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Hay un equilibrio delicado en una de las preparatorias más prestigiosas del país. Un orden casi perfecto, mantenido con disciplina, excelencia académica... y amenazas pasivo-agresivas muy bien formuladas por el presidente del consejo estudiantil: Senku Ishigami.
Altura promedio, cabello como si hubiese metido los dedos en un enchufe y una mirada que hace sentir estúpido al 90% de la población estudiantil. Senku no necesitaba gritar ni imponer castigos; bastaba un "¿de verdad pensaste que eso era inteligente?" para destruir el ego de cualquiera.
Presidente, genio, ateo confirmado, y probablemente con menos emociones que una tostadora rota.
Y luego está él. El caos. El escándalo. La sonrisa más falsa y encantadora del universo: Gen Asagiri.
Aunque esconde un descarado secreto y es que "Asagiri" no era su verdadero apellido, pero bueno son detalles.
Gen no hacía nada con esfuerzo, pero todo con estilo. Cabello bicolor perfectamente arreglado, voz de locutor de radio, y una lista negra secreta de alumnos a quienes les había robado el corazón, los apuntes... o ambas cosas. En resumen: el drama ambulante de la escuela.
—¡Buenos días, plebe inculta! —exclamó Gen entrando a la sala de estudiantes como si fuera un programa de televisión.
—Son las 7:03 a.m. No hables. —dijo Senku sin alzar la vista del cuaderno de cálculos.
Y así era todos los días.
Senku lo odiaba.
Gen lo odiaba más.
Aunque nadie recuerda exactamente por qué empezó todo, se sabe que su odio es legendario, explosivo y completamente inevitable. Como una reacción química mal medida.
Pero no estaban solos.
En el laboratorio de ciencias, con bata blanca impecable y expresión de "no me hables a menos que tengas un Nobel en la mano", se encontraba el Profesor Xeno Wingfield, catedrático de física avanzada, campeón de olimpiadas científicas, y, para sorpresa de muchos... padre biológico de Gen.
Claro, decir que eran "padre e hijo" era como decir que el hielo y el fuego eran primos. Xeno apenas lo miraba, y Gen actuaba como si no le importara. Spoiler: sí le importaba. Mucho.
—Se espera que no exploten el laboratorio este semestre, Asagiri. —dijo Xeno al cruzárselo por el pasillo, sin mirar siquiera.
—¡Buenos días, padre que no me reconoce ni en la calle! —respondió Gen con una reverencia teatral.
—Técnicamente soy tu progenitor. No exageres.
Y en la cancha de deportes, el opuesto total de Xeno: el Profesor Stanley Snyder, exmilitar, actual profe de educación física y ocasional mercenario en operaciones internacionales (según los rumores).
Tenía los brazos de un dios nórdico, voz de comandante y una actitud de "papi protector" cuando se trataba de Gen.
—¿Alguien ha tocado a Gen? ¿Le han dicho algo feo? ¿Se resbaló en la escalera? —interrogaba a diario, intimidando alumnos con su sola presencia.
—¡Stan~! Te dije que no puedes interrogar a todos mis compañeros, ¡me hacen bullying natural! —se quejaba Gen.
—Mira, yo nada más necesito saber a qué hospital van. Por razones legales.
Dos padres completamente disfuncionales. Un alumno con más traumas que respuestas correctas en su último examen. Y un enemigo natural de apellido Ishigami que está a punto de recibir la peor equivocación de la vida de Gen.
Porque en unas horas, sin saberlo, Gen Asagiri cometerá el error más grande de su existencia.
Y todo empezará con una notificación que dirá:
"Mensaje enviado a: Senku Ishigami. Adjuntos: 1 imagen."