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Una cita para el tío Barry

Summary:

Wally escucha a su tía Iris quejarse con su tío Eddie acerca de que su tío Barry esta demasiado solo y necesita una cita ya.

Wally se toma demasiado en serio las palabras de su tía, y como todo buen sobrino, decide jugar a ser cupido y tratar de unir a su descarado profesor con su tímido tío.

Notes:

Honestamente no sé que escribí, creo que estoy más dormida que despierta y puede que después modifique o cambie el resumen de la historia. También es probable

Pero básicamente se trata de un pequeño Wally que ve que todos los adultos a su alrededor tratan de conseguirle una pareja a su tío Barry, así que él también quiere ayudar en esa misión.

Chapter 1: Capítulo 1: ¿El profesor Jordan?

Chapter Text

—¿Quieres que tú tío salga con el maestro Jordan?

La sonrisa en el rostro pecoso de Wally creció y no dudó en afirmar ante la cara de preocupación exagerada que Donna, Dick y Roy habían puesto al escuchar su idea.

—Wall—murmura Dick jugando con sus manos mientras aprieta sus labios de manera insegura—, amigo, no quiero ofenderte o tratar de decir que tú idea no sea buena, pero… ¿No crees qué tú tío se sentiría más cómodo con alguien que no fuera el profesor Jordan?

Él pelirrojo ensancha su sonrisa y niega de inmediato.

—Bien lo diré yo, ya que ninguno de ustedes será capaz de hacerlo—el suspiro que suelta Donna tensa a toda la mesa—. Él profesor Jordan es literalmente la peor opción que pudiste haber elegido para tu amable tío, Wally.

—Eso no es verdad…

—No, sí lo es—contradice Roy ganando toda la atención de la mesa—. No me malentiendas, es mí tío y realmente le quiero, es una buena persona, pero las citas y relaciones no son su fuerte.

—Pero has dicho que ha tenido muchas—replica Wally.

—¿Dije que fueron buenas?

—Touche—murmuran Donna y Dick a la par.

—¿Y qué proponen?—pregunta cruzándose de brazos—¿Qué le pida al secretario Leonard que salga con mi tío? ¿O qué el loco de Eobard siga acosando al tío Barry desde que me escuchó decir que estaba soltero?

—Creo que incluso Leonard sería una mejor opción.

—Pues el tío Barry ya lo intentó y le cayó muy bien, pero no en el otro sentido—esclareció Wally con una mueca al recordar lo extrañamente incómodo que había sido escuchar a su tío dar consejos amorosos cuándo él sólo había tenido dos relaciones en su vida y la última había sido con sus tía Iris hace casi cuatro años.

—Si la tía Iris y su prometido le están consiguiendo citas con sus amigos—señala Wally—, e incluso Bruce y Selina están tratando de emparejarlo con alguien; yo también tengo el deber de ayudar en esa importante misión.

—¿Pero con el profesor Jordan?—replica Donna frunciendo el entrecejo—. Tiene cada de idiota, sin ofender, Roy.

—Está bien—admite el chico dejando caer los hombros—. Incluso Ollie y Dinah lo admiten.

—A Bruce tampoco le cae bien—comenta Dick haciendo una mueca—, creo que Selina es más receptiva a la idea, pero Bruce no puede entender porque personas cómo Guy y Hal son maestros.

—Lo de Guy puedo entenderlo, pero el profesor Hal es diferente—explica Wally apresurado—. ¡Hal es justo lo que él tío Barry necesita!

Sus tres amigos voltean a verse con expectación.

—¿Estás seguro que no quieres que le pida a Ollie una lista con todos los maestros?—pregunta—. Puedes conseguirle algo mejor a Barry.

—Voto por eso—pide Donna—. Diana va a volverse loca si Hal se atreve a tocar a tu tío, sabes que ella lo adora cómo a un hermano.

—El profesor Jordan es más genial de lo que todos ustedes piensan—comenta Wally seguro—. Y ya hice una lista con todos los maestros que conozco, y él mejor de todos es Hal.

—¿Qué tal el profesor James?

Wally saca lengua en señal de disgusto y vuelve a darle un mordisco a su hamburguesa mientras niega.

—¿Qué tal la profesora Emily?—propone Donna—. Ella es dulce.

—Demasiado dulce—replica Wally pasando la comida—. El tío Barry y ella no se podrían entender como una pareja.

—¿Y porqué no la psicóloga Harley?

—No, ella está saliendo con la profesora de biología.

—¿Ivy?—Dick afirmó con una sonrisa.

—¿Ven?—comenta Wally sonriendo ampliamente—¡Hal es la mejor opción para ser el nuevo novio de mi tío Barry!

—Espero que eso terminé bien—susurra Roy—, pero por experiencia, no creo que sea así.

—¡Empieza el plan HalBarry!—Donna mira en dirección a Dick.

—¿Halbarry?

—Si… Se tomó el tiempo de inventar un nombre—susurró Richard en su dirección—. No creí que fuera en serio la primera vez que lo comentó en clase, pensé que sólo bromeaba acerca de ser el sobrino del profesor Hal.

—Aparentemente no.

—¿Van a ayudarme?

Los tres amigos se quedan en silencio, mirando los intensos ojos verdes de Wally que los miran con súplica, juntando lentamente sus manos y haciendo una mueca lastimero que hace que los tres cedan de inmediato.

—¿Qué necesitas?

La sonrisa de Wally se ensancha al escuchar la voz de Roy.

***

—Profesor—comenta Dick llamando la atención del castaño que sólo se había encargado a recargarse en su silla giratoria mientras “supervisaba” que anotarán sus sueños a futuro.

—¿Qué sucede Richard?

—La clase pasada comentó qué nos iba a poner a hacer una manualidad para el festival de primavera—comenta él niño sonriéndole, pero Hal frunce el entrecejo y se rasca la nuca confundido.

—Es verdad—apoya Donna de inmediato mientras otros niños se le suman, comenzando a crear un pequeño bullicio que obliga al profesor a ponerse de pie harto.

—Bien—sentencia—. La clase de tutoría del día de hoy, lo utilizaremos para hacer los magníficos adornos del festival de primavera, ¿Están bien con la idea?

Todos los niños afirman con entusiasmo y comienzan a platicar ansiosos entre ellos.

—Voy a salir un momento por los materiales que necesitamos para hacer… lo que sea que tengamos que hacer y regresaré en un momento más.

—¿Quiere que le ayude, profesor?

Una pequeña sonrisa se deja entre ver por los labios delgados del hombre, que hace un simple gesto invitando Wally a levantarse y acompañarlo.
Hal da la indicación de seguir trabajando en su trabajo previo hasta que él y Wally lleguen con los materiales.

—Dios… Como odio la clase de tutoría.

Wally ríe cuándo escucha al mayor quejarse y lo sigue de cerca impulsándose con pequeños saltos.

—Yo también prefiero cuándo da sus clases de matemáticas—comentó el pelirrojo—. ¡Son muy geniales e interesantes!

Hal ríe con buen humor mientras camina hacía dirección a paso lento, metiendo la mano dentro de sus bolsillos.

—Sus hijos deben de estar felices de tener un papá tan genial como usted, yo estaría muy feliz si tuviera un papá como usted.

Hal vuelve a reír y acaricia la cabeza de Wally despeinandola antes de seguir caminando.

—No tengo hijos, pero créeme, si tuviera, me gustaría que fueran tan inteligentes y amables como tú.

Wally sonríe, en parte por el halago que recibe de su futuro tío cómo por el paso que acaba de marcar en su plan.
Claramente Wally ya sabía que él profesor Hal no tenía hijos y mucho menos estaba casado, toda esa información había sido cortesía de Roy.

—Bueno, quizá usted y su esposa o esposo puedan tener hijos igual de geniales que yo—comenta observando al hombre tensar los hombros, y mirarlo detenidamente, como si tratará de analizarlo.

—¿Esposo?

—Sip—comenta el chico encogiéndose de hombros—. Es irrespetuoso de mi parte asumir que le gustan las mujeres, a usted le pueden gustar también los hombres o ambos; cómo a mi tío Barry.

—¿Tú tío Barry tiene un esposo?

Wally ríe y niega al ver el rostro confundido de su profesor.

—No, pero al tío Barry le gustan las mujeres y los hombres—comenta—. No ha salido nunca formalmente con un chico, pero mi tía Iris me ha dicho que se ha enamorado de algunos.

—¿Tú tío Barry es el oficial de policía que viene a recogerte?

—Oh no—niega Wally de inmediato—, ese es mi tío Eddie, el prometido de mi tía Iris; él tío Barry es diferente.

—Comprendo—tararea Hal en señal de aceptación, mientras Wally vuelve a sonreír y debe contener su emoción antes de volver a hablar.

—Si quiere un día le puedo enseñar una foto de cuándo mí tío Barry y yo fuimos al museo de ciencias naturales, para que conozca al tío Barry.

—Eso suena bien—afirma Hal regresandole una mirada alegre que Wally no puede evitar replicar emocionado antes de detenerse frente a dirección, donde él profesor Hal debe entrar para tomar un par de cajas con materiales.

Mientras tanto Wally no puede evitar saltar emocionado fuera de la dirección.

Todo su plan está saliendo justo cómo él lo planeó, ahora sólo falta elegir la mejor foto de su tío Barry y llevársela a Hal para que se enamorara perdidamente de su tío y ambos se casarán y fueran muy felices juntos.

En la boda de su tío Barry, Wally les presumiría a todos amigos haber conseguido que el esposo de su tío fuera el profesor de matemáticas más genial del mundo y a su vez, había conseguido la felicidad de su tío Barry.

Eran dos premios en un solo plan.

Chapter 2: Capítulo 2: Un primer paso, un gran paso

Summary:

Wally lleva acabo la primera parte de su plan lo más pronto posible, porque entre más pronto su maestro se enamoré de su tío, más pronto estará ocupado comiendo un pastel de bodas.

Notes:

No pensé que fuera a publicar tan pronto, pero en general tuve bastante inspiración el día de hoy y pude terminar el capitulo rápido.
(Además que en general la mayoría de capítulos son extremadamente cortos, sobre todo este).

Espero que no haya problema, porque de nuevo estoy actualizando esto en la noche y tengo miedo que no tenga demasiado sentido, pero el entusiasmo de Wally me contagia para seguir publicando a pesar del cansancio.

Chapter Text

Wally quería saltar y gritar feliz cuándo escuchó el timbre sonar señalando que la hora del almuerzo acababa de iniciar y que por ende, la clase de matemáticas del profesor Jordan acababa de terminar.

Wally nunca había esperado con tantas ansias que la clase del profesor Jordan terminará, por lo general solía ser su clase favorita, pero hoy estaba más ansioso por dar el siguiente pasó en su plan que en resolver los problemas del libro en tiempo récord.

Cuándo Wally observa que todos sus compañeros salen del salón y que el profesor Jordan aún está entretenido ordenando sus cosas, se acerca discreto al escritorio.
Es tan silencioso como una serpiente, pero es más veloz que cualquier deprador.

—Profesor Hal.

—¿Qué sucede Walls?—Wally sonríe ante el apodo y mete rápidamente su mano en el bolsillo de su pantalón y saca la primera foto, extendiéndola hasta el profesor que lo mira intrigado antes de tomarla.

—Le traje la foto de mi cuándo mi tío Barry y yo fuimos al museo, para que pueda conocer a mí tío Barry.

Los ojos de Hal se abren al ver la foto y una sonrisa amable se extiende por su rostro, lo que hace sonreír a Wally aún más. Apresurándose a meter la mano a su bolsillo izquierdo y sacar la otra foto, donde estaba su tío Barry solo. Para poder seguir adelante con su plan tal y cómo lo había trazado la noche anterior.

—Mire, aquí estamos en frente a un fósil que vivió hace muchos años—comenta saltando y entregando la otra foto que Hal recibe sin mayor preguntas.

La sonrisa de su profesor crece y Wally puede escuchar una vieja canción de bodas sonar en su cabeza.

—Es bastante…

—¿Interesante?—pregunta Wally fingiendo hablar acerca del museo—. Sí fue genial haber ido con mi tío Barry mientras el tío Eddie y la tía Iris se iban a su cita.

—Si… es interesante.

Wally percibe el tono de interés en la foto mientras observa al hombre analizar con mucho detalle y atención la segunda foto.

—Sabe, a veces no entiendo cómo mi tío Barry sigue soltero—comenta él pelirrojo sonriendo y tomando las fotos que su profesor le extiende—, él es muy inteligente y genial, además es muy amable y yo creo que él es apuesto, ¿Usted no lo creé?

—Se ve muy bien—admite susurrando.

—¿Verdad?—pregunta—. Es una lástima que él tío Barry sea tan tímido, quizá si no lo fuera ya hubiera conseguido alguna novia o quizá un novio que lo quisiera mucho.

No hay una respuesta verbal, pero por el ligero asentimiento que recibe por parte de su profesor y la tonta sonrisa que aún tiene dibujada en su rostro, Wally toma aquel movimiento como todo un éxito.

—Sabe… Creo que usted sería un buen amigo para mi tío—comenta Wally tratando de sonar casual mientras mete rápidamente las fotografías en su bolsillo y le muestra una enorme sonrisa a su maestro—. Usted es muy agradable e inteligente, creo que a mí tío Barry le caería muy bien.

—¿En serio?—Wally afirma cuándo toda la atención de Hal recae sobre él y ve la sonrisa dudosa, pero agradecida de su maestro.

—Nos vemos en la siguiente clase, profesor.

—Hasta luego, Wally.

Wally sale de la clase con calma.
Pero una vez fuera sonríe radiante y se apresura a correr por los pasillos, una vez lejos de la miradas de los profesores, Wally no puede evitar saltar sintiéndose un triunfador. Abre las puertas haciendo un escándalo que llama la atención de todos los estudiantes sin importar el grado, pero él pelirrojo está demasiado ocupado planeando la boda de su tío cómo para preocuparse por las miradas indiscretas que recibe por todos lados.

—¿Todo bien?

—Maravillosamente bien—concluye Wally sonriendo radiante ante la pregunta de su mejor amigo que le regresa el gesto.

—Me da miedo preguntar, pero la curiosidad puede más—susurra Roy mientras le extiende un pequeño contenedor a Wally con puré de papa, una porción de vegetales fríos y un duro trozo de carne vieja junto a un jugo de cartón.

En cualquier otra situación Wally hubiera jadeado con horror y habría hecho un par de muecas y hubiera fingido arcadas antes de empujar el plato fuera de su vista para terminar comiéndolo ante la insistencia de Donna. Pero por primera vez en toda su vida, Wally no se queja ante la comida escasa que hay en su bandeja y simplemente la acepta sentándose en silencio con una sonrisa enorme.

—Bien, ahora definitivamente tengo miedo—comenta Donna en dirección a Roy que afirma sin dudar.

—¿Qué pasó con el profesor Jordan?

—Se va a casar con mi tío Barry.

Los tres amigos abren los ojos de par en par, volteando a ver entre ellos sorprendidos de la declaración que él pelirrojo acaba de dar con tanta confianza y tranquilidad que resultaba atemorizante.

—Quizá no tan pronto como yo y mi tía Iris quisiéramos, pero yo sé que se van a casar y ser sumamente felices juntos—comenta sonriendo.

—¿Entonces le gustó tu tío?—pregunta Richard confundido.

—Obviamente—murmura él pelirrojo masticando uno de los trozos de zanahoria duros.

—Sinceramente, no puedo imaginar a Hal saliendo con tú tío Barry—afirma Roy encogiéndose de hombros—. No creo que tengan nada en común y sí me lo preguntas creó que terminarían con una especie de odio pasivo-agresivo cómo con el papá de Richard.

—Se van a adorar en cuánto se conozcan—sentencia Wally confiado.

Dick, Donna y Roy no pueden evitar estar en contra de aquella declaración, pero Wally puede ser igual de terco que el profesor Jordan cuándo se trata de escuchar.

Simplemente, todos esperaban que él tío de Wally no saliera tan lastimado.
O qué Wally recapacitara y evitará seguir con su plan.

Chapter 3: Capítulo 3:El primer encuentro

Summary:

Wally tiene un pequeño rato a solas con su maestro antes de que su tío aparezca de improvisto.

Notes:

Bien, creo que ahora si es probable que tarde más en actualizar porque el capítulo siguiente me esta constando escribirlo y por si fuera poco, ya comienzo a tener varias actividades que me quitan tiempo. Espero no tardar mucho porque incluso yo estoy interesada en que va a hacer Wally después del primer encuentro.

Chapter Text

Wally suspira exhausto cuándo logra dejar caer su cuerpo contra las escaleras de la entrada.

El entrenamiento al que el profesor Guy y Jordan solían someterlos cuándo trabajan juntos era el doble de agotador qué cuándo Guy los obligaba a dar veinte vueltas a toda la cancha en menos de diez minutos y Wally reconocía que incluso eso ya era agotador.
Pero aún así, disfrutaba mucho los entrenamientos cuándo él profesor Jordan se sumaba, ya que era menos estricto con el tema de los tiempos y cantidades, sin embargo era más exigente a la hora de resultados reales. Aún así, compartía muchos de sus consejos y habilidades para que ellos pudieran aprenderlas y perfeccionarlas.

Gracias a eso Wally había mejorado mucho en el baloncesto y había generado un gran aprecio hacía él maestro.

Quizá todos tenían razón al pensar que el profesor Jordan era irresponsable y desobligado, pero no era alguien apático o poco confiable cómo muchos alumnos señalaban.

El profesor Jordan fue él único que se acercó cuándo sus compañeros solían burlarse de él en los ensayos. Había sido él único en castigar a los chicos y notificarle a su entrenador para que tuvieran una sanción más dura.

