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Habían pasado años desde que el plan de redención de la princesa del infierno era una realidad pese a la sorpresa y lo inverosímil que sonara, esto había suscitado de muchas formas una nueva ideología y un nuevo orden tanto en el infierno como en el cielo lo que significaba más trabajo para Sera como encargada de las almas humanas en el cielo ya Lucifer como rey del infierno por lo que para agilizar la carga de trabajo habían creado nuevos puestos siendo para Lucifer su propia hija la del infierno y Emily por parte del cielo.
Por supuesto esto significativo que Lucifer quien había abandonado sus obligaciones hacía muchos años tendría que ponerse a trabajar de nuevo, pero pese a sus deseos de querer ayudar a su hija en todo lo que ella quisiera, sabia las cosas en el infierno eran un caos desde que permitió que las cosas se salieran de control.
Alastor por su parte ya se comprometió por completo con el proyecto y siendo la anfitriona del hotel, aunque significo también un aumento de sus tareas considerablemente era un ávido as de la organización y administración, por lo que el aumento en sus obligaciones no significo nada para el quien se sintió en todos con esas habilidades que, aunque no se mantuvo ocultas, nadie sabía que podría llegar a ese nivel por lo que se sentía en extremo orgulloso de sí mismo.
Sin embargo, lo que verdaderamente logró a todos era que Alastor había llegado a algún tipo de entendimiento con Lucifer yendo detrás de el cómo su portavoz hacia los Overlords y un secretario en el resto de sus funciones en el infierno. Claro los Overlords no se lo tomaron bien al principio, pero con mano dura y una determinación inquebrantable ante todo pronóstico la mayoría tiempo después se resignó o en su mejoría apoyaba a Alastor directamente después de ver que sus exigencias eran escuchadas y poco a poco dentro del anillo del orgullo había una administración estable cosa que beneficio a muchos.
Quienes mostraron su rechazo contundente fueron los Vees quienes inmediatamente se opusieron a cualquier demanda del rey y alegando que Alastor no merecía tal puesto siendo apoyados por un grupo reducido de demonios y unos cuantos Overlords de bajo rango. Sin embargo, aunque buscaron pelea abiertamente nunca se llegaron a concretar ya que Lucifer por concejo de Alastor previendo aquello siguió con la política que había manejado Camile quien prohibió las peleas de poder y físicas entre ellos los días de reunión, y aunque ellos no aceptaron aquello Vox, aunque furioso sabia no debía impacientarse ni ser imprudente ante el rey.
Para Vox más que el que Alastor se aliara a la familia real y al proyecto de redención, su mayor molestia fue que durante esos años Alastor comenzó a apoyar abiertamente cualquier proyecto de Charlie o Lucifer, siendo de este último de quien más le molestaba que apoyaba ya que le rememoraba su pasado junto a Alastor quien siempre rechazaba cualquier mínimo cambio al orden establecido que el propusiera y sin embargo con ellos parecía no tener pero alguno más que algunas sugerencias lo que solo consolida una extraña relación de camarería entre Lucifer y Alastor, de la cual todo el infierno sabia ya que Lucifer abiertamente incluso comenzó a apoyarse más en Alastor e incluso sabia por medio de sus drones que vigilaban al hotel Lucifer incluso lo buscaba lo que le puso muchos celoso.
Vox ese día especialmente estaba hastiado de tener que enviar las invitaciones al resto de Overlords para la siguiente reunión que tendría lugar esta vez en su torre, maldecía en voz baja a sabiendas el reproche que recibiría por haber sido atrapado de nuevo mandando cámaras al hotel las cuales captaron a Alastor y Lucifer en una noche en el bar bromeando y riendo entre ellos relajadamente lo cual ocasiónó que su cámara por la que los espiaba comenzando a sobrecalentarse captando la atención del demonio de la radio quien rápidamente se percató de la cámara achicharrándose de inmediato.
— ¿Qué es lo que te tiene de tan mal humor esta vez? —Pregunto Valentino llegando y sentándose espacialmente en el sofá de la oficina.
—No preguntes lo evidente. —Dijo con fastidio.
—¿De nuevo con Alastor? —Dijo dándole una calada a su cigarrillo. —Tu obsesión con el dejo de ser divertida hace mucho.
—Dice quien sigue rogándole a su puta para que salga del hotelucho de cuarta y regrese a vivir contigo.
—¡Hey!... a diferencia de ti, yo tengo algo que me ata a él. —Dijo refiriéndose al contrato que mantenía con Angel. —Tú no tienes nada más que una pelea fallida y una foto rota.
Vox gruño en respuesta azotando las palmas de sus manos contra el escritorio furioso mientras se levantaba de la silla.
