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A Happy Ending (for Harry Potter)

Summary:

Tras los acontecimientos del tercer año y los cambios que trajo consigo, Hogwarts parece aún menos "El sitio más seguro del mundo" para convertirse en "El lugar más peligroso para Harry Potter". Con la adición de un nuevo maestro de Defensa contra Las Artes Oscuras y El Torneo de los Tres Magos en ciernes, las cosas se vuelven todavía más oscuras en su vida, ya de por sí complicada.
¿Lo bueno? Tanto Desstiny como Neville y Blaise lo ayudaran en su camino ¿Lo malo? Parece que todo lo que conoce se vuelve más complicado de entender.

 

Y la sensación de Dumbledor vigilándolo a cada paso no ayuda en absoluto...

 

¿Cómo sobrevivirá a estas nuevas pruebas? Parece que su nueva familia tendrá una buena participación en ello...
__________________________

 

O como Harry Potter consigue arriesgar su vida nuevamente y la travesía de su familia por impedir que muera.

Notes:

Segundo Libro de la Saga: Ventana hacia el Pasado

Chapter 1: Prologo:

Chapter Text

 

 

 

Tras los acontecimientos del tercer año y los cambios que trajo consigo, Hogwarts parece aún menos "El sitio más seguro del mundo" para convertirse en "El lugar más peligroso para Harry Potter". Con la adición de un nuevo maestro de Defensa contra Las Artes Oscuras y El Torneo de los Tres Magos en ciernes, las cosas se vuelven todavía más oscuras en su vida, ya de por sí complicada.
¿Lo bueno? Tanto Desstiny como Neville y Blaise lo ayudaran en su camino ¿Lo malo? Parece que todo lo que conoce se vuelve más complicado de entender.


Y la sensación de Dumbledor vigilándolo a cada paso no ayuda en absoluto...

 

¿Cómo sobrevivirá a estas nuevas pruebas? Parece que su nueva familia tendrá una buena participación en ello...

 

 

 

 

 

 

 

 

__________________________________________________________

 

Así es señoras y señores...

 

He Vuelto

Chapter 2: Lo que fue de sus Vidas

Summary:

Recuerden dejar sus comentarios, amo leerlos 🖤

Notes:

(See the end of the chapter for notes.)

Chapter Text

 

 

 

 

 

Las cosas se habían vuelto tan... Extrañas, para él.

 

 

 

Desde su último día en Hogwarts y la despedida de sus amigos, Harry había esperado con consternación unas vacaciones de mierda al lado de sus abusivos familiares, que muy probablemente encontrarían la manera de atormentarlo aún más cómo represalia al incidente de Marge. Incluso se había preocupado más de la cuenta por el asunto de la comida, ya que, como su estadía en la enfermería había sido tan prolongada, no había encontrado manera de esconder abastecimiento para las vacaciones, lo que género otro dolor de cabeza.

 

 

 

Y aún así, llega el último día de clases y todas sus conocidas preocupaciones se van directo por el desagüe con la aparición de Regulus Black.

 

 

 

¿Quien era ese hombre? ¿Por qué parecía tan entusiasmado por llevarlo con él? ¿Podría confiar en esa persona? Eran las preguntas más recurrentes en su cabeza.

 

 

 

Desde el principio de toda la discusión entre ambos Black por su custodia, Harry había leído cada uno de los movimientos y expresiones del hombre que solo demostró ser relajado y elegante, pero Harry no podía trabajar con ello, las actitudes calmadas y retraídas siempre eran más difíciles de pronosticar a la hora de un problema y Harry muy internamente se preguntaba sí estaba tomando la decisión correcta al ir con Lord Black.

 

 

 

No lo malinterpreten, realmente deseaba salir del yugo de sus familiares pero... Bueno, después de todo siempre eligieras el monstruo que ya conoces y vienes lidiando.

 

 

 

Su único consuelo fue el rostro asertivo de Desstiny,  quien gracias a los Magos de antaño, habían resuelto sus problemas antes de entrar en las vacaciones. Y sí a un mago tan perspicaz y desconfiado como Desst le agradaba y confiaba en Lord Regulus, entonces Harry no podía llevarle la contraría, después de todo sus instintos de supervivencia no siempre funcionaban como debían ser. 

 

 

 

Entonces llegó el momento decisivo, Desstiny y el separaron sus caminos para cada quien ir a los brazos de su nueva "Familia", y puede que lo haya camuflado, pero era obvio que la ansiedad del otro niño se reflejaba en él. 

 

 

 

Y entonces... Nada.

 

 

 

Contra todos sus pronósticos más negativos, la convivencia con su tío era, en el peor de los casos, tranquila. 

 

 

 

Llevando la contraria a sus paranoias, Regulus resultó ser todo un adulto capaz a la hora de brindar asistencia y apoyo, desde sus primeras noches en la mansión Black, hasta cada vez que Harry parecía tener un pequeño ataque de ansiedad por la falta de reglas y consecuencias. Un ejemplo de ello fue cuando deseó llevarle té al estudio de su tío, quien le había convocado para sus nuevas clases de etiqueta, y por accidente había roto toda la vajilla al tropezarse con una alfombra. Como había de esperarse su primera reacción fue encogerse listo para un golpe, no encontrarse en los brazos del hombre siendo... ¿Arrullado? ¿Consolado? Ni siquiera sabía cómo llamar a eso.

 

 

 

Pero pasadas las dos semanas la casa Black poco a poco se volvía una normalidad y Harry encontraba más cómoda la vivienda, entre ellos la manera en la que Regulus lo entendía y como lo felicitaba en cada uno de sus logros. 

 

 

 

Oh, porque esa fue otra novedad, ver el rostro sonriente y orgulloso del hombre cuando le contó que había convocado un patronus corpóreo a la edad de 13 años fue simplemente de otro mundo. Y poco a poco Harry se encontró en busca de más afirmaciones de orgullo.

 

 

 

Ésa semana sin embargo ya entraban a Junio y con la temporada de calor un poco más sofocante que lo normal,  Harry se levantaría de su cama (en su propio cuarto, que más que un cuarto parecía una jodida suite) y se arreglaría con la ropa que juntos habían mandado a confeccionar para él, nada muy elegante, pero sí lo suficientemente pulcro para dar un vistazo a alguien de alta cuna (nadie pensaría que vivió como una rata vagabunda), y bajó los interminables peldaños en dirección la cocina para su desayuno compartido.

 

Otra de las cosas que le habían gustado desde el primer momento. 

 

 

 

Lord Regulus Black era todo un misterio, el hombre elegante y frío como el mármol expedía esa atmósfera de lejanía que a cualquiera enviaría varios pasos hacia atrás, ya sea para no incordiarlo o no manchar su imagen perfecta. Pero lo cierto era, que tras las gigantes puertas de la mansión, el hombre era bastante cariñoso y afectivo, siempre dando palmadas de apoyo o abrazos a Harry cuando este se sentía insuficiente, creando momentos divertidos luego de una salida al ministerio que sería acompañado por té, galletas y chismes "jugosos" que mantendrían a Harry al día.

 

 

 

Y aunque Harry nunca se imagino como una persona entrometida, la verdad es que escuchar a su tío perder toda elegancia para hablar y divulgar cosas de otros funcionarios con el, era simplemente divertido.

 

 

 

Otras veces dejaría las apariencias de lado, vistiendo solo camisas blancas y pantalones altos, con los rizos sin peinar y esa actitud tranquila. Más de una vez lo comparó con un vampiro del que había leído con Desstiny hace unos meses. Y parece que ese estilo lo llevaba hoy, mientras se sentaba más despreocupadamente frente a la mesa, tomando café y leyendo el Profeta.

 

 

 

Al entrar a la habitación, de inmediato los ojos plateados cayeron en él. Ojos que al principio creyó fríos y aterradores, pero que ahora significaban calidez — Harry, buenos días. Toma asiento, cariño tengo mucho que contarte — exclamó el hombre efusivamente, enderezándose en la silla principal.

 

 

 

El niño asintió con un leve buenos días antes de tomar asiento en el lado izquierdo de la enorme mesa. Un detalle al que Harry todavía no se acostumbraba era la enormidad del lugar, el primer dia de su estadía, Regulus (Ahora llamado Tío Regulus o Tío Regi) le enseñó los lugares más resaltantes de la mansión Black entre los cuales se encontraron por supuesto sus dormitorios, la cocina (en la cual Harry podria cocinar SÓLO sí asi lo deseaba, nunca por obligación), salón de baile, de socialización, biblioteca, invernadero y muchos lugares más, que absolutamente el león sentía como innecesarios. 

 

 

 

Su primer pensamiento del lugar no fue esperanzador, después de todo y de estar acostumbrado a ser el encargado de la limpieza con los Dursley's "¿Cómo mantendría limpio ese lugar? ¡Era gigantesco!". Pero en su inmensa ingenuidad — cómo lo había llamado Regulus con un rostro un poco contrariado (y triste)— de ello se encargaban los elfos domésticos de la familia, y sólo allí Harry suspiró aliviado

 

 

 

El segundo pensamiento fue menos bonito, debe admitir. En su mente, Regulus después de todo sí sería como ésos sangre pura pretenciosos y materialistas, dada la magnitud del lugar, era imposible que el hombre no lo fuera. 

 

Y nuevamente se equivocó, ya que una semana después de su llegada, Regulus seguía siendo tan amable y sincero como el día en que lo conoció. 

 

 

 

¿Pero donde estaba el truco? ¿Cuando caería la segunda bota? Harry no era una persona desconfiada de nacimiento, pero con los adultos era un tema diferente, incluso con las personas más amables que conoció como Molly y Dumbledore, ambos habían mostrado otra faceta con el tiempo, Molly utilizaría los gritos y palabras hirientes que no llegarían a ser vulgares, mientras Dumbledore... Bueno, el seguía siendo un tema particularmente desagradable. 

 

 

 

Por ello y tomando la mayor distancia posible, el cachorro de león poco a poco ponía a prueba los límites del hombre, no evidentemente, pero después de todo el intento estaba allí. Su cama sin hacer, un libro olvidado en la sala, un plato sin lavar...  pequeñas cosas que en la enormidad del lugar resaltaban como un pulgar adolorido... Y aún así ¡Nunca dijo algo al respecto! Está situación mantenía a Harry en una incomoda tención perecedera.

 

 

 

A estas alturas y con las pruebas erradas que había recopilado, el pobre cachorro de león se sentía como sirena fuera del agua.

 

 

 

      — Observa esto, querido. Tal parece que el último juego del Campeonato Mundial de Quidditch se celebrará en Escocia ¿No es eso maravilloso? — preguntó efusivamente, atrayendo a Harry para que mirara la primera plana — ¿No me habías dicho que juegas en la posición de Buscador? Este juego será Irlandeses contra Búlgaros, es decir que estará Víctor Krum, creo que podemos pedirle un autógrafo — exclamó el hombre, incluso pareciendo mas entusiasta que Harry.

 

 

 

El niño sonrió torcidamente, entre consternado y enternecido por la alegría infantil del adulto — Yo.. no tengo idea de quién es Víctor Krum, tío Regulus — admitió con un bajo sonrojo. Sí bien sabía todo sobre los Chudley Cannons gracias a Ron, el Quidditch internacional era completamente ajeno para él, puesto que siempre su mente se derivaría a la nueva amenaza del colegio y delegaría sus propios intereses hasta olvidarlos.

 

 

 

Pero dado que Regulus no sabía eso, lo observó como sí le hubiera brotado otra cabeza, pareciendo sorprendido — ¿No conoces a Víctor Krum? ¿El mejor buscador del siglo? — Harry negó inocentemente, lo que le valió un fuerte suspiro de asimilación al hombre — Bueno, creo que sí o sí iremos a la final — aseguró con un poco de gracia.

 

 

 

Luego de la conversación una elfina de la casa llegó con desayunos para ambos, nada del otro mundo (increíblemente), sólo un par de desayunos completos ingleses, un tazón de fruta como acompañamiento y café para ambos. Ese detalle había emocionado bastante a Harry, después de todo, no cualquier adulto le permitiría beber café siendo tan joven, pero Regulus dijo que mientras vivieran allí, le permitiría a Harry lo que deseara mientras no lo dañará y se lo ganará, y aunque esa última frase asustó un poco al adolescente, con el tiempo comprendió que la palabra "ganárselo" tenía más que ver con portarse bien y ser amable, a ser un elfo doméstico y matarlo de hambre.

 

 

 

Dursley - 0.  Regulus - 5.

 

 

 

     — Por cierto ¿Te gustaría visitar Desstiny? No me has preguntado por ello — inquirió Regulus, limpiando su mandíbula con una servilleta elegantemente.

 

 

 

Harry casi suelta su tenedor cuando respondió sorprendido— ¿Puedo visitarlo? — 

 

 

 

Y otra vez Regulus le dirigiría esa mirada consternada y triste que Harry no sabía interpretar, sólo para evaporarse y sonreír — Por supuesto que sí, cariño. Ya te lo había mencionado, mientras tengas tus tareas de la escuela listas y te comportes como un pequeño caballero, puedes pedir lo que quieras mientras esté en mis manos y no represente un peligro para tí ¿Entendido? — 

 

 

 

Cómo sí quisiera que la información quedara, la mano de Regulus se acercó para acariciar su cabeza con ternura, acompañado de ese semblante suave que a Harry todavía le desconcertaba pero que al mismo tiempo le gustaba. Con la mejillas rojas de la vergüenza, dijo — Entendido, tío Regi —

 

 

 

Eso último pareció encantar a su cuidador, quien revolvió un poco más su cabello antes de seguir con la comida — Muy bien, ¿Qué te parece sí envío una carta a Lyle y Sofí para decirle que los encontraremos hoy como a las 2:00 pm? Tengo unos asuntos que hacer en el ministerio, pero luego de eso podemos ir — 

 

 

     — Eso sería maravilloso — admitió el joven, pareciendo mas feliz de lo que realmente dejaba ver.

 

 

 

Regulus lo tomó como una victoria.

 

 

 

Más tarde luego del desayuno, ambos irían por sus respectivos caminos a prepararse para el día. Regulus por su parte escogería un par de documentos alcanzados por su elfina doméstica Sera, documentos que traía con sigo sentimientos cruzados. Sin embargo y dado que su viaje al Ministerio consistía en aclarar esos sentimientos, Regulus se dispuso a vestirse con sus mejores túnicas de política, odiando tener que dejar sus camisas blancas sencillas y usar una pajarita. Por su mente paso la idea de dejar la cosa aborrecible, pero teniendo un estatus y apellido que cuidar ante esos viejos del Wizzengamonth, optó por el sufrimiento.

 

     — Muy bien Harry, sabes las reglas. Por favor ante cualquier eventualidad, llámame a través de Será y vendré de inmediato ¿Ok? — murmuró el adulto mientras terminaba de atar la pajarita en su cuello. 

 

 

 

Girando en dirección al niño, éste se encontraba leyendo recostado entre un sillón individual de la biblioteca. Desde que habían llegado a Black Manor el niño se encontraba en su cuarto, en el pequeño bosque circundante o en la biblioteca, tan silencioso como siempre. A Regulus no le hubiera importado sí no supiera los antecedentes de Harry con respecto a los patrones conductuales, él niño estaba siendo conformista y silencioso como ratón gracias a las estúpidas demandas de sus tíos e incluso cuando se le permitió jugar o hacer algo de acuerdo a su edad, el niño sólo haría actividades silenciosas y tranquilas. 

 

 

 

Pensándolo bien, Regulus habló — Oye Harry —

 

 

 

     — ¿Señor? — respondió de inmediato, entonces no estaba leyendo tan profundamente como aparenta, pensó Regulus.

 

 

 

     — ¿Que té parece acompañarme al Ministerio? Saliendo de allí iremos directamente a la casa de los Pomfray — 

 

 

 

Como sí le estuvieran regalando el cielo, Harry se irguió — ¿En serio puedo ir? — emoción destellando entre sus poros mientras saltaba sobre las puntas de sus pies. 

 

"Esa sí era una reacción de niño" 

 

Regulus, más convencido que nunca, asintió — ¡Por supuesto que sí! Es más, Madame Bones ha preguntado por tí un par de veces, quizás puedas saludarla en persona, se que ella te tomó simpatía — exclamó. Y cómo sí el niño estuviera preparándose para una práctica de Quidditch, Harry corrió en dirección a su habitación para colocarse algo más presentable. 

 

 

 

Regulus sonrió enternecido cuando el chiquillo regresó con las mejillas sonrojadas por el esfuerzo pero con prendas semiformales en orden. Río un poco al ver sus gafas mal puestas, pero se limitó a convocar una capa cálida del perchero para su sobrino antes de guiarlos a la red flu — ¿Listo para conocer el ministerio? Harry —

 

 

 

     — Listo — exclamó con entusiasmo.

 

 

 

     — Muy bien — asintió, tomando desde el hombro a Harry con una mano y el polvo flú en la otra — Ministerio Mágico de Gran Bretaña — exclamó alto, arrojando los polvos flu antes de desaparecer en llamas.

 

_______________________________________

 

 

 

 

Llegar a la enorme chimenea de piedra negra fue, en opinión de Harry, horrible. Sí bien no era su primera vez usando la red flú y está vez Regulus le impidió chocar contra el pavimento, su torpeza no fue menor a la de un cervatillo que apenas aprende a dar sus primeros pasos,y dado el gran bullicio que escuchó apenas las llamas verdes se disiparon, entendió que una gran cantidad de magos y brujas habían visto su ridícula entrada.

 

Sus pulmones aun rechinaban inconformes del polvo, tosiendo un poco mientras Regulus acariciaba su espalda apaciguadora mente — Absolutamente, odio la red Flu — logró graznar entre la tos, recibiendo una pequeña risa condescendiente del adulto.

 

     — Oh, Harry. Créeme que los trasladores son mucho, MUCHO peor — la manera en la que remarcó la palabra "mucho" intranquilizó al joven — Pero mira el lado bueno, está vez no acabaste de bruces contra el suelo, es un gran avance — Como siempre, Regulus intentando ser el mas optimista de ambos.

 

Sin poder evitarlo Harry río un poco — Y no terminé en Knocturn Alley por mala dicción — los ojos curiosos del adulto cayeron en el, sin embargo no era un lugar óptimo para contar esa historia — Te lo cuento luego — y así ambos caminaron en dirección a la gran fuente. 

 

La primera impresión de Harry con respecto al ministerio fue "Aterrador". El lugar era lúgubre, pero no del tipo lúgubre que le gustaba a Desst y a él, más bien de la clase de sitio oscuro y pesado que le hacía querer irse y jamás regresar, algo que Harry interpretó como "Malo". Así mismo la enorme cantidad de personas transitando el lugar le daba una sensación de Sardina en lata que le hizo temblar, estaba muy seguro de que, de estar sólo, habría actuado de manera torpe y ansiosa.

 

Al llegar al centro del lugar sus pensamientos no cambiaron. La enorme imagen de Fudge observando a todos hacía abajo le recordaba a cierto dictador Muggle de chistoso bigote, que sí mal no recordaba había traído mucho dolor y muerte por donde pasaba, y aunque conoció a Fudge en persona, y era mucho más patético que impresionante, Harry sabía que muchas personas de ese tipo habían auspiciado catástrofes con su inacción, más que con sus acciones. Y la fuente central no ayudó demasiado.

 

Sus pasos de pronto se detuvieron al ver la horripilante expresión de cuerpos humanos aplastados bajo pies mágicos, gritando y gimiendo de dolor. 

 

Sus puños se apretaron al igual que su mandíbula cuando preguntó — ¿Así los ven, no? — Regulus lo observó con reminiscencias — Cómo plagas que no valen más que ser el suelo por el que caminan —

 

Regulus observó con decepción la enorme construcción, abrazando a Harry por los hombros para darle un poco de calor en ese gélido lugar — El Ministerio fue creado en la época de la Santa Inquisición, Harry. En ese tiempo los Muggles nos exterminaban como a cucarachas, incluso diezmaron a su propia gente por el miedo que les representaba la magia... Aún ahora hay demasiadas familias que desean erradicar a los Muggles cómo ellos lo hicieron con nosotros. Ésto que ves no es más que él intento de personas miedosas para auto-convencerse —

 

     — Auto convencerse ¿De qué? —

Regulus frunció el ceño — De qué, en caso que el estatuto del secreto falle, podremos hacerle frente a los Muggles — 

 

De pronto una alarma de peligro resonó en sus oídos, girándose rápidamente observó al adulto con precaución — ¿Hacerles frente? ¡Eso es imposible! Por muchos años viví con ellos y estudié sus antecedentes. Tienen armas nucleares y biológicas, incluso sí toda la comunidad mágica del mundo profesara la guerra a Londres Muggle, no podríamos ganar— exclamó angustiado, viendo como Regulus parecía estar de acuerdo con el. 

 

      — Lo sé, Harry — admitió el hombre, tornándose melancólico de momento — Pero en un mundo ciegos, un Rey tuerto no hace mucho para ayudar — y aquello fue dicho con tal decepción que Harry sintió mucha desventura.

 

Intentando ignorar el ambiente depresivo que se había asentado entre ellos, Regulus los encaminó nuevamente por el lugar — Vamos, no necesitamos perder tiempo en cosas innecesarias. Después de todo tenemos algo más entretenido por hacer más tarde —

 

Aunque Regulus intentó sonreír, Harry no pudo obligarse a hacerlo. Mirando aquella estatua Harry se preguntó ¿Qué tan diferentes eran de Voldemort? 

 

El Mundo Mágico era descuidado, con lo poco que pudo encontrar sobre el día de la derrota de "El señor oscuro", comprendió que el estatuto del secreto estuvo al filo de romperse por las celebraciones Mágicas, incluso un mago llamado "Dedalus algo" había hecho del cielo una pizarra de magia y luces. Pero Harry no podía entender que tan idiotas eran los Magos.

 

¿Habría valido la pena arriesgar su anonimato con tal de celebrar su muerte? La muerte del hombre al que odiaban por querer desenmascarar la fibra mágica y levantar la guerra contra los no mágicos ¿Habría valido la pena?

 

Harry realmente no estaba seguro, pero dada la incapacidad de los adultos que había conocido en general, no podría esperar mucho.

 

 

 

Subieron por un ascensor que se movía en todos los ángulos posibles, incluso Regulus se burló un poco de la poca estabilidad de Harry incluso siendo un jugador de Quidditch aclamado, pero el joven culpó a su mente sobre estimulada por hacerlo perderse en sus pensamientos.

 

También llamaron bastante la atención hasta el punto en que Regulus amenazó con hechizar al próximo mago o bruja que invadiera el espacio personal de Harry sin su consentimiento, algo que agradeció el león luego de ser manipulado cómo una muñeca de trapo por un par de brujas desconocidas que sólo querían "Conocer al gran Harry Potter".

 

Y Dios, las mujeres eran demasiado histéricas.

 

Cuando por fin se había llegado al departamento de Relaciones Internacionales, Regulus llamó la atención de Harry en un sitio más apartado.

     — Muy bien Harry, sí quieres mirar a los alrededores no te detendré pero me gustaría que permanecieran en un radio cercano por cualquier eventualidad. Entraré a hablar con algunos viejos magos de un par de asuntos e iremos a visitar a Madames Bones, luego iremos con los Pomfray ¿Entendido? — preguntó el hombre.

 

 

     — ¿Realmente puedo mirar? — 

 

     — Sí, pero como dije, intenta permanecer cerca y pase lo que pase, sí crees que algo no anda bien, entra sin importar qué. Esos ancianos y su política pueden esperar, mi sobrino no —

 

¿Y cómo podría Harry desobedecer sí Regulus era tan bueno con el? El niño asintió más que ruborizado por la muestra de prioridad del Black, abrazando rápidamente al adulto como muestra de entendimiento — Muy bien, terminemos ésto rápidamente para ir con tu novio — bromeó el mayor, no dándole tiempo a Harry para decir lo contrario antes de entrar a la sala de reuniones.

 

Allí sólo en cambio, Harry decidió echar un vistazo a todo y nada mientras seguía las instituciones del mayor. El lugar estaba realmente más vacío de lo que podría imaginar y la estructura laberíntica no ayudaba en nada, pero fue gracias a su increíble coordinación que recordó el camino de regreso, aunque no sin antes dar un par de vueltas en error. Había llegado a un lugar completamente igual, viera por donde viera, que sólo poseía un pasillo enorme con una solitaria y ordinaria puerta al final, una puerta que por alguna manera llamaba su atención.

 

Cómo el niño curioso que era, se acercó al lugar no sin antes girar a sus costados en busca de cualquier peligro, no habiendo nada continuo por el enorme lugar. Con cada paso que daba podía distinguir algunas voces extrañas, melifluas, que lo llamaban con letargo, por un momento pensó en regresar con Regulus, pero las voces eran hipnóticas principalmente la de una mujer. 

 

Cuando su mano estuvo a punto de tocar el pomo, otra más grande lo detuvo al instante. 

 

Saliendo del estupor en el que estaba, giró a la izquierda para encontrarse con nadie más que Madame Bones, quien lo miraba con sus perfiladas cejas arrugadas en preocupación y miedo.

 

     — Mándame Bones — exclamó sorprendido Harry, sintiéndose aún extrañado por su antigua actitud hacia la puerta. Sus labios intentaron evocar una pregunta que fue lo suficientemente obvia como para que la mujer respondiera a su silencio.

 

      — Allí no hay nada bueno, Harry. Al contrario, se encuentra uno de los objetos más escalofriantes y repulsivos que en mi corta existencia desearía no haber conocido — su rostro seguía en el rictus de la preocupación, pero sus miembros fueron suaves como siempre, atrayendo a Harry hacia un abrazo protector que tenía como objetivo alejarlo de la puerta —Vamonos de aquí, apuesto a que Regulus estará preocupado.

 

De ese modo Harry fue guiado lejos de la puerta solitaria, la cual miró con confusión cómo poco a poco se hacía más pequeña hasta el punto de perderse. Cuando encontró los ojos de la dama de nuevo, su semblante seguía preocupado, casi depresivo — ¿Estoy en problemas, señora? — preguntó en su eterna ingenuidad, logrando sacar a madame Bones de su encimada ensoñación.

 

      — ¿Problemas? No Harry, no puedo culparte por la curiosidad, mucho menos hacía... Esa cosa — nuevamente el surco en sus cejas fue notable. Pasaron dos segundos de silencio cuando la dama empezó la conversación — Harry... ¿Recuerdas la.. de tus padres? —

 

En un inicio el mensaje fue críptico, pero la expresión de la dama era muy similar a la que tenía Poppy cada vez que hablaban de sus padres muertos, así que intuyó que a eso se refería — No muy bien, señora. O por lo menos no la de mi padre — el pequeño silencio se hizo más notable cuando las manos que aún lo rodeaban lo apretaron más — Pero el año pasado, cuando el ministerio colocó a los dementores en Hogwarts, descubrí que recuerdo muy vívidamente la muerte de mi madre, ya sabe, el momento en que Voldemort intentó asesinarme y ella se interpuso — 

 

La dama tomó una fuerte respiración antes de decir — ¿Con que frecuencia sueles recordarlo? Sus decesos —

 

Harry deseaba mentir, decir que no lo recordaba en absoluto o que eran pocas veces pero... — Todo el tiempo, Madame Bones. Desde los dementores, el grito de mi madre siendo impactada por una luz verde me persigue en todas mis noches... Sin embargo he aprendido a vivir con ello, es un poco cínico pero.. es el único recuerdo que mantengo vivo de al menos uno de ellos, y aunque sea funesto, es todo lo que tengo — 

 

Otro suspiro particularmente desagradable por parte de la dama que lo apretó un poco más. El resto de su camino fue realmente tranquilo. Al punto en que antes de llegar a la oficina donde Harry había visto perderse a Regulus, preguntó — ¿Vas a regañar a Regulus? Él me dijo que permaneciera cerca, fui yo quien no obedeció —

 

Mándame Bones sonrió con poca gracia, ignorando las preocupaciones del niño mientras pasaban de largo la habitación — No tienes que preocuparte por qué regañe a tu tío, Harry. Pero sé que esa reunión se extenderá más tiempo del que a él le gustaría mantenerte solo así que me he ofrecido a llevarte a mi oficina para que estés más cómodo ¿Está bien? —

 

     — Sí señora, se supone que iríamos a saludarla luego de los asuntos que tenía el tío Reg —

 

     — Por supuesto que lo harían, entonces nuestra reunión se ha adelantado un poco ¿No crees? — la sonrisa suave regresó a sus rasgos y de pronto ambos caminaban con un ambiente menos hostil — Espero que te guste el té y las galletas — murmuró.

 

El tiempo pasó más suavemente para ambos mientras Madame Bones conversaba con en, ella preguntó por sus clases y su vida escolar con tanta sinceridad que Harry no vio necesidad de mentir, comentó lo incómodo que se había vuelto desde que su amistad con los Slytherin's se hizo más obvia, así como los arrebatos de sus compañeros por antagonizarlo a la más mínima acción. Prefirió guardar silencio con respecto a los sucesos de la casa de los gritos, pero no se contuvo en cuanto al asunto de QuirrelMort y la Cámara secreta.

 

     — No puedo creer que Dumbledore haya sido tan descuidado como para permitir que esos acontecimientos pasaran en una escuela llena de niños — admitió la dama con un profundo ceño fruncido, Harry en cambio respondió.

 

     — No lo sé, señora. Pero algo me ha dicho que él no es del todo inconsciente — la mirada intrigada de la dama no le hizo pensar cosas buenas, pero la mujer cambió de tema.

 

Alejando los malos tragos con un ademán, preguntó — ¿Y tienes más amigos en otras casas? Ya sabes, Ravenclaw's o Hufflepuff's —

 

Harry hizo una mueca inconscientemente — Los Ravenclaw's no son muy accesibles, que digamos, o al menos no he visto muchas oportunidades para hablar con alguno de ellos y los Hufflepuff's.. Creo que, incluso sí el tema del heredero de Slytherin se resolvió, algunos siguen temiendome luego del accidente con Justin — admitió.

 

La dama admitió — Si bueno, Dumbledore tampoco ha hecho demasiado por borrar las diferencias entre casas.. Pero te puedo asegurar Harry, que no todos los Puffs te temen, mí sobrina Susan me ha dicho cosas realmente buenas de tí — 

 

— ¿En serio? — preguntó emocionado el joven.

 

 

La dama sonrió — Correcto, ella me comentó respecto a lo injusto que había sido como te trataron algunos de su casa, pero es tan tímida que no se acercaría a decírtelo directamente — río — ¿Crees que podrías hablar con ella? No tiene muchos amigos y sé que un joven de corazón noble como tú podría ayudarla a salir un poco de su caparazón —

 

     — ¡Por supuesto! Susan es una chica muy dulce, sin dudas puedo invitarla a estudiar con Neville, Zabini, Desstiny y yo —

 

      — Eso es realmente dulce de tu parte Harry, eres un niño muy adorable — admitió ella, viendo las mejillas del joven enrojecer —Por cierto ¿Cómo va tu relación con Sev-Desstiny? —

 

Cómo sí hubieran encendido un fuego, las mejillas del joven enrojecieron hasta el olvido, volviéndose realmente cohibido — ¿Realmente sólo él es quien no lo sabe, eh? —

 

     — Bueno, la manera en que lo miras y como lo tratas hace muy obvias algunas cosas — aunque la gracia estaba presente Harry no sintió burla alguna — Debes entender, Harry que Severus fue un chico muy encimado en sus estudios, nunca tuvo alguien que lo persiguiera o eso fue lo que yo vi, así que es comprensible que no pueda notar tus sentimientos tan claramente como alguien más.

 

Harry suspiró — Notarlos o no, incluso si los notará no habría diferencia —

 

     — ¿Por qué lo dices? —

 

     — Desstiny es un chico, y aunque en el mundo mágico he visto más holgura con respecto al tema, creo que sus intereses van en contra de los míos —

 

Amelia río suavemente — Oh, yo no estaría tan segura. Sí bien nunca dejó clara sus preferencias, se de buena fuente que te quiere más de lo que nunca ha querido a alguien. No debes rendirte en tus avances — admitió — Es más, sé que este año ingresas al 4to año ¿Cierto? Invítalo al baile de Jule —

 

     — El ¿Qué? —

 

      — El baile de Jule — enfatizó — Todos los cuartos año pasan por ello, así que puedes confirmar tus sentimientos invitándolo— 

 

Harry no se veía muy convencido — ¿No será extraño? Ya sabe, ir dos hombres —

 

La dama le restó importancia — No es común, pero te aseguró que no es raro — bromeó — Hace muchos años recuerdo que me habló sobre lo mucho que le gustaba bailar, aprovecha esa información a tu favor — guiñó uno de sus ojos.

 

Y aunque el rubor en sus mejillas fuera potente, Harry se encontró haciendo planes para un baile que ni siquiera estaba cerca de llegar. Pero para su corazón enamorado era casi imposible de ignorar. De pronto la puerta de la oficina se abrió rebelando a un Regulus de tan mal humor, que incluso cuando intentó modificar su expresión a una divertida, no lo logró.

 

     — ¿Divirtiéndose sin mi? Me siento realmente traicionado — comento con gracia, y aunque la risa jamás llegó a sus ojos la expresión de su rostro se suavizó al caer en el niño y la dama — Hermosa Amelia, sí no hubiera recibido tu mensaje habría creído que mi sobrino fue secuestrado — agregó Regulus, aprovechando el ambiente menos hostil de la habitación para soltar la desagradable pajarita de su cuello — Cómo sí tratar con los ancianos del concejo no fuera suficiente castigo, hacerlo mientras uso está tortura romana es, simplemente inhumano — para luego caer de forma poco elegante entre uno de los sillones.

 

Madame Bones adquirió su semblante siempre estoico, pero incluso Harry notó la diferencia en su trato con Regulus, la suavidad de la mujer, aunque disfrazada, seguía allí — Encontré al joven Harry de camino a un objeto peligroso y como usted se encontraba ocupado, me pareció conveniente invitarle una taza de té para esperarlo — 

 

El rostro de Regulus se volvió tenso, mirando entre Amelia y Harry repetidas veces — ¿Donde lo encontraste? Se supone que en ese piso sólo hay oficinas y... — Cómo sí la realización llegará a sus ojos, el adolescente notó una fuerte furia y Tristeza desprenderse de su tío. Los rasgos de Regulus demostraron tantas distintas emociones que cuando la revelación acabó, parecía haber envejecido al menos 5 años.

 

Harry, acostumbrado a la buena actitud de Regulus incluso en momentos malos, temió por la vida a la que comenzaba acostumbrarse. "Lo arruinaste" decía repetidamente su mente, evocando el momento en que decidió seguir a su curiosidad y acercarse a la puerta solitaria del corredor. "Nos regresará con los Dursley's, sí no al menos nos prohibirá ver a Desstiny". Y vaya que la idea lo afectó, había estado ilusionado ante el pensamiento de verle, pero ahora todo se había arruinado por el y su estúpida curiosidad Gryffindor.

 

Mientras tantas cosas pasaban por su cerebro, a su lado Regulus le miraba intensamente tratando de encontrar las palabras idóneas.

 

     — Harry...—

 

     — ¡Lo siento! Sé que dijiste que no me alejará pero.. Te juró que no volveré a hacerlo ¡Seré bueno, lo prometo! Por favor no me prohíban ver a Desstiny, puedo hacer lo que sea, puedes castigarme después pero.. por favor, yo — 

 

     — ¡Harry! — su perorata fue detenida con rapidez por Amelia, quien tomándole de los hombros le sacudía suavemente, enviándolo al presente — Harry, no estas en problemas. Nadie te va a castigar, no te prohibirán ver a Desstiny — 

 

      — Pero no seguí las reglas.. El tío Vernom.. —

 

 

Regulus, que había tenido suficiente de aquellas divagaciones, tomó su puesto frente a Harry para mirarle fijamente — Harry, mirame a los ojos un momento — ¿Pero cómo pedirle aquello sí durante toda su vida se le prohibió ver a los ojos a cualquier adulto? — Harry, por favor, de otro modo me sentiré muy triste ¿Quieres verme triste? —

 

El niño reaccionó — ¡No! — exclamo.

