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Formando un Hogar

Summary:

Había pasado mucho tiempo desde la última vez. DEMASIADO. Pero esta noche ambos están libres de villanos y trabajo, bien despiertos y llenos de energía, y por la gracia de los dioses, cachondos. Bruce ama las ventajas de tener un novio alienígena y sacarle provecho en la cama, pero lo que no anticipaba era que esta misma biología podía activarse de maneras insospechadas.

Notes:

Clark Kent y Bruce Wayne pertenecen a DC.

Este fic fue escrito para el reto de Agosto de MPREG de Ilitiaforever.

Contiene detalles gráficos de biología alienígena inventada. NO es omegaverso.

Chapter 1: Prueba de Embarazo

Chapter Text

Clark y Bruce llevan saliendo un buen tiempo, pero a pesar de las ganas que se tienen, las veces que han llegado al coito son contadas. Sus citas consisten principalmente en atender las heridas del otro luego de una batalla, seguir pistas y formular teorías sobre villanos, hacer informes sobre la última misión comiendo sanguchitos cortesía de Alfred, y caer rendidos en los brazos del otro. Y no es que no lo intenten, pero el peso de tener una doble vida y arriesgar ambas casi a diario les va cobrando los intereses física y emocionalmente. Luego de una merecida sesión de caricias suaves y besos perezosos en la cabina de descontaminación, una vez limpios y calentitos, en el momento en que sus cuerpos entran en contacto con el colchón ortopédico de Bruce, sus almohadas viscoelásticas y sus sábanas de seda, ya no hay escape del necesario descanso que los viene persiguiendo desde hace días.

-Te amo, B.

-Mmm.

-…

-¿Mmm?

Ronquidos.

-Buena idea. Buenas noches, Clark.

Así que la sorpresa que se llevaron cuando por fin pudieron consumar su relación luego de muchas lunas, era totalmente justificada. No pueden culparlos. Nadie sabía esos detalles.

Había pasado mucho tiempo desde la última vez. DEMASIADO. Pero esta noche ambos están bien despiertos y llenos de energía, y por la gracia de los dioses, cachondos. Clark extrañaba la sensación de estar dentro de Bruce, tan caliente como si su pene se derritiera como helado sobre volcán de chocolate. Era como si sus paredes internas lo abrazaran y no lo dejaran ir, masajeándolo, exprimiéndolo, hasta quedar completamente bañado en almíbar. Tan acogedor. Tan perfecto. Era como estar en casa. Sí, aquí era donde pertenecía. Decorando cada centímetro interno de blanco y cada centímetro externo con el rastro de sus besos.

El ritmo era lento pero la fuerza de cada embestida era intencional, reclamando lo que era suyo, asegurándose de que no duda alguna sobre la devoción que sentía por Bruce, sabía lo que le gustaba y cómo, porque oh, querido y masoquista Bruce amaba cuando Clark usaba su fuerza sobrehumana para someterlo, manipularlo como si no pesara nada, pistonear su miembro a velocidad brutal, anticipar sus orgasmos escuchando el ritmo de su corazón, llevarlo al cielo y luego volverlo a elevar una y otra y otra vez. O al menos hasta que perdía la conciencia. Ventajas de tener un novio alienígena. Lo que no anticipaban era que esta misma biología podía activarse de maneras insospechadas.

-¡Oh, por dios, Clark! Ah, ah. Si sigues follándome así de bien, ngh, voy a obligarte a mudarte a la mansión. ¡Ah!

-Ah, ah, ¿Es eso una propuesta? – preguntó burlón mientras seguía embistiendo.

-¿Te sorprende? Ah, ah, Alfred ya te considera parte de la familia.

Lo que Bruce quiso decir, era ser parte de la familia que él ya tenía formada, con sus avecillas adoptivas y su estoico mayordomo y figura paterna. Lo que no imaginaba fue que Clark se imaginó una familia nueva. Formada por ellos 2 y algo más. Algo creado a partir de ellos. Algo para criar y proteger mientras lo ven crecer. Algo nutrido por ese cuerpo tan perfecto que poseía el murciélago, ese cuerpo que le daba la bienvenida y lo alojaba como si perteneciera ahí. Sí, este cuerpo es perfecto para incubar. Fue una fracción de segundo, pero Clark miró hacia el vientre de su amante, el bulto de su propio miembro asomándose entre sus definidos abdominales, y no pudo evitar imaginarse cómo se vería si ese vientre albergara a su hijo. Grande y redondo. Perfecto. Y eso fue todo lo que hizo falta. Como si fuera un switch, algo se activó dentro del kriptoniano y su conciencia se empezó a nublar. Su cuerpo tomó control de la situación tomando a Bruce debajo de las rodillas y embistiendo más rápido. En medio del placer cegador, Bruce arqueó su columna y echó la cabeza hacia atrás, evitando que se percate del cambio en su amante. Además de la boca semiabierta babeando y el ritmo errático apunto de eyacular, Clark tenía la mirada ida y con un extraño brillo rosado. Entonces lo sintió. El miembro del kriptoniano se sentía diferente. Era como si un bulto intentara pasar a través de él, desde la base hasta el glande.

