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Language:
Español
Series:
Part 3 of Drabbles , Part 1 of Segunda Generación , Part 12 of Familia Weasley , Part 19 of Primera Generación , Part 11 of Severus Snape , Part 11 of Familia Black , Part 11 of Generación Fundadores y Medievo , Part 6 of Familia Greengrass , Part 26 of Slytherin , Part 20 of Gryffindor , Part 6 of Ravenclaw , Part 4 of Hufflepuff , Part 9 of Regulus Black , Part 13 of Tercera Generación , Part 10 of Familia Selwyn , Part 7 of Romione , Part 13 of Muggle , Part 2 of Bleur , Part 6 of Familia Dursley
Stats:
Published:
2023-08-27
Updated:
2025-09-02
Words:
47,200
Chapters:
99/?
Comments:
2
Kudos:
5
Hits:
555

Vivencias

Summary:

Todo el mundo tiene experiencias que influencian en mayor o menor medida su vida, ya sea de manera positiva o negativa. Aquí podemos ver diferentes vivencias de los personajes de la saga Harry Potter.

Chapter 1: Carta de admisión a la Academia de Medimagia Forense

Notes:

(See the end of the chapter for notes.)

Chapter Text

Las llamas de la chimenea se volvieron verdes.

Daphne entró corriendo al salón donde su madre y su hermana tomaban el té.

— ¡Me han aceptado! ¡Me han aceptado!

— ¿Dónde? — preguntó Astoria totalmente ilusionada.

— Una señorita no debería ir corriendo por los sitios, querida. — la regañó su madre sin levantar la vista de su taza.

— A la Academia de Medimagia Forense. — contestó Daphne a su hermana, ignorando a su madre.

— ¡Qué bien! Era tu sueño… — Astoria se alegraba mucha por su hermana.

— ¿Una señorita rodeada de cadáveres? ¡¿Estás loca, Daphne?! ¡¿Qué dirá la gente?! ¡¿Nunca puedes comportarte como una señorita acorde a tu estatus?! Además, ahora que estás casada, deberías ocuparte de tu casa, de tu esposo y de tu hija.

— Tiene gracia que seas tú, madre, quien nos dice qué debería hacer una mujer casada cuando te has paseado con todos tus amantes por la casa y Tori y yo hemos tenido que verlos durante toda nuestra infancia. Además, de discutir siempre con Padr…

Ursula se levantó y le dio una bofetada a su primogénita, tirándola al suelo.

— Por lo menos, yo puedo decir que he copulado a mis dos hijas dentro de mi matrimonio.

La desesperación que sentía Astoria en ese momento era indescriptible.

Sus padres siempre discutiendo antes de la anulación de su matrimonio. Madre queriendo torear la vida de Daphne, sin esta dejarse. Y ella, ignorada durante toda su vida. Pero porque nadie querría aferrarse a una persona que estaba maldita y que no viviría mucho.

Dio un golpe en la mesa.

— ¡Basta! ¡¿Es que no podemos ser una familia normal durante cinco minutos sin discutir?! — vociferó. — Madre, los tiempos han cambiado. Los padres ya no deciden la vida de sus hijos.

— No podrás impedir que me convierta en medimaga forense. — Daphne se levantó del suelo y se tocó la mejilla lastimada. — Si no fueras mi madre, ya te habría lanzado una maldición por insultar los orígenes de mi hija. Así que te pediré que no lo hagas más. De todas maneras, solo he venido aquí a contarle la buena noticia a Astoria. Nos ignoraste durante toda nuestra infancia, si no era para comportarnos como tú querías. Así que no esperes que ahora que soy una adulta, pida tu opinión.

Daphne recogió su tan apreciada carta de admisión y se fue a su casa.

Astoria también apuró su té y se levantó.

— ¿A dónde vas, Astoria?

— Voy a preparar las maletas. Para el poco tiempo que voy a vivir, prefiero hacerlo como quiero.

— Una señorita no abandona la residencia familiar si no está casada.

— Como te dije antes, madre, los tiempos han cambiado.

Notes:

Desde que leí el fic Mortífago de Metanfetamina en Fanfiction.net, siempre pensé que el trabajo ideal para Daphne Greengrass sería el de forense. No se nos ha hablado al respecto sobre la medicina forense en el mundo mágico, pero entiendo que si un auror se encuentra un cadáver, alguien tiene que hacerle la autopsia para saber las causas sobre cómo murió y la investigación pueda avanzar.

Me da la sensación que Astoria ha robado el protagonismo a Daphne, pero toda esta escena no habría ocurrido sin Daphne.

Hace tiempo que pensaba en escribir esta escena, sobre Daphne contándole a su hermana que la habían aceptado en la Academia de Medimagia Forense y teniendo un conflicto con su madre al respecto.

Hasta la próxima

Chapter 2: Cambio radical

Notes:

(See the end of the chapter for notes.)

Chapter Text

Susan Bones iba moviéndose de un lado a otro blandiendo su varita.

Gracias a su baja estatura podía esquivar las maldiciones de los mortífagos y enfrentarse a personas el doble de altas y anchas que ella.

Logró derribar al mago oscuro que se estaba enfrentando con una maldición de bajo nivel, pero efectiva… Sin embargo, no tuvo tiempo de celebrar su victoria porque…

¡Zas!

Su brazo izquierdo salió disparado.

— ¡AAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHH! — vociferó agarrando su muñón con la mano que le quedaba.

— ¡HIJO DE PUTA!

Susan sonrió al ver a su mejor amiga derrotando al mago que la había lastimado con una bombarda.

Hannah se acercó a ella para comprobar su estado.

Entonces, todo se volvió oscuro.

…..

— ¿Cómo aprendió usted sanación, señora Malfoy? — fue lo primero que oyó Susan.

— Siempre sentí fascinación por la sanación… pero mi familia jamás me habría permitido estudiarla… ellos solo querían que tuviera un matrimonio ventajoso… así que estudié sanación a escondidas… tuve suerte que Lucius siempre me apoyó y comprábamos libros de medimagia sin que mis padres y mi suegro se enteraran. Todo lo que sé fue por autoaprendizaje. — contestó una voz que Susan no reconoció.

— El mundo mágico perdió una gran sanadora... — esa voz sí supo de quién era. Era Madame Pomfrey.

Susan abrió los ojos.

— ¡Susie! — la aludida giró la cabeza hacia Knut Black.

— ¡Señorita Bones! — exclamó la sanadora. — Beba esta poción. — le tendió un vaso con un líquido de color rojo. — le regenerará la sangre que ha perdido.

La chica obedeció. Ya no sentía que le daba vueltas la cabeza.

— He podido cerrar la hemorragia, pero al haberle sacado el brazo con una maldición, no podré regenerar uno nuevo. Es lo que tienen las maldiciones... — comentó la otra mujer.

La Hufflepuff se fijó más en ella. ¡Era la madre de Draco Malfoy!

Knut le sujetaba la mano derecha. Estaba muy apenado.

— Al menos, ha vivido para contarlo, señorita Bones. Muchos de sus compañeros no han tenido esa suerte en esta horrible batalla. — comentó triste Madame Pomfrey. — Será un cambio radical en su vida, pero puede ayudarse de la magia, no como los muggles.

Susan asintió.

— Deberá hacer reposo y nada de hacer esfuerzos físicos y mentales.

Cuando Narcissa Malfoy, terminó de sanarla, ambas mujeres se retiraron.

— ¿Por qué la madre de Malfoy ayuda a curar a los heridos? — le preguntó a Knut.

— Necesitaban sanadores. Hay demasiados heridos. No sabía que la prima de mi padre sabía sanación. Él siempre me dijo que era una rubia sin cerebro a la que solo le importaban las riquezas.

— Pues yo la veo muy inteligente si ha podido curarme con solo estudiar medimagia por sí sola. Por cierto, ¿dónde están Hannah, Ernie y Justin?

— Hannah ha ido a avisar a tus padres que la guerra ha acabado. Justin y Ernie están ayudando a reconstruir Hogwarts. Me pidieron que les avisara en cuanto despertaras.

Antes de que la chica pudiera responder, se oyeron unos gritos.

— ¡Susan! ¡Susan! — sus padres y hermano corrieron a abrazarla.

Notes:

496 palabras

Quería escribir sobre un personaje que todavía no había escrito... y Susan Bones siempre me gustó mucho, me parecía muy dulce.

El fic está ambientado en el final de la Batalla de Hogwarts, una vez Voldemort fue derrotado y atendieron a los heridos.

Esta escena aparece mencionada en mi fic Conferencia sobre las señoras Malfoy. Knut es un OC. ¿Adivináis quién es su padre?

Hasta la próxima

Chapter 3: Amor de hermanos

Notes:

El Potterverso es de Rowling

(See the end of the chapter for more notes.)

Chapter Text

Bill estaba terminando de ponerse su túnica de gala.

— ¿Crees que Fleur saldrá corriendo? — preguntó dudoso.

Charlie se rio.

— Si ha decidido ir a vivir a Inglaterra cuando regresó Quién-Tú-Sabes, venir a luchar a Hogwarts cuando entraron los mortífagos, ayudar a salir a Harry de Privet Drive… no va a salir corriendo por ver a su futuro esposo en el altar.

Bill sonrió más tranquilo.

— Tienes razón. ¿Recuerdas lo idiota que fui cuando la conocí?

— Pues claro. "Hermanito, ¿sabes quién ha empezado a trabajar hoy en Gringotts?". — Charlie imitó la voz de Bill. — "La rubia francesa del Torneo de los Tres Magos. Es una niña rica, mimada".

Charlie se puso al lado de su hermano para terminar de alistarse también.

— Fui un poco prejuicioso… — admitió Bill. — La gente rica y superficial nunca me gustaron.

— ¡Y Fleur te calló la boca salvándote de un dragón cuando bajasteis a las bóvedas! — se mofó Charlie.

— Pero rectifiqué mi error. Y me disculpé, invitándola al Callejón Diagon. Y Fleur me pidió ayuda con su inglés, porque le costaba la escritura.

— Y en esas clases… ¡caíste rendido en brazos de la francesa! — Charlie habló con voz melosa y le golpeó en el hombro. — Todavía recuerdo cuando abriste la puerta de sopetón y exclamaste "hermanito, estoy enamorado". — Charlie abrió sus enormes brazos como si abrazara a alguien.

— ¡Cállate! — la voz enfadada de Bill contradecía su sonrisa.

El menor de los dos hermanos se sentó en su cama.

— Ya no compartiremos habitación juntos… — sonó con voz apagada.

— Llevamos tiempo sin compartir habitación, Charlie… Después de graduarme, me fui a vivir a Egipto y tú fuiste a Rumanía…

— Pero a partir del Mundial de Quidditch del 94, volvimos a dormir en la misma habitación... Incluso en Grimmauld Place dormíamos juntos.

— Sí, yo también echaré de menos nuestras charlas nocturnas.

— Pero, cada día te despertarás con una hermosa rubia al lado… ¡seguro que ya tienes ganas de que llegue la noche de bodas! — Charlie movió las cejas arriba y abajo en tono seductor.

— ¡Imbécil! — blasfemó Bill.

En ese momento, oyeron una explosión abajo y ambos hermanos sacaron la cabeza por la ventana de su habitación.

Vieron a su madre regañar a los gemelos en el jardín de la Madriguera.

Una escena, a la que todos los pelirrojos estaban acostumbrados. Por eso no le dieron más importancia y siguieron con su conversación.

— ¿Por qué crees que los regaña ahora? — preguntó Charlie.

— Imagino que con la sorpresa que me tienen preparada para después de la ceremonia… — respondió Bill.

— Pues mamá no parecía muy contenta…

Ambos hermanos rieron.

— ¿Bajamos a ver cómo ha quedado la carpa?

— Vamos. — Charlie abrazó a Bill. — No puedo creer que vayas a casarte.

— Yo tampoco.

Soltaron enormes carcajadas.

Notes:

Todavía no había escrito sobre estos dos Weasley, tenía que ponerle remedio.

Creo recordar que Bill y Charlie compartían habitación... sino, hagamos como que sí. Creo que ambos deben tener una relación muy estrecha. Se llevan solo dos años y Bill le pidió a Charlie ser su padrino.

Hasta la próxima

Chapter 4: Relaciones fraternales complicadas

Notes:

El Potterverso es de Rowling

(See the end of the chapter for more notes.)

Chapter Text

Penelope abrió la puerta de su habitación para bajar a desayunar, cuando…

Le cayó encima un cubo de agua.

— ¡Frances! ¡Greta! — gritó.

Se oyeron unas risas y dos niñas rubias exactamente iguales bajaron al comedor.

— ¿Ya habéis vuelto a molestar a vuestra hermana? — Penelope oyó como su madre empezó a regañarlas.

La mayor entró en su habitación para secarse y cambiarse.

Oyó un ruido en la ventana.

Dos lechuzas.

Percy y Oliver.

La invitaban a ir todos juntos a comprar los útiles del siguiente curso.

…..

— Si necesitáis algo, estaré en la tienda de pinturas, tu madre me ha pedido que le comprara. — comentó Otto Wood al entrar en el Callejón Diagon con los niños.

— Gracias, papá. — respondió Oliver.

— Gracias, señor Wood. — agradecieron Percy y Penelope.

— ¡Estoy harta de Frances y Greta! Siempre han sido unas pesadas haciendo bromas todo el día, pero desde que no recibieron su carta de Hogwarts, están peor que nunca. — se quejó la niña. — Lo peor de todo es que no puedo defenderme con magia porque el Ministerio se me echaría encima y mi madre me regañaría "porque es injusto usar la magia con tus hermanas que no pueden usarla y defenderse".

— Fred y George también están que no paran con sus bromas… son unos pesados… Ellos siempre hacen bromas, pero parece que cada vez que van creciendo, sus bromas se vuelven más crueles.

— Alex y yo tenemos buena relación, excepto cuando sale el tema de la magia… le duele como le tratan en el mundo mágico, mirándole con lástima por ser squib o ignorándole.

Se creó un silencio tenso alrededor de los jóvenes.

En ese momento, pasaron por delante de la tienda de quidditch.

— ¿Podemos parar un momento? — preguntó Oliver.

Los otros dos no pudieron negarse a los deseos de su amigo con la cara de ilusionado que tenía.

…..

Mientras veían como Oliver probaba la resistencia del casco que quería comprar, Penny le dijo a Percy.

— Voy un momento a la tienda de papelería. Ahora vuelvo.

El pelirrojo vio una tienda de pociones cosméticas.

Se le ocurrió una idea.

….

— Al final me he comprado unos guantes nuevos también. ¿Y Penny? — preguntó Oliver.

— ¡Ya estoy! — gritó la chica corriendo hacia ellos.

…..

— Mi familia y yo siempre hemos estado muy unidos. — comentó Oliver cuando se sentaron en el Caldero Chorreante a tomar unas cervezas de mantequilla. — Estoy muy orgulloso de mi madre y mi hermano, aunque no sean magos. Si no vamos tan a menudo al mundo mágico es porque ellos no quieren… Mi problema es con la gente que piensa que solo me importa el quidditch. Y eso no es así… vosotros sois mis mejores amigos… Penny tiene vértigo y Percy apesta en deportes.

Risas.

— Nosotros sabemos que no es así, Oliver. — le consolaron.

…..

Esa misma noche…

"Si os seguís metiendo con Penelope, me las pagaréis" escribió una pluma en la cama de las gemelas.

— ¡AAAAAAAAAHHHHHHHHHH! ¡UN FANTASMA!

….

— ¡AAAAAAAAAHHHHHHHHHHH! — gritaron Fred y George con la cara llena de granos durante la cena.

Notes:

Como con solo mencionar el elemento bastaba, decidí escribir sobre este trío que no sé qué nombre ponerle. ¿Alguien tiene una idea de cómo podríamos llamarlos?

Vemos un poco la situación familiar de cada uno... y a Penny y Percy tomar una pequeña venganza con sus hermanos menores. Oliver no lo necesita. Él tiene una buena relación con Alexander, lo que pasa con Alexander es que odia el mundo mágico y a los magos porque lo desprecian por ser squib. Esta familia tiene su capítulo correspondiente en mi fic Drabblectober 2022, que encontraréis en mi perfil.

Normalmente estoy en contra de las bromas pesadas... pero si ya has probado varias veces a decirle por las buenas a una persona, que algo que hace te molesta y no te hace caso, solo queda hacerlo por las malas.

Frances y Greta son las hermanas pequeñas de Penny. Tienen la edad de Fred y George y son sus homónimas muggles y rubias. Si fueran brujas, irían a su mismo curso.

¿Opiniones?

Hasta la próxima

Chapter 5: ¡Bienvenido, Justin!

Notes:

(See the end of the chapter for notes.)

Chapter Text

Después de varios días de observación, Madame Pomfrey dio el alta a los despetrificados.

— ¿Vamos, Justin? — le susurró Hannah Abbott.

El niño asintió.

Le parecía raro caminar por los pasillos de Hogwarts después de haber sido petrificado… le parecía como si hubiera pasado un día desde que vio a ese monstruo... ¡y fue hace meses!

Había estado muy cerca de la muerte… ¡se salvó de milagro!

Caminó hacia su Sala Común… tenía ganas de tumbarse en su cama, donde estaban sus cosas... No para dormir… aunque estar petrificado no era como dormir… él podía ver y oír todo lo que los demás decían… solo… no podía responderles…

Casi se emocionó cuando oyó a Hannah golpear los barriles para entrar… Pensaba que no volvería a oírlo…

— ¡Bienvenido, Justin! — la sala común de Hufflepuff estaba toda decorada con una gran pancarta con esas palabras…

Justin sonrió de oreja a oreja.

No se esperaba ese recibimiento…

— ¡Justin! — Susan y Ernie corrió a abrazarle.

Justin correspondió algo avergonzado.

— ¡Ven, Justin! ¡Qué bien, que vuelvas a estar con nosotros! — Cedric le dio un pequeño abrazo. — Te echamos de menos. La sala común no era lo mismo sin ti.

El nacido de muggles estaba sorprendido. Cedric Diggory, uno de los mejores jugadores de la historia de Hufflepuff, le daba un abrazo, le decía que le había echado de menos y que la sala común no era lo mismo sin él.

¿Cuándo Diggory se había dado cuenta de que existía?

Justin se sintió importante…

Después de recibir varios regalos como ranas de chocolate, ratones de azúcar, grageas de todos los sabores, productos de Zonko y de repetir una y otra vez cómo vio al basilisco (exagerando un poco su valentía y dándole un poco de epicidad), Justin preguntó qué había pasado mientras él estuvo petrificado y se sorprendió mucho cuando oyó que Harry Potter había derrotado al basilisco y que el Profesor Lockhart era un farsante…

Tendría que disculparse con él, en el Club de Duelo lo acusó de ser el heredero de Slytherin y… aunque pasaron meses de ese momento, a él le parecía que solo habían pasado días…

….

Cuando los alumnos de diferentes cursos se fueron a sus habitaciones… Justin oyó a los mayores susurrar, incluido a Diggory, algo relacionado a… ¿whiskey de fuego? No le dio importancia. Ya preguntaría a sus amigos qué era. Desventaja de ser hijo de muggles…

— ¿Dónde está Ernie? — preguntó Susan.

— ¡Aquí estoy! — el sangre pura entró a la sala común con una cesta. — ¡Tenemos que celebrar por todo lo alto la vuelta de Justin!

Los cuatro niños corrieron a la habitación de los chicos a comer toda la comida y dulces… que les habían preparado los elfos.

…..

— No esperaba volver a verle tan pronto, señor Finch-Fletcher… ni veinticuatro horas han pasado desde que le di el alta… Y ustedes también han sido muy irresponsables, señor MacMillan y señoritas Bones y Abbott. ¡Una indigestión! ¡Espero que hayan aprendido la lección la próxima vez que quieran hacer banquetes a escondidas!

Notes:

No esperaba volver a escribir sobre este grupo de amigos tan pronto... pero como me tocó la sala de Hufflepuff... se me ocurrió esto. Además, todavía no había escrito nada de Justin...

Cedric era muy buena persona, pero seguro que también cometía sus travesuras... igual que Ernie, Hannah, Justin y Susan que ingresaron en la enfermería por una indigestión.

¿Opiniones?

Hasta la próxima

Chapter 6: Sueños frustrados

Notes:

(See the end of the chapter for notes.)

Chapter Text

Myrtle sintió un gran alivio cuando vino el señor de la barba blanca, que parecía Santa Claus vestido con ropa extravagante, a contarle que ella y sus hermanos eran brujos…

Por fin, tenía una explicación por las cosas raras que Amelia, Henry y ella podían hacer…

Sus padres estaban algo inseguros con mandarla a ese colegio desconocido. Pero al empezar la guerra, accedieron. Ahí, su primogénita estaría a salvo.

….

Myrtle quedó maravillada cuando vio toda la comida que había en el Gran Banquete; pero se entristeció al pensar en su familia, viviendo una guerra y pasando hambre.

…..

Pero no todo era maravilloso... Olive Hornby empezó a burlarse de ella por sus gafas...

Sin embargo, Myrtle no decayó. Le demostraría a Hornby que la "Cuatro Ojos Warren" podía hacer grandes cosas.

…..

Myrtle corría hacia las cocinas.

Cada día enviaba una cesta de comida a su familia.

— Aquí tiene la cesta de hoy, señorita Warren… — le entregaron los elfos.

— Gracias, sois muy amables. — contestó.

Los elfos se sonrojaron. Pocas personas les agradecían su trabajo.

Entonces, corrió hacia la lechucería.

— ¡Mirad! ¡Una lechuza de Myrtle! — gritaron Amelia y Henry.

La señora Warren abrió las puertas de su casa e invitó a todos los vecinos a comer.

— ¡Hurra por Myrtle! ¡Qué nunca se olvida de nosotros cuando está en el internado! — su padre levantó su vaso de zumo de calabaza.

— ¡Hurra! — brindaron todos.

….

Cuando entró en la adolescencia, le salieron muchos granos en la cara…

"Cara de Granos" empezó a llamarla Hornby.

...

Era el inicio de las vacaciones de verano…

Sonó la sirena alertando de bombas… y los Warren corrieron al refugio…

Myrtle deseó volver a Hogwarts cuanto antes… deseó que una bomba no matara a sus hermanos antes de que recibieran su primera carta... ojalá también pudiera llevarse a sus padres y alejarlos de la guerra...

….

El único sitio donde Hornby no podía molestarla era en la biblioteca. Myrtle se pasaba ahí todo el día.

Leía libros sobre magia y creación de hechizos que escribía en una libreta... Quería crear hechizos nuevos...

Ya que había nacido con el don de la magia… Myrtle querría convertirse en una bruja que ayudara a los demás…

¡Y publicaría un libro de hechizos creados por ella!

Sin embargo, se sentía muy sola…

Ojalá fuera el año que viene y Amelia estuviera con ella…

Salió de la biblioteca. Pronto sería la hora de la cena…

— ¿0tra vez has ido a la biblioteca? Siempre rodeada de libros... normal que tengas gafas de culo… ¿Estás buscando un hechizo que quite la miopía o los granos o vuelva tu ropa bonita?

— ¡DÉJAME EN PAZ DE UNA VEZ, HORNBY!

Corrió a encerrarse en un cubículo del baño del segundo piso…

Se quitó las gafas para secarse las lágrimas…

Entonces, oyó un chico hablar en un idioma desconocido…

— ¡¿Qué haces aquí?! ¡Este es el baño de las chicas! ¡Vete de aquí!

Abrió la puerta del cubículo de golpe y vio unos ojos amarillos mirándola fijamente.

Myrtle cayó al suelo.

Muerta.

Notes:

Tenía la imagen mental de Myrtle mandando una lechuza de comida a su familia mientras ella estaba en Hogwarts... por las edades que tenía de nacimiento, entrada a Hogwarts y fallecimiento, estuvo presente durante la Segunda Guerra Mundial.

Amelia y Henry, los hermanos menores de Myrtle (y OC), fueron a Ravenclaw y tuvieron hijos magos: Amelia le puso Myrtle a su hija y Myrtle reconoció que su hermano tenía un hijo cuando oyó a un niño apellidado Warren corriendo por los pasillos.

No sé si he hecho muy "malvada" a Olive Hornby, pero si llegó a meterse con una persona constantemente hasta el punto de hacerla salir corriendo llorando... pues, lo siento, pero Olive no me cae muy bien...

Espero que os haya gustado

Hasta la próxima

Chapter 7: La verdadera amistad

Notes:

(See the end of the chapter for notes.)

Chapter Text

Los alumnos iban bajando las escaleras una vez terminadas las clases.

— Wood — le llamó Daniel Dexter, un compañero de su curso.

Oliver se giró. Quería reunirse con Percy, quien estaba en la biblioteca, para ir juntos al Gran Comedor. Su mejor amigo había ido a hacer el ensayo de la poción matalobos que les mando Snape esa misma mañana. Percy siempre quería hacer los deberes al momento, él siempre se esperaba hasta el día antes de la entrega… para Oliver, nada era más importante que el quidditch, ni siquiera los estudios.

— Siempre me he preguntado por qué te juntas con Weasley. — empezó a comentar Dexter. — Sí, es el prefecto de nuestro curso, pero es muy estirado y obsesionado con las normas y el orden... Parece una abuela de cincuenta años… Te divertirías más yendo con nosotros, tus otros compañeros de curso.

Wood iba a responder, cuando vio que Percy estaba en una esquina y sin decir nada se fue. Seguramente, había pensado en ir a esperarle debajo de las escaleras de la sala común para ir juntos al Gran Comedor.

Finalmente, el capitán del equipo de quidditch se giró a Dexter y le respondió:

— Un amigo es alguien que está contigo en las buenas y en las malas. Percy estuvo conmigo desde mi primer día en Hogwarts. No como tú, que solo quieres ser mi amigo porque ahora soy el capitán del equipo de quidditch. Y si vuelves a hablar mal de Percy, te meteré un puñetazo y me da igual el castigo de McGonagall.

Oliver corrió en dirección a donde fue Percy. Imaginaba donde estaría.

…..

Percy estaba en la Torre de Astronomía mirando de las estrellas. Cuando estaba triste o solo, le gustaba ir a ese sitio. Era muy relajante.

— Percy, sabía que estarías aquí. — entró Oliver y se sentó delante de él.

— Dexter tiene razón... Deberías ir con ellos… Te divertirías más…

— Percy, sabes tan bien como yo que en nuestros primeros años en Hogwarts solo éramos tú y yo. Tú eras el friki del orden y yo el friki del quidditch. Los demás solo empezaron a juntarse conmigo cuando gané popularidad en el equipo y tu hermano me recomendó como nuevo capitán. Pero Penny y tú estuvisteis cuando nadie creía en mí. Sé de quién puedo fiarme y de quién no. Mi hermano, tú, Penny y todos mis compañeros de quidditch a lo largo de los años. No los que me ignoraron y ahora quieren ser mis amigos para ganar popularidad.

El Weasley sonrió, agradeciendo las palabras de su amigo.

— A mí siempre me ha gustado que las cosas estén ordenadas… Cada objeto tiene su lugar y en cada lugar cabe un objeto. Y las normas están para garantizar nuestra seguridad… Para evitar que nos pongamos en peligro… incumplirlas no es de admirar por desafiar la autoridad, es de ser inconsciente…

— Ya sabes que yo nunca he criticado tu forma de ser… Creo que un Percy más rebelde ya no serías tú.

El prefecto sonrió.

— ¡Basta de estar triste! ¡Vamos a cenar! — le animó Oliver.

— No tengo hambre, Olly.

— No puedes ir a dormir sin, al menos, beber un vaso de leche. Si no quieres ir al Gran Comedor, podemos ir a las cocinas. Seguro que los elfos nos montan un pequeño festín.

Percy sonrió más contento con esa idea.

Ambos se levantaron y bajaron a cenar.

Notes:

Un verdadero amigo no necesariamente tiene que compartir tus mismas aficiones, solo estar ahí cuando se le necesita. Mis amigas y yo somos muy diferentes, tanto en carácter como en gustos... pero sé que siempre puedo contar con ellas para lo que sea y ellas conmigo.

Una vez leí una frase "puede que haya personas que les gusta estar solas, pero no hay nadie que pueda soportar la soledad". Y creo que es una frase muy cierta. A uno le gusta estar solo si es una soledad elegida, pero aunque pase tiempo solo, sabe que hay gente que se preocupa por él; pero una soledad impuesta porque los demás te rechazan es muy dolorosa. También me pasó.

A Percy siempre se le ha visto solo... Bill y Charlie son mucho más mayores que él, Ron y Ginny demasiado pequeños. Los más cercanos en edad son Fred y George pero son polos opuestos. Así que siempre está solo. Incluso no se le ha visto hablar con la prefecta de Gryffindor de su mismo curso, lo cual me hace pensar que Percy no era muy popular por mucho que fuera prefecto o premio anual, un adolescente creo que no le llamará mucho la atención los gustos del orden de Percy. Solo se relacionó con su novia. Oliver, al menos, se le veía relacionarse con sus compañeros de quidditch.

En la adolescencia, todo el mundo quiere su grupo de amigos y encajar... y los que te dicen que no es porque les han rechazado y prefieren formar una coraza a su alrededor para no sufrir... Imagino que ese fue el caso de Percy.

Después de esta nota de autora tan emotiva, me despido. No sin antes pediros que comentéis vuestra opinión sobre el drabble.

Hasta la próxima

Chapter 8: Reflejo

Notes:

(See the end of the chapter for notes.)

Chapter Text

Abre la puerta de la cocina.

— Eileen, — le da un beso en la mejilla. — Ya estoy en casa. — Se sienta en la silla de enfrente.

Coge el vaso y bebe un sorbo.

Lo escupe.

— ¿Qué coño es esta mierda? — susurra. — ¡¿QUÉ ES ESTA MIERDA, EILEEN?! — grita y tira la mesa al suelo.

La agarra del pescuezo y la tira al suelo. La pone encima del plato tirado al suelo para que coma lo que queda de su contenido.

Después, la suelta y le propina patadas en el abdomen.

— ¡IDIOTA! ¡INÚTIL! ¡NO SIRVES PARA NADA!

— ¡SEVERUS! ¿QUÉ HACES?

La mujer ve atónita el desorden que ha montado su hijo en la cocina con la mesa, las sillas, la vajilla y la cocina de juguetes desparramados por la estancia.

Severus interrumpe su juego. Su madre le mira de forma asustada y con un matiz de tristeza en los ojos; él no entiende el por qué. Agarra a su muñeca de trapo del suelo, llamada Eileen, en honor a su madre, quien se la hizo, y la estrecha en el pecho.

— Juego a papás y a mamás… — susurró.

Eileen está a punto de decirle qué esa no es la manera de jugar a papás y a mamás, que no está bien jugar con tanta violencia, que así no se trata a los juguetes y que los recoja para que ella pueda hacer la cena antes de que su padre llegue y no se enfade por si la cena no está lista cuando regrese del trabajo o de la taberna.

Pero antes de que pueda abrir la boca, oye el cerrojo de la puerta abrirse.

— Eileen, ya estoy en casa.

Notes:

Recomiendo leer este fic dos veces, una para sorprenderte con el plot twist y la otra para tener una imagen correcta de los personajes.

Este fic me inspiré en un anuncio de la violencia de género que nos pusieron en la facultad. Aunque ahí jugaba una niña y no un niño.

Los niños aprenden viendo la espalda de sus padres... aquí Severus era demasiado pequeño para darse cuenta de que lo que hacía estaba mal.

También lo imagino siendo un niño tranquilo, prefiriendo jugar con muñecas o juegos más tranquilos a una pelota.

Esta escena hacía tiempo que la tenía pensada, pero la consideraba muy corta para escribirla en un fanfic independiente, así que la puse en esta recopilación de drabbles sin tener una temática en común.

Hasta la próxima

Chapter 9: Padre, no quiero cambiar mi apellido

Notes:

(See the end of the chapter for notes.)

Chapter Text

Walburga había estado meditándolo durante mucho tiempo.

Suspiró.

Finalmente, había decidido hablar con su padre. Solo él podía hacer lo que ella anhelaba.

Llamó a la puerta de su despacho.

— Adelante. — contestó Pollux.

Walburga entró. Vio que su padre estaba mirando unos documentos, que dejó a un lado para atender a su hija; le indicó que se sentara frente a él.

Cuando la adolescente se sentó, le comunicó.

— Padre, ¿he recibido alguna propuesta matrimonial? — preguntó.

— No, y eso que eres una excelente candidata. Y no lo digo porque seas mi hija. — ambos sonrieron. — Tu linaje sangre pura es impecable, un apellido de los Sagrados 28 y de una de las familias más influyentes del mundo mágico, tienes una gran dote, perteneces a familias que tuvieron muchos hijos, lo cual hace que tengas más oportunidades de ser una mujer fértil, eres hija y hermana de un futuro cabeza de familia… lo único que impide que tengas propuestas matrimoniales es tu fuerte carácter; espanta a los hombres…

— De eso quería hablarle, Padre. No quiero cambiar mi apellido. Estoy orgullosa de ser una Black… no quiero jurar lealtad a la familia del que será mi esposo… mi lealtad está con la familia Black…

— Walburga, tú misión en este mundo es casarte en un matrimonio ventajoso para la familia y darle a tu esposo el máximo número de hijos posible, preferentemente varones, para transmitir el apellido. — suspiró su padre. — Tu madre lleva preparándote desde tu nacimiento para que cumplas con esa obligación.

— Lo sé… pero ¿no hay una manera de evitarlo? — preguntó con los ojos esperanzados.

— La única manera de que sigas manteniendo el apellido Black y cumplir con tus obligaciones es casarte con tu primo Orion. Así, tu apellido de casada será Black y será como si no lo cambiaras.

— Prefiero casarme con mi primo antes que cambiar mi apellido.

— Sin embargo, ahora ya ha caído en desuso los matrimonios entre miembros de una misma familia… salvo que sea por una causa justificada…

— Si no puedo conservar mi apellido al casarme, prefiero ser una solterona.

— Puedo ofrecerle a Arcturus que Orion se convierta en mi heredero por encima de tus hermanos, Alphard y Cygnus… podría incluir Grimmauld Place en tu dote y sería vuestra residencia familiar…

— Lo siento por Cygnus, pero Alphard es un asilvestrado. — masculló Walburga. — No sería un buen líder para la familia.

— Walburga, no insultes a Alphard. Tu madre y yo hacemos todo lo que podemos para que no sea tan díscolo. Déjame hablar con Arcturus, a ver qué opina.

Walburga asintió y sonrió.

— Gracias, Padre.

Si en la familia Black permitieran los abrazos, Walburga habría abrazado a su padre; pero se levantó, hizo una reverencia y salió del despacho.

…..

— Ama Walburga, el amo Pollux quiere que vaya a su despacho. — Kreacher se apareció en la habitación de la joven ama.

— Dile que enseguida voy.

…..

— Siéntate, Walburga. — le ordenó Pollux cuando ella entró.

La chica obedeció.

— He hablado con tu tío Arcturus. Ha aceptado mi propuesta. Te casarás con Orion.

Notes:

Aquí todo el mundo da su opinión excepto Orion, el otro afectado. Pero tampoco le fue tan mal. Se convirtió en el líder de la familia Black y heredó Grimmauld Place.

Intuyo que Grimmauld Place debía pertenecer a los padres de Walburga, al menos era lo que siempre gritaba su cuadro en el quinto libro.

JKR dijo que los Black se casaban entre ellos, pero el único matrimonio Black entre familiares que vimos en el árbol genealógico es el de Orion y Walburga. Así que o la autora se contradijo o ese matrimonio entre familiares se llevaba a cabo en unos siglos anteriores a la creación del árbol genealógico que vimos.

Contadme vuestras opiniones de Walburga y Pollux.

Hasta la próxima

Chapter 10: Su primera bisnieta

Notes:

(See the end of the chapter for notes.)

Chapter Text

Andromeda estaba sentada en la sala de espera de San Mungo junto a la familia Weasley y los Potter.

Teddy, o Ted, como quería que lo llamaban a hora por ser un adulto, aunque para ella su nieto siempre sería Teddy, estaba en la sala de partos con Victoire.

Estaba a punto de convertirse en bisabuela…

Pensó que, si esa maldita guerra nunca hubiera existido, ella habría estado esperando el nacimiento de Teddy con Ted a su lado y su Nymphadora habría dado a luz en esa sala de partos y con un sanador, no en su casa con ella como partera.

Pero su Ted había muerto antes del nacimiento de Teddy y Nymphadora y Remus en la Batalla de Hogwarts.

Debía alegrarse de que su bisnieto o bisnieta, Teddy y Victoire no quisieron saber el sexo del bebé, iba a nacer. Iba a convertirse en bisabuela. Algo que jamás imaginaría. Bueno, había sido madre y abuela joven. Por lo que no era de extrañar que pudiera conocer a sus bisnietos. No todo el mundo podía decir lo mismo.

Los minutos pasaban y con ello, las horas.

Andromeda se fijó en que los Weasley también estaban nerviosos…

Si ella estaba preocupada por Victoire, quien era la mujer de su nieto, no quería ni pensar en cómo debían sentirse William y Fleur al ser sus padres o Arthur y Molly, sus abuelos. Arthur y Molly… les tenía mucho cariño por haberla incluido y tratado como una más de la familia (que lo eran), pero también les tenía envidia… ver a Molly con Arthur le recordaba que Ted ya no estaba… Lo que podrían ser y no eran… haber sido abuelos de Teddy juntos… y que su hija hubiera vivido para poder tener más hijos… ¡Pero no! ¡Ted fue asesinado en un oscuro bosque por esos malditos carroñeros!

De pronto, se abrió la puerta de la sala de espera.

Apareció Teddy.

Todos se levantaron.

— El parto ha ido bien. — anunció. — Ha sido largo porque era el primero. Pero eso es normal ha dicho la sanadora. Tanto Victoire como nuestra hija están bien.

— ¡Es una niña! — exclamó Lily Luna.

Los abuelos, los bisabuelos y los padrinos de Teddy solo sonrieron. A ellos no les importaba el sexo del bebé. Sólo que estuviera bien.

— Es metamorfomaga como yo. Hemos decidido llamarla Amelie Andromeda. Amelie es un nombre que le gusta a Victoire y es un tributo a sus orígenes franceses. — Fleur sonrió. — Y Andromeda en honor a la abuela.

Teddy miró a su abuela. Sabía que ella esperaría que llamaran a la niña Nymphadora. Pero todavía no se sentía preparado para ello.

Andromeda recordó la incomodidad de su nieto el día que empezó a preguntar por el supuesto nombre si el bebé resultaba ser niña.

Sonrió.

— Amelie Andromeda es un nombre hermoso. Igual que los de sus padres.

Su nieto le devolvió la sonrisa.

Notes:

480 palabras

Este drabble podría considerarse una segunda parte del capítulo Amelie Andromeda de mi recopilación De la A a la Z: el auror Lupin.

Me encanta escribir sobre Andromeda y que ilusión entregar un nuevo capítulo de esta recopilación.

¿Opiniones?

Hasta la próxima

Chapter 11: Cedric Diggory, nuestro campeón

Notes:

(See the end of the chapter for notes.)

Chapter Text

Los Hufflepuff llegaron a su sala común y una vez la puerta se cerró, todos estallaron en vítores y aplausos.

— ¡CEDRIC! ¡CEDRIC! ¡CEDRIC!

— ¡DIGGORY! ¡DIGGORY! ¡DIGGORY!

— ¡VIVA NUESTRO CAMPEÓN! ¡VIVA NUESTRO CAMPEÓN!

— ¡VIVA CEDRIC DIGGORY! ¡VIVA CEDRIC DIGGORY!

Todo el mundo chillaba en círculos alrededor del buscador de su casa, ahora Campeón de Hogwarts del Torneo de los Tres Magos, título que compartía con Harry Potter, de la casa Gryffindor.

Los compañeros de quidditch de Cedric lo subieron arriba de sus hombros y lo pasearon a coro por su sala común gritando alabanzas a Cedric. El resto de estudiantes los seguían como si fuera una rúa.

Cuando se cansaron y bajaron a Cedric, todos estaban cansados y sudados. Ya no había fuerzas para alabar a su campeón.

— Voy a por cervezas de mantequilla. — susurró un chico de sexto.

— Los de primero, segundo y tercer año a la cama. — dijeron los prefectos.

— No… — protestaron los chiquillos.

— Sí, que mañana hay clase. — los prefectos reafirmaron su posición.

Los más jóvenes, muy cabreados, se fueron a sus dormitorios. Ellos querían seguir con la fiesta.

Los de quinto y cuarto se reunieron a una habitación y los de sexto y séptimo en otra. Ambos grupos sabían lo que haría el otro grupo, beber; había un acuerdo mutuo de no delatar al otro grupo.

…..

Una vez en las habitaciones de séptimo, los chicos se sentaron y abrieron las botellas de cerveza de mantequilla.

— Otra vez Potter en medio dando por culo. — exhaló un cazador al sentarse. — No puede dejar tener un poco de protagonismo a los demás, también.

— Siempre tiene que ser todo Gryffindor o Slytherin, los demás siempre nos quedamos en las migas. La Profesora Sprout debería hacer algo, es nuestra jefa de casa. Debería protestar para que echen a Potter, ni siquiera tiene la edad mínima para participar. — masculló otra.

— Ya sería la hostia que él ganara la Copa. Prefiero que se lo lleve Krum o Delacour, antes que él. Sino otra vez tendremos que aguantar a los Gryffindor dándose aires de grandeza.

— Todos los miembros de esa casa tienen un ego enorme… no se salva ni uno. ¡Ni uno desde la fundación del Colegio y Godric Gryffindor! — blasfemó otra chica.

— Lo que me pregunto es cómo se lo habrá hecho Potter para poder meter su nombre en Cáliz y pasar la barrera de edad. Los gemelos Weasley no pudieron.

— Basta, chicos. — pidió Cedric. — Cuando vean, que es una estupidez que un mago tan joven participe, lo echarán. O quizá no, por ser el Elegido. Lo que sí sé es que yo haré todo lo que pueda para ganar el Torneo y hacer que nuestra casa gane el prestigio que merece.

Notes:

Imagino que los Hufflepuff estarían cabreadísimos con Harry por quitarle protagonismo a Cedric en el Torneo de los Tres Magos.

Aquí un poco de lo que pienso que hicieron al llegar a su sala común, sin profesores de por medio, despotricaron todo lo que quisieron.

Es la primera vez que escribo de Cedric, me ha gustado.

Chapter 12: Un octavo año para cumplir un sueño

Notes:

(See the end of the chapter for notes.)

Chapter Text

— ¿Qué ocurre, hijo? — preguntó su padre preocupado.

— Ningún equipo de quidditch ha querido contactar conmigo para contratarme… — respondió Marcus abatido. — Me hubiera hecho ilusión poder dedicarme al quidditch profesional. Tampoco tengo las notas necesarias para ser sanador. La cual era mi otra opción.

— Quizás haya una solución… — respondió su padre. —Vuelve a hacer los ÉXTASIS para aumentar tu nota y poder entrar en la Academia de Sanación.

— ¿Se puede hacer eso? — preguntó Marcus sorprendido.

— Claro.

— Tendrías que volver a repetir un curso. Ir con nuevos compañeros y tener la sensación de volver a hacer todo lo que has hecho. Pero si quieres ser sanador, no debería pararte nada. — le animó su madre.

Marcus se giró hacia ella.

Ver su cara con las cicatrices de la viruela de dragón le recordaba a la discriminación que le hacía el mundo mágico. Se la quedaban mirando por la calle, se separaban de su lado como si tuviera una enfermedad contagiosa, no la dejaban entrar en los establecimientos o la echaban, no querían venderle sus productos…

Su madre, quien fue la mejor estudiante de su promoción, ojalá él hubiera heredado su inteligencia, no pudo seguir trabajando en el mundo mágico porque nadie aceptaba trabajar con un superviviente de la viruela de dragón.

Y ellos eran sangre pura, no sabían que hacer en el mundo muggle, nunca estuvieron ahí.

— Tendrías que enviar una carta a Dumbledore, pidiéndole que te aceptara de nuevo como estudiante… ahora que te has graduado, ya no recibirás tu carta de Hogwarts.

— ¿Lo aceptará?

— Si no lo hace, puedes mandarle una carta a tu jefe de casa para que apele por ti.

Marcus subió a su habitación a escribirle la carta al director.

Era un poco extraño. No confiaba mucho en Dumbledore. Era un favoritista, en favor a Gryffindor.