 

      — Está bien, entonces sólo necesito que me mires a los ojos mientras te digo algo ¿Está bien? — con el asentimiento del joven, prosiguió — Harry, lo que pasó no fue tu culpa sí no mía, olvidé que en este piso hay un objeto sumamente peligroso y te dejé sin supervisión, realmente lo lamento y por eso no estás en problemas — 

 

Todavía dudoso de las circunstancias, el chico pregunto — Pero eres el adulto, los adultos nunca tienen la culpa —

 

Madame Bones interrumpió — Eso no es cierto, Harry. Los adultos nos equivocamos más de lo que dejamos ver, pero muchas veces no asumimos nuestros errores y esa es una gran equivocación — 

 

Harry sólo se sentó allí a reflexionar dichas palabras. 

 

Era extraño, desde que comenzó a vivir con Regulus todo su mundo había cambiado para bien, pero incluso sí no habían gritos o golpes de por medio, él no se sentía bien. "Enfrentamos lo conocido, pero tenemos a lo que no conocemos" y ese era su mayor miedo, Regulus había sido demasiado bueno con él pero ¿Cuánto duraría?.

 

Intentando esquivar los pensamientos instrusivos, respondió — Creó.. que lo entiendo — admitió, aunque su tono demostraba lo poco confiado que estaba.

 

Regulus no podía exigir más, así que tomó lo que le ofrecieron — Excelente, Harry. Ahora es momento de despedirnos de la hermosa Amelia y encontrarnos con los Pomfray ¿Está bien? — el joven asintió — Bien, espérame afuera un segundo, me despediré de Madame Amelia, estaré contigo de inmediato — 

 

Harry, que había notado los fuertes intentos de coqueteo por parte de su tío, sacó la lengua simulando asco al decir — ¡Demonios, búsquense un hotel! — antes de correr a la puerta, escuchando las risas de ambos adultos.

 

Sin embargo todo el buen ambiente se retiro con la puerta cerrada. Ambos adultos se miraron con seriedad, siendo la dama quien comenzó — Es consciente de la muerte de sus padres, parece que siempre lo fue y por eso escucha El Velo — gruñó suavemente, apretando los labios color vino en una fina línea — Ningún niño debería ser consciente de tal cosa —

 

Regulus asintió, más pensativo que nunca — Tengo un mal presentimiento, Amelia. El consejo ha firmado para celebrar El Torneo de los Tres Magos en Hogwarts —

 

La mujer salto de su asiento como si este quemará, apoyando fuertemente sus palmas en la mesa de nogal — ¡Están dementes! Ese torneo ha arrebatado vidas por esa estúpida idea de la Gloria eterna— escupió, logrando que su magia hiciera temblar algunos cuadros en la pared. 

 

Lord Black asintió — Lo comenté en la reunión, pero parece que Dumbledore fue más rápido que yo al proponer un límite de edad, ahora ningún estudiante podrá participar a menos que tenga la mayoría de la edad mágica —

 

 

Girando su rostro con una sonrisa siniestra, Amelia graznó — ¡Ja! Cómo sí eso significará algo —

 

 

Un fuerte silencio se asentó antes que los humos bajarán de la mujer, ahora más decepcionada que enfurecida, habló — ¿Creés que Harry estará involucrado? —

 

      — Sus tres años anteriores de algún modo han finalizado con él arriesgando su vida ¿Que habría de diferente en éste? — 

 

      — Tú, Regulus — admitió la dama — Puedo ver lo mucho que te importa el niño, así que te sugiero no subestimar tus esfuerzos —

 

El mencionado río sin ánimos, casi rígidamente — No me refiero a eso — exclamó — Sí por mi fuera, escondería a Harry del mundo mágico hasta mi muerte, pero con el ministerio sobre mi por el tema de la custodia es imposible que lo retire de Hogwarts, o incluso sacarlo del continente —

 

Amelía suspiro — ¿Dumbledore sigue presionando? —

 

Con una risa cruel, el hombre escupió — Cree que un "Ex-Mortifago" no es apto para criar al "Héroe del mundo mágico" pero sí que mi desequilibrado hermano ex-convicto será la mejor opción — 

 

La dama asintió con el ceño fruncido, ni siquiera Ella había podido ayudar por completo con el caso de Harry, después de todo Dumbledore seguía siendo demasiado influyente — No nos preocupemos por el futuro, Lord Black. Disfruta de tu sobrino ahora y dale las mejores vacaciones que haya tenido en su vida. Demuéstrale lo mucho que vale y lo poco que se le ha dado porque las personas que estuvieron con él no supieron valorarlo como era debido, enséñale el calor de la familia que siempre debió tener y sigamos luchando para que siga sintiéndolo —

 

El hombre se irguió con orgullo, sin asentir o negar nada, pero para Amelia ese rostro lleno de convicción era la mejor respuesta que podría pedir. Con un movimiento de varita la pajarita regresó a su lugar, así como el mal genio del hombre — ¿En serio debo usar ésto? —

 

Amelía sonrió un poco más, apretando con otro movimiento de varita el moño — Deja de quejarte, bebé grande. Lleva a Harry a reencontrarse con su princesa de hielo — 

 

      — Ese es un buen apodo — admitió del hombre, riendo mientras sostenía la mano de la dama y dejaba un beso en sus nudillos — esperó verte pronto, hermosa Amelia —

 

La dama, tan ruda como siempre, exclamó — Un gusto verlo, Lord Black — 

 

Y como sí nunca se hubieran visto, ambos adultos se separaron, dejando dudas y preocupaciones el uno en el otro.

______________

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Notes:

(NOTAS DEL AUTOR)

ESTOY VIVOOOOOOO.

Hola ¿Cómo están mis hermos@s lectores? Espero encarecidamente que sus fiestas hayan sido agradables y por sobre todo, felices.

Su autor no ha tenido el mejor término de año y por supuesto, la navidad y año nuevo no fueron la excepción. Peeeeeero, después de tantas decepciones, uno aprende a no esperar nada de nadie.

En fin... VUELVE SU PROGRAMACIÓN FAVORITA.

Admito que el inicio de este nuevo libro me ha costado DEMASIADO, siendo mis otras cuatro novelas más rápidas de escribir de lo que fue ésto, incluso sí está trama ya está lista en mi cabeza y completamente planeada, sigo sin entender por qué me figura tanto problema a la hora de escribir.

Así mismo comencé con la edición del primer Libro "En Buscá de un Final Feliz (para Severus Snape)" aunque sólo lleve 3 o 4 caps apenas, pero hago lo que puedo.

Además, su escritor está estudiado para presentar los exámenes de ingreso a la facultad de Gráfico y Bioanalisis porque su anterior carrera cerró sin ningún tipo de contemplación y nos dejó a los estudiantes, con las piernas y brazos cruzados (como dicen en mi país)

Así que, su escritor tiene dos empleos, estudia para dos carreras y escribe en su tiempo libre 🥹 (... Realmente debería descansar... )
Pero se que no lo haré así que, allí vamos.

Sin más que decir y EXTREMADAMENTE FELIZ POR VOLVER CON USTEDES ¡DISFRUTEN DE ESTA NUEVA AVENTURA!

Se despide, un servidor 🖤

Chapter 3: "La familia Pomfray"

Summary:

Jojojo, Aquí toy de nuevo🖤

Notes:

(See the end of the chapter for notes.)

Chapter Text

 

 

 

 

 

Su vida había dado un giro repentino de 180°.

 

Habiendo crecido como un niño casi callejero, resentido y sin el cariño de padres amorosos, Severus Snape se convirtió en lo que todos hubieran esperado de él, un hombre miserable y rencoroso que sólo trajo discordia a quien se le acercó. Y aunque cometió errores irreparables e imperdonables a lo largo de su vida, lo que siempre deseó fue el cariño que nadie le ofreció.

 

Y de repente una poción explota y llega Harry a su vida.

 

El niño que vivió, la copia exacta de su enemigo más odiado y el recuerdo tácito de su amor no correspondido. La razón de sus dolores de cabeza y el joven que prometió proteger en nombre de Lily... El joven que una vez conoció y odió por ser lo que era.

Fue casi poético que ese mismo niño fuera la fuente de todo el amor que jamás recibió, el dueño de sonrisas sinceras y abrazos cálidos, confidente de sus preocupaciones y miedos, e incluso la única persona que vio a través de lo que fue y le permitió cambiar su vida. Y aunque Severus Snape era un genio en posiciones y casi un prodigio completo en la magia, se sentía perdido entre este nuevo mundo lleno de "amor".

 

Recostado en la cama de su habitación (sí, una habitación grande, bonita y especialmente hecha para él) le era imposible no buscar semejanzas y diferencias con su antigua niñez. 

 

En Cokeworth las casa eran pequeñas y destartaladas, grises como las familias que las habitaban u por sobre todo tristes, su niñez no habría sido un problema muy grande sí al menos sus padres se hubieran preocupado por el, pero dado que su padre era un ebrio violento adicto al juego y su madre una mujer inútil despegada, lo cierto fue que el pequeño infierno se volvió gigante y con el la desdicha y rencor en su cuerpo.

 

Pero ahora estaba aquí, viviendo la infancia que debió tener. Y no se refería a los lujos u ostentosidades, si no al calor hogareño que el señor Lyle y Sofí le regalaron desde el primer día que llegó allí.el amor que una madre debería regalar, la protección de un padre que debería sentir y las confidencialidades de una abuela que mima demasiado a su único nieto, todo lo que había deseado estaba allí y le debía todo a un accidente de pociones y a Harry Potter.

 

Sin poderlo evitar su corazón latió fuertemente entre su pecho.

No obstante todo divague se vio interrumpido por el suave toque de la puerta gris, con la suave voz de Sofi — Petit-mon ¿Ya estás despierto? — el distinguible acento tenía una extraña cualidad relajante para Desstiny, por lo que fingió dormir un poco más cómo el niño caprichoso que Sofi y Lyle lo estaban convirtiendo — ¿Mon-amur? Voy a pasar —

 

Tal y como advirtió, la dama atravesó el resintió con suaves pasos. El repicar de los tacones bajos en el mármol le causaban ensoñación, así como el suave perfume de la dama. Primero sintió como el colchón a su lado se hundía y luego los suaves dedos en su cien, acariciando y peinando el cabello que cada día se hacía más y más largo.

 

"¿A Harry le gustaría así?" No pudo evitar pensar. Pero eliminó tales pensamientos. Últimamente Harry vivía más en sus pensamientos que en su vida.

 

Una suave risa salió de la mujer — Pequeño pillo ¿Creer que no puedo saber cuándo finges dormir? — el regaño no fue ni siquiera real, solo un poco de broma confinada con amor.

 

Viéndose descubierto abrió poco a poco los ojos, encontrándose los ojos claros de la dama frente suyo — Buenos días — murmuró acercándose un poco más a las caricias de la mujer.

Sofí sonrió enternecida como siempre, acercándose para dejar un suave beso en su frente blanca — Bonjour mon-cher, es hora de levantarse y desayunar — anunció ella, está vez ganándose un pequeño gruñido inconforme — Vamos, tenemos una buena noticia para ti hoy, pero requiere que estés presentable en la sala ahora mismo — otro beso y la dama se levantó del lugar, sentándose cerca de la peinadora.

 

Y vaya que era una peinadora enorme, el mueble de bronce y madera cubría gran parte de la pared tapizada en lirios y estaba grabada con flores silvestres y canarios encantados que al ver a Desstiny entonaban una suave melodía mañanera, un regalos muy muy necesario según Lyle para su nuevo príncipe. Y Desstiny debe admitir que su curiosidad jugó una parte importante al levantarse, porque de otro modo le habría suplicado a Sofi que lo acompañará un rato más en la cama mientras ella tarareaba alguna canción, así cómo lo hizo una vez durante los primeros dias de su llegada.

 

Se había sentido como un niño pequeño en brazos de su madre, reviviendo lo que nunca tuvo y ahora por fin podía disfrutar. 

 

     — ¿Debo vestir formal? — preguntó suavemente, irguiéndose en la cama mientras frotaba uno de sus ojos. La dama sonrió en su dirección.

 

     — Creo que es un buen momento para usar ese suéter que te regaló la Abuela, cariño. Ese de color gris con orejitas — canturreó la dama, girándose a la peinadora para preparar el cepillo y loción del cabello para su bebé.

 

Y dado que no tardó mucho, ambos salieron del lugar vestidos y presentables en dirección al primer piso, donde Lyle esperaba sentado en el sofá de la sala en compañía de Poppy. Al echar un vistazo y ver al niño, ambos adultos se iluminaron de inmediato, principalmente Lyle — Parece que alguien no quería levantarse — anuncio Sofí, guiando suavemente al niño que aún vestido y peinado seguía con los ojos entre- cerrados.

 

Lyle río suavemente mientras se levantaba del lugar y se acercaba a ambos — ¿Cómo amaneces hoy? Príncipe — preguntó mientras se agachaba en dirección al niño.

 

Desstiny apretó los labios con un poco de vergüenza, aún no acostumbrado a la sensación de protección que desprendía el hombre — Dormí bien, sólo un poco somnoliento — murmuró, iniciando con premura un corto abrazo al líder de la casa.

 

Algo que había notado de inmediato llegar a ese hogar fue que, sí bien Sofí se sintió enamorada ante la idea de adoptarlo apenas lo conocieron, fue Lyle el más enfático en el asunto. Según su nueva "abuela Poppy" ambos habían estado esperando adoptar a un niño hace algunos años debido al problema de infertilidad de Sofí, y aunque su esposa aún no conocía al candidato, Lyle sí lo hizo. Y por esa misma razón le rompió el corazón saber que ese niño había muerto por causa de los malos cuidados de su tutor mágico, un hombre al que Lyle no descansó hasta meter en Azkaban.

 

Según Poppy, el señor Lyle quedó realmente devastado, hasta el punto en que admitió que quizás ellos no fueron bendecidos por la magia porque simplemente no merecían tener un hijo, y para un hombre tan cariñoso como el, aceptar ese hecho lo había ensombrecido bastante. Sofí, qué cómo siempre estuvo consciente de su incapacidad para tener hijos, también sufrió pero en una medida menos grave que su esposo, así que se dedicó a él en cuerpo y alma para ayudarlo a sanar. Hasta que en esa navidad conocieron a Desstiny.

 

Todavía en el abrazo, Lyle se levantó con Desstiny al cargo, acercándolos al comedor — Bueno, desayunamos primero, o en nuestro caso tomaremos el té mientras desayunas — bromeó con el niño, acariciando su espalda como si fuera un bebé.

 

Y quizás eso lo habría irritado, teniendo en cuenta su edad mental y física, las demostraciones de cariño tan propias de niños pequeños deberían resultar repugnantes. Pero lo cierto es que no podía sentir nada más que gusto y anhelo cada vez que los tres adultos lo mimaban. Y culpaba a sus traumas infantiles por querer llorar cada vez que le demostraban amor.

 

Mientras en el comedor los adultos compartían té y bocadillos de entre mesa, Desstiny desayunaba un platillo de avena y frutas con jugo de naranja, y aunque siendo sincero hubiera preferido el café, ni Poppy ni Sofí se lo habían recomendado al ver el estado de su estómago y su rutina de sueño, quizás una secuela de su desastrosa vida adulta. 

 

Por fin desayunando y con renovados ánimos de hablar al mundo, Desstiny preguntó — Mamá.. — las palabras todavía eran difíciles de pronunciar — ¿Por qué tengo que vestirme adecuadamente? Iremos a algún lugar — 

 

La dama sonrió dulcemente ante sus palabras, acariciando su mejilla — Alguien se ha comunicado con nosotros para venir de visitas, cariño — 

 

Desstiny frunció el ceño — ¿Quién? —

 

 

— ¿No se te viene nadie a la Mente? — bromeó Lyle dando un gran sorbo de café a su taza.

 

Quizás se trataba de su somnolencia restante, pero él realmente no imaginaba a quién. Desde su llegada muchos compañeros y colegas del ministerio de Lyle habían venido a la casa, según ellos por asuntos importantes de trabajo, pero su... Padre, había dicho que la noticia de su adopción sé extendió demasiado rápido y ahora todos deseaban ver a su hija.

 

Y sí, eso había sido un poco molesto. Debido a su falta de palabras, cabello largo y su baja estatura (sin involucrar demasiado su nombre) los compañeros del señor Lyle habían intuído que él era un "Ella" y por ende se referían al hijo del Lord Lyle como "la hija de Lord Lyle".y sí bien era gracioso escucharlo entre familia, la gracia se perdía cuando los viejos magos soltaban comentarios machistas en su dirección.

 

"Definitivamente las mujeres la pasan mal" había pensado mientras el inútil de Dedalus Diggle abandonaba la sala por la red Flu luego de insultar descaradamente en su rostro a Sofí y que Lyle lo hechara casi a patadas.

 

     — Parece que no — río de nuevo Sofi — no te preocupes mon-cher, te darás cuenta cuando lleguen — y el asintió todavía pensando quién podría ser.

 

Luego de desayunar los adultos debían ir a trabajar, por lo que se le dió libertad de regresar a su habitación para leer o entretenerse como lo deseara. Siendo un hogar centrado en el Barrio Francés de Londres Muggle, la casa de los Pomfray tenía todas las comodidades Muggle de una familia de clase alta, sólo que mejorada con la presencia de la magia. Así que en vez de escucharse siempre los pitidos insistentes de los carros o los gritos de vendedores excitados, el lugar estaba aislado completamente de ruidos y alteraciones ambientales, aunque la televisión y la computadora del señor Lyle seguían funcionando adecuadamente.

 

Sentado en su habitación comenzó a leer, está vez un libro de literatura Muggle que había leído hace ya muchos años y del que había hablado con Harry por cartas. "El señor de los anillos" era un libro bastante pesado para cualquier principiante en la lectura, pero además de ser un libro de culto y de gran fama en la actualidad, deseaba que Harry lo tomara como un reto y el descubriera que habían más frases en el habla inglesa que podía usar para sus trabajos.

 

Y aunque el pensamiento lo hizo sonreír, un gran peso en su corazón le incentivo a dejar el libro de lado y acercarse a la peinadora donde se encontraba su mayor tesoro. Atrajo con sigo la caja musical a la cama y la abrió, escuchando y percibiendo como la suaves notas de la flauta inexperta se combinaban con la cálida luz que de poco en poco formaba la estructura de un ciervo de grandes astas, que simulaba comer pasto y mirar en su dirección con majestuosidad.

 

La cosa no era más grande que la pequeña palma de su mano y su brillo no era cegador cómo cuando lo defendió de los dementores en el lago, pero era una magnífica pieza de magia y aún más valiosa teniendo en cuenta que Harry lo había hecho pensando sólo en él. 

 

     — ¿Por qué me haces sentir así? — preguntó al alce, apoyando su cuerpo boca abajo en la cama, cruzando sus brazos para sostener la mejilla izquierda y seguir admirando a la bella criatura. 

 

Pensar en Harry se había vuelto común, pero incluso cuando antes sus ideas y recuerdos estaban revueltos por la bruma de la poción rejuvenecedora, ahora todo se veía brumoso por la manera en la que Harry aparecía en cada uno de ellos. Y se sentía Aterrador, pensar que le había abierto de tal manera su vida a otra persona, dándole la oportunidad de lastimarle, de romperlo.

 

Pero incluso sí el miedo estuviera allí constantemente, pensar que Harry lo rompería era simplemente ridículo. Harry no era Lily, el no lo lastimaría...

O eso quería pensar.

 

El resto del tiempo pasó volando cuando la somnolencia lo consumió de nuevo, está vez arrullado con la melodía de la caja su sueño fue tranquilo y muy bueno, tanto que despertó cómicamente de imprevisto cuando Poppy tocó su puerta una vez más — Desst, tenemos visitas cariño, baja —

 

El joven gruñó no tan convencido, deseando no ver a otro viejo tonto que le dijera "señorita", pero dado que era una obligación tener que bajar, arregló su ropa y su cabello de cualquier arruga producto de la siesta, y decidió colocar el broche de cabello que Harry le regaló para tener un poco más de apoyo en caso de encontrarse con la ineptitud de un hombre anciano. 

 

Que Merlín lo ayudará.

 

Bajó de las escaleras y casi llegando al final su corazón paró.

 

Frente a él y tan brillante como la ultima vez, Harry lo miraba con ojos y sonrisa enorme — Desst — saludó, de forma recatada, nada común en lo que acostumbro. La etiqueta antes que nada se había vuelto lo primordial en sus vidas, siendo pupilos de personas influyentes del ministerio, debían actuar como tal.

 

"¡A la mierda los modales!" Dijo en cambio su mente cuando corrió en dirección a Harry y lo abrazó."Después de todo, siempre puede culpar a la imprudencia de los Griffyndor que era contagiosa"

 

      — ¡Harry! ¿Que haces aquí? ¿Por qué no me dijiste? — exclamó más que eufórico, actuando cómo nunca lo hubiera hecho con nadie más —

 

Harry, gracias a su fuerza de Buscador y mayor altura, impidió que ambos cayeran de espalda a la alfombra, manteniendo al Slytherin aferrado a su cintura a algunos centímetros del suelo — El tío Reg, dijo que podría venir a visitarte así que avisamos a.. tu Familia que vendríamos — murmuró, con ojos tiernos que nunca se despegaron de los suyos.

 

Después de unos segundos de darse cuenta de la magnitud de sus actos, el Slytherin se alejó del león para recomponer la postura, con mejillas rojas de vergüenza retomó su actitud convencional — Lamento el arrebato, no esperaba que vinieras... Siendo sincero —

 

De inmediato el rostro de Harry decayó al decir — No sabía que tenía permitidas las vistas, Desst. Lamento no haber preguntado antes y venir a verte — había verdadero pesar en su voz.

 

 

Arrepentido casi que de inmediato, el Slytherin tomó las manos de Harry con cariño — También debí preguntar... Creo que es nuevo para ambos ¿No? Ya sabés.. poder preguntar — murmuró con nostalgia.

 

El Griffyndor asintió, atrayendo al ojiazul a otro abrazo más suave y menos aplastante — Está bien, lo importante es que ahora sabemos que puedo visitarte entre vacaciones — agregó, apretando un poco más al susodicho.

 

Como sí la burbuja en la que estaban se rompiera de imprevisto, un fuerte carraspeó les recordó que no estaban solos en ese lugar. Para sorpresa de ambos, el encargado era Regulus — Muy bien tortolitos, ya que se dijeron cuanto se aman creo que es momento de retomar los modales y saludar a las visitas ¿No creen? — 

 

     — Vamos, Regulus. Tienen más de un mes sin verse luego de convivir todos los días ¡Dales su espacio! — aclamó Sofi, acercándose a ambos niños para saludar a Harry — ¿Cómo te encuentras, Harry? ¿Ha sido difícil tratar con el viejo Reg? — preguntó la dama con su característico acento francés, abrazando suavemente al ojiverde.

 

Harry correspondió al saludo con una sonrisa divertida — Para nada, lady Sofí, el tío Reg a veces sabe divertirse — bromeó, acercándose al señor Lyle para darle la Mano — Lord Lyle —

 

     — Me hieres, Harry. Y yo que creí que estaba siendo el mejor tío del mundo — exclamó el hombre, cayendo dramáticamente (sin dejar el porte elegante) en uno de los sofás de la casa. Madame Pomfray, que estaba a sus espaldas le dió un pequeño pellizco en el brazo para que se comportará.

 

     — Deja el Dramatismo, muchacho — exclamó.

 

     —¡Ouch! Tan dulce como siempre Poppy — murmuró el Black, destilando sarcasmo, pero guardó silencio ante la mirada amenazadora de la mujer.

 

Riendo de tales tonterías, Lord Lyle habló — Es bueno tener sus visitas, me temo que había pensado en escribirles una carta hace un tiempo para plantearles la ocasión, pero el ministerio ha estado dejándome bastante trabajo y por ello no podría ser un buen anfitrión — su mano descansaba en el hombro de Harry, dejándole una sonrisa cómplice — ahora sí gustan acompañarme al salón, será un buen lugar para ponernos al día — girando en dirección de los adolescentes — Desst, cariño ¿Por qué no le muestras a Harry los alrededores? Nosotros debemos hablar sobre unos asuntos del ministerio y creo que nos tomará bastante tiempo, sí quieren dar un paseo sabes por dónde ir —

 

Desstiny pareció muy entusiasmado con la idea — Entendido, exclamó bastante despreocupadamente, empujando desde su espalda al pobre joven de ojos verdes en dirección contraria a los adultos — 

 

Sofí asintió — Correcto, pásenla bien, niños —  despidió.

 

Con los cuatro adultos entrando al salón, el Slytherin atrajo a Harry hasta la puerta principal — Probablemente tarden bastante así que primero te enseñaré los alrededores, hay una heladería cercana que es increíble — exclamó atrayendo sus abrigos con una mano — ¿O prefieres conocer el suburbio primero? —

 

 

Harry, tan encantado como estaba por el entusiasmo de la serpiente, respondió — A donde mi príncipe vaya, yo iré — y cómo sí fuera una promesa, se llevó la mano más pálida a los labios en un gesto de caballero.

 

 

Sonrojado hasta decir basta, el Slytherin aplacó un poco sus energías y murmuró — Primero el suburbio, entonces — pero nunca retiró su mano.

 

 

Al salir del lugar de pronto el ruido y la luz incandescente de la bulliciosa calle los absorbió, Harry sabía que seguían en Londres Muggle, pero no esperaba escuchar personas gritando y riendo en francés aquí y allá. La pintoresca calle era realmente un vistazo diez Años atrás, con fachadas más tradicionales y autos clásicos del estilo francés, así mismo las vestimentas aunque de acuerdo al mundo Muggle de la actualidad, tenían ciertos matices extranjeros, lo que ya había notado en las nuevas prendas que Desstiny usaba.

 

 

     — Por cierto, me encanta como se te ve ese suéter, es adorable — aclamó Harry, apretando un poco su agarre en la mano contraria. El Slytherin pareció un poco cohibido por el cumplido — Creo que ya sé cuáles son el tipo de ropa que te regalaré — murmuró al aire, con toda la intención de que el otro escuchará.

 

 

     — ¡No me regalaras más nada! ¿Viste mi baúl de Hogwarts? ¡No podia cerrarse cuando regresé al final de año! Neville y tú gastaron una fortuna sin necesidad — 

 

 

     — No creo que haya sido sin necesidad, Desstiny — aseguró el Griffyndor todavía mirando alrededor — Eres nuestro amigo y estabas pasando por una situación complicada, además, Neville y yo lo volveríamos hacer por el simple hecho de que eres nuestro amigo —

 

 

Desstiny permaneció un poco en silencio cuando dijo — Sigo sin comprender cómo no me odia después de enterarse de todo — 

 

 

Harry recordó vagamente cómo, mientras los adultos concretaban sus planes de adopción en secreto, Desstiny y Harry habían sido excusados de la oficina del director para recoger sus pertenencias. Se habían encontrado con Neville y Zabini en los pasillos y dado que ese día estaban del lado de la sinceridad, prefirieron admitir la realidad tras el personaje de Severus Snape y Desstiny Prince. 

 

 

¿La sorpresa? Saber que tanto Neville como Zabini habían intuído hace algún tiempo de quien se trataba en realidad.

 

 

     — Es lo que hacen los amigos, Desst. Nos apoyamos y nos perdonamos. Neville es tú amigo ahora y ambos sabemos que Severus Snape ya no es parte de nuestras vidas, ahora sólo eres Desstiny — agregó Harry, abrazando por el hombro al mas pequeño.

 

 

No muy seguro, Desstiny asintió — Si, creo que aún debo acostumbrarme a eso —

 

 

El tiempo entre ellos se fue corriendo mientras miraban las vitrinas de las tiendas y bromeaban entre ellos. La verdad es que pasar de verse Todos los días casi todo el día en Hogwarts a no verse en absoluto,

había sido un cambio demasiado drástico entre ellos, incluso para Harry que estaba acostumbrado a ser aislado por sus parientes la ausencia del Slytherin fue como una constante espina en su pecho. 


Lo mismo con Neville y Blaise, quienes habían continuado la correspondencia entre los cuatro para hacer menos tumultuoso el tiempo separados. Sin embargo y con la afirmación de que podían visitar a sus amigos, Harry y Desstiny habían acordado preguntar a Lady Zabini y Lady Longbottom para visitar a sus amigos, quizás incluso hacer una pijamada.


     — Puedo preguntarle al tío Regulus, en la mansión Black hay un campo de Quidditch que podemos usar y una biblioteca gigante que a Blaise y a tí les encantará — habló el león, abriendo la puerta inconscientemente para que Desstiny entrara a la heladería — Además Sera dijo que estará encantada de conocerte, le he hablado mucho de tí —


Desstiny río ante el entusiasmo Griffyndor, acercándose s la barra de atención — Estaré encantado de conocerla, y por supuesto que estaré encantado de quitarle un par de libros a Regulus de su tan cuidada biblioteca — guiñó el ojo con Travesura, girando su atención a la dama que atendía el establecimiento — Buenas tardes Ana —


La mujer de cabello castaño y cara redonda exclamó — ¡Buenos días Desstiny! ¿Vienes acompañada, eh? ¿En que puedo servirle a la hermosa hija del señor Lyle? — preguntó la dama, tan encantada como carismática.


Pero al instante Harry pareció caer en cuenta en cómo la mujer llamó a Desstiny, sintiéndose un poco molesto en el acto — Disculpe pero creo qué..— sin embargo, su diatriba fue interrumpida por su amigo, quien prosiguió.


     — Me gustaría un pastel de vainilla y un batido de fresa para mí ¿Que te gustaría a ti, Harry? — preguntó con ojos dulces, fingiendo inocencia al mismo tiempo en que lanzaba una mirada de advertencia al Griffyndor de no abrir la boca —


Comprendiendo el tren de pensamientos de su amigo, decidió ignorar momentáneamente el inconveniente — ¿Tiene tarta de melaza? — preguntó, obteniendo un sí alargado de la mujer y los ojos puestos en blanco por parte de la serpiente — Una tarta de melaza y un batido de chocolate ¿Cuanto sería? — preguntó sacando la billetera Muggle que había comprado con Regulus hace un tiempo.


Sin embargo Desstiny saltó escandalizado — ¡Ni siquiera lo sueñes! Está vez yo te regalaré algo — anunció en voz baja, tomando las manos del contrario como método de impedir cualquier movimiento.


Harry pareció bastante divertido — Entonces ¿Me estas invitando un helado? Desstiny, no te creí tan audaz — exclamó entre bromas, mirando con cierto tinte coqueto al chico que se hacía más pequeño por la vergüenza.


     — Cierra la boca, idiota. Estoy harto de que sólo tú gastes dinero en mí. Ahora espera y verás, seré tan insistente que entenderás mí mortificación — 


Harry internamente dudaba que eso sucediera, pero le daría el placer a su compañero — Entonces lo esperaré con ansias — murmuró en su oído, dejando que el rostro del contrario se volviera un tómate.


Ambos se acercaron a una de las mesas del lugar a esperar sus pedidos, no pasando mucho tiempo cuando la dama les dejó la comida con una enorme sonrisa y un guiño de ojos. Ahora solos y con la seguridad de que nadie les prestaría demasiada atención, Harry preguntó — ¿Por qué piensa que eres niña? —


Desstiny, que estaba tomando de su malteada lo miró con un poco de incomodidad — Es una historia tonta y un poco confusa, pero dado que el señor Lyle es una persona reconocida y respetada aquí, muchos se enteraron que quería adoptar. Algunos más intrépidos preguntaron y dado que me tenían en mente desde navidad, una vez se mencionó mi nombre y bueno, los muggles no tienen una percepción clara de lo que son los nombres unisex, así que pensaron que adoptarían una niña llamada Desstiny. Cuando llegue y me presentaron ya todos creían que era una niña, y dado mi complexión y lo poco que hablo, eso sólo lo válido — finalizó comiendo una poción de su pastel.

 

Harry todavía lo miraba incómodo, un poco molesto — ¿El señor Lyle no lo ha desmentido? — 

 

 

      — Oh, lo hizo. Pero sabes cómo son los Muggles, no oyen más razones que las suyas. Así que ya no me molesto con ese hecho... Bueno, no tanto, aunque sigue siendo incómodo que algún miembro del mundo mágico me diga "cómo debo comportarme por ser una señorita" ¡Bla! Inclusive Sofí espantó a un miembro del comité cuando intentó opinar con respecto a su papel como esposa — agregó 

 

 

     — ¡Eso es repugnante! Sí lo hubiera escuchado yo..—

 

 

     — ¡No habrías hecho nada! — interrumpió — Son compañeros muy influyentes en el Wizzengamonth, incluso sí me insultaran de frente no podríamos hacer nada porque eso afectaría la reputación de.. papá. Pero ha hecho que varios se disculpen, hace una semana uno de los miembros más viejos del congreso estuvo despotricando de Sofí al decir que sí no me daba un buen ejemplo ¿Cómo esperaría que atendiera correctamente a mi esposo? — 

 

 

      — ¡Ese vulgar! —

 

     — Pero Papá le exigió que se disculpará, dijo que no era su problema como Sofí y el me educarán, y cómo decidiera vivir mi vida era sólo mí decisión — 

 

 

Harry respiró menos furioso que antes, apuñalando a la pobre tarta de melaza — Bueno, eso me tranquiliza un poco... Sin embargo aún así le pediré al tío Reg que averigüe el nombre de ese idiota, veamos cómo se siente al ser criticado por "El niño que vivió" — 

 

 

Desstiny en cambio río con ganas, dejando de lado su postre para mirar al león con incredulidad — ¡¿Estás usando tú fama para extorsionar a alguien?! ¿Quien eres y que hiciste con Harry Potter? — 

 

 

El susodicho gruñó con fastidio — No estoy usando mi fama por cualquier cosa, él te insultó e insultó a lady Sofí. Puede que el señor Lyle no pueda hacer mucho pero yo absolutamente puedo destruir su carrera — 

 

 

Otra gran carcajada y Desstiny ahora éste mismo respiraba con dificultades — ¡Soy... Soy una mala influencia para tí! —

 

 

Y con eso Harry se unió a las risas, llamando más de una mirada de los adultos que veían a ambos jóvenes pasarla bastante bien.

 

 

Cuando sus platos estaban vacíos y solo quedaban pocos tragos de las bebidas, Desstiny cambió de tema — ¿Cómo van las cosas con Regulus? Te sientes cómodo con el — preguntó, con las manos cruzadas sosteniendo su barbilla.