-¿Clark? ¿Clark?

No hubo respuesta. Algo no estaba bien. Intentó llamar su atención, sacudirlo, golpearlo, empujarlo. En vano. Clark parecía estar dentro de un trance mientras su cuerpo seguía moviéndose por inercia. Lo que haya sido ese bulto, había terminado de recorrer el pene kriptoniano y había sido depositado dentro del cuerpo de Bruce. Un proceso nada cómodo ya que estiraba de más sus pobres y abusadas paredes. Y ahí venía otro más. Lentamente al principio y luego subía veloz hasta la punta donde se atoraba un momento antes de poder salir del todo. Tenía que hacer algo. Clark seguía sin responder, así que en lo que sentía el tercer bulto subiendo lentamente, Bruce lo abrazo con brazos y piernas y en un movimiento fluido y eficaz le dio la vuelta al hombre de acero. Esto desorientó a Clark lo suficiente como para que Bruce pueda levantarse y escapar del extraño mecanismo alienígena.

Bruce vio con espanto cómo una esfera gelatinosa y dorada salía de su interior y caía a la cama. Levantó la mirada para comprobar el estado y Clark y vio como parecía llegar al orgasmo mientras una cuarta esfera salía de su uretra. Exhausto y agitado, el hombre más fuerte del mundo empezó a recuperar la conciencia y el aliento. Sus ojos dejaron de brillar y regresaron a su azul cielo natural.

-¿B? ¿Qué pasó?

-Esperaba que tú pudieras iluminarme en este… acontecimiento -respondió Bruce examinando una de las esferas. Blanda y resbaladiza, de apenas unos 2cm de diámetro, parecía tener un núcleo interior.

-¿Qué es… esto? -preguntó Clark agarrando la otra esfera.

-¿Asumo que es la primera vez que te pasa?

-¿Yo hice esto?

-Si no lo recuerdas supongo que no es buena señal. Pero tenemos un dilema más importante con el que lidiar ahora -señaló Bruce colocando una mano sobre su vientre.

-¿B? -Clark se estaba asustando.

-Resumiendo: estas… cosas salieron de tu cuerpo -dijo mirando su pene alienígena para espanto de Clark.- mientras estábamos copulando y un par todavía siguen dentro de mí. Parece que se han alojado muy al fondo.

Luego de un momento de pánico y vergüenza ajena, Bruce intentó en vano pujar las esferas. Luego intentó introduciendo sus dedos para alcanzarlas, luego con los dedos de Clark que eran más largos. Nada. Bruce se negó a utilizar cualquier herramienta que pudiera romper el cuerpo extraño ya que no sabía qué consecuencias podría tener en su propia anatomía, mientras Clark se impacientaba cada vez más con el pasar del tiempo. Cada vez que intentaba usar su visión de rayos X le parecía que las esferas estaban cada vez más arriba en el cuerpo de su amado. Al final llegaron a la conclusión de que debían vestirse y llamar ayuda. Clark volaría a la Fortaleza de la Soledad para consultar cualquier dato sobre biología kriptoniana y Bruce llamaría a la doctora Thompkins mientras analizaba las esferas que tenían en su poder. Una hora después, las doctora Thompkins descendía al ala médica de la Baticueva justo cuando Clark regresaba.

-¿Con qué me vas a sorprender ahora? -dijo burlonamente la doctora.

-2 cuerpos extraños en la cavidad abdominal. Queremos consultar la mejor manera de extraerlos -reportó Bruce como si se tratara de las concusiones y costillas rotas de siempre.

-Eso es nuevo. Recuéstate aquí, primeros vamos a sacar unas placas para ver exactamente en qué lugar se encuentran. ¿Alguna idea de qué podrían ser? -preguntó la doctora mientras manejaba el equipo médico como cualquier procedimiento de rutina.

