parecía muy triste y desolado —Si... Me temo que estos cazadores están atacando todos los poblados a su paso, indiscriminadamente, sin importar niños, mujeres o si somos inocentes o no...-
Una de las lobas de un rincón comenzó a sollozar mientras se abrazaba a su hermano mayor, habían perdido a demasiados... Mucha sangre derramada, de inocentes.
Por lo que se observaba en las fotos, les constaba creer que simples humanos pudieran tener ese nivel de crueldad y sadismo. Tal vez no tendrán garras y colmillos, pero definitivamente los monstruos eran ellos.
—¿Quiénes son?.- preguntó Talia sujetando con un poco más de fuerza los documentos, asqueada y horrorizada de las imágenes.
Kalev separó una de las fotografías que estaba casi oculta al fondo y se la enseñó, en una de las sangrientas escenas, tomaron una fotografía de una bala en el suelo, se veía un poco borrosa, por eso había una pequeña ampliación al costado.
Pudieron reconocer el emblema
—¿Argent?.- preguntó Eric mirando la misma fotografía que su esposa
—Se supone que tienen códigos...- Talia sentía sus ojos rojos emerger, y su mandíbula apretarse
—Al parecer, ese tratado ha llegado a su fin.- Kalev parecía devastado
Eric miró a su esposa con terror en sus ojos cuando se dió cuenta —¿Quién está al cuidado del territorio?.- preguntó casi ahogado
Los ojos de Talia se volvieron más carmín
—Jonathan, Luke y Mark... Ve al auto y llámalos ahora.- Talia soltó en un casi gruñido
Su marido no tardó ni medio segundo en obedecer.
La alfa volteó para irse, y Kalev la sujeto brevemente de la muñeca. La mujer se giró con una expresión amenazante, como si estuviera retándolo a detenerla, pero esa no era la intención del hawaiano en lo absoluto
—Talia, estos cazadores... no son del todo normales... tengan cuidado.- le advirtió el hombre con la tristeza de quien ha perdido demasiado en sus ojos
La alfa asintió y luego de una breve pregunta silenciosa, el alfa de la manada del Este le dió los papeles y le permitió marcharse sin más.
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Luego de terminar de limpiar absolutamente todo en el hogar Hale, Stiles regresó a la casa Stilinski
Se veía absolutamente pálido, con pronunciadas ojeras un poco rojizas bajo sus ojos.
Corrió al baño de su habitación de la infancia, y vomitó más sustancia negra en el inodoro, abrió la ducha fría, metiéndose con ropa y todo.
Se dejó caer sentado en el suelo de la ducha, reposando su espalda en la pared, mientras el agua aún caía sobre él, pegando su cabello a su craneo, recogió sus piernas hasta su pecho y se abrazó a ellas, mientras escondía su cabeza entre sus rodillas, sintiendo las náuseas y la amargura.
El gato negro estaba sentado bajo el arco de la puerta de entrada del baño que estaba abierta, contemplandolo fijamente con sus ojos analíticos y morados
—Para ser un asesino tan bien entrenado, tienes muchos remordimientos, chico...-
—Era agente del FBI, no era un asesino.- replicó sin mirarlo
El gato caminó hacia adentro del baño tomando una apariencia humana y cerró la ducha
Stiles apenas levantó la mirada sin mucho interés, para ver la imagen de una mujer joven muy hermosa, en sus veintes como mucho, de cabello negro como la noche, largo hasta la cintura, ondulado, tez trigueña, ojos morados, de forma redonda y felinos, labios carnosos, cubiertos con un labial chocolate.
Sin embargo, Stiles ni se inmutó por la apariencia de la chica muy guapa y desnuda, que ahora se ponía de cuclillas frente a él, para mirarlo frente a frente con curiosidad.
—No consigo entenderte.- ella le habló con voz suave, y la mirada fija en él
—No espero que lo hagas.- Stiles dejó caer su cabeza un poco hacia atrás mirándola con cansancio
Ella alzó su mano y le acarició la mejilla con el dorso.
—Los humanos son frágiles en comparación a su fuerza de voluntad... Sé que son capaces de desafiar todas las probabilidades, tú me lo enseñaste... pero sabes que no puedes sólo basarte en eso, tienes una misión que cumplir y tu cuerpo humano no soportará la dualidad de tu magia en este tiempo y en el tuyo...-
—Te refieres al pendiente...-
Ella asintió
—¿Cuál es el precio?... Todo siempre tiene un precio...- Murmuró con cansancio
—... Tus recuerdos de tu tiempo de origen, están poniendo en conflicto con los que tienes en este tiempo.-
Él cerró los ojos, y soltó un suspiro, ladeando su rostro, con un nudo en su garganta y una lágrima rodando por su mejilla
—... El precio son mis recuerdos... Mis amigos, mi familia... Derek... ¿Lo olvidaré... todo?...- preguntó con la voz rota sin mirarla
—Debes sacrificar algo si quieres obtener otra cosa...- Ella ladeó su rostro —Ademas, no lo olvidarás de forma inmediata... Será algo que ocurrirá poco a poco.-
—Sand... Por favor... no me hagas esto...-
—... Si no equilibras tu chispa, terminarás por destruirte a tí mismo, antes de que puedas salvarlos a todos...- ella le habló con serenidad y seriedad —Esto te dará más tiempo...-
Stiles soltó un suspiro agotado seguido de un pequeño asentimiento, y ella lo tomó como una afirmativa silenciosa.
Luego tomó el pendiente del bolsillo del castaño, y le perforó el cartílago de la oreja derecha, colocándoselo con suavidad.
Este ni siquiera lo sintió, sin embargo cerró los ojos con el nudo volviéndose más pesado y angustioso en su garganta.
—Esto no cambia que de igual forma moriré... La única diferencia es que ahora lo haré sin recuerdos de lo que alguna vez fuí y tuve...-
Stiles derramó más lágrimas, mientras era observado por la mirada pensativa de la joven muchacha que simplemente lo contemplaba en silencio.
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Las horas pasaron y Stiles finalmente tenía su apariencia juvenil.
El Sheriff llegó esa misma noche a su casa, encontrandose con su hijo, quien bebía café con leche, mientras sostenía una partitura, apoyado de forma indolente en el taburete del piano
—¿Stiles?.-
—Hola papá... ¿Quieres café?.- el castaño le sonrió
—Hijo, son las tres de la mañana... ¿Qué haces despierto?.-
—Estudio.-
—¿Estudias?.-
—Estudio.- repitió con una sonrisa
—Sé que estudiar es importante pero, ¿No podrías hacerlo en un horario más sano?.-
—Lo dice el sheriff que vuelve a las tres de la mañana...- Murmuró en voz baja
—¿Dijiste algo?.-
—Pregunté si querías budín de avellana, lo preparé hoy en mi clase de cocina.- respondió de inmediato con una gran sonrisa, mientras se dirigía a la cocina para prepararle un tentempié nocturno a su padre
—Stiles... Esto no es sano...-
—Espero que no estés hablando de mi budín, porque lo preparé sin grasa y lo endulce con miel en lugar de azucar.- le sirvió a su padre café y una rebanada de budín, mientras sonreía al final.
—No... me refiero a que estés durmiendo tan poco y te estés exigiendo tanto...- el sheriff tragó saliva —Es mi culpa, ¿Verdad?.-
Stiles miró a su padre con genuino cariño en sus ojos, y tomó asiento frente a él —Haces lo mejor que puedes lidiando con todo...-
—Debería ser un mejor padre para tí... Lo sé, es solo que...- Noah llevó su mano a su propia frente con cansancio y mirada triste —¿Es por eso que decidiste aceptar la beca y te irás a Julliard?.-
Stiles puso una mano sobre la de su padre y este alzó la mirada hacia su hijo
—Puedes venir conmigo...-
Noah miró a su hijo con algo de sorpresa, quedándose brevemente pensativo, y luego sonrió de lado con tristeza, contrariado.
Retiró su mano con lentitud, alejándola de la de su hijo
—No puedo hacer eso...-
—¿Por qué?.-
—Beacon Hills es... Mi vida... todo está aquí y no puedo simplemente irme, aquí está mi hogar.- volteó a mirar la foto de Claudia en una esquina —... Puedes ir a seguir tu sueño hijo, yo no te lo impediré, pero no me pidas que lo abandone todo, porque no es justo...- Noah se puso de pie y se dirigió a su habitación sin darle una última mirada.
Stiles miró fijamente la taza de su padre frente a él y sintió que su corazón se rompía un poco.
Una sonrisa amarga y nostálgica se dibujó en su expresión, mientras se sumergía en recuerdos...
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Flashback
"¿Siempre quisiste ser agente del FBI?." Derek preguntó, mientras besaba la espalda desnuda llena de lunares de su amante.
Ambos estaban cobijados en la intimidad de una antigua casa rodante, con una cama matrimonial muy cómoda.
Stiles tarareó pensativo, parecido a un ronroneo al sentir los labios del lobo en su piel
"No... Hubo un tiempo en el que tenía otro sueño..." Respondió con una sonrisa perezosa
"¿Cuál?"
"Ya no importa, cariño... Al final el entrenamiento del FBI fue lo que me mantuvo vivo, después de todo..." Rió un poco
Derek se quedó brevemente pensativo, sin dejar de trazar los lunares de su amante con el dedo índice
"¿Si pudieras irte a alguna parte donde irías?..."
"Me conformo con un supermercado decente, dónde aún tengan el preciado papel higiénico..."
"Hablo en serio, Stiles..." Resopló el lobo, dandole una pequeña mordida en su cuello, a modo de reprimenda
"¿Antes de que todo se fuera a la mierda?" Preguntó mirándolo sobre su hombro con un ojo abierto y el otro cerrado
Derek asintió
"No lo sé, tal vez San Francisco..."
"¿Por qué?."
"Quiero saber cuántos pasos me tomará cruzar por completo el Golden Gate Bridge..." Bromeó
Derek rodó los ojos "Eres tan extraño..."
"¿Y tú, grandote?... ¿A dónde te gustaría ir?..." Stiles volteó y se recostó sobre el pecho desnudo de su amante
"New York"
"Oh... así que quieres ir a la gran manzana... ¿Puedo saber por qué?."
"En realidad, viví allí durante un tiempo... Era muy ruidoso en verdad, y saturado de gente..."
Stiles sonrió, mientras jugueteaba dibujando patrones sobre su piel
"Y si no te gusta, ¿Por qué quieres volver allí?..." Preguntó curioso
Derek se acomodó mejor en la almohada para mirarlo
"Porque allí está la mejor escuela de música..."
Stiles levantó levemente su cabeza con sorpresa mirándolo con los ojos muy abiertos, y el hombre lobo le dió una sonrisa cálida, de las que solía darle en momentos de intimidad y mucha confianza, bien sabido era, que por el carácter del lobo, rara vez sonreía así...
"... Te escuché tocar el piano en la casa de empeño abandonada a la que fuimos hace un par de días... Y estuve pensando, e imaginando... Nada me hubiera hecho más feliz que verte en un concierto..."
"Derek..."
"Sé que amabas hacerlo y que por tu madre--..." El lobo se interrumpió a sí mismo "No hace falta que finjas... Sé que si no hubieras entrado en el FBI... Si realmente hubieras podido elegir en base a tu real talento... Supongo que mi sueño irreal, sería verte entrar en Julliard, Stiles..."
"Eso suena bien..." sonrió con nostalgia "¿Serías mi fan?" Bromeó
"El fan más grande, sobre todo porque en mi sueño hipotético, yo habría ido contigo..." Derek lo tomó de la mejilla, y parte de su cuello, con una sonrisa dulce
El humano le dió una mirada cargada de un millón de sentimientos, luego acortó las distancias y lo besó con dulzura en los labios...
El joven Stiles del presente, se mordió levemente el labio inferior, mientras una lágrima amarga se deslizaba por su mejilla...
—Te extraño tanto...- Murmuró a nadie en particular en la soledad y silencio del lugar.
Chapter Text
—Kate... Quiero un informe completo sobre la situación de tu misión.- Gerard Argent se presentó delante de su hija
Ella afilaba unos cuchillos en una de las guaridas subterráneas de los cazadores, dónde tenía gran parte de su armería.
—Entablar una relación con el mocoso Hale fue más difícil de lo que pensamos... Pero finalmente me he decantado por el plan B...- ella le sonrió a su padre y se movió de su sitio para enseñarle
Laura Hale estaba encadenada, dentro de una celda, y estaba transformada en su versión beta, viéndose más salvaje que nunca. Se veía sucia y herida.
Gerard sonrió con malicia —¿Hiciste al perro hablar?.-
—Y bailar...- ella le devolvió la sonrisa —¿Cuando atacaremos?.- preguntó con la curiosidad de una niña esperando por la navidad
—Pronto, he convocado al resto del clan de cazadores de alto nivel, los inútiles que envié para catear el terreno Hale nunca volvieron... Sin embargo tu primo Merle envío unas imágenes muy curiosas desde su teléfono, antes de que muriera.-
Gerard le enseñó las fotografias un poco borrosas, de un muchacho con máscara de Kitsuné blanco.
—¿Qué criatura es ésta?.- preguntó Kate interesada en la imagen del muchacho, sobre todo en los ojos detrás de la máscara se reflejaba un leve brilló anormalmente morado.
Gerard le enseñó un libro antigüo, con una página señalada a la rubia
—¿El chico es una chispa?...- Murmuró Kate mirando la página —Se supone que son humanos con dones mágicos... Pero nada demasiado fuerte... ¿Qué lo hace tan especial?.- preguntó perdiendo el interés
Gerard volteó la página enseñándole el dibujo de un gato negro con ojos morados —Esta no es una simple chispa... parece que el muchacho tiene un vínculo directo con el Nemeton...- luego le señaló la misma foto borrosa del muchacho, justo detrás había un gato con ojos de un morado intenso
Los ojos de Kate parecieron agrandarse y una sonrisa siniestra apareció en sus labios —Pensé que los Grimm eran un mito... Humanos con sangre de bestia, el equilibrio de ambos mundos, en un solo ser.-
—Si logramos capturarlo convida podremos investigar los orígenes de las criaturas sobrenaturales, y quizá podamos encontrar la forma de librar al mundo de esas asquerosos monstruos.- los ojos de Gerard parecían determinados en su locura
—¿Dónde dices que fué tomada está fotografía?.- Kate preguntó con una sonrisa depredadora
—Parece que este Grimm tiene relación con los lobos de la casa Hale...-
—Una razón más para acabar con ellos, entonces...- tarareó la mujer
—Investiga esto y tráeme al chico... Luego iremos por la cabeza de Talia Hale, quedará asombrosa en la sala...-
—Si, padre.- Kate sonrió con maldad
☆゚.*・。゚☆゚.*・。゚☆゚.*・。゚☆゚.*・。
Un par de días pasaron, y todos los Hale estaban de vuelta en su hogar.
Siendo la matriarca de la familia junto con su esposo, los primeros en llegar.
Los tres lobos que fueron noqueados por Stiles no tenían ninguna explicación lógica que darle a su alfa, después de todo, ellos se despertaron sanos y salvos en el sillón.
Sin embargo había mucho olor a sangre y pólvora por toda la casa, pese que no había manchas ni cuerpos por ninguna parte.
Talia también lo había notado pese a no decir nada, Stiles podrá limpiar minuciosamente todo, pero era más que obvio que no podria burlar los sentidos desarrollados de los lobos
Las alarmas estaban encendidas en la cabeza de la alfa, lo cual la mantenía con la guardia en alto. Stiles lo prefería de cierta forma.
El castaño, decidió pasar por la casa Hale para el desayuno, antes de que pasaran por él para ir a la escuela.
Desde que Laura no estaba, Eric Hale era el encargado de llevarlos siempre a la escuela, principalmente para la tranquilidad de Talia.
—Buen día familia.- el chico saludo con su alegría usual
Peter lo miró sorprendido —¿Cómo entraste?.-
—Tengo copia de las llaves.- el humano le enseño la llave con una sonrisa
—Raro, aunque no me sorprende.- el hombre lobo se encogió de hombros y siguió de largo hasta la mesa donde todos estaban desayunando a las apuradas por haberse quedado dormidos
—¡Stiles, cariño! Toma asiento.- Talia le dió una enorme sonrisa mientras le servía al menor una torre de pancakes del mismo tamaño exagerado que al resto.
Este le devolvió la sonrisa y se sentó, viendo con diversión como los lobos se movían inquietamente de un lado a otro.
—Sourwolf, mastica antes de tragar.- Se burló el chico
Derek le frunció el ceño y le dió un gruñido mientras masticaba rápidamente
—Papaaaaaa, ¿Dónde está mi chamarra azul?.- Cora corrió desde las escaleras
—En la lavandería, cariño.- gritó Eric mientras le colocaba un gorrito al pequeño Adam, de unos meses de edad.
—Woa, ¿A qué se debe tanto movimiento hoy?.- preguntó divertido
—Unos parientes nos visitan hoy, desde Wisconsin y Texas.- Peter respondió bebiendo de su café.
—Ohhh, genial.- Stiles sonrió
—La tia Madeline, es hermana de mi mamá, viene con su esposa, la tía Carol, y sus tres hijos, Rob, Jake y Melina.- Derek le comentó cuando tragó
—Tambien viene el tío Nick, es el mellizo de mi papá, pero tiene la personalidad de Peter... Está divorciado pero viene con sus dos hijas pequeños Rose y Lila.- añadió Cora
—Y no todos son hombres lobo, también hay humanos, cómo Carol... Y creo que también vienen Mónica y Thomas de San Francisco...- Peter se sumó a la conversación
La sonrisa de Stiles mermó cuando comenzó a conectar esos sucesos con los cuerpos que se encontraron en la mansión Hale cuando fue quemada.
El día se estaba acercando...
—Stiles... ¿Te encuentras bien?.- Derek le habló cerca, sintiendo el aroma de nerviosismo y su ritmo cardíaco acelerado
El menor abrió la boca, pero de inmediato todos se pusieron de pie con grandes sonrisas, escuchando los vehículos estacionarse cerca.
Derek tomó la mano del humano y le sonrió tímidamente mientras lo llevaba fuera, para presentarlo con sus tios y primos.
Los autos llegaron casi al mismo tiempo y fue un reencuentro emotivo, dónde Stiles quedó relegado en último plano por decisión propia, más no porque los Hale no quisieran integrarlo.
Simplemente, no podía dejar de pensar en lo que ocurriría en cuanto Derek y él se fueran a la escuela...
Sin embargo, durante todo este tiempo, no se había quedado quieto, él tenía sus propios planes al respecto, y era hora de ponerlos en marcha.
—Talia.- Stiles la llamó
—¿Si, cariño?.- la mujer volteó con una sonrisa en medio de su plática con su hermana y cuñada, pero su sonrisa mermó cuando vió la expresión del chico
—¿Podemos hablar... En privado?.- Stiles le preguntó
Ella alzó ambas cejas con sorpresa, pero asintió.
Ambos se dirigieron al estudio, dejando que el resto de la familia se pusiera al día. A excepción de Derek y Peter, que parecían estar más atentos en lo que Stiles tuviera que decirle a la alfa.
Ella alzó el escudo para insonorizar el lugar y luego se sentó frente al chico
—¿Finalmente estás listo para compartir algunas inquietudes conmigo cachorro?.- ella le sonrió
Stiles le dió una mirada indescifrable, mayormente nostálgica, y asintió levemente.