 

 

Harry que estaba apoyado en una de sus manos, respondió — a veces olvido que ya no estoy con los Dursley's — admitió, jugando con el tenedor en el plato vacío — los primeros días fueron incómodos, ninguno sabía cómo acercarse al otro pero ¿Sabías que Regulus es muy cariñoso? Su modo de hacerme saber que está allí para mí es en base a palmadas cariñosas y abrazos, algo a lo que sigo sin acostumbrarme —

 

 

Desstiny lo observó con tristeza — Puedo sentirme identificado con eso —

 

 

El león asintió — Hace solo unos días termine de entender que no me golpearía por cualquier equivocación, pero aún así me siento incómodo y no en el sentido que esperaría— admitió — Simplemente no lo sé, Desst... Sigo esperando que algo pase, que pierda la paciencia o algo, sigo esperando que caiga...— 

 

 

     — ¿El otro zapato? — finalizó el contrarío, el ojiverde asintió — Lo sé, Harry. También me siento de ese modo con mis... Con ellos — murmuró — Siento una fuerte diferencia en cuanto a cómo me trataron mis antiguos padres a cómo me tratan Lyle y Sofí, es tan distinto que no paro de sentir que en algún momento despertaré del sueño y volveré a ver a Tobías ebrio y a Eileen ignorándome — 

 

 

El Griffyndor sin poderlo evitar arrastró su silla un poco más hacia su amigo, ofreciéndole su hombro para apoyarse — ¿Quieres hablar sobre eso? — preguntó, acariciando el cabello del Slytherin. El contrario negó suavemente 

 

 

     — Te lo contaré cuando volvamos a Hogwarts. Allí tengo la seguridad del Salón de los Requisitos — 

 

 

     —Muy bien — asintió Harry — Sin embargo y sí me permites decirlo, creo que ellos de verdad te quieren Desstiny... Así cómo sé que Regulus lo hace conmigo — murmuró afectivamente, moviendo un poco al niño para animarlo — Lo veo en cómo nos miran, así como veía a Molly Weasley mirar a sus hijos, y aunque no sea la mejor metáfora, así como Petunia miraba a Dudley —

 

 

Desstiny asintió, no muy seguro — Aún así me siento un poco culpable ¿Sabes? Ellos me dan todo ese amor y cariño pero yo ni siquiera puedo llamarlos como mis padres —

 

 

— Lo entiendo, aunque es más fácil llamar tío a Regulus, muchas veces todavía lo siento forzado. Pero creo que eso no es ni siquiera culpa nuestra, Desst. Tenemos que entender que nuestras vidas fueron una mierda y que ellos lo saben, sé que nos esperarán y que cuando llegue el momento en que nos sintamos perfectamente cómodos con ellos, les demostrarás todo ese amor que ellos te brindaron a tí — 

 

 

Desstiny pasó uno de sus brazos por el estómago de Harry, abrazándolo lánguidamente — Es extraño, nunca en mi vida anterior fui una persona afectuosa, pero ahora pareciera que no puedo vivir sin ésto — admitió — es algo que me gustaría conversar con todos, por qué creo que la poción tuvo más efecto del que creí en un principio —

 

 

Harry lo abrazó de vuelta, meciéndose suavemente — Será como lo quieras, estaré allí para tí — murmuró — Y te daré todos los abrazos que quieras, cuando quieras y como los quieras — bromeó suavemente aplastando al chico más pequeño.

 

 

Siseando como un gato erizado, Desst exclamó — ¡Me aplastas! — antes de golpear al contrarío repetidas veces — ¡Estúpido Gryffindor, controla tu fuerza! — pero las risas de Harry seguían opacando sus diatribas.

 

 

Antes de que pusieran continuar, a la heladería entró Sofí observando con detalle, al verlos sonrió y se acercó — Vine por ustedes, niños. Es momento de tener una larga charla con respecto a sus estudios — 

 

 

— Ya vamos — asintió Harry, recogiendo las sillas de su amigo y el antes

de tenderle la mano a Desstiny.

 

_______________________________________

 

 

 

 

 

No tardaron demasiado en pasar por las puertas de madera que daban paso al salón principal, una habitación razonablemente grande ambientada como una cabaña con una hoguera y sillones cómodos unicolor. Allí estaban ya sentados el señor Lyle, Regulus y Poppy, los tres hicieron un ademán como señal de reconocimiento ante los tres nuevos integrantes que pronto se desplegaron en los asientos vacíos. Lady Sofi se sentó en el sofá de dos plazas junto a su marido, mientras Harry y Desstiny se sentaban junto a Poppy en el sillón de tres plazas. La mujer los abrazo a ambos antes de redirigir su atención a Regulus, el primero en hablar.

 

 

     — Muy bien chicos, estuve discutiendo algunos asuntos con tus padres y tu abuela Desstiny, un asunto que no estaba muy seguro en hacerlos partícipes pero que, por razones que pronto diremos, llegamos al acuerdo en qué sería lo mejor — anuncio el hombre, parándose frente a todos los presentes con la espalda recta y sus manos entrelazadas a sus espaldas, una mueca de nerviosismo que Harry había descubierto hace poco tiempo.

 

 

     — ¿Tiene que ver Hogwarts? — preguntó Desstiny 

 

 

     — ¿Tiene que ver con "Ya sabes quién"? — secundó Harry.

 

 

El rostro pétreo de Regulus confirmó sus cavilaciones antes que cualquier respuesta, sin embargo respondió — Si. Aunque lo segundo todavía es una hipótesis — 

 

 

Desstiny de inmediato se apegó a Harry, tomándolo de la mano con fuerza — ¿Que está ocurriendo, Regulus? — 

 

 

En cambio fue Lyle quien respondió — Tanto Regulus como yo fuimos convocados al Ministerio estos últimos días ¿La razón? Una vieja tradición mágica volverá a celebrarse después de 100 años de estar prohibida, y para serles sincero, es bastante sospechoso — 

 

 

Harry frunció el ceño mientras la confusión lo invadía, sí bien se había estado educando de la etiqueta mágica y algunas tradiciones por el bien de su futuro y como obligación de un heredero, en su mente no recordaba haber leído sobre una tradición mágica con esas características. No obstante el primero en preguntar fue el Slytherin.

 

 

     — Por favor, no me digan que están hablando del "Torneo de los Tres Magos" — exclamó, en su voz se escuchaba la irritación, la incredulidad y sobre todo preocupaciones.

 

 

Regulus respondió — Creó que ya entendiste nuestras sospechas, Príncipe—

 

 

     — ¿Alguien, por favor, podría explicarme? — prisión Harry, un poco malhumorado por ser dejado atrás. 

 

 

Desstiny fue quien respondió — Se trata de una tradición barbárica, Harry. Un insulso Torneo en el que tres jóvenes correspondientes a las tres escuelas más importantes de Hechicería compiten por ver quién es el mejor, quien gane obtendrá una compensación monetaria y la Gloria eterna — aquella ultima frase estaba acompañado con un tono bastante desdeñoso.

 

 

Harry — En lo personal, no se escucha tan mal — admitió — sí no tuviera ésta desagradable fama de ser "El niño que vivió" y no hubiera enfrentado a "Quien ya sabes" un par de veces, incluso podría haberme interesado — 

 

 

Sofí interrumpió — Ese es el problema, Harry. Te pintan el asunto como si fuera un gran honor participar, pero dejan convenientemente en ignorancia las cláusulas de advertencia —

 

 

Regulus — "El Torneo de los Tres Magos" no es asunto ligero, Harry. Han muerto muchos participantes, jóvenes prometedores de edades comprendidas entre los 12 y los 18 Años —

 

     — Espera ¿Cómo que han muerto? — preguntó exaltado el Griffyndor — Es una competencia, no pueden dejar que alguien muera en una competencia ¿O sí? —

 

 

Desstiny habló — Por eso se canceló, en el último Torneo un niño de 12 años estuvo seleccionado, al ser tan joven no tenía los conocimientos necesarios y falleció. Sus padres produjeron una denuncia enorme que acabó con la trayectoria milenial del Torneo —

 

 

      — ¿Y aún así piensan retomarlo? ¡Están locos! —

 

 

Por primera vez, madame Pomfray se proclamó — En el mundo mágico todavía existen tradiciones muy bárbaras, cariño. Para los Magos La palabra, el honor y la fuerza son las bases fundamentales de cada ser, por ello el Torneo representa estás características, y por eso muchos están de acuerdo con retomarlo ya que ¿Qué es más digno que morir en busca de la Gloria y demostrando tu valía? — 

 

 

      — Claramente una estupidez — Murmuró Desstiny, ganándose un asentimiento por parte de Sofí.

 

 

El ojiverde preguntó — Aun así y aunque entiendo la gravedad que representa el regreso del Torneo ¿Que tiene que ver con nosotros y "Quien tú sabes"? —

 

 

     — En realidad, Harry — el asentó marcado otra vez tuvo presencia — Tiene que ver más contigo — murmuró Sofí. Y antes que Harry redundará en su pregunta, Regulus habló.

 

 

      — Recibí una carta por parte de Amelia mientras ustedes paseaban... — un asentado silencio cayó en la sala.

 

       — Pettigrew escapó — 

 

 

De pronto un gran temblor se apropió de la sala y más de uno tuvo que aferrarse al sillón o a las paredes para contenerse. Un gruñido casi bestial irrumpió — ¿Qué él, qué? — vociferó el Griffyndor.

 

 

     — Harry, cálmate — exclamó Desstiny, tomando por los hombros al mayor — Deja que Regulus hable, encontraremos un modo de solucionarlo —

 

 

      — ¡Pero esos inútiles! — escupió — ¡Se lo entregamos en bandeja de Plata y todavía lo dejaron escapar! —

 

 

Desstiny habló — ¡Lo sé! Son idiotas y claramente unos imbéciles buenos para nada, pero debes calmarte o harás que medio suburbio tenga dificultades con las grietas — bramó.

 

 

Y como sí cayera en cuenta de sus acciones, todo el temblor se detuvo y los candelabros dejaron de sonar, la luz se normalizó y los objetos de vidrio siguieron siendo objetos y no pedazos peligrosos en el suelo. Todos los ojos adultos cayeron en el niño de lentes, que avergonzado de su pérdida de control susurraba disculpas y se negaba a ver a nadie.

 

      — Lo siento, no debí perder los estribos, lo siento — murmuró.

 

 

Regulus se acercó rápidamente, rodeándolo en un abrazo mientras exclamaba fuerte y claro — Ya está, no sucedió nada. No fue tu culpa Harry, eso a veces pasa — incluso con eso el niño no se atrevió a mirar a nadie. 

 

 

      — No debes preocuparte Harry, observa esto — mencionó Lyle y como sí no fuera nada, con su varita lo poco que había caído al suelo o se había salido de lugar, regreso a su estado original — ¿Lo ves? Nada ocurrió, todo está bien —

 

 

Harry todavía se disculpaba en murmullos, pero no objeto más.

Poppy, que estaba cerca acarició su espalda mientras decía — Tienes todo el derecho a enojarte, querido niño. Pero sería más objetivo enfocar nuestra rabia en solucionarlo y no en culpar a los encargados del ministerio... Aunque claramente tienen la culpa — guiño un ojo.

 

 

El Griffyndor sintió la rabia drenando su sistema mientras daba una diminuta sonrisa que ni siquiera sentía, pero los adultos tenían razón y ya mucho daño (probablemente) había causado. Desstiny regresó a su lado para abrazarlo desde un costado, apoyando su barbilla en su brazo izquierdo mientras el resto de los adultos suspiraban y continuaban.

      — ¿Crees que fue ayudado? — preguntó Harry, calmado pero perspicaz.

 

 

Lyle asintió — Según Amelia, alguien estuvo involucrado en su escape, ya que se conocía su condición como Animago y como tal, sus métodos de retención eran más específicos — 

 

 

— ¿Y crees que irá a buscar a "Quien ya sabe"? — la pregunta iba dirigida a su tío.

 

 

Regulus no contesto, pero asintió apesadumbrado — Por eso debes entender que este año puede ser muy peligroso para tí, Harry. Y ante cualquier vistazo de algo peligroso, necesito que nos lo informes —' agregó el Black, acercándose al niño para tomar sus manos — No estás sólo, ya no. Y aunque el ministerio aún no esté seguro de que te adopte, eres mi sobrino y te he tomado el cariño que corresponde a un miembro de mi familia, así que por favor, te lo pido Harry. No escondas nada y pide ayuda —

 

 

Regulus observó el rostro contrariado del niño, uno que se había salvado por sí solo y que había sobrevivido al mundo sin confiar en nadie. Él sabía que le pedía demasiado, pero debía intentar, después de todo una muy mala corazonada estaba persiguiendo lo.

 

 

Harry respondió — No puedo prometerlo — y todos los adultos se sintieron realmente apesadumbrados por la respuesta, pero el niño exclamó — ¡No, no, no me dejaron terminar! No puedo prometerlo porqué el 90% de las veces en que he estado en peligro, reaccionó por impulso y no por razón, pero sí algo sucede y tengo tiempo para pensarlo, puedo intentar pedir ayuda — 

 

 

      — ¿Hablas en serio, Harry? — preguntó Poppy, angustiada cómo siempre.

 

 

Harry sonrió suavemente mientras lo admitía — Además tengo a Desstiny, él no permitirá que arriesgue mi vida por "la estúpida imprudencia Griffyndor" —

 

 

Desstiny exclamó — Por su puesto que no, o está vez seré yo quien te tire desde la torre de astronomía — 

 

 

Una suave risa secundó toda la habitación, regulando poco a poco el frió causado por la angustia y la incomodidad. Pronto el elfo de los Pomfray pasó para dejar unos cuántos dulces y aperitivos en lo que llegaba la hora de la cena, las conversaciones fluyeron de otro modo y el carisma regresó al lugar.

 

 

      — ¿Por cierto, se ha descubierto algo de la condición de Desstiny? — preguntó Regulus, con una copa de vino en la mano y el cuello por fin libre de la maldita pajarita. Su tío más suave y despreocupado regresó.

 

 

Sofí respondió — Poppy y yo hemos buscado en todos los registros de San Mungo que pudimos, pero el caso de Desstiny sigue siendo único — una nota de preocupación se podía percibír

 

 

      — Aunque no han habido más inconvenientes con desmayos o regresiones traumáticas desde que recuperó la mayoría de sus memorias, es claro que los resultados de la poción siguen siendo drásticos — agregó Poppy — Después de todo y según sus palabras, hay cosas que han cambiado —

 

 

Regulus lo miro con detenimiento — Sí bueno, debo admitir que su personalidad es diferente pero ¿No es eso debido a la presencia de Harry? — la pregunta iba dirigida al susodicho.

 

 

       — Nunca intenté cambiar su personalidad, es más, también me sentí extrañado con lo diferente que era, pero creo que se debía a la falta de memorias — aludió, prestando toda su atención al Slytherin mas pequeño. 

 

 

Con toda la sala esperando una respuesta, Desstiny suspiro para hablar — Lo cierto es que no tengo una respuesta para eso, mi cerebro supo que Harry sería una persona confiable y con ello mi sentido de supervivencia se aferró a su amabilidad — admitió, recostándose levemente al costado del mencionado.

 

 

Lyle sintió con una mano pellizcando su mentón — Los pacientes con amnesia, aunque no puedan recordar partes esenciales de su vida, desarrollan un fuerte sentido de auto preservación, menuda reaccionan aislándose del ambiente desconocido o encerrándose en la depresión de no tener recuerdos, otros por en cambio y posiblemente la opción que tomó Desstiny, consiste en aferrarse a la persona más apta que puedan encontrar — 

 

 

      — ¿A que se refiere con "apta"? — preguntó Regulus.

 

 

      — Fuerte, amable y por sobre todo, protectora. Términos que absolutamente describen a Harry — agregó Poppy, pasando sus dedos por la mejilla del Griffyndor.

 

 

Harry giro en dirección a Desst — ¿Pensaste en mí como alguien que te protegería? — dicho muchacho solo bufo con gracia, sacando un mechón de cabello de su rostro.

 

 

     — Déjame ver ¿el chico que incluso cuando lo trate mal estuvo llevándome libros y guiándome en mi inestabilidad, el mismo que me defendió como un gallardo caballero y estuvo en mis peores momentos? Tienes razón ¿Que habrá pensado mi yo amnésico? —

 

 

Aunque la frase venía cargada de sarcasmo, lo cierto es que el sonrojo de Harry no pudo ser más grande. Quizás porque, inclusive ahora, escuchar a Desstiny decir esas cosas tan lindas resultaba extraño. 

 

 

      — Bien, en resumen la condición del pequeño príncipe sigue en discusión — alargó Regulus, irguiéndose con un pequeño crujido en sus huesos, acercando el reloj dorado de bolsillo que convenientemente había estado en su chaleco — Bueno, parece que es hora de almorzar así que nosotros nos retiramos. Harry —

 

 

Sin embargo y antes de cualquier otra orden, Desstiny se aferró al brazo del Gryffindor y exclamó — ¡Pueden quedarse a comer! — eufóricamente observó los rostros sorprendidos del resto de los adultos — ¿Verdad, mamá? — 

 

 

Como sí supiera que la mujer sería su salvación, los ojos azules se volvieron aún mas brillantes al mirar a Sofí. La mujer en cambio brillaba por el apodó dicho con tanta efusividad —¡Bien Sûr, mon amour! Le diré a los elfos que nos acompañarán para el almuerzo. Harry, querido ¿Hay alguna comida que te disgusté? — exclamó la mujer, levantándose de un pequeño salto para arrastrar a ambos niños fuera de la biblioteca.

 

 

Mientras un muy avergonzado Harry respondía a sus preguntas, Poppy, Regulus y Lyle permanecieron aún procesando el arrebato afectuoso del pequeño Slytherin.

 

 

      — ¿Debería comenzar a llamarte hermano? — preguntó Regulus, moviendo sugestivamente las cejas en dirección a su compañero de trabajó.

 

 

Poppy, que había presenciado todo el cariño que ambos niños podían darse en la escuela, poco le importaron las burlas socarronas del líder Black, por lo que ignoró olímpicamente el grito de Regulus cuando una maldición punzante cayó en su costado cortesía de su hijo. En cambio y sonriendo enternecida, prefirió levantarse y dejar que ambos "niños" continuarán con sus bromas. Después de todo, tenía que pasar tiempo con sus nietos.

 

_________________________

Notes:

[NOTAS DEL AUTOR]

A estas alturas ¿Para que decir excusas?

Ya se la saben amigos, estoy ocupado al borde de un ataque al corazón pero aquí les traigo actualización jajajaja. Espero lo disfruten y próximamente tenemos una nueva historia de Harry Potter ahhhhhhh!

Y prometo mejorar mis actualizaciones, realmente lo haré (No lo hará)

Sin más que decir, se despide un servidor 🖤

Chapter 4: "Hablemos de Quiddich"

Notes:

(See the end of the chapter for notes.)

Chapter Text

 

 

 

 

 

Si se le preguntará a Desstiny ¿Qué había pasado por su mente al saltar sobre Harry y pedir que se quedarán mientras sus nuevos padres y familiares observaban todo en primera fila?.. el respondería con una maldición punzante y evitaría como el infierno responder.

 

 

¿Sí se lo preguntara Harry? Bueno, el entonces diría que simplemente quería tenerlo un poco más de tiempo.

 

 

¿Preferitismos? Desstiny nunca había escuchado esa palabra.

 

 

Entonces cuando su.. madre acepto de inmediato, siguiéndole el capricho, Desstiny entendió que amaba a la mujer. 

 

 

Como bien había dicho Sofí, Harry y él estaban acostumbrados a estar juntos día y noche en Hogwarts, donde ambos tenían un cierto tipo de independencia que les permitía hacer lo que quisieran cuando quisieran, y sí eso significaba estar unidos por la cadera, eso harían. Sin embargo y con sus nuevos familiares, aunque los querían y se sentía como un sueño cumplido tenerlos, simulaban un pequeño obstáculo para su, tan acostumbrada rutina.

 

 

Desstiny no podía hablar por su amigo, pero estaba claro en las ojeras de Harry que el chico había tenido problemas para dormir en su nuevo hogar ¿Qué, cómo lo sabía? Simple, Desstiny pasaba por lo mismo. 

 

 

Incluso sí ambos pertenecían a casas antagónicas, ambos habían encontrado en la sala de menesteres el lugar perfecto para dormir juntos, de modo que en los pocos últimos meses de Hogwarts (ignorando el tiempo después de encontrarse con el Black mayor), ambos se habían separado sólo cuando divergen sus clases o al ir al baño, e incluso entonces ambos se acompañarían a la puerta.  

 

 

Por ello, Desstiny cambiaría su respuesta anterior a la siguiente: "Necesitaba tener un poco más de tiempo, a Harry".

 

 

      — ¿Podemos esperar en mi cuarto? — preguntó cuando Sofí detuvo su perorata de preguntas, cuando el trio permanecía en la cocina junto a los elfos (bastante enérgicos) que escuchaban las ideas de la dama sobre el mejor almuerzo del mundo.

 

 

Tan elegante como un colibrí, Sofí los observó a ambos, notando que su hijo todavía se aferraba al brazo de Harry. Sonriendo con cariño, asintió — Claro, los mandaré a llamar para cuando esté listo — alentó, acariciando con suavidad ambas cabecitas antes de decir, con un tono más serio — Compórtense — 

 

 

Y aunque Harry no entendió a que se refería la dama, Desstiny asintió y rápidamente los alejó en dirección a la escaleras, por las que anteriormente habría bajado hasta tirarse en sus brazos. El mero recuerdo lo conmovió, pero salió fácilmente de sus cavilaciones cuando el pequeño corredor los guío justo al final de una habitación grande.

 

 

Bastante parecido a su propia habitación en Black Manor, la habitación de Desstiny era amplia y luminosa, aunque las paredes fueran de un tono más turquesa y gris, la cama, tan amplia y llena de cosas esponjosas y suaves como peluches y almohadones peludos, se enmarcaba con un docel gris y blanco, muy parecidos a los que podías ver en Hogwarts. Junto a ello se encontraba el gran armario y gavetero blanco hueso, con una pequeña percha de bronce que contenía tres abrigos y un par de botines a sus pies, cruzando la habitación una enorme alfombra estilo persa dibujaba un mapa del mundo en tonos verdosos y en la pared contraria, una peinadora de bronce encantada con enredaderas y pájaros cantores. 

 

 

La habitación era simplemente lo contrario a la personalidad primaria de Desstiny, que solía ser fría y bastante desligada a lo mundano. Pero ver cómo su amigo se fundía en la habitación como una pieza faltante y completamente armoniosa con el entorno, solidificaba sus hipótesis sobre el cambio de su príncipe. 

 

 

      — Ven siéntate — convenció el de cabello largo, apresurando los a la cama donde fácilmente se situaron, mirando de costado a la peinadora que se llevaba la mayoría del protagonismo — ¿Qué te parece? — inquirió avergonzado el Slytherin, con sus mejillas rosadas y ojos de ciervo. 

 

 

     — ¿Que me parece? Creo que es una habitación preciosa, digna de un príncipe como tú — respondió el adulador, acercándose más al joven ojiazul.

 

 

Con gracia y algunas risas flojas, Desst exclamó — ¡Basta con eso! Es extraño escucharte hablar así, antes ni siquiera conocías el significado de la palabra "Digna" —

 

 

Extasiado por la risa ajena pero pretendiendo estar ofendido, Harry llevó una mano dramáticamente a su pecho y fingió dolor al decir — ¡Oh, la traición! Mi mejor amigo no puede dejar de comprarme con el ignorante sascuach que conoció hace tres años! Te aseguro, príncipe mío, que la evolución existe —

 

 

El Slytherin que seguía bufando entre risas, no se contuvo a abrazar por milésima vez en ese día a Harry. El contrarío, aún poco acostumbrado a las muestras físicas de afecto, tardó un poco en reaccionar de la misma manera — Te estás convirtiendo en un monstruo de los abrazos, Desst ¿Debo preocuparme por eso? — preguntó dulcemente, acariciando el cabello ondulado.

 

 

Desstiny suspiro aún enterrado entre el cofre ajeno — Realmente no lo sé Harry — 

 

 

     — Tiene que ver con tus cambios de personalidad ¿No es cierto? Algo me dice que no siquiera Poppy conoce la magnitud del cambio — indagó, cayendo de espaldas a la cama para permanecer cómodamente acurrucados — Sabes que puedes decirme lo que sea, para mí Snape y Desstiny son personas distintas, sin embargo sigue siendo una parte importante de tí — 

 

 

       — Creo que mi mente se está acoplaplando a mi edad, Harry — murmuró el pelilargo, dignandose a mirar fijamente a su amigo — Recuerdo todo lo que sabía de la magia, las pociones y todo lo que quieras sobre Hogwarts... Puedo incluso recordar cada palabra de Binns y su jodida guerra Goblin — río un poco — pero siento que mi nivel de madurez se está... Atrofiando?— 

 

Harry giro de lado para mirar mejor al niño, apoyando su puño en la sien para quedar semi acostado — Mmm, eso... Tiene sentido — admitió — aunque no lo hayamos pensado en su momento, que tú edad mental se alinee con tu edad física era algo bastante obvio, temo decir. Que no lo hayamos visto como una opción sólo nos dice que aún no aceptamos los cambios — 

 

 

Prince asintió — Por una parte es mejor, siento que muchas de mis malas experiencias como adulto no me están saboteando esta vez, pero sigue siendo raro volver a sentir.. emociones infantiles — 

 

 

Harry pareció confundido — ¿Puedes ser más específico? — 

 

 

Desst, que lo observaba atentamente, no contuvo la pequeña risa que le produjo la seriedad contraria — Realmente estar con Regulus te ha cambiado — murmuró, pero rápidamente regresó a la pregunta original — Me refiero a sentimientos caprichosos. Nunca en mi vida tuve la opción de pedirle a mi "madre" que me abrazará, hacer un berrinche estaba completamente fuera del pensamiento, así que ahora y con los cuidados de los Pomfray, siento que todo se ha vuelto un poco más.. extraño — 

 

 

Harry carraspeó la garganta en señal de reconocimiento — puedo entender eso — murmuró — ¿Algún otra emoción rara? —

 

 

Desstiny por alguna razón se sonrojó — sólo.. vergüenza —

 

 

      — ¿Vergüenza? — 

 

 

      — Sí, pero es más hacia las muestras de atención. Creo que me estoy haciendo un poco obsesivo por el cariño — comentó algo agrio.

 

 

Harry para entonces comprendió a lo que se refería su amigo. Como niños huérfanos sin demostraciones de atención, a la mínima muestra de afecto se sentirían codiciosos, eso le había pasado con Ron y Hermione y ahora le sucedía a Desst con su familia. 

 

 

Riendo, exclamó — Bueno, quizás para ti sea un poco vergonzoso pero para mí es simplemente increíble —

 

 

     — ¿Por qué? —

 

 

Abrazando/estrangulando al lindo niño, Harry río — Porque me da la oportunidad de arruinarte con mimos ¡Claro! —

 

 

Ignorando las pataletas de su amigo, Harry se permitió disfrutar un poco del contacto tan cercano con Desstiny. Hacia poco aún mantenían ese tipo de cercanía al dormir juntos en Hogwarts, pero desde que ambos encontraron cabida con sus nuevas familias, la cercanía se había vuelto poca y la ansiedad de tenerlo cerca se había convertido en un insecto corrosivo que no le dejaba en paz ni un momento del día.

 

 

Se estaba volviendo peligrosa esa sensación, y dado el historial de Harry con la posesividad, le inquietaba hasta que punto podía llegar.

 

     — Entonces ¿Llamaremos a Neville y a Blaise? — preguntó Desst, sin ninguna intención de separarse del león.

 

 

     — Claro, podemos invitarlos a una pijamada en la casa del tío Regulus, allí podremos plantear la idea del Torneo de Quidditch — unos momentos en silencio — aunque tengo una pregunta ¿Estás bien con eso? Digo, sé que veías mis prácticas en Hogwarts y, sí, ibas a los juegos pero esto se trata de un lugar muy congestionado. Por lo que dice Regulus, no estoy siquiera seguro de sí lo tomaré bien, no sé tú —

 

 

Una ligera sonrisa apareció en la serpiente — Estaré bien. Mientras esté con ustedes, el resto del mundo puede desaparecer por una o dos horas — agregó — aunque tal vez debamos hablar directamente con lady Longbottom y Madame lady Zabini —

 

 

Harry lo observó contrariado — ¿Crees que no les agrade la idea? —

 

 

Siseando, Desst respondió — Más bien creo que no le agradaremos nosotros — explicó — ¡Pero siempre es bueno intentar! — río.

 

 

     — Es aquí donde me preguntó ¿Desde cuándo eres un Griffyndor? —

 

 

     — No lo sé, quizás mi teoría es cierta y la imprudencia realmente se contagia —

 

 

 

 

 

 

_____________________

 

 

Notes:

[NOTAS DEL AUTOR]

 

Holi, se lo que van a decir:

 

1- ¿Dos actualizaciones en menos de un mes? Maldición ¿Quién eres y que hiciste con nuestro sexy escritor?

 

2- ¡ES DEMASIADO CORTOO!

 

Y sí, tienen razón. Pero dado que tuve un pequeño break en mi agenda pensé en subir este capítulo enlace. Y ¿Por qué enlace? Porque se viene actualización doble y muyyyyy larga.

 

Prontamente nos reencontraremos con los adorables seres amorosos de Neville y Blaise! Y espero rotundamente le den amor a su participación porque de aquí en adelante se viene mucha participación de ellos y de nuevos personajes (que ya conocemos de la serie)

 

Lastimosamente aún no estamos ni cerca del regreso a Hogwarts porque voy hacer énfasis en lo que todos llevamos esperando: Los pasados de cada uno. Y sí, aunque serán un poco cortos (a comparación de lo que tenía planeado en un inicio) les dejara saber que aquí los malos no son ni siquiera los mortifagos, síno los adultos.

 

Y con eso concluyó el comunicado del día de hoy (o noche, en mi

país son las fucking 12 pm y mañana hay que trabajar, ahhhhhh)

 

Colorín colorado, este papu se ha escapado muajajjaja

 

Se despide, un servidor 🖤 

Chapter 5: Reconocimiento de Parientes: Madame Zabini y Lady Longbottom (1/2)"

Notes:

(See the end of the chapter for notes.)

Chapter Text

 

 

 

 

 

Las risas no se extendieron mucho dado que la puerta resonaba suavemente en el exterior. Con un ligero "Pase" y reincorporándose en el colchón, ambos notaron la nueva presencia de una muy sonriente Poppy, que Les traía un par de jugos en sus manos — Creí que tanta charla les daría sed — exclamó antes de sentarse en la silla frente a la peinadora.

 

Ambos niños agradecieron, siendo Harry quien habló primero — Realmente me alegra verla, Madame Pomfray — exclamó el joven mientras tomaba asiento en el colchón, agradeciendo a la mujer mientras recibía su bebida —

 

      — También es un gusto para mí verte, Harry. Puedo ver qué te has convertido en un pequeño caballero elegante — citó con dulzura, mirando por completo el rostro sonrojado del Griffyndor — Bueno, aunque siempre tuviste el corazón de un caballero ¿No lo crees Desstiny? — preguntó en dirección al ojiazul.

 

Desstiny no camufló el rosado de sus mejillas cuando respondió — Imposible ponerlo en duda — respondió entre sarcasmo, sentándose sobre sus piernas mientras abrazaba una de sus almohadas favoritas.

Pomfray río suavemente, acariciando las mejillas de ambos niños con su diestra — Creo que todos hemos cambiado un poco estás vacaciones, me alegro que sea para bien — murmuró, alternando su dulce mirada de abuela en ambos.

 

Harry sintió su piel caliente justo en la zona de su rostro, mientras sonreía cohibido y exclamaba — Ciertamente, nunca creí que llegaría el día en que ansiara regresar a mi casa, pero con la presencia del tío Regi y ustedes, puedo decir que Hogwarts se ha vuelto una extensión de lo que ya siento como mi hogar —

 

Pomfray llevó su mano surda al pecho, haciendo un ademán de estar conmovida — Querido niño, sólo eso me hace más feliz aún — y otra caricia en el cabello de Harry, que parecía mucho mejor manejado. Drásticamente y dejando de lado el sentimentalismo que ambos niños aún evitaban, Poppy sugirió — Mientras entraba escuché un poco de su plan para invitar al joven Longbottom y al joven Zabini al último partido del mundial de quidditch ¿Estoy en lo cierto? —

 

Harry asintió, acomodando sus piernas cruzadas sobre la cama en una posición más acorde a su antiguo yo — Es así, creí que sería una excelente idea comentarles la idea en una pijamada, nunca he hecho una y se que el tío Regi no objetará con la idea pero.. — su tono fue bajando gradualmente de tono hasta que Desstiny completo la frase.

 

      — Mándame Zabini y Lady Longbottom — exclamó, como sí solo los nombres fueran la razón completa de los problemas.

 

      — oh — murmuró Poppy, alejándose del rostro sonriente y suave para pasar a un un poco más incómodo — Puedo ver hacía donde van tus preocupaciones Desst —

 

Harry parecía perdido — ¿Por qué es tan problemático? No lo entiendo — admitió, un poco berrinchudo al verse único e ignorante.

 

Poppy no actuó con la misma tranquilidad de antes, su tono convertido en el mismo que usaba en su ala de enfermería en Hogwarts — Harry, tienes que entender que la amistad entre un Griffyndor y un Slytherin ha sido un tabú desde la fundación del colegio, sea cual sea el estereotipo al que quieras aferrarte, y esa linea de división se ha vuelto tan marcada que inclusive después de la graduación Griffyndors y Slytherins se evitaran como el agua al aceite. Eso es lo que sucede con ambas mujeres, Lady Longbottom es una estricta mujer que ha perdido demasiado en la guerra, sus principios son antiguos y sumamente radicales, cuando "Quien tú sabes" estuvo en su apogeo, fue de las primeras cabezas de familias mágicas que apoyó con fuerza al lado luminoso — 

 

Desstiny suspiro, interrumpiendo suavemente el diálogo — Sin contar que es de los sagrados 28 y cree que todas las serpientes están del lado de "Ya sabes quién" —

 

Poppy asintió, observando con pesar la mirada cada vez menos esperanzada de Harry — Por otro lado se encuentra Madame Zabini, una mujer extremadamente fría que no ha permitido que se sepa nada de ella además de sus múltiples matrimonios. El nombre Zabini fue asociado a las líneas de "Ya sabes quién" pero eso perdió fidelidad cuando el primer Lord Zabini falleció misteriosamente mientras dormía, para cuando el título recayó en ella, una nueva fama precedió al nombre puesto que la madre de Blaise se ha casado 6 veces y enviudado en el lapso de meses, muchos la apodan como "Una viuda negra", una desalmada bruja oportunistas que ha llenado sus arcas familiares a través de lazos conyugales que ha terminado por su propia mano —

 

Harry exclamó ciertamente abrumado — ¡Eso es horrible! ¿Cómo pueden saber eso y no hacer nada? — 

 

 

     —¡Ja! — exclamó Desstiny, con palpable ironía — Harry, pareciera que no conoces el rango de poder de Fudge. Su mano solo caerá en aquellos que no puedan comprar su inocencia — el veneno destilaba desde su lengua, sin embargo cambio drásticamente al decir — No obstante esa historia solo circula entre la comunidad de "La Luz", como Dumbledore se empeña en llamar. Si bien Madame Zabini se ha visto involucrada en tratos oscuros, como la mayoría de los Slytherins que estudiaron conmigo, ella no es la viuda negra desalmada que mata a sus maridos por dinero, no se ha demostrado la verdadera razón de sus constantes enviudos pero con toda fé puedo decir que no es una mala persona.

 

     — Sin embargo sigue siendo una Slytherin, una serpiente que constantemente ha sido calumniada por el lado de la luz, no esperes que te reciba con brazos abiertos. Mucho menos cuando mencionemos a Neville — agregó la serpiente, mirando con esos fríos ojos color hielo. Momentos así le recordaban la antigua vida de su amigo.

 

Con la esperanza bastante opacada ahora, Harry preguntó — Entonces, lo mejor sería ir con ninguna expectativa ¿Verdad? —

 

La anciana miró con suavidad al joven, sintiendo el peso de su edad — No quiero arruinar tu entusiasmo, Harry. Pero la guerra nos arrebató demasiado y los surcos que antes eran leves ahora se han vuelto abismos. Lo mejor siempre será intentarlo incluso sí no sabes cómo resultará al final, pero te quedarás con la satisfacción de haber dado todo de ti en el proceso — 

 

Harry no respondió a eso, demasiado inmerso en dudas personales, demasiado inmerso en esa dicotomía extraña entre casas. '¿Que tan grande debe ser el odio para que trascienda tantos siglos?' Lo cierto es que no lo entiende y eso lo frustra. 

 

Poppy, notando el nuevo ánimo sombrío de su nieto político, exclamó — Quizás podamos concretar visitas a lady Longbottom y Madame Zabini, Regulus o Lyle estarán más que dispuestos a acompañarlos y se de buena fé, que ninguna de esas mujeres hará algo fuera del limite aristocrática mente aceptable — 

 

Desstiny la observó con duda — ¿Realmente lo crees? —

 

Ella asintió— Son sangre pura, Desstiny. La etiqueta y modales rigen la mayoría de sus acciones. Puede que no se sientan a gusto con la amistad entre ustedes, pero no los echarán de inmediato hasta escuchar sus versiones —

 

Harry río sin gracia — Pero aún así pueden echarnos— afirmó, eso no era una pregunta. 

