Chapter 1: Advertencia
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Esta historia girará entorno a la relación de Amity y Lucía desde un aspecto jodido física y emocionalmente, tratare de no endulzar algo que esta claramente mal y que tristemente ocurre.
Primero tienen que saber que yo estoy en contra de todo esto, de hecho soy de los que piensa firmemente que salir con alguien menor de edad cuando tu ya eres un adulto es algo que dignamente merece la cárcel.
Por eso precisamente he escrito esta historia porque estoy cansado de que las personas lo vuelvan normal y hasta digan que es romántico. Así que decidí escribir algo crudo que incluso un idiota como yo lo siente pesado y culpable.
Si estas preparado para leer esto adelante, se discreto, mienta la madre en los comentarios y demuestra lo que sientes.
Ahora si eres menor de edad y alguien mucho mayor quiere decirte las típicas cosas de "Eres muy madurx para tu edad" "Te ves mas grande" "Sera un secreto" déjame decirte que huyas de esa persona, bloquea, aléjate e incluso denuncia. Si pasas por esto actualmente tienes que saber que puedes hablar conmigo y yo tratare de ayudarte todo lo posible.
Esto sera jodidamente oscuro asi que lo lamento mucho de todo corazon.
Chapter 2: Prólogo
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La odiaba. Odiaba la música fuerte que parecía gritarle que era una idiota. Odiaba el sabor de la marihuana en sus labios. Odiaba la amargura en su paladar cada que la cerveza bajaba por su garganta. Odiaba marearse entre el humo, el alcohol y las luces de neón. La odiaba a ella.
Odiaba su vida, su cabello castaño, el color de sus ojos, su cuerpo, sus labios, su sonrisa. Odiaba ceder con una rosa después de que "ella" tuviera un ataque de celos, odiaba el dolor de sus caderas después de tener relaciones. La hacía sentir sucia, enferma, le provocaba arcadas y unas ganas alarmantes de quedarse dormida mientras "ella" la tocaba y le repetía que "era una buena niña".
Pero estaba bien. Porque en el fondo de todas las drogas, los conciertos hasta la madrugada, el poco respeto que le tenía al tener relaciones, el dolor en sus piernas, el dolor en su corazón, Amity sabía que la amaba.
La amaba porque cada canción era para ella, porque cada ataque de celos era culpa de la menor, porque mientras estaba entre sus brazos parecía que nada en el mundo podría lastimarla. Y estaba bien de esa forma.
Amity no quería algo dulce, no quería arcoíris y poemas de amor, solo alguien que le permitiera quedarse a su lado mientras su mundo se caía a pedazos, mientras sus padres discutían incesantemente, mientras Edric y Emira escapan cada noche de fiesta, mientras Amber ignoraba su existencia completa, mientras Lucia la espera cada noche fuera de su ventana dispuesta a cumplirle cada capricho.
Tal vez no la odia tanto. Tal vez incluso la ama aunque duela tanto que quiera morir, aunque se sienta sucia cada que "ella" le exige que se quiete la ropa, aunque nada sea tierno. Pero no importa. Nada importa cuando solo deseas morir.
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Un gemido se ahogó entre los labios de Lucia, la omega tenía los ojos cerrados y se aferraba con fuerza a los hombros de Lucia quien no podía evitar sonreír notando el miedo en el cuerpo de la menor de los Blight.
La puerta estaba ligeramente abierta dejando que la luz entrara iluminando el rostro de Amity quien cerró los ojos con fuerza al instante que Lucia golpeo con fuerza su interior sin cuidado alguno, una y otra vez como si se tratara de un animal en celo. Dolía como el infierno.
La música fuerte de Rock amortiguaba cada suplica, cada palabra, cada gemido lastimero de la menor quien se refugiaba en esas letras que tanto odiaba de Nirvana deseando que su alfa terminar pronto.
—Eres tan buena— susurro Lucia mordiendo descaradamente el hombro de la chica con tanta fuerza que saco un poco de sangre –Eres perfecta Am.
La mirada dorada choco con la castaña de Lucia quien sonreía con una mezcla de sadismo y diversión, se unieron en un beso desesperado, posesivo mientras la alfa seguía embistiendo con fuerza a la Blight ocasionando que la cama rechinara con fuerza y la omega mordiera su labio enloqueciendo sus sentidos.
—Estas tan estrecha— gruño la mayor ocultado su rostro en el cuello de Amity –Me encanta eso.
La música continuo, las embestidas continuaron, los besos seguían ahí y ninguna persona le importaba en lo absoluto. Amity recordó por unos segundos que seguían en casa de un miembro de la banda de Luz, que afuera se encontraban adolescente y jóvenes adultos ebrios drogándose, que en la sala todavía estaba su mochila de la escuela y que había olvidado hacer los deberes de química.
—¡Terminen su mierda de una vez! —gritó Scarlette entrando descaradamente a la habitación y sorprendiendo a Amity quien se cubrió rápidamente con el cuerpo de Lucia –Algún idiota llamo a la policía y no quiero tener una investigación porque te estas follando a una niña de 14.
Lucia sonrió con cinismo y rodo los ojos en cuento Scarlette abandono la habitación dándole una última mirada a Amity asegurándose que la pequeña omega no tuviera signos de forcejeo. Scarlette adoraba a Lucia pero incluso ella sabía que estaba en una mierda muy peligrosa e incluso enferma con la menor de los Blight, tanto que incluso ella aguantaba la rabia de denunciar a Lucia.
—¿Te gusta? —cuestionó Lucia tomando bruscamente el rostro de la niña entre sus manos –Quieres que le diga que se una, quieres que ella también este dentro de ti.
Amity negó con rapidez logrando que Lucia sonriera con arrogancia y continuara moviendo sus caderas, la alfa detestaba cuando Amity le prestaba atención a alguien más, detestaba la idea de que algún idiota fuera con algún policía y hablara, porque por mucho que le gustara decir que la Blight solo era una diversión la verdad es que mataría por ella a cualquiera.
—Dejamos esto por ahora —exclamó Lucia saliendo del interior de la omega con nada de cuidado–. Continuaremos cuando estemos en mi departamento —prometió limpiando el líquido pre seminal de entre las piernas de la Blight.
La Blight asintió, se sentó en la cama sintiendo una descarga de dolor que Lucia noto y soltó una carcajada en respuesta, la alfa mayor se acercó a ella y la acurruco en su pecho, relajándola con sus feromonas, acariciando su cabello peliverde con ternura y dejando un camino de besos hasta su hombro.
—Lamento follarte tan fuerte —se disculpó con sinceridad la alfa al mismo tiempo que notaba la herida en el hombro de la chica–. Mañana te lo compensare, podemos ir al cine, comer algo chatarra o pasar la tarde en mi departamento viendo esa caricatura que tanto te gusta.
—¿Lo prometes? —cuestiona la omega jugando con la mano de Lucia quien sonríe en el acto.
—Lo prometo, solo lo mejor para mi niña perfecta —aseguró la mayor con una sonrisa de lado.
Ambas salieron después de unos minutos y la multitud no tardo en mirarlas, todos lo sabían, pero estaban muy ocupados con su vida para decir algo. Después de todo Lucia era importante, cantante, guitarrista, prodigio escolar y sobre todo tenía tanto jodido dinero que cualquiera ignoraría su relación con la Blight solo por un par de billetes.
—La gente de mierda solo lastima —susurró Scarlette mirando con asco como su vocalista rodeaba descaradamente la cintura de la niña–. Y quien juga con niños termina jodido.
Luz Noceda abrió los ojos con cansancio, el viaje a casa de su hermana mayor había sido una porquería con todas sus letras, en primera porque a su lado Luca no paraba de quejarse el cómo sus madres las habían mandado lejos solo porque el pequeño King necesitaba cuidados especiales por estar enfermo y el cómo era la mejor escusa que tuvieron para librarse de dos adolescentes.
También había sido un viaje aburrido, los paisajes de Oregón eran rústicos la mayor parte del tiempo, no había tantas pistas de Skate como le gustaría, no había visto ni siquiera un lugar bueno para perderse. Pero lo peor era su hermana mayor, Lucia Noceda quien los había olvidado en la estación de autobuses por lo que tuvieron que caminar dos horas para llegar hasta el departamento de su hermana.
—¡Primero me hacen dejar a mi perro! —gritó Luca rodando los ojos con fastidio –Ahora tenemos que esperar a que esa promiscua se despierte y abra la puerta.
—No es tan malo —defendió Luz con una sonrisa de lado y Luca la mira incrédulo— ¡Vamos! Al menos el paisaje era lindo.
Luca estuvo a punto de protestar, pero la puerta fue abierta dejando ver a Lucia vistiendo una camisa holgada con unos shorts cortos, sus labios estaban irritados, su cabello castaño despeinado al igual que tenía un fuerte aroma a cigarro.
—Pensé que vendrían mi hermana y mi hermano menores, no dos enanos— bromeo la alfa con una sonrisa divertida –Lamento no abrir antes.
—Es claro que estabas ocupada— se quejó Luca rodando los ojos – ¿Al menos ella ya se fue?
—¡Luca! —regañó Luz mirando a su hermano mayor quien levanto los hombros con inocencia.
Lucia ignora las palabras de su hermano y los dejo pasar, al entrar el departamento era impresionante, algo simple para un adulto joven como su hermano, pero aun así caro para cualquier persona de su edad lo que ocasiono dudas en Luca quien siempre había sido el primero en notar las cosas raras.
—Sus habitaciones son las dos del fondo —exclamó la alfa mayor con una sonrisa de lado –Dejen sus cosas y bajen a desayunar.
Luz asiento y camino detrás de un hiperactivo Luca quien ya había reclamado como suya una habitación con vista al bosque, Luz solo sonrió y abrió la primera puerta que vio arrepintiéndose al instante por su acción.
Amity miraba su reflejo en el espejo, pasaba sus manos por su abdomen, delineando las marcas de rasguños, mordidas, chupetones incluso las cicatrices de heridas que una vez fueron más profundas. Odiaba su cuerpo. No era lindo, no era agradable, estaba sucio y siempre lo estaría.
—¡Lo siento! —exclamó Luz retrocediendo y mirando con asombro el cuerpo de la chica.
Por primera vez Amity reaccionó, estaba totalmente desnuda enfrente de una chica que no conocía, ella podía ver su cuerpo, las heridas, era la primera vez que alguien que no fuera Lucia o Scarlette la veía de esa forma y la última solo lo hizo porque su alfa le provoco un sangrado interno.
—¿Quién eres? —cuestionó Amity cubriéndose con una sábana y sintiendo el pánico comer su alma —¿Cómo entraste?
Luz estuvo a punto de musitar algo, pero fue jalada violentamente hacia atrás sorprendiendo a las dos adolescentes en la habitación, Lucia miro con sorpresa a su hermana, pero su semblante cambio a uno confiado y lleno de cariño. Sabía manipular a las personas y su familia no sería una excepción.
—Creí que Mamá te enseño a tocar — bromeó la alfa despeinando el cabello de Luz –Ella es Amity, creo que tienen la misma edad, se queda a dormir a veces aquí cuando discute con sus padres, no le gusta hablar mucho con las personas así que no le digas a nadie.
—¿Por qué estaba desnuda? —susurra Luz recordando la expresión en su rostro y sus heridas —¿Ella está bien?
—Hey tranquila, yo la cuido... son cosas de adultos— respondió abriendo la puerta de su habitación sin darle importancia–. Ve a desayunar nutria, bajaré en un momento.
Luz asintió no muy convencida y Lucia entro a la habitación, la menor no podía moverse, su corazón latía con fuerza por la sorpresa, era la primera vez que veía el cuerpo de una chica, la primera vez que sentía esas mariposas en el corazón. Ella era hermosa, sus ojos, su cabello, sus mejillas, era como una princesa sacada de un libro de hadas con todo y la expresión infeliz marcada en su rostro.
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Amity odiaba la música de Rock, pero fingía disfrutarla para no molestar a Lucia quien la amaba, también odiaba tener el cabello de color verde, pero lo hacía porque Lucia la presionaba, odiaba los besos húmedos pero su alfa se lo exigía siempre con fuerza.
Pero en esa mañana era como una hermana mayor para ella y las otras dos personas en el comedor, amable, alegre, cariñosa. No maldecía en exceso, no la obligaba a sentarse en sus piernas para comer y tampoco hacia cumplidos morbosos a su cuerpo.
—Tal vez puedas enseñarles la ciudad —comentó Lucia detrás de Amity –Así tendría tiempo para preparar tu sorpresa —susurra dejando un par de besos en el cuello de la Blight.
—Pero tengo que ir a la escuela —susurró provocando un gruñido fuerte de la castaña quien rodo los ojos.
—Solo te estoy pidiendo un puto favor Amity —se quejó presionando con fuerza sus manos alrededor de la cintura—. Se una niña buena princesa.
Amity estuvo a punto de responder cuando se escuchó la voz de un aburrido Luca, la menor de los Blight solo asintió para alejarse de la alfa quien gruño con fastidio pues al parecer sus hermanos se encargarían de arruinar los momentos preciados con Amity.
(...)
Estaban caminando sin tener un lugar fijo, solo daban vueltas por el centro comercial y charlaban de cómo era Chicago, del tráfico, las peleas en las calles y la educación. En un momento Luca se alejó del grupo y solo quedaron las dos chicas que se sentaron sin cruzar palabra alguna.
—Lamento lo de esta mañana —susurró Luz mirando de reojo la expresión aburrida de Amity.
—Claro —respondió la Blight mirando su teléfono aunque no le prestaba atención.
—¿Por qué tienes tantos golpes? —preguntó la castaña sin dudar.
—Prefiero no hablar de eso —musitó Amity mirando de reojo como Luca miraba los estantes de patinetas.
Luz no se atrevió en preguntar más, conocía al tipo de persona que era Amity, posiblemente una chica con problemas familiares que tenía una buena vecina que la ayudaba, siempre distante, siempre tratando de parecer mayor y claramente tratando desesperadamente porque nade viera fuera de esas paredes que tanto se había esforzado por construir.
—¿Cómo conociste a Lucia? —cuestiona la menor de los Noceda.
Por primera Luz recibe una expresión diferente a indiferencia de Amity pero no sabe diferencias si son nervios, culpa o miedo.
Amity trata de pensar en una respuesta, no puede ir por ahí diciendo que la conoció en el funeral de su hermana cuando tenía 12 años o que sus padres la obligaron a salir del lugar cuando Lucia trato de golpear a Odalia y a Alador. Tampoco quiere decir el como ella fue la primera que se acercó porque nadie en su casa quería estar a su lado solo por ser idéntica a Amelia y mucho menos quiere confesar que su primera vez teniendo sexo fue cuando cumplió 14 ese año.
—En un parque —responde la Blight desviando la mirada –Me enseñó a jugar béisbol —mintió, aunque tenía algo de verdad.
—Es algo que ella haría —aseguró Luz con orgullo–. Lucia es alguien en quien puedes confiar rápido.
Amity asintió, ella sabía que Lucia era de confiar o al menos eso decían todas las personas a su alrededor que no paraban de repetir "Ella es asombrosa" "Que suerte tienes" "¿Qué tan duro te da?" "Debes de ser traviesa" pero para la Blight los comentarios eran horribles, la hacían sentir como nada, sin valor alguno hasta un punto que ella misma lo comenzaba a creer.
—¡Manoplas! —exclamaron los gemelos Blight al ver a su hermana menor—. ¿No deberías estar en la escuela?
—¿No deberías estar en la preparatoria? —cuestionó la menor rodando los ojos.
Edric sonrió de oreja a oreja, él era el único varón en su familia por lo que se había vuelto un experto notando las expresiones en sus hermanas, pero como era habitual Amity mantenía esa gran barrera que protegía su joven corazón.
—¿Dónde dormiste ayer? —cuestionó Amber sentándose a lado de Luz—. Nuestros padres no lo notaron peor nosotros no somos idiotas.
La menor estuvo a punto de responder cuando una risa heló la sangre de todos los Blight quienes miraron a la dueña rápidamente, detrás de ellos se encontraba Lucía quien vestía una gran sudadera negra y unos pantalones anchos.
—¿No sabía que tendrían una reunión familiar? —bromeó caminando hasta estar detrás de Amity donde tomo sus hombros y los masajeo con los pulgares—. Es de mala educación no invitarme.
—Vete al infierno Noceda —gruñó Amber poniéndose de pie y mirando con asco a Amity—. Eres patética.
Edric y Emira se miraron entre ellos para regresar sus miradas a donde Lucia tocaba a Amity, los gemelos parecían tensos, enojados al grado de no que sus propio instintos estaban por salir pero aun así se mantuvieron en orden. Eran unos maestros para reprimirse a si mimos.
—Vuelve temprano hoy —pidió Emira caminando hasta Amity y empujando claramente a Lucia quien continuaba con esa sonrisa molesta en su rostro.
—¡Nos vemos manoplas! —exclamó Edric besando la mejilla de su hermana y mirando por última vez a Luz con una sonrisa –Hasta luego próxima novia de manoplas —bromeó el chico molestando rápidamente a Lucia quien presiono con fuerza los hombros de Amity.
Luz se sonrojo fuertemente pero antes de poder decir algo noto como Lucia tomaba el brazo de Amity y le pedía que la acompañara a los baños prometiendo que volverían rápido. Muy extraño si alguien le preguntara a cualquiera.
Luca por su parte estaba sentado en las escaleras espiando a una castaña que pateaba algunos contenedores de basura con tanto odio que el chico agradeció no ser ellos.
—¡Maldita pedófila de mierda! —gritó la castaña sorprendiendo a Luca quien la miro serio—¡Jódete en el infierno!
Amber estaba furiosa, tan enojada que solo podía pensar en destrozar a Lucia, en alejarla de su hermanita, en patear su estúpido rostro con tanta fuerza que de seguro terminaría en un reformatorio y con sinceridad cualquier cosa valdría la pena con tal de mantener a Amity a salvo.
—¡Hija de puta! —gritó abollando el contenedor del centro— ¡Que te den! ¡Maldita enferma!
—¿Quién es la enferma? —cuestiono Luca mirando a la chica quien se detuvo—. No puedes gritar esas cosas y no contar toda la mierda.
—Metete en tus problemas mocoso —gruñó la castaña ocasionando que Luca sonriera de oreja a oreja.
—Puedo apostar que soy mayor que tu— comento el dominicano con una sonrisa de lado –Y también tienes que saber que soy un maldito genio para resolver mierdas complicadas.
—Créeme que nadie puede con ella— mascullo Amber apretando sus puños con tanta fuerza que pensó se haría daño.
—Nadie es invencible, solo tienes que joderle en el punto exacto y se caerá a pedazos— sentencio el chico poniéndose de pie y estirándose—. Si necesitas mi ayuda puedes encontrarme en cualquier lugar con una pista de Skate, siempre estoy listo para ayudar chicas lindas.
Amber se sonrojo mirando como el castaño subía las escaleras para salir del estacionamiento, necesitaba ayuda y sin importar cuanto le costara alejaría a Lucia Noceda de su hermanita.
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Lucia cerró los ojos con fuerza al sentir como su miembro entraba torpemente en los labios de la omega arrodillada en ese jodido y pequeño baño público, maldijo a sus adentros al estúpido Edric por provocarle un ataque de celos y sobre todo a la estúpida de Luz por sonrojarse como si fuera una mocosa. Odiaba liderar con niños que no obedecían.
—Eres tan buena en esto —gruñó Lucia empujando sus caderas con fuerza y ahogando un poco a la pequeña Amity–. Eres toda una puta para mi princesa
Sin esperar más la alfa levanto a Amity y se sentó en el inodoro bajando la tapa, la omega entendió a la perfección por lo que se sentó a horcajadas sobre sus piernas, rezando internamente porque nade la encontrara y la vieran en una situación tan horrible como lo era aquella.
—Mírame —ordenó Lucia tomando con fuerza las mejillas de la chica quien soltó un gemido de dolor –La próxima vez que te vea con alguien te follare tan fuerte que no me importa cuánto llores.
Amity asintió con fuerza al saber que las palabras de Lucia nunca eran mentira, lo sabía de experiencia por aquella ocasión en la que algún adolescente le coqueteo en una fiesta y como castigo Lucia la grabo durante tres horas en las que la omega estaba tan lastimada internamente que no podía ni siquiera ponerse de pie.
—Tranquila princesa —susurró Lucia colocándose entre los labios mayores de la Blight–. Será rápido, no dolerá —prometió entrando de golpe en Amity quien soltó un grito de dolor puro y se aferró a los hombros de la alfa—. ¿Ves?, no dolió nada— se burló comenzando a mover sus caderas con fuerza.
Lucia sentía como las paredes internas de la omega se apretaban fuertemente alrededor de su miembro, escuchaba los sollozos de su chica en su odio, podía sentir el cuerpo pequeño sobre ella temblar de dolor. Era una maldito enferma y le importaba un carajo mientras pudiera tener a la Blight.
—Lucia —gimió Amity escondiendo su rostro en el cuello de la alfa, inhalando ese aroma a café con la única esperanza de que el dolor y el miedo se fueran —¿Ya vas a terminar?
—Relájate Blight —bromeó la alfa besando rápidamente la mejilla derecha de la chica—. Parece que quieres que me aleje de tu vida.
La menor negó con rapidez, su mayor miedo era quedarse sola en un mundo que la odiaba y por mucho que estar con Lucia doliera era lo único que le daba sentido a todo, la única persona que podría amar a una mocosa como ella era Lucia Noceda. Todos lo sabían.
Llorar todos los días era mejor que ser nada en el mundo.
—Más fuerte —pidió Amity cerrando los ojos y dejando escapar pequeñas lágrimas por el dolor –Por favor mi alfa más fuerte.
Lucia obedeció y golpeo aun con más fuerza el interior de la Blight quien sentía sus muslos comenzar a mojarse poco a poco y el ardor comenzar a llenar todo su cuerpo. La omega estaba llorando y eso enloquecía a Lucia, jadeaba por aire, pero a nadie le importaba. Quería ser amada. ¿Era tan difícil que alguien la amara?
Después de unos instantes Amity sintió como el nudo de Lucia se extendía en su interior, rasgando su cuerpo que aún no estaba preparado para recibir a un alfa pero que claramente lo hacía muy a menudo y algo que la había hecho tener que visitar a su ginecóloga antes de tiempo.
—Eres tan valiente amor— susurro Lucia limpiando las lágrimas abundantes de la menor –Me encanta que siempre seas una niña tan buena.
Amity asintió aferrándose al pecho de Lucia quien acaricio su cabello tiernamente, era como un ritual enfermo que había desarrollado desde que la menor de los Blight cumplió 14. La omega lloraba con fuerza y se acurrucaba en su pecho prometiendo ser una niña buena mientras Lucía la consolaba y mimaba prometiendo ser más dulce la próxima vez aunque siempre mentía.
—¿Quieres helado? —cuestionó Lucia y la menor asintió –Tal vez pida esa comida que tanto te gusta.
—¿Comida china y sushi? —preguntó mirando inocentemente a la alfa que siento su corazón derretirse.
—Todo lo que quieras— aseguro besando los labios de Amity.
(...)
Luca estaba sentado mirando el techo del centro comercial, eran las segundas papas fritas que pedía esperando a Lucia y Amity que finalmente llegaban con ellas, la menor tenía la sudadera negra de Lucia alrededor de su cintura y parecían muy cariñosas entre ellas.
—Lo siento, esta chica quería consejos para citas —miente Lucia sentándose frente a sus hermanas y mirando de reojo si la Blight podría sentarse sin dolor—. ¿Quieres ir a casa? —cuestionó a lo que Luca y Luz asintieron con prisa –De acuerdo, primero tenemos que hacer compras.
El castaño asintió y se puso de pie con prisa, si el pasaba un minuto más ahí terminaría golpeando a alguien, pero Luz no podía dejar de mirar la expresión de dolor en el rostro de Amity al sentarse.
—¿trajiste tu auto? —cuestionó Luz con unas sonrisa a lo que Lucia asintió –Creo que me quedare en el auto, ha sido un día muy cansado.
Amity le agradeció con la mirada a Luz, claro que aquello no pasó desapercibido por Lucia quien tenso su mandíbula en respuesta, pero fingió que estaba de acuerdo.
—Deberías quedarte en el auto si no te sientes bien —comentó Luca mirando a Amity quien asintió—. Entonces perfecto, Luz lleva a Amity al auto y Lucia vamos a comprar.
Un rato después Luz se encontraba en el auto con Amity a su lado, la chica parecía más pálida de lo normal, cansada y demasiado soñolienta, casi enferma lo que preocupo justamente a Luz a quien no le importo que la chica se recargara en ella buscando un poco de comodidad.
—Lo siento —susurró Amity de forma casi lastimera —. Si te molesta me puedo alejar.
—Descuida —respondió Luz tomando la mano de la peliverde que asintió—. No me molesta.
Luz saco su viejo reproductor y le ofreció un auricular a la peliverde que lo acepto torpemente, al colocárselo una tonada dulce comenzó, reconoció los acordes como rock, pero no le molestó. Era una canción nostálgica, cálida, de cierta forma hasta dulce o tal vez era porque el aroma de Luz era similar al chocolate, pero estaba disfrutando la melodía.
—Hoobastank The reason —exclamó Luz notando el cómo la chica también disfrutaba la canción –Es una buena canción.
—Es buena —confirmó Amity cerrando los ojos con pesadez—. Muy buena.
(...)
Lucia llego al auto con Luca detrás de ella, al parecer tanto su hermana como Amity se habían quedado dormidas, la alfa se acercó hasta la omega y toco la frente de la Blight asegurándose que estuviera bien o tendría que llamar de nuevo a Scarlette quien no dejaría de amenazarla con denunciarla por abuso.
—¿Eres algún fan de Cuties? —cuestionó Luca mirando con seriedad a Lucia quien lo miro con fastidio –No la tratas como una niña, no soy estúpido.
—Deja de imaginar cosas enano —pidió Lucia despeinando a su hermano quien se mantuvo firme –Ella es hermana de alguien que fue importante para mí.
—¿Qué pasó con ella? —el interrogatorio del castaño se volvió un verdadero dolor en el trasero –Ella no te ve como una hermana Lucia.
—Lo diré una vez Luca, su hermana está muerta —sentenció la mayor mirando a Amity—, y lo menos que puedo hacer es cuidarla, así que no insistas enano o te daré una paliza.
Luca asintió subiendo al lugar del copiloto, el chico era extremadamente moralista por lo que aún le parecía desagradable el cómo Lucia miraba ocasionalmente a Amity por el retrovisor, era incómodo y lo hacía sentir mal. Como un cómplice de alguna mierda enferma. Algo no estaba bien.
—Vamos hermano no quiero estar mal contigo —exclamó Lucia con una sonrisa de lado—. Te contaré todo lo que quieras en otro momento, no quiero que pienses algo mal de mí, no soy una enferma que se aprovecharía de una niña.
—Te creo —confesó Luca con una sonrisa—. Solo es raro, pero supongo que puedo confiar en ti, ¿verdad?
—Claro que sí, siempre te diré la verdad enano —respondió con una sonrisa falsa la alfa.
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Amity despertó gracias a Luca quien la movió del hombro con cuidado, el chico podía parecer descuidado, pero era extremadamente dulce y un simple toque de él lo demostraba con facilidad. El castaño le sonrío y repitió la acción con Luz quien al levantar la cabeza chocó con el vidrio de la ventana.
-Buena siesta- bromeo el castaño –Ayúdame a subir las cosas Luz.
-Si capitán- respondió la menor de los Noceda y paso por frente de Amity dejando su olor de chocolate en el ambiente.
La Blight estuvo a punto de ponerse de pie cuando Luca se negó a aceptar su ayuda, el aroma a sangre esa muy claro en el cuerpo de Amity por lo que el chico dedujo que debía estar en su periodo algo que el entendía de mano propia como la mierda más fastidiosa y dolorosa del mundo en el que el útero se enojaba si no le dabas un bebe.
-Tranquila- exclamo el chico y despeino delicadamente el cabello peliverde de la Blight –Nosotros nos hacemos cargo, descansa bebe verde.
Amity asintió y miro como los Noceda subían las cosas al edificio, rápidamente salió Lucia quien sin preguntar tomo a Amity entre sus brazos y cerró el Honda blanco con un poco de dificultad. Apareció como un caballero en una blanca armadura con su sonrisa encantadora.
-Creo que te rompí- susurro con cariño Lucia –Ya llamé a Scarlette, está muy enojada, pero vendrá pronto.
-No le agrado a ella- musito Amity con dolor lo que provocó una negación en Lucia.
-Ella te adora Amity, lo único que no le agrada es que yo te destroce el coño todo el tiempo- aseguro Lucia besando los labios de la chica–Ella no entiende esto, tú sabes que no mucha gente entiende lo que tenemos, pero sabes que pasara si le dices a alguien, ¿verdad?
-Iras a la cárcel- respondió la Blight con culpa.
-Exacto, y tú no quieres que te deje sola con todos- una sonrisa se dibujó en la alfa al notar como Amity asintió –Entonces lo mejor que podemos hacer es decirle a Scarlette, que te revise y se asegure de que mi princesa este sana y salva.
A lo lejos Amber miraba la escena con asco puro, se acercó peligrosamente a la camioneta pero antes de que pasara algo Edric y Emira la detuvieron, los gemelos parecían igual o más enojados que ella. Pero no era el momento, necesitaban calmarse porque aún eran muy jóvenes para que sus palabras tuvieran peso en una sociedad que no los quería escuchar. Ser joven era una mierda.
(…)
Amity abrió las piernas con vergüenza frente a Scarlette quien la miraba con lastima, ella era la hermana mayor de Skara una compañera de Amity quien siempre le decía lo difícil que era tratar con la menor de los Blight. Nadie lo entendía, pero ella sí, tratar con niñ0s abusad0s casi siempre es difícil.
-Te dije que dejaras de entrar sin lubricación Noceda- gruño la morena mirando a la alfa quien alzo los hombros restándole importancia –La estas lastimando mucho, sé que eres una maldita sádica pero esto demasiado.
-Como si jamás hubieras follado a una omega Scarlette- acusa Lucia encendiendo un cigarrillo –Aparte ella me pidió que fuera ruda, solo cumplí sus deseos.
-¿Eso es verdad Amity?- cuestiono con más amabilidad Scarlette –Puedes decirme cualquier cosa pequeña.
Amity asintió en respuesta y Scarlette suspiro con pesadez, ni quiera ella entendía porque seguía ayudando a Lucia en esa mi3rda aunque existía la posibilidad de que todos sabían que la alfa se saldría con la suya y dejar a una niña como Amity con alguien como ella sería el peor error de cualquiera.
Pero Scarlette continúo la revisión, curando algunos cortes y poniendo crema en otros lugares mientras Lucia miraba todo siendo indiferente del propio dolor de Amity quien la miraba buscando un poco de seguridad que tristemente no encontró.
-Necesitas ser más cuidadosa Noceda- regaño Scarlette golpeando el pecho de la dominicana con fuerza –Es solo una niña, crees que una niña está lista para un maldito pene de alguien de 20, ni siquiera ha tenido su primer celo joder.
-Es mucho más fuerte de lo que crees, puede tener cosas realmente grandes dentro- bromeo recibiendo una bofetada de Scarlette –Relájate solo estoy jugando.
-Si algo le pasa a esta niña juro que te jodere Noceda- amenazó la morena –Ni siquiera Dios te salvara de esta mierda.
-Ay mi pequeña tecladista, Dios me abandono hace mucho tiempo- reto tomando el mentón de Scarlette entre su mano –Tu mejor que nadie lo sabe.
La alfa morena abandono la habitación dejando a Amity recostada en la cama de Lucia quien rápidamente se lanzó a su lado y la acurruco entre sus brazos besando su frente, Amity comenzó a llorar como ya era costumbre por lo que Lucia se dedicó únicamente a darle pequeños besos sobre la comisura de sus labios.
-Quiero ir a casa- pidió la omega y Lucia se tensó al instante –Quiero a mis hermanos.
-Pero ellos no te quieren a ti- escupió la alfa con un veneno que corroía el corazón de la Blight –Nadie te necesita en ese lugar, pero yo te necesito aquí cariño, yo soy la única persona que te necesita- suplico tomando el rostro de Amity entre sus manos –Nos necesitamos.
Esa mirada dulce era la debilidad de Amity, lo único a lo que no podía decir que no así que termino cediendo, quedando entre los brazos del único ser humano que la trataba como una persona valiosa. Solo ella la necesitaba.
(…)
Luz estaba sentada a lado de Amity, ambas miraban con emoción la nueva serie de la bruja Azura, Luca no podía evitar sonreír al ver la escena pues él había soñado en ocasiones que su pequeña hermana encontrara a una amiga con quien disfrutar las mismas cosas.
-Luz es demasiado infantil- comento Lucia con una sonrisa.
-Solo son niñas Lucia- le recordó Luca con diversión –Es normal que les gusten estas cosas, me sorprendería que les gustara tu música agresiva pero Azura es totalmente normal.
Amity por su parte parecía honestamente emocionada, la adaptación a serie había sido una buena opción e incluso Luz estaba de acuerdo con ello, ambas tenían muchas cosas en común pero en ese momento lo mejor era que podían disfrutar lo mismo sin problemas.
Pero para Lucia se sentía como una amenaza grande, de esas que pueden joder hasta el plan más maestro de todos por lo que no podía subestimar a Luz y su estúpido corazón que aun creía en el mundo entero.
-Bien ya es tarde- exclamo la mayor y todos se quejaron –Todos tienen clase mañana, así que a sus habitaciones.
Luca replico que le parecía estúpido tener que iniciar inmediatamente las clases cuando habían llegado ese mismo día, Luz no tenía problema porque simplemente seria agradable compartir el tiempo con Amity quien le había hablado con tanta emoción sobre las clases de literatura y la gran biblioteca, pero Lucia solo miraba ese brillo en Amity, un brillo que se encargaría de quitarle a golpes si era necesario.
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La mayoría de tiempo Amity se encontraba perdida en sus pensamientos, añorando que alguno de sus padres la abrazara con fuerza y prometiera protegerla o que Amelia reviviera y le trenzara el cabello mientras le repetía lo valiosa que era. Solo quería amor. Pero la realidad era que lo único que tenía era Lucia. Lo cual era igual a salir con el diabl0, pero al menos el dolor era algo.
-¿Puedes correr Blight?- cuestiono el entrenador mirando con preocupación a la chica que con trabajos podía ponerse de pie.
-Si puedo- respondió Amity fingiendo una sonrisa y el profesor negó.
-Descansa Blight, hablare con tus hermanos después- comento el hombre alejándose de la chica quien se dejó caer con tanto dolor que quiso llorar.
Amber por su parte se sentó a lado de su hermana menor quien se tensó al sentirla cerca como si fuera un animal herido lo que ocasiono culpa en la mayor quien notaba aun el aroma a sangre de su hermana. Lo que sea que Noceda le hizo la había jodid0 mucho.
-¿Por qué lo haces si duele?- cuestiono Amber dejando un jugo a lado de la menor –No tienes que hacer cosas que te lastiman, el amor no debería sentirse así.
-¿Cómo se debería sentir ser amada?- pregunto Amity con brillo en los ojos lo que termino por romper a Amber.
-No debería doler, debería ser cálido, deberías ser feliz, emocionarte, no v0mitar y llorar- respondió la mayor con rabia.
-Lucia me ama- aseguro Amity con una sonrisa pequeña en los labios y las mejillas sonrojadas –De verdad lo hace.
-¡Si ella te amara no te violarí4!- exploto Amber poniéndose de pie -¡Alguien que te ama no te obligaría a hacer eso!
-¡Ella me ama! ¡Me quiere! ¡Me cuida! ¡Me protege! ¡¿Por qué no lo entiendes?!- grita la menor de los Blight llorando un poco -¡Tú eres quien no me quiere! ¡Tú fuste quien me alejo
Amber está apunto de replicar cuando Amity sale corriendo de las gradas, algunos espectadores se cuestionan seriamente que acaba de pasar pero no le dan importancia como los idiotªs que están acostumbrados a ser.
Amity por su parte sigue corriendo pero el aire escapa de sus pulmones, como si se ahogara en la tierra, el mundo se vuelve pesado y el ruido desaparece.
Luz quien mira todo corre hasta la chica y la toma entre sus brazos antes de que su cuerpo caiga al suelo, la Blight resuelta ser más liviana de lo que imagino lo que es totalmente aterrador porque se siente como si cargara a alguien sin vida.
-Estvpid4 Luz, no pienses en eso- se regaña en un susurro mientras corre a la enfermería.
(…)
Lucia detestaba la universidad hasta el punto de querer v0mitar, odiaba estar rodeada de adultos pretenciosos que creían ser mejores que el resto pero aun así asistía a cada clase por mucho que lo odiara.
-¿Cómo está la pequeña Blight?- cuestiono Scarlette sentándose a su lado en las gradas.
-No podía caminar esta mañana- suelta la dominicana con una sonrisa arrogante –Pero aun así tuvimos s3xo, la hice jadear tanto, debiste ver cómo me pedía que parara… fue j0didamente caliente.
-Eres repvgnante- escupe con asco la tecladista.
-Nadie es perfecto en este mundo- sentencia Lucia encendiendo un cigarrillo entre sus labios –El infierno está vacío y Dios le permitió caminar entre nosotros.
Scarlette no responde, se limita a mirar a los demás estudiantes caminar en el campo y algunos atletas correr en la pista. Es un lindo día y sería mejor si el demoni0 en persona no estuviera a su lado, sería mejor si simplemente Lucia Noceda desapareciera de la existencia.
-Tocaremos en un bar, no lleves a Amity, deja que descanse al menos una noche- pide Scarlette poniéndose de píe y sin mirar a Lucía.
-¿Desde cuando eres tan moralista?- cuestiona la castaña apagando su cigarrillo.
-Desde que comenzaste a f0llarte a una niñª- reclama apretando los puños con fuerza.
-Solo es sex0 Scarlette, no es como que la esté obligando… Amity me importa- confiesa Lucia cerrando los ojos –No espero que lo entiendas…
-No quiero entenderlo, es asquer0so- sentencia la tecladista alejándose del lugar.
La mayor de los Noceda se queda en soledad, está realmente cansada de tener que explicarles a las personas lo que Amity significa, el cómo realmente no es un juego enfermo o alguna mi3rda turbia como todos imaginan. No lo es. Ella nunca le haría daño a la pequeña.
Como podría hacerle daño a alguien que la salva de la oscuridad todo el tiempo, como podría abrazarla con tanto amor si no la quisiera. Claro que podía lastimarla a tener sēxo pero era normal y tampoco era como que la menor de los Blight se resistiera o se negara.
-J0der es irritante- gruño tomando su mochila dispuesta a regresar a casa y prepararse para el concierto.
(…)
Luz miraba con preocupación a Amity quien insistía en que podía regresar a su casa sola, la peliverde estaba realmente pálida y helada algo que no le daba la seguridad a Luz de dejarla volver sola.
-Te acompañare- exclamo la morena quitando la mochila rosada de las manos de Amity –No puedes negarte.
-Eres una molestia- gruñe Amity tratando de recuperar su mochila y fracasando.
-Esta molestia no te dejara volver sola a casa- exclamo Luz con una brillante sonrisa –Mi madre crio a una persona obsesionada con la fantasía no a una cobarde.
-Eres tan rara- bromeo Amity sonriendo por primera vez –Muy rara.
-Gracias, es mi especialidad- finalizo Luz agachándose para que la omega se subiera en su espalda.
Amity miro con duda a Luz, subió torpemente en su espalda logrando que el rostro de la castaña se volverá totalmente rojo por la cercanía, una vez que Amity se sintió segura Luz comenzó a caminar sin prisa y con cuidado de no lastimar más a la chica que se quedó dormida rápidamente.
Para Luz era tierno como Amity actuaba ruda y al final terminaba siendo de las personas más dulce que alguien podía conocer, era algo que se veía a simple vista con el brillo de sus ojos, la forma en la que acomodaba su cabello o como jugaba con sus manos. Ella era adorable.
Lucia por su parte se deja caer en el sofá, el departamento está en total silencio lo que es incómodo, está acostumbrada a estar con Amity y el estúpido ruido de sus caricaturas de fondo mientras penetra a la chica. Está acostumbrada a tenerla en su pecho, a sentir su pequeño cuerpo temblar y tratar de recuperar el aliento mientras ella la cuida.
Era casi cómico el cómo era dependiente de Amity a estas alturas. Ella quien siempre tuvo todo lo que quiso en el mundo ahora estaba babeando por una niña de secvndaria que ni siquiera había tenido su primer celo. Pero era mejor que terminar como Amelia Blight y Winona Park, muertas por una sobred0sis hace dos años. Todo era mejor que esa mi3rda
Notes:
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El chocolate siempre era dulce, podías beberlo caliente en las mañanas mientras veías caricaturas, beberlo de un cartón entre clases, comerlo con tus amigos o regalarlo cuando te enamorabas. Para Amity el chocolate era como magia, ese tipo de magia que podía salvar el mundo como en las caricaturas. Y Luz olía a esa magia.
-Hueles a chocolate- murmuro con sueño la omega.
-¿En serio?- cuestiono la morena con una sonrisa nerviosa –Creo que es porque soy alfa... en mi familia es muy común
-Lucia huele a café, es muy amargo- confiesa Amity aspirando el aroma dulce de Luz.
-¿Tu eres omega?- cuestiona Luz y Amity asiente –No hueles como una omega.
-Es que todavía no lo soy- responde la Blight mirando el paisaje a su alrededor –Sé que seré una omega, Scarlette me lo dijo, pero aún no he tenido mi primer celo... ¿Cómo se siente?
-Siendo honesta es extraño- cuenta Luz con cierta incomodidad –Es como si tuvieras fiebre por dentro, es como ser una sopa marucha o Nissan.
La risa de Amity se hace presente y Luz no puede evitar sonreír. Para la menor de los Noceda esa risa es el sonido más hermoso del mundo, como una melodía suave perfecta en verano o incluso como brisa fresca después de correr por horas.
-Es la peor comparación que he escuchado en mi vida- bromea la peliverde con una sonrisa.
-Tu risa es linda- confiesa Luz sorprendiendo a Amity quien parece convertirse en un jitomate con ojos –Me gusta mucho.
La Blight no responde y se oculta en la espalda de Luz fingiendo dormir aunque la realidad es que su corazón ha comenzado a latir muy rápido, con tanta emoción que podría hacer una de esas absurdas coreografías de High School Musical.
(...)
Luca se encuentra en un parque de Skate, el castaño está bañado en sudor lo que es algo asqueroso para él quien siempre ha tenido una ligera obsesión con su cuidado personal producto de muchas horas viendo programas de personas enfermas y una madre enfermera.
-"x" somos chavos- murmura con una sonrisa y se quita la camiseta dejando ver las dos cicatrices debajo del pecho.
El castaño mira a su alrededor asegurándose de estar solo, no es que le avergüencen las cicatrices pero por el momento no tiene esa seguridad para afrontar al mundo y lo último que quiere es que todos lo llamen "Fenómeno" como lo hacen en chicago los idiotas intolerantes.
-Quiero tu ayuda- exclama Amber desde debajo de una rampa.
Luca se castiga mentalmente al no haber notado la presencia de la Blight pero al mimos tiempo le extiende la mano para ayudarla a subir. La verdad es que Amber parece ser alguien con muchos problemas o al menos demasiados para una adolescente de 17 años que en cualquier momento podría tener una crisis existencial y raparse.
-Necesito que me cuentes todo- pide Luca sentándose en un barandal –No puedo ayudarte si no me dices todo.
Amber mira a Luca con atención, ella quiere preguntar por las cicatrices pero no lo hace en absoluto, el chico parece cansado pero mantiene esa sonrisa en su rostro que desde cierto punto es encantadora.
-Mi hermana menor necesita ayuda- exclama la Blight mirando el suelo –Ella está en una relación con alguien mayor.
-¿Qué tan menor es ti hermana?- cuestiona Luca estudiando cuidadosamente la expresión en el rostro de Amelia.
-Tiene 14... los cumplió hace dos meses- al escuchar eso el castaño no pudo evitar gruñir, detestaba la idea de que alguien se aprovechara de alguien inferior.
-¿Qué edad tiene la otra persona?- pregunto con seriedad al ver como los puños de Amber se apretaban con fuerza.
-Tiene 21- exclamo la Blight y Luca tenso su mandíbula con tanta fuerza que el mismo se asustó –Casi 22.
Luca tomo un poco de aire para relajarse, sería una tarde demasiado larga pero estaba seguro de que haría hasta lo imposible para poder ayudar a Amber. No importaría nada ni nadie porque él se encargaría de arreglarlo.
(...)
Amity entro al departamento de su familia, como era costumbre todo estaba oscuro y silencioso al igual que el aroma fuerte de desinfectante inundaba el lugar dándole a entender que el encargado de la limpieza ya había terminado y posiblemente ya iba camino a su hogar.
-Estoy en casa- exclamo la Blight sin recibir respuesta alguna.
La menor miro su reloj descubriendo que a pesar de que había salido una hora antes de la escuela llego muy tarde a casa y de hecho era algo que no le molestaba porque por primera vez en mucho tiempo tuvo un momento agradable con alguien de su edad.
-"Hay comida en el refrigerador, llegaremos mañana en la madrugada"- leyó la nota en el refrigerador y lo abrió encontrando como siempre comida fría y precocinada –Genial
Amity tomo un jugo y camino hasta la sala donde se recostó en el sofá encendiendo el televisor que inmediatamente puso noticias sobre un derrumbe en alguna parte del mundo y como el mercado de acciones se estaba desplomando producto de como las empresas absorbían pequeños negocios.
-¡Princesa!- se escuchó un grito detrás de la puerta principal por lo que la Blight se puso de pie y camino hasta la puerta –Soy yo, sé que tus padres no están en casa.
La omega abrió la puerta y se lanzó a los brazos de Lucia quien la cargo con entusiasmo, la alfa llevaba su guitarra en el hombro lo que dejaba en claro que se dirigía a un concierto como ya era costumbre.
-Pensé en venir a saludarte- exclamo la alfa cerrando la puerta –Te extrañaba mucho.
-Yo también- exclama Amity aferrándose a la cintura de Lucia quien acaricia su mejilla.
-Puedo arreglar eso- susurro antes de besar a Amity quien cerró los ojos dejándose llevar por la sensación.
Sin esperar mucho Lucia guió a Amity al sofá de la sala donde recostó a la omega quien parecía dejarse llevar hasta que la alfa metió su mano debajo de la playera holgada de deportes, presionando con fuerza los pequeños pechos de la Blight quien soltó un quejido casi lastimero.
-¿Podemos no hacerlo hoy?- cuestiono Amity desviando la mirada con vergüenza.
-Vamos Amity no te comportes como una niña- se quejó Lucia besando el cuello de la peliverde -¿Ya no me quieres?
-¡No!- grito la omega entrando en pánico –Yo te quiero, te quiero mucho.
-Entonces se una buena chica y obedece princesa- ordeno Lucia pasando una de sus manos entre los cortos Shorts de Amity.
-Por favor- pidió la Blight –Solo por hoy no hagamos nada- insistió provocando que Lucia se alejara de ella con molestia.
La castaña se puso de pie dispuesta a irse pero una Amity muy asustada la detuvo con fuerza, la niña estaba llorando y era claro que no quería estar sola por lo que Lucia decidió escucharla.
-¡Hare lo que quieras!- aseguro provocando que la alfa sonriera –Cualquier cosa que quieras.
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Luca estaba tan molesto que se asustó a su mismo, no estaba preparado para el relato de Amber, de hecho, ni siquiera quería creerlo porque era algo que solo un enfermo podría hacer, algo que únicamente un demonio le haría a una niña.
-Vamos a la policía- exclamo el chico tomando los hombros de Amber quien negó -¡Esto no es juego! ¡Tu hermana es víctima de un pedófilo!
-¡Crees que no lo sé!- replico Amber empujando a Luca quien cayó de espaldas.
-¡Entonces vamos a hacer una maldita denuncia!- insistió el chico poniéndose de pie –Es lo mejor que podemos hacer.
-¡Amity no hablara!- confeso y por un momento las lágrimas se hicieron presentes –Ella piensa que está bien... el mes pasado Edric y Emira la llevaron a denunciar... pero Amity mintió a los policías, estuvo diciendo que nunca la había tocado y que era una broma de nosotros.
El castaño se quedó en silencio, el había leído cientos de casos en los que la víctima protegía al agresor pero jamás pensó que él tendría que tratar con uno siendo solo un adolescente. Porque tenía que admitirlo aunque no le gustara, el solo era un niño que apenas había entrado a la preparatoria, un niño que lidiaba con chismes mientras fingía ser un detective profesional. Pero ahora las cosas eran reales, había alguien en peligro y sobre todo él estaba aterrado.
-Por eso necesito tu ayuda- exclamo Amber rompiendo en llanto –Quiero ayudarla... es mi hermanita... tengo que cuidarla
Luca sintió su propio corazón estrujarse por lo que acomodo su cabello y respiro. Por un momento casi olvidaba que a pesar de ser un simple chico era ya alguien, era el idiota que había descubierto quien robaba los almuerzos de sus compañeros, el que descubrió la infidelidad de su padre, el mismo muchacho delgado que había tacleado a un asaltante porque parecía correcto. Entonces recordó también que en ese momento Amber le estaba pidiendo ayuda, una chica lloraba en frente de él porque no sabía qué hacer y el no dejaría que ella llevara esa carga sola.
-Tranquila, pensaremos en algo, lo prometo- aseguro tomando con suavidad el hombro de la castaña quien asintió limpiando sus lágrimas.
(...)
Los Noceda subían a la camioneta de Lucia quien al no encontrar a alguien que los cuidara decidió llevarlos al concierto de esa noche con la promesa de que se divertirían un poco al menos. Amity por su parte estaba sentada en la parte trasera de la camioneta, clavando sus unas e pantalones negros con tanta fuerza que comenzaba a rasgar la tela.
-¿Todo bien?- cuestiono Luca mirando a la menor por el retrovisor.
Amity asintió con vergüenza, no quería hablar porque lo único que saldría de su boca serian jadeos y descubrirían que la chica tenia dentro de ella un juguete que la misma Lucia la había obligado a usar como "castigo" en la vibración más baja hasta el momento.
-¿Estas segura de que estas bien?- pregunto Luz en un susurro mientras ponía una mano en la frente de la Blight –No luces bien, sabía que debía quedarme a cuidarte después de clases.
Lucia escucho aquello con atención, apretó el volante tan fuerte que sus nudillos se volvieron blancos, miro por el retrovisor la escena casi dulce entre su hermana menor y la Blight sintiendo la rabia atorarse en su garganta.
-¿Paso algo en la escuela?- cuestiono Lucia y Amity negó con rapidez.
-Ella se desmayó- exclamo Luz llamando la atención de Luca quien ahora estaba muy preocupado –La lleve a la enfermería y después a su casa... creo que deberíamos ir al doctor antes del concierto.
-Olvidaste desayunar de nuevo ¿verdad?- pregunto la mayor mirando con falsa amabilidad a la Blight quien asintió –Te dije que tenías que comer bien, es la tercera vez que te pasa en este mes.
Las palabras de Lucia tenían un tono que desconcertó a Luca, como si su hermana mayor pasara demasiado tiempo con la Blight, como si ella fuera la abusadora de la pequeña. Pero era imposible porque su hermana nunca haría algo como eso. Ella nunca lastimaría a alguien.
Lucia por su parte deslizo su mano hasta el bolsillo de su pantalón donde presiono el botón de aumento de vibración dentro de la pequeña Amity Blight que cerró los ojos con fuerza al sentir como el juguete parecía perder el control en su interior y su ropa interior mojarse.
-Disfrutemos esta noche- pidió Lucia con una sonrisa amable.
Al llegar al bar donde sería el concierto Luca y Luz bajaron primero para pedir comida rápida dejando a Amity y a Lucia en la camioneta con la excusa de que querían revisar los instrumentos antes de la presentación.
-Has que pare- pidió la Blight entre gemidos mientras se aferraba a la sudadera de la alfa quien solo sonreía con arrogancia –Se siente raro... no me gusta.
-¿Cómo se siente?- cuestiona Lucia tomando la cintura de la Blight y acercándola más a su cuerpo.
-Raro- susurro en un gemido la pequeña mientras Lucia tomaba su rostro entre sus manos y la besaba descaradamente dentro de la camioneta.
Por primera vez Lucia estaba segura de que la menor de los Blight estaba tan caliente que era jodidamente divertido, imagino formas en las cosas que podría hacerle a la niña sin que nadie interfiriera y se puso tan dura al instante. Quería hacerla llorar, quería tener a Amity tan perdida en el placer que le importara un carajo si le destrozaba el coño porque al final terminaría pidiendo más.
-Eres tan linda- exclamo Lucía pasando su mano derecha por las piernas de la chica notando lo sensible que estaba Amity a estas alturas –No te imaginas cuanto me muero por estar dentro de ti.
Amity no pudo responder porque la mano de Lucia entro en sus pantalones sin aviso, sin permiso y lo que la hizo sentí aun peor fue el hecho de que le gusto la fricción. ¿Se estaba volviendo loca? Al disfrutar el como la mayor movía un dedo sobre su clítoris con suavidad mientras le susurraba que era hermosa. Se sentía bien. Demasiado y eso la aterraba.
-No tenía idea de que los juegos previos te pusieran así- exclamo Lucia juntando su frente con la de Amity –¿Quieres que te enseñe más?
La Blight asintió mientras la alfa metía dos dentro de la chica, empujando aún más dentro el vibrador que no había dejado de funcionar en ningún segundo, las piernas de la Blight flaquerón por lo que cayo deliberadamente en Lucia quien soltó una fuerte carcajada.
-Mírate Amity, no te importa un carajo que te esté follando fuera de un bar- se burló aumentando el ritmo en el que sus dedos entraban y salían de la pequeña –Te gusta tanto que estas goteando, eres toda una perra.
Amity negó, no le gustaba, le aterraba, se sentía rara, quería que Lucia se detuviera, quería que solo la abrazara y le prometiera no volver a hacerlo, quería ignorar la sensación entre sus piernas, quería ignorar todo a su alrededor. Quería morir.
-Fuera- pidió la peliverde cerrando los ojos con fuerza, algo venia, algo estaba a punto de salir y ella no quería –Basta, me da miedo.
Lucia ignoro las suplicas de la Blight y continuo hasta que sintió como el interior de la pequeña apretaba sus dedos y dejaba escapar un fuerte gemido sin descaro, podía sentir el pequeño cuerpo tener espasmos, podía escuchar los sollozos de Amity. Había provocado el primer orgasmo en la vida de la menor de los Blight y no pararía hasta tenerla suplicando por más.
-Sácalo, por favor- volvió a pedir tomando por primera vez con fuerza el rostro de Lucia entre sus manos –Ya no quiero.
-No te comportes como una niña Amity- gruño Lucia alejándose de la Blight que sollozo por el rechazo de la mayor –Sé que te gusta, puedo hacer que lo disfrutes más.
Sin esperar respuesta Lucia saco el control remoto del juguete dentro de Amity y lo subió a la máxima potencia provocando que la Blight cayera al suelo de rodillas. La peliverde no podía controlar sus caderas, no podía callar sus propios gemidos, era patética, se sentía jodidamente como la mierda.
Luca y Luz por su parte estaban formados esperando que la gigantesca fila para la comida avanzara lo que no parecía ser pronto. Luz había notado que su hermano estaba abrumado, cansado como si algo en su mente no lo dejara tranquilo y deseo de todo corazón poder ayudarlo.
-¿puedes hacerme un favor Luz?- cuestiono Luca mirando a su hermana con una sonrisa.
-Mientras no sea darte el ultimo trozo de Pizza lo hare- respondió la chica sacando una risa sincera de su hermano.
-Quiero que cuides a Amity- pidió sin rodeos el chico –Parece que necesita alguien con quien hablar y tú eres buena escuchando.
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Chapter 10: 8. Ella me ama
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Lucia era hermosa cuando estaba en el escenario, porque cantaba canciones dulces de amor y algunas amargas, porque hacía que las chicas suspiraran y se derritieran a sus pies. Pero era aún más hermosa porque mientras cantaba canciones cursis miraba a Amity como si fuera la única persona entre la multitud. Como si solo existieran ellas dos.
-"I'm so hot for her, I'm so hot for her, I'm so hot for her and she's so could"- canto Lucia y la multitud exploto en gritos.
El rostro de Amity se volvió totalmente rojo, la letra era muy clara y sobre todo la forma en la que Lucia la miraba le provocaba escalofríos en todo el cuerpo, le recuerda lo que hicieron hace media hora en la camioneta y a pesar de que se sintió muy aterrador está feliz. Porque a pesar de que todas miran a Lucia ella solo puede ver a Amity.
-Es muy buena- exclama Luz a lado de la Blight quien asiente -¿La acompañas mucho a estos lugares?
-Solo cuando mis padres no están en casa- confiesa Amity con una sonrisa –Lucía dice que es peligroso que me quede sola porque mis hermanos siempre se escapan a fiestas.
Luz comienza a charla con Amity por lo que la pequeña Blight ignora la presentación logrando que el humor de la cantante cambie muy rápido a uno lleno de ira pero no lo demuestra, finge que eta de buen humor mientras canta frente a todos.
-¿Te gustan las libélulas?- cuestiona Luz con una sonrisa brillante.
-Mucho- respondió la Blight con brillo en los ojos, era la primera vez que alguien quería hablar de insectos con ella.
-Vi unas hace rato, vamos- exclamo Luz tomando la mano de Amity quien se dejó llevar.
La menor de los Blight se preguntaba a sí misma como Luz podía ser tan diferente a Lucia porque su tacto no dolía, no era amargo y mucho menos la hacía sentir en pánico. Luz la hacía sentir como si estuviera en un paseo dulce, segura de que en el camino no abrían malas sorpresas. Y eso era lindo. Luz era linda.
(...)
Luca había pasado los últimos 20 minutos tratando de no caerse de ebrio, el chico había tomado la mala elección de tomar algo que Scarlette la tecladista de la banda de Luz le ofrecía lo que fue suficiente para hacerlo sentir demasiado mareado en muchas formas extrañas.
-Eres lindo- exclamo Scarlette acariciando la mejilla de Luca quien comenzaba a ponerse nervioso –Muy lindo.
Antes de que el castaño pueda responder los labios de Scarlette roban los suyos, Luca comienza a sentirse incomodo porque las manos de la chica se enredan en su cabello tratando de que el beso sea más profundo pero el simplemente no tiene idea de cómo reaccionar.
-Aléjate de mi hermano- exclama Lucia alejando a Scarlette quien rueda los ojos.
La tecladista solo suelta un bufido de fastidio para mirar a Luca quien está totalmente rojo, el chico agradece a su hermana quien solo le sonríe para despeinar su cabello en una caricia que le recuerda a cuando él era más pequeño.
-Scarlette tiene el gusto peculiar de salir con alfas más jóvenes- comenta Lucia encendiendo un cigarrillo –Aléjate de ella cuando este ebria.
Luca asiente y mira la pantalla de su celular ha pasado un largo rato desde que Amity y Luz se marcharon por lo que es momento de ir a verlas pero en ese estado está seguro de que no podrá ni siquiera caminar decentemente.
-¿Puedes ir por Luz y Amity? Están en el parque de a lado- pide Luca cerrando los ojos con pesadez.
Lucia asiente pero aprovecha para llamar a un taxi para que lleve a su hermano y a Luz a casa ya que ella aún tiene que cantar un par de canciones antes de terminar la noche.
(...)
Amity está dormida en el hombro de Luz quien continua escucha con tranquilidad la melodía Blackbird, la guitarra es suave y la noche es realmente fría, a su alrededor puede ver adultos y jóvenes salir alegres del bar, puede escuchar las risas pero también puede sentir el calor de Amity. Un calor amable, una sensación tan cálida que inunda su pecho mientras la música continua.
-¿Esta muy cansada?- cuestiona Lucia agachándose a la altura de las niñas.
-No comió en la tarde- cuenta Luz sorprendiendo a la mayor –Se sentía muy cansada y pensé que sería buena idea salir a tomar aire.
-Fue una buena idea- asegura Lucia quitando un mechón rebelde del rostro de la Blight.
-Ella es muy linda- exclamo Luz con una sonrisa que solo podía significar ese enamoramiento infantil que todos tenían alguna vez –Amity es realmente hermosa.
Lucia trata de ocultar la mueca de celos en su mirada por lo que toma a Amity entre sus brazos con cuidado de no despertarla, mira a Luz quien asiente y camina al bar para alcanzar a Luca y asegurarse de que su hermano este bien.
-Hola- murmura Amity con la voz cansada.
-Hola princesa- responde Lucia besando delicadamente la mejilla de la Blight.
-Tengo sueño- confiesa la peliverde ocultando su rostro en el cuello de Lucia -¿Ya vamos a casa?
-Todavía faltan un par de canciones- comenta la alfa con una sonrisa –Pero prometo que cuando lleguemos a casa dormiremos toda la noche.
-Está bien- murmura Amity inhalando el aroma de Café de Lucia relajándose mucho más de lo que le gustaría –Te amo.
-Yo también te amo princesa- aseguro la alfa besando la frente de la pequeña.
Amity no respondió porque se quedó dormida rápidamente, Lucia continuo caminando sin mucha prisa mientras recordaba el dulce "te amo" de Amity que se repetía una y otra vez en su mente haciéndola sentir mucho mejor de lo que espero.
Después de un rato Luz y Luca se encuentran camino a casa, Amity decidió esperar a que Lucia terminara su concierto para ir a comer algo después por lo que nadie puso objeción alguna en absoluto.
(...)
El cuerpo de Amity cae en la cama suave debajo de ella y a lado siente el peso de Lucia quien apesta a alcohol y cigarrillo. Después de que el concierto termino la castaña insistió en quedarse un rato más y antes de que se diera cuenta estaba tan ebria que no podía conducir en absoluto.
-¿Te he dicho que eres hermosa?- cuestiono Lucia tomando el rostro de la pequeña Blight entre sus manos –Porque lo eres, eres el ser más malditamente hermoso del mundo.
-Tú también eres hermosa- comenta Amity con una sonrisa de lado.
Lucia sonríe y besa a la pequeña, toma su cintura sentándola sobre su regazo, dejando que sus manos viajen libremente por el cuerpo de Amity quien tiembla ante las caricias que suben de tono volviéndose descuidadas y posesivas con prisa.
-Todavía está dentro- exclamo Lucia mordiendo el labio de la Blight quien asintió –Quiero intentar algo.
Amity solo cerró los ojos, era la primera vez que estaba tan nerviosa y todo por culpa de lo que había pasado en la camioneta, no quería volver a sentirse así de rara pero tampoco quería molestar a Lucia y terminar peleando.
-Alguien me dio esto- exclamo la alfa sacando dos pequeñas pastillas azules de una bolsa pequeña –Quiero que pruebes una de ellas.
-No estoy segura- murmuro Amity alejándose un poco de Lucia quien rápidamente la tomo de la nuca jalando su cabello hacia delante.
-¿pensé que habías dicho que me amabas?- la voz de la mayor se escuchó extrañamente dolorosa –No lo haces, yo no te importo.
-Me importas- se apresuró en decir la peliverde.
-¿lo harás?- cuestiono Lucia volviendo a su actitud tierna de antes.
Amity miro la pastilla con duda, sus hermanos le habían dejado en claro lo peligroso que era consumir alguna sustancia que cualquier persona le ofreciera, pero Lucia no era cualquiera... Era su novia, era quien la cuidada, ella jamás la lastimaría porque la amaba. Con eso en mente la Blight trago la pastilla.
Chapter 11: 9. Parásito
Notes:
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Su cuerpo estaba muy caliente y la humedad entre sus piernas aumentaba, su mente daba muchas vueltas al igual que el aroma de café parecía meterse en su piel como un parásito. Entonces el juguete dentro de ella comenzó a vibrar con tanta fuerza que le fue imposible no gemir, no aferrarse a las sábanas mientras Lucia la miraba como un animal salvaje a una presa.
-Tengo miedo- jadeo Amity mirando de forma suplicante a la mayor que se deleitaba con su estado.
El juguete paro y Amity pudo tomar aire, pero se asustó al sentir su parte baja arder tanto como si el juguete siguiera encendido. Ella quería que Lucia la tocara a pesar de que dolía, quería que la besara y le repitiera lo hermosa que era, estaba deseando tanto a Lucia que le aterro.
-¿Qué pasa?- cuestiono la alfa tomando las muñecas de Amity inmovilizándola –No querías que parara, porque no te ves feliz, ¿Quieres que continúe? ¿Quieres que te folle duro?
La Blight negó con prisa, ella no quería eso, no podía quererlo, pero su cuerpo la traicionaba, el calor le nublaba la vista y el hecho de que Lucia estuviera tan cerca solo empeoraba las cosas.
-Por favor- pidió la Blight con pequeñas lágrimas escapando de sus ojos.
Lucia sonrió y el juguete volvió a hacer su trabajo robando un gemido largo de Amity quien clavo sus uñas en las sábanas mientras rogaba al cielo que terminara todo antes de que perdiera la cabeza.
-Te ves tan caliente- se burló la alfa tomando su celular y encendiendo la cámara –Sería una lástima dejar pasar esto.
Amity trato de cubrir su rostro pero Lucia se lo negó, la Blight estaba desnuda, su cuerpo mostraba marcas, chupetones, rasguños y una fina capa de sudar. Su mirada estaba casi oscurecida por el placer al igual que su cuerpo sufría espasmos mientras el juguete seguía moliendo su interior.
-Lucia por favor- gimió Amity extendiendo los brazos a la chica quien parecía fascinada por todo –Te necesito dentro.
La alfa sonrió con arrogancia mientras abrazaba a la omega que ahora aceptaba los besos sin problemas, que permitía que sus manos anduvieran libremente por su cuerpo a pesar de que estaba siendo grabada, a pesar de que se sentía sucia y mareada.
-¿Te gusta tanto que te folle?- cuestiono la alfa abriendo las piernas de Amity quien asintió con vergüenza –Te romperé esta noche princesa, no importa cuánto llores, cuando me pidas que pare, no dejare de joderte hasta que me canse.
Amity trago en seco, tenía miedo pero extrañamente las palabras de Lucia eran una promesa de que la haría sentir bien, de que tendría cuidado. Después de todo Amity era quien la estaba provocando, quien le estaba pidiendo que entrara dentro de ella. Era su culpa.
Los dedos de Lucia sacaron con cuidad el vibrador del interior de Amity quien gimió fuertemente al tener su segundo orgasmo esa noche, su respiración era un desastre, ella era un desastre y eso lograba que Lucia se excitara de una forma casi sádica.
-Rápido- pidió Amity cuando noto que Lucia examinaba su cuerpo con detenimiento.
-Eres una perra con prisa- susurro la alfa bajando sus pantalones –Entonces no importa si no soy cariñosa.
Lucia era alguien grande, demasiado para el cuerpo de la pequeña Blight por lo que fue extraño cuando se deslizo dentro de ella y no dolió en absoluto de hecho se sintió tan bien que Amity gimió fuertemente en el oído de la alfa.
-Te corriste y solo entre- gruño Lucia tratando de aguantar la sensación tan fuerte del interior de la Blight –Eres asombrosa joder.
Las embestidas de Lucia comenzaron lento pero se volvió una tortura por lo que le dejo de importar y comenzó a golpear violentamente el interior de la Blight quien gemía con fuerza, jadeaba y suplicaba porque lo hiciera más rápido, más fuerte. Se sentía tan bien como para parar.
-Lo estas recibiendo tan bien- jadeo Lucia mirando como su miembro entraba una y otra vez dentro de la menor –Esto es muy caliente Amity, lo estás haciendo tan bien princesa lo estas recibiendo todo.
Los golpes dentro de la chica se volvían fuertes, Amity estaba sobre estimulada, estaba cansada, su mente se mantenía nublada y el hecho de Lucia continuara entrando en ella la hacía arquear la espalda de placer.
Para la alfa en interior de Amity era la cosa más deliciosa del mundo, pero lo mejor era ver como la niña era un desastre debajo de ella, con el cabello alborotado, el labio roto, los ojos llorosos. Parecía una escena de una maldita película porno y le encantaba porque ella la había destrozado. Estaba follando con una niña de 14 años que adoraba estar siendo abusada, estaba rompiéndola de tantas formar más allá del sexo que no le importaba, porque era la realidad.
Lucia había logrado meterse en la piel de la Blight, entre sus piernas, en su corazón y no planeaba soltarla, no la dejaría nunca, la obligaría a quedarse a su lado aunque ella no lo quisiera.
El interior de Amity se apretó con fuerza alrededor de Lucia cuando llego a su cuarto orgasmo esa noche provocando que la alfa también llegara al final dentro de la pequeña que enterró sus unas en la espalda de Lucia al sentir el nudo de la alfa.
(...)
Era muy tarde cuando Lucia regreso al departamento cargando a Amity en su espalda, Luz estaba dormida en el sofá esperando por amabas lo que conmovió el corazón de la mayor quien primero dejo a Amity en su habitación y después cubrió a su hermana con una manta cálida.
-Sabias que Luz esta flechada por Amity- comento un Luca muy cansado recostado en otro de los sofás.
-No tenía idea- miente la alfa sentándose a lado de su hermano.
-Creo que a Amity también le gusta un poco- la voz de Luca está llena de sinceridad y cansancio –Seria lindo si pudieran salir juntas, debemos ser buenos hermanos y ayudarla
-Tienes mucha razón enano
En la casa de lo Blight Amber miraba el techo de su habitación con dolor, extrañaba charlar con Amity al final del día y que su hermana le contara como Boscha había empezado una pelea o que había golpeado a algún chico nuevo.
Amber extrañaba a su hermana, demasiado y se arrepentía de no haber estado lo suficiente atenta cuando Amity comenzó a salir de casa con mucha frecuencia, cuando la menor de los Blight tenía pequeños chupetones en el cuello, hubiera dado todo por ver las señales y no haber gritado que todo era culpa de Amity cuando encontró a Lucia sobre su hermanita.
-Maldita sea- sollozo Amber abrazándose a sí misma –Todo es mi culpa.
En la mente de Amber se repetía una y otra vez a escena, con tanto detalle que era asqueroso, con tanta precisión que recordaba incluso las lágrimas en el rostro de su hermanita. Tenía tanta rabia que podría morir por contenerla.
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Chapter 12: 10. Algo falta
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Ella estaba llorando. Lloraba mientras se abrazaba a sí misma, sus caderas dolían mucho, su estómago mantenía la sensación de miedo, su cabeza parecía explotar y los rayos de sol que golpeaban su rostro lograban marearla. Amity se sentía tan mal que deseaba morir con tanta sinceridad que le asustaba.
-Tranquila- susurro Lucia entrando en la habitación con una bandeja llena de comida y un par de pastillas –Las primeras veces duele como la mierda.
La castaña dejo cuidadosamente la bandeja en la mesa de noche y se recostó a lado de la Blight quien seguía llorando, la tomo entre sus brazos dejando que descansara sobre su pecho mientras limpiaba sus lágrimas con una delicadeza que tranquilizo demasiado a la pequeña.
-Las drogas pesadas duelen como la mierda princesa- susurro acariciando el cabello de Amity –Más cuando tu cuerpo las rechaza.
-Quédate conmigo hoy- pide la Blight con la voz rota.
-Princesa yo me quedare contigo toda la vida- aseguro Lucia besando suavemente los labios de la menor.
Amity cree en las palabras de Lucia, se deja llevar por el dolor mientras el sonido de los latidos de Lucia se escuchan de fondo. La Blight se mantiene densa, como si estuviera en la habitación y al mismo tiempo no lo estuviera, recuerda que le había prometido a Luz la noche anterior regresar juntas a casa después de la escuela, que habían charlado sobre series de televisión extrañas y sobre todo que habían vuelto a escuchar canciones suaves.
Amity realmente comienza a extrañar el chocolate.
(...)
Amber miraba con aburrimiento su celular, sus padres estaban nuevamente discutiendo en la cocina sobre la empresa mientras Edric y Emira estudiaban en la sala. Los señores Blight ni siquiera notan la nula presencia de Amity, de hecho parece que incluso ignoran que el resto de sus hijos están presentes.
-¡Alador escúchame!- grita Odalia cuando el hombre toma su saco -¡Puedes dejar de actuar como un niño! ¡Eres un adulto!