Aun así, se sinceró.

Le habló del diagnóstico de viruela de dragón de su madre, que su padre se quedó a cuidarla y él vivió muchos meses en casa de los abuelos y la discriminación sufrida en el mundo mágico tras recuperarse. Habló de su deseo de ser sanador y especializarse en enfermedades mágicas, como la viruela de dragón, pero no alcanzo los ÉXTASIS suficientes.

Semanas después, recibió una carta.

Estimado señor Flint:

Hogwarts estará encantado de recibirle de nuevo en el siguiente año para que pueda cursar de nuevo sus ÉXTASIS y alcanzar su sueño de ser sanador.

Si algo caracteriza a las personas de su casa, es su ambición y determinación; la suya se ha visto cuando decidió no rendirse pese a los resultados académicos no esperados que obtuvo este verano. Sin embargo, está decidido a volver a intentarlo.

Su jefe de casa, el Profesor Severus Snape, se pondrá en contacto con usted sobre el material escolar que deberá llevar el próximo curso.

Atentamente

Albus Percival Wulfric Brian Dumbledore

PD: Mi mejor amigo también tuvo la viruela de dragón de pequeño. Así que, entiendo lo que se siente al ver un ser querido discriminado por haber sufrido esa enfermedad.

Notes:

499 palabras

Un poquito más de mi headcanon acerca de Marcus Flint.

Quería escribir sobre una familia Slytherin bien avenida, sin ser de la élite sangre pura o del círculo de Voldemort; que parece que los únicos Slytherin de origen humilde tengan que ser Tom Riddle y Severus Snape.

Imagino que la rivalidad Gyffindor-Slytherin también influenciará en la confianza que los alumnos de Slytherin le tengan al director Albus Dumbledore.

¿Opiniones?

Hasta la próxima

Chapter 13: ¿Dónde sitúo mi sala común?

Notes:

(See the end of the chapter for notes.)

Chapter Text

Helga caminaba por los pasadizos de Hogwarts para elegir donde pondría su sala común.

En su diseño del colegio, los cuatro magos habían decidido que cada casa tendría una estancia donde los discípulos pudieran interaccionar entre ellos. Allí, también habría una chimenea y las escaleras que dirigirían a los dormitorios de los varones y las doncellas. También decidieron poner un hechizo en las escaleras que conducían a la habitación de las damas, para evitar que fueran deshonradas.

Salazar Slytherin eligió la sala ubicada debajo del lago. En la época que vivió en el pantano se acostumbró a vivir en lugares lóbregos y oscuros y ahora no le gustaban los lugares con mucha luz. Imagino que ocurriría lo mismo con sus alumnos.

Rowena Ravenclaw eligió la torre más alta. Decía que ese paisaje era ideal para leer un buen libro. Su amiga siempre leía libros al lado de la ventana, aprovechando toda su luz solar. Imaginaba que sus discípulos también querrían.

Godric Gryffindor eligió una torre no tan alta como la de Rowena. Pero estaba muy bien ubicada por si sus estudiantes, con la valentía que les caracterizaría, tendrían que defender su escuela de algún intruso.

¡Pardiez!

La única que faltaba era ella.

Helga pensaba que esa decisión era muy importante… afectaría a todos sus discípulos en los años que durara la escuela. Todavía no sabía si serían muchos o pocos.

Tenía hambre y entró a las cocinas.

— ¡Bienvenida, lady Helga! — chillaron los elfos felices de ver a su salvadora.

— Buenos días, ¿podríais prepararme algún tentempié?

— Como deseéis, lady Helga.

Los elfos se pusieron a trabajar, mientras Helga se sentaba en una silla.

Sonrió al ver a las pequeñas criaturas tan trabajadoras desempeñar sus menesteres. Esa cualidad era algo que ella valoraba mucho. La perseverancia y la constancia era lo que haría a un mago o bruja llegar lejos.

Ella misma no fue habilidosa en magia en su niñez. Si consiguió llegar lejos fue gracias a no rendirse más y trabajar duro practicando la magia una y otra vez…

Pero no se podía trabajar con el estómago vacío pensó mientras los elfos depositaban un plato delante de ella.

— ¡Diantres! ¿Por qué no lo pensé antes? Pondré mi sala al lado de las cocinas. Así los alumnos estarán bien alimentados y no flaquearán en la constancia de su trabajo.

Cuando terminó su plato, fue a comunicar su decisión a sus tres compañeros.

Notes:

400 palabras

¡Qué emoción! ¡Es la primera vez que escribo sobre una fundadora!

Espero que os haya gustado. No estoy acostumbrada a escribir sobre personajes de la edad media.

Hasta la próxima

Chapter 14: Ayudar a un amigo

Notes:

(See the end of the chapter for notes.)

Chapter Text

Pronto llegarían las vacaciones de verano y todos los estudiantes tendrían que volver a casa.

Sin excepción.

Severus deseaba que el tiempo parara y retrocediera para poder quedarse en Hogwarts. No quería tener que ver a su padre… ni tener que lidiar con su maltrato.

De repente, sintió que le faltaba el aire… se llevó una mano al pecho, sus latidos se aceleraron y empezó a no poder respirar.

— ¡Severus! ¡Qué te pasa! — Regulus se acercó preocupado.

— Déjalo. ¿No ves que tiene un ataque de pánico? Necesita espacio para respirar. — le dijo Lucius.

— Severus… — Sebastien intentó acercarse, pero Severus le dio una patada para alejarlo.

— El año pasado pasó lo mismo… — explicó Evan.

Narcissa se acercó, se acuclilló delante de Severus y empezó a masajearle las palmas de las manos y a hablarle de forma suave.

— Severus… escúchame ¿sí? Inspira. Espira. Inspira. Espira.

Severus miró a Narcissa y obedeció.

Cuando su respiración volvió a la normalidad, esperaron unos minutos por si tenía una recaída.

— ¿Ha sido por el muggle? — preguntó

Severus no respondió, pero apretó los puños; esa acción confirmó lo que pensaba Cissy.

….

— ¡Tenemos que ayudar a Severus! — exclamó Regulus.

— Severus rehúye el contacto masculino, porque está así por culpa del muggle… un hombre. En cambio, en momentos vulnerables, sólo quiere compañía femenina porque los únicos que lo tratan bien son mujeres, como la sangre sucia o su madre. — explicó Barty. — Pero este año, Black y se gradúa y ya no tendremos esa ayuda.

— ¿Y si probamos con animales? — propuso Evan.

— Pero no sabemos cómo domesticar a nuestras mascotas para que se acerquen a Severus cuando esté vulnerable.

— ¿Y si nos convertimos en animagos? — ideó Regulus.

— ¿Todos?

— No hace falta todos… sólo uno y que los demás le cubran. — contestó Barty.

— ¡NOOOOO! ¡Es correr demasiado riesgo! — sentenció Severus.

— ¿Pero no quieres ayuda en tus ataques?

Severus calló. Habían dado en el clavo.

…..

— Bien. El que saque la pajita más baja será el animago. — explicó Severus extendiendo su puño con un montón de palillos.

Evan, Barty, Sebastien y Regulus cogieron uno.

Regulus tenía el palillo más bajo.

Sería el animago.

A partir de ahí todos se volcaron en la preparación para convertir a Regulus en animago. Cuando llevó la hoja de mandrágora en la boca todo un mes, Sebastien y Barty contestaban a las preguntas de los profesores por él, Severus hizo la poción para animago y Evan acompañaba a Regulus como su guardián y evitar que otras personas le importunaran.

Finalmente, el día llegó.

— Amato Animo Animato Animagus. — pronunció.

De pronto, su cuerpo se encogió, le salieron zarpas y una cola.

Lo habían conseguido.

Era un gato negro.

Sus amigos exclamaron vítores de alegría.

….

En las vacaciones de Navidad, Severus volvió a tener un ataque de pánico.

No quería regresar, pero debía hacerlo.

Su madre estaba enferma.

— Gato… Gato… — gimoteó.

Nadie se percató que Regulus se fue de la sala común y regresó como gato.

Severus lo acarició hasta calmarse.

Notes:

Quería escribir sobre un paralelismo entre los Merodeadores y los Slytherin, que ambos se convirtieran en animagos para ayudar a un amigo. Además, de otro paralelismo entre Sirius y Regulus, ambas caras de una misma moneda, perro y gato.

Esta escena aparece en mi fic Reginald Albertus Bloom: una nueva oportunidad de vivir. Sebastien es un OC de ese fic.

¿Opiniones?

Hasta la próxima

Chapter 15: Vivir mil años

Notes:

(See the end of the chapter for notes.)

Chapter Text

En el despacho del director o directora de Hogwarts estaba el objeto más antiguo de toda Inglaterra.

El Sombrero Seleccionador.

En un principio, era un sombrero andrajoso de Godric Gryffindor, quien le dio conciencia gracias a muchos hechizos de magia ancestral, que llevó a cabo con la ayuda de los demás fundadores.

Su propósito era que el sombrero viera las capacidades de los alumnos para seleccionarlos en las diferentes casas creadas por sus dueños: Gryffindor, Hufflepuff, Slytherin y Ravenclaw.

De ahí también venía su nombre.

Uno podría pensar que no recordaba tantos alumnos y tantas cabezas que pasaban debajo de su cabeza.

Pero se equivocaban.

Él recordaba a cada uno de los alumnos de Hogwarts.

Desde las primeras generaciones: como las hijas de sus señores, hasta la selección llevada a cabo la semana pasada.

Por su cabeza habían pasado tanto magos mediocres como brujas brillantes.

Tanto magos sangre pura, como mestizos o nacidos de muggles.

Había visto nacer apellidos mágicos, como cada vez que debajo de él se posaban magos nacidos de muggles…

También había visto extinguirlos… no necesariamente tenía que ser por la muerte de los magos… podría ser que una familia de magos solo tuviera hijas y estas, al casarse, adoptaban el apellido de su marido. Entonces, sus descendientes tendrían el apellido de su esposo por mucho que la sangre de la mujer corriera por sus venas.

Eso es lo que pasó en el caso de Salazar Slytherin, quien tuvo una hija que se casó con un Peverell. El apellido Slytherin se extinguió, pero su sangre no…

O el apellido Mckinnon, sólo sobrevivieron los hijos de Marlene, quienes llevaban el apellido Black.

O el hijo de Nymphadora Tonks, quien llevaba el apellido Lupin.

Sí, podía reconstruir los árboles genealógicos de todos los estudiantes de Hogwarts.

Puede que nadie lo supiera, pero el Sombrero Seleccionador escuchaba todo lo que se decía en el despacho del director. Así que sí, se enteraba de las muertes de los estudiantes y nacimientos de futuros magos.

Además, que si en cincuenta años, no recibía un mago o bruja con un apellido de anteriores alumnos, era porque estos habían fallecido. Ya fuera por enfermedad o por asesinatos.

Eso era algo que le apenaba.

Él, con más de mil años, vivo… y niños que tenían toda una vida por delante… muertos.

Y él más que nadie veía el talento que habían perdido.

Se metía en la mente de esos niños para ver su potencial.

Pero si algo extrañaba era poder volver a oír las voces de lord Godric, lord Salazar, lady Helga y lady Ravenclaw.

El Sombrero Seleccionador lamentaba ser inmortal por dos razones: no poder reunirse con sus señores y tener que ver a estudiantes morir.

Notes:

Es la primera vez que escribo sobre un objeto. Espero que haya quedado bien.

¿Opiniones?

Hasta la próxima

Chapter 16: Una tarde estupenda

Notes:

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Chapter Text

— Y entonces, el mortífago se acercó lentamente y… ¡mató al sangre sucia! — la institutriz de Draco cerró el cuento.

— ¡BIEEEN! — exclamaron Draco, Vincent, Gregory, Theodore, Daphne y Pansy, quien cayó hacia atrás enseñando sus braguitas blancas.

Se sentó enseguida.

— ¡Cuando sea mayor, yo también me convertiré en morfigato! ¡Como papá! ¡Él dice que los morfigatos luchan por…! — Vincent se detuvo… se había levantado eufórico al empezar a hablar, pero ahora no recordaba el final de la frase. Su padre usaba palabras de adulto, muy complicadas por un niño.

— El Señor Chocolate va a ser el morfigatos más leal del Señor Toboso. — Pansy abrazó a su osito de peluche de color pardo.

— Sí, y yo también. Padre dice que ser morfigatos es algo muy importante. Sólo los mejores en magia, duelo y Artes Oscuras pueden serlo. Padre dice que es todo un honor. Siempre se toca la Marca con orgullo.

— Bien, niños. El cuento ha terminado. — la institutriz, sangre pura y supremacista, se levantó de su asiento. — Es hora de merendar. Id a las cocinas de Malfoy Manor, los elfos ya deben tener lista la merienda.

— ¡SÍÍÍÍÍÍ! — exclamaron los niños. — ¡El último que llegue es un sangre sucia! — gritaron.

Todos salieron corriendo de la habitación empujándose los unos a otros.

Narcissa entró en la habitación.

— Señora, los niños han disfrutado del cuento. Ahora van a merendar.

— Bien. Voy enseguida… hay que tener cuidado… ahora las editoriales ya no aceptan publicar este tipo de cuentos y cuesta mucho conseguirlos, sólo en el Callejón Knockturn y en editoriales clandestinas… tras la caída del Señor Tenebroso, parece que el mundo mágico va cuesta abajo.

— Esperemos que, si el Señor Oscuro regresa, pueda hacer justicia.

Narcissa asintió.

….

Mientras tanto, los niños llegaron corriendo a la cocina.

El último en entrar fue Theodore Nott. Su condición física no era tan buena como la de sus amigos. Él era más un chico de interiores.

— ¡THEODORE ES EL ÚLTIMO! ¡THEODORE ES EL SANGRE SUCIA! — se rieron los otros.

Theodore les miró muy serio. Se había enfadado. ¡Él no era un asqueroso sangre sucia! Los vasos y los platos que habían puesto los elfos en la mesa empezaron a temblar hasta romperse.

— ¡AAAAHHHHH! — los niños se protegieron de la explosión por si algún trozo de cristal o porcelana les lastimaba.

— ¿Qué son estos gritos? — Narcissa entró en la cocina muy enfadada. — ¡DRACO! ¡MI DRACO! ¿ESTÁS BIEN?

Narcissa se lanzó sobre su hijo para ver si tenía alguna herida.

Por suerte, sólo tenía unos rasguños.

— Pansy… — Narcissa se giró hacia su ahijada para comprobar su estaba herida.

Un elfo doméstico apareció para limpiar los desperdicios.

— ¡DOBBY! ¡¿QUÉ ES TODO ESTE DESASTRE?! ¡LOS NIÑOS PODRÍAN HABERSE HECHO MUCHO DAÑO! ¡TODO ESTO ES POR TU CULPA!

Dobby empezó a retorcer sus delgados dedos por el miedo. Empezó a golpearse la cabeza como castigo.

Narcissa se llevó a los niños a otra habitación. Con movimientos de varita, comprobó sus heridas.

— No deberíais burlaros los unos de los otros. Aquí nadie es un sangre sucia. Todos descendéis de prestigiosos linajes sangre pura. Además, el padre de Theodore es uno de los primeros mortífagos del Señor Oscuro y no nos conviene hacerle enfadar… — les regañó Narcissa a los niños.

— ¡Por eso el padre de Theodore es tan mayor! — exclamaron sorprendidos, pero callaron ante la mirada glacial de Narcissa.

— Imagino que la cocina ya estará arreglada. Podéis bajar a merendar y, después, podéis salir a jugar al jardín. — Narcissa se puso en pie.

— ¡SÍÍÍÍÍÍÍÍ!

Los niños volvieron a las cocinas, olvidaron el incidente de magia accidental y la regañina de Narcissa.

Habían escuchado un cuento chulísimo, ahora comerían hermosos dulces y, después, jugarían todos juntos en el jardín.

Sería una tarde estupenda.

Notes:

Podría haber elegido sobre un momento tierno de Draco con sus padres o con Severus, porque en mi headcanon es su padrino. Pero hacía tiempo que se me había ocurrido sobre un mini Draco y sus amigos, en mi headcanon a Blaise lo conocieron en Hogwarts, por eso no está, sobre escuchar el final de un cuento purista donde un mortífago mata a un nacido de muggles y estos lo celebran. Así que, cuando Dani lanzó el desafío, lo aproveché.

Espero que os haya gustado.

Hasta la próxima

Chapter 17: Más falso que Judas

Notes:

(See the end of the chapter for notes.)

Chapter Text

Muchos consideraban a Peter Pettigrew un traidor.

Él no.

Para empezar, para considerar traidor a alguien, primero le tienes que ser leal. Y Peter Pettigrew no le era leal a nadie salvo así mismo.

Peter siempre velaba por su propia supervivencia. Tenía un sexto sentido para encontrar al más fuerte del patio y ponerse de su lado.

El primer estudiante que conoció en Hogwarts fue Remus Lupin. Le parecía que tenía sangre de horchata y más tarde supo el por qué. Mientras trampeaba si debía considerarle su amigo o enemigo, conoció a James Potter y Sirius Black. Esos dos no tardaron en aceptarlos y Peter se dio cuenta de que eran los más fuertes de su promoción. Serían unos buenos protectores.

Vio que tanto Sirius como James eran unos niños ricos y mimados con un ego muy alto. Así que, sabía como camelarles, riéndoles todas las gracias.

Otra persona poderosa que veía en su curso era Severus Snape. Tenía un amplio conocimiento de Artes Oscuras y Peter sabía que Severus no dudaría en usarlas. Y Peter no quería ser una de sus víctimas. Además, Snape era el ojito derecho de Lucius y Peter no quería ganarse su odio.

Sin embargo, vio que le convenía más estar de parte de los que ahora se llamaban los Merodeadores que ganarse la enemistad de los sangre pura. Los Merodeadores compartían habitación y casa con él. No le convenía ganarse su enemistad. Y Malfoy, por mucho que protegiera a Snape, solo les castigaba restándoles puntos; no les hechizaba, que era lo que más temía. Además, se graduaría en dos años y entonces, Snape perdería su protección. Tendría que haberse buscado un protector de su mismo año, como él.

Cuando descubrieron que Remus era un licántropo, Peter esperó la reacción de James y Sirius. Si ellos le rechazaban, él también lo haría. Para su sorpresa, ambos lo aceptaron y quisieron ayudarlo, proponiendo ser animagos los tres. Peter quiso desentenderse. No quería terminar en Azkaban como animago ilegal por culpa de un asqueroso licántropo. Pero no quería perder su protección.

No llegó a imaginar que su forma de rata le sería muy útil en el futuro.

Por si nadie lo sabía, Lily Evans, la chica que le gustaba a James, era amiga de Snape y un día discutieron porque Mulciber, prefecto de Slytherin y nuevo protector de Snape, intentó atacar con magia oscura a Mary McDonald. ¿Nadie se preguntó quién le dio la ubicación de Mary a Mulciber?

Exacto.

Quizás sus notas no llegaran a los mínimos de los ÉXTASIS.

Así que necesitaba un nuevo protector.

Y fuera de Hogwarts los más poderosos no eran James y Sirius.

Era el Innombrable.

Finalmente, cursó los ÉXTASIS.

Al salir de Hogwarts, los cuatro se unieron a la Orden. Pero él no tardó mucho en ser espía de los mortífagos y delatar los escondites de "compañeros". Incluida la familia de Marlene, la chica que Sirius amaba.

O James y Lily.

Para él solo fueron escudos.

Notes:

496 palabras

Ahora el fandom merodeador me linchará. Pero siempre he pensado que Peter no quiso de verdad a los Merodeadores y que, en realidad, no era tonto. Sino que era demasiado listo, que solo se juntaba con los Merodeadores en busca de protección en Hogwarts porque, como dice el dicho, si no puedes derrotar al enemigo únete a él. Y eso puede ser tanto Voldemort como Sirius y James.

¿Opiniones?

Hasta la próxima

Chapter 18: Jugar a los sanadores

Notes:

(See the end of the chapter for notes.)

Chapter Text

Regulus estaba con Kreacher y Sirius jugando en su habitación.

Había sacado su kid de sanación infantil.

Con su varita de juguete, movió la varita encima de la cabeza de Sirius.

— Tienes… 70º de fiebre. — exclamó. — Tienes que dormir tres años.

Sirius soltó una risita.

Regulus se giró hacia Kreacher.

— Tú, viruela de dragón. Tienes que descansar cientos de años.

— ¡No! — exclamó el elfo asustado. — Kreacher tiene que curarse pronto para poder ser útil a la Noble y Ancestral Casa de los Black.

Regulus no quería ver a su elfo triste.

— Ya sé. — sonrió. — Te pondré una tirita.

El elfo pareció tranquilizarse y Sirius soltó más risitas.

— ¡Sirius! ¡Regulus! — se oyó la voz de su madre desde el salón. — Vuestro tío Alphard ha venido a visitaros. ¡Bajad a recibirlo! ¡Kreacher, prepara un té para mi hermano!

El elfo se desapareció. La tirita que tenía en la cabeza cayó al suelo.

Sirius y Regulus corrieron hacia el salón a toda velocidad. Cuando llegaron poco antes de la entrada al salón, empezaron a caminar. No querían recibir una bronca de su madre por correr por la casa. Sabían que no le gustaba.

Ambos niños asomaron la cabeza por la puerta bajo la mirada divertida de Alphard y el escrutinio de Walburga.

Sirius dio un pequeño empujón a Regulus para que entrara primero.

Walburga se alarmó.

— ¡Regulus! ¡Deja que tu hermano entre primero! ¡Él es el heredero de la familia Black!

— Walburga, sólo estamos nosotros dos…

— Te equivocas, Alphard. Sirius es el heredero de la Casa Black y debe caminar un paso antes que su hermano menor. Siempre.

Alphard la ignoró.

Se acercó a sus sobrinos. Regulus sólo había dado un paso dentro de la sala, pero se había quedado en la puerta. Alphard se agachó a su altura.

— ¿Estabais jugando a algo cuando he llegado, niños?

Ambos asintieron.

— ¡Estábamos jugando a los sanadores con el kit que me compró padre! — chilló Regulus dando saltitos. — Sirius era el paciente y yo el sanador.

Alphard sonrió. Siempre que jugaban a ese juego, Regulus era el sanador.

— ¿Quieres jugar con nosotros, tío? — preguntó Sirius.

— Me encantaría.

Dio una mano a cada uno y se fueron.

….

— Tío Alphard, tienes el tobillo roto. — examinó Regulus con su varita de juguete. Le puso una tirita. — ¡Tienes que hacer reposo diez años!

— ¡Oh! Vaya… me aburriré mucho. ¿Vendrás a visitarme?

Regulus asintió.

— ¿Te gusta mucho jugar a sanadores, Regulus? — preguntó Alphard interesado.

— Sí, me gustaría serlo de mayor. Pero ahora el Ministerio obliga a los sanadores a curar a los sangre sucias y a madre no le gustará…

— ¿Cómo lo sabes?

— Lo dijo padre durante una cena. — contestó Sirius.

— ¡Yo no quiero que me repudien, tío Alphard! — Regulus lo abrazó. — ¡Entonces no podría verte nunca más! ¡Ni a ti! — le dijo a su hermano.

— No te preocupes, Regulus. Si te tachan del tapiz familiar por ser sanador, yo te seguiría viendo. — le sonrió Alphard.

— Yo también. — Sirius abrazó a Regulus.

Regulus se enjugó las lágrimas y los mocos.

Sonrió.

Notes:

Podría haber usado también la condición de Marca Tenebrosa y escribir sobre Regulus como mortífagos. Pero quería escribir un momento tierno entre los hermanos.

Además, ya hay muchos fics de Regulus en la cueva, como mortífago y peleado con su hermano y muy pocos de Regulus con final feliz o teniendo un momento tierno con Sirius.

¡Hay que cambiar eso!

¿Opiniones?

Hasta la próxima

Chapter 19: Una importante lección

Notes:

(See the end of the chapter for notes.)

Chapter Text

Ron y Hermione contemplaban la carta y la foto que les había mandado su Rosie desde Hogwarts.

La foto no tenía nada raro. Salía Rose sonriendo con su uniforme y bufanda de Gryffindor en los jardines de Hogwarts.

Lo raro era quien estaba a su lado.

Al lado de Rose estaba una chica de tez morena, pelo azabache y ojos marrones con el uniforme de Hufflepuff también sonriendo.

Lo que sorprendió a sus padres era la identidad de la niña.

Evanora Zabini.

La hija de Blaise Zabini y Pansy Parkinson.

— ¡¿Cómo nuestra Rosie ha podido hacerse amiga de la hija de esa mujer?! ¡Parkinson es más idiota que un troll! — protestó Hermione recordando lo mucho que Pansy Parkinson se metió con ella durante sus años de Hogwarts por ser hija de muggles y por su aspecto físico.

Ron estaba a su lado en silencio y con la boca completamente abierta.

— ¡¿No vas a decir nada, Ronald?!

— Es Hufflepuff. La hija de Zabini y Parkinson es Hufflepuff.

Hermione volvió a mirar la fotografía.

— Es verdad. ¿Y qué?

— Que no es Slytherin.

— ¿Y qué?

— Que no es una sucia serpiente rastrera.

— Ron, ya lo hemos hablado. Ser Slytherin no es sinónimo de ser mortífago. Andromeda, la madre de Teddy, era Slytherin y nuestros sobrinos Levin, Reginald y Albus también lo son. Deja tus prejuicios a un lado.

— Tú también deberías dejar tus prejuicios a un lado. Si la chica es Hufflepuff y no Slytherin significa que no es igual que sus padres cuando tenían once años. Además, nuestra Rosie jamás se juntaría con gente que es estúpida. Mi Rosie es muy inteligente, igual que tú. — respondió Ron muy seguro.

Hermione iba a contestar, pero calló porque Ron le dijo un cumplido.

— Bueno, vamos a dejarlo estar. Tenemos que ir a recoger a Hugo del colegio. — dijo Hermione.

….

— ¡BIEN! ¡UNA CARTA DE ROSIE! — chilló Hugo al ver el sobre con la carta de su hermana.

Después de leerla, vio la fotografía.

— ¡Esta es la nueva amiga de Rosie! ¡Es muy bonita!

— Bueno, tan bonita no es, hijo, que es hija de unos Slytherin. Recuerda que no debes tener una novia de esa casa.

— Además, su madre es una mujer muy estúpida que se metía con la gente sólo por su físico.

— Pero Rosie dijo en otras cartas que estaba muy triste porque habían puesto a Albus en otra casa y ya no estaban juntos. Y se sentía muy sola. Además, Louis tampoco ha terminado en Gryffindor, sino en Ravenclaw con Victoire, Lucy y Charlotte. Y aunque en Gryffindor, Rose tiene a Molly, Roxanne, Fred, James, Vladimir y Dominique se siente muy sola en clase. Así que, estoy contento de verla sonreír y con una amiga de su mismo curso.

Hermione y Ron callaron.

Su hijo de nueve años les había enseñado una importante lección.

Tenían que ordenar sus prioridades.

Rose era feliz con su nueva amiga, daba igual quien fuera su madre o la casa de sus antepasados.

Notes:

Como no, Ron y Hermione tenían que salir discutiendo.

Todavía no he tenido ocasión de presentar a Evanora en condiciones, aunque en Drabblectober 2024 presenté a su hermano mayor. Pero bueno, ya habrá una ocasión.

¿Opiniones?

Hasta la próxima

Chapter 20: Una nueva amiga

Notes:

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Chapter Text

Rose caminaba hacia la clase de herbología algo decaída. Desde que había llegado a Hogwarts no había conseguido hacer amigos de su curso.

Deseaba que ella y Albus hubieran terminado en la misma casa, siempre fueron los mejores amigos. Pero todo eso se fue a la porra cuando Albus terminó en Slytherin para sorpresa de todos los presentes. Por lo menos, Rose deseó que su primo Louis terminara en la misma casa que ella, Gryffindor, aunque Louis tenía la misma edad que ellos dos siempre había sido un chico solitario. Pero mejor estar con el raro y solitario de tu primo que sola. Pero Louis terminó en Ravenclaw.

Y sus compañeras de habitación se habían conocido en el tren, a diferencia de ella, que estuvo con su familia, y habían formado un grupo cerrado.

Al menos, en clase de herbología estaba el tío Neville. Ups. Debía recordar que en Hogwarts era el Profesor Longbottom.

Cuando llegó al invernadero, Neville se presentó.

— Soy Neville Longbottom, vuestro profesor de herbología. Para empezar, trabajaremos por parejas, pero deben de ser de casas diferentes. Sois pares tanto en Hufflepuff como en Gryffindor, así que, no debería haber problema en que ningún alumno quede solo.

Todos los alumnos obedecieron a regañadientes. Querían ir con los amigos que habían hecho de sus casas.

Rose vio que había una chica de Hufflepuff que también se quedó sin pareja.

— Creo que nos hemos quedado ambas sin pareja. Nos tocará ir juntas.

— Eso parece.

— ¿Cómo te llamas?

— Evanora.

— Yo Rose.

— Sí, Rose Granger-Weasley. Muchos miembros de tu familia son famosos y héroes de guerra.

Rose se sonrojó, como siempre que le recordaban que muchos tíos suyos y sus padres eran famosos.

— Muy bien. Hoy aprenderemos a clasificar los diferentes ingredientes de una planta para cuando los trabajemos a lo largo del curso. Cortareis las raíces, el tallo y las hojas y los separareis. Es muy importante hacerlo con cuidado para que no se salga la salvia, sino el ingrediente quedará inservible. — explicó Neville.

Acto seguido, con un movimiento de varita, repartió las plantas.

Rose y Evanora se pusieron a trabajar.

— ¿Por qué nadie quiere juntarse con la hija de unos héroes? — preguntó Evanora.

— Siempre he estado con mis primos o con mis amigas del colegio muggle. Esta es la primera vez que estoy sin mis primos al lado. Y sin Albus, mi primo favorito. Mis compañeras de habitación se conocieron en el tren y no sé si hay sitio para mí en su círculo. ¿Por qué te has quedado sola?

— Nadie quiere juntarse con la hija de los que perdieron la guerra. Toda mi familia estaba del bando que perdió. Pero mis padres no fueron mortífagos. Todos los Hufflepuff dicen que no me quieren en su casa, que el Sombrero Seleccionador debería haberme mandado a Slytherin. Si hubiera terminado ahí, no estaría tan sola…

— No estás sola, Evanora. Me tienes a mí.

Evanora sonrió.

En ese momento, ambas hicieron su primera amiga de Hogwarts.

Notes:

496 palabras

Pues al final he escrito como se conocieron Rose y Evanora más pronto de lo que pensaba. Ya era hora de que hubiera un drabble de la tercera generación tras veinte capítulos.

Quería poner a Rose viendo a Albus tras herbología, pero no había suficientes palabras.

Neville ha empezado esa iniciativa de juntar a los alumnos de diferentes casas para que haya amistad entre alumnos de diferentes casas y evitar que haya otra guerra. Como en su época de estudiante, los alumnos se juntaban solo con los de su casa. Hasta en el quinto año (de Neville y Harry) no entró Luna Lovegood al grupo, una Ravenclaw.

¿Qué opinión tenéis de Evanora? ¿Y de su amistad con Rose?

Hasta la próxima

Chapter 21: La protectora de Hogwarts

Notes:

(See the end of the chapter for notes.)

Chapter Text

Salazar Slytherin y Godric Gryffindor caminaban por el bosque que habían puesto al lado del castillo que sería su escuela.

— Sólo falta Helga para decidir donde situará su sala común y fabricarlas. Después tendremos que pensar cómo hacemos llegar las cartas a nuestros discípulos y qué discípulos atendremos en Hogwarts. — comentó Godric.

— Así es. Aun así, hay algo que me inquieta sobre vuestra elección respecto a vuestra sala común, Godric. ¿De verdad deseáis que los estudiantes mueran protegiendo la escuela? — preguntó Salazar.

— No os imaginé tan sentimental, amigo mío.

— No es eso, es que siempre pensé que debíamos ser los maestros los que protegíamos a los discípulos.

— Oh, y les protegeremos. Pero llegará un momento en que nosotros seremos demasiado mayores o ya habremos fallecido. Hay que enseñar a los discípulos a saber defenderse. Siempre existen enemigos. Todos tenemos. Aunque entiendo que vos tenéis otros métodos... Yo he luchado tanto con muggles como con magos. Sé luchar con espada, arco, hacha y con varita. En cambio, vos sois más de envenenar la copa de vuestro enemigo. Menos ejercicio físico y menos sangre.

Ambos rieron.

— ¡Godric, deteneos! — se alarmó Salazar.

— ¡¿Qué?! — sacó su espada.

— Tened cuidado. Casi pisáis una serpiente.

Godric miró a sus pies.

Efectivamente, había una pequeña serpiente a sus pies.

— ¡Vos y los réptiles y los anfibios, Salazar! — rio Godric.

— Los mamíferos os los dejo a vos y a Helga. Y las aves a Rowena. Mi mundo está con los réptiles desde que estuve viviendo en un pantano tras abandonar mi aldea.

De repente, Salazar tuvo una idea.

— ¡Pardiez! ¡¿Cómo no lo pensé antes?!

Godric lo miró sorprendido.

— Se me ha ocurrido una idea para que los discípulos no tengan que poner su vida en riesgo para defender la escuela.

Sin despedirse, Salazar se fue.

— Queridos amigos, ante vuestras mercedes, quiero mostrar la protectora de Hogwarts. — Salazar les enseñó una criatura de basilisco.

— ¡UN BASILISCO! — exclamó Helga alarmada.

— ¡SALAZAR, ESTÁIS DEMENTE! — vociferó Rowena.

— Los basiliscos tienen un segundo párpado para poder ver y estar con personas sin matarlas. — explicó Salazar. — Es mejor adiestrarlas para que aprendan a relacionarse con humanos de crías. De adultas jamás se relacionan con humanos.

— ¿Y cómo la conseguisteis? — preguntó Godric lleno de curiosidad.

— Salvé la vida de su madre cuando vivía en el pantano. Un basilisco puede matar con solo una mirada. Podrá acabar con cualquier enemigo de Hogwarts.

— No es mala idea… — reflexionó Godric.

— ¡¿VOS TAMBIÉN, GODRIC?! — chilló Helga.

— Si el basilisco vive apartado de los estudiantes y sólo sale si el personal de Hogwarts le requiere… no le veo el problema. — expuso Rowena. — El problema es que vos sois el único que habla pársel, Salazar. ¿Qué haremos si en el futuro, no hay nadie en la escuela que puede hablarlo?

— Un basilisco es un réptil gigante, puede obedecer órdenes si usas música, como una flauta.

Los fundadores estuvieron de acuerdo.

— ¿Cómo lo llamaremos? — preguntó Helga.

— Es hembra. — aclaró Salazar.

— Si vive en un castillo, ¿Regina? — propuso Rowena.

Notes:

Este fic se me ocurrió tras leer los drabbles Conociendo al basilisco y La criatura más fascinante de Rebe Marauder en Fanfiction.net.

Perdonad la fumada, pero con la excusa he escrito ya de dos fundadores como protagonistas y desarrollado headcanons acerca de ellos.

¿Opiniones?

Hasta la próxima

Chapter 22: Mañana iremos por primera vez a Hogsmeade

Notes:

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Chapter Text

Teddy estaba muy nervioso.

Ese fin de semana tenían permitido viajar a Hogsmeade.

Su primera salida a Hogsmeade.

¡Y él podía ir!

Menos mal que la abuela Andromeda le había firmado el permiso.

¡Y Harold y Olga también podrían ir!

Por suerte, sus padres también les dejaron.

— ¿Es emocionante Hogsmeade? — preguntó Olga a sus amigos. — Tenéis familiares mágicos. ¿Nunca os han llevado?

— No, sólo he ido con la abuela Andromeda al Callejón Diagon y con Harry. Pero nunca he ido a Hogsmeade. A Harry le incomoda ir al mundo mágico porque todo el mundo quiere hablar con él y entrevistarle.

— Yo tampoco. Mis padres son muggles pero podría haber ido con mi hermana. Pero Hermione tampoco me ha llevado. Sólo al Callejón Diagon. Y todo el mundo también para a hablar con ella y también la incomoda.

Olga suspiró.

Ella era la única de sus amigos que se había criado cien por cien en el mundo muggle.

Primero pensó que era una hija de muggles, como Harold Granger. Pero después de pasar su primer trimestre en Hogwarts y volver a casa por Navidad, le preguntó a su padre, Leonardo Umbridge, porque todo el mundo la miraba mal y mencionaba a una tal "Dolores Umbridge".

Entonces, su padre tuvo que revelarle la verdad. Que él era un squib y que Dolores era su hermana. Su padre renegó de él por no ser mago y culpó a la abuela Ellen, una muggle, porque su hijo no tuviera magia. Poco tiempo después, se divorciaron y no volvieron a ver a su padre y hermana.

— Olga, ¿en qué piensas? — preguntó Teddy preocupado.

— En que, si mi padre y mi tía se hubieran llevado bien o mi abuelo no odiara a mi padre por ser squib, quizá podrían habernos llevado a Hogsmeade. — respondió Olga triste.

— Oh, pero tampoco te perdiste nada. — respondió Harold. — Si tu abuelo renegó de tu padre sólo porque no tenía magia, significaba que no era un buen padre, por muy a favor de los derechos de los muggles y del matrimonio mixto que esté. — contestó Harold.

— Además, si tu tía usaba una pluma para escribir con sangre para castigar a los estudiantes… tampoco era muy buena persona. Así que no te perdiste nada. — añadió Teddy. — De hecho, Harry dice que lo emocionante de las salidas de Hogsmeade en tercero es porque nunca has estado en ese pueblo y puedes descubrir todos sus locales con total libertad.

Olga sonrió, algo más tranquila con las palabras de sus mejores amigos.

— Bien, ahora hay que ir a dormir. No puede ser que nos perdamos nuestra primera salida a Hogsmeade porque nos quedemos dormidos. — Teddy puso una mano en los hombros de sus amigos para animarles.

Harold y Olga sonrieron.

Teddy tenía razón. Tenían que ir a dormir temprano para no llegar tarde a los carruajes que bajaban al pueblo.

Notes:

A Olga todavía no la he presentado en condiciones. Pero no hay mucho misterio. Es la hija del hermano squib de Umbridge. Aunque en un principio, no tenía pensado ponerla en el mismo año de Teddy ni iba a ser Hufflepuff. Quería ponerla en Gryffindor y en el año de Albus. Pero después lo cambié porque ya había muchos personajes de la edad de Albus y en Gryffindor.

Harold es el hermano de Hermione. Sus padres lo tuvieron en Australia después de que ella les cambiara los recuerdos. Aparece como bebé en Drabblectober 2022 y como personaje secundario en Paso del tiempo, mi recopilación Romione. Quería ponerlo en Gryffindor, pero también lo descarté porque el único motivo que tenía para ponerlo en la casa de los leones era por ser el hermano menor de Hermione.

Quería poner también su salida a Hogsmeade, pero finalmente, el fic tomó otro rumbo.

¿Opiniones?

Hasta la próxima

Chapter 23: Cuidar de los occamy

Notes:

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Chapter Text

Adrien estaba de viaje en la India y Oriente Medio en una reserva de occamy para seguir formándose como magizoólogo especializado en veterinario.

Era la época de poner huevos de los occamy y en la reserva tenían que ponerlos a buen recaudo… muchos cazadores furtivos cazaban los huevos para venderlos en el mercado negro. La plata de esos huevos era muy valiosa…

Adrien se encargó de cuidar de Magnolia, una occamy que se había roto un ala tras proteger sus huevos de unos cazadores furtivos. Suerte que consiguieron salvar tres de ellos.

Sí, Adrien tenía la costumbre de poner nombres a los animales que cuidaba, aunque no volviera a verlos nunca más. Todo el mundo tenía derecho a tener un nombre y los animales también. Además, era una mejor forma de llevar un registro.

Magnolia estaba en el nido que ella había construido en la reserva, tras el ataque a su antiguo nido.

— No te preocupes, Magnolia, aquí estás a salvo. Te prometo que nadie se acercará a tus huevos y a tus crías. — le prometió Adrien con una sonrisa.

La occamy le lanzó un gruñido, aunque Adrien no se lo tomó mal. Sabía que los occamy eran muy territoriales con sus huevos y crías, y más después de recibir un ataque.

Entró en su casa y se preparó una taza de té.

Después se sentó delante de la chimenea.

¿Qué hora sería en Inglaterra?

De pronto, las llamas de la chimenea se volvieron verdes y apareció la cabeza de Josh, su hermano en todo menos en apellido y sangre.

— ¿Llamo en mal momento?

— Que va, Josh. Si no lo hacías tú, lo iba a hacer yo.

Que suerte que Josh se hubiera casado con una bruja, Cecile Diggory, así podrían hablar por red flu. El Ministerio sólo dejaba poner red flu en casas con magos mayores de edad. Eileen estaba en Hogwarts. Y Josh no contaba por ser muggle.

— ¿Cómo van los cuidados de los animales?

— Bien, he tenido que quedarme más de la cuenta por unos ataques furtivos a nidos de occamy ahora que ha empezado la época de poner huevos.

— Ten cuidado, Adrien. Sé que amas los animales, sino no te dedicarías a esto. Pero los cazadores furtivos no dudarán en matarte. Y ya bastante tenemos con la muerte de papá.

Adrien asintió.

Su padre, Severus Snape, murió en una batalla para detener a mortífagos que se fugaron de Azkaban años después de la Segunda Guerra Mágica, junto al abuelo Albus.

Ni siquiera llegaron a conocer a Emily.

— Lo tendré, Josh, tranquilo.

Adrien se emocionaba cuando Josh llamara "padre" a Severus, aunque no llevara ni su sangre ni su apellido. Aunque teniendo en cuenta como era el padre biológico de Josh… tampoco había que hacer mucho para ser mejor que él.

— Vendré el mes que viene, lo prometo. Tengo que cuidar de Dalilah, una cría de occamy que quedó huérfana tras un ataque de cazadores furtivos.

Notes:

Espero que os haya gustado.

Hasta la próxima

Chapter 24: Una Black en un orfanato

Notes:

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Chapter Text

Marlene estaba en su habitación del lugar donde se escondía junto a su familia.

Se había hecho una prueba de embarazo.

¡Joder! ¡Otra vez!

Otra vez se había vuelto a quedar embarazada de Sirius…

Y eso que a ninguno de ambos les gustaban los niños.

Pero bueno, un desliz lo podía tener cualquiera…

Y Knut, su primer hijo, era un amor.

Knut… lo echaba tanto de menos… lo había dejado con Andromeda, la prima de Sirius. Pensaba que estaría más segura con ella. Al fin y al cabo, los mortífagos habían empezado a perseguir y a matar a los aurores y a familias de empleados del Ministerio. Y la familia Mckinnon era una familia de aurores.

Se fue al salón donde estaban sus padres.

— Mamá, papá, estoy embarazada.

— ¿Otra vez Black? — exclamó su padre molesto con el chico.

— Espero que los mortífagos no nos encuentres y puedas llevar tu embarazo tranquila. — susurró su madre.

Y así fue.

El dos de julio de 1980 nació Grace Marlene Black, la segunda hija de Sirius y Marlene Mckinnon.

Todavía estaban escondidos a esa casa en un pueblo al sueste de Inglaterra.

— Si la niña se queda aquí, sería peligroso para ella… — comentó Elizabeth Mckinnon.

— Lo sé…

Llevarla a Londres sería peligroso, era donde había más ataques de los mortífagos.

Tampoco podía hablar con Sirius, alguien podía interceptar la carta.

En cambio, en otros países no había que temer por Quién-Tú-Sabes.

Sus padres le construyeron un traslador ilegal especializado para bebés. Marlene llevó a Grace a París, Francia.

Casi le vinieron ganas de llorar cuando firmó en el orfanato que renunciaba a la guardia y custodia de su hija.

— Oiga, si alguien llamado Sirius Black o James y Lily Potter la vienen a adoptar, entrégueles estas cartas. — le dio Marlene a la directora.

— Clago, mademoiselle.

Marlene deseaba que los ataques a las familias de aurores se calmaran. Así podría volver a servir en la Orden y hablar con Sirius sobre su hija y a los Potter de su ahijada.

Pero Marlene, James y Lily murieron y Sirius fue sentenciado a Azkaban.

Grace vivió y creció en Francia.

Fue adoptada por varias familias, pero era devuelta cuando salía a flote su magia accidental.

