Chapter Text
Habían pasado años desde que el plan de redención de la princesa del infierno era una realidad pese a la sorpresa y lo inverosímil que sonara, esto había suscitado de muchas formas una nueva ideología y un nuevo orden tanto en el infierno como en el cielo lo que significaba más trabajo para Sera como encargada de las almas humanas en el cielo ya Lucifer como rey del infierno por lo que para agilizar la carga de trabajo habían creado nuevos puestos siendo para Lucifer su propia hija la del infierno y Emily por parte del cielo.
Por supuesto esto significativo que Lucifer quien había abandonado sus obligaciones hacía muchos años tendría que ponerse a trabajar de nuevo, pero pese a sus deseos de querer ayudar a su hija en todo lo que ella quisiera, sabia las cosas en el infierno eran un caos desde que permitió que las cosas se salieran de control.
Alastor por su parte ya se comprometió por completo con el proyecto y siendo la anfitriona del hotel, aunque significo también un aumento de sus tareas considerablemente era un ávido as de la organización y administración, por lo que el aumento en sus obligaciones no significo nada para el quien se sintió en todos con esas habilidades que, aunque no se mantuvo ocultas, nadie sabía que podría llegar a ese nivel por lo que se sentía en extremo orgulloso de sí mismo.
Sin embargo, lo que verdaderamente logró a todos era que Alastor había llegado a algún tipo de entendimiento con Lucifer yendo detrás de el cómo su portavoz hacia los Overlords y un secretario en el resto de sus funciones en el infierno. Claro los Overlords no se lo tomaron bien al principio, pero con mano dura y una determinación inquebrantable ante todo pronóstico la mayoría tiempo después se resignó o en su mejoría apoyaba a Alastor directamente después de ver que sus exigencias eran escuchadas y poco a poco dentro del anillo del orgullo había una administración estable cosa que beneficio a muchos.
Quienes mostraron su rechazo contundente fueron los Vees quienes inmediatamente se opusieron a cualquier demanda del rey y alegando que Alastor no merecía tal puesto siendo apoyados por un grupo reducido de demonios y unos cuantos Overlords de bajo rango. Sin embargo, aunque buscaron pelea abiertamente nunca se llegaron a concretar ya que Lucifer por concejo de Alastor previendo aquello siguió con la política que había manejado Camile quien prohibió las peleas de poder y físicas entre ellos los días de reunión, y aunque ellos no aceptaron aquello Vox, aunque furioso sabia no debía impacientarse ni ser imprudente ante el rey.
Para Vox más que el que Alastor se aliara a la familia real y al proyecto de redención, su mayor molestia fue que durante esos años Alastor comenzó a apoyar abiertamente cualquier proyecto de Charlie o Lucifer, siendo de este último de quien más le molestaba que apoyaba ya que le rememoraba su pasado junto a Alastor quien siempre rechazaba cualquier mínimo cambio al orden establecido que el propusiera y sin embargo con ellos parecía no tener pero alguno más que algunas sugerencias lo que solo consolida una extraña relación de camarería entre Lucifer y Alastor, de la cual todo el infierno sabia ya que Lucifer abiertamente incluso comenzó a apoyarse más en Alastor e incluso sabia por medio de sus drones que vigilaban al hotel Lucifer incluso lo buscaba lo que le puso muchos celoso.
Vox ese día especialmente estaba hastiado de tener que enviar las invitaciones al resto de Overlords para la siguiente reunión que tendría lugar esta vez en su torre, maldecía en voz baja a sabiendas el reproche que recibiría por haber sido atrapado de nuevo mandando cámaras al hotel las cuales captaron a Alastor y Lucifer en una noche en el bar bromeando y riendo entre ellos relajadamente lo cual ocasiónó que su cámara por la que los espiaba comenzando a sobrecalentarse captando la atención del demonio de la radio quien rápidamente se percató de la cámara achicharrándose de inmediato.
— ¿Qué es lo que te tiene de tan mal humor esta vez? —Pregunto Valentino llegando y sentándose espacialmente en el sofá de la oficina.
—No preguntes lo evidente. —Dijo con fastidio.
—¿De nuevo con Alastor? —Dijo dándole una calada a su cigarrillo. —Tu obsesión con el dejo de ser divertida hace mucho.
—Dice quien sigue rogándole a su puta para que salga del hotelucho de cuarta y regrese a vivir contigo.
—¡Hey!... a diferencia de ti, yo tengo algo que me ata a él. —Dijo refiriéndose al contrato que mantenía con Angel. —Tú no tienes nada más que una pelea fallida y una foto rota.
Vox gruño en respuesta azotando las palmas de sus manos contra el escritorio furioso mientras se levantaba de la silla.
—Cariño no te enojes conmigo, yo no te mande a hacer cosas imprudentes, es claro porque te rechazaría desde un inicio. No puedes esperar que un antiguo Alfa dominante quiera emparejarse con otro igual. —Dijo alzando las manos de manera floja. —Si tanto te afectaba debiste seguir los pasos del rey y quedarte callado acerca de tus sentimientos por él.
Sabía que tenía razón, Alastor como alfa dominante no querría estar con un igual, o eso había creído el cuándo lo conoció, y aun, así como un estúpido cayo enamorado de él, por lo que le molestaba aún más la “amistad” entre Alastor y Lucifer la cual parecía incluso más cercana que la que ellos dos habían tenido antes de que él le expresara lo que sentía pese a la humillación que eso convendría. Pero no era estúpido, sabía que en las miradas fugases que se dirigían el rey hacia Alastor no eran de camarería ni amistosas lo que lo ponía aún más furioso.
—Eso no es algo en lo que tengas que inmiscuirte. —Amenazo acercándose a su cara.
-¿No? Literalmente te salve el puto trasero de que el fuera a matarte hace años.
—Esa es historia antigua.
—Crees que sería diferente ahora?
Ambos se miraron y Valentino solo ensancho más su sonrisa con una idea siniestra.
—Creo que, para tu buena suerte, tengo algo que podría ayudarte a que esta vez sí sea diferente.
—¿Ahora de qué estás hablando?
—Un afrodisíaco.
—¿No recuerdas lo que me metió en aquella pelea? —Dijo con furia. —Tus poderes y drogas no funcionan en él y sabes muy bien la cantidad de veces que lo intenté.
—No, no. Esto es diferente. —Dijo sacando un pequeño frasco el cual Vox miro con incredulidad y fastidio. —Lo compre con un traficante del anillo de la gula.
—Eso tiene aún menos sentido. —Dijo irritado rodando los ojos.
—Tal vez, pero se dé buena fuente que fue creada en el anillo de la Lujuria por un ex científico del anillo de la Pereza. Tiene feromonas de un súcubo.
Vox miro el pequeño frasco ahora con fascinación, si era verdad lo que decía casi cualquiera podría verse afectado por aquella diminuta sustancia, no solo era extremadamente difícil de conseguir por no decir casi imposible o más bien ilegal ya que era un producto que ni siquiera debía existir. Por lo que, si era verdad, esa botellita valdría una fortuna pese al riesgo que significa tenerla solo en su territorio. Las súcubos tenían prohibido vender sus feromonas así que un producto así no solo era en si peligroso sino ultra efectivo por lo cual no sonaba descabellado que en su creación varios anillos se vieran involucrados para ocultar su existencia.
— ¿Cómo la consecuencia? —Pregunto ahora con interés.
—Creí que no estabas interesado. —Dijo agitando la botellita para molestia de Vox. —Digamos que es un secreto comercial del cual si sale bien ambos nos veremos beneficiados. Sin embargo, necesitamos la ayuda de Velvett para ello, tiene un poco menos de reticencia en su compañía que en la de nosotros.
—¿Ah sí? Te escuché.
—Déjame probar la mercancía a mí también y tendrás a tu próximo proveedor. —Se pavoneo hacia él. —Sin embargo, espero conservar bien a tu cervatillo, es necesario para nuestro siguiente plan, además será una lástima si el demonio más cercano al rey fuera utilizado por alguien más que no fuimos nosotros.
—No podía esperar menos de ti. —Dijo sonriendo. —Está bien, siempre y cuando pueda tener su primera vez y pueda quedarme con la envoltura. Me gusta coleccionar.
Valentino llamativamente y rio, sabia era demasiado arriesgado lo que iban a hacer, pero no podía resistirse de humillar y manipular a su antojo al demonio más cercano al soberano y el cual más de una ocasión se interpuso entre él y Angel. Con aquella oportunidad tendría incluso el poder de por fin apartarlo de su camino e incluso usarlo para sus propios fines.
Ambos después de intercambiar información trazaron un plan donde los Vees se vieran beneficiados y proyectando sus Múltiples resultados si el plan salía perfecto o en su caso disminuir la pérdida si algo salía mal ambos quedando satisfechos. Valentino le entrego la botellita con las feromonas a Vox y este fue en búsqueda de Velvett para convencerla de ayudar, sabía que lo más seguro tendría que ofrecer algún otro evento a lo grande y extremadamente costoso para ella además de incluirla en su futuro plan el cual debería poner manos a la obra, pero todo valdría la pena con tal de tener a aquel ciervo escurridizo babeando por el por una vez y no fuera al revés.
Notes:
Espero puedan disfrutar de esta extraña trama que me invente hace casi un año.
Aunque como siempre me negué a compartirla mi "real" me convenció para publicar algo después de haber pasado muchos años de no compartir mas que con unos pocos mis historias. Y viendo que hoy era el "Dia mundial de la Radio" pensé que era el mejor momento para hacerlo.
Estaré subiendo semanalmente o al menos intentare no faltar sin subir una semana, aunque tal vez y pueda a llegar a subir uno mas extra de pendiendo de mi disponibilidad. De antemano una disculpa si llega a haber algunas faltas de ortografía o gramática que pudiera pasar por alto, intento no centrarme mucho en ello para no sentirme agobiada al escribir.
¡Gracias por leerme!
Chapter 2
Notes:
Dado que estoy iniciando y quiero que sigan mi historia subiré 3 capítulos el día de hoy como compensación al escribir capítulos tan cortos, pese a ello no se cuantos capítulos terminen siendo al final, pero al menos llevo reescrito unos cuantos para subsistir sin presión por unas semanas.
(See the end of the chapter for more notes.)
Chapter Text
Alastor quien revisaba los expedientes de los candidatos a residentes fue interrumpido por unos golpes en su puerta. Permitiendo el paso a quien fuera que intentara entrar siguió revisando los papeles con detenimiento.
—Buenos días. —Se acerca Charlie al escritorio llevando una tasa con café.
—Querida buenos días. —Dijo dejando los papeles a un lado y levantándose para recibirla como era debido. —¿Qué te trae aquí tan temprano en la mañana?
—Bueno, sé que tienes hoy la junta con los Overlords en el territorio de los Vees. —Dijo acercando su taza de café a Alastor quien la acepta gustoso. —Me preguntaba, ¿no quieres que alguien te acompañe? Se que no es un lugar al que te guste ir.
—Querida Charlie, tu preocupación es muy apreciada, pero no es necesaria. —Dijo dándole el primer sorbo al café. —Esta no será una junta importante ni que requiera mucha mi atención y mucho menos la tuya, solo es rutina.
—Lo sé, pero no me siento cómodo enviándote a aquel territorio.
Alastor río estridentemente. Palmeo la cabeza de Charlie quien se sonrojo un poco de vergüenza y por el gesto cariñoso y raro en Alastor pero no se apartó y en cambio aceptó su caricia.
—Querida, sabes que no hay lugar en el anillo del orgullo que no haya pisado ya y no soy tan débil como para tener escolta o chaperón si esa es tu intención.
—No, es que… —Se detuvo un momento para sobarse la nuca nerviosamente. —Tuve un sueño raro anoche.
—¿Cómo se cortan los dados? —Dijo guiándola para que ambos se sentaran en el sillón uno frente a otro. —¿Estás preocupada por un sueño?
—No, mi sueño no tenía que ver contigo, o al menos no del todo. Pero tengo un mal presentimiento y escucha a papá decir lo mismo. Incluso me gustaría pedirte que no fueras a esa junta.
Alastor ahora si estaba intrigado, pero pese a sus objeciones tenía obligaciones que cumplir y aunque fuera de rutina se veía obligado a ir. Sabía que los malos presentimientos del soberano no eran para jugársela, pero tampoco estaba tan dispuesto a dejarse guiar por el solo por ello.
—Estaré bien Charlie, me gustaría cumplir tus caprichos, pero me temo no puedo hacerlo y tampoco puedo disponer del tiempo de los demás a mi conveniencia de la nada.
Charlie se resignó, sabía que respuesta recibiría, pero aún así no quiso dejarlo ir sin intentarlo al menos. Y aunque tampoco estaba segura de que su mal presentimiento y el de su padre fuera por lo mismo, aun así estaba resistente a mandar a Alastor.
—Prometo volver lo más pronto posible. Si no, aceptare casi cualquier castigo que quieras darme. —Bromeo.
—No necesito que recibas un castigo… solo regresa a casa. —dijo resignada acercándose para aferrarse a él.
—Bien. —Dijo aceptando el abrazo que Charlie le dio. — ¿Qué te parecería algo dulce para desayunar esta vez? Hice tu mermelada favorita ayer.
—Papá la encontró primero. Esta en la cocina preparando sus hot cakes especiales para todos.
Una pequeña mueca de desagrado casi imperceptible desdibujo la sonrisa de Alastor pero avanzando y los conducidos a ambos al comedor donde todos ya estaban desayunando. Al llegar el rey con un delantal repartía una gran pila de hot cakes en la mesa. Alastor lo miro con desagrado pensando que el rey solo perdía de nuevo el tiempo buscando una excusa para no tener que ir a su reunión mientras era arrastrado por Charlie quien los guio a su propia mesa.
—Así que el pequeño ciervo por fin se despertó. —Dijo Lucifer nada más ver a Alastor con su tono juguetón habitual.
—Por favor majestad, sabe que tenía cosas que preparar antes de la junta de Overlords, es natural que el día de hoy tardara más en bajar de lo habitual. Mas bien estoy sorprendido porque de nuevo lo veo evadiendo el hecho de tener una reunión importante con los pecados capitales el día de hoy.
Lucifer puso una mueca al escuchar aquello, dejo la última pila de hot cakes en su mesa y se sentó en medio de Charlie y Alastor.
—Hablando de ello, ¿Es importante tu presencia en esa reunión?
Una pequeña interferencia salió de Alastor quien lo miro con fastidio ahora que Charlie estaba distraído charlando con Vaggie.
—Oh, por supuesto que no, pero ¿Qué puedo hacer? Supongo que puedo pedirles a todos los Overlords quienes no tienen mejores cosas que hacer que nos veamos la siguiente semana para charlar y tomar el té. —Dijo con sarcasmo marcado en la voz. —Le recuerdo que fue usted quien las programa, no yo. Si lo que quiere es seguir retomando sus funciones puedo hacerme a un lado cuando usted lo crea conveniente.
—Sabes que no es eso. Solo estaba pensando en que no has descansado lo suficiente….
—Esto no tiene nada que ver con descansar o no. Nunca, ni en mi vida terrenal llegue a hacer tal acto. —Dijo con exasperación en la voz pensando que era una inútil y estúpida excusa la que intentaba darle. —Charlie me dijo que tenía un mal presentimiento. —Acuso.
Lucifer lo miro con molestia, le gustaban los retos, pero ese día especialmente esperaba no encontrarse con ninguno y el cediera un poco, eran exasperantes sus instintos y aunque muchas veces se equivocaron simplemente no los podía ignorar y sabía era lo mismo para su hija. Entendía la molestia de Alastor, sin embargo, realmente quería convencerlo esta vez, los movimientos de los Vees habían sido sospechosos, algo que Alastor sabia, sin embargo, era este último quien menor importancia les dio, algo que apoyaría, pero esta vez sentía era diferente.
—Mira, sé que ya para ustedes es absurdo, pero sé que entiendes a lo que me refiero. —Empezó a negociar. —Cancelamos la junta, podemos reprogramarla.
—Sigue olvidando que Angel tiene el día libre justo por esta maldita junta.
—Mierda… —Murmuro, pero aún así fue escuchado por Alastor.
—Es preferible que yo salga a que alguien más lo haga si es lo que le preocupa, no veo el problema. Pero si esta es una nueva estrategia para no tener que salir de aquí sabe que esta vez es importante su presencia si no quiere poder en riesgo la estabilidad de su reino ahora.
Lucifer suspiro pesadamente, era verdad y no podía poner excusas. Alastor se había encargado de poner donde quiera recordatorios para que él no lo olvidea o ignorera la reunión como suele hacer. Y aunque sabía lo importante que era no podía no poner peros.
—Y si mejor me acompañas a la mía? Estoy seguro de que esta reunión será mucho más entretenida y de tu gusto que aquella.
—Aunque tentativa la oferta, el rechazo. La última vez que llevo acompañamiento fue de todo menos informativo y esta vez es necesaria toda su concentración.
—Charlie tenía mucho sin ver a sus tíos. —Se disculpa. —Y me ayudarías más quedándote.
—Y yo no tengo ningún motivo para encontrarme en aquella junta majestad. —Su sonrisa se tensó en lo alto de su cara irritada por lo último que dijo Lucifer. —Iré y volveré lo más rápido posible, a menos que sea estrictamente necesario no me pienso quedar, así que ignore aquel sentimiento de preocupación que pueda existir hacia mí y déjeme tranquilo. Si tanto tiempo tiene mejor déjeme recordarle sus obligaciones en la reunión. —Dijo chasqueando los dedos apareciendo varios papeles y comenzando a relatar punto por punto.
Lucifer suspiro frustrado, si pudiera lo obligaría o le daría la orden de quedarse. Conociéndolo sabia acataría su orden, o más bien no podría negarse a cumplir su orden, aunque con un gran enojo y odio. Era frustrante no poder llegar nunca a un término medio entre ambos, pero era aún más frustrante que le pidiera que simplemente ignorara su sentido cuando el debería saber perfectamente que eso era muy difícil y agotador. Alastor termino de relatar recalcando su último punto mientras terminaba su café sin haber probado nada de lo que había en la mesa.
—Bien, si me disculpas. Tengo cosas que hacer y conversaciones estas no nos están llevando a ninguna parte y usted parece ya saber su agenda ya que aparentemente hay algo más importante en su cabeza que escuchar esto. —Dijo desapareciendo los documentos en su mano y su tasa en la mesa.
Antes de que Lucifer o Charlie pudieran decir algo más Alastor se fue entre las sombras para asombro de nadie quienes acostumbrados a sus desapariciones siguieron comiendo mientras charlaban. Lucifer maldijo internamente ya que sabia la prisa de Alastor por irse antes de que le ordenaran quedarse, solo pudo darle una mirada de consuelo a su hija quien miro el asiento vacío con preocupación.
Cuando estuvo solo suspiro pesadamente recargándose en la pared. Odiaba decirlo, pero le gustaría ir el mismo por el pero sabia se molestaría aún más con el si el faltaba a la reunión con los pecados capitales. Por una vez maldijo a su antiguo yo quien en algún punto para no tener que sentir la ausencia del demonio decidió que sus reuniones serían al mismo tiempo pensando que el nunca seria bien recibido en aquellas reuniones y no estaba tan seguro de que Alastor quisiese acompañarlo a una suya.
Pese a sus preocupaciones, Alastor más de una vez llevo a Charlie o Vaggie con él e incluso se mostró de acuerdo en que al menos debería mostrar las narices al menos una vez ante los Overlords aunque solo fuera de oyente, y cuando alguna vez bromeo acerca de llevar con él se mostró positivamente interesado como ese día, aunque al final rechazóa su propuesta, pero ahora era difícil volver a mover alguna rutina de alguno de los dos. También odio el sentido de la responsabilidad que Alastor tenía sumado a su aprensión hacia cualquier propuesta que venga de él, y aunque sabia tenía motivos así como los que él tuvo para cuestionarle, creyó que pronto mejoraría las cosas entre ambos y aunque lo habían estado haciendo de poco en poco, era demasiado lento para llamar a su relación algo que a él le diera algo de satisfacción. Sin más con un chasquido se preparó a sí mismo para asistir a su reunión desapareciendo por un portal al anillo de la ira.
Notes:
Cuando estaba Reescribiendo este fanfic no creí que los capítulos realmente fueran tan cortos ya que me pueden llegar a tomar unas horas en escribir uno solo, pero la verdad me he estado divirtiendo mucho en hacerlo aunque sienta que este omitiendo muchos detalles y faltas de ortografía que no he logrado ver pero que espero con el tiempo irlas corrigiendo.
¡Gracias por volver!
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Alastor fue el segundo en llegar después de Camile quien lo recibió con una sonrisa ladeada y divertida en el rostro.
— ¿Preparado para el espectáculo?
—No bromes querida. De pensarlo me siento hastiado.
Camila rio estridentemente algo poco propio de ella, pero sin embargo se permitió sonreír genuinamente con ella mientras negaba con la cabeza cansada de siempre ser más un espectáculo que una junta cada que les tocaba a alguno de los Vees organizar la reunión.
—Extraño que sean todas las reuniones en tu territorio. Estoy cansado de… todo esto. —Dijo mirando las decoraciones tecnológicas que más de una debido a su aura demoniaca terminaban achicharradas debido a que seguramente contenían cámaras en ellas.
—Sabes que mi territorio siempre está disponible para ellas.
—Gracias, de mi parte estaría encantado en tomarte la palabra. —Suspiro. —Pero no puedo permitirme no darles la oportunidad por más que me desagrade.
—No te veo muy perjudicado por ello. No tienes que organizarla.
—Ah querida, me fascinaría quitarme al rey del trasero. Pero para mí mala suerte ya me comprometí con nuestra princesa. Así que no puedo echarme para atrás nada más así. Tengo una imagen que mantener.
—Sin embargo, tus compromisos te harán meter la pata, será mejor tener cuidado. —Aconsejo. —Aunque yo misma puedo aceptar que haces un buen trabajo y sé que incluso el rey está más que satisfecho contigo. Solo te hace falta el título, el trabajo ya lo haces. —Bromeo mientras hacía un gesto de poner una corona en su cabeza.
—No bromes así aquí querida. Solo soy un intermediario solamente. —Dijo con desagrado haciéndose a un lado evitando la corona imaginaria.
—No estaría tan seguro querido. Con lo confiable que ha sido cualquiera quisiera robarte para él. —Dijo Rosie metiéndose a la conversación mientras se acercaba a ambos. —Tal vez el rey solo este esperando el momento para atarte a su lado, sé que Charlie estaría más que de acuerdo con ello.
Una pequeña interferencia salió de Alastor en señal de molestia que no pudo disimular. Tanto el cómo Rosie sospechaban de los sentimientos que aparentemente Lucifer había comenzado a generar sobre Alastor, o más bien Rosie los afirmaba con convicción con sus análisis y argumentos. Y esto había generado una serie de bromas que se salieron de control y en las que Camile se sumó para su molestia. Aunque ya estaba molesto por lo ocurrido en el desayuno, no sabía si se sentía irritado por la broma o por la palabra “atar”.
— ¿Qué pasa querido? Te vez irritado, pero no de la misma manera por esto. —Dijo Rosie señalando a su alrededor.
—Esa interferencia no es normal en ti. No sueles perder los estribos así.
—No es nada. Recordé algo desagradable.
— ¿Otra petición del rey? —Se aventura Camile.
—Algo así, Charlie estaba preocupada y su majestad no hizo más que ser molesto por ello. —Dijo como si lo que relatara fuera ridículo. —Querían que me quedara en el hotel.
—Oh… bueno, supongo que alguna razón justificable han de tener. Ninguno te detendría por ninguna tontería. —Rosie palmeo el hombro de Alastor quien estaba un poco de acuerdo. —¿Por qué te detendrían si no?
—Ellos tenían un mal presentimiento. —Dijo como si fuese absurdo lo que acababa de decir.
Ambas mujeres se miraron a los ojos, pero antes de poder decir algo más las puertas de la sala de reunión estaban abiertas, esta parecía más una sala de banquetes llena de comidas para picar, fuentes y bebidas. Alastor miro a su alrededor con fastidio y se encamino dentro junto a los demás Overlords reuniéndose con Zestial dentro del lugar.
Lucifer por su parte estaba ido pensando en cómo le estaría yendo al demonio en su reunión, sabía que Vox podía llegar a ser extravagante y fastidioso, más para alguien como Alastor quien odiaba casi cualquier tecnología, pero el fastidio o molestia por esto era lo que menos preocupaba a Lucifer quien maldecía no poder salir y no tener algún medio para poder comunicarse con él y su propia reunión parecía tener que alargarla lo que le frustraba aún más.
Se dio un pequeño descanso para aligerar la tensión, Lucifer salió inmediatamente marcando a Charlie, pero mandaba directamente a buzón, maldiciendo ya que justo ahora tenían la clase de redención. Asmodeos quien había visto la tensión y preocupación en su amigo se acercó.
—No pareces el mismo hoy, siempre odiaste esto, pero especialmente hoy pareces más que nunca no querer estar aquí.
—Yo, tuve un mal presentimiento, mi instinto está volviéndome loco al pensar que Alastor está afuera en su propia reunión. —Confeso.
—Ah… el, ¿No organizas sus reuniones así justo por esto?
—Lo se... odio esto. —Dijo sollozando la sensación de frustración.
—Intentamos llegar rápido a un acuerdo.
—Mamon no lo está poniendo fácil.
—Él nunca ha hecho tal cosa, y Belphegor tampoco es de ayuda pese a que lo involucran.
Lucifer suspiro pesadamente. Era evidente no poder evitar el contrabando entre los anillos ya que incluso para su sorpresa los Overlords más poderosos podían llegar a tener un lugar y nombre en los otros anillos pese a que no podían abandonar ellos mismos el anillo del orgullo. Incluso se sorprenderá enormemente el darse cuenta la popularidad y el rating fuera de su anillo de Alastor. Pero no quería otra catástrofe debido al uso indebido de objetos prohibidos en las manos equivocadas ahora que todo ha estado muy tranquilo por el infierno, aunque a su ver, se dio cuenta demasiado tarde para que la situación no escalara.
—Es hora de volver. Intenta comunicarte de muevo con Char, seguramente ella ya debe tener noticias del demonio que te quita la concentración.
La cara de Lucifer se tornó de dorado y un quejido salió de su boca en señal de protesta.
—No es gracioso.
—No, tal vez no. Es incluso hasta irónico, tanto para ti como para mí, pero no por ello te juzgo, aunque me preocupe por ti. —Intento tranquilizarlo un poco. —Así que se más sincero contigo mismo.
Lucifer no podía refutarlo, aunque intento negarlo más difícil se le hizo poder apartarse que incluso resultaba hasta doloroso. Incluso pensaría que son sus instintos llamando por el si no fuera porque Alastor era un demonio pecador y por ende su segundo genero se extinguió junto a su vida terrenal. Además de que sería imposible doblemente porque estaba seguro que Alastor era un Alfa en vida. Y aunque sería absurdo tener algún tipo de prejuicio hacia una relación entre dos alfas, ya había vivido aquella situación como para saber sus consecuencias y dificultades. Pero, sobre todo, conocía a Alastor y su reticencia a cualquier relación afectiva y de los prejuicios que el sí tenía a algo que no estuviera relacionado a su época, por ende, sospechaba para él era algo que sería inaceptable. Y estaba convencido solo era una manera cruel de sus instintos de seguir jodiendo como siempre lo hicieron desde que fue castigado con ese segundo genero tras su caída al infierno.
—Intento de nuevo y luego vuelve. —Le dio una última palmadita antes de retirarse.
Lucifer mira el aparato con frustración. Fue directo a su galería donde, aunque casi imperceptible en más de una foto logro capturar algo de Alastor siendo la más clara una junto a Charlie quien estaba de espaldas frente al glitch que él se convirtió en la cámara.
Sabía que su preocupación era absurda y Alastor rara vez se dejaba engañar o bajar su guardia, mucho más en un lugar que le desagradaba con alguien que le desagradaba aún más y nunca le dio motivos para pensar que él podría estar en peligro real. Con resignación y sabiendo que se estaba humillando a si mismo volvió a marcar una última vez a su hija, pero volvió a entrar el correo de voz. Miro una última vez aquella foto y con un suspiro volvió a guardar su teléfono entrando de nuevo a la sala de reunión tomando su lugar a la cabecera.
Notes:
Me da algo de vergüenza admitirlo pero no me encanta este capitulo pero también quería evitar un vacío en la trama.
Tengo un poco de pena por este Lucifer al que parece nunca irle bien en el amor.
¡Gracias por leerme!
Chapter 4
Notes:
¡Advertencia!
Favor de revisar las etiquetas antes de seguir adelante con la historia.
A partir de aquí comenzaran a pasar situaciones que podrían ser sensibles para algunas personas para que puedan tomarlas en cuenta si es que deciden abandonar la historia.
⚠️Uso indebido de sustancias ilícitas.
⚠️Afrodisiacos
⚠️Uso de drogas sin consentimiento
(See the end of the chapter for more notes.)
Chapter Text
Alastor no veía hora de poder salir de ahí. La “reunión” que ahora había pasado a ser una fiesta. En una mesa cerca de los aperitivos que Rosie comía con tal gusto ya que estaban hechos con partes de demonios a él simplemente le revolvió el estómago del disgusto quitándole todo el apetito.
—Parecen viejos en una esquina. —Dijo Velvett llegando a ellos.
—Se supone estas reuniones deben ser para hablar de nuestros avances, no para festejar y tomar. —Dijo Camile quien miro a su alrededor donde la mayoría ya sumidos en el alcohol bailaban y cantaban alrededor del salón.
—Que aburrido. Los tiempos cambian, solo queríamos innovar un poco, deberían intentarlo.
—Eso funcionaba cuando eras una dama o caballero de sociedad en un baile. Pero creo que no les salió bien. —Dijo Zestial apuntando a su espalda con caos y demonios gritando y lanzándose.
—Bueno, es experimental. Saldría mejor si se relajaran un poco, quitaran la cara de culo que tienen y se divirtieran un poco.
Los cuatro compartieron miradas y resignados no continuaron con su discusión. Velvette sorprendentemente parecía muy comprometida a sumergirlos en aquel mundo, pero para Alastor todo le era desagradable y nauseabundo. Algo que comenzaba a cansar a Velvette quien no encontraba la manera de hacerlo ingerir las feromonas. Incluso Zestial se había atrevido a probar las excentricidades que Valentino había preparado con el casi nulo conocimiento acerca de los gustos de Alastor por la comida.
Para ya tarde en la noche la mayor parte de demonios había abandonado casi a la fuerza el salón más por su inconciencia debido al alcohol adulterado y a la insistencia pasiva de los Vees para que Alastor se quedara solo. Algo que aparentemente solo no parecía suceder ya que siempre estaba rodeado por los otros tres Overlords.
—Debería acabar esto ya. Solo fue una pérdida de tiempo y la mayoría no está en condiciones de seguir. —Sentencio Alastor irritado.
—Oh… ¿se marchan? ¿Qué tal si solo tomas una copa y ya?
—No gracias, y deberías dejarlas ya, parecieran estar afectándote a ti también.
“Por supuesto que si imbécil, pero un trato es un trato y yo quiero mi desfile.” Pensó Velvette quien se había obligado a comer todo lo que le ofrecía al demonio radio para que no desconfiara, pero aun así este se negó a probar algo.
Con desesperación conteniendo la respiración vertió las feromonas en el Wiski doble que le había llevado para convencerle. Sabia era su wiski favorito así que tenía que beber de él, pero antes de llegar junto a ellos un demonio la empujo y debido a lo tomada que estaba y a sus tacones altos esta tropezó, pero antes de caer Alastor quien se encontraba distraído frente a ella redujo su impacto tomándola por reflejo para que no cayera, pero derramando todo el líquido sobre su traje.
—Tienes que estar bromeando. —Dijo mientras sus ojos se convertían en diales.
—Parece que aquí hubo un accidente, no te enojes con nuestra pequeña Velvette. Estoy seguro solo quería que se divirtieran. —Dijo Vox al ver como su plan había fracasado y ver la mirada asesina que Alastor le dio a Velvette. —Queridita, yo me encargo. —Dijo empujándola suavemente para que se fuera.
—Diversión que fue rechazada más de una vez. —Dijo sacudiéndose.
—Me disculpo enormemente. Déjame ayudarte.
—No requiero tu ayuda.
—Al menos déjame compensar tu abrigo. Será una molestia si…
—No, me retiro.
—Deberías al menos dejar secar un poco o la mancha quedara en tu abrigo por un buen tiempo. El baño esta justo ahí. —Dijo apuntando una esquina del salón.
—Querido déjame ayudarte. —Dijo Rosie jalando a Alastor a los lavabos.
—Rosie… —Insistió Alastor.
—Sera rápido para que podamos irnos.
Alastor y Rosie se acercaron a los lavabos mientras Vox discutía con Velvett quien había fracasado en dársela directamente o al menos así lo pensó hasta que vio un cambio en las orejas de Alastor las cuales parecían moverse con insistencia algo muy raro en el además del casi imperceptible sonrojo que comenzó a tornar su piel.
—Oh… ¿Sabes? Creo que tal vez pueda llegar a funcionar aun así.
—Si es así, la siguiente parte te toca a ti. —Dijo pasándole de vuelta la botella. —Aquí esta, solo asegúrate de conseguirlo.
Rosie quien esperaba fuera del lavabo se percató que algo no iba bien con Alastor quien limpiaba su traje con más insistencia de la debida.
—¿Querido te pasa algo? —Dijo viendo una de sus orejas sacudirse cada cuánto.
—No, creo que solo estoy molesto. Debí haber escuchado a Charlie. —Se lamento.
—No me mientas a la cara, si aún no quieres hablar de ello está bien, pero algo te molesta desde temprano.
—Solo… tal vez estoy un poco molesto por lo de la mañana. —Acepto sonriendo ante la perspicacia de su amiga. —No pasa nada querida, sabes que siempre estoy irritable cuando piso este territorio.
—Fue una completa pérdida de tiempo. Pero al menos tienes una excusa para no volver a permitir que ellos organicen otra reunión. —Propuso para mejorar su humor. —Y no sé, tal vez aceptar la recomendación del rey la siguiente ocasión.
—Si eso es lo único que me queda. —Dijo con resignación.
—Deberíamos irnos ya.
—Si, vámonos querida. Seguramente Zestial y Camile ya debieron adelantarse.
Ambos se entrelazaron el brazo y salieron sin despedirse de nadie. Alastor solo pensaba en el informe que les daría el día de mañana, no había obtenido mucho y su objetivo inicial no se cumplió así que tendría a todos bajo vigilancia algo que le hubiera encantado evitar. Se sacudió sus pensamientos de la cabeza centrándose en la conversación que tenía en ese momento mientras acompañaba a Rosie al barrio caníbal para seguir su camino al Hotel prometiéndole comunicarse con ella mañana temprano.
Había comenzado a sentir un calor en su pecho que relacionaba a lo húmedo de su ropa y el aire caliente de ese día mientras caminaba con paso apresurado al hotel. Había prometido volver temprano y ahora estaba seguro le esperaban los bochornos del hotel.
Mientras caminaba podía sentir varias presencias entre las sombras algo que lo hizo ensanchar su sonrisa ya que era estúpido esconderse en algo que el controlaba. Siguió caminando como si no los hubiera notado hasta que estos salieron rodeándolo mientras lo miraban con satisfacción al sentir que podrían ganarle.
—Vaya, vaya… supongo que no les gusta las reglas. —Dijo rotando su micrófono y apoyándose en él. —¿Cuál es el plan? Atacarme entre todos. Lo siento, pero odio las multitudes y la cobardía, pero no le negaría una mínima ventaja a nadie que se intente enfrentar a mí.
Todos le gruñeron llenos de enojo. Varios Overlords sumidos en el calor del alcohol habían sido persuadidos por Valentino para atacar a Alastor usando su odio por el quien los había “traicionado” para obtener poder usando al rey y su hija por lo que se reunieron junto a otros demonios bajo su mando que llevaron como señuelo en caso que Alastor intentara resistirse.
Los Vees sabían que Overlords de bajo rango ni aunque fueran varios podrían vencerle, mucho menos estos que estaban drogados y alcoholizados pero si serian distracción suficiente para que el afrodisiaco hiciera de las suyas en el sistema de Alastor ya que lo querían vivo.
—Pero que caras más largas. — Dijo mientras varios tentáculos salían de las sombras logrando capturar a varios de ellos. —Si la diversión apenas va a empezar.
Notes:
A partir de aquí comienza el lore principal.
Al... siento tanto lo que te hice pasar.
Si, me estoy disculpando con alguien ficticio porque realmente me dio pena ponerlo en ese tipo de situaciones, pero si no lo escribía nunca lo sacaría de mi cabeza.
¡Gracias por volver a leerme!
Nos vemos la siguiente semana
Chapter Text
Los demonios que habían sido capturados gritaron de dolor al ser despedazados y eliminados. Alastor sentía que algo iba mal con él, así que se encargaría de eliminarlos a todos para salir rápido de ahí. Tuvo que esquivas varios ataques mientras la pelea se hacía más física que de poder. Mientras más pasaba el tiempo se dio cuenta que su poder comenzaba a debilitarse al igual que su cuerpo además de que la mente comenzaba a nublársele y más de una vez su cuerpo se sacudió, la mayor prueba de ello fue no haber podido tomarlos a todos y acabar con todos de una. Maldijo por lo bajo ya que no sabía que era lo que le estaba pasando. Si bien estaba enfrentándose solo a varios Overlords y demonios, estos en poder no se les comparaba menos cuando aún se movían torpemente por el alcohol ingerido en la “fiesta”, algo que uso como ventaja ya que si no estuvieran en tal estado sería una ventaja para ellos su propia condición.
—Fue de muy mala educación irte sin despedirte. —Acuso Vox apareciendo mirando la escena que suscitaba en aquella calle. —No sabía tenías tantos fans.
—¿Vienes a unirte a su diversión? —Dijo con un aire de superioridad mientras se recargaba en su bastón para ocultar el temblor en su cuerpo y su condición.
—¿Yo? No gracias, no me quiero meter en problemas ni interrumpirles. —Dijo con sorpresa fingida.
Alastor rodo los ojos, atrajo con una de sus sombras al demonio que intento atacarlo por la espalda y arrancando su cabeza de su cuerpo hasta mátalo se la aventó con furia a Vox quien desde una esquina lo observaba con esa mirada que le daba completo asco y este evitándola se recargo sobre la pared. Alastor solo quería acabar con todo de una vez, se sentía asqueado no solo por su presencia, sino que el sentir como la ropa se le hacía pegajosa contra su pelaje y piel lo que le hacía estremecer de desagrado, no solo sentía que la temperatura de su cuerpo subía donde la bebida lo toco, sino que ahora se extendió al resto de su cuerpo causándole incluso picazón.
—¿Qué pasa? No te vez como tú mismo hoy.
—Así que fue planeado. —Dijo riendo tomando todo el autocontrol de su cuerpo.
—No entiendo de que estas hablando. Te busque porque tenía algo importante que decirte, pero te fuiste antes de poder decírtelo. —Dijo como si estuviera ofendido.
—Si claro, usaste todo mi tiempo en tu asquerosa fiesta. Si fuera tan importante te hubieras acercado desde el principio.
—Bueno, digamos que me gusta tener más tu atención para mí. —Dijo mirándolo de arriba abajo reconociendo que el afrodisíaco si estaba afectándolo y admirando su autocontrol para disimularlo. —Pero no quiero interrumpir así que te esperaré aquí pacientemente.
Alastor se estremeció de desagradó al ver como Vox lo miraba. No tenía pruebas, pero sabía que su condición tenía que ver con él. Sospechaba fue la bebida, pero no podía asegurarlo ya que el no tomo de ella y su mente estaba tan hecha un caos que no le dejaba pensar más allá de sentir una extraña y horrible necesidad de atender el calor que lo estaba invadiendo, más sin embargo como instintivo le decía tenía que deshacerse de todos los presentes ahí para estar en un lugar seguro.
No soportando más saco su transformación demoniaca alargándose y oscureciendo todo y causando la muerte de todo aquel aparato electrónico y provocando un apagón en esa parte del pentagrama. Vox quien miro con asombro todo miro como Alastor parecía enloquecido rememorándole aquella batalla en la que casi sale perdiendo y como uno a uno los demonios eran devorados o reducido a restos. Los demonios restantes entendiendo que había sido una mala idea haberse metido con él y sabiendo que tenían todas las de perder comenzaron a huir.
Alastor furioso no se sentía con la capacidad de poder ir, el haberse transformado le hacía sentir que su situación solo empeoro y no creía poder soportar tanto tiempo. Pero pronto se encontró solo con Vox quien, aunque lo ocultaba lo miraba con un poco de pavor. Debido a la muerte de los aparatos Vox no pudo huir de la misma manera en la que había llegado, así que tirándole el resto de las feromonas a Alastor haciendo que la botella se estrellara contra el, al ver que no podría salir tan fácil de ahí con Alastor atacándolo salió corriendo no llegando lejos ya que a él también comenzaron a afectarle las feromonas solo por haberlas olido un poco dándose cuenta no solo de la efectividad del afrodisiaco sino de lo peligroso que podría ser.
Alastor quien recibió el golpe de feromonas directamente su transformación demoniaca se deshizo mientras caía al suelo estremeciéndose violentamente. Intento levantarse, pero su cuerpo apenas le respondía. Sabia no podía permitir que lo encontraran así, haciendo uso de todo su autocontrol restante se fue entre las sombras a su antigua torre de radio y casa. Todo su cuerpo ardía y no dejaba de temblar además de notar como su cuerpo comenzaba a comportarse como nunca antes lo había hecho, su pene por primera vez permaneció erecto y sentía su parte trasera tan húmeda y caliente que resultaba tan doloroso. Su cuerpo no dejaba de temblar y clamaban por algo que ni el mismo podía reconocer Y que le enloquecía no poder controlarse llenando el ambiente de un extraño aroma.
Permaneció varias horas intentando conseguir un poco de alivio en el frio suelo sin éxito, sintió como su cordura y conciencia lo abandonaban por momentos odiando profundamente no solo su situación sino el instinto que le embargo de no solo sentirse vulnerable sino estarlo realmente. Cuando su conciencia regreso de nuevo dándose cuenta que su cuerpo se movía solo buscando su propia satisfacción maldiciendo saco su mano de su entrepierna y estirándose para tomar su micrófono hizo aparecer un escudo en todo el edificio para que nadie se acercara o lo encontrara esperando pronto aquella tortura acabara.
Charlie quien esperaba en la sala el regreso de Alastor mientras se movía de un lado a otro. Había intentado ser paciente y esperar su regreso, pero con cada hora que pasaba su instinto le decía que saliera en su búsqueda no solo de Alastor, sino de su padre quien había intentado regresarle las llamadas sin éxito. Volvió a mirar la hora y llamo a Rosie esperando Alastor se encontrará con ella obteniendo una negativa, pero Rosie la tranquilizo diciendo que hacía pocos minutos se habían separado y pronto estaría ahí de vuelta.
Charlie suspiro de alivio y Vaggie intento convencerla en que no hacía falta esperarlos despierta y que ellos estarían bien recordándole que nadie en su sano juicio se metería con el rey del infierno y Alastor no era un demonio débil además de que él se molestaría con ella al verla esperándolo hiriendo su orgullo. Charlie dándole la razón ambas subieron, pero aun así no había logrado conciliar el sueño en toda la noche.
A la mañana siguiente y sabiendo era buena hora Charlie salto de la cama saliendo casi corriendo a la habitación de su padre encontrándola vacía, fue al otro lado del hotel a la habitación de Alastor tocando la puerta obteniendo silencio, disculpándose entro y con pesar vio que estaba vacía, subió a la torre de radio, pero no había señal de Alastor. Con una enorme preocupación recorrió el hotel en búsqueda de ambos, pero no logro encontrarlos. Vaggie quien hacia poco había despertado la miro con preocupación y sorpresa moverse de un lado a otro por todo el hotel.
—¿Qué pasa con Charlie? —Pregunto Angel llegando con Husk.
—Lucifer y Alastor no regresaron anoche y ha estado muy preocupada, ahora no para de buscarlos.
Los tres miraron con pesar a Charlie quien tenía media transformación demoniaca afuera debido al estrés y con los colmillos asomándose por entre sus labios. Intentaron tranquilizarla sin éxito solo obteniendo un gruñido gutural de frustración. Sin más decidieron ayudarla comunicándose con Rosie, Camile y Zestial en búsqueda de Alastor y Charlie mandándole mensajes y llamadas a sus tíos y Lucifer para saber de él.
Haciendo equipos de dos personas Husk y Angel fueron en búsqueda de Alastor al obtener negativas de su paradero y Charlie y Vaggie fueron al anillo de la ira donde se haría la reunión buscando a Lucifer, pero encontrándose de nuevo con otro obstáculo al vérsele negada la entrada a la sala de juntas para ver a Lucifer.
Charlie quien intranquila y desesperada siendo consolada por Vaggie se sentaron a esperar la salida de Lucifer ya que, aunque sabía dónde estaba su instinto estaba tan alerta que le era insuficiente no ver con sus propios ojos que estuviera bien con Vaggie asegurándole que Angel y Husk lograran localizar a Alastor antes de su regreso.
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Lucifer agotado miro a todos los pecados capitales que seguían discutiendo y gritando acusándose unos a otros. Sobándose las sienes sabía no llegarían a ningún lado y ninguno quería hacerse completamente responsable ni compartir responsabilidades. Ya ni siquiera era consciente del tiempo que llevaban ahí metidos y comenzaba a impacientarse al no poder salir haciendo que su instinto se volviera loco y los gritos y gruñidos no le ayudaban provocando que se levantara golpeando la mesa con la palma de sus manos
—¡Ya basta! —Dijo con su voz de mando dejando salir un poco de sus feromonas.
Todos instintivamente se sentaron erguidos quedando la sala en completo silencio, incluso Belphegor quien había permanecido dormida casi toda la reunión se despertó y espero sus órdenes. Lucifer suspirando intentando tranquilizarse a sí mismo inhalo y exhalo pesadamente mirando a todos.
—Lo siento, no fue mi intención exaltarme de esa manera. —Dijo sentándose de nuevo moderando su voz y desvaneciendo sus feromonas. —No estamos llegando a ningún lado y señalándose unos a otros tampoco cambiara nada. Tenemos que investigar y encontrar todos los objetos ilegales al igual que a sus culpables. Debemos ser cuidadosos o intentaran usarlos antes de poder resguardarlos así que sean lo más discretos posibles, ya hay muchas víctimas como para tomarnos esto a la ligera.
Todos asintieron tensamente saliendo del estupor de haber escuchado la voz de mando de Lucifer al igual que sus feromonas. Todos se habían percatado que algo no iba bien con él, pero, aunque no era la primera vez que perdía los estribos así de repente, esos sucesos eran tan extraños que se sorprendieron. Lucifer dando por concluida la reunión comenzaron a salir, antes de que el lograra poner un pie fuera fue interceptado por su hija quien estaba llena de histeria contenida mientras se aferraba a él.