-¡También soy padre Odalia!- explota el castaño sorprendiendo a todos -¡Y estoy harto de que todo el tiempo quieras culparme de todo!
-¡Si fueras mejor padre ella seguiría aquí!- reclama la mujer con dolor -¡Ella era perfecta! ¡Ella debería estar aquí!
-¡Pero ella no lo está!- sentencia Alador con la mirada cansada –Amelia no volverá Odalia, no importa cuando trates de evitar pensar en ella... No volverá...
Los hermanos Blight se quedan en silencio, pueden escuchar el como Alador comienza a llorar mientras Odalia camina haciendo ruido hasta su dormitorio. El primero en hacer algo es Edric quien camina hasta su padre y lo abraza tratando de consolarlo de alguna forma, Emira camina a la cocina y recoge los pedazos rotos del jarrón que Amity le regalo a Odalia ese año en el día de las madres. Era un hermoso jarrón.
-Lo siento tanto- susurra Alador con un tono tan cansado que es lastimero –No creo que mamá pueda cocinar algo, les daré dinero para que compren pizza o lo que quieran.
Amber asiente tomando la cartera café de su padre, ella es consciente de que Alador los ama con todo su corazón, son sus hijos después de todo pero también entiende que a pesar de que su padre discuta todo el tiempo con su madre la ama. Alador ama a Odalia desde que son niños, desde que se conocieron en un absurdo viaje escolar, pero perder a una hija no es fácil.
-Comprare pizza en el centro- avisa Amber y sus hermanos asienten –Regreso pronto.
Luca por su parte está en el estacionamiento practicando algunos trucos, todo el día ha tratado de encontrar señales de Amity pero simplemente parece que la niña se refugia en el departamento de Lucia cuando tiene malos días.
-¿Tu nunca dejas de patinar?- cuestiona Amber mirando al chico –O solo te gusta alardear.
-Me gusta que chicas lindas me vean patinar- bromea Luca caminando a lado de la chica -¿Cuál es la misión de esta noche?
-Comprar Pizza para que nadie en mi familia muera de hambre- comenta la Blight con una sonrisa de lado.
-Misión de vida o muerte genial- exclama Luca con una sonrisa –No tengo nada mejor que hacer en viernes por la noche, me apunto.
Amber sonríe sinceramente y Luca tiene que controlarse a sí mismo para no hacer una escena digna de un Oscar, porque siendo honesto es la primera vez que ve una sonrisa tan hermosa, es la primera vez que escucha la risa de la Blight y entiende totalmente por qué Luz parece tan feliz cuando esta con Amity porque él se siente de la misma forma con Amber.
(...)
Es muy tarde. Lucia se pone de pie buscando el cuerpo de Amity a su lado pero no la encuentra por lo que a regañadientes se pone de pie y da un vistazo en la habitación. Todo está jodidamente oscuro pero la puerta del baño de su habitación está abierta.
-¿Qué mierda pasa?- cuestiona al abrir la puerta del baño pero se queda helada al mirar el piso cubierto de sangre.
Lucia mira la bañera encontrando el cuerpo inerte de una peliverde, sus muñecas están cortadas y pequeñas pastillas azules están tiradas por el suelo. La castaña rápidamente toma el cuerpo entre sus manos y se aferra a él como si de esa forma pudiera hacer algo.
-Lo siento- solloza con la voz rota –Mierda de verdad lo siento.
No quiere creerlo, no puede estar volviendo a pasar. No puede perderla de nuevo, no puede perder a "Amelia" de nuevo, pero su cuerpo helado esta entre sus manos. No escucha sus latidos y la idea de no volver a hacerlo duele tanto.
-Lo siento- susurra tocando el rostro de la chica –Por favor no me dejes, Amelia te necesito.
No hay respuesta a su suplica, solo el dolor de tener a quien considero el amor de su vida muerta entre su brazos. Es como una maldita pesadilla.
-¡Despierta!- grita Luz cayendo sobre el estómago de Lucia quien inevitablemente abre los ojos -¡Amity quiere ver Disney dame la contraseña!
Lucia gruñe pero escribe la contraseña en un papel que le entrega a Luz quien inmediatamente sale del cuarto. La alfa agradece porque su hermana menor sea la persona más despistada del mundo pero también no puede evitar sentir ese vacío persistente en su pecho.
Un vacío con el nombre de Amelia Blight y la culpa que durante un tiempo no la le dejo dormí. Pero siendo sinceros quien podría dormir sabiendo que las drogas que vendiste mataron a la persona que amabas y a tu mejor amiga.
Pero no importaba realmente. Amelia estaba muerta y jamás volvería, aunque era doloroso Lucia había aprendido a dejar ir a la chica pero fue entonces cuando la pequeña Amity apareció, con una sonrisa amable y rogando que alguien la amara, y claramente ella decidió amarla. La amaría por siempre.
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Chapter 13: 11. No despiertes
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Luz era algo nuevo en la vida de Amity, dulce, amable, pero lo más importante parecía ser la primera amiga real que había tenido en los últimos meses desde que comenzó su relación con Lucía quien consumía mucho de su tiempo.
-¿Entonces te gusta alguien?- cuestiono la menor de los nocedas mirando el televisor aunque la realidad era que espera con ansias la respuesta de Amity.
-Estoy saliendo con alguien- confeso la Blight con el rostro rojo.
-¿Estudia en Hexside?- pregunto la castaña con pesimismo.
-No, digamos que estudia en otro colegio- exclama la peliverde mirando sus manos.
La castaña no pudo evitar sonreír ante las palabras de Amity, no es que no doliera el hecho de que su primer amor ya tuviera a alguien, sonreía porque esa persona estaba lejos de la Blight y eso significaba que tenía una pequeña oportunidad que podría aprovechar en más de un sentido.
-¿Te gusta alguien?- ahora fue Amity quien hablo esperando la respuesta de Luz con un poco de miedo sin entender porque.
-Sí, hay alguien que me gusta mucho- exclama la castaña con una sonrisa sincera –Digamos que espero una buena oportunidad para hacer algo sobre ella.
Amity asiente mirando el televisor, se siente extraña ante la respuesta de Luz como si tuviera un pequeño dolor en el pecho similar a lo que siente cuando alguna chica besa a Lucia en los conciertos, no le gusta ese dolor. La hace querer llorar.
Lucia por su parte mira toda la escena con molestia por lo que camina en el sillón y se sienta a lado de Amity quien inconscientemente se recarga en su hombro mientras continúa mirando la serie, Luz mira aquello con curiosidad y sin comprender.
-Pensé que no te gustaban los abrazos- exclama Luz mirando a su hermana mayor –Siempre que Luca y yo te abrazamos nos alejas.
-No me gustan- asegura Lucia mirando a Amity –Pero paso mucho tiempo con Amity supongo que me acostumbre en algún punto.
Amity asiente cerrando los ojos con cansancio por lo que Lucia la rodea con su brazo dejando que se acerque más a su cuerpo buscando comodidad, la omega aspira el olor a café de la alfa quien inconscientemente besa su frente provocando que en el rostro de la chica aparezca una gran sonrisa. Es una lástima que Luz no viera eso.
(...)
Luca camina junto a Amber, ambos han comprado con éxito la pizza para los Blight al mismo tiempo que el castaño se permite disfrutar la compañía de la chica que parece mucho más tranquila de lo que ha estado los últimos días. De hecho, durante todo el tiempo que se conocían Amber actuaba como su madre después de un día largo de trabajo.
-Amity es una buena niña- comenta Luca y Amber sonríe de lado –A Luz le gusta mucho.
-Dile que no se haga muchas ilusiones, hace dos semanas rechazo a su amiga Boscha- bromea Amber con una sonrisa –Le dijo "Lo siento, pero no salgo con personas que molestan a los demás"
-Tu hermana parece muy madura- sentencia el castaño con una sonrisa.
-No lo es, sigue siendo una niña, la semana pasada se enojó con Edric porque olvido grabar las caricaturas de la noche, Emira tuvo que comprarle helado para que lo perdonara- recuerda Amber con una sonrisa de lado.
-Parece que tienes una buena relación con tus hermanos- exclama el castaño rozando su mano accidentalmente con Amber quien no se molesta por el toque.
-Tenemos que ser unidos, cuando mi hermana mayor murió tuvimos que estar separados... a Ed y Em nos mandaron con nuestros tíos durante un año mientras Amity se quedó con nuestros padres- cuenta la castaña mirando el camino –Cuando regresamos Amity tenía esa extraña relación con esa persona.
Luca asintió para dejar que Amber hablara pues parecía que era la primera vez que lo hacía y era claro que había estado cargando con ese peso durante meses o tal vez mucho más. Era difícil saber desde cuando Amity estaba en ese juego con aquella persona, tal vez incluso años así que podía entender a la perfección lo mal que se sentía Amber por no estar ahí para cuidar de Amity.
-Ella salía mucho, siempre feliz, pasaba horas fuera de casa, al inicio pensamos que había hecho amigos, pero Emira la vio entrar a un edificio junto con alguien mucho mayor- la voz de la chica parece temblar –Debimos de notar que pasaba algo, siempre íbamos a la piscina los fines de semana, pero ella jamás usaba traje de baño, hacemos deporte en Hexside y ella se quedaba en las gradas mirando a todos correr... había días en los que sus sabanas estaban manchadas de sangre
El castaño aprieta los puños con fuerza, el entiende el porqué de la sangre, el aislamiento, Amity había comenzado a tener relaciones con esa persona y como su cuerpo no estaba listo sangraba, como no estaba lista le dolía hacer ejercicio, cubría su cuerpo porque tenía marcas que le avergonzaban.
-Pensamos que estaba pasando una etapa extraña, después de todo había estado sola por un año, pero jamás imaginamos que estaba siendo abusada- la voz de Amber se rompe –Solo tiene 14 años, los cumplió hace meses... ella sigue viendo caricaturas y haciendo berrinches por helado... es una niña... debimos ser mejores hermanos.
-Amber no es su culpa- exclama Luca tomando la mano de la chica –Están tratando de ayudarla, tal vez no pudieron estar ahí pero ahora lo están y lo importante es que no dejaran a su hermanita, vamos a ayudar a Amity y nos aseguraremos de que nadie la vuelva a tocar.
La castaña asiente mientras Luca toma la piza entre sus manos permitiéndole llorar libremente, porque eso necesita, quiere sacar el dolor de no a ver protegido a su hermana, de no estar ahí para hacerla sentir amada y sobre todo necesitaba sentir que no estaba sola.
-Ahora vayamos a tu casa antes de que tus hermanos mueran de hambre- exclama Luca con una sonrisa de lado.
(…)
Luz está dormida en el sofá, el televisor este encendido con un capítulo de la buena bruja Azura que nadie mira, Amity cubre su boca tratando de que sus gemidos no despierten a Luz pero a Lucia parece no importarle en absoluto.
Lucia besa el cuello de la pequeña Blight quien suspira al sentir los dedos de la alfa estimulando su clítoris, Amity no quiere hacer ruido, no quiere ni siquiera sentir esas descargas eléctricas cada que siente la respiración de Lucia en su cuerpo, no quiere sentirse de esa forma porque después se sentirá sucia y llorara.
-¿Te gusta?- cuestiona la alfa mirando el rostro totalmente rojo de Amity.
Amity asiente y Lucia sonríe, es verdad que hasta ahora había tenido relaciones sin importarle el placer de la Blight pero ahora le resultada excitante poder ver las expresiones de Amity cada que tocaba los puntos correctos, el ver sus pupilas dilatadas y sus mejillas rojas mientras gemía era fantástico.
-Basta- pide la Blight mirando el cuerpo de Luz a metros de ellas –Va... a desper... tar- gime la peliverde cerrando los ojos con fuerza.
-No es la primera vez que tenemos compañía- bromea Lucia introduciendo un dedo dentro de Amity quien se aferra a su camisa –Estas muy mojada Amity, no importa que digas tu cuerpo no miente.
Su cuerpo mentía, Amity estaba segura de eso porque tenía miedo de que Luz despertara y la mirara de esa forma, la viera tan patética, observara como Lucia jugaba con su cuerpo y sobre todo tenía miedo porque sabía que si Luz la miraba así jamás volvería a ser su amiga.
-Mírame a mí- exige Lucia tomando las mejillas de Amity con su mano libre –Mierda Amity, te dije que me mires.
La mirada dorada choca con la café de Lucia, es claro que está molesta, pero de cierta forma Amity se alegra porque descubre que Lucia también siente celos, recuerda que la persona frente a ella la ama demasiado.
Amity toma tímidamente el rostro de la alfa y la besa, un beso torpe que toma por sorpresa a Lucia quien cierra los ojos rápidamente al sentir como la omega succiona su labio. Es el primer beso en el que Amity toma la iniciativa y quiere ser dulce.
-Te amo- susurra Amity con una sonrisa.
Lucia sonríe y continúa moviendo sus dedos dentro de la Blight quien gime en su oído como si tratara de provocarla, es como si de repente a Amity no le importara en lo más mínimo nada en el mundo mientras pueda complacerla.
-También te amo- susurra Lucia sintiendo como el interior de la Blight se aprieta alrededor de sus dedos.
Un fuerte gemido se ahogó sobre los labios de Lucia quien maldijo el no poder escucharlo, pero estaba tan malditamente dura que necesitaba con desesperación entrar en la Blight lo antes posible.
-Vamos a mi cuarto princesa- pide Lucia y Amity asiente.
La alfa carga entre sus brazos a Amity quien se esconde en el hueco de su cuello, mirando a Luz quien sigue durmiendo, ajena a todo lo que acaba de pasar y Amity agradece aquello porque de verdad no quiere que Luz piense que es esta sucia.
Quiere poder seguir estando con el chocolate antes de que la odie.
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Chapter 14: 12. Planes y futuro
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Lucia suelta pequeños gemidos ahogados, su mano se mueve sobre su miembro mientras un vídeo de ella penetrando a Amity se reproduce en su celular, el sonido tan claro de la voz de la Blight pidiendo más es tan malditamente caliente que se castiga mentalmente por no haber tenido relaciones con ella esa mañana antes de que se fuera al colegio.
-Mierda- gruñe sin despegar la vista de la pantalla –Siempre esta tan apretada.
Unos minutos después la respiración de la alfa se vuelve más rápida y termina manchando sus sabanas, trata de relajarse pero realmente comienza a extrañar estar con Amity de una forma mucho más intensa que antes.
(...)
Luz mira con curiosidad a Amity quien se mantiene leyendo un libro de Azura mientras sus amigas charlan animadamente a su alrededor, la verdad es que durante las últimas semanas Luz había notado que comúnmente Amity parecía no estar ahí, aunque siempre estaba rodeada de personas, ausente pero presente al mismo tiempo.
-Porque no le pides una cita- exclama Gus sentado al lado de Noceda quien niega con una sonrisa –Vamos Luz, has estado mirando a Amity todo este tiempo
-Gus tiene razón- apoya Willow con una gran sonrisa –Tienes que decirle algo.
-Quiero esperar- confiesa Luz con el rostro ruborizado –Le pediré que salga conmigo en el partido de Grudgby de la próxima semana, convencí a Luca de que me ayudara y digamos que Boscha me pidió un favor pequeño a cambio de dejarme jugar con ellas.
-¿Boscha pidiendo favores?- cuestiono Gus mirando con curiosidad a la capitana que estaba a lado de la Blight.
-Ella quiere una cita con Willow y yo dije que si- aclaro Luz mirando a su amiga quien se puso totalmente roja -¡vamos! Todos sabemos que tú babeas por Boscha.
-Esta escuela debería llamarse "Instituto Hexside me enamore de mi Bully"- bromeo Gus haciendo que sus dos amigas se rieran a carcajadas.
El grupo de chicos estalla a carcajadas llamando la atención de los gemelos Blight quienes se acercan a Amity quien parece un poco dispersa mientras revisa sus mensajes dejando de lado su libro.
-Manoplas- exclama Emira despeinando el cabello de la peliverde.
-Tienes que volver a casa esta noche- comenta Edric sentándose a su lado –Tendremos una cena familiar hoy, creo que finalmente nuestros padres se divorciaran.
-¿Qué hacemos?- cuestiona Amber mirando a sus hermanos.
-Le decimos a manoplas que tenemos cena familiar esta noche y que invitaste a ese chico de la patineta y a Luz- aclara Emira con una sonrisa despreocupada.
Amity asiente para mirar discretamente a Luz quien le está lanzando comida a Willow y Gus, la menor de los Blight sonríe sin darse cuenta de que sus mejillas están rojas pero sus hermanos lo hacen y se miran entre ellos con curiosidad.
Sin esperarlo la mirada de Luz choca con la de Amity y le sonríe haciendo que la chica se pregunte realmente si estaba bien emocionarse por esas pequeñas cosas o si tan solo tenía el derecho de sentirse de esa forma.
(...)
Luca miro con atención los retratos familiares en el gran departamento de los Blight, pero entre todos resaltaba uno donde estaban todos los hijos de la pareja siendo mucho más pequeños mientras una pequeña castaña llenaba de lodo la cara de Amber quien debía de tener 4 años en ese momento.
-Era más fácil lidiar con ellos cuando eran pequeños- comenta Odalia a lado del castaño –Amelia solía ser muy buena cuidando a sus hermanos.
-Lamento su perdida- suelta Luca con sinceridad mientras mira a Amelia en otro retrato –Ella debió de ser fantástica.
-Era genial de una manera poco convencional- exclama Emira desde el sofá –Hace tres años Edric, Amber y yo estábamos muy inquietos entonces Amelia tuvo la gran idea de darnos tequila.
-Vomite en mi pecera y mis peces murieron- confiesa Edric con cierta tristeza –Emira vomito a Amity.
Odalia sonríe ante ese recuerdo, en su momento no fue muy agradable llegar y encontrar a los gemelos ebrios, Amber gritándole a la tele, Amity cubierta de vómito y Amelia sentada en la barra sin tener idea de que hacer. Odalia deseaba poder regresar a aquellos días. Todo parecía posible entonces.
-¿Dónde está Amity?- cuestiona Alador mientras cocina.
-Esta con Luz, dice que ya vienen- responde Amber apareciendo por el pasillo.
En el departamento de Lucia la música de Luz inunda la habitación donde está junto con Amity quien le asegura que se ve bien y que sus padres no pensaran que es rara o que su Outfit no combina.
-Es que y si no les agrado- exclama Luz mirándose frente al espejo –Los padres siempre me odian, los adultos en general piensan que soy rara, y no quiero arruinar esto
-¡Luz!- grita Amity tomando los hombros de la menor de los Noceda –Te ves genial, escucha mis padres lidian con Edric y Emira, nada les parecerá raro y tú no eres rara Luz
Ambas se quedan en silencio mientras de fondo se escucha "La vida secreta en Ambroxol de Heggel", la mira de Luz baja a los labios de la Blight quien no puede evitar sentirse nerviosa ante ello, Luz se acerca lentamente y Amity cierra los ojos.
-Ya es hora de la cena- comenta Lucia desde el marco de la puerta –No hagan esperar a los Blight.
Las dos chicas se alejan de golpe mientras la mirada de Lucia se mantiene en Amity quien mira el suelo con el rostro rojo.
-Me adelantara- exclama la peliverde antes de salir corriendo del cuarto de Luz quien asiente con nervios.
Lucia analiza por un momento la expresión de su hermana menor, la sonrisa boba del primer amor en su rostro, sus mejillas llenas de color y esa felicidad que parece irradiar como un maldito sol. Es simplemente horrible y desagradable pensar en ello por lo que camina hasta la sala donde se sienta en la barra y enciende un cigarrillo.
-Ya me voy- avisa Luz con alegría.
-Oye Luz- habla la mayor con seriedad –He visto lo que pasa entre tú y Amity.
-¡Es tan obvio que me gusta!- exclamo la menor con vergüenza y pánico.
-Solo quiero que seas consiente de algo- aclara Lucia dando una calada a su cigarrillo –Es imposible que ella sienta lo mismo Luz, olvídate de Amity.
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Chapter 15: 13. Recuerdos que duelen
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Cuando Luz entro en el gran departamento de los Blight se sorprendió por las fotografías en las paredes, Amity jamás le había hablado sobre tener otra hermana y mucho menos de que sus padres parecían ese tipo de adulto serio y arrogante que salían en las películas malas.
—¿Estas bien nutria?— cuestiona Luca tomando el hombro de la morena quien niega —¿Quieres hablar de eso?
—Después de la cena— comenta Luz con la voz triste lo que hace que inmediatamente su hermano mayor se preocupe.
En la cocina Alador despeina el cabello de Amity, las últimas semanas ha llegado muy tarde a casa por lo que ha preferido no despertar a sus hijos e ir directo a su recamara lo cual no le había permitido ver a su pequeña.
—¿Qué tal la escuela?— cuestiona el castaño con una sonrisa sincera –Escuche que dejaste el equipo de atletismo y Rugby.
—Tuve problemas con Boscha— miente Amity robando un poco de lasaña de un recipiente –Ella suele ser un verdadero dolor de cabeza.
—Pensé que eran amigas, aún recuerdo como venía todas las tardes, creí que le gustabas— comenta Alador con curiosidad mirando detenidamente a su hija —¿Amity porque estas vestida así?
El hombre se queda atónito, si bien Alador era el tipo de padre relajado con la vestimenta de sus hijos lo que usaba Amity era algo que asustaría a cualquier padre. La menor de los Blight vestía con una blusa de tirantes corta casi transparente que no dejaba nada a la imaginación junto con una falda muy corta para el gusto de Alador sin mencionar que era claro el maquillaje en sus brazos, cuello y vientre.
—¿Qué está pasando Amity?— cuestiona Alador agachándose a la altura de su hija que retrocede –Princesa, puedes confiar en mí, soy tu padre y te protegeré
Alador extiende su mano a Amity quien está a punto de tomarla cuando Odalia entra a la cocina, la mujer mira a su hija menor con asombro pero pronto esa emoción se convierte en cólera.
—¡Ve a cambiarte jovencita!— grita con fuerza la mujer y Amity se aleja de su padre —¡No es escuchaste ve a cambiarte!
Amity no lo duda y corre a su habitación bajo la mirada de todos los adolescentes en la sala, rápidamente un grito histérico de Odalia hacia Alador resuena en todo el departamento.
—¡Es una niña Odalia!— grita Alador quitándose el delantal y tirándolo al suelo —¡Nuestra hija nos necesita! ¡Es claro que Amity no está bien!
—¡Solo está pasando por una etapa de rebeldía!— asegura Odalia con seriedad —¡Quiere atención Alador! ¡Es una mocosa malcriada!
La menor de los Blight se recarga en la puerta de su habitación compartida con Amber, comienza a llorar mientras los gritos están de fondo, mira su cama y recuerda la primera vez que tuvo relaciones con Lucia.
Recuerda como "ella" entro por la ventana mientras nadie estaba en casa, recuerda como comenzó a besarla, recuerda la sensación asquerosa de sus manos abriendo sus piernas con fuerza, recuerda los forcejeos, recuerda como le suplico a Lucia que se detuviera porque dolía mucho.
"—Vamos Am, se una niña buena— pide Lucia embistiendo a Amity quien trata de alejarla —¡Deja de pelear!
—¡Basta! Me duele— suplica la Blight tratando de alejar a la alfa –Duele.
—Mírame princesa— susurra Lucia tomando el rostro de la chica entre sus manos –Todo está bien, es la primera vez por eso duele, pero se sentirá bien después lo prometo."
La Blight se abraza a sí misma, el recuerdo es tan vivido que desea morir, dolió mucho, no pudo caminar bien aquel día y mancho sus sabanas de sangre. Pero aquello fue su culpa, si ella no hubiera invitado a Lucia a su casa o si tan solo no hubiera forcejeado. Es verdad, todo es culpa de Amity porque Lucia la ama, Lucia jamás la lastimaría, Lucia solo quería amarla y Amity no lo entendió.
"—Te amo— susurra la mayor besando tiernamente a la Blight"
La peliverde toma su celular mientras escribe un mensaje desesperado a Lucia con las palabras "Por favor ven por mí" que inmediatamente es respondido "Sal por la ventana, estoy afuera", Amity no puede evitar sonreír mientras abre la venta y encuentra a Lucia esperando como prometió por lo que no duda ni un momento en bajar por la enredadera.
Mientras tanto los gemelos van a su habitación y regresan con una mochila junto con la sudadera de Amber quien la toma con pesimismo. Luca por su parte mira a Luz quien esta tan incómoda como él.
—Aunque no lo crean es lo primera vez que pasaban tanto sin discutir— comenta Edric con una sonrisa –Vamos a ir a nuestro escondite ¿Quieren ir?
—¿Y Amity?— cuestiona Luz recibiendo una mirada triste de Emira.
—Ya se fue, al parecer salió por la ventana— confiesa la chica con una sonrisa de lado.
(...)
Lucia besa con cuidado la espalda desnuda de la pequeña Amity quien esta recostada a su lado en su habitación, acaban de tener relaciones por lo que la Blight se siente cansada y mareada sin mencionar que lo único que quiere es dormir y tal vez con un poco de suerte no despertaría.
—¿Quieres salir?— cuestiona Lucia mirando la pantalla en su teléfono –Scarlette tiene una fiesta.
—Podemos quedarnos en casa— pide Amity mirando a la alfa quien parece muy interesada en su teléfono.
Lucia mira a Amity con fastidio, está molesta porque Luz está enamorada de la Blight, porque Amity le sonríe a Luz como si nada pasara, quiere lastimar a la omega, quiere darle una lección para que jamás en su vida vuelva a pensar en alguien que no sea ella.
—Vamos Amity no seas aburrida— exclama la castaña poniéndose de pie –Puedes quedarte, yo iré a la fiesta, ¿recuerdas a la chica española?— pregunta y Amity asiente con dolor –Pues está en la ciudad y me está rogando por salir con ella.
—Lucia por favor— suplica la Blight sentándose en la orilla de la cama –No vayas.
—Pensé que no te importaba— exclama la morena tomando el mentón de la chica –Como mi novia no quiere ir pensé que tampoco le importaría si me acuesto con alguien más— provoca logrando que la omega suelte pequeñas lagrimas –No te gusta la idea Amity porque para mí es perfecto.
—Por favor— la voz rota de la Blight suena como un susurro—
—¡Por favor!— grita Lucia tomando el cuello de la pequeña con fuerza –Me pides por favor mientras tú vas por ahí ofreciéndote a mi hermanita, ¡Te gusta Amity! ¡Te gusta ser una maldita perra!
La Blight comienza a llorar desconsoladamente a la par que Lucia se aleja con dirección a su closet, la alfa saca un pantalón negro y una playera blanca que lanza a Amity quien sigue destrozada sobre la cama.
—Vete— ordena Lucia mirando con odio a la Blight —¡Te dije que te fueras!— grita dándole una bofetada a la niña —¡No me sirves Amity! ¡Y todo es tu culpa por ser una zorra!
—Basta— la pequeña trata de alejar a la alfa –No digas eso, no es verdad.
Lucia toma las muñecas de la Blight, mira a la pequeña con furia y decide lastimarla. La alfa abre las piernas de Amity y baja su bóxer mostrando su erección, sin esperar consentimiento alguno Lucia se acomoda entre las piernas de la niña.
—Nunca lo hemos hecho por aquí verdad— se burla presionando su miembro en el ano de la Blight –Es un buen día para intentarlo.
Amity niega, empuja el cuerpo de Lucia, rasguña sus brazos pero nada funciona cuando la alfa comienza a penetrarla, golpeado su interior con tanta fuerza y sin delicadeza alguna. En un punto la penetración se vuelve más fácil para Lucia pues Amity está sangrando.
—Detente— suplica entre llantos –Duele mucho, por favor para.
Lucia ignora a Amity y continúa, la cama rechina, las sabanas comienzan a mancharse de sangre y los sollozos de la peliverde se comienzan a volver una molestia por lo que cubre su boca mientras continúa penetrándola. La pequeña Amity empuja con fuerza ala alfa quien gruñe con fastidio y le da una bofetada.
—¡Deja de luchar Amelia!— grita Lucia tomando con fuerza el rostro de Amity y notando su error – Lo siento princesa, todo terminara pronto, te amo Amity, de verdad te amo por favor olvida lo que dije— suplica limpiando las lagrimas de la omega quien parece devastada —Tu también me amas ¿verdad?
+
—Te amo— exclama Amity en un sollozo.
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Chapter 16: 14. Quiere llorar
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Amity corre por la utopista vacía de Oregón, esta descalza, solo tiene una playera grande y unos pantalones negros de Lucia, pero está segura de que no quería estar en ningún lugar, solo quería marcharse, correr hasta que algún conductor ebrio la atropellara o hasta que su propio corazón dejara de doler tanto como su cuerpo.
Dolía amar a Lucia, dolía saber que nadie en el mundo esperaba por ella, dolía escuchar a su padre llamarla "princesa", dolía ver la expresión de decepción de Odalia todo el tiempo, dolía estar lejos de sus hermanos. Todo parecía doler tanto que en ocasiones sentía que se ahogaba en un rio tan hondo que cualquier pizca de sol desaparecía.
—¡No pudo hacerlo!— grito Amity deteniendo su paso a la mitad de la autopista –Ya no puedo— susurra dejándose caer en el frio asfalto a la par que cierra los ojos.
Su cuerpo dolía y sus muslos se comenzaban a sentir mojados como el pantalón que llevaba, tal vez se había desgarrado algo dentro de ella, tal vez la herida era muy grave en esta ocasión. Pero ya daba igual.
Amity era consciente de que amaba demasiado a Lucia a pesar de que doliera, no le importaba escuchar a todos a su alrededor diciendo que estaba mal porque Lucia es la única persona que la hacía sentir bien aunque la hiciera llorar o sangrar. Pero ella no era Amelia y Lucia lo sabía, ella jamás seria su perfecta hermana, no era la hija que Odalia quería, no era la mujer que Lucia deseaba, no estaba limpia.
Nadie quiere las cosas sucias, nadie quiere las cosas rotas y nadie en el mundo quería a alguien como Amity porque ella era todo aquello. Pero lo que más la quebraba era Luz, ella parecía brillar y quería ser su amiga con tanto empeño que le daban ganas de llorar porque su Luz supiera lo sucia que esta Amity jamás le volvería a hablar.
—Amity— susurra una voz conocida y perdida en el tiempo
La niña abre los ojos mirando una silueta borrosa por la luz de una farola, puede distinguir esa sonrisa amable, esos ojos tan similares a los suyos, esa sensación de amor que había perdido desde hace tanto tiempo que el pensarlo la hizo querer llorar aún más.
(...)
Luca mira con curiosidad el cómo Luz camina decaída a casa, puede notar ese pesimismo característico de su hermana con cada paso arrastrado y por la falta de esa alegría que siempre ilumina sus ojos.
—¿Ocurre algo nutria?— cuestiona Luca despeinando el cabello de la menor –Puedo golpear a alguien si quiere, la cárcel siempre es una opción.
—Amity no se interesara en mi— exclama Luz con pequeñas lagrimas corriendo por sus mejillas.
—Luz... ¿Por qué no se interesaría en ti?— la voz suave del chico se escucha como un suspiro.
—Ella es genial— exclama Luz llorando sin poder detenerse –Es linda, tiene buenas notas, es amable cuando la conoces, no molesta a nadie en la escuela, le gusta leer y su sonrisa me hace sentir mariposas... ¡Me gusta Amity!... pero yo jamás le voy a gustar.
Luca abraza con fuerza a su hermana mientras ella se desahoga, le duele ver a su hermanita de esa forma, le duele conocer lo que ocurre con Amity y no poder hacer algo. El también quiere llorar pero por el momento tiene que ser fuerte, por Luz, por Amity, por Amber y el resto de los Blight.
—Escucha Nutria— habla Luca mirando a la menor con una sonrisa llena de seguridad –Tú me ayudaste a ser yo cuándo hice mi transición, le enseñamos al pequeño King a aventar comida, nos quedamos con mamá cuando se fue papá, descubrimos quien robaba las papas fritas de la cafetería y sobre todo eres una Noceda Luz— cuenta el chico haciendo que Luz recuperé un poco del brillo de sus ojos.
—Pero yo no sa— Luz es interrumpida por Luca quien la mira serio.
—Luz Noceda, si alguien en este mundo puede hacer que Amity Blight se enamore eres tú— sentencia Luca limpiando las lágrimas restantes del rostro de la pequeña –Si puedes pelear por tus amigos contra los matones de la escuela, defender a tu hermano de toda la gente intolerante del mundo, puedes hacer que esa chica se enamore, porque tu hermanita eres fantástica.
Rápidamente la chica comienza a llorar mientras abraza a Luca con fuerza, es muy tarde y aunque mañana estarán desvelados y posiblemente de mal humor por ese instante desean sacar todo lo que duela para asegurarse de que no los detenga.
(...)
Amity despertó al escuchar un claxon fuerte, abrió los ojos asustada mirando a aquel anciano bajando de su camioneta totalmente pálido por encontrar a una niña tirada a la mitad de la nada. La Blight se puso de pie con prisa sintiendo la fuerte punzada de dolor en sus piernas, Lucia la había destrozado la noche anterior pero aun así corrió al bosque mientras aquel anciano gritaba preocupado que se detuviera.
La mañana era helada, el bosque seguía un poco oscuro pero Amity había vivido toda su vida entre el o al menos lo suficiente para saber orientarse a la perfección, comúnmente era la única niña de 14 años que paseaba por el bosque por eso encontrar a un Rubio disparando flechas a un árbol fue extraño. Sobre todo por la hora.
—¡Que mierda!— exclamo el rubio de 14 años retrocediendo con prisa al ver a Amity —¡Mierda! ¡Pareces sacada de Carrie!
Amity ignoro al chico quien extrañamente la siguió, Hunter se quitó su sudadera y sin dudar se la ofreció a la Blight quien lo miro dudosa. Al tener la prenda entre sus manos noto la poca calidad de la tela y sobre todo el nombre bordado de la clínica de ayuda emocional a unos kilómetros.
—¿Te escapaste?— cuestiono la Blight amarrando la prenda a su cintura.
—Solo tomo un respiro— aseguro el rubio sin mucho ánimo —¿Estas bien?
—Creo que si— respondió Amity mirando las ojeras bajo los ojos de Hunter —¿Por qué estás en el hospital?
—Porque mi tío abuso de mi— respondió el rubio como si fuera lo más natural del mundo –Lo siento, los psicólogos dijeron que necesito hablar de esto, pensé que era buena idea.
—Está bien— exclamo Amity con una sonrisa amable –Fue un placer conocerte, espero mejores.
Ambos se miraron una vez más y siguieron en lo que hacían, Amity continuo caminando a su departamento mientras Hunter volvió a lanzar flechas a un árbol imaginando a aquel hombre, deseando que cada flecha fuera directo hacia él.
El resto del camino la Blight se mantuvo en silencio, caminando lentamente pero cuando finalmente llego a su hogar encontró la típica nota en el refrigerador, la ausencia de sus hermanos y el terrible vacío en su propio corazón. Esa mañana las cosas parecían no tener sentido y Amity hubiera deseado creer que algún día se dejaría de sentir así pero la verdad era que no.
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Chapter 17: 15. Amelia Blight I
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Luca había faltado a clases esa mañana, después de la discusión en casa de los Blight y la mención de Amelia decidió realizar una fuerte y exhausta investigación sobre Amelia Blight quien presuntamente tuvo un suicidio junto a su novia Winona quienes consumieron drogas llegando hasta la muerte.
Al inicio Luca miro los encabezados de los periódicos, los registros, visito los lugares que se aseguraban Amelia Blight frecuentaba, pero no había nada en ellos, nada que provocara que de un día al otro una adolescente de 18 años se suicidara. Tampoco la convivencia en su hogar parecía una guerra, de hecho era como si lo máximo que sufrieran los hijos de los Blight era precisamente la presión por ser excelentes, una presión que hasta hace un año y medio era normal para cualquier familia sana. Pero hubo un punto hace dos años donde algo rompió a Amelia, tanto y de tantas formas que el suicidio parecía una buena opción.
—¿Qué diablos está pasando aquí?— cuestiono el castaño anotando cosas en su libreta —¿Cuándo se jodio todo esto?
(3 años antes— Amelia Blight)
Existen algunas palabras con la que las personas definirían a la mayor de los Blight, la primera seria "hermosa" después "perfecta" y al final por las mismas palabras de Lucia Noceda "efímera como una flor" y amargamente aquellas palabras de la dominicana fueran las más precisas.
No era un secreto en la universidad que Amelia Blight estaba perdidamente enamorada de Winona Park desde que tenían memoria, eran vecinas desde el inicio de sus vidas y sus familias tenían una rivalidad sana. Incluso la casa Blight era grande, cada uno de sus hijos tenía su propia habitación decorada a gusto propio, la sala de estar era inmensa e incluso había una pared repleta de fotos, diplomas e incluso manualidades de los pequeños.
La vida parecía ser perfecta para los Park y Blight, Amelia coqueteaba con Winona quien siempre respondía esos coqueteos, Amity jugaba por horas con Willow y los gemelos solían ayudar a los señores Park con el jardín. Pero entre tanta paz el caos sucedió.
Un día como cualquier otro Amelia escapo una noche junto con Winona y Scarlette a un viejo bar que permitía a los estudiantes de la universidad tocar recibiendo una buena paga, el trio tocaría un par de canciones y volvería a casa antes de que alguien las notara.
Amelia subió al escenario e inmediatamente un par de ojos color café claro se posaron sobre ella con curiosidad, la chica era hermosa, cabello verde rebelde con un flequillo descuidado, vestía una ajustada blusa que dejaba ver su obligo, maquillaje oscuro debajo de sus preciosos ojos dorados y una falda negra con medias de red. Era un estilo curioso para una chica de piel tan pálida.
La guitarra fuerte fue lo primero que llego a los oídos de Lucia quien sonrió rodando los ojos, esa estúpida canción llevaba sonando desde hace un par de semanas en cada maldita red social, pero por alguna razón la voz de la chica le daba un toque diferente. Un toque demasiado bueno para ser verdad.
—Don't kill me, just help me run away, from everyone I need a place to stay, where I can cover up my face, don't cry, I am just a freak— canto Amelia con una sonrisa tan brillante que Lucia se levantó de su asiento.
Cuando la guitarra se robó la atención de la cantante Lucia no despego su vista de ella como un niño caprichoso. Después de un concierto eufórico y que Winona tuviera que irse antes de tiempo por culpa de un examen que harían mañana y Scarlette se la pasaba babeando por un omega mucho mayor que ella.
—No sabía que los ángeles cantaban tan bien— exclama Lucia sentándose a su lado con un porro entre sus labios.
—No sabía que te había pedido tu opinión— sentencio Amelia tomando un trago del vaso en su mano.
—Lo que tienes de hermosa lo tienes de apretada— se queja Lucia rodando los ojos –No te sientas la gran cosa mocosa.
—Para tu información tengo 16— se queja la peliverde con una sonrisa de lado.
—La edad solo es un numero— exclama Lucia con una sonrisa arrogante mientras acaricia la mejilla de Amelia dejando un beso sobre los labios de la chica quien retrocede con prisa –Parece que no te gustan mis besos.
—Aléjate de mí maldita rara— sentencia la peliverde empujando a Lucia.
Aprovechando que Lucia tiene la cercanía al vaso de Amelia deja caer una pequeña pastilla color azul que rápidamente se disuelve en la bebida de la Blight quien no nota en absoluto lo ocurrido.
—Tranquila princesa— exclamo Lucia levantando las manos con inocencia –Creo que empezamos mal, ¿Cómo te llamas?
—¿Cómo te llamas tú?— cuestiona la Blight empujando con fuerza a la castaña.
—Para ti señorita gruñona soy el amor de tu vida— susurra la alfa con tanta arrogancia que el estómago de la peliverde se revuelve.
La peliverde toma toda su bebida de golpe provocando que una sonrisa ladina se dibuje en los labios de la castaña, Amelia sale indignada del bar a fumar un poco, la noche es muy silenciosa por lo que decide caminar por el parque a lado del bar, se sienta en una banca solitaria mientras escucha una canción llamada "Ritual de Black Veil Brides".
Amelia mira el humo de su cigarro y piensa en su futuro, en Amber, Edric, Emira convirtiéndose en adolescentes escapando de fiestas y ella descubriéndolos para sermonearlos de los peligros, se imagina a la pequeña Amity pasando su primer amor, el cómo se sonrojaría al tomar la mano de alguien, el cómo le contaría emocionada que la tomaron de la mano y que le dijo "Te quiero".
Una sonrisa se dibuja en sus labios incluso al imaginar a sus padres entregarla en el altar el día que se case con Winona, el cómo los señores Park llorarían mientras su hija mayor dice que sí, pensó en la canción que sonaría y en cada voto que diría.
Era una de esas noches en las que Amelia deseaba seguir viviendo, de esas en las que el futuro parecía brillar sobre todo el dolor e incluso si los malos días vendrían por delante estaba segura de que todo estaría bien. Porque Amelia Blight tenía a sus hermanos, a sus padres, sus amigos y sobre todo un futuro tan brillante que deslumbraba a cualquiera.
Por eso sentir el calor inundar su cuerpo de golpe fue demasiado, su respiración se sentía rápido, sus manos temblaban al igual que sus piernas y cuando entendió que ocurría se llenó de terror. Estaba sintiendo lo mismo que un omega en celo lo cual era imposible porque ella era alfa.
—Señorita apretada ¿Todo bien?— cuestiono Lucia fingiendo preocupación con tanto precisión que Amelia le cree —¿Necesitas ayuda?
El aroma a café de Lucia inunda los pulmones de Amelia quien siente esa necesidad tan aterradora de estar cerca de la morena que continua de pie, de pronto se siente tan indefensa que pequeñas lágrimas caen por su rostro.
—¡¿Necesitas ayuda?!— exclama la castaña cargando a la chica como princesa –Te llevare al hospital.
—Gracias— susurra Amelia escondiéndose en el cuello de Lucia quien no puede evitar sonreír.
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Chapter 18: 16. Amelia Blight II
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Amelia abre los ojos con dificultad, sus caderas duelen y no reconoce en lo más mínimo la habitación en la que está, sin mencionar que sus recuerdos de la noche anterior son borrosos. La alfa trata de ponerse de pie pero un brazo rodea su cintura de manera posesiva y Amelia comienza a rezar por no haber cometido un maldito error que pueda lastimar a Winona.
—Vuelve a dormir— se queja Lucia presionando con fuerza la cintura de Amelia –Es muy temprano.
La alfa se levanta de golpe lastimándose por el agarre de Lucia quien gruñe al sentir la lejanía de la Blight, la chica mira su ropa tirada en el suelo y después su cuerpo, tiene moretones morados en sus brazos como si hubiera tratado de resistirse. Como si hubieran abusado de ella.
—¿Qué me hiciste?— cuestiona Amelia con lágrimas cayendo por sus mejillas –¿Cómo pudiste? ¡Que mierda pasa contigo!
Lucia se pone de pie y se acerca hasta estar frente de la Blight, la castaña siempre había odiado a las chicas que gritaban y lloraban, pero de alguna forma ver a Amelia llorar le gustaba, tal vez porque se veía vulnerable y débil o solo porque parecía una niña pequeña asustada.
—¡Aléjate!— grita la peliverde dándole una bofetada a Lucia quien sin dudarlo golpea el estómago de la chica haciendo que se doble de dolor.
—Juro que la próxima vez que me golpees romperé tu perfecto rostro— asegura tomando bruscamente el brazo de la chica.
—Me violaste— gruñe Amelia con una mueca de dolor –Eres una maldita mierda.
Lucia suspira para levantar a la Blight con fuerza, la chica suelta un gemido de dolor al sentir como Lucia le da un golpe fuerte en el rostro para arrojarla a la cama e inmovilizarla con una mano mientras con la otra toma su celular que estaba en la mesita de noche.
—¡Suéltame!— grita Amelia tratando de alejarla a la castaña —¡Me das asco!
—Eso no decías a noche cuando me la chupabas— provoca Lucia con una sonrisa arrogante –No te daba asco cuando te la estaba metiendo.
—¡Cállate!— ordena la chica cerrando los ojos con fuerza.
—Ayer gemías tan fuerte Amelia, te encantaba estar siendo violada por mí— asegura Lucia desbloqueando su teléfono —¿Quiere verlo?
Amelia negó pero Lucia no hizo caso, encendió el celular y sin dudarlo un minuto entro a su galería donde comenzó a mostrarle a Amelia fotos de ella misma haciéndole un oral en la camioneta, fotos donde se podía ver su rostro lleno de lágrimas.
—Ya basta— suplico Amelia llorando.
—Pero llegamos a la mejor parte preciosa— asegura Lucia reproduciendo el primer video.
"Amelia estaba haciéndole un oral mientras Lucia soltaba pequeños gruñidos mientras la mantenía sujeta del cabello para que no pensara en escapar o lastimar a la alfa.
—Mierda eres tan buena en esto— gruñe Lucia mirando a la Blight quien llora –Seria mejor si dejaras de llorar."
"Amelia estaba recostada en la cama tratando de ponerse de pie pero el maldito efecto de la droga se lo impedía, Lucia estaba sobre ella entrando sin ningún cuidado, golpeando su interior con fuerza mientras ella lloraba y le suplicaba que se detuviera.
—¡Deja de luchar mierda!— ordeno golpeando el rostro de la Blight —¡Quieres que te lastime pues lo hare!— sentencia golpeando con más fuerza el interior de la chica que trata de alejarla.
—No quiero, detente— suplica Amelia llorando –Por favor me duele.
—Solo cállate— gruñe Lucia pasando su mano libre por el cuerpo de la peliverde –Si sigues luchando te dolerá más y créeme que quiero destrozarte por dentro."
Amelia cerro los ojos mientras los videos continuaban, se sentía asquerosa, usada, como si su alma abandonara todo su cuerpo, pero seguía escuchando lo que Lucia decía mientras la violaba, lo que le había dicho mientras ella suplicaba que se detuviera.
—Le mandare esto a todos tus amigos si le dices a alguien— asegura Lucia dejando un pequeño beso sobre la frente de Amelia –Te quiero aquí después de la escuela, quiero volver a tenerte para mí.
—Juro que no diré nada— solloza la chica –Déjame en paz.
—Creo que no entiendes lo que pasa— bromea Lucia apretando el cuello de la chica –A partir de hoy eres mía Amelia, si quieres seguir con tu vida tendrás que estar a mi lado.
(Actualidad)
Luca soltó un gran bostezo, estaba muy cansado de investigar lo que ocurrió con Amelia sin encontrar nada más que lo que la prensa público. Él sabía que había algo demasiado malo ahí y era lo que posiblemente estaba destrozando a los Blight.
—Noceda 2— exclama Scarlette mirando al chico con una sonrisa –Pensé que tenías esas clases avanzadas los sábados.
—Me la salte por hoy— confiesa el chico guardando sus cosas en su mochila —¿Tu a dónde vas?
—Tengo que hacer voluntariado el día de hoy ¿quieres acompañarme?— cuestiona Scarlette y Luca asiente para seguirla a su motocicleta –Ponte el casco, llegaremos ahí en un instante.
Luca asiente para subir detrás de Scarlette quien conduce aproximadamente 25 minutos deteniéndose frente a una clínica bastante amplia, el nombre del lugar es "Clínica de la salud mental, instituto brillante" inmediatamente Luca puede ver a algunos niños vestidos con colores claros y algunos adolescentes disfrutando el calor.
—Es una clínica especializada en casos de violación a menores— exclama Scarlette respondiendo todas las preguntas del castaño.
—¿Desde cuándo vienes a este lugar?— cuestiona Luca con mucha curiosidad.
—Hace algunos años una amiga estuvo internada en este lugar, desde entonces vengo ayudar a algunos chicos, revisar casos probables de abuso— comenta con tranquilidad la morena –No es algo muy popular entre personas de mi edad pero se necesita mucha ayuda en ocasiones.
—Eres muy buena Scarlette— exclama Luca mirando a los niños jugando en el extenso jardín.
—No los soy— asegura la morena mirando a los adolescentes del lugar.
(...)
Amity está cubierta por sus cobijas, son las 12 del día y ningún miembro de su familia ha llegado a casa por lo que se permite llorar libremente sin miedo alguno de ser descubierta hasta que escucha pequeños golpes en la puerta.
La peliverde se pone de pie caminando a la puerta, ya se ha dado un baño por lo que lleva puesta una pijama de gatito que le regalo Amelia en su cumpleaños número 11, agradecía porque fuera varias tallas más grande de lo que debería pues la había podido usar cada vez que se sentía sola.
—Amity soy yo— exclama Lucia con la voz llena de ansia –Por favor abre princesa.
La menor de los Blight mira la puerta con miedo, no quiere abrir, no quiere ver a Lucia, no quiere volver a sentirse como la noche anterior.
—Sé que estás ahí— insiste Lucia de una forma casi desesperada –Tu sabes que no quise lastimarte pero me provocaste, te quiero y jamás te lastimaría amor
Amity sigue sin moverse hasta que Lucia comienza a golpear la fuerza tratando de que la Blight abra, la niña camina temblando y abre la puerta mirando la expresión llena de ansiedad de Lucia quien tan pronto la ve cierra la puerta y abraza a la pequeña Amity.
—Mierda sentí que te perdía— exclama Lucia con tanta sinceridad que Amity comienza a llorar –Perdón por lastimarte, no lo volveré a hacer nunca princesa.
—¿lo prometes?— cuestiona la peliverde entre sollozos.
—Claro que si joder— exclama Lucia limpiando las lágrimas del rostro de Amity –Nunca te volveré a lastimar, eres todo para mi Amity.
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Chapter 19: 17. Dolor y cigarrillos
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Los Blight regresaban a su apartamento, habían pasado una noche relativamente relajada pero cuando Edric Blight abrió la puerta no pudo controlarse a sí mismo en lo más mínimo pues tan pronto encontró a Lucia abrazando a su hermanita corrió a alejarla de ella.
—¡¿Qué mierda haces aquí?!— cuestiono el peliverde protegiendo a Amity con su cuerpo.
—Toda su familia saluda golpeando o es algo de ustedes— brome Lucia con una sonrisa arrogante en el rostro.
La mandíbula de Edric se tensa a la par que Lucia camina sin miedo alguno del adolescente. Amity quien se mantiene detrás de su hermano comienza a temblar siendo invadida por la ansiedad al sentir que Lucia podría lastimar a su hermano.
—¿Vienes?— cuestiona la castaña hablando a Amity quien no responde –Vamos princesa, no tienes por qué tener miedo.
Edric pierde la cordura al escuchar ese apodo por lo que sin dudarlo golpea a Lucia quien retrocede unos pasos para tocar su labio manchando sus dedos de su propia sangre. Lucia trata de respirar pero el simple hecho de que alguien como Edric se atreviera a golpearla provoca que quiera darle una lección al chico.
—Alto— exclama Amity poniéndose en frente de su hermano pues noto las intenciones agresivas de Lucia –Esta bien, nos vemos en dos horas ¿De acuerdo?
—Me parece perfecto— sentencia Lucia acercándose y besándola frente a sus hermanos quienes miran aquello con asombro –No tardes mucho.
Amber está a punto de lanzarse a golpear a Lucia cuando la mano de Emira la sujeta con fuerza asegurándose de que no cometa alguna locura porque es claro que ni siquiera los tres juntos podrían defenderse de Lucia.
—Nos vemos después cuñados— se burla la alfa abandonando el departamento de los Blight.
Emira es la primera en reaccionar corriendo a tomar entre sus brazos a Amity quien comienza a llorar, Amber cierra la puerta asegurándose de que Lucia no pueda volver a entrar mientras que Edric mira sus nudillos morados sintiéndose frustrado por no poder hacer nada.
—Está bien Amity— susurra Emira acariciando el cabello de su hermanita –Estamos aquí, no te vamos a soltar.
—Lo siento mucho— solloza la pequeña con tanto dolor que sus hermanos no pueden evitar querer llorar –De verdad lo siento.
(...)
Luca da un par de vueltas por los pasillos de la clínica, Scarlette ha estado atendiendo a algunos niños desde que llegaron por lo que él se encuentra totalmente aburrido hasta que la risa de un hombre rubio llama su atención.
—Lo prometo Hunter, cuando estés mejor te llevare a ese parque de diversiones— asegura Belos Wittebane despeinando el cabello del chico quien sonríe –Pediré unas vacaciones, te inscribiré en la escuela, tus cosas ya están en mi casa as que todo será más fácil.
—El no volverá ¿verdad?— cuestiona el pequeño rubio mirando sus manos con miedo –No tendré que volver a verlo.
—El nunca más te hará daño Hunter, yo mismo lo encerré en la cárcel— aclara Belos con una sonrisa triste al ver el comportamiento de su sobrino –Mientras yo este contigo nada en el mundo te hará daño.
Hunter asiente más tranquilo, Luca mira con detenimiento al hombre identificándolo como algún policía o agente por la placa en su cinturón junto con el arma enfundada. Luca se regaña mentalmente al tener la absurda idea de preguntarle por Amelia Blight aunque la probabilidad de que la conozca es realmente nula.
—Tengo que volver con los demás— exclama Hunter mucho más animado –Gracias por venir a verme hoy.
El hombre abrazo al chico quien se marchó por el pasillo, Luca analizo la expresión en el rostro de Belos que era una mueca similar a la frustración que el sentía al conocer la situación de Amity. Una expresión de dolor que muy pocos entenderían.
—¿Te puedo ayudar chico?— cuestiono el hombre rubio con amabilidad mientras trata de descubrir porque ese chico le recuerda tanto a alguien desagradable.
—¿Conoces a Amelia Blight?— la pregunta de Luca ocasiona que el rostro del hombro se vuelva severo –La conoces— asegura el chico con una sonrisa que provoca que Belos suelte un largo suspiro –Necesito que respondas unas preguntas por favor.
—Supongo que eres un Noceda— exclama Belos masajeando su sien con su mano derecha –Hablemos fuera de este lugar, no quiero tener que arrestarte frente a todos.
(...)
Belos Wittebane enciende un cigarrillo entre sus labios mientras trata de relajarse a sí mismo pues tiene a una absurda copia masculina de Lucia Noceda y Fernando Noceda frente de el, dos de los hijos de puta más grandes con los que había tenido la desgracia de coincidir.
El padre de Fernando Noceda debía estar cumpliendo una larga condena en la cárcel por extorción, violación, venta de drogas e incluso se trataba de culpar por los múltiples asaltos que sucedieron en Oregón, pero para desgracia de todas las víctimas él se había suicidado cuando se encontró acorralado por la policia.
Y luego estaba Lucia Noceda, una maldita en pocas palabras, tal vez en parte por la educación y la violencia de la que había sido observadora desde la infancia o solo un producto de un trastorno obsesivo compulsivo llevado a un límite inhumano. Belos recordaba con claridad como estuvo a nada de poner a esa maldita tras las rejas, tan cerca después de haber obtenido una confesión de violación hacia Amelia Blight pero tan repentinamente el suicidio de la chica ocurrió el caso se cerró.
Pero el chico frente a él era diferente, su mirada mostraba un brillo que ni siquiera Fernando o Lucia poseían, era como si el no estuviera podrido por dentro y eso lo relajaba un poco porque seguía sin olvidar que el chico quería respuestas sobre Amelia Blight.
—¿Qué quieres saber?— cuestiono Belos mirando el cielo en busca de un poco de paz.
—¿Por qué Amelia Blight se suicidó?— se apresura a hablar el castaño con mucha curiosidad.
—Porque Lucia Noceda la violo durante un año entero, porque difundió videos por todo el internet de la violación y porque se terminó convirtiendo en una adicta — confiesa el hombre mirando el rostro impactado de Luca –No sé qué busques muchacho pero aléjate antes de que salgas lastimado, estas son cosas que no deberías saber.
—¡Mientes!— explota Luca empujando al rubio quien deja caer su cigarrillo –¡Mi hermana jamás lastimaría a alguien!
—Si buscas la verdad debes estar preparado para salir jodido de ello y para encontrar cosas que no te gustaran— sentencia el hombre empujando a Luca.
—¡Tu estas mintiendo!— grita el castaño negándose a creerle —¡Debe de haber un error! ¡Mi hermana nunca haría algo tan horrible!
—Puedes decidir creerme o no, pero cuando compruebes que yo te estoy diciendo la verdad habla a este número y te ayudare— asegura el rubio agachándose y dejando una tarjeta a lado de Luca quien sigue consternado por lo que Belos despeina su cabello tratando de darle consuelo –Mira sé que lo que te acabo de decir es una bomba, pero nunca mentiría con algo tan serio.
Luca se pone de pie con prisa tomando la tarjeta y corre, necesita pensar en las palabras de Belos pero se niega a aceptarlo porque no entiende como puede ser posible que su hermana haya empezado aquello, como puede ser real que alguien que lo vio crecer lastimara a Amelia y posiblemente a Amity.
"—Te creo— confeso Luca con una sonrisa –Solo es raro, pero supongo que puedo confiar en ti ¿Verdad?
—Claro que sí, siempre te diré la verdad enano— respondió Lucía con una sonrisa en la que Luca decidió creer."
El chico se recargo en un árbol mientras comenzaba a llorar, si lo que aquel hombre había dicho era verdad entonces su hermana le había mentido, si aquello era verdad entonces Lucia era quien violaba a Amity y él tendría que sacar toda esa mierda para detenerlo.
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Chapter 20: 18. De verdad la amo
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¿Cuándo comenzó aquella relación enferma? Lucia ya no lo recordaba, al inicio Amity había sido un buen pasatiempo, como una hermana pequeña con quien charlaba en el parque cuando esperaba a su proveedor de drogas, después era la chica que visitaba su departamento cada tarde después de la escuela para que le ayudara con sus clases, después fue la niña que le suplicaba ir a sus conciertos y sin darse cuenta estaba una tarde ayudándola a estudiar cuando sin pensarlo la beso.
(Tiempo atrás)
Amity de 13 años miraba con emoción su tarea finalmente terminada, Lucia no podía dejar de ver sus labios, desde hace semanas se había preguntado que se sentiría besarla por lo que la idea en ese momento era mucho más fuerte que el poco autocontrol que tenía.
—Eres hermosa— susurra Lucia tomando el mentón de la Blight quien se sorprende –No te voy a hacer daño, solo no me alejes princesa
Un beso. Era todo lo que Lucia quería de Amity y ese pequeño e infantil tacto se sentía tan bien que deseo no alejarse, era un beso torpe que la pequeña trataba de seguir. Lucia por su parte deseo volverlo más intenso tomando la cintura de la pequeña y acercándola tanto a su cuerpo que podía sentir el calor que irradiaba.
—Lo siento— susurro la castaña tratando de recuperar la respiración –Creo que deberías irte— pide la alfa cubriendo su entrepierna pues su estúpido amigo estaba demasiado duro.
—¿Hice algo mal?— cuestiona Amity con prisa.
—Hey princesa no hiciste nada malo— asegura la castaña acariciando la mejilla de la Blight –Solo no creo que debas seguir viniendo, no soy una buena persona y tienes que marcharte.
Dios sabe que Lucia lo estaba intentando, estaba conteniéndose tanto de tomar a Amity y forzarla, entrar en ella aunque la pequeña se resistiera. Realmente intentaba controlar esa parte de ella que era un jodido monstruo que únicamente podía pensar en Amity de tantas formas enfermas que ni siquiera lo que le hizo a Amelia podría compararse a ello.
—Te dije que te fueras— exclama Lucia apretando los puños con fuerza –Lo hago por tu propio bien.
—Es que no hay nadie en casa... no me gusta estar sola— confiesa Amity a punto de llorar –No quiero dejar de venir.
—¡Solo vete Amity!— grita Lucia golpeando la mesa con fuerza.
La Blight comienza a llorar pero obedece, está apunto de marcharse cuando Lucia comienza a preguntarse realmente si acaso importa lo que le haga a Amity, no es como que sea moralista o le moleste tocarla, de hecho la sola idea de tener a Amity como lo hizo con Amelia se vuelve terriblemente encantadora.
Pero otra parte le repite que es solo una niña, una niña que necesita a alguien con quien estar, una niña que no quiere estar sola, pero eso nunca le ha importado, nada le importa pero últimamente Amity es algo que la hace sentir cosas, cosas que Amelia nunca logra, sentimientos tan preocupantes que debería morir por ello.
—Espera— pide Lucia corriendo a detener a Amity quien la mira con tristeza –Me gustas Amity y no quiero que te asustes, solo no me odies por favor— suplica agachándose mientras toma las mejillas de la chica con sus manos –No soportaría que tú lo hicieras.
(...)
La tenía entre sus manos, respiraba su dulce aroma mientras su cabeza daba vueltas culpa del alcohol tomado en el estúpido concierto. Pero nada importaba porque la tenía entre sus manos y eso la hacía tan malditamente feliz que se emocionaba.
—¿Estas cansada princesa?— cuestiono Lucia besando la frente de la pequeña quien negó con una sonrisa llena de felicidad.
La castaña sintió como la Blight se escondía en su cuello logrando que una descarga eléctrica recorriera el cuerpo de Lucia quien sin pensarlo comenzó a dejar pequeños besos húmedos en el cuello de Amity quien se sorprendió alejándose. Eso estaba mal, se estaba enojando demasiado.
—Amity ¿Me quieres?— cuestiona la castaña acariciando la cadera de la niña.
—Yo te quiero— aseguro la Blight con timidez.
—Pruébalo— exclamo Lucia tomando la mano de la Blight y bajándola a su entrepierna.
Amity se sorprendió y trato de alejarse pero la mirada de Lucia era severa demostrando que no bromeaba por lo que la dejo inmóvil ahí hasta que la castaña le pidió más y ella acepto porque se moría de miedo por dentro.
—Joder— gruño Lucia sintiendo la mano de Amity alrededor de su miembro.
Lucia no quería lastimar a Amity de la manera en la que lastimo a Amelia, no quería golpearla, no quería obligarla a hacer cosas de forma violenta, no quería drogarla, no quería lastimarla y por ello se contenía de ir más lejos, pero había llegado a su límite, había terminado todo lo que le quedaba de paciencia porque ahora el deseo de tenerla era mucho más fuerte.
(...)
Ella estaba llorando, Amity le suplicaba que se detuviera pero Lucia simplemente no podía escucharla porque su interior era demasiado apretado, se sentía tan bien pero los gritos la estaban estresando.
—Vamos Am, se una niña buena— pide Lucia embistiendo a Amity quien trata de alejarla —¡Deja de pelear!— grito dándole una bofetada a la pequeña.
Cada vez que llegaba al fondo de la pequeña podía escuchar un sollozo, Lucia era consciente de que la lastimaba pero no le importaba en lo más mínimo, porque la había hecho suya, finalmente podía decir que cada parte de Amity le pertenecía.
—Mírame princesa— susurra Lucia tomando el rostro de la chica entre sus manos –Todo está bien, es la primera vez por eso duele, pero se sentirá bien después, lo prometo.
Amity niega con los ojos llenos de lágrimas que por un momento conmueven a Lucia quien comienza a embestirla con más cuidado, tratando de relajarla porque realmente le importa que se sienta bien, le importa no dañarla.
—Mierda realmente te amo— surra Lucia en el odio de la peliverde –No te imaginas la suerte que tienes de que te amé, tienes mucha suerte Amity.
(...)
Lucia miro con aburrimiento su celular, recordar el cómo inicio todo provocaba que su cabeza doliera, pero tenía razón aquella primera vez que estuvo dentro de la Blight. Porque Amity realmente tenia suerte de que la amara o hubiera terminado peor que Amelia o cualquier chica con la que se había encaprichado. Posiblemente hubiera terminado muerta o en algún maldito instituto mental, pero jamás le haría eso a ella. Amity era diferente.
—Lucia puedes ayudarme— exclamo Luz con su cuaderno en mano –Quiero terminar esto antes de tener que visitar a Mama el próximo fin de semana.
—Claro nutria— asegura Lucia acariciando la cabeza de la pequeña –Todo por mi pequeña hermanita.
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Chapter 21: 19. Rosas para Amity
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Ella odiaba muchas cosas y Luz lo sabía, por ejemplo Amity odiaba la música fuerte por eso se aseguraba de que sus canciones fueran suaves, odiaba el contacto físico por eso Luz la solía abrazar poco pero asegurándose de que ese contacto tan pequeño fuera lo suficiente cálido para hacerla sentir menos sola en el mundo.
Aunque si alguien le preguntara porque se había enamorado de amity ella no sabría que responder y tal vez diría algo como qué es linda o simplemente que su sonrisa fue lo que la cautivo. Pero había sido por mucho más, por la manera en la que sus manos encajaban, por ese absurdo cumplido de que le encantaba el aroma chocolate, por esas canciones que escucharon juntas y sobre todo porque parecían estar destinadas.
Y cómo lo leyó en una pésima comedia romántica a veces para emocionar un corazón frío se debe de hacer algo gigante y precisamente era ese su plan porque Luz había planeado el detalle de amor más grande que cualquier persona podría ver.
—¿Lista para el día de hoy nutria?— cuestionó Luca despeinado el cabello de Luz quien se ponía la mochila.
—Más que lista— aseguro la castaña con emoción —Tengo todo listo, incluso Boscha me ayudara.
—No olvides que tu hermano mayor estará ahí para ti— comento Luca con una sonrisa de lado.
Lucia miro a sus hermanos con fastidio los últimos días había estado llamando a Amity pero no respondía, cada uno de sus mensajes había sido ignorado y sobre todo parecía que sus estúpidos hermanos le estaban escoltando todo el tiempo. Algo que estaba volviendo loca porque estar lejos de la niña se sentía como la maldita abstinencia y lo detestaba.
—¿Qué ocurrirá hoy?— cuestión de Lucía tomando el hombro de Luca quién se tenso rápidamente.
—Pues voy a hacer una decla— exclamo Luz pero fue callada por la mano de Luca quién sonrió con nervios.
Durante los últimos días el chico había estado pensando en todo lo que el policía dijo por lo que sabía que sí Lucía se enteraba del plan de luz podría arruinar todo, claro que todavía se negaba a creer que su hermana pudiera hacerle eso a una niña y con toda su alma deseaba que fuera mentira. Pero más valía prevenir que lamentar.
—Pues luz y yo planeamos una tarde de patinaje solo nosotros dos, ya sabes tiempo de hermanos— aseguro el chico alejandose de la mayor.
—de acuerdo creo que es mi sueño que pasen tiempo juntos chicos, por cierto hoy iré a la escuela necesito revisar cómo va sus notas para enviarlas a mamá— mintió con una sonrisa amable.
Luca tragó saliva, era claro que aquello era una mentira pues el mismo le informaba a Camila de su desempeño académico.
—De acuerdo, entonces nos vemos— se despidió Luz abrazando a su hermana y corriendo a la salida.
—¿Luca todo bien?— cuestionó Lucia mirando al chico con una expresión diferente a la habitual, está era idéntica a la de su padre.
—Si, todo perfecto— mintió el moreno apretando con fuerza sus puños para no perder su actuación —Es solo que me gusta una chica y me encantaría invitarla a salir.
—¿Cuál es su nombre?— pregunto la mayor con una sonrisa relajada mientras tomaba una manzana del frutero.
—Amber Blight— exclamo Luca mirando la reacción de Lucía quien dejó caer la manzana al suelo a la par que lo miraba con asombro —¿Todo bien?
—Si, solo que al parecer Oregon está lleno de Blight— bromea la alfa retomando su actuación —Ve a la escuela, te veré después— sentenció caminando a su habitación.
(...)
Amity caminaba junto a sus hermanos quiénes charlaban, de vez en cuando molestándola ella con luz y extrañamente se sentía muy bien porque después de tanto tiempo finalmente sentía qué era feliz aunque fuera mentira.
Aunque siendo honesta comenzaba extrañar a Lucía, los últimos días sus hermanos le habían quitado su teléfono y la computadora por lo que no había contactado con su novia en mucho tiempo eso es lo hacía sentir insegura porque conocí a Lucía quién seguramente ya hubiera conseguido alguien más.
Alguien que no llorar todo el tiempo, que pudiera hacer las cosas que ella no podía, alguien más linda, con mejor cuerpo y esa idea la estaba matando. Porque Lucía era su primer amor y quería verla aunque doliera.
—¡Hey!— grito Luz desde atrás de los Blight quiénes se detuvieron a ver.
—¡ho no Edric! ¡Invasión de Dominicanos!— bromeó Emira recargando su mano en el pecho de su hermano quien fingió miedo.
—Rapido vámonos antes de que aparezcan más— apoyo el chico comenzando a correr junto con Emira.
Amber rodo los ojos diversión y camino hasta Luca quién la miro con una sonrisa sincera mientras acomodaba su cabello castaño hacia atrás.
Luz miro con curiosidad la actitud de Amity por lo que sin dudarlo saco el ramo pequeño de rosas hecho de papel y lo extendió a la peliverde que lo miro con asombro.
—Es para ti— aclaro la dominicana con alegría —Se que no te gusta que la gente corte plantas, es algo que Willow me contó, entonces pensé que te gustarían rosas hechas de esta forma.
—Son muy lindas— exclamo la Blight con el rostro tan rojo como las rosas en sus manos —Gracias Luz.
—No es nada— aseguro acomodando un mechón rebelde del cabello de Amity —Me gusta hacerte feliz.
—Las rosas huelen a chocolate— comento la peliverde con una sonrisa brillante.
—Lo sé, pensé que haría mejor el regalo— confiesa Luz rascando su nuca con nervios.
—Lo hizo perfecto— asegura la Blight besando la mejilla de la castaña quien se ruboriza rápidamente.
Amber mira esa pequeña interacción con alegría, le encanta poder ver a su hermana pequeña feliz sin llorar y sobre todo teniendo un enamoramiento claro hacia Luz.
—Asi se siente el amor— susurro Amber cuando paso a lado de Amity quien abrió los ojos con asombro —Nos vemos en la escuela enanas.
—¡Hasta el partido!— grito Luz despidiéndose de Amber quien asintió caminando con Luca.
Amity por su parte miro las rosas, el aroma a chocolate era dulce y cálido, sin mencionar que su corazón no dejaba de latir al pensar que Luz le había obsequiado aquello, se sentía muy feliz.
—¿Puedo tomarte de la mano?— pregunto Luz desviando la mirada y Amity no pudo evitar ponerse nerviosa.
—Si... Creo que estaría bien— respondió la chica entrelazando sus manos y sintiendo la corriente eléctrica atravesar su cuerpo por el tacto.
Ambas se sentían como un libro de romance, caminando a la escuela mientras charlaban de cosas absurdas con sus manos entrelazadas, con sus rostros llenos de rojo y sobre todo deseando que aquel camino durará por siempre.
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Chapter 22: 20. No somos malos
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Lucia apretó el volante de su camioneta con fuerza, su mirada estaba clavada en sus manos mientras su mente continua reproduciendo el extraño comportamiento de Luca los últimos días.
—¡mierda!— explota golepando el volante con fuerza —El lo sabe... O al menos sospecha algo ¡Mierda!
La castaña cierra los ojos con furia, quiere a su hermano de hecho lo adora pero hay cosas que no arriesgaría en el mundo y una de ellas es su relación con Amity por lo que sin dudarlo mataría a Luca de ser necesario.
—Necesito verla— susurra para si misma tratando de calmarse —Necesito estar con ella.
Lucia respira con rapidez, la ansiedad comienza a devorarla mientras algunos recuerdos dolorosos se repiten como bucle en su mente.
"—Si quieres algo lo tomas— aseguro su padre encendiendo un cigarrillo mientras una mujer estaba desnuda en la cama —Tienes que tomar lo que quieres aunque llore o grite ¿Entiendes?
—Deberias llamar una ambulancia— comenta Lucía mirando el estado de la mujer sintiendo como su estómago se revuelve —La lastimaste demasiado.
—¿La conoces?— cuestiona Fernando mirando con aburrimiento a su hija.
—No necesito conocerla para saber que ella no quería— sentencia mirando las muñecas de la mujer que ya están moradas —Abusaste de ella ¿Verdad?
—Tan inteligente como la zorra de tu madre— bromea el hombre poniéndose de pie —¿Que harás al respecto? ¿Llamaras a la policía? ¿Le dirás a tus profesores?
Lucia no responde, no puede dejar de ver a la mujer con sorpresa, no es la primera vez que su padre le hace algo a alguien, pero es la primera vez que hay tanta sangre.
