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Gentle Omega || Omegaverse

Summary:

Tanjiro al ser uno de los muy pocos omegas del cuerpo de cazadores, tenia varios ojos puestos sobre el, aunque este era realmente ingenuo a esta atención "normal" sobre el. Y eso solo hacia que mas alfas, omegas y betas estuvieran mas interesados en el.

Pero, quien no amaria al omega mas amable, hermoso, generoso ademas de tener un olor tan unico y exquisito.

Exacto, nadie podria evitarlo.

 

Aclaraciones!
—Tanjiro x all
—Cr. por los personajes a Koyoharu Gotouge
—Adaptado a todo el anime, (aunque habra partes resumidas, además algunas cosas cambiarán)

Sin mas disfruten su lectura!

Notes:

Este será mi primer omegaverse siendo protagonista nuestro solecito 💓
Espero que les guste mucho! Trataré de darle a cada uno su momento con Tanji ^^

Chapter 1: ˎˊ˗

Summary:

Tanjiro conoce a Zenitsu y este queda encantado con el omega.
(no soy buena con los resumenes, solo dire lo esencial...)

Chapter Text

 

 

—Sursudoeste! ¡Sursudoeste! ¡Debes dirigirte ahí de inmediato! — habló fuertemente el cuervo, diciéndolo tan alto que Tanjiro tuvo que cubrirse los oídos.

—Ya te escuché! ¿Por favor podrías repetirlo, aunque sea un poco más bajo? ¡Además, ya te entendí!— respondió el peliburdeo siguiendo con la mirada a su cuervo que este estaba volando a su alrededor.

—POR FAVOR!!!

Se escucho un gran grito, incluso más fuerte que el de su cuervo, que hasta hizo que Tanjiro se estremeciera ante el gran grito. Con el oído un poco aturdido dirigió su mirada hasta donde provenía el grito y pudo observar a un alfa rubio, ¿sobre sus rodillas?

Esa escena no se podía ver todos los días, ya que Tanjiro sabía muy bien que los alfas tienen un gran orgullo que los impedía verse "débiles" ante cualquiera. Así que, ¿Qué hacía aquel alfa rubio en el suelo?

En realidad, no le quedo de otra que acercarse a la singular escena, ya que por ese camino estaba el destino de su misión. Pero mientras más se acercaba podía escuchar y oler mejor la situación. 

—POR FAVOR CASATE CONMIGO! ¡EN CUALQUIER MOMENTO VOY A MORIR! — aquel alfa rubio lo dijo entre lágrimas y mocos que caían por su rostro.

Al parecer aquel alfa le está pidiendo matrimonio a la omega.— pensó. 

Pero sin embargo el peliburdeo podía oler, la incomodidad, el nerviosismo y la desesperación de la omega, y al ver más de cerca pudo ver a aquel alfa rubio llorando?

Vaya...

—Cielos.... ¿Qué le pasa?— habló el peliburdeo, mirando la singular escena, hasta que escucho los chirridos de un gorrión que venía a su dirección.

Incluso aquel gorrión se posó en una de sus manos que Tanjiro le extendió, y el gorrión entre chirridos, explico la situación en la que su dueño se encontraba. Y el peliburdeo lo miraba con sorpresa y preocupación ante lo que le contaba aquel gorrión.

—POR FAVOR TE LO RUEGO! ERES MI UNICA ESPERANZA.— se escuchaba los gritos del alfa rubio, quien seguía aferrado a la omega que trataba de alejarlo entre empujones.

Pero, en los aleteos junto a los chirridos del gorrión, además de la evidente forma en la que el gorrión se movía con desesperación, era en lo que estaba más enfocado el peliburdeo.

—Ahora lo entiendo, tratare de ayudar. ¿De acuerdo pequeño? — habló suavemente el peliburdeo quien lo dijo con una pequeña sonrisa, además de darle una caricia en la cabecita del gorrión para luego nuevamente dirigir su mirada donde estaba aquel alfa.

Mientras que el gorrión algo avergonzado, soltó un chirrido de satisfacción y mirando con admiración al omega que enfrentaría a su dueño.

—POR FAVOR TE LO RUEGO!! CASATE CONMIGO, TE PROMETO QUE SERE UN BUEN ALFA, DI QUE SI POR FAVOR!. — el alfa rubio aun entre lágrimas seguía rogándole a la omega.

Hasta que alguien lo agarro por el cuello de su haori haciéndolo ir para atrás. 

Entonces... un olor singular llego al olfato del alfa rubio.

Olía a un abedul creciendo en la estación de invierno, pero, aunque desprendiera un olor refrescante a la vez era muy cálido, como si en la nevada hubiera un sol.

Era como si un pequeño sol, se había percato de su existencia, ya que podía sentir la calidez que este emanaba.

Nunca había sentido un olor tan único y a la vez tan exquisito.

—Por qué estás haciendo una escena a mitad del camino?!. — exclamó el peliburdeo sosteniéndolo del cuello del haori del alfa rubio, sacándolo a la realidad.

—Ella no parece estar interesada en casarse contigo! Además, ¡estas estresando a tu gorrión! — volvió a hablar el omega

—Hey, espera un momento. — el alfa rubio dio una leve pausa para luego continuar. —Ese uniforme! Tú eres uno de los que estaban en la selección final, ¿no?

—¡Definitivamente no podría conocer a alguien como tú, oíste! — declaró un poco enojado el omega.

—QUEEEEEE???!!!. — exclamo entre lágrimas el alfa rubio. —Pero si tú me conoces! ¡Nos conocemos! ¿No recuerdas? ¡No te enojes conmigo por tener una pésima memoria!

Entonces el omega hizo memoria, al parecer era aquel alfa que olía a duraznos, bueno además de que su olor estaba repleto de miedo y desesperación.

Así que es él.

El peliburdeo se quedó callado unos segundos, para después soltar el haori del alfa rubio, haciéndolo caer al suelo, para luego dirigirse a la omega, que se veía un poco más tranquila ante la situación.

—Bueno, ya puedes continuar con tu camino, ¿necesitas que te ayude con algo más? — lo dijo de manera tranquila el peliburdeo, además de desprender un poco de sus feromonas, para poder aliviar a la omega que aun soltaba feromonas de enojo.

La omega ya con un semblante tranquilo, además de oler con gusto las feromonas que soltaba peliburdeo dio una leve reverencia junto a una sonrisa.

—¡No, muchas gracias por todo!

—OYEEEE!! Esa omega me ama, ella va a casarse conmigo, porque esta perdidamente enamorada de mí y nos casa-

Al parecer la paciencia de la omega se acabó, ya que termino dándole al alfa rubio una cachetada que lo hizo girar varias veces hasta que acabo en el suelo. Mientras que el peliburdeo solo miraba atónito la escena, la omega seguía pegándole al alfa rubio, mientras que este soltaba quejidos de dolor así que, en un intento de calmar las cosas, agarro a la omega y la hizo retroceder.

—¡Ya, ya cálmate!

Pero apenas la omega dejo de pegarle, el alfa rubio, volvió a romper en llanto, además de tener una marca de la primera cachetada en su mejilla.

—Cuando te dije que yo te amaba tonto!? ¡¡Lo único que yo hice fue preguntarte si estabas bien, porque estabas tirado en el camino!!

—QUEEEEE!! Entonces te acercaste, porque estabas preocupada por mí, ¡¿pero eso no significa que me ames?!

—Ya estoy comprometida! ¡Y es algo que he estado intentando decirte, pero al parecer tu no escuchas! Pero viendo ahora que estas bien, ¡hasta nunca! — entonces la omega que soltaba sus feromonas de molestia empezó a alejarse, no sin antes de dar una leve reverencia al peliburdeo por haberla ayudado.

—E-espera... Vuelve. — dijo en un tono triste el alfa rubio.

—Oye, ya déjala. — el omega dirigió su mirada al alfa que aun seguía de rodillas en el suelo.

—¡Ay, porque tuviste que meterte! ¡Esto no tenía nada que ver contigo! — dijo con algo de enojo el alfa que aún tenía rastros de sus lágrimas en su rostro.

Pero entonces el omega peliburdeo, hizo un gesto de confusión y de lastima, que molesto al alfa rubio.

—¡¿OYE, PORQUE ME MIRAS DE ESA MANERA?! ¡ME ESTAS MIRANDO COMO SI FUERA UN ALFA PATETICO QUE HACE EL RIDÍCULO! ASI QUE OYEME BIEN! — exclamo el alfa rubio señalando al omega, mientras que este solo escuchaba con atención.

—¡¡LA UNICA RAZON POR LA QUE ME RECHAZO ESA OMEGA PARA QUE SE CASARA CONMIGO, FUISTE TU!!

El omega se quedó estático durante unos segundos, para luego hacer un gesto de incomodidad. 

—PORQUE NO DICES NADA??. — grito con desesperación el alfa.

—Escucha, en mi próxima misión, sé que moriré, lo sé porque soy un alfa muy débil, ¿lo entiendes? Ahora, vas a tener que protegerme hasta que sea capaz de encontrar a un omega que me ame para luego contraer matrimonio!. — exclamo el alfa rubio con lágrimas cayendo por su rostro.

El omega se quedó sorprendido por lo que escucho, así que pensó, que si quería calmar al alfa, tendría que seguirle el juego y con un suspiro además de una pequeña sonrisa el peliburdeo hablo.

—Mi nombre es Tanjiro Kamado, un gusto.

El alfa solo lo miro soltando un jadeo y se acercó al omega. Además de que quería seguir oliendo las feromonas del omega.

—Lo siento empezamos mal, yo soy Zenitsu Agatsuma.— el alfa rubio quedo de rodillas frente al omega, además de agarrarlo de su uniforme en forma de súplica.

—Así que, te pido que por favor me ayudes Tanjiro.— el omega solo lo miraba con un poco de sorpresa, ya que esta era la primera vez que veía a un alfa comportarse de esa manera. Así que el peliburdeo, poso sus manos en los hombros del alfa, además de agacharse un poco para mirarlo a los ojos y con un tono suave hablo.

—Pero ¿por qué quieres que te ayude? — preguntó suavemente el omega mirando al alfa, del cual aún seguía cayendo lágrimas.

—S-solo escucha, una omega me estafo e hizo que me endeudara, ¡pero hubo un hombre que pago toda mi deuda!, pero su entrenamiento era como vivir en el mismo infierno!, ¡incluso creo que la muerte hubiera sido la opción más viable!

El peliburdeo solo escuchaba atentamente a las palabras del alfa, quien ahora nuevamente había empezado a llorar además de agarrarse los mechones de su cabello rubio a modo de desesperación.

—Creí que al menos moriría en la selección final, pero logre sobrevivir y ahora ¡tengo que seguir con esta pesadilla!

—¡¡Que miedo que miedo que miedo!!

—Se que es cuestión de tiempo de que un demonio me coma y absorba mis sesos por mis oídos mientras aun siga con vida! AHHHHHHHH! NOOOOO! SALVENMEEEEE! — la cara de terror junto con el rostro pálido del alfa, dejo sorprendido al omega.

Pensando en cómo calmar al alfa, el peliburdeo tuvo una idea, se arrodillo al lado del alfa y dejo salir sus feromonas para así poder tranquilizarlo, aunque sea un poco. Llevo una de sus manos al hombro del alfa rubio y le dio leves palmaditas a modo de consuelo.

—Estas mejor, Zenitsu? — preguntó suavemente el omega, mirando con preocupación al alfa rubio.

Este aún seguía temblando, pero las lágrimas y la cara pálida ya no eran tan notorias en su rostro, su respiración ya era más tranquila. Pero en realidad Zenitsu estaba más que complacido, un lindo omega se estaba preocupando por él, además de tener las feromonas más exquisitas que había olido.

Y el omega, al ver que el alfa ahora estaba más tranquilo, sonrió suavemente y le limpio las pocas lagrimas restantes del rostro del rubio, haciendo sonrojar al alfa en el acto.

—Vamos Zenitsu, tenemos que seguir adelante.

El alfa con la mirada avergonzada se limitó a asentir.

 

 

 

 

Luego de un rato ya caminando, el peliburdeo miro al alfa con una pequeña sonrisa.

—Ya estas mejor Zenitsu?— el omega pregunto con un tono suave, además de seguir soltando sus feromonas para poder calmar al alfa, quien aún tenía los ojos llorosos.

—Un poco... Pero ahora me dio hambre. — respondió el alfa con un tono un poco triste.

—No traes algo de comida? — habló con preocupación el omega.

El alfa solo pudo negarle con la cabeza. Así que el peliburdeo, sacando de su haori, le ofreció una bolita de arroz. 

—Que tal, si comes esto Zenitsu? — ofreció el peliburdeo junto con una sonrisita.

El rubio por un momento se quedó sin palabras, nunca había conocido a un omega que fuera tan amable, en especial a un alfa llorón como él. Mirando algo sorprendido al omega, este agarro la bolita de arroz.

—M-Muchas gracias. — entonces el alfa rubio dio un mordisco a la bolita arroz. Pero luego el alfa miro por unos segundos al omega para luego darse cuenta de algo.

—Oye Tanjiro, tu no vas a comer algo? — preguntó con preocupación el alfa y vio como el omega solo le regalaba una sonrisa negando.

—Era lo último lo que me quedaba. — el peliburdeo dijo suavemente.

Oh, Tanjiro... Definitivamente eres el omega más amable que haya conocido.

Zenitsu no podría creerlo, un omega se preocupaba por el más que por sí mismo, y su oído lo confirmaba, el omega no tenía segundas intenciones con él, solamente podía escuchar lo preocupado que esta por él. Nunca nadie más, aparte de su abuelo, se había preocupado por el ¡y menos un omega!

Entonces decidido, el alfa partió a la mitad la bolita de arroz, para así luego extender una de las mitades hacia el omega peliburdeo. Y el omega al verlo, lo miro sorprendido.

—T-toma, puedes comerte la otra mitad. — dijo con un sonrojo el alfa rubio. Mientras que el peliburdeo le regalo una sonrisa, haciendo sentir mas mariposas al alfa.

—Estas seguro? Muchas gracias! — entonces el omega agarro la mitad de la bolita de arroz que le fue extendida. Para luego empezar a comer pero ante el leve roce de manos, el rubio sentia que su corazón podría explotar.

El alfa por unos segundos se quedo mirando al omega de como este disfrutaba la poca comida que tenia, además de tener una sonrisa mientras masticaba. 

Lindo

Entonces el peliburdeo, volteo su mirada al rubio, ante esto el alfa se sonrojo para luego sentirse avergonzado porque fue atrapado mientras admiraba al omega comer, pero el peliburdeo solo le regalo una sonrisa, haciendo que el alfa se sonroje mas.

Mientras ambos aun avanzaban, estuvieron en un silencio cómodo.

—Te comprendo cuando dices que le temes a los demonios, pero no creo debas preocupar mucho a tu gorrión. — lo dijo en un tono suave el omega además de tener un rostro que reflejaba preocupación.

—Mi gorrion? Mi gorrion estaba preocupado? Como lo sabes? — lo dijo sorprendido el alfa, ya que nunca habia escuchado de alguien que pueda entender a los gorriones.

—Pues veras, me dijo que siempre estas quejadonte cuando tienes que trabajar, también que todo el tiempo estas coqueteando con los omegas y que también roncas muy fuerte. No es verdad? — el alfa no podia creer que su gorrion le dijera todas esas cosas al omega, genial ahora de seguro el peliburdeo tiene una mala impresion de el.

Te maldigo Chuntaro

—E-enserio te djio todo eso?— hablo nervioso el alfa.—Entonces, puedes entender lo que dicen las aves?

El peliburdeo, asintio.

—Vaya que... No espera, de seguro estas tratando de engañarme! o no?

El peliburdeo estaba a punto de responder, pero el graznido de su cuervo le gano.

—Rápido corran!, rápido corran!, Tanjiro, Zenitsu, dense prisa! ¡Ambos deben a ir a su próxima misión! Corre Tanjiro y Zenitsu!— pero mientras el cuervo hablaba el alfa volvía a tener la cara pálida.

—AYYYYYYYY!!!

—ESE CUERVO ESTA HABLANDO!! EL CUERVO NOS ESTA HABLANDO!!! AYYYYYY

El omega soltando un suspiro, nuevamente empezó a dejar salir sus feromonas mientras se acercaba al alfa para poder calmarlo nuevamente.

 

 

 

 

Entre temblores y suplicas del alfa de quedarse atrás, ambos lograron llegar al lugar de su misión. Al parecer era una casa, pero el peliburdeo podía sentir el oler a sangre provenir de ahí.

Hasta que encontraron a dos cachorros, aterrados ocultos bajo la sombra de un árbol. El peliburdeo no pudo evitar sentir melancolía al ver a esos cachorros solos, sin nadie que los pueda proteger, incluso pudo sentir como su omega interior se puso triste.

Su mirada por unos segundos se perdió en los cachorros, hasta que a su olfato llego el olor de duraznos, dirigió su mirada al alfa rubio quien había posado una de sus manos en su hombro además de mirarlo con preocupación.

—Tanjiro, te encuentras bien? —pregunto con preocupación el alfa, ya que él pudo sentir como las feromonas del omega olían a tristeza.

—Estoy bien Zenitsu, no te preocupes. — entonces el peliburdeo le regalo una sonrisa al alfa, haciéndolo sonrojar a este, pero ahora sus feromonas ya no tenían ese olor a tristeza. 

Sus recuerdos lo atormentaron en ese pequeño tiempo.

Volviendo a la realidad el peliburdeo, se acercó a los cachorros intentando tranquilizarlos, tal y como hacía con sus hermanitos. 

Los cachorros con temor le explicaron que un ser misterioso se llevó a su hermano mayor, y ellos lo siguieron hasta esa casa.

El peliburdeo al escuchar todo eso, les dio un abrazo a los cachorros además de marcarlos con un poco de sus feromonas para que se pudieran tranquilizar y prometerles que el traería a su hermano de vuelta. 

Las lágrimas de los cachorros no tardaron en salir y correspondieron el abrazo del peliburdeo, pero también disfrutaban del olor del omega, era como tener un abrazo cálido, uno que los cuidara de todo mal.

Ahora ya más tranquilos los cachorros, agradecieron a Tanjiro, por ayudarlos, pero el omega solo negó con su cabeza además de dales sonrisas tranquilizadoras.

El alfa rubio solo miraba sorprendido toda la escena, sin lugar a dudas, Tanjiro es un omega muy comprensible y cariñoso. 

Si Tanjiro tuviera cachorros, de seguro sería muy amoroso y gentil con ellos. Tal y como es como esos cachorros.

No lo pudo evitar, pero su lobo empezó a imaginarse a Tanjiro con cachorros parecidos a ellos. Haciendo sentir a su corazón tan cálido y sus ojos miel rebelaban un brillo muy especial, mientras observaba como el omega daba pequeños mimos a los cachorros.

—Escúchenme pequeños cachorros, traeré a su hermano sin lugar a dudas, lo prometo. — dijo el peliburdeo con determinación, haciendo que los cachorros solo lo miraban con una sonrisa de alivio, pero aun teniendo rastros de las lágrimas derramadas anteriormente.

El peliburdeo estuvo ahí tranquilizando a los cachorros, pero entonces el alfa, logre escuchar un ruido muy escalofriante pero ese sonido estaba representado por tambores, este le aviso al omega pero el peliburdeo no podía escuchar lo que el alfa mencionaba, pero entonces el sonido de los tambores se hizo audible para todos incluso iba aumentando la velocidad de la frecuencia del sonido. 

Hasta que un beta cayó desde el segundo piso, cuando su cuerpo cayo en el suelo se escuchó el crujir de sus huesos, los cachorros gritaron y rápidamente el peliburdeo se puso delate de ellos para taparles la vista del cuerpo del beta mientras que el alfa solo miraba horrorizado la escena.

—Cúbranse los ojos cachorros! ¡No vean nada! — el omega sentencio, para luego ir rápidamente donde estaba el beta.

Con sus últimas palabras el beta, menciono que logró escapar de ese lugar, pero que no hizo lo suficiente para poder salir vivo. El peliburdeo con mucha tristeza miro como el beta murió en sus brazos, se lamentó su perdida ya que, si hubiera llegado, aunque sea un poco más antes, tal vez podrían haberlo salvado.

—T-tanjiro, crees que ese beta era el hermano de los cachorros? — preguntó con temor el alfa, quien vio como la beta perdió la vida.

Hasta que se escucho un gran gruñido proveniente de la casa, haciendo poner tenso el ambiente además de que el rubio nuevamente había comenzado a temblar, y de igual forma los cachorros comenzaron a temblar. Entonces el omega con el semblante triste y arrepentido.

—Oigan cachorros, este beta era su hermano? — preguntó con preocupación el omega.

—N-no es el, y-ya que tenía puesto un kimono naranja. — el cachorro más grande cerrando fuertemente los ojos con temor le respondió al omega.

Entonces el omega se dio cuenta, de que este demonio tenía más personas capturadas adentro de la casa. Mientras el omega juntaba sus manos en señal de respeto por la muerte del beta, se prometió que después de matar al demonio el volvería para sepultarlo.

Lo siento, perdóname. Espero que encuentres paz

Entonces con una mirada que refleja determinación.

—Bien, Zenitsu! ¡Ven conmigo! — habló con determinación el peliburdeo, viendo que ahora el alfa lo miraba con mucho miedo, hasta incluso negó con su cabeza, negándose a ir junto el omega.

—Los únicos que podemos ayudar, somos nosotros Zenitsu.— mencionó con preocupación el omega. Pero el alfa, solo temblaba más y más, haciendo sacar un suspiro al omega para luego oscurecer su semblante.

—De acuerdo, como tú quieras. — habló de manera sería el peliburdeo, haciendo gritar al rubio en el proceso, por el cambio en su forma de hablar del omega.

—NOOOO! ¡ESPERA TANJIRO! ¿¡PORQUE ME MIRASTE DE ESA MANERA!?— gritó el alfa quien ahora estaba agarrado de la caja mientras que el omega solo seguía caminando.

—NO VUELVAS A HACERLO! ¡ESTA BIEN, VOY A IR CONTIGO! PERO NO ME DEJES SOLO POR FAVOR. — exclamaba entre gritos el alfa. Entonces en el ambiente se podía notar lo enojado que estaba el omega ya que sus feromonas solo olían a molestia y enojo. Y al alfa ahora le aterraba esa faceta del peliburdeo.

—No pienso forzarte a luchar ahora— dijo el omega con su rostro oscurecido.

—Te digo que si voy Tanjirooooo— el alfa entre lágrimas lo dijo que aún seguía siendo arrastrado por el suelo.

Entonces el omega soltó un suspiro, para luego acercarse de donde estaban los cachorros, sacándose la caja que traía puesta se las puso en frente.

—Quiero dejarles esta caja, por si tienen problemas, ya que este los protegerá en caso de que necesiten ayuda. — mencionó con seriedad el omega pero luego les dio una sonrisa a los cachorros para que se tranquilicen.

—Bien, ahora venimos. — entonces el peliburdeo con la mirada seria empezó a caminar a la entrada de la casa. Mientras que el alfa con lágrimas cayendo por su rostro lo seguía.

El omega abrió la puerta de la casa, en esta se podía observar como si fuera cualquier casa común y corriente, pero este no era el caso, las luces del interior de la casa iban aumentando o reduciendo su intensidad de iluminar. El alfa quien camina detrás del omega, este aun continuaba temblando además de que sus lágrimas no paraban de salir.

—Tanjiro... O-oye Tanjiro, no importa lo que haya en este lugar, no dejaras que nada me pase verdad? — dijo entre temblores y lágrimas el rubio. Y el peliburdeo al escuchar al alfa detuvo por un momento sus pasos.

—Zenitsu, detesto decirte esto, pero... — el peliburdeo se dio la vuelta mirando al rubio. —En mi última pelea, me quebré una pierna y una costilla. — dijo con preocupación el omega. —Y aun no me recupere del todo... Así que.

—QUEEEE!!? ¿¿¡¡COMO!!?? TIENES HUESOS ROTOS AHORA?! ¡¡¿¿ENTONCES PORQUE ME TRAJISTE CONTIGO??!! ¡¡SI TIENES FRACTURAS ES IMPOSIBLE QUE PUEDAS SALVARME!! ¡M-ME VOY A MORIR! —entre gritos de desesperación dijo el alfa, quien ahora se encontraba en el suelo temblando, mientras que el omega solo podía mirarlo nervioso, sin saber cómo poder calmar al alfa.

—SOY UN ALFA MUERTO! ¡¡ES OBVIO QUE VOY A MORIR HOY!! ME MUERO, ME MUERO, ME MUERO, ME MUERO, ¡ME MUERO! —ahora el alfa se agarraba los mechones de su cabello a modo de desesperación.

—Zenitsu, tienes que calmarte, vas a estar bien— dijo con algo de nervios el peliburdeo.

—NO SEAS TAN CRUEL! ¡¡NO ME ILUSIONES!!

—Pero es cierto! Vas a estar bien, porque tú eres...

—¡¡¡AHORA QUE HOY SERA EL DIA DE MI MUERTE, NI SIQUIERA PUDE CASARME CON UN OMEGA!!! MORIRE SOLO! — dijo entre lágrimas el alfa quien ahora giraba sobre el suelo.

—P-pero Zenitsu.— el peliburdeo, ahora sentía que ya no tenía forma de calmarlo. Pero entonces el alfa dejo de dar vueltas en el suelo, para luego pararse frente al omega mirándolo con esperanza, además de tener un sonrojo en sus mejillas y el omega solo lo miro confundido por el cambio repentino de humor del alfa. Entonces el rubio tomo las manos del peliburdeo y lo miro con más esperanza además de desprender sus feromonas, para que el omega se sienta cómodo.

—E-entonces, Tanjiro tu... puedes casarte conmigo, p-por favor? — dijo muy nervioso el alfa quien lo miraba un ligero sonrojo en sus mejillas además de aun seguir temblando levemente. El peliburdeo se quedó sin palabras, no sabía que responderle al alfa.

El rubio quería el omega aceptara, realmente quería que aceptara. Ya que en este poco tiempo que conoció al peliburdeo, se dio cuenta de que él es su tipo ideal de omega, además de que era muy hermoso cuando sonreía o cuando se preocupaba por él. Y solo esas pequeñas acciones hacían latir el corazón del rubio, dándose cuenta de que le gustaba Tanjiro, sin mencionar que el sonido que desprendía el omega, era el más gentil y amable de todos, que incluso cuando lo conoció por primera vez, le dio ganas de llorar, ese sonido sin duda era único y muy hermoso de escuchar, el rubio estaba seguro él haría lo que fuera necesario para que al menos el peliburdeo lo considere un "buen alfa". 

Solo lo haría por Tanjiro y por nadie más.

Mientras que el omega teniendo ligeramente la boca abierta sin saber que decir ante la repentina propuesta de matrimonio. Pero debía admitir que se sentía algo nervioso que el rubio le esté agarrando las manos, nunca había tenido un contacto físico con un alfa, bueno no de esta forma, bueno también sin contar el de su padre. Y eso lo avergonzó un poco, haciendo que sus mejillas se tiñan de un color ligeramente rojo por la vergüenza, y todo esto era observado por el alfa quien solo ensanchaba más su sonrisa al ver lo tan lindo que es el omega avergonzado. Pero el peliburdeo en un futuro, quería formar un lazo con un alfa, incluso talvez después formar una familia, eso no lo negaría, pero el muy bien sabía que eso tendría que ser después de que encuentre una cura para convertir a su hermanita de vuelta a una humana.

Tal vez en otra situación, tal vez podría haber aceptado la propuesta. Solo tal vez.

—M-mira Zenitsu, yo... — el alfa solo lo miraba con mucha esperanza y alegría, ya que creía que el omega si aceptara su propuesta! Pero entonces el peliburdeo puso un rostro serio y dirigió su vista al final del pasillo que conectaba con la entrada de la casa. Mientras que el rubio nuevamente su cara se puso pálida ya que se escuchaba el sonido de pasos viniendo hacia ellos.

—No tendrían que estar aquí! — hablo el omega algo enojado, ya que, al parecer los cachorros, vinieron detrás de ellos y esto hizo que el peliburdeo, se preocupara más. 

Ya que dejaron la caja afuera, sin nadie que la cuide.

El rubio lo noto, escucho como el sonido del omega cambio, de uno avergonzado y pensativo a uno preocupado, muy preocupado. Esto también le preocupo al alfa, ya que el semblante del omega también cambio.

—Lo sentimos mucho! Pero esa caja estaba haciendo muchos ruidos extraños. — dijo con algo de miedo el cachorro mayor que era seguido por su hermanita.

—Si, pero hubiera preferido que se quedaran afuera. — claramente con el ceño algo fruncido por la preocupación —Lo que tengo en esa caja, es lo más preciado que tengo en toda mi vida.

Pero entonces un gran estruendo resonó en el lugar, haciendo que el lugar temblara levemente, los cachorros ahora tenían un poco más de miedo que antes, el omega solo atento ante cualquier demonio que se acercara, mientras que el alfa volvió a palidecer además de que su rostro reflejaba claramente el miedo que sentía. Hasta que ya no puedo más y soltó un grito, pero lo hizo mientras se agachaba levemente.

Este pequeño movimiento, hizo que empujara al omega junto a la pequeña cachorrita con él, siendo empujados a otra habitación que se extrañamente se encontraba detrás de ellos. Al darse cuenta de esto el alfa, dirigió su mirada con terror al omega.

—Perdón l-lo s-siento. — dijo nervioso el rubio quien aún temblada. Pero luego se escuchó el sonido de un tambor, haciendo que la puerta se cierre.

Ahora el omega observaba como cada golpe del tambor hacia cambiar de habitación. Ahora el rubio y el peliburdeo estaban separados pero cada uno tenía a uno de los cachorros bajo su cuidado.

Mientras el peliburdeo calmaba a la cachorrita llamada Teruko, escucharon los estruendosos pasos acercándose cada vez más cerca de ellos, entonces el Omega dedujo que se trataba del demonio más fuerte del lugar. Pero cuando el demonio se mostró ante ellos, la menor quiso soltar un grito pero el peliburdeo lo evito, tapando su boca con su mano.

Llegó el momento de enfrentarse a ese demonio.

Mientras por el lado del alfa, quien estaba llorando sin parar, ya que fue separado de su omega. 

—VOY A MORIR! ¡SE ACABÓ, LO SE! ¡LO SABIA, ME VOY A MORIR!!

Al menos era que Tanjiro me diera un besito, aunque sea para la buena suerte.

—¡NO PUEDO CREER QUE ME HAYAN SEPARADO DE TANJIRO! ¡Y TODAVIA NO SÉ, SI EL HUBIERA ACEPTADO MI PROPUESTA DE MATRIMONIO!

El rubio lo decía entre lágrimas y gritos desesperados, pero el cachorro mayor solo lo observaba con duda y algo de incomodidad.

Al parecer ahora el pequeño cachorro, tendrá que lidiar con el berrinche del alfa rubio.

Y esto solo saco un suspiro al más bajo.