Y no sólo eso, sino que muchas veces se había acercado con él para darle un par de consejos y correcciones particulares.
Fue el primero en creer en él y gran parte de su conocimiento se lo debía.

Wally sabía lo que hacía emparejando a su profesor Jordan con su tío Barry.

Él se había dado cuenta de lo solitario y apagado que parecía el maestro a pesar de siempre hacer escándalo y bullicio.

Su profesor tenía la misma mirada perdida y apagada de su tío Barry cuándo veía a una pareja amorosa frente a él, e incluso Wally lo había escuchado quejarse con el maestro de física John y su entrenador, acerca de lo solo que se sentía.

Entonces fue cuándo Wally pensó en juntarlo con su tío Barry.

Ambos se sentían solos, así que si lograba juntarlos, ambos estarían felices y juntos.

Además, era el mejor candidato que Wally pudo encontrar y cumplía con lo que su tía Iris decía que al tío Barry le resultaba atractivo.

Una persona segura de sí misma, extrovertida, ruidosa y carismática, que supiera hacer reír, pero también fuera empática y sensible.

Wally creía que su tío se iba a enamorar perdidamente de su profesor en cuánto lo viera, como en las películas viejas que le gustaba ver.

—Luces agitado, niño.

Wally levanta la cabeza y se encuentra con la amigable sonrisa de su maestro de matemáticas saludarlo mientras se sienta a su lado.

—Pero no te culpo, Guy es una máquina cuando se trata de triturar huesos y músculos.

Wally ríe cuándo escucha a su maestro quejarse.

—Pensé que ya te habías ido cómo el resto de tus compañeros.

—Bueno, creo que hoy van a llegar un poco tarde por mí—comentó encogiéndose de hombros con ligereza.

—¿Qué no tú tía y su prometido suelen ser bastante puntuales?—Wally afirma.

—Ellos sí, pero él tío Barry… no.

—¿Le gusta llegar tarde, eh?

Wally parpadea y pone todas sus neuronas a trabajar cuando por fin logra descifrar por qué su tía intentó llamarle en la hora del almuerzo, justo antes de que su celular quedará sin batería.

Ni ella ni Ed iban a ir a recogerlo, iba a ir su tío Barry.

Una sonrisa discreta se dibuja en su rostro y Wally no puede evitar sentir que el universo está tirando las cartas en su favor como una muestra que está de su lado ante su plan.

—Es su marca propia—comenta Wally encogiéndose de hombros—. Suele meterse en problemas en su trabajo por eso.

Hal sonríe en señal de afirmación.

—¿En qué dijiste que trabajaba?

—Es científico forense—comenta sonriente—. Él es el mejor y el más inteligente de todos.

Hal ríe al escuchar el halago de Wally, pero eso no detiene al chico de seguir alabando a su tío hasta que un auto se detiene frente a ellos y de ahí baja un hombre de ojos azules y cabello rubio despeinado.

Wally no puede evitar correr hacía su tío y aferrarse a su pierna con intensidad, mientras él hombre ríe y se encarga de abrazarlo y disculparse con él.

Wally no está molesto en lo absoluto, todo lo contrario, tuvo el suficiente tiempo para deslumbrar a su profesor.

—Tío Barry, ven, quiero que conozcas a mi profesor de matemáticas.

Él rubio parpadea confundido mientras es arrastrado un par de metros por su sobrino, cuándo logra reaccionar ya se encuentra parado frente a un hombre castaño apenas un par de centímetros más alto que él que le sonríe de una forma que logra ponerlo nervioso.

—Profesor Jordan, él es mí tío Barry—la sonrisa del hombre se ensancha más, estira su mano y Barry puede derretirse en ese momento—. Tío Barry, él es mi profesor de matemáticas, él profesor Jordan.

—Hal Jordan—el tono de voz sacude las entrañas de Barry quién aturdido toma su mano—. Wally no deja de mencionarlo en cada clase, siempre destacando lo inteligente que es su tío.

Las mejillas de Barry se calientan y ríe tratando de disipar sus nervios.

—Bueno, Wally también habla mucho acerca de su clase de matemáticas—comenta tratando de sonar casual.

—Espero que todos los comentarios sean los mejores.

Barry afirma sin dudar.

—Solo habla maravillas de usted.

—Entonces creo que estamos a mano—afirma—. ¿Barry…?

—Barry Allen—complementa nervioso al ver la sonrisa del moreno crecer.

—Un placer conocerlo, señor Allen.

—Gracias por quedarse con mi sobrino, profesor Jordan, eso fue muy amable de su parte, aunque no era necesario que se tomará la molestia…

—Es mi deber quedarme con mis alumnos cuando estos me necesiten, además, Walls es un niño increíble, no se siente como una molestia quedarme a conversar con él un rato, suele tener temas de conversación bastante interesantes… Ahora puedo ver de quién los aprende.

Las mejillas de Barry se tornan aún más rojas cuando el hombre frente a él le guiña un ojo con coquetería.

—Es más gracias a su tía, que a mí; pero agradezco mucho sus comentarios, señor Jordan.

—Puede decirme Hal, creo que somos de la edad.

Barry sonríe tímido y afirma antes de estirar su mano para despedirse.
Hal estira su mano y la aprieta de una forma irresistible que Barry sabe que debe irse antes de que sufra un infarto.

—Adiós, profesor Hal.

—Cuidate, Wally.

—Buenas tardes, señor Jordan.

—Buenas tardes para usted también, Barry.

Wally toma la mano de su tío y ambos caminan de regreso hacía su carro.

Wally se coloca en el asiento de en medio, de tal forma que pueda ver hacía el parabrisas enfrente de él y también puede ver a su tío.

Sonríe cuándo por fin ve a su tío subir con las mejillas sonrojadas y con un ligero movimiento de manos que indica que está nervioso.

—¿Verdad que es muy agradable mi profesor, tío Barry?

—Parece ser un buen hombre.

—Lo es—afirma Wally escuchando cómo el motor comienza a rugir—. Es muy inteligente y gracioso, creo que ustedes podrían ser buenos amigos.

No hay una respuesta y eso deja a Wally inquieto.

¿Cómo puede proceder con su plan si el tío Barry no le confiesa que está enamorado de su maestro?

Pero Wally lo entiende, su tío Barry es lento cuándo se trata del amor.

Probablemente aún siga procesando su increíble encuentro con el profesor Jordan.

Probablemente en el transcurso del camino su tío Barry le confiese estar enamorado de su profesor Hal, entonces cuándo eso suceda, Wally podrá a seguir con la siguiente parte de su plan.

Simple.

Chapter 4: Capítulo 4: ¿No funcionó?

Summary:

Wally no entiende porque su tío Barry no busca lanzarse a los brazos de su maestro Hal después de que se hayan conocido.

¿Qué salió mal?

Notes:

Otra vez actualizando en la noche y creo que la historia esta fluyendo muy bien en mi mente por fortuna, espero que los ensayos y resúmenes que debo hacer para la escuela no me atrasen.

Chapter Text

Wally no lo entiende.

¿Por qué su tío Barry no se enamoró perdidamente de su maestro?

¿Por qué no fue a contarle a sus tíos de su futuro esposo?

¿Por qué su tío no había dicho nada más que el maestro Jordan le resultaba interesante y un poco atractivo?

¿A qué se refería con poco atractivo?

Wally no entiende nada.
Pero sin duda sabe que eso no es bueno para su plan, y eso lo tiene un poco molesto.

—Oye tío Barry.

—¿Qué sucede, Wally?—pregunta Barry tranquilamente mientras se detiene en el semáforo, esperando a que este cambie.

—¿Tu quieres tener un novio?

Los ojos azules se abren de par en par y pronto la atenta mirada de su tío dirige su atención a su camino, parece agradecido con el hecho de que él color del semáforo haya cambiado.

Wally ve como su tío aprieta suavemente el volante y se muerde el labio inquieto, probablemente pensando en que responder.

—¿Por qué la pregunta?

—Creo que sería bueno que tuvieras un novio—afirma—. Así tendrías alguien con quién salir a citas como tía Iris y el tío Eddie, y así no estarías todo el día en tu departamento trabajando triste.

—No trabajo todo el día y tampoco estoy triste—murmura—. Además tu eres mi compañero de aventuras, no necesito tener a alguien más.

—¿Y con quién te vas a casar si no tienes novio?

—¿Por qué quieres que me case?—pregunta curioso.

—Porque la tía Iris y Diana siempre dicen que tu siempre soñaste con casarte, y tú dices que siempre hay que trabajar para conseguir nuestros sueños.

—Claro que eso dije—susurró Barry suspirando pesadamente—. Bueno, Wally, las relaciones son complicadas y a veces no es tan fácil conseguir una pareja.

—¿Y tu quieres tener una pareja?—insiste.

—Depende la persona.

Wally no puede evitar fruncir el entrecejo molesto.

¿Por qué dependía de la persona?

—¿Por qué?

—Bueno, no quiero estar en una relación donde no hay amor—afirma—. No sería sano ni justo para nadie.

—¿Y te gusta alguien?

Barry menea la cabeza desconcertado, pero finalmente niega.

Wally siente que su mundo se rompe cuando su tío niega estar enamorado de su maestro.

—¿Nadie?

—Nadie—rectifica Barry con una sonrisa dulce mientras detiene su carro frente a la entrada de la escuela de Barry—. Bueno, Wally, ya llegamos.

—Sí…

—Cuídate mucho, come algo saludable en el almuerzo y no te metas en ningún problema.

Wally afirma y desabrocha su cinturón, pero antes de que pueda bajar los brazos de su tío lo envuelven en un cálido abrazo que le hace sonreír.

—Iris va a venir por ti, de acuerdo—susurra acariciando su mejilla—. Es probable que te vea entonces el sábado en la tarde, ¿está bien?

—Está bien, tío Barry—susurra sonriendo—. Te quiero mucho, espero que tengas un buen día en tu trabajo.

—Yo también te quiero, chico, espero que te vaya muy bien en tu escuela.

Entonces Wally abre la puerta y toma su mochila antes de bajar.
Corre apresurado y triste con dirección a la entrada sin poder evitar repasar una y otra vez las palabras de su tío en su cabeza.

“Nadie”

No le gustaba nadie.

No se había enamorado perdidamente de su maestro el día anterior.

Y no entendía porqué.

Su maestro fue amable y atento, incluso le guiño un ojo que lo hizo ponerse igual de rojo que su mochila, pero aparentemente eso no había hecho que se enamorará de él.

Wally no entendía que era entonces lo que su tío quería, porqué Hal cumplía con todo lo que gustaba.

¿Acaso Wally se había saltado un paso fundamental?

—¡¡Wally!!

Wally suspira y recibe el caluroso y afectuoso abrazo de Richard que casi lo derriba a mitad del pasillo, mientras que Roy y Donna se acercan hasta ellos desde atrás.

—¿Por qué la cara?—pregunta él mayor desconcertado—. Pensé que Hal había conocido a tú tío por primera vez ayer.

—Es verdad—murmura Donna—. ¿Qué pasó?

Wally inevitablemente hace un puchero y suspira con cansancio, es hasta entonces que Dick lo suelta y lo observa preocupado.

—¿El profesor Jordan le dijo algo malo a tú tío?

—No—murmura suspirando—. Me atrevía a pensar que había sido todo un éxito su presentación.

—¿Entonces?—pregunta la chica mientras comienzan a caminar en dirección a sus salones.

—Mi tío Barry no se enamoró de él—confiesa triste, lo que provoca que Richard vuelva a abrazarlo.

—Pensé que Hal era su tipo—murmura Roy.

—Yo también—insiste—. Pero hoy me acaba de decir que no le gusta nadie y ayer sólo dijo que Hal era interesante y un poco atractivo.

—Hombre, lo siento mucho, realmente te veías ilusionado, pero quizá esto sea lo mejor.

—¡Alto!—irrumpe Donna deteniéndose estrepitosamente—. Wally, eso es algo bueno.

—Donna, ¿Cómo va a ser bueno qué Barry no se haya enamorado de Hal?

—No está enamorado de Hal y de nadie más—agrega—. ¡Eso es bueno!

—¿Por qué?

—Porqué significa que Hal tiene una oportunidad de enamorar a tú tío y convertirse en su novio.

—Pero ya se conocieron y no se enamoraron—replica Wally haciendo un puchero, pero Donna rueda los ojos.

—Wally, ¿Cuántas películas de romance sueles ver?

—¡Yo veo muchas!—señala Dick emocionado—. A Jay Jay, le gustan mucho y creo que a Tim y Steph también.

—Bien—añade Donna—¿Cuánto tiempo tardan los protagonistas en enamorarse?

—Depende cuánto dura la película—responde Richard—. Si dura dos horas tardan más, si dura una hora tardan menos.

—Digamos que tardan dos horas, ¿En cuánto tiempo se enamoran?

—Donna no entiendo cuál es el punto de eso—replica Roy.

—¡Cómo media hora o una hora!

—¡Exacto!—exclama Donna—. ¿Cuánto tiempo estuvieron juntos?

—Pues… No mucho—confiesa Wally avergonzado—. ¿Crees que eso haya sido?

—Claro—afirma la niña confiada—. Por qué incluso tú tío Barry te dijo que era un poco atractivo e interesante, eso significa que todavía hay una oportunidad.

—¡¿Entonces si se van casar?!—chilla emocionado, sonriendo ampliamente.

—Bueno, eso no lo sé—murmura la chica.

—¡Yo creo que sí!—afirma Richard saltando—. Ellos no se odiaron, eso es muy bueno.

Los dos niños más pequeños no dudaron en abrazarse y dar pequeños saltos emocionados mientras Roy los observaba con una ceja levantada, pero sin decir nada al respecto.
Hasta que los interrumpe para ir a su salón.

—¿Qué puedo hacer para que se enamoren?—pregunta Wally mientras arrastra sus pies a prisa.

—Bueno… Eso no lo sé.

—La mayoría de gente va a citas—agrega Roy—, deberían ir a una.

—¿Y cómo se hace eso?—pregunta Dick.

—No sé, pero podemos investigarlo en las computadoras de la biblioteca—concluye Roy satisfecho, lo que parece dejar más tranquilo a su pequeño grupo de amigos.

Chapter 5: Capítulo 5: Los adultos y el amor son raros

Summary:

Wally esta planeando organizar una cita entre su tío Barry y su profesor después de haber investigado en internet, el problema surge en que no sabe cómo hacerla, afortunadamente siempre puede contar con los consejos de su tía Iris, ¿verdad?

Notes:

Un nuevo capitulo, algo corto y que principal esta ahí para conocer más la relación de Wally e Iris y para que pueda tener sentido el siguiente capítulo.

Chapter Text

Wally suspira y se deja caer sobre su escritorio teatralmente.

Observa de reojo las hojas blancas que tiene regadas por su escritorio y toma de nuevo su crayón rojo para intentar seguir pensando qué más podría hacer para que su tío Barry se enamorará de su maestro Hal.

Hasta ahora lo que sabía (gracias a la investigación de la biblioteca) es que la gente necesitaba mirarse fijamente a los ojos por al menos una hora para poder enamorarse.

Roy dijo que eso era exagerado, pero Dick afirmaba que Bruce y Selina se miraban mucho tiempo a los ojos. Wally lo reflexionó y se dió cuenta de que su tía Iris y su tío Eddie hacían lo mismo, así que eso definitivamente debía significar algo.
Por si acaso, Wally ya lo había anotado en su lista.

Los aspectos acerca de qué cosas hacían que la gente se enamorarán fueron sencillos, igual que las ideas para citas.

Pero el problema ahora era la cita misma.

¿Cómo iban a salir en una cita?

Su tío Barry era demasiado tímido y ansioso cómo para atreverse a dar ese importante paso, y aunque Wally sabía que el maestro Jordan no tendría inconveniente en hacerlo, probablemente a su tío Barry le daría vergüenza y lo rechazaría.
Y Wally no podía darse el lujo de que su profesor pensará que su tío lo odiaba o no quería nada con él. Eso arruinaría todo su plan.

Entonces ahora no podía parar de pensar en qué debía hacer para que ellos dos salieran en una cita.
Y pese a haber investigado en internet, las explicación eran tan poco claras que Wally salió más confundido qué como inició.

—Wally, la cena ya está lista.

El niño pequeño levanta la cabeza sobresaltado al escuchar la voz de su tío Eddie llamarlo desde la entrada de la habitación.

—Ya voy—alcanza a gritar mientras recoje todas sus hojas y se apresura a ponerlas debajo de su cama.

Su tía Iris no podía enterarse de su plan.

Probablemente lo regañaría por tratar de arreglar los problemas de los adultos por su cuenta y tomarse el tiempo de pensar en cómo le gustaría que fuera la boda de su tío Barry.

Así qué no, su tía todavía no podía enterarse de su plan.

Cuándo Wally termina de bajar las escaleras, ve a su tía acomodar su plato repleto de sopa, lo cuál debe admitir que ayuda a mejorar su humor.
Rápidamente se lava las manos en el baño y va corriendo a sentarse.

No duda ni un segundo en comenzar a comer cuándo ve a sus tíos hacer lo mismo.

Escucha a ambos hablar de cosas de sus trabajos y de su vida de adultos que a Wallyw genuinamente no le interesa, sobre todo porqué está demasiado ocupado tratando de pensar cómo hacer que “casualmente” su tío Barry tenga una cita cómo la que internet le sugirió.

—¿Todo bien, Wally?—preguna Iris preocupada—. Luces algo preocupado.

—¿Pasó algo en tu escuela?—cuestiona Eddie alarmado.

—Nop—confiesa jugando con su comida—. Sólo está pensando… ¿Cómo fue su primera cita?

—¿Nuestra primera cita?—Wally afirma apesar de ver los rostros de confusión en ambos—. ¿Porqué pensabas en eso?

