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Our catastrophic love - Farfarich

Summary:

→ Un día soleado el mundo cayó frente a una catástrofe sin precedentes. Los muertos salieron de la tierra, sumiendo a la humanidad a la destrucción. Un errante continúa vagando sin rumbo, llegando un territorio reclamado y un sinfín de problemas.

» Farfadox - Omega dominante
» ElRichMc - Alfa sumiso

Chapter 1: 🌑 | Luna nueva - Introducción

Chapter Text

El sol se asomaba por el horizonte, tiñendo la ciudad hecha trizas con una iluminación natural, contrastando con la cantidad de cadáveres y de sangre que abundaba por las ruinas. Los edificios caídos, los caminos sin salida, el subterráneo que se mantuvo infestado y los antiguos refugios de la gente que intentó escapar. Un hombre de tez grisácea caminaba entre las ruinas, portando una máscara de gas para protegerse de los restos radiactivos que el ataque del gobierno había dejado caer en un intento de hacer desaparecer a los muertos en vida.

 

Sus pasos eran inseguros, su mochila pesada y sus manos apretando con fuerza un subfusil MP5, manteniendo su revólver en su cinturón en caso de que fuera necesario. Su equipaje estaba lleno de armas más que de comida desde hacía años; su apariencia desalineada y delgada lo demostraba.

 

Recorrió sin preocupación la ciudad que creyó vacía. Hacía once años que la catástrofe global había ocurrido. En el primer año de la pandemia, el gobierno intentó y utilizó todas las medidas que se le habían llegado a ocurrir, todo en vano. Habían empeorado y destruido las posibilidades de continuar viviendo en paz. La gente se volvió loca, paranoica ante el terror de ser infectada, llevando a la humanidad a cometer actos desastrosos. Por fin todos demostraban su verdadera naturaleza.

 

Odiaba utilizar esa máscara, pero debía ser precavido para no afectar su deplorable salud. Se instaló dentro de una tienda de música con los vidrios rotos, sacando un anotador para comenzar a escribir lo que había visto. Fue entonces cuando se escucharon tiros a la lejanía. Se escondió detrás de los estantes para apretar su arma, intentando observar qué estaba ocurriendo: una persecución. Una camioneta se detuvo en seco justo enfrente de la tienda donde estaba escondido; apestaba a alfa.

 

En la parte trasera había cuatro hombres: un híbrido de oso con el cabello enrulado, sosteniendo un arma de corta distancia y con cuchillos en su cinturón; un chico peliblanco que no lograba ver bien al estar encapuchado; luego había un joven castaño mucho menos intimidante con una bandana en la cabeza. El que más le llamó la atención fue el último, portando un machete mejorado a mano y una escopeta en su espalda. No logró ver su rostro, pero sí sus ojos: brillaban en un color blanco que era capaz de intimidar a cualquiera en cuestión de segundos. Entonces fue cuando vio algo que todos tenían en común, un brazalete característico en su brazo derecho.

 

¡Bingo! Había dado con el grupo que buscaba. Aquellos que solo causaban estragos y que buscaban sobrevivir un día más. Algunos los llamaban salvadores, otros se horrorizaban al tan solo nombrarlos. Si quería ayudar a sus amigos, debía acabar o entorpecer a ese grupo que buscaba todo menos la paz.

 

Seres despiadados que acababan con la esperanza de la humanidad. Eso era lo que Rich pensaba de ellos. Un grupo que siempre le pisaba los talones cada vez que él y sus científicos estaban cerca de conseguir un avance, destruyendo todo lo que construían.

 

O al menos eso les habían hecho creer.