Finalmente, cuando cumplió ocho años recibió una carta en la que era aceptada en la Academia Mágica Beuxbatons. También vino una mujer muy grande llamada Olympe Maxime.

— Grace, eres una bruja. Eso explica porque hay objetos que flotan a tu alrededor cuando tienes emociones fuertes. Pero, sé que eres inglesa y en tu país natal existen familiares tuyos. Conozco al director del colegio de magia inglés, Hogwarts, él fue profesor de tus padres. — le explicó Madame Maxime a la directora del orfanato y a ella. Dumbledore le había hablado de los ataques de Voldemort a Inglaterra y de la Orden del Fénix.

— ¿De verdad? — exclamó Grace emocionada. — ¡¿Mis padres eran magos?!

— Sí, pero yo no los conocí. Déjame hablar con mi amigo. Vendrá a visitarte junto a tu familia.

Notes:

He decidido presentar a Grace Marlene Black en condiciones. Ella es la hermana menor de Knut, personaje que ha aparecido en De la A a la Z: un camino por el Wizengamot.

No lo he escrito, pero en el escondite de los Mckinnon no había red flu por miedo a ser interceptados.

¿Opiniones?

Hasta la próxima

Chapter 25: Severus Snape descubre la Sala de los Menesteres

Notes:

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Chapter Text

Severus corría por los pasillos del séptimo piso.

Otra vez los Cuatro Tarugos de Gryffindor querían joderle la vida.

¡¿Es que no podían dejarlo en paz?!

Gilipollas de mierda.

Estaba huyendo de Potter y Black, pero sabía que Lupin y Pettigrew estarían esperándolo al final del pasillo.

Aun así, prefería enfrentarse al pusilánime de Lupin y al cobarde de Pettigrew. Eran los más echados para atrás del grupo. Potter y Black eran más crueles y había más posibilidades de que él terminara en la enfermería.

Pues, si ellos querían jugar a ver quién era más cruel, él también sabía jugar a ese juego.

El problema era que, si él lastimaba mucho a Lupin y a Pettigrew, Potter y Black querrían vengarse de él.

¡Hipócritas y cobardes!

¡Si empezaron ellos!

Sin darse cuenta, Severus llegó al tapiz de Barnabas el Chiflado.

Debía esconderse o se metería en un buen berenjenal. Tanto si se enfrentaba a ellos como si no, se ganaría problemas.

Pasó tres veces por delante del tapiz pensando cómo esconderse.

De repente, vio una puerta.

Entró.

Había una sala totalmente habilitada para ser un perfecto escondite, con comida y una cama.

Severus cerró la puerta inmediatamente, `pero estuvo al lado con la varita en alto por si los Cuatro Borregos lo descubrían.

No sabía cuanto tiempo estuvo así. Pero después le entró hambre. Por suerte, en la sala había comida suficiente para él.

No sabía si salir o no, quizás lo estarían esperando fuera.

Tampoco era la primera vez que lo hacían.

Después de comer, le entró sueño.

Y la cama estaba tan cómoda…

Pero debía estar alerta por si lo encontraban…

Aparecieron unos cubos que antes no estaban. Los puso delante de la puerta. Si alguien entraba, tiraría los cubos y le despertarían.

Se fue a dormir.

Cuando despertó, había comida preparada.

¿Qué hora era?

Apareció un calendario, mostrándole que había pasado allí toda la noche.

— ¡HOSTIA!

Apartó los cubos, abrió la puerta despacio y con la varita en alto. No había nadie. En alerta bajó a la sala común.

— Al fin. — Lucius se levantó de su sillón cuando Severus entró. — ¿Dónde has estado toda la noche?

— Escondido en una sala de los Cuatro Imbéciles. — respondió.

Lucius asintió.

— Deberías haber vuelto a la sala común. Aquí ellos no pueden entrar.

Severus asintió.

Después de clases, Severus decidió volver al séptimo piso delante del tapiz, pero no encontró la sala. La puerta había desaparecido.

Así que, investigó en la biblioteca. La investigación duró varios días. Pero finalmente, lo encontró.

La famosa Sala de los Menesteres.

Una leyenda.

Pero no era una leyenda, era bien real y él había estado ahí.

En ese momento, Severus no sabía lo útil que le sería esa sala en un futuro cuando su amiga Hera quedara embarazada y tuvieran que esconder el bebé.

Notes:

Siempre pensé que Severus Snape descubrió la Sala de los Menesteres. Del mismo modo que los Merodeadores descubrieron los pasadizos. Paralelismos que me gusta hacer.

Me gusta pensar que Lucius fue una de las primeras personas en preocuparse por Severus, que fue como una figura de hermano mayor. Lily también se preocupaba por él, pero tienen la misma edad. No puede ser una figura de hermana mayor si tienen la misma edad. Pienso que los Evans también, pero no lo veían tanto y menos después de entrar en Hogwarts. Eileen hacía lo que podía, pero con Tobias en medio tampoco podía hacer mucho.

¿Opiniones?

Hasta la próxima

Chapter 26: Los Gryffindor no son tan buenos

Notes:

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Chapter Text

— Bien, si me necesitáis estaré en los vagones de Gryffindor. — dijo James antes de irse.

Louis sacó un libro y empezó a leer. Parecía como si no existiera.

— ¡Por fin iremos a Hogwarts! — susurró Rose. — Tengo ganas de ver la sala común.

— ¿En qué casa crees que irás?

— En Gryffindor, como papá y mamá. Soy trabajadora, pero no creo serlo tanto como un Hufflepuff. Papá dice que soy muy inteligente y que podría ir a Ravenclaw… pero Lucy dice que los Ravenclaws están abiertos a aceptar un punto de vista que no es el suyo y yo soy muy cerrada. ¡¿Te lo puedes creer?! — gritó indignada.

Albus rio.

— No te rías, Albus. — bufó. — Te vi en el andén un poco triste… ¿ocurre algo? — preguntó preocupada.

— Sólo tenía dudas por si me ponían en Slyhterin. — susurró él.

— ¿Por qué iban a ponerte en Slytherin?

— Jamás me he considerado lo suficientemente valiente para ser un Gryffindor…

— El tío Neville tampoco y ahora es el Jefe de Gryffindor.

— Y hay algo más… no sé… creo que mi personalidad no encaja con los Gryffindor… soy mucho más cerrado que ellos.

— ¿Por qué dices eso, Albus? Eres una de las mejores personas que conozco. Valiente y honorable.

— Gracias, Rose.

En un momento dado les entraron ganas de ir al baño.

Vieron a unos alumnos mayores de Gryffindor meterse con unos alumnos más pequeños.

— ¡Vosotros los hijos de los mortífagos no deberíais pisar la escuela! ¡McGonagall es muy suave dejando que los hijos de la escoria como vosotros manchen nuestro colegio! ¡Encima vuestros padres casi lo destruyen! — les gritó.

Albus quedó en shock. Él siempre pensó que los Gryffindor eran valientes y honorables, eso siempre le habían dicho sus padres y su familia. Pero ese chico se estaba metiendo con unos niños de primero.

Rose iba a intervenir, pero Albus la detuvo. No quería que su prima estuviera en problemas con chicos mayores que ella.

— ¿Qué está pasando aquí?

Todo el mundo se giró hacia Victoire Weasley, la premio anual.

— Vic, esos alumnos mayores se estaban metiendo con esos alumnos de primero. — les señaló Rose.

— ¿Es eso cierto? — preguntó Vic.

— Weasley, eso no te incumbe. — contestó uno de ellos.

— Pues, la verdad es que sí. Porque para tu desgracia soy la premio anual y si alguien se mete con otros estudiantes tengo que mediar o avisar a un profesor.

— Sólo desconfías de nosotros porque te lo ha dicho tu prima.

Victoire le ignoró y se giró hacia los niños de primero.

— ¿Qué ha pasado?

— Íbamos al baño, pero ese chico nos increpó y no nos deja pasar. — respondió el rubio.

— ¡Nos está insultando! — respondió el chico robusto de pelo negro.

Victoire miró los Gryffindor.

— Quien merece ser escolarizado o no, lo decide el Ministerio y la directora, no vosotros. Metiéndoos con niños pequeños sólo tiráis por tierra el honor y valentía que predica vuestra casa. Y al llegar a Hogwarts, avisaré al Profesor Longbottom.

Si Albus ya no se sentía identificado con Gryffindor, ahora todavía menos.

Notes:

Los niños hijos de los mortífagos son Scorpius Malfoy y Vincent Goyle (hijo de Gregory Goyle). Aunque imagino que a Scorpius lo reconocisteis. Si quereis ver la primera conversación entre Albus y Scorpius (y Vincent) podéis leerlo en mi fic 1 de septiembre, en el capítulo 1 de septiembre: Albus Severus Potter.

¿Opiniones?

Hasta la próxima

Chapter 27: Las ramas más avanzadas en pociones

Notes:

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Chapter Text

Severus Snape miraba atentamente a todos los alumnos que cursarían los ÉXTASIS en pociones. Estaban los gemelos Weasley y Knut Black, de Gryffindor… Severus hizo una mueca al pensar en los gemelos. Sí era cierto que se habían calmado en clase desde sexto, pero seguían causando alboroto. Y Black… bueno, era demasiado parecido físicamente a su padre y, encima Gryffindor… igual de alborotador que Black padre. Tampoco le caía bien su madre.

— Bien, todos están aquí porque quieren sacarse los ÉXTASIS de pociones. Si el año pasado ya no toleraba ninguna impertinencia de su parte, ahora todavía menos. La diferencia entre los TIMO y los ÉXTASIS se diferencian en que los ÉXTASIS hay teoría sobre biografías de pocionistas famosos e historia de las pociones.

Algunos alumnos hicieron una mueca, por el mal recuerdo que tenían de historia de la magia gracias a Binns.

— ¿Alguien sabría decirme cuáles son las dos ramas más avanzadas en pociones? — preguntó Snape.

Un alumno de Slytherin con el pelo albino levantó la mano.

— Señor Selwyn.

— Los venenos, profesor.

— Correcto. ¿Y la segunda?

Nadie habló. No tenían ni idea.

— La segunda son las pociones abortivas y anticonceptivas.

Muchos abrieron los ojos de la sorpresa.

— ¿Por qué no están escribiendo si esto es material de examen?

Los alumnos sacaron pluma y pergamino de inmediato.

Los gemelos y Knut hicieron una mueca de rabia. Odiaban a Snape.

— Hay dos tipos de pocionistas. Los pocionistas que necesitan unos mecenas, personas ricas que les encarguen pociones y les pagan los ingredientes para que cumplan sus encargos. Estos pocionistas podrían ser Gunhilda de Gorsemoor, quien encontró la cura de la viruela. Otros pocionistas son lo suficientemente ricos para no necesitar mecenas, como Fleamont Potter.

Los alumnos escribían sin parar.

— Muchos de los mecenas de elaboradores de pociones eran personas ricas que en 1930 pasarían a formar parte de los Sagrados 28, quienes luchaban por el poder o tener la mayor influencia posible. Eso les hacía ganar muchos enemigos y una forma fácil de deshacerse de ellos era envenenándoles. Por eso encargaban a los pocionistas que inventaran venenos que fueran indetectables en las autopsias.

Muchos estudiantes abrieron la boca sorprendidos por tal información.

— Por otra parte, muchos de esos sangre pura de la élite se casaban en un matrimonio de conveniencia, por lo que buscaban el placer en brujas de clase más bajas, incluidas las prostitutas. En ese caso, encargaban pociones anticonceptivas para evitar perpetuar la especia fuera del matrimonio. — dijo con retintín. — Pero a veces, esos métodos fallaban y para evitar que un hijo ilegítimo reclamara una herencia en un futuro, les pedían a sus amantes que tomaran pociones abortivas. Algunas se negaban y ellos las ponían en su comida o bebida a escondidas. Entonces, esas amantes sufrían un aborto provocado pensando que era espontáneo. En los casos más extremos se recurría a envenenar tanto a la mujer como a la criatura, si llegaba a nacer.

— ¡Eso es una crueldad! — exclamaron muchos alumnos.

— ¡Silencio! — gritó Snape enfadado por la interrupción.

Notes:

Todo el contenido sobre lo que se cursa en los ÉXTASIS me lo he inventado.

Creo que es la primera vez que escribo de Snape dando clases... no lo he puesto a restar puntos por falta de palabras.

Pienso que los gemelos Weasley eran buenos en pociones. De alguna manera tenían que crear sus creaciones que después venderían en Sortilegios Weasley. Pienso que, aunque no estaban interesados en los ÉXTASIS sabían que necesitaban los conocimientos teóricos para poder crear productos más elaborados.

¿Opiniones?

Hasta la próxima

Chapter 28: Gryffindor vs Slytherin, Sirius vs Regulus

Notes:

(See the end of the chapter for notes.)

Chapter Text

Sirius observaba a sus rivales de quidditch elevarse a sus posiciones. O, mejor dicho, observaba a uno de ellos.

Siempre habían jugado juntos antes de que él entrara en Hogwarts.

Jamás imaginó que tendría que enfrentarse a Regulus en un partido de quidditch. Se le notaban los nervios. Era su debut.

Pero cuando él regresó a casa en Navidad en su primer año, Regulus no quiso ni mirarlo. Sirius se enfadó con él. No pensó que lo miraría como si fuera una mierda sólo por haber entrado en Gryffindor.

El partido empezó.

— Sirius, ¿todo bien? — James voló hacia Sirius.

— Es que… — bufó. — No quiero tener que lanzarle una bludger a Regulus y lastimarlo. No podría soportar que lo mandaran a la enfermería por mi culpa. Pero como golpeador de Gryffindor tengo que lanzar las bludger a mis rivales. Y más si son de Slytherin. No podemos permitir perder contra esas sucias serpientes.

— En el momento en que subimos al campo, sabemos que tendremos posibilidades de terminar en la enfermería. Pero, al menos, Regulus tiene suerte de que lo dejarán tranquilo hasta que uno de los dos buscadores encuentre la snitch. De todas maneras, Sirius, hay dos golpeadores. Si tú no quieres lanzarle la bludger a Regulus, lo puede hacer McLaggen.

— Potter, Black, ¡dejad de perder el tiempo! ¡El partido ya ha empezado! — les gritó su capitán.

— Gracias, James. No sé qué haría yo sin ti.

— De nada, amigo mío.

Desde el otro lado del campo, Regulus miraba fijamente a su hermano con el ceño fruncido. Estaba tan cabreado con él por no responder a ninguna de sus cartas el año pasado. Le prometió que no lo dejaría de lado por muy lejos que estuviera y, efectivamente, rompió su promesa. Encima lo sustituyó por amigos de su curso y casa.

…..

Cuando el partido iba 25 a 35 a favor de Gryffindor, los buscadores localizaron la snitch. Ambos bajaron en picada a por ella seguidos por los golpeadores de ambos equipos.

Sirius estaba pálido. No quería tener que lanzar una bludger a su hermano. No quería lastimarlo.

McLaggen, el otro golpeador, le tiró una bludger a Regulus. Pero esta fue envestida por el bate de uno de los golpeadores de Slytherin.

Sirius suspiró aliviado.

Otro golpeador de Slytherin lanzó una bludger al buscador de Gyffindor y Sirius la desvió. Pero McLaggen no se rindió en su ataque contra Regulus. Decidió matar dos pájaros de un tiro. Tiró la bludger que impactó contra el golpeador que defendió a Regulus y contra el Black menor.

Ambos se impactaron contra el suelo.

Hooch tocó el silbato.

Comprobó el estado de ambos y vio que en el cuerpo de Regulus había la snitch dorada. Comprobó si esto estaba permitido en la normativa y exclamó:

— ¡REGULUS BLACK HA CAPTURADO LA SNITCH! ¡175 PUNTOS PARA SLYTHERIN!

— ¡REGULUS! — Sirius bajó a toda velocidad al lado de su hermano.

— Sirius, Slytherin hemos ganado… gracias a mí. — Regulus le enseñó victorioso la snitch antes de caer desmayado.

Notes:

El primer partido de Regulus. Él estaba en segundo y Sirius en tercero.

Hooch tuvo que revisar la normativa de quidditch cuando Harry se comió la snitch, imagino que en este caso pasaría lo mismo.

¿Opiniones?

Hasta la próxima

Chapter 29: Empezar de nuevo y conocerse de verdad

Notes:

(See the end of the chapter for notes.)

Chapter Text

Era la primera vez que Bill podía salir de San Mungo tras el ataque del dragón de las bóvedas de Gringotts.

Si su hermano Charlie lo supiera, se reiría de él y le diría todo lo que había hecho mal para interactuar con un dragón.

Tampoco podía creer que Delacour lo hubiera salvado.

Cuando la presentaron como nueva secretaria de los duendes, desconfió de ella. No pensó que fuera tan habilidosa como todos creían. Sólo la veía como una cara bonita, que tenía a todos los hombres a sus pies sólo con su sangre veela. Todos los magos que trabajaban con ellos querían ligársela. Pensó que había logrado ser campeona de Beuxbatons con las mismas armas. Ahora que lo pensaba, eso no tenía ningún sentido porque los campeones los elegía un cáliz.

La cuestión es que un dragón que protegía una bóveda se descontroló y tuvieron que ir los magos a apaciguarlo. El dragón le dio un coletazo que lo dejó seco y quién consiguió contenerlo fue Delacour.

Él acabó en San Mungo y recibió las visitas de sus compañeros, entre ellos Delacour. Bill le pidió disculpas por cómo la había tratado hasta entonces y decidió invitarla a tomar algo en una cafetería del Callejón Diagon, imaginó que el Caldero Chorreante no sería de su estilo, para volver a disculparse sin estar todo vendado y postrado en cama.

Delacour aceptó.

….

El día de la no-cita, Delacour llevaba un vestido azul claro. Él, una camiseta azul y unos pantalones negros.

— Weasley. — le saludó.

— Delacour. — le devolvió el saludo.

Ambos se sentaron y tomaron sus pedidos. Bill pidió un café y Fleur un zumo de naranja sin alcohol.

— No puedo tomagg alcohol. — aclaró ella.

— Quería volver a disculparme por cómo te traté en tus primeros días en Inglaterra. No fui muy educado y me dejé llevar por prejuicios estúpidos.

— No te pgeocupes. No has sido el pgimego. Los hombres que se gelacionan conmigo son o pegsonas que solo ven mi belleza o me tienen pog alguien estúpida.

Bill hizo una mueca, reconociéndose en ese segundo grupo.

— Ninguna de esas pegsonas se ha molestado en conocegme a mí de vegdad. Pog eso pgefiego estag sola o con los duendes. Sólo lo hizo mi mejog amigo.

— ¿Quién es?

— Se llama Sebastian. Es inglés, pego estudió en Beuxbatons.

— Qué extraño.

— Es una lagga histogia. Pego necesito su permiso paga contagla.

— Claro. Lo entiendo.

— Íbamos siempre juntos. Me gecuegda a tu hegmano Gonalg con Haggy.

Bill sonrió ante la mención de su hermano.

— Pego no quiego hablag del togneo. Demasiados gecuegdos de Cedgic.

— Es normal. ¿Puedo preguntarte por qué has querido venir a Inglaterra?

— Oh, no tiene nada que veg con el togneo. Tenía clago que no quegía pasag mi vida en Fgancia, aunque amo a mi país. Mi mejog amigo es inglés y pgefiego vivig en un país donde hay un amigo que uno donde no conozca a nadie.

La merienda continuó.

Se lo pasaron tan bien, que quisieron repetir la cita otro día.

Notes:

No podía resistirme a escribir de nuevo sobre esta pareja y personajes que tanto me gustan.

¿Opiniones?

Hasta la próxima

Chapter 30: Volver a casa de la peor forma posible

Notes:

Advertencia: Aparece una violación grupal

(See the end of the chapter for more notes.)

Chapter Text

Verity escucha las órdenes de Kingslye Shacklebolt, el nuevo líder de la Orden del Fénix tras el fallecimiento de Moody.

Su misión es sencilla.

Descubrir el motivo de las capturas exitosas tan seguidas de los carroñeros en el bosque y traer el número máximo de "enemigos de la causa" a salvo.

— Verity, mucha suerte. — Fred la besa en los labios.

— Gracias, Fred.

— Suerte, cuñada. — se despide George.

— Gracias, George.

La Orden trabaja por grupos fijos. Y ella está en un pelotón diferente del de su pareja y el resto de Weasleys.

La expedición está liderada por Dedalus Diggle. Hestia Jones no los acompañaría. Todavía se está recuperando de unas heridas de un combate anterior y Remus y Tonks tampoco, debido al embarazo de la metamorfomaga.

Al principio, no encuentran a ningún carroñero o mortífago en su camino. Pero tampoco ven a ningún enemigo del Innombrable a la vista.

Verity está preocupada. ¿Van por buen rumbo o no? No se atreve a abrir la boca. Sabe que los licántropos están aliados con los mortífagos y tienen el oído muy fino.

Podrían oír su voz...

O sus pasos...

O tener hechizos alarma por si aparecen humanos...

Cuando salen de entre los árboles llegan a un campo abierto.

Verity piensa que en campo abierto es más fácil que estén expuestos a ser vistos y recibir cualquier maldición.

¿Y si les están parando una emboscada?

Dicho y hecho.

De entre los árboles empezaron a salir rayos verdes hacia ellos. Los magos más hábiles las desvían, otros no tienen tanta suerte, sus cuerpos caen muertos al suelo.

Verity tiene suerte de haber sido entrenada desde niña en duelos

Como es de suponer, todos son derrotados. Cuando quedan unos pocos vivos, los carroñeros salen de su escondite.

— Vaya, vaya, ¿a quién tenemos aquí? Si es Dedalus Diggle. Tú también nos jodiste bastante en la primera guerra. — un carroñero le escupe en la cara, mientras otros matan al resto de compañeros.

— ¿Y ella? — otro señala a Verity.

— Ese pelo azabache y esos ojos marrones… ¡es una Selwyn! ¡La traidora de la sangre hija del mortífago Treachery Selwyn que abandonó a su familia! — exclamó otro.

— ¡ZORRA! — la insulta Dedalus con la mirada llena de odio.

— No la insultes, Diggle. Ella es una traidora a la sangre de verdad, por mucha sangre de mortífagos que corran por sus venas. — Acto seguido, lo mata.

— Tienes suerte de que tu padre te quiera viva, maldita traidora, porque sino estarías muerta como el resto de tus compañeros. — le dice un mortífago a milímetros de su cara.

Verity intenta zafarse de él, pero es imposible. Son mucho más fuertes que ella. La atan a un árbol.

— Tu padre te quiere viva, pero no nos ha prohibido divertirnos un rato. — le dice mientras la desnuda.

Sólo puede dar patadas en el aire mientras ve como sus captores se desabrochan el pantalón y sacan sus miembros viriles…

— ¡NO! ¡NO! ¡NOOO! — grita mientras los carroñeros se acercan a ella.

Notes:

Verity es la hija de un mortífago que huyó de casa por su ambiente tóxico y fue a vivir al mundo muggle, donde sabía que su familia jamás la encontraría. Allí hizo amistades muggles y rompió con sus prejuicios de sangre. Más tarde se unió a la Orden del Fénix. Ella no tiene nada que ver en esta emboscada. Me gusta llamarla, la Sirius Black mujer.

Si queréis saber más de su romance con Fred, os recomiendo Amor en Sortilegios Weasley.

¿Opiniones?

Hasta la próxima

Chapter 31: Tuney, hermana mayor

Chapter Text

John Evans agarraba a su hija de la cintura y la intentaba levantar, pero la niña seguía erre que erre sin soltar la jaula del conejo.

— ¡NO! ¡CARROT! — gritaba la niña sujetando la jaula con fuerza.

— Tuney, no podemos llevar a Carrot al hospital. — susurraba el hombre.

— Carrot, Lily.

— Carrot no puede ir al hospital a conocer a Lily. En el hospital no se pueden llevar animales.

— ¿Po'qué? Carrot tamen es hemano mayor.

John suspiró frustrado.

Maldita la hora que su padre le regaló un conejo a la niña…

Petunia y Carrot se habían vuelto inseparables.

— Tuney — John bajó a la niña, quien soltó la jaula, y se puso a su altura. — Carrot no puede ir al hospital porque es un animal y los animales tienen bacterias que pueden lastimar a las personas enfermas.

— Ayer lo bañé.

— Tuney — John suspiró y lo volvió a intentar. — Sabes que en casa hay normas como recoger tus juguetes. — Tuney asintió. — Pues, el hospital también tiene sus normas y una de ellas es que los animales no pueden entrar.

Petunia finalmente pareció entenderlo, aunque no estaba a favor de esa norma.

— A Lily le presentaremos a Carrot cuando venga a casa con mamá. — le propuso John.

Petunia asintió.

….

John y Petunia entraron al hospital de la ciudad.

Petunia iba muy bonita porque iba a conocer a su hermanita. John le había puesto un vestido nuevo, unas medias y le había recogido el pelo hacia atrás.

Petunia no entendía porque su madre y su hermana estaban en el hospital. Quizás porque mamá estaba muy cansada por tener esa barriga tan gorda… ¿O Lily se habría puesto malita dentro de la barriga de mamá?

Llegaron a la habitación de su madre.

— ¡Mamá!

Petunia corrió hacia su madre y la abrazó.

— ¡Tuney!

Ambas llevaban muchos días sin verse.

— Violet.

— John.

Marido y mujer se besaron en los labios.

Petunia estaba encima de la cama, seguía abrazada a su madre; pero había algo que le llamaba la atención.

Su mamá ya no tenía la barriga grande donde estaba Lily.

Petunia tocó la bata de hospital de su madre.

— ¿Dónde está Lily? — preguntó preocupada.

— Lily está aquí. — su madre le mostró la cuna que estaba a su lado con un bebé durmiendo.

¿Por qué no se había fijado en eso antes? Quizás porque estaba muy contenta de volver a ver a mamá.

Miró al bebé. Tenía el pelo rojizo y la piel sonrosada. Petunia aguantó un momento la respiración. Nunca había visto un bebé en su familia, sí en los vecinos. Y ahora esa bebé era su hermanita.

Alargó el dedo y Lily lo apretó con su puño.

— ¡Oh! — exclamó sorprendida. Lily tenía mucha fuerza.

— Tuney — le dijo su madre. — Papá y yo ahora estaremos muy ocupados cuidando de Lily porque es pequeña y tendremos que dedicarle mucho tiempo, pero eso no significa que dejemos de quererte. ¿Lo entiendes?

Petunia asintió.

Los tres se abrazaron.

Chapter 32: La mayor pesadilla de Leon

Notes:

Este fic es empieza justo cuando termina el capítulo 27: Las ramas más avanzadas en pociones

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Chapter Text

Severus miró a sus alumnos, se giró y, con un movimiento de varita, movió una mesa con unos objetos delante de sus alumnos.

— Este es el chupete que antes les mencioné que usaban los hombres ricos sangre pura que querían deshacerse de un hijo ilegítimo. — enseñó un chupete. — Se ponía el veneno en la tetina y cuando el bebé chupaba absorbía el veneno.

Leon se estaba mareando. Veía a su padre perfectamente capaz de hacer algo así. También a sus tíos.

Sin embargo, levantó la mano.

— Señor Selwyn. — le autorizó Snape.

— ¿Se puede llegar a saber quiénes son las personas que encargaron esos chupetes?

— Sí, normalmente los elaboradores de pociones llevan un registro sobre sus clientes y sus encargos para que los costeen. La mayoría de las veces, esas listas de clientes se publican tras el fallecimiento del pocionista en revistas o libros de pociones. Salvo que haya una orden del Wizengamot o de la Oficina de aurores y deban requisarla. — explicó el profesor.

Leon asintió.

No paraba de imaginarse que se publicaba un registro de un pocionista con el nombre de su padre o algún antepasado suyo encargando un chupete envenenado.

Se estaba poniendo pálido.

— Señor Selwyn, ¿se encuentra bien? — preguntó el profesor.

El muchacho asintió.

Snape no terminó de creérselo, pero siguió explicando.

Leon pensó en algún posible medio hermano que hubiera muerto por absorber veneno mediante un chupete envenenado.

Se llevó una mano al pecho.

— Señor Jones, lleve al señor Selwyn a la enfermería.

Albert Jones le ayudó a levantarse y lo sacó de la clase. Los gemelos Weasley miraban a los chicos con sorpresa. Era raro ver a un Slytherin siendo amable con otro.

Una vez fuera de clase, Leon se zafó de su novio y empezó a caminar a trompicones por las mazmorras.

— Leon, el Profesor Snape dijo que tenía que llevarte a la enfermería.

Leon le ignoró y siguió caminando por los pasillos hasta que se inclinó y vomitó.

Albert conjuró unos pañuelos para que Leon se secara. Luego, hizo desaparecer los restos.

— En el desayuno te encontrabas bien. ¿Qué ha pasado?

Leon se apoyó en una pared.

— Que imagino completamente a mi padre, mis tíos o algún antepasado mío ser capaces de haber tenido un hijo con una puta y envenenarlo con uno de esos chupetes.

— Pero eso no lo sabes seguro...

— Albert, que los conozco. Sé cómo son. Tú nunca los has visto. Que yo sea gay y te ame a ti sin importarme que seas hijo de muggles, no hace que mi familia esté menos podrida. Los conozco bien. Sólo quieren herederos perfectos y alejarse del escándalo. Por eso no han hecho público que Verity huyó de casa… ellos serían capaces de ponerles los cuernos a sus mujeres y matar a un bebé bastardo, y más si es con alguien de un estatus inferior.

Albert estaba en silencio sintiéndose un inútil por ser incapaz de consolar a su novio.

— ¿Vamos a la enfermería?

— Prefiero ir a la sala común.

Notes:

Leon es un personaje OC que aparece como personaje terciario en Amor en Sortilegios Weasley y es uno de los protagonistas de Pansy ¡ahora vamos iguales!

¿Opiniones?

Hasta la próxima

Chapter 33: Una estancia para Regina

Notes:

(See the end of the chapter for notes.)

Chapter Text

Salazar Slytherin había estado ideando una estancia donde pudiera descansar Regina. Los basiliscos odiaban los lugares muy iluminados, por lo que estar milenios encerrada en el castillo no era una mala idea… sin embargo, había consultado con Rowena una forma de que el basilisco pudiera moverse por los pasadizos y su amiga ideó unos túneles que circulasen entre las diferencias estancias sin importunar a sus habitantes humanos; Helga estaba en contra de que el basilisco se relacionara directamente con los discípulos.

Así que, mientras él y Rowena, quien diseñó la construcción del castillo, prepararon la Cámara donde tendrían a Regina, la basilisco estaba en una estancia de las mazmorras. Eligieron como ubicación una estancia del segundo piso. Lo suficientemente cerca para defender la entrada del castillo de enemigos, pero lo suficientemente lejos para permitir una evacuación de los estudiantes.

— ¿Cómo haremos que se abra la puerta, Salazar? — preguntó Godric.

— ¿Por qué me lo preguntáis a mí? — respondió molesto.

— Porque a vos se os ocurrió meter a un basilisco en Hogwarts. Así que, os corresponde a vos decidir todo lo referente a él. — le contestó Helga.

— Vuestras mercedes son de gran ayuda. — concluyó Salazar con ironía. — Rowena y yo estuvimos diseñando una Cámara Secreta para que habite Regina y pueda moverse por unos pasadizos adecuados al tamaño que tendrá cuando sea adulta. He pensado que podríamos usar una trampilla para acceder a la Cámara Secreta.

— También pensamos que, para evitar que personas no autorizadas accedan a la Cámara y puedan manipular a Regina a su conveniencia, la trampilla se abrirá cuando alguien se lo ordene en lengua pársel. — añadió Rowena.

— Pero el único que habla pársel es Salazar. — objetó Helga.

— Puedo escribir en un pergamino las palabras exactas para que se abra la Cámara. Después, podemos pasarlo a nuestros sucesores. — explicó Slytherin.

Los fundadores asintieron a favor de la idea.

Slytherin dijo las palabras para abrir la trampilla y los cuatro magos bajaron las escaleras.

Caminaron por un pasadizo hasta llegar a la puerta con los animales que representaba a los fundadores.

Abrieron la puerta y vieron una estatua de los cuatro magos al centro.

— Pensamos que podría ser un buen detalle. — sonrió Rowena.

— ¡Regina! — llamó Godric.

La cría de basilisco apareció con una rata en la boca. Estaba cazando el almuerzo. Al oír a sus amos, bajó el segundo párpado para no lastimarlos.

— Bueno, parece que le va bien. — rio Godric.

— Incluso parece tierna. Hola, Regina. — Helga se inclinó a acariciar a la basilisco.

— Es muy mansa. — sonrió Rowena. — Tendremos que enseñarle a obedecer a los futuros dirigentes de Hogwarts.

— Por supuesto.

Sonrieron los demás.

Notes:

Seguimos con la trama de los Fundadores y Regina.

Al final, sin pensarlo ni pretenderlo estoy creando una historia.

Hasta la próxima

Chapter 34: La primera del grupo en casarse

Notes:

(See the end of the chapter for notes.)

Chapter Text

Katie regresó al piso que compartía con Leanne Thompson, Ginny Weasley, Angelina Johnson y Alicia Spinnet tras la cita que tuvo con Oliver Wood.

— ¿Cómo ha ido? — Angelina se levantó de su asiento.

Todas la estaban esperando para enterarse de lo ocurrido.

Katie no contestó, sólo levantó la mano izquierda mostrando un anillo.

— ¡NOOO! — exclamaron.

— ¡SÍÍÍÍ! — respondió ella toda sonrojada.

— ¡NOOO!

— ¡SÍÍÍÍ!

— ¡VAS A SER LA PRIMERA EN CASARTE! — exclamó Alicia.

— Cuenta, cuenta. — Leanne la llevó a donde estaban sentadas.

— Primero quiero desmaquillarme y ponerme el pijama. — contestó Katie.

Se fue a su habitación, se puso el pijama, se desmaquilló y regresó.

Alicia aprovechó para preparar un té.

— Estábamos en un restaurante muggle para evitar la prensa mágica. — explicaba Katie con la taza de té en su mano.

— ¿Qué cenabais? — preguntó Ginny.

— Espaguetis.

— ¡¿Cómo la película muggle de los perritos?! — chilló Ginny.

— ¿Os besasteis? — preguntó Alicia.

— No, cada uno tenía su plato.

— Qué sosos sois. — bufó Angelina.

— ¿Cómo terminó pidiendo tu mano, Wood? — preguntó Leanne.

— Eso intento explicaros, pero no paráis de interrumpir… — se quejó Katie.

Todas callaron.

— Mientras nos tomábamos el postre, Oliver fingió que le había caído algo en el suelo y se agachó. Cuando me di cuenta, estaba arrodillado a mi lado con un anillo y me pidió matrimonio. — cada vez que seguía hablando se sonrojaba más.

— ¡Qué romántico! — exclamó Leanne.

— ¡¿Quién iba a decir que Wood sería romántico?! — se burló Angelina.

— ¡Por fin ha sacado la cabeza de la quaffle! — celebró Alicia.

— Oliver me dijo que entendía si le decía que no porque era muy joven y hacía poco que me había graduado de Hogwarts. — explicó Katie toda sonrojada.

— ¡Qué tierno! — susurró Ginny.

— Sólo hace tres años que te graduaste y, aunque te cases, puedes seguir jugando en las Arpías de Hollyhead. — pensó Angelina en voz alta. — sólo te perderías una temporada si te quedaras embarazada por el riesgo a recibir un golpe y una caída que pueda afectar al bebé.

— Es lo que le dije a Oliver, que podíamos casarnos y que yo seguiría jugando. No tendríamos hijos justo después de casarnos… — sonrió ella.

— Bueno, tendremos que anunciarle a Gwenog Jones mañana en el entrenamiento que nuestra Katie se casa. — anunció Ginny.

— De momento, hemos pensado que sería justo después de la temporada de quidditch, ni Oliver ni yo queremos perdérnosla. También me gustaría que no dijerais nada a la prensa. Queremos que sea todo lo más discreto posible.

— Cuenta con nosotras.

— Será mejor que nos vayamos a dormir… vosotras tenéis entrenamiento y yo tengo que abrir la tienda. — bostezó Leanne. Ella era la única de las chicas que no era jugadora de quidditch profesional, sino que trabajaba en una floristería del Callejón Diagon.

Notes:

Sin darme cuenta, he escrito las dos anteriores participaciones con protagonistas femeninas. Así que, decidí mantener este patrón con esta participación.

Al principio, no me decidía sobre qué amistad escribir y cuándo me decidí, no sabía qué trama hacer. Al final salió esto. ¿Qué mayor muestra de amistad hay que esperar a la amiga que tiene novio para que cuente el chisme?

Leanne era una amiga Hufflepuff de Katie, estuvo con ella cuando recibió la maldición del collar. Yo no me acordaba de ella hasta que empecé a leer fics de KatiexOliver y salió este personaje. Me gusta pensar que todas las cazadoras fueron jugadoras profesionales y, más tarde, se les unió Ginny en el grupo de amigas y que compartieron piso antes de casarse.

Espero que os haya gustado.

Hasta la próxima

Chapter 35: Parricidio

Notes:

(See the end of the chapter for notes.)

Chapter Text

Barty estaba en su habitación. O más bien dicho, en la habitación de Moody. Acababa de terminar las clases de ÉXTASIS de DCAO.

Vio una lechuza en su ventana… llevaba una carta.

Crouch ha escapado. Está en Hogwarts. Seguramente para ver a Dumbledore.

Colagusano

Arrugó la carta y la tiró al fuego.

No había otra opción.

Tenía que matar a su padre.

Si lo volvían a dejar bajo la maldición imperius corrían el riesgo de que se revelara de nuevo y a escapara…

Y no podían arriesgarse a que esa vez si se reuniera con Dumbledore...

Se miró en el espejo. Su apariencia de Alastor Moody empezaba a desaparecer. Sus arrugas se iban y el color de su pelo volvía a la normalidad. Tomó otra poción multijugos.

Ahora, mucho mejor.

Ahora sí que su disfraz era perfecto.

El viejo auror seguía dormido…

Ojalá pudiera matarlo ahora mismo…

Él mató a muchos de sus amigos. Todos mortífagos… Evan Rosier… Wilkes…

¡Unos mortífagos brillantes, sanguinarios, con grandes ideas de cambio!

¡Asesinados por esa alimaña!

Debía contenerse. Si lo mataba ahora, su disfraz se iría a la mierda.

Abandonó la estancia.

Con un hechizo localizador, buscó a su padre. Estaba cerca del Bosque Prohíbido.

Se escondió entre la maleza.

Su padre estaba medio moribundo bajo la vigilancia de Viktor Krum.

Lanzó un desmaius al chico búlgaro.

El señor Crouch se asustó

Entonces, apareció.

Bartemius Croch Sr. sonrió.

— Moody… necesito… que… me lleves… con Dumbledore… mi hijo… Barty…

Barty se arrodilló delante de su padre e hizo ese tic que su progenitor tanto odiaba.

Su padre le reconoció y palideció.

— Barty… hijo… entrégate a los aurores… por favor…

— Padre, mis lealtades están con los mortífagos. Ellos son mi verdadera familia. El Señor Tenebroso es como un padre para mí y los Lestrange son como mis hermanos mayores. Al igual que el resto de mis compañeros… — le respondió el joven disfrazado de Moody muy serio. Algo muy raro en él. — ¿Sabes quién también suplicaba que estuvieras más tiempo en casa, pero para ti el Ministerio siempre fue primero? Mi madre. Y tú siempre pasaste de su culo.

— Yo trabajaba… para que tu madre y tú… un futuro mejor… sin magos oscuros… — se sinceró el hombre con lágrimas en los ojos completamente desesperado.

Barty sonrió. Apuntó a su padre con su varita.

— Cuando vuelvas a ver a Madre, pídele perdón por haber sido un esposo de mierda. Púdrete en el infierno. Avada kedavra.

El rayo de luz verde impactó de lleno en su padre. Murió al instante.

Barty usó un hechizo de magia oscura para acelerar la descomposición del cuerpo y que quedara solamente en huesos. Una vez hecho el trabajo, enterró esos restos cerca de la cabaña de Hagrid.

Acto seguido, se giró hacia Krum.

¿Debía matarlo también?

Le dio unas patadas al cuerpo.

Seguía inconsciente.

Bien, que uno de los Campeones desapareciera levantaría sospechas.

Lo dejaría allí. Siempre podía decir que Krum se había dado un golpe o lo habían atacado algunas bestias. Nadie sospecharía. Estaba en el Bosque Prohibido.

Se oyeron pasos… Barty dejó a Krum allí y se escondió.

Notes:

Este momento es canon, aparece en el cuarto libro cuando Harry y Viktor encuentran a un moribundo Bartemius Crouch y Harry le pide a Viktor que cuide del hombre mientras él va en busca de Dumbledore.

Me gustó meterme en la mente de Barty, me parece un personaje muy metódico e inteligente (y un sádico).

Espero que os haya gustado, en especial a Patty, por ser quién lanzó este desafío.

Hasta la próxima

Chapter 36: Justin, regresa al mundo mágico

Notes:

(See the end of the chapter for notes.)

Chapter Text

Ernie había logrado averiguar la dirección donde vivía Justin.

Habían pasado diez años desde que se vieron por última vez.

La última fue cuando se graduaron en su séptimo año, bueno, en realidad era el octavo, pero el contenido era de séptimo curso.

Después, Justin se había ido a vivir al mundo muggle y devolvió las cartas sin abrir que le mandaron. Incluidas, las invitaciones de las bodas de Susan y Hannah.

Ernie había tardado tiempo en localizar su dirección, Justin no tenía red flu ni había inscrito su dirección como mago en el censo mágico, pero ahora lo había conseguido gracias a un amigo auror.

Llamó al timbre. Menos mal que no había cámaras en el interfono. Sí, se notaban sus clases de Estudios Muggles.

Oyó el cerrojo abrirse al otro lado de la puerta.

Ernie aguantó la respiración.

Merlín, Morgana y Circe estuvieron de su parte porque Justin estaba en casa.

Estaba medio adormilado y todavía en pijama.

Se despertó de golpe al verle.

— Ernie… ¡¿Qué haces aquí?! — exclamó sorprendido.

— Hola, Justin. He venido a verte. No sé nada de ti en diez años. Creo que estoy en mi derecho. ¿No?

— ¿Cómo has sabido mi dirección? El mundo mágico, ¿verdad? — se respondió a sí mismo. — el mundo mágico siempre violando la intimidad de los muggles y sus familias.

— Lo siento, pero era la única opción de verte. ¿Puedo pasar?

Justin se hizo a un lado.

Después, lo guio hasta el salón y le invitó a tomar un té.

— ¿Qué ha sido de ti estos diez años? — preguntó Ernie.

— Me gradué en Cambridge en relaciones laborales y ahora trabajo en la empresa de mis padres con mi hermano mayor. ¿Y tú?

— Trabajo en una floristería en el Callejón Diagon. Y he ayudado a rehacer el mundo mágico… ahora todo ha vuelto más o menos a la normalidad. Ni se nota que muchas partes fueron destruidas por la guerra.

Justin palideció, subió sus piernas al sofá y se llevó las manos a la cabeza.

— ¡NO LA MENCIONES! ¡ESO NO TENDRÍAMOS QUE HABERLO VIVIDO JAMÁS! ¡VOLVER A HOGWARTS Y VER A TODAS LAS PERSONAS QUE FALTABAN FUE DEMASIADO! — vociferó.

— Por eso te fuiste del mundo mágico… — Ernie lo abrazó.

— Yo no podía soportarlo… sólo veía caras de las personas que murieron… Creevey, Fred Weasley… además, mis padres nunca llevaron bien que yo fuera un mago. Ellos son unos empresarios y que algo se salga de la norma o que pueda suponer un escándalo y dar mala imagen a su empresa no es algo que estén dispuestos a tolerar. Suerte que nunca les dije que soy gay. Ellos son muy tradicionales y quieren que Malcolm y yo tengamos hijos que puedan heredar la empresa.

— Justin… lo siento mucho.

— No es culpa tuya… ¿cómo podrías tener algo de culpa tú si me enamoré de ti?

— Yo también te quiero, Justin. ¿Por qué no viniste a las bodas de Hannah y Susan?

— No quería volver al mundo mágico… no estaba listo…

— ¿Y ahora lo estás? Todos tenemos ganas de volver a verte y estar los cuatro juntos.

"Yo te necesito"

— Está bien, me lo pensaré… — susurró. — de todas formas, me gusta estar cerca de mi hermano, ahora que ha tenido hijos… ¿y tú, Ernie?