—Dick estaba hablando el otro día acerca de cómo Bruce y Selina se conocieron y tuvieron su primera cita, así que me dió curiosidad saber cómo había sido la suya.

—Comprendo—susurra Eddie confundido—. Bueno… Nuestra primera cita fue después de que lleváramos series meses conociéndonos.

—Fuimos al cine y por último al boliche.

—¿Y ya?—pregunta Wally decepcionado.

—Sí—confirma Eddie con una sonrisa melancólica.

Wally suspira frustrado.

¿Porqué la primera cita de sus tíos había sido tan aburrida?

No cumplía con las reglas que él y sus amigos habían leído en esa nota de nombre difícil de recordar.

—¿Y al cuánto tiempo se enamoraron?

—Quizá unos ocho meses o un año después de conocernos.

—¡Pero un año es mucho tiempo!—gime decepcionado.

¡Él no podía esperar tanto tiempo!

Además sus tíos eran rápidos en procesar lo que sentían y pensaban.

Su tío Barry era lento como una tortuga cuándo se trataba de relaciones sociales.

A Wally le seguía sorprendiendo cómo su tío de mente ágil, que era capaz de entregar trabajo de semanas en días, era realmente lento cuándo se trataba de su vida amorosa.

Entonces Wally sabía con certeza que sí a su tía Iris y a su tío Eddie les había tomado un año comenzar a salir juntos, a su tío Barry le tomaría fácil el doble.

Y Wally no quería esperar tanto.

¿No había una forma de hacer todo más rápido?

¿Por qué no podían ir más rápido y organizar su boda antes de que acabará el año y ya?

Wally entendía entonces por qué su tío Barry parecía tan frustrado y tenso cuándo se trataba de su vida amorosa.

El amor era raro y complicado.

Todo el tiempo te daba instrucciones contrarias y eso algunas veces funcionaba y otras no.
Wally esperaba nunca pasar por eso.

—Bueno Wally, hay gente que suele tardar más en enamorarse—comenta Iris tranquila—. Todo de depende de las personas, por ejemplo, un amiga mía se comprometió con su esposa a los seis meses de conocerse y al año ya estaban casadas.

—Yo tengo un amigo que tardó casi seis años en pedirle matrimonio a su novia de cinco años.

—Eso es mucho tiempo—vuelve a quejarse—. ¿Por qué no se casan más rápido y ya?

—Bueno… Las relaciones son más complicadas—concluye Iris—. Además que el matrimonio suele ser un pasó muy importante y significativo en la vida de muchas personas, que no quieren dar sin estar seguros de estar con una persona a la que realmente quieren y los quiere.

Wally hace un puchero, pero acepta la respuesta de su tía antes de seguir comiendo y tratar de participar en el nuevo tema de conversación que surge.
Aún así, no se dará por vencido con su plan, a pesar de que deba planear diez citas más.

Chapter 6: Capítulo 6:Planeación de una cita

Summary:

Wally se ha rendido oficialmente con la idea de planear una cita para sus futuros tíos, afortunadamente Roy tiene una solución al respecto.

Notes:

Otra vez escribí un capítulo corto, espero poder hacer el siguiente un poco más largo.

Chapter Text

Cuándo Wally llega al día siguiente de clases, no puede evitar lucir un poco desanimado y molesto.
Sus amigos lo notan, pero están tan ocupados con las actividades escolares que no pueden decir nada hasta la hora del almuerzo.

Hasta el momento sólo Donna y Dick han podido llegar.

—¿Pasó algo malo?—pregunta Dick cautelosamente.

Wally suspiró teatralmente y afirmó.

—No pude planear cómo podrían salir en una cita.

—¿Por qué no simplemente presionas al profesor Jordan?—cuestiona Donna—. Se ve desesperado por conseguir a alguien.

—Si, pero mi tío Barry no es tan rápido.

—Pero él es muy atlético.

—Es rápido corriendo, pero no pensando—concluye, dejando a los niños pensando en que podrían hacer.

—¿Y por qué no tratas de convencer a tu tío de qué él invite al profesor para volverse amigos?

—No lo haría—explica suspirando—. Le da demasiada vergüenza pedir salidas a gente que acaba de conocer.

—Pero… Cuándo tu tía y él salieron…

—Ella lo invitó a salir, porqué al tío Barry le daba vergüenza hacerlo—concluyó Wally encogiéndose de hombros—. Lo mismo con su compañera de trabajo, ella lo invitó a él por qué ni siquiera la tía Iris o el tío Eddie pudieron convencerlo de dar el primer paso.

—Vaya—suspira Dick—. Ya entiendo tu frustración.

Wally suspira y le da un mordisco a su sándwich mientras hace una mueca y jadea con asco.

Tenía aderezo, Wally odiaba el aderezo.

Parecía como si el universo estuviera tratando de conspirar en su contra o algo por el estilo.

Cuándo Wally comenzaba a perder las esperanzas en tener un nuevo tío a finales del año, llega Roy sonriendo y casi gritando su nombre emocionado.

—¡Wally!

El ruido hace que él chico abra los ojos y observé el rostro del mayor cerca de él, sonriendo de una forma tan emocionada que no puede evitar preguntarse que pasa.

—¿Estás libre el sábado por la tarde?—Wally menea la cabeza aún aturdido—. Dime por favor que estás libre el sábado por la tarde.

—Voy a estar con mi tío Barry.

—¡Perfecto!—exclama—. ¿Tienen algún plan?

—Creo que no—murmura confundido.

—Bien, ahora lo tienen—concluye sonriendo mientras los otros tres niños intercambian miradas desconcertados—. Hal va a cuidarme todo el sábado porque Dinah y Ollie tienen una cena benéfica o algo así, entonces me voy a quedar con Hal y planeaba salir a algún lado con él por la tarde, entonces pensé que podríamos hacer que tú tío y Hal se encuentren “casualmente” en el parque que está cerca de la cafetería dónde siempre se reúnen nuestros padres.

—¿Puedes hacer eso?—pregunta el pequeño niño poniéndose de pie inmediatamente.

—Claro—admite Roy—. Hal odia estar todo el tiempo sentado en casa jugando videojuegos o viendo la televisión, así que puedo convencerlo de salir al parque a caminar.

—¡Eso es increíble, Roy!—afirma Dick emocionado.

—Roy es el mejor amigo de todo el mundo.

Él chico sonríe confiado y se encoje de hombros mientras ve a su amigo volver a sonreír igual de radiante que días anteriores.
Roy no puede evitar sonreír también al ver cómo el resto de sus amigos también parecen más felices después de la noticia.

Puede que Roy no sea capaz de admitirlo frente a ellos, pero realmente le afecta cuándo alguno de sus pequeños amigos luce triste o tienen algún problema por más mínimo que sea.

Quizá Roy sólo es más grande que todos sus amigos por un par de meses, pero eso es suficiente para sentir que debe cuidar de sus pequeños hermanos menores.

—Ahora sólo hay que pensar en la hora.

Chapter 7: Capítulo 7: La cita ideal

Summary:

Wally logra idear en conjunto con Roy la cita perfecta para que su tío Barry se enamore perdidamente de su tío Hal y al final del año escolar tenga un nuevo tío al que poder presumir.

Sólo espera que esta vez su plan si funcione.

Notes:

Mi idea era ser más activa en esta historia, pero hace dos semanas me enferme y entre la semana pasada y esta semana estuve saturada de exámenes y proyectos, así que hasta hoy pude darme una oportunidad de acabar el capítulo y publicarlo.

Espero que lo disfruten

Chapter Text

—Vamos, tío Barry—replica Wally por quinta vez mientras observa a su tío guardar su cartera con una lentitud que una tortuga admiraría.

—No entiendo la prisa—comenta Barry confundido.

—No quiero que se haga noche y luego no podamos jugar—aclara Wally con una sonrisa inocente que parece convencer de inmediato a su tío, que le sonríe.

—Te prometo que alcanzaremos a jugar—comenta—. Sólo necesito encontrar mis llaves para que podamos irnos.

—Yo las encuentro—declara Wally antes de correr por todo el departamento de su tío, moviendo libros y abrirle que yacían por todo el lugar.

Barry lo sigue desde atrás con tranquilidad, prestando atención a los lugares donde su sobrino afirma ya haber buscado, hasta que por fin observa como Wally pasa por alto la llave detrás de la foto enmarcada que tiene de sus padres.

Wally bufa al darse cuenta de que había perdido la pequeña competencia que parecía haber creado en su mente.

—No todo se trata de velocidad, Wally—comenta Barry acercándose a él—. A veces simplemente debes prestar atención a tu alrededor sin pensar en el tiempo.

Wally frunce el entrecejo y se apresura a llevar a su tío a la entrada entre pequeños saltos y comentarios atropellados.

Wally ama los momentos reflexivos que Barry tiene dónde le enseña valiosas lecciones, pero hoy Wally no tenía el suficiente tiempo para escucharlas.
Debían llegar ahora al parque con Roy para hacer su encuentro “casual”.

En la noche cuándo regresarán, Barry podía tomarse todo el tiempo del mundo para enseñarle cualquier cosa, ahora la prioridad era su cita secreta.

—¿Ya tienes el cinturón abrochado?—Wally afirma emocionado mientras ve a su tío a sentir y escucha el ruido del motor encenderse.

Wally no puede evitar moverse emocionado por el carro, mira por la ventana constantemente para asegurarse que tan cerca están de llegar.
Wally siente los minutos cada vez más largos y eternos hasta que siente el auto de su tío frenar.

Cuando su tío le dice que acaban de llegar, Wally no duda en desabrochar su cinturón, toma su suéter y abre la puerta ansioso de poder encontrarse con Roy.

—Realmente estás emocionado—comenta Barry después de salir del vehículo mucho más calmado que su inquieto sobrino que continúa corriendo y mirando en todas direcciones.

—Vamos a los juegos—anuncia Wally tomando la mano de su tío y tirando de él para arrastrarlo hasta la zona de juego.

Entre más cerca estaban el corazón de Wally comenzó a latir más rápido, había una sensación extraña, pero agradable que recorría su piel mientras recordaba el plan.

Encontrar a Roy y dejar a su tío Barry con su profesor para que tuvieran una cita improvisada.

Entonces su corazón se detiene cuándo ve a un hombre alto, de cabello castaño algo largo, vistiendo una chamarra marrón que Wally ha visto tantas veces doblada en el escritorio caoba de su salón que le es imposible de no reconocer.

Entonces cuándo estaba apunto de correr y abrazar a su profesor, se detiene y la voz de Roy resuena en su cabeza con una melodía adictiva.

“Si ves a Hal primero no lo saludes, sino entonces tú tío se va a dar cuenta que lo planeamos todo. Finge estar jugando cerca de donde esté y yo te encontraré.”

Wally afirma internamente al escuchar a Roy y con toda su fuerza de voluntad se da la vuelta y corre con su tío en dirección a los columpios. Decidiendo que eso harían antes de que Roy lo buscará.

—¡Vamos a los columpios!—anuncia entusiasta lo que definitivamente hace reír a Barry.

Durán un par de minutos en los columpios. Wally puede decir con certeza que realmente disfruta pasar el tiempo con su tío.

Es divertido hablar con él mientras su tío lo empuja y se ríe de sus chistes. Le gusta cuándo su tío Barry le pregunta sobre su escuela y sus amigos, y responde todas sus dudas.

Wally siempre es feliz cuando está con su tío Barry.

Entonces cuándo Wally logra dejar de reír y bajar del columpio, ve a Roy acercarse a él.

La expresión que pone el chico le hace creer a Wally por un momento que genuinamente Roy parecía confundido por verlo ahí. Cómo si ellos no hubiera repasado su plan al menos cinco veces.

—¿Walls?

—¿Roy?—pregunta Wally en respuesta tal y cómo lo habían ensayado en el almuerzo—. ¡Roy!

Wally corre y abraza a su amigo, que ríe a pesar de correr el peligro de caerse, luego ambos se separan y comienza a hablar, no duran mucho hasta que Hal se acerca.

—Niño, no vuelvas a desaparecer así, por poco y me causas un infarto.

—Lo siento, Hal.

—¡Hola, profesor Hal!

Él mencionado abre los ojos con asombro, pero aún así una calida sonrisa se instala en su rostro.

Wally ríe cuándo la mano de su maestro le sacude el cabello despeinadolo.

—Ya entendí por qué corriste como loco—bromea Hal mirando a su sobrino que se encoge de hombros alegre—. ¿Estás solo, zanahoria?

—No—responde dándose la vuelta señalando a su tío Barry que estaba a un par de pasos detrás de él—. Hoy está mi tío Barry conmigo y decidimos venir al parque a jugar.

Inmediatamente la mirada de Hal se alza y su sonrisa crece más.

—Me alegra saber que estás en tan buenas manos—Wally sonríe y afirma—. Buenas tardes, señor Allen.

—Buenas tardes, profesor.

—No me diga profesor—replica poniéndose de pie—. No estemos en la escuela y hasta dónde sé, usted no es mi estudiante.

—Es un poco raro para mí llamarlo de otro forma—replica Barry tímido lo que provoca que la sonrisa de Hal crezca.

—Bueno, puedes llamarme Hal y yo puedo llamarte Barry, finalmente, habíamos concluido la última vez que éramos más o menos de la edad.

—Fue un aproximado, realmente—responde Barry con las mejillas sonrojadas.

Wally observa toda la escena asombrado de lo rápido que era su profesor para actuar, mientras que Roy frunce el entrecejo y parece bastante asqueado del intercambio de palabras.

—¿Ah sí? Bien entonces eso lo solucionamos ahora, tengo treinta y seis.

¡Vaya!

El maestro Jordan es más viejo de lo que Wally pensaba.

—Treinta y siete.

—¿Lo ve?—concluye—. Somos de la edad.

Wally frunce el entrecejo y está apunto de replicar que realmente no son de la edad. Ya que aún tío es un año mayor que su profesor, pero la mano de Roy toma la suya y menea la cabeza cuándo logra tener su atención.

—Hal, Wally y yo vamos a ir a jugar por allá.

—Claro chico, sólo tengan cuidado y cualquier cosa rara que notes ven de inmediato—Roy afirma y Wally mira brevemente a su tío para decirle que iba a ir a jugar con Roy.

—¿Por qué el profesor Jordan mintió?

Roy ladea la cabeza después de soltarlo y se encoje de hombros.

—No lo sé—admite—. Siempre que empieza a hablar con alguien y lo llaman señor dice esa frase rara y lo siguiente que Ollie y yo sabemos es que no llega a dormir.

—¿Por qué?

Roy se encoge de hombros de nuevo.

—Ollie dice que cuándo sea grande lo entenderé.

Wally afirma fingiendo entender a lo que se refiere Roy, mientras que da una vista rápida en dirección a su tío para asegurarse de que esté bien y sorprendentemente, lo está.
Luce algo nervioso y aún jugetea con su abrigo, pero a pesar de eso está sonriendo y sigue la conversación que su profesor acaba de crear entre ellos.

Sorprendido deja de mirar por un momento en dirección a los adultos y ahora centra au atención en crear un juego para que él y Roy puedan jugar mientras el profesor Jordan se encarga de llevar acabo su plan.
Finalmente termina decidiendo que ambos jueguen a ser piratas, a lo que él pelirrojo no réplica, por lo que ambos se ponen manos a la obra.

***

Wally aún no puede creer que haya pasado más de dos horas y que su tío aún continúe hablando con su profesor cómo si nada.
Es raro para él no observa a su tío tartamudear o paralizarse de la vergüenza, pero aparentemente él profesor Jordan tiene un efecto positivo.

Incluso Roy parecía sorprendido de lo extrañamente risueño que estaba Barry y de la tranquilidad con la que Hal conversaba.

Con todo el dolor del alma de Wally, debe interrumpir la tierna escena para anunciarle a su tío que tiene hambre y que quiere cenar.

Las pestañas largas y rubias de su tío se menean sorpresivamente con vergüenza antes de asentir sonrojado.

—Lo siento mucho, Wally—susurra apenado—. Te prometo que ahora iremos a cenar algo.

—¿Por qué no vamos a cenar todos juntos?—propone Hal despertando el interés de Barry y Wally, y la sorpresa de Roy—. Por aquí cerca hay un buen restaurante, yo y Roy hemos ido ahí varias veces.

Él niño pelirrojo lo mira confundido antes de que Hal le regresé una intensa mirada que parece ser suficiente para que Roy acepte lo que sea que Hal acabará de decirle.

—Sí, nosotros hemos ido ahí—sentencia él chico con simpleza.

—No quiero retrasarlos más—comenta un tímido Barry a lo que Hal niega de inmediato.

—No tenemos nada más que hacer aparte de nuestra pijamada de chicos, ¿Cierto Roy?

—Es verdad señor Allen, podemos quedarnos más tiempo a cenar—asegura Roy con una sonrisa amigable que parece ablanda al rubio.

—¡Hay que ir tío Barry!—anima Wally acercándose a él para mirarlo con sus grandes y profundos ojos verdes que hacen que Barry ceda sin dudarlo.

—Creo que podemos quedarnos un poco más.

—¡Bien!—grita dando pequeños saltitos.

Wally no puede creer que su plan original acaba de extenderse y mejorarse sin que él hubiera tenido que hacer una planeación extra.
Definitivamente eso tenía que ser una buena señal.

Roy comienza a dirigirlos mientras Wally da brincos y continúa demasiado feliz cómo para pensar en algo más que no sea en los increíbles avances que estaba teniendo el día de hoy.

De seguro su profesor y su tío Barry ya estaban perdidamente enamorados.

El artículo que leyó en la biblioteca decía que las personas ocupan estar una o dos horas mirándose profundamente para enamorarse y su profesor y él tío Barry se habían mirado por más de dos horas.