—Cariño no te enojes conmigo, yo no te mande a hacer cosas imprudentes, es claro porque te rechazaría desde un inicio. No puedes esperar que un antiguo Alfa dominante quiera emparejarse con otro igual. —Dijo alzando las manos de manera floja. —Si tanto te afectaba debiste seguir los pasos del rey y quedarte callado acerca de tus sentimientos por él.
Sabía que tenía razón, Alastor como alfa dominante no querría estar con un igual, o eso había creído el cuándo lo conoció, y aun, así como un estúpido cayo enamorado de él, por lo que le molestaba aún más la “amistad” entre Alastor y Lucifer la cual parecía incluso más cercana que la que ellos dos habían tenido antes de que él le expresara lo que sentía pese a la humillación que eso convendría. Pero no era estúpido, sabía que en las miradas fugases que se dirigían el rey hacia Alastor no eran de camarería ni amistosas lo que lo ponía aún más furioso.
—Eso no es algo en lo que tengas que inmiscuirte. —Amenazo acercándose a su cara.
-¿No? Literalmente te salve el puto trasero de que el fuera a matarte hace años.
—Esa es historia antigua.
—Crees que sería diferente ahora?
Ambos se miraron y Valentino solo ensancho más su sonrisa con una idea siniestra.
—Creo que, para tu buena suerte, tengo algo que podría ayudarte a que esta vez sí sea diferente.
—¿Ahora de qué estás hablando?
—Un afrodisíaco.
—¿No recuerdas lo que me metió en aquella pelea? —Dijo con furia. —Tus poderes y drogas no funcionan en él y sabes muy bien la cantidad de veces que lo intenté.
—No, no. Esto es diferente. —Dijo sacando un pequeño frasco el cual Vox miro con incredulidad y fastidio. —Lo compre con un traficante del anillo de la gula.
—Eso tiene aún menos sentido. —Dijo irritado rodando los ojos.
—Tal vez, pero se dé buena fuente que fue creada en el anillo de la Lujuria por un ex científico del anillo de la Pereza. Tiene feromonas de un súcubo.
Vox miro el pequeño frasco ahora con fascinación, si era verdad lo que decía casi cualquiera podría verse afectado por aquella diminuta sustancia, no solo era extremadamente difícil de conseguir por no decir casi imposible o más bien ilegal ya que era un producto que ni siquiera debía existir. Por lo que, si era verdad, esa botellita valdría una fortuna pese al riesgo que significa tenerla solo en su territorio. Las súcubos tenían prohibido vender sus feromonas así que un producto así no solo era en si peligroso sino ultra efectivo por lo cual no sonaba descabellado que en su creación varios anillos se vieran involucrados para ocultar su existencia.
— ¿Cómo la consecuencia? —Pregunto ahora con interés.
—Creí que no estabas interesado. —Dijo agitando la botellita para molestia de Vox. —Digamos que es un secreto comercial del cual si sale bien ambos nos veremos beneficiados. Sin embargo, necesitamos la ayuda de Velvett para ello, tiene un poco menos de reticencia en su compañía que en la de nosotros.
—¿Ah sí? Te escuché.
—Déjame probar la mercancía a mí también y tendrás a tu próximo proveedor. —Se pavoneo hacia él. —Sin embargo, espero conservar bien a tu cervatillo, es necesario para nuestro siguiente plan, además será una lástima si el demonio más cercano al rey fuera utilizado por alguien más que no fuimos nosotros.
—No podía esperar menos de ti. —Dijo sonriendo. —Está bien, siempre y cuando pueda tener su primera vez y pueda quedarme con la envoltura. Me gusta coleccionar.
Valentino llamativamente y rio, sabia era demasiado arriesgado lo que iban a hacer, pero no podía resistirse de humillar y manipular a su antojo al demonio más cercano al soberano y el cual más de una ocasión se interpuso entre él y Angel. Con aquella oportunidad tendría incluso el poder de por fin apartarlo de su camino e incluso usarlo para sus propios fines.
Ambos después de intercambiar información trazaron un plan donde los Vees se vieran beneficiados y proyectando sus Múltiples resultados si el plan salía perfecto o en su caso disminuir la pérdida si algo salía mal ambos quedando satisfechos. Valentino le entrego la botellita con las feromonas a Vox y este fue en búsqueda de Velvett para convencerla de ayudar, sabía que lo más seguro tendría que ofrecer algún otro evento a lo grande y extremadamente costoso para ella además de incluirla en su futuro plan el cual debería poner manos a la obra, pero todo valdría la pena con tal de tener a aquel ciervo escurridizo babeando por el por una vez y no fuera al revés.