Chapter 1: Visita al doctor
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Después de la batalla final contra la nueva deidad que poseía el cuerpo de Fukuchi y la pelea contra Fyodor en la que trabajó en equipo con Akutagawa, Atsushi podía decir que las cosas se habían relajado un poco, su vida seguía como siempre, exceptuando la alianza entre la ADA y la Port Mafia que había terminado beneficiando bastante a ambas organizaciones. El único problema era que a Dazai se le había metido en la cabeza que Atsushi y Akutagawa hacían buen equipo por lo que solía mandarlos juntos a misiones que requirieran de sus habilidades, lo cual era un fastidio.
Akutagawa era molesto, terco y egoísta, todo el tiempo priorizando la misión antes que ser un apoyo para Atsushi, era casi como si se le hubiera olvidado cómo trabajar en equipo ,lo cual al final solo terminaba causando problemas y entorpeciendo el trabajo. Para más siempre mantenía su distancia y si le hablaba era solo sobre temas relacionados al trabajo, cualquier tipo de cortesía había sido lanzada por la borda. Todo este tipo de cosas no eran nada nuevo, pero Atsushi pensó que después de que trabajaron juntos para derrotar a Fyodor podría haber algún tipo de camaradería entre ellos. La verdad es que quería llevarse bien con el otro, tenían casi la misma edad, trabajos algo similares y pasaban bastante tiempo juntos, por lo que sería agradable poder hablar de algo en vez de soportar estos fastidiosos silencios. No entendía porque pero quería que se llevaran bien, quería acercarse más al otro, mas no sabía cómo romper el hielo.
Era mejor que se concentrara en terminar su papeleo en vez de pensar en cosas inútiles, no quería que Kunikida lo regañara cuando ya casi era la hora de salida. Después de otra media hora de teclear en su laptop pudo terminar los papeles que le habían asignado. Probablemente iba a esperar a Kyouka para caminar juntos a casa, por lo que aún tenía un poco de tiempo libre, sería un buen momento para aprovechar de hacerle una visita a Yosano para recibir sus prescripciones. Es así como dejó su escritorio ordenado para luego levantarse y caminar hacia la enfermería, tocando la puerta y esperando que le permitieran entrar.
“Pase” dijo Yosano desde el otro lado de la puerta por lo que Atsushi se movió para entrar.
“Hola Yosano, me preguntaba si podrías darme mis prescripciones de este mes, ya casi se me terminan mis supresores y mis parches”
“Hmm, justo de eso quería hablarte, Atsushi” Y pudo haber esperado esto, ya ha estado esquivando el tema por unos meses.
“¿Sí?”
“Pues sí, tengamos una charla, ven siéntate” dijo apuntando a un sillón y Atsushi solo quiso escapar; no estaba listo para esto.
“Eh, la verdad es que Kyouka probablemente quiera irse y no quiero que me espere…” cualquier excusa debería servir.
“Estoy segura de que te puede esperar un rato”
“Debería ir a avisarle entonces…” puede irse y no volver.
“Atsushi” dijo fríamente y al chico se le heló la sangre.
“S-sí” dijo sentándose y bajando la mirada.
“Ya es hora de que me dejes hacerte exámenes Atsushi, me dijiste que usas supresores desde que te presentaste como omega y que no has tomado pausas para permitirle un descanso a tu sistema, esto me preocupa”
“No puedo hacer eso, no quisiera molestar a nadie con mi esencia…” En el orfanato le habían hecho mandatorio tomar supresores ya que al parecer el olor que desprendía su piel era desagradable.
“No vas a molestar a nadie”
“Pero como omega debería…” Sus profesores le habían advertido que los omegas que dejaban su esencia salir estaban buscando ser atacados por alfas y que merecían cualquier maltrato que pudieran recibir producto de esto, que eran unas sucias criaturas que debían esconder lo que eran. Atsushi sabía que eso no era justo, que era un pensamiento tonto, pero las palabras resonaban en su cabeza cada vez que pensaba sobre el tema.
“¿Que acaso Kyouka debería usar supresores permanentemente?”
“Pues no, ella es tan solo una niña y podría ser malo para su cuerpo”
“¿Entonces por qué tú sí tienes que hacerte esto?” dijo Yosano y Atsushi podía sentir la tristeza en su mirada.
“Es diferente, Kyouka es una niña, es normal, nadie se molesta por una omega libre de supresores” Pero Atsushi era un hombre omega, una aberración, sus profesores nunca habían dejado pasar una oportunidad para recordarle que era un error, que su existencia era un gran chiste “Pero un hombre omega… la gente hablaría”
“Los tiempos han cambiado, sé que te han metido ideas arcaicas en la cabeza Atsushi, pero te prometo que las cosas ya no son así, todos saben que los hombres omega no son menos que ninguna otra persona, aún existen personas tontas e ignorantes pero te aseguro que no es como era antiguamente” Yosano le regaló una cálida sonrisa.
“Pero…” Podía imaginarlo ya, las miradas de asco de las personas, viéndolo como si estuvieran viendo una sucia rata del desagüe, tapándose la nariz y burlándose de él por ser un fenómeno. Le había bastado con pasar por eso en el orfanato, no quería experimentarlo de nuevo.
“Por favor, Atsushi, me preocupas, a todos aquí nos preocupas, no queremos verte destrozar tu cuerpo así, por favor déjame ayudarte” Sonaba como si Yosano le estuviera rogando y Atsushi no sabía como decir que no.
“Está bien, ¿qué es lo que debo hacer?” Tenía que escuchar a su doctora, además, Yosano era de las personas más inteligentes que conocía, así que si ella decía que debería dejar sus supresores, suponía que eso era lo correcto para hacer.
“Primero que nada, debes dejar tus supresores, te daré una dosis más baja y lo que haremos será ir bajando tu consumo hasta eliminarlo. Segundo, quiero que no dependas tanto de tus parches de esencia. solo usalos fuera de casa, cuando estés en tu hogar quiero que te los quites. Y por último, quiero hacerte algunos exámenes de ser posible, sangre y orina deberían ser suficiente para construir un análisis adecuado de ti” Empezó a escribir en su libreta “No has subido o bajado de peso en el último tiempo, ¿verdad?” Atsushi solo negó con la cabeza.
Yosano sacó unas hojas y marcó unas casillas en estas, para luego entregarselas “estas son unas órdenes para exámenes de laboratorio. He anotado también la información de una clínica con la que tenemos un convenio, no debería costarte tanto. Quiero que tomes estos exámenes en ayuna, osea, que no hayas comido ni bebido nada en al menos ocho horas previas a la toma de muestras, tampoco debes tomar ninguna pastilla de ningún tipo en ese intervalo de tiempo” Eso era mucha más información de la que esperaba poder recordar.
“Ahora solo necesito hacerte un chequeo físico y deberíamos estar listos con eso”
Después del chequeo, que le dieran sus nuevas recetas y de que Yosano insistiera en que tomara los exámenes lo antes posible se le permitió irse, topándose con Kyouka quien lo esperaba cerca de su escritorio. Después de intercambiar algunas palabras y asegurarle a la menor que todo se encontraba bien dejaron la oficina para dirigirse a casa.
“Kyouka, ¿estaría bien si a veces te pido uno que otro consejo?”
“¿Sobre qué?”
“Ya sabes, sobre cosas de la vida…”
“Estás un poco raro, ¿está esto relacionado con que estuviste en la enfermería?” sonaba algo preocupada.
“Pues sí” suspiró, bueno, era vergonzoso pedirle consejos de este tipo a alguien menor ”Verás, Yosano me ha dicho que no puedo seguir tomando supresores por lo que debería empezar a dejarlos, pero no sé cómo se supone que viva sin ellos ¿Cómo lo haces tu?” Frente a esta pregunta Kyouka inclinó la cabeza en duda, como si no le hiciera mucho sentido la pregunta.