Eso definitivamente significaba qué estaban muy enamorados y que hoy cuándo le preguntará a su tío que opinaba de su profesor, él se sonrojaría y le confesaría avergonzado que estaba perdidamente enamorado de él y entonces el lunes cuándo viera a Roy él le diría que su profesor había confesado querer casarse con su tío.

Wally sonríe ampliamente cuándo llegan a una cafetería de estilo de los 50’s.

Hal se adelanta sobre el pequeño grupo y abre la puerta para dejar que Roy, Wally y Barry pasen.

Wally escucha a su tío murmuran un apenado gracias y ve la sonrisa radiante de su maestro responderle, es entonces cuándo Roy y él buscan el sitio perfecto para cenar.

Roy terminan eligiendo una mesa que está en la esquina, dónde de inmediato toma asiento y Wally hace lo mismo, sentándose a un lado de él, dejando a los adultos sentarse juntos.

Hal se sienta frente a Roy y Barry se sienta mirando en dirección a Wally.

Wally sonríe cuándo su profesor le pregunta acerca de su tarea, quizá no sea un gran tema, pero a Wally definitivamente le gusta la materia del señor Jordan, por lo qué no tienen ningún problema en extenderse explicándole qué estaba haciendo para solucionar los problemas que les había dejado.

Wally observa cómo Hal lo escucha atentamente hablar del tema que él mismo les había explicado en clase, y él pequeño niño no puede estar más orgulloso cuándo Hal afirma que es muy inteligente para la corta edad que tiene.

Roy respalda eso y afirma que Wally es más inteligente que muchos niños que conoce.

Wally se siente feliz cuándo escucha a su tío Barry respaldar todo lo que su amigo y su profesor dicen. Se siente feliz de tener a gente que no sea cómo su papá.

Y no puede evitar sonrojarse cuándo los escucha hablar acerca de sus triunfos.
Se siente avergonzado por la forma en la que su tío Barry presume sus triunfos ante la mirada atenta de su profesor que genuinamente parece impresionado por las pequeñas cosas que hace.

—Deberías considerar meterte a las competencias internas de matemáticas, Wally—comentó Hal serio—. Creo que podrías ganarlas y sino al menos estoy seguro que llegarías a la parte final.

—Pero eso es para niños más grandes que yo.

—Si quieres entrar, puedo hablar con la directora y hacer que te deje participar.

—¿Usted haría eso por mí?

La mirada marrón de Hal se ablanda y le sonríe paternalmente.

—Chico, eres mi mejor estudiante—sentencia Hal con simpleza—, si puedo hacer algo para ayudar a alguien con un futuro tan brillante cómo el tuyo, créeme que lo haré.

—Aprecio mucho que estés dispuesto a ayudar a mi sobrino, Hal.

Rápidamente entonces la atención que Hal brindaba para Wally, cambia en dirección a Barry.
Mirándolo fijamente, pero ahora la sonrisa cálida y paternal que le dedicó a Wally cambia radicalmente, transformándose en una mueca tonta que a Wally le cuesta identificar.

—Bar, no me agradezcas por hacer bien mi trabajo—sentencia con sencillez—. Wally es realmente brillante y me encantaría verlo transformado en todo un hombre cuándo tenga unos años más.

Wally ve cómo los ojos de su tío brillan y entonces la misma sonrisa tonta de su profesor, se dibuja en los agrietados labios de su tío.

—Aún así es muy dulce de tu parte—susurra tímido—. Ojalá hubiera más maestros cómo tú.

—Bueno, yo espero que no—sentencia a manera de broma—. Sino creo que los padres se quejarían más de lo habitual.

La sonrisa en el rostro de Barry se extiende y Wally también sonríe feliz al ver a su tío tan amigable.

Wally cree que es imposible que su sonrisa crezca aún más, pero entonces la camarera se acerca a él con sus waffles y un batido de chocolate.

La vida le sonríe una vez más a Wally y puede darse cuenta por de ello por el tonto rubor rosado que cubre sus mejillas de los dos adultos y por la mueca de desgrado que hace Roy desde su lado derecho.

Sí todo sale bien, la siguiente semana estrenará tío.

 

***

Roy suspira agotado cuándo se deja caer contra los viejos asientos del carro de Hal, que para el tiempo que tienen le sorprenden que el pobre vehículo aún siga en pie.

—¿Está cansado, chico?

Roy gime y eso hace reír a Hal.

Roy escucha cómo el motor del carro ruge y entonces siente que los asientos se sacuden, se asoma por la ventana y lentamente observa cómo dejan atrás el parque dónde se había encontrado con Wally.

—¿Te divertiste hoy, chico?

—Fue divertido jugar con Wally, es mejor compañero de juegos que tú.

—Oye—él niño pelirrojo ríe cuándo ve por el retrovisor el entrecejo fruncido y el puchero infantil de su tío—, yo soy un increíble compañero de juegos.

—Supongo que sí—responde encogiéndose de hombros lo que sólo hace que Hal bufé ofendido—. ¿Te divertiste hablando con el tío de Wally?

Roy debe reprimir sus risa cuándo escucha el pesado suspiro que suelta su tío y la sonrisa idiota que se diviga en su rostro.

—Es un hombre muy interesante, tiene demasiado de qué hablar qué podría verlo a diario y jamás me aburriría.

—Wally dice que su tío se graduó cómo el mejor de su generación y ha ganado muchos concursos—comenta tranquilo.

—Lo creo—afirma seguro—, nunca en mi vida había conocido a nadie tan nerd.

Roy ríe y afirma.

—Parece que te gustó el tío de Wally—bromea Roy mientras internamente se muerde la mejilla expectante a la respuesta.

Cuándo el auto se detiene en el semáforo y ve los dedos de su tío golpear el volante, Roy cruza los dedos y lo admiran en silencio, rogando que su tío diga algo que le permita darle buenas noticias a Wally el lunes

—Bueno, a cualquiera podría gustarle—confiesa tímido—. Es un hombre muy atractivo.

Roy afirma y sonríe.

—¿Sabes sí está soltero?

—Lo está—comenta Roy—. Desde hace años que no tiene una cita.

—¿En serio?

Roy ríe y afirma al ver a su tío tan genuinamente sorprendido.

—Wally dice que su tío es demasiado tímido cómo para invitar a alguien a salir, y tampoco es muy popular.

—Bueno, afortunadamente todo eso se puede solucionar.

Roy frunce el entrecejo confundido y está apunto de preguntarle a su tío que quiere decir con eso cuándo sorpresivamente Hal enciende la radio y comienza a cantar cualquier canción ruidosa que lo hace gemir.

Era demasiado optimista pensar que por un día se libraría de escuchar los malos cantos de su tío Hal.

Roy sólo espera que no haya tráfico en la zona.

Chapter 8: Capítulo 8:Demasiado bueno para ser Hal

Summary:

Wally esta feliz por lo bien que fue la cita indirecta de su tío y maestro el fin de semana, mientras que Roy esta extrañamente perturbado por la buena actitud con la que se despertó Hal.

Notes:

Tarde bastante en publicar, pero entre exámenes, presentaciones y proyectos me quedé sin nada de tiempo para escribir, así que planeo dedicarme estas mini vacaciones algo más de mi tiempo a avanzar varios capítulos de esta, otra historia y ver si puedo completar una más.

Chapter Text

Wally está radiante el lunes que llega por la mañana.

¿Y cómo no podría estarlo después de que su plan había salido mil veces mejor de lo planeado?

Quizá aún su lento tío no estaba perdidamente enamorado de su profesor, pero el domingo por la mañana antes de que su tío lo llevará de regresó con su tía Iris, puede que Wally haya presionado un poco a su tío para que esté le confesará que creía que el profesor Jordan era muy atractivo, y puede que quizá Wally haya hecho un comentario acerca de la soltería de su maestro que sin duda despertó el interés de su tío.

Ahora sólo faltaba cruzar los dedos y esperar a que él profesor Jordan pensará que su tímido tío era atractivo, aunque por las miradas tontas del restaurante, Wally casi puede jurar que sí por su maestro fuera, le habría propuesto matrimonio saliendo del restaurante.

Aún así no debe precipitarse demasiado y esperar a que Roy le de las buenas noticias.

—Buenos días—saluda Donna con una sonrisa cuando ve llegar a un Wally alegre.

Dick también lo saluda con una mano en alto y pronto Wally tiene con quién hablar acerca de lo bien que fue su plan.

Los dos niños parecen genuinamente emocionados y felices por el relato de Wally y pronto todo parece mejorar cuándo Roy se acerca a ellos. Parece alegre, a pesar de tener un rostro notablemente cansado.

—Luces terrible—señala Wally—¿Qué te pasó?

—Hal Jordan—responde gruñendo—, eso me pasó.

—¿El profesor Jordan?—pregunta Dick confundido.

—¿Qué pasó?

—Esta demasiado alegre y cuándo está demasiado alegre se pone a cantar, y no quiere ser grosero, pero canta horrible, pero que Ollie.

Dick hace una mueca y lo compadece en silencio, por alguna extraña razón él niño parece entender el sufrimiento de su amigo pelirrojo mejor que nadie.

—Desde que me recogió en casa de Ollie estuvo inquietantemente alegre, nos abrazo más fuerte que nunca y actuaba de una forma tonta que incluso Dinah tuvo que tomarle la cara para asegurarse que no estuviera delirando a causa de fiebre o algo así.

—¿Lo estaba?

Roy niega mirando en dirección a Donna.

—Sorprendentemente, no—responde confundido—. Pero entonces todo el camino vino con la música alta y cantando tan alto que nos pasamos de dónde debíamos doblar para venir aquí, y en lugar de enojarse, Hal sólo sonrió y mantuvo la calma.

—¿Y eso es raro?

—Rarisimo—exclama asustado—. Hal siempre se maldice así mismo y murmura tantas groserías hasta que recuerda que estoy ahí y se gira para decirme que me llevará a comer helado sino le dijo nada a Dinah y Ollie, sobre todo a Dinah.

—¿Entonces está vez no hubo sobornos?

Roy niega extrañamente perturbado hasta que sus ojos se abren grandes como dos pelotas de golf al escuchar una voz cantar alegre una melodía que ninguno de sus amigos reconoce.
Roy gime apunto de sollozar harto.

—Hola niños, buenos días—saluda Hal con una sonrisa alegre mientras pasa al lado de ellos—. Oye Roy, Ollie me acaba de marcar dijo que se le olvidó darte dinero.

—Tengo cinco dólares del viernes.

—No chico, eso no será suficiente—murmura Hal mientras saca su billetera—. Toma otros veinte.

Los ojos de Roy se abren más y toma incrédulo el billete mientras vuelve a mirar a su tío.

—Dinah te verá a la hora de la salida.

Roy afirma aún procesando lo ocurrido.

—Nos vemos en unos minutos, chicos, cuídense.

—Usted también cuídese, señor Jordan—grita Wally—. Por cierto, su camisa de hoy está genial.

—Gracias chico.

—¿Por qué le mientes?—pregunta Donna una vez que Hal se aleja—. Ese color definitivamente no le quedaba.

—Tengo que ganar puntos para mí tío Barry—concluye Wally con un encogimiento de hombros simple.

—¿Hal me acaba de dar dinero sin quejarse?—pregunta Roy aún en estado de shock que captura la atención de todos en especial la de Dick que aprieta su hombro en señal de apoyo—... Remplazaron a Hal.

—¿Tú crees?—pregunta Wally preocupado mientras Dick se muerde el labio.

—¿Crees que los aliens hayan hecho esto?—pregunta Dick asustado—. Él profesor Jordan habla mucho de ellos en sus clases, quizá no le gustó que nos haya contado sus experiencias con ellos y por eso lo reemplazaron.

—O quizá el profesor sigue muy feliz por la cita que tuvo el fin de semana con el tío de Wally.

—Eso tiene sentido—afirma Wally pensando.

—No sé, a mí me gusta más la idea de los aliens—debate Dick encogiéndose de hombros—. ¿Tú qué opinas Roy?

—¿Roy?—pregunta Donna preocupada a lo que él chico sigue parpadeando.

—Wally—murmura—... Si logras que tú tío salga con Hal, te compraré por una semana lo que quieras de almorzar.

—¿Por qué el repentino cambio?—pregunta la chica desconcertada.

—Nunca antes había visto a Hal tan feliz y tranquilo, y aunque es raro y me da un poco de miedo—sentencia—, me gusta verlo así en lugar de escucharlo quejarse todo el camino sobre cualquier cosa.

—Entonces… ¿Me apoyas en intentar unir a tú tío y al mío?

Roy suspiró y afirmó.

—Incluso si Ollie o Dinah no quieren, yo te voy a ayudar—declara con confianza.

—Esto está progresando demasiado rápido—susurra Dick en dirección de su amiga que mueve la cabeza cómo respuesta.

Los niños no pueden seguir hablando debido a que escuchan el timbre sonar, lo que los obliga a cada uno a correr hacía sus clases.
Wally, Donna y Dick corren hacía su salón mientras se despiden de Roy que corre en dirección contraria a la de ellos.

Abren la puerta y de inmediato suspiran al darse cuenta de que él profesor Jordan no ha llegado todavía, lo que les permite correr a sentarse a sus lugares.
Dick y Wally se sientan juntos, mientras que, Donna está a su lado izquierdo.

Durán un par de minutos hablando entre ellos antes de que la puerta del salón se abra de forma ruidosa y deban levantarse para saludar al profesor Jordan que tal y cómo unos minutos antes entra con una amplia sonrisa en el rostro, sujetando su portafolio con una mano y sosteniendo un termo con la otra.

Todos parecen confundidos de ver llegar a su profesor de tan buen humor, sobre todo un lunes, que suelen ser los días en que más se queja de tener clase tan temprano.
Ninguno de los niños dicen nada y prefieren seguir observando cautelosamente a su maestro que comienza su clase haciendo los mismos chistes terriblemente malos.

Chapter 9: Capítulo 9: Una ayuda del universo.

Summary:

Barry reflexiona un poco sobre su encuentro con el maestro de Wally y de una u otra forma Patty acaba enterándose de su pequeño crush.

Quizá ella pueda ayudarle para decidir que debe hacer.

Notes:

Hace mucho que no actualizaba, desgraciadamente tenía mucho pendientes que atender, pero hoy tuve un rato libre para terminar el capitulo y veré si me puedo poner al corriente.

Chapter Text

Barry suspira y se deja caer contra su escritorio, pasa su dedos por su cuello y no puede evitar jadear al frotar un poco los músculos de ahí.

Definitivamente está agotado por la carga de trabajo que últimamente, pero a pesar de ello su mente ha estado distraída en la salida que tuvo el sábado con Wally, cuándo se encontraron con el apuesto profesor de su sobrino.

Una sonrisa tonta se dibuja en su rostro al recordar la amena charla que tuvo con Hal.
Recuerda la cálida sonrisa del hombre, sus penetrantes ojos marrones achicarse cada vez que reía y la ruidosa voz del hombre conversar a su lado con tanta confianza que a veces no podía evitar sentirse tan contagiado con ella.

Recuerda algunos pequeños roces entre sus rodillas y su corazón se acelera como un adolescente experimentado su primer enamoramiento.

De inmediato se reprocha aquellos pensamientos y trata de desviarlos.

Es un adulto de casi cuarenta años, no es ningún chiquillo para estar sintiendo mariposas sólo porque un tipo sexy rozó accidentalmente, su rodilla contra la suya y le sonrió casi toda la noche.

Además, las probabilidades de que Hal estuviera coqueteando con él como su cabeza se lo quiere hacer creer son realmente bajas.

No sabe si Hal está interesado en los chicos y sería incorrecto de su parte asumir que así es, y aunque fuera así, duda ser el tipo de Hal.

Él chico es apuesto, carismático y confiado, y él es… Bueno, es Barry y ya.

Nunca ha sido la gran cosa.

Sus relaciones no habían llegado demasiado lejos y sabía que en parte eso era su culpa.

No tenía mucho que ofrecer a sus parejas y el hecho de que fuera tan tímido y dudará tanto de sí mismo lo había llevado hasta donde estaba.

Siendo un hombre de treinta y siete años, soltero que no tenía nada más que hacer que ir a trabajar, alimentar a su gato Flash y seguir trabajando.
Quizá es por eso que Iris le pedía tan seguido ir a recoger a Wally y pasar tiempo con él.

No es cómo si se quejara.

Adora a Wally como si fuera su propio hijo y toda la vida va a estar agradecido con Iris, ya que a pesar de que su relación no funcionara, lo dejó seguir conviviendo con él niño.

Es probable que su vida sería aún más triste y gris sin su pequeño sobrino.

Barry sonríe al pensar en su sobrino y en lo extrañamente insistente que estaba con el tema de que tuviera una relación.

Probablemente había escuchado a Iris quejarse acerca de qué asistirá a su boda sin ningún acompañante, y quizá el hecho de que haya escuchado algunos comentarios de Patty, debieron de haber alimentado ideas en su cabeza acerca de que debería tener alguna pareja.

Barry suspira y niega.

Lo único que le faltaba era que Wally quisiera también encontrarle una cita tal y cómo Iris, Patty, Diana, Clark y Bruce estaban haciéndolo.

—A pesar de estar cansado pareces demasiado feliz—Barry gime asustado cuándo siente la voz de Patty resonar a su lado, sacándole un susto—... Algo que quieras compartir con la clase, Bartholomew.

—¿No?

—Oh, vamos—gime la chica teatral—. Hay algo que te aflige y se te nota desde lejos, dime qué es y yo te ayudaré.

Barry suspira y se incorpora en la mesa, alcanza algunos papeles y los acomoda descuidamente ante la atenta mirada de Patty.

—Espera… ¿Es una chica?

—No, Patty—reniega.

