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Language:
Español
Stats:
Published:
2024-10-18
Updated:
2025-09-04
Words:
116,427
Chapters:
27/?
Comments:
12
Kudos:
13
Hits:
353

The Prophecy

Summary:

Regulus Black siempre supo que no habría héroes para salvarlo. Aurelia, en cambio, creyó en ellos.
Pero cuando el mundo mágico comienza a desmoronarse y la oscuridad viene de todos lados, deberán enfrentarse a una profesia que ni siquiera querian escuchar.
No hay bandos seguros. No hay aliados eternos.
Desertores de sus familias, de sus casas, de todo lo que conocían, emprenden un camino donde el sacrificio no es una opción, sino el único destino.

Notes:

El siguiente es un fic del fanfic All the Young Dudes por MsKingBean89 en convinación con ATYD Sirus's Perpective por Rollercoasterwords (si no has leido alguno te recomiendo ampliamente ir a leerlos por que son geniales y mi principal inspiracion para escribir esto), la protagonista de esta historia es la hermana menor de James; Aurelia Potter. Veamos que tanto pueden cambiar las cosas si James hubiera tenido una hermana terca que cree que Regulus Black puede ser salvado.

Este Fic esta dedicado a todas las personas que siempre quisieron un lugar en esta hermosa historia. Y recuerden... si el canon no les gusta REESCRIBANLO.

(Las descripciones del castillo son referencias a lo que se ve en el videojuego Hogwarts Legacy)

Chapter 1: Prólogo

Chapter Text

El cuervo la había guiado a un nido de seres oscuros.
Se le había advertido con anterioridad… pero aún así la paloma, de un blanco tan puro e inocente, había decidido que entrar ahí era lo mejor que podía hacer por salvar lo que amaba, a quien amaba.
Confió en el cuervo con cada pluma de su pequeño cuerpo y creyó cada una de las palabras susurradas en la noche oscura…
La paloma pensaba que sería simplemente temporal, que trataría de entender al cuervo para después convencerlo de salir volando de ahí, que ese mundo de crueldad y oscuridad no era un buen lugar para un alma bondadosa escondida entre un montón de plumas negras que funcionaban como armadura.

Pero la paloma pasó tanto tiempo en ese nido oscuro, tanto tiempo tratando de entender al cuervo que no se había dado cuenta que sus alas, antes gloriosamente bellas e inmaculadas, ahora estaban salpicadas de sangre y con ello su alma ahora corrompida.
El cuervo, por otro lado, se había acostumbrado a ver la sangre en sus propias alas, pasaba a no importarle demasiado por la poca diferencia de su aspecto ‘Como si no estuviera ahi’ se decia, pero cuando vio el rojo carmesí en las alas de la paloma, el contraste grotesco que hacía con su pequeño cuerpo de plumas blancas… supo, por primera vez, cómo se sentía el arrepentimiento y se maldijo por dejar que algo tan hermoso y puro lo siguiera a un lugar así.

Comenzó a graznar con agresividad para echar a la paloma, no podía seguir ahí y debía echar a volar por su propio bien.
A pesar de no culpar al cuervo de nada no quería irse de ahí sola, se lo llevaría a él o no se iría y con la urgencia de sacarla de ahí, él voló con ella ‘Solo lo suficiente’ se decía ‘Solo aléjate lo suficiente con ella para que huya y después regresa a continuar al trabajo, aunque no estés seguro si podrás seguir respirando sin ella’
Cada aleteo desprendía desesperación ¿Cómo pudo haber sido lo suficientemente iluso para pensar que un lugar así sería adecuado para una blanca e inocente paloma? ¿Pero podrían culparlo? El pobre estaba enamorado del ser bondadoso que no dudó en seguirlo ahí, ella quería entenderlo, ayudarlo a salvar a los que amaba pero se dio cuenta demasiado tarde que no había forma de solucionar sus errores, que no había forma de salir de ahí inmune.

Por lo que ahora ambos se encontraban en un vuelo contra el tiempo y el cuervo se prometió que si llegaban a un lugar seguro antes de que la noche cayera… no volvería al nido y haría otro en un lugar mejor en compañía de su paloma testaruda, porque al fin y al cabo él era lo que ella amaba. Había estado y soportado ahí por el cuervo de plumaje negro.
Intentaron huir… pero no se habían dado cuenta que aquel ser oscuro y lleno de maldad, para el que habían servido, los acechaba con intenciones asesinas. Los dejó alejarse, que creyeran que habían huido, pero en el fondo pensaba en distintas maneras de hacer sufrir a la paloma por haber corrompido el alma de un fiel sirviente.
El cuervo observaría el sufrimiento de su pequeña paloma, ya que no había lugar para la traición o el arrepentimiento una vez que las alas se manchaban de sangre.

Chapter 2: Los hermanos Rosier

Chapter Text

Aurelia Potter no se había sentido más emocionada en toda su vida, había recibido su carta de aceptación de Hogwarts y ni James, su hermano mayor, o Fleamont o Euphemia, sus padres, habían tenido dudas de la sangre mágica de su hija menor.

-Y más te vale entrar en Gryffindor- James estaba a un lado de ella y dijo lo anterior revolviendo la larga melena castaña a su hermana.

-Oh James basta- lo reprendió su madre, los cuatro estaban en el comedor de la casa de los Potter- No importa qué casa te toque Aurelia- le beso la frente a la pequeña.

-No me sorprendería si terminaras en Ravenclaw- añadió su padre- por todos los libros que tienes en tu habitaciòn seria facil deducirlo.

-Me gusta leer pero no se si eso es suficiente para Ravenclaw- al fin habló la menor de los Potter- Tal vez se necesite más que solo el gusto por la lectura para esa casa- dijo encogiéndose de hombros.

La señora Potter llamó a su pequeña pero servicial elfa doméstica para que les sirviera la cena, más tarde esa noche Aurelia se coló al cuarto de su hermano mejor que estaba justo enfrente del suyo.

-Pst... James- susurró la pequeña, debía ser cautelosa porque sus padres ya habían arropado y acostado a ambos niños.

-Pasa, pasa - Aurelia sonrió mientras veía como su hermano se hacía a un lado en su cama para dejarle espacio y dejaba su libro de lado.

-Cuando estemos juntos en Hogwarts ¿me prestaras la capa de papá cierto?- dijo mientras se acomodaba entre las cobijas, ambos hermanos tenían el mismo pijama de rayas azules y rojas casi parecían gemelos.

-Claro pero recuerda que es un secreto, si mamá se entera la confiscara- James volvió a acomodar el libro que leía antes de que llegara su hermana, era la Historia de Hogwarts, las imágenes se movían y Aura no podía estar más emocionada por empezar septiembre en ese castillo.

-Oye James...-decía Aurelia sin quitar la mirada del libro- Cuando llegue a Hogwarts... ¿tendré amigos como los tuyos?- Era un pregunta inocente pero James no podía evitar sentirse conmovido, sabía que su hermana siempre le había costado ser sociable, incluso en casa no tenían muchas amigas- Quisiera una bandita como Sirius, Remus y Peter, hablas mucho de tus nuevos amigos- Peter solo vivía a unas cuantas casas de los Potter por lo que lo conocía desde siempre, pero cuando James comenzó a mandarle cartas diciéndole que se había hecho amigo de dos nuevos chicos que sonaban increíble... Aurelia no podía esperar a conocerlos.

-Claro que sí- dijo regalandole una sonrisa- seria raro que no hicieras amigos, y si no pues...-su hermana lo miraba con atención- pues te quedas conmigo y los merodeadores- asi era como se hacia llamar el grupo de los amigos de su hermano, al parecer el nombre había sido debido a una broma en primer año y una profesora había soltado esa palabra que sin saberlo fungiria como el nombre de la peor banda bromista de todo Hogwarts. Aurelia soltó una risita y se acurruco más junto a su hermano quien empezó a leer en voz alta para ambos.

Días después había sido hora de dirigirse al callejón diagon para hacer las compras de ambos, aun recordaba cuando fueron a hacer las compras de James.

-Este año me presentaré para las pruebas de quidditch-Dijo James mientras pasaban por una tienda popular que vendía escobas y equipos de mantenimiento. Ambos niños iban acompañados de sus padres- Papá, ¿me compras una nueva escoba?- su padre lo miró- ¿por favor?

-¿Qué tiene de malo la que tienes en casa?-preguntó el hombre que llevaba de la mano a su hija menor.

-Que ya está un poco vieja y quisiera una nueva para impresionar a los chicos del equipo.

-Oh James- decía su madre- si entras al equipo te compraremos la escoba que escojas ¿bien? Mientras impresiona a los demás con tus habilidades y talento.

Aurelia vio como su hermano se quedó pensativo y luego asintió efusivamente.

-Papá!- la niña jalo la mano de su padre- Podemos ir a La taza encantada?- decía con urgencia. La taza encantada era el café favorito de la menor de los Potter.

-Oh si porfavor- se unió James- lo que daria por una cerveza de mantequilla- Ambos niños pusieron ojos de cachorro abandonado delante de sus padres que se miraron entre ellos con una sonrisa.

-Claro, claro no hay necesidad de suplicar- decía Fleamont- Ahora me vendría bien un jugo de calabaza, que hay de ti querida?

-Un jugo de calabaza suena bien para mí.

Al entrar al local se dieron cuenta que no fueron los únicos que habían decidido dar un respiro de las compras escolares, había varios estudiantes, algunos con sus padres.

-Por allá hay una mesa- señaló su padre.

Se movieron con cuidado entre las demás mesas y sillas, había plantas, estanterías de libros que llegaban al techo y más en los huecos de la escalera para el segundo piso.

Después de hacer su orden Aurelia pidió poder ir al segundo piso, donde sabía de antemano que habría más libros.

-Claro cariño, no tardes- le decía su madre- puede que no tarden tanto con las cervezas y el jugo.

Al subir al segundo piso noto que habían hecho una remodelación desde la última vez que había estado ahí, habían agregado mas estanterias. Perdida en la emoción de tantos libros reunidos en su lugar favorito no se había dado cuenta que había otra niña en el pequeño pasillo.

-Oh lo siento- se disculpó Potter al chocar su codo con el costado de la niña rubia a un lado suyo, la niña tiró su libro al suelo- Toma-le extendió el libro.- El susurro de los nocturnos?- dijo al leer el título.

-Me pareció interesante- habló la rubia tomando el libro.

-Si te gustan las historias de terror...-dijo con una mueca.

-¿No te gustan?- preguntó la otra mirando a Potter con curiosidad.

-Casi no es lo mio, prefiero aventuras o incluso historia.- la otra niña bajo la mirada- pero podrías contarme de qué trata y tal vez pueda animarme a leerlo- dijo apresuradamente, los ojos de la niña brillaron.

-Creo que es sobre historias de magos oscuros, no estoy segura si son ficticias o de verdad.

-Magia oscura?- dijo Aurelia con curiosidad.

-En realidad no creo que sean tan horribles pero me da curiosidad, en casa aún hay muchos libros que mis padres no me dejan leer.

-Oh conozco ese sentimiento de no leer lo que quieres porque aun no tienes la edad suficiente- dijo con una sonrisa recordando a su madre poner ciertos libros de magia en las estanterías más altas de la biblioteca Potter.

-¿Pandora? Oh Aquí estás- dijo un chico de tez morena y pelo rubio casi blanco igual que la niña delante de Aurelia.- Debemos irnos.- El niño miró a la acompañante de su hermana.- Hola.

-Hola, que bonito nombre Pandora- dijo mirando a la rubia.

-Gracias... no te pregunte el tuyo.

-Aurelia emm Potter.

-Potter eh?- dijo el hermano- Yo soy Evan Rosier y a mi hermana ya la conoces, estaremos juntos en primer año en Hogwarts.

-Que suerte- dijo sonriente.

-Pandora? Evan?- dijo una voz masculina a lo lejos- debemos irnos.

-Ya oíste- Evan picó las costillas de su hermana.

-Nos vemos en Hogwarts Aurelia- se despidió la niña aun con el libro entre los brazos.

-Si, adiós Potter- Evan tenía una sonrisa burlona en el rostro y Aurelia no sabia porque.

Al bajar con su familia todos ya tenían su bebida delante.

-¿Qué hacías?-preguntó su hermano al dar un sorbo de su cerveza de mantequilla.

-Conocí a alguien.

-¿Nuevos amigos?- dijo su padre.

-Si- dijo sonriendo- Se llaman Evan y Pandora Rosier, estarán en primer año también.

-¿Rosier?- Fleamont intercambio una mirada con su mujer quien solo suspiro.

-Que bien que hiciste amigos cariño, seguro los encontraras mas adelante.- le dijo a su hija- Está bien- le susurro Euphemia a su marido.- Son niños.

Días después ya era 1ro de septiembre y la familia Potter estaba puntual en la plataforma 9 3⁄4 donde ya todos los padres despedían a sus hijos que se embarcaban en otro año en Hogwarts.

-Debes cuidar a tu hermana James- le decía su madre mientras arreglaba el pelo desordenado de su hijo mayor.

-Claro- decía distraído el de lentes mientras miraba a los alrededores esperando ver a sus amigos.

-Tu también no te metas en demasiados problemas- le dijo su padre mientras desordenaba el cabello de su hijo mayor ganándose una mirada molesta de su esposa que acababa de peinar a su hijo.

-Diviértete querida, no olvides escribir y prestar atención a tus clases- continuó la matriarca de los Potter.

Aurelia también buscaba con curiosidad a los Rosier por si los veía en algún lado.

Al despedirse definitivamente de sus padres los hermanos Potter entraron al expreso en busca de un lugar disponible. No tardó mucho para que Peter Pettigrew abriera la puerta y se les uniera.

-Hola Aurelia- saludo el chico rechoncho dejando su maletín en la parte de arriba a duras penas.

-Hola Peter-lo saludo la niña.

-Potter- chocó su puño con James.

-¿No viste por ahí a Lupin o Black?

-Negativo- dijo negando con la cabeza y llevando una paleta a los labios.

No tardó mucho para que la puerta se abriera y entrara un chico de pelo castaño de casquete corto y unas cuantas cicatrices en el rostro.

-Lupin!- James saltó del asiento- Mi viejo amigo, que alegría.

-Hola James, Peter-asintió con la cabeza ambos chicos y se detuvo al ver a la niña.

-Mi hermana menor, Aurelia-dijo con orgullo, la aludida le extendió la mano al mayor, quien la aceptó un poco incómodo

-Hola Remus-dijo sonriente.

-Ni una sola carta en todo el verano Remus- lo reprendió Potter.

-Sabes que me convierto en un muggle en el verano-dijo dejando su maleta en el suelo tomando asiento con Peter. Aurelia recordó que Remus Lupin vivía en un hogar para niños muggle.

-Como sea los merodeadores ya casi están juntos, ¿no viste a Black por ahi?

-No, pensé que estaría ya aquí- y como si lo hubieran invocado Sirius Black entró al compartimiento junto con una versión mini de él, un chico que era muy parecido a él solo que con el cabello más corto.

-Sirius- saludo alegremente el mayor de los Potter.

-Hola chicos- dijo mientras tomaba asiento con el otro chico a su lado. Peter ya se había movido a un lado de Aurelia para que los recién llegados tuvieran espacio junto con Remus.- Este es mi hermano menor, saluda Reggie- lo codeo.

-Es Regulus- dijo un poco molesto.

-Oh Regulus, eres de la misma edad que mi hermana- James miró a Aurelia esperando que se presentara.

-Hola Regulus. yo soy Aurelia.

-Potter...-dijo mirando a los dos hermanos.

-Seguro que puedes llevarte bien con la pequeña Aura, Reg- continuó Sirius.

-Hey Aura es solo para la familia- lo corrigió James- ustedes mundanos diganle Aurelia.

-Calla James- Aura le dio un pequeño golpe a su hermano mayor aun no le quitaba el ojo a Regulus quien parecía incómodo.

-¿Ya puedo irme?-preguntó el menor de los Black moviéndose en su asiento.

-¿Por que no dejas de ser un idiota?- le dijo Sirius.

-Me obligaste a venir aquí.

-Oh vamos vete si quieres, no se porque me moleste.

Regulus salió aliviado del vagón cerrando la puerta tras él.

-Los Black si que son encantadores...-dijo James viendo alejarse al menor.

-¿Cómo hacen para tener una relación sana?-señaló a los hermanos que se miraron.

-Amm bueno..-empezó Aurelia.

-Es niña-dijo simplemente James- Es difícil que nos peleemos ¿verdad Aura?

-Tiene razón- coincide su hermana.

-Como sea, a Regulus le lavaron el cerebro, toda esa mierda de la pureza de la sangre y que no siga los pasos de su hermano mayor que es una decepción para el clan y bla bla bla- un silbato sonó a lo lejos, el tren partiría ahora.

-¿Crees que le toque en Slytherin?-preguntó Peter.

-Espero que no, no le hablaré si es así, mejor en Hufflepuff. ¿En qué casa piensas quedar Aura?- le preguntó Sirius.

-Tal vez gryffindor o ravenclaw.-dijo esperanzada.

-Aurelia para ti Black-lo reprimió James.

No pasó mucho para que los muchachos se pusieran a platicar sobre sus veranos y sobre las bromas que harian en este periodo, Aurelia se sentía un poco fuera de lugar por lo que decidió salir a buscar el carrito de los dulces.

Pasó un rato hasta que vio a la mujer del carrito y con ella una chica de pelo rubio casi blanco, Pandora Rosier.

-Hey, hola- saludo con una sonrisa agradable

-Potter, hola- Pandora tenía unos cuantos dulces en las manos- Me he acabado los pasteles de calabaza, espero que no sea ese el que querías comprar.

-Oh no, yo quería...mm- Aura miro toda la variedad de dulces en el carrito- unos drugus y una varita de regaliz, por favor- la mujer la despacho para después continuar con su camino.

-¿Quieres venir?- Pandora comenzó a caminar a su vagón- Evan está por aquí.

-Claro- dijo sonriendo.

-Ya estoy aquí, mira a quien encontré en el camino Evan- dijo Pandora mientras tomaba asiento, Aura a un lado de ella.

-Hola Potter- saludo Evan- Este es Barty y ese otro es Regulus.

-Hola- dijo mirando a los chicos- Hola de nuevo Regulus.

-¿De nuevo?-pregunto Barty

-Conocí a Potter en otro vagón.

-Ah si, dijiste que tu hermano y el suyo son amigos...- dijo Barty mirando los dulces que había traído Pandora- Oye Rosier¿ y mi rana?

-¿Hablas de esta rana de chocolate?- preguntó Evan con la caja de la rana en la mano.

Los chicos se enfrascaron en una discusión por la rana de chocolate.

-¿Terminaste susurros nocturnos?-pregunto Aura a Pandora mientras se llevaba a la boca su varita de regaliz.

-Voy a la mitad, realmente me da un poco de miedo leerlo en la noche.

-¿De qué hablan?-preguntó Regulus.

-Un libro de terror- le dijo Aura.

-¿Te gusta leer Regulus?- preguntó Pandora dándole una mordida a su pastel de calabaza.

-Algo, si.

-¿Susurros nocturnos no es sobre magia oscura?- agregó Barty cuando terminó de discutir con Evan.

-Algo así, es sobre magos oscuros que usaron magia oscura- añadió Evan.

-¿Ya lo leíste?- le preguntó Aura al rubio.

-Se lo robé a Pandora unos días y lo terminé más pronto de lo que pensé.

-A Evan le gusta todo ese asunto de la magia oscura...-explicó Pandora.

-¿Te interesa también Potter?-preguntó Barty con una mirada meticulosa.- Quién pensaría eso de ti.

-Solo son cuentos de terror- dijo nerviosa bajo la mirada de Crouch.

Después de un rato ambas niñas decidieron salir al pasillo en busca del baño, los dos niños seguían comiendo dulces hasta que Black habló.

-No se supone que le tengamos que hablar a Potter...-dijo Regulus mientras veía a sus amigos pelear por el último pastel de calabaza.

-¿Por qué lo dices?- preguntó Barty.

-Bueno... mi madre siempre ha dicho que los Potter no saben cuidar su imagen de sangre pura- dijo - le hablan a todo el mundo, incluyendo hijos de muggles y meztizos.

-Oh sí ya veo, los Black y su obsesión con la pureza de la sangre- dijo Rosier- Mis padres también son así pero bueno no es que Potter sea mestiza o algo además, es amiga de mi hermana.

-La verdad me da igual- dijo Barty con la boca llena.

Regulus suspiró, su madre le había advertido que no hablara con los Potter y que no siguiera los mismos pasos que Sirius y bueno, él realmente quería mantener a sus padres contentos.

Al llegar a la estación dividieron a los de primer año de los demás grados para llevarlos en los botes hacia la ceremonia. Aurelia no había visto a su hermano al salir del tren por lo que se quedó con su pequeño y al parecer nuevo grupo de amigos de primer año. Supuso que los vería en el banquete.

-Barty Crouch Jr- dijo la profesora McGonagall con el pergamino en una mano y el sombrero en otra. Barty paso al frente donde fue seleccionado para Slytherin, su mesa aplaudió- Evan Rosier...- el rubio paso con paso firme y se sentó en el banco- Slytherin!- había gritado el sombrero. Cuando fue el turno de Pandora se despidió de Aura para pasar al frente, el sombrero tardó unos minutos más de lo normal pero al final su veredicto fue Ravenclaw.

Aurelia estiró el cuello para buscar a su hermano quien ya la estaba mirando junto con los demás merodeadores.

-Regulus Black- continuó McGonagall, el menor de los Black se veía tranquilo y aliviado cuando fue seleccionado para Slytherin, se escuchó un bufido de indignación en alguna parte.- Aurelia Potter- cuando fue su turno se dirigió lentamente al banco donde la profesora posó con suavidad el sombrero sobre su salvaje cabello castaño.

-Mmm otra Potter-murmuraba el sombrero, a lo lejos veía la mirada esperanzada de su hermano posada en ella.- Te pondré en... GRYFFINDOR- la mesa de los leones aulló de alegría y nadie parecía más feliz que su hermano mayor quien palmeó la espalda de su hermana al tomar asiento junto a él.

-No lo dude ni por un segundo querida Aura- James le guiño un ojo a su hermana menor. Aurelia busco con la mirada a Pandora quien estaba sentada en la mesa de las águilas, la rubia le regaló una sonrisa que ella devolvió con gusto.

-Este será un gran año- le dijo su hermano mientras todos comenzaban a devorar el banquete.

Chapter 3: Primer año

Chapter Text

Septiembre de 1972
El proceso semanas después fue de lo más normal. Sus compañeras de habitación no estaban mal pero siempre prefería la compañía de Pandora que cada vez que la veía siempre estaba sola o acompañada de algunas niñas de su grado.
No le costó mucho acoplarse a las clases y a decir verdad lo disfruto de sobremanera. Hasta el momento su clase de encantamientos y pociones eran sus favoritas.
Disfrutaba las clases que compartía con Ravenclaw ya que estaba con su amiga Pandora, quien debía admitir era muy enigmática y siempre parecía tener la cabeza en las nubes. Las clases con slytherin no eran tan malas ya que las tenía con Regulus, Evan y Barty que, aunque no se podría decir que eran sus amigos, siempre había algo que resultaba divertido de las tontas ocurrencias de Evan y Barty. Black por otra parte solía mantenerse al margen o simplemente reír disimuladamente.
Una mañana en clase de pociones le había tocado hacer equipo con una niña de Slytherin, se encargaban de una poción herbicida cuando el profesor Slughorn tuvo que salir de aula.
-Oye Potter- dijo Barty desde la mesa de al lado- ¿Tienes mas raíces de ortiga?- Aurelia miró su cuenco para ver si le quedaban unas cuantas.
-Claro- le extendió la mano para pasarle algunas pero en el momento en que sus manos se tocaron Barty depositó un cienpies en la mano extendida de Aurelia.
-Que chistoso Barty…-se quejo Aurelia quien ni se había inmutado al tener al insecto en la mano.- No te salió bien la broma porque de hecho a mi me gustan los insectos- dicho eso fue a la ventana más cercana.
-Aleja esa alimaña de mí- se quejó su compañera cuando Potter pasó por su lado.
-¿Cielos Crouch de donde sacaste eso?-pregunto Rosier que veía entre divertido y asqueado al insecto en mano de Aurelia.
-Muy bien clase quiero ver sus avances- el profesor iba entrando.
En cada clase que tenía con slytherin siempre era Barty quien solía gastar pequeñas bromas, a ella o a cualquiera que tuviera mas cerca, a veces Evan se unia pero jamas veia que Regulus moviera un dedo.

Una tarde en la sala común, Aurelia se encontraba sentada en la alfombra delante de la chimenea haciendo sus deberes de la semana cuando su hermano llegó en compañía de Sirius.
-¿Qué tal Aura?- saludo despeinando aún más la cabellera castaña de su hermana.
El y Sirius tomaron asiento en el sillon detrás de ella.
-Que hay Jimmy…-dijo sin levantar la mirada de su pergamino.
-¿Jimmy?- Sirius miró extrañado a James- Que lindo nombre hermanito… - se burló- Jimmy.
-Oh cállate Black- le lanzó una almohada- acaso no tienes un apelativo cariñoso?
-Pues no…- dijo pensativo.- Le digo Reggie a Regulus…pero él nunca me puso uno.
Aurelia alzó la mirada para verlo mejor, era de conocimiento público que los hermanos Black no hablaban mucho, no como ella con James.
-¿Cómo ha ido tu semana?- continuó James en dirección a Aurelia.- ¿Te va bien en las clases?- todas y cada una de las preguntas de James eran de genuino interés y preocupación ya que siempre se había preocupado por su hermana menor, aunque a veces a ella luego esto la agobiaba.
-Muy bien- murmuró ella poniendo sus cosas en orden.
-Como le va a… mmm -Sirius dudó en continuar.- ¿Cómo le va a Regulus?- pregunto no queriendo la cosa.
-¿Por qué no le preguntas tú mismo?- dijo ella.
-Simple, está en Slytherin-respondió Black con asco.
-¿Y que tiene? Sigue siendo tu hermano.-respondió con simpleza poniéndose de pie leyendo el título que tenía James entre las piernas, le quitó el libro y leyó en voz alta- ¿Hombres lobo?- pregunto extrañada- ¿no supone que eso lo ves en tercer grado?
-Oh eso es mm- se apresuró a quitarle el libro y cerrandolo rápidamente- Es un proyecto privado- miró nervioso a Sirius- ¿Por cierto y Remus?
-Hoy es… ese dia- se le veía un poco incomodo- fue a la enfermería.
Ambos intercambiaron una mirada que Aurelia no pudo descifrar por lo que se despidió para ir al dormitorio de niñas, en las escaleras se encontró con un trío de chicas de segundo.
-Oh hola- la saludó la pelirroja- Tu debes ser Aurelia, no nos han presentado, Soy Lily y ellas son Mary y Marlene- señalo a la rubia y a la chica de color.
-Espero que te estás adaptando bien- le dijo Mary.
-No seas como tu hermano por favor- dijo Marlene en tono de súplica.
Aurelia sabía que su hermano ya tenía hecha una reputación en Hogwarts.
-A mi no me gusta llamar mucho la atención- dijo incomoda.
-Bueno es un alivio- agregó Mary.
-Nos vemos en la cena Potter- le sonrió Evans y las tres terminaron de bajar las escaleras.
Las chicas con las que compartía habitación eran agradables pero demasiado superficiales, se la pasaban hablando de la revista corazón de bruja y no desaprovecharon la oportunidad para incluir a Aurelia en sus conversaciones pero realmente elegía pasar.
Prefería la compañía de Pandora.
Al bajar por la gran escalera en dirección al comedor se encontró con Regulus, Aurelia sonrió inmediatamente.
-Hola Regulus- apresuró el paso para caminar con él.
-Potter..-dijo incómodo.
-¿ Rosier y Barty?-dijo buscando alrededor- es raro verte sin ellos.
-Ya están en el comedor-Regulus sabía que debía mantenerse alejado de Potter por orden de su madre pero la niña era tan parlanchina que no podía encontrar una excusa para quitársela de encima y no podía permitirse ser grosero ya que ante todo, se dijo así mismo, soy un caballero.
-Bueno, Barty tendrá que encontrar otra cosa con la que molestarme- decía Potter mientras se dirigen al comedor- Siempre me han gustado los insectos, se que es raro pero tengo una colección de mariposas en casa.
-¿Las matas?- preguntó curioso a pesar de todo.
-Claro que no- respondió con horror- las encuentro en el bosque cerca de casa a veces simplemente dejan de volar y mueren en cualquier lado, es muy triste la verdad.- dijo con la mirada en el suelo, Regulus pensó que por fin se callaria pero ella siguió- también tengo unos cuantos escarabajos- y continuó hablando.
Al llegar al gran comedor, sus amigos ya estaban en sus respectivas mesas, Snape vio curioso como los hermanos menores de Black y Potter entraban juntos al comedor, sonrió con malicia al ver la cara de James y Sirius al ver a esos dos juntos.
-Oye Regulus!- lo llamo Barty, el aludido los miró con gratitud dejando a Potter de camino a su propia mesa.
Cuando Aurelia llegó a un lado de su hermano este no pudo evitar preguntar- ¿Qué hacías con Black?- Sirius la miró atento junto con Peter.
-Lo encontré camino aquí- dijo sin mirarlo- ¿eso es pastel de carne? ¡Pasamelo!- James y Sirius compartieron una mirada rápida.
Después de un rato Aurelia preguntó- ¿Y Lupin?- los merodeadores se miraron nerviosos.
-Esta indispuesto- dijo simplemente Sirius.