 

     — ¿Que sucede, Harry? Nunca he visto que te acobardes por un reto — bramó la dama, dejando salir ese instinto Slytherin que aún mantenía aferrado a sus huesos.

 

El joven león lo notó, por supuesto que lo notaría luego de estar tanto tiempo en contacto con la familia de serpientes que eran los Pomfray y su tío Regi. Pero lo cierto es que no había mentira en ello, jamás se echaría hacia atrás frente a un reto, es más, su "Imprudencia" lo había llevado muy lejos y aunque muchas veces lo dejo al borde de la muerte, nunca demostró cobardía. 

 

Y su familia era reconocida por eso ¿No? Una larga lista de leones imprudentes. 

 

Riendo y aceptando el reto como el león orgulloso que era, respondió — Hagamos ésto —

 

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Convencer a sus familiares de llevar a cabo las visitas fue realmente fácil. Para ser honestos esperaban un poco más de negativa al menos por parte de los padres de Desstiny, después de todo ellos también reconocían lo poco probable que sería un buen término entre la familia Longbottom y Los Zabinis, pero habían presenciado la sólida amistad que habían encontrado ambos jóvenes con los herederos y lo cierto fue que en esta apuesta con todo en contra, un poco más de esperanza no seria mal recibida.

 

Comenzó entonces con Desstiny y Harry escribiendo cartas a sus amigos para avisarles del plan, y a su vez en Desstiny (quien tenía la elocuencia necesaria para la tarea) escribiendo a ambas matronas. Por supuesto la elegida para la tarea de enviar dichas cartas fue Hedwig, incluso cuando Harry se vio dudoso a la idea de que su lechuza terminara siendo el almuerzo de algún noble, pero ciertamente Desstiny lo convenció que era absurdamente paranoico.

 

Secretamente Desstiny arrojó todos los encantamientos conocidos sobre la lechuza que tanto amaba su mejor amigo. Sólo por las dudas.

 

Y la Nivea ave voló en dirección a las damas.

 

El resto del día en la casa Pomfray fue realmente divertido, entre bromas un poco pesadas del tío Regi al señor Lyle, el señor Lyle enviando hechizos cortopunzantes al tío Regi, Poppy regañando a ambos hombres como niños de 5 años y Sofí riendo enternecida con su taza de té en mano o peinado suavemente el cabello de Desstiny. 

 

Su adorable príncipe había resaltado suavemente en la habitación cálida y armoniza, sólo un poco más idílico de lo que ya era en esa nueva experiencia. Sus ojos (ahora) sonrientes resplandecían como dos gemas sacadas del hielo ártico, su cabello más largo de lo común sedoso y en ondas o bucles y esas adorables mejillas todavía rellenas que se tornaban rosadas con una nueva risa.

 

 

Ah... Harry estaba realmente jodido a estas alturas. 

 

Pero esa misma sensación era opacada por el conocimiento de qué, aunque el amará a Desstiny con la ferviente necesidad de un cazador, Desstiny podía no verlo igual. 

 

Era deprimente, pero ¿Cuándo la vida de Harry Potter no lo fue?.

 

Sinceramente su vida había ido de maravilla por demasiado tiempo y eso solo lo ponía más ansioso, porque nunca podía seguir así. 

 

(En su cabeza, la noticia del torneo seguía flotando amenazante)

Pero trato de enviarlo a lo más profundo de sus prioridades y aprovechar el ahora tanto cómo pudiera, así como Desstiny le había enseñado hacer, junto a su nueva familia. 

 

Aunque el término aún pesara en su lengua. 

 

El día acabo más pronto que tarde y las despedidas fueron más largas de lo que habían anticipado, al menos por parte de los adolescentes. Sin embargo la misión de "Lograr reunir al Cuarteto del Desastre" como los había apodado el tío Regi, les mantendría en comunicación continúa, y con eso el adiós no se sintió tan duro. 

 

La mañana siguiente Harry llamó a la red flu de los Pomfray para pedir la presencia de Desstiny y ahora, eran los Pomfray (en ausencia de Lyle) quienes visitaban la mansión Black) en ausencia de Regulus. 

 

Poopy y Sofí estaban más que encantadas de ver a ambos niños mostrando las respuestas de sus amigos y protectores, mientras trazaban rígidos planes de acción que los llevaría a la "aceptación absoluta" por parte de ambas mujeres. El cuadro era simplemente adorable para ambas mujeres que apreciaban todo con sus tazas de té en mano, reflejando a dos chicos bastante parecidos en sus años más jóvenes, chicos que por desgracia no se encontraban presentes debido al trabajó. 

 

Cuando la hora de la merienda llegó, ambos jóvenes estaban bastante confiados con el proceder de su plan, sin embargo una nueva hora de despedirse llegó y todo cayó en manos de la bondad de Merlín. 

 

____________________

 

 

 

 

     — ¿Estás listo para esto? — preguntó un muy serio Desstiny, luciendo sus hermosos cabellos atados en un listón alto mientras su capa cubría el atuendo semiformal que Sofi encarecidamente preparó para el día. Sus zapatos imposiblemente lustrados y brillantes se movían en la hierba, una muy imperceptible muestra de angustia infantil.

 

A su lado, el heredero Potter no se encontraba de mejor manera — ¿Quieres la respuesta cortés o la sincera? — preguntó, suspirando sobre su su capa de cuello alto y camisa de vestir gris, intentando no jugar con los volados de sus mangas y romper los pantalones de vestir demasiado ceñidos que su tío Regi había encantado para él en un mini castigo muy merecido luego de burlarse de la manera poco suave en que Madame Bones lo mando a volar, otra vez.

 

     — ¿Desde cuándo te vas por las formalidades? — acuso sarcástico el ojiazul.

 

Potter río sin ánimos — ¿Desde cuándo preguntas lo obvio? — contraatacó suavemente.

 

     — Touche — escupió con sentimiento.

 

La situación era obvia, ambos jóvenes miraban con demasiados sentimientos en contra la enorme edificación que los encaraba y se cernía intimidante, como la Mansión Zabini. Ciertamente era peligroso enfrentarse a una mujer con los antecedentes que orgullosamente proliferaban la madre de Blaise, pero entre ella y la abuela de Neville, Lady Longbottom era un hueso aún más difícil de roer. La preocupación más obvia de ambos con madame Zabini solo sería sobrevivir a la conversación, nada comparado con el infierno que les depararía con la vieja y muy terca mujer amante de la taxidermia.

 

Las rejas eran casi tan alt como las que delimitaban los alrededores del bosque prohibido en Hogwarts, pero las enredaderas y muros oscuros no hacían más que sembrar miedo en los jóvenes corazones, además de la horrible estatua de un mago pisando el cuerpo moribundo de u Muggle, que servía como fuente principal. 

 

     — Acogedor lugar ,— irónicamente exclamó Desstiny. Tomando con suavidad el meñique izquierdo de Harry entre sus dedos índice y medio. Algo que a duras penas se podía ver cómo "tomar de la mano"

 

Harry no le negó el silencioso consuelo — ¿Creí que adorabas esté estilo? ya sabes, todo lo relacionado con lo negro y murciélagos en mazmorras, lo cotidiano  — inquirió sarcásticamente.

 

     — Ja ja, habló quien vive con un Black —  el Slytherin. 

 

     — Niños, compórtense — por fin exclamó la tercera persona que los acompañaba en ese lugar. 

 

Sofí había exclamado su deseo por acompañarlos la noche anterior, cuando ambos jóvenes admitieron que planeaban ir solos. Regulus por supuesto escupió su vino sobre la servilleta blanca del señor Lyle y Poppy proliferó su disgusto en contra.

 

Sin embargo fue el padre de Desstiny quien medio entre ambos lados y postulo la presencia mitigante de su esposa como la tierra Suiza que necesitaba esa guerra fría. 

 

La mujer sonriente había admitido que, incluso sí los jóvenes estaban en contra, iría a vigilar las aguas. Y Harry podía sentir un ligero escalofrío en su espalda por la manera tan perturbadora en la que la dulce dama sonrió, lo comparto como una mamá dragona cuidando a sus crías.

 

Hermosos y peligrosos de apreciar. 

Lady Pomfray estaba perfectamente vestida como lo sería una dama de la nobleza, con un vestido de hombros tapados color gris y una capa estilo medieval con terminaciones doradas hechas de gamuza. Su cabello hecho ondas prolijamente hasta sus hombros y un colgante de oro en su estilizado cuello. Toda una reina a ojos de Harry. 

 

Sin dudas su presencia luminosa contrastaba con la penumbra del lugar, y fue aún más impactante cuando los objetivos de su misión se acercan a la reja. 

 

De la niebla (para nada aterradoramente fuera de lugar a finales de junio) emergieron dos figuras esbeltas, una alta y una mediana, ambas tan refinadas como garzas. Fue fácil discernir la piel morena de su amigo, además de sus inusuales ojos color cobre que parecían brillar en la oscuridad, venía vestido con un traje parecido al uniforme de la escuela pero en tonalidades grises y negras, algún que otro dobladillo de plata y una ilustre postura. 

 

No obstante las formalidades no duraron mucho cuando el joven sin vergüenza se acercó a sus amigos trotando para apresarlos en un abrazo que serpiente y león correspondieron, murmurando tonterías para ponerse al día mientras reían de sus atuendos. 

 

     — ¡Mierda amigo! Ahora te ves como esos jodidos estirados sangré pura de los que tanto te quejabas ¿No? — bramó el joven Blaise, haciendo alarde de esa famosa lengua de marinero ebrio qué habían descubierto tras semanas de convivir en la escuela. 

 

     — ¿Que puedo decir? Nunca se me ver tan bien el negro como a ti amigo — exclamó Harry, siguiendo la pequeña disputa entre amigos. 

 

     — ¿Disculpa? No creo haberte entendido, sólo escuché algo parecido a Salam Malekun(* imbécil — río nuevamente. 

 

Desstiny a su lado río ante la mención poco obvia de las raíces de Harry, que aunque en su piel no se percibiera el Oriente, todavía su sangre estaba bañada en ella. 

 

Su parafernalia(* fue suavemente interrumpida por la voz suave pero grave de una cuarta presencia — ¿No piensas presentarnos, Blaise? —

 

Oh, cierto. La misión. 

 

Tras el ligero tono de regaño, una quinta persona se dio a conocer. Un temblor colectivo arraso la columna vertebral de ambos jóvenes, que miraban boquiabiertos a Madame Zabini. 

 

La dama portaba lo que Harry describiría como un tradicional traje de matrimonio Victoriano, sólo que totalmente en negro. Sus manos, brazos y piel en general cubierto por la tela satinada del atuendo o los guantes de seda negra que llegaban hasta su antebrazo y se fundían con la manga del vestido, así mismo portaba un velo hecho de gasa y bordado, con pequeñas piedras de cristal y lo que parecía aros de oro. Tras toda esa tela, la piel de la mujer poco se reconocía además de ser un poco más oscura que la de su amigo. Cuando comúnmente Blaise tenía una piel bronceada como la canela, la dama tenía una piel terza y completamente nacarada en tono chocolate amargo y tras ese velo, ese endemoniado velo que no permitía demasiado a la vista, unos atroces ojos amarillos, tan brillantes como el oro. 

 

Bien, sí antes tenían miedo ahora estaban más que aterrados. 

 

La mujer no era de mala visión, al contrario. Parecía que su mismo velo le prohibía a los insulsos mortales apreciar la majestuosidad de su rostro, pero esa combinación de colores y la jodida niebla (en serio, es Julio ¡¿De donde mierda salió?!) no ayudaban al cálido comité de bienvenida. 

 

Por suerte y haciendo alarde de la mal llamada "Frialdad Slytherin", Lady Pomfray se acercó a saludar — Un gusto conocerla, madame Zabini. Lamento que los niños se tomen su tiempo para presentarse pero deben entender, es la primera vez saludando a una dama de tan noble posición — murmuró, tan políticamente que Harry comenzaba a entender cómo llegó a casarse con el señor Lyle. 

 

La dama de negro permitió una leve risa, muy leve y casi seca, atravesará su velo — Cuanta elocuencia — murmuró la dama, inmóvil a la vista general — Sabe mi nombre, más yo no conozco el suyo — exclamó, y por alguna razon Harry sintió que eso no venia de buen gusto.

 

Harry observó a la madre de Desstiny, notando que la sonrisa de serpiente ahora se ensanchaba — Oh, que desconsiderada soy. Mi nombre es Sofí Pomfray, no tengo un apellido tan reconocido como el suyo Madame, pero me enorgullezco de el — río suavemente la dama, como un colibrí — permíteme presentarle a mi hijo, Desstiny Prince y a su mejor amigo Harry Potter, ambos han venido hasta su hogar para conversar un asunto importante entre su amigo y usted —

 

 

Casi de inmediato Mándame Zabini respondió — Entonces es cierto ¿El ultimo de los Prince y el Último de los Potter? Blaise, pareces haber hecho amistades bastante interesantes — murmuró, aunque gran parte del veneno antes percibido en sus palabras, se había desintegrado. Harry creyó que se debía a Blaise.

 

Creyendo conveniente presentarse, Harry habló — Un gusto conocerla Madame Zabini, lamento mi actitud anterior, hace solo un mes no era más que un desconocido para las costumbres de los sangre pura, ahora intento recordar lo que he aprendido para no dejar en ridículo a mi querido tío — admitió, intentando jugar la carta del adulador.

 

A su lado y comprendiendo el camino a tomar, Desstiny siguió su ejemplo — Madame Zabini, un gusto conocerla de igual modo. Mi nombre es Desstiny Prince y junto a Harry soy amigo de su único hijo — exclamó el Slytherin, sonriendo a la dama con esas lindas mejillas rellenas de malicia — Lamento mi actitud anterior, mis recuerdos son pocos y su presencia me ha conllevado a un ligero shock —

 

La dama, que parecía debatirse sí dejarlos continuar o no, miro a ambos niños con recelo — Mi hijo me ha hablado mucho de ustedes, entre ellos su accidente joven Prince. Mis condolencias por su pérdida — bramó, sin mucho sentimiento de por medio — También me ha hablado de sus Casas, y cómo se han conocido, pero... Debo admitir, no estoy segura sí los describió correctamente —

 

     — Te lo dije madre, ellos no son cómo el resto de las casas — se precipitó en opinar Blaise, que parecía no tan .. informado, sobre las verdaderas intenciones de su madre. Flagrante en entusiasmo, el moreno no esperó más para rodear a casa uno de sus amigos con un brazo, instándolos a adentrarse a la guarida del león (o en este caso, serpiente?) — Vamos, quiero enseñarles la mansión¡Estoy seguro que la biblioteca te encantará, Desst! —

 

Mientras el trío más joven se adentraba sin minucidades a la propiedad, ambas mujeres debatieron un poco más entre miradas, asegurándose de no ser la perdedora en aquella batalla silenciosa. Sin embargo y debido a un nuevo llamado de Blaise hacía su madre, Madame Zabini perdió aquella lucha — Ya vamos, Blaise — exclamó la dama ante el insistente tono de su único hijo. Suspirando suavemente antes de regresar su mirada de halcón a la mujer Francesa — Adelante, Lady Pomfray. Los niños nos esperan — el tono amargo de la frase no pasaba desapercibido para nadie.

 

     — Agradezco la invitación, usted primero — murmuró de vuelta con esa suave y brillante sonrisa. Un "mmhh" proveniente de la dama morena fue toda la respuesta que obtuvo.

 

 

De ese modo, Harry, Desstiny y compañía habían logrado la primera parte del plan. "No ser despachados apenas tocar el lugar".

 

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Harry no está muy seguro de qué esperaba al entrar en una vieja y ancestral Mansión cómo lo era la Mansión Zabini. Pero siendo sincero, sus cavilaciones no llegaron a darle gloria. 

 

El lugar era cínicamente parecido a lo que esperarías de una mansión del terror. 

 

Paredes en gris y negro, un poco descoloridas por el tiempo, cientos sí no es que miles de cuadros de rostros jugones que hablaban y los miraban como sí su sola presencia fuera una mancha para su vista. Lo cierto fue que aunque extraño, la vibra en general del antiguo hogar de su amigo era muchísimo más agradable que la casa llena de tonos pasteles de la Tía Petunia. 

 

Mirando de reojo a Desstiny, su amigo parecía tener una opinión muy distinta. 

 

Aunque en su vida como Snape los tonos oscuros, lúgubres y muy monótonos habían sido la norma en su día a día, Harry había descubierto una cierta fascinación que Desstiny tenía hacia las cosas suaves y lindas, el "Por qué" no era claro, pero su amigo había revelado con anterioridad que en sus dias como Snape, cosas como su abrigo afelpado y la suave cobija que le había regalado en navidad, no estaría entre sus posesiones voluntariamente. 

 

Ahora y mirando de reojo sus dos enormes ojos azules llenos de estrellas al mirar el estilo gótico/aterrador del sitio, parece que si amigo seguía siendo muy afín a ese tipo de decoración. 

 

     — Espero que esto no sea... Demasiado — expresó con cierta vergüenza Blaise, quién había sedado un poco su entusiasmo y había comenzado a sentir nervios. Su casa, aunque rutinariamente ordinaria para el y su madre, podría ser un poco... Abrumadora, para algunos. 

 

Desstiny no tardo en responder — ¿Estás bromeando? Tú casa es increíble, debo felicitar a tu madre y a tí por la decoración. Es simplemente extraordinaria — aclaró el niño mientras observaba con afán un reloj de bronce encantado parecido al que alguna vez vio de reojo en el centro de la MACUSA en uno de sus viajes por América.

 

Blaise, encantado con la primera respuesta, giró en dirección a Harry para recibir algo parecido. Harry, que prefería los lugares un poco más campestres y menos lúgubres, admitió — Vivó en la mansión Black amigo, después de ver la colección de cabezas disecadas de Elfos Domésticos en las escaleras, nada puede impresionarme — Blaise tomó eso con bastante gracia.

 

 

     — Bueno amigo, cualquiera pensaría que todo el rollo del "Chico que vivió" y todas esas experiencias cercanas a la muerte te habrían hecho un poco más lúgubre — bromeó el moreno, sacando ese cínico y muy retorcido sentido del humor que parecían poseer todos los Slytherins. 

 

Harry, lejos de verlo cómo algo ofensivo o traumático, no reparó en devolver el golpe — Viniendo del hijo de una viuda negra, sabrás lo que significa la palabra "Lúgubre" — 

 

Pero claro, su lengua afilada no parecía compararse a generaciones de Slytherin corriendo por la sangre de Blaise — La gran diferencia amigo, yo sí luzco bien en negro — 

 

Un par de risas escandalosas rompieron la pequeña diatriba mientras seguían inspeccionando el lugar. Para cuando llegaron a la sala de recibimientos, una habitación bastante parecida a lo que se esperaría de una familia británica conservadora, el trío tomó asiento rápidamente en el sillón más grande, intercambiando discursos sobre sus vacaciones hasta ese momento y como habían mejorado sus vidas luego del final del 3er año. 

 

Blaise, feliz de tener nuevamente la presencia escandalosa de dos de sus tres amigos, se recostó en el reposabrazos mientras exclamaba — Maldición amigo, realmente me alegra que ambos hayan tenido un pequeño respiro en sus vidas, aunque debo admitir que luego del accidente con Black, Neville y yo esperábamos lo peor para su amistad — la gracia se filtraba de su boca, pero ciertamente habia restos de verdad — Aun nos deben algo mas que esa explicación a medias que nos dieron cinco minutos antes de arribar el tren, y no está sujetó a discusión — advirtió, sin embargo ambos sabian que su amigo no los obligaría realmente a nada. 

 

Harry respondió esta vez — Desstiny y yo hemos hablado de eso. En realidad, por eso en parte vinimos para pedir a tu madre la oportunidad de ir a la pijamada. De ese modo podremos ponernos al día y hablar del otro "asunto" —

 

     — Sí tu idea de misticismo es hacer comillas para todo, déjame decirte que es patético — bromeó Desstiny, empujando suavemente a Harry para que esté riera. 

 

     — Oh vamos Desstiny, hace lo que puede, dale crédito — secundó Blaise. Ignorando la mueca dramática de Harry al ser "traicionado por sus amigos. Dejadas las risas de un lado, el moreno nuevamente suspiro — Por Merlín... ¡El último juego de la Copa mundial de Quidditch! Amigo ¿Si quieres sabes lo increíble que fue leer la carta que enviaste diciendo eso? Es decir, estamos hablando de uno de los eventos más importantes cada cuatro años en el mundo Mágico, y aunque sí pidiera a mí madre un boleto fácilmente lo obtendría, todavía es aún más increíble ir con amigos — exclamó. 

 

Harry bufó — Gracias por alardear lo asquerosamente rico que eres Amigo —  Blaise río con un poco de soberbia. 

 

Sin embargo fue Desstiny quieren rodó los ojos — Habló el que se pudre en dinero Potter y Black —

 

     — Touche, amigo — válido Blaise. 

Sin embargo la conversación se vio cortada con la llegada de ambas damas a la sala. Las mujeres parecían mantener una distancia prudente desde que se encontraron y eso no había cambiado con tan solo unos cuantos minutos de convivencia. 

 

Lady Zabini extendió su mano a Sofí para invitarla a tomar asiento en un mueble individual un poco alejado de ella, mientras la propia Lady Zabini hacia lo mismo con un sofá de características similares — Entiendo Entonces, Joven Potter, joven Prince, que su carta y visita a mi hogar simula algo más que una simple cortesía social — inquirió la dama, acercando a sus manos enguantadas una taza de té humeante que junto a un juego de porcelana, habían aparecido mágicamente en el centro de la mesa ratona. 

 

Harry, haciendo alarde de su valentía Griffyndor, fue el primero en hablar.

 

 

     — Es así, Lady Zabini. Aunque no poseo motivos fraudulentos, cierto es que deseaba hablar personalmente con usted para pedirle algo —

La mujer dejó escapar un suave resoplido sin gracia, mientras sus ojos amarillos se hacían más penetrantes tras el velo — ¿Y eso sería? —

 

Tragando un nudo de nervios, Harry bramó — Quisiera pedirle su permiso para que Blaise venga a Black Manor a una pijamada — exclamó rápidamente y de un sólo respiro. 

 

La habitación se sumió en un tenso silencio mientras la dama de negro lo miraba indescifrable mente y Sofi solo tomaba de la taza de té en sus manos con una suave sonrisa perpetua.

 

Blaise, aunque siempre demostrará ser el más relajado aunque calculador del grupo, también demostraba un poco de nervios por la decisión de su madre. Y Desstiny... Bueno, no mucho se podía decir del experto en oclumancia, su rostro angelical seguía siendo indescifrable.

 

El sonido de la taza regresando al plato de lady Zabini llamo un poco la atención de la comitiva, mirando como la mujer sonreía con una expresión torcida al niño — ¿Eso es todo? — preguntó.

 

El Griffyndor no parecía muy listo para esa respuesta — ah... ¿Si? — 

 

La dama de negro volvió a hablar — Joven Potter, espero entiendan que no creo fácilmente que hayan venido a mi hogar, con la intención de hablar personalmente conmigo, sólo por eso — 

 

Desstiny carraspeó un poco la garganta antes de decir — Disculpe la intromisión, Lady Zabini, pero Harry no está explicando todos los detalles del asunto — ahora los ojos color ámbar caían como flechas en el joven pálido — La pijamada es realmente nuestra principal razón de venir a su hogar y hablar con usted, pero tiene más que ver con las personas que participaremos en esa pequeña reunión. Cómo me imagino, Blaise le habrá contado, no sólo es amigo de Harry y mío —

 

La mujer se deslizó rígidamente hasta pegar su figura al espaldar del sillón y Harry se preguntaba como ese movimiento dócil se veía tan intimidante — sí, mi hijo me ha comentado un poco del joven Longbottom — el tono en su voz no parecía para nada satisfecha — ¿Participará el en su "pijamada"? —

 

Harry asintió — Si, Lady Zabini. La verdad es que en Hogwarts, todos nos hicimos bastante cercanos y separarnos con las vacaciones fue bastante difícil de aceptar. Nos gustaría reunirnos y pasar la noche en la Mansión Black para ponernos al día con nuestras vacaciones y, disculpe sí suena infantil, divertirnos un poco cómo lo hacíamos en Hogwarts — 

 

La mujer escuchó atentamente, sin mover un solo músculo de su cuerpo l faz —¿Y? — promovió a que siguiera, puesto que la expresión del Griffyndor dejaba en claro que no era todo lo que tenía para decir. 

 

     — Además, mi tío ha comentado la idea de Regalarme boletos para el Último Juego del Mundial de Quidditch de Este año, y lo cierto es que me gustaría ir con todos mis amigos, sí eso es posible — admitió, sintiéndose un poco egoísta por querer tanto — Por eso quería hablar con usted en persona. Lo cierto es que nunca he hecho una pijamada antes y no conozco las formalidades de hablar con los padres de las personas invitadas, pero realmente quisiera que Blaise participará — 

 

Ahora mismo Harry no parecía tan valiente como al inicio de la conversación y eso era claramente visible. Sin embargo Sofi interrumpió — Entiendo, Madame Zabini que la petición es algo apresurada y usted no nos conoce más que de nombre, pero los niños son buenos amigos y la Red flu estará siempre conectada en caso de alguna eventualidad. También como madre y representante de Desstiny, así como tutora de Harry y amiga de Regulus, quería conversar sobre la posibilidad de ir juntos a la compra de los últimos escolares para el nuevo año Escolar, sé que a los niños les encantaría — habló la dama francesa con ese sutil acento. 

 

La dama de Negro parecía sopesar diligentemente las palabras de los invitados, mirando la taza de té en sus manos con cierta dureza. Sin embargo y antes de cualquier afirmación o negación, preguntó — ¿Está Lady Longbottom de acuerdo con esta idea? —

 

Ambos niños se miraron incómodos sin respuesta, Sofi nuevamente salvó el momento — Usted es la primera en ser notificada de la propuesta, Lady Zabini. Creo que entenderá los motivos — 

 

La aludida río con frialdad, tomando nuevamente su té ahora frío — Esa mujer... Sigue siendo tan rígida y obtusa desde que existe — murmuró más para sí misma qué para el resto.

Viéndose menos amenazante que en un inicio, Lady Zabini se relajó en su asiento, incluso llegando a cruzar una de sus piernas sobre la otra — Antes de darle una repuesta, joven Potter, debo preguntar acerca de la seguridad de mi hijo junto al nieto de Lady Longbottom — Harry, tomando eso como un ataque a su amigo, intento refutar rápidamente antes de ser cortado con la mano de Desstiny y la interrupción de la misma mujer — Por favor entienda, joven Potter. Estamos hablando de siglos de enemistad entre casas, más específicamente del nieto de una mujer que ha perdido mucho por Personas... De mi tipo — 

 

Harry bajo sus ánimos de discusión al notar el pequeño desánimo de la mujer, parecía un poco decepcionada,.más que obtusa y su preocupación por su único hijo era algo que Harry aunque nunca había experimentado, podía entender. 

 

El mismo vio con qué frecuencia los Slytherins atacaban a Griffyndors en los corredores, y con más frecuencia vio a los Griffyndors tomar medidas extremas con algunos Slytherins. Las Casas eran ciertamente enemigas y el conflicto no había sido pacífico, por lo que estar en un lugar desconocido con personas desconocidas, personas que probablemente podrían hacerle daño a su hijo y ella no estaría presente para ayudarlo... Harry comenzaba a comprender su reticencia con ellos. 

 

Sintiéndose indudablemente triste, Harry respondió — Creo que entiendo su preocupación, Lady Zabini. No lo había pensado desde ese punto — admitió, llevándose la atención de la mencionada de inmediato — Sin embargo, puedo prometer incluso con un juramento mágico que ninguno de nosotros desea lastimar a su hijo y por consecuencia, a usted. Blaise es nuestro amigo, uno que al igual que con Desstiny, poco nos importa la casa a la que pertenezcan. Yo mismo estuve a punto de ir a Slytherin y Neville, aunque proviene de una larga lista de Leones, es uno de los chicos más amables y empáticos que he conocido, tiene el corazón de un León y la empatía de un Hufflepuff —

Harry continuo — No puedo con esto mitigar todas sus preocupaciones, pero realmente quisiera obtener su permiso. Esto quizás sea un deseo egoísta pero nunca je experimentado una amistad que me sea tan sincera como la que ahora tengo con Desstiny, Neville y su hijo, por eso deseo compartir los momentos de felicidad con ellos y el resto de la nueva familia que he encontrado este año, y estoy dispuesto a luchar por eso sí es necesario. Así que por favor, Lady Zabini, dígame que debo hacer para obtener su permiso para continuar la amistad que entre los cuatro, hemos creado —

La sala, que ya había sido silenciosa se volvió un poco más callada. Sofí desde su asiento lo miraba con ternura, sus amigos a su lado lo observaban como sí se hubiera vuelto loco y al mismo tiempo con admiración, mientras la dama frente a él esculcaba hasta lo profundo de su ser con esa mirada de halcón.

 

Cuando Harry pensó que sus intentos probablemente les habían valido menos que nada, lady Zabini extendió su mano en su dirección, llamándolo para acercarse. 

 

Harry soltó suavemente la mano de Desstiny que aún se aferraba a su brazo, para caminar un par de pasos cerca de la mujer y quedar frente a frente por al menos 60 cm de distancia. La mujer tomó suavemente la mano de Harry y la volteó, de modo que su palma blanca y algo rasposa por horas en el jardín de sus tíos, quedó de cara a la vista ámbar de la mujer. 

 

Unos segundos y la mujer respondió — Pareces ser un niño con un corazón sincero, Harry Potter. De esos que ya no se encuentran con facilidad — anuncio la dama, trazando algunas lineas de su palma más pequeña — Pareces realmente valorar la amistad de mi hijo, y eso es algo que siempre esperé admirar con mis propios ojos — algo dentro de Harry comenzaba a avivar su pequeña llama de esperanza — Pero debes entender que en el mundo Mágico de Gran Bretaña, a los Slytherins no nos tiene demasiado estima y que por eso, no es desconocido para mí el sentimiento de intriga cuando la seguridad de mi hijo está en juego. Por eso te daré una sola condición, Harry Potter —

 

El niño, entusiasmado por conseguir la aprobación de la dama, asintió enfáticamente — lo que sea —

 

La dama sonrió, está vez con más suavidad — Convence a Lady Longbottom. Una vez que su nieto haya recibido su permiso aceptaré que Blaise asusta a esa reunión suya. También aceptaré la invitación al partido de Quidditch si eso es lo que desea y nos verás en el callejos diagon para la compra de los útiles — Blaise a sus espaldas parecía casi estallar de la felicidad — Pero sólo sí Lady Longbottom acepta —

 

Harry, consternado por la condición no pudo evitar preguntar — Puedo preguntar, lady , Zabini ¿Por qué es esa su condición? —

 

La dama respondió — Porque el verdadero reto para ustedes será obtener su aceptación, joven Potter. Puede que mi naturaleza sea desconfiada, pero incluso entre mi desconfianza puedo notar la honestidad de la gente. Sin embargo ella encontró su desconfianza de la experiencia, horribles experiencias, situaciones que enfriaron su ya rígido corazón y la volvieron venenosa y vengativa — admitió — por eso, sí logras obtener su afirmación, entenderé hast que punto puedes llegar para luchar por tus amigos y familia, y esa misma lealtad Harry Potter, es la cualidad que mas valoro —

 

Harry, sorprendido por esa explicación, no dudo al asentir con solemnidad y empeño — Lo haré, lady Zabini. Espere por favor mi carta de confirmación —

 

La dama, fría y sería como desde un inició. Asintió — Que así sea, joven Harry. Estaré esperando —

 

_____________________________

 

Minutos más tarde de la conversación primordial, el trío de niños había sido arrastrado al resto de la mansión para darles un muy merecido tour de la mansión a Harry y Desstiny, tal y como Blaise había mencionado en su última carta. En la sala permanecieron ambas mujeres tomando el té en un silencio más suave, donde sólo se escuchaban una que otra risa y exclamación de los niños en las habitaciones siguientes.

 

 

Sofí, que nunca había flaqueado su natural sonrisa,  mencionó — Parece querer muchísimo a su hijo, Lady Zabini — aunque sus palabras eran extrañas, no había doble sentido en esa afirmación, tampoco había peligro. 

 

La mujer morena al escuchar eso, dejo su taza sobre el plato de porcelana — Así es, Lady Pomfray. Creo que es un sentimiento que comprenderá al ser madre —

 

Sofí río con ternura, imaginando a Desstiny y lo feliz que había sido desde que el niño comenzó a vivir con ella, su esposo y su suegra — Si, aunque la presencia de Desstiny en nuestras vidas fue bastante reciente, tener un hijo es lo que siempre deseé. Es un niño totalmente querido por mi familia y yo, así como Harry es un miembro igual de importante para todos nosotros — admitió.

 

Lady Zabini sonrió con gracia — Parece ser difícil de no querer — bromeó, tomando otro sorbo de su taza. 

 

Sofí río con ternura — ¿Verdad que sí? Harry es un niño que ha pasado por mucho pero aún así, conserva un corazón tan bondadoso, tan lleno de amor. Es simplemente un niño impresionante —

 

     — Creo que puedo verlo, de hecho — pero su sonrisa no duró mucho adornando su faz — Me disculpo por mi comportamiento anterior, lady Pomfray, pero espero entienda que a menudo las visitas que recibo no son ni la mitad de agradables —

 

Sofí pareció entenderlo — Puedo comprender hasta cierto punto ese sentimiento. Además, puedo ver qué todo lo que usted ha hecho es por y para su hijo, Lady Zabini. Y eso es algo que nunca podría juzgar —

 

     — Creo que usted y yo podríamos llevarnos bien, Lady Pomfray — bromeó la morena. Logrando que Sofi riera una vez más 

 

     — oh, me gustaría mucho eso. Además puede llamarme Sofi, después de todo pronto seremos más cercanos —

 

La dama Zabini asintió, sonriendo por su parte — Sofí, puede usted llamarme Cassandra y realmente espero por ello — 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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* Salam Aleikum" (السلام عليكم): es una expresión árabe que significa "la paz sea contigo". Es un saludo tradicional entre musulmanes. 

 

No quiero insultar la cultura musulmana con este chiste,en absoluto, pero me base en algunos cuantos docs que describen a Harry cómo descendiente del medio Oriente, y dado que un niño "normal" no suele distinguir los distintos idiomas que pueden hacer en un continente o región, ésto se me hizo un poco gracioso (además que tengo amigos árabes y a veces hacemos estos chistes negros pero peores, créanme que me controle) 

 

* Parafernalia: Conjunto de usos habituales en determinados actos o ceremonias, y de objetos que en ellos se emplean. Usado más en sentido irónico. Este dicho es muuuuuuy acostumbrado en LATAM, en mi país se puede usar sinónimos como "bululú o parapetó" pero eso es más folclórico que otra cosa 😂

 

Notes:

[NOTAS DEL AUTOR]

Hola hola! Espero se encuentren bien y que hayan notado, tenemos más novelas publicadas Muajajajja

Lo cierto es que pronto me quedaré sin capituloa escritos y el trabajo no favorece a mi tiempo para escribir, así que estoy bastante frustrado.

Además de eso, abrí un TikTok! Aunque no he subido nada.... Pero probablemente lo haga. Así desean seguirme, me pueden buscar como:
@sujinmin86

Además quería avisar que la nueva saga que se está subiendo, no tiene una secuencia real(? Es más una antología de universos distópicos para nuestros tres personajes favoritos: Harry, Tom y Severus.

Sin más que decir, se despide un servidor 🖤

Chapter 6: "Reconocimiento de Parientes:  Madame Zabini y Lady Longbottom (2/2)" 

Notes:

Y después de mil años... Regresé

(See the end of the chapter for more notes.)

Chapter Text

 

 

 

 

Un par de días después de enfrentarse temerariamente a Lady Zabini en sus propios dominios, Desstiny y Harry se encaminaban a la que sería, su misión más escabrosa. 