Pasan otros minutos en silencio hasta que los ojos de la chica se abren con sorpresa y una sonrisa pícara se asoma en su rostro.

—¿Es un chico?

Barry trata de negarlo, pero la imagen de Hal riendo llega a su cabeza y no puede evitar hacer una pequeña sonrisa que hace gritar a la chica.

—¡Te gusta un chico!—chilla emocionada mientras Barry se sonroja.

—No me gusta, sólo es lindo—réplica—y baja la voz, nos sacarán.

—No lo harán—sentencia—, necesitan a sus dos mejores científicos y para su mala suerte, nosotros lo somos.

Barry tararea y sigue acomodando las hojas donde resumen los resultados de las muestras que acaba de revisar unos días antes.

—¿Y cómo es él?—pregunta—¿Es sexy?

—Patty.

—¿En qué trabaja?

—Patty.

—¿Cómo lo conociste?... Espera, aún más importante, ¿Tiene Instagram?

Barry ríe tontamente al escuchar la última pregunta.

—¿Por qué es tan importante saber si tiene Instagram?

—Porque puedes descubrir muchas cosas con su cuenta de Instagram, dah.

Barry rueda los ojos y bufa cuándo ve a sacar a su amiga su celular, tecleando agresivamente.

—¿Cómo se llama?

—¿No debió de ser esa la primera pregunta?

—Quizá—murmura restándole importancia—... ¿Entonces?

—Hal Jordan—suspira rendido sabiendo perfectamente que si Barry no le daba el nombre ella de alguna u otra forma lo conseguiría. El sólo pensamiento le produce escalofríos por la espalda.

Cuando se trata de conseguir información personal Bruce y Patty pueden ser unos verdaderos detectives.

Barry aprecia los pequeños momentos de silencio antes de que la chica vuelva a apretar su hombro emocionada y le ponga el teléfono en la cara, debe alejarse unas pulgadas para poder apreciar mejor la imagen.

—¿Es él, verdad?

Barry suspira y afirma tímidamente al ver la foto de perfil de Hal.

Intenta no mirarla demasiado tiempo, pero debe admitir que fracasa bastante en hacerlo cuándo la foto de perfil es bastante atractiva.
Él maestro de Wally está sonriendo coquetamente mientras lleva una camisa verde de botones manga corta, tiene el pecho descubierto y hay unos lentes negros de sol.

Barry sabe que no es la foto más extraordinaria del mundo, pero el modelo sí lo es.

La piel bronceada de Hal encaja perfectamente con la playa qué hay de fondo.
Su sonrisa confiada y esa expresión relajada de su cuerpo, le producen un escalofrío.

¿Por qué Wally tenía que tener un maestro tan sexy?

—Mmm—Patty tararea con aprobación—. Luce muy bien, definitivamente como tú tipo.

—Patty, por favor deja de avergonzarme.

La chica sonríe y afirma quedándose unos minutos en silencio hasta que Barry la vuelve a escuchar jadear.

—¿Qué?

—¿Tienes una especie de radar para localizar chicos sexys?

Barry se sonroja sin poder evitarlo y la mira curiosa, es entonces cuándo ella le enseña la siguiente foto y Barry siente que su rostro se pone aún más caliente que antes.

No entiende porqué siempre que Patty husmea encuentra las mejores fotos, Barry supone que ella debe tener alguna especie de super poder.

Aún así no duda en tomar su celular y mirar la foto de una manera un poco más analítica.

Escucha al fondo a Patty burlarse de él, pero la ignora.
Ella no lo puede juzgar cuándo le puse aquella foto de un Hal bronceado sin camisa frente a él.

Patty es la única responsable de que Barry esté actuando tan irrazonable.

—Te dije que tienes un radar para los chicos sexys—repite Patty asomándose por el hombro de su amigo para ver la foto—. Definitivamente el chico tiene un muy buen físico, parece que alguien se va a estar ocupado en las noches y en vacaciones.

—Patty—reclama cada vez sintiéndose más avergonzado por los comentarios de su amiga que ríe detrás de él.

—Hablando en serio—comenta la chica llamando la atención del rubio—. ¿Cuándo vas a invitarlo a salir?

—No creo que eso sea una buena…

—¡Oh, no, no, no!—grita mientras mueve sus brazos de un lado a otro, llamando la atención del rubio que apaga su celular y centra su atención en el monólogo de su amiga—. No quiero volverte a escuchar decir que no crees que es una buena idea o cualquier otra tontera.

—Pero…

—¡Shh!—exclama en voz alta—. ¿Tienes idea de cuántas posibles citas descartaste por esa tonta frase?

Él chico se encoje de hombros sintiéndose pequeño y cohibido.

—Hoy la vida te está dando a un hombre sexy, Barry Allen—reclama—, y tú lo quieres mandar a la basura sólo porque no te parece una buena idea.

—No creo que él sea…

—Ve su perfil—exige la mujer con seguridad—. Literalmente tiene una bandera pansexual en su perfil.

—Bueno, puede qué…

—¿Qué este confundido?

—No sea su tipo—corrige a lo que Patty niega.

—Eres su tipo—afirma con dureza a lo que Barry sonríe tontamente antes de cruzarse de brazos y mirar fijamente a su amiga.

—¿Cómo estás tan segura?

—Tengo conexiones con el universo que me acaban de revelar que eres su tipo y que se van a terminar casando en un par de años.

Barry ríe y niega.

—Deberías revisar tus conexiones con el más allá, creo que están un poco mal.

—No lo están—niega ofendida—. Ese hombre va a ser tuyo y tú no vas a huir cuándo te coquetee.

—No me ha coqueteado.

—¿Ha tocado tu pierna?

—No, bueno—titubea al ver la insistente mirada de la chica—. Quizá la tocó suavemente unos segundos, pero era claro que fue un accidente.

—¿Se disculpó?

—Bueno, no, pero…

—¡Estaba coqueteando, Bartholomew!—grita eufórica—. Sabía que mis conexiones del más allá no me faltarían.

—Quizá sólo quiere algo de una noche…

—¿Por qué tanta negativa ante la idea de qué el pueda estar interesado en ti?

Barry tuerce la boca mientras agarra el puñado de papeles que revisaba antes de que su amiga rubia lo interrumpiera.

—Barry—canta.

—No soy ni la mitad de atractivo que él—explica frustrado—. Es obvio que quiere algo de un rato y no quiero ilusionarme con relaciones que probablemente no funcionen porque terminen cambiándome por alguien más atractivo.

—Cielo—exclama con dulzura—. No puedes vivir toda tu vida con miedo a eso, sé que es difícil y atemorizante, pero yo y mucha gente a tu alrededor creemos que eres maravilloso y no deberías desestimarte así de fácil… Es verdad que hay gente muy atractiva, pero no eres alguien feo o desagradable, eres muy apuesto, tú único defecto es que terminas alejando a la gente con tus temores.

—Lo sé—admite frustrado—. No quiero que esto me frene, pero honestamente no creo que tenga alguna oportunidad… Ni siquiera soy bueno coqueteando o algo así.

Patty sonríe y toma su mano cálidamente.

—Yo te ayudaré en eso—afirma—. Te voy a ayudar que tengas una cita con tu hombre de ensueño y después cuando estén casados me lo agradecerás.

—Todos ustedes tienen una obsesión con la idea de mi boda—exclama suspirando divertido a lo que la chica sonríe.

—Queremos verte de blanco, Bar—afirma guiñando un ojo—. El color definitivamente resalta tu belleza.

Él hombre ríe tontamente y acepta la ayuda que Patty le ofrece.

Quizá por primera vez en su vida podría atreverse a dar el salto de fé y quién sabe, a lo mejor, todo terminaba bien para él.

Chapter 10: Capítulo 10: Los eventos escolares pueden traer citas inesperadas

Summary:

Hal sabe que su estudiante Wally aparecerá en el evento del día se hoy, así que no duda en vestir con sus mejores ropas todo con la ilusión de impresionar al tío del niño.

Por primera vez el universo le está sonriendo... o quizá no.

Notes:

Estuve desaparecida un tiempo porque realmente me costó terminar el capítulo, ya que su extensión fue un poco más larga de lo usual.

Además por si fuera poco últimamente he estado muy enfocada en trabajar lo más que pueda en la HalBarry Week de este año.
No quiero que el tiempo me coma cómo en años pasados.

Este año me propuse publicar todos los días que duré la semana sin excepción, pero para eso he tenido que trabajar mucho más de lo que lo hice en los años pasados.

Por si alguien le interesa, la semana HalBarry va a ser del 5 al 11 de agosto.

(See the end of the chapter for more notes.)

Chapter Text

—¿Entonces sólo estoy aquí para ser un refuerzo de tu coqueteo?

—No lo digas así, Eve—reprocha al castaño mientras se desabotona la camisa y pasa sus manos por su cabello para despeinarlo un poco—. ¡Haces que suene mal!

—No es mi culpa que suene mal por si solo, tonto—reprocha la chica encogiéndose de hombros—. Quizá debiste elegir otras palabras antes de proponerme tu plan.

—Mis palabras fueron perfectas—exclama indignado.

La chica bufa aburrida y vuelve a tomar su refresco antes de darle otro trago y hacer una mueca con disgusto.

—La próxima vez definitivamente me negaré a participar en esto—replicó la chica suspirando cansada—. No me dijiste que el evento sería al aire libre… ¡Mi look no encaja para nada en este sitio, además los tacones están matándome!

—¿No puedes hacer esos sacrificios por tu gran amigo, Hal?

—Nop—respondió alargando la “P” con una sonrisa amable que hace que Hal ruede los ojos—. Por cierto, desabotona otro botón, dulzura, y mueve tus gafas para que queden arriba de tu cabeza, de otra forma va a desentonar con tu estilo.

—Bien—agradece antes de hacer lo que la chica le sugiere—. Del uno al diez, si me vieras así… ¿Pensarías en besarme?

—Definitivamente.

Él castaño sonríe con suficiencia.

—Ojala Barry piense lo mismo.

—Estas tan desesperado por conseguir ese trasero que tengo curiosidad… ¿Realmente es tan ardiente?

—¿Recuerdas la alerta roja?

La chica afirma tranquila antes de darle otro trago a su bebida.

—Él es la cúspide de esa jodida alerta—afirma emocionado—. Su cara parece una escultura que se escapó de algún museo de Italia y su cuerpo… Dios mío Eve, no me hagas hablar de su trasero.

—¿Cuánto le das?

—El cien perfecto—replica ofendido a lo que la chica abre los ojos

—No te creo—replicó de inmediato, pero él hombre afirma sin dudarlo—. Tengo que ver a ese chico con mis propios ojos.

—Para eso estás aquí—señala con eficacia—. Además que cuando yo tenga que ir a vigilar a los pequeños diablillos, tú debes hablar maravillas de mí.

—Claro hombre—replica levantando su lata en señal de triunfo—. Déjamelo a mí, lo que tu no pudiste hacer en una tarde entera, lo haré yo en menos de dos horas.

Él castaño rueda los ojos ante el tono engreído de Eve, sin embargo aunque quisiera discutir cuando ve a Wally saltar a lo lejos siendo acompañado de un pequeño grupo de adultos su corazón se acelera.
Puede ver los rostros de su tía Iris y el prometido de esta, pero no les brinda demasiada atención, mira por encima de ellos y entonces ve a Barry.

Su corazón se acelera y no puede evitar sonreír tontamente cuándo ve al tímido hombre caminar encorvado.

—¿Me veo bien?

—¡¿Ya viene?!—pregunta la chica sobresaltada a lo qué Hal no duda en afirmar.

La chica se levanta de un salto y no duda en comenzar a acomodar los últimos detalles de la camisa de Hal para dejarlo alineado.

—Si no consigues mínimo una cita hoy, voy a patear el trasero perfecto de tu estatua.

Hal ríe entre dientes.

—Confío en ti para no tener que llegar a eso.

La chica rubia retrocede lentamente y finge hablar discretamente con Hal hasta que esté me hace una señal con los ojos que indica que Barry está cerca.
Él castaño se aleja unos metros de su amiga y camina hacía la familia con una sonrisa cálida.

Primero saluda a Wally que salta de alegría cuándo lo ve acercarse.

Saluda a los tutores legales de Wally que son Iris West y su futuro esposo antes de centrar toda su atención el rubio que parece esconderse intimidado detrás de Iris, como si la mujer pelirroja fuera a protegerlo.

—Eddie, Wally y yo iremos a buscar una mesa, Barry—anuncia la mujer suavemente—. Pero tú deberías quedarte hablando con el profesor Jordan, ¿No me habías dicho que tenías algunas dudas sobre el temario de la competencia en la que Wally asistirá?

—Bueno sí, pero… No quiero molestar al profesor—replica—. Veo que viene acompañado.

—Oh, no te preocupes por mi amiga Eve—responde haciendo un ademán tratando de restarle sencillez—. Créeme ella sólo vino aquí a pescar algo para poder estar ocupada mientras esté en la ciudad, no creo que puedas molestarla de alguna forma.

—Bueno…

La mirada penetrante verde hace que Barry afirme.

—¡No se diga más!—anuncia Iris juntando sus manos mientras sonríe—. Barry tú resuelve todas las dudas que tengas, después puedes venir a buscarnos.

—Pero y Wally…

—¡Tranquilo tío Barry, yo voy a ir acercándome con mis amigos!

Él rubio suspira antes de alejarse de su zona de confort y seguir al ardiente hombre moreno que lo guía hasta unas pequeñas gradas dónde una ardiente rubia lo espera con una sonrisa amigable.

—Barry Allen, ella es mi mejor amiga en todo el mundo Eve Doremus.

La chica le sonríe amablemente antes de extender su mano de forma coqueta y sujetar su brazo para darle un beso a la mejilla.
Barry parpadea aturdido por la acción.

—Es un gusto cariño, Hal me ha hablado un montón sobre ti y tu pequeño sobrino—comenta antes de mirar al castaño—. Dijiste que era bastante agradable, pero yo diría que la palabra correcta es adorable.

Hal ríe antes de extender su atención hacía su amiga.

—Eve Doremus, él es Barry Allen un nuevo amigo y tío de uno de mis mejores estudiantes.

—Un placer.

—El placer es todo mío, cariño—repuso con suavidad—. ¿Hal no vas a ofrecerle algo de tomar a tu amigo?

—Absolutamente Eve—repone con una sonrisa forzada—¿Hay algo que te gustaría tomar?

—Mmm, bueno….

—Unicamente hay sodas, cariño, debido a que es un evento escolar las cervezas están completamente prohibidas… Pero si quieres una quizá Hal pueda llevarte algún lugar después.

Las mejillas del chico se colorean ante la propuesta y ríe tontamente.

—Una soda de limón está bien.

—Trabajando en eso… Eve, cuídalo y no vayas a jugar con él.

—¡Jamás haría eso!—reclama indignada mientras hace un puchero—. Barry, tu nuevo amigo Hal es muy cruel conmigo.

—Voy a estar bien, Hal.

Él castaño titubea antes de retirarse de la zona.

Barry suspira tenso.

¿Debería hacer algo para impresionar a la mejor amiga de Hal?

Sabe que contar con la aprobación de los amigos y la familia de una posible cita es un aspecto importante, aunque no imprescindible. Pero ciertamente había notado lo cercanos que eran y sería bueno tener el apoyo de esta chica, ya que estaba seguro que cuando Oliver Queen se enterará de su intención de salir con Hal, movería cielo, mar y tierra para impedírselo.

Barry sabía lo sobreprotector que podía llegar a ser Queen con sus amigos, en especial con Hal, ya que según Diana; Oliver y Dinah lo consideran más que un amigo, un hermano.

Gran parte de que Hal y Guy Gardner estuvieran trabajando ahí fue que Ollie alardeo en extremo de las habilidades de sus amigos.

Así que al menos debía intentar llevarse bien con Eve.

Pero… ¿Cómo podría entablar una conversación con ella, cuándo ambos parecían ser prácticamente polos opuestos?

—Bueno cariño, cuéntame de ti, ¿En qué trabajas?

—Bueno—titubeó mientras juega con su camisa nervioso—. Soy científico forense.

Los ojos de la chica se abren con sorpresa y se inclina más hacía él.

—¿Revisas cuerpos y esas cosas?

—Algo así.

—Dios, y yo que pensé que trabajarías en una pastelería o algo así—repone—. No te ofendas, cielo; simplemente creí que debías trabajar en algo más dulce, ya sabes, algo que entone con tu forma de ser.

Barry ríe y agradece el halago, la chica simplemente se encoge de hombros.

—Puedo preguntar…

—¿En qué trabajo?—pregunta a lo que Barry asienta tímido—. Trabajo en la empresa de papá, soy algo así como su mano derecha y en algunos años más, cuándo papá se jubile planeó heredar la compañía de ropa.

—¿Tú papá tiene una empresa de ropa?

—Ropa, bolsos, zapatos—agrega con una sonrisa—. En un inicio sólo era ropa, pero nos expandimos… Y estoy tratando de convencerlo de hacer maquillaje.

—Eso es muy sorprendente.

La chica sonríe y afirma.

—Si estás interesado puede que necesitemos algunos modelos para después.

Barry ríe.

—No creo que yo pudiera ser un buen modelo, no soy tan atractivo y también son bastante torpe al andar.

—Mentiras—replica la chica antes de tomar su rostro con suavidad—. Tienes facciones bastante bonitas y simétricas, sin duda llamas la atención, además tu cuerpo es bastante proporcional… Hal dijo que podrías ser alguna especie de modelo o algo así.

—¿Hal dijo eso?

La chica afirma después de soltarlo y justo antes de darle un trago a su refresco.

El corazón de Barry late emocionado cuándo recibe esa confirmación.

—Sólo que no le digas que te dije—súplica—. Me va a regañar si sabe que estoy ventilando su información personal, cómo la vez que me regañó por contar como terminó sin un zapato y al otro lado de Estados Unidos después de una fiesta.

Los ojos de Barry se agradan ante la mención del evento lo que hace la chica suspiré.

—Ops, creo que lo volví a hacer—susurra sonriendo—. Pero esa historia es increíble.

—Suena bastante impactante.

—Me encantaría contarte ahora, pero parece que él viene hacía nosotros y se va a enojar si sabe que estoy manchado su reputación contigo.

Barry sonríe.

—Prometo no decir nada.

—Me agrada tu lealtad, Barry—agrega con una sonrisa risa cómplice antes de que Hal llegué y le extienda la bebida al rubio que sonríe como agradecimiento.

—Espero que Eve no te haya causado problemas, Bar.

La chica resopla indignada y hace un puchero infantil como respuesta.

Barry niega de inmediato.

—Me la pasé bien hablando con ella, es muy agradable.

—Igual que tú, cielo—halaga—. No cómo Hal.

Él castaño frunció el entrecejo y le lanzó una mirada a su amiga rubia que se encoge de hombros sin vergüenza alguna.

—¿El evento ya va a iniciar?

—Tal parece que sí—comenta—¿Quieren ir a verlo?

—Yo prefiero quedarme aquí—replica Eve—. Los tacones me matan, pero ustedes vayan y sean mis ojos y mis oídos—pide sonriendo y mirando especialmente a Hal.

Él castaño afirma con una sonrisa amigable y no duda en aprovechar el momento para ir con Barry a ver a los niños.

Definitivamente Eve iba a pedir que le contará todo.
Incluso a cuántos milímetros estuvo de rozar su mano con Barry.

Pero Hal estaba dispuesto a hacer eso, sólo esperaba que Eve siguiera ayudándole con su plan.

***

Hal iba a matar a Eve en cuanto la viera.

Su mala mejor amiga lo abandonó por una chica de cabello rizado y ojos coquetos.

Se supone que después de que volviera a hablar con Barry maravillas sobre él, ella podría ir a conseguir una conquista, pero eso no sucedería antes.

Eve lo había apuñalado.

—Hal no te enojes con ella—replicó suavemente el rubio mientras lo mira con una sonrisa tierna—. Simplemente se aburrió.

—Mmm—tararea él chico aún molesto.

Pero finalmente suspira y afirma.

No puede estar demasiado molesto cuando tiene los bonitos ojos de Bar a unos cuantos pasos de él.
Definitivamente el tío de Wally se iba a convertir en su perdición y Hal quería con emoción que eso sucediera en cuánto antes.

—Tienes razón, después cobraré mis deudas con ella.

Barry ríe tontamente cuándo escucha eso y Hal cree que va a derretirse de emoción en ese instante.

Es tan fácil hacer reír al rubio que ha comenzado a volverse adicto a ello.

—¿Y bien?—pregunta sonriendo infantilmente—. ¿Te gustó el evento?

—Demasiado—admite Barry mirando hacía una esquina no observa a su sobrino jugando con el resto de sus amigos—. Nunca pensé que las competencias al aire libre para niños podían ser tan divertidas.

Hal ríe afirma volviendo su mirada a los chicos.

—Es desgastante cuidarlos, pero vale la pena por momentos como este.

Barry le da la razón.

—¿Y tú eres bueno para algún deporte?—le preguntó Hal.

—Realmente no—admite avergonzado—. Me gusta ver el voleibol, pero definitivamente no soy bueno, a diferencia de ti.

—¿De mí?—pregunta él castaño enmarcando una ceja.

Barry abre los ojos dándose cuenta de su error.

—¿Cómo sabes que soy bueno en el voleibol?

No podía confesarle a Hal que había estado observando sus publicaciones de instagram y había visto sus vídeos surfeando o jugando voleibol en la playa.
Definitivamente su reputación delante del castaño quedaría afectada.

Lo vería como un stalker y un pervertido.

(Obviamente se daría cuenta que las publicaciones que más notó eran en las que Hal estaba sin camisa y bueno, era verdad, pero es que, maldita sea… Hal estaba muy ejercitado y Barry era débil después de todo).

—Antes de que mientas—irrumpe Hal—. Sé que Eve no te dijo, no me gusta hablar del deporte con ella y apenas recuerda qué deportes práctico con regularidad cómo para mencionar el voleibol.

Barry resopla.

Ahí fue su única oportunidad de mentir.

Hal lo había descubierto.

Pero a diferencia de lo que esperaba, su amigo no lucía enojado o asustado, parecía incluso maravillado por la revelación.

—¿Revisaste mis redes?

Los ojos azules se abren con sorpresa y temor.

¿Cómo lo había descubierto tan rápido?

—Yo…

—Vaya—bromea Hal con un tono jocoso que definitivamente hace desatinar a Barry—. No sabía que eras esa clase de persona, Bar.

—¡Fue un accidente!—exclama de inmediato.

—¿Un accidente?—cuestiona él castaño acercándose un poco más a él.

Barry sabe que sólo son centímetros, pero siente cómo su cuerpo se tensa y el aire cercano a ellos se calienta estancandose entre sus cuerpos.

De cerca puede observar con más claridad a Hal.

Tiene unas pecas muy en el puente de su nariz, no son tan visibles como las de su sobrino Wally, pero aún así Barry puede diferenciarlas.
Además tiene una mirada penetrante, como la de un de depredador, y tiene esos malditos labios que se ven tan seductores y acolchonados que Barry se siente inevitablemente atraído por ellos.

Se muere por tocarlos un poco.

Sólo necesita rozarlos para hacer que su corazón se detenga.

Sólo necesita dar un paso más y entonces podrá tener los labios de Hal encima de los suyos y…

Un ruido sucede.

Barry quiere llorar.

Definitivamente hoy es el peor día de su vida y va a encerrarse toda la semana a llorar en su departamento y después se mudará de ciudad para evitar volver a ver al maestro de Wally.

—Lo siento mucho—suplica Barry alejándose y girándose se inmediato para tomar las servilletas que estaba sobre una mesa.

Hal ríe y niega tranquilo.

Barry suspira más avergonzado que nunca.

No puede creer que justo cuándo estaba apunto de besar al apuesto hombre, alguien haya pasado y lo haya empujado con la suficiente fuerza para casi caerse y peor aún, lanzarle a Hal lo que restaba de su refresco.

Tomando un par de servilletas Barry no duda en acercarse hacía él castaño y tallar suavemente su camiseta mientras se disculpa una y otra vez sonrojado hasta las orejas.

—Lo siento mucho, en verdad—susurra—. Te prometo pagar lo de la lavandería.

—Barry—replica él moreno siguiendo—. Esta bien, hombre, es una camisa cualquier.

Pero él rubio niega y continúa tallando nervioso hasta que Hal sujeta suavemente sus hombros.

—Bar—llama dulcemente—. Tranquilízate, hombre… Todo está bien.

Él chico afirma y suspira antes de que Hal lo suelte.

Retrocede encogiéndose, sintiéndose más que avergonzado.

Ahora podía confirmarle a Patty que sus conexiones con el universo fallaban y el universo no quería que tuvieran a ese gran hombre sexy.

—Quedaste muy manchado.

—No pasa nada—insiste—. Tengo otra camisa en mi auto.

Barry parpadea sintiéndose ligeramente más aliviado.

—Siempre suelo cargar una extra en este tipo de evento—explica—. Los accidentes pasan y lo sé perfectamente, así que cargo con un repuesto para cualquier cosa, no quiero que me pase como la vez que Guy me bañó con una cubeta y tuve que irme empapado a mi departamento.

Barry suspira aliviado cuándo escucha a Hal bromear y reír como si nada, pero eso no evita que se siga sintiendo culpable y tenga ganas de llorar.

—¿Puedes acompañarme a mi auto a buscar la camisa?

Barry afirma sin dudar y sigue a Hal que cambian con tranquilidad hacía él estacionamiento.
Al llegar el castaño se detiene enfrente de un viejo vehículo de color gris.

Abre la puerta del copiloto y se mete sin pudor alguno antes de sacar de la guantera una camisa idéntica a la que tenía puesta sólo que esta era de color verde militar.

—¿Te gusta mucho el verde?

—¿Se nota mucho, eh?—bromea tontamente antes de extender la camisa sobre el cofre de su auto.

Barry observa cómo él castaño no titubea para tomar la camisa ensuciada y tirar de ella.
Al principio él rubio no cree que el profesor de Wally sea capaz de desnudarse en pleno estacionamiento.

Claramente falla cuándo ve la espalda desnuda del chico.

Chilla sonrojado y avergonzado.

Hal se gira para mirarlo y le guiña el ojo antes de ponerse la otra camiseta con una rapidez impresionante.

—¿Son mejores las fotos de instagram o es mejor en persona?

Barry se sonroja aún más cuándo escucha a Hal reír después de su pregunta.

Aún le sigue tomando el pelo por aquello.

Aunque debía aceptar que prefería mil veces en persona a sobre las fotos.

Una imagen y ni siquiera un vídeo podía capturar con tantos detalles los músculos de la espalda.
Barry había notado desde los músculos dorsales hasta los deltoides sin perder detalles.

—Por favor—comenta una vez que Hal se ha girado para darle la cara—. Déjame pagar por la lavandería de la camisa, es lo menos que puedo hacer.

Hal niega.

—Entonces una camisa nueva—insiate mientras mete la mano en su bolsa delantera y saca su billetera, pero Hal niega y toma su mano.

—Barry, estoy bien—insiste—. Sé que no fue intencional y no estoy molesto contigo o algo por el estilo.

—Aún así fue mi error y quiero arreglarlo—insiste con su billetera aún en mano—. Dame un precio y te prometo que pago lo que quieras… Ya sea una camisa nueva o llevarla a la lavandería.

—Estoy bien.

—Por favor—insiste—. Me voy a sentir muy culpable sino me dices cómo puedo compensarte por mi error.

Hal suspira profundamente y se pasa una mano por su cabello.

Mira fijamente al hombre rubio que está frente a él.
Ve su expresión abatida y su mirada azul opacarse y su corazón se rompe ante la escena.

No entiende porqué Barry luce tan culpable por un pequeño accidente.

Pero no quiere que él rubio se vaya dolido y consternado, así que toma una decisión arriesgada.

—¿Por qué no me llevas a conocer la ciudad?—pregunta a lo qué Barry parpadea confundido.

—¿Conocer la ciudad?

—Si bueno, no tengo mucho desde que me mudé y debido a mi trabajo no he tenido mucho tiempo para salir a explorar, así que… Qué mejor paga que tener un guía para mí solo y gratis.

—¿No prefieres que te pagué la lavandería?

—Prefería que alguien me enseñara los alrededores de dónde vivo—afirma—. Pero si tú prefieres eso, supongo que lo aceptaré.

Hal observa cómo Barry muerde sus labios delgados en un gesto que parece indicar que está pensando.

¿Quizá fue muy arriesgado en pedirle salir tan rápido?

¿Debió de haber esperado un poco más?

—Supongo…—murmuró Barry llamando su atención—Supongo que está bien.

Hal suspira aliviado y permite a su corazón emocionarse ante la idea.

—Entonces, ¿Me das tu número?

Barry parpadea confundido.

A lo que Hal se sonroja y se apresura a aclarar.

—Para ponernos de acuerdo sobre qué día ir.

—¡Oh!—suspira Barry tímidamente—Claro, tiene sentido… ¿Me prestas tu celular?

Hal no duda en sacar su teléfono y extenderle el aparato a Barry quién tímidamente comienza a teclear su número.

—Ese es mi número—comenta regresando el celular.

—Perfecto, entonces, te mando un mensaje después.

Barry afirma.

—Yo bueno, creo que quizá debería ir un rato con Iris, considerando que el evento terminó, es probable que ya quiera irse.

—Claro—responde Hal con una sonrisa—. Cuídate, Bar; te veo luego.

—Tu también cuídate Hal y de nuevo, una disculpa.

Él castaño ríe mientras niega con la cabeza y ve a Barry irse ligeramente cohibido, pero eso no lo desanima, ya tiene lo único que necesitaba para seguir adelante con su plan.

Tiene una cita con Barry, aunque el rubio aún no lo sepa.

Sólo necesita encontrar la ropa perfecta y practicar sus mejores frases y entonces su siguiente parte del plan dará inicio.

“Conquistar al tío de Wally"

Confía en que si todo sale bien al final del año tendrá un bonito novio con quién asistir al baile navideño que la escuela organiza para alumnos, maestros y padres.

Sin duda hoy ha sido uno de los mejores días de su vida.

Notes:

Otro gran desafío de este capítulo fue escribir a Eve.

La amo demasiado y estuve planeando por mucho tiempo cuándo y cómo meterla a la historia y está me pareció por mucho una de las mejores formar, sin embargo, me costó demasiado sentirme satisfecha con su escritura.
Espero que sea lo suficientemente decente.

Chapter 11: ¿Preparación antes de una cita?

Summary:

Barry acude a Patty para pedirle un consejo, sin embargo esto termina con su mejor amiga enfrentándose a su capitán para lograr definir que idea para su cita es mejor.

Porqué Hal y Barry tendrá una cita... ¿Verdad?

Notes:

Honestamente me tarde demasiado para subir este capítulo, de nuevo una disculpa, pero afortunadamente ya tengo todo preparado para la semana HalBarry y puedo dedicarle más tiempo al fanfic que escribiré para mí cumpleaños y también a avanzar otros capítulos de esta historia y la otra que tengo sin actualizar.

Voy a tratar tener el siguiente capítulo cuándo inicié la semana HalBarry y también otro para la semana de mi cumpleaños.

Espero poder lograrlo, ya que se hecho, ya no faltan demasiado capítulos para el final... o al menos eso creo.

Chapter Text

Barry suspira y se deja caer dramáticamente contra su escritorio.

Sus compañeros de trabajo lo miran confundidos y asustados, hasta que Patty se acerca a su lugar.

—Dios… ¿Qué te pasó?—murmura la chica acercándose a su lugar.

Barry gimotea algo incomprensible para su amiga que frunce el entrecejo y se acerca hasta su mesa dónde palmeó su hombro antes de suspirar.

—Bien… ¿Qué pasó?

Barry suspira y levanta su mirada.

Patty gime cuándo ve el rostro del chico y se lleva una mano a la boca mientras arquea su ceja.

—¿Estás bien?

—Hal me invitó a salir.

Los ojos azules de su amiga se abren y pronto grita emocionada, terminando de llamar la atención de todos los que estaban a su alrededor, incluyendo a su capitán.

—¿Todo en orden?

Barry afirma, mientras Patty pone una sonrisa enamorada.

—¡Barry va a tener su primera cita después de casi tres años!

Él rubio levanta la cabeza sonrojado y mira a Patty.
Él capitán de la estación los mira sorprendido antes de rascarse la barba.

—Felicidades Barry—afirma él hombre mayor con una gran sonrisa—. Hace mucho que no sabíamos que estabas saliendo con alguien.

Barry entrecierra los ojos y gime más que avergonzado.

Todo el mundo sabía que su vida personal era una miseria y un fracaso constante.

—Gracias, pero no es una cita—replica de inmediato.

—¿Van a ir ustedes dos solos?

—Bueno, sí, pero…

—Entonces una cita—replica la rubia con una amplia sonrisa en sus labios.

—No, creo…

—¿Él te lo propuso?—Barry levanta la cabeza y mira con sorpresa a su Capitán, esperó a que esté bromeando, pero este se mira firme.

Él rubio asienta torpemente.

—Definitivamente es una cita.

—Yo no creo que eso sea…

—¿Cómo te lo pidió?—cuestiona la rubia emocionada—. ¿Fue algo súper romántico? ¿O quizá más atrevido?... Se ve que es de la clase de hombres que les gusta la acción, ya sabes, ven lo que quieren y no duda en conseguirlo.

Barry se sonroja.

Definitivamente Hal sí era esa clase de hombre, había notado lo competitivo que era cuándo sucedió el evento deportivo interno en la escuela de Wally.
Prestaba tanta atención a cada movimiento y parecía anotarlo en algún espacio dentro de su mente porque después se acerca a los niños y les hacía sugerencias con base a eso.

Barry suspiró pesadamente tras recordar aquellos.

Jamás creyó encontrar a alguien que no sólo amara la ciencia, sino que también era un hombre atlético.

La pasión que Hal desmanaba por el deporte era casi igual de fuerte que la sentía por las matemáticas y física.

¡Eso era sexy!

Sabía hacer comentarios tan lascivos y sugerentes por mensajes de texto, utilizando las jodidas matemáticas y Barry con suerte podía desearle un bonito día.

Eso era tan jodidamente patético y triste.

Estaba seguro de que Hal quedaría decepcionado después de su salida y cualquier oportunidad que pudiera existir para salir con ese gran hombre, se iría a la mierda.

—Sólo me pidió enseñarle la ciudad.

—¿Ya planeaste dónde piensas llevarlo?—pregunta David intrigado—. Los miradores son una de las zonas más hermosas de la ciudad.

—El restaurante del centro es un lugar bastante barato, pero delicioso para comer—agrega Patty—. Ideal para una primera cita.

—Oh es verdad—agrega David pensando—. Podrías llevarlo a conocer el museo de la ciudad, es bastante amplio y tiene salas muy diversas… Historia del deporte, de la ciudad, carros míticos, ciencias naturales, arte… Ideal para que se conozcan, yo llevé ahí a mi esposa en nuestra primera cita y solemos regresar al menos una vez al año.

—Me agrada la idea de David, suena bastante bien, aunque quizá también podrían intentar ir al cine.

—Ea algo cliché—irrumpe el hombre mayor negando con la cabeza—¿Crees que le gusten los animales?

