Actions

Work Header

Matrimonio Forzado

Summary:

Alastor tiene que abandonar el hotel, tiene que recuperarse de su herida y el demonio con el que hizo su trato seguramente ya sabe dónde está y podria correr el riesgo de molestarlo.

Charlie al enterarse no quiere que se vaya, tiene miedo de perderlo al igual que perdio a su madre pero tampoco es capaz de detenerlo. Al contarle a su padre Lucifer se compromete a ayudarle, no quiere volver a fallarle a su hija.

Sin embargo debido a un malentendido ambos se ven forzados a firmar un trato, pero no uno convencional, sino de compromiso que los va a llevar a averiguar y convivir mas con el otro, y si es que alguno de los dos no lo rompe, incluso llegar al matrimonio.

Notes:

Este fanfic se escribió entre Abril a Agosto del 2024 por lo que puede tener muchas diferencias entre las relaciones reales de los personajes respecto al canon original y filtraciones de la segunda temporada de "Hazbin Hotel" e información canon de la segunda temporada de "Helluva Boss" que aun seguía en emisión en ese momento. Sin embargo de esta ultima solo tomare algunos personajes e interprete algunos sin meterme a su trama ni involucrarme en su lore.

Chapter 1

Notes:

(See the end of the chapter for notes.)

Chapter Text

—¿Es necesario tanta palabrería? —Pregunto Lucifer cruzándose de brazos con superioridad.

—Dígame usted —Contesto Alastor con fastidio. —No fui yo quien inició esta discusión, y por supuesto no estoy tan interesado en continuarla.

—Papá, ya basta. —Intervino Charlie quien nada más los escucho discutir fue hacia ellos. —Alastor no te ha hecho nada, el solo estaba haciendo un trabajo que yo le pedí.

Lucifer retrocedió frustrado, era verdad. Alastor había estado yendo de habitación en habitación haciéndolo parecer sospechoso, pero cuando le pregunto tampoco quiso responderle, pero eso era algo que, si decía ahora, Charlie no tomaría en cuenta.

—No pasa nada querida. —Dijo poniendo sus manos en los hombros de Charlie cariñosamente. —También es mi culpa por incrementar la inseguridad del rey.

—¿Qué estas tratando de decir? —Dijo incrédulo y ofendido.

—Oh… creí que solo intento atacarme con palabras porque se sentía inseguro de que fuera yo quien recibía las peticiones de Charlie y no usted. Pero parece que me equivoco. —Dijo con pena fingida. —Mis disculpas.

—Eres un….

Lucifer iba a dar un paso al frente cuando Charlie percatándose se interpuso entre ambos.

—Papá, estoy segura Alastor no quería ofenderte, solo es bastante directo a veces. —Lo excuso.

Lucifer se mordió el labio inferior, estaba claro para el que era una clara provocación, pero ya no podía hacer nada. Sin más asintió, se dio media vuelta sin ser detenido. No era la primera ni tal vez la única vez que se encontraría en la misma situación, enojado fue a su habitación y sentándose en la orilla de su cama suspiro fuertemente frustrado. Estaba molesto y desilusionado, conforme paso el tiempo Charlie fuera de ponerse de su lado en aquellas discusiones solo parecía alejarse mucho más de el solo por Alastor quien aparentemente a sus ojos no hacía nada malo.

Charlie quien miro preocupada a su padre marcharse, sabia Alastor también estaba mal, pero temía que Alastor siguiera con sus intenciones de abandonar el hotel. Hacia unas semanas lo había encontrado extraño, algo de lo que no se hubiera dado cuenta si no fuera por su padre quien se lo menciono primero. 

—Charlie, tu botones actúan bastante extraño. —Dijo Lucifer mirando a Alastor quien parecía tener una charla bastante animada con el resto del hotel sentado en el sillón.

—¿Por qué lo dices papá? —Contesto extrañada.

—Lo he estado vigi… observando, parece evitar cualquier conflicto pese a meterse directamente conmigo el día que lo conocí. —Analizo mirándolo, aunque eso era más una excusa ya que estaba algo molesto que sus intentos de provocación fracasaran una y otra vez.

Charlie miró a Alastor, al principio creyó que su padre solo exageraba, pero cuanto se había equivocado cuando comenzó a prestarle atención. Alastor no era muy propio de participar en actividades grupales, pero nunca faltaba a sus reuniones del hotel, había dividido su tiempo estratégicamente para sus actividades como overlord y como anfitrión, pero parecía irlas apartando poco a poco algo que le preocupa.

—Alastor ¿Podemos hablar? —Pregunto no soportando la incertidumbre.

—Por supuesto querida, ¿Qué es lo que deseas? —Pregunto una vez acercándose a ella intrigado por aquella intervención a solas.

—Veras… he notado que has estado un poco ausente, me preguntaba si estaba pasando algo o si podría ayudarte.

Alastor le sonrió y suspiro profundamente, tomo su mano para guiarla a sentarse ya que se esperaba aquella conversación, aunque esperaba fuera más tarde que pronto. Una vez ambos sentados no abandono su fachada confiada.

—Charlie en realidad, quería hablar de esto contigo más adelante, pero viendo que notaste mis intenciones no puedo evitar no decirte ahora por lo que espero puedas comprenderlo. —Empezó con el mayor cuidado y tacto que la situación le permitió. —Ahora que tu padre está aquí sé que puedo dejar mi puesto con confianza ahora que tienes un apoyo estable.

—¡¿Qué!? —Dijo levantándose extremadamente alterada.

—Se que es repentino, pero considera que la ayuda de tu padre…

—No… —Dijo al borde del llanto. —Alastor, para mi eres de gran ayuda… no quiero remplazarte trayendo a mi padre, no intento nada de eso yo…

—Charlie… —Dijo volviendo a tomar sus manos y haciéndola sentarse de nuevo y limpiando sus lágrimas con un pañuelo. —No quise decir eso, por supuesto… yo soy irremplazable. —Alardeo señalándose con una mano en el pecho. —No es por eso que debo irme, digamos que tengo… unos asuntos que atender, y viendo que aparentemente no me necesitan por aquí puedo irme con confianza.

Charlie negó con la cabeza, no comprendía por qué tendría que irse.

—Puedo ayudarte, si me dices que hacer puedo hacerlo, si es necesario hagamos otro trato.

—Querida… —Dijo Alastor poniendo una mano sobre su hombro dándole un leve apretón. —Debes entender que hay cosas que ni siquiera tú puedes hacer, si fueras mi solución la hubiera tomado, pero me temo que no puedes ayudarme esta vez.

—¿Cuánto tiempo tienes que irte? ¿Regresaras pronto?

—No puedo asegurarte nada, ni siquiera si regresare.

—Al, por favor, eres un gran apoyo para mí, eres importante, ¿Por qué no podrías regresar?

—Oh mi princesa… Sabes que nunca me comprometí realmente, solo me involucré porque me era entretenido. —Mintió dándole otro leve apretón en el hombro apartando después su mano. —Me divertí mucho, pero hasta yo sé cuándo parar, hay responsabilidades que debo atender.

—Mientes… —Lo confronto. —Te conozco, sé que apenas pasamos más de un año conociéndonos, pero sé que mientes, si fuera así no te tomarías tu trabajo tan en serio

Alastor miro con pesar a Charlie, estaba claro no lograría convencerla. Por ello había intentado posponer lo más que pudiera su charla sobre ello, cuando le quedara menos tiempo para irse, pero tampoco tenía ya motivos para quedarse. Se toco por inercia la herida que aun supuraba de sangre y estaba perfectamente vendada debajo de su traje, si quería que aquella herida cerrará, tenía que marcharse y recuperarse. Su trato estaba comprometido ahora que ella sabía dónde estaba, pese a que no podría hacer nada por ahora no descartaba el hecho de que sería fácilmente aprendido ya que se encontraba en una posición en la que era el quien se encargaba de la seguridad del hotel y nunca pondría su confianza en Lucifer, aunque se encontraran en la misma habitación, tenía que marcharse sí o sí.

—Acepto que me divertí bastante, no te dejare sola, tienes a todos los del hotel y ahora a tu padre, sé que, aunque me vaya Husk y Niffty son libres de ir a donde quieran y querrán quedarse, te informare cuando tenga mis preparativos para darte un tiempo aproximado hasta mi partida.

Charlie lo miro desolada, el sentimiento de perdida se alojó en su interior dolorosamente pese a que aún lo tenía en frente, recordó a su madre quien con palabras similares se había marchado y ella ingenuamente la dejo ir sin saber que nunca volvería a contactar con ella, no quería que se repitiera.

—Pero… ¿Es necesario que tengas que irte? —Dijo con la voz rota aferrándose a su manga fuertemente.

Alastor sintió algo parecido al remordimiento y pena, no quería irse, pero debía hacerlo. Trago saliva frustrado intentando apartar esos sentimientos, en poco tiempo aquel grupo le había caído tan bien que comenzaba a apreciarlos, era divertido, pero entonces sintió la cadena en su cuello ciñéndosele, sabia solo era su percepción, pero no pudo evitar cerrar los ojos en busca de alguna respuesta.

Lucifer quien había escuchado voces fue a ver lo que pasaba, pero al ver las lágrimas de su hija confronto a Alastor, pero Charlie se interpuso entre ambos incapaz de decirle porque lloraba. 

Conforme pasaron los días, se vio incapaz de volver a enfrentar a Alastor y Lucifer no había dejado pasar la situación, así como así y buscaba cualquier pretexto para enfrentarlo, Alastor por su parte seguía su rutina fijamente planeada, pero Charlie aun así noto como se abstenía de involucrarse directamente de las decisiones del hotel, había marcado una línea que ella cobardemente no quiso cruzar.

—Charlie… —Dijo Alastor tomándole el hombro llamando su atención. —Basta, no vale la pena que sigas defendiéndome.

—Pero…

—No Charlie, al principio fue gracioso, pero me lamentare mucho si soy la causa de tu distanciamiento con tu padre. —“Lo necesitaras en el futuro” Pensó, aunque con cierto desagrado.

Charlie solo agacho la cabeza y miro a Alastor quien siguió inspeccionando la habitación vacía, estaba claro que no estaba consiguiendo nada. No lo hacía por un sentido de hacerlo cambiar de opinión, o al menos no en parte, sino que sabía perfectamente que su padre solo lo hacía por aquel incidente. Sin más que hacer fue a la habitación de su padre, esta vez fue más dura con él y debía disculparse, toco la puerta y Lucifer la abrió sorprendido.

—Charlie ¿Qué pasa? —Pregunto notando lo cabizbaja que se encontraba haciéndola pasar.

—Vine a disculparme, fui muy dura hace un momento. No quería ofenderte ni hacerte sentir mal y no medí mis palabras ni mi posición.

Lucifer sonrió a su hija sintiéndose mejor, era verdad que fue algo dura pero tampoco la culpaba. Sintió un mal presentimiento cuando Charlie no correspondió su sonrisa.

—¿Pasa algo manzanita? No te veo muy bien.

Charlie agacho la cabeza apenada, se le hacía difícil ocultar sus sentimientos en ese momento, no quería tener ese tipo de conversación con él ya que su padre y Alastor no se llevaban bien, pero su frustración fue aún mayor cuando su pecho se apretó dolorosamente.

—Papá… ¿Crees que soy insuficiente? —Dijo completamente triste no soportando más su pesar.

—¿Disculpa? —Dijo sorprendido y conteniendo su enojo por quien quiera que la hiciera sentir así. —Cariño, ¿Por qué pensarías algo así? Por supuesto que no.

—Alastor se va a ir. —Dijo conteniendo un sollozo.

Lucifer parpadeo sorprendido, para el eran buenas noticias, pero viendo el semblante y lo terriblemente triste que se encontraba su hija, sabia ella resentiría su ausencia excesivamente.

—Alastor dijo tener algo importante que hacer, ofrecí mi ayuda, pero el la descarto inmediatamente. —Explico apartando las lágrimas que salieron completamente alterada atorándose con las palabras. —Nunca había pasado esto, el siempre resolvía sus asuntos y regresaba inmediatamente. Digo, sé que aún le debo un favor por lo que creí sería razón suficiente para hacerlo quedarse, pero…

–Espera… ¿Le debes un favor? –Dijo intentando ocultar su enojo sin mucho éxito.

Charlie palideció un poco, había querido mantener ese trato en secreto porque sabía su padre no estaría de acuerdo y se enojaría.

—Espera papá, no es lo que crees, el favor que le debo es inofensivo, no me pediría dañar a nadie ni nada de eso, además si hubiera querido lo tomaría antes de irse y parece no ser el caso. Incluso me dijo que si yo fuera la respuesta a su problema tomaría el favor, pero que hay cosas que ni yo puedo hacer. –Dijo su última frase casi en voz baja apenada y sintiéndose insuficiente.

Lucifer miro con consternación a su hija, para él estaba claro y ella había sido engañada, no sabía la naturaleza de ese “favor” pero no esperaba nada bueno de ello.

—Papá lo digo en serio. —Dijo al ver la duda en su padre. —Por la charla que tuvimos ni siquiera parece querer llevarse nada, no quiere nada de mi ni de mi hotel. Si fuera lo que Alastor necesita lo hubiera dicho, pero no lo hizo, incluso dejara que Husk y Niffty se queden en el hotel.

Dijo eso último con la voz rota y desolada, Lucifer miró a su hija y respiro para tranquilizarse, confiaba en su hija, pero no en ese demonio, sin embargo, aún era extraño para él esa situación y su hija estaba enormemente afectada.

—¿Qué fue lo que te dijo? —Dijo intentando comprender cual era el problema.

—Dijo que teniéndote aquí ya no necesitaba su ayuda, que tenía algo que hacer y él podría irse cómodamente.

“Bueno… tiene razón” Pensó Lucifer intentando contener el gusto que le dio escuchar aquello, pero rápidamente su dicha se fue cuando vio más lágrimas en su hija.

—No creo se vaya para siempre manzanita. Él es el tipo de demonio que una vez se acerca al poder difícilmente lo suelta, seguramente volverá algún día. —Charlie se ensombreció aún más lo que solo lo preocupo. —¿Qué pasa? 

Charlie evito su mirada avergonzada y triste. Lucifer tomó su mano para darle su apoyo y confianza algo que ella aprecio bastante, suspirando intentando conseguir el valor y confianza que le faltaba.

—Cuando mamá se fue… tuvimos una conversación similar. —Cerro los ojos intentando contener las lágrimas. —Pero ella nunca volvió, no contesta mis mensajes y… tengo miedo que eso se repita… Alastor una vez ya desapareció por mucho tiempo ¿Cuánto tiempo más podría desaparecer? ¿Y si no regresa? No quiero perder a mi amigo, el pese a que no cree en la redención sin objeciones me apoya en mis ideas y planes sin importar que tan locas sean e incluso hace aportaciones cuando lo cree conveniente. Ahora incluso estaba ayudándome a mejorar la percepción que la gente tiene sobre mí.

Lucifer analizo la información con pesar, mirar el dolor de su hija solo aumentaba su culpa, el no hizo nada pese a saber que ella también había perdido a alguien y solo se encerró en su dolor, creyó ingenuamente que Charlie lo llevaría mejor que el pero ahora veía se equivocó, estaba claro que tenía miedo a perderlo, a tener una perdida, igual que él.

—¿De qué manera está ayudándote? —Pregunto después de un momento de reflexión.

—Creo que principalmente con los Overlords. —Contesto una vez se tranquilizó. —No estoy muy segura pero después de mi incidente en las noticias los pecadores me insultan un poco menos desde entonces.

—¿Te insultan?

Charlie lo miro sin comprender asintiendo.

—Los pecadores odian a la familia real, sobre todo los Overlords, pero incluso obtuve la ayuda de la mejor amiga de Alastor durante el exterminio. —Charlie sonrió triste al recordarlo. —Él me ha ayudado de muchas maneras, incluso pese a no tener nada que ofrecer el no dejo de ayudarme. Él dijo solo lo hizo por diversión, pero es tan diligente en su papel de anfitrión que es imposible no pensar que se toma el hotel en serio, más de lo que dice que hace.

Lucifer se mordió el labio pensativo, le irritaba lo bien que su hija pensaba sobre ese pecador, pero no quería seguirla viendo con aquella expresión angustiada, no quería que siguiera sufriendo más perdidas. Él le había fallado incontables veces, pero ya no más, con determinación miro a su hija y con confianza apretó sus manos.

—Yo me encargare de que se quede.

—Pero papá… No quiero obligarlo a que se queda aquí solo porque yo quiero.

—No te preocupes. —La interrumpió viendo su preocupación. —No hare nada malo, ten por seguro que hare lo que haga falta para ayudarle o averiguar la manera de convencerlo.

Charlie miro su convicción contagiándose de su seguridad asintiendo agradecida abrazándolo. Lucifer apretó a su hija contra él mientras pensaba la manera de detener a aquel demonio que tanto lo irritaba, sin importar que, lo haría quedarse. Odiaba la idea de ayudarlo a quedarse, pero por su hija era capaz de todo y un simple pecador no haría entristecer a su hija, y menos uno como él.

Charlie poco tiempo después de abandonar la habitación, Lucifer comenzó a idear la manera de hacerlo quedarse. Por más que pensaba en ¿Qué querría un Overlord? “poder” era su única respuesta. No conocía muy bien a Alastor, pero por lo poco que lo hacía sabia era uno de los Overlords más poderosos del infierno, por lo que ofrecerle más sería inútil. Los pecadores tenían un límite de poder alcanzable, claro hubo sus excepciones, pero estos solo fueron los que subieron de estatus de una manera poco convencional, esta era casándose con algún otro demonio puro, Lilith había sido la primera de ellas.

Lucifer se rasco la cabeza exasperado, si Alastor hubiera querido más poder, ya lo hubiera hecho, odiaba admitirlo, pero Alastor era bien parecido, pretendientes no le habrán hecho falta y sabia tenía más habilidades y contactos que no demostraría, él no era de los que mostraban todas sus cartas y sabia muchos demonios buscaban a los pecadores, sobre todo los imp’s, pero con su estatus ¿Por qué necesitaría el de un demonio menor o un Imp? Podría buscar conseguirle algún buen compromiso conveniente si de poder se trataba, pero las ofertas serian limitadas y estaba bastante seguro él no se conformaría con poco, él era tan codicioso, si no fuera así no estuviera detrás de su hija. Un escalofrió lo recorrió con un sentimiento horrible recordando de nuevo aquel “favor” qué su hija le debía.

—Ese hijo de puta me va a oír. —Dijo levantándose y caminando hacia su habitación al otro lado del hotel.

Para su sorpresa, Alastor estaba abandonando su habitación, después de su transmisión estaba sediento y con unas enormes ganas de tomar una copa por lo que creyendo que no se encontraría con nadie abandonando su habitación con confianza hasta que se encontró con Lucifer a mitad del pasillo.

—¡Tu…! —Dijo Lucifer apuntándolo con el dedo llegando frente a él tomándolo por el cuello del traje y empujándolo contra la pared. —Ya descubrí tus verdaderas intenciones…

—¿Disculpe? —Dijo Alastor confundido sin siquiera intentar apartarlo, su poder estaba debilitado, intentarlo sería inútil además de que su oponente era el ser más poderoso el infierno. —Lo siento su majestad, pero no estoy seguro de lo que habla.

—No te hagas el gracioso conmigo, sabes perfectamente de lo que hablo.

—No, estoy bastante seguro que no lo se.

—La razón por la que estas aquí, acaso creíste que nadie se daría cuenta. —Dijo apretando su garre. —¿Creíste que todos se tragarían el cuento que te quedas por diversión? Mi trasero, tú lo que quieres es lo que ella puede darte, ¿Qué otro motivo habría si no es por poder?  Se acerca del trato.

Alastor se tensó levemente, intento no demostrarlo, pero su cuerpo le traiciono lo que Lucifer tomo como un “sí”. Antes de poder hacer nada, Charlie y Vaggie salieron de su habitación encontrándose con la situación.

—Papá… basta. —Dijo Charlie empujando a Lucifer para que soltara a Alastor.

—Charlie, no entiendes yo…

—No, Alastor no ha hecho nada malo, el acaba de terminar su transmisión por lo que no le tuvo que dar tiempo a molestarte.

—Querida tranquila. —Dijo Alastor interviniendo. —No pasa nada.

—Pero…

—No te preocupes, tal vez solo sea un malentendido o error. —Dijo irguiéndose y sacudiendo su traje acomodándolo hasta quedar perfectamente como siempre. —Todos estamos cansados por lo que sería mejor ir a la cama.

Charlie y Vaggie se miraron compartiendo una mirada cómplice, ambas sabían las intenciones de Alastor pero no esperaron dejara pasar este incidente, así como así. Charlie acompaño a Lucifer a su habitación y sin mediar palabra se fue a su propia habitación dejándolo contrariado, había actuado apresuradamente y el enojo lo había segado, se comprometió a ayudar a Charlie y ahora lo había empeorado, sin embargo, aseguraba había acertado, la reacción de Alastor lo había delatado y el que no aprovechara la situación solo confirmaba.

Alastor por su parte en la privacidad de su habitación maldecía internamente mientras se sentaba frente a la chimenea, se preguntó que tanto y a que específicamente se refería Lucifer en su acusación. Consideraba absurdo la situación, sin embargo, hablaba del rey del infierno y no podía bajar la guardia, si averiguaba la razón del porque estaba ahí y de su trato sabría evidentemente con quien lo había hecho. Tenía que hablar con él, pero buscarlo solo dejaría ver su debilidad, si de verdad habría descubierto algo no iba a dejarlo pasar así como así, por lo que solo tenía que esperar.

Al día siguiente Alastor no tuvo que esperar mucho, Lucifer calculando los movimientos de Alastor sabia este se despertaba mucho más temprano que todos ya que era el encargado del desayuno, por lo que solo salió el sol fue directamente a la cocina y para su sorpresa Alastor ya se encontraba ahí preparando algo.

—Buenos días, supongo si está aquí tan temprano ignorando su eterna pereza debe ser importante. —Dijo afiladamente mirándolo a los ojos.

Lucifer bufando fue al otro lado de la encimera para estar frente a frente, miro la aparente confianza de Alastor y sonrió confiado, sus años en el infierno le habían enseñado muchas cosas, entre esas ver a través de la apariencia, Alastor podía aparentar toda confianza que el quisiera, pero no podía engañar a su ojo agudo, miro el semblante de Alastor y noto como una de sus orejas se sacudió.

—No creíste que dejaría pasar este descubrimiento ¿O sí? —Dijo con confianza cruzándose de brazos viendo como el mismo movimiento de la oreja de Alastor se repetía lo que solo ensancho su sonrisa. —Pero dime tu que pareces tan alterado por ello.

—¿Yo? —Dijo riendo. —Majestad necesita lavarse los ojos, no me siento mínimamente alterado ni mucho menos le tengo miedo.

—¿Quién hablo de miedo? —Dijo poniéndose más cómodo sentándose en el taburete. —Esa fue tu propia interpretación.

Alastor solo rodo los ojos fastidiado, comenzaba a sospechar que se preocupó por nada por lo que continuo con su labor ignorando al rey. Lucifer miro cada movimiento, que no le tuviera miedo no le sorprendía, sin embargo, sabía que aun podía cambiar la situación a su favor.

—¿Qué pasa? Supongo que me equivoque al suponer que podrías tener algún problemita acerca de tu poder demoniaco.

Alastor sacudió sus orejas inconscientemente con enfado y una casi imperceptible interferencia salió de él lo que hizo sonreír a Lucifer.

—¿Qué es lo que quiere? —Pregunto fastidiado a sabiendas Lucifer no lo dejaría en paz y consciente de que si sabía algo solo lo perjudicaría a él si no lo resolvía.

—Oh… supongo que yo debería hacer esa pregunta, sin embargo, estoy bástate seguro de conocer esa respuesta.

Alastor se recargo con confianza en la encimera mirando y analizando la situación.

—Supongo que su hija no se lo ha dicho, me iré dentro de poco por lo que siento esto está siendo completamente inútil.

Lucifer contuvo un gruñido, de ahí residía el problema, conocía lo que quería Alastor, sin embargo, Charlie no quería que se fuera y él se comprometió a hacerlo quedarse.

—Hagamos un trato, te ayudo en tu problema y tu seguirás siendo el perrito fiel de mi hija.

Alastor soltó una carcajada genuina, limpiándose las lágrimas de la riza, miro de frente a Lucifer quien lo miraba bastante molesto.

—¿Quiere que me quede? Oh majestad, espere cualquier cosa de usted menos esto. ¿Por qué lo haría?

—Si mi hija quiere que te quedes siendo su botones, yo se lo concederé.

—¿A si, entonces porque no está obligándome a quedarme? —Pregunto con confianza sonriendo al verlo tensarse. —No puede, como espere de nuestra adorable princesa, ella no permitiría que me obligara.

—Este trato será favorable para ti también, obtendrás poder y estatus.

—¿Está ofreciéndome un matrimonio concertado? —Dijo volviendo a reír fuertemente ya que sería de la única manera de obtener poder de manera inmediata y sobre todo un estatus superior al que ya tenía como pecador, sobre todo porque el mismo ya había sopesado la opción hacía mucho tiempo. —Espero no este proponiendo eso, si yo buscara tal cosa de otro demonio directamente hubiera hecho yo mismo mis preparativos, no sé qué tipo de demonio piense que soy, pero tengo bastante influencia en su dominio y más conexiones de las que usted esperaría.

Lucifer contuvo un bufido frustrado, era tal cual pensó, no podría ofrecerle nunca un matrimonio tan ventajoso, los demonios más poderosos que estaban disponibles solo serian hijos de sus hermanos caídos o parientes lejanos, la mayoría ya tenía una pareja estable o amantes y tampoco los obligaría, pero también estaba hablando de su hija, ¿Qué otro demonio tendría más poder que ella? Solo el mismo.

Antes de poder continuar Angel entro mirando la escena con confusión y curiosidad, el tiempo se había acabado para Lucifer.

—Supongo que ya termino, si me disculpa solo es un distractor. —Dijo empujando a ambos fuera de la cocina.

—Hey, yo no he hecho nada y solo entraba por un vaso con agua. —Dijo Angel ofendido mirando la puerta que fue cerrada en su cara.

Lucifer fue a su habitación para seguir pensando, necesitaba información, estaba frustrado ya que no había conseguido nada más que una afirmación a lo que ya esperaba, suponía ese trato con su hija tenía condiciones, y Charlie ya le había mencionado que era “inofensivo”, si no le pedía eliminar a alguien y lo que buscaba era poder ¿De qué otro modo lo obtendría si no era obligándola a casarse con él? No podía permitirlo, pero tampoco quería volver a fallarle a su hija. Haría lo que haga falta así tuviera que tomar su lugar.

Notes:

Honestamente, este fanfic se creo en base a un sueño demasiado extraño que tuve en su día y que en un delulu me inspiro a crear, pese a que siempre lo abandonaba mi bff me inspiró (obligo) a terminarlo al igual que lo hizo para publicarlo. Así que mi dedicatoria seria a ella. (La cual tagearia si por fin creara su cuenta aquí)

En este fanfic los capítulos largos serán la prioridad, pero a diferencia de mi otro trabajo el cual sigue en emisión no tendrá día programado para publicar, aunque intentare hacerlo lo más pronto posible.
Espero la disfruten ☺️

Nota 2: Debido a un error cuando publique este fanfic no note que lo publique incompleto y que incluso no note que no puse la serialización de capítulos y lo deje como un trabajo completo, así que siento mucho por quienes lo leyeron incompleto o llegaron aquí pensando era una obra completa. (actualización... 07/05/2025)

Chapter 2

Notes:

Primero ofrezco una disculpa a quienes llegaron a este trabajo pensando era una obra completa, no me di cuenta que no lo puse en serialización hasta ayer por la tarde, me comprometo a que no vuelva a pasarme un error como ese.

(See the end of the chapter for more notes.)

Chapter Text

Durante el siguiente par de días, ambos estaban en una encrucijada, Alastor estaba convencido en que Lucifer sabia más de lo que decía, pero tampoco quería averiguar más allá de ello, no podía arriesgarse, la herida en su pecho debía recuperarse, el rey ya había mostrado sus intenciones de hacerlo quedarse, pero él no podía permitirlo, sin embargo si se iba sin más, si es que tenía la oportunidad de regresar Lucifer ya no lo permitiría, para entonces suponía sería demasiado tarde y Charlie también ya sabría sobre su trato, aunque aún le debiera un favor y estuviera obligada a cumplirlo, no estaba tan seguro que esto sucediera con Lucifer cerca y su intervención.

Lucifer por su parte no sabía cómo proceder, decir tomar el lugar de su hija era más fácil decirlo que hacerlo, ¿Realmente podría casarse de nuevo? La sola idea era absurda, más hablando de Alastor. Claramente podía ver sus beneficios, fuera de poder ayudar a su hija a hacerlo que se quede, aunque nunca lo admitiera directamente, era diligente en su trabajo, si tenía la oportunidad de ir más allá de este siempre lo hacía, como el preparar las comidas de todos sin objeciones pese a que no era una obligación suya solo porque Charlie dijo estar encantada con sus comidas, además de la ayuda que le daba en su primer acercamiento a la política del infierno. Sabía que, si podía ponerle una cadena sobre él, para que su hija pudiera usarlo como mejor le conviniera, incluso sería beneficioso para su propio trabajo el cual pronto tendría que retomar si es que quería seguir ayudando a su hija y el no quera intervenir con el anillo, si podía delegar ese trabajo a Alastor seria pan comido para él.

Sin embargo, también estaban las consecuencias, casarse con él era darle un poder desmedido, incluso ponerlo en la misma balanza que su hija, podía ponerle limites, pero también estaba su propia ideología acerca del matrimonio, el creía este era sagrado, un paso más allá de las propias limitaciones de un trato normal, uno hecho por amor. Sin embargo, este si jugaba un papel importante en ese momento, el amor a su hija. Pero, por otra parte, estaba la propia ideología de Alastor, Lucifer no consideraba el fuera alguien que se dejaría atar tan fácilmente, porque no creía Alastor mirara el matrimonio de otra manera que fuera eso. Estaba seguro no aceptaría, no al menos si no ponía bien sus cartas sobre la mesa.

Una idea maliciosa había tomado forma en la mente de Lucifer, si salía bien, no tendría que llegar al altar, si su suposición era correcta y estaba seguro lo era, Alastor tampoco querría llegar al altar si lograba convencerlo. Y Alastor mismo destruiría el compromiso antes de que ocurriera. Alastor al igual que él era orgulloso, pero no estúpido, sabia podría perder más de lo que ganaría, además de tener una cadena a su cuello, o mejor dicho en su dedo, atado para siempre a los caprichos de la familia Morningstar se casara o no.

Para mala suerte de Lucifer, Alastor rara vez se encontraba solo, además de estar bajo vigilancia debido a su actuar aquella noche donde lo aprisiono contra la pared y Charlie los termino separando, ella en su buena voluntad cada que intentaba acercarse llegaba con un pretexto para apartarlo, por lo que sabía no podría hacer ningún movimiento sin su conocimiento, aunque tampoco podía decirle la razón del porque quería reunirse con su botones a solas o ella se opondría.

—Manzanita…  tengo que pedirte un favor…

—Claro, dime que es lo que necesitas. —Contesto alegre de tener que hacer algo más ya que su intento de hacerlo desviar su atención de Alastor había sido absurdo cuando le dijo que quería qué viera el nuevo mechón de pelo que crecía de Keekee.

—Déjame hablar con Alastor. —Dijo con seguridad y continuando al ver que Charlie se iba a interponer. —No pienso pelear con él, en realidad tengo algo importante que decirle y no creo poder esperar.

—Papá, sé que dijiste querer ayudarme, lo aprecio mucho. Pero no estoy muy segura de que tan conveniente sea que vuelvan a encontrarse solos.

—Charlie, lo prometo. No voy a hacerle daño, he estado pensando mucho lo que me contaste de él, mi percepción ha cambiado y creo tener la confianza para no dejarlo marcharse, sé que el aceptará.

Charlie miró a Lucifer con algo parecido a la desconfianza lo que solo apretó su corazón y le dio la determinación para concluir su plan, no iba a tener fallos, no volvería a ver una cara así de su hija.

—No hare nada malo, en realidad yo tampoco quiero que se vaya. —Mintió. —Ese día estaba molesto debido a que no podía convencerle, pero sé que hice mal y quiero enmendar mi error, mejorar esta relación.

Charlie miro conmovida a su padre, casi con lágrimas en los ojos y orgullosa que el quisiera dar un primer paso a mejorar su convivencia en el hotel, algo que ella no había querido forzar, pero tampoco estaba cómoda en que su padre y su mejor amigo se odiaran, si su dialogo los había alcanzado se sentía idealizada y convencida en que lograría llegar más allá al alcance de los corazones de los demonios.

Lucifer por su parte sabia estaba mintiéndole a Charlie y por ende jugando con fuego, en parte no era mentira y si cambiaria el juego en cuanto su relación, pero no de la manera que ella quería, pero tampoco podía dejar que ella interviniera si quería asegurar que Alastor estaría ahí bajo sus propios términos y con seguridad para ella.

—Está bien… te ayudaré. —Dijo completamente motivada. —Alastor ha estado ocupado resolviendo algunos desperfectos en las habitaciones vacías, ahora mismo iba a ir a la sala de descanso, está casi al fondo en el pasillo, hay un letrero afuera, también hay un juego de té, aunque Alastor prefiere más el café que el té. Pero pueden usarlo si es que quieren ponerse cómodos mientras conversan. —Charlie decía atropellándose casi con las palabras mientras acompañaba a su padre. Cuando llegaron a la sala, esta estaba vacía, Alastor aparentemente la había abandonado, sin embargo, Charlie incentivo a su padre a sentarse. —Seguramente salió un momento, iré a traerlo.