—¿Porque haces esto?— pregunta mirando a su padre con curiosidad.
—Porque puedo hacerlo— confiesa Fernando para dar una calada al cigarrillo —La gente como tú y yo no encajamos en este mundo donde todos quieren ser santos.
—Porque no somos iguales a los demás, ellos no entienden como pensamos, tu madre no entendió cuando trataste de ahorcar a Luz o cuando golpeaste a Luisa por derramar jugo— aclara Fernando despeinado el cabello de su hija —Por eso estás aquí conmigo, porque no eres como los demás Lucía, eres diferente y le temen a eso.
—¿Somos los malos?— pregunta la pequeña de 9 años con cierta tristeza.
—No, nosotros no somos malos— miente su padre con un poco de compasión —Solo diferentes, por eso cuando encuentres algo que quieras debes de tomarlo y no dejar que se vaya, sin importar lo que tengas que hacer."
La castaña golpea de nuevo el volante con tanta fuerza que incluso se hace daño, odia recordar su infancia, odia no haber entendido que su padre era un jodido bastardo demente, un maldito enfermo que obligó a su madre a tenerla a ella y a sus hermanos.
"Una pequeña Lucía de 6 años está sentado junto a su padre quien luce pálido, estresado y simplemente furioso, se pregunta cómo es posible que aquel hombre pueda tener tantas emociones en tan corto tiempo.
—¡Basta! !Detente! ¡Por favor!— grita Camila con la voz rota —¡Fernando!
La pequeña castaña mira a su padre cerrar los ojos con fuerza mientras el hombre cubre sus oídos intentando no escuchar ningun sonido en el mundo.
Lucía ve la puerta de la habitación frente a ella cerrada, hace unos momentos su padre obligó a su madre a entrar junto con dos hombres y después salió con prisa para sentarse en el piso.
—¡Por favor basta!— suplica Camila detrás de la puerta.
—¿Están lastimando a mamá?— cuestiona Lucía mirando a su padre quien niega tomando a su hija entre sus manos.
—Unos hombre solo quieren jugar con mami— miente el alfa acariciando la mejilla de su hija
Fernando cubre los oídos de Lucía a la par que los gritos de Camila aumentan, el hombre mira las escaleras recordando que Luisa sigue dormida en el primer piso por lo que no escuchará los gritos de su esposa."
La alfa cubre sus odios con fuerza, quiere detener cada estúpido recuerdo, quiero olvidar que escucho a su madre ser violada mientras su padre lo permita, quiere olvidar la manera en la que las súplicas de Camila no hicieron nada en su padre más que molestarlo por el ruido.
"El televisor está encendido, las caricaturas entretienen a Luisa quien está sentada en el sofá. Lucia por su parte está en su habitación tratando de leer un libro pero el llanto de Luz está destrozando su paciencia.
—¡Basta!— grita la castaña al bebé en la cuna —¡Cállate!
La bebé llora con más fuerza por el grito, Lucia sujeta su cabeza con frustración y decide hacer lo mismo que hace su padre cuando su madre no deja de llorar.
Lucia rodea el cuello de la pequeña bebé con fuerza, el llanto de Luz deja de sonar al igual que la castaña puede ver cómo la bebé cierra los ojos poco a poco.
—¡No!— grita Camila entrando a la habitación corriendo —¡Suéltala!
La mujer empuja a Lucía lejos de la bebé, la toma entre sus brazos notando que ha dejado de respirar por lo que intenta reanimar a la pequeña con todos sus esfuerzos hasta que Luz comienza a llorar de nuevo.
—¿Que estabas pensando?— cuestiona Camila con miedo.
—No dejaba de llorar— confiesa Lucía mirando a la bebé —Solo quería que se detuviera— asegura tratando de acercarse a su madre.
—¡Alejate!— grita Camila con miedo —Eres igual a él, eres como tu padre."
Las lágrimas caen por el rostro de Lucía junto a la frustración, no entiende porque su madre prefirió a Luz, no entiende como Camila podía amar a un maldito bebé producto de una violación que a su propia hija.
No puede mentir más, porque honestamente odia a su hermana menor, odia el como Amity se ve feliz con ella, el como todo el maldito mundo la escoge siempre.
—¡Ya basta!— grita encendiendo la radio junto con el auto dispuesta a ver a Amity de una jodida vez sin importarle un carajo cualquier otra cosa.
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Chapter 23: 21. Confía en mí
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(1/3)
Capitulo 21
Si había dos que lucía sabías era lastimar a las demás personas lo sabía desde que tenía memoria pero extrañamente no quería lastimar a Amity.
De hecho era de primera vez en toda su vida que realmente no deseaba dañar a la niña e incluso había tratado de cambiar su comportamiento. Trataba de ser más amable, procuraba no lastimar a Amity, hacerla sentir bien mientras tenían relaciones y eso debía de contar cómo algo bueno.
Por ello no entendía porque la Blight parecía simplemente olvidar todo el amor que se tenían como si no fuera nada como si lucia no fuera nada y eso la estaba matando por dentro.
Pero Amity por su parte trataba insistentemente en encontrar una manera de comunicarse con Lucia, incluso mientras todos prestaban atención al partido ella no podía dejar de buscar una manera de escapar a la vista de sus hermanos quiénes estaban a unos metros de ella.
Fue entonces cuando un grito emocionado salió de la boca de todos los espectadores quienes miraban como Luz Noceda y su grupo de cómplices salía al campo vestidos con el uniforme del equipo y un par de instrumentos que posiblemente habían obtenido prestados del taller de música.
—¿Que mierda es esto?— cuestionó Lucia mirando el espectáculo a metros de ella.
Fue entonces cuando luca apareció de la nada instantáneamente la música comenzó a ser el principal sonido en aquel partido de final de temporada en Hexside.
Amity posiblemente fue la primer persona en reconocer la canción, una canción totalmente cursi que apareció por primera vez en una película de disney que había visto con Amelia antes de su muerte.
Fue entonces cuando Luz la miro entre todo el público y Amity entendió todo lo que ocurría.
Edric y Emira fueron los primeros en ponerse de pie estaban viendo la escena con más vergüenza ajena y dulce que verían en mucho tiempo, pero a pesar de todo no podía negar que estaban fascinados con el espectáculo.
—Did I mention that i'm love with You?— canto Luz mirando directamente a Amity y provocando un grito de la audiencia —And did i mention there's nothing i cand do
—And did i happen to say? i dream of you everyday— continuo Luca con el rostro totalmente rojo, incluso para el hacer aquello lo mataba de pena pero haría cualquier cosa por su hermanita —But let me shout it out loud, if that's okay, if that's okay.
La mirada de Amber y Luca chocaron por una fracción de minuto con tanto amor que para Lucía quien miraba todo desde lejos fue claro comprender que su hermano menor estaba totalmente enamorado de aquella chica que había sido un jodido dolor de cabeza durante meses.
Pero lo que más le jodió fue ver el rostro de Amity, sus mejillas llenas de color rojo, sus pupilas dilatadas y el como una sonrisa llena de calidez aparecía en su rostro.
—Esto es estúpido— gruño Lucia apretando sus puños con tanta fuerza que sus nudillos se volvieron blancos —Tan patético
—I met this girl that rocked my world like it's never been rocked— la voz de Luz opaco cualquier queja de Lucía —And now im living just for her and i won't never stop.
Amity por su parte quería llorar, no como en otras ocasiones que lloraba por qué las cosas dolieran o porque se sentía triste, lloraba porque nadie había hecho algo tan sincero por ella.
Era extraño como Luz podía recordar hasta las cosas más pequeñas sobre Amity, incluso recordaba que ella amaba la escena dónde el príncipe Ben le canta a Mal, recordaba que a Amity no le gustaban las flores porque tenían que cortarlas para regalarlas y sobre todo recordaba lo segura que se sentía cuando la tomaban de la mano.
—¿Amity verdad?— cuestiona un chico moreno tocando el hombro de la peliverde quien asíntio —Una chica me pidió que fueras al estacionamiento, la verdad no creo que debas ir... Ella se veía algo extraña del tipo malo, de hecho tome una foto.
El moreno enseñó su celular con la imagen de Lucía recargada en su camioneta, su expresión parecía alterada sin mencionar que bajo sus ojos se podían apreciar grandes ojeras, como si estuviera durmiendo muy poco.
La menor de los Blight agradeció al chico y miro a su alrededor, la música continuaba, Luz seguía cantando, todo el mundo gritaba emocionado y sus hermanos solo podían mirar el espectáculo delante de ellos. Era la única oportunidad que Amity tendría en mucho tiempo para poder ver a Lucía.
—No quiero ir— susurro la niña mirando sus manos mientras su estómago se revolvía.
Era extraño sentir miedo de Lucía, era raro desear no verla porque hasta hace unos momentos deseaba estar a su lado, pero ahora simplemente le resultaba imposible.
Aún así Amity se alejo cuidadosamente de todos a excepción de Luca quién miraba a la chica a la par que se preparaba para continuar apoyando a Luz.
(...)
Lucia dejó caer su cabeza sobre el volante, estaba comenzando a sentirse tan mal que la idea de regresar a casa y tirarse sobre su cama era tentadora.
—¿Dónde estás?— cuestionó cerrando los ojos —Te necesito demasiado.
—¿Lucia?— la voz de la pequeña Blight logro que la castaña levantará la vista.
Una sonrisa tímida se dibujo en el rostro de Amity mientras Lucía abría la puerta de su camioneta y baja con prisa para abrazarla con fuerza en un intento por no soltarla nunca más.
—Pense que no vendrías— confeso Lucía tomando el mentón de la peliverde quien se ruborizó al instante —Estaba perdiendo la maldita cabeza sin ti princesa
—No pude llamarte, mis hermanos me vigilaban— exclamo Amity desviando la mirada con tristeza.
—Hey princesa— susurro la alfa con dulzura —No estoy molesta, no quiero hacerte sentir mal, te amo Amity.
La mayor beso delicadamente a la Blight quien se dejó llevar por el tacto, se sentía tan extraña por querer estar lejos de Lucía y al mismo tiempo por desear quedarse a su lado toda la eternidad. Era un sentimiento similar a la culpa o incluso una versión extraña del amor.
—No te volveré a lastimar nunca— aseguro la castaña entre besos —¿Confías en mí verdad?
—Mucho— confeso la Blight rompiendo y evitando la mirada de la alfa pues se sentía como una presa —¿Prometes no volver a hacerlo?
Lucia rápidamente miro a Amity con sorpresa, ella misma sabía que aquella noche sobrepaso un límite claro con Amity, lo que hizo fue lastimar y lo disfruto tanto que se asustó porque sin importar que ella amaba a la niña.
—Dolio mucho— susurro la niña comenzando a llorar un poco —No quería que siguieras... Te dije que te detuvieras, que me dolía y tú... solo me pegabas
—Mirame— suplico alzando la mirada dorada de la pequeña que ahora estaba llena de lágrimas —No quería hacerlo, algo paso y yo solamente no pensé... Me jodió saber que Luz te quería, me enoje tanto que me comporte como idiota y te lastime princesa, pero nunca volverá a pasar, prefiero morir a volver a hacerte daño.
Amity cerró los ojos con fuerza, quería creerle, creer que solo había sido un ataque de irá y que Lucía volvería a amarla como antes, que volverían a pasar tardes enteras en su departamento mirando televisión, noches escuchando bandas de Rock que aunque no le gustarán era agradable estar ahí, creer que sin importar que podían arreglar cualquier cosa.
Después de todo en las películas cualquier cosa se arreglaba al final y vivían felices por siempre, Amity quería eso, ir a dormir y despertar feliz. Algo que simplemente todos deseamos en un punto.
—El sábado ve a mi departamento— exclamo Lucia limpiando las lágrimas de la niña —Tendre una sorpresa para ti, prometo que todo será perfecto Amity
Nuevamente la alfa beso a Amity quien no pudo evitar continuar el beso, pero de la nada Lucía se alejo mirando a todos lados de forma paranoica.
—Te veré el sábado princesa— aseguro acomodando un mechón rebelde del cabello de Amity —te estaré esperando.
Luca estaba escondido detrás de un auto, el chico estaba impactado pero el maldito ángulo en el que está a no ayudaba en absoluto. Sin mencionar que en cuanto terminaron de cantar el corrió en busca de Amity.
El no podía asegurar si su hermana estaba besando a Amity o solamente hablando, podría ir por las cámaras de la escuela pero sería demasiado problemático y realmente se arriesgaría a una expulsión lo cual no ayudaría a Amity en absoluto porque el tendría que volver a California con su madre.
—¡Luca!— grito Lucia con fuerza —Te vi enano, sal de ahí.
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Chapter 24: 22. No estás sucia
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(2/3)
Capitulo 22.
Luca miro con una alegría falsa a su hermana quien tenía esa sonrisa arrogante dibujada en el rostro, Amity parecía haber llorado por lo que el chico inmediatamente comenzó a hacer especulaciones en su mente.
—¿Todo bien Amity?— cuestionó Luca tomando el hombro de la menor quien no respondió.
—Creí que mamá te había enseñado que la presión social es una mierda— regaño Lucía mirando con seriedad a su hermano —Lo que hicieron con Amity fue horrible, ¿Acaso pensaron en como se sentiría ella?
El castaño rodo los ojos, si Lucía era quien abusaba de Amity realmente les diría que lo que hicieron enfrente de toda la escuela estaba mal, si su hermana fuera el monstruo que salía con la pequeña realmente los regañaría. No tenía sentido.
—Mira se que son jóvenes Luca pero hay cosas que no pueden hacer, por ejemplo una declaración de amor enfrente de todos es romántico en películas pero en la vida real es mucha presión— la mirada de la castaña mostraba severidad —Amity salió corriendo y la encontré, estaba llorando así que limpie sus lágrimas... Le deben una disculpa.
—Amity, ¿Es verdad lo que Lucía dice?— cuestionó el Noceda provocando que su hermana mayor apretara sus puños con fuerza al ver cómo Luca parecía no creer en nada de lo que decía.
—Yo solo no sabía que hacer— mintió la Blight mirando el piso —No quería estar ahí.
Luca suspiró pasando sus manos por su cabello, realmente estaba demasiado tenso, todo lo veía como un indicador de que su hermana era la culpable. Y por mucho que el lo negara no deseaba creerlo porque Lucía era su hermana, y el confiaba en ella.
—Lo siento Amity— se disculpo el moreno mirando con tristeza a la peliverde —Debimos de pensar en como te sentirás antes de hacer eso... Yo hablaré con Luz
—Yo quiero hablar con ella— exclamo rápidamente Amity con el rostro rojo.
Lucia estuvo a punto de explotar de irá pero se quedó en silencio, necesitaba mantenerse como ese adulto serio y sereno que fingía ser.
—De acuerdo, creo que debemos regresar al partido y podemos hablar de que tal te pareció mi canto Blight— bromeó Luca pasando su brazo por el hombro de la niña quien asintió —Adiós hermanita nos vemos en casa— se despidió el castaño con un tono amable.
La castaña apreto los puños, pero una vez que el estacionamiento estuvo totalmente solo no dudo en golpear la puerta de su camioneta con tanta fuerza que la superficie cambio un poco al igual que los nudillos de su mano se pusieron rojos.
(...)
Luz estaba sentada afuera de los vestidores, había planeado mucho tiempo aquella presentación solo para que al terminar Amity hubiera desaparecido del juego y sobre todo dejando en claro lo que sentía por ella.
—Arruine todo— exclamo Luz recargando su cabeza en la pared y cerrando los ojos —Debe de pensar que soy una burla.
—No pienso eso— comento con una sonrisa la peliverde mientras se sienta a su lado —Fue lindo.
—Pero te fuiste... Pensé que sentíamos lo mismo— confeso la castaña mirando con tristeza el cielo —Al parecer yo confundí todo... Descuida Amity no volverá a pasar.
La Blight solto un largo suspiró, ella no entendía que sentía por Luz, es decir todo parecía dulce con ella, tierno e incluso mágico pero Lucía era su novia.
Lucia era la única persona que se quedó con Amity durante tanto tiempo que ahora le costaba imaginar un futuro en el que la alfa no estuviera.
—Yo salgo con alguien Luz— comento la peliverde mirando sus manos con inquietud —Y no soy buena persona, no soy linda, lloro mucho y estoy sucia... Creeme que es lo mejor olvidar esto y seguir siendo amigas
Una mueca de molestia se formó en el rostro de Luz haciendo que Amity recordara inevitablemente esa mirada llena de molestia en Lucía por lo que cerro los ojos con fuerza esperando un grito o un golpe pero no fue así.
Luz había tomados sus mejillas entre sus manos mientras sus ojos brillaban y una sonrisa aparecía en su rostro. Amity amaba eso.
—Escucha bien Blight tu eres una muy buena persona, el hecho de ser amiga de Boscha sin matarla lo hace claro— bromeó un poco para acariciar con su pulgar la mejilla de la peliverde —Tu eres la chica más hermosa en todo Hexside... eres la más linda de todo el universo, Si lloras mucho me quedaré hasta que dejes de llorar e incluso lloraré contigo y Amity tú no estás sucia e incluso si lo estuvieras no me importaría nada de eso porque siempre te voy a querer sin importar que.
Una lágrima bajo por la mejilla de la Blight seguida de otra y otra terminando por convertirse en un llanto silencioso.
—Amity tu eres el ser más perfecto en todo el mundo, eres la chica que quiero, así que por favor no vuelvas a decir que estás sucia o que no eres linda porque para mí eres todo y más— confiesa Luz limpiando las lágrimas del rostro de la peliverde con calma.
La castaña abraza a la Blight quien continua llorando en sus brazos sin importarle el sudor en el cabello de Luz o el aroma fuerte del chocolate porque todo se vuelve cálido cuando está con ella.
—Todo va a estar bien— susurra la dominicana acariciando el cabello peliverde con cariño.
Luca y Amber por su parte recogían los instrumentos para regresarlos a Skara quien amablemente se los presto para el espectáculo, pero su atención es robada por Scarlett quien alza una mano saludando al moreno.
—Hey Luca— exclama la chica con una sonrisa —¿Quiero preguntarte algo?
El castaño asiente para caminar hasta la alfa que lo mira con diversión ante ese característico humor alegre y noble que el chico solía tener.
—¿No deberías estar en la universidad?— cuestiona Luca mirando la mochila de la chica junto con su guitarra.
—Veras joven Padawan hoy me levanté y dije "Al carajo la universidad yo quiero ser un vagabundo" entonces decidí faltar hoy— bromea la morena logrando que el castaño comience a reír —Vine porque necesitamos voluntarios para una cena de recaudación en tres semanas, ¿Te apuntas?
—Claro— respondió sin dudar por lo que Scarlett levantó su pulgar.
A un par de metros de ellos Amber miraba la escena sintiendo una desagradable sensación de molestia en su estómago, sin mencionar que aquella chica tenía pinta de delincuente.
—Disculpa no queremos tus drogas— exclamo Amber tomando la mano de Luca quién comenzo a reír a carcajadas.
—Wow cuando eras pequeñas eras más agradable, recuerdo a Amelia diciendo "Mis hermanos me vuelven loca, exepto Amber ella es como una papa"— se burla la morena logrando que la Blight abra los ojos con sorpresa.
—¡No puede ser! ¡Scarlett te volviste punk!— grito Amber acercándose a la mayor —Tiene mucho que no te veo, entraste en una etapa curiosa.
La morena asiento recordando que la última vez que vio a los pequeños Blight fue en el funeral de Amelia hace una año y medio. Pero ahora que tenía a Amber enfrente no pudo evitar odiarse a si misma por alejarse de ellos.
—Amber está no es una etapa, es mi verdadero yo— se quejo la guitarrista —En fin, nos vemos después enanos y salúdame a tus hermanos Blight.
Sin esperar respuesta Scarlett se comenzó a alejar, no podía ver más a Amber cuando permitía que una bestia como Lucía estuviera con la pequeña Amity y aún peor conociendo todo lo que le hizo a Amelia mientras estaba viva.
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Chapter 25: 23. Princesa
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(3/3)
Capitulo 23
Luca mira la pantalla de su celular estaba esperando a Luz quien seguía armando su mochila para volver a casa durante el fin de semana y como era obvio la menor de los Noceda se moría de emoción por ver a su madre.
—¿Estarán bien viajando solos?— cuestionó Lucia tomando un poco de la cerveza que tenía en su mano y guardando unas bolsas en el refrigerador con la otra
—Hemos viajado solos antes— respondió Luca con tranquilidad —¿Por qué tanta comida?
—Dare una fiesta— mintió la castaña levantando los hombros —Tengo que aprovechar que ustedes enanos estarán sanos y salvos lejos
El chico asíntio no muy convencido, es decir al parecer había muchas cosas que no tenían sentido alrededor de su hermana. Un ejemplo claro era Scarlett quien aparentemente era amiga de Amelia y Winona, sin mencionar que Amber tenía un rencor fuerte con Lucia por alguna razón.
Todo estaba tan revuelto que el no podía ni siquiera pensar en como ordenarlo, es decir que sin importar cuando intentará no lograba que la historia tuviera sentido.
—¡Vámonos!— grito Luz con una sonrisa brillante mientras cargaba una gran mochila detrás —¡Quiero ver al pequeño King!
Lucia rodo los ojos ante el gesto, odiaba a los niños más que nada en el mundo y el hijo de Edalyn parecía ser un dolor de cabeza pero a pesar de todo eran hermanos por lo cual soportaba al pequeño porque en otro caso lo hubiera asfixiado y hacerlo parecer un accidente con un juguete.
—Cuídense— exclamo la mayor mirando a sus hermanos quien solo asintieron para salir de su departamento con prisa.
(...)
Amity miro su reflejo en el espejo de su habitación, tenía un vestido color negro junto con una chaqueta color blanca. Era un atuendo elegante que le encantaba usar.
La peliverde salio de su habitación encontrando la casa vacía, sus padres habían salido a una cena de negocios y sus hermanos tuvieron que ir a regañadientes con ellos. Claro que Odialia se negó a llevar a Amity pues supuestamente "le daba mala fama a los Blight".
Aún así aquello fue oportuno pues podría pasar toda la tarde junto a Lucía sin que nada las interrumpa o alguien intente alejarla.
La alfa por su parte mira con detenimiento cada aspecto de la mesa del comedor, ha preparado cada jodido platillo favorito de Amity y sobre todo un poco de vino por si la chica desea probarlo por primera vez. Todo tenía que ser perfecto para su princesa.
El timbre del departamento sonó y sin dudarlo Lucía abrió la puerta encontrándose con Amity quien se veía como una diosa.
—Eres perfecta— aseguro la alfa besando rápidamente los labios de la peliverde.
—Gracias— exclamo Amity con una sonrisa brillante para abrazar a la castaña con fuerza.
—Tengo una sorpresa princesa— la voz de Lucía era tan dulce que Amity no pudo evitar sonreír —Te encantará.
La Blight entro al departamento e inmediatamente vio la mesa totalmente arreglada, flores, música e incluso en la sala habían un par de películas que Lucía había escogido para esa tarde.
El único problema eran las flores. No le gustaban las flores cortadas.
—Quiero que este día sea únicamente sobre nuestra relación, solo tu y yo como antes princesa— comento la mayor y Amity asintió.
(...)
Tenía mucho sueño, toda la tarde había sido agradable porque Lucía fue dulce porque le recordó lo hermosa que era pero algo se sentía diferente, algo dolía dentro de Amity.
—¿Quieres algo de beber?— cuestionó Lucia mirando a la pequeña recostada sobre su pecho.
—Si, por favor— susurro Amity con la voz cansada.
Lucia asíntio levantándose con cuidado para no molestar a la pequeña, camino hasta la cocina y sirvió dos vasos para después sacar dos pastillas azules de su camisa y dejarlas caer en el vaso de la Blight.
Cuando regreso a la cocina Amity estaba quedándose dormida por lo que movió su hombro con cuidado para darle el zumo que tomo sin dudarlo.
—Lucia, me siento como una Maruchan— confezo Amity con las mejillas sonrojadas.
La alfa abrió los ojos con sorpresa pues la droga no funcionaba tan rápido, pero rápidamente noto un aroma dulce que por un instante nublo su mente.
Entendió que eran las feromonas de Amity, el aroma era cereza y le encantaba como el infierno.
(...)
Lucia suelta un gruñido al sentir como la Blight muerde su labio sin descaro pero no puede quejarse porque lo está disfrutando demasiado.
—Hueles tan bien— susurra separándose de la peliverde —Mierda, Amity me estoy muriendo por estar dentro de ti
La mirada con lágrimas de la Blight le responde, es claro que las malditas pastillas se mezclaron que el celo de Amity por lo que la menor debe de estar deseando tanto o más que Lucía ser llenada por la alfa.
—Pidemelo— ordena la castaña subiendo el vestido negro de la chica y bajando su ropa interior —Pideme que entre aquí— repite adentrando uno de sus dedos en zona íntima de Amity.
La Omega no puede evitar sentirse como una presa, tiene la mirada de Lucía totalmente sobre ella, la observa como si deseara llevarse todo de ella y eso comienza a aterrar a Amity.
—Princesa— exclama la alfa con ternura acariciando la mejilla de la peliverde —Mirame amor... No te voy a hacer daño, nunca más te voy a hacer daño.
Lucia besa suavemente los labios de Amity mientras con lentitud comienza a penetrarla, las manos de la Omega se aferran a su espalda dejando rasguños y al mismo tiempo comienza a llorar.
Nada de eso le está gustando. Y lo peor es que no entiende porque se siente tan mal.
—¿Te lastime?— cuestiona la castaña acariciando el rostro de la pequeña.
—No quiero— confiesa la peliverde comenzando a llorar e intentado alejar a la mayor de ella.
Amity comienza a golpear el pecho de Lucía con fuerza en un intento por alejarla pero rápidamente la alfa la toma de las muñecas inmovilizandola.
—Mirame— ordena la alfa con desesperación y la Omega obedece —¿Que está ocurriendo contigo? ¿Que quieres de mi?
La Omega cierra los ojos con fuerza por lo que Lucía comienza a mover sus caderas dando un par de embestidas en la Blight quien suelta pequeños suspiros.
—Te amo— asegura Lucía besando la frente de Amity —Por favor no tengas miedo... Te amo princesa.
—No es cierto— solloza la peliverde con la voz rota —Tu no me quieres a mí
Un gruñido escapa de los labios de la alfa por lo que aumenta la velocidad en la penetración, perdiéndose en cada sonido erótico que escapa de los labios de la Omega.
—Basta— pide Amity mirando el rostro de la alfa quien está tratando de controlarse para no lastimar a la pequeña.
De la nada Lucía se aleja de golpe, realmente la ira comienza a nublar su mente pero prometió no volver a lastimarla y sobre todo no tratarla como a todas las demás.
—¿Porque piensas que no te quiero?— cuestiona la alfa sin mirar a la Omega —No es suficiente con que me esté arriesgando a ir a la cárcel por esta relación.
—Tu no me quieres— repite la peliverde abrazándose a si misma y llorando con más fuerza pues las palabras que va a decir le huele hasta el alma —Tu quieres a Amelia... Yo no soy ella... Tu no me quieres a mí.
La expresión en el rostro de la alfa es total sorpresa, es verdad que al inicio solo veía a Amelia en Amity, cuando tenían sexo no podía dejar de pensar en lo diferente que era a Amelia pero eso cambio hace mucho.
Porque amaba a Amity y le importaba un carajo cualquier cosa con Amelia, de hecho está segura que si hubiera visto a Amity antes ni siquiera tendría la necesidad de cualquier otra persona.
—La única persona en la que pienso es en ti— confeso Lucía acomodando sus pantalones y sentándose a lado de la Omega —Cada vez que te beso, cuando te miro, mientras te digo te amo, eres la única en la que pienso.
—Mientes
—No miento, si yo no te amara tan locamente Amity no tendríamos está relación, si no te amara no me enojaría cada que Luz está cerca tuyo, si yo no te amara estarías muerta— asegura la alfa sorprendiendo a Amity —Te amo tanto que cada vez que estoy dentro de ti siento que me derrito, cada que escucho tus gemidos pierdo la cordura, cuando tengo sexo contigo Amity deseo que nadie más te toque y cuando pienso en alguien más contigo... Solo puedo pensar en matarte para no permitirlo
La Blight mira con asombro la expresión tan sincera en Lucía, la forma en la que sin darse cuenta nuevamente está entre sus brazos solo que en esta ocasión las palabras de Lucía le dejan en claro que es la única en su mente.
—Te amo tanto que mataría a cualquiera que quiera alejarte de mi— susurra la alfa en el oído de la peliverde que suelta un gemido ante la sensación cálida —Amity te mataré si dejas de amarme así que por favor ámame toda tu vida— pide sentando a la pequeña en su regazo.
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Chapter 26: 24. No eres ella
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Luz una vez dijo que el celo se sentía como ser una Maruchan. Lo dijo una tarde cuando acompañaba a Amity a su casa, pero ahora la Blight se cuestionaba mucho aquella comparación.
Su celo se sentía como el infierno, el calor en su cuerpo era horrible, su parte baja ardía tanto, el aroma de Lucía era tan encantador que no se podía controlar, se sentía tan vulnerable, herida, rota que con el más mínimo toque comenzaría a llorar.
Pero Lucía estaba ahí, abrazándola después de jurarle que lastimaría a cualquiera que quisiera separarlas, asegurando que jamás amo a Amelia y que ella era mejor.
Había dicho tantas veces que la amaba y que nunca la lastimaría, Amity necesitaba creerlo porque ella sí amaba a Lucía con cada maldito latido de su corazón.
Aunque dolía, aunque siempre lloraba, aunque la lastimaría. Amaba a Lucía.
—¿Por qué yo?— cuestionó Amity con la voz rota.
—Porque eres la única persona en este mundo que me importa princesa, porque solamente te necesito a ti y tu a mí— susurro la alfa tomando la cintura de la Blight —Porque solo yo podré amarte como lo necesitas Amity.
—No me vuelvas a lastimar— pide la menor tomando el rostro de Lucía entre sus manos —Promete que nunca me dejaras... Que me amarás siempre
—Lo prometo— asegura la castaña acariciando la cintura de la peliverde quien tiene los ojos llorosos.
Para Lucía el ver a Amity tan destrozada, tan dependiente de ella era jodidamente magnífico, era lo mejor que podía ver en todo el mundo. Porque aquella niña rota jamás podría dejar de amarla y eso era lo único que quería lograr.
La Blight se colocó sobre la erección de Lucía quien cerro los ojos al sentir como poco a poco el interior de la Omega se apretaba alrededor de ella, se sentía tan bien que perdería la cordura por una niña de 14 años.
—Mierda— gruño la alfa dejando caer su cabeza sobre el hombro de la menor —Necesito un maldito condón la próxima vez...
Amity cierra los ojos aferrándose a la espalda de Lucía, sus uñas se clavan en la playera de la dominicana, puede escuchar cada gemido que escapa de los labios de la mayor quien continua sus embestidas de forma rítmica.
—Te amo tanto— susurra Lucía besando los labios de la Blight.
La alfa continua empujando dentro de la menor, el aroma de Amity es tan fuerte que nubla su mente, estar dentro de la omega es tan caliente y apretado que es cuestión de tiempo para que Lucía termine.
—Lo necesitabas tanto— cuestiona Lucía embistiendo con fuerza el interior de la Blight quien suelta pequeños gemidos —Tan apretada como siempre amor.
El rostro de Amity era un poema erótico, sus ojos llorosos, sus mejillas sonrojadas, su respiración rápida. Era preciosa en cada maldito sentido.
Lucia continuo aquello, el interior de la peliverde parecía suplicarle continuar, su voz tan llena de necesidad le pedía que llegara hasta el final y eso haría la alfa.
—¿Te gusta?— cuestionó Lucia y la menor asintió con vergüenza —No puedo creer que lo tomes todo dentro de ti... Hace unas semanas sangrabas y ahora eres toda una puta para mí.
—No... digas... eso— pidió Amity ocultando su rostro en el cuello de la castaña —No me... Hables así...
La alfa soltó un gruñido ante la actitud de la Blight. Lucia no necesitaba volver a lidiar con un arranque infantil de Amity y mucho menos mientras tenía su pene dentro de ella.
—A veces olvidó que te gusta más... Cuando soy gentil— susurro Lucia besando con ternura el hombro desnudo de la Blight mientras con las manos le quitaba la ropa —Eres tan diferente a tu hermana.
Amity abrió los ojos, quería llorar nuevamente pero la sensación tan embriagante en cada penetración se lo impedía.
—Me gustas mucho más que ella— confeso Lucía sujetando con fuerza los muslos de Amity —Eres más hermosa que ella, tus ojos me gustan, tu voz es tan dulce, tú no eres ella... Tu eres mejor princesa.
El interior de Amity se apretó alrededor del miembro de la alfa quien cerro los ojos ante el éxtasis pero rápidamente retomó sus embestidas buscando su propio orgasmo hasta que una idea enfermiza se cruzo en su mente.
—Nunca dejaré que nadie te aleje de mí— sentenció mientras estaba cerca de su límite —Eres mía Amity, jodere a cualquiera... Por tenerte a mi lado
Un gemido grave escapó de los labios de la alfa quien terminaba dentro de Amity, Lucia no pudo evitar sonreír al sentir como la nueva Omega aceptaba aquello, como sin darse cuenta estaba apunto de quedar embarazada.
—Lo hiciste tan bien princesa— halago la dominicana tocando la mejilla de la peliverde —Eres perfecta mi amor.
(...)
Luca miro la pantalla de su celular, Luz dormía a su lado mientras el no podía dejar de ver la pantalla de su celular con seriedad.
—¿Que cosas ocultas Scarlett?— susurro mirando con detenimiento la imagen de el bar donde solía tocar Lucia, solo que parecía mucho más cuidado y claramente Amelia abrazando a Scarlett con alegría era extraño.
El dominicano sabía que Amelia Blight estaba en una banda, que tenía una vida relativamente buena y que su relación con Winona era sería. Pero no sabía que Scarlett era parte de la banda y que ahora parecía ser la mejor amiga de Lucía lo que hacía cada vez menos probable que su hermana abusara de Amity.
Después de todo como podrías ser amiga de la abusadora de una niña de 14 años. Era imposible.
Por otra parte una duda crecía más y más en Luca. Es decir el no recordaba porque Lucía se mudo con el idiota de su padre, no recordaba porque su madre parecía preocupada cuando su hermana se ofreció a dejarlos vivir con ella.
Habían tantos cabos sueltos que cada escenario era posible, es decir bien Lucía pudo haber tenido una amorío con Amelia, conocer a Amity y decidir abusar de ella o simplemente Lucía amaba a Amelia y cuidaba de Amity por ser la hermana de su difunta novia.
Claro que los otros escenarios dónde Lucía era una abusadora le quitaban el sueño, porque era tan fácil ordenarlos. Lucia violaba a Amity y por eso la menor siempre estaba en su casa, Lucia violaba a Amity y por eso los Blight la odiaban. Y el peor escenario de todos era en el que su hermana parecía ser el antagonista principal de todo, con Scarlett como cómplice, con Amity como víctima y con Luz como amenaza.
Esa última idea le revolvía el estómago.
Otro punto importante era Scarlett quien parecía conocer a los Blight bien, una chica que estudia medicina y toca varios instrumentos en una banda un tanto famosa, una chica que hace voluntariado en una clínica de abuso no podría permitir que abusaran de Amity.
Pero Luca no conocía a nadie. Todos eran sospechoso en el absurdo escenario que tenía enfrente. Uno era culpable, otros cómplices y en el centro la víctima quien lloraba.
El moría de rabia al no poder hacer nada por Amity. La pequeña peliverde que estaba en el centro, buscando un poco de amor. Solo quería amor.
Y al parecer un jodido monstruo se aprovechó de ello.
—¿Que está pasando?— se cuestionó apagando la pantalla de su móvil. Necesitaba investigar mucho más y el número de aquel policía parecía tentador.
(...)
La luz de la luna se colaba por la ventana de Lucía quien miraba con ternura a la pequeña Amity dormir desnuda a su lado, su pequeño cuerpo estaba lleno de chupetones, mordidas y marcas de sus manos al tocarla con fuerza.
—No eres ella Amity— susurro la alfa acomodando un mechón rebelde detrás de la oreja de la Omega —Tu me importas, nunca serás una mierda como ella.
La peliverde se mantuvo inmóvil ante las palabras pues estaba tan agotada que el sueño sobre ella era pesado. Aunque era lo mejor porque al menos en sus sueños el dolor desaparecía hasta que llegara la hora de despertar.
Lucia solo sonrió con satisfacción, necesitaba continuar aquella faceta dulce, recordarle a Amity lo feliz que eran antes de la llegada de Luz y Luca. Necesitaba que la Blight creyera ciegamente en sus palabras sobre todo ahora que se aseguraría de quedarse para toda la vida con Amity.
—No te dejare ir— sentenció poniendo su mano sobre el vientre plano de la pequeña —No importa que tenga que hacer.
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Chapter 27: 25. Mi niña
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Un jadeo escapó de los labios de Amity al sentir como Lucía entraba nuevamente en su interior sin protección alguna, empujando tan profundamente que le costaba adaptarse al tamaño de su novia.
—Eres tan caliente— susurro la castaña antes de besar a la menor quien acepto aquel gesto con torpeza —Besas como una niña pequeña.
—Lo siento— exclamo Amity entre gemidos.
—No te disculpes... Es demasiado sexi— aseguro la alfa embistiendo con más prisa a la pequeña.
Lucia sabía que había líneas que no debía cruza, incluso su padre quien era un bastardo tenía sus limitaciones. La principal era no meterse con niños, no tocarlos, no abusar de ellos y la segunda no dejar pruebas de ningún acto.
Ella había roto ambas, la primera la rompió cuando violó por primera vez a Amity el día que cumplió 14 años, lo recordaba con tanta exactitud que aún le excitaba pensar en la lucha de la pequeña por no ser abusada.
La segunda era la más problemática pues su jodido teléfono estaba lleno de videos de Amity, algunos dónde la Blight le hacía orales otros dónde se veía con todo lujo de detalles como la penetraban, tantas fotos de Amity en situaciónes tan vulgares y degradantes que podrían hacerle pasar un largo tiempo en la cárcel.
Pero lo que quería hacerle a la pequeña cruzaba cualquier límite de cordura que le quedará, es decir el cuerpo de Amity comenzaba a estar listo para un embarazo, la idea era tan tentadora que no podía sacarla de su cabeza.
Embarazar a Amity podía ser una buena idea, tendrían un bebe y ninguno de los señores Blight podría separarlas, ni siquiera la molestia constante de sus hermanos podría detener aquello.
—Eres hermosa— exclamo Lucia en un jadeo al correrse dentro de la pequeña que recargo su cuerpo en el pecho de la alfa —Te amo mucho princesa.
Amity asiente con una sonrisa, volver a sentir la atención de Lucía con tanto cariño y dulzura le recuerda la razón por la que continuaba a su lado, sentir como aquella castaña la toma de las mejillas y la besaba era simplemente hermoso.
—¿Quieres ir al cine?— cuestionó Lucia saliendo del interior de Amity y bajando a la pequeña de la mesa —Escuche que la película de Encantó es buena.
—Es buena, la ví con Luz hace unos días— confiesa Amity y el rostro de Lucía se vuelve serio —Solo fue una película... No es nada serio
—¡Prometiste no hablar con Luz!— recrimina Lucía golpeando la mesa provocando que la Blight retroceda asustada.
Rápidamente la dominicana se tranquiliza aunque le jode saber que Amity aún vea a Luz, le jode saber que en cualquier momento aquella relación puede terminar y no quiere ni siquiera pensar en que eso ocurra.
—Lo siento— la voz de Lucía muestra arrepentimiento mientras acaricia la mejilla de la peliverde quien asiente —Es solo que no me agrada que pases tanto tiempo con Luz, es mi hermana pero tú eres mía Amity ¿Lo entiendes?
La Omega asiente incómoda, siempre que Lucía la mira de esa forma le asusta, le provoca un mal presentimiento en el estómago y le asusta lo que pueda hacer cuando se molesta.
—Scarlett llegara pronto— avisa la dominicana besando la frente de la pequeña —Te revisara, cosas de rutina como siempre.
—Estas bien— respondió Amity subiendo los pantalones holgados que Lucía le prestó para dormir —Podemos ver televisión mientras.
—Claro princesa— aseguro la castaña con una sonrisa —Ve a encender el televisor, prepararé tu desayuno favorito.
La menor asíntio para continuar poniéndose su ropa, Lucía por su parte se dispuso a cocinar con calma pues sus hermanos llegarían hasta la noche y tendría todo el día para estar con la pequeña.
(...)
Scarlett freno frente al edificio de Lucía, bajo sin muchas ganas de su moto y se cuestionó nuevamente en que debería hacer.
—Puedo entrar y ver a Amity llena de heridas, volver a escucharla asegurar que ama a Lucía o solamente decirle a un jodido policía que abusan de una niña— murmuró quitándose el casco.
La morena sabía muchas cosas jodidas de Lucía, sabía que ella había abusado de Amelia, incluso tenía un par de copias de algunas fotos no ta explícitas pero que podrían haber ayudado a la investigación de hace unos meses. Y ni hablar de la pobre Amity, esa pequeña tenía tan solo 14 años y parecía ser el juguete de una idiota de 21 que se empeñaba en joder a todos.
A veces Scarlett se cuestionaba demasiado porque ayudaba a Lucía, tenía claro que la ayudaba porque dejar a Amity con una bestia sería la perdición de la pequeña, también que durante un tiempo fingio ser amiga de Noceda para darle información al detective Bellos. Pero ahora no entendía porque lo seguía haciendo.
¿Se había enamorado de Lucía? No, eso era imposible porque sentía un tremendo asco por ella.
¿Quería seguir recolectando información para encerrarla en la cárcel? Posiblemente, es decir todo era un claro delito a estas alturas.
¿Quería saber lo que ocurrió con Winona y Amelia la noche en la que murieron? Si, claro que lo quería, ellas eran sus mejores amigas, eran las únicas personas que le importaban en el mundo y las perdió sin poder ayudarlas.
—Tardaste un poco en llegar— exclamo Lucia abriendo la puerta —Un poco antes y hubieras visto como tenía sexo con ella— bromeó y Scarlett rodo los ojos con fastidio —Mal humor, ya veo.
—Terminemos esto de una vez— sentenció la morena entrando al departamento y observando como Amity veía emocionada la película de Steven Univers —Hola chocomenta
—Hola Scarlett— saludo la peliverde con una sonrisa alegre que hizo sentir culpable a la morena —¿Tendremos revisión?
La guitarrista asintió y rápidamente el humor de la niña cambio a incomodidad pero se dirigió a la habitación de Lucía dónde comúnmente hacían aquellas revisiones.
—Oye, ¿crees que Amity soportaría un embarazo?— cuestionó Lucia mirando la pantalla de su celular.
—Ni se te ocurra— gruño la morena apretando sus puños con fuerza —No te basta con violarla todo el tiempo, ahora también quieres hacerle eso.
—Relajate, solo te pregunto, a parte lo que hago con mi niña es mi puto problema— se queja la alfa mirando con seriedad a la chica —Solo asegúrate de que no la haya vuelto a lastimar.
—¿Por qué le haces esto?— pregunto finalmente la guitarrista.
—Porque la amo— sentenció Lucía con sinceridad —No lo entiendes pero solo quiero lo mejor para ella, quiero cuidarla, quiero que ella sea feliz... Y joder deberías verla en la cama, aprieta tanto que no me lo creerías.
Scarlett suspiró, su estómago se revolvía ante las palabras de Lucía, se sentía tan sucia de escuchar como hablaba sobre una niña que si pudiera saldría corriendo y no volvería.
—Eres una mierda— comento la morena antes de entrar en la habitación.
(...)
Luca soltó una gran carcajada al ver cómo el pequeño King salía corriendo sin pañal mientras una muy asustada Luz lo seguía con una toalla.
—¿Que tal es vivir con tu hermana?— cuestionó Edalyn sentada al lado del castaño.
—Es bueno— respondió Luca con sinceridad —Solo tengo unas cosas en la mente que no me puedo sacar.
—Debí suponer que el pequeño detective encontraría otro caso para pasar el rato— comento Eda con una sonrisa de lado —Te daré un consejo enano, siempre carga contigo una grabadora, sirve mucho para evidencia y también una navaja por si las cosas se ponen tensas.
—No le hagas caso— regaño Camila mirando con seriedad a su esposa —Ella casi fue asesinada en una ocasión, es una pésima policía
—¡Vamos mujer! No me avergüences frente a mi semi hijo— se quejo levantando las manos —Y para tu información yo soy una excelente policía.
El castaño solo sonrió, se puso de pie y camino hasta su habitación donde le quedaban muchas horas de investigación por delante.
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Chapter 28: 26. Amelia Blight III
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Belos miro con seriedad el número desconocido en la pantalla de su teléfono, el hombre había estado de guardia toda la noche por lo que su humor no estaba para lidiar con bromas de algún adolescente.
—Bueno, ¿Quien habla?— cuestionó rápidamente mientras desabrochaba su corbata con pesadez.
—Soy... Luca Noceda, usted dijo que me contaría todo sobre Amelia Blight... Quiero saber que ocurrió con ella— soltó el castaño al otro lado de la línea con un temblor claro en su voz.
Inmediatamente Belos suspiró, se sentó en la silla seguro de que aquella mañana no podría llegar a casa a dormir un par de horas antes de visitar a su sobrino en la clínica.
—La última vez que nos vimos le tenías miedo a la verdad— exclamo el hombre con la voz ronca —¿Que cambio?
—Eso no es tu maldito problema— gruño Luca con fastidio.
—Sospechas de tu hermana o tal vez solo quieres descartar todo contra ella— aseguro el rubio encendiendo un cigarrillo y mirando la ventana de su oficina.
—¿Me dirás o tengo que colgar?— cuestionó de forma impaciente el dominicano.
—Bien, pero déjame decirte que está basura te enfermara.
(2 años antes — Detective Belos)
Aquella mañana de octubre era particularmente fría, lo sabía porque sus lentes se empañaban con una taza de café y porque su secretaria llevaba ese horrendo suéter rojo con cientos de calabazas por doquier.
Aún así no había nada extraño que indicara que aquel día sería peor de lo que estaba acostumbrado. Claro que eso cambio cuando Winona Park entro por la puerta de su oficina.
Siempre recordaría ese encuentro, una adolescente de 16 años con un montón de drogas en una bolsa, ojeras como prueba de su insomnio, un labio roto, la ropa cubierta por finas manchas de sangre y esa mirada que suplicaba por ayuda.
—¿Puedo ayudarte en algo?— cuestionó el rubio acomodando su cabello hacia atras en un intento de parecer tranquilo.
—Mi novia está siendo violada por una idiota, es extorsionada todo el maldito tiempo y estoy segura de que se droga con está basura— exclamo la pelinegra con una mirada tan sincera que Belos tuvo que ponerse de pie ante ello —¿Me ayudarás o tengo que hacerlo todo yo sola?
Belos asiento, ordenó a su secretaria que le llevará una manta y una taza de chocolate caliente para la Omega que parecía más cansada de lo usual.
Esa mañana escucho con atención una relato tan jodido que el mismo se cuestionó si no estaba viendo lgun programa de televisión.
Al parecer Amelia Blight (ese era el nombre de la novia de Winona) había estádo extraña durante los últimos meses, no iba a clases, no tocaba música, siempre escapa de casa en la noche y lo más preocupante eran los moretones que adornaban su cuerpo.
Todo parecería ser algo que haría cualquier adolescente a cierta edad pero la diferencia eran los vídeos que se difundieron con rapidez por su escuela. Videos explícitos en los que Amelia era abusada, fotografías tan asquerosas de ella llorando que incluso los más morbosos decidieron denunciar sin éxito alguno.
El propio Belos al verlos no pudo sentir más que impotencia ante las súplicas de la adolescente, pero lo peor llegó cuando Winona le explicó de dónde había sacado las drogas.
La noche anterior la Omega había decidido descubrir que ocurría con su novia por lo que sin dudarlo la siguió hasta un bar de dudosa seguridad para cualquiera, vio a Amelia acercarse a un auto negro que estaba escondido en una zona por la que nadie pasaba, del auto bajo Lucía Noceda y ambas comenzaron a discutir fuertemente.
—¡Ya cállate Amelia!— grito Lucia mirando con irá a la peliverde.
—¡Alejate de mí!— pidió Amelia con lágrimas en los ojos —¡Ya hice todo lo que querías! ¡No tengo nada más para darte!
—¡Ahora te pones como una perra!— sentenció la dominicana tomando fuertemente el brazo de la chica —¡Acaso quieres que vaya con Amity, Emira y Amber! ¡Porque apuesto que la pequeña Amity le encantaría ser violada!
—¡Tu nunca vas a tocar a mis hermanas! ¡Tendrás que matarme antes de que las toques!— aseguro Amelia tratando de librarse del agarre de Lucía.
—¡No me estés retando Amelia!— gruño la castaña empujando a la peliverde al auto —Porque te mataría sin importarme una mierda el mundo.
Winona aprieta con fuerza sus puños, Amelia comienza a forcejear con Lucia pero termina cediendo ante la fuerza de la mayor, aquello se convierte en una violación rápidamente.
A este punto de la historia Belos mira con lastima a Park, debe de ser jodido ver a quien amas se abusada sin que puedas hacer algo por evitarlo. Pero tiene que seguir escuchando.
Amelia lloraba en el auto, Lucía estaba afuera acomando su cinturón mientras entre sus labios un cigarrillo casi se consumía por completo.
—La próxima vez Amelia juro que te mataré— aseguro Lucía mirando sin emoción alguna a la Blight —Asi que se una buena perra y deja de luchar, tenemos que entrar
Winona continuo oculta hasta que ambas abandonaron el auto, se dió un par de minutos para llorar de la impotencia y cuando estuvo segura de estar tranquila abrió el auto encontrando una bolsa llena de pastillas azules que rápido reconoció por una clase de narcóticos que le dieron sus padres.
La tomo pero antes de poder decir que todo estaba en orden escucho la voz de Lucía acercándose, corrió pero la castaña también lo hizo.
Ambas terminaron peleando en el suelo, Lucía tenía ventaja pues de un solo golpe en el vientre pudo lastimar a Winona pero está al verse acorralada tomo una piedra del suelo y la estrelló en el rostro de Lucía abriendo su ceja y dejándola en el suelo inconsciente.
Belos puso una mano sobre el hombro de Winona tratando de confortar a la Omega mientras su mente viajaba al padre de Lucía.
Era claro que su hija había heredado esos horribles patrones, pero había algo que le aterraba de Lucía y era que precisamente en el funeral de su padre fue la única persona que asistió aparte de Belos y aún así sus ojos oscuros no mostraban ni un solo signo de interés, no había nada de arrepentimiento, dolor, ni siquiera una pizca de odio.
Estaban vacíos y eso le aterró.
Pero como se lo pidió Winona decidió investigar el caso, encontrando muchas cosas oscuras sobre Lucía, desde venta de drogas, darle una paliza a un chico que casi lo mató, varios altercados violentos en fiestas. Y auquello parecía ser incluso comprensible si no fuera porque el mismo había escuchado el testimonio de Winona.
(...)
Luca suspiro mirando el pizarrón de su habítacion, desde que el detective Belos comenzo a hablar el había estado escribiendo notas de cada suceso, explicando muchas dudas que tenía pero aún así faltaban grandes pedazos en la historia y el principal podría ser la muerte de Amelia y Winona.
—¿Después de eso que ocurrió?— cuestionó con seriedad el moreno.
—Investigacion, la detuve en una ocasión pero no dijo nada que nos diera más pistas, Winona estaba desesperada y por mucho que le suplique que no hiciera nada imprudente lo hizo... Después de eso nada, el mundo olvidó el caso y Lucia quedó libre— exclamo el detective con cansancio —Escucha Luca más te vale saber dónde te estás metiendo, porque me temo que habrá un punto dónde tú suerte se termine.
—Con todo respeto mi suerte nunca me abandona— respondió el moreno antes de finalizar la llamada y mirar con seriedad el pizarrón.
Ahora su hermana estaba definitivamente en la escena y por mucho que doliera tendría que decidir que hacer.
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Chapter 29: 27. Sin tiempo
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Luca se recargo en la puerta del departamento, su cabello se sentía mojado y estaba seguro que era su sangre, su vista no enfocaba bien lo que ocurría a su alrededor pero su odio parecía intacto por lo que aún aturdido podía escuchar todo.
—¡Basta!— grito Amity con la voz llena de desesperación —¡Es tu hermano! ¡Ya dejalo!
—¡Solo cállate mierda!— gruño Lucia con furia —¡Necesito pensar joder!— después de aquello un fuerte ruido se hizo presente.
El dominicano asumió que el ruido había sido el cuerpo de Amity cayendo al suelo, lo asumió porque ya no escucho a la pequeña hablar o gritar.
—¡Tenias que ser un puto entrometido!— estalló Lucia tomándolo nuevamente por el cuello de su camisa blanca que ahora estaba cubierta de sangre —¡Tenías que obligarme a hacerte esto!
El castaño cerro los ojos, su teléfono con la que había grabado todo estaba destrozado, ni siquiera le había dicho a Amber todo lo que encontró. Nadie sabría cómo parar a Lucía más que el.
Y ahora mismo estaba muy seguro de que moriría lo cual no le agradaba pues nunca pudo decirle Amber que le gusta y a su madre que aquel vestido lila no le favorecía en absoluto.
(Hora antes)
Luz corría por el parque junto con Amity mientras Luca parecía distraído, desde que regresó de casa de su madre había estado denso, casi tan denso como lo estaría si consumiera drogas.
—¿De que querías hablar?— cuestiona Amber rompiendo el silencio entre ambos adolescentes.
—Lucia es quien abusa de Amity verdad— sentenció el castaño con seriedad —Tambien fue quien abuso de Amelia.
—Puedo explicarlo de verdad— exclamo rápidamente la Blight con temor de haber arruinado todo con el chico.
—¿Puedes explicarlo? Vas a decirme que no querias lastimarme, que no me estabas usando solo para está basura— reclama Luca mirando sus manos —Pudiste decirme que era mi hermana, pudiste tratar de ser honesta por un maldita vez Amber
—¿Me hubieras ayudado? Si supieras que era Lucía me hubieras creído Luca— explica Amber con los ojos llorosos —No lo hubieras hecho, porque ella es tu hermana y no me creerías nada.
—Aun así no tenías el derecho de mentirme, sabes cuántas noches he estado en vela por descubrir esto, cuánto he llorado tratando de encontrar algo que me diga que mi hermana era inocente, pero no lo es— confiesa el moreno cerrando los ojos con fuerza en un intento por no llorar —¡No tienes idea de lo asustado que estoy!
Amber trata de tomar el hombro de Luca pero el chico se pone de pie evitando cualquier contacto.
—¡No puedes culparme por esto Luca!— grita Amber mirando con frustración al chico —Yo tenía miedo de que tú fueras como...
—¡¿Crees que yo sería como ella?! ¡¿Yo jamás haría esa mierda?!— explota Luca mirando con furia a la Blight.
—¡Entonces deja de comportarte como ella!— sentencia la Omega y el castaño se queda estático.
—Vete a la mierda Amber— gruñe Luca alejandose del parque sobre su patineta.
Luz mira lo que ocurre junto con Amity quien está palida, la Omega retrocede con pánico al sentir la mirada de Amber sobre ella.
Si Luca lo sabe todo sera peor, si Lucía se entera de que Luca es consiente de todo no se detendrá hasta lastimarlo o incluso peor.
—¿Estás bien?— cuestiona Luz tomando el hombro de la peliverde con preocupación.
Amity asiente y mira a Amber nuevamente, su hermana parece perdida en sus pensamientos mientras ella ruega porque las cosas no sean como se lo imagina.
(...)
Estaba frustrado, enojado y jodidamente asustado, el sabía que su hermana mayor era violenta porque el mismo cuando era muy pequeño fue casi molido a golpes por ella.
Pero pensó que aquello solo era una fase, una etapa por la que pasaban todos en algún punto y sobre todo quienes tenían un infierno en casa como ellos lo tuvieron una vez.
Ahora era diferente, de la nada descubría que su hermana era un jodido mounstro, que violaba a Amity y Amelia, que mató a dos personas y aún con todo eso el no quería creerlo.
Es decir Lucía era su hermana, fue la primera en apoyarlo con su transición, le dió consejos en su primera cita, estuvo a su lado toda la noche cuando le rompieron el corazón y le enseño a patinar para que no tuviera que estar en la casa cuando sus padres discutían.
En su mente Lucía seguía siendo esa hermana mayor en la que confío siempre, aquella que apresar de todo siempre lo abrazaba y apoyaba. Tal vez por eso no quería creer nada.
—¡Hey hombrecito!— grito Scarlett deteniendo a Luca quien detuvo su andar en patineta.
—Hola— dijo el castaño sin muchas ganas.
—Wow parece que has tenido un día muy jodido— comento la morena con una sonrisa de lado —¿Quieres quitarte un poco de estrés?
—No quiero drogas gracias— respondió más relajado el chico.
—No vendo drogas amigo, esas mierdas joden vidas— aclaro Scarlett con una sonrisa de lado —Sube a la moto, Iremos a una fiesta.
Luca lo pensó un poco pero al final cedió, esa noche Luz estaría en casa de su amigo Guss quien era el chico más inofensivo que había visto por lo que no debía de preocuparse en absoluto. Y honestamente necesitaba sacar su estrés.
(...)
Amity miraba la puerta de entrada al departamento, Lucía estaba a su lado mirando su teléfono sin mucho interés pues su atención estaba totalmente centrada en Amity y en su actuar ansioso.
—La puerta no se va a ir princesa— bromeó Lucía logrando sacar una sonrisa de los labios de la Blight —¿Que ocurre Ams?
—No es nada importante— aseguro la peliverde sin quitar su mirada de la puerta.
—Ven— exclamo la alfa tomando la cintura de Amity para subirla en su regazo —Tiene mucho que no estamos así, me gusta pasar tiempo contigo.
—Es raro— comento la pequeña cerrando los ojos al sentirse muy cómoda —Ahora que soy una Omega estar a tu lado es muy relajante.
—Eso es porque eres mía Amity— aseguro Lucía tomando el rostro de la chica y acariando sus mejillas con su pulgar —Nos pertenecemos preciosa.
—¿Lo prometes?— cuestionó la pequeña con la voz cansada.
—Lo prometo— respondió la castaña besando a Amity con ternura y lentitud.
El beso era tierno, como todos aquellos que se deban antes de que todo se comenzará a complicar.
—Me gustas mucho Amity, me gusta tu risa, como sonríes, la forma en la que esconder tu rostro en mi cuello, me gustas mucho princesa— susurro Lucia con ternura para besar la frente de la chica.
Se mantuvieron en esa posición por 15 minutos hasta que Amity se quedó dormida en el pecho de la castaña quien simplemente se limito a admirar a la pequeña que por primera vez en semanas estaba tranquila.
—Te amo tanto princesa— murmuró Lucía para cerrar los ojos y dejarse llevar por el sueño.
(...)
Cuando alguien dice "Estaba tan ebrio que no recuerdo nada" comúnmente todos le creen, pero Luca ahora sabía que siempre recordabas todo o tal vez el era raro.
Porque estaba demasiado ebrio en ese momento. La fiesta a la que fue con Scarlett era genial, gente bebiendo, algunos golpes, escándalos e incluso algunas personas vomitando por doquier.
Era la perfecta ocasión para estudiar los comportamientos o claramente lo sería si no estuviera tan ebrio.
—¿Que ocurre Luca?— cuestionó Scarlett tocando el pecho del castaño quien sintió su piel extraña ante el toque.
—¿Que haces cuando todo duele?— pregunto el moreno con una sonrisa agria —No tengo idea de que hacer, no se por donde comenzar... Tengo miedo.
—Entonces has las cosas con miedo— sentenció la guitarrista con una sonrisa que logro sonrojar al chico.
Por una fracción de segundo los labios de Scarlett le parecieron un imán que le suplicaba besarla y así lo hizo.
Tomo su mentón y sin dudarlo la beso, un beso torpe al inicio pero que rápidamente fue guiado por la mayor quien sin pensarlo mucho se sentó en las piernas del chico.
—No juegues con fuego pequeño Noceda— sugiero la guitarrista acariciando el rostro del chico.
—Yo no soy pequeño y no estoy jugando— susurro Luca antes de volver a besar a la chica.
Definitivamente Luca odiaba el alcohol.
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Chapter 30: 28. Determinación
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Chapter Text
La había cagado. De verdad había jodido todo y lo sabía. Ni siquiera tenía idea de que decir o hacer ahora que estaba mucho más sobrio y cuando hace unos instantes había tenido su primera vez.
—Ni siquiera use condón— susurro enredando sus manos en su cabello —¿Que hago si queda embarazada? ¿Es posible tener hijos entre alfas? Mierda Luca claro que es posible.
—Deja de preocuparte— exclamo Scarlett abrazando a Luca por la espalda —Solo fue una vez pequeño Noceda.
—¡No soy pequeño!— grito Luca con el rostro rojo.
—No, no eres nada pequeño— susurro la morena en el oído del chico erizando su piel —Ya me demostraste eso.
—Sabes a lo que me refiero— aclaro el chico con los ojos cerrados —No soy pequeño Scarlett.
—¿Quieres que te trate como a un hombre?— cuestionó la mayor dejando un beso en el cuello del alfa.
—Solo no me trates como un niño, no lo soy— insistió sintiendo como las manos de Scarlett bajaban hacia su miembro —No podemos hacer esto
—Ya lo hicimos Luca— dijo la morena con Obviedad.
—Me gusta alguien más— confeso el chico soltando un suspiro cuando la mano de la morena acaricio su longitud.
—No estamos haciendo nada malo Luca, mírame— pidió la guitarrista con calma —¿Tú quieres hacer esto de nuevo? Porque si no quieres no te obligare a nada
El castaño lo pensó un poco, Scarlett era hermosa y de hecho había disfrutado demasiado su primera vez pero algo en su pecho se sentía mal y ese algo era Amber Blight.
—Quiero hacerlo— confezo el chico con el rostro rojo —Pero no quiero hacerlo cuando en la mente tengo a alguien más.
—Te entiendo, está bien, gracias por decirmelo— exclamo Scarlett con una sonrisa para comenzar a vestirse.
Luca bajo la mirada avergonzado, solo un idiota desperdiciaría la oportunidad de estar con una mujer como Scarlett y el lo estaba haciendo como si no fuera nada.
—Lo lamento mucho— suspiró el castaño cuando la morena estaba apunto de abandonar la habítacion.
—Hey Hombre, tranquilo, dijiste la verdad así que lo agradezco... Se que no te gusto y lo acepto así que más te vale ir con esa chica y decirle lo que sientes— comento la guitarrista con una sonrisa brillante —Y Luca, por favor ten cuidado, si necesitas testigos, pruebas... Yo siempre te ayudare.
El dominicano abrió los ojos con asombro, pero rápidamente se convirtió entendimiento, no era tan difícil entender que Scarlett no continuaba ayudando a Lucía por voluntad propia.
—Necesito volver a casa— susurro el castaño mirando la pantalla de su celular que marcaban las 3:30 am.
Luca se puso de pie y comenzó a vestirse, tendría que hablar con Amber, disculparse y posiblemente contarle que había tenido sexo con Scarlett.
—Gran forma de ser honesto idiota— se regaño mentalmente por todo lo que hizo.
Sin mencionar que debía mostrarle a su madre o a Eda lo que encontró y en el mejor de los casos hablar con Belos al día siguiente y decidir cuando detendrían a Lucía. Pero aún con aquel plan seguía sintiéndose inquieto por todo.
El no quería meter a su hermana en la carcel.
Pero tenía que hacerlo le gustará o no.
(...)
Amity gimió sobre los labios de Lucía quien soltaba pequeños suspiros ante la fricción de su miembro en el interior de la Blight.
La mayor no podía dejar de pensar en que si dos pastillas podían poner malditamente caliente a Amity ¿Que harían 3 o incluso 4? Al parecer sería algo que tendría que aprender más adelante.
—¿Cuánto me amas Amity?— pregunto la alfa dejando un beso húmedo en el cuello de la pequeña —¿Cuánto me necesitas princesa?
La peliverde no respondió, no quería hacerlo, no quería ni siquiera seguir ahí. Pero se sentía tan caliente que podría desmayarse, le dolía el cuerpo, dolía cada que Lucía entraba en su interior a pesar de que su cuerpo dijera lo contrario.
Con cada beso, en cada caricia, cada que Lucía le decía que era suya quería llorar por mucho que lo negara, quería irse a casa y que su padre la abrazara, quería que su madre volviera a arroparla en la noche, incluso extrañaba las discusiones de los gemelos.
Solo quería ir a casa. Pero de cierta forma ahora Lucía era su hogar, la escuchaba, la abrazaba, la quería y eso era lo único que necesitaba Amity.
Aún así se preguntaba ¿Por que quiero llorar?
En esos momentos Luz volvía a su mente como un refugio en la tormenta, su forma tan delicada de tomarla de la mano, sus mejillas ruborizadas cuando la atrapaba mirándola, el tono suave en el que murmuraba bromas en clases y ese aroma a chocolate.
Luz decía que no estaba sucia, que era hermosa y que valía la pena.
Amity no lo creía, porque se sentía sucia cada que entraba en la ducha, porque tallaba su cuerpo con mucha fuerza tratando de borrar el rastro de Lucía en cada parte de su ser. No era hermosa porque su cuerpo estaba lleno de cicatrices, moretones y mordidas. No valía la pena porque ni siquiera su madre la quería.
Luz le mentía y Lucia decía la verdad. Eso dolía.
—Mirame— pidió Noceda tomando la mejilla de la pequeña —Estoy aquí Ams, no vayas a lugares donde no puedo ayudarte.
La pequeña comenzó a llorar mientras se aferraba a Lucía quien continuaba embistiendo su interior.
—Estas bien— gimió la castaña intentando sonar comprensiva —Ya pasará, estarás bien Ams, estoy aquí.
Amity no respondió, apesar de que aquello se sentía bien en el fondo era tan miserable que desea con fuerza solo desaparecer del mundo entero.
Luca por su parte respiraba pesadamente, Era claro que los gemidos de la habitación de Lucia eran de Amity, era claro que estaba abusando de ella. Todo era tan real que un ataque de pánico joderia toda su vida.
—Te amo— exclamo Amity con la voz entrecortado por lo que Luca entendió estaba llorando.
—Tambien te amo— respondió Lucía con la voz ronca.
El castaño encendió su celular mirando un mensaje de Amber en la pantalla que decía "perdóname, me gustas Luca y no quería arruinar las cosas, por respóndeme", el dominico entro a la grabadora de su teléfono y la activo a la par que algo en su chaqueta hacia un muy suave "clic".
Tenía que salir de ahí vivo o jamás podría recibir un maldito beso de Amber y esa era la mejor motivación que podía tener.
Y con todo eso se quedó de pie grabando cada palabra hasta que un fuerte estruendo lo hizo entrar a la habitación de golpe.
—Luca— susurro Lucia con asombro.
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Chapter 31: 29. Sin suerte
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Amity miro la puerta sintiendo el terror apoderarse de ella, su mayor miedo se había cumplido y ella no pudo hacer nada por evitarlo.
—¿Que... estas haciendo con ella?— cuestiono Luca con la voz quebrada.
Lucia mantenia la mirada sobre cada movimiento del chico quien tenia los ojos llorosos y una mezcla extraña entre dolor, miedo y rabia. Pero todavía tenia a Amity entre sus brazos como si no le importara ser descubierta o como si de alguna forma enferma lo hubiera esperado.
—¡¿Que mierda estas haciendo?!— grito el castaño con fuerza esperando una respuesta que no llego —¡Amity ven!— pidio mirando a la chica que poco a poco comenzaba a llorar en los brazos de la mayor de los Noceda.
—Ella no se marchara Luca— sentencia Lucía alejando a la Blight de su cuerpo y levantándose de la cama mientras Luca da un paso hacia atrás.
—¡Alejate!— grita el chico retrocediendo a la defensiva.
Luca tiene claro que es el único que puede detener lo que ocurre o al menos es el único que tiene pruebas tan jodidamente sólidas como para hacerlo.
—Hablemos, mírame hermano... Soy yo... Tienes que confiar en mí— insisto Lucía subiendo sus pantalones.
Amity solo veía todo, podía sentir la mirada llena de lastima de Luca, su respiración misma iba tan rápido que en cualquier momento podía desmayarse.
—¿Que hacías con ella?— cuestionó el dominicano retrocediendo —¡Responde!
—Tienes que entender que la amo— aseguro la castaña suplicándole a su hermano con la mirada que se detuviera —A ella le gusta, no estoy haciendo nada que no quiera... Amo a Amity... Juro que solo la amo.
—¿Cómo puedes amarla si es una niña? No puedes hacerlo— exclamo con la voz rota el castaño —Eso no es amor, no está bien ¡Lo que hiciste fue una violación!
—¡No fue así!— gruñe la mayor con furia —¡Yo amo a Amity! ¡Tienes que creerme!
—Alejate de mi— pidió el moreno chocando con la pared —No quiero volver a verte.
Lucia estaba desesperada pero el ver la mano de su hermano con su celular, ver la maldita aplicación de grabar encendída fue lo que colmo todo su autocontrol.
—Dame ese teléfono— ordenó mirando con seriedad al menor.
—No te dará nada— sentenció el chico con la voz llena de miedo —Antes tendrás que matarme.
Lucia sonrió con cinismo, acomodó su cabello hacia atrás y tomo aquel bate viejo del equipo de béisbol, su agarre se sentía tan familiar que un sentimiento similar a la nostalgia la cautivo.
—¿Sabes? La primera vez que Papá envío a mamá al hospital lo hizo con este bat, me lo compraron cuando entre a liga infantil y recuerdo que destroce la pierna de Winona Park con el— confeso la castaña tomando con fuerza el mango —La última vez que lo usé fue para golpear a ese idiota de Belos y ni siquiera se enteró que fui yo.
Luca tragó en seco, no podía dejar a Amity ahí pero tampoco podía quedarse o recibiría la paliza de su vida.
—Nunca pensé que tendría que usarlo contigo— susurro con tristeza la alfa —Pero nada sale como planeas.
En un movimiento frío Lucía estuvo apunto de golpear la cabeza de Luca quién se agachó, el chico aprovechó el desconcierto para correr por el pasillo, estaba tan cerca de la puerta, estaba a nada de salir cuando el dolor se hizo presente.
—¡Te dije que te detuvieras!— grita Lucía golpeando la espalda de Luca quién casi cae al suelo.
—¡Y yo confíe en ti!— gruñe el castaño dándose la vuelta y golpeando el rostro de Lucía —¡Parece que ambos estamos decepcionados!
Amity observa todo, Lucía suelta el bate y comienza a golpear el estómago de Luca quein le da un fuerte golpe en las costillas logrando que retroceda.
Luca aprovecha esa ventaja pateando con fuerza la pierna izquierda de su hermana quien cae al suelo inesperadamente, de forma rápida el dominicano patea el rostro de la alfa dejándola momentáneamente aturdida.
—Amity— exclama el latino limpiando la sangre de su boca —Mirame, te puedo ayudar, no tienes que continuar haciendo esto, puedo sacarte de aquí.
La Blight retrocede, tiene miedo de Luca, miedo de que Lucía se ponga de pie y al ver que estuvo apunto de dejarla la odie. No quiere que nadie salga herido. Solo quiere que Luca se vaya antes de que algo malo le ocurra.
—Escucha se que es difícil creerme— comenta el dominicano sujetando su estómago con fuerza en un intento por olvidar su posible costilla rota —Pero estoy aquí Amity, puedo sacarte de aquí... Te llevaré con tus padres, tus hermanos, Amber te espera y se preocupa por ti.
—Mientes— susurra Amity con los ojos llorosos —Ellos no me quieren... Me odian.
—No, eso no es verdad— asegura Luca con una sonrisa que parece una mueca —Amber, Edric, Emira ellos te quieren Amity, ellos esperan volver a verte.
Por un instante Amity dió un paso hacia el dominicano, por un instante creyó en un presente diferente, por un instante estuvo apunto de dejar a Lucía. Solo un instante.