—Yo--...- El menor se interrumpió a sí mismo cuando su visión se nublo
—¿Stiles? Cielo... ¿Te sientes bien?.- preguntó nuevamente intentando entender lo que ocurría con él, estaba pálido y sus ojos se veían opacos, así que se acercó a él
Stiles sintió que el aire comenzaba a faltarle, y su mente se encontraba sumergida en caos. Intentó por todos los medios, mantenerse consciente, tenía que advertirle a Talia, tenía que decírselo...
Talia llegó hasta el chico, sujetandolo antes de que se desplomara del todo, cuando este cayó de rodillas, sujetandose el pecho.
El latido en forma de eco volvió a hacerse presente... ¿Qué demonios le estaba ocurriendo?...
Podía escuchar a lo lejos, cómo la voz de Talia intentaba alcanzarlo, pero por más que la tuviera cerca, no podía entenderla
Su cabeza se sentía como si estuviera sumergida bajo el agua, sus sentidos fueron apagándose.
Luchó con todas sus fuerzas para mantenerse despierto, sin embargo le ganó la inconsciencia...
[...]
—...yslaw...-
¿De quién era esa voz?
—Mie...czyslaw...-
Podía reconocerla... A duras penas...
—¡Mieczyslaw!.-
Abrió los ojos y se encontró con el rostro (muy cerca del suyo) familiar de la joven morena de ojos morados sentada a horcajadas de su regazo, observándolo con curiosidad, aunque al menos esta vez llevaba un vestido color beige, que se adhería a su cuerpo esbelto como una segunda piel
—¿Sand?... ¿Qué ocurrió?... ¿Estoy muerto?.- preguntó con voz ronca y un fuerte dolor de cabeza que poco a poco mermaba
Al parecer había vuelto a su apariencia adulta sin darse cuenta, porque la mujer se veía más pequeña físicamente que él
Ella negó —No estas muerto, chico...- respondió apartando lentamente su rostro y dejando que Stiles se siente, aunque ella no se bajaba aún de su regazo.
Miró a los alrededores y se dió cuenta de que estaba en medio del bosque, de día, pero los rayos del sol apenas eran visibles tras las densas nubes que cubrían el cielo azul
Estaban sobre el Nemeton
—¿Qué hacemos aquí?.- él le preguntó
Ella parecía un poco arrepentida y culpable, siendo la primera vez que ponía una expresión igual a esa
—Los siete Nemeton decidieron que ya no debes intervenir...-
Stiles la miró con asombro y enojo
—¡¿De qué diablos estás hablando?! Si no intervengo, ¡los Argent acabarán con los Hale! Entonces el futuro--...-
—El futuro ha cambiado, muchacho...- la voz profunda de un hombre mayor se hizo presente en un eco, y el viento en el bosque comenzó a soplar con intensidad
Sand se puso de pie y ayudó a Stiles a hacer lo mismo, para mirar finalmente al hombre de pie a unos cuantos metros lejos de ellos
Llevaba una túnica negra con bordes dorados, y su capucha cubría la mitad de su rostro, a excepción de su barba castaña y unos labios con forma de arco.
—¿Quién eres?.- Stiles dió un paso en frente —¿A qué te refieres con que el futuro cambió?.- preguntó exigente acercándose
El hombre sonrió y se descubrió el rostro, sorprendiendo a Stiles
Cuando notó los rasgos similares a los suyos, pero con ligeras diferencias, como el hecho de que tenía un lunar encima de su ceja derecha, y sus ojos eran de un tono más verdoso antes que whisky
—Mi nombre es Przemyslaw.-
Stiles alzó ambas cejas con sorpresa
—... Y yo pensé que mi nombre era un trabalenguas... Tengo curiosidad, y teniendo en cuenta que dinero y miedo nunca tuve, preguntaré de todas formas. ¿Somos parientes?.- lo señaló y luego a sí mismo.
—Soy tu ancestro, por parte de tu madre, niño...- le sonrió con un brillo de diversión en sus ojos
Stiles boqueó cómo pez fuera del agua, mirando a Sand y luego al hombre como si no tuviera sentido alguno
—¿Dijiste a-ancestro?.- balbuceó en un torpe tartamudeo —¿Cómo? Es decir, nos parecemos mucho físicamente es obvio, y mi mamá tenía mi nariz, así que ella también, se parece a mi, bueno ella se parece a ti, porque me parezco a tí, pero o sea, ¿Cómo es que tú--? ¿Y el Nemeton?...- su verborrea le impidió hilar sus pensamientos
El hombre mayor rió entre dientes
—Nuestra familia ha llevado sangre sobrenatural en sus venas desde sus inicios, normalmente con algunos dones de chispa con cierto potencial mágico... Pero... Luego de varias generaciones, nace un Grimm.-
—¿Un Grimm?.-
—Humanos con alma y sangre sobrenatural... Se nos conoce por ser el equilibrio entre ambos mundos, siendo la conexión directa con los siete Nemeton...-
—Escuche sobre eso alguna vez... Se supone que son un mito...-
—En realidad no, simplemente los Grimm no pasan mucho tiempo en el mundo humano.-
—¿Por qué?.-
—Porque normalmente un cuerpo humano no puede albergar tanto poder que proviene del mismo Nemeton, y eventualmente, un Grimm se vuelve un guardian, o terminan muriendo lenta y dolorosamente, como ya lo estás experimentando al sufrir el desbalance...- el hombre lo señaló
La nariz de Stiles goteaba un líquido negro, este se dió cuenta, y se limpio con el dorso de su mano
—Pensé que el pendiente me ayudaría a regular eso...- Stiles miró a la chica con tristeza
—El pendiente te ha comprado tiempo, sin embargo no parece ser suficiente... Tu cuerpo se ha debilitado mucho por el salto en el tiempo y la constante transformación de tu cuerpo en tu edad joven y adulta... Tu potencial es mayor a lo que tú condición humana resiste.- respondió el mayor, con seriedad
—Ya era conciente de que no viviría mucho después de cumplir mi misión... Así que no me importa... quiero saber a qué te referías cuando dijiste que el futuro cambio.- Stiles parecía decidido
El hombre lo miró pensativo, pero decidió responderle
—El alfa destinado ya no será el que traiga la plaga de libélulas esmeraldas, cambiaste ese hecho en la historia cuando evitaste que el lobo le entregue su corazón e inocencia a la cazadora.-
—Okay, eso es bueno...- Stiles se relamió los labios, pensativo, interiorizando esas palabras —¿"Ya no será el que traiga..."?- repitió sus palabras en forma de pregunta mirándolo muy serio
—Asi es, él ya no será la razón.-
—Pero aún sigue existiendo la posibilidad de que invadan la tierra...- razonó el humano
El hombre asintió
Stiles estaba muy serio y con los ojos fijos en el hombre
—¿Por qué estoy aquí?.- se aventuró a preguntar nuevamente, teniendo un presentimiento
—... Los cazadores averiguaron que hay un Grimm cerca, y están buscándote para darte caza...-
—¿Saben mi identidad?.-
Sand negó con la cabeza y se sujetó a su mano, el castaño la miró
—No saben quién eres, pero aún así, ellos no tardarán en rastrearte, y si te capturan, el destino de la tierra será peor que las luciérnagas esmeraldas...- ella le respondió
—Por esa razón, los siete Nemeton decidieron que tu misión en el pasado, ha concluido y deberás quedarte para controlar y equilibrar correctamente tu poder...- añadió el hombre
—Pero... ¿Qué pasará con los Hale?, ¿Qué pasará con Derek?.- Stiles los miró con angustia
—El destino de un alfa destinado es inamovible una tragedia es lo que él atravesará para ser lo que su destino así lo dictaminó...- le respondió con seriedad
—¡A la mierda con el destino!.- gritó con impotencia y lágrimas en los ojos
—¡Stiles!.- Sand lo tomó de la mano
—No...- Stiles se apartó de la chica con un jalón, esta lo miró con una expresión herida —¡Esto no es lo que me prometiste, Sand!...- la miró con reproche
—Stiles, por favor...-
—¡Dejenme volver!... Tengo que evitar que esa zorra queme su mundo... Por favor... Solo... déjenme salvarlo...- Stiles comenzó a mirar a los alrededores, dándose cuenta que ni siquiera era verdaderamente un bosque, sino más bien tenía la apariencia del sitio blanco, parecido al lugar donde jugaba al go con el Nogitsune, con el muñón del Nemeton en el centro
Sin puertas ni ventanas y sin forma de salir.
Se dejó caer de rodillas en las raíces del Nemeton con ambas manos en su rostro, llorando amargamente, sin poder impedir toda la mierda que se avecinaba, de la única persona a la que quería rescatar desde el principio.
Chapter Text
Talia se puso de pie en cuanto el chico se despareció de entre sus brazos, y comenzó a buscarlo por todas partes en el lugar, con la mirada preocupada y totalmente desconcertada
—¿¡Stiles!?.-
Mientras tanto en la sala de estar, la familia Hale estaba poniéndose al día con respecto al viaje y sus vidas.
La sonrisa de Derek desapareció, y sus ojos se volvieron azules, quedándose totalmente inmóvil por unos segundos.
—¿Qué sucede, Derek?.- Peter le preguntó, notando el cambio de aires de su sobrino
—Por un momento creí escuchar la voz de Stiles... Llamándome.- respondió volteando a ver las escaleras con mucha atención
—Bueno, puede que ya terminara de hablar con mi hermana y--...-
Derek subió las escaleras sin importar que su tío siguiera hablando
Al llegar a la puerta del estudio, se encontró con su madre quien lo miraba con preocupación
—Mamá... ¿Dónde está Stiles?.-
Talia negó levemente con la cabeza mientras llevaba una mano a su propia frente
—Hijo... Él... Desapareció.-
☆゚.*・。゚☆゚.*・。゚☆゚.*・。゚☆゚.*・。゚
Dos días después, los lobos habían organizado una búsqueda exhaustiva del joven humano, aunque no tuvieron éxito para rastrearlo
¿Cómo era posible que hubiera desaparecido así sin más?...
El sheriff no culpó a los Hale de su desaparición, ¿Cómo podría? Ellos estaban cuidando más de su hijo, últimamente, que él mismo...
Sin embargo envío patrullas a todas partes para intentar localizar al castaño, también sin éxito alguno.
Derek era el más intranquilo de todos, no podía regular sus cambios, sus garras y ojos se manifestaban todo el tiempo sin poder evitarlo
—Hijo... Ya lo hablamos... Tienes que buscar un ancla...- Talia intentó ayudarlo
—Stiles... Stiles es mi ancla.- afirmó el adolescente sin vergüenza, ya no había razón alguna para esconder un dato tan obvio para todo aquel que lo mirara en ese estado
Eric y Talia compartieron miradas preocupadas
—Lo encontraremos, hijo...- Eric le dió un pequeño apretón en el brazo seguido de una pequeña sonrisa para reconfortarlo
—Te he traído una de las camisas de Stiles... Tal vez te ayude a relajarte.- La pequeña Cora se la alcanzó
Derek tomó la tela y la olfateó, sonriendo que su lobo se calmaba un poco
Talia acarició la cabeza a modo de felicitación silenciosa por su buen trabajo.
—Talia...- Mónica la llamó muy seria haciéndole señas con la cabeza
La alfa la siguió. —¿Qué ocurre?.-
—Intenté contactar con Laura, y avisarle lo de Stiles... Me envía directo a buzón de voz.-
Talia puso una expresión pensativa
—Tal vez este entrando.-
Mónica negó —Algo va mal... ¿Hablaste con ella desde que viajó?.-
Talia se quedó aún más seria, descartando los mensajes de texto, no había escuchado la voz de su hija en bastante tiempo...
Llevó una mano nuevamente a su frente mirando un punto fijo en el suelo
—¿Qué demonios está pasando?...- Murmuró la alfa por lo bajo
—Los encontraremos.- Su hermana puso una mano en su hombro —Buscaremos también a Laura.-
Talia asintió
—Llamen a nuestros aliados, ponganlos al tanto de las desapariciones de Laura y Stiles... y quiero extrema vigilancia sobre los Argent, si uno de esos cazadores decide rascarse el trasero, quiero saberlo. Nadie se mueve por su cuenta, a partir de ahora todos irán siempre acompañados. ¿Entendido?.- ella les indicó
Toda la manada asintió ante las palabras de su alfa y rápidamente se dispersaron para hacer lo que pidió.
—Mamá...- Derek se acercó
—¿Por qué enviaste a vigilar a los Argent?.-
Talia miró a su hijo y colocó una mano en su hombro
—Es solo una corazonada, pero es posible que ellos estén involucrados de alguna manera, así que quiero cubrir ese frente.-
El lobo adolescente estaba furioso, en cuanto escuchó que el apellido "Argent", sintió que su sangre hervía. Stiles se lo había advertido, que esa mujer era el diablo mismo, debió decirle a su madre cuando tuvo la oportunidad, pero ahora, debía limpiar su propio desastre, para encontrar a Stiles y su hermana.
Derek asintió comprendiendo lo que debía hacer —Iré a la escuela hoy.-
Al ver los ojos tan determinados de su hijo, Talia tuvo un presentimiento, sin embargo su plato estaba bastante lleno con cosas de la manada, sumado al sheriff que no dejaba de respirar sobre su nuca exigiendo respuestas sobre la desaparición de su único hijo.
En un descuido, y antes de poder responder, Derek ya se había marchado a la escuela, tomando las llaves del Camaro.
Brevemente le rogó al cielo que su hijo no cometiera imprudencias, mientras enviaba a Peter, para acompañarlo en lo que sea que su cachorro estuviera planeando...
☆゚.*・。゚☆゚.*・。゚☆゚.*・。゚☆゚.*・。゚
Stiles seguía de rodillas con la cabeza agachas frente al muñón del Nemeton
Sand y el sabio, se miraron con empatía hacia el humano, para después acercarse a él.
—Oye... No es tan malo, aprenderás a usar tus poderes, podrás ser feliz...-
El humano sacó el frasco con el Nogitsune dentro, lo había desenterrado desde las raíces del árbol cortado
Sand de inmediato retrocedió cuando vió lo que tenía. —Stiles... ¿Qué haces con eso?.-
—Ustedes lo dijeron... Si soy un Grimm, el Nemeton no me dejará volver, si soy un Nogitsune, entonces ya no seré el equilibrio...-
—No puedes ser un Grimm y un Nogitsune.-
—Ya lo fuí una vez, cuando era un adolescente.-
—No podrás controlarlo.-
Stiles se tocó el aro de su oreja —Yo pienso que, ahora sí cuento con la suficiente fuerza para eso.-
—Supongamos que tú locura tuviera sentido... ¿Qué te garantiza que el Nemeton te devuelva al pasado, para rescatar al alfa destinado, en lugar de enviarte a tu tiempo?.-
Stiles se puso de pie y finalmente volteó a verlos, sujetando fuertemente el frasco.
—... Antes tenía a mis amigos para respaldarme, pero desde que Scott y mi padre murieron hace muchos años atrás, solo he tenido a Derek... así que no importa lo que tenga que hacer, voy a volver, le voy a salvar el trasero junto con la familia Hale, y después, ustedes podrán hacer de mí un maldito florero de decoración para lo que me importa... Nadie ni nada me va a detener de volver, ni siquiera tú.- El chico volteó nuevamente a mirar el muñón del Nemeton —Esto es una calle de un solo sentido conmigo.-
La muchacha y el hombre mayor lo contemplaron con asombro, y luego intercambiaron miradas
Sand soltó un suspiro exagerado, sonrió y caminó hacia el castaño menor con una actitud más suelta, y le arrebató graciosamente el frasco de las manos.
—Oh por el amor del Nemed... Dame eso antes de que le saques un ojo a alguien...- le reprochó en un tono familiero, haciendo desaparecer el frasco poco después.
—¡Oye!.- Stiles la miró con reproche y claramente ofendido
—Sand... Sabes muy bien que no lo tienes permitido...- El hombre mayor usó un tono de regaño, aunque claramente su expresión era todo menos enfadado
Ella se encogió de hombros —¿Qué puedo decir? Me encariñé con este pequeño humano, demandame...-
Stiles la miró y luego al sabio sin comprender —¿Alguien me explica de qué me perdí?.-
El mayor se cruzó de brazos con una sonrisa divertida y confiada
Mientras que Sand, tomó las mejillas del castaño menor, para que este volteara a verla del todo, sus rostros quedaron a pocos centímetros y los ojos de la muchacha brillaron aún más sobrenaturalmente.
—Mieczyslaw Stilinski... Yo, la primera guardiana de los Nemed, te otorgo a tí, la protección y poderes del Pharam... Y te recibo como un hijo más de esta tierra sagrada...-
Stiles la miró fijamente sin comprender, hasta que sintió un leve hormigueo en la punta de los dedos de sus manos.
Un sutil viento con unos destellos en color tornasol, comenzaron a rodearlo, era una sensación cálida, y un símbolo en forma de media luna con una pequeña línea en medio se dibujó en su frente, antes de desaparecer por completo, como si su piel la hubiera absorbido
De repente Stiles, sintió su cuerpo mucho más ligero, descansado y funcional de lo que se había sentido en mucho tiempo...
Abrió y cerró las manos con asombro mirándose y luego a la muchacha, quien le sonreía con cariño
—¿Qué fué lo que hiciste?.- preguntó curioso
—Ella te ha bendecido con la magia del Pharam, nuestra tierra sagrada dónde da inicio a todas las criaturas... Ha curado tu desbalance por completo, dándote una parte de su propia esencia.- explico el hombre
—¿Qué significa?.-
El sabio abrió la boca para explicarlo, pero ella lo interrumpió con una sonrisa
—Significa que, ahora somos familia chico... y cuando tú tiempo en la tierra de los humanos termine, serás quien me preceda en mi labor de guardiana. En buena hora, ya tenía ganas de un retiro...-
El muchacho estaba sorprendido
—¿Cuando muera? Es decir... ¿Dentro de algunos años?... Espero...- preguntó con esperanza
—Bueno eso depende de tí.- ella le guiñó el ojo cómplice
Stiles le dió una mirada significativa de agradecimiento, seguido de un abrazo
—Gracias, Sand...- Murmuró —De verdad...-
Ella le dio unas cuantas palmaditas en la espalda a modo de reconfortarlo, era bueno verlo sonreír así.
—Ya deja de ser tan meloso nuevo hermanito, abriremos un portal para que vayas en tu blanco corcel a rescatar a tu lobito...-
Stiles la soltó y le besó ruidosamente en la mejilla —Eres la mejor.- dijo mientras se apartaba
Przemyslaw estaba creando el portal.
—Lo sé.- ella rió —¡Oh! ¡una cosa más!.- lo tomó de la mano poniéndose seria —Cuando regreses al mundo humano, solo podrás mantener tu cuerpo adulto y memorias una última vez, tres lunas... pero en cuanto el sol salga, volverás a cambiar a tu yo joven, y todos tus recuerdos sobre el mundo del que viniste serán borrados...-
Stiles mostró una expresión de contrariedad y se mordió el labio inferior pero finalmente asintió —Esta bien... Lo entiendo. De nuevo, muchas gracias... Por todo... Y espero de corazón no verlos pronto. ¡Sin ofender!.- les dió a ambos una enorme sonrisa al final, llena de vida y jovialidad
Había recuperado parte de su alegría característica, haciendo sonreír de satisfacción a la gata y al sabio.