-Tengo un par de muestras en el microscopio. Parecen ser un tipo de huevos. Los componentes no parecen tóxicos pero todavía falta confirmar qué tipo de simbiosis pueden hacer dentro del cuerpo de un huésped.

-¿Cómo puede trabajar tan tranquilamente y sin preguntarse cómo se hizo… eso? -preguntó intrigado Clark.

-Costumbre -respondió la doctora sin pestañear.- Este chico tiende a meterse en toda clase de líos. Ya nos ha dado a Alfred y a mí varios sustos.

-¿Alguna información relevante en el banco de memoria de la Fortaleza? -preguntó Batman concentrado en el caso de los huevos.

-De hecho sí -suspiró Clark.- Al parecer no es una función típica de los habitantes de Kriptón sino una modificación de mi padre para asegurarse de que no se extinguieran los kriptonianos. Tenía miedo de que al mandarme al espacio a la deriva muy posiblemente no encontraría una… pareja compatible, así que… modificó mi adn para que pudiera… pudiera fecundar a quien yo escoja como mi esposa.

-Bruce, necesito que pases aquí para una ecografía -ordenó la doctora luego de revisar las placas.

-Entonces sí es una función reproductiva -dijo pensativo Bruce mientras le ponían gel en el abdomen.

-El huevo se deposita dentro del cuerpo igual como lo haría el semen normalmente, pero en lugar de fertilizar un óvulo que no sea compatible, este absorbe el adn del huésped por contacto y adaptándolo al de Kriptón, formando luego un embrión viable.

-Y luego la capa externa que envuelve el cigoto se implanta en el cuerpo del huésped cumpliendo la función del útero -complementó la doctora Thompkins mientras miraba la pantalla.

Ambos superhéroes la miraron atónitos.

-En algún momento desde la concepción, los huevos atravesaron las paredes del recto sin causar daño y echaron raíces uniéndose a los órganos internos y el flujo sanguíneo. Estos chicos trabajan horas extras, las raíces avanzan más mientras hablamos. Sería una cirugía muy complicada intentar removerlos. No creo poder garantizar tu seguridad, Bruce. Por otro lado, ¡Felicitaciones, van a tener mellizos!

-¡¿Cómo?! -reaccionaron ambos.

-Cada huevo tiene su propio saco gestacional. Son más grandes que un cigoto humano por lo que pueden observar fácilmente, pero es posible que sea solo para compensar la falta de un ambiente adecuado para desarrollarse. Habrá que seguir observando su evolución en estos días. Tampoco sabemos qué impacto tendrá este proceso en tu salud pero la verdad no puedo con la emoción, ¡tengo que contarle a Alfred que será abuelo! -la doctora rompió su fachada profesional y salió disparada hacia la mansión.

La pareja se quedó en silencio durante varios agonizantes minutos, hasta que finalmente Clark juntó coraje suficiente para mirar a Bruce a la cara.

-Lo siento. Esto es mi culpa.

-No lo sientas. No lo sabías. Técnicamente no debería ser posible incluso para un extraterrestre como tú.

-¿Y tú? ¿Cómo te sientes?

-Por ahora no hay ningún cambio significativo. No se siente como si mi cuerpo lo estuviera rechazando. Apenas siento una ligera presión… y calor -Bruce colocó una mano sobre su vientre.

-¿Calor?

-Sí, como cuando posas tu mano sobre mi piel. De hecho es una sensación reconfortante -Clark lo miró fijamente.

-Bruce, si esto continúa… y llega a término. Seremos padres.

-Seremos padres -repitió Bruce sonriendo.

-Seremos padres -repitió Clark para sí mismo. La realización de lo que estaba sucediendo lo golpeó como una supernova pero al mismo tiempo le hizo tener esperanza en el futuro. Un futuro juntos.

Chapter 2: Dudas / Miedos

Summary:

El embarazo se establece y es hora de contarle a la familia.

Notes:

Aparecen los Robins!