La mayor se puso de pie aprovechando la distracción de su hermano, tomo el bate con duda. Lucia era consiente de que Luca era su hermano, ella lo tuvo entre sus brazos cuando era un bebe, lo abrazo mientras su padre golpeaba su madre, lo escucho cuando despertaba de madrugada por las pesadillas.
Pero también pensó en Amity, en cada gesto de la chica, en su risa, en esa sensación cálida que le daba tener una mañanas con panqueques y café dulce, saber que ella esa suya.
No fue fácil elegir, su hermano era su sangre pero amaba locamente a Amity y haría cualquier cosa por ella.
—No quería hacer esto enano— confesó golpeando la cabeza de Luca con su bate.
Para Amity aquello fue horrible, cuando el bate tocó el cráneo de Luca pudo escuchar con claridad algo romperse y después la sangre brotar con rapidez.
Lucia no se detuvo ahí, golpeo el estómago del castaño con tanta fuerza que en definitiva rompió algo dentro o fuera de el, continuo golpeando, más y más fuerte hasta que le fue casi imposible mantenerse de pie al dominicano quien estaba totalmente aturdido.
La Blight cubrió su boca cuando miro la sangre cubrir casi por completo la camisa blanca de Luca. El chico que le había prometido ayuda ahora estaba recargado en la puerta luchando por respirar mientras Lucía destrozaba su teléfono de un golpe.
Cuando la alfa estaba apunto de terminar con el dominicano Amity la abrazo con fuerza sin poder controlar sus lágrimas.
——¡Basta!— grito Amity con la voz llena de desesperación —¡Es tu hermano! ¡Ya déjalo!
—¡Solo cállate mierda!— gruño Lucia con furia —¡Necesito pensar joder!— después de aquello un fuerte ruido se hizo presente.
La pequeña peliverde cayó al suelo cuando Lucía golpeó su rostro con la suficiente fuerza para dejarla inconsciente pues ahora solo era un problema lidear con ella.
—Lo lamento princesa— susurro agachándose para cargarla entre sus brazos y dejarla en el sofá.
La mayor de los Noceda mira nuevamente a su hermano menor quien parecía un animal herido tratando de sobrevivir con desesperación. Sintió lastima pero se regaño por aquello en segundos. Porque su hermano podría alejarla de Amity y eso no lo permitiría.
—¡Tenias que ser un puto entrometido!— estalló Lucia tomándolo nuevamente por el cuello de su camisa blanca que ahora estaba cubierta de sangre —¡Tenías que obligarme a hacerte esto!
Luca cerro los ojos con cansancio, su cuerpo dolía como el infierno, sus pulmones parecían dejar ir el aire sin intentar funcionar y su abdomen era una pesadilla. Estaba jodido y se cuestionaba si su suerte podría empeorar.
—Es... Una niña...— exclamo con dificultad el moreno —No merece... Esto... Debes detener...te
—Pequeño Luca, hace mucho que supere que sea solo una niña— comento Lucia tomando el cabello del chico —Ella es mía y si continúas diciendo está mierda te mataré.
Antes de que el chico pudiera responder su cabeza fue estrellada contra la puerta dejándolo en blanco.
Realmente se arrepentia de no besar a Amber.
(...)
Belos encendió la cafetera mientras revisaba sus mensajes pero se quedó blanco al ver el mensaje de Luca Noceda.
"Voy a detener a mi hermana aunque me cueste la vida, así que por favor usted tampoco se rinda. 3:30 am"
Sin esperar mucho el hombre apagó la cafetera y corrió hacia su saco. Tenía que encontrar al chico antes de que algo le ocurriera.
Pero ya era tarde pues eran las 7 de la mañana cuando leyó el mensaje.
Era jodidamente tarde.
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Chapter 32: 30. Pruebas
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Cuando era pequeño y aún se llamaba Luisa su padre le reventó una botella de tequila en la cabeza cuando estaba llorando.
Luca recordaba que por el impacto sufrió una contusión tan severa que lo dejo inconsciente, cuando despertó estaba en el hospital con una placa de metal en la cabeza y con su madre dormida a su lado.
El sabía que peligroso era un golpe en la cabeza, sabía que se sentía al despertar un dolor tan fuerte que se podía desear estar muerto.
Y eso sintió cuando abrió los ojos, todo su cuerpo dolía y cuando tosió mancho el tablero de Lucía con sangre, sus manos estaban atadas, su cabello goteaba sangre y su visión estaba reducía a un ojo únicamente pues el otro estaba tan inflamado que le impedía abrirlo.
—Duele como la mierda ¿Verdad?— cuestionó Lucia mirando el camino.
Luca intento responder pero al hacerlo únicamente escupió sangre lo cual provoco una risa burlona en Lucía.
—Relajate, no hables, posiblemente tienes una maldita hemorragia interna o una de tus costillas perforó tu pulmón— comento la mayor encendiendo un cigarrillo de marihuana con una mano —Aspira esto, te ayudará con el dolor.
Antes de que pudiera hacer algo el cigarrillo fue puesto en su boca, el chico lucho por no inalar nada pero con su nariz probablemente rota no podía respirar por ahí.
Asi que sin poder evitarlo dió una calada que le dolió como el infierno, dió otra y otra hasta que Lucía le quitó el cigarrillo casi consumido por completo.
—Puedo apostar que duele menos— exclamo con mucha calma Lucía —Sabia que estabas investigando algo solo esperaba que fuera alguna niñeria como siempre, aún sigo sin entender como crees que puedes ser un jodido héroe Luca.
Si pudiera llorar el castaño lo hubiera hecho, el nunca quizo ser un héroe o al menos no hasta que Lucía comenzó a jugar con el a los superhéroes, la historia siempre era la misma "dos hermanos con poderes que vencerian a su padre" aunque nunca lograron vencerlo.
—Solo era un juego y lo llevaste muy lejos— bromeó la castaña —Moriras por una tontería y ni siquiera sabes la verdad.
—Di...me...lo— susurro el chico con difultad.
—Supongo que puedo decirte todo, bien Luca te diré todo lo que pasó con Amelia Blight y Winona Park— comento frenando el auto en medio de una carretera vacía.
Lucia saco su teléfono y reprodujo un par de vídeos para que su hermano pudiera ser total espectador de aquella masacre.
—Debo de admitir que Amelia era demasiado terca— la mayor de los Blight estaba amordazada en un cama mientras lágrimas salían a mares —Pero aprendí a doblegar su espíritu.
" Amelia trataba de soltarse del agarre pero no podía, Lucía estaba sobre ella penetrándola con tanta violencia que sangraba. No importaba cuánto suplicara que se detuviera porque Lucía no la escuchaba.
—¡Suéltame!— grito Amelia con la voz rota.
—¡Deja de luchar Amelia!— ordenó Lucía tomando su cuello y apretándolo tan fuerte que dejaría marcas —O juro que iré a tu casa y le haré lo mismo a tu hermanita. "
(∆)
—Cuando dije eso solo era una amenaza— comento la castaña con frialdad —No hubiera ido con su hermanita, solo que era una perra ruidosa y estaba cansada de ella.
El video continuo reproduciéndose, Luca sentía la rabia subir por su cuerpo con cada grito, cada suplica de Amelia quien parecía tener su edad o incluso ser más joven.
" El bate reventó la pierna de Winona quien aún así se negó a gritar cosa que estresaba a Lucía.
—Harías cualquier cosa por tu novia— dijo la dominicana con malicia —La dejaré en paz si haces lo que te digo.
—Vete a la mierda— gruño Winona escupiendo en el rostro de Lucía quien abrió los ojos de golpe.
—Mala elección— sentenció antes de golpear a la chica otra vez "
(∆)
Había visto varios vídeos a esta altura, Amelia siendo violada, golpeada e incluso torturada, Winona Park siendo golpeada brutalmente para después dejarla en el suelo como un animal herido.
El no quería seguir viendo, no podía hacerlo, aquello estaba mal, esas chicas estaban ahora muertas y el no podía hacer nada por cambiarlo.
—Estas noche las mate— confiesa la alfa reproduciendo un vídeo nuevamente.
" Amelia estaba desnuda en el suelo, su cuerpo lleno de marcas mientras Winona tenía una gran herida en el rostro, ambas estaban frente a Lucía quien tenía un jodido revólver en la mano.
—Este es el asunto tienen dos opciones, la primera es que les dispare a ambas y la segunda inyectarse está mierda— señaló dos jeringas en el suelo —Ustedes escogen.
—Estas demente si crees que te haremos caso— gruño Winona tratando de ponerse de pie.
Lucia levanto el arma con frialdad, Amelia al ver esto no pudo hacer más que tomar una de las jeringas y inyectársela sin cuidado alguno.
—Listo— exclamo la Blight —Déjala ir, ella no tiene nada que ver en esto.
Winona dejo de mirar a Lucía para tomar a Amelia entre sus brazos y abrazarla con fuerza. No quería perderla, no imaginaba una vida sin ella a su lado.
—Estaba bien— susurro Amelia cerrando los ojos —Lo intentaste, lo hiciste bien amor.
La omega tomo la otra jeringa y la puso en su vena para comenzar a inyectarse con lentitud, Winona podía sentir el peso de Amelia en su hombro, sentir como temblaba y lloraba en silencio.
—Te amo mucho— susurro la Omega acariciando la mejilla de Amelia —Te he amado desde que tengo memoria y te seguiré amando en otra vida amor.
Lucia soltó una carcajada cuando ambas dejaron de respirar en el suelo, dejó caer el arma mientras la risa se convertía en un llanto lastimero.
—Lo hice— susurro tomando la cámara —Mierda acabo de matar a dos personas. "
(∆)
Luca miro el rostro de Lucía que tenía una mueca agria en el rostro, como si aquello no le causará la mínima satisfacción.
—Amelia nunca me amo— hablo mirando la nada —No importo cuanto lo intente ella nunca me amo en lo más mínimo, incluso al final lo único que le importo fue Winona, pero Amity es diferente, ella me ama tanto que haría cualquier cosa por mi.
Luca negó con la cabeza, sabía lo que venía y no quería verlo en absoluto. No quería presenciar aquello.
(∆)
" Lucia sujetaba con una mano las muñecas de Amity y con la otra obligaba a la pequeña a abrir las piernas contra su voluntad.
—No quiero— sollozo la pequeña —Detente por favor.
—Hey princesa, mírame, soy yo nada malo te pasará— aseguro con ternura la mayor.
Amity continuo luchando hasta que Lucía entro dentro de ella sin cuidado, la chica soltó un grito por el dolor mientras no podía dejar de llorar.
Era claro que aquello lastimaba a Amity, era claro que ella no quería hacerlo. Era solo una niña siendo abusada.
—Es mejor de lo que imagine— susurro Lucia besando los labios de la pequeña que no correspondió en absoluto. "
(∆)
Luca quería vomitar, ver a Amity llorar, luchar desesperadamente porque no la lastimaran era mucho más de lo que podría soportar, verla tan indefensa suplicando por ayuda era horrible.
(∆)
" Lucia cerró los ojos con fuerza al sentir como su miembro entraba torpemente en los labios de la omega arrodillada en ese jodido y pequeño baño público, maldijo a sus adentros al estúpido Edric por provocarle un ataque de celos y sobre todo a la estúpida de Luz por sonrojarse como si fuera una mocosa. Odiaba liderar con niños que no obedecían.
—Eres tan buena en esto— gruño Lucia empujando sus caderas con fuerza y ahogando un poco a la pequeña Amity –Eres toda una puta para mi princesa
Sin esperar más la alfa levanto a Amity y se sentó en el inodoro bajando la tapa, la omega entendió a la perfección por lo que se sentó a horcajadas sobre sus piernas, rezando internamente porque nade la encontrara y la vieran en una situación tan horrible como lo era aquella.
—Mírame— ordeno Lucia tomando con fuerza las mejillas de la chica quien soltó un gemido de dolor –La próxima vez que te vea con alguien te follare tan fuerte que no me importa cuánto llores.
Amity asintió con fuerza al saber que las palabras de Lucia nunca eran mentira, lo sabía de experiencia por aquella ocasión en la que algún adolescente le coqueteo en una fiesta y como castigo Lucia la grabo durante tres horas en las que la omega estaba tan lastimada internamente que no podía ni siquiera ponerse de pie.
—Tranquila princesa— susurro Lucia colocándose entre los labios mayores de la Blight –Sera rápido, no dolerá— prometió entrando de golpe en Amity quien soltó un grito de dolor puro y se aferró a los hombros de la alfa –Ves, no dolió nada— se burló comenzando a mover sus caderas con fuerza. "
" Amity trato de cubrir su rostro pero Lucia se lo negó, la Blight estaba desnuda, su cuerpo mostraba marcas, chupetones, rasguños y una fina capa de sudar. Su mirada estaba casi oscurecida por el placer al igual que su cuerpo sufría espasmos mientras el juguete seguía moliendo su interior.
—Lucia por favor— gimió Amity extendiendo los brazos a la chica quien parecía fascinada por todo –Te necesito dentro.
La alfa sonrió con arrogancia mientras abrazaba a la omega que ahora aceptaba los besos sin problemas, que permitía que sus manos anduvieran libremente por su cuerpo a pesar de que estaba siendo grabada, a pesar de que se sentía sucia y mareada.
—¿Te gusta tanto que te folle?— cuestiono la alfa abriendo las piernas de Amity quien asintió con vergüenza –Te romperé esta noche princesa, no importa cuánto llores, cuando me pidas que pare, no dejare de joderte hasta que me canse.
Amity trago en seco, tenía miedo pero extrañamente las palabras de Lucia eran una promesa de que la haría sentir bien, de que tendría cuidado. Después de todo Amity era quien la estaba provocando, quien le estaba pidiendo que entrara dentro de ella. Era su culpa.
Los dedos de Lucia sacaron con cuidad el vibrador del interior de Amity quien gimió fuertemente al tener su segundo orgasmo esa noche, su respiración era un desastre, ella era un desastre y eso lograba que Lucia se excitara de una forma casi sádica.
—Rápido— pidió Amity cuando noto que Lucia examinaba su cuerpo con detenimiento.
—Eres una perra con prisa— susurro la alfa bajando sus pantalones –Entonces no importa si no soy cariñosa. "
(∆)
El castaño desvió la mirada, cada vídeo de Amity siendo violada, cada foto, cada llanto, cada suplica, cada vez que escuchaba a la pequeña pedirle a su hermana que se detuviera porque la lastimaba era algo tan cruel que le provoca arcadas.
—Eso era lo que querías descubrir— sentenció Lucía encendiendo de nuevo el auto —Querias ver qué era una mierda hermanito, te dije que no jugaras con fuego, te dije que tuvieras cuidado pero tratas tan inútilmente de ser el bueno que es lastimero.
—Púdrete— gruño el dominicano sintiéndose mareado por la droga en su sistema y por cada vídeo que presenció.
—Te pareces a papá, claro que tú no golpeas o matas animales como el lo hacía a tu edad, pero eres idéntico a el Luca— bromeó la castaña para encender el radio —Si sobrevives de esto y le dices a alguien juro que mataré a Luz e incluso a esa otra niña Blight.
Un escalofrío recorría el cuerpo de Luca, el chico miro la hora en el radio de Lucía "5:20 am" y por primera vez le pidió a Dios salir de aquello con vida. No podía dejar a Amity en ese infierno. No podía hacerlo.
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Chapter 33: 31. Suerte de sobra
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Cerró la puerta de su departamento, su mano a un temblaba después de arreglar su pequeño problema con su hermano, aún tenía manchas de sangre encima, aun podía escuchar la voz de su hermano tan fuerte en su mente.
Se recargo en la barra y miro a Amity dormir ignorante del crimen que había cometido Lucía por ella.
Eran las 6:30 de la mañana, en unas horas tendría al maldito Belos con la intensión de arrestarla por la que tendría que limpiar toda la sangre del piso, cada gota salpicada en su cuerpo e incluso en el cuerpo de Amity.
—Mate a mi hermano— susurro con terror —Mate a Luca.
Las lágrimas empezaron a correr por sus mejillas sin detenerse, si mente se llenó de Luca, de sus primeros pasos, de la primera vez que lo tuvo entre sus manos, de cada noche arropando al pequeño y ahora estaba posiblemente muerto o al menos agonizando.
—No... ¡No! ¡No! ¡No!— grito dejándose caer en el suelo sin poder controlarse en lo más mínimo.
Amity abrió los ojos ante el ruido, le dolía la quijada pero al ver a Lucía en el suelo, tan vulnerable no pudo evitar correr hacia ella.
—¿Que ocurre?— cuestionó acariciando el rostro de la alfa en un intento de calmarla hasta que noto la sangre en el piso, la sangre impregnada en la ropa de Lucía y retrocedió con terror.
Recordo todo, a Luca diciendo que la ayudaría, a Lucía golpeando a Luca hasta que el chico quedó moribundo, recuerda el ruido de los huesos de Lucía romperse.
—Alto, Amity mírame— suplica la mayor tomando fuertemente el brazo de la menor —Puedo explicarlo todo, tienes que creerme.
La Blight niega comenzando a llorar pero Lucía ignora aquello y la toma entre sus brazos con la suficiente fuerza para lastimarla y dejarle un par de marcas.
—Lo hice por ti princesa— asegura sintiendo como la menor trata de liberarse de su agarre —Estoy haciendo todo por ti.
—Alejate— pide Amity entre lágrimas —Era mi amigo, ¡Luca era mi amigo!
—¡El era mi hermano!— grita Lucía con fuerza —Lo hice por ti, porque no lo entiendes joder
Lucia separa el cuerpo de Amity del suyo, toma sus mejillas con rudeza y la besa a la fuerza en un intento por hacer que Amity crea en ella.
—¡Basta!— explota la alfa separándose de la niña —El le hubiera dicho a la policía, a tus padres, a todo el mundo y ellos te odiarian.
—¿De que hablas?— cuestiona Amity con una expresión de miedo.
—En serio crees que ellos van a quererte cuando se enteren de lo que hemos hecho— exclama Lucía como si cada una de sus palabras fuera veneno —Crees que alguien te va a querer cuando ya te use Amity, nadie lo va a hacer, solo yo puedo amarte y si alguien más se entera dejarán de quererte.
—No es cierto— susurra la peliverde sintiendo un gran nudo en su garganta.
—Mirame princesa, te digo la verdad, las personas no quieres a la gente sucia— asegura tomando las mejillas de la pequeña entre sus manos —Pero yo te amo, te amo tanto que haré cualquier cosa por no alejarme de ti.
Lucia besa a la pequeña que en esta ocasión no pone resistencia alguna, Amity trata de convencerse a sí misma de que Lucía miente, trata de encontrar un lugar en su mente dónde todo esté bien.
(...)
Son las 8:40 de la mañana, Luz a regresado de la pijamada, el departamento parece totalmente impecable la única diferencia es el sutil aroma a sangre en el aire.
—¡Hey nutria!— exclama Lucía saliendo del baño con el cabello mojado —¿Que tal la noche con tus amigos?
—Bien, mi equipo derrotó al de Boscha en Lol— comenta Luz con una sonrisa —Hola Amity— saluda a la Omega quien sale de la habitación de Lucia con una mueca.
—Hola— responde la Blight para sentarse en el sofá.
—¿Y Luca?— cuestiona la menor de los Noceda mirando a la mayor.
Lucia suspira con fastidio para mirar de reojo a Amity quien mira el piso de la sala con culpa o incluso reviviendo lo que paso hace unas horas.
—No me hables de el— gruñe Lucía abriendo el refrigerador —No llegó a dormir, lo he llamado toda la maldita noche y no responde, estoy muriendo de preocupación.
—No es algo que haría el— exclamo Luz encendiendo su teléfono —Luca siempre contesta, algo le debió de pasar.
—De seguro está por ahí con sus amigos— seguro la mayor cerrando la puerta de la nevera con fuerza —Es un irresponsable.
—¡Luca es todo menos irresponsable!— explotó Luz mirando con severidad a la mayor —El es mi hermano y algo le ocurrió.
Amity parecía ausente mientras Luz y Lucia discutían porque su mente está llena de la imagen de Luca siendo molido a golpes, no puede escuchar porque su mente repite los ruidos que hacía el chico al ser golpeado.
El teléfono de mesa comenzó a sonar por todo el lugar pero Amity fue la única que lo escucho y se levantó a responder como si su alma hubiera abandonado su cuerpo.
—Buenos días, lamento informarle que el joven Luca Noceda fue encontrado hace una hora en la autopista, un conductor lo atropello y lo trajo al hospital— exclamo con prisa una voz dulce.
Amity cubrió su boca y comenzó a llorar, Luca estaba vivo, el seguía con vida y eso bastaba para darle un poco de esperanza.
—¿Estás bien?— cuestionó Luz tomando el hombro de Amity con suavidad.
—Luca está... En el hospital— informo con la voz rota.
Lucia abrió los ojos con sorpresa, todo estaba muy jodido y necesitaba arreglarlo urgentemente.
(...)
Scarlett encendió un cigarrillo mientras se recargaba en la pared, el detective Belos la miraba con desaprobación.
—Crei haberte dicho que dejaras de fumar— exclama el hombre rodando los ojos.
—Existen cosas más importantes que mis pulmones— sentenció la morena con una sonrisa.
—El chico está en el hospital— informa Belos y Scarlett deja caer el cigarrillo —Ya es momento de que Lucía pare.
—¿Funcionara?— cuestiona la chica mirando con esperanza al hombre.
—Tiene que hacerlo, necesitamos detener todo esto— finalizó el hombre con una sonrisa pequeña en su rostro —Scarlett estaba vez lo haremos.
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Chapter 34: 32. Grietas
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Silencio. Total calma, como si nada pudiera dañarlo o verlo y de nuevo todos sus sentidos volvían uno a uno.
—¡Ayuda!— una voz desesperada hizo eco en la mente de Luca quién tenía los ojos cerrados —¡Por favor alguien!
Luca nunca fue alguien que creyera en la vida después de la muerte, de niño cuando su madre lo obligaba a asistir al catecismo le preguntaba las cosas más extrañas a la mujer que les impartía la clase.
¿Dónde está Dios? Y la mujer respondía "en todas partes cariño".
¿Por qué mando a su hijo a morir? ¿Acaso no lo amaba? Y la mujer lo miraba con sorpresa y respondía "Dios nos amaba tanto que mando a su único hijo a morir"
¿Me iré al infierno? Y la mujer suspiraba cansada del alumno y respondía "Si eres buena persona y no lastimas a los demás irás al cielo"
Pero aquella afirmación ahora paseaba en su mente y el se sentía medio muerto, no podía respirar bien, ni siquiera sentía sus piernas y estaba seguro que su cuerpo estaba en shock.
También su estúpido cerebro le repetía aquellas clases religiosas que tanto odiaba, le hacía preguntarse si iría al cielo o solo dejaría de existir. Se preguntaba tantas cosas que era sorprendente que aún pudiera pensar mientras físicamente estaba agonizando.
—¡Rápido el cirujano de trauma!— grito una voz femenina.
Lo siguiente que Luca sintió fue una descarga en el pecho que lo hizo abrir los ojos. Una luz blanca golpeó su rostro, su respiración se aceleró, sus heridas dolían como el infierno y intento ponerse de pie.
—Lo tenemos— exclamo una mujer que dejaba rápidamente las paletas en el carro rojo.
Luca no entendía qué diablos ocurría pero entre más intentaba hacerlo más estaba en pánico. Porque recordaba a Lucía golpeandolo, a la pequeña Amity llorando y sin poder evitarlo con todas sus fuerzas trato de alejar a los doctores.
—Escucha— gruño un pelirrojo obligandolo a recostarse en la camilla —No puedes moverte o te provocaras más heridas, pareces un chico listo así que házme caso.
El chico trato de decir algo pero sus palabras no tenían sentido, sus pupilas dilatas con un derrame en el ojo, su pierna derecha rota junto con una lesión en lo que parecía ser la espina dorsal lo mantenía inmóvil.
Entonces sintió que se ahoga, un doctor grito que tenía perforación en uno de sus pulmones y que la sangre comenzaba a entrar, lo siguiente fue el agudo dolor de sentir como le clavaban algo en las costillas para evitarlo.
Sería poco decir que estaba aterrado mientras todos los doctores gritaban en la sala, mientras el dolor era tanto que no podía distinguir de que parte de su cuerpo provenía.
Quería ver a su madre, nunca fue el mejor hijo pero amaba a su madre tanto como a sus hermanas. Quería ver a Luz y molestarla un poco. Porque si aquellos serían sus últimos momentos con vida deseaba poder decir un te quiero que bastará para toda la eternidad.
—¡Lo perdemos!— grito un cirujano con fuerza —¡Carro rojo!
(...)
Amity se apoyo en la puerta del baño mientras Lucía la embestía con rapidez dejando pequeños besos en la espalda desnuda de la Blight.
—Me encantas— gruño la alfa empujando con fuerza dentro de la Omega quien solto un pequeño suspiro.
Últimamente Lucia había estado forzando aquellos encuentros rápidos cada que tenía la oportunidad pues desde hace dos semanas había tenio la horrible suerte se tener a su madre y a Edalyn viviendo en su departamento.
—Aprendes tan rápido princesa— gimió Lucía sobre el oído de la Blight —Ya puedes tenerla toda sin llorar.
Amity no respondió, no quería gemir pero no podía evitarlo y realmente deseaba que aquello acaba rápido antes de que alguien las atrapará.
La Blight no podía dejar de pensar en como hace tan solo dos días atrás Camila estuvo apunto de entrar a la habitación mientras Lucía la estaba tocando.
—Mierda ya casi— susurro la mayor recargando su cabeza en el hombro de Amity.
Lucia dejó salir aquel líquido espeso en el interior de la Blight quien se alejo rápidamente al escuchar la puerta del departamento ser abierta.
—Luz regreso— exclamo Amity con prisa recogiendo su ropa tirada en el piso del baño.
—¿Por qué mierda te importa tanto Luz?— cuestionó Lucia tomando fuertemente el cuello de la menor.
—Es mi amiga— aseguro la Blight empujando lejos a Lucía quien la miro con asombro.
Desde lo ocurrido con Luca había crecido la distancia entre ambas, Amity ya no se sentía segura a lado de Lucía, ya no podía ni siquiera ser abrazada por la mayor porque comenzaba a llorar y eso tenía tan estresada a Lucía que explotaría en cualquier momento.
—¿Que diablos pasa contigo?— reclamo Lucía tomando los hombros de Amity con fuerza —Todo lo que he hecho lo hice por ti, todo y tú me pagas de esta forma.
—Mientes— susurro la menor mirando el piso —Tu lastimaste a Luca.
—El está vivo— gruño la alfa mirando con seriedad a la Blight —Sigue vivo y ya me disculpé por eso joder.
—El no despierta, ni siquiera sabemos si podrá caminar o hablar— sollozo la peliverde cubriendo su rostro con sus manos.
Lucia miro con asombro la reacción de Amity, era claro que estaba mucho más hormonal de costumbre y ese pequeño toque a rosas en su aroma confirmaba sus sospechas. Estaba embarazada.
—Lo siento princesa— susurro Lucia tomando con cuidado el rostro de la pequeña —Perdon por hacerte pasar por esto, nunca quise que esto pasara.
Amity niega y Lucia sonríe para acercarla a su cuerpo en un abrazo. La Blight trata de alejarse pero algo en ella se lo impide.
—Escucha te prometo que el estará bien— aseguro la mayor mientras acariciaba el cabello de Amity con suavidad —Arreglare todo y las cosas volverán a ser como antes.
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Chapter 35: 33. Chocolate dulce
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(¿💕 ⚠️ 💔?)
(1/5)
Capitulo 33.
Luz miro la fecha en su celular, oficialmente se cumplía un mes desde que Luca estaba en un coma inducido, un mes desde que el mundo parecía perder poco a poco el color sin su hermano.
—¿Todo bien?— cuestionó Willow sentada a su lado.
—Claro— exclamo Luz fingiendo una sonrisa —Por cierto pensé que te ibas a sentar con Boscha.
—Ese era el plan pero Amity se ve muy decaída y no quiso dejarla en ese estado— comento la pelinegra con una sonrisa de lado.
—Supongo que es normal— susurro Luz mirando el paisaje por la ventana.
—Tu y ella no han hablado desde que pasó lo de Luca— dijo Gus asomándose detrás del asiento de las chicas —Deberian intentarlo.
—No tengo ganas— confezo la dominicana con tristeza —A parte es claro que no le interesó, ella pase todo el día en el departamento y ni siquiera me mira.
—Es extraño— comenta Skara a lado de Gus —Conozco a Amity desde jardín de niños y es claro que le gustas, es eso o le gusta tu hermana.
Luz abrió los ojos para mirar a Skara con asombro, esa idea jamás le pasó por la mente en ningun momento pero realmente tenía mucho sentido. Y de la nada las cosas se volvieron muy claras.
La primera vez que vio a Amity estaba desnuda en el cuarto de Lucía, cada maldito encuentro que tuvieron fuera de la escuela Lucía estaba presente, cada vez que estaba cerca de Amity ella tenía un peculiar aroma a café impregnado en su cuerpo.
Fue entonces cuando todo se comenzó a ordenar, Luca estaba investigando algo antes de quedar en coma, el nunca sería tan descuidado para patinar de noche en una carretera, el nunca dejaría su teléfono sin responder y sobre todo el jamás abandonaría un caso.
Después estaba Lucía, ella tenía un historial malditamente amplio, robo, peleas, disturbios icluso hubo un tiempo donde estuvo bajo investigación pero el caso se cerró y no se demostró nada contra ella pero aún así algo estaba mal.
—Creo que cambiaré de asiento con Boscha— exclamo Luz poniéndose de pie y alejandose de sus amigos.
Luz miro a Boscha quien le sonrió, la dominicana le dió a entender que fuera con Willow y así lo hizo dejando el asiento libre a lado de Amity quien dormía
—Ten cuidado Noceda— sentenció Boscha mirando con seriedad a Luz —Si algo le pasa a Amity juro que romperé tu cara.
La pelirosa se dio vuelta abandonando a Luz quien solo suspiró, miro a Amity dormir tranquilamente pero aún así la chica Lucia muy cansada.
La Blight tenía grandes ojeras, su cabello era un desastre y parecía mucho más pálida de lo usual. Algo andaba muy mal y necesitaba saber que ocurría.
(...)
Lucia miro su guitarra con fastidio, Amity había salido durante tres días a un maldito viaje escolar porque al parecer Hexside quería abrir los horizontes de los chicos llevándolos a New York en la exposición de "Tecnología y Progreso".
—Salimos en 20— comento Scarlett mirando con indiferencia a Lucía.
—Amity está embarazada— confesó la castaña provocando que la morena se quedará estática —Crees que su cuerpo soporte un parto.
La guitarrista apretó sus puños con fuerza y golpeó el rostro de Lucía quien cayó al piso, Scarlett sabía muchas cosas de anatomía y medicina o al menos lo suficiente para saber que una niña como Amity que recién estaba a punto de entrar en la adolescencia no podría soportar un parto.
—Tiene anemia— explico Scarlett con furia en cada una de sus palabras —Tiene 14 años desde hace 4 meses, no duerme porque la obligas a tener sexo todas las noches, es muy delgada y su alimentación no es la mejor, su estado emocional es horrible... Ella no soportará un puto parto Lucía
—Bastaba decir que no— gruño la Noceda poniéndose de pie —Estuve pensando en terminar todo esto, ya sabes dejarlo por la paz.
—Entonces aléjate de Amity— sentenció la guitarrista con fastidio.
—No entendiste, quiero a Amity y no me importa que tenga que hacer con tal de tenerla toda la vida, lo que quiero dejar es está maldita ciudad y llevármela conmigo— confeso Lucía tocando la zona donde Scarlett la golpeó —No se talvez ir a cualquier lugar con ella, tener al bebé y cuidarlo, quiero una familia con ella.
La morena tuvo que recargarse en la pared pues la sola idea de Lucía llevándose a Amity lejos de cualquier protección era horrible, no quería si quiera pensar en que cosas podría hacerle Lucía sin tener que cuidar que las atraparán.
—Es una niña— aseguro Scarlett con la voz cansada —Debes detenerte ya Lucía.
—Nunca, sabes lo lejos que he llegado por Amity, las cosas que he hecho por estar con ella, la mataría antes de dejarla— la voz de la alfa sonó tan tranquila que fue horrible.
Scarlett salió de la habitación con prisa dejando a Lucía en soledad.
La dominicana encendió la pantalla de su celular y entro a su galería, las fotos de Amity desnuda fueron lo primero que vio logrando que una maldita erección se formará en sus pantalones.
Hace un tiempo había comprendido que Amity era como una maldita droga, como un dulce que probaría una y otra vez sin cansarse del sabor.
Solo que Amity no era un dulce, era una persona que estaba llevando su cordura a límites inimaginables, nunca se cansaba de estar dentro de ella, de escuchar sus gemidos, su voz pidiéndole que se detuviera, no se cansaba de sentir sus manos en sus hombros intentando alejarla, de escucharla llorar cuando la embestía con fuerza.
Amity era su maldito dulce favorito en todo el mundo, podía tenerlo cuando quería. Ella era su princesa, la única razón por la que no había perdido todo y jamás la dejaría ir.
(...)
Cuando Luz entro a la habitación de hotel descubrió amargamente que compartiria habitación con Amity pues Boscha había sobornado a Gus quien fue el que asignó las habitaciones aquella noche con tal de estar a lado de Willow y poder jugar toda la noche Lol.
—¿Estás enojada?— cuestionó Amity mirando el piso con vergüenza.
Claro que Luz estaba enoja, tenía celos porque todo el día estuvo pensando en Amity con Lucia, porque su mente no dejaba de decirle que Amity la chica que quería prefería a alguien mayor. Y Dios Luz tan solo tenía 15, que podía ofrecerle que Lucía no pudiera darle.
—No lo estoy— mintió Luz dejando su maleta sobre su cama.
La Blight solo asíntio, dolía estar tan cerca de Luz y no poder hablar como antes, no poder abrazarla o leer juntas por el miedo a que Lucía lo descubriera y lastimara a Luz de la misma forma en la que lo hizo con Luca.
Pero el destino siempre estuvo en contra de Amity pues tan pronto Luz se quitó la chaqueta escolar percibió con fuerza el aroma a Chocolate solo que en esta ocasión era mucho más dulce que antes.
—Luz tu...— exclamo con prisa la Blight mientras tapaba su nariz con el rostro rojo.
—¿Amity que está ocurriendo?— cuestionó la chica de cabello corto interrumpiendo a la otra —¿Por qué ya no quieres estar conmigo? Se que no te gusto, pero no tienes derecho a tratarme así.
La peliverde negó acercándose a Luz quien abrió los ojos con sorpresa al ver la reacción de la Blight.
Con todo lo que ocurría en su vida olvidó su maldito ciclo de celo lo que explicaba porque se sentía tan molesta con Amity pero aún así era imposible que la Blight lo notará a menos de que ya hubiera tenido su primer calor de Omega.
Luz no pudo evitar preocuparse, Amity tenía 14 años y el celo comenzaba a los 15 normalmente, es decir claro que Luz solo tenía 5 meses con esa edad pero al menos nunca se saltó una clase de sexualidad y si no entendía mal algo debió acelerar su ciclo.
Habían dos posibilidades, la primera era el inciso temprano de una vida sexual y la segunda la exposición a drogas que imitaban el celo, cualquiera de las dos ideas era preocupante.
—Alejate— pidió Luz dando un gran salto atrás —Si te acercas más estaremos en un problema Amity
Amity asíntio para retrocedas pues las feromonas de Luz comenzaban a marearla más de lo que le gustaría. Era la primera vez que estaba cerca de otro alfa que no fuera Lucia.
—Tengo supresores— exclamo le peliverde buscando en su mochila.
—Son de Omega— explico Luz sin apartar la mirada de los labios de la Blight —No afectan a los alfa, necesito preguntarle a Boscha si tiene.
Luz comenzaba a sentirse muy mal, sus emociones eran tan complicadas y el tener a Amity enfrente de ella era aún peor.
Y lo que temía ocurrió, camino hasta la Blight y la beso sin importarle nada en el mundo.
Fue un beso torpe que Amity comenzó a guiar pasando sus manos por el cuello de Luz acercándola más y obteniendo una risa tonta de la castaña.
Las manos de Luz viajaron tímidamente a la cintura de Amity sintiendo lo delgado que era su cuerpo debajo de aquella holgada playera del uniforme y dejando pequeños toques un poco más abajo pero deteniéndose al no saber que hacer exactamente.
Aún con si falta de experiencia no podía sentirse más feliz en el mundo, la chica que quería correspondía ese beso, la chica por la que había estado suspirando desde que llegó se convirtió en su primer beso.
—Lo siento— susurro Luz alejandose de la peliverde que negó con una sonrisa tan hermosa que la dominicana no puedo evitar sonreír.
Para Amity ese beso era distinto, como si ningún beso antes de Luz fuera real, como si nada antes de Luz contará. Ese beso había sido igual a sentir fuegos artificiales en su estómago, igual a escuchar "ribs de Lorde" a todo volumen en su habitación.
Ese beso había significado tanto que parecía comprender esas canciones cursis que escuchaba Emira cuando se enamoraba.
—¿Puedo hacerlo otra vez?— cuestionó Luz acariciando con suavidad la mejilla de Amity quien asíntio.
Un beso más, mas aventurado, más profundo y que enloquecía los sentidos de Luz quien no pudo evitar recostar a Amity en la cama individual.
Tomando valor las manos de Luz viajaron al pecho de Amity quien solto un pequeño gemido sobre los labios de la alfa quien sonrió ante ello.
Amity era hermosa y todos lo sabían, pero para Luz aquella versión que conocía le parecía perfectamente imperfecto de ella, es decir le gustaba Amity pero no por qué era la mejor, le gustaba porque cuando se emocionaba levantaba sus manos y brincaba.
Le gustaba Amity porque cada vez que la escuchaba reír se enamoraba un poco más, le gustaba porque incluso despeinada era adorable, incluso cuando estaba de mal humor o peleaba con sus hermanos le seguía pareciendo hermosa.
Luz no quería la versión perfecta que aparentaba ser frente a todos. Luz quería a la Amity que cantaba, bailaba y lloraba con musicales de Disney. Luz quería a Amity y nada cambiaria aquello.
¿Pero para Amity era diferente? No, ella quería Luz, finalmente entendía que la quería mientras se besaban sobre esa cama, mientras la menor de los Noceda tocaba su cuerpo con tanto cuidado que era encantador.
Quería a Luz y ahora lo entendía.
—Dime que pare— susurro Luz con la voz ronca —Por favor dime qué me detenga porque si no lo haces ya no podré contenerme— suplico la alfa cerrando los ojos y juntando su frente con la de Amity.
—¿Te seguiré gustando si no tenemos sexo?— cuestionó la Omega con miedo por lo que Luz beso la punta de su nariz con ternura.
—No necesitas tener sexo conmigo para que me gustes Amity— aseguro Luz con tanta dulzura que la Blight casi comienza a llorar —Yo esperaría 100 años por ti.
Amity sonrió para besar a Luz dejándose llevar por esa nueva sensación de sentirse tan amaba y finalmente amar tanto a alguien como lo hacía con Luz.
—Quiero estar contigo— susurro la Omega sobre los labios de Luz para cerrar aquel trato silencioso.
—Me gustas Amity— confeso la dominicana con una sonrisa dulce.
—Me gustas Luz— respondió la Blight entregándose completamente a Luz.
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Chapter 36: 34. Muertos en el closet
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La sensación cálida de sus cuerpos bajo la sábana era ciertamente reconfortante y agradecían que aquella cama individual las obligará a estar muy cerca la una de la otra.
—Tenemos que arreglarnos antes de que nos descubran— exclamo Amity moviendo el brazo de Luz que se aferraba a su cintura.
—Cinco minutos más— pidió la castaña ocultando su rostro en el cabello de la Blight.
—Luz si nos atrapan estaremos en muchos problemas— insistió la peliverde logrando que Luz soltará un pequeño gruñido que le pareció adorable —Tenemos que alistarnos.
—No quiero— suelta la alfa de forma infantil —Quiero quedarme siempre aquí contigo.
Amity sonríe sintiendo la respiración de Luz en su cuello, ese aroma tan dulce de chocolate, esa sensación tan perfecta de sentirse segura entre los brazos de la castaña.
—Yo también quiero quedarme aquí— susurra la Omega tomando la mano de Luz sobre su vientre desnudo —Quiero estar siempre contigo.
—¿Está todo bien?— cuestiona la alfa levantándo su torso y apoyando su peso en su codo para poder ver a Amity —¿Porque lloras?
La Blight toca sus mejillas notando lágrimas que salieron sin permiso alguno, entendiendo que por mucho que quiera seguro con Luz solo es una ilusión pasajera.
Porque ella le pertenece a Lucia, porque Luz miente y no la ama, porque sin importar cuando se trate de convencer jamás podrá escapar.
—Blight mírame— pidió Luz acariciando con delicadeza la mejilla de la chica —¿Que ocurre?
Amity negó cubriendo su rostro, no podía dejar de llorar, no podía controlar sus emociones y todo lo que dolía regresaba con tanta fuerza que ya no podía soportarlo.
Abrazo a Luz con fuerza, buscando protección ente sus brazos y Luz lo acepto, se aferró al chocolate entendiendo todo lo que Lucía le hizo durante meses, se aferró entendiendo que aquella podría ser la última vez que Luz la quisiera tanto.
—Lo siento— sollozo la Blight mientras Luz acariciaba su cabello —De verdad los siento mucho.
Luz no respondió, Amity estaba apunto de decir todo lo que ocurría y ella estaba dispuesta a escucharlo hasta el final.
—Lucia... Me está lastimando— confezo Amity con la voz rota.
(...)
Lucia miro a la chica desnuda a su lado, a falta de Amity había tenido que quitarse las ganas con una chica que conoció en un bar por lo que solo dejaría una nota simple y se marcharia a cualquier maldito lugar en el que pudiera pensar como resolvería todo.
Pero mientras salía de aquel hotel observó a lo lejos a Amber Blight quien caminaba mirando el piso, como si la chica quisiera ignorar todo en el mundo.
—Parece que no te acompañan Edric ni Emira— comento Lucia llamando la atención de la Blight —El mundo es tan pequeño.
—Alejate de mí— pidió la castaña retrocediendo.
—Hey tranquila, si quisiera hacerte algo ya lo habría hecho hace mucho tiempo— aclaro la dominicana con fastidio.
—¿Que diablos quieres?— cuestionó Amber a la defensiva.
—Solo quería saludar a la futura tía— sentenció Lucía de una forma cínica —O acaso no te has dado cuenta de que tu hermanita espera un bebé.
Seria poco decir que el color abandono el rostro de Amber, porque la verdad la chica no podía dejar de sentirse asqueada ante las palabras de Lucía.
Pero también la impotencia ganaba terreno, no pudo proteger a Amity, no importo cuanto lo intentaron, no pudieron mantener a su hermanita a salvó, ni siquiera tenían la fuerza para hacer algo a estas alturas.
—Vete al infierno— gruño Amber para intentar golpear a Lucía pero fue detenida por alguien que no espero ver aquel día.
—Hey papá, es peligroso meterte en peleas que no ganarás— comento Scarlett alejando a Amber de Lucía —Ve a casa y no vuelvas a estar sola.
(...)
Amity estaba entre sus brazos llorando y ella no podía evitar querer hacerlo igual, escuchar todo lo que había tenido que vivir desde hace meses le rompía el alma.
Parecía casi irreal como alguien tan delgada y frágil como lo era Amity podía estar lideando con todos esos sentimientos, con la sensación de sentirse sucia todo el tiempo y sobre todo con el abuso constante de su hermana mayor.
—Volvere pronto— susurro Luz alejandose un poco de la Blight —le diré a todos que estás enferma y que me quedaré a cuidarte.
La alfa se vistió rápidamente y salió del cuarto de Hotel encontrando a sus amigos en el vestíbulo, todos la miraron con curiosidad pero Luz tenía que arreglar aquel día para permitirle a Amity estar en calma almenos hasta que estuviera mejor.
—Luz alto— exclamo Willow tomando el hombro de la castaña —¿Que ocurre?
—Es Lucia— confiesa Luz con la voz rota —Lucia es quien ha estado arruinando todo.
Willow no entiende las palabras de su amiga, pero por la forma en la que Luz se comporta debe de estar ocurriendo algo demasiado delicado.
—Lo siento Willow, necesito arreglar unas cosas— sentencia la alfa alejandose de su amiga.
(...)
Belos suspiró con cansancio, había estado realizando guardia durante el último mes para asegurarse que la vida de Luca no peligre en ningún momento y sobre todo para que Lucía no tenga la oportunidad de terminar lo que inicio.
—Deberías ir a dormir amigo— exclamo Edalyn sentándose a lado del hombre —El estará bien.
—La última vez que nos encontramos tu y yo estabas huyendo en un auto robado, ¿Lo recuerdas?— cuestionó el rubio con nostalgia.
—Me acuerdo que me seguiste hasta las Vegas, eras un novato trabajando como policía y yo era un adolescente que posiblemente terminaría en la cárcel— recordó Edalyn con una sonrisa sincera —Paso mucho tiempo detective Belos.
—Tu no eras una persona mala, es decir hacías pequeños robos, estafas pero nunca te metiste con drogas o lastimaste a alguien más— la voz de Belos suena extrañamente cansada —Afuera hay gente horrible, gente a la que no le importa lastimar a los demás.
—Asi es el mundo, usted creció con dos padres, amor y oportunidades, algunas personas nacen del lado equivocado y toman malos caminos— la voz de Edalyn se escucha muy sincera por lo que el hombre asiente.
—Mi hermano creció igual que yo y abuso de su hijo desde que tenía 6 años, a veces no importa que camino tomen las personas algunos monstruos siempre están ahí esperando la oportunidad para lastimar— exclama Belos poniéndose de pie —¿Por qué Camila?
—Porque no, es hermosa, buena madre y le agrada a mi familia— la dama búho sonríe con calma —Cuando le dispararon a Raine pensé que jamás podría amar a alguien, es decir que maldito policía le dispara a adolescentes de 17 años, teníamos la vida por delante y nos quitaron el futuro.
—Todos nos equivocamos Edalyn, Raine tomo un mal camino que lastimaba a los demás— confezo el rubio limpiando las migajas de comida de su gabardina.
—Raine tenía 17 años, el camino todavía se puede cambiar a esa edad— acusa la mujer mirando la espalda del detective —Yo pude enderezar el camino después de eso.
—Lo hiciste porque yo jamás te deje, tenías fuego dentro y ese fuego me dió esperanza en ti— sentenció el hombre con una sonrisa —Por eso me arriesgue contigo, sabía que podías ser más y no me equivoque.
Edalyn asintió mientras Belos se marchaba a casa donde tomaría una ducha, visitaría a su sobrino en la clínica y después regresaría a hacer guardia en el hospital.
(...)
Amity dormía entre los brazos de Luz quién miraba el techo repasando una y otra vez la conversación que había tenido con Amity hace unas horas.
"—Lo siento— sollozo la Blight rompiendo el alma de Luz —Yo intente que parará, yo le pedí que no le hiciera daño, de verdad no quería que Luca terminara así.
—Amity por favor explícame que ocurre— suplico Luz tomando el rostro de la chica entre sus manos —¿Que está pasando?
—Yo no quería, le dije que no me tocará, que dolía pero no me escucho, nunca me escucha— confeso Amity llorando con tanta fuerza que la castaña se sorprende.
En la mente de Luz todas las piezas encajan, los golpes en el cuerpo de Amity, los moretones, todo tiene sentido.
—Fue Lucia— susurro la castaña con miedo de la respuesta.
—Entro a mi cuarto, intente que no lo hiciera pero ella era más fuerte, dolía demasiado— Amity se aferró a Luz mientras la alfa estaba totalmente en shock —Luca lo descubrió todo y Lucia lo golpeó, lo lastimo mucho.
—Esta bien, te creo no tienes que decir más— aseguro Luz con la voz rota."
Era extraño conocer toda la verdad, era complicado creer que su propia hermana había abusado de Amity y golpeado a Luca, aquella situación no era un Fanfic absurdo de Azura como los que leía ocasionalmente, aquello era tan real que la chica que amaba lloraba de forma tan dolorosa.
"—Yo salgo con alguien Luz— comento la peliverde mirando sus manos con inquietud —Y no soy buena persona, no soy linda, lloro mucho y estoy sucia... Creeme que es lo mejor olvidar esto y seguir siendo amigas."
Las lágrimas comenzaron a correr por las mejillas de la castaña, recordar cómo Amity aseguraba estar sucia, el como parecía odiarse tanto era simplemente horrible porque ahora que tenía la historia completa podía entender cada comportamiento de Amity.
Aquella vez que la Blight se desmayo y sangro fue una violación, cuando la vio por primera vez era solo una chica pidiendo ayuda con la mirada, no hacía deporte porque tenía que mostrar su cuerpo cubierto de marcas, no soportaba que la tocaran porque entraba en pánico.
La chica que amaba había sufrido tanto que se cuestionaba si existía realmente Dios o alguna ley que castigará a las malas personas que tocan niños de esa forma. O si realmente había un culpable de todo.
Era como ese libro donde el chico fue abusado de niño y cuando tuvo la edad para entenderlo no podía odiar a su abusadora porque ella tuvo una mala vida y alguien también le hizo cosas de niña y nadie nunca la escucho.
En el libro Charlie decía que durante mucho tiempo estuvo molesto con ella porque lo daño pero al final no podía evitar sentir tanto cariño como lo sentía por su tía, porque ella le compro dos regalos en navidad por su cumpleaños y porque lo dejaba estar despierto hasta tarde.
Charlie quería a su tía a pesar de que lo lastimo porque entendía su pasado y dejo de estar molesto, claro que eso lo marco para siempre pero el avanzó porque el amor que sentía por ella y por todo a su alrededor era real
¿Pero acaso eso contaba ahora? Amity no era Charlie y quién abusaba de ella no era una persona que hubiera tenido una horrible vida y incluso si lo fuera nada justificaría eso.
Pero todo parecía tan irreal porque su hermana mayor era la culpable de abusar de Amity y Luz jamás lo noto a pesar de tener las señales en frente de ella.
Su hermana Lucía no parecía el tipo de persona que abusara de alguien y a pesar de tener la prueba de todo el dolor que había causado entre sus brazos el conflicto seguía en su interior.
Lucia fue quien apoyo a Luca en su transición, fue quien los llevo al parque de atracciones en su cumpleaños, ella los sacaba de casa cuando su padre golpeaba a su madre, fue Lucia quien los cuido todo ese tiempo y ahora era Lucía el monstruo que aterraba a Amity.
—¿Cuántos muertos tienes en el closet Lucía?— susurro acariciando el cabello peliverde de Amity quien dormía en sus brazos sintiéndose por primera vez segura en meses.
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Chapter 37: 35. Muertos en el closet
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La noche en la que Amity le dijo toda la verdad a Luz fue una de las más difíciles porque era la primera vez que hablaba de eso y tenía miedo de que ella se alejara teniendo asco. Pero no pasó.
Al contrario Luz la tomo entre sus brazos toda la noche susurrando cosas hermosas sobre cómo la quería y chistes absurdos de series de televisión que solían ver juntas y incluso en ese momento Luz la seguía abrazando aunque dormía a su lado.
—Hola adolescentes calenturientas— exclamo Boscha abriendo la puerta de la habitación y despertando a Luz quien cayó de la cama.
—Que necesidad tienes de entrar así— se quejo la dominicana poniéndose de pie con fastidio.
—La misma que tú tienes por robarme la jungla idiota— atacó la pelirosa con una sonrisa —Como ayer se saltaron el aburrido día de introducción a la ciudad hoy tendrán que venir con nuestro grupo.
—Pense que era un día libre— comento Amity con curiosidad.
—Si a libre te refieres a un montón de Adolescentes sin supervisión por un día en New York estás en todo lo correcto— apoyo Skara entrando en el cuarto —Al parecer nuestro tutor piensa que somos maduros para cuidarnos solos.
—¿Y que tenemos en el plan?— cuestiono Luz mirando con sorpresa a sus compañeras.
—Museos, exposición de ciencia y por alguna razón un paseo por el parque— comento Gus entrando con Willow en la habitación.
—Alto, es mucha gente en una habitación— se quejo la Blight cubriéndose con las sábanas —Son las 7:00 AM déjenme dormir hasta las 9
—Lo siento mi pequeña Top— Boscha fingió arrepentimiento —Pero es mucho por hacer y tenemos solo un día porque a las 11 regresamos a Oregon.
Amity soltó un bufido y todos comenzaron a reír, Luz por su parte hizo una nota mental de que a la chica le gustaba dormir hasta tarde. Era lindo.
(...)
Lucia lanzo una lámpara a la pared que se rompió en pedazos, la furia dentro suyo era tanto que se asustaba un poco por su reacción.
—¿Por qué mierda no respondes?— cuestionó mirando la pantalla de su celular sin ningún mensaje de Amity —Que mierda estás haciendo para no responder un puto mensaje.
El principal problema de tener una estúpida relación con Amity era eso, la puta comunicación que se iba al demonio cada que la chica salía de la ciudad o estaba con sus estúpidos amigos.
Entendía que Amity solo tenía 14 años y a esa edad estar con tus amigos era lo mejor del mundo pero el que no respondiera el celular solo la llenaba de rabia.
—Ire por ti— sentenció tomando las llaves de su camioneta y caminando a la sala.
Aveces Lucía se sentía malditamente patética porque una niña como Amity la tenía entre sus manos, si no le respondía se preocupaba, si no llamaba en las noches quería golpear algo y tan solo imaginar que pudiera estar con alguien más le hacía entender que nunca soportaría perderla.
—Disculpa Noceda— exclamo Belos caminando hasta la alfa que estaba a punto de subir a su vehículo —Pero me temo que tendrás que acompañarme, necesito hacerte preguntas.
—Tu nunca entiendes verdad imbécil— se burla la castaña con superioridad en cada una de sus palabras —Nunca has podido probar nada contra mi y nunca lo harás porque no soy culpable.
—En esta ocasión creo que sí— asegura el hombre con una gran sonrisa —Estas detenida por intento de asesinado a Luca Noceda y por maltrato infantil pues tú hermano es menor— explica el detective enseñando su placa y la pistola en si cintura.
Lucia cierra la puerta de su auto con frustración, necesita pensar en una estúpida cuartada que todos crean y sobre todo necesita parecer honesta.
—Bien Belos, pero te juro que soy inocente— exclamo la alfa con cinismo mientras levantaba las manos.
(...)
Hay cosas en la vida que te hacen sentir infinito, aquella mañana caminando por New York con sus amigos Amity se sentía así.
—Yo no te robe el dragón Boscha— asegura Luz con diversión —A parte tú me robas en Mid siempre.
—Su amistad solo depende de Lol— bromeó Amity y Willow asiente.
—Al menos ya no se tratan de matar— comenta Gus mirando el mapa de la ciudad —Bien, segun esto el museo debe de estar a 5 calles.
Luz asiente para mirar su reloj de muñeca, son las 8:30 am y tienen hasta las 6:50 de la tarde para disfrutar de su paseo, pero aún así Luz no puede evitar preocuparse por Amity quien en ocasiones se ve dispersa.
—¿Puedo tomar tu mano?— cuestiona Luz con el rostro rojo.
—Me encantaría— responde la Blight con una brillante sonrisa.
Por aquella tarde Amity se propuso dejar de pensar en las consecuencias de haber dicho la verdad, dejar de pensar en que tendrá que volver a casa con Lucia.
Solo por un momento quiere sentirse libre de todo lo que le hace querer llorar.
—Primer parada Museo de Arte y música— exclama Gus con energía.
(...)
Belos encendió un cigarrillo mientras miraba fijamente cada gesto en Lucía, el siempre fue muy perceptivo por lo que leer a alguien como la castaña no era un reto.
—Tratas de que crea que estabas dormida la noche en la que Luca fue golpeado hasta la muerte— bromeó el rubio con diversión —Luca Noceda fue golpeado múltiples veces con un Bat, para ser exactos 6 veces en el cráneo, 2 en la pierna derecha y 8 en el abdomen.
—No tengo porque mentirle detective— mintió Lucía con una sonrisa inocente.
—¿Sabes que es curioso?— cuestionó y la castaña negó —El objeto con el que Luca fue golpeado es el mismo con el que Willow Park sufrió la contusión, también da la casualidad que es el mismo tipo de objeto que solías cargar a todas partes.
—Usted debe de estar muy enfermo si cree que yo pude lastimar a Luca— gruñe la alfa mirando con odio al detective —El es mi hermano.
—Creo que tal vez Luca descubrió algo que no querias que nadie viera, tuvieron una discusión y simplemente elegiste eliminarlo del camino— asegura el detective —Creo que el te encontró con alguien, ya sabes la hermana pequeña de Amelia Blight, por cierto escuché algo curioso, los chicos Blight vinieron con su hermanita en una ocasión diciendo que Lucía Noceda abusaba de la pequeña Amity pero ella lo negó y no tenían pruebas.
Lucia se puso de pie y golpeó la mesa de metal, sus ojos mostraban una furia única que nace cuando das en el clavo de lq situación.
—Yo nunca tocaría a una niña— explotó la castaña con rabia —Nunca lastimaría a mi hermano, yo nunca he lastimado a nadie joder.
Belos sonrió con satisfacción, era obvio que había dado en un punto muy sutil de Lucía y tenía que explotarlo al máximo.
—Escuche que tú hermanita Luz sale con Amity— comento el hombre fingiendo no darle importancia —Apuesto que hacen una pareja fantástica, sin mencionar que ya están en la edad de experimentar ¿Me entiendes? Ya sabes, el primer beso, la primera vez quien sabe incluso ya lo hicieron.
—Luz y Amity no son nada— gruño Lucia con fastidio y Belos no pudo evitar sonreír dentro suyo.
—Imagina esto, Luz Noceda y Amity Blight saliendo juntas, tu familia es de alfas así que supongo que Luz podrá complacer muy bien a Amity, esas chicas de 14 siempre son tan precoces que no me sorprendería se acostaran— provocó el hombre sintiendo un amargo sabor en la boca por las cosas que dijo pero entendiendo que a veces tenía que recurrir a ser un idiota.
—Vuelve a hablar de Amity así y te romperé la cara— advirtió Lucía sin quitar la mirada de Belos.
—Terminamos por hoy— anuncio Belos poniéndose de pie —Fue una charla hermosa y gracias por la información.
Lucia se quedó estatica, había jodido mucho reaccionando de esa forma pero siempre que otra persona hablaba de su "Amity" explota algo dentro que no podía controlar.
(...)
Mirar las obras de Monet y otros artistas era divertido, más porque cada cierto tiempo Boscha hacia un comentario fuera de lugar que hacía reír a todos.
—¿Te gusta ese cuadro?— cuestionó Luz con una sonrisa —En lo personal me da mucho miedo
Amity negó para mirar a la castaña que aún le sonreía, era mágico saber que sin importar que pasara Luz podía mantener esa hermosa sonrisa capaz de iluminar la vida de los demás.
—"El grito" me gusta— confeso Amity con calma —Aveces me siento así, con angustia, mucho miedo, como si siempre me estuviera ahogando y lo único que puedo hacer es cerrar los ojos y esperar a que todo termine, me siento como está pintura.
—En ocasiones siento que me ahogo igual— la voz de Luz se escuchó nerviosa —No siempre pero aveces es así, mi padre tenía muchos trastornos sabes y agradezco no haberlos heredado como Luca o ya sabes...
—¿Cómo era tu padre Luz?— cuestino la Blight sorprendida pues nunca había escuchado de padre de los Noceda.
La dominica suspiró y se sentó en la pequeña banca frente al cuadro aterrador de "El grito" y con una palmada a su lado le dió a entender a Amity que la acompañará.
—Mi padre era una mala persona, jamás nos lastimo a nosotros, ya sabes decía que sus hijos eran como el y que no sufrirían como el lo hizo... Pero con mamá era diferente, parecía que la odiaba, todo el tiempo la golpeaba, él le hizo cosas horribles a mi madre— relato la mayor con un sentimiento amargo en el estómago —Eso paso por años hasta que un día mi mamá reunió pruebas de que él estaba demente, fue cuando Edalyn le ayudo poner una orden de restricción y comenzaron a salir.
Luz tomo un poco de aire, hablar de su padre no le gustaba porque siempre recordaba los gritos de su madre y a Luca golpeando la puerta de la habítacion suplicando que no tocará a su mamá.
—Mi padre lucho por la custodia y al final se llevó a Lucía, fueron años sin verla y cuando nos reencontramos ella parecía ser diferente a el, pero ahora se que no es así... Se volvió peor que él— gruño la dominicana apretando sus puños con fuerza —Edalyn nos crio a Luca y a mí, nos enseñó a ser buenos, ayudó a Luca con sus ataques de irá y le enseño a canalizar sus malos pensamientos con música y Skate.
Amity acaricio la mano de Luz quien le agradeció con la mirada. En esos momentos parecía que siempre podrían estar ahí para la otra y realmente deseaban eso.
—Mi padre murió cuando yo tenía 9, se que un detective lo tenía acorralado y el se disparó en la cabeza para evitar la cárcel, mi madre le ofreció a Lucía volver pero se negó diciendo que ya no necesitaba nada— contó la castaña con más incomodidad cada vez —Tiempo después descubrí que mi padre... Había abusado de muchas mujeres... El era maestro en la universidad cuando no hacía cosas ilegales así que destruyó muchas vidas de chicas que tenían oportunidades... Y cuando se disparó el reporte que nos mostraron decía que nunca se arrepintió.
La dominicana cerro los ojos tratando de controlar su respiración pues aquello no era agradable de contar y mucho menos de recordar.
—Luz, entiendo— aseguro Amity tomando el rostro de la castaña entre sus manos —Por favor no hablas de las cosas que no quieres solo por complacerme
—Gracias— susurro la latina besando la palma de la mano de la Blight —Amity gracias por escucharme.
—Yo siempre te voy a escuchar— prometió la peliverde con sinceridad.
Ambas se miraron y sin poder evitarlo se besaron frente a la pintura "tenebrosa" como la nombró Luz momentos antes, compartieron aquel beso hasta que Amity sonrió y Luz no pudo evitar querer guardar aquel brillo especial de la Blight en su corazón por siempre.
Era curioso porque se ahogan, realmente Luz y Amity se ahogaban como en la pintura, pero momentáneamente podían sentir que respiraban de nuevo cuando se tomaban de las manos o se sonreían entre sus inocentes coqueteos.
—Creo que ya me gusta la pintura— bromeó Luz ganándose un risa de la Blight.
—You are very idiot— susurro Amity y Luz comenzó a reír demasiado.
—Soy idiota pero te quiero demasiado Choco menta— respondió Luz con aquel acento que Amity amaba.
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Chapter 38: 36. Fracasos
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(4/5)
Capitulo 36.
El camino a casa fue particularmente dulce pues Amity se quedó dormida en el hombro de Luz quien solo la dejo descansar y sirvió para que ella también pudiera pensar las cosas que haría al llegar a casa.
La primera sería hablar con Edalyn de todo, conseguir las pruebas que Luca recolectó y sobre todo alejar a Lucía de Amity.
Para el primer paso tendría que estar a solas con Edalyn para confesarle todo y hacer un plan antes de que algo saliera mal, después buscaría las pruebas que Luca consiguió a coste de su integridad sin importar que y finalmente se había puesto de acuerdo con los Blight que cuidarían en todo momento a Amity.
Luz necesitaba que eso funcionará porque si fallaba sabía que posiblemente no tendría la suerte de Luca y terminaría muerta en algún lugar olvidado de Dios.
Pero todo valía la pena si podía detener lo que pasaba con Amity, si podía librar al mundo de la basura en la que Lucía se había convertido.
(...)
Cuando el autobús llegó Lucía estaba esperando por recoger a Luz junto a todos los padres de sus compañeros.
Pero cuando Amity bajo del auto no pudo evitar perder un poco la calma, tenía 3 días que no la vio y volver a tenerla tan cerca era lo único que pensó en ese tiempo.
—¡Amity!— grito Alador quien esperaba a su hija hasta el frente de la multitud de padres.
La menor de los Blight corrió hasta su padre quien la recibió con los brazos abiertos. Sería poco decir que el pasar tiempo con su padre era muy difícil pero que la fuera a recibir era asombroso.
Solo que Lucia apretó sus puños con fuerza ante esa escena, ella debía ser la primer jodida prioridad de Amity pero todo parecía más importante que su relación.
—¿Nos vamos?— cuestionó Luz fingiendo una sonrisa frente a su hermana.
—Claro pequeña Nutria— respondió Lucía acariciando el cabello de Luz quien se sintió horrible al tacto.
Las Noceda subieron al auto con prisa, Luz fingió dormir para no tener que charlar con Lucia pues no soportaría estar a su lado sin decirle que era una persona horrible por todo lo que le hacía a Amity y que ella ya no permitiría que siguiera sufriendo.
Al llegar al departamento observaron como Amity bajaba del auto con su padre quien la despeinada y parecía hacer un par de bromas locales.
—Despierta Luz— exclamo la mayor moviendo el hombro de la pequeña.
—Ya lo hice— murmuró la castaña fingiendo cansancio.
Luz miro el tablero del auto y después sus piernas encontrando sutilmente escondido un viejo Walkman que era de Luca. Estaba apunto de tomarlo cuando recordó que Lucía seguía a su lado.
—¿Todo bien nutria?— pregunto Lucía con curiosidad.
—Si, solo me atare las agujetas bien, casi me caigo tres veces en New York— miente con una sonrisa y Lucia le cree.
La menor de los Noceda se agacha y toma el Walkman con rapidez, lo guarda en su chaqueta escolar y baja del auto junto con su hermana.
(...)
La última vez que cenó con toda su familia fue posiblemente el año pasado, en la cena de navidad antes de que sus padres comenzarán a discutir por las acciones y por culpa de ella.
—Ves lo fácil que es vestirte como una persona normal y no como una cualquiera— atacó Odalia mirando fijamente a Amity.
—Si mamá— se limito a responder la peliverde.
—¿Que tal el viaje escolar?— cuestiona Emira con mucha curiosidad.
—Vimos un live de Boscha dónde sales besándote en frente de "El grito" con Luz— comenta Edric con una sonrisa.
—Debiste ver a Edric, casi grita "Eso mamona" pero estábamos en clases extras— confiesa Amber para tomar un poco de jugo.
El rostro de la Blight se volvió totalmente rojo mientras sus padres se miraban entre ellos y por un momento pudo ver una sonrisa entre sus labios como si aquello fuera una situación divertida.
—Cuando bese a su padre estábamos en California en un viaje escolar, el casi se desmayo después de eso— comenta Odalia con nostalgia.
—En mi defensa su madre me tomo por sorpresa, yo estaba viendo el funcionamiento de una máquina de Leonardo cuando Odalia me jalo y me besó frente a toda la clase— se defiende Alador con diversión.
—Niños su padre era la persona más densa del mundo, su Tda tenía mucho que ver pero por el amor de Dios para que me invitará a salir tuve que hacer que Edalyn fingiera salir conmigo— relata la mujer con una sonrisa
—¿Así no se llama la madrastra de Luz?— cuestionó Edric mirando a Amity quien asíntio.
—Entonces se casó— exclamo Alador con sorpresa —Pense que estaría siempre con Raine metiéndose en problemas, en una ocasión me ayudaron a conseguir material para un experimento.
Amity sonrió mientras escuchaba las bromas de todos a su alrededor, su madre parecía ser la misma que era antes de que Amelia muriera y por muy pequeño que fuera ese momento lo recordaría siempre.
(...)
Lucia escucho sin mucho interés la charla de su familia, Camila despeinada a Luz y Edalyn hacia pequeñas bromas pero realmente no las estaba escuchando en lo más mínimo.
Tenía que pensar en que hacer de ahora en adelante pues sabía que Belos era peor que un cuervo y la seguiría hasta encontrar todo.
Después estaba el hecho de Amity y su embarazo, tenía que ser malditamente delicada a partir de ahora porque podía perderlo todo en cuestión de segundo y aquello sería horrible.
—Voy a salir— informo Lucía poniéndose de pie y ignorando a todos.
Luz al ver esto tomo su teléfono y le mando mensaje a Edric sobre que posiblemente Lucía buscaría a Amity por lo que tendrían que estar juntos en todo momento.
(...)
Los hermanos Blight estaban sentados en la habitación de la pequeña Amity mientras charlaban, Edric estaba mirando por la ventana asegurándose de que en esta ocasión Lucía no pudiera entrar por ahí.
—Necesitamos una prueba de embarazo— habla por fin Amber mirando a la pequeña Amity dormida —Lucia me dijo que la había embarazado.
Los rostros de Edric y Emira se quedan pálidos ante la afirmación, el mayor de los Blight escucha un pequeño ruido en la ventana y al voltear entiende que son pequeñas piedras lanzadas a la ventana.
—Debe ser una puta broma— susurra el peliverde mirando a Lucía y alzando el dedo de en medio.
La castaña al ver aquello aprieta los puños al entender que aquella noche ver a Amity no era una opción y con el presentimiento de que las cosas se volverán malditamente más difíciles de ahora en adelante.
(...)
La menor de los Blight se miro en el espejo de su habitación, todos sus hermanos habían dormido con ella por lo que fue una noche particularmente extraña.
Pero su reflejo era diferente, habían pasado tantas cosas en los últimos meses que aveces se sentía tan cansada que lloraba o tan sola que se abrumaba con sus pensamientos.
Amaba a Luz, le gusta la forma en la que sus labios encajaban, en la que sus manos se tocaban y esa sonrisa que solo podría ser de la dominicana. Le gustaba mucho ser una chica normal con Luz.
Pero ella no era normal, porque tenía que seguir fingiendo que no le dolía que su madre la comparará con Amelia, que su padre siempre estuviera disperso en el pasado, que sus hermanos estuvieran tan lejos de ella y sobre todo que Lucia la lastimaran todo el tiempo.
Amity negó mirando su reflejo con odio, detestaba todo de sí misma porque tal vez si no usará faldas Lucía no la hubiera tocado, si no le sonriera no la golpearía, si tan solo no existiera nada de eso pasaría.
—¡Amity!— grito Odalia entrando a la habitación de su hija —Tienes que darte prisa, tu padre te espera en el auto y arregla ese cabello, es horrible.
La Blight solo asintió para hacer todo lo que su madre le pidió como si fuera un Robot y tal vez a estas alturas ya lo era.
Pero a diferencia de la Blight, Luz estaba mirando disimuladamente cada actituda de Lucía descubriendo cosas que ignoraba antes o que ni siquiera notaba.
La forma en la que su hermana miraba al pequeño King era horrible, como si deseara lastimarlo, los gestos que hacía cuando Edalyn hablaba de Luca o el odio sutil con el que siempre miraba a Luz.
Habían tantas señales, tantas que en mas de una ocasión deseo llorar por entender que todo era verdad.
—¿Piensas ir patinando a la escuela?— cuestionó Lucia de forma molesta —Yo puedo llevarte.
—No es necesario— aseguro Luz sin mirar a su hermana —Luca me enseñó a andar en patineta, es el mejor.
—Tan bueno que lo golpeó un auto— se burló la castaña con arrogancia.
—Tan bueno que es claro que no lo golpeó un auto— insinuó la menor mirando por primera vez con seriedad a Lucía.
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Chapter 39: 37. Nadie te escucha
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Chapter Text
(5/5)
Luz miro el Walkman de Luca notando que había una cinta nueva lo que decía que el chico había grabado algo en ella y si estaba en el auto de Lucía posiblemente era una prueba clara que llevaría a Edalyn y Belos.
—¿Que diablos ocurre con Amity?— cuestionó Boscha sentándose frente a Luz en el taller de electricidad.
—Es nuestra amiga desde jardín de niños y queremos respuestas— exigió Skara a lado de la capitana.
La dominicana alzo la mirada encontrando a todos sus amigos, Gus, Willow, Boscha, Skara y Viney quienes esperaban pacientemente una respuesta.
—Sabemos que tuvieron sexo— exclamo Viney con una sonrisa —Pero eso no justifica su comportamiento.
—¡¿Que?! No digas eso como si nada— regaño la alfa con el rostro rojo.
—Deja de jugar y di que ocurre Luz— pidio la castaña con seriedad.