Lucifer no pudo decir nada más obligado a quedarse donde estaba sentado. En ese momento se preguntó qué tan buena idea era continuar, seguramente se había dejado llevar, pero ya había llegado demasiado lejos y ante la emoción de Charlie no pudo echarse para atrás.

Alastor quien había ido a la alacena por insumos para la preparación del té, fue alcanzado por Charlie quien al verlo le tomo la mano.

—Alastor, justo a ti es a quien estoy buscando.

—¿Puedo preguntar el porqué y el motivo de tu emoción? —Dijo al ser arrastrado de nuevo a la sala de descanso.

—Veras…  mi papá quiere hacer las paces contigo, no te preocupes, me prometió que no pelearía contigo.

—Princesa…  no creo que sea una excelente idea. —Dijo intentando contener su fastidio.

—Lo prometo, solo será esta vez, si algo sale mal yo me haré responsable y no te volveré a molestar. —Dijo volteándolo a ver deteniendo se al otro lado de la puerta mirándolo con una súplica muda.

Alastor entre cerro el ceño, pero sabía no podría quitársela de encima, no estaba tan seguro que tan bien o mal saldría de volver a tener una charla con Lucifer, ya se había librado de tener una segunda charla, y no esperaba que saliera nada bueno de esta, pero tampoco esperaba nada bueno si se iba a sabiendas el rey tenía información importante de él.

—Está bien querida... Pero… 

No pudo decir nada más, Charlie abrió la puerta con miedo a que se arrepintiera y lo arrastró con ella dentro de la habitación. En esta Lucifer estaba sentado cómodamente en su espera. Charlie obligó a Alastor a sentarse frente a frente, le quito las cosas de las manos y las dejo en la mesa frente a ellos.

—Bien, que tengan una buena charla. —Dijo retirándose rápidamente.

Ambos la miraron marcharse, Lucifer pronto se puso más cómodo y Alastor fingió tranquilidad poniéndose de pie y tomando de vuelta todo lo que Charlie le había quitado de las manos comenzando a ponerlas en su lugar.

—Para estar en una habitación cerrada conmigo pareces bastante tranquilo. —Comento con diversión Lucifer.

—¿Debo estar intranquilo? Lo siento su majestad si es que no es lo suficientemente intimidante para mí, en cambio me gustaría que dijera lo que sea que tenga que decir para poder irme a terminar mi trabajo.

Lucifer contuvo un gruñido de fastidio, esta vez no se iba a dejar llevar, en cambio hizo aparecer una taza de té en su mano y cruzó una pierna sobre la otra.

—Tranquilo pequeño cervatillo, de igual manera no podrás salir de aquí sin escucharme esta vez. —Dijo señalando la puerta la cual ya tenía un escudo suyo.

Alastor en cambio lo miro con una sonrisa ensanchada y diversión en la mirada algo que sorprendió y fastidio a Lucifer en partes iguales. Alastor en realidad ya esperaba ese resultado, en realidad incluso hasta podría apreciarlo ya que así también se asegurará qué lo que fuera que hablaran no saliera de esas cuatro paredes, por lo que sin apartarle la mirada se sentó cómodamente y el mismo invoco su taza llena de café haciéndole un gesto a Lucifer para que continuará.

—Pareces bastante confiado...

—No tengo razones para no estarlo si me lo pregunta, pero si no le molesta me gustaría acabar con todo de una vez ya que está interfiriendo en mi trabajo.

Lucifer sonrió con sorna, cada momento era una molestia para él, se volvió a cuestionar si era una buena idea, pero rápidamente desecho ese pensamiento, él era el rey, no habría otro demonio más poderoso del infierno y no había alma humana que se hubiera negado alguna vez a un trato con él, aunque esos tratos realmente fueran muy contados.

—Como te dije la última vez, quiero un trato contigo. Deberías sentirte alagado, no cualquier pecador ha hecho un trato conmigo.

—Oh por su puesto majestad, que maravilloso placer recibir tal propuesta, por favor dígame que es lo que desea de este humilde súbdito suyo. —Dijo con falsa impaciencia y remarcando su sarcasmo.

Lucifer no esperaba otra cosa, era evidente que no estaba tomándolo en serio, sin embargo, no le importo y sonrió.

—Te casaras conmigo.

Alastor tenso levemente su sonrisa, no sabía a qué tipo de juego estaba jugando, pero tampoco estaba dispuesto a dejarse manipular por lo que decidió seguirle la corriente.

—Claro que sí, ahora dígame ¿Qué es lo que desea de este matrimonio?

—No tan rápido, quiero hacer las cosas bien contigo, primero nos comprometeremos y si ambos queremos, llegaremos al altar.

—Por supuesto señor, todo a su tiempo.

—Mis condiciones son sencillas, como mi consorte y parte de mi familia espero tu completa disposición y apoyo para Charlie y para mí, debido a que “tu” ya dices considerarla como la hija que nunca tuviste, espero que como hija política ese cariño y apoyo se multiplique. También espero monogamia de tu parte, no es que me encante compartir.

Alastor comenzaba a aburrirse y pensó en demostrarlo encogiendo su postura y dando un largo bostezo. Lucifer sintió su ojo temblar ante tal falta de respeto, pero no lo demostró. Alastor por su parte dejo la tasa en la mesa, se sacudió el traje y se puso de pie.

—Una agradable conversación sin duda, pero considero que ya perdió la gracia este chiste por lo que fingiré no tuvimos esta conversación.

Lucifer en respuesta invoco a una serpiente qué al impulsarse hacia Alastor lo hizo caer de nuevo hacia atrás en el sofá, esta amenazadoramente se enredó en sus muñecas y luego siguió su camino a su cuello. Alastor al ver a la serpiente lo miró con fastidio marcado.

—Espera ¿Quién dijo era una broma? Yo nunca bromearía con algo así.

—Entonces ¿también dirá que no piensa retenerme por la fuerza por los caprichos de su hija? —Dijo con sarcasmo.

—Querido, por supuesto que no, mi querido amigo no está ahí para amenazarte.

—¿Quién dijo algo de sentirse amenazado? —Dijo tomando la serpiente con delicadeza mientras esta se enredada en su brazo y Alastor le daba una caricia debajo de su cabeza. —Se que la palabra de nuestra querida Charlie tiene el suficiente peso para no hacerlo romper su promesa, y conociéndola ella no permitiría que me obligará de ninguna manera.

Lucifer solo bufo rodando los ojos, Alastor solo seguía jugando sin tomarlo en serio. Una idea le vino a la mente y se preguntó qué tanto fastidiaría a Alastor. Si él creía podía seguir bromeando entonces él lo llevaría al siguiente nivel.

—Bien, continuaré entonces con mi propuesta. Por supuesto no dejaré que te vayas con las manos vacías, como mi consorte podrás tener poder no solo político ante las decisiones del infierno y de mi anillo, sino también demoníaco, como sabrás con el matrimonio no solo viene el estatus, sino que podrás absorber poder puro y te convertirás en un demonio completo lo que beneficiaria enormemente a tu alma, además de obtener inmunidad inmediata ante los exterminios.

—Veo que ha pensado mucho en esto querido. —Dijo con un tono meloso nada propio de Alastor mientras le sonreía con sorna algo que sorprendió un poco a Lucifer, pero no lo demostró. —Dígame entonces como quiere proceder.

—Como te dije, primero nos comprometeremos, después de un tiempo aceptable nos casaremos. ¿Cuándo te parecería bien dulzura?

—Oh… ¿puedo tomar ese tipo de decisiones? Pero te veo tan impaciente cariño, por lo que para hacerte feliz lo haría ahora mismo sin duda. —Dijo Alastor con dulzura fingida en la voz.

Lucifer solo sonrió en respuesta fingiendo felicidad, pero lo suficientemente exagerado para que Alastor notará era falso.

—Como esperaba , ya esperaba que me complacieras enormemente. —Dijo tomando la mano de Alastor obligándolo a ponerse de pie mientras daba un chasquido y sus vestimentas cambiaban. —Aunque sea una ceremonia demasiado íntima quiero darte una buena experiencia.

Alastor se miró a sí mismo, su ropa ahora había sido sustituido por un traje blanco con detalles en los bordes color rojo carmesí, su saco también blanco con encaje, aunque también largo al final parecía simular a un vestido corte princesa si no fuera porque dejaba ver la parte delantera del traje. Hubiera pensado sería un traje exquisito si no fura el quien lo estuviera usando.

Lucifer por su parte llevaba el típico traje blanco de novio de tres piezas, aunque similar al suyo, este tenía sus detalles rojos en los bordes.

—¿Qué se supone que significa esto? —Dijo Alastor soltándose del agarre de Lucifer.

—¿Por qué te sorprendes? Tú mismo aceptaste mi trato.

—No, deje de jugar ¿Qué pretende al hacer esto?

—Yo nunca estuve jugando. —Dijo poniendo una de sus manos en su pecho aparentando sentirse ofendido. —¿No creíste que estuviera jugando desde el principio o sí? Te lo dije, yo nunca jugaría con esto. Siempre he sido sincero contigo.

Alastor ya no pudo simular su molestia, volvió a darse vuelta intentando irse, pero la serpiente qué aún estaba enredada en su mano lo obligó con fuerza a volver. La miró con fastidio y luego a Lucifer, intento irse entre las sombras, pero tampoco pudo.

Lucifer sonrió cuando Alastor por fin se dio cuenta que el escudo no solo funcionaba para retenerlo, sino para limitar sus poderes.

—¿Por qué tan temeroso? No pienso hacerte daño bambi.

—Dígame una cosa señor. ¿Por qué en el infierno me pide ese tipo de proposición y específicamente a mí?

—Querido, tú y yo sabemos que exactamente lo que quieres. Para tu buena suerte, mi hija te tiene un gran aprecio y tú no te conformaras con cualquier cosa y yo estoy dispuesto a cumplirle cualquier capricho a Charlie. Si tengo que hacer locuras y sacrificios por ella los hare.

—¿Y de verdad espera que solo acepte y ya? No soy tan estúpido como usted espera que sea. En mi parecer hacer un trato con el diablo esta fuera de mi propia expectación.

—¿Estás seguro de ello? Lograras conseguir más de lo que tu deseas. Puse mis cartas sobre la mesa, no es un mal trato.

—Claro, mientras también me ato para siempre a usted y Charlie.

Lucifer dio un suspiro cansado, en realidad estaba maldiciendo por dentro, no podía irse sin ese trato, sabía que Charlie preocupada seguramente se habría quedado al otro lado de la puerta esperando, además dejarlo salir sería aceptar una derrota qué no estaba dispuesto a aceptar.

—Deberías pensarlo mejor, si bien es verdad, sé que ganas más de lo que perderías. Piénsalo de esta manera, siendo mi prometido también obtendrás parte de los beneficios que te otorgare cuando estemos completamente casados, pongamos un año de compromiso, te puedes echar para atrás si es demasiado para ti, a cambio seguirás siendo el botones de mi hija hasta que ella se arte de ti y no quiera volver a verte.

Alastor lo miro con fastidio mientras su sonrisa está completamente tensa, si algo tenía que agradecer era el cariño que le tenía a Charlie, sino Lucifer no estaría intentando tratar con el sino desapareciéndolo inmediatamente, por ello era que sabia no le haría daño por más molesto que estuviera o incluso lo golpeara. Era verdad, ese tipo de trato el saldrá ganando más de lo que perdería, pero eso solo significaba pasar su correa de mano, y no consideraba mejor a Lucifer. Y además tampoco estaba seguro de que esto lo ayudara a romper su anterior trato.

Si bien se había acercado a Charlie con ese propósito, seguía siendo una suposición, ella quien tenía un poder inalcanzable solo por detrás de Lucifer, ella era el demonio perfecto para poner en marcha su teoría, sin embargo, si no se quedaba era por una causa de fuerza mayor.

—Sin afán de ofender majestad, ¿Por qué aceptaría? Usted no tiene ningún aprecio por los pecadores ¿Por qué pondría mi alma en riesgo al hacer un trato con usted?

—No, lo harás. —Dijo chasqueando los dedos haciendo aparecer un contrato prematrimonial. —Estas de suerte, te dejaré proponer condiciones. Acepto que tienes parte de razón, no aprecio a los pecadores, pero no por las razones por las que seguramente crees. Te recuerdo Lilith también fue una pecadora.

—Por supuesto, sin embargo, yo le recuerdo como acabo. Si estaba tan falto de calor solo debió decirlo, seguramente nuestro amigo arácnido estaría encantado de calentar su cama para usted.

—Si esto se tratara de intimar sexualmente habría muchísimas mejores opciones, incluso superiores a ti. Sin embargo, es a ti a quien mi hija quiere. Deberías de aceptar, no encontrarás nunca un trato tan beneficioso como este, e incluso serias el primero al que dejaría proponer tus condiciones, deberías sentirte alagado. Además del alto estatus que tendrás, tan solo siendo mi prometido estarás por encima de todos los Overlords y nobleza del infierno. Y tampoco te exigiré ni obligare calentar mi cama como supusiste.

Alastor miro por primera vez en ese día a Lucifer con atención, no comprendía como su cerebro funcionaba y como había llegado a la conclusión que el matrimonio sería la mejor opción para él y en consecuencia obligarlo a quedarse. La única explicación que encontró era que el mismo no quería interferir sino darle el poder suficiente para que Alastor hiciera lo que pudiera con su trato sin interferir directamente, lo que sí fue una sorpresa para él era que por Charlie hiciera tales preparativos.

—Bien, suponiendo que yo aceptará, ¿Qué cláusulas propone? —Cedió cansado de solo seguir dando vueltas.

—Es sencillo, como mi prometido, podrás obtener al menos una mínima parte del poder que se te concederá si llegamos al altar, también consideraré cualquier propuesta en cuanto a la política del infierno y del anillo, también obtendrás protección, sé que ahora tenemos un acuerdo frío con el cielo, pero no descartó los exterminios vuelvan pronto cuando encuentren un sustituto para Adán. A cambio quiero monogamia absoluta al igual que total e incondicional apoyo a la familia. —Comenzó a redactar y cada una de las cláusulas comenzaron a aparecer una a una en el contrato. —Entonces dime ¿Qué otra cosa propones?

Alastor miro con detenimiento el contrato, era tentador, después de todo estaba hablando con la personificación de la tentación, sabía no tendría una oportunidad igual de nuevo, era un riesgo grande del que si salía mal se podría arrepentir enormemente, además de que sabia terminar el compromiso tendría consecuencias y no lo dejarían libre así como así.

—¿Y si alguno de los dos decide terminar ese compromiso? —Pregunto poniendo su peso en un solo pie para inclinarse un poco y parecer más relajado de lo que realmente se sentía.

—¿De verdad no puedes solo responder en vez de contestarme con una pregunta? —Le contesto sintiendo el gorgoteo de su enojo, sin embargo, Alastor no se intimido y solo cambio el peso a su otro pie.

—Está bien, no quiero ser un participante activo en los preparativos. Tampoco quiero algo ostentoso, algo íntimo y privado está bien para mí.

—¿Quieres decir que no quieres poner nada de tu parte en la relación? —Preguntó no pudiendo contener por completo el fastidio en la voz.

—Creí que esto solo era un matrimonio concertado, según yo estos no están ligados al romance sino a una necesidad mutua. —Lucifer parecía nada convencido por lo que con un suspiro cedió. —Si lo que usted quiere es una esposa, puedo aparentar ser una, sin embargo, no prometo nada emocional de por medio ni un cariño genuino.

—Me parece justo, no me gustaría que Charlie se sintiera decepcionada y ella realmente necesita una madre, así que has tu mejor esfuerzo. —Lucifer dijo divertido al ver como Alastor volvió a hacer aquel movimiento involuntario con sus orejas mostrando su molestia. —Contestando a tu pregunta anterior, si decides terminar el acuerdo, te quedaras, aun así, continuaras con tu trabajo en el hotel, harás y serás exactamente lo que mi hija desee que seas.

—¿Y si usted es el que decide terminarlo?

—¿Por qué querría yo eso? En mi parecer no tengo nada que perder.

—No creo que sea justo.

—¿No habías supuesto antes que los tratos con el diablo no eran justos? Solo cumplo tu suposición.

—Sin embargo, sé que cederá un poco esta vez. Para su suerte, yo tengo otra proposición, si decide romperlo, quiero un favor.

—¿Un favor?

—Uno nunca sabe cuándo puede necesitar uno, además seré indulgente con usted, no le pediré matar ni hacer daño a nadie. También para hacerlo justos para el otro, quien falle al cumplir el trato el otro tendrá derecho de proceder con la relación como mejor le convenga, así sea humillarlo públicamente y el otro no podrá oponerse. Claro a menos que sea roto por mutuo acuerdo.

Lucifer sonrió en respuesta, sabía Alastor era un buen negociante y en realidad ya haciéndolo hablar era bastante fácil negociar con él. Ambos tenían el orgullo tan alto que sabían el uno del otro lo expectante qué sería poder hacer con el otro lo que quisiera.

Lucifer en respuesta con un solo movimiento de su mano las nuevas cláusulas aparecieron en el contrato al igual que una pluma fuente aparecía en su mano ofreciéndosela a Alastor quien lo miró con recelo.

—Un momento majestad… —Dijo apartando la pluma ofrecida casi como si no quisiera tocarla. —No recuerdo haber dicho que firmaría.

—Tampoco recuerdo haber escuchado que te negaras, y en mi experiencia nunca nadie me ha negado un contrato y no creo seas el primero.

—Cuanta vanidad de nuestro soberano, pero sin embargo que haya hecho aportaciones ya que me las pidió no significara que firmaría. —Explico mirando el contrato, no pensaba que fuera un mal trato y estaba bástate seguro que terminaría aceptando, era el mejor trato que podría conseguir pese a la humillación que convendría aceptarlo, pero aún tenía que asegurarse. —¿Cómo no sabre que si en algún punto el acuerdo termina no intentara eliminarme o en el transcurso durante este?

—¿Asustado?

—No, soy completamente consciente que solo me deja vivir porque tengo el favor de nuestra princesa, sin embargo, tampoco este contrato me asegura que no pueda llegar a acabar conmigo en algún punto.

Lucifer sonrió con diversión, ya se esperaba algo así, sabia Alastor no dejaría cabida para que le hiciera daño.

—Bien, que te parece si ponemos un seguro, no podremos llegar a hacernos daño real el uno al otro ni a nuestros allegados, todo lo que se haga en esta relación tendrá que hacerse de mutuo acuerdo como ya habías mencionado y no habrá letra pequeña.

Lucifer miro la duda en los ojos de Alastor aun así, sin embargo, ya no estaba dispuesto a más concesiones, la última clausula apareció al final y para no alargar más Lucifer se pinchó con la pluma recargándola con su sangre y firmando, su letra perfecta y algo remarcada debido al esfuerzo de no haberla usado hacia unas décadas, sin embargo, nada más verla le lleno de satisfacción. Sin más le ofreció la pluma a Alastor quien estaba sorprendido por el uso de su propia sangre como tinta, ahora veía porque la punta parecía más fina y filosa que cualquier pluma fuente que él hubiera visto.

Alastor hecho un último vistazo al contrato y a la perfecta firma de Lucifer que relucía aun fresca y resplandeciente debido a su color dorado que parecía hasta brillar pese a la tenue luz cálida de la habitación. Estaba metiéndose en un gran aprieto, en uno más grande que el que lo llevo a estar atado y haber acabado en el infierno, sabia solo era una satisfacción a medias pero también debía aceptar que pese a que Lucifer podía aprovecharse del contrato más allá de sus límites, fuera de tener que soportar a la insidiosa familia real, podría salir levemente beneficiado, y sabia Lucifer planeaba que el fuera el que terminara el trato, sin embargo dos podían jugar al mismo juego ya que el también veía casi imposible terminarlo en mutuo acuerdo debido a sus naturalezas orgullosas. Su única limitante era la herida aun abierta en su pecho, pero sabía que sanaría, y si lograba obtener al menos una fracción del poder de Lucifer se vería beneficiado, el poder demoniaco no lograría nunca sanar una herida angelical ni aunque fuera un poder proveniente del mismo rey, sin embargo, si la haría más tolerante y no tendría que volver a desaparecer.

Tomo la pluma y al apenas leve contacto de sus pieles ambos sintieron un cosquilleo de incertidumbre y una efervescencia por lo que podría ocurrir. Alastor hizo lo propio con su propia sangre y a diferencia de Lucifer su firma igual de perfecta y fina salió con naturalidad.

Lucifer le dio a Alastor una sonrisa jocosa mientras lo miraba con un brillo peligroso y malicioso mientras le ofrecía la mano. Alastor quien sin dudarlo la acepto, su primera sorpresa fue que Lucifer rápidamente lo tomara por el brazo antes de que el siquiera tocara su mano y lo jalo hacia si sellando sus labios con los suyos. Su segunda sorpresa fue que solo con ese gesto extremadamente intimo la habitación se iluminara con sus poderes demoniacos haciéndose presentes mientras sentía que la serpiente que lo había estado reteniendo bajaba hasta su mano empequeñeciéndose y ciñéndose alrededor de su dedo anular, cuando el poder iba disminuyendo y Lucifer en un gesto de provocación le lamio y casi mordió sus labios si no fuera porque Alastor rápidamente lo empujo limpiándose la saliva que había quedado del rey en él.

—¿Qué pasa querido? —Pregunto en un falso tono de sorpresa. —¿No sabias que se podían cerrar tratos de otra manera? Espero no haberte asustado.

—Según yo recuerdo, usted dijo no requerir nada carnal. Además ¿Qué significa esto? —Dijo apuntando su dedo con el anillo.

—Oh… pero no considero que un tierno beso a mi prometido sea un acto carnal. —Dijo con falsa inocencia. —Y el anillo es una cordialidad, ¿no se entregan anillos de compromiso en tu época?

—Si lo dice así… lo aceptare, pero le recomiendo que se guarde sus besos y caricias que no serán recibidas ni reciprocas. —Dijo con una sonrisa totalmente rígida y ensanchada mientras la estática a su alrededor se volvía aguda y sus orejas se movieron demostrando su fastidio.

—Una verdadera tragedia. Pero supongo que solo me queda hacer que las aceptes con el tiempo. —Comento Lucifer con una teatralidad dejándose caer de nuevo en el sofá fingiendo estar afligido.

La estática de Alastor y el mismo pareció crisparse, hasta que con un pensamiento divertido esta se controló y suavizo su voz.

—Bueno, supongo que ya hemos terminado por aquí ¿no es así?

Lucifer miro a Alastor y con un flojo movimiento de su mano la barrera de la puerta desapareció, sin embargo, Alastor aun podía sentir una restricción en la habitación, y a sabiendas que era para obligarlo a salir en su estado actual él también le sonrió con diversión.

—Gracias, si me disculpa, aún tengo actividades que atender. Le deseo una excelente charla con su hija para darle las buenas noticias.

La sonrisa de Lucifer se congelo y miro rápidamente en su dirección.

—Te recuerdo que este tipo de noticias se da en pareja.

—Y yo le recuerdo que usted acepto mi casi nula participación en lo que al compromiso requiere. —Dijo sonriéndole con falsa ternura. —Si me disculpa.

Antes de que pudiera decir algo más, Alastor rápidamente abrió la puerta dejando ver a Charlie quien detuvo su andar en círculos seguramente preocupada. Ella nada más verlos se paralizo no entendiendo la tensión que parecía emanar la habitación sumado al cambio de atuendo de ambos.

—¿Esta todo bien? —Pregunto preocupada mirándolos a ambos y a la habitación en búsqueda de indicios de una pelea.

—Oh… por supuesto querida. —Dijo Alastor tomándola de los hombros incitándola a entrar. —Tu padre desea hablar contigo.

—¡Tu…! —Quiso protestar, pero esta inmediatamente murió en su boca.

Charlie los miro a ambos y vio a Alastor nada más salir desvanecerse en las sombras. Sin más que hacer ella entro dispuesta a averiguar qué era lo que había pasado. Notaba la tensión en el aire nada mas Alastor abrió la puerta. Sabia seguramente su padre los había encerrado por lo molesto que se fue Alastor sin cambiarse siquiera dejándose ver con ese traje llamativo y blanco totalmente opuesto a su esencia.

—Papá ¿Qué fue lo que paso? ¿Por qué están vestidos así? y ¿Por qué Alastor parecía tan molesto? —Comenzó a lanzarle preguntas una seguida de la otra sin darle tiempo a responder, aunque Lucifer tampoco tenia ganas de hacerlo en realidad.

Charlie miro las tasas en la mesa, señal que había comenzado bien lo que la tranquilizo levemente, pero esa tranquilidad murió nada más ver un fino papel sobre la mesa el cual desapareció no dejándola ver su contenido.

—¿Qué fue lo que hiciste? —Dijo impactada y con voz más fría y seria de lo que quería demostrar.

Lucifer trago en seco sin saber cómo comenzar, ¿por el trato? ¿Su conversación? No quería que supiera que prácticamente lo había obligado, sabia Alastor firmaría sin importar si cerraba la puerta o no, pero quería asegurarse de no tener que perseguirlo y hacerlo escucharlo.

—Manzanita… quiero que sepas que todo lo que paso aquí fue de mutuo acuerdo. —Dijo e inmediatamente recordó el beso que se obligó a darle a Alastor y a él a recibirlo. —Bueno, no salió mal. Alastor se quedará…

—¿Eso era un trato? —Pregunto, aunque sonó más como una afirmación.

—Si… —Dijo con tensión. —Alastor se va a quedar.

—¡Yo no quería que se quedara obligado! —Dijo exaltada y desilusionada.

—No, el acepto de buena gana. —Se defendió con el pánico picándole el estómago. —No lo obligue a nada, él estuvo de acuerdo.

—¿Qué es ese contrato entonces? —Pregunto intentando tranquilizarse.

—Bueno… tuvimos que aligerar algunas asperezas. Sorprendentemente ambos somos completamente compatibles en pensamiento y mientras conversábamos nos dimos cuenta que es más fácil llegar a un acuerdo. —Intento explicar la naturaleza de como se hizo el trato, aunque sabia lo estaba haciendo terriblemente mal. —Yo propuse algunas cosas para nuestra relación y el concordó y el propuso las suyas para que fuera equitativo, luego ambos decidimos que tenía que quedar grabado ya que así no habría duda alguna de que queríamos que se concretara.

—¿Qué concretaron? —Pregunto algo nerviosa al no comprender las palabras de su padre mientras crecía en su estómago la incertidumbre y esperanza al escuchar que llegaron ambos a un acuerdo y la extrañeza cuando uso la palabra “relación”.

—Nos comprometimos.

Ninguno de los dos dijo nada, Charlie lo miro pasmada, la sorpresa, emoción y frustración cruzaban su mirada al mismo tiempo no sabiendo cómo reaccionar. Ella no estaba en desacuerdo en que su padre diera por fin un paso a volver a iniciar una nueva relación, después de todo sabia lo terriblemente triste que estuvo cuando su madre lo abandono y cuanto la espero, sin embargo, no entendía…

—¿Por qué con Alastor? —Dijo apenas en un susurro.

—Yo… yo tampoco deseo que se valla, sé que tenemos nuestras diferencias, tiene un gran potencial, le exprese mis deseos y el me expreso los suyos, al principio no estaba seguro de aceptarlos ya que él nunca ha hecho esto, pero sabía que podía dar más de mí y acepto, además le di la opción de poder romperlo si es que el en algún momento no lo quiere más.

Charlie analizo la información mal dicha con asombro y esperanza. Ella sabía Alastor no se prestaría a ese tipo de trato por diversión, menos con su padre, por lo que con emoción asintió en aprobación a su nueva relación. Malinterpretando la información en que Lucifer había dado un estado para demostrarle a Alastor sus sentimientos, y ella como gran amiga sabia podría conocerlo mejor que él y estaba dispuesta a ayudarles a prosperar. También sabia lo seco que era Alastor en temas de romance, sin embargo, él nunca jugaba con ellos por lo que si acepto el trato era completamente serio y mutuo.

—Yo te ayudare… —Dijo casi saltando de la emoción tomando las manos de Lucifer en las suyas.

—¿Sí? —Pregunto sin comprender. Sabía que estaba omitiendo muchas cosas por los nervios y la información no salía como quería.

—Por supuesto papá, sé que puedo ayudarte, te apoyo completamente, también conozco mucho mejor a Alastor que tú, se sus gustos y la mejor manera de llegar a él.

Lucifer no sabía como interpretar sus palabras ni como volver a expresarse ya que al verla con aquel brillo de emoción de nuevo en sus ojos cualquier palabra que hubiera querido salir murió en su boca instantáneamente solo apretando levemente sus manos en respuesta.

Notes:

Comienza una relación llena de tensiones.
Pobre Charlie, su dulce pensamiento la hace extremadamente ingenua y comienza a malinterpretar todo, aunque Lucifer no ayudo.
Estoy emocionada por los próximos capítulos así que intentare ponerme a escribir lo mas que pueda.
Gracias por haber llegado hasta aqui

Chapter 3

Notes:

(See the end of the chapter for notes.)

Chapter Text

Charlie quien inmediatamente abandono la sala exclamando tenía que reunir la suficiente información para ayudarle a Lucifer a quien no le quedo de otra que desear sumirse en el asiento en el que estaba sentado. No sabía que pensaba Charlie y ahora temía decepcionarla, fuera lo que fuera no quería hacerlo.

Ahora que ya había hecho el trato y su charla con su hija había salido levemente bien el peso que no sabía que estaba cargando se hizo presente tensándole todo el cuerpo, no supo cuánto tiempo paso en aquella habitación mirando las tasas que en algún momento de su negociación con Alastor quedaron abandonadas hasta que Charlie y Vaggie volvieron.

—Papá, he investigado y preguntado a Alastor mismo todo lo que tenemos que saber para que esto salga bien. —Dijo completamente motivada.

Vaggie por su parte parecía pasmada mientras evitaba su mirada a sabiendas ella ya conocía todo por Charlie. Habían tenido una charla sobre la aparente nueva relación de ambos, Charlie tomo su postura apoyándolos mientras Vaggie dijo no creer que fuera verdad, sino que tal vez había un malentendido y era otro tipo de trato ya que no creía que Lucifer se comprometiera a sabiendas lo mucho que se hablaba del amor que profeso por Lilith y tampoco creía Alastor estuviera tan dispuesto a “atarse” y mantener una relación romántica ya que nunca habla sobre amor, o al menos no uno para si mismo y no suele tener una opinión sobre ello.

—Bien, primero es esencial que conozcas bien a Alastor, él es muy reservado en su persona, pero sé que esto los llevara a que pueda abrirse más a ti.

Charlie comenzó a relatar como se conocieron desde el minuto uno en que el demonio toco a su puerta y el renombramiento del hotel, algo irrelevante pensó Lucifer, pero no le quedo de otra que fingir interés mientras la escuchaba hablar.

—También él fue quien me dijo de cambiar mi apellido.

—Espera… —La interrumpió. —¿Fue porque él te dijo que lo hicieras? —Pregunto confundido ya que el siempre creyó que fue por ella misma la que decidió tomar su apellido y abandonar el de su madre.

—No… cuando llego al hotel fue la primera recomendación que me dio… —Dijo rememorando aquel día. —Después de que tuve aquel incidente en televisión los demonios me comenzaron a tomar aún menos en serio. Alastor dijo que era mejor reinventar mi imagen. Al principio no estaba segura ya que era el deseo de mamá que tuviera su apellido y había respetado eso, pero también entiendo que eso me quita poder como tu hija, al menos en esencia y presencia ante los pecadores.

Lucifer proceso sus palabras, era verdad que su apellido reflejaba su poder y estatus, y cuando supo del cambio se había puesto tan contento que ni siquiera se tomo el tiempo de investigar porque, solo le ponía feliz el reconocimiento que le daba a el como padre que su hija tuviera su apellido. Pero ahora se le abría paso a un contexto que el desconocía, no le dijo que paso exactamente, pero parecía lo bastante apenada al respecto como para bajar la cabeza avergonzada mientras Vaggie le ponía una mano en su hombro a modo de consuelo.

—Alastor fue muy insistente en que Charlie se cambiara el apellido… pero al final creo que tubo razón. —Concordó Vaggie. —Dejaron de atacarla menos en los medios.

—También Alastor influyo mucho. —Continuo Charlie. —Con su presencia aquí ahuyento a cualquiera que quisiera dañar al hotel, lo ha defendido y poco a poco me ha estado ayudando a mejorar mi imagen pública. Dijo era muy importante si quería dar una buena impresión y que ellos me tomen más en serio.

—¿De qué manera exactamente? —Dijo mientras le picaba el orgullo y su pecho se llenaba de frustración al saber las penurias que Charlie tuvo que sufrir y que debido a eso tuviera la necesidad de ocultarse detrás de la sombra de un pecador.

—Alastor maneja la radio. —Dijo de nuevo de buen humor. —Es muy bueno y todo el infierno escucha sus transmisiones. Es bastante popular, cuando comenzó a transmitir de nuevo nada más instalo su torre promociono el hotel y… a su manera me ha defendido…

—Amenazo a cualquier medio de poner en duda el apellido Morningstar e insultar a Charlie transmitiendo como acabaría con cualquiera que se atreviera a hacerlo. —Explico Vaggie aun molesta por como Alastor manejo la situación.