 

Aunque sus ánimos se habían re-abastecido sustancialmente con la promesa de Lady Zabini, Desstiny todavía mantenía una fuerte creencia de que la abuela de Neville, aunque vieja, sería un hueso muchísimo más difícil de roer. Harry intento convencerlo de lo contrario, pero poco o nada ayudaba que en su memoria todavía estaban frescas las palabras de la Madre de Blaise. 

 

Su nuevo destino no era otro que la Antigua propiedad de los Longbottom, una casona mas parecida a la residencia campestre de un monarca inglés que lo que tenía más conocido de un miembro de la longeva corte de los 28. El lugar estaba iluminado, una notable diferencia con la casa de su moreno amigo, pero sus alrededores todavía tenían muestras de enredaderas y algunas zonas donde la maleza comenzaba a extenderse más allá de su límite. Había un lago cercano donde se podía ver una especie de pagoda o porche inglés, lleno de algunas sillas de acero brillante y patrones floreados en sus cojines, algo que (con disgusto) le recordó a su tía. 

 

También podía ver una que otra familia de gansos y cisnes, así como la escasa iluminación exterior típica de quienes no tienen alumbrado eléctrico. Pero del resto era una tradicional y muy pintoresca casa de campo. 

 

Desstiny, quien a su lado tenía un conjunto un poco más holgado que el usado en la finca Zabini, todavía estiró un poco más su capa en dirección a sus brazos, simulando el leve escalofrío de su cuerpo. Parecía que había leído sus pensamientos, puesto que fue el primero en hablar — No te dejes llevar por el exterior, Harry. Esa mujer es escalofriante —

 

A su lado y cumpliendo su papel como adulto entre los presentes, un muy fino y muy bien entrajado (así como MUY incómodo) Regulus Black, jugaba con el pañuelo de su cuello mientras secundaba al Slytherin menor — Tiene razón, Harry. Entre con anterioridad a la finca Longbottom y he de admitir, que sí Lyle hubiera estado disponible, sería él quien los acompañaría a ésta Mansión del terror —

 

Desstiny miro a Regulus con nada más que reproche — Deja de actuar como una damisela y actua como el jodido adulto que supones ser — exclamó la pequeña víbora, es acusatoriamente al Black menor. 

 

     — Me hieres, querido amigo — respondió dramáticamente el aludido — y yo que sólo quería lucir genial frente a mi adorado Sobrino — 

 

Harry solo se divirtió un poco por la discusión teatral de ambos, mitigando los nervios momentáneamente antes de mirar nuevamente en dirección a la mansión. Donde ahora, tres personas parecían acercarse — Compórtense, ya llegaron — anunció, logrando que ambos dejarán de inmediato sus acciones infantiles y girarán solemnemente en dirección a los anfitriones, aunque no sin antes recibir una mirada mordaz por parte de Desst. 

 

Ya no tan lejanamente, Harry logro darle identidad a los rostros que los recibirían ese día, uno y el más alto por el momento era sin dudas su amigo Neville, quien al verlos inmediatamente expresó su alegría con un efusivo saludo y una enorme sonrisa en su cara todavía rechoncha, venía vestido con uno de sus típicos chalecos de twit, de esos que a Desstiny le hacían doler los ojos, pero en general sus pantalones y capa eran netamente mágicos. A su lado y encorvada con la expresión más pellizcadas que la última vez en que se vieron, Lady Longbottom se ayudaba con el bastón de su mano diestra, unos pasos más adelante que su nieto, y aunque la edad ya le encorbaba los huesos y le encanecía el cabello, su postura era rígida y más que dominante, también atribuía parte de su incómodo presencia a la cosa disecada de su cabeza, el cuervo encantado que de vez en cuando miraba con odio al amable Neville cada que intentaba ayudar a la mujer mayor. Por último un hombre igual de viejo a la dama pero notablemente más senil, su presencia era notablemente más encorvada y sus manos parecían tener un ligero temblor, sus piernas también trastsbillaban cada cuatro pasos y su cabello casi inexistente era más blanco que rubio, las similitudes fisonómicas con Lady Longbottom eran obvias, y por la gran distancia que Neville se enfatizaba en tener del hombree, Harry podía dilucidar que se trataba del famoso "Tío Archi" que arrojó a Neville por la ventana de pequeño. 

 

A Harry le sentó mal ver el rostro del hombre que casi mata a su amigo sólo por creerlo un squib. Y no se alejaba mucho del sentimiento que le tenía a la mujer ceñuda. Las similitudes que encontró entre lady Longbottom y su tía cada día se volvían más incómodas. 

 

     — Harry, cálmate, estás creando una ventisca — murmuró a su lado Desst, quien se había acercado lo suficiente para acariciar su mano en señal de apoyo. Harry despertó inmediato de su ensoñación, sintiéndose levemente perturbado por su actuación menos que madura ante traumas infantiles estúpidos.

 

Sacudiendo un poco su cabeza, respondió — Lo siento. Ya estoy bien — aunque a su lado Desstiny no parecía mucho mejor. 

 

A pocos metros de ellos, Neville imitó a su anterior amigo Blaise saltando en un abrazo efusivo para Harry y Prince. Harry correspondió inmediatamente riendo y saludando con premura, mientras el Slytherin palmeo suavemente a su amigo más cariñoso con una sonrisa pequeña, un poco incomoda pero igual de feliz de verlo — ¡Estoy tan feliz de verlos! No estaba seguro de sí contactarlos luego de.. ya saben, pero cuando recibí sus cartas estalle de emoción, yo.. ¡Simplemente estoy muy feliz! — 

 

Desst respondió — Neville, puede que hayamos tenido algunos problemas en el último trimestre, pero deje muy en claro que te considero mi amigo. Y a mis amigos les permito escribirme tanto como quieran — 

 

Harry intervino — Excepto en horas de sueño, no sabes lo gruñón que se pone cuando lo despiertan — recibiendo un ligero golpe en sus costillas.

 

Neville río — Bueno, creí que he descubierto el motivo de tu odio matutino hace un par de años, joven Prince — exclamó con gracia mientras a mitad de su oración, una posición más seria y claramente característica de cierto maestro de pociones era dramatizada —

 

     — ¡Ustedes jodidos Gryffindor's, los haré material para pociones! — chillo el más bajo, tomando de rehén sus orejas derechas para rápidamente jalarlas con violencia. 

 

Ambos siguieron riendo sobre sus alaridos de dolor, logrando que la mujer que por fin llegaba a la reunión, observará todo bajo su ceñuda expresión — Neville, ven aquí — ordeno la mujer, logrando que de inmediato su nieto se tensará. 

 

Harry notó rápidamente como su amigo filtraba de su rostro cada gramo de alegría por la que haya pasado al verlos allí, sólo sonriendo con tristeza e incomodidad para alejarse en dirección a la diestra de la mujer. Desstiny tampoco parecía feliz de ver eso. Sin embargo ambos se abstuvieron de hablar. 

 

El año pasado y estando en Hogwarts, ambos tenían el control de la situación, sin embargo y siendo forasteros de los dominios de esa vieja mujer, ninguno podía darse el lujo de decir algo fuera de línea y arruinar todo su plan.

 

     — Un placer volver a verle, lady Longbottom — rompió el silencio Regulus, asintiendo solemnemente en dirección a la mujer — Archival — también reconoció al viejo, que le miraba con algo parecido a la burla — Les presento a mis protegidos, mi sobrino y actual ahijado Harry James Potter, actual heredero de la familia Potter, y un muy querido amigo de la familia, Desstiny Prince Pomfray, actual heredero de Lord Pomfray — presentó, a la par en que ambos niños saludaban muy secamente a ambos ancianos — Como verán, son grandes amigos de su nieto, por lo que el día de hoy venimos en son de paz a.. conversar — río, de es manera que muchas veces Mándame Bones entonaba los ojos por fastidio. 

 

El hombre viejo, Archival como lo había llamado Regi, habló con dificultad — ¿Amigo de un Potter y un Príncipe? Parece que no eres tan inútil como creí, muchacho — bramó en dirección a su sobrino, quién parecía amargado por aquella afirmación. 

 

Harry deseaba interceder a favor de su amigo, sin embargo fue el mismo Neville quien habló — Fueron Desst y Harry quienes me tendieron la mano en Hogwarts, ellos no se rigen por las peleas entre casas o sus diferencias, son mis amigos porque así lo quisimos y no tiene nada que ver sus apellidos o posiciones en la sociedad, Tío Archi — bramó un poco groseramente el joven, logrando que el viejo aludido lo mirara con algo parecido a la sorpresa e indignación. 

 

Pero a su lado Lady Longbottom golpeó su bastón — Silencio Neville, incluso sí dicen ser tus "amigos" no te da la potestad de ser grosero con tus mayores — bramó, haciendo que Neville se refunfuñara en su lugar, y logrando una reacción indignada de los otros dos jóvenes. Regulus a su lado torció la boca en señal de disgusto pero permaneció en el silenció más remilgado que su educación sangre pura podría haberle dado — La situación entre estos jóvenes ya la conocía desde el invierno, y creo haber dicho mi posición ante ella — murmuró mirando de reojo a Desstiny, quien no bajo la mirada ante su altanería 

 

     — Si pudiésemos continuar la conversación una vez dentro o sentados, podríamos explicarle con más detalle el motivo de nuestra llegada. Lady Longbottom — golpeó firmemente Harry, incapaz de seguir viendo a la anciana mujer arrastrar la dignidad de sus amigos y tío, a su gusto — A menos que no desee mostrar hospitalidad a una visita, de ese modo no debe preocuparse, la invito formalmente a seguir nuestra reunión en la mansión Black donde podremos sentarnos y disfrutar el té — 

 

A su lado Regulus parecía tener un aneurisma por la flagrante falta de respeto, mientras que Desstiny y Neville internamente se golpeaban las caras por la imprudencia natural de su amigo. En cambio y con una fea mueca en su boca arrugada, lady Longbottom observo a Harry cómo sí fuera alguna clase de bicho en exhibición, algo a lo que estaba acostumbrado, por lo que no se amedrentó o declinó su altanería. Estuvo a punto de asestar otro golpe al ego de la mujer cuando está misma extendió la mano en dirección a la góndola del patio — Síganme, mis piernas ya no son lo que eran antes. Y quizás así pueda mostrarle la verdadera cordialidad, joven Potter, cómo me ha querido decir —

 

Harry, que temía menos a esa mujer que al mismísimo Voldemort, fingió inocencia al decir — Después de usted, Madame — y extender su mano a Desstiny tal y como la etiqueta le dictaba hacer. 

 

Regulas deseó avisarle a su ahijado que eso solo se hacía en caso de las damas, algo que incluso Lady Longbottom y su hermano dieron el visto feo, pero sorprendiedolos una vez más (principalmente a Regulus, que en su pasado se había burlado de la misma manera con Severus y recibió un maleficio particularmente desagradable) casi se atragantan cuando sencillamente Desstiny recibe el brazo ajeno y se adentran a la pagoda, totalmente ajenos al debate mental de los mayores. 

 

Neville observa eso con una sonrisa, antes de alinearse con sus amigos y pasar una mano sobre los hombros de Desstiny, tal y como habían caminado durante su estadía en Hogwarts y Hogsmade— Harry, tú cabello ha crecido bastante¿Planeas quitarle a Desstiny su puesto como el cabello más envidiables de Hogwarts? — bromeó.

 

Harry rió un poco al decir — ¡Gracias por notarlo! Ves, Desstiny, nunca notas nada de lo que hago — 

 

     — Ustedes dos pueden irse al demonio juntos, par de dramáticos sin cerebro — refutó el más pequeño, pero bajo ningún motivo se separó de ambos Leones. 

 

Observando todo aún estáticos en su posición, Lady Longbottom, su hermano y Regulus admiraban tal muestra de confianza entre los tres niños, aunque con expresiones totalmente  distintas. Regulus exclamó — Con su permiso — antes de avanzar también a la pagoda, donde sus protegidos eran guiados ansiosamente por un muy feliz heredero Longbottom. 

________________

 

La llegada del té fue presidida por un incómodo silencio mordaz, incluso sí Neville intentaba hacer conversación a sus amigos y a Regulus para aminorar las tensiones, lady Longbottom seguía tan fiera y desagradable como la primera vez que la vieron, y su hermano... Bueno, Harry ignoraba al hombre por el bien de su mente. 

 

      — Creo que hemos retrasado demasiado los asuntos primordiales, joven Potter. Sí tiene algo que decir hágalo ya, no soy fanática de perder el tiempo — refunfuñó la mujer, el cuervo en su cabeza revoloteando y graznando.

 

Neville la observo un poco sensible — Abuela —

 

      — Silencio Neville — ordeno en cambio la mujer, logrando que su nieto se cohibiera hasta ser menos que un vistazo. 

 

Harry sintió su magia calentarse, enojado con la dama, pero a su lado Desstiny lo apaciguo — Nuestra intención Lady Longbottom, tiene que ver con nuestra amistad con su Nieto, ya que ... —

 

      — Creo que me dirijo al heredero Potter, joven Prince. Debería aprender a escuchar a sus mayores — declaró. Y ahora no sólo Harry estaba enojado. 

 

Regulus que había permanecido en silenció, exclamó — Augusta, estás siendo cruel con los niños, hemos venido en son de paz y en nombre de la amistad de los jóvenes ¿Podrías apartar tus prejuicios de esta conversación, aunque sea por un momento ? — preguntó, sonando un poco acusador, pero la mujer río con algo parecido a la maldad, causándole escalofríos a ambos niños.

 

      — ¿Prejuicios, dices? Pues lamento sí mis prejuicios me han mantenido con vida, muy diferente a mí hijo y nuera, que por cierto no pueden regocijarse al decir que tienen la misma suerte, ya que están en cama gracias a un miembro de tu familia — escupió con vitroleo, dejando que la tasa de cerámica replicará fuertemente en la vajilla. 

 

Archival río — Te recuerdo, lord Black, que no te encuentras en tus dominios. Harías bien en seguir las reglas —

 

 

Harry interrumpió — Nuestro motivo al venir aquí, es para pedir su permiso para invitar a Neville a una pijamada en la mansión Black, donde los cuatro participaremos, lady Longbottom — señaló el Gryffindor, viendo como el ceño fruncido titubeaba con sorna.

 

      — ¿Cuatro? Y ¿que otro joven participará en su reunión? Joven Potter —

 

      — Blaise Zabini — respondió Harry, logrando que la vajilla temblara por la reacción de la mujer. 

 

La anciana impacto fuertemente sus arrugadas garras contra la mesa de jardín, sacándole a Harry y a Neville un pequeño sobresalto, mientras el señor Archival apretaba sus labios y Regulus se preparaba con la varita dentro del saco. 

 

Fuera de lo que Harry habría esperado, la mujer escupió antes de decir — ¡Sobre mi cadáver aceptaré tal reunión! —

 

Neville a su lado refutó — Pero abuela.. — 

 

Sin embargo la mujer no parecía escuchar razones, gritándole de igual manera a su sobrino — ¡No te atrevas a contradecirme, Neville! ¿Acaso no recuerdas quién le hizo esto a tus padres? ¿Es todo éste capricho superior a la lealtad hacia tus padres? — 

 

Harry exclamó — ¡No le hable así! —

 

      — ¡No se atreva a ordenarme algo, heredero Potter! En este lugar eres un simple invitado y como eduque o no a mi nieto, es mi asunto — proliferó la mujer, antes de escuchar una risa cruel proveniente del Slytherin más joven

 

Desstiny debatió — ¿Educar? ¿Así llamas al maltrato constante que le inflinjes  a Neville? Parece qué después de todo, los Gryffindors no son tan "Luminosos" cómo nos hacen creer —

 

Casi de inmediato una varita apareció frente a Desstiny, trayendo consigo la reacción de Regulus y Harry apuntando a la anciana — Le pido, lady Longbottom, baje su varita — intento razonar Regulus, pero su voz no daba espacio al debate.

 

      — Está es mi casa, y yo decido sí considerar o no como amenaza a alguien, y esa pequeña víbora es una amenaza — 

 

Pero Harry estaba realmente cabreado ahora — ¿Por ser Slytherin? ¡Que decepcionante ha resultado ser conocerla! Después de todo lo que Desstiny y mi padrino me han hablado sobre los sagrados 28 y sus bases morales inquebrantables, dejarse llevar por el prejuicio me parece aúnas bajo que el hecho de atacar a un niño — 

 

       — Bienvenido al mundo real, joven Potter. No puedes opinar de algo que no sabes — bramó la mujer, mientras un muy asustado Neville intentaba hacerla recapacitar.

 

Harry exclamó — ¿Entender qué? ¿la perdida de un ser querido? Parece que no lee con frecuencia el periódico, lady Longbottom, porque mis padres murieron bajo las mismas garras que su hijo y nuera sufrieron, y no juzgo en base de primeras impresiones, a las personas —

 

Augusta bramó — ¿Y pretendes darme una lección de moral? Te faltan demasiados años de experiencia en tu vida, mocoso —

 

      — Y a usted le faltan demasiados siglos de empatía, anciana — escupió el Gryffindor, encarando a la sádica mujer — ¿Te dejas guiar por el blanco y el negro? ¡Perfecto, hazlo! Hazlo sí eso no te conlleva un futuro problema y con ello duerme perfectamente en las noches, pero no se atreva a tratar a mí amigo como un miserable ratón sólo por intentar ser mejor persona que usted — 

 

      — ¡No se atreva a insultar a Desstiny y a mí padrino por sus absurdas creencias radicales! Y por sobre todo ¡No me hablé de superioridad moral cuando apunta a un menor con su varita, sólo por verse confrontada con la triste verdad de sus actos! —

 

La mujer río — ¿Y de que verdad hablas? Niño —

 

      — La verdad que tanto intenta evadir, que es una mujer con prejuicios grabados en sus viejos huesos, vulgar y desagradable, que intenta matar toda bondad que su dulce nieto pueda proferir, ya que se siente en conflicto con emociones tan puras y sinceras. La verdad qué tanto intenta eludir, aceptando qué lo que le ocurrió a su hijo y nuera fue espantoso, pero no por eso todas las serpientes son malas, así como no todos los leones son buenos. La verdad triste y amarga, que le hace entender que está equivocada y que todos estos años lo ha estado, pero se niega a zafarse de su ego absurdo y sacar la nariz de su visión, o al menos brindarle algo de felicidad a su nieto —

 

Augusta apunto con aún más rabia al niño — ¡Te atreves a insultarme en mi casa —

 

      — ¡BASTA YA! — se escuchó un grito estruendoso sobre toda la comitiva, mismo que sorprendió de tal manera a los presentes, hasta el punto de que todas las varitas perdieran su objetivo. 

 

Allí, levantado de su silla a la diestra de la venenosa mujer, Neville jadeaba con dificultad y mejillas profundamente rojas por la ira, misma ira que iba totalmente dirigida a la anciana mujer.

 

Augusta trató de gritar una advertencia cuando Neville agregó —¿Podrías callarte alguna vez y escuchar una opinión que no fuese la tuya? ¿Realmente te molesta tanto saberte equivocada? —

 

    — ¡No te metas en lo que no entiendes, muchacho! — reprendió Archival, logrando ser interrumpido por su mismo Sobrino 

 

       — Oh, y tú sabes mucho de esto ¿No es así? ¿Así como sabías que no moriría al tirarme por esa ventana? Tío Archi — inquirió con sarcasmo, apuntando directamente al hombre senil. 

 

Augusta pareció un poco menos fiera al preguntar — ¿De que estás hablando? —

 

      — ¿No lo sabías? Y yo que creí que todos los tíos arrojaban a sus sobrinos de 3 años por la ventana de un 4to piso sólo para verificar que no era un Squib ¡Porque siempre es la sangre por sobre todo para ustedes! Tan segados por la posición y su moral ¡Pues no han hecho cosas realmente morales! — gritó el chico Rubio, estallando un par de vasos en la mesa.

 

Augusta miro levemente exaltada a su hermano mientras esté rugía — ¡Y gracias a eso despertaste tú magia! Aunque no pueda decir que te sirva de mucho, no eres más que una desgracia para el apellido de la familia —

 

      — ¿Desgracia? ¡Era un niño! — exclamó casi al borde del llanto su amigo, logrando que Desstiny inconscientemente quisiera apoyarlo — ¿Pero sabes que? Sí ser una desgracia significa que, no me dejaré cegar por colores y banderas, por negro o blanco, o la jodida pureza de la sangre ¡Orgullosamente seré una desgracia!. Ellos son mis amigos, mis únicos amigos luego de que gracias a sus constantes decepciones, sintiera que no valía estar en Hogwarts, ellos me apoyaron y creyeron en mi ¡Más que mi familia! ¿Y qué sí son de la misma familia, o si son serpientes? Sólo hay un culpable para la situación de mis padres y se llama Bellatrix Lesstrenge —

 

      — ¡No te atrevas a meter a tus padres en esto —grito Archival.

 

      — ¿Y no los has involucrado ya? ¡Cada jodido día de mi vida me han resaltado lo decepcionados que estarían de mi! ¡Cada maldito error lo han reflejado como mi incapacidad para ser cómo ellos! ¡Y no soy ellos! ¡Soy Neville Longbottom y a partir de ahora no me dejaré guiar por sus jodidos prejuicios! —

 

Un fuerte trueno resonó en el lugar, producto de la emociones descontroladas del león más alto y por la tormenta que había creado por ello. Tanto Harry como Desstiny intentaban con todas sus fuerzas no correr y esconder a su amigo de las siniestras criaturas que se hacían cargo de el, así como Regulus observaba todo aquello con pesar y cólera contenido. Pero eran las expresiones de Augusta y archival lo que hacía una notable diferencia, puesto que la mujer se veía más que sorprendida y el hombre se veía increíblemente insultado. 

 

Neville seco con fuerza las lágrimas que se habían acumulado en sus ojos, respirando entre jadeos por la sobre exigencia física que le había acarreado exteriorizar tantos sentimientos reprimidos.

 

      —No les permito que hablen más sobre la condición de mis padres o lo mucho que los decepcionó, por qué soy yo quien más ha sufrido su ausencia, de otro modo no habría terminado en sus garras venenosas y crueles —

 

La anciana ahora parecía un poco afectada por esas palabras, pero endureciendo su expresión lejos de la desolación que pudiera sentir, respondió entre dientes — ¿Eso piensas? —

 

Neville no se amedrentó — ¡Sí! — su firmeza golpeó duramente a la anciana — Y por eso te advierto, sea con tu permiso o sin el, con tu aprobación o sin ella, mi amistad con Desstiny y Blaise seguirá hasta el día en que deba seguir, porque a diferencia tuya ellos me enseñaron a confiar en mi voluntad, que en mi hay valentía y aunque no lo puedas ver en tu orgullosa cabeza, debo sentirme orgulloso por ser quien soy y no por quienes son mi familia —

 

El silencio pronto se asentó en el patio frontal de la vivienda, sólo siendo interrumpido por los truenos que las nubes grises sobre ellos producían.

 

Las lágrimas de ira no dejaban de salir de los azules ojos de Neville, así como su mandíbula no parecía poder presionarse más de ese nivel. 

 

Harry no pudo sentarse más tiempo allí para escuchar a su amigo sufrir, saltando de su silla junto a Desstiny para apoyar a su desequilibrado amigo de caer en la hierva producto de la explosión de adrenalina.

 

Desstiny escupió — Piense lo que quiera, lady Longbottom. Pero su nieto siempre será un ser más honrado de lo que usted y su hermano jamás serán — 

 

Y con eso Desstiny y Harry se llevaron por algunos minutos a Neville de esa horrible situación, apoyando al grandullón entre sus cuerpos más bajos mientras palmeaban su espalda y hombro, mientras ocultaban las lágrimas de su amigo. 

 

Tres sillas terminaron vacías mientras los adultos sopesaban la magnitud de tal revelación, siendo Augusta la mas afectada de todo eso.

 

Regulus sólo suspiro con pesar al decir — Quizás un Slytherin le arrebató a su hijo, lady Longbottom. Pero la perdida de su nieto, sólo puede atribuirsela a usted — y del mismo modo se alejó del lugar. 

 

Augusta tragó el enorme nudo de su garganta mientras su rostro permanecía con ese rictus ofensivo habitual, no obstante su cuervo ya no graznaba, ni intentaba atacar, sólo permaneciendo cabizbajo y amedrentado por todo el suceso. 

 

Archival no se atrevió a decir palabra, prefiriendo eludir ciertas culpas. No obstante Augusta preguntó — ¿Intentaste asesinar a mi nieto? — recargando gran parte de su ira en sólo esa oración 

________________

 

 

 

 

 

 

Alejados del lugar, Neville, Desstiny y Harry permanecían sentados observando a la familia desde el puerto junto al lago de la mansión, todos sumidos en un potente silencio que les traía un peso abismal. Los ojos de Neville continuaban hinchados en las esquinas, mientras sus manos se movían y frotaban ansiosas apoyadas en sus rodillas. 

 

Harry murmuró — Lo siento... Arruiné todo, otra vez — la culpa se filtraba por cada poro de su piel, mientras a su lado Desstiny suspiró. 

 

      — No sólo tú, Harry. Yo debí abstenerme. Quizás las cosas hubieran sido más fáciles — 

 

Pero Neville irrumpió — ¿De que rayos hablan? Ustedes no hicieron nada malo. Mi abuela... Ella jamás lo habría aceptado — admitió el joven, enrollando sus brazos en las piernas con un sentimiento desolador — Estoy tan molesto ... — refutó, enterrando su cara entre sus antebrazos — ¿Por qué debieron salir las cosas así? — se preguntó, sintiendo el apoyo de sus dos amigos en cada flanco. 

 

Harry habló — Sólo falta un mes más, sólo un mes y volveremos a vernos, no habrá adultos a los cuales explicar o rendir cuentas, no habrá que fingir o mantener imágenes. Porque allí solo seremos amigos y un problema como éste no impedirá seguirlo siendo — enfatizó Harry, aunque sus propias palabras no tuvieran un peso significativo. 

 

Aún así sus amigos asintieron, sumidos todavía en la depresión. 

 

     — yo... Realmente aprecio que me hayan considerado para la pijamada Harry, así como con el mundial de Quiddich y todo eso — 

 

Desstiny respondió suavemente — Eres nuestro amigo, Neville. Y serás siempre incluido en cada una de nuestras aventuras. Sin importar lo que diga tu abuela o el resto del mundo — aseguró, ganándose un par de lágrimas más del niño más alto. 

__________

 

Regresar al hogar de Desstiny fue como el término de su fracaso, la resolución de lo mucho que habían metido la pata con su misión y lo muy culpables que se sentían. Harry incluso había suplicado a Neville que le prometiera, que Augusta Longbottom no lo reprendería físicamente, o que al menos su amigo no se encontraría en peligro, incluso cuando esté le insistió que su abuela jamás había levantado su mano contra él, sabiendo que el tipo de maltrato había sido más profundo que un moretón. 

 

Desstiny también había hecho prometer a Neville que utilizaría la red flu a su casa sí se sentía en problemas, sus padres podrían ayudarlos y, dependiendo de la magnitud de la situación, abogarían por él. Cada índice de preocupación fue respondido con consuelo, incluso cuando Harry y Desst parecían al borde del llanto por indignación. 

 

Neville ese mismo día se había encerrado en su cuarto, evitando por sobre todo dirigirle la palabra a su abuela y de plano fingiendo que Archival no existía, sólo saliendo del lugar para las comidas y la biblioteca. 

 

Mientras tanto Lady Zabini fue comunicada de la desastrosa resolución de su reunión, siendo Headwing la portadora de malas noticias. Y tanto Desstiny como Harry permanecieron en sus cuartos deprimidos al menos 3 días, lo que preocupo bastante a los adultos. 

 

La correspondencia siguió entre ellos, aunque la notable pijamada fallida era un tema que se evadía como la lepra, y el entusiasmo anterior en cada letra se había ensombrecido por la derrota. 

 

Sin embargo y después de unos días después, una carta llegaría a cuatro localizaciones distintas, La Mansión Black, el Chalet de los Pomfray y la mansión Zabini, todas diciendo sólo una corta frase

 

"Está bien"

 

firmado nada más con el sello de la noble casa de los Longbottom. 

 

Y para Neville, que había encontrado la ultima carta bajo la rendija de su puerta, Fue gran sorpresa cuando leyó con impresión la única palabra escrita allí.

 

Certera, seca pero con profundo significado. Inscrito con nada menos que la letra distintiva de su abuela. 

 

"Lo siento"

 

 

_________________________

 

 

Notes:

[Nota del autor]

Holi, ha pasado mucho tiempo desde mi última actualización, creó que ya casi íbamos al año y wow, sí tan sólo supieran todo lo que ha pasado...

Nuevamente estuve al punto de ser internado en un psiquiátrico, pero está vez fue peor porque fue en conjunto con mi mamá, y la razón de verdad que todavía no la superó. Pero creo que cómo todo, sólo queda ser resiliente y seguir adelante, aunque cargues con el peso del recuerdo a cada minuto del día.

Me encuentro mal, muy mal, pero aún así quiero seguir con ésto. Porque en gran parte, esto me da un poco de felicidad, aunque sea mínima.

Y ustedes también lo disfrutan, así que, bueno, aquí está.

Espero tengan un excelente fin de semana y que les esté yendo mejor que a mí 🖤

Se despide, un servidor 🖤

Chapter 7: "La pijamada en Black Manor. Abriendo corazones"

Notes:

(See the end of the chapter for notes.)

Chapter Text

 

 

El día esperado por fin había llegado y Harry parecía todo menos su yo normal al momento en que despertó.

El tío Regulus lo esperaba en la Cocina, vestido con sus camisas manga largas blancas,de cuello abierto y pantalones de vestir negros sin zapatos. Su cabello ondulado también caía sin ataduras y en sus manos, el Diario el Profeta como de costumbre, era leído. 

 

Harry bajó rápidamente las escaleras del segundo piso, aún en calcetines y ropa de dormir, con su cabello hecho un nido de pájaros y las gafas fuera de lugar. Esa fue la imagen que encontró Regulus cuando su amado sobrino entró a la cocina, saltando como conejito por la emoción — ¿Nos levantamos alegres hoy? — preguntó con gracia, abriendo los brazos para un abrazo matutino. 

 

Harry corrió en su dirección para estrellarse contra los brazos de su padrino, todavía eufórico al decir — ¡Aún no creo que hayan aceptado venir! — mientras brincaba en sus pies. 

 

     — Bueno, no puedo decir que haya estado seguro de que aceptarían, y menos cuando hablamos de Augusta, pero debo decir que esa fiereza para defender a tu amigo conmovería incluso al mago más cruel — admitió su tío, peinando con sus dedos el fleco desastroso de Harry — Bueno, no el más cruel, pero entiendes mi punto — agregó suavemente, haciendo reír a su sobrino. 

 

Harry asintió mientras un plato con el desayuno aparecía en su lugar — ¡Gracias Sera, gracias Kreacher! — gritó desde su puesto, comenzando a comer enérgicamente mientras seguía moviendo los pies bajo la silla — ¿Irás al ministerio hoy? — preguntó, notando cómo su tío comenzaba a a atar su cabello con una liga. 

 

Regulus resopló con molestias — Lamento decir que es así, Fudge ha hecho un comunicado sobre las relaciones internacionales producto de la Final de Quiddich, y aunque nadie lo sabe aún, también estará presente el tema del Torneo — 

 

Tragando pesadamente, Harry perdió un poco de entusiasmo — ¿Crees que no deberíamos regresar a Hogwarts éste año? — Regulus suspiró triste.

 

 

     — Por mucho que preferiría esa idea, el ministerio aún me tiene en la mira y Dumbledore no vera con buenos ojos eso, hará todo lo que esté a su alcance por tenerte allí — 

 

Comprendiendo, el joven exclamó — Desearía jamás haber conocido a ese hombre — lo que le valió una caricia en su cabello por parte de su padrino. 

 

     — Cariño, no siempre podemos elegir nuestras acciones pasadas, porque eso ya no está en nuestras manos. Sin embargo elegimos nuestras acciones futuras y con quien realizarlas. Puede que Dumbledore nos simule un obstáculo ahora mismo, pero ten en cuenta que no está sólo, tienes una familia ahora mismo y más que nunca, te respaldarán — 

 

Harry permaneció en silencio unos cuantos minutos más antes de abrazar de nuevo a su tío, sintiéndose increíblemente protegido por aquellas palabras. Regulus le ofreció un beso en su cabeza, mientras seguía palmeando su espalda y brindándole confort, pensando en lo mucho que ese niño había llegado a ser, en tan poco tiempo. 

_____________________

 

La llegada de sus amigos sería a partir de las 3, lo que le daba a Harry cierto tiempo para distraerse o repasar las cosas que junto al tío Regi, habían preparado. Su entusiasmo solo había aminorado un poco, pero luego de las palabras cariñosas de Lord Black, el joven Gryffindor encontró suficiente entusiasmo como para salir a pasear (aunque no sin antes informarle a Sera y a Kreacher)

 

Kreacher, había notado Harry, era un viejo elfo doméstico que había anteriormente trabajado en la casa materna del tío Regi, donde junto a Sirius Black había crecido, pero que muy a diferencia de Sera, solía ser cruel y grosero. Sólo con Regulus el horrible hombresillo era amable, y parecía casi adorable cada paso que Regulus daba, como sí fuera una deidad. Nada parecido a lo que sentía con Sirius.

 

El día que Kreacher regresó con ellos, el tío Regi había tenido una gran discusión con su hermano. Parece ser que Kreacher y Sirius mantienen desde su juventud una relación personal problemática, lo que los llevó a el momento crítico en que Sirius echo de Grimmauls Place al Elfo, y el Elfo corrió en dirección al único amo al que siempre aceptó sin pretextos. Harry quiso indagar un poco más allí pero Regulus no parecía listo para hablar sobre su familia, y era algo a lo que Harry podía adaptarse. Después de todo, su tío le tendió la mano ciegamente cuando el no deseaba reconocer nada de su pasado. 

 

Más ahora, Kreacher parecía menos reacio con Harry, conversando un poco mientras Sera y el preparaban la comida, o cuando Kreacher le hacía mantenimiento al campo de Quiddich.

 

 

Algo parecido a la situación actual, donde Kreacher recolectaba flores del bosque cercano mientras Harry paseaba acompañado con Headwig — ¿Te gustaría alguna vez ser libre, Kreacher? — había preguntado mientras saltaba de un tronco caído, pisando con fuerza un matorral de hierva buena, que dejo una fragancia agradable en sus pantalones y suéter. 

 

El elfo gruñón lo observo con tanto terror que Harry se sintió incómodamente triste — El amo Harry desea el despido de Kreacher —

 

     — ¡No, no no no! No me exprese correctamente — exclamó el niño, acercándose un poco a la roca menos mohosa del lugar, para pararse y seguir saltando — Me refiero a qué, conocí un elfo doméstico que deseaba con todo su ser la libertad, por lo que intuí que todos vivían con ese ideal —

 

 

Kreacher negó, farfullando — La libertad es el peor castigo de un elfo doméstico, nacemos para servir y moriremos sirviendo a la noble familia que se nos ha asignado — 

 

Harry lo observó confundido — ¿Pero aún así prefieres la libertad, a servirle a Sirius, no es así? — el gruñido y un par de maldiciones bastante explícitas fueron la respuesta del elfo — Quedó claro — bromeó Harry, saltando de aquí para allá de todas maneras. 

 

El elfo solo lo siguió con la mirada un poco antes de decir — No todos los magos son buenos con sus elfos, Kreacher tuvo suerte con el amo Regulus — murmuró, tomando un manojo de hierva decorativa que, probablemente, decorarían las jarras chinas del escritorio de su tío.

 

     — ¿Por eso no quieres la libertad, cierto? Porque el tío Regi es amable — Kreacher parecía un poco triste al asentir — El tío Regulus no me habla mucho de su familia, pero tengo la impresión de que fueron muy parecidos a mis tíos — sugirió Harry, sentándose en otra roca cercana.