Fue a mediados de octubre cuando en clase de Historia de la magia, Pandora y Aurelia estaban sentadas juntas tomando notas.
-Probablemente esta sea la clase más divertida- dijo Pandora terminando de escribir en su pergamino.
Aurelia no pudo evitar mirar a los demás que claramente compartían opinión diferente si los despertaba de su sueño. El profesor Binns era un fantasma por lo que tal vez eso le veía de interesante Rosier. Al terminar la clase ambas decidieron hacer los deberes junto al lago.
-¿Crees que veamos al calamar gigante ?- preguntó Aurelia analizando el lago.
-Esperaría que si- decía su amiga al guardar sus cosas- los de tercer año dicen que sale de vez en cuando, bueno mas bien saca sus tentáculos del agua.
-Sería muy interesante si lo hiciera ahora- ambas se quedaron viendo el lago, esperando a que saliera el calamar pero claramente no pasó ese día.
De camino al castillo se encontraron con Barty, Regulus y Evan en la entrada.
-Hola hermana- saludo Evan sentado en el suelo, Barty estaba delante de él mientras que Regulus estaba recargado en la pared de brazos cruzados- Potter- asintió hacia Aurelia, de los tres Evan siempre había sido el más amable con ella.
-¿Otra partida de gobstones?- preguntó la rubia inclinándose a un lado de su hermano.
-Barty es un mal perdedor- decía Rosier.
-Tu haces trampa- se quejó el pelinegro.
-Aprende a perder Barty- murmuró Regulus desde su lugar.
Aurelia se acercó a él.-¿Tú no juegas?.
-No puedo evitarlo-se encogió de hombros.
-Black cree que es juego de niños- habló Evan.
-Es un juego de niños- se quejó Black.
-Y ni porque sea de niños Barty puede ganar una partida- suspiro Pandora.
-Oye!- dijo molesto Barty cuando perdió de nuevo y la piedra esférica le echó el líquido maloliente en la cara, Todos rieron, incluso Regulus Black.
-Será mejor que te inscribas al club de gobstones para practicar, eres una mierda en esto- le dijo Evan poniéndose de pie.
-Oye-lo pellizcó su hermana- lenguaje.

Al final de esa semana había recibido un aviso por parte de James para que lo acompañara a la prueba de quidditch, era de conocimiento público que James Potter quería con todo su ser entrar de cazador al equipo de gryffindor por lo que Aurelia tuvo que hacer un esfuerzo enorme por levantarse a las cinco de mañana e ir a apoyar a su hermano, tambien sabia que Sirius queria entrar en el equipo asi que cuando llego a las gradas no se sorprendió al ver a Remus y Peter.
-Buenos días- dijo con un bostezo.
-Hola-dijeron los chicos al unísono.
-Vinieron a apoyar a los chicos- era más una afirmación que pregunta.
-Tu hermano es de verdad una molestia a veces- se quejó Remus- no quería levantarme tan temprano.
-Lo sé… igual sabemos que lo aceptaran- los tres miraban al cielo viendo como su hermano se lucía en el aire.
Aurelia sabia eso de antemano, James se la pasaba practicando quidditch todo el tiempo en casa hasta a ella le pedía ayuda para practicar, la menor de los Potter era buena con la escoba y le gustaba el quidditch pero no a un nivel tal como el de su hermano mayor.
-Hola chicos- saludo Evans tomando asiento a un lado de Aurelia.
-Hola Lily- dijeron los tres.
-¿Vienes a ver a mi hermano?-preguntó Aurelia, habia otras chicas que habian venido solo a ver a su hermano y sirius en el aire.
-Oh por Merlin no!- respondió horrorizada.- Mi amiga también está audicionando- dijo señalando a la rubia a un lado de Sirius en el aire.
Al final de la práctica, James ya era parte del equipo, a Sirius le había ganado el lugar Marlene quien resultó ser buena como golpeadora. Black se veía un poco molesto por ello.
Los merodeadores junto con Aurelia iban caminando hacia el castillo- Sabía que te aceptarían, no sé porqué me hiciste levantarme tan temprano- dijo con otro bostezo.
-Fue un momento que marcara mi vida para siempre-decía con orgullo James- el inicio de mi carrera empieza aquí, ahora solo tengo que escribirle una carta a mamá y que me compren esa nueva escoba.
Sirius iba muy callado atrás de ellos, seguro estaba triste por no quedar en el equipo.
Aurelia por voltear a verlo no se dio cuenta que habia una gran roca en su camino y casi tropezaba con ella de no ser por Remus quien la sujeto de la muñeca.
-Cuidado-le dijo mientras sostenía su mano, después de unos segundos la soltó bruscamente y se llevó ambas manos al pecho, como si le hubiera pasado algo en la mano donde tocó a Aurelia.
-Remus? amigo estas bien- pregunto James, Peter y Sirius se acercaron a Lupin.
-¿Te lastimaste?-pregunto extrañada Aurelia quien se descubrió la muñeca para dejar ver una esclava de plata, gemela a la que siempre usaba su hermano y sus padres, cada una decía su nombre y fecha de nacimiento.
-Me…-decía Remus- me duele. Sirius se acercó para ver su mano, tenía una quemadura de la forma de la esclava.
-Es plata…-dijo Aurelia, no entendía por que le había causado esa reacción a Remus, inmediatamente los merodeadores intercambiaron miradas nerviosas y escoltaron a su amigo.
-Oh es que es alérgico- le dijo James rápidamente- por que no vas al desayuno y luego te alcanzamos?- no pudo contestarle ya que los cuatro se fueron rápidamente.
Más tarde en la sala común vio que Remus usaba una venda en la mano, Aurelia no sabía de muchas personas que fueran alérgicas a la plata y menos que tuvieran reacciones así.

Chapter 4: Lazos familiares

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Para noviembre el color de las hojas de los árboles en Hogwarts ya tenía un cálido color naranja o incluso vino, a Aurelia realmente le encantaba el otoño, todo se pintaba de colores tranquilos y hacían que la atmósfera del lugar fuera agradable y placentera.
La vida escolar de Aurelia no podía ser más perfecta, era la mejor en casi todas las clases y sus profesores la felicitaban, era todo lo que se esperaba de una Potter y heredera de sangre pura. Podría decirse que las únicas clase donde realmente las tenía reñidas era en pociones y defensa contra las artes oscuras ya que al parecer Regulus Black se negaba a dejarle ese campo a ella. Incluso Evan y Barty estaban por debajo de ella. Pandora por otra parte iba a su ritmo y no veía nada como competencia a diferencia de Black y Potter.
-Eso apesta amigo- decía Evan a Regulus, ambos estaban sentados en el patio de transformaciones mientras Pandora y Aurelia se les acercaban.
-No hay nada echado a perder por aquí Evy- decía Pandora oliendo el aire.
-Creo que no se refiere a eso- le dijo su amiga con una sonrisa. -¿Qué pasa?
-Nada que te interese Potter- respondió Regulus de mala gana.
-El hermano de Reg se va a casar- dijo como si nada Evan, Regulus lo miró mal.
-Sirius?- preguntó Pandora- Pero si casi tiene nuestra edad- dijo divertida.
-Pues debe ser broma- agregó Aurelia- No?- miró a Regulus
-Pues no- dijo resignado el pelinegro- Nuestros padres quieren que siente cabeza para que se pueda aplacar de una buena vez, no los tiene muy contentos que digamos.
Todos sabían que el mayor de los Black no era como se esperaba.
-¿Con quién se va a casar?-preguntó Pandora sentándose en el suelo, Aurelia la imitó.
-Uy esa es la mejor parte- se burló Evan.
-Nuestra prima…- dijo incómodo Regulus- Narcissa.
-Su prima?-dijeron ambas niñas al unísono. Narcissa Black iba en quinto año en ese momento, definitivamente muy mayor para su primo y… su primo!
-Obviamente Black rechazó la idea cierto?- preguntó Aurelia, no había visto aún a los merodeadores desde la mañana- No pueden obligarte a casarte con alguien que no quieres.
-Aún no le decimos nada, se va a enfadar y peor aún que se acerca su cumpleaños.
Siguieron discutiendo un poco más hasta que llegó Barty y las ganas de convivir de Aurelia se esfumaron, se despidió de sus amigos para ir al gran comedor.

Días después escuchó a Sirius quejarse de la horrible idea que habían tenido sus padres, claramente no se lo había tomado bien, ¿y quién lo haría cuando te obligan a casarte con un familiar? James estaba tan preocupado por esto que hasta incluso le pidió ayuda a su hermana para pensar en alternativas, lamentablemente no se le ocurría ni una.
Una tarde a mediados de noviembre Aurelia se encontraba en la sala común terminando su tarea de encantamientos cuando los merodeadores entraron por el agujero del retrato.
-Las clases terminaron hace horas, donde estaban- le dijo a su hermano que cuando se acercó le revolvió la melena castaña.
-Detención- dijo sin más, Peter y Sirius habían subido al dormitorio de niños cuando su hermano y Remus se sentaron con ella en la mesa.- por una bromita en clase de encantamientos- dijo con una sonrisita.
-Llego esta carta para ti de papá- le dijo Aurelia a su hermano quien la tomó para leerla- Oye Remus- miró nerviosa al chico de las cicatrices- ¿cómo está tu mano?- preguntó llevando su mirada en esa dirección pero Lupin la ocultó rápidamente.
-Estoy bien, no te preocupes por eso- dijo nervioso.
-Si!- sonrió James- Remus, amigo, me complace informarte que pasarás esta navidad en mi casa- ambos miraron al mayor de los Potter.
-¿Que?- dijo incrédulo- No me dejaran.
-Ya hablé con mi padre, quien habló con Dumbledore y ya tengo el permiso- le enseñó la carta de su padre.
-Tendremos compañía esta navidad Aura- le dijo a su hermana.
La niña solo pudo sonreír, algo le había comentado su hermano si le parecía bien si invitaba a su amigo Lupin a casa ya que la pasaba en Hogwarts.
-Pero qué hay sobre la…- se cayó inmediatamente al mirar a Aurelia.
-Oh tengo un plan para eso no te preocupes.- James le guiño un ojo.- es el 20 así que tendremos que ir a casa el 21.
-Creo que me estoy perdiendo algo- decía Aurelia mirando ambos chicos- el expreso sale el 16 de diciembre, ¿por qué irnos después?
Ambos merodeadores se miraron nerviosos- Es ummm bueno- James se pasó una mano por el pelo- Remus, creo que tendríamos que contarle, mis padres ya lo saben.
-¿De qué hablan?-preguntó más curiosa.
Remus suspiró resignado- Está bien, pero no aquí- dijo mirando alrededor, había más estudiantes en la sala.
Los mayores la llevaron fuera de la sala y caminaron un poco hasta llegar a una gran ventana con una largas cortinas, al ver que no había nadie cerca los tres se metieron detrás. Un poco apretados fue Remus quien habló- ¿Recuerdas el incidente con tu esclava de plata?- dijo señalando la muñeca de Aurelia, la niña asintió.- No es una alergia.
-Y el 20 de diciembre es luna llena- agregó su hermano, Aurelia comenzó a conectar las piezas.
-¿Eres un hombre lobo?- preguntó con asombro y brillo en los ojos almendrados.
Remus evitaba siempre pensar en esa palabra y por eso mismo también se sentía ansioso porque otra persona más supiera sobre su pequeño problema peludo, conocía un poco a la hermana menor de James y si era como él entonces no lo odiaría por ser un… monstruo.
Lupin asintió mientras James añadió- No puedes decirle a nadie Aurelia- dijo mirándola con severidad usando su nombre completo cosa que rara vez hacía ya que solo llamaba así cuando estaba molesto o como ahora muy serio.
-Oh claro no te preocupes por eso- decía sin quitarle el ojo a Remus- Es genial- le tomó una mano a Lupin- Jamas pense que seria amiga de un hombre lobo- Remus claramente no esperaba esa reacción, por lo mucho silencio e incomodidad y tal vez algo como de ‘No te acerques de a mi’ Pero para nada que le dijeran que era algo genial.- Con razón todas esas cicatrices, pero te hacen ver muy rudo- dijo con una sonrisa.
-Amm gracias- dijo Lupin. James suspiró aliviado, sabía que su hermana no reaccionaría más pero le preocupaba más la reacción de Remus.
-Entonces hay que tener más cuidado con esto- dijo Aurelia mirando su esclava de plata, James también miro la suya.
Se fueron a la sala común y la pequeña Potter tuvo que abstenerse de hacerle preguntas sobre su condición a Lupin en medio de los demás estudiantes de Gryffindor. Cuando subió a su habitación James y Remus se le quedaron viendo hasta que llegó al final de las escaleras.
-Todos te apoyamos Lupin.- dijo casi en un susurro el mayor de los Potter mientras ponía una mano en el hombro de Remus, esas palabras significaron mucho para Remus quien siempre había pensado que su condición era algo por lo que tendría que ser repudiado y despreciado. Sin decir nada, asintió con la cabeza y ambos se fueron al dormitorio de chicos.

Fue a principios de diciembre cuando los de primer año terminaron de entregar casi todos sus deberes, con las vacaciones a la vuelta de la esquina y el castillo cubierto de nieve la vibra navideña era más fuerte que nunca.
-Me pregunto si este año por fin me regalaran mi set de pergaminos- decía Pandora haciendo levitar ramitas con la varita, ella y Aurelia estaban en el patio empedrado cerca de la torre de Gryffindor, había un gran árbol de navidad en el centro, nieve por doquier y el agua de la fuente del dragón marino estaba congelada.
-Pensé que ya tenías bastantes- le dijo Aurelia dejando a un lado su propia libreta se le había entumecido ya la mano por el frío.
-Pero esto es especial, lo vi en una tienda del callejón nocturno venden muchas cosas curiosas ahi- aburrida dejó de levitar las ramas- ¿Por qué haces el ensayo de historia de la magia? es para después de las vacaciones.
-Quería adelantarlo- dijo encogiéndose de hombros, Pandora se había puesto de pie y mientras Aurelia metía sus cosas en el bolso escolar no se dio cuenta que la rubia hacía con disimulo una bola de nieve del suelo.
-Una estudiante ejemplar…-dijo antes de lanzarle una bola de nieve que le dio directo en el hombro.
-Oh no te atreviste Rosier…-dijo con una sonrisa en el rostro.
-Aprende a relajarte Potter- respondió Pandora con otra bola de nieve en la mano.
Ambas niñas se enfrascaron en una guerra de bolas de nieve, usaban como escudos los arbustos y rascaban en las jardineras y en el suelo más municiones para las bolas de nieve. Evan iba pasando junto con Regulus, el rubio tenía una sonrisa en el rostro al ver a ambas niñas mientras que regulus solo observaba sin ninguna expresión.
-Toma eso- le grito Aurelia a Pandora mientras le lanzaba una bola de nieve, la rubia fue mas rapida ya que se había agachado dejando que la bola cayera en su hermano quien estaba detrás de ella.- Uy lo siento.
-Pagaras por eso Potter- le respondió haciendo ya otra bola de nieve, sin darse cuenta ya eran tres en esa guerra de nieve, pasado un rato los demás alumnos se unieron a la guerrilla, todos contra todos.
Barty se acercó por detrás de Regulus quien solo observaba- Que infantiles- se quejo el pelinegro, al bajar la mirada vio una roca negra en el suelo.- Oh mira esto…-dijo con saña. Comenzó a hacer una bola de nieve.
-No creo que eso…-comenzó Regulus al ver que Barty metía la roca en la bola de nieve. Snape llegó a un lado de ellos.
-Lánzala a la niña Potter-escupió.- No sabrá quién se la lanzó. Regulus se abstuvo de decir algo más, Snape estaba ahí y si decía algo a Barty lo acusaron de defender a Potter. Regulus vio que del otro lado se acercaba su hermano junto con James, Lupin y el otro chico que siempre los seguía a todos lados.
-Una guerra de bolas de nieve que no iniciaron los merodeadores!- hablo James a sus amigos- Ahora verán. dijo sonriente mientras los cuatro se unían a esa guerra sin cuartel.
Mientras Black retorcía las manos nervioso al ver como Barty se infiltraba entre los alumnos Snape gritó- ¡Potter!- Ambos hermanos lo voltearon a ver extrañados y esa fue toda la distracción que necesito Barty para lanzarle de lleno en la cara la bola de nieve con la piedra a Aurelia.
-Ehh!- gritó Pandora al ver a su amiga en el suelo, la piedra le había abierto una pequeña herida en la frente.- ¿Quién ha sido?- pregunto molesta a los demás, todos pararon y miraron con atención lo que había pasado, James se acercó rápidamente a su hermana.
-¿Estás bien?- se agacho a la altura de su hermana en el suelo, veía en sus ojos lágrimas que querían salir por el dolor.
-Me dio en la frente- dijo aguantando las ganas de llorar.
-Le han lanzado una piedra- dijo Sirius tomando la roca aún con nieve a un lado de Aurelia, Barty ya se había escapado. Sirius lanzó una mirada amenazante a todos los presentes mientras James ayudaba a poner de pie a su hermana.
-Vayamos con Madame Pomfrey- comenzó a caminar con su hermana pequeña en dirección a las puertas de la torre, Pandora los siguió.
-Mira allá- Remus señaló disimuladamente a Regulus y Snape, el último con una sonrisa de satisfacción mientras veía a los Potter alejarse.
-Ese idiota de Quejicus- Sirius estaba molesto al ver a Snape con esa sonrisa tonta y peor aun a su tonto hermano sin hacer nada como siempre.- Vamos.- Antes de que Remus pudiera decir algo Sirius ya estaba en camino, volteo a ver a Peter pero este se había ido detrás de James.
-¿Fuiste tu verdad Quejicus?- preguntó amenazante Black.
-No tengo idea de que hablas- respondió.
-Meterse con los de primer año es muy bajo- añadió Remus- Incluso para ti Snape que sabes exactamente qué tan bajo puedes llegar.- Severus estaba rojo de la ira.
-¿Tu lo viste?- preguntó Sirius a su hermano.
-Él no…-decía Regulus mirando el suelo- no hizo nada.
-Tal vez los Potter tengan más enemigos de los que creen y tu estas aqui culpandome- Severus ya recuperaba su tono normal.
Regulus se preguntó si eso era cierto, no lo creía, solo era Barty y su sentido agrio de hacer bromas.
-Como sea quejicus- lo cortó Sirius- te tendremos vigilado.- con esa última amenaza el hermano de Regulus se fue seguido de Lupin sin dedicarle más atención a su hermano menor.
No pasó mucho para que Snape también se fuera, Evan se acercó a Black.
-¿Tú no viste quien fue cierto?- preguntó Evan quien había presenciado la discusión, tomó sus cosas del suelo. Regulus negó con la cabeza- Son unos idiotas, si hubiera sido Pandora me habría puesto a maldecirlos a todos.
Ambos entraron por las puertas de madera, Regulus se preguntó todo el camino que se sentía que tu hermano mayor se preocupara tanto por ti.

Chapter 5: Navidad con los Potter

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Aurelia estaba en la entrada del castillo despidiendo a su amiga, ella y su hermano junto con los demás, iban de camino a Hogsmeade para tomar el tren a Londres.
-Que pases una alegre navidad- le decía Pandora mientras se fundían en un abrazo.
Aurelia había decidido quedarse en Hogwarts con su hermano, Lupin y Black para pasar la luna llena ahí.
-Tu también- dijo mientras se separaban.
-Oh vamos, es solo una semana y media- se quejó Evan a un lado de su hermana.
-Ya váyanse o los dejaran los carruajes- dijo divertida Potter, Evan la despidió con un gesto de la mano.
Regulus pasó a un lado de Aurelia sin decir nada- Hasta luego Black- el pelinegro la vio de reojo y solo asintió con la cabeza, últimamente solo la evitaba pero ese no era impedimento para saludarlo cada vez que lo veía en los pasillos o en clase.
-¿De mi no te despides Potter?- dijo en tono burlón Barty, Aurelia solo lo ignoro. Crouch había estado comportándose de forma alarmantemente irritable. Los cuatro subieron al carruaje que se movía solo, su baules levitaron por sí solos a la parte de atrás.
Al llegar a la sala común de gryffindor se encontró a unos cuantos alumnos, Lupin estaba en el sillón leyendo un libro delante de la chimenea mientras que su hermano y Sirius jugaban ajedrez mágico.
-¿Por qué no quisiste despedir a tu hermano?- le preguntó a Sirius mientras tomaba asiento con ellos. Black había declarado que ese año pasaría navidad con los Potter en vez de con su familia, aunque no sabían qué clase de consecuencias eso llevaría.
-Ya está grande- dijo sin mirarla.
-¿Tu me habrias ido a despedir?- le preguntó a James.
-Claro, eres mi hermanita… L-5- el caballo hizo pedazos al peón de Sirius.
-Me parece muy poco maduro de tu parte el resentimiento que le tienes a Regulus- dijo cruzándose de brazos.
-¿No es obvio? Está en slytherin- dijo con asco.- Y no me preocupo por ser maduro, ya deberías saberlo.
-Aun así sigue siendo tu hermano…
-¿Quieres dejar de defenderlo?- la miro molesto.
-¿Qué? No lo estoy defendiendo, es solo una casa con colores distintos, es todo.- se encogió de hombros.
-Dices eso porque no conoces a los Black- suspiro con frustración- James ¿quieres decirle a tu hermana que deje de molestarme?
-Aura…-James la miró.
-Agh como sea- se puso de pie para ir a la biblioteca.

Dos días después, los merodeadores la habían citado en la sala común después del toque de queda.
-Muy bien querida Aura- decia James- Tienes el honor de venir en una misión en cubierto con los merodeadores.
-¿A dónde vamos?- preguntó curiosa al ver que James tenía la capa de su padre en el brazo.
-Oh te va a gustar…- los cuatro se metieron bajo la capa, Aura que era la de menor estatura iba delante de ellos y la guiaron por los pasillos hacia la estatua de la bruja tuerta. Aurelia tuvo que sofocar un grito de emoción cuando con un movimiento de varita por parte de Remus la bruja dio vuelta para darles espacio hacia un túnel oculto.
-¿Saldremos del castillo?-preguntó emocionada. Sirius y Remus debían darle crédito a la menor de los Potter, no se acobardaba y al igual que su hermano mayor era valiente y aventurera.
-Debemos tomar provisiones- le dijo Sirius saliendo de la capa, James la comenzó a doblar.
Resultó que ese era uno de los siete pasadizos del castillo, ese en concreto los llevaba al sótano de Honeydukes.
Tomaron unos cuantos dulces no sin antes dejar una bolsa de dinero por lo que habían tomado en una de las mesas. Los cuatro salieron de ahí contentos con sus provisiones, sin duda tendría que contarle a Pandora de ese lugar después.

A la mañana siguiente de la luna llena James, Sirius y Aurelia se habían colado a la enfermería a ver a Lupin.
-Estás despierto- dijo James asomando la cabeza por el biombo. Los tres tomaron asiento en la cama.
-Te traje esto de las cocinas- dijo Aurelia un poco nerviosa depositando un pastel de calabaza en el regazo de Lupin.
-Gracias- dijo cansado, tenía unos cuantos cortes nuevos.Charlaron un poco sobre cómo era la transformación y a donde lo llevaban cuando eso pasaba.
-Entonces en realidad no está embrujada- dijo refiriéndose a la casa de los gritos.
-Para nada- dijo Sirius- Es solo Remus queriendo salir de ahí.
-El lobo parece siempre estar furioso- dijo pensativo Lupin.
Antes de que pudieran decir algo más la sanadora los sacó de ahí para dejar a Remus descansar, realmente se veía que lo necesitaba, esa misma tarde se fueron a casa de los Potter por medio de la chimenea en la oficina de la profesora McGonagall.
Al llegar a casa los recibió Fleamont y Euphemia Potter, ambos estaban en la sala ya que al parecer sabían la hora exacta cuando llegarían.
-¡Hola!- Aurelia se lanzó a los brazos de su padre quien la recibió con gusto, así mismo James fue a abrazar a su madre. Sirius también recibió un abrazo.
-El es Remus Lupin- presentó James a su amigo.
-Nos hace muy feliz que pases navidad con nosotros chico- el señor Potter le revolvió el pelo ahora un poco más largo. Remus no había esperado que los padres de los Potter fueran tan mayores, Fleamont tenía la cabeza casi completamente blanca de canas. Pero aún así tanto éll como la señora Potter destilaban un aura amigable y cariñosa.
La casa por otro lado era enorme, tal vez una mansión, de tres pisos con grandes ventanas que dejaban ver el paisaje nevado. Estaba llena de retratos y pinturas. Pero lo que más destacaba eran los adornos navideños por todos lados, la madera en las paredes hacía que por dentro se viera realmente acogedor.
Esa tarde dejaron que los invitados se instalaran en las habitaciones vecinas a los hermanos Potter,y Remus, quien había tenido una noche movida, se la pasó durmiendo toda la tarde.

 

Los días antes de navidad se la pasaron realmente bien, había estado nevando lo que ocasionó salidas al patio trasero, aunque no se sabría decir si era patio ya que había grandes hectáreas de bosque atrás de la mansión de los Potter. Peter, quien vivía en la parte central del pueblo cuesta abajo siempre iba todas las tardes a jugar con los trineos que el señor Potter sacaba para los merodeadores y Aurelia.
-¿Podemos ir a patinar al lago?- preguntó la menor de los Potter antes de salir de casa, todos estaban listos para otra competencia de hacer hombres de nieve- El hielo debe ser lo suficientemente resistente ahora.
-Muy bien- respondió complaciente Fleamont, su esposa por otra parte le gustaba quedarse más en casa con Gully, su elfina doméstica para cocinar y tener la comida lista cada vez que los niños terminaban con sus sesiones de juegos.
-¡Ya verán el lago chicos!-decía James mientras iban de camino por el bosque- es realmente grande, y en verano es mucho mejor para nadar.
-Uy el verano pasado hubo una plaga de grindylows-añadió Aurelia.
-Fue horrible- recordó Peter sosteniendo sus patines contra el pecho.
-Por suerte personas del pueblo unieron fuerzas para eliminarlos- decía el señor Potter liderando el grupo- Así los niños del pueblo pudieron disfrutar su verano nadando tranquilamente.
Al llegar al lago todos se pusieron sus patines, James le prestó un par viejo a Remus y el señor Potter hizo un hechizo en las botas de Sirius para que tuviera la hoja en la suela.
Black y James comenzaron a lucirse sobre el hielo del lago mientras que el señor Potter ayudaba a Peter para que dejara de caerse.
-Sinceramente Peter- decía Fleamont con una sonrisa divertida- Has tenido mucho tiempo para mejorar tu patinaje.
-Lo intentó señor Potter- masculló mientras intentaba no caer de espaldas.
Aurelia por otra parte se había acercado a Remus quien por más que intentaba disimularlo, parecía que se caería en cualquier momento.
-Dame tu mano- la castaña le extendió la mano enguantada.
-Yo puedo- respondió con dificultad.
-Vamos, no seas obstinado- dijo sonriente- reconozco a un primerizo cuando lo veo.
Remus no tuvo de otra más que aceptar su ayuda, después de unos minutos ambos ya habían dado tres vueltas por todo el lago.
-¡Eso Lupin!- lo felicitó Sirius derrapando delante de ambos.
-Soy una excelente instructora- se jactó Aurelia.

 

Esa noche los Potter ya habían arropado a los niños y habían ido a sus propias habitaciones pero lo que no sabían era que después de apagar la última luz del pasillo una reunión era llevada a cabo en la habitación de James.
-Ponlo ahí- James señaló su buró a un lado de su cama king size- no subas mucho el volumen o Gully nos puede escuchar.
Sirius había llevado su tocadiscos e hizo lo que James dijo- ¿Que quisieras escuchar Remus?- dijo mirando al niño de las cicatrices, los tres estaban sentados en la cama, había varios dulces y pastelillos que James había tomado de la cocina.
-¿Bowie?-respondió, Sirius ya sacaba uno de los discos de la bolsa en el suelo.
Los tres se quedaron un buen rato platicando y comiendo los dulces hasta que escucharon golpes en la puerta.
-¿Jimmy?-por la puerta se asomó una cabeza castaña, el cabello esponjado y desordenado.- ¿Puedo entrar?
-Hola Aura- dijo James mirando a su hermana quien bostezaba- ¿Quieres pasar un rato con los chicos grandes?
-Oh - exclamó Sirius paseando su mirada por James y Aurelia- mis ojos no lo creen-continuó riendo- Los hermanitos Potter combinan pijamas- Remus quien estaba ojeando una revista de herbología miró a ambos y sonrió divertido.
James le lanzó una almohada- Callate Black.
-Me parece adorable- añadió Remus con una pequeña sonrisa.
Aurelia entró rápidamente a la habitación esquivando todo el desastre del suelo y subiendo rápidamente a la cama.
-¿Tu no haces match con Regulus?-preguntó Aurelia cuando llegó a un lado de Sirius, James y Remus lo miraron esperando su respuesta.
-Pues, antes a mi madre le gustaba…-dijo con la mirada oscura.
-¿Qué es ese aparato?- Aurelia señaló el tocadiscos del buró.
-Un tocadiscos muggle- respondió más animadamente Sirius.
Pasaron un rato platicando sobre cómo funcionaba y Aurelia se dio cuenta de que no era muy diferente de un gramófono mágico.
-¿Puedes poner este?- dijo Aurelia hurgando en la bolsa de los discos de Sirius, sacó un álbum donde varios chicos sonreían a la cámara que estaba debajo de ellos en un edificio.
-¿The beatles?- dijo mirando lo que le extendía Aurelia- Está bien, casi no los escucho, prefiero T-Rex y Bowie.
Los niños discutían sobre algunas bromas que tenían planeadas mientras Aurelia escuchaba detenidamente Love me Do. Inmediatamente se enamoró de esa canción muggle y de las demás del álbum.
Después de un rato los cuatro se quedaron dormidos en diferentes áreas de la enorme cama de James, sin darse cuenta y casi por instinto Aurelia se había acercado a su hermano y su cabeza descansaba en el estómago de su hermano mayor mientras sonaba A taste of honey de fondo.