Lucifer sintió como algo se removió algo en él, no creía que fuera necesario defender su apellido, después de todo él estaba acostumbrado a que lo menospreciaran, pero Charlie no sabía eso, y claro ningún demonio o pecador se atrevería a hacerlo, o al menos no directamente, después de todo que ella lo llevara solo remarcaba su estatus y linaje.

—Oh, y sin mencionar que por el mismo decidió enfrentarse a Adán…

Cosa que aparentemente no salió muy bien” Dijo para sus adentros con satisfacción.

—Me sorprendió que regresara, parecía muy seria la herida. —Dijo pensativa Vaggie.

—¿Herida? —Pregunto extrañado.

—Durante su pelea con Adán, Alastor parecía haber recibido una herida por su guitarra. —Comento con preocupación.

—Haberse enfrentado a Adan era un evidente suicidio mi amor. —La tranquilizo. —Si le hubiera pasado algo no sería culpa tuya.

—Lo sé, por eso no quería que él lo enfrentara, pero él dijo que no había nadie más para enfrentarlo que él y que yo… —Se detuvo un momento pensativa y arrepentida. —Que yo no le haría frente a él y no podía asegurar que al no defenderme el no intentara acabar conmigo.

Lucifer miro su preocupación y la de Vaggie quien asintió con el ceño fruncido.

—Yo al haber sido una exorcista sabia la magnitud de su poder… también sé que jerárquicamente Alastor no sobreviviría a una pelea con él. Pero se negó a que cualquiera de nosotros tomara partida en esa batalla, no al menos que el cayera.

—¿Por qué no dijiste nada?

Al momento que hizo la pregunta el arrepentimiento y culpa se instalaron y calaron en lo profundo de su ser. Charlie y Vaggie se miraron cómplices de un mismo pensamiento mientras Charlie parecía pensar como decirlo.

—Porque creí no me ayudarías… yo fui quien te pidió la reunión y fue mi responsabilidad hacerme cargo de ello. Alastor me dijo lo mismo, pero cuando me negué no me detuvo y busco la manera de apoyarme de otra manera… algo que casi le cuesta la existencia. —Dijo con lágrimas en los ojos.

Lucifer no podía decir nada, era su culpa que su propia hija no confiara en él, que no buscara refugiarse en él, porque él no era su refugio, su lugar seguro.

—Afortunadamente Alastor está bien. —Dijo Vaggie poniendo un brazo protector detrás de la espalda de Charlie. —Cuando comenzamos la construcción no sabíamos que había pasado, pero afortunadamente regreso.

—Si… —Asintió limpiándose los ojos. —Luego vimos la transmisión de la pelea, por eso me preocupe, pero también era seguro que Vox para molestarlo y viendo su ausencia aprovechara para modificar el video y hacerlo parecer como si hubiera recibido la herida.

Eso tiene sentido, después de todo, las heridas angelicales no son curables” pensó en decir, pero rápidamente descarto la idea, no quería poner más peso sobre los hombros de su hija, aunque él hubiera agradecido que pasara, tal vez así le cayera mejor.

—Por eso estaba preocupada cuando dijo que se iría, no parece herido ni nada pese que ya paso tiempo desde aquella batalla, pero aún tenía la incertidumbre. El video parecía tan real…

—Charlie, él está aquí. No hace falta prestarle atención a aquel aparato inservible. Solo lo hizo para manipular la opinión pública de Alastor y manipularlos a ustedes que son sus allegados y claramente les afectaría su situación.

—Lo se… lo mismo me dijo Alastor.

Los tres se quedaron en silencio unos momentos algo incomodos. Vaggie viendo la tensión decidió era momento de ir a la cama al ver la hora.

—Sera mejor que descansemos, es mucha información para procesarla toda.

—Pero aun es mucha….

—Vaggie tiene razón, deberíamos ir a descansar. Podemos continuar después.

Charlie asintió y miro el resto de papeles llenos de coloridos apuntes y con una sonrisa se los tendió a Lucifer.

—Tal vez llegues a necesitarlos… —Ofreció ella con una sonrisa tímida.

—Gracias, lo aprecio mucho. —Dijo al tomarlos, pese a que no quería tomarlos realmente.

Alastor por otro lado, estaba sentado mirando la chimenea con una tasa nueva de café. Nada más llego, el contrato parecía haberlo seguido descansando en la orilla de su cama. No lo necesitaba, fuera el original o no, el había grabado en su mente el contrato. Estaba seguro de su decisión, la había puesto en una balanza y estaba seguro que había tomado la medida más ventajosa para él. La que posiblemente le ayudaría a recuperar su alma. Miro de nuevo el anillo, la serpiente ahora hecha un anillo de oro blanco relucía en su dedo llamativamente contrastando al negro y rojo de sus guantes. Lo odio inmediatamente, era tan llamativo y no podía quitárselo por mas que quisiera. Nada más hacerlo este volvía a aparecer en su dedo de vuelta. Afortunadamente al quitarse sus guantes este lo acompaño y apareció en su dedo, pero cuando se volvió a poner el guante este no apareció de vuelta sobre este, era una manera de poder ocultarlo. Aunque tampoco no tenia motivo para hacerlo y seria una desventaja hacerlo si es que Charlie sabia la existencia de este y se daba cuenta que lo mantenía oculto, sabia el significado que tendría para ella y lo decepcionada que estaría de el si lo hiciera, pero eso no quería decir que quisiera mostrarlo fuera del hotel.

Siguió pensando como proceder después de esto, sabia el rey no se quedaría de brazos cruzados, al saber Charlie el día de mañana todos lo sabrían, y Lucifer podría usar eso a su favor, pero tampoco quería comerse la cabeza intentando averiguar su siguiente movimiento por lo que decidió pensarlo y proceder conforme pasaran los días.

Para mala suerte de Alastor, Lucifer, aunque no lo tocase directamente, había estado extremadamente cerca y empalagoso a su alrededor el resto de los integrantes del hotel tenían expresiones variadas sobre la situación.

Husk siempre apacible pese a que se notaba sorprendido decidió ignorarlos por completo no dándoles más que miradas fugases y reservadas. Vaggie parecía asimilarlo a un ritmo lento pero similar a Husk. Angel quien extasiado los miraba con picardía y cuando se sentía lo suficientemente valiente en presencia de Charlie, les lanzaba comentarios y bromas por su aparente relación, algo que satisfacía a Lucifer y Charlie, pero Alastor se quedaba en apariencia apacible conteniendo su molestia. Charlie y Niffty eran las más enérgicas al respecto, aunque por razones distintas aparentemente, Charlie apoyaba la relación y en que perduraría; Nifty en cambio los miraba con una sonrisa penetrante y calculadora. Claro Alastor sabia se estaba inventando alguna historia alocada en su cabeza, pero a Lucifer incluso lo desconcertaban las miradas.

Lucifer por su parte sentía no era suficiente, su apego y muestras falsas de cariño no provocaban más que miradas de fastidio o que lo ignorase, aunque estuvieran acompañados.

—¿Qué pasa mi ciervo? Hoy estas más callado de lo normal. —Dijo sentándose a su lado en la barra mientras todos los observaban.

Lucifer ensancho su sonrisa a sabiendas Alastor se quedaría callado lleno de frustración, sin embargo, cuando este le devolvió la sonrisa supo no lo iba a hacer esta vez.

Mon ange, no sabía que estabas preocupado en que no dijera nada ya que parecía no molestarte antes. Pero comprendo que tu falta de atención y problemas de abandono te han estado molestando. —Contesto mirándolo con falsa preocupación sabiendo podía hacer uno de sus movimientos ahora que todos tenían una postura sobre lo que pasaba entre ellos.

Lucifer casi sintió que el calor le inundaban las mejillas mientras la indignación se alojaba en su pecho. Pero antes de siquiera poder decir algo, Alastor estratégicamente lo interrumpió.

—No te preocupes, también es mi culpa por no haberle dado la atención requerida de lo que mis propios límites me piden, pero intentare mejorarlo. —Le dijo dándole una suave caricia en las mejillas que apenas se estaban poniendo doradas de la vergüenza de nuevo callando cualquier replica. —Husk, por favor tráele aquí a nuestro rey un Cóctel Boulevardier de manzana y a mí un whisky doble.

Husk solo refunfuño y rápidamente trajo las bebidas dejando sin oportunidad de replicar cuando miro hacia atrás y Charlie parecía emocionada.

—Oh majestad no hay necesidad de sentir vergüenza, estoy seguro que esto le pondrá de buen humor. —Dijo arrastrando el coctel más cerca de él. —Estoy bastante seguro será de su agrado.

Lucifer miro el coctel y rápidamente el olor a las manzanas frescas inundo su sistema respiratorio, tomo la copa en sus manos y dio un sorbo cauteloso, pero nada más sus sentidos se despertaron con el exquisito sabor dio un sorbo más largo.

—Veo que están llevándose bien.

—Querida, por supuesto que sí. Estamos compartiendo un agradable momento con una buena bebida.

—No pensé que supieras los gustos de mi papá. —Dijo intrigada al verlo tomar con avidez después de mucho tiempo.

—Claro que sabría, ¿Dónde quedaría mi reputación como presentador, anfitrión y pareja del rey si no lograra conocer algo tan básico y prestando atención a los detalles?

Lucifer se volvió a poner dorado de vergüenza, ni siquiera él le había puesto una etiqueta a su relación frente a otras personas. Angel silbó emocionado dándoles una mirada sugerente.

—El rey bajito parece bastante avergonzado. ¿o es que se le subió demasiado rápido el coctel?

—Angel… —Recrimino Vaggie.

Angel solo se encogió de hombros. Lucifer por su parte no pudo replicar, pensando le regresaría el golpe siguiente. Para su sorpresa, la charla después de eso fue amena y tranquila. El pocas veces convivía con el resto de residentes salvo su hija y para molestar a Alastor, por lo que encontró la plática entrañable. Alastor al principio no tuvo que esforzarse mucho para hacerlo participe de su convivencia, después solo observo atentamente conteniendo un bufido ante la evidente relajación del rey. Sabia era muy improbable emborrachar al rey con unos pocos cocteles, por lo que fue pidiéndolos y poniéndolos a su alcance y este los iba tomando casi sin darse cuenta, conforme pasaron las horas, aunque viera vestigios de ello no podría asegurarlo y Husk parecía mirarlo con un desafío que al final no salió de su boca.

Alastor era consciente de la reticencia que los residentes le tenían a Lucifer, fuera de Charlie no hablaba con nadie salvo para molestarlo, ni siquiera Vaggie quien compartía especie con él. Su círculo era tan cerrado que cuando lo intentaba era demasiado forzado y rígido, incluso incomodo, sin embargo, ahora aquí estaba platicando sobre bebidas que llego a conocer en su extensa experiencia viendo a la humanidad evolucionar, unas tan extrañas que hasta Husk se estremeció de excitación al imaginársela, se estaban divirtiendo, algo que el esperaba que pasara, como una ayuda disfrazada ante la incomodidad que Lucifer tenia para adentrarse en las conversaciones.

—Pero sin duda, la mas deliciosa que cualquier ser pudiera probar se hace con “ambrosia”, pero es tan extremadamente difícil de conseguir que a menos que seas un ángel de alto rango nunca podrías siquiera imaginártela.

—¿Existe? —Pregunto Husk con asombro y excitación rememorando todas aquellas leyendas sobre esta bebida, la bebida de los dioses.

—No tuve la oportunidad de verla muy seguido, y aunque tuve demasiadas oportunidades, no acostumbraba tomar bebidas que la contuvieran. —Explico dando un gran sorbo a la jarra casi acabándosela de un trago. —Pero claro, esta solo se sirve en la mesa junto a mi padre, un humano no podría llegar a verla.

—¡Acaparadores! —Exclamo Angel golpeado la barra. —Esos ángeles siempre se llevan todo lo bueno.

—No era de extrañar. Algo lo sorprendentemente bueno solo podría encontrarse allá, sin embargo, aunque estuviera allá no tendría la oportunidad de probarla.

—No, lo más probable es que no. —Dijo Lucifer intentando no arrastrar la lengua mientas miraba su jarra del Martini casi vacía la cual ya veía doble. —Mis hermanos no tienen contacto directo con las almas humanas y difícilmente creo se dejarían ver por una. Están trabajando al lado de mi padre y la autoridad sobre las almas está en Sera. —Explico con nostalgia que no oculto.

Angel quien se quejó sobre la barra completamente borracho, Husk hizo lo propio dejándose caer rendido después de haber vaciado 10 botellas de un jalón intentando darle alcance a Lucifer que ya había perdido la cuenta cuantas jarras de litro llevaba.

Alastor por su parte algo mareado sabiendo sobre su propia vulnerabilidad decidió parar, no solo porque ya había logrado lo que quería, sino porque en su estado no solo encontró el momento entrañable, sino aparte de informativo, muy emocionante y entretenido, algo que por supuesto se negaba a tener ese tipo de opinión sobre Lucifer.

—Supongo que ya todos deben estar cansados y borrachos, asi que a la cama. —Determino Alastor.

Ángel quien levanto la vista en su dirección parecía molesto, por lo que levantándose con dificultad acorralo a Alastor entre la barra con sus largos brazos.

—No… tu no estas borracho.

—Oh, te aseguro que lo estoy. —Dijo dando una señal a su propio arsenal de botellas vacías de su mejor whisky.

—No… no lo estas. —Le recrimino.

Lucifer los miro a ambos y aunque pareciera haber querido fruncir el ceño, una sonrisa satisfecha ilumino su rostro dejándolo con una expresión rara.

—¿Me estas engañando en mi cara? —Con un tono fingido de molestia. —¿Cómo te atreviste?

—No he hecho nada… fue Angel quien se me abalanzo.

Angel al darse cuenta de la situación sonrió con suficiencia y se pegó a Alastor quien para su propia diversión no se apartó pese al desagradable contacto con él.

—No se ponga celoso majistocidad, estoy seguro que nuestro sonrisas solo esta algo apenado. Si no, siempre pueden resolverlo con un buen polvo en la cama, se lo aseguro no hay nada mejor para una reconciliación, ayuda a mantener un mejor vinculo.

—¿Un polvo? ¿Dónde consigo uno de esos? —Pregunto parpadeando uno a uno sus ojos en confusión pensando con la mente nublada que, si eso realmente funcionaba, podría ayudarle a fortalecer la relación que tenía con su hija. —¿No picara la piel?

El bar rio a carcajadas, incluso Alastor que, aunque no estaba lo suficientemente borracho como ellos no pudo evitar reírse. Sabia era ridículo y era mayormente debido al alcohol, pero le salió naturalmente sin siquiera ganas de contenerla o exagerarla como solía hacer, casi con el filtro de su voz tan amortiguado que panas se distinguía dejando salir su voz real por momentos.

Angel quien presencio de cerca su risa real por primera vez sonrió emocionado, Lucifer también estaba sorprendido, no entendía porque se reían, pero era la primera vez que veía al demonio de la radio reír, más por algo que el hubiera dicho, emocionado aparto de un empujón a Angel, giro su taburete hacia si y se sentó sobre su regazo.

—Hazlo de nuevo.

—Veo que necesita más de mi atención de la que estoy dispuesto a darle, pero me temo que no me reiría a menos que escuchara algo lo suficientemente divertido.

Husk quien estaba levantándose intentando erguirse miro a su amigo en el suelo quien estaba haciendo un berrinche porque Lucifer lo había tirado al suelo.

—Ya basta, no estaba preguntando. Todos a la cama. —Dijo mientras de un empujón intento apartar a Lucifer, pero este que era bastante más fuerte que él no se movió. En cambio, le hizo un puchero molesto. —Majestad, mañana podrá reclamar todo lo que quiera en sus cinco sentidos, ahora vaya a la cama.

Husk ayudo a levantar a Angel mientras ambos subían las escaleras.

—No se olviden de rodear la habitación con aquellos polvos mágicos. —Dijo riendo antes de desaparecer.

—Si, vamos a conseguir esos polvos y esparcirlos por la habitación. —Exigió intentando ponerse de pie sin soltar a Alastor.

—No creo que encontremos eso a esta hora. Mañana…

—No, yo quiero ahora…

Lucifer se aferró al cuerpo de Alastor quien comenzaba a perder la paciencia. Con frustración cargo con Lucifer como si fuera un costal sobre su hombro y subió las escaleras las cuales cuando estaba llegando en el penúltimo piso ya sentía que se movían de un lado a otro debido a lo bebido que estaba el también. Abrió de una patada la habitación de Lucifer y sin cuidado ni decoro lo dejo caer en la cama.

—No… —Dijo sosteniéndolo de la ropa impidiéndole irse. —Quiero mi polvo.

Alastor rodo los ojos, no quería sobajarse a su ridiculez, no pudiéndolo mirar más que como un niño pequeño que estaba falto de atención y no conseguía lo que quería. Pero por más que insistió no pudo contra su agarre e irrealmente no pudo evanecerse entre las sombras, como si solo tocándolo se lo impidiera.

—No te vayas… —Insistió Lucifer sintiendo el poder demoniaco pasar por la punta de sus dedos cuando tuvo contacto directo con la piel de Alastor conteniéndolo sabiendo estaba haciendo uso de su poder para irse. —Si no me vas a conseguir esos polvos al menos no quiero estar solo. —Dijo apagando el tono de su voz dejando salir una inseguridad que llevaba atormentándolo años.

Alastor lo miro profundamente, no estaba en sus cinco sentidos, lo sabia en el momento en que dejo de luchar para intentar zafarse, pero la espera tampoco fue buena, el agarre en su muñeca siguió igual de fuerte y la habitación giraba mientras el cansancio comenzaba a apoderarse de él, sin embargo, pese a todo Lucifer parecía bastante despierto, aunque balbuceaba cosas sin sentido sobre qué haría con dichos “polvos”, fue entonces que recordó algo dándole una idea, aunque ridícula.

Comenzó a relatarle una historia que su madre le relataba, aunque modificándola sobre un ángel berrinchudo que quería polvos de estrellas. Para su sorpresa Lucifer presto atención con cada detalle, algo que esperaba no durara mucho ya que tampoco creía estar lo suficientemente cuerdo para recordarla toda o inventarse un final.

Para su suerte, Lucifer fue quedándose dormido y librándolo de su fuerte agarre. Cuando su respiración se volvió regular se levantó y sin molestarse ni un momento más se fue a su propia habitación exhausto de haber tenido que lidiar con borrachos, también había sido demasiado permisivo y ahora que se le estaba bajando la exacerbación de las bebidas se comenzó a recriminar como siempre que se pasaba de bebidas.

A la mañana siguiente no solo se veían apenados, sino arrepentidos. Cada uno metido en su plato, por el contrario, Alastor mantenía una plática amena con Charlie y Vaggie quienes extrañadas miraron a los tres demonios cabizbajos.

—¿Paso algo? —Pregunto a Alastor quien era el único que parecía estar bien.

Lucifer miro la bebida verde y maloliente que Alastor les sirvió viendo como Husk tapándose la nariz bebió de un trago sin pensárselo y Angel imitando el gesto antes de mirar el vaso con asco. Luego miro las bebidas de las chicas y la del mismo Alastor quien acompañaba su comida con un café mirándolo molesto ya que no solo había ocurrido un evento horrible el día anterior, sino que recordaba cada detalle de él y tuvo el descaro de ir a levantarlo y arrastrarlo al comedor. Fulmino el vaso una vez más e intento beberlo.

—Nada que requiera de tu exhaustiva preocupación querida. Solo tuvieron problemas con unos polvos de estrellas.

Angel soltó una carcajada la cual callo nada más el dolor de cabeza lo ataco y Lucifer devolvió su bebida atragantándose con ella completamente dorado de vergüenza. Charlie y Vaggie los miraron sin comprender y Alastor volvió a reírse, pero esta risa apenas duro lo necesario para volver a apreciarla debajo del incesante sonido de Lucifer intentando contener la tos mientras lo observaba.

Charlie miro a Vaggie emocionada y esta soltó un suspiro divertido a sabiendas que se trataba. Alastor raramente reía asi, debía ser lo suficientemente divertido y entretenido para que abandonara su teatralidad habitual y riera suelta y relajadamente. Incluso habían apostado, Vaggie estaba segura no había nada real en aquella “relación” si asi podía llamarlo, pero Charlie convencida en las palabras de su padre creía todo lo contrario.

—Querido ¿Qué modales son esos? —Dijo poniéndose de pie tratándolo como un niño mientras limpiaba su cara lo que solo acento su humillación. —¿Qué dirán nuestras damas aquí presentes ante tales actos?

Lucifer comenzaba a molestarse y el gorgoteo de su enojo crecía en la boca de su estomago mientras el horrible sabor del batido abandonaba su boca remplazándola por el sabor al azufre. Pero cualquier queja o impulso lo contuvo, el día anterior no lo había pensado, pero ahora lo veía claramente, comenzó a jugar el juego que el empezó y maldijo lo bien que estaba manejando la situación, mejor que él.

—¿Pasa algo querido? No te avergüences, ¿no eras tu quien buscaba mi atención estas últimas semanas? Me quería disculpar contigo. —Comenzó fingiendo estar apenado, pero Lucifer claramente noto que lo hizo únicamente para manipular la situación a su favor pese a tener que verse empequeñecido ante él. —No actúe de la mejor manera ni fui reciproco, no quería hacerte daño de ningún modo, por lo que me comprometo fielmente a apreciar cada detalle que me ofrezcas.

—Oh Al… —Dijo Charlie al borde de las lágrimas, y el resto del hotel estaba impactado, incluso Husk y Vaggie quienes no se solían creer sus actuaciones parecían sorprendidos y lo miraban como si no lo reconocieran. —Se que fue difícil para ti expresar abiertamente tus sentimientos. —Dijo con una mano en su hombro protectoramente mientras luego dirigía su mirada a Lucifer decidida.

—Pensé en lo que me dijiste y tenias razón. —Dijo con esa teatralidad que, si no fuera porque conocía la naturaleza del demonio también lo hubiera convencido a él, sobre todo cuando dirigió su mirada cristalina a él, algo nunca antes visto en Alastor. —Por eso lo decidí, sé que pedí algo íntimo y aprecio mucho que me hayas tomado tanto en cuenta, pero sé que también te gusta demostrar tu aprecio abiertamente, por lo que estaré mas abierto a tus peticiones mi señor.

“Estoy jodido” Pensó Lucifer.

Charlie miro a Lucifer expectante, como si esperaba que hiciera o dijera algo, pero su mente estaba en blanco, lo que comenzó como un juego de repente de volvió tan serio, Alastor no abandono su teatralidad cuando le dirigió de nuevo la mirada, sino parecía avergonzado y nervioso, su cara mas relajada de lo normal y sus orejas hacia atrás aplanadas le daban el toque, pero el era experto en las mentiras, por lo que aun con aquella gran actuación, lo noto.

—Mi padre esta algo impactado, supongo que fue demasiado para procesarlo en este momento, no te sientas mal Al…. —Dijo apenada Charlie.

—Esta bien querida, tal vez fui demasiado rápido.

—No… —Dijo de repente nerviosa. —Se que tal vez no era lo que esperabas, me disculpo contigo, fui yo quien te pidió ser más abierto.

—No, yo te pedí un consejo y soy completamente responsable de mis decisiones, tuve la opción y la tomé. Tampoco puedo forzar una respuesta ni culpar a nadie si las cosas no salieron como yo quería.

Lucifer miro el intercambio mudo, por fin entendió todo, le había dado la ventaja a Alastor en bandeja de oro cuando comenzó a insinuársele coquetamente. La aparente vulnerabilidad de Alastor claramente resurgiría un instinto protector en su hija, también estaba planeado que todo lo hiciera abiertamente, que todos los aparentes coqueteos “forzados” fueran abiertamente, como si Alastor se estuviera adentrando en un mundo nuevo e incomodo por complacerlo, y asi consiguió el efecto deseado. Todos los ojos reunidos para mirarlos mientras Charlie intentaba consolar a su manera a Alastor y este negaba necesitarlo mientras los demás veían y analizaban la situación en silencio.

—Creo que debería zanjar el tema aquí, además tengo una visita importante que hacer.

—Oh… claro. —Dijo Charlie iluminándosele la cara con una idea. —Lo siento de nuevo. Pero se que ella te podrá ayudarte mas que yo. Como ella me ayudo a mí.

—Querida tu ya me ayudaste mucho. —Le dedico una sonrisa más relajada y cómplice. —Terminen su desayuno en paz. —Dijo antes de abandonar la mesa en dirección a la cocina.

Lucifer quien bajo la mirada atenta de todos sin importarle fue detrás de Alastor, cuando ambos estuvieron solos la diversión remarcaba el rostro de Alastor, como había pensado, todo fue orquestado por él.

—Oh… no espere que vinieras detrás de mí, demasiado cliché para la situación. —Dijo con falsa modestia.

—Tu… —Dijo con la voz ronca y completamente furioso.

—¿Yo querido? —Dijo de nuevo con ese tono teatral, pero remarcándolo para que sonara lo más falso posible. —No hice nada que tu no hayas hecho si es a lo que te refieres. Cuando comenzaste con tus coqueteos absurdos ante la mirada del resto del hotel creí que este era el resultado que querías.

Lucifer no pudo decir nada, porque tenía razón, el comenzó y lo hizo público justamente para no darle cabida a negarse, porque sabía Alastor le seguiría el juego sabiendo lo mucho que incomodaría a los demás si el intentaba apartarlo, mostrar su enojo y molestia era algo que Alastor no se permitía y Lucifer lo sabía muy bien y había abusado de ello, pero se había dejado llevar y solo disfrutaba observando como Alastor se quedaba callado pese a que tenía algunos ademanes que lo delataban pese a su sonrisa, ahora le tocaba soportar el no haberlo hecho mejor, en haberle dado una oportunidad.

—¿De verdad estuviste dispuesto a arrastrarte solo por esta pequeña victoria?

Alastor comenzó a reír histéricamente conteniendo las lágrimas, Lucifer incluso pudo ver diversión real en su risa cuando el filtro amenazo con fallarle.

—Oh majestad… uno siempre tiene que saber que esta dispuesto a perder para obtener una ventaja. —Explico poniéndose a su altura. —¿Arrastrarme dijo? No consideraría llamarlo asi, su hija prefiere llamarlo “Abrir tu alma”, absurdo si me pregunta, pero si fingir vulnerabilidad me da una “pequeña victoria” como usted dice, solo espero este preparado para lo que viene. Si mi actuación no convenció a nuestro público, puede seguir intentando este falso coqueteo, pero sé que desistirá nada mas vea lo mucho que acaba de caer.

Lucifer no sabia que decir, Alastor por supuesto podría obtener una mejor perspectiva de las consecuencias de todo lo que ambos hicieran, después de todo convivía y conocía mejor a los residentes que lo que él lo hacía, y fue ese su error desde el principio.

—¿Necesita algo más de mí? Necesito ponerme en movimiento.

—¿También es parte de tu plan?

—Oh no… fui sincero. —Dijo con un tarareo divertido. —Si tengo una reunión importante el día de hoy. —Lucifer iba a replicar, pero antes de que pudiera Alastor se estaba desvaneciendo en las sombras. —Bueno querido, me voy, procura no extrañarme. —Dijo antes de desaparecer.

Notes:

Últimamente me han llegado muchas ideas de como quiero que se narren ciertas escenas de esta historia y espero escribir pronto.

No se como me atreví a publicar esto hoy cuando estoy atarragada de trabajo, pero al menos estos 30 minutos de descanso me dio el tiempo suficiente para hacer unas correcciones y publicarlo, espero les guste.

¡Gracias por volver a leerme!

Chapter 4

Notes:

Hola de nuevo, en este capitulo estuve añadiendo cosas nuevas que desconocía como hacer en la plataforma, por lo que espero sea del agrado de todos.

Aunque inicialmente iba a poner la explicación dentro del texto, no quiero cortarles la trama añadiendo una explicación extensa, así que a partir de ahora comenzare a añadir notas cuando sienta que estoy usando palabras poco frecuentes o explicar situaciones que tal vez sean relevantes a la historia, estarán enumeradas como apéndices y estarán en las notas finales a partir de este capitulo al lado de la palabra o párrafo, por lo que espero sea cómodo para la lectura.

(See the end of the chapter for more notes.)

Chapter Text

Fuera del hotel Alastor aparecía entre las sombras sacudiéndose la suciedad ficticia intentando así ahuyentar su incomodidad, continuo su camino a la ciudad caníbal mientras intentaba tranquilizarse, fuera de lo que le había mostrado a Lucifer, estaba bastante molesto e irritado mientras lo maldecía enormemente.

«¿Pequeña victoria? Si, como no.» Pensó Alastor quien caminaba con paso fuerte y decidido. Era verdad que había planeado algo para hacer que Lucifer se diera cuenta de la fragilidad de su presencia en el hotel, pero no espero encontrarse con Charlie junto a Vaggie esa misma mañana.

—Al, se que lo que te voy a pedir tal vez sea demasiado, pero estoy preocupada por los sentimientos de mi papá. —Había iniciado nerviosa y entusiasmada mientras Vaggie parecía desaprobar la situación. —Me gustaría que le demostraras un poco mas de aprecio, que lo apoyas. Últimamente lo he visto muy tenso y nervioso, sobre todo cuando intenta mostrarte sus sentimientos y pareces indiferente, pero no es una acusación se que se te dificulta mucho hacer demostraciones de afecto. —Se corrigió inmediatamente mientras intentaba reorganizar sus ideas.

—Charlie… creo que tal vez tu padre espere otra cosa. —Intento convencerla ocultando su nerviosismo por la petición maldiciendo por la forma en que se lo estaba pidiendo y no recomendando. —¿Y si intento otra cosa?

—Pero, creo que es lo que el querría. —Dijo algo apenada mientras escogía sus palabras con cuidado. —A mi papá le gusta demostrar su cariño en público, incluso puede llegar a ser muy romántico. Se que te puede parecer incomodo, pero solo una vez.

—Charlie… no creo sea una buena idea. —Intervino Vaggie.

Alastor casi la miraba con una súplica, necesitaba convencer a Charlie, o al menos hacerla decir las palabras correctas para que no se viera obligado a hacerlo, sentía los limites de su contrato, y no podía negarse a cualquier cosa que directamente le pidiera Charlie.

—Solo una vez. —Volvió a pedir con suplica. —Solo hazlo una vez, no volveré a pedirte algo así nunca más, estoy segura que mi papá estará enormemente agradecido.

No pudo protestar, la garganta se le había secado cuando intento negarse, ni siquiera se había movido y para su mala suerte, el resto del hotel ya había bajado. Charlie en un intento de darle su apoyo tomo su mano dándole un ligero apretón y se había ido con Vaggie mostrando su desacuerdo, algo que el envidiaba en ese momento no poder expresar. Con todos los músculos tensos provocándole dolor en la herida haciéndolo poner los pies en la tierra, tenía que actuar rápido, afortunadamente, las promesas de Charlie podrían intervenir en su contrato y el no deseaba prolongar más aquello, y si con ello podría hacer que Charlie no volviera a pedirle algo así se tragaría su orgullo y lo haría.

Miro su cocina, si tenia que hacerlo lo haría en ese mismo momento mientras podría aprovechar la fortuna de no tener que ver a nadie a la cara ese día a nadie después de que el se fuera a su reunión, pero necesitaba una excusa para traer al rey ya que no esperaría hasta medio día a que el se despertara por sí mismo, sabía despertaría con resaca al igual que Husk y Angel, su excusa perfecta, poniéndose a preparar un batido para la cruda mientras hacia que su sombra arrastrara al rey fuera de la cama hacia el comedor comenzó a pensar en sus palabras cuidadosamente para sacar el mayor provecho de la situación.

No podía culpar ni enojarse con Charlie, la cual ni siquiera era consciente del poder que tenía ahora sobre él, y claro no esperaba ella en algún punto se enterara. Su orgullo pisoteado le hacia recordar su propia vulnerabilidad ante aquel contrato del que, aunque saldría beneficiado, si no era lo suficientemente cuidadoso seria un gran problema como ese día.

 


 

Lucifer estaba en su habitación viendo el infierno desde su vitrina completamente furioso y arrepentido por varias razones, entre ellas haberle dado la opción a Alastor para devolverle su jugada y la segunda haber vuelto a la mesa. Nada más salir de la cocina la acalorada discusión de la mesa se había cesado y el comedor quedo en un silencio incomodo y así continuo hasta que uno a uno fue abandonando la mesa, el aparente “progreso” que había sentido el día anterior se había esfumado.

Se pregunto si esa era la intención de Alastor desde el principio, era claro que gracias a su intervención los residentes se sintieron más cómodos con su presencia que cuando él se acercaba voluntariamente tensando el ambiente mientras le daban sonrisas forzadas y risas incomodas.

Con enfado recordó la pequeña investigación de Charlie y con molestia fue a buscarla, sabía podía encontrar algo y tomarlo a su favor, cualquier cosa podría funcionarle. Para su fortuna no tuvo que leer demasiado ya que estaba entre las primeras cosas sobre el demonio. Con una caligrafía grande y redonda de un color rosa con brillantina decía;

¡NO! Le gusta el contacto físico a menos que él lo permita y si eres de su completa confianza. (Aunque a veces le gusta invadir el espacio personal de los demás)

 


Por otro lado, ese día temprano en la mesa después de que ambos abandonaran el comedor se hizo el caos, todos querían una explicación plausible para lo que acababan de vivir y ver.

—No creo que sea verdad, seguramente Alastor solo está maniobrando nuestra opinión, él nunca se dejaría ver vulnerable de esa manera… seguramente lo hizo por otra razón. —Dijo Husk no convencido con su propio pensamiento.