Barry abre la boca, pero rápidamente la cierra cuándo ve a Patty fruncir el entrecejo y comenzar a debatir con su capitán, porque las citas en un cine era bastante buenas.

Él rubio piensa en recordarle que esto oficialmente no es una cita, a pesar de lo que ellos crean; ya que bueno, Hal no nombró a su salida de esa forma y él no debe tomarse atribuciones.

Además él ya tenía algunas ideas sobre qué podía hacer para mostrarle a Hal al ciudad, ya que bueno… Hal quería ver la ciudad, no ir a las zonas más románticas de ahí.

Simplemente estaba afligido porque no sabía que ponerse y cómo preguntarle a qué hora deberían verse.

Eso era todo.

Sin embargo, de inmediato se da cuenta que no es una buena idea meterse en la batalla sobre quién da consejos amoroso y opta por mejor retirarse lentamente de la zona.

Mejor le preguntaría a Eddie, cómo debería iniciar su conversación y que zapatos y quedarían mejor con la ropa que pensaba utilizar.

Chapter 12: No puedes ocultar la verdad para siempre.

Summary:

Wally termina descubriendo la verdad detrás de la "amistad" de su profesor y su tío.

Notes:

Bien este capítulo ya lo tenía terminado hace unos días, pero hasta hoy lo publiqué, ya que el siguiente igual ya casi lo termino.

Si todo va bien es probable que para el domingo, un día antes de que inicié la semana HalBarry (empieza el lunes), pueda publicarlo sin mayor problemas y entonces sí, pueda concentrarme en escribir el final y un posible epílogo.

(See the end of the chapter for more notes.)

Chapter Text

Cuándo Wally llega de su clase con el señor Jordan se siente tranquilo y feliz.

Era notable que su maestro estaba de un mejor humor desde que habló más íntimamente con su tío en el evento deportivo que organizó y Wally no podía evitar sentirse más que satisfecho.

Las veces que su tío mencionaba al señor Jordan o escuchaba su nombre se sonrojaba y terminaba suspirando antes de poner una sonrisa tonta.

Wally lo había conseguido.

Su tío Barry se casaría con el maestro de matemáticas y entonces no tendría que preocuparse por estudiar para un exámen de matemáticas o química, ya que sus tíos le explicaría todo.

Tendría otro deportista en la familia con quién podría compartir técnicas y en general, por fin alguien estaría dispuesto a entrar a las casas de terror en los parques de diversiones.

Wally agradece tanto que su maestro fuera un descarado que prácticamente se lanzó a los brazos de su tío tímido.

Quizá al final del año, por fin tenga la boda por la que todos tanto estaban luchando.

Aunque ahora que Wally lo pensaba.

¿Tendría que utilizar un moño feo para la boda de su tío?

No le gustaban los moños, pero ciertamente su tío Barry los amaba.

Ciertamente, Wally debía de hablar de eso con Roy, ya que estaba completamente seguro que él también tendría un papel importante en la boda de Hal, por algo era su tío.

Quizá ambos podían convencer a los adultos de no seguir los pésimos gustos de su tío Barry.

Él niño pelirrojo aspira el aire cálido de la cafetería y camina hacía sus amigos que ya estaban hablando notablemente sorprendidos y felices.

Probablemente hablaban de su triunfo.

Sintiéndose confiado llega a la mesa y se sienta, de inmediato todos sus amigos vuelven la atención hacía él y Donna toma la palabra apresuradamente.

—¿Ya lo sabes?

—Claro que lo sé—repone sonriente y juguetón.

—¿Y no me lo dijiste?—reprocha Roy frunciendo el entrecejo—. Pensé que estábamos juntos en esto, Wally.

—¿No lo notaste?—cuestiona—. Es muy obvio que a tu tío le gusta mi tío, pero no te preocupes, a mi tío también le gusta el tuyo, todo estará bien… ¡Al final del año tendremos una gran boda con increíble comida!

—¿De que hablas?—reprocha Roy confundido—. Yo hablo de la cita de Hal y Barry.

—¿Cita?—pregunta confundido—. ¿Qué cita?

—Escuché que hoy mi tío Hal estaba hablando con Dinah y le preguntó algo acerca de qué ropa debería utilizar para salir el siguiente sábado con tu tío.

—¿Van a salir otra vez?—cuestionó confundido—. Pero ya habían salido con nosotros.

—Creo que quieren estar solos—agrega Richard uniéndose a la conversación—. Selina y Bruce tienen al menos una cita una vez al mes solos, sin Alfred o ninguno de nosotros.

Wally se queda en silencio pensativo.

Claro que recordaba que su tía había salido algunas veces más con Eddie antes de comprometerse, pero es que ellos ya eran novios.
Entonces Wally entiende todo de inmediato cuando el olor a papás fritas llega hasta él.

Agradece que su amigo Dick ponga la bandeja delante de él, ya que el olor de la comida siempre lo ayuda a pensar y le da iluminación a sus ideas.

Él profesor Jordan, había invitado a su tío para pedirle matrimonio.

¡Eso era!

Por eso su tío Barry estaba tan nervioso y se ponía rojo cuándo hablaban del profesor Jordan, ellos ya estaban saliendo juntos sin que nadie supiera.
Es probable que por eso hayan estado sólos hablando en el estacionamiento.

Probablemente incluso se besaron.

Wally hace una mueca al pensar en eso.

Pero si se besaron y ya eran novios, el siguiente paso era que se comprometieran para después casarse.

Todo era tan claro ahora
Por eso su tío Barry y su profesor habían estado hablando por teléfono casi todos los días, Wally había descubierto a su tío Barry una vez.

—Le va a pedir matrimonio—concluye él pelirrojo con seguridad.

Dick y Roy comparten una mirada en silencio confusa.

—No creo que ellos se vayan a casar pronto, Wally—replica él mayor de ellos, pero West niega seguro.

—Roy, ellos han estado hablando mucho y él día del evento, ellos se fueron solos a hablar y regresaron sonriendo y sonrojados… ¡Ellos ya son novios!

—¿Tú crees eso?—cuestiona titubeante Donna—. Quizá estás malinterpretando su amistad.

—No, no—replicó de inmediato—. Yo ví al tío Barry hablando con eso con mi tía Iris e incluso escuché una vez una llamada rápida que tuvieron… ¡Ellos son novios!

—Quizá eso explicaría por qué el tío Hal ha estado tan feliz y Ollie tan malhumorado y replicando que Hal podría encontrar a otro rubio.

—¡Exacto!—grita Wally llamando la atención—. Le va a pedir matrimonio este fin de semana.

—No puede ser—replicó Dick cubriendo su boca—. B tendrá que comenzar a ayudarlo con los pagos, ya que estoy seguro de que tú tío le va a pedir ser su padrino.

—Yo creo que Ollie será el padrino de Hal.

—Bien eso no importa—interrumpe Wally—. Debemos de estar ahí.

—¿Cuándo le pida matrimonio?—él niño pelirrojo afirma con fuerza—... ¿Y cómo lo vamos a hacer? No creo que tú tío o el tío de Roy quieran llevarnos.

—Honestamente—agrega la única chica jugando con su comida—, también dudó que alguno de los adultos quisiera llevarnos hasta allá sin saber por qué.

—Yo conozco a alguien que podría llevarnos sin explicaciones y estaría feliz—susurra Richard con una sonrisa rara que a todos los de la mesa les produce escalofríos.

A veces Dick podía aprender algunos malos hábitos de su padre.

—Solo consigan la hora y el sitio y yo me encargo de convencerlo.

—Bien, creo que puedo hacerlo—murmuran Wally y Roy a la par.

Way asienta satisfecho antes de llevarse un papa frita a los labios.

Definitivamente sabía que tenía que hacer y lo haría lo mejor posible.

Wally debía ver con sus propios ojos el fruto de su resultado.

Notes:

Creo que me encanta escribir desde la perspectiva de los niños y en general me encanta escribir de cualquier perspectiva que no sea la de Hal y Barry.

De hecho estoy preparando un fanfic algo similar a este, pero los papás de Hal y Barry están vivos y ellos narran gran parte de la historia.
Pero todavía no es nada completamente concreto, cuándo lo tenga aviso.

Chapter 14: La propuesta de matrimonio

Summary:

Wally y los demás niños siguen a Hal y Barry ha su cita, evidentemente eso no termina muy bien para nadie.

Notes:

Bien lo prometido es deuda, me tardé un poco, pero traje otro capitulo justo cuando la semana HalBarry está en marcha (apenas es el primer día, pero ya estoy demasiado emocionada).

En teoría el siguiente capítulo es el final de este fic y tendríamos uno más como un pequeño extra, aunque aún no puedo dar fechas por qué no tengo nada escrito.

Espero que lo disfruten mucho.

Chapter Text

Para Wally realmente no había sido difícil conseguir la información de la hora y el lugar de la cita. Sólo había tenido que fingir durar más en la ducha o estar más tiempo dormido mientras escuchaba a su tímido tío sonreír y sonrojarse antes de darle la información a su maestro.

Roy corroboró que la información fuera correcta y entonces se la dieron a Dick para que pudiera hacer… Lo que fuera que fuera hacer.

Cuando el día llegó todos los niños se reunieron en el pequeño, pero cómodo departamento de Clark, ahí fue cuando Richard reveló su parte del plan.

Quién los llevaría a ver la propuesta de matrimonio sería Clark.

A decir verdad ninguno de los niños estaba bastante impresionado con la revelación, pero si estaban satisfechos con el resultado.
Clark era tranquilo como Barry, pero igual de inteligente que Bruce; aún así era probablemente uno de los pocos amigos de sus padres que a pesar de tener novia, no vivía con ella y nunca rechazaba cuidar de los hijos de sus amigos a los que quería y protegía como si fueran propios.

Los adultos no sospecharían la verdad detrás de su plan y Clark tampoco haría muchas preguntas y si las hacía, podían contarle lo que ocurrían sintiéndose plenamente confiados en que el hombre musculo jamás los delataría.

Ciertamente Dick había tomado una gran decisión cuando eligió a Clark como su nuevo compañero de aventuras.

Bueno… Quizá no todo era tan bueno en Clark.
Su carro era muy pequeño y los tres niños estaban uno sobre el otro la mitad del tiempo.

Y para la mala suerte de Roy, Dick y Wally, Donna había ganado su juego de piedra, papel y tijera con el que decidirán quién se sentaría delante junto a Clark.

—Le hubieras pedido a Bruce que le prestará su auto a Clark—replicó Roy cruzándose de brazos mientras se queja de los movimientos de Wally.

—Sí se lo pedía él hubiera sospechado de inmediato—responde rondando los ojos—. Tú debiste pedirle su camioneta a Ollie, él no hace tantas preguntas como Bruce.

—Pero definitivamente hubiera hecho preguntas al ver qué llevábamos una camioneta para una supuesta noche de amigos en la casa de Clark—replica molesto.

—No discutan—interviene Wally de inmediato—. Hacen mucho ruido y Clark se va a dar cuenta.

—¿De qué se va a dar cuenta?

La voz de los tres niños se detiene de inmediato y se miran entre ellos antes de voltear a ver hacía el retrovisor.
La mirada curiosa de Clark los observa desde ahí.

Donna voltea a verlos también y luce notablemente molesta.

Los tres niños se encoje.

—Comienzo a creer que ustedes tres están planeando algo más.

—No tío Clark—repone Dick tratando de lucir igual de dulce que siempre aunque inevitablemente luce inquieto—... Sólo hablábamos de que te iba sa dar cuenta de que estábamos discutiendo porque… mmm… Bueno…

—El carro es muy pequeño y Wally y Dick se mueven mucho—acusa de inmediato Roy lo que definitivamente hace molestar a los otros niños hasta que se dan cuenta de que Clark suspira e ignora sus sospechas iniciales.

Roy mira a sus dos amigos y les guiña un ojo en señal de confianza.

Dick, Wally y Donna entienden todo y no dicen nada hasta que llegan al primer sitio dónde Barry llevaría a Hal, que era el centro comercial más importante de Ciudad Central.

Los niños bajan del auto ansioso y casi empujandose entre ellos.

Wally busca de inmediato el carro se su tío y cuando lo ve a lo lejos salta de emoción, sobre todo cuándo nota que Barry y Hal no van tan lejos de ellos.

No será difícil seguirlos.

Cuándo Clark sale del carro los niños lo toman de sus ropas y lo arrastran hacía la plaza.
Él hombre réplica, más no opone resistencia física para que los niños lo arrastre hacía dónde sea que deben ir.

Wally y Roy observan a lo lejos a Barry y a Hal entrar a una librería, una de las más importantes de la ciudad.
Ambos niños hacen una mueca mientras se miran.

—¿Tú tío acaba de llevar a mi tío a una biblioteca?

—Es una librería—corrige, pero Roy rueda los ojos y hace un ademán con la mano—. Pero… sí, creo que sí.

—Eso es tan nerd—replica y Wally sólo se encoge de hombros.

Le encantaría poder decir que no lo es, pero realmente no tiene sentido pelear una batalla que no es la suya y que sabe perfectamente que va a perder.

—Entremos a la juguetería—sentencia Roy con seguridad—. Desde ahí podemos verlos y cuándo se vayan de ahí y los seguimos.

—Bien.

Clark luce confundido cuándo los niños lo llevan en dirección contraria y lo obligan a ir a la juguetería.
Mientras Dick, Donna y Roy llevan a Clark por los pasillos y lo convencen para comprar todos un peluche, Wally no se despeja de la ventana.
Mira con atención como el brazo de su profesor está sobre el de su tío Barry.

Observa las miradas que comparten y las sonrisas tontas que tiene mientras Barry le extiende un libro a Hal.

Wally sonríe cuándo ve cómo su tío habla y habla señalando el libro mientras que la sonrisa boba de su profesor crece y afirma ante cualquier cosa que dice.

Definitivamente su tío y su maestro estaban saliendo a sus espaldas y aunque Wally estaba notablemente molesto porque su tío no se lo ha dicho, no puede evitar sentirse feliz de que el tío Barry ahora parece más feliz que nunca.

Ya no tiene esas ojeras enormes y esa expresión abatida, sino que ahora sus ojos brillan con ilusión y su sonrisa es más grande que nunca.

Sólo pasan un par de minutos cuándo Wally se alerta y avisa a sus amigos con una mirada que entienden la señal y después de pagar caminan en dirección a la que van los adultos.

Entran a un par de tiendas de ropa y otros sitios aburridos, donde los siguen de cerca con el pretexto de encontrarle a Clark una bufanda ideal y quizá una corbata más linda que la tiene puesta ahora.
Cuándo la tarde comienza a caer y el hambre los golpea, no dudan ir a comer en pequeño puesto de hamburguesa que queda algo retirado del lugar dónde Hal y Barry comen.

Los niños hablan entre ellos y con Clark que se encarga de preguntarles por su escuela, proyectos y por sus padres.
Pero Wally y Roy no están activamente metidos en la conversación, ya que todo su interés se encuentra en ver cómo Hal extiende su mano para limpiar la mejilla de Barry.

—¿Viste eso?—susurra Wally viendo a Roy quien también tiene la boca abierta y una expresión de asco.

—Fue tan repugnante—replica—. Pero supongo que funciona, porque tu tío está rojo.

—¿Ya me crees que ellos dos están saliendo?

Los ojos verdes de Roy lo miran y no duda en afirmar sin dudar.

La comida transcurre con tranquilidad hasta que Hal y Barry vuelven a levantarse y entonces Roy mira al resto para señal que los adultos de nuevo se habían movido de ahí.
Todos afirman y terminan de comer lo más rápido que pueden, persiguen a la pareja hasta el estacionamiento dónde antes de subir al auto Clark suspira llamando la atención de todos.

—¿Están siguiendo a Hal y a Barry, verdad?

Los cuatro pares de ojos se abren con sorpresa y comienzan tartamudear y mirarse entre ellos.

Él hombre suspira con pesadez y se lleva una mano hacía su cabello antes de sacudirlo.

—Niños, no está bien espiar la intimidad de la gente—réplica—. Me alegra mucho poder salir con ustedes y tener algunos momentos juntos, pero no estoy dispuesto a seguir en esto sí es para espiar la intimidad de dos amigos.

—¿Conoces a Hal?

Clark afirma con una sonrisa.

—Ollie lo ha llevado algunas barbacoas—explica—. Pero eso no viene al caso ahora, está mal lo que han estado haciendo y creo que tanto Hal y Barry, como yo, merecemos una disculpa por su actitud.

—Tienes razón, tío Clark—admite Donna luciendo derrotada—. Estuvo mal seguirlos, pero nosotros queríamos ver cuándo el tío de Roy le pidiera matrimonio al tío de Wally.

—¡Sí, tío Clark!—admite Richard suspirando—. No era nuestra intención ser malos.

—Espera, espera… ¿A qué se refieren con que Hal se le va a proponer a Barry?

—Bueno, Hal habló con Ollie acerca de hoy proponerle tomar esto en serio a Barry—agrega Roy—. Yo lo escuché, le dijo que quería ir por algo formal.

Los ojos oscuros de Clark se abren con incredulidad y sorpresa.
Mirando a su alrededor para asegurarse de que los implicados no estuvieran cerca, se agachada hasta quedar a la altura de sus sobrinos.

—Ellos… ¿Ellos están saliendo?

Los cuatro niños afirman a la par.

—¿Qué tan seguros están de eso?

—Roy y yo los hemos escuchado—replica él niño pelirrojo más pequeño—. Incluso ellos se han ido solos a sitios alejados y regresan sonrojados.

Los ojos de Clark de abren con más sorpresa.

—Bien, eso quizá fue demasiada información—murmura con sus mejillas pitandose tenuemente de rosado.

—Pero tú lo pediste, tío Clark.