 

La víspera de navidad James, Aurelia, Remus y Sirius eran supervisados por Fleamont ya que se encontraban envolviendo regalos en la sala. La señora Potter estaba en la cocina dando los últimos toques a su pastel de carne antes de meterlo al horno cuando unos terribles golpes sonaron en la puerta principal.
-¿Pero quién podría ser?- dijo el señor Potter preocupado poniéndose ya de pie en dirección a la entrada. Los golpes eran urgentes y nada amables lo que hizo que los niños detuvieran su tarea siguiendo por detrás al señor Potter, Euphemia ya asomaba la cabeza desde la cocina.
Al abrir la puerta se encontraron con una mujer hermosa, con una vibra oscura y severa quien tenían delante era nada más ni nada menos que Walburga Black, la madre de Sirius y Regulus. Aurelia recordaba aún la última vez que la había visto; en una de esas reuniones de alta alcurnia cuando sus padres aún se molestaban en ir. Ahora ya no recibían esas invitaciones pero eso no les podría preocupar menos.
-Buenas tardes Walburga-la saludó a su padre- ¿Quisieras pasar?- Fleamont se hizo a un lado pero la mujer solo lo ignoró, orgullosa y altanera se cruzó de brazos y dijo
-Kreacher, empaca las cosas del amo Black- el elfo se apresuró a ir escaleras arriba, seguro Gully le indicaría la habitación-Orión, no iremos ahora.-dijo mirando a Sirius,era raro escuchar a su amigo ser llamado por su segundo nombre.-Ya tuviste suficiente con tu chistesito de no llegar a casa con Regulus.
Aurelia recordó haber escuchado discutir a Remus y Sirius sobre los vociferadores de su madre.
-Por favor Walburga- continuó su padre, Sirius les había contado antes porque no quería regresar a casa.- ¿Podemos hablar de esto? Deja que pase aquí Navidad y lo llevaremos después a casa.
-Nada de eso- respondió enojada- Sirius debe asumir sus responsabilidades como heredero de los Black, ya ha pasado suficiente tiempo jugando aquí.
Sirius la miró nerviosa- No quiero irme- parecía que cada palabra era un esfuerzo.
-No te lo estoy preguntando- siseo su madre- Ven aquí- al ver que Sirius no se movía su madre sacó su varita y como si algo hubiera empujado a Sirius desde atrás cayó de bruces a los pies de su madre.
-Walburga!- intervino Euphemia- No hay necesidad de eso- se agacho para ayudar a Sirius, el niño tenía los ojos brillosos.
-Papá no lo dejes ir- suplico James a su padre quien lo miró con impotencia.
-Es mi hijo, yo decido qué hacer con él- dijo mirando a Fleamont quien iba a decir algo.
Kreacher bajo con el baúl de Sirius flotando tras él, traía una túnica para el niño.
-Su túnica amo- dijo con desagrado, Sirius lo miró molesto pero tomando la prenda.
-Nos vamos- dijo Black saliendo de ahí. Sirius no se pudo despedir bien ya que su madre había usado de nuevo ese hechizo para sacar a Sirius de ahí
Los padres de los Potter estaban muy ofendidos con esa inesperada visita por lo que después escribieron una carta a Alastor Moody, querían que su casa no fuera rastreable para personas como esa.
El rato después fue silencioso, todos estaban preocupados por Sirius. Cuando Remus y James subieron a su habitación Aurelia se quedó con Gully en la sala terminando de envolver los regalos para sus amigos, sus padres discutían en la cocina sobre el acontecimiento anterior cuando se escuchó un ruido en la ventana.
Un hermoso búho cornudo se posó en la ventana, rápidamente Aurelia se acercó a darle paso, esta entró y se posó en el sillón.
-¿Qué traes aquí?- de su pata le quitó un pequeño pedazo de papel.

Potter,
Dile a tu hermano que Sirius está bien, está en casa. Que no se moleste en enviarle a su lechuza, mis padres la interceptarian.
R.A.B.

Parecía que lo había escrito con prisa a juzgar por la letra. Antes de ir arriba con su hermano y Remus, Aurelia escribió otra carta para Regulus.

Regulus,
Vimos como tu madre trato a Sirius ¿tu tambien estas bien?
Aurelia Potter

Ató la pequeña nota en la pata del precioso búho, le dio unas galletas y el ave echó a volar.
James y Remus se vieron más calmados con la nota de Regulus. Más tarde, antes de la cena el búho cornudo regresó.
Si, ambos lo estaremos mientras hagamos lo que nuestros padres digan.
No respondas esta carta, mi madre notó que Caligo desapareció antes.
R.A.B.

Aurelia realmente quería decirle más pero prefirió hacer caso a Regulus, no quería meterlo en problemas. Alimentó al ave y esta se perdió en la noche nevada.
-Adiós, Caligo- dijo mirando como el búho se alejaba.
La mañana de navidad estuvo muy bien seguida después de la fiesta que siempre suelen ofrecer sus padres en casa. De igual forma Aurelia no podía sacarse de la cabeza el pequeño sentimiento sobre los hermanos Black, y parecía que su hermano y Remus tampoco.

Chapter 6: Cumpleaños

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Regresar a Hogwarts era como regresar a su segunda casa, durante la primera semana no vio mucho a Sirius quien por lo que contaban los rumores estaba calvo.
-Unos chicos de tercer año dicen que vieron a un niño pelón junto con los merodeadores- decía Pandora mientras ambas estaban en la biblioteca.- ¿Lo has visto?
-La verdad no- respondió Aurelia guardando sus cosas en el bolso- No estuvo en el tren.
-Mi hermano dice que tampoco vio a Regulus- la rubia se llevó una paleta a los labios- Como sea, este fin de semana es el partido entre gryffindor y slytherin, como está tu hermano.
-Completamente emocionado-dijo suspirando. Ese partido sería el primero de James en el equipo por lo que estaba muy ansioso.
-¿A ti te gustaría entrar en el equipo el año siguiente?- preguntó mientras subían las escaleras del pasillo para salir de la biblioteca.
-Oh, dioses no-respondió horrorizada- es decir, soy buena con la escoba pero ser parte del equipo no es lo mio, es cosa de Jimmy.
Al llegar al gran comedor para la cena no vio a ninguno de los merodeadores por lo que tomó asiento entre sus compañeras de habitación y el trío de Lily Evans y las M.
Entre platicas amenas Aurelia no podía evitar preguntarse dónde estaba su hermano esa semana no lo había visto mucho y sospechaba que era por la situación de Sirius, de igual forma que podría haber hecho en navidad para que sus padres lo dejaran sin cabello.
Al salir del gran comedor rumbo a la torre de gryffindor en compañía de Lily y sus amigas se encontró con Regulus en el camino.
-Potter…-dijo poniéndose delante de ella.
-Nos vemos en la sala común- se despidieron las chicas.
-¿Pasa algo?- dijo viendo como Regulus evaluaba la entrada del retrato.
-Busco a mi hermano, pensé que estaría con el tuyo.
-Yo tampoco he visto al mio ultimamente… y no estaban en la cena hoy- dijo retorciéndose los dedos. Ambos se quedaron en silencio.- ¿Cómo estuvo tu navidad?-preguntó recordando la carta que le había enviado en la víspera de navidad.
-¿No te lo ha contado Sirius?- ella negó con la cabeza, Regulus suspiró- Un desastre, como castigo mamá le afeito la cabeza a Sirius por echar a perder la cena.
-Qué castigo tan horrible, no lo he visto bien. Se la pasa escondido.
-Le dije que si obedecía no le harían nada, pero como siempre no me escuchó- dijo viendo detrás de ella.
-Oh ahí vienen- dijo mirando en la misma dirección, venían caminando a lo lejos cuatro figuras entre ellas Sirius con un gorro de gryffindor en la cabeza.
-¿Que pasa aqui Aura?- preguntó inmediatamente James poniéndose a un lado de Aurelia.
Antes de que pudiera responder Regulus hablo- ¿Puedo hablar contigo?- dijo mirando a su hermano.
-Ya estás hablando conmigo- respondió molesto, Remus estaba a un lado de él.
-En privado- Regulus echó una mirada nerviosa a los merodeadores.- Por favor…
-No, escupelo ya- Sirius se cruzó de brazos, claramente no se iría a ningún lado.
-Quería saber como estabas y…. decirte que nuestros padres nos pidieron a Cissy y a mi que te vigilaramos-dijo con cuidado- Pero no lo haremos.
-Y qué ¿quieres que te agradezca?- contestó de malas Sirius, Aurelia pensó que estaba siendo muy grosero con Regulus, después de todo el venía en son de paz- Gracias Regulus por no hacer por una vez en tu vida lo que nuestros padres ordenan- dijo con sarcasmo.
-Sirius…-murmuró Remus, él también sabía como se estaba comportando Black.
-Solo recuerda que no soy tu enemigo- Regulus tenía una paciencia infinita con su hermano mayor- Y a Cissy le da igual lo que hagas.
Hubo un momento de silencio- Bien, si eso es todo lo que querías decir puedes irte- dijo abriéndose paso al agujero del retrato, lo siguió Remus y Peter y James pasando de largo a menor de los Black.
-James, dice mi prima que suerte este sábado- dijo mirando la espalda de James pero este ni siquiera lo volvió a ver.
-Gracias Regulus- le sonrió Aurelia antes de entrar por el agujero- También suerte para tu prima.
-Como sea…-murmuró desanimado mientras se ponía en marcha a las mazmorras.

 

Lamentablemente Gryffindor perdió contra Slytherin ya que Narcissa Black había atrapado la snitch.
A finales de enero Aurelia estaba emocionada por su doceavo cumpleaños. Y un dia antes de este estaba con su amiga Ravenclaw.
-¿Te cuento un secreto?- le preguntó Pandora mientras iban saliendo de la clase de astronomía.
-¿No eres rubia natural?- pregunto divertida Aurelia, ambas habían tomado asiento a un lado del telescopio gigante de la torre.
-Oh pensé que no se notaba- respondió con otra sonrisa- La cosa es… que creo que veo el futuro- dijo más seria.
-¿Crees?- preguntó en respuesta sacando dos pastelillos de su bolso, le dio uno a su amiga.
-Si… son como sueños premonitorios- le dio una mordida al pastelillo- una vez soñe con la voz de Evan en un lugar oscuro pidiendo ayuda, días después habíamos ido a visitar a nuestros abuelos a las afueras de Manchester y esa tarde salimos con unos primos a explorar el bosque, no supimos en qué momento pero Evan se perdió. Lo buscamos por todas partes hasta que en la madrugada lo encontraron inconsciente en una cueva, estaba cansado y ronco porque había gritado por ayuda.
-Suena a que debió dar mucho miedo- dijo sintiendo un escalofrío.
-Así fue, y he tenido otros sueños más, no realmente literales pero que de una u otra forma si conecto las piezas tienen que ver con lo que en verdad va a pasar o haya pasado.
-¿Y… has soñado con algo últimamente?- fuera de que le pareciera extraño era bastante interesante.
-Si… una estrella enredada en una aurora pero… no te rías- dijo al ver que Aurelia comenzaba a sonreír- se movían de una forma peculiar, como si quisieran separarse pero la estrella solo conseguía enredarse más.
-¿Crees que eso podría ser premonitorio? no hay forma de que algo así realmente pase- ambas miraron el cielo estrellado- Oh ya se! que tal si eso significa que podrás hacer un hechizo parecido al de la pecera de la profesora Sinistra- al hechizo que se refería Aurelia era sobre invocar nebulosas, estrellas y planetas en espacios específicos, como el pequeño espacio del techo de las escaleras que guiaban a la torre de astronomía.
-Puede que tengas razón- dijo sonriendo Pandora sin duda su amiga le había ayudado a darle una explicación más lógica a ese sueño.

La mañana del 27 de enero, su cumpleaños, había recibido bastantes regalos a los pies de su cama, algunos de sus padres y otros de los merodeadores. Sirius le había regalado el álbum Please please me de The beatles, sin duda había notado que le había gustado ese en navidad. Y James le había enviado su propio reproductor de vinilos. Algunos dulces por parte de Peter, un libro de hechizos avanzados por parte de Remus, un conjunto de bisutería por parte de Pandora y algunos otros más por parte de Lily y las M.
Cuando bajó a la sala común no vio a su hermano ni a ninguno de los merodeadores por lo que fue al gran comedor para el desayuno, era viernes por lo que aún debía de atender clases. Al llegar a un lado del grupo de Lily seguía sin ver a los merodeadores.
-No deben tardar- le dijo la pelirroja mientras se servía un vaso de jugo de calabaza.
No pasó mucho rato para que los merodeadores entraran al gran comedor cantando una versión escandalosa de Feliz cumpleaños llamando la atención de todos los presentes, James cargaba un gran pastel de cumpleaños.
-Feliz cumpleaños Aura- dijo llegando a un lado de ella y poniendo el pastel delante de su hermana.
-Muchas gracias- dijo sonriente viendo el diseño del pastel. Todos sus amigos se acercaron para cantar feliz cumpleaños, incluso Evan Rosier se paró a un lado de su hermana Pandora para felicitarla.
Mientras escuchaba como le cantaban no pudo evitar dirigir su mirada a la mesa de slytherin donde Regulus estaba sentado y mirando discretamente, cuando cruzó su mirada con la de Potter, Aurelia pudo haber jurado se se había sonrojado.
Después de partir el pastel su hermano se sentó a un lado de ella.
-¿Podemos ir a honeydukes esta tarde?- susurró.
-Tengo detención hasta las 7 pero despues de eso vamos, esta bien?-Aurelia asintió.

Más tarde en clase de pociones le tocó compartir mesa de trabajo con el insoportable de Barty Crouch.
-Así que tu cumpleaños eh Potter.- dijo mientras echaba unas colas de rata al caldero.
-Si- respondió cortante.
-Yo también te tengo un regalo- comenzó a hurgar en su túnica- Verás es algo que hice el otro día.
-No me digas- lo miro recelosa.
-Es un perfume- le enseño un pequeño frasco verde. Regulus que estaba en la mesa continúa trabajando con un chico de Gryffindor no pudo evitar oir su conversación. - Vamos huelelo, si te gusta te lo quedas- dijo sonriente.
-No creo que…-comenzó.
-No seas estirada Potter, es un regalo, después de todo quién no le gusta recibir regalos en su cumpleaños.- Ya había destapado el pequeño frasco con cuidado de no acercarlo a su rostro.- Solo huele- le puso el frasco delante del rostro.
-Está bien…-dijo poco convencida. Regulus iba a decir algo pero ya era demasiado tarde- No huele mal…- un líquido tibio comenzó a bajar de su nariz y Barty comenzó a reír. Aurelia se dio cuenta de que el olor le habia echo sangrar la nariz- Idiota.
-Oh creo que no me salió como esperaba, lo siento- claramente no parecía que lo sintiera.
Inmediatamente la nariz de Aurelia se llenó de sangre. Barty solo reía con saña en voz baja y Aurelia no quería acusarlo porque le causaría satisfacción.
-Pst…-Regulus llamó su atención. Cuando Aurelia lo miro este le pasó un pañuelo.
Aurelia lo tomó murmurando un Gracias, al final de la clase Barty se alejó con Mulciber a la siguiente clase.
-¿Estás bien?- Regulus se había acercado, ambos ahora se dirigen a transformaciones.
-Si, ya dejo de sangrar- miro el pañuelo, tenía las iniciales de Regulus bordadas- ensucie tu pañuelo.
-Casi no lo uso, no te preocupes- al llegar al salón tuvieron que esperar que los de segundo salieran.
-Aura?-la voz de su hermano hizo que volteara- que pasa?-preguntó mirando de reojo a Regulus, los otros merodeadores no están a la vista.- ¿Te sangra la nariz?
-No es nada, solo una reacción que tuve a la poción que hicimos en clase- Black pensó que Aurelia aprovecharía la primera oportunidad para acusar a Barty con su hermano mayor.
-¿Ten más cuidado si?- le puso una mano en el hombro.
-Mueve tu trasero Potter- gritó Sirius del otro lado del pasillo- Llegaremos tarde a Herbología.
-Tengo que irme, nos vemos más tarde- le echó una mirada rápida a Regulus y se fue con los merodeadores.

Al final de las clases Pandora la estaba esperando en el patio de vuelo.
-¿Qué pasa? - dijo llegando.
-Creíste que tu cumpleaños sería aburrido?- preguntó con una sonrisa picarona.- Te tengo lista una aventura. Aún no han desmantelado los aros de entrenamiento alrededor del castillo asique… se me ocurrió dar una vuelta en la escoba.
Aurelia miró alrededor pero no había escobas a la vista.- ¿Eso nos podría meter en problemas con madame Hooch no crees?-preguntó con una sonrisa.
-¡Pero es tu cumpleaños!- chillo- además una vez en clase de vuelo dijiste que te gustaría dar una vuelta libremente alrededor del castillo.
-¡Claro que lo haremos! será muy emocionante pero… y las escobas?
-Oh por eso no te preocupes, tengo a los lacayos haciendo el trabajo- dijo con suficiencia apuntando con la barbilla detrás de ella. Aurelia se volteó y pudo ver como Evan y Regulus venían caminando con una escoba cada uno.
-No puedo creer que los convenció para allanar el armario de escobas de la profesora.- dio un rápido vistazo alrededor pero no había casi nadie en los terrenos ya todos iban al gran comedor.
-Lo que sea por la pequeña Dora- respondió Evan.
-A mi Evan me pidió ayuda- dijo incómodo Black- No sabía para qué las quería.
-Muchas gracias chicos- dijo Pandora tomando la escoba que le extendía su hermano.
-Espera ya me está dando cosa ¿y si las atrapan?
-Solo será detención- Pandora volteo los ojos.
-Estaría más tranquilo si voy con ustedes.- Todos lo miraron.- que? así me aseguro que no las atrapen
-¿Está bien Aurelia? Es tu cumpleaños -preguntó su amiga.
-Claro ¿pero no hay más escobas?- solo tenían dos.
-Ammm no era el viejo armario de escobas, había unas rotas y otras inservibles.
-Bueno, yo voy con mi hermana- Evan se montó en la escoba mirando a Black.
-¿Qué?-preguntó éste aún con la segunda escoba en mano.
-Dale la escoba a Potter o ven con nosotros- Pandora ya se había montado atrás de su hermano.
Regulus le dio inmediatamente la escoba a Aurelia.
-¿No quieres venir?- pregunto montando.
-¿Y que nos descubran? No gracias.- se cruzó de brazos- el de las detenciones es mi hermano.
-También el mío pero no nos descubrirán- dijo con una sonrisita.
-Vamos Reg- lo animó Pandora- Será divertido.
-Si, Black no seas aguafiestas- continuó Evan. Los tres se le quedaron viendo, Regulus miró a Aurelia quien tenía un brillo peculiar en los ojos.
-Aghh- se quejó acercándose a Aurelia- Yo enfrente Potter.
-¡Eso!- los Rosier alzaron vuelo seguidos de Black y Potter.
-Sujetate bien- le dijo Regulus al sentir que Aurelia no sabia como sujetarse de él- Si te caes no me culpes.
-No nos costó mucho convencerte Black- le dijo cuando se elevaban en el aire- Creo que después de todo no eres tan estirado.
Los cuatro dieron una larga vuelta por todas las torres del castillo, ya se estaba oscureciendo y las luces de las ventanas se encendían.
El viento aún era bastante frío para finales de enero. Pero aun con las mejillas heladas no pudieron evitar disfrutar el paseo, sobrebolaron el patio de transformaciones, el cobertizo de las barcas, el lago negro y el invernadero. Después de un rato Potter y Black vieron como los hermanos Rodier aterrizaron en el patio de transformaciones por lo que los siguieron pero al llegar no había rastro de ellos.
-¿A dónde se fueron?- preguntó Aurelia buscándolos con la mirada. Ambos voltearon cuando escucharon a alguien aclararse la garganta, se quedaron de piedra al ver a McGonagall cruzada de brazos.
-¿Van a algún lado? ¿Señor Black, señorita Potter?-preguntó con toda la calma del mundo.
-Pues emmm nosotros- no hacía falta inventar nada, la profesora ya los tenía.
-Una hora de detención sin cenar- les dijo a ambos.
-Pero profesora- replicó Aurelia- Hoy es mi- la profesora la cortó.
-Se que día es hoy señorita Potter pero eso no justifica la salida en escoba por el castillo.- Miro a Regulus- Señor Black, regrese esa escoba directo al lugar donde la tomó, el profesor Slughorn ha sido notificado de esta situación y le pondrá el castigo que mejor le convenga.
Molesto, ni siquiera miró a Aurelia antes de ponerse en marcha pero se detuvo cuando la profesora continuó.
-Espero que no se repita, suficiente tengo con su hermano mayores- ambos intercambiaron una mirada rápida y al final cada quien fue por su lado.

 

-¿A dónde habrá ido McGonagall?- preguntó James viendo la entrada del salón de transformaciones lugar donde usualmente tenían su detención.
-La escuche decir que vio algo por la ventana- contestó Peter escribiendo en su pergamino, ellos junto con Sirius y Remus eran los únicos ahí.
-Bueno si no vuelve en cinco minutos me voy, le prometí a Aurelia una escapada a Honeydukes por su cumpleaños- La puerta se abrió dejando ver una cabeza de pelo castaño, esponjado y desordenado.
-¿A quién esperabas?- dijo divertido Sirius.
-¿Qué haces aquí Aura?- preguntó James.
-Lo mismo que ustedes- respondió la profesora entrando como un relámpago- apresurense con su pergaminos.
Los cuatro chicos la voltearon a ver ¿Aurelia Potter en detención? La miraron con intriga pero la castaña solo pudo susurrar un Les explico luego para tomar asiento y hacer la tarea encomendada por la profesora McGonagall.
Al salir del aula fue bombardeada por preguntas de los merodeadores, solo les dijo que ella y Pandora habían salido a volar por el castillo, no mencionó sobre los otros dos chicos Slytherin.
-¿Cómo es que no habíamos pensado en hacer eso?-preguntó Sirius a nadie en particular.
-Debió ser emocionante- agregó Remus.
-Si- dijo James- Debemos intentarlo después, pero Aura que no te vuelvan a atrapar.
Después de aquella charla tuvieron una merecida escapada por el túnel de la bruja tuerta.

 

Un mes y medio después James le pidió ayuda a Aura para organizar la fiesta sorpresa de Remus. Cumpliría trece años y los merodeadores le estaban preparando algo para festejar.
Incluso pidieron ayuda a Lily y las M para comprar chuches y organizar cómo estaría todo para esa noche.
Ese día al final de las clases estaba de camino a las cocinas donde se encontró con dos slytherin.
-Eh Potter- saludo Rosier. A su lado Regulus solo observaba.
-Rosier- contestó Aurelia enfrente del retrato, solo tendría que hacerle cosquillas a la pera para poder pasar.- ¿Qué hacen aquí?
-Regulus tenía ganas de una cerveza de mantequilla- el aludido lo vio molesto- Pero la pintura no nos deja pasar.
-Bueno tal vez es porque no saben como hacerle para que los deje pasar- Potter se dio vuelta hizo lo que su hermano le había dicho y la pintura les abrió paso a las cocinas.
Dentro se encontraron con las mesas gemelas al piso de arriba en el gran comedor y un montón de elfos que estaban más que dispuestos a ayudar a estudiantes hambrientos.
Aurelia salió de ahí con una canasta llena de provisiones para esa noche- ¿Puedes llevarle esto a Pandora?- le dio un pequeño cupcake de luna a Evan.
-Claro.- El trío se alejó de ahí tomando a cada quien rumbo a sus respectivas salas comunes.
Esa noche alrededor de la media noche fue cuando salió de su habitación y esperó unos minutos en el pasillo en espera de Lily, Mary y Marelne. Las chicas, quienes vestían pijamas de diferentes diseños, llevaban ya sus respectivos regalos y juntas se internaron en dirección al dormitorio de los chicos donde tocaron la puerta y vieron ya a los merodeadores despiertos y Remus estaba sonrojado y con una especie de brillo en los ojos cuando vio a las chicas entrar.
-¡Feliz cumpleaños Remus!- gritaron todos.
-No tenía idea de que vendrían- decía el festejado al recibir los regalos de las chicas.
-Ese era el plan amigo- le dijo Sirius.
-Si, notamos que empezaste a pasar más tiempo con estas agradables señoritas - James señaló a las chicas guiñandole un ojo a Lily quien solo bufo- y decidimos invitarlas.
Aventaron las almohadas al suelo donde todos tomaron asiento mientras comían los dulces y la comida que había llevado Aurelia.
-Abre el mío- la menor de los potter le entregó un paquete rectangular a Remus- Estoy segura de que te va a gustar.
Remus se concentró en abrir el paquete, todos lo miraban entre sonrisas.
-Es muy lindo…-dijo embobado, era una foto mágica de los merodeadores con Aurelia en el lago, su padre la había tomado. James tenía los brazos en Remus y Sirius mientras Aurelia y Peter estaban sentados en el hielo, todos sonriendo, todos pasándola bien.- Gracias Aura…- tal vez Remus no se dio cuenta que había empezado a abrazar la foto.
-Pero sin llorar Remus- le dijo Sirius al mismo tiempo que le lanzó una almohada en la cara, el festejado río y le lanzó otra almohada, y de repente todos estaban en una pelea sin cuartel con las almohadas de la recamara mientras sonaba Queen Bitch de Bowie en el tocadiscos de Sirius.
Alrededor de las tres de la madrugada Aurelia se había quedado dormida en la cama de James.
-Será mejor que la despierte para irnos- dijo Lily al verla.
-Esta bien, dejala aqui. Realmente se pone de mal humor cuando la despiertan de la siesta- respondió James acomodando las mantas sobre Aurelia- Y es fin de semana.
-Que te la pases muy bien Remus- le dijo Marlene y Mary cuando se dirigían a la puerta.
-Gracias chicas-Remus ya recogía la envoltura de los regalos- Las veo mañana.
-Fue una buena fiesta- suspiró Sirius subiendo ya a su cama.
-¿Te gustó Remus?- preguntó James acomodándose en su cama con la durmiente Aurelia a un lado.
-Si, muchas gracias chicos- Remus ya había puesto la foto a un lado de su cómoda.
-Que alivio que te gustara- murmuró Peter.

Chapter 7: El favor de los Rosier

Chapter Text

Aurelia Potter había crecido con la idea de que los exámenes en Hogwarts eran sumamente complicados.
Incluso James solía comentarle en sus cartas que debía estudiar bastante para mantenerse a la altura de su reputación.
Ciertamente no presentaban un gran reto para ella, su gusto por la lectura y su memoria a largo plazo habían sido sus mejores amigos durante las semanas de evaluación.
-Parece no costarte gran trabajo- le comentó Pandora una tarde en el patio de transformaciones cuando ambas estudiaban para la prueba de encantamientos.
-Todo está en la lectura- le dijo mientras pasaba página de su gran libro.
-Tienes un talento natural, y te envidio por eso- resopló la rubia. Pandora no era mala en clase, todo lo contrario, Aurelia sabía que si la chica explotaba todo su potencial incluso estaría a su altura pero Rosier prefería tomarse las cosas con calma y sin estrés al contrario de Potter que siempre hacía sus deberes por adelantado o se encontraba leyendo lecturas en libros avanzados.
Pasaron el resto de la tarde escribiendo sus ensayos y estudiando para los exámenes. Durante esa semana su hermano y Sirius realmente no daban tregua con las bromas, una vez habían puesto candado en todos los salones donde se tenían programados examen, retrasando así el horario de todos, lejos de molestar al cuerpo estudiantil todos estaban agradecidos con los merodeadores por las dos horas y media más que tenían para repasar sus apuntes.
Una vez en el almuerzo habían guiado a todas las lechuzas al gran comedor para que les robaran la comida de los estudiantes, los profesores habían tardado una hora en calmar a las aves para que regresaran a su torre.
-Veras Aurelia, querida- decía James una tarde en la sala común- El arte de hacer bromas y al mismo tiempo ser de los mejores en las clases no es fácil de manejar.
-Se requiere compromiso y dedicación- añadió Sirius, los tres estaban alrededor de una mesita donde había libros, plumas y pergaminos.
-Es una gran carga- James ya ponía en orden sus libros en su regazo.
-Pues sí que los mantiene ocupados- dijo Aurelia, no había semana sin que hubiera al menos un atentado de los merodeadores, Peter y Remus en algunas ocasiones participan pero era raro ver al sereno de Lupin causando algún desastre.
-Incluso el idiota de Peeves se ha ofrecido a participar en nuestras bromas ¿sabes? - presumía Sirius.
-Él tiene suerte de que no le pongan detención todas las tardes- observó Aura.
-Bueno, es un pequeño precio por la leyenda que estamos creando- James le guiño el ojo a Sirius.
Aurelia frunció el señor al leer uno de los títulos que estaban en el regazo de su hermano- ¿De que es ese?
-Eh? ¿Cuál?- dijo alarmado., Aurelia se estiró para quitarselo.
-¿La metamorfosis del animago?- leyó curiosa en voz alta, ambos chicos la vieron con alarma. James le arrebató el libro.- ¿Qué haces con un libro así?
-Es para una tarea- respondió apresuradamente- cosas de segundo grado.
-Cosas de segundo grado, si claro- dijo molesta- ¡James Potter me estas mintiendo!- alzó la voz.- Eso es algo de séptimo grado como mínimo- Antes de que pudiera decir algo más Sirius le puso una mano en la boca.
-James, controla a tu hermana- Aurelia lo mordió- ¡Diablos señorita!- dijo mirándose la mano.
-¿Si te contamos prometes no decirle a nadie?- preguntó James en un susurro mirando la sala común.
-¡James!- lo reprendió Sirius.
-Puede ser de ayuda, es más cerebrito que tu y yo juntos.- se encogió de hombros.
-Bien, pero no aquí- Sirius dio otra barrida con la mirada a la sala.
Habían ido a un pasillo alejado de la sala común.
-¿Por qué tanto secreto?- preguntó Aurelia al ver cómo los chicos buscaban por más orejas.- No me digan que piensan convertirse en animagos- dijo riendo, los chicos la miraron serios- ¿O si?
-Bueno, es solo una idea que tuvo Sirius- James se rasco la cabeza.
-¿Es por Remus?-Claramente era lista pensó Black.
-Solo piensalo- dijo Sirius- El lobo siempre ha estado solo y Remus siempre amanece con más rasguños.
-Creemos que con compañía pueda distraerse un poco.- añadió James.
-Eso es…- los amigos esperaron a que dijera algo como que habían perdido la cabeza o que era peligroso debido al procedimiento complicado del proceso pero les dijo-¡Grandioso!- dijo con brillo y anhelo en los ojos.- Pero algo muy complicado…
-Lo sabemos por eso no queremos decirle nada a Remus aun- dijo Sirius- si no funciona no le queremos dar esperanza.
-Tal vez el próximo año lo podamos poner en marcha, pero bueno- suspiro James- Es mucha paciencia.
-¿Y a todo esto, dónde está Remus?-preguntó Aurelia.
-Esta noche es luna llena, ya debió haberse ido con Pomfrey.
De regreso a la torre de Gryffindor Aurelia se mostró irritantemente curiosa con el procedimiento, tenía algo que ver con poner una hoja de mandrágora en tu boca durante un mes, una oruga, una poción que nunca había visto la luz del día y tal.
-Como sea aun no estamos seguros, somos muy jóvenes aún- la calmo James.
-Pero sin duda lo intentaremos- dijo Sirius con un brillo en sus ojos.