Por un instante Luz lo pensó con seriedad, necesitaba ayuda, ella no era Luca quién podía hacer todo solo y tampoco Edric, Emira y Amber quienes siempre se apoyaban.
Necesitaba amigos que pudieran ejecutar un plan B si todo fallaba, amigos que sin importar que estuvieran ahí cuando las cosas se volvieran oscuras.
—Se que esto es difícil de aceptar, pero Amity necesita mi ayuda— confeso Luz rezando porque la Blight la perdonará por decir eso sin consentimiento —Y yo necesito que ustedes me ayuden a mi.
(...)
Abstinencia. Esa era maldita sensación que Lucía tenía al estar tan lejos de Amity, era horrible y incluso estresante en mas de un sentido.
Pero aquel día llevaba la vieja Van de la banda para que nadie pudiera notarla entre las personas y solo faltaba lograr llegar a Amity antes que alguno de sus hermanos o estúpidos padres.
Por eso cuando la vio salír con la miraba baja se dispuso a ir hacia ella y sin importarle nada tomar su mano y llevará a la Van.
—Solo sube princesa— ordenó Lucía abriendo la puerta del copiloto —Tenemos que hablar y no tenemos mucho tiempo.
Amity trato de negarse pero al ver esa actitud tan ansiosa de Lucía entendió que aquello seria la peor idea del mundo por lo cual subio al vehículo.
—¿A dónde vamos?— cuestionó la menor intentando esconder su miedo.
—¿Por qué mierda no respondes el teléfono?— cuestionó Lucia con odio —No es tan puto difícil hacerlo ¡Di algo mierda!
—Lo siento— se apresuro a decir Amity con prisa —Perdi mi cargador.
—Mira princesa, me preocupo por ti así que trata de responder— exclamo con más calma la alfa.
—Lucia... Ya no quiero hacer esto— susurro Amity provocando que Lucía se quedará en total silencio —Ya no puedo hacerlo.
(...)
Boscha era sujetada por Willow mientras que Viney y Gus ayudaban a Luz a arreglar aquel viejo aparato de música y grabación.
—Suéltame— pidió la pelirosa tratando de librarse del agarre se su novia —¡Lo que le hizo a Amity es una mierda! ¡Voy a romper su estúpida cara!
Sakara asíntio apoyando a Boscha, pero los tres que trabajan en el aparato se negaron lo que aumentaba la ira en Boscha.
—¡Tenemos que ir y detenerla!— grito la chica con furia —¡Tenemos que hacerlo!
—¡¿Y después que?!— explotó Luz mirando a la capitana del equipo —¡No entiendes que si no lo hacemos bien nadie lo hará! ¡Mi hermana es quien la lastima mierda! ¡Yo quiero matarla pero primero quiero salvar a Amity!
Viney tocó el hombro de la domicana para que mirara el Walkman que ya servia o al menos ya podía reproducir cintas.
Entonces se apretó el botón de reproducción y el testigo en coma confirmo siempre tendría demasiada suerte pero sobretodo que aquella noche en específico consiguió algo.
"—¿Que... estas haciendo con ella?— cuestiono Luca con la voz quebrada —¡¿Que estás haciendo?!— grito con fuerza..."
(...)
La cabeza de Amity golpeó el suelo de la Van sintiendo la mano de Lucía sobre su cabeza, obligandolo a quedarse en esa posición humillante.
—Esto se termina cuando yo quiera— gruño Lucia desabrochando su cinturón —¿Lo entendiste Amity?— cuestionó susurrando el el oido de la chica que se negó a responder —¡Te pregunte algo mierda! ¡Responde!— exigió ejerciendo más presión sobre la niña.
Amity asíntio con mucha difícultad, estaba aterrada, su cabeza dolía y no podía dejar de llorar. Escuchar como Lucía bajaba su bragueta y pantalones era horrible porque sabía lo que seguía.
—Lo que te falta es que aprendas a respetarme— aseguro la mayor bajando los shorts deportivos de la Blight —Te enseñaré a no ver a nadie más princesa.
Nuevamente Amity comenzó a luchar, pero sentir las uñas de Lucía rasgando la piel de su muslo izquierdo fue horriblemente doloroso, aún así continuo peleando, tratando de liberarse tan desesperadamente que se hizo un poco de daño en el camino.
—No quiero, por favor detente— suplico con la voz rota —Basta.
—¿Le dijiste a Luz que parará mientras te la metía?— cuestionó con furia la alfa —No Amity, porque eres una maldita zorra, no lo puedes negar se que te encanta.
—¡No es cierto!— grito la Blight entre llanto —¡Suéltame!
Lucia frunció el seño pero con su mano libre bajo la ropa interior de Amity, admiro por un segundo el cuerpo de la Blight tan malditamente tentador y perfecto que se lamió los labios.
—No importa cuando grites— se burló Lucía pegando su cuerpo a la espalda de Amity quien se tenso al instante —Nadie te va a escuchar, nadie se preocupa por ti, ninguna persona vendría a ayudar a una perra como tú.
—¡Mientes!— grito cerrando los ojos al sentir la erección de Lucia entre sus piernas —¡Tu solo mientes!
Lucia sonrió con arrogancia y en movimiento despreocupado entro en la Blight en seco lastimando internamente a la pequeña que grito.
—Vamos Amity grita— susurro Lucia para besar el cuello de la chica —Grita tan fuerte como puedas, nadie vendrá.
La Blight grito, lloro, pateó, intento luchar pero Lucía era simplemente más fuerte que ella. No importaba cuando lo intentará Lucía seguía usándola como si no valiera la pena.
—¡Basta!— suplico Amity con la voz rota y el rostro lleno de lágrimas.
—No llores princesa, solo será un momento— prometió la castaña besando la nuca de la peliverde —Solo deja de luchar princesa y prometo te gustará.
No. Era imposible que algo así le gustará, era imposible que sentir a Lucía dentro de ella estuviera bien, no le gustaba, nunca le gustó, siempre le dio miedo, siempre quiso llorar, siempre rogó que terminara rápido para que dejara de lastimarla.
—No quiero— su voz sonó tan débil y cansada que era sorprendente que se mantuviera consiente —¡Mamá! ¡Papá! ¡Edric! ¡Emira! ¡Amber! ¡Amelia! ¡Por favor alguien!
—Nadie te escucha— provoco la dominicana jalando el cabello de Amity hacia ella provocando que se pusiera de rodillas mientras continuaba lastimandola —O al menos no ahora princesa.
Amity abrió los ojos con terror, frente a ella estaba el celular de Lucía grabando todo.
—Si te sigues comportando como una maldita perra juro que enviaré este video a todos— prometió Lucía aumentando el ritmo de sus embestidas —Le diré a Luz... Le diré cómo puedes tenerla toda... Cómo te gusta... Le diré que tan bien se siente estar dentro de ti.
La Blight cerro los ojos negando. Que Luz viera algo así era simplemente cruel, no podía hacerlo, no quería imaginar el cuánto le dolería. Quería protegerla.
—Se una buena niña y deja de luchar— pidió Lucia saliendo de Amity y recostando a la chica en el suelo de la Van.
Lucia beso la mejilla de la Blight y abrió sus piernas con dificultad dejando ver el sexo de Amity que ya comenzaba a sangrar por la falta de lubricación y la violencia con la que se hizo el acto.
—Tal vez después le haga esto a Luz— amenazo tomando el mentón de la peliverde quien solo se quedó estatica —O la mate, nadie encontraría su cuerpo.
—¡No!— grito Amity con pánico y Lucia sonrió con arrogancia.
—Entonces deja de luchar y déjame meterlo de una puta vez— ordenó acomodándose entre las piernas de la pequeña.
Amity cerro los ojos y abrazo a Lucía clavando sus uñas en su espalda, no lucharía más porque no tenía sentido hacerlo.
No lucharia porque si algo le pasaba a Luz nunca se lo perdonaría, porque al final del día merecía eso. Porque ella era horrible y nadie la amaba. Deseaba morir realmente.
—Ves lo fácil que es princesa— exclamo Lucia antes de besar a Amity.
La sensación de los labios de Lucía sobre los suyos era asquerosa pero aún así la beso, aún así acepto cada caricia aunque doliera. Dejó que entrara en su cuerpo una y otra vez sin importar que el ardor entre sus piernas fuera tan insoportable.
Cuando tuvo relaciones con Luz en New York fue tierno, dulce e incluso mágico, porque apesar de que Luz no tenía experiencia no lastimo y siempre fue considerada.
"—Rayos— jadeo Luz sobre los labios de Amity quien respiraba lentamente —Se siente muy caliente ¿Te lastimo?
—No, está bien— susurro la peliverde tomando las mejillas de la alfa entre sus manos —Relájate.
—Eso intento— confeso la dominicana apretando las sábanas en intento por acostumbrase a esa sensación.
—Trata de moverte— aconsejo Amity con vergüenza y Luz no puedo evitar asintir y besar la punta de su nariz con amor.
La latina retrocedió con lentitud y la Blight cerro los ojos dejándose llevar por esa sensación tan desconocida hasta que con más rapidez Luz dió la primer embestida provocando un gemido fuerte en la peliverde.
—¡¿Te lastime?!— cuestionó Luz entrando en pánico y mirando con preocupación a Amity quien negó para abrazar a la alfa pegandola a su cuerpo.
—Esta bien— susurro la Omega dejando un beso en el cuello de la dominicana —Se sintió bien, puedes seguir.
Luz asíntio para moverse con un poco de más seguridad, mientras se aseguraba de hacer sentir a Amity totalmente segura entre sus brazos.
Pero para la menor de los Blight era la primera vez que no se sentía con miedo al estar con alguien, la primera ve que disfrutaba aquello sin importar lo torpe que fueran ambas.
—Te quiero— jadeo Luz en el oído de la peliverde quien gimió ante esas palabras —Diablos... te quiero Amity..."
Y aunque recordar a Luz era un intento por huir de aquella horrible situación no podía ignorar en dolor entre sus piernas, el ardor cada que Lucía rasguñaba su cuerpo o la asquerosa sensación de sus besos.
Pero cuando sintió aquel líquido entre sus piernas volvió a repetirse que aquello era solo su culpa, volvió a decirse cuando asco se tenía, se repitió cada falla y finalmente se quebró llorando mientras se acurrucaba en el pecho de Lucia.
Realmente comenzaba a desear solo irse.
Notes:
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Chapter 40: 38. No me veas
Notes:
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Chapter Text
Amity miro la ventana sin emoción alguna, estaba cansada, su zona íntima dolía, su cabeza dolía demasiado por llorar, gritar y la música ruidosa de la radio parecía amortiguar sus pensamientos.
Quería solo ignorar todo, olvidar que Lucía la había violado, olvidar que no era la primera vez, olvidar lo sucia que se sentía.
—Lo siento Amity— exclamo Lucia deteniendo el auto en el estacionamiento de su edificio —No se que me ocurrió... Yo no quería hacerte daño.
La peliverde no respondió, no quería hablar, no quería ver a Lucía. Simplemente añoraba estar en silencio por un tiempo.
—Princesa— dijo la alfa tomando el mentón de la Blight y obligándola a verla —Lo lamento, prometo que nunca volverá a pasar, no te lastimare de nuevo.
Amity asíntio con pocas ganas, Lucía la beso suavemente antes de bajar de la Van y abrirle la puerta. Irían a su departamento como era costumbre, se tendría que sentar y fingir estar bien mientras se le rompía el corazón de imaginar la decepción en el rostro de Luz cuando la viera llegar.
—Hasta que llegas— exclama Edalyn cargando al pequeño King —Camila fue al hospital, al parecer Luca necesita una cirugía, tengo que verla ahí así que por favor cuida a Luz, llevaré a King conmigo.
Lucía asíntio para dejar su chaqueta en el sofá, Amity solo dejo su mochila de la escuela en un rincón y saludo amablemente a Edalyn quien se extraño por la actitud de la peliverde.
—Amity, Luz está en su habitación tal vez quieras verla— comento despeinado el cabello color menta —No se que ocurrió en la escuela pero creo tuvo un mal dia y tú siempre la animas.
Antes las palabras de Eda el corazón de Amity se apretó, como animaría a Luz cuando el aroma de Lucía estaba en todo su cuerpo, como podría hacer algo cuando saber que había estado con su hermana la rompería.
La mujer se fue del departamento junto al bebé, Lucia se sentó en el sofá encendiendo el televisor para dar dos palmadas que ordenaban a Amity sentarse a su lado y eso hizo.
(...)
Luz miro la cinta enfrente de ella, todo lo que había en esa cinta, todo lo que escucho fue horrible, escuchar a Lucía golpear a su hermano, escuchar su confesión y los vídeos de Amity siendo violada fue lo peor del mundo.
Sus amigos estaban igual de consternados que ella, habían planeado toda la tarde como alejar a Amity hasta que encontrarán a la persona correcta que pudiera ayudarlos, tenían un lugar donde la esconderían los próximos días y sus hermanos estaban más que de acuerdo con ello.
Tenían ese plan y todo funcionaria, todo se arreglaría y sin importar que sacaría a Amity de aquella horrible situación. Incluso tenía la esperanza de que Luca despertara tarde o temprano para poder ver cómo aquella noche les dio una prueba contundente para terminar con Lucia.
—¡No quiero!— grito la voz de Amity desde la habitación de Lucia —¡duele!
Luz se puso de pie con prisa y corrio hacia la puerta de su hermana que estaba entre abierta.
—Callate, o Luz te escuchará ¿Quieres que se entere de como te la meto?— cuestionó Lucia apretando el cuello de la Blight.
La escena era grotesca, ver a Lucía sobre Amity abusando de ella revolvió el estómago de Luz quien retrocedió tirando un jarrón con el brazo.
La Blight miro la abertura de la puerta y se aterró al ver a Luz de pie ahí, no quería que la viera de esa forma, no quería que la dejara de querer por eso. Quería que Luz se fuera antes de que Lucía la notará.
—¿Qué mierda?— cuestionó la mayor apunto de mirar hacia atrás pero los brazos de Amity jalando su cuello se lo impidieron.
—Quédate— gimió la peliverde sobre los labios de Lucía tratando de provocarla lo sufriente para distraerla del ruido —Te necesito.
La castaña intento ignorar a Amity pero el sentí como su interior se apretaba más soltó un gruñido, en definitiva su Omega estaba tratando de jugar sucio así que haría lo mismo.
—Tienes suerte de ser malditamente caliente— gruño Lucia para aumentar sus embestidas sintiendo las uñas de la Blight clavarse en su espalda.
Amity suplico porque Luz se marchara, porque se fuera lo suficiente lejos para que Lucía no pudiera lastimarla o al menos que no se diera cuenta de que las había visto.
Pero para Luz era muy diferente, tenía tanta rabia dentro que comenzaba a nublar su juicio, pensó en como Amity estaba ahí, frente suyo siendo abusada una y otra vez mientras ella no hacía nada.
Quería avanzar, entrar a la habitación y pelear con Lucia aunque no tuviera posibilidad de ganar, cualquier cosa con tal de detener lo que pasaba.
Quería que Lucía dejara de tocar de esa forma tan repugnante a Amity, que dejara de besarla, que se alejara, que pare de violarla. Quería solamente que Lucía desapareciera del maldito mundo auqnue tuviera que pelear por ello.
Pero no lo hizo, porque la mirada llorosa de Amity le suplicaba que se fuera, porque la forma en la que la Blight se forzaba a no llorar era horrible.
Y Luz sabía que sí Lucía la descubría aquello terminaría, Amity se quedaría a su lado y nada podría salvarla.
Por eso se dió media vuelta, fue a su habitación, cerró la puerta y se dejó caer en el piso llorando.
Dolía como el infierno saber que a unos metros la chica que amaba estaba siendo violada.
Dolía escuchar la voz de Amity pidiendo que se detenga mientras posiblemente Lucía la lastimaba.
Dolía no poder hacer nada porque tenía las malditas manos atadas.
—No llores— exclamo Lucia con fuerza —¡Deja de llorar Amity!
Luz apretó sus puños lastimando un poco sus palmas por la presión, no quería escucharlo.
—¡Que dejes de llorar mierda!— explotó Lucía y un golpe fuerte se escuchó.
La menor de los Noceda cubrió sus odios cuando el llanto de Amity se volvío más fuerte.
Sería la peor noche de su vida.
(...)
Cuando el sol salió a la mañana siguiente Luz despertó en el suelo de su habitación, se había quedado dormida después de escuchar una asquerosa disculpa llena de manipulación por parte de Lucía a Amity.
—¿Estás despierta?— cuestionó Lucia al otro lado de la puerta de Luz.
—Si— respondió la menor con seriedad.
—Tengo que salir, regresaré a las 4, Mamá y Edalyn siguen en el hospital— informo la mayor con una sonrisa —Amity está dormida en mi cuarto, al parecer anoche discutió con sus hermanos y vino a dormir, no la despiertes, déjala dormir hasta tarde.
—Esta bien— se limito a responder Luz esperando escuchar la puerta principal cerrarse.
Cuando Lucia se fue rápidamente Luz se puso de pie y corrio a la ventana de la sala esperando ver la camioneta de Lucía alejarse y cuando ocurrió suspiró con alivio.
Camino con prisa hasta la habitación de Lucia y la abrio encontrando a Amity dormida debajo de las sábanas de su hermana.
El aroma de la habitación le revolvió el estómago pero no retrocedió, se sentó a lado de la Blight y acaricio su cabello notando marcas en su cuello y un gran moretón en la mejilla izquierda.
Amity al sentir el toque se levantó con repisa alejándose de la persona hasta que vio a Luz con esa estúpida sonrisa.
Una sonrisa que no merecía, un amor que no merecía. Porque sin importar que ella había visto como la violaban anoche, porque escucho todo y aún así le seguía sonriendo de esa forma.
—Esta bien Amity soy yo— exclamo Luz acercándose a la peliverde —Soy yo, no te haré daño.
—Lo siento— dijo la Blight con la voz rota mientras cubria su cuerpo desnudos con la sábana —No quería Luz... Trate de que no lo hiciera... Lo siento... Por favor... No dejes de quererme.
La dominicana abrazo con fuerza a Amity quien empezó a llorar manchando su playera con lágrimas, aferrándose a su cuerpo tan fuerte que Luz estaba segura de que en cualquier momento Amity se rompería.
—No te dejare de querer— aseguro Luz acariciando el cabello verde —Nada de esto hará que te deje de querer.
Luz decido que aquel día sería el último en el que Lucía tocaría a Amity porque se encargaría de que nunca volviera a suceder.
Esa tarde se llevaría a Amity y no volvería hasta que Lucía estuviera en la cárcel.
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Chapter 41: 39. El héroe
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Chapter Text
Amber miro con temor la puerta frente a ella, era la primera vez que se atrevía a visitar a Luca desde que estaba en coma.
Al tocar la palanca de la puerta pudo notar que estaba temblando, que su boca se sentía seca y que en cualquier momento saldría corriendo.
La última vez que vio al chico habían discutido, el había dicho que la odiaba y ahora el no podía despertar.
Todo por su culpa, todo por mentirle, todo por nada. Porque Amity seguía con Lucia, porque su hermanita estaba embarazada y el chico que quería podía nunca despertar.
Pero ahora estaba ahí, de pie frente a la habitación donde estaba Luca, rezando porque el chico despertara, suplicando un milagro que los hiciera conocerse en otra situación.
Tal vez en un parque. Que Luca estuviera patinando y cayera de su patineta que saldría disparada hacia una descuidada Amber que pasaba el día con sus hermanos.
Amelia miraría al chico Noceda con fastidio y después Amber tomaría esa patineta entre sus manos dispuesta a ver al culpable.
—Lo siento mucho— diría Luca con el rostro rojo.
—Fijate lo que haces idiot— diría Amber pero no terminaría de hablar porque el era lindo.
Ambos tratarian de disimular esos nervios hasta que Edric y Emira se comenzarán a reír.
Era tan fácil vivir en esa fantasía, un lugar en su mente dónde nada malo hubiera ocurrido, dónde el odio que tenía dentro no existiera.
Pero era el mundo real, ella solo tenía 16 años, su hermanita solo tenía 14 y era su deber intentar protegerla.
No tenía tiempo para Luca. Nunca lo tuvo y aún así no pudo evitar quererlo con todo su corazón.
Porque Luca era el tipo de chico que tiene una risa ruidosa, el tipo de chico que pide su helado con relleno porque ama el chocolate, el tipo que se detiene en el centro comercial cuando ve un niño perdido y lo ayuda.
Porque Luca siempre sería el tipo de chico que puede tomar tu mano mientras sientes que el mundo se te cae en los hombros.
Y ella era Amber Blight. Una chica más del montón.
—¿Entraras o no?— cuestino Belos mirando con diversión a la chica.
Amber asíntio para abrir la puerta y mirarlo por primera vez ahí, tranquilo mientras el ruido del monitor inundaba la habitación.
Su rostro tenía aún algunos golpes pequeños y un par de cicatrices nuevas, pero el seguía vivo.
Luchaba en esa cama de hospital cada segundo del día y lo había hecho durante tanto tiempo que Amber solo pudo llorar.
Belos quien miraba todo desde la distancia sonrió, era verdad que las niñas Blight tenían una horrible debilidad por los Noceda pero en aquel instante mirando a Amber junto a Luca deseo que por una vez todo saliera bien para ambas familias.
(...)
Luz tomo la mano de Amity con fuerza, estaban alejandose lo suficiente de el departamento de Lucía o al menos se marchaban a aquel escondite de los hermanos Blight que nadie más que Luca y ellos sabían.
—Nos va a encontrar— exclamo Amity dejando de caminar —No lo entiendes Luz, ella te va a lastimar... No quiero que te lastime a ti también.
—Hey mírame— pidió la castaña tomando la mano de la peliverde —Amity no dejaré que nada de eso ocurra, nadie más saldrá herido.
—¡No lo entiendes!— grito la Blight soltando la mano de Luz —Ella no se va a detener, no importa que hagas no me dejara en paz, tú no viste lo que le hizo a Luca, no sabes lo que me ha hecho... Ella nos va a encontrar y se que te va a dañar.
Luz suspiró sacando su frustración, entendía que Amity estaba mal, entendía que todo lo que vivió era un infierno, pero ahora mismo necesitaba desesperadamente que por un momento creyera en que podrían salir de eso.
—Te quiero Amity y tú me quieres a mí— exclamo la alfa tomando las mejillas de la Omega obligandola a verla —Y no me importa nada más que saber que estás bien, saber que intente cuidarte porque no quiero pensar en futuro sin ti, no quiero que vuelvas a pasar por lo de anoche, porque me destrozó escucharte llorar y si no te vas ahora, si no te alejas de Lucía se que jamás podremos parar esto Amity.
La mirada de Luz era tan sincera que por un momento Amity creyó que aquello solo era una mentira más de su mente hasta que la escucho respirar, sintió aquel aroma a chocolate y entendió que era su "Luz".
—Eres hermosa Amity y no mereces la mierda que está pasando, no mereces llorar porque no quieres hacer algo y yo te quiero— confeso la castaña apunto de llorar —Asi que por favor, por primera vez confia en que nos voy a proteger, en que cuando termine esto podremos tener citas sin que tengas miedo, confia en mi porque lo único que quiero es cuidar de ti y que tú quieras que yo lo haga.
La Blight beso a Luz quien se sorprendió por ello pero no sé alejo.
Beso a Luz porque la quería tanto que aveces sentía que su corazón explotaría de amor y porque estaba segura de que su amor era correspondido.
—Prométeme que si no funciona vas a correr— pidió Amity llorando mientras se aferraba a Luz —Prométeme que no dejaras que te lastime por mi.
—No puedo prometer eso— susurro Luz acariciando el cabello color menta —Pero puedo prometer que haré todo porque esto funcione.
(...)
Cuando era pequeño Luca quería ser un maldito héroe, quería ser el tipo de hombre que da seguridad a otros, pero cuando fue consiente de su cuerpo no pudo evitar asustarse.
Estaba en la cama de un hospital, Amber dormida a su lado y Belos mirando un periódico.
Se quitó la mascarilla provocando que el detective se pusiera de pie y llamará con desesperación a un doctor.
Luca sabía que tenía algo que hacer. Tenía que decirlo ahora que podía hablar, ahora que estaba despierto de nuevo.
—No hables— exclamo Belos tomando los hombros del chico —Espera al médico
Luca negó para tomar la corbata del detective Belos quien se sorprendió por la fuerza que tenía el chico para haber despertado del coma hace unos instantes.
—Es Lucia— exclamo Luca con la voz ronca —Lucia abusa de Amity Blight, abuso de Amelia Blight y fue quien me golpeó, así que ahora vaya a hacer su maldito trabajo.
—Maldito mocoso— respondió Belos con una sonrisa —Tal vez su tienes algo de héroe en ti.
Luca sonrió para mirar a Amber quien despertó cuando el equipo médico entro corriendo a la habitación a la par que Belos salía rápidamente del lugar.
En esta ocasión Belos se aseguraría de terminar con todo de una buena vez por todas.
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Chapter 42: 40. Solo un apellido
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¿Cuando había comenzado todo? ¿Cuando Amity Blight le había hecho perder la cordura? ¿Desde hace cuanto fantaseaba con su cuerpo bajo el suyo? ¿Cuando dejo de ser una fantasía y se volvió realidad?
Era cómico como todo a su alrededor se sentía como una avalancha de basura llena de malas noticias, pues entre más trataba de quedarse con la niña más problemas llegaban.
Cómo si todo el mundo confabulara en su contra y tal vez siempre fue así o al menos siempre se sintió así.
No entendía la razón exacta pero a veces no podía evitar sentirse culpable cada vez que Amity lloraba en las noches.
Pero no debía de hacerlo porque fue amity quién comenzó con todo fue quién utilizó esos vestidos cortos en su departamento, quién le suplico llevarla a todos esos conciertos, siempre fue Amity quién insistía el meterse en su mente.
Ella lo había intentado, intento alejarse de la Blight, intento no tocarla pero amity solo se lo pedía de tantas formas que era imposible no hacerlo.
Se lo pidió cuando su mano rozaba con sus rodillas, se lo pidió en cada abrazo, en cada felicitación al final de un concierto, en cada sonrisa que parecía infantil y definitivamente se lo pidió cuando la beso en su departamento.
Todo era culpa de Amity, de sus labios, de sus ojos, de su risa, de la forma en la que su cadera se pegaba a su cuerpo, todo era la culpa de esa niña y aún así no podía evitar desearla a cada minuto que pasaba.
Incluso ahora no podía sacarla de su mente, el tan solo imaginar que estaba esperando a un bebé suyo era esperanzador, el saber que solo tenía que llevársela lejos de aquel lugar y huir a cualquier parte del mundo era la única opción que tenía.
—¡te estoy hablando!— grito Camila tomando el cuello de la camisa de Lucia —Dime que no le hiciste eso a Luca, dime qué no tocas a esa niña.
Lucia no responde en absoluto, el ver a su madre tan estresada le parece cómico porque al final solo era una estúpida como su padre.
Incluso le parecía una perdida de tiempo. Camila fue quién la dejo con su padre, su madre nunca lucho por ella y ahora le pedía explicaciones cómo si fuera alguien importante.
—Dime que no lastimas a Amity— suplico Camila con los ojos llorosos.
—No me toques perra— gruño Lucia empujando tan fuerte a su madre que cayó al suelo en medio de la sala —Nunca me vuelvas a tocar en tu insignificante vida.
—¿Que te ocurrió? Tu ya no eres mi hija— sollozo Camila cubriendo su rostro con sus manos.
Lucia no pudo evitar sentir una pequeña culpa en su pecho que inmediatamente se apagó al recordar que su madre siempre le tuvo miedo.
—Quieres que te diga lo siento— bromeó la castaña con arrogancia —"Perdón mamá por follarme a una niña de 14, por quitarle la virginidad en su cumpleaños, por violarla, por tocarla durante los últimos 8 meses y por dejarla embarazada"— confesó sin culpa alguna en su voz —"Perdón por golpear a mi hermanito hasta dejarlo en coma, perdón por hacer todo esto, me arrepiento"
Camila solo miro desde el piso a Lucia, tenía la misma mirada libre de culpa que tenía su padre aún cuando cometía los actos más horribles del mundo.
—No me arrepiento Camila— gruño Lucia poniéndose en cuclillas y tomando el rostro de su madre entre sus manos con fuerza —Te odio, me da tanto asco que tuvieras un bebé de una violación, me da asco que dejarás que Fernando te hiciera tanta mierda con tal de que no tocará a tu pequeña Lucesita, cuando la encuentre te juro que me aseguraré de que no vuelva a acercarse a "mi Amity"
Antes de que Camila pudiera decir algo Lucia golpeó su rostro con tanta fuerza que la dejo inconsciente en el piso de su departamento.
La dominicana tomo un pequeño suspiro, necesitaba recapitular todo lo ocurrido.
Salió temprano a ver un trato de la banda, llego antes de lo esperado y no encontró a Amity por ningún maldito lado al igual que toda la ropa que tenía en su habitación de la Blight y antes de que pudiera salir a buscarla ya estaba siendo confrontada por su madre quien había llegado sola al departamento.
—Estupidos mocosos— gruño entrando a su habítacion para arrodillarse en el suelo y sacar una tabla suelta del piso.
Cuando la tabla se alzó dejo a la vista una caja negra, una pistola y lo que parecía ser una memoria blanca.
Guardo la pistola en el bolsillo de su chaqueta roja, no se molestó en volver a ocultar todo pues no volvería a aquel departamento ni al maldito estado.
—Era un lindo lugar— exclamó con una sonrisa para caminar hasta la puerta de su departamento.
Lucia bajo hasta su camioneta, tenía que encontrar una forma de encontrar a Amity antes de que el maldito Belos lo hiciera primero pero como su maldita suerte no era la mejor del mundo tan pronto abrió la puerta de su vehículo escucho el sonido del seguro de un arma siendo quitado.
—Lucia Noceda quedas detenida por el crimen de intento de homicidio, violación a un menor de edad y el asesinato de Winona Park y Amelia Blight— exclamó Belos apuntando a la espalda de la castaña.
—No tienes una maldita orden— gruño la dominicana volteando a ver al rubio.
—Tengo una orden del juez en el bolsillo y tenemos pruebas contundentes en tu contra— aseguro Belos con sus ojos fijos en el arma de Lucia.
—Lo lamento amigo, pero este día no lo harás— sentenció la alfa sacando su arma rápidamente y disparando sin dudar en la pierna del agente que cayó al suelo de rodillas —Necesitas leer mejor el lenguaje corporal idiota.
Belos alzó su arma pero Lucia ya había subido a su auto y comenzaba a alejarse por el camino. Cómo pudo el hombre subió a su patrulla pero antes noto el celular de Lucia tirado en el suelo.
Aquel objeto había caído cuando saco el arma de su chaqueta y sin dudarlo Belos lo tomo esperando que aquello sirviera como prueba o al menos para averiguar a dónde se dirigía Lucia.
(...)
Luca miro la puerta de su habitación, el estaba solo pues Amber había tenido que ir a ayudar a Luz con el escape de Amity y Belos estaba tratando de atrapar a Lucia.
—Necesito ayudarlos— gruño el castaño tratando de pararse de la cama aunque sabía que posiblemente jamás volvería a hacerlo.
La doctora Shepard había explicado claramente que no murió porque la placa en su cabeza pudo de forma casi milagrosa reducir el daño en su cerebro, pero que su espina había sido horriblemente lastimada. Ella había tratado de arreglar todo lo que pudo pero era un daño demasiado grande.
—Mierda Luca tienes que ir— se dijo a si mismo cuando sus pies tocaron el suelo.
El podía sentir el frío del piso por lo que sus sentido estaban bien, podía mover un poco sus dedos por lo que era claro que podría caminar al menos en la teoría.
Y necesitaba intentarlo, porque no dejaría que las personas que le importaban arriesgaran sus vidas mientras el estaba en una cama de hospital.
El había prometido salvar a Amity y lo haría aunque le costara tiempo o esfuerzo.
Entonces se puso de pie y el dolor fue tanto que cayó de rodillas, intento levantarse pero cada vez que lo lograba el dolor en su cintura, rodillas y músculos era tanto que lo volvían a derribar.
Luca llegó a la conclusión de que sus músculos no habían sanado, que las fracturas seguian ahí o que algo pasaba con sus piernas y estaba más que frustrado.
—¡Solo por una vez estúpido cuerpo!— explotó golpeando sus piernas —¡Has algo que yo quiera! ¡Por favor! ¡Necesito ayudar a mi hermanita! ¡Necesito proteger a Amity!
Había un pequeño tema del que Luca nunca hablo más que con el psicólogo que lo acompaño en todo su proceso para ser un chico.
Pero el problema era que el se odiaba mucho, odiaba las cicatrices en su pecho que le recordaban que incluso al nacer fue un error, odiaba el como era el más débil de la clase, odiaba no haber protegido a su madre cuando su padre la dañaba.
Odiaba sentirse tan inútil, tener disforia en ocasiones, pero lo intentaba cada día de su vida y Dios sabía que era verdad.
Por eso necesitaba ir con los suyos y ayudarlos, porque Lucia lo había lastimado, porque ella era su hermana y casi lo mató, necesitaba ir y asegurarse de que no volviera a dañar a nadie más.
Pero no podía, porque su cuerpo no respondía, porque sus piernas no se movían como debían, por qué la visión de su ojo izquierdo estaba tan nublada que no aguantaba y en definitiva no le diría a nadie que aveces le costaba recordar cosas.
El estaba jodido y aún así trataba desesperadamente de proteger a todos.
(...)
Luz miro el escondite, era una vieja fábrica abandonada que algunos chicos del pueblo usaban como base por lo que estaba llena de grafitis, pinturas e incluso un spot de skate en el centro.
—Los adultos no tienen ni puta idea de esto— confesó Boscha a lado de Amity quién se asombro del lugar —Ni siquiera los chicos de universidad saben que esto existe.
—Esto no es nada legal— comento Gus mirando el grafiti de pulpo.
—No creo que importe mucho— exclamó Viney pateando una piedra —Estamos aquí por otras razones.
—Razones 100% buenas— se únio Emira tomando el hombro de Amity.
—No podremos decir "juro que mis intenciones no son buenas"— bromeó Edric a lado de Luz —Pero algo es algo.
—¿Creen que esto funcione?— cuestionó Skara mirando la oficina que estaba muy arriba.
—Tenemos que intentarlo— aclaro Willow mirando a Amity y tomando su mano con fuerza para darle confianza.
—Lamento hacerlos pasar por todo esto— hablo finalmente la Blight con la voz rota —De verdad siento mucho esto, es mi culpa.
Luz estuvo apunto de abrazar a la peliverde cuando Amber camino hasta su hermana menor y acaricia su cabeza con suavidad.
—Esto no es tu culpa Mittens— aseguro la mayor con una sonrisa —Te queremos y haríamos cualquier cosa por ti sin importar lo difícil o demente que sea.
Amity abrazo con fuerza a su hermana para comenzar a llorar.
Luz al ver esto sintió un apretón en su corazón, odiaba ver a Amity tan mal, escucharla decir que todo lo que le pasó se lo merecía era tan triste que hubo un momento en el que se presionó a si misma por no llorar.
Amaba a Amity, le gustan desde siempre pero ahora necesitaba protegerla, necesitaba asegurarse de que la Blight estaría bien sin importar que ocurriera.
Después de todo su hermano mayor finalmente despertó y aunque moría de ganas de verlo sabía que Luca la mataría por dejar a Amity sola, por lo que esperaría a que todo terminara para abrazarlo y decirle "Lo logramos".
Porque aquella noche todo terminaría, porque solo tenían que pasar 24 horas sin que Lucia los encontrará y saldrían de aquello.
Solo quedaba esperar.
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Chapter 43: 41. Por ella
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Chapter Text
Un sollozo débil se escucho en la habitación al final del pasillo, Lucía entro con cuidado teniendo su arma en la mano, trato de no hacer ruido pero cuando abrió la puerta pudo verla.
Una pequeña Amity de 13 años que lloraba mientras su vestido blanco estaba cubierto de pintura azul y sus brazos llenas de marcas.
Lucía soltó el arma y corrió hasta la pequeña, tomo su rostro y reviso con desesperación en busca de alguna herida que nunca encontró.
—¿Que paso?— cuestionó limpiando las lágrimas en el rostro de la Blight —Princesa, ¿Que está pasando?
—Me lastimaste— sollozo Amity tratando de alejar a Lucía de su cuerpo —Te pedí que no lo hicieras, te dije que solía y tú solo me lastimaste.
—No, no, no, tienes que entender que todo lo hice por ti— explico con desesperación la castaña tomando con fuerza los brazos de la niña —Todo lo hice porque nadie te alejara de mi, por ti, por mi, para que te quedarás, nunca te quise hacer daño
—Pero lo hiciste— insistió la pequeña Amity llorando con fuerza —Dolio mucho, llore, grité y tú no paraste.
—¡Querías dejarme!— explotó Lucía abrazando a la pequeña con fuerza —No podía aceptarlo, pero juro que nunca quise lastimarte de esa forma.
Amity niega luchando hasta que se aleja del cuerpo de Lucía cayendo al suelo, el piso blanco debajo de Amity se empieza a manchar de sangre al igual que su falda.
Lucia retrocede mirando todo, en las paredes se repiten imágenes de Amity llorando, de su parte íntima sangrando, de ella golpeándola. Una y otra vez hasta que es lo único a su alrededor.
—Siempre jodes a todos Lucía— exclama Amelia desde el marco de la puerta —No puedes evitarlo, eres una mierda.
—Callate perra— gruño Lucía tomando el cuello de la mayor de los Blight.
—Me vas a matar— se burló la peliverde con diversión —Me vas a violar, no eres más que una patética persona que abuso de una niña.
—Jodete Amelia— sentenció Lucía presionando con fuerza el cuello de la Blight.
De la nada Amelia se convirtió en Amity y cuando soltó su cuello ya era tarde, la pequeña estaba muerta en el suelo con sus ojos abiertos mirando a Lucía mientras la sangre seguia brotando de su zona íntima.
Lucia retrocedió mirando sus manos manchadas de sangre al igual que su entrepierna, pero al mismo tiempo desde la puerta la miraba Luca con decepción junto a Luz quien parecía sonreír con burla.
—Es una lastima que nunca te amo— exclamó Luca arrodillándose a lado del cuerpo de Amity —Al menos amo a Luz, supongo que es algo.
Sin esperas respuesta Luz tomo el arma del suelo y apunto a Lucía quien no retrocedió en absoluto.
Entonces disparo.
El claxon del auto sonó con fuerza cuando la cabeza de Lucía golpeó el volante, eran las 9 de la noche y estaba estacionada dentro del bosque para perder al maldito Belos.
Había revisado cada lugar en el condado en el que pudiera estar Amity sin encontrarla, incluso parecía como si la tierra se hubiera comido a la niña.
—Te necesito tanto— susurro recargando su cabeza en la venta de su camioneta.
Cerro los ojos con cansancio pensando en cada maldito sitio en la ciudad y después recordó algo pequeño, una esperanza de recuperar a su pequeña.
Durante el tiempo que estuvo con Amelia recordó como a veces los chicos a su alrededor solían mencionar la fábrica abandonada al sur, decían que en aquel lugar probablemente alguien murió pero como estaba tan oculta los policías no pudieron encontrar a la víctima.
Entonces encendió su camioneta y salió del bosque sin darse cuenta que Belos estaba a oculto a metros de ella aún siguiéndola.
(...)
Amity recostó su cabeza en el hombro de Luz quien escuchaba con atención como sus amigos hablaban de videojuegos, algunos chistes subidos de tonos y como aveces la maestra de química los trataba como sus hijos.
—¿Tienes sueño?— cuestionó Luz acariciando con su pulgar la mano de la Blight.
—No mucho— bostezo Amity y cerro los ojos sintiéndose segura a lado de Luz.
—Duerme un poco— susurro la castaña besando rápidamente la frente de la Omega —Mañana estaras en casa.
(...)
Cuando Lucía estacionó la camioneta fuera de la vieja fábrica metió la mano en su chaqueta notando que su celular no estaba lo que por un instante le hizo perder la compostura al igual que aquella pesadilla se repetía una y otra vez en su mente.
—Basta— gruño apretando sus puños con fuerza —Deja de pensar en eso.
Era como si su propia mente estuviera intentando alejarla de Amity.
¿Era culpa? No, porque todo lo que hizo fue porque ella lo quiso así, porque cada vez que estuvo dentro de la Blight era tan caliente que se derretía, porque sus pequeños labios sobre su miembro le daban una sensación tan adictiva que enloquecía.
¿Se arrepentía? Claro que lo hacía, todo el tiempo, pero ya era tarde para dar marcha atrás, ya era tarde para frenar todo porque había perdido la cordura por Amity.
No había una razón por la que su mente la obligará a retroceder, porque ella haría de nuevo toda esa mierda si tuviera la oportunidad.
Así que contra el sentimiento y su mente camino dentro de aquella fábrica mientras Belos estacionaba su auto atrás del de Lucía y bajaba de su vehículo con mucha dificultad.
(...)
Están ahí, sentados charlando de cosas tan triviales que parecían lo mejor, estaban en su mundo y por eso no vieron a Lucía entrar.
La dominicana alzo su arma y disparo dejando que aquel sonido fuera el que alertara a ese montón de mierda menor de edad.
Uno.
Amity abrió los ojos con terror cuando vio a Lucía con el arma pero fue aún peor cuando aquella bala atravesó el hombro de Edric quien estaba frente de ella.
Las gotas de sangre marcharon el rostro de Luz y Amity quienes estaban frente al mayor de los Blight.
Dos.
Otro disparo se escucho seguido de como el brazo de Gus era atravesado por una bala.
Tres.
Viney cayó al suelo con una gran herida en su costado izquierdo mientras que los chicos comenzaban a entender todo.
Cuatro.
Emira empujó a Amber y fue atravesada por una bala que pareció darle en la cabeza y su cuerpo cayó al suelo.
Cinco.
Amity empujó con fuerza a Luz cayendo sobre ella mientras la bala se clavaba en la pared detrás de ellas a la altura de dónde estaba la cabeza de Luz.
Seis.
Boscha cubrio con su cuerpo a Willow evitando que aquella bala le hiciera daño pero su pierna fue atravesada por la misma.
Amber ayudo a qué Luz y Amity se pusieran de pie rápidamente mientras Lucía apuntaba nuevamente a Luz pero Amity la cubrió con su cuerpo impidiendole lastimarla.
Siete.
Al no poder dispararle a Luz decidió disparar hacia Amber quien cayó en el suelo a lado de Edric quien respiraba con dificultad tratando de alcanzar a Emira quien no se movía.
Lucia bajo su arma y camino con lentitud hasta estar a unos metros de Amity quien protegía a Luz con su cuerpo.
—No apunte a matar— confesó extendiendo su mano hacia la menor —Asi que solo ven conmigo.
Luz gruño tomando los hombros de Amity y poniéndola detras de ella mientras miraba con odio a su hermana mayor.
—Ella no se irá contigo— sentenció sin miedo alguno en su voz —Tendras que matarme antes de llevártela.
—Es curioso— exclamó Lucía con una sonrisa mientras alzaba la pistola a la altura de la cabeza de Luz —Luca dijo lo mismo.
El dedo de Lucía tocó el gatillo con frialdad y un disparo alertó a todos.
Una bala había atravesado la pierna derecha de Lucía quien casi cayó al suelo pues se aferró a una de las paredes del lugar.
—Tómalo como un "ojo por ojo"— sentenció Belos con sudor en el rostro y una mueca similar a una sonrisa —Tener a Scarlett como una infiltrada todo este tiempo me sirvió para saber lo maldita que puedes ser.
—Tu nunca te cansas de que te dé en la madre— exclamó la dominicana con una sonrisa arrogante alzando su arma a Belos —Eres un puto suicida.
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Chapter 44: 42. El caballero
Notes:
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Chapter Text
Un sollozo débil se escucho en la habitación al final del pasillo, Lucía entro con cuidado teniendo su arma en la mano, trato de no hacer ruido pero cuando abrió la puerta pudo verla.
Una pequeña Amity de 13 años que lloraba mientras su vestido blanco estaba cubierto de pintura azul y sus brazos llenas de marcas.
Lucía soltó el arma y corrió hasta la pequeña, tomo su rostro y reviso con desesperación en busca de alguna herida que nunca encontró.
—¿Que paso?— cuestionó limpiando las lágrimas en el rostro de la Blight —Princesa, ¿Que está pasando?
—Me lastimaste— sollozo Amity tratando de alejar a Lucía de su cuerpo —Te pedí que no lo hicieras, te dije que solía y tú solo me lastimaste.
—No, no, no, tienes que entender que todo lo hice por ti— explico con desesperación la castaña tomando con fuerza los brazos de la niña —Todo lo hice porque nadie te alejara de mi, por ti, por mi, para que te quedarás, nunca te quise hacer daño
—Pero lo hiciste— insistió la pequeña Amity llorando con fuerza —Dolio mucho, llore, grité y tú no paraste.
—¡Querías dejarme!— explotó Lucía abrazando a la pequeña con fuerza —No podía aceptarlo, pero juro que nunca quise lastimarte de esa forma.
Amity niega luchando hasta que se aleja del cuerpo de Lucía cayendo al suelo, el piso blanco debajo de Amity se empieza a manchar de sangre al igual que su falda.
Lucia retrocede mirando todo, en las paredes se repiten imágenes de Amity llorando, de su parte íntima sangrando, de ella golpeándola. Una y otra vez hasta que es lo único a su alrededor.
—Siempre jodes a todos Lucía— exclama Amelia desde el marco de la puerta —No puedes evitarlo, eres una mierda.
—Callate perra— gruño Lucía tomando el cuello de la mayor de los Blight.
—Me vas a matar— se burló la peliverde con diversión —Me vas a violar, no eres más que una patética persona que abuso de una niña.
—Jodete Amelia— sentenció Lucía presionando con fuerza el cuello de la Blight.
De la nada Amelia se convirtió en Amity y cuando soltó su cuello ya era tarde, la pequeña estaba muerta en el suelo con sus ojos abiertos mirando a Lucía mientras la sangre seguia brotando de su zona íntima.
Lucia retrocedió mirando sus manos manchadas de sangre al igual que su entrepierna, pero al mismo tiempo desde la puerta la miraba Luca con decepción junto a Luz quien parecía sonreír con burla.
—Es una lastima que nunca te amo— exclamó Luca arrodillándose a lado del cuerpo de Amity —Al menos amo a Luz, supongo que es algo.
Sin esperas respuesta Luz tomo el arma del suelo y apunto a Lucía quien no retrocedió en absoluto.
Entonces disparo.
El claxon del auto sonó con fuerza cuando la cabeza de Lucía golpeó el volante, eran las 9 de la noche y estaba estacionada dentro del bosque para perder al maldito Belos.
Había revisado cada lugar en el condado en el que pudiera estar Amity sin encontrarla, incluso parecía como si la tierra se hubiera comido a la niña.
—Te necesito tanto— susurro recargando su cabeza en la venta de su camioneta.
Cerro los ojos con cansancio pensando en cada maldito sitio en la ciudad y después recordó algo pequeño, una esperanza de recuperar a su pequeña.
Durante el tiempo que estuvo con Amelia recordó como a veces los chicos a su alrededor solían mencionar la fábrica abandonada al sur, decían que en aquel lugar probablemente alguien murió pero como estaba tan oculta los policías no pudieron encontrar a la víctima.
Entonces encendió su camioneta y salió del bosque sin darse cuenta que Belos estaba a oculto a metros de ella aún siguiéndola.
(...)
Amity recostó su cabeza en el hombro de Luz quien escuchaba con atención como sus amigos hablaban de videojuegos, algunos chistes subidos de tonos y como aveces la maestra de química los trataba como sus hijos.
—¿Tienes sueño?— cuestionó Luz acariciando con su pulgar la mano de la Blight.
—No mucho— bostezo Amity y cerro los ojos sintiéndose segura a lado de Luz.
—Duerme un poco— susurro la castaña besando rápidamente la frente de la Omega —Mañana estaras en casa.
(...)
Cuando Lucía estacionó la camioneta fuera de la vieja fábrica metió la mano en su chaqueta notando que su celular no estaba lo que por un instante le hizo perder la compostura al igual que aquella pesadilla se repetía una y otra vez en su mente.
—Basta— gruño apretando sus puños con fuerza —Deja de pensar en eso.
Era como si su propia mente estuviera intentando alejarla de Amity.
¿Era culpa? No, porque todo lo que hizo fue porque ella lo quiso así, porque cada vez que estuvo dentro de la Blight era tan caliente que se derretía, porque sus pequeños labios sobre su miembro le daban una sensación tan adictiva que enloquecía.
¿Se arrepentía? Claro que lo hacía, todo el tiempo, pero ya era tarde para dar marcha atrás, ya era tarde para frenar todo porque había perdido la cordura por Amity.
No había una razón por la que su mente la obligará a retroceder, porque ella haría de nuevo toda esa mierda si tuviera la oportunidad.
Así que contra el sentimiento y su mente camino dentro de aquella fábrica mientras Belos estacionaba su auto atrás del de Lucía y bajaba de su vehículo con mucha dificultad.
(...)
Están ahí, sentados charlando de cosas tan triviales que parecían lo mejor, estaban en su mundo y por eso no vieron a Lucía entrar.
La dominicana alzo su arma y disparo dejando que aquel sonido fuera el que alertara a ese montón de mierda menor de edad.
Uno.
Amity abrió los ojos con terror cuando vio a Lucía con el arma pero fue aún peor cuando aquella bala atravesó el hombro de Edric quien estaba frente de ella.
Las gotas de sangre marcharon el rostro de Luz y Amity quienes estaban frente al mayor de los Blight.
Dos.
Otro disparo se escucho seguido de como el brazo de Gus era atravesado por una bala.
Tres.
Viney cayó al suelo con una gran herida en su costado izquierdo mientras que los chicos comenzaban a entender todo.
Cuatro.
Emira empujó a Amber y fue atravesada por una bala que pareció darle en la cabeza y su cuerpo cayó al suelo.
Cinco.
Amity empujó con fuerza a Luz cayendo sobre ella mientras la bala se clavaba en la pared detrás de ellas a la altura de dónde estaba la cabeza de Luz.
Seis.
Boscha cubrio con su cuerpo a Willow evitando que aquella bala le hiciera daño pero su pierna fue atravesada por la misma.
Amber ayudo a qué Luz y Amity se pusieran de pie rápidamente mientras Lucía apuntaba nuevamente a Luz pero Amity la cubrió con su cuerpo impidiendole lastimarla.
Siete.
Al no poder dispararle a Luz decidió disparar hacia Amber quien cayó en el suelo a lado de Edric quien respiraba con dificultad tratando de alcanzar a Emira quien no se movía.
Lucia bajo su arma y camino con lentitud hasta estar a unos metros de Amity quien protegía a Luz con su cuerpo.
—No apunte a matar— confesó extendiendo su mano hacia la menor —Asi que solo ven conmigo.
Luz gruño tomando los hombros de Amity y poniéndola detras de ella mientras miraba con odio a su hermana mayor.
—Ella no se irá contigo— sentenció sin miedo alguno en su voz —Tendras que matarme antes de llevártela.
—Es curioso— exclamó Lucía con una sonrisa mientras alzaba la pistola a la altura de la cabeza de Luz —Luca dijo lo mismo.
El dedo de Lucía tocó el gatillo con frialdad y un disparo alertó a todos.
Una bala había atravesado la pierna derecha de Lucía quien casi cayó al suelo pues se aferró a una de las paredes del lugar.
—Tómalo como un "ojo por ojo"— sentenció Belos con sudor en el rostro y una mueca similar a una sonrisa —Tener a Scarlett como una infiltrada todo este tiempo me sirvió para saber lo maldita que puedes ser.
—Tu nunca te cansas de que te dé en la madre— exclamó la dominicana con una sonrisa arrogante alzando su arma a Belos —Eres un puto suicida.
Notes:
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Chapter 45: 43. ¿Aún eres mi niña?
Chapter Text
Lucia sonrió con arrogancia al ver cómo aquel irritante detective finalmente estaba fuera de juego, aunque el problema de que Luz tuviera un arma complicaba las cosas.
—Te vas a hacer daño, dame esa mierda— ordenó Lucía extendiendo su mano hacia Luz quien nego.
La mayor de los Noceda solo sonrió, estaba llegando a un punto dónde toda su paciencia había terminado, en primera dispararle a todos esos mocosos era una molestia y ahora lidear con su hermanita era peor.
Sin mencionar que el tiempo parecía estar en su contra, cada segundo valía la pena y no podía tirarlo a la basura, tenía que persuadir a Amity de ir con ella sin violencia o en el peor de los casos sin que la Blight estuviera agonizando.
—Amity— hablo Lucía mirando a la peliverde —Por favor, no tenemos que hacer esto, puedes venir conmigo, podemos funcionar
—¡No hables!— grito Luz apuntando a su hermana aunque sus manos temblaban —¡Alejate de ella!
Lucia solo miro a Luz con indiferencia, avanzo hasta estar frente a Amity y se agachó quedando a su altura e ignorando todo el dolor en su pierna.
—Mirame Princesa— suplico Lucía tomando el rostro de la pequeña entre sus manos —Se que no quieres que nadie muera, prometo que si vienes conmigo arreglaremos esto y nadie tendrá que morir.
—¡Alejate de ella!— ordenó Luz tocando el gatillo del arma —¡Le estás mintiendo!
—Yo nunca le mentiría a ella— aseguro la mayor mirando con odio a Luz.
Amity miro la escena, sus hermanos se desangraban en el piso, Emira no se movía, y todos los demás estaban heridos. Pero luz estaba ahí de pie, con un arma en sus manos apuntando a Lucía aunque en sus ojos solo podía ver el dolor de tener que tomar una decisión.
Y no podía hacerle eso a Luz, no podía hacerla cargar con el trauma de tener que disparar un arma, no podía dejar que cargará con todo en sus hombros.
Porque aquello era su culpa, únicamente culpa de Amity y tendría que lidear con ello. Si se marchaba con Lucía podría alejarse sin más violencia, podía darle un poco de tiempo a Luz para que llamara a emergencias.
Era la única opción que tenía si quería salvar a todos.
Por eso abrazo a Lucía con fuerza aunque Luz le gritaba que se alejara, por eso acepto ese suave beso de Lucía que le revolvió el estómago en segundos.
—¡Amity aléjate de ella!— grito Luz mirando con dolor la escena.
—Vamos a casa princesa— susurro Lucía en el oído de la Blight quien asintió.
Amity no miro a Luz, no soportaría ver el dolor en su rostro y tampoco la decepción pero que podía hacer más que irse con Lucía.
Tal vez sería la única vez en su vida que podría hacer algo por las personas que quería y finalmente desaparecería de una vez por todas.
—¡Dile lo que hizo!— grito Amber recargando su espalda en la pared mientras continuaba desangrándose.
—¡Tienes que decirle lo que hizo Lucía!— exclamó Edric con el cuerpo de Emira entre sus manos —¡Tiene que entender que no es su culpa!
Amity miro a sus hermanos y trato de caminar hacia ellos pero Lucía ya la sujetaba del brazo con fuerza.
—No tenemos tiempo para esto— exclamó la dominicana presionando el brazo de la peliverde haciéndole daño.
—¡Suéltala!— ordenó Luz sin dejar de mirar a Lucía quien obedeció —Escucha Amity me enteré de esto hasta ayer, no quería decírtelo así
Lucia abrió los ojos con asombro, si Amity se enteraba de todo sería imposible llevársela sin violencia, pero ahora mismo su cerebro no podía pensar en como impedirlo.
—Lucia mato a Amelia— exclamó Luz mirando a Amity con tristeza —Ella es la culpable de todo, tú no tienes la culpa de nada.
—¡Amity vámonos!— ordenó la mayor extendiendo nuevamente su mano a la Blight —Solo vámonos, no necesitas nada más.
Luz disparo el arma retrocediendo y tirandola en el proceso, el brazo de Lucía comenzaba a sangrar mientras se recargaba en la pared respirando con dificultad.
—¿Quieres jugar de esta forma Luz?— cuestionó la mayor mirando con diversión a su hermana menor —Sabias que violaron a mamá, que mi padre la obligó a tener sexo con dos malditos hijos de puta y de ahí naciste tú, que solo eres producto de una violación.
—¿De que hablas?— cuestiona Luz con la voz rota.
—Tu eres producto de una violación— repite Lucía tomando el arma del suelo —Eres la desgracia de tu madre y la vergüenza de tu padre.
Sin dudarlo Luz se lanzo hacia Lucía tirando en el suelo, ambas comenzaron a pelear con fuerza.
La mayor golpeaba las costillas de Luz tratando de quitarla de encima pero la menor intentaba desesperadamente quitarle el arma.
—¡Corre Amity! ¡Corre!— grito Luz mirando a la Blight quien retrocedió —¡Tienes que irte! ¡Corre!
Lucia tomo el arma y golpeó la nuca de Luz dejándola inconsciente en el piso mientras Amity corría adentrándose un poco más en la fábrica.
—¡¿Por qué tienes que hacer esto tan difícil princesa?!— explotó la mayor poniéndose de pie y mirando a los chicos en el piso.
Tal vez en ese momento Lucía no noto que faltaban dos personas, Willow y Skara quienes serían las encargadas del segundo acto.
Belos por su parte trato de moverse pero recuperaba y perdía la consciencia con rapidez, por lo que simplemente no podía hacer la gran cosa aunque descubrirá cómo ponerse de pie y ir detrás de Lucía lo antes posible.
Aquel era un juego que simplemente el hombre no perdería.
Nadie estaba dispuesto a perder aquella noche.
(...)
Edalyn o más conocida en sus tiempos de rebeldía como "la dama búho" conducía a gran velocidad siendo seguida por tres ambulancias y 10 agentes de la comisaría, no eran demasiados pero era todo lo que se pudo conseguir en menos de 15 minutos.
—¡Belos que se cree!— grito Bump a lado de Edalyn —¡Realmente siente que puede atacar a una estúpida psicópata y ganar! ¡Recuérdame despedirlo!
—Con todo respeto señor, ustedes mejor que nadie debe de saber que Belos es un gran hijo de puta que no parará hasta atraparla— exclamó Edalyn mirando el camino.
—Aun así es un estúpido idealista, pensé que lo había entrenado mejor— gruño Bump mirando el camino frente a ellos.
—Señor, fue porque lo entreno bien que el está intentando salvar a esa niña— aclaro Edalyn con una sonrisa.
Bump suspiro entendió que Belos ya era ese novato de 23 años que entró junto los demás cadetes, no era ese niño rico con toma de marca y cabello minuciosamente peinado.
Y ahora solo podía rezar porque el estuviera bien o al menos siguiera vivo hasta que ellos llegaran.
(...)
Amity corrió por los pasillos, el humo comenzaba a entrar por todas partes y estaba segura que la fábrica comenzaba a quemarse por dentro y sus estúpidos pensamientos no paraban.
Ella amaba a su hermana mayor, era valiente, hermosa, inteligente y tenía el corazón más noble que había visto en su corta vida. Por eso no entendía porque Lucía le haría eso.
Lucia era cruel, disfrutaba escuchar a Amity llorar, pero también la amaba tanto que era enfermizo.
Es decir Lucía la abrazo en las noches en las que no podía continuar, la cuido cuando se enfermaba, le enseño a jugar béisbol y le ayudo en sus deberes todo el tiempo. Claro que aveces la lastimaba.
De hecho siempre la lastimó mientras abusaba de ella o cuando se enojaba, pero jamás intento matarla, siempre la lastimó porque estaba segura de que podría recuperarse.
Pero pensar en que le hizo todo eso a Amelia fue simplemente horrible, porque al final del día Amelia siempre fue su heroína.
La persona que llamaba mientras tenía pesadillas, la persona que extrañaba mientras dormía sola en casa, incluso la llamaba cuando sentía que no podía continuar más.
Pero Lucia la amaba.
—No es cierto— sollozo Amity corriendo —Ella no me amaba.
Aquellas palabras dolían pero necesitaba convencer a su estúpido cerebro que aquello no era amor.
Pero como podría hacerlo. Durante más de un año Lucía había sido su todo, la única persona que la escucho mientras lloraba, la único que nunca la hizo sentir sola.
Pero ahora no tenía sentido amar a Lucía, porque le disparó a sus hermanos, porque estuvo apunto de matar a Luz y porque justo ahora el corazón de Amity no paraba de doler.
Todo lo que sentía, todo lo que pensaba y todo lo que recordaba estaban matando su mente poco a poco. Y tal vez finalmente ella había llegado a su límite.
—¡Basta! ¡Este lugar se está llenando de Humo! ¡Solo ven conmigo!— grito Lucía atrapando a la pequeña entre sus brazos.
Amity trato de luchar pero Lucia la abrazaba con tanta fuerza que no podía hacerlo, su aroma a cafe invadía sus sentido y no pudo evitar comenzar a llorar.
—Tenemos que salir de aquí Amity— susurro Lucía con tanta sinceridad que la Blight tuvo que cerrar los ojos y recordarse que mentía —Si algo te ocurre moriría, no me imagino vivir en un mundo donde tú no estés.
—Sueltame— pidió la peliverde llorando con fuerza —Déjame ir.
—No lo recuerdas princesa— susurro la alfa abrazando con más fuerza a la pequeña —Te necesito conmigo, nadie podrá amarte como lo necesitas Amity... Yo soy la única persona que te amara y por eso no puedo dejarte.
—Tu solo me has mentido— sollozo la pequeña rasguñando los brazos de Lucia quien sometió rápidamente a la pequeña en el suelo.
Lucia sujetaba las muñecas de la Blight quien pataleaba con fuerza, su rostro estaba rojo y las lágrimas corrían por sus mejillas. Era tan doloroso ver a su pequeña sufrir tanto que por un momento pensó en dispararle y terminar su dolor.
—Te amo Amity— aseguro Lucía mirando los ojos dorados de la pequeña —Eres la única persona a la que he amado en toda mi vida, eres lo único que me ha hecho sentir algo más que odio, te necesito conmigo.
—¿Que le hiciste a mi hermana?— cuestionó la menor de los Blight con la voz rota.
—Me equivoqué, Amelia fue solo un error, si yo hubiera sabido que te amaría tanto no lo habría hecho— confiesa la castaña dejando de ejercer tanta presión en las muñecas de la niña —Nunca deseé que esto terminará así Amity, nunca he querido hacerte daño.
La Blight negó, no podía volver a creer en esos ojos café claro que solo la miraban a ella, no podía volver a creerse ese cuento de "te amo de verdad". Simplemente tenía que luchar contra si misma.
—Desde el inicio te he amado únicamente a ti, solo te necesito a ti en mi vida...— susurro tomando con su mano derecha ambas manos de la Blight —Solo te quiero a ti y al bebé Amity, ustedes son lo único que he querido toda mi vida.
La mano izquierda de Lucia subió con cuidado el suéter de la Blight dejando ver su abdomen casi plano pero con una sutil curvatura que heló el cuerpo de la Blight.
—No me quites esto tan pronto Amity, no me hagas esto— suplico Lucía acariciando el vientre de la Omega quien comenzó a llorar —Si no lo haces por mi, hazlo por el bebé, quédate conmigo por el.
La Blight no respondió, como era posible que estuviera embaraza y no lo notará en absoluto. Había estado con tanto estrés que pensó que su periodo se había perdido por eso, que sus náuseas matutinas solo eran por las pesadillas, incluso esos pequeños mareos en clases parecían ser por su mala alimentación. Pero nunca pensó en un embarazo y estaba asustada.
—Por favor solo ven conmigo, prometo hacerlo bien, te cuidare, cuidare al bebé, seré mejor que mi padre— prometió mirando el vientre de la Blight —Nadie más saldrá herido, solo tienes que quedarte conmigo.
Antes de que Amity pudiera decir algo sintió los labios de Lucia sobre los suyos.
En el rostro de la pequeña Blight pequeñas gotas comenzaron a caer, era la primera vez que era testigo de como Lucía lloraba.
Tal vez decía la verdad.
Tal vez Amity seguía siendo la niña de Lucia.
Tal vez eso nunca cambiaría.
Chapter 46: 44. El mosntruo que me amó
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
Lucia no era el tipo de persona que lloraba, más bien no era el tipo de persona que sintiera otras emociones más que el odio en su ser.
Odiaba al idiota de su padre siendo un maldito cerdo con las mujeres. Odiaba a su madre por dejarla y amar más a Luz. Odiaba a Belos por siempre querer ser recto. Odiaba a Edalyn con ese porte de héroe. Odiaba a Amelia con esa voluntad de hierro. Odiaba a Winona con su amor tan fuerte.
Los odiaba a todos porque podían sentir cosas que Lucia jamás podría sentir.
Si padre satisfacción, su madre ese amor maternal, Belos el orgullo, Edalyn la valentía, Amelia la seguridad y Winona el amor.
Por eso Lucia comenzó a vender drogas con un pequeño grupo de traficantes, comenzó a lastimar a los demás.
Pero aún así con las manos manchadas de sangre no pudo sentir nada real hasta aquella noche en la que mato a Amelia y Winona.
Lloro porque el arrepentimiento inundo su corazón, porque el dolor y la satisfacción se hicieron presentes en su ser por primera vez.
Fue la mejor experiencia en su maldita vida, porque demostraba que tal vez sus sentidos no estaban mal, que no era una bestia sin corazón al final del día.
Entonces cuando Amity entro en su vida todo volvió a cambiar.
Porque esa niña de 12 años con los ojos llorosos parecía necesitar a alguien y por primera vez Lucía sintió aquella sensación llamada "lastima" y decidió hablar con la pequeña Amity.
Claro que después todo fue distinto. Porque cada emoción la pudo sentir con Amity, la diversión, la tristeza, los celos, el amor y joder era asombroso entender esas letras tan cursis de la radio.
Todo gracias a Amity, pero cuando la Blight se embarazo no pudo contener la felicidad que tenía dentro, ese fue el mejor día de su vida.
Y ahora mientras tenía a la pequeña Amity debajo mientras trataba de convencerla por ir con ella deseo con todo su ser que creyera por una última vez en sus palabras.
Porque por primera vez su corazón estaba jodidamente roto al pensar en la idea de perder todo aquello y no lo soportaba. Dolía mucho.
—Solo una última vez, confía en mí— susurro mirando con tanta súplica a la pequeña que se quedó helada.
Amity no respondió, se quedó en silencio tratando de que su mente pudiera encontrar una respuesta a todo aquello antes de que su corazón se rompiera en pedazos y terminará finalmente con su poca cordura.
Por eso se refugió en el recuerdo de Luz, en la delicadeza con la que tomaba su mano, en el dulce aroma que siempre desprendía, en ese latido rítmico de su corazón cada vez que dejaba que Amity se recostara en su pecho.
"—Fue raro— susurro Luz mirando el techo de la habitación del hotel.
—Mucho— confesó Amity con el rostro rojo mientras observaba el perfil de la alfa.
—¿Lo hice mal?— cuestionó la dominicana con inseguridad.
Amity no pudo evitar soltar una pequeña risa ante ello por lo que Luz la miro con vergüenza pura."
Quería pensar en Luz, porque sabía que si pensaba en Lucía, en todo lo que había dicho terminaría sediendo a estar a su lado. Y no podía hacerlo.
—Por favor— insistió Lucía soltando su agarre del cuerpo de Amity.
"—Llegamos de Inglaterra huyendo de la guerra, nuestros antepasados no tenían un solo dólar en sus bolsillos, incluso su padre tuvo que trabajar en su infancia, los Blight que se quedaron en su país de origen murieron, la vida siempre fue cruel para nosotros— aseguro Odalia limpiando los retratos familiares —Pero sobrevivimos, no nos mató la guerra, ni el hambre, ni la humillación, ahora tenemos todo por lo que hemos luchado.
—Estas diciendo que los Blight somos como cucarachas— bromeó Amelia haciendo reír a los gemelos.
—Su madre trata de decir que ningun Blight se ha doblegado ante el dolor de la vida— exclamó leyendo un viejo libro en alemán —Aunque vivían en la calle o estaban siendo torturados en una celda para obtener información, no importa en que situación ningún Blight se ha doblegado ni siquiera ante tiranos o reyes.
—Suena como un cuento de hadas— susurro Edric ganandose una sonrisa de su madre quien acaricio su cabello.
—Tal vez tiene que ver con la magia— aseguro una pequeña Amity levantándose de la alfombra donde jugaba —Somos mágicos.
Alador sonrió para mirar a su esposa quien solo alzo los hombros, aveces era mejor dejar que sus hijos pensaran que eran más especiales que las personas ordinarias, después de todo una familia tan antigua como los Blight seguia de pie por el esfuerzo de cada familiar antes de ellos.
Si. Los Blight eran mágicos.
—Lo importante princesa— comento Alador cargando a la pequeña Amity entre sus brazos —Es que un Blight nunca será un esclavo, porque los Blight nunca caemos y nunca paramos"
La peliverde abrió los ojos, sabía lo que tenía que hacer por ella, por su embarazo, por su familia.
Lucia conocía cada reacción de la Blight cómo la palma de su mano, conocía todo de Amity por eso cuando la niña la empujó fuertemente para alejarla la tomó de sorpresa.
—¡Yo soy una Blight!— grito la peliverde con seguridad —¡Y un Blight nunca cae en el mismo truco dos veces!
Antes de que Lucía pudiera hacer algo Amity corrió por los pasillos frustrando cada vez más a la alfa.
La mayor no pudo evitar ponerse de pie con fastidio, estaba segura de algo y era que aquella niña ya no era su Amity, y en el futuro se encargaría de que aquella persona que la hizo cambiar tanto quedará tres metros bajo tierra.
—¿Por qué todo es tan difícil?— cuestionó Lucía sacando el arma de su cintura —Estupido Belos, una pistola con 6 balas, el hombre no puede ser más tacaño.
(...)
Willow y Skara sacaban a los chicos de la fábrica, los Blight eran quienes estaban más heridos sin mencionar a Emira quien seguia sin reaccionar.
Boscha quien únicamente tenía un disparo en la pierna ayudo a Luz quien poco a poco recuperaba la consciencia.
Necesitaban tres personas para poner en marcha su plan que por muy infantil que fuera posiblemente funcionaria a la perfección.
En la mañana habían hecho un largo camino de mecha, se encargaron de colocar cada mecha en tres pasillos y al final llegaban al techo de la fábrica que estaba totalmente tapizado por fuegos artificiales.
Esa era su señal de ayuda porque cualquiera en un radio de 20 kilómetros los podría ver e incluso con la posible ayuda le sería muy fácil a cualquier encontrar la fábrica entre el bosque.
Claro que no eran expertos, nunca lo fueron y mucho menos para hacer planes tan elaborados. Pero sabían que juntos podían hacerlo y que sin importar que o quien esa noche ganarían.
Luz por su parte miro el cielo nocturno, el frío calaba su piel y su nuca dolía como el infierno. Pero cuando noto como preparaban las pequeñas antorchas improvisadas se puso de pie y corrió hasta estar a lado de sus dos amigas.
—Diablos Noceda— se quedó Skara con fastidio —Si que te tomas tu tiempo para despertar.
—Siempre encantadora— bromeó Luz con una sonrisa tomando la antorcha.
—Me gustaría decir algo antes de entrar— exclamó Willow sintiendo las miradas de sus amigas —Este ciclo escolar fue genial, jamás había visto a Amity tan feliz y jamás pensé que terminaríamos aquí, pero sin importar que ocurra estoy feliz de haberlos conocido a todos.
—Yo también, de verdad agradezco conocerlos a todos— confesó Luz con una sonrisa.
—Si, me encantaría ser dulce pero estoy nerviosa y siento que me voy a desmayar así que hagamos esto de una vez— se apresuro a decir Skara entrando a la fábrica.
Luz asintió y corrió dentro, las llamas se expandían con lentitud por la humedad aunque la fábrica se llenaba de humo con mucha rapidez.
Definitivamente alguien los demandaría por destrucción de propiedad privada.
(...)
Lucia entro a la oficina en ruinas buscando a la pequeña Amity, la sala estaba destrozasa y con muchos grafitis en las paredes pero no había señal de la Blight en ninguna parte.
—Todo se salió de mis manos— susurro Lucía recargando su peso en el escritorio abandonado.
Una de las pocas verdades que Lucía Noceda decía era que siempre tenía todo en control.
