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El mundo de Schrödinger

Summary:

Su misión es traer de vuelta al mundo antiguo, así le tome décadas lograrlo. Senkuu no se permite distracciones de ningún tipo, mucho menos de mujeres.

Por desgracia, el mundo de lo físico le tiene otros planes preparados.

¿Qué pasa cuando Senkuu dice amar solo a la ciencia pero entonces aparece la "chica de ciencia"?

 

También publicado en Wattpad

Chapter 1: Pies descalzos

Chapter Text

La luz era más cegadora de lo que habrías querido.

 

Es medio día

 

La sensación de frío invadió tu cuerpo hasta los huesos, tu cuerpo al desnudo estaba expuesto al mundo. Tus rodillas habían impactado contra el suelo, en tierra y pequeñas piedritas en un camino sin refinar.

 

Yo estaba a la orilla del mar de Japón.

 

Te concentraste, recordando más allá de la inconciencia de los últimos años.

 

Los primeros tres mil ciento cincuenta y cinco millones setecientos sesenta mil segundos fueron a penas los primeros cien años, me mantuve despierta cuarenta y siete mil trescientos treinta millones cuatrocientos mil segundos, al rededor de mil quinientos años, a penas recuerdo haber estado consciente después de eso, recuperé la cuenta probablemente al año dos mil setecientos ochenta y nueve luego de petrificarme, para este punto exacto pasaron otros novecientos doce años

 

 

 ¡La Santa! ¡Vino a salvarnos de los forasteros! ¡La Santa ha despertado!

 

Un montón de vítores sin sentido hasta que escuchaste " ¡Suika despertó a la Santa!"  sigue la mirada de la gente, una niña temblaba por la atención de todos

 

Tiene lentes... en una arena

 

Algo cubrió tus hombros de repente, una mujer rubia apareció detrás de ti y pidió que la gente se calmara, pues al parecer sus ancestros les han enviado un obsequio después de tantos años. Por otro lado te aferraste a su cuerpo bajo la imagen de esa chica, tan hermosa y parecida a tu querida hermana. Ruri que sintió tus manos rodeando la suya, volteo a verte desde arriba y sonriendo habló

 

- ¿Eres tú? ¿No es cierto? ____ Weinberg -El alma se te cayó hasta lo más bajo de ultratumba, tu mente, tan rápida como cualquier computadora del siglo XXI, empezó a maquinar a una escala inimaginable cientos de respuestas que explicaran lo que estaba sucediendo. Y ninguna de ellas te gusto.

 

La verdad fue incluso más dolorosa todavía.

 



 

Tu mente estaba por estallar, llevabas 5 días encerrada con aquella mujer Ruri, quien relataba cada una con gran fervor. Sin duda era descendiente de tu hermana.  Pensabas. La tristeza aun te atrapaba con la guardia baja, sin poder creer que nunca mas pudiste ver a tu única y querida hermana Lilian. 

Tampoco habías tenido tiempo de hablar con la niña que había sido la causante de tu des petrificación, pero por ahí escuchaste a alguien hablar de un forastero que usaba una magia extraña llamada ciencia , sin duda alguien de tu mismo siglo. No podía ser nadie de tu equipo de exploración, eras la única científica de ese grupo, también descartaste a tu profesor o compañeros de laboratorio, todos ellos estaban al otro lado del mundo antes de que el extraño rayo los volviera estatuas. Así que por su puesto se debía a algún japonés que resurgió por su cuenta en este mundo de piedra.

 

Suspiraste mientras te ponías en pie, aún faltaban treinta historias más pero tu cerebro te pedía piedad. Miraste a la aldea y sonreíste con malicia. La Santa. Así es como te habían llamado, admiración y respeto tenias ya de esa gente. Nada más perfecto. Aun así no tenias interés por ir a investigar a aquel forastero del que tanto oías hablar.

 

-Bien, voy a necesitar papel -La gente te miraba y saludaba. Agitaste la mano divertida, ahora todos ellos se volverían tus esclavos.

 

Tu risita solo apuro a Ruri, sin duda eras tan problemática como decían sus historias.