El humano terminó de desaparecer en cuanto cruzó el portal, dejando a ambos contemplando aún el panorama.
Przemyslaw colocó una mano en el hombro de la joven
—¿Por qué no le dijiste la verdad...?.-
—¿Qué sentido tendría decirle?... El chico sufrió bastante, al menos déjalo tener una vida humana libre de culpas innecesarias junto a su lobito.-
—Sand... Cuando él esté listo, tomará tu lugar y tú... desaparecerás...-
Ella lo miró con una sonrisa comprensiva
—Tengo más de siete siglos de edad, soy la más joven aquí y honestamente me moría de aburrimiento entre puros viejos árboles y ancianos gruñones... Sin ofender...- el negó levemente con la cabeza mientras sonreía para nada ofendido —Jamás me he divertido tanto como cuando estaba con este humano... así que poco me importa si mi rol de guardiana llega a su fin.- rodó los ojos con divertida resignación —¿Y quién sabe? Si el chico cuenta con tal cantidad de poder, quizá no desapareceré, sólo tomaré otra forma, me volveré su familiar, y permaneceré a su lado... lo cual, honestamente no suena algo malo para mí.- se encogió de hombros
El sabio asintió y le dió unas palmaditas en su hombro
—¿Quién lo diría? Finalmente creciste.-
—¡¿Qué quieres decir con eso?!.- ella lo miró teatralmente ofendida.
Przemyslaw se rió con ganas —Vamos, tenemos un grupo de gruñones a los que les debemos un par de explicaciones sobre nuestra desobediencia y el ascenso de un futuro guardián.-
Ella asintió y ambos desaparecieron de allí, más que dispuestos a enfrentar lo que sea con una enorme sonrisa.
Chapter Text
Derek llegó a la escuela como un torbellino, se detuvo en el estacionamiento, tenía sus garras fuera y sus ojos parecían brillar de forma intermitente.
Desde la desaparición de su ancla le estaba costando muchísimo esfuerzo mantener a raya su lobo.
Le llevó unos cuantos minutos inhalando y exhalando para calmarse por lo que estaba pensando hacer.
En cuanto tuviera la oportunidad, acorralaría a la cazadora y la obligaría a decirle dónde se encontraban Laura y Stiles. Así que, por el bien de todos, tenía que mantenerse tranquilo.
Salió del auto, totalmente mentalizado en su misión autoimpuesta, y acudió a clases como si fuera otro día normal, aunque la tensión fuera palpable en cada uno de sus músculos
Hoy tenía clase de francés en el último periodo, así que le pidió a la profesora Argent, hablar después de que terminara la clase, lo cual ella acepto e incluso le sonrió.
Derek estaba un poco reticente sobre ella, recordaba el bestiario que le mostró Stiles, e incluso la mirada de profundo odio que le tenía a esta mujer. Internamente se preguntó cómo era posible que una persona que mostraba ese tipo de sonrisas, pudiera ser un monstruo con todas la letras.
"Lucifer fue el ángel más hermoso de toda la creación" era lo que su madre solía decir, en cuanto a las apariencias y las caras "bonitas". Así que mantuvo su guardia en alto.
Al terminar la clase, ella le sonrió al lobo adolescente, mientras los demás de la clase se retiraban. Una vez que estuvieron a solas ella se puso de pie.
—¿Quería hablar conmigo, señor Hale?.- ella preguntó bajando su mirada hacia los papeles de su propio escritorio, interpretando su papel de maestra a la perfección
Derek se puso de pie y se acercó al escritorio —Tenía una pregunta que hacerle, aunque no es realmente de la materia...-
Ella alzó la mirada, y el joven había rodeado la mesa para acercarse más
—¿Cómo supera un corazón roto?.- el adolescente la observó fijamente
Kate alzó las cejas hacia arriba, visiblemente sorprendida, ya que verdaderamente la pregunta la había tomado por sorpresa, luego esbozó una sonrisa un tanto divertida.
—¿Por qué me pregunta eso?.- no pudo evitar preguntar
—Pensé que podría darme un consejo...- el lobo desvió la mirada al suelo —Usted parece muy observadora y sé por unos amigos que usted ha ofrecido ciertas tutorías dónde no se hablaban exclusivamente de temas escolares... ellos me recomendaron preguntarle.- se acomodó la mochila al hombro —Disculpe si la molesté, mejor olvídelo... Me voy.-
Derek giró sobre sus talones y ella le sujetó la muñeca para impedirle que se fuera. El lobo adolescente volteó y ella estaba de pie acercándose, con una enorme sonrisa enigmática.
—¿Quieres saber que es lo que hago yo para olvidarme de mis problemas?...- Kate se acercó más, hasta tenerlo arrinconado entre el escritorio y ella.
—Algunos dicen que un clavo saca otro clavo...- la rubia se acercó más, y llevó su manos alrededor del cuello del muchacho, para después besarlo en los labios.
Derek sintió náuseas en el momento en el que tuvo contacto con ella. Discretamente sacó las garras mientras llevaba sus manos para noquearla por la espalda, y ella sonrió en medio del beso, deslizando sus manos por su pecho.
—En lo personal yo pienso que, nunca son suficientes clavos para un ataúd de lobo...- concluyó mientras le clavaba un cuchillo con aconito y veneno de Kamina en el abdomen, antes de que él pudiera hacer algo.
La miró con sorpresa y horror, mientras lanzaba un gruñido de dolor, buscando apartarla. Ella rió mientras esquivaba los manotazos del adolescente.
—Podríamos habernos divertido tanto...- ella canturreó de lo más natural, mientras Derek se deslizaba hasta el suelo, sintiendo como se empezaba a paralizar —Pero ese chiquillo molesto, no te dejaba solo ni un segundo...- siguió hablando mientras giraba el cuchillo con habilidad en su mano
Derek escupió sangre, mirando hacia la puerta, trató de moverse, pero sus extremidades no le estaban respondiendo debido al veneno.
Ella se acuclilló, con su mejilla recargada en su mano con aburrimiento —Por cierto, hace un par de días que no se ha visto a ese mocoso... ¿A eso se debe tu corazón roto? ¿A que el renacuajo por fin se largó de aquí a su escuela de raritos superdotados de la música?.- se burló con sorna
Derek se sentía fatal, y le estaba costando mantenerse lúcido.
—M...Mi hermana... Stiles... Tú los tienes...- preguntó con jadeos
Ella mantuvo su sonrisa malvada
—Tu querida hermana, fué una buena mascota... Ella nos dijo muchas cosas interesantes. Después de adiestrarla como el perro que es, claro está.- tarareó con sorna
Los ojos de Derek brillaron con furia
—¿Dón..de la... tienes?...- preguntó arrastrando un poco sus palabras, pero manteniendo su ira intacta
—Creo que la tiramos en un zanjón o algo así... No estoy segura...- Ella fingió pensarlo —Fue una verdadera lástima ya que pensé tendría más resistencia, ya sabes... Por ser una Hale y eso... Pero al parecer era un perro muy débil... La pobre no aguantó unos cuantos correctivos de parte del clan... Se rompió y al final tuvimos que sacrificarla porque no paraba de lloriquear...-
La furia de Derek era tangible, pese a estar totalmente paralizado y muy drogado, sus ojos se llenaron de lágrimas pero no las derramó
No le daría esa satisfacción a este monstruo con rostro humano.
—S...tiles...- le habló con la mandíbula firmemente apretada.
—Me declaro inocente.- ella alzó ambas manos y sonrió —No tengo ni idea de lo que pasó con tu mocoso mascota... Pero ahora me diste curiosidad...-
Ella siguió jugueteando con el cuchillo, mientras el adolescente la miraba con tanto desprecio que la hizo sonreír con deleite. Su ojo derecho momentáneamente se volvió esmeralda, y la sonrisa de la mujer mermó para transformarse en una expresión de retorcido interés.
—Un alfa destinado...- Murmuró impresionada y retomando su sonrisa maliciosa, mientras se sentaba en el regazo del adolescente herido —Parece que tendremos un poco de diversión antes de mandarte a la perrera a tí también...-
—No me toques, zorra...- gruñó el chico con asco
—Uh... Si... Me gusta que me hablen sucio mientras me follo a alguien.- ella rió mientras comenzaba a moverse en el regazo de Derek quien por más que quisiera, no podía apartarla —Descuida cariño, haré que te sientas bien en un segundo... Después de todo, sigues siendo un adolescente cachondo, y yo una mujer con buena técnica...-
—Alejate de mi sobrino, perra desquiciada y pedófila.- Peter gruñó alejando a la mujer de una patada de su sobrino
El lobo adolescente, finalmente soltó un suspiro de alivio, nunca estuvo más feliz en su vida de ver a su tío, quien ahora estaba en posición de ataque, con las garras y los ojos brillando en dorados.
Luego volteó a ver a su sobrino con preocupación. —¡Derek...!.- Peter se acuclilló para comprobar su estado, ya que estaba perdiendo mucha sangre.
—Cui...da..do...- Derek intentó advertirle, pero Kate le había tomado una pistola teaser, con un voltaje lo suficientemente alto para noquear al hombre lobo adulto, dejando a Peter totalmente fuera de combate, y con humo saliendo de su cuerpo.
Ella se levantó lanzándose el cabello hacia atrás, y limpiándose la sangre de su labio con el dorso de su mano
—Que forma tan ruda de tratar con una dama... Realmente no son más que perros...-
Ella apuñaló a Peter con la misma daga que a Derek, justo en la yugular, por lo cual, el veneno de Kamina actuaría mucho más rápido.
Sacó una radio pequeña de su bolso, y lo encendió
—Tengo dos perros Hale, con la posibilidad de que uno sea un alfa destinado.- ella sonrió mirando a Derek a los ojos con maldad
—Confirmado, equipo bronce va en camino para el traslado.- le respondieron del otro lado de la radio
La respiración de Derek era erratica a este punto, no iba a demostrarle temor a la mujer, pero ciertamente estaba aterrorizado por lo que podría pasarle a su tío y a él... Debió ser más inteligente y preveer que esto ocurriría...
Cerró fuertemente los ojos, intentando moverse de una u otra forma, pero no podía, entonces le dedicó una mirada de arrepentimiento a su tío. Por su culpa no sólo él estaba metido en esto, sino también él... Y ahora que Laura estaba muerta, esperaba que ella lo perdonase por ser tan estúpido cuando la vuelva a ver...
—Oohh... No llores lobito...- ella se burló acercándose, Derek no se había dado cuenta que había comenzado a llorar. —Te prometo que tú y tu familia se van a encontrar del otro lado... Aunque...- ella lo miró de arriba abajo —A tí te conservaré un tiempo más...- le dió una sonrisa malvada, mientras le acariciaba el rostro con una mano.
Un disparo impactó peligrosamente cerca, rozando directamente su mejilla, desde la ventana abierta, y Kate no tardó en arrojarse a un lado detrás del escritorio
—¿Qué carajos?...- Murmuró ella rescatando su arma desde su bolso, y cargándola
Derek también estaba ansioso, su olfato tampoco podía captar el aroma de la persona que había disparado.
Kate se asomó nuevamente para mirar, con cuidado se deslizó por el salón, agachas, y se puso junto a la ventana para tratar de ver mejor.
Se asomó un poco, no encontrando a nadie ni nada fuera de ella. Se acercó un poco más, y entonces sintió el sonido característico del seguro del arma siendo quitado. Ella alzó las manos, girandose lentamente, un poco sorprendida del sigilo de su contrincante.
Lo primero que notó, fue la máscara de un Kitsuné blanco, de un hombre completamente vestido de negro, que parecía tener la contextura de alguien delgado pero atlético, tal vez recién en su mayoría de edad, pero cuyos ojos morados eran fríos.
Él le apuntaba directamente con un arma semiautomática con un silenciador, y la sonrisa maniática de la rubia se amplió
—¡¿Acaso es mi jodido cumpleaños?!. Un Grimm y un alfa destinado... ¡Tiene que ser el mejor día de mi vid--!.-
Stiles le disparó en el hombro y ella chilló de dolor, haciéndola arrodillarse, y tirar su arma.
—¡Esas no son formas de tratar a una dam---...!.-
Stiles le apuntó al muslo izquierdo y le disparó. Ella volvió a gemir de dolor.
—Hablarás cuando se te pregunte algo, de lo contrario, tendrás un agujero de bala en otra parte de tu cuerpo. ¿Entendido?.- la voz de Stiles sonaba cruda, plana, robotizada y carente de total sentimiento. Cómo si no fuera una persona a la que estaba disparando.
Kate no pasó por alto esto, y por increíble que parezca, incluso ella sintió un escalofrío y se quedó completamente en silencio por primera vez. Lo miró con más cautela, como un animal desobediente que finalmente está comprendiendo quien tiene el látigo por la mano.
—Si intentas algo, el próximo disparo va a la cabeza, ¿Fuí claro?.-
Ella se mordió la mejilla interna, mientras lo miraba con odio y asintió
—¿Qué venenos componen la mezcla que le diste a esos dos?.-
Ella recuperó su sonrisa maliciosa y abrió la boca para burlarse, pero el disparo de Stiles incomodamente cerca de su rostro, cortando parte de su oreja, la hizo poner una expresión de horror.
—Piensa bien cómo vas a responder.- le recordó con la misma monotonía en su voz
Kate tragó saliva, ¿Realmente eso era humano?.
—Aconito y veneno de Kamina.- respondió con cautela
—¿Algo más?.- preguntó con fría serenidad
Ella dudó en buscar la forma de ganar más tiempo, pero cuando vió al tipo de la máscara acariciar el gatillo, y la mirada carente de humanidad que le estaba dando, estaba segura de que no sería bueno estirarle los bigotes al león...
—Muerdago.- respondió finalmente
—Bien.- Stiles le dió otro disparo justo a un lado de la garganta, y ella comenzó a desangrarse rápidamente, mientras intentaba bloquear la herida, y jadeaba con dolor.
Stiles simplemente caminó hacia el adolescente Derek, que lo miraba con desconfianza, habiendo contemplado en primera fila, la frialdad del sujeto de la máscara, cuyo aroma aún estaba neutralizado por alguna razón
—Ale...ja...te.- intentó luchar, pero sus intentos eran en vano.
El tipo de la máscara, recogió a Peter bajo un brazo y a él, lo cargo como un costal de papas. Se sorprendió por lo fuerte que era pese a su apariencia, y lo hizo aún más, cuando vió la velocidad con la que se movía, para salir de allí.
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El equipo de bronce llegó solo un minuto después de que Stiles se fuera con los dos lobos.
Gerard venía con ellos, y lo primero que vió fue a su hija boqueando cómo pez fuera del agua, intentando detener la hemorragia con su propia mano.
El cazador la miraba con cero empatía y preocupación, como quien observa a un ajeno hacer un estropicio, manchando el suelo y deseando no verse salpicado de molesta sangre en las suelas de sus botas.
Los demás cazadores, de inmediato la atendieron, pese a que también tenían expresiones neutrales.
—¿Qué pasó?.- Gerard se acercó con una mueca de disgusto
—E...el G...Gri..mm..- jadeó ella y el patriarca de los Argent asintió comprendiendo
—¿Por qué te dejó vivir?.- preguntó, mientras veía como su gente le cauterizaba la herida de forma eficiente y rápida —No te disparó en la yugular, por lo visto solo la rozó, lo que me hace suponer que el tipo tiene mala puntería, o tiene una puntería milimétrica...- Reflexionó Gerard
Ella lo tomó de la muñeca y su padre la miró —Pro...fe...sio..nal...- pronunció con la voz rasposa
—No hable, señorita Argent.- le indicó el cazador que la estaba atendiendo
Gerard asintió al respecto, mientras se limpiaba la muñeca con un pañuelo
—Nos vengaremos de esta, hija... No te preocupes.- le sonrió con maldad y ella sonrió de la misma manera aún convaleciente.
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Stiles condujo el Camaro, hasta la veterinaria de Deaton, dónde rápidamente cargó a los dos y los llevó hasta allí, conociendo de antemano la forma de entrar, y sin importarle una real mierda que el veterinario pudiera regañarlo después.
—¿Quién eres tú?.- Deaton lo miró con sorpresa, al ver cómo su quirófano era invadido
—Despeja la mesa, ahora.- le ordenó el castaño, que aún no se quitaba la máscara —Y acerca la otra.-
El Druida paseó su mirada entre los dos Hale, y sin apartar del todo los ojos cautelosos del tipo de la máscara hizo lo que pidió, y atrajo la otra mesa más cerca.
Stiles dejó al aún inconsciente Peter en una, y al paralizado pero aún lúcido Derek en otra.
—Derek... ¿Él te atacó?.- el veterinario le preguntó en voz baja, al adolescente que estaba despierto
—N...o...- habló con dificultad, no podía dar más explicaciones aunque quisiera, a menos que quisiera dejar de respirar por el sobreexfuerzo a sus pulmones
Stiles se había movido de un lado a otro del lugar, totalmente familiarizado con la ubicación de cada cosa, y recolectó los ingredientes necesarios para preparar el antídoto.
—Llama a Talia, dile que los Argent cambiaron de ubicación, tienen centinelas en los edificios más importantes de la ciudad, se hacen llamar escuadrón de bronce. La manada de Satomi está en camino, pero deben entrar por el oeste de la ciudad, ya que una emboscada de cazadores los esperan en el este.- ordenó
El veterinario lo miró confundido y aún receloso —Disculpa, aún no escuché tu nombre.-
Stiles lo miró a través de su máscara de Kitsuné con sus ojos siendo morados
—Soy un Grimm.-
Si el druida no fuera tan inexpresivo, se le habría caído la mandíbula
—Esos seres son un mito.- afirmó
—... Y este chico es un alfa destinado.- Stiles sacudió los ingredientes dentro del frasco sin mirarlo
Deaton volteó a ver a Derek con aún más asombro
—¿Por qué estás aquí?.- volteó de nuevo para verlo
Stiles terminó de mezclar los ingredientes y luego caminó hacia Derek, levantando su camiseta y untando el antídoto
—Para salvarlos a todos.- respondió, mientras observaba atentamente como el adolescente respiraba más aliviado
Luego repitió ese proceso con Peter, quien también parecía aliviado al recibir la cura
Deaton lo contemplaba analíticamente, solo había permitido que untara eso, porque vió de primera mano los ingredientes que usó, e incluso se asombró cuando el desconocido agregó otro que aumentaba su espectro de curación acelerada en hombres lobos.
Cómo si lo hubiera hecho un millón de veces y fuera un experto tratando con venenos.
—Deaton, habla ahora mismo con Talia, no hay tiempo que perder.-
El veterinario asintió, y muy para su pesar, tuvo que dejarlos brevemente a solas, para buscar el teléfono que había dejado en su oficina.
Derek miró al desconocido con recelo, ya se sentía mejor, pero no dejaba de ser un sujeto extraño... Y si bien ahora sentia que finalmente su cuerpo estaba curándose, aún tenía algunos minutos más de parálisis. Así que lo siguió con la mirada, hasta que el tipo se paró junto a él en la mesa.
Stiles podía ver la duda y la cautela en los ojos verde salvia de su persona favorita, y se quitó la máscara para sonreírle a gusto.
Derek abrió los ojos con sorpresa
—Stiles...- Murmuró casi en un jadeo
Su apariencia parecía la de un muchacho en sus dieciocho o tal vez diecinueve años de edad, pero el brillo de sus ojos parecían los de alguien internamente mayor.