Incluso al bastardo de su padre podía tenerlo en la palma de su mano, incluso a Winona Park y claramente a su familia.
Pero los Blight eran otra historia, Amelia quien parecía a verse dado por vencida en la lucha porque rompiera su orgullo nunca lo hizo. Incluso cuando murió nunca dejo de decir que amaba a Winona, incluso cuando estaba siendo violada no paro de decir que jamás amaría a Lucia.
Nunca se rindió ante sus palabras aunque su cuerpo fuera jodido de maneras enfermas.
Y Amity. La pequeña princesa Blight, la niña de Alador, el orgullo de la soberbia Odalia, la adoración de sus hermana y la protegía de su hermano.
Ella se había convertido en alguien capaz de ver a través de las mentiras de Lucía y eso era un gran problema. Pues ya no sería más la "princesa" o al menos no hasta que pudiera tenerla entre sus brazos.
Porque Lucía no se detendría hasta volver a tener todo en control, hasta que Amity estuviera únicamente a su lado sin importar que o quien interfiera. Solo tenía que callar y apreciar el silencio.
—Te escuché Amity— exclamó Lucia saliendo de la oficina —Ya sé dónde estás.
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Chapter 47: 45. Mienteme un poco más
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Lucia abrió la puerta de la última oficina con fuerza, tomo el escritorio y lo quito de encima de la pequeña Blight quien se ocultaba ahí abajo.
—Estoy cansada de jugar Amity— gruño Lucía tomando el cabello de la peliverde con fuerza obligando a qué se pusiera de pie —Vendrás conmigo o juro que te mataré.
—Hazlo— hablo la Blight con los ojos llorosos —Prefiero morir a pasar una vida contigo.
—No princesa— exclamó Lucia alzando el rostro de la pequeña con la pistola —Me perteneces, todo de ti es mío y esto terminaría cuando yo lo diga.
—Lo siento, tal vez las cosas no son como esperabas— senténcio Amity mirando a Lucía con odio.
Una mueca de asco se formó en los labios de Lucía cuando noto aquel olor a chocolate en el cuerpo de Amity. Era tan irritante porque estaba en todas partes, en su cabello, en su piel, en su ropa.
—Te acostaste con Luz— afirmó Lucía tomando el cuello de pequeña —Fuiste lo suficiente perra para meterte con alguien más.
La dominicana tomo con fuerza el cabello de la Blight y la lanzo contra la pared con tanta fuerza que cuando la frente de Amity impacto se hizo un gran corte en la piel.
Lucia acomodó el escritorio y sin perder tiempo recostó contra su voluntad a Amity quien lucho tratando de alejarla de su cuerpo.
—¿Fue ella no? ¿crees que Luz te amara más que yo?— cuestionó rompiendo los pantalones de la Blight —Me voy a asegurar de que nadie más te toque, te voy a joder como lo hice con Amelia.
La pequeña Blight intento liberarse del agarre, pero solo se hacía daño con la superficie del escritorio y la mano de Lucía quien la sujetaba con tanta fuerza que era preocupante.
—Lo haremos seco cariño— susurro Lucía besando la mejilla de Amity quien se sintió asqueada —Las perras infieles como tú no merecen amor.
Amity cerro sus piernas con fuerza a pero Lucía las abrió, bajo su mano a su miembro y comenzó a estimularlo logrando una maldita erección con mucha rapidez.
—La primera vez que se lo metí a Amelia lloro— gruño entrando lentamente en Amity —Me pedía que no lo hiciera, que le dolía, lloraba tanto que tuve que golpearla, pero contigo Amity, tu llorabas, pataleabas y suplicabas tanto que me excitaba, eras tan pequeña y solo querías quitarme de encima tuyo.
—Basta— sollozo la Blight cerrando los ojos con fuerza.
—Meti mi pene en ti tantas veces, hasta el fondo, te hice llorar tanto y aún así no me dejabas de amar— jadeo Lucía embistiendo el interior de la Blight —Incluso ahora tú no me odias, solo quieres que te lleve a casa y nos recostemos en mi cama, no me puedes engañar princesa.
Amity nego llorando, estaba tan humillada, tan cansada de todo lo que había pasado, solo quería que su padre la abrazara y le prometiera qué todo estaría bien, que le explicará porque seguía sintiendo cosas por Lucía aunque la lastimo.
Que le dijera porque quería aún que Lucía la besara y le dijera que era hermosa, necesitaba que alguien le dijera porque a pesar de todo Lucía seguía en su estúpido corazón cuando Luz también lo estaba.
—Estas sucia Blight— gruño Lucía soltando las manos de la niña quien solo golpeó débilmente el pecho de la alfa —Eres como yo y lo sabes princesa— susurro tomando el rostro de Amity entre sus manos —No importa que haya hecho, cuanto haya lastimado a tu familia, tú me sigues amando.
Los labios de Lucía chocaron con los de la Blight, la mayor trato de profundizar apesar de que Amity se negara a hacerlo hasta que sin más opción Lucía comenzó a lastimar su interior con sus embestidas lo que hizo que los labios de la Blight se abrieran.
El beso era amargo pero Amity lo correspondió rodeando el cuello de Lucía con sus brazos, obligando a qué la mayor se pegará a su cuerpo como si fuera un abrazo.
—Solo aceptalo— jadeo Lucía sobre los labios de la peliverde —Tu eres mi niña y nunca dejaras de amarme.
La pequeña asintio pareciendo entregarse ante las horribles palabras de Lucía, incluso gemía en el oído de la alfa quien estaba disfrutando el interior de la menor de los Blight con tanto éxtasis que podría morir en ese instante.
—Cuando dejas de luchar todo se siente mejor— susurro Lucía aumentando el ritmo de sus embestidas.
Claro que no noto que la arma que había puesto en su cintura había desaparecido o que Amity seguia llorando mientras lo hacían.
(...)
Edalyn miro con frustración el bosque, era muy tarde y no podían ver nada incluso con las malditas linternas.
Era imposible que encontrarán el camino hasta la estúpida Fábrica si todo lo que tenían a su vista era un montón de árboles y oscuridad.
—Si no llegamos esos niños están jodidos— exclamó Steve lanzando sus esposas al suelo —Si no encontramos el estúpido camino no podremos hacer nada.
(...)
Luz encendió la mecha y salto hacia atrás, aquel fino pedazo de cuerda comenzó a arder rápidamente iluminando el camino hasta la última oficina que estaba muy lejos de ella.
Por una razón Luz estuvo apunto de ir hacia aquel lugar pero Willow tomo su hombro y le indico salir a toda costa del sitio.
Después de todos era muy poco probable que Lucía y Amity siguieran dentro. Rezaba porque no fuera así.
(...)
Amity presionó el cañon del arma en el pecho de Lucía quien se sorprendió ante ello.
No podía creer que Amity la hubiera engañado de forma tan simple, no podía entender cuando todo lo que hizo para que aquella niña pequeña se quedará había comenzado a derrumbarse sin poder darle marcha atrás.
—Dispara— ordenó Lucía sin dejar de ver a la Blight.
—Solo alejate, no quiero hacerte daño— confesó Amity con sinceridad mientras la mayor retrocedió y abrochaba sus pantalones.
—Ya me hiciste mucho daño, ahora terminarlo Amity— gruño sin apartar la mirada de la peliverde.
La Blight nego, no mataría a nadie, no dejaría que Lucía le quitará lo único que le quedaba y sobre todo no mancharia sus manos de sangre. Porque aquello era lo que Lucía quería.
Y Amity ya no le daría nada de si misma.
—Pudimos ser todo— susurro Lucía avanzando hasta la Blight con tristeza —Pudimos serlo.
Rápidamente Lucía trato de arrebatarle la pistola de las manos a Amity quien forcejeo con todas sus fuerza para no perder la pequeña ventaja que tenía en ese momento.
Fue ahí cuando la función comenzó, las mechas se prendieron a travez de la última oficina que llevaba al techo y los fuegos artificiales iluminaron el camino de los policías y paramédicos, Belos se puso de pie dispuesto a entrar una última vez.
Continuando el acto un disparo resonó por toda la fábrica abandonada haciendo que Luz Noceda corriera hacia dentro con todas sus fuerzas rezando porque no fuera lo que estaba imaginando.
Y con el fuego la oficina se iluminó. El rostro de Lucía estaba pálido al igual que la mirada de la Blight parecía perderse.
La sangre mancho el piso, el olor a pólvora fue opacado por el hierro y cuando un cuerpo cayó al suelo el acto primero había terminado.
La obra estaba en su clímax y la noche casi terminaba.
¿Quien iba a perder? ¿Quien se quedaría sin tiempo?
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Chapter 48: 46. Nos volveremos a ver
Notes:
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Chapter Text
La última vez que Amity vio a su hermana mayor Amelia fue el día de su cumpleaños número 12.
Lo recordaba porque Amelia le dió de regalo una pijama envuelta en papel con muchos pequeños gatitos.
—Entonces Mittens invitarás a Willow a una cita— comento Amelia acariciando el aún castaño cabello de la pequeña.
—Nop— respondió Amity con una sonrisa —Mamá dice que Willow será una Omega y yo también, no podemos salir.
—Basura, tu puedes salir con quién quieras— comento la mayor con una sonrisa —No importa si es Omega, beta, alfa, hombre o mujer, tu puedes salir con quién te dé la gana mientras nadie te lastime.
La pequeña castaña asintio para abrazar a su hermana. Solo que le hubiera gustado saber que sería la última vez porque tal vez así la hubiera abrazado y decirle el cuánto la quería.
De hecho durante los últimos años había tenido que decir adiós muchas veces, en el funeral de su hermana, al amor de su madre, a sus hermanos cuando se fueron por un año con sus tíos.
Pero con Lucía nunca fue un Adiós, siempre sabía que la volvería a ver el día siguiente, que sin importar que ocurriera podría tocar la puerta de su departamento y quedarse viendo la televisión con ella.
Aunque en un punto comenzó a lastimarla de maneras sutiles, cada vez siento mucho más doloroso, cada vez haciéndola sentir peor.
Y aún así nunca tuvo que decirle Adiós, no le gustaba decirlo.
Cuando Luz entro a la última oficina se quedó helada al mirar la escena, la sangre estaba en el suelo junto con una arma que aún sacaba humo del cañón.
—¡¿Que díablos le hiciste?!— explotó tomando la camisa de su hermana quien estaba pálida.
—Nunca quise hacer esto— susurro Lucía sin apartar la visita de sus manos manchadas de sangre —Esto no debía pasar.
Luz gruño empujando a Lucía hasta la pared, miro de nuevo a Amity quien seguia inmóvil en el suelo, con la mirada entre abierta y respirando con dificultad.
Tenía que sacarla de aquel lugar, tenía que hacer todo por ella en ese momento.
—Esto es tu maldita culpa— sentenció Lucía empujando a Luz fuera de la oficina —Todo esto paso porque no te alejaste de ella, ¡Porque no solo te vas!
—¡No me interesa!— grito Luz mirando a su hermana con furia —Si no la saco de aquí morirá, tienes que dejarme sacarla.
—No lo entiendes Luz, no entiendes nada— rio amargamente la mayor con cinismo —Prefiero dejar que ella muera antes de que esté a tu lado, prefiero joder todo antes de dejarla.
—Es una niña— exclamó la menor antes de sentir un fuerte golpe en su rostro —Tienes que dejarla ir.
Lucia nego para golpear el estómago de Luz obligándola a arrodillarse, golpeó su rostro con fuerza abriendo el labio y la ceja de la menor quien parecía estar apunto de quedar inconsciente.
Solo que para Lucía aquello no era suficiente, Luz había sido una molestia, le había quitado el amor de su madre, le había quitado a Amity y ahora debía hacer algo que comenzó cuando era niña.
Por eso tomo el cuello de Luz entre sus manos y comenzó a presionarlo mientras podía sentir como su hermana menor trataba de alejarla cada vez con menos fuerza.
Amity quien ni siquiera podía respirar sin que doliera miro todo, quería ponerse de pie y salvar a Luz pero no podía porque ya no tenía la fuerza para hacerlo, porque simplemente sabía que estaba apunto de morir.
(...)
Belos se recargo en la pared del pasillo, había perdido tanta sangre que era simplemente imposible que continuará su camino.
Se sentía tan inútil hasta que recordó aquel juego de palabras que decía el bastardo de su hermano cuando jugaban "Si no lo logras entonces porque diablos lo intentas"
Y por mucho que odiar a Philips tenía razón en ese momento, el tenía que continuar y terminar aquel enfermo juego con Lucía.
Cuando encontró a los Noceda noto la sangre en el cuerpo de Lucía, sus heridas y a Luz tratando de quitar el agarre en su cuello.
Belos tomo valor y tacleo a Lucía permitiéndole a Luz respirar finalmente, al mismo tiempo que soltaba el primer golpe en el rostro de la castaña.
—Estas perdiendo tu toque— se burló el rubio con una sonrisa.
—El puto suicida regresa— bromea Lucía en el suelo —Viniste a morir.
—Tal vez, pero te prometo que si me voy lo harás conmigo— sentenció el hombre pateando el estómago de la mayor.
—Un acto final— exclamó la castaña poniéndose de pie —Tu y yo.
Belos golpeó el rostro de Lucía al igual que el puño de la castaña golpeaba su abdomen, ambos comenzaron a pelar chocando con las paredes, quemando su ropa por el fuego hasta que Belos la empujó dentro de la oficina.
Miro a Amity en suelo, su respiración, la falta de ropa que tenía de la cintura hacia abajo y el como su suéter blanco tenía uns gran mancha que continuaba creciendo.
—¡No! ¡No! ¡No!— grito el hombre arrodillándose a lado de la pequeña y quitándose el saco —Escucha te voy a sacar de aquí, tienes que presionar la herida, se que duele pero tienes que hacerlo pequeña Blight.
Amity asintio haciendo lo que el hombre le había dicho, pero antes de que pudiera decirle algo Lucía ya había vuelto a golpearlo sin importarle posiblemente ninguna cosa en el mundo.
—Terminemos esto— sentenció la dominicana apunto de tomar el arma en el suelo pero Belos golpeó su rostro con fuerza.
Ambos forcejeaban en el piso, se golpeaban entre ellos y machaban su ropa con la sangre de la pequeña Amity.
El objetivo de Belos había cambiado radicalmente de detener a Lucía a sacar a Amity de aquel lugar ya que la herida en el cuerpo de la Blight estaba a la altura del pulmón izquierdo y por su respiración estaba seguro de que se estaba ahogando con su propia sangre.
—Quitate— gruño el rubio intentando alejar a Lucía pero la herida en su espalda era dolorosa y estaba sobre ella ejerciendo mucha presión.
Lucia tomo una pedazo de yeso que había caído del techo y golpeó la cabeza del detective quien comenzó a sangrar. Después otro golpe se hizo presente seguido de otro y otro hasta que Belos quedó semi inconsciente en el piso.
La dominicana se puso de pie limpiando las gotas de sangre de su rostro, arrastró el cuerpo de Belos hasta el pasillo y camino hacia Luz quien trataba de ponerse de pie pero el estar punto de perder la consciencia no ayudaba mucho.
Amity solto jadeo estirando su mano, a ella nunca le gustaron las despedidas, decir adiós nunca fue lo suyo pero cuando vio la mirada de Lucía y la forma en la que estaba dispuesta a matar a Luz entendió que ya era hora de decir adiós aunque todavía no estaba lista.
Dejaría que Lucía le quitará una última cosa que posiblemente rompería su alma de una vez por todas, le daría un pedazo de ella que jamás podría volver a recuperar.
Tomo el arma entre sus manos y disparo sintiendo el retroceso, otro disparo y pudo ver las gotas de sangre manchar el rostro de Luz que la miraba con sorpresa.
El último disparo dió justo en el centro de la espalda de la dominicana quien se recargo en el marco de la puerta aún sin darse la vuelta.
La sangre comenzó a manchar el suelo, y el fuego ya parecía haber tomado control de toda la fábrica cuando la mirada oscura de Lucía choco con la dorada de la Blight quien estaba recargando su peso en la pared con un arma en su mano.
Luz solo miro la escena tratando de entender esa mirada que parecía una despedida en lo ojos de la chica que más amaba.
Fue en ese momento que Lucía le regaló una última sonrisa a Luz mientras cerraba la puerta de la oficina haciendo que fuera imposible llegar a ellas.
Belos se puso de pie recargando se en la pared que se manchaba con la sangre en su ropa y trato de abrir la puerta sin mucho éxito.
Luz por su parte comenzó a golpear la puerta sintiendo la desesperación de no poder ayudar a la Blight.
—¡Amity!— grito golpeando la puerta —¡Por favor! ¡Lucia déjala ir! ¡Prometo no acercarme de nuevo! ¡Solo déjala ir!
Cada golpe en la madera lastimaba las manos de Luz que comenzaban a sangrar por la fuerza, pero aún así lo seguia intentado, porque si no podía ayudar a la chica que amaba que sentido tenía amarla.
El humo lleno con prisa cada pasillo, el fuego estaba por todas parte y contra todo su buen juicio Belos tomo los brazos de Luz impidiendole hacerse más daño.
—Tengo que sacarte de aquí— sentenció el hombre arrastrando a Luz fuera de aquel lugar.
—¡No!— grito la latina tratando de librarse del agarre —¡Tienes que ayudarla! ¡No podemos dejarla!
Belos no respondio, solo continuo avanzando por los pasillos mientras luchaba contra Luz y sus intentos desesperados por no abandonar a la niña Blight.
—¡Eres un policía! ¡Tienes que hacer algo! ¡Amity sigue ahí dentro!— grito Luz comenzando a llorar —¡Déjame! ¡Si tú no lo vas a hacer yo la ayudaré!
(...)
Lucia miro el humo que entraba por debajo de la puerta y se quitó la chaqueta impiendo que entrara más a la habitación, camino hasta la ventana y la rompió de un codazo haciéndose mucho daño pero logrando un poco de aire fresco.
Amity solto el arma mientras comenzaba a sentirse cansada, penso en Luz y en la primera canción que escucho con ella, en el tono suave de la guitarra y la voz del vocalista.
There's Many thing i wish i didn't do
Lucia se sentó a lado de la pequeña y la subió a su regazo con cuidado, ambas estaban destrozadas y tal vez solo querían un poco de paz antes de irse.
But I continue learning
I never meant to do those things to you.
And so I have to say before I go
Amity dejo que Lucía acariciara su cabello mientras comenzaba a sentirse somnolienta en sus brazos, dejo que el aroma a café relaje sus sentidos como tantas noches después de tener relaciones.
—Eres hermosa— susurro Lucía besando la mejilla de la peliverde —Te amo, te voy a amar toda mi vida.
—Gracias— respondió la Blight cerrando los ojos y respirando lentamente.
—¿Me amaste?— cuestionó Lucía midiendo el pulso de la pequeña que era muy lento confirmando que estaba cerca del fin.
—Te ame, te quería mucho incluso aunque dolía— confesó Amity dejando todo atrás —Pero también ame a Luz, de verdad quería ir al baile... Con ella.
—Lo siento por haberme enamorado de ti— exclamó Lucia sintiendo como el agarre suave de Amity terminaba.
La menor de los Blight perdió el pulso mientras las últimas cosas en su mente eran Luz y cada momento, mientras pensaba en sus padres y el amor de su madre, en sus hermanos rezando porque estuvieran bien y en cada pequeño momento en el que se sintió genuinamente bien rodeada de todos.
Estaba feliz porque fue amada en vida y aveces solo eso bastaba.
El acto había terminado.
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Chapter 49: 47. Papá y mamá están aquí
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Chapter Text
Alador Blight se dejó caer en la sala del hospital a lado de su mujer quien está dormida, las manchas de humo negras manchaban su ropa y los policías seguían custodiando el cuarto a metros de ellos.
El patriarca de los Blight cerro los ojos recordando todo lo que había pasado aquella noche.
(...)
Odalia se quedó pálida cuando Luca Noceda término la llamada, la mujer tuvo que sostenerse de su escritorio para no caer al suelo.
Alador entro a la oficina de su esposa extrañado por el silencio pero cuando vio a Odalia llorar sin mirar nada más que el vacío no puedo evitar correr hacia ella antes de que cayera al piso.
Fue difícil escuchar todo lo que estaba pasando, más porque en ningún momento estuvieron para sus hijas e hijo.
Pero saber que durante tanto tiempo su pequeña fue violada por la misma persona que daño tanto a Amelia era horrible.
Alador solo pudo tomar la mano de su esposa y correr a su auto, sabían que sus hijos estaban en la fábrica abandonada gracias a la información de Luca y no volverían a dejarlos sin importar que ocurriera.
Les habían fallado en una ocasión y no volverían a hacerlo de nuevo. Ya no podían encerrarse en su dolor.
(...)
Cuando llegaron las ambulancias, el fuego y los policías rodeaban todo el lugar, Odalia fue la primera en ver a Edric siendo subido a una ambulancia por lo que corrió hacia él.
Su piel estaba más pálida de costumbre, parecía sufrir tanto que Odalia deseaba poder quitarle todo ese dolor, pero al ver a Emira inconsciente sin moverse, sin decir algo el miedo fue lo que la invadió.
Alador por su parte corrió hacia Amber quien seguia consiente pero luchaba por respirar.
Sería imposible describir la expresión en el rostro de Amber al ver a su padre, al verlo ahí junto así madre sin entender que ocurría.
—¡Tengo que volver por ella!— grito Luz siendo sacada a la fuerza por Belos —¡Amity sigue dentro!
Odalia fue la primera en reaccionar entrando a la fábrica corriendo mientras él besaba la frente de sus hijos en una promesa de que todo estaría bien.
El interior estaba lleno de humo y fuego pero el rastro de sangre en el piso fue lo que los guío atravez de todo el caos.
Llegaron a una puerta cerrada que trataron de abrir sin lograr nada hasta que Alador quien nunca sintió tanto terror la comenzó a golpear con su hombro.
Empujaba tan fuerte la puerta que cuando finalmente cedió estaba seguro de que se había dislocado el hombro pero no le importo en lo más mínimo. Necesitaba sacar a su hija de ahí adentro.
Odalia entro encontrado a Amity inerte, desnuda de la cintura para abajo y con sangre cubriendo todo su cuerpo. Su hija había vivido una horrible guerra y tenían que luchar ahora ellos.
Siempre tuvieron que hacerlo ellos y se equivocaron tanto en dejarlo todo en manos de sus hijos.
Alador cargo entre sus brazos el cuerpo de Amity quien no respondió por más que su padre trato de despertarla, Odalia miro a Lucía quien estaba inconsciente y tomo su pulso notando que aún estaba con vida.
—Ella no importa— exclamó Alador mirando a su mujer —Tenemos que sacar a Amity, no podemos dejarla ir.
—Ella no merece morir— sentenció Odalia mirando a su esposo quien asintio —Nos ha quitado tanto... Vete Alador, salva a Amity.
El hombre solo suspiro y corrió por los pasillos, no podía dejar de pensar en cuando nació Amity.
Era noche, el había estado trabajando todo el día en el taller de robótica de la compañía cuando le avisaron que su esposa estaba en labor de parto, recordaba que salió corriendo y cuando llegó su bebé estaba ahí.
—Es perfecta— susurro el hombre tomándola en brazos —Siempre son tan pequeños— comento besando la frente del bebé —Te amo mucho pequeña princesa.
Y ahora mismo la tenía entre sus brazos, Amity ya no era un bebé pero seguía siendo su princesa, ya no era la pequeña que entraba en su oficina y rayaba sus planos con crayolas ni la niña que robo el maquillaje de Amelia.
Tenía que hacer todos por su familia y cuando finalmente salió del fuego pudo ver a Edalyn quien sujetaba a Luz con fuerza impidiendo que volviera a entrar.
—¡Necesito ayuda!— grito Alador con fuerza llamando la atención de varios paramedicos que corrieron hacia él —Ella no respira... Tienen que hacer algo... Pagaré lo que sea pero tienen que hacer que mi niña despierte.
Los paramédicos se miraron entre ellos, tomaron el cuerpo de la pequeña y la llevaron a la ambulancia.
Una mujer cortó la ropa superior de la pequeña dejando ver todos los moretones y mordidas en su cuerpo junto la gran herida de bala.
Pronto empezaron a hacer un masaje cardíaco mientras la ventilaban preparando el camino para el electro shock.
—¡Despejen!— grito una rubia obligando al señor Blight a alejarse del cuerpo de la pequeña.
Fue doloroso ver cómo su pequeña sufría aquello, como su cuerpo se contraía por la electricidad y sobre todo cada marca que ahora estaba en cada centímetro de su piel.
(...)
Alador suspiro abriendo los ojos, el hospital estaba en silencio, todos sus hijos habían salido de sus operaciones, otros padres estaban estaban a su lado, incluso Edalyn y los Park.
El diagnóstico era malo, no había seguridad de que Amity y Emira sobrevivirán la noche.
Lucia estaba aún en operación al igual que Viney y Gus, casi estaban por terminar y eso les servía a todos como una pequeña esperanza del futuro que venía.
Otro lado era que Edric tendría rehabilitación física, cuando su hombro fue atravezado un nervio importante se vio afectado al igual que el músculo.
Amber milagrosamente no sufrió daño interno, la bala entro y salió pero perdio una gran cantidad de sangre.
Emira era otro caso, la bala no atravesó su cerebro, se atasco en su cráneo generando una presión que la dejo inconsciente, pero cuando la extrajeron ocurrió una complicación que la mató por 3 minutos. Sobrevivió y era todos lo que necesitaba Alador.
Amity la pequeña era el peor caso. Cuando Alador la encontró estaba muerta y estuvo así tres minutos, cuando la saco habían pasado 5. Estuvo muerta durante 8 minutos en los que el oxígeno dejo de llegar a su cerebro, la revivieron en la ambulancia y la mantuvieron así hasta llegar al hospital.
Pero nada aseguraba que cuando despertara en el caso de que lo hiciera estuviera bien o no tuviera algún daño cerebral. Fue mucho tiempo y ellos rezaban porque todo estuviera bien.
Y Lucía, la mayor hija de puta que Alador conoció estaba bien. Un par de órganos fueron dañados pero nada que los doctores no pudiera arreglar. Ningún daño más allá de una perdida de sangre alarmante.
Eso hacia enojar a Alador porque ella no merecía seguir viva después de todo lo que le hizo pasar a sus hijos, no tenía sentido que Dios dejara vivir a tal monstruo que no merecía empatía alguna por nadie en la tierra.
—No lo soporto— susurro mirando el techo del hospital.
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Chapter 50: 48. Una silla vacía
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Chapter Text
Edric miro la ventana de su cuarto de hospital, estaba cansado, su herida dolía y no había podido ver a sus hermanas y mucho menos a sus amigos.
Al parecer los oficiales querían hablar con todos y hasta que lo hicieran podrían verse aunque también estaba la posibilidad que alguien hubiera muerto.
A Edric le aterro esa idea porque ya no podía soportar perder a alguien más de su familia.
—¿Por qué todo esto nos pasó a nosotros?— cuestionó mirando el cielo sin obtener respuesta alguna.
Durante mucho tiempo se estuvo castigando a si mismo. Aveces sentia que sus sentimientos explotaría en su pecho porque usualmente nunca los expresaba.
El era él único varón, el que debería poder proteger a sus hermanas pero no lo hizo, ni siquiera cuando su hermanita lloro en sus brazos cuando lo volvió a ver después de un año de estar lejos.
De hecho tal vez fue eso lo que hizo que Amity dejara de confiar en el.
Porque cuando Amelia murió ellos fueron obligados a ir con sus tíos a Boston.
Porque cuando su hermana mayor se fue su familia se rompió en pedazos.
(Tiempo atrás)
Rosas, tulipanes y pequeños detalles que simulaban el mar estaban tallados en aquel ataúd color blanco.
El cielo estaba despejado, como aquel día en el que nació, había una brisa calida que reconfortaba un poco a los Blight quien en ese momento se despedían de su primer hija.
Odalia quien siempre pareció distante al dolor se sostenía gracias a su marido quien contra todo el dolor del mundo se mantenía de pie por su familia.
Amber y Emira lloraban con fuerza mientras que Edric abrazaba a la pequeña Amity quien estaba igual o peor que su madre.
—Estamos aquí por un breve tiempo— hablo aquella chica mirando a los presentes —Todos nos ven, reímos, amamos, perdemos, ganamos y lloramos en incontables ocasiones, pero cuando nos vamos no se nota, es como un suspiro, como una brisa al medio día, nos vamos y el mundo en el que vivimos continúa.
Las rosas alrededor del ataúd de Amelia se mueven con el viento mientras el dolor es lo único que predomina.
—Estamos aquí por un lapso pequeño de tiempo, por una brevedad tan efímera y hermosa que cuando termina no lo notamos, Amelia Blight no era la chica más educada del mundo, era el tipo de chica que te golpearía por tratar de coquetearle— bromeó Scarlett ganándose un risa de todos —Cuando la conocí teníamos 15 años y lo primero que me dijo fue "¿Quieres formar una banda? No tengo nada que hacer"
Una sonrisa se dibujo en los labios de Odalia pues recordaba como una tarde hace años Amelia siendo más joven entro corriendo a su recámara y aseguro que sería la mejor banda del mundo.
—Y lo hicimos, formamos una banda a los 15— recuerda Scarlett sonriendo con melancolía —Es extraño porque hace tan solo un par de meses hablábamos de ir a la universidad y ahora todo los planes que hicimos sean terminado.
La morena suspiro y miro a la pequeña Amity que la miraba con curiosidad y tristeza.
—Hay un poema que Amelia amaba, siempre decía que alguien tenía que decirlo en su funeral, siempre supe que lo diría yo pero nunca imaginé que sería tan pronto— exclamó la chica sacando un papel de su chaqueta negra.
Los presentes observaron como aquel ataúd era cuidadosamente bajado a aquel agujero en la tierra, en aquella pequeña colina con un clima idéntico a cuando Amelia nació.
Amity pensó que aquello fue como un poema, porque el día en el que su hermana se fue era idéntico a cuando llegó, solo que dejo letras de canciones que nunca tocaría, acordes perdidos en el viento y un gran vacío dentro de todos.
"Recuérdame cuando haya marchado lejos, muy lejos, hacia una tierra silenciosa; cuando ya no puedas tomarme de la mano, ni cuando esté por irme y decida quedarme."
El llanto desgarrador de Odalia de hizo presente cuando cada uno de sus hijos paso a dejar caer aquella rosa blanca sobre el ataúd.
Edric cerro los ojos cuando lo hizo, no quería recordarlo.
Emira miro el ataúd y memorizo cada detalle de la caja pensando en que posiblemente Amelia hubiera amado ese decorado.
Amber soltó la rosa con furia, odiaba la idea de que su hermana ya no estuviera, odiaba saber que nunca más podría discutir o escuchar sus quejas y eso le dolía.
Amity solo la dejo caer sin mucha prisa, Amelia y ella compartían habitación así que cada noche escuchaba sus canciones, escuchaba sus discusiones con Winona y sus pláticas cursis, Amelia la abrazaba cuando tenía pesadillas e incluso en más de una ocasión le preparo chocolate caliente con la única condición de que nunca se lo dijera a nadie. Siempre fue su secreto pero ahora necesitaba de nuevo una taza aunque siempre fuera un poco amargo. Quería de vuelta a su hermana.
"Recuérdame cuando ya no me digas, día tras día el futuro que tú planeaste para nosotros: solo recuérdame, comprendes, cuando sea tarde para los consuelos, las plegarias."
Scarlett se alejo de aquel evento sin esperar a que enterraran el ataúd, necesitaba descubrir que había pasado con sus amigas.
Necesitaba buscar la razón por la que alguien les había quitado el futuro de la nada y sobre todo necesitaba encontrar un poco de justicia para ambas.
Lucia apagó el cigarrillo mirando el funeral desde la distancia, su rostro tenía un par de moretones producto de un muy agresivo interrogatorio con Belos.
—Y la obra termina con un final magnífico— susurro mirando a la familia de Amelia.
"Sin embargo, si me olvidas por un momento y después te acuerdas, no llores: porque si la oscuridad y lo corrupto dejan un vestigio de los pensamientos que tuve una vez: es mucho mejor que me olvides y sonrías a que recuerdes y estés triste."
Cuando el funeral termino los Blight se quedaron un poco más pues sus hijos querían decorar la lápida con un par de cosas que estaban seguros que Amelia amaría.
Edric hizo un pequeño dibujo de cráneo, Emira pinto las letras del nombre de su hermana con rosa, Amber plantó un par de semillas de tulipán y algunas de rosas, Amity solo puso un poco de brillo debajo del epitafio de su hermana.
"Porque incluso en la muerte se que soy libre."
(...)
—¿Por qué tenemos que irnos?— cuestionó Edric mirando con tristeza a su padre.
—No puedo cuidarlos a todos— confesó Alador mirando a su hijo —Tu madre sigue internada en el hospital y al parecer no saldrá en un tiempo.
—Deja que Amity venga con nosotros— suplico Emira a lado de su gemelo.
—Si, solo tiene 12 es injusto que tenga que pasar por esto sola, tenemos que estar juntos— apoyo Amber quien aún tenía el cabello verde.
Alador suspiro, estaba agotado, el funeral de Amelia había sido devastador, su mujer no dejo de llorar en ningún momento y el ver a su bebé en una caja rompió su alma.
Pero el separar a sus hijos era posiblemente la mejor opción, pues tan solo hace unos días Amity había sido visitada por el médico quien le dijo que necesitaba volver a comer o se haría mucho daño.
—Ella no puede ir— comento el hombre mirando con entendimiento a sus hijos —Su estado no le permitirá viajar, tiene que entender que no puedo arriesgar a qué Amity se enferme de nuevo.
Los tres asíntieron mirando a su padre quien camino hasta ellos y beso la frente de cada uno para ir a la habitación de Amity quien estaba dormida como cada día desde hace 2 semanas.
Alador miro a la menor de sus hijas dormir, nuevamente su almohada estaba mojada por sus lágrimas y el cómo cada día la cambiaría.
—¿Crees que Amelia me hubiera enseñado a cantar?— cuestiona Amity mirando la cama vacía a su lado.
—Estoy seguro que lo hubiera hecho— exclamó el hombre ignorando el nudo en su garganta que se formó al decirlo.
—Ya no puedo escuchar su música— susurra la pequeña con los ojos llorosos —Quiero que regrese... Quiero poder escucharla una vez más... Solo quería que vuelva papá
Alador se recostó a lado de la pequeña y la abrazo con fuerza, sintió como las lágrimas mojaban su camisa, escucho como lloraba con fuerza y repetía el nombre de su hermana mientras lo único que podía el podía hacer era quedarse ahí.
—Esta bien— susurro acariciando el cabello de la pequeña —Todo está bien princesa.
(...)
La última noche de los gemelos en el departamento fue particularmente triste a pesar de que su padre cocino y su hermanita se levantó de la cama.
—¿Quieren ver una película?— cuestionó el patriarca de los Blight mirando a sus hijos quienes alzaron los hombros.
Nadie tenía muchas ganas de ver o escuchar algo mágico o pretencioso que tuviera Disney en su página, tampoco estaban de humor para ver Netflix o cualquier cosa.
—¿Podemos ver videos viejos?— cuestionó Amity mirando a su padre quien se sorprendió ante la petición.
Tenía tanto tiempo que no miraban ninguno de esos videos, años desde la última vez que a alguno de sus hijos les pidieron un trabajo de ese tipo.
—Claro princesa— respondió Alador poniéndose de pie y despeinado el cabello de Amity.
Los gemelos suspiraron y comenzaron a recoger la mesa mientras Amity y Amber acomodaban la sala para una noche de cine como siempre lo hacían antes.
Alador por su parte entro al baño y cerró la puerta con seguro, se recargo en la madera y masajeó su sien en círculos. Durante las últimas semanas se había sentido tan cansado que no sabía cuándo tiempo soportaría sin llorar.
Su esposa estaba internada despues de un colapso, Odalia se había derrumbado en poco tiempo, no importo cuanto Alador tratara de estar ahí. No funcionó y Odalia tuvo que ir a una clínica especializada, claro que al señor Blight le dolió bastante el ver cómo toda su familia se caía a pedazos.
Pero aún así intentaba mantenerla en pie, cuidando a sus hijos y impidiendo que la tristeza matará a la pequeña Amity.
—¡Papá ya estamos listos!— grito Emira desde la sala de estar.
(...)
"Un pequeño Edric corría con cámara en mano mientras grababa como Amelia perseguía a Amber por el jardín de su antigua casa.
—¡Niños regresen aquí!— grito un Alador más joven quien cargaba con un par de juguetes infantiles —¡No pueden correr así!
—Si podemos— replicó Amelia entre risas —Tu eres un anciano.
Odalia quien colgaba un par de sabanas en el jardín comenzó a reír con fuerza mientras el rostro de su esposo se volvía rojo.
—¡Mamá!— exclamó una pequeña Emira cargando a un bebé que era Amity —¡Ya se hecho a perder!"
Los chicos sentados en la alfombra comenzaron a reir mientras Amity cubría su rostro con vergüenza, ya eran las tres de la mañana, habían pasado muchas horas mirando grabaciones viejas y no paraban.
Era lindo mirar hacia atrás y saber que en un punto estuvieron juntos.
" Odalia tenía a Amber entre sus brazos quien lloraba con fuerza porque Edric quien ya tenía 10 años la había mordido.
—Te he dicho cientos de veces que no puede morder a los demás— regaño Odalia mirando al pequeño peliverde con seriedad.
—¡Ella me mordió primero! ¡Dijo que el brócoli se come! ¡Pero yo no soy un brócoli!— justifico Edric alzando las manos.
Alador sonrió atrás de Odalia, el hombre parecía estar haciendo un plano mientras Amelia estaba sentada en la mesa junto con Emira dibujando en unas hojas blancas.
—Edric pídele perdón a Amber— hablo Alador sin quitar la vista de sus documentos.
El peliverde infló sus mejillas y dejo de respirar bajo la mirada curiosa de Odalia. Amity quien había estado en el sillón imitó a su hermano quien a estas alturas ya estaba morado.
—Alados tus hijos van a morir— exclamó Odalia mirando a su esposo quien miro al pequeño.
—¡Ya están morados!— grito el hombre poniéndose de pie y corriendo a sus dos hijos."
El castaño sonrió, recordaba como tuvo que hacerle cosquillas a sus pequeños para que volvieran a respirar, pero termino con sus cinco hijas e hijo haciendo lo mismo juntos.
—Llevare a Amity a nuestra habitación— hablo Edric quien estaba soñoliento con su hermanita en brazos.
—Adelante campeón— respondió Alador poniéndose de pie y cargando a Emira quien también estaba dormida.
Rápidamente en dos viajes todos sus hijos estaban en una habitación, durmiendo tranquilamente mientras el recogía todo el desastre de la sala.
Fue en ese instante que un vídeo comenzó y el no pudo evitar sentir un apretón en el corazón.
"La sonrisa de Odalia brillaba, era mucho más joven que ahora, vestía un largo vestido morado con flores, su vientre estaba muy abultado.
—¿Entonces señora Blight que se siente saber que nuestra pequeña nacerá en unos meses?— cuestionó Alador quien sostenía la cámara.
—Alador basta, me has preguntado muchas cosas raras— se quejo la peliverde —La última ves me dijiste si se sentía como un alien.
—Vamos amor, es solamente curiosidad— se defendió el hombre.
Odalia suspiro para tomar la cámara de las manos de su esposo y comenzar a grabarlo.
—Alador, ¿Que se siente ser padre?— pregunto la mujer sorprendiendo al chico.
—Me siento feliz, jamás me había sentido tan feliz— respondió rápidamente el castaño. "
"Una pequeña bebé se encontraba llorando en su cuna cuando la cámara se encendió.
—Deja de grabarla, está llorando— se quejo Odalia tomando a la pequeña en brazos.
—Hey, cuando se case y tengamos que hacer un vídeo quiero poner cosas vergonzosas— confesó el hombre con diversión.
—Espero Amelia no herede ese sentido del humor— bromeó la peliverde meciendo a la pequeña.
—Tu te enojas ahora, pero el día de su boda me lo agradecerás— comento enfocando a su esposa.
Odalia rodó los ojos y después miro a su bebé, era tan pequeña, tan frágil, tenía un muy suave cabello castaño, unos ojos dorados y su piel era tan pálida como la porcelana.
La mujer comenzó a cantar una suave canción de cuna que calmó un poco a la pequeña en brazos."
Alador se sentó en el sofá, el vídeo continuaba reproduciendo en la vieja videocasetera.
Pero el no podía parar de llorar.
Porque cada día en la cena habría una silla vacía en el comedor, en el auto un lugar estaría solitario, porque la guitarra que le regaló a su hija no volvería a ser tocada.
Nunca podría llevarla al altar o mostrar un vídeo vergonzoso en su boda, no le regalía su viejo auto cuando fuera su graduación, ni siquiera la podría ver con aquel vestido negro que tanto tardo en elegir.
Jamás compraría una entrada para su concierto ni tendría la oportunidad de abrazarla con fuerza. No podría decirle el cuánto la amaba, el cuando se parecía a su madre aunque Amelia se quejara.
Incluso extrañaba las discusiones largas porque al menos en esos momentos ella estaba ahí.
Había una ausencia en la casa y dolía mucho más que cualquier cosa. Es decir ni siquiera existe un nombre cuando se pierde un hijo, las mujeres y hombre que pierden a su pareja son viudos, los niños que pierden a sus padre son huérfanos, pero cuál era el nombre de un padre que perdió a su hija.
No había ninguno, era tan horrible, porque un padre nunca debería enterrar a su hija, porque el debió de protegerla y no lo hizo.
Y ahora, la silla siempre estaría vacía.
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Chapter 51: 49: Heridas que no sanan
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Chapter Text
Todo estaba jodido, todo se había ido al carajo tan rápido que era difícil saber con exactitud en que momento comenzó.
Tal vez cuando Luz abrió la puerta de su habitación encontrando a Amity desnuda mirándose en el espejo.
Tal vez cuando Luca comenzó a preguntarle el porque trataba a Amity de esa forma tan distinta.
O incluso cuando Scarlett comenzó a ser su amiga.
De cualquier forma todo estaba jodido, Amity ya no estaba en la palma de su mano, su madre la odiaba, Edalyn estaba fuera de su habitacione custodiando que no escapara.
Todo había llegado a su fin. Lo único que quedaba era esperar el juicio, esperar a que Kikimora logrará darle la sentencia mínima y después no tenía idea.
Podría intentar llevarse a Amity una vez más, pelear por la custodia del bebé si es que había sobrevivido a todo lo que ocurrió esa noche.
¿Pero tenía sentido? Algo acaso todavía lo tenía, Amity ya no la amaba, ya no quería estar a su lado así que sin importar cuánto lo intentará no podría tenerla a su lado sin tener que lastimarla.
—¿Que tengo que hacer?— se cuestionó mirando sus manos esposadas a la cama de hospital.
Su abdomen todavía dolía producto de la cirugía realizada hace unas horas, su cabeza era un más de pensamientos que no llegaban a ningún sitio y la sensación de tener a Amity entre sus brazos aún era presente.
Parecía una tragicomedia clásica en la que ella era la antagonista principal, solo que al parecer el maldito final feliz sería con ella tras las rejas y Amity a lado de Luz.
—No puedo dejar que ocurra— susurro cerrando los ojos —Ella sigue siendo mía, al carajo la moral.
(...)
Luca tomo un poco de agua, su madre y Edalyn habían estado visitandolo todo el tiempo manteniéndolo informado de cada cosa que pasaba.
—¿Todos están fuera de peligro?— cuestionó el castaño mirando a un muy jodido Belos.
—Tan bien como pueden estar después de pelear con una sociopata— respondió el rubio con una media sonrisa.
El Noceda miro con detenimiento al detective sentado en la silla de ruedas frente a el.
Belos al parecer era un jodido súper hombre porque sin importar cuanto intentara la vida destruirlo el seguia de pie.
Había tenido una cirugía de urgencia cuando llegó en la patrulla conducída por el jefe Bump. Los doctores dijeron que era un milagro que un hombre como el siguiera vivo con tales heridas.
Pero tres días en el hospital bastaron para que el rubio pudiera recuperar su tradicional actitud de un adulto altamente amargado y cansado.
—¿Ya despertó Amity?— la voz de Luca se escucho un poco decaída.
—El doctor dice que ya no está en peligro, pero podría sufrir un aborto— hablo el detective con un mal sabor en la boca.
Aquella noche fue simplemente horrible, no se imaginaba que debió de haber sentido una niña de 14 años mientras su abusadora disparaba a todos a su alrededor.
Sin mencionar que Belos estaba totalmente seguro de que Lucía había violado a Amity dentro de aquella fábrica antes de que el llegará.
—Ella aún no quiere ver a nadie— confesó el hombre con pesadez —Hasta el momento nadie más que un par de agentes y doctores han hablado con ella.
—Es un mierda— gruño Luca apretando sus puños —No es justo que ella esté así mientras Lucia parece no sentir nada, ella le hizo cosas horribles.
Belos asintio, el mejor que nadie habia escuchado las cintas y visto cada vídeo en el teléfono de Lucía.
Incluso ahora sentía rabia al recordar cómo la pequeña Blight peleaba por alejar a Lucía de su cuerpo o como siempre le súplicaba parar.
—El mundo no es justo Luca— comento el rubio sin mirar al chico —Muchas personas nunca reciben justicia, pero gracias a ustedes puede que Amity tenga la oportunidad de tenerla.
Antes de que Luca pudiera hablar Edalyn entro a la habitación con una bolsa de comida rápida y un par de preguntas para ambos.
El juicio sería dentro de 3 días, necesitaban tener toda la información que pudieran.
(...)
Amber miro a sus amigos charlar con más calma en el comedor del hospital, como la mayoría de sus heridas ya habían sido tratadas y gracias aque los policías lograron persuadir a sus padres podían disfrutar una hora en el comedor.
—Al menos no estamos en clases— exclamó Boscha a lado de Willow —De seguro el idiota de química nos hubiera hecho entregarle la tarea sin importar que.
—No creo que algún profesor nos obligará a entregar algo, literalmente nos dispararon— comento Guss jugando con los gisantes de su comida.
—Eso es un buen punto— aseguro Viney mirando discretamente a Emira quien molestaba a Edric por su poca movilidad en su brazo.
—Vamos Edric dame cinco— se burló Emira alzando la mano y Edric rodó los ojos.
—Buena broma, pero al menos yo no tendré una cicatriz en la cabeza— se defendió señalando la parte arriba de la oreja de Emira.
—Yo creo que se ve genial— la voz de Viney se escucho ciertamente tímida mientras el rostro de la chica se volvía rojo.
Amber solo sonrió, era un poco divertido poder hablar con tanta naturalidad después de que pudieron morir unas noches atrás y sobre todo de que no habían perdido a ninguno.
—Mañana nos van a interrogar— comento Amber sujetando el vaso de jugo en su mano —Tenemos que decir todo.
—Genial, esto me gano por hablar con nerds— se quejo Boscha y Guss le lanzo un gisante a la cara —¡Hey! Es la verdad
(...)
Luz suspiro ocultando su rostro ente sus brazos con fastidio, era la segunda vez que el oficial le hacía decir lo que ocurrió esa noche.
—Hicimos un plan en la escuela, quedamos en vernos a las 4 de la tarde en la vieja fábrica abandonada, cuando llegamos colocamos fuegos artificiales en el techo por si ocurría un accidente alguien pudiera encontrarnos— relato Luz con cansancio —Estuvimos bien hasta la noche, Lucía nos encontró y comenzó a dispararnos, llegó el detective Belos y le disparo pero Lucía hizo explotar su auto dejando a Belos inconsistente, discutimos y después yo la ataque, me dejó inconsistente.
—¿Que paso después?— pregunto el hombre mirando unos documentos.
—Desperte fuera de la fábrica, todos estaban fuera menos Amity y Lucía, decidimos encender los fuegos artificiales por ayuda, pero escuché un disparo y volví a dentro, cuando llegue Amity no tenía pantalón ni ropa interior, estaba en el suelo herida— Luz alzo la mirada hacia aquel hombre quien estaba muy cansado —Pelee con Lucía, ella casi me asfixia cuando llegó Belos quien estaba muy jodido, ellos pelearon después Lucía lo golpeó con una roca o algo así... Lo saco de la habitación, me iba a hacer daño cuando Amity le disparo... Después Belos me saco de ahí.
El policía suspiro para ponerse de pie dejando un par de fotos frente a Luz.
—Esto será duro— aclaro el pelinegro —Por lo que me has dicho tu y tus otras dos amigas, conoces el cuerpo de Amity y has tenido al menos sexo con ella una vez.
Luz asintio sin mirar las fotografías, no quería hacerlo pero tenía que hacerlo si quería poder ayudar a la chica que amaba.
—Tenemos muchos videos en nuestra posesión, pero encontramos otros en la red y necesitasmos que veas esto y me digas si es el cuerpo de Amity— aclaro el policía.
Con temor Luz miro las fotos y comenzó a llorar, cubrió su rostro con sus manos, aquella chica era sin duda su Amity. Y ahora sabía que sus videos había llegado a una parte muy jodida de internet.
—Descuida, tuvimos mucha suerte de encontrarlos, era un sitio nuevo que no permitía descargas o capturas de pantalla— confesó el hombre tomando las fotos —Tu novia está a salvó, tenemos lo que parece ser todo el material.
—¿Lucia estará en la cárcel verdad?— cuestionó Luz sin poder dejar de llorar.
—Tienes que créer en que esa maldita no saldrá de prisión— prometió el oficial mirando a la dominicana.
(...)
Era de noche nuevamente cuando en la habitación de la menor de los Blight reinaba la soledad.
Amity se cobijo debajo de sus sábana, sus manos abrazaban su vientre mientras ella no podía parar de llorar.
Estaba embarazada. Y no tenía idea de cómo ver a sus padres a la cara, cómo ver a Luz, como podría decirle que realmente le gusta, como se lidira cuando Lucía ya le había quitado todo.
Estaba sucia, manchada como una hoja en la que derramas cafe y luego tiras a la basura. Ella era esa hoja.
Y no podía evitar sentir qué todo era su culpa, incluso pensaba en retirar los cargos hacia Lucía. Después de todo Lucía la quería y posiblemente sería la única persona que pudiera quererla después de que ya había sido tan manchada.
Quería simplemente parar todo lo que pasaba pero sabía que si abortaba la sociedad entera sería la encargada de juzgar su vida.
Pero ella ya no tenía la fuerza para defenderse, ya ni siquiera sabía si realmente quería seguir viviendo de aquella forma tan horrible.
Porque se sentía horriblemente sucia, como si la manos de Lucía todavía tocaran su cuerpo, como si sus palabras se siguieran repitiendo en su mente una y otra vez.
—Amity— exclamó una voz suave —En la ventana.
La peliverde se quitó la sábana de encima y se sorprendió al ver a Luz fuera de su ventana.
—Estas loca— dijo la Blight acercándose a Luz —Estamos en el segundo piso, te puedes hacer daño.
—Eso es lo de menos— aseguro la dominicana entrando a la habitación —Tenia que verte.
Luz se acercó a la Blight quien retrocedió abrazándose a si misma, por primera vez la latina se tomó el tiempo para estudiar el aspecto de la Blight.
—Lloraste— susurro la alfa tocando delicadamente la mejilla de la peliverde —¿Quieres hablar de eso?
Amity nego, Luz suspiro para acercarse con lentitud hasta la peliverde la abraza hinalando profundamente el aroma de la dominicana.
Aveces Luz podía olvidar que Amity ya era una oemga y que al igual que ellos tenía esas reacciones tan necesitadas de protección, pero nunca imagino que pudiera ser tan doloroso sentirla temblar entre sus brazos o que aquella sensación de protegerla estuviera enloqueciendo sus sentidos.
—Estoy aquí— aseguro la castaña besando la frente de la Blight —No me voy a ir a ningún lugar, te voy a proteger.
La sudadera roja de Luz comenzó a sentirse humena mientras Amity no podía dejar de llorar.
Habían heridas que no sanarian incluso con todo el medicamento del mundo, habían lugares dentro de la Blight que nadie más que ella misma podría curar.
Y eso era una mierda, porque Lucía los había roto pero jamás tendría que arreglarlos.
Porque ahora era claro para Luz. Su hermana nunca amo a Amity.
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Chapter 52: 50. Mereces esto
Notes:
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Chapter Text
El sol entro por las ventanas de la habitación de la Blight, Luz se había quedado a dormir con ella en la noche por lo que Amity seguía acostada en su pecho, inhalando el dulce aroma a Chocolate que únicamente tendría la alfa.
—No quiero que te vayas— susurro la peliverde con tristeza.
—No me voy a ir— aseguro Luz con una sonrisa.
Era verdad que nunca tocaron el tema del embarazo y era algo que Luz realmente quería hacer, quería dejar en claro que sus intenciones con Amity eran sinceras sin importar en que situación se encontrarán.
Porque al final del día cada que tenía a la Blight entre sus brazos se sentía como si fuera su lugar en el mundo, cuando escuchaba sus latidos rítmicos entendía que tal vez el mito de las almas gemelas era realidad.
Y quería que Amity se sintiera igual, que entre sus brazos sintiera seguridad de que nadie en el mundo la volvería a lastimar o que absolutamente nunca la dejarían de amar.
—Tenemos que hablar de "eso" Amity— exclamó Luz sintiendo como el cuerpo de la chica se tenso entre sus brazos.
—No tenemos que hacerlo— aseguro la peliverde con cansancio.
—Te quiero, cuando lo dije en el hotel de verde lo sentí, me has gustado desde que te conocí, yo incluso podría... Ya sabes... Hacerme responsable— confesó Luz provocando que la peliverde se alejara rápidamente.
—No— exclamó Amity con los ojos llorosos —Tu solo no lo entiendes, no quiero que digas esto Luz, no quiero que seas responsable.
Las lágrimas comenzaron a caer por las mejillas de la Blight quien se abrazo a si misma sin darle el tiempo a Luz para pensar en lo que ocurría.
—Yo de verdad lo haría, no me importa cualquier cosa que diga alguien más, yo de verdad podría estar para ti y para el be— Luz no puede terminar de hablar cuando Amity la a empujado de la cama con fuerza.
—¡No es un bebé! ¡Es un feto Luz!— explotó entrando en llanto —¡No es tu responsabilidad!.. es solo mía de acuerdo... Yo tengo que cargar con esto, es mi culpa.
Los ojos de Luz se abrieron ante el asombro, las palabras no salieron de sus labios pero entendía lo que ocurría.
Amity no quería ese bebé, ella no estaba lista para lidear con un embarazo producto de una violación, porque el feto era de Lucía, la persona que violo a su hermana y la mató.
—Tu te estás castigando ¿Verdad?— cuestionó Luz hablando después de un largo silencio —Tu realmente crees que mereces esto.
—Ya no hables— suplico la Blight cubriendo su rostro con sus manos.
—Amity no puedes hacerte esto— exclamó la alfa poniéndose de pie hasta estar frente a la peliverde.
—Vete— hablo con la voz suave pero aún así se notaba su frustración.
—No me voy a ir— sentenció Luz quitando las manos de la Blight de su rostro —Tienes que hablar con tus padres, decirles que no quieres al bebé, tienes que hablar con ellos.
—Es un pecado Luz— sollozo Amity desviando la mirada con vergüenza.
La dominicana se sorprendió ante las palabras de la chica y sintió como si corazón se apretaba en su pecho ante ello. No sabía cómo la chica frente a ella soportaba todo lo que estaba en su mente sin caerse.
—Al carajo al religión, al carajo lo que las personas digan, es tu vida, es tu cuerpo, es tu futuro, nadie más que tú entiende lo que pasas— la morena hablo de forma calmada aunque también quería derrumbarse.
—Me iré al infierno— susurro la Blight abrazando con fuerza a Luz quien rápidamente la rodeo con sus brazos.
—Entonces iré contigo— prometió besando la mejilla de la peliverde.
(...)
Cuando Edalyn entro a la habitación noto como finalmente la Blight parecía hablar con sus hermanos quienes estaban en su habitación.
—Ustedes realmente parecen hechos a fotocopiadora— comento Eda con una sonrisa —Son idénticos.
Edric asintio orgulloso mientras que sus hermanas reían por el comportamiento del mayor. Era relajante poder estar juntos sin estar preocupados de que Lucía los encontrará.
—Chicos tenemos que hablar con su hermanita a solas— pido Belos entrando a la habitación en su silla de ruedas.
—Nos vemos al rato Mittens— se despidió Emira para despeinar el cabello de su hermana menor.
—Cualquiera cosa estaremos afuera— aviso Amber besando la frente de Amity.
—No te vamos a dejar sola— aseguro Edric con una sonrisa llena de cariño.
Belos solo rodó los ojos cansado de tanto amor, realmente era lindo pero pasaba mucho tiempo con Luca y Amber pues había adquirido la costumbre de charlar con el chico en su tiempo libre para asegurarse de que siguiera su recuperación al pie de la letra.
—El juicio será en unos días— comento Edalyn sentándose en uno de los sillones frente a la chica —Necesitas estar lista.
—No quiero verla de nuevo— confesó Amity sintiendo sus manos temblar —No puedo hacerlo.
—Intentamos convencer a la juez de que no estuvieras presente— exclamó Belos con cansancio —Pero debido a la abogada de Lucía tendrás que estar presente, por eso tienes que escuchar todo lo que te diré.
Amity asintio con tristeza, no quería tener que volver a ver Lucía porque sus ojos no dejarían de verla, porque a pesar de todo seguia sintiendo esa culpa por todo lo que había ocurrido.
—Kikimora vera cualquier abertura en ti y lo usará, si dudas, si tienes miedo ella lo utilizará en tu contra— confesó Belos apretando su puño con fuerza —Necesitas decir la verdad sin importar que tan mala sea, necesitas ser tan fuerte que ella no pueda ver una abertura en ti.
—Amity, sin importar que pase tienes que saber que nosotros te cuidaremos, yo siempre estaré en la sala y Lilith será tu abogada— dijo Edalyn con mucha más calma que su compañero.
—¿Lilith?— cuestio la peliverde con curiosidad.
Era verdad, entre tanto papeleo, investigación y sobre todo cuidar a los chicos había olvidado comentarle a Amity que su abogada sería su hermana.
—Ella será tu abogada, es mi hermana y tienes que creerme que ella es la mejor mandando a las personas a la cárcel— informo sorprendiendo a la chica —Cuando esto termine Amity, te prometo que Lucía no vera la Luz del sol.
(...)
Odalia estaba sola en el departamento, aquella noche su esposo sería el encargado de hacer guardia en el hospital por lo que ella podría dormir por primera vez en su cama.
Pero no lo hizo, entro a la habitación de su pequeña Amity y miro todo con atención.
Se preguntaba cómo pudo ser tan ciega para notar lo que le pasaba, como no pudo notar las señales, pero la respuesta era simple.
Ella nunca quiso ver a Amity porque era igual a Amelia a su edad, porque el dolor aún estaba presente dentro de su corazón.
Pero jamás en su vida pensó que su pequeña niña estaría viviendo un infierno mientras ella estaba ensimismada con su dolor.
Pensó en cada vez que noto la ropa de su hija ser más corta o provocativa, en que bajo de peso, en su cambio de ánimo, si tan solo lo hubiera visto antes.
Si tan solo pudiera cambiar las cosas lo haría, si pudiera quitarle todo el dolor que Amity paso lo haría sin dudarlo.
Porque al final del día era su hija y la amaba, pero le había dicho cosas horribles, la había alejado en vez de preguntar qué ocurría.
—Esto es mi culpa— sollozo dejándose caer en el suelo de la habitación —Lo siento tanto.
La verdad era que Odalia ya no podía cambiar nada de lo que había ocurrido, no podía regresar al pasado y por mucho que quisiera arreglar todo era imposible.
Solo tenía la opción de continuar, proteger a su hija y luchar porque Lucía no les quitará más de lo que ya había hecho.
Necesitaba justicia para sus hijas.
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Chapter 53: 51. La abogada del diablo
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Kikimora salio del cuarto de hospital de su primo quien seguia sentado completamente pálido.
Belos paso su mano por su cabello y comenzó a reír, era tan cómico que después de tanto tiempo sin ver a su prima su reencuentro fuera aquel y sobre todo con una plática tan inusual como lo era hablar de Lucía Noceda.
—Todo estará bien— susurro para si mismo tratando de calmarse.
Tenía que apresurarse si deseaba llegar a tiempo al juicio.
(...)
El jurado estaba en su lugar, los abogados listos mientras que las butacas comenzaban a llenarse con prisa, la familia Blight estaba sentada al frente junto con los Noceda.
Camila estaba sentada a lado de Edalyn quien en ningún momento soltaria su mano. Alador dejo que su mujer se aferrara a el pues ambos realmente estaba a punto de llevarse a su pequeña lo suficiente lejos como para que Lucía no pudiera verla nunca más.
Fue entonces cuando la acusada entro por una puerta al costado, iba escoltada por dos policías, cuando finalmente llegaron a lado de su abogada ambos guardias quitaron las esposas permitiéndole mover sus manos con total libertad.
Amity quien estaba a lado de Lilith se encongio en su asiento, podía sentir la mirada de Lucía sobre su cuerpo, incluso su estúpido instinto Omega aún quería que la mayor la abrazara y perdonará por intentar irse de su lado.
—Ya que todos están presentes iniciaremos el caso, todos de pie— hablo la juez golpeando la base de madera con su martillo —Lucia Nocedaen el caso de la muerte y violación de Amelia Blight y la muerte de Winona Park ¿como se declara?.
—Inocente— respondió Lucía sin expresión alguna.
Camila tuvo que sujetarse a Edalyn para no caer al suelo. Aquella mujer no era su hija, porque su pequeña jamás hubiera hecho tanto daño sin siquiera arrepentirse por sus actos.
—En el caso de agresión con mano armada y lesiones graves a un oficial ¿Cómo se declara?— pregunto la mujer mirando de reojo a Belos.
—Inocente— volvió a responder con tanta clama que un escalofrío recorrió el cuerpo de Amity.
Amity sintió que su mundo daba vueltas, que su cuerpo se entumencia con prisa y sobre todo que comenzaría a llorar en cualquier momento. Pero no lo hizo, se aferró a la mesita frente a ella y se mantuvo se pie
—En el caso de abuso hacia Amity Blight, violación, agresión e intento de homicidio ¿cómo se declara?
—Inocente— respondió provocando que la Blight cerrara los ojos con fuerza.
Ella realmente no quería estar ahí.
(...)
Después de una insistente defensa de Kikimora de que el caso de Amelia y Winona era totalmente ajeno al de Amity al igual que el caso de Belos, lograron convencer a la jueza de que no se presentará aquel día un juicio sobre aquello.
Pero ahora mismo Kikimora interrogaba a Edric quien respondía sereno ante cada pregunta aunque aveces el mismo deseaba gritarle a Lucía que era una mierda de ser humano.
Claro que la mujer no pudo encontrar alguna abertura en el chico por lo que no pudo explotar aquello dejando que fuera el turno de Lilith.
—Llamo a Lucía Noceda al estrado— aviso Lilith y la nombrado camino hasta el lugar.
La mira de la dominica y Amity se cruzaron provocando que la Blight bajara la mirada.
Se sentía sucia porque aún con todo lo que había pasado, Lucia la seguia viendo como si fuera "su niña", como si una parte de ella se quedará en Amity.
—¿Desde cuándo usted conoce a Amity Blight?— cuestionó Lilith con serenidad.
—Dos años 5 meses— respondió Lucía sorprendiendo al jurado.
—¿Desde cuándo la menos comenzó a ir a su casa?
—Un año— confesó Lucía sin apartar la mirada de la Blight.
—¿Que edad tenía Amity entonces?.
—Tenia 13 años— respondió Lucía ignorando la mirada de su madre.
Amity se encogió en su lugar pero sintió un suave toque en su hombro al mirar hacia atrás noto a su madre sonriendo como si intentará calmar un poco la ansiedad que la estaba comiendo viva.
—Esta bien— aseguro Odalia dando un suave apretón —Estamos aquí.
La menor asintio para mirar hacia el frente, Lucía la seguia viendo y esbozo una pequeña sonrisa que la menor ignoro.
—¿Entonces usted nunca tocó a la menor?
—¿En qué sentido se refiere?— pregunto Lucía mirando con un poco de curiosidad a Lilith.
—Alguna vez tocaste a la menor sexualmente— aclaro sintiendo la mirada de Kikimora en su espalda.
—Lo hice, pero siempre fue consensuado— respondió con tranquilidad aunque en el fondo sabía la verdad —Al inicio mi relación con Amity siempre fue de hermandad, nunca la hubiera tocado sin su permiso
—¡Ya deja de mentir!— grito Luz poniéndose de pie —¡¿Cómo puedes decir todo eso cuando ella está ahí embarazada?!
El jurado se miro escandalizado, era horrible tan solo imaginar aquello, pero rápidamente la jueza puso orden y pidió que se ignora aquello a la hora de tomar una decisión.
—¿Si usted nunca tocó a la señorita Blight porque tenemos una grabación admitiendo todo?— Pregunto Lilith levantando un sobre con la evidencia —Le diré a ustedes jurado lo que pienso, Todos sabemos lo que Lucía hizo, pero seguimos el protocolo por ley, pero es más que claro lo que pasó.
La jueza suspiro, claro que tenían todo para incriminar a Lucía y aquello solo era un teatro para llenar una pequeña cláusula en la ley.
—Lucia Noceda abuso de Amity Blight durante más de un año, la grabó, difundió videos suyos en la red, la lastimo emocionalmente y drogo en diversas ocasiones— informo la mujer con severidad —Pero estamos aquí permitiéndole defenderse a pesar de que ella nunca le dió esa oportunidad a Amity.
Lucia suspiro con fastidio, era claro que todo estaba muy jodido y por el poco interés en la cara de su abogada sabía que la posibilidad de pedir una sentencia más corta sería un chiste.
—¿Puedo decir algo?— cuestionó Lucia bajando del estrado.
Un guardia se acercó rápidamente pero Lucía levanto las manos detrás de su cabeza fingiendo que no haría daño alguno, pero en cuanto tuvo la oportunidad empujó al hombre y le quitó el arma de la cintura.
—Lucia ya suelta eso— se quejo Kikimora mirando con fastidio a la dominicana —Haces que todo se complique.
La castaña suspiro y tiro el arma al suelo, realmente pensó que asustar a todos así sería más divertido pero por la expresión llena de pánico de Amity descubrió que era todo lo contrario.
(...)
Las dos abogadas gritaban en la oficina de la jueza, habían decidido terminar aquello únicamente entres los defensores después de aquel susto con Lucía.
—Son al minimo 12 años por todo el daño a Amity— exclamó Lilith mirando a la jueza quien examinaba las pruebas.
—No, Lucía tiene sociopatia— comento Kikimora dejando un folder sobre la mesa de la jueza —Deben de creerme cuando hablo de que esté no es un nivel normal, de hecho explica demasiado
—Aun así abuso de mi cliente— reclamo la pelinegra con seriedad —Tiene que ir a la cárcel.
—Tiene que recibir ayuda o toda su vida seguirá lastimando a los demás— suplico la abogada mirando a la jueza.
—El trastorno de sociopatia te permite distinguir entre los bueno y lo malo— informo la jueza —No importa el diagnóstico, Lucia sabía lo que hacía.
Kikimora suspiro con frustración retrocediendo para salir de la oficina y dejarse caer en el sofá de la sala de espera, era muy claro que la jueza ya tenia una idea al igual que el jurado.
—La chica Blight debería pedir una orden de restricción— comento Kikimora mirando la pantalla de su móvil —Creeme que encerrar a Lucía en una clínica mental es mejor que permitirle joder el sistema con sus contactos.
—¿A que te refieres?— cuestionó Lilith con sorpresa.
—Es muy ingenuo pensar que Lucía no fingirá un buen comportamiento, que no conseguirá abogados, incluso está la posibilidad de que evada la cárcel— comento la abogads mirando con lastima a Lilith —La gente como Lucía nunca suelta lo que quiere, lo he visto antes y al menos que algo muy jodido pase y todos lo vean te puesto a qué Lucía saldrá en menos de 5 años
—¿Por que me dices todo esto?— la voz de la pelinegra sonaba totalmente sorprendida.
—Porque le estoy haciendo un favor a mi estúpido primo— exclamó sin darle mucha importancia.
(...)
Amity subió al estrado, estaba mucho más pálida de lo usual por lo que no fue una sorpresa que tambaleara un poco al subir los escalones y después de jurar que diría la verdad Kikimora comenzó su interrogatorio.
—Señorita Blight usted nos ha dicho hasta ahora que Lucía abuso de usted, drogo, violento e incluso hubo un intento de homicidio— informo la morena con calma.
Luz apretó sus puños al mirar a su hermana quien parecía tan absorta de todo el mundo que era horrible. Porque ella estaba ahí aunque Amity se morirá de miedo.
—¿Por qué iba al departamento de Lucía cada tarde?
—Porque me sentía sola— confesó Amity sintiendo se miserable.
—Entonces usted buscaba a Lucia Noceda— aclaro ante el jurado —¿Alguna vez sentiste algo más por qué hermandad por Lucía?
—Lo hice, pero fue ante de que ella hiciera todo esto.
—Sabes que creo Blight, te enamoraste de Lucía, fuiste a su departamento cientos de veces, si tuvieron sexo pero fue consensuado— aseguro y Amity nego con los ojos cerrados —Te dejaste grabar, todo lo que pasó fue consensuado, quería experimentar y Lucía estaba ahí para hacerlo.
—Yo no quería— susurro Amity apretando sus puños con fuerza.
—Pero aún así fuiste cada tarde a tu departamento, nadie te obligó, nadie te amenazo, fue tu elección continuar esa relación— atacó Kikimora sorprendiendo a todo el jurado —Fuiste al departamento de un alfa, metiste a Lucía en tu juego y cuando dejó de ser divertido montaste todo un teatro
—No es verdad— sollozo Amity mirando el suelo.
—Quiero que todo el jurado vea esto— exclamó la morena enseñando una tablet a las personas —Aqui se ve como claramente nadie forzó a Amity Blight.
El jurado quedó helado al ver el vídeo, pero cuando el audio se reprodujo a todo volumen Amity no pudo evitar querer morir.
"—Lo necesitabas tanto— cuestiona Lucía embistiendo con fuerza el interior de la Blight quien suelta pequeños gemidos —Tan apretada como siempre amor.
El rostro de Amity era un poema erótico, sus ojos llorosos, sus mejillas sonrojadas, su respiración rápida. Era preciosa en cada maldito sentido.
Lucia continuo aquello, el interior de la peliverde parecía suplicarle continuar, su voz tan llena de necesidad le pedía que llegara hasta el final y eso haría la alfa.
—¿Te gusta?— cuestionó Lucia y la menor asintió con vergüenza —No puedo creer que lo tomes todo dentro de ti... Hace unas semanas sangrabas y ahora eres toda una puta para mí."
Quería morir, sus padres lo habían escuchado, Luz lo había escuchado, todos lo hicieron. Todos sabían que ella ya no valía nada.
—Yo no veo que Amity Blight este siendo forzada— exclamó la abogada con seguridad —Yo no veo que mi cliente la este lastimando, esta chica de aquí es solo alguien que busca atención.
—No es así— susurro sintiéndose fuertemente indefensa.
—Es muy claro que mientes señorita— hablo la morena sin mucho tacto —Todos sabemos que solo eres una niña buscando aprobación o afecto, pero si sigues así arruinara una vida, esto es todo señoría
Amity recibió una indicación de regresar a su lugar pero al caminar un par de metros sintio un horrible dolor en su vientre.
Lucia observó esto y sin dudarlo se puso de pie corriendo hacia la Blight quien cayó en sus brazos aferrándose inconsciente a la alfa.
—Que diablos— gruño Lucía para después olfatear un poco cuello de la Blight notando ese aroma a hierro —Esto no esta bien.
—Tengo miedo— confesó la peliverde llorando con fuerza al mismo tiempo que intentaba alejarse —Duele mucho.
—Esta bien princesa— susurro Lucía tomando con fuerza a Amity entre sus brazos —Vas a estar bien.
La peliverde nego intentado alejarse pero era imposible, escuchaba como todos gritaban que llamara a una ambulancia, como sus padre intentaban pasar pero aquello era impedido por los guardias.