— Igual que tú, trabajo y tengo dos hermosos sobrinos.

— ¿Nada de parejas?

— No, ¿y tú? Parece que fuiste el único mago en mi vida, Justin.

— Mis padres han intentado casarme porque quieren nietos míos que puedan heredar la empresa. Estos empresarios sólo quieren hijos de sangre. Pero, yo jamás podría casarme con una mujer siendo gay y hacerla infeliz. — respondió Justin triste.

Ernie iba a decir que esas palabras sonaban como las de un mago purista de sangre, pero se abstuvo de comentarlo al recordar la reacción de Justin al nombrar la guerra.

Siguieron hablando por un buen rato.

La semana siguiente, quedaron en el apartamento de Ernie.

Notes:

Espero que os haya gustado.

Pienso que Justin debía ser de una familia bastante adinerada. Al fin y al cabo, él si no hubiera ido a Hogwarts, habría ido a Eton. En esa escuela sólo va gente de familia adinerada, hombres, que es una escuela de chicos. Entre ellos, príncipes y futuros primeros ministros.

¿Opiniones?

Hasta la próxima

Chapter 37: Padres famosos

Notes:

(See the end of the chapter for notes.)

Chapter Text

Rose y Evanora salieron de la clase de Herbología charlando.

Se cruzaron con los Slytherin de primer año, que iban a Herbología.

Rose saludó a su primo, quien le sonrió.

Lo que le sorprendió fue que Evanora saludó a Malfoy, el mejor amigo de Albus, y este también le sonrió.

— ¿Conoces a Scorpius Malfoy? — preguntó cuando se alejaron de los invernaderos.

— Sí. Es un amigo mío de la infancia. Igual que su padre y mi madre. Y nuestras abuelas también. La abuela de Scorpius es la madrina de mamá. Y la abuela Pamela era la madrina del tío Draco.

Antes de que Rose pudiera contestar, alguien llamó a Evanora.

Un chico de tercero con la corbata de Slytherin y con facciones parecidas a la Hufflepuff salió del castillo y se acercó hacia ellas.

— ¡¿Qué tal?! ¡¿Cómo estás?! ¡¿Cómo han ido las primeras clases?! — preguntó.

— Bien. Alessandro, te presento a mi nueva amiga, Rose. Rose, él es Alessandro, mi hermano mayor.

— Un placer. — contestó Rose.

Alessandro se la quedó mirando como si estuviera teniendo un conflicto interno.

La ignoró y le susurró al oído a su hermana.

— Ten cuidado, Nora. Ya sabes lo que aurores como su padre o tío le hicieron a nuestra madre. — se separó. — Toma, te he traído algunas ranas de chocolate que me han dado algunos amigos. Sé que coleccionas los cromos. — le dijo en voz alta y le entregó una pequeña bolsa.

Después entró de nuevo al castillo.

— ¿Vamos a comerlas fuera? Todavía hace buen tiempo. — le propuso.

— Claro. Nos vemos aquí cuando terminemos las clases por la tarde.

….

Por la tarde, se juntaron y se sentaron debajo de un árbol.

Evanora le dio una rana de chocolate.

Ambas se comieron la suya y vieron los cromos.

— ¡Me ha tocado la Profesora McGonagall! — exclamó Evanora.

— ¡A mí me ha tocado mi papá! — chilló Rose.

— Debe ser muy chulo que tus padres salgan en las ranas de chocolate…

— ¡Sí! Me hace muy feliz que me toque un cromo donde sale alguien de mi familia. Por cierto, no te he preguntado a qué se dedican tus padres…

— Son diseñadores de moda. Tienen una tienda en el Oxford mágico. Y son muy famosos allí. Incluso tienen una tienda en Venecia, la ciudad donde nació mi padre.

— ¡Entonces, puede que salgan en un futuro en las ranas de chocolate! ¡Si se han vuelto famosos y han hecho algo importante para el mundo mágico es lo que se necesita para salir en los cromos! — la animó Rose.

— No creo que el mundo mágico olvide que papá fue un mortífago y los hombres de la familia de mamá también. Incluso, ahora, a mamá todavía le echan en cara que quiso entregar al Elegido al empezar la Batalla de Hogwarts.

— Por eso tu hermano antes… — susurró Rose.

— ¿Lo oíste? — se sorprendió Evanora. — ¡El tonto de Alessi! Cuando encarcelaron a mamá, los aurores le hicieron algo muy feo. Mamá todavía tiene pesadillas… algunas noches, la escuchamos gritar. En mi familia odiamos a los aurores.

Notes:

En el anterior fic de Rose y Evanora, quería poner la escena de ellas salir de clase y cruzándose con Albus y Scorpius. Al final, el fic fue por otros caminos, pero me pareció que esta era la ocasión perfecta para incluirlo y que las dos amigas se conocieran mejor.

Alessandro es el hermano mayor de Evanora, aparece en su capítulo correspondiente en Drabblectober 2023. Si queréis saber qué ocurrió con los aurores y Pansy, leed Sólo puedo ser yo mismo cuando estoy contigo. Pero no es un fic apto para otros los públicos.

Hasta la próxima

Chapter 38: Balto y Sonic

Notes:

(See the end of the chapter for notes.)

Chapter Text

Benjamin y Kenneth estaban en su habitación con sus nuevas mascotas recién compradas ese día en el Callejón Diagon. Edelweiss estaba jugando con una Nintendo en su habitación.

Benjamin le lanzaba una pelota al crap y este la recogía y se la devolvía para volver a iniciar el juego.

Kenneth acariciaba las patas del knarl con cuidado de no pincharse con los pinchos y de no tocarle las vendas con las heridas.

Ambos estaban en silencio, pensando los nombres para sus mascotas.

— ¿Qué nombre le pondrías a un perro con dos colas? — preguntó Benjamin.

— Pues el mismo nombre que un perro con una cola. Al menos tú lo tienes más fácil que yo. ¿Qué nombre le pondrías a un erizo? — contestó Kenneth.

— ¡Ya lo sé! — exclamó Benjamin. — ¡Balto! ¡Cómo el perro de esa película!

— Es un buen nombre. ¿Me ayudas a elegir uno para mi knarl? Lástima que no conocemos a ningún erizo famoso.

— ¿Cómo que no? — Benjamin estaba incrédulo. — Sonic. El de los videojuegos.

— ¡Claro! Se llamará Sonic. — Kenneth estaba contento de tener un nombre también para su mascota.

Dudley entró en ese momento al comedor.

— Papá, ya tenemos nombres para el crup y el knarl. — le comentó Benjamin. — Mi perro se llama Balto.

— Y mi erizo se llama Sonic.

— Como los personajes de la película y los videojuegos. — pensó su padre en voz alta.

— ¿Te gustan?

— Claro, tenemos que enseñarles algo de nuestra cultura a los magos.

— Sí. — respondieron los niños felices.

En ese momento, sonó el teléfono.

Dudley lo cogió.

— ¿Diga? Hola, Harry. Sí, los niños ya han elegido los nombres de sus mascotas. Después si quieres puedes hablar con ellos y te los comentan. ¡Qué bien! — Dudley, puso una mano en el auricular del teléfono y miró a su hijo mediano. — Kenneth, la amiga del tío Harry estará encantada de ayudarte a domesticar a tu erizo. Harry le ha dado nuestra dirección y vendrá mañana.

— ¡Qué bien! — exclamó.

— Vuestro tío quiere que os pongáis al teléfono y le digáis los nombres de vuestras mascotas.

Benjamin y Kenneth se levantaron, con algo de pereza, y le dijeron a su tío los nombres de sus mascotas. Después de hablar un rato de Hogwarts y el Callejón Diagon, colgaron.

— Llevad vuestras mascotas al cuarto antes de que a vuestra madre le dé algo.

— Niños, ¡venid a poner la mesa! — gritó Fiona Dursley desde la cocina.

Los hermanos Dursley obedecieron a regañadientes.

Notes:

Ya quería escribir de estos dos dando nombre a sus mascotas. Podría decirse que este drabble es una secuela de Los Dursley en el Callejón Diagon.

También podéis leer de esta familia en Reencuentro y Recuerdos.

Hasta la próxima

Chapter 39: Teddy odia la luna

Notes:

El Potterverso es de Rowling

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Chapter Text

Teddy observaba la luna.

La odiaba.

Su abuela Andromeda, su padrino Harry y su madrina Grace le habían hablado sobre el daño que le hacía ese satélite a su padre cada mes.

Sabía que incluso era su boggart. Bueno, en realidad no era la luna en sí, sino como era él como hombre lobo.

Pero eso no era excusa.

Teddy odiaba la luna igual.

También leyó en algunos libros de licántropos sobre cómo era la luna llena y lo que hacía sobre los hombres lobo.

No había mucha información. Su abuela le había explicado que ningún mago investigaba sobre los licántropos porque no estaban interesados. Solo los consideraban monstruos. Pero Remus le había hablado de cómo se sentía la transformación: como sentía que los huesos se le volvían gelatina desde el cráneo hasta los pies y como notaba como se le deformaban y como le crecía el pelo de golpe. También dolía, pero no era nada comparado con el dolor que sentían sus huesos y como se le alargaba el morro y las orejas volvían dentro de su cuerpo para salir arriba de su cabeza...

— El único que hizo algo por los licántropos fue Damocles Belby quien inventó la poción matalobos. — explicó Andromeda. — Con ella el dolor de la transformación desaparece y los licántropos no pierden sus recuerdos. Pero es una poción difícil de hacer y muy cara porque tiene ingredientes extraños.

— Oh. Pero papá tiene una Orden de Merlín. — dijo Teddy.

— Sí, pero papá es una excepción. Él luchó a favor de la Orden del Fénix en ambas guerras. Pero el Ministerio no perdona al resto de licántropos que apoyaron a Voldemort. — finalmente Andromeda ya no tenía miedo de llamar a ese hombre por su nombre. — Así que, han puesto leyes que les hacen esconderse aún más y para tratarlos peor y controlarlos más.

— Parece que la gente sigue igual que antes de la guerra… — reflexionó Teddy en voz alta. — Me gustaría conocer a Damocles Belby cuando sea mayor. Cuando adulto y sea un gran auror como mamá, me gustaría luchar por los derechos de los licántropos, como está haciendo la tía Hermione con los elfos domésticos.

Es una gran idea, Teddy. — le felicitó su abuela. Con suerte se centraba en defender su lucha por los licántropo y no ponía su pellejo en peligro. No soportaría perderlo.

Notes:

Quería retomar esta recopilación. Espero que la espera haya valido la pena.

Con el prompt luna se me venía a la mente Remus, pero no se me ocurría nada con él. Así que, me pasé a Teddy.

¿Opiniones?

Hasta la próxima

Chapter 40: Apoyar a tu pareja

Notes:

El Potterverso es de Rowling

Prompt: Escribir un fic hurt/confort

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Chapter Text

Hermione se sentó ver la puesta de sol en la Madriguera. Desde que había terminado la guerra, Harry y ella se fueron a vivir con los Weasley, aunque Harry se despidió de los pelirrojos y de ella la semana pasada. Tenía que ir a Estados Unidos a decirles a los Dursley que podían volver a casa. Algunos antiguos miembros de la Orden del Fénix se ofrecieron, pero su amigo se negó. Era algo que quería hacer él personalmente.

Y ella tenía que ir a Australia a devolverles la memoria a sus padres.

— Hermione, ¿todo bien?

La chica se giró. Ron Weasley estaba detrás de ella y se acercó para sentarse a su lado.

— Estos días te he notado muy pensativa. — le dijo.

— Estaba pensando en ir a Australia a devolverles la memoria a mis padres. Pero no sé si me atrevo. Aunque busqué un hechizo que tuviera contrahechizo, ¿y si no funciona? ¿Y si se enfadan? — preguntó ella entre asustada e insegura.

— Eres la mejor bruja de nuestra generación. Confío en tu criterio y sé que buscaste un hechizo que pudieras revertir. Y… en cuanto a si se van a enfadar. Les desmemorizaste sin su permiso, claro que se van a enfadar. Quizás estarán algunos días enfadados, pero te perdonarán. Eres su hija y estás viva. Muchos padres no han tenido suerte de que todos sus hijos sigan vivos al final de la guerra. — a Ron se le quebró la voz. Era justo lo que le había pasado a su familia con Fred.

— ¿Tu familia estará bien si yo me voy? — preguntó ella de forma insegura.

— No, pero no porque te vayas. Llevan sin estar bien desde que terminó la guerra. Pero he hablado con mis padres si les parecía bien que te acompañara, sabíamos que antes o después irías a Australia a por ellos. Mis padres han dicho que me apoyan en que vaya contigo.

— ¿Y tus hermanos? ¿Y George?

— George lleva sin con hablar con nadie y notar nuestra presencia desde el final de la guerra. Pero mis hermanos se quedarán con él para evitar que haga una tontería. Charlie se queda a vivir con nosotros una temporada y Bill y Fleur vienen cada día desde el Refugio. San Mungo ha dejado que Percy se recupere en casa y solo tendrá que ir al hospital para algunas revisiones y Ginny también estará ahí. Mis padres estarán bien con el resto de sus hijos en casa, aunque me han dicho que hablemos con ellos por vía red flu cuando estemos en Australia.

— Gracias, Ron, por siempre estar a mi lado cuando lo necesito. — Hermione lo abrazó y le dio un casto beso en los labios. Se sentía más valiente tras las palabras de consuelo de su novio. — Preparemos las maletas y nos iremos lo antes posible.

— Mi padre puede ayudarnos con el papeleo para el traslado a Australia y a presentarnos personas de la embajada mágica australiana para saber como localizar a tus padres y movernos por ese país.

— Gracias, Ron. Eres el mejor. — Hermione lo abrazó y se secó unas lágrimas traicioneras. Tenía muchas ganas de volver a ver a sus padres y todavía tenía los nervios muy a flor de piel por todos entierros a los que habían tenido que ir por culpa de la guerra.

Notes:

Un poquito de Romione, que siempre va bien escribir de los ships que te gustan.

Esta escena está ambientada en el mismo momento del primer capítulo de Paso del tiempo, mi recopilación Romione. Allí también podréis ver como va el viaje en Australia y el reencuentro con los señores Granger.

¿Opiniones?

Hasta la próxima

Chapter 41: Red de contactos

Notes:

El Potterverso es de Rowling

Prompt: Personaje que no te gusta

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Chapter Text

— ¿Está todo listo?

— Sí, Profesor Slughorn. — respondieron los elfos.

— Bien. — sonrió el profesor alisándose bien el chaleco. — Recordad que las fiestas de las Eminencias del Club de las Eminencias tienen que ser perfectas. Muchos de mis exalumnos vendrán. Ex alumnos que tienen cargos importantes en todo el mundo mágico y también acudirán mis actuales alumnos, los cuales en un futuro serán personas importantes.

— Sí, Profesor Slughorn.

— Bien. Podéis desapareceros y volver cuando estén todos los invitados para servirles los canapés y las bebidas. — Horace los despachó con tono desdeñoso.

— Sí, Profesor Slughorn.

Se oyeron muchos "pops" en la habitación hasta que Slughorn quedó solo.

Horace se sentó en su sala y tomó una taza de té esperando a sus invitados. Por fin, había conseguido que Harry Potter fuera a su fiesta. Lo había estado evitando muchas veces, pero ningún alumno podía rechazar una invitación suya. Él era una persona insistente. Sabía echar buen ojo a sus futuros protegidos que le servirían una gran red de contactos en el futuro. Había acertado en muchas de ellas como Wendy Slinkhard, quien era una famosa escritora y siempre le mandaba uno de sus nuevos ejemplares firmados, Dirk Creswell, quien era el Jefe de la Coordinación de Duendes y siempre le comentaba las últimas novedades sobre Gringotts, Gwenog Jones, una famosa jugadora de quidditch profesional…

También había tenido sus fracasos: todos los que se convirtieron en mortífagos.

Lamentaba profundamente la muerte de Lily Evans. Habría sido una gran auror o pocionista o cualquier otro oficio que ella se propusiera. Y también habría sido útil para él dándole una poderosa red de contactos.

Otros errores que cometió fueron en fichar su ojo en Marcus Belby, sobrino de Damocles Belby, el creador de la poción matalobos, quien mencionó que no mantenía contacto con su tío. Desgraciadamente, ya no le sería útil. Lo mismo con Neville Longbottom. Él esperaba encontrarse con un Frank y una Alice Longbottom 2.0 que pudiera conseguirle una buena red de contactos en la Oficina de Aurores en un futuro, pero lo que había encontrado fue a un muchacho tímido y asustadizo. Todo un desperdicio.

Esperaba que sus nuevos chiquillos, Harry Potter, el Niño Que Vivió e hijo de James y Lily Potter; Hermione Granger, la mejor bruja de su clase; Blaise Zabini, muchacho adinerad; Ginny Weasley, una bruja muy talentosa; las gemelas Carrow, chicas adineradas; Melinda Bobbin, miembro de una reputada familia de botánicos y Cormac McLaggen, cuyo tío Tiberius McLaggen tenía muchos contactos en el Ministerio, no fueran a decepcionarle también. Tenía muchos planes para ellos.

El fuego de la chimenea se volvió verde.

Salió un hombre de unos cuarenta años.

— Bienvenido, Eldred. — Horace se levantó a saludarle con los brazos abiertos y en un tono muy jovial. — Eres el primero en llegar.

Notes:

Creo que lo que define a un buen escritor de fanfics es escribir de un personaje que odias y desprecias sin que se note. Espero haberlo conseguido. No me gusta Slughorn. Nada de nada. Ni su favoritismo, ni su forma de dar clases ni su personalidad y lo poco que se preocupa de sus alumnos si no le son útiles y no forman parte del club de las Eminencias, ni su silencio con lo de los horrocruxes y Tom Ryddle, la de guerras y muertes que se habrían evitado si Horace hubiera hablado.

Eldred Worple es el autor de Hermanos de sangre: mi vida entre vampiros y estuvo en la fiesta del Club de las Eminencias del sexto libro (en la que Harry invita a Luna), que es el momento en que está ambientado ese fic.

¿Opiniones?

Hasta la próxima

Chapter 42: Una mujer muy afortunada

Notes:

El Potterverso es de Rowling

Prompt: Escribir un personaje que tenga mucha o muy poca suerte

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Chapter Text

Astoria iba caminando por los jardines de Malfoy Manor.

Era invierno y todos los jardines estaban nevados.

Era precioso.

Siempre había pensado que tenía muy mala suerte.

Su familia tenía una maldición de sangre por culpa de una mala acción que había cometido un antepasado suyo y esta había rebotado en ella. Siempre la heredaba cada séptima mujer de la familia. Su padre pensó que a ella y a Daphne no les pasaría, pero antes de ellas nació una niña muerta hija del abuelo de su padre. Así que, finalmente, Astoria se convirtió en la siguiente séptima mujer y no sexta como su padre pensaba, siendo la siguiente en recibir maldición. Eso provocó la ruptura del matrimonio de sus padres, su madre siempre culpó a su padre de ese error.

Así que, a partir de ahí, Astoria se había sentido muy desdichada. Sus padres no se divorciaron. Su matrimonio era de conveniencia, pero siempre hubo cariño y respeto, hasta su diagnóstico. Hasta ahí, siempre había visto a sus padres paseando con sus amantes en Greengrass Manor sin importarles que su hermana y ella estuvieran presentes. Astoria también había tenido que sufrir la indiferencia de sus padres. ¿Por qué tenerle cariño a una hija que podría morir en cualquier momento? Y el desprecio de su hermana. Daphne era muy pequeña cuando la diagnosticaron y pasó de ver a sus padres llevarse bien a odiarse. Y de niña culpó a Tori de su ruptura matrimonial.

Astoria también pensó que tenía muy mala suerte cuando sus padres le prohibieron ir a Hogwarts. Pero tras sus lloros e insistencia, la dejaron ir. Ahí fue cuando se sintió muy afortunada de conocer a sus mejores amigos: las gemelas Flora y Hestia Carrow, Thyron Vaisey y Helios Farley. Amigos de verdad que no se asustaron pese a su maldición y saber que no podrían disfrutar de su compañía mucho tiempo.

— Mamá, ¿podemos decorar un árbol de Yule en el jardín como ha hecho la tía Grace en el orfanato? — Scorpius señaló un abeto muy que había en el patio.

Astoria miró a su esposo. Llevaba todo el paseo agarrándole del brazo.

Draco y sonrió. Contagiándole su sonrisa.

— Pues claro que sí. — respondieron.

Scorpius chilló de alegría.

Ambos adultos lanzaron un accio para que vinieran los adornos y decoraron el abeto.

— Ha quedado precioso. — pensó en voz alta Draco al verlo terminado.

— Mamá, papá, ¿podemos tener otro árbol dentro?

— Pues claro que sí. — le respondió Astoria.

Scorpius dio saltitos de felicidad.

Astoria miró a su marido y a su hijo.

Era muy afortunada de tenerlos y de haberse reconciliado con Daphne y disfrutar de sus cuatro sobrinos y de los hijos de sus amigos a los que consideraba sobrinos en todo menos en sangre. Ellos eran su felicidad y su ancla para vivir. Desearía llegar a anciana solo para estar con ella, aunque sabía que no era posible. Su maldición de sangre la había hecho valorar más la vida y aferrarse más a ella que una persona normal. Sabía que en cualquier momento su salud empeoraría hasta el punto de estar postrara en la cama hasta fallecer. Hasta ahora solo había estado unas horas o días.

Sí, era muy afortunada y todo lo malo había valido la pena.

Notes:

La verdad es que el prompt de la buena o la mala suerte es muy ambiguo porque es muy subjetivo. Pero espero que os haya gustado.

Tenía ganas de escribir un drastoria, es un fic que me gusta. También lo he ambientado en Navidad, por estas fechas, y porque me he quedado con las ganas en mi recopilación navideña Navidad, dulce Navidad.

Podéis leer el diagnóstico de la maldición de Astoria y la ruptura del matrimonio Geengrass en su capítulo correspondiente en Drabbletober 2022 y la insistencia de Astoria en ir a Hogwarts en Revelaciones.

También me inspiré en los fanarts drastoria de en instagram.

¿Opiniones?

Hasta la próxima

Chapter 43: Volver a verse tras un largo viaje

Notes:

Prompt: Escribir un fic rating K

(See the end of the chapter for more notes.)

Chapter Text

Rolf acababa de llegar a Inglaterra y después de ir a su hotel y darse una ducha, tenía algo por hacer.

Se puso su ropa informal y arreglada, pero cómoda y se dirigió al Caldero Chorreante.

….

Hannah Abbott estaba ordenando los últimos licores que habían llegado a su establecimiento, cuando oyó la puerta abrirse.

— Bienvenido al Caldero Chorreante, ¿qué va a tomar? — preguntó sin fijarse en quien había llegado.

— Pues lo de siempre, si puede ser. — respondió él con su acento estadounidense.

Esta vez sí, Hannah se giró con los ojos bien abiertos.

— ¡Rolf! — corrió a darle un abrazo.

— Hola, Hannah. Yo también me alegro de verte. — él le devolvió el abrazo y la estrechó entre sus brazos. La había echado de menos.

— ¿Cuándo has llegado? — le preguntó ella una vez se soltaron.

— Hace una hora. He ido a mi hotel a darme una ducha. El siguiente lugar donde quería estar era aquí. — se sinceró él.

Hannah giró la cabeza para ocultar su sonrojo. Puso el cartel de cerrado y se dirigió de nuevo a la barra.

— Así no nos interrumpirán ni aparecerá una de tus locas admiradoras. — masculló sacando dos botellas de zumo de calabaza. Rolf amaba los zumos, era lo que siempre tomaba.

— Tranquila. No me he topado con ninguna en un hotel. Aunque más que ser famoso yo quien lo es, es mi abuelo. Todo el mundo pregunta por él.

— Es cierto, ¿cómo está?

— Muy bien. Muy alegre y vivaz. Le quedan todavía unos diez o veinte años más. Quien me preocupa eres tú, que no venga un cliente baboso y borracho a pasarse de la raya.

Hannah se rio.

— Solo pasó una vez y lo eché a base de maldiciones. Cuéntame alguna de tus aventuras. — preguntó con los ojos emocionados.

— Pues, he estado en la selva Amazonas, en una reserva secreta de unicornios. Sabes que están en peligro de extinción y la gente los mata por sus propiedades mágicas. Estaba llevando un registro sobre los que había y ayudando a las hembras a dar a luz a los recién llegados.

— ¿Nacieron muchos?

— Sí. Pero todavía faltarán muchos más para que la especie se recupere. Un hembra unicornio solo da a luz una vez en su vida y no siempre llega la criatura a edad adulta. Hay depredadores, cazadores furtivos, traficantes…

— Que cruel es el mundo… incluso sin magos tenebrosos hay gente avariciosa.

— Suerte que estamos los magizoólogos y los aurores para protegerlos. Y los ciudadanos buenos que nos aligeran el día y se preocupan por nosotros. Como tú.

Notes:

Siempre me cuesta etiquetar los ratings de los fanfics, a no ser que se traten temas muy duros. Pero no contiene ni violencia, abuso de drogas ni contenido sexual. Así que, en teoría, encaja. Según la descripción de Google.

¿Opiniones?

Hasta la próxima

Chapter 44: Mantener el contacto

Notes:

(See the end of the chapter for notes.)

Chapter Text

Percy, Oliver y Penny entraron en su hamburguesería favorita.

Los tres se habían graduado de Hogwarts hacía tres meses, pero seguían manteniendo el contacto vía lechuza. Era un poco complicado porque Percy trabajaba asistiendo a Bartemius Crouch y Penny también trabajaba en el Wizengamot como secretaría y ambos pasaban muchas horas en el Ministerio. A veces, estaban en la misma sala y no tenían ni tiempo de darse los buenos días. En cambio, Oliver trabajaba de jugador de reserva en el Puddlemere United y viajaba muchas veces en el extranjero para torneos de quidditch. Estaba unas semanas fuera durante los partidos y volvía a su país; y cuando estaba en Inglaterra, se dedicaba a entrenar muchas horas al día. Así que, era casi imposible verse.

Pero sí que acordaron verse una vez al mes en su hamburguesería favorita. Donde solían quedar en verano entre sus años en Hogwarts.

— Yo pido una doble hamburguesa con extra de queso y triple ración de patatas y para beber té con hielo. — pidió Percy.

— Siempre me sorprende que con lo estricto que seas con las normas te guste este tipo de comida basura. — rio Penny.

— Oye, no sabes lo buenas que están una hamburguesa y unas patatas fritas después de hacer un examen en Hogwarts o una larga jornada en el Ministerio. — se defendió el pelirrojo sonrojado.

— Da igual, yo pediré la hamburguesa de salmón y la ración normal de patatas fritas. Ya sabéis que me gusta más el pescado que la carne. Y también me pido un té con hielo. — le ignoró la rubia.

— A mí lo que me jode de Percy es que puede comerse un montón de comida basura y no engorda ni un gramo. Y yo tengo que ir con cuidado de no comer demasiado, que engordo. Y eso para un jugador profesional es de las peores cosas que le puede pasar.

— Lo siento, tengo genes privilegiados. — rio Percy. Oliver le fulminó con la mirada.

— Me chivaré a tus padres por comer comida basura. — le amenazó. — Sé que tu madre no te dejaría salir en meses si supiera a dónde vas en tus ratos libres del trabajo.

— Pero me echarías de menos.

— Pediré una hamburguesa de pollo con la ración pequeña de patatas fritas y un agua natural. — susurró Oliver.

— Te quejas de Percy, pero al final has pedido la hamburguesa. — rio Penny. — Si te va mejor, podemos ir a comer a otro sitio. A comer sushi, por ejemplo. — propuso.

— También me gusta. Pero este sitio es especial. Es donde siempre íbamos en los veranos en Hogwarts y no puedo renunciar a él.

Notes:

Ya tenía ganas de volver a escribir de este trío, tranquilitos comiendo una hamburguesa y compartir mi headcanon de que a Percy le gusta la comida basura (o cualquier comida que le dé a Molly un ataque al corazón, ya sea sushi o kebab). Ya sé que son los 90 y no habría tantos restaurantes de este tipo de comida como ahora, pero en una capital como es Londres, sí que habría puestos de comida rápida y extranjera.

¿Qué reacción creéis que tendría Molly si viera a uno de sus hijos comer ahí? ¿Y Arhtur? ¿Y los hermanos Weasley?

Hasta la próxima

Chapter 45: Tened hijos

Notes:

(See the end of the chapter for notes.)

Chapter Text

Tom Ryddle había mandado llamar a los hermanos Lestrange y a Bellatrix.

Tenía algo muy importante que pedirles que custodiaran.

— ¿Qué necesitáis, Mi Señor? — preguntaron los tres mortífagos.

— Os voy a entregar algo que necesito que custodiéis en vuestra bóveda de Gringotts. Protegedlo con vuestra vida si hace falta. — les ordenó.

— Vuestros deseos son órdenes, Mi Señor. — contestaron a la vez. Ese era un lema de los mortífagos "los deseos del Señor Tenebroso eran órdenes".

— Vosotros sois mortífagos que luchan en primera línea y podéis ser asesinados por la Orden del Fénix o detenidos por los aurores… — pensó Tom en voz alta.

— ¡Jamás lo permitiremos! ¡Somos de los mejores duelistas entre nuestras filas! — bramó Bellatrix.

Lord Voldemort la miró un momento con el ceño fruncido enfadado con su interrupción. Apuntó con su varita y dijo:

— ¡Crucio!

Bellatrix cayó al suelo gritando, pero con una sonrisa en los labios.

Rodolphus y Rabastan ni se inmutaron. Le tenían cariño como esposa, como amiga y como cuñada, pero para un mortífago mostrar misericordia, incluso por un aliado castigado, era la muerte o recibir el mismo castigo.

Tom Ryddle continuó con su discurso.

— Como decía, podéis ser asesinados o detenidos en Azkaban y ¿qué pasaría con vuestra bóveda? Vuestra hermanastra pequeña se casará con Regulus Black y vuestro padre y vuestra madrastra ya son ancianos. Vuestras posesiones serán confiscadas y embargadas por el Ministerio. No quiero que se pierda ese objeto tan valioso que tengo que daros. — Voldemort hizo una pausa y esta vez sí, Rodolphus habló siendo el más perspicaz de los tres.

— No nos habéis llamado solo para pedirnos que protejamos ese objeto, ¿verdad?

— Tan intuicioso como siempre, Rodolphus. — Tom Ryddle sonrió satisfecho con esa habilidad que tan útil le era de uno de sus mortífagos. — Bellatrix y tú lleváis años casados y Rabastan va a casarse con la hermana de Travers.

Bellatrix se puso al lado de su esposo fresca como una lechuga, quizás porque ya empezaba a estar loca. Y Voldemort dijo:

— Quiero que tengáis hijos, con uno me basta. Me da igual si es niño o niña. Así si os matan u os meten en Azkaban, él o ella heredara la bóveda de Gringotts.

Los tres se miraron. Esa orden les gustaba tanto como acostarse con un muggle, pero las órdenes del Señor Tenebroso no podían negarse.

— Como deseéis, Mi Señor.

Esa misma noche, Rodolphus y Bellatrix se pusieron manos a la obra hasta que Bellatrix quedó embrazada. En 1978 dio a luz a un hijo, Corvus Rodolphus Lestrange.

Por su parte, Rabastan se casó con Anastasia Travers. Fue un matrimonio por amor y en 1979, dieron la bienvenida a Renuard Rabastan Lestrange, nombrado en honor al cabeza de la familia Lestrange. Desgraciadamente, ese alumbramiento terminó en tragedia, con la muerte de Anastasia.

Tras el nacimiento de ambos niños, Tom Ryddle les entregó a los Lestrange la copa de Hufflepuff que guardaron en su bóveda hasta que fue robada por Harry Potter, Hermione Grange y Ron Weasley.

Notes:

Parece una parodia, pero está escrito de forma seria. Digo yo, ¿qué pasó con las propiedades de los mortífagos que fueron encarcelados? ¿Y si Voldemort les dio a los Lestrange la copa de Hufflepuff después de su salida de Azkaban, ¿dónde estuvo esos años?

También veo lógico que siendo los Lestrange unos sangre pura, quieran transmitir su apellido y su sangre. Al menos, uno de ellos hubiera tenido un hijo (y siempre tendrá más sentido un hijo de Bellatrix con Rodolphus que con Voldemort).

Hasta la próxima

Chapter 46

Notes:

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Chapter Text

Sirius vio como se llevaban a su hermano menor a la enfermería junto al otro golpeador de Slytherin.

McLaggen había lanzado la bludger al golpeador de Slytherin que estaba encima de Regulus y ambos niños cayeron al suelo del campo. Sin embargo, el tiro le salió por la culata, pues el pequeño Black tenía la snitch justo debajo y al entrar en contacto con ella, hizo a Slytherin ganador.

— ¡Putos Slytherin de mierda! ¡Por su culpa, hemos perdido el partido! — masculló McLaggen cuando los jugadores bajaron al suelo.

Los Slytherin estaban indecisos. Por una parte, habían ganado el partido, pero, por otra parte, habían llevado dos jugadores a la enfermería. No sabían si lamentar el destino de dos de sus compañeros o celebrar la victoria.

— La próxima vez, me pondré debajo y le lanzaré la bludger hacia arriba si la snitch está debajo. Da igual si acaban peor de lo que ahora. Solo son sucias serpientes. — susurró.

Pero McLaggen tuvo la mala suerte de que Sirius lo oyó y, aunque el otro era mayor y más alto que él, Sirius no tuvo reparó en lanzársele encima y empezar a golpearle.

— ¡Idiota! ¡Estás hablando de mi hermano! — le gritaba con lágrimas en los ojos.

— ¡Sirius! ¡Para! ¡Te está viendo todo el colegio! ¡Tendrás problemas! — le gritó James preocupado.

Demasiado tarde. Un hechizo separó a Sirius de McLaggen.

Como no, era su jefa de casa, la Profesora McGonagall.

— Los dos a mi despacho. Ahora. — exigió.

Ambos chicos se levantaron lanzándose cuchillos con la mirada y siguieron a la profesora.

James suspiró triste viendo como su amigo se iba. Seguramente le castigarían.

— Joder, no solo hemos perdido el partido, sino que, encima, van a castigar a dos de los nuestros. — Marlene Mckinnon, su amiga de la infancia y una de las cazadoras, se puso a su lado.

— Todo por culpa de las serpientes... — susurró James siguiendo a su amiga hacia los vestidores.

Notes:

Un poquito de la primera generación y del sentimiento antislytherin de los Gryffindor.

¿Opiniones?

Hasta la próxima

Chapter 47: Una amistad en extrañas circunstancias

Notes:

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Marcus lleva trabajando con los sanadores Bloom y Doge desde el principio de la guerra.

Los Flint se declararon neutrales, pero, para los mortífagos, eso era como declararse su enemigo.

Sus abuelos fueron asesinados en su casa, como querían, y sus padres, tíos y primos huyeron al bosque. Él se fue con los sanadores.

Como aprendiz de sanador, su trabajo consiste en ayudar a los sanadores, repartir las pociones entre los pacientes, vigilarlos, comprobar su estado y puntos vitales…

— Han llegado prisioneros que han liberado de Lestrange Manor. Algunos necesitan atenciones urgentes. Te necesitamos. — le informa el sanador Bloom.

— ¡Voy!

La sorpresa de Marcus es mayúscula al encontrarse con Percy Weasley entre uno de los antiguos prisioneros.

Los mortífagos no le habían quitado las gafas, pero sí las destrozaron. Con un episkey fue suficiente. También atienden el resto de sus heridas. Algunas son muy graves. Necesitará tiempo de reposo y recuperación física y mental.

Percy abre los ojos.

— ¿Cómo te llamas? — pregunta Marcus por protocolo para saber si el paciente ha perdido la memoria por culpa de las torturas.

— ¡Tú eres Flint, el capitán de quidditch de Slytherin! — grita Percy.

— El paciente conserva todas sus facultades mentales. — escribe.

De vez en cuando, Flint pasa a ver a Percy; a ambos les tranquiliza tener una cara conocida, aunque en Hogwarts no se dirigieran la palabra.

— Jamás te imaginé como aprendiz de sanador. — le cuenta Percy desde la cama mientras Marcus come un bocata.

— Era mi segunda opción. Mi madre tuvo la viruela de dragón cuando era pequeño y, aunque sobrevivió, el mundo mágico nos evitaba por las cicatrices que quedaron en su cara. Así que, quise ayudar a las mismas personas que tuvieron su misma enfermedad y decidí convertirme en sanador.

— Un sueño muy bonito. — comenta Percy desde su cama; y un poco culpable por ser tan prejuicioso con la gente con esa enfermedad. No sabe cómo lo soportaría si a su madre le pasara algo sí. — ¿Audrey está bien? Es mi novia.

— Lo sabemos. Ella está en la zona de mujeres. Cuando podáis salir de la cama y estéis más recuperados, podréis veros.

— ¿Y con esto? — Percy le enseña el muñón izquierdo.

— Por suerte, usaron hechizos cortantes y no maldiciones y podremos regenerarte la mano y los dedos. Pero necesitas alcanzar un peso mínimo porque es un proceso bastante doloroso y en tu estado actual no podrías soportarlo.

— Entiendo.

— Ahora lo que tienes que hacer es comer, subir de peso y recuperarte. — le explica Flint secándose las manos tras comer su almuerzo.

— Gracias.

Marcus sabe que no debe preguntar por qué Weasley terminó en Lestrange Manor. Si es cierto que los Weasley son traidores a la sangre, pero su familia no terminó siendo torturada, solo él. Preguntar sobre lo que sucedió en la cárcel puede traer malos recuerdos al paciente.

— Tengo que volver al trabajo. — Marcus se levanta de su silla.

— Flint, ¿vendrás a verme cuando tengas tiempo libre?

Claro. — le sonríe el antiguo Slytherin.

Notes:

Antes ya tuvimos un poquito de sentimiento antislytherin y rivalidad Gryffindor y Slytherin rozando lo tóxico. Quería remediarlo en este capítulo y tenía ganas de escribir de esta amistad.

El fic está ambientado en la Segunda Guerra Mágica.

¿Opiniones?

Hasta la próxima

Chapter 48: ¿Y si termino en Gryffindor o Ravenclaw?

Notes:

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Es la noche del 31 de agosto, mañana la pequeña Luciana Zabini empieza Hogwarts y está algo nerviosa.

¿Irá a Slytherin como su hermano mayor, sus padres y toda su familia materna?

¿O irá a Hufflepuff como su hermana mayor?

La familia de su padre se crio en Italia, su papá fue el primero en ir a Hogwarts y entró en Slytherin, aunque para Luciana, la Nona Zenobia era una Slytherin de pies a cabeza. En cambio, la familia de su madre ha vivido en Inglaterra durante generaciones y todos han ido a Slytherin, excepto los primos George y Arthur, los hijos de la tía Verity, pero su padre fue Gryffindor, así que, no supuso sorpresa para la familia.

Luciana sabe que Gryffindor y Slytherin se odian. Oye a sus padres y hermano mayor hablar mal de Gryffindor, pero ahora que la mejor amiga de su hermana es una leona se contienen un poco.

Sin embargo, Luciana todavía recuerda lo que dijeron sus padres cuando recibieron la carta de su hermana tras su selección y decirles que había quedado en Hufflepuff:

"¡¿En Hufflepuff?! ¡¿Ha quedado en Hufflepuff?! Blaise, ¿alguien de tu familia ha quedado en Hufflepuff en lo que sea equivalente en la Scuola Befana?"

"No que yo sepa".

"En mi familia, tanto los Parkinson como los Selwyn han sido Slytherin".

"Por lo menos, no ha ido a Gryffindor" recuerda Luciana que dijo su padre riendo.

"O a Ravenclaw", cuando Pansy pronunció ese nombre le tembló un poco el labio al pensar en uno de sus principales abusadores.

Y si ella terminara en una de esas casas, ¿qué pasaría? ¿La echarían de casa? ¿La mandarían al orfanato de la tía Grace? ¿La mandarían al mundo muggle? Ella nunca ha estado en el mundo muggle. No sabe qué hacer.

De repente, oye pasos que se acercan y abren la puerta.

Luciana se hace la dormida.

— He oído como te movías entre las sábanas. — dice Pansy.

— Ups.

— Deberías dormir. Mañana hay que madrugar. ¡Vas a Hogwarts! — intenta animarla su madre acurrucándola entre las mantas.

Luciana se gira para mirar a su madre, bastante seria y triste.

— Mamá, ¿y si quedo en Ravenclaw o Gryffindor? Recuerdo que cuando Evanora quedó en Hufflepuff, papá y tú dijisteis que, al menos, no había quedado en esas dos caras.

Pansy se sorprende.

No pensaba que su hija recordara eso.

— Yo no quiero acabar en la casa de alguien que te hizo daño, mamá. — susurra la niña triste.

— Bueno, yo estoy en Slytherin. Y sabes que el abuelo Humphrey le hizo algo muy malo a la abuela Pamela. — Pansy intenta sobreponerse y tranquilizar a su hija. — Papá, Alessi y yo somos unos orgullosos Slytherin y Quién-Tú-Sabes también lo fue y eso no nos hace menos orgullosos de ser serpientes. Si terminar en Gryffindor o Ravenclaw… bueno, habrá alguien decente en esa casa desde hace mucho tiempo. Nosotros no dejaremos de quererte.

Luciana asiente.

— Ahora a dormir, cariño. — Pansy besa su frente.

— Buenas noches, mamá.

Notes:

En este fic se menciona algo que Pansy sufrió en El bando perdedor tras la guerra. Aunque creo que no se necesita mucha imaginación para saber qué pasó.

Solo me faltaba presentar a esta hija de Blaise y Pansy, aunque ya ha salido en el capítulo de su padre y abuela en Drabbletober 2022 y en su capítulo de Navidad, dulce Navidad.

Su hermano Alessandro (Alessi, según el diminutivo italiano) es protagonista de su drabble en Drabbletober 2023 y sale como personaje secundario en el drabble de esta misma recopilación Padres famosos.

Evanora es protagonista de varios drabbles de esta recopilación y de varios drabbles de Anécdotas del día a día.

No sé si Pansy ha quedado un poco OOC. Pero, después de lo que pasó de adulta, pues... creo que no será ya la misma que era de adolescente. Aunque nadie lo es.

Este momento también me ha recordado un poco a Albus y Harry en el epílogo. Pero es una de mis escenas favoritas de la saga, así que, no me quejo.

Hasta la próxima

Chapter 49: Papá Albus Noel

Notes:

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Hoy es el día en que viene Papá Noel a Cokeworth. Como siempre, la familia Snape ha invitado a Albus Dumbledore, abuelo adoptivo de los niños, para verlo.

Mientras Josh y Adrien desayunan, Carole le da el pecho a la niña y le comenta a Severus en voz baja:

— El abuelo de Amy se ha puesto enfermo y no podrá hacer de Papá Noel.

— ¿Y qué hacemos? ¿Dónde encontramos a un Papá Noel en tan poco tiempo?

En ese momento, las llamas de la chimenea se vuelven verdes y sale Albus Dumbledore con uno de los trajes con los que Severus le obliga a ir cuando visita el mundo muggle, conociendo al viejo se pondría lo más hortera que encontrara.

— Buenos días, espero haber llegado justo a tiempo.

Albus ve que Carole y Severus lo observan con suspicacia y tiene un mal presentimiento.

— ¿Ocurre algo? — pregunta dubitativo.

— Recuerda bien, — le dice Severus cuando Albus ya se ha disfrazado y puesto un hechizo glamour para crear una barriga falsa y ondular su larga barba lisa. — Aparecerás por un carro tirado por un tractor y tendrás que saludar a los niños moviendo la mano en alto. — hace el gesto. — Y gritar "ho, ho, ho" como si fueras imbécil. Cuando te sientes en la silla que te han preparado, tienes que preguntarles a los niños si se han portado bien y qué quieren para Navidad. No saques la varita ni hagas nada raro, que estarán todos los padres viéndolo.

— Sí, Severus, ya me lo has explicado tres veces. Nada de crear renos venidos de la nada ni de sacar la varita y ponerme a hacer magia. Aunque eso sería mucho más interesante.

— Recuerda que toda esta chorrada es una pantomima creada por los padres. — sisea Severus.

— Que sí, nada de dar infartos a los pobres padres y abuelos. ¿Quién iba a decir que la paternidad te iba a dar también espíritu navideño? — comenta divertido.