“No hago nada en especial, en la Port mafia se recomendaba no usar supresores afuera de misiones de espionaje, por lo que nunca tuve que tomarlos por un periodo prolongado de tiempo”
“¿Y no ha sido difícil?”
“Pues no ¿por?” Se veía extrañada ante la pregunta.
“¿No te han dicho cosas horribles o visto feo?”
“Hmm, supongo que me han llegado a decir cosas, pero sé que son personas que no saben nada. No me conocen, solo me están juzgando basados en una imagen que tienen de mí, así que sus palabras no valen nada” dijo muy segura de sí misma “Mi madre era una omega, y ella era una gran persona, no veo cómo ser una omega podría ser algo malo”
Claro que no era algo malo, ¿cómo podría serlo? Atsushi lo sabía, sabía que no significaba nada, y que no tenía de qué avergonzarse, mas, aun así los comentarios de la gente eran algo que le pesaba en el alma.
“¿Crees que vaya a estar bien? Sin mis supresores digo” Necesitaba algo de afirmación y esperaba poder obtener lo necesario para sentirse más seguro de sí mismo.
“Claro que sí” lo miró fijamente, casi como si sus ojos estuvieran intentando transmitirle la seguridad que tanto añoraba. “Vas a estar bien, y si alguien se atreve a insultarte” movió su mano para dejar a la vista el cuchillo que siempre llevaba bajo su ropa “Se las verán conmigo y todos los otros miembros de la ADA” Atsushi solo pudo soltar una risa nerviosa.
“Gracias, supongo que estaré bien, es un poco aterrador, pero, si los tengo a ustedes, creo que no tengo tanto miedo” por primera vez desde que Yosano lo llamó para hablar del tema, sonrió un poco.
“Así se habla”
Iba a estar bien, seguro que sí, ya no estaba solo, ya no tenía que enfrentar todas estás cosas solo.
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Los días pasaron y Atsushi ya se encontraba tomando un cuarto de su dosis de supresores original y estaba a unos días de dejarlos por completo, y hasta ahora no había sucedido nada raro. Si lo han mirado feo Atsushi supone que no se ha dado cuenta de esto, y comentarios desagradables no ha recibido, aunque supone que esto pueda ser porque pasa desapercibido y aparenta ser un beta la mayor parte del tiempo. La verdad es que para sentir su aroma la gente necesitaba pasar un buen rato con él, y las únicas personas con las que pasa tanto tiempo es con sus compañeros de trabajo y Akutagawa, aunque con este último no se ha topado en semanas, no desde que empezó con el tratamiento que Yosano le dió.
Apreciaba al menos poder usar parches de aroma, estos eran los que le permitían pasar como un beta, reduciendo su esencia y feromonas a algo tan suave como las de un beta. Nadie en la ADA le había dicho nada por su cambio de esencia, excepto por Ranpo que simplemente se le acercó un día y le dijo que se alegraba por él, a lo que Atsushi no supo qué responder. Algo que sí había cambiado bastante era su habilidad para percibir a sus compañeros, como los supresores dormían sus sentidos no se había dado cuenta de algunas cosas, como por ejemplo que Yosano era una alfa, lo que sinceramente, no debió haberlo tomado por sorpresa, o que el mismo capitán Fukuzawa era un omega, esto último lo hizo sumamente feliz porque si alguien tan fuerte y respetable era un omega, entonces eso no podía ser algo malo. Claro, racionalmente entendía que ser un omega no era algo malo, pero suponía que iba a tomar más que conocer a un hombre omega como Fukuzawa para convencerlo de que Atsushi no estaba roto.
Hoy iba a recibir los resultados de los exámenes médicos que se había hecho e iba a ver a Yosano para que le explicara qué significaba cada cosa, solo esperaba no haberle hecho un daño irreparable a su cuerpo, aunque bueno, no había mucho que perder, la mayoría de las veces el peligro del uso mantenido de supresores era la posibilidad de terminar siendo infértil, y bueno, Atsushi ya era esteril, así que no tenía que preocuparse de eso.
Otra de las razones por las que lo habían maltratado tanto en el orfanato: era esteril. “La única cosa que se espera de un omega es que pueda tener hijos y eres tan inutil que ni eso puedes hacer” “Es un alivio que un fenómeno como tu no pueda engendrar” “Esto debe ser un castigo de Dios” “Alguien como tu no debería tener hijos de todas formas”.
Era la dura realidad, Atsushi estaba roto, y eso nada lo podía cambiar. Cuántas veces deseo tener una familia, tener una familia feliz, tener un bebé como lo fue él alguna vez y darle todo lo que Atsushi no tuvo, amor incondicional, un hogar cálido y una familia amorosa.
“Atsushi, necesitas levantarte o vamos a llegar tarde” Kyouka abrió la puerta del pequeño cuarto, sacándolo del oscuro lugar en el que se encontraba su mente.
“¡Ah! Es cierto” Se levantó, extrañando la suavidad de su futón de inmediato.
“Me preocupas, cada día me cuesta más levantarte”
“Perdón Kyouka, no sé qué me pasa”
“Asegúrate de mencionarle esto a Yosano cuando la veas” dijo antes de cerrar la puerta detrás de ella, permitiéndole a Atsushi cambiarse de ropa.
Una vez vestido e ignorando las ansias que tenía por volver a su cama se dirigió al living donde Kyouka ya había puesto el desayuno de ambos en una mesa. La chica solo le dirigió una mirada preocupada antes de volver a concentrarse en comer su desayuno.
“Muchas gracias por la comida, lamento mucho no haber preparado el desayuno hoy” dijo a la vez que se sentó y empezó a tragar sin saborear el alimento, todo con el fin de apresurar un poco el paso.
“No te preocupes, he visto lo cansado que te encuentras últimamente, mereces el sueño extra”
Atsushi en el último tiempo se ha encontrado con un letargo nunca antes visto, despierta una hora después de lo que lo solía hacer y a la vez se va a dormir dos horas antes de lo que solía ser su hora de sueño. En el día soportaba bien en base a un poco de café y paquetes de jalea energizante, mas en la noche era cuando todo el cansancio del día lo aplastaba.
Kyouka había insistido en que fuera a ver a Yosano, pero Atsushi no quería molestarla antes de tener todos los exámenes médicos que le había pedido por lo que le escondió esta situación al resto de la oficina, no fuera a ser que les diera problemas innecesarios.
Además, no era momento para distracciones, hoy tenía una misión muy importante que llevar a cabo, el mismo capitán Fukuzawa se lo había pedido y Atsushi no planeaba defraudar a su nuevo ídolo. La misión consistía de infiltrarse en una fábrica abandonada que estaba siendo ocupada por una facción rebelde de personas con habilidades, eran una clase de grupo de crimen organizado inferior, podía ser peligroso y sabían que había alguien con el poder de cortar lo que sea que se le cruzara, aquí es donde entraba Atsushi con su super regeneración. Sería un trabajo en equipo junto a Akutagawa, esto cortesía del mismo Dazai que insistía en hacerlos trabajar juntos.
No iba a mentir, estaba nervioso, primero por la misión claramente, pero también por encontrarse con Akutagawa después de algunas semanas en las que sus rasgos omega han salido más a la luz. Su esencia ahora es dulce y perceptible a una corta distancia, algo que solo se intensificará una vez su cuerpo se deshaga totalmente de los supresores. Al mismo tiempo sus sentidos se han agudizado por lo que le preocupa trabajar tan cerca de Akutagawa quien es un alfa, uno por el que puede que sienta un mínimo de atracción… ¡No lo suficiente como para decir que le guste ni nada! Es una cantidad ínfima y totalmente natural de atracción tomando en cuenta que son alfa y omega, sí, son solo instintos y su naturaleza jugándole una mala pasada.
Antes de irse agarró la mochila que había armado en caso de que esta misión tomara más de lo esperado, en esta llevaba dos cambios de ropa (Porque conociendo la naturaleza de la misión, era posible que su ropa quedara destruida y cubierta de sangre) y una pijama, además de útiles básicos de aseo.