 

Kreacher no parecía feliz al hablar — ¡Kreacher nunca hablara mal de su familia! —

 

Harry divago — No estoy diciendo que su familia fuera mala, sólo que... Tenían una particular idea sobre la crianza — 

 

El Elfo gruñó —El amo Regulus siempre fue un mago increíble, desde niño, trato a Kreacher como algo más que un sirviente — su voz sonaba casi melancólica — El amo Harry es parecido al amo Regulus, en ese aspecto —

 

     — ¿En serio? No me considero particularmente diferente a nadie — admitió, ladeando la cabeza. Pero el Elfo continuó.

 

     — Para los magos, las criaturas mágicas jamás tendrán los mismos derechos o libertades que ellos, son objetos o propiedad, y a la propiedad no se le da "opinión" — 

 

Harry suspiro — Eso es horrible. Creo que es parecido a como los muggles ven a personas de color de piel distinta, a eso le llamamos Racismo —

 

Kreacher escucho atentamente — Pero el amo Harry Potter agradece a Kreacher y Sera cuando cocinamos su desayuno favorito, también habla con nosotros y nos pregunta por nuestro día — agregó, desapareciendo las flores en sus manos para señalar a Harry — Y eso es diferente, tal y como el amo Regulus solía ser — 

 

El adolescente asintió un poco antes de decir — Entonces mis amigos te agradarán un poco más que el resto de los magos, Kreacher. Porque ellos reconocen el esfuerzo y el corazón, antes que otra cosa — 

 

Un par de horas después Harry entraría alegremente a la mansión, conversando con Sera sobre las flores que había visto junto a Kreacher y alargando el increíble aroma que desprendía el horno de la cocina. De ese modo lo encontró Regulus al regresar a casa, un poco cansado y frustrado por la mañana que había tenido, pero feliz de ver a su sonriente sobrino hablando con los elfos — Oh Sera ¿Estoy viendo preferencias? No sueles hornear tartas de limón para mi — exclamó un muy dolido Black, abrazando por un lado a Harry mientras veía a la elfina sacudir su cabeza y con las manos a los costados.

 

      — Eso es porque el amo Regulus no tiene autocontrol, la última vez que Sera horneo tarta de limón, el amo Regulus termino en San Mungo con dolor de estómago — bramó la adorable elfina, desapareciendo la tarta justo segundos antes que Regulus pudiera tocar el merengue — La tarta es para el postre, amo Regulus, por lo que deberá esperar — sonrió, guiñándole un ojos a Harry antes de desaparecer una vez más a la Cocina 

 

Harry reía cuando escuchó a su tío decir — Oh, regañado por mi elfina ¿Que dirían de mí? —

 

 

Harry exclamó — Dirían que eres blando, pero eres genial así —prefirió antes de abrazar de nuevo a su dramático tío, quien asintió y le siguió en las risas.

 

      — Mientras mi sobrino diga eso, no tengo más nadie a quien impresionar —

 

Ambos almorzaron tranquilamente hasta que el reloj marco las 3, de modo que Harry se había cambiado la ropa a una más presentable antes de bajar al estudió de Regulus y juntos esperar a sus invitados. El adolescente saltaba efusivamente a la espera de sus amigos, mientras Regulus sonreía desde su escritorio esperando la señal de la Red flu. 

 

Justo a las 3:30 pm, dos avisos llegaron a la chimenea de su tío, quien inmediatamente abrió el paso para recibir, junto a su sobrino, a tres jóvenes adolescentes. 

 

El primero en llegar, por supuesto, fue Desstiny. Acompañado de Lyle y Sofí, quienes saludaron con efusivo cariño a ambos hombres — Cuanto tiempo sin verte, amigo — había dicho Lyle mientras apretaba la mano de Regulus, observando a su derecha como Desstiny y Harry se abrazaban felizmente.

 

     — Te vi hace media hora, idiota pomposo. Ahora dejame saludar a mi querida cuñada — exclamó grácilmente el Black, golpeando con suavidad el hombro de Lord Pomfray para mirar a la mujer francesa — Sofí, cómo siempre es un deleite verte — saludo alegremente, abrazando a su amiga con fuerza.

 

Sofí río encantada al decir — ¡Lo mismo digo, Regulus! Por favor, cuando Harry y tú estén libres pasen por nuestro hogar, siempre habrá un plato de estofado con su nombre en ellos — 

 

Regulus, quien era fiel amante del estofado que hacía su cuñada, exclamó en dirección a Lyle — ¡Y por eso me agrada más mi cuñada! — antes de recibir un fuerte maleficio punzante en las costillas. 

 

Harry y Desst, que miraban todo desde un lado, rieron al decir — Vamos tío Reg, sabes que solo es tu estómago hablando — mientras Regulus admitía eso sin demasiado problema. 

 

El sonido de la Red flu causó el declive de las risas, justo a tiempo para que una mujer y un joven de piel morena entrarán a la oficina. Cómo siempre Blaise encontraría la manera de casi derrumbar a ambos chicos con sus abrazos, mientras una elegante lady Cassandra saludaba desde el marco — Buenas tardes, espero nuestra llegada no interrumpa la reunión — 

 

Harry inmediatamente saludó — Lady Zabini, me alegra mucho verla hoy — con su sonrisa perpetua brillando alegremente. 

 

La mujer, que continuaba con su velo en rostro, sonrió antes de reverenciar a los adultos presentes, que correspondieron a su saludo, antes de acercarse a Harry con afecto — También me alegra verte, Harry. Y Desstiny, siempre es grato ver a jóvenes tan amables como ambos —

 

Desst sonrió un poco cohibido — Muchas gracias, lady Zabini. Y gracias por permitirle a Blaise acompañarnos —

 

Blaise exclamó — ¡Oh no se librarán de mi tan rápido! — antes de abrazar con más fuerza a un gato arisco llamado Desstiny. 

 

Las formalidades pasaron a segundo plano cuando un tercer sonido inundó el lugar, está vez siendo Lady Longbottom quien llegaba junto a su nieto Neville. 

 

      — ¡Neville! — exclamó Blaise inmediatamente

 

 

      — ¡Blaise! — correspondió el joven rubio, estrechándose en un fuerte abrazo que dejo a varios adultos al riendo — Desstiny, Harry, me alegra tanto verlo — agregó, aún con Blaise colgando de su hombro.

 

Desstiny se fingió ofendido — ¿En serio? Creí que no nos reconocerías, siendo que saludaste sólo a Blaise —

 

Harry también acompañó esa expresión dramática al decir

— Nos olvidaron, Desst. Ahora sólo quedamos tú y yo — fingió llorar.

 

Blaise bufó —. Si, sí, lo que digan reinas del drama. Pero les recuerdo que no he visto a Neville desde el comienzo de las vacaciones, y a ustedes les he visto la cara demasiadas veces en muy poco tiempo — exclamó, manteniendo un brazo sobre los hombros del rubio que no paraba de reír.

 

      — Bueno, estoy de acuerdo con Blaise hasta cierta parte, pero también me da gusto verles — 

 

Los jóvenes rieron un poco más antes de escuchar a su lado un profundo carraspeó proveniente de la dama mayor que seguía en la sala. Lady Longbottom miraba con la misma severidad de siempre en su dirección, algo que había cohibido un poco a Neville por haberse olvidado de ella, sin embargo y siendo el anfitrión principal, Harry saludó.

 

      — Lady Longbottom — fue su seco reconocimiento, una diferencia notable de cómo saludó al resto de los individuos presentes. Pero dado sus antecedentes con la fría mujer, fue mucho más de lo que el joven reconocía que se merecía.

 

La vieja matrona expuso una mueca torcida al decir — Heredero Potter — y seguir con las presentaciones incómodas. Los niños fueron dejados de lado antes de que sus fríos ojos de buitre cayeran en presencia de la mujer de velo, que también le miraba con recelo desde su esquina, junto a Sofi — Cassandra — reconoció con mucha tensión, mientras su cuervo encantado graznaba molesto. 

 

      — Augusta — respondió de la misma manera la mujer, acercándose suavemente a su hijo antes de decir — Blaise, cariño. Te presento a Lady Longbottom, matrona de la familia de tu amigo — murmuró, todo con sus manos en los hombros de Blaise, en una acción protectora que todos notaron.

 

Augusta caminó unos cuantos pasos en dirección a Neville, quedando a centímetros junto al joven y con sus manos firmemente apoyadas en su bastón — Neville, Lady Zabini. La madre de uno de tus amigos y matrona del apellido — correspondió, aunque su rostro seguía siendo una mueca estirada. 

 

Ambos saludaron un poco incómodos antes de que sofí y Lyle interviniera, cómo siempre, listos para aplacar el mal humor colectivo — Es un honor que todos nos encontremos aquí, principalmente porque nuestros niños mantienen esta hermosa amistad — había dicho Sofí, sonriendo a ambas damas por igual mientras acercaba a Desstiny con su manos. 

 

Lyle asintió, presentándose como el patriarca de los Pomfray antes que Regulus sonriera democráticamente — Ambas me conocen, Lady Longbottom, Lady Zabini, así que todas las presentaciones fueron hechas. ¿Que les parece acompañarme a la mesa? Estoy seguro que debemos concretar futuros acuerdos para la asistencia del partido de Quiddich y la compra de los útiles en Diagon. Pero antes, Harry cariño ¿Que te parece mostrarle los alrededores a tus amigos? Estoy seguro de que les encantará el jardín y campo trasero — agregó el joven Black, revolviendo cariñosamente el cabello ondulado del joven. 

 

Harry asintió — ¡Claro! Hasta luego Lady Zabini — exclamó animado el niño, antes de despedirse un poco más rígido de la otra presencia — Lady Longbottom — y sonreír tiernamente a los padres de Desstiny al gritar — ¡Les va a encantar, vengan! — y ser seguido por el resto de la comitiva infantil que no dudaron en dejar las imágenes aristocráticas de lado para comportarse como niños. 

 

La sala permaneció en silencio un corto periodo de tiempo antes de que Regulus aspirará — ¡Bien! ¿Quién quiere té? — 

_____________________

 

Por el lado de los jóvenes, Harry le enseñaba su parte del bosque preferido a sus amigos, mientras sostenía la mano de Desstiny cada que una roca o sección de barro parecía demasiado alta para él — ¿Y no le hablaste por el resto del día? — exclamó impresionado, sujetando la cintura del Slytherin para bajarlo de un tronco mientras Neville asentía enfáticamente.

 

      — Jamás había permanecido tanto tiempo sin hablar con la abuela, pero ese día realmente me sentí cansado de estar callado siempre y no hacer nada — explicó, dejándose caer un poco menos rígidamente que cómo estaba acostumbrado a comportarse junto a su abuela.

 

Blaise, que ya los esperaba en una roca más adelante, exclamó— Maldición amigo, me hubiera encantado ver toda esa discusión —

Neville río mientras negaba. Aunque fue Desstiny quien respondió.

 

      — ¡Por supuesto! La próxima vez que seamos apuntados con una varita por una persona con AÑOS de experiencia, te llamamos — y claro que Blaise levantaría su dedo medio con sarcasmo mientras Neville y Harry reían. 

 

Harry exclamó más tranquilamente — No creas que fue divertido, Blaise. En realidad creí que la había cagado. Ahora imagina mi sorpresa cuando llega la carta de la abuela de Neville diciendo que acepta la propuesta ¡Incluso le pedí a Kreacher que me pellizcara! —

 

Desstiny río — Puedo imaginar lo confundido que estaba el pobre Elfo — Harry asintió — Pero estoy de acuerdo con Harry, la frustración que sentí ese día no creo poder compararla con algo ya vivido, tan fácilmente. Porque estaba entre la acción de hablar y empeorar las cosas, o callarme y permitir que Augusta insultara a mis dos amigos frente a mis narices. Realmente no sé cómo Regulus se contuvo tanto —

 

Harry pareció pensativo — En realidad, el tío Reg me abrazo inmediatamente llegamos a casa, quizás se sintió inútil luego de tanto dilema, después de todo el fue el más entusiasta de los tres — puntuó, y Desstiny exclamó de acuerdo. 

 

Blaise entonces suspiro — Demonios... Muy bien, quizás ya no me gustaría haber estado allí — admitió, apuntando a sus amigos — ¿Creen que no se maten estando todos en una habitación? —

 

Neville tembló un poco ante la expectativa de una pelea — Y-Yo no creo que lleguen a eso ¿O sí? —

 

Harry prefirió no opinar, por lo que todas las miradas cayeron al único que podría tener una vaga idea de ello. Desstiny exclamó — Sólo queda esperar y ver qué tan maduros aparentan ser — mientras subía sus brazos totalmente ajeno al miedo de tres jóvenes a sus espaldas. 

 

Después del bosque viendo el campo de Quiddich, que maravilló de sobremanera a Neville y Blaise, mientras que Desstiny lo observaba sin mucho ánimo. Lo que ocurrió contrariamente cuando llegaron al invernadero de Kreacher y Sera, que fue el sitio donde Neville y Desst querían inspeccionar a profundidad mientras que Blaise y Harry esperaban con manos cruzadas burlándose de ambos chicos. Y por supuesto la biblioteca de Regulus, que había sido abierta con la única condición de que, cualquier libro que fuera tomado de allí, sería notificado al Black, y aunque Harry no dijo nada Desstiny sabía que el mensaje era casi total y completamente dirigido a él, y quizás un poco a Zabini. 

 

Pero para cuando regresaron al salón principal, los adultos conversaban tranquilamente en sus asientos de quién sabe que tema. Regulus no se veía tan tenso como en un inicio y lady Cassandra conservaba el aspecto menos asesino de su figura cruzando ambas piernas bajo el vestido largo y negro. Lady Longbottom no desechaba su perpetua mueca juzgona, pero el cuervo en su cabeza permanecía inmóvil lo cual era una excelente noticia. 

 

Al llegar la primera en ser consciente de ellos fue Sofi, quien les abrió los brazos afectuosamente — Niños, estuve a punto de llamar a Será para que los trajera, Regulus nos habló de un pie de limón que ha estado esperando por mucho tiempo — río, logrando que Harry exclamara en dirección a su tío.

 

      — ¿No te permitió comerlo sin nosotros, verdad? — Regulus levantó ambos hombros con dramatismo.

 

      — Preferitísmos, Harry. Preferitísmos — y Desstiny y él aludido rieron un poco más sabiendo lo berrinchudo que podía ser el Black menor con los postres. 

 

Harry miró a la madre de Blaise antes de preguntar — ¿Se pusieron de acuerdo con respecto al Torneo? — con un aire inconscientemente emocionado, algo que no pasó desapercibido para nadie.

 

       — ¿No podemos con la emoción? — preguntó amablemente Lady Zabini, sonriendo tras el velo a los cuatro niños que parecían morir de curiosidad. 

 

Y aunque la participación de Augusta seguía siendo mínimamente cortes, Cassandra parecía cada vez más cómoda con la interacción, y tal parecía Sofí y ella, habían establecido una muy buena conversación luego de haber pasado el tema de "Mamás dragonas" a un lado. Gracias a ello, fue la misma Cassandra quien habló — Hablando con sus tutores quedamos en reunirnos todos en el ministerio para tomar un Traslador Internacional que nos llevará al Campeonato de Quiddich — puntualizó, dejando de lado su taza de té para recibir en el mismo sillón a su hijo — De ese modo el trayecto será más ameno y podremos coordinar la tienda de acampar — 

 

Desstiny sonrió — Lady Zabini nos acompañará — y aunque había un poco de curiosidad en su frase, fue más una afirmación entusiasta. Cassandra asintió mientras acariciaba el cabello de su hijo, que parecía aún más emocionada que el resto.

 

      — ¡¿En serio?! ¡Gracias mamá! — gritó Blaise, abrazando a la mujer de negro que muy orgullosamente correspondió al afecto. 

 

Neville en cambio miraba más confundido que crédulo a su abuela — ¿Estás de acuerdo con eso? — preguntó, y tristemente Harry y Desstiny notaron la falta de anhelo que podría tener su amigo con el sólo hecho de que la mujer fuera con ellos. 

 

Augusta también pareció notarlo, aún así bramó — ¿Crees que te dejaría ir sólo, sin supervisión? ¡Ni hablar! Es un campeonato mundial, es decir que demasiados magos de otros lugares irán a esa revuelta, no confiaría a mi único nieto en ese tipo de sitios aunque el mismísimo Fudge me asegurará tu bienestar — exclamó la mujer, y Lyle, para aligerar un poco el ambiente, bromeó.

 

      — ¿Fudge? No le confiaría ni a una mosca — causando que la mayoría riera. 

 

       — Y eso que se pueden reavivar — mencionó Regulus, apoyando con su grano de arena a la buena interacción, logrando que Lyle lo señalara como algo completamente correcto. 

 

Comenzaba a sonr el reloj de las 4 cuando una formal Sofí, interrumpió la conversación — Lamento decir que Lyle y yo debemos regresar a nuestras ocupaciones — comentó la dama, acercándose a todos los niños para acariciar sus mejillas tiernamente — Diviértanse mucho, y por favor no se duerman tan tarde — bromeó, tomando a su hijo de las mejillas para dejar un par de besos — Mon cour, disfruta la pijamada. Mañana vendré por ti —

 

 

Desstiny asintió abrazando a la joven mujer, y atrayendo a Lyle en El abrazo mientras se despedía — Gracias, los veré mañana — 

 

Lyle abrazó un poco más al niño antes de despedirse — Cuídense todos, y no le hagan tantas travesuras a Regulus. Recuerden que ya está viejo para eso —

 

Harry, quien tenía una familiaridad mas íntima con los padres de Desstiny, asintió — No se preocupe señor Lyle, mañana todavía podrá ir al trabajo — logrando que el hombre aludido riera con nervios.

 

      — ¿Es muy tarde para arrepentirme? — susurró Regulus desde atrás, causando risas en los niños. 

 

La siguiente en levantarse con sutileza fue Cassandra, quien inmediatamente abrazó a Blaise mientras decía — Yo también me retiro. Disfruta la noche con tus amigos Blaise, y recuerda no exagerar con la hora sí consigues un libro interesante — advirtió.

 

      — No te preocupes mamá, intentaré controlarme — respondió el joven moreno, recibiendo el abrazo de su madre con mucho ánimo.

 

Cassandra se despidió del resto de jóvenes pasando una de sus manos enguantadas sobre los cabellos finos de todos, dejando una sonrisa más sutil para Harry y Neville, este último incluso pareció sorprendido por la amable acción de la dama al no ignorarlo — Cuídense niños, espero verlos en una sola pieza mañana — anunció, tomando el segundo viaje de polvos flú una vez Sofí y Lyle se habían retirado. 

 

Por última Augusta suspiro levantándose del sillón, ambas manos todavía firmes en el báculo mientras su cuervo despertaba momentáneamente para aletear — Yo también me retiro — anunció, adelantándose a los polvos flú para mirar con su mismo rostro serio pero un poco preocupado a su nieto — buena noche a todos, espero mañana encontrárlos presentables — e inmediatamente se fue, ignorando incluso la falta de despedida de su nieto. 

 

Regulus, que seguía en su asiento y había presenciado cada uno de los consejos de cada tutor, observo con un poco de tristeza la expresión complicada de Neville, y la mirada levemente soñadora de Harry, interfiriendo en su atención para decir — Muy bien, dado que han merendado ¿Que les parece sí pasamos primero por la biblioteca, para que Desstiny encuentre un libro, y nos embarcamos en un juego de Quiddich? —

 

      — ¡Suena como un plan para mí! — exclamó el moreno, afincando su brazo sobre el hombro de Harry antes de decir — ¿Estarás bien, Potter? Ya sabes, todo el asunto de la camilla y tu falta de vuelo. No quisiera lastimarte — bramó arrogantemente Blaise, mirando sus uñas como si fueran algo de otro mundo. 

 

Harry lo dejo caer al momento en que el pobre se había confiado — Descuida, Blaise. Tendré piedad contigo — alardeó, logrando que el moreno demostrará una vez más sus fuertes instintos de competición.

 

Neville se veía bastante emocionado aunque un tanto asustado, mientras Desst, sólo esperaba no verse envuelto en el tema de las escobas y la altura. 

_____________

 

Cuatro niños y un adulto pronto llegaron al extenso patio de Quiddich con escobas y protecciones en mano, el clima comenzaba a enfriarse incluso siendo temporada de verano, aunque Harry intuía que las protecciones del lugar tenían algo que ver, dado la permanente neblina que rodeaba las tres propiedades mágicas que había visitado en esos últimos días, eso o la neblina extraña solía asentarse solo en mansiones aterradoras a mitad de la nada. 

 

     — Bien chicos, se que seran cuidadosos sí desean que estás reuniones se repitan, pero no está de más recordarles tener cuidado y no precipitarse a la muerte. Harry, habló contigo — puntualizó seriamente, aunque eso sólo causó muchas risas entre los niños — Estaré aquí haciendo les compañía, por lo que pueden divertirse sin inconvenientes, pero siendo precavidos ¿Okey? —

 

     — ¡Entendido! — exclamaron 3 jóvenes, con sus escobas en mano y la emoción expectante. 

 

Desstiny en cambio tomó asiento junto a Black con uno de los libros del hombre apoyado en las piernas, su vista seguía entretenida en sus amigos, pero más que nada cuidando que Harry no intentará matarse nuevamente. 

 

A su par, los jóvenes despegaron y dieron algunas vueltas de práctica antes de jugar con una Quaffle de manera interactiva. Arrojar, tirar, robar y pasarse la pelota fue sin dudas entretenido para los tres jóvenes, que reían y a veces gritaban con efusividad mientras Harry, cómo era de esperarse, sobresalía en la actividad. Neville en cambio parecía ser el peor en el juego, pero las risas no se limitaban a sus malos pases o su incapacidad para sostener correctamente la pelota, más que nada riéndose de lo muy fastidiado que se veía Blaise cuando Harry lograba superarlo en algo. 

 

Su diversión era contagiosa para Black, quien miraba de vez en vez a los niños jugando. Así mismo su vista caía de vez en cuando en su antiguo compañero de estudios, que parecía encantado viendo a cierto castaño en el cielo — Seguirá allí incluso sí dejas de mirarlo — bromeó, aunque su amigo nunca fue muy rápido en cuanto a las indirectas. 

 

     — No lo viste caer de su escoba como yo lo vi — anunció, todavía con el rostro sereno — Es increíble, jamás creí que algo tan soso como el Quiddich terminaría gustándome, mucho menos que animaría a un Griffyndor, entre todo —

 

Regulus suspiro, medio enternecido y medio burlesco — Quizás tiene mucho más que ver, quién es la persona, a cuál es su casa y sus colores — 

 

Desst desestimó — No lo creó, pero sigue siendo algo interesante — 

 

Sabiendo que Desstiny sería tan obtuso como en un pasado, prefirió no seguir ahondando en esa conversación. Sin embargo notó con cierta simpatía el broche en el cabello de su amigo — Ese fue uno de los obsequios de Harry ¿verdad? Debo decir que mi sobrino tiene buen ojo —

 

 

Desst se permitió sonreír, tocando lentamente el broche a la par en que cepillaba su cabello — Admito que me gusta más de lo que esperaba — comentó, intentando no mostrar el sonrojo en sus mejillas. 

 

Regulus río, no dejando escapar la oportunidad para palmear la cabecita de su amigo antes de decir — A veces la vida nos sorprende de maneras gratas — 

 

El pelinegro admitió — Parece que está vez, debo darte la razón — 

 

Las siguientes casi tres horas se derivaron en lo mismo, los chicos jugando y persiguiéndose con sus escobas entre risas, Regulus y Desstiny leyendo en la comodidad de las gradas, y alguna que otra risa o burla que saldrían entre ellos por alguna pirueta tonta o arriesgada hecha por alguno de los jugadores que promulgará al buen tiempo del día. 

 

El reloj cucú marcaría las 7 cuando algunas gotas empezaron a caer sobre ellos. Regulus llamó de inmediato a los chicos que seguían riendo y empujándose entre bromas, antes de que todos juntos regresaran al refugio del hogar. Sera los recibiría con chocolate caliente y galletas de avena antes de mandarlos a bañarse y a cenar, lo cual también trascurrió entre risas y jugueteos entre niños, elfos y adulto. 

 

El tiempo pasó volando cuando Regulus los ayudó a transfigurar una de las salas de estar en una carpa caída junto a colchones y mantas que usarían esa noche los niños, algunas velas flotantes les haría recordar con añoró a Hogwarts, mientras la presencia mágica de los elfos y los dulces remontaría las noches de charlas en la sala de Menesteres.

 

 

      — Bueno niños, recuerden lo que les dijeron sus familiares. Disfruten la noche pero no se acuesten tan tarde en la madrugada — inquirió el tío Reg, quien ya poseía su habitual bata de seda y camisas blancas holgadas que usaba para dormir. Un último abrazo para su sobrino y algunas palmaditas para sus amigos fueron las buenas noches, antes de que se retirará y les permitiera a los amigos hablar y cuchichear secretos en la tranquilidad de la noche.

 

Acostados boca abajo, entre risas bajas y algunos chistes, Neville comentó — Ésto ha sido muy divertido, jamás imaginé que las pijamadas fueran tan divertidas — admitió, abrazando la almohada que le permitía estar medio erguido, mientras observaba con algo parecido a la melancolía en dirección a la gran chimenea — Y pensar, que la abuela no me quería dejar venir —

 

Blaise, que sintió el cambio de ambiente por parte de su amigo, inquirió — ¿Siempre ha sido de ese modo? — y más que curiosidad, había preocupación. 

 

Neville suspiro — La condición de mis padres es delicada, eso la ha vuelto muy poco empática —

 

Harry cuestionó — Mencionaste algo acerca de la familia de mi tío, Neville... ¿Tiene algo que ver...? — el asentimiento de su amigo sentó su preocupación.

 

Desstiny, que conocía un poco de ese tema, murmuró — Están en San Mungo ¿Verdad? En el área de Maldiciones y Maleficios —

 

Neville suspiro muy profundamente, tragando grueso y con los ojos un poco llorosos — Mis padres pertenecieron a la resistencia mágica que lucho contra... Ustedes saben. Ellos lucharon de mano a Dumbledor para defender los ideales de la Luz, pero se expusieron demasiado y una horrible bruja los atacó —

 

      — Ellos están... — preguntó Blaise.

 

 

Desstiny en cambio negó — La maldición Cruxiatus, sabes lo que causa en un tiempo prolongado — agregó, tomando suavemente parte del brazo de Neville para dar, un pequeño apoyo. 

 

 

Neville asintió — Mi padre debe tener asistencia 24 horas, puesto que no puede ni siquiera moverse más allá de leves espasmos. Y mi madre... Ella no me reconoce, todos los días realiza la misma rutina sólo para olvidarla y volverla hacer. Reconoce la presencia de las personas, pero sólo balbucea cosas sin sentido, incluso a mí, me ignora — 

 

Desstiny habló — Recuerdo esa noche, cuando atacaron a los Longbottom's. Jamás creí que llegaría hasta ése punto — admitió. 

 

Neville suspiro, mirándolo en cambio — ¿Tú... Participaste en eso? — y aunque había tristeza, no había rencor entre sus palabras.

 

 

Desstiny se apagó — No, jamás interactúe activamente entre las redadas. Pero recuerdo que le delegaron la tarea a Bellatrix, Rodolphus y algunos otros tontos que en este momento, todavía no logró recordar correctamente. Pero nunca participe de manera física —

 

Harry sintió cierta congestión cuando preguntó — ¿Por qué te uniste a ellos? — 

 

Y puede que el ambiente haya cambiado de manera irreversible a partir de allí. 

 

Desstiny se encogió, había una verdadera culpa en sus ojos — Yo... Me equivoqué. En ese entonces era una persona muy solitaria, demasiado voluble y con mucho rencor. Deseaba ser reconocido, al menos sentir que mi esfuerzo y nombre no morirían en el olvido, tal y como le sucedió a mi madre —

 

Blaise alegó — Tú madre fue Eileen Prince, la ultima registrada por el nombre de los Príncipes —

 

Desstiny asintió — Mi madre tenía una pésima relación con sus padres, entre sus malas decisiones se encuentra casarse con el muggle con quien me tuvo. Ese hombre fue... — un leve silencio se asentó mientras su mandíbula comenzaba a temblar — Tobias Snape... Ese maldito borracho, era todo lo que odiarias y repudiarias de un muggle. Sí no estaba en el bar, estaba en casa golpeándonos a mí madre y a mí, mientras la luz poco a poco se apagaba en mi mamá. En mi cuarto año ocurrieron demasiadas cosas, entre ellas la muerte de mi madre y mi custodia cayendo total y completamente en ese hombre. Fue entonces cuando también perdí a una de las personas más importantes de mi vida. Tu Madre — 

 

Una fuerte exhalación grupal salió de todos ellos mientras Harry, quien había percibido todo con agonizante atención, preguntó — ¿Mi... Mamá? —

 

     — Lili fue mi mejor amiga desde niños, crecimos en la misma comunidad, sólo a algunas manzanas de distancia. Descubrimos juntos la magia y como usarla en sus inicios, también fue la única a la cual no le importó ser vista con un pobre y demacrado niño huérfano — río con cinismo — En Hogwarts, aunque quedamos en casas distintas, seguimos nuestra amistad. Pero ella solo buscaba la diversión y el aprendizaje, yo por en cambio, deseaba el reconocimiento. Mis amistades en Slytherin fueron creando una brecha entre ambos que, en cuarto año y por una presencia externa, cortaron los caminos que nos conectaban — una lágrima de tristeza combinada con ira, cayó desde su ojo izquierdo — Tú padre — resintió — James Potter, Lupin y Sirius Black, fueron mis verdugos durante toda mi vida en Hogwarts, atormentándome, lastimándome y haciéndome siempre sentir que este mundo era un cruel recordatorio de mi infierno personal. Hicieron una broma particularmente cruel, que me expuso a la burla pública. Y Lilly, no hizo mucho para defenderme o ayudarme — expresó, lo que sin darse cuenta, hería internamente a su amigo — Discutimos, y yo la llamé por un apodo horrible. Ella para entonces se había convencido de que yo era un caso perdido, y yo rectifiqué que nuestra amistad no tenía la misma intensidad, cuando ella se casó con mi matón —

 

Blaise, que estaba entre ambos chicos, no parecía acabar de digerir la sobrecarga de información — ¡Espera un momento! ¿Me estás diciendo que estudiaste con los padres de Harry? — exclamó el moreno, observando muy bruscamente entré ellos. 

 

Desstiny comentó con burla sádica — ¿A que viene la sorpresa? Tengo la misma edad que ellos, incluso estudié con los padres de Neville y tú madre — Blaise parecía realmente sorprendido por eso. 

 

      — ¿Mi padre, fue tu agresor? — preguntó de pronto Harry, que parecía muy aturdido. Desstiny asintió con vergüenza — Y mi madre, quien decía ser tu amiga. Jamás te defendió — aclaró, lo que parecía bastante ofensivo. 

 

Desstiny — Éramos niños, Harry, así cómo lo somos en este momento. No puedes esperar verdadera lealtad o madurez en niños de 14-15 años — 

 

Harry asintió, mientras agregaba — No me extraña que desearas el reconocimiento por ese medio, después de todo, la primera sensación que buscas después de tanto dolor, es la venganza — 

 

Neville murmuró — ¿También lo has pensado, Harry? — 

 

La risa desdeñosa que respondió a ello, fue acompañada por una burla — Nev, no soy el santo que todos los Magos se empeñan en hacerme ver. Soy un ser humano y también he sentido la tristeza y el rechazo. Siendo sincero, hubo un momento en el segundo año cuando desee realmente no hacer nada, porque todos me habían dado la espalda — admitió, lo que causó un poco de sorpresa en el resto. 

 

Desstiny parecía obtuso — Jamás compares lo que puedas pensar a lo que yo hice. Jamás debí ingresar al grupo de los mortifagos... Aunque en ese momento, todo era muy distinto — 

 

Harry asintió, aunque también se sentía un poco honesto en esa situación. Por lo que habló — Yo... Hubo un momento en que creí en "Él" —

 

Neville pareció asustado — Harry, no puedes estar hablando en serio —

 

El mencionado se vio muy alicaído — ¿Puedes culparme? Durante toda mi vida, he sentido las repercusiones del odio que me tiene mi familia, tío Vernom no desestimaba ninguna oportunidad para golpearme o castigarme de las maneras más crueles que podía ingeniarse. Mi tía me aborreció por años obligándome a vivir en un cuarto pequeño y oscuro hasta que cumplí los 11 años, y aún así, después de tres años, sí los volviera a ver me estarían matando entre sus mentes sí así pudieran — comentó, recostándose inconscientemente junto a Desst — Los odió, en mi hay demasiadas marcas y cicatrices que me hacen imposible olvidar mi odio hacia ellos... Y cuando creí que aquí sería diferente, ocurrieron cada vez más problemas —

 

Desstiny, que permanecía a su lado, se aferraba con ira contenida y tristeza, intentando no decir algo fuera de lugar o algo que pudiera empeorar más la situación. Sin embargo Neville fue quien interrumpió — No, no puedo juzgarte. Porque también odio a mi familia — aclaró, lo que causó mucha sorpresa en Blaise — Pero aún así, lograste ver más allá de tu odio y dejar ir la oportunidad de lastimar a las personas que te lastimaron, y eso te ha definido como una persona excepcional, Harry —

 

 

Blaise, que seguía sintiéndose incómodo, suspiró antes de admitir — yo, quiero decir amigo, Neville tiene razón. Tanto tú cómo Desstiny tienen demasiadas razones para sentirse traicionados y muy desprotegidos, y aún así están aquí. Lo que intento decir, es ¿Que más da? Son geniales en lo que respecta a sus personalidades y aunque puedan haber cometido errores, también se han encargado de ayudar y revertirlos — exclamó el moreno, señalando a Desst — Amigo, aunque fuiste una mierda como maestro, fuiste la mente más brillante de todo este jodido lugar, además tú primer instinto al momento del peligro, fue proteger a tus alumnos, y te prometo que eso no lo hace cualquier profesor de turno — comentó, mientras luego señalaba a Harry — y tú, maldición Harry, eres increíble por donde lo veas, has derrotado a ese hombre 2 veces incluso siendo un bebé, y sigues siendo increíble cuando se trata de la valentía y la empatía, sí no fuera por tí, muchas personas estarían muertas ahora — casi gritó ,y Neville, quien no esperaba ser mencionado, se sorprendió cuando llegó su turno — Y tú, Neville eres la persona más amable que he conocido, y tienes una lealtad increíble ¿Que más da sí el resto no lo ve? Basta con que nosotros lo veamos y te lo hagamos saber, además, sí crees que no puedes entenderlo, no te preocupes, nosotros te ayudaremos a creerlo, amigo —

 

El mencionado, que parecía al borde del llanto, río — Eres un asco para reconfortar a las personas, amigo — causando una pequeña risa entre ellos, que aligeró levemente el ambiente. 

 

Sin embargo y con la sonrisa de quien se guarda algo, el moreno admitió — Aunque... Dado que todos estamos siendo sinceros... Creo que estaría bien compartir algo ¿Verdad? —

Ese mismo titubeó fue lo que impulso a Harry a decir — Amigo, jamás te juzgaremos. Y sí no quieres decirlo todo, todavía estaremos para tí — comentó, pasando una mano por el hombro de Blaise, siendo seguido por las manos de Desstiny y Neville. 