—No, yo estaría de acuerdo contigo, pero yo misma fui testigo de cuando Charlie le insistió en que lo hiciera frente a todos… —Respondió Vaggie.

—No sabía que esto pasaría… —Dijo arrepentida. —Yo creí que esto era lo que quería papá, él se veía tan desesperado que pensé que el que Alastor también le demostrara abiertamente su apoyo… que hablaran frente a todos mi papá se pondría feliz y que esto los ayudaría a acercarse todavía más. —Dijo roja de vergüenza. —Cuando se negó no debí insistir, debí haberlos dejado manejarlo en privado y ahora solo conseguí que Alastor se fuera incomodo.

—Esto si esta fuerte y caliente, y no de una manera que me gustaría sinceramente. —Dijo Angel con una sonrisa nerviosa. —¿Vieron la expresión de Sonrisas? Estaba tan tenso que incluso aplano sus orejas. Bastante tierno que siento que ni drogándome con todo un arsenal conseguiría una alucinación tan loca. ¿siempre hace eso cuando se pone tímido?

—No voy a hablar de si mi jefe se pone tímido o si se ve tierno. —Contesto tajante.

—Hay que meterlos en una habitación oscura hasta que puedan arreglar sus problemas, si no lo hacen, se quedaran atrapados ahí. Siempre podemos arrojar esas drogas que Angel usa para su trabajo. —Dijo Niffty riendo histéricamente con una sonrisa maliciosa pensando en hacer realidad una de sus muchas fantasías.

—Solo ignórenla. —Dijo Husk inmediatamente con una sensación desagradable.

—No… creo que podría funcionar. —Alentó Charlie emocionada por una nueva idea.

—¿Quieres que vaya por mis drogas? —Dijo pícaramente con malicia Angel muy dispuesto a ir por ellas.

—Esa mierda no sirve en Alastor. —Contesto Husk mirando con desagrado a Angel y Niffty.

—¿Cómo sabes eso?

—No quieres saberlo. —Dijo llevándose su botella a la boca pensando que estaba demasiado sobrio ahora como para continuar hablando de la intimidad de su jefe y que si llegaba a relatar algo así “molesto” sería una palabra muy pequeña para lo que Alastor sentiría.

Vaggie y Charlie los miraron con curiosidad, pero Vaggie algo incomoda también puso una de sus manos en el hombro de Charlie para incitarla a continuar.

—Mi idea no es encerrarlos ni drogarlos, sino obligarlos a convivir.

—¿Cómo exactamente quieres eso? Fuera de los encuentros casuales en la sala no se ven, y Papi rey no suele venir a las comidas con nosotros y después de esta menos creo.

—Los hare venir a nuestras clases.

—Amor… sabes la postura que tiene Alastor sobre estas clases… y tu decidiste no invitar al rey.

—Lo se… pero también sé que si se lo pido a mi padre el aceptara… tal vez. —Contesto algo bajo, pero rápidamente tomo la determinación con la que inicio. —Se que si viene Alastor el también vendrá, sé que no acepta mis intentos por redimir, pero si querrá convivir con Alastor.

—¿Y Alastor? —Dijo intrigado Angel pensando tendría más material para molestarlos.

—No creo que Alastor me diga que no, cuando se lo pido nunca se ha negado.

—Yo tengo bastantes ideas. —Dijo con determinación Angel dispuesto a arriesgar el pellejo por molestarlos con Charlie como escudo. —Si lo que quieres es que estén juntos y que sea divertido lo mejor es hacerlo parecer que están juntos por accidente.

Cuando todos estaban discutiendo la última idea de Angel, Lucifer entro en el comedor muriendo el tema por completo sumiéndose cada uno en un silencio temiendo que si hablaban él podría sospechar.

Para mala suerte de ambos, los días siguientes no sabían si sus propias acciones habían merecido la pena, ya habían perdido la cuenta en cuantas actividades se habían tenido que ver involucrados, tantas como para no obviar el hecho de que los juntaban a propósito siendo su único descanso los días que Alastor se tenía que ausentar por asuntos propios o reuniones las cuales se habían hecho frecuentes.

Alastor nada más fue invitado había aceptado inmediatamente, no veía razones para negase siempre y cuando no interfiriera mucho en sus actividades. Lucifer por otro lado pareció sorprendido y con entusiasmo acepto, pero nada más se encontraron se arrepintieron, pero no querían echarse para atrás al ver a Charlie tan entusiasmada.

—Creo que no está funcionando. —Dijo en un susurro a Vaggie quien pensaba lo mismo, pero por miedo a hacerla sentir mal no había dicho nada.

—Deberíamos parar, es evidente que solo hay más tensión en el ambiente entre ellos. Si habrá algo, surgirá naturalmente.

—¿Qué? pero si todavía no termino de sacar mis mejores ideas. —Dijo metiéndose a la conversación Angel quien las miraba con decepción.

—Angel, ¿No vez lo que pasa? Es evidente que solo se están alejando más. —Dijo Vaggie mientras veía como se daban halagos afilados entre ambos.

Charlie los miro cabizbaja, no sabía lo que pasaba entre ambos, pero era evidente que mientras más se metía entre ellos peor les iba.

—Eres tan excepcional que me sorprende porque los demonios no hacen fila para admirarte. —Dijo Lucifer de una manera tan dulce que para todos era obvio el sarcasmo que usaba.

—Me parece tan entrañable lo calzamonas [ 1 ] que eres. —Contesto usando el mismo tono meloso que usaba Lucifer. 

—¿Eso es un insulto a mi estatura? —Dijo fingiendo estar algo herido.

—Oh querido por supuesto que no. —Dijo tomando su rostro fingiendo una caricia mientras clavaba sus uñas. —Tu estatura nunca será un impedimento para demostrar tu vivida naturaleza.

—Bien es todo por hoy. —Interrumpió Charlie antes que escalara aún más la pelea. —Espero puedan apreciar los elogios que se les fueron dados de su compañero.

Alastor inmediatamente nada más terminar se levantó y se fue entre las sombras mientras Lucifer fulminaba el lugar que el pecador había abandonado. Charlie sentía como su esfuerzo no dio los frutos que ella esperaba cuando la puerta fue abierta abruptamente.

—Ya regresé perras ¿Cómo han estado? —Dijo Cherry abriendo los brazos esperando abrazos solo recibiéndolos de Angel quien al verla se abalanzo a ella y Niffty quien le siguió el juego.

—Bienvenida de nuevo. —Saludo Vaggie quien se acercó a ellos.

Lucifer al ver el intercambio evidentemente incomodo les dio una sonrisa antes de abandonar el lugar, en realidad desde aquella comida no se sentía cómodo quedándose solo con ellos.

Charlie miro con preocupación a su padre y luego fue a darle un ligero abrazo a Cherry quien inmediatamente se dio cuenta.

—¿Es mi imaginación o el ambiente está muy tenso con el rey? —Dijo tan directa como siempre.

—Bebé necesito darte detalles y a que me ayudes a convencerlas. —Dijo Angel quien eufórico mantuvo su postura.

—Consideraría mejor dejarlo o algunas de tus ideas harán que ellos dos tengan una pelea donde tengamos que reconstruir el hotel de nuevo. —Argumento Husk dándole la mano a Cherry a modo de saludo.

—Oh… eso suena caliente y explosivo ¿El demonio de la radio y el rey siguen peleando? Lo siento Charlie, pero veo muy lejana una convivencia tranquila. Claro a menos que los obligues a arreglar sus asuntos en la cama.

—Yo dije la misma idea, pero no quisieron. —Dijo Niffty quien parecía molesta por que su idea no fuera tomada en cuenta.

—Yo secundé y ofrecí un incentivo, pero tampoco quisieron. —Añadió Angel.

—No todo se trata de sexo, además… ¿Crees que Alastor realmente haría algo así? —Rodo los ojos Husk exasperado.

—Puedo ayudarles si es que nuestro anfitrión necesita ayuda… además me encantaría averiguar cómo se dan las cosas y quien es el que terminara abajo.

—¡Basta Angel, no quiero saber nada sobre la intimidad de mi padre y Alastor!

Cherry absorbió la información y una sonrisa de malicia y diversión se puso en su semblante esperando estuviera pasando lo que cruzo por su mente.

—¿Están juntos? —Pregunto entusiasmada

—Lo están intentando. —Añadió Vaggie.

—Están comprometidos. —Corrigió Charlie igual de entusiasmada.

Cherry la miro sin creérselo, Vaggie por su parte la miro sin saber si era buena idea que más personas la escucharan ya que podría llegar a haber malentendidos.

—Si es así entonces no veo el problema. Enciérrenlos en una habitación y que entre ellos lo arreglen.

—¡Si…! —Dijo Niffty con una nueva misión corriendo eufórica hacia la habitación de ambos siendo detenida por Husk.

—No… veras, pasaron unas cosas y creo que solo lo empeore al intentar ayudarles a acercarse más. Además, supe de mi papá que el compromiso Alastor lo puede romper cuando él quiera, que le dio la opción para que no se sintiera presionado en absoluto.

—¿Cómo paso? —Pregunto con una mirada curiosa. —Necesito todos los detalles, no quiero perderme nada.

—Ni siquiera sabemos si es verdad o no. —Corrigió Husk.

—Yo sé que mi papá no se comprometería si no sintiera nada, y tu conoces a Alastor. Él no se metería en algo así si no quisiera.

Husk no pudo argumentar nada, era verdad, él no se ataría a Charlie ni mucho menos al rey para obtener algo. Después de todo el matrimonio e incluso el compromiso no dejaban de ser un trato, uno tan serio que ni Alastor temiera de las consecuencias. Además, que el mismo creía que Alastor veía ese tipo de vínculos como algo sagrado.

Charlie le relato todo lo que ella sabía y los demás dieron sus aportaciones de lo que habías visto y vivido, incluso lo que había desencadenado la pelea empezando por la borrachera a la que Alastor incentivo a Lucifer a unírseles y había acabado con ellos distanciados cuando Alastor le expuso como se sentía disculpándose no obteniendo ninguna respuesta y en cambio ambos habían hablado a solas y desde entonces apenas si se dirigían la palabra si es que alguien mas no los obligaba a hablar.

—Creo que más bien ambos se dieron cuenta que los estaban juntando. Debió pasar naturalmente, no puedes forzarlos a decirse cosas bonitas si lo que sienten en ese momento es rencor por el otro. Mejor los hubieras puesto a decir lo que no les gusta del otro.

—¿Eso no sería peor? Acabará en pelea. —Se lamento Angel.

—No… creo hubiera funcionado. —Intervino Vaggie asintiendo. —Claramente no se están comunicando, si se ponen a dar halagos al estar molestos el uno con el otro no sonara sincero, aunque lo fueran. En cambio, si al menos saben lo que les molesta del otro podrán corregirlo.

Charlie asintió con orgullo a su novia, después de todo, solo hasta que ellas tuvieron ese tipo de conversaciones gracias a la ayuda de Rosie fue que pudieron profundizar su relación, hacerla fuerte.

—Si ahora si pueden escuchar algunas de mis ideas… las pensé esta vez. —Dijo a la defensiva viendo la mirada de advertencia que le daba Vaggie.

—Está bien, escuchare las ideas de todos.

Lucifer en su habitación se recostó en su cama frustrado, Alastor lo había estado evitando y sin posibilidad de ir y seguirlo, además debido al malentendido no quería darle más razones a los demás para que lo miraran y juzgaran. Algo que normalmente no le molestaría si no fuera porque cuando llego a vivir ahí prometió llevarse bien con sus residentes, algo que tan pronto como se le ofreció se le arrebato. Tenía que encontrar un momento perfecto, ya tenía su plan pensado adecuadamente, esta vez no permitiría que Alastor tomara la ventaja, claro tampoco sería imprudente como lo fue anteriormente, esta vez iría poco a poco.

Alastor siempre parecía estar ocupado y si solo iba y lo seguía solo parecería acoso ante los demás, tampoco tenía algún pretexto para estar a su lado mientras hacia sus recurrentes recorridos por el hotel. Entonces recordó como Alastor todas las mañanas e incluso algunas tardes pasaba tiempo en la cocina, incluso él ya había usado eso a su favor para acorralarlo cuando quería firmar su trato, por lo que no sería descabellado los encontraran juntos de nuevo. Con malicia solo tenía que esperar por el amanecer para ir a hacerle una visita al ciervo.

Para su mala suerte, despertar temprano era un asunto que requería demasiada fuerza de voluntad para el quien solía dormir hasta tarde debido a que se acostaba tan tarde como para limitarse a solo un par de horas de sueño. A diferencia de Alastor que solo se reflejaron los primeros estragos del amanecer se levantó de la cama, algo que hacía por más cansado y adolorido que estuviera revisándose la herida nada más despertar para cambiarle las vendas y luego bajar a hacer el desayuno. Apenas había dormido un poco después de darle algunos detalles finales a su papeleo, contratos y cartas llenas de información habían sepultado su escritorio la última semana por lo que simplificándola era bastante más fácil de ingerir que era lo que buscaba.

Llegando a la cocina y cambiando su saco por un delantal Alastor inmediatamente se puso a su labor, saco todos los utensilios que usaría y los ingredientes, escuchaba su transmisión matutina de jazz suave de la radio en una esquina mientras el lavaba las verduras, su mañana había comenzado bien como todas o eso pensó hasta que el rey cruzo por la puerta, aunque este pareciera más dormido que despierto.

—Si se está cayendo de sueño majestad, le recomendaría mejor irse a dormir. —Dijo al verle con molestia.

—Si, buenos días a ti también. —Dijo sentándose en el banco frente a la encimera.

—Majestad ¿puedo preguntar el motivo del porque decidió bajar a esta hora?

Lucifer quien ya había cerrado los ojos los entreabrió para mirarlo y luego al movimiento en su oreja que denotaba su molestia haciéndolo sonreír.

—¿No puedo venir a ver a mi prometido? Has estado evitándome.

—No, no lo he hecho. A diferencia de usted, yo tengo responsabilidades que atender.

—¿No soy yo una responsabilidad tuya?

—Según yo es reciproco y yo no estoy obteniendo nada.

—¿Cuándo decidimos iba a ser reciproco? Dijiste que podías ser una esposa.

—También dije que no esperara nada real de por medio.

—¿No te quieres hacer cargo de mí? —Contesto sonriéndole.

Alastor rodo los ojos y siguió en la preparación de la comida, Lucifer veía todos sus movimientos como hipnotizado mientras los estragos del sueño se desvanecían poco a poco.

—¿Por qué eres tan bueno en la cocina?

—Soy bueno en muchas cosas.

—¿A si? Dime cuales…

Alastor dejo el cuchillo al lado de la tabla de cortar para mirarlo, aun se veían estragos del sueño, pero su atención estaba puesta en sus acciones.

—¿Y si mejor me dice que quiere directamente? No creo haya venido solo para charlar amenamente o para verme cocinar ya que tampoco se une a nuestras comidas.

—¿Y si digo que me uniré a partir de hoy?

—Usted puede hacer lo que usted quiera, ya es extremadamente mayor para tomar sus propias decisiones.

—¿Estas llamándome viejo?

—Yo diría longevo.

Lucifer rodo los ojos fingiendo exasperación, aunque le divirtió un poco la manera en que Alastor le daba comentarios afilados y luego salía impune de ellos, pero era claro que él no lo diría y no lo aceptaría aun cuando el pensamiento ya hubiera pasado por su mente.

—¿Entonces puedo quedarme?

—Haga lo que quiera si con eso me deja continuar.

—¿Qué estas preparando? —Pregunto con curiosidad olvidando por completo su objetivo principal.

Alastor lo fulmino con la mirada, pese a que inicialmente Lucifer había bajado para molestarlo y se había olvidado de ello por sumergirse entre la curiosidad y la ensoñación por haber dormido mal, estaba cumpliendo exactamente su objetivo. Alastor odiaba que lo molestaran en su ambiente, pocas veces aceptaba la ayuda de alguien, pero no podía echar a Lucifer así nada más, el hacerlo requeriría fuerza y un poder que él no poseía, y el no desperdiciaría tales cosas en intentarlo.

Lucifer quien no paraba de preguntar se había vuelto hasta encimoso, el olor de la comida lo embargo, era algo que definitivamente le resultaba familiar, sino es que ya lo hubiera comido antes, pero era diferente, más confortable y él quería averiguar que era.

—¿No se sabe quedar quieto verdad? —Dijo mirando un costado suyo donde en algún momento el rey había acabado para mirar más de cerca.

—Me quedaría más quieto si respondieras mis preguntas.

—Estoy intentando concentrarme aquí e intentar que no se estropee la comida.

—Yo vi claramente como hasta hacia nada cocinabas y hablabas sin objeción.

Alastor miro el reloj en la pared, se quedaba sin tiempo y él tenía una reunión importante ese día, y Lucifer interponiéndose en su camino solo le dificultaba la tarea hasta para caminar al horno. La gota que derramo el vaso fue la mano en su cintura baja colocada sin cuidado en un gesto íntimo y sin que el propietario de dicha mano se diera cuenta y para consternación de Alastor, a centímetros del miembro que intentaba ocultar bajo su ropa. Tenía que enfocar la atención de Lucifer en otra cosa que no fuera lo que el tuviera el entre sus manos. Su sombra se desprendió de el algo que sorprendió a Lucifer quien la miro con curiosidad, ya que al igual que su amo, esta se movía de manera rítmica y suelta del otro lado de la cocina.

Alastor quien harto de intentar apartar al rey, empujándolo con la cadera lo hizo a un lado de la estufa. Lucifer lo miro incrédulo por la manera en la que fue empujado, pero Alastor no presto atención y siguió con lo suyo frente al fuego, antes de siquiera poder protestar el aroma dulce inundo levemente la cocina, una vasija pequeña en la estufa desprendía tal aroma, pero mientras intentaba acercarse la sombra que antes había estado ocupada ahora lo estaba empujando fuera del alcance obligándolo a volver a la encimera.

—¡Hey! ¿Es necesario que me heches a empujones? —Dijo comenzando a enfadarse.

La sombra como Alastor lo ignoraron, en cambio la sombra vacío el contenido en la taza favorita de Lucifer y la coloco rápidamente frente a él sorprendiéndolo, antes de poder decir algo la sombra volvió a su dueño mientras Alastor estaba dándole la espalda frente al fuego. Con curiosidad olio el contenido en su taza y como ensoñado la tomo en sus manos y le dio un largo sorbo.

“Esta deliciosa” pensó con éxtasis casi derritiéndose en su lugar. Se volvió a sentar y tomo a sorbitos el restante de la bebida. Alastor mirando a Lucifer sobre su hombro suspiro pesadamente, afortunadamente al igual que Charlie solo hacía falta algo dulce para hacerlo callar.

Poco después Vaggie seguido de Charlie se quedaron estáticas en la puerta, miraron la escena y decidieron darles su espacio. Ninguno de los dos hablaba, en realidad casi parecían estar ignorándose si no estuvieran tan sumidos en sus propios mundos, pero era la escena más tranquila que hubieran protagonizado desde que ambos se conocían y eso ya hablaba por sí mismo.

Alastor las había notado, su presencia solo resaltaba lo tarde que era, afortunadamente la siguiente en irrumpir en la cocina fue Niffty quien ayudo a Alastor a poner la mesa y llevar los platos servidos a excepción de dos aparte del suyo propio. Lucifer quien había sido incitado a sentarse también por su hija miro la amplia mesa con casi todos sentados en ella, pero lo que no pasó desapercibido fue la ausencia de platos en tres lugares, el de su hija, frente a ella y donde él estaba sentado.

Alastor que con maestría sostenía tres platos llego a la mesa y Charlie ayudándole puso un plato frente a Lucifer quien miro el contenido con algo de desconfianza pese a haber visto su preparación, pero su ausencia inicial le hizo sospechar irremediablemente. Charlie a su lado no pensaba lo mismo e inmediatamente se llevó una cucharada a la boca conteniendo un gemido satisfecho tapándose la boca con la mano, con curiosidad y saboreando el sabor por el olor que ya era apetitoso por sí mismo probo el guisado criollo, el sabor del caldo con la carne y las verduras bailaban en su paladar, picaba un poco, pero era el exacto para que deseara aún más.

Sin darse cuenta ya se había acabado su porción, miro a su alrededor y vio como claramente Angel en un gesto exagerado se llevaba lo último de su plato y luego se abanicaba la cara como si picara tanto pero aun así no pudiera parar de comer, los demás tenían una expresión un poco similar, en cambio Alastor parecía tan tranquilo mientras comía. Alastor por en cambio notaba la mirada que el rey le dirigía, pero no dijo nada ni dio señales de darse cuenta, solo termino rápido y se levantó de la mesa.

—Bien si me disculpan, tengo cosas que hacer.

—Que tengas una buena tarde. —Lo despidió Charlie dejándolo ir mientras los demás residentes solo lo veían con asentimiento.

—¿No deja mucho tiempo desatendido el hotel? —Dijo después de verlo desaparecer ganándose una risotada de Angel y Cherry del otro lado de la mesa.

—Oh no papá, tiene cosas que atender como Overlord tengo entendido, dijo que se reuniría con Rosie para charlar.

—¿Charlar? No veo la necesidad entonces de tener que irse si pueden hacerlo por teléfono.

Charlie y Vaggie se miraron notando la molestia de Lucifer, Angel por en cambio alzo una ceja a Husk con una insinuación y este solo lo ignoro levantándose también de la mesa.

—Rosie y Alastor nunca charlan por teléfono, no creo que siquiera tengan uno. Ellos prefieren el método tradicional.

—Ósea son unos atascados en su época. —Añadió Angel antes de levantarse también con una risita divertida.

Lucifer no dijo nada más del tema, por las miradas de los demás residentes se dio cuenta que tal vez se estuvieran haciendo la idea equivocada por lo que decidió mantener silencio. Sin embargo, no le agradaba las ausencias continuas de Alastor quien cada dos por tres se iba y regresaba casi a la noche, no le importaba que hiciera afuera, pero si lo que no hacía por el hotel. 

 


 

Lucifer sentado al sofá de la sala mientras veía su teléfono distraídamente con Keekee sobre sus piernas escucho el timbre sonar y a su hija emocionada ir a ver a la puerta. Era común que pasara, aunque a veces regresaba decepcionada al ver que no era un nuevo residente al que darle la bienvenida, pero esta vez fue diferente. Charlie no volvía en cambio asomo su cabeza por la puerta y dándole una señal a su novia quien fue inmediatamente a su encuentro.

Encontrando extraño tanto secretismo fue a asomarse desde una ventana, pero apenas si podía distinguir tres siluetas, rápidamente se le sumo el resto del hotel que con curiosidad intentaron ver qué pasaba. Lucifer pronto noto como aparecía entre las sombras una cuarta silueta, Alastor había aparecido sin saber porque o como, pero por el aura que desprendía parecía molesto.

La puerta fue abierta dejando pasar por fin a la cuarta sombra que había llegado, un demonio con pantalla de cabeza entro detrás de Alastor quien pese a su sonrisa habitual parecía enormemente molesto, Charlie detrás de ellos con la cara compungida mientras Vaggie parecía aferrarse a su lanza fuertemente mientras fulminaba a dicho demonio. Husk dando un suspiro largo y pesado se apartó de la ventana y volvió a su lugar en la barra con Angel y Cherry detrás de él.

—¿Qué crees que quiera esta vez? —Pregunto Angel con una sonrisa nerviosa.

—Nada bueno supongo. —Contesto Cherry. —Pero al menos la presencia de Charlie podría ayudar a que este lugar no acabe estallando, aunque acepto me encantaría verlo.

Lucifer quien los vio irse no pudo escuchar más de su conversación pese a que tenía curiosidad por saber que era lo que pasaba y porque parecían tan nerviosos por la presencia de dicho demonio. Suponía no sería un invitado por la expresión de todos, pensó en intervenir, pero cuando iba a levantarse Alastor iba saliendo de vuelta completamente solo. El ceño fruncido y la estática demostraban lo molesto que estaba pese a la sonrisa en su rostro, ni siquiera tuvo que voltear a ver sus orejas para comprobarlo.

Charlie quien intento darle alcance corrió detrás de él deteniéndolo afuera del hotel, no comprendía que discutían y solo podía ver la espalda de su hija, pero Alastor pareció dar un suspiro, le dio unas palmaditas en la cabeza a Charlie antes de desaparecer. Cuando la vio entrar por el umbral no pudo no preguntar.

—¿Paso algo Charlie?

Ella inmediatamente se puso rígida y evitando su mirada le respondió.

—Oh… todo esta bien papá, solo tuvimos un invitado no deseado, pero todo está solucionado.

—¿Y dónde esta dicho invitado? Lo vi entrar, pero no salir.

—Alastor se encargó de él. —Comenzó a apartarse con intención de huir. —Bueno papá, Vaggie está esperándome iré con ella.

Intento preguntarle más, pero le fue imposible ya que ella salió casi corriendo, bastante sospechoso pensó el, pero era claro que ella no quería hablar de eso con él, por lo que no le quedaba de otra que esperar de Alastor una explicación.

Lucifer estaba comenzando a molestarse, no solo Alastor había abandonado sus obligaciones por unas horas, sino que lo hizo por el resto del día, era normal que por algunas obligaciones se ausentara a las clases de redención, pero el solo prolongar el contrato le ponía incomodo, sobre todo porque no sabía porque tendría tanto trabajo afuera. Pero la visita de aquel demonio solo le lleno de curiosidad y una idea intrigante, estaba claro que todos lo conocían, tenían una historia y si sus cartas jugaban a su favor, esta podría ser más íntima de lo que pareció en la mañana, o que sus comportamientos fueran fruto del trato que tenía con él. Pensando era absurdo que Alastor no tuviera alguna escapada intima o romántica por el largo y ancho del anillo del orgullo, y esperaba su esperanza fuera acertada.

Aunque había deseado esperarlo despierto, en algún punto termino quedándose dormido siendo despertado por la luz solar que le dio en la cara por las cortinas corridas de su habitación. Con cansancio y arrastrando los pies fue directamente a la cocina donde podía sentir la presencia del demonio de la radio sumado a su estática que ese día parecía más chirriona y fuerte.

Desde la puerta Lucifer observo a Alastor quien parecía apurado moviéndose con más rapidez de la que él había presenciado, su fachada siempre perfecta estaba opacada por algo que por primera vez veía en su semblante, “cansancio”.

Para Alastor el cansancio acumulado lo hacian moverse con un poco de torpeza haciéndolo maldecir por lo bajo cuando la cuchara se le había caído de las manos haciéndolo percatarse de la presencia de Lucifer.

Alastor inmediatamente maldijo en sus adentros al verlo, odiaba que la cocina era el nuevo lugar donde padre e hija habían decidido acorralarlo, y sabia no auguraba algo remotamente bueno y no estaba con la paciencia ni energía para luchar.

Ambos chocaron miradas, pero Alastor fue el primero en apartarla ocultando cualquier malestar que hubiera mostrado anteriormente, Lucifer soltó una risa contenida con un suspiro y fue a su nuevo lugar predestinado en la cocina, le pareció absurdo ocultar algo que ya había visto pero sabia la fachada de superioridad de Alastor estaba siendo sostenida por su orgullo por lo que lo dejo pasar.

—Dime una cosa… —Comenzó conteniendo una sonrisa con autocompasión fingida sabiendo el telón del teatro que siempre se alzaba cada que ambos estaban juntos subía de nuevo. —¿Quién era él?

Notes:

11calzamonas: Persona que tiene las piernas muy largas y delgadas. Aunque hace connotación a la altura, también se usa para decirle a alguien que es astuto, hábil e ingenioso, pero también puede referirse a alguien que es manipulador, tramposo y engañoso. [return to text]

 

Tengo una historia curiosa acerca de la palabra que decidí subrayar en este capitulo, y es que mi abuelo materno solía usar esta palabra aunque yo antes no sabia que significaba, solo hasta que fui lo suficientemente mayor que pregunte y logre comprender porque la usaba en diferentes contextos que era lo que no comprendía. Hace poco en una reunión familiar una tía la uso y me pareció gracioso pensar en que Lucifer y Alastor la usaran para insultarse. No se si el contexto solo aplique a México porque encontrar una fuente del significado de la palabra fue un poco difícil ya que solo lo simplifican. Pero espero a alguien mas que a mi le haya parecido gracioso.

Gracias por volver a leerme.

Actualización 10/06/2025: Siento mucho a los que terminaron leyendo el capitulo sin las correcciones finales, por las prisas no había notado que no había abierto el archivo correcto del capitulo.

Chapter 5

Notes:

Hola de nuevo, estoy feliz de poder traer un nuevo capitulo, sin embargo temo no poder escribir uno pronto ni poder actualizar mi otra obra debido a problemas de salud, intentare descansar lo suficiente y recuperarme pronto para poder volver rápidamente.

Gracias por volver.

(See the end of the chapter for more notes.)

Chapter Text

Alastor soltó una ligera risa que no pudo contener mientras lo miraba con diversión, pero había algo en su mirada más profundo cuando pareció pensar su respuesta, un fastidio u odio más profundo que el que alguna vez se haya dirigido a Lucifer lo que solo acrecentó su curiosidad.

—No sé de qué está hablando. —Contesto sin siquiera mirarlo.

—No me mientas, sabes exactamente de que estoy hablando. —Debatió mientras cruzaba sus piernas de forma y levantaba su rostro de forma arrogante.

Alastor le dirigió la mirada unos segundos alzándole una de sus cejas, pero rápidamente negó con la cabeza y dio un suspiro algo cansado.

—Está muy juguetón hoy ¿verdad?

—Y tu muy esquivo.

—No veo necesidad de hablar algo sin importancia.

—Si fuera sin importancia no estarías evitando el tema, ni Charlie tampoco.

—Ja, por favor majestad, Charlie le oculta tantas cosas que ni siquiera sé por dónde empezar. —Dijo sinceramente sonriendo con superioridad.

Lucifer contuvo el impulso de contestarle, sabia solo lo estaba provocando, aunque su mente le traiciono pensando era verdad.

—Auch, ¿empezamos con los ataques sentimentales?

—Yo no le estoy dando ninguna verdad plausible como usted, pero si quiere tomarlo así para no herir sus pobres y miserables sentimientos puede hacerlo.

Lucifer sabia solo lo intentaba provocar para que se olvidara del tema, lo peor es que casi lo consigue. Ambos chocaron miradas mientras Alastor se daba cuenta no podría quitarse al rey tan fácilmente, no sabía que motivaba su curiosidad, pero él estaba tan cansado y no quería seguirle el juego por lo que decidió por primera vez dar el brazo a torcer y tomar el camino más fácil.

—Se llama Vox, es uno de los tres overlords que pertenece a los Vess. —Explico sorprendiendo enormemente a Lucifer quien creyó tenía que sacarle la información a la fuerza y a base de molestarlo. —Vino aquí a chantajear a Charlie para poder reunirse conmigo.

—¿Qué? —Pregunto incrédulo mientras el ambiente a su alrededor comenzaba a enfriarse. —¿Por qué haría algo así?

—Desde hace meses ha intentado captar mi atención sin éxito. —Explico sin reparos.

—¿Qué es lo que él quiere como para usar a mi hija? —Pregunto conteniendo el enojo y no permitiendo que su transformación demoniaca saliera pese a la pesada atmosfera que desprendía.

—¿Qué pasa querido? Los celos no te sientan bien. —Bromeo Alastor pellizcando una de las mejillas de Lucifer.

—¿Ahora si quieres bromear? —Pregunto mientras la esclerótica de sus ojos se invertía y apartaba la mano de su cara. —¿Por qué permitiste que amenazaran a mi hija?

—¿Con quién cree que está hablando? —Le contesto ofendido. —Por supuesto no permitiría tal cosa, si no fuera porque había salido momentos antes ni siquiera hubiera permitido que pisara un centímetro dentro del hotel.

Lucifer miro la exaltación y molestia de Alastor, parecía sincero, pero no estaba seguro. Alastor por otro lado respiro profundamente intentando contener su molestia, el cansancio estaba jugándole en contra, claro le contaría, pero solo lo suficiente para satisfacer su curiosidad dándole una verdad a medias.

—¿Por qué está buscándote entonces?

—“Atención”, los Vess tienen un pensamiento muy simple.

—¿Crees que me voy a tragar ese cuento?

—Puede pensar lo que quiera, no tengo porque mentirle.

Alastor harto de esa situación saco del refrigerador uno de los postres que originalmente había preparado para Charlie un día antes con la intención de despejar la atención del rey sobre él.

—Suponiendo que lo que dices es verdad, ¿Qué ganaría el obteniéndola? Debería de querer algo de ti que sea lo suficientemente importante como para molestar a mi hija en mi cara.

—¡Qué gran enigma!, sin embargo, no pienso tomarle la importancia que él quiere que le dé y le recomiendo usted tampoco. —Dijo poniendo un pudin de fresa frente a Lucifer quien inmediatamente le dio su completa atención. —Puede que tal vez se convierta en el objetivo de su enfermiza obsesión. —Dijo, pero Lucifer apenas le prestó atención.

—¿Está obsesionado contigo? —Dijo tomando una cuchara mientras se llevaba el primer bocado a la boca olvidándose por completo de su enojo inicial.

—Si, podría decirse que sí. —Dijo con una sonrisa maliciosa ocultando su profundo asco.

Alastor satisfecho de haber desviado su atención al menos por un momento siguió apresurándose mientras escuchaba a lo lejos el ajetreo de los residentes levantándose terminando muy a penas el desayuno.

Lucifer quien después de quedar extasiado con el postre se dio cuenta que se había perdido en su mundo y no había cumplido con su verdadero propósito, miro a Alastor quien parecía bastante satisfecho mientras servía porciones de comida mientras se escuchaba de fondo el ajetreo de los demás en el comedor evidenciando ya no estar solos.

—¿Se va a quedar a desayunar? —Pregunto Alastor alzándole una ceja.

Lucifer ya no pudo responder nada cuando Charlie entro y entusiasmada por verlo de nuevo junto a Alastor para después compartir un desayuno ameno en aparente tranquilidad.

Alastor por otra parte solo la fingía, la herida le latía con un dolor ardiente por haberse exigido demasiado sumado al cansancio acumulado que comenzaba a hacer que todas sus extremidades le pesaran, pero no por ello haría alguna demostración de ello, había hecho su recorrido habitual, aún quedaban algunas habitaciones vacías que montar, pero podría tomarse un tiempo para ello, al menos por ese día lo haría.

Llegada la tarde el hotel se reunió en el salón para su clase, Lucifer se preguntaba en qué tipo de actividad los uniría Charlie esta vez al verla sacar papeles de una pecera e ir nombrando a los residentes juntándolos en grupos de dos.

—Alastor. —Dijo Charlie mientras sacaba un papel y lo desdoblaba mientras Lucifer ya iba a comenzar a caminar hacia el demonio. —Angel.

Lucifer se quedó a medio paso, lamentablemente fue tan evidente que todos lo notaron viendo la expresión de todos que lo miraron con vergüenza u otros ocultando la riza que amenazaba con salir. Por otra parte, Alastor parecía extasiado y satisfecho por la situación, aunque ni el mismo sabía si era por el ridículo de Lucifer o que al menos por un momento no tendría que tener que hacer nada remotamente intimo con él. Claro, para Alastor, Angel no era mejor pero ya era una mejora considerable en su estado actual.

Lucifer sentía ponerse dorado de vergüenza y la satisfacción en la expresión de Alastor lo hizo sentir peor. Charlie con una disculpa baja y al ser los últimos lo ínsito a unirse a Niffty quien era la única que quedaba de emparejar al igual que él.

—La actividad de hoy consiste en que cambiaran de roles y en base a ello solucionen un problema que tenga el otro y argumenten como lo harían y por qué.

«Bueno, eso me hubiera servido de mucho» Pensó Lucifer intentando no mirar al demonio pelirrojo al otro lado de la habitación. Miro a la pequeña demonio que parecía estallar de la emoción pensando en ¿Cómo sería una actividad con ella?

Alastor por otra parte recibía la sonrisa pícara de Angel que sabia podría obtener una gran diversión con la excusa de la actividad, y así fue, durante casi toda la hora de actividad se pasó dándole tácticas para “satisfacer al rey”. Pese a la creencia inicial de Angel en cuanto al estado de ánimo de Alastor estaría nada más empezar, Alastor se lo tomo con bastante tranquilidad, como si de verdad prestara atención, aunque era evidente que no le estaba tomando en serio. En realidad, ya se había cansado de escuchar las mil y una tácticas para provocar al rey pensando el lo absurdo de la situación, ya vivían constantemente provocándose el uno al otro, pero que creyera que necesitaría ayuda en cuanto lo sexual se refería era claro el vago y repugnante concepto en el que los tenían.

—¿Dime que ocultas debajo de aquel traje? Quien sabe y si tienes lo suficiente podría darte algunas cuantas técnicas para sacar provecho de todos tus atributos. —Dijo alzándose la pelusa del pecho acomodándosela para que esta simularan unos pechos.

—Pareces bastante extasiado conmigo como tu compañero. —Dijo alzándole una ceja con insinuación cansado de haberle dejado hablar durante bastante tiempo.

—No, no vas a arruinar mi alegría.

—Oh querido arácnido, no pensaba en amenazarte de ninguna manera.

—¿Cómo podría saber que es verdad?

—No comparto tu absurdo intento de redención, pero al menos me tomo más en serio mi lugar en el hotel que los residentes aquí, y no me pongo ninguna mascara para ocultar mis verdaderos deseos bajo una excusa desprestigiando todo por lo que supuestamente lucho.

Angel no pudo evitar no hacer una expresión de ofensa y dolor, ya que en realidad solo Cherry y el eran los únicos residentes, y Cherry no buscaba la redención como tal, y pese a que él había dicho solo buscaba un lugar donde poder quedarse, la verdad era que en el hotel había encontrado algo mucho más preciado que lo que él hubiese tenido incluso en vida, excepto por una sola alma que era la excepción de todo, la verdadera razón por la que estaba ahí.

Alastor miro el dolor de Angel, no le extasiaba ni había dicho tal comentario para divertirse, pero si para hacer ver a Angel que él era más observador de lo que él creía, ya que desde el exterminio este actuaba peor que cuando lo conoció, sabia de sus drogas escondidas en lugares donde a Niffty le sería difícil llegar, pero no para el quien se transportaba bajo las sombras. Algo que por supuesto Charlie ni nadie más sabia, no creía que dejar las drogas sería un incentivo o un paso más a la redención, pero si para dejar atrás su absurda fachada mientras intentaba poder a los demás en el foco de atención para que nadie lo notara. Sobre todo, porque sabía la razón, Valentino, el portador de parte de su alma.

Sabia este había estado jugando con él en el set, claro no necesito ver ningún video ni nada parecido, algo que por supuesto no planeaba hacer tampoco y su informante oculto era lo suficientemente confiable para verificar la información. Y claro, que mejor burla que su intento fallido de redención poniéndolo en situaciones donde abandonaba la redención o lo hacía vivir de nuevo el extermino para luego ser derrotado y profanado para arrastrar el poco orgullo y dignidad que tenía. Era consciente de que él no era nadie para decirle a nadie que se quitara la máscara de la cara y no podía verlo más que con lastima por haberse atado a alguien tan desagradable como Valentino, pero si ayudarle significaba saldría de la atención del resto de hotel más de lo que ya lo hacían en si, lo haría.

—Tranquilo mi preciado amigo, no hay porque poner una cara larga. Te daré una recomendación ya que es mi turno.

—Si, que alivio. —Dijo intentando volver a poner su fachada desquebrajada.

—Bien, digamos que yo soy tu, un proxeneta lo suficientemente estúpido para dejarme drogar y manipula por Valentino. —Angel iba a protestar, pero Alastor no se lo permitió. —Al menos miraría bien las cláusulas de mi contrato y analizaría bien a mi contratista.

—¿Ah, sí? ¿Qué propones entonces? —Dijo Angel casi con enfado como si no lo hubiera hecho antes.

—Hay mi estúpida araña… no estás viendo tu contrato como un contratante, sino como un contratista. Claro, si estuviera en tus zapatos, ingenuo y débil de todo poder en el infierno por supuesto estaría en el mismo hoyo en el que estas, pero te olvidas de algo fundamental, el miedo puede mover montañas, pero tiene una doble cara, entonces dime ¿seguirás esperando a que se mueva o… vas a moverla por ti mismo?

Angel miro a Alastor intentando comprender el simbolismo de su reflexión, no esperaba fuera franco, Alastor pese a ser alguien que te decía las verdades a la cara no daría un paso para “ayudar” directamente a alguien, sobre todo si se trataba sobre invalidar a otro overdord, no por simpatía, pero si por un código moral extraño sumado a su arrogancia, el no necesitaba “ayuda ni una ventaja” para acabar con otro overlord. Claro, Alastor no iba a ser irresponsable en sus obligaciones y se tomaba en serio su papel, por ello solo le dio una recomendación en clave pese a que incluso esa recomendación podría hacerse también en su contra si esto llegaba a oídos de algunos pecadores o demonios bajo su contrato.

—Claro, el poder que ostentas parece ser nada en su comparación, después de todo tiene tu alma, pero también es por el poder que le das. —Le dio un empujón mas al ver la cara de frustración de Angel.

—¿Qué quieres decir?

—Los contratos de los Vess al contrario de los míos tienen una diferencia enormemente significativa, y es que estos tienen clausulas fijas, pero no de completa pertenencia, él no es completamente tu dueño, solo dentro del set, por supuesto te obliga a estar una cierta cantidad dentro de este, pero no más, más allá de esto es una violación al contrato de su parte, por supuesto puedes objetar por una compensación, puedes obligarlo a hacerte concesiones.

Angel miro incrédulo a Alastor para poco a poco mirarlo casi como su salvador pensando que, si eso era verdad, podría quitarse a Valentino de encima cuando fuera necesario, claro tenía que replantear todas aquellas veces que fue obligado a quedarse o fue forzado a volver al set fuera de horario, pero algo se alojó dentro de el cómo el momento en que estaban preparándose para la lucha contra los exorcistas, “esperanza”.

Alastor no iba a darle una solución a su contrato, ya estaba interfiriendo lo suficiente como para no tener consecuencias por ello, claro no temía por ellas, Valentino no era un rival digno para él, ni siquiera Vox que ostentaba un poder superior entre los Vess, y aun así no era suficiente, ni siquiera en ese que era de sus peores momentos.

Angel no sabía cómo compensar tal ayuda, la culpa y vergüenza se alojaron muy dentro de él haciendo casi imposible mirarle a lo ojos, cualquier cosa que hiciera no sería suficiente, claro no se pondría en ningún tipo de situación donde tuvieran que hacer un trato, y por su actividad tenía que ser reciproco y el se la había pasado siendo una mierda por mas tiempo del que debió tomar.

—Ni lo intentes. —Dijo Alastor viendo los engranajes de Angel moverse. —No creo que nada de lo que tengas para decirme no pueda hacerlo ya por mí mismo.

—¿Ni siquiera una ayuda con nuestro rey? —Dijo alzando una ceja esperando aceptara. —Verdadera ayuda, lo que dije…

—¿Qué te hace pensar que necesito algo así? —Dijo interrumpiéndole con una carcajada. —Ni siquiera eso, no tengo ninguna necesidad ni ganas de hacer nada que provenga de ti como “ayuda”, solo pensarlo me causa repulsión de lo seguramente meloso que resultara.

—No seas así, el rey esta esforzándose. —Contesto sinceramente viendo al otro lado de la sala.

Lucifer bastante incomodo mantenía un intercambio de ideas con la pequeña Niffty quien debatía cualquier cosa que el le propusiera. Alastor miro en aquella dirección también escuchando como le proponía a la pequeña demonio un cambio de outfit para mejorar su imagen pensando era absurdo intentar hacer que Niffty fuera algo relativamente tierno, ella ya lo era, pero de una manera siniestra.

—¿Por qué tendría que esforzarme? —Debatió el. —Desde un principio el sabia no podía esperar algo asi de mi.

—¿De verdad no piensas hacer nada? —Pregunto incrédulo. —¿No están en una relación real? Si es asi, aunque el rey te lo haya propuesto deberías poner un mínimo de tu parte, si me dejas…

—No, no eres el adecuado para darte detalles, pero lo único que si agradecería seria que te mantengas al margen sobre esto. —Volvió a interrumpirle tajando el tema.

Angel sintió pena por el rey, Alastor claro que era una persona ruda y difícil de roer, de hecho, pese a su burla, no creía sinceramente que una relación entre ambos fuera algo que terminaría bien, tampoco estaba tan seguro de que fuera real que ambos salieran, empezando con Alastor que era en cualquier tema romántico tan frio como un hielo mientras Lucifer era tan imprudente que en vez de demostrar cualquier muestra de cariño pareciera que solo intentaba hacer que Alastor lo odiara. Ambos eran polos opuestos en el tema del amor o demostración de afecto, tampoco podía culpar a Alastor, podía verlos interactuar y Lucifer casi parecía querer estropear cualquier intento de cercanía con él, pero también lo había visto hacer lo mismo con Charlie, Husk lo llamaba “Tirar por la borda” ya que mas de una vez le había dicho lo frustrante que era verlo arruinar sus relaciones por no pensar dos veces lo que le daba siempre ventaja a Alastor en sus peleas sobre “paternidad” con Charlie.

—De igual manera tengo que darte algo a cambio y no me estas ayudando a ponerme en tus zapatos. —Argumento él.

—¿Podrías hacerlo realmente? ¿No has estado explayándote durante casi toda la clase sobre cómo debería usar esto o aquello para llamar la atención o satisfacer de alguna manera al rey?

—No, está claro que no. —Respondió sinceramente a su primera pregunta. —Pero quiero intentarlo, no sé cómo ser un overlord ni pretenderé saber que se necesita para ser uno ya que claramente no poseo la habilidad para siquiera pensar en usar a los demás a mi conveniencia permanentemente, pero al menos quiero hacer algo, no será lo mismo, se que incluso te sobrepasaste en tus propios términos al contarme algo asi, pero si hay algo que pueda hacer dímelo.

Alastor vio determinación en Angel, por supuesto que ponerse en sus zapatos era inútil, eran de mundos opuestos, podían compartir algunas opiniones en raras ocasiones y tenían gustos similares en cuanto a la preparación de alimentos, aunque Angel rara vez tocaba la cocina, incluso aquella sed de sangre que Angel parecía ocultar bajo su fachada de proxeneta y de la cual no era tan consciente de ello, pero Alastor podía reconocerla a la distancia. Pero había algo que si podría obtener de Angel, y eso era la conexión que tenía con los Vess y planeaba aprovecharla. Tenía años con una teoría en mente, Vox había querido hacer su jugada para doblegarlo y Alastor estaba dispuesto a doblegarlos a ellos en su propio juego si conseguía que Angel lograra romper de alguna manera su trato viendo lo desestructurado que estaba.

—Digamos que tengo un poder que no puedo usar, no porque no sepa usarlo o algo parecido, sino porque planeo mantenerlo oculto. ¿Qué puedo hacer al respecto?

—¿Metafóricamente? ¿Por qué tienes que ser tan ambiguo? —Se quejo.

Alastor no contesto, no podía revelar mas de lo que pretendía y esperaba Angel se diera cuenta, pero cuando lo miro por segunda vez tal vez lo presintió. Angel no comprendería nunca alguna de sus preocupaciones, nunca estuvo ni remotamente cerca del poder, la sonrisa ensanchada de Alastor solo era una afirmación que era consciente de sus pensamientos, había arruinado la actividad con sus juegos y el único que salió ganando fue el, no sabia que tan verdad fuera la pregunta de Alastor, pero quedo claro que no espero una respuesta real de su parte, no espero nada de el lo que solo le causo una sensación desagradable de insuficiencia, sobre todo porque se había quedado sin tiempo.

Del otro lado de la habitación, Lucifer no pudo evitar mirar de vez en cuando el resto de los residentes, incluso Alastor parecía tomarse en serio la actividad hablando seriamente con Angel, en cambio el mantenía una discusión acalorada y sin sentido.

—Métodos de limpieza.

—Yo no soy mágica, y soy perfecta en mi trabajo.

—Nos podemos deshacer de las plagas.

—¿Y mi diversión?

Lucifer la miro casi con consternación, estaba cansado de intentar pensar, no la conocía, pero tampoco quería fracasar en su actividad. Niffty solo estaba jugando con el tal como había visto Alastor siempre hacía, pensó que sería divertido, pero ya se había aburrido, pero entonces lo vio dirigir una mirada tanto suplicante como de molestia a Alastor quien ajeno a todo le sonreía a Angel con comprensión lo que solo acrecentó la furia del rey.

—¿Puedo decirle algo? —Pregunto Niffty con una nueva idea, lo que le beneficiaria para ver en primer plano la culminación de su fantasía sin que nadie se percatara.

—¿Qué es? —Pregunto con cautela.

—¿Por qué molesta a Alastor? ¿Realmente no lo quiere?

Lucifer se quedó de piedra, claro no podría ser sincero con ella, con nadie en realidad, pero estaba claro que la pregunta lo implicaba como un perpetrador a la paz del demonio rojo. Niffty vio el apuro del rey intentando buscar una respuesta a su pregunta, no esperaba una respuesta real a ella, también sabía que Alastor no estaba interesado en el rey, le era incomprensible el porque el acepto tal propuesta de el a sabiendas el verdadero pensamiento de Alastor sobre el matrimonio y todo lo relacionado a las relaciones afectivas, pero también había visto a Alastor más ausente y apartado desde el extermino, algo que ni en su confianza había querido decirle que era, su vibra volvió levemente cuando Lucifer comenzó a estar alrededor de él, y si el rey era sincero, podía echarle una mano.

—¿Puedo pedirle ayuda con algo?

—Si… claro que sí, yo puedo ayudarte en lo que sea. —Dijo casi aliviado de poder deshacerse de aquella pregunta a la que no sabía cómo responder.

—Últimamente no he podido deshacerme de todas las drogas de Angel, y Alastor había estado preocupado de que las estuviera ocultando lo suficientemente bien para que yo no las encuentre.

«¿Alastor preocupado? Ni en mis más locos sueños.» Pensó Lucifer, aunque estaba sorprendido por la información.

—Alastor ha estado cansado últimamente y no quiero que tenga mas trabajo por mi culpa, pero por mas que rebusco no logro encontrar sus escondites hasta que Alastor se pone en ello.

—Bueno… podría ayudarte. —Dijo curioso por eso último, pensando no solo el se había dado cuenta, aunque claro Alastor se mostraría un poco más vulnerable ante ella. —Cuando tengas que limpiar la alcoba de Angel pídele a Razzle ayuda, su nariz es mas sensible y podría localizarlas más fácil por ti.

Niffty estaba contenta de poder retomar su trabajo sin molestar a Alastor, además del permiso que Lucifer le estaba dando para poder acercarse al pequeño demonio guardián de Charlie. Emocionada dio un brinco a los hombros del rey para poder llegar más fácilmente a su oído ya que sabia se metería en enormes problemas si Alastor llegaba a enterarse. No estaba muy de acuerdo en molestar a Alastor, después de todo era quien mas la procuraba y protegía, pero también era verdad que desde que el hotel se enfocaba en su relación algo había cambiado, la dinámica del hotel se hizo mas fuerte, pensaban menos en la preocupación del próximo exterminio el cual ni siquiera sabían cuando vendría, ella quería ayudar también.

—Le voy a contar un secreto. —Le dijo a un muy sorprendido Lucifer que no espero tanta cercanía, aquella que solo había visto con el resto del hotel. —¿Sabía que Alastor hace mucho por usted? —Dijo conteniendo una risa siniestra para no alarmar a los demás.

—¿Qué es lo que hace? —Pregunto intrigado y curioso, aunque poco le creyera.

—Alastor en realidad se iba a ir. —Dijo causando sorpresa a Lucifer quien volteo a verla preguntándose quien mas sabia sobre ello. —Pero no lo hizo, eso fue después de que se comprometiera con usted.

«Ah… por ello» Pensó Lucifer quien sabia a donde iría a parar aquella conversación un poco desanimado.

—Si, algo así paso, porque yo le pedí que se quedara.

—Alastor no se quedó por eso. —La revelación descoloco a Lucifer quien no le creía, si no era por el trato que mantenían ¿Qué otra cosa retendría a Alastor? —No se trata de cariño, o no del todo, no como los demás podrían entenderlo, pero a pesar de eso busco motivos para no irse, busco tiempo, y no lo haría si no le importara lo suficiente para irse nada más aburrirse.

—¿Cómo se que es vedad? —Pregunto inseguro.

—Necesita ver los detalles, las cosas que no cualquiera presta atención, pero Alastor lo hace, aunque podría no hacerlo.

—¿Por qué me estas contando esto? ¿No podría perjudicarte también? Eres su favorita.

—Si, lo soy. —Dijo enorgullecida. —Pero le estoy regresando el favor porque me gusta verlos felices. —Dijo volteando a ver al resto del hotel, Lucifer le siguió con la mirada y comprendió lo que quiso decirle.

—¿Entonces que se supone que haga? —Pregunto sucumbiendo a las recomendaciones de la pequeña demonio.

—¿Hacer algo? ser usted mismo supongo, a Alastor le gusta que lo pongan a prueba, no retándole ni fastidiándolo, pero si que lo pongan a trabajar, que lo hagan ponerse ingenioso, eso divierte mucho a Alastor. Usted ya lo altera lo suficiente como para llamar su atención.

—¿Dices que lo afecto? —Pregunto con curiosidad y una extraña emoción por algo nuevo.

—Lo desconcierta un poco, sí. Pero no lo suficiente, siempre está ofendiéndolo lo que lo aburre mucho y su atención se termina yendo a otro lado. A Alastor le gusta que lo pongan a pensar, que le debatan sus argumentos o que le añadan otra perspectiva, que pongan su cerebro a trabajar.

Lucifer se quedo pensando, esta era una nueva perspectiva que no concia del demonio con el cual ahora compartía un trato. Le dio pena que ella se esforzara por decirle una manera de acercase a ella cuando el hará todo lo contrario para fastidiarlo.

—Bien, la actividad termino aquí por hoy. Espero se hayan llevado un buen consejo que puedan llevar a cabo más adelante.

Niffty quien salto del hombro de Lucifer y corrió en dirección a Alastor mientras se abrazaba a él para contarle sobre su actividad. Este la tomo en brazos y escucho todo lo que ella tenia para decirle empezando por el permiso que le dieron para usar a Razzel para buscar las drogas de Angel el cual escucho y palideció por completo. Lucifer quien no se había movido los vio reunirse de nuevo para charlar más amenamente, nadie volteo a verle. Ahí supo era su momento para irse, solo entonces se percató de la ahora ausencia del demonio de la radio llenándose de curiosidad por su paradero recordando habían dejado una conversación pendiente.

Alastor nada más tuvo oportunidad salió alejándose del ojo público, estaba agotado; el cuerpo le pesaba enormemente, la estática chirriante y desafinada a su alrededor estaba descontrolada, la herida le dolía apenas dejándole respirar con normalidad sin tener que inclinarse por el dolor. Era su culpa, había estado abusando de su propio cuerpo y capacidad pese a que necesitaba descansar para que la herida pudiera recuperarse, pero era obligatoria su presencia en aquella reunión que les llevo mas del tiempo estimado, pero de la cual se enorgullecía de haber movido el suelo bajo los pies de varios overlords además del apoyo de sus colegas mas antiguos y confiables todo por el beneficio del hotel.

Sin embargo, ya le estaba pasando factura, necesitaba descansar o su cuerpo no aguantaría lo suficiente, pero tampoco estaba dispuesto a encerrarse en su habitación y no salir, seria bastante sospechoso que lo hiciera y no quería dejar una imagen de el sucumbiendo al cansancio. Pronto recordó la única sala ocupada por él, la biblioteca no era visitada por nadie, pese a ser de las primeras habitaciones en ser construidas es la mas ignorada, algo a su favor, al menos quería estar solo, poder respirar sin que nadie lo viera al menos por un momento, poder vulnerabilizarse un poco. Tomo el libro que había dejado por la mitad sentándose en el sillón junto a la ventana respirando el agradable aroma de las páginas, los libros y madera que desprendía el lugar.

Lucifer buscando a Alastor había acabado en su habitación, por mas que lo busco no encontró nada, más que un sinfín de habitaciones vacías que termino por frustrarlo, claro su primer impulso fue la cocina, luego las pocas salas que el conocía y por último su habitación, pero cuando tuvo que ir de puerta en puerta la búsqueda se volvió frustrante y fastidiosa. No iba a preguntar por su paradero, pero tanto secretismo le estaba comenzando a molestar, también se culpaba por distraerse y caer ante un pudin que, aunque estuviera delicioso, estaba claro solo se lo había dado para que dejara de preguntar y lo peor es que le había funcionado.

Se recostó sobre su cama pensando en lo que Niffty le había dicho, intento pensar en aquellos “detalles” que ella dijo Alastor tenía, pero no encontró ninguno. Solo podía recordar las palabras afiladas, los comentarios sarcásticos y su actitud altanera mientras te miraba por debajo de el lo que solo acrecentó su molestia.

Levantándose fue a la planta inferior donde fue la ultima vez que lo vio, ya todos estarían ocupándose de sus asuntos por lo que no repararían en su presencia. Fue a la sala donde habían hecho su trato pero no estaba ahí pero aquella sala estaba bástate cambiada, la mesita de té ahora combinaba con la ambientación y era más larga y alta, los sofás ahora estaban pegados a la pared dando espacio a otro sofá y la alacena del té estaba atarragada de bocadillos que no había visto antes, incluso oculto sobre una pequeña encimera donde descansaba el calentador de agua había un minibar con mas bocadillos, algunos postres y la crema y leche para el té o café.

Sorprendido seria poco para todo lo que estaba sintiendo y viendo, se veía el empeño en crear aquella habitación, ni siquiera se había percatado que no había estado acabada cuando entraron ahí la primera vez, e incluso le sorprendió los artefactos modernos que había en la habitación ya que sabia Alastor estaba tan atascado en su época que difícilmente aceptaría usarla, pero lo había hecho.

Salió de aquella habitación sintiéndose satisfecho con lo que había visto, aun recordaba las sesiones de té que llego a compartir con su hija y la que fue su esposa por eones, aunque a diferencia de aquella sala que estaba en el interior, el prefería hacerlo bajo el sol del infierno en un jardín, pero entendía porque no podían acomodar un lugar así afuera. Pero algo si sabia muy bien, esa habitación parecía estar hecha bajo los pedidos de su hija, los colores de las paredes pastel, las tasa pensadas para cada uno de los residentes, el tapizado suave de los sillones y sofás de la sala sumado a algunas decoraciones la representaban, pero había cosas que sabia habían sido añadidas y no por ella; la elección de plantas para decorar, la vieja radio en un rincón y un tocadiscos de vinilo eran el toque personal de Alastor pese a combinar con la paleta de colores de Charlie, pero aceptaba la elección de vinilos lo convenció a el también, pero nunca se lo diría.

Siguió caminando hasta toparse con una puerta cerrada por completo sintiendo una estática provenía de allí, aunque leve y suave podía sentirla. Abrió despacio la puesta con intención de sorprenderlo, sin embargo, ocurrió lo contrario al ver a Alastor quien se había quedado dormido. Poniendo un insonorizador a la habitación con su poder, camino hasta quedar casi frente a él, la luz de la ventana que era la única fuente de luz apenas era suficiente para saber que había alguien ahí sentado, lo que lo delataba era el suave respirar sumado al movimiento de su pecho el cual apenas se iluminaba. Suponía cuando Alastor fue a la habitación aun había luz ya que no había encendido nada. Antes de poder acercarse más escucho ruido afuera a través de la puerta que había dejado abierta, apenas era perceptible el ruido, pero hasta casi pudo jurar ver a una de las orejas de Alastor moverse ante el ruido.

No supo porque, pero ya estaba caminando de vuelta a su habitación dejándole ahí pese a la enorme curiosidad de por primera vez haber visto algo que seguramente habrían visto unos cuantos demonios, algo que ni siquiera había visto bien por la poca luz de la sala que ni siquiera sabía que era, se auto recrimino por actuar así cuando su plan inicial era fastidiarlo, pero luego recordó lo cansado que lo había visto aquella mañana y luego el esfuerzo que seguro puso en crear aquella habitación para Charlie y sus movimientos fueron mas rápidos que sus pensamientos cuando no detuvo su andar a su propia habitación de nuevo.

Notes:

Hola, como dije al principio no podre actualizar pronto, pero ya estoy tomando tratamiento y este capitulo salió gracias a que solo le faltaban unas cuantas correcciones, aunque inicialmente iba a publicarlo a principio de semana que fue cuando enferme.

Intente poder un poco mas la perspectivas de como ven a Alastor y Lucifer mientras recibían "un poco de ayuda" de su parte. Siento que Lucifer seria alguien muy agradecido hacia los actos de afecto genuinos y desinteresados hacia su hija como el padre torpe pero amoroso que es, también creo que Alastor podría hacer este tipo de actos bajo el "solo estoy haciendo mi trabajo" ya que siempre tomo en cuanta la visión de Charlie sabiendo era algo muy intimo para ella y que apreciaría mas que otra cosa si conocía un poco el trasfondo, aun no lo mencionare pero espero hacerlo pronto.

Mil gracias por volver a leerme.

Chapter 6

Notes:

(See the end of the chapter for notes.)

Chapter Text

Alastor se despertó desorientado y exaltado, no se dio cuenta en qué momento se había quedado dormido. Su plan consistía en descansar mientras leía y seguir sus actividades, pero aceptaba que había estado forzando su cuerpo de una manera en la que sabia en algún momento colapsaría. Con pesar se arrastró a su habitación entre las sombras, era ya inútil intentar hacer algo que ya tuviera planeado, para ello necesitaba alguna opinión de Charlie la cual seguramente ya estaba más que lista para irse a la cama.

Nada más llegar a su habitación esta se ilumino de luz cálida y la chimenea se encendió por si sola, suspirando de frustración se dirigió a su baño, mientras esperaba a que la tina se llenara de agua reviso su herida, los puntos se comenzaban a abrir de nuevo lo que solo le hizo temblar la sonrisa y culpaba a Vox por ello.

Sin más un hilo verde hecho completamente de poder demoniaco y una aguja aparecieron en la palma de Alastor, con cuidado deshizo las antiguas puntadas y volvió a suturar la herida que parecía no querer ceder y comenzar a cicatrizar. Dolía, Alastor apenas podía mantenerse erguido mientras el mismo perforaba su piel para intentar cerrar la herida mientras controlaba su respiración y temblor involuntario de su cuerpo, cuando dio la última puntada casi se desplomo. Con dificultad se metió dentro de la bañera mientras su cuerpo tembló debido al cambio drástico de temperatura cuando había estado empapado de sudor frio debido al esfuerzo, pero poco le prestó atención.

Mientras intentaba estabilizar su propia respiración no pudo evitar divagar en sus pensamientos y volver a un día antes cuando se había ido de buen humor al distrito de Camilla para la reunión, o al menos así fue hasta que a medio camino logro escuchar a través de su micrófono la voz de Niffty diciendo que Vox estaba en el hotel cuando entre las sombras se transportó de vuelta.

 

—Oh… los rumores son ciertos, después de todo a las cucarachas no las matas fácilmente. —Había dicho Vox nada más verlo aparecer mientras sonreía, pero para su mala suerte Alastor viendo a través de su expresión logro ver un atisbo de irritación y fastidio.

—Supongo que hablas por ti mismo. —Dijo Alastor apartando a Charlie y Vaggie quien ya apuntaba con su lanza a Vox.

—Vamos viejo, no pensaba hacerle daño a tu querida protegida, no tienes que ponerte a la defensiva. —Dijo al ver el gesto de protección que no pasó desapercibido para Vox.

—No, ellas no necesitan mi protección. —Dijo con una sonrisa altanera. —Pero tampoco permitiré que la involucres en tus tonterías, así que habla ¿Qué quieres?

—Después de tantos años de amistad me tratas de esa manera. Las ondas sonoras han de estar tan llenas de ruido que te han de tener tan a la defensiva.

—Lo veo factible. Después de todo quien podría soportar una contaminación acústica tan cerca suyo. —Contesto Alastor sacudiendo su traje limpiando el polvo ficticio de su traje. —Pero si decidiste hacer tu visita presencial supongo que has de estar tan desesperado ya que tu inútil intento de prevalecer en la cima en tendencia te llevo por el camino equivocado.

Vox quien ya estaba perdiendo la paciencia intento dar un paso adelante, pero fue rápidamente intercedido por Charlie parándose entre ambos para detener la inminente pelea.

—Alto, ¿Qué tal si mejor lo arreglamos hablando tranquilamente? —Dijo intentando convencerlos con una sonrisa tensa.

—Charlie… —Advirtió Vaggie.

—Por favor Al… solo esta vez. —Charlie desestimo el llamado de Vaggie y en cambio miro suplicante a Alastor quien no poder negarse a su pedido solo suspiro pesadamente lo que Charlie asimilo como una afirmación. —Vamos adentro, la sala de té será lo suficientemente privada para poder hablar.

Charlie abrió la puerta para todos ante la frustración de Alastor y Vaggie quienes miraron con insatisfacción la sonrisa altanera de Vox quien parecía haber ganado un premio. Alastor molesto le hizo una seña con la cabeza a Vox quien inmediatamente le respondió con una sonrisa entendiendo el gesto y siguiéndolo adentro.

Nada más pasar el umbral y cruzar el salón principal sintió las miradas de todos, lo que más le fastidio fue que entre esas miradas se encontró la de Lucifer quien al parecer no quiso mover un dedo ante la situación ni con su hija de por medio. Cuando ambos cruzaron el marco de la puerta esta se cerró fuertemente con Vaggie y charlie golpeándola del otro lado.

—Que considerado de tu parte. —Dijo Vox al ver la puerta cerrada sin posibilidad de ser abierta.

—Bien, estoy cansado de tus divagaciones.

Vox desvaneciendo su sonrisa camino dando pasos largos hasta que pudo darle alcance a Alastor e intentar zarandearlo tomándolo por el traje en el pecho.

—¿Qué trucos usaste? —Dijo con un profundo enojo contenido dejando salir estática descontrolada.

—No estoy logrando comprenderlo. —Contesto tranquilamente ante la provocación pese al dolor por el zarandeo a su cuerpo sintiendo como las puntadas comenzaban a ceder.

—No te hagas el chistoso conmigo, yo lo vi claramente no puedes engañarme. Tu no deberías estar aquí.

—Oh… si no debería estar aquí ¿Dónde debería estar?

Vox intento darle un golpe, pero fue rápidamente detenido por una sombra. Pese a intentar resistirse cuando más sombras se sumaron Vox no pudo más que soltar su agarre de Alastor para intentar no ceder ante el forcejeo sin éxito. Cuando estuvo arrodillado en el suelo Alastor haciendo amago de todo su autocontrol mientras ocultaba su malestar se acercó lentamente.

—Bueno… supongo que no viniste a hablar civilizadamente, asi que solo te daré esta advertencia, después de todo nuestra princesa fue lo suficientemente benevolente contigo como para permitirte pisar el hotel. —Dijo tomando su pantalla por cabeza alzándola fuertemente causándole que esta tuviera una fisura. —No deberías meterte entre lo que se escapa de tu comprensión, después de todo, no eres ni lo suficientemente inteligente como para saber era una mala idea intentar provocarme ni lo suficientemente fuerte para intentar luchar conmigo, tu más que nadie sabe cómo puede terminar, ¿no has tenido suficiente humillación? Siempre podemos usar esta vez tus aparatos voladores como aquella vez con Adán para demostrarle a todo el infierno lo que es meterse conmigo.

Vox se le cerro la garganta, pero, aunque quisiera hablar no podía por la interferencia que hacia su cabeza ante el fuerte agarre de Alastor en ella. Vox estaba aterrado en ese momento, de haberlo podido demostrar sus ojos serian incapaces de apartar la mirada de Alastor quien ya apenas había dejado salir parte de su transformación demoniaca sabiendo que, si había logrado sobrevivir a una herida celestial de Adán, ni él ni cualquier overlord lograría hacerle frente ni luchando juntos.

Intento forcejear sin éxito para apartar el agarre de Alastor intentando demostrar una valentía que no sentía, pero para su mala suerte Alastor podía sentirlo en las frecuencias que salían inconscientemente de él. El terror que le causaba el no saber de qué podría ser capaz Alastor ya que, para su mala suerte, era el único que podía saber había sido herido o no.

—Supongo que terminaste tus asuntos aquí si estas tan callado. —Dijo Alastor en un tono amistoso disipando el ambiente pesado que dejo su transformación demoniaca. —No te retendré más al “poderoso” overlord de los Vees. Que pases buena tarde.

Sin más Vox fue soltado de su agarre de entre sus dedos y tragado por sus sombras para lanzarlo en medio de su barrio para su completa humillación. Nada más quedarse Alastor se desplomo empapado de sudor frio temblando por el enorme esfuerzo, había usado demasiado poder demoniaco en el proceso además del dolor que le provocaba la herida que sospechaba ya estaba abierta, pero componiéndose rápidamente vio su reflejo en el espejo más cerca y salió nada más pudo componer su postura.

Charlie y Vaggie escanearon la habitación nada mas esta fue abierta, Vaggie sonrió de satisfacción al ver que esta estaba intacta y sobre todo fuera de la presencia de Vox, en cambio Charlie miro nerviosa a Alastor incapaz de pronunciar palabras sintiéndose apesadumbrada por los problemas que seguro le ocasiono Vox.

—Bien queridas, ya saqué la basura del hotel. Si me disculpan se me hace tarde para mi reunión. —Dijo rodeándolas mientras caminaba de vuelta a la salida.

—¡Espera!... —Grito Charlie quien le dio alcance afuera de hotel. —Yo… lo siento, no debí dejarlo entrar. Creí… no quería darte problemas.

Alastor suspiro de frustración, si bien no estaba de acuerdo con el actuar imprudente de Charlie, sabía que tampoco podía cambiar su actitud con una advertencia ya que, ante sus ojos, casi todos eran dignos de redención, conocerlos realmente y segundas oportunidades, tampoco podía enojarse por ello, después de todo había sido aquella actitud suya la que le había permitido a el acercarse. Antes de darse cuenta ya estaba acariciándole la cabeza en un gesto suave.

—Está bien Charlie, pero ten cuidado. Tal vez no soy el adecuado ni sea convincente escucharlo de mí, pero, no puedes llegar a saber si lo que dejaste entrar es una plaga ya hasta que es demasiado tarde, no sabes con que intenciones quería convencerte para entrar cuando en ningún momento ha ocultado su odio a ti y tus acciones, no porque sepa que no puedas hacerle frente, pero al menos si por lo que quieres proteger.

Charlie cabizbaja asintió, Alastor sabía que al menos así no dejaría pasar a cualquiera de nuevo, sobre todo a los que abiertamente tiran desdén hacia ella. Sintió unos ojos mirándolos fijamente, no tenía que adivinar quien era. Tirando levemente de la mejilla de Charlie le sonrió.

—Deja de poner una cara larga, tu cara irradia luz cuando sonríes. Así que no dejes que quienes quieren verte humillada miren algo que no sea digno a sus ojos.

—Gracias… —Dijo Charlie con una sonrisa suave ante el cumplido que era raro en Alastor.

Sin esperar más Alastor se fue entre sus sombras no llegando muy lejos, en un callejón solo y oscuro se recargo levemente, respiro profundamente y siguió su camino pese a saber que era tarde. Para su mala suerte pese a ya esperarlo, no recibió más que interrogatorios de parte de sus colegas también por aquel nefasto video que difundió Vox no dejándolo ir hasta que escucharon una respuesta creíble de su parte.

 

Saliendo de su ensoñación en la cual casi volvía a caer agotado de cansancio, miro el agua ahora manchada con su sangre le resulto desagradable a la vista por lo que pronto destapo la bañera mientras permitía que más agua saliera intentando ahuyentar el agua sucia, así como había intentado evitar pensar en aquel desagradable encuentro. Para su mala suerte, Lucifer no había hecho más que intentar hurgar en aquel suceso, y sabia no había logrado disipar su curiosidad por lo que solo le quedaba esperar a que el rey intentara de nuevo acorralarlo a lo cual había acertado cuando a la mañana siguiente Lucifer somnoliento había entrado en la cocina.

—Buenos días… —Saludo Lucifer mientras se sentaba frente a la encimera y se acostaba en esta debido al sueño que aún le pedía volver a la cama.

—Buenos días a usted majestad. —Contesto Alastor con entusiasmo fingido.

Lucifer no se movió por unos minutos, en realidad estaba algo avergonzado consigo mismo por su resiente consideración al demonio frente a él, se recriminaba el ablandarse un poco al ver la consideración que tenía este hacia su hija prometiéndose no volver a ser tan blando de nuevo.

Al levantar la vista analizo el estado de Alastor, se veía más descansado, pero en lo más profundo podía vislumbrar aun el agotamiento pese a que Lucifer creía este había descansado por mucho tiempo, pero tampoco podía asegurarlo ya que el tampoco volvió a salir de su habitación después de eso. Podría haber preguntado, pero no era por ello que estaba ahí.

—Creo tenemos una conversación pendiente. —Lanzo sentándose derecho para mirarle completamente.

Alastor aparto los ojos de lo que tenía entre sus manos para mirarlo con su sonrisa que, por supuesto no reflejaba en sus ojos, le quedó claro que Lucifer seguiría siendo una piedra entre sus cascos si no hablaba.

—Me alaga que quiera saber tanto de mí, pero considero excesivo sus celos por alguien que no vale la pena. —Contesto ladeando su sonrisa.

—¿Quién esta celoso?

—No veo entonces la motivación de su curiosidad.

—Tal vez sea tu aparente aversión al tema, ¿no te parece? Mientras más intentes negarme la información más querré saberla.

—Debería intentar hablar con las chicas del barrio caníbal. Estoy seguro que encontrara más información útil y entretenimiento entre sus chismes, se llevarían de maravilla.

—¿Disculpa? ¿me estas llamando chismoso?

—¿No es así? supongo que su curiosidad también reside en que mientras Charlie, Vaggie, Vox y yo hablábamos no tuviste el valor siquiera de intentar intervenir cuando tu hija estaba en un aprieto.

—No aparentaba eso, ¿Cómo sabría que es una potencial amenaza a la comodidad de mi hija si ni siquiera me lo dices?

—Sin embargo, esta aquí para preguntarme sobre ello en vez de hablar directamente con su hija.

—Por ti es que ella me está ocultando cosas.

—Su negligencia es la que le permitió hacerlo, yo no tuve que intervenir ni le pedí a Charlie ocultarle nada.

—Pero tampoco estas dispuesto a hablar.

Alastor sentía que su dolor de cabeza incrementaba conforme pasaba el tiempo, no estaba dispuesto a humillarse de esa manera ni a ser completamente sincero, por lo que poniendo su sonrisa más filosa dejo todo de lado para centrarse en su conversación.

—¿Qué quiere saber específicamente? —Interrogo mirándolo a los ojos mientras se inclinaba un poco para llegar a la par de su cara. —¿Me acosa? Si, ¿Sexualmente? De vez en cuando, ¿El hotel es un impedimento para algunos de sus planes? Por supuesto, ¿Lo atacara directamente? Posiblemente, aunque lo veo poco factible, ¿Utilizo a Charlie para llegar a mí? Si, ¿Le salió bien? No, ¿Qué quiere de mí? Coaccionarme de alguna manera, ¿Lo hará con métodos impropios y sucios? Después de todo es el infierno.

Lucifer estaba sorprendido e irritado, recibió la información tan rápido que apenas tuvo tiempo de analizarla con lo que ya sabía, pero Alastor no le permitió siquiera hacer sus propias preguntas.

—Si tan curioso estaba pudo haber investigado, no solo esperar a preguntarme, si lo que realmente busca es hacerme ceder de alguna manera o humillarme va por muy mal camino, hasta diría que estoy bastante decepcionado con las habilidades del rey del infierno.

—¿Qué te hace pensar que no lo hice?

Alastor ensancho su sonrisa con burla y diversión sumado a algo que Lucifer no pudo reconocer, pero para Alastor fue tan desagradable que sentía arder su alma.

—Hagamos algo, usted deja de fastidiar y se pone a hacer su tarea. Digamos que será una tarea especial solo para usted; ira e investigará por su cuenta, puede preguntarle directamente a los residentes incluso.

—¿Disculpa? —Pregunto completamente ofendido.

—No se moleste majestad, su humilde prometido está preocupado de que sus capacidades se vean limitadas a su pobre juicio sin intentar buscar terceras opiniones. —Contesto con una voz melosa y altanera. —También ayudara a sus interacciones sociales dentro del hotel ¿No es un ganar, ganar?

—¿Y si decido sacarte la verdad?

—Que poco amable de su parte, pero le recuerdo que usted mismo dijo que cualquier cosa que se haga en esta relación será de mutuo acuerdo, y no podemos hacernos daño el uno al otro.

—¿Eso que tiene que ver con esto?

—Que ya no estoy dispuesto a decir nada más sin recibir un mínimo de su aparte, así que esfuércese.

Lucifer iba a replicar, pero Alastor ya se había dado la vuelta para seguir con la comida y él estaba lo suficientemente molesto como para no asegurar poder controlarse si continuaba con aquella discusión sin sentido, pero estaba decidido, si eso era lo que Alastor quería, podría hacerlo.

Alastor por su parte, no lo creía capaz de investigar más allá de mover algo en su aparato e intentar volver a preguntarle a su hija la cual por supuesto no querría ponerlo en apuros, pero era el movimiento más sensato si lograba convencerla, o hablar con sus allegados, pero fuera de Husk, Nifty o incluso Mimzy no conocía a nadie más y los dos primeros no hablarían a menos que lo hiciera adecuadamente y estaba seguro se había olvidado ya de Mimzy. Sabía que Lucifer por supuesto tendría sus propios medios para averiguar lo que realmente pasaba, pero no permitiría que saliera de sus propios labios, además de estar completamente seguro en que caería ante la manipulación de Vox.

Ante ello, Lucifer podía saber a dónde se dirigían los pensamientos de Alastor, al menos eso creía, no buscaría ayuda en Charlie, en cambio podría conseguirla en cierto demonio bajo la sombra del propio Alastor, pero de igual manera aún tenía demonios bajo su mando en su mansión por lo que averiguar la opinión pública era fácil, una vista a las noticias sobre el en su teléfono también era algo que pospondría para cuando tuviera información suficiente para esclarecer que tanto podría ser cierto y que tanto no, pero solo hasta que vio a Husk solo en la cantina limpiando las botellas en la repisa en la pared supo era su oportunidad.

—¿Puedo hacerte una pregunta? —Soltó su pregunta rápidamente a Husk antes de arrepentirse.

—Claro. —Contesto entre sorprendido y sin gana dándose la vuelta para tenerlo cara a cara.

—Sobre ese tal Vox ¿Qué relación tiene con Alastor?

Como si algo hiciera corto circuito Husk soltó la botella en sus manos dejándola caer al sueño haciéndose añicos.

—Creo que no le escuche bien.

—No, lo hiciste. —Dijo sin intención de repetir su pregunta para no acobardarse por el embarazoso momento.

—Si… —Concedió. —No pienso meterme en eso, puede preguntarle directamente a Alastor, no creo le mienta al respecto.

—¿Preguntar qué? —Pregunto Angel quien se sentaba al lado de Lucifer con expresión picara. —¿Nuestro reycito necesita un poco de ayuda con cierto demonio sonriente?

—Angel… —Advirtió Husk.

—Si, digamos que sí. Sobre ese tal Vox ¿Qué sabes de el?

Inmediatamente nada más escucho la pregunta la sonrisa de Angel se desvaneció por un momento para volverla a subir incomoda y forzada.

—Bueno… ellos no se llevan bien. Alastor aunque no lo diga directamente parece tener un rencor de años con él.

—Ajá, estoy al tanto. —Mintió. —Sin embargo, Alastor parece no querer preocuparme y hay algo molestándolo, viendo que recientemente visito el hotel estoy preocupado.

Angel y Husk cruzaron miradas incomodas, no solo por el tema en cuestión, sino por quien parecía preguntar fervientemente con temor no por el demonio que ellos creían seria pulverizado en un santiamén por él, sino por si salía algo a la luz podría poner la estabilidad del hotel en un hilo.

—¿Por qué no le pregunta a Alastor de nuevo? Tal vez no quiere preocuparlo o no guarde nada en realidad.

—No, estoy bastante seguro que algo esconde. —Dijo con seguridad al ver la reacción de ambos pensando en que haría lo que estuviera en sus manos para que le dijeran la verdad. —Se que tienen un pasado del cual no quiere hablar, pero recientemente parece haber pasado algo que se escapa de mi conocimiento que solo acrecentó su enojo.

Ambos demonios palidecieron al instante y Lucifer tuvo que contener una sonrisa que se quería ensanchar con satisfacción en su boca

—No hare nada imprudente, después de todo también le debo devoción a mi hija quien no querría que me metiera en ningún conflicto. Tampoco diré que fueron ustedes quienes me contaron, lo prometo. —Aseguro Lucifer para intentar convencerlo.

Ángel miro a Lucifer con algo de simpatía, recordó la conversación previa que había tenido con Alastor sobre Lucifer en su última actividad grupal, Alastor no era del tipo que ocultaría ese tipo de información cuando con una simple búsqueda en internet saldría, y que Lucifer preguntara directamente solo los hizo pensar que no quería dejarse guiar por habladurías o chismes, incluso Husk que era el más evasivo en esa situación sintió algo parecido a la lastima por el rey, pero conocía a Alastor, si oculto ese incidente y no intento aclararlo estaba claro que era por una razón que escapaba a su comprensión.

—En el último exterminio. —Inicio Husk callando como si la información no quisiese salir de sus labios. —Vox difundió un video sobre Alastor.

—Falso, cabe aclarar. Pero esto le ha de estar trayendo muchas consecuencias, sobre todo cuando tardo en volver a hacer una aparición pública real, el infierno lo dio por muerto e incluso hubo leyendas urbanas sobre haberlo visto, aunque fuera el realmente, y Alastor parecía querer no saber del tema ni prestar atención sobre aquel video, hasta este momento no ha querido decir nada sobre lo que verdaderamente paso.

—¿Qué video? —Pregunto completamente expectante y curioso. —¿Qué podría contener un video para que Alastor reaccione asi?

Husk suspiro mientras tomaba un recogedor y una escoba, ante ello con un chasquido de los dedos de Lucifer el desastre con la botella quedo completamente limpio.

—En el video se veía como Adam golpeaba y heria a Alastor con su guitarra. —Contesto tajante.

Lucifer lo miro incrédulo casi conteniendo un suspiro desilusionado saliendo uno con burla.

—Tenemos la teoría que de alguna manera manipulo el video, no sabemos cómo, pero Alastor le restó importancia al tema. Pero luego comenzó a divulgarse rumores sobre ver a Alastor en algunos puntos del anillo, cuando Alastor comenzó de nuevo su transmisión de radio comenzaron a atacar cualquier medio de comunicación de haya difundido aquel video o noticia sobre el exterminio. —Dijo bajando la voz como si temiera ser escuchado por Alastor.

Lucifer intento no poner los ojos en blanco, era obvio cual iba a ser el resultado por lo que no entendía el motivo de difundir tal video pensando Alastor tenía enemigos tan mediocres que una pelusa sobre su traje le daría más batalla que Vox.

—Alastor nunca ha sido alguien que preste atención a detalles insignificantes como ese incidente cuando sabía perfectamente como iba a acabar, es claro porque no quiso hablar del tema pese a que por un instante afecto su reputación. —Añadió Husk con desgana, no quería defender a Alastor pero hasta él estaba harto de la insistencia y acoso de los Vees no solo hacia Alastor, sino al hotel, pero quería zanjar el tema ahí antes que otra cosa saliera a la luz que podría ponerlo a él en un aprieto.

—Se de primera fuente que no es la primera vez. —Continuo Angel en un susurro después de asegurarse de estar solos. —Vox antes era un gran fan de Alastor, aparentemente fueron grandes colegas, amigos incluso, pero algo salió mal, hay rumores que cuando su relación comenzó a avanzar románticamente paso algo, no sé qué fue ni si es real, hubo una pelea y desde entonces Vox tiene como enemigo jurado a Alastor aunque este no le preste atención realmente, Vox siempre intenta llamar la atención de Alastor pero este lo trata como a la nada.

Eso llamo completamente a Lucifer, no era descabellado pensar en una pelea amorosa, pero no encajaba del todo, Alastor no aprecia ser el tipo de persona que se relacionaría románticamente con nadie en realidad, pero eso no exentaba a la otra parte, pero podría estar equivocado. Retomo aquel pensamiento que inicialmente llamo su interés sobre aquel demonio, si jugaba bien sus cartas podría verse beneficiado ahora más que tenía un contexto más fiable, después se encargaría de cobrar el “favor” que tenía hacia su hija al haberla involucrado.

Husk solo negó con la cabeza, pensaba similar a Lucifer no creyendo capaz a Alastor de albergar algo romántico hacia nadie, en especial a Vox, incluso contrastando era más creíble la relación de Lucifer con Alastor y esto era mayormente por el beneficio que obtendría.

Sin embargo, alguien sonreía con suficiencia ante todo lo que escuchaba con una tasa de café en la mano. Alastor quien escuchaba todo a través de las ondas sonoras que captaba la radio sobre la barra del bar estaba completamente satisfecho, sabia Angel que estaba más bajo la influencia de los Vees ya que trabajaba con uno de ellos le diría lo que Lucifer seguramente quería escuchar, un método para hacerlo ceder, pero para su mala suerte, a quien debió escuchar realmente no hablaría fácilmente, menos con una radio a su alrededor cerca.

La información que Lucifer había obtenido de sus sirvientes no fue diferente a la que le dijo Angel, después de todo este tenía una manera de escuchar todo de primera mano ya que trabajaba para Valentino, pero a eso se sumó la aparente victoria de Alastor ante la pelea que había mencionado antes Angel además del evidente acoso a Alastor. Después busco el video, en este podía ver a Alastor mantener una postura de defensa ante los ataques furtivos y nada efectivos de Adam, o asi fue hasta que esté en un momento de lo que pareció arrogancia de parte de Alastor flaqueo su defensa permitiendo que este lo hiriera y en el proceso rompiera incluso su micrófono.

Lucifer quito el video suspirando de lo absurdo que todo le resultaba, podía comprender perfectamente la reacción del infierno, para que fuese creíble Alastor debió haber desaparecido completamente, en cualquier caso, resultaba estúpido e imprudente asegurar que aquella batalla había tenido lugar de esa manera. Sabia habían tenido un enfrentamiento, esto lo sabía por Charlie quien lo puso al tanto en un intento de hacer ver mejor a Alastor ante sus ojos, pero Alastor estaba ahí, si de verdad hubiese sido herido no habría quedado nada de él después de la batalla. Pero lo que le resultaba sorprendente además de la estupidez de los tal Vees, era lo bien hecho que estaba el video, incluso él lo hubiese creído si no conociera a Alastor y verlo perfectamente vivir su día.

Soltó un suspiro irritado mientras veía el informe que le había llevado uno de sus diablillos, al principio no relataba nada que no conociera, hasta que llego a algo más íntimo, relataba incluso rutinas que ellos llevaban cuando aparentemente se llevaban bien, incluso sus apariciones públicas en algunas reuniones o fiestas organizadas ya sea por la nobleza que residía en su anillo o por overlords quienes literalmente eran la aristocracia dentro del anillo. Pero lo que más llamo su atención fue la aparente ayuda que parecía recibir Vox de Alastor, incluso no sonaba descabellado que este le ayudara a mantener o posicionarse en el puesto en el que esta, y si solo lo mantenía por lo que podía ver ya no era por su completo merito sumado a que tenía que crear escándalos de los cuales luego no sabían cómo actuar y no se hacían responsables.

Lucifer no podía asegurar que fuera verídico todo lo que estuviera ahí, pero después de hacer su investigación en internet tuvo sus dudas, además de que los detalles eran tan específicos que lo hacían dudar, cuando reviso la procedencia de la información sonrió con satisfacción, un ex overlord el cual apenas había sobrevivido si no fuera porque había vendido su alma, pero perdiendo asi su título, pero el cual aún conservaba antes de la pelea que tuvieron.

Con esa información estaba decidido, claro no volvería ser tan ingenuo como antes, él era un ferviente pensador de “donde hubo fuego, cenizas quedan”, algo que le venía perfecto, solo necesitaría crear el ambiente para que volvieran a estar juntos, volverles a dar una oportunidad, claro no sabía aun el porqué de la pelea, pero sabia Alastor podría ser maleable si entraba dentro de sus intereses, y quería creer que al menos si le daba oportunidad a Alastor aún le importaría lo suficiente, después de todo el pareció tenerle al menos el suficiente afecto para ayudarle a elevar su estatus y poder en el infierno.

 


 

Varios días después, Alastor miraba a Lucifer con suspicacia, aunque internamente estaba bastante satisfecho y podía sentir el regocijo en sus entrañas. Por otro lado, Lucifer parecía bastante divertido ante la mirada que le propinaban, para no bajar la guardia de Alastor, había decidido seguir frecuentándolo en la cocina, algunas veces con temas que sabía podrían molestarlo, otras solo hablaba sin parar sin importarle si Alastor le prestaba atención o no pero tampoco dejándole contestar, u otras como ese día que simplemente llego y se sentó en silencio, sin embargo ni él ni Alastor hablaron de nada hasta que el resto de residentes bajo a desayunar.

Para la tarde dentro de otra de las actividades de Charlie estaban componiendo una melodía en pareja, y la cual a partir del cambio de roles Lucifer y Alastor no habían vuelto a ser la pareja del otro lo cual Alastor parecía bastante conforme y aunque Lucifer un poco también su humor se arruinaba ya que apenas interactuaba con sus parejas solo cumpliendo con las actividades por puro compromiso.

Lucifer miro a Alastor al otro lado del salón junto a Husk quien incluso parecía disfrutar bastante de la actividad con una sonrisa en la boca, ambos pese a no ser de épocas similares si tenían muchas cosas en común, incluso de vez en cuando podía escuchar una melodía con el saxofón de Husk y Alastor al piano, una “chanson francesa” que, aunque comenzaba suave mientras aumentaban las partituras más viva se sentía haciendo a todos voltearlos a ver de vez en cuando. En cambio, él estaba batallando y haciendo casi todo el trabajo que, pese a estar haciendo la actividad con Vaggie y ser de las únicas con las que apenas compartía cosas en común, ella no tocaba ningún instrumento y no sabía componer melodías, aunque era buena interpretando o escribiendo la letra, algo que en ese momento no le servía de mucho.

Cuando termino el tiempo Vaggie estaba algo avergonzada porque Lucifer tendría que interpretar la canción solo cuando les llego su turno. Alastor quien en algún momento fue empujado a un lado del dúo se percató y se agacho a su oído para preguntarle.

—¿Pasa algo querida? No ve vez muy bien. —Preguntó en voz baja de manera interrogativa lo que solo exaspero más a Vaggie.

—Que mierda te importa. —Dijo a la defensiva en voz baja.

—Oh, supongo que no les fue tan bien si te tiene toda alterada.

—Vete a la mierda Alastor no estoy de humor.

—¿Nuestro rey te exaspero demasiado o fue que no sabes tocar ningún instrumento para interpretarlo lo que te tiene así? —Pregunto en tono juguetón, aunque sonó más como una afirmación que como una pregunta.

Ante ello Vaggie solo lo fulmino con la mirada mientras se mordía el labio inferior deseando haber traído consigo su lanza, Alastor solo negó con la cabeza mientras ensanchaba su sonrisa.

—No sé porque te molestas tanto, tienes todo para poder interpretar la melodía que hayan hecho.

—¿Sí? ¿Cómo?

—¿Por qué no cantas a acapella?, Tienes unas excelentes habilidades vocales, seguro puedes apañártelas para lograr hacer algo con ello.

Vaggie lo miro sorprendida, nunca espero escuchar ayuda real de Alastor, claro este lo hacía por mero interés en terminar de una vez, además de que así se ganaría unos puntos tanto con Vaggie como con Charlie, y tener su favor solo le beneficiaba. Cuando Vaggie se le quedo mirando Alastor la impulso a Lucifer con un ademan de la cabeza para que se acercara a él y siguió prestando atención a la alocada melodía que interpretaba Niffty y Angel en el escenario improvisado.

Vaggie motivada se acercó a Lucifer quien se ilumino ante la idea, hablaron con Charlie para que les permitiera un poco más de tiempo y decidió tomar su lugar junto a Cherry quien estuvo de acuerdo. Lucifer arreglo algunos puntos para Vaggie y adaptarse mejor a su fonética, no habían practicado, pero al menos ambos conocían perfectamente la melodía como para interpretarla con un margen de error y la cual afortunadamente lo habían hecho sin problemas.

Cuando ambos pasaron al lado de Husk y Alastor, Lucifer pudo ver a Vaggie frente a él darle una sonrisa sincera a Alastor quien solo alazo una ceja y ladeo un poco su sonrisa como en contestación, inmediatamente se tensó ante el intercambio ya que según el Vaggie tenía recelo ante Alastor y era con quien peor se llevaba, pero no supo en qué momento había cambiado.

La interpretación de Alastor y Husk era lo esperado, exquisita en su entonación y de haber tenido tiempo para añadirle letra hubiera sido increíble, incluso Lucifer movido por su amor a la música pensó en varias ideas las cuales con pesar supo se guardaría siempre mientras observaba los avilés dedos de Alastor moverse sobre el piano de cola el cual, aunque era plausible no sabía que podía tocarlo ya que en su único enfrentamiento musical Alastor lo había contrarrestado con un órgano.

Charlie quien siempre andaba al pendiente de ambos noto con preocupación las miradas irritadas que Lucifer parecía darle a Alastor quien después de su interpretación se había sumado al grupo junto a Husk para mirar las partituras de su composición malinterpretando el porqué de sus miradas, Vaggie a su lado aunque con algo de renuencia sopeso la posibilidad de que esa miradas irritadas podrían ser celos al igual que Charlie ya que mientras compartía su actividad con él se dio cuenta de las constantes miradas que el dirigía a Alastor.

Lucifer al igual que Alastor al término de la actividad habían desaparecido para sus propias actividades, Alastor estaba ocupado reorganizando y decorando algunas habitaciones y chequeando el inventario de estas mientras Lucifer se retiraba a su taller improvisado para crear patitos.

Alastor estaba bastante satisfecho con la situación, pese a que apenas había encontrado un descanso había descubierto que la biblioteca se convertía en su lugar para apartarse de todos al menos por un par de horas, por lo que añadió a su rutina pasar al menos una hora en ella antes de su transmisión diaria en la radio.

En cambio Lucifer por el contrario no dejaba de preguntarse en qué momento Alastor se había acercado a Vaggie para que esta incluso le sonriera de esa manera, y en cambio el apenas había avanzado en relacionarse con nadie pese a que llevaba meses en el hotel, y lo que más lo descompensaba era el hecho que Charlie se daba cuenta mirándolo con preocupación, sobre todo cuando antes de abandonar la sala ese día se había acercado con él para preguntarle como se estaba llevando con los residentes, algo que normalmente no le importaría pero sentía le estaba fallando a su hija.

Exasperado y con impotencia intento irse a dormir al ver lo tarde que era sin éxito, rodando por la cama solo parecía que su preocupación lo embargaba, rindiéndose intento volver a sus patos sin éxito, o logro terminar ninguno y en cambio arruino algunos ya empezados, solo hasta que se dio cuenta había amanecido se arrastro a la cocina en busca de una distracción ante la atenta mirada silenciosa que le dio Alastor, afortunadamente no dijo nada.

Alastor por otra parte miro el repentino cambio y bajón emocional del rey con fastidio, pese a lo que muchos creerían no se regocijaba en el abatimiento si este podría traerle problemas, y para su mala suerte, podría apostar cualquier cosa a que así seria.

Notes:

Siento que ha sido demasiado tiempo desde la ultima vez que pude publicar un capitulo, siento mucho la espera, mi salud y el retomar mi trabajo me han dejado agotada y con apenas tiempo pero quería escribir pronto por la emoción de este capitulo.

Pese a que ambos están en aprietos, ninguno esta dispuesto a ceder para demostrarlo pese a que lo hacen inconscientemente y el otro se da cuenta.

Gracias por volver...

Chapter 7

Notes:

Mucho lore x2

(See the end of the chapter for more notes.)

Chapter Text

Al principio, Alastor disfruto bastante del silencio del rey, incluso cuando comenzó un día al llegar a la cocina comenzó a topárselo con las luces completamente apagadas saludándolo y no obteniendo nada como respuesta lo tomo con bastante humor pensando en disfrutar el tiempo que durara.

Charlie quien estaba preocupada había intentado hablar con él en búsqueda de lo que fuera que lo estuviera molestando, pero Lucifer estaba abnegado a demostrar más debilidad y recargarse en su hija en busca de algo que ni siquiera él estaba seguro que era, pero sospechaba, no se creía merecedor de las atenciones de su hija, además él estaba ahí para ayudarla, no al revés.

Durante la semana Lucifer apenas había podido dormir un poco, él era un ángel y en realidad no lo necesitaba para vivir, pero debido al castigo de Dios que aun cargaba como un peso sobre su espalda, aun padecía de todas las necesidades humanas, además el dormir era una de las actividades que más le gustaban después de comer, por lo que él no poder hacerlas ponía su humor sobre el suelo. Algo a lo que él creía después de milenios a esas alturas ya debía haberse acostumbrado.

En realidad, a Lucifer no le molestaba pasar por ello, ya era parte de su vida el vivir sin dormir o pasar mucho tiempo sin comer, pero sí que los demás se dieran cuenta, por ello intento actuar como todos los días, pero aun podía sentir las miradas en su espalda de los residentes mientras hablaban bajo creyendo que el no los escuchaba, sobre todo cuando Charlie abatida decía no saber que hacer. Sus únicos momentos de paz eran cuando estaba en su habitación y extrañamente, cuando estaba en la cocina con Alastor, ya que este pese a mirar sus cambios, no cambio en ningún momento su actitud hacia él, no intento nada ni siquiera lo menciono.

Charlie al darse cuenta de que pese a su humor Lucifer seguía acudiendo a la cocina junto a Alastor quiso pedirle ayuda, pero desde la última vez que le había pedido algo así a Alastor y había salido muy mal se arrepintió. No se creía con el derecho de pedirle algo así cuando incluso lo había prometido, sobre todo cuando podría poner en una situación difícil a Alastor, pero cuando ya habían pasado dos semanas y Lucifer seguía igual y ella comenzaba a entrar en desesperación y no encontró otra mejor manera de hacerlo no pudo más que intentarlo.

—Alastor… ¿Podemos hablar? —Le pidió Charlie después de la actividad grupal viendo como su padre arrastraba los pies por el portal a su habitación.

Alastor sabia porque lo estaba deteniendo, de hecho, pensaba que se había tardado bastante, notaba constantemente como lo miraba con una súplica muda y sin embargo en ningún momento se acercó a pedirle nada algo que agradeció bastante mientras el hacía de la vista gorda fingiendo no haberla notado.

—Por supuesto querida ¿de qué quieres hablar?

—Supongo que te diste cuenta… del bajo estado de ánimo de papá… —Dijo nerviosa.

—Estoy al tanto, sí.

Vaggie quien estaba cerca y escuchando la conversación quiso ir y darle un golpe, pero una mirada rápida de Charlie la detuvo ya que ella le había pedido no intervenir.

—Se que no tengo derecho a pedirte esto… de hecho no deseo hacerlo. Pero no sé qué más hacer, sé que papá solo actúa diferente conmigo y no intenta demostrarlo, pero es tan obvio que temo pueda volver a aislarse. —Se explico tan atropelladamente que Alastor no tuvo más corazón para jugar con ella. —Lo he visto más cansado de lo habitual, no lo he visto comer mucho a menos que sea lo que tú lo prepares, tampoco intenta hablar con nadie, solo se la pasa encerrado a menos que este contigo en la cocina, pero después de eso no interrumpe tus actividades, así que creí que posiblemente solo este buscando tu compañía, pero no puedo pedírtelo porque es injusto…

—Espera Charlie, habla con más calma. —Dijo Alastor algo mareado ya que Charlie en su desesperación había comenzado a andar de un lado a otro rodeándolo. —¿Qué te parece si mejor vamos a la otra sala y te sirvo un buen té que te ayude a controlar tus nervios?