Una vez en la agencia fue directo donde Yosano, cargando con los resultados de sus exámenes médicos. Después de entrar y entregarle los resultados se movió hacia una silla, un tanto ansioso de saber los resultados, no queriendo pensar en el posible daño irreversible que le pudo haber causado a su cuerpo.
Solo podía ver a Yosano en silencio mientras leía los papeles y hacía pausas de vez en cuando para anotar cosas en su libreta. Después de un rato de esto pasó por todos los exámenes y tomó algunos que había ido separando del resto.
“Debo felicitarte Atsushi, casi todo se encuentra bien y las cosas que están fuera de los parámetros normales se pueden solucionar con medicación y suplementos alimentarios” Atsushi soltó un suspiro, aliviado con estas noticias. “Te voy a escribir unas recetas, algunos de estos medicamentos deberían ser cubiertos con tu seguro de salud y creo que tengo unas muestras gratis que te puedo dar” Yosano abrió su cajón para entregarle algunas cajas de medicamentos, lo que Atsushi agradeció mucho ya que todo lo que le pudiera ayudar a ahorrar un poco era maravilloso en sus ojos. “Por último me gustaría preguntarte sobre cómo te has encontrado en el último tiempo ¿Has presentado algún malestar como dolores de cabeza, estómago o en la zona pélvica?” Atsushi se limitó a negar. “Genial ¿Algo fuera de lo normal que me quieras comentar?”
“Sí, la verdad es que he estado bastante somnoliento, estoy durmiendo un par de horas más al día y me cuesta bastante levantarme”
“Hmm, ¿te has sentido un poco más friolento de lo normal?”
“Puede ser, no me había dado cuenta, pero es verdad que ultimamente me abrigo más que antes”
“Entendido, esto puede significar que tu celo se está acercando. Somnolencia y sensaciones de frío pueden estar asociadas a la etapa previa al celo” No, esto no podía ser, Atsushi no tenía un celo desde la primera vez que experimento uno y esa había sido una situación en la que no quería verse de nuevo. ¿Por qué debía tener celos? No podía tener hijos así que un celo era totalmente inutil, no había razón por la que Atsushi debiera pasar por eso.
“¿Qué puedo hacer?” Estaba asustado, no quería tener un celo, no quería sentir ese dolor de nuevo, no quería ser encerrado en un armario hasta que terminara, no quería enfermarse producto de no ingerir comida por un par de días. “No quiero tener mi celo”
“Lo lamento Atsushi, pero tienes que experimentar este celo, si sigues reprimiendo así tus celos algo malo te va a pasar. Te puedo dar algunos remedios para el dolor que deberían permitirte estar cómodo esos días, claramente tendrás que pedir unos días libres para poder pasarlo en tranquilidad”
“No entiendes Yosano, no puedo pasar por eso de nuevo, moriré” Podría sonar como una exageración, probablemente lo era, pero para Atsushi, no había un temor mayor que el de pasar un celo.
“Atsushi, todo va a estar bien. Tienes a Kyouka ¿no es así? Incluso si ella no ha experimentado un celo estoy segura de que sabrá como ayudarte y mantenerte sano esos días”
“Espera ¿Kyouka me ayudará?”
“Claro, eso suelen hacer los omegas, fuera de los periodos de líbido incrementado se ayudan con sus necesidades. Estoy segura de que a Kyouka no le importaría cuidar de ti, esa niña es muy confiable, estoy segura de que te puede ayudar a comer y mantenerte hidratado los días que dure. Incluso pueden anidar juntos, he escuchado que eso ayuda con el dolor y puede ser muy relajante entre omegas”
“¿Anidar? No creo que entremos ambos en el closet… ” Eso hacían con los omegas en celo en el orfanato, Atsushi pensaba que esa era la práctica común, mas parecía no ser así porque cuando vio a Yosano sus ojos se habían nublado y parecía devastada.
“Oh Atsushi, no. Lo lamento mucho, lamento que creas que así es como son las cosas” Yosano se levantó y lo abrazó, intentando reconfortarlo “Ya entiendo porque no quieres pasar un celo, pero te prometo que no es así de malo Atsushi” lo soltó y lo miró determinada “Te prometo que haré todo lo posible para que tu celo no sea doloroso”
“¿No tiene que ser malo?”
“Para nada, incluso hay omegas que disfrutan de sus celos” ¿Que?¿Cómo era eso posible?
“Te voy a resumir lo que los omegas normalmente hacen en sus celos. Primero que nada hacen un nido, ¿alguna vez has hecho uno?” Atsushi negó, sus profesores siempre le dijeron que anidar era un acto animalesco. “Eso está bien, hay omegas que no anidan, pero te recomiendo intentarlo, estoy segura de que te ayudará. Segundo, muchas personas dejan comidas fáciles de contener preparadas, como sopas u otras comidas livianas. Tercero, si un amigo puede ayudar, siempre es bueno compartir el celo con alguien, ya sea beta u omega, en el caso de compartir el celo con un alfa las cosas cambian un poco pero en esencia los cuidados son los mismos sumado además la copulación” Atsushi se puso rojo ante esta idea. Bueno, no era como que Atsushi tuviera un alfa al que pedirle ayuda así que no necesitaba preocuparse de ese tipo de cosas. “Por último es bueno dejar medicina al alcance, los dolores de un celo pueden aliviarse casi por completo con medicamentos” Ante la mirada de incredulidad de Atsushi, Yosano le sonrió “Las maravillas de la ciencia y la medicina mi pequeño Atsushi, ya no vivimos en la época oscura y no necesitamos sufrir como en ese entonces”.
“También te entregaré unas guías que deberían ayudarte con el proceso, ante cualquier duda puedes venir a preguntarme, estaré contenta de ayudarte” Yosano le entregó algunos panfletos informativos. “Presiento que tu celo debería llegar en los próximos días así que tómate las cosas con calma”
“Eso intentaré, muchas gracias Yosano” se levantó con la intención de irse pero recordó algo que podría ser un problema “Emm, tengo una misión hoy por la que debería viajar, debería estar listo para mañana pero no sé si deba ir sabiendo que mi celo podría llegar”
“Tu celo no debería llegar antes de los próximos tres días, tu esencia aún no es tan potente y sospecho que no has entrado en el periodo de precelo, por lo que mientras vuelvas antes de tres días todo debería estar bien”
“Genial, la misión no debería alargarse más que entre hoy y mañana”
“Entonces no hay de qué preocuparse, pero toma, en caso de emergencia” Yosano le entregó una caja “Esta es una inyección, si tu celo llega y no estás listo puedes inyectarte este medicamento que debería darte unas cuatro horas para buscar un lugar seguro donde pasar tu celo” Atsushi aceptó la caja y se reverenció.
“Muchas gracias Yosano, me aseguraré de leer los panfletos” Yosano le devolvió la despedida y con eso Atsushi salió de la enfermería.
Aún estaba nervioso, sabía que no quería pasar por un celo, pero si las cosas eran como Yosano le decía, entonces no sonaba como algo tan aterrador. Todo iba a estar bien.
Ahora que ya había visto a Yosano estaba listo para dirigirse con Fukuzawa para escuchar los detalles de la misión. El momento en el que Atsushi entró por la puerta de la oficina de Fukuzawa Rashomon se disparó en su dirección, siendo detenido a tan solo unos centímetros de Atsushi que solo se quedó paralizado en estupefacción ante una reacción tan agresiva. Akutagawa se veía sumamente molesto, frunciendo el ceño más de lo normal, debía estar sumamente enojado como para atacarlo así solo para parar en el último momento.
“No voy a aceptar ese tipo de provocaciones en mi propia oficina, joven Akutagawa” dijo amenazante Fukuzawa mientras que Akutagawa se limitó a cruzar los brazos y mirar en dirección opuesta, ignorando a ambos omegas presentes.
“Entendido” fue lo que soltó en voz baja después de unos milisegundos.
Y Atsushi ya no sabía si las cosas iban a estar bien.