Bruce 35 años
Clark 34 años
Dick 24 años
Jason 17 años
Tim 14 años

Chapter Text

Los siguientes días fueron bastante caóticos. Bruce y Clark hacían pruebas todos los días, revisando el cuerpo de Bruce y la reacción de los huevos no fecundados. Como nadie sabía el impacto que esto podría tener en un cuerpo humano masculino que además no estaba en la flor de su juventud, se le prohibió (Clark le prohibió) a Bruce salir a patrullar o unirse a cualquier misión de campo con la liga. Se le informó a la Liga que ambos héroes estaban trabajando en un caso especial y que no podrían responder llamados hasta nuevo aviso. El mismo aviso se le dio a los protegidos de Batman para que patrullaran en ausencia de su jefe, cosa que ya había pasado antes y por tanto no debería levantar sospechas, pero estamos hablando de los chicos entrenados por el mismo murciélago, por su supuesto que van a sospechar como los obsesivos conspiradores que son. Manteniendo el profesionalismo, no preguntaron nada pero ya estaban formulando teorías, la más sólida hasta el momento era que Bruce había sido infectado por algún tipo de virus y que estaba buscando la cura junto con Superman porque la tecnología kriptoniana era la mejor opción. Si tan solo supieran que dicha tecnología kriptoniana fue la que causó todo el problema.

De la observación diaria luego de una semana, todo indicaba que la implantación había terminado exitosamente y los embriones ahora se desarrollaban con normalidad. Los únicos síntomas que Bruce tuvo durante esos días fue un poco cansancio, el cual de haber sido detectado por un ojo inexperto diría que fue ligero, pero a la experiencia de un hábil mayordomo era alarmante que el señor de la casa no pudiera seguir fingiendo la falta de energía. Los tejidos extras multiplicándose a velocidad sorprendente sobre sus órganos internos eran motivo de preocupación para el hombre de acero. En el interior de Bruce se había creado un entorno propicio para el desarrollo de los embriones similar a un útero, entrelazado con sus órganos y torrente sanguíneo para poder nutrirse, lo cual hacía cuasi imposible removerlo. La idea había sido desechada casi inmediatamente pero todavía no era seguro que el “embarazo” llegara a término. Muchas variables que podrían salir mal. Por ahora lo importante era mantener seguro a Bruce. Era inevitable que Clark se pusiera a divagar cuando observaba a Bruce dormir. Desde el anuncio de su paternidad pendiente se había prácticamente mudado a la mansión y pasado cada momento posible junto a su murciélago renegón, el cuál se dividía en pruebas de laboratorio y siestas imprevistas. Bruce se había quedado dormido revisando unos papeles de las empresas Wayne así que Clark lo llevó volando a su habitación y ahora estaba escaneando su estómago con su vista. Y ahí estaban. 2 pequeños granitos de arena culpables del mayor cambio en sus vidas. ¿Cómo serían cuando por fin nacieran? ¿Se parecerían a él? ¿O a Bruce? ¿Una mezcla de ambos? ¿Heredarían sus poderes? La imagen de 2 bebés flotando pasó por su mente y no pudo contener una sonrisa. Aunque heredar sus poderes también significaría heredar sus problemas. Adaptarse a La Tierra cuando era niño no fue fácil. Aunque estos niños serían híbridos… ¿o serían niñas? Demasiadas variables y estaba seguro de que su compañero las había pensado todas 2 veces y catalogado en algún archivo en la baticomputadora.

Estaba nervioso por la salud de Bruce, por lo que será de su futuro juntos, pero sobre todo porque cierto ex Robin no dejaba de preguntar cosas que no estaba seguro podía responder.

-¡Hola, tío Clark! -sonrió risueño Dick regresando de patrullar mientras intentaba robar algo del refrigerador.

-Buenas noches, muchacho, ¿O debería decir buenos días? -bromeó Clark sirviéndose un café.

-Una típica noche en Gotham. Y hablando de Gotham, ¿Dónde está el señor de la noche?

-Sigue durmiendo. Y no te atrevas a levantarlo, Alfred ha jurado aplicar técnicas ilegales en quien ose privarlo de su tan necesario sueño -recitó Clark muy solemne.

-Mmm – asintió Dick incómodo.- ¿Cómo va su investigación por cierto? ¿Ya han encontrado algo… relevante?

-En eso estamos.

-Seguro no hay apuro, no es como que alguno de ustedes está en peligro de muerte ni nada.

-Bueno… no, no realmente.

-Porque si fuera algo importante ya nos lo hubieran dicho.

-Ciertamente.

-El viejo sabe que tenemos los medios para enterarnos de todo lo que nos quiera ocultar -una amenaza. Si no lo han hecho hasta ahora es por respeto a su mentor, pero su paciencia ya se estaba agotando. Estaban preocupados.