 

El moreno asintió, antes de hablar — Mi madre... Ella tiene una razón para estar siempre de luto — murmuró, respirando hondo para ganar la valentía que nunca había tenido — Mi papá, el verdadero, murió tras las redadas de mortifagos por evitar unirse a la causa, lo cual es algo irónico dado la opinión popular de la gente a mi familia. Pero el nunca estuvo realmente involucrado en ello, y eso fue lo que lo mató — comentó — Mi madre entonces heredó el apellido, pero así mismo heredó un fuerte sufrimiento por él, sin embargo su familia la obligó a volver a casarse, y con ello llegó el primer hombre que no fue mi padre — 

 

— El era un gran hombre, amable y muy bueno conmigo, aceptó que mi Madre nunca lo querría tanto como a mí padre, pero no fue infeliz junto a ella, en cambio, estaban bien... Pero el era mayor, y la viruela del Dragón fue muy cruel con él. Cuando murió, las personas comenzaron a especular, y mi madre comenzó a llamar la atención de otras maneras. El tercer hombre no fue realmente importante, Mamá dice que era un hombre viejo de gustos raros que un día simplemente murió por un problema en el corazón, ella realmente no estaba enamorada de él, por lo que no lloró, eso terminó de solidificar las sospechas — 

 

Neville entonces preguntó — Pero... ¿Tu madre no se casó 4 veces? — 

 

El moreno asintió, pero había inquietud — el cuarto... Era un hombre malo — dictó, mientras inconsciente o conscientemente se abrazaba a sí mismo — Era pequeño cuando llegó, pero tenía una rara aptitud hacia nosotros, principalmente conmigo cuando mamá no estaba. El tenía una mirada extraña, penetrante y... Repulsiva. Un día se acercó a mi cuando mamá había salido de la mansión, y era normal, el solía cuidarme cuando no estaba ella pero... Se sintió extraño, malo —

 

 

Desstiny pareció asustarse — Blaise, no me digas que.. — pero el moreno se interpuso. 

 

     — Mamá llegó sin avisar, pero para entonces ya sentía demasiado miedo... Ella me sacó de allí y me encerró en mi habitación, lloraba incontrolablemente mientras me pedía perdón una y otra vez. Todavía no comprendo porque todo era tan extraño o raro, o porque se estaba disculpando tanto. Lo que se es que el hombre desapareció de nuestra casa y nunca más lo volví a ver... El fue el único e irónicamente nadie parece recordarlo lo suficiente — murmuró, dejando clara la indirecta a los rumores. 

 

Harry, que no entendía del todo la extrañeza de la historia de Blaise, sólo podía suponer que era algo grave sí Desstiny estaba tan afectado. Sin pensarlo mucho se levantó de su colchón para abrazar por un lado a su amigo y a Desst, acercando de paso a Neville para que los cuatro permanecieran unidos en un abrazo cooperativo. El ambiente era tenso, pero todos parecían sentirse extrañamente liberados luego de hablar. Incluso Blaise se sentía menos rígido, más holgado y extrañamente, más accesible

 

Harry comentó — Gracias, por estar aquí conmigo y compartir los buenos y malos momentos — murmuró, sintiendo esa extraña pero agradable sensación de familiaridad con los tres jóvenes — Creo que las cosas no suceden sólo por suceder, y por eso aprecio que en este momento, el destino nos hubiera hecho llegar este punto, a los cuatro —

 

Desstiny, que todavía permanecía algo agobiado, sorbió un poco su nariz antes de dejar caer un pequeño chiste — Bueno, no se qué tanto crédito tiene el destino, pero estoy seguro que el 70% se llama Neville — 

 

Y Neville, que estaba al filo del llanto, gritó con indignación— ¡Por favor, creí que lo habíamos superado! — 

 

Y mientras Neville parecía querer ser tragado por la tierra, una larga secuencia de risas y exclamaciones de burlas tontas azotaron el lugar que, sí bien, no borraban sus pesares del pasado, alegraban y acompañaban los buenos momentos de ese día. 

 

Para la gracia común, todos ellos habían desarrollado la mejor de las amistades en base de un accidente de pociones, lo que irónicamente, podría alegarse como alquimia. 

 

Una bonita combinación.

_________________________

 

 

 

 

 

Notes:

[NOTAS DEL AUTOR]

Dos episodios por un día, espero que esto compense un poco mis desapariciones acostumbradas.

Algo que me da gracia de las personas que leen la mayoría en AO3, es qué vieron a Lady Zabini cómo el obstáculo más grande de la amistad de estos cuatro. Cuando, siendo sincero, la pensé con toda la intención de romper los estigmas que se tiene de ella.

Por en cambio odio a Augusta. Change my mind!

En fin.

Sin más que decir, se despide un servidor 🖤

Chapter 8: Capitulo Especial

Notes:

(See the end of the chapter for notes.)

Chapter Text

El cumpleaños 

 

 

 

 

 

Entrada la noche, cuando los cuatro parecían casi dormir por completo, de pronto ocurrió algo importante. 

El reloj de la sala marcó las 00:00 horas de manera estridente, algo que nunca había sucedido realmente en la casa, o al menos Harry, un joven acostumbrado a estar de guardia ante el más mínimo peligro, nunca había notado desde su alcoba. Despertarse de inmediato por el susto no fue realmente malo, lo malo fue cuando al mirar a sus laterales, no encontró a ninguno de sus amigos. 

 

      — ¿Neville? — preguntó a su izquierda, donde estaba casi seguro que dormía su amigo — ¿Desst? ¿Blaise? — preguntó más alto está vez, desenredando sus piernas de inmediato mientras intentaba iluminar el lugar con un Lumus rápido. Su vista, a falta de sus lentes  era mala, por lo que realmente tardó en percatarse de que nadie estaba en su cama y el se encontraba solo en la habitación — ¿Sera, Kreacher, donde están? — exclamó aún más alto, buscando entre sus cosas sus gafas para correr rápidamente al baño y colocarlas. 

 

Tardó más de lo que hubiera esperado, pero aja solo lo preocupo más cuando la presencia de los elfos todavía no llegaba. 

 

Saliendo de la habitación, corrió en todas direcciones en busca de la habitación de su tío, la cual nuevamente estaba vacía.

 

 

       — ¡Tío Reg! ¿Donde están? — gritó, buscando ahora en el baño, el armario y el vestidor — ¿Es una pesadilla? No, no puede ser. Debes calmarte y ver las cosas con frialdad, ellos estaban conmigo... Pero ahora no están... ¿Donde pueden estar? — se preguntó, pensando en todas las posibilidades, entre ellas incluso, una redadas. 

 

Después de todo, el año ante pasado el Ministerio había realizado muchas redadas, entre ellas algunas contadas por el señor Weasley.

 

Más asustado, corrió en dirección a la sala, la biblioteca y el salón. Pero al verse completamente despejado, sólo quedó un lugar — ¡La cocina! — murmuró, corriendo con el corazón acelerado, acercándose a través del corredor, a la puerta que solía siempre estar cerrada. 

 

Su consuelo fue cuando cercano al lugar, observó una fina linea de luz a través del pórtico.

 

 

No obstante la adrenalina y expectativa de un ataque le recordaron su parte prudente, desacelerando con premura antes de susurrar Nox y apuntar su varita ante cualquier enemigo. Un suave crujido salió primero de la puerta mientras se abría, revelando una tenue luz pasajera antes de que siquiera se abalanzara a la habitación. Sin embargo un suave pero emocionado — ¡Sorpresa! — le abordó.

 

Acostumbrando un poco su vista al lugar, todos se encontraban allí. Regulus, con sus inconfundibles camisones y pantalones negros de rodilla con el cabello ondulado calle si a los costados, Blaise con la pulcra dentadura sonriente y sus manos agitándose con algo parecido a la acción de los bailarines de Jazz; Neville con su cabellera rubia, ahora ocre por la tenue luz, vuelta un nido de pájaro y un poco de baba seca en su barbilla, sonriente aún entre su adormecimiento, y por último pero no menos importante, Desstiny, con su sonrisa angelical y su aspecto más tranquilo. A sus costados, Será y Kreacher alzaban sus manos con distintos grados de emoción (Kreacher más que nada, intentando esbozar una mueca parecida a una sonrisa).

 

Todos rodeando un pastel con su nombre escrito.

 

Su brazo armado cayó deshuesado mientras la realización caía como agua fría — Hoy.. — murmuró. 

Regulus inmediatamente sonrió — Es tu cumpleaños, querido. El número 14 y no es para menos —

 

 

Neville exclamó — ¡Feliz cumpleaños Harry! No creas que se nos ha olvidado — río. Siendo empujado un poco cuando Blaise se apoyó en el al decir.

 

      — Así es mi buen amigo, oriental. Jamás creas que nos olvidaríamos de algo tan importante —

 

 

Desstiny giró sus ojos — Aunque creo que, el que no se acordó, era otro — bromeó, ganándose un par de pestañeos por parte del aludido. 

 

Harry aún en su estupor, comentó — Ésto es... ¿Por mi? — preguntó, todavía sin caer en consideración. 

 

Sí bien Hermione y Ron en sus años pasados le habían felicitado, enviado algunos regalos y enviado cartas, nunca se habían tomado la molestia de crear una sorpresa, o al menos un pastel, por su cumpleaños. No, está era la primera vez que sentía que esté día, era distinto a otro. 

 

Una risa nerviosa acompañó un par de lágrimas que se retuvieron en sus pestañas, antes de reír con entusiasmo y abrazar a cada uno de los involucrados en la habitación. Será y Kreacher no fueron ignorados, ganándose muchos agradecimientos que causaron un pequeño cortocircuito en el elfo mayor. Todos rieron mientras las bromas y el ambiente pasaba a ser, de agradable a excitable, con comentarios ruidosos por parte de Blaise, alegatos alegres de Neville y, cómo no, algunos chistes sarcásticos de Desstiny sobre su cumpleaños y su capacidad de celebrar. 

 

      — Suele ser de manera contraria pero, creo que es mejor empezar con los regalos ¿No crees? — preguntó Regulus, realizando un ademán para atraer varias cajas de variados tamaños en su dirección y colocarlos en la mesa junto al pastel.

 

 

Sera, conjuro una silla para que Harry se sentará frente al resto para abrir el primero del montón, rasgando cuidadosamente el papel de regalo mientras miraba la caja con profunda ilusión, cuando se hubo abierto algunos confetis y brillos aparecieron frente a el, sacándole una sonrisa infantil antes que una figura de Manticora articulable encantada surgiera de entre los rincones de su empaque. La cosa, mitad león, escorpión y hombre. Está parecía agresiva incluso ante Harry, pero al acercarse lo suficiente se volvería inanimada para su seguridad, permitiendo que la alzarán y encontrarán bajo sus patas, una nueva copia de Animales Fantásticos y Donde Encontrarlos, De Newt Scamander. 

 

Regulus habló con un tono fingido de egolatría — Usé algunos contactos y le conseguí a mi queridísimo sobrino, una copia inédita de Animales Fantásticos, firmada por el mismísimo Newt Scamander — mientras se miraba las uñas.

 

Desstiny bufó — Querrás decir "Le rogué al Magizoologo que firmara la copia con tal de regresarle ciertos beneficios internacionales en su próximo viaje" — 

 

Regulus siseó — Como siempre, querido amigo, un placer tenerte presente — 

 

Harry rió — No me importa cómo lo hiciste tío, pero es increíble y me encanta — exclamó, obteniendo una sonrisa más que completa por parte del adulto. El próximo regalo parecía envuelto en un orbe, y sí no conociera los objetos mágicos hubiera pensado de primera mano que probablemente sería un balón. Sin embargo y al ver el papel floral decorativo, supo que se trataba de un regalo de Neville. 

 

A su lado su amigo parecía morirse de nervios cómo sí se tratará de sus exámenes finales — Vamos Harry, no me hagas sufrir más — comentó, ganándose algunas risas. 

 

Al abrirlo, de igual cuidadosa manera, encontró una preciosa decoración floral hecha dentro de un orbe de cristal hueco, con plantas verdes aromáticas que sutilmente evocaban una melodía ligera, las flores blancas, parecidas a los litros, se movían suavemente como si las meciera el viento, bailando con pereza mientras el agua bajo ellas se elevaba mágicamente cómo gotas de rocío. 

 

Harry respondió maravillado — Nev, es hermoso ¡De verdad hermoso! — exclamó, sintiendo un pequeño guiño melancólico al ver la similitud de las flores con el nombre de su madre. Sabiendo que su amigo probablemente pensó en ella al momento de hacer el regalo — Muchas gracias, Amigo — agregó, recibiendo un asentimiento decidido por el otro león. 

 

     — Sí, sí, sí, mi turno — Exclamó Blaise, pasando manualmente la cada achatada que por alguna razón, venía en empaque negro — Éste es un regalo tanto de mi madre cómo mío, pensé en traerte algo maldito que pudieras estudiar con intriga pero — mirando de reojo la mirada complicada de Regulus, agregó — Pero mi madre creyó que era mejor agregarle algunos ajustes y que en vez de ser maldito, fuera algo que te protegerá... Al menos a tí — 

 

      — Amigo, realmente eres un caso — graznó Harry con efusividad, abriendo con cuidado la caja para ver una cadena oscura (por supuesto) que terminaba en una gema parecida a una lágrima tan negra como un abismo. Antes de tocarlo, miró a su amigo en busca de instrucciones. 

Blaise salió de su estupor para decir — Oh, cierto. Tienes que poner el pulgar en la gema, es de obsidiana y aunque es liza, sentirás un pequeño.. —

 

     — ¡Auch! — Exclamó Harry, viendo que al hacer todos los pasos su dedo pulgar había sido pinchado hasta sacar sangre. Todos los presentes miraron a Blaise con seriedad. 

 

El mismo solo pudo respaldarse — Amigo, antes de hacer las cosas al menos escucha las instrucciones completas. Ya veo porque tú nota de pociones es tan pésima — acusó, mientras a su lado Desstiny afirmaba en silencio — En fin, tomará un poco de tu sangre para reconocer tu forma mágica. Sólo tú podrás usarlo, aunque algunos miembros de tu familia puedan tocarlo mientras no contengan intenciones maliciosas. Del resto, si alguien intenta robarlo o atacarte, lanzará una maldición particularmente desagradable —

 

 

Regulus preguntó — ¿Que maldición? — 

 

      — Es algo que viene de china, una sub maldición de algo llamado "Mil Agujeros en la Piel". Pero ésta, en vez de llenarte el pecho de agujeros que nunca se curan, le llenará la mano o brazo de agujeros que no podrán cerrarse a menos que el portador lance un contra hechizo sencillo. Con un Finito es suficiente, pero la persona afectada jamás pensaría en algo tan básico — argumentó con malicia, causando un fuerte jadeo en Neville.

 

      — ¡Demonios amigo, eso es bárbaro! — alegó.

 

Blaise simplemente lo ignoró — Hombre, Harry está más en peligro que lo que está en clases, así que no me puedes llamar bárbaro, sólo precavido —

 

Y dado que todos guardaron silencio, la opinión general parecía estar de acuerdo. 

 

Harry tomó el collar con cuidado, procediendo a que todos los presentes tocaran la joya en la cadena para marcar los permisos de tacto, algo que causó aún más risas por lo grotesco que sonaba. Terminado el proceso y con la cadena en el vuelo, Harry miró a su amigo — Cada día agradezco más estar de tu lado bueno, amigo —

 

 

Blaise tiró un guiño coqueto antes de decir — Cuando quieras Habibi —

 

 

El siguiente regalo por supuesto, fue de Lily, Sofí y Poppy, quienes no habían participado en la velada pero encantaron una carta especialmente para felicitarlo en su noche especial. La familia le había enviado una caja bastante grande que contenía los tres presentes, entre ellos un kit de primeros auxilios mágicos que le ayudarían a Harry en cualquier lugar que estuviera, pues era compacto cómo un kit de costura y extenso como un baúl de viaje. Por parte de Lyle, un par de gemelos verdes que sobresalían de lo hermosos que eran, acompañados de una decoración para la corbata y zarcillos de presión plateados en forma de Espadas, una combinación perfecta entre su familia Slytherin y su casa Griffyndor. Por supuesto faltaba el regaló de Sofí, que viendo a través de su exterior confiado, se enfocó en su parte más dulce y tierna, una pijama de león con gorro de melena y una cola sobresaliente era la cosa más adorable y dulce que le habían regalado, casi de inmediato se disculpó para ir a cambiarse de ropa, acudiendo a la sala desfilando con mucha honra la pijama que se ganó varios silbidos y piropos burlones de lo bien que le quedaba. Sin poder evitarlo, se sintió tan querido que las lágrimas que intentaba guardarse desde el momento en que los encontró en la cocina, amenazaban con salir. 

 

Por último, el regalo de Desstiny — No es tan increíble cómo la caja musical, pero conozco bastante bien tu adicción a cierto lugar de Hogwarts — la introducción, tan críptica como su adorado príncipe, dejó a más de uno con la curiosidad latente.

 

Así que, expectante de lo que fuera, abrió el envoltorio de estrellas con mucho cuidado, observando la pequeña caja que no era mucho más grande que su mano. La alegría y ansiedad le habían hecho sudar las manos, misma razón por la que antes de abrir cada objeto se limpió con su pantalón. Está vez y sabiendo que tenía un pijama nuevo, pidió rápidamente una servilleta para hacerlo, y al terminar abrió el objeto.

 

 

Un jadeo salió de su boca cuando un orbe parecido al de Neville pero mucho más pequeño se encontraba sobre una superficie acolchada, la esfera era limpia y cristalina, no se veía exactamente importante, pero al tocarla, algo brillo muy dentro de ella, extendiendo de poco en poco toda una galaxia sobre sus cabezas, con estrellas, nebulosas purpurinas, galaxias y constelaciones, asteroides y agujeros negros, todo embotellado en su mano. 

 

Desstiny, observando la impresión de todos, acotó — Sé que antes de encontrar el salón de los requisitos, te escapaban a la Torre de Astronomía, así que, con la intención de que no te atrapen otra vez fuera de la cama a altas noches, preferí traerte un pedazo del cielo a tu alcance — Sobra decir que, aunque su tono era orgulloso y cotidiano, sus mejillas rojas y manos temblorosas delataban su nerviosismo, así como la costumbre de retirar su cabello tras la oreja. 

 

Harry sonrió al decir — Te seguro que con ésto, no tendrás más quejas de mí abandonando la cama — río, atrayendo a su lado al pelinegro antes de besar su mano y decir — Gracias, Desst. Todo esto.. Gracias a todos, de verdad ha sido el mejor cumpleaños que he tenido jamás — río, todavía sintiendo las lágrimas en sus costados.

 

 

Regulus suspiró con orgullo, apoyado en la mesa antes de murmurar — Harry, de ahora en adelante y mientras nos tengas contigo, entenderás el enorme cariño que te tenemos todos, tus amigos, Desstiny, , Lyle, sofí, Poppy, Cassandra y Yo, Todos haríamos hasta lo imposible para hacerte sonreír y ser feliz — admitió, acariciando el cabello revoltoso del joven adolescente — Cumpleaños a tí... — comenzó a cantar.

 

       — ... Te deseamos a ti — exclamaron el resto, mientras aplaudían suavemente y el pastel era iluminado en su parte superior por las velas encantadas

 

     — Cumpleaños, querido Harry —

 

     — Cumpleaños a tí —  aclamaron en coro, mientras él, todavía con la emoción en la garganta, soplaba las velas sobre el pastel. 

 

 

Ese sin dudas, fue el mejor cumpleaños del mundo. 

 

 

___________________________

 

 

 

Notes:

[NOTAS DEL AUTOR]

Volví a aparecer después de mucho tiempo, la verdad no diré muchas cosas, sólo les daré el dato random de qué Cumplo años dos días antes de Harry en la vida real ¿Que coincidencia no?

Además, mi cumpleaños fue realmente bonito este año, algo que no sucedía desde hace... 9 años, para ser sincero.

Así que ahora mismo estoy en el momento en que todo está pausado, nada es muy malo, pero nada es bueno.. sólo está en pausa.

En fin. Espero les guste el capítulo así que, chauuu

Se despide, un servidor 🖤

Chapter 9: Gran Torneo Mundial de Quiddich. Malos augurios y desastres futuros. 

Chapter Text

 

 

 

 

La pijamada fue, oficialmente un éxito. 

 

Incluso sí la noche se había vuelto un poco densa y sensible, los cuatro jóvenes sabían que sus lazos se habían estrechado aún más, fortaleciendo su amistad hasta el punto en que, sabiendo las posibles resoluciones en una futura conversación, cualquier secreto, sentimiento o inseguridad, sería apoyada por el grupo sin pretensiones ni juzgamientos. 

 

La mañana del día siguiente fue bastante suave a la vista para Regulus, quien sabía que los cuatro jóvenes se habían acostado tarde, pero no lo suficiente como para que Sera o Kricher les advirtiera dormir, aunque aún vio varios bostezos y letargos durante el desayuno. 

 

Su sobrino estaba increíblemente feliz, algo que incluso el como adulto, había deseado para el niño luego de esa horrible infancia a la que fue obligado, ahora y después de un par de meses en convivencia, la felicidd de Harry se había vuelto su máxima prioridad, y verlo sonreír tan libremente junto a sus amigos era, en su más orgullosa forma, un objetivo alcanzado. 

 

Los familiares del resto no tardaron en llegar para cuando fueron las 11 am, lo que conlleva a un almuerzo bastante armonioso para sorpresa de Cassandra y Lady Longbottom. 

Sin embargo y como todo en la vida, los finales llegaban a la reunión y aunque fue un poco triste ver la tristeza en el cuarteto, el acercamiento cada vez más palpable de la Copa Mundial de Quiddich era solo un recordatorio de los 3 increíbles días que estarían juntos allí. 

 

Julio ya remontaba sus días medios cuando Harry saltaba de aquí para allá como una adorable pelotita de energía, con una mochila muggle colgando de su espalda y extendida mágicamente por Kreacher, para albergar ropa, zapatillas y algunos snacks que en complicidad con su tío, infiltrarían en el lugar. 

 

Y obviamente Regulus no arruinaría la adrenalina y emoción del niño diciéndole que, cómo un evento internacional, podrían meter cuanto alimento y bebida desearan mientras no influyera en un peligro para la multitud. Porque el rostro travieso de Harry era realmente adorable de presenciar. 

 

       — ¿Ya es hora? — preguntaba por doceava vez en la hora, saltando está vez sobre un cojín transfigurado por parte de Será, quien un poco enojada por el niño saltando en los cojines del sofá, le arregló uno especialmente para sus momentos hiperactivos. 

 

Regulus se arreglaba el cuello alto de su traje, que a conveniencia de su comodidad pero no acercándose a lo burdo, prefirió llevar en vez de la molesta pajarita. Su cabello, largo y finamente ondulado, caía sobre sus hombros mientras veía a su hiperactivo sobrino — No Harry, aún no es momento — advirtió un poco estresado, sabiendo que el niño no buscaba enfadar lo, pero que la ansiedad lo ponía bastante insistente. Sin embargo y gracias al reloj cucú que marcaban las 8am, Regulus debió admitir — Bueno, ahora sí — antes de extender la mano a un sonriente adolescente antes de atravesar la Red Flu. 

 

Como siempre, las entradas de Harry serían seguras con Regulus sujetándole de la ropa, lo que evitó que besara el piso más de una vez en varias oportunidades. El niño se limpió rápidamente la ceniza mientras miraba a su alrededor, reconociendo y a la vez no, esa sección del ministerio. Allí también apareció el matrimonio Pomfray con un adorablemente vestido, Desstiny, quien no perdió el tiempo de saltar sobre su sobrino para saludarlo.

 

 

      — ¡Harry! — exclamó el pelilargo, que de inmediato se aferró a su contraparte como si la vida lo obligara a ello. 

 

Harry, como el buscador entrenado que era, atajó fácilmente al niño más bajo mientras lo apretaba en su abrazo — Puntual como siempre — exclamó, bajando al niño para apreciar su vestimenta adorable y de tonos grises — Y lindo cómo siempre — agregó, logrando enrojecer un poco las mejillas del mencionado. 

 

Ambos, entonces recordaron que no estaban solos cuando un carraspeó resonó — También es un gusto verte, Harry — exclamó un sonriente Lyle, que parecía algo contrariado con la actitud melosa de ambos niños. 

 

Harry, completamente ajeno a la situación, corrió a saludar a ambos señores — Señor Lyle, Lady Sofi, me alegra muchísimo verlos —  comentó, llenando a la dama de ternura incandescente. 

 

Sofí, que seguía siendo un poco más alta que el niño, se agachó para besar su frente — Le goût est le mien, petit Léon — esbozó, acariciando los cabellos ondulados antes de cederle el mérito a su marido. 

 

Lyle sonrió con facilidad, palmeando el hombro del joven mientras reía en dirección a su amigo — Es placido verles, mi madre les envía saludos y muchos abrazos para tí, Harry — comentó, logrando alegrar aún más al niño. 

 

        — Le enviaré una carta a Madame Pomfray una vez lleguemos allí — asintió, logrando llamar la atención de Desst. 

 

       — Oye, cálmate amigo. Aún faltan varios elementos en nuestra congregación — exclamó, logrando que Harry volviera a saltar enérgicamente en sus pies mientras esperaba a sus amigos. 

 

Los siguientes en llegar fueron Lady Longbottom y Neville, quien de igual forma, salto en

dirección a sus amigos para saludarlos con ánimo. Mándame Longbottom en cambio saludo desde la lejanía, arreglando su cabello a través del sombrero disimulado estilo bombín que a Harry, le asemejó un poco a cierta reina inglesa. 

 

No habían empezado una conversación cuando la chimenea expulsó a dos invitados más, una elegante pero un poco menos cubierta Lady Zabini y un enérgico e igualmente desordenado, Blaise. 

 

El cuarteto se reunió con entusiasmo mientras Sofi decía — Tendremos que agregar protecciones a sus cabezas, sí este será el saludo cotidiano de los chicos, probablemente alguno se caiga por tanta energía — río, mirando a Cassandra con mucha picardía. 

 

La aludida sonrió con elocuencia, acomodando los lentes oscuros que ocultaban sus ojos amarillos del mundo — Madame Malkin puede ofrecer opciones — agregó, logrando mirar como Augusta asentía. 

 

Con la euforia del lugar y el ruido característico de las personas que transitaban en sus pasillos, los adultos prefirieron permanecer en silencio mientras los más jóvenes reían y contaban mil y un expectativas que tenían en el torneo, Regulus encabezaba el grupo junto a lady Longbottom, mientras Cassandra, Lyle y Sofí cuidaban la retaguardia vigilando que ningún niño se separara del grupo en aquel lugar. 

 

Llegar al salón de Trasladores también fue un tema poco relevante para el grupo, más aún cuando Lyle y Regulus se encargaron del papeleo y los asuntos legales, mientras los niños y las damas esperaban su momento. 

 

Terminado el asintió legal, Regulus regresó con su amigo y un extraño báculo de pino oscuro — Muy bien jóvenes, todos tomen una parte del bastón y agárrense bien, por favor no lo suelten hasta que lleguemos — anuncio, siendo seguido por los adultos que acostumbrados, tomaron de una vez el objeto. 

 

Harry siguió la instrucción un poco intrigado, reconociendo que el tío Reg nunca lo expondría a un peligro consciente, aunque su instinto de preservación todavía buscará hacerlo dudar. La otra razón por la que no objetó, se debió a la cantidad de personas que aceptaron sin titubear, así que ese báculo extraño, no parecía peligroso por el momento. Aún así Desst debió percibir su vacilación, puesto que comentó — Tranquilo, Harry. Es solo un Traslador, nos llevará al torneo de forma rápida — asintió el pelilargo, tomando sin decoro la otra mano del moreno que, claramente parecía reacio. 

 

Instantáneamente, y de manera que el estómago de Harry le reprochará en el futuro, el mundo a su alrededor comenzó a girar de forma abrupta, pero incluso sí ellos hubieran deseado reaccionar, el color del horizonte cambió del típico mosaico oscuro de El Ministerio, a un campo abierto y crepuscular.

 

La primera experiencia fue realmente mala, casi igual que los polvos Flu... Bueno, nada se comparaba a los polvos Flu, para Harry. Pero por allí iba la cosa.

 

 

Estamparse contra el suelo hubiera sido fácil sí la mano de Regulus y Desstiny no lo hubieran mantenido erguido, aunque tanto él cómo Neville intentaron vomitar casi al momento en que sus pies se vieron medianamente estables entre el pasto seco. 

 

Harry al menos no deshecho su desayuno tras algunas rocas, tal y como al pobre Neville le ocurrió. Pero realmente no estaba mejor que el rubio — Bueno, no fue tan malo para la primera vez ¿Verdad? — preguntó agraciado Regulus, que sólo consiguió una mirada asesina por parte de su sobrino — Querido, el mal genio de Desstiny parece ser contagioso — agregó, siendo asesinado con la mirada una vez más, pero de su amigo en miniatura. 

 

Lyle, que seguía arreglándose el traje y arreglando la falda de Sofí, observó con gracia a los niños antes de comentar — Esperemos que se recuperen un poco, el primer Traslador no es fácil para nadie — 

 

Cassandra — Igual que la Aparición — indicó.

 

Y Lyle asintió en su dirección dándole un punto. Sofí, que a su lado terminaba de preguntar por la anciana Lady Longbottom, que se veía estoica y aterradora como siempre, se acercó a Harry y Neville con un pañuelo húmedo — oh, mon Cher, pronto llegaremos a las tiendas y podrán descansar hasta que comience el torneo — murmuró, limpiando la cara de Neville con más detalle debido al malestar. 

 

Cassandra sonrió suavemente, apoyando a su hijo que sí bien no estaba vomitando, seguía aturdido — No hay de que preocuparse, Sofí. Una vez se den cuenta de la fiesta, no habrá manera de hacerlos entrar en la tienda —

 

Harry automáticamente exclamó — ¿Fiesta? — mientras era seguido de las miradas curiosas de Desstiny y Neville. 

 

Blaise tomó la palabra esta vez— ¡Por supuesto que sí amigo! ¿No habrás esperado sólo un juego y ya? — 

 

Y aunque Harry no relató que esta, era la primera vez en que era libremente invitado a una excursión para ver un partido (mágico o muggle), los adultos presentes entendieron que efectivamente, el niño no tenía punto de comparación para nada parecido. 

 

Cassandra acarició suavemente el rostro del ojiverde, intentando mitigar su melancolía — No te preocupes, Harry. Está será una excelente ocasión para explorar y descubrir nuevas cosas. Quizás también, crear recuerdos atesorables —

 

Cómo sí fueran un hechizo arcano, el joven pareció avivar las llamas de su curiosidad, sonriendo enormemente antes de llegar a la derecha de su tío en segundos, entusiasta y vibrante, esperando ver todo lo que pudiera. Mientras tanto Cassandra sintió la aguileña presencia de su poco simpatizante compañera de viajes, quien murmuró — Está es la primera vez que asiste a una festividad así ¿Verdad? — 

 

Cassandra permaneció en silencio antes de murmurar — No conozco mucho del joven Harry, pero según lo que me ha dicho Blaise, es un niño muy bueno al que le han pasado muchas cosas malas... Una de ellas, su familia — 

 

Augusta asintió, solemne y pétrea como un cristal. Pero había cierta reticencia en sus ojos — Vamos, es peligroso dejar que corran sin control en un sitio así — prefirió decir, viendo cómo los niños se adelantaban a los adultos, aunque Desstiny hiciera el papel de joven responsable manteniéndolos a una distancia todavía prudente. 

 

La mujer de tez nacarada asintió, reconociendo que al menos, sí la vieja bruja intentaba coexistir en sana paz,  ella podría colaborar. 

 

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La "Feria" fue una sorpresa tras otra, como una cadena larga que se une con el otro extremo y se vuelve infinita. Primero, ver a esos magos disfrazados, haciendo trucos de fuego y agua, con banderas y criaturas extrañas volando y realizando acrobacias mientras el fuego de las antorchas y el olor a palomitas azucaradas inundaban el aire, fueron una explosión de sensaciones para una persona tan aburrida cómo él. 

 

En cada esquina había algo nuevo que presenciar, desde dragones en miniatura que parecían robotizados, hasta cosas parecidas a pulpos con rostros aplastados que giraban y volaban en cápsulas de aguas parecidas a burbujas de jabón. 

 

Luego vino la tienda de acampar y el nuevamente se maravillo de las capacidades de la magia. Una simple tienda (Aunque era claramente más fina que las demás), resultaría ser una mansión enorme extendida mágicamente y preparada para una comitiva grande y variada como ellos. Sofás, sillas y camas de buena calidad distribuidas en las 6 habitaciones designadas sin contar con el pequeño espacio de un comedor, baño y por supuesto, sala de estar. 

 

No fue sorpresa para nadie que los cuatro chicos prefirieran dormir juntos, sin embargo y sabiendo que eso los volvería zombies sin sentidos a la mañana siguiente luego de desvelarse hablando, los adultos prefirieron separarlos en dos grupos compuestos de "Un niño razonable, y otro parlanchín". Las parejas por supuesto terminaron siendo Harry-Desstiny y Blaise-Neville. Quienes tampoco pusieron demasiada resistencia. 

 

Las demás alcobas se repartieron entre los 5 adultos, quienes prefirieron descansar un poco antes del gran evento. 

 

Sabiendo cómo seria la situación con 4 adolescentes excitables y muy impertinentes, Lyle se encargó de repartir a cada uno un hechizo protector que les ayudará a no perderse, así como delimitar el rango en que cada uno podía alejarse de sus representantes. Finalizando con su mismo hijo, el adulto exclamó - Muy bien, exploraremos un poco de la feria para que conozcan más o menos lo que tiene para ofrecer, y sí desean ver algo más, les daremos dos horas para investigar sus alrededores, CON LA CONDICIÓN de ser responsable y no hacer cosas imprudentes - remarcó. 

Siendo su amigo Regulus, quien agregó - Harry, es contigo - puntualizó, lo que le llevó a risistas provenientes de todos ellos. Sin embargo Regulus sabía de pasada que el niño era, al menos hasta lo que el había visto, inteligente. Sí algo extraño ocurría, tenía a dos mentes brillantes a las cuales recurrir. A Desstiny como la más razonable y a Blaise como el más objetivo. Sin embargo y sí esas dos partes fallaban en su objetivo de mantenerse lejos del peligro, la razón a partir del miedo, es decir Neville, les recordaría su lugar.

 

O eso esperaba. 

 

Así mismo, Lady Longbottom se acercó a su nieto para limpiar una pelusa invisible de su suéter de twit, mientras con rostro ácido pero orgulloso decía - Neville, me quedaré en la tienda a descansar. Pero estarás con los señores Pomfray, Lord Black y Lady Nott - comentó, llamando la atención de todos al nombrar con tanta facilidad la presencia de Cassandra - Puedes divertirte, pero se responsable al hacerlo. Y recuerda, no meterte en problemas ni dejar que tus amigos lo hagan ¿Entendido? -

 

El rubio, que parecía casi morir de felicidad al ser considerado como responsable ante su abuela, exclamó sin pretextos - ¡Lo haré! ¡Gracias abuela! - grito enérgicamente, tomando entre sus manos todavía rechonchas, las más envejecidas de la mujer. 

 

La dama, que jamás dejaría verse blanda, aclaró la garganta con mucha menos rigidez al asentir - Bien, ahora vete y déjame descansar - antes de mirar en dirección al resto de la comitiva y dejarlos partir. 

 

- ¡Eres increíble Neville! Tu abuela cree que eres responsable - Casi gritó Harry, que lejos de ser burlesco o sarcástico, parecía festejar ese pequeño detalle como sí su amigo hubiera recibido una condecoración militar. 

 

A su lado, Desst y Blaise le siguieron - Te lo mereces, Nev / ¡Eres fantástico, amigo - se escuchó a la par, mientras el cuarteto reía y felizmente comenzaban a caminar. 

 

El pequeño recorrido básico del lugar le recordaba en cierta forma a la primera vez que recorrió el callejón Diagon, junto a Hagrid, lo que causó aún más expectativa y emoción con sus amigos. Sofí no tardaría en mostrarle cosas que eran de otros países, así como pequeños datos curiosos que les harían volar la mente durante un rato, Lyle y Regulus los guiaban, actuando pomposos y aristocráticos para ganar algunas risas y ojos en blancos de los niños que les conmoverán el corazón, y Cassandra, ella les señalaría algunos artefactos expuestos que, sí bien no eran peligrosos, todavía debían tratarse con cuidado o, en su mejoría, desde la distancia. 

 

 

Para cuando los adultos les permitieron explorar, Sofí y Lyle todavía se veían ansiosos, Regulus batallaba mentalmente con la idea de retractarse a su promesa y Cassandra, lejos de preocupada, parecía mirar a los adultos con algo parecido a la simpatía. 

 

Fue ella quien mencionó - Les he puesto un hechizo detector, sí algo medianamente peligroso ocurre en un rango de 10 metros, lo sabré - y vaya que fue una excelente intervención, puesto que el trío funerario pareció mucho más calmado y asertivo.