Notes:
Yaaay llegamos a Akutagawa y las cosas se van a poner… interesantes. ¿Por qué habrá atacado así Rashoumon a Atsushi????
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Una vez su cuerpo reaccionó, terminó de entrar a la oficina y se sentó junto a Akutagawa, quien parecía estar ignorándolo por completo, a su vez Atsushi intentó ignorar la molestia que esto le causaba.
La reunión transcurrió en tranquilidad, Fukuzawa les explicó todo lo que necesitaban saber para llevar a cabo la misión. No parecía demasiado difícil, poseían información de casi todos los miembros de la organización, la mayoría de ellos deberían ser fáciles de incapacitar, en especial al ser este un ataque sorpresa. Viajarían hasta la fábrica y en la noche atacarían. Una vez terminada la reunión Atsushi tomó su mochila y esperó a Akutagawa para salir, siendo que iban a viajar juntos a su destino. Al ver que Akutagawa se levantó y se encaminó a la puerta Atsushi tomó la oportunidad para hablarle, no queriendo seguir en este silencio.
“Hola Akutagawa, ha pasado un tiempo”
“Efectivamente, ha pasado un tiempo” Dicho esto se giró y siguió caminando. ¿Cuál era su problema? Atsushi estaba intentando ser amigable, ¿que acaso lo mataría quedarse una décima más de segundo en su presencia? No importa, Atsushi sabía que Akutagawa podía ser bastante cabeza dura por lo que no se lo tomaría personal.
Akutagawa parecía tomar distancia cada vez que Atsushi se le acercaba, lo que era incluso peor que antes cuando solo le hablaba lo justo y necesario, ahora estaba activamente tomando distancia de Atsushi. ¿Podría ser que fuera su esencia? Atsushi sabía que la esencia de algunas personas podía resultar desagradable para otras, esperaba que no fuera eso. Ahora que se fijaba en el aroma, estaba logrando recibir mejor la esencia de Akutagawa, era intensa pero no demasiado fuerte y hacía que Atsushi se sintiera cálido.
Tomaron el tren a una ciudad vecina y fueron pocas las veces que Atsushi logró sacarle algunas palabras a Akutagawa quien insistía en leer su maldito libro. Atsushi no tuvo mucho que hacer, optando por jugar algo en su celular para hacer la espera más corta. Era como si estuviera nervioso por la misión, había algo bajo su piel revolviéndose, algo que no lo dejaba relajarse. Era molesto porque la misión no sonaba tan complicada, infiltrarse, derrotar a un grupo de rebeldes y luego llamar a las autoridades locales, lo más importante era neutralizar al usuario de habilidades llamado Jack y esposarlo con unas herramientas de retención específicas que contrarrestarían su habilidad. Jack era aquel hombre que podía cortar a través de prácticamente lo que sea, por consiguiente el mayor peligro de la misión, pero era imposible que fuera más fuerte que Fukuchi por lo que Atsushi y Akutagawa no tendrían problemas.
Después de unas horas en tren y otra más para llegar a las afueras de la ciudad sin ser vistos los dos estaban finalmente listos para comenzar la infiltración.
“Partiré por la sección este de la fábrica, tu ve por la otra” Dijo Akutagawa comenzando a caminar. Atsushi quiso responder algo entre la líneas de ‘tu no me das ordenes’ pero decidió tragarse esas palabras ya que no tenía sentido provocar a alguien que lo ha estado ignorando la mayor parte del día. Sinceramente ¿Cual es su maldito problema? Primero intenta atacarlo y luego hace como si no existiera por el resto del día.
Una vez solo, tomó una gran bocanada de aire y soltó.
Como sea, solo tenían que terminar esta tonta misión y sería libre de irse a casa, tal vez podía hacer una maratón de películas con Kyouka, si las cosas eran como Yosano decía y no necesitaba sufrir su celo, esto podría ser una oportunidad para descansar y tener unos días libres de trabajo.
Pensando en sus nuevas vacaciones producto del celo decidió encaminarse a la fábrica para cumplir con su cometido pronto y poder irse de una vez, ya no iba a intentar hablar con Akutagawa, no se iba a arrastrar por un poco de atención que el otro claramente no quería darle.
Apenas entró se topó con unos secuaces bastante débiles que pudo neutralizar de manera rápida, golpeando a ambos en la cabeza para noquearlos y dejándolos amarrados para que las autoridades los encontraran. Ni siquiera fue necesario activar sus poderes de tigre, arreglandoselas con sus propios puños. A medida que siguió avanzando por los oscuros pasillos siguió topándose con uno que otro rebelde con el que lidiaría igual que con los primeros dos, unos golpes y listo. Estaba por salir de la sala en la que se encontraba cuando de la nada pudo sentir alguien pasar por su lado rápidamente, situándose en su espalda.
“Pero si no es el tigre de la ADA” susurro contra su oído haciendo que el pelo de la nuca se le erizara, mas esta sensación fue inmediatamente olvidada por un intenso dolor que lo dejó en el piso, soltando un grito estrepitoso.
Pudo ver cómo sus piernas yacían al otro lado del cuarto y no tuvo tiempo ni para procesar la situación antes de sentir como su brazo derecho conocía el mismo destino que sus piernas. Seguido de otro grito su cuerpo empezó a temblar, el dolor era demasiado intenso, no esperaba que Jack fuera tan sigiloso, había bajado la guardía y ahora estaba en el piso, lentamente desangrándose.
“Hmm, no te estás regenerando” lo miró el otro, como si estuviera haciendo un puchero “Se supone que deberías tener tus piernas de vuelta ¿o no?” El hombre se agacho para estar más cerca, arrodillándose en el charco de sangre que se estaba formando alrededor de Atsushi “Verás, me encanta cortar cosas, es mi pasión, pero me he dado cuenta de que siempre rompo mis juguetes demasiado rápido…” suspiró dolido, como si fuera él quien estaba sufriendo “¡Por eso cuando escuche de el maravilloso hombre tigre con poderes de regeneración supe que necesitaba conocerte!” le sonrió, emocionado, agarrándolo de la mano y apretando, como si estuviera intentando transmitirle su fulgor.
“Hng” Atsushi solo pudo soltar un miserable quejido, sintiendo como la presión en su mano se volvía más fuerte.
“Pero, me estás defraudando bastante, tigre” Soltó su mano y se levantó, caminando en dirección al lugar donde habían terminado sus piernas “Pensé que sería algo más, no sé, rápido” se puso a levantar las extremidades cercenadas, sosteniendolas casualmente y casi jugando con ellas mientras la sangre salpicaba todo alrededor “¿Necesitas de esto para hacer tu magia o estás bien así?”
Atsushi necesitaba salir de aquí y rápido, necesitaba reagruparse con Akutagawa y planear algo, pero sin sus piernas y solo un brazo no podía hacer nada, necesitaba unos minutos para poder regenerar tanta masa corporal. Tal vez si se esforzaba podría formar unas piernas y desaparecer de aquí.
“¡Oh! Está pasando” El otro hombre lo miraba como si de un espectáculo se tratara “veo que tus piernas están creciendo tan solo un poco. Tal vez deje que se regeneren por completo, no es divertido si no puedes defenderte, hmm”
Atsushi seguía respirando fuerte, se sentía un tanto mareado por la cantidad de sangre que había perdido, estaba intentando activar sus poderes de tigre pero no estaban respondiendo como quería, esto estaba tomando más tiempo de lo normal.
“Si dejas que me regenere, te daré una buena pelea” intentó tentar al otro para ganar aunque sea unos segundos más de paz.
En ese momento recordó el transmisor que llevaba el bolsillo, solo necesitaba tocar un botón y esto alertaría a Akutagawa para que pudiera encontrarlo.
“Ohh, de eso estoy hablando. ¿Cuánto te tomará?” El hombre había abandonado sus piernas y optado por agarrar el brazo que había cercenado, mirándolo como si estuviera esperando que este hiciera algún milagro.