—Charlie cariño, ¿Qué sucede? —Dijo intentando calmarla llamando la atención de todos ahí presentes.
—Papá estaba enormemente preocupada, ni tu ni Alastor habían llegado ayer así que no pude controlarme más...
—Espera… ¿Alastor no regreso ayer? —Pregunto aguantando el instinto de salir corriendo a buscarlo.
—Angel y Husk fueron a buscarlo, supongo que para cuando regresemos el ya estará en el hotel. —Dijo Vaggie sobando la espalda de Charlie para tranquilizarla
—Si, Vaggie tiene razón cariño. Vamos a casa. —Dijo abriendo un portal al hotel.
Los tres cruzaron el portal encontrándose a Niffty y Cherri esperando a todos. Al verlas Charlie salió en su encuentro.
—¿Ya regresaron?
—Lo siento Charlie, ustedes son los primeros en regresar. —Dijo Cherri con pesar.
Poco tiempo después la puerta fue abierta captando la atención de todos los presentes mientras Husk y Angel entraban con cara de cansancio.
—¿Dónde está Alastor? —Pregunto Vaggie viendo que llegaron solos.
—Sera mejor no molestarlo un tiempo. —Empezó Husk.
—¿Qué está pasando? —Pregunto Lucifer algo impaciente.
—No sabemos, pero se encerró en su antigua torre de radio. —Interviño Ángel. —Intentamos entrar, pero no pudimos ninguno de los dos.
—Alastor no pone un escudo por ninguna tontería. —Dijo Husk sentándose cansado. —Solo lo hace cuando no quiere ser molestado por nadie. Será inútil seguir intentando si es que él no te permite entrar.
Charlie camino decidido a la puerta siendo detenido por Vaggie.
—Charlie, creo que sería mejor dejarlo en paz si no quiere ser molestado.
—No puedo estar tranquila si no puedo verlo al menos una vez. Se que sus escudos son seguros, pero necesito cerciorarme de que está bien.
Charlie le suplico con la mirada y todos la acompañaron, pero al igual que a Husk y Angel el escudo no les permitió avanzar más. Lucifer miro aquel escudo con fastidio, sabia él podía entrar o romperlo, pero si quería seguir manteniendo esta “camarería” con Alastor sería mejor no hacerlo, aunque su instinto le rogaba por verlo.
—Esto no tiene sentido, Alastor me prometió que regresaría. —Dijo Charlie golpeando con impotencia el escudo. —Nunca había roto una promesa.
Husk la miro con pesar, concordaba con ella. Para él también era raro que Alastor tomara tal decisión sin decir nada a nadie. Algo realmente malo debió haber pasado, pero no quería preocupar más a todos los que estaban ahí y mucho menos a Charlie quien parecía no poder controlarse más.
Con impotencia todos regresaron al hotel, Charlie quien aún era insistente seguía yendo una o dos veces al día para poder ver si Alastor desidia salir por fin. Pero después de más de una semana su impaciencia llegaba a su límite aumentando la frecuencia con la que iba a verle mientras más días pasaban. Lucifer no le fue mejor, con preocupación y con la excusa de no dejarla ir sola, acompañando más de una vez a Charlie esperando que fuera diferente cada vez que iban.
—No puedo esperar más. Necesito encontrar una manera de entrar. —Dijo Charlie intentando salir por quinta vez ese día.
—Cariño lo sé, también estoy preocupada, pero temo que él pueda enojarse contigo. Tampoco sabemos porque hizo aquello. Tal vez solo necesite un poco más de tiempo. —Dijo no muy segura Vaggie y lamentándose de tener que seguirse auto engañándose para poder ser un pilar para Charlie. —Si sigues intentando entrar tal vez rompas el escudo.
—No me importa. Necesito verlo, aceptare el regaño y su enojo, pero no puedo soportarlo más. —Dijo al borde de las lágrimas.
—Manzanita, Vaggie tiene razón. —Dijo dándole una taza de chocolate caliente. —Entiendo tu preocupación, pero no por ello debemos romper su escudo, solo podemos esperar a que el regrese.
Vaggie y Lucifer se miraron nada convencidos, pero sin saber que más poder decirle a Charlie quien había comenzado a llorar.
—Por favor papá, sé que algo malo le ha de estar pasando. Lleva diez días ahí encerrado, tengo miedo que sea demasiado tarde. —Dijo rogándole. —Se que puedes entrar, si no quiere regresar por otro tiempo más estaré más tranquila contigo cerca de él o al menos asegurándome de que está bien. Te lo suplico, solo quiero saber que está bien.
El corazón de Lucifer se comprimió al escuchar el ruego de su hija sumado a su propia desesperación, en realidad ya había cedido.
—Charlie, sabes que el me odiara más si intervengo.
—Asumiré completamente la culpa. —Insistió. —Por favor, algo no está bien. Podrías esconderte para que él no te vea.
Lucifer las miró a ambas, incluso Vaggie parecía de acuerdo con el plan de Charlie. Con su instinto de acuerdo y con su cabeza diciéndole que era una mala idea aceptando el pedido de su hija asegurando volver con él. Miro la casa con fachada rural y una torre de radio a lo alto, suspirando abrió el portal entrando por fin.
Notes:
Se acercan tiempos oscuros.
Chapter Text
Lucifer resistiendo el instinto de buscar por cada una de las habitaciones a Alastor, camino con cuidado de no hacer ruido mientras con su magia amortiguaba su andar. Era la primera vez que iba a su casa, aunque tenía curiosidad por verla su preocupación era aún más grande pero aun así logro percatarse que mantenía el ambiente a hogar rustico similar que su habitación en el hotel.
Al poner un pie en las escaleras lo embargo un estremecimiento que recorrió cada fibra de su cuerpo, mientras más subía, más sentía su presencia acompañada de un extraño aroma que hacía a su Alfa querer tomar posesión completa de su conciencia, Lucifer no entendía el porqué, sin embargo, aquel aroma lo llamaba y volvía loco. Era la primera vez que olía algo así y aunque algo dentro de él le decía que tenía que salir lo más rápido posible antes de cometer un grave error, su cuerpo seguía su andar hacia el aroma.
Todo había pasado muy rápido, no se había percatado en qué momento había llegado tan lejos ni cuando había decidido abrir completamente la puerta de donde el aroma se concentraba con gran potencia. Miro la escena con incredulidad con una necesidad que su razonamiento por fin decidió guardarse.
Alastor quien no sabía cuánto tiempo había pasado ahí sintiendo toda una verdadera tortura en los momentos de lucidez, sintió regresar de nuevo a su conciencia al sentirse observado y llegando a él un ligero aroma que, aunque apenas perceptible y algo agradable se sentía cargado de presión y preocupación como si pudiera reconocer los sentimientos a través del aroma algo que lo confundió aún más. Intento mirar de donde provino, pero su cuerpo ya no le respondía más que para seguir temblando, pero pronto lo embargo la histeria cuando Lucifer entro en su campo de visión.
Ambos se miraron con asombro. Alastor quien recobro un poco el sentido negó con la cabeza e intento alejarse sin éxito.
—No se acerque más. —Dijo con voz ronca con interferencia.
—¿Qué diablos te paso? —Pregunto sin poder disimular su preocupación dando un paso adelante involuntario.
El cuerpo de Alastor volvió a sacudirse al sentirlo más cerca. Aunque los instintos de Lucifer comprendieron la situación queriendo tomar dominio de él, su razonamiento estaba lejos de aceptarlo, no solo a ser dominado por ellos sino de aceptar la situación frente a sus ojos. Solamente una vez en toda su existencia había estado en presencia de un omega, sin embargo, nunca se acercó en su temporada de celo. Eva durante esa temporada siempre desaparecía con Adan realmente no estaba tan interesado por ese segundo genero más que el pesar que le provocaba ver lo herida que volvía sumado a la actitud sumisa que tenía.
Con Lilith había sido aún más alejado que eso, ella era una Alfa dominante en el edén, sin embargo, su segundo genero murió en su caída siendo remplazados por feromonas demoniacas al convertirse en la “madre” de todos los súcubos e íncubos, y como penitencia afloro en el un segundo genero al igual que a todos aquellos ángeles caídos que lo siguieron incluyendo a los Pecados capitales y algo que heredo a su única hija, pero el descubrir que Alastor era un omega no era lo más sorprendente, sino que este estuviera en pleno celo algo doblemente absurdo e imposible. Sin embargo, no podía auto engañarse ya que la prueba de que estaba sucediendo estaba frente a él.
—¿Qué paso? —Dijo con todo su autocontrol. —Tu… esto no debería estar pasando.
—Ya no se… no puedo pensar. —Dijo casi de forma cómica riendo un poco, aunque para Lucifer sonó más a un sollozo que una risa.
—Tenemos que hacer algo. ¿Cuánto tiempo llevas así? —Apuro y dio otro paso adelante.
—Solo detente, no te acerques más. —Pidió casi en suplica. —Ni siquiera sé cuánto tiempo ha pasado. Déjeme solo.
—No puedo hacer eso. —Dijo decidido acercándose y percatándose que su cercanía hacia temblar aún más a Alastor. —Dime que fue lo que paso.
—Alfa, por favor. —Suplico Alastor con la mirada nublada, pero al percatarse de lo que dijo sin saber de donde encontró fuerza suficiente para alejarse un poco con terror. —No, aléjate.
Algo dentro de Lucifer no le permitió alejarse, aunque tenía esa intención. Odiaba admitirlo, pero llevaba tanto tiempo evitando sus instintos que ahora le costaba tanto el poder hacer caso omiso de ellos. Y pese a ello, algo le decía que si se iba se lamentaría enormemente ya que su preocupación era lo que lo mantenía cuerdo.
—Alastor, no puedo. Si te dejo aquí no sé qué pueda pasar contigo. Llevas muchos días encerrado, no es normal.
Alastor rio con tristeza. Nada de lo que pasaba era normal así que escucharlo solo le causo aflicción su situación de la cual ni siquiera sabía si saldría. Y aun así no quería volver a doblegarse para aceptar la ayuda del rey.
Lucifer percatándose de ello analizo la situación, era evidente que Alastor solo estaba en un momento de lucidez en el celo y temía que solo empeorara. Como castigo no solo tuvieron el mismo destino de Lilith al perder su segundo género, una bendición disfrazada de castigo según había aprendido de muchos pecadores, aunque ese “castigo” fue más para ellos que para los pecadores en sí, sin embargo cualquier pesar que pudieran tener podían sentirlo y sufrirlo aun mas que en su vida terrenal, podrían sufrir heridas, sentirse indispuestos, darles infecciones o tener enfermedades tanto la mas leve como enfermedades infecciosas y mortales si aun se encontraran vivos con la diferencia de que ya no lo estaban y eso no haría que su alma muriera, sino solo sufrir con ellas por lo que no se imaginaba el calor y dolor que Alastor estuviera sufriendo en ese momento. Los celos según su experiencia no eran tan duraderos y eran graduales, a lo mucho ahora debería estar saliendo de ese periodo o haberlo acabado hacia días, pero el solo parecía estar en la peor etapa de este donde el calor abrazador quemaba tanto y la conciencia se perdía por completo.
Sacando su teléfono llamo al único conocía era un experto en los celos tanto de alfas como de omegas. Tuvo que insistir tres veces más hasta que Asmodeos contesto el teléfono.
—Necesito tu ayuda urgentemente. —Dijo interrumpiendo el saludo que intento darle.
—¿Pasa algo? —Pregunto completamente sorprendido y alarmado.
—Alastor está en celo. —Hubo un silencio del otro lado de la línea. —Asmodeos…
—Lucifer ¿te estas escuchando? Eso es imposible. —Dijo con incredulidad.
—No te estaría marcando de no ser porque es imposible hasta para mí. Pero está pasando, no sé cómo y Alastor no está en condiciones de responderme, solo ayúdame. ¿Cómo detengo el celo?
Volvió a haber silencio del otro lado. Asmodeo estaba pasmado a la vez que impresionado, pero sabia no solo por la urgencia y desesperación en la voz de Lucifer sino porque el nunca bromearía con algo así, pensó un momento, pero solo había una manera.
—Me encantaría bromear por ello, pero sabes solo hay una manera.
—Asmodeos…
—Escucha… son necesidades biológicas, no es muy diferente al celo de un alfa, necesitaríamos saber que lo provocó y no existe nada ni en el mundo terrenal que detenga un celo, existen los supresores, pero solo disminuyen los síntomas mas no elimina el problema. ¿Cuánto tiempo lleva así?
—Eso es lo que temo, creo ya diez días.
—Debes estar bromeando. —Dijo incrédulo. —Si el estuviera aun en la tierra eso podría matarlo, eso es demasiado excesivo para cualquiera.
—¿Qué? —Pregunto con horror por fin captando la atención de Alastor a su conversación. —Pero estamos en el infierno.
—Eso solo lo hace aun peor, pero tu mejor que nadie sabe eso, los omegas en la tierra que sufren esto mueren después de un celo tan prolongado, solo sucede después de un evento catastrófico para él o que hayan intentado manipular su celo de alguna manera, pero es ilógico que intentaran hacer eso, si no sucedió naturalmente lo mas probable es que sea lo segundo y de alguna manera acabara así por accidente.
Lucifer miro con preocupación lo que hizo estremecer a Alastor quien levemente era consciente de lo que Lucifer habla preocupándose también.
Notes:
Acabo de terminar un libro que me dejo muy triste y solo quería desquitarme con alguien... Adiós.
Ok, no. He tenido tiempo extra para escribir y quería compartir un poco mas de esta. De mientras pensare en hacer los capítulos mas largos si mi tiempo me lo permite.
¡Gracias por leerme!
Chapter Text
—Tiene que haber algo fuera de lo normal, algún síntoma, aroma... no se.
—No puedo tocarlo.
—Lucifer no tienes opción.
—Él no quiere que me acerque. Apenas puedo controlarme a mí mismo, no puedo…
—No, ¿Quieres ayudarlo? Lo ayudas más intentando averiguar lo que le pasa.
Se retiro el teléfono de la cara y vio como Alastor lo miraba con una súplica contenida mientras negaba levemente con la cabeza al ver sus intenciones.
—No…
—No puedo ayudarte si no me dejas.
—No pedí su ayuda… largo. —Dijo no muy convencido de sus propias palabras, pero con dureza.
—No, no me iré de aquí, si te dejo morirás, no tienes otra opción. Prometo no hacer nada que tu no me permitas, pero no permitiré que mueras.
Ambos se miraron intensamente, la cabeza de Alastor daba vueltas, pero incluso así sabía que Lucifer cumpliría su palabra, instintivamente también lo sabía. Asintió no pudiendo articularlo con su boca.
Lucifer se terminó de acercar a él y al poner un dedo sobre el Alastor relajo toda la tensión del cuerpo aflojando todas sus articulaciones. Lucifer instintivamente lo sostuvo provocando que Alastor se aferrara fuertemente a él saliendo de ambos un gemido de satisfacción al sentirse uno cerca del otro. Regresando a sus sentidos al escuchar de nuevo a Ozzie a través de la línea comenzó a buscar por el cuerpo de Alastor percatándose que todo en el fuera de las feromonas que el expulsaba había otras ajenas y diferentes. Sabia estas no se trataban de Alastor sino que eran antinaturales y demoniacas, pero lo que más lo descompuso fue reconocer a la autora de dichas feromonas ya que las llego a oler una infinidad de veces.
—Creo que algo va muy mal. —Dijo Lucifer tragando saliva fuertemente. —Son las feromonas de Lilith.
—No estoy comprendiendo. —Dijo Ozzie confundido.
—Estoy seguro… huele a feromonas de súcubo… pero Lilith…
—Lo sé, tenemos que sacarlo de su calor ya… —Dijo con exigencia.
Lucifer con su poder comprobó el estado de su cuerpo el cual notaba el alma de Alastor que lograba ver que estaba inquieta, su instinto le decía que el omega en sus manos estaba desfalleciendo lo que lo asusto aún más.
—Creo que está muriendo… —Su voz apenas era un susurro del horror que le provocaban decirlo.
—Lucifer… sé que no estas listo… pero la situación lo amerita. Ambos sabemos lo que sientes por él y que si intento acercarme tu instinto podría intentar alejarme.
—No… me odiara toda la eternidad si hago algo así, yo me odiaría…
—Lucifer…
—Tiene que haber otra manera… no quiero que me odie, que no me permita permanecer cerca.
Asmodeos suspiro, quería hacer más por su amigo, pero sabia lo peligroso que podía ser si se acercaba demasiado.
—Escucha, abre un portal, no ayudara mucho, pero espero sea suficiente…
Lucifer hizo lo que le pidió, pero al sentir la presencia de Asmodeos al otro lado su cuerpo se puso en alerta a la vez que acerco a Alastor más a el gruñendo. Del portal salieron volando en su dirección varias cajas con inyecciones de supresores.
—Tienes que inyectarte una a ti también. Siento tus feromonas desde el otro lado del portal.
—Lo siento… —Dijo cerrándolo. —No pude controlarme.
—Está bien, date prisa. Esperemos funcione, aunque no estoy muy seguro de ello.
—Gracias…
Ambos cortaron la llamada y Lucifer inyectándose a sí mismo y luego a Alastor intento apartarse, pero su cuerpo no se lo permitió. Sabía que cavaria su propia tumba al tocarlo ya que era una tortura tenerlo en sus brazos y tener que contenerse, pero no estaba arrepentido de poder ayudar a Alastor quien parecía relajarse al grado de quedarse dormido. Lucifer lo observo atentamente, su piel siempre perfecta ahora se veía áspera y era imposible no ver las enormes ojeras que ahora tenía. Sus orejas que siempre se mantenían erguidas con orgullo apenas eran perceptibles debido a que estas estaban pegadas a su cabeza y el mismo estaba hecho un ovillo pegado a su cuerpo.
Lucifer los había trasladado a la habitación de Alastor, con dificultad lo había soltado y se encargó de que bebiera agua, con un chasquido cambio su ropa la cual estaba empapada no solo de sus fluidos, sino que olían a las feromonas que lo puso así y desvaneció el rastro de estas de su cuerpo.
Un día después la fiebre de Alastor no bajo nada y los síntomas parecieran tampoco haberse desvanecido. Leyó las instrucciones de nuevo, pero tal cual dijo Asmodeos, estos solo disminuirían un poco los síntomas, pero no eliminarían el celo, pero aun así las leyó una y otra vez como si de alguna manera encontrara alguna solución a su problema hasta quedarse dormido.
Alastor despertó sintiéndose peor que cuando perdió su conciencia, miro a su alrededor en completa confusión encontrando a Lucifer dormido sentado a su lado, quien al sentir su movimiento despertó precipitadamente.
—¿Cómo estás? ¿Te duele algo? —Pregunto un poco alarmado.
—¿Qué paso? —Pregunto con la voz queda y débil.
—Intente que tu celo bajara, pero es inútil. Nada del mundo humano es lo suficientemente efectivo para desvanecer un celo.
—¿Celo? —Pregunto confundido recordando todo. —¿El celo, se puede desvanecer?
Lucifer permaneció en completo silencio sin mirarle a los ojos. No se sentía capaz de decirle como sin sonar que deberían abusar de él.
—Majestad solo dígalo… —Dijo agotado sospechando de que se trataba.
—Debes de… atender tu celo.
Alastor rio de verdad, la manera en la que lo había dicho sumado a lo absurdo de su situación le hizo reír como si estuviera viendo la mejor comedia en años, sin embargo, su tono no sonaba alegre como siempre, sino lúgubre.
—Simplemente déjeme solo. —Insistió.
—No puedo hacer eso. Alastor, llevas casi dos semanas en celo, podrías morir.
Una interferencia apenas perceptible salió de Alastor cuando choco miradas con Lucifer esperando a que fuera una broma, pero fuera de lo que espero, a Lucifer solo se le ensombreció más la mirada. Decidido intento levantarse sin éxito murmurando que estaría bien auto engañándose en que si continuaba con su rutina normal pronto pasaría. Lucifer llamo una y otra vez a Alastor quien había entrado en crisis.
—Alastor basta, ni siquiera tienes fuerzas para mantenerte sentado.
—No… yo ya estoy… pronto… esto no tiene sentido. —Murmuro en histeria. —¿Por qué estando tan cerca?
Pese al llamado de Lucifer quien estaba confundido con los murmullos, Alastor parecía no escucharle. Lo sacudió por los hombros, pero eso solo provocó un estimulamiento pero no tenía fuerzas para apartarse y en cambio su instinto le rogaba acercarse más.
—No… no más, no quiero que me toque más… me está volviendo loco. —Pidió desesperado intentando aferrarse a su cordura y razón para no perder la conciencia de nuevo.
—Lo siento… sé que debería tocarte lo menos posible… yo no quiero hacerte daño ni a ti ni a tu omega.
—¿Qué?... —Pregunto incrédulo abrazándose a sí mismo como si eso pudiera protegerlo. —¿Omega, quien?
Lucifer se quedó estupefacto al escucharle, ambos estaban confundidos por la revelación del otro. Lucifer tragando saliva y sabiendo que tenía mucho que perder pregunto con un poco de pesar.
—Tu… ¿no sabias que eras omega?
Notes:
Esta semana decidí no dejarlos con tanta intriga, publicare el siguiente capitulo el domingo el cual será un poco mas largo que este...
Chapter Text
Alastor se sentía algo ofendido por la pregunta, el consideraba enormemente una falta de respeto el preguntar sobre su otro género, en su época, aunque nacer Alfa era inmediatamente obtener beneficios y estatus deseable, para él era nauseabundo ser clasificado solo por un género cuando su propia existencia y sufrimiento de la persona que más amo en su vida fue sacrificada para lograr tal objetivo.
El en vida nunca llego a despertar su segundo género y cuando todos asumieron que él era un Alfa, debido a su desagrado a ser considerado un dotado cabeza hueca privilegiado demeritando su propio esfuerzo siempre negó ese hecho, pero nadie lo considero un beta diciendo era imposible por sus habilidades, pero la etiqueta de omega estaba por mucho lejos de su propia creencia ya que el mismo creyó seria Alfa o al menos alguien lo suficientemente sensible para percibir las feromonas de los demás aunque nunca fue provocado por ellas, ni siquiera al enfrentar a un alfa.
Ser omega no era mucho mejor a ser basura tirada en la calle en su época, o al menos asi el los percibía no sintiendo por ellos más que una terrible lastima a su propia existencia ya que estos eran casados y abusados por su capacidad y exclusividad siendo tan codiciados como un diamante en bruto, un estatus deseable y exclusivo sobre todo para los alfas quienes su baja fertilidad con otro género les era más conveniente poseer un omega que intentar incansablemente tener descendencia, pero que al obtener su único beneficio su valor se reducía a no más que un simple pisapapeles a menos que tuvieran la suerte de engendrar a otro alfa que, aunque era probable, aun asi no mejoraría su situación demasiado.
A su ver, cuando nacía un omega en la familia lo que llamaban hogar se convertía en un burdel subastando a su propio hijo al mejor postor no importándoles después que pudieran hacer con aquel omega después de entregarlo, después de todo para su casa “habían hecho todo lo que se podía hacer por ellos”. Aunque claro la sociedad categorizo a los omegas dependiendo de su crianza y nobleza por no decir “sumisión”. Por lo que muchos dejaron el burdel que llamaban “hogar” para ir a uno donde ellos con algo de suerte podían elegir su propio valor, siendo Angel su mayor ejemplo. O si tenían la desdicha de nacer en una familia de bajos recursos, su destino podría haber sido peor.
Pese a su desagrado por las castas, sabía muy bien el porqué de sus funciones, las respetaba porque le enseñaron a hacerlo, siendo él una figura mediática había muchas especulaciones sobre su vida y su segundo género y al llegar al infierno esto no fue diferente, cuando logro derrocar a varios Overlords, quienes lo conocieron en vida solo afirmaron fue un alfa dominante algo que con fastidio ignoro y no negó ni desmintió esta información, no tenia sentido, después de todo ya estaba muerto. Si bien podrían conservar sus habilidades al morir, su segundo genero ya no tenía sentido alguno si este no podría ser conservado.
—¿Alastor? —Pregunto Lucifer con preocupación. —¿Si sabias cual era tu segundo genero verdad?
—Yo… no. —Confeso. —Mi segundo genero nunca despertó. —Se masajeo las sienes debido a la horrible migraña.
—No te preocupes, eso no es importante ahora, debemos desvanecer tu celo.
—No entiendo. —Dijo mientras intentaba controlar el temblor en su cuerpo.
—Está bien, ya intenté quitarte el celo de varias maneras. —Dijo mirando una de las cajas vacías que estaban en el pequeño mueble al lado de la cama. —Debemos pensar algo rápido, no creo que seguir dándole drogas a tu cuerpo sea buena idea.
—Esto es humillante. —Susurro de nuevo creyendo que lo había pensado solamente sospechando del porque cualquier otro método que Lucifer haya usado no hubiera funcionado.
—Lo sé, no me gustaría seguir poniéndote en esta posición, pero no tengo otra opción… —Tragando saliva y con un ligero dolor en el pecho evito mirarlo a los ojos. —Creo que sería mejor que llamáramos a alguien de tu confianza para que te ayude.
—No, tiene que haber otra manera. —Dijo con firmeza.
—No creo tengas mucho tiempo. Esta es la primera vez que te mantienes medio cuerdo en días. —Dijo exasperado. —Si la hubiera ya lo habría hecho, pero no pude hacer nada más y no hay nada que detenga el celo a menos que sea de esta manera, yo mismo en milenios he encontrado otra forma solo… —Cerro los ojos con frustración. —Tiene que haber alguien.
Alastor entrecerró el ceño, sabia de su constitución y la de Charlie, castigo del cual obtuvo tras su caída, sin embargo, no estaban en posiciones iguales, empezando porque el aparte de ser un ser divino también era un demonio, sin olvidar que el lleva viviendo milenios cargando con ello por lo que sabía tenía un mejor control de sí mismo que cualquiera en la tierra.
—Alastor… —Insistió al no obtener ninguna respuesta.
Lucifer podía ver tan claramente la desesperación en la mirada de Alastor, siempre creyó que sus ojos además de sus propias orejas eran más sinceras que su rostro, por lo que ver la desesperación por todo su rostro incluyendo el gesto torcido que antes era su eterna sonrisa lo apeno. Alastor no tenía ningún tipo de inclinación hacia nadie sexualmente, por lo que sus opciones eran limitadas, y por mucho que le doliera, el seguramente estaría en lo más bajo de aquella lista.
—Puedo llamar a tu amiga, sé que son muy cercanos, aunque no se si de ese modo. El auto placer no funcionara. —Aclaro.
—Solo… no hay nadie, no podría pedirle a Rosie algo asi… no puedo pensar con claridad solo dejémoslo asi. —Resoplo con resignación.
—¡¿Quieres que me quede aquí sentado mirando como posiblemente mueres?! No puedo hacerlo, si la culpa no me mata lo hará Charlie por permitirte morir. —Dijo lleno de frustración liberando ligeras feromonas tristes.
Alastor al olerlas, aunque al principio se resistió, se arrastró en la cama hacia el para sorpresa de Lucifer quien se quedó estático, cuando por fin llego a su regazo se sostuvo de el para impulsarse y quedar cara a cara, Lucifer vio como al perderse en su conciencia dando paso al omega sus ojos se dilataban observándolo fijamente con anhelo mientras una de sus manos frotaba su mejilla dulcemente.
—No llores Alfa. —Rogo abrazándolo. —Por favor.
Lucifer no pudo apartarlo pese a que su mente le pedía hacerlo, su cuerpo solo se aferró más a él sintiendo que algo se rompería en el sí lo soltaba. Alastor quien poco a poco regreso de su ensoñación viéndose imposibilitado de poder apartarlo, su instinto tenía casi todo el poder absoluto de su cuerpo y mente, teniendo en esa nula distancia a Lucifer le pedía que abandonara completamente su conciencia para sumirse en ese deseo repentino de tenerlo cerca.
Ambos se quedaron estáticos, una completa tortura para ambos, para Alastor se le hacía más difícil mantenerse cuerdo y odiaba la satisfacción y alivio que su cuerpo sentía al tenerlo a esa distancia mientras olía las feromonas directamente, algo que definitivamente no extraño después de su muerte. Sus manos aferradas a los hombros del rey seria la situación más lamentable y humillante de su vida pasando por delante la vez que se vio obligado a hacer un trato con él para ayudarle a sanar la herida que dejo Adán en él.
—Alastor, por favor… no creo poder contenerme. —Dijo rogando con dolor. —No quiero hacer algo que no quieras, pero no puedo evitar verme afectado por tus feromonas. No sabes todo lo que me estoy conteniendo, cuanto había querido esto. —Dijo sincerándose más de lo que quería, pero a esas alturas no presto tanta atención.
—No lo se. —Dijo en un susurro con miedo de decir algo más pero completamente agotado. No quería volver a endeudarse con él. —Solo quiero que desaparezca este dolor y calor… tengo tanto miedo de sucumbir a esta necesidad primaria y primitiva pero no creo poder soportarlo más…
Se mordió los labios para dejar se decir más, tanta sinceridad de parte de ambos solo aumentaba su angustia y humillación, pero cuando Lucifer soltó feromonas tratando de tranquilizarlo y estas le gustaron lo confundía y su negación se tambaleaba, sabia su aroma decía más de lo que Lucifer con su boca, y aunque no necesitaba una confirmación de sus sentimientos a él pese a ya haberlo escuchado una y otra vez, olerlas solo de manera indirecta solo confirmaba su sinceridad y Lucifer rodeando su cuerpo de manera cálida y confortable inconscientemente deseaba no apartarse. Podía aprovecharse de los sentimientos del rey, pero el mismo no podría decir para quien sería más humillante, que conociera del tema no era igual que practicarlo, no confiaban en el otro, pero meterse con el rey era menos humillante que decirle a alguien más o meterse con cualquiera.
—Ya no te contengas. —Dijo proclamando a su razón e instinto como ganadora intentando ocultar el temblor en su voz sin mucho éxito. —No creo poder soportarlo más.
—¿Te estas escuchando? —Pregunto con un poco de incredulidad. —Alastor, sé que los placeres carnales no son lo tuyo y no quiero lastimarte o afectar lo que sea que tengamos entre nosotros y el hotel. —Pronuncio lleno de preocupación sin poder ocultarla, era lo que tanto quería, pero cuando se le ofreció necesito una confirmación para saber que estaba completamente cuerdo y que ambos deseaban eso.
—Lo se… —Rio un poco por lo absurdo de la situación pensando que Lucifer comenzaba a divagar en sus oraciones. —Pero no podría pedírselo a alguien más, ya es bastante humillante que usted lo sepa.
—Hagamos otro trato. —Empezó y el omega de Alastor se retorció de disgusto al escucharlo. —No hare nada de lo que tú no quieras, si me dices que pare lo hare y todo será de mutuo acuerdo. A cambio no dejaras que lo que pase aquí y ahora afecte nuestra relación en el hotel.
Alastor tuvo que aferrarse a todo su autocontrol para no reclamar o dejar ver que le afecto el sentirse usado, algo absurdo porque sabía ganaba más con ello de lo que perdería y el mismo lo propuso. Pero eso no quitaba el hecho de que su omega se sintiera herido y decepcionado, aunque originalmente la intención de Lucifer al proponer el trato era darle estabilidad a su determinación de no querer causarle daño de ningún tipo ni abusar de él.
—Trato.
Ambos se tomaron las manos debilitando aún más a Alastor quien casi cae hacia atrás si no fuera porque Lucifer lo mantenía agarrado aun de su mano mientras que con la otra lo sujetaba de la espalda haciéndolo caer lentamente al mullido colchón, cuando su espalda y cabeza lo tocaron Lucifer metiéndose entre sus piernas aun con su mano sujetada la llevo a su boca besándola sintiendo el enorme calor que recorría el cuerpo de Alastor quien jadeo en respuesta al sentir el frescor de los labios de Lucifer sobre su piel sorprendiéndolo por el gesto no pedido y demasiado cursi para la situación en la que se daba a cabo todo.
Sin embargo, aunque le causara placer los toques de Lucifer haciendo a su omega sentirse aliviado en que por fin seria atendido, aparentemente su omega igual de orgulloso que el no logro alejar el sentimiento que lo embargo antes negándose a complacer a nadie más que a si mismo usando al rey.
—¿Pasa algo? —Pregunto Lucifer preocupado percatándose que el aroma agridulce no abandono las feromonas de Alastor.
Ambos se miraron un momento y Alastor no soportando más la humillación por fin estuvo de acuerdo con su omega en que no le diría nada más al rey dándose por vencido y abandonando voluntariamente su autocontrol dejando a cargo de su conciencia a su omega.
—No, nada. —Mintió. —Solo continua hasta que todo termine.
Lucifer sabia era mentira, pero no quiso indagar más ya que sabía no obtendría respuesta ya que noto que después de su pregunta Alastor volvió a perderse en su inconciencia lo que le resulto extraño que el omega actuara asi ya que estos eran más sinceros que sus dueños y creyó ambos querían lo que pasaria, sin embargo, oler tristeza de Alastor solo lo hacía sentir que él se forzaba a si mismo a algo que evidentemente no quería con él.
Entre ambos permaneció en tensión bañado en feromonas de tristeza y frustración generado por un malentendido por las palabras y comunicación mal dichas deseando internamente que las cosas se hubieran dado de otra manera
Notes:
Se acercan cosas fuertes 🤐 no les dare ilusiones y les adelantare que el siguiente capítulo por el bien de la trama no sera tan implícito.
Chapter 10
Notes:
Este capitulo contendrá narraciones sexuales explicitas y subidas de tono (+18)
(See the end of the chapter for more notes.)
Chapter Text
Lucifer pensaba que en algún momento se volvería loco, no solo por el incesante deseo de dejarse llevar, sino por el terrible dolor que obtenía al abstenerse de ello. Deseaba abrazarlo, bésalo, sostenerlo no solo de forma literal, sino de que quería abrazar cada parte de él, incluida su herida alma la cual se sentía recelosa bajo su toque.
Recargo su frente en el pecho de Alastor en busca de un poco de alivio mientras escuchaba el rápido andar de ese corazón mientras Alastor temblaba debajo de el debido a los estragos del último orgasmo mientras el intentaba con todo su ser soportar el dolor de su nudo que no logro su cometido. Respiro con un poco de dificultad hasta que sintió unos brazos en su espalda para llamar su atención.
—Alfa… —Rogo Alastor apenas audible.
Lucifer contuvo un jadeo, si pudiera moriría ahí mismo por la excitante expresión de Alastor, sus ojos llorosos que lo miraban expectantes sumado a la ligera sonrisa que le daba mientras se mordía los labios lo hacía mucho mas no poder cumplir su promesa, pero él no era Alastor, o al menos no su parte consciente. El definitivamente aun no estaba listo, pero no por ello lo dejaría desatendido, después de todo había tenido casi tres días para aprender cada uno de los rincones sensibles de Alastor.
Lucifer lo atrajo hacia si para cambiar de posición mientras lo sentaba entre sus piernas, Alastor se abrazó a sus hombros entre gemidos vagos mientras su espalda era acariciada, noto el enorme nudo entre la entrepierna de Lucifer preguntándose si eso era capaz de entrar en él, por más que Lucifer lo hiciera terminar una y otra vez no estaba satisfecho, su cuerpo había alcanzado ya su límite, apenas si era capaz de mover con gran esfuerzo alguna extremidad no siendo más que una masa a voluntad de Lucifer, sin duda en ese momento no le molestaba, pero quería más.
—Alfa… ¿me lo darías? —Pregunto entre jadeos.
Lucifer lo miro sin comprender hasta que una mano resbalo por todo su torso hasta llegar a su entrepierna cortándole la respiración debido al asombro y tensión. En realidad, podría hacerlo, su cuerpo estaba moldeado para soportar el nudo, pero nunca planeo anudarlo en primer lugar, un acto tan íntimo y lleno de significado solo traerían problemas entre ellos si es que cuando Alastor volviera en si recordara aquello o peor aún recobrara su conciencia completamente mientras aun estuvieran anudados. No lo hacía solo por temor a lastimarlo ya que sin duda dolería por más preparado que estuviera el cuerpo de un omega, sino que no quería romper lo poco que podría llegar a quedar de su relación con Alastor.
—Alastor, no puedo hacerlo. —Confeso con una gran opresión en el pecho. —Dolerá mucho, además, cuando estés consciente solo repudiaras haberlo permitido. —Intento convencerle.
Alastor hizo un ligero puchero, otro encanto que había descubierto ahora, pero por más que le gustara disfrutar del momento, lo cierto era que poco lo hacía por más satisfactorio que fuera físicamente. Emocionalmente se sentía terrible, su pecho dolía de arrepentimiento y desilusión, pero no podía culpar a nadie más que a sí mismo, si bien Alastor tomo la iniciativa de pedirle que lo ayudara el mismo cabo su tumba al pedirle un trato, si bien lo hizo en un intento desesperado para intentar que todo continuara tal cual la verdad era que no lo haría y solo obligaría a Alastor a hacer lo que él quería como siempre él se lo echó en cara.
—Alfa... —Susurro Alastor acariciando su rostro, cerro los ojos un momento y luego lo miro con determinación. —Majestad… por favor.
Lucifer se mordió el labio, Alastor era una mente maquinadora y se le daba bien la manipulación, pero él no era tonto, si él era así ¿Por qué su omega sería diferente? Su interpretación fue buena, no era perfecta ya que Alastor por ningún motivo le rogaria sumado a que sus ojos aún se veían dilatados y nublados como cuando dejo de ser completamente consciente de sí mismo, pero en algo no había fallado, en que así tentaría enormemente a Lucifer.
—No… Lo siento.
Alastor lo miro con decepción y tristeza, sus ojos comenzaron a brillar, aunque no derramaron ninguna lagrima, pero el olor de sus feromonas demostraban que era exactamente como se sentía.
—Al… lo siento, no puedo hacerlo. —Dijo mientras un nudo se le formaba en la garganta cuando el omega evito su mirada. —Alastor… —Intentó llamar su atención, pero sus ojos solo se inundaron un poco más de lágrimas conteniéndolas. —No quiero que me odies. —Confeso ganándose una mirada triste.
—¿Odiarte? —Pregunto incrédulo.
—Se que tal vez no tuviste la información correctamente cuando vivías ni si investigaste por tu cuenta después, pero los nudos son… especiales. —Alastor lo miro sin comprender por lo que fue una confirmación para Lucifer. —Un nudo no solo es para… incrementar las posibilidades de embarazo a un omega, sino para marcarlo temporalmente. Nuestras feromonas se fusionarán y quedaras impregnado de ellas, podría ser beneficioso para ti, es cierto, mis feromonas podrían ayudarte a estabilizarte mejor durante los siguientes días, tal vez un mes incluso, además despertara instintos en ambos de los que podrías arrepentirte, por ello no puedo hacerlo.
Alastor no aparto su mirada, Lucifer sabia tal vez fuera inútil intentar negociar o explicarle algo así ahora que tal vez no lo entendería, pero quería que entendiera su punto por más inútil que fuera.
Alastor por su parte analizaba aquella información nueva, si bien no estaba en su sano juicio no pudo evitar sentirse herido al saber que Lucifer no querría algo así con él, si bien no entendía del todo los nudos mientras Lucifer intentaba explicarle su más profundo instinto le decía que eso era exactamente lo que quería del ángel caído escuchándolo con ilusión, pero su negativa solo lo volvió a herir incluso más que el haber hecho el trato con él al principio.
—¿Tu… no quieres anudarte conmigo? —Pregunto con la voz queda y herida.
Lucifer sintió su instinto gritarle al ver la completa tristeza sumado a las feromonas saladas que desprendía Alastor, lo decía en serio, su instinto se lo gritaba en que solo estaba dañando al omega en sus brazos. Intento abrazarle, pero Alastor al sentir la acción sus feromonas cambiaron demostrando su rechazo, tal vez no tuviera la energía para apartarle, pero eso fue una acción incluso más fuerte que si fuera lanzado, su instinto se puso alerta y comenzó a sentirse mal al grado de querer vomitar ahí mismo, incluso su nudo se desvaneció instintivamente.
—Yo quiero. —Confeso con dificultad sin apartarse. —Pero si lo terminas rechazando cuando seas consciente de lo que paso, tu cuerpo podría enfermar y tu podrías llegar a repudiarme enormemente, ya crucé muchos limites que se solo permitiste por tu supervivencia, pero no quiero cruzar uno que nos lleve a un punto sin retorno.
Las feromonas de rechazo se detuvieron, pero la tristeza aun permaneció lo que solo provoco un terrible dolor a Lucifer el sentirse insuficiente, llevaban encerrados ya días, y el celo de Alastor no cesaba ni un poco, incluso perdió el conocimiento en varias ocasiones solo para despertar y pedir más, se sentía decepcionado de sí mismo, por más que deseara ayudarle no fue capaz y solo seguía hiriéndolo.
—Alfa, no llores. —Dijo Alastor haciendo amago de toda su fuerza para levantar su mano y llevarla a la mejilla de Lucifer e intentar limpiar las lágrimas que Lucifer derramaba sin darse cuenta.
—Yo… Lo siento, quería ayudarte y solo lo sigo arruinando. —Se lamento acariciando la mano que acunaba su rostro.
Alastor instintivamente restregó su rostro al de Lucifer para impregnarlo de sus propias feromonas intentando darle alivio. Lucifer al percatarse de la acción quedo completamente conmovido, sin poder evitarlo beso su mejilla tiernamente, fuera de lo que creía Lucifer, Alastor no se apartó, al contrario, pareció gustarle el gesto. Lucifer recorrido su rostro de manera gentil mientras Alastor parecía disfrutar la caricia, cuando llego a sus labios los acaricio mordiéndose los suyos propios, cuando volvió a subir su mirada a los ojos de Alastor este volvía a mirarle de manera suplicante. Lucifer trago saliva acercando su rostro al de Alastor, al no ver rechazo alguno los unió sintiendo un ligero salto, al principio fue tierno, pero cuando con su lengua acaricio el labio inferior de Alastor y este suspiro un poco introdujo su lengua dentro de su cavidad haciéndolo jadear por completo en su boca. Sabia Alastor nunca había compartido un acto tan intimo con nadie, aquella situación lo demostraba, estuvo a punto de morderle la lengua incluso pero no por ello desistió, solo lo hizo cuando Alastor había contenido el aliento por demasiado tiempo separándose para dejarle respirar.
Alastor jadeo ante la separación, le había sorprendido bastante pero no le había parecido desagradable para nada, se había arañado su propia lengua con sus dientes al no saber qué hacer con ella cuando Lucifer introdujo la suya acariciándolo por dentro y se encontró deseándolo otra vez. Lucifer captando el mensaje volvió a hacerlo continuando con las caricias que había detenido hacia un rato.
—Por favor… —Jadeo Alastor.
Lucifer sonrió en respuesta y volvió a introducirse en Alastor quien débilmente arqueo su espalda ante la intromisión a su cuerpo, Lucifer metió su rostro en el pelaje del pecho de Alastor respirando fuertemente el olor de las feromonas, rebusco entre el hasta que encontró un pezón mordiéndolo provocando otro gemido y estática de parte de su compañero. Cuando sintió el peso de Alastor sobre él supo Alastor estaba cansado de estar en aquella posición recostándolo boca abajo para tener un mejor acceso a aquella colita que sobresalía sobre el trasero de Alastor y había descubierto era en extremo sensible. Alastor tembló debajo de él y se aferró fuertemente a las sábanas de la cama contorsionando su cuello para mirarle.
—No creo poder más… —Rogo entre gemidos. —Quiero… Por favor anúdame.
—Al… —Advirtió bajando el ritmo de sus embestidas.
—No me voy a arrepentir… —Cerro los ojos intentando encontrar las palabras para convencerlo. —Lo necesito, me volveré loco si no me lo das. Por favor… si no lo quisiera, el trato te impediría anudarme.
Lucifer lo miro pensativo, era verdad, pero el aun no estaba del todo convencido, pero su resistencia no era eterna y sabía si eso continuaba así lo terminaría haciendo por ya no poder contener a su Alfa que por su propia voluntad.
—Lucifer… por favor.
Lucifer sintió una enorme opresión en su pecho mientras al mismo tiempo su alfa intentaba con todas sus fuerzas tomar posesión del asunto. Alastor nunca lo había tuteado como si decir su nombre le resultara desagradable o sonar demasiado cercano a él, o al menos no decía a menos de nombrar su título o algún insulto disfrazado de algún apodo, por lo que escuchar por primera vez su nombre a secas le asombro a la vez que deseo más.
—Si ruegas más por mi nombre tal vez me lo piense mejor. —Jugo con él, aunque realmente intentaba convencerse intentando averiguar qué tan consciente estaba Alastor.
—¿El pato infernal necesita que le rueguen? —Dijo riéndose intentando contener un gemido. —Creí que solo sabias dar ruegos y no recibirlos ya que no querías recibir los míos.
“Y ahí está el.” Pensó Lucifer sonriendo de lado y embistiendo más fuerte sacando gemidos más altos de Alastor quien fuera de quejarse parecía disfrutar que fuera un poco más duro con él.
—Y según yo recordaba el intimidante Hombre de la Radio no rogaba a nadie.
Alastor que estaba bastante sumido en su placer no pudo responderle por más que quiso hacerlo. Lucifer por su parte intentaba no caer en su instinto de ser más brusco o seguir provocando a Alastor o creería no poder controlarse. Lucifer sentía no poder aguantar mucho tiempo sin correrse de nuevo pensando en volver a salirse solo hasta que sintió una débil mano aferrarse a su pierna. Alastor lo miraba de manera suplicante con el ceño fruncido, sus gemidos se escuchaban débiles una señal que pronto volvería a colapsar desmayado.
Alastor intento encajarle las uñas, pero por más que quisiera estas solo le arañarían y resbalarían sin dejar rastro, no solo por lo débil que se encontraba, sino porque nunca podría provocarle alguna herida, o al menos no si él no lo permitía ya que su piel era mucho más dura y fuerte por lo que apenas y sentía las uñas en su piel, pero sabia era una súplica muda de Alastor.
Lucifer realmente quería hacerlo, desde su primer orgasmo deseo hacerlo, tan solo el hecho de que su miembro se abultara sin poder controlarlo era una señal de ello, quería cumplir cualquier capricho de Alastor por más que intentara contenerse, pero si le suplicaba tan insistentemente y lo miraba de aquella manera no podría controlarse por mucho más tiempo, incluso ya sentía que estaba comenzando a crecer el bulto en la base de su pene.
Alastor emitió estática al mismo tiempo que gimió apretándolo sucumbiendo a su propio orgasmo y para su placer Lucifer dio una última estocada enterrándose lo más profundo que pudo en Alastor dejando que por fin el nudo lograra su cometido.