 

Después de unas cuantas advertencias más, el grupo quedó delegado a Desstiny y Neville. 

 

- ¡Buuu, amigo eres genial pero eres un anciano cuando hablamos de la responsabilidad! - comentó Blaise desde una esquina, aunque no había intenciones en sus palabras. 

 

Desstiny sonrió ladinamente, una pequeña mueca siniestra que comenzaba a frecuentar - Oh ¿Quieres realmente hablar de ello? - y sobra decir cual fue la respuesta. 

 

Harry, cada día más encantado con la más mínima acción del pelilargo, mitigó - Creo que es una buena idea, Desstiny es razonable y tiene mucho conocimiento en los peligros de estas situaciones. Además, Neville es excelente cuando se trata de reconocer una mala decisión - 

 

Neville se sonrojo un poco - Creo que lo mejor es quedarnos en los puntos que vimos con lady Sofí y los demás, no sabemos qué clase de personas hayan más allá -

 

Desstiny asintió - Completamente de acuerdo. Estos sitios tienen seguridad, claro. Pero también pueden resguardar a personas con malas intenciones - comentó, tomando de la mano a Harry mientras sus dos amigos avanzaban a sus laterales. 

 

Lo primero en suceder, fue por supuesto comprar algunas golosinas. Manzana de caramelo, ratones de hielo, grajeas de todos los sabores y algunas palomitas azucaradas. Lo siguiente fue visitar a los artistas de fuego y agua, observar a los Grindylows flotantes y otras muchas atracciones de magia que les hacían sentir emoción en las venas. 

 

Hora y media luego, las personas comenzaban a acercarse al gran estadio donde Irlandeses y Búlgaros determinarían la final del Torneo. Harry, que saltaba de un lado a otro con Blaise, había comprado algunas banderillas y camisas del equipo de Bulgaria, quienes por alguna manera, sentía con más probabilidades de ganar. 

 

Desstiny no parecía apoyar a nadie, pero ayudaría a Harry con una pequeña pancarta en mano. Blaise y Neville por en cambio apoyaban a los Irlandeses, usando el verde menta y los tréboles con mucho orgullo.

 

- ¿En serio no conoces a los equipos que están por jugar? - había preguntado Blaise, quien casi se desmayó por tal admisión.

 

Harry no se sentía demasiado apenado por ello - En realidad, el Quiddich fue algo que me unia principalmente con mis compañeros de Griffyndor, además de ser el sueño de Ronald. Pero siendo sincero no me enloquece tanto como a él - 

 

Desstiny objetó - ¿Pero te gusta jugar, verdad? - su rostro se contraía entre la duda y la insistencia, casi cómo sí fuera a saltar al cuello de alguien sí Harry decía que estaba más obligado que consciente de pertenecer en el equipo como buscador. 

 

Harry río - Lo disfruto, pero creo que se deriva más a la idea de volar. Amo volar, y parece que además del primer año, la única manera de disfrutar del vuelo es perteneciendo al equipo de Quiddich - 

 

Neville se veía serio - Amigo, pero te gusta jugar ¿Verdad? O sólo lo haces por la casa -

 

El pelinegro dudó - No estoy seguro todavía, pensaba decirle a Oliver que me tomaría un descanso al menos los dos primeros jugos. Porque realmente quiero ponerme al día con Runas antiguas - agregó, logrando un suspiro colectivo 

 

Desstiny - Harry, sí alguna vez no te sientes cómodo haciendo algo, incluso sí se trata de ir contra lo que otros quieren, debes pensar en tí también y dejarlo. No puedes involucrarte en un tema de tanta presión y exigencias como lo es el Quiddich, a menos que realmente lo hagas por tí - Blaise y Neville a su par, le daban la razón a Desst. 

 

Harry intentó responder, sin embargo y con el tiempo medido, se encontraron frente a su tío y los demás adultos, quienes los esperaban para entrar al enorme estadio. 

 

Y aunque no tocaría nuevamente el tema por ahora, lo pensaría. 

 

- Vamos, vamos, el Ministro Fudge nos espera en el palco del ministerio - comentó Regulus, jactándose suavemente de encontrar el mejor asiento para su sobrino y sus amigos, los cuales parecían muy felices por ello. Subieron las interminables escaleras antes de incluso mirar al cielo y su acumulación de nubes tormentosas, emocionados y casi rebosantes de energía mientras charlaban y apostaban qué equipo terminaría vencedor. 

Todo era perfecto hasta que una voz bastante desagradable llenó el ambiente.

 

- Vaya, vaya, sí no es Tonto Potter y su circo de Fenómenos inadaptados - citó el peliblanco. Draco, que se veía muy socarrón desde su posición, una fila de escaleras arriba a donde ellos estaban. 

 

El primero en contestar fue Blaise, que cómo Slytherin entrenado no se permitiría caer entre infantiles provocaciones - Ve a infortunar a otra parte con tu presencia, Malfoy. Fenómenos o no, logramos atraer las miradas, incluso de las pestes - Evocó, logrando cambiar el rostro engreído del rubio a una fea mueca de desagrado. 

 

- Pierdes tu tiempo, Malfoy. Estoy lo suficientemente emocionado de ver el juego con mis Amigos, que tú presencia me vale lo mismo - exclamó tranquilamente Potter, sin dejar la expresión suave y tranquila de su faz. 

 

Para cuando Draco quiso responder, ya sea con palabras o una maldición, la presencia de Regulus se antepuso a Harry antes de decir - ¿Que clase de modales son esos, Draco? - con un rostro frívolo y la mascara de Sangre Pura bien puesta en el rostro. 

 

Harry, que se asomaba desde la seguridad de su tío, detalló los segundos exactos cuando Malfoy se volvió aún más pálido que su pelo. No obstante otra presencia se adelantó al chico, está vez una presencia elegante y femenina que denotaba poder y mucha, mucha riqueza. 

 

La mujer rubia, bramó - Que coincidencia tan agradable, querido primo. Ha pasado un tiempo desde la última vez que hablamos - comentó, lo que le ganó a Harry un mini shock por las implicaciones de eso. 

 

- El gusto sería el mismo sí tú hijo no estuviera insultando a mi sobrino y sus amigos, Narcissa. Pero puedo ver de donde ha heredado los malos modales de su apellido - reparó Regulus, sin flaquear su rudeza hacia el chico peliblanco que parecía desear que la tierra lo tragara. 

 

Lady Malfoy, contraria a la acusación contra sus modales y apellidos, se vio verdaderamente interesada en una parte de la acusación - ¿Sobrino? Primo, no conozco ningún otro sobrino que tengas - comentó, intentando mirar a espaldas de Regulus. 

 

El mencionado permitió la vista de la dama en Harry, lo que al mismo tiempo valió un sonido de cerdo linchado saliendo de la pequeña víbora Albina - Así es, Cissa. Mi sobrino Harry no tiene una buena relación con Draco, según tengo entendido. Pero eso no excusa que sea ridiculizado junto con sus amigos sólo por no caer en las provocaciones de tú hijo - acusó, logrando abrazar al ojiverde aún bajo la sorprendida mirada de la matriarca de los Malfoy. 

 

Draco, que casi arrastraba su mandíbula por el suelo de lo caída que estaba, trato de refutar o atacar lo dicho. Sin embargo la mujer con sólo una mirada logró dejarlo estupefacto y en silencio, antes de mirar con detenida vergüenza a su familiar - Lamento la actitud de mi hijo, primo. Pero comprende nuestra sorpresa ante tal noticia - inquirió, casi como si tratará de desviar la conversación a lo que a ella le interesaba.

 

Regulus le permitió el deseo, sonando orgulloso al decir - Harry es mi sobrino políticamente, luego de ser llamado ahijado de mi hermano. Es familia, y la familia debe permanecer unida sin género, edades o distinciones externas - agregó, logrando ver titubeos en la mujer de raíces arcaicas - Sin más que decir, estamos retrasandos, el Ministro estará esperándonos - comentó, está vez en dirección a los demás adultos que le habían permitido el espacio de resolver disputas familiares - Despídete, querido - comentó a Harry, quien no dudo en murmurar.

 

 

- Con permiso, Lady Malfoy... Malfoy - siseó este último, antes de intentar huir del lugar. 

 

No obstante la mujer se veía muy interesada al decir - ¡Me gustaría visitarte algun día, Primo. Quizás hablar y, conocernos mejor con mi nuevo sobrino! - exclamó, lo que causó escalofríos en Harry y una mirada aún más mortificada por parte de Malfoy. 

 

Pero Regulus no se veía de acuerdo - Sería una estupenda idea, Cissa, sí tú hijo y tú maridos no hubieran atentado ya en varias ocasiones, contra Harry - expuso, razón por la cual ambas mejillas de la dama se sonrojaron ligeramente por la vergüenza. No obstante Regulus, había descubierto Harry, era un hombre familiar. De lazos fuertes y benevolentes, lo que a veces le hacía dar segundas oportunidades. Tal y como en esa oportunidad - Eres libre de visitarme en la Mansión Black, pero te prohíbo la presencia de tú hijo y marido en el sitio por el que tanto he luchado, para que Harry llame hogar - 

 

Y sin más que decir, todos siguieron su camino sin siquiera notar o importar, la reacción de la dama ajena. 

 

__________________________

 

 

[NOTAS DEL AUTOR]

 

Buenos días, debería estar trabajando pero en cambio aquí estoy actualizando esta cosa. Además de estar a minutos de una reunión importante. ¡Deseenme suerte!

 

En fin, debo aclarar un par de puntos aquí:

 

1- El capítulo anterior del cumpleaños de Harry, lo escribí ayer por mera suerte, ya que no había notado que el Torneo Mundial se situa en Agosto y no en Julio, por lo que tuve que hacer cambios radicales. 

 

2- Aquí tuvimos un salto temporal largo, retomando nuevamente que el Torneo es en Agosto. Pero cómo los capítulos siguientes ya se habían escrito desde hace un mes, probablemente encuentren alguna irregularidad temporal. Suelo tener cuidado con las fechas debido a que en Venezuela no respetamos las mismas fechas de ingreso al colegio o vacaciones. Sí mismo días patrios y festividades. 

 

Tengan paciencia, soy un Veneno escribiendo sobre Gringos, dios se apiade de mi.

 

3- Ésto es más que nada una aclaración temprana. Cómo todos sabemos, El cumpleaños de Neville es el día siguiente del de Harry, pero debido a que esté aprecia mucho a su amigo, acordó con Desst y Blaise no celebrar el suyo, y darle una sorpresa a Harry. Además, teniendo en cuenta que los padres de Neville se encuentran en San Mungo debido al Día en que nació, Neville detesra celebrar su cumpleaños, siendo un sentimiento compartido por Augusta. Debido a eso, todos los amigos acordaron no festejar ese día, pero aprovechar las fechas familiares como navidad y Halloween para hacerle regalos a su amigo. 

 

4- El cumpleaños de Blaise todavía no estoy seguro cuando colocarlo, puede que el personaje tenga ya una fecha de nacimiento pero no quiero tomarla en consideración, así que veremos qué hacer. Y tengan en consideración que el protagonista de ésta novela es Harry, no Blaise, no Neville, ni siquiera Desstiny, así que sus cumpleaños no serán representados TODOS LOS AÑOS. 

 

Sin más que decir, espero que les guste el capítulo. Se despide

su servidor 🖤

 

Chapter 10: El Ataque

Notes:

(See the end of the chapter for notes.)

Chapter Text

 

 

 

 

 

 

El juego fue... Todo lo que Harry conocía y todo lo que jamás creyó ver.

 

Gradas interminables recorriendo un enorme campo donde los jugadores se atacaban, perseguían y escapaban de las ruedas acciones de cada contrincante. Los aros, aunque parecían tener la misma medida que en Hogwarts, parecían más intimidantes y enormes, y ni siquiera había comenzado a explicar lo que sintió cuando aparecieron los buscadores. 

 

El realmente amaba volar, de verdad lo hacía, pero con el tiempo y el riguroso entrenamiento de Oliver a veces sopesaba sí quizás, volar no valía tanto la pena de someter su cuerpo a esas extenuantes jornadas.

 

 

Pero un renovado valor y ambición crecieron en el, una vez vio lo hábil que podía ser un buscador de taller mundial. Víctor Krunt era increíble, tenía un físico asombrosamente formado para ser tan sólo un joven de 17 años. También estaba esa intimidante personalidad que hacía que cualquier otro jugador, Irlandés o no, se sintiera tentado a bajar de su escoba y regresar a casa con su mamá. O al menos mantener 5 metros de distancia entre ellos. 

 

Fue fascinante, casi tan embelesado estaba en el juego que no tomó en cuenta la presencia de cierta familia rubia que también estaba presenciando el juego en el mismo palco que el ministro. 

 

Sin embargo Desstiny y Neville lo notaron, compartiendo de vez en cuando miradas interesadas cada vez que el Rubio idiota parecía mirar en dirección a los cuatro amigos y luego, al verse sorprendido, regresar la mirada al partido cómo sí nada hubiera ocurrido. Para Desstiny, que conocía bien la personalidad de esa familia, había cierta simpatía hacia el pequeño bastardo, aunque fuera muy mínima. Sin embargo Neville sólo tomaba con incomodidad esa extraña acción. 

 

Aún así, todos parecieron disfrutar la clausura del campeonato mundial, aunque luego fueran Blaise y Neville los que celebrarán con mucha efusividad (más que nada el moreno) al haber ganado su equipo. 

 

Bajando de las gradas y acercándose a la tienda, Blaise se carcajeaba en la cara de Harry mientras Neville sólo podía reír entre dientes por la exageración de su amigo — ¡En tu cara, imitación Hindú! Te dije que los mejores siempre serían Irlanda —

 

Harry, que no parecía en lo absoluto enojado, asentía mientras declaraba — Lo admito, lo admito, los Irlandeses realmente se lucieron en el juego. Pero jamás superarán al buscador de Bulgaria — 

 

Neville asintió — Amigo, simplemente Nadie puede superar a Krunt, es... Bueno, ¡KRUNT! — exclamó, mirando de soslayo a su abuela, que parecía un poco irritada por todo el ruido del juego. 

 

Desstiny asintió — Debo darle el punto a Harry. Todo lo que le falta al equipo de Bulgaria, parece tenerlo en su buscador. Siento que el juego fue un poco disparejo en ese tema — 

 

       — ¡Buuu, no es divertido burlarme de tí sí estás de acuerdo! — refutó el moreno, quitando se el enorme gorro verde para entrar en una personalidad un poco menos infantil — Y aunque Desstiny SIEMPRE le dará la razón a Harry, estoy de acuerdo con ustedes. Había algo extraño en la manera en la que los Búlgaros jugaron esta vez, parecía casi, intencionado —

 

Desstiny pareció un poco ofendido por la suposición de su amigo, sin embargo Harry lo ignoró mientras solo le tomaba de la mano con algo parecido a la acción de tranquilizarlo — No sé mucho sobre otros equipos que no sean los Chudley Cannos, pero en general, siento que faltó un poco de... No lo sé, pero no parecía que fueran un equipo de talle Mundial — despachó, aunque pensándolo bien, parecía un poco pretencioso viniendo de él. 

 

Sabiendo que quizás su opinión podía ser infantil, observó a sus figuras adultas de la mano — Tío Reg ¿Qué piensas del juego? — incentivó, mirando a sus espaldas al hombre que elegantemente caminaba entre Cassandra y Sofí. 

 

       — ¿No te gustó algo, querido? — preguntó sinceramente, acercándose a su sobrino para rodearlo con un brazo amable. Harry río.

 

        — No es eso, sólo siento que fue un poco disparejo ¿No crees? Parecía que sólo Krunt estaba esforzándose en ganar la copa — señaló en cambio, permitiéndose apreciar la muestra de afecto público de Regulus. Aunque este nunca le hubiera negado eso de todos modos. 

 

Regulus sopesó sus palabras un corto tiempo, ganándose así la intervención de, irónicamente, Lady Longbottom — No te equivocas, jovencito. He visto a esos brutos de Bulgaria en algunas oportunidades de mi vida, he tratado incluso con ese repugnante manager suyo. Pero está vez han dejado mucho que desear — argumentó, moviendo su bolso rojo de un lado a otro como sí buscará algo para golpear. 

 

Neville la observó con impresión — ¿Sigues a los Búlgaros, abuela? — 

 

La dama pareció un poco enérgica por causar esa impresión en su nieto, lo que la ánimo a comentar — Seguir a un equipo, es algo muy tedioso a mí parecer. Pero admito la disciplina, y aunque las acciones me resultan mundanas, la dedicación que tienen los jugadores de Quiddich profesionales son, en otras palabras, considerables — 

 

Blaise asintió — Concuerdo completamente con Lady Longbottom. La energía en el campo fue eclipsada. Temo por qué hayan comprado este partido — admitió, lo que llamó la atención de Lyle y Cassandra.

 

 

        — Esa es una implicación grave, joven Zabini. Porque estaríamos suponiendo un acto de corrupción y soborno a escalas internacionales — advirtió Lyle, aunque no había regaño, sólo... Ansiedad. 

 

Cassandra murmuró — Tengamos cuidado con lo que decimos, las paredes escuchan en estos lugares — 

E inevitablemente, aunque la atmósfera no se había roto, había cierta animosidad a seguir al aire libre. 

 

Llegar a la tienda fue un poco extenuante con tantas personas a su alrededor, incluso Lyle terminó cargando a Desstiny luego de que el pobre casi tuviera un ataque de pánico al ver tantas personas agrupadas, tocándose y haciendo ruido. Eso entristeció un poco a Harry, quien no había sopesado demasiado la poca receptividad social de su amigo. Pero Desstiny luego lo buscaría para una sesión de abrazos en la cena, donde no se despegó en casi toda la velada a menos que fuera para comer y responder algunas cosas que pidieran sus nuevos padres. 

 

Entonces la hora de dormir llegó y se hizo inminente el sueño y el cansancio acumulado. A través de las finas paredes se podía escuchar los sonidos calmados de la respiración y silbidos adormecidos de los demás que ya se encontraban durmiendo, algo tranquilizante para una persona que toda su vida permaneció más en soledad que otra cosa. Desstiny ya se encontraba durmiendo, en la cama que claramente había elegido Harry pero que, aprovechando sus anteriores días en Hogwarts, sabía que Harry le dejaría allí. 

 

Y así lo hizo, sintiendo la cantidad de energía al drenarse de su cuerpo, se acurrucó junto a su amigo mientras trataba de suspirar y exteriorizar por completo la satisfacción de su día.

 

 

 

 

 

Sin embargo, no duró. 

 

 

 

— ¡Harry! ¡Destiny! ¡Despierten! — exclamó con miedo una voz conocida, lo suficientemente alta cómo para despertarlos a ambos del susto. 

 

Su tío le sujetaba con desespero los hombros mientras con la otra mano retiraba con rapidez la sabana que los cubría. Harry sin dudas se sentía desorientado, pero algo que sabía, no resultaba nada bien, eran las tonalidades rojizas y amarillas que provenían del exterior de la carpa, donde gritos y personas corriendo se escuchan desde el otro lado. 

 

        — ¡Niños, apresúrense, hay que salir de aquí! — exclamó alterado Lyle, que ayudaba a Lady Longbottom a recoger su bastón y salir de la carpa.

 

 

A su lado y tomando entre sus brazos a Desstiny, Sofí y Cassandra agrupaban a los jóvenes mientras esperaban la incorporación de Harry y Regulus, los últimos en salir. Para seguidamente correr entre las personas asustadas que junto a ellos, escapaban de figuras oscurecidas y alargadas que llevaban máscaras aterradoras.

 

Y eso que flotaba... Eso.. ¡¿Eran personas?! 

 

        — ¡Harry, no mires atrás, no mires atrás! — exclamó Regulus, obligándolo a correr agachado junto a los demás niños, que eran empujados hacía el frente junto con Lady Longbottom. Cassandra parecía aterrorizada, y Sofí llevaba entre sus brazos a Desstiny y Neville mientras miraba sobre su hombro, asustada de ser seguidos por esas personas. 

 

Sin embargo en el gran tumulto de gente que estaba allí, muchas personas se empujaban y agredían, otras pasaban por encima de otras muchas y los niños que estaban allí perdidos sólo podían llorar y gritar. Entre el desespero, fue inevitable que Regulus fuera golpeado y sus manos se separarán, Harry cayó a un lado sin poder seguirle el paso a los demás, mientras Regulus era alejado por la avalancha de personas que huían sin control. 

 

         — ¡Tío Reg! ¡Tío Reg! — gritó tratando de buscarlo, sólo pidiendo escuchar su nombre lejano entre los demás sonidos y gritos del lugar. Intentó acercarse por dentro de la multitud, recordando el camino por donde habían llegado, pero un fuerte golpe nuevamente lo desequilibró y para cuando él fue consciente de los sucesos, ya todo se había vuelto negro.

 

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Despertó sintiendo un fuerte dolor en la cabeza, al acercar una de sus manos se percató del desagradable color rojo que salía de la herida, así como lo magullado que se sentía su brazo izquierdo y costillas del mismo lado. 

 

A su alrededor todo estaba muy oscuro, nada parecido al ambiente vivaz que habían encontrado al llegar, ahora todo parecía un campo de guerra, árido y con restos cenicientos de lo que habían sido adornos, banderines y muchas, muchas carpas. 

 

Estaba asustado, innegablemente asustado al verse tan sólo, pero por sobre todo asustado por saber donde estaba su familia, sus amigos y Desstiny, asustado porque no podía moverse por completo y porque en la lejanía, veía la figura de un hombre acercarse poco a poco. Y esto no habría sido nada alarmante, sí la cicatriz de Harry no hubiera empezado a doler en ese momento. 

 

El hombre, que parecía sólo un poco más envejecido que su tío Reg, avanzaba con dificultad y cojeando gracias a una pierna izquierda renuente, encorvado y tiritante. A sus espaldas una pequeña criatura miserable lloraba y berreaba sin decir palabra alguna, sólo siguiéndolo con las manos en la boca y una distancia considerable para ser vista como compañeros. 

 

Con cada paso se acercaba más, y con eso las posibilidades de escape se hacían menores, lo único que quedaba está vez sería camuflarse entre los restos de escombros y algunas personas heridas que se encontraban en el suelo. Se tendió allí, intentando minimizar su respiración mientras trataba de recordar las fracciones poco visibles del hombre castaño. Que además de una barba de tres días y una apariencia harapienta, no parecía notable o recordable. 

 

       — ¡Mors Morded! — exclamó, mientras sus manos sostenían una varita que para Harry, era imposible de NO reconocer. ¡Era su varita! Lo que significaba que entre la turbulencia del escape, se había caído de su bolsillo. Pero incluso sí pudiera reprenderse por la perdida de tal artefacto, toda su atención se fue a la espeluznante imagen que se formaba entre las nubes de una mortífera serpiente saliendo del cráneo más grande que habría visto en su vida.

 

Reconocía la imagen, la reconocía pero no recordaba de qué. Aún así, algo le decía que Voldemort tenía algo que ver con ello y que sí no salía de allí rápidamente, volverían a reunirse más rápido de lo que esperaba con el mago reptiliano. Sabiendo eso, ni siquiera podía incorporarse del todo puesto que llamaría aún más la atención, su única oportunidad era arrastrarse lo más silenciosamente posible mientras pensaba en un plan de escape mejor. Sin embargo ruidos parecidos a chillidos se escucharon provenientes de la criatura, que entre sollozos señalaba su dirección. 

 

        — Mierda... — exclamó suavemente, intentando apresurarse ahora sabiendo que el hombre se dirigía hacia él. 

 

No obstante otro sonido le sacó de la impresión, la reconocible voz de Desstiny llamándole junto a las voces lejanas de sus amigos y familiares. 

¡No lo habían dejado! 

 

Tomando energía y valentía de donde no sabía, se incorporó para llamar — ¡Desstiny! ¡Tío Reg! — gritó, aunque su voz sonaba muy seca y quebradiza.

 

 

Simultáneamente, el hombre castaño que había conjurado a la serpiente le miró con algo parecido a la felicidad enfermiza, mientras retrocedía suavemente con la mirada transmitiéndole más que cualquier palabra. No sería la primera vez que se encontrarían, y eso era seguro. 

 

Aún así los brazos de Desstiny cayeron junto a él de imprevisto, enganchándose como un koala mientras miraba su rostro y preguntaba cosas a la velocidad de la luz — ¿Estás bien? ¿Estás herido? ¿Cómo demonios te golpeaste tan fuerte? — repetía entre un mar de preocupaciones, mientras al mismo tiempo miraba a sus espaldas para llamar a los demás — ¡Lo encontré, Harry está aquí! — 

 

Pero incluso sí su vida le regalara cortos momentos de alivio, eso nunca podía durar demasiado — ¡Expeliarmus!/¡Incarcerus! — gritaron al menos siete personas desde varios rincones de su periferia, asustando los a ambos que, gracias a los reflejos instantáneos de Buscador, pudieron caer en el suelo para evitar los rayos de luz. 

 

       — ¡Deténganse! ¡Alto! — exclamó el señor Lyle, que corría en su dirección junto a una muy alterada Sofí y un enojado Regulus. 

 

Harry sin embargo se concentró en reconocer los rostros que los atacaban, deslumbrando entre ellos a un hombre bajito de bigote con cara traumada, un hombre robusto de piel morena y otros más que no parecían realmente importantes. Los adultos llegaron a sus lados casi de inmediato, siendo Sofí la que abrazo a Desstiny mientras el señor Lyle y Regulus ayudaban a Harry a incorporarse. 

Regulus gruñó — ¿Qué exactamente, pasaba por tu cabeza al atacar a mi sobrino? Crouch — exclamó ciertamente enfurecido, mientras enterraba el rostro de Harry en su pecho, cómo si tratara de esconderlo del mundo. 

 

El hombre de bigote, que ahora sabía que se llamaba Crouch, parecía poco interesado en la acusación y más fijado en apuntar con su varita a Harry mientras decía — Los encontramos en la escena del crimen ¿Quién la conjuro? —

 

         —¡Son niños! ¿Cómo podrían invocar a algo tan monstruoso? — grito indignada Sofí. Quien por primera vez parecía fuera de sus remilgados modales franceses Desstiny en sus brazos, miraba con odio al hombre que había alterado a su mamá. 

 

El hombre alto y moreno que se encontraba allí, intervino — Discúlpeme, señorita. Pero estamos intentando descubrir cómo pudieron infiltrarse Mortifagos en éste lugar —

 

         — ¿Mortifagos? — preguntó Barry — ¿Hablan del hombre que estaba allí de pie? —

 

Casi de inmediato, Bartemius se acerco de manera grosera al joven — ¿hombre, qué hombre? -— exigió, sólo alejándose un poco cuando Regulus nuevamente se apartó con repudio. 

 

Harry señaló — Allí, vi un hombre alto y castaño conjurando esa cosa en el cielo, venía con otra persona o criatura, pequeña y sollozante. Tenían mi varita —

 

Crouch refutó — ¿tú varita? —

 

A sus espaldas, otro hombre que les acompañaba respondió de manera sarcástica — ¿Y esperas que creamos que alguien más invocó la Marca Tenebrosa, unicamente con tu varita, la cual perdiste convenientemente? —

 

 

Desstiny refutó, saliendo del costado de su madre para decir — ¡El no miente, perdió su varita cuando nos separamos! ¡Y sí había alguien allí! —

 

El hombre miro en dirección a su amigo con desagrado, casi parecía preparado para decir algún comentario fuera de lugar y desagradable. Sin embargo el señor Lyle comentó — Puedes decidir no creer en lo que decimos, Crouch. Pero mi familia y amigos no están involucrados en ésto, mucho menos un niño como Harry que sólo ha demostrado ser un alma bondadosa — bramo, irguiéndose con toda la altura a de un Lord, así como Regulus. 

 

El hombre desagradable parecía protestar entre dientes, sin embargo su mirada cayó en dirección a la dama de negro que había permanecido en silencio — No refutó la inocencia de su familia, Lord Pomfray... Pero no puedo decir lo mismo de otras familias, que son de conocimiento público, oscuras —

 

        — Es suficiente Torkin, ese comentario está fuera de lugar y no permitiré que ninguno de mis acompañantes sea tratado de esa manera — declaró Regulus, cubriendo la figura de Cassandra y Blaise incluso si la mujer era más alta que él. En sus ojos había desagrado, y quizás algo más personal, Harry no sabría decirlo claramente. 

 

Enojado, y claramente irritado por la actitud hipócrita de los magos frente a él, Harry bramó — Sí todavía pretenden atrapar al culpable de esa cosa, lo mejor sería poner sus esfuerzos en cumplir su trabajo, en vez de acusar a inocentes de su falta de cerebro — escupió, logrando que más de uno lo mirara como si desearan matarlo, pero él era el cinismo personificado en esta clase de situaciones,  su amargura podía pasársela por el arco de sus pantalones. 

 

Mientras tanto Crouch, que parecía indignado, desplegó un equipo de personas con solo un ademán de su mano derecha. Lo que le valió una risa aún más sarcástica por parte del ojiverde, que había demostrado su punto. 

 

Un intenso momento de silencio y miradas acusatorias se propagó por el lugar antes que los hombres del escuadrón volvieran arrastrando y pateando algo que Harry reconoció de inmediato. La criatura podría ser idéntica a Dobby si su atuendo no fuera un vestido azul parecido al de una muñeca vieja. Sus enormes ojos cubiertos de lágrimas y sus manos sujetando su varita incluso le recordaron aún más a su amigo, y verlo ser tratado de esa manera... 

 

       — Encontramos a este elfo rondando por el lugar, encaja en la descripción de Potter — bramó el hombre, que pateó una última vez a la pobre elfina mientras reía con saña. 

 

Harry exclamó — ¿Qué te pasa? No tienes que tratarla así —

 

Pero sus palabras fueron ignoradas por el rostro traumado de Bartemius, quien miraba a la criatura cómo si frente a él hubiera algo semejante a un fantasma, para los Mágicos — Winky ¿Que significa ésto? — murmuró, logrando que varios presentes hicieran más silencio del mortalmente permitido. 

 

La cosa llorosa sólo hipaba y graznaba inconsistencias, lo único reconocible podía ser sus disculpas y otras palabras parecidas a "Winky lo siente, Winky debe ser castigada". Y Harry sólo miraba a la pobre con tanta empatia, cómo si se tratara de su querida amiga Será — Estas despedida, le has traído una gran vergüenza a la familia Crouch — retó mecánicamente el hombre, que no parecía querer rendir explicaciones a nadie, más allá del hecho de reconocer que, la elfina, era parte de la familia Crouch... Bueno, fue. 

 

       —¡No, por favor no despida a Winky! ¡Winky prometió servir a la familia Crouch hasta su muerte, por favor amo, castiga a Winky cómo desee pero no me despida! — Chilló, pero el hombre era letal en su decisión. 

 

Harry deseaba intervenir, principalmente porque un Elfo Doméstico jamás realizaría una acción maliciosa en contra de la comunidad Mágica a menos que tuviera órdenes explícitas. Pero viendo a su tío, no sabía que tanto podría intervenir si ya su varita estaba metida en el dilema. 

 

El hombre asqueroso dijo — Trata de no perder tu varita, muchacho — bramo, lanzando la cosa de madera en dirección a Harry. Quién había sentido un temblor involuntario luego de escuchar el apodo despectivo que solía usar su antigua "Familia". 

 

Desstiny, quien había notado todo al seguir prendado a su brazo, deseo hechizar al maldito idiota.

 

 

Pero Regulus intervino — Sí pretendes despedir a quien mejor te ha servido, no te haré cambiar de opinión, Bartemius. Pero sabes que estas equivocado, ningún elfo doméstico atacará a un mago a su libre albedrío —

 

       — Lord Black, le recomiendo que no se entrometa en lo que no le concierne — 

 

Regulus no retrocedió — Irónicamente me concierne, Crouch. Te recuerdo que soy parte del Departamento de Criaturas Mágicas. Y que hace un momento estabas señalando a mi sobrino —

 

Para los jóvenes, aquello parecía más una guerra personal que algo netamente vinculado al desastre de ese día. Harry lo presentía, que ese hombre, Bartemius Crouch, intentaba ocultar algo importante. 

 

Y Regulus parecía reconocerlo. 

Enojado pero con la necesidad de poner a salvo a sus amigos y familia, Regulus se permitió la retirada — Dado que no conoces razón, me retiro de éste Circo al que llamas Investigación — reprendió, logrando tocar una fibra delicada en el hombre de bigote. Pero para su tío, había una presencia más importante que el susodicho — Winky, sí no estas en desacuerdo, puedes venir a la mansión Black a prestar tu servicios. Eres bienvenida —  

 

Regulus, en su inmenso amor por las criaturas desdichadas, mejor conocidas como elfos, siempre prestaría su apoyo. La criatura, Winky, parecía al borde de un ataque mientras miraba entre su antiguo amo Crouch y su tío en busca de alguna ayuda o revelación que le ayudará a decir que hacer. Pero Crouch parecía más interesado en deshacerse de la criatura que en otra cosa. Por lo que prefirió girar en sus talones y desaparecer de allí con su séquito de imbéciles entrajados.

 

No obstante y antes de lograr desaparecer de allí, Crouch escuchó como era mencionado — Y una cosa más, Bartemius — citó su tío, viéndose increíblemente intimidante pese a su estatura — Vuelve a apuntar tu varita a mi sobrino, o faltarle el respeto de otra manera... Y esto, será personal — dictó 

 

Y aunque Harry sabía que el hombre lo había escuchado fuerte y claro, no se atrevió a mirar u objetar nada. Huyendo como un vil cobarde. 

 

Regulus suspiro con algo parecido a la decepción, mirando casi de inmediato a la pobre y llorosa Winky, que todavía miraba con anhelo y abandono al hombre de bigote alejándose — Winky, quizás no estés muy segura de esta decisión. Pero puedes ir a la mansión Black sí deseas seguir sirviendo a una familia de magos. Allí te esperarán otros dos elfos que están a mi cuidado, e incluso sí no deseas ir, también puedes acercarte a Hogwarts. Estoy seguro que el colegio siempre apreciará la ayuda —

 

La pequeña elfina no respondió inmediatamente, prefiriendo llorar un poco más antes de asentir y susurrar leves agradecimientos antes de desaparecer del sitio, dejando a Regulus con un entrecejo triste y enfadado, mismo que intentó ocultar muy vagamente de Harry mientras lo sujetaba todavía en su costado — Vamos, salgamos de este circo — clamó, logrando alejar un poco más a la comitiva hasta el punto en que todos pudieran utilizar de nueva cuenta el Traslador de manera segura.

 

 

Al llegar a la mansión Black, hubo un profundo silencio atronador. Adultos abrazaban a su descendencia mientras entre ellos sopesaban la magnitud de un ataque tan público, nada comparable a algo que alguna vez hubieran visto... A excepción, de Él.

 

Regulus, que todavía abrazaba a Harry sin siquiera intentar perderlo de vista, anunció — Todos son bienvenidos a descansar aquí ésta noche. Las barreras que protegen estas paredes son fuertes, arcanas y muy antiguas. Les prometo la seguridad y tranquilidad que nos fue arrebatada en esta ocasión. Y por sobre todo, seguridad para nuestros niños —

 

Harry no tardo en mirar a Desstiny, que seguía entre los brazos de Sofí y Lyle, a Blaise, que abrazaba por un costado a la silenciosa  Cassandra, y por último a Neville, que era fuertemente sujetado por una muy perturbada Augusta. Todos fuertemente protegidos por sus tutores, que a la vez, dudaban de su capacidad para mantenerlo así. 

 

Todos comprendieron esa noche, que incluso teniendo a sus padres, abuelos y tíos, no estaban seguros. 

 

No mientras Él viviera. 

 

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Notes:

[NOTAS DEL AUTOR]

Espero que disfruten de tres actualizaciones seguidas, porque probablemente me desaparezca medio año más muajjajajajaja

En fin, nos estaremos encontrando en nuevas actualizaciones

Se despide, un servidor 🖤

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