 

A la tarde siguiente, después de su último examen del día, Aurelia decidió pasarse por enfermería para visitar a Remus. El lugar estaba en silencio y en realidad no había casi nadie en las camas.
Aurelia pudo deducir que la cama donde se encontraba Remus era la única que tenía un biombo alrededor.
-Hola Lupin- saludo asomando la cabeza.
-Hola Aurelia- respondió dejando el libro que estaba leyendo en su regazo.
-¿Cómo te sientes?-preguntó mirando los vendajes que asomaban en sus muñecas y algunos en su clavícula, al notar su mirada Remus intentó ocultar las manos.
-Mejor, esta noche dormiré en la torre solo que estoy esperando por Madame Pomfrey.
-Bien, bien- murmuró ella sacando algo de su bolso- Te traje esto de las cocinas, pensé que tendrías hambre- le tendió un sandwich.
-Oh gracias- dijo más animado- Sirius, James y Peter también me trajeron algo más temprano-le dio una mordida a al sandwich- creen que aquí no me alimentan.
Pasaron un rato más platicando sobre los exámenes hasta que Aurelia le preguntó- Entonces ¿este verano no puedes pasarlo con nosotros?
-No… los veranos deben ser en el hogar de niños. La matrona no me dejaría y Dumbledore cree que es más seguro allá.- sonaba desanimado.
-Algo mencionó James la vez pasada pero también recuerdo que insistió demasiado a nuestros padres para que pudieras venir en navidad… Incluso le escribió una carta a Dumbledore.
-¿Realmente lo hizo?
-¡Si!- asintió con la cabeza- Sigue delegando para conseguirte en verano también, y lo apoyo ¿sabes? me gustó tenerte esta navidad…- dijo con la mirada baja y un poco sonrojada.
-A mi también me gustó mucho- Remus tenía una mirada cálida.
-Seguiremos insistiendo para ver si logramos que vayas en el verano- dijo con más fuerza.
Aurelia sabía que Remus vivía con más niños, todos muggle pero aun así pensaba que se la pasaría mejor con ellos.
Siguieron platicando hasta que llegó Madame Pomfrey y le dijo Aurelia que si no estaba enferma se fuera de la enfermería ya que tenía que hacerle un último chequeo a Remus.
Al salir del lugar se encontró con su hermano, Peter y Sirius.
-¿Qué haces saliendo de la enfermería?- fue lo primero que le dijo su hermano en tono de alarma- ¿Estás bien?- le puso ambas manos en los hombros.
-Si Jimmy, estoy bien- dijo haciendo una mueca ya que tenía la mano de James en la frente.- Vengo de ver a Remus.
-Te preocupas demasiado James- le dijo Sirius, Peter asintió.
-Es mi hermanita, estoy a cargo de ella- les dijo abrazándola sobreprotectoramente.
-Si van a ver a Remus en un momento saldrá, está con madame Pomfrey- dijo mirando a Sirius y Peter quitándose a su hermano de encima.
Cuando al fin logró separarse de él se despidió de ellos y se dirigió directo a la biblioteca, quería pasar un rato a solas estudiando para sus últimos exámenes del día siguiente, subió al segundo piso donde normalmente estaba menos transcurrido que el primero y busco un buen lugar.
En su búsqueda se dio cuenta de que había alguien conocido sentado en una mesa del rincón.
-Hola Regulus- saludo amablemente.
El pelinegro tenía delante de él varios libros y pergaminos, la volteo a ver.
-Potter…-suspiró.
-¿Estudiando?- Aurelia trató de ver que era lo que leía Regulus pero de inmediato cerró el libro.
-Acabo de terminar- con un movimiento de varita hizo que todo quedara ordenado para tomarlo en sus brazos.
-Oye, quería saber- dijo tomando asiento delante de él pero Black ya se estaba poniendo de pie.- Que castigo te puso Slughorn la vez del paseo de escoba- no habían hablado casi nada después de eso.
-Nada, solo se rio- respondió sin mirarla y acomodando las silla.
-Oh…bueno es que a mi me dieron una hora de detención- dijo recordando ese día con James y Sirius en el aula de la profesora de transformaciones.
-Ya veo- claramente Regulus no tenía ninguna intención de quedarse con ella o tan siquiera de seguirle la plática. Comenzó a irse.
-Si, adios Black- se despidió molesta por la poca amabilidad del pelinegro, este solo murmuró algo y se fue de inmediato.
Aurelia solo suspiro y comenzó a estudiar.

 

El último día de clases pasó demasiado rápido para Aurelia. Su hermano y los merodeadores estaban ocupadisimos organizando su última broma del año que consistió en parte de hacer estallar todos los baños del castillo con espuma.
Fue directamente con Pandora para pasar las últimas horas con su amiga y ambas se la pasaron paseando por los terrenos del castillo.
-Al menos ya tendré a mi hermano todo el tiempo conmigo- ambas miraban las últimas partidas de la pista de convocación- Aquí siempre se la pasa con Black y Crouch, y creme, es un completo idiota.
-¿Quién?- preguntó Aurelia- ¿Barty Crouch?
-Si… un completo asno- se quejó la rubia.- Al menos Regulus es más serio pero Barty es molesto.
Aurelia sabía a qué se refería su amiga, Barty Crouch Jr llevaba un año en Hogwarts pero ya se había creado una reputación, siempre siendo cruel con los nacidos de muggle y su comportamiento y comentarios despectivos lo convertían en alguien desagradable.
-No se como lo soporta, solo espero que no se le pegue nada de él.
-Estoy segura que el tiempo que pasaran en casa ayudará a ambos- le sonrio- yo sin embargo…-hizo una mueca imaginando su verano- Apuesto a que James me hará entrenar con quidditch con él, siempre es lo mismo y ahora será pero porque ya forma parte del equipo.
-No puede ser tan malo- la animo su amiga.
-No dirias lo mismo si fueras yo, me hace levantarme en la madre porque cree que la luz del amanecer es un buen incentivo, se la pasa puliendo su escoba y todo eso- se llevó las manos al rostro.
-Oye, oye tranquila, tal vez podamos vernos en verano.
-¿Crees?- dijo esperanzada.
-Claro, si mis padres no deciden salir de vacaciones esta ocasión.
Siguieron platicando hasta que llegó la hora de ir al gran comedor por la ceremonia de clausura ese día, se esperaba un discurso y todo eso.
De camino allá se encontraron con diversos estudiantes de séptimo grado abrazados y algunas chicas llorando por las despedidas, Aurelia pensaba que para que ese día le llegara a ella aún faltaban muchos años, y tenía razón.
Se despidió rápidamente de Pandora para ir a la mesa de los leones donde tomó asiento a un lado de James, quien siempre dejaba un espacio junto a él para ella.
-Hola Aurelia- la saludo Marlene, a su lado estaba Mary y delante Lily Evans.
-Hola chicas- sonrió, James platicaba con Remus que estaba sentado a un lado de Lily, a lado de él Peter y a un lado de su hermano Sirius.
-¿Feliz por haber terminado tu primer año?- preguntó Mary.
-Eso creo- se encogió de hombros.
-¿No te costó mucho o si Aurelia?- esta vez fue Lily- Escuche por ahi que eres realmente buena.
-Bueno, simplemente hago lo que debo de hacer…
-Eso es genial, los estudios son lo primero- añadió Marlene- y que alivio que no te la pasas con tu hermano y…- todas miraron a los merodeadores, se reían por algo que estaba haciendo James con un pedazo de jamón.- En fin.
Antes de que pudieran seguir Dumbledore se aclaró la garganta para dar el discurso y el ganador de la copa ese año; Ravenclaw. Aurelia le sonrió a su amiga quien estaba festejando con los de su casa.
-Prepárate Aura- le susurró James.
-¿Qué? ¿Para qué? - miró a todos lados nerviosa, seguro venía la última gran broma en camino.
-¡Ahora!- gritaron los merodeadores.
De repente las copas y platos aún vacíos de todas las mesas en el comedor comenzaron a vibrar para después de un momento empezar a burbujear, burbujas rojas y doradas.
Se escucharon algunos gritos de asombro y después gritos de verdad al ver que de las copas salían chorros de colores directo a las caras de los estudiantes, al parecer los merodeadores lo habían arreglado para que eso solo pasara en las demás mesas y no en la de gryffindor.
Se empezaron a poner de pie corriendo de un lado a otro y se desató el caos, los merodeadores solo reían.
-¡Feliz fin de curso!- grito James con una gran sonrisa a sus amigos. Aurelia solo veía divertida a todos los presentes.
Claramente no duró demasiado ya que el director intervino y con un movimiento de varita todo estaba de vuelta a la normalidad y las túnicas de los estudiantes ahora secas.
-Me alegra ver el entusiasmo y orgullo que le tienen a su casa- dijo mirando a los merodeadores, a pesar de todo no se veía enfadado como la profesora Mcgonagall, cuando los alumnos se hubieron calmado continuó- Muy bien, ahora disfrutemos todos juntos de este delicioso banquete- acto seguido la comida apareció en las mesas.
Se divirtieron, sonrieron, comieron y bebieron. Cuando terminaron ya era hora de ir a la estación de tren en Hogsmeade.
Aurelia y James se despidieron de sus amigos al llegar a Londres, se prometieron escribir y James le hizo prometer más de tres veces a Sirius que no hiciera nada por enfadar demasiado a sus padres ya que ese verano no se verían Black debía ser cuidadoso.
Aurelia sabía que la situación de Sirius era muy seria y sus padres eran realmente horribles con él así que se despidió con un abrazo y le pidió que se cuidara.
No tardaron mucho en encontrar a sus padres esperándolos.

 

Los primeros días del verano fueron divertidos, Peter iba casi todos los días a jugar con ellos. Y Aurelia estaba feliz de dejarle la tarea del quidditch a él.
Se escribía con Pandora casi todos los días y la posibilidad de ir de visita se esfumó cuando le dijo que ella y Evan irían de visita a casa de sus abuelos durante el verano.
Unas semanas después las visitas de Peter se detuvieron ya que sus padres tenían planeado pasar su verano en París de vacaciones.
-De nuevo tu y yo Aura- dijo James tomando asiento en la sala, tenía una carta nueva de Sirius.
-Tengo muchas ganas de helado de limón- Aurelia se acostó en el suelo, lo cual era un alivio ya que hacía demasiado calor- ¿Mamá y papá no han activado los hechizos repelentes de calor? o por que esta tan caliente la casa….
-Eh? creo que no…- decía mientras leía la carta- Oh este idiota- se quejo.
-¿Ahora que hizo?- Aurelia lo miró, James le contaba todo y eso incluía la situación de Sirius.
-Consiguió posters de chicas muggle y los pegó en su habitación- dijo mientras se apresuraba a escribir una respuesta- Su madre claramente no está contenta.
Algo que siempre había admirado de su hermano mayor era su capacidad de actuar como una mamá gallina, siempre preocupandose por los demás, siempre viendo de qué forma resolver las cosas de la mejor manera posible.
-Que mal que no puede venir a pasar unos días…- comenzó a trenzarse el cabello, y de la nada su mente pasó a Regulus, que pensaría él del lio en el que siempre se mete su hermano mayor.- Oye James- se incorporó- Hay que ir a bañarnos al lago, el agua debe estar fresca- dijo sonriente.
-Amm claro deja solo le envío esta carta, y también una a Lupin.

Después de un rato los hermanos Potter junto con sus padres se dirigen juntos a pasar una buena tarde en el lago, el calor era tremendo y los niños no podían esperar a sumergirse en el agua.
-Necesito que coman antes de jugar en el lago chicos- les dijo Euphemia al llegar a la orilla del lago, con un movimiento de varita hizo aparecer una mesa con cuatro bancos.
-Amo los sándwiches de atún de mamá- murmuró Aurelia junto a su padre antes de darle una mordida al emparedado.
-Más lento Aura- dijo su padre con una sonrisa.
-¿Cómo está Sirius, querido?- preguntó la señora Potter a su hijo.
-Haciendo de las suyas- dijo pensativo- su madre usa maldiciones contra él cada vez que se molesta, dice que así lo educa…
-Es una mujer horrible- añadió su padre- Tratar así a su propio hijo… suficiente tuvimos la vez que vino a casa.
Aurelia se estremeció al recordar al Sirius de esa vez.
-¿Qué hay de Regulus?- preguntó Aurelia- ¿Es lo mismo con él?
-Mmm no lo menciona mucho pero dice que él siempre hace todo lo que le dicen, que prefiere mantenerse callado.- contestó encogiéndose de hombros.
-Bueno, conoce a su madre- Fleamont se sirvió un poco de ensalada.
Sus padres estaban en contra de los métodos de Walburga Black pero tristemente no podían hacer nada. Cambiaron el tema a algo más alegre- Papá, este año quisiera entrar al club de varitas cruzadas- dijo Aurelia, los otros la miraron.
-Excelente querida- dijo su padre- ¿Y por qué?- el club de varitas cruzadas era un club de duelo donde los alumnos se batían en combate unos con otros para mejorar sus habilidades como duelistas, su padre había pertenecido a él y de hecho había ganado varios combates, además de ser un pocionista era un duelista excelente.
-Quiero que también haya trofeos con mi nombre- dijo ilusionada.
-Claro querida- le dijo su madre- Tu padre te enseñará todo lo que sabe verdad Fleamont- miró a su marido.
-Claro, claro y James también te puedes unir.
Después de un rato los hermanos se aventuraron a las profundidades del lago, ambos eran excelentes nadadores.
Cansados de nadar salieron del agua para sentarse en el pequeño muelle del otro lado donde se encontraban sus padres, los podían ver de lejos.
-Así que duelos eh- James movía sus pies en el agua creando ondas.
-Creo que puede ser interesante- Aurelia exprimía su cabello.
-Debes convertirte en la mejor para que les patees el trasero a esos chicos- Se sabía que la mayoría del club eran hombres, y algunas que otras chicas.
-¿No has pensado en unirte también?
-Lo considero pero tengo mas cosas que hacer, entre planear las bromas, estudiar y…- Aurelia lo volteo a ver ya que se había quedado en silencio.
-¿Y? ¿Qué más?- lo cuestionó.
-Mmm bueno, este año tomaré estudios muggles- James sin sus anteojos se veria raro- es mucho.
-Ya claro… ¿tomaste estudios muggles por Evans?- Lily Evans era la chica a quien su hermano le gustaba casi desde la primera vez que la vio en primer año, la chica no le daba entrada pero James Potter no se da por vencido fácilmente.
-Si- asintió.
-¿Realmente te gusta verdad?
-¿No se nota?- ambos rieron.
-Pero siempre te evita- dijo divertida.
-Si… pero esa es la mejor parte, me gustan los retos lo sabes- le picó una costilla.
-Bueno pues suerte, supongo.

 

Unos días después estaban en la sala disfrutando de la hora del té hasta que la lechuza de James regresó de su último viaje pero se veía rara.
-¿Está bien, Fleamont?- preguntó Euphemia al ver a su esposo acercarse al ave con cuidado.
-¿De dónde viene?- preguntó.
-Le envié una carta a Sirius…-contestó nervioso James.
Silencio, su padre sacó la varita, un destello morado y un grito del ave.
-¡Esa mujer!- gritó su padre, Aurelia y James se miraron.- ¡Envió una maldición!
-¿Qué dice la carta?- preguntó Aurelia al ver lo que el ave traía en la pata.
-Es un…- James se acercó.
-Un vociferador- Fleamont se lo desamarró.
-Hay no… su madre nos descubrió- James se pasó una mano por el pelo.
-No estoy segura si quiero escuchar lo que esa mujer tiene que decir- dijo Euphemia insegura pero James ya lo estaba abriendo.
-POTTER!-gritó- TE PROHÍBO QUE SIGAS TENIENDO CORRESPONDENCIA CON MI HIJO, ÉL SABE QUE TIENE ESTRICTAMENTE PROHIBIDO MANTENER CONTACTO CON TRAIDORES A SU SANGRE, YA ME ASEGURÉ DE ESO! NO VUELVAS A ENVIARNOS A TU LECHUZA O LA PRÓXIMA VEZ NO REGRESARA CON UNA MALDICIÓN!!
-Traidores a la sangre- se quejó ofendida la señora Potter al ver que la carta se rompió en mil pedazos.
-Lo siento James- dijo su padre- Pero ya no le puedes enviar más cartas a Sirius, no queremos que esa mujer le haga daño a Lula- miro a la pobre lechuza. James solo resopló en respuesta.

Más tarde esa noche Aurelia le escribió a su amiga.

Querida Pandora,
Espero que tu verano esté yendo excelente. Las partidas de ajedrez mágico con tu abuelo deben ser intensas si dices que fue campeón en su juventud.
Me muero por regresar a Hogwarts, James sigue levantándose en la madrugada para entrenar pero por suerte ahora sin mi, le advertí que debo dormir mis diez horas por ser vacaciones.
Últimamente ha estado desanimado, perdimos el contacto con Sirius, su madre es horrible en verdad ¡nos envió un vociferador y una maldición por correspondencia!
En fin, que tu y Evan se la esten pasando bien en Manchester.
Te quiere,
Aurelia Potter

Querida Aurelia
Evan pudo ganarle esta vez al abuelo y se puso a celebrar por toda la casa pero sospecho que el abuelo lo dejó ganar después de ocho derrotas.
Dormir lo necesario en vacaciones es vital para nosotros los jóvenes asique me alegro que tu hermano ya no te moleste tanto con eso.
Lamento leer lo de Sirius ¿pero sabes que? Evan siempre le está escribiendo a Regulus y mencionó algo que su madre le había hecho tanto daño que lo hizo llorar. Me hace preocuparme incluso a mi. Si quieres puedo pedirle que pregunte más por Sirius.
Siempre tuya,
Pandora Rosier

Querida Pandora,
¡Eso sería de gran ayuda!
James ya está furioso por lo que me contaste, lamentablemente Sirius no puede venir por verano y eso nos parte el corazón, sabemos que la pasa horrible en esa casa.
Pero su madre no lo suelta, si Evan puede ayudarnos con eso sería de gran ayuda para saber cómo está Sirius.
Te quiere,
Aurelia Potter.

Querida Aurelia,
Perdón por la tardanza en el envío de esta carta, estábamos esperando las noticias de Regulus.
Dice que su hermano ya está mejor pero que se niega a hablar con nadie, incluso con Regulus. Él está bien dice que solo se mantiene al margen ya que la última vez que intentó ayudar a Sirius su madre los castigó a ambos y su hermano también se enfadó con él por interferir.
Quien entiende a los hermanos Black.
Siempre tuya,
P.R.

Querida Pandora,
Te agradezco mucho por hacer ese favor, dale nuestro agradecimiento a Evan por favor.
Te adjunto una carta de parte de James a Sirius si no es mucha molestia, dice que quiere hablar personalmente con él y esta es una buena forma de hacerlo, su madre conoce a nuestra lechuza y no queremos que la vuelva a maldecir.
Gracias por adelantado
Besos y abrazos
Aurelia P.

Querida Aurelia,
Una vez más los siento por la demora, pero Regulus dijo que Sirius estaba tan enojado que pensó que era una broma de parte de su hermano hasta que vio la caligrafía de James en el sobre.
Te adjunto su respuesta.
Tuya
P.

-Esto es todo como una larga cadena- dijo Aurelia con un suspiro, estaba en su habitación y había terminado de leer la carta de Pandora.- ¿Qué dice Sirius?- dijo acercándose a su cama donde está James leyendo la carta de su amigo.
-Que la ceremonia de compromiso será a finales del verano- dijo desanimado- No encontramos nada para ayudarlo a salir de eso- Aurelia recordó que sus padres lo habían comprometido con su prima mayor Narcissa Black.
-Es verdad, diablos…- ambos suspiraron con resignación.

 

Durante todo lo que resto del verano mantuvieron la misma dinámica de enviar cartas a Sirius a través de Evan y Regulus y al final del verano la ceremonia tuvo lugar y con ello la carta con el chisme completo de parte de Sirius.
-¡Si!-dijo alegre James, tenía la carta de su amigo en mano y casi se pone a bailar encima del comedor.
-¿Qué pasa?- Aurelia dejó la carta de su amiga, James le extendió la carta de Sirius donde decía que se había zafado del compromiso sin hacer absolutamente nada ya que al parecer fue Narcissa quien se llevo todo el odio esta vez al revelar que había hecho un juramento inquebrantable con Lucius Malfoy de casarse tan pronto como se gradue.
-¡Eso Sirius!- dijo alegre Aurelia.

Los últimos días del verano fueron más alentadores, incluso Sirius dijo que ya podía intercambiar correspondencia con los Potter normalmente ya que su madre estaba tan distraída con ese último coraje de su sobrina que ya no le importaría ver a la lechuza de los Potter.
Como de costumbre fueron al callejón diagon por los útiles de ese año, no se encontraron con sus amigos pero al menos se divirtieron y pasaron por la cafetería favorita de Aurelia.
Y en un parpadeo los hermanos Potter ya se encontraban en la plataforma esperando el expreso para ir directo a su segundo y tercer año en Hogwarts.

Chapter 8: Segundo año

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Septiembre de 1973

-Pero miren nada más- Sirius iba entrando al compartimiento que James y Aurelia compartían-La pequeña Aura si que creció este verano- le revolvió el pelo castaño.

Aurelia sonrió ante el gesto de Sirius, este también había cambiado, era un poco más alto y debía admitirlo, muy guapo.

-James, mi viejo amigo- él y su hermano se dieron un abrazo, felices por volverse a ver.

-Debemos hablar- dijo James tomando asiento a un lado de su hermana, definitivamente seguía un poco preocupado por los acontecimientos ocurridos en el verano.

-Claro pero no ahora Prongs- en ese momento Remus y Peter entraron juntos, se saludaron y definitivamente Remus ahora el más alto de los cuatro, sin embargo Peter seguía pareciendo un niño pequeño.

Platicaron sobre sus veranos y como se las pasaron, Aurelia estaba a punto de ir a buscar a Pandora cuando Peter mencionó algo interesante.

-Mis padres creen que Hogwarts es el lugar más seguro donde estar- dijo dándole una mordida a su galleta gigante.

-Yo prefiero cualquier lugar que no sea mi casa- Sirius se cruzó de brazos.

-¿A qué te refieres?-pregunto Remus a Peter.

-Bueno Moony... entendemos que no lo sepas pero...- empezó James- han habido levantamientos, se dice de un tal señor oscuro.

-Los Black lo respaldan- añadió Sirius- Y no puede ser nada bueno, según escuche promueve toda esa mierda de la pureza de la sangre.

-Papá lo mencionó en la cena el otro día ¿verdad?- Aurelia miró a su hermano- Salió en los periódicos.

-Si, bueno dijo también que no era nada de lo que preocuparnos- dijo tranquilizadoramente- seguro luego pasa de moda.

Después de un rato comenzaron a planear sus bromas de ese año y definitivamente Aurelia quería ir a ver a su amiga. Buscando entre los vagones se encontró en el pasillo al trío de plata, Evan, Regulus y el insoportable de Barty Crouch Jr. Al pasar a su lado este le puso el pie de tal modo que casi resbala pero por suerte Evan que iba detrás de Barty logró sostenerla.

-Más cuidado Potter- dijo el rubio, no notó que había sido culpa de su amigo- Si buscas a mi hermana está a dos compartimientos- señaló el lugar. Antes de irse Aurelia lo detuvo, Barty ya iba muy enfrente pero Regulus espero a su amigo.

-Gracias por lo del verano- dijo con una pequeña sonrisa- A ti también Black- dijo buscando la mirada de Regulus quien observaba por la ventana el paisaje en movimiento.

-Oh no es nada- se rasco la cabeza- Regulus tampoco tuvo problema ¿verdad?- lo miró.

-Mmm no- parecía aburrido y queriéndose zafar de esa conversación.

-Bueno luego te veo Potter- se despidió Evan y Regulus lo siguió.

Al encontrar a Pandora sola en el vagón lo primero que hizo fue abrazarla y ponerse al día, aunque definitivamente no era demasiado ya que se decían todo por cartas.

-Soñe con mandrágoras- decía mientras sacaba de su bolso la nueva lectura que le había comentado por correo- y que me sangraban los oídos.

-Este año trabajaremos con ellas en Herbología, pero espero que no te sangren los oídos, suena doloroso.

-También lo espero, será un problema...

Siguieron hablando de los sueños de Pandora y lo largo que tenía el cabello ahora, le llegaba hasta la mitad de la espalda mientras que el de Aurelia, esponjado y en capas, lo tenía por debajo de los hombros.

Aurelia se dio cuenta que la ceremonia de inicio de curso era sumamente larga y aburrida cuando no participabas en ella, por lo que la mayoría del tiempo se la paso riendo en voz baja al ver las ocurrencias que hacia sirius con las cucharas, Remus y James también parecían disfrutarlo.

Las primeras semanas del segundo año de Aurelia eran realmente gratificantes, este año se había propuesto dejar de ser la segundona en pociones y por fin derrocar a Regulus en la materia, seguían compartiendo Pociones y Defensa contra las artes oscuras con slytherin por lo que era necesario que se esforzara más si queria se la primera en todas sus clases, no sabía exactamente por que queria hacerlo.

Algo tenía que ver con el hecho de que su hermano era conocido por sus bromas y por ser bueno en quidditch, bueno ella quería ser reconocida por ser la mejor en todo lo que hacía con lo que respecta a las clases. James era bueno en ello también, pero Aurelia podía ser mejor.

Una tarde en los terrenos del castillo, después de su última clase, Aurelia esperaba a Pandora en una jardinera cuando vio a lo lejos a Mary y Marlene junto con un chico de Slytherin, Severus Snape, uno de segundo que no ocultaba su odio por los merodeadores.

Aurelia se dio cuenta que Mary lloraba tratando de ocultar su rostro y Marlene estaba roja de furia.

-Deja de molestarnos Snape, puede que seas amigo de Lily pero eso no te da derecho de hablarnos también-dijo la rubia.

-¿Todo bien?-preguntó acercándose.

-Nada que te importe Potter- escupió y barrio con su oscura mirada el cuerpo pequeño de Aurelia-Da igual, no se porque me moleste- se fue.

-¿Que paso?- pregunto mirando a las chicas.

-Parece que todos los Slytherin tienen el arsenal lleno de estúpidos insultos- Marlene ya le secaba las lágrimas a Mary quien más calmada hablo.

-Dijo que si necesitabamos ayuda con una poción, que se veia horrible- se secaba las lagrimas- pero por la forma despectiva en la que lo dijo le dije que no y él... bueno.

-Le dijo sangre sucia- Aurelia se llevo las manos a los labios claramente sorprendida, esa clase de insultos siempre eran un tabú pero por lo que veia ultimamente los slytherin habian tomado vuelo con ello.- Y cuando la defendí me dijo mestiza lo que no tiene sentido porque segun Lily él también lo es.

-Es un completo idiota, con razón James lo odia- Cuando Pandora llego las cuatro pasaron un buen rato platicando sobre las clases. Despues de un rato se habian sentado en circulo en el cesped, y Mary mas animada comenzó a hablar del nuevo profesor de criaturas magicas.

-De verdad que es muy apuesto- aseguró Marlene- Deberian hacerle una sección en Corazon de bruja- dijo suspirando.

-¿Cuál era su nombre?- preguntó Pandora, ella y Aurelia aun no tenían las clases optativas.

-Ferox, Leo Ferox- soltó Mary- Pero bueno es más como un amor platónico, tiene a todas las chicas suspirando por él y ni lo nota.

-Que siga así- murmuró Aurelia.

-Pero pasando a temas más interesantes...- Mary tenía una mirada juguetona- ¿Hay alguien que les llame la atención?- Las chicas se miraron.

-¿A qué te refieres?- Pandora comenzó a trenzarse el cabello.

-Oh ya sabes, si hay algun chico que les guste-continuo Marlene.

-Pues la verdad no...-respondió Aurelia pensativa, había pensado que Sirius era muy guapo pero no que le gustara, era como otro hermano para ella.

-Hay un chico...- comenzó Pandora y todas la miraron atenta- Igual es un amor platónico, solo creo que es lindo- se sonrojo.

-¿Quién es?- la animó Mary.

-Se llama Edward Hill, está en sexto grado de Ravenclaw un día me ayudó con mi tarea de astronomía en la sala común eso es todo.

-No me lo habías contado- Aurelia la pico en las costillas.

-No creí que tuviera importancia, es demasiado mayor- se encogió de hombros- ¿Qué hay de ustedes?- preguntó a Mary y Marlene.

-Bueno...-comenzó Mary- La verdad no es ningún secreto que Sirius Black es el chico más guapo de tercer grado.

-Agh lo sabía- Marlene la pellizco divertida.

-Tu pasas mucho tiempo con los merodeadores- continuo Mary mirando a Aurelia- ¿No sabes quien le gusta?