Si las miradas mataran, Albus ya estaría muerto.

Los niños ven aparecer el trineo de Papá Noel tirado por un tractor, quien los saluda y grita: "ho, ho, ho". Lo ayudan a bajar y se dirige a la silla roja. A Adrien y Josh les brillan los ojos de expectación al verlo, pero notan una ausencia.

— ¿Dónde está el abuelo Albus? Prometió que vendría. — comentan con pesar.

— No podía. Tenía una visita de alguien importante. — responde Severus.

— No hay nadie más importante que Papá Noel. — rebatieron los niños.

Mientras tanto, los niños van sentándose en el regazo de Papá Noel y comentando lo que piden para Navidad.

Cuando es el turno de Adrien y Josh, ven que los ojos azules de Papá Noel les son muy familiares pese a la barba blanca ondulada.

— ¿Abuelo? — preguntan los niños sorprendidos.

Suerte que no lo han dicho muy alto, Albus los acerca a él y les susurra:

— El Papá Noel de verdad está acatarrado y me han pedido que le sustituya, como también soy viejo y tengo la barba blanca.

Notes:

498 palabras

Se me ha ocurrido este fic en una mezcla de algo que pasó en mi pueblo con una niña y su padre, la niña lloraba porque su padre no estaba y era el que le tocó hacer de Papá Noel, aunque el Papá Noel de mi pueblo daba los regalos, no recogía las cartas, y algo que vi en Twitter sobre una niña que reconoció al padre de una compañera de clase disfrazado de Baltasar y el hombre dijo que el rey de verdad se había puesto enfermo.

¿Opiniones?

Hasta la próxima

Chapter 50: La venganza de Rose

Notes:

El Potterverso es de Rowling

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Chapter Text

Rose está con Evanora en su clase de Historia de la Magia, única optativa que ambas comparten.

Ambas mejores amigas están sentadas una al lado de la otra, leyendo el libro y tomando apuntes, porque si tienen que fiarse de la voz de Binns terminarán dormidas.

A Rose le encanta la historia y Evanora quiere cerciorarse si su familia siempre fue la mala de la historia.

Evanora está preocupada. Después de lo que hicieron sus compañeras de cuarto en su habitación, Rose se enfadó mucho. Pero no ha vuelto a sacar el tema. Lo cual hace que se tema lo peor.

Esto no puede significar nada bueno.

— Rose, ¿todo bien? — le pregunta.

— Sí. ¿Por qué?

— No has vuelto a sacar el tema de ya sabes qué.

— ¿Han vuelto a meterse contigo?

— No.

— Entonces está bien.

Pero Evanora no las tiene todas consigo. Sigue escribiendo sus apuntes, cuando oyen gritos en el pasillo.

— ¿Qué es eso? — se sorprende Evanora. Rose no le responde.

Binns sigue a lo suyo hasta que los gritos se hacen más fuerte.

— ¿Qué córcholis es eso? — el fantasma levanta la vista del libro y se dirige a las afueras de la clase seguido por sus dos alumnas, quienes tienen que abrir la puerta puesto que Binns cruza la pared.

Los tres abren los ojos sorprendidos.

Cuatro chicas de Hufflepuff, curiosamente del año de Evanora, corren de un lado para otro con cuervos dándoles picotazos en la cabeza.

— ¡¿Qué ha pasado?! — gritan los alumnos que las ven. Quieren ayudarlas, pero no a costa de recibir picotazos de las aves. Así que, no intervienen.

— Qué pena. — expresa Rose, sin sentir ninguna lástima por ellas.

— ¡Esto es inaudito! — exclama Binns. — ¡Ya parece a cuando los Merodeadores o los gemelos Weasley estaban en Hogwarts! ¡Seguro que deben haber sido James Potter o Fred Weasley!

— Profesor, mis primos están en clase. Tienen Transformaciones ahora mismo. — contesta Rose.

— Ah. — dice Binns sorprendido. Aunque no se sabe si por notar la presencia de sus dos alumnas o porque James y Fred sean inocentes.

Se sientan en clase y Binns continúa su perorata que ninguna de las dos niñas escucha.

— Rose, ¿esto es obra tuya? — le susurra Evanora muy seria.

— No sé por qué lo dices, Evanora. Yo estaba aquí contigo.

— Rose. — la pelirroja suspira al verse descubierta. Evanora la ha llamado igual que sus padres cuando hace algo malo.

— Solo cogí la capa de invisibilidad de James, cuando cumplía un castigo con Fred, me colé en vuestra habitación y puse esencia de huevo para atraer cuervos en su champú para el pelo.

— Hablaremos de esto después. — concluye Evanora.

Notes:

Rose parece una digna sobrina de sus tíos o hija de sus padres. Recordemos los líos en que Hermione y Ron se metieron de niños.

Por cierto, ¿Cómo os imagináis las reacciones de Ron y Hermione? ¿Harry y Ginny? ¿O George Weasley? ¿Y cómo reaccionarían los primos de Rose?

Este fic sigue la trama de la amistad de Rose y Evanora de esta recopilación y la de Anécdotas del día a día en el que unas Hufflepuff, casa de Evanora, se meten con Evanora Zabini por los antecedentes de su familia.

Hasta la próxima

Chapter 51: Lysander Scamander y Sculptor Nott reconocen sus sentimientos

Notes:

El Potterverso es de Rowling

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Chapter Text


Lysander Scamander y Sculptor Nott se han odiado desde el primer momento en que se vieron.

— Scamander.

— Nott. — se saludan de forma tensa cada vez que se ven.

Se miran con el ceño fruncido fijamente hasta que uno de los dos salta y pega al otro y empieza la pelea. Siempre tienen que ser separados por alumnos mayores, prefectos o profesores y siempre terminan en el despacho de sus jefes de casa o en el despacho de la directora.

Hoy no es una excepción.

Minerva McGonagall mira fijamente a sus dos alumnos. Un Ravenclaw y un Slytherin. Raro. Normalmente ese tipo de escenas se dan entre un león y una serpiente. También es extraño. Los padres de ambos han sido bastante tranquilos, quitando que Theodore y Grace Nott son familiares de mortífagos y los jóvenes Scamander y Nott no tienen problemas con ningún otro estudiante o profesor. Solo con el muchacho que tienen sentado a su lado.

— Hace seis meses que llegaron a Hogwarts y seis meses que llevan atacando al otro desde la primera vez que se vieron. Estoy harta de esta situación si tenemos que esperar a que ustedes dos se gradúen. Están castigados hasta que no hagan las paces. Hablen con sus respectivos jefes de casa sobre dicho castigo. Pero, pasen por la enfermería primero.

Lysander tiene un moratón en el ojo y Sculptor arañazos en la cara y el labio roto.

…..

Sagitarius pasa por el aula de pociones donde Sculptor está limpiando calderos.

— ¿Te falta mucho para terminar, Sculp?

— Solo tres calderos.

— ¿Quieres salir a volar conmigo después? — Su hermano mayor le enseña su escoba.

— ¡Sí!

El Profesor Higgs comprueba que los calderos estén impolutos y deja salir a Sculptor de la sala.

Ambos hermanos salen al jardín y se elevan al cielo en la escoba de Sagitarius.

— Papá y mamá han vuelto a mandarme una carta. Están preocupados por ti, Sculp. ¿Por qué no paras de meterte con Lysander?

— Porque me gusta… — susurra Sculptor.

Sagitarius para la escoba en seco y ambos hermanos casi salen volando. Menos mal que el mayor de los Nott es muy hábil en la escoba y reacciona a tiempo para que su hermano y él no acaben estampados en el suelo.

— Sculptor, eso está muy mal. No se pega a los niños que te gustan. ¿Has visto a mamá y a papá pegarse? Verdad que no. ¿Me has visto a mí pegar a Pandora Longbottom? Verdad que no. Pues tú tampoco pegues a Lysander.

— Mmm… — comenta él pensativo.

— No quiero oír que has vuelto a ser castigado porque has pegado a Lysander, ¿entendido?

— Sí.

Lysander y Lorcan suben a la sala común de Ravenclaw.

— Tú no eres así, Lys. ¿Qué te pasa con Sculptor Nott?

— Me gusta.

— Oh. ¿Te gustan como mamá y papá se gustan? — Lysander asiente. — Pero, mamá y papá no se pegan, Lysander. Tú tampoco deberías pegar a Sculptor.

— ¿Hay alguien que te guste, Lorcan?

— No, pero me gusta mucho pasar tiempo con Lily Potter. Y como puedes ver, yo no la pego.

Lysander y Sculptor dejan de pegarse a partir de ese día, pero no de mirarse.

Notes:

Primero escribí este fic para el Reto LGTB del Foro "Hogwarts a través de los años", pero como una premisa era que debía ser un fic fluff y este tiene algo de drama, escribí otro fic con estos dos como protagonistas. De todas formas, quería publicar este ya que lo tenía escrito.

Sculptor es un OC. Tanto Sculptor como Sagitarius son nombres de constelaciones. Por lo que, podemos imaginar cuál es la familia de su madre.

Me gusta la aparición de Minerva, ya que no suelo escribir mucho de ella pese a ser un personaje que me gusta mucho.

El Professor Higgs, sí, es Terence Higgs.

¿Opiniones?

Hasta la próxima

Chapter 52: Comprar el vestido de novia

Notes:

El Potterverso es de Rowling

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— Gracias por acompañarme, Hermione, Luna. — les agradece Ginny en la tienda.

— No hay de qué, Ginny. — le sonríe Hermione. — Estamos aquí para ayudarte.

— Para eso están las amigas. — le dice Luna.

— Es que, normalmente, tendría que ir con mi madre. Pero ya sabéis cómo se pone ella con el tema de las bodas… no nos ponemos de acuerdo con nada… y el vestido que quiere ella no es el que quiero yo y discutimos. — susurra Ginny frustrada.

— Ella quiere la boda perfecta para ti. Lástima que sus ideas sean la boda perfecta para ella y no para Harry y ti. — piensa Luna en voz alta.

— ¡Exacto! — exclama Ginny. — ¡Eso es lo que pasa! Intentamos decírselo de la mejor forma posible, pero no quiere entenderlo.

— Vamos a por lo que hemos venido que, si no, se hará de noche. — suelta Hermione queriendo animar a su pequeña cuñada. — ¡El vestido!

— Es verdad.

Ginny empieza a mirar vestidos con la ayuda de la chica de la tienda.

— Menos mal que hemos ido al mundo muggle. Si vamos al mundo mágico, corremos peligro de que haya algún paparazzi por ahí. — le susurra Hermione a Luna. La menor de las dos asiente estando de acuerdo.

— ¡Chicas! ¡Mirad este vestido! — Ginny les enseña un vestido cuya falda llega hasta los tobillos y con las mangas holgadas.

— Es bonito. — contesta Hermione. — Encaja con tu estilo. Cómodo, femenino, pero sin serlo demasiado.

— ¡Exacto, Hermione! ¡Lo has descrito a la perfección! ¡Qué bien me conoces! ¿Tú qué opinas, Luna?

— Es bonito. Pero, todos los vestidos de boda son bonitos… Deberías probártelo.

Ginny sigue la propuesta de su mejor amiga y va al probador.

— Recuerda que tienes que buscar tu vestido de dama de honor. — le recuerda Hermione a Luna, quien asiente sonrojada de la emoción.

— Ella fue mi dama de honor en mi boda. Pero me ha hecho ilusión que me lo pidiera para la suya…

En ese momento, Ginny abre la cortina del vestidor y Hermione y Luna abren los ojos como platos.

— ¡Estás preciosa, Ginny! — grita Hermione.

— ¡Pareces una v…! — Hermione le da un codazo a Luna. — ¡Un hada pelirroja! — se corrige la rubia.

— ¿Os gusta de verdad? — Ginny se mira en un espejo dejando ver los nervios que tiene. — Me gusta y encaja con mi estilo. — comenta mientras da pequeñas vueltas alrededor del espejo.

— Quédatelo, Ginny. Si te gusta y te sientes bonita y cómoda... — la anima Luna.

— Ahora solo te falta encontrar los zapatos. — le recuerda Hermione.

— También vendemos zapatos. — les muestra la vendedora. — Les recomiendo unos negros para contrastar con el vestido y de tacón. Así realzará los tobillos y las piernas de la novia.

Ginny sigue su consejo y va probándose diversos zapatos hasta encontrar unos con una tira en medio del pie dejando al descubierto los laterales.

— Ahora solo falta comprar nuestros vestidos. ¿Querrías acompañarnos, Ginny? — le propone Hermione.

— ¿Es normal que la novia acompañe a sus invitadas a comprar el vestido?

— No lo sé. Pero iremos como amigas y cuñadas.

Notes:

Me da que Molly es un poco pasional con las bodas hasta el punto de incomodar a toda la familia, como ocurrió en la boda de Bill y Fleur. Imagino que si la boda es de su única hija todavía más.

No sé si ha sido muy rápida la elección del vestido. Pero, si una tiene claros sus gustos y su estilo, se encuentra enseguida.

Me he inspirado en el vestido de Bonnie Wright. No soy el tipo de persona que confunde actor y personaje, pero si pienso que el estilo de vestimenta de Bonnie Wright encaja mucho con la personalidad de Ginny.

¿Opiniones?

Hasta la próxima

Chapter 53: Comida familiar

Notes:

El Potterverso es de Rowling

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Chapter Text

Minerva McGonagall ama a su familia, por mucho que sienta ciertas rencillas con ella.

Está resentida con su madre, en paz descanse, por haber abandonado su carrera mágica por amor, el amor de un muggle.

Sus hermanos son un tanto exasperantes, pero les quiere.

Y su padre no quiere ni oír hablar de la magia.

Minerva sale de su casa y se desaparece a la casa del antiguo predicador.

— Bienvenida, hija. Pasa. — la saluda Robert McGonagall.

— Hola, papá.

— Tus hermanos ya están en el salón.

Minerva se dirige hacia allí.

— Minna, ve a abrazar a tu madrina. — Robert McGonagall jr. señala a Minerva a su hija. La niña va tanteando pasos torpes hacia su tía. Minerva se agacha y toma en brazos a su tocaya.

Después se dirige al sofá y se sienta al lado de su hermano Malcolm.

— Bueno, Minnie, cuéntanos. — Malcolm cruza las piernas y apoya los brazos alrededor del sofá. — ¿Tienes algún diablillo en Hogwarts?

— No digas el nombre de la escuela mágica tan alto. Sabes que papá no lleva bien nuestra parte mágica.

— Somos adultos. Papá tendría que haber aceptado nuestra parte mágica hacia años. ¿Verdad, Minna? — le dice haciendo cosquillas a su sobrina.

— Pues sí, tengo dos alumnos gemelos. Prewett, se llaman. Son tan toca narices como vosotros.

— Oye, yo he madurado. Soy padre. — Robert se sienta en el respaldo del sofá del lado de su hermana. — ¿Verdad, querida? — le comenta a su esposa, que trae una bandeja de té.

— Bueno, solo a veces. — contesta ella. Minerva y Malcolm se ríen.

— El señor Robert está haciendo el guiso. — contesa Bertha McGonagall, la esposa de Robert jr.

A Robert McGonagall le gusta cocinar. Algo extraño para alguien de su tiempo. Pero, tuvo que cuidar a su esposa Isobel en sus últimos años. Así que, tuvo que aprender a hacer las tareas del hogar. Ahí descubrió que le gustaba y, cuando se retiró como predicador, desarrolló más esa afición.

Mientras comen, los tres hijos van hablando de cómo les va la vida obviando el tema de la magia. Robert McGonagall descubrió los orígenes de su esposa cuando nació Minerva y jamás perdonó el engaño de Isobel.

— Me han ascendido. — cuenta Malcolm.

— Felicidades, hijo. Me alegro mucho por ti.

— Yo he sobrevivido al año escolar. Con los alumnos que tengo, ya es mucho. — añade Minerva.

— Nunca te imaginé como profesora... — susurra con una sonrisa tensa, sabiendo los orígenes del sitio donde trabaja su hija.

Antes de que el menor de los hermanos pueda decir algo, una galleta aparece volando desde la cocina a los brazos de Minna.

— ¡Minerva! — la regaña Robert jr.

Malcolm y la Minerva adulta se miran preocupados. Se giran hacia su padre, quien está en shock.

— Papá, Bertha y Robbie son magos. Es normal que Minna también lo sea. — Malcolm siempre ha sido el más jovial y travieso, pero también el más reconciliador.

— Sí, lo sé. — dice el anciano pálido como la cera.

A partir de ahí, la comida es en silencio, tensa.

Notes:

Minerva es hija de un muggle, Robert McGonagall, predicador, e Isobel Ross, una bruja que renunció a su vida laboral mágica por amor. Isobel le ocultó sus orígenes mágicos a su marido hasta que nació Minerva. Robert no lo tomó muy bien, sintiéndose traicionado por su esposa. Además, a Robert le avergonzaba la parte mágica de su familia. Por eso, Isobel no la usaba mucho. Todo eso se ve muy influenciado en la vida de Minerva. Entiendo que el señor McGonagall sienta su confianza traicionada y esta sea muy difícil de recuperar. Pero renegar esa parte de su mujer e hijos no tiene perdón.

Hay una copa de quidditch en Gryffindor con un M. G. McGonagall de la década de los 70. El cual o la cual es sobrino de Minerva. Pues es esta niña pequeña.

Me parece raro que Robert siendo el nombre del padre sea el nombre del hijo menor y no del mayor de los varones. Los cuales me gusta imaginar como del corte de los gemelos Weasley, Prewett y Merodeadores. A Minerva ya le tocaba lidiar con este típico muchachos desde siempre. Minna es un diminutivo de Minerva para diferenciar a tía y sobrina o a madrina y ahijada.

Hasta la próxima

Chapter 54: Legado familiar

Notes:

El Potterverso es de Rowling

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Chapter Text

Dudley va al colegio de música donde su madre ha empezado a dar clases desde que esos magos los mandaron a Estados Unidos.

Su madre está ordenando unas partituras.

— ¿Cómo te ha ido el día, hijo?

— Bien, mamá, contento. Mis notas han mejorado mucho. ¿Tú cómo estás en la escuela?

— Muy bien. Muy feliz. Tu abuela Violet también era maestra de música en una escuela y trabajar aquí me trae muchos recuerdos de mi niñez. ¿Sabes que a toda mi familia le gustaba mucho la música? Teníamos un piano en el salón. A tu abuelo también le gustaba tocarlo, el piano y la guitarra. A tu tía Lily no se le daba bien tocar instrumentos. Pero nos dirigía. — explica con aire nostálgico.

Dudley nunca ha visto a su madre tan feliz. Así que, le propone de sopetón.

— Mamá, ¿me enseñarías música?

— Claro.

….

A unas pocas semanas de empezar sus clases de música, Dudley se arrepiente de ello. Confunde las notas musicales, las teclas del piano, los músicos y sus obras. Solo sigue por cabezón y porque nunca ha visto a su madre tan feliz.

Sin embargo, Petunia se da cuenta de ello. Las madres y las maestras notan esas cosas.

Así que, un día le comenta:

— Dudley, cariño, me hace muy feliz que quieras seguir con el legado familiar. Pero, yo no quiero hacerte pasar un mal rato si la música no es lo tuyo.

— Pero yo quiero pasar tiempo contigo, mamá. Me gusta verte así de feliz.

— Y yo soy feliz aquí, cariño. Pero no quiero que tú seas infeliz. Podemos pasar tiempo juntos de otra manera.

— Bien, mamá. — sonríe Dudley.

….

— ¿Querías verme por algo, Harry? — pregunta Dudley bebiendo su café.

— Sí, Dudley. Quiero crear un museo de mi familia en la antigua Potter Manor.

— ¿Es el sitio donde fueron asesinados el tío James y la tía Lily?

— Sí, es la casa donde siempre han vivido los Potter. — explica Harry. — He encontrado mucha información sobre la familia Potter, pero, poca sobre la familia Evans. Solo pueden darme información sobre mi madre cuando entró en Hogwarts.

— Es normal, Harry. La familia de mamá y la tía Lily no son de tu mundo.

— Lo sé, pero por mucho que el mundo mágico considere a mi madre una heroína, nadie se ha molestado en investigar o escribir sobre su familia u origen. Me gustaría arreglarlo con ese museo. Por eso necesito tu ayuda.

— Cuenta conmigo, primo. — sonríe Dudley. — Podríamos empezar por el talento musical de la familia. Te lo comenté cuando nos reencontramos después de tantos años. ¿Te acuerdas?

— Sí. Me gusta la idea. Sí, podríamos empezar por ahí... — Harry saca una libreta y empieza a apuntar. — Incluso podríamos visitar Cokeworth…

— Buena idea, Harry. Podemos aprovechar para hacer unas vacaciones familiares. — bromea. Harry también ríe.

— Se lo debo a Ginny. Ella me ha apoyado completamente en este proyecto cuando se lo propuse y me ayuda en todo lo que puede.

Notes:

Llevo barajando la idea de que Harry haga un museo de la familia Potter y Evans en la antigua casa de los Potter. Ya que él no pudo recibir esos conocimientos sobre la historia familiar porque sus padres fallecieron, James no tenía hermanos, Sirius estaba en prisión, Remus no pudo acercarse a él en su infancia y Petunia tenía una mala relación con su sobrino.

¿Opiniones?

Hasta la próxima

Chapter 55: Colaboración

Notes:

El Potterverso es de Rowling

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Chapter Text

Lily está cortando los ingredientes, mientras Albus se ocupa de la poción.

— ¿Por qué has dejado de trabajar de secretaria de mamá? — le pregunta Albus.

— Sabes que estoy ahorrando para abrir mi cafetería. — responde ella sin quitar la vista de su trabajo. — Así que, me da igual un trabajo que otro. Pero tampoco me veía trabajando de secretaria. No es un trabajo que me llene. Prefiero ser la ayudante de un pocionista. Hacer pociones y cocinar se parecen.

— Pero los ayudantes de pocionistas están muy mal pagados. — contesta Albus. — Tenéis que preparar los ingredientes y limpiar los calderos y utensilios.

— Sí, bueno, la hostelería también son muchas horas de trabajo y también está muy mal pagado y valorado. Además de tener que aguantar clientes de mierda.

— Veo que sabes dónde quieres meterte. — se burla Albus.

— ¡Por supuesto que sé dónde me meto, idiota! ¡Dejad de tratarme como si pueda una niña pequeña! — se enfada ella pasándole los ingredientes cortados.

— Siempre serás la pequeña, Lily. Eres la pequeña de los hermanos y de los primos por pocos meses. Te guste o no. — le rebate Albus mientras pone los ingredientes en el caldero y empieza a remover.

— Soy la pequeña, ¡pero la única de los hermanos que va a montar un negocio! James ha sido contratado en un equipo de quidditch y tú trabajas para el Ministerio. ¡Yo soy la única que va a ser su propia dueña! — celebra ella.

— Y pagando todas las cuotas de autónomo. — le recuerda Albus.

— Cállate, Albus. Ya te acabo de decir que sé dónde quiero meterme.

Lily pasa el resto de ingredientes a su hermano y, acto seguido, se pone a limpiar los cuchillos usados. Albus sigue removiendo el caldero y subiendo o bajando el fuego según lo necesite la poción.

— ¿Sabes que papá y mamá pueden ayudarte? Y seguramente lo van a hacer.

— Lo sé; y la voy a aceptar. Pero tampoco quiero que lo paguen todo ellos. Como ahora vivo con ellos, igual que tú, no tengo que pagar alquiler y facturas y eso me va muy bien para ahorrar, aunque tenga que estrecharme el cinturón. — suspira. — Ojalá hubieran celebrado un Torneo de los Tres Magos sin muertes ni Voldemort de por medio y alguien que conozco hubiera ganado y me hubiera regalado el dinero, como ocurrió con los tíos Fred y George.

— No tendrás esa suerte… — sonríe Albus apagando el fuego y poniendo la poción en un bote con su nombre. — Además, ¿no querías ganarlo con tu propio esfuerzo?

— Sí, pero una ayudita o varias ayuditas nunca vienen mal.

Albus consulta la libreta de encargos para tachar la que acaba de terminar.

— ¿Vamos a tomar algo y seguimos? — le propone él.

— Bien. — contesta ella cogiendo un paño y cogiendo el caldero. — Déjame limpiarlo antes.

— Claro. ¿Sabes que papá y mamá están muy orgullosos de ti por el proyecto que quieres crear? — le recuerda él.

— También lo están de ti. Estás siguiendo con el legado pocionista de los Potter. — le sonríe Lily.

Notes:

En mi headcanon, Lily crea una cafetería. Se puede leer de ella en Dulce Hogar cumple un año, tiene un drabble llamado Rutina en Anécdotas del día a día y otro en Navidad, dulce Navidad. En cambio, Albus sigue con el legado familiar pocionista de los Potter colaborando haciendo pociones para el Ministerio y asesorando a los aurores en casos que traten de pociones.

¿Opiniones?

Hasta la próxima

Chapter 56: Admirar las habilidades musicales de tu novia

Notes:

El Potterverso es de Rowling

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Chapter Text

Fred va a al apartamento de su novia y empleada, Verity Selwyn.

Hace poco que descubrió los verdaderos orígenes de Verity, su familia cree en la pureza de la sangre y está repleta de mortífagos. Y aunque, al principio, Fred se sintió un poco traicionado porque su novia no le contó sus verdaderos orígenes. Pero, después de una larga y profunda conversación, arreglaron sus asuntos y su relación se estrechó, ya que, a partir de ese momento, Verity ya pudo hablarle en pleno detalle de su familia.

Verity le abre, se dan un corto beso en los labios y la antigua Slytherin se echa a un lado para que el pelirrojo pueda entrar.

Van al salón y Verity prepara un poco de té al estilo muggle y saca unas galletas compradas en un súper muggle.

— Estaba ordenando unas cajas y mira lo que he encontrado. — Verity le enseña un estuche, el cual abre y saca una flauta travesera.

— ¿No sabía que tocabas música? — se sorprende Fred.

— Todos los hijos de familias ricas aprenden a tocar un instrumento. — le comenta ella afinándolo. — Normalmente, al heredero de la familia le obligan a estudiar piano y los demás tienen un poco más de libertad para elegir el instrumento, siempre que sea bien visto por la familia y la sociedad. Yo elegí la flauta travesera, Pansy eligió el violonchelo y cuando mi tío Lie negoció con el padre de la tía Ayshane el contrato matrimonial, quedaron en que Leon aprendería a tocar un instrumento ruso. Leon eligió el rozhok, una trompeta de madera. ¡Nos encantaba hacer conciertos juntos! ¡Nos lo pasábamos muy bien!

— Me encantaría escucharos tocar…. — susurra Fred.

— A mí también me encantaría tocar con ellos una última vez… — susurra ella nostálgica.

— ¿Puedes tocarme algo?

— Claro, ¿alguna canción en mente?

— Sorpréndeme, cariño.

Verity empieza a tocar una obra clásica de un compositor famoso del mundo mágico inglés. Cuando ella termina, Fred aplaude encantado. Verity le hace una reverencia y se sienta a su lado.

— Ahora vas a alucinar. Pero, mis tíos casi le prohíben a Pansy tocar el violonchelo y ella es muy buena.

— ¿Por qué? — pregunta él sorprendido.

— Porque el violonchelo se sujeta apoyándolo en medio del cuerpo estando sentado; y para ello, el músico tiene que separar un poco las piernas y las mujeres llevamos túnica y que separe un poquito las piernas al estar sentada… no queda muy bien. No sé cómo al final cambiaron de parecer, pero hicieron bien porque a Pansy se le da muy bien tocarlo y en las fiestas siempre es aplaudida por ello. Aunque siempre que da un concierto, le hacen ponerse una túnica que le llegue hasta los tobillos.

— ¡Menuda idiotez eso de las piernas! — exclama Fred.

— Pansy siempre se quejaba que le era incómodo un vestido más largo…

— ¿Por qué no se lo cambiaba? — propone él.

Porque no es tan fácil en una sociedad como la nuestra… la imagen que das a las demás familias y sus opiniones son muy importantes. — explica ella.

Notes:

Busqué una lista de instrumentos rusos y el que más me llamó la atención para Leon fue el Rozhok. Toda la información explicada en el fic la extraje de la wiki inglesa.

Mientras buscaba imágenes de mujeres violonchelistas para imaginarme a Pansy tocando el violonchelo, encontré la entrada en Google de "¿Porqué las mujeres tenían prohibido tocar el violonchelo?". Cuando terminé de escribir, ya me imaginé que a los sangre pura les parecería mal que una una chica tuviera que tocar un instrumento en el que separa un poco las piernas, busqué esa entrada en Google y las mujeres teníamos prohibido tocar este instrumento por justo lo que dije yo en el fic, en un ángulo de 45º grados hay que separar las piernas para poner el violonchelo. Juro que no lo sabía. Me quedé a cuadros y eso que ya sabía que las mujeres teníamos prohibidas otras muchas cosas.

Después de esta pequeña clase de historia, solo me queda preguntaros vuestras opiniones.

Hasta la próxima

Chapter 57: Pasar un día en familia

Notes:

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Chapter Text

Hay pocos días en los que Harry y Ginny tengan fiesta juntos. Bueno, ahora que Harry es jefe de la Oficina de Aurores hace más trabajo de oficina que ir a misiones en las que esté días fuera. Pero pasa muchas horas en el Ministerio. Al igual que Ginny, que ahora es editora de deportes de El Profeta.

Mientras los cinco miembros de la familia desayunan, comentan sus planes para hoy.

— Ya que tanto vuestro padre como yo tenemos fiesta, he pensado que podríamos pasar el día juntos. Quien sabe si volveremos a tener los dos algún día libre antes de que volváis a Hogwarts. — suspira Ginny triste.

— Bien. No he quedado con nadie. — contesta James encogiéndose de hombros.

— Ni yo. — responden sus hermanos menores a la vez.

— ¡Estupendo! — exclama Harry feliz. — ¿Os apetece ir a pasar el día juntos por el Londres muggle? Podemos ir a comer fuera. — propone.

A todos les encanta la idea.

Prefieren usar el transporte público muggle. Disfrutar del trayecto es algo que los magos tienen que aprender de la gente no mágica. La peste del metro no viene incluida.

Harry pasa el brazo alrededor de los hombros de Ginny, quien apoya la cabeza en su hombro oyendo la conversación sobre sus hijos sobre las clases de Hogwarts del siguiente curso, sus amigos, profesores, etc.

Una vez llegan a su destino, deciden visitar algunas tiendas de ropa y de pasatiempos de sus hijos y suyas.

Entran en una librería y compran algunos libros de su agrado. Hay obras muggles que están muy buenas, incluidas, las que están protagonizadas por magos y brujas. Es divertido ver lo que aciertan de la realidad y lo que no.

Después van a comprar algo de ropa. Los niños no paran de crecer y pegar estirones. Sobre todo, los dos adolescentes varones.

— Harry, mira este traje pantalón. — Ginny le enseña un traje negro que le ha gustado.

— Muy chulo. ¿Por qué no vas a probártelo?

— Voy ahora mismo.

Ginny sale del probador y hace diferentes poses.

— ¡Estás muy guapa, mamá! — sonríe Lily, quien todavía lleva los pantalones cortos que quiere comprar.

— ¿Por qué no eliges una camiseta a juego? — propone Albus.

— Buena idea. — corrobora James. — Papá, ¿qué camiseta crees que le quedaría bien a mamá con este traje? — le pregunta.

— Voy a buscar uno… — responde Harry después de sacudir la cabeza y sale corriendo de la zona de probadores. Ese traje le deja a Ginny un culo precioso y se lo ha quedado mirando; ¡y delante de sus hijos!

Harry encuentra una camiseta elegante sin mangas, que trae a su esposa.

— Pruébatelo, Ginny. Creo que quedará bien con el traje.

Ella coge la prenda que le da su esposo y entra de nuevo en el probador saliendo pocos minutos después.

— Tienes razón, Harry. Queda perfecto. — responde ella mirando el espejo.

— Llévalo a la siguiente fiesta que haga el Ministerio o a una reunión de El Profeta. — propone James.

— Lo haré, hijo.

Van a pagar y a comer a una hamburguesería.

Notes:

Este Harry es un loquillo. Ginny no podrá ni dar dos pasos con ese traje sin que su marido se ponga como animal en celo.

Quería escribir de los cinco miembros de la familia comiendo en una hamburguesería. Ya habrá otra ocasión.

¿Opiniones?

Hasta la próxima

Chapter 58: Mascotas y nombres

Notes:

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Chapter Text

Una vez se casan, Astoria pasa a trasladar sus pertenencias en Malfoy Manor, entre ellas, su gata Nyx.

Draco ya sabe que su esposa ama a los gatos, pero no puede evitar hacer una mueca cuando ve al felino dejar pelo en el sofá.

— ¿Por qué pones esa cara, Malfoy? Solo es un gato. ¡Alegrará la mansión hasta que tengamos un bebé! Está mansión es muy lúgubre y triste sin la presencia de una mascota.

— Están los pavos reales en el jardín y mi búho mensajero. — se excusa él.

— Oh, me sorprendes, Draco. Pensaba que los Malfoy solo teníaos a los pavos reales como mera decoración. — se sorprende ella. — Bien por ti. — le golpea el brazo alegre.

— De hecho, cuando era pequeño, tenía la tradición de poner nombres a los pavos reales; y la mantuve hasta la Segunda Guerra Mágica. Después me fui a estudiar en el extranjero y pasaba muy poco tiempo aquí.

— ¿El búho también tiene nombre?

— Pyxis, en honor a la constelación de la brújula. — responde él con orgullo.

— Muy ingenioso para un búho mensajero. ¡Vamos a poner nombres a los pavos reales! ¡Debes compensarlos por todos estos años sin nombre y volver a las viejas tradiciones familiares! — Astoria agarra del brazo a Draco y corre hacia el jardín.

Después de agotar todos los nombres y constelaciones del cielo, ambos regresan agotados y se sientan en el sofá. Nyx se tumba en el regazo de su ama, Astoria le acaricia el lomo.

— Bueno, ya todos los animales de esta casa tienen nombre. ¿Ya estás contenta? — exclama Draco casi sin aliento.

— Sí, ¿has pensado en tener a un gato, un perro o un kneazle en esta mansión? La haría un poco más alegre y tienes espacio de sobra.

— ¿No te dejaban tus padres? — pregunta él sorprendido.

— No.

Draco señala a Nyx.

— A Nyx la he tenido de adulta, después del divorcio de mis padres. Astor nunca me hace caso. Así que, he podido tener a Nyx tranquila en uno de mis aposentos con juguetes para gatos. ¿Qué te parece si le damos un compañero o compañera a Nyx? — le propone Astoria haciéndole ojitos a su marido.

— Ni lo sueñes, Greengrass. — sonríe Draco. Le gusta referirse a su esposa con su apellido de nacimiento, aunque ahora sea la señora Malfoy.

Sin embargo, ambos saben que Draco no le puede negar nada a Astoria y poco tiempo después adoptan a un gato, uno atigrado.

— Rigel, te presento a Nyx, tu hermana mayor. — le dice Astoria mientras deja al gato en el suelo.

Notes:

Siempre he pensado que Astoria es más de gatos que de perros. Al menos en los fanfics que he leído, suele tener un gato de mascota y hace unos fanarts de drastoria y Scorpius muy lindos y en todos ellos tienen gatos de mascota. En mi headcanon, Astoria es una chica de gatos.

Nyx es noche en griego y Rigel es una estrella de la constelación Orión y Pyxis es la constelación de la brújula.

¿Opiniones?

Hasta la próxima

Chapter 59: Siempre juntos

Notes:

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Chapter Text

Narcissa Malfoy y Pamela Parkinson son amigas desde niñas. Su amistad incrementa en Hogwarts, cuando tienen la oportunidad de pasar más tiempo con la otra. No es de extrañar que Pamela haga a Narcissa madrina de su primogénito, cuya muerte destroza a ambas mujeres. Pero, finalmente, las dos amigas quedan embarazadas a la vez y dan a luz con pocos días de diferencia: Pansy nace el dos de junio y Draco el cinco de ese mismo mes.

Narcissa acuna a Draco en su cuna y en ese momento las llamas de la chimenea se vuelven verdes.

Pamela entra con un bulto en brazos cuyo rostro ha protegido.

— Pansy, ponte al lado de Draquito. — Pamela pone a la bebé al lado del pequeño rubio.

Ambas madres sonríen al ver a sus hijos juntos y les hacen una foto. Sin embargo, no tardan en notar la ausencia de Herbert Parkinson. Habría adorado a su hermanita y amado a Draco como si fuera su hermano de sangre.

Ambas se dan la mano.

— La vida sigue. Yo he conseguido tener a mi hijo después de seis abortos y tú has sido bendecida con una hermosa hija. — intenta animarla Narcissa.

— Lo sé. Pensar en lo que tenemos, no lo que hemos perdido. — Pamela recuerda esa frase que todo el mundo le dice.

….

A Pamela y a Narcissa les encanta bañar a sus hijos juntos. Un día en Malfoy Manor y otro día en Parkinson Manor.

Ambos sientan a sus hijos en la bañera de bebés y les distraen haciendo salir burbujas de su varita mientras los limpian. Por supuesto, no desaprovechan la ocasión para hacer fotografías. Las fotografías en las que se ven los genitales en todo su esplendor son las que años después avergonzarían a ambos infantes

Draco y Pansy van creciendo, siempre juntos, pues sus madres hacen muchas actividades juntas en las que los incluyen.

Pansy no tarda en comprender que sus padres le elegirán un marido cuando sea adulta. ¿Y si se casará con Draco? Es su mejor amigo de la infancia, casi un hermano y su matrimonio sería bien visto. Sus madres no desean nada más que ellos dos se casen y los Malfoy tienen mucho patrimonio.

A partir de ese momento, actúa como la novia perfecta para su amigo.

Draco se siente un poco incómodo a partir del cambio de actitud de Pansy. Quiere que vuelva la Pansy de siempre.

— Lo siento, Pansy. Te quiero como hermana, no como novia. — le comenta.

Sabe que su madre se decepcionará si le escucha.

Sin embargo, ni Narcissa ni tía Pamela mencionan nada hasta que llega el Baile de Navidad en cuarto año.

Draco quiere invitar a Astoria, una niña muy risueña y alegre, un año menor.

— ¿Tienes pareja para el baile? — le pregunta Draco a Pansy un día.

— No. — responde ella apenada.

Draco sabe que a Pansy le hace ilusión ir al Yule Ball. Pero si no tiene con quién ir…

— ¿Quieres ir conmigo?

— ¡Sí! — lo abraza ella.

Notes:

Así es cómo imagino yo que fue la relación entre estos dos.

La amistad entre Narcissa y Pamela sale en La tragedia de la familia Selwyn y El bando perdedor tras la guerra.

Aviso que, aunque Draco y Astoria se casen, Pansy también encontrará la felicidad con Blaise Zabini, en un matrimonio por amor.

¿Opiniones?

Hasta la próxima

Chapter 60: Sueño cumplido que no podemos recordar

Notes:

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Chapter Text

— Lo siento, señora Wilkins. Pero usted muestra signos de haber estado embarazada y haber dado a luz. — le informa el ginecólogo.

— ¡Eso no puede ser! — exclama ella. — Si hubiera tenido un hijo, me acordaría.

— Pues, su cuerpo muestra signos de haber dilatado y dado a luz. — sigue el doctor impasible. — Quizás, tuvo amnesia en algún periodo de su vida. — teoriza el doctor con un tono de voz más suave.

— Si mi esposa hubiera tenido amnesia, antes o después de casarse conmigo, alguien la habría informado de ello, ¿no cree? — pregunta Wendell Wilkins.

— Eso es lo que me sorprende. Pero lo que es seguro es que la señora Wilkins ha dado a luz. — zanja el doctor. — De todas formas, no se ofusquen. Sé que empiezan a ser mayores, pero ambos todavía son fértiles y podemos hacer una fecundación in vitro si quieren ser padres.

— Gracias, doctor.

Los señores Wilkins salen de la consulta y se dirigen a casa.

— Desde que nos mudamos a Australia, hemos estado visitando médicos y médicos para ser padres, ya somos mayores, Wendell, y todos dicen lo mismo: ¡Que ya he parido! Pero, ¡si hubiera tenido un hijo, me acordaría de él! ¿No? — solloza Monica.

— No lo sé. He estado pensando, Monica, intentar recordar… mi infancia, mi adolescencia, donde estudié… pero no recuerdo nada… sé que a ti te pasa lo mismo. — le responde Wendell. — Quizás tenemos algún tipo de enfermedad neurológica que nos impide recordar el pasado… por eso, has sido madre y no te acuerdas.

— Puede ser… — responde ella pensativa. — Sí, yo tampoco recuerdo nada desde que decidimos ir a Australia, pero… olvidar a un hijo… me parece algo muy triste…

— A las personas que tienen Alzheimer les pasa. Quizás nosotros tengamos algo parecido.

— Pero no se lo digamos a nadie. Nos mirarían raro. Y si quedara embarazada, no quiero que me quiten el bebé. — responde preocupada.

— Para que quedes embarazada, tendremos que ponernos a ello… — sugiere Wendell en tono sugerente.

Y esa misma noche, se ponen a ello.

…..

Wendell y Monica Wilkins están pasando unas semanas muy agradables desde que dejaron de visitar médicos y obsesionarse con sus diagnósticos sobre que la señora Wilkins ya estuvo embarazada.

"No pensar en algo que posiblemente hayamos perdido, sino centrémonos en lo que tendremos" se dicen para animarse mutuamente.

Ambos han encontrado un buen trabajo y están más que satisfechos.

Sin embargo, hay algo ahora que le preocupa a Monica. Mira el calendario contando las fechas de los días.

Han pasado cincuenta días desde que tuvo su última menstruación.

Es demasiado joven para tener la menopausia.

Pero no imposible.

Hay mujeres a las que se les va la regla muy pronto.

¡Justo ahora que han encontrado un médico que les permitirá ser padres!

— Wendell, creo que tenemos que volver al ginecólogo. — le dice preocupada.

…..

Después de leer los informes de las pruebas, el doctor sonríe y dice:

— Enhorabuena, señora Wilkins. Está embarazada. ¡Van a ser padres, señores Wilkins!

Notes:

Quería escribir de los señores Granger queriendo tener un hijo en Australia tras la alteración de recuerdos por parte de su hija.

Sí, Hermione se va a llevar diecisiete/dieciocho años con su hermano menor.

¿Qué pensáis sobre que Hermione decidiera alterar los recuerdos de sus padres sin su consentimiento?

Hasta la próxima

Chapter 61: Unidos por la música

Notes:

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John ha amado la música desde niño. Lástima que su familia era demasiado pobre cuando era niño y no pudieron costearle los estudios.

Cuando se hace adulto y tiene que elegir un camino, su padre no le permite estudiar música, "es un trabajo sin futuro" le dice. Así que, se inclina por su otra vocación, la mecánica. Es eso o trabajar en la fábrica con su padre.

Sin embargo, John no renuncia a su amor por la música. Ya ha renunciado a poder aprender a tocar un instrumento, pero quiere escuchar las clases de la academia de Cokeworth. Cada día después de salir del trabajo, coge un libro y se sienta en un banco frente a la escuela de música municipal.

Allí se fija en una profesora de piano, muy joven, de su edad. La verdad es que toca muy bien y es muy bonita.

"John, por favor, no la mires tan fijamente desde la ventana. Parecerás un acosador".

Un día, mientras las profesoras de música despiden a sus alumnos, una mujer se acerca a John.

— Viene mucho por aquí... Siempre lo encuentro leyendo un libro cuando doy clases. Sin embargo, no tiene a ningún pariente que acuda a esta escuela.

John se gira hacia ella. Es la profesora de piano, esa chica que encuentra tan guapa.

— No, me gusta escuchar la música que ustedes tocan con sus alumnos. — responde él. — Por cierto, me llamo John Evans, soy mecánico.

— Yo soy Violet Waterhouse. Iba a decirle que soy profesora de música en esta escuela, pero, ya lo sabe.

Ambos ríen.

— Voy a por mi coche. Vivo en una finca a las afueras de Cokeworth. ¿Quiere acompañarme? — le pregunta Violet.

— Por supuesto. — John pone un marcapáginas en su libro y se levanta.

Empiezan a caminar y a charlar.

— ¿Y dígame, señor Evans, le gusta la música? — quiere saber Violet.

— Sí, siempre me ha gustado. Desde niño. Pero mi padre nunca me permitió tomar clases.

— Mi madre tampoco. No podíamos costearlas. Por eso, me escondía fuera de las academias a escuchar a las maestras enseñar y así aprendí hasta que una de ellas me descubrió y me enseñó piano sin cobrarme.

— Que suerte tuvo y que amable fue su profesora.

— Lo fue. Mire, ahí está mi coche. — señala. Abre la puerta y antes de entrar le comenta. — ¿Quiere que le enseñe a tocar algún instrumento, señor Evans? Puedo enseñarle piano. Prometo no cobrarle nada.

— Me encantaría. Pero debo rehusar. Salvo que me permita pagarle la gasolina por sus trayectos. — ofrece él.

— Acepto. Le espero en mi aula de música mañana cuando se vayan los niños.

— Allí estaré.

Violet entra en el coche, arranca, le toca el claxon y se va. John se queda mirándola, la saluda con la mano y se queda en su sitio hasta que deja de verla. Después, vuelve a casa.

Notes:

Siempre quise escribir sobre cómo se conocieron estos dos.

A veces pienso que se puede hacer pesado que siempre escriba de los Evans tocando música, luego pienso que me gusta mucho y se me pasa.

¿Opiniones?

Hasta la próxima

Chapter 62: La cita perfecta

Notes:

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Harry y Cho se encuentran en el Salón de Té de Madame Pudipié.

— Cho, estás radiante. — le comenta Harry.

— Tú sí que estás hermoso, Harry. — responde Cho.

Se dan un tierno abrazo y entran en la tienda.

Ya tienen la mesa preparada. Apartada. Al lado de una ventana.

Harry le retira la silla a Cho para que pueda sentarse. Cho le sonríe feliz porque su pareja sea tan galán.

Harry se sienta frente a ella.

— Harry, si resulta que el Profesor Dumbledore vuelve a hacer un Yule Ball, me gustaría que fuéramos juntos, como pareja. Eres lo más importante para mí. — Cho alarga la mano y Harry se la toma.

— Yo quería que fueras mi pareja del baile el año pasado, pero no tuve valor para pedírtelo. Diggory se me adelantó. — susurra Harry triste.

— Cedric era mi novio, Harry. Es normal que saliera con él. Pero, tranquilo, ya lo he superado. Tú me has hecho sentir cosas que Cedric nunca me hizo sentir. — le sonríe ella.

Harry sonríe de oreja a oreja encantado de oír eso.

— Lo que he sentido por ti no lo he sentido antes por ninguna otra chica. Me gustaría que saliéramos hasta que termináramos Hogwarts y, cuando tú te graduaras, me esperaras, y después de mi graduación, nos casáramos. — le confiesa él.

— Es curioso, Harry, yo estaba pensando en exactamente lo mismo. — Cho sopla un poquito su taza de té y bebe un pequeño sorbo.

A Harry el corazón le va a cien. A veces, se fija en Cho comiendo en la mesa de Ravenclaw. Cho siempre le ha parecido hermosa soplando la taza. Acerca la cara a la tacita y pone los labios en forma de corazón como si diera un beso. Harry piensa que le gustaría ser la tacita.

— Eres la persona más valiente que conozco, Harry. Eres fuerte, eres leal, honorable, un Gryffindor de pies a cabeza, el hombre que sobrevivió a Quién-Tú-Sabes. Seré la enviada de todas las chicas de Hogwarts.

— No me siento tan valiente, Cho. Pero, gracias. Al fin y al cabo, eso ocurrió cuando tenía un año y no me acuerdo de nada. Y después, con once años pasé mucho miedo con Quirrel. Pero sobreviví, supongo que eso es lo que cuenta. — Harry se encoge de hombros.

— Pues claro, Harry. Si no, no estarías aquí conmigo. Y por haber sobrevivido, mereces una recompensa. — dice Cho en tono meloso.

Se levanta de su silla y se acerca a Harry despacio, cerrando los ojos y preparando los labios para un beso.

Harry está a punto de soltar una exclamación, pero se levanta y cierra los ojos para besarla de nuevo.

— ¡Harry! ¡HARRY! ¡DESPIERTA!

Harry abre los ojos de golpe. Está en su habitación con Ron a su lado.

— Menos mal, ya te has despertado. ¡Corre, que nos quedaremos sin desayuno! — le apura Ron.

— Sí, ya voy… — contesta Harry medio dormido.

— Y suerte con la cita con Cho de mañana. — le dice Ron divertido.

Notes:

Hacía muchísimo que no escribía de Cho y en poco tiempo he escrito dos veces. Lo cual está bien. Que tengo la sensación que siempre escribo de los mismos personajes.

No me gusta mucho esta pareja, por eso quise divertirme un poco haciendo que este fuera un sueño. La cita a la que se refiere Ron ya sabemos todos como acaba.

¿Opiniones?

Hasta la próxima

Chapter 63: Lo que nos han quitado

Notes:

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La familia Tonks va al parque cuando la pequeña Nymphadora termina los deberes.

— ¡YUUUPI! — grita la niña bajando por el tobogán.

— ¡Dora! ¡Ven a jugar con nosotras! — le grita una de sus amigas del colegio muggle.

— ¡Voy, Mary! — la niña corre hacia su amiga en el arenal.

Mientras tanto, Ted y Andromeda ven felices a su hija jugar.

— Nymphadora no para quieta. No puedo seguirle el ritmo… — susurra Andromeda.

— No sé a quién ha salido esta niña. — ríe Ted.

— Pues a ti, ¿a quién va a salir, si no? Tú también eres una cabra loca. — le rebate ella.

— Sí, la verdad es que sí que lo era. Pero con el tiempo he aprendido a contenerme…

Andromeda lo mira con una ceja alzada.

— Bueno, he aprendido a contenerme un poco… ya no soy el mismo chico alocado que era en Hogwarts.

— Solo lo sigues siendo un poquito. — matiza ella.

— Solo si se meten con alguna de mis chicas… — ríe él.

— No necesito que me protejas. — susurra ella.

— Lo sé, y esa una de las cosas que más me gusta de ti. Pero, me gusta protegerte. — le responde él en tono meloso.

Andromeda ríe.

— Se está haciendo tarde… — susurra mirando al cielo. — Hay que volver a casa a cenar. Nymphadora tiene colegio y nosotros trabajamos. — le comenta a su marido.

— ¡NYMPHADORA! ¡NOS VAMOS! — grita su padre.

— Noooo…. — susurra Dora enfadada. — Yo quiero quedarme un poco más.

— Es tarde y tus amigas también se van a casa. Mañana las verás en el colegio. — explica su madre.

Andromeda lleva el carrito de bebé hacia el parque, mientras vigila de reojo a su bisnieta, Amelie.

Cuando llegan al parque, Amelie corre hacia los columpios. Andromeda se sienta meciendo el carrito. Remus todavía sigue dormido sin soltar su chupete.

A Andromeda no le hace mucha gracia que su bisnieto lleve el nombre del hombre que abandonó a su hija tras dejarla embarazada. Un esposo o un hombre de verdad no haría eso. Pero, entiende que Teddy quiera ponerle el nombre de su padre a su hijo. Su bisnieto se llama Remus William en honor a sus abuelos, Remus Lupin y William Weasley.

— ¿Qué habrías hecho si hubieras sabido que tu yerno abandonó a Dora tras dejarla embarazada, Ted? Lo habrías matado tú mismo… estoy segura. — pone el chupete de nuevo en la boca de su bisnieto. — Esperemos que te parezcas más a William que a Remus, pequeño Remi. — le susurra a su bisnieto.

— ¡Bisyaya! ¡Mira! — grita Amelie, que se ha subido arriba del todo del tobogán.

— ¡Ya te veo, Amelie!

La niña baja por el tobogán.

— Ted, estoy segura que habrías sido un gran abuelo para Teddy. Habrías jugado mucho con él y sus posibles futuros hermanos si Nymphadora y Remus no hubieran fallecido. Quién sabe si también habrías conocido a tus bisnietos. Oh, quien sabe si Nymphadora o Remus estarían aquí vigilando sus nietos en vez de hacerlo yo mientras Victoire y Teddy trabajan.

Notes:

Amelie y Remus son los hijos de Teddy y Victoire según mi headcanon. Aparecen en las recopilaciones de Teddy y Victoire: De la A a la Z: el auror Lupin y De la A a la Z: la sanadora Weasley.

¿Opiniones?

Hasta la próxima

Chapter 64: Alegrar a alguien

Notes:

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Chapter Text

Cho sale de su piso y se encuentra con su vecino de su misma edad, Alex McLaughin, salir de su edificio.

— Cho, ¿ya has vuelto de tu internado? No lo sabía. Me alegro de verte. — le sonríe. Después ve la expresión triste de su amiga y vecina y se pone serio. — ¿Ocurre algo?

— Mi novio ha muerto… — susurra ella.

— ¿Cedric Diggory? — pregunta él sorprendido.

Cho asiente.

— ¿Quieres hablar de ello? — pregunta él.

— Tengo que ir a comprar.

— Yo también. Vamos juntos y después me lo cuentas.

Alex no quiere dejarla sola con lo triste que está.

Cho se encoge de hombros, pero tampoco muestra signos de alejarse de él.

Van juntos a hacer la compra y después a una cafetería. Cho pide un té y él una bebida gaseosa.

— El internado donde estudio ha organizado un torneo entre alumnos de otros internados del mismo currículum. Participaba un alumno de cada internado. — Cho no quiere explicarle que Harry también participó, sería muy difícil esconder la historia de El Niño que Vivió a un muggle. — Tuvieron que hacer diferentes pruebas a lo largo del curso y en la última, la de junio, Cedric falleció.

— Pero, ¿cómo eran esas pruebas? ¿De ajedrez? ¿De matemáticas? — quiso saber él.

— De educación física. Una de ellas era una prueba de natación y la última era una cursa de obstáculos. — Cho no encontraba nada que pudiera comparar con luchar contra un dragón.

Alex sigue sin tener una explicación de cómo murió el tal Cedric. Nunca lo conoció en persona, pero Cho le ha hablado de él muchas veces. ¿Diggory murió de un ataque al corazón? No, muy joven. Quizás se suicidio por la presión del torneo…

— Hubo un accidente en la última prueba y Cedric murió… — explicó Cho.

— Lo siento mucho Cho. — Alex le toma la mano. — Estoy aquí para lo que necesites. Sé que nos hemos distanciado un poco desde que te fuiste al internado. Pasabas la mayor parte del año allí, pero seguimos siendo amigos.

— Sí, Alex. Lo sé. Es duro ver cómo el mundo sigue rodando mientras tú estás en la mierda. — susurra ella. — Lo peor son los comentarios que escucho en casa…

— Sí, a tu abuela no le gusta que te relaciones con gente que no es de China… me dijiste que no aprobaba tu relación con Diggory.

"Y ella tampoco aprueba que me junte con muggles, pero no puedo decírtelo".

— La abuela lamenta que se extinga el apellido de Cedric porque él no tenía hermanos ni primos y su padre tampoco. Pero no lamenta su muerte. Dijo que era la única forma de separarnos y que mi siguiente novio, lo elegirá ella.

— ¡Eso suena mucho del año de la tos! ¡Estamos en el siglo XX, por el amor de Dios!

Cho ríe.

Alex va la decir algo más, pero no se atreve. Sin embargo, al hacer muecas, Cho se percata de ellos.

— ¿Vas a decirme algo de mi abuela? No dirás nada que yo no piense.

— ¡Tu abuela es una perra!

Notes:

Alex y Cho son vecinos del mismo edificio. Tienen la misma edad y son amigos de la infancia. Sin embargo, cuando a Cho le llegó su carta y fue a Hogwarts, ya no tenían tanto tiempo para verse y su relación se enfrió un poco, pero seguían siendo amigos y teniéndose cariño. Años más tarde, acabarían casándose. Puedes conocer a una persona desde hace mucho y no enamorarte hasta hace poco, pienso yo.

¿Opiniones?

Hasta la próxima

Chapter 65: Ve a bailar con él

Notes:

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Chapter Text

Fred y Angelina están comiendo canapés en el Yule Ball.

— Estos están buenísimos, Fred. — le comenta Angelina con la boca llena enseñándole unos canapés.

— Prueba estos, Angie. También están buenísimos. — Fred le ofrece una bandeja y ella toma algunos.

Angelina mira a los que están bailando.

— ¿No es esa la pareja de tu hermano? ¿Qué hace bailando con un estudiante de Beuxbatons?

Fred mira donde le señala ella.

— Seguro que Ron la ha cagado. Bueno, para no variar. — se encoge de hombros y le ofrece su brazo a su acompañante. — ¿Quieres dar un paseo por la sala?

Angelina asiente.

— Me sorprende que George no esté aquí… — susurra ella. — ¿No ha encontrado pareja para el baile?

— No, la chica que le gusta se fue al baile con otro.

— Oh.

George estaba enamorado. Su corazón se oprime. A ella le gusta George. Pero él no se decide a salir con ella.

— A ver si le echa huevos y te invita a salir. Estuve esperando a ver si se decidía a pedírtelo de una vez, pero no hay manera. No me gusta verle sufrir... Pero ya lo he castigado bastante. Ve a bailar con él. Debe estar en el jardín autolamentándose la existencia. Él no tiene pareja para el baile, pero mamá nos mandó trajes a los tres hijos que estábamos en Hogwarts.

— Oh, gracias, Fred. Eres mi mejor amigo. Acepté ir contigo al baile porque eres mi mejor amiga y también porque estoy cansada de las dudas de George. — Angelina le da un beso en la mejilla. — La mujer que quiera estar contigo será muy afortunada.

— Ya sé que soy el mejor, Angie. Y George también es muy afortunado de tenerte.

Angelina corre hacia el jardín, donde se encuentra a George mirando la luna.

…..

Unos minutos después, Fred levanta una copa de zumo de calabaza y brinda mirando en dirección a su gemelo bailando con Angelina.

Notes:

En mi fic ¿Podrá cumplirse? muestro a George y a Fred discutiendo porque Fred le pidió a Angelina ir al baile cuando sabía que era la chica que le gustaba a su hermano. Aquí se ven los motivos.

¿Opiniones?

Hasta la próxima

Chapter 66: Expresar sus temores

Notes:

El Potterverso es de Rowling

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Chapter Text

Angelina sale al jardín. Es de noche y piensa que no verá nada, pero está decorado con luces y se ve perfectamente.

No tarda en reconocer una cabellera pelirroja cabizbaja.

— ¡George! — le llama.

George se gira. Todavía está triste.

— ¿Por qué no estás disfrutando del baile? Deberías estar bailando con Fred.

— No quiero bailar con Fred, quiero bailar contigo.

— Tu pareja del baile es Fred.

— George, Fred me ha dicho que me pidió ir al baile para que espabilases y te decidieras a que empezáramos una relación.

George se gira.

— Lo sé. También me lo dijo. Pero, si empezamos una relación, me da miedo que nuestra dinámica cambie. Eres mi amiga y no quiero perderte.

— No lo sabremos si no lo empezamos. Por supuesto, que la dinámica cambiará porque no es lo mismo ser amigos que ser pareja. — Angelina se sienta a su lado. — La mayoría de las personas no se acuesta con sus amigos o si se acuesta con ellos, no se enamora de ellos. Existen los follamigos. — Aclara. — Kendal me habló de ellos, en su campus hay un montón de gente que se acuesta con sus amigos.

— ¿Quién es Kendal? ¿De qué estás hablando?

— Kendal es mi primo. Es squib. ¿Ves? Eso me daba un poco de miedo cuando te lo dijera. ¿Y si no llevas bien que tenga un primo squib y no lo discrimine? Estoy enamorada de ti, pero no podría perdonarte si no aceptaras a mi primo.

— Mi madre tiene un primo squib. Pero no lo conocemos. Nunca he visto uno a parte de Filch. No sé cómo hay que tratarlos ni qué pensar de ellos.

— Pues si quieres ser mi novio, ya te estás planteando a tratarlos bien. Mi primo Kendal es como un hermano para mí.

George ríe.

— Cuando el torneo acabe y volvamos a jugar los partidos de quidditch, ¿qué haremos con el equipo? — pregunta George.

— Cuando los partidos de quidditch vuelvan, habrá otro capitán de quidditch. Lo primero será entrenar y ganar la Copa de Quidditch, como les pasaba a Oliver y a Katie, pero nada nos impide quedar después de los entrenamientos. Y quién sabe quién será el nuevo capitán del equipo…

George se gira a su amiga sonriente.

— Angelina, ¿quieres ser mi novia?

— Me encantaría, George.

— ¿Me concederías un baile?

— Claro.

Ambos se levantan, se dan la mano y corren a bailar. Mientras dan vueltas a la pista, George ve que su hermano gemelo brinda en su honor.

…..

— Vamos, Freddie, Roxanne. Hora del baño. — los llaman sus padres.

Fred corre hacia ellos, mientras que Roxanne va dando pasos más torpes. Todavía está aprendiendo a caminar, aunque la niña está dando grandes progresos.

George y Angelina los desnudan y los meten en la bañera infantil.

Las ventajas de hacer magia es que pueden conjurar varias esponjas para que limpien a sus hijos mientras ellos se dedican a jugar con ellos.

Las risas se oyen por todo el baño.

Cuando terminan, los secan, visten y chocan palmas.

— ¡Somos un gran equipo!

Notes:

Primero quería escribir un fic relacionado con Roxanne, pero después de escribir el fic de Fred y Angelina, necesitaba escribir el punto de vista de George y Angelina.

Recuerdo que la conversación entre George y Fred se puede leer en ¿Podrá cumplirse?

Kendal aparece en Amor en Sortilegios Weasley.

¿Opiniones?

Hasta próxima

Chapter 67: Matrimonio de tres

Notes:

El Potterverso es de Rowling

Advertencia: Relación sexual y amorosa entre tres personas. No leer si no te gusta este tipo de relación

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Chapter Text

Narcissa no sabe desde hace cuánto tiempo se ha enamorado de Severus.

Bueno, sí que lo sabe. Después del nacimiento de Draco y ver a Severus acongojado cuando Lucius y ella le ofrecían coger el bebé en brazos, cuando le veían cuidar a Draco como si fuera suyo propio y con miedo de cometer los mismos errores que el muggle cometió con él.

Lo que sí tiene claro es que sigue amando a su marido y no quiere perder su matrimonio.

Toma su taza de té y se dirige al salón donde ve a Lucius observar a Severus jugar con Draco.

— Son muy tiernos… — susurra.

— Draco siempre. Pero, se me ocurren otros adjetivos para calificar a Severus. — dice Lucius en el mismo tono que usa cuando la seduce.

— ¿Te gusta Severus?

— ¿A ti, no? Cissy, he visto como le miras. Estás enamorada de los dos. Igual que yo.

— ¿Y qué hacemos? — pregunta ella preocupada.

— Hablaremos con Sev después.

….

Es la hora del baño de Draco. Normalmente, sus padres están presentes para jugar con él, mientras los elfos lo limpian. Pero, hoy no puede ser. Tienen que hablar de asuntos importantes.

— Narcissa y yo tenemos algo que comentarte, Severus. — empieza la conversación Lucius mientras sirve el té.

— ¿Ocurre algo? — Severus se lleva la taza a los labios.

— Siempre has sido como un hermano pequeño para Narcissa y para mí, pero… últimamente nos has despertado otro tipo de sentimientos…

— ¿Qué tipo de sentimientos? — se interesa Severus.

— Románticos. — específica Narcissa con la mirada baja.

— ¿Os habéis enamorado de mí? — exclama incrédulo.

— Sí, pero también nos seguimos amando. — aclara Lucius.

— Pero, queremos saber si tú correspondes estos sentimientos. — interviene Narcissa.

Severus baja la mirada y asiente completamente sonrojado.

— Empecé a enamorarme de vosotros dos en mi sexto año. Pero ya os habíais casado y no quería romper vuestro matrimonio. — confiesa.

Eso deja sorprendidos a Lucius y a Narcissa.

— ¿Y ahora qué hacemos? — pregunta Narcissa preocupada.

— Yo no veo problema en que, si los tres estamos enamorados, tengamos una relación. Ven aquí, Severus. — Lucius le sonríe y da unas palmaditas al cojín de su lado del sofá. — Estrenemos nuestro matrimonio de tres.

Severus se levanta y se sienta en medio de ambos Malfoy.

Lucius le besa. Es un beso corto, pero apasionante. Después, se separan y Narcissa gira la cara de Severus para que la bese. Cuando se separan, se besan ambos Malfoy.

Acto seguido, Lucius empieza acaricia el pecho de Severus y el pelinegro le tocaa un seno a Narcissa. Los tres se inclinan y Cissy manosea el trasero de Lucius.

Las piernas de los tres se enredan en el sofá mientras van quitándose las prendas, que quedan desperdigadas por todo el salón.

Notes:

Es la primera vez que escribo de una relación poliamorosa y de un trío. Siento si la escena sexual ha patinado un poco. Pero lo he disfrutado.

Espero que os haya gustado

Hasta la próxima

Chapter 68: Línea de la vida corta

Notes:

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Chapter Text

Los chicos de séptimo curso están en clase de adivinación. Al menos, los que han tomado esta optativa.

Entre ellos se encuentran Lily Evans, Marlene Mckinnon, Dorcas Meadows, Mary MacDonald y los Merodeadores.

— Las líneas de las manos contienen información crucial sobre la vida de una persona: su esperanza de vida, la cantidad de hijos que tendrá… — con un movimiento de varita, hace aparecer en la pizarra un dibujo de una mano y unas flechas de las distintas líneas de la mano y su significado. — Ahora intentad leer las líneas de las manos con vuestra pareja de mesa consultando los apuntes del libro.

Los chicos se ponen manos a la obra.

— Te leo la mano primero. — Lily coge la mano izquierda de Marlene. — Tienes la mano de los hijos corta. Significa que tendrás uno o dos hijos o menos. — comenta leyendo los apuntes del libro.

— Espero que sea ninguno. No me gustan los críos. — Marlene hace una mueca.

— Sí, justo estaba pensando lo mismo. Es justo lo que querías. — ríe la pelirroja. — La vida de la mano, en cambio, la tienes muy corta. — se apena.

— Debe ser una coincidencia… — intenta alegrarla la rubia. — A ver la tuya.

Marlene coge la mano de Lily y examina su palma.

— Tú también tienes la mano de los hijos corta. Tendrás uno o dos. O directamente no tendrás hijos. Me apena, Lily. A ti te pega tener una casa llena de pelirrojos y miopes correteando por ahí, hijos de ti y James. — le dice Marlene.

— No digas tonterías, Marlie. — responde Lily desviando la mirada sonrojada.

— Pero no me lo niegas… — rebate la rubia burlona.

— ¿Qué dice la línea de la vida? — inquiere Lily.

— Es bastante corta… — susurra Marlene triste.

— Debe ser una coincidencia también.

….

En otra mesa, James está leyéndole la mano a Sirius.

— Tienes la línea de los hijos algo corta, como mucho tendrás uno o dos hijos. Aunque creo que preferirías no tener ninguno. Nunca te han gustado los niños. — dice James.

— Que bien me conoces, Cornamenta. — ríe Sirius.

— Pero, en cambio, la línea de la vida la tienes algo corta. — se apena James.

— No creo que signifique nada. A ver la tuya.

Sirius toma la mano de James y comenta:

— Tú también tienes la línea de los hijos muy corta. Es una lástima. Te habría pegado tener a un montón de pequeños pelirrojos miopes corriendo por Potter Manor.

— ¡Cállate, Sirius!

— ¿Qué? — se encoge de hombros. — Siempre has dicho que te gustaría ser padre, el padre de los hijos de Evans.

— Sigue leyendo.

— La línea de la vida la tienes muy corta. — Sirius compara la mano de James con la suya. — Tu línea de la vida es mucho más corta que la mía…

— Solo son coincidencias, Sirius.

Después del ejercicio, los ocho chicos de Gryffindor comentan el ejercicio.

— Todos nosotros tenemos la línea de los hijos y de la vida muy corta… — comenta Mary triste.

— Los que tenemos la línea de la mano más larga somos Peter y yo. — dice Remus después de compararlas.

— No creo que debamos darle mucha importancia… — intenta consolarlos James.

— Chicos, debemos darnos prisa. Llegaremos tarde a Encantamientos. — Dorcas mira el reloj de Peter.

Todos van corriendo a clases.

Notes:

He visto muchos fics de James y Lily en clase de adivinación leyendo las líneas de las manos y viendo que la línea de la vida es muy corta en ambos haciendo alusión a sus muertes. Quería escribir un fic al respecto inspirado en eso.

Es la primera vez que escribo sobre una clase de adivinación. No me atrae mucho escribir de esta materia y Trelawney no me gusta mucho.

Si alguien se lo pregunta, no, Snape no estaba en esa clase. Dudo que a Snape le guste la adivinación. Me da que no le pega.

¿Opiniones?

Hasta la próxima

Chapter 69: Adoptar a una niña

Notes:

El Potterverso es de Rowling

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Chapter Text

Vincent y Gregory están tumbados en la cama de Goyle hablando despreocupadamente.

— ¿Cuándo crees que acabará la guerra? — pregunta Gregory.

— Cuando encuentren a Potter y lo maten.

— ¿Y cuándo será eso?

— No lo sé. Espero que sea más pronto que tarde…

— Después de todos los esfuerzos que hemos hecho para ganarnos el favor del Señor Tenebroso y ahora que Malfoy ha caído en desgracia, nosotros podemos convertirnos en sus siervos más leales… y así el Señor Tenebroso podrá ver con buenos ojos nuestra relación y nuestros padres no podrán decir nada para evitarlo. Podríamos casarnos… no importaría que nuestra sangre o nuestro apellido se extinga con nosotros… — sonríe Gregory esperanzado.

— Hay una forma de que podamos estar juntos sin que se extingan nuestros apellidos. — se le ocurre a Vincent.

— ¿Cómo? — pregunta Gregory sorprendido.

— Podemos adoptar. Grace dice que los magos que viven en orfanatos lo pasan mal por culpa de los imbéciles de los muggles.

— Pero es muy complicado saber si un chaval mago de un orfanato es sangre pura o no. — se lamenta Gregory. — Por mucho que tenga un apellido mago puede tener parientes muggles por parte de madre.

— Es verdad. — susurra Vincent triste. — No había pensado en eso. Estoy seguro que el Señor Tenebroso podrá ayudarnos. Él podrá buscarnos algún bebé sangre pura. — se esperanza.

— ¡A mí me gustaría una niña! — sonríe Gregory.

— Las mujeres no pueden heredar el apellido. — le regaña Vincent. — Si tenemos una hija, nuestros apellidos solo sobrevivirán una generación más.

— Podemos tener una niña y después un niño o dos. — propone Gregory.

— Me parece bien. ¿Qué nombre te gustaría para una niña? O es pronto para pensar en eso.

— Creo que es pronto, Vin. Además, si es la bebé que ya tiene nombre, a mí me gustaría que lo conservara, ya que le pondremos nuestros apellidos… si la bebé no tiene nombre, ya lo elegiremos.

— Tienes razón. Tenemos toda una vida por delante.

Poco tiempo después, Draco entra al dormitorio encontrándose a los dos chicos dormidos. Decide pedir a los elfos que les traigan algo de comida.

Sería la última vez que Gregory y Vincent dormirían juntos.

Notes:

Este fic sigue la línea de Sólo puedo ser yo mismo cuando estoy contigo. Mi fic de estos dos.

A ver, seamos sinceros. Voldemort viendo lo obsesionado que está con la pureza de la sangre, por eso no quería asesinar a Neville Longbottom, recuerdo esa escena del libro, me impactó mucho, dudo que permita a Vincent y a Gregory mantener una relación y matrimonio abiertamente porque no pueden reproducirse y su sangre pura se extinguiría. Que esos dos estén tan desesperados porque sus familias no apoyarían la relación es otro tema. Una lástima, creo que habrían sido muy felices con sus hijos adoptivos. Pero, también que se note la supremacía de la sangre.

¿Opiniones?

Hasta la próxima

Chapter 70: Pedir su mano

Notes:

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Chapter Text

Regulus se aparece a las afueras de la Calle de la Hilandera y se dirige a casa de su pareja. Llama a la puerta y Severus abre.

— Soy yo, Severus. — Regulus se baja la capa.

— Pasa, Regulus.

Regulus le da un beso a su novio y entra en la casa. Deja la capa a un lado del sofá y se sienta en una perfecta postura sangre pura.

— He estado pensando, Severus… y me gustaría que nuestra relación diera un paso más.

— ¿A qué te refieres, Regulus?

— Necesitamos el consentimiento de nuestras familias para seguir con nuestra relación.

— Regulus, tus padres nunca dejarán que salga contigo. — Severus hace una sonrisa como si el otro fuera tonto. — Soy mestizo.

— No necesitamos el consentimiento de ambas familias. — Regulus rechaza lo que ha dicho su amigo con un movimiento de su mano. — Tu familia es suficiente.

— ¿Mi familia? Regu…

— Tu madre falleció y tu padre te abandonó. Los Evans te han tratado como un hijo y tú los quieres como si fueran tus padres. Fueron unos padres decentes para ti, aunque sean muggles. Necesito su consentimiento. — salta decidido. — Severus, necesito que me lleves a casa de los Evans si no es molestia.

— ¿Ahora? Estarán cenando o se habrán acostado ya.

— Mejor. Así estarán medio dormidos y querrán quitarnos de encima lo antes posible o no estarán escuchando mucho. — celebra Regulus.

— Bien. Vamos. Ya veo que no hay forma de hacerte cambiar de opinión. — se levanta Severus derrotado.

La casa de los Evans está bastante animada.

Ha venido a cenar el grupo de amigos y la pareja de la menor de la familia.

Los señores Evans también están animados de tener a tantos muchachos hijos de magos criados en el mundo mágico para que les expliquen ciertas cosas del mundo al que pertenece su hija menor. Aun así, siguen manteniendo las distancias con los cuatro varones, entre ellos su yerno, incapaces de olvidar su trato al muchacho que quieren como si fuera su hijo.

En ese momento, llaman al timbre.

— ¿Quién será a estas horas? — John se levanta cansado.

— No creo que sea alguien pidiendo dinero o comida… — Violet se levanta junto a su marido.

Abren la puerta y se encuentran a Severus junto a un chico de pelo negro y ojos grises muy parecido a uno que está en el interior de la casa.

— Buenas noches, señores Evans. Siento interrumpir su velada. Pero tengo una petición que hacerles. Soy Regulus Black.

— ¡¿REGULUS?! — Sirius le mira sorprendido desde la puerta del salón.

— ¿Qué haces aquí, Sirius? — pregunta Regulus enfadado.

— ¿Qué haces tú aquí? El perfecto Regulus que se cree superior a los muggles pisando un pueblo muggle.

— ¡Sirius! — le regaña Lily.

— Señores Evans, me gustaría tener su consentimiento para tener una relación con Severus. — suelta Regulus.

— Por nosotros bien.

Regulus se aleja con Severus un poco de la casa, se arrodilla y saca una cajita con un anillo. Severus asiente, Regulus le pone el anillo y se abrazan.

— ¡Esperaos a graduaros! — gritan los señores Evans.

Notes:

Me gusta esta pareja, pero suelo leerla más que escribirla.

Espero que os haya gustado.

¿Opiniones?

Hasta la próxima

Chapter 71: Despedir a los niños

Notes:

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Chapter Text

Neville y Luna Longbottom están en la estación de King's Cross con sus tres hijos.

Frank, Alice y Pandora están empujando sus carros en los que se encuentran sus baúles.

Se acercan al muro, lleno de familias muggles despidiendo a sus hijos magos.

Los Longbottom pasan abriéndose paso entre ellos intentando no estorbar.

— Disculpe, disculpen. Perdón. Disculpe. — se excusan.

— Perdón. Perdone. Disculpe. — intentan abrirse paso los niños con sus carros.

Finalmente, cruzan el muro y entran en el Andén 9 y 3/4.

Ahí ven a un montón de caras conocidas, como, por ejemplo, a Percy Weasley hablando con alguien. Intentan buscar a los Potter y a los Granger-Weasley, pero no los encuentran.

— No veo a James por ninguna parte. — Frank se pone de puntillas intentando ver a su mejor amigo.

— Lo puedes buscar en el tren. Aquí hay mucha gente y yo tengo que volver pronto a Hogwarts para prepararlo todo para esta noche. — le tranquiliza Neville.

— En el tren habrá menos gente y los dos sois Gryffindor y del mismo curso, te será fácil encontrarlo. — le sonríe Luna.

— Papá, mamá, ¿y si terminamos en diferentes casas? — pregunta Alice.

— ¿Las dos? — quiere saber Luna. Pandora asiente. — No importa. Sois gemelas. Estáis unidas la una a la otra. Tenéis una conexión especial que nadie puede separar. En el año de vuestro padre había dos gemelas, una terminó en Ravenclaw y la otra en Gryffindor y seguían muy unidas. Cariño, ¿puedes hablarles a las niñas de las gemelas Patil?

— Ah, sí. Parvati Patil, de Gryffindor, siempre estaba en la biblioteca con su hermana. Cuando iba al invernadero, siempre las veía en los jardines haciendo picnics. Estaréis bien. Hay muchos otros sitios para estar juntas o con Frankie sin ser la sala común o la mesa de vuestra casa.

Las niñas asienten más tranquilas.

Neville mira su reloj, que una vez perteneció a su padre.

— Tengo que irme ya. Nos vemos esta noche. — besa a cada uno de sus hijos.

— Adiós, papá. — se despide Frank.

— Que ganas de ver vuestra selección. — abraza a las gemelas.

— Nosotras también queremos saber a qué casa iremos ya. — contesta Alice.

— Tenemos ganas de saber cómo será la selección. — responde Pandora.

— Adiós, niños. — se despide Luna.

— Adiós, mamá. ¿Cuándo te vas al Amazonas? — preguntan los tres a la vez.

— Pasado mañana. Pero no os preocupéis. Volveré a casa para Navidad y no será complicado mandarme cartas.

Eso parece tranquilizar a los niños mientras Neville y Luna se abrazan y ven cómo sus hijos parten hacia Hogwarts.

Notes:

Frank va al mismo curso que James y las gemelas Alice y Pandora tienen la misma edad que Albus.

¿Opiniones?

Hasta la próxima

Chapter 72: Empezar de cero

Notes:

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Chapter Text

Eileen coge a Severus en brazos y una maleta con ropa y algo de dinero.

— Mamá, ¿adónde vamos? — pregunta el niño.

— Nos vamos de Cokeworth, Severus. Nos vamos a Londres.

Eileen va a la estación de tren muggle y paga con el dinero que ha estado ahorrando para llevar a cabo su plan de huida.

Eileen se sienta con Severus, el niño no tarda en dormirse. El tren arranca. Les espera un largo camino.

….

Alphard se toma una copa de vino. Está a punto de irse a dormir cuando llaman al timbre.

Esconde su varita en la espalda, quien sabe quien puede ser a estas horas, y va a abrir.

Mira por la mirilla de la puerta.

Es una mujer pelinegra con un niño.

Esa mujer le suena de algo…

Abre la puerta.

— ¿Eileen? — pregunta sorprendido viéndola con un niño en brazos. — ¿Qué haces aquí a estas horas?

— ¿Podemos pasar?

— Claro.

Alphard los lleva al salón.

— Te traeré algo de té. ¿Quieres leche y unas galletas? — Alphard se agacha a la altura de Severus, que está sentado en el regazo de su madre.

El niño se gira a ella asustado. El sonido de sus tripas no tardan en delatarle.

— ¿No habéis cenado? — pregunta él sorprendido.

Eileen niega con la cabeza.

— Ordenaré a mi elfina que os preparé algo de cenar.

— No tengo mucha hambre… pero Severus sí.

— Pero Severus necesita que su madre esté bien alimentada. — intenta animarla él.

Eileen sonríe y acepta algo de cenar.

….

Después de cenar, Severus se queda dormido en el sofá. Los adultos lo tapan con una manta mientras conversan.

— Me sorprendió ver la portada de El Profeta con la noticia que te habías casado con un muggle. ¡Te lo tenías muy callado! — intenta hacer broma él.

— Fue un matrimonio muy apurado… yo estaba triste porque nuestra historia de amor no funcionó y Tobias me animó mucho. Todas sus sonrisas y promesas resultaron ser mentira. Después de la boda, reveló su verdadera personalidad. Es un hombre temperamental, rudo, bebedor… cuando se enteró de mi magia, entró en cólera y empezó a golpearme. — Alphard aprieta los puños. — Sin embargo, ya estaba embarazada de Severus.

— Es igualito a ti. — Alphard mira al niño de reojo.

— Pensé que las cosas se calmarían con el nacimiento de Severus. Pero no fue así. Tobias usa a Severus para lastimarme a mí. Todo empeoró cuando mi hijo despertó su magia. — Eileen levanta la mirada. — Pedí ayuda a mis padres, pero no quieren tener nada que ver con Severus, por ser hijo de un muggle.

— Que cabrones... Su propio nieto…

— Te mandé una carta, pero nunca recibí respuestas… así que, me fui a Londres como mi última esperanza

— No recibí nunca ninguna carta. Pero no te preocupes. Podéis quedaros aquí el tiempo que necesitéis. Ya he ordenado a la elfina que os preparé una habitación.

— Gracias, Alphard. No sé qué haríamos sin ti. — sonríe Eileen.

— No digas tonterías.

Alphard levita a Severus hacia su habitación, mientras Eileen los sigue.

Notes:

Podría haber seguido el canon de mi fic Eileen Prince: su historia. Pero quería un final feliz para estos dos.

¿Opiniones?

Hasta la próxima

Chapter 73: Apoyar a su hijo

Notes:

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Chapter Text

Rose y Scorpius están llorando a lágrima viva.

Su hijo Alioth ha empezado a hablar hace nada, con cuatro años y medio. Pero la alegría ha durado poco. Han visto que su hijo es tartamudo.

Sin embargo, hay algo que todavía ha apenado más a Scorpius.

Su abuela les ha escondido que Lucius Malfoy también era tartamudo. Lo cual ha causado un distanciamiento entre Draco y su madre.

— No entiendo por qué nos lo ha escondido… ¡somos su familia! ¿Por qué tendría que esconderlo? En cambio, se enorgullecieron de creer en la pureza de la sangre y de ser servidores de Voldemort. — llora Scorpius.

— Porque en ese momento, los Malfoy pensaban que la pureza de la sangre y seguir a Voldemort era lo correcto. En cambio, la tartamudez era vista como una vergüenza. — le consuela Rose.

— ¿Cómo puedes entenderlos? — se sorprende Scorpius.

— Bueno, al ser historiadora, tengo que ponerme en el contexto histórico que estoy trabajando… tus abuelos tendrían sus motivos para esconder la tartamudez de Lucius. Con él ya no puedes hablarlo, pero puedes hablarlo con tu abuela. Lo conoce desde que eran niños.

— Tienes razón. ¿Qué haría yo sin ti, Rose?

— No lo sé. — responde ella divertida. — He estado pensando y en el mundo muggle hay logopedas, que pueden ayudarnos con la tartamudez de Alioth. Puedo consultar con varias amigas que tengo en el mundo muggle o con amistades de mi hermano o del tío Harold o de mi madre.

— Perfecto. Lo dicho, no sé qué haríamos sin ti. — sonríe él.

Ambos se levantan y van a la habitación de juegos de sus hijos. Rose aprovechará para escribir a sus amigas para pedir consejo.

Persefone está en la zona de juegos jugando con Alioth.

La niña es dos años más pequeña que su hermano, pero ya habla perfectamente. No hay quién la haga callar.

— Papá, mamá, ¡tenemos que hacer una fiesta! ¡Alioth ya habla! — grita Persefone. — ¿Verdad, Alioth?

— S-s-sí. — asiente él feliz.

— Por supuesto. Podemos hacerla aquí. — responde Rose.

— Incluso podemos hacer una tarta. Sin las velas y sin la canción de cumpleaños. — añade Scorpius.

— ¡Qué bien! ¿Verdad, Alioth? ¿Estás contento? — pregunta Persefone.

— S-sí. — asiente Alioth que ya se ha puesto al lado de su hermana.

Notes:

Ya he escrito varias veces sobre la tartamudez del hijo de Scorpius y Rose heredada de Lucius Malfoy en Drabbletober 2022, Conferencia sobre las señoras Malfoy y Tus palabras cortan como un cuchillo.

¿Opiniones?

Hasta la próxima

Chapter 74: Día después de la luna llena

Notes:

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Chapter Text

Parvati sale después de trabajar con un paño de gasas y ungüentos.

Sabe que su madre es muy controladora con los horarios y no les gusta que sus hijas salgan a menudo salvo por obligaciones, sino serían unas holgazanas. Dice que el lugar de una mujer es el hogar.

Por supuesto, a su madre le parece peor que sus dos hijas salgan a la calle para ver a un chico. Por suerte, no es el caso de Parvati. Pero si su madre supiera a quién va a ver, también le daría un síncope.

Parvati se aparece a las afueras de un bosque. Un bosque vivido por licántropos. Pero no tiene miedo. Sabe que es la tribu donde vive su novia. Además, ellos agradecen que ella les traiga medicinas, productos de higiene femenina y ungüentos. La comida no es necesaria. Pueden conseguírsela ellos de sobra.

Va acercándose al centro del bosque donde está el campamento de la tribu.

Ve a pequeños lobos jugando con niños desnudos llenos de cicatrices. Pequeños licántropos destransformados esta misma mañana.

Depende de si la concepción ha sido en forma humana o licántropa, los niños serán humanos licántropos o lobos.

— Hola, Parvati. — la saludan los niños humanos. Los cachorros licántropos sueltan un pequeño aullido. — Lavender está en su tienda.

— Gracias, chicos. — Antes de irse, añade. — Os he traído medicinas.

— Gracias. — los niños la abrazan.

Parvati se conmueve.

¿Cómo pudo pensar que esos niños eran monstruos solo por ser licántropos? Si son adorables. Y sufren mucho con las transformaciones, solo hay que añadir el rechazo.

Se dirige a la tienda de Lavender saludando a los adultos.

— Buenas tardes, Parvati. — la saludan algunos residentes más joviales. Otros lo hacen con un movimiento de cabeza, agradecidos con ella, pero sin olvidar que es una bruja.

— Buenas tardes. — responde ella dejando parte de su carga al líder de la tribu y entrando en la tienda de Lavender.

Dentro está Lavender medio dormida, tumbada bocabajo, con el pecho descubierto.

— ¿Cómo estás? — Parvati se arrodilla a su lado.

— Fatal… me ha coincidido la transformación con la regla…

— También os he traído productos de higiene femenina.

— Gracias. Siempre son necesarios.

Parvati pone desinfectarte en un paño para desinfectar la herida.

— ¿El mundo mágico sigue igual? — pregunta Lavender.

— Sí, igual de cerrado de mente que siempre. Pero, aquí estás a salvo.

— Parvati, gracias por todo.

— No hay de qué. Sabes que te amo y haría lo que fuera por ti. igual que tú harías lo mismo por mí. Aunque, pienso que ir y venir aquí os pongo en peligro y podrían descubrirme… no tengo dinero para comprar una capa de invisibilidad.

— No restes importancia a lo que nos traes. Nos es muy útil y nos ayudas mucho.

Cuando Parvati termina de curarla, Lavender le susurra:

— Parvati, ¿te tumbarías conmigo un rato?

La muchacha obedece estirándose al lado de su novia.

Notes:

Me encanta el headcanon de Lavender sobreviviendo a la guerra, pero convertida en licántropo por culpa de Greyback. Lástima que Remus ya hubiera muerto, podría haber sido un gran apoyo para ella (o terminar de hundirla viendo la opinión que tenía Lupin de los licántropos).

¿Opiniones?

Hasta la próxima

Chapter 75: Nueva amistad

Notes:

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Chapter Text

— Dora, ¿sabes que Bill sabe hablar duendigonza? Gracias a eso, los duendes le tienen en buena consideración. — le cuenta Molly a Tonks una vez que ella visita la Madriguera.

— No me sorprende, señora Weasley. A Bill siempre se le han dado muy bien los idiomas y es muy diligente en su trabajo. — responde ella.

— Sí. — sonríe Molly feliz por los halagos a su hijo. — Por cierto, ¿dónde está Bill? — sale a buscarlo y poco después, regresa con él. — Bill, cuéntale un poco a Tonks de tus aventuras por Egipto. Mientras tanto, iré a vigilar a los gemelos.

Acto seguido, Molly abandona la cocina. Cuando ambos se han asegurado que ella no está cerca, estallan en carcajadas.

— ¡Ha cantado mucho que quiere emparejarnos! — ríe Bill.

— Sí. Lástima que mi corazón pertenezca a otra persona. Aunque él no quiere que empecemos una relación. — susurra Dora.

— Oye, Remus se lo pierde. Pero sí que empieza a mosquearme que mi madre no acepte mi relación con Fleur.

— ¿Hablarás con ella?

— Sí. Pero no creo que me haga mucho caso. Papá sabe hacerla entrar en razón mucho mejor que yo.

Tonks ha coincidido algunas veces con Fleur en las reuniones de la Orden, pero no le ha caído muy bien. Así que, decide cambiar de tema.

— ¿Me ha dicho tu madre que has aprendido duendigonza?

— Sí, y ahora con el francés, por Fleur.

— Qué tierno. — sonríe Bill.

En ese momento, entra Fleur llevando algunas verduras.

— El señog Weasley y yo hemos sacado algunas vegdugas del huegto. Oh, ¿no está tu madge, Bill? Bueno, tu padge ha ido a su gagaje.

— Gracias, Fleur.

— ¡FRED! ¡GEORGE! — grita Molly desde el salón.

Bill sale corriendo a ver qué ha pasado.

Fleur y Tonks se quedan solas en la cocina.

— ¿Quiegues un té?

— Sí, gracias.

Fleur se gira a prepararlo para horror de Tonks sabiendo que Molly odia que toquen su cocina sin su permiso.

— ¡Fleur! ¡La señora Weasley!

— ¿Qué? No le gusto y no muestga gepagos en demostgaglo. Así que, me da igual.

Tonks ríe ante su comentario. Finalmente, Fleur le da su té.

— ¡Está muy rico!

— Merci.

— Fleur, preparas muy buenos tes.

— Me gusta el té. Al vivig sola, tuve que apgendeg a haceglo y en Pagís también lo pgepagaba para mi hegmana pequeña cuando mis padges no estaban.

— Pensaba que tus padres al ser ricos tendrían…

— Pues no. Mis padges están en contga de cualquieg tipo de esclavitud.

— Ah, perdón. — responde Tonks incómoda. Intenta cambiar de tema. — ¿Echas de menos a tu familia?

— Sí, pego hablo cada día pog ged flu.

— ¡Qué bien! Eres muy valiente por vivir en un país extranjero siendo tan joven.

— Merci. — esta vez Fleur vuelve a sonreír. No muchas personas se lo han dicho.

— Yo no sería capaz de hacerlo y eso que siempre discuto con mi madre. — confiesa Tonks.

— Yo no suelo discutig con mi madge, pego sí con mi hegmana pequeña. Nos quegemos mucho, pego algunas veces es agobiante.

Ambas pasan la tarde charlando y riendo.

Notes:

Creo recordar que en el sexto libro, Molly quería emparejar a Bill con Tonks porque le desagradaba Fleur. Aquí he mostrado a Fleur diciendo sus opiniones sin filtro.

¿Opiniones?

Hasta la próxima

Chapter 76: Voy a ser mejor que tú

Notes:

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Chapter Text

Olga respira hondo mirando la isla a la que se acercan.

Teddy le pone una mano en el hombro.

— ¿Estás lista? — le sonríe.

Olga no está segura. Lleva soñando este día desde que supo de su existencia. Al ser mayor de edad y graduarse de Hogwarts, rellenó todos los papeles para poder visitarla. El Ministerio lo aceptó, ayudó bastante tener un mejor amigo auror, y aquí está.

— No lo sé. — responde ella finalmente. — Estoy nerviosa. Llevo mucho tiempo esperando este día.

— Es normal. Tranquila. Yo estaré contigo por si pasa algo.

El barco toca tierra firme y Teddy, Olga y el resto de aurores que les acompañan bajan del barco.

— Aunque ya no haya dementores, Azkaban sigue siendo una isla muy tétrica. — le explica Ted.

Olga asiente estando de acuerdo.

Cuando llegan a la puerta, Teddy le dice al auror que está en la entrada el número de solicitud de su visita.

— Bienvenido, auror Lupin, los estábamos esperando. Señorita. — saluda a Olga.

Acto seguido entran y van a saludar al jefe de los carceleros de Azkaban.

— A mí también me gustaría ir al grano. — le susurra Teddy a su amiga al oído. — Pero es pura cortesía y formalidad.

— Está bien.

Olga está asustada. Parece que en cualquier momento vaya a salir un dementor por uno de los pasillos.

Han puesto algo de iluminación, pero sigue estando muy oscuro.

Finalmente, llegan a la puerta del despacho del auror cabecilla de los carceleros, que los recibe con una enorme sonrisa.

— Bienvenido, auror Lupin. Sé que Azkaban no es un lugar muy acogedor. Pero espero que disfruten su visita. No recibimos muchas a menudo y la mayoría son para traer prisioneros o liberarlos. Señorita, espero que disfrute su estancia. La llevaré a la celda que desea ver.

Olga corresponde a la sonrisa del hombre y le siguen.

— Me sorprende que tenga una sobrina…

— Mis abuelos se divorciaron cuando mi padre y su hermana eran niños. No supe de la existencia de mi tía hasta que no llegue a Hogwarts.

Cuando llegan a la celda, dan un poco de intimidad a Olga, quien se pone delante de los barrotes para ver a una mujer menuda, bastante delgada, sucia y el pelo desaliñado.

— Dolores Umbridge, me presentaré, soy Olga Umbridge, la hija mayor de tu hermano Leonardo. Ese chico que siempre despreciaste por ser squib. Fui a la casa de Hufflepuff y estoy orgullosa de ello. Me siento orgullosa de mi sangre squib y muggle, de la que tú siempre te avergonzaste. Aquí la única que ha avergonzado a la familia eres tú con tu ideología purista. Voy a ser mejor bruja que tú, tía. Limpiaré el nombre de nuestro apellido.

Dolores Umbridge no deja de mirarla y, finalmente, escupe en el suelo en dirección a su sobrina.

Teddy interviene y aparta a su amiga antes de que su tía se acerque a los barrotes para lastimarla.

— ¿Crees que ha ido bien?

— No lo sé. Pero yo estoy en paz conmigo misma.

Notes:

Olga es una OC hija del hermano squib de Dolores Umbridge al que llamé Leonardo, el pobre no tiene nombre canon.

Olga ha aparecido en varios capítulos de esta recopilación y de Anécdotas del día a día y comparte casa y curso con Teddy de quien se hizo amiga.

Hacía tiempo que quería escribir este momento y este ha sido la ocasión perfecta.

¿Opiniones?

Hasta la próxima

Chapter 77: Cuidar de una amiga

Notes:

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Petunia está tumbada en el sofá de su casa.

Privet Drive es un lugar tranquilo y a Petunia le recuerda un poco a su barrio de Cokeworth. No se asemeja mucho, porque está lleno de vecinas viejas y cotillas, pero no hay el bullicio del centro de Londres.

La única casa que quedaba libre era la número cuatro y Vernon y ella no tardaron en comprarla.

Yvonne, la amiga que hizo en el conservatorio de Londres, se acerca y le moja de nuevo el paño para ponerlo en la cabeza.

— Gracias por venir, Yvonne. La verdad me da miedo volver a caerme…

— Tranquila. Para eso están las amigas. Y tenemos que cuidar de tu pequeño. — Yvonne acaricia el vientre de su mejor amiga.

— Dudley. Se va a llamar Dudley.

— Pensaba que le pondrías Benjamin. Era el nombre que te gustaba…

— Vernon dice que Benjamin es un nombre vulgar. Bueno, existen más hombres que se llamen Benjamin que Dudley.

— Si tú estás de acuerdo… siempre puedes tener otro hijo y llamarle Benjamin.

— No lo sé… estos mareos son insoportables. Aunque mi madre tuvo a Lily y quería tener otro hijo, pero no lo consiguió.

— ¿Lily también heredó esos mareos de vuestra madre?

— No, ella no.

— Iré a preparar la comida.

Yvonne va a la cocina y empieza a preparar un arroz cocido para Petunia y carne para Vernon, ella y su marido, cortando unos trozos que pondrá en el arroz para su amiga.

La verdad es que la muchacha está enfadada con la hermana pequeña de su mejor amiga. No es que le moleste cuidar de ella mientras su marido no está. Yvonne no tiene trabajo y dispone del tiempo para ayudar a su amiga, pero si la señora Potter no tiene los mismos mareos que Petunia heredó de su madre, bien podría pasarse de vez en cuando a cuidarla. Si Petunia cae y se da un golpe, ¡podría perder al bebé!

También está enfadada con Vernon por no pedir un permiso de trabajo por cuidar a su esposa.

— Yvonne. — la llama Petunia desde el salón.

— ¿Sí?

— ¿Recuerdas ese vestido violeta que llevaste en el concierto de piano que dimos en el conservatorio? Estabas hermosa.

Yvonne sonríe.

— Tú también estabas preciosa con tu vestido verde turquesa.

Yvonne acerca el arroz a su amiga y le da el suero recetado por el médico.

— ¿Vernon ha pensado en pedir un permiso de trabajo para cuidarte? Si es por problemas de salud de su esposa, estoy segura de que se lo concederían.

— El sueño de Vernon es llegar a ser director de la empresa y no quiero interponerme en ello. Yo no pude hacer realidad el mío de ser una pianista famosa, al menos, que Vernon cumpla el suyo.

Yvonne asiente no muy convencida.

Después de tomar el suero, Petunia empieza a comer el arroz con carne.

— ¡Está delicioso, Yvonne!

— Me alegra que te guste. — sonríe ella. — Me quedaré aquí contigo hasta que Vernon regrese.

Notes:

Un día trasteando por la wiki de Harry Potter vi que Petunia tenía una amiga llamada Yvonne a la que querían endosarle el cuidar a Harry por la fiesta de cumpleaños de Dudley. Lastimosamente la tal Yvonne estaba de viaje.

Si Petunia jugaba con Lily en el parque con Lily cuando conocieron a Severus, no debe llevarse muchos años con su hermana menor. En mi headcanon, Petunia nació en 1958.

Diría que la profecía fue después del nacimiento de Harry. Pero, aunque Lily no esté recluida en su casa debido a eso, dudo mucho que pueda cuidar a su hermana siendo un miembro activo de la Orden del Fénix. Si un mortífago o un espía de Voldemort la viera acercándose al barrio de su hermana, pueden hacerla prisionera y usarlo contra la Orden. Pero eso Yvonne no lo sabe porque es muggle, se supone.

¿Opiniones?

Hasta la próxima

Chapter 78: Investigación en Hogwarts

Notes:

El Potterverso es de Rowling

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Chapter Text

Fleur Delacour y Sebastian Peverell-Aubépine entran en la biblioteca de Hogwarts.

Saben que es una ley universal que en cualquier biblioteca hay que guardar silencio. Así que, se acercan a la bibliotecaria, quien los mira con cara de pocos amigos. Ambos se sorprenden. Madame Pince es muy diferente a Monsieur Bignon, quien siempre recibe a los alumnos con una sonrisa.

— Podgía mostgagnos los libgos que hablen de las difegentes habitaciones de Hogwagts o lugages famosos, s'il vous plait. — pide Fleur.

— Claro. Síganme.

Madame Pince se levanta y los guía por los diferentes estantes.

Ambos la siguen.

— ¿Cuántos libros quieren?

— Todos los que tenga. — responde Sebastian.

Irma Pince lo mira sorprendida. El chaval no habla con acento francés.

— Habla usted muy bien inglés.

— Mis padres son ingleses. Pero la familia de mi padre es francesa.

— Ahora lo entiendo. Usted es muy parecido a un alumno que tuve, pero él era castaño. Claro que su pelo rojo lo pudo haber heredado de su madre... — responde la mujer en tono pensativo con un tono más suave. — Pero no puede ser hijo de ese alumno. Él murió antes de terminar sus estudios en Hogwarts…

Sebastian le sonríe de forma amable.

Irma vuelve a sus quehaceres y les va pasando libros que Fleur y Sebastian van levitando con su varita.

— Merci, Madame Pince.

— Gracias, Madame Pince.

Ambos se sientan en una mesa y Fleur le susurra.

— Si supiera que ese alumno que murió era tu padre y que fue padre adolescente…

— La vida es muy injusta. — susurra él. — Vamos, a trabajar.

Sebastian saca la foto en la que se ve a sus padres y a sus tíos junto a él de bebé en una sala con las paredes y suelo blancos con sus muebles de bebé.

— Sí que eres muy parecido a tu padre. — le susurra Fleur en francés señalando a un chico con el uniforme de Slytherin con la cara de Sebastian, pero con el pelo castaño.

— Gracias. — sonríe él triste.

Después de terminar de ojear todos los libros sin éxito, ambos quieren expresar su frustración, pero no pueden porque están en una biblioteca y hay que guardar silencio.

— No lo entiendo… — susurró él. — Investigamos todo Hogwarts y no encontramos nada. Ni siquiera en las bibliotecas de Beuxbatons y Hogwarts…

— Quizás hemos estado buscando mal. Quizás, es una habitación secreta… — susurra Fleur pensativa. — Si tus padres te escondieron, debería ser en un lugar que poca gente conociera.

— ¿En una escuela con tanta gente? — pregunta él sorprendido.

Fleur se encoge de hombros.

Sebastian se levanta y va hacia la mesa donde está Madame Pince.

— Disculpe, ¿sabe de algún lugar de Hogwarts poco conocido o no sea concurrido?

Madame Pince niega con la cabeza.

— Lo más cercano a un lugar poco concurrido serían los lugares que son una leyenda, pero no se sabe si existen o no. Le daré un libro que hable de ellos.

Fleur y Sebastian los consultan y encuentran algo.

— Un lugar que puedes hacer aparecer lo que necesites y es difícil entrar…

Notes:

Seguimos con la investigación que Fleur y Sebastian inician en Investigación en Beuxbatons, drabble de Anécdotas del día a día. Sebastian aparece en Reginald Albertus Bloom: una nueva oportunidad de vivir.

¿Opiniones?

Hasta la próxima

Chapter 79: Solo quedan recuerdos

Notes:

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Chapter Text

Fleur Delacour y Sebastian Peverell-Aubépine están en el séptimo piso delante del tapiz de Barnabás el Chiflado.

— Siguiendo las instrucciones que encontramos en la biblioteca, debemos pensar en lo que necesitamos para que se nos aparezca la sala. — Fleur lee en su lengua materna las instrucciones que apuntaron en un pergamino del libro que consultaron en la biblioteca.

— ¿Y qué pido? — le pregunta él confundido.

— Un sitio para cuidar bebés… el sitio que pidieron tus padres… — sugiere Fleur.

Sebastian saca la fotografía en la que sale de bebé y se pasea por delante del tapiz deseando que se apareciera el lugar donde sus padres y tíos y le cuidaron cuando era un bebé.

— ¡Mira! ¡Ha aparecido el pomo de una puerta! — señala Fleur.

Sebastian se gira. ¡En efecto! ¡Esa puerta ahí antes no estaba!

La abre y entra.

Hay una habitación con los suelos y las paredes blancos con una cuna, juguetes por el suelo, una alfombra, una bañera de bebé, un cambiador, una mesa y sillas para adultos, una cocina y una cama.

Fleur abre una puerta que hay ahí dentro.

— Aquí hay un baño. Por si tus padres y tíos tenían que hacer sus necesidades. — dice ella.

— La cama debió ser por si uno de ellos se quedaba a dormir por la noche. La mesa por si se quedaban a comer o a hacer los deberes.

Fleur se acerca de nuevo a su amigo para darle apoyo moral.

— Me gustaría ver cómo lo hicieron. Sé que es algo imposible… — susurra él.

De pronto, aparece un sofá con una pantalla, un proyector y una serie de películas.

— Thérèse tiene uno en su casa. — sonríe Fleur al reconocer el aparato. — Vimos varias películas no-magiques cuando nos invitaba algunos veranos.

— Ventaja de tener una amiga hija de no-magiques.

Sebastian se sienta y Fleur preparar el proyector y una de las películas. Después se sienta al lado de su amigo.

En la pantalla aparece Sébastien Aubépine, padre de Sebastian, con su uniforme de Slytherin cantando una canción de cuna en francés a su hijo. A continuación, aparece una chica pelirroja que también lleva el uniforme de la casa de las serpientes con un biberón. Sostén al bebé en brazos mientras su amigo le acerca una silla.

— Tu madre. — dice Fleur. Sebastian asiente.

A continuación, aparece un chico de pelo azabache con los ojos grises sosteniendo a un bebé en brazos, quien persigue una snitch para niños menores de un año, una snitch más grande de lo normal que pueda sujetar un bebé.

— ¡Y Sebastian intenta atrapar la snitch para Slytherin! — grita Regulus.

— ¡No lo conviertas en un enfermo del quidditch como vosotros! — se le acerca Severus Snape.

— Es el jefe de la casa Slytherin… — le susurra Fleur.

— Regulus, rápido, tenemos ronda de prefectos. — una chica rubia de ojos verdes se acerca a él. — ¡Buenas noches, Bastian, mi amor! — le besa la mejilla.

— Adiós, Constance, Hera y Reg. Nosotros nos quedaremos aquí. — les despide Barty.

— No os guardaremos postre. — ríe Evan.

Notes:

Este capítulo sigue la trama del capítulo anterior con personajes de Reginald Albertus Bloom: una nueva oportunidad de vivir.

Bastian es un diminutivo de Regulus.

Fleur habla sin acento porque las conversaciones son en francés.

El proyector es uno actual y Fleur y Sebastian vieron todas las películas.

¿Opiniones?

Hasta la próxima

Chapter 80: Preocupaciones

Notes:

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Violet Evans camina por la calle de la Hilandera dirigiéndose a una casa en concreto. Cuando llega a la que está buscando, llama al timbre. Una mujer delgada, pálida y con el pelo y ojos negros abre la puerta.

— Hola, Eileen. ¿Podemos hablar o vengo en un mal momento? — pregunta Violet algo seria.

— No, no, tranquila. Pasa. Pasa. — Eileen se hace a un lado y Violet entra. — Tobias está trabajando y no llegará hasta la noche y Severus ha ido a casa de una compañera a hacerle repaso.

Violet se sienta en una butaca del salón y Eileen prepara un té.

— Tú dirás… — comenta Eileen mientras sirve el té.

— Estoy preocupada por mis hijas… Petunia y Lily están cada vez más distanciadas… intento mediar con ellas, pero se me hace imposible… durante casi nueve meses no veo a Lily y cuando viene en vacaciones, siempre invita a sus amigas a casa o va ella a las suyas. Intento que pase tiempo con nosotros, pero, tampoco quiero obligarla. Me hace ilusión que nos cuente sus aventuras en el colegio... Me hace muy feliz que Petunia ame el piano tanto como yo. Pero, precisamente por eso, no quiero que sufra lo que yo sufrí. — suelta de golpe. — ¿Recuerdas que recibí una beca para estudiar música en Viena? — Eileen asiente. — Tenía muchas puertas vetadas por ser mujer por mucho que mi talento fuera superior al de muchos hombres. Soy directora de orquestra y nunca podré dirigir el concierto de Año Nuevo de Viena porque está vetado a las mujeres. No quiero que eso le pase a Petunia. Cuando daba conciertos en Viena con mi conservatorio, muchas veces, venía la prensa y se centraba más en comentar nuestros vestidos y físico en vez de la música. Mis compañeras y yo nos sentíamos muy presionadas por el físico. He hablado con Petunia y dice que hay que hacer sacrificios... Ella ya es bonita tal y como es no necesita operarse…

— ¿Petunia quiere operarse?

— He encontrado varias revistas de operaciones estéticas en su habitación mientras la limpiaba… este tipo de presión no la tienen los hombres…

— No sé qué decirte… — susurra Eileen.

— Antes de ir al conservatorio de Londres, no tenía este tipo de complejos en su cuerpo… sí que le gustaba verse bonita, como todas. Pero, ahora no para de verse defectos por culpa de la prensa… mi hija tiene un talento nato para el piano. ¿Por qué no puede centrarse en eso el periódico?

— La prensa quiere vender y vende más comentar los vestidos y comparar a las pianistas que hablar de su talento. — le contesta Eileen. — Puedes probar a darle tu apoyo en cumplir su sueño, sino se distanciará de ti… pero haciéndole ver que no debe de sentir complejos sobre su cuerpo y amarlo tal y como es.

— Lo probaré. Pero mi hija mayor tiene un carácter muy difícil…

— Violet, tengo una enfermedad grave. — suelta Eileen. — Mientras esté convaleciente y si algo me sucede, ¿puedes cuidar de Severus?

— Te lo prometo, Eileen.

Notes:

No sabía si escribir una escena de maltrato de Tobias con su familia, Severus y Lily en la Hilandera, Severus y los niños muggles o Severus y su madre. Pero al final me decidí por Eileen y la señora Evans. Me gusta pensar que se hicieron amigas a raíz de la amistad de sus hijos.

Viendo el canon, Petunia dijo que Lily era la hija favorita de sus padres por ser bruja. Como no sabemos nada de los señores Evans, ni siquiera hay una interacción suya con sus hijas, no sabemos hasta que punto de favoritismo hay detrás de esa frase. Pero Violet tiene motivos para estar preocupada viendo el distanciamiento entre sus hijas (aunque parte de culpa la tienen los señores Evans al tener favoritismo por su hija menor).

Espero que os haya gustado

Hasta la próxima

Chapter 81: Revuelo por su apellido

Notes:

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Teddy camina hacia el resto de alumnos de Hufflepuff hasta la sala común.

Nunca pensó que acabaría en la casa de los tejones por mucho que su madre y abuelo materno pertenecieran a esa casa. Al fin y al cabo, ha sido criado por su abuela, quien fue Slytherin, y por su padrino Harry y la tía Ginny, quienes fueron Gryffindor.

Está nervioso. ¿Cómo será la sala común de Hufflepuff? Sí que ha visto algunas fotografías que hicieron su madre y abuelo cuando eran estudiantes y ha visto algunas imágenes de libros que hablen de Hogwarts. Pero su abuela siempre dice que no hay comparación entre las imágenes y la realidad.

Teddy mira a su lado. Allí está Harold, el hermano de la tía Hermione. También está nervioso. No sabe nada de la sala común de Hufflepuff. La única bruja que hay en los Granger es su hermana y estuvo en Gryffindor.

— Ya hemos llegado. — dice la prefecta. — La puerta de la sala común se abre golpeando estos barriles. — señala. — Si falláis, os caerá encima vinagre.

— El ritmo es este. — el prefecto marca un ritmo golpeando los barriles.

La sala común se abre y entran.

Teddy está alucinando. Es redonda y con distintos tonos de color amarillo y varias plantas junto a un cuadro de Helga Hufflepuff encima de la chimenea. Parece muy acogedora.

— Los chicos por aquí. Os enseñaré vuestra habitación. — les señala el prefecto.

Teddy sube junto a Harold a su habitación. En la puerta ve su nombre, el de su amigo y el resto de compañeros.

Después de hacer las presentaciones y repartirse las camas, Teddy cae redondo. Ha sido un día muy largo y está agotado.

….

Olga Umbridge sube a las escaleras hacia la habitación de las niñas de primero. Está muy nerviosa. No conoce a nadie.

La sala común le ha parecido preciosa y muy acogedora. El sitio más bonito de todo el castillo de los que ha visto hoy.

Algunos niños la han mirado extraño cuando han sabido de su apellido, hasta los profesores. Olga no entiende el motivo. Nunca ha estado aquí antes ni ha oído hablar de este mundo.

— ¿Eres la hija de Dolores Umbridge? — le pregunta una niña cuando han distribuido las camas.

Olga se gira hacia ella y responde:

— Primero, se dice hola; segundo, me llamo Olga; tercero, antes de preguntarme algo preséntate y, cuarto, yo no conozco a ninguna Dolores Umbridge. Mis padres no pueden hacer magia y mi padre es hijo único.

— Ah. — responde la niña sonrojada.

— ¿Eres hija de muggles? — interviene otra niña.

— Eso nos dijo la Profesora Sinistra cuando vino a traerme mi carta. — contesta Olga.

— Si es hija de muggles no puede ser pariente de Dolores Umbridge. — le susurra la segunda niña a la primera que le ha preguntado por esa mujer.

— Pero es un apellido poco común. Sería mucha coincidencia.

Olga se va a dormir, feliz de estar en Hogwarts y ser una Hufflepuff, pero triste por el revuelo que ha causado su apellido.

Notes:

Primero, iba a escribir sobre una conversación entre Teddy y Olga sobre Dolores Umbridge, pero me lo reservaré para otra ocasión.

Olga es la hija del hermano squib de Dolores Umbridge, lo que pasa que su padre no le ha hablado de su familia mágica. Teniendo en cuenta que fue rechazado por su padre y hermana solo por ser squib y su padre culpó a su madre de su falta de magia, no creo que le sea un tema agradable de tratar.

Entiendo que a los niños que se han criado en el mundo mágico y a los profesores les cause revuelo una muchacha apellidada Umbridge, pero los temas se pueden tocar de muchas maneras y estas no son las correctas por mucho que Dolores Umbridge sea un ser despreciable, su sobrina no tiene la culpa.

Espero que os haya gustado

Hasta la próxima

Chapter 82: Enamorado de la prima de mi mejor amigo

Notes:

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Chapter Text

Albus Potter entra en la sala común de Slytherin y ve a Madelia hablando con su hermana mayor.

Madelia, la prima de su mejor amigo y una compañera de curso y casa, se pasa el pelo por detrás de la oreja.

A Albus le da un vuelco el corazón.

Está tan hermosa cuando hace eso…

— ¡Tierra llamando a Potter! ¡Tierra llamando a Potter! — le llama Vincent Goyle moviendo la palma de su mano delante de la cara de su amigo. — ¡Albus!

— ¡Qué! — exclama él

— ¡Qué hemos quedado para que me ayudes con pociones!

— Oh.

Albus se sienta con su amigo observando por última vez a Madelia.

— ¿En qué tienes dudas?

— En la última poción que hemos hecho con Higgs… — Vincent señala la página.

— Bien.

Albus empieza a explicarle el uso de la poción y sus diferentes ingredientes.

Scorpius entra en la sala común con su primo Paul y se dirigen hacia Madelia y Atenea.

Albus no puede evitar fijarse en como Madelia saluda a su hermano menor. Es tan dulce…

— ¡POTTER! — exclama Vincent.

— ¿Qué? ¿Has entendido lo que te estoy explicando?

— Sí, pero la próxima vez me tomaré una multijugos con un pelo de Peverell-Aubépine, la menor, porque sino no me harás caso.

— Eres gilipollas. — le golpea Albus. — ¡Y no grites tanto o te escuchará! — exclama preocupado.

Vincent se ríe pensando que su amigo es idiota.

— Pídele salir. — le propone.

— No puedo. Es una de las primas de Scorpius…

— Pero tú sabes que Scorpius está enamorado de Rose.

— ¡Eso es diferente! Scorpius lleva enamorado de Rose desde primero y yo me enamoré de Madelia después.

— Yo creo que deberías decírselo. Así podría aconsejarte igual que tú le aconsejas sobre cómo ligarse a Rose. Y también deberías pedirle a Madelia una cita. Cuando su hermana se gradúe, no tendrás a nadie sobreprotector que te impida tener una cita con ella.

— Están su hermano y su primo.

— Vamos, Albus, ¿qué hermano mayor hace caso de su hermano menor?

Albus ríe.

— Para ser hijo único conoces muy bien las dinámicas de hermanos.

— Soy un hombre de recursos. — responde Vincent haciéndose el misterioso.

Acto seguido, Scorpius se acerca a ellos.

— Siento llegar tarde, tenía que hablar con mis primos sobre qué regalarle a la tía Daphne por su cumpleaños. — comenta mientras se sienta.

— Es cierto, tu tía cumple años el uno de enero. — exclama Vincent.

— Le haremos una fiesta estas vacaciones y mis primos y yo tenemos que escoger el regalo.

Acto seguido, Madelia pasa por su lado con Atenea, su hermana mayor, y Paul, su hermano menor, se despiden de su primo.

— Adiós, Scorpius.

— Adiós, Atenea. Adiós, Madelia. Adiós, Paul.

— Adiós, Madelia.

— Adiós, Potter. — se despide Madelia.

Albus pone cara de felicidad, mientras Scorpius lo mira con una ceja alzada sorprendido.

Notes:

Me gusta shipear Scorose porque así puedo shipear a Albus con una prima de Scorpius, hija de Daphne Greengrass.

Vincent Goyle es el hijo de Gregory Goyle, nombrado en honor a Vincent Crabbe.

¿Opiniones?

Hasta la próxima

Chapter 83: Afición por la fotografía

Notes:

El Potterverso es de Rowling

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Chapter Text

Lily Evans entra en la copistería de su barrio de Cokeworth.

— Buenos días, Lily. ¿Vienes a revelar fotografías?

— Buenos días, señora Jones. Sí, así es.

Lily le entrega la cámara de fotos y la mujer va a revelarla. Unos minutos después, sale con las fotografías que la chica ha hecho.

— ¿Qué te parecen? — le pregunta cuando la señora se las enseña.

— Bien. también me gustaría comprar nuevos carretes.

— Claro. ¿Cuántos quieres?

Lily se lo piensa un momento. Siempre está haciendo fotos. Por lo que, se le terminan los carretes muy temprano. Lo cual, complica las cosas porque son bastante caros.

Finalmente, Lily llega a una conclusión y compra algunos.

La niña sale corriendo de la tienda para ir a su casa y colocar las fotografías en su álbum. Algunas veces ha pensado en parar su afición, porque revelar las fotografías muggles y comprar carretes nuevos es muy caro; pero tampoco puede estar todo el verano sin hacer fotos. Bendito fue el día que sus padres le compraron una cámara de fotografías mágica la primera vez que fueron al Callejón Diagon. Es una lástima que no pueda sacarla en el mundo muggle. Corre el riesgo que alguien vea las fotografías mágicas cuando se revelen en la cámara fotográfica instantánea.

Cuando regresa a casa, ve a Petunia tocando el piano, para no variar.

— ¿Dónde está mamá? — pregunta.

— Ha salido a hacer unos encargos. Ha dicho que no tardaría. — contesta su hermana sin dejar de tocar.

Lily sube a su habitación y abre el álbum de fotografías muggles donde tiene clasificadas sus fotos: familia, amigos, y las diferentes actividades que hacen; familiares, amigos, personas en sus actividades cotidianas, comida, naturaleza, animales… y se dispone a clasificar las fotografías que ha impreso. Pero, antes, Lily coge su cámara de fotos mágica y baja las escaleras. Su hermana sigue tocando el piano. Lily le hace una foto y se imprime una fotografía mágica donde sale Petunia de espaldas tocando el piano en el salón de los Evans. Pueden verse sus brazos yendo de izquierda a derecha y viceversa, sus teclas tocando y sus pies moviendo los pedales. Lily tiene muchísimas fotografías de su hermana tocando el piano, pero nunca se cansa de hacerlas. Sube de nuevo a su habitación y pone la fotografía de Petunia con el resto de fotografías mágicas que ha hecho a su familia. En el álbum de fotografías mágicas, hay muchas de sus amigas, Severus, varias partes del castillo, comida, los elfos, algunas criaturas y a su familia, pero no puede ponerlas en el álbum de fotografías muggles porque las personas fotografiadas se mueven y no puede enseñárselo a sus primos. Lo cual le da mucha pena. Desventajas de tener familiares muggles y las estúpidas leyes mágicas.

Lily sonríe al ver fotos de sus amigas. Las echa mucho de menos. Podría mandarles una lechuza para quedar con ellas…

Coge el álbum de fotografías muggles y añade las que ha impreso hoy.

Notes:

No escribo mucha de esta afición de Lily, pero me gusta bastante. Sobre todo, cuando hace fotos callejeras e improvisando.

¿Opiniones?

Hasta la próxima

Chapter 84: Presentar una nueva nieta

Notes:

El Potterverso es de Rowling

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Chapter Text

Después de que Albus Dumbledore les revelara la existencia de una hija de Sirius Black en un orfanato muggle de Francia, Constance Black va directa a buscarla. La directora del orfanato se la entrega por su parentesco por la niña.

Solo hay un pequeño problema. Su sobrina Grace solo habla francés. Menos mal que tanto ella como sus hijos saben hablarlo. Pero la niña tendrá que aprender inglés antes de ir a Hogwarts.

Kreacher los recibe en cuanto cruzan la chimenea del Ministerio para llegar a Grimmauld Place.

— Bienvenidos, amos. — les saluda haciendo una reverencia.

— Él es Kreacher, nuestro elfo doméstico. Has visto algunos de ellos en la Place de la Voisin en París. — le comenta Constance a su sobrina en francés.

— Bonjour, Kgeacheg. — le saluda ella moviendo la mano.

— ¡La joven ama ha saludado a Kreacher! ¡La joven ama Grace no se parece en nada a su padre, el amo Sirius! — llora el elfo de alegría. Constance le ha pedido que no hable mal de Sirius delante de los niños.

Grace está sorprendida por la reacción del elfo.

— Kreacher, te hemos traído un regalo. — Deneb sostiene un paquete.

— Lo hemos comprado en la Place de la Voisin. — añade Merope.

Ambos se lo entregan mientras Kreacher se ahoga en sus lágrimas.

— Es un paño para limpiar los platos con un dibujo de la Place de la Voisin. No nos has podido acompañar. Pensamos que te gustaría. — añade Constance. — Iremos a presentar a Grace al cuadro de Walburga, ya que no pudo conocerla en vida. Cuando puedas, lleva nuestros baúles a nuestra habitación.

— Como ordene, ama. — llora el elfo sujetando el paño.

Constance ya le ha hablado a Grace de la vieja Walburga y le ha enseñado varios cuadros mágicos en Francia. También le ha hablado a Walburga de Grace antes de ir a Francia. Deneb y Merope siguen a su madre y a su prima.

— Walburga, le presento a Grace Marlene Black, la hija de Sirius y Marlene Mckinnon. — la presenta Constance cuando se ponen delante del cuadro. — Ella es tu abuela paterna, Walburga Black.

— Enchanté. — Grace hace una reverencia como le han enseñado antes de llegar a Inglaterra.

— Enchanté. — responde la anciana del cuadro. — Es mucho más educada que su padre. Aunque eso no es difícil... — reflexiona en voz alta. — Además, tiene el pelo y los ojos de los Black. — exclama orgullosa. — Lástima que no tiene un nombre de estrella… Constance, recuerda buscarle un tutor en inglés. Sino la niña tendrá problemas cuando vaya a Hogwarts. No quiero que uno de mis nietos sea el último de su curso. Aunque sea la hija de Sirius.

— Ya he pensado en ello, Walburga. Pronto le buscaré una tutora para que aprenda inglés.

— Bien. Siempre piensas en los detalles. Eso es algo que me gusta de ti. — asiente satisfecha. Después se dirige de nuevo a su nieta pequeña en francés. — Cuando vayas a Hogwarts, tienes que ir a Slytherin, como tus tíos y tus abuelos. ¿Me has oído?

— Oui, Madame.

Notes:

Sé que puede parecer confuso que a ratos se hable en inglés por mucho que se diga que están hablando en francés y a ratos en francés. Pero mis lectores son de habla hispana y puede sacar de lectura escribir una frase larga en francés y traducirla. En cambio, un oui, un Madame. un Enchanté, todos sabemos lo que significa y queda más realista por parte de Grace.

Sé que muchos odiamos a Walburga. Pero me ha hecho mucha gracia escribir su parte. Lástima el límite de palabras. Me habría gustado escribir sobre su interacción con sus otros nietos. En otra ocasión.

¿Opiniones?

Hasta la próxima

Chapter 85: La selección de Evanora Zabini

Notes:

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Chapter Text

— Zabini, Evanora. — grita Filius Flitwick leyendo el pergamino.

Evanora camina hacia el taburete temblando. Todos los niños han sido seleccionados y todo el Gran Comedor está centrado en ella. Cuando se sienta en el taburete mirando a los alumnos, el Profesor Flitwick, que está subido a una enorme silla, le pone el sombrero en la cabeza.

— Vaya, la primera mujer Zabini que recibo. Mmmm… veo sangre Parkinson y Selwyn corriendo por tus venas.

— Es por mi madre…

— Ya veo. La lástima de los alumnos de origen extranjero es que no tengo tanta información sobre su familia y antecesores como sí las tengo de sus compañeros británicos.

— Oh.

— Veo una fuerte lealtad en ti. Una fuerte lealtad hacia tu familia y tus amigos. También una gran honestidad y gran dedicación a tus seres queridos y a lo que te gusta. También una fuerte ambición. Quieres demostrar que tu familia se ha redimido, que tus padres no son como tus abuelos. Esa ambición va muy de la mano con tu dedicación y lealtad a tu familia. Tampoco veo mucha competitividad en ti. Ya sé el lugar donde debes estar…. — entonces grita a pleno pulmón. — ¡HUFFLEPUFF!

Flitwick retira el sombrero de la niña, quien ve que la mesa amarilla aplaude para recibirla, algo confundidos porque los alumnos mayores susurran entre ellos.

Evanora se acerca hacia ellos y un alumno que también ha sido seleccionado ahora le hace espacio. Desde su sitio mira hacia la mesa de Slytherin donde está Alessandro, su hermano mayor, quien levanta el pulgar hacia arriba con una enorme sonrisa para animarla. Scorpius y Vincent también la saludan y se giran a hablar con el chico Potter, que ha sido seleccionado en Slytherin.

— Oye, ¿es cierto que te llamas Zabini? — pregunta una alumna mayor de su casa.

— Sí, Zabini es mi apellido. Pero yo me llamo Evanora. — responde algo seria. No le ha gustado el tono que ha usado esa chica.

— ¡No entiendo cómo el Sombrero Seleccionador ha podido poner a la hija de unos mortífagos en nuestra casa! ¿Cuánto han pagado tus padres para que te pongan aquí?

— ¿Sabes que la Profesora McGonagall y el Sombrero Seleccionador no aceptan sobornos? — le contesta ella.

— La niña tiene razón, Karen. — responde otro alumno mayor.

Desde la mesa de los profesores, Neville suspira abatido.

— ¿Todo bien, Neville? Deberías estar contento. Tus hijas han terminado en Ravenclaw. — le sonríe Minerva.

— Sí, Minerva. Creo que este año va a ser movidito. Las dos primeras Nott en Gryffindor, la primera Zabini en Hufflepuff, el primer Potter en Slytherin, la llegada de un Malfoy, más Weasley y más miembros de la familia Black.

— Sí, pero no olvides que también han llegado tus hijas y no los van a poner fácil, igual que tu Frankie. Pero nunca es fácil cuando llegan un Potter, un Black, un Malfoy, un Weasley y ahora tus pequeñas Longbottom. Parece que las señoritas Nott y Zabini han empezado a lo grande y tampoco nos lo pondrán fácil.

Notes:

Llevo escribiendo de Evanora Zabini en esta recopilación y en Anécdotas del día a día, sobre todo, centrándome en su amistad con Rose y sus problemas en Hufflepuff por sus orígenes familiares. Sí, es hija de Blaise Zabini y Pansy Parkinson.

Me encanta escribir de las selecciones de los personajes. Lo echaba de menos.

¿Opiniones?

Hasta la próxima

Chapter 86: Una planta a su cargo

Notes:

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Chapter Text

Regulus va a visitar a su prima favorita, Cissy, en Malfoy Manor.

— Regulus, bienvenido. Qué alegría verte. — le sonríe Narcissa antes de sentarse y pedir que traigan el té.

— Yo también me alegro de verte, Cissy. Es una lástima que nos llevemos tantos años. Podríamos pasar más tiempo juntos en Hogwarts. — susurra él apenado.

— Qué se le va hacer. Pero, bueno, cuando te gradúes la cosa cambiará. Pero todavía faltan unos años para eso.

Regulus asiente.

— Dime que Slytherin ganó la Copa de las Casas y la de Quidditch.

— Este año la Copa de las Casas la ganó Ravenclaw y la de Quidditch la ganó Hufflepuff.

— ¡Qué lástima y qué extraño! — Narcissa hace una mueca. — Esas dos casas siempre me han parecido unas lamebotas de Gryffindor. Con tal que no ganemos nosotros son capaces tirar el orgullo de su casa por la borda y arrastrarse a Gryffindor para que gane por ellas. ¡No soporto a los débiles lamebotas! — masculla.

Regulus está riendo sujetando el platito del té con una mano y acercando la otra a la boca para contener una posible risotada.

— Por cosas como estas echo de menos tu presencia en Hogwarts. Los prefectos de ahora no están a la altura de Lucius y tú.

— Gracias, Regulus. La verdad no lo tuvimos fácil. Pero hicimos lo que pudimos. Quien sabe, el curso siguiente empiezas quinto, quizás seas prefecto.

— Todavía no he recibido nada… — ríe él.

Cuando terminan su té, Cissy se levanta.

— Acompáñame, tengo un regalo para ti.

Regulus se levanta sorprendido. Su cumpleaños fue hace poco y los Malfoy ya le dieron su regalo.

Van caminando hacia los jardines de la mansión hasta llegar a un invernadero.

— Póntelos. — su prima le da unas orejeras como las que usan en Herbología.

— Cissy, ¿no será?

— Pues sí, una cría de mandrágora. — le muestra la maceta con la planta que ahora está dormida.

— ¿Dónde la conseguiste? Solo pueden tenerlas los invernaderos homologados por el Ministerio.

— En el mercado negro. Todo es gracias a Lucius. Si le pido que me ayude a enterrar un cuerpo, él mismo va a por las palas. — dice como si fuera algo sin importancia.

— Espero que nunca necesites enterrar uno en tu jardín. ¿Por qué me quieres dar una mandrágora? — pregunta sorprendido.

— Regulus, ambos sabemos que tus habilidades en Herbología son pésimas. El año que viene, tendrás los TIMO. Si quieres pasarlos y tener más posibilidades de ser medimago, necesitas los ÉXTASIS de Herbología y saber hacer ungüentos. Practicar con una cría de mandrágora te será útil.

— No podré llevar las orejeras en Grimmauld Place. No quiero que mis padres se desmayen y no lo digo por los gritos de la mandrágora.

— He estado buscando con Lucius en la biblioteca de los Malfoy y Lucius lo preguntó al traficante que le vendió la planta y, si lo domesticas bien, no llorará y nadie se desmayará. Pero eso es trabajo tuyo. — le sonríe Narcissa inocente.

— Está bien. — acepta él mirando la planta dormida, pero no muy convencido.

Notes:

Cissy pasándose la ley por ahí. Me apetecía escribir de nuevo sobre Regulus. Qué tierno que Lucius haga cualquier cosa por Cissy, hasta saltarse la ley.

¿Opiniones?

Hasta la próxima

Chapter 87: Grace, ¿a quién has visto morir?

Notes:

El Potterverso es de Rowling

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Chapter Text

Grace Black baja del tren para ir con sus amigos de Slytherin a los carruajes que los llevarán a Hogwarts.

Desde que supo de su existencia, Grace sabe perfectamente que podrá verlos y así es.

Cuando ve esos esqueletos negros alados no puede evitar tener un respingo.

— Tranquila, Grace. Aunque no podamos ver a los thestrals, ellos son perfectamente capaces de hacer su trabajo. — la tranquiliza Daphne.

— No es eso, Daph. Yo puedo verlos. — responde en shock sin quitar la vista de los animales.

— ¡Vamos, chicas! ¡Nos quedaremos sin carruaje! — Pansy las llama desde la puerta de la carroza.

Ambas suben en silencio.

— ¿Por qué estáis tan pálidas? — pregunta Pansy.

— Grace puede ver a los thestrals. — responde Daphne.

Pansy mira a su amiga con pesar.

— Igual que Theo… pero tú no viste morir a tu madre… — susurra ella.

— No, yo a mí madre no la conocí…

— ¿A quién viste morir?

— A una niña de mi habitación en el orfanato. — Grace mira hacia la ventana. — Tuvo una convulsión muy fuerte y murió. Estábamos a punto de acostarnos.

— ¿Tenía epilepsia? — se interesa Daphne.

Grace asiente.

Las tres chicas están en un silencio tenso.

Grace abre la ventana y saca la cabeza para volver a ver al thestral.

— En la biblioteca de Grimmauld Place había un libro de criaturas mágicas. En una de sus páginas había el dibujo de un thestral. Pero en persona es completamente diferente.

— ¿Cómo es? — pregunta Pansy.

— Impone más. O quizás impone por lo que tienes que pasar para verlo…

— ¿Los Black lo saben? — quiere saber Daphne.

— No. Nadie saca el tema del orfanato si yo no lo hago. Lo de esa niña ocurrió un año antes de mi adopción.

— ¿Se lo dirás? Tarde o temprano sabrán que puedes ver a los thestrals. — añade Pansy.

— Puede ser. La muerte de Desirée es algo que no me gusta recordar.

En el orfanato Les Enfants, hay una parte donde duermen los varones y la otra donde duermen las mujeres. En cada habitación hay ocho niños.

Grace se ha puesto su pijama, otras niñas ya se han tumbado a dormir y otras todavía están por ponérselo hasta que…

Desirée está tumbada en su cama cuando empieza a patalear y a mover los brazos, después su cuerpo se tambalea arriba y abajo.

— ¿Qué ocurre? — pregunta una.

Todas se levantan y rodean su cama.

— ¡Voy a buscar a Madame Arrouset! — la mayor de ellas sale corriendo de la habitación.

Mientras tanto el cuerpo de Desirée sigue convulsionando bajo la mirada de terror de las demás.

Cuando llega Madame Arrouset, Desirée levanta un brazo hacia arriba, hace una respiración profunda y muere.

— ¡AAAAAAAAHHHHHH! — gritan las niñas una vez el brazo de Desirée cae inerte.

Madame Arrouset se abre paso y llora en la cama de la niña.

¡¿CÓMO HABÍA PODIDO OCURRIR TAL DESGRACIA?! ¡DESIRÉE SIEMPRE TOMABA SU MEDICACIÓN!

Notes:

Siempre tuve claro que Grace podría ver a los thestrals debido a la muerte de alguien del orfanato.

¿Opiniones?

Hasta la próxima

Chapter 88: Una mascota para Severus

Notes:

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Chapter Text

Severus observa a sus compañeros de sala común algo decaído.

Madeleine acaricia a su gato persa blanco. Tan estirado como ella. Pearl. Se llama.

Siente una pequeña punzada.

A él siempre le hubiera gustado tener una mascota. Las ratas que hay en su casa y los gatos y perros abandonados en la Hilandera no cuentan.

No tiene dinero para poder mantener un animal de compañía. Es una gran responsabilidad… pero se siente un poco incompleto como mago. Todos los brujos más importantes tienen uno. El Profesor Dumbledore tiene un fénix. Otros magos su propia lechuza.

Hasta los magos hijos de muggles de su casa tienen una mascota. Ethan Calloway tiene una lechuza, Bertram Aubrey también y Julia Edwards un gato. Para desgracia de Calloway, la mayoría de los Slytherin tiene gatos (o lechuzas), pero él tiene una alergia muy fuerte a esos bichos.

Severus piensa que a él le apenaría mucho que ahora le saliera una alergia a los gatos. Le gustan. Ojalá pudiera darles comida a los gatos de la Hilandera, pero entonces lo esperarían delante de su casa y Tobias podría lastimarles. Sí, ese es el otro motivo por el que no tiene una mascota.

Una vez en una tutoría de pociones a sus compañeros de Slyhterin con los que sí tiene unos mínimos de paciencia, Regulus lleva un pequeño caldero. Pero no le presta atención hasta que termina la clase, que Regulus se le acerca.

— Sé que te gustaría tener una mascota. Te he traído una pequeñita que puede pasar desapercibida en el mundo muggle. — lo levanta y le muestra la salamandra de fuego.

— Lo único que sé de esos bichos es que su sangre tiene propiedades curativas. — contesta indiferente recogiendo sus cosas.

— Pueden ser muy amigables. Sobreviven seis horas fuera de las llamas donde nacieron si les das pimiento o cualquier cosa picante. Tiene que estar en lugares cálidos. — explica Regulus después de reírse.

— Mi casa es fría, incluso en verano. Además, tenemos la chimenea rota.

— Por esto hay varias brasas en el caldero, para que la salamandra esté calentita. Sino también con chili picante o el pimiento está bien. Si lo mantienes oculto en tu habitación, el muggle no tiene por qué darse cuenta… — intenta convencerle Regulus.

— Puede ser… y usamos pimienta para cocinar… — susurra Severus. Desea tanto tener una mascota. — Lástima el color rojo… para compensárselo, lo llamaré Salazar. ¿Cómo lo has conseguido?

— Secreto profesional. Como no es una mascota oficial que pueda tener un alumno, deberás pedir un permiso al director. Lo digo por si te pillan con él, no puedan quitártelo.

Severus sabe a quién se refiere Regulus. Al cuarteto de idiotas.

— Lo haré esta misma noche. Ahora lo dejaré en mi habitación. — Severus sujeta el caldero junto al resto de sus cosas y sale del aula vacía donde hacen las clases junto a Regulus.

Notes:

El tema de la mascotas es algo que me ha llamado mucho la atención. Solo tienen mascotas Dumbledore, los tres protagonistas y Neville (por la comedia), Hagrid, Percy (porque sería raro que no tuviera una mascota después de darle Scabbers a Ron) y Ginny cuando cobró protagonismo. No hay ningún Slytherin que tenga mascotas, ni Dean ni Seamus tienen mascotas. Ningún profesor tiene mascota sin contar a los antes mencionados.

Así que, la mascota de Snape puede ser cualquiera. Hay muchos fics en los que aparece rodeado de gatos. En uno de mis primeros fics que leí, tenía un cuervo y lo usaba para mandar correos sustituyendo a las lechuzas (y ahora nadie me saca de ahí). Después de leer Cuatro cosas buenas, mi one-shot favorito de le autore, pues hemos añadido a otro miembro a la familia.

¿Opiniones?

Hasta la próxima

Chapter 89: Pasear por el Bosque Prohibido

Notes:

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Chapter Text

Hagrid y Adrien Bellefort-Snape caminan por el Bosque Prohibido para cuidar algunos animales.

A Hagrid le gusta la compañía de Adrien. Lo que se parece en físico a su padre, se diferencia en carácter. Adrien es alegre, hablador y tiene un gran corazón. Aunque también tiene un punto de travieso. Además, tiene un don para los animales. No es de extrañar que quiera ser magizoólogo y Dumbledore le pidiera que le enseñara desde bien pequeño a tratarlos.

— ¡Hagrid! ¡Mira! ¡Un unicornio! — exclama Adrien emocionado señalando enfrente.

— Normalmente no se dejan ver. Pero como ayudamos a las madres unicornio a dar a luz, las crías nos reconocen y se acercan. Bien, Adrien, ¿qué edad tiene?

— No me lo digas. Lo sé… lo sé… entre dos y siete años. Se sabe por la piel plateada.

— Correcto. Quizás está más cerca de los siete que de los dos años. — concluye Hagrid.

— ¿Lo dices por la altura?

El semigigante asiente.

— Creo que es Skylar. — susurra Adrien.

— Tú y tu manía de poner nombres a las criaturas que no volverás a ver nunca más. — suspira Hagrid.

— Bueno, cada uno tiene sus manías. Tú, por ejemplo, tratas a los animales peligrosos como si fueran de peluche. — Adrien le mira con una ceja alzada.

Por un momento, Hagrid tiene un respingo. Puede que Adrien no se pareciera a su progenitor, el Profesor Snape, en personalidad, salvo cuando hace estos comentarios mordaces, pero sus gestos son idénticos a los del difunto Severus.

— Adrien, ¿te apetece ir a mi cabaña y jugar con Fang un rato? — Rubeus intenta desviar el tema. Se siente incómodo cuando Adrien actúa como Severus.

Adrien le mira emocionado.

— Sí. ¡Me cae muy bien Fang!

Hagrid suspira aliviado.

Le gusta que Adrien a diferencia del resto de águilas prefiera estar con animales. O quizás lo que a él le gusta aprender requiere una parte práctica, cuidar animales.

Notes:

En este universo ni Snape ni Dumbledore mueren como en el canon, pero fallecen antes de que Adrien empiece Hogwarts.

¿Opiniones?

Hasta la próxima

Chapter 90: 19 años después

Notes:

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Chapter Text

— Ya se han ido. — susurra Ginny melancólica después de ver el Expreso de Hogwarts partir.

— Estarán bien. Albus es fuerte y James, aunque siempre haga bromas, lo cuidará. Lo quiere mucho.

— Lo sé.

A su lado está Ron llorando.

— Ron, no llores. Sabes que este día tarde o temprano llegaría. — Hermione consuela a su marido palmeándole la espalda.

— Lo sé. Pero cuesta asimilar que mi pequeña se hace mayor. — contesta Ron secándose unas lagrimillas traicioneras.

— Deberíamos irnos ya. No tenemos nada más que hacer aquí. — propone Hary dándole unas palmeadas a su amigo consolándolo.

— ¿Hugo y yo iremos a casa de los abuelos Weasley? — pregunta Lily a sus padres.

— Sí, todavía no empiezan las clases en vuestro colegio y nosotros tenemos que trabajar. — le dice su madre.

— Hugo, ¿jugaremos a quidditch? — Lily se acerca a su primo.

— ¡Sí! — exclama él emocionado.

— Percy y Audrey habrán ido directamente al Ministerio. — Ron se fija que su hermano mayor no está donde estaba hablando con otro mago antes.

— Bueno, ellos no tienen un hijo que todavía no ha empezado Hogwarts. Molly y Lucy este año empiezan segundo.

— No veo a Bill y Fleur. — Ginny mueve la cabeza buscando a su hermano mayor. — Entiendo que Victoire y Dominique quieran ir solas, pero es el primer año de Louis. Mi hermano y mi cuñada querrán acompañarle.

— Hay mucha gente, Ginny. Es difícil de encontrar. — le contesta Hermione.

— Tampoco hemos visto a Dudley y a Fiona cuando entramos en el andén. — añade Harry.

— ¿Es cierto? ¿La niña de los Dursley ya empieza Hogwarts? — quiere saber Ron.

— No, Edelweiss tiene nueve años, como Hugo y como yo.

Una vez están fuera. Ven que Bill y Fleur están alejándose.

— ¡Tío Bill! ¡Tía Fleur! — gritan los niños.

— Hola. ¿Cómo estaban Albus y Rose? — pregunta Bill cuando se acercan.

— Rose estaba feliz por ir y vivir nuevas aventuras. — responde Hermione.

— Albus estaba un poco asustado, pero creo que estará bien. — contesta Ginny.

— Louis estaba muy tganquilo. Ya sabéis como es él. Tganquilo. — explica Fleur.

— Estaba como si fuera a ir a casa de los abuelos y no a Hogwarts. — Bill mira su reloj. — Nos tenemos que ir. Los duendes no perdonan la impuntualidad.

— Claro. Nos vemos a casa de papá y mamá para la comida. — se despide Ron.

— Adiós.

— Adiós.

— No veo a Dudley y Fiona. Deben de haberse ido ya. — A Harry le gustaría hablar con su primo y su esposa sobre cómo están Benjamin y Kenneth por empezar su segundo año.

— Seguramente se habrán ido ya. Los padres muggles tienen más complicado pedir un permiso en el trabajo el uno de septiembre para acompañar a sus hijos magos en el andén. — le explica Hermione. — Mis padres pudieron acompañarnos a mí y a Harold porque son los dueños de su propia clínica. Pero Dudley y Fiona trabajan en un bufete de abogados. Tienen un jefe al que dar explicaciones.

Harry asiente sintiéndose mal por su primo y sigue su camino.

Notes:

Este fic justo empieza cuando termina el epílogo de la saga.

Espero que os haya gustado

Hasta la próxima

Chapter 91: El adiós de los Dursley

Notes:

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Chapter Text

Dudley y Fiona acompañan a sus dos hijos mayores a la estación de King's Cross.

— Bueno, ahora ya sabéis lo que tenéis que hacer cuando entréis en el andén. Entrar al tren. — les va diciendo Fiona a medida que van avanzando.

— Sí, mamá. — responden los dos niños con desgana, hartos de oír a sus padres diciéndoles lo mismo desde ayer.

— Tendréis que buscar los vagones de la casa de Slytherin. Si no los encontráis, preguntadlo a los prefectos.

— Sí, papá. Para eso están. — le contesta Benjamin.

— Cada uno de septiembre estoy nerviosa. Tengo miedo de que os ocurra algo entre que os despedimos y subís al tren. Nosotros no podemos entrar al andén… — susurra Fiona triste.

— Tranquila, mamá. No nos pasará nada. Iremos directos al tren. Es complicado ver al tío Harry y a la tía Ginny con tanta gente. — les tranquiliza Kenneth.

— Bien. Mandadnos una carta por la noche. Aunque solo sea una frase de "Estamos en Hogwarts".

— Sí, mamá. — responde Benjamin.

— Comprad golosinas en el tren para mí. — les pide Edelweiss, su hermana pequeña.

— Sí, Eddy. ¿Cuál quieres? — le pregunta Kenneth.

— Ranas de chocolate y ratones de azúcar.

— Bien. La verdad es que las ranas de chocolate son muy guais. — cuenta Benjamin. — Aparecen muchos magos famosos y podemos cambiar los cromos como si fueran cromos muggles.

— Solo falta el álbum para la colección. Los magos no saben hacer colecciones. — se queja Kenneth.

Finalmente, llegan al muro del andén nueve y tres cuartos. Están un montón de padres muggles despidiéndose de sus hijos magos. Los reconocen porque llevan el mismo carro del tren que sus hijos donde están los baúles y sus mascotas. Entre ellas, las jaulas con las lechuzas.

— Pasadlo muy bien este año y mandad muchas cartas. — les pide Dudley a sus dos hijos.

— Sí, papá. — Benjamin y Kenneth lo abrazan.

— Recordad portaros bien y estudiad mucho. Comed pescado, fruta y verdura. No todo tiene que ser comida basura. — les pide su madre.

— Sí, mamá. — responden y la abrazan.

— Recordad traerme mis chuches. — les pide Edelweiss.

— Que sí, enana.

Ambos niños entran en el andén y sus padres se abrazan mientras observan como sus hijos se van.

— Ahora tenemos que ir a ver si llegan tus abuelos. Nosotros tenemos que estar en el trabajo a las doce. — Fiona mira su reloj.

— Vamos.

Los Dursley dan la mano a su hija y van al andén donde vendrá el tren que llega de Oxford.

— Iré a dar un paseo por Londres con los abuelos Knight. — dice la niña contenta.

— Cuando terminemos el trabajo, iremos a tomar el té todos juntos. — expresa Fiona en voz alta deseando ver a sus tíos de nuevo.

En realidad, los Knight no son los abuelos de los Dursley. Son los tíos de Fiona, que se hicieron cargo de ella y de su hermano tras la muerte de sus padres en un accidente de tráfico. Por eso, tanto los hijos de Fiona como los de Edgar aman a los Knight como si fueran sus abuelos.

Notes:

Este capítulo ocurre en el mismo día que el de drabbles anteriores 19 años después.

Sé que aparecen muchos parentescos sobre personajes originales. Lo cual puede resultar confuso. Estoy escribiendo la historia de amor entre Dudley y Fiona titulada El apellido Dursley se une al mundo mágico. Quizás allí se lea con más claridad los parentescos de la familia de Fiona.

¿Opiniones?

Hasta la próxima

Chapter 92: Retorno a la Madriguera

Notes:

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Chapter Text

Se aparecen a las afueras de la Madriguera. Sin Fred. Percy respira hondo. No ha ido a su casa desde que vino con el ministro Scrimgeour en la Navidad de 1996, cuando los gemelos y Ginny le tiraron el puré de garbanzos a las gafas.

Los gemelos… Percy se gira a su hermano menor. George está pálido y con los ojos rojos. Bueno, todos tienen los ojos rojos por llorar la pérdida de su hermano. Pero nadie ha llorado tanto como sus padres y George.

Percy nota que alguien frota su espalda y se gira. Su padre le anima a seguir adelante con una sonrisa triste. A Percy se le aparecen lágrimas en los ojos, creyéndose que no merece el perdón de su familia y el de su padre en particular. Percy asiente y siguen adelante.

Papá y Charlie sostienen a mamá, que parece que vaya a caer desmayada al suelo en cualquier momento.

Finalmente, entran a la Madriguera por la puerta principal.

Nadie tiene fuerzas para ir a la cocina y ver el reloj mágico con la flecha de Fred apuntando en "muerte".

— Hermione, puedes dormir con Ginny y Fleur. Harry, tú puedes dormir con Ronnie. — les dice la señora Weasley.

Antes de que Bill y Fleur se casaran, ambos dormían en habitaciones separadas cuando estuvieron en la Madriguera. Después, Harry, Ron y Hermione emprendieron su misión, pero nadie quitó las camas que ocupaban cuando se quedaban a dormir. Pero los señores Weasley prefieren optar porque ninguno de sus hijos ceda su habitación.

A Molly le habría gustado llevar a Fred con ella. Pero la profesora McGonagall la convenció de dejarlo allí. ¿Qué harían con el cuerpo de Fred en la Madriguera? ¿Dónde lo dejarían? Molly tuvo que obedecer, pero le rompía el corazón dejar a su hijo allí solo.

— Vamos a descansar. Necesitamos dormir. Estamos agotados por la guerra. — propone Arthur sacando los viales de tranquilizantes que les ha dado la elfina de Madame Pomfrey. La pobre medimaga está demasiado atareada atendiendo heridos. — Tomad. — Va pasando los viales uno por uno a cada miembro de la familia, incluidos Harry y Hermione.

— Gracias, papá. — van diciendo los chicos mientras abren el vial y beben su contenido.

— Gracias, señor Weasley. — agradecen Harry y Hermione.

Molly no dice nada. Solo coge el vial que le entrega su esposo y lo bebe de trago.

Acto seguido, van subiendo las escaleras para dirigirse a las habitaciones. Primero, los señores Weasley, con Molly siendo sostenida por su esposo; seguidos, por sus hijos, nuera y Harry y Hermione.

Notes:

En un principio, iba a escribir de Ron y Hermione llegando de Australia tras haber devuelto la memoria a los señores Granger, siguiendo la misma línea que el capítulo El secreto de Hermione de la recopilación Anécdotas del día a día. Pero, creo que esto quedaría mejor como one-shot. Así que, me decante por mi segunda opción.

¿Opiniones?

Hasta la próxima

Chapter 93: El ministerio de magia

Notes:

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Chapter Text

Arthur y Percy Weasley se aparecen delante del ministerio de magia.

— ¿Estás nervioso? — le sonríe su padre.

Percy no dice nada. Solo se sonroja y asiente.

— Es normal. Es tu primer día de trabajo. Yo también lo estaba. Te acompañaré por si te pierdes. Yo también tardé varias semanas en saber dónde estaba cada departamento y tú no eres bueno orientándote. — le aconseja.

Percy todavía se pone más colorado. Si es que eso es posible. Casi no se puede distinguir el color de su cara del de su pelo. Él siempre ha cumplido todas sus responsabilidades como prefecto. Pero, hay algo que le ha costado muchísimo: dar indicaciones de lugares. Cuando llegó a Hogwarts, se perdía constantemente y solo encontraba los lugares gracias a Oliver y a Penny. Incluso en sus últimos años, todavía iba en dirección contraria al sitio donde tenía que ir.

— Está es la clave que tienes que poner cuando entres. — le enseña Arthur cuando entran en la cabina telefónica.

— Bien.

Una vez entran en el vestíbulo del ministerio son recibidos por la recepcionista.

— Sus varitas, por favor. — les pide.

Ambos se las entregan y ella las examina.

— Tiene una reunión dentro de diez minutos, señor Weasley padre. El señor Crouch está en su despacho y le espera, señor Weasley hijo.

— Percy, solo Percy. El señor Weasley es mi padre. — responde el chico sonrojado mientras Arthur suelta una risita.

— Le acompañaré a su despacho. Creo que me da tiempo. — se despide Arthur.

La mujer asiente y sigue con su labor.

Arthur acompaña a su hijo al ascensor.

— El despacho de Bartemius Crouch está en este piso. — explica su padre apretando el botón.

— La recepcionista ha dicho que el señor Crouch me está esperando… — susurra Percy nervioso revisando su reloj. — Pero todavía no ha empezado mi jornada laboral. ¡No puedo llegar tarde!

— Te está esperando para contarte todo el trabajo que vas a hacer a su cargo y porque sabe que llegarás pronto. — le tranquiliza su padre sin quitar su sonrisa. — No estás llegando tarde. Aunque no te entretengas. Tienes que estar reunido con él en cinco minutos y Bartemius no soporta la impuntualidad.

Se abre la puerta del ascensor y ambos salen. Arthur guía a su hijo por el pasillo hasta llegar a una puerta con el emblema "Bartemius Crouch".

— Suerte, hijo. — Arthur estrecha cariñosamente el hombro de su hijo.

— Gracias, papá.

Arthur llama a la puerta.

— Adelante. — se oye desde dentro.

Percy abre la puerta y entra.

Notes:

Recuerdo que antes de que Percy trabajara como asistente junior del ministro, trabajó para Bartemius Crouch sr.

Me ha gustado mucho escribir este momento padre e hijo entre Arthur y Percy. Ambos trabajan en el mismo sitio y pueden compartir impresiones. Al menos, hasta que Percy dejó a su familia.

¿Opiniones?

Hasta la próxima

Chapter 94: La boda

Notes:

El Potterverso es de Rowling

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Chapter Text

Apolline está peinando a su hija mayor para que esté lista cuando la tía de su suegra le traiga la tiara hecha por duendes.

— ¡Estás preciosa, Fleur! — exclama Gabrielle.

— Tú también, Gabrielle. — le sonríe su hermana.

— Es un vestido precioso, Fleur. — Apolline acaricia la parte del hombro del vestido de novia. — Tu vestido también es muy bonito, Gabrielle. — su madre la mira por el reflejo del espejo mientras peina a su hija mayor.

— Ginny y yo fuimos un día al Callejón Diagon a comprarlos con Fleur. Fleur dijo que los quería dorados y a partir de allí, Ginny y yo elegimos el que queríamos. — explica la niña.

Llaman a la puerta.

— Deben de ser Molly y su tía con la tiara. — explica Fleur a su familia. — Adelante. — responde en inglés.

Entran Molly y Muriel, quien lleva un paquete.

— Buenos días. — saluda Molly. — ¡Fleur! ¡Estás preciosa! — exclama. — Os presento a mi tía, Muriel Prewett, hermana de mi difunto padre. Tía Muriel, te presento a Fleur, la prometida de Bill, y su familia, su madre, Apolline, y su hermana, Gabrielle.

— Encantada. — responden Fleur, Gabrielle y Apolline con una sonrisa.

— Encantada. — Muriel estrecha su mano bastante seria. Le entrega el paquete. — Aquí tienes la tiara hecha por duendes. No la manches ni la rompas.

— Iré con mucho cuidado. Gracias, señorita Prewett.

— Bueno, al menos Bill tendrá con que alegrarse la vista por las mañanas y tienes buenas caderas para parir. Lástima que seas francesa. — masculla la anciana. — Molly, llévame a ver a Bill.

Molly tarda unos segundos en reaccionar por los desplantes de su tía y, finalmente, abandonan la habitación.

Las tres mujeres se quedan en un silencio tenso.

El espejo empieza a temblar y las luces a parpadear.

— ¡Maman! ¡Maman, tranquila! Si se rompe el espejo o la bombilla, Fleur y yo podemos hacernos daño. — le pide Gabrielle. — Recuerda, es la boda de Fleur.

Finalmente, los objetos dejan de temblar.

— ¡Esa mujer ha soltado las mismas babosadas que sueltan los hombres sobre nosotras! — suelta Apolline en francés con lágrimas en los ojos. — ¡Esa mujer solo te ve como un pedazo de carne para darle placer e hijos a su sobrino nieto!

— Tranquila, maman. Sé que Bill no me ve así y ni mi esposo y sus hermanos la aguantan. Intentaremos no verla mucho. — intenta consolarla Fleur.

— Eso espero, querida. Por respeto a que hoy es el día de tu boda no le he contestado.

….

— Había un aire etéreo alrededor de la prometida de Bill y su familia. — piensa Muriel en voz alta.

— Debe ser por su sangre veela. La madre de Apolline era una veela.

— ¡¿VAS A PERMITIR QUE TU HIJO SE CASE CON UNA HÍBRIDA?! — suelta la anciana anonadada.

— ¿Molly? ¿Muriel? Hola, pasad, pasad. — Arthur abre la puerta del dormitorio de Bill. — Acaba de venir el encargado del ministerio de oficiar la boda. Empieza en diez minutos. Si queréis ver a Bill, entrad ya.

Ambas mujeres obedecen.

Notes:

No sabía de que boda escribir y me decanté por la de Bill y Fleur en el momento que Muriel le da la tiara. Después, cuando Muriel ve a Harry y a los demás y despotrica sobre Hermione dice que es una lástima que Fleur sea francesa.

Fleur la llama señorita Prewett por estar soltera. Aunque no sabemos si la tía Muriel se casó o no o si es pariente por la parte paterna o materna de Molly. Pero así también la hacemos tía del primo segundo squib de Molly.

¿Opiniones?

Hasta la próxima

Chapter 95: El boggart en el armario

Notes:

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Chapter Text

Grace va caminando por Grimmauld Place, la casa ancestral de su familia paterna y que ahora ha sido heredada por su tío paterno.

La pequeña está extasiada de tener a su familia, que no la abandonaron porque no quisieron, sino porque su madre y todos los Mckinnon murieron, su padre fue encarcelado y los Black no sabían de su existencia.

Pero ahora tiene un hermano mayor, muchos tíos y primos.

Grace es muy feliz. No le importa la cantidad de dinero de la familia Black. Lo importante es que tiene una familia. Aunque la mansión donde viven es un poco tétrica, sobre todo, las cabezas de los elfos domésticos colgadas en la escalera.

Ve una habitación desconocida y entra. Se fija en que hay un armario extraño.

La tía Constance le ha dicho que no debe abrir armarios en una casa mágica. Pueden contener una maldición, sobre todo, en Grimmauld Place.

Sin embargo, la menor de los Black no recuerda las palabras de su tía en ese momento y abre el armario.

Antes de que Grace pueda reaccionar, aparece delante de ella su misma imagen con las ropas que llevaba en el orfanato.

Grace se queda petrificada viendo la imagen. Sabe perfectamente lo que está viendo. Lo ha estudiado con su tutora. Un boggart. ¡Su boggart! También sabe qué hechizo deber hacer para que se vaya, pero todavía es demasiado pequeña para tener su propia varita.

Cae de culo al suelo y retrocede asustada. El boggart cambia. Aparece una joven rubia de ojos azules con un bebé en brazos envuelto en una manta roja con pequeños tintes dorados.

Grace reconoce de inmediato la mujer y la manta. Esa manta es la misma que ha abrazado todas las noches desde que era pequeña junto al león de peluche que tiene desde niña. Esos objetos son lo único que le dio su madre antes de dejarla en un orfanato en París junto a unas cartas dirigidas a Sirius Black, su padre, y a Lily Potter, la mejor amiga de su madre y su madrina. También reconoce a la mujer. Marlene Mckinnon. Su madre. El profesor Dumbledore le enseñó muchas fotografías de sus padres y amigos cuando iban a Hogwarts. El boggart se ha convertido en una imagen de su madre algo demacrada y algo mayor que las fotografías que ha visto.

— ¡Riddikulus! — Grace oye una voz detrás de ella y ve como un rayo de luz va directo hacia el boggart. Acto seguido, su madre aparece con el uniforme de Slytherin y es devuelto al armario.

La niña se gira hacia su tía, que la mira muy enfadada.

— ¿Cuántas veces te he dicho que no abras un armario de una casa mágica sin asegurarte que no está maldito o no hay nada dentro? ¿Y si hubieras estado sola? ¡Todavía no tienes varita para enfrentarte a un boggart! — la regaña.

— Lo siento. — se disculpa apenada.

— Al menos, espero que hayas aprendido la lección. Ahora, a tu habitación, jovencita. — Constance Black señala la puerta.

Notes:

Es interesante leer sobre los boggarts de los personajes. Me gusta leer análisis de la saga y otros fandoms que me gustan. En uno de ellos, decía que los boggarts pueden dividirse en dos: miedos infantiles y miedos adultos. Los miedos infantiles son los típicos de los compañeros de Harry: la banshee, una momia, fantasma... los miedos más adultos son representados de una forma más abstracta: el miedo al fracaso de Hermione, el miedo de Harry a la sensación que tiene cuando ve un boggart, el miedo de Newt al trabajo de oficina se ve reflejado con una silla y una mesa (no tiene miedo al mueble en sí). El miedo de Grace entra dentro de este segundo grupo. El miedo al abandono. Algo muy común entre los niños que han sido abandonados por sus familias biológicos, por mucho que después hayan sido adoptados por otras.

¿Opiniones?

Hasta la próxima

Chapter 96: Corvus Lestrange toma la Marca Tenebrosa

Notes:

El Potterverso es de Rowling

Fic inspirado en la cita de Harry Potter: "¡Si yo tuviera hijos, me alegraría de que entregaran la vida por el Señor Tenebroso" Bellatrix Lestrange

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Chapter Text

Corvus Lestrange no puede dormir. Desde que sus padres escaparon de Azkaban y el Señor Tenebroso regresó, sabía que este día tarde o temprano llegaría. Hace poco, recibió una carta de sus padres (con el emblema de los Malfoy porque ahora viven en Malfoy Manor) informándole que tomaría la Marca una vez regresara tras terminar su último año.

Él siempre ha creído en la pureza de la sangre, como le enseñaron sus padres y tíos Lestrange y más tarde sus tíos Malfoy y creía que lo que hacían los mortífagos era lo correcto. Hasta que asesinaron a Cedric Diggory. Corvus no había tenido mucho contacto con él, pero el Hufflepuff siempre había sido alguien amable y dispuesto a ayuda a todo el mundo, fuera del estatus de sangre que fuera o independientemente de su casa. Presenció el dolor reflejado en los señores Diggory al ver el cuerpo de su hijo, dándose cuenta que los mortífagos solo traían dolor y no gloria al mundo mágico como le dijeron.

Se gira a Albert Jones, el hijo de muggles de su curso. Siempre ha sido muy cuidadoso con su hermana pequeña adoptiva, de Hufflepuff, igual que él lo ha sido con su primo Draco. Quizás los sangre pura y los hijos de muggles no sean tan diferentes…

….

— ¡Hoy por fin tomarás la Marca Tenebrosa! ¡Nuestro más grande deseo desde que eras un bebé! — chilla su madre.

— Estamos muy orgullosos de ti. Eres un digno Lestrange. — Rodolphus le pone una mano en el hombro.

Corvus está algo tenso. Tiene miedo. Sabe que tarde o temprano se verá obligado a matar.

— ¡Vamos! ¡Vamos! ¡Vamos! ¡No puedo esperar! — Bellatrix le empuja en dirección al salón de los Malfoy, donde les espera Su Señor.

Cuando entran y se sitúan delante de él, los tres se arrodillan. Así es como Corvus aprendió a actuar delante del Señor Tenebroso.

— Corvus, mucho tiempo sin vernos… te recuerdo que os vi a ti y a tu primo Renuard cuando erais unos bebés… — Voldemort acaricia a Nagini. — ¿Sabes que naciste gracias a mí?

Corvus niega con la cabeza.

— Me lo imaginaba. Los Malfoy son demasiado paternales para tener este tipo de conversaciones... Tus padres no querían tener hijos y Rabastan acababa de casarse con Anastasia Travers por amor. Por motivos que no vienen al caso, necesitaba que, si algo les ocurriera a tus padres o tíos, un Lestrange heredada vuestra bóveda. Nueve meses después, naciste tú. En 1979, nació tu primo Renuard. Lastimosamente, perdimos a Anastasia. De haber seguido viva, estoy seguro que habrías tenido más primos… Corvus, mírame. — el chico obedece. — Tu único objetivo en este mundo es obedecerme. Igual que tus padres. Estás en este mundo gracias a mí, ahora debes devolverme el favor, siendo mi siervo hasta el fin de tus días, transmitiendo la pureza de la sangre. ¿He sido claro?

— Cristalino, Mi Señor.

Corvus agacha la cabeza y alarga su brazo izquierdo recibiendo su Marca. Sabe que, si se niega, será asesinado.

Notes:

Si Corvus se hubiera negado o lo mata Voldemort o lo mata Bellatrix. Creo que Rodolphus no lo habría matado, salvo que Voldemort se lo ordenara, pero sí se habría sentido decepcionado de su hijo.

Imagino a Corvus con los ojos grises y los rizos negros de su madre, pero que le lleguen hasta la nuca.

No sé si he retratado muy canon a Voldemort y a Bellatrix. Nunca me han llamado la atención. He intentado que Voldemort fuera lo más manipulador usando su gran labia. Es su especialidad.

Lo que dice Voldemort sobre Corvus se menciona en esta misma recopilación en el capítulo Tened hijos.

Espero que os haya gustado

Hasta la próxima

Chapter 97: Seres queridos en cada bando

Notes:

El Potterverso es de Rowling

Cita que inspira el fic: "Soy quien soy y no me avergüenzo" Rubeus Hagrid

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Chapter Text

Grace Black y Astoria Greengrass están tomando un pícnic en los jardines de Hogwarts.

Oyen unos pasos acercarse y se giran.

Es Hermione Granger, quien también lleva una cesta.

— ¿Puedo sentarme? Traigo comida para compartir.

— Claro. — Grace y Tori le hacen espacio y Hermione se sienta delante de ellas, con cuidado, todas llevan falda y puede verse la ropa interior.

— Siento que hayan encarcelado a Parkinson y a las gemelas Carrow. — empieza a decir Hermione.

— No lo sientes. Pansy siempre se metía contigo y casi quiere entregar a Harry a Quién-Tú-Sabes. — contesta Grace.

— Lo sé. — responde Hermione sonrojada. — Pero encarcelarla en Azkaban por ser familiar de mortífagos me parece desmesurado. Por mucho que supiera los planes de Voldemort, no habría podido hacer nada. La habrían matado sin miramientos. Igual con las gemelas Carrow. — se excusa mirando a Astoria.

— El padre de Hestia y Flora renegaba de sus hermanos mayores. Quería mantener a sus hijas bien lejos de ellos. Lástima que Quién-Tú-Sabes los metió como profesores en Hogwarts cuando ellas estaban en sexto. — susurra Astoria triste.

— He pensado que el próximo trabajo de Encantamientos podríamos hacerlo juntas. — propone Hermione.

El siguiente curso a la Segunda Guerra Mágica fue muy caótico. Se hicieron exámenes para dar la oportunidad a los alumnos que querían hacer los ÉXTASIS en ese momento y empezar su vida como graduados o pasar de curso. Otros estudiantes prefirieron repetir.

— Pensaba que querrías ir con Ginny Weasley, es tu amiga y cuñada, o con Luna Lovegood. — inquiere Grace comiendo un sándwich.

— Sí y son mis amigas, pero no congeniamos a la hora de hacer trabajos. No tenemos la misma visión y ritmo de trabajo. — explica Hermione.

— Eso no nos pasaba a las gemelas y a mí. Congeniábamos a la perfección en todo y el Wizengamot les quitó poder elegir su futuro. — susurra Tori triste. — Podemos hacer el trabajo juntas.

— Por mí también.

— Estoy muy feliz de que tu proyecto haya salido adelante sobre el orfanato para niños mágicos. — felicita Hermione a Grace.

— Gracias. Tuvimos suerte de que el ministro Shacklebolt apoyara el proyecto desde un principio. — sonríe Grace. — Fui adoptada por varias familias francesas, pero me devolvían por culpa de mis estallidos de magia porque no sabían lo que era. Fui una Black criada en un orfanato muggle hasta los ocho años, que terminó en Slytherin. — explica. — Sé que mis padres odiaban esa casa y si hubieran vivido, me habrían odiado por ser una serpiente. Pero, soy quien soy y no me arrepiento. Igual que estoy orgullosa de ser una Black, una Slytherin hija de unos Gryffindor y miembros de la Orden del Fénix y criada por familiares de mortífagos. Tengo un pie en cada bando y amo a cada uno de mis seres queridos de ambos bandos. — le confiesa. — Aunque sé que mi primo Draco no es de tu agrado.

— Es bueno que tengas tan claro quién eres, Grace, y estés orgullosa de ello.

Hermione cambia de tema para no criticar a Malfoy delante de su prima.

Notes:

Creo que Hermione querría romper rencillas con personas de otras casas, como Slytherin, tras la guerra. Es más diplomática que Harry y Ron. Grace y Astoria son pacíficas y sería más fácil.

Grace ha empezado su proyecto sobre el orfanato durante el verano, pero lo ha delegado en familiares unos meses para terminar sus estudios en Hogwarts. Ella quiere ser una mujer con estudios, con sus ÉXTASIS.

¿Opiniones?

Hasta la próxima

Chapter 98: Magos con y sin prejuicios

Notes:

El Potterverso es de Rowling

Cita literaria que inspira el fic: "No todos los humanos son buenos, algunos se malogran" Rubeus Hagrid

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Chapter Text

A raíz de que todo el mundo se sorprendiera de su apellido, Olga decide investigar quién es Dolores Umbridge.

— Tenéis que ser familiares por fuerza, Olga. Umbridge no es un apellido muy común. — concluye Teddy Lupin cuando están en la biblioteca.

— Es posible. Pero no hizo nada bueno esa señora antes de ser encerrada en Azkaban… — susurra ella.

— No se sabe nada de los padres de Dolores Umbridge. Aunque todo es posible… le he preguntado a mi hermana si sabe algo de ella cuando la tuvo de profesora y se infiltraron en el Ministerio para recuperar el guardapelo de Slytherin. — explica Harold Granger. Las peripecias del Elegido y sus mejores amigos ya están en los libros de Historia de la Magia. — Dolores Umbridge dijo que estaba emparentada por los Selwyn. Pero una cuñada de mi hermana lo desmintió.

— Sí, la tía Verity. — corrobora Teddy. — Vi a tu hermana preguntárselo a la tía Verity un día que fuimos a la Madriguera.

— Lo que queremos decir, Olga, es que no se sabe quiénes son los padres de Dolores. Cuando la encarcelaron en Azkaban, ellos ya habían fallecido.

— Se lo preguntaré a papá en cuanto llegue a casa por vacaciones de Navidad. — dice ella.

— Tenemos que prometernos que nos visitaremos en vacaciones. Tía Hermione y tío Harry o mi abuela pueden aparecernos en tu casa, Olga. — propone Teddy.

Sus dos amigos asienten.

…..

Cuando Olga llega a la estación, sale del andén nueve y tres cuartos, donde la esperan sus padres y hermanos.

Los cinco miembros de la familia Umbridge, se abrazan en cuanto la ven.

Una vez llegan a casa, Leonardo y Olga arrastran el baúl hasta su habitación.

— Papá, — le llama Olga una vez se tumba en la cama. — Cuando estaba en Hogwarts, algunos se sorprendieron por mi apellido. Es el mismo que el de Dolores Umbridge, una bruja que está encarcelada en Azkaban, la cárcel de los magos.

Leonardo se tensa al oír ese nombre. Suspira. Se sienta en la cama.

— No creo que sepas quién es, eres muggle. Pero es raro que esa señora tenga el mismo apellido que nosotros. No es muy común. — susurra Olga.

— No soy un muggle. Soy un squib. Dolores Umbridge es mi hermana mayor. — contesta Leonardo una vez se sienta en la cama. — Tu abuela Ellen se casó con un mago llamado Oxford Umbridge y nacimos Dolores y yo. Cuando yo no desarrollé magia, papá culpó a mamá y discutían constantemente. Yo también tenía que aguantar que mi hermana se metiera conmigo sin que mi padre hiciera nada. No sé si Dolores pensaba lo que me decía de verdad o repetía lo que decía papá. Cuando tus abuelos se divorciaron, mamá y yo regresamos al mundo muggle. Fue todo un alivio para mí. Se sabe que Albus Dumbledore trataba igual a todo el mundo sin importar qué. Tu abuelo Oxford resultó ser tan intolerante como un purista. Culpó a mi madre por mi falta de magia, cuando eso no tiene nada que ver.

Notes:

Si Leonardo vivió en el mundo mágico de niño por mucho que no tuviera magia, debe saber quién era Albus Dumbledore. Su padre trabajaba en el Ministerio, por mucho que fuera limpiador debe haber oído hablar de él alguna vez.

Como los padres de Olga no pueden aparecerse. El padre de Olga es squib y su madre es muggle, es más fácil que Harold y Teddy vayan a su casa a jugar.

¿Opiniones?

Hasta la próxima

Chapter 99: Proteger a un amigo

Notes:

El Potterverso es de Rowling

Cita literaria que inspira el fic: "Hay que tener un gran coraje para oponerse a nuestros enemigos, pero hace falta más valor para hacerlo con los amigos" Albus Dumbledore

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Chapter Text

Peregrine Derrick y Graham Montague van caminando por el bosque persiguiendo y lanzando avada kedavras.

Fenrir Greyback ya se ha encargado del sanador que intentó detenerlos.

Montague ha tenido que desviar la mirada cuando Greyback se cebó con el hombre.

— Vayamos en esa dirección, había pelirrojos huyendo. Deben de ser de la familia Weasley. Los mayores traidores a la sangre del mundo mágico. — propone Peregrine.

— Había un chico parecido a Flint… — rebate Montague.

— ¿Y? Tenemos que cumplir nuestro deber con el Señor Tenebroso.

— Si es Flint, es nuestro amigo y nuestro antiguo capitán de quidditch.

— Ya veremos si es él de verdad y qué hacer con él si lo encontramos. — Derrick se encoge de hombros.

Siguen al cuarteto y Peregrine Derrick dispara una maldición que da al brazo de la pelirroja más pequeña haciendo que los demás entraran en pánico.

— ¡Mierda! ¡Quería darle en la cabeza! — se lamenta Peregrine.

Flint se queda de piedra. Ha reconocido a Derrick. Montague traga saliva al saber que es su amigo.

— Debes dejar de hacer eso. — le regaña. — Nunca aciertas con este hechizo donde quieres apuntar.

….

Flint, Collingwood y Weasley han conseguido esconderse. Flint tumba a Mafalda en el suelo. Está pálida. Ha perdido mucha sangre. Empieza a parar la hemorragia.

— No podré regenerar el brazo. Ha sido cercenado con una maldición. — les dice.

Los tres están escondidos y en silencio oyendo las voces de los dos mortífagos buscándolos.

— Creo que deberíais escaparos… — les propone Marcus sin dejar de atender a Mafalda.

— Pero, ¿qué dices, Flint? No os abandonaremos. — rebate Percy.

— Yo tengo que quedarme a curar a Mafalda. Los mortífagos pueden encontrarnos y matarnos. Vosotros tenéis una oportunidad de escapar. Con suerte no os encontraréis con ellos.

— Flint tiene razón, Percy. Tenemos que intentarlo. Quizás conseguimos huir del bosque y pedir ayuda. — argumenta Audrey.

Percy se queda sin argumentos.

Flint está al borde de la extenuación. Ha conseguido frenar la hemorragia, pero Mafalda está muy débil. No tiene fuerzas para cargarla y salir de allí.

Vuelve a oír las voces de Derrick y Montague acercarse.

— Greyback está dándose un festín con los refugiados que ha encontrado. — celebra Derrick. — Ha sido una gran idea hacer pasar a un carroñero por un ex prisionero y usarlo de topo.

— ¿Hemos encontrado a todos los ex prisioneros?

— No ha habido rastro de los pelirrojos, la chica castaña y Flint. Montague, busca por allí. — señala la dirección donde está Flint. — Yo iré por allí. — Derrick señala en la dirección opuesta.

Montague obedece.

Mientras explora, ve de reojo a Flint que le apunta con la varita dispuesto a atacarle.

Graham le hace un gesto con que guarde silencio. Si Peregrine los oye, Flint y la chica estarán perdidos.

— ¡Yo no he encontrado a nadie! — grita Derrick. — ¿Tú?

— ¡Tampoco! — Graham mira una última vez a Flint y se va.

Cuando Montague se va, Marcus baja la varita sorprendido.

Notes:

Este capítulo sigue una escena que ocurrió en Reginald Albertus Bloom: una nueva oportunidad de vivir y el capítulo de Mafalda pierde un brazo de la recopilación Anécdotas del día a día.

Aquí conocemos la identidad de los mortífagos y qué ocurrió para qué los refugiados tuvieran que huir.

¿Opiniones?

Hasta la próxima