“Unos cinco minutos deberían ser suficiente” Dijo, apretando el botón disimuladamente, en estos momentos agradecía que no hubiera sido su otro brazo el que perdió, no hubiera sido capaz de alcanzar el transmisor de ser así.
“Okey, pero eso es todo lo que te daré. Después de eso dile adiós a ese último brazo tuyo” Con el brazo de Atsushi que sostenía en sus manos hizo un macabro gesto de apuntar al brazo que seguía conectado a su cuerpo con él que ya había perdido.
Cinco minutos deberían ser suficiente no solo para regenerar sus piernas sino que también suficiente tiempo para que Akutagawa se hiciera presente, o al menos eso esperaba.
Pudo sentir como su respiración se fue tranquilizando con el pasar de los segundos, el dolor en sus extremidades (o al menos lo que le quedaba de estas) seguía siendo intenso pero estaba logrando disminuir.
“30… 29… 28” sonrió Jack y Atsushi se estremeció, la pérdida de sangre definitivamente le había jugado una mala pasada a su cabeza porque no pensaba que hubieran pasado ya 5 minutos.
Tendría que levantarse, Akutagawa aún no llegaba y si no hacía nada perdería su otro brazo. Sus piernas estaban casi listas para arrancar cuando sintió un suave roce en su costado.
Rashomon.
Rashomon se estaba enrollando en su pierna de manera sigilosa, sin ser percibido por Jack.
“5… 4… 3”
Solo esperaba que Akutagawa supiera lo que hacía.
“2… ¡1!” Justo antes de que el hombre pudiera abalanzarse sobre Atsushi este fue tirado por Rashomon fuera del cuarto. Akutagawa atrapó su cuerpo y empezó a correr por los pasillos, escapando de la destrucción causada por Jack a su paso.
“¿Cómo metiste tanto la pata, tigre?” dijo molesto.
“¡Me tomó por sorpresa! Un segundo estaba bien y el siguiente bam; mis dos piernas ya no estaban.
“Tch, eso te pasa por confiarte”
“No me confié” Probablemente si se había confiado, a lo menos no se había cuidado lo suficiente, pero no iba a admitir eso.
“Gracias a tus poderes de regeneración no te preocupas de lo que puede pasarte”
“¡Eso no es… cierto…” Sí lo era.
La capacidad de regenerarse hacía que ninguna herida fuera mortal, por lo que nunca se cuidaba tanto, al final del día si salía herido siempre podía recuperarse.
“Los fuertes no entienden lo que es ser débil” suspiró el pelinegro.
“¡Como si tu fueras débil!”
“Como sea… ¿Está listo tu cuerpo?”
“¿Ah?”
“No te estoy cargando porque quiera tigre”
“Ah, ¡Sí! estoy listo” Producto del pequeño altercado se había olvidado de que estaba siendo cargado por Akutagawa.
“Genial, terminemos con esto de una buena vez” dejó que Atsushi se incorporara por su cuenta, soltandolo cuando el otro se pudo parar por su cuenta.
“Estoy de acuerdo” Pudo sentir como Rashomon rodeaba su cuerpo.
Al parecer iban a unir sus esfuerzos, no se esperaba eso del otro chico pero no iba a quejarse, Rashomon se sentía bien sobre su piel, era como una capa protectora que le decía que ya todo estaba bien.
Una vez su cuerpo estuvo cubierto por la habilidad del otro decidió lanzarse a la ofensiva contra el hombre que los perseguía, siendo capaz de esquivar los ataques cortantes esta vez. Era como si antes de que Jack pudiera atacarlo Rashomon lograra darle señales sobre a donde se debía mover para salir ileso de cada corte. Cuando se acercó lo suficiente, ya tan solo a unos centímetros de Jack lanzó un golpe con toda la fuerza que su cuerpo podía dar, lleno de la furia que sentía hacia el otro hombre producto de las heridas y el dolor que le había causado, puso todo de él para hacer que este golpe contara. El momento en el que su puño impactó contra el estómago de Jack pudo sentir como el otro soltó todo el aire contenido en sus pulmones, haciendo un ruido sordo de dolor. Eso se sintió bien, normalmente no gozaba de hacer sufrir a otros pero ver las expresiones de sufrimiento en la cara del otro se le hacía, a lo menos, algo placentero, y se sentía justo que una persona que disfrutaba hacer sufrir a otros ahora estuviera pasándolo mal.
Podía sentir la adrenalina llenar su torrente sanguíneo, impulsandolo a hacer más, golpear más al otro hasta que no se pudiera mover, y así lo hizo, lanzó golpe tras golpe sin parar, en el proceso perdió un brazo que fue cortado rapidamente, mas no se inmutó, siguió golpeando al otro hombre con el brazo que le quedaba, y si le cortaban este brazo también, tenía dos piernas con las que podía seguir pateando, no se iba a detener hasta que Jack dejara de moverse.
¿Cuánto tiempo habrá pasado? Tal vez tan solo unos segundos más, tal vez transcurrieron minutos ¿5?¿10? Su cuerpo empezaba a pesarle. Era como si viera todo rojo, estaba acelerado y quería seguir pero sabía que no podía; no por mucho… Fue en ese momento que sintió un tirón en su brazo, inmobilizandolo.
“Ya es suficiente tigre” El primer instinto de Atsushi fue luchar contra las ataduras y seguir su asalto contra el cuerpo que ahora se encontraba en el piso, mas, a los pocos segundos sintió la necesidad de hacer caso a lo que decía Akutagawa.
Por fin miró detenidamente el cuerpo de su contrincante y pudo notar que efectivamente había hecho más de lo que era necesario. El otro no respondía y por un segundo le preocupó haber matado al otro, cuando vio el ligero movimiento de su pecho subir y bajar a medida que respiraba se relajó.
“Me pasé”
“¿Tu crees? Pensé que de los dos se suponía que eres tu quien evita matar”
Se supone que es así, pero irónicamente fue el reconocido asesino de la Port Mafia quien detuvo al trabajador público de la ADA de matar a un hombre (ahora) indefenso. Atsushi no entendía que le había pasado, era como si hubiera entrado en un trance, solo le importaba sobrevivir y defenderse, y suponía que en su cabeza sobrevivir significaba eliminar la amenaza que era ese hombre.
No tenía nada bueno para decir para defenderse, por lo que decidió ignorar la situación y simplemente seguir con su misión. Cuando intentó moverse pudo sentir que Rashomon aún estaba restringiendo su movimiento.
“Ehh, ya puedes soltarme ¿sabes?” dijo, algo burlesco, porque no era típico de Akutagawa distraerse con estas cosas.
“...Claro” El pelinegro simplemente hizo que Rashoumon se desvaneciera, soltando en su proceso a Atsushi, permitiéndole incorporarse por su cuenta.
“Bien, vamos” Atsushi dió un paso solo para que su cuerpo se desplomara, casi cayendo al piso pero siendo atrapado por Rashomon en el proceso, impidiendo que impactara contra el piso. ¿Eh?
“¿Qué está pasando, tigre?” Akutagawa lo miró intrigado “Planeaba no preguntar porque no me incumbia pero, si no puedes hacer tu parte en esta misión supongo que sí me incumbe”
“No pasa nada”
“¿Te estás haciendo el tonto o en verdad no te has dado cuenta de lo que pasa? Estás soltando feromonas, perdiste el control y ahora no puedes ni levantarte por tu cuenta”
“Espera ¿que?” Atsushi se apresuró a llevar su muñeca a su nariz para oler las feromonas de las que hablaba el otro, pudo sentirlas pero no eran nada que debiera ser tan notorio a una distancia prudente ¿verdad?
“Llevas así todo el día y está colmando mi paciencia”
¿Todo el día? Eso no era posible, Atsushi se había puesto tantos parches como era permitido usar. Dos en el cuello, uno en cada muñeca y uno en cada muslo, si era posible que algo de su esencia se estuviera escapando debería ser una cantidad ínfima.