El castaño acarició la frente del adolescente con la yema de sus dedos
—Lamento la tardanza, Sourwolf...- se acercó un poco más, para tener su rostro más cerca.
—¿Eres... Real?.-
—Si, cariño... Muy real...- le respondió con una pequeña sonrisa aliviado de verlo bien
Las lágrimas comenzaron a formarse en los ojos del adolescente, mientras su pecho subía y bajaba agitado, con un llanto ahogado
—Lau...ra... Ella... Mató a... Lau...ra... Stiles...- se tragó un sollozo, inclinándose lo poco que podía moverse, al toque de la mano que lo consolaba
El humano cerró los ojos brevemente con pena y acarició la mejilla de su mate, para después dejar un beso en su frente.
—Shhh... tranquilo... Los Argent saben manipular psicológicamente... Yo buscaré a Lau y la traeré a casa...- le susurró con dulzura manteniendo sus labios unidos a su frente —Lo prometo, mi amor...-
Derek se deshizo en un llanto amargo, pero asintió, mientras Stiles ahora estaba inclinado sobre la mesa, con sus manos acunando su rostro y sus labios aún en su frente.
Deaton había vuelto casi de inmediato, sin querer dejar al desconocido con los dos Hale por más tiempo de lo necesario, pero sus sospechas se vieron mermadas cuando observó de primera mano la interacción entre esos dos.
No es que Stiles no se hubiera dado cuenta de su presencia desde un inicio, pero su mate necesitaba de él y eso era prioridad para el castaño.
El veterinario no intervino en ningún momento y simplemente les dió su espacio, sin salir de la habitación, pues aún no confiaba del todo en él y necesitaba oír esas explicaciones.
Al contarle un breve resumen de lo ocurrido (por parte de Stiles ya que Derek aún no podía hablar fluido) Deaton se sorprendió en varias ocasiones, pero fiel a su cara de poker se mantuvo inmutable.
Si todo lo que el castaño decía era verdad... Entonces tenía ante él, a un alfa destinado teniendo de compañero a un Grimm, dos seres cuya sola presencia en el mundo, eran capaces de cambiar la alteración de la historia tal y como se la conocía
Provocando enormes cambios tanto en el mundo humano como en el mundo del Pharam (de los sobrenaturales).
Peter comenzó a gruñir un quejido somnoliento, señal que estaba recobrando la consciencia, pero que al igual que Derek, aún no sería capaz de moverse del todo.
Deaton se acercó al lobo mayor para revisarlo, disculpándose internamente con el adolescente quien aún se estaba secando las lágrimas torpemente, ante la presunta muerte de su hermana.
—Peter... ¿Cómo te sientes?.- le preguntó el druida
—Como si una zorra me hubiera electrocutado y drogado.-
Deaton alzó la mirada desconfiada hacia Stiles
—No me mires así, él se refiere a una zorra rubia de apellido Argent, que tiene más veneno en la lengua que un kámina.- Stiles se encogió de hombros
El veterinario miró a Derek por confirmación y este asintió en medida de lo que iba recobrando algo más de movilidad.
El druida se tranquilizó.
—¿Qué pasó?.- Peter gruñó y sus ojos se detuvieron en Stiles tomándole unos cuantos segundos para reconocer ese rostro y abrir sus ojos de par a par —¿Stiles?.-
El castaño le sonrió con algo de diversión
—Hola, Pet.-
—¿Dos días no es muy pronto para que te pegue así la pubertad?.- le dió una mirada apreciativa aún desde su parálisis, pero a Derek no le gustó para nada esta mirada.
Stiles rió un poco —¿Qué puedo decir...?. Aunque no te emociones, esto es temporal.-
—¿Temporal?.- Derek preguntó con mas nitidez en su voz y pudiendo mover sus manos y pies un poco.
El humano le dió una mirada comprensiva, mientras le acariciaba el cabello con lisura. Era físicamente incapaz de apartarse de su mate, quería acompañarlo la mayor cantidad de tiempo que tuviera para hacerlo.
—Soy un Grimm que ha saltado en el tiempo, vengo desde el futuro donde no queda nadie en pie, a excepción de mí... Hice un trato con la guardiana de la magia del Nemeton, ella me ha permitido volver al pasado para cambiar la historia... Y una vez que cumpla con mi propósito y vuelva a tener mi cuerpo de la edad correcta en este tiempo, olvidaré todo lo relacionado a mi anterior vida...-
Los ojos de Derek parecían sumamente tristes y preocupados
—¿Me olvidarás también?...- le preguntó sin importarle lo necesitado que se escuchaba
Stiles le sonrió al adolescente con genuino cariño —Tú seguirás siendo tú y yo seré yo... Creeme, no habrá diferencia en eso... Además ¡Oye! no veo como algo malo el tener finalmente una pizarra en blanco, siempre podremos construir recuerdos nuevos...- había una nota de dolor detrás de sus propias palabras, pero Stiles sabía muy bien como ocultarlas
Siendo honesto, el tampoco quería olvidar... Pero ya no había nada que hacer, de todas maneras ya estaba perdiendo poco a poco los recuerdos.
Derek, por su parte, no parecía muy seguro de esa respuesta pero asintió levemente, mirando fijamente al castaño quien ahora le devolvía la mirada con la misma intensidad
—Oh Dios... Ahora los ojos de corazón de este par de melosos, me harán vomitar...- resopló el lobo mayor
Una alarma silenciosa de Stiles comenzó a brillar en un tono verde, justo en su reloj de muñeca, llamando la atención de los presentes.
—¿Qué es eso?.- Derek le preguntó al notarlo
Stiles sonrió con confianza
—Cuando le disparé a Kate Argent, le instalé un rastreador, finalmente se ha activado.-
—¿Dijiste... "Le disparé a Kate Argent"?.- preguntó Peter con más orgullo que sorpresa, aunque era una cómica mezcla de ambas
—Cuatro veces, aunque en realidad solo necesitaba uno, no la maté porque aún me servía viva.-
—Joder... ¿Estás seguro que Derek es tu mate? Porque puedo darte mi número ahora mismo.- bromeó el lobo mayor guiñándole un ojo
Los ojos azules de Derek brillaron y un gruñido de advertencia emergió amenazante hacia su tío.
—Debo irme.- Stiles se irguió y Derek lo tomó de la mano mirándolo con ojos de cachorro.
—Iré contigo.- le dijo adolescente, totalmente aferrado a su muñeca, sin querer dejarlo ir.
—Debo hacer unas cosas por mi cuenta, pero volveré pronto, lo prometo.- le dió una mirada suave y gentil —Además, Peter necesita que lo metas en un cubo de basura y lo ruedes hasta casa...-
Peter gruñó en respuesta a su mención
—Sin mencionar que, de seguro tu mamá estará preocupada, así que no te atrevas a separarte de su lado está vez, ¿está bien?.-
—Lo sé... Deja de tratarme como un niño pequeño.- le dió una mueca de descontento marca Derek Hale.
Stiles rió un poco entre dientes y luego miró a Deaton y Peter
—No hay mucho tiempo para explicaciones prolongadas, pero supongo que no debo recordarles el desastre que implicaría el que más gente conozca mi origen y que vengo del futuro, porque ya me estoy arriesgando mucho al dejar que ustedes sepan mi verdadera identidad... Así que necesito que confíen en mí y lo hagan sin cuestionar, porque me dejaron en claro que sería mi única oportunidad para hacer bien las cosas...-
Deaton y Peter se miraron brevemente, dudando un poco al principio y luego asintieron.
—Stiles...- Derek intentó torpemente sentarse, cada vez estaba recuperando más movilidad, así que lo logró, con un poco de ayuda del castaño —No hagas nada peligroso...-
—Sólo hago promesas que puedo cumplir... Así que te prometo que haré todo en mis manos para que los Argent, no se salgan con la suya...- el humano lo besó dulce y castamente en los labios durante algunos segundos.
Cuando se apartaron infimamente, ambos estaban sonriendo con los ojos entrecerrados, pero los de Derek brillaron de un tono azulado con algunos tonos esmeralda brillando en ambos ojos, mientras que los de Stiles eran de un profundo morado.
Tanto Peter como Deaton estaban totalmente perplejos ante esa imagen
Stiles sonrió muy cerca de los labios de su mate. —Para la buena suerte.- ronroneó sobre sus labios
—Puedo darte más de esos.- Derek añadió socarron
—Tal vez luego...-
Peter resopló exageradamente con teatralidad y burla
Derek le enseñó el dedo del medio a su tío, mientras le robaba un último beso casto a su mate. Haciendo reír un poco al molesto lobo mayor.
Stiles se volvió a colocar la máscara.
—Los veré después.- habló está vez mirando a Deaton
El veterinario asintió
—Regresa pronto.- Derek le pidió mientras lo veía partir con la sonrisa confiada en sus labios en forma de arco.
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Unos cuantos minutos después
Talia llegó, junto a su esposo, viéndose muy acelerada y con los ojos completamente rojos
—¿¡Derek!?, ¿¡Peter!?.- la alfa entró preocupada
El adolescente ya estaba sentado, Peter aún estaba en proceso de mover sus extremidades, puesto que el veneno entró en su sistema tiempo después que a su sobrino.
Deaton se puso de pie y caminó hacia Talia, quien ahora tenía las cejas arqueadas con sorpresa, mirando con mucha atención a su hijo y a su hermanito en busca de heridas graves
Eric estaba en la misma bruma de estupefacción que su esposa, pero se acercó a su hijo primero, para darle un necesario abrazo
—¿Qué pasó?.- le preguntó muerto de preocupación
Derek miró un punto fijo sobre su rodilla, era hora de hablar con la verdad.
El adolescente comenzó a contarles a sus padres lo que había hecho, ganándose una mirada desaprobatoria en un principio por su impulsividad (en su propia opinión, lo tenía merecido) luego les dijo lo que Kate le había dicho de Laura, la intervención de Peter y por último comentó de forma vaga el rescate de Stiles, sin decirles su identidad, ni profundizar realmente demasiado sobre como el castaño se había parecido mucho más a Terminator que a un humano en esos instantes.
Talia y Eric sintieron en lo más profundo lo que su hijo les contó sobre Laura, pero aún guardaban las esperanzas de que la mujer hubiera mentido muy bien (engañando a los sentidos del hombre lobo de Derek) o que Laura hubiera sobrevivido...
De cualquier manera, Talia ya estaba ordenando una búsqueda puntualizada en todos los zanjones de la ciudad para buscar rastro alguno de su hija.
Todos, incluyendo Peter, se lamentaron profundamente por Laura y rezaron para que las palabras de la cruel cazadora, solo fueran para generar angustia...
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—¿Dónde está el Grimm que los ayudó?.- preguntó Talia mirando a los alrededores
—Tenía que irse, pero al parecer está muy al tanto sobre los planos de los Argent, y ha demostrado que está de nuestra parte, así que no me extrañaría que lo veamos pronto.- Deaton intercedió
Talia lo miró sorprendida —Conoces su identidad?.-
Deaton pareció pensarlo en algunos instantes y negocios. No podía decir que realmente lo conocía, salvo por lo que le contaron Derek y Peter. Al sólo lo había visto un par de veces con los Hale, y para ser un chico con TDAH de once años era increíblemente reservado en las dos únicas ocasiones en las que lo vio.
—Me asombra que precisamente tú le otorgues tanta confianza a un completo desconocido con máscara de Kitsuné, Deaton.- tarareó la alfa.
El veterinario se encogió de hombros.
—Me ha mostrado ser lo que está debajo de su máscara, así que no hay razón para desconfiar de quien se supone es el equilibrio en persona de ambos mundos... Humano y Pharam.-
Talia avanza lentamente, interiorizando esas palabras. —Fue quien te dijo de los centinelas?.- preguntó finalmente
El druida avanzando —Tambien advirtió de la trampa tendida para las manadas que están llegando como refuerzos.-
—Este Grimm conoce muy bien a los cazadores... Casualmente bien, diría yo...- Murmuró con suspicacia
Deaton puso una mano en su hombro
—Entiendo lo que parece... Pero realmente podemos confiar en él.-
Ella lo miró duramente con solemnidad.
—En mi posición, no puedo darme realmente ese lujo, y eso lo sabes bien, mi buen amigo...-
Deaton suspir un poco resignado, bien sabido por todos era que Talia Hale, no se caracterizaba por ser una persona fcil de convencer.
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Mientras tanto, del otro lado de la ciudad
Stiles estaba observando con unos binoculares a un sujeto, bebiendo un café a las afueras de un restorán, completamente solo, el tipo iba con una camisa blanca, una corbata negra, una chaqueta de técnico y lentes de montura cuadrada.
Guardó sus cosas, y en cuanto lo vió ponerse de pie, se dispuso a caminar hacia el lugar, y chocó con él, tirándole las lentes al sujeto y volcando el café en la camisa al desconocido.
—¡Perfecto...!- gruñó el sujeto viéndose completamente ciego sin sus anteojos
—Amigo, cuanto lo siento.- Stiles empujó exageradamente sus manos en el desastre de mancha mientras sus hábiles manos robaban la credencial. —Tal vez debas quitarte esto...- lo "ayudó" a quitarse la chaqueta, haciendo trastabillar y pisar sus lentes
—Oye... ¡Mis lentes!.- se quejó el sujeto
—Lo siento amigo, ¡aquí hay dinero para la tintorería y lo de los anteojos!.- Stiles le dejó unos billetes en el bolsillo, a la vez que le robaba el teléfono. —¡Voy apurado!, ¡Lo siento!.- habló con su habitual tono simpático y libre de culpa sin dejarlo replicar, y se alejó de allí con todo lo que necesitaba para la misión.
Luego llegó hasta la torre de comunicaciones principal de la ciudad, con la chaqueta de técnico, lentes de montura cuadrada, su rostro levemente cubierto con una gorra de azul marino discreta, mientras cargaba un bolso negro en su hombro.
Utilizó la credencial robada para poder entrar en el lugar, y pasar sin problemas la seguridad, hasta la cabina de control, dónde se encontraban las enormes computadoras que monitoreaban las redes de toda la ciudad.
—Bien...- Stiles, miró su reloj de muñeca, un temporizador estaba corriendo —Es tiempo de poner en práctica tus lecciones de hacker Danny boy...- Murmuró acomodando lo necesario
Conectó un cable desde su computadora portátil (que en realidad era de Peter) hasta la computadora principal y comenzó a teclear sin parar mirando la pantalla, mientras se metía en los códigos y los modificaba.
Tenía exactamente una vez minutos antes de que el verdadero Stuart se diera cuenta de lo que ocurrió y llame (a través de otro medio que no sea su teléfono recientemente robado) a seguridad para que vaya por él.
Los minutos pasaron...
Luego de entrar en el sistema (que fue más fácil decirlo que hacerlo) le tomó un tiempo rastrear y filtrar los datos que necesitaba, para finalmente encontrar lo que realmente estaba buscando.
Se relamió los labios, en absoluta concentración, mientras las alarmas del lugar comenzaban a sonar, una enorme sonrisa de victoria apareció en sus labios cuando obtuvo lo que quería y el cartel verde en la pantalla le dió la prueba de su éxito.
Desconectó la computadora y la guardó en su bolso, cuando volteó se encontró de frente con su padre, y dos policías mas a su lado.
—¡Alto ahí!.- le ordenó Noah —¡Deje el bolso en el suelo y ponga las manos donde pueda verlas!.-
—Mis manos?.- Stiles preguntó en un tono divertido, nunca le hizo caso a su papá pero irónicamente lo haría ahora —Vale...- dejó el bolso brevemente en el suelo y colocó las manos sobre el tablero eléctrico.
Sus ojos se volvieron morados, y un cortocircuito apagó todos los sistemas, envolviendo el lugar en una completa oscuridad.
Las luces de emergencia rojas se activaron al menos de un parpadeo, pero el sospechoso ya no estaba a la vista.
—Qué demonios fue todo eso?...- Murmuró Noah totalmente perplejo sin creerse lo que acaba de ocurrir —¡Encuentrelo!.- ordenó a sus hombres que de inmediato se fueron a cumplir con su deber —Esta ciudad se volvió loca. ..- Murmuró a nadie en particular
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Stiles salió por una ventana alta del edificio de comunicaciones.
—Mierda papá... Tenías que venir así...- refunfuñó en voz baja, mientras aterrizaba en el suelo y se acomodaba la mochila al hombro.
Se quitó las lentes, la credencial y la chaqueta, dejándolos abandonados en un arbusto.
Miró su reloj de pulsera, y tocó un botón, una pequeña luz anaranjada apareció en su radar y la sonrisa del castaño se profundizó —Mirame ahora, Danny boy...- Murmuró con nostálgica victoria en su tono
El humano comenzó a correr hasta el Camaro que había tomado de Derek, siguiendo la ubicación del punto naranja de su reloj.
Una fábrica abandonada de maniquíes. Curioso, Stiles casi no recordaba nada de este sitio, ya que a fines de este mismo año lo habían demolido por completo para construir un centro comercial.
Bajó del auto, y se colocó su máscara de Kitsuné, mientras se cubría la cabeza con la capucha de su ropa de misión negra.
Siguió la pista con todo el sigilo, adentrándose en la fábrica (que según el punto de vista de Stiles, daba bastante miedo, gracias).
Cuatro puntos verdes aparecieron en el radar, rodeando al punto naranja. Sacó las varas retráctiles, bajandole el voltaje a un nivel más humano.
Tomando por sorpresa a los cazadores que estaban montando guardia, Stiles los desarmó uno a uno y los noqueó sin necesidad de grandes peleas ni movimientos.
No había tiempo para lucirse, y debía trabajar rápido.
Los cuatro tipos fueron exitosamente neutralizados, y Stiles se aseguró de dejarlos bien amarrados y listos para que su padre (el Sheriff que por poco le dispara) los reconociera después.
Llegó hasta la parte de atrás, donde había maniquíes colgados y entre ellos vió a Laura, completamente amarrada, de los brazos y las piernas, suspendida en el aire gracias a las cadenas altas que la mantenían sujeta.
Stiles se sacó la máscara y puso una expresión de angustia, mientras tragaba saliva.
Laura no estaba respirando.
Se las arregló para bajarla, y le tomó el pulso.
—Vamos...- Murmuró mientras le hacía comprensiones en el pecho —Lau... Eres más fuerte que esto...- siguió aplicándole todo su conocimiento en primeros auxilios.
La chica aún no respondía y Stiles empezó a hiperventilar.
—Vamos Lau...- siguió presionando y pasándole aire con su boca —¡Vamos!.- insistió
—Ay Dios... Solo espero que no me odies por esto...- Stiles buscó entre sus cosas dentro de la bolsa negra y sacó una jeringa gruesa, con un líquido transparente y se la clavó en el pecho con toda la fuerza que pudo.
Le pasó rápidamente el líquido antes de que la curación rechazara el pinchazo y la chica abrió sus ojos dorados de par a par y comenzó a toser mientras se transformaba en su versión beta, totalmente descontrolada.
—Sshh... Tranquila... Te tengo... Te tengo Lau... Estás a salvo... Estoy aquí...- Stiles la abrazó, sin importarle que la chica lo estuviera rasguñando y empujando torpemente, al estar confundida
—Soy yo, aquí estoy... No me iré... Estás a salvo...- le repitió a la chica que sollozaba y emitía sonidos agudos de animal herido
Poco a poco fue tranquilizándose, sintió el aroma de Stiles, ya que el chico levantó su magia para que pudiera hacerlo, y ella se relajó un poco más en sus brazos.