Alastor le había tomado el hombro con un gesto ligero haciendo que el pecho de Charlie se pusiera cálido por el gesto asintiendo. Después de que Alastor le hubiera pasado un té a Charlie sentándose frente a ella dejo que el silencio siguiera hasta que Charlie estuviera lista para hablar. Sabía que sus preocupaciones iban más allá de que su padre de repente se volviera depresivo.

—Gracias por el té… —Agradeció ella de repente apenada por su comportamiento.

—No hay de que… —Dijo el tomando de la tasa de café que se había preparado para sí mismo no forzando la conversación.

Charlie miro de un lado para otro intentando hallar las palabras correctas, pero por más que lo pensaba, no las encontraba y no sabía siquiera si las había. Pero confiaba en Alastor, sabia él era muy franco con lo que estaba de acuerdo y no, le faltaba tacto pero siempre te decía tus verdades en frente, pero también sabía que detrás de toda es dureza, a Alastor le fastidiaba más que a nadie no ver una sonrisa en la gente que aprecia, sabia el contrato había iniciado por su padre y aun no comprendía del todo que había hecho para convencer a Alastor para aceptar, pero ella esperaba fuera al menos un mínimo de aprecio, algo que seguramente era diferente al que sabia tenía por ella, cualquier residente o incluso sus amistades cercanas, por lo que esperanzada acuno con sus manos la tasa y lo miro con determinación.

—Se que no debería pedirte esto… no después de lo ocurrido aquella vez, de hecho, no te forzare si es que no quieres o no encuentras el momento, al menos me gustaría que lo pensaras.

Alastor no dijo nada, sabia no buscaba una respuesta de él, solo que no la ignorara, además tenía razón, ella había prometido no volver a forzarlo a hacer cualquier intento de acercamiento de su parte, por lo que si se lo hubiera pedido al menos sabia tenía la oportunidad de dimitir en ese momento por lo que solo asintió en respuesta.

—Se que simplemente mi papa parece ausente, y que intenta aparentar para no preocuparme, pero sé que va más allá de eso. —Dijo mordiéndose los labios nerviosa de repente. —Lo sé porque no es la primera vez que pasa, solo que antes no lo supe ver hasta ahora que volvió a pasar, siento que por mucho tiempo fui muy injusta con él, no sé muy bien que paso entre mis padres, pero sé que la última vez que se puso así termino accediendo a divorciarse de mi madre y se aisló esos 7 años…

Alastor sabia de ello, aunque no que el rey había estado deprimido, en su pensar, el creía que se deprimiría después del divorcio y no antes como suponía Charlie.

—O al menos así fue hasta que tú lo llamaste. —Completo la historia Alastor…

—Si, papá… siempre fue alguien que se aísla de todos cuando no se siente bien, de hecho, casi no puedo recordarlo hablando con alguien. Claro socializaba en las reuniones y banquetes preparados por otras familias de la realeza o aristocracia, pero era más porque mamá lo forzaba.

Alastor se sorprendió de escuchar eso último, era raro que Charlie se expresara de esa manera sobre su madre, la tenía en un pedestal tan alto que creía con justificación el que Charlie siempre justificaría las acciones de su madre sin importar que hiciera ella como tantas otras veces, pero en ese momento parecía tan en desacuerdo que se preguntó la razón del repentino cambio.

—¿Dices que tu madre forzaba al rey a hacer cosas que no quería? —Interrogo intentando no sonar incrédulo.

Charlie agacho la cabeza lo que hizo que Alastor no necesitara más explicación, lo pensaba.

—Yo creía que era porque papá era perezoso… mi mamá siempre se quejaba que faltaba con frecuencia a las juntas con los pecados y nunca asistía con ella con los overlords. —Confeso roja de vergüenza. —Ellos creían que no me daba cuenta cuando discutían, pero muchas veces me escapaba de mi cuarto intentando ir al taller de mi papá para verlo al menos una vez cuando pasaba demasiado tiempo sin vele la cara. Ahora ni siquiera tengo cara para reprocharle a mi padre el porqué se aisló por tanto tiempo… pero mientras más lo pienso, mamá me prohibía muchas áreas donde seguramente podría encontrármelo, incluso cuando me prohibió ir al taller de papá con la excusa de ser peligroso, cuando lo pienso nunca me sentí en peligro ahí, y papa no era lo suficientemente desobligado como para permitir que me hiciera daño, en realidad siempre se daba cuenta cuando me escabullía ahí.

—Creí que estarías de acuerdo con la ex reina… —Confeso Alastor al ver el repentino silencio de Charlie. —Se cuanto la amas y aprecias, no creo que simplemente con convivir unos cuantos meses con tu padre hayan hecho que ella de repente cayera de tu gracia.

Charlie sorprendida y avergonzada evito su mirada, pero aun así asintió, cuando se calmó intento volver a mirarle a los ojos sin éxito lo que lo extraño a la vez que creyó la respuesta no le gustaría para nada.

—Amo a mamá, ella me crio y me enseño prácticamente todo lo que se, por ella es que también lucho por la redención. Ella siempre estuvo ahí cuando yo la necesite, pero… también sé que cegada por mi amor justifique muchas cosas que ahora se están mal, no porque ella fuera mala, pero sé que si se hubieran hecho las cosas de otra manera tal vez incluso ella seguiría aquí, no sé qué fue lo que la hizo renunciar a su cargo de reina y divorciarse de mi padre, después de todo su amor por ella…

Charlie no pudo continuar, tampoco podía mirar a Alastor. Había comenzado a hablar como siempre hacia con él por lo que no lo pensó demasiado y hablo con sinceridad, por lo que al hablar tan francamente de su madre y del amor que su padre tenía por ella la hizo sentir de repente sucia y desalmada. Levantándose de repente horrorizada por lo que acababa de decir intento huir.

—Lo siento, no debí decir nada. —Intento decir caminando a la salida.

Alastor le tomo la mano antes de que fuera más lejos y la incentivó de manera tranquila y amable a sentarse de nuevo. Charlie más conmocionada y arrepentida no pudo hacer más que seguir los pasos de Alastor.

—Charlie, no tienes que huir por decir algo que es verdad, no soy estúpido ni ciego para no darme cuenta, se en que estoy metido y mi posición, no necesitas intentar ocultarme algo que se perfectamente.

—¡No… no es así! —Dijo levantándose exaltada. Al darse cuenta de cómo actuó se calmó y volvió a sentarse. —No me refería a eso… papá amo mucho a mamá, es lo que vi y lo que todos cuentan, pero también sé que ya no era sano para ambos, a eso me refería… pero creo pensar que por amor fue que papá dejo ir a mamá… en cabio mamá, supongo que estaba casada de todo, de reinar, de luchar incansablemente por milenios por algo que aún no daba frutos. Puedo entender eso, pero no porque decidió dejar a papá cuando yo creía que, a pesar de todo, de las peleas, del distanciamiento, del fingir ser la pareja perfecta frente a todos, a pesar de todo si habían permanecido juntos era por el inmenso amor que tenían entre ellos, porque cuando no tenían que demostrarle nada a nadie, cuando no eran gobernantes y solo eran mis padres, yo aun podía verlo, el cómo se miraban y el amor que se tenían…

Charlie se detuvo de repente sintiendo que se le cerraba la garganta, hacia mucho no hablaba de eso con nadie, la única con la que había tenido la confianza de decirlo era Vaggie, tampoco sabía porque tuvo la necesidad de decirlo, pero cuando Alastor la escuchaba con atención le hizo sentir en confianza, por alguna razón y tal vez siendo demasiada optimista deseaba que Alastor la comprendiera.

—Pero cuando acabo… papá se aisló por completo. —Continúo jugueteando con sus dedos en la tasa ahora vacía. —El taller que siempre dejaba abierto a escondidas para mí de repente estaba cerrado desde dentro. Mama después de una despedida sin explicación desapareció por completo… ya era lo suficientemente mayor para vivir por mi cuenta, también en aquel entonces vivía en el castillo donde no me faltaba nada, solo tenía que decirlo y alguien me lo daba. Pero no puedo negar que fue difícil intentar comprender que era lo que había salido mal y porque, o al menos ahora creo entender un poco porque gracias a ti.

—¿A mí? —Pregunto completamente incrédulo y sorprendido más por el hecho de pensar que Charlie malinterpretaba por completo la relación que tenía con él y su padre que porque realmente estuviera comparando equitativamente ambas circunstancias.

—Se lo qué crees, sé que su relación no es perfecta, de hecho, fuera del desayuno no creo siquiera que se vean bien a la cara hasta que vuelven a toparse en las clases de redención. —Le dijo a los ojos sin ningún rastro de duda. —También te conozco, te aprecio lo suficiente como para mirarte detenidamente y saber que el romance no es lo tuyo y lo vez como algo indiferente y sin importancia.

—Bueno… al menos no tengo que preocuparme por ello. —Dijo con una sonrisa ladeada. —Sin embargo, creo que has de seguir confundida… la relación que tengo con tu padre ni por asomo se compararía nunca con la de tu madre.

—Tal vez tentas razón… pero también es por ello que creo que puede funcionar, no es igual pero no necesita serlo y en realidad esperaría no lo fuera. —Dijo completamente convencida. —Papá no finge estar bien frente a ti, incluso por más mal que se encuentre sigue buscándote, tú eres muy franco, no te intimidas fácilmente y tampoco intentas complacerlo. Sin embargo le das su espacio y lo dejas permanecer cerca aunque estén en completo silencio, pese a todo siguen rivalizando de vez en cuando pero nunca se hieren fuera de eso, también sé que al igual que mi comida comenzaste a modificar sus platos con sus gustos, además de que sé que además de prepararme postres a mi lo he visto comer esos mismos postres… incluso ahora que esta así, no intentaste ser más amable ni actuar de otra manera, simplemente fuiste tu y ya… y conozco a mi padre lo suficiente como para saber que su orgullo no le permitiría estar cerca de alguien que se aprovecharía de esa debilidad para atacarlo o que lo viera como alguien lamentable…

Alastor enmudeció ante aquella confesión, no podía decirlo peor la mayor parte de su actuar se debía a su contrato del cual ella no sabía las cláusulas más que saber que existía. Sabía que si el tuviera la oportunidad de decirlo y ella lo escuchara terminaría completamente desilusionada con ambos, y si no fuera por este él no tendría consideraciones más allá que otro residente más. Por lo último se auto recrimino un poco por los pensamientos que se le escapaban a veces, cuando sin darse cuenta actuaba mecánicamente con el rey frente a la encimera dándole postres como si fuera su rutina diaria, porque por más que intentara ocultarlo, le hacía recordar cosas de su época en vida que prometió no volver a sacar a la luz y recreaba con el rey. En ese sentido Charlie tenía razón, pero no por las razones que ella esperaría, además de que Alastor sabía que por más favorable o débil se viera el rey en ese momento, la fachada no lo era todo, después de todo era el rey del infierno y el ex arcángel más amado por dios, con esas características por más en los suelos que pareciera Alastor nunca bajaba su guardia frente a él.

—También sé que no estas forzado a ayudar a papá, te dio más libertades que las que cualquier futuro gobernante pudiera aspirar, ni siquiera sus ex ayudantes tuvieron tanta suerte. También que el sería el que daría siempre un paso al frente por esta relación, por lo que no estas forzado a ayudarlo ni ayudarme a mi… pero espero puedas comprender mi preocupación y al menos puedas pensarlo.

Alastor no espero el pedido, Charlie tampoco parecía tener cara para decirlo directamente pero aun así fue lo suficientemente clara como para entender que quería de él, algo que, por supuesto no estaba dispuesto a hacer, pero aun así asintió.

—Está bien, lo penare detenidamente.

Charlie limpio sus ojos llenos de lágrimas y le agradeció lanzándose a él en un abrazo. Este no hizo nada por apartarse o apartarla solo aceptando ser abrazado y dándole leves palmadas como respuesta. Alastor sabia se estaba dejando llevar por el aprecio que tenía sobre ella, que encontrara similitudes y comprensión en su situación no lo ayudaba y solo lo empeoraba, también pensaba era peligroso aceptar y demostrar el aprecio, pero cuando ya había empezado sin darse cuenta ya era demasiado tarde para detenerse y simplemente lo oculto bajo la fachada de ser un buen administrador, pero subestimaba tanto a Charlie como para creer que en sus deficientes apegos y cegada por la buena voluntad de los pecadores no lograría distinguir entre sus atenciones entre el cariño y el trabajo.

—Muchas gracias, perdón por volver a pedirte algo así, pero esto completamente desesperada.

—Está bien, entiendo. —Dijo limpiando las lágrimas sobre sus majillas. —Ahora deja esa cara larga que no te favorece en absoluto.

Charlie rio ante eso ultimo con el ánimo más arriba pensando que, aunque parecía reacio a querer hacerlo, Alastor encontraría la manera de ayudarla de todos modos.

 


 

Lucifer quien intentaba por decima vez esa noche hacer un patito de hule sin éxito desistió de la tarea agotado pensando en ir a distraerse con las conversaciones vagas del resto del hotel que siempre mantenían en las salas de estar, pero para su mala suerte el hotel ya estaba en completo silencio y con las luces apagadas. Pudo haber intentado volver a su habitación e intentar dormir hasta el amanecer, pero desistió nada más lo pensó.

Sentándose en la barra del bar permaneció en silencio a oscuras, cuando él estaba en su castillo raramente salía a permanecer en otras habitaciones que no fueran su taller, por ello ni siquiera se dio cuenta cuando incluso Charlie lo abandono para hacer su vida y el hotel, después de todo a ella no le faltaría nada aun abandonándolo por lo que no se había preocupado demasiado, incluso llego a pensar que así sería mejor y ella no se daría cuenta del deplorable estado en el que se encontraba casi siempre, pero no se había sentido tan agotado como en ese momento cuando intentaba fingir que no pasaba nada. Pensó incluso en abandonar un tiempo el hotel, pero rápidamente desistió porque se había prometido a sí mismo y a su hija el no volver a abandonarla.

Alastor quien había terminado su trasmisión tarde decidió bajar en busca de una bebida fuerte, ese día el ranking había tenido bastante éxito con demasiada audiencia por lo que decidió quedarse un poco más, incluso cuando su listado de canciones para cuando no estaba transmitiendo la audiencia no disminuyo con su partida por lo que considero ese día como un rotundo éxito.

Cuando estaba por encender las luces pudo deslumbrar claramente la figura de Lucifer en la barra, las sombras eran su territorio por lo que lo notaria incluso con los ojos cerrados, pero para su mala suerte Lucifer también se dio cuenta de su presencia de inmediato dándose la vuelta al sentir su presencia.

Lucifer lo miraba con ojos vacíos y un abatimiento profundo y evidente, algo ridículo para el estatus que lo caracterizaba, pero para Alastor algo repugnable ya que solo fingía de manera patética ante su hija mientras a todos los demás le mostraba esa actitud deplorable. Pensó en darse la vuelta y volver a su habitación y dejarlo solo, pero incluso él se estaba hartando de aquella actitud suya, no solo porque no fuera divertido, sino porque abatía y ensombrecía el ambiente allá donde el fuera mientras hacía a todos susurrar para intentar no molestarlo cuando estaba cerca. Pero lo que más le molestaba era lo poco que le importaba su propia apariencia y reputación la cual afectaría enormemente la de Charlie si esto salía fuera del hotel.

—Veo que sigue auto lamentándose incluso de noche… ¿vino en busca de algo fuerte para noquearse a sí mismo? —Dijo como si estuviera hablando al aire mientras se metía dentro de la barra para buscar su propia bebida.

—Una copa no es suficiente para noquearme, por mi condición tengo tan alta tolerancia al alcohol que tendría que acabar con todo el alcohol del infierno y todavía tendría que recurrir a Belphegor para que lo adulterara y fuera lo suficientemente fuerte para causar algo más que unos simples mareos o cruda como siempre.

—Bueno, no lo pareció la última vez que bebió hasta el cansancio. Incluso este pequeño bar casi termina sus suministros y usted termino lo bastante borracho como para incluso pedir que no me fuera aferrándose a mi como si fuera un bebé.

Lucifer rebusco en su memoria de repente conmocionado por esa información, cuando logro encontrarlo sintió que se le comenzaba a acalorar la cara.

—Si logro emborracharme lo suficiente fue porque lo permití, dejé mi guardia tan baja como para permitir que el alcohol penetrara lo suficiente y lograra emborracharme apenas.

—Lo dice quien sufrió una terrible resaca el día siguiente. —Acuso pese a que le había creído, solo intentaba fastidiarlo lo suficiente como para que cambiara su actitud lográndolo apenas. —¿Por eso permitió que le regresara la jugada? Bastante lamentable la verdad, aburrido también.

—Que te jodan pecador de mierda.

—¿Eso es un cumplido querido? —Pregunto con voz melosa chasqueando los dedos encendiendo algunas luces para al menos mirarse a la cara. —No necesita recordarme que soy, es bastante lamentable no poder escuchar siquiera un insulto coherente de su parte. Pero a estas alturas ni siquiera sé que es más lamentable, si su falta de insultos o todo en conjunto. —Dijo señalando todo de el de manera general lo que solo provoco un rechinido de dientes de parte de Lucifer quien había apretado la mandíbula molesto.

—¿Esta es una nueva manera de fastidiarme? —Pregunto suspirando de repente agotado como para continuar con la pelea. —Ahórratelo, ganaste. Déjame en paz.

—Lo segundo entones. —Dijo ignorando por completo lo que dijo mientras servía otro vaso de whisky doble poniéndolo frente a Lucifer. —No me es de extrañar, lo que me sorprende es que todavía intente ocultárselo a Charlie como si ella no tuviera ojos ni oídos para ver claramente.

Lucifer se tensó ante ello, por lo que alterado sujeto la muñeca de Alastor apretándola fuerte para jalarlo hacia él.

—¿Qué fue lo que le dijiste? —Pregunto entre furioso y asustado, pero fue eso ultimo lo que molesto a Alastor pese al fuerte agarre que se ejercía sobre su muñeca al grado de casi romper sus huesos.

—¿Yo? —Alastor pregunto incrédulo mientras se reía. —Por favor majestad ¿Cuántos años cree que tiene su pequeña niña de oro? ¿No creerá que es tan ingenua como para no distinguir cuando el aceite se separa del agua o sí? Puede intentar hacerme hablar, pero le puedo asegurar que su intento de fachada no es para nada efectivo como usted cree. Tal vez le habrá funcionado cuando ella era una niña, pero le recuerdo que ella ya es una adulta capaz de darse cuenta de lo que pasa a su alrededor.

Lucifer aflojo su agarre pensando en lo que le decía Alastor, porque tenía razón. Le había funcionado cuando Charlie era pequeña, y el ingenuamente en su mente perturbada por los pensamientos intrusivos seguía cegándose creyendo que ella seguiría siendo su niña pequeña.

Alastor nada más tuvo oportunidad zafo el agarre de Lucifer recuperando su mano y sacudiendo la suciedad ficticia de esta. Podía ver la duda creciendo dentro de Lucifer, después de todo en ese momento él tenía un pensamiento similar al de Charlie por lo que para él era más fácilmente moldeable y perturbable. No tenía la intención de decirlo en un inicio, ni siquiera había pensado en ayudar a Charlie en un inicio. Ya había sembrado la duda por lo que ya pudo haber parado hacia rato, ni siquiera necesitaba mencionar a Charlie, pero sabía que el hacerlo obtendría más rápido el efecto perfecto para que lo afectara.

—¿Qué fue lo que te dijo? —Pregunto de repente Lucifer de nuevo con su abatimiento.

—¿Necesita decirme algo? —Le regreso la pregunta.

—No estoy jugando.

—Yo tampoco, ella no necesita decirme nada, con solo mirarla se lo que le pasa. Puedo darme cuenta que es lo que le molesta de manera simple, es bastante triste que usted siendo su padre no pueda lograr comprender los pobres sentimientos de su hija que esta abatida por culpa de su lamentable padre. —Dijo con condescendencia fingida. —Pobre de ella…

—Alastor… —Advirtió Lucifer sintiendo como la colera volvía a subirle.

Alastor chasqueo la lengua con fastidio, si seguía solo provocándolo seguirían ahí por horas, además no estaba obteniendo el resultado que quería, y cuando creía conseguirlo Lucifer caía tan rápidamente que lo hacía volver a empezar, sabia podría arrepentirse por ello, pero se trasporto al taburete a su lado sentándose de manera relajada como si no le incomodara la situación.

—Vamos majestad, todos estamos hartos de su actitud, además yo no estaría haciendo esto si no afectara la reputación de Charlie y por ende la mía. Así que dígame ¿Qué le molesta tanto para que el depresivo rey este rondando como alma en pena durante la media noche?

—Pregunta al menos como si realmente te importara si es que intentas parecer amable. —Dijo Lucifer rodando los ojos con fastidio.

—No me importa ni intento parecer amable, no se confunda. Pero si al menos escuchar lo que tenga que decir va a hacer que deje de afectar la reputación del hotel lo hare. Después de todo usted sigue siendo un residente más y es mi deber ver que se sienta cómodo.

—Eres un demonio despreciable.

—Gracias, tú eres un encanto.

Lucifer lo fulmino con la mirada, pero no dijo nada, Alastor pronto noto el patrón de Lucifer, se alteraba fácilmente cuando mencionaba a Charlie, pero se abatía al escucharle llamándolo con apodos “cariñosos”, por lo que sonriendo ladeo su rostro para que pudiera ver la expresión que tenía Lucifer.

—Entonces es eso…

—¿Qué? —Pregunto indiferente y con desgana.

—¿Le hace falta cariño? ¿O es que es tan miserable su vida como para seguir aferrado a las faldas de su exesposa como para afectarlo aun de tal manera?

Lucifer enfurecido de repente encendiéndose dejando salir parte de su poder demoniaco listo para atacar a Alastor, pero rápidamente su subconsciente lo hizo detenerse apenas a centímetros de la cara de Alastor quien no se había movido ni parpadeado siquiera ante el ataque, de hecho pareció bastante fastidiado de que este no se concretara, después de todo, si lo hubiera lastimado lo suficiente podría romper ese estúpido trato, ya había sentido el trato tambaleándose cuando le había sujetado tan fuerte la muñeca, pero fue apenas lo suficiente como para hacerle daño y él no era fácilmente perturbable y poseía el rango suficiente como para que dicho gesto apenas fuera molesto como el pasar de una mosca frente a él.

—¿Haces esto a propósito para que te lastime no es así? —Pregunto aun furioso.

—No, pero debo admitir que su respuesta me encandilo al grado de esperarlo con ansias. 

—Estás loco, podría haber acabado con tu vida de un chasquido.

—¿Por qué no lo intenta? ¿Lo detiene un simple trato con este “asqueroso y despreciable pecador”? —Pregunto referenciado como lo había llamado antes con una sonrisa. —Estoy bastante seguro que cualquier penalización que sufra con mi muerte no lo perturbara por mucho tiempo.

Lucifer sabia solo estaba jugando con él, que sabia la respuesta a las preguntas que le hacía lo que le fastidio aún más. Alastor hizo un ademan como sí quisiera apagar una pequeña llama de una vela sobre su cabeza.

—¿Lo deje sin habla? Pensé que el rey tendría bastante más para dar que esto. Solo me provoca calor. —Dijo tomándose la copa de un trago dejando pasar el alcohol por su garganta apenas quemándole el tracto digestivo. —Si es eso simplemente vaya y recupere a su exesposa o lo que sea que quiera para que deje de afectar el hotel.

—Sabes que tengo un trato contigo y la poligamia la prohibí yo.

—Oh… cierto, ¿Cómo olvide eso? —Dijo con sarcasmo. —Si era un problema para usted simplemente no debió añadir esa cláusula si al final iba a terminar llorando por ella como lo hizo estos últimos 8 años.

Lucifer estaba enormemente molesto, pero aun así sonrió un poco ante ese ultimo comentario, no por la ofensa sino porque de repente recordó el porque esa clausula le había parecido agradable esas últimas semanas.

—Supongo que lo dices mas por ti mismo que por mí. Después de todo te la pasas de aquí para allá, has de tener mas de un pretendiente y al hacer el trato conmigo seguro dejaste más de un corazón roto. —Dijo intentando sonar como siempre sin mucho éxito, pero aun así sonó tan afilado como cualquiera de sus insultos.

—Creí que ya habíamos hablado de sus celos infundados. —Desestimo Alastor con una mano sirviéndose otra copa de whisky. —No se preocupe majestad, este humilde prometido suyo no esta dispuesto a serle infiel si es que es ese el motivo de sus desvelos, así que quédese tranquilo.

—Te das demasiada importancia como para creer que eso me quitaría el sueño.

—Ya que insiste tanto con el tema no me deja de otra que pensar en ello. —Contesto casi riéndose por el absurdo pensamiento que Lucifer tenia sobre el y su “vida amorosa”. —Pero es libre de pensar como desee. Aunque soy completamente sincero.

—Si, y yo nací ayer. —Dijo rondando los ojos. —Pero si quieres puedo demostrarte algo que ningún otro demonio podría. —Dijo con una sonrisa ladeada con la voz mas melosa que pudo poner esperando perturbarlo lo suficiente para que dejara el tema.

—¿Esto es alguna nueva inseguridad suya? Bastante petulante de su parte, el mundo no gira alrededor suyo. —Dijo desestimando la insinuación. —Aburrido también, debería pedirle recomendaciones para insinuarse con Angel, el estaría encantado con enseñarle todo tipo de cosas.

—Intentas parecer demasiado mojigato para ser un pecador, aquí no encontraras ningún convento y no creo nadie con el suficiente intelecto crea que de verdad eres tan casto como para rechazar una buena propuesta.

Alastor rio ante ello, le parecía absurdo que de repente intentara insinuársele de manera patética, no, no era un santo, pero tampoco ese tipo de inclinaciones. Había probado muchos placeres en varios pecados, pero la lujuria ni por asomo había estado en sus planes, incluso la pereza le parecía mas entretenida y era a algo que no se veía a si mismo haciendo.

—¿Se pone Lujurioso después de pasar por un colapso depresivo? —Pregunto alzándole una ceja. —Si es así lamento decirle que debería atender sus necesidades por su cuenta ya que no estoy dispuesto a ayudarle.

Lucifer analizo las expresiones de Alastor en busca de algo parecido al fastidio, estaba ahí pero por alguna razón sentía que iba por el camino equivocado, ya que el verdaderamente consideraba que si al menos se comportaba de dicha manera con cualquier acto intimo esto era por sus inclinaciones románticas, en eso el pensaba similar, ya que cuando aun estaba casado nunca tuvo otras inclinaciones que no fueran hacia Lilith, por lo que creía Alastor tendría un pensamiento similar y por supuesto no iban hacia él, solo que aún no lograba descubrir hacia quien, y si no eran hacia Vox, el aun así averiguaría hacia quien.

—¿De que tienes miedo? No puedo forzarte de todos modos.

—¿Miedo señor? —Pregunto Alastor incrédulo por la pregunta. —No, no es así. Soy bastante consciente que se puede y que no, algo que usted parece olvidar a veces. Pero no se preocupe, no pasara lo que estoy seguro se esta imaginando, con nadie en especial usted.

Alastor apunto casi tocando la frente de Lucifer quien en medio de la conversación poco a poco iba disminuyendo su transformación demoniaca dejando apenas un rastro en el ambiente de ella. Sin embargo, Alastor no estaba dispuesto a dejar morir la conversación ahí, por lo que haciendo un ademan de la mano hizo aparecer una bolsita lanzándosela a Lucifer quien la atrapo por inercia.

—¿Qué es esto?

—¿No dijo que ya recordaba su ultima borrachera? Son los “polvos” que tanto había querido, así que puede ir y explorar por si mismo, solo no lo haga dentro del hotel.

—¡¿Qué mierda?! ¿de donde sacaste esto? —Pregunto incrédulo al ver que Alastor tenia acceso a este tipo de cosas, ya que por mas mal que pensara de él, nunca se imaginó tendría ese tipo de preferencias o usara algo así ni por asomo.

—Angel entrego voluntariamente toda la droga que tenia escondida debido a un favor que le hice, así que debería agradecerme no haberme desecho de eso.

—Yo no quiero esto. —Dijo lanzándolo de vuelta como si le quemara la piel.

Alastor atrapándolo con un ligero movimiento de sus dedos la bolsita con polvos se quemo en sus manos ante la vista de Lucifer.

—Y yo era el mojigato, no creí que le tuviera tanto miedo a las drogas cuando estuvo pidiéndolas insistentemente la última vez.

—Estaba borracho y creía que se refería… a otro tipo de polvos. —Dijo avergonzado de repente.

—Oh de mi… pero si Angel claramente se refería a estos polvos, no creí que nuestro rey con milenios de experiencia tuviera tanta imaginación y fuera tan puro como para pensar que se refería a algo mágico y milagroso. —Dijo con inocencia fingida.

—Lo dice el pecador quien intenta mantener su imagen de matón como si no hubieses probado todos los “placeres” del infierno.

—“Pecados” es una palabra mas adecuada. —Corrigió Alastor. —¿Tan mala imagen tiene de mí? No soy una persona promiscua como supone.

—¿Por qué debería creerte?

—No tiene porque, se que no piensa que soy así, lo que me sorprende es que siga insistiendo cuando parece no convencido incluso con la idea.

Lucifer no encontró en ese momento como debatirlo, por lo que bebiendo el whisky que había abandonado hacia mucho lo tomo de un trago haciendo una cara de asco al final por el trago tan fuerte y amargo. Alastor rio ante la cara de Lucifer negando con la cabeza.

—No creí que al menos no lograra soportar una bebida fuerte como esta.

—Puedo, pero este whisky es demasiado fuerte para mi gusto.

—Eso porque no deja de comer dulces, de ser un mortal hubiera muerto por una sobredosis de azúcar o diabetes.

—Por suerte sigo siendo un arcángel, muchas gracias.

—Uno que parece disfrutar bastante de varios “placeres” humanos. —Dijo regresándole el insulto anterior. —Se que la pereza esta entre ellos, pero al menos creí que lo pasaría durmiendo y no autocompadeciéndose en el bar en la noche.

—Si, y estaba bastante bien hasta que apareciste.

—Oh, pero ¿Cómo puedo negarle el privilegio de al menos tomar una copa conmigo? —Dijo alzando la copa y volviendo a tomar de un trago el whisky de esta y volviéndose a servir otra. —Si tanto disfruta de su soledad ¿Por qué no regresa del profundo pozo que es su castillo para que no le contaminemos su vista si tanto le molesta?

—No planeo irme si es lo que quieres.

—Bueno… entonces al menos no nos contamine la vista a nosotros con su deplorable presencia, que ya pareciera un ermitaño era suficiente como para poner a todos incomodos.

—¿De quién es la culpa?

—Oh por favor… ¿de verdad me culpa por ello? —Pregunto casi riéndose de la situación mientras Lucifer le fruncia el ceño. —No fue idea mía, después de todo nuestra preciosa princesa deseaba tanto que “le expresara mis sentimientos” que no pude negarme.

—No la llames así… —Advirtió con molestia. —No me puedes engañar, se que planeaste esto desde el inicio. —“Que me sintiera en familiaridad para luego humillarme y apartarme” Pensó con enojo.

—A esto me refiero cuando digo que usted parece olvidar sus propias clausulas.

—¿Qué quieres decir? —Pregunto un poco insultado e incrédulo.

—No tengo porque mentir que fue idea de Charlie… ¿Por qué haría un movimiento tan apresurado? Me gusta torturar a mi presa, no matarla de una. Si hubiera sido idea mía, le aseguro hubiera encontrado un mejor y perfecto momento para hacerlo. —Dijo conteniendo su fastidio tomando de su copa. —Después de todo no puedo negarme a las peticiones de Charlie, si está inconforme debió ser mas claro en las cláusulas si no quería verse perjudicado por ellas.

Lucifer se pasmo con la información, recreo el momento en su cabeza una y otra vez y en ningún momento había planteado tal situación con Charlie de por medio. Mientras mas lo pensaba mas creíble le parecía, además Alastor no parecía estarle mintiendo, incluso parecía fastidiado al decirlo. Molesto consigo mismo tomo la botella de whisky que estaba entre los dos, se sirvió la copa hasta el tope y la bebió como si fuera agua. Ante ello Alastor aplaudió ligeramente.

—Bastante sorprendente que nuestro pequeño rey sepa beber así. —Dijo en un tono divertido. —Casi ni pareciera que no la desprecio al inicio.

—Cállate, un simple whisky no es demasiado para mí por más amargo que este. Además de que tengo más aguante que tú. —Dijo sonriéndole con superioridad y mirándolo profundamente.

—¿Eso es una advertencia o un reto? —Pregunto divertido. —Lamentablemente no soy Husk quien caería rápidamente en su juego, se marcar mis propios limites y no quiero unirme a una discusión sin sentido.

—Eres un aguafiestas.

—Puede ser… así que para no arruinar su gran reto tirare la toalla en este momento y me retirare. —Dijo chasqueando los dedos desapareciendo la copa en sus manos. —Que tenga buena noche.

Alastor sin esperar otra palabra de desapareció entre sus sombras sin darle a Lucifer oportunidad de debatir. Miro el espacio vacío de repente sintiendo como de nuevo todo parecía lúgubre en la oscuridad de la sala con una única luz iluminando el bar, sin embargo, ya no se sentía cegado por el abatimiento como cuando había acabado ahí. Miro la copa en su mano sirviéndose otra y tomando de ella una ultima vez pensando que, aunque si era fuerte y era una bebida bastante amarga para su gusto, después de varios tragos esta dejo de ser tan amarga y pareció disfrutar de ella lo suficiente como para recordar la marca del whisky pensando que la añadiría a su propia colección de bebidas. 

Notes:

No se como logre publicar dos de mis historias el mismo día pero lo logre...

Se que hay mucho texto y prácticamente el capitulo giro al rededor de Lucifer pero que serán muy importante para el futuro, o también podría ser que son las 4 am no he dormido pero estoy bastante entusiasmada al respecto como para incluso dejar pasar otro día mas y releerlo con mas calma en busca de errores. Así que posiblemente habrá modificaciones futuras a este capitulo.

Se que no explique muchas cosas pero eso es porque lo estoy preparando para el futuro. Así que espero logren tenerme paciencia.

¡Gracias por volver a leerme!

Chapter 8

Notes:

(See the end of the chapter for notes.)

Chapter Text

—Dame uno. —Dijo intentando tomar uno de los varios recipientes que Alastor estaba sirviendo.

—No es para ti. —Advirtió mientras una sombra salía de él y le daba un manotazo a Lucifer. —No sabía que estabas dispuesto a robarle los postres a tu propia hija.

—Estás haciendo muchos ¿Por qué simplemente no puedo tomar uno? Ella seguro me daría uno. —Intento volver a estirarse, pero una sombra lo alzo y sentó en el taburete.

—Ni siquiera están terminados. —Le contesto fastidiado sosteniéndose la sien por el dolor de cabeza.

Alastor de repente recordó como hacia apenas un día el rey había estado tan abatido como para dejarlo tranquilo mientras se sentaba en silencio en el taburete, pero ahora tenía que lidiar con un niño pequeño al que no le habían enseñado la palabra “no” y comenzó a replantearse que tan buena idea había sido haber intervenido cuando pudo haber disfrutado del silencio un poco más.

Angel y Husk quienes escuchaban todo detrás de la puerta entreabierta de la cocina parecían sorprendidos como en un abrir y cerrar de ojos el ánimo de Lucifer había cambiado de repente de nuevo y no solo eso, sino que incluso parecía inmersivo en seguir a Alastor y este había intentado evadirlo, y lo había conseguido hasta que volvió a la cocina para preparar uno de los postres que Charlie había querido probar y el acepto hacérselo esa misma tarde.

—¿No te parece que el rey parece más pegajoso a Al que otros días? —Susurro Angel.

—Supongo que porque se siente de mejor ánimo. —Convino el también susurrando.

—No… pero es algo más, incluso cuando estaba en modo depresivo sin importar a donde fuera siempre estaba detrás de Alastor. —Analizo rememorando las semanas anteriores. —Pero hoy incluso busca contacto.

Angel entreabrió ligeramente la puerta para que Husk pudiera ver también como Lucifer tomaba los codos de Alastor intentando forzar que bajara la bandeja que había alzado para dejarla fuera de su alcance.

—A estas alturas hará que tire todo si sigue jalando. —Advirtió Alastor perdiendo la paciencia. —Y no será el único que se quedará sin postre.

—Solo un poco, quiero probarlo antes que lo metas al horno.

—Esta crudo… déjeme ir. —Dijo intentando zafase sin éxito.

—Solo un poco, solo probare una pequeña porción y no lo notaras. —Dijo poniendo los ojos de cachorro que Charlie siempre solía usar con Alastor cuando quería conseguir algo.

Alastor molesto por el descaro de Lucifer hizo aparecer una sombra del suelo tomando a Lucifer de la cintura y apartándolo de Alastor quien se tambaleo levemente por el esfuerzo que provocaba mantener las manos arriba mientras Lucifer intentaba bajarlas haciendo que los puntos en su herida se estiraran en el proceso. Lucifer fue sostenido por la sombra en el taburete, podía zafarse si él quería, pero cuando el tazón con la masa cruda fue puesto frente a el su atención se desvió por completo.

—¡Vez!... incluso sabe cómo lidiar con el… —Dijo entre susurros Angel totalmente convencido.

Husk no dijo nada, sobre todo porque creía que la razón a eso se debía más a que Alastor sabía perfectamente como lidiar con Charlie, y en ese momento le pareció tan familiar el momento solo que con ellos intercambiados, aunque claro Charlie siempre era amable y nunca forcejearía con Alastor por el postre por más que quisiera probarlo antes. Incluso creía que Alastor cedería más rápido a los caprichos de Charlie.

Ambos se apartaron de la puerta cuando vieron a Alastor dirigir su atención a ellos, sabía que los habían estado observando, por lo que seguía esforzándose aún más en mantener su fachada pese a sentir que sudaba frio y culpaba a Lucifer por ello.

—Esta sosa la masa. —Dijo Lucifer haciendo el tazón a un lado.

—¿Ahora cuál es el problema? —Pregunto con fastidio. —Quería probar la masa, pues ahí está.

Lucifer miro el fastidio en los ojos de Alastor pero no le importo, incluso podía verle sudar un poco pero rápidamente descarto el pensamiento y dirigió su mirada al horno que ya estaba encendido.

—¿Cuándo van a estar?

—30 minutos.

—¿Y si le damos un poco más de potencia al horno?

—Ni lo sueñe, si abre ese horno o le sube la temperatura se estropeará el postre y para entonces espero que esté completamente dispuesto a asumir la culpa y confesarle a su preciosa hija porque se quedó sin el postre que me pidió esta mañana.

Lucifer se mordió el interior de su mejilla conteniendo un puchero, sabia estaba actuando bastante infantil, pero cuando lo vio preparar la mescla y vaciarla sobre rebanadas de manzana perfectamente acomodadas en unos moldes su hambre se había disparado sumado al delicioso olor a las manzanas no se pudo resistir deseando ser el primero en probarlas. Alastor al ver el leve puchero rodo los ojos quitándose el delantal decidido a no querer soportar más su presencia.

—¿A dónde vas? —le pregunto Lucifer levantándose.

—Aún tengo cosas que hacer.

Lucifer no pudo decir nada más cuando Alastor desapareció entre las sombras para que fuera más difícil seguirle por lo que no le quedo de otra que esperar en la cocina. Un día antes por la madrugada después de haberse quedado solo había ido a su habitación y después de mucho tiempo había logrado por fin dormir profundamente, incluso había dormido hasta pasado el mediodía, el desayuno se había preparado y servido sin su presencia, pero Charlie preocupada había ido a verlo con su porción del desayuno y unas galletas como postre. Estas extrañamente le supieron diferente, luego se dio cuenta que eran compradas en el super y las favoritas de Charlie, también de que se había acostumbrado tanto al sabor casero de Alastor que podía distinguir cuando algo no era preparado por él. Pero cuando escucho a Charlie pedirle un postre esa mañana, decidido comenzó a seguirlo deseando probarlo pronto fuera lo que fuera, pero Alastor era bastante escurridizo y estaba moviéndose constantemente por lo que incluso el pronto se cansó.

Alastor por su parte estaba furioso porque este lo persiguiera, no solo interfería con sus actividades, sino que su presencia le era desagradable cuando Lucifer no paraba de hablar de cosas sin sentido. Sobre todo, cuando en los momentos en los que al menos permanecía solo y podía bajar lo suficiente su guardia ahora estaba completamente vigilado obligándolo a mantener su fachada perfecta que normalmente no le costaría, pero mientras más usaba su poder demoniaco el cual por su herida estaba escaso le costaba cuatro veces más mantenerla.

En realidad no era mentira que tenía más cosas por hacer pero estaba agotado, cuando llego a su habitación dejándose caer en su sillón frente a la chimenea intento mantener la respiración lo suficientemente tranquila para que los puntos no le lastimaran más de lo que ya hacía, había querido revisarlos si no fuera porque solo habiendo pasado unos cuantos minutos dentro de su habitación escucho como la puerta recibía unos golpes lo suficientemente fuerte para que traspasara el sonido a través de esta.

—Alastor, ¿estás en tu habitación? —Escucho Alastor el tono nervioso a través de la puerta.

Alastor cerró los ojos fuertemente antes de abrir la puerta y recibir a Charlie, por el tono de su voz sumado a que venía completamente sola sabia seguramente el tema era tan problemático que no se había atrevido a hablarlo frente a todos, pero cuando abrió la puerta y vio el montón de emociones en su cara sumado a su pálido rostro solo confirmo lo que ya pensaba a la vez que lo preocupo teniendo un muy mal presentimiento.

 


 

Lucifer quien esperaba pacientemente sentado en la encimera miro los minutos pasar, podría haber ido en búsqueda de Alastor, pero ese no había sido su objetivo principal al seguirle, aunque el que lo hubiera fastidiado lo suficiente como para que mostrara abiertamente su molestia había sido un extra que acepto gustosamente.

Cuando estaba a punto de pasar los 30 minutos que Alastor había mencionado y este seguía sin aparecer decidió que no esperaría ni un minuto más para abrir el horno, pero un minuto antes este apareció asi como se había ido. Lucifer había tenido la intención de hacer una burla o un comentario acerca de lo que ya había planeado hacer, pero se detuvo al ver la expresión de Alastor quien rápidamente saco la bandeja del horno en silencio.

En apariencia Alastor parecía el mismo de siempre, su sonrisa en su cara y su expresión eran los de siempre, pero había algo que no le cuadro por completo, su postura levemente rígida, la mirada parecía más ausente sumado al leve tic en una de sus orejas que no había estado durante el día lo hizo dudar. Mientras lo observaba atentamente, también se dio cuenta que algo en su semblante era diferente, más pálido y rígido sumado al aumento en el sudor que había ignorado minutos atrás.

—¿Paso algo? —Soltó Lucifer su pregunta antes de procesarla.

Alastor levanto la cara mirándolo extrañado mientras esparcía canela a cada uno de los recipientes.

—Podría preguntarle lo mismo, apenas hacia un momento casi se lanza sobre mi para obtener uno de estos y ahora esta tan tranquilo.

Lucifer apretó la mandíbula arrepintiéndose inmediatamente de haber hecho su pregunta endureciendo su mirada recriminándose por haber albergado una pisca de simpatía por él. Cuando iba a protestar Alastor ya había puesto uno de los recipientes frente a él.

—Ya dejé de hacer pucheros y cómaselo antes de que cambié de opinión. —Dijo Alastor como si se hubiera resignado.

Lucifer no por primera vez no miro el postre, la actitud de Alastor también era extraña, pero sabía que si preguntaba sus respuestas no serían contestadas y seguiría huyendo de él. Cuando pensaba la manera de obligarlo antes de siquiera poder hablar Vaggie entro por la puerta.

—Alastor ¿Has visto a Charlie? —Pregunto intrigada.

—No querida, pero de todos modos yo también la estaré buscando pronto. —Mintió dejando la bandeja en la parte alta del refrigerador con la intención que Lucifer no tomara más del que le había dado. —Te ayudare a buscarla.

Ambos se dirigieron a la salida y Alastor antes de salir le dirigió una mirada de advertencia que claramente iba hacia los postres que había dejado fuera de su alcance. Lucifer miro su postre sintiéndose extraño, de repente ya no tenía tanta hambre sino una inmensa curiosidad, pero aun asi decidido desestimarla pensando que cualquier cosa que involucrara a Alastor no era relevante a menos que le beneficiara mientras comenzaba a comerse su postre que tanto había querido saboreándolo pensando que sin duda, el sabor de la masa ahora cocinada sumado a las manzanas previamente cocidas hacían del biscocho una exquisitez, no solo eso, sino que incluso pudo apreciar la presentación de las manzanas que se asomaban del biscocho acomodadas perfectamente para hacer parecer el postre como una rosa desde la superficie.

Alastor comenzó a visitar junto a Vaggie las habitaciones que ella aún no había visto fingiendo buscar a Charlie, aunque claramente él sabía, ella seguía en su habitación esperándolo lo que esa búsqueda lo llevaría a algo sin sentido y siendo una pérdida de tiempo.

—Querida no creo que se encuentre en este momento en el hotel, ya hemos revisado la mayoría de las habitaciones y mis sombras no la han captado dentro de las que aún no son habitables. —Dijo Alastor después de un rato. —Debió haber salido un momento sin que nos percatáramos.

Vaggie dudo ante la sugerencia de Alastor, la desconfianza hacia él estaba tan arraigada en la mente de Vaggie que siempre sus primeros pensamientos no eran lo suficientemente alentadores haciéndola pensar siempre que este intentaba engañarla, aunque Alastor tampoco le había dado razones tanto para desconfiar como para no hacerlo, pero cerrando los ojos y analizando la situación no le quedo de otra que concordar con su suposición.

—Es extraño, ella siempre me dice cuándo va a salir, debió ser algo super urgente si salió sin que nadie se diera cuenta.

Alastor fingió pensarlo un momento para luego actuar como si hubiera tenido una idea con resignación.

—Aún tengo mucho por hacer, pero si es muy urgente puedo ir a buscarla personalmente.

—Lo es… había ido a recoger correspondencia de la embajada celestial, no sé si ya la leyó o no, pero estoy preocupada. —Se sincero. —Y no se si su salida tuvo que ver con eso.

Alastor fingió estar de acuerdo, todos sabían que ese día había recibido por fin noticias del cielo después de casi seis meses del último exterminio.

—Iré contigo afuera, puedo buscarla desde el cielo mientras tú te desplazas buscándola en tierra.  —Propuso con preocupación en la voz.

—No, ¿Y si regresa mientras nosotros seguimos afuera? —Negó haciéndola sentarse en uno de los sofás del salón principal con vista a la entrada. —Además, puedo llegar a los rincones más oscuros del infierno por mi cuenta, no necesito vista panorámica y si la necesitara también puedo encargarme de eso, pero si vienes conmigo llamaras enormemente la atención que no es requerida en este momento.

Vaggie parecía querer oponerse, pero termino asintiendo resignada, ya que justamente había acudido a Alastor por esa misma razón, ya que, aunque haya querido acudir a Lucifer, aunque fuera su padre cuando se trataba del cielo este siempre encontraba una excusa para escabullirse, por ello no confiaba siquiera en que buscaría a su hija, pero no podía culparlo por completo porque estaban en situaciones similares. Alastor fingió dirigirse a la salida caminando a paso lento pero decidido.

—Espera, ¿Y si regresa antes que tú lo hagas? —Dijo levantándose intentando buscar una excusa para no tener que quedarse sentada esperando.

—Dile a Niffty que me llame, ella lograra contactar conmigo y regresare inmediatamente, asi que no te preocupes querida. Volveré con ella tenlo por seguro. —Dijo antes de desaparecer entre las sombras para no ser detenido de nuevo.

Vaggie viendo a Alastor desaparecer no le quedo más que suspirar profunda y pesadamente ante la situación, no quería quedarse de brazos cruzados, pero tampoco podía objetar el pedido de Alastor porque sabía era lo único que podía hacer si no quería llamar a atención innecesaria del infierno quien aún estaba expectante ante qué ocurriría con los exterminios ya que desde el último, el reloj de la embajada se había detenido dejando a todo el infierno en una duda universal. Además, fue su propia cobardía la cual le había impedido acompañar a Charlie a la embajada, ya que, aunque ella tenía la autoridad suficiente para pisarla al ser aun un ángel y siempre y cuando Charlie la quisiera ahí, aunque no se había negado directamente tampoco quiso ser partícipe de la discusión sobre ir a recoger la carta, y aun asi no tenía el valor suficiente para enfrentarse a Charlie por su debilidad por lo que no le quedo de otra que acudir a Alastor quien sabia no se negaría a un pedido asi.

Alastor quien se trasporto de nuevo a su habitación volvió a rodear esta con su escudo que, aunque le dificultaba un poco mantener debido que este usaba mucho de su poder demoniaco, no quería verse interrumpido y el único que podría romperlo estaba muy ocupado comiendo su postre o en el peor de los casos comiéndose los que dejo aun en la bandeja.

Tal cual se había ido Charlie seguía encogida sobre si misma completamente inmersa en sus pensamientos, incluso podía verse aterrada ante la situación, Alastor en un acto para tranquilizarla apretó levemente su hombro al pasar a su lado en un gesto gentil sorprendiendo incluso a Charlie por el suave consuelo que significo esa acción.

—No nos interrumpirán en un buen rato. —Aviso sentándose frente a Charlie con su completa atención a ella.

Charlie arrugo la carta apretándola contra si intentando buscar un ancla para regresarla a la realidad, desde que había leído la carta había estado demasiado extasiada, por fin había tenido respuesta después de meses intentando contactar al cielo, pero al releerla ya no se sentía tan optimista, y al releerla una cuarta y quinta vez el pavor se adentró en ella buscando el único consuelo en alguien que sabia no huiría ante el reto.

Alastor aunque se sentía algo impaciente por saber que era lo que decía la carta, aun asi permaneció en silencio con una sonrisa más consoladora que la altanera que siempre solía mantener en el rostro en un acto de pura prudencia, sabía alentando a Charlie en ese momento no haría más que obtener el efecto contrario, sobre todo cuando ya estaba poniendo todo en juego por segunda vez, por lo que decidió esperar a que ella decidiera hablar por ella misma cuando estuviera lista.

Afortunadamente para Alastor, ese simple gesto cautivo a su ser y poniendo su completa confianza en él, se sentó más derecha y respiro para tranquilizar su inestable cuerpo que aun temblaba por la emoción y el terror.

—Sera accedió a que volviéramos a tener una reunión, solo que volverá a ser presente, en el cielo. —Inicio ella con la voz un poco entrecortada, pese a que Alastor consideraría la pondría enormemente feliz sabía había una razón lo suficientemente fuerte como para haber apagado su ánimo. —Sera en un mes, al igual que la vez anterior se me invito a una audiencia para hablar sobre el exterminio.

Charlie se quedó muda de repente no pudiendo articular más palabras. Alastor podía sentir la trampa desde el inicio, pero Charlie era más entusiasta y se replantaba varias veces antes de pensar mal o creer que le jugarían en contra, por ello inútilmente había ido a hablar la primera vez con Adán para convencerlo de la “redención” y una segunda con Sera ambas saliendo fatídicamente para Charlie.

—Cuando leí la carta que escribió Emily estaba muy feliz. —Continuo ella removiéndose incomoda en su asiento. —Pero entonces note algo raro en la caligrafía, algunas palabras parecían diferentes, escritas levemente diferente para resaltar.

No sabiendo como explicarlo más le tendió la carta a Alastor, este leyéndola de primera no parecía una carta diferente, por lo que sabia él, podía intuir que aquel ángel tenía que tener un aura similar a Charlie, por lo que no le extraño lo afable que era al escribir dirigiéndose a Charlie pese a lo formal que era la carta, pero de inmediato se dio cuenta en las extrañezas en algunas palabras como para llamar la atención intentando pasar desapercibido. Algunas de estas palabras estaban más marcadas que otras, unas incluso parecían haber olvidado poner algún punto sobre la “i” o haciéndola parecer un poco a un corazón sobre esta, y por supuesto lo que a él más le llamo la atención fueron las palabras; “audiencia”, “cielo”, “redención”, “exterminio” y “tratado”.

En primera nada relevante si no fuera porque claramente intentaban poner a la única heredera del infierno en una posición desfavorable no solo para ella misma sino poniendo entre el arma y la pared al infierno en algo que claramente seria en exclusividad favorecedor para el cielo. Cuando regreso la carta de vuelta a las manos de Charlie esta temblaba ligeramente. Alastor no estaba sorprendido, la primera reunión suponía como acabaría, por lo que podía imaginarse como acabaría esta otra, lo que de verdad le impresiono fue que Charlie fuera lo suficientemente desconfiada para percatarse de la trampa, incluso podría sentirse satisfecho y orgulloso de ver que al menos algo de su influencia había llegado a ella en sus tantas charlas después del exterminio mientras ella intentaba mantenerse positiva ante la respuesta del cielo mientras el intentaba hacerla darse cuenta que debería desconfiar de todo y todos sobre todo si provenía del cielo.

—Creí que al menos esta vez sería diferente… —Continuo ella abatida mirando la carta. —Pero supongo que tenías razón… incluso no se si debería confiar en Emily por completo, pero sé que ella intenta ayudarnos de buena fe, sino no intentaría advertirme de esta manera.

—Yo diría, aunque peligroso, es en la única que puedes confiarte por el momento. —Asintió en respuesta. —No podría mi completa confianza en ella, pero, aunque de manera torpe sé que tienes buenas intenciones y razones para confiar en ella, a la vez que no claramente.

—Pero ella arriesgó mucho para advertirme. —La defendió.

—Algo que supongo si alguien encima de ella hubiera intentado corroborar la carta se hubiera dado cuenta de lo que intentaba hacer. —Dijo negando con la cabeza como si hubiera dicho lo más obvio del mundo. —¿Por qué un ángel pondría en tela de juicio su posición para ayudarnos cuando claramente apenas puede hacer algo por sí misma?

Charlie, aunque quiso refutarlo no pudo, podría haberla seguido defendiendo, pero sabia Alastor tenía razón, y aun asi sin embargo seguía creyendo en ella, Alastor lo sabía no solo por su expresión sino porque conocía perfectamente el pensar de Charlie.

—Pero, aunque torpe me alegra que al menos tengas un aliado, no será conveniente negar la vistita. —Dijo suspirando con resignación. —Aunque claramente es una trampa no hay de otra que aceptar si es que no queremos entrar en desventaja.

—La última vez… no salió nada bien en el juicio, aunque parecía por un momento que tenía el favor de todos al final todos voltearon la cara cuando Sera acepto lo que habían estado haciendo y nadie se opuso ante ella.

—No me sorprende, nadie querría arriesgar su pellejo por el infierno, aunque les pareciera injusto, el cielo parece bastante corroído y corrompido como el infierno, no son mejores que nosotros a mi parecer.

—¿Entonces si crees que es buena idea aceptar?

—Tampoco queda de otra si es que al menos no queremos intentar poner la jugada a nuestro favor. Claramente están jugando en su propio tablero lo único que podemos hacer es vencerlos en su propio juego.

—Pero quiero resolverlo pacíficamente, no quiero más derramamiento de sangre, además quiero que mi proyecto tenga éxito.

—Lo se querida, pero nunca lograras convencer a nadie si no hay resultados, por el momento tenemos que atacar lo importante, priorizar. Si vuelves a intentar convencerles no te van a tomar en serio, dirán que solo estas llevándote por un capricho porque las cosas no están saliendo como quieres. Si realmente quieres un cambio empieza contigo misma, no permitas que intenten pisotearte, eres la princesa del infierno y única heredera de este, no hay nadie más arriba de ti que tu propio padre el cual ya te confirió la autoridad para resolver esto por tu cuenta.

Charlie estaba inversiva en el discurso de Alastor, aunque algo renuente por tener que posponer sus planes, creía en Alastor y en sus consejos sabiendo los estaba haciendo completamente en su favor, incluso sintiéndose alagada y motivada en el proceso.

—No creo que al cielo le importe mucho de quien soy hija, aun no miran a papá con buenos ojos y seguramente es la razón por la que él no quiere siquiera saber nada del cielo, pero tienes razón. —Concordó decidida.

—No tienes que dejar tu sueño para siempre. —La motivo Alastor con un tono más amigable y juguetón para apaciguar el ambiente tenso. —Por más que intentara persuadirte sé que nunca te rendirás a tu sueño por más loco e inútil que este sea, incluso aquí me tienes haciendo el papel de anfitrión para tu hotel a pesar de todo, por ello nunca te pediría tal cosa. Pero me alegro bastante que al menos un Morningstar será lo suficientemente inteligente y prudente para hacer las cosas correctas para mantener su posición ante el cielo.

—Seguramente papá lo ha de haber intentado. —Lo justifico.

—Pero serás tú quien logre el cambio, tengo puesta toda mi confianza en ti.

—¿Confías tanto en mí? —Pregunto algo incrédula y esperanzada mientras su corazón latía fuertemente en busca de respuestas. —¿Mas que en papá?

Alastor rio fuertemente ante la última pregunta, “¿confiar en Lucifer? ¿yo?”. Pensó Alastor secándose las lágrimas que se le escapaban de los ojos por la risa.

—Querida, ¿Por qué te pondría sobre tu padre? incluso antes de conocer a al rey ya había puesto mi reputación y vida por este proyecto. —Dijo sinceramente mirándola a los ojos. —No habría estado más tranquilo de haber puesto mi completa disposición y confianza más que en ti.

Charlie no pudo contenerse más, con lágrimas en los ojos se lanzó a los brazos de Alastor quien la recibió, aunque con un poco de dolor por la herida, con sorpresa por el gesto. Llorando Charlie agradeció profundamente ese momento, Alastor nunca hablaba de ese tipo de cosas, nunca decía abiertamente en quienes confiaba o si no lo hacía, incluso actuaba como si no lo hiciera con todos incluyéndola en varias ocasiones. Pero pudo ver la confianza que Alastor tenía en Rosie cuando se la presento, algo diferente a lo que había visto con todos, pero ver eso mismo dirigido hacia ella le había llenado de tanto regocijo que la aprobación que no sabía había buscado en alguien se sentía satisfecha. Porque, aunque nunca lo dijera o intentara negarlo, quería al menos una vez sentirse que alguien verdaderamente confiaba en ella, sabía Alastor no creía en la redención y siempre era claro y franco al respecto, pero que aún asi confiara en ella para creer que al menos lograría cambios importantes en el infierno le lleno el corazón.

Alastor palmeo gentilmente su espalda intentando consolarla, sabía lo frágil y herida que Charlie se había encontrado hacia poco, que aquella niña con grandes sueños, pero improbables en búsqueda de aprobación familiar aún se hallaba dentro de la ya adulta Charlie, y aunque sentía algo de lastima ya que incluso se logró conmover con la aprobación de un demonio como el, no hizo ningún comentario al respecto y solo espero a que ella voluntariamente se apartara de él.

—Gracias… —Dijo secándose las lágrimas con sinceridad. —No sabía cuánto había querido escuchar esas palabras.

La lastima y pena recorrieron a Alastor tan desagradablemente haciéndolo estremecer levemente, no porque estas se dirigieran a Charlie, sino porque esos sentimientos le eran tan desconocidos e irritables que no estaba seguro de cómo actuar al respecto, pero decidió no pensar mucho en ellos mientras palmeaba la cabeza de Charlie en un consuelo.

—Está bien, ahora mejora ese semblante tuyo, tu novia esta extremadamente preocupada por ti.

—¿Está buscándome?

—No, le dije que saldría a buscarte fuera del hotel. Cree que saliste y que yo estoy buscándote afuera, asi que sigamos con el show y vámonos a reunir con el personal para planear que hacer en tu siguiente reunión.

Charlie sonrió ante ello y asintió dándole espacio a Alastor quien se puso de pie, tomando la mano de Charlie los absorbió a ambos la oscuridad haciéndolos aparecer fuera del hotel.

—¿Crees que se lo tomen a bien? —Pregunto con algo de nerviosismo.

—Tal vez no, después de todo lo que ocurrió en tu anterior reunión. —Dijo mientras ambos caminaban al lado del otro hacia la puerta. —Pero podrían sorprenderte, asi que mejora esa cara que nuestro líder tiene que dar el ejemplo.

Charlie soltó una risotada ante eso y asintió, aun se sentía nerviosa pero ya no estaba aterrorizada como unos minutos atrás, cuando entraron al hotel Vaggie prácticamente se había lanzado a sus brazos, la preocupación ensombreció toda su cara, y aunque sabía solo empeoraría le tomo las manos con dulzura apretándoselas.

—Siento haber tenido que irme corriendo sin decir nada. —Se disculpo. —Necesitaba tiempo para pensar.

—¿Estas bien? —Pregunto Vaggie aun preocupada. —¿Paso algo con el cielo?

Charlie no iba a mentirle, asi que asintió y miro a Alastor quien capto el mensaje y tomando su micrófono hizo un anunció que solo se escuchó dentro del hotel.

—¡Queridos residentes y trabajadores del “Hotel Hazbin” es de suma importancia su presencia inmediata en el salón principal… ahora! —Comento Alastor haciendo aparecer a todos en un santiamén incluyendo a un extrañado Lucifer quien estaba pacíficamente en el salón del te cuando escucho la voz de Alastor salir de la radio.

Angel iba a soltar un chiste al respecto, pero cuando vio el semblante lúgubre de Charlie y Vaggie se puso nervioso no sonando como quería.

—Bueno, aquí nos tiene a todos. Demasiado tenso para una clase de redención ¿no te parece?

—No estamos aquí para una clase Angel. —Advirtió Vaggie sentándose junto a Charlie.

Por un momento nadie dijo nada mientras se sentaban todos, Lucifer intento mirar a Alastor en busca de respuestas, pero este, aunque se dio cuenta de las miradas inquisitivas fingió no darse cuenta mientras se sentaba con Niffty en el regazo prestando absoluta atención a Charlie quien seguía nerviosa.

—Como sabrán, hoy por fin recibí respuestas de parte del cielo a una petición de una reunión… —Hablo por fin Charlie con voz más firme de lo que se sentía, miro a Alastor quien la miraba tranquilamente con aprobación e inhalo profundamente. —Ellos accedieron a reunirse conmigo dentro de un mes.

—Pero eso son buenas noticias ¿no? —Pregunto Cherry confundida por la tensión.

—Con ellos nunca se sabe, no me fiaría de ellos ni aunque la vida me dependiera de eso. —Objeto Husk quien estaba cerca.

—Seguramente intentaran hacer otro de sus tratos sucios como la otra vez, o en el peor de los casos solo quieren reunirse para decirnos cuándo será el próximo exterminio.

—Preparare más bombas entonces. Debemos prepararnos para lo que enfrentaremos.

—¡Basta! No vamos a ir a ninguna guerra. —Dijo no muy convencida Vaggie deteniendo el intercambio que comenzaba a escalar en ira colectiva.

Lucifer se tensó ante el silencio de Alastor quien parecía bastante tranquilo y Charlie quien espero a que todos terminaran lo que tuvieran que decir para continuar con un muy mal presentimiento, aunque el tratándose del cielo nunca había tenido buenos sentimientos.

—Esta no va a ser como las otras reuniones, no será como con Adán, sino que Sera personalmente asistirá y pidió mi presencia para realizar esta reunión.

Ahí Lucifer comprendió todo, aunque no se le había informado directamente ya que siempre ignoraba los mensajes del cielo, que Sera liderara la “reunión” no auguraba nada bueno, ni siquiera podría llamarse reunión, porque tratándose del infierno estos siempre terminaban en “juicios”.

—Quiere que sea en el cielo como la anterior vez.

—¡¿Qué?! ¡No, no puedes ir! —Se exalto Angel levantándose.

—Es una clara trampa, ¿y si no regresas? Resolvámoslo de otra manera. No puedes pisar el cielo. —Advirtió Cherry de acuerdo con Angel. —Si quieren guerra estaremos preparados, seguro la señora del barrio caníbal estará dispuesta a ayudarnos de nuevo si Alastor se lo pide. —Dijo mirando a Alastor con insistencia.

—Esto no es como la última vez, será más grande, incluso podría abarcar todo el anillo, además no estamos seguros, perdieron a su Líder en el último exterminio. —Agrego Husk.

Charlie, Vaggie, Alastor y Lucifer permanecieron en silencio mientras el resto discutía, incluso Niffty bajándose del regazo de Alastor con entusiasmo al escuchar de una nueva guerra sacando un cuchillo preparada para la batalla.

Lucifer no paraba de mirar a su hija y a Alastor quienes de todos eran los más tranquilos, como si supieran lo que iba a pasar nada más hacer su anuncio, de Alastor no le sorprendía, siempre actuaba como si tuviera completo conocimiento y control de la situación, pero le sorprendió la dureza y prudencia que Charlie reflejaba en ese momento, tan parecida a su madre y a la vez no. Actuaba con diplomacia, más de la que había reflejado su madre antaño, no se dejó llevar por el caos y los escucho con atención en su lugar, no estaba exaltada, sino que, aunque seria, parecía dispuesta a escuchar la opinión de los demás para tomar su decisión.

—Recordemos nuestro objetivo principal, la redención no se logrará si buscamos guerra con el cielo, además ninguna rebelión ha salido bien, ¿Por qué seria diferente esta vez? —Intervino por fin Vaggie ante los planes disparatados de Cherry y Angel sobre hacer ataques sorpresa si es que intentaban hacer algo contra ellos de nuevo.

—No, el anillo es lo primordial. —Hablo por fin Charlie mientras Alastor ensanchaba su sonrisa orgullosa y ganándose el asombro de todos. —No abandonare la redención, pero se que si no hago nada primero por el infierno no abre hecho ningún cambio. No me funciono en mi primera reunión ahora lo primordial es detener los exterminios, si estos se hicieron ocultos del conocimiento del cielo creo tener una mejor oportunidad con ayuda de Emily, atentare averiguar cual fue el acuerdo al que llego Adán y Sera mientras tanto.

—¿Aceptaras? —Pregunto al fin Lucifer mientras por primera vez todos quedaban en completo silencio.

—Si, aceptare la reunión. —Dijo decidida.

Notes:

Hola de nuevo, no pregunten como logre tener este capitulo en una semana porque ni siquiera yo se. Pero espero logren disfrutarlo tanto como los otros ahora que se viene la intervención del cielo quienes aunque no tendrán mucho protagonismo, será importante para la trama.

¡Gracias por volver a leerme!