-Mmm pues no- Aurelia solo los escuchaba hablar de las bromas que harían.

-¿A tu hermano le gusta Lily Evans cierto?- dijo Pandora terminado con su larga trenza.

-Eso no es ningún secreto para nadie- rio Marlene, Mary la imito.

-Esta super colado por ella- Aurelia sabía como su hermano miraba a la pelirroja cada que estaba cerca- Pero a ella parece no importarle- miro a las M en busca de aprobación.

-Eso es cierto- Mary se acomodo el pelo negro y espondado, era realmente linda- Cree que James es un presumido.

-Pero tiene buenos sentimientos- lo intentó defender su hermana.

-Ya pero si sigue así no creo que la consiga-observó Marlene- James "¡Hey Evans!" Potter es lindo y todo pero parece que se le van las cabras cuando Lily está cerca, sin ofender Aurelia- añadió rápidamente.

-Si... conozco a mi hermano- suspiro, pero bueno él se daría cuenta si la batalla por Lily valdría la pena o no.

Era mediados de octubre cuando Aurelia iba caminando a las mazmorras para ver cómo iba su posición, desde la última clase debían dejarla reposar por dos días pero tenía que estarla cuidando. A esa hora no solía haber nadie en el salón de pociones así que todo estaba en silencio.

Abrió de lleno la puerta y no se dio cuenta de que había alguien a punto de salir, por lo que la cara de Aurelia chocó de lleno con la persona delante.

-Auch-dijo tomando su nariz adolorida.

-Fijate la próxima vez Potter- conocía esa voz, cuando alzó la mirada se encontró con Regulus Black y su ceño fruncido.

-Oh, eres tu lo siento...-Black se hizo a un lado para comenzar a irse- Oye! por cierto tengo algo que es tuyo- dijo hurgándose en el bolso de la túnica- Te pertenece- le extendió un pañuelo blanco con las iniciales R.A.B.

-Oh...-dijo mirando el pañuelo, era el que le había dado una vez en clase de pociones porque le sangraba la nariz.- Creo que te había dicho que podrías quedártelo- se rasco la cabeza- Ya lo habias ensuciado con sangre.

-Pero ahora está limpio...-dijo mirándolo extraño.

-Agh si insistes- casi se lo arrebató de la mano y se dio la vuelta para alejarse de ahí.

Aurelia quería seguir hablando con él, preguntarle porque desde su cumpleaños el año pasado se había vuelto tan serio con ella, entendía que no hablara con su hermano pero hubo un tiempo donde no parecía importarle hablar con ella, ahora se comportaba como si Aurelia oliera a trol y quisiera salir de su radar de inmediato.

Suspirando, Potter entró al Aula a checar su poción.

Unos días después Aurelia llegó a la sala común, su hermano junto con sus amigos estaban sentados en la pequeña sala.

-¡Jimmy!- al escuchar su nombre el mayor de los Potter alzó la cabeza y vio a su hermana acercarse.

-¿Qué pasa Aura?- le tomó la mano y se sentó a su lado. Los merodeadores los veían atentos.

-Mi poción, alguien... alguien me saboteo- dijo queriendo no llorar del coraje, le había costado mucho hacerla y realmente fue cuidadosa.

-¿Qué poción era?- preguntó Remus calmado.

-Era un filtro de paz, nada dificil solo que había dejarla reposar por tres noches y esta mañana en clase estaba verde, un color verde fosforescente cuando yo la noche anterior la deje en color turquesa lista para tomar.- decía- y cuando el profesor la vio dijo que me había pasado con los pétalos de la flor de tilo pero mira, mira!- le enseño un pequeño cuaderno- llevo un inventario de las pociones que hago y todo lo que le echo y claramente solo agrege ocho pétalos, lo suficiente para dos tazas- decía casi sin aliento- todos se burlaron de mi.

-Bien, entiendo y te creo- dijo leyendo la libreta, sabía que su hermana a veces era muy meticulosa y no solía alterarse demasiado pero esta vez estaba molesta.

-¿Tienes idea de quién pudo haber sido?-preguntó Black- tienes esa clase con slytherin ¿cierto? debió ser una de esas vivoras.

-Fue el idiota de Barty- James la miró- No se molestó en disimular la risa pero no le dije nada porque no tenia pruebas, y luego el profesor me dijo que era un descuido tonto para la hija de quien habia inventado la posion alisadora- James y Sirius intercambiaron una mirada.

-Ya verá ese imbécil...- la mente de Sirius ya pensaba cómo llevar a cabo su venganza- No te preocupes Aura, tus hermanos mayores se encargaran de esto.- se puso una mano en el corazón.

-Si, dejaselo a los merodeadores- añadió James guiñandole un ojo.

Ciertamente Aurelia no era así, ir corriendo con su hermano cuando algo salía mal... tal vez cuando tenía cinco años pero ahora... bueno nadie debía meterse con su trabajo y si tenía la oportunidad de usar el poder creativo de los merodeadores no dudaría en acudir a ellos si se metían en su vida académica, eso no.

Una vez más calmada Remus a su lado le dijo- Escuche por ahí que eres la mejor de tu año- estaba trabajando en un mapa astronómico.

-¿Eso dicen?- pregunto un poco sonrojada.

-Es exactamente lo que se espera de un Potter- intervino su hermano abrazando a Aurelia por los hombros.

Sus padres no les exigían mucho pero ciertamente les gustaba tenerlos orgullosos de ellos.

-Por cierto Aurelia- intervino Peter- ¿Cómo va el club de duelo? ¿No son demasiado rudos?

Desde el inicio de ese trimestre Aurelia se había unido al club de varillas cruzadas, le había insistido a Pandora que también se uniera pero ella prefería verla batirse en duelo con los chicos.

-Muy bien, he aprendido bastante y solo he perdido una vez- dijo recordando su último duelo con un chico de cuarto.

-¿Estás pensando en unirte, Pete?

-¿Peter en el club de duelo?- se burló Sirius- Claro y esta noche lloverá mandrágoras en el comedor- dijo riendo.

-Suena buena idea- completo James pensativo.

-Agh no chicos, el llanto es horrible...

-Si quiero puedo unirme al club- se defendió Peter- Soy perfectamente capaz.

-Primero batete en duelo con mi hermana- sugirió James- Y ya veremos.

Peter miró a Aurelia, sabía que la chica era buena pero dijo- No me bato con niñas- y hasta aquí quedó el asunto.

Dos dias depues de camino a la biblioteca, Aurelia escucho unos gritos de ayuda en uno de los pasillos, no podía ignorar aquello, al asomarse lo primero que vio fue a dos chicos flotando en el aire, sus cosas en el suelo y debajo de ellos dos slytherin conocidos.

-Eso es- Barty parecía disfrutar hacer levitar a los niños de primer año- Aquí no hay lugar para nacidos de muggles.

Snape, que estaba a su lado, se reía de los pequeños.

-Basta Crouch- Aurelia se acercó sacando su varita.

-Pero si es Potter al rescate- Severus la miro con asco- Deja de meterte en los asuntos de los demás.

-¡Bajen a esos chicos ahora!

-Oh si no que Potter- Barty seguía moviendo la varita y uno de los chicos comenzaba a tener arcadas.

-Oh ya verás Crouch- Barty ni siquiera se había dado cuenta cuando con un movimiento de varita sus pantalones estaban abajo, el otro chico que levitaba soltó una risa ambos cayeron al suelo y salieron corriendo.

-Pagaras esta Potter- escupió Barty subiendo sus pantalones.

-Eso fue por mi filtro de paz- dio media vuelta y regresó por donde venía con un sentimiento de triunfo, tuvo su venganza personal pero aún faltaba lo que le tenían preparado los merodeadores.

Más tarde se encontró a Pandora de camino a la cena.

-Escuche lo que pasó esta tarde- dijo divertida- Eres mi heroína- la abrazo.

-Ese tonto se lo merecia, no solo porque me saboteo sino tambien por los chicos de primer año- seguramente habian sido ellos quienes habian divulgado lo que paso, ya ahora todos sabian que a Barty Crouch le habia bajado los pantalones una Gryffindor.

Al llegar a su mesa los merodeadores ya la esperaban.

-¡Ahí está la chica!-Sirius alzó una copa.

Al llegar a un lado de James la abrazo y la felicito, incluso Remus le dio una palmadita en la espalda, sin embargo en la mesa de las serpientes, Barty miraba horriblemente a Aurelia, apretaba un tenedor.

-Vamos amigo debes admitir que fue gracioso- le decía Evan enfrente de él- Hubiera querido estar ahí para verlo

-Me humillo- soltó furioso- Y con el grasiento de Snape delante.

-Bueno, es tu karma por arruinarle la posición el otro día- se encogió de hombros partiendo su pan.

Regulus, quien estaba a un lado de Barty, podía ver la mesa de los leones perfectamente, veía como su hermano decía algo que hacía reír a Aurelia y por un momento quiso estar sentado con ellos. Jamás lo admitiría pero envidiaba la relación de Aurelia con Sirius.

Chapter 9: La aventura en la sección restringida

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Durante lo que resto de la semana su hermano se había negado a contarle sobre la broma que se estaba cociendo para Barty.

-No solo será para él esta vez- le dijo su hermano una tarde- Todos los slytherin han estado siendo unos imbéciles con los mestizos e hijos de muggles.

-Así es- Peter asintió con la cabeza.

-Todos se llevarán su merecido- agregó Sirius.

Es por eso que el último viernes del mes, en la cena de ese día, los merodeadores estaban ansiosos por que sirvieran la cena.

-¿Tiene que ver con la comida?- preguntó Aurelia en su típico lugar a un lado de su hermano, todos echaban miradas nerviosas a la mesa de las serpientes.

-Oh sí- Remus también estaba entusiasmado con lo que pasaría.

-Solo espera a que la cena aparezca y esos idiotas comiencen a comer- Sirius no podía evitar la risa.

No pasó mucho para que la mayoría estuvieran sentados en sus respectivas mesas alargadas y cuando apareció la comida ninguno de los cinco pudo despegar la mirada.

Empezó en varios lados y Aurelia no sabía a dónde mirar, su mirada fue a una chica de quinto que tenía una especie de masa pegajosa que sobresalía de su boca, la pobre intentaba hablar pero la masa viscosa se lo impedía.

De repente todos los que habían dado su primer bocado estaban con las mismas condiciones, incluso Evan pero por lo visto Regulus Black había sido más precavido y no había comido nada aun.

-Mira eso- su hermano señaló a Barty, la pegajosa masa verde le salía ahora por las orejas y parecía también que de las raíces del cabello.

-Buaj-Aurelia solo veía con asco y morbo, todas las otras mesas veían con curiosidad como los slytherin hacían muecas con la masa verde de la boca.

-Uy y el agua solo empeora- dijo Sirius al ver a Barty intentar tomar agua pero eso solo hizo que la masa solo fuera más oscura y espesa.

Los maestros ya habían notado el inconveniente y se acercaron a ayudar a los pobres slytherin.

Los merodeadores empezaron a reír y seguido de ellos toda la escuela. Se llevaron tres semanas de detención por alterar la comida de las cocinas pero ahora toda la escuela los veía como héroes y su popularidad había crecido de sobremanera.

Las demás casas estaban felices de que alguien al fin pusiera a los Slytherin en su lugar después de todos los insultos y actitudes tajantes que mostraban en los pasillos.

-No, de verdad que esa ha sido una de sus mejores bromas- decía Pandora mientras ella y Aurelia se dirigían a clase de Historia de la magia- A Evan le costó varias horas deshacerse de esa masa viscosa de la boca, dijo que sabía a apio amargo.

-Trabajaron en esa broma varios días y no me habían dicho nada- se sentaron en su mesa habitual.

-No querían meterte en problemas- la clase aun no empezaba por lo que siguieron platicando-Pero en realidad se lo merecían, Evan dice que todos en su casa habían estado siendo muy pesados con los hijos de muggles.

-Él no... ustedes no creen en eso verdad?- la razón por la cual la casa se llevó la broma en primer lugar.

-No, ninguno de los dos- Pandora se encogió de hombros- Nuestros abuelos sí, y también papá pero mamá siempre nos ha dicho que eso no importa, que solo son etiquetas, otra razón por la cual siempre están peleando.

Aurelia se sentía agradecida de escuchar eso, lastima que Evan hubiera sido de los primeros en probar bocado en la cena.

-Y aun así ¿como puede ser amigo de Barty?- Aurelia no entendía eso.

-Es por... bueno la cosas son muy tensas con todos ellos, Evan no los quiere en su contra- los demás comenzaban a llegar y el profesor atravesó una pared hacia su escritorio- Incluso Regulus no es tanto como los demás, bueno siempre se limita a quedarse al margen, por eso le cae bien.

-Siempre muy callado, verdad- Regulus era más serio que su hermano y le daba en qué pensar sobre lo que pasaba por su cabeza.- Parece que siempre está aburrido y todos están por debajo de él.

El profesor carraspeo y la clase dio comienzo, ese dia verían las revueltas de los duendes.

A principios de noviembre los merodeadores planeaban la fiesta de Sirius.

-No me importa demasiado, la verdad- Estaban en la sala común y Sirius estaba mas serio de lo normal, lo cual era extraño.

-Oh vamos, si no te importa entonces no pasa nada con que sea aquí en la sala- Decía James acomodando sus pergaminos.

-Cumples catorce amigo- dijo Peter desde el suelo- hay que celebrarlo.

-La fiesta te animará, ya veras- Remus lo codeo.

Aurelia los miraba pensativa, sabía que ese año Sirius no había recibido la invitación a tomar el té con su hermano y su prima, como era tradición en la familia Black, pero a Sirius no le gustaba eso de todas formas y se preguntaba realmente porque estaba tan desanimado, si en verdad era por la invitación o por algo más.

Un día antes de la fiesta, Aurelia salía de la biblioteca, se había despedido de Pandora quien insistió en quedarse un rato más. De camino a la sala común los pasillos estaban casi desiertos a excepción de uno que otro estudiante caminando por ahí.

Al doblar una esquina se encontró con Regulus del otro lado, esta sonrió pero inmediatamente borró su sonrisa al ver que él chico ni la había volteado a ver.

-Hola Regulus- saludo cuando estaba lo suficientemente cerca.

-Potter-la miró de arriba a abajo- ¿Se divirtieron tú y esos merodeadores, con lo de la cena el otro dia?

-Bueno, a mi no me dijeron nada de lo que harían, pero debes admitir que tuvo su gracia- dijo recordando a todos los slytherin con masa viscosa en la boca.

-Si, claro que para ti fue gracioso- suspiró.

-Tuviste suerte de no probarlo, me dijeron que tenía sabor a apio- dijo sonriendo.

-Imagino que mi hermano y el tuyo se la pasan en grande haciendo ese tipo de tonterías.

-Se lo merecían, tienes que estar de acuerdo.

-No solo es eso- otro suspiro- con eso Sirius solo demuestra que nunca más va a volver.

-A que te re..-no pudo terminar.

-Lo encubrí muchas veces en casa ¿sabes? -continuo- siempre la peor parte para que mamá no fuera tan dura pero Sirius es Sirius. Nunca tenía suficiente.

Aurelia vio el brillo del recuerdo en sus ojos- Acaso alguna vez tu madre también te lastimó?- dijo lo último casi en un susurro.

-Nunca tanto como lo que le hacía a Sirius.- ambos se quedaron en silencio un momento.

-Lamento eso, debe ser horrible- Aurelia recordó a esa mujer hermosa pero letal en la entrada de su casa la navidad pasada.

-Debo irme.

-Espera, sabemos que este año no tendrán su fiesta de te- apretó la tira de su bolso- Y le haremos una fiesta en la sala común de nuestra casa, puedes ir y verlo- pensó que así tal vez los hermanos Black podrían hablar.

-No- dijo bruscamente- No me invites, no quiero ir. Solo, dile que feliz cumpleaños de mi parte ¿bien?- Aurelia asintió y Regulus se fue.

Durante el trayecto a la torre Aurelia no pudo dejar de pensar en la relación que compartían los hermanos Black, complicada y tensa al mismo tiempo.

Sirius dejaba claro que odiaba a toda su familia y eso al parecer incluía a su hermano menor, pero Aurelia sabía, por la mirada que luego le echaba Regulus a Sirius, que tal vez el menor no sentía lo mismo aunque igual siempre estaba a la defensiva en todo momento.

Con un suspiro subió a los dormitorios de las chicas, esperando oír el mismo ajetreo de sus compañeras de habitación, ya se habían enterado de la fiesta de Sirius y no dejaban de preguntarle que atuendo le podria gustar mas a Black para que las volteara a ver esa noche. Por esa razón no solía pasar tiempo con ellas, siempre le pedían consejos para ligar con su hermano Sirius o incluso el amable y serio Remus.

El día del cumpleaños de Sirius fue como un respiro bien merecido para todos.

Gracias al encanto de su hermano mayor y el cumpleañero, no tuvieron problemas al ocupar la sala común para su fiesta de esa noche. Peter y James se habían encargado de ir a las cocinas por algo de comida para todos, Remus había ayudado con la decoración junto con Aurelia y Sirius había bajado su tocadiscos para ambientar la sala.

Esa noche la pasaron realmente bien, había alumnos de todos los grados platicando y felicitando a Sirius.

Aurelia había notado que ellos dos, su hermano y el mayor de los Black se habían vuelto realmente populares entre todos, su carisma y sin duda la apariencia física que habían adquirido los últimos meses estaba a su favor para tener a todos de su parte.

Después de un rato Aurelia se fue a sentar delante de la chimenea, Pandora ya había tardado en aparecer por el agujero del retrato.

-¿Porque tan pensativa?-Sirius llegó a su lado, tenía las mejillas sonrojadas y la camisa un poco arrugada.

-No es nada- le sonrió- No deberías estar en el centro de todo esto?-señaló el lugar repleto.

-La atención me la ha ganado tu hermano- señalo a James quien de nuevo estaba haciendo algo terriblemente tonto para llamar la atención de Lily.- Todo un Romeo- tenía una sonrisa divertida en el rostro.

-Cuando James quiere algo no hay nada que le impida no tenerlo- dijo observando a su hermano- eso implica su integridad- en ese momento el chico había caído de la mesa donde estaba montado, Evans solo resopló y le dio la espalda.

-¿Sólo podemos apoyarlo cierto?-la codeo, ella asintió.

-Oye...-Sirius la miró atento- Regulus te desea un feliz cumpleaños.

-Tu...hablaste con mi hermano?- Sirius se había puesto tenso.

-Me lo encontré en un pasillo el otro día- dijo mirando sus zapatos- trate de invitarlo pero...

-¿Qué tu qué?- Sirius le puso una mano en el hombro para que lo volteara a ver- ¿Le dijiste que viniera?

-Claramente dijo que no- lo miró un poco sorprendida- pero me dijo que te deseara feliz cumpleaños- Sirius se le quedó viendo al fuego- ¿En verdad lo odias?

-Es... yo no lo...-suspiró- Es complicado, él siempre prefiere quedarse callado y hacer todo lo que le dicen. Parece un robot que no piensa por sí mismo.

Aurelia veía ahora el otro lado de la moneda, Sirius siempre oponiéndose, siempre protestando y haciendo y lo que le molestaba de su hermano era su silencio y pasividad, mientras que por el lado de Regulus este silencio se debía a no querer empeorar las cosas, al fin y al cabo, pensó Aurelia, uno de los dos Black debía asumir el papel de seriedad que conlleva su apellido.

Antes de que Aurelia pudiera decir algo más Remus llegó a un lado de ellos y se recargo en el reposabrazos.

-Te vi con unas chicas de quinto hace rato Moony- Sirius le dio un golpe amistoso en la rodilla- eres todo un galán.- Este solo resoplo y los tres se sumergieron en una plática sobre la música que se escuchaba en ese momento.

La nieve se había asentado en los terrenos de Hogwarts y Aurelia sentía que jamás se aburriría de las hermosas vistas del castillo cuando este se cubría de blanco, era un ambiente acogedor pero ese dia, en vez de salir a apreciar esos bellos paisajes Aurelia y Pandora se habían saltado la cena de esa noche por una simple razón; chocolate.

-¿Cuantos pasadizos hay en el castillo?-preguntó casi en un susurro mientras vigilaban que no había nadie cerca en el pasillo.

-No lo sé pero debe haber más de uno, el castillo es enorme- al llegar enfrente de la estatua de la bruja tuerta Aurelia sacó su varita y con un movimiento esta comenzó hacerse a un lado.

Entraron sin que nadie las viera y caminaron alrededor de 10 minutos hacia el sótano de Honeydukes.

-Que suerte ser amiga íntima de esos merodeadores- Dijo la rubia mientras dejaban el dinero por lo que habían tomado del sótano.

-Debe tener sus ventajas ¿no?-le guiño un ojo.

Al llegar de nuevo a la entrada del pasadizo salieron olvidándose de que la cena había terminado hace no mucho.

-¿Pero qué demonios?- dijo una voz conocida mientras la estatua les daba espacio para pasar- ¿Qué hacen ustedes ahí?

-Callate Evan- lo reprendió Pandora viendo que nadie más las viera salir de ahí.

-¿No deberías estar en el gran comedor o tu sala común?- preguntó Aurelia limpiándose el polvo de la túnica.

-¿Eso que importa de dónde vienen?- la bruja ya se había posicionado completamente en su lugar habitual y ahora Evan miraba con curiosidad la estatua de piedra negra.

Las chicas se miraron, Aurelia sabía que Pandora no diría nada, incluso guardaría ese secreto ante su hermano, pero el chico ya las había visto salir de ahí, no sería difícil para él averiguarlo así que con una seña a su amiga ambas se posicionaron a ambos lados del chico, cada una lo tomó del brazo y sonrieron maliciosamente alejándose de ahí.

Al llegar a un pasillo poco transcurrido ahora que la cena había terminado soltaron a Evan.

-¿Por qué tanto misterio?-el rubio miró a ambas.

-Evan Rosier, mi fiel hermano menor por tres minutos- empezó Pandora- Es de suma importancia que guardes este secreto.

-Lo que te vamos a revelar es algo que debes guardar solo para ti- continuó Pandora- Por que creeme, si no nos hubieras visto salir de ahí no te diriamos nada- Evan se cruzó de brazos.- Ese es un pasadizo que lleva al sótano de Honeydukes- susurró.

-Toma una rana de chocolate como pago por tu silencio- Pandora le extendió la mano con el dulce.

-No puedo creer que se lo iban a guardar para ustedes...- dijo tomando la rana.

-No debes contarle a nadie Evan- Pandora lo miró seria- No queremos a los de slytherin merodeando por ahí y seguro si los profes lo saben sellarian.

-Esta bien hermana- dijo revolviéndole el pelo- No diré nada, ¿está bien?- miró a Aurelia.

-Mas te vale Rosier- le dio un golpe amistoso en el brazo- si vas no olvides dejar dinero por lo que tomes, no somos ladrones.

Unos días después Aurelia estaba terminando su ensayo de transformaciones en la sala común cuando su hermano, Sirius y Peter llegaron con ella. Los tres la rodearon y James se le quedó viendo pestañeando muy rápido, lo hacía cada vez que quería algo de su hermana.

-¿Ahora que es Jimmy?- Aurelia cerró el libro del cual estaba sacando sus referencias.

-Si que conoces a tu hermano- dijo Sirius tomando asiento.

-Queremos pedirte un pequeño, pequeñisimo favor-dijo James.

-No me pidas robar nada más de la oficina de Slughorn- susurró- La última vez no salió nada bien- la vez que les había ayudado a conseguir verrugas de sapo para una de sus bromas la atrapó Filch y estuvo limpiando calderos por una semana.

-Y te pedí disculpas por ello, aunque no fue mi culpa que Peter se haya distraído con una rata del pasillo y haya olvidado vigilar esa vez.

-Oye!- renegó el gordito- También me disculpé en esa ocasión.

-Es sobre la investigación peluda que nos traemos entre manos- le dijo Sirius al oído.

-¿Qué pasa con eso?- recordaba sobre la idea de hacerse animagos para pasar los días de luna llena con Remus.

-Pasa que durante este verano tenía mucho tiempo libre y gracias a algunos libros de la biblioteca de los Black pude hacer una investigación detallada sobre...hombres lobo-susurro eso último- pero no había mucha información sobre animagos.

-Creemos que en la sección restringida pueda haber algo útil.- añadió su hermano- y como sabemos que también te interesa esta investigación creemos que ha llegado tu turno para colaborar en el proyecto.

-Quieren que me infiltre ahí ¿cierto?

-No lo harás sola, entrarás con Sirius, y Pete y yo vigilaremos, ya sabes que los fantasmas también se pasean por ahí y la constante vigilancia de Pince lo hace algo difícil también.

-¿Estás dentro?- preguntó Sirius con una sonrisa ladina, Aurelia se dio cuenta que era la misma sonrisa que le dedicaba a todas las chicas que se le quedaban viendo.

Aurelia le puso una mano en toda la cara- Solo si no vuelves hacer eso.

-¿Hacer qué?- preguntó alarmado James mirando a ambos rápidamente.

-Esa es nuestra Aura- Sirius se quitó la mano de Aurelia de la cara.

Pusieron el plan en marcha esa misma noche antes del toque de queda, no había muchos alumnos cerca.

-Bien tropa, este es el plan- decía James, estaban en el cuarto de los chicos para organizarse. Remus no estaba ahí ya que esa noche tenía luna llena- Aura y Sirius entrarán con la capa- Black estaba a un lado de Aurelia y este sujetaba la capa- Peter y yo estaremos por ahí buscando la supuesta tarea de transformaciones, le diremos a Pince si la vemos que si podemos echar un vistazo rápido aunque realmente espero que no esté en el primer piso de la biblioteca con esas bombas fétidas que dejamos en la tarde- le sonrió a Peter ya que ellos se habían encargado de esa bromita antes.

-También según Peeves los fantasmas tienen una reunión en su salón de la muerte asique si tenemos suerte no habrá ninguno ahí abajo- continuó Peter.

-Bien- Aurelia repasó el plan, parecía relativamente fácil.

-¿Lista Aura?- Sirius era el único que la llamaba por su diminutivo, no le disgustaba de que la hacía sentir bien el hecho de que ella probablemente era la única niña a la que Sirius trataba con genuino respeto, sentía satisfacción por ello y ya todas las demás chicas enamoradas del mayor de los Black pueden estar retorciéndose por ello.

-Si.

-Bien, como eres más pequeña irás frente a mí ¿de acuerdo?- Aurelia asintió y se posiciono delante del pelinegro un poco sonrojada por la cercanía- Más cerca, Aura- Sirius la pego a su pecho y asi coloco la capa encima de ello, Peter los ayudo un poco.

-Cuidado con mi hermana, Black- James abrió la puerta de la habitación y así salieron los cuatro rumbo a la biblioteca.

Recorrieron el largo camino, Peter y James saludaron a unos cuantos estudiantes que los felicitaban por la broma de la masa verde en la comida de los Slytherins y debía reconocerle a su hermano que la fama no se le subía tanto como Sirius.

Al llegar a la biblioteca la vieron casi desierta a excepción de unos cuantos alumnos que aún estaban rondando por ahí, pero por suerte nadie cerca de las rejas de entrada a la sección restringida.

-Adelante- les susurró James mientras él y Peter comenzaban a buscar, ya habían escuchado las quejas de madame Pince en el piso de arriba, Aurelia y Sirius rieron mientras este usaba alohomora en el candado.

-Hay que asegurarnos de que no haya fantasmas vagando por ahí- susurró Sirius.

Una vez se aseguraron de que no había ninguno en ese primer piso de la sección prohibida, se quitaron la capa y comenzaron a buscar entre las estanterías.

-Yo me encargo de esta parte tu puedes ir al piso de abajo para terminar más rápido-dijo Aurelia mientras recorría las vitrinas, todo estaba lleno de libros, algunos tenían cadenas y podría haber jurado que más de una vez escuchó por ahí susurros entre las estanterías, algunos otros más se ponían a vibrar ante su presencia.

Sonrió al encontrar títulos de utilidad, tomó dos de ellos y los metió al bolso, después bajó al piso donde estaba Sirius, este la miró y sonrió.

-Mira este...- señalo un libro en un anaquel alto, tenía una piedra roja en el centro y no dejaba de vibrar.

-Voces enjauladas; crónicas del conocimiento prohibido...- Aurelia alcanzó a leer el título.

-¿Nos lo llevamos?- Sirius lo miraba con sumo interés.

-No creo que nos sirva de algo para la investigación y además, por algo tiene la cadena.

-Oh vamos Aura- le sonrió- ya estamos aquí y hay un montón de libros interesantes, tu amas los libros.

-Si, amo los libros que no necesitan cadenas para estar quietos, vamos Sirius.- lo empujo para continuar la búsqueda.

-Que aburrida- le sacó la lengua.

Siguieron en la búsqueda de más libros de utilidad.

-Y bien querida Aura...-comenzó Sirius- Dime por que cuando no estas con tu amiga Ravenclaw siempre estás sola?- Aurelia lo miró.

-Mmm no sé de qué hablas...-dijo regresando la mirada a un libro sobre plantas del bosque prohibido.

-Oh no te hagas- se puso a un lado de ella- Puede que James sea un despistado a veces pero yo siempre te vigilo- Potter no supo cómo interpretar eso.

-¿Y eso porque? ¿no tienes cosas más importantes que hacer?- le puso el libro que tenía en el pecho y se alejó al siguiente estante.

-Eres como mi hermanita- Sirius acomodo el libro y fue de nuevo tras ella.

-¿Por qué no mejor vigilas a tu propio hermano?- sonrió molesta.

-Ese pequeño tonto tiene al idiota de Crouch y Rosier con el todo el tiempo, no se la pasa solo como otros. Tu, o estás con Pandora o estás sola- la arrinconó entre una mesa y un estante.- No te llevas bien con tus compañeras de cuarto?- esta vez su mirada era de genuina preocupación.