Desde el primer momento ambos lo sintieron, una sensación más allá de la compatibilidad de sus cuerpos, una señal del vínculo formándose mientras sus feromonas se fusionaban. Lucifer al principio estaba enormemente preocupado ya que vio un ligero gesto de dolor en Alastor, pero cuando lo vio tan satisfecho la preocupación comenzó a disiparse, y no estaba equivocado, Alastor al principio al sentirse llenado sintió que no podía respirar, le había dolido enormemente e incluso sintió quemarse y derretirse por dentro, pero cuando sintió las feromonas de Lucifer impregnarlo por dentro lo único que encontró fue placer no queriendo que la sensación acabara pero su cuerpo ya no le respondía más que para responder a las caricias tiernas que Lucifer comenzó a darle mientras intentaba tranquilizarlo aunque no entendía de que.
Ambos permanecieron unidos por casi una hora en la cual Lucifer masajeo a Alastor para ser más llevadero el dolor aunque este no se quejara de ello, cuando por fin el nudo pareció reducirse Alastor no pudo soportar más permanecer consciente quedándose profundamente dormido. Cuando por fin logro salir vio el rastro de su semen salir de Alastor, Lucifer de un chasquido dejo a Alastor completamente limpio y vestido con un nuevo pijama al igual que cambio toda la ropa de cama que ensuciaron esos días. Su instinto le impidió apartarse por el resto del día por lo que permaneció acostado a su lado acariciando su cabello y orejas quedándose dormido poco tiempo después.
Cuando despertó a la mañana siguiente Alastor aún seguía profundamente dormido, decidido se levantó de la cama con gran esfuerzo haciendo caso omiso a su instinto que aún le pedía seguir acostado a su lado, pero si quería averiguar qué había pasado y como Alastor había quedado en tal estado tenía que ponerse a trabajar.
Su cabeza daba tantas vueltas y se sentía preocupado por Alastor y furioso con quien hubiera sido el causante de todo aquello. Pero no debía precipitarse, tenía que saber todo antes de actuar y no quería generar ningún malentendido ni herir el orgullo de Alastor más de lo que había hecho ya y su ayuda ni su impulsividad serian bien recibidas sino juzgadas.
Con detenimiento volvió a llamar a Asmodeo pidiéndole el favor de investigar el origen de las feromonas en la ropa de Alastor, ahora que tenía la mente más despejada, sabia tenía que ver con el contrabando ilegal. Aunque estaba completamente seguro de que eran las feromonas de Lilith, no cuadraba del todo y quería averiguar que era ya que estas no eran tan puras, pero no sentía que fueran falsas.
Notes:
Hola, hoy honestamente quiero disculparme por la tardanza del capitulo que debió publicarse en realidad el viernes pasado, pero debido a mi apretada agenda laboral no he podido tener tiempo e incluso hoy estuvo a punto de no ser publicado, en compensación (si así puedo llamarlo) el capitulo es un poco mas detallado y explicito de lo que planeé originalmente además de ser el capitulo mas largo, intentare no volver a fallar en el día de publicación siempre y cuando mi trabajo me lo permita. De antemano muchas gracias a todos los que siguen mi historia.
Posiblemente habrá algunas modificaciones en el futuro ya que este capitulo lo reescribí de ultimo minuto ya que no me agradaba como lo escribí originalmente además de saltarme detalles que serian importantes en el futuro por lo que no lo considero perfecto.
¡Gracias por volver a leerme!
Chapter 11
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
Alastor quien poco a poco regreso a su conciencia un par de días después se sintió pesado, sus parpados le pesaban tanto que tuvo que intentarlo un par de veces sin mucho éxito hasta que se rindió, intento mover alguna extremidad pero le fue aún peor. Espero unos minutos hasta que sus parpados comenzaron a ceder, le costo reconocer el techo pese a ser su propia habitación, solo lo hizo hasta que pudo echarle un vistazo al resto del cuarto donde se encontraba que era consciente de donde estaba, cuando lo hizo su cabeza comenzó a pesarle y dolerle mientras a él llegaban las imágenes de algunos recuerdos de esos últimos días y la razón por la que estaba ahí.
Intento volver a levantarse lográndolo muy apenas inclinándose sobre si mismo no pudiendo soportar su propio peso, fue entonces cuando un fuerte aroma llego a él, uno demasiado dulce para su gusto aunque extrañamente confortable y tolerable. Estaba solo en aquella habitación, aunque sabia no lo estaba, intento invocar a su sombra, pero su poder demoníaco estaba tan debilitado que esta no abandonó su cuerpo.
Alastor miro de nueva la habitación e intento escuchar más allá de esta, pero debido al dolor no pudo hacer mucho, intento analizar los recuerdos que seguían atosigándolo y con desagrado recordado quien más se encontraría en su casa a la vez que se maldecía a si mismo por haber sucumbido a algo tan bajo y peor aún haber hecho otro trato con Lucifer, aunque esta vez no podría culparlo por más desagradable que le resultara, él lo propuso y el rey solo se aseguro de lo que quería obtener, en ese momento le parecía absurdo pero tampoco quería pensar en ello ni las razones por las que Lucifer quería dicho trato aunque lo supiera, se habían usado el uno al otro y esa era una razón con la que él se conformaba.
Intento sentarse correctamente pero su cuerpo solo se quejó, le dolía cada extremidad de su cuerpo, pero al menos era más tolerable que cuando estaba bajo los síntomas del celo, aunque claro su molestia no recaía en el dolor que su cuerpo sentía por él, sino en lo que provocó. Reconocería siempre ese dolor y fue lo que lo llevo a la desesperación de ofrecerle a Lucifer ayudar, la fragmentación del alma era tan doloroso más allá de lo físico al grado de volverte loco, extrañamente a diferencia de su primer trato se sintió diferente, incluso satisfecho algo que lo molesto aún más.
Como si no fuera peor sintió un escalofrío recorrerle todo el cuerpo cuando inconscientemente recordó a Lucifer encima suyo con los ojos llorosos, intento apartar dicho pensamiento de su cabeza, pero ya era demasiado tarde, su cuerpo se tenso de desagrado y solo le provocó más dolor.
Lucifer quien se encontraba en la sala de estar pudo oler las feromonas de Alastor más fuertes, ahora que estaban vinculados podía olerlo a una distancia considerable, pero cuando las noto agrias pese al llamado de Asmodeos quien se encontraba hablando con el en ese momento lo ignoro y fue directamente a la habitación.
Lucifer abrió la puerta sorprendiendo a Alastor quien inmediatamente se dio cuenta que aquel olor dulce provenía del algo que lo irrito, aunque no lo exteriorizo. Ambos se miraron y Alastor con su mayor autocontrol recompuso su fachada perfectamente accionada y miro con extrañeza al rey quien tenia una cara de pánico y miedo nada más cruzo el umbral.
—Majestad ¿Por qué me mira como si fuera a morderle? Sabe que, aunque quisiera no podría. —Dijo en su típico tono burlón, aunque algo apagado y distorsionado debido al dolor de cabeza.
Lucifer lucia triste, incluso podía olerlo lo que le hizo exasperarse y aún más al ver que aparentemente no tuvo el efecto que esperaba, se sintió al extraño al oler las feromonas saladas, pero intentaba ignorarlo. Lucifer pronto acortó la distancia sentándose en la silla al lado de la cama.
—Alastor… —Comenzó, pero pronto su voz ya no salió, había recreado muchas veces como comenzaría, pero cuando ya estaba sucediendo su mente quedo en blanco, pero debía terminar pronto ya que pese a la fachada accionada de Alastor, podía notar como este se veía débil al grado de apenas sostenerse sobre sí mismo sentado. —Antes de comenzar a preguntarte de verdad me gustaría saber cómo te sientes.
—Es tolerable. —Contesto con una leve interferencia.
—¿Qué tanto recuerdas?
—Me gustaría fuera un poco más específico. —Aclaro Alastor esperando no haber dejado ver su molestia por el esfuerzo de hablar mientras sentía que le taladraba la cabeza.
—Desde el inicio. Todo, ¿Qué tanto recuerdas?
—Fuera de lo evidente que paso en el hotel, fui a la reunión bimestral con los Overlords, algo horrible sin duda.
—¿Recuerdas todo o solo por partes? —Le interrumpió Lucifer.
—Diría que todo, si lo que quiere de mi es que aceptar mi error debería ser más claro. —Dijo ahora con fastidio marcado.
—No, solo intento comprobar que tanto recuerdas, mi intención no es humillarte ni culparte de nada. —Suspiro profundamente. —Solo quiero recrear los hechos para comprender unas cosas.
Alastor lo miro con recelo, quería terminar aquella conversación lo más rápido posible para que lo dejara solo y hablar exactamente de lo que recordaba no era algo que quisiese hacer en ese momento, pero si no respondía no lo dejaría en paz.
—Bien, desperté, trabajé en algunos pendientes del día para el hotel y Charlie fue a mi habitación para llevarme un café, bajamos juntos a desayunar y usted hizo esos asquerosos Hot cakes para el hotel, discutimos en la mesa y fui a cumplir mis deberes a la zona de los Vess. —Dijo mientras se masajeaba el puente de la nariz con desagrado. —Como era de esperar, no hubo ninguna reunión, solo una desagradable fiesta hasta el anochecer, estuve acompañado todo el tiempo por Rosie, Camile y Zestial quienes fueron los únicos quienes me dieron avances de sus regiones, no ha habido ningún problema al menos con ellos particularmente.
— ¿Comiste o bebiste algo? —Pregunto al ver como Alastor comenzaba a desviarse de lo que realmente quería saber.
—No, nunca como ni bebo nada, en realidad es extraño tener algo así en las reuniones a menos que se alarguen demasiado y lo aparecemos con magia, no aceptamos nada que me de otra persona.
Lucifer intento recordar ese detalle, nunca había ido ni conocía las normas básicas de dichas reuniones, lo dejo a completa consideración de Alastor quien ya estaba familiarizado con ellas al ser un Overlord, aunque tenía sentido no comer ni beber nada a diferencia de la de los pecados las cuales Beelzebú llenaba de comida. Noto como Alastor de repente bajo las orejas parecía y preocupado, intento darle tiempo para reflexionar pero parecía costarle aun recordar cosas.
—Si notas algo raro. Sabia los Vess planeaban algo. —Lucifer por instinto se irguió más hacia Alastor acortando la distancia. —Velvette se acercó a nosotros y nos siguió toda la noche y estaba bastante ensimismada intentando que comiéramos o probáramos algo de lo que sirvieron, al principio creí que le pusieron algo a la bebida oa la comida, pero Zestial y Rosie llegaron a probar algunas cosas y no parecía haberles pasado nada por lo que pensé era otra cosa. Pero cuando seguía insistiéndome comenzó a tomar y comer lo que ella me ofrecía como para intentar convencernos. Cuando intenté irme ella ya estaba bastante tomada. —Alastor se detuvo intentando recordar, pero su cabeza le taladraba al grado de hacerlo sudar frío por el esfuerzo. —No recuerdo muy bien que más paso, pero recuerdo haber tenido un enfrentamiento o dos.
Alastor intentaba recordar las caras o los nombres de dichos demonios, podía recordar algunos rostros, pero se le dificultaba ponerle un nombre en ese momento algo que Lucifer noto con preocupación.
—Te forcé demasiado rápido lo siento. —Se disculpo sinceramente resistiendo el impulso de acercarse aún más.
Alastor volvió a descender sus orejas mientras más intentaba recordar provocándole mas dolor de cabeza y pareciendo no solo irritado sino hasta ausente, intento recordar lo último que hablo con Rosie pero no fue capaz, ni siquiera si tuvo o no un enfrentamiento directo con los Vess aunque por sus recuerdos parecía que si lo había tenido peno no como concluyo ni como fue que llegó a su casa. Siguió intentándolo, pero solo consiguió recordar como fue que Lucifer lo encontró, aunque ya no estaba seguro si sus recuerdos eran reales o fruto de su mente.
Lucifer preocupado por la expresión de Alastor sumado a su repentina ensoñación inconscientemente soltó sus feromonas para tranquilizarlo captando inmediatamente la atención de Alastor quien termino de descender sus orejas rápidamente y lo miro con asombro. Al darme cuenta de lo que hizo de un chasquido las disipo inmediatamente.
—Lo siento, no quise hacer eso. —Se disculpo inmediatamente preocupado por la reacción de Alastor.
Alastor desvió su mirada rápidamente intentando ignorar lo que acababa de ocurrir obligando a sus orejas a subir nuevamente, se sintió extraño, pero a la vez confortado, estaba muy confundido y su cuerpo parecía casi ordenarle acercarse un poco más a la fuente de ese aroma algo que por ningún motivo permitiría.
Lucifer sabia había arruinado el humor de Alastor, seguir forzándolo a recordar solo tomaría el efecto contrario además de que parecía bastante adolorido por como se masajeaba las ciencias y el ligero temblor de su cuerpo que aparecía cuando movía alguna extremidad como si le costara. Podría el disipar su dolor, el dolor físico era fácilmente curable, en realidad casi cualquier cosa con ayuda de su poder divino, aunque había complicaciones si no se usaba bien, pero tocarlo ahora no parecía ser una buena idea. Con resignación dio el tema por sentado y se levantó de la silla para encontrarse con Asmodeos el cual esperaba seguir esperándolo fuera.
—Ya te molesté suficiente. —Dijo chasqueando sus dedos haciendo aparecer una mesita de cama junto a un buen pedazo de carne de ciervo a la parrilla. —Pensé que te levantarías con hambre y conseguí lo que creí te gustaría. Te dejaré a solas para que puedas descansar.
Alastor estaba sorprendido, tenía mucha hambre, su estómago se quedó tan solo olio lo que tenía en frente, pero la inanición no lo mataría y creyó continuaría preguntando más, no se esperó consiguiera carne de ciervo fresco, y por el leve aroma que de repente desprendía Lucifer sabia había algo mal pero no quiso preguntar.
— Debería levantarme ya, ni siquiera sé cuánto tiempo llevo aquí. —Dijo intentando apartar el ciervo.
—No, sé que no es lo que comparten haces, pero de verdad necesitas descansar, no te lo pido como tu rey ni es una orden, solo por favor… quédate aquí hasta que te recopongas.
En una situación común, Alastor se burlaría a carcajadas por la súplica de Lucifer, y aunque estuvo a punto de hacerlo solo para seguir aparentando, el aroma a tristeza lo hizo detenerse de alguna manera. No se explicaba porque, pero algo instintivo le impidió continuar, pero lo acepto solo porque era verdad que lo necesitaba y no creía ser capaz de levantarse en ese momento asintiendo en respuesta, pero lo extraño aún más la confortable sensación que lo embargo cuando lo vio poner una expresión tranquila.
—Ven a tu ritmo y descansa. —Dijo Lucifer antes de abandonar la habitación.
Alastor volvió a mirar la comida frente a él, la carne del ciervo estaba cortada ya en trozos además de estar en la cocción perfecta para que fuera fácilmente masticable y lista para comer algo que agradeció comiéndoselo con gusto.
Lucifer tranquilo de ver mejor y completamente consciente a Alastor nada más salió se sintió horrible, todos sus impulsos gritaban pidiéndole acercarse y cuidar del omega que lo necesitaba en ese momento de debilidad, pero debía soportarlo. Era la primera vez que se sentía así por alguien, que su instinto se sentía así, pero no podía dejarse llevar, había hecho un trato y estaba dispuesto a cumplirlo, aunque no podía evitar sentirse mal, incluso decepcionado pero el propuesto ese trato y salió beneficiado incluso así, si eso era lo único que obtendría de Alastor debía aceptarlo.
Notes:
Honestamente, creí no tenerlo listo para hoy. He tenido mucho trabajo últimamente por ello el retraso en el capitulo aunque no tenga un día especifico para publicar.
Me da mucha pena Lucifer quien se abstiene de sus instinto todo el tiempo y por Alastor quien esta totalmente confundido por lo que le esta pasando.
Espero les guste <3
Chapter 12
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
—No, me niego. —Dijo completamente furioso.
—Por favor Alastor, sé que no te gusta mostrar debilidad ante nadie, pero solo será un momento. El no dirá nada ni correrás ningún tipo de peligro, tienes mi palabra.
Alastor apretó los dientes con enfado mientras se miraban a los ojos. Lucifer había llevado a Asmodeos ya que deseaba hacerle unas preguntas personalmente, para Alastor esto solo era una completa molestia ya que, aunque le gustaría incluso correr al rey de su casa, que este respondiera a su exigencia era otra cosa, pero la presencia de alguien más era diferente y más le había molestado enterarse en ese momento que alguien más sabia de su lamentable estado.
—Preferiría resolver mis propios asuntos por mi cuenta. Tengo el derecho a hacerlo. —Dijo intentando contener el enojo.
Lucifer lo miro con una súplica muda algo que lo exaspero aún más por el olor a las feromonas que desprendía el rey intentado calmarlo. Su estado de vulnerabilidad le impidió siquiera relajarse, después de todo le hacía rememorar a su primer trato con Lucifer. Sabia ambos tratos se hicieron en situaciones y circunstancias diferentes, la diferencia era tan grande que tan solo tener al rey cuidando de el contrastaba enormemente con la anterior. Sin embargo, ni siquiera eso lo alentó a relajarse un poco mas que cuando estaba en su completa soledad en su habitación, pero no lo suficiente como para siquiera dormir profundamente.
Después de que despertó, no solo el dolor a su estado físico no mejoro sino también que, aunque una vez intento levantarse apenas si logro dar un paso cuando cayó al piso; su poder demoniaco estaba debilitado, ya podía controlar su sombra, pero no por demasiado tiempo ya que para ello requería mucha concentración que el dolor le impedía molestándolo enormemente ya que se sentía un invalido en cama. La única vez que se había sentido así y tardo meses sino es que casi un año entero en recuperarse por completo propiciado a cuando en un acto desesperado acepto con humillación aquel trato con Lucifer.
Al principio cuando las circunstancias los habían obligado a vivir y convivir juntos, al principio Lucifer como una manera de “manejar” las circunstancias y prevenir un enfrentamiento había comenzado a evitar a Alastor, sin embargo, cuando se dio cuenta de la divinidad que desprendía su cuerpo debido a la herida comenzó una cacería para averiguar lo que pasaba y en el proceso humillarlo y burlarse de él. Claro eso fue así el poco tiempo que Alastor pudo aparentar una fachada perfecta hasta que su cuerpo comenzó a resentir la divinidad y peor aún su alma comenzó a fragmentarse poco a poco.
Alastor en medio de su desesperación había intentado curar la herida, pero por mas que la suturaba su poder contrastaba con la divinidad, Lucifer al darse cuenta comenzó a proponerle su “ayuda” para curar la herida. Alastor ya había sobrevivido milagrosamente a la herida y no quería verse involucrado con Lucifer, no seria engañado tan fácilmente, no solo por las consecuencias de hacer un trato con el ser mas poderoso del infierno sino por como este seguramente quisiera cobrar sus favores, que supiera de su heria ya era bastante humillante en si
Lucifer había insistido en cada ocasión pese a que todas ellas se negó. Sin duda una oportunidad para manipularlo y controlarlo a cambio de curar su herida, solo no pudo negarse mas hasta que su cuerpo dolía tanto y era difícil incluso respirar.
Cuando Lucifer se acercó esa última vez a él, prometió curar su herida obviamente no sería gratis, la protección y seguridad de su hija eran lo de menos, algo que no le significaba ningún esfuerzo real, el problema venia cuando le pidió cumplir cada orden que el le diera sin objeciones. Claramente el no aceptaría dichas condiciones sin establecer límites, por parte de Alastor pidió no hacer ni cumplir cualquier petición que pusiera su alma en juego por nada ni nadie, ni siquiera Charlie, algo que quiso argumentar pero socavo su propio trato cuando tuvo que aceptar que Charlie era capaz de cuidar de sí misma y que el mismo no permitiría que su vida estuviera en juego nunca; su trato no sería público, claro esto convenia a ambas partes ya que a Lucifer tampoco le convenia que Charlie se enterara que había chantajeado a su Manager por lo que no se negó a esa última petición.
Aunque ambos habían argumentado en poner o quitar algo del trato al final no lograban un mutuo acuerdo y quedo tal cual. La humillación de Alastor era tan grande que solo verlo era enormemente desagradable y aparentar junto a el era casi una tortura poniéndolo al límite en más de una ocasión.
Pero ahora era diferente, sus ojos suplicantes con los que miraba a Alastor sumado al aroma agrio de sus feromonas lo exasperaban haciéndolo dudar, algo que nunca le había pasado antes. Sin embargo, eso no significaba que doblaría su orgullo solo por ello y no dejaría ver sus dudas a Lucifer.
Antes de poder volver a objetar o burlarse del rey por el ridículo que estaba haciendo la puerta fue abierta exaltándolos a ambos, antes de darse cuenta ya tenía al pecado de la Lujuria entrando y a Lucifer actuando por instinto poniéndose delante de él y relajándose inmediatamente al ver quien ingreso al dormitorio mientras lo miraba con cara de reproche. Alastor aparte de sorprendido, se puso furioso al ver a Lucifer actuar a si sumado a la intromisión a su privacidad, Asmodeos solo respondió ante la mirada de ambos con una sonrisa ladeada.
—No me hubiese gustado interrumpir, pero prefiero ahorrarles su discusión marital y pasar a lo urgente.
—¡Asmodeos! —Reprendió Lucifer mirándolo con el ceño fruncido.
Pese a la reprimenda Asmodeos se acercó más a la cama. Alastor con su permanente sonrisa, como pudo dio una leve reverencia a modo de saludo.
—Príncipe de la lujuria. —Saludo con una mirada afilada.
—Un gusto sin duda. —Extendió la mano la cual fue aceptada de inmediato pese a la evidente molestia que causo su presencia. —Siento tener que ser el tercero en discordia, pero es urgente saber que paso y solo tú tienes las respuestas que buscamos.
—Sin duda no se que respuestas busca el pecado de la lujuria en un humilde pecador como yo. —Respondió con curiosidad fingida, algo que hizo sonreír a Asmodeos aunque se irrito un poco. —Pero quien soy yo para negarme a semejante petición, asi que adelante.
—Por supuesto… —Dijo Asmodeos sentándose cerca de la cama para mirarlo mejor a la cara. —Primero me gustaría saber tu versión de los hechos en cuanto a aquella reunión, dime todo lo que logres recordar.
Una de las orejas de Alastor se sacudió en señal de fastidio algo que logro notar Lucifer, sin embargo, Alastor conto tal cual había contado el día anterior a Lucifer añadiendo algunos detalles que logro recordar a lo largo del día, aunque estos eran muy pocos y aun difusos.
—No recuerdo mucho de lo que paso ya entrada la noche, es un poco difuso, aunque recuerdo haber discutido con Vox, pero no recuerdo si durante esta o afuera. Es un poco confuso porque puedo verlo en dos situaciones diferentes, aunque no estoy tan seguro que realmente seguro que pasaran.
—¿Recuerdas haber discutido con algún otro Overlord? —Pregunto Asmodeos.
—No que discutiera realmente, pero si haber luchado con varios.
—¿Cómo se llaman? —Se pregunto a si mismo intentando recordar.
—¿Discutiste con alguien mas de los Vees? —Completo Lucifer.
—Fuera de que Velvette nos siguiera todo el día, no recuerdo haber discutido con ella.
—¿Ni haberle aceptado una copa? —Pregunto con una ceja en alto. —Después de todo fue demasiado insistente, quien sabe quería algo mas de ti.
Alastor rio débilmente debido al dolor, pero no pudo contenerse, le parecía absurdo. Si bien no le caía muy bien Velvette, era verdad que era la mas sensata entre los Vees, era la única razón por la que la toleraba más allá de aquel par. Lucifer tenso su mandíbula, no había pensado en aquella posibilidad. Alastor había recibido muchos coqueteos, sobre todo de los residentes del hotel cuando creían estar a salvo bajo su presencia, pero Alastor muy poca atención les prestaba a menos que fueran demasiado insistentes o otras ni siquiera pareciera darse cuenta.
—No… no creo sea el caso. No es por defenderla, pero no me imagino que nuestros estilos y aficiones se inclinen a un mismo lugar. —Dijo con desagrado marcado.
—Pareces tener cierta fricción con aquellos Vees. —Cuestiono.
—Tengo un estilo y gustos únicos, no soy fanático de la tecnología ni tengo intenciones de sumergirme en dicho mundo, además no coincidimos para nada en nuestros objetivos, a ellos lo que les hace falta es menos deseos carnales y mas cerebro. —Dijo con total fastidio y repulsión.
—Entiendo… ¿y si te dijera que la tal Velvette te arrojo una bebida?
Alastor abrió mucho los ojos y busco los de Lucifer quien parecía culpable, pero asintió en respuesta a su pregunta muda. Respiro profundamente con enojo ya que sabia Lucifer no tenía ninguna otra manera de enterarse de lo que había pasado en la fiesta mas que de los que estuvieron y sabia a quien había acudido para saberlo.
—Supongo que sería una gran razón para causarme molestia.
—¿Tanto como para llegar a una pelea física?
—No. —Dijo con mucha seguridad. —Hay reglas que aquí nuestro estimado rey nos hizo incluso pactarlas en un trato. No se permiten las peleas ni físicas ni de poder demoniaco entre nosotros los días que tengamos reuniones, por supuesto entran las conspiraciones que lleguen a concretarse, aunque eso está en la letra pequeña. —Dijo sonriendo con una nueva perspectiva. —No soy tan impulsivo como para hacer una estupidez y menos por ellos. Yo fui quien propuso aquella regla.
—Recuerdas algo después de ese incidente.
Alastor pensó que tanto debería decir, su orgullo estaba en juego, aunque seria estúpido no contar algunos detalles, no recordaba si decir acerca del trato estaba en el o no pero no quería arriesgarse cuando apenas sabia de la existencia de este.
—Recuerdo muy poco. —Dijo agitando sus orejas para disipar el dolor de cabeza. —Recuerdo haber estado acostado en mi torre de radio, incluso la llegada del rey, de ahí en mas todo es difuso.
Ambos pecados se miraron, Lucifer con tensión sabia Alastor recordaba el trato, aunque no lo haya mencionado ya que fue de las primeras cosas que aludió en su primer encuentro el día anterior, no le molestaba que no lo dijera, sino que tanto podría recordar realmente.
—Recuerdo haber hablado con él, pero eso es todo. —Menciono pensativo. —Veo las escenas en mi cabeza, pero no puedo ponerles diálogos ni voces.
Lucifer noto el incremento de irritación no solo por las feromonas de Alastor, sino que pareciera costarle incluso mantener su sonrisa arriba pareciendo mas bien una mueca y su entrecejo fruncido mas el movimiento contante de sus orejas lo delataban. Toco el hombro de Asmodeos quien entendió perfectamente sus intenciones levantándose.
—Supongo que deberíamos darte tiempo aun de organizar tus ideas. Cuando creas estar preparado puedes decirle a Lucifer. —Dijo su petición, aunque a Alastor le pareció más como una orden.
Lucifer vio el intercambio con irritación, le había pedido a su amigo encarecidamente intentar no enojar a Alastor pero parecía divertirle incluso por como miraba las orejas de Alastor cada vez que se irritaba.
—Te dejaremos descansar, no le hagas caso y tomate tu tiempo. —Dijo empujando a Asmodeos quien sorprendido se dejó guiar a la salida. —Volveré después con tu comida.
Alastor no respondió mas que con una sonrisa ladeada mientras contestaba la despedida que Asmodeos le hacia con un gesto en la mano.
Cuando por fin se quedó solo, se sostuvo la cabeza no soportando los pensamientos repentinos de la nueva información que acababa de adquirir, sus pensamientos lo agotaban y lastimaban, pero quería acabar con aquellas visitas y preocupación desmedida de Lucifer y quien fuer quien el quisiera involucrar. Tenia muchas preguntas de las cuales se contestarían solas si tan solo lograra recordar por más difícil que fuera, pero seguir forzándose solo lo seguirían agotando.
Alastor haciendo uso de todo su esfuerzo llamo a su sombra quien débilmente se presentó y comenzó a cerrar cada cortina dejando completamente a oscuras su habitación. Las sombras y oscuridad estaban bajo su dominio, casi como un verdadero hogar y donde mas tranquilo se sentía, en ese momento no sentía ningún tipo de tranquilidad ni alguna sensación de alivio, pero al menos era un poco confortante. Se recostó entre sus mantas intentando dormir lo que no había podido en la noche anterior tapándose la cara para obtener aún más oscuridad de la tenue luz que escapaba de debajo de su puerta.
No se dio cuenta en qué momento se quedó dormido ni cuanto tiempo había pasado, aunque sentía una sensación de estar levemente consciente cuando escucho la puerta abrirse junto al aroma dulce que sabia desprendía el rey. Su primer impulso fue levantarse, pero ninguna parte de su cuerpo respondió, de repente lo embargo aquel aroma confortándolo un poco mas de lo que la oscuridad había intentado. Erróneamente había esperado que Lucifer al verle dormir daría media vuelta y se iría, pero para su sorpresa escucho muy apenas unos ligeros pasos acercándose.
Sus parpados tan pesados temblaron, pero no pudo hacer más, de alguna manera extraña no tenía la motivación para levantarse no porque le costara, sino porque no se sentía en peligro, algo extraño porque antes de quedarse dormido aun sentía una sensación de estar alerta que ahora se sentía lejana.
Escucho aquellos pasos detenerse a su lado, casi como si quisiera reconocer que el estaba durmiendo cuando sintió la presencia erguirse sobre él. cuando sintió que por fin su cuerpo iba a responderle sintió una de sus orejas expuestas a través de la manta que cubría su cabeza ser acariciada tan gentilmente que sumado al agradable y profundo alivio que sintió su cuerpo cuando cualquier rastro de dolor o molestia se disipo escapando de sus labios un suspiro.
Aquel gesto y su propia reacción lo sorprendieron enormemente, aunque no era el único. Lucifer al escuchar aquel suspiro un sentimiento de consuelo llego a el sabiendo había podido ayudarle. Libero sus feromonas intentando tranquilizarlo mientras como un capricho volvía a acariciar levemente las orejas expuestas de la manta antes de caminara a la salida para dejarlo tranquilo.
Alastor quien por fin su cuerpo había obtenido aquel alivio que tanto exigía comenzó a sucumbir al sueño sin posibilidad de hacer nada más que preguntarse por la naturaleza de la acción de Lucifer y sintiéndose extrañamente confortado y tranquilo.
Notes:
Con gran sorpresa (O al menos lo es para mi debido a la enorme cantidad de trabajo que tengo) pude publicar a tiempo.
Conforme avanzamos en los capítulos los he estado alargando y añadiendo detalles que antes no había tomado en cuenta o que planeaba presentar posiblemente mas adelante o en que tenia que profundizar en otros capítulos, antes estaba tan centrada en hacerlos capítulos cortos que no me percate de ese hecho así que intento mejorarlo, espero les guste.
¡Muchas gracias por seguir esta historia!
Chapter 13
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
Alastor quien después de una semana inhibido del dolor había comenzado a moverse con mas normalidad, aunque su cuerpo aún se sentía pesado y tenia falta de movilidad, sin el dolor constante en todo su cuerpo le había aligerado la carga, aun no sabia con exactitud el objetivo del rey en ayudarle, el no ganaba nada ayudándole, tal vez Lucifer no se dio cuenta, pero Alastor desde el principio noto como el rey buscaba excusas para tocarle, el pequeño roce que alivianaba su dolor era tan notorio pero fingió no darse cuenta.
Asmodeos quien había repetido sus visitas Alastor lo recibía con menos irritación que la ultima vez también estaba mas abierto a proporcionar la información que el conocía. Con la mente clara había comenzado a recordar poco a poco los recuerdos de aquel día con mas detalles, era verdad que aun no lograba recordar muy bien los días que siguieron al inicial el celo, y en realidad apenas recordaba como fue que cedió a la ayuda del rey, aunque en realidad agradecía la ignorancia de dichos recuerdos, con saber que había pasado ya le era desagradable y no pensaba ni quería recordar más allá de ello.
Lucifer también había comenzado a investigar mas en profundidad, sabia había cámaras cerca pero no estaba completamente seguro que hayan logrado captar algo. Alastor tenia una gran interferencia hacia cualquier aparato que intentara captar su imagen, pero también sería difícil hacerlo sin llamar la atención de los Vees si es que quería mantener en secreto lo que paso con Alastor, además no sabía cómo quería proceder Alastor con ellos específicamente, habían pasado un limite de lo que el incluso permitiría y aunque no quería que salieran impunes no le correspondía decidir sobre ellos ni todos los que estuvieron involucrados.
Miro a Alastor quien con una taza con café en la mano miraba al pecado de la lujuria con su completa atención mientras este relataba lo poco que Lucifer le había dejado revelarle, en la medida de lo posible habían evitado el tema de todo lo que paso después de su pelea, ni siquiera cuando su curiosidad y preocupación por saber si recordaba algo de lo que paso entre ellos le convenció para preguntar.
—Le agradezco alteza, pero prefiero continuar desde aquí por mi cuenta, me encargare de averiguar también como consiguieron el afrodisíaco. —Espetó Alastor.
Lucifer y Asmodeos lo miraron con sorpresa, se miraron mutuamente y Asmodeos suspiro casi de alivio, Lucifer por el contrario se maldijo por pensar en que había logrado engañar a su mirada escrutadora.
—¿A qué te refieres? —Pregunto Asmodeos con curiosidad.
—Es evidente que paso. Supongo que la droga fue suministrada por la bebida que Velvette me tiro encima, debió ser lo suficientemente fuerte para haber tenido efecto sin consumirla directamente, no es la primera vez que pasa, asi que si es tan fuerte también debería ser ilegal. —Hablo con seguridad sonriendo satisfecho de sus miradas sorprendidas sabiendo había acertado.
—Espera… ¿Cómo que no es la primera vez? —Pregunto Lucifer sintiendo el gorgoreo de su ira.
—¿Qué intentan drogarme? —Pregunto con diversión. —No, no es la primera vez, pero si es la primera y única vez que hace algún efecto en mí. —Aclaro con un dejo de fastidio al recordarlo. —También es algo obvio, si el contrabando ilegal está causando muchos problemas entre los imp’s ¿Por qué no lo harían en el anillo del orgullo? Es fácil contrabandear mercancía, aunque no tengamos tanta accesibilidad a otros anillos o no podamos pisarlos directamente, no a menos sin ayuda de algún otro demonio o imp, lo cual es sencillo y mas si tienes al menos el suficiente estatus ya que ellos te buscaran directamente.
Asmodeos miro a Lucifer quien seguía pasmado con la información que acababa de obtener, le pareció gracioso que pese a la preocupación de su amigo por la tranquilidad de Alastor este fácilmente llegara a la verdad por sí mismo.
—¿Por qué no me dijiste que sabias que estábamos investigando? —Pregunto Lucifer algo mediando entre su irritación y preocupación al ver que Alastor casi bromeaba con su propia situación.
—No hay que ser muy listo para saber qué pasa. —Le dio una mirada acusatoria pero divertida. —Le recordé muchas veces sobre el contrabando y fue lo último que abordaron en su reunión. Pero parece que poco o nada recuerda lo importante que le dije que era.
—Lo hago… —Dijo a la defensiva. —Por eso estamos investigando, pero si planeas vengarte como sé que lo harás, me dejas con poco material con que trabajar.
—¿Quién cree que soy para no prevenir esto? —Dijo ofendido. —Los demás solo son peones para los Vees, está claro que los uso mientras estaban drogados por el alcohol. Si lo que le molesta es que me encargue de los Vees no planeo hacerlo de inmediato sin saber cómo consiguieron ese afrodisiaco. No soy tan estúpido para permitir que vuelva a pasar. —Contesto mientras una de sus orejas se movió con algo de insistencia debido a que la migraña comenzaba a volver.
—No es…
—¿No? —Pregunto con fastidio interrumpiéndolo. —También es por Charlie, porque no estará nada contenta ya que seguirá creyendo que la violencia no es la solución a nada. Pero le recuerdo con quien esta hablando, tengo mis propios principios y estatus que mantener, también que estoy en mi completo derecho a decidir que hacer con sus miserables almas, fueron las reglas que usted mismo nos impuso, aunque ahora no le parezca.
Lucifer entrecerró el ceño frustrado, era verdad lo que decía, Charlie no estaría contenta con ver a Alastor quien bajo sus hilos había mantenido una fachada mas pasiva a la destrucción, pero eso fue completamente porque el lo había obligado no dejándolo causar caos a su paso a menos que hubiera un motivo de por medio, pero era mayor su preocupación y su instinto irritado al pensar en permitir que Alastor volviera a acercarse a aquellos que le hicieron daño, algo estúpido porque Alastor no era de los que tropezaban con la misma roca, pero tampoco podía hacer nada aunque se opusiera.
Los overlords en conjunto con Lucifer habían firmado un contrato para llevar un mejor control en como se manejaba el poder en su anillo, si bien era verdad que su intervención fue mas por un consejo de Alastor, también era verdad que poco se involucro directamente mas que en redactar el contrato que firmo con todos los overlords, el cual para buena suerte de Alastor, una de sus clausulas le daba el vacío legal perfecto en el contrato que tenían entre ellos, por lo que ordenarle no hacer nada era estúpido e inútil. En esta los overlords tenían prohibido dañar o pelear físicamente entre ellos ciertos días, siendo específicamente los días en que se reunían, como castigo la “victima” podría tomar represalias en medida del daño causado y siendo marcados por cadenas en señal de sanción y señalar su incumplimiento al contrato, en caso de ya no haber victima quedaría a jurisdicción de Lucifer el decidir que hacer con los infractores.
Lucifer se peino el cabello hacia atrás frustrado, nada podría hacer y antes de que Alastor hubiera dado nombres él ya sabía quienes lo habían atacado justamente por aquellas cadenas que aparecieron en sus muñecas como grilletes que nunca podrían ser retirados siendo visibles para todos.
—¿Cómo exactamente planeas hacerlo? —Pregunto interfiriendo Asmodeos.
—Los Vees tienen un razonamiento estúpido y simple. —Dijo más tranquilo. —Solo es cuestión de provocarlos un poco y ellos mismos se delatarán. Si planeaban drogarme supongo que querrían algo más de mi fuera de violarme o intentar tratarme como algún tipo de esclavo sexual. —Explico tranquilamente mientras tomaba un poco del café que tenía rato ignorando. —Haber conseguido ese afrodisíaco no debió ser fácil ni barato, y ellos son los mayores productores de ese tipo de drogas en el anillo del orgullo, pero no fuera de este. Además, tengo más influencia fuera del anillo del orgullo que ellos tres juntos, las conexiones lo son todo si planeas algo grande o si quieres ocultar algo, supongo que su jugada tiene algo que ver con ambas cosas.
—También eres cercano a Lucifer. —Concordó. —Indirectamente tienes el poder suficiente para desviar la atención o influir en el. Actúas por el ante los tuyos por lo que no es descabellado piensen puedes ocultar cosas de el ya que la mayor parte de la información del anillo proviene de ti. Con tu ayuda podrían pasar desapercibidos ante los ojos de todos el contrabando.
Lucifer miro a ambos, estaba sorprendido ya que el mismo no llego a esa conclusión, no había caído en cuenta que Alastor fuera considerado o siquiera intentaran usarlo para llegar a él. Era un demonio lo suficientemente peligroso y poderoso como para que no le buscaran pelea abiertamente y era la primera vez que salía algo mal fuera del último exterminio, pero eso fue por culpa suya indirectamente, y aunque no fue nada tan grave como la pelea que Alastor tubo con Adán, un poco más y pudo haber sido peor.
—Yo cederé por ti si es lo que quieres, te veo lo suficientemente capaz y me parece lo más conveniente si es que queremos pasar desapercibidos. —Dijo Asmodeos con diversión y asentimiento. —Pero espero tu completa cooperación.
—Conozco las prioridades. —Dijo seguro de sí mismo. —Tal vez me lleve algo de tiempo, pero planeo llegar al fondo del asunto sin llamar la atención y revelar el verdadero objetivo.
—¿No planeas matarlos de una? —Pregunto con diversión.
—Claro que no, ¿Qué diversión tiene si te deshaces de ellos rápidamente? Prefiero la tortura lenta. No planeo ser tan indulgente con ellos, si los mato rápidamente solo les haría un favor.
—¿Y la droga? —Pregunto con curiosidad mientras Lucifer tragaba en seco.
—Preferiría mantenerme al margen lo más posible, no tengo intención saber más que lo necesario.
Lucifer miro a Alastor con preocupación, saber que Alastor no quería tener nada que ver en parte le aliviaba como le frustraba, si quería dejar este incidente atrás no tendría problemas con ello, pero una parte de el aun se preocupaba de las consecuencias que arrastrarían cuando salieran de esas cuatro paredes fingiendo ignorancia.
—Ya que aquí todo está controlado me iré. —Dijo Asmodeos levantándose. —Una agradable charla sin duda, espero mucho de ti.
—Que halago tan grande. —Dijo Alastor riendo. —Espero cumplir con sus expectativas.
Lucifer algo sorprendido por el rápido entendimiento de ambos siguió a Asmodeos fuera le la habitación.
—Volveré enseguida. —Dijo antes de retirarse.
Alastor se llevo de vuelta la taza a la boca fingiendo no haberlo escuchado, pero por el movimiento ligero que hizo su oreja Lucifer se dio cuenta le había escuchado.
Lucifer suspiro resignado saliendo de la habitación, Alastor estaba visiblemente molesto con el, pero tenía un poco de miedo de enfrentarlo y tal vez sacar a relucir temas que tal vez Alastor no quería que se volvieran a tocar, aunque su relación siempre fue así ahora se arrepentía de haber permitido que estas continuaran así, aunque ya hubiera confianza, o al menos así lo era por su lado.
Notes:
Hola de nuevo, estos últimos capítulos han estado llenos de información que se no se ha tratado adecuadamente, había estado pensando en añadir flashback o recuerdos, me justaría que conocieran correctamente como es que llegamos a este punto y como floreció la relación entre ambos, aunque me inclino un poco mas por lo segundo para tratarlos correctamente, en realidad si tengo en mi guion original como fue que ambos establecieron su relación a lo que es ahora y porque se desarrollara así en el futuro y no creo poder resumirlo lo suficiente en un flashback entre capítulos, pensare mejor en ello conforme siga la historia pero siempre estoy dispuesta a escuchar sugerencias.
Gracias por volver a leerme.
Chapter 14
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
—Puedo ver que lo tienes difícil con él. —Inicio Asmodeos una vez se encontraron lo suficientemente lejos de la habitación para no ser escuchado.
—Es obvio ¿no? —Dijo algo resignado.
—A kilómetros, no sé qué tipo de pensamientos tenga el hacia ti, no muy buenos supongo por cómo te enfrenta abiertamente, ha de estar molesto por cómo se dieron las cosas.
—No, en realidad siempre fue así, o tal vez hasta peor a solas. —Se sincero. —Hice algo estúpido y ahora no se si me beneficio o me perjudico. Sigue actuando conmigo como siempre, pero de alguna manera lo siento más distante.
—¿Un trato? —Pregunto negando con la cabeza en desacuerdo. —No, creo eso haya sido la mejor opción, además eres demasiado indulgente con él, aunque acepto que tiene una mente afilada, no entiendo del todo el encanto que vez en él.
Lucifer no contesto, si intentara ponerlo en palabras tal vez necesitaría más tiempo del que podía tomar de él, y ni siquiera sabía por dónde comenzar.
—Deberías hablar las cosas claras con él, si eres sincero tal vez lo aprecie más que solo intentar no lastimarlo o protegerlo. Que este accidente no encadene un malentendido peor si es que no quieres que algo cambie. Y no apreciara tu sobreprotección y no creo que la necesite.
—Mi instinto me está volviendo loco. —Confeso. —Se que actuó demasiado sobreprotector con él, no le estoy dando el beneficio de la duda y es la primera vez que algo así pasa, aunque no fue su culpa tengo miedo de que vuelva a pasar.
—Está impregnado de tus feromonas. —Aclaro más acusatorio de lo que pretendió sonar. —Supongo que también lo haces sin decírselo.
No necesito respuesta, el silencio de Lucifer se lo confirmo. Lucifer sabia Alastor llevaba una marca interna en él, lo notaria cualquiera con solo oler las feromonas de Alastor mescladas con las suyas, pero su instinto le hacía sentirse paranoico e instable al grado que inconscientemente marcarlo cuando aliviaba el dolo de Alastor al tocarle impregnándolo al menos un poco de sus feromonas, al igual que cada lugar de aquella habitación donde el estuviera o por donde pasaba los dedos, aunque ignoraba si Alastor era consciente de ello.
—Lucifer, tú mismo provocaras que él se aparte de ti si le ocultas ese tipo de cosas y actúas a su espalda, sé que quieres protegerlo, pero esa posesividad no le hará nada bien si es que quieres comenzar algo serio con él, a nadie le gustaría enterarse que lo estas marcando como una propiedad sin su conocimiento.
—¡No…! Yo no pretendo eso.
—Lo sé, pero todo se da a malinterpretaciones, aunque lo hagas inconscientemente, sigue siendo tu responsabilidad. —Cerro los ojos calmándose y con más determinación continuo. —Se sincero con él, habla adecuadamente sobre cómo te sientes, tal vez incluso él sea más sincero contigo, no dejes que tu sobre pensamiento tome decisiones por ti. Incluso apostaría en que no es del todo reacio a ti.
—Eso es solo porque soy el único que convive con él en este momento. Supongo que comenzara a evitarme cuando vuelva al hotel. –Concluyó ensombreciéndose y evitando la mirada.
—¿Vez? A esto me refiero, dale un voto de confianza. Incluso no creo sea inconsciente de tus sentimientos.
Lucifer palideció, no había pensado en ello. Ya que cuando lo encontró no dejo de decírselos una y otra vez, Alastor no lo menciono y no dijo recordar algo así fuera del trato y cosas vagas.
—No creo sea el caso, sino estaría furioso conmigo. —Dijo más para sí mismo que para convencer a Asmodeos aunque su tono no convenció a ninguno de los dos. — De todos modos, muchas gracias Ozzie, parece que le caíste bien y se abrió más contigo que si lo hubiera hecho yo solo.
Asmodeos lo miro con preocupación, estaba claro que Lucifer se había cerrado a escuchar más e insistiendo ahora mismo no conseguiría nada, pero confió un poco en Alastor, él había sido un factor grande en su cambio ante los problemas que siguieron al regreso de Lilith y su divorcio.
Asmodeos sabiendo no podría hacer más se despidió con resignación.
Lucifer al volver encontró a Alastor tranquilamente viendo por la ventana mientras tomaba su café que sospechaba ya se había enfriado, tenía el ceño levemente fruncido suponiendo su dolor de cabeza había vuelto. La mesa ya había sido recogida así que poco podía hacer.
—Deberíamos volver ya al hotel. —Comenzó Alastor dirigiendo su mirada a Lucifer.
—Preferiría que descansaras un poco más.
—No, hay muchas cosas que hacer y Charlie está preocupada. —Aclaro. —Estoy bien, es soportable.
Lucifer estaba reacio a dejarlo ir, sentía que, si se iban, todo se desmoronaría, pero no podía retenerlo todo el tiempo. Viendo que Alastor aún tenía un poco de café en la taza que aun sostenía se acercó a él intentando calentarla y al mismo tiempo buscando una excusa para tocarlo y desvanecer su dolor. Alastor al percatarse se apartó y lo miró fijamente.