Estaba agotada y sus instintos primarios eran lo único que estaban a flote en este momento. Su lobo reconoció a Stiles como familia y hogar, entonces sin importar que tuviera otra apariencia o sin necesidad de explicaciones se dejó caer rendida en sus brazos, sin dejar de derramar lágrimas, sollozando como una niña asustada y temblorosa.
El humano soltó un pequeño suspiro de alivio mientras le acariciaba el cabello con dulzura y besaba su sien.
La habían torturado durante mucho tiempo, y esto no se iba a quedar así.
—Estas a salvo... Te llevaré a casa...- le Murmuró con un nudo en la garganta y sus ojos llenos de lágrimas, la chica no necesitaba que él sucumbiera a sus emociones negativas, debía ser una roca para ella, hacerla sentir protegido.
Se puso nuevamente la máscara, le colocó su chaqueta para cubrirla lo mejor que pudo de su semidesnudez, la recogió en brazos cargándola a modo nupcial, y se la llevó hasta el auto, colocándola con suavidad en el asiento de copiloto.
Le envió un mensaje a Deaton, a sabiendas que el veterinario tenía el mismo número de teléfono desde... Bueno... Siempre.
Condujo hasta la casa Hale, Laura se había quedado dormida durante el camino.
Estaba cargando nuevamente a la chica, cuando todos los Hale, salieron de la casa para recibirlos, Talia iba a la cabeza.
Derek y Peter quisieron ir con Stiles pero con una sola mirada, les dio a entender que tenían que permanecer completamente ajenos, sobre todo si Talia estaba con sus instintos a flor de piel.
Eric fue quien cargo a su hija, y Deaton iba revisandola, todos entraron a la casa, incluyendo Derek y Peter, que se concentraron en Lau, gracias a la mirada tranquilizadora de Stiles, como si les estuviera diciendo que estaba bien que lo hicieran. ..
Talia era quien supervisaba todo con suma atención, tratando de dividir su atención entre el extraño Grimm de la máscara de Kitsuné blanco y su familia.
—¿Tú la salvaste?...- preguntó ella al castaño y este se inclinaba levemente.
Los ojos rojos de la alfa parecían estarlo analizando de punta a punta, como si quisiera atravesarle el cráneo visualmente, para descubrir sus secretos.
—Su hija la necesita más que nunca.- Stiles le habló con total tranquilidad — Debería ir con ella.- le aconsejó
La alfa le dió una mirada analítica
—Vienes?.-
Stiles negó con la cabeza
—Los Argent estaban en negociaciones con los calaveras para pedir por su cooperación en su cruzada personal, debo intervenir.-
—Los calavera no invaden territorio ajeno.- Talia entrecerró los ojos —Los cazadores tienen códigos.-
Stiles no pudo evitar soltar una risa amarga breve —Tan solo mira el estado de tu hija y diez centavos si les importa una mierda "el código" a esta gente...-
No era su intención burlarse, pero francamente no esperaba que tales palabras de ingenio fueran dichas por una alfa tan respetada como la Hale.
El gruñido de Talia no se hizo esperar y lo tomó del cuello de su camiseta negra, enseñándole los dientes feroces y sus ojos rojos.
—¿Qué ganas tú con todo esto?.-
Vale... Al menos sabía que, la poca tolerancia a su peculiar sentido ácido del humor, era cosa de familia.
Stiles sacó una pieza de ajedrez de madera del bolsillo y se lo enseñó, sin inmutarse. La reina... La alfa se mostraba confundida, pero permitió que él dejara esa pieza, en la palma de su mano.
—Soy la jugada profiláctica.-
—¿Jugada profiláctica?.- pregunta con incertidumbre
Stiles sonriente —Es un tipo de jugada en ajedrez, que se considera necesaria, porque es preventiva o de espera... Incluso en ocasiones también es conocida como jugada fina, ya que operaciones restrictivas requieren de sumo cuidado y mucha paciencia...-
Talia miró fijamente la pieza y luego al humano delante de él, con una mirada suspicaz como la propia alfa.
—Nos veremos pronto...- El muchacho nuevamente se montó en el Camaro para irse, sin darle una oportunidad de replicar al respecto.
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Talia entró en la casa, Deaton estaba procurando revisar lo mejor que podía a Laura en el estudio insonorizado de la casa, mientras Eric, Peter y Derek intentaban mantenerla sujetada.
Los demás de la manada estaban esperando pacientemente abajo, junto con Cora y el bebé Adam. Lo que menos querían era sobreestimular a la pobre muchacha que parecía estar en frenesí.
Desde que Laura despertó, estaba en su forma beta, jadeaba y les gruñía mientras forcejeaba para liberarse, cual animal salvaje en estado maniático.
Talia reprimió lo mejor que pudo el dolor en su corazón, al ver así a su pequeña, cerró los ojos y luego le gruñó a su hija en su forma alfa mirándola fijamente con sus ojos rojos.
Sus ojos de beta brillaron un poco más, quedándose quieta y comenzó a emitir sonidos de animal herido.
La alfa se acercó a su hija y la tomó de las mejillas con suavidad.
—Laura... Cariño... Estás a salva...-
—Mamá?...- Murmuró la chica aún temblando y viéndose completamente asustada —Estoy... en casa?...- preguntó en un hilo de voz a lo que su madre ascendiendo y le refregó un poco los brazos a modo de confortarla
Deaton les hizo seña a los tres lobos para que la soltaran, y estos así lo hicieron.
Laura se cubrió aún más con su chaqueta negra que le quedaba un poco ancha, que en realidad era de Stiles, la alfa no pasó por alto, como ella se aferraba a la tela, casi hundiendo su nariz en la prenda.
— ¿Qué ocurrió cielo?.- Talia comenzó con las preguntas, procuraba tomarse su tiempo para indagar, intentando no presionarla.
—N-No lo sé... Sólo... Estaba de camino a mis prácticas, y alguien me tomó por sorpresa... Lo único que recuerdo con claridad es que desperté en una especie de sótano, encadenada del cuello y las muñecas. , ellos me inyectaron algo... Y mi mente se nubló... ellos--...- Laura comenzó a derramar lágrimas, mirando su regazo con la mirada perdida—Yo-- no sé que me hicieron, ni lo que hice yo... Lo siento mamá...-
Talia miró a su hija con comprensión y la abrazo, mientras le daba algunas palmaditas en su espalda —Tranquila cielo, ya pasó... Estás a salvo...- le murmuró para tranquilizarla
Laura se desarmaba en un llanto amargo, mientras los ojos empáticos de sus seres queridos estaban sobre ella, realmente ella estaba a salvo...
—Cariño... Necesito que te concentres e intentes responderme algo con total sinceridad...- Talia la miró a los ojos mientras le acariciaba la mejilla
Laura Ascenso Dudosa
—Viste a Stiles en algún momento... O quizás del otro lado de la celda...?.- preguntó muy seria
Los ojos de Derek se encendieron de un potente azul sobrenatural, pero el agarre sutil, pero firme al punto de casi ser doloroso de Peter en su brazo, lo hizo desistir de decir o hacer algo.
¿Por qué su madre preguntaba eso?...
Laura lo pensó por algunos segundos, con la mirada perdida en algún punto, y luego se aferró un poco más a la chaqueta negra que la cubría.
—Stiles... Pude escuchar su voz llamándome... Tranquilizándome...-
—¿Estaba con ellos hija?.- preguntó Talia con la misma tranquilidad
—Talia...- Eric la miró a su esposa sin comprender.
Derek apretaba los puños, y sus ojos se encendían a un potente azul, aún con el fuerte agarre de Peter sobre su brazo.
Laura parpadeó pensando en la pregunta de su alfa y luego negó con la cabeza.
—No lo recuerdo todo... pero él me rescató mamá, puedo recordar vagamente que él me susurraba palabras para calmarme... Pero su aspecto se veía... Diferente... al igual que su aroma... como si fuera mayor, aunque su rostro era borroso... Me sentí segura con él.- Laura finalmente la miró a los ojos y su madre sonreía satisfecha con su respuesta
—Guarda esas garras Derek Lee Hale, no le gruñas así a tu madre.- le dijo la alfa sin mirarlo
Derek se cohibió un poco, al notar que su madre estaba perfectamente al tanto de sus reacciones.
La mujer volteó a ver al druida, y este simplemente hizo un leve movimiento de cejas hacia arriba mientras apartaba la mirada a un lado, como quien le decía que no pensaba abordar el tema.
Entonces Talía lo entendió.
—Eric lleva a nuestra hija a comer algo, ve con ellos Peter.-
El adulto abrazó a su hija por los hombros y Peter los siguió sin querer dejar realmente la habitación, pero indirectamente la alfa les había dado una orden muy clara disfrazada de petición amable.
Peter cerró la puerta tras de sí, dejando a la alfa, el druida y el adolescente en la habitación insonorizada.
Talia se cruzó de brazos —Así que, Stiles es el Grimm.- fue más una afirmación que una pregunta, ya que no estaba dispuesta a perder más tiempo
Derek no miró a su madre y Deaton parecía totalmente taciturno al respecto.
—Las circunstancias no permiten que revelemos más detalles.- respondió el veterinario
—¿Por qué?.- Talia no estaba siendo flexible al respecto
Honestamente no quería ver a Stiles como alguien de malas intenciones, después de todo se la pasó más en su casa con su hijo, dónde tenía la perfecta oportunidad para vigilarlo y no había detectado nada malo en él...
Pero los Argent parecían muy familiares con sus movimientos como manada, como si los tuvieran realmente bien vigilados todo el tiempo.
El que Stiles sea un Grimm, no era garantía de nada... Aún seguía siendo un humano, aunque tuviera sangre del Pharam, por lo tanto, no lo precisamente confiable, ya estas alturas necesitaban unas cuantas respuestas, para tener en claro las próximas. jugadas.
Ya que, era demasiado arriesgado depositar tanta confianza en alguien.
Se removió incómodo ante sus propios pensamientos, solo necesitaba conocer sus motivos para poder decidir lo que haría un futuro para proteger a su familia, y esperaba de corazón hacerlo bien.
Derek miró al druida, pero este parecía decirle con la mirada que era más bien su decisión la de compartir o no la información que les dió el humano.
Talia es su madre y alfa... Pero Stiles es su compañero... Y prefería arrancarse a sí mismo la tráquea, antes de traicionar su confianza.
—Y bien?.- la alfa exigió sin levantar la voz, pero había más dureza en su tono
—Porque es mi compañero... mamá, conoces a Stiles tú también, ¿Por qué no puedes confiar en él? ¡Salvó a Laura!.- Derek estaba a la defensiva
Talia dejó caer un poco sus hombros al ver la convicción con la que su hijo defendía a su pareja
—Entiendo tu enojo hijo... Pero debes entender mi posición, soy la alfa y hay demasiadas casualidades no del todo buenas rondando ese chico, como para que no las tome en cuenta...-
—¿Cómo cuáles?.-
—Pudo acercarse a tí con un propósito oculto...-
—Esto es ridículo...-
—Derek.- los ojos de Talia brillaron en advertencia —Me debes respeto, soy tu alfa y te estoy dando una orden, beta.- odiaba hacerle esto, pero era la única manera para que pudiera sentirse tranquila con respecto al misterio que rodeaba al "humano"
Los ojos de Talia brillaron de un intenso carmín, estaba usando su posición para obligarlo a hablar.
Derek redujo fuertemente los párpados y apretó sus puños.
—No...- graznó intentando contenerse a si mismo
—Derek, me dirás la verdad, te lo ordena tu alfa.- la voz de Talia sonaba más profunda y firme, mientras sus ojos carmín estaban fijos en su hijo
Los instintos de Derek le suplicaban de rodillas obedecer a su alfa, su lobo estaba como loco intentando cumplir con la voz de mando, pero la fuerza de voluntad de Derek lo mantuvo de pie, luchando con cada célula de su sangre de lobo.
Talia se transformó y le gruñó fuertemente a su hijo, para finalmente someterlo. —DIME LA VERDAD.- le ordenó fuertemente entre rugidos.
Derek sintió una fuerte presión en el centro de su cráneo y su forma beta se manifestó por completo ante el rugido feroz de su alfa.
—¡NO!.- gritó sintiendo como una sensación de hormigueo recorría sus extremidades y las órbitas de sus ojos cambiaban de su tono azul sobrenatural a un brillante e igual de electrizante tono jade.
El rugido de Derek rompió con una ráfaga, en forma de ola de sonido, las runas y barreras de la habitación insonorizada, empujando a Talia y Deaton hacia atrás.
El rugido se escuchó en toda la casa y gran parte del terreno en sí.
Derek se sorprendió de sí mismo, se miró las manos con desconcierto, sintiéndose absolutamente mareado y abrumador, se dejó caer sobre sus rodillas.
Talia se puso de pie al igual que Deaton, observando al adolescente como si estuvieran mirando al mismísimo eslabón perdido.
Los demás miembros de la manada no tardaron en aparecer y amontonarse en la puerta de la habitación, con sus ojos sobrenaturales brillando en reconocimiento.
—Derek es un alfa destinado...- murmuró Talia que aún no salía de su estupefacción.
El miró por última vez adolescente a los ojos carmín de su madre observándolo con asombro antes de perder el conocimiento.
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Stiles estaba de pie ante un grupo de personas tres personas con su ropa negra de misión sin su máscara, miró sobre su hombro hacia la puerta, sus ojos morados brillaron más fuerte por unos momentos sintiendo el rugido de su compañero y brevemente pudo sentir la lealtad. en su vínculo especial. Una sonrisa orgullosa se forma en sus labios.
—Stiles.- una voz masculina le habló
Este volteó y Deucalion alzó una ceja mientras estaba de brazos cruzados del otro lado de la mesa, dónde había un enorme plano con algunas cruces y líneas marcadas en rojo.
A su lado se encontró su brazo derecho en la manada, Red Porter, un hombre en sus treintas y delgado de cabello castaño lacio y ojos de cachorro que le recordaban a Scott en sus días de escuela, lo que contrastaba con su enorme tamaño e inteligencia. .
Después estaba Kaiden Ross, su brazo izquierdo, de apariencia tosca, ruda rapado a cero, ojos avellana y grandes músculos, parecido a esos gigantes que custodian a los famosos, pero el grandote era increíblemente buena persona e increíblemente perceptivo.
—Estás con nosotros en la reunión...?.- preguntó el alfa, visiblemente más joven, sin el aire homicida y con sus ojos intactos.
Stiles ya casi no recordaba todo lo que vivió con sus amigos a manos de este alfa, pero en su mente estaba la crueldad con la que Gerard Argent lo había dejado ciego y había matado a toda su antigua manada (antes de que decidiera juntarse con alfas). homicidas), provocando que el lado oscuro de este hombre se levantara hasta ser conocido como el hombre lobo demonio.
Hace tan sólo un mes que Stiles los había salvado de caer en la trampa del mal nacido de Gerard Argent. Por lo cual, el pequeño grupo de hombres lobos, le había tomado mucho aprecio y gratitud, que le valió de increíbles aliados.
Deucalión era sagaz como Talia, e inteligente como Deaton. No le sorprendía en lo absoluto como alguien como él terminó siendo líder de un grupo de alfas.
Así que se alegraba de haberlo salvado de un destino lleno de resentimiento y odio.
—Si, lo siento, me distraje solo unos minutos.- se encogió de hombros
—Pensando en tu mate?.- la sonrisa de Kaiden, bailaba socarrona en la comisuras de sus labios y el castaño no pudo evitar poner los ojos en blanco.
Cómo siempre, el sujeto era un experto en dar al blanco.
Stiles sacó un montón de carpetas de adentro de su bolso negro y se la dió al alfa, quien la tomó, para analizar su contenido.
Al abrir el archivo encontré varias fotos de los Argents reuniéndose con manadas y en fotos posteriores, esas mismas manadas aparecían en distintos escenarios grotescos de muerte.
Deucalión tuvo que cerrar brevemente los ojos ante semejantes imágenes horrorosas.
—Los Argent hicieron esto?.- preguntó pasándole las carpetas a los demás
—A lo largo del país, repitieron el mismo modus operandi, incluso con humanos para echar leña en ambos bandos...- Stiles le señaló la lista de ciudades a las que fueron.—Pero quisiera puntualizar, solo Katherine y Gerard Argent dentro de su clan, son los que están rompiendo el código... Aunque no tardaron en hacerse de mercenarios para fingir que aún tienen peso entre las otras familias de cazadores.- Stiles le proporcionó más archivos y fotos —Su Hijo, Christopher Argent y su familia , aún están muy apegados al código y viven en paz, totalmente lejos de ellos.- explicó con calma
Los ojos de Deucalion abandonan los archivos para mirar al muchacho fijamente
Los otros miembros de su manada miraron las fotos, e hicieron muecas de horror.
—Que horrible...- Murmuró Red
—Totalmente inhumanos...- añadió Kaiden
Stiles sacó una última fotografía, dónde se veía a Gerard hablar con el líder de los calaveras, Araya.
—Los Argent están en plena negociación con los calaveras para invadir el territorio Hale... Su intervención podrá significar una lucha más grande, ya que se rumorea que están contratando más de un grupo de mercenarios además de reclutar a todos los cazadores que puedan. .. Al parecer están planeando derramar litros de sangre, así que quiero evitarlo a toda costa...-
— ¿Qué tienes en mente?.- Deucalion le preguntó al joven que estaba inclinado sobre la mesa
—Sin los calaveras, el segundo frente de los Argent, no tendrán buena organización ya que son un grupo de mercados independientes. Andarán como gallinas sin cabeza.-
Señaló el grupo de peones color madera que usaban para indicar que eran del grupo de cazadores, además de caballos utilizar y torres del color contrario, para señalar los suyos.
—Propongo persuadir a los Calavera para que no entren al juego.-
—Y ¿cómo harás eso?.- preguntó Red cruzándose de brazos la mesa con las estrategias
Stiles llamativamente con picardía —Jugando con sus propias reglas, las leyes del Parcem.-
—Parcem?... ¿Es decir, cuando un cazador deja a otro cazador a disposición de las criaturas sobrenaturales, para que reciban su castigo?.-
Stiles asintió —Tenemos pruebas suficientes para eso.-
Deucalión miró a sus dos miembros de manada más allegados, con la pregunta impresa en sus ojos, claramente les estaba cediendo la decisión a ambos.
Red y Kaiden asintieron.
—Bien, te acompañaremos.- Deucalión declaró de acuerdo con el plan del castaño
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Ultimando detalles con la manada de Deucalion, quedaron en encontrarse poco después del amanecer, para poder viajar a México cuánto antes y solicitar el Parcem.
A Stiles le quedaban (contando esta noche), dos lunas antes de que perdiera sus recuerdos y volviera a ser el que se supone que debía ser en este tiempo...
Durante la noche, el humano logró colarse en la habitación de Derek, quien dormía en su cama, sin tener idea de nada.
Se sentó en el borde de su cama y acarició su cabello con dulzura, mientras las yemas de sus dedos se deslizaban suavemente por su rostro, delimitando sus rasgos como si fuera la primera vez.
El adolescente abrió lentamente los ojos encontrandose con el rostro de su amado mate, iluminado con la luz de la luna que atravesaba la ventana abierta.
Sus ojos whisky observándolo con adoración y esa lejanía nostálgica propia de la mirada madura del muchacho enigmático.
Uno que lo había cautivado, mucho antes de lo que hubiera podido darse cuenta...
Ahora que sabía la verdad... Derek entendió por primera vez la razón detrás de esa mirada. Cómo si Stiles tuviera varias páginas del libro de su vida ya escritas con lo que podía intuir y estaba seguro que, era una increíble y triste historia...
En dónde él mismo, no parecía entender que fué lo que su versión futura hizo para merecer a una persona así de maravillosa en tantos sentidos...
Pero a la vez sentía decepción de sí mismo, por provocar esta mirada tan melancólica en unos ojos que merecían brillar de felicidad...
Derek tomó la mano de Stiles, sentándose en la cama, y besó la palma de su mano, mientras el castaño aún lo contemplaba con esos ojos que parecían desnudar su alma.
Se inclinó y besó al lobo en los labios con lentitud y suavidad, mientras ambos se dejaban caer nuevamente en el colchón.
Sin palabras, entrelazando los dedos de sus manos, simplemente sintiéndose el uno al otro, con caricias exploratorias, descartando fácilmente los obstáculos en forma de prendas. Los roces de piel, besos iguales de húmedos que algunas lágrimas que rodaban silenciosas por las mejillas del hermoso humano que, era marcado por la boca hambrienta y deseosa de su pareja destinada, por el cuál rompería todas las reglas del universo, sólo para verlo feliz.
La yema de sus dedos recorriendo el cabello sedoso y corto del chico cuyo corazón estaba golpeando fuertemente en su pecho, latiendo al mismo ritmo que el acelerado de su compañero, se fundieron una y otra vez en sensaciones cálidas, buscando conquistar cada centímetro de piel, respirar el mismo aire mientras se besaban, desdibujar sus cuerpos para ser uno.
Los ojos jade, del lobo y las orbes moradas del humano brillaron intensamente, cuando se unieron físicamente, el chico de lunares, enredó sus brazos y piernas alrededor de su amante, acercándolo más, apropiándose de su calor, sintiéndose embriagado por las gotas de sudor que se estaban fusionándose en una sola escencia, mientras se derretía ante los labios reclamantes en su cuello y el vaivén de sus cuerpos comenzaron a dibujar patrones nuevos, derritiéndose de placer y sensaciones etéreas.
—Der...- gimió bajito, como un secreto a su oído, antes de que pudieran reclamar sus labios y robar su aliento.
Borrachos de sensaciones que nublaban cualquier apice de razón, se amaron con todo lo que tenían para ofrecer de sí mismos, entregándose en cada caricia y beso, hasta que finalmente estuvieron satisfechos físicamente, pero ni por asomo terminaba con su deseo mutuo de permanecer juntos, de ser posible, para toda la vida.
Derek acarició con la punta de su nariz la de Stiles en un pequeño mimo íntimo, mientras sus cuerpos aún permanecían unidos. Lamió las lágrimas acumuladas en los bordes de su pareja con extrema dulzura.
—Mío...- Murmuró el lobo desplazando sus labios en pequeños besos por su rostro
—Tuyo...- respondió el humano acunando su cuello entre sus manos, dándole lánguidas caricias con sus largos dedos en su nuca, paseándose por el nacimiento de su cabello, una y otra vez. —Siempre tuyo...- repitió en un poco más que un susurro
—Te amo...- Derek lo miró a los ojos
Stiles sonrió con nostalgia y algo de tristeza
—Y yo a tí, Miguel...- bromeó al final con una dulce sonrisa
Derek no pudo evitar resoplar una breve risa
—Aún no sé por qué me llamas así... Pero imagino que tiene que ver con mi versión del futuro, así que tengo curiosidad...- arqueó una ceja con socarronería
Stiles abrió la boca para contarle la razón pero su sonrisa mermó en cuanto intentó hacer memoria y el recuerdo se había esfumado...
Se quedó brevemente en blanco, con una expresión pensativa, y sus ojos nuevamente se llenaron de lágrimas de tristeza
—... Lo estoy olvidando todo...- su voz sonaba rota, al igual que los últimos fragmentos de su corazón
—Oye... Oye... Está bien... Stiles... Está bien...- le susurró mientras repartía besos de consuelo en su mejilla, mientras acunaba la otra con su mano
Stiles sólo cerró los ojos, permitiendo que las caricias de su amado lo reconfortara y se abrazó fuertemente a su cuello, enterrando su rostro en su piel, intentando ahogar un sollozo.
Estaba asustado de olvidar y ser olvidado...
⊹₊꒷︶꒷꒦‧₊˚⊹⊹₊꒷︶꒷꒦‧₊˚⊹⊹₊꒷︶꒷꒦‧₊˚⊹
Las horas pasaron, y finalmente Derek se quedó dormido, boca abajo en la cama, con el edredón cubriendo la parte inferior de su cuerpo.
Stiles terminó de amarrarse las agujetas de sus botas negras de combate, se levantó de la cama, dándole una última mirada pensativa a la espalda desnuda de su mate, se inclinó y dejó un beso justo en medio de los omóplatos.
Dónde el triskel aún no estaba tatuado...
Levantó el hechizo de silencio que había colocado sutilmente cuando entró en la habitación, y se retiró silenciosamente antes de que el sol comenzara a asomarse en el cielo
Cayó con gracia desde el árbol junto a la habitación de Derek, y caminó adentrándose en el bosque, sin sorprenderse en lo más mínimo, se encontró con la figura de Talia Hale con sus ojos rojos mirándolo fijamente
Definitivamente había ciertas cosas que eran indudablemente de familia.
—¿Pensaste que no me daría cuenta de que estabas aquí?.-
—Ya lo sabía. Sin embargo, te agradezco que me brindaras tal privacidad con mi mate.- Stiles le dió un asentimiento de cabeza a modo de respeto, sumisión y agradecimiento según las viejas costumbres de los lobos
Tal vez Derek se los había enseñado alguna vez, pero ahora no lo recordaban con certeza.
Talia se acercó viéndose muy seria
—Aún siendo una alfa, no tenemos permitido intervenir cuando hay un reclamo de pareja.-
Stiles se quedó en completo silencio, simplemente mirándola con una expresión plana.
Ella sacó las garras y sus ojos rojos se volvieron más brillantes mientras avanzaba, acercándose lentamente.
—... Mi hijo me ha desafiado, mostrándome que es un alfa destinado y tú... eres un Grimm...-
En un parpadeo, su mano estaba envolviendo el cuello de Stiles, en una pose amenazante
—Quiero saber la verdadera razón por la cual estás aquí.- demandó la mujer —Y ya no quiero evasivas está vez, Stiles...- su agarre se volvió más apretado
Pero la expresión de Stiles nunca vaciló, ni siquiera cuando las garras comenzaban a clavarse dolorosamente en su piel, cortando un poco y haciéndolo sangrar
Stiles pronunció dos palabras en total tranquilidad —Libelula esmeralda.-
Los ojos de Talia se abrieron con sorpresa y de inmediato soltó al humano.
Ella lo sabía, había leído la historia y conocía la profecía de los Darach...
—No...- Murmuró negando energéticamente con la cabeza —Él... No pudo... ¿Cómo?...- balbuceó intentando mantener cierta compostura
—Kate Argent.-
El rugido furioso de la alfa no se hizo esperar. ¿La profesora suplente de francés que Derek mencionó una vez?...
—¿Ella lo---...?.- preguntó con un nudo en la garganta
Stiles negó levemente —Lo he impedido... He cambiado eso...-
Talia soltó el aire que no sabía que tenía retenido en sus pulmones, con alivio... y lo miró por primera vez como si fuera la primera vez y su mente comenzó a unir los puntos
—Saltaste en el tiempo...- era una pregunta disfrazada de afirmación —Por él... Por mi hijo...-
Stiles asintió con solemnidad sin añadir media palabra y los ojos duros de la alfa se volvieron más suaves y comprensivos, aunque también estaban tristes
—Stiles... Cuánto lo siento...-
El humano negó —Descuida, sé que estabas siendo precavida, eres la alfa, tu trabajo es desconfiar de tu sombra con tal de proteger a tu manada...-
Ella asintió arrepentida y el castaño miró su reloj
—Debo irme.-
—Stiles... No tienes que hacerlo todo solo, permíteme ayudarte.-
El humano le sonrió con picardía mientras sus ojos brillaban con un tono sobrenatural de morado
—¿Quién dice que estoy sólo?...- le respondió con confianza mientras se colocaba su capucha y le daba una última mirada, con sus orbes violáceos brillantes y sobrenaturales, antes de retomar su camino.
Chapter Text
Derek despertó y no le sorprendió en lo absoluto no ver a su pareja junto a él en su cama... Aunque sí estaba algo molesto al respecto.
Muy dentro de sí mismo, sabía que Stiles no se quedaría para los besos matutinos y desayunar pancakes en familia... Sobre todo si iba por ahí, siendo el Grimm Terminator de máscara de Kitsuné.
Había cumplido su promesa, había salvado a Laura... Entonces ¿Por qué no podía quedarse?...
Lo que sea que esté sucediendo podían solucionarlo juntos, como los compañeros que eran... Pero, nuevamente no estaba dentro de las costumbres de Stiles, ser exactamente comunicativo con respecto a sus planes... (Irónico, viniendo de una persona con TDAH que normalmente sufría de bastante verborrea...)
Pero ahí estaba ese terco humano, siendo un total enigma, que prefiere dejarte con las preguntas en la boca, pero con el cerebro bien follado...
Derek soltó un suspiro de resignación y más molestia, había algo nuevo en él, podía sentirlo como una especie de hormigueo dentro de sí mismo, y aún estaba intentando comprender como es que se había manifestado su estallido de poder en la sala insonorizada que terminó por romper las poderosas protecciones del lugar...
Tambien estaba el hecho de que no se doblegó ante la voz de mando alfa de su propia e imparable madre...
¿Su condición de alfa destinado implicaba que estaba poniendo en peligro a su familia ahora?
Tal vez por esa razón, Stiles estaba tan decidido a terminar con los Argent... Después de todo, la profesora de francés había insinuado algo sobre conservarlo... Tal vez había despertado el interés de esas personas y ahora lo querían como mascota...
Tantas suposiciones le estaban dando un fuerte dolor de cabeza, y no pudo evitar llevar una mano a su propia frente.
Soltó un suspiro pesado, intentando calmarse y las imágenes de anoche volvieron a su memoria; la suavidad de la piel de su compañero, sus labios y lo increíble que era en general...
Stiles es, indudablemente el ser más hermoso que tuvo la dicha de tener entre sus brazos...
Ni siquiera se podía comparar con lo que alguna vez sintió por Paige... Ella fué su primer amor, sí, pero Stiles...
Stiles lo era todo.
Lo único que empañó el precioso recuerdo de anoche, fué cuando sintió el miedo de Stiles a lo que estaba ocurriendo con su memoria.
Sabía que estos estaban desapareciendo, y que pronto sería el niño de once años sin recuerdos del futuro...
Apretó levemente los labios en una delgada línea, pensativo.
No quiere decir que no lo amaba en esa forma también... Stiles sería Stiles sin importar sus recuerdos o edad... Era su mate, y había aceptado completamente ese hecho. (Aunque si él vuelve a tener once, sin dudas esperaría unos cuantos años más, a que esté nuevamente listo para retomar cosas como las de anoche)
Se sentía triste por el miedo del castaño... Quería borrar ese dolor y ese temor, decirle que por más que olvidara su vida anterior, él estaría allí para acompañarlo, de aquí en más, era la promesa que tenía Derek hacia él.
Pero no hubo tiempo, sólo esperaba que, su compañero fuera consciente de lo mucho que lo amaba y esperaba que al menos, se hubiera sentido un poco más cobijado entre sus brazos...
Caminó completamente desnudo hasta su baño privado y se dió una ducha, lo que menos quería era que su familia se pusiera a hacerle preguntas sobre su olor a acoplamiento...
Su sonrojo era notorio hasta sus orejas, cielos... Realmente se había acoplado con su mate... lo había marcado... Cosa que equivale, cuánto menos, un compromiso serio en el mundo humano...
Ah, joder... Su madre lo iba a matar...
Pero al menos estaba a menos de tres meses de cumplir diecisiete años, tal vez al recordarle ese hecho, su madre no decida ponerlo cómo alfombra para la sala...
Llevó ambas manos a su propio rostro mientras el agua golpeaba su cráneo y hombros, soltó un suspiro y pensó una última vez en su hermoso compañero, antes de afrontar el día...
Derek bajó las escaleras, ya vestido, y decidido a desayunar con la familia.
Estos voltearon de inmediato a verlo, una vez que comenzó a bajar las escaleras, y todo el lugar se quedó en silencio
Derek tragó saliva sintiéndose un poco incómodo al notar las miraditas indiscretas de toda su familia sobre él
Seguido de sonrisitas divertidas y maliciosas, sobre todo Peter.
—Buenos días, cielo.- Talia fue la primera en saludar a su hijo, mientras dejaba una enorme torre de pancakes en medio de la enorme mesa —Toma asiento.-
Derek rápidamente tomó asiento junto a su hermana mayor quien le dió una pequeña sonrisa dulce
—¿Cómo estás Lau?.- Derek le preguntó a su hermana en voz baja apoyando su mano sobre la suya.
La chica se veía mucho mejor, aunque todavia estaba bastante delgada y ojerosa, pero conociendo a su hermana, pronto se repondría
Laura le sonrió a su hermanito
—Estoy bien... pero a la vez algo ofendida...-
Derek arqueó una ceja sin entender
—¿Por qué de toda la mesa decidiste sentarte aquí?. Es injusto que te veas tan radiante con tu aroma de recién vinculado apestando la casa...- Laura le hizo un puchero juguetón y luego explotó a carcajadas cuando el rostro de su hermano se volvió carmín
—¡Laura!.- Eric la regañó, aunque no en un tono más suave de lo usual
Era bueno ver a su hija tan fuerte como su madre, reír de esta forma, tan solo un día después de haber vuelto del infierno de los Argent...
Peter por supuesto que tuvo participación para molestarlo, al igual que sus primos y tíos que estaban haciendo preguntas incómodas, sin maldad, pero sí se veían increíblemente divertidos con las reacciones del adolescente, quien ahogó un grito de frustración
Fue una mala idea, muy mala idea nacer en una manada de lobos entrometidos.
Talia simplemente sonrió durante todo el tiempo que su familia interactuaba, tal vez como alfa tendría que llamarle la atención a su cachorro, quien se había acoplado sin pedir permiso (tal y como dictan las costumbres del hombre lobo) pero tan solo por esta vez, dejó que su papel como mamá predominara, decidiendo hacer la vista gorda, sobre todo porque sus hijos ya habían tenido bastantes malos ratos últimamente, y necesitaban este respiro.
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(🔊🎶 Teeth - 5 Seconds to Summer)
En un pueblo fronterizo de México.
Stiles se reunió con la lider de las calaveras en su club. Araya Calavera.
—¿Quién eres?.- le preguntó la mujer de mirada analítica
Era mucho más joven, y posiblemente había asumido el liderazgo hace relativamente poco.
Stiles se cruzó de piernas y sonrió con picardía —Alguien que viene a charlar.-
Ella entrecerró los ojos, sacando su arma y apuntandolo en la frente —No "charlamos" con criaturas sobrenaturales.-
Este ni siquiera se inmutó
—Soy humano.-
—¿Un humano que trae a una manada de lobos a mi club?.-
—Solicitamos un Parcem, soy su representante humano.-
La mujer contorcionó su rostro en una mueca de confusión y luego permaneció con sus cejas fruncidas.
—El Parcem se aplica cuando hay un crimen cometido por cazadores contra los de su propia especie además de los sobrenaturales...-
—Bueno... tenemos crimenes... en plural, que reportar...- Stiles corrigió con una pequeña sonrisa fanfarrona
—¿Cómo sé si realmente eres humano?.- ella lo observó con desconfianza —Tal vez deba dispararte para ver si sanas rápidamente.-
Stiles sacó un cuchillo pequeño de su cinturón, lo cual alertó a los mastodontes que estaban en la misma habitación, pero el castaño simplemente levantó ambas manos en señal de que no haría nada peligroso hacia la lider.
Luego se cortó la palma de su propia mano, y la sangre comenzó a correr
Todos los presentes observaron durante largos minutos como la herida derramaba unas cuantas gotas densas de carmín, pero en ningún momento se curaba de forma sobrenatural.
Cuando Stiles consideró que, esto era prueba suficiente se ató la mano con un pañuelo.
—Bien, supongamos que te creo... En lo de tu humanidad, ¿Quiénes son los involucrados? Y ¿Dónde están las supuestas "pruebas" de las que hablas?.-
Stiles aún se veía totalmente serio y profesional mientras deslizaba la carpeta con los crímenes recolectados uno a uno de los Argent en contra de la humanidad y la violación de al menos una docena de artículos de los tratados en otras ciudades.
Aunque le era difícil dejar del todo quietas sus manos, que no dejaron de jugar con su daga pequeña durante todo el tiempo, solo por tener algo en lo que concentrar su hiperactividad
La expresión de Anaya era la de un perfecto jugador de poker
—¿Gerard y Katherine Argent?.-
—Sep.-
Ella se removió incómoda en su silla pero se mantuvo sería
—Estoy enterada de que ellos, solicitaron refuerzos de nuestra parte para acabar con una manada de hombres lobos que asesinaron a varios grupos de personas en distintas ciudades.-
Stiles sacó los documentos de su bolso y los dejó sobre la mesa —¿Te refieres a los grupos de personas que los Argent mataron para inculpar a los Hale?.-
Araya miró las fotografías sin inmutarse y Stiles sonrió cínico
—Pero eso ya lo sabías... ¿O me equivoco?.-
La mujer volvió a mirarlo, como si intentara meterse en su mente y comprender lo que el castaño estaba pensando
—Soy consciente de que, los Argent estuvieron ignorando del código.- admitió la mujer
—¿Cuál es la represalia que se toma en contra de estos cazadores?.-
—No matamos humanos.-
Stiles tarareó ante esa respuesta, asintiendo con eufemismo, y la mujer se removió aún más incómoda
—En ese caso... Si el código es tan indulgente en los castigos con los suyos, se puede considerar como una declaración abierta para que los sobrenaturales tomen justicia por su mano propia y ustedes en general, no tendrán razones para intervenir ni tomar represalias...-
—Básicamente.- ella asintió
Stiles esbozó una sonrisa de lo más política. —¿Tenemos un Parcem entonces?.-
Araya se irguió en su propio asiento alzando la barbilla —Emitiré un comunicado a los cazadores de las regiones cercanas a Beacon Hills.- ella tomó los archivos acomodandolos con leves golpecitos en la mesa
Stiles mantuvo su sonrisa amplia
—Un placer llegar a un entendimiento con usted.-
—Ahora toma a tus perros y lárgate de mi club, mocoso.- ladró la mujer sin paciencia
Stiles alzó las manos en señal de rendición, pero con su sonrisa intacta, y salió de la oficina.
☆゚.*・。゚☆゚.*・。゚☆゚.*・。゚☆゚.*・。゚
Kaiden conducía la camioneta que llevaba a Stiles, Deucalion y Red, mientras volvían de México
—Las cosas salieron mejor de lo que esperamos.- Kaiden comentó con una sonrisa, mientras le subía a la musica
—No cantes victoria tan pronto...- Stiles estaba colocándo un cañón más corto en su rifle, mientras calibraba la mira.
—¿Qué estás haciendo, chico?.- Kaiden le preguntó con curiosidad mientras lo miraba de tanto en tanto por el retrovisor
—El Parcem es una carta abierta.- respondió con simpleza mientras cargaba los cartuchos
—¿Carta abierta?.- Kaiden preguntó
Red estaba recargando también su arma, después de todo, también fué un gran tirador del ejército hace algunos años...
—Los cazadores dijeron que no se meterían en nuestros asuntos gracias al Parcem, pero esto también llegaría rápidamente a oídos de los Argent...- Stiles llevó la bala a la recámara del arma en un movimiento certero y luego sonrió —Adivinen quienes ahora tienen que sobrevivir a los mercenarios que buscan nuestras cabezas, hasta que lleguemos a Beacon Hills...-
Cuatro vehículos todo terreno salieron de la nada, en una curva.
Deucalion se transformó
—Todos a sus posiciones, Kaiden acelera hasta el fondo.- les indicó
—A la orden, Alfa.- Kaiden sujetó el volante, cambiando la marcha y pisó el acelerador a fondo —Sujetense, esto se pondrá agitado.-
Deucalion subió al techo del vehículo, mientras Stiles y Red se preparaban con sus armas y una intensa lluvia de balas comenzaron a ser intercambiadas.
Chapter Text
El tercer día había llegado...
Derek contempló el sol en lo alto, mientras más de la mitad de la manada además de su madre, habían salido para hablar los alfas Kalev y Satomi
Su madre le había pedido que no saliera de la casa y se quedara lo más que pudiera, Derek entendía que era para protegerlo por el hecho de que era un alfa destinado
Pero su lobo se sentía increíblemente inquieto por todo lo que estaba ocurriendo, el presentimiento de que algo grande ocurriría, la desaparición de Stiles...
Lo estaba volviendo, de alguna forma, bastante loco. Y los comentarios sarcásticos de Peter no ayudaban en lo absoluto.
Sobre todo porque Stiles aún no dió señales de querer comunicarse.
Sus tíos y primos más pequeños al menos eran una buena compañía, y lo mantenían bastante ocupado.
Más tarde ese día, Talia volvió de su reunión, sus ojos carmesí no habían dejado de brillar, sin mencionar que tenía una mueca de enojo muy marcada en su rostro. Se dirigió a la oficina que ya no tenía las mismas protecciones de silencio que antes.
Su padre y Deaton buscaban aminorar el mal humor de la alfa, casi sin éxito.
Talia golpeó el escritorio con ambas manos fuertemente mientras se mordia el labio inferior
—Traidores...- gruñó la mujer
Derek, Laura y Peter se acercaron para ver que era lo que estaba ocurriendo con su madre
—¿Talia?.- Peter decidió dar el primer paso —¿Qué ocurrió?.-
—Vayan abajo.- su padre les ordenó sin mirarlo.
Peter lo miró fijamente y luego a Deaton, quien simplemente apartó la mirada sin intención de intervenir
—Mama.- Derek dió un paso para secundar a Peter —Esto nos incumbe a todos, ¿Qué ocurre?.- le habló con un tono tranquilo de preocupación, pero había cierta firmeza detras de sus palabras.
—Este no es el mome--...- Eric intentó responder pero, Talia alzó los ojos y miró a su hijo
—El alfa Kalev nos ha traicionado, aunque sus motivos no fueron por falta de lealtad, los Argent secuestraron a su esposa e hijos, al parecer les lavaron el cerebro... Y la manada de Satomi apenas está recuperándose de su último enfrentamiento... Nadie nos va a respaldar.-
En pocas palabras estaban con un frente bastante descubierto ante la engorrosa cantidad de cazadores que estaban por atacarlos.
Derek se sorprendió y miró a Peter como si se estuviera dando cuenta de algo muy importante
—¿No estaba con nosotros, Laura?...-
El rostro de todos los presentes palideció, y de inmediato corrieron para buscar a la beta, cuyos recuerdos sobre lo que le ocurrió en las celdas aún estaban en blanco.
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Stiles llegó hasta la casa Stilinski y dejó caer su bolso negro en el sillón de la entrada, mientras su pecho agitado se movía de arriba abajo, llegaba hasta la cocina arrastras.
Estaba agotado, cubierto de tierra, sangre y pólvora.
Se quitó la camiseta negra, le habían disparado a la derecha un poco más abajo de la clavícula, y la bala se había quedado dentro.
Tomó un cuchillo de cocina, lo mojó en alcohol (que había de sobra en la cocina) y metió la punta para remover la bala.
Stiles apretó la mandíbula mientras tenía que hacerlo por su cuenta.
—¿Quién eres?.- le habló una voz arrastrada masculina, por poco hace que el cuchillo cortase más profundo de lo que debía
Stiles miró a su padre, que sostenía una botella de whisky, tan intoxicado con alcohol, que ni siquiera parecía alertado por la presencia de un perfecto extraño, sacándose una bala del cuerpo con un cuchillo de cocina.
—¿No es muy pronto para estar bebiendo así?.-
—¿Quién eres, mi madre?.- preguntó en un tono ácido, con una mueca de desagrado.
—Tu hijo, pero dudo que te importe.-
—Mi hijo tiene once y lleva desaparecido cuatro días...- arrastró las palabras y se sentó en la silla mirando la botella de whisky que cargaba, con una mano en su propia frente
Stiles soltó un resoplido sin paciencia alzando la cabeza al cielo. Estaba agotado, adolorido, sucio, con enormes ganas de tomar a Derek cómo una almohada, meterse en una cama, y mandar a todo el mundo al carajo los próximos veinte años...
Se terminó de lanzar alcohol a la herida y se colocó papel de cocina momentáneamente, para curarlo como se debe después, y se volvió a colocar su camiseta, con una mueca de dolor.
—Eso parece grave... Deberías ir al hospital.-
Stiles arrojó el cuchillo y la botella del sheriff al fregadero, bajo la expresión de sorpresa del hombre que ahora parecía ligeramente más despierto.
El castaño menor tomó la foto de Claudia y la colocó con firmeza delante del hombre que se estaba incorporando más
—Por una vez en tu vida, después de su muerte... Recoje tu maldita mierda y deja de marinarte en tu propia miseria, obviamente ya no puedes ser su esposo, está jodidamente muerta, lleva así casi un año. Así que decide si vas a ser un hombre o un padre, de una puta vez, Noah...-
El sheriff se levantó de la silla tirandola hacia atrás mientras sujetaba al muchacho del cuello de la camiseta y lo lanzaba a la mesa con violencia
—¿¡Qué coño sabes tú!?.- le gruñó con la furia y lágrimas plasmados en sus ojos
—¡También perdí al amor de mi vida, maldito imbécil!. Pero a diferencia de tí, ¡yo si me he quedado jodidamente sólo!.-
Las lágrimas comenzaron a derramarse y ahora sus recuerdos se veían lejanos y borrosos, mientras la expresión de Noah cambiaba a una de completa sorpresa.
—¡¿Sabes lo que hubiera dado por quedarme con un pedacito de él en el maldito mundo?!. Lo hubiera dado todo por tener un hijo del hombre al que amaba, aún podría verlo en su sonrisa y en sus ojos...- Stiles lo empujó fuertemente hacia atrás, haciéndolo trastabillar y alejarse.
El menor se puso de pie, mientras se limpiaba las lágrimas con fuerza
—A diferencia de tí, no me ha quedado nada de él más que recuerdos que poco a poco se están borrando. Eres una mierda afortunada, aún la tienes. (Señaló el retrato de su madre en la mesa). La tienes en tus memorias y en tu propio hijo, pero estás tan cómodo en tu egoismo, que te importa un carajo...-
Sin darle tiempo a replicar, Stiles tomó su bolso del sillón y se largó de la casa dando un fuerte portazo, dejando a Noah a solas en una casa llena de frío silencio.
Stiles salió de la casa y sentía que la herida nuevamente estaba sangrando, se tragó el dolor y las lágrimas
Caminó sin un rumbo fijo, pero con un caos de pensamientos en su mente.
No pensó que su padre estaría en casa, y tenía la mínima esperanza de poder prepararse para el evento principal de esta noche... Ya que era el día, en el que los Argent intentarían quemar la casa de los Hale.
Jadeó con cansancio sentándose en una banca de parque, presionando su herida, intentando ignorar el frío que empezaba a sentir
Cerró brevemente los ojos, sintiéndose cansado, hasta que la mano cálida de alguien se posó en su frente.
Abrió los ojos lentamente, ¿Cuando comenzó a sentirse somnoliento?
Los ojos azules de Deucalion lo miraban con la serenidad que lo caracterizaba
—¿Creiste que no me daría cuenta de que estabas sangrando, cachorro?.-
—No soy un cachorro, Greg...-
Ironías de la vida que nadie llamara al alfa por su primer nombre, a excepción de Stiles.
—Entonces no te portes como uno, y déjame curar eso, en un lugar seguro para tí.-
Stiles gruñó un poco, pero se dejó ayudar por el alfa sin poner resistencia alguna
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Las horas pasaron, los Hale buscaron a Laura por todas partes, pero nadie la vio salir de la casa, y su aroma seguía en la propiedad.
Los lobos estaban ansiosos, todos podían sentir que algo andaba mal
—¡Talia!.- Nick (el mellizo de Eric Hale) corrió a la alfa —¡Los cazadores están rodeando el lugar!.- le informó con apuro
La alfa lo miró sorprendida —¿Cómo dices?...-
—Estan cubriendo todos los frentes, y están usando bombas de aconito mezclado con otras cosas para confundir nuestros olfatos, Talia...- Secundó Mónica viéndose igual de preocupada
—Lleven a los niños y a los humanos de la manada, al sótano... Esto no me gusta.- Eric le informó a sus hermanos.
—Ve tú también.- Talia le pidió a su marido —Te necesito cuidando ese frente.- Eric asintió, y se fué con sus hermanos a buscar a todos.
—Peter también ve adentro.-
—Hermana...-
—Ve.- sus ojos rojos no daban lugar a réplicas
Peter la miró dudoso, y luego corrió adentro de la casa.
Gerard Argent apareció entre las sombras, a una distancia prudencial, con un enorme grupo de cazadores, entre ellos su hija Kate respaldandolo
Tenía un arma apuntando a la cabeza de Laura, quien parecía estar en una especie de estado de trance, totalmente sumisa.
—Argent...- las garras y los filosos colmillos de la alfa comenzaron a emerger, mientras sus ojos se volvían más carmín —Devuelveme a mi hija.-
El humano mayor se burló —¿Por qué?... Se ve muy cómoda siendo nuestra mascota, no es así ¿Perra?.- le habló al oído
Laura comenzó a ladrar, mientras los cazadores y mercenarios reían cruelmente a carcajadas
La mandíbula apretada, y los puños blancos de la alfa estaba en su máxima furia
—¡LAURA!.- La voz de un adolescente los tomó por sorpresa, e inevitablemente voltearon a verlo
Derek se acercó y al ver a su hermana siendo amenazada sus ojos se volvieron de su tono sobrenatural jade azulado, mientras las garras y colmillos se hacían presentes
—¡Derek! ¡Entra a la casa!.- le gruñó la alfa en forma de orden
Pero los ojos del adolescente brillaron aún más, y se quedó en su lugar sin dejar de parecer amenazante ante los cazadores que tenían de rehén a su hermana mayor
La mirada de Gerard era como la de un niño en navidad, aunque mucho más retorcido
—Asi que finalmente conozco al joven alfa destinado...- esbozo una sonrisa maliciosa
—Nos vamos a divertir mucho, cariño...- Kate añadió mientras se relamía los labios.
Talia se pateó mentalmente, esto se estaba complicando
—HIJO, ENTRA A LA CASA, HAZME CASO.- Le gritó ya como madre, a sabiendas que su influencia de alfa había dejado de tener efecto en él
—Oh... Pero Talia... Deja al chico estar en la mesa de grandes... Después de todo, él vendrá con nosotros.- se burló Gerard, mientras le quitaba el seguro a su arma aún recargada en la sien de Laura
—¡No le pondrás la mano encima a mis hijos!.- gritó Talia avanzando
Las armas de los mercenarios y cazadores apuntaron directamente a la alfa, deteniéndose en su lugar
—Retrocede querida Talia, estamos hablando como adultos aquí... No hay necesidad de ponernos tensos... Para que veas mi buena fé te propongo un intercambio... Te devolveré a tu hija, pero tendrás que darnos a tu hijo.-
La malvada risa de los cazadores hizo que la sangre de la alfa entrara en ebullición de frustración, apretaba fuertemente los puños, al punto de derramar su sangre.
—Iré.- Derek habló con convicción
Los ojos de la mujer lobo se desviaron hacia su hijo, quien le devolvió la mirada
—No te lo permito... Aún eres mi beta.- le habló en tono bajo y con sus ojos inyectados en sangre
La furia era tal, que sonaba como la calma antes de la tormenta.
—Sabes bien que ya no lo soy, mamá.- La tranquilidad y determinación de la mirada de su hijo, ya le habrían causado un aneurisma de no ser una mujer lobo que, además era una alfa.
—Derek, si lo haces ya no te consideraré parte de la manada.- estaba desesperada, necesitaba que su desobediente hijo le hiciera caso aunque sea una vez en la vida
Derek la miró dolido, pero Talia esperaba que en realidad eso lo hiciera retroceder de entregarse a estás personas.
El adolescente llevó una mano a su propio pecho, mirando al suelo y luego levantó nuevamente la mirada jade hacia los cazadores avanzando hacia ellos con la frente en alto.
—NO.- gritó Talia, mientras las risas de maldad resonaban de fondo como un coro maquiavélico.
Chapter Text
Derek avanzó con la intención de encontrarse con los cazadores y mercenarios. Talia estaba clavada en su lugar, mirándolo con horror y suplica.
El sonido estridente de unas bocinas se hicieron lugar, cuando un Jeep todo terreno negro salió prácticamente de la nada, tomandolos por sorpresa y casi atropellando al grupo de mercenarios, que rápidamente se dispersaron para evitar ser arrollados.
De la sorpresa, incluso Gerard soltó a Laura, y alguien dentro del Jeep tomó a la chica, antes de que el vehículo diera un volantazo para perderse en otra parte del bosque.
Otra persona salió del Jeep, tomando a Talia y Derek del brazo, para hacerlos correr hacia la casa, aprovechando la distracción.
— ¿Qué están haciendo malditos idiotas? ¡Disparenles!.- gritó Kate apuntando con el dedo al Jeep que se estaba alejando a toda velocidad
Los cazadores comenzaron a disparar, pero uno a uno estaban cayendo como moscas, cuando unas flechas que venían desde distintas partes del techo comenzaron a clavarse en sus cuerpos.
Kate y Gerard se tiraron al suelo y buscaron refugio tras un árbol
—¡Qué mierda está pasando!?.- gruñó el anciano
—¡Son trampas automáticas!, ¡Es como si vinieran de todas partes!.- contestó Kate intentando analizar la situación y no morir a la vez
Ambos recargaban sus armas
—¡Esto debe ser obra del hijo de puta del Grimm!.- escupió con desprecio
—¡Allá!.- señaló uno de los mercenarios al techo de la casa Hale, antes de caer muerto ante una flecha que se clavó en su corazón
Kate y Gerard se asomaron cuidadosamente y contemplaron que efectivamente sobre el techo había varias personas vestidas de negro, con máscara de Kitsuné blanco, traían arcos y flechas, disparando con gran precisión a las personas.
—Hijos de perra...- gruñó el viejo —DISPAREN AL TECHO.- ordenó
Los que aún estaban de pie comenzaron a disparar, y los enmascarados se cubrieron.
—ESCUADRÓN DE BRONCE, AVANCEN CON EL PLAN.- Kate habló por la radio
—Confirmado.- le respondió el sujeto del otro lado del aparato
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Talia, Derek y el desconocido entraron en la casa, aunque la alfa no tardó en sacar sus garras
—¡¿Quién eres!?.- demandó en un rugido, la furia y la incertidumbre estaba demasiado a flor de piel para mantenerse serena —¡¿Donde está mi hija?!.-
El desconocido se sacó la máscara de zorro blanco y puso ambas manos al frente como si intentara decirle que estaba aquí en señal de paz.
—Soy Red, parte de la manada de Deucalion, vinimos con Stiles como apoyo, tu hija fue llevada a un lugar seguro con Deaton, lejos de todo este conflicto, tienen que contenerla ya que puede estar bajo las órdenes de Gerard, cuando lleguemos a una parte segura podrás hablar con él...- le explicó brevemente, lo cual pareció tener un resultado positivo en la feroz alfa.
—¡¿Dónde está Stiles?!.- fue el turno de Derek de exigir respuestas
Si su compañero estaba aquí, su instinto primario era protegerlo a toda costa.
—Escuchen, no tenemos tiempo, tenemos que irnos de aquí, los cazadores están usando rutas alternativ--...-
Un disparo se escuchó y Red se sujetó el hombro con dolor. Un grupo de mercenarios lograron escabullirse finalmente en la casa.
—Mierda...-
Derek y Talia gruñeron al tipo con el arma, mientras más iban apareciendo sin parar.
—¡Corran!.- Talia les indicó a ambos
Derek no dudó en acatar esa orden de su madre, mientras intentaba correr hacia el sótano, tratando de esquivar la lluvia de balas, de todos los extraños que habían logrado colarse en su casa.
Al llegar al sótano, Derek trabó la puerta.
—¿Dónde está el resto de mi familia?.- volteó para ver qué no había nadie
Red estaba agitado y muy pálido, la bala contenía aconito y muérdago.
—Stiles los sacó de aquí, están seguros...- le respondió entre jadeos. Había acelerantes de veneno en el acónito de la bala.
Derek miró y miró al sujeto con preocupación.
—¿Cómo te ayudo?...- le preguntó visiblemente dudoso
—Tengo al menos un par de horas, tiempo suficiente para que mi alfa venga a salvarme el trasero... Así que escúchame bien chico...-
Derek le prestó toda la atención.
—Stiles pensó en que el secuestro de tu hermana tenía un motivo oculto... Y supo que los cazadores iban a usar las rutas alternativas que lograron extraer de información, cuando la tuvieron cautiva...- Red gimió de dolor, sintiendo su sangre envenenada —Así que las llenó de trampas efectivas y letales... Pero dejó una sola libre, la que incluso tu hermana desconocía que está aquí en el sótano... Así que tienes que irte por allí, te encontrarás con tu familia y Deaton. .-
—No puedo dejar a mi madre, yo---...- Derek dudó
Red tomó su brazo y lo miró fijamente
—¿Confías en Stiles?.-
—Con mi vida.- respondió sin dudar.
Red sensiblemente débil y avanzando —Vete chico.- le señaló la ruta de escape con la barbilla, a sabiendas que Derek sabría guiarse por sus instintos para terminar de salir.
El apretó los labios adolescentes frunciendo las cejas, cargó al sujeto en su espalda
—¿Qué haces?.- preguntó sorprendido
—No te dejaré solo.-
—Oh Dios... De verdad son una parejita de tercos ¿verdad?.- se burló el hombre un poco divertido pero adolorido
Derek ni siquiera respondió, mientras utilizaba sus garras para abrir el único pasadizo del lugar, para llevar al adulto en su espalda.
⊹₊꒷︶꒷꒦‧₊˚⊹⊹₊꒷︶꒷꒦‧₊˚⊹⊹₊꒷︶꒷꒦‧₊˚⊹
La lucha dentro y fuera de los terrenos Hale se desarrolló con brutalidad durante varias horas.
Talia luchaba ferozmente contra los cazadores que estaban perpetrando su casa.
Haciendo gala de sus habilidades superiores de combate, la alfa peleaba con dureza y sin titubear cuando de defender su territorio y familia se trataba. Ni el mercenario mejor entrenado podía con ella, en el apogeo de su frenesí.
En momentos así, la mujer denotaba exactamente porque era considerada como la alfa más poderosa del lugar.
La alfa recibió varios disparos, pero eso no le impidió seguir luchando, sobre todo cuando había una explosión de adrenalina recorriendo sus venas, y circulando en su torrente sanguíneo con violencia.
De un momento a otro, ella se dejó caer de rodillas, cansada, y muy herida, treinta hombres bien entrenados yacían muertos en el suelo, y ella finalmente tenía un respiro.
Afuera era un caos, de personas, gritando, balas y mucho olor a sangre.
—Muy pronto para descansar ¿No crees?.- escuchó la voz burlona de una mujer
Cuando Talia volteó, miró fijamente a Kate Argent, quien le estaba apuntando con un arma, mientras sonreía con maldad.
—Finalmente nos conocemos.- tarareó Kate
—¿Eres la pedófila que intentó engañar y violar a mi hijo adolescente?.- escupió la alfa con desprecio
—Uh, eso duele... Soy una mujer atractiva, no necesito mucho para que un adolescente cachondo haga lo que quiera.-
— ¿Qué ocurre?, ¿Los tipos de tu edad no te hacen caso porque estás loca?... Eso es triste.-
Kate rió con maldad y quitó el seguro del arma mientras la apuntaba —Quizá deba follarme a tu marido, tu hermano y por último a tu hijo para que veas que con todos funciona igual...- se burló —Qué dices, perra? .-
Un disparo se escuchó y el arma de Kate salió disparada a un lado.
La cazadora se enfrió de dolor, sujetándose su mano destrozada.
Un muchacho de cabello castaño, ropa de misión negra y máscara de zorro estaba apuntandola
— ¿Dónde está tu fanfarronería, Kate?.- una voz masculina se hizo presente entre las sombras de la casa, siendo alumbrado por la luna llena y la única lámpara encendida de la sala, de luz tenue.
—Maldito...- gruñó la cazadora con odio
Stiles descubrió el rostro, mientras sus ojos brillaban de un intenso morado.
Talia contempló con mucha atención y seriedad la escena.
Kate esbozó una sonrisa maniática —Finalmente nos conocemos, hijo de puta...-
Dos disparos más a sus piernas, la tuvo arrodillada en un parpadeo.
Las lágrimas de dolor llegaron a los ojos de la cazadora que parecían retorcerse de agonía.
No era para menos, las balas de esta arma en particular tenían veneno de paraponera clavata (hormigas bala) cuyo veneno era conocido por ser de los más dolorosos en el mundo.
—Tú... Lo manipulaste... Incendiaste su mundo... Te embarazaste y usaste a su hijo como parte de un ritual retorcido...-
Le disparó dos veces más en sus brazos
—... Todo para que ni siquiera vivieras lo suficiente para ver cómo el mundo moría ante la plaga de libélulas esmeralda...-
Otro disparo más en su abdomen
—¡Y DEJARME COMO EL ÚLTIMO SER VIVO EN PIE, CON EL HOMBRE AL QUE AMABA MUERTO EN MIS BRAZOS!.-
Le disparó tres veces más al pecho.
El llanto amargo descendía por su rostro sin parar, mientras su pecho subía y bajaba agitadamente.
Ni siquiera notó, cuando una mano gentil, se posó sobre la del castaño, mientras aún sostenía el arma.
Kate Argent ya ni siquiera estaba viva...
Talia derramaba lágrimas silenciosas, y abrazó al chico afectuosamente sintiendo su dolor.
Ella también estaba en shock, por lo que había dicho, pero debía ser fuerte, porque el chico entre sus brazos necesitaba una roca para que él no terminara de romperse en mil pedazos.
—Todo terminó, Stiles...- le susurró con dulzura y empatía, aún abrazándolo.
El castaño se aferró a la alfa y rompió en llanto. Ya no podía recordar sus momentos con Derek en el futuro, su rostro se veía borroso.
Todo estaba desapareciendo, junto con el cielo que poco a poco comenzaba a iluminarse, el sol saldría muy pronto.
A pedido del propio humano, Talia acompañó a Stiles a las afueras de la casa, donde las pruebas de la fatídica guerra estaban por todas partes, de ambos bandos.
Sólo quería ver a Derek una última vez antes de ser borrado de su propia mente...
Cerró los ojos y las lágrimas bajaron aún más por sus mejillas, mientras los primeros rayos del sol comenzaban a romper con el delgado velo nocturno que quedaba en pie...
—¡Stiles!.- gritó Derek a sus espaldas.
Talia y Derek se voltearon para mirar al adolescente, que venía acompañado por casi todos en su familia, a excepción de los más pequeños, los humanos y Laura.
El humano alarmantemente con tristeza y cariño al ver a su lobo gruñón correr hacia él.
Pero notó que su rostro sonriente, se transformó en preocupación y cuando Stiles miró hacia abajo, sintiendo un líquido caliente en su abdomen lo entendió.
Gerard Argent, quien al parecer seguía respirando le había disparado, mientras aún estaba en el suelo.
Deucalion le arrancó la cabeza al viejo, tan pronto pudo, pero ya era tarde
Todos gritaron a coro su nombre, mientras los brazos de Talia impedían que el muchacho cayera al suelo.
Derek llegó tan pronto como pudo junto a su compañero, mientras sus ojos estaban nublados de lágrimas.
—No... No no no no... ¡Stiles!.- la voz del adolescente sonó rota —Por favor... Mamá... Debemos... Él no puede...- balbuceó sujetando su mano, recostandolo en su regazo
El sol ya estaba comenzando a salir, y al humano ya casi no le quedaban recuerdos a los que aferrarse en sus últimos momentos, salvo por la última conversación que tuvo con el hombre al que amó, pero olvidó su rostro.
Su mirada se dirigió a Derek y levantó su mano para acariciar su mejilla.
—Oye... Está bien...-
Talia se apartó para darles un poco de privacidad, pero al igual que todos se quedaron contemplando la escena, mientras era abrazada por su esposo y su hermano, uno a cada lado.
La mirada de dolor de Deucalion, Kaiden y Red con su brazo vendado también estaban presentes, ellos sabían que no le quedaba mucho a este Stiles en el mundo.
Fueron de los primeros en saber que al llegar estos momentos, él muchacho que conocieron, volvería a ser un niño inocente que no tendría idea de las vidas a las que salvó con su brillante mente.
Derek sollozaba mientras arrullaba a su amor entre sus brazos, esto le dolía demasiado.
—Oye, Sweetwolf... No estés triste...-
—Quedate conmigo...- le suplicó el lobo
Stiles extremadamente débilmente acariciando aún más su mejilla y Derek tomó su mano para besar su palma como cuando estuvieron juntos por primera vez como compañeros.
—Seguirás amándome en la mañana?...- bromeó el castaño sintiendo como su conciencia se estaba evaporando
—No somos una película romántica...-
—Mmm... Agradable... Deja vú...- tarareó el humano adolorido
Derek comenzó a absorber su dolor.
—Podrías... Llamarme Mica, una última vez?... por favor...-
El lobo adolescente se tragó el nudo de su garganta.
—Gracias por salvarme a mí ya mi familia... Mica...- Derek se inclinó y dejó un beso dulce con sabor a lágrimas saladas —Te amo...-
Y el amanecer finalmente iluminó el día...
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Diez años después...
Una orquesta sinfónica tocaba armoniosa acompañando la melodía de un piano de cola, que sonaba majestuosamente.
—Que joven se vé... ¿Qué edad crees que tenga?.- preguntó una mujer mayor, sentada junto a otra.
—No leíste el panfleto, querida?... Él es el pianista prodigio Stiles Stilinski, hoy es su cumpleaños número veintiuno... Y también es su última presentación como egresado de Julliard...- la mujer se acercó más y la otra la imitó para escucharla —Según cuentan los rumores, se casará con su prometido en primavera...-
—¿Está comprometido?... Bueno, no me sorprende, es muy guapo.- la otra mujer bromeó
El concierto continúa en su majestuosidad, todas las melodías las había compuesto el pianista, que fue alabado con una creciente ovación de pie de un público maravillado.
Stiles se puso de pie, inclinando su cabeza a modo de agradecimiento por los aplausos, su prometido estaba en primera fila, junto a toda la familia Hale.
Derek subió al escenario, con un enorme ramo de rosas, y se las entregó a su futuro esposo.
—Feliz cumpleaños...- los ojos de Derek brillaron de un breve tono jade durante unos segundos
—Gracias, Sourwolf.- Stiles le sonríe dulcemente con sus ojos brillando de un tenue morado, antes de unir sus labios con los suyos de forma casta, pero duradero...
Toda la familia Hale gritó y cantó desde su privilegiado lugar en primera fila, como si hubieran ganado un partido importante.
Incluso Deucalion y su manada aplaudían orgullosos, además del sheriff Stilinski quien había aprendido mucho de la última charla que tuvo con la versión adulta de su hijo, que lo ayudó a sacar la cabeza de su trasero.
Del futuro distópico no quedó nada... Ni siquiera los momentos amargos o... buenos... Pero sabían que, las libélulas esmeraldas ya no serán un problema en el futuro.
Cuando Stiles tuvo la edad para entender, le contaron de su versión alterna, y se sintió algo triste al saber que ese fue su final...
Pero quería creer que ahora "Mica" estaba con su Derek...
Así que todos los años, tenian como tradición, dejar una rosa blanca en su memoria, como agradecimiento y recordatorio de lo que hizo por todos...
De esa forma, nunca sería olvidada...
Chapter 24
Notes:
La Canción es Ceilings de Lizzy McAlpine
Gracias por acompañarme hasta aquí y espero que les haya gustado la historia <3 🫶🏻♥️
Chapter Text
—Cariño, llevaré algunas cosas al auto, ahora regreso.- una voz le gritó cariñosamente desde la planta baja
—¡Está bien!.- él le respondió en el mismo tono.
Stiles de veintiun años de edad, estaba organizando y guardando cosas en las cajas para la mudanza.
Estaba emocionado, recién casado y con muchas ganas de comenzar su nueva vida, junto al amor de su vida.
Con una enorme sonrisa, guardó las partituras de sus composiciones con cuidado en un maletín, que empujó en una caja.
Sus ojos se detuvieron en una libreta pequeña, que le parecía un poco fuera de lugar, ya que no recordaba que fuera suya.
La tomó pensando que tal vez sería de Derek, o alguien de la familia Hale...
No sería correcto espiar, pero tenía que asegurarse de devolverla en caso de que sea importante ¿Verdad?...
La abrió, intentando ignorar el pequeño sentimiento de culpa, por meter la nariz en anotaciones ajenas.
Un collar de cadena y colgante delgado color morado cayó hasta sus pies.
Stiles se arrodillo y miró con atención la joya, que tenía una hermosa piedra pequeña como dije...
Su sonrisa divertida cambió a una pensativa... volvió a mirar la libreta, con más curiosidad, hasta que finalmente terminó por reconocer la letra, afirmando sus sospechas de que no se trataba de Derek o de su familia...
Era su letra.
Había anotaciones en clave, que por alguna razón, él las encontraba comprensibles, marcas y planos en el terreno de los Hale, como si alguien hubiera estado estudiando el lugar para colocar trampas para humanos, no letales para lobos.
Siguió mirando hoja tras hoja, con curiosidad, sintiéndose ajeno pero a la vez conocido.
Sabía de "Mica" gracias a lo que le contó Derek, su familia, la manada de Greg e incluso su papá...
A veces sentí las miradas nostálgicas y agradecidas de los demás, como si fuera realmente esa persona...
Durante un tiempo, realmente le costó adaptarse a esa idea en su mente, de que existió una versión de sí mismo, que compartió con ellos y fue capaz de salvarlos a todos...
Incluso llegó a pensar que tal vez él, era quien merecía quedarse en este presente...
Sus inseguridades con respecto a Mica, fueron la principal razón por la cual, no había establecido un vínculo con Derek antes...
Sabía que era estúpido sentirse disminuido por alguien que no era más que él mismo... sin embargo él no se sentía capaz de hacer todo lo que Mica hizo.
Derek le demostró que lo amaba hasta el cansancio, y aunque sus miedos internos por ser comparados eran mucho, su amor por el hombre lobo era mayor, por lo cual, finalmente ganó.
Acarició con suavidad el borde de la libreta, las hojas tenuemente amarillentas, siguió pasando ante sus propios ojos. Era realmente una sensación extraña leerse a sí mismo de esta manera.
Casi al final de sus hojas, se detuvo ante lo que parecía una partitura con unas notas musicales, y detrás de ella, había una hoja un poco más grande doblada, que tenía unas letras escritas.
Ey...
Sé que debe ser extraño como el infierno leerte a ti mismo, pero tengo confianza de que serás el que encuentre esto primero...
Aunque esencialmente es un presentimiento, estoy seguro de que cierta amiga especial, se asegurará de hacértelo llegar...
Si estás leyendo esto, es porque efectivamente mi esencia y memoria finalmente se borró de este tiempo...
Escribo estas palabras desde la tranquilidad de la noche en la habitación de Derek, este adolescente duerme como una maldita roca, sin importar que yo esté despierto y escribiendo...
En parte siento envidia, y por otra, simplemente me siento muy feliz por verlo tan relajado, navegando por el bote de los sueños profundos...
Mi Derek solía tener horribles pesadillas sobre su vida anterior y sobre su vida actual... Dormir con él era como dormir con un detector de movimiento, ¿Tienes idea de lo difícil que es eso, teniendo en cuenta que tengo TDAH?...
Sin embargo era mi roca, mi ancla y mi pilar... Eran sus brazos los que me mantenían seguro, los que me brindaban el hogar y el apoyo que necesitaba para continuar, aún cuando el mundo se vino abajo...
No estoy diciendo que, no ame a este Derek adolescente... Dios sabe que vendería cada partícula de mi ser al diablo, para tener éxito en mi misión y que este chico pueda ser feliz...
Pero extraño mi hogar... Mi verdadero hogar...
Estar aquí con todos, conocer finalmente a los Hale, ver a este Derek tan relajado, inocente y feliz... Me hace sentir que no pertenezco aquí.
¿Suena loca?...
Imagino que si alguien me escuchara decirlo en voz alta, me llamarían loco por decir que extraño un mundo distópico, dónde un hombre lobo y yo somos los últimos en pie...
Sin embargo aquí estoy, sintiendo que lo poco que queda de mi memoria se está borrando, junto con lo que alguna vez amé...
Y por primera vez desde que mi Derek murió, tengo miedo... No sé dónde me iré una vez que mis recuerdos se escaparán de mi mente... Pero sé que todo estará bien, porque tengo que creerlo así.
Se me da pésimo... El optimismo era más cosa de Scotty, pero, ¡hey!, lo estoy intentando.
Así que tienes que seguir el código de las palabras de un moribundo no moribundo... Y quiero pedirte tres favores...
El primero es que comprime mucho papel higiénico y lo guarda en una caja fuerte, creeme que, cuando el mundo se va a la mierda, es lo primero en desaparecer...
Stiles soltó una pequeña risa con los ojos llenos de lágrimas.
Y segundo...
Deberías darle hijos a ese hombre... Mínimo tres, porque es lo que mi Derek y yo queríamos más que nada y sospecho que tú y el tuyo, también...
No pudimos tener los nuestros por obvias razones, pero... Presiento que un Alfa Destinado y un Grimm podrán con un par de cachorros revoloteando el lugar...
Y antes de que te preguntes de que rayos estoy hablando, quiero que mires atentamente el pequeño presente que te he dejado...
Stiles miró con atención el collar, parpadeando un par de veces sin comprender, y luego volvió a mirar la carta.
Sé que puedes unir los puntos en tu mente Stiles, tú y él hicieron lo imposible posible, así que no debería sorprenderte que puedas ser capaz de concebir una vez que él te marca como compañero, sólo ponte ese collar y la fábrica de bebés estará oficialmente abierta después de ese momento .
Los colores subieron a sus mejillas mientras boqueaba cómo pez fuera del agua.
—¡Pero soy hombre!.- chilló altamente encrespado
Puedo imaginar mientras escribo estas líneas, que estás que explotas en este momento, ¿Sabes que le estás ladrando a una carta?
—¡No hay forma!.- discutió frunciendo graciosamente el ceño
Por último y no menos importante... Durante la última noche que estuve en mi mundo, antes de que todo lo malo ocurriera, compuse esta melodía...
Sé que probablemente no es la mejor, pero al escribirla sentí que tal vez sonaría bien en una guitarra acústica, y la voz de Laura para que acompañara la letra...
Ella es ideal para cantarla, tiene una voz preciosa... Y quisiera que Derek la escuche...
¿Podrías hacerlo por mí?...
PD: No dejes que tu acomplejado trasero se interponga entre ustedes, tienes un buen hombre ahí, así que no lo arruines...
Mica.
Stiles se mordió el labio inferior con las lágrimas al borde de sus ojos y luego sonriendo...
Con el pasar de los días, no le costó trabajo alguno coordinar con Lau para hacer posible el pedido de Mica...
Y al inaugurar su nuevo hogar con Derek, reunió a la familia en el patio trasero, cuyo árbol estaba decorado con algunas luces de exterior, y había accesorios de jardín, dándole una apariencia hogareña, ideal para las incontables reuniones familiares que tendrían de aquí a futuro
Incluyendo la manada de Deucalion y su padre Noah.
Stiles miró a su cuñada con complicidad, mientras tomaba la guitarra acústica, sentado en la silla con las piernas cruzadas, deslizando los dedos por las cuerdas, mientras Laura comenzaba a cantar armoniosamente las letras escritas en la vieja partitura.
Las últimas notas se deslizan por las cuerdas y Laura cierra levemente los ojos luego de pronunciar las últimas palabras.
Stiles dejó la guitarra a un lado. La mayoría de los presentes tienen lágrimas en sus ojos, y Derek se puso de pie, mirando a su esposo con ojos indescifrables.
Acortó las distancias, levantándolo de su asiento, tomándolo en brazos y lo besó profundamente en los labios.
—Lo siento...- Murmuró el hombre lobo abrazándolo fuertemente —Lo siento mucho... Sólo--...-
Stiles emitiendo calidez mientras se dejaba abrazar y le hacía caricias dulces en su espalda.
—Lo sé, cariño...- respondió en el mismo tono bajo sin dejar de consentirlo con lánguidas caricias —Él lo amaba, con la misma intensidad que yo te amo a ti...-
Stiles, borró suavemente con sus pulgares los rastros de lágrimas de sus mejillas.
—Te amo...- Derek lo miró con adoración y absoluto amor
—Y yo a tí...- Su sonrisa se amplió, mientras el destello sutil del pequeño colgante morado se mostraba sutil alrededor del cuello del castaño...
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