-Prefiero mi soledad a un montón de chicas que se la pasan despotricando sobre los chicos más guapos o quejándose sobre las clases, además-continuó- no es que no tenga ninguna amiga en gryffindor, me caen bien Lily y su grupo...

-Oh ya veo... solo era una pregunta curiosa.

-Bueno no veo que hayas encontrado ningun titulo aun- cambio de tema rápidamente, no sabía cuando tiempo había pasado desde que habían llegado.

-Ah eso, los encontré hace rato- señaló dos libros en una mesa.

Aurelia resoplo, metió ambos en el bolso- Bien, yo tengo dos más, vámonos de aquí.

Se pusieron la capa y salieron de la sección restringida con sumo cuidado y silencio, ya no había nadie en la biblioteca y madame Pince murmuraba cosas molesta- Bombas fétidas, como se les ocurre, me quejaré con Dumbledore sobre esto... cómo es posible que no sepan apreciar la magia de los libros....

Peter y James no estaban por ninguna parte por lo que supusieron que ya se habían ido, era pasado del toque de queda y había algunos prefectos por ahí.

-Directo a la torre- murmuró Sirius.

Al llegar de nuevo a la habitación James y Peter estaban sentados en sus camas.

-Los tenemos- Aurelia se quitó el bolso y se sentó en la alfombra del suelo, los demás la imitaron.

-Tenemos Secretos del cambio animago, Naturaleza oculta; Alquimia y Animagia, Una guía sobre transformación animal y El misterio de animagos no registrados- Sirius acomodo todos los libros en una hilera.

-Excelente, con esto tenemos información suficiente- decía James ojeando el de Naturaleza oculta.

Pasaron esa noche haciendo apuntes sobre lo que encontraron, hicieron listas de los procedimientos, lo que se necesitaba, donde conseguir los ingredientes, peligros y todo eso.

-Aquí dice que no podemos escoger en lo que nos convertimos- decía Peter- Yo hubiera querido ser un gato montés- dijo desanimado.

-Espera, dice que nos podemos convertir en cualquier animal- decía Sirius- ¿eso incluye animales marinos? ¿Qué tal si me convierto en un tiburón blanco y necesito agua? Además un tiburón no sería buena compañía para un hombre lobo- decía preocupado.

-Es poco común que las personas se transformen en algún animal marino- decía Aurelia ojeando uno de los libros.

-Debemos poner en marcha el plan lo más pronto posible- James terminó de apuntar unas cosas en su pergamino.- Nos llevará un tiempo juntar los ingredientes.

-La hojas de mandrágora las podemos sacar del invernadero- señaló Peter.

-Pero aún no es temporada- dijo Sirius- Aquí dice que debemos ser muy meticulosos con los ingredientes y el procedimiento, si algo sale mal se debe comenzar desde el principio.

-Esperen, ¿ya le comentaron sobre esto a Remus?- preguntó la menor de los Potter, los chicos se miraron.

-Pues la verdad no- James se encogió de hombros.

-Tal vez sea hora de hacerlo- Sirius miraba a James pensativo, este se limpio las gafas con su camisa.

-Si, probablemente tengas razón, no se lo podemos ocultar más- se puso de nuevo las gafas- Se lo diremos después que pase la luna llena, dejemos que se recupere.

Todos estuvieron de acuerdo.

Chapter 10: El chisme de las brujas arpías

Chapter Text

Sinceramente, Aurelia no sabía qué clase de reacción tendría Remus Lupin cuando le contarán sobre el proyecto que se traían entre manos. Pero dos días después de la luna llena y a unos cuantos más de ir a casa para navidad, los chicos interceptaron a Remus en su habitación para poder hablar de ello.

Remus estaba algo molesto por el secreto que todos se traían últimamente y cuando supo porque su cara cambió inmediatamente.

-Todo fue por ti- le dijo Aurelia. Sirius le había enseñado ya todos los libros que habían sacado de la biblioteca y los pergaminos con los apuntes sobre el procedimiento.

-Es una muy buena idea- James señaló- Los hombres lobo solo dañan a otras personas pero no hay registros de que se porten agresivos con otros animales a menos de que se les provoque.

-Seremos tu manada, Moony- Sirius tenía una sonrisa en el rostro, era el más emocionado con hacerlo. Remus hojeaba los libros y leía más sobre lo que todos habían escrito en los pergaminos.

-Yo... no sé si sea una buena idea- dijo inseguro.

-Es para que no estés solo en las lunas llenas- habló por fin Peter- la otra versión de ti se frustra mucho.

-Por eso los rasguños- agregó James.

-Dejanos intentarlo Remus- Aurelia lo miró con una sonrisa cálida en los ojos.

-Incluso tu estas metida en esto- Lupin se llevó ambas manos al rostro, los cuatro chicos se miraron nerviosos.

-Entre más ayuda mejor, Moony- James le puso una mano en el hombro.

-Solo... dejenme pensarlo ¿bien?- pregunto.

-Claro, no hay problema con eso.- dijo Sirius.

La Navidad estaba cerca, todos ya habían hecho las pequeñas maletas para dejar Hogwarts esa misma tarde.

-Esta vez estaremos todos juntos- decía James emocionado mientras los merodeadores junto con Aurelia estaban en una de las mesas en la sala común.

Sirius había recibido una carta de su casa de que podía pasar las fiestas como mejor le pareciera, aparentemente no le importaba y tanto James como ella estaban felices de que así fuera. Los Potter sabían perfectamente cómo los padres de los Black trataban a su hijo menor.

Aurelia iba ya de camino a las cocinas para encontrarse con Pandora y pasar por un aperitivo para el camino en el expreso cuando vio una cara conocida en el pasillo de la bruja tuerta.

-Muy lejos de tu sala común Rosier- dijo la castaña acercándose a Evan pero antes de que este pudiera contestar la estatua se movió dejando salir a Regulus Black.-¡Evan!- dijo molesta.- Te dijimos que no le dijeras a nadie- miro alrededor nerviosa de que no hubiera nadie cerca.

-Oh vamos Potter, necesitaba ayuda- respondió, Regulus salió del todo con una bolsa negra llena de lo que sin duda serían dulces del sótano de Honeydukes.

Aurelia se cruzó de brazos- Espero que hayan pagado por eso- dijo mirando la bolsa.

-Tranquila, Evan me dijo que te molestarias si lo robamos- contestó Regulus- Deje el dinero en una mesa donde pudieran verlo.

-Toma una rana de chocolate- Evan saco el chocolate de su propia bolsa, Aurelia lo tomó.

-Si le contaste algo a idiota de Crouch, Evan... te mato- trató de utilizar el tono mas amenazador que tenia.

-Oh, vamos. ¿Lo ves aquí cerca?-señaló alrededor, no había nadie.- No le diremos nada ¿cierto Regulus?- Black parecía más aburrido que nunca a pesar de la bolsa llena de dulces.

-No le diremos nada- aseguró el menor de los Black.

-Bien...-Aurelia ya no estaba tan segura si fue una buena idea contarle al hermano de Pandora sobre el pasadizo de la bruja tuerta.- Bueno, me voy.

-A donde vas, déjanos acompañarte- Pudo escuchar el resoplido de Regulus.

-Voy a las cocinas, y esta bien no quiero que me escolten.

-Nos queda de paso a las mazmorras, vamos Reg- lo animó su amigo. Los otros dos hubieran preferido hacer otra cosa.

La mayor parte del trayecto Evan se la pasó hablando sobre las últimas pruebas de quidditch, ambos chicos estaban interesados en entrar al equipo.

-Oh espera, debo ir al baño- Evan le dio su bolsa de dulces a Regulus mientras desapareció por la puerta de los sanitarios del pasillo.

Aurelia y Regulus se quedaron solos en el pasillo, un silencio incómodo los rodeó hasta que Aurelia decidió hablar.

-Entonces... ¿Cómo piensas pasar esta navidad?- a esas alturas Regulus debía saber que Sirius no iría con él a casa.

-Como los años anteriores-miraba hacia los cuadros pero no a ella.

-Escuché que los Black asisten a esa gran fiesta de navidad de los sagrados 28-no sabia porque pero quería platicar con Regulus, este solo la miró de reojo.

-Si, siempre, todos los años- suspiró- Asisten todos menos los Weasley.

Aurelia lo sabía, por supuesto que lo sabía. Los Rosier estaban en esa lista pero el año pasado no habían ido por ir de viaje con sus abuelos.

-Supongo que este año tendrán un respiro de Sirius- intentó sonreír.

-Si, supongo que sí- la miró directamente y luego a sus zapatos- Mis padres dejaron claro que no lo seguirán intentando con él, por eso pasará navidad en tu casa.

-Espero que pases una linda navidad Regulus- Aurelia lo miró con un brillo en los ojos, y sus palabras realmente eran sinceras. No quería que su madre lo hiciera pasar mal, especialmente si Sirius no estaba pero al parecer tal vez conociendo a Regulus solo se limite hacer lo que le dicen.

-Mmm gracias-dijo mirándola- Espero que también te diviertas... dile a mi hermano- dudó por un segundo- Dile que le deseo una feliz na- antes de que terminara Evan salió del baño quejándose de que Peeves lo había mojado con el agua de los lavabos.

Siguieron su camino y Regulus no volvió a mencionar nada en el trayecto.

Los días cerca de navidad en casa siempre eran los mejores, y más ahora que James y Aurelia tenían compañía. Peter los iba a ver todos los días, ella, James, Sirius y Remus jugaban en la nieve como la navidad pasada, incluso iban siempre que podían a patinar al lago congelado.

Pero el ambiente cambió cuando una tarde nevada alguien tocó la puerta de la mansión Potter.

James, Sirius, Aurelia y Remus estaban empaquetando regalos con la señora Potter mientras que la elfa doméstica fue a atender.

-¿Sabes que puedes hacerlo mejor verdad?- le preguntó Aurelia a Sirius quien envolvió de forma caótica una caja de galletas para los vecinos.

-¿Estás criticando mi forma artística de envolver regalos?-preguntó ofendido.

-¿Llamas a eso artístico?- pregunto divertido James.

-Oh por merlín... Remus apoyame- el aludido apartó la mirada de sus regalos para mirar a Sirius.

-Es...único- dijo haciendo una mueca.

Todos rieron pero se detuvieron al ver una cabeza rubia asomarse por la columna del recibidor, era una chica de estatura media, delgada con cabello color pajizo. Tenía los ojos rojos y la nariz del mismo color, parecía que había estado llorando.

-Oh Philomena, querida- la señora Potter se puso de pie inmediatamente y ayudó a sentarse a la joven, se veía de alrededor de unos veintitantos- Emm niños, a su habitaciòn ahora.

James se puso de pie seguido de Remus y Sirius quienes se le quedaron viendo a la chica.

-Hola Mena...-saludó James antes de salir de ahí con los chicos.

-¡Mena!- Aurelia se acercó de inmediato a ella, sabía que no tenia porque irse ya que Philomena Pettigrew era y siempre había sido su mejor amiga de la infancia, ella era quien solía traer a Peter para jugar con James mientras ambas se pasaban el tiempo juntas, la mayoría del tiempo la mayor peinando a la menor de los Potter.

-Toma asiento querida- la señora Potter la guió a la sala donde ya las esperaba un juego de té- Cariño!- Llamó a su esposo quien estaba en la cocina.

-Oh Philomena querida, que agradable sorpresa- la expresión del padre de Aurelia cambió al ver el estado de ánimo de la recién llegada.

-¿Qué ha pasado- preguntó su madre con una mano en la espalda de Mena.

-Yo... mis padres...- la pobre no sabía por dónde empezar sin romper en llanto, una vez que se calmó y respiro un poco más pudo contarle a los Potter lo que había pasado- Pensé que simplemente habían olvidado enviarme una invitación para navidad y cuando me presente mi padre estalló en gritos- se sonó la nariz- mi madre me preguntó que qué hacía ahí, y le dije que porque no estaría en casa para navidad y ella... Oh dijo cosas horribles sobre mi Jhony- Jhony era el novio muggle de Philomena, por eso sus padres no le habían enviado una carta de invitación para navidad- Pensé que lo habían aceptado pero no... siguen furiosos. Papá dice que si sigo con él bien puedo olvidarme de pisar su casa- volvió a estallar en llanto esta vez abrazada de la madre de Aurelia.

-Oh querida- Euphemia la abrazo con cariño mientras le frotaba la espalda.

-Oh ese Enid- se quejó su padre-Negarle la entrada a casa a su propia hija en navidad- claramente Fleamont estaba molesto.

-Por supuesto estarás con nosotros este año Mena, no te preocupes. ¿Aura crees que Mena pueda dormir contigo?-preguntó su madre.

-Claro, como en los viejos tiempos-le sonrió a su amiga. Le extendió la mano y ambas fueron al segundo piso.

Cuando llegaron a su cuarto Mena dijo- Espero que cuando te enamores no tengas que pasar por estos problemas... pero claro tu padres son tan comprensivos y diferentes a los míos- suspiro triste tomando asiento en la cama.

-Lo tuyo debe ser amor verdadero si estás dispuesta a recibir todas esas críticas por tu Jhony- tomó asiento a un lado de ella.

-Lo amo, ¿sabes? me hace olvidarme de todo este mundo caótico lleno de magia y gente que se cree mejor que los muggles, pero en realidad no son diferentes a nosotros.

Aurelia sabía que Philomena había conocido a su novio muggle cuando estaba de visita en los estados unidos, se hicieron novios y ambos empezaron a asistir a algo llamado universidad.

-¿Cómo supiste que él... que él es tu persona?- A Philomena le nació una curiosa luz en los ojos.

-Con el tiempo, comenzamos a salir y cada cosa que decía y hacía me hacía sentir bien. Sentía que me podía convertir en alguien más, alguien diferente.- decía- No se asustó cuando le revelé mi naturaleza, me comprendió e incluso me enseño hacer las cosas sin magia, es divertido sabes.

-Debe ser entretenido-admitió.

-La sociedad mágica nos ha hecho creer que los muggles están por debajo de nosotros pero en realidad ellos han sabido ingeniárselas sin estas facilidades- señaló si varita en la cama- Los admiro, lo admiro- se sonrojo.

-Debe ser hermoso... enamorarse quiero decir- dijo con una sonrisa tímida.

-No te preocupes por eso Aura- le acomodo el pelo- el chico indicado para ti llegara algun dia, tal vez no lo sepas al principio, pero todo es tiempo, recuérdalo- le guiñó un ojo- Te hará ver el mundo desde otra perspectiva y lo amarás sin importar el qué dirán los demás porque a ti te hace feliz, cuando lo encuentres no lo dejes ir.

Aurelia no sabía si Mena se decía esa palabras a ella misma o en verdad pensaba que ella encontraría alguien diferente, quien sabe, tal vez un muggle. Pero de igual manera Aura guardó esas cálidas palabras en su corazón y las atesoró para después.

Cuando Aurelia bajó de nuevo a la sala a terminar de envolver los regalos que enviaria se encontró con su hermano sosteniendo una bandeja de sándwiches.

-¿Cómo está Mena?- preguntó.

-Ya mejor, se quedó dormida ¿Eso es para los chicos?- señaló los emparedados.

-Si, pero puedes tomar uno, iba a ofrecerle también a Mena pero si está descansando será mejor después.

Cuando Aurelia se quedó sola comenzó a envolver sus propios regalos. Un paquete de chocolates suizos para Remus, un nuevo vinilo para Sirius, unos lentes de vuelo para James, una bolsa de dulces surtidos para Peter, un collar para Mena y un brazalete de perlas para Pandora.

Para sus padres tenía unos marcos nuevos que fue lo primero que había envuelto ese día. Se quedó pensando en el ultimo dia que habia pasado en Hogwarts antes de regresar a casa y tuvo la idea de que aunque no sabia que regalarle a Evan decidió que le enviará una tarjeta navideña desplegable, escribió un simple 'Feliz navidad, gracias por la rana de chocolate'

Después de pensarlo un poco más decidió escribirle una a Regulus también, después de meditar en su mensaje finalmente escribió 'Realmente espero que pases una linda Navidad Regulus, disfruta las fiestas' Pensó en escribir algo más pero optó por no hacerlo, Aurelia no sabía si lo hacía de corazón o si era por el sentimiento de que Regulus estaría con la mujer que tanto daño le ha causado a Sirius.

El día de navidad había llegado y con él la fiesta anual que siempre organizaban sus padres. En el patio trasero montaban una lona blanca y ponían mesas y una cantidad obscena de adornos navideños, por supuesto su madre y ella siempre eran las culpables de que las fiestas de navidad fueran lo más ambientadas posibles.

-Siempre amare las fiestas de los Potter- dijo Sirius mirando alrededor.

-Creo que yo también- agregó Remus- Todo es muy mágico- desde los pequeños hombres de nieve que se paseaban por las mesas hasta la nieve mágica que caía del techo como en el gran comedor.

-Sirius!- Euphemia lo llamo- hay una sorpresa para ti.

Los chicos voltearon y quien venía entrando en la carpa junto otros invitados era nada más ni nada menos que la versión más amable de Bellatrix, su hermana y prima de Sirius; Andrómeda Black, ahora Tonks. Venía acompañada de un hombre alto y rubio que en sus brazos traía un bulto pequeño.

-Dromeda!- Sirius dejó de ser un adolescente para convertirse en la versión más inocente de él al correr a los brazos de su prima.

Los Potter los veían sonrientes, era una dicha que se reunieron ese día con familia y amigos.

Después de un rato, Sirius se había quedado con Andrómeda y la bebe mientras que James y Aurelia compiten en ver quien se terminaba un jarrón de cerveza de mantequilla más rápido.

-Aurelia gana!-decreto Remus riendo.

-Ha!- se limpió el bigote de espuma al mirar a su hermano- Paga hermano.

-En qué momento te convertiste mejor que yo en esto- dijo a regañadientes pero con una sonrisa traviesa al sacar unas monedas de plata del pantalón- Ire por mas pasteles de calabaza- señaló la mesa repleta de postres del otro lado- Quieren algo?

-No gracias- dijeron ambos.

Los dos se quedaron en la mesa hasta que entró una lechuza blanca en dirección a Aurelia.

-Vuelvo en un momento- dijo Remus viendo en dirección a unas mesas más adelante.

-Claro...-murmuró mientras abría la carta, era de Evan.

Potter,

Comenzaba a preguntarme cuándo es que también me enviarías uno de tus presentes en navidad.

Debo agradecer que sea una tarjeta y te diré algo, Pandora me dijo que te soñó escribiendo algo, debió ser esto.

En fin, siempre puedo darte más que una rana de chocolate, eso si no vas por tus propios dulces al sótano.

Felices fiestas

Evan Rosier

Aurelia no pudo evitar sonreír, se dirigía a casa a responder de inmediato cuando sin querer escucho la platica de unas amigas de sus padres, eran dos mujeres, no les podía ver la cara ya que estaban de espaldas pero había algo que mencionaron que llamó la atención de Aurelia.

-Puedes creerlo?-dijo una de ellas-,tremendo escándalo el que ocasionó ese pequeño Black.

-Ni que lo digas, escuche que su padre lo sustituirá como heredero y en su lugar dejará a Arcturus, sin duda ese otro sabe realmente lo que está en juego.

-Conociendo a Walburga la vergüenza de su hijo mayor debe estar que se la come, y qué me dices de Andrómeda? Otra decepción para Cygnus y Druella.- Aurelia se acomodo para escuchar mejor.

-¿No te enteraste de que él y Orión tuvieron una pelea en plena ceremonia de compromiso fallida?

-Oh sí, lo recuerdo. Querían comprometer a Sirius con Narcissa, tremendo escándalo que armó la chica al decir que había hecho el voto inquebrantable con Malfoy.

-Oh sí, sin duda toda una novela dramática, todo se centra en los Black ahora- río la vieja bruja.

-Pero sin duda lo más serio de todo es eso de escoger bandos, los Black lo llevan claro eso si.

-Exacto, mi marido dijo que Orion y Walburga no se pierden ni una sola reunión de ese tal señor oscuro- Aurelia ya lo había escuchado antes, incluso Sirius había dicho que su familia estaba involucrada.

-Pues también los Potter deben saber que hacen no te parece?- señaló el centro de la fiesta, sus padres platicaban con Andrómeda y Philomena, Sirius cargaba a la bebé y James estaba a su lado haciendo caras graciosas que hacían reír tanto al padre de la bebe como a ella.- Acogiendo siempre marginados.

-Ya ni me digas de esa chica Andromeda, mira tu que casarse con un muggle-decía casi con asco- y la otra niña, la de los Pettigrew, escuche que sus padres la corrieron de casa tambien por estar con ese muggle- Aurelia comenzaba a enojarse, ya había arrugado la carta de Evan. ¿Cómo se atreven a hablar así de ellos en su propia fiesta?

-Pues ya escogieron bando también ellos, serán sangre pura pero claramente se ve donde quedan sus lealtades, acogiendo callejeros de todos lados...- Aurelia no lo soporto más así que mientras ellas seguían hablando se metió cuidadosamente debajo de la mesa para que no la vieran y con una cerilla de las velas flotantes prendió fuego a la túnica de una de las brujas.

Se alejó rápida y disimuladamente, antes de salir de la carpa escuchó el grito escandaloso de una de ellas y de repente todos se les habían quedado viendo, su túnica estaba en llamas.

Aurelia no pudo evitar soltar una risa traviesa antes de entrar a casa, al responder la carta de Evan no supo por qué, pero se preguntó si Regulus había recibido su tarjeta, lo más probable era que si y simplemente no quería responderle, tan estirado como siempre.

En el tren de regreso a Hogwarts, antes de que Aurelia pudiera ir a buscar a Pandora, Remus dijo que quería hablar con ellos de algo.

-Suéltalo Moony- le dijo James sentado a un lado de Peter. Aurelia, Sirius y Remus compartían asiento.

-Es sobre... ya saben que- se le veía un poco inseguro, Aurelia lo había notado los últimos días más callado de lo normal.

-¿Te refieres a nuestro pequeño proyecto peludo?- Sirius tenía una sonrisa traviesa.

-Si, ya lo pensé bien y no quiero que sigan con eso.

-¿Que?-Peter por fin le quitó la vista a su galleta de chocolate gigante para ver a Remus.

-¿Por qué?- preguntó Aurelia.

-Es muy peligroso y no quiero que se involucren más en eso, suficiente es para mi que lo sepan.

-Oh vamos Lupin- intervino Sirius- Es una idea excelente, sabemos cuidarnos y no pasará nada.

-Sirius...- James, quien había mirado pensativo a Remus todo el tiempo por fin habló- Respetemos su decisión.

-Pero James!- Black protestó como un niño pequeño. Se cruzó de brazos y Aurelia supo que eso no se quedaría así, no después de todo lo que él había contribuido en la investigación.

-Esta bien Remus- Aurelia le puso una mano en la rodilla, Lupin parecía aliviado.

Rápidamente para quitar la tensión James cambió de tema y Aurelia por fin pudo ir a buscar a Pandora.

Semanas después era finales de enero y claramente Sirius no podía dejar el tema en paz, por más que James le dijera que respetara la decisión de Remus, Black no podía quedarse de brazos cruzados.

Fue una mañana después de luna llena que todos habían ido a ver a Remus, este como de costumbre tenía nuevos cortes y vendas, se veía pálido y cansado aunque siempre dijera que no lo estaba.

Cuando madame pomfrey los echó de la enfermería Peter dijo que se adelantaron por algo de comer dejando a los hermanos Potter y a Sirius de camino al gran comedor.

-Siempre dice que no le duele, siempre dice que se siente bien, pero claramente no puede disimular como se ve- Sirius se venía quejando.

-No podemos hacer nada...- James también se veía algo desanimado.- Solo ofrecerle nuestra compañía y apoyarlo siempre- Aurelia pensó que eso es algo que diría su madre.

-Tal vez, si debemos seguir con el plan- dijo Aurelia casi en un susurro, Sirius la miro con los ojos muy abiertos. Que?- los tres se detuvieron.

-¡Al fin la voz de la razón ha hablado!- Sirius alzó los brazos al techo.

-Aura-su hermano la reprendió- Ya lo habíamos hablado.

-Oh vamos James-dijo Sirius- Tú has leído esos libros y sabemos lo suficiente de...-miró alrededor- Hombres lobo- susurró- Para saber que esa clase de comportamiento no es normal en ellos.

-Sirius...

-Ya lo decidí- se puso una mano en el pecho- Yo lo haré, si quieren hacerlo conmigo serán bienvenidos pero no dejaré a Moony solo en eso, siempre lo ha estado pero ahora tiene a sus amigos.

Los hermanos Potter se miraron, James se quitó las gafas para limpiarlas con sus sueter.

-Aurelia, tu me apoyas cierto?

-No pasará nada si lo intentamos- se encogió de hombros.

-¿Y qué hay de Peter?- James estaba a punto de ceder.

-El hará lo que digamos- dijo restando importancia. James suspiró, sabía que tenía razón.

-Está bien- murmuró james poniéndose las gafas de nuevo.

-¿Qué dijiste James? No te escuche-Sirius se puso una mano en la oreja, tenía una sonrisa triunfante en el rostro, Aurelia también sonrió.

-Que está bien, hagámoslo.

-Ese es nuestro Jimmy- Sirius le pasó un brazo por los hombros y le revolvió aún más el pelo castaño.

Y fue así como comenzó una de las misiones más complejas de los merodeadores; convertirse en animagos ilegales a la corta edad de trece y catorce años... o al menos lo intentaron a esa edad.

Chapter 11: El pasadizo del espejo

Chapter Text

Aurelia estaba en su habitación, era temprano por la mañana y sus compañeras ya estaban despiertas, al mediodía estaba programado el partido de quidditch, su casa contra Slytherin.
-Vamos! no queremos llegar tarde a la práctica de gryffindor- decía una de sus compañeras, escucho como sus pasos apresurados salían de la habitación.
Aurelia solo dio vueltas en su cama, suficiente había tenido con James durante las vacaciones. Aunque algo la impulsó a levantarse, sabía que el equipo de slytherin tenía nuevos integrantes, entre ellos Evan Rosier como cazador y Regulus Black como buscador.
Esto lo sabía gracias a Pandora quien había asistido a las pruebas y sinceramente tenía una gran curiosidad por saber quien ganaria, sabía que su hermano era el mejor, James se encargaba de que eso siempre fuera asi pero habia escuchado por ahi que Regulus había atrapado la snitch en su primer juego contra Hufflepuff.
Al bajar a la sala común se encontró con casi todo gryffindor vistiendo los colores de la casa incluso algunos tenían unas melenas de león sobre la cabeza. Claramente los merodeadores no estaban por ningún lado, seguro habían ido a apoyar a su hermano a la práctica.
Cuando cruzó las puertas del gran comedor la recibió un ambiente muy movido y entusiasta había algunos jugadores de slytherin que ya traían puesto el traje de vuelo, ya que no faltaba mucho para el partido.
Pandora le alzó una mano desde la mesa de slytherin, llevaba una bufanda verde y plateado y junto a ella su hermano, Regulus, el insoportable de Barty y Snape.
Al acercarse y antes de que pudiera decir algo Evan dijo- Lista para ver a tu casa perder Potter?- tenía una sonrisa ladina.
-No lo creo, ¿qué tan preparados están ustedes para perder?
-Hmp, los Potter tan arrogantes como siempre- dijo Snape a nadie en particular, Aurelia lo ignoró.
-¿Por qué no tomas asiento Auri?-preguntó su amiga señalando el lugar delante de ella, a un lado del asiento vacío estaba Regulus, quien bebía indiferente de su jugo de calabaza.
-Mmm no creo que…- comenzó.
-Vamos yo tampoco estoy en mi mesa y mira Evan me presto su bufanda para apoyar al equipo-señaló la prenda.- Paso desapercibida con ella-dijo riendo.
-Oh por favor Pandora-intervino Barty- Es una gryffindor hasta la médula-señaló su suéter naranja con rojo y la bufanda del mismo color- jamás se atrevería a sentarse en otra mesa que no fuera la suya.
-No creo que todo sea blanco y negro Crouch- dijo tomando asiento a un lado de Regulus, podria haber jurado que vio a este tensarse un poco- Es solo una mesa.
-Bravo por ti y tu rebeldía Potter- empezó Snape- Pero creo que deberías ir a tu mesa, los leones nos son bienvenidos aquí.
-Oh cállate, Snape- le dijo Rosier- Esta con mi hermana- Aurelia sintió una extraña sensación en el pecho- Y bien Potter, ¿alguna debilidad de tu hermano que nos pueda servir?-
-Oh no lo intentes Evan- le dijo su hermana.
-Hasta crees que te lo diré Rosier- dijo tomando una manzana del frutero.
-Bueno, tenía que intentarlo- Barty torció los ojos y se fue con Snape detrás de él.
-¿Que tanto estarán diciendo?-le dijo Pandora señalando hacia atrás, Aurelia volteo y vio a Lily, Mary y Marlene hablando en voz baja y lanzando miradas nerviosas en su dirección, no solo eran ellas, algunos otros estudiantes en gryffindor también lo hacían.
-Tal vez alguien se metió en problemas…-dijo Regulus mirando su avena con frutos rojos y dando un bocado. Aurelia se le quedó viendo- ¿Que?- Potter notó que era la única chica con colores diferentes sentada en la mesa de las serpientes.
-No les hagas caso, Potter- la animó Evan.
Pandora al ver la creciente incomodidad de su amiga por las miradas que se posaban en ella dijo- Si quieres vamos de una vez al campo.
Ambas se alejaron y no fue después de que cruzaron las puertas que Regulus habló.
-No creo que debas hacer eso- dijo mirando a su amigo.
-¿Hacer que?-preguntó sirviéndose más té, Regulus suspiró.
-Animarla, sabes que puede terminar mal. No deberíamos hablarle en primer lugar.
-¿Crees que no lo sé? Pero me cae bien y a Pandora también.
-Si tu padre se entera de que son amigos de una traidora a la sangre…-Regulus sabía cómo era el padre de Evan, su madre era más tranquila y realmente lo le importaban esas cosa, pero había una razón por la cual el padre de Evan y los padres de Regulus se llevaban muy bien y era su opinión compartida sobre la pureza de sangre.
-No tiene porque enterarse, Regulus. Él no decide por mí- se encogió de hombros.
Black se quedó viendo a su amigo, solo se preocupaba por él y en las consecuencias que esa amistad podría traer.
-Vamos-dijo poniéndose de pie, tenemos un juego que ganar.
El partido que le siguió después fue uno de los más emocionantes del año según toda la escuela. Iban empatados en puntaje y ambos buscadores estaban en una carrera desesperada por atrapar la snitch.
-¡Tú puedes Regulus!- gritó Pandora a un lado de Aurelia.
-Recuerdame porque trajiste a tu amiga- se quejó Sirius a un lado de ella.
-Oh vamos… está apoyando al equipo de su hermano- dijo sin quitarle ojo a James quien había anotado ya más puntos para Gryffindor. Remus y Peter estaban apoyando al equipo justo debajo de ellos.
-No me gusta mucho escuchar el nombre de mi hermano cada dos por tres…
-Alguien tiene que apoyarlo también no?-lo miró de reojo- no tiene a su hermano mayor para animarlo.
-Ni creas que con eso me harás sentir mal, señorita.
Aurelia no pudo contestar porque de repente se escuchó un estruendo de gritos, Evan ya había anotado más puntos eso los empata de nuevo.
-¡Ya termina con esto James!- le gritó Peter.
-Tiene razón- añadió Pandora- Ya casi acaba el tiempo y no han podido desempatar.
Fue particularmente tenso y emocionante, cuando creían que ya habían anotado puntos suficientes ahí iba el otro equipo a empatarlos, así que el partido acabó con un rotundo empate ese día.