—¿Qué está haciendo?
—Solo quería calentar tu café. —Se excuso, pero Alastor lo miro con irritación.
—No importa, vámonos. —Insistió causando sorpresa en Lucifer.
—¿Ahora? —Dijo algo exaltado. —¿No es demasiado pronto?
—No, diría que vamos tarde, tú también has de estar ignorando tus responsabilidades por estar aquí. Y prefiero lidiar con el desastre que ha de haber ahora en el hotel antes que se agrave. —Lucifer quiso seguir insistiendo, pero Alastor no le dejo continuar. —Si no está de acuerdo puedo irme por mi cuenta. —Dijo tomando su micrófono y desvaneciendo el escudo que aún permanecía en su casa.
—No… está bien, solo estoy algo sorprendido ya que aún no te vez del todo bien.
—Majestad, no se con quién cree que este tratando. No importa cómo me vea o no, yo…
Antes de poder continuar la puerta fue abierta abruptamente poniendo a ambos en alerta, pero al ver a Charlie en la puerta ambos bajaron su guardia. Había ido a escondidas para intentar ver como estaba Alastor, pero al ver como el escudo se desvaneció no pudo evitar correr en su búsqueda, por lo que al tenerlo en frente se lanzó a Alastor quien apenas encontró estabilidad para atraparla y no permitir que ambos cayeran al suelo.
Charlie desconsolada intento hablar, pero sus lágrimas no se lo permitieron, pese a saber que su padre cuidaba de Alastor, poco le dijo que había pasado con él, pero no le importaba tanto como saber si estaba bien o no. Y aunque intento contenerse al verlo después de mucho tiempo no pudo. Y Alastor no tuvo más remedio que intentar consolarla sin mucho éxito.
—Querida estoy bien, solo desperdicias lágrimas.
—Estaba tan preocupada. —Dijo entrecortadamente entre sollozos.
—Siento no haber podido mantener mi promesa. —Dijo acariciando su cabeza. —Vamos a casa.
Charlie se apartó un poco de él limpiándose las lágrimas, lo miro esperanzada y luego a su padre quien contenía su negativa al ver a su hija brillante de alegría. Lucifer paso su mirada de su hija a Alastor quien sonreía victorioso, sabia como exactamente manipularlo, ahora que Charlie estaba ahí y Alastor había dicho tal afirmación no podría negarse, no a menos que expusiera el estado de Alastor, algo que ambos sabían no lo haría.
Suspirando fuertemente Lucifer hizo aparecer un portal directo a la entrada del hotel, quienes al cruzarlo encontraron el hotel hecho un desastre, tal cual Alastor había previsto. Alastor moviéndose con soltura fingida hizo aparecer demonios de su sombra arreglando cada desperfecto que se encontró a su paso, el hotel de vez en cuando tenia ataques, pero sin Alastor o Lucifer dentro estos habían hecho mucho daño a la infraestructura del hotel.
Alastor también se encargo de exterminar cada aparato electrónico que implantaron los Vess en su ausencia, los cuales no fueron pocos al igual que las cartas dirigidas a el en su oficina que fueron descaradamente enviadas por los Vess y sus allegados. Pero tenia prioridades, miro los archivos apilados en su escritorio y comenzó a leerlos uno por uno, cada informe con información que podría ser valiosa o poco relevante sobre el contrabando seria su prioridad. No por averiguar las partes aun faltantes de su memoria o por mero capricho, sino porque mientras más rápido pudiera deshacerse de ese obstáculo mas pronto podría deshacerse de los Vess directamente.
Cerro los ojos con irritación al ver irregularidades en los movimientos entre los imp’s quienes habían pisado el anillo del orgullo, incluso la desaparición de algunos, un imp no podría matar a un pecador, pero esto no aplicaba en viceversa.
Todo el papeleo atrasado del hotel y su investigación le habían dejado tan poco tiempo que apenas se le veía la sombra cuando pasaba para encargarse de algo, no había descuidado de sus tareas pero apenas podían hablar con él lo que preocupo de nuevo a Charlie quien le insistió al menos compartir las comidas con ellos ya que incluso se las saltaba la mayoría del tiempo.
Sin mas remedio Alastor se veía sumergido en aquellas platicas banales que aunque disfrutaría, su ausencia había sido tan obvia que todos lo miraban con curiosidad lo que le molestaba, algo que Lucifer noto pero poco podía hacer, estaba conforme con verlo e incluso sentarse a su lado en aquellas comidas, pero se sentía impotente ante sus molestias y las suyas propias.
Lucifer todo aquel tiempo intento no molestarlo, habían hablado el uno al otro, pero siempre de trabajo y conversaciones cortas, se sentía intranquilo, pero no podía dejarse llevar de nuevo. Podía notar que no se encontraba bien, pero nada mas intentaba sacarlo a colación Alastor se iba alegado tener mas cosas que hacer y el no había insistido tampoco por miedo al rechazo.
Ambos habían llegado a un acuerdo mudo de no hablar sobre lo que paso y el otro no insistió ni lo intento detener, o no al menos hasta que noto que por primera vez desde su regreso tuvo la intención de salir del hotel.
—¿Saldrás? —Pregunto interponiéndose por instinto.
—Si, iré a ocuparme de algunas cosas del trabajo. —Dijo dando un par de pasos atrás para mantener la distancia.
—¿Trabajo afuera? —Pregunto confuso.
—No tardare si es el problema.
Lucifer quiso insistir, su temor le nublaba el juicio, pero no quería que se expusiera de alguna manera peligrosa. Alastor leyendo los pensamientos de Lucifer llamo a Niffty quien acudió rápidamente.
—Me llevare a Niffty, ¿contento?
“No.” Pensó, quería acompañarlo, pero su compañía no sería bien recibida. Alastor sin esperar respuesta rodeo a Lucifer y se marchó con Niffty quienes tenían una charla amena. Pero poco tiempo despues se dio cuenta de la razón se haber salido de Alastor cuando no solo el anillo del orgullo sino más allá de este comenzó a hablar de ello. Había comenzado una cacería de quienes sabia habían atacado y transmitiendo todo a través de su estación de radio lo que causo una gran conmoción.
Notes:
Muchos días después puedo por fin publicar. Se acerca una de las partes que honestamente mas me ha costado escribir así que lo estoy preparando con emoción, sin embargo, mi laptop ha estado presentándome problemas por lo que posiblemente la mande a descansar por un tiempo en lo que veo si es posible que me la arreglen o tenga que remplazarla por lo que habrá atrasos como hoy en mis actualizaciones. espero poder resolver este problema pronto.
Hasta luego.
Chapter 15
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
—No entiendo. Mimzy dijo que hacia años dejo de transmitir. —Dijo exaltado Angel Dust.
—Está claro que solo muestra una falsa apariencia de inocencia, siempre ha sido un sádico, con esta es su cuarta víctima. —Dijo con recelo Vaggie.
—No, Alastor no tomaría tal medida solo porque sí. Algo debían haber hecho, más siendo overlords. —Aclaro Cáscara. —Lo debió desencadenar durante su reclusión.
—Le habrán hecho algo? —Pregunto Charlie. —No me quiso decir que pasa, solo me pidió que me mantuviera al margen. Estoy preocupada.
—No te dirá nada para no dejar que interfieras, los overlords tienen sus propias reglas, el jefe no se molestaría ni siquiera en mirarlos si no hubieran hecho algo lo suficientemente malo como para acabar así, sobre todo después de tanto tiempo. —Reflexión Husk.
—Bien, supongamos que es eso. Pero también tiene trabajo aquí y está ahuyentando a los residentes. —Afirmo Vaggie.
—Su sola presencia ya los ahuyenta, ya había estado lo suficientemente tranquilo en realidad. —Ángel Aseguro.
—No se ustedes, yo me estoy divirtiendo mucho escuchando su estación, pensar que había muchas especulaciones sobre si era verdad o no sobre los gritos en la radio el solo presenciarlos me eriza los vellos de la emoción. —Dijo Cherry Boom emocionada.
Lucifer quien escucho todo a escondidas entrecerro el ceño preocupado, sabía que esto pasaría, pero tampoco podía hacer nada al respecto, aunque nunca se espero que transmitiera como acababa uno a uno por la radio, Charlie en su momento intento preguntarle, pero él tampoco pudo decirle mucho, por privacidad a Alastor y por su propio bien, no creía Charlie tomara bien lo que paso y aunque ella no es violenta, si intentaría enfrentarlo verbalmente.
Alastor quien iba regresando de acabar con una de sus víctimas, caminaba con Niffty sobre sus hombros quien le daba un masaje en la cabeza, algo que ligeramente aliviaba su malestar, pero no lo suficiente, pero el mero hecho de que ella lo haya intentado ya era suficiente. Lucifer quien presencio su regreso solo lo miro bajar a Niffty y subir a su habitación sin hablar con nadie más ni voltear en su dirección.
Lucifer suspiro cansado y resignado, estaba preocupado, pero fue el mismo quien por miedo evitaba a Alastor antes que este lo hiciera, pero por esto mismo había perdido la oportunidad de ayudarle a lidiar con su dolor físico, su poder no era permanente y sabia el dolor ya había regresado enteramente y sin embargo Alastor fingía no tenerlo.
Lucifer unas horas después se encontró en su oficina leyendo los correos de los pecados, el contrabando aparentemente aún se mantenía en secreto, algo bueno ya que había comenzado rumores alarmantes sobre ello. Claro, aunque era un alivio era una desventaja también ya que indirectamente les ayudaba a aquellos que hacían el contrabando, pero era peligroso que supieran de ello ya que podría incentivar a que más lo intentaran o que se ocultara mejor. Lucifer suspirando de cansancio mientras se recargaba en su silla escucho el sonido de su puerta al ser tocada permitiendo que entrara a quien sea que estuviera detrás de la puerta, pero rápidamente enderezándose al ver a Alastor pasar el umbral de su puerta.
—Sabía que lo encontraría holgazaneando como siempre, aunque es una sorpresa no ver ningún patito de hule cerca. —Dijo burlándose.
—Alastor, ¿qué pasa? —Pregunto algo preocupado y expectante en que lo buscara.
— ¿Qué pasa? —Repitió con sarcasmo. —Aquí están los posibles sospechosos del contrabando. —Dijo poniendo una pila de expedientes sobre su escritorio. —No están completos, aún estoy investigando unos detalles.
Alastor comenzó a relatar uno a uno los detalles de porque eran sospechosos, luego los empezó a categorizar frente a Lucifer. Alastor estaba siendo tan metódico que Lucifer se preguntó cuando fue que tuvo tiempo ya que lo había visto recorriendo el hotel reorganizando a los pecadores nuevos, separando peleas y arreglando el desastre después de estas, algo en lo que su hija no ayudaba ya que muchas de las actividades de Charlie acababan en desastre, además de sus esporádicas salidas del hotel.
—Majestad ¿está escuchando? —Pregunto irritado al ver que Lucifer no decía nada y solo lo miraba.
—Sí, solo. Estoy algo sorprendido. —Soltó sin pensar.
—No entiendo por qué. —Dijo suspirando cansado. —Bien, como dije no les puedo seguir completamente fuera del anillo ya que no está bajo mi jurisdicción, aunque si pude encontrar a algunos diablillos que son los que los ayudan a cruzar y son su puente entre los anillos, pero en mi opinión solo son peones, no parecen ser importantes. Pasando a otro asunto, se redujo la cantidad de pecadores redimidos, y unos cuantos dejaron el hotel o fueron asesinados fuera de este. —Dejo una lista frente a Lucifer. —Esta es una lista y los tratos siguen en mi oficina, pero englobe por la razón de su descenso.
Alastor lo miro expectante, ya esperaba que Lucifer dijera algo o bromeara como siempre diciendo que era su culpa, sin embargo, no obtuvo respuesta alguna, sino solo una mirada resignada mirando los papeles que dejo frente a él. Pensó en decir algo más hasta que la puerta fue tocada entrando Charlie quien estaba cabizbaja, pero al verlos a ambos su rostro se ilumino al instante.
—Alastor, no sabía que habías venido a visitar a papá. —Dijo alegre poniéndose a su lado.
—Querida es por trabajo. —Contesto Alastor sonriéndole como siempre.
—Oh… ¿Algo urgente?
—Eso deberías preguntarle a tu padre quien parece no estar de acuerdo.
Charlie lo miro con curiosidad viendo las grandes pilas de papeles en su escritorio. Ella en realidad no intervenía mucho, prácticamente solo se encargaba de las clases de redención y si alguno llegaba a alcanzarla hacia el intercambio con Emily, por lo que el tema de recibirlos y ver que el hotel estuviera en orden era trabajo de Vaggie y Alastor. Desde que regreso había visto a Alastor demasiado ocupado, pero cuando le ofreció su ayuda fue rechazada y casi no tenían tiempo de encontrarse ahora.
—Al, deberías descansar un poco, creo que estas sobre exigiéndote. —Dijo Charlie con preocupación.
—Oh querida ¿Qué te hace decir eso? —Pregunto con curiosidad y una sonrisa divertida la cual se tensó al igual que todo su cuerpo cuando Charlie se acercó a él acariciando debajo de sus ojos.
—Tienes unas ojeras marcadas, siempre has sido diligente en tu trabajo, pero nunca te había visto así.
Lucifer miro el intercambio con asombro, era verdad, Alastor se veía aun cansado y no había prestado atención a sus ojeras ya que evitaba mirarlo a los ojos. Alastor por su parte se sintió atrapado e incapaz de ocultar sus malestares por más que hubiera intentado ocultarlo, era verdad que poco o nada descansaba ya que ocupaba mucho de su tiempo encargándose de aquellos que lo atacaron, no solo de ellos, sino de aquellos que aprovechaban su ausencia y algunos espías que mandaron a otros overlords, además del tema de investigación del contrabando en general, por lo que estaba constantemente usando poder demoniaco sin descanso alguno, y más si su objetivoba el anillo significaba usar más recursos. que le dificultaban su descanso.
—Charlie estoy bien, solo no dormí bien el día de hoy. —Se excuso tomando la mano de Charlie separándola de su cara, pero dándole un ligero apretón para tranquilizarla.
Ella sabía le estaba mintiendo, ya que sus ojeras conforme pasaban los días estos solo incrementaron, quiso preguntarle muchas cosas, pero si lo hiciera solo le daría evasivas ya sea para que deje de preguntarle y no invadir su privacidad o para no preocuparse.
—Los dejare solos, aún tengo unas cosas de las que encargarme. —Dijo Alastor caminando hacia la salida. —Buenas noches.
Alastor abandonó la oficina y fue directo a su oficina mirándose en el primer espejo que encontró. Poco o nada había podido hacer por sus ojeras, el dolor apenas le dejaba descansar además de que casi no podía permitírselo. Lucifer le había ayudado al principio, pero no estaba dispuesto a que siguiera así, no era la primera vez que pasaba por ello, aunque en aquel entonces no estaba tan ocupado como ahora y sus síntomas eran diferentes y conforme pasaban los días solo empeoraban, pero aún así no se dejaría doblegar por ellos, por lo que sentándose en su escritorio siguió con el trabajo restante.
Charlie quien miro preocupado la puerta redirigió su mirada a su padre con una determinación.
—Papá estoy preocupada. Se que Alastor no quiere que me involucre, pero no puedo dejar pasar esto si veo como mi amigo se apaga. ¿De verdad no hay algo que pueda hacer?
—Manzanita, no creo sea conveniente que te involucres si él no quiere. —Dijo suspirando cansado y poco convencido. —Tu misma fomenta la confianza y el respeto a los límites, solo nos queda respetar el espacio que Alastor impuso y dejar que él se acerque.
—Lo sé, pero también lo conozco y el no buscara nunca ayuda si no se le ofrece primero ¿no puedes intentar convencerlo al menos de descansar? Estoy seguro de que te escuchará.
—¿Por qué crees eso? —Pregunto con asombro y curiosidad.
—El huele a ti desde que regresaron, supuse que se volvieron más cercanos durante ese tiempo. —Dijo completamente confundida. —También su aroma estos días ha estado algo raro por lo que estoy preocupada que de verdad este enfermo y no se este tratando, se que una enfermedad humana no lo matara, pero si lo debilitara y sufrirá por ella.
Lucifer trago saliva nervioso, había olvidado que Charlie podía percibir las feromonas, aunque al menos no había sospechado nada, aunque claro, si el estuviera en su lugar tampoco lo haría. Miro la puerta que había cruzado Alastor como si algo de el se hubiera quedado ahí mientras procesaba su siguiente movimiento, fuera cual fuera lo ponía en una posición difícil pero su sentido al cuidado de Alastor era aún mayor.
Redirigió su mirada a su hija quien lo miraba preocupada y esperanzada, si Charlie había logrado percibir algo más que sus propias feromonas era porque Alastor no lograba controlarlas, aunque ni siquiera sabia si el era consciente de como hacerlo, conocía un poco del tipo de cultura y estigmas con los que creció Alastor y sabia era un tabú hablar de esos temas, por lo que sabia solo seguiría habiendo mas malentendidos cuando sus feromonas abandonan por completo el cuerpo de Alastor.
Lucifer sintió una oleada de preocupación arrepentida seguida de una alarma a su instinto pensando en que posiblemente Alastor había comenzado a rechazar sus feromonas lo que provocaría malestares en el y por ende el causante de su apariencia pese a su intento de ocultarlo.
—Intentare hablar con él. —Dijo ocultando su temor bajo un tono resignado. —Pero no prometo que él quiera decírmelo a mí.
—Gracias. —Dijo totalmente esperanzada.
Notes:
¡FELIZ DÍA DEL LIBRO! 🫶🏻💖📚💐🌹
Espero a cada uno de ustedes les haya llegado su libro y su rosa de su persona especial, a menos que sean como yo quien no tiene ni un buen prospecto (alta referencia a Orgullo y prejuicio) y se haya auto regalado un libro, en mi caso los dos primeros tomos de "El gran maestro de la cultivación demoniaca" los cuales ya leí hacd mucho pero ahora quiero tenerlos en físico y los cuales recomiendo al 100%.
Se que este capitulo esta cortito pero fue por causa de fuerza mayor, ya que mi laptop acaba de perecer y quien sabe cuando pueda mandarla a revisar o reemplazarla en su caso y me siento adolorida de usar el teclado de mi tablet quien ha sido mi salvadora. También estoy reescribiendo otro fanfic que espero traer pronto. Hasta entonces mil gracias por leerme...
Chapter 16
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
Decir que intentaría hablar con Alastor era mas fácil decirlo que hacerlo, lo intento, o al menos así lo percibió. Durante la siguientes semanas intentaba no apartar sus ojos de Alastor, algo que el noto al igual que todos en el hotel. Quería una oportunidad, el momento perfecto para hablar con el, para su molestia Alastor no tenia el mismo pensamiento, la alta vigilancia solo ponía un peso muerto sobre el no dejándole siquiera un respiro, donde quiera que iba estaba bajo extrema vigilancia excepto en su propia habitación obligándolo casi a recluirse para apartarse de su mirada al menos un momento y dejar esa fachada perfecta y actuada fina y altiva que siempre tenia cuando alguien lo veía.
Era agotador, Alastor obligándose a mantenerse erguido no sabia si el rey lo hacia para ver a través de su fachada o obligarle en algún punto a no poder mas y exponerlo cuando no pudiera mantenerla. Para su mala suerte, Lucifer ya veía mas allá de esta, Charlie no se había preocupado por nada. Alastor por supuesto era tan diligente y eficaz, ya fuera como anfitrión o como su ayudante, y sin duda como Overlord. Lo veía actuar con soltura moviéndose de aquí para allá, incluso lo había estado acompañando en sus esporádicas salidas y presenciado de primera mano como acababa con aquellos demonios de su lista de víctimas, claro aunque este lo hiciera a escondidas. Pero algo que el podía ver claramente sin necesidad de sus instintos era lo agotado y terriblemente adolorido que se encontraría. Las micro expresiones lo delataban al igual que los movimientos involuntarios de sus orejas, y lo mas importante, sus nuevos síntomas.
Lucifer fue primero en percatarse en que algo iba mal, algo que Alastor solo ignoro hasta que no pudo seguir haciéndolo; los evidentes problemas de sueño de Alastor que fueron lo que los llevo a este punto solo empeoraron, algo que su rostro lamentablemente demostraba si se le prestaba la debida atención, pero a eso se le sumaba la falta de apetito, luego llegaron los mareos y náuseas, y para su mala suerte luego los vómitos y la perdida de peso en consecuencia. Cuando Alastor ya no pudo comer el ciervo ya fuera fresco o en descomposición solo remarcaba el hecho de que lo que fuera que le pasara a su cuerpo, iba a peor.
Lucifer se había dado cuenta de la mayoría de sus síntomas, en especial su falta de apetito y las náuseas las cuales eran evidentes durante sus desayunos, los cuales quedaban a medio comer o en su caso Alastor terminaba mirándolos con asco contenido cuando creía nadie lo observaba haciendo la comida a un lado concentrándose en la conversación que estuviera suscitándose en la mesa en ese momento.
Para ambos las situaciones y pensamientos eran contradictorios. Lucifer creía con pánico que era el instinto de Alastor intentando expulsar sus feromonas de su cuerpo rechazando cualquier vínculo o cercanía con el provocando todos sus malestares. Pero Alastor creía que debido a su auto exigencia eran los causantes de sus síntomas, los cuales para su molestia había descubierto solo mejoraban cuando estaba en cercanía del rey y para su mala suerte, sus empalagosa feromonas.
Alastor consideraba insólito tener que acercarse al rey solo por ello, se dio cuenta de ello durante una comida ya que sus asientos estaban uno al lado del otro, pero cuando se percató de las feromonas de Lucifer le dio el bienestar necesario para comer al menos la mitad de su porción de ese día, sin embargo cuando este se apartó de dichas feromonas y sus síntomas volvieron solo lo alertó, creía que estas al igual que sus poderes angelicales podrían hacerlo sentir mejor aunque no con la misma intensidad, aunque no pudiera confirmarlo y realmente no iba a hacerlo, no al menos con el. Lucifer no lo había vuelto a tocar, por lo que esa opción quedó descartada, pero cuando se descubrí a a si mismo buscando su cercanía se obligaba a recluirse en su habitación.
Alastor estaba harto, cansado de tener que vivir escondiéndose de Lucifer y de aquellos síntomas. El dolor no lo abandono, pero sumado a todo lo demás estaba haciendo su trabajo insostenible, se cuestionó tener algún tipo de enfermedad pero no estaba seguro de ello, durante sus años en el infierno no había enfermado ni una sola vez por lo que no sabría identificar una enfermedad pero no lo descartó y esperaba averiguarlo con la ayuda de Rosie. Con la cual ya había conservado una cita.
Ese día por la mañana su primer batalla fue despertar, sus párpados se negaban a abrirse al igual que sus articulaciones a moverse las cuales no le hubieran respondido si no fuera por las náuseas repentina qué le dieron levantándose como resorte y corriendo al baño para deponer toda la comida que apenas si había entrado la tarde anterior. Se miró su rostro demacrado en el espejo y se repugno por lo que vio, por lo que haciendo un esfuerzo monumental se labor la boca y cara para terminar de despertar y verse lo más presentable posible antes de ir a preparar el desayuno.
Para su consternación, el solo hecho de preparar la comida fue su segunda gran batalla, el olor sumado a sus náuseas matutina solo lo hacían querer salir de allí y abandonar todo, pero no lo haría, el se tomaba su trabajo en serio y no se dejaría llevar por sus problemas, o al menos no por ahora. Intento disipar las náuseas con su café matutino el cual abandono debido a la acidez que sentía. Cuando Charlie y Vaggie le ayudaron con el resto del trabajo el cual era servir y poner la mesa nada más se sentó frente a su plato este no pudo no mirarlo como si la comida lo fuera a comer a el y no al revés, pero cuando miro a los demás comerlo con avidez supo solo era el quien se sentía así.
—¿Esta todo bien? —Pregunto Lucifer en un susurro al verlo mirar la comida con desagrado.
—Si, solo recordé que tenia algo de prisa ya que tengo algo importante que atender con Rosie.
—¿Volverás a salir? —Pregunto Charlie con curiosidad y preocupación al verlo levantarse.
—Tengo una cita con Rosie querida, lo mencione hace un par de días.
—Oh… cierto. —Dijo aliviada al recordarlo. —Ve con cuidado.
Lucifer solo observo como este desaparecía mirando su plato intacto, otra vez. Alastor poco se alejó ya que incluso usar sus sombras a largas distancias comenzaba a dificultarle, algo raro en él asociándolo al exceso de poder demoniaco que había usado últimamente por lo que decidió ir por su propio pie, aunque así llamara enormemente la atención. Sin embargo, durante su trayecto se sintió mareado, pero lo ignoro ya que nadie parecía percatarse de ello, aunque en realidad no se topara directamente con nadie ya que cuando lo veían de lejos huían despavoridos.
Cuando por fin llego al emporio la cara de Rosie se oscureció al verle, apartándolo inmediatamente de los ojos de todos haciéndolo sentarse en su sala de estar.
—Alastor te vez terrible ¿Te sientes mal? —Pregunto preocupada.
Alastor solo trago en seco, había querido ocultar su malestar cuando llego al barrio caníbal, aunque aparentemente había fracasado en el proceso.
—Estoy bien, solo me he excedido un poco en el trabajo, supongo que solo es cansancio.
—No me mientas, por más cansado que estuvieras nunca te habías visto así ¿Qué te ha pasado?
Alastor miro a su amiga, le costaba ser abierto, mostrarse vulnerable, sin embargo no sabía a quien más acudir y se estaba volviendo loco, además sabía poco podía ocultare algo a su amiga quien lo conocía mejor que nadie, además de ser la única aparte de Lucifer y Asmodeos quien conocía un poco su situación, o al menos lo poco que se atrevió a decir, como el hecho de haber tenido un incidente con varios overlords y haber tenido que aceptar la ayuda del rey en el proceso, aunque se guardo la mayor parte de información, ella no lo presiono ni incentivo a decirle mas y solo apoyo sus decisiones en consecuencia como siempre lo hizo.
—La verdad, estoy algo mareado. —Acepto con resignación. —La comida al parecer me ha estado causando malestares y parece poco apetitosa e incluso asquerosa, así que tampoco he comido nada en casi un par de días.
—¿Solo eso? —Pregunto inquisitivamente no convencida con su respuesta.
—No. —Suspiro profundamente. —Esto ha sucedido desde hace unas semanas. Tampoco puedo dormir con tranquilidad, y las pocas veces que logre comer algo lo deseche.
—¿Estarás enfermo?, es la primera vez que te veo así, aunque no es descabellado después de tu incidente, y te has estado exigiendo demasiado, seguramente estabas tan débil qué debiste haberte contagiado de algo, ¿Cuándo empezaron tus síntomas?
—En mi casa realmente descanse bien, empezaron poco después, pero también es cierto que casi no toco la cama, y el tema de los overlords no me lo permite.
—¿Cuántos te faltan?
—Uno, es algo escurridizo. Esta escondiéndose en el territorio de los Vess. —Dijo recargándose en el sofá. —Supongo que, si me sobre exigí, desde que comencé la cacería no pare de buscarlos, y mi trabajo con el rey no ayudo y tal vez estoy usando poder de más. —Reconoció y compartió sus suposiciones.
—Deberías descansar. —Dijo con firmeza más como una orden que como una sugerencia. —Reconozco qué tengas que encargarte de ellos pero no está bien, tu trabajo y esfuerzo no va a valer la pena si al final no vas a poder continuar o encontrarte en una situación vulnerable.
Alastor miro a su amiga quien parecía incluso molesta, tenía razón, ni siquiera recordaba la última vez que descanso, qué lo hizo de verdad, suponía antes de llegar al hotel, luego recordó la constante vigilancia de Lucifer y suspiro pesadamente reconociendo que esta comenzó cuando Chalie expuso su cansancio a él.
—Supongo que tendré que hacerlo, sin embargo tengo que prepararme para ello, pero aún tengo cosas importantes que atender. —Intento excusarse.
—Si continuas así solo provocaras que los demás se den cuenta o te obligues a parar cuando sea demasiado tarde. —Insistió no permitiendo ninguna vacilación. —¿Cuándo específicamente piensas descansar?
—Lo hare una vez termine con esa basura. Mañana será mi movimiento definitivo y que este en el territorio de los Vess solo me beneficia bastante para el espectáculo principal.
—Prométeme que después de eso descansaras. O sino yo misma iré al hotel y te obligare a hacerlo, y se la princesa me apoyara en esto. —Dijo amenazadoramente.
Alastor miro a su amiga con resignación. Sabia sus amenazas no se las podía tomar a la ligera, además el mismo creía tenia que hacerlo o llegaría en algún punto no poder ocultar mas como se sentía, así que sonriéndole le dio un asentimiento.
—Está bien, lo prometo.
Rosie feliz se levantó a su propia cocina, preparo algo rápido poniéndolo en sus manos
—Es “té oolong”, sé que odias el té, pero te ayudará a asentar tu estómago y disminuirá un poco tus síntomas. —Dijo pasándole la tasa a sus manos y regresando a la cocina empaquetando varias cosas.
Alastor lo miro con desagrado, pero lo bebió aun así sin decir nada.
—Tal vez no tenga efecto inmediato, pero si estas enfermo poco a poco ayudara, así que tómalo con regularidad de ser posible, te empaquete algunos para que los tomes en tu día. —Dijo pasándole una bolsa y un frasco de pastillas en la mano. —Estas son pastillas para dormir. Se que odias lo actual y tal vez incluso no tenga un gran efecto en ti pero no esta de mas intentar todo, quien sabe un poco de ayuda pueda serte útil y no hay nada mas fuerte en el infierno que eso.
Alastor miro todo lo que le fue empaquetado, miro el frasco de pastillas en su mano, reconocía la simbología grabada en el, sin duda ese frasco estaba hecho por el pecado de la pereza por ende no eran fáciles de conseguir por lo que aprecio aun mas el gesto aunque no sabia porque Rosie guardaba algo así, le dio una sonrisa sincera a su amiga mientras terminaba su taza de te junto a ella rememorando a cuando su madre de pequeño lo obligaba a tomar té de hierbas cuando enfermaba o incluso a bañarse con ellas, ambos casos eran diferentes y Rosie no simulaba nada maternal hacia él, pero aun así no pudo no recordar aquellos recuerdos que tanto atesoro en vida y que intentaba no traerlos de vuelta ahora en el infierno.
—Gracias Rosie, lo aprecio mucho.
—Cualquier cosa que necesites estaré aquí para ti. No dudes en pedirme ayuda. —Dijo alcanzando su mano sobre la mesa dándole un leve apretón.
—Lo hare.
Ambos tuvieron una charla ligera, Rosie estaba decidida a obligarlo a descansar, por lo que con su ayuda planifico el camino a lo que serian sus primeras vacaciones, sabia Alastor no dejaría cabos sueltos ni se iría sin terminar su trabajo, por lo que tenia que dejarlo en las manos adecuadas o en su caso terminar lo que tuviera en manos para descansar sin preocupaciones.
Alastor entonces descubrió no había mucho que hacer, debido a su insomnio lo único que hacia era trabajar de mas y en realidad su única preocupación era su propia venganza personal en la cual Rosie no podía interferir, y esta también estaba a punto de ser resuelta e incluso su descanso no interferiría con ella por lo que ahora con tranquilidad se sintió mas seguro de poder por fin descansar. Sin mas que hacer se despidió de Rosie con todos sus regalos prometiendo contactarse con ella cuando cumpliera su promesa
Notes:
Al fin estoy al dia con las actualizaciones, mi laptop aun esta inactiva pero mi tablet y un teclado inalambrico han sido mis salvadores y afortunadamente todo lo importante lo cargo en una memoria, incluyendo todos mis escritos.
Este capitulo ha sido reescrito tantas veces y aun no estoy del todo convencida de como me hace sentir al respecto, pero espero ir mejorando con el tiempo.
Gracias por volver a leer...
Chapter 17
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
Alastor al volver, aunque con desagrado palpable, probo otro de los tés que Rosie le dio, era verdad que le habían asentado el estómago, ya no sentía nauseas, aunque si un ligero dolor de estómago, pero por fin había logrado comer algo sin vomitar que era un logro, así que el dolor lo asocio al hambre que tenía, pero se negaba a atender aquella necesidad hasta que terminara. Apenas estaba terminando el té cuando Lucifer toco la puerta entrando después de que le diera su permiso. Lucifer lo miro exhaustivamente, aparentemente estaba con un mejor semblante y humor lo que le alegro, aunque no se lo expreso.
—Vi que en una de tus notas que mañana saldrás. —Dijo mirando la enorme cantidad de archivos sobre su escritorio que suponía, pronto adornarían el suyo.
Alastor lo miró fijamente, si había dejado aquella nota era porque claramente no quería ser molestado por él, por ello también dejo todos los documentos en su oficina en su ausencia. Aunque tampoco espero que Lucifer quien había estado vigilándolo tan intensamente se quedara quieto, pero en cambio Lucifer ver aquella nota se levanto inmediatamente con curiosidad y preocupación pensando la nota era su excusa perfecta y su permiso para ir a verlo.
—Si, por fin mañana me acercare al último overlord antes de arremeter contra los Vees. Así, que tal vez me tome algo más de tiempo, por ello le deje un mensaje ya que lo vi ocupado. —Explico dejando la taza sobre su escritorio.
“¿Estarás bien? ¿necesitas ayuda?”. Quiso preguntar Lucifer, pero no pudo ya que sabía esas preguntas no serían bienvenidas. Antes de poder decir algo más el aroma al té que estaba tomando Alastor llego a sus sentidos lo que le extraño enormemente.
—¿Estas tomando té? —Pregunto muy confundido. —Pero lo odias.
—Fueron un regalo de Rosie, y seria de mala educación no hacerlo. —Contesto con desgana. —¿Necesita algo más?
—Oh, Charlie está preocupada… y yo también, no te vez bien desde hace unos días. Ni siquiera quisiste comer tu propia comida.
—No se preocupe majestad, después de deshacerme de mi última presa pienso tomar un leve descanso, por ello estoy adelantando algo de trabajo para dejarle a Husk y Vaggie algunas de mis actividades.
—¿De verdad? —Pregunto algo atónito, ya había estado planteando sus motivos para convencerle o en caso extremo obligarle a descansar, pero que el mismo lo hiciera le aliviaba.
—Si, también es parte de mi plan que los Vees no sepan mucho de mí y crean que me olvide de ellos para dejarlos en suspenso. Claro continuare con mis actividades una semana antes de nuestra siguiente reunión.
—Puedes tomarte más días si lo necesitas. Un par de semanas es muy poco para recuperarte.
—Estoy bien, considero que es más que suficiente, incluso puse ese tiempo justamente para que Charlie o usted dejen de molestar con que debería descansar. —Dijo ocultando su fastidio en su voz. —También hablare con Vaggie, necesito que alguien le ponga un ojo para que no desvíe su atención a otro lado. —Dijo acusatoriamente.
—Estoy trabajando. —Contesto a la defensiva.
—Que yo recuerde venir a visitarme no es trabajo. —Dijo con sarcasmo.
—No, pero si ponerme al pendiente si mi ayudante se tomara vacaciones. —Dijo suspirando, aunque realmente no quería decir eso tal cual. —Puedes tomarte las que necesites, hasta que te sientas bien, la reunión de los Overlords no es lo suficientemente importante que tu salud, ni siquiera tu venganza personal. Que seas fuerte no quiere decir que soportes la carga por tu cuenta sin descanso, si es necesario incluso tener que ir yo personalmente por primera vez, lo hare sin dudar.
Alastor rodo los ojos, el planeaba tener esta conversación al día siguiente, pero Lucifer se le adelanto. Le fastidiaba el sentirse regañado, sin importar que tuviera razón o no o que tan satisfactorio seria verlo hacerse cargo de su anillo por primera vez no quería que se le viera como alguien débil o que le tuvieran consideración solo porque se le veía cansado. Sintió un leve tirón en el estómago, pero lo ignoro, o al menos eso intento cuando vio como Lucifer cambio su semblante de nuevo preocupado soltando feromonas.
—¿Quiere dejar de hacer eso? —Dijo con fastidio conteniendo el impulso de inclinarse para tener mayor acceso a la fuente de las feromonas.
—¿Qué? —Pregunto enormemente confundido hasta que noto las feromonas agrias de Alastor. Sin darse cuenta había soltado sus feromonas que con un chasquido las disipo. —Lo siento, lo hice sin ninguna intención.
Alastor lo miro, pero no le creyó del todo. Intentaba ignorar el aroma del rey lo mas que pudiera, por ello había intentado encontrarse con el lo mas que pudiera, y aun asi había permanecido en aquella oficina mas de lo que requería solo porque el aroma de Lucifer estaba tan penetrado ahí como seguramente lo estaría en su habitación, pero sin darse cuenta solo se quedó allí parado mirando la pila de documentos que acababa de dejar sobre el escritorio hasta que se dio cuenta y se fue rápidamente entre las sombras. Pero tener al rey soltando feromonas era diferente, algo instintivo y primitivo le pedía a con todo su ser acercarse, incluso tocarle algo que definitivamente no seria un pensamiento que cruzaría su cabeza, un pensamiento que no reconocía como suyo. Eran tan fuertes y tranquilizadoras que con desesperación quería el alivio que pudieran darle, como si hubiera pasado semanas en el desierto y hubiera encontrado una fuente de agua. Pero se negó a tomar de aquella agua, aunque la sed le quemara la garganta, incluso cuando Lucifer las esfumo como si nunca hubieran estado allí, como si hubiera sido una ilusión, contuvo con todo su autocontrol la decepción que sintió.
—Alastor, quiero hablar de algo. —Inicio inhalando fuertemente parta obtener valor. —Charlie se ha dado cuenta que… tu aroma cambio.
—¿Qué? —Pregunto algo exaltado.
—Charlie también es una Alfa como recordaras, no solo ella, sino el resto de los pecados capitales y ángeles caídos que me siguieron tras mi caída cargamos con este castigo. Así que ellos también pueden llegar a darse cuenta, aunque Charlie realmente no sospecha nada en realidad. —Dijo algo nervioso. —Quería decírtelo desde antes, pero no sabía cómo te lo tomarías.
Alastor solo se masajeo la cien con fastidio debido al dolor de cabeza. Debido a lo ocupado que había estado, estaba ignorando ese detalle y no se percataba de sus propias feromonas ya que no podía controlarlas, otra cosa más a la que sumar a sus debilidades de las que tenía que encargarse para no hacerlo notorio. En realidad, tenía muchas preguntas, pero no quería hacérselas a Lucifer, no solo por vergüenza, sino por orgullo.
—¿Hay algún otro omega? —Pregunto ocultando su esperanza.
—No. —Acepto resignado. —En realidad eres el primer omega que conozco después de Eva. Y todos nosotros somos Alfas, de ahí proviene el castigo.
Alastor alzo sus orejas sorprendido y algo angustiado, sabia de su naturaleza y de la de varios demonios y su explicación, pero no conocía del todo su género ya que algunos ni si quiera hablaban abiertamente de ello o estaban tan recluidos que pocos podrían saberlo. Rápidamente recompuso su expresión, no tenía tiempo de pensar en ese momento en ello, pero otro dolor punzante no solo ataco su cabeza, sino su estómago algo que Lucifer noto con preocupación, ya que, si no podía ocultar el dolor en su expresión, este era tan intenso incluso para él.
Con determinación viendo que estaba distraído, Lucifer se acercó a él con paso decidido, pero Alastor percatándose de que la distancia se había acortado por reflejo cuando Lucifer se acercó intento apartar su mano de un manotazo, pero su mano fue atrapada en el aire dándose cuenta de que el dolor desapareció inmediatamente.
—Yo no se lo pedí, y preferiría que se mantuviera al margen conmigo. —Dijo molesto. —Sabe que odio que me toquen.
—No, pero yo prefiero que si vas a ir a exponerte al lugar donde te atacaron la última vez, vayas en una pieza y completamente consciente. —Dijo soltándole y dando un paso atrás.
—Puedo encargarme de mi mismo.
—Yo nunca dije que no, pero tu semblante no dice lo mismo, si no quieres que te perciban como alguien débil al menos no intentes ir con aquella cara al territorio de los Vees.
Alastor gruño de fastidio, el no había hablado con el acerca de donde iba ni siquiera de sus victimas ni de la futura, por lo que si el también sabia donde estaba su ultima victima era porque no solo estaba un paso detrás de él, sino detrás de su nuca no solo viendo todos sus movimientos, sino los futuros, algo que en otras circunstancias Lucifer nunca haría.
Lucifer contenía todo lo que quería decir, pero el semblante de Alastor demostraba lo furioso que estaba aunque no le contestara seguramente procesando la información y la ayuda recibida, algo que normalmente Alastor rápidamente le hubiera recriminado, pero sin embargo se veía agotado, y el que tardara más de lo normal en decirle algo solo recalcaba el hecho de lo mal que se encontraba. Miro la taza abandonada de Alastor y apenas tocándola su contenido volvió a estar humeante.
—El té se toma mejor caliente. No te molestare más, solo asegúrate de volver y en descansar.
Lucifer no obtuvo respuesta, pero tampoco la espero, antes de cruzar el umbral de la puerta le dio un último vistazo a Alastor quien aún parecía molesto, había intentado hablar con una seguridad que no sentía, y no se sentía bien al haber obligado a Alastor a aceptar su ayuda, pero prefería que lo ignorara o estuviera molesto con él por unos días a que se expusiera a algo peor afuera.
Cuando la puerta se cerró, Alastor la fulmino con la mirada. Cualquier malestar que sintiera se había ido, algo agradable después de no haberse sentido bien después de más de un mes sintiendo los estragos y efectos secundarios de su despertar como omega. Pero fue algo que él no decidió lo que le molestaba. Suspiro de frustración mirando la taza con el té que de nuevo humeaba como cuando recién lo sirvió. Se lo llevo a la boca y termino su contenido, volvió a sentir un tirón en su estómago, pero ahora no hubo ningún dolor ni molestia, solo una leve sensación en su estómago apenas perceptible.
—Mierda. —Maldijo al percatarse que su manga y guante olían a Lucifer donde lo había sostenido, era leve y apenas perceptible, pero ahí estaba como un fantasma de su presencia.
Alastor decidió ignorarlo y concentrarse en su trabajo, aunque poco después inconscientemente mientras trabajaba había recargado su codo en el escritorio y había llevado su mano su barbilla lo suficientemente cerca de su nariz para seguir oliendo las feromonas de Lucifer, la posición no era muy cómoda para el quien gustaba de sentarse recto, pero no se percató de su propia posición y de lo que estaba haciendo solo hasta que termino el papeleo. Decidido a no dejarse llevar, tomo un par de pastillas que Rosie le había dado y se fue directo a la cama completamente en paz después de mucho tiempo.
Notes:
Hola de nuevo, aun tengo problemas con mi laptop por lo que este capitulo llego retrasado pero ya me estoy poniendo en marcha con el siguiente para tenerlo a tiempo.
Espero puedan entender a Lucifer quien se esta volviendo loco al pensar que Alastor pise de nuevo el territorio de los Vees, el no quiere forzar mas a Alastor pero tampoco lo quiere ver en peligro y Alastor esta siendo muy imprudente. Pero pronto tendrá su merecido descanso.
Hoy comencé a añadir mas etiquetas como una advertencia de lo que pasara en el futuro con la historia, también cambiare la clasificación de "Para Adultos" a "Explicitó" para que lo tengan en consideración, así que espero puedan leerlas y tomarlas en cuenta para decidir si continuar o abandonar la historia.
¡Gracias por volver a leerme!
Chapter 18
Notes:
¡Advertencia!
A partir de este capitulo tocara temas delicados que tal vez puedan ser sensibles para algunas personas. Recomiendo no pasar de alto las etiquetas antes de continuar, esperando no se obliguen a leer algo que pueda dañar su salud mental.
⚠️Insinuaciones de Violación.
⚠️Trata de personas.
⚠️Uso indebido de sustancias ilícitas.
⚠️Aborto.
⚠️Problemas de maternidad.
⚠️Hijos no deseados.
⚠️Problemas de salud mental.
⚠️Abuso físico y mental.
⚠️Problemas de abandono.Me gustaria recalcar de principio, que la historia no será oscura pero si tratara con problemáticas delicadas desde el respeto que se le merece, también quiero recordarles que este fanfic lo hice en base al conocimiento y experiencias que he tenido sobre el tema. Sin embargo, no representa ninguna situación o persona real, sino inspirado en... por lo que espero no se identifique a nadie con dichas situaciones, también para recordarles que no debemos normalizar el maltrato ni daño a ningún individuo, por lo que si llego a manejar algunas situaciones de manera poco convencional o sin verme tan involucrada como profesional o como lo haría uno, es por le hecho que tomo muy en cuenta las situaciones de todos los personajes y las disposición de cada uno desde su contexto social y personal.
Y aun mas importante; Recuerden que es ficción.
(See the end of the chapter for more notes.)
Chapter Text
“Algo está mal” . Pensó Alastor quien con su fachada perfectamente accionada miraba el edificio desde arriba que se había prendido en llamas y ahora ardía sin control afectado no solo a los edificios aledaños, sino que los estragos por aquella aburrida batalla que había tenido habían alcanzado gran parte del territorio sin contar todo el humo dejando apenas ver los rastros de las luces led que había por todos lados.
En realidad, todo había salido perfectamente bien desde que salió de la cama ese día, no había pasado nada, como si su cuerpo volviera a estar en paz. Incluso había podido desayunar muy bien, cuando se retiró del hotel y comenzó su cacería todo salió tal cual predijo. Pero mientras observaba lo que quedaba del edificio quemándose junto a lo poco que quedo de aquel Overlord, después de haber transmitido sus gritos sintió que algo no estaba bien, no con su plan, pero si con el mismo.
Gracias a la ayuda no pedida de Lucifer no sintió dolor o malestar alguno, algo que agradecería si no afectara su orgullo pese a saber que necesitaba de ello, pero sintió como su cuerpo le daba señales y debido a la inhibición del dolor las había estado ignorando. Pero no pudo pensar mucho en ello cuando Velvette quien al enterarse que su tienda principal había sido atacada corrió en su encuentro.
—¡Viejo decrepito de mierda, ¿Por qué destruiste mi tienda?! —Grito desde abajo.
—Oh… siento mucho lo ocurrido. —Dijo con su tono elocuente de siempre bajando de sus sombras para enfrentarla cara a cara. —Pero note que una rata escurridiza entró a tu tienda, así que pensé en quemarla directamente, ya estaba contaminada y supongo con tu “estatus” no querrás algo así ¿Verdad “queridita”? —Dijo usando el apodo con el que Vox siempre usábamos con ella.
Velvette palideció, aunque intento ocultarlo sabia era una advertencia y una provocación, pero no podía quedarse de brazos cruzados.
—Estás rompiendo las reglas. —Exclamo acusándolo.