Solo podía aferrarse a Lucía quien la mecia entre sus brazos mientras le susurraba qué todo estaría bien.
Pero ella necesitaba a alguien más. Necesitaba sentirse segura.
—¡Luz!— Grito Amity llorando con fuerza —Por favor ven.
La domiciana empujó con toda su fuerza a un guardia que momentáneamente se inclino permitiéndole pasar y correr hasta Amity quien estiró su mano tratando de tocar a Luz.
Chapter 54: 52. Incluso si es un pecado
Notes:
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Luz alejo a Lucía de Amity y la tomó entre sus brazos, la cargo hasta poderse sentar en una silla dejando que la chica estuviera tranquila en su regazo mientras respiraba con pesadez sus feromonas tratando de calmarse.
—Estoy aquí— hablo Luz con suavidad —Me voy a quedar aquí Amity
Lucia no se movió de su sitio, estaba sorprendida por aquel grito de la Blight y por aquella reacción de Luz.
Aquello no era normal, ni siquiera tenía sentido que un alfa tan joven como Luz desarrollará ese sentido tan fuerte de protección a esa edad y solo había una respuesta.
—Se están imprimiendo— exclamó Lucia sorprendiendo a Luz quien la miro por unos segundos —No deberían poder hacer eso, ¡que mierda le hiciste a Amity!
Luz ignoro a su hermana. Era verdad se había estado imprimiendo sin darse cuenta de la Blight, pero tampoco podía saber cuando comenzó.
Aunque su sospecha principal era aquel día en el que la cargo en su espalda y Amity se aferró a su aroma, porque después de aquello no pudo evitar desear estar con la Blight.
Y cuando tuvieron relaciones en aquel Hotel el proceso se comenzó a acelerar, por eso Luz sentia esa necesidad tan fuerte de estar a lado de la Blight en el hospital.
—Ya no quiero sentirme así— susurro Amity llorando.
—Te voy a sacar de aquí— prometió la alfa besando la frente de la chica.
—Es mi maldito bebé Luz— gruño Lucía sin apartar la mirada de su hermana.
—No lo es— aseguro la castaña sin dejar de ver a la Blight —Es mío— mintió mirando a Lucía —Yo y Amity tuvimos sexo hace tiempo, es mío, desde ahora no tienes nada que ver con ella
Lucia se puso de pie con rabia pero fue sometía por Edalyn quien la obligó a recostarse en el suelo con las manos en la cabeza.
El jurado estaba escandalizado y tan pronto se sometió a Lucía los padres de Amity pudieron acercarse a ella.
—Hablaremos de eso después— exclamó Odalia mirando a Luz y Amity con severidad —Ahora tenemos que ir al hospital.
Luz asintio dejando que Alador tomara a la menor entre sus brazos pero rápidamente la necesidad volvió a Amity quien miro a la alfa con súplica.
—Vendras con nosotros— aviso Alador dejando nuevamente a su hija en brazos de Luz.
La alfa asintio y siguió a los Blight al estacionamiento donde entro al vehículo con la peliverde en brazos.
(...)
Odalia miro a Luz por el parabrisas, el auto apestaba a chocolate y entendió que era su intento por calmar un poco a su hija.
Alador quien conducía suspiro, era ciertamente fastidioso estar en su auto con un familiar de Lucía porque lo llenaba de rabia, pero ahora mismo Luz no parecía ninguna amenaza pero aún así no lograba confiar en ella.
—No te vayas— suplico Amity aferrándose al cuerpo de la alfa quien limpio con suavidad las lágrimas de su mejilla.
—No me iré a ningún lado— susurro para dejar un rápido beso sobre los labios de la Omega.
Amity asintio cerrando los ojos, el dolor en su vientre era muy fuerte, como si algo dentro de ella fuera muy mal.
Se aterró al pensar que aquel ser que crecía dentro suyo fuera el principal culpable, pues el doctor ya me había explicado que su cuerpo con trabajos seguía funcionando.
La anemia tampoco ayudaba en absoluto y sobre todo el tener heridas que aún podían abrirse lo empeoraba ya que el dolor cada vez era más grande.
—No lo quiero— susurro la peliverde con dolor —Por favor, no lo quiero.
Luz trago su saliva, en su rostro se podía ver la clara mueca de desaprobación pero también una preocupación genuina por el bienestar de la chica, decidió dejar nuevamente aquel remordimiento estúpido en el fondo de su ser y le sonrió porque la amaba tanto que realmente la acompañaría hasta cada confín en la tierra.
—Lo entiendo— aseguro con comprensión —Estoy aquí, voy a estar aquí sin importar que elijas.
Odalia cerro los ojos con pesadez, aquella charla entre su hija y Luz era simplemente horrible.
Ni ella, ni Alador podían imaginar todo el estrés o la ansiedad que tuvieron que pasar para hablar tan sinceramente sobre lo que ocurría.
Es decir ambas deberían seguir soñando con un final feliz y cuentos de hadas, pero ya no era posible porque ahora hablaban de un aborto, porque toda inocencia que pudieran tener estaba extinta en más de un sentido.
Ya no quedaba nada de las personas que habían sido al iniciar el ciclo escolar.
(...)
Alador apretó sus puños con fuerza cuando el médico les explico lo que ocurrió con su hija.
—Sere sincero señor Blight— comenzó el médico quitandose las gafas —Su hija tiene un embarazo de alto riesgo que compromete su salud, su hija tiene anemia, hace unos días tuvo dos cirugías peligrosas y una de ellas tuvo complicaciones.
—Digalo de una vez— ordenó el castaño sin apartar la mirada del médico.
—Necesitan decidír si el feto nacerá, porque si la respuesta es si tenemos que comenzar un tratamiento para que su hija pueda soportar el parto o al menos no muera con el bebé— informo el doctor logrando que Alador se dejará caer en su asiento.
El hombre se quedó en silencio, era claro que él deseaba nietos y sin importar que Lucía fuera la madre del bebé lo amaría, pero Amity era su hija y no podía pensar si quiera en poner su vida en riesgo.
—No se qué hacer— confesó el hombre con los ojos llorosos —Esto se siente tan mal, es solo un bebé pero mi Amity es solo una niña
—Tiene que hablar con su hija sobre esto— sugirió el hombre mayor con cierta empatía hacia Alador —No le diré el absurdo discurso que se ha estado diciendo los últimos meses sobre el aborto y sus pros o contras, no soy nadie para hacerlo.
—Entonces que podría decirme— murmuró él hombre con cansancio.
—Que deje que su hija eliga, porque es su vida señor Blight, el feto afecta su salud de la peor forma, ni siquiera puedo asegurarle que su hija sobreviva en las proximas horas— sentenció el doctor sentándose junto a él —Mi consejo médico es realizar la interrupción del embarazo, su hija es una niña y tiene todo por delante, tiene mayor probabilidad de sobrevivir.
—¿Cree en Dios?— cuestionó el Blight cerrando los ojos.
—En ocasiones lo hago— confesó el médico con calma —Cada que necesito creer en algo o cuando las cosas parecer imposibles creo en él.
—Yo si creo en él, mi familia me enseñó a creer en el— comento Alador mirando el techo —Y yo le enseñe a mis hijos a creer en él, matar es un pecado y eso es el aborto.
—Yo creo que Dios entenderá— hablo el doctor con una mirada suave hacia el hombre quien sonrió
—Se supone que el tiene un plan perfecto para todo, un destino y el porque estas cosas pasan— dijo el castaño con la voz quebrada —¿Pero que clase de plan es este? Qué sentido tiene que mi pequeña pase por esto, es como si Dios se burlara de nosotros.
El médico asintio, en su mirada se notaban los años, la experiencia de la compasión que puede tener un ser que dedico su vida a salvará otros.
—No se si Dios existe señor Blight, pero estoy seguro de que sin importar que decida el podrá perdonarlo, el entenderá que usted está tratando de salvar a su hija— hablo tocando el hombro del patriarca —Nadie es perfecto, usted es humano y tiene que escuchar a su hija y apoyarla, porque ella aún es una niña que necesita a su padre.
Alador asintio limpiando las lágrimas de sus mejillas, tenía que ir con su esposa y su hija a tomar una decisión.
(...)
Amity sollozaba en el pecho de Luz quien acariciaba su cabello, la hemorragia había sido controlada pero continuaba en peligro de un aborto.
—¿Desde cuándo comenzaron está relación?— cuestionó Odalia mirando con preocupación a su hija.
—Hace unos días— respondió la alfa mirando a la madre de Amity.
—Es imposible que el bebé sea tuyo— aseguro la madre mirando con curiosidad a Luz —¿Porque piensas que es tuyo?
—Si el bebé nace yo seré responsable de él o ella y si no es así yo estaré siempre a lado de Amity— aseguro con una sonrisa.
Odalia suspiro, era claro que Luz no tenía idea de la responsabilidad que tendría si realmente quería criar a ese bebé y por el momento no se lo diría o al menos no hasta que su esposo regresara.
—Mamá no quiero tener al bebé— confesó Amity mirando por primera a su madre.
La mujer pareció ponerse mucho más pálida de lo que era comúnmente, ese semblante severo cayó al suelo en segundos y finalizo con un sabor agrio en el paladar.
—¿Lo pensaste bien?— cuestionó sentándose a lado de Amity y acariciando su cabello.
—Lo hice— aseguro la menor con la voz tan rota que Odalia aguanto las ganas de llorar —No quiero tenerlo.
Odalia miro a Luz quien asintio, podía notar esos instintos de alfa enfurecidos por aquella decisión pero también podía ver todo el amor que tenían hacia su hija y el como sus palabras eran sinceras.
—Esta bien mi amor— comprendió la mujer tomando con suavidad a su hija entre sus brazos —Nosotros arreglaremos esto.
Alador entro a la habitación y al ver aquello entendió a la perfección la desicion de su hija quien sería la única que podría saber cómo se sentía.
El la apoyaría siempre, incluso aunque la sociedad repudiara su elección, el la protegeria porque jamás volvería a dejar que sufriera algo tan horrible de nuevo.
Notes:
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Chapter 55: 53. Estamos heridos
Chapter Text
La habitación olía a antiséptico, era fría, la única ventana daba a un gran árbol de jacaranda y lo que parecía ser una parque, la doctora tenía el rostro de una típica profesora de química de aquellas películas viejas.
Amity se quitó la ropa con cuidado, noto la gasa sobre sus heridas y los moretones de su cuerpo que poco a poco desaparecían de su piel. Se coloco con cuidado aquella bata de algodón y desató su cabello.
Estaba tan asustada que sentía que correría lejos en cualquier momento, por suerte Luz entro a la habitación con una sonrisa.
Saludo a la doctora encargada de hacer la interrupción del embarazo contagiando aquella alegría que siempre era su principal característica.
—¿Estás lista?— cuestionó la doctora con amabilidad y Amity asintio —Recuestate, les daré un momento a solas, volveré en 5 minutos.
—Gracias— exclamó Luz mirando como la doctora se iba.
Amity suspiro, aún se sentía muy cansada después del juicio de ayer e incluso un poco molesta porque se haya pospuesto hasta dentro de un mes debido a la condición médica de todos los involucrados pues cuando Lucía forcejeo con los guardias sus puntos se abrieron.
—¿Estás segura?— volvió a preguntar Luz quitando un mechon de cabello del rostro de la Blight y poniéndolo detrás de su oreja.
—Lo estoy— respondió Amity con tristeza.
La alfa al ver la reacción cargo a la omega y la recostó con suavidad sobre la superficie de la camilla.
—Voy a estar aquí— prometió besando rápidamente los labios de la Blight quien se puso totalmente roja.
Era curioso porque aunque ya habían dado un gran paso aún se sentía muy nerviosa cada que Luz la besaba o tomaba su mano.
—Te quiero Amity Blight— dijo sentándose a su lado mientras tomaba su mano con suavidad y la besaba.
—Te quiero Luz— respondió sonriendo con aquel brillo que tanto amaba.
Cuando la doctora entro miro a la pareja, asumio que aquello había sido un embarazo muy pronto por lo que le pareció sorprendete que a pesar de todo su alfa estuviera ahí siendo tan amable en todo momento.
No muchas relaciones sobrevivían a uns interrupción por lo cual verlas juntas y apoyándose tanto era único.
—Puede que duela un poco— informo la doctora —Pero es totalmente normal de acuerdo.
Amity asintio apretando la mano de Luz.
En la mañana habían explicado como sería su proceso, le habían dado medicamento para la dilatación, le dijeron paso por paso como sería y como única excepción le permitieron a Luz acompañarla en todo momento aunque fuera menor de edad, claro que necesito el permiso de su madre pero fue lo de menos.
—Voy a comenzar de acuerdo— aviso la doctora levantando la bata de Amity.
Luz trago en seco, sentía a su chica temblar de miedo por lo cual inconsciente soltó sus feromonas relajando un poco a Amity y agradeciendo que aquella doctora fuera una beta.
Acaricio con su pulgar la mano de la Blight y en ocasiones dejaba pequeños besos sobre la misma, la miraba con ternura y le decía pequeños te amo cada que notaba aquella mirada apunto de llorar.
Era algo tan dulce que Amity se pregunto si algo sería diferente si en lugar de Lucía hubiera sido Luz.
Posiblemente lo hubiera deseado tener con mucha fuerza, se hubiera aferrado hasta el final porque realmente amaba a Luz y sabía que sin importar que no la dejaría.
Podrían criar al bebé juntas, claro que sería difícil pero tendrían el apoyo de sus padres en todo momento, incluso estaba segura de que su padre tendría la famosa charla amenazante con Luz.
Cargaría al bebé entre sus brazos todas la noches y de seguro Luz le contaría historias fantásticas, incluso se imagino como sería el proceso de embarazo con Luz a su lado.
Y comenzó a llorar sin poder parar porque el feto no era de Luz, porque su cuerpo no lo soportaba y porque ella sabía que si aquel bebé nacía no podría amarlo porque sería de Lucía.
—Tranquila casi terminamos— hablo la doctora con suavidad.
La alfa se puso de puso de pie con prisa y beso con suavidad la frente de la Blight, acaricio su cabello y tomo su mentón levantando su mirada hacia ella.
—Esta bien Amity, en un futuro te juro que lo haremos bien tu y yo— hablo Luz sorprendiendo a la chica pues había adivinado sus pensamientos —No te dejare de amar por esto, no dejaras de ser la persona que quiera para pasar el resto de mi vida.
Amity sintió, sus sollozos pararon un poco mientras que la doctora informaba que habían finalizado.
Fueron 10 minutos en los que Luz nunca soltó su mano y mucho menos la hizo sentir mal por las elecciones que había tomado.
—Espera 30 minutos, cuando el tiempo pase una enfermera te llevará a tu habitación— exclamó la mujer haciendo un rápido ultrasonido a Amity para asegurarse que no quedarán restos en su vientre.
Luz miro la pantalla con sorpresa, nunca supo entender un ultrasonido pero aquello parecía vacío y por como el color regreso poco al rostro de Amity entiendo que había sido lo mejor para ella.
—Gracias— exclamó Luz cuando la doctora se fue.
—Lo siento— susurro Amity cerrado los ojos.
La alfa se recostó a su lado acomodando a la chica en su pecho sin lastimarla, dejo que Amity la abraza como lo había estado haciendo los últimos días.
Aún habían muchas preguntas en la mente de Luz, una de ellas era el como se sentía Amity con el nuevo vínculo que estaban desarrollando porque honestamente ella si lo podía sentir cada que tenía que alejarse demasiado.
Pero aquello sería una charla para después, tenían todo el tiempo del mundo y ella no presionaría.
(...)
Luca lazo la muleta lejos, nuevamente estaba en el suelo en uno de sus intentos por poder caminar, parecía que sus piernas estaban muy jodidas lo sabía porque las radiografías que le tomaron no mostraban ningúna lesion en su columna.
Y eso frustraba, porque no entendía cuál era el estúpido problema en su cuerpo, porque lo médicos le decían que tuviera paciencia pero el no podía tenerla porque tenía que estar listo para el juicio dentro de un mes.
—Deja de hacerte esto— pidió Amber ayudando al chico a ponerse de pie —Te han dicho que aún no estás listo.
—Soy un Noceda, esperar no es nuestro don— bromeó el castaño logrando que su amiga rodará los ojos con fastidio.
—Tampoco ser honestos— se quejo Belos desde el marco de la puerta —Si sigues haciendo esto puede que de verdad dañes tus piernas.
Luca suspiro, tenían que intentarlo y estaba seguro de que podría lograrlo sin importar cuánto doliera.
—¿Que ocurrió con Lucía?— cuestionó Luca mirando con curiosidad al detective en la silla de ruedas.
—Sus heridas se abrieron, pero la llevarán a la enfermería de la prisión del estado— informo con una sonrisa —La corte decidió que no podía estar cerca de Amity después de como se puso en el juicio.
—¿Cómo salió todo?— pregunto ahora a Amber quien se sentó a su lado.
—La doctora de dijo a mis padres que habían terminado— comento la castaña tomando con suavidad la mano del chico —En 30 minutos saldrán, Luz estuvo con ella en todo momento.
El chico asintio más tranquilo, la noche anterior Amity había estado entrando en crisis en más de una ocasión y estaba mucho más relajado de que todo resultará bien.
—¿Esto es una reunión?— cuestionó Scarlett entrando a la habitación —Porque puedo regresar después.
Luca se sorprendió al verla, lo último que supo fue que estaba en investigación pero ahora parecía libre de cualquier sospecha.
—Te ves muy jodido Luca— bromeó la morena logrando que el castaño sonriera —Si hubiera sabido todo lo que pasó, no te hubiera dejado ir esa noche.
—No es tu culpa— se apresuro a hablar el alfa con el rostro rojo —Fue algo que solo paso.
Amber rodo los ojos y se puso de pie, no quería escuchar más de su charla porque aunque Luca le había asegurado que no quería a Scarlett de esa forma aún así habían tenido sexo y le dolía estar con ambos.
—De verdad se lo dijiste— hablo la morena sorprendida por la actitud de la chica.
—Tenia que hacerlo, me gusta Amber pero después de que le dijera me pidió tiempo para pensarlo— confesó el castaño con una media sonrisa —Esta en todo su derecho así que quiero pensar que aunque nunca seamos nada podremos seguir siendo amigos.
—Inteligente— susurro Scarlett despeinado al castaño quien sonrió.
Chapter 56: 54. Duele
Notes:
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Chapter Text
Luz ayudo a Alador a bajar dos maletas del auto, los hermanos Blight estaban presentes y Odalia abrazaba con fuerza a Amity quien se sentía muy avergonzada por eso.
—Todo está listo— comento Belos saliendo de la clínica junto con Scarlett.
—¿Estás lista pequeña Blight?— cuestionó la morena despeinado el cabello verde de la niña.
Amity asintio aunque realmente se seguía sintiendo insegura, desde hace unos días las pesadillas habían sido lo suficiente malas para hacerla llorar cada noche o gritar.
Incluso en una ocasión Luz había tenido que ir a su departamento para tratar de calmarla porque sus padres no podían hacerlo.
También la culpa por el aborto se volvía muy pesada aveces, le daban ganas de llorar y tirarse en la cama, quedarse ahí hasta que desapareciera o hasta que su mente dejara de gritarle.
Claro que no se lo dijo a nadie, porque todos excepto Luz la trataban como si fuera una bomba de tiempo y aquello la hacia sentir tan mal que era difícil recordar que se sentía estar bien.
Por eso cuando Scarlett sugirió llevar a Amity a la clínica para ayudarla a superar lo que ocurrió con Lucía, el embarazo, la violencia y hacer una evaluación física y emocional fue difícil que sus padres aceptarán.
Fueron los gemelos quienes habían estado insistiendo durante la última semana, Amber se había encargado de reunir información de la clínica y el propio Belos le brindo su experiencia con su sobrino que aún seguía internado pero saldría dentro de un mes.
—Esta bien, vendré cada fin de semana— aseguro Luz tomando la maleta de su novia del suelo —Y puedes llamarme siempre que lo necesites
—Gracias Luz— exclamó Amity besando la mejilla de la alfa quien se ruborizó.
Odalia miro esto y todo los ojos, aunque Luz le agradaba no podía dejar de notar aquel parecido alarmante con Lucía, sabía que no eran para nada iguales en su personalidad pero físicamente eran como copias.
Pero a pesar de ello Odalia realmente agradecía a Luz por todo lo que hacía por Amity, desde quedarse a dormir hasta venir cada que las pesadillas de Amity se volvían tan horribles que nadie era capaz de calmarla.
—¿Ustedes estarán bien?— cuestionó Belos mirando a la pareja —Su vínculo podría romperse al estar tan lejos
—Estamos bien— informo Luz sin mucha preocupación —Lo hablamos y no importa si se pierde porque ambas estamos seguras de lo que queremos
Amity asintio y aunque le dolía un poco a su parte omega entendía que aún eran muy jóvenes como para permitir que se ataran la una a la otra, pues aún existía la posibilidad de que Luz conociera a alguien más y se enamoré o incluso que ella misma pasará por eso.
—Tenemos mucho por delante ¿No?— hablo la Blight con un mueca.
Belos suspiro, al parecer lo mejor sería detener el vínculo que estaban formando antes de que se completará, era una lastima porque el realmente creía que aquello solo se podía dar con la persona destinada. Solo un mito que aveces le gustaba creer.
—Bien, desde aquí tenemos que ir solos— exclamó Scarlett mirando a todos las personas.
Los gemelos se lanzaron a abrazar a su hermana, Edric aunque aún no tenía la mejor movilidad podía por el momento flexionar su brazo y Emira había tenido una recuperación sin más complicación.
Amber solo despeinó a Amity y le prometió que cuando volviera a casa tendrían un maratón serio de Steven Universe en el que la dejaria escoger las bebidas.
Alador la abrazo con fuerza, dejando que su hija se sintiera protegida entre sus brazos hasta que finalmente sintió que era suficiente.
Odalia beso le frente de si hija con cariño, acaricio su mejilla y le aseguro que cuando todo terminará podrían volver a estar todos juntos.
Fue entonces cuando Luz se acercó con calma, aquella despedida significa decirle adios a aquel vínculo y no le importaba porque posiblemente estar en la clínica ayudaría mucho más a Amity de lo que ella podría hacerlo.
—Te veré el fin de semana— aseguro la castaña tomando la mano de Amity —Asi que hasta entonces no te enamores de alguien más.
—No podría hacerlo aunque quisiera— confesó la Blight con el rostro rojo.
—Yo tampoco— comento Luz con sinceridad —Cuando esto pase tendremos una cita, te llevaré al mejor lugar que 20 dólares puedan pagar
—Esperare con ansias— exclamó Amity abrazando con fuerza a la alfa.
Luz cerro los ojos y se centro en aquel dulce aroma a cereza de Amity, la amaba, mucho más de lo que podría decir con palabras y la extrañaría mucho más, pero ahora estaba entre sus brazos y le bastaba.
Amity junto sus labios tímidamente en un beso tierno, Luz tomo su cintura y la acercó a su cuerpo ignorando la tos fingida de Alador.
Era un beso como una promesa de que sin importar que tan mal fueran las cosas podrían hacerlo bien. Era el tipo de amor que te hace reír en las mañanas y llorar de alegría, era el tipo de amor que Amelia siempre le contó.
—Cuando regreses hablaremos sobre lo que somos— prometió Luz con sinceridad.
(...)
La sangre mancho el piso de la celda de Lucía quien nuevamente limpiaba la sangre de sus nudillos, no era broma eso de que a los abusadores les iba como el infierno en la cárcel.
—Ellas seguirán viniendo hasta que te den en la madre— informo su compañera de habitación quien leía orgullo y prejuicio.
—Entonces se cansarán mucho— aseguro Lucía mirando a la mujer inconsciente en el suelo.
—Eres una mocosa con suerte, de todo el mundo tenías que abusar de una niña, me sorprende que no te hayan matado ya— se burló la mujer cambiando de página.
—Tu eres una perra que mató a sus hijos, no me vengas a dar clases de moral— se quejo Lucía sentándose en la parte superior de la litera.
La mujer rodó los ojos y salió de su celda a la par que un par de guardias acompañaban a cuatro presas que al entrar cerraron la puerta dándole a enter a Lucía lo que pasaría.
—Esto no va a salir bien— comento Lucía bajando de la litera —De verdad no miento cuando digo que no quiero más problemas.
—Debiste de pensarlo antes de grabar a una niña— aseguro una sacando lo que parecía un puñal improvisado.
La dominicana suspiro cuando la primer mujer se acerco golpeando con fuerza su estómago logrando doblarla de dolor, la segunda mujer que parecía rubia alzo su cabeza únicamente para darle un fuerte golpe que nublo su vista.
—No es tan dificil Lucia, solo tiene que aceptar la mierda que mereces— exclamó una rubia tirando al suelo a la alfa.
Rápidamente las mujeres comenzaron a patear a Lucía quien cubrió su abdomen con sus manos, si los puntos se abrian tardaría mucho tiempo más en que la corté autorizará el juicio.
Cuando la mujer del puñal se acercó corto sin preocupacion alguna su brazo dejando una horrible herida que debia doler como el infierno.
Lucia jadeo cuando las mujeres se detuvieron, los guardias abrieron la celda dando a entender que era suficiente y salieron no sin antes escupir sobre la dominicana.
La compañera de Lucía entro a la celda con una sonrisa sancarrona en su rostro.
—Este lugar te jodera antes de que te manden a un psiquiatra Lucía y sabes que lo mereces perra— sentenció la mayor con calma —Reza porque ganes una condena mínima.
Lucia solo ignoro aquello, el piso estaba manchado de su sangre y no podía dejar de pensar en que el jodido juicio se volvería a posponer pues comenzaba a sentir su abdomen húmedo y seguro era por su sangre.
—Vete al carajo— gruño Lucía poniéndose de pie —He estado en el infierno antes y esto no es nada.
(...)
Belos llevo las maletas hasta el dormitorio de Amity, era una habitación simple color blanco pero podía decorarla a su gusto pues sería únicamente suya durante los siguientes dos meses.
A lado de la cama se encontraba un pequeño librero dónde podría poner los libros de Azura y un par más que Luz le había prestado.
—¿Lucia está bien?— cuestionó Amity sacando la ropa de sus maletas.
Belos suspiro pasando la mano por su largo cabello rubio acomodandolo hacia atrás.
—A tenido algunos problemas con los demas reos— informo el hombre mirando la ventana —Pero está bien, la moverán a una área menos problemática por su bienestar y por el de sus compañeras.
—He pensado en retirar los cargos— confesó Amity dejando de sacar su ropa.
—¿Por qué?— cuestionó Belos mirando a la pequeña con tristeza.
—Porque yo dejé que ella me hiciera todo eso, tal vez esa abogada tiene razón... Tal vez yo fui quien provocó a Lucía— susurro Amity tocando su propio brazo con fuerza —De verdad he intentado odiar a Lucía pero no puedo hacerlo, no puedo dejar de pensar que es mi culpa.
Belos asintio y se acercó hasta quedar en frente de la Blight quien comenzaba a llorar en silencio.
Por un momento le pareció ver a su sobrino en aquella niña, ver ese espíritu tan roto que a simple vista haría llorar a cualquiera.
—Ella te lastimo Amity, no te salvó, no te trato, ella solo te hizo daño y se que es difícil creerlo pero es la verdad— aseguro Belos abrazando a la pequeña que comenzó a llorar con más fuerza.
Hunter solo miro a su costado, desde que vio a su tío llegar no pudo evitar seguirlo y sobre todo se había sorprendido de volver a ver a quella chica que conoció en el bosque.
Solo que deseaba jamás haber tenido que reencontrarse en una clínica como esa.
—Como puedo dejar de pensar en ella— sollozo la Blight aferrándose al hombre —¿Como hago que deje de doler tanto? ¿Porque no puedo dejar de quererla?
Hunter suspiro entrando a la habitación y su tío lo miro con sorpresa pero avanzo hasta estar a lado de ellos.
—Con el tiempo lo harás— respondió el chico de ojos color rubí —Pero por ahora te seguirá doliendo.
Amity se sorprendió al ver al chico de aquella mañana en el bosque, lo recordaba pues aún poseía su sudadera y sobre todo porque nunca le hablo a nadie de el.
—Soy Hunter— se presentó con una mueca que parecía una sonrisa.
—Soy Amity— exclamó la peliverde separándose de Belos.
—Ven, te daré un recorrido— aseguro el rubio cenizo extendiendo su mano.
La Blight tomo la mano del chico con cierta inseguridad, noto lo cálido que fue y Hunter sin esperar respuesta ya estaba arrastrándola fuera de su habitación mientras su tío sonreía con orgullo.
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Chapter 57: 55. Malos días
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Chapter Text
Lucia apagó su cigarrillo y tomo su bat para seguir golpeando pelotas en busca de calmar la ansiedad y matar un poco de tiempo.
—39— contó bateando la esfera lo suficiente lejos como para que pegará en la reja del extenso parque.
Estaba apunto de recoger otra pelota cuando un sollozo llamo su atención y sin pensarlo mucho camino hasta donde provenía.
Al llegar Amity Blight estaba debajo de las gradas abrazándose a si misma mientras lloraba. Lucia pensó en ignorar aquello pero por alguna razón le recordó a si misma cuando su padre golpeaba a su madre en la habitación de a lado y ella solo podía abrazar a Luca para consolarlo.
—¿Estás bien?— cuestionó sorprendiendo a la pequeña que la miro por unos segundos y después la ignoro —¿Necesitas ayuda?
—Vete— pidió Amity con la voz suave.
—Perdiste a alguien, por eso vistes de negro ¿Me equivoco?— volvió a preguntar poniéndose de cuclichas para estar a la altura de la niña.
—Mi hermana falleció— susurro la Blight con tanto cansancio que sorprendió a la alfa —Y mis hermanos se fueron, mi mamá no me quiere ver.
—Esta bien, lo entiendo— aseguro Lucía con una sonrisa a medias —Mi mamá también me odia y mis hermanos están lejos, de hecho tengo una hermana pequeña como de tu edad
—¿Por qué tú mamá te odia?— pregunto Amity mirando por primera vez a Lucía.
—Porque me parezco a mi padre, tengo sus ojos, su risa y su manera de ser— comento la dominicana extendiendo su mano a la niña —¿Quieres aprender a jugar béisbol?
Amity asintio tomando la mano de Lucía quien sonrió ayudándola a salir de aquel lugar.
—Te enseñaré a sostener el Bat— exclamó la alfa poniéndose detras de la Blight quien asintio.
Con cuidado de no pegarse a la pequeña tomo sus manos poniendo las al rededor del mango y un poco más arriba, se alejo de la pequeña y le mostró como separar sus piernas al batear.
—Nada mal pequeña— exclamó Lucia con una sonrisa —¿Lista?
—Muy lista— respondió Amity con brillo en sus ojos.
La dominicana sonrió lanzando la pelota hacia Amity quien la golpeó con fuerza.
—¡Aqui es cuando corres!— indico Lucía levantando su mano derecha.
La Blight asintio comenzando a correr por el campo mientras rei a carcajadas, Lucia solo aplaudió gritando brevemente para celebrar aquello.
Cuando Amity llegó hasta la alfa casi cae al suelo pero Lucía la sostuvo entre sus manos impidiendolo.
—Mas cuidado princesa— bromeó logrando ruborizar a la menor quien retrocedió —Te invito a comer pizza, parece que necesitas compañía y yo necesito matar el tiempo.
(...)
Amity respiro con dificultad, el sudor frío caía por su frente mientras se abrazaba con fuerza a si misma.
—Basta— susurro con los ojos cerrados —Deja de pensar en eso
Sin poder evitarlo comenzó a llorar para cubrirse totalmente con las cobijas en busca de protegerse del mounstro que aparecía en su mente cada noche en forma de pesadillas.
Y nuevamente con crueldad el dolor la llevo a aquel día en la Van de Lucía, dónde la obligó a tener sexo mientras la grababa.
—Lo que te falta es que aprendas a respetarme— aseguro la mayor bajando los shorts deportivos de la Blight —Te enseñaré a no ver a nadie más princesa.
Nuevamente Amity comenzó a luchar, pero sentir las uñas de Lucía rasgando la piel de su muslo izquierdo fue horriblemente doloroso, aún así continuo peleando, tratando de liberarse tan desesperadamente que se hizo un poco de daño en el camino.
—No quiero, por favor detente— suplico con la voz rota —Basta.
—¿Le dijiste a Luz que parará mientras te la metía?— cuestionó con furia la alfa —No Amity, porque eres una maldita zorra, no lo puedes negar se que te encanta.
—¡No es cierto!— grito la Blight entre llanto —¡Suéltame!
Lucia frunció el seño pero con su mano libre bajo la ropa interior de Amity, admiro por un segundo el cuerpo de la Blight tan malditamente tentador y perfecto que se lamió los labios.
—No importa cuando grites— se burló Lucía pegando su cuerpo a la espalda de Amity quien se tenso al instante —Nadie te va a escuchar, nadie se preocupa por ti, ninguna persona vendría a ayudar a una perra como tú.
Hunter entro a la fuerza a la habitación acompañado de un castaño quien estaba igual o más alterado que el rubio a su lado.
Ambos chicos miraron como Amity parecía luchar entre sueños mientras súplicaba a alguien que se detuviera.
—Mierda— exclamó Mat corriendo a despertar a la chica quien lloraba con fuerza.
Hunter asintio haciendo guardia en el pasillo, si despertaban a los pequeños tendrían un serio problema.
—Hey brócoli— hablo Mat moviendo el hombro de Amity con fuerza —Despierta, estás a salvó.
La Blight tardo un poco en despertar pero al hacerlo se hizo hacia atrás con pánico, encontrar a dos alfas en su habitación era jodidamente alarmante.
—Esta bien— aseguro Hunter levantando las manos —No te vamos a lastimar, lo prometo
Mat asintio mirando a su amigo quien camino a abrir la ventana a lado de la cama de la peliverde, los dos chicos sabían que lo mejor después de una pesadilla horrible era sentirse un poco libre o sentir el aire aunque fuera frío.
—¿Que sueñas brócoli?— cuestionó Mat sentándose en el piso.
—Ni siquiera nos invitó a pasar imbécil— exclamó Hunter mirando al castaño con severidad —Y tu ya tienes tanta confianza.
El chico alzo los hombros dando a entender que realmente no le preocupaba aquello. Pero su mirada viajaba a la forma en la que la chica se abrazaba a si misma.
Entendía esa sensación, cualquier persona que hubiera sido abusada la entendería a la perfección pues era algo común en ocasiones.
Se trataba del miedo, pero no del típico a mounstros imaginarios o a escenarios de la vida a los que los adultos temen.
Solo era el miedo de volver a pasar por el infierno, de volver a sentir esas manos sobre su cuerpo, de sentir como nuevamente eran forzados a hacer cosas que no querían, de llorar y pedir que se detuviera pero que nunca lo hicieran. El tipo de miedo que vivieron cuando una y otra vez los violaban.
Ese era el miedo en el cuerpo de Amity, aunque Mat estaba seguro de que posiblemente también sentía odio por si misma, tal vez incluso se culpaba. Y no podía decirle nada, porque el mismo se culpo durante mucho tiempo.
—¿Quieres hablar de lo que pasó?— cuestionó Hunter sentándose en la cama.
Amity nego, no podía ni siquiera decir una palabra sin volver a llorar y temía volver a dormir pues sabía que Lucía la esperaria en sus sueños como cada noche.
—Saben son las 3 de la mañana y en unas horas tendremos terapia emocional con música— informo Hunter con tranquilidad —Y se que es tu primera semana aquí, pero creeme cuando digo que es horrible escuchar a los niños tocar y golpear cosas como locos
—Gran idea E—boy— apoyo Mat poniéndose de pie y saliendo rápidamente de la habitación.
Amity suspiro con cansancio, Hunter puso una mano sobre su hombro y dio un suave apretón.
—Solo es una pesadilla— aseguro con una sonrisa a medias —Aveces se sienten muy reales, pero cuando despiertes tienes que recordar que ya no estás ahí y que nunca volverás
—Es difícil— susurro Amity escondiendo su rostra entre sus brazos.
—Lo se, siempre será un poco difícil, pero no es imposible— finalizo mirando como Mat entraba nuevamente a la habitación con dos almohadas y un par de cobertores.
—Brocoli hoy dormiremos aquí— aviso lanzando una almohada a Hunter quien asintio —Asi cuando tengas una pesadilla sabrás que tienes a dos poderosos chicos en el suelo de tu habitación y que te cuidarán.
—No es mucho, pero es trabajo honesto— bromeó Hunter acostándose en el suelo.
Amity suspiro, no le gustaba sentirse tan dependiente de otras personas, aveces ni siquiera le gustaba que Luz tuviera que cuidarla todo el tiempo.
Solo que por algún motivo no se molestó porque ambos chicos a los que había conocido tan solo hace dos días la entendían mejor que cualquier adulto en su vida, más de lo que la entenderían sus hermanos y sobre todo le daban la confianza de no sentirse sucia a su lado.
—Buenas noches pequeña Blight— hablo Mat cobijandose hasta la cabeza.
—Buenas noches chicos— correspondió Amity volviendo a recostar su cuerpo sobre el colchón.
(...)
A la mañana siguiente los tres chicos despertaron gracias a la invasión de los pequeños en la clínica pues se habían colado dentro de la habitación de la Blight.
—Nos invaden los enanos— bromeó Mat cargando a una pequeña entre sus brazos —No los toquen o se convertirán en fans de "super mounstros"
—¡Noo!— grito Hunter cuando tres niños lanzaron sobre él —Corre Amity, salva tu vida
La Blight solto una sincera carcajada cuando un pequeño pelinegro salto hacia ella para dar pequeños besitos en su mejilla derecha.
—Ahora son caníbales— informo Mat huyendo de la habitación provocando que los 5 pequeños fueran tras de él —¡Alto! Esto no era el trato.
El rubio recogió con prisa las cobijas y las almohadas del piso, miro cuidadosamente el como el humor de Amity era mejor y no puedo evitar sentirse un poco más tranquilo.
—Tengo que ir detrás de él antes de que Scarlett llegué y nos regañé por romper el orden— informo Hunter abandonando la habitación.
Amity solo se acercó a cerrar la puerta quedándose en total soledad.
Solo era ella y el sonido de algunos niños corriendo en el parque de la institución acompañado del viento golpeando la ventana abierta desde la noche.
Su teléfono estaba apagado aún, desde hace dos días cuando llegó había decidido apagarlo por lo que realmente su charla con sus hermano y Luz se encontraba momentáneamente en pausa.
La niña entro al baño mirando con fastidio su reflejo, tenía ojeras y su piel era mucho más pálida de lo que acostumbraba casi llegando a un color enfermizo.
Se quitó su pijama dejando ver su cuerpo frente al espejo, los moretones ya no eran tan visibles como antes, las mordidas seguían marcadas pero con un tono rosado en vez de negro, la herida en su vientre había cicatrizado mejor de lo que esperaba para las tres semanas que llevaba fuera del hospital.
Pero aún con las heridas de su cuerpo sanando la sensación seguia ahí, una sensación que la acompañaba cada que alguien más la tocaba, cada que tenía que bañarse, cada que recordaba a Lucía.
Amity se adentro en la ducha abriendo el grifo y sintiendo la agua helada caer sobre ella.
No era que la clínica no tuviera agua caliente, la realidad es que ella se castigaba con largas duchas heladas, tallando su cuerpo con tanta fuerza que su piel aveces se raspaba e incluso aveces pasaba largos periodos de tiempo llorando en el suelo de la ducha.
Era muy difícil estar en su piel, difícil porque los pensamientos, sueños y hechos la golpeaban siempre que estaba en silencio.
Era duro saber que alguna vez amo tanto a Lucía sin saber que ella había violado a Amelia, sin saber todo el daño que le había hecho a su hermana.
Era jodido saber que posiblemente Luca no podría caminar de nuevo solo porque ella no pudo ver cómo Lucia la dañaba.
Dolía saber que Luz la amaba a pesar de todo, porque ella era Amity Blight, la persona que se enamoro de un ser asqueroso, la persona que incluso en momentos no podía dejar de pensar en Lucía.
Ella debía de odiarla, sentirse horrible sobre cada cosa que Lucía le hizo, pero no podía.
Porque aún así Lucía se quedó, fue la persona que la abrazo durante las noches, quien le dijo por primera vez que era hermosa, quien le llevo rosas el día que ganó un concurso de literatura, quien tomo su mano cuando nadie más lo hizo.
Pero la lastimo. La destruyó de tantas maneras que posiblemente le costaría años volver a sentirse bien en su piel y aún así Amity continuaba sintiendo cosas por ella.
Odiaba la idea de imaginar que le estuvieran haciendo daño, odiaba haber tenido que dispararle e incluso odiaba que ahora la tratarán como a una prisionera más.
También pensaba en Luz, en que cada emoción que tenía por ella era tan diferente, tan intensa y aveces tan abrumadora.
Luz la escuchaba, se dormía a su lado, le cantaba por llamada, le escribía cartas y era su fan número 1 cuando se traba de historias que escribía.
Besar a Luz era cálido, suave y nunca se sentía mal, ella nunca la presionaba con ir más lejos, no se enojaba cuando Amity tenía dudas y incluso en muchas ocasiones trataba de entenderla.
Pero cada emoción había sido tan abrumadora durante los últimos años que no sabía que era real o que era solo un producto del trauma.
Tenía miedo de que cada emoción que tenía por Luz fuera solo porque había vivido algo traumático y ella estuvo ahí para ayudarle.
Porque si eso era real, si no quería a Luz ella en definitiva era alguien horrible que merecía todo lo que le ocurrió.
Y entre sus pensamientos volvió a llorar recargando su cuerpo mojado en la cerámica del baño, abrazándose a si misma mientras trataba de controlarse.
Era un mal día.
(...)
Luca Noceda golpeó el piso frío de su habitación del hospital, en tres no había podido caminar por si mismo y la maldita rehabilitación no parecía servirle.
—Mierda, mierda, mierda— gruño tratando de levantar su peso con sus brazos.
Estaba tan cansado de intentarlo, tan frustrado de no poder hacerlo y sobre todo dolido.
Porque posiblemente esa lesión le robaría mucho tiempo de su vida, porque aunque los médicos no lo dijeran el no volvería a patinar y sobre todo porque Lucía lo había hecho.
Ella era su hermana mayor, ella lo sostuvo entre sus brazos cuando su padre golpeaba a su madre en la habitación de a lado, fue quien golpeó a todos los chicos que lo molestaban en la primaria y la primer persona a la que le dijo que era un chico.
Pero era una maldita que abuso de una niña, que mato a dos personas y de la que cada día podían sacar más mierda para mantenerla en la cárcel hasta el fin de sus tiempos.
Y aun con todo eso era su hermana. Nunca se puso a pensar ni un minuto en lo que pasaría con ella después de que la detuvieran o el como se sentiría su familia.
Pero él sabía que estaba muriendo de dolor por dentro, porque no caminaría en meses, porque era quien era por Lucía y por como lo protegió de niño.
Pero estaba cansado, tan cansado de intentarlo, de fingir ser más fuerte de lo que era en verdad, de aparentar ante todos que a pesar de todo seguía bien.
Y ahí tirado en el suelo frío de su habitación comenzó a llorar como si aún fuera el niño pequeño que se oculto de bajó de la mesa cuando su padre golpeó a su madre.
El sabía que sus malos días apenas comenzaban.
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Chapter 58: 56. ¿Cuál es tu historia?
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Chapter Text
Kimora se sentó frente a la alfa quien parecía notablemente cansada, tal vez por la paliza de hace unas semanas o simplemente porque había vuelto a pelear con su compañera de celda.
—Te he dicho que dejesde meterte en problemas— regaño la abogado mirando con severidad a su cliente.
—Lo he intentado, pero esas mujeres no paran de joder— respondió Lucía con fastidio —Asi que no me he defendido, tu dijiste que no podía lastimar a alguien hasta el juicio.
—Debo de darte un punto por eso— comento abriendo una libreta sobre la mesa metálica —Ahora necesito que me hables de tu infancia.
—Quieres ganas la simpatía del jurado y la jueza— aseguro Lucía mirando a la abogada quien asintio.
—Exacto— informo la abogada —Pero tienes que saber un par de cosas, Amity aborto al feto y ahora está en una clínica de atención emocional, lleva tres semanas ahí, podemos intentar demandar por el aborto
—No— exclamó Lucia sorprendiendo a la abogada —Fue lo mejor, Amity estaba demasiado herida como para un bebé y la conozco, se que ella no se debe de sentir bien
La abogada solo asintio anotando el como Lucía parecía tener una prioridad y empatia sobre Amity que no mostraba con otras personas.
—¿Cómo fue tu infancia?— cuestionó haciendo que la alfa levantará la mirada.
—No te va a gustar escucharlo— aseguro con una sonrisa.
(...)
La primera vez que Lucía entendió que su padre no era normal fue a los 4 años cuando su madre se desangraban en la cocina mientras su padre agarraba su propia cabeza con fuerza.
No lo entendió en ese momento hasta que llegaron al hospital y le dijeron que el impacto de la supuesta caída había comenzado un aborto.
Con 7 meses de embarazo tuvieron que sacar a su hermanita del vientre de su madre o ambos seres podrían morir.
—No puedes decirle a nadie lo que pasó— exclamó tomando con fuerza los pequeños hombros de la castaña.
No le dijo a nadie, fue uno de sus tantos secretos. No le dijo al policía su padre habia golpeado a su madre con tanta fuerza que cayó al suelo en la cocina.
Pero posiblemente eso no fue lo peor aquel año, lo peor fue tener que llamar a emergencias por qué su madre había intentado suicidarse.
A los 6 años escucho como dos hombres abusaban de su madre mientras su padre estaba sentado a su lado, ya no sentía muchas emociones en ese momento.
Tal vez nunca las sintió o solo dejo de hacerlo de la nada, pero el punto era que ya no estaban ahí.
Un mes después su padre golpeó a Luca con una botella en la cabeza y ella lo tuvo que llevar al hospital conduciendo el auto de su madre.
A los 7 intento ahorcar a Luz porque no paraba de llorar en su cunero, cuando su madre la vio no paro de decirle que estaba mal y lo horrible que era la acción.
De verdad a Lucia le hubiera encantado sentirse así, pero no podía porque Luz era un bebé molesto que solo lloraba y no soy era su media hermana.
A los 8 hubo una pelea por la custodia, después de que su padre intentará matar a Luz en la bañera su madre comprendió que si no escapan de el sería demasiado tarde.
Pero el ganó la custodia de Lucía y no recordaba a su madre intentando que no se la llevará su padre, solo recordaba a Camila llorando con el labio roto en el piso de la sala.
Después no supo más, durante muchos años estuvo lejos y sin contacto de su familia.
Solo su padre quien no paraba de decirle que a la gente como ellos nadie los entendía y que solo les tenían miedo o asco.
A los 15 años ya estaba vendiendo drogas para pagar su absurda escuela, su padre le dijo que tenía que hacerlo para saber qué tan duro era el mundo.
Vio de todo, desde adictos que hacían cualquier cosa por sustancias hasta personas que estaban limpias y obligaban a otros a consumir.
Aprendió como los adictos trataban de manipular a los demás con su pasado o las cosas que vivieron.
También tuvo sexo con una adicta solo por curiosidad, fue extraño y no tan bueno como todos en su escuela decían.
A los 17 su padre se suicidó en la vieja fábrica abandonada después de que Belos lo acorraló y lo único que le dejo fue ese estúpido departamento y una libreta llena de contactos con gente tan asquerosa que tenía un sitio arreglado en el infierno.
Lo único bueno fue que pudo volver a hablar con su familia después de años, Luca le contó que era un chico y ella lo acepto porque al final del día era su sangre, Luz también se intento acercar y ella no se alejo porque quería intentar cambiar su odio.
A los 18 conoció a Amelia Blight y ahí comenzó a joderse todo.
Aún así en todo el tiempo las únicas emociones que sintió fueron malas, odio, enojo, frustración, así que cuando comenzó a sentir las demás no entendía con seguridad como tratarlas o como manejar las situaciones.
A los 19 conoció a Amity en una mañana, la niña tenía 12 y ella solo quería ayudarla. Lo demás todos lo sabían.
(...)
Kikimora suspiro, la libreta tenía 6 páginas llenas de observaciones que iban desde un trastorno claro de sociopatia hasta una infancia posiblemente más dolorosa que el promedio.
—¿Ahora piensas que no soy tan mala persona?— cuestionó con una sonrisa que parecía amable.
—No, creo que eres igual de horrible— aseguro la mujer con una sonrisa —Pero al menos ahora puedo ganar este caso.
—¿Cuánto tiempo estaré aquí?— pregunto Lucía con sorpresa.
—Menos de 20 años, eso seguro— prometió poniéndose de pie y saliendo del lugar.
La alfa se quedó en silencio, realmente el tiempo en la cárcel te hace pensar sobre tus acciones y apresar de todo se cuestionaba si realmente podría soltor a Amity solo para no hacerle más daño.
Porque cada vez que Lucía dijo que la amaba no era una mentira o al menos ella no lo sintió así, pero justo ahora no se sentía nada bien saber que la chica que amaba estaba pasando por el infierno y que no podía hacer nada por ayudarla.
(...)
Hunter se sentó en el jardín junto al grupo de chicos, aquel día el llevaría el grupo de apoyo pues ya había estado el suficiente tiempo en la clínica como para que le encargarán ese tipo de cosas.
Amity solo respiro sintiendo el pasto entre sus manos, el día era lindo y mañana sería fin de semana por lo que comenzarían las visitas y podría hablar tranquilamente con Luz después de casi tres semanas sin verla.
Durante ese lapso de tiempo pudo conocer mucho sobre la clínica y quién estaban en ella. No solo habían menores de edad que sufrieron abuso sexual, también habían víctimas de violencia física, emocional e incluso infantes que fueron víctima de intentos de violación.
Era muy jodido al único porque cuando los niños pequeños los perseguían no podía dejar de pensar en que alguien había sido tan hijo de puta como para poder lastimarla de esa forma a niños tan pequeños.
Incluso en ocasiones lloraba cuando podía ver moretones en sus cuerpos o cuando se asustaban de la nada y entraban en pánico, en esos momentos Amity y los mayores se aseguraban de hacerlos sentir seguros.
También conoció mucho sobre Hunter y Mat, desde sus historias hasta las opiniones que tenían de la vida.
Hunter era el tipo de niño que se asusto viendo It pero fingió que no lo estaba y todos le creyeron. Pero también fue el niño que aseguraba que su padre no lo lastimaba aunque siempre tuviera golpes o marcas en los brazos y todos le creyeron porque su padre tenía mucho dinero.
Su historia comenzaba cuando tenía 6 años de edad, su madre los había abandonado y lo dejo con su padre. Con el tiempo su padre paso de simplemente mirarlo cuando se bañaba a abusar de él una noche cuando todos en su hogar estaban ebrios.
Hunter en ese momento no sabía lo que le hacía su padre, pero tenía claro que estaba mal porque así lo hacía sentir.
En mas de una ocasión estuvo apunto de acercarse al maestro de primer grado cuando hablo del consentimiento y de que nadie podía tocarlos de es forma. Pero por alguna razón no lo hizo, tenía miedo de que lo regañaran.
Así paso el tiempo, a los 10 años comprendía que su padre abusaba de el en cada oportunidad que tenía.
A los 13 su tío hizo un operativo en su casa después de que Hunter le dijera lo que su padre estaba haciendo con esas personas que vendían polvo. Lo demás solo fue una cuestión de suerte.
Para el al inicio fue complicado confiar en su tío, fue difícil cuando logro hacerlo y lloro en sus brazos mientras su tío le prometió que nadie lo lastimarla.
Después comenzaron las pesadillas y el trauma parecía no entender que el estaba a salvó. En un punto su mente se rompió tanto que intento matarse. Por eso Belos lo interno en la clínica, llevaba 7 meses en ese lugar y saldría después de año nuevo, el decía que volvería a su escuela en Europa porque quería iniciar y acabar la preparatoria ahí.
Mat era diferente a los dos, el realmente pidió ayuda cuando comenzó pero sus padres pensaron que mentian.
El tenía 4 años cuando un amigo de su padre entro por primera vez a su habitación y se masturbo enfrente de el.
Aquel sujeto siempre solía llevar a sus padres a su casa después de cada reunión en el despacho de su padre, cuando llegaban ellos estaban dormidos y el hombre solo dejaba a sus padre en la sala.
Un día fue diferente porque el subió a su habitación. Mat despertó por miedo y cuando vio al tipo masturbarse quiso gritar pero no pudo hacerlo.
Eso fue el inicio, le dijo a sus padres pero no le creyeron incluso le dijo a la niñera quien si le creyó pero al no poder hacer nada le enseño cómo golpear con el bat.
A los 7 años el hombre dejo de masturbarse frente a el, pero lo obligó a hacerle sexo oral. Mat vomitaba todos los días por ello.
Ese año nació su hermanita y el se prometió protegerla toda su vida sin importar que tuviera que hacer para ello.
A los 9 comenzó a abusar de él, le dolía mucho y sangro en la escuela por un desgarre.
Pero cuando le dijo a la enfermera de la escuela la mujer informo a sus padres.
Esa tarde su padre lo golpeó por decir mentiras y el tuvo que pedirle perdón a aquel hombre que lo lastimaba.
A los 13 años el hombre continuaba abusando de el. Mat estaba resignado a solo soportarlo, esperaba a que terminara dentro suyo y se fuera de su cuarto pero una noche fue diferente.
Escucho la puerta principal ser abierta y la risa de sus padres junto con aquel hombre, espero los 15 minutos de siempre a qué su puerta fuera abierta pero no ocurrió.
Lo que sus oídos escucharon fue otra cosa. La puerta a lado de su habitación se abrió y el se puso de pie corriendo, tomo el bat bajo su cama, se puso sus tenis y se miro al espejo.
Sabía lo que tenía que hacer, era el único que sabia la verdad sobre ese hombre y no permitirá que dañará a su hermanita de 6 años.
Cuando entro a la habitación pudo ver cómo aquel mounstro bajaba sus pantalones y a su hermanita desnuda de la cintura para abajo.
Tomo valor y corrió a golpear al hombre. Primero fue su pierna, cuando estaba en el suelo golpeó su cabeza una y otra vez hasta que se dejará de mover.
Mat recordaba la sensación de la sangre manchando su rostro, la mirada asusta de su hermanita cuando se despertó y en los ojos sin vida del hombre que lo miraban únicamente a el.
Esa noche cargo a su hermanita y la llevoa su habitación, la vistió y sentó en su cama mientras el se limpiaba la sangre del cuerpo.
Cuando fue de día sus padres encontraron la escena, su madre fue la primera en llorar cuando entendió que Mat nunca mintió sobre lo que le hacían.
Después de eso tuvo que cumplir 1 año en la clínica de rehabilitación emocional por orden del juez. Fue el mejor trato que su padre el abogado le pudo conseguir. Así que Mat saldría después de la primer semana de enero.
Y ahora estaban juntos en aquel lugar, sentados a lado de otros chicos más pequeños que ellos, dando a conocer sus experiencias sobre el trauma y lo horrible que podía ser en muchas ocasiones.
Amity aún no contaba su historia, no estaba lista para ello, pero ninguno de sus amigos la presionaban para hablar.
Eso era lo mejor de haberlos conocido. Porque sentía que a su lado podía estar a salvo.
—Mañana nos toca ayudar a los pequeños— aviso Mat recogiendo las pelotas tiradas por el jardín.
—Sus visitas son más temprano para que puedan pasar un día entero con sus familias— comento Hunter con una caja en sus manos.
—¿Quieren pizza?— cuestionó Amity mirando a los chicos quienes asintieron —Le diré a mi padre que traiga.
—Tu papá parece buen tipo— exclamó Mat con calma
—Tu mamá parece ser muy dura— opino Hunter dejando al caja en el piso.
—Son buenos padres, se han equivocado pero creo que intentan hacerlo mejor— confesó la Blight con una sonrisa en el rostro.
El trío comenzó a hacer un par de bromas mientras continuaban levantando los juguetes de los niños.
Durante esas tres semanas Amity comprendió que todos tenían una historia, aveces más dolorosa que otras pero aquello era parte de ellos.
Ella no podría borrar lo que Lucía le hizo y aquello siempre sería parte de ella, pero no podía permitir que aquello la definiera por toda su vida.
—Cuando aceptas el trauma se vuelve parte de ti— comento Mat recogiendo la última pelota del suelo —Pero no es todo lo que eres, claro que te va afectar, va doler y aveces sera cansado, aún así Amity no debes dejar que ella te quite más de lo que ya te quito.
—Confió en que puedes hacerlo— finalizo Hunter caminando a la bodega junto a Mat.
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Chapter 59: 57. Quiero decirte gracias
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Lucia tomo con cuidado el mentón de la peliverde quien estaba recostada en su pecho, acaricio su mejilla y beso sus labios con suavidad.
—Eres preciosa— susurro logrando ruborizar a la menor.
Amity solo pudo recostar su cabeza en el pecho de Lucía, escucho sus latidos con claridad y su respiración. Sentía sus manos acariciar su cabello y su cintura.
—¿Tienes un lugar favorito en el mundo?— cuestionó la menor con curiosidad.
—Lo tengo— respondió la alfa pasando sus dedos con cuidado sobre la espalda desnuda de la peliverde.
—¿Dónde es?— volvió a preguntar mirando los ojos color chocolate.
—Contigo— confesó besando rápidamente los labios de la niña —Tu eres mi lugar favorito Amity.
Lucia sonrió cuando la menor se sentó sobre su abdomen y comenzó a darle pequeños besos en todo el rostro.
—Te amo— exclamó Amity con tanta sinceridad que Lucía no pudo evitar sentirse felíz.
—Y yo te amo a ti— aseguro la alfa besando profundamente a la menor.
Ambas quería aprovechar un poco el tiempo antes de que los hermanos de Lucía llegarán y perdieran esos momentos en los que sentían realmente bien juntas.
—Te prometo que siempre sin importar que te voy a amar Amity— susurro Lucía sobre los labios de la niña.
(...)
Era sábado, los familiares comenzarían a llegar a la 1 de la mañana pero Hunter y Mat tenían otro plan en mente.
—Rapido no hagas ruido— exclamó el rubio jalando el brazo de Amity por la parte trasera de la clínica.
—Si tan solo me dijeran que diablos estamos haciendo— se quejo la chica mirando a sus amigos quienes están demasiado serios.
—Lo estamos haciendo por ti así que cállate— gruño Mat abriendo la reja suelta de la parte trasera.
La Blight rodó los ojos para seguir a sus amigos quienes parecían demasiado tensos y no era para menos pues si alguno de sus familiares los descubrían estarían en serios problemas.
—Bien— exclamó Hunter acercándose a unos arbustos —Esta es la ropa que usamos cuando nos escapamos— informo el chico dándole un pantalón y una playera a Amity.
—Cambiate— ordenó Mat quitándose la playera de la clínica.
—¡Dios! Al menos avisa— explotó la chica volteando a otro lado.
—Vamos Blight, no es la gran cosa— bromeó el chico poniéndose la otra playera —No te veo como una chica y tú no ves como un chico, más bien creo que me ves como un hermano.
—Aun así tienes que ser cuidadoso— regaño Hunter quitándose la playera y dejando a la vista sus cicatrices.
—Lo dice el que hace los mismo que yo— comento Mat y Amity rodó los ojos.
Los chicos se miraron y se alejaron un poco permitiéndole a la Blight cambiarse. Ella no tenía idea de lo que estaban haciendo pero los seguia porque era lo más emocionante que había hecho en semanas.
—Hoy vendría Luz— informo Amity con tristeza —De verdad la extraño.
—Podra quedarse en navidad, no importa que no la veas hoy— exclamó Hunter mirando a la chica que ya se había cambiado —Ahora tenemos que hacer esto.
El grupo le dió vuelta a la clínica hasta llegar al lugar donde Belos siempre estacionaba su autos y tal como lo espero Hunter su tío había llegado temprano para su visita.
—Este es el plan— hablo el rubio mirando a sus amigos —Yo conduzco, Mat se asegura de que no choque y tú Amity prepárate mentalmente.
—Alto, no vamos a robar el auto de tu tío, Mat tiene un trato si lo rompe podría ir a la cárcel y tú tendrías que pasar más tiempo aquí— explico mirando a los chicos quienes ya estaban abriendo en auto.
Hunter tomo la llave oculta en el espejo retrovisor de su tío y abrió la puerta, Mat se subió a su lado, ambos miraron a la Blight con esa sonrisa que siempre parecía decir que estaban muy seguros de lo que hacían.
—Eso no pasará— prometió Hunter mirando a la chica —Yo saldré en un par de semanas, Mat se irá después, no podemos quedarnos a ayudarte Amity
—Y daríamos todo por no dejarte— confesó Mat revisando la guantera —Pero tenemos que hacerlo y no podremos verte, tal vez esto es lo único que podemos hacer para ayudarte.
—¿De qué hablan?— cuestionó la chica mirando a ambos con sorpresa.
El castaño respiro con calma, miro a su amigo quien asintio. Ambos sabían que no era la mejor idea pero también sabía que algunas personas tenían que enfrentar a su agresor para poder continuar con su vida.
Al menos ellos lo tuvieron que hacer para avanzar, Mat cuando mató a ese hombre y Hunter cuando dijo todo lo que su padre le hizo frente al jurado.
—Iremos a ver Lucía— exclamó él castaño mirando a Amity quein retrocedió.
—Estaremos ahí contigo, no nos vamos a ir, pero si no quieres hacerlo no te vamos a forzar a hacerlo— prometió el rubio encendiendo el auto.
Amity miro a los chicos, realmente ellos se irían al iniciar el año y no los vería en un tiempo. Solo que ver a Lucia era simplemente horrible, la idea de enfrentarla por todo lo que le hizo, por haberle disparado, por matar a su hermana. No podía hacerlo hacerlo.
—Deja de huir Blight— hablo Mat mirando con súplica a la chica —Tienes que enfrentarlo, no puedes seguir haciéndote esto.
La chica cerro los ojos con fuerza, estaba teniendo un ataque de pánico, pero ellos tenían razón.
Ella huyó, siempre lo hizo. Se escondía debajo de sus cobijas por el miedo, lloraba horas en la ducha e incluso cuando finalmente tuvo el valor de dispararle a Lucía fue porque estaba segura que moriría después.
Solo huía del dolor, de las cosas que no podía manejar y por eso Lucía la lastimo, dejo que Luca sufriera, que Luz y sus hermanos hicieran un plan por ella, dejo que todos la defendieran.
Lucia le hizo tanto daño que le quitó su valor, sus sueños, sus amigos, le quitó tantas cosas que ya no podía seguir con miedo, tenía que hacerlo por ella, por sus hermanas y hermano, por Luca, por sus padres y por su asombrosa Luz.
—Hagasmolo— exclamó subiendo al auto y los chicos gritaron en celebración.
Los dañaron, rompieron sus almas en pedazos, lastimaron sus cuerpo y aún así ahí estaban robando un auto de un detective apunto de ir a confrontar a uno de sus demonios.
Porque ellos sobrevivido al infierno, porque ahora podían continuar.
Y joder, se sentía tan bien, los hacía sentir tan libres que ninguna palabra podría explicar esas emociones.
(...)
Scarlett miro la nota en el escritorio de la habitación de Hunter.
"Regresaremos antes de la medio noche, por favor no le digas a nadie, solo diles que estamos castigados sin vista porque nos peleamos entre los tres"
Con cariño: Hunter, Mat y Amity.
La morena suspiro guardando la nota en su bolsillo, por culpa de esos chicos tendría que hablar seriamente con tres familias demasiado enojadas.
—Esto me lo ganó por meterme dónde no me llaman— aseguro mirando el jardín.
(...)
Los tres adolescentes conducían por la autopista rumbo a la prisión estatal de Oregon, la radio reproducía una canción de trap Argentino que había estado sonando mucho en la radio durante los últimos días "Terraza de Wos".
Amity realmente no conocía mucho del español pero había estado aprendiendo porque quería entender que gritaba Luz cada que la mataban en Lol.
Pero los chicos frente a ella cantaban aquella canción con tanta fuerza que sería imposible no llamar la atención, Mat bajo la ventana y se asomo por ella gritando un fragmento que Amity entendió.
—Si no nos vemos por un tiempo, recibo tus mensajes a través del viento, quiero hacerle un masaje a mis pensamientos para que se ablanden, no hablen en cualquier momento— canto con tanta fluidez que la chica se sorprendió —Tengo claro que eso es un entrenamiento, si esta cultura te hace adicto al sufrimiento, adicto a una fila de lamentos, si saco el cuchillo es pa' cortarlo en filamentos
—Hoy será mejor que no baje, con su carácter hizo que me relaje— continuo Hunter cantando Hunter mientras miraba el camino —hoy será mejor que no baje, voy de cabeza pa' que nadie me ataje, y en cada borra del café veré que no perderé la fe, volveré y aunque sé que arderé en llamas, resucitaré, una cita haré ,y te citaré versos en medio de tu cama.
Estar ahí con ellos, en ese momento fue genial, Amity estaba segura de que sería de los recuerdos más valiosos en su vida. No lo olvidaría incluso aunque pasarán 1000 años y no los volviera a ver.
—Ya no sé muy bien lo que me pasa, encontré la llave y me olvidé donde es mi casa, creo que hace tiempo vivo en una carcasa, ah— cantaron justos ambos chicos— Vamos a quemar a la terraza, y ya no sé muy bien nada, lo que me pasa, encontré la llave y me olvidé donde es mi casa, creo que hace tiempo vivo en una carcasa, ah, dame un abrazo y se me pasa.
La música siguió, ellos continuaron cantando cada canción hasta que llegaron a la prisión.
Cuando bajaron del auto que escondieron en medio de un lugar lleno de árboles se miraron con seguridad. Ambos chicos tomaron cada mano de Amity y caminaron hacia aquella fortaleza de cemento.
Aún así era un día lindo.
(...)
Lucia limpio la sangre de su boca, tenía el maldito labio roto y se sentía tan cansada que era cómico.
El guardia solo la miro con superioridad y le indico salir de su celda algo que Lucía obedeció a la perfección.
Siguió al hombre por los pasillos, mirando cada maldito bloque de celdas por el que pasaban y la seguridad del lugar. Si lo intentaba podría escapar.
El guardia la guía a la zona de visitas lo cual le sorprendió, la última visita a excepción de Kikimora había sido hace dos días de su madre pero no termino bien en absoluto porque Luz la acompaño.
Fue ese motivo que se sorprendió al ver a Amity sentada en una de esas metálicas sillas acompañada de dos chicos a cada lado suyo.
—Tienes una hora Noceda— indico el guardia mirando a la chica quien asintio —Y tu Hunter, más te vale no decirle a tu tío que yo te deje pasar.
—Descuida, él nunca va a saber nada de esto— prometió el rubio con una sonrisa en sus labios.
Lucia se sentó frente a los chicos mirando únicamente a Amity quien parecía estar más asustada de lo que alguna vez la vio antes.
—Estaremos allá— exclamó Mat tocando el hombro de la Blight quien asintio.
—Si pasa algo solo grita y estaremos aquí— explico Hunter revolviendo el cabello verde.
—Si la tocas o la dañas te mataré— gruño Mat mirando a Lucía quien frunció el seño —Ya lo hice antes y no me importa hacerlo de nuevo.
Amity rápidamente se puso de pie y alejo al chico tocando su pecho en forma de relajarlo pues al final del día ambos eran alfas que protegían a los suyos, sin mencionar que ya conocía el carácter de Mat como la palma de su mano.
—Estare bien— prometió la chica logrando que el castaño retrocediera y siguiera a Hunter.
—¿Quienes son ellos?— cuestionó Lucía con un tono de voz lleno de celos.
La menor tomo aire y se volvió a sentar, miro detenidamente el rostro de la dominicana.
Tenía el labio roto, una cicatriz en la nariz y el pómulo derecho morado.
Amity sintió que su corazón se apretaba al verla tan herida.
—Son mis amigos— respondió la menor mirando los nudillos de Lucía y tomando su mano izquierda entre las suyas.
La mayor se sorprendió ante ese toque, le recordó brevemente el como se sentía cuando lo hacían antes de todo el caos que ocurrió.
—Estas peleando— susurro Amity pasando sus dedos sobre los nudillos de la alfa.
—No lo hago— confesó la castaña con sinceridad.
—¿Cómo has estado?— cuestionó mirando los ojos chocolate de Lucía.
—Bien— mintió acariciando suavemente la mano de la Blight —Lamento lo del bebé, lamento dispararte y lamento haberte obligado a pasar por todo eso.
Amity asintio cerrando los ojos, el aroma a Café inundaba nuevamente sus sentidos con un toque nostálgico. Era verdad que durante un tiempo fue su aroma favorito y después se convirtió en algo horrible.
Por eso no entendía como podía sentirse tan bien al estar cerca de Lucía quien la seguia viendo como lo más maravilloso del mundo.
—¿Por qué estás aquí?— cuestionó la alfa tocando la mejilla de la chica quien se asusto y retrocedió casi cayendo del asiento.
A la distancia Mat y Hunter se pusieron de pie dispuestos a acercarse pero la mirada de Amity dando a entender que todo estaba bien fue suficiente para relajarlos.
—Lo siento— se apresuro a decir la mayor tocando el rostro de la chica quien acepto esa caricia.
—Yo vine a agradecerte— confesó Amity con los ojos llorosos —Porque esto es el fin— soltó con la voz rota.
—¿De que hablas?— exclamó Lucia con miedo —Princesa, por favor no me hagas esto, no puedes hacerlo, te necesito, yo te amo.
—Yo amo a Luz— sentenció la Blight rompiendo el corazón de la mayor —Me gusta pero necesito dejarte ir antes de poder entregarle todo de mí.
—Escucha voy a salir de aquí y todo estará bien— suplico Lucía apunto de llorar —Tienes que darme una última oportunidad.
—No me estás escuchando— susurro Amity con una sonrisa llena de nostalgia —Solo vine a agradecerte y decirte adiós, porque Luz es mi lugar favorito en todo el mundo.
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Chapter 60: 58. No tienes que hacerlo
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Toda su vida las personas al rededor de Amity le dijeron una y otra vez lo valiosa y hermosa que era, el como debía buscar un amor que no la lastimara, que le hiciera apreciar el simple hecho de poder respirar a su lado.
Pensó que había encontrado eso en Lucía, pero apareció Luz y todo tuvo sentido.
Desde las canciones más tristes hasta las más románticas, los poemas largos que parecían no hablar de nada y los poemas cortos que hablaban de todo, simplemente comprendió aquello que solo entiendes cuando te enamoras.
Pero Lucia fue su primera vez en todo, jugando béisbol, besando, experimentando, su primer amor, su primera vez, su primer celo, el primer beso, la primera vez que tomo a alguien de la mano y sobre todo quien durante tanto tiempo se quedó a su lado.
No podía odiarla porque su absurdo corazón no se lo permitía, porque los recuerdos buenos eran demasiados pero los tristes lo eran más.
Pero tampoco podía decir que todo fue horrible. Lucia la escucho, la abrazo cuando lloro, se quedó despierta hasta la madrugada cuando se enfermo. No importaba que siempre estaba ahí para cuidar de ella.
Solo que ahora entendía que también la lastimó demasiado, dejo heridas en ella, en su alma, en su cuerpo. Pecados que no podría borrar de si misma y mucho menos olvidar.
Le quitó la seguridad de ir a dormir sin pesadilla, la autoestima, el amor, fueron tantas cosas tan esenciales que le parecía asombroso cuanto pudo arrebatarle de si misma.
Lucia la jodía en muchas formas, todos lo sabían y todos lo entendían. Ahora Amity solo deseaba dejarlo atrás porque cargar con tanto odio era muy cansado a tan corta edad.
—Lo siento— suplico Lucía tomando con fuerza la mano de la chica —Puedo hacerlo mejor, tienes que creerme, aceptaré los cargos sobre lo de Amelia, pagaré toda la maldita condena, solo dime qué no te perderé.
—Tu mataste a Amelia— exclamó Amity sintiendo un nudo formarse en su garganta —Eso nunca lo voy a olvidar, tu solo rompiste a mi familia, ¿Por
que lo hiciste?
—Porque la vida era demasiado horrible— confesó Lucía sin soltar la mano de la Blight —Pero te conocí, te ame y todo tiene sentido por ti, eres lo único que necesito en esta vida.
—Lo que yo necesito no me lo puedes dar tu ni nadie, yo no necesito a una persona para que mi vida tenga sentido— aseguro Amity con una sonrisa nostálgica —"La vida no se trata de amar a alguien más que a nosotros mismos, se trata de amar sin olvidarnos que merecemos ser amados" eso decía Amelia.
Lucia cerro los ojos con fuerza, podía escuchar los latidos de su propio corazón, el miedo marcado en la forma ansiosa en la que movía la pierna e incluso en como respiraba.
No podía perderla. No quería dejarla. La mataría antes de dejar que Amity ame a alguien más.
—Recuerdas que dije que si amabas a alguien te mataría— susurro Lucía mirando seriamente a Amity.
—Ya lo hiciste— respondió la menor sorprendiendo a la alfa —Me hiciste dispararte en frente de Luz, me disparaste, me violaste sin importar cuánto grité, querías obligarme a tener un bebé y aún así decías que me amabas... Tu ya me mataste una vez
—Ya dije que lo siento— gruño la dominicana perdiendo un poco la compostura.
Amity solo suspiro, sentía la mirada de Hunter y Mat, atentos a cualquier cosa que pasará a su alrededor. Eso le dió confianza.
—Estuve ahí para ti siempre, fue la única persona que estuvo ahí, todos te dejaron, todoste odiaban, pero yo me quedé— explotó Lucía golpeando la mesa de metal —Te cuide, te ame, te di todo lo que quisiste, incluso me arriesgue por ti, ¡No puedes dejarme!
—Gracias— hablo Amity con una sonrisa sincera.
La mirada de Lucía se llenó de confusión mientras Amity acomodaba un mechon de su cabello detrás de su oreja.
—Tu hiciste mucho por mi, gracias por eso— confesó la Blight poniéndose de pie —Acepto tus disculpas pero no te perdono, no te odio Lucía, no creo poder odiarte nunca.
—Entonces quédate conmigo— suplico la alfa mirando a la menor.
—No puedo hacerlo, no quiero hacerlo, esto es lo último que te daré en toda mi vida— exclamó besando suavemente los labios de Lucía.
Ese último beso fue la peor tortura que Lucía pudo haber vivido, besarla siempre fue lo mejor del mundo, sentirla era tan único que ahora estaba segura de que no podría vivir sin ella.
Posiblemente nunca podría volver a hacerlo y ni siquiera podía reaccionar. Estaba totalmente en shock.
—Adios— susurro Amity rompiendo el beso y alejándose.
La Blight no mentiría, le dolía alejarse más de lo que pudo imaginarlo, le dolía saber que en las palabras de Lucía nunca hubo amor o al menos no el tipo de amor que Amity necesitaba. Posiblemente nadie necesitaba esa clase de amor.
Pero saberlo no le quitaba el dolor. Porque Lucía prometió amarla tantas veces, la beso con tanta dulzura, la abrazo como si fuera lo más valioso del universo y aunque no mintió aún dolía demasiado.
Aún así no se dió la vuelta, miro al frente porque sabía que si miraba otra vez a Lucía no sería lo suficiente fuerte para dejarla porque aún su absurdo corazón la amaba de cierta forma.
Solo que también amaba mucho más al chocolate.
Mat y Hunter se miraron entre ellos, alzaron los hombros y se pusieron de pie siguiendo a Amity quien no miro hacia atrás en ningún momento. Continuo caminando y eso los lleno de orgullo.
Les quedaba aún largo camino por delante y estaba bien.
(...)
Luz se dejó caer en el sofá del departamento que estaban rentando pues cuando terminara el juicio de Lucía regresarían a California a continuar sus estudios.
Estar en Oregon solo fue algo temporal en lo que el pequeño King superaba sus alergias y pronto tendrían que volver a casa.
Eso significaba decirle adiós a Amity, Willow, Gus, Boscha, Viney y a todos, era ciertamente doloroso porque fueron las primeras personas con las que se sintió bien y decir adiós tan pronto era algo que no esperaba.
No quería hacerlo porque amaba a Amity, porque sus amigos estuvieron en todo momento y porqué habían sobrevivido a todo lo que pasó.
Ya no podrían volver a fingir que todo estaba bien, porque lo que ocurrió con Amity y Lucía había abierto una conversación que debían tener con su madre sobre su padre, sobre todo lo que hizo y el como termino llevándose a Lucía.
También hablarían de ella, de Lucía y como todo pudo pasará en frente de sus ojos sin notarlo, serían platicas dolorosas porque al final del día Lucía era su hermana mayor y durante un tiempo su héroe.
Pero los héroes están destinados a caer tarde o temprano, siempre con gloria y siempre ganando.
Por eso también entendía que Lucía no era un héroe, porque su caída no tuvo gloria alguna y era claro que no ganaría para la seguridad de todos.
Solo que aún se sentía un poco irreal. Cómo si fuera una pesadilla larga de la que no podías despertar.
—¿Estas bien?— cuestionó Luca entrando a la habitación con sus muletas.
—Claro— aseguro Luz mirando a su hermano mayor quien finalmente había sido dado de alta en la mañana —¿Como te sientes?
—Bien, tengo que hablar con Amber en unas semanas— comento el castaño con cierta tristeza en su voz.
—¿Ella sigue enojada?— se atrevió a preguntar Luz y Luca asintio.
—Se que nunca salimos pero se siente como si fuera infiel— confesó el chico sin mucho ánimo —No se si podremos salir de esto.
—¿Que pasa si no lo logran?— hablo la menor mirando a su hermano.
—Es simple, seguimos avanzando y le deseamos lo mejor aunque no esté con nosotros— comenta Luca sentándose en la cama — Las dejamos ir para que alguien más pueda amarlas.
Luz asintió, no entendía del todo las palabras de su hermano pero sabía que amaba a Amity tanto que podrá dejarla ir para ser feliz aunque no fuera con ella.
—Hagamos una puta fiesta— exclamó Luca encendiendo su celular —Mamá y Eda llegarán hasta mañana así que hay que pasarla bien.
—No creo que sea buena idea— la voz de Luz se escucha nerviosa.
—Todo es buena idea pequeña nutria— bromea Luca mandando el mensaje de la fiesta a todos.
(...)
Hunter abrió la ventana de su antigua habitación con cuidado porque aunque legalmente le pertenecía toda la casa no quería que su tío descubriera que habían escapado de la clínica para ver a una abusadora convicta.
Pero por ahora solo se cambiarían la ropa y pasarían el resto de la tarde en aquel lugar, posiblemente pedirían pizza y verían largas comedias juntos.
—No entiendo porque compramos tanto tinte para el cabello— exclamó Mat mirando con diversión a Amity quien preparaba aquella mezcla.
—Ustedes me hicieron ver a Lucia, es lo menos que pueden hacer por mi— advirtió mirando al castaño quien alzo los hombros.
—Nosotros te llevamos a verla, pero no te obligamos a besarla— comento el chico con diversión.
—Es complicado de explicar— susurro Amity mirando el piso con vergüenza.
Hunter frunció el seño ante eso y le di un leve golpe a Mat en la cabeza, era verdad que el castaño no comprendería ese sentimiento pero el si podía hacerlo.
Porque al final del día no odiaba del todo a su padre, de hecho de una forma extraña aún lo quería pero seguía sintiendo asco por ese sentimiento, porque en su mente se repetía una y otra vez todo lo que le hizo.
Solo que aún era su padre. Aún lo quería un poco por eso.
—Esta bien, no necesitas explicarnos— hablo Hunter quitando el pequeño recipiente con la mezcla de las manos de Amity.
—Gracias— susurro la peliverde sonriendo al chico quien asintio para después comenzar a darle vueltas al contenido en el recipiente.
Mat solo suspiro, se dejó caer en un sofá a lado de la puerta principal y se relajo, sabía que había dicho palabras equivocada pero él nunca sintió más que repugnancia y odio por su agresor.
No imaginaba que tan culpables se debian de sentir Hunter y Amity por tener esos sentimientos por las personas que los dañaron.
Es decir el aún lidiaba con la sensación fuerte de sentirse sucio constantemente, y apenas había podido masturbarse sin querer llorar.
Raro pero eso fue un progreso. Tocar su propio cuerpo sin asco fue como un alivio que estaba buscando y finalmente obtuvo, claro que sería su secreto. Nadie quiere hablar de como masturbarse por primera vez fue una experiencia casi religiosa
—¿En qué piensas?— cuestionó Hunter mirando al castaño.
—En que quiero Pizza— mintió Mat poniéndose de pie para llamar a la pizzería.
(...)
Luz miro con sorpresa como aquella chica de su salón nuevamente le coqueteaba sin ser discreta en lo más mínimo, era incómodo porque todos sabían que ella tenía una relación o algo así con Amity.
—Vamos por tu cargador— exclamó la chica y Boscha quien estaba a su lado termino escupiendo la cerveza que tenía en la boca.
—Tengo pila, pero gracias— se apresuro a decir Luz sin entender muy bien a lo que se refería.
—Pero yo no— insistió la chica acariciando el brazo de Luz quien retrocedió.
Boscha solo comenzó a reír, era cómico que Luz no entendiera ese sutil "Vamos por tu cargador" como una escusa de subir a un cuarto y no bajar o al menos no con todos los condones.
—Tiene novia— comento Willow mirando a la chica quien la ignoro lo que molesto a Boscha.
—Oye Luz, entonces tú y Amity tuvieron sexo— exclamó la pelirosa sorprendiendo a todos quienes estaban en la cocina —Eso es un gran paso en una relación.
Aquel comentario logro que la chica dejara de insistir librando a Luz de la incomodidad. Estuvo mal decirlo en voz alta pero al menos se libro de ella.
—¿Amity está en la clínica verdad?— cuestionó Willow mirando a la sala.
—En efecto— comento Luz mirando la botella de alcohol que había traído Ed y Emira.
—Creo que ya no está— bromeó Boscha señalando a un grupo de dos alfas y una Omega.
Por alguna extraña razón en cuántos sus miradas cruzaron pudieron sentir aquel vínculo y el cómo no desaparecía en su totalidad.
Apesar de la distancia se seguían perteneciendo.
Tal vez nunca se dejarían de pertenecer.
(...)
Amity estaba recostada junto con Luz en su habitación, era extraño estar tan juntas después de unas largas semanas lejos la una de la otra.
—¿Porque la besaste?— cuestiona Luz mirando el techo de su habitación.
—Porque sentí que tenía que hacerlo— confesó Amity recostada en el pecho de la dominicana.
—¿Aún lo sientes?— volvió a preguntar la alfa con cierta tristeza.
—No— aseguro la Blight mirando el perfil de la latina.
—Te creo— susurro Luz para besar la punta de la nariz de Amity.
—Luz, ¿Que somos?— pregunto la Omega con curiosidad.
—Es fácil, tu eres mi novia— confesó Luz con una gran sonrisa
La Omega solo asintió porque estar con Luz era mágico.
Siempre sería mágico.
(...)
Luz jadeo al sentir los labios de Amity alrededor de su miembro, sus manos se clavaron a la sabana de su habitación mientras que no podía apartar la mirada de su chica y de la sensación tan caliente que parecía quemarle por dentro.
—Amity— gimió Luz pasando una de sus manos por el cabello de la chica, enredando sutilmente sus dedos —Ya dije que no... Tienes que hacerlo
Nuevamente la Blight ignoro a Luz, el sabor en su boca era incluso dulce pero seguía sintiendo miedo al sentir las manos de Luz sobre ella.
Era diferente a Lucía, no le jalaba el cabello, no le gruñía, no decía cosas vulgares y su voz era tan suave.
Pero su cuerpo no lo entendía.
—Alto— jadeo Luz alejando a la Blight quien tenía un poco de saliva corriendo por su mentón —¿Estás bien?
Amity asintió poniéndose de pie y quitándose la holgada playera que Hunter le había prestado.
La castaña se quedó atónita, la cicatriz en el vientre de Amity era visible pero ahora su cuerpo parecía libre de la mayoría de las marcas pues aún se notaba un rastro de las mordidas.
—No tienes que hacerlo— aseguro Luz observando como la Blight se quitaba el pantalón —De verdad no lo necesito.
—Tu cuerpo dice otra cosa— provocó Amity susurrando en el oído de la alfa.
Esas palabras le revolvieron el estómago. Aquella palabras que Lucia había dicho tantas veces para justificar su abuso se comenzaban a repetir una y otra vez en un bucle doloroso.
¿Acaso ella estaba abusando de Luz como Lucía lo hizo con ella? ¿Estaba obligándola?
No. No. No. O tal vez si.
Amity se recostó a lado de Luz totalmente desnuda, la alfa no pudo evitar mirar su cuerpo fue entonces cuando la Blight abrió sus brazos y sus manos para indicarle a Luz que la necesitaba.
Solo que la Noceda sabía que había algo más por la mirada suplicante de Amity y el cómo parecía que se rompería en pedazos.
—¿Estas segura?— cuestionó Luz acomodándose entre las piernas de la peliverde —No tienes que hacerlo.
—Luz por favor— suplico Amity con los ojos llorosos.
La alfa suspiro inundando la habitación con el aroma a Chocolate en un intento por relajar a Amity, después de todo aunque no estaba segura de lo que la chica sentía quería hacerla sentir segura.
—Si te lastimó o pasa algo puedes decirme— comento Luz besando con ternura la frente de la peliverde.
Amity solo asintió, abrazo con fuerza a Luz quien respiraba de forma entrecortada al entrar poco a poco en su novia.
—¿Se siente bien?— gimió la Blight enredando sus dedos en el corto cabello de Luz.
—Mucho— jadeo la alfa moviéndose con lentitud —Eres tan perfecta.
De nuevo el pasado llegó, escucho la voz de Lucia decirle lo perfecta que era mientras la tomaba del cuello, mientras tenía sangre de Luca aún en sus manos.
Se comenzó a perder en sus pensamientos, se sintió atrapada bajo de Lucia, obligada a tener relaciones aunque doliera.
El peso encima fue una prisión, pero no quería lastimar a Luz, quería hacerla sentir tan bien como la morena siempre la hacía sentir. Quería complacerla.
Por qué el amor se trataba de eso o al menos algo similar.
¿No?
—¿Estás llorando?— cuestionó Luz deteniéndose y alejándose de la Blight.
—No te vayas— suplico Amity limpiando las lágrimas de su rostro.
Luz estuvo apunto de decir algo cuando la omega se subió en su regazo tomando el control de toda la situación.
Su miembro se adentro nuevamente en la Blight quien gimió con fuerza, sus manos se clavaron en la espalda de Luz quien jadeo.
—Eres mi Supernova— exclamó Luz con la voz un poco ronca.
Lo había entendido finalmente.
Amity quería probarse de alguna forma a si misma y dejaría que lo hiciera pero también la alejaría de cada recuerdo que Lucia pudo dejar en ella.
—¿Que?— cuestionó la Blight con sorpresa.
—Tu eres mi Supernova— repitió Luz sobre los labios de la chica.
Sin aviso y sin protesta Luz rodeo la cintura de Amity, la beso con suavidad, acaricio su espalda desnuda y le brindo todo lo que podría darle en toda su vida.
—"te amo"— susurro la dominicana en español erizando la piel de la Blight.
Amity solo se aferró a Luz, dejo que cada emoción, cada palabra y cada gesto se grabara en su mente.
Era cálido.
Era su Luz.
Y así estaba bien.
Notes:
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Chapter 61: 59. El mundo no es justo
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
Para: Amelia Blight
De: Amity Blight.
Existe un poema dónde se menciona que las cosas tristes solo son breves momentos en la vida que aveces parecen durar años enteros.
Cuando te fuiste comencé a sentir que aquel momento era eterno. Que nunca podría recuperarme de aquel lugar del que muy pocos salen.
Yo no salí entera. Ni me sentí realizada.
Ahora me siento un poco libre, porque cada palabra que dijiste en el pasado fue un impulso que me hizo avanzar en los malos días.
Porque la cama vacía a mi lado aún en tu ausencia se sentía cálida.
Porque la silla vacía en el comedor dejo de ser el recuerdo de tu adiós y se volvió un lugar más dónde alguien podría estar.
Tal vez ese fue mi error.
Querer dejar el dolor que me ocasionó tu adiós. Querer llenar el hueco con la palabra "hermana" que era persistente en mi corazón.
Aún me culpo por todo lo que pasó en tan pocos años.
Tengo pesadillas en las que sufres y no puedo alcanzarte.
Pesadillas en las que ella está ahí, y me golpea, me grita y por mucho que intente pedir ayuda mi voz no se escucha.
Nunca se escucha.
He sentido que desde que te fuiste no tengo mi voz.
Porque cuando paso lo de Lucía yo no pude pedir ayuda, no sentí que tuviera sentido y tampoco que a alguien escucharía.
Un día también perdi mi valor, el valor de resistirme cuando me tocaba, cuando me lastimaba aunque decía me amaba, deje que me lastimara.
Después perdí mi autoestima, permití que se metiera en mi mente, que me hiciera creer que todos me odiaban y que nadie me amaría más que ella.
De la nada comencé a creerle. Fue por sus palabras dulces, por sus promesas, por la forma en la que me besaba.
Porque me estaba hundiendo pero al menos ella se estaba hundiendo conmigo.
Yo era su crimen favorito.
Y de verdad me enamoré. De verdad pensé que ese era el amor.
Pero Luz me hizo entender que no lo era.
¿Recuerdas cuando en la televisión salió P.D te amo?
Tu lloraste, yo no entendí porque lo hiciste pero después dijiste algo que Luz me hizo comprender.
"El la amaba tanto que le dejo una forma de poder dejarlo atrás y ella se enamoro de un irlandés que siempre tocaba música... Esto de verdad es amor"
Y tal vez no me enamoré de un Irlandés que toca música, ni deja cartas después de muerto en las que me recuerda el cuánto me amo.
Pero me enamoré de una latina que canta canciones a todo pulmón, que me llama antes de dormir porque quiere escuchar mi voz y que sostuvo mi mano cuando hice algo muy difícil.
Y como tú dijiste alguna vez "esto de verdad es amor".
Tal vez Luz y yo no tenemos una historia romántica, ni un soundtrack maravilloso y mucho menos un final feliz
Pero siento que no lo necesito. Porque no quiero que llegue el final. No estoy lista para decirle adiós.
Quería contarte que ayer fui a una fiesta después de ver a Lucia, tuve sexo con Luz.
Lo sé. Muy directo.
Pero quiero que entiendas que Luz no fue agresiva. De hecho fue la perona más dulce en el planeta, me dijo que era su supernova y que me amaba con aquel acento que adoro.
Y me sentí amada en todo momento, los malos recuerdos se borraron porque era Luz quien me sostenia entre sus brazos.
Pero no mentire, aún es difícil no pensar en que algún día ella tenga asco de mi después de haber visto los vídeos, después de saber todo lo sucia que estoy.
Se que parece que estoy mal en esta carta, pero tengo mucho que decir y muy poco papel.
Hoy nos pidieron escribir dos cartas a personas que nos hayan marcado de por vida.
Pensé en escribirle a Luca porque sin el yo no hubiera salido de todo esto, pero el siempre dice que no quiere ser un héroe y solo quiere ser un chico normal.
Por cierto anoche el y Amber hablaron de cosas en el balcón, espero que todo salga bien porque realmente creo que deberían estar juntos.
Así que no escribi una carta para él.
Pensé en Belos pero está muy ocupado con su rehabilitación y el papeleo de Hunter para llevarlo al internado en Europa.
Después creo que Hunter y Mat podrían ser a quienes les escriba una carta.
Pero ambos ya saben el cuánto los quiero y aprecio en el mundo. Es raro porque no tengo que decirlo en voz alta para que estén enterados.
Y finalmente pensé en ti y Lucía.
Así que ahora te escribo una carta, porque te extraño, porque quiero verte y porque espero que de alguna forma puedas saber que tu hermanita la escribio.
Que sobreviví a todo lo que pasó. Perdí piezas en el camino pero sigo adelante.
En terapia nos dicen que somos sobrevivientes de nuestros traumas. Que no nos deben definir para toda la vida, pero que son parte de nosotros ahora y para siempre.
Que tenemos que encontrar una razón en nosotros mismos para continuar adelante.
Porque no podemos escoger de dónde venimos, las cosas que nos pasan o la gente que perdemos. Pero podemos elegir a dónde vamos a partir de este momento.
También ahí otra frase que me he repetido mucho.
"Y así está bien"
Porque estoy herida, lloro en las noches, grito en mis pesadillas y aún en ocasiones me culpo.
Pero está bien porque ahora se que no es mi culpa nada de lo que pasó, porque puedo seguir adelante.
Por eso me gusta decirlo.
También quería contarte del paseo en auto, mientras sonaba una canción en español y Hunter conducia mientras Mat cantaba.
Me sentí al puro estilo de Charlie.
Tan infinita que pude haber llorado un poco sin que nadie se diera cuenta.
El tiempo de la carta está terminando. Hay millones de cosas que me gustaría decir pero tampoco tengo tantas palabras como para expresarlas.
Solo quiero que sepas que estés dónde estés yo siempre pensaré en ti. Siempre voy a querer que llegue el día de volver a vernos.
Solo quiero que sepas que estés dónde estés yo siempre pensaré en ti. Siempre voy a querer que llegue el día de volver a vernos.
Te contaré cómo me enamoré, como fue mi primera vez con esa persona, como nuestra primera canción fue Hoosbank y termino con Home.
Me gustaría decirte que ya no lloro al escuchar tus viejos covers y que tu sudadera azul me comienza a quedar.
Que quiero estudiar literatura y que el café helado es genial. Solo que últimamente el chocolate es mi cosa favorita en el mundo.
Te quiero Amelia. Te extraño.
No sé dónde estás ahora y no tengo idea de si Dios existe. Pero se que cuando te vea tendremos muchas cosas de que hablar
Con cariño: Mittens.
(...)
Amity miro con sorpresa como los chicos comenzaban a preparar la clínica para navidad, en dos días vendrían todas las familias y podrían estar juntos.
Los señores Blight habían invitado a los Noceda a la cena pero por alguna razón Camila había tenido que viajar a California antes.
Por lo que únicamente Luca y Luz los acompañarían esa noche.
Sus padres habían hecho una gran donación a la clínica por lo que sería un día magnífico para todos los chicos internados en aquel lugar.
Alador participaría cocinando, Odalia organizando un espectáculo para los pequeños, Edric quien ya tenía más movilidad en el brazo pintaria los salones junto a Emira.
Y Amity solo estaría tonteando con sus amigos pues dentro de solo unas semanas tendría que decirles adios a ambos.
Hunter se iría al igual que Mat quien había decidido mudarse a New York con sus abuelos pues su custodia y la de su hermanita ahora estaban con ellos.
También estaba el tema del adiós con Luz pues Amity ya sabía que tendría que regresar a California y que posiblemente todo terminará por la distancia.
—¿Lista?— cuestiono Hunter poniéndose los guantes mientras Mat abría la ventana.
—Se que las chicas tienen rituales extraños— comento el castaño con diversión —Pero, ¿Es necesario pintarse el cabello para cerrar ciclos?
—Muy necesario— respondió Amity sentándose en frente de Hunter.
—Entonces que tal si lo llevamos más lejos— opino Mat encendiendo la pequeña máquina en su mano.
El rubio solo suspiro observando como posiblemente arruinaban el perfecto cabello de Amity.
En fin, eran solo chicos tratando de salir adelante. Podían arruinar algunas cosas en el camino.
Pero creían firmemente que aquellos errores valían la pena.
Esa tarde Amity pateó a Mat.
(...)
Hay cosas muy importantes para la vida que únicamente se puede encontrar con el paso del tiempo.
Es como cuando una madre muere y los hijos entienden la falta de ella. Cuando hijo muere y el padre comprende que tal vez le exigió demasiado.
Por suerte Alador Blight y Odalia Blight lo entendieron mucho antes de perder a otro de sus hijos.
—Estoy cansado— susurro un peliverde cubierto de sudor mientras se dejaba caer en el hombro de su madre.
—La rehabilitación es necesaria— insistió su madre limpiando el sudor de la frente del chico.
—Duele— confesó Edric con los ojos cerrados —Mover mi brazo duele.
El corazón de Odalia se rompió, era verdad que aunque la lesión de Edric había sanado el daño en el músculo seguia ahí y lo recordaba cada que llegaba la mañana del sábado, martes y jueves.
—Tienes que intentarlo— exclamó la mujer con cariño —No puedes dejar que tú brazo se dañe más, tienes que ser fuerte Edric.
—Ya no quiero ser fuerte— exclamó en un suspiro el chico.
—Solo necesitas ser fuerte por esta ocasión, tus hermanas te esperan— exclamó Odalia besando la frente del adolescente.
Edric asintio limpiando las lágrimas que comenzaban a correr por su rostro. Habían sido agotadores los últimos años tanto que se cuestionaba el cómo pudo sobrevivir a todo el estrés que tuvo.
Y ahora finalmente esas emociones explotaban de su pecho con tanta fuerza que lo aturdian por la sensación.
—¿Listo?— cuestionó Alador acercándose a su hijo quien asintio.
El hombre solo despeinó el cabello del chico antes de que el joven se pusiera de pie y caminara de nuevo junto al grupo de rehabilitación.
—¿Viste la sentencia que le darán?— cuestiona Odalia cuando su esposo se sienta a su lado.
—Si— responde Alador mirando a Edric a la distancia —No podemos hacer nada ahora.
—Haremos todo por nuestros hijos Alador— exclama la mujer tomando la mano de su esposo.
El castaño levanta la mano de su mujer y la besa con suavidad provocando pequeñas cosquillas por su barba.
—Claro que lo haremos— apoya con la voz suave —Los protegeremos.
(...)
Luca se deja caer en la banca del parque pues aunque finalmente pueda comenzar a caminar por si mismo las muletas lo llegan a fastidiar.
—Lamento la tardanza— exclama el chico a lado de Amber quien asiente.
—¿Cómo te sientes?— cuestiona la chica con una sonrisa.
—Bien— asegura el castaño quitando el cabello de su frente.
Ambos se quedan en silencio mirando el hermoso día, aunque se sentían nerviosos pues era momento de finalmente hablar de lo que sentían.
—Lo siento— inicia el castaño mirando a la chica —De verdad lamento todo lo que pasó con Scarlett, se que fui un idiota pero estaba ebrio y enojado.
—Yo te menti, durante mucho tiempo— exclama Amber con tristeza —Debi decirte la verdad desde un inicio, te hice pasar por cosas horribles, no es tu culpa.
—No estoy enojado por eso— se apresura a decir el chico con un miedo extraño en su interior —No tienes que sentirte mal.
—Luca no puedo estar contigo— sentencia Amber con la mirada en el piso.
El castaño se levanta de golpe sintiendo el dolor en sus piernas pero no le importa en lo más mínimo porque perder a Amber sería un error que nunca se perdonaría a si mismo.
—¿Por qué no?— cuestiona con la voz rota.
—Porque no confío en ti, porque tú ya no confías en mí— explica la Blight desviando la mirada —No es justo para nadie.
—Yo confío en ti— habla Luca pasando su mano derecha por su cabello —Yo confío demasiado en ti.
—Pero yo no en ti— susurra la chica logrando que el chico retroceda.
—Entonces dame la oportunidad de recuperar tu confianza— insiste el chico tambaleándose por el dolor.
Amber al ver esto se pone de pie y lo ayuda a volver a sentarse sintiendo el aroma dulce de galleta en la piel del chico.
—Tenemos la sentencia de Amelia— habla Amber con tristeza —Nosotros no podremos volver a estar juntos Luca, ya no tenemos tiempo.
(...)
Lucia abre los ojos ante la sentencia que le consiguió Kikimora.
Fue posiblemente la mejor sentencia que alguien como ella pudo tener por un error gigante del sistema.
—Aun tendrás que esperar el juicio de Amity pero es algo por el momento— comento la abogada recogiendo sus cosas para salir de la celda.
—¿Cómo lo hiciste?— cuestionó la alfa con sorpresa.
—Simple, Amelia era una drogadicta al final del día y eso jodido su reputación— explico Kikimora levantando los hombros.
—Solo 3 años por todo, me parece irreal— susurro Lucía mirando la hoja entre sus manos.
—No lo jodas ahora Lucía, cuando llegue el momento del juicio de Amity sabes que tienes que decir— ordenó sin mucha emoción.
Lucia asintio y miro nuevamente la hoja, al parecer el maldito estado tenía una ley de consentimiento que Lucía había cumplido de forma distorsionada.
Así que por el crimen de la muerte de Amelia y Winona no recibió más de 3 años pues al parecer fue simple desicion de las chicas.
—Tres años— repitió leyendo nuevamente el veredicto.
Notes:
twitter: m4ixstar
Chapter 62: 60. Crimen Favorito
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
Amity miro su reflejo en el espejo de su baño, se veía pálida, cansada demostrando las pocas horas de sueño que había tenido.
Estaba a unas horas de saber que tipo de sentencia tendria Lucía después de todo el daño que le causó durante poco más de un año.
Su juicio se había adelantado a la mañana después de navidad por lo que realmente sorprendió a todos y principalmente a ella porque sabía que ayer Lucía recibió la carta que le hizo.
—¿Lista?— cuestionó Hunter entrando a la habitación junto a Mat.
Amity nego sintiendo unas inmensas ganas de llorar. No estaba lista para que toda las personas en la corté la juzgarán y sobre todo no quería perder ante alguien que la rompió físicamente y emocionalmente.
—Vamos a estar siempre contigo— hablo Mat sentándose en la cama —No te dejaremos sola.
La chica de algodón de azúcar solo asintio respirando con calma.
Era momento de ser fuerte.
(...)
Lucia entro a la fría celda dónde esperaría hasta el momento en el que el juicio comenzara, pero aún con un momento tan crucial no podía dejar se pensar en aquella carta que había llegado hace tan solo unas horas.
"Hace un tiempo escuché una canción que me hizo llorar antes de darme cuenta"
Miro el cielo de invierno totalmente despejado y sintió una horrible nostalgia inundar su mente.
Se preguntaba que cambiaría si todo hubiera sido diferente, ¿Que pasaría si se hubiera quedado con su madre? ¿Si recibiera ayuda a tiempo? ¿Si nunca conociera el dolor? ¿Si tan solo hubiera hecho todo diferente?
Quería creer que aunque todo fuera distinto conocería a Amity y la protegeria de todos, incluso de ella misma.
Pero no podía volver hacia atras, ni borrar todo lo que hizo, nunca podría hacerlo y el saber que aquello lastimo a la única persona que amaba le dolía de una forma que no entendía aún.
"Hubo un par de estrofas en las que solo pude pensar en ti y en todo lo que nos pasó, y no lo entiendo porque tú me rompiste, me hiciste tanto daño que toda mi vida tendré que recoger los pequeños pedazos de mi misma"
Lucia suspiro tomando su rostro entre sus manos con frustración. Odiaba dejar que otras personas decidieran lo que pasaría con su vida.
Odiaba que otras personas tuvieran el poder de quitarle a la única persona que había amado y que amaría.
¿Acaso no importaba todo lo que ella misma había sufrido?
Nadie hablaría de como su padre golpeó a su madre tantas veces enfrente de ella que simplemente aprendió a distinguir cuando eran gritos peligrosos y cuando no debía meterse.
Nadie hablaría de como su padre metía hombres extraños en casa y algunos trataron de tocarla pero por suerte Lucía siempre tenía un pequeño cuchillo entre sus bolsillos.
Nadie hablaría de como tuvo que cuidar a Luca para que su padre no lo matará a golpes de bebé o algún hijo de puta lo tocará a pesar de que estaba en una cuna.
Nadie hablaría de cuántas veces escucho a su madre ser abusada en la habitación de a lado, ni las horribles palizas por culpa del bebé en su vientre.
Nadie hablaría de como un día pequeñas voces aparecieron en su mente y no dejaron de joder hasta que decidió dejar de ser una buena "persona".
Nadie hablaría de como vio a su padre abusar de una mujer, como vio un cuerpo en su cama o como tuvo que aprender el estúpido negocio de drogas para que su viejo estuviera contento.
Ninguna persona hablaría de eso. A nadie le importaba porque a simple vista solo era la maldita abusadora de Amity.
Pero nadie les contó cómo cuido a Amity cuando estaba enferma, como la ayudo con sus tareas, como la sostuvo entre sus brazos cuando nadie más lo hizo.
¿Pero acaso importaba ahora?
No. Cometió acciones terribles y la lastimo todo el tiempo.
Lo entendía pero no quería aceptarlo. No podría hacerlo cuando lo único que quería era a la Blight.
"Una vez me dijiste que yo era tu lugar favorito en el mundo.
Y yo te dije que Luz es mi lugar favorito"
La alfa solo se dejó caer en la bruja banca de metal, tenía un poco de tiempo antes de que el juicio empezará y sabía lo que tenía que hacer y decir.
Solo que tal vez joderia las cosas un poco más antes de iniciar.
"Ahora solo eres la persona que más he amado y la persona que más quiero olvidar.
Y me duele. Porque siempre quise que tú fueras la última persona que me besara.
Pero supongo que soy joven y esos sentimientos cambian"
Amity bajo del auto de su padre, sus manos sudaban ligeramente, Alador bajo después ayudando a Odalia quien tenía el miedo de perder el caso grabado en los ojos.
Edric y Emira salieron después vistiendo un conjunto convinado mientras que Amber miraba discretamente por si encontraba a Luca en algún lugar.
—¿Lista?— cuestionó Luz enfrente de ella.
—No— susurro Amity con la voz apunto de romperse.
—Hey está bien— exclamó la dominicana tomando las manos de la Blight —Lo entiendo, si quieres podemos esperar un poco.
La chica de algodón de azúcar asintio abrazando con fuerza a Luz quien rápidamente rodeo su cintura.
Se quedaron así hasta que todos los demás entraron al juzgado.
Amity necesitaba valor y Luz sin dudarlo se lo dió.
"Sabes que te amaba tanto, deje que me trates así, fui tu cómplice voluntaria cariño"
Luz beso con suavidad la frente de su chica y limpio las pequeñas lágrimas que caían de sus mejillas.
—Nunca te lo dije pero desde que te conocí comencé a amar la cereza— confesó Luz con el rostro rojo.
—¿Por qué?— cuestionó la Blight con sorpresa.
—Porque tu siempre hueles a cereza y antes de que lo notara quería abrazarte todo el tiempo— exclamó mirando hacia otro lado.
Sin darle tiempo a Luz de reaccionar Amity ya se había lanzado a besarla.
La Blight nunca lo diría en voz alta pero estaba locamente enamorada de Luz y de cada manía extraña, confesión rara y abrazo fuerte.
Era el tipo de amor que sientes una vez y no puedes pedir menos que eso después.
"Todas las cosas que hice solo para poder llamarte mía. Todas las cosas que hiciste, bueno espero haber sido tu primer favorito"
Ambas subieron sin prisa alguna las escaleras del juzgado. Habían pasado muchas guerras y siempre sobrevivieron a todo.
Una más no era nada.
Se tenían la una a la otra y eso bastaba para poder seguir adelante.
"Y ahora cada que escucho una sirena, me preguntó si estás cerca. Porque sabes que lo haría todo de nuevo"
El guardia abrió la celda de Lucía quien lo miro sin mucha expresión pues había decidido hacer algo que realmente iba en contra de toda su lógica.
"Es agridulce pensar en el daño que nos hacemos, porque me estaba hundiendo, asi que todo lo que rompimos y todos los problemas que hicimos"
Lucia entro a la sala bajo la mirada de todos los presentes, su mirada inmediatamente choco con la de Amity quien solo se hundio en la silla.
—Todos estamos presentes— hablo la jueza mirando a la acusada y a la demandante —Por favor de pie.
Las personas se pusieron de pie escuchando como la jueza hablaba de todos los cargos de los que Amity acusaba a Lucía haciendo que la Blight cerrara con fuerza los ojos.
No estaba lista.
Hunter y Mat se miraron entre ellos, estaban listos para hacer cualquier cosa con tal de poder proteger a Amity o al menos impedir que algo peor ocurriera.
"Pero digo que te odio con una sonrisa en mi rostro"
—¿Cómo se declara la acusada?— cuestionó la jueza mirando a Lucía quien miro a Amity.
La castaña se quedó en silencio, quería grabar la imagen de Amity en su mente, el color de sus ojos, la forma de sus labios y lo hermosa que se veía con el cabello de ese color.
—Culpable— exclamó Lucia sorprendiendo a todos en la sala.
El silencio inundó todo hasta que finalmente la jueza tosió un poco llamando la atención de todos.
—Bien, debido a las pruebas, exámenes psicológicos y historial delictivo tenemos una sentencia— informo la mujer mirando a Amity con suavidad.
Lucia cerro los ojos esperando escuchar el número de su sentencia, sabía que se arriesgaba a nunca volver a ver a Amity pero necesitaba hacer algo bueno por ella al menos por una vida.
—6 años en la clínica de salud mental para convictos de Texas— hablo la jueza mirando a Kikimora quien asintio —Y 6 años en la prisión de máxima seguridad de Oregon.
Odalia se dejó caer en su asiento. No era posible que alguien como Lucía solo recibiera 15 años por todo el daño que les hizo. Era siemplemente injusto.
"Oh mira en lo que nos convertimos. Todas las cosas que hice para llamarte mía. Todas las cosas que hiciste, pero haber sido tu crimen favorito"
Los policías tomaron la custodia de Lucía tan pronto como la jueza bajo el pequeño mazo de golpe.
Algunas personas celebraron y otras gritaron. La sentencia era simplemente injusta pero en muchos videos nunca pareció que Amity se resistiera ante los toques de Lucía.
Una maldita mierda si se lo preguntaban a cualquiera.
Amity se quedó quieta en su lugar, no quería estar presente, quería irse lejos de todos y sus sentimientos se atoraban en su garganta.
No podía llorar. No podía ponerse de pie y mucho menos alzar la mirada pues la vergüenza regresaba una y otra vez.
—Al carajo— gruño Hunter poniéndose de pie y caminando hasta Amity quien sin darse cuenta estaba llorando.
—No largamos— exclamó Mat ayudando a la Blight a ponerse de pie.
—¡Amity!— grito Luz desde el fondo de la sala pero fue ignorada pues el trío de chicos comenzaban a correr fuera del lugar.
Alador trato de detener a los chicos pero en ningún momento escucharon o respondieron, solo quería salir se ahí para poder sentirse un poco libres.
(...)
Hunter abrió la puerta del auto de su tío mientras Mat salia de la parte trasera junto a Amity quien parecía que lloraría en cualquier momento.
Ninguno de los chicos hablo porque ninguno de ellos sabría que decir. Estaban enojado y frustrados.
—No es justo— susurro Mat apretando sus puños con fuerza.
—Termino— murmuró Amity dejando caer en el suelo —Ella irá a la cacerl, no volver, se supone que todo terminaría pero no puedo hacerlo.
—No te hagas esto— suplico Hunter arrodillándose frente a la chica.
—No puede ser verdad— sollozo Amity aferrándose al rubio —No me siento bien, no puedo olvidarlo, se supone que era el final pero porque no se va.
Mat solo miro hacia otro lado. El entendía ese sentimiento como la palma de su mano.
Era el tipo de emoción que se queda tan grabada en tu corazón como la sensacion de suciedad.
Tan grabada como cada toque en su piel. Porque incluso aunque Mat mato a su abusador nunca se irían algunas sensaciones.
Lucia estaba en la cárcel pero Amity nunca podría borrar todo lo que le pasó.
—Esta bien— exclamó Mat arrodillándose a lado de Hunter y tomando el hombro de Amity —Tienes que dejarlo ir.
—No es justo— sollozo la Blight aferrándose a la camiseta de Hunter
—Lo sabemos— hablo el rubio con la voz suave —Pero tienes que dejarlo ir, sacarlo antes de que te haga más daño.
—Esta bien Amity, puedes llorar, puedes gritar... Solo no dejes que esto te mate— suplico Mat acariciando la cabeza de la chica —No dejes que ella te siga jodiendo la vida.
—Es muy difícil hacerlo— confesó la Omega mirando a Mat.
Ambos chicos se miraron entre ellos y después a la chica, se quedaron en silencio hasta que el ruido de una patrulla llamo si atención.
—De verdad se que es jodido, pero tienes que creerme que dejara de doler algún día, solo tienes que intentarlo, una y otra vez— hablo Hunter levantando los Brazos cuando el jefe Bump se acercó a ellos con su arma en mano.
—Y aunque todo sea una mierda nosotros vamos a estar aquí— prometió Mat imitando a su amigo.
Antes de que Amity pudiera hablar Belos estaba frente a ellos mirándolos con seriedad.
El hombre solo suspiro tomando a Amity entre sus brazos mientras miraba al jefe se policías quien ya bajaba su arma a la par que ambos chicos eran arrestados por robar el auto de un policía.
Claro que nadie pondría cargos.
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Chapter 63: 61. Aprende a dejar
Notes:
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Chapter Text
El color rojo inundaba el lugar al igual que el humo pero ella caminaba por los pasillos gritando el nombre de su novia.
—¡Amity!— grito Luz con fuerza.
Sus pulmones se llenaban de humo lo cual solo empeoraba todo, su vista se enfocó en al frente dónde Amity estaba en el suelo cubierta de sangre mientras Lucia miraba su cuerpo.
Luz corrió hacia Amity pero repentinamente las manos de Lucía ya estaban alrededor se su propio cuello.
Su hermana trataba de matarla.
Entonces un disparo se escucho y sintió el agarre alrededor de su cuello dejar de doler pero el olor de la sangre llegó a su nariz.
Detrás de Lucía la peliverde agonizando sostenía un arma dejando a entender todo lo que pasaba.
Su novia le había disparado a su hermana mayor.
Lo siguiente se convirtió en un suceso dramático. Lucia cerro la puerta dejando que la última mirada de Luz a Amity fuera un apresurado adiós que ninguna deseaba decir y sobre todo sentir.
Luz golpeó la puerta con fuerza. Sus manos dolía al igual que su corazón.
—¡Amity!— grito Luz lastimando su garganta —¡Amity!
Dos manos la tomaron de sus hombro al igual que la cara de una muy preocupada Camila aparecía.
La menor de los Noceda miro a su alrededor, el sudor caía por su frente, su ropa estaba empapada y su respiración era un caos.
Luz no estaba en aquella fabrica. Pero sabía que una parte de ella se quedó en aquel lugar.
—Esta bien— susurro Camila limpiando las lágrimas del rostro de su hija.
Sin esperar un minuto la joven alfa se lanzo a los brazos de su madre buscando un poco de protección y seguridad que perdia cada noche antes de dormir.
Luca parecía haber tenido el mismo mal sueño o alguno peor porque estaba parado en el marco de la puerta cubierto de sudor y con los ojos rojos.
Las pesadillas los estaban matando.
—Dormiremos todos en la sala— exclamó Edalyn cargando al pequeño King en sus brazos —Vamos
Luca asintio tomando su almohada, Luz solo tomo una manta y camino junto a su madre quien no la soltó en ningún momento.
(...)
Un suspiro escapó de los labios de Luz mientras estaban en la sala de estar de su hogar, su madre había decidido ir a comprar la cena aunque en realidad era un pretexto para escapar una hora y pensar en todas las cosas que pasaban.
—¿Cómo estás?— cuestionó Edalyn sentándose a lado de la menor.
—Bien, supongo— respondió Luz mirando la televisión sin muchas ganas.
—Tu hermana acaba de ser sentenciada a 12 años en la carcel y tu novia escapó con dos chicos después del juicio, no la has visto desde entonces— recapituló la peliblanca mirando con cariño a la dominicana —Nadie estaría bien después de eso.
Luz comenzó a llorar lanzandose hacia los brazos de Eda quien se sorprendió pero no rechazo aquella explosión de emociones que abrumaban a la menor.
—No lo entiendo— sollozo la castaña con dolor —¿Porque tenía que hacer todo esto? ¿Porque tuvo que violar a Amity? ¿Porque nos hizo tanto daño? Somos su familia y ella solo sigue como si nada
—Algunas personas toman caminos equivocados— hablo Edalyn acariciando el corto cabello de Luz —Y aveces no podemos salvar a todas.
—Quiero odiarla— susurro la menor con al voz rota —Violo a mi novia, lastimo a tantas personas, intento matarme y casi mata a Luca, quiero odiarla.
—Esta bien— las manos de Luz se aferraron al cuerpo de Eda mientras sus sollozos aumentaban.
—No lo está, no puedo hacerlo— exclamó la dominicana con fuerza —Es mi hermana, no puedo odiarla por más que lo intento y no es justo.
Luca solo miro todo desde la distancia, había algo que el notaba y que posiblemente todos a su alrededor también veían y que le dolería a Luz tanto como a el.
Pero la verdad era que tenían que alejarse de los Blight por su propio bien emocional y por el de la familia.
Porque Luca no negaría el desafortunado parecido físico entre Lucía y Luz que ahora con esa cicatriz en la ceja las hacia prácticamente idénticas.
Tampoco mentiría al decir que Amity aveces parecía tenerle cierto miedo a Luz pues retrocedía cuando se veían y se forzaba casi de forma inconsistente a no correr o como si recordara que era Luz y no Lucía quien estaba frente a ella.
Era claro que Amity no superaba las cosas aún y tal vez Luz lo hacía todo más difícil. Es decir Luca creia que no era fácil estar enamorada de la hermana de tu abusadora.
—¿Quieren algo de tomar?— cuestionó el chico con muletas.
—Una malteada— susurro Luz abrazando a Eda quien miro al chico con calma.
(...)
Amity cerro los ojos dejando que el frío de invierno entrara por la pequeña abertura de si ventana.
La noche anterior estuvo llorando hasta que se quedó dormida entre los brazos de Hunter y una guardia de Mat por si a Lucía se le ocurría escapar.
La chica de algodón de azúcar suspiro y miro a Hunter quien la abrazaba, miro el rostro del chico y se atrevió a pasar sus dedos por sus facciones.
Hunter no era un chico feo y a pesar de que Amity jamás se sintió atraída por un chico tenía que admitir que el rubio tenía un encanto extraño y llamativo.
Amity se pregunto cómo había obtenido aquella cicatriz que iba desde su cuello hasta su mejilla o cuánto realmente dormia pues siempre tenía ojeras.
Se pregunto si el también tenía horribles pesadillas en la mayoría de sus sueños o si aquel hombre que lo daño aparecía cuando cerraba los ojos o estaba distraído.
—Si lo sigues viendo así voy a pensar que te gusta— comento Mat mirando a Amity con una ceja alzada.
La chica abrió los ojos y rápidamente sus mejillas se volvieron rojas al mismo tiempo que se alejaba del chico dormido.
—¿Entonces te gustó Blight?— bromeó Hunter abriendo los ojos —Seria interesante
—¡¿Que!?— exclamó Amity con vergüenza —¡¿Desde cuándo estás despierto?!
—Para ser exacto desde que comenzaste a tocar mi cara— confesó Hunter con una sonrisa.
Amity nego poniéndose de pie y huyendo de los chicos quienes morían de risa en la habitación.
Se pregunto si realmente tenía aquellos sentimientos por Hunter o incluso por Mat. Pero era extraño porque hasta ahora solo había sentido cosas por dos personas en su vida.
Y en definitiva no sentía esas cosas por sus amigos. Posiblemente nunca las sentiría.
—¿Todo bien?— cuestionó Scarlett fumando en el jardín.
—Creo que no me gustan los chicos— exclamó la Blight mirando el bosque.
—Genial, es bueno saberlo— comento sin entender muy bien la situación.
Amity se sentó en el pasto, miro hacia el frente encontrando el bosque y grandes árboles que posiblemente tenían más tiempo de vida que ella misma.
Era extraño sentirse segura por primera vez estando sola pues siempre se sintió así cuando estaba con Lucía, Luz o incluso Hunter y Mat.
Pero nunca se había sentido tranquila sola. Cómo si todo el tiempo su corazón anhelara algo que no había encontrado y finalmente descubrió sin darse cuenta.
O solo simplemente que la ausencia de Amelia en su vida fue uno de los momentos más horribles de su vida y trato de llenar el vacío con otras personas hasta que encontró al mounstro que le arrebato a su hermana.
—¿Todo bien?— cuestionó Scarlett con preocupación notando las pequeñas lágrimas que caían por las mejillas de Amity.
—Estoy bien— susurro Amity con una mezcla de felicidad, nostalgia y dolor que golpeaban fuertemente su corazón.
Las emociones que comenzaba a descubrir eran la salida que necesitaba. El final que poco a poco sabía que llegaría.
(...)
Camila se sentó frente a sus hijos, Edalyn cargaba a King entre sus brazos, Luca mensajes a por teléfono y Luz miraba sin mucho ánimo la pizza en su plato.
—Nos iremos la primer semana de Enero— soltó Camila provocando que sus hijos la mirarán.
—Pero no es justo— exclamó Luca con seriedad —No podemos hacerlo.
—¡Tiene razón! Mis amigos están aquí, Amity está aquí— apoyo Luz sintiendo como las lágrimas se acomulaban en sus ojos.
—No es algo que esté a discusión— sentenció la mujer con cansancio —Es lo mejor para todos.
—No lo es, ¡Amity no estará bien sin mi, tengo que quedarme aquí y cuidarla! ¡Ella es mi novia!— grito Luz poniéndose de pie.
—¡Ese es el punto! ¡No deberías decir eso Luz!— respondió Camila mirando a su hija con dolor —¡Tienes 15 años! ¡Tu también eres solo una niña! ¡No tendrías que proteger a alguien más!
—Ella es mi novia— insistió Luz bajando el tono de su voz —Me necesita, Amity me necesita aquí con ella.
—¿Y tú?— cuestionó Eda con un tono de voz lleno de tristeza —Tu también necesitas a alguien que te proteja Luz, no puedes querer arreglar todo lo que Lucía rompió porque eso no es amor
Luca se quedó en silencio mirando la escena.
El amaba a Amber y siempre la protegeria, pero las palabras de su madre eran verdad.
Ellos seguían siendo niños, adolescente que necesitaban alguien que los protegiera y todo lo que había pasado con Lucía los daño de formas que tal vez nunca podrían sanar.
Pero Luz tenía solo 15 años y vio un infierno del que tomo a Amity. Tenía 15 años y le apunto con un arma a su hermana mayor. Tenia 15 años y casi es asesinada. Tenía 15 años y vio como violaban a su novia sin poder hacer nada.
Para Luca su hermanita siempre sería su corazón y por eso se puso de pie en medio de la discusión.
—Tenemos que irnos— exclamó el Noceda con firmeza —No podemos quedarnos aquí, tenemos que seguir con nuestras vidas.
—Luca, eso es mentira— se apresuro la menor con desesperación —Tu mejor que nadie sabe lo importante que somos para ellas.
—Basta Luz— exclamó él chico apretando sus puños con fuerza —Ni siquiera sabes que sientes por Amity, crees que tener sexo con alguien ya es amor, ¿La amas o solo te sientes responsable de lo que Lucía le hizo?
—Yo amo a Amity— sentenció Luz sintiendo irá dentro suyo por la insinuación de su hermano.
—¿Y ella te ama a ti o solo ve a Lucía?— pregunto el chico provocando que su hermana se pusiera pálida —Eres igual a ella o al menos físicamente, no sabes si Amity te ama o solo sigue amando a Lucía.
Luz no respondió, solo se alejo del comedor directo a su habitación donde azotó la puerta con fuerza.
Camila solo tomo un poco de aire y sin poder evitarlo comenzó a llorar.
Ella conocía lo cruel que podía ser el mundo, conocía el punto en el que una relación se volvía un problema y su pequeña Luz estaba a un paso se eso.
—Lo entenderá— susurro Eda tomando el hombro de su esposa —Con el tiempo lo hará.
—Lo se, solo temo que sea mucho tiempo— susurro Camila con dolor.
(...)
Un suspiro escapó de los labios de Amity al mirar nuevamente su teléfono sin señales de su novia.
—Deja de ver esa basura— regaño Mat recostado en el pasto —No merece tu atención.
—Callate— exclamó la Blight lanzadome su celular al castaño.
—Dos semana sin un solo mensaje— comento Hunter mirando a la chica —Creo que eso quiere decir algo, ni siquiera vino en año nuevo.
—Que se vaya a la mierda— sentenció Mat apagando el telefono de Amity.
—Creo que terminamos— susurro la chica con tristeza en su voz.
Ambos chicos solo se miraron entre ellos mientras Amity entraba de nuevo a la clínica.
Si las cosas con Luz habían llegado al final le hubiera gustado al menos decirle adiós.
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Chapter 64: 62. Nunca será un adiós
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Chapter Text
Una vez Amity leyó un poema escrito en la pizarra de su salón que jamás olvidaría en toda su vida.
"Juventud divino tesoro.
Ya te vas para no volver.
Cuando quiero llorar no lloro.
Y cuando lloro lo hago sin querer"
Y apesar de tener tan solo 14 años sentía que estuvo apunto de perderse como las viejas historias entre montones de papel.
Solo que jamás pensó que Luz sería una de aquellas hojas que se perdió en el pasar del tiempo. Tan doloroso. Pero tan normal.
Habían pasado semanas desde que Luz había mandado un último mensaje, semanas en las que Amity tuvo que entender que aveces el amor no era lo suficiente fuerte para pasar por oscuros caminos.
La primer semana de la ausencia de Luz, tuvo una charla con sus padres quienes estaban más que enojados ante la corta sentencia de Lucía ofreciendole irse del país o al menos al otro lado del país.
Lo suficiente lejos para que Amity jamás tuviera que volver a verla.
La segunda semana después de probar marihuana por primera vez en el techo de la clínica con Hunter y Mat decidió que encontraría lo que Lucía le había quitado.
"El humo del porro escapó de los labios de Hunter quien miraba el cielo, el chico estaba calmado mientras que el móvil de Mat reproducía una canción en español.
Los tres estaban recostados disfrutando el tiempo antes de que se tuvieran que alejar o al menos
—Los voy a extrañar— confesó Hunter sin mirar a sus amigos —No habrá un solo día en el que no desee que estén bien.
—Vas a estar bien— exclamó Amity recostada a su lado —No tienes porqué estar asustado.
—Pero lo estoy— susurro el chico mirando por primera vez a la chica —No quiero perder esto, son lo único que me ha hecho feliz
Sin esperarlo los ojos de Hunter se pusieron brillosos y el chico comenzó a llorar en silencio. Rápidamente Amity lo abrazo mientras Mat se queda mirando el cielo.
—Decir Adiós no es lo mío— gruño el castaño poniéndose de pie —Voy a ir contigo a ese estúpido internado.
—Me parece bien— comento Amity alejándose de Hunter y poniéndose de pie —A la mierda todo este lugar.
Hunter miro la espalda de sus amigos y no pudo evitar sonreír, había vivido un infierno toda su vida, se sintió tan solo hasta que ellos llegaron a su vida y ahora solo podía sentir amor en su corazón por ambos.
—No crean que pagaré sus vuelos— bromeó el chico limpiando sus lágrimas y poniéndose de pie."
Aquel momento pudo solo ser un instante pero aquel "a la mierda todo este lugar" fue una de las cosas más sinceras que Amity dijo.
Poco después comenzaron a hacer los preparativos y después de que Belos convenciera al juez que sentenció a Mat pudieron tener la autorización de ir a un internado al otro lado del mundo.
Tan lejos que Lucía nunca la encontraría. Tan lejos de el lugar donde vivió un infierno.
Tan lejos de alguien que ya no estaba en su vida. Tan lejos de su querida Luz.
Pero así era la vida. Tenía que aprender a dejarla ir a pesar de que Luz la había salvado de la oscuridad.
Y ahora se encontraban en un aeropuerto, apunto de irse por un largo tiempo.
La Blight se recargo en la puerta del baño, el nombre de Luz aún estaba en su pantalla al igual que aquellas mariposas volvían a volver libremente en su estómago.
No sabía que hacer porque después de todo habían sido 3 semanas sin que Luz contestará los me sajes o la llamara y ahora que finalmente había aceptado que las cosas no duran para siempre le llamaba.
—¿Listos?— cuestionó Belos entrando a la habitación de Hunter quien vestía un conjunto negro.
—Algo así— comento Mat cargando la pesada maleta, digamos que no era fácil empacar un año de tu vida.
—Seriamos más rápidos si alguien no hubiera pasado horas escogiendo un traje— se quejo Amity mirando al castaño vestido de forma elegante.
—Yo soy un caballero— se defendió Mat con una sonrisa.
Belos rodó los ojos para tomar las tres maletas de los chicos quienes finalmente dejaban la clínica después de un larga charla con el juez que sentenció a Mat logrando que los tres fueran dados de alta el mismo día.
—¿No olvidan nada?— cuestionó el oficial mirando a todos.
Los adolescentes negaron, llevaban todo lo que fue importante para ellos y dejaban algunas cosas para los más pequeños.
(...)
Luz suspiro con fastidio, su maleta estaba finalmente hecha y su teléfono seguia sin batería desde el día en el que las dudas surgieron dentro de ella sobre si lo que sentía por Amity era real o no.
—Deberias cargarlo— comento Eda desde el marco de la puerta —Sera un viaje largo.
—No tengo ganas— exclamó Luz sin mucha emoción.
—Luz, como alguien que dejó ir a quien amaba sin explicación se lo que digo— insistió la mujer con seriedad —Puede que sea la última vez que estén juntas en esta vida, nunca sabes lo que tiene el destino.
—Ella está mejor sin mi— comento Luz cargando su maleta —¿Nos vamos a las 8 de la noche verdad?
Eda asintio con cansancio y cierto fastidio, no quería que Luz se castigará por no poder quedarse o por no cerrar las cosas con Amity.
La menor solo miro como Edalyn se marchaba y cerro la puerta para conectar su teléfono con prisa.
Tenía que ver a Amity antes de irse. Tenía que responder las dudas que atormentaban su corazón y sobre todo quería decirle que la amaba.
(...)
—Odio los aeropuertos— gruño Mat sentado en la sala de espera —No pudimos decidir ir a un internado más cerca como Canadá o algo así.
—Ustedes quisieron venir— se defendió Hunter mirando la revista en su regazo.
—Era obvio, ir a España por un internado es genial, pero viajar es una mierda— explico el castaño con obviedad.
Hunter alzo los hombros restándole importancia pues sabía que aunque Mat se quejaba también estaba emocionado de salir del país y sobre todo de volver a iniciar.
Amity por su parte recargaba su peso en el hombro del rubio, sus pensamientos seguían siendo un gran nudo como al inicio pero poco a poco aprendía a desenredar cada uno de los hilos.
Inicio con Lucía, entendiendo que todo lo que le hizo nunca fue amor y que merecía ser amada.
Siguió con Luz comprendiendo que era el amor de verdad y lo lindo que se podía sentir.
Después fue su familia demostrando que nunca se rendirían por ella, Edric prometiendo ser fuerte, Emira siendo inteligente y Amber cuidando sus pasos.
Claro que el hilo de sus padres fue más complicado.
Ellos la vieron desnuda con disparos en su cuerpo, la sujetaron en sus brazos mientras pensaban que la perdían.
Amity tuvo que aprender a confiar en ellos una vez más y por suerte en esta ocasión ni Alador ni Odalia le darían la espalda.
Y finalmente el hilo la llevo a la sanación. Específicamente a Hunter y Mat quienes fueron las personas que más la entendieron durante uno de los momentos más horribles de su vida.
—Cuando lleguen los estará esperando Steve— informo Belos sentando a lado de Mat.
—Steve, el policía, bombero, guardaespalda y posible gay de clóset— bromeó el castaño —Ese tipo realmente es un comodín.
—Se ofreció a protegerlos en España, así que ese "gay de clóset" es tu tutor ahora— explico mirando con severidad a Mat quien solo alzo los hombros.
Amity solo nego con la cabeza mirando a su amigo, estaba tan tranquila que parecía irreal, gran parte era porque poco a poco había logrado abrirse nuevamente al mundo.
Al dolor.
Al amor.
A vivir por ella misma.
Fue en ese preciso instante cuando la pantalla de su teléfono se encendió y aquellas mariposas volvieron a revolotear libremente.
—¿Todo bien?— cuestionó Mat mirando a la chica.
Sin responder en absoluto Amity se puso de pie y corrió a lo que parecía ser el baño mientras que ambos chicos se miraron entre ellos.
—Algo está muy mal— comento el castaño con preocupación.
—Creo que tendremos que volver a llevarnos el auto— exclamó Hunter mirando por dónde se había ido la chica.
Belos solo suspiro para dejar las llaves a lado de Hunter y perderse durante un rato en el aeropuerto.
El sabía que cuando ese trío tenían algo en mente nunca pararían. Eso lo hizo sentir orgulloso.
Amity por su parte solo se recargo en la puerta del baño, sus manos temblaban y sabía que en cuanto escuchará la voz de Luz comenzaría a llorar.
Aún así contesto la llamada escuchando la respiración acelerada de Luz. Cómo si estuviera ¿Corriendo?
—¿Hola?— hablo Amity tratando de controlar los nervios en su voz.
—Lo siento— exclamó Luz con prisa —Perdon por desaparecer, perdón por no decir nada, perdón por dejarte de esa forma, no lo merecías, no mereces el como te he tratado.
—¿Está todo bien?— cuestionó Amity con sorpresa. Algo no se escuchaba bien.
—¡Necesito verte Blight!— grito Luz y detrás se escucho el ruido de un autobus —¡No quiero terminar de esta forma!
—¿Luz?— cada vez la preocupación aumentaba dentro de la chica.
—¡Luca me dijo que estás en el aeropuerto! ¡Estoy corriendo hacia allá! ¡No había putos taxis!— confesó logrando que la pelimorada sonriera.
—Te veo en 20 minutos— aviso Amity antes de colgar la llamada.
Sin esperar nada corrió. Tan rápido cómo pudo hacerlo. Paso atravez de personas, esquivo a algunos asistentes y salió tan rápido por aquellas puertas que sus pulmones comenzaban a cansarse.
Si era su final con Luz al menos haría todo por verla hasta el último momento.
Haría todo por ella.
Poco a poco se alejaba del aeropuerto, sus piernas ardían y maldijo a sus adentros por llevar falda. Pero aún está feliz.
Luz entro un día en su vida. Para ser exactos la vio desnuda y entro en su corazón de una forma tan poco convencional.
Le canto frente a toda la escuela, vio luciérnagas a su lado, escucharon música nueva juntas, se besaron en un museo, se tomaron de las manos frente a la gran avenida de New York, tuvieron sexo en un hotel y vencieron a los demonios bajo la cama.
En cada momento que la oscuridad estuvo apunto de ahogarla se tomaron de las manos con fuerza y se dijeron el cuánto se amaban.
Y tal vez no era para siempre. Tal vez era su fin. Pero Amity correría hasta poder verla.
Antes de cruzar la calle un auto se paró frente a ella he inmediatamente se abrió la puerta dejando ver a un muy estresado Mat.
—Sube Blight, vamos a ver a llevarte con tu ex— exclamó él chico para después sonreír.
—Gran frase— bromeó Hunter con una sonrisa —Solo sube.
Amity no pudo evitar reír, amaba a esos chicos. Siempre lo haría. No tenia que decirlo para que lo supieran.
(...)
Luz jadeo, llevaba 1 hora corriendo sin parar y Amity había colgado tan apresuradamente que ni siquiera había dicho lo mucho que significaba.
Pero tenía que decirlo, tenía que decirle el cuánto la amaba y el cuánto se enamoro de ella desde el primer momento.
Corría por Amity, por lo que fueron, por lo que vivieron, porque la amaba.
Y si la perdería ese día al menos se aseguraría de dejarle en claro que nada en el mundo cambiaría los sentimientos en su corazón.
Que cada beso la hizo muy feliz y sobre todo que en aquel camino que recorrieron juntas se quedaría con ella.
—Joder— gruño al detener su paso por el cansancio —Estupido fisico de Nerd.
Tenía que intentarlo un poco más, solo lo suficiente para verla.
Luz miro hacia el frente notando como un auto iba directo a ella. Era un muy mal día.
—¡Alto!— grito la voz dulce de Amity.
La Noceda alzo la mirada inmediatamente, el auto estaba a escasos centímetros de su cuerpo y Amity bajaba de el con el cabello desordenado.
—¿Estás bien?— pregunto la Blight tomando el rostro de Luz —Te dije que no era divertido— exclamó mirando rápidamente a Hunter quien alzo los hombros.
Sin permiso Luz beso a Amity. Dejo que aquello que había sentido durante semanas saliera finalmente de su pecho.
Le entrego todo en aquel beso con la esperanza de que algún día pudiera volver a sentirlo junto a Amity.
Sin que nadie las alejara. Sin Lucía, sin miedo, sin dolor.
Quería que en un futuro sus nombres estuvieran en la misma página y al final el tan esperado "vivieron felices por siempre".
—Te amo— susurro Luz comenzando a llorar —Te amo y te voy a amar durante mucho tiempo más, pero tengo que dejarte ir Amity
—Esta bien— respondió la Blight limpiando las lágrimas de la chica —Has sido muy fuerte por las dos, déjame hacerlo por esta vez.
Se volvieron a besar, Amity paso sus dedos por el corto cabello de Luz acercándola un poco más a su cuerpo.
—Me tengo que ir— susurro Amity con pequeñas lágrimas cayendo por sus mejillas —Y tu también tienes que irte, no podemos estar más tiempo juntas, pero de verdad fue muy feliz contigo.
—Lo siento— sollozo Luz escondiendo su rostro en el hombro de la chica —De verdad quería quedarme.
—Pero no puedes hacerlo— respondió Amity besando con suavidad la frente de la chica y rodeándola con sus brazos —Y aún así te voy a amar.
Sin mucho que decir ambas comenzaron a llorar en aquella carretera vacía, Hunter solo miro la escena con cierto dolor al igual que Mat.
—Supongo que ambos perdemos— comento el rubio para mirar a Mat.
—Asi es la vida, creo— exclamó él castaño alzando los hombros.
Luz se separó de la Blight, dejarla ir dolía más de lo que imagino. Era como perder todo tu mundo en un solo adiós.
—¿Vas a estar?— cuestionó la domiciana con la voz suave.
—Vamos a estar bien— prometió Amity acariciando con suavidad la mejilla de Luz —Juntas o separadas, estaremos bien cariño.
Se alejaron la una de la otra, Amity trataba de ser fuerte porque Luz siempre la cuido. Quería decir adiós de esa forma.
—Te amo Blight y lo haré por mucho tiempo— confesó la castaña con una sonrisa.
—Te amo Noceda, espero verte en esta vida o en otra— respondió Amity con calma —Nos vemos.
—Adios Blight— se despidió Luz.
Amity subió al auto junto a los chicos mié tras Edalyn llegaba con un muy preocupado Luca quien al notar a la Blight sonrió.
—¡Oye!— grito el castaño cuando la chica entro al auto —¡Dile a Amber que se casará conmigo!
Sin nada más que decir Hunter arranco su auto, tenían que llegar antes de que su vuelo se fuera.
—¿Todo bien?— cuestionó Hunter mirando por el retrovisor a Amity.
—Bro acaba de terminar con su novia— comento Mat sin mucho ánimo.
—Solo preguntaba.
Amity sonrió. Hubo un tiempo donde todo era dolor en su vida, dónde únicamente deseaba irse.
Un tiempo en el que hizo todo por poder llamar a Lucía suya, se convierto en un cómplice y ahora se preguntaba si todas las cosas que hizo valieron la pena.
Poco recogía los pedazos que Lucía habia roto, los tomaba entre sus brazos y durante un tiempo Luz estuvo a su lado.
Ahora tendría que aprender a vivir sin ella. Pero el haber sido amada de una forma tan hermosa bastaba.
Porque todos deberían ser amados tan intensamente una vez.
Porque todos los que fueron dañados de esa forma deberían poder seguir adelante.
Y ella comenzó a llorar.
Porque amaba a Luz, porque amaba a sus amigos y porque su familia estaba en su corazón.
El camino había sido largo y doloroso. Pero al menos sabía que el día de mañana podría levantarse sola.
Solo necesitaba seguir adelante.
Y claro que lo haría.
Miro hacia atrás mirando la espalda de Luz, la amaba y siempre su joven corazon de 14 años la recordaría como su primer amor de verdad.
Could have been Me de The struts comenzó a sonar y sin esperar Mat comenzó a cantar a todo pulmón seguido de Hunter.
Ella también canto mientras el sol se colaba por la ventana, mientras sus amigos estaban ahí.
Seguiría cantando. Por ella. Por Luz. Por Amelia. Por Winona. Y por su familia.
Tenía tiempo.
Notes:
twitter: m4ixstar
Chapter 65: Curiosidades sobre el fic
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
Ahora que deje de ser sentimental les contare cosas que no puse en el fic porque hubiera sido horriblemente oscuro.
1. Originalmente Luz encontraría a Amity con Lucía. Tenía planeado incluso que hubiera un punto dónde Luz no pudiera guardar el secreto y explotará en medio de una cena en la casa de los Blight al ver moretones horribles en sus piernas.
2. Luca iba a morir, cuando Lucia le cuenta todo en la camioneta lo bajaría para después dejarlo a la mitad de la autopista. El plan era que Lucia pasará su auto encima del chico. Incluso si Luca hubiera sobrevivido a eso no habría caminado nunca.
3. Amelia estaría únicamente desaparecida, muerta pero todos tendrían la esperanza de que continuaba con vida hasta que se encontrarán los vídeos de su muerte.
4. Amity abortaría al feto con ayuda de Luz y Camila. Cuando Lucia se enterará la trataría tan mal que nada de lo que había vivido se compararía.
5. Hunter sería un chico de 21 años trabajando en la fundación junto a Scarlett. Ambos tratarían de sacar a Amity de las manos de Lucia pero un chico normal no podía enfrentarse a un mounstro como Lucia. Por eso apareció Belos.
6. Mat no estaba planeado. De hecho solo fue algo de relleno pero al final lo termine amando como personaje.
7. Lucia tendría un grado de crueldad fuera del promedio. Créanme que era aún peor en las primeras ideas.
8. Hunter tiene cicatrices en todo su cuerpo. Quemaduras y algunas cortadas hechas por su padre.
9. El cambio de color de cabello de Amity significa aprender a Sanar en este fic.
10. Luz siempre tomaba la mano de Amity cuando estaban juntas. Nunca la hubiera soltado.
11. Edric no tiene un interés amoroso seguro, de hecho es el personaje que menos le importan esas cosas.
12. Edalyn y Raine eran almas gemelas que no estaban en el momento correcto.
13. Alador ama a Odalia tanto que incluso aunque pasarán mil años se quedaría a su lado.
14. Fernando, el padre de los Noceda estaría vivo y trataría de abusar de Amity.
15. Lucia dejaría que un policía abusara de Amity solo para no ir a la cárcel.
16. Luz le dispararía a Lucia sin dudarlo en la fábrica.
17. Eda y Belos se conocen desde jóvenes.
18. Amity rechazaría a Luz por sentirse sucia y Luz no se rendiría.
19. Hunter y Mat están enamorados de Amity pero tiene un acuerdo de no decir sus sentimientos.
20. Scarlett tuvo que hacer mucho servicio comunitaria después de lo de Lucia.
21. Lucia tiene un futuro solitario, doloroso y cruel. El infierno en la tierra.
22. Amity si dejara de amar a Luz en un futuro. Y luz dejara de pensarla en algún punto.
23. Luca y Amber si se casan.
24. Amelia y Winona tenían planeada una boda secreta antes de que Lucia apareciera en sus vidas.
25. Boscha y Willow son la relación más rara del grupo de amistad.
26. Cuando Hunter tiene 16 años y está ebrio le dice a Amity que está enamorado de ella.
27. En la misma Fiesta se besan solo para experimentar y Amity confirma que aunque también quiere a Hunter, no le gustan los chicos.
28. Lucia sale de la cárcel y vuelve a buscar a Amity, solo que esta vez no podrá encontrarla.
29. Amity y Luz siempre estarán destinadas.
Y con esto damos fin a la historia. Para cualquier respaldo o si borran la historia nos mantenemos en contacto por twitter: m4ixstar. Cuídense mucho y manténganse conectados💕
Notes:
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saquito on Chapter 1 Thu 16 Mar 2023 11:07PM UTC
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httpsxst4rships on Chapter 1 Sat 18 Mar 2023 12:02AM UTC
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