—Sí, pero no quería ese tipo de información, sino más bien… Bueno, da igual eso, ¿Están seguros de que hoy Hal le va a proponer matrimonio a Barry?

Los cuatro niños afirman.

—Yo les pedí ayuda porqué quería estar ahí cuándo él tío Hal le pidiera matrimonio a mi tío Barry, y entonces todos nos convirtieremos en una gran familia.

—¿Matrimonio?

Wally se congela de inmediato cuando la voz de su tío rubio llega hasta él.
La expresión en el rostro de Clark y las miradas de los otros niños le dejan a Wally saber perfectamente que estaba ocurriendo.

¿En serio había tenido tan mala suerte cómo para tener que encontrarse con su tío y que escuchará la peor parte de discurso?

¿Por qué no pudo llegar cuando lo hubiera terminado o antes de iniciar?

—Wallace West—lo llama con una voz firme, pero tranquila.

Él pelirrojo se encoje en su sitio antes de dar la vuelta y mirar a su tío directo a los ojos.
Su cuerpo tiemblan cuando ve los labios fruncidos y la ceja enmarcada de su tío.

—¿Me puedes explicar a qué te refieres con boda?

—A tú boda con él profesor Jordan—murmura aterrado por el castigo que podría recibir por sus palabras, pero entonces Barry parece balbucear confundido.

—¿Boda?

—¡Ya lo sabemos, Barry!—agrega Roy respaldando al más joven de los niños—. ¡Hal te va a pedir matrimonio hoy después de que hayan estado saliendo por varias semanas en secreto! ¡Todos nos dimos cuenta de que eran novios!

Los ojos azules de Barry se abren con sorpresa y vergüenza mientras mira a Clark que se encoge de hombros declarando con ese simple gesto que no sabe nada más al respecto.

—No sabía de esto hasta que me di cuenta que te estábamos siguiendo, lo siento.

—¿Saliendo?—cuestiona aún más confundido mirando a su sobrino que ahora tiene el entrecejo fruncido—. Nosotros no estamos saliendo… Sólo somos amigos.

—Pero, el día de él evento ustedes dos se fueron juntos y cuándo regresaste estabas igual de sonrojado y sonriente que el profesor Jordan.

Barry gime mientras el color rosado vuelva a manchar sus mejillas.

—Eso no fue nada—explica—... Además, aún si lo hubiera sido, sigue estando mal que hayan utilizado la buena voluntad de su tío Clark para seguirnos a nuestras espaldas.

—Entonces… ¿A qué se refería Hal?—cuestiona Donna mirando a Roy que simplemente se encoge de hombros y se gira para mirar al rubio.

—¿Entonces mi tío Hal no sale contigo?

Barry suspira y se lleva una mano al puente de la nariz antes de negar.

—Lo mejor… Lo mejor será que me lleve a Wally de aquí y que eventualmente los demás también regresan a casa con sus padres… Todos necesitamos hablar de este tema seriamente.

Wally hace una mueca y suspira con resignación.

No podía creer que su tío Barry le hubiera fallado de esa forma, y no se refería al castigo, no… El castigo le daba igual, Wally siempre supo en lo que se metía cuándo comenzó a seguir a su tío Barry.

Lo decepcionaba saber todo ese regaño sería sin sentido alguno.

No había futuro tío Hal y mucho menos había boda.

Wally podría describir está misión como un rotundo fracaso.

Chapter 15: La cita

Summary:

Barry ha estado escondiéndose lo mejor que puede del profesor de Wally después de su fatídica salida; sin embargo, parece que no puede esconderse toda la vida de Hal.

Notes:

Oficialmente este es el final de la historia (falta el epílogo que lo subiré en un día más).

Simplemente quiero agradecer las personas que dejaron bonitos comentarios en esta historia, votaron y la siguieron en todo momento.
Gracias a ustedes tuve el suficiente ánimo para seguir actualizando de forma regular.

Gracias por su apoyo y espero poder vernos en algún otro proyecto más que tengo planeado para esta hermosa pareja.

Chapter Text

No puede creer todo lo que ha pasado en las últimas semanas.

Barry sabe que es obvio con sus sentimientos, jamás ha sido especialmente bueno mintiendo o ocultando cosas a las personas, pero ciertamente creé que es exagerado decir que su pequeño sobrino hubiera descubierto de su enamoramiento por su profesor de matemáticas y lo hubiera malinterpretado.

Iris y Eddie claramente tuvieron una conversación seria con Wally, al igual que Barry; sin embargo después de aquella charla la pareja se burló de él hasta quedarse sin aliento.

Lo mismo sucedió con Patty y el resto de sus amigos. Incluso el propio Bruce sonrió cuándo escuchó su relato complementado por el de Clark.

Después de todo ese caos, Barry no volvió a escribirle a Hal.
No podía volver al hombre sabiendo que probablemente Roy y los Queen también habían hablado con él sobre el tema.

¿Cómo podría volver a mirar al hombre y escucharlo reír de aquello despreocupado para después dejarle en claro que jamás lo había mirado como los niños creían?

Eso era demasiado para su pobre corazón y no creía poder soportar una decepción así de incómoda.
Así que simplemente se había saturado de trabajo hasta el punto que fuera imposible localizarlo, como hoy.

Saliendo a altas horas de la noche, con dolor de espalda y con el estómago rugiendo, implorandole comida.

La noche oscura y sus pasos cansados que resuenan por los charcos de la lluvia de la tarde.

Sin embargo, como una especie de broma de mal gusto, logra verlo a él.

Un hombre de cabello castaño y mirada soñadora, recargado tranquilamente sobre un viejo auto verde.
Sus miradas se cruzan, marrón con azul.

Extraordinario con común y Barry creé que puede morir ahí.

La sonrisa brillante del maestro se expande cuándo logra reaccionar de su encuentro y se acerca hasta él.

—Bonita noche, me alegra haberte podido encontrar—comenta—, tu agenda parece estar un poco apretada los últimos días.

—Hay mucho trabajo en la estación.

—Puedo imaginarlo—susurra casi como si lo dijera para sí mismo—. Me preguntaba sí podría robarte un poco e invitarte a cenar, sólo tú y yo… y claro, quizá un grupo de familias ruidosas y hambrientas.

La risa sin aliento no puede evitar escapar de los labios agrietados del hombre que lo mira con una mirada sugestiva.
La saliva se vuelve espesa en su boca y de la nada parece haber olvidado como respirar.

—Eso suena bien.

—Bueno, entonces… Tú carroza te espera.

Barry sonríe vacilante, pero acepta la ayuda de Hal para entrar en su viejo auto.
Tan sólo segundos después tiene la calidez del cuerpo de Hal haciéndole compañía.

El camino es tranquilo y una conversación sin profundidad real lo sumerge en un ambiente tranquilo.

Hal conduce hasta un pequeño local de hamburguesas.
Ambos se forman en la fila, dan sus ordenas y pagan antes de sentarse en alguna esquina mal iluminada.

—Se come bien aquí—murmura Hal tratando de sacar una conversación entre ellos—. O al menos a mi sobrina le gusta.

—¿La hija de Oliver y Dinah?

—No, creo que ella no conoce este sitio—murmura sonriéndole—. Me refiero a la hija de uno de mis hermanos.

—Oh—susurra jugando con sus servilletas, comenzando a hacer algunos dobleces en las esquinas—¿Helen era su nombre, no?

—Ella misma—afirma mirando las manos pálidas doblar cada esquina y jugar entre sí con curiosidad.
Calla un par de minutos antes de atreverse a preguntar—. ¿Estás haciendo papiroflexia?

Barry levanta la mirada y suspira antes de sonreírle y afirmar tímido.

—¿Es un… pato?

—Cisne—corrige a lo que Hal afirma—. Cuándo Wally era muy pequeño le interesó aprender papiroflexia, así que compré libros para poder aprender juntos… Resultó que la papiroflexia no era lo suyo, pero sí lo mío, me quedé con el hábito y a veces hago figuras con servilletas, tickets y volantes.

—Asi que eres bueno con las manos.

Barry se sonroja cuándo mira a Hal quién le guiña un ojo descarado y coqueto, rozando sus manos “accidentalmente” hasta tomar el pequeño cisne de papel.

—Te quedó bastante bien—susurra presionandoas altas y el pico del animal de papel—. Esta muy firme, sin duda sabes lo que haces… A Wally deben gustarle mucho tus animales de papel.

—Tenemos una granja de papel de mi departamento—los ojos de Hal se abren y Barry presiona los labios sintiéndose avergonzado por lucir tan orgulloso de aquello.

—Me encantaría verlo—comenta Hal con una sonrisa—. Siempre quise aprender hacer figuras con papel, pero sólo se hacer aviones.

—Esa es tu especialidad.

—Los aviones siempre serán mi especialidad—repone con una sonrisa engreída, Barry resopla divertido—. Mis aviones de papel son igual de genial que tus animales, quizá… Podríamos mandar a alguno de tus animales en uno de mis aviones.

—¿A dónde te gustaría mandarlos a volar?

Hal ríe y se encoje de hombros.

—Quiza… A la luna.

—Para ir a la luna necesitas un cohete.

—No con mis aviones—repone apoyándose de la mesa para acercarse más a Barry con una amplia sonrisa, como si hablaran de aviones de verdad—. Ellos pueden llevarte a cualquier lugar que quieras.

—¿En serio?

Hal afirma seguro antes de recibir su hamburguesa con una sonrisa desvergonzada.

—Aunque jamás han podido llevarme al único destino que quiero llegar—susurra mirándolo con intensidad antes de dar una mordida a su hamburguesa.

Barry frunce el entrecejo, sintiendo que hay una especie de mensaje oculto en ese gesto.

—¿A qué lugar no han podido llevarte?

—Se lo diré después, detective.

Barry resopla antes el absurdo apodo y da una mordida a su hamburguesa, dejando que poco a poco la comida llene el vacío de su estómago y la compañía de Hal llene su vacío corazón.

***

—Entonces llegamos.

Barry abre los ojos sorprendido y mira hacías su alrededor, afirma con tristeza cuándo ve la entrada del edificio de su apartamento.

—Sano y salvo, tal y cómo prometí.

Barry sonríe incómodo y lo mira.

—Gracias por tomarte el tiempo para traerme.

—Gracias por aceptar una cita con este humilde mortal—murmura con burla a lo que Barry resolpa y rueda los ojos—. Espero que en otra ocasión puedas maravillarme con tu solicita compañía.

—Bien, creo que definitivamente acabas de malobrar toda la cena.

Hal ríe tontamente, tan libre y despreocupado que Barry lo admira desde su incómodo asiento con una envidia.
Le encantaría poder escuchar a esa risa todos los días que se despertara y se fuera a dormir.

—Bueno, ya me voy.

La mano pálida de Barry toma con fuerza el seguro de la puerta y justo cuándo está a punto de jalar la palanca del auto para salir, la mano de Hal lo toma.

—Tú… Tú cisne lo acabas de dejar.

Barry voltea para dedicarle una mirada decepcionada.
Y ve el pequeño pedazo de papel que los une siendo apresado por los dedos callosos de Hal.

—Oh, es verdad—susurró sintiéndose inevitablemente desilusionado—. Puedes quedarte con él… Considerarlo un regalo.

Hal afirma y Barry baja del auto con su maletín apretándose contra su corazón, sintiéndose débil y pequeño.
Por un momento creyó que Hal intentaría algo más con él, que lo había detenido para confesarle que él también sentía algo más que una amistad.

Sin embargo Barry entiende el mensaje.

Él profesor Jordan parecía sentir también aprecio por él, pero el amor romántico no era recíproco en lo absoluto y Barry debía aprender a aceptar esa realidad por más dolorosa que fuera.

Parecía que la vida había dictado que su destino era permanecer solo hasta su último día.

Sus pasos continúan resonando en medio de la fría noche hasta que a lo lejos, Hal lo llama, maldiciendo y caminando a prisa.

Hal se detiene frente a él con el pecho subiendo y bajando, el movimiento no es violento ni mucho menos, de hecho, apenas es perceptible; Barry creé que se debe a la condición física del hombre.

—¿Olvidé algo más?

—No—replica—. Fui yo quién olvidó algo.

Barry levanta una ceja y lo mira con cautela, mirando de reojo su maletín y a su alrededor, esperando la respuesta.

—Yo quería… Invitarte a salir.

—Pero, acabamos de salir—replica arqueando su ceja confundido.

Hal maldice ante la respuesta.
Suspira, se lleva una mano a su cabello y mira a su alrededor mientras parece saborear las palabras que aún no salen de su boca.

—…No de esta forma—réplica—. No digo que está forma sea mala, la disfrute mucho, pero… Creo que quiero algo más.

—¿Algo más?

—Una cita—explica pasando saliva.

El aire abandona los pulmones de Barry, mira fijamente a Hal en busca de algún detalle que revele que miente o que está tomando el pelo.
Pero Hal no miente.

—¿Hablas en serio?

—Si tú estás dispuesto a aceptar, sí… Sino puedo fingir demencia e imaginar que nunca me humille y nunca me rechazaron.

Barry sonríe con burla y Hal imita el gesto demostrando confianza.

—Bueno, no creo que necesites fingir demencia.

—¿Eso es un sí?—replica ensanchando su sonrisa, actuando cómo un niño pequeño que acaba de recibir un juguete costoso, el que todos sus amigos desean.

—Sí.

Hal grita lleno de euforia, Barry lo mira preocupado por un momento mientras el hombre parece incapaz de contener su felicidad para ser un hombre adulto de casi cuarenta años, pero Barry lo deja actuar de aquella forma tan ruidosa e infantil que llena de alegría la calle y sin duda le otorga unas malas miradas.

—Prometo planear la mejor cita, incluso tengo unos lugares en mente.

—Pensé que no conocías ningún lugar.

La mirada de Hal parece titubear, pero su sonrisa se mantiene.

—Bueno… Quizá pueda haber exagerado un poco.

Barry entrecierra los ojos con fingida molestia, pero no puede evitar seguir sonriendo tan descarado y cínico como Hal.

Se siente tan emocionado con lo que puede ser el inicio de una historia prometedora.
Así que deja hablar a Hal hasta que esté parezca cansarse, lo cuál para fortuna de Barry, eso no parece suceder pronto.

Chapter 16: Epílogo

Summary:

Wally ve cómo los resultados que un acto tan simple e infantil consiguieron un giro tan importante y positivo en la vida.

Notes:

Ahora sí, este fue el final.

No sé porque AO3 lo marca como el capítulo 15, pero eso lo solucionare después.

Muchas gracias por leer todo esto desde principio a fin, por su tiempo y sus lindos comentarios.
Es un poco triste terminar una historia a la que le tuve tanto cariño, pero también me me hace feliz poder regalarles por fin un final cerrado a esta historia que significa mucho para mí.

Espero poder vernos en algún futuro proyecto.

Nos leemos luego.

Chapter Text

Wally suspiró con satisfacción mientras llevaba una rebanada de pastel a sus labios y dejaba el betún con asencia de limón sacudiera su paladar.

El pastel era ideal justo como cada uno de los otros platillos de la noche.
La carne estuvo en su punto, la sopa estaba bien condimentada y cada uno de los acompañantes fue excelente por decirlo menos, y por la cara de satisfacción de todos los invitados y sobre todo de su tía podía ver con claridad que no sólo el tenía la misma opinión.

Sin embargo aquello no le sorprende, al final del día.
Tomando en cuenta quiénes se estaban casando, la comida era un punto fundamental que lógicamente no podían pasar tan a la ligera.

—Y al final tenías razón—la voz de Roy resonó a su lado, apoyando una mano en su hombro cómo gesto amistoso.

Wally alzó su mirada y miró el traje de color tinto de su amigo, un traje de gamuza bastante elegante, pero simple que en cierta forma hacía juego con los trajes que usaban Dinah y Oliver.

—Es verdad—intervienee Donna desde la otra esquina de la mesa junto con Richard que afirma—. Extrañamente tu sexto sentido de Cupido no falló cuándo dijiste que el profesor Jordan era el ideal para tu tío.

—Ni siquiera yo creía que algún día los veríamos casarse… No después de lo que pasó en el centro comercial con el tío Clark.

Wally sonrió incómodo como el resto de los chicos cuándo recordaron aquella extraña e infantil situación.
Ahora Wally lograba darse cuenta de que definitivamente estuvo exagerando un poco con sus deducciones, pero realmente estaba emocionado ante la idea de que su tío Barry tuviera el final feliz que tanto merecía.

Al menos ahora cuándo levanta la vista y ve a su tío Barry mirar brillante a su antiguo profesor de matemáticas y actual profesor de física.

La sonrisa de su profesor es igual de brillante y amorosa que la de su tío.
Apoyándose amorosamente contra él.

Habían pasado años para que esté momento se hubiera dado a la perfección.

Sus ahora tíos habían tenido sus altas y bajas en su relación.
Habían tenido que vencer tantos miedos y habían vivdo aventuras que Wally conocía mejor que madie.

Pero ahora, después de ver el resultado frente a sus ojos sabía que todo había válido la pena.
Incluso el regaño que Wally recibió por su tía Iris cuándo confesó que había hecho todo lo humanamente posible para que su tío Barry y su maestro se enamorarán.

Verlos ahora juntos con algún par de canas y arrugas en sus rostros, pero con una felicidad que jamás habían tenido era un deleite de apreciar.

Wally vuelve a tomar su cuchara y corta otro pedazo de rebanada mientras disfruta del espectáculo.
Se deja envolver por la oscuridad de la noche, los olores de las flores y la comida.
Se deja envolver por la calidez que desprende la pareja principal que baila alegremente en medio de la pista ante la atenta y amorosa mirada de los invitados.

Sonríe sientendose satisfecho con la decisión que tomó hace años, cuándo en secreto le consiguió una cita a su tío Barry.