¿Podría ser por su celo? Pero se supone que este no llegaría antes de tres días, tal vez Akutagawa era sensible a las feromonas en general.
“No es mi culpa, estoy usando parches” dijo apuntando a su cuello, inclinando la cabeza para que fueran más fáciles de ver. Frente a esta acción Akutagawa abrió los ojos como platos, intentando procesar esa información.
“Definitivamente estás haciendo algo, la última vez que te vi apenas sentía una esencia salir de ti”
“Oh, dejé de tomar supresores desde la última vez que nos vimos, puede que sea eso”
“Eso debe ser” Aunque aún no le hacía sentido a Akutagawa, si Atsushi estaba usando parches el olor debería ser suave y casi imperceptible, en vez de estarle haciendo… cosas. Bueno, no tenía sentido quedarse aquí pensando en cosas innecesarias, tenían que salir pronto de esta fábrica, ya había terminado de inmovilizar al resto de las personas cuando recibió el llamado de emergencia de Atsushi a través del transmisor, por lo que después de vencer a Jack y esposarlo deberían estar listos. “Quédate quieto mientras amarró a este tipo”
“Primero, mis piernas no responden, segundo, tienes a Rashomon rodeandome por lo que dudo que pueda moverme”
Tenía sentido. Con eso definido decidió ponerse manos a la obra con las tareas que les faltaban para poder irse.
“Haz algo útil y llama a las autoridades para que puedan hacerse cargo del resto” dijo una vez tuvo a Jack amarrado y asegurado. Era impresionante ver el daño que podía lograr el tigre cuando estaba cegado por su sed de sangre, nunca esperó ver este tipo de paliza por parte de Atsushi, quien, sinceramente, no había perdonado nada: el hombre tendría que ser hospitalizado y probablemente requeriría de cuidados paliativos.
Mientras Atsushi informaba a la policía Akutagawa pudo sentir a través de Rashomon como el chico trabajaba por sacar las palabras y su respiración se seguía agitando con el paso de los minutos.
“Listo, deberían venir en poco rato” dijo trabajosamente.
“¿Aún no puedes levantarte?”
El chico intentó pararse solo para que sus piernas se doblegaran de nuevo.
“Lo que nos faltaba” Sinceramente, ¿Qué iba a hacer ahora? ¿Tendría que cargar al tigre hasta el hotel en el que se hospedarían?
“No entiendo que me…” de la nada su cuerpo se estremeció. Sintió como si una ola de calor lo golpeara y se apoderara de él una bruma hirviente. Su cuerpo le picaba, todo ardía, necesitaba rascarse, rápido, su cuello era la zona que se sentía más insoportable, con rapidez acercó su mano a su cuello para comenzar a rascar con fuerza, quitando en el proceso uno de los parches que llevaba, soltando así todas las feromonas contenidas hasta ese momento.
El cambio en la atmósfera fue inmediato.
“Mierda, estás en celo”
Notes:
Se prendió esta mierda.
¿Podrá ser? Que se venga el… ya saben, eso que hacen las personas cuando se quieren mucho… o cuando andan calientes que se yo.
Siento que la pelea fue… digamos que nunca había escrito una pelea realmente y pues se nota, me dió pena y risa imaginarme a Atsushi con sus dos piernas y brazo cortados ¿como las caga tanto? pregunto eso pero… fui yo quien hizo que se descuidara así que… yo tengo la culpa ( ͡°Ɛ ͡°)
Chapter Text
Fue como si una represa se rompiera.
Todo el día la esencia del tigre le había estado picando la nariz con sus tonos dulces y ligeramente cítricos, todo el día había estado conteniendo los impulsos que sentía de acercarse a él y pegar una buena olfateada al cuello de otro, porque por supuesto que no haría eso, Akutagawa era muchas cosas, pero no era un puto animal sin autocontrol. Por otro lado, si podía sentir el llamado, era potente y susurraba en su oído ideas peligrosas, sobre acercarse al omega y buscar algún tipo de conexión, algo que él como un mafioso no podía ni soñar acerca de.
Y aún así, su ser, lo que no controlaba sobre el mismo buscaba al otro sin falta, esto se traducía en Rashomon intentando rodearlo constantemente, buscando el tacto que Akutagawa no se permitiría buscar. Por eso Rashomon había “Atacado” a Atsushi esta mañana, la verdad es que no había sido una acción con malicia, había intentado envolver a Atsushi con tanto cariño como podría hacerlo una habilidad de ese calibre, por suerte Akutagawa había alcanzado a detenerle antes de que hiciera contacto con el omega.
Ya había tenido problemas de ese tipo en el pasado, desde que pelearon juntos para vencer a Fitzgeralds y fusionaron sus habilidades es como si algo hubiera nacido; un lazo de algún tipo. Si las habilidades que tenían era de alguna manera una manifestación de ellos entonces haberlas unido así sin duda crearía una unión de algún tipo entre ellos. Y Akutagawa al tener a Rashomon tan presente, le fue recordada esta unión cada vez que interactuaba con el tigre. Ya tomaba suficiente de su concentración el controlar a Rashomon (y a él mismo) en el pasado, pero ahora no era solo esa extraña unión que habían creado, ahora tenía la intoxicante esencia del omega recordandole de sus dinámicas, de lo que eran bajo la piel, bajo las imágenes creadas para cumplir con los estándares de la sociedad moderna. Abajo de todo eso, por mucho que odiara la noción, eran animales instintivos, tenían control sobre sus acciones claro está pero, no podían controlar sus deseos, y en periodos de celo, estos deseos se desbordaban.
“Mierda, estás en celo” esto no era para nada bueno, debía actuar rápido, velar por la seguridad del omega.
“No. Es imposible, no debería… llegar aún, tengo tiempo” el chico se removía, incómodo por las sensaciones que experimentaba por primera vez en tanto tiempo.
“No lo tienes, ¿que acaso no conoces tus propios síntomas?” Debía darse cuenta de la situación en la que estaba, no era posible que un omega a esta edad no reconociera los síntomas de su celo ¿verdad?
“No he tenido un celo en años. Solo tuve el primero, nada más” Oh no ¿por qué mierda estaba llegando ahora? Se suponía que no debería llegar en al menos tres días. No podía entrar en celo ahora, estaba lejos de su hogar, lejos de su nido, lejos de Kyouka, lejos de la ADA, lejos de cualquier confort que tenía en su vida.
“¿Cómo es eso posible?” Un omega de la edad de Atsushi ya debería haber experimentado por lo menos unos 10 celos en su vida, incluso si tenía un ciclo lento, era imposible que solo hubiera pasado por un celo
“Los suprimí todo este tiempo” dijo intentando hacer las pausas lo más cortas posibles, tragando el dolor que estaba empezando a sentir.
“¿Estás loco acaso?” Esto será terrible, definitivamente. Un celo no podía ser contenido por tanto tiempo sin causar una explosión de feromonas y sensaciones intensas, sería un infierno si no le ayudaba.
“Esto es lo que haremos” dio una pausa para asegurarse “Voy a llevarte a una clínica de celos, ahí podrán cuidar de ti, te mantendrán vivo”
“¡No!” No, no, no quería estar solo. Sí lo ingresaban en una clínica no habría manera de salir de ahí hasta que se terminara su celo, iba a estar solo y aislado del mundo. Tendría que experimentar todo ese dolor por su cuenta, nadie lo abrazaría, nadie tomaría su mano mientras le decía que todo iba a estar bien “No me dejes solo, por favor”
“Estarás bien, son profesionales” Era lo mejor, él y Atsushi no eran nada, ni siquiera eran compañeros de trabajo, tan solos rivales que se toleraban.
“No lo entiendes, no me puedo quedar solo, no de nuevo” Se estaba comenzando a acelerar, ¿era esto un ataque de ansiedad? Su corazón palpitaba con fuerza, tanta que lo escuchaba en su cabeza, y no podía respirar con tranquilidad. No quería volver a ese closet, no quería ir a esa clínica, ¿qué pasa si lo encierran en un cuarto y se olvidan de él? Morirá, su celo lo matará. “Quédate conmigo, te lo suplico” Las lágrimas ya caían de su ojos, creando caminos por su rostro.