-No te preocupes, Dick, estoy seguro que pronto tendremos noticias.

-¡Perfecto! Le avisaré a los chicos para que estén más tranquilos. Jason no lo admite, pero también se preocupa por B.

Dick salió de la cocina con un tazón de cereal en la mano y Clark se desmoronó ni bien estuvo fuera de su vista.

-Es hora de decirles.

Esa noche, Bruce reunió a sus 3 hijos adoptivos para darles la noticia. Se sentó muy serio a la cabeza de la mesa con Clark a su derecha y Alfred a su espalda. Los 3 muchachos estaban imaginándose todo tipo de escenarios desde una enfermedad mortal hasta algo demasiado vergonzoso como una verruga en el trasero. El ambiente era tenso y las respiraciones estaban contenidas.

-Antes de empezar, espero que no hayan hecho ningún tipo de apuesta referente a mi persona -sentenció Bruce.

-No, hombre, ¿Cómo crees? -se desentendió Jason.

-Si empiezas con algo irrelevante eso quiere decir que no es nada grave, ¿cierto? -dijo entusiasmado Tim.

-No exactamente -dijo Clark rascándose el cuello.- todavía no sabemos del todo cómo esto afectará a Bruce.

-Les estamos contando porque las cosas van a cambiar radicalmente por aquí.

-¡Entonces sí estás en peligro!

-Amo Richard, por favor tome asiento.

-Esto no es para hablarnos de tu testamento, ¿verdad? Recuerda que yo estoy legalmente muerto y no puedo reclamar nada...

-Jaylad, estás hiperventilando.

-¿Pero qué será de Gotham? ¿Qué será de nosotros? ¡La ciudad se volverá un caos si no estás!

-Timothy, por favor, déjame explicar primero.

-¡Tú dijiste que lo ibas a proteger!

-Dick, por favor, no saquemos conclusiones apresuradas.

-¡Si lo está cuidando tanto esos días es porque se siente culpable! ¡Seguro lo que sea que le pasó a Bruce fue su culpa!

-¡Ya Basta! -a la voz de Alfred todos se quedaron callados.- Estamos aquí reunidos para hacerles saber una feliz noticia.

-Gracias, Alfred. Verán, Clark y yo vamos a ser padres.

-¡¿Vas a adoptar otro Robin?! -gritaron los 3 jóvenes al mismo tiempo. Bruce estaba sobándose la sien.

-¡Pero todavía no me he retirado!

-Sí, Timbo sigue vivito y coleando.

-No ayudas, Little wing.

-Chicos, están estresando a Bruce.

-¿Pero eso qué tiene que ver con su salud? Si ya es caserito en la agencia de adopciones.

-¡No vamos a adoptar! -Bruce golpeó la mesa para callar a sus pupilos. Luego suspiró para calmar sus propios pensamientos.- Estoy embarazado.

Los chicos se quedaron en shock durante un momento demasiado largo. Procesando. No era una broma, Batman no bromea. Había alguien más involucrado con antecedentes dudosos de “excelente” amistad. No era biológicamente posible, Bruce era hombre. Pero existía la tecnología kriptoniana capaz de casi cualquier cosa. Tecnología que habían estado usando durante días en sus experimentos.

-¡¿Qué les has hecho?! -Jason fue el primero en reaccionar al tirarse encima de Superman para romperle la nariz y todos los huesos posibles, cosa que no pudo hacer porque, pues, es Superman.

-¡Santa cachucha! Eso quiere decir que ustedes 2… Oh. Por. Dios! ¿Entonces ya no eres mi “tío” Clark? ¿Debería llamarte “papá”? ¡Ah! ¡Superman es mi papá!

-¡Cállate, Dick, y ayúdame con Jason! -renegó Tim jalando a su hermano. Clark tampoco no era de mucha ayuda al no querer lastimar a los preciados hijos adoptivos de Bruce.

Luego de otra intervención de Alfred, los jóvenes se calmaron y pudieron explicarles sin mucho detalle el milagro de la vida dentro de Bruce, pero que también se trataba de un embarazo de alto riesgo del que no sabían qué esperar. Juraron guardar el secreto y comportarse frente a Clark (Jason) quien se presentaba ahora como el amante oficial de su padre adoptivo y por tanto familia. Alfred estaba demasiado emocionado con el prospecto de no uno sino dos bebés en la mansión e hizo prometer a los jóvenes que además cuidarían de Bruce y se asegurarían que no tuviera ninguna fuente de stress.