—¿A sí? —Pregunto ensanchando su sonrisa mientras hacía un gesto con las manos mostrando sus muñecas como si fuera un accidente. —Estaba preguntándome si eso es verdad, no tengo nada que diga que hice algo mal, además… —Dijo señalando su muñeca. —Bonita “cadena”, luce muy bien en ti.
Velvette tuvo el impulso de ocultarla, pero Alastor ya las había visto y no solo eso, sino que los demás también las poseían. Debido al contrato que todos los Overlords firmaron con Lucifer, una cadena permanente y visible aparecería en ellos si rompían una regla, ya sea como castigo o un signo de deslealtad y visibilidad para aquellos con derecho a tomar represalias, algo que se había encargado de llevar a cabo. Era la primera vez que alguien rompía una cláusula del trato, nadie era lo suficientemente estúpido para haberlo intentado, o al menos así había sido durante los últimos años. Y Alastor se había mantenido al margen sobre lo que podía hacer y cómo llevar a cabo su venganza, por lo que sabía no tendría represalias sino una gran satisfacción ya que nadie sabía cómo aquella “cadena” aparecería, y debido a que los que lo atacaron directamente aparecieron sobre su cuello, los Vees se confiaron en que Alastor no notaria la cadena en su muñeca que si tenían cuidado podrían ocultarla con la ropa.
—No sabía que los Vees eran tan amigos como para usar amuletos de amistad. —Comento fingiendo ignorancia.
Velvette no pudo decir nada. Paso su mirada entre su edificio en llamas a Alastor mismo quien parecía no haber tenido ni un solo rasguño maldiciendo a Vox por haber jodido todo. Podría haber iniciado una pelea ahí mismo, pero ella misma sabia no tenía sentido, no podría ganarle, al menos no ella sola, pero Valentino estaba bastante molesto por lo que había pasado que se refugio en su set de grabación y Vox no terminaba de recuperarse por completo del afrodisiaco siendo ayudado por el mismo Valentino o por sus prostitutas debido a que aun no lograba sacar por completo el afrodisíaco de su cuerpo teniendo efectos secundarios y momentos de calor incontrolables.
Miro a Alastor atentamente viendo sus posibilidades, pero este solo ensancho su sonrisa y sus ojos parecieron brillar con malicia mientras suspiraba divertidamente. Alastor se divertía al ver su reacción, pero debía de dejar de ignorar su propio estado, después de todo, aun no era momento de atacarlos, pero ya podía ver la desesperación en su semblante que no pudo ocultar, por lo que girando su micrófono y sacudiéndose el traje el polvo y rastros de humo decidió poner fin a su primera fase y solo esperar sus resultados.
—Bien mi trabajo aquí término. —Dijo despidiéndose. —Pero no te preocupes queridita, yo siempre pago mis deudas. —Dijo a modo de advertencia fingida mientras le hacia una seña a Niffty quien observaba todo con diversión en otro edificio dando alcance pocos metros después mientras caminaban tranquilamente de vuelta al hotel no siendo detenido ni abordado por nadie.
Cuando llego al hotel, agradeció enormemente no haber topado con nadie nada más llegar. Niffty quien fue a contarles todo lo que vio a los demás residentes lo dejo solo en la entrada, para su mala suerte había comenzado a sentir que sudaba frío pese a que no sentía malestar, pero no significaba que él estuviera bien, incluso sintió algo de dificultad y agitación cuando subió de vuelta a su habitación la cual estaba en el último piso.
Se había propuesto hablar con Vaggie y Husk para ponerlos al corriente y pasarles temporalmente algunas de sus actividades para por fin irse a descansar. De hecho sentí el fantasma del cansancio e incluso se hubiera acostado inmediatamente pero también estaba a punto de comenzar su transmisión semanal, lo cual no quería ignorar creyendo que eso lo relajaría mientras tomaba otro té, sin embargo, aunque mantuvo su tono elocuente de siempre no sintió que mejorara su condición en absoluto, así que resignado corto la transmisión más temprano de lo normal, con lo poco que le quedo de té se tomó otro par de pastillas para ir a descansar por fin comprometiéndose a hablar adecuadamente con Charlie, Vaggie y Cáscara. el día siguiente ya que por la hora estarían bastante ocupados y en esas condiciones no quería toparse con nadie.
Pero al levantarse sintió debilidad y un mareo arrepentido que provocó que cayera al suelo. Cuando intento levantarse su cuerpo solo se estremeció no pudiendo soportar su propio peso, no sabía que estaba pasando ni porque su cuerpo se comportó de esa manera, pero nada pudo hacer cuando poco a poco comenzó a perder la conciencia.
Lucifer quien había estado escuchando la transmisión se extrañó cuando Alastor abruptamente el término, desde que se fue a la cama su instinto se estaba volviendo loco, o tal vez ya estaba así desde que entró a su oficina y vio su terrible condición, pero no quería que su paranoia lo consumiera así que lo ignorara, o al menos ese intento ya que su cabeza daba vueltas pensando “¿Estará bien?, ¿Habrá tenido dolor de nuevo?, ¿Estará molesto por algo ¿?, Su plan habrá salidobien?, ¿Y si estás herido?” pero el abrupto corte era su señal, por lo que se levantó en su búsqueda. Sabia ahora todo el hotel estaría en las clases de redención, así que, si tenían una pelea o algo, al menos sabría no sería escuchados por nadie, en especial su hija para que no se preocupara, después de todo el día anterior había molestado tanto a Alastor que no esperaba más que reclamos de su parte.
Yendo al otro lado del edificio toco la puerta, espero, pero no obtuvo respuesta, volvió a hacerlo con más fuerza, pero seguí igual. Con un suspiro abrió la puerta, la habitación estaba vacía, fue a su oficina, pero tampoco estaba ahí. Pensando en que estaría aun en su torre de radio volvió a la habitación y supo que era inútil seguir tocando la puerta o gritar ya que no lo escucharía debido a la insonorización dentro de la cabina de radio.
Como un completo déjà vu, al entrar en la cabina lo primero que sus ojos encontraron fue a Alastor en el suelo, pero sabia no solo era una sensación, lo estaba viendo claramente, solo que esta vez estaba boca abajo al frente de su consola. Al salir del shock corrió a su encuentro, pese a que lo llamo no respondió. Lo volteo en sus brazos y noto que estaba completamente inconsciente, también a diferencia de la otra vez estaba sudando frío. Cuando intento levantarlo noto que sangre estaba saliendo de él. Sus ojos inmediatamente se tornaron rojos y sus cuernos y cola salieron mostrando su gran enojo, pero a la vez estaba asustado por lo que busco inmediatamente la herida, pero se helo aún más al ver la zona donde salía dicha sangre.
Los pantalones de Alastor estaban empapados de sangre. Por lo que sin perder más tiempo con su poder angelical intento encontrar la causa del sangrado, podía sentir su alma inquieta y asustada, aunque él siempre era frío y sanguinario la verdad, la primera vez que la sensación se le hizo absurdo que esta fuera tan cálida, aunque ahora el recuerdo le quemaba en su desesperación al sentirla angustiada. Pero conforme paso el tiempo sin encontrar la causa se volvió aún más débil.
Las almas humanas eran tan delicadas y frágiles, pero Alastor tenía una fuerza que contrastaba con su naturaleza antes humana, su alma ya había sufrido varias veces por lo que no se explicó cómo es que estaba sucediendo de nuevo, pero agradeció su determinación a no dejarse vencer y su fortaleza. Sin embargo, no permitiría que algo le pasara, pensando en matar a cualquiera que le haya puesto la mano encima creyendo que le había ocurrido algo terrible, algo que los Vees querían que ocurriera cuando le administraron aquel afrodisiaco.
Su instinto se retorcía dentro de él, le quemaba con cada fibra de su ser a sabiendas que si el fuera un ser común o un alfa más sin los años de experiencia ni autocontrol que su propia casta como serafín y su estatus como rey del infierno le daban se hubiera vuelto loco y sucumbido a su instinto más primitivo, pero no se dejó llevar, Alastor lo necesitaba más que el incesante deseo de destruir todo a su paso y tenía que poner todo su empeño en intentar curarlo.
Estaba arrepentido, no había querido interponerse y sabia tal vez no podría controlarse si es que alguno de los Vees aparecía, por ello esta vez lo había dejado ir solo, por ello contra su voluntad decidió aliviar cualquier malestar que pudiera sentir, incluso obligándose a salir fuera del anillo en una visita rápida a Ozzie al anillo de la lujuria para estar con la mente ocupada. Si realmente le hubiera ocurrido algo nunca sería perdonaría a si mismo porque pudo haberlo evitado con su sola presencia, pero decidió no hacerlo.
Rogando porque sus pensamientos estaban equivocados, siguió explorando por fin encontrando la causa, aparentemente un desgarro interno, no intento comprobarlo, sin pensarlo comenzó a cerrarlo usando el poder angelical que fuera necesario, fue cuando Alastor se retorció aparentemente de dolor, pero poco podía hacer para mitigar el dolor, sabia podía soportarlo, instintivamente soltó feromonas para intentar tranquilizarlo esperando funcionara aunque no tuviera el efecto que esperaba sabia aliviaría su angustia un poco. Fue entonces cuando lo sintió, una presencia ajena a ambos, como si respondiera a sus feromonas. Al principio la ignoraba pensando que se estaba imaginando cosas debido a la desesperación. Después de lo que pare él se le hizo una eternidad, el sangrado por fin paro, pero aquello que se estaba desprendiendo por fin parecía ceder y quedarse en su lugar.
Cuando creyó que por fin todo había acabado esta vez sintió esa misma presencia con más fuerza, su transformación demoniaca se ocultó inmediatamente y una risa casi sale del fondo de su pecho, pero no fue más que un jadeo más desesperado sin rastro alivio que debería sentir al ver que Alastor ya estaba bien, fue cuando se dio cuenta de en qué zona fue el desgarre que sentía dentro de Alastor.
—Esto… no, estoy muerto. —Dijo en medio de su desesperación sin poder comprender la verdad que tenía ante sus ojos. Miro el semblante pálido de Alastor quien estaba empapado en sudor frío, y aunque tuvo el impulso de apartar el flequillo pegado a su frente sus manos solo lo aferraron más fuerte al mientras lo abrazaba con desesperación como si eso lo fuera a salvar. —Lo siento mucho…
Notes:
El día de hoy es un capitulo cortito pero lleno de tensión. Como dije en mis notas al inicio del capitulo, los temas podrán contener mas temas delicados que tal vez sean sensibles. cuando inicie la historia era una de lo que mas me preocupaba ya que considero estos temas se deben tratar desde el respeto y de manera delicada, sin embargo también quiero recordarles el tipo de personalidad que tienen Alastor y Lucifer por lo que también tendré que relatar en unos momentos algunos contextos del porque actúan así o porque tienen ciertos pensamientos, cada individuo es diferente por lo que espero puedan tenerles paciencia y a mi también.
Estaba temerosa de poner las etiquetas aqui al final pero considero que son importantes y aunque sean un posible indicio de la trama también tengo que ser consiente y advertirles antes de que sea tarde, pero si te llegas a sentir incomodo por favor abandona la historia.Si puedo dar un spoiler es que yo no suelo escribir historias donde su temática sea completamente oscura ya que no es un genero en el que me guste adentrarme por lo que si esperan un "Happy Ending" están en un lugar seguro.
Cualquier comentario será bien recibido siempre y cuando se trate con respeto y tacto, por favor se amable.¡Gracias por volver a leerme!
Chapter 19
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
Después de un tiempo, Lucifer era incapaz de soltarle, pero tenía que tranquilizarse lo suficiente y viendo el estado de Alastor lo alzo en brazos y lo llevo a su cama, con un poco de su poder y temiendo molestarlo limpio su cuerpo y vistió con un pijama cómodo, lo arropo y se sentó a su lado observándolo. Por más que lo intentaba, no podía tranquilizarse, su cuerpo temblaba involuntariamente y su respiración se entrecortaba por momentos, a diferencia de Alastor quien poco a poco su respiración se volvía pausada, aunque pesada debido a la fiebre que empezó a atacar su cuerpo contrarrestando a lo frio que había estado hacia poco.
Tomándole la mano contrarresto su fiebre, seria momentáneo, pero al menos fue lo suficiente como para que su cuerpo se relajara e incluso se acurrucara buscando su calor. Al verlo hacer eso Lucifer sintió un dolor en el pecho, la culpa lo carcomía, cerro los ojos y sostuvo más firmemente la mano de Alastor, inmediatamente lo encontró, si se concentraba lo suficiente aquella esencia era tan clara, aunque aún débil ahí estaba. Rápidamente las lágrimas inundaron sus ojos incapaz de contenerlas.
“¿Cómo podría explicarle tal cosa a Alastor?, no más bien ¿Cómo pudo haber pasado?”. Pensó Lucifer intentando contener el ataque de pánico.
Se tenso al sentir como la mano de Alastor le apretó la suya levemente antes de soltarle para sostener su cabeza mientras abría los ojos lentamente. Lucifer se limpió las lágrimas rápidamente, pero, aunque quiso preguntar inmediatamente por su condición nada salió de él, solo lo miro con desconsuelo.
Alastor quien apenas podía sentir sus articulaciones miro todo con completa confusión, apenas era consciente de sí mismo, pero no logro percatarse de que pasaba hasta que vio a Lucifer frente a el al lado de su cama. Intento levantarse, pero no pudo hacerlo, se sentía cansado y muy adolorido. Intento darse la vuelta para mirar a la ventana, pero desistió inmediatamente, aun así sabia ya era de noche por la poca luz que había en la habitación. Intento volver a sentarse solo consiguiéndolo cuando Lucifer hizo que cargara todo su peso en el ayudándole.
—¿Majestad? —Dijo con voz débil y con la ausencia de su filtro, lo que causo que Lucifer se estremeciera.
—Yo… santo padre ¿Cómo puedo decir eso? —Dijo más para sí mismo.
—¿Qué? —Pregunto Alastor con desconcierto cuando vio lágrimas en los ojos de Lucifer.
—¿Cómo podre arreglarlo ahora? Dios, lo siento, lo siento tanto Alastor.
Alastor estaba enormemente sorprendido, solo podía ver como Lucifer a su lado entraba en completa desesperación incluso llamando el nombre de su padre, algo que el por nada hacía, por lo que incluso a él lo desestabilizo.
—Majestad, tranquilícese. —Dijo tomándolo de su mano para intentar ponerle los pies en la tierra sabiendo que si lo dejaba sumirse en aquella desesperación no podría obtener nada de el —Está bien. Dígame que pasa para poder ayudarlo.
—Pero… —Su garganta se cerró de repente, no podía hacerle eso a Alastor, no era el quien debería consolarle, se sintió horrible por seguir causándole molestia y obligándolo a ocuparse siempre de él. —Lo siento. —Dijo tranquilizándose.
—¿Puedo preguntar qué es lo que lo tiene tan alterado? —Pregunto al verlo aun temblando soltándole la mano.
—Te encontré tirado desangrándote en tu cabina de radio.
“Comprendo lo de inconsciente, pero, ¿desangrándome?” tuvo la intención de decir Alastor agachando un poco las orejas sorprendido por la inminente revelación, Lucifer solo aspiro aire fuertemente.
—Estabas teniendo un aborto. —Explico con la voz rota y temblorosa.
—¿Está jugando conmigo? —Dijo casi riendo, pero su sonrisa se tensó cuando Lucifer solo se ensombreció. —Eso es imposible… ¿Verdad? —Pregunto, pero no obtuvo respuesta.
Alastor solo miro a Lucifer quien no era capaz de mirarle a los ojos. Una débil interferencia salió de el mientras su mente maquinaba la información, pensando que decir que era imposible era una estupidez, después de todo algo imposible ya le había pasado ¿Por qué no volvería a pasar?
No quería aceptarlo, pero tampoco podía decir que Lucifer le mentiría con algo así, después de todo era el quien se lo estaba diciendo, parecía tan roto y asustado genuinamente como para siquiera pensar que jugaría con él, sin embargo, se negaba a aceptarlo así fuera ignorar todos los hechos, la realidad lo golpeaba e inundaba no dejándole respirar lo suficiente.
—¿Es porque no le he estado prestando la suficiente atención ni tomado en cuenta para nada estos últimos días? Por favor majestad no estoy de humor para bromas, sabe lo ocupado que había estado. —Dijo con una risa pesada y forzosa. —Yo… se supone estamos castigados con esterilidad ¿no es verdad?
—Lo siento… —Dijo apenas en un susurro.
Lucifer solo se mordió el labio inferior, sentía la necesidad de empequeñecerse en donde estaba sentado incapaz de afrontar la pregunta. Alastor quien al no obtener respuesta sintió como la desesperación invadía cada fibra de su ser.
—No debería ser capaz, ni siquiera los pecadores que se volvieron demonios puros han sido capaces de concebir hijos, por lo que es imposible ¿Verdad? —Volvió a insistir con la fuerza que le quedaba sintiendo como su razón se derrumbaba.
Las lágrimas inundaron los ojos de Lucifer de nuevo, como una respuesta muda a su pregunta solo sintió pánico y algo parecido al miedo, como un susurro de algo que creía haber enterrado junto al cadáver de su primera víctima.
—Mi… mi condición es antinatural… debe haber un error. Tal vez solo… —“Solo es el fantasma del demonio que pose mi alma” intento decir, pero se detuvo mas porque la voz se le fue que por intentar contener el secreto que tan obstinadamente aún seguía guardando. —Compruébelo otra vez… —Insistió en un susurro cuando su voz volvió.
—Lo hice… pero no viene de ti ni de mí, es igual a… —Trago saliva intentando no ahogarse con las lágrimas. —Cuando tuve a Charlie… su presencia era parecida.
—No… no debe ser posible… solo… —“Solo Lilith ha sido capaz de concebir” Pensó, pero inmediatamente se dio cuenta de dos similitudes en sus situaciones, la única excepción que no compartían con ningún otro pecador y esa era el demonio que tenía en frente, el ángel de la creación. —Sáquelo. —Exigió sin darse cuenta mientras Lucifer lo miro con desesperación.
—No puedo. —Dijo casi en un sollozo.
—¿No? —Rio con histeria. —¿Cómo qué no? Si usted pudo crear… ¿esto? Estoy seguro puede deshacerlo y también no creo que usted lo quiera. ¿Entonces porque…?
—No quiero que mueras… —Lo interrumpió.
—¿Morir? —Pregunto con indignación.
—Cuando retuve el aborto, antes de saber que pasaba tu alma estaba sufriendo gravemente. —Explico secando las lágrimas que se le escaparon. —No quiero ni pensar que hubiera pasado si no hubiera intervenido. Pero cuando lo retuve y saliste de peligro… me di cuenta de que había una “presencia” dentro de ti. Yo tampoco entiendo que paso o como, pero no pondré tu alma en riesgo.
Alastor lo miro con incredulidad, todo se estaba volviendo tan absurdo, la habitación le daba vueltas y sentía que se asfixiaba. Como un reflejo, su cuerpo se arqueo con nauseas, Lucifer dándose cuenta hizo aparecer un recipiente en sus manos y ayudo a Alastor a inclinarse para que vomitara mientras le tomaba del cabello para que no terminara sucio. Cuando no pareció haber nada más dentro del estómago de Alastor, Lucifer intento ayudarle a limpiarse, pero Alastor intento apartarlo sin éxito. Con resignación solo lo limpio y se apartó deshaciéndose del vomito.
—Déjeme solo. —Exigió.
—Pero… —Intento explicarse, pero se quedó en shock al ver como Alastor había perdido su sonrisa por completo.
—¡No, déjeme solo! No quiero verlo. —Dijo intentando invocar a sus sombras para sacarlo de su habitación, pero estas no le respondieron frustrándolo enormemente pensando en el trato que tenía con Lucifer arrepintiéndose por primera vez en haberlo pactado.
Lucifer no quería dejarlo solo, su instinto le pedía a gritos que lo sostuviera en brazos ya que no solo podía ver la desesperación en él, sino podía olerla, pero sabia Alastor tenía que querer pensar. Poniendo un recipiente limpio en la mesita de noche por si volviera a tener náuseas y abandono la habitación yendo a la suya cayendo en una completa histeria como hacía años no lo hacía.
Alastor al quedarse solo se empequeñeció en su cama mientras temblaba. Podía aceptar haber tenido que ceder en muchas oportunidades por su vida debido a las circunstancias, y nunca se había arrepentido realmente si con eso pudiera preservar su alma en el infierno, incluso si tuvo que aceptar acostarse con alguien así fuera el rey, algo que ni en vida habría hecho ya que repudiaba a los que abrían las piernas para obtener algún favor, sin embargo, no creyó que algo tan humano le pasara. Él era un demonio, aunque pecador ya no era humano, y por sobre todo, era un monstruo, nunca pensó encontrarse en esa situación ni en ninguna otra con el relacionada a tener un hijo. Tanta tensión y desesperación agotaron pronto a Alastor quien no se dio cuenta cuando volvió a perder la conciencia.
Lucifer quien preocupado volvió a la habitación encontrando a Alastor inconsciente hecho bolita se acercó a él ayudándole a tomar una mejor postura y volviéndolo a arropar dándose cuenta que su cuerpo volvía a arder, invocando inmediatamente un tarro con agua fría y un paño humedeciéndolo y poniéndolo en la nuca de Alastor. Miro alrededor encontrando en la esquina donde estaba el perchero un frasco de pastillas para dormir que seguramente se habían caído cuando hizo aparecer el saco de Alastor ahí, pronto recordó que también lo había visto tomando té, entonces se dio cuenta que, sin querer Alastor se había provocado el posible aborto.
No podía culparlo, tampoco sabía realmente que pasaba con él, ni como se sentía y por su cobardía no pudo preguntarle pese a que todo el tiempo vio no se encontraba bien, incluso si el con lo poco que conocía de sus malestares si hubiese sido esa su única solución también le hubiera recomendado las medicinas para dormir. Busco por su habitación los tés que había estado tomando y los saco de su habitación junto a las pastillas, sabia Alastor no intentaría hacerse daño nuevamente, pero se sentía más seguro no dejándolas cerca de él.
No supo cuánto tiempo había pasado, pronto comenzó a amanecer y volvía a oscurecer, en todo ese tiempo no salió ni intento hacerlo, incluso cuando Charlie preocupada por Alastor y por él lo encontró allí no dijo nada más que cuidaría a Alastor quien no se sentía bien pidiendo no ser molestados. No quería decir nada que pudiera poner en una mala posición a Alastor pero al menos tenía que decirle a ella un poco de lo que pasaba para que no insistiera, pero aun así por seguridad puso una berrera en la habitación para que nadie intentara entrar.
Como si Alastor quisiera demostrar lo mucho que le desagradaba la situación, su fiebre no bajo en ningún momento, algo que, aunque peligroso en su estado Lucifer podía controlar, no mejoraría a Alastor ni mucho menos bajaría su fiebre, pero al menos no se pondría de nuevo en peligro. Tampoco tenía intención de desvanecer los síntomas ya que si al menos no veía que pasaba no sabría cómo ayudarlo. Ya que las pocas veces que despertó no era consciente de sí mismo contestando muy a penas sus preguntas.
Notando el pasar del tiempo fue a la cocina, no sabía que podría ser bueno para Alastor y el realmente cocinaba muy poco, y lo que mejor sabía hacer eran dulces, los cuales Alastor odiaba por lo que quedaba descartados inmediatamente. Buscando una receta en internet preparo una sopa con verduras llevándola consigo a la habitación.
Lucifer intento despertarlo consiguiéndolo muy apenas, sin embargo, estaba tan inestable que tuvo que pegarlo a su pecho y casi obligarle a comer. Alastor apenas sentía que algo atravesaba su boca, pero no identificaba si tenía algún sabor, aunque se le hizo difícil poder mantenerse despierto, masticar y tragar. Mas se le hizo difícil cuando su estómago comenzó a revolvérsele pese a que había sentido cierto alivio al haberse llevado algo a la boca.
Lucifer preocupado soltó algo de sus feromonas cuando sintió a Alastor temblar al lado de él. En respuesta Alastor al oler aquel aroma reconfortante tuvo la necesidad de impregnarse en el acunando su cabeza en el espacio entre el cuello y hombro de Lucifer. Se sentía cómodo y confortado en ese momento, las náuseas pronto bajaron mientras inhalaba profundamente. Haciendo a un lado el plato con la sopa restante Lucifer acuno hacia el a Alastor quien se aferró a su cuerpo en busca del calor y confort que le proporcionaba su cuerpo y feromonas.
Por su parte Alastor se sentía pequeño en ese espacio, los brazos que lo rodearon confortablemente le hacían desvariar no distinguiendo entre la realidad de lo que no lo era mientras el fantasma de su madre invadía su mente, aquella mujer que siempre con esmero y amor lo reconfortaba cuando se encontraba enfermo y cuidaba de el no apartándose hasta que se sintiera mejor de nuevo. La necesitaba, la desesperación y angustia que sentía apenas se comparaba con la que sintió cuando la perdió, pero no significaba que no era lo suficientemente intenso para tenerlo aterrado. Aun podía verse a si mismo aferrado a la falda de su madre mientras le cantaba intentando tranquilizarlo mientras el monstruo allá afuera los estaba buscando.
Ya no había un monstruo allá afuera, pero no significaba que no existiera, ya que el se había convertido en uno. Ya no podía aferrarse a su madre como cuando era un niño inocente, su madre tampoco estaba, lo sabia bien, y aun así con solo creer que ella estaba de vuelta le apretaba el corazón de una manera tan dolorosa que podría llorar, por lo que con desesperación se aferro a esa creencia por más estúpida que fuera incluso en su inconciencia intentando no caer de nuevo sumido en un sueño debido al excesivo cansancio que sentía su cuerpo y alma, porque si lo hacía, ella ya no estaría ahí a su despertar.
—Mamá no te vayas… —Dijo apenas audible en un susurro.
Para su mala suerte, no era su madre quien lo cuidaba y a quien se aferraba, si no Lucifer quien lo miraba y cuidaba con pesar sabiendo que no era a el a quien buscaba.
—No me iré a ningún lado. —Le respondió con culpa sabiendo que la vulnerabilidad que presenciaba no era consciente y no era para él. —Cuando despiertes seguiré aquí.
Alastor abrió sus ojos intentando mirarle, sus ojos se cristalizaron pero no derramo ninguna lagrima, en cambio intento sonreírle como hacia de pequeño, era forzada y en su rostro se mostraba la desesperación que sentía, sin embargo tomo el mismo autocontrol que practico durante años para sonreír aunque sin éxito, pero solo esa sonrisa fue suficiente para destrozar el corazón de Lucifer.
Notes:
Estos últimos capítulos tienen mucho ambiente tenso y emocional, pero es necesario.
Seguía pensando acerca de añadir "recuerdos" en la historia como plantee capítulos atrás (creo en el cap 13 o 14), estos serian en capítulos especiales y narrarían la historia de ambos hasta llegar a donde estamos. También lo había considerado en añadirlos en modo de flashback pero también es demasiado corto y no quiero abusar de ellos, no es algo que a mi me agrade leer por lo que decidí no implementarlo tampoco, sin embargo quiero aclarar que esos capítulos especiales se añadirán entre los del presente, aun los estoy puliendo así que espero comenzar a escribirlos pronto.
Gracias por volver a leerme.
Chapter 20
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
Alastor comenzó a despertar consciente de sí mismo después de haber pasado un par de días enfermo intento levantarse, sin embargo, su cuerpo apenas se movió intentándolo, solo hasta que a su lado Lucifer lo ayudo apoyándolo sobre él, en otras circunstancias lo hubiera apartado nada más se hubiera logrado sentar, pero su cuerpo inestable se sostuvo sobre él, estaba tan agotado y cansado que solo acepto la ayuda y Lucifer tampoco tenía intención de apartarse y dejarlo caer. Sentía todo su cuerpo sudoroso y caliente, aunque no tan terrible como lo había sentido durante su celo.
—¿Tienes sed? —Pregunto Lucifer y Alastor solo asintió en respuesta.
Ayudándolo a beber se dio cuenta que tenía todo el flequillo pegado a su frente, así que con cuidado después de apartar el vaso con agua lo retiro haciéndolo a un lado, Alastor lo miro y Lucifer se tensó esperando el reclamo, pero este nunca salió.
—Deberías comer algo. —Dijo preocupado. —Intente hacerte comer algo, pero tenía miedo a que te ahogaras.
Lucifer hizo aparecer una mesa de cama con la sopa que había preparado ese día calentándola con su poder. Alastor la miro atentamente y cuando Lucifer le acerco la cuchara a la boca comenzó a comerla en silencio, no se había dado cuenta cuanta hambre tenía hasta que vio la sopa, pero pronto tuvo que parar ya que una arcada volvió a él y Lucifer actuando rápidamente aparto la mesa y puso un bowl frente a él. Alastor volvió a vaciar su estómago incapaz de detener las arcadas haciendo más evidente la fatiga y dolor que su cuerpo sentía.
Cuando Alastor se detuvo Lucifer volvió a limpiar su cara con un paño húmedo y fresco pero esta vez no intento apartarlo. Lucifer soltó algo de sus feromonas para tranquilizarlo, pero Alastor apenas si tenía energía para algo, aunque si le ayudaron. Después de algunas inhalaciones volvió a intentar comer la sopa que dejo a la mitad.
—No te esfuerces. Come despacio. —Pidió.
Alastor quien después de comer se recargo contra el pecho de Lucifer quedándose de nuevo dormido este solo pudo volver a acostarle. Estaba preocupado, Alastor actuaba como una muñeca a su merced, algo que sin duda le hubiera hecho mucha gracia años atrás, pero viéndolo débil sin su sonrisa con las orejas abajo solo le estrujo su corazón con pesar. Ambos se habían encontrado en muchas situaciones, pero era la primera vez que Alastor mostraba tanta debilidad frente a él. Volvió a limpiarle y cambiar su pijama sudado y cuido de el hasta que su fiebre bajo por completo.
Charlie algo preocupada por ambos los había ido a buscar de nuevo intentando ver a Alastor negándole verlo. Charlie entendía que Alastor no se dejaba ver en un estado débil, pero eso no calmaba su preocupación resignándose a irse sin antes pedirle a su padre cuidar de Alastor.
Los días siguientes fueron más de lo mismo, Lucifer no sabía mucho de cocina, pero siempre preparaba algo ligero que pudiera comer. Pronto descubrió que sus feromonas ayudaron a mitigar los síntomas de Alastor aunque fueran un poco, no ayudo mucho con el vómito y mareos, pero si con su descanso ya que poco a poco vio como incluso sus ojeras se iban desvaneciendo. Pronto se percato de lo estúpido que había sido al imaginarse situaciones en las que Alastor estaba rechazando sus feromonas, cuando el inconscientemente parecía buscarlas y no se veía incomodo con ellas a su alrededor, incluso se veía mas relajado. Y sobre todo el que Alastor aun permaneciera con sus feromonas, incluso ahora podía olerlas en él, no como cuando recién lo anudo, ni a los días e incluso el par de semanas después, apenas podía olerlas, Charlie incluso se había dado cuenta de ello cuando en teoría ya no debería haber tenido sus feromonas en él, sin embargo, aún permanecían como si su instinto le pidiera no deshacerse de ellas, pero estas no eran eternas, una marca por nudo era aunque un acto tan intimo y emocional, este era para afianzar el vínculo que tendrían entre ambos.
Pero él no sentía nada, no se doblegaría a sus instintos que eran volubles y solo le alentarían a hacer actos de los que Alastor solo permitiría porque ya no le importaba lo que hicieran con él, que le hicieran pensar e ilusionarse en que él podría ser la solución de Alastor, que podría ser todo para él, pero no se podía permitir ser egoísta, aunque lo volviera loco. El silencio y apatía de Alastor lo estaba consumiendo vivo, incluso preferiría que lo insultara y odiara a verlo así. Tampoco quería ver a nadie, había intentado hablar con él, pero fue inútil. Rosie quien preocupada había ido en un par de ocasiones también tuvo que negarle verlo.
Lo había visto perder peso también debido a lo poco que comía, eso no lo mataría, pero si lo debilitaría. Le explico la razón de su intento de aborto, pero solo asintió con desgana, “Entiendo, tiene sentido” fue lo único que dijo al respecto. Incluso cuando lo vio poco a poco trasladarse a su habitación para trabajar tampoco dijo nada, incluso apenas lo miraba.
Alastor tampoco sabía cómo actuar o reaccionar, era la primera vez que se sentía así, intento forzar muchas veces una sonrisa, pero no pudo, se sentía agotado y somnoliento todo el tiempo, la apatía y depresión nunca había sido parte de su vida fuera de cuando perdió a su madre y en el terrible duelo que tuvo que pasar. No recordaba muy bien cómo fue que salió de ahí, solo sabía que nunca volvió a ser el mismo. El dolor no se había ido por completo, aún tenía estragos por el celo, aunque Lucifer le ayudaba a sobrellevarlo no era suficiente, pero tampoco le importo mucho.
Perdió completamente la noción del tiempo, pero tampoco intento entenderlo y no ayudo que Lucifer siempre tuviera comida lista para el fuera la hora en la que despertara, solo sabía que había dormido lo suficiente o que había pasado mucho tiempo cuando Lucifer lo despertaba para que comiera algo. Solo hasta que Lucifer le conto que pronto tendría que ir a la reunión con los pecados capitales fue consciente del tiempo que paso. Sin embargo, pese a saber que eso significaba que la reunión de los Overlords también seria en unos días no le importo, aun si eso significaba mandar todo por la borda pese a que se había preparado con esmero para enfrentar a los Vees. Pero Lucifer no insistió ni toco aquel tema, solo mostro su preocupación a dejarlo solo unas horas.
Ese día Alastor se había levantado con bastante hambre, su apetito había estado incrementando, pero a diferencia de otros días extrañamente se podía imaginar y saborear todo lo que quería comer, pero se negaba a pedírselo a Lucifer, además ni siquiera sabía si sería capaz de comérselo sin vomitar ya que; dormir, comer, vomitar y volver a dormir era su única rutina. Incluso cuando intento tomar un baño por sí mismo y este sintió debilidad en las piernas nada más Lucifer se dio la vuelta decidió no intentar otra cosa cuando en pánico Lucifer lo sobreprotegía cuando el solo quería relajarse en la tina.
Lucifer entrando por un portal como todos los días llego con una sopa, aunque vio el contenido poco apetitoso contrastando con el hambre que tenía, sin decir nada se la llevó a la boca. Lucifer estaba algo contento al verlo comer con un poco de normalidad. No quería dejarle solo pero tampoco estaba seguro de dejarlo con alguien más así Alastor no hubiera dicho nada al respecto.
—¿No quieres algo más? ¿Debería dejarte algo por si te da hambre después? —Pregunto mientras veía a Alastor comer en silencio.
Alastor miro la comida casi completamente consumida pensando si debería pedir algo, pero ahora no sabía que era lo que quería como si todos sus antojos pasados se hubieran desvanecido. Lucifer quien solo lo miro pensar suspiro y fue de vuelta a la cocina dejando otro plato igual al que estaba comiendo en su mesita de noche dejando algo de su poder para que este se mantuviera siempre caliente.
—Dejare esto aquí por si te despiertas con hambre.
Alastor solo miro la comida y asintió con un suspiro resignado. Cuando termino su comida Lucifer inmediatamente levanto el plato vacío y ayudo a Alastor a arroparse cuando lo vio con intención de acostarse a dormir.
—Volveré pronto, lo prometo.
No obtuvo respuesta, aunque tampoco espero una, con un suspiro paso una de sus manos por su cabello impregnándolo con sus feromonas captando de nuevo la atención de Alastor quien lo miro, pero sus ojos comenzaron a cerrarse acurrucándose entre las mantas. La escena le pareció en exceso tierna si no fuera por el contexto en el que se estaba llevando a cabo y pudiera seguir viéndola.
Lucifer con desgana hizo aparecer un portal no sin antes mirar el suave respirar de Alastor bajo las mantas. Estaba seguro podría concluir con esta reunión rápidamente, debía hacerlo. No iba tan bien preparado como todas las veces anteriores, Alastor siempre se encargaba por completo de que estuviera completamente informado antes de siguiera dar un paso.
Valoraba tanto su trabajo que ahora que no lo tenía se sintió que se desestabilizo tanto que sintió regreso de nuevo a milenios atrás cuando aún intentaba llevar una vida como rey. Se había acostumbrado tanto que ahora que Husk le había estado ayudando aparentemente porque Alastor ya se lo había pedido de antemano noto enormemente la diferencia. Aunque también cuando se lo proponía era bueno trabajando, pero no podía confiarle completamente todo, había asuntos que eran solo del conocimiento de él y los pecados, y sin darse cuenta iba dejándole ese tipo de responsabilidades a Alastor confiando ciegamente en él.
Al principio la reunión empezó fluida, la información que proporciono cada uno se complementaba con el otro, pero como los caracterizaba, sus personalidades explosivas pronto se hicieron notar alargando de más la reunión poniéndolo nervioso, algo que Asmodeos y Beelzebú notaron en silencio pensando no era el mejor momento para intervenir.
Alastor despertando unas horas después en confusión y completamente solo miro alrededor. No sabía qué hora era ni cuanto tiempo había pasado. Con un poco de dificultad se levantó de la cama con intención de mirar el reloj de la ciudad, sin embargo, cambio de dirección al sentirse mareado apenas llegando a tiempo para deponer su estómago.
Se enjuago la boca con asco mirándose en el espejo, sus ojeras que eran profundas la última vez que las vio ya no estaban tan negras denotando que ahora descansaba lo suficiente, o incluso hasta de más, pero no se reconoció al verse sin su sonrisa característica, su rostro se veía lúgubre e incluso se veía pálido. Con desagrado aparto su vista de su reflejo y volvió a la cama. Tenía la intención de volver a dormir, pero volvió a tener hambre por lo que tomo la sopa que Lucifer dejo comiéndola esperando fuera suficiente.
Notes:
Pobre de Alastor que no sabe ni como se siente y Lucifer que no sabe como ayudarlo, no me gusta verlos sufrir pero era algo inevitable.
Apara el final Alastor esta próximo a terminar su primer trimestre/11 semanas/3 meses (no se como lo conozcan mejor) no lo mencione porque no considere que fuera necesario ya que Lucifer y Alastor no están llevando la cuenta realmente, pero si quería que supieran. Pero en algún momento se estará añadiendo de vez en cuando para mas comodidad, pero para eso lamentablemente tiene que pasar un tiempo.
¡Gracias por volver a leerme!
Chapter 21
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
Alastor completamente despierto sintió el gorgotero de su estómago quejándose, después de haber terminado la sopa poco después siguió teniendo hambre, sin embargo, no estaba dispuesto a salir de la habitación decidiendo ignorarlo pensando que podría soportarlo como siempre lo había hecho. Pero para su pesar no fue así, comenzó a sentir tanta hambre como si no hubiera comido en al menos una década, intento dormir, pero comenzó a sentir dolor sumado al irritante sonido de su estómago.
Con desgana se volvió a levantar de la cama pensando podría encontrar algo, miro la habitación que, aunque aún suya, Lucifer poco a poco se fue trasladando y sus cosas contrastaban con toda su ambientación, una oficina improvisada desde su pequeña sala de estar; en la mesa cafetera descansaba una laptop rodeada de documentos que estaba seguro él había preparado antes de que todo aquello ocurriera con la intención de relegarle trabajo temporalmente a Husk.
Recordando que Lucifer en su glotonería siempre tenía dulces que incluso a veces el mismo le llevaba, comenzó a buscar por ahí pensando que tal vez tuviera algo que llevarse a la boca sin éxito, pero no se rindió y comenzó a buscar en su habitación, sus poderes no estaban funcionando como deberían, algo que, aunque extraño le frustro más ya que no sabía si era por su terrible estado o por el escudo que rodeaba su habitación.
Se percato que los tés que le había regalado Rosie ya no estaban donde los había guardado, que, aunque Lucifer le había explicado que entre otros factores habían sido los causantes de su condición no espero que hubiera hurgado en su habitación para llevárselos, extrañamente no le molestaba, tampoco pensaba en volver a tomarlos así que solo se resignó esperando al menos no se hubieran desperdiciado. Pero eso no le ayudaba al hambre voraz que sentía en ese momento.
Con un poco de esfuerzo desprendió su sombra de él haciéndolo ir a la cocina, no había sabía exactamente cómo funcionaba el escudo, pero al menos si su sombra no podía regresar el seguiría adentro. Para su mala suerte, esta no encontró nada, la alacena y refrigerador estaban prácticamente vacíos y a menos que el mismo se pusiera a cocinar y no creía haberle dado tanta energía a su sombra como para hacerlo ya que incluso controlarla le suponía un esfuerzo que no sabía si estaba dispuesto a tomar sin que al final se quedara sin energía y en su caso sin comida.
Con resignación decidió esperar, ya había comprobado la hora desde su ventana por lo que sabía era lo suficientemente tarde y esperaba el rey regresara rápido, intento volver a la cama, pero solo sentía como las mantas lo asfixiaban y la desesperación lo invadía. Se levanto, pero no llego lejos, sino se recostó sobre el sillón que se había vuelto la cama improvisada de Lucifer en lo que llevaba ahí encerrado y que había acercado al lado de la cama para observarle mejor. En un gesto nada propio de el subió los pies y se abrazó las piernas empequeñeciéndose lo más que pudiera en aquel lugar impregnado de feromonas.
La sombra que ya había dejado de controlar volvió y parecía mirarlo con preocupación, pero Alastor decidió ignorarla. Aquel ser tan suyo y a la vez tan independiente lo rodeo intentando llamar su atención, pero que le demostrara su preocupación no le ayudaba en nada y no estaba dispuesto a salir, como si el que lo hiciera supusiera que los muros que ya estaban fragmentados caerían con solo intentarlo.
Siendo consciente de sí mismo y de su actuar se levantó inmediatamente del sillón como si la piel de este comenzara a quemarle, con urgencia abrió la ventana intentando que el aire frio de la noche le ayudara, pero solo le causo escalofríos.
—¿Desde cuándo me volví tan dependiente del rey? —Pregunto al aire y su sombra a su lado solo entrecerró el ceño. —Si, no me respondas. —Dijo a sabiendas cual era la respuesta.
Se recrimino por tener ese tipo de pensamientos, de esperar a que Lucifer volviera y le ayudara cuando siempre había sido el quien casi a rastras tenía que hacer que se volviera funcional. Ahora sus papeles estaban intercambiados y lo hizo sentir inútil y repugnante consigo mismo. El cielo nocturno que estaba sobre él y que siempre le recordaba a la sangre coagulada le causo nauseas momentáneas nada más le vino ese pensamiento y su estómago volvió a quejarse causándole dolor.
—¡Ya basta! No solo intentaste matarme sino ahora estas tomando posesión entera de mi cuerpo. ¡Déjame en paz! —Grito mirando su estómago en un repentino ataque de ira que no pudo controlar, pero rápidamente se arrepintió de ello.
No guardaba cariño ni ningún sentimiento agradable a aquello que crecía dentro de él, pero el mismo comprendía que no podía desquitarse ni culpar a nadie más que a sí mismo, tampoco quería morir por lo que ni siquiera podía deshacerse de las consecuencias de sus acciones por lo que no le quedaba de otra que aceptarlo e intentar pensar que pasaría después.
Como si de un castigo se tratara, recordó a su madre la cual nunca le había puesto un dedo encima ni mucho menos le había alzado la voz pensando que ella estaría muy decepcionada de él, independientemente que tan aterrado estuviera o que no lo quisiera dentro suyo. Porque ella a pesar de todo el dolor y sufrimiento que le causo solo trayéndolo a la vida nunca le recrimino nada y solo le mostro todo el amor que ella tenía por más duro que hubiera sido para ella.
Sus ojos por primera vez desde que enterró a su madre volvían a estar inundados de lágrimas, un sollozo involuntario salió de sus labios sorprendiéndole, se sentía absurdo y ridículo por cómo se sentía y el cómo le molestaba no permitiendo que ninguna lagrima cayera. La verdad era que no era la primera vez que se sentía así, desde que supo su verdadero estado y había caído enfermo no había dejado de pensar en su madre, incluso levemente recordaba incluso haberla visto cuidándolo, pero sabia eso era imposible por lo que intento ignorarlo pensando solo había sido otro sueño o pesadilla causada por la fiebre alta, pero mientras más lo hacia el pensamiento de ella lo perseguía como un fantasma haciéndolo sentir miserable.
Miro con pesar el pantano que abarcaba una cuarta parte de su habitación, allá a donde fuera siempre traía a la vida uno pese a usar una gran parte de su poder, aunque realmente la razón era una que siempre se había negado a admitir a nadie, mintiéndose incluso a si mismo diciendo le gustaba la tranquilidad que le daba la ambientación. Sentándose al lado del árbol más frondoso le dejo caer todo su peso, allí solo se sentía regresar al lugar que lo vio nacer, crecer y morir, pero en ese momento solo se sentía pequeño, como cuando se quedaba dormido en espera de su madre haciéndolo consciente de lo terriblemente solo que no solo se encontraba, sino que se sentía.
Intentando ignorar aquellos pensamientos se recostó en la suave yerba encontrando un poco de paz sintiéndose cobijado por la sensación de haber vuelto a su hogar quedándose dormido poco tiempo después siendo cubierto por una manta por su sombra la cual se quedó a su lado el tiempo que le quedara antes de volver a unirse a su dueño.
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Lucifer sentía como su paciencia de desquebrajaba en pedazos, ya había pasado tanto tiempo y sentía como el reloj avanzaba rápidamente. Nada más terminar y que todos comenzaran a ponerse de pie intento hacer un portal sin éxito ya que había sido detenido por Beelzebú.
—Espera Lucifer, ¿Qué está pasando? Nada más llegar se notaba lo ansioso que estas. Si es por Charlie…
—No. —Interrumpió. —Tengo algo importante que hacer.
—Estas mintiendo, si necesitas ayuda solo dilo, no te quedes callado. —Insistió ella tomándole el hombro preocupada sabiendo como Lucifer se dejaba llevar por sus sentimientos y no pidiendo ayuda para cosas importantes.
—Bell tiene razón. —Dijo interfiriendo Asmodeos. —Claramente no estas bien.
—No, de verdad. —Dijo dando un paso atrás. —Necesito irme.
—¿Es por él? —Dijo sospechando. —¿Le paso algo?
—¿El? —Pregunto Beelzebú. —Supongo no estamos hablando de lo mismo. ¿Quién es ese “el”? —Pregunto, pero inmediatamente nada más retirar su mano olio las feromonas impregnadas en Lucifer, feromonas que no pertenecían a él o a Charlie. —¿Hueles a feromonas?
Lucifer abrió los ojos de golpe, se olio la ropa notando que él estaba impregnado con las feromonas de Alastor, nada raro ya que siempre estaba con él y en su habitación, pero no recordó eliminar las de si antes de salir.
—Lu… —Dijo con cuidado. —Se que estas preocupado, ya habíamos hablado de esto hace un par de meses, ¿paso algo de nuevo? La última vez que me hablaste de el temía que volvieras a hacer algo sin su conocimiento.