“¿Qué dices? No puedes estar hablando en serio, tu celo está jugando con tu mente. Creeme, no quieres eso de verdad” Por mucho que Akutagawa deseaba aceptar la oferta del omega y tener la oportunidad de llenar ese vacío que por tanto tiempo ha sentido, de saciar ese deseo que vivía en un hueco que se creó cuando él y Atsushi se separaron después de unirse por primera vez, debía negarse.
“¡Confío en ti! Si tengo que pasar mi celo lejos de mi hogar, al menos te tengo a ti aquí” No sabía que lo poseía, pero, sentía que si Akutagawa se quedaba a su lado, todo iba a estar bien. Siempre superaron todo juntos, no importa la pelea, cuando trabajaban juntos, todo era posible. Intentó parar su llanto para sonar más convincente, tanto como pudiera, tomó un gran respiro “Aun no estoy tan mal, esto es lo que pienso siendo consciente”
Las palabras de Atsushi resonaban en su cabeza. Los “confío en ti” y “al menos te tengo a ti” estaban haciendo locuras en su cabeza y causando una reacción corporal. Quería esto, oh cuánto quería esto.
“¿Estás seguro de que estás en tus cabales?” se permitió a sí mismo preguntar.
“Creo que mis sintomas son solo físicos hasta ahora” Le costaba sacar las palabras y su cuerpo se sentía insoportable, su piel ardía, su estómago se revolvía y tenía un nudo en la garganta, pero a la hora de pensar, si no contaba la sensación de mareo que afligía su mente y sacaba la sensación de ansiedad y miedo a quedarse solo, la verdad es que su cabeza estaba funcionando bastante bien. “Puedo tomar esta decisión”
“¿Sabes lo que esto significa? No puedo ayudarte como lo haría Kyouka u otro beta u omega” La implicación era clara, si Akutagawa ayudaba a Atsushi en su celo, de una u otra manera terminarían intimando.
“Sí, sé lo que estoy pidiendo” El malestar era suficiente para callar la vergüenza que esta afirmación le causaba, era como decirle que quería tener relaciones con él, repetidas veces, y normalmente hubiera sido más tímido con este tipo de tema ¿será que su celo si estaba nublando un poco su juicio o sería esta la atracción preexistente que sentía por el pelinegro?
Akutagawa quería aceptar, pero admitir que quería compartir este tipo de intimidad con Atsushi y dejar a la luz su vulnerabilidad era algo que no podía hacer. Necesitaba encontrar una razón para ayudar al otro, una que no consistiera de su buena voluntad o buscar su propio placer. Por muy tonta que sea, algo que pueda quitar de sus hombros el peso del compromiso que sinceramente estaba deseoso de aceptar.
Dazai.
“Supongo que acepto, Dazai no me lo perdonaría si dejara a su aprendiz así, te ayudaré porque no quiero quedar mal con él”
Era una gran mentira claramente, solo esperaba que a Atsushi no se le hiciera tan evidente.
“¿Estás… ? ¿tomas pastillas?” Debía saber si era necesario comprar anticonceptivos de emergencia o preservativos.
“¿Pastillas?” ¿Y eso qué tiene que ver? Atsushi toma algunas pastillas que Yosano le ha prescrito pero no entendía la pregunta.
“No creo que quieras tener un cachorro producto de este encuentro ¿verdad?”
Un cachorro… Un bebe.
Claro que quiere un bebé, Akutagawa le podría dar un bebé. Un pequeño bebé… hecho con la esencia de ambos, uno que pudiera amar y al fin…
Y entonces fue como si le hubieran tirado una cubeta de agua fría en la cabeza. No podía tener un bebé, eso era imposible.
Hubo un silencio y de la nada el alfa sintió como la esencia del otro se volvió agria por tan solo un segundo, fue casi imperceptible.
“Soy esteril, así que no hay nada de qué preocuparse” dijo bajando la mirada. Parecía ser un tema sensible para el omega por lo que decidió no comentar acerca de ello.
“Entonces vamos” Levantó al otro y lo posicionó en su espalda para poder llevarlo de manera más cómoda, amarrándolo a su cuerpo con Rashomon y cubriéndolo por completo con este. Podía sentir a Rashomon vibrar de felicidad al cubrir al omega y estar en contacto con él. “No deberíamos tardar tanto” Era claro que no podrían tomar el transporte público una vez entraran a la ciudad, pero tal vez un taxi bastaría.
“Mm, gracias” suspiró la palabra, derritiéndose sobre la espalda del alfa. Era cálido y se sentía protegido, era realmente acogedor. La esencia del alfa estaba ayudando a calmarlo y estar tan cerca de la fuente estaba haciendo maravillas para calmarlo. En un acto impulsivo presionó su nariz contra la glándula odorífera recibiendo sus feromonas directo de la fuente, era casi demasiado bueno. Después de unos cuantos respiros su cuerpo se relajó por completo, cayendo rendido, mas, hay algo que quería hacer aún.
Sabía que no era el mejor momento, Akutagawa probablemente estaba concentrado en llegar al hotel que tenía lazos con la port mafia y les había asegurado su hospitalidad, aun así, era esencial para Atsushi conocer aunque fuera un poco más de la persona con la que iba a compartir su primera vez.
“Cuentame de ti” dijo en voz baja, no era necesario más, después de todo su cabeza descansaba en el hombro del alfa, al lado de su oído.
“¿Qué?”
“Quiero saber sobre ti”
“¿Crees que este es un buen momento?” ¿De qué se trataba esto? ¿Por qué le nació de la nada saber sobre Akutagawa? Llevaban un buen tiempo trabajando juntos y nunca había recibido este tipo de pregunta.
“No creo que me quede mucho tiempo de cordura. Me gustaría conocer a… la persona con la que voy a perder mi virginidad” Ya no tenía tiempo para vergüenza, sabía que no iba a tener la primera vez de las novelas románticas, no estaba enamorado de Akutagawa y estaban haciendo esto por necesidad, pero quería saber algo, sentir aunque sea una conección que no fuera producto de sus instintos o de la adrenalina en batalla, una conección que fuera de ellos como personas, no como animales.
A Akutagawa la verdad es que se le hacía algo infantil y demasiado meloso, la noción de querer conocer a la persona con la que compartirias este tipo de actos carnales era demasiado dulce, como una fantasía o de un cuento de hadas, cuando en verdad era sexo y nada más ¿no es así? Al menos eso es lo que sentía cuando tenía sus períodos de celo, solo buscaba saciar las necesidades de su cuerpo.
Algo como “hacer el amor” con una pareja no era algo que un mafioso como él podía hacer, la mayoría de la port mafia había renunciado a sostener relaciones normales y sanas el momento en el que entraron, y aun si Akutagawa solo había sido un niño al ingresar, ahora tenía bien claro que nunca tendría algo como un amante, porque eso solo era tomar riesgos innecesarios, no iba a encariñarse con alguien solo para que los usaran de rehén en su contra.
Tenía una persona en el mundo que amaba, su hermana pequeña Gin, nadie más, y eso no iba a cambiar.
Pero no porque un mafioso como el no pudiera permitirse cosas lindas significa que Atsushi no las merecía, él pertenece al lado de la luz y por consiguiente puede experimentar todas esas cosas maravillosas, para Akutagawa era demasiado tarde, pero iba a permitirle esto al omega.
“¿Qué deseas saber de mí?”
“¿Tienes familia?”
Y eso debería ser confidencial, toda la información sobre Akutagawa Ryunosuke debería ser de él y sólo de él mismo.
Pero… Atsushi quiere saber de él.