 

 

Tres días mas tarde la sacerdotisa Ruri solo podía ver a todos los aldeanos trabajando con extraños instrumentos de madera que ____ había mandado a hacer, todo con el fin de crear el tan famoso papel que habías mencionado. Casi parecías estar haciendo lo mismo que Chrome con el forastero fuera de la aldea.

 

-¿Solo un artesano que tengo que estar compartiendo con un extraño? Dios, debería mandar a encerrarlo -Se mantuvo dos segundos en silencio antes de voltear a verla- ¿Puedo mandar a encerrarlo?

 

-Creo que eso haría enojar a Chrome y Kohaku -Respondió tímida, aun sin creer la clase de persona a la que su pueblo tanto alaba. Eras agradable, lo admitía, habías comenzado a hablar sobre expansión, mejoras en los hogares y algo sobre una especie de invernadero donde cultivar cosas esenciales. Notaba tu interés por la gente, pero los métodos eran algo difíciles de entender.

 

-¡Ruri! -El muchacho iba corriendo muy alegre. Sudado de pies a cabeza. Hiciste una mueca de asco y te concentraste en la producción de papel, pegamento y la destrucción de las conchas de mar. -¿Que rayos pasó aquí? Solo estuvimos fuera cuatro días -No podía creer lo similar que se veía por dentro la aldea como afuera con Senku

 

-Oh -Ella parecía mas tímida con el chico cerca. lo captaste de inmediato y sonreíste planeando el siguiente movimiento- La sacerdotisa nos pidió ayuda para fabricar algunas cosas, y debido a que Kaseki esta ocupado con ustedes, ella solicito a todas las personas posibles del pueblo

 

-¡Cromo!  - Kohaku, la mujer más fuerte de todos los tiempos,  según tus observaciones, también se acercaba a gran velocidad- Viniste corriendo para ver a Ruri y te llevaste las cosas del laboratorio, Senku dice que no puedes ir corriendo con eso o se te caerá y mataras a alguien. Tu amor por Ruri nos costara caro si eso pasa

 

Ambos se avergonzaron. Un cliché romántico que te dio risa, eran la clase de cosas que amaba tu hermana. Él intento excusarse de la manera más torpe posible, asegurando que su única intención era la de supervisar la misteriosa maldición de Ruri. Pulmonía bacteriana . La diagnosticaste luego de unas horas con ella. 

 

-¡Mira esto Ruri! El ácido sulfúrico es malote, esto nos ayudará a encontrar la medicina para tu enfermedad -Apenas escuchaste aquello giraste tu cuerpo totalmente y le arrebataste el frasco que estaba mostrando

 

Antes de que alguno pudiera decir algo levantaste tu mano para que guardarán silencio. Tu sonrisa era de verdadera emoción y placer por ver a uno de tus viejos amigos. Químicos mortales . Como los extrañabas, las horas en el laboratorio rodeado de bombas de tiempo que podían estallar, quemarte, o derretirte la piel misma. No había nada mejor en el mundo.

 

No esperaste a que hablaran, simplemente decide que ese frasco ahora te pertenece. Tomaste una de las hojas que los aldeanos habían fabricado para ti y con una piedra de carbón tallaste un mensaje, esperando que aquel que lo recibiera entendiera el inglés. Al terminar de escribir pasaste el papel a Chrome y sonreíste como Lilian te enseñó. 

 

Como un ángel.

 

-Chrome, tu Santa te pide que lleve este mensaje a Senku, aquel que se hace llamar científico -Tu apariencia los hipnotizo a los tres, sabias usar bien tus cartas. Tan bien que por segundos ignoraron a tus trabajadores sin sueldo detrás tuyo-  Y dile que se hablar japones pero su sistema de escritura se me hizo siempre un dolor de cabeza 

 

Hasta ahí dejaste la conversación con ellos. Si ese tal Senku estaba produciendo la medicina para Ruri entonces tu podías enfocarte en hacer otras cosas. Planear nuevos objetivos y verificar posibles estrategias en la aldea. Inicia el mundo desde cero, tu fantasía hecha realidad.

 

 -Andando sacerdotisa, aun tienes mucho de que hablarme  -Los tres se encorvaron, su actitud era algo... especial

 

-¿Todos los hechiceros son así?  -Kohaku de inmediato pensó en Senku, ambos eran iguales de confiados y poco amables a la hora de usar la ciencia.