—Deja de ignorarme. —Dijo con fastidio. —¿Quién es el?
—Yo… —Quiso decir algo más, pero los aparto de los ojos de todos para poder continuar ya que sabía no lo dejarían ir o lo seguirían si él no hablaba. —Jodí todo durísimo y ahora no sé qué hacer. —Dijo entrecortadamente sintiendo como la desesperación que había contenido salía.
—¿Qué hiciste exactamente? —Pregunto Beelzebú al notar lo serio que estaba todo.
—Embarace a Alastor. —Dijo después de tomar una inhalación con resignación incapaz de mirarle a los ojos sintiendo culpa y un leve alivio de por fin decir en voz alta lo que había estado callando.
Ambos pecados se quedaron helados al escucharlo, su mente maquinaba rápidamente hasta que Beelzebú se dio cuenta, reconocía el nombre, en realidad cualquier Pecado lo haría, ya fuera por los informes detallados que siempre acompañaban a Lucifer o porque hayan escuchado hablar de el por Lucifer o por su propia influencia como presentador de la radio. Pero lo que mas le sorprendió es darse cuenta del olor característico que desprendía, algo que ella nunca olvidaría.
—Es… hueles a Omega.
Lucifer solo la miro con desesperación y asintió levemente.
—¿Cómo puede…? No, mas importante ¿Cómo está el?
—Mal, todo está muy mal; Su salud cada vez está peor, está perdiendo peso, tiene muchos vómitos, apenas si puede mantenerse despierto y no habla para nada, siempre esta apático incluso por más que me esfuerce o intente hacer algo, a él no le importa, perdió el interés en todo incluso de lo que más le gusta, ni siquiera tiene la intención de seguir con la venganza pese a haber trabajado incansablemente por ella, no sé qué más hacer. —Dijo casi al borde del llanto.
—¿El esta… deprimido? —Pregunto Beelzebú obteniendo solo un asentimiento en respuesta. —Escucha Lucifer, es muy peligroso si permanece de esa manera, no sé qué paso y no insistiré en que me cuentes si no quieres hacerlo, pero el necesita de tu ayuda, no necesita que caigas junto con él. ¡Eres su alfa! ¿Al menos te comportas como tal?
—¿Cómo podría hacerlo? Alastor no querría algo así, ni conmigo ni con nadie, ¿Cómo puedo ayudarlo si mientras más paso tiempo a su lado solo parece ensombrecerlo aún más?
—Ya no es cuestión de lo que tu creas que él quiere o no, sino de lo que necesita. ¿Le preguntaste al menos? Te conozco Lucifer, no lo hiciste y te dejaste llevar de nuevo por tus abrumaciones. No quiero ser dura contigo ni decirte como debes llevar tu vida, pero si te importa, habla con él, has lo que sea mejor para él. Seguramente todo este tiempo has estado ignorando tus propios instintos, ellos son los que te dicen que hacer, que es lo que necesita el omega que está a tu cuidado con tu cachorro.
—Lu… —Intervino con más suavidad Asmodeos. —Belle tiene razón, deja de reprimir tus instintos, no es sano ni para ti ni para Alastor. El ahora necesita de ti, puedes hacerlo, y si necesitas ayuda, pídela. Si no lo haces por ti hazlo por ellos dos.
Lucifer los miro a ambos y asintió tranquilizándose.
—Necesito irme.
—¡Espera…! —Lo detuvo Beelzebú. —No se bajó que contexto hicieron a aquel cachorro, pero no dejes que su estado de ánimo siga asi. Se que has pasado por mucho, pero también sé que tienes la fortaleza para afrontarlo. Es importante, no quiero decirte cosas horribles, pero temo que si no lo digo sea contraproducente. —Se detuvo un momento y le tomo la mano. —Ayúdalo a salir de aquel vacío en el que se sumió, si dices que está enfermo y no se recupera es porque el mismo no quiere, podría pasar algo muy trágico, y es muy raro que un omega sobreviva a la pérdida de su bebe.
Aquellas últimas palabras se instalaron tan profundamente en su mente que su propia abrumación, auto compasión y desprecio se esfumaron como si no hubieran estado allí en ese momento, pensó en Alastor y en como estaría sintiéndose. Apretó la mano de Beelzebú y asintió completamente consciente y cuerdo desde hacía tres meses atrás cuando bromeando en el bar con Alastor riendo a carcajadas habían descubierto una cámara que los vigilaba. El inicio de sus malos presentimientos.
—Gracias. —Dijo antes de soltarle las manos para mirarla y a Asmodeos antes de atravesar un portal.
Lucifer tenía muchas preguntas, pero no tenía tiempo para hacerlas ni que se las respondieran. Nada más puso un pie en la habitación se dio cuenta de la cama vacía, alarmado se acercó y al no ver rastro de Alastor recorrió la habitación con la mirada hasta que la sombra de Alastor comenzó a arrastrarlo. Pronto reparo en el pequeño bulto que se había vuelto Alastor recostado sobre la yerba, intento agradecerle a la sombra, pero está ya se había desvanecido. Con cuidado se acercó a él, no quería perturbar su sueño, pero tampoco podía dejarlo dormir en el frio del pantano o podría volver a caer enfermo.
Le apeno tanto verlo empequeñecido en aquel lugar, su alta figura resultaba rara e incómoda mientras se hacía pequeño donde fuera que se recostara. Sabía lo hacía inconscientemente, pero eso no le quito peso a la acción. Pronto noto los ojos hinchados y el ceño levemente fruncido en su expresión. Tuvo la intención de acariciar debajo de sus ojos, pero Alastor al sentir su presencia abrió los ojos lentamente.
Alastor miraba a Lucifer casi como si fuera un espejismo, no intento acercarse pese a que fue su primer impulso, pero cuando sus feromonas llegaron a él la realidad de nuevo lo golpeo y todo lo que había estado conteniendo comenzó a desbordarse. Las lágrimas volvieron a agolparse en sus ojos esta vez sin poder contenerlas. Lucifer estaba en shock, ya sentía que algo no iba bien, había querido darle espacio a Alastor para que terminara de despertar, pero nunca espero verlo derramar lágrimas.
—¿Alastor? —Dijo confundido. —¿Estas bien? ¿Qué paso? ¿Te duele algo? ¿Necesitas que haga algo? —Comenzó a hacer muchas preguntas.
Alastor se cubrió la boca intentando contener un sollozo que se le quería escapar sin éxito, se sentía débil y patético, pero una vez comenzó a llorar no pudo parar. Lucifer en medio de su desesperación rodeo su cuerpo con sus brazos e impregno el espacio con sus feromonas no sabiendo que más hacer, Alastor no contestaba y pese a que intento seguir el consejo de Beelzebú su instinto solo le pedía estar cerca pero no como ayudarle.
Para sorpresa incluso de ambos, Alastor nada más fue acunado en los brazos de Lucifer dejo de cubrirse la boca y se aferró fuertemente al cuerpo de Lucifer, se acurruco lo más cerca sus glándulas de feromonas y ahí se quedó mientras seguía derramando lagrimas sin parar. Su instinto se lo pedía y Alastor estaba lo suficientemente cansado como para seguir ignorándolo o intentar seguir resistiéndose a algo que había estado buscando inconscientemente desde que despertó y se encontró solo en la habitación.
Notes:
Pobre de mi Al... ni siquiera ya puede contener sus sentimientos y Lucifer no sabe como lidiar con ello.
Gracias por volver a leerme.
Chapter 22
Notes:
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Chapter Text
Alastor quien poco a poco dejo de llorar oculto su rostro en el espacio entre el hombro y cuello de Lucifer con la poca vergüenza que le quedaba. Lucifer por su parte estaba sorprendido, sentía el respirar de Alastor profundamente en su cuello, por lo que sacando más feromonas intento tranquilizarlo, cuando noto que dejo de sollozar, aunque estuvo un poco renuente al principio se apartó lo suficiente limpiando las lágrimas y mocos de Alastor con la sonrisa más tranquilizadora que pudo darle.
—Por favor dime que pasa. —Pidió con su tono más melodioso posible. —Hare lo que sea, me arrepiento mucho de haber tardado, lo siento. —Dijo, aunque él creía Alastor apenas había notado su ausencia.
Como si hubiera respondido, el estómago de Alastor gruño fuertemente provocándole que se pusiera rojo de vergüenza al grado de volver a ocultar su rostro. Lucifer, aunque se sorprendió vio como Alastor se ponía rojo y pronto supo que hacer.
—¿Tienes hambre? Te traeré lo que sea. —Dijo acariciando sus orejas caídas. —¿Qué quieres comer?
Lucifer comenzó a darle opciones, pero ninguno convencía a Alastor. Viendo la hora y sabiendo todo el hotel aun estaría durmiendo lo tomo en brazos y lo saco fuera de la habitación.
—No… espera. ¿A dónde me llevas? —Pregunto aferrándose a Lucifer con sorpresa.
—A la cocina, no hay nadie más despierto así que no nos encontraremos con nadie. —Le aseguro.
Alastor lucho contra su sensación de exposición sumado a su vergüenza de estar en brazos de Lucifer, en cambio el sabía podía haber cruzado un portal y haber llegado inmediatamente a la cocina, pero quería mantenerlo en sus brazos el tiempo que se le permitiera, pero Alastor no se iría de la habitación sin luchar, retorciéndose y clavándole las uñas fue su protesta ante la situación en la que se tuvo que ver envuelto, sin embargo, Lucifer no lo soltó ni flaqueo su agarre.
Cuando llegaron a la cocina por fin bajo a Alastor frente al refrigerador, estaba bastante vacío, pero Lucifer sabía que Alastor era bueno preparando platillos con casi nada, habilidad que sabía era por su gusto por la cocina. Sin embargo, Alastor fijo rápidamente sus ojos en la mermelada de manzana que el mismo había hecho para Charlie, su boca se le hizo agua y por inercia la tomo en sus manos y la destapo oliendo el dulce aroma haciendo volver a rugir su estómago.
Lucifer sorprendido tomo una cuchara y se la entregó a Alastor pensando que tal vez no se la comería, para su sorpresa este comenzó a hacerlo, Alastor no toleraba muy bien el azúcar, de hecho, odiaba las cosas dulces y aunque muchas veces preparaba dulces o postres para Charlie, este nunca los probaba siendo Lucifer o Charlie los catadores de dichos postres.
—¿Esta deliciosa? —Pregunto con esperanza.
Alastor aplano un poco más sus orejas y asintió sutilmente mientras se llevaba otra cucharada a la boca sintiéndose incapaz de parar de comer.
—¿Quieres algo más? Puedo prepararte algo dulce para acompañarla. —Sugirió.
Alastor lo pensó un poco y asintió después. Lucifer sonriéndole afectuosamente lo llevo a sentarse frente a la encimera y saco todo para preparar sus Hot cakes especiales, hizo todo tan rápido como pudo sirviéndoselos y siendo comidos inmediatamente por Alastor. Lucifer sintió una extraña sensación al prepararle algo de comer ya que siempre era al revés, y cuando estuvo llevándole sopas y verduras ya que era lo único no dulce que sabía preparar no sintió lo mismo, pero le alegraba enormemente verlo comer por fin con determinación. Lucifer quien puso un par más de sus hot cakes bañándolos con la mermelada de manzana observo a Alastor comerlos hasta que la puerta de la cocina fue abierta abruptamente sorprendiéndolos siendo Charlie en pijama entrando viendo la escena.
—¿Al? —Pregunto con sus ojos abiertos como si viera una entidad corriendo abrazándolo.
Alastor quien apenas pudo sostenerla y recibirla no supo que hacer, su corazón latía rápidamente debido al asombro y gesto. Charlie quien se apartó para observarle quedando horrorizada al verle demacrado y con una sonrisa tensa que apenas Alastor había podido colocar en su rostro intentando juntar todo su autocontrol para verse lo menos frágil posible.
—¿Cómo te encuentras? No te vez nada bien. —Dijo preocupada.
—Estoy bien querida. —Dijo poniendo la mejor cara que podía fingir. —Solo estoy algo cansado.
Charlie iba a protestar, sabía que le estaba mintiendo, pero era evidente que no quería su ayuda desde el momento que puso un muro entre ambos. Alastor estaba nervioso, no estaba preparado para mirar a nadie a la cara y menos a Charlie quien lo miraba con ojos lagrimosos, ella solo asintió aceptando su respuesta.
—Está bien, debes hacerlo. Si necesitas algo sabes que siempre estaré aquí para ti. —Dijo tomando sus manos apretándolas.
—Si, gracias.
Apartándose le dio una mirada inquisitiva a su padre quien inmediatamente comprendió su indirecta, sabia le esperaba una charla larga e interrogativa. Cuando ambos se quedaron solos de nuevo, Alastor quien miro su plato a medio comer lo empujo a un lado.
—Sera mejor volver a mi habitación. —Sentencio.
—Al menos termina de comer. —Dijo preocupado por el repentino bajón emocional.
—Perdí el apetito.
Sin embargo, cuando Lucifer insistió llevándole la comida a su boca Alastor aunque se había negado la principio su apetito fue más grande aceptando la comida sin decir nada. Cuando se aseguró que ya había terminado abrió un portal de vuelta a la habitación de Alastor. Ya estaba comenzando a amanecer y el hotel comenzaba a despertarse y quería evitar encontrarse de nuevo con alguien. Alastor nada más cruzo el portal se metió entre las mantas y se acurruco en ellas quedándose dormido en poco tiempo.
Lucifer se sentó a su lado observándolo dormir, aparentemente no podía hacer nada bien, pese a querer concluir rápido su reunión no pudo irse así como así, y cuando creyó avanzar para que Alastor saliera por fin de esa burbuja en la que se encerró, sabia encontrarse con Charlie solo lo empeoro, y también para el quien sabia no lo dejaría ir esta vez ya que vio el estado de Alastor, así que ahora tendría que hablar con él para explicarle a Charlie por la mañana ya que no quería decir algo que no fuera de su conocimiento. Se recargo en el posa brazos de la silla mientras observaba el suave respirar de Alastor quedándose dormido el también.
Alastor quien fue el primero en despertar cuando vio a Lucifer recordando el día anterior oculto su rostro entre las mantas avergonzado, no podía creer el nivel de humillación al mostrarse así frente a alguien, y pese a que aún se sentía triste también se sentía angustiado al saber que Charlie había visto su lamentable estado actual, y conociéndola ahora no podría quitársela de encima. Podría irse a su casa, pero si volvía a sentir esa desesperanza y angustia al encontrarse solo no sabría que hacer. Pronto se tensó al sentir como su costado era palmeado suavemente mientras unas feromonas suaves lo envolvían intentando darle tranquilidad.
—¿Te sientes mal? ¿Sientes nauseas? —Dijo Lucifer con un ligero bostezo.
«Si y no» Pensó Alastor aunque no tuvo la intención de responderle, aunque era inútil ya pretender estar durmiendo ya que Lucifer sabia él estaba despierto.
—¿Quieres comer algo? —Volvió a insistir.
«Si.» Volvió a pensar imaginándose una tarta recién hecha, pero le era enormemente horroroso volver a pensar en el comiendo algo dulce, pero su boca se hizo agua por lo que su estómago no estaría a gusto ahora que sabía que quería por lo que no le quedo de otra que salir de las mantas siendo recibido por una cálida sonrisa de Lucifer con una ligera caricia en su mejilla que desestabilizo a Alastor no pudiendo procesar nada de lo que estaba sucediendo en ese momento.
—Dime ¿Qué quieres comer? —Dijo esperanzado. —Te preparare lo que sea, incluso si no se prepararlo lo intentare hasta que me salga perfecto.
—Una tarta… —Dijo con la voz queda debido a su reciente despertar.
A Lucifer se le ilumino el rostro, pese a que no sabía si estaría bien una tarta al despertar en su estado, si él se lo pedía haría cualquier cosa por conseguírsela, así fuera viajar a la misma tierra o cielo.
—Volveré en un momento. —Dijo acariciándole levemente su cabello antes de desaparecer por un portal.
Alastor ni siquiera se había percatado en qué momento comenzaron ese tipo de atenciones, lo hacía de vez en cuando pero esa mañana era diferente, Lucifer apenas le tocaba o solo lo suficiente para ayudarle, y tampoco le sonreía dulcemente como en ese momento, no sabía porque lo permitía, no estaba cómodo ni con las caricias ni las sonrisas, pero tampoco tenía la voluntad de apartarse ni intentar tomarle más importancia de lo que tal vez debería darle, sobre todo porque cuando se sentía así de mal como ahora, incluso el leve sentimiento de querer volver a recibirlas aunque el sentimiento parecía más ajeno que suyo.
Suspirando se levantó mirando su habitación esta vez con más atención, su pequeña sala ahora era una oficina, incluso uno de los sillones que normalmente descansarían al lado de la chimenea ahora estaba al lado de la cama en su dirección. El balcón que normalmente a esa hora estaría abierto de par en par estaba cerrado y las cortinas corridas impidiendo entrar por completo la luz del día. La chimenea estaba completamente limpia y extrañamente parecía no haberse usado en mucho tiempo, aunque él nunca paso frio, un pequeño patito con los que Lucifer estaba obsesionado descansaba a su lado en su mesita de noche y por último lo más notorio era donde el descansaba y el mismo; vestía un pijama, aunque cómoda nada parecido a lo que el usaría, un modelo de dos piezas demasiado moderno para sus propios estándares. La seda de la prenda era cómoda, y suave, las sábanas del mismo material le hacían moverse sobre ella con soltura y estaba cubierto por un par de mantas demasiado mullidas y suaves alejándose de la manta fresca que siempre tenía su cama.
Su habitación que antes era el reflejo de el mismo ahora contrastaba con cosas que no pertenecían ahí, sin darse cuenta permitió que Lucifer se instalara y tomara posesión de ella a su antojo, incluso su aroma estaba en todas partes, sobre todo en el mismo algo que había ignorado por completo.
—¿Debería pararlo? —Pensó con pesar mientras suspiraba, aunque tenía el presentimiento que se arrepentiría de hacerlo.
Notes:
Estuve muy nerviosa al escribir estas escenas, Alastor siendo tan vulnerable que ni el mismo fuera consiente de su propio actuar, sucumbiendo a otro tipo de cansancio. Definitivamente lo peor de su embarazo serán los cambios de humor, pero Lucifer poco a poco esta intentando comprender a nuestro venadito.
Gracias por volver a leerme
Chapter 23
Notes:
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Chapter Text
Lucifer quien poco se tardó en hacer una tarta con ayuda de Niffty quien sabia mejor que nadie las recetas de Alastor se la llevo inmediatamente. Alastor nada más tenerla al frente no pudo ocultar su expresión, pese a que el mismo la había pedido la miraba con ansiedad, la tarta desprendía un aroma dulce y se veía extremadamente apetitosa, pero esa era la razón por la que le daba tanta desconfianza, no aceptaba que su propio apetito le pidiera algo que en otras condiciones repudiaría, aunque la hubiera preparado el mismo. Cuando comenzó a comerla estaba en un estado entre la sorpresa e interés comiéndola casi en su totalidad.
Lucifer quien oculto su satisfacción al verlo comer, aunque con lentitud, con gran apetito. Era la primera vez que comía algo fuera de una simple sopa, ya que sus intentos por traerle algo que sabia podría gustarle estas comidas solo le causaban asco o vomito rechazándola, no sabía que tan seguro seria que comiera algo así, pero que no vomitara al terminar era una gran meta cumplida y aun mas cuando fue el mismo quien se lo pidió.
—Alastor… creo que es conveniente que le diga a Charlie. —Se explico después de haber apartado la tarta. —La conoces como yo y no dejara de insistir hasta saber qué pasa. No le contare nada que tu no quieras, pero temo no poder ocultárselo por mucho tiempo.
Alastor lo miro pensativo, era algo que ya esperaba, pero no se sentía con la energía ni las ganas de tener que fingir ante ella ya que de alguna manera no quería que ella lo percibiera así, de hecho, nadie, y si lo había permitido con el rey fue más por una falta de voluntad que por decisión propia.
—No diré nada comprometedor, pero me temo que no pueda no decirle… tu estado.
A Alastor se le ensombreció más el semblante, no sabía si sonaba tan mal como lo sintió, aunque no debería importarle demasiado, ni el mismo sabía cómo podría llamar su situación, así que cualquier nombre sonaría raro y nada propio de él, sin más solo asintió resignado.
—Al… por favor dime algo no sabre que quieres si no me lo dices y no quiero hacer algo que no desees. Quiero ayudarte, hice mal y solo sigo haciéndote daño, no te dejare solo en esto, pero me ayudaría mucho si pudieras decirme que hacer para hacerte sentir mejor. No te encierres en ti mismo. —Dijo tomándolo de su rostro para que lo mirara.
Alastor sabia era sincero sin tener que mirarlo a los ojos, solo los evitaba porque odiaba verse reflejado en ellos. Pero tenía razón, casi podía reír ya que era algo que había usado el cuándo Lucifer se encerró en sí mismo después de su divorcio, pero sus palabras y acciones eran diferentes, él se las había dicho con fastidio y reclamos afilados, en cambio Lucifer estaba siendo gentil con él, aunque también sus situaciones eran completamente diferentes.
—No creo que te haga mucho bien quedarte encerrado, también me gustaría decirles a algunos de los residentes y personas de confianza para que puedas salir con normalidad cuando comience a notarse, no insistiré si no quieres, pero, ¿al menos puedes pensarlo?
Alastor lo proceso por un momento, en realidad si estaba algo cansado de estar encerrado y no quería ver a nadie, pero encerrándose no haría ni cambiaria nada, también tenía que pensar que pasaría después, aunque esa parte aun le aterraba. Y aunque tuviera que aceptarlo, sabia a quienes se les diría y que ellos no dirían nada. Con un asentimiento miro a Lucifer.
—Si, está bien.
Lucifer sintiéndose un poco más valiente al obtener la aprobación de Alastor, se miró las manos que le temblaban levemente, pensó que era un poco aterrador sincerarse, pero quería que Alastor supiera que era completamente sincero, se deshizo de las feromonas en su cuerpo y respiro profundamente.
—También me quería disculpar. —Inicio un poco nervioso mientras Alastor lo miraba levemente confundido. —Se que no quieres hablar de ese incidente, pero no puedo no mencionarlo. No hice las cosas bien desde el inicio, pero volvería a hacer las cosas igual si eso me asegura tu seguridad, yo tampoco sabía que esto podría ser posible. Tengo, mucho que compensarte, no pondré de excusa el trato ya que en ninguna circunstancia hubiese hecho algo sabiendo que te dañaría profundamente. Tampoco lo digo porque lleves algo nuestro dentro de ti, me hubiera gustado hacer lo que tu quisieras y aunque no sé qué va a pasar al menos te pido me permitas estar a tu lado y ayudarte. Te doy mi palabra en que no permitiré en que tu vida en el futuro se vea afectada.
—¿Tu… lo quieres? —Pregunto Alastor de repente siendo consciente que no solo afectaría su vida, sino la de su otro progenitor.
—No lo sé… si soy sincero nunca espere volver a ser padre. —Se sincero. —No sé qué tipo de concepto tengas tu con la paternidad, como sabes tener a Charlie fue un completo reto, la espera valió completamente la pena. Incluso creí nunca seria padre o creía sería bueno para ser uno.
Alastor escucho eso ultimo como si hiciera eco en su mente, era lo que más le aterraba. Él no se creía estar hecho para ser padre, si bromeo muchas veces en ser uno para Charlie fue para burlarse de Lucifer, pero ahora que era una realidad se sentía en medio de un abismo lleno de desesperación.
Lucifer viendo como Alastor parecía entrar en pánico, su cuerpo inconscientemente comenzó a temblar mientras se aferraba fuertemente a las mantas en sus manos, no comprendía del todo que era lo que le molestaba ni que lo alteraba tanto, pero no quería presionarlo, sin saber que más hacer lo abrazo y cobijo en sus brazos sorprendiendo a Alastor.
—No importa que pase o lo que quieras hacer, yo te apoyare. Incluso si me pides no querer verlo o verme a mi lo hare por más loco que me vuelva o quiera estar cerca de ti.
Alastor se aferró a Lucifer con desconcierto, no capto ningún tipo de mentira en su voz, y aunque por la posición no podía verle el rostro sabía no le mentiría con algo así, tampoco podía oler sus feromonas por lo que sabía estaba siendo serio y no estaba queriéndolo afectar por ellas lo que le hizo sentir seguridad no solo por sus palabras sino sus acciones.
—¿Qué cambiaria si yo se lo pidiera o si fuera yo quien me alejara? Sigo atado a usted por un trato.
—No importa, si es necesario intentaría averiguar la manera de romperlo, nunca lo he hecho, pero si es lo que quieres lo hare.
—¿Me dejaría ir si se lo pidiera? —Pregunto con algo de desconfianza.
Lucifer se separo para mirarlo a la cara, sabía lo que podía estar pensando Alastor, ya que el mismo se estaba preguntando lo mismo. ¿Realmente podría? El pensamiento le estremeció y sus instintos protestaron mostrando su evidente negativa, pero su determinación no cambio, no quería poner a Alastor en una posición en la que tuviera que volver a obligarlo a hacer lo que el quisiera pese a hacerlo infeliz.
—Sera difícil, y ni siquiera se si podría romper el trato, pero si es lo que quieres lo haría. El trato no te obliga estar a mi lado o a verme, si no puedo, puedo buscar un vacío legal que se adapte.
Alastor entrecerró el ceño, no vio vacilación alguna, pero si el miedo oculto junto a la desesperación, aun así, le creyó, Lucifer no era de los que dirían algo a la ligera por más doloroso que fuera para él, porque lo había visto demasiadas veces al hacerlo para Charlie e incluso Lilith, el sentimiento de que esa mirada y determinación se posaran sobre él le desconcertó a la vez que le tranquilizo y genero confianza.
—No he pensado en ello, había estado intentado no hacerlo, pero supongo que tendré que hacerlo en algún momento. Pero no estoy listo. —Se sincero.
—Esta bien, cuando estés listo yo estaré aquí para escuchar tu respuesta. —Dijo acariciando su entrecejo para que dejara de fruncir el ceño. —Tienes mi palabra, hasta entonces ¿podría quedarme a acompañarte?
—No estaba implícito desde que comenzó esta conversación o incluso desde antes, ¿Por qué de repente me pregunta? —Pregunto completamente confundido.
Alastor no comprendía por completo las relaciones entre alfa y omega mas que lo que vio en su propio hogar además de todo lo que su propio padre le decía que debía ser un buen alfa, además de ver y escuchar sobre como se trataba a los omegas cuando los alfas se le acercaban pensando que era uno de ellos. No conocía ninguna norma omega mas que la propia vivencia de su madre lo cual lo hacía sentir aún peor, claro Lucifer en ningún momento dio indicios de intentar tratarlo como ella fue tratada, pero la sensación de nauseabunda sobre su situación no se iba solo porque ahora que tenia al “cachorro” de dicho alfa causándole inseguridad.
Lucifer asintió ante las palabras de Alastor, pero la pregunta lo descoloco haciéndolo sentir incomodo y alarmado, no por la pregunta en sí, pero si por el modo en que lo dijo, con resignación que iba más allá de su propia creencia o situación, como si no tuviera elección.
—Lo está, pero también soy consciente de lo invasivo que soy, y quiero que sea bajo tus términos y que estés de acuerdo. Quiero estar aquí porque tu elegiste tenerme cerca, no porque yo lo elegí. Si es molesto para ti podemos buscar una mejor manera en la que pueda cuidar de ti.
La inseguridad en la mirada de Alastor choco contra la esperanza de Lucifer, pero el primero en apartar la vista fue Alastor quien cerro los ojos e intento ocultar lo que sentía para volver a posar una mirada más interrogativa.
—¿Y su trabajo? —Pregunto inquisitivamente.
Lucifer sonrió con sinceridad al ver que el antiguo Alastor volvía, algo que le haría rodar los ojos ahora le aliviaba enormemente.
—Husk ha estado ayudándome como se lo pediste. No es lo mismo, pero puedo con ello, es cansado, pero no descuidare mis deberes otra vez. También me debería de disculpar por eso, puse demasiada carga sobre tus hombros sin darme cuenta, incluso de asuntos que deberían ser privados para los pecados capitales e hice que te encargaras de ello.
—Lo hacía porque no quería hacerlo por su propia cuenta. —Corrigió.
—Tienes razón, pero en algún punto di por sentado que eras de confianza y capaz. —Dijo suspirando. —Nunca lo dije, pero en realidad estoy enormemente agradecido de haber tenido que hacer ese trato, antes de eso no sabia el potencial que escondías ni cuanto me habrías ayudado. Cuanto el infierno y el hotel han cambiado gracias a tu interferencia.
Alastor solo se le quedo mirando, podría haber respondido cualquier cosa, pero ambos sabían porque lo había hecho, pero no dejo de ser desconcertante para él, tan solo hacía poco se había arrepentido enormemente de haber pactado ese trato, sabia Lucifer no se arrepentía, pero nunca considero que estuviera agradecido.
Lucifer miro la leve confusión en la expresión de Alastor, ahora que no ocultaba todo detrás de su sonrisa, aunque leve podía leer mejor sus expresiones, aun tenia muchas preguntas y cosas que aclarar y esperaba hacerlas poco a poco, no consideraba bueno presionar demasiado a Alastor en ese momento, pero ahora se sentía algo mas tranquilo, pero aun estaba incomodo con algo.
—Tal vez es algo repentino. —Dijo captando de nuevo la atención de Alastor. —Se que eres levemente consciente de mis sentimientos si no es que ya lo sabias, pero no hablo por ellos cuando te digo que no quería causarte daño. Estoy un poco asustado, tengo miedo del futuro, de hacer algo mal, pero sobre todo de que te pase algo, en algún momento te volviste tan indispensable en mi vida y ya no sé qué más hacer para no causarte ningún inconveniente para que no te vayas de mi lado.
—¿Está jugando conmigo verdad? —Dijo con una ligera sonrisa sintiendo como se disipaba el peso en su pecho lo que sorprendió a Lucifer. —Creí que lo hacía público solo para molestarme.
—¿Qué…? —Pregunto avergonzado separándose un poco para verle a la cara. —¿Desde cuándo?
—No puedo creer que me pregunte eso… —Le respondió entre la incredulidad y la diversión. —No recuerdo muy bien, Rosie alguna vez tuvo sospechas, luego comenzaron las bromas y pese a que yo también me di cuenta la verdad siempre hice de la vista gorda e ignoré los hechos.
—Debió ser un fastidio para ti. —Dijo con desgana sintiéndose de repente avergonzado y estúpido. —Lo siento, no era consciente de ello. —Un pensamiento llego a él con esperanza. —¿Por qué no me detuviste?
Alastor pensó en su respuesta un momento, podría mentirle y en realidad no tenia porque responderle porque ni siquiera comprendía el porqué, que se lo dijera ahora tan directamente se le hacia extremadamente incomodo, sin embargo, pensó no haría mal ser un poco más sincero.
—Creo que, al principio por el trato, sin importar que sigo atado a usted, aunque no quiera… y para mí era más fácil pretender que no existían para no tener que preocuparme o agobiarme por ellos. —Pensó un momento algo avergonzado. —También supongo que me gustaba tener su favor y atención.
—¿Enserio? —Pregunto con el rostro dorado de vergüenza, pero con los ojos llenos de curiosidad.
—Si, me facilito obligarlo a trabajar y hacer lo que yo quisiera. —Dijo con burla.
—Eso no es justo. —Dijo fingiendo estar herido —¿Qué pecador es tan descarado como para aceptar que manipulo a su antojo al rey del infierno?
—Usted mismo me dio su correa. Debería mirarse en un espejo antes de apuntar a alguien con el dedo. —Dijo riendo sintiendo como el peso en su pecho se desvanecía.
Lucifer sintió como su corazón se desbocaba al escucharle reír, no sabía cuánto había extrañado esa risa sincera, algo que casi nunca compartía con él a menos que estuvieran lo suficientemente sumergidos en su mundo.
Alastor estaba avergonzado, había sido más sincero de lo que realmente era, algo que si estuviera en sus cinco sentidos de ninguna forma diría, aunque fuera para burlarse del rey como en ese momento. Pero se sentía algo liberado al decirlo, llevaba toda su vida en el infierno e incluso años en su vida terrenal fingiendo que, aunque se sintió extraño, también hubo algo confortable al serlo.
—Se que aún es algo duro para ti, me gustaría que pensaras que quieres hacer, no te presionare de ninguna forma, pero tampoco me gusto haberte dejado solo ni hacer que te sientas así, cuando estés preparado para salir, comenzaremos a decirles a los demás para que no te molesten cuando quieras salir por ti mismo.
—Está bien, lo pensare.
—Gracias. —Dijo Lucifer acariciando detrás de su oreja por instinto.
Alastor se tensó levemente por el toque y volteo a mirarle, Lucifer percatándose tuvo la intención de apartarse antes de que Alastor lo hiciera, pero ninguno de los dos lo hizo, por lo que Lucifer volvió a acariciarlo gentilmente y en respuesta Alastor inconscientemente y sin poder detenerlo soltó feromonas siendo la confirmación y permiso para Lucifer de poder acercarse un poco más.
Alastor no sabía porque le relajaba tanto aquel gesto, era algo que Lucifer venia haciendo desde que comenzó a cuidar de él, o más bien desde que estaban en su casa después de despertar cuando había terminado por fin su celo, y Lucifer pensando estaba dormido lo había hecho tan suavemente seguramente para no despertarle. Pese a que aquel acto tan intimo debido a lo sensibles que eran sus orejas, le sorprendía que su cuerpo simplemente no le molestaba, de hecho, lo hacía tan suavemente y le tocaba con una maestría que cada fibra de su ser se relajó inmediatamente en vez de retorcerse de disgusto como muchas otras veces hizo cuando era tocado por alguien más.
No era de extrañar, era algo que Lucifer había descubierto al haber compartido varios días de calor con él, Alastor no lo recordaba, pero Lucifer lo tenia tan presente que seria ridículo ocultarlo. Dejo de ocultar sus feromonas y Alastor sin poder contenerse inhalo profundamente y soltó un suspiro en medio de su relajación sin darse cuenta alejando cualquier tensión que hubiera sentido durante toda aquella conversación.
A Lucifer se le ilumino la mirada cuando Alastor cerró los ojos mientras inconscientemente buscaba más de aquel contacto, no se alejó, pero tampoco hizo algún ademan de hacerlo más íntimo, quería acercarse e inhalar por el mismo las feromonas de Alastor y marcarlo con el suyo, pero no lo haría, respetaría el espacio de Alastor por más que el quisiera, ya le estaba dejando tocarle y le debía ser mas que suficiente.
Alastor estaba quedándose de nuevo dormido cuando un par de golpes les hizo girar a la puerta. Lucifer sabia seria Charlie, ya pasaba mas del medio día por lo que sabia ella ya estaría esperando por respuestas a sabiendas la mayoría estará ocupados en medio de alguna actividad al aire libre.
—Volveré en un momento, descansa. —Dijo soltándole acariciando de nuevo sus orejas que volvían a estar arriba de nuevo.
Notes:
Alastor esta pasando por una fase muy precaria en cuanto a sus sentimientos, espero logren comprenderlo. Fue un capitulo muy intimo pero no se confien.
Charlie ya sabrá sobra sobre la situación de ambos, estoy nerviosa.
¡Gracias por volver a leerme!
Chapter 24
Notes:
Regrese de mi tumba para actualizar. Gracias por volver.
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Chapter Text
La conversación con Charlie había salido levemente bien, o más bien así se había autoconvencido Lucifer para evitar caer en el nerviosismo y en el oscuro espacio de su mente en la auto minusvaloración. Evidentemente ella estaba molesta porque le oculto lo gravemente enfermo que Alastor se encontraba, lo mismo sentía hacia Alastor aunque era más comprensiva de su razón por lo que sentía más compasión que enojo hacia él, luego llego el miedo.
Alastor por fin le había permitido pasar tiempo con él, algo que Lucifer se sentía emocionado y temeroso al mismo tiempo, pero en el pequeño espacio que era la habitación, Charlie encontró un ambiente lúgubre y opresión pese a que Alastor intento por todas sus fuerzas poner una buena cara para ella, pero en su pésima condición estaba claro que ni siquiera era consciente que no era nada creíble pese a que el Alastor que todos conocían nunca abandonaba su sonrisa que era su sello personal.
También noto el evidente cambio en su convivencia, la inversión de roles era tan evidente que resultaba sorprendente y a la vez incomodo. No estaba molesta porque estuvieran juntos, aunque cuando hablo con su padre comprendió que lo había malinterpretado por completo, ella comprendía que sus padres no volverían a estar juntos y estaba bien con ello, incluso si sus padres querían estar con alguien más ella sin duda los apoyaría por su felicidad, pero en aquella situación no podía pensar más que todo saldría en un desastre y pronto temió el futuro cambio en su vida y en las figuras de apoyo más fuertes para ella.
Alastor por su parte, pese a sentirse agraviado mientras degradaba su dignidad al permitir que Charlie lo viera en tal estado, sabia tampoco tenia muchas opciones. Conforme pasaban los días, el tiempo que pasaba Charlie en aquella habitación solo incremento, esto se hizo no solo por un poco de compasión a la chica que se ponía triste al tener que abandonar la habitación después de un corto periodo, sino porque Lucifer encontró la confianza al ver como ella junto a Alastor pasaban momentos agradables juntos mejorando gradualmente el humor de este y en consecuencia Alastor pasaba más tiempo fuera de la cama que antes.
Claro aquellas visitas trajeron cosas buenas como malas, Charlie al seguir molesta con su padre, comprendió que estaba siendo injusta con el ya que tampoco sabia mucho de como había sucedido, además de que logro percatarse de lo que había pasado por alto; el evidente cansancio de Alastor, el cambio en su aroma que ahora sabia eran feromonas, su cambio de apetito y aversión por la comida sumado a la retracción. Cosas que había asociado a aquella venganza de la que conocía mucho menos pero ahora sabia era más que un simple incidente lo que provoco en ella un alto instinto de protección que ni ella misma sabia explicar.
Lucifer en cambio divagaba entre la confusión y expectación, la resignación de Alastor fue tanto alarmante como gratificante, le pesaba verlo esforzarse en poner una sonrisa en su rostro, algo que no convencería ni al más ingenuo de los demonios, pero conforme paso el tiempo la inseguridad se instalo en su pecho, mientras Charlie cuidaba de Alastor en sus poco comunes ausencias noto una nueva dinámica entre ambos, el compartir refrigerios mientras charlaban era algo que Alastor no hacía con él y no recordaba la ultima vez que lo había hecho con Charlie, solo sabia que esta era lo bastante pequeña como para aun querer sentarse en el regazo de su padre. Pero sabia que era absurdo sentir envidia por ambos.
Poco a poco la sonrisa de Alastor pese a ser en su mayoría falsa, comenzó a suavizarse y convertirse en una genuina cuando escuchaba algo interesante o mientras le relataban el caos que había en su ausencia como aquel día mientras escuchaba relatar los desastres de sus actividades con los nuevos residentes, algo que a ella seguro le peso, pero conto con diversión para el a sabiendas que el caos lo divertiría.
—Hemos tenido que cambiar la alfombra 5 veces solo esta semana, incluso Cherry está harta de las explosiones dentro de la habitación. —Dijo ella suspirando, aunque con una sonrisa ligera en la cara.
—¿No sería más simple simplemente dejar de intentar poner una alfombra? O en su caso dejar de intentar aquella actividad si lo único que consigues es que intenten incendiar el hotel si no fuera por la protección de aquella habitación. —Le respondió Alastor quitándole importancia al asunto.
—Pero sería injusto para el resto de residentes solo porque Rev no puede evitar incendiarse cuando pierde la paciencia. —Suspiro Charlie mientras se reclinaba en su asiento.
—Siempre podrías dejarlo arder en sí mismo. —Dijo sonriendo mientras se llevaba la tasa a la boca.
—¡Al…! —Dijo con exaltación fingida ante la broma de Alastor mientras el solo ensanchaba su sonrisa.
Lucifer solo los observaba del otro lado de la habitación, pese a querer ser participe, creía que era precisamente su ausencia en esta lo que hacia la conversación más cómoda y animada. Por otra se sentía culpable por enorgullecerse un poco por ser capaz de ver un lado muy vulnerable de Alastor, aquel que mostraba solo Charlie abandonaba la habitación, lo cual le extrañaba porque era cuando más alerta y nervioso se encontraba ya que era el momento en el que sentía que si se descuidaba Alastor podría encontrarse en un momento de desesperanza y desesperación mientras se paraba al borde de un precipicio en su propia cabeza.
Lucifer había estado aprendiendo a lidiar con ello, algunas veces se solucionaba con un poco de atención, otras con comida, cuando no fue suficiente busco maneras de pasar el tiempo con él, algo que le beneficio ya que después de la tormenta y si el humor era bueno podría compartir un agradable momento juntos. Claro la pequeña habitación poco podría ayudarles a encontrar grandes actividades, pero para su fortuna habían sido lo suficientemente entretenidas para alguien quien apenas quería moverse. Salir al balcón a ver el infierno mientras el aire le daba en la cara, subir a su torre de radio a clasificar sus vinilos e incluso bajar algunos para escucharlos más cómodamente desde su cama o sofá, encontrar nuevas lecturas ahora que Lucifer se había encargado de actualizar el librero de Alastor y el cual ni siquiera había notado las fechas en las que fueron publicados no negándose a la experiencia de no leer algo que podría gustarle solo porque no había sido escrito o publicado en su época.
Sin embargo, lo que más preocupaba a Lucifer era el nulo bulto en su estómago, no podría equivocarse en sus cuentas, algo que incluso para el mismo Alastor pese a que intentaba ignorarlo lo mantenía inconscientemente en su mente, apenas habían pasado cuatro meses en los que fuera del estado de ánimo y la degradación en su salud y aspecto no había cambiado nada más. Claro Alastor si noto la diferencia, el quien siempre había sido tan plano y delgado noto un ligero incremento en la parte baja de su vientre, algo que podría pasar por una simple infamación, pero sabia no era eso, pero tampoco estaba seguro de querer compartir aquello con alguien. Lo que de verdad era su verdadera preocupación era la aparente insistencia de su íntima amiga quien quería verlo, había visto llegar las cartas y sabia el único teléfono fijo en su habitación que el mismo había desconectado, pero aun así podía sentir la leve interferencia a través de este intentando llegar una llamada que no estaba dispuesto a contestar. Pero mayor fue su frustración cuando su amiga comenzó a usar a Charlie en su contra.
—Rosie vino ayer de nuevo. Está preocupada, creo que deberías recibirla al menos una vez. —Dijo Charlie a Alastor mientras compartían una merienda por la mañana.
Alastor inmediatamente detuvo el pequeño postre entre sus dedos a medio camino a su boca congelándose con nerviosismo para mirar la esperanza en los ojos de la princesa pensando en la mejor manera de negarse.
—Charlie, no deberías presionarlo así. —Contesto Lucifer al ver el apuro de Alastor. —El verá a quien quiera cuando se sienta cómodo y cuando lo vea conveniente.
—Oh… tal vez fui un poco insistente. Tomate el tiempo que quieras, no debí intervenir así. Lo siento. —Se disculpo con vergüenza.
Lucifer solo suspiro ante la escena, él también había insistido en ello en un par de ocasiones y Alastor se había molestado tanto que no quiso ni mirarle por casi un día. En realidad, la overlord había sido tan insistente que amenazo con mandar a su barrio completo a acabar con los residentes, y aunque sabia eran amenazas que no se podrían tomar como un juego, aun así no la cumpliría, pero comprendió que al no obtener nada de él era más fácil convencer a su hija para verlo.
Charlie intento cambiar la conversación para evitar la incomodidad que había quedado mientras le contaba como ya estaban próximos a prepararse para la siguiente ascensión junto a la pequeña ángel; Emily. Sin embargo, Alastor se quedó con una sensación de incomodidad, sabia su amiga no merecía tal desprecio de su parte, pero tampoco estaba listo para verla a la cara, sabía que cuando lo hiciera, todo lo que había estado ocultando ya sea a los demás o a si mismo se resquebraría por completo.
Pronto dejo de escuchar a Charlie, podía verla mover las manos y su boca con entusiasmo, pero su ánimo decayó gradualmente, su cabeza era un caos, la culpa y el temor lo comenzó a carcomer algo que Charlie noto extraño. Lucifer se dio cuenta inmediatamente que algo no iba bien. Su sonrisa torcida aun en su cara temblaba con caer al igual que sus orejas luchaban por mantenerse erguidas mientras intentaba disimularlo inclinando un poco la cabeza.
—Charlie, perdón querida, pero creo que Alastor tal vez necesite descansar. —Dijo levantándose inmediatamente colocándose a su lado.
—Oh… Lo siento, estaba algo entusiasmada que no me di cuenta que te habías cansado. —Dijo percatándose que llevaba horas hablando con Alastor. —Te dejare descansar.
Alastor no pudo hacer más que sorprenderse, era verdad que comenzaba a cansarse, pero no al grado de no poder soportar una conversación, sin embargo, agradeció por fin el espacio suspirando lánguidamente cuando padre e hija abandonaron la habitación siendo Lucifer el único que regreso un momento después.
—¿Necesitas hablar? ¿Quieres que haga algo por ti? —Dijo Lucifer en un tono suave y consolador.
Alastor se sorprendió por un momento al tenerlo tan cerca, se había inclinado un poco para llegar a la altura de su cara y no se dio cuenta cuando comenzó a acariciarle sus orejas que ya estaban planas contra su cráneo. Con un suspiro apartando la cara para poner algo de distancia negó con la cabeza.
—No, no necesito nada.
Lucifer no le creyó, era evidente que le había comenzado a molestar algo y se sentía un inútil por no poder darle las soluciones que el necesitaba o al menos ser de su confianza para al menos escucharle si es que él no quería su ayuda, pero no lograría nada lamentándose por lo que rápidamente aparto su propia preocupación y se centró en Alastor.
—¿Quieres ir a la cama? Te vez algo cansado, tal vez dormir un poco pueda ayudarte a relajarte un poco.
Alastor cruzo miradas con Lucifer, tenía un vago sentimiento de gratitud, aparentar frente a Charlie era agotador, necesitaba ese espacio a solas, pero era claro que Charlie no era de las que dejaban a alguien que apreciaban solas, y aunque siempre había apreciado aquella energía vibrante y luminosa propia de la familia Morningstar, en ese momento solo quería apartarse un poco fuera del foco para descansar.
Levantándose para ir a la cama, Lucifer fue detrás de el en silencio y lo arropo nada más se acostó sobre la cama mientras tarareaba una melodía que no reconocía, pero sonaba tranquilizadora haciéndolo quedarse dormido casi de inmediato. Lucifer por otro lado suspiro tan bajo temiendo ser escuchado, estaba algo cansado ya que pasaba gran parte de su día y noche haciendo el trabajo atrasado, más aún cuando ahora tenía que lidiar personalmente con los overlords que para el eran un dolor en el trasero preguntándose como Alastor lidiaba con ellos o incluso Lilith llego a hacerlo cuando gobernaba a su lado.
Mirando a Alastor dormir tranquilamente se pregunto si para el también había sido difícil hacerse cargo de todas aquellas responsabilidades que dejo bajo sus hombros solo porque él no quería hacerse cargo de ellas, nunca lo vio ni escucho quejarse e incluso a veces sentía que era el trabajo para el que Alastor se había preparado toda su vida, aunque evidentemente no era así, después de todo era el “Demonio de la Radio” no un administrador, secretario o un equivalente. En ese momento, nunca había agradecido tanto su ayuda cuando retomo de nuevo sus labores como gobernantes ni había valorado tanto las capacidades de Alastor para cumplir las tareas que el siempre le asignaba o más bien obligaba a cumplir.
Sin darse cuenta el también cayo rendido observando a Alastor dormir. Pero al levantarse dándose cuenta que estaba cubierto por una manta, lo primero que se dio cuenta era que la cama estaba vacía, miro al pantano donde Alastor a veces le gustaba recostarse, pero no estaba. Lo busco por toda la habitación dándose cuenta que solo estaba él. Con angustia comenzó a buscarlo por todo el hotel sin éxito, pero ganándose miradas extrañas de todos con los que se encontró no deteniéndose ni siquiera para preguntar por su paradero.
Cuando estaba a punto de salir del hotel entro Alastor riendo del brazo de Rosie, casi sintió que pudo haberse caído al suelo del alivio que lo embargo verlo, pero también se sintió herido e insuficiente cuando al cruzar miradas con él su sonrisa tan alta y alegre se tensó y decayó un poco.
—¡Papá!... —Dijo Charlie llamándolo de detrás de ambos overlords mientras llegaba a su lado. —Espero hayas descansado bien.
—¿Salieron? —Pregunto poniendo su mejor sonrisa fingida ocultando el temblor de su voz.
—Te mande mensaje ya que no queríamos molestarte. Sali con Rosie y Alastor al barrio caníbal para conseguir provisiones espero no te haya molestado.
—No, no. Está completamente bien y me alegro. —Dijo observando cuchichear a Rosie y Alastor. —Iré a terminar algo de mi trabajo pendiente.
—Oh… está bien. —Dijo algo preocupada. —Cuidare de Alastor en lo que trabajas.
Lucifer fue a su propia habitación dejándose caer en su amplia y abandonada cama. Miro su teléfono el cual ignoro y comprobó que efectivamente Charlie le había mandado mensaje de llevarse a Alastor por la tarde. Observo el cielo notando que ya estaba anocheciendo. No podía evitar no sentirse algo decepcionado consigo mismo, desde que Charlie le ayudaba a hacerle compañía a Alastor, sentía que ella había conseguido hacer muchos cambios, que él durante todo el tiempo que habían compartido ahí solos no había conseguido, no era de extrañar, su sola presencia parecía iluminar el lugar por donde iba su hija afectando incluso a Alastor consiguiendo hacerlo salir por su propio pie no solo de la habitación, sino del hotel.
Sin darse cuenta y sumido en sus propios pensamientos negativos ya había pasado bastante tiempo, se maldijo yendo al otro lado del edificio, toco la puerta y aunque no obtuvo respuesta entro como todas las otras veces. Miro la habitación, pero estaba vacía, de nuevo el sentido de alarma le recorrió el cuerpo, pero no sucumbió a él, iba a dar marcha atrás hasta que noto el balcón abierto. Con paso lento se acercó viendo a Alastor con las orejas algo inclinadas observando la ciudad con una tasa en la mano. Hizo aparecer una manta en sus manos y toco la puerta para no sorprenderle al llegar, pero Alastor no se volteó a mirarle. Lucifer sin más cubrió sus hombros con la manta y se sentó en la otra silla.
—Deberías descansar. —Dijo con su mejor tono tranquilizador. —El frio de la noche puede enférmate.
Alastor no contesto y solo lo miro, su semblante se veía de nuevo apagado y parecía pensativo por lo que le preocupo que algo lo estuviera molestando, pero en ese momento tampoco se sentía capaz de hacer algo por él. Viendo que aún tenía algo en la taza la toco calentando de nuevo su contenido.
—¿Eso es té? —Dijo algo asustado al oler el contenido, pero Alastor preció tranquilo.
—Si, un regalo de Rosie, me lo preparo Charlie antes de irse. Es seguro para el embarazo. —Dijo llevándose la tasa a la boca.
Lucifer se tensó al escuchar eso ultimo. Miro la aparente tranquilidad de Alastor, se veía con el cuerpo tenso, conocía a su amiga y lo insistente que podría llegar a ser, pero no creía a Alastor capaz de contárselo incluso a ella.
—¿Tu… le dijiste a Rosie? —Pregunto entre el asombro y temor.
—Si, es casi imposible ocultarle algo de todas formas y no me hubiese dejado tranquilo si no se lo decía, por ello trate de evitar verla lo más que pudiera, pero... supongo que fue inevitable —Dijo en un suspiro.
—Siento si Charlie te molesto. —Dijo con un suspiro pesado percatándose de que, pese a su advertencia, Charlie había conseguido seguir insistiendo.
Lucifer le tomo la muñeca transmitiéndole un poco de su poder para calentar a Alastor cuando el viento frio soplo en su dirección. Alastor miro la mano de Lucifer que sostenía su muñeca por mucho tiempo pensativo. Lucifer pensando que le molesto rápidamente se apartó. En realidad, no lo molestaba, pero siguió cuestionándose que tan verdad y que tanto podría permitirse aceptar las afirmaciones de Rosie, sabía nada más verla tendrían una profunda e incómoda charla, pero nunca creyó que tal vez fuera lo que necesitaba.
Notes:
Hola de nuevo, no avise por aquí pero estuve ausente por problemas de salud de los que aun tengo secuelas pero me moría por escribir, aunque debo aceptar este es de mis capítulos menos favoritos, me costo darle visión a lo que quería plasmar pero aun no me recupero por completo por lo que espero tengan en consideración mi pésima calidad de escritura en este capitulo.
El siguiente capitulo me emociona bastante, ya tengo lista todo lo que ira plasmado en el siguiente capitulo, solo es darle forma, espero tenerlo para el fin de semana y compensar mi ausencia.
¡Gracias por volver a leerme!
Chapter 25
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
Alastor se había despertado entre la confusión al ver la luz tenue que provenía de la ventana y a Lucifer dormido en el sillón al lado de su cama, intento levantarse y estirarse un poco, su estomago comenzaba a doler levemente al grado de ser molesto debido al hambre que sentía extrañado que Lucifer no lo haya levantado mas temprano, pero por la posición del sol era claro que llevaban horas dormidos. Con intensión de saciar su hambre miro a su lado observando a Lucifer quien dormía en una mala posición, esta parecía tan incomoda que sabia resultaría algo doloroso cuando despertara y se estirara.
Su primer impulso fue despertarlo, pero solo quedo en un pensamiento. Tenía hambre, pero por alguna razón no quiso despertarlo; las ojeras que ahora eran marcadas, el cansancio reflejado en su rostro junto a la enorme rigidez que su cuerpo reflejaba solo constataba lo increíblemente ocupado que había estado, esas ultimas semanas lo había visto trabajar con tanta diligencia que se pregunto si fue fruto de su esfuerzo o solo estaba basto de motivación, porque pese a eso no se había vuelto desobligado hacia las necesidades de Alastor, pero si a las suyas propias.
Se levanto con cuidado de la cama y tomando una manta que descansaba a los pies de la cama cubrió al ángel que tomando una mejor postura en el sillón suspiraba y confortaba mientras era cobijado. Caminando con recelo hacia la pequeña alacena que Lucifer había hecho en su habitación después de aquel vergonzoso incidente fue detenido a mitad de camino por unos ligeros golpes en la puerta. Sin esperar fue a abrirle sabiendo quien sería la única que se atrevería a ir a molestarlos fuese la hora que fuese.
—Al… que bueno que estas despierto. —Inicio ella percatándose que su padre estaba dormido bajando la voz. —Se que mi papá dijo que no te insistiera, pero Rosie está aquí.
—Charlie… —Dijo con algo de pesar.
—Se que no has querido ver a alguien, pero está muy preocupada. Ha estado viniendo todos los días esperando poder verte.
Aquello lo desconcertó, Lucifer también había insistido, pero no le había dicho que había estado viniendo ella misma a buscarlo. Rosie al igual que casi cualquier overlord de alto rango poesía el orgullo y prudencia que los caracterizaba por lo que no espero fuera lo suficientemente emocional como para ir a buscarlo ella misma, eso solo demostraría lo suficientemente preocupada que esta y lo mucho que le importaba su repentina ausencia. La culpa lo golpeo dolorosamente pensando en lo muy injusto que estaba siendo con su amiga y pese a saber el terrible interrogatorio que le esperaba y reprimenda asintió en respuesta.
—Vamos a otra habitación. —Dijo Alastor cediendo.
Charlie con su aura radiante lo tomo de la mano y arrastro con ella escaleras abajo con temor a que se fuera a arrepentir a medio camino. Alastor no pudo ni refutar nada mas que centrarse en no caerse al ser arrastrado de aquella manera, su cuerpo aun estaba entumecido debido al descanso prolongado e incluso debido al ajetreo se sintió un poco mareado. Su primer pensamiento al haber dicho aquello fue ir a su oficina la cual se encontraba al lado de su habitación para evitar encontrarse con alguien pensando seria vergonzoso y repentino verlo en tal estado.
Su predicción fue correcta cuando Vaggie y Angel quienes se encontraban cerca los miraron con asombro, su ausencia prolongada incluso a aquellos con los que compartía techo les fue sorprendente e incluso noto algo de preocupación y horror en el semblante de ambos solo haciendo a Alastor más consciente de lo terriblemente que se veía sumado a la ropa que vestía ya que el por ningún motivo se dejaba ver con algo que no fuera su traje rojo.
Charlie lo arrastro a una pequeña e intima sala en la planta baja donde Rosie ya lo esperaba, nada mas abrirse la puerta pudo verla levantarse con una sonrisa para ser repentinamente remplazada a una cara de completo horro y preocupación nada más cruzaron miradas.
—Alastor, no sabes lo preocupada que estaba, por Satán estas tan demacrado y luces enfermo. —Dijo con pesar acercándose a él instándolo a acercarse donde ella había estado esperando. —Ven siéntate, ¿Cómo te encuentras?
—Querida estoy bien. —Dijo sentándose en el sofá junto a ella mientras Charlie cerraba la puerta dejándolos solos.
Nada mas quedarse solos el ambiente se sintió opresor para Alastor mientras veía la mirada interrogativa y exhaustiva de su amiga recorriendo su semblante y su cuerpo mientras negaba con la cabeza en completo desacuerdo.
—No me mientas, ¿te has visto en un espejo? Con razón el rey te oculto de los ojos de todos, de saber que estarías en tal estado hubiera hecho una revolución contra el rey.
—Estas exagerando. —Dijo casi riéndose sabiendo ella estaba intentando alejar la preocupación de ambos y aligerar el ambiente algo que agradecía enormemente.
—Entonces dime, ¿Qué paso? Esta vez no te dejare ir sin que me digas la verdad. Pase mucha angustia sin poder saber de ti, no contestabas mis cartas y no me dejaban verte.
Alastor miro con pesar a su amiga, pero para el aún era algo difícil confesar todo, pero sentía que le debía algo de fidelidad por hacerla esperar y preocupar tanto. Con algo de dificultad comenzó a contarle todo lo que le oculto la última vez, y aunque se mostró incrédula cuando le dijo sobre el despertar de su segundo género y su celo ella como si supiera que era lo que necesitaba cuando veía que se le dificultaba hablar le apretaba la mano y esperaba sin insistir a que el continuara
—Debió haber sido difícil para ti, después de todo no tenías ese tipo de acercamiento con nadie, además aceptar tener que estar con el rey. —Dijo cuidando sus palabras y tan suavemente que contrastaba con la personalidad vivas de su amiga le hacía ver a todos.
—Ojalá solo fuera eso… —Dijo con pesar y avergonzado por no saber cómo decirlo.
Hablar con sinceridad era siempre difícil, pero con ella era un poco más sencillo. Llevaban años siendo amigos, más de una vez habían sido sinceros el uno con el otro, y aunque mostrar debilidad ante alguien más era casi un suicidio, ambos habían demostrado que podían ser fieles con el otro sin importar nada, ni siquiera su sexo o estatus.
Alastor miro la habitación intentando encontrar las palabras adecuadas e ignorar el terror que le daba tener que pronunciarlas cuando de repente reparo en las galletas y el té que Rosie había estado ignorando. Desde que salió de su habitación no había saciado su hambre y aquel postre lo llamaba tan insistentemente que pronto sintió su boca llenarse de saliva, pero antes de que fuera un pensamiento su cuerpo se movió mecánicamente tomando una de ellas y llevándosela a la boca ante la atenta mirada de Rosie quien lo miraba en shock como si no pudiera reconocerlo.
—Durante mi celo… —Dijo casi en un susurro después de comerse lo que tenía en la boca encontrando un poco de valor ante la distracción del dulce que tenía entre los dedos. —Al parecer quede embarazado.
A Rosie se le corto la respiración, no solo por el pesar que había estado cargando su amigo, sabía que Alastor nunca pensó en la paternidad ni en tener hijos en vida. Algo que supo después de ella haber confesado sus pesares acerca de los hijos, pero lo que más le peso, fue el repentino recuerdo de la ultima vez que lo había visto y de aquellos remedios que le había dado intentando ayudarlo.
—Al… lo siento…
—Rosie, no te preocupes.
—¿Cómo no me voy a preocupar? Te pude haber ocasionado un… —No pudo terminar cuando vio el rostro de Alastor ensombrecerse mientras el de ella palidecía de horror. —¿Tuviste un aborto?
—No… el rey me encontró a tiempo… —Dijo terminando de comerse las galletas intentando disipar su propio miedo al sacudirse las morusas. —La verdad, aunque pensé que hubiese sido mejor que no me encontrara, no quería que esto pasara ni estar en esta situación. Pero me dijo que podría ser peligroso para mi alma el perder… perderlo. —Dijo es ultimo no sabiendo que palabras usar.
—Lo siento tanto… tus síntomas tienen sentido.
—Era obvio que nadie pensaría en un embarazo. Es mi culpa por no ver las señales claras que mi cuerpo intento darme.
—Aun así… estoy feliz que sigas aquí. —Dijo tomándole la mano apretándosela para demostrar su sinceridad y apoyo. —¿Cómo te sientes ahora?
—He tenido muchas nauseas, el mes pasado apenas podía llevarme algo al estómago y mantenerlo por unas horas. Creo que han mejorado un poco, incluso he tenido… algunos antojos supongo, no estoy seguro ya que he visto al rey tener mis mismos síntomas.
Rosie rio ante aquella confesión mientras Lucifer estaba confundido mirándola.
—Su majestad te ha de amar mucho. —Dijo reflexiva y aliviada.
—¿Cómo dices? —Dijo avergonzado y asombrado por la conclusión de Rosie.
—.Escuche alguna vez que si tu pareja te ama tanto los síntomas de la futura mamá pasan al papá o pueden llegar a compartirlos. [ 2 ]
—No creo que tengamos que llegar tan lejos. —Contesto alejándose con incomodidad.
—¿No? ¿No sabes el revuelo que ha hecho Lucifer por aquellos que se acercan al hotel para preguntar por tu paradero? Literalmente si no fuera tu amiga posiblemente estaría sin alma ahora mismo. Los Vees han estado haciendo mucho ruido por tu ausencia, aunque claro no actúan directamente. —Dijo acercándose y tomando su tono alegre y cómplice de siempre.
—No lo sabía. No me ha dicho mucho de lo que paso. Solo sé que mando a Vaggie y Husk pero fue porque yo se lo recomendé. —Reflexiono intentando analizar la repentina información.
—Si… en realidad no salió muy bien. —Recordó negando con la cabeza. —Su presencia alerto a todos y cuando supieron que te ausentarías comenzaron a tener una pelea acalorada. Lo peor es que Vaggie entre la pelea parecía solo seguir añadiendo mas leña sobre tu asiento vacío mientras Husk se hacía a un lado permitiéndolo.
Alastor sintió la tensión subir por su cuerpo hasta su nuca, no sabia que había causado tal reacción, pero podía imaginárselo.
—Si, tiene ese tipo de personalidad, aunque acepto que hice mi recomendación pensando obtendría otro resultado, no calcule cuan molesta debía estar si es que ignoro el verdadero propósito del trabajo. —Dijo con un suspiro.
—Muchos están en desacuerdo en que alguien más valla en tu lugar. Creo sabes quienes.
—No necesitas decirlo. —Dijo con desagrado.
—Bien… La situación solo escalo, y aunque intentamos poner orden incluso con Camila retirando el mando de aquella reunión a Vaggie por su imprudencia y mandando un informe con Husk para que el rey mismo mediara la situación.
—¿Lo hizo?
—En ese momento supongo que actuó de la forma mas neutral posible, no quería castigar a Vaggie pero tampoco estaba de acuerdo con lo que había pasado, unos días después se repitió la junta esta vez con Charlie al frente, incluso actuó mas madura y dura de lo que yo habría visto nunca. —Dijo sonriendo algo que contagio a Alastor al imaginársela. —Claro las riñas siguieron, pero lo mas grave fue cuando algunos overlords bajo coacción intentaron manipular la situación a su antojo debido a tu ausencia, entonces comenzó a haber desapariciones.
—¿Desapariciones? —Interrogo no creyéndoselo de primero.
—Si, hay bajas en los overlords y se restructuro de nuevo tu administración bajo la supervisión de Lucifer, aunque claro me pidió ayuda y la de Camile, la cual a cambio solo pidió que aquello no volviera a suceder, además de el permiso de el para ir a tu oficina para encontrar los archivos necesarios sobre la administración del círculo, claro, aunque solo viene bajo la supervisión del rey que decide que puede tomar y que no. —Rosie suspiro con pesar. —Claro que ella extrañaba tener el control de las reuniones, pero al parecer esta buscando algo que el rey le impidió encontrar. Lo se por lo frustrada que dijo estar ya que nos encontramos varias veces aquí, pero sus visitas siempre son con cita y más espaciadas.
—¿Y ellos? —Pregunto de repente con escepticismo en que se detuvieran solo por la influencia de Lucifer.
—Pararon por obligación, la administración del hotel se volvió mas estricta con las cosas que pueden tener en el hotel, aunque eso solo fue algo que escuche de nuestra princesa hace poco. Creí que ya sabias esto, Charlie casi siempre parece estar penando en que contarte cuando va a reunirse contigo.
Alastor la miro sorprendido, era la primera vez que escuchaba algo así, y Charlie ni siquiera parecía molesta por que pasara, sobre todo por las desapariciones que aún no sabía si eran por alguien más o por las mismas manos de Lucifer, además de percatarse de que, aunque Charlie le contaban como iba todo afuera de su habitación, ya sea por ella misma o bajo la influencia de Lucifer había estado privado de toda aquella información y que estaba terriblemente desinformado pese a ser un tema sobre él.
—¿Crees que Lucifer no te ama profundamente? —Pregunto Rosie con diversión.
Notes:
22Es un dicho que solía decía mi abuela sobre los síntomas de embarazadas en hombres, aunque siempre me pareció muy romántico, la realidad es que es algo psicológico y emocional por la empatía y ansiedad que suelen tener los hombres por sus parejas.[return to text]
¡Hola de nuevo! siento un poco la tardanza pero estoy intentando incorporarme a mis actividades poco a poco debido a la acumulación de pendientes que tengo en mi trabajo. Sin embargo intente escribir en mis tiempos muertos lo mas que pude y solo hasta ahora pude reestructurar y corregir el capitulo el cual me emociona porque aquí comienza el cambio real en la convivencia entre Alastor con el resto del hotel y sobre todo con Lucifer y consigo mismo.
Además que pronto se acerca algo que solo mencione 1 vez pero será importante para la trama de la historia. 😉😉😉¡Gracias por volver!
Nota 2: Siento mucho a todos los que leyeron este capitulo incompleto y sin correcciones. Lo siento mucho. 🙇♀️🙇♀️🙇♀️
Chapter 26
Notes:
¡Advertencia!
Este capitulo puede contener temas delicados sobre maternidad, depresión y salud mental que pueden ser sensibles para algunos lectores. Me gustaría recordarles pasarse por las etiquetas seguido para la comodidad de todos siempre desde el respeto y la empatía.
También que si hay cosas fuera de lo común o si no trato algunos temas desde mi visión profesional es porque intento tomar en cuenta las situaciones y pensamientos de cada personaje desde su contexto social y personal. (No creo hacerlo muy bien pero lo intento)Y aun mas importante; Recuerden que es ficción.
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Chapter Text
—Rosie… —Dijo como advertencia con el tono más duro que pudo, aunque realmente le avergonzaba bastante que sacara el tema a colación.
—Vamos Al. Se que me estas ocultando algo ¿te lo confeso por fin? —Contesto haciendo un ademan de la mano para desestimar la advertencia.
Alastor miro a Rosie con disgusto masajeándose el puente de la nariz mientras intentaba contener el disgusto y vergüenza que le casaba el estar acorralado de dicha manera, sobre todo cuando sabia que sin importar que dijera era extremadamente difícil engañarla y mas cuando durante el ultimo par de meses había tenido más interacción con Lucifer que con él para saberlo perfectamente.
—Si. —Dijo intentando contener el tono contrariado sin éxito.
—¿Por qué lo dices así? deberías darle algo de crédito al rey. Después de tanto tiempo reteniéndote a su lado al fin se atrevió a cruzar la evidente línea que trazaste. —Explico llevándose el té a la boca con una sonrisa satisfecha. —No creo tampoco que intente forzarte de ninguna manera a aceptarlo, ni siquiera por su hijo en tu vientre.
Alastor quería refutar tal afirmación, pero no podía, sin embargo, tampoco podía decir que estaba convencido cuando el mismo Lucifer le afirmo que no lo haría.
—Aunque haya dejado en claro sus sentimientos, no puedo pensar de buena manera en ellos es este momento cuando este tiempo me han abrumado con las atenciones que ha tenido conmigo, aunque acepto que tampoco puedo pensar de mala manera en ellos, sin embargo, también creo que no he podido tener mucha elección sobre ellos. —Contesto con un largo y pesado suspiro.
—Dices como si te hubieras resignado, aunque no pareces totalmente convencido. —Dijo mirándolo atentamente. —¿Qué te tiene tan ofuscado? Se que es la primera experiencia que tendrás románticamente, o al menos la que te has permitido tener, pero al menos dale una oportunidad. No encontraras ningún otro alfa como él ni en la tierra.
“Es por eso” pensó Alastor con el ceño fruncido y con la ausencia de su sonrisa que en medio de sus pensamientos olvido mantener.
Rosie quien parecía leer su mente comprendió a su amigo, lo conocía tan bien que no espero una respuesta real desde el principio. Sobre todo, cuando no quería presionarlo, era la primera ves que no solo lo veía sin su sonrisa, sino también dejándose llevar por sentimientos tan opresivos pese a intentarlos ocultar temiendo afectarlo mas de lo que ya debería estar.
—Se que estas preocupado por tu género. —Dijo ella y Alastor mirándola con un poco de vergüenza y asombro. —Sabes que puedes abrirte conmigo, no te juzgare de ninguna manera, se los riesgos que corres al abrirte conmigo, después de todo, no dejamos de ser pecadores y overlords. Pero puedo jugar mi puesto si es que eso te hace sentir cómodo.
—No, no necesitas hacer eso. —Contesto inmediatamente como si hubiera escuchado algo tan escandaloso y desagradable. —No se como ponerlo en palabras, por mas que intento pensarlo siempre termino desistiendo antes de comenzar.
Rosie suavizo su sonrisa comprendiendo a que se refería, ambos habían compartido la misma época mientras vivían, aunque nunca se cruzaron ni estaban remotamente cerca de hacerlo no solo por su lugar de residencia sino por la diferencia temporal en la que murieron, pero ambos compartían mas experiencias de lo que habían imaginado, sobre todo cuando Alastor fue criado como Alfa.
—Se que es escandaloso y denigrante abrirte conmigo ahora que sabes que eres un omega y no un alfa. —Empezó ella suavemente y con el mayor tacto posible. —En nuestra época fue lo que nos enseñaron no solo nuestros padres sino la sociedad tan conservadora en la que vivimos, pero sabes que los tiempos cambiaron, se que amas los años 30´s, pero también que no eres lo suficientemente estrecho para no tener pensamiento propio ni decir o hacer lo que te plazca, además de que no te habías dejado llevar nunca por los prejuicios de los demás para intimidarte.
Alastor durante ese momento evito la mirada de Rosie con vergüenza evidente, era cierto lo que decía, el nunca se había dejado llevar por el que dirán ni le importaba lo que dirían de el ni apoyaba los prejuicios de la gente, incluso había vivido toda una vida negándose a hablar de su genero no solo porque fuera desconocido para él, sino porque detestaba el hecho de que la opinión publica cambiara por el genero que tuvieras. Pero tampoco podía negar el desasosiego que sintió al enterarse de la verdad y del gran peso que tendría que cargar ahora en esa pequeña inmortalidad que le ofrecía el infierno y saber que todo lo que experimentara seria triplicado a como lo hubiese experimentado en vida.
—Se que piensas de los omegas. —Interrumpió los pensamientos de Alastor mientras le tomaba una de sus manos entre las suyas. —Nada diferente a lo que me enseñaron a mi y lo que debiste ver, pero sin importar que ni, aunque yo ahora no posea un género secundario más que las enseñanzas de este, sabes que nunca he sido prejuiciosa al escuchar las historias de otros, del género que sean.
Convencido y un poco resignado se enderezo en su lugar y la miro, si bien no sabia porque ahora experimentaba todo tipo de situaciones sentimentales sabia podía confiar en ella pese a que le frustraba profundamente no poder ni siquiera mantener el mínimo de decoro que haría si pudiera volver unos meses atrás, pero ya no podría hacerlo, pero también era completamente consciente que si el no daba más que pasos atrás nunca lograría comprender su situación y viviría siempre ante la expectativa y sorpresa fuera de su control.
—Se que no lograre ni en vida encontrar ningún alfa como el rey. —Empezó intentando contener su tono apático sin éxito. —Soy consciente de ello e incluso fuera de mi comprensión puedo sentirlo, sin embargo, eso mismo es lo que me molesta, ¿Instinto o concientización? No importa como lo vea me molesta que siento que me amarre a un destino que no pedí y del cual no puedo escapar ni tuve algún tipo de elección pese a que a veces siento que sí, no sé qué pensamientos son míos o cuando es mi instinto hablando ni siquiera puedo diferenciarlo. ¿Cómo confiar en nadie o simplemente dejarme llevar? Yo soy quien manipula, no quien cede a la manipulación.
Alastor apretó la mandíbula para contener todos los improperios que intentaban salir lleno de frustración. Rosie oculto su mirada de compasión a su compañero pensando en cuan difícil era para el intentar comprender algo que a la mayoría se les enseño nada mas nacer o presentaron síntomas del despertar de su segundo género, sobre todo siendo consciente que cualquier cosa que sintiera seguramente su instinto estaría alerta ante cualquier cosa debido al embarazo y al no estar marcado.
—No creo que sea prudente hablar desde mi experiencia solamente, pero por todos los testimonios que he escuchado a lo largo del último siglo sé que nuestros instintos no son muy diferentes entre razas, claro fuera de lo evidente. Pero te puedo asegurar que tu omega hablando no eres mas que tu mismo y tus mismas creencias.
—No estoy comprendiendo. —Dijo con algo de frustración.
—Digamos que tu omega son los sentimientos que siempre quieres ocultar, más sincero, pero no por ello más ignorante. Nuestro segundo genero no es que tenga mente propia como tal, sino que es la parte del razonamiento biológico y analítico que muchas veces ignoramos, si, se deja llevar mucho por el instinto de supervivencia o por lo que cree mejor para nosotros y claro se puede equivocar, pero nosotros también lo hacemos.
Alastor reflexiono sobre ello, no estaba cómodo con la respuesta y no estaba seguro de estar conforme, le parecía absurdo, pero a la vez plausible. Recordó todas aquellas veces que deseo acercarse e incluso restregarse al sentir la presencia de Lucifer a su lado, también cuando lo sostenía en brazos para luego apartarse para darle su espacio varias veces lamento no retenerlo o siquiera intentarlo. Todos aquellos sentimientos o pensamientos que sabia el nunca había tenido ni deseaba tener solo le dejaban un sentimiento de resquemor dejándolo en conflicto al no saber ni siquiera por qué.
—Parece que no eres el todo aversivo a sus sentimientos. —Soltó reflexivamente.
—¿Disculpa? —Pregunto entre la incredulidad y molestia.
—Esta bien, tómatelo con calma. Se que tienes mucho en que pensar, y que, aunque sabias habías estado ignorando los sentimientos del rey intencionalmente, considero que es importante que resuelvas los pensamientos que tengas por el rey, después de todo, posiblemente será una presencia eterna en tu vida y un factor importante para tu futuro, pero debes decidir en qué lugar deberías ponerlo.
Alastor no parecía convencido de querer hablar sobre eso, pero asintió cociente que sin importar que terminaría teniendo esa conversación pronto o ella lo molestaría eternamente.
—Tal vez sea demasiado buena con él, al final fue mi primera piedra en el zapato cuando intente contactar contigo, pero acepto que es un alfa dedicado y sincero, aunque demasiado sobreprotector, aunque puedo entender personalmente esa parte. —Dijo palmeando el aire como si quisiera ahuyentar un recuerdo. —Pero también se que esta lidiando con muchas cosas, tu ausencia parece haberlo puesto en alerta máxima y ni los overlords ni los pecados aparentemente han tenido descanso con él, sin embargo, no esta dispuesto a apartarse de tu lado sin importar que, apenas recientemente hemos podido verle la cara.
Alastor se sintió avergonzado de repente, sabia que era por él, y pese a que no se lo había pedido directamente también recordó el incidente de la reunión con los pecados capitales y aquella crisis que lo dejo llorando por primera vez en sus brazos. Se sentía ridículo porque el era el que siempre tenia que arrastrarlo fuera de la cama para obligarlo a trabajar, y ahora era por su causa que él no podía lidiar correctamente con su trabajo.
—Lo voy a pensar detenidamente. Se que debieron haber tenido muchos cambios por mi causa y solo estoy siendo una carga debido a que no quería pensar en nada ni ver a nadie. No actúe como yo mismo mientras me ofusque y tampoco tuve la intención de encontrar una solución real a lo que pasaba. —Dijo avergonzado. —Gracias Rosie…
—Si puedo ayudarte en algo, no dudes en pedírmelo. No planeo perderme este momento histórico en el infierno, el nacimiento de mi sobrino. —Dijo autoproclamándose.
—¿Cómo sabes que no me desharé de el nada más nacer? —Pregunto negando con la cabeza.
Rosie lo miro con suspicacia y escepticismo entrecerrando sus ojos mientras suspiraba.
—Por favor Alastor, te conozco más de lo que crees. Se que pasa por tu cabeza, por ello puedo asegurar que de ninguna manera te desharás de el o ella, o al menos ya no si es que aún lo mantienes. —Dijo sentándose un poco mas relajada mientras reflexionaba. —No se exactamente que paso estos últimos meses, tampoco te presionare a contármelo, se que con lo que ya me contaste fue lo suficientemente intimo e incluso más de lo que esperaba realmente, pero si tuviste la intención o fallaste, sea cual sea la razón por la que esa vida aún está en ti, aunque ahora no la quieras o puedas repudiarla, cuando nazca será distinto, no por tu instinto o por el rey, sino porque sé que nunca le harías daño a algo tuyo, a un inocente. Ese no eres tú, aunque no lo quieras o ames, nunca serás negligente. Pero eso primero, bueno, supongo que puede cambiar con el tiempo, puedo asegurar con confianza que serás igual a ella.
Alastor sintió como el calor le invadía la cara a la vez que un sudor frio le recorría el cuerpo demasiado avergonzado por todas aquellas revelaciones, pero tan temeroso por lo expuesto que estaba. Nunca hablaba tan abiertamente de su madre, o al menos no conscientemente. Pero lo que le sorprendía es que estaba seguro solo había sido lo suficientemente intimo al hablar de ella una única vez como para que Rosie hiciera esas suposiciones y acertara. Su mente era un caos en ese momento y su cabeza había comenzado a palpitar desde hacia un buen rato por los pensamientos contradictorios que tenía. Su inseguridad le decía que eran las propias aspiraciones que Rosie tenia, después de todo así como ella lo conocía el no se quedaba atrás en conocerla a ella, pero por eso mismo la otra parte de su mente le decía que era un idiota al pensar que Rosie no hacia ni decía todo aquello si no era con seguridad y sinceridad.
Rosie podía imaginarse los engranajes caminar en la mente perturbada de Alastor, podía seguir, sin embargo, con todo el conocimiento que ahora poseía su preocupación subió sabiendo no debía presionarlo demasiado, pero al menos había podido impulsarlo un poco. Con determinación se levanto y tendió una mano a Alastor quien la miro sorprendido saliendo de su enfrascamiento.
—Bien, vamos de compras.
—¿Cómo? —Dijo sorprendido.
—He visto tu alacena, no sé qué tanto has estado comiendo y estoy preocupada por lo flaco y pálido que te vez. A estas alturas esperaría ver una barriguita la cual poder tocar, pero estas casi tan plano como la última vez que te vi. Tampoco sé cómo es que el hotel ha sobrevivido ante tu ausencia, pero eso no me interesa realmente, debes tener comidas adecuadas, así que vamos.
Alastor realmente estaba renuente a salir, pero sabia era inútil persuadirla cuando algo la entusiasmaba. Con resignación de un chasquido de sus dedos cambio su propio atuendo atrayendo consigo también su micrófono el cual llevaba tiempo abandonado al lado de su perchero notando una disminución de su poder demoniaco, pero pensando recordarlo más tarde ya que ahora estaba más ocupado siguiendo a Rosie y Charlie quien se sumó emocionada en búsqueda de víveres. Ni siquiera noto cuando se relajó tanto que iba bromeando por todo el anillo, incluso pese a que en su primera parada en un restaurante tuvo un percance al intentar elegir algo lo suficientemente comestible sin que le causara repulsión o asco.
Tampoco cuanto había extrañado salir ni lo bien que se sentía caminar bajo el cálido ambiente de la ciudad. Por ese instante no pensó en todo lo que había arrastrado esos últimos meses; no había venganza que perseguir, ni calculaba su aparición pública, no había nadie al pendiente de sus feromonas ni si se había ausentado por bastante tiempo o si había miradas curiosas a su alrededor, y pese a que las hubo ni siquiera lo noto. Sin embargo, inconscientemente si pensó en Lucifer; en el restaurante mientras elegia que comería pensando en las comidas que el le preparo, en el super mientras escogía que aperitivos llevaría pensando en todos aquellos que le llego a llevar y guardaba expresamente en un espacio en su habitación listos para él, incluso podía verlo en la actitud extremadamente pegajosa de Charlie mientras caminaban y ella le sostenía el brazo con temor a tenerlo fuera de su alcance.
Pero solo fue completamente consciente de aquellos pensamientos cuando al regresar al hotel y cruzar la puerta sus ojos se encontraron con la mirada aterrada de él provocando que casi perdiera incluso la sonrisa preguntándose el porque lo miraba de aquella mirada sintiendo algo parecido a la pena o culpa por haberlo dejado tirado en el hotel.
—Entonces… ¿Sigues estando inseguro pese al ver al rey completamente alterado? —Dijo Rosie con diversión en un susurro a su lado.
—No es gracioso. —Contesto igual en voz baja.
—Dale más confianza, estoy segura estuvo a punto de voltear todo el anillo para salir a buscarte. Se ve bastante preocupado.
No pudo decir nada más cuando vio a Lucifer alejarse y subir las escaleras, no podía negar que estaba algo decepcionado, aunque no sabía el porqué, pero tampoco lo dijo y no lo demostró. Rosie mientras ayudaba a Alastor a acomodar toda la alacena comenzó a darle recomendaciones, compraron algunos tés que ella le aseguro serian seguros para él y le ayudarían con sus malestares.
—Tal vez cuando subas de peso y tu estomago se expanda comiences a sentirte cansado y adolorido, tal vez el té no siempre sea efectivo, pero no excedas la cantidad o puede ser peligroso, tampoco tomes el mismo con regularidad…
Rosie comenzó a relatarle mientras Charlie anotaba todo con fervor mientras él las miraba algo cansado. Poco después se despidieron de Rosie quien prometió volver al día siguiente. Charlie quien lo acompaño a su habitación y volviendo poco después con un té.
—Gracias querida, lo aprecio mucho. —Dijo tomando la taza que se le tendía.
—Te vez mejor, ¿Espero no te haya molestado mucho con mi pedido? —Pregunto esperanzada. —Me preocupo que Rosie pudiera enojarse con mi padre o contigo por no poder verte. Pero también sé que te forcé a verla mas rápido de lo que realmente querías.
Alastor miro el evidente nerviosismo de Charlie, no la culpaba, en realidad incluso le agradecía por darle ese impulso de valor que a él le hizo falta.
—Si, es una mujer dulce pero dura cuando se lo propone, no sabía que había estado viniendo todos los días. —Soltó el comentario sabiendo así obtendría un poco mas de información al respecto.
—Oh… si, dijo que seguiría viniendo sin importar que, para poder verte, aun si tenía que imponerse a mi papá quien siempre le dijo que no. Papá no estaba seguro de que las visitas te fueran convenientes y negó cualquier contacto que intentaran hacerte.
—Fue mi elección. —Le contesto sin pensar sintiéndose extraño y un poco arrepentido al darse cuenta que había excusado el comportamiento de Lucifer pese a ser verdad.
Charlie iluminándosele la cara como si hubiera escuchado las palabras adecuadas o como si se le fuera a conceder un deseo, se sentó a su lado retorciendo un mechón de su cabello como si buscara la manera adecuada de hacer su petición.
—Estaba pensando también en decirle a nuestro equipo. —Dijo esperanzada. —Han estado preguntando por ti e incluso están preocupados.
Alastor pensó en su respuesta, “sorprendidos o incrédulos” debió ser una mejor conclusión que preocupados, pero asintió en respuesta, ya que lo habían visto era inútil seguir ocultándose además de que ya lo había hablado con Lucifer. Charlie contenta pareció brillar aun mas con su respuesta.
—Te dejare descansar, papá dijo que trabajaría un poco así que supongo está en su oficina. ¿quieres que le llame?
—No, estoy bien.
Cuando se quedó solo, tomo la tasa y salió a la terraza, esta tiempo atrás Lucifer la había asegurado con una barrera para que nadie fuera de esta pudiera percibirla por lo que Alastor pasaba bastante tiempo en ella y haciéndola inconscientemente su lugar predilecto en su auto confinamiento.
Sentándose frente a la mesa que adornaba su terraza y donde antes solía tomar su café de la mañana comenzó a pensar por primera vez detenidamente en todos los cambios que había tenido su vida en esos meses, miro el pentagrama que constantemente estaba en cambio con algo de pesar, aquella vista la cual había sido su único vistazo al exterior en meses le pareció más brillante ese día.
Con el orgullo herido acepto Rosie podría haber tenido razón o al menos lo había convencido de hacerlo en ese momento cuando estaba más susceptible, no sabia porque sus pensamientos giraban al alrededor de Lucifer en ese momento, pero internamente se recrimino. Si bien no quería nada de lo que estaba pasando era completamente consciente que el único que le daría al menos la mínima tranquilidad era él dejándole solo un sentimiento de desasosiego que no sabía cómo interpretar. Sobre todo, cuando sintió su presencia un momento después sintiéndose incapaz de mirarle a la cara sin ninguna razón.
Notes:
Hola de nuevo, lamento la espera pero reescribí este capitulo al menos dos veces, no creo estar lo suficientemente conforme con el capitulo, pero también el poco tiempo que tengo me negué a seguir atorada aquí. Como dije en mis notas iniciales intente no hacer el capitulo mas desde mas una perspectiva mía (y algo técnica razón por la que reescribí este capitulo) sino que intente ponerme en los zapatos de Alastor aunque no haya salido muy bien.
Aquí termina la perspectiva parcial de Alastor, no es algo que acostumbre hacer pero espero no les haya molestado mucho. De igual manera espero esta vez no atrasarme en la actualización pero espero logren comprender si lo hago.
Gracias por volver a leerme
Chapter Text
Lucifer miro a Alastor quien estaba muy callado y reflexivo, no creía poder hacer algo por mejorar lo que fuera que estuviera molestándolo, pero tampoco pensaba dejarlo solo, tenía una responsabilidad y compromiso, además no estaba cómodo y no quería estar lejos de él.
—¿Te sientes cansado? —Pregunto aun así. —¿Necesitas que haga algo por ti?
Alastor quien lo miro, pensó un momento antes de responderle y con algo de nerviosismo y autoconvencimiento hizo un ademan con la mano para atraerlo.
—Siéntate más cerca de mí. —Pidió, Lucifer confundido se acercó un poco más. —Más cerca.
Se acerco un poco más, pero Alastor exasperado tomo la silla debajo del asiento y lo arrastro a su lado dejando apenas un espacio entre sus asientos.
—Alastor, no deberías hacer mucha fuerza. —Dijo algo alarmado.
Alastor se recostó sobre Lucifer sorprendiéndolo, era poco propio de Alastor no sentarse erguido o reclinado, era la primera vez que lo veía recostarse de esa manera o no actuar con pulcritud y sobre todo en él. Lucifer cambio de posición para que Alastor estuviera más cómodo abriendo las piernas y recostándolo sobre su pecho y en respuesta Alastor solo inhalo fuertemente. Ante la posición y viendo la oportunidad se atrevió a preguntar.
—¿Por qué no me dijiste que Rosie había estado viniendo personalmente todos los días?
Lucifer desde esa posición no podía verle la cara, solo tenía a su alcance la cabeza de Alastor y sus orejas, por lo que para no perturbarlas ladeo su cabeza para poder suspirar.
—No quería molestarte además sé que no querías verla, tampoco estaba dispuesto a forzarte solo porque ella venía a buscarte.
Alastor proceso su respuesta cuando de pronto sintió algo de curiosidad.
—No me dijiste que podías tener síntomas por el embarazo. —Dijo Alastor sorprendiendo y avergonzado a Lucifer por la pregunta.
—¿Cómo podría molestarte con eso? Creí que no te habías dado cuenta del todo. Pero sin importar que, no se compara con los síntomas que seguramente has de tener, si pudiera tener por ti todo peso que sientes me siento dispuesto a hacerlo.
Alastor quien pareció reflexionar su respuesta le ofreció la tasa que aún tenía en sus manos. No quiso rechazar el gesto pese a saber que Alastor odiaba compartir su bebida con quien fuera, pero al beberla sintió como su estómago se asentaba un poco.
—Es para las náuseas. —Explico Alastor. —Creí que también te ayudaría a ti.
—Gracias. —Dijo completamente conmovido, le hubiese encantado darle un abrazo y un beso en la coronilla, tenía el impulso de hacerlo, pero se contuvo a sí mismo para no poner a Alastor incomodo y no terminar con aquel momento. —¿Tuviste una buena charla con Rosie?
—Si, me ayudo bastante. Suele ser muy directa pero siempre es muy asertiva en sus consejos.
—¿Estas cansado? —Pregunto al verlo bostezar. —Parece que te divertiste mucho.
—Creo que sí, hacia mucho no salía con calma sin tener que ir a trabajar o enfrentarme a alguien nada más salir. Me forzaron a salir, pero no niego que fue reconfortante.
Lucifer acaricio su cabeza con comprensión, desde su última reunión con los overlords fue para lo único que se dedicó, y aunque estaba algo inseguro de tocar el tema tenía mucha curiosidad sobre todo lo que vivió ese día y de saber que quería hacer.
—¿Por qué estuviste buscándome? —Pregunto Alastor interrumpiendo los pensamientos de Lucifer con confusión. —Charlie había dicho que te dijo que saldríamos.
—Fue un error mío, ella no había querido despertarme y no leí su mensaje, actúe sin pensar que tal vez hubieras salido por tu propio pie. —Dijo con vergüenza.
Alastor miro a Lucifer un momento y luego de nuevo al frente hacia el pentagrama, Lucifer al poder cruzar ese breve momento sus miradas se sintió más animado y su corazón comenzó a palpitar más ruidosamente. Alastor durante todo el tiempo que llevaban conociéndose le había dirigido muchas miradas, una de curiosidad no debería ser desconocida para él, pero esta siempre había estado acompañada de otros sentimientos siendo la de superioridad, recelo o resentimiento las más recurrentes, pero aquella mirada suave y curiosa nunca se había dirigido a él.
—¿Qué podría haberme raptado del hotel? Sobre todo, cuando tú mismo pusiste la barrera en la puerta. —Pregunto con un tono algo recriminatorio.
—Lo sé, en ese momento solo estaba asustado de no tenerte a mi alcance, es estúpido, pero realmente temí que hubieras desaparecido realmente o que algo te hubiera pasado. —Se sincero intentando contener la insistente necesidad de apretujarlo más hacia él.
Al escucharlo, Alastor tuvo el repentino recuerdo de que Lucifer dijo que le dejaría ir si él se lo pedía, el recuerdo le pareció absurdo y sin sentido, le asfixiaba pensar que sería prisionero no solo de Lucifer y del dueño de su alma, sino incluso de sí mismo por no saber controlar o diferenciar lo que era suyo y lo que provenía de su instinto. Pero cuando Lucifer inconscientemente soltó feromonas al suspirar su cabello sintió como se estremecía y calmaba al mismo tiempo que su asfixia también lo hacía. Una mano suave acaricio su cabeza y parte de sus orejas relajándolo al grado de sentir que casi se derretía ahí. La voz de Rosie lo trajo de vuelta a la realidad al recordarla decirle que debería resolver sus pensamientos sobre Lucifer, pero en ese momento se sentía aún más confundido.
Lucifer notando el estremecimiento de Alastor disipo las feromonas que había dejado escapar sin querer, ante ello Alastor se sintió extrañamente inconforme, pero como todas las veces anteriores no dijo nada.
—Te veo muy cansado, ¿quieres ir a dormir? —Pregunto creyendo erróneamente Alastor se había quedado cayado por el sueño
—Si. —Respondió sin ganas.
Antes de siquiera poder enderezarse Lucifer maniobro con su posición y alzándolo en brazos comenzó a caminar de vuelta a la habitación.
—Puedo caminar. —Dijo zarandeando los pies sabiendo aun así Lucifer no lo solitaria.
—Te vi bastante incomodo y cansado, solo intento cuidar que tu cuerpo no se haya sobre esforzado.
Alastor decidió no decir nada más, cuando lo puso en su cama rápidamente se metió dentro de las mantas, Lucifer con un chasquido cambio ropa a un pijama mientras se sentaba en el sillón al lado de la cama. Nada más se sintió cobijado el sueño sumado con el cansancio comenzó a desvariar entre el sueño y la vigilia.
—¿Necesitas algo antes de irte a dormir? —Pregunto antes de que se quedara dormido.
Alastor lo miro medio somnoliento, pero incluso así podía ver la luminosidad que desprendía Lucifer, miro la manta que Lucifer había dejado abandonada ese día. Lucifer percatándose se la ofreció y quiso cobijarlo con ella, pero Alastor la tomo en sus manos ocultándose bajo las mantas con ella. Lucifer se sorprendió por ello a la vez que le avergonzó y causo ternura al verlo actuar así. Dejándolo dormir el volvió al trabajo por unas horas y luego yendo al sillón que se había convertido en su cama improvisada.
A la mañana siguiente Alastor se despertó con bastante apetito e incluso salió por el mismo a ver a Rosie quien había vuelto.
—Oh majestad, no hay necesidad de agradecer. No hice más que ayudar a mi único mejor amigo. —Dijo ella con tu tono vivas de siempre con una enorme sonrisa. —Pero… si criticare su manera de manejar este asunto… —Comenzó ella regañando a Lucifer mientras este apaciguadamente acepto el reclamo.
Alastor quien los observaba mientras desayunaba en la encimera sonrió ante lo apacible que se veía Lucifer pese a ser sermoneado por alguien inferior y sin decir nada, algo nada propio de él. Cuando los tres se pasaron a su habitación encontró más cosas de las que quejarse mientras Alastor tomaba el té.
—Y tu…. —Dijo esta vez en dirección a Alastor quien sintió su sonrisa temblar. —Deja de pedir solo dulces, no creas que Charlie no me lo ha dicho, no puedes vivir a base de azúcar por más que se te antoje.
—Querida… creo que deberías relajarte. —Dijo intentando disipar la repentina atención que se centró sobre él. —No es para tanto.
—¿Qué no? —Dijo ella nada convencida dirigiéndose a aquella alacena improvisada que Lucifer le había preparado. —¿Puedes explicarme que es esto?
Alastor no necesitaba levantarse para saber que encontraría ahí, lo sabía perfectamente ya que mínimo una vez al día la asaltaba cuando tenía un repentino antojo, incluso a veces lo hacía sin darse cuenta, pero ante la acusación no pudo dar objeciones. Ante la falta de respuesta Rosie comenzó a guardar sacar todo y poniéndolo en bolsas para sacarlas.
—Creo que estas exagerando. —Dijo al ver como la alacena comenzaba a vaciarse.
—No, hasta que ganes el peso suficiente no podrás comer frituras ni golosinas a conveniencia.
Ante ello Alastor quiso seguir protestando, pero se vio imposibilitado, su orgullo se lo impedía, no era propio de él pelear por algo tan insignificante como los dulces, pero en ese momento se sentía tan ofendido y agraviado que cuando cruzo miradas con Lucifer y este le respondió con una sonrisa como la que Alastor había tenido mientras Lucifer era regañado se sintió furioso con él y consigo mismo recordando mantener la prudencia antes de volver a escupir al cielo.
Rosie había planeado un plan alimenticio después de una noche de búsqueda, claro estaba basado en sus gustos, los cuales ahora no soportaba tener cerca ni olerlos lo que hizo a Alastor y Lucifer fruncir el ceño. Afortunadamente este ultimo protesto antes de que Alastor lo hiciera, pese a que hicieron modificaciones Alastor seguía bastante inconforme.
Ese mismo día en una sala privada solo para el personal Charlie había reunido a todo el “equipo Hazbin” para hablar sobre Alastor y su situación. Estos consistían al personal y residentes originales del primer hotel negándose a compartir tal noticia con alguien más.
Vaggie fue la primera en ser informada una noche antes, pareció tan sorprendida que incluso creyó Charlie le estaba jugando una broma, pero al revelarle algunos detalles y entablarlos con lo que conocía comenzó a dudar. Ella pese a ya ser un ángel caído, no poseía ningún género secundario, este fue un castigo que solo se les dio a los que se opusieron ante dios y decidieron seguir a Lucifer al infierno o aquellos quienes participaron en la rebelión contra el cielo, ella solo era una desertora.
Mientras más lo pensaba, menos creíble le parecía, conocía los principios del infierno, sabia sería imposible, pero no podía escudarse ante ello, tan solo la redención ya era algo ahora posible, pero lo que más le conmocionaba, era lo mal que se sentía por lo molesta que había estado injustificadamente por Alastor.
Angel, Cherri, Husk y Niffty fueron los siguientes en enterarse. Angel y Cherry habían hecho un escándalo al respecto, pero cuando Angel recordó cómo se veía cuando Charlie lo llevaba prácticamente arrastrando se calmó, si bien no estaba convencido de todo su simple apariencia era bastante preocupante. Husk fue el más incrédulo al respecto, pese a que se guardó sus comentarios parecía aversivo a mencionar el tema.
Charlie había planeado y preparado un camino especial para que Alastor al menos pudiera bajar a la cocina y a una sala apartada de todos los demás residentes prohibiendo el paso a quien quedara dentro del círculo de confianza formado por Charlie.
Alastor poco a poco iba adaptando una nueva rutina donde salía de vez en cuando en compañía de Lucifer, incluso en un acto de independencia solía salir solo o en compañía de Charlie. Lucifer no podía decir que estaba feliz de apartarse a un lado, pero tampoco quería quejarse.
Aunque había pasado apenas unos días, Alastor se sentía algo mejor para al menos mantener su traje y alejarse un poco de la asfixiante habitación, al menos aun lo evitaban lo suficiente como para saber podría ir y estar solo un rato, ese día no había querido decirlo, pero que constantemente le negaran sus antojos comenzaba a exasperarlo al grado de no querer estar cerca de nadie, y ahora sabia se notaba en sus feromonas por lo que decidió mantenerse lejos para mantener un poco de orgullo.
—¿Saldrás? —Pregunto Lucifer deteniendo a Alastor antes de que cruzara la puerta preocupado por lo agrias de sus feromonas.
—Me siento asfixiado aquí. —Mintió. —Si.
—Espera un poco, si quieres… —Intento decir preocupado, pero fue interrumpido por Alastor.
—No, quiero estar solo un momento.
Lucifer lo miro con preocupación, pero no lo detuvo, sabia estaba molesto, y aunque conocía la razón no tuvo cara para excusarse, pese a que Alastor se lo había querido ocultar, cuando percibió el sabor de su postre después de la comida no solo sus feromonas habían cambiado, sino que había arrugado la nariz con insatisfacción. Alastor rodeo a Lucifer saliendo por fin de la habitación dejando a este último frustrado y preocupado, pero tampoco intento detenerlo esperando su tiempo a solas lograra calmarlo.
Alastor quien bajo despreocupadamente las escaleras hasta llegar a la sala privada intento buscar en esta algo lo suficientemente dulce, el día anterior había hecho lo mismo en la cocina por lo que ni siquiera lo intento esta vez, pero sabia Angel siempre estaba botaneando por ahí, y ahora que de vez en cuando paraba en esa sala tuvo la vaga esperanza de encontrar algo sin éxito. Cuando rebusco en toda la habitación tiro un cojín al piso con frustración, cuando logro estabilizar de nuevo su respiración lo recogió de nuevo y se acostó sobre el sofá. Sabia quien fuera que lo encontrara haciendo tal acto se sorprendería de verlo holgazanear, pero en ese momento se encontraba tan molesto y cansado como para mantener su fingida prudencia que no sentía en ese momento.
Su estomago se quejo en respuesta poco después frustrándolo más y volteándose en el proceso con cara al respaldo cerrando fuertemente los ojos con esperanza de incluso dormirse para ignorar la repentina hambre que sintió. Aun mantenía la esperanza que las clases de redención y terapias mantuvieran ocupados al resto de residentes, y aunque sabia Lucifer lo buscaría poco tiempo después al menos quería estar dormido en el proceso para no verle la cara.
Mientras los minutos pasaban y comenzaba a dormitar agotado por el esfuerzo, cuando apenas había logrado mantener sus pensamientos y pesares en paz, el repentino sentimiento de sentirse observado lo levanto en un instante, sus orejas completamente alertas se movían de un lado a otro en busca del mínimo sonido y los ojos como un ciervo frente a un faro mientras rebuscaban por toda la habitación sin éxito.
Alastor completamente aterrado no podía verla ni oírla, pero podía sentir como la cadena atada a el comenzaba poco a poco a cerrarse sobre su cuello. Alastor nunca permitía mostrarse débil o mantener algo en sus facciones que no fuera tranquilidad, por lo mucho mostraba su desprecio, pero no mas que eso, las pocas veces que no pudo ocultar algo mas que eso nunca salida bien, pero para su mala suerte no solo su instinto de animal que poseía al ser parte ciervo no lo ayudo, sino que sumado al instinto de su omega que al sentir su presencia sintió el peligro no le permitió no mostrar algo mas que no fuera lo asustado que se encontraba, porque por mas que hubiera querido negarlo, estaba en ese momento completamente controlado por sus instinto de supervivencia.
Pensó en levantarse de del sofá pero solo quedo en su mente, su cuerpo estaba completamente paralizado no haciendo mas que temblar, había desistido en intentar buscarla, no lo lograría a menos que ella quisiera mostrarse, sabia solo lo estaba haciendo para provocarle miedo como tantas otras veces, pero ahora incapaz de controlarse, su mas bajo instinto le hacia sentir no solo como una presa, sino que sus pensamientos variaban entre la incertidumbre al pesimismo mientras pensaba en “¿Qué quiere de mí?” y el “¿Estará aquí para acabar con todo de una vez?”.
Los pensamientos anteriores de Alastor no estaban incorrectos, Lucifer quien abrió la puerta en ese momento buscándolo recorrió la habitación con la mirada, Alastor saliendo del transe por la interrupción cruzo miradas, Lucifer en ese momento movido mas por su instinto sabiendo algo iba muy mal casi corrió en su encuentro.
—¿Estas bien? ¿Paso algo? —Pregunto tomándole el rostro.
Sin respuesta, Lucifer acaricio suavemente su rostro mientras dejaba salir sus feromonas intentando tranquilizarlo, no era la primera vez que veía miedo en los ojos de Alastor, pero nunca lo había estado tanto como para dejarlo incluso inmóvil y sin habla, ni siquiera tenia que oler sus feromonas para saberlo, sus ojos completamente dilatados y el temblor de su cuerpo se lo decían.
Alastor había intentado responderle, pero solo provocaba que su labio inferior temblara más, además sabía que si lo hacía no saldría de el más que un sollozo que tenia atorado en su garganta. Pero al oler las feromonas de Lucifer su cuerpo comenzó a relajarse, y para su sorpresa, a sentirse seguro.
En ese instante lagrimas comenzaron a correr por los ojos de Alastor mientras esté intentando mantener al menos un poco de su orgullo ya pisoteado aparto su rostro para que no lo miraran. Sin éxito no le quedo de otra que evitar la mirada penetrante y preocupada de Lucifer.
Lucifer comprendiendo la reticencia a decir lo que le pasaba se rindió a obtener una respuesta, miro la habitación, pese a estar algo desordenada no encontró nada extraño como para haberlo asustado lo suficiente, pensando en investigar después, se rindió y solo limpio las lagrimas mientras refugiaba a Alastor en su pecho.
—Esta bien… siento mucho haberte dejado mucho tiempo solo. Se que te he estado limitando el azúcar, pero podemos hacer una excepción esta vez y te daré un postre muy dulce ¿Qué te parece? —Intento darle una excusa y distracción a lo que fuera que lo perturbara, sabia que sin importar que intentara seria insuficiente si no lograba tranquilizarlo.
Alastor ya no quería el postre, de hecho, ahora tenía el estómago tan revuelto como para intentar comerlo, y aunque asintió en respuesta, cuando este postre le fue servido no pudo mantenerlo en su boca más de tres minutos devolviendo todo incluida su comida de la tarde y negándose a cenar por la noche como si su estomago de repente se hubiera cerrado de nuevo negándose a mantener algo dentro.
Notes:
Inicialmente pensaba publicarlo hace dos días cuando lo tuve listo pero me centre tanto en mi otra historia que olvide por completo publicarla.
Inicialmente había planteado el final de este capitulo de manera diferente solo haciendo alusión a que Alastor se dio cuenta, incluso tuve que eliminar algunos sucesos que ahora pasaran en el siguiente capitulo, mas que nada porque no quería que se viera forzado y apresurado sin dar razones viables por las que Alastor actuaria en consecuencia, ya inicie también la escritura del siguiente capitulo con los que me encontré en algunos problemas pero estoy resolviendo.
Me da algo de pena hacer sufrir a Al y en consecuencia a Lucifer quien no sabe que le pasa. Espero alargar un poco el siguiente capitulo para abarcar lo mas que pueda del Lore de Alastor, también regresaran algunos personajes que aunque no aparecen mucho serán importantes.
¡Gracias por leerme de nuevo!
Chapter 28
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
Una semana después de aquel incidente, pese a que Alastor comenzó a comer de nuevo, las náuseas se habían vuelto más fuertes que antes, aunque Lucifer intentó de todas las maneras que conoció para intentar aliviar el malestar de Alastor sin usar sus poderes, pero ningún resultado efectivo, ni siquiera Rosie fue capaz de ayudar esta vez, aunque le oculto a todos lo ocurrido se dio cuenta de inmediato que algo iba mal, aunque habían estado evitando a Alastor, le prestaron la suficiente atención como para darse cuenta
Las repentinas salidas de la habitación cesaron de repente a menos que fuera en su compañía, no negaba que incluso él se sentía intranquilo, y guiado por su instinto no se apartaba más que lo necesario pese a estar ocupado relegando algunos de sus asuntos a Belzebú y Asmodeos quienes conocían la razón de su repentina ausencia.
—¡Sonrisas! —Dijo Angel quien regresará del trabajo. —Tienes una mejor cara. —Dijo con burla, aunque parecía realmente preocupado.
Alastor levantó levemente la vista de su libro con el cual había estado ignorando a todos mientras permanecía sentado pacíficamente al lado de Lucifer. Pese a ser verdad que ese día se encontraba particularmente mejor, estaba algo irritado por la atención que le daban ya que nada más verlo bajar junto a Lucifer decidió era el momento perfecto para tomarse un descanso en la sala junto a ellos.
-Ángel. —Advirtió Vaggie quien estaba sentada en un sofá al otro lado de la habitación junto a Niffty.
—Lo digo en serio. —Dijo mirándolo un momento. —Incluso diría que recuperaste algo de peso, pero sigues estando pálido, debes estar algo asfixiado ¿no prefieres salir un poco a tomar aire fresco?
—Aprecio tu preocupación, pero estoy bien. —Dijo, aunque en realidad mentía un poco.
—El aire del infierno te caería mejor que quedarte aquí encerrado ¿Qué tal si actualizamos tu guardarropa? Tal vez no ahora, pero lo vas a necesitar y se tu sastre aun tiene algo de tu ropa que no fuiste a recoger. —Concurso decidido.
—Angel, creo que es mejor que pares. —Dijo Husk quien escucho todo mientras llegaba de la cocina pasándole a Alastor una tasa con té.
Todos miraron el gesto con desconcierto incluyendo a Alastor ya que él no había pedido el té, aunque si lo agradeció ya que tenía el estómago revuelto.
—Vamos, Angel solo quiere ayudar, no creo que haga daño. —Dijo Cherry mirando a Lucifer esperanzada.
Lucifer concordaba, pero, aunque Alastor no se estaba quejando, sabía que no le estaba agradando nada esta conversación.
—Creo que será en otra ocasión. —Declino con el tono más conciliador que pudo ofrecer en ese momento.
Angel y Cherri lo miraron con decepción mientras Alastor solo volvió a su libro ignorando a todos, o al menos así fue hasta que Niffty negada a quedar detrás de Husk, había ido a la cocina por una porción del biscocho de vainilla que habían preparado y guardado esa mañana para Alastor, y quien acepto de inmediato el postre mientras la comía como refrigerio después del té que ya había terminado, y pese a que aún le sabía insípido por el control en los ingredientes de todos los postres y comidas que se le servían no se quejo y se comió el biscocho en silencio.
Niffty entusiasmada al ver comer a Alastor el postre que le había llevado miro con superioridad a Husk mientras una victoria que solo ella se proclamo se le reflejaba en la cara, pero estando este último más incrédulo por ver a Alastor comer algo dulce.
Lucifer observo las repentinas atenciones de todos y el cómo miraban a Alastor con curiosidad y preocupación, incluso podía ver sospecha en ellas, estaba claro que el actuar tan aprensivo de Alastor hacia sospechar a todos, pero nadie dijo nada. Vaggie quien lo miraba preocupada al darse cuenta que fue notada por Lucifer se sonrojo y aparto la vista avergonzada.
Alastor por otra parte después del refrigerio intento volver a su lectura pero el sueño comenzó a embargarlo mientras pensaba que si dormía tal vez lograra mantener lo que acababa de comer por un poco más que un par de horas, sin embargo no se movió, algo que fue notado por Lucifer con preocupación ya que no sabía aun porque Alastor tan obstinadamente permanecía callado sin decir lo que quería, sumado a que había comenzado a tener insomnio y pese a que en ese momento tenía sueño se negaba a descansar.
—¿Te parece bien si subimos? Hay unos correos que necesito corroborar con los documentos que tengo arriba. —Le dijo Lucifer a Alastor como excusa.
Alastor suspirando entre el alivio y el fastidio asintió cerrando el libro. Charlie quien en todo momento había permanecido callada y apartada solo observo todo con impaciencia y completamente preocupada, porque ahora por más que insistió para obtener respuestas ninguno de los dos estuvieron dispuestos a dárselas.
Un portal se abrió frente a ambos quienes se levantaron del sofá con Alastor cruzándolo inmediatamente, Lucifer hizo un ademan de despedida a todos antes de cruzar mientras el portal se cerraba detrás de ellos.
Alastor nada más poner un pie en su habitación se metió entre las mantas intentando dormir, pero de repente todo el sueño que había tenido se había esfumado. Se sentía intranquilo al saber que Lucifer estaba lo suficientemente lejos, en cambio Lucifer en un intento por hacerlo sentir cómodo había ido a cerrar las cortinas y se aparto al otro lado de la habitación en el sofá con una lampara de lectura para no perturbar el sueño de Alastor con la luz o el sonido del tecleo de su laptop.
Hacia un mes había tenido bastante avance con el tema del contrabando, tenían nombres y lugares lo suficientemente escondidos como para pasar desapercibidos de sus ojos y el de los pecados, sin embargo, fingieron no saberlo aun para hacerlos revelar sus otros escondites, y principalmente, Lucifer quería conocer al que fue capaz de hacer un afrodisiaco con las feromonas de Lilith y como este había ido a parar a las manos de los Vees.
Lucifer quien estaba hablando con Asmodeos recibió un mensaje aparentemente urgente de Beelzebú pidiéndole ir al día siguiente a su casa ya que necesitaba hablar algo urgente acerca de lo que averiguo sobre Alastor. Inquieto miro a Alastor quien ya se estaba levantando de la cama resignado a no haber podido dormir.
—¿No estabas durmiendo? —Pregunto preocupado. —¿Necesitas algo? ¿Tienes hambre?
Alastor miro al otro lado de la habitación a Lucifer, tenia tanto sueño y estaba cansado de tener que rodar por la cama sin poder conseguir dormir, pero tampoco se atrevió a decirle lo que pasaba ni quería hacerlo, por lo que cediendo un poco se levanto de la cama con una manta en la mano y camino hacia Lucifer.
Lucifer en cambio estaba sorprendido por el repentino acercamiento, por lo que expectante espero a ver que era lo que tenia pensado hacer, pero cuando Alastor llego al sofá y se acostó al lado de el se quedo paralizado por el asombro. Al cabo de un rato lo único que podía escuchar Lucifer era la respiración tranquila de Alastor quien por fin había logrado dormir.
Viendo dormir a Alastor, Lucifer no pudo ocultar su preocupación en su semblante, no era difícil darse cuenta que Alastor le temía a algo, pero que no se lo dijera no era raro, incluso con su animo abajo se negaba a compartir con el sus preocupaciones o pesares, y aunque su humor no había empeorado como había estado unos meses atrás, su preocupación solo seguía aumentando.
Un par de horas después con Alastor despierto de nuevo Lucifer decidió contarle sobre el pedido de Beelcebú, y aunque no mostro su negativa, si logro ver un atisbo de miedo en su rostro.
—¿Cuánto tardaras? —Pregunto Alastor.
—No lo sé, por esa razón creo sería mejor que vinieras conmigo. —Explico él preocupado. —Se que no te gusta salir mucho y desde tu salida con Rosie no has salido del hotel y te preocupa, pero no me siento cómodo dejándote aquí —Dijo intentando convencerle.
Alastor entrecerró el ceño, pareció pensarlo por bastante tiempo, pero al final con un suspiro asintió con la cabeza.
—Está bien, te acompañare.
Lucifer suspiro de alivio, sabía estaría bien dejándolo con su hija, pero algo se negaba a dejarlo solo y más con Alastor actuando de esa manera.
—¿Pasa algo? —Pregunto viéndolo como Alastor parecía bastante incomodo.
—No, no pasa nada. —Mintió.
Alastor en realidad había querido negarse, no estaba cómodo con salir ni tenía la intención de ver a más demonios, menos si este se trataba de un Pecado, ya conociendo a uno le era más que suficiente y este había sido tan entrometido como Lucifer como para presentir que el resto sería igual.
Al día siguiente mientras se preparaban Alastor sintió su traje más ajustado de lo normal, ya había notado que comenzaba a quedarle pequeño el traje en la zona de su estomago y había estado ignorándolo, y no fue diferente esa vez. Lucifer percatados de la incomodidad de Alastor decidió esta vez no quedarse de brazos cruzados.
—¿Qué es lo que te tiene incomodo? —Pregunto sentándose a su lado. —Si me dices puede que pueda ayudarte.
Alastor lo miro con fastidio, pero no estaba dispuesto a ceder y decirle que era lo que lo molestaba, además si lo hiciera no sabía por dónde comenzar; no quería ir, se había quedado insatisfecho con su desayuno y la ropa le comenzaba a ajustar sumado a no querer conocer a nadie. Pero sin importar que, no lo decía porque podría dejarlo ahí que era peor, su postre ya había sido más dulce que otros días sabiendo Lucifer cedió un poco con el y sobre todo le era vergonzoso hablar sobre su ropa.
Lucifer noto la tensión en el cuerpo de Alastor, sabía que seguramente le era incómodo para el tener que ir y seguirle, una vez ya había dicho que no estaba dispuesto a caminar detrás de el actuando como una sombra. Y pese a que había parecido bastante interesado en ir a una reunión este no era el caso por lo que creyendo era esa su molestia, por lo que creyó tener el plan perfecto.
—¿Qué te parece si cambias tu ropa?
—¿Mi ropa? —Pregunto ofendido creyendo se había dado cuenta.
Lucifer percatándose del tono de Alastor se puso nervioso.
—Ya sabes, pasar más desapercibido. Se que no te gusta salir, e iremos a otro anillo por lo que es más probable que no nos encontremos con alguien que te reconozca, pero si no quieres parecer que vienes detrás de mi puedes cambiar de atuendo para que no te reconozcan tan fácilmente.
Hablo tan rápido que Alastor se sintió mareado y al final se sintió agotado de intentar seguir enojado.
—Yo no tengo “otra cosa”. Mi estilo es único. —Dijo un poco resignado, pero aun ofendido.
—Puedo ayudarte con eso. —Dijo chasqueando los dedos haciendo aparecer sobre Alastor otra ropa. —Creo que si usas algo más holgado te ayudaría a pasar más desapercibido y te hará sentir más cómodo, me asegure de conservar “tu estilo” —Dijo de manera más coqueta esperanzado en no hacer enojar a Alastor, aunque en realidad al verlo con algo diferente lo hizo sentir más atrevido para jugar con él un poco como hacía antes.
Alastor quien ahora estaba vestido con unos jeans de algodón y un suéter ambos de color negro con una gabardina rojo sangre. No podía negar que sería algo que escogería si no tuviera de otra que cambiar de atuendo, pero que no se le preguntara siquiera fue lo que lo molesto aún más.
—¿No es muy actual? —Dijo con fastidio.
—Lo siento, soy algo malo para los cambios de outfit. Pero luce perfecto en ti. —Dijo observándole profundamente. En realidad, lo había hecho a propósito.
Alastor se estremeció al ver como lo observaba y se cubrió con la gabardina un poco avergonzado.
—Eres un… —Se cayo conteniendo el insulto que quería salir de su boca pensando en que no se dejaría provocar por Lucifer quien seguía mirándolo satisfecho.
—Bien, vámonos.
Lucifer le sonrió abriendo un portal, podría haberle dado la experiencia completa de ir en anillo en anillo, pero le preocupaba que se mareara, así que opto por el camino sencillo y rápido. Alastor por otro lado seguía enojado no quería seguir prolongando aquella situación, por lo que solo siguió a Lucifer a través del portal para regresar rápidamente.
Al llegar lo primero que notaron fue a un gran número de demonios maldiciendo ambos por lo bajo.
—No te separes de mí. —Pidió Lucifer con un tono de disculpa.
Ambos se introdujeron a la mansión de Beelzebú la cual tenía una acalorada fiesta. Alastor quien iba siguiendo por detrás a Lucifer mientras buscaba a su amiga. Al principio iba lo más pegado a él hasta que un demonio de apariencia, aunque peculiar conocida; su piel gris y ojos de un color verde vibrante lo delataban, sin embargo, solo estaba siendo una piedra en el zapato.
—Tu cara me suena. —Dijo entrecortadamente debido a su ebriedad.
—La tuya a mi no. —Mintió intentando esquivarlo.
—Hey… No te vayas todavía. Hay que divertirnos. —Dijo intentando tomarle de la muñeca.
—No, y preferiría que no me toques. —Amenazo Alastor causando una leve interferencia.
—Oh… ya se quién eres. El demonio de la radio… —Dijo esta vez logrando sostenerlo.
Alastor intento apartarse, pero como ya había pasado anteriormente, su poder demoniaco no estaba funcionando lo que lo desestabilizo por un momento.
—Mi familia ha hecho varios tratos contigo. —Presumió coquetamente mientras un brillo de codicia brillaba en sus ojos. —También escuche tu programa. Buenos gritos, por cierto. Vamos, quiero hablar de algunos negocios contigo, sé que tienes algunas conexiones con otros overlords y se regresaste a transmitir los gritos de tus víctimas. —Dijo intentando arrastrarlo con él.
Alastor aunque se resistió no pudo evitar dar un par de pasos adelante antes de intentar zafarse, fue cuando Lucifer lo aparto poniéndolo detrás de él.
—Él no va a ir contigo a ningún lado. —Dijo amenazadoramente.
—¿Majestad? —Dijo sorprendido. —Permítame que me presente, soy…
—No te molestes. —Dijo con fastidio. —Eres de la familia Von Eldritch, no necesito saber nada más. —Dijo tomando a Alastor de la mano llevándoselo con él mientras aquel demonio parecía habérsele bajado la borrachera.
Alastor no pudo ver la expresión del rey, aunque sintió un aura caliente cuando lo tomo de su mano, pero poco le importo cuando intento soltarse, pero Lucifer no se lo permitió.
—¿De dónde conoces a los Von Eldritch? —Pregunto Lucifer con curiosidad y algo de celos.
Alastor lo miro con molestia, no solo por la pregunta sino por imponerse ante el como si fuera alguien que necesitara siempre protección, aunque realmente ahora sabía la necesitaba por más que le disgustara por lo que pensó cedería un poco.
—Hice algunos tratos con varias familias dentro de la aristocracia, recordarlos a todos ahora mismo no creo que sea necesario. —Intento evadir su pregunta.
Lucifer se detuvo mirándolo con una súplica muda mientras se mordió el labio inferior, quería protestar, pero sabía Alastor no quería hablar de ello y realmente no quería forzarlo a decirle. Alastor dándose cuenta suspiro pesadamente.
—Hace muchos años se acercaron a mí en busca de un trato. —Explico.
—¿Qué querían de ti? —Pegunto extrañado.
—Promoción. —Dijo casi como si fuera ridículo. —Era obvio que su acercamiento a mí era por otra razón y solo estaban poniéndome a prueba ya que realmente no la necesitaban, luego los pedidos fueron escalando y luego querían que me deshiciera de algunos overlords que aparentemente se metían en sus planes.
—¿No hacías eso ya? —Pregunto extrañado.
—Ese no era su verdadero objetivo. —Dijo recordando con fastidio. —Digamos fue una última prueba, pero no soy ningún tipo de matón ni chico de los mandados además de que estaba cansado de su insistencia por lo que corte todo tipo de comunicación y fue de modo que se acercaron a mí con sus verdaderas intenciones.
—¿Qué querían de ti? —Pregunto con curiosidad y cautela.
—Poder. —Dijo con Obviedad. —Para mí fue absurdo ya que claramente podría llegar a tener más poder que yo, pero no suelo cuestionar la estupidez si me puedo beneficiar. Y claro no salió bien y todo termino mal para él y yo me puede ver enormemente beneficiado por ello.
—¿Con quién hiciste ese trato?
Alastor pensó un momento antes de contestarle, a Lucifer no le agradaría la respuesta y no lo decía no por miedo o por que se molestara con él, era más por vergüenza a que se diera cuenta como cobro uno de los favores que aquella familia le debía.
—¡Lu…!
Ambos escucharon un grito deteniéndose de su conversación mientras Beelzebú llegaba a ellos. Cuando llego a ellos tomando a Alastor de las manos apartando a Lucifer de un caderazo lo hizo girar.
—Oh… mira quien tenemos aquí, no sabes cuanto he querido conocerte, has sido la comidilla de algunos demonios, pero ninguno habla tanto de ti como Lucifer.
—¡Bee! —Dijo avergonzado Lucifer.
—Oh, pero mira estos modales míos y los del rey inútil que no se dignó a presentarnos. —Dijo alzándole una ceja a Lucifer.
—Un gusto conocer al pecado de la gula. —Dijo Alastor retomando una de sus manos y dándole una pequeña reverencia besando su mano a modo de saludo.
—Un chico con clase y modales, me gustas mucho. —Dijo emocionada. —Lucifer, tráelo aquí más seguido, si tu no lo quieres déjamelo a mí, ven, vamos a divertirnos un rato. —Dijo apareciendo un algodón de azúcar en sus manos y pasándoselo a Alastor quien al mirarlo se le hizo agua la boca.
—Bee espera ¿A dónde lo llevas? —Pregunto un poco alarmado.
—No seas exagerado, ¿con quién crees que estás hablando? —Dijo poniendo una mano en su pecho. —Voy a llevarlo a comer algo, a mí no me engañas, te dije que fueras responsable, pero mira lo delgado que esta, además tiene hambre así que lo llevare conmigo mientras tú te arreglas con Ozzi.
Alastor avergonzado se sonrojo levemente, había escuchado que ella era buena para detectar el gusto y apetito de las personas, pero tampoco le había importado mucho. Asmodeos quien se acercó a ellos saludando con la mano solo vio como Beelzebú arrastraba a Alastor quien no tuvo tiempo siquiera para regresarle el saludo.
—¿Esta todo bien? —Pregunto con cuidado.
—No mucho, pero ha mejorado un poco, aunque no haya sido yo quien lo ayudo en realidad.
—Lu, no seas tan pesimista. Hace poco dijiste que ni siquiera quería salir y aquí estas con él.
—Si, fue Charlie quien lo alentó a salir en realidad y a contarle a algunos pocos su estado. Cuando yo lo intente fracase y si quiso venir conmigo es porque ha estado extraño, no ha querido estar solo.
—¿No es eso una señal? Tal vez quiera estar más cerca de ti. Es un omega y esta embarazado, necesita de ti más que cualquier otra cosa.
—No, no es eso. No me ha querido decir que le pasa, pero ha estado muy ansioso y estresado. Y yo también, no me siento cómodo apartando mis ojos de él, o si lo intento hacer necesito al menos tener la certeza que alguien de confianza este con él.
—¿Sigue deprimido?
—No del todo, o al menos no cuando no está conmigo. —Dijo con un suspiro pesado.
—Tal vez sea solo un poco más abierto contigo. —Intento excusarlo al ver ensombrecido el rostro de su amigo. —Es un poco incomodo ver siempre esa sonrisa falsa todo el tiempo.
—No lo sé… creo que solo me acostumbre, además sé que su sonrisa representa algo más que una simple apariencia, pero, aunque le preguntara no me lo diría. Pero Charlie cuando esta de mal humor con un simple gesto siempre imita su sonrisa mejorando su humor.
—Bueno… no te preocupes tanto. Dale un poco de tiempo, han pasado muchas cosas en poco tiempo y tiene que lidiar con muchos cambios no solo en sí mismo sino con su vida.
—Si, supongo que solo puedo esperar.
“Pero estoy un poco cansado de siempre solo esperar” pensó para sí mismo.
Alastor que fue arrastrado a una mesa donde Beelzebú pareció ofrecerle un festín de comida y dulces, trago saliva viendo que había más de lo que podía comer.
—No creo que pueda comer tanto. —Dijo recordando la reprimenda de Rosie por el dulce pese a que sabía su semblante ha de estar mostrando todo lo contrario a una negativa.
—Solo será un poco. —Dijo intentando convencerle. —No te contengas, al menos disfruta lo más que puedas mientras estas aquí. De ser necesario, no permitiré que Lucifer se meta contigo mientras sacias tu apetito, conmigo aquí no te dirá nada.
—Gracias. —Dijo sinceramente, haberse estado conteniendo con los dulces a veces lo volvía loco e inestable sumado a los incesantes cambios de humor que no lo ayudaban.
Miro temerosos todos los postres en la mesa, pero cuanto más se estaba conteniendo más hambre comenzaba a darle. Con un hambre voraz comenzó a comer la rebanada de tarta de fresa que tenía más cerca creyendo no podría parar de comerla aunque intentaran quitársela de las manos.
—Lo siento, no quería hacerte llorar. —Dijo Beelzebú un poco angustiada.
Alastor se sorprendió, ni siquiera se había dado cuenta que comenzó a derramar lágrimas, se sintió molesto consigo mismo y avergonzado, pero, aunque intento contenerse y limpiar sus lágrimas un sollozo salió de sus labios inconscientemente mientras el demonio intentaba mejorar la situación sobando su espalda sin mucho éxito.
Notes:
Hola de nuevo, inicialmente este capitulo eran dos, pero estaba tan entusiasmada mientras escribía que cuando termine el segundo capitulo decidí dejarlo como uno pensando que dividiéndolo se veían demasiado cortos. No creo pase mucho asi que espero logren disfrutarlo.
Ahora iré a enfrentarme a los frutos de mi procrastinación por querer seguir escribiendo.
¡Gracias por volver a leerme!
Chapter 29
Notes:
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Lucifer quien no estaba muy lejos pese a la enorme masa de gente y olores que se encontraba ahí inmediatamente logro capturar el aroma salado de las lágrimas de Alastor, por lo que ignorando el llamado de Ozzie comenzó a esquivar a todos con los que se encontró viendo no muy lejos a Alastor llorando con la cabeza agachada y a Beelzebu un poco alterada intentando consolarlo.
—¿Alastor, te sientes mal? —Dijo llegando a su lado limpiando sus lágrimas con sus pulgares acunando su rostro para que lo mirara. —¿Paso algo?
Alastor sin embargo intento zafarse, pero no pudo apartarlo mientras mordía su labio. Lucifer acaricio su labio para que dejara de mordérselo y con un pañuelo siguió limpiando sus lágrimas, se veía muy avergonzado por como intento esconder su rostro de nuevo viendo que había captado la atención de muchos. Volteando en su dirección con una mirada amenazadora los ojos de todos los que los habían estado mirando comenzaron a apartarse y a pretender que no veían nada.
—Al cariño, dime que pasa. —Insistió con el tono más suave que pudo darle. Alastor se sonrojo aún más mirándolo entre avergonzado y molesto, pero al menos sus lágrimas habían parado que era lo que el pretendía. —¿Te sientes mal? ¿Te duele algo?
—Estoy bien. —Dijo logrando por fin apartándose.
Lucifer miro a Beelzebú pero ella lo miro acongojada, entendiendo la situación solo se sentó al lado de Alastor y le acerco la rebanada que Alastor había dejado a la mitad comprendiendo que solo era uno de sus cambios de humor. Sin más lo dejo comer mientras acariciaba la nuca de Alastor quien, aunque lo miro con fastidio no lo aparto. Asmodeos quien llego a ellos se sentó mirando la mesa atarragada de comida con un poco de incomodidad hasta que miro a Lucifer sorprendido al verlo demostrar un gesto tan cariñoso en público, no porque Lucifer no los hiciera o le provocara vergüenza, sino porque conocía el carácter de Alastor el cual el si creía no apreciaría el gesto.
—¿Te sientes mejor? —Pregunto cariñosamente Lucifer en un susurro. —¿Sientes algún malestar?
Alastor no respondió y se llevó una brocheta de fruta bañada en caramelo a la boca, pero Lucifer no necesito más respuestas, ese gesto había sido para él una confirmación. Acaricio suavemente la oreja que tenía al alcance y bajo su mano a su espalda baja manteniendo el contacto físico estable pero oculto. No le extrañaba realmente lo sucedido, su humor era tan cambiante que incluso comenzaba a aprender a cómo lidiar con estos. Muchos de estos cambios podían llegar a ser tan desastrosos que en una ocasión casi destruye la habitación con sus propias manos, pero verlo derramar lágrimas era lo que más pesar y culpa le daba además de ser el que más complicaciones le daba, lo único que le había funcionado hasta ese momento era el contacto físico constante, pero sabiendo podría luego cambiar del llanto a la furia explosiva decidió mantenerlo oculto mientras lentamente marcaba con sus feromonas a Alastor allá donde tocaran sus dedos.
En cambio Alastor quien percibía fuertemente las feromonas de Lucifer pese a estar rodeados de toda clase de aromas y estar al lado de dos de los únicos alfas existentes en el infierno y que poseían un aura y presencia no solo únicos sino fuertes, pero como espero, no superaban al de Lucifer quien pese a mantener un constante contacto físico con el apenas rosándole con los dedos en su espalda, algo que extrañamente permitió no solo por lo absorto que se sentía por ellas en ese momento trayéndole algo de paz en su catica crisis de hace un momento, sino porque después de haber pasado tanta insatisfacción en sus antojos al presentársele la oportunidad incluso mágicamente sus malestares que le habían impedido mantener algo en su estomago desaparecieron como si instintivamente supiera que aunque no estaba nada cómodo con la situación, no habría lugar mas seguro que ese en el infierno donde no seria asediado ni intimidado.
—¿Qué era de lo que querías hablar? —Dijo Lucifer a Beelzebú.
—Tal vez no te guste. —Advirtió. —Pero quiero que sepas que lo hice con la mejor intención. Pero dejemos que Alastor coma primero.
Lucifer con una mueca mostrando su descontento, esperaba que le dijera rápido para poder llevarse a Alastor, ahora que había sucedido aquello sabía Alastor no estaría nada cómodo con que el siguiera ahí, aunque no lo dijera. Aunque levemente lo miro casi no aparto su mirada de la comida hasta que no pudo comer más.
Por fin levantándose de la mesa Beelzebú los llevo a una habitación la cual al igual que la mensa en la que había estados sentados antes, había mucha comida y un sofá cómodo con alguien recostado quien Lucifer al reconocerla inconscientemente se interpuso frente a Alastor sorprendiéndolo.
—¿Qué hace ella aquí? —Pregunto Lucifer en un susurro denotando su molestia.
—¿Estas jugando? —Pregunto Beelzebú como si fuera evidente. —¿Siquiera sabes el estado real de Alastor? ¿La condición del bebé? O más importante… ¿Por qué su segundo genero despertó? No vamos a lograr nada si no involucramos a más personas.
—¿No pudiste consultarme primero?
—También la engañe para venir, así que ambos están en la misma situación. —Se excuso ella. —Además, te conozco y se no querrías que ella se acercara a él.
Lucifer se ensombreció levemente, pero aceptaba que Beelzebú tenía razón, no porque no lo hubiera pensado antes, sino porque sabía el repudio que ella tenía por los pecadores o más bien por su “su don” que ellos poseían. Además de que ambos podrían chocar por sus personalidades y Alastor ya tenía mucho estrés para sumarle algo más.
—No me dejan dormir. —Se quejo Belphegor.
—Un placer encontrarte aquí también. —Dijo Lucifer con algo de fastidio.
Belphegor se intentó desperezar sentándose y dando una floja reverencia.
—No pensé encontrarte aquí Lucifer. —Dijo en un bostezo.
—Lo mismo digo. —Dijo dándole una mirada acusatoria a Beelzebú.
Belphegor suspiro cansada sabiendo había caído en alguna trampa de Beelzebú, aunque debió sospecharlo cuando no le pidió ningún intercambio a cambio de su estadía por unos días en su mansión. Miro a su alrededor notando no solo la presencia de Asmodeos quien le saludo con una sonrisa y una agitación de mano, sino a otro demonio detrás de Lucifer.
—¿Un pecador? —Pregunto interrogativa. —Si es para hacerme perder mi tiempo no estoy interesada.
—Belle ni siquiera has escuchado nada. —Dijo Asmodeos.
—Déjame adivinar, ¿un trato? No me relaciono con pecadores aun si acompañan a Lucifer. Además, ellos no tienen nada que ofrecerme más que pereza, ni su casta ni habilidades serán nunca lo suficientemente interesantes para que siquiera pueda dirigirles la mirada. —Dijo con desagrado.
Lucifer ya molesto iba a responder hasta que Alastor quien estaba atrás de él lo rodio notando algo de interferencia a su alrededor.
—Si mi casta y habilidad es un problema para ti es porque nunca has querido enfrentarte a un pecador ¿o me equivoco? —Dijo con una sonrisa sarcástica pero antes de que pudiera responderle el continuo. —Si tu prejuicio viene por nuestros orígenes según recuerdo no fuimos creados con el fin de causarte entretenimiento, pero debo decir que estoy extremadamente decepcionado, viéndolo desde esta perspectiva ahora incluso siento algo de arrepentimiento al culpar directamente al rey por lo terriblemente mal administrado que esta el infierno cuando uno de los pilares es tan perezoso como para incluso darle un saludo apropiadamente.
Toda la sala quedo en silencio, Belphegor sentándose más erguida y con una cara de enojo mientras mostraba algo de su transformación demoniaca aumentando algo de tamaño mientras sus ojos que mantenía levemente entrecerrados se abrían como platos al mirarle, sin embargo, Alastor no se intimido ante aquella apariencia.
—¿Cómo dices? —Dijo mientras varios drones con armas salían detrás de ella. —¿Un simple pecador se atreve a intentar juzgarme?
Antes de que siquiera pudiera apuntarle los aparatos cayeron achicharrados sorprendiéndola. Miro a Lucifer, pero este estaba de brazos cruzados mirándola con un enojo profundo, fue entonces que noto la interferencia en el aire y la cual provenía del pecador parado frente suyo.
—Belphegor, déjate de estupideces y dame la información que tengas del contrabando. —Dijo Lucifer con sus ojos rojos denotando lo molesto que estaba mientras se acercaba. —Espero esta vez sí tengas algo o tu castigo no será una leve reprimenda, sino que te obligare a trabajar el doble de tiempo sin descanso además de excluirte de tu anillo y tu tecnología por un largo y prolongado tiempo.
Belphegor sabía no estaba bromeando, ya había molestado a quien lo acompañaba, pese a que él también la ofendió tuvo que tragarse su orgullo y hacer aparecer una tablet llena de información la cual le paso a las manos de Lucifer.
Lucifer comenzó a leer la información, no era nada que el ya conociera por lo que no le dio mucha importancia o eso pensó hasta que encontró un informe del afrodisiaco con el que habían drogado a Alastor mirando a Asmodeos quien evito su mirada fingiendo mirar su teléfono. Con algo de enfado volvió al informe donde efectivamente, demostraban que eran feromonas de Lilith aunque no fueran puras, pero lo que le sorprendió aún más fue ver que también noto las feromonas de Alastor junto a las suyas, aunque no dijeran que eran de Alastor, con el termino de omega ya lo decía todo, además de ponerlo como humano y no como demonio y su posible ubicación era en la tierra y una posible razón de como un humano haya podido obtener o haber sido afectado con ello, algo que ya se había teorizado que el modo de transacción fuera en la tierra.
Lucifer iba a preguntar por ello cuando noto como Belphegor se había acercado a Alastor y con varios aparatos intentaba escanearlo mientras el daba algunos pasos atrás haciéndolos inservibles.
—Deja de matar a mis máquinas y quédate quieto. —Dijo intentando acercarse aún más, pero Alastor no cedió. —Si no paras de moverte hare que caigas dormido y no tendrás de otra que cooperar a la fuerza, y créeme que puedo crear maquinas a las cuales ni en tu mejor momento harán que tu interferencia pueda apagarlas.
—¿Qué estás haciendo? —Dijo llegando a ambos interponiéndose.
—¿No lo hueles? —Dijo con fascinación mirando la poca información que logro capturar, algo que Lucifer hacia eones no veía en su rostro. —Huele a Omega, necesito saber cómo es que logro ser impregnado de esas feromonas, además de que su propia constitución es fascinante, podría haber logrado tener una mejor biología que cualquiera en el infierno, incluso pudo no haber dejado su biología por completo al morir. —Dijo con un brillo de curiosidad mientras Alastor y Lucifer sentían como si algo pesado y doloroso pasara a través de su garganta rápidamente y golpeando su estómago.
Notes:
Hola de nuevo, lamento que este capitulo sea tan cortito (sobre todo a comparación del anterior) pero se los compensare con el siguiente el cual esta casi terminado.
Cuando escribí esta historia no conocía ni remotamente como seria Belphegor y solo me hacia una imagen de ella como un demonio similar a un borrego (porque los asocio como muchos supongo al sueño) pero con una personalidad obviamente perezosa al igual que friki cuando algo llama su atención. Algo que honestamente me inspire en un maestro de la universidad quien aunque siempre tenia una actitud tranquila se transformaba cuando tenia una hiperfijación y con el cual muchas veces tuve debates en los pasillos después de clases. Poco a poco se revelara la personalidad pero espero tengan en cuenta que aunque ella es canonica en la historia real de Hazbin Hotel y Helluva Boss la personalidad no lo es.
¡Gracias por leerme!
JammyHeart on Chapter 4 Sat 15 Feb 2025 12:59AM UTC
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Carpincho_123 on Chapter 4 Sun 16 Feb 2025 06:56AM UTC
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Kira_SOLO on Chapter 18 Sat 10 May 2025 02:10AM UTC
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Hazgo30 on Chapter 22 Wed 11 Jun 2025 01:22PM UTC
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Hazgo30 on Chapter 24 Mon 28 Jul 2025 01:48AM UTC
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ShionAkosutaribasu on Chapter 24 Mon 28 Jul 2025 10:25AM UTC
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Hazgo30 on Chapter 26 Mon 18 Aug 2025 11:49PM UTC
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Hazgo30 on Chapter 28 Sun 31 Aug 2025 08:59PM UTC
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