“Tengo una hermana pequeña, ella es todo lo que me queda. Crecimos en las calles y tengo pocas memorias de mis padres…” Una verdad a medias. Sus padres los dejaron algo temprano en su vida, las pocas memorias que tenía era suficientes para saber que su padre era un maldito bastardo, y su madre… no. Definitivamente no iba a pensar en eso, ese era un baúl mental que había cerrado con llave hace mucho tiempo y no planeaba quitarle el polvo a esas memorias, recordar solo dolería. “Un día estaban ahí y al día siguiente ya no más. Fui cuidado por gente que cambiaba todo el tiempo, hasta que Dazai me encontró y bueno el resto es historia” suponía que ese era un buen resumen de su situación familiar, no tenía mucho, pero lo poco que tenía siempre lo protegía hasta el final. “¿Qué hay de ti?”
“¿Yo? bueno, no tengo familia, crecí en un orfanato y fui desalojado poco después de cumplir los diecisiete años, luego Dazai me encontró y bueno, el resto es historia” dijo imitando la manera en la que se había expresado Akutagawa. Decidió omitir el hecho de que su vida en el orfanato no fue buena porque la vida de Akutagawa probablemente había sido peor en las calles y no quería quejarse por cosas del pasado. “Ahora tengo a Kyouka que es como mi hermana menor, eso me hace feliz, ya no me siento tan solo”
“¿Cómo te llevas con tu hermana? No sé cómo son los hermanos, siempre he sentido curiosidad” Tal vez preguntar sobre su hermana sería una buena manera de romper el hielo.
“Me llevo bien con ella y la quiero mucho, es lo único bueno que me ha regalado la vida, al menos eso creo” Rashomon se sacudió en protesta en ese momento “Y Rashomon, esos son los dos regalos que me ha dado la vida” corrigió.
“El tigre nunca se sintió como un regalo, se sentía más como una maldición, pero supongo que me ha ayudado a llegar hasta aquí, y no hubiera conocido a nadie de la ADA de no tenerle, por lo que puedo agradecer su existencia”
“El tigre es una bendición, no hubieras durado ni un día con Rashomon, conociéndote, hubieras recibido una herida fatal y muerto. He pasado años entrenando para sacarle utilidad a mi habilidad, para no ser tan débil” dicha habilidad volvió a retorcerse con disgusto.
“Supongo que sí. Aunque creo que Rashomon es bastante cool por su cuenta” Otra sacudida, esta vez más enérgica. “¿por qué estás haciendo eso?”
“Eso es Rashomon, estoy cansado y preocupado de llevarnos de vuelta al hotel por lo que tiene rienda suelta de hacer lo que le plazca en estos momentos”
“Espera ¿Rashomon tiene su propia conciencia?” Preguntó extrañado.
“No lo sé, no sabría como describirlo, si tuviera que, diría que es como un perro que sigue órdenes pero que tiene su propio carácter. Tu le agradas bastante” Era la verdad, Rashoumon adoraba a Atsushi, probablemente producto de la unión de sus habilidades en pelea, era posible que viera a Atsushi como un amigo o camarada.
“¿En serio? Bueno, a mi también me agrada, es una gran habilidad, muy versátil. Me ha ayudado bastante el día de hoy” La habilidad vibró de nuevo y apretó a Atsushi en señal de cariño. Akutagawa decidió callar el comentario de que el que lo había ayudado hoy había sido Akutagawa con Rashomon, y no solo este último por su cuenta, aunque no es como que quisiera que Atsushi le agredeciera ni nada por el estilo. “Tu también me ayudaste bastante, gracias por rescatarme”
“Pues claro, dejarte morir solo me perjudica” Atsushi solo se rió de eso.
“Oye, Akutagawa”
“¿Sí?” Ya casi llegaban a la ciudad, una vez adentro podrían tomar un taxi, ya casi terminaba lo peor del camino para Atsushi y comenzaba lo peor para Akutagawa, no estaba emocionado por compartir un taxi con el hombre tigre en este estado, pero sabía que era lo mejor para ambos.
“¿Estás bien con ayudarme en esto?¿No te da asco?” ¿no te doy asco? era la verdadera pregunta que quería hacer.
“Ehh ¿no? ¿por qué lo preguntas?” Sabía que no daba la impresión más sociable pero no es como que el contacto humano le diera asco ni nada.
“Por ser un hombre omega, algunas personas piensan que soy un fenómeno, o al menos eso me han dicho”
“Si creyera eso también pensaría que mi hermana es un fenómeno por ser una mujer alfa, sería un idiota para pensar menos de ella solo por su segundo sexo. Así que, para responder a tu pregunta, no, no me importa en lo más mínimo que seas un hombre omega” Sabía lo estúpida que podía ser la gente, las miradas y comentarios que hacían sobre su hermana, la razón por la que esta se vestía de manera más masculina con la esperanza de pasar como un hombre alfa o beta y se avergonzaba de usar ropa femenina, aun cuando le encantaba usar vestidos, porque no se sentía lo suficiente “femenina” para usarlos. Imaginaba que debía ser el mismo caso con los hombres omegas, mirados en menos y tratados como hombres menos masculinos o ni siquiera hombres de verdad por algunas personas. Fetichizados e infantilizados por algunos y demonizados por otros. Akutagawa agradecía que esas cosas estaban quedando en el pasado porque él mejor que nadie sabía que tu segundo sexo no significaba nada: el era un alfa y aún así había sido increíblemente débil, de complextura delgada y endeble y sumamente enfermizo, nada que ver con los antiguos estereotipos de grandeza sobre alfas.
“¿Una mujer alfa? Debe haber sido difícil…”
“Hice lo posible por que no lo fuera, espero poder haberla protegido aunque sea un poco de esas idioteces del pasado”
“Eso suena bien, tal vez si hubiera tenido un hermano mayor así, las cosas hubieran sido mejores” Un hermano o hermana mayor que pudiera defenderlo, que le enseñara cosas de su dinámica y lo protegiera de las crueldades del mundo. Alguien que lo hubiera ayudado a no odiarse tanto a sí mismo “Estoy seguro de que tu hermana debe quererte mucho, suenas como un buen hermano mayor” Atsushi suspiró, acercándose instintivamente a la fuente de la esencia que lo cubría, inhalando la intoxicante sustancia directo de su origen, después de unas respiraciones su vista se empezó a nublar y cayó rendido al cansancio que aquejaba su cuerpo.
La respiración del chico empezó a disminuir sus revoluciones, señalando que se había quedado dormido y Akutagawa logró sentir como la esencia del omega volvía a un intenso dulzor, señal de que este se sentía seguro y cómodo con él.
Atsushi parecía no haber tenido una buena infancia por lo que escuchaba, pero no era momento de indagar sobre eso y la verdad es que nunca lo sería. No estaba aquí para enamorar a Atsushi ni para volverse su amigo y menos para volverse su alfa, solo estaba aquí para ayudarlo. Y; le recordó una parte de su ser, porque lo deseaba, deseaba ayudar al chico, y no solo porque quisiera rescatar al omega de un apuro en un acto de heroísmo, sino porque en lo más profundo de su ser sentía el llamado de hacerlo suyo, de una u otra forma, y eso sumado a las suplicas del omega por su compañía habían destruido el poco autocontrol que tenía, poco se había resistido al final.
Había sentido el llamado, y había respondido.
Notes:
Sentí era un buen lugar para terminar el capítulo por lo que lo dejaré hasta aquí
¿Qué me dicen gente? ¿Saldrán las cosas bien? Mientras escribo esto ni yo lo sé hihi.Ayayay sentí muchas cosas con este capítulooooo, me emocioné, quiero mucho a estos jóvenes emocionalmente traumatizados ᕕ( ཀ ʖ̯ ཀ)ᕗ
MaliceCatFan on Chapter 2 Fri 05 Sep 2025 01:10PM UTC
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Papico_Pal_pico on Chapter 2 Sat 06 Sep 2025 09:06PM UTC
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ShadowFlickPen on Chapter 3 Thu 11 Sep 2025 04:18PM UTC
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