 

Unos días después, un viernes por la tarde. Aurelia estaba en una de las mesas de la sala común cuando llegó su hermano.
-¿Dónde estuviste?-preguntó ella cerrando su libro.
-Detención- tomó asiento delante de ella.- Oye, quería hablar contigo de algo- Aurelia notó que Sirius, Peter y Remus tomaban asiento a unas mesas alejadas de ellos.
-¿Qué pasa Jimmy?-dijo prestando más atención, su hermano no era de ponerse tan serio.
-La otra vez me pasaron el dato de que te vieron con los slytherin antes del partido…
-Y eso…-lo alentó a seguir- Acaso no puedo elegir donde me siento?
-No es eso, es solo que bueno, son slytherin- dijo como si fuera algo malo- Te vieron con Regulus y Evan.
-¿Olvidas que Pandora y él son hermanos? Y que casualmente Black siempre está con él?
-La cosa es, Aura-recalcó- que son slytherin y sabes como están las cosas con todos ellos- Claramente se refería a que últimamente todos los slytherin se han estado comportando horrible con las demás casas especialmente con los hijos de muggles y mestizos.
-Lo sé, pero creeme que ellos no son así…
-Mira hermana… se que no puedo decirte de quién si hacerte amiga y de quien no pero solo te pido que tengas cuidado, no me agradan.
-No tienes por que preocuparte- le sonrió.
Hablaron un poco más antes de acercarse con los demás merodeadores, Aurelia notó que James y Sirius intercambiaban miradas y un asentimiento de cabeza.
-Oh muy bien, si ya terminaron su charla será mejor que nos pongamos a trabajar en cosas más serias- Sirius puso un mapa medio hecho en la mesa delante de ellos.
-Llevamos dos pasadizos- señaló Remus.- El de la bruja tuerta y el del sauce boxeador.
-¿Cuántos creen que haya?-preguntó Aurelia
-No lo sabemos, pero el castillo es enorme y apostaría que hay más- dijo Peter.
-Yo digo que hay que aprovechar esta tarde para salir a explorar, nos vemos en la cena- habló James.
-Perfecto-Sirius miró a la menor de los Potter- ¿Te unes a la búsqueda? Entre más mejor.
-Claro-dijo sonriente.
Ciertamente pensó que sería más divertido, y no solo caminar por los pasillos de Hogwarts buscando cualquier cosa que pareciera sospechosa.
Se habían separado para abarcar más territorio por lo que ahora Aurelia se encontraba sola paseando por el cuarto piso poniendo atención a cualquier cosa que le resultará extraña, lo que resultó un poco tedioso ya que todo en un Castillo de muchos años de antigüedad tenía cosas extrañas, prestar atención a los detalles le impidió darse cuenta de que había alguien siguiéndola.
Estaba en un pasillo desierto donde las antorchas a los lados se apagaban al fondo y había pocos retratos y tapices.
-Lumos-su varita se encendió iluminando el pasillo desierto, no había puertas lo cual era bastante extraño así que siguió adentrándose. A mitad del camino un ruido la hizo detenerse, volteo hacia atrás pero no se veía a nadie cerca- Tal vez esa gata huraña no hace bien su trabajo y solo sean ratas…-trato de convencerse.
Por fin al final pudo llegar a una gran puerta de madera, esta se veía desgastada y arañada, tenía un candado lo que impedía abrir la puerta.
-Alohomora-murmuró, el candado cayó al suelo y la puerta se entreabrió dejando ver una cuarto grande, polvoso lleno de muebles cubiertos por sábanas blancas, se adentro un poco.
-Creo que estas muy lejos de tu torre, Potter-dijo una voz detrás de ella. Recargado en el umbral estaba Barty Crouch.
-¿No tienes mejores cosas que hacer que seguirme Crouch?- preguntó intentando mostrarse sin una gota de miedo.
-Sabes, creo que no me había podido cobrar lo que hiciste la vez pasada- tenia su varita entre las manos, la apunto.
-Yo que tu lo pensaria dos veces-le advirtió- ¿no te has enterado quien es la mejor de segundo en el club de varitas cruzadas?
-Oh claro que me he enterado, tu hermano y esos idiotas se lo recuerdan a todos-dijo molesto.
-Entonces déjame en paz.
-Oh claro solo quería saber que te traía por el pasillo menos transitado de la escuela…- a Aurelia no le gustaba para nada su tono.
-Solo déjame tranquila, Crouch…
-Esta bien, esta bien te dejaré tranquila y…sola-antes de que Aurelia pudiera anticiparlo Barty lanzó un hechizo para que las sábanas blancas que cubrían los muebles fueran directo hacia ella envolviendola completamente, escucho el sonido de la puerta cerrarse.
-¡Finite!- las sabanas cayeron al suelo y ahora la puerta estaba cerrada, fue directamente abrirla pero esta no cedia.- Alohomora- no se abrió, escucho la risa de Barty al otro lado.
-Ni lo intentes Potter-dijo- No saldras de ahi en un buen rato- Aurelia golpeó la puerta- No vemos, o tal vez no- se fue riendo.
-Idiota…-dijo para si misma. No sabía qué hechizo había usado Crouch pero debió ser uno muy fuerte ya que ninguno de los hechizos que probó funcionó. Suspiró para sí misma- No hay de otra…-dijo mirando la sala oscura, olia a polvo y un poco a humedad.
Todas las sábanas estaban en el suelo por lo que ahora podía ver que había mesas, percheros, buros, libreros, sillas, unos cuantos cofres y varios telescopios junto con algunos cuadros de mapas astronómicos, solo es una sala de almacenamiento, se dijo. No había antorchas para encender por lo que solo se valía de la luz de su varita, la sala era un poco grande por lo que busco en vano alguna otra puerta que la sacara de ahí.
Ya llevaba un rato intentando buscar una salida en vano y definitivamente ya se había perdido la cena. Seguía dando vueltas hasta que al pasar delante de un perchero pudo ver el reflejo de su luz.
-Pero que…-detrás de una mesa y unas sillas había un espejo de marco plateado, pudo haberlo dejado pasar de no se porque la luz que emanaba su varita en el reflejo era un poco peculiar, ondeaba y sacaba destellos tenues de colores, movió el perchero, la mesa y las sillas para encontrarse con un espejo de unos dos metros, sucio, empeñado y con algunas manchas en los bordes.
-Eso sí es extraño…- dijo moviendo su varita viendo detalladamente cómo ese efecto se veía en el espejo.- Y si…-acercó su mano para tocar la superficie, apenas la rozó pero había tenido un efecto curioso; había provocado ondas como si el espejo fuera líquido. Lo intentó de nuevo metiendo la punta de su dedo, después poco a poco toda la mano. La sensación del otro lado era fría y húmeda.
Aurelia dudo un poco en sí atravesar el espejo, sabía que su hermano y los otros la encontraron con ayuda del mapa pero justo enfrente tenía algo que había buscado y encontró sin querer.
-Pues para eso estoy aquí…-dijo mirando su reflejo en el espejo, vio por última vez a la puerta antes de adentrarse.

 

Mientras tanto los merodeadores ya estaban en el gran comedor, habían llegado uno por uno y se sentaron juntos en su lugar habitual.
-¿No vieron a mi hermana?-pregunto James mirando alrededor.
-Debe estar en camino-dijo Sirius sirviendo un poco de puré de papa.
-¿Tuvieron suerte?-preguntó Peter
-No-respondieron los tres un poco desanimados.
-Tal vez Aura encontró algo interesante por ahí- dijo Remus.
-Tal vez…-James se le quedó viendo a su plato, dejó que el sentimiento pasara, seguro no sería nada y Aurelia llegaría pronto a la cena, nunca se perdía una comida.
-Vamos Moony, dame un poco más de chocolate-le suplicaba Sirius a Remus, habían pasado ya quince minutos y James no le quitaba el ojo de encima a la puerta de entrada.
-Es mi última barra-dijo Remus viendo su chocolate Mars.
-La podemos compartir, te prometo que te conseguiré más-decía Sirius- No se porque pero ese chocolate muggle sabe bien.
James notó que Barty Crouch entraba al gran comedor con una sonrisita estúpida y James pudo haberlo dejado pasar de no ser porque se le quedó viendo fijamente por más tiempo del que le hubiera gustado, el contacto visual se rompió cuando tomó asiento a un lado de Black y Rosier.
James no le quitó ojo de encima y se dio cuenta de que le contaba algo a sus amigos mientras este reía, ambos lo miraron sorprendidos y enseguida voltearon a verlo.
-Basta-James se paró dramáticamente de su asiento, Sirius,Peter y Remus lo miraron sorprendidos.
-¿Qué pasa amigo?-preguntó Peter
-Tengo un mal presentimiento, iré a buscar a Aura- comenzó a caminar en dirección a las puertas seguido de Peter y Sirius. Remus noto como Crouch, Rosier y Black lo seguían con la mirada, los últimos dos un poco serios a diferencia de la sonrisa estúpida de Crouch.
-Será más rápido si usamos el mapa-sugirió Sirius.
-¿Lo traes?-James se detuvo.
-No, creo que lo tenía Moony.
-Aquí lo tengo- dijo acercándose sacando el pergamino de su bolsillo trasero.
Los cuatro se apartaron del camino transitado para conjurar el nombre de Aurelia, aún no sabían cómo hacer para que los nombres aparecieran sin conjurarlos.
-Ahí está-Peter señaló un pasillo del cuarto piso.
-Espera… se sale de las líneas trazadas-dijo Remus- No es normal…
-Oh si! encontró un pasadizo!-Sirius sonrió- si no está en el mapa y una nueva ruta.
-Crouch debió hacer algo, no se que o por que pero la forma en la que me miró no me gusto nadita.- James se cruzó de brazos.
-Si, también lo noté- lo apoyó Remus.
-Se está moviendo…-dijo Peter.
-Tienes razón, debemos apresurarnos.
Los cuatro se pusieron en marcha.

 

El pasillo era angosto, oscuro y con olor a humedad, pero eso no hizo que Aurelia Potter retrocediera, al contrario de sentir miedo Aurelia sentía una tremenda curiosidad por saber a dónde exactamente la llevaría ese pasadizo. Al principio el camino era recto y liso, después se encontró con unos cuantos escalones que se convirtieron casi interminables, la subida era en caracol y al parecer debía guiarla a alguna de las torres cercanas.
Habían pasado alrededor de unos diez minutos.
-Por favor que acabe ya- se quejó subiendo más escaleras. Afortunadamente había sido escuchada ya que el final del camino era una pared de ladrillos.-Que!?- era una sólida pared, no había más escaleras y Potter juraba que no se encontró con ningún desvío o camino alterno.
-No, no, no quiero bajar todos esos escalones- se acercó a tocar la pared pero no pasó nada, estaba fría muy fría. Se sentó con la espalda recargada en la pared, estaba emocionada con esa pequeña aventura pero ahora que veía el final era realmente decepcionante, pasó unos minutos descansando hasta que decidió ponerse de pie para bajar de nuevo todos esos escalones.
Antes de bajar más se dio la vuelta decidida y lanzó un pequeño hechizo a los ladrillos, solo una pequeña explosion muestra su frustración.
Por un momento no pasó nada y estaba a punto de irse cuando los ladrillos empezaron a temblar, recorriendose a los lados como los de la entrada al callejón diagon.
Aurelia se quedó petrificada al ver que había funcionado, cuando se asomó vio a cuatro rostros delante de ella.
-Aura!- su hermano se lanzó por el umbral para tomarla de la mano y sacarla de ahí ya que los ladrillos se volvían a acomodar.
-¿No nos escuchabas?-preguntó Sirius- gritamos tu nombre.
-¡No oí nada!-todos vieron como se terminó de cerrar la apertura- Donde estamos?- dijo mirando alrededor, le sonaba ese lugar.
-En la torre de astronomía-respondió Remus- bueno en el sótano.
-Oh… en la sala donde encontré el espejo había telescopios y mapas astronómicos, tiene sentido.
-Tal vez lo usaban para transportarlos…-dijo Peter.
-Espejo?-preguntó su hermano.
A Aurelia no le tomó mucho contarles cómo fue que pasó todo.
-Sabia que es idiota de Barty habia hecho algo-decia James mientras se dirigen a la torre de gryffindor.
-Luego podemos planear nuestra venganza pero por el momento, debemos encargarnos de agregar ese pasadizo al mapa!-dijo Sirius más animado.
-Si, nos servirá para futuras travesuras- James le guiño un ojo cómplice a su hermana.
Aurelia se sintió feliz por haber contribuido de esa forma a la elaboración del mapa que tanto los traía entrenidos.

 

Unas semanas después a finales de mes Aurelia pudo tener personalmente su venganza contra Barty.
La menor de los Potter le había contado a su amiga sobre lo que había pasado y ella encantada dijo que le ayudaria por lo que en una de las salidas a Hogsmeade de James y los merodeadores, les encargo polvos pica pica de Zonko y que le prestara la capa de invisibilidad.
-Lo que sea que tengas planeado-le dijo James cuando se los entregó- Que sea delante de todos.
Porque no solo le llenaría de polvos pica pica la ropa sino que lo encantaría con algo más creativo.
Esa mañana en el desayuno Barty estaba entre Regulus y Evan por lo que le pidió a Pandora que fuera a hablar con ellos de algo, lo que sea para distraerlos y así ella acercarse lo suficiente dentro de la capa.
Aurelia iba detrás de Pandora quien se dirigía con su hermano.
-Evy…-dijo Pandora parada delante de ellos, Aurelia había llegado por detrás, del otro lado de la mesa.
-Evy?-dijo Barty en tono de burla mirando a Rosier.- Que apodo tan infantil Rosier.
-¿Qué pasa Pandora?-preguntó su hermano un poco sonrojado ignorando a Barty.
-Quería saber si te gusta este dibujo-le extendió un pergamino- lo encanté para que se moviera- los tres miraron al pergamino.
Aurelia saco un poco la mano para rociarle los polvos a Barty por todo el cuerpo, el tonto ni si quiera los sintio.
-Amm pues es muy lindo Pandora-dijo extrañado Rosier.
-¿Qué hechizo usaste para que tuviera movimiento?-preguntó Regulus mirando el pergamino, el dibujo era un rosal que se movía con el viento, algunas hojas salían volando y había mariposas que se posaban en las flores.
-Oh, se llama Animare-volteo para ver como la mano de Aurelia volvía a desaparecer en el aire.- Bueno solo era eso, supongo que le agregare color después. Nos vemos-se despidió sonriendo.
Aurelia fue a un rincón para quitarse la capa y se dirigió a su asiento junto a su hermano.
-Llegas un poco tarde- le dijo él.
-Oh estaba ocupada-señalo con la barbilla al trio de plata que tenían delante.
-Oh ya lo hiciste?-preguntó Sirius-Pequeña diablilla.
-Hacer que?-preguntó Peter.
-Chst- lo cayó Remus.
Le dirigen miradas disimuladas de a ratos, el polvo tardara un momento en hacer efecto.
-Ahí está-susurró, todos lo miraron.
De repente Barty se rasco en el cuello, un movimiento normal, como si solo fuera una simple picazon, pero no se dio cuenta de que la zona donde se había rascado ahora la tenía morada. Aurelia y su hermano no pudieron evitar soltar una risita.
Comenzó a rascarse de nuevo, esta vez en el pecho y los brazos.
-Pero que…-lo escucharon decir, se rasco en la mejilla.
-Amm Barty…-decía Regulus mirándolo como si el chico tuviera tres cabezas. Crouch solo se rasco mas el cuello, y la cabeza.
-Demonios!- exclamó Evan haciendo que toda la mesa slytherin lo volteara a ver- que te pasa Barty?
Barty ahora tenia casi toda la piel expuesta de color morado, y para que no la culpara a ella le pidio a los merodeadores que no rieran y solo actuaran indiferentes.
-¿Quieres ir a la enfermería?-le preguntó Regulus él y Evan ya se habían alejado del chico de piel morada lo suficiente para no contagiarse.
Barty no dijo nada, solo se puso de pie entre jadeos molestos y salió rascándose del gran comedor, algunos rieron y otros voltearon a ver a los merodeadores quienes estaban muy serenos y tranquilos comiendo su desayuno, incluso Sirius estaba leyendo el periodico.
-Recuerdame no meterme contigo- le dijo Remus.
-Aprendió de los mejores- James se acomodo la corbata orgulloso.
-Esa fue buena Aura- Sirius le guiño el ojo.
Peter asintió con entusiasmo. Definitivamente ahora podria hacer sus propias bromas si ese tonto se metia con ella.

Chapter 12: Las reuniones susurradas

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Los días habían pasado y ya sólo estaban a unas semanas de las tan esperadas vacaciones de verano.

Los profesores no daban tregua con las tareas y los ensayos de las clases por lo que Aurelia se encontraba actualmente un poco saturada de trabajo. Eso y sumar la tarea que les había dado Mcgonagall sobre escoger las clases optativas extra que tendrían en tercer año.

Aurelia junto con Pandora pasaban esa tarde estudiando para sus próximos exámenes.

Rosier leía un libro de herbología mientras que Aurelia estaba concentrada en un libro de defensa contra la artes oscuras en un área del segundo piso de la biblioteca cerca había un grupo de slytherin murmurando.

-Hey- Evan saludo tomando asiento delante de ellas- ¿están teniendo una competencia de quien lee más o que?- dijo curioso.

-Intentamos estudiar- le respondió su hermana- algo que también deberías hacer tu, querido hermano.

- Oh lo tengo controlado- se dio unos toques en la sien- soy excelente memorizando.

- Bueno, entonces te agradecería si me dejarás a mi memorizar.

-De esa forma le agradeces a tu hermano por venir a compartir su valiosa compañía aquí?- intentó soñar ofendido, el tono de Pandora no le había afectado pero Aurelia notó que le echaba una mirada nerviosa al grupo de slytherin al fondo.

-Agh patrañas Evan- dijo poniéndose de pie- Iré a buscar otro libro, no encuentro nada en este sobre plantas curativas- le dijo a Aurelia, esta asintió. Ambos vieron como esta se alejaba.

- ¿Y bien?- preguntó Potter.

-Y bien que ?

- No piensas unirte a tus amigos slytherin?- hizo un gesto con la cabeza a los otros chicos de segundo al fondo.

-No los llamaría exactamente mis amigos- dijo encogiéndose de hombros- Compartimos casa, eso es todo.

-Te juro que jamás hubiera creído que un slytherin diría algo así- dijo divertida.

-Es principalmente por toda esa mierda de la pureza de la sangre- decía Evan- Ya tengo suficiente con mi padre y mis abuelos.

-Pandora me dijo algo así- dijo comprensiva- creo que eres el único de tu casa que piensa de esa forma.

- Probablemente, pero trato no hablar mucho de ello. Realmente se pueden poner pesados con todas esas ideas preconcebidas- Se sabía que la casa de las serpientes era la más agresiva con respecto a esos temas.

- Si... creo que yo tampoco quisiera una casa entera en mi contra - Realmente entendía a Evan, era muy probable que fuera la única excepción al pensar así y hacía bien en mantenerlo para él considerando la reputación de su familia y las personas que siempre lo rodean.

-Y aquí entre nosotros... Fuiste tú esa vez con Barty cierto?- Aurelia sonrió delatandose así misma- Oh lo sabía -dijo riendo- nos contó que te había encerrado en una habitación del cuarto piso y créeme esperaba a que contracaras.

- Dime que lo disfrutó- tenía una risa divertida.

- Madame Pomfrey hizo que se le quitara el color pero tuvo comezón todo el día- Ambos rieron recordando ese día lo que los hizo ganarse unas miradas furtivas del grupo de serpientes al fondo. Al notarlo ambos disiparon las risas - Creo que me agrada eso de ti, Potter- dijo después de un rato.

-Eh? ¿A qué te refieres? - Aurelia trato de ocultar su sonrojo.

- Que no te dejas, te defiendes y no te dejas intimidar- Aurelia sintió algo en su pecho, un sentimiento de orgullo y algo más.

-Creo que...-sintió la necesidad de decirle algo también, tenía las mejillas sonrojadas y le rezo a Merlin para que Evan no lo notara- creo que a mi me gusta que tú no pienses como los demás en tu casa. Eso es ir contra la corriente y hay que ser fuerte para ir en la dirección contraria- ambos se quedaron viendo por un momento, había un brillo en los ojos de ambos, un sentimiento que Aurelia no sabía identificar y se dio cuenta de que era la primera vez que veía a Evan de otra forma que no fuera simplemente 'el hermano de Pandora'

-Lo conseguí- Pandora había llegado con un grueso tomo- Estaba justo a un lado donde tomé el primero.

-Bueno señoritas, las dejo con sus estudios- Evan se puso de pie.

-¿Tan pronto te vas?- preguntó su hermana tomando asiento.

-Hace un momento no que querías aquí y ahora me preguntas eso... de verdad no te entiendo hermana- le revolvió el cabello rubio.

-Baah largo Evan- dijo riendo.

-Nos vemos- se despidió Aura.

Probablemente Pandora no notó esa pequeña tensión en el aire, y quizá tampoco notó que durante un rato Aurelia no pudo concentrarse en su lectura.

A mediados de marzo fue cuando Aurelia tuvo la oportunidad de confrontar algo que le picaba la curiosidad desde navidad.

La menor de los Potter se dirigía hacia la torre de astronomía para terminar una tarea de esa clase, debía completar tres mapas astronómicos con ayuda de los telescopios de la torre.

Decidió que dejaría pasar la cena para terminar ese pendiente ya que a esa hora era cuando las estrellas estaban en lo alto y se veían bien y de cualquier forma no habria nadie a esa hora pero no esperaba encontrarse con alguien ahí arriba, mucho menos con...- Hola Regulus- saludó, este estaba inclinado sobre uno de los telescopios cerca del barandal.

-Potter- dijo mirándola, había una libreta y dos mapas en el suelo.

-Pensé que todos estarían en la cena- se adueñó del telescopio a un lado del de él.

-Pensaba lo mismo- viéndola de reojo.

-No quería a nadie cerca pero creo que debemos disfrutar de nuestra compañía por un rato- comenzó a ajustar el lente del telescopio.

-Ya casi termino- dijo anotando algo en el cuerno.

Pasaron un rato trabajando en silencio hasta que Aurelia se le ocurrió preguntar por algo de hace unos meses.

-Oye...-dijo volteandolo a ver y no pudo evitar compararlo con su hermano Sirius, la misma forma de la cara, los mismo ojos... podrían pasar por gemelos de no ser porque Sirius era un poco más alto y claro también por el corte de cabello.

-¿Si?- se quitó unos rizos de la frente.

-En navidad... yo emm te envié una tarjeta- dijo nerviosa- se que ya pasó un tiempo y que quizá jamás te llegó pero tenia curiosidad si la recibiste?

Pudo notar que Regulus se tenso un poco, no esperaba esa pregunta.

-Si, la recibí- respondió un poco incómodo, el día que la recibió se sintió un poco conmovido y tuvo que esconderla para que sus padres no la vieran, en su familia esa clase de gestos... eran extraños. Aurelia espero a que dijera algo más- Gracias.

-Supongo que mejor tarde que nunca-dijo ella con una sonrisita. Regulus se sintió un poco idiota.

-Realmente no sabia que decir, por eso no respondí- agregó rápidamente.

-No te preocupes, lo acabas de decir. Yo creí que sería un buen detalle, después de todo Sirius pasó navidad con nosotros y tu estabas con tus padres- la mirada de Regulus se oscureció un poco al mencionar el nombre de su hermano y recordar esas fechas solo en casa.

-Si...-fue todo lo que dijo. Los inundó un incómodo silencio- Bueno, me voy ya terminé.-mintió, aún le faltaba la mitad del segundo mapa.

-Oh, claro- Aurelia solo pudo ver como Black recogía sus cosas y salió apresuradamente de ahí- Nos vemos- se alcanzó a despedir.

Aurelia suspiró y se concentró en su trabajo.

En la semana de exámenes los merodeadores casi no tuvieron tiempo para planear bromas por lo que se estaban guardando para una realmente gorda al final del ciclo.

-Si no saco un Trol en astronomía me sentiré realmente decepcionado- decía Sirius, todos estaban sentados bajo la sombra de un árbol no muy lejos del lago.

-¿Por qué quieres una calificación tan mala en astronomía?-Aurelia detuvo la escritura de su ensayo de transformaciones para verlo.

-¿No es obvio? Tengo una reputación que mantener en casa- James suspiro a un lado de ella.

-De ahí en fuera solo saca supera las expectativas y extraordinarios- se acomodo los lentes.

-Yo me conformo con aceptables, mis padre no me exigen demasiado- dijo Peter, aunque nadie le había preguntado.

-A nosotros tampoco- dijeron Aurelia y James al unísono, intercambiaron una sonrisa.

-A veces creo que es pura competencia- dijo Aurelia mirando a su hermano.

-Siempre tienes más extraordinarios que yo-dijo su hermano.- no compito contigo, se que pierdo.

-Pero si te gusta competir conmigo- Sirius le lanzó un lápiz, James se protegió con su libreta para después lanzarse contra Sirius, empezaron a forcejear.

-¿Qué hay de ti Remus?-preguntó Aurelia- Has estado muy callado.

-Voy a mi ritmo, no compito- dijo encogiéndose de hombros.

-Oh si, lo descuidamos por un momento y saca extraordinarios en todas las asignaturas- dijo Sirius sentándose correctamente, tenía ramas y hojas en el cabello.

-Moony es un verdadero genio oculto- dijo James limpiando sus anteojos.

A finales de julio, después de la entrega de sus calificaciones, Pandora y Aurelia disfrutaban del último día en Hogwarts,estaban sentadas en una banca del patio de transformaciones comiendo unos merecidos sándwiches de mermelada.

-Este verano sin duda hay que intentar que me visites- decía Pandora.

-A mis padres no les molestaria pero no se si a los tuyos...-no terminó la frase, sabia que el padre de los Rosier era realmente estricto y por la plática que recordaba de esas brujas en navidad, quizá su familia no era muy bien vista entre la alta alcurnia de los sangre pura.

-O siempre puedo ir a visitarte yo- sugirió la rubia- bueno este verano intentaré hablar con mis padres.

-También hablaré con los míos, de igual forma estaremos en contacto por cartas- le sonrió.

Un avión de papel llegó volando directo hacia ella.

-Quien..-dijo deshaciendo la nota- Oh...

-¿Qué pasa?-preguntó su amiga asomándose.

-Oh nada, debo ir a ver a mi hermano-dijo guardando la nota en el bolsillo de su falda escolar- Nos vemos en la entrada si?- Pandora asintió.

Aurelia se dirigió a la habitación de los chicos, donde se encontró con Remus saliendo de ahi.

-Oh hola Remus-saludó.

-Hola-dijo un poco desanimado- Todos están dentro.

-Claro, gracias. ¿A dónde vas?

-Enfermería-y siguió su camino.

Aurelia se le quedó viendo hasta que lo vio desaparecer por las escaleras. Al entrar los chicos guardaron silencio y la miraron.

-Oh por Merlin Aurelia-dijo Sirius- anunciate, pensamos que eras Moony.

-¿Qué le dijeron?-dijo cerrando la puerta y yendo a sentarse en la cama de James. La habitación estaba recogida e impecable a excepción de la cama de Sirius que seguía siendo un desastre, James estaba guardando las cosas de su amigo en el baúl.

-¿Por qué?-su hermano la miró alarmado.

-Se veía un poco desanimado.

-Oh es tu culpa sirius- James le aventó una almohada que le pegó de lleno en la cara.

-Le dije que lo veíamos en la cena, y tu también querías que se fuera ya- Sirius le aventó de nuevo la almohada pero no le dio, si no que le pegó al trasero de Peter quien estaba agachado buscando algo debajo de su cama.

-Bueno, bueno qué pasa?- intervino Aurelia- La nota solo decía; Asuntito peludo, reunión ahora.

-Debemos ponernos de acuerdo sobre cómo nos organizaremos en el verano- decía Sirius- Ya habíamos hablado que aunque yo no esté con ustedes, nos enviamos cartas.

Eso era cierto, todos harían el procedimiento desde casa, los primeros pasos eran simples.

-Primero lo primero, ingredientes- decía Sirius, él era quien se encontraba más entusiasmado con la idea.

-Las hojas de mandrágora-dijo Peter- Yo las tengo, en algun lugar de mi baúl- fue a abrirlo para buscarlas-

-Bien-decía Sirius leyendo sus notas- lo siguiente son los frascos de cristal que puedan contener los rayos de luna llena, deben ser lo suficientemente grandes para que quepan todos los ingredientes. Potter-ambos lo miraron- Tendrán algo así en su casa?-ambos se miraron.

-Seguro que mamá tiene algo así-Aurelia asintió mirando a su hermano mayor.

-Si, algún kit de pociones, tiene varios en la vitrina del comedor-continuo metiendo libros al baúl de Sirius.

-Excelente... lo siguiente son cucharas de plata- se quedó pensando- En mi casa hay más plata de la que necesitamos, puedo tomarlas de ahí. Y también está la crisálida de polilla, eso podría ser lo más difícil.

-Recuerdo que mi madre compro de esas una vez-habló Peter.

-¿En alguna tienda del callejón diagon?-preguntó Aurelia.

-No, creo que fue a un vendedor ambulante, compró varias no sé para qué pero puedo ver si aún le quedaron.

-Recuerda no levantar sospechas si le preguntas- le dijo Sirius.- puede pasar como un proyecto de pociones, eso es todo.

-Bueno, suponiendo que Peter si consiga las crisálidas que más hay?-pregunto James.

-El rocio amm-Sirius intentó descifrar su propia letra- de un lugar donde los pies humanos y la luz del sol no hayan tocado antes, está bien eso puede ser los mas dificil, alguna idea de donde conseguirlo?

-Pues a unos metros del lago de casa papá dice que hay una red de cuevas- dijo Aurelia- no nos deja acercarnos.

-Bueno, por nuestro Moony podemos ir a echar un vistazo- James trataba de que todo cupiera en la maleta de Sirius.

-Pero no sabemos si ya han ido otras personas, y si nosotros pisamos entonces ya no servirá, cierto? Porque es seguro que no le llega la luz del sol- decía Aurelia.

-Nos las arreglaremos- su hermano le guiño un ojo. tomando asiento junto a su hermana.

-Bien, entonces eso sería todo- dijo Sirius repasando de nuevo su lista, se veía nervioso.

-Saldrá bien, Black-le dijo su hermano.

-Pues claro que saldrá bien-respondió más animado- ¡Somos merodeadores!-se puso una mano en el pecho,

Aurelia estuvo a punto de protestar, técnicamente ella no era una de ellos, al menos no se sentía así. Eran los amigos de su hermano, eran los merodeadores y eso eran antes de que ella llegara a hogwarts, solo ellos se metían en problemas, solo ellos en detención, solo ellos eran los autores de todas las bromas del castillo, ellos hasta eran populares pero Aurelia... Aurelia solo era la hermana menor de James Potter, incluso algunos estudiantes se referían a ella de esa forma hasta los profesores!

Sirius la sacó de sus pensamientos cuando pregunto- ¿Ya pensaron en que animal se van a convertir?

-Recuerda que no podemos elegir- le dijo Peter distraído, Sirius se molesto un poco.

-Ash lo sé Pete, pero qué animal crees que serias?

Claramente Peter no se habia detenido a pensarlo mucho.

-¿No lo sé... un ave? volar sería interesante.

-¿Qué tipo de ave? Hay muchas- continuó Sirius.

-Ay no sé... un búho? -dijo inseguro- Un búho-repitió con más seguridad.

Aurelia no creía que ese animal le quedará, era siempre asustadizo. Si acaso un gorrión sería lo suyo.

-Mmm- Sirius parecía pensar lo mismo- No lo creo pero bueno, James?

-¿No es obvio?- se puso de pie para ir a la puerta donde había un poster del logo de la casa.

-¿Un león?-preguntó su hermana.

-Claro!- se revolvió el pelo y fingió rugir, si algo así le quedaría a James con su orgullo brillante y su sentido del honor, la nobleza y todo aquello.

-Solo tu eres tan arrogante para escoger la mascota de la casa Potter-dijo Sirius riendo.- ¿Qué hay de ti Aura?

-Me gustaría, un oso-dijo sonriendo, los chicos la miraron.

-¿Un oso?-le dijo su hermano acercándose de nuevo.- Mi linda, tierna y pequeña hermanita como un oso gigante?

-¿Por qué?-preguntó incrédulo Sirius.

-Pues son fuertes, grandes y esponjosos.

-Te veo más como un gato Maine coon...- le dijo su hermano- Por tu cabello- le tomó un mechón.

-O una ardilla- agregó Peter.

-¿¡Una ardilla!?-preguntó ofendida.

-Apoyo a llames, un gato esponjado sería lo tuyo- Sirius ignoró a Peter.- También son grandes.

-Bueno bueno y qué hay de ti Black- intervino James.

-Pues yo un lobo - dijo orgulloso, todos rieron.

-No le puedes copiar a Moony-dijo James.

-Hay diferencias entre hombres lobo y lobos, Potter.

-¿Y por qué un lobo?-preguntó curiosa Aurelia.

-Todo se resume en mi magnetismo animal natural, claro.

-Bah con toda esa vanidad que te cargas seguro terminas convirtiéndote en un pavo real.

Julio de 1974

Ese verano era caluroso, muy caluroso. James seguía despertando tan pronto como salía el sol para ir a practicar al patio trasero, a veces le decía a Aurelia que lo ayudara a practicar y a veces la dejaba dormir, claro que siempre se unía a él tarde o temprano.

Peter los iba a visitar, claro. Pero les había dicho que sus padres seguían resentidos con los suyos por "haber incentivando a Philomena a huir de casa" la chica se había ido a América con su novio muggle y Aurelia recibía cartas de ella no tan seguido como le gustaría pero algo era algo.

Los dias que pasaban en casa eran divertidos solo ellos tres o a veces solo James y ella. Por lo que leían en el periódico cada día había más tensiones políticas en el ministerio, los ataques contra muggles continuaban e incluso había amigos de sus padres que iban de vez en cuando a encerrarse al estudio de su padre para platicar de ello. O al menos eso era lo que suponía James y su hermana ya que los hechizos silenciadores nunca faltaban en sus reuniones.

Y no eran los únicos con los que pasaba eso, las cartas de Pandora siempre eran un poco preocupantes. Claramente no habían podido asentar una reunión o visita a casa de la otra y eso se debía a la situación que pasaban los Rosier.

Querida Aurelia,

Siento tardar tanto en responder pero he estado un poco dividida entre casa de mi tía y la de mis padres. De nuevo papá insiste en ir a esas absurdas reuniones en casa de los Black o incluso en la de los Malfoy, no estoy segura siempre hay anfitriones diferentes. Mamá está molesta con él porque incluso suele llevarse a Evan, quien dice siempre ver a Regulus presente con sus padres.

Evy no quiere decirme exactamente de qué hablan ahí, dice que es mejor que no lo sepa y creo que yo también no quiero saberlo. Mamá y yo estamos en casa de una tía, está muy enojada con papá después de esa horrible pelea que tuvieron. Pero se que papá ama a mi madre tal vez puedan resolverlo.... Eso espero.

La vez pasada soñé con una gran serpiente que salía de las ventanas de una casa negra. Es todo muy caótico y solo quiero regresar a Hogwarts para estar contigo y olvidarme de este dilema.

Tal vez puedas contarme más de tu verano por más aburrido que alegales que es, sin duda estás mejor que yo.

Te quiere,

Pandora R.

Querida Pandora,

Lamento mucho que no estés pasando un buen verano y realmente espero que tus padres se reconcilien.

Ojala pudieras venir a mi casa, podríamos ir juntas a nadar al lago o incluso explorar el bosque detrás de mi casa, quizá en otra ocasión.

Sobre esas reuniones, Sirius le ha contado a James que también sabe de ellas, pero que sus padres nunca lo incluyen, eso explica porque siempre Regulus está con ellos, mis padres también tienen sus propias reuniones pero no nos dejan escuchar nada.

Dicen que es mejor así pero de todas formas Jimmy y yo estamos pendientes del El Profeta ¿no es muy alentador cierto? en fin te adjunto unos libros que terminé hace unos días, son de un escritor muggle y puede que te gusten, te ayudarán a despejarte.

Espero que todo mejore en casa.

Tuya,

Aurelia Potter

-Sabes que es imposible que la hoja de mandrágora se quede en nuestra boca si no la aseguramos con magia- le decía Aurelia a su hermano, estaban sentados en un claro cerca del lago.

-Si...-James había intentado en vano dejarse la hoja toda la noche pero o se la terminaba comiendo o se la sacaba sin querer.

-Es más difícil de lo que pensamos- Peter estaba sudando, su cara regordeta y sus grandes mejillas tenían un tono rosado por el calor y el sol.- Quizá debamos esperar hasta empezar la escuela.

James se rindió en su intento de atorar la hoja entre sus dientes, suspiró y se acostó sobre la manta en la que estaban, tenía una camiseta sin mangas y sus brazos se habían bronceado.

-Que aburrido- Aurelia se recostó a un lado de su hermano, usaba un vestido azul claro que le había confeccionado su madre.- ¿Qué te ha dicho Sirius?- se volteó en dirección a su hermano, este hizo lo mismo y ambos se quedaron viendo, un gesto que siempre habían hecho desde niños en la cama de James o en la suya.

-Solo más de lo mismo- se quitó los lentes- Sus padres lo ignoran rotundamente, no habla con nadie, no escucha lo que se dice en las reuniones y definitivamente se aburre como una ostra.

-Odio estos mosquitos- se quejó Peter, comenzó a ahuyentarlos con la mano.

-Pues debería venir- sugirió Aurelia-De nada sirve que lo tengan encerrado allá si solo lo ignoran.

-Fue lo que le dije! En la última carta que le envié... Espero su respuesta.-James estiró la mano al rostro de Aurelia y con el dedo índice le picó suavemente las mejillas.

-¿Qué haces...?

-Te han salido muchas pecas.

-Yo también tengo los brazos llenos!- gritó Peter.

-Ya lo veo, Pete- James se volteó para verlo. Aurelia suspiro y se encogió un poco para estar más cómoda, no supo cuando se quedó dormida.

Unos días después Sirius ya estaba con ellos, las cosas eran más animadas con un integrante más. Incluso su madre ya había preparado la habilitación de Sirius incluso antes de que llegar ¡la habitación de Sirius!

Una mañana los tres estaban en la cocina comiendo el desayuno que su elfina doméstica, Gully, les había preparado ya que sus padres habían salido temprano a hacer un mandado.

-Creo que Moony está enfadado-Sirius revolvía su avena, no había comido demasiado aún.

-Yo también lo noto algo distante en sus cartas-coincidió James. Los tres aún estaban en pijama.

-Tal vez pueda preguntarle si le pasa algo-sugirió Aurelia mientras daba un sorbo a su jugo de naranja.

-Tal vez sería de ayuda, aunque no se por que se pone así-dijo James.

-¿Será por algo que dijimos? ó ¿Crees que está celoso?- preguntó Sirius. Esa podría ser la respuesta más sencilla, después de todo todos estaban en casa de los Potter, saliendo a pasear por el bosque, intentando inútilmente que las hojas de mandrágora se queden en sus lenguas mientras que Remus tenía que pasar el verano sin magia como un muggle.

-No tendría por que- le dijo James- Le extendì la invitación pero ya sabes que nunca puede en verano... además ya se le pasara.

-Le enviaré una carta esta tarde, tal vez quiera decirme que le pasa- Aurelia había intercambiado correspondencia con Remus desde inicios del verano pero no tan seguido como Sirius o James.

-Bien, tal vez algo de persuasión femenina lo ablande- decía su hermano.

Más tarde Aurelia le envió su lechuza.

Querido Remus,

Espero que te encuentres muy bien, Sirius y mi hermano están un poco preocupados por ti, creen que estas enfadado por algo que tal vez dijeron.

Creeme que me gustaría mucho tenerte aquí, esos dos se la pasan compitiendo todo el tiempo por cualquier tontería y hace falta tu presencia para apaciguarlos un poco, sabemos que no se puede pero en verdad te extrañamos.

Espero que todo mejore si estás lidiando con algo que tal vez no sabemos.

Te queremos,

Aurelia Potter

La carta de Remus llegó a la mañana siguiente.

Querida Aurelia,

Gracias por preocuparte, pero diles que dejen de enviarme cartas.

Los demás niños ya notaron a las lechuzas y se asustan.

R.L.

-Bien, definitivamente está molesto por algo- dijo Sirius cuando Aurelia les enseñó la carta.

-Bueno, si no quiere más lechuzas entonces creo que podemos dejarlo tranquilo- decía James, le estaba dando mantenimiento a su escoba en el patio trasero.

Pasaron un rato platicando, Peter había salido con sus padres a visitar a sus abuelos por lo que solo eran ellos tres esos días.

-¿No le envias cartas a Regulus?-preguntó de repente Aurelia a Sirius. Los tres estaban sentados en el césped bajo la sombra de un árbol cercano en el patio.

-¿Por qué lo haría?- se revolvió incómodo, James seguía limpiando su escoba.

-Pues es tu hermano, bobo.

-Regulus es complicado Aurelia- decía- cuando estaba en casa apenas intercambiamos palabra y cuando me fui solo se me quedó viendo desde lo alto de las escaleras, se ocultó antes de que pudiera decir adios.

-Yo tampoco sabría que decirle a mi hermano si me dejara en esa casa... con esos padres- Aurelia intercambio mirada con James.

-Jamás te dejaría sola, Aura- le dijo- Eres mi hermanita, mi responsabilidad- le guiño un ojo. Aurelia lo sabía, sabía que su padre le había inculcado a James ese sentido de la responsabilidad para con ella, y le gustaba pero a veces James podía ser demasiado protector.

-Como sea, el pequeño Reggie estará a salvo ahí-soltó un suspiro- siempre ha sido el favorito y hace todo lo que nuestros padres dicen, estará bien.

-Pero aun así...-Aurelia dudo si seguir- Sabes que va a esas reuniones, tu familia se junta con gente peligrosa, no crees que le llenen la cabeza de esas ideas nefastas?

-Aura...-dijo James en tono de advertencia, había dejado de pulir la escoba. Aura comenzaba a entrar en terreno peligroso.

-Si Regulus termina creyendo esas ideas estúpidas será su problema- dijo un poco más molesto- y si es lo suficientemente listo solo se alejara, como hice yo.

-¿Por qué te importa?-preguntó su hermano con verdadera curiosidad, y ambos chicos se le quedaron viendo.

-No lo sé- dijo encogiéndose de hombros, antes de que los chicos pudieran decir algo más su madre los llamó a la comida.

Más tarde esa noche Aurelia estaba en su habitación se había puesto el pijama y se preparaba para dormir hasta que tocaron su puerta.

-¿Puedo pasar?- Era Sirius asomando la cabeza por la puerta.

-Claro- Aurelia fue a sentarse a su cama, ambos habían estado distantes después de esa pequeña discusión bajo el árbol.

-Escucha, sobre lo de esta tarde...- se pasó una mano por el pelo una maña que había sacado de pasar tanto tiempo con James. Aurelia no pudo evitar pensar que se veía apuesto, todo un adolescente, oh si tan solo sus compañeras de dormitorio y todas las demás supieran que ahora tenía a Sirius Black en su cuarto y en pijama... estarian revolcándose en el suelo de la envidia.

-Esta bien, tal vez yo me metí demasiado- Aurelia también había reflexionado sobre lo que había dicho.- No es mi hermano.

-No es eso, creo que hasta cierto punto tienes razón- Aurelia se sorprendio- se que en el fondo... de verdad muy en el fondo Regulus no es tan idiota pero es su sentido del deber para con nuestros padres de querer ser el hijo perfecto... el hijo que no puedo ser- dijo un con los ojos un poco brillosos- para... para ellos. Supongo que Regulus quiere enmendarlo de alguna manera.

-Tiene sentido

-Pero él ahora está de ese lado, y creo que ambos sabemos que los Potter y los Black no estarían en el mismo bando de esa guerra que hablan en El Profeta.

Sirius tenía razón, incluso los Rosier estarían del otro lado de esa línea.

James no tardó en asomar su cabeza de pelo rizado.

-Oh mi cama!- dijo aventándose entre Sirius y Aurelia.- Mi camita- tomo todos las almohadas y algunos peluches para abrazarlos.

-Oh James- dijo Aurelia divertida, tomó una almohada y golpeó a su hermano en la espalda, de repente los tres estaban inmersos en una guerra de almohadas hasta que llegó una lechuza gris por la ventana abierta.

-De quien es?- preguntó su hermano sentándose derecho en la cama.

-Pandora-respondió sin mirarlo comenzando a leer la carta.- Oh, son buenas noticias.

-La chica Rosier?-pregunto Sirius mirando a James, este asintió.

-Sus padres ya se reconciliaron?- James estaba al tanto de eso, Aurelia y él siempre se contaban todo.

-Si, dice que su padre dejó de ir a esas reuniones- fue a sentarse de nuevo a la cama- y también que...- miró a Sirius- Regulus está de visita en su casa.

-Por Evan, supongo- dijo Sirius, Aurelia asintió- Pues esta bien, sirve que no está tan solo en casa.

-Al menos Evan no es como el idiota de Barty o Mulciber o incluso Snape eh- James golpeo amigablemnte el hombro de su amigo.

-Si...-dijo este.

Aurelia sabía que tal vez la compañía de Evan le ayudaria a Regulus, después de todo no había olvidado la conversación que tuvo con él en la biblioteca.

-Evan no es tan malo- dijo Aurelia- no es como ellos.

-¿Tu como sabes eso señorita?-James usó un tono parecido al de su madre.

-Es el hermano de mi mejor amiga... lo conozco de alguna forma- no supo porque pero sintió las mejillas un poco calientes, esperó que su hermano y Sirius no lo notaran.

Los días pasaron como un rayo y sin casi darse cuenta el verano se había terminado, todos juntos en familia fueron al callejón diagon a comprar los útiles escolares como cada año para darle la bienvenida a un nuevo ciclo.

Los chicos no podían estar más emocionados por comenzar su tercer y cuarto año.

Chapter 13: Tercer año

Chapter Text

Septiembre de 1974

Su madre había insistido en que se recogiera el pelo ese día, le había hecho una coleta baja enrollada ya que su cabello había crecido bastante en verano. Se habían despedido de sus padres hace tan solo unos minutos en la estación, los cuatro estaban en unos de los compartimientos hablando sobre las recientes noticias sobre los ataques a familias mestizas y muggles.

-Pues no es para nada alentador-Sirius estaba a un lado de su hermano, Peter del otro lado dejando a su hermano en medio de ambos, estaban apretados leyendo las noticias de El Profeta de ese día.

-Ya nos das uno de esos?- James señaló la pequeña charola de cupcakes que Aurelia había horneado con su madre la noche anterior.

-No Jimmy-respondió ella en el asiento delante- Debemos esperar a Remus.

-Moony llega tarde- dijo Sirius mirando por la ventana, casi no quedaba nadie del otro lado.

Casi como lo hubieran invocado Remus entró al compartimiento, Aurelia solo lo pudo mirar atónita, Era Remus pero... se veía muy diferente. Como cada septiembre tenía la cabeza rapada, pero ahora era mucho más alto, sus facciones habían cambiado y se veía más maduro con esa ropa muggle, chamarra de cuero, camisa a cuadros, jeans rotos y unas increíbles botas negras con punta de metal y agujetas distintas en cada bota, una roja y otra amarilla, se veía genial, rudo pero genial.

Tomó asiento a un lado de Aurelia.

-¡Hola Remus!-Saludó la menor de los Potter, James estaba evaluando su aspecto, Peter se había puesto nervioso como siempre y Sirius tenía una expresión difícil de descifrar.

-Hola Aura- incluso su forma de sentarse era diferente.

-Buen verano?-por fin preguntó James.

-Si-dijo buscando algo dentro de su chaqueta- el suyo?-los señaló.

-Lo de siempre, aburrido. ¿Cierto?-Peter asintió nervioso. Se quedaron en silencio por un momento, incluso Aurelia había olvidado la bandeja de cupcakes por pensar en el nuevo aspecto de Remus.

-¿Y bien?-preguntó Sirius.

-¿Y bien qué?- preguntó de vuelta. Había sacado una cajetilla de cigarros y encendió uno con unos cerrillos, dando así una larga calada. Parecía a la defensiva.

-¿Qué te pasa?-continuó Black.

-No me pasa nada-dijo soltando otra nube de humo, esta vez hizo toser a Aurelia. Su hermano al notar esto se puso de pie para abrir una ventana.

-¿Estás bien?-preguntó a su hermana antes de tomar asiento, dándole una mirada nerviosa a Remus.

-Si...- Aurelia noto que Peter se revolvía nervioso mirando a Remus mientras que Sirius solo miraba al nuevo Remus con tranquilidad, lo analizaba.

-Es solo un poco de humo, Potter-le dijo mirándolo desafiante. Parecía buscar pelea.

-Si, pero con la ventana abierta será más fácil que no se acumule dentro, verdad?-como siempre James disuadiendo discusiones.

-Oh casi lo olvidaba-hablo Aurelia antes de que se dijera algo más- Toma un cupcake Remus, los hornee ayer con mi madre, seguro te gustará, al tuyo le puse chocolate.- este la miro y después a la bandeja, Lupin se sintió culpable por un momento pero tomó el cupcake lentamente, los demás estudiaban sus movimientos.

-Oh por fin- Sirius se inclinó para tomar otro y así lo hizo Peter y James.

-¿Para quién son los otros?-preguntó su hermano dándole una mordida al suyo, Aurelia se puso de pie.

-Para Pandora-respondió simplemente, quedaban cuatro más, uno para su amiga, uno para ella y otros dos... solo era por si se encontraba con ciertos slytherin. - Bueno, los veo luego-se despidieron de ella pero antes de salir volteó a ver a Remus.- Por cierto Moony-Ella no solía usar ese apodo con él, no sabía porque pero sentía que era algo que solo le pertenecía a los merodeadores- Me gusta tu nuevo look, te ves rudo y genial- dijo con una sonrisa, este murmuro un Gracias con un pequeño sonrojo en las mejillas, había podido traspasar esa barrera que Remus había levantado al entrar al vagón.

Aurelia salió a buscar a su amiga entre los demás compartimientos. Tardó un rato en encontrarla pero al fin la vio. Dentro estaban los dos slytherin y Pandora.

-Hola-dijo abriendo la puerta, los chicos se le quedaron viendo, parecía que estaban hablando de algo-¿Interrumpo?-preguntó insegura. Intercambiaron una mirada rápida.

-Para nada- Pandora se puso de pie, estaba sentada a un lado de Regulus, su hermano estaba en el asiento de enfrente.- Me alegra mucho verte- la abrazó.

-Me encanta tu cabello- le dijo Aurelia a su amiga, Pandora tenía un nuevo e interesante look; rastas. Se veían genial con el tono de su cabello.

-Muchas gracias- dijo tomando un mechón- Mi abuela me las hizo en el verano, Evy también tiene algunas- señaló a su hermano.

-Hola Potter-era cierto, Evan tenía también, y cuando Aurelia se le quedó viendo noto el cambio que había tenido en el verano, era un poco más alto, con rasgos afilados y mandíbula apretada, la pequeña Potter sintió que lo veía más de la cuenta así que murmuró un tímido Hola Evan y dirigió su mirada al menor de los Black.

-Potter-dijo este, Aurelia estaba acostumbrada a su habitual seriedad pero al menos la saludaba. Pandora tomó asiento de nuevo junto a Regulus y Aurelia a un lado de Evan.

-Eso que traes ¿es para compartir?-preguntó su amiga inclinándose un poco para ver mejor los pequeños cupcakes que Aurelia traía en las manos.

-Oh sí- extendió la charola, lo había olvidado- Pueden tomar uno, los hornee con mi madre ayer, los hermanos tomaron uno, Regulus dudó más en aceptarlo- Vamos, no están envenenados- lo alentó, este por fin tomó uno.

-Oh vaya, relleno de mermelada de fresa?- preguntó Evan una vez que mordió el suyo, Aurelia asintió- Me encantan las fresas.

-Hay distintos rellenos- dijo ella satisfecha.

-Si, el mío es de zarzamora y queso- agregó Pandora- delicioso- Pandora miró a Regulus, quien no había mordido aún su cupcake- ¿que hay de ti Reg?- Aurelia notó el tono que usaba Pandora, con familiaridad, bueno, se suponia que debía ser así, después de todo habían pasado parte del verano juntos.

-Mmm-lo mordió- crema de limón- enseño el relleno verde.

-Oh se supone que ese era el mío, pero no pasa nada-sonrió de nuevo- este debe ser el otro de mermelada.

Pasaron un rato platicando sobre lo que hicieron en sus veranos. Más que nadie era Rosier el más emocionado al contar las aventuras que tuvieron, resulta que cerca de la casa de los Rosier hay un pueblo muggle al que fueron de visita dos ocasiones.

-Regulus no quería salir de casa si le decíamos que íbamos a visitar el pueblo- decía Evan con una sonrisita, Regulus se había cruzado de brazos mientras veía el paisaje al otro lado de la ventana.

-Pero le terminó gustando el museo-añadió su hermana.

-Oh, vaya- dijo Aurelia de verdad sorprendida, jamás hubiera pensado que Regulus Black, de la casa más noble y pura de Gran Bretaña, hubiera disfrutado una tarde en un museo muggle.-Pero qué hay de sus padres? ¿No los regañaron?.

-Mamá estuvo de acuerdo- dijo Pandora- Una vez nos contó que tenía una amiga muggle muy querida por eso no le molesta nada de eso.

-Claro que se lo mantuvimos oculto a papá.- añadió Evan.

-Me alegra mucho haber escogido estudios muggles para este trimestre- dijo Pandora- sabré más sobre su arte.

-Oh, es verdad- Dijo Evan- ¿Qué clases tomaste para este trimestre Potter?- Evan se llevó una paleta a los labios.

-Solo aritmancia, runas antiguas y cuidado de criaturas mágicas- Aurelia recordó que su amiga había escogido adivinación también, de igual forma tenían algunas de las clases troncales juntas.

-Oh tomaste casi las mismas que Reg- Evan lo miró, todos esperaban que dijera algo, había estado muy serio todo el viaje.

-Solo aritmancia y runas- dijo mirándolos.

- Entonces estaremos juntos en esas dos- Aurelia le sonrió, este prefirió ver a la ventana de nuevo ¿pero que le pasa? se preguntó Aurelia.

-Yo tomé adivinación, y cuidado de criaturas mágicas-añadió Evan- escuche que ese profesor Ferox es cool.

Siguieron platicando un poco más y Aurelia se había preguntado por qué Evan y Regulus no iban con sus demás amigos slytherin, siempre hacían eso.

La semana de inicio de clases había comenzado muy bien, Aurelia había asistido a todas sus clases y por un momento se preguntó si había hecho bien en escoger tres clases extra cuando la mayoría por lo normal siempre escogía lo minino que eran dos.

Estaba muy emocionada por su primera clase de runas antiguas y realmente lo disfruto, pudo ver a cierto slytherin al fondo del salón sentado junto con otros de su casa, esté como siempre solo la había visto de reojo y ni siquiera la saludo mezclándose con las demás serpientes que estaban en runas. De igual forma se había hecho unas amigas de hufflepuff y algunas de su propia casa, así que no estaban tan sola

Había habido un cambio muy notable durante las clases, los descansos entre clases e incluso en las comidas; todos andaban en manadas. Aurelia sabía o al menos tenía la idea de que esto tenía que ver con la guerra que se hablaba en voz baja por los pasillos. Los nacidos de muggles solían ser el blanco común de los sangre pura que a su vez se movían en grupos por los pasillos del castillo.

James incluso más de una vez le había dicho que tuviera cuidado ya que tanto él como los merodeadores se habían encontrado con más de un problema en los pasillos; grupos sangre pura que atacaban a mestizos o hijos de muggles a diestra y siniestra.

Incluso en el club de duelo había habido un cambio, los duelos se habían vuelto más agresivos e incluso se pasaban por ahí hechizos defensivos, definitivamente todos se habían vuelto expertos en la defensiva.

-¿No has pensado en unirte al club de duelo?-le preguntó Aurelia a su amiga después de la clase de historia de la magia, caminaban por un pasillo concurrido hacia su siguiente clase.

-No... no me gusta la violencia-decía- y ya te tengo a ti para defenderme en cualquier momento- la tomó del brazo haciendo énfasis en sus palabras, amables rieron pero hubo un momento en el que ella guardó silencio y soltó un extraño chillido.

-¿Qué pasa?-Aurelia la miró alarmada, Pandora solo negó con la cabeza y siguió caminando, Aurelia siguió su mirada, si no se equivocaba su amiga veia a un chico de ravenclaw, tenía el pelo largo y rubio a la altura de los hombros y platicaba con una hufflepuff en la entrada de un salon.

Cuando pasaron a un lado de ellos Aurelia sintió como su amiga le apretaba el brazo más de lo normal. -¿Qué te pasa?- preguntó cuando ya se habían alejado lo suficiente.

-Es, ese era...-dijo mirando hacia atrás de nuevo- Bueno es un chico de mi casa, me gusta-susurró lo último. Aurelia miró hacia atrás de nuevo.

-¿Y cómo se llama? ¿es quien habías mencionado una la otra vez?

-Es Xenophilus Lovegood, va en quinto y no, él es alguien más

-Vaya Pandora- dijo con una sonrisa pícara- ¿Con uno de quinto?- le guiño un ojo.

-Oh vamos, me agrada, bueno en realidad no es como que hayamos hablado demasiado... me da vergüenza.-dijo sonrojada.

-Estoy segura de que si te acercas y le hablas sobre...-Pandora la miro expectativa- Bueno no se que le guste, podrías hablar con él sobre algo en lo que sea bueno y tu no para que te de consejos o algo asi.

-Tienes razón podría empezar por eso-dijo pensativa-No es como los demás sabes? en la sala común siempre lo veo apartado de los demás, dicen que es muy rarito, porque le gustan las plantas y los animales, oh sabes que tal vez sea bueno en herbología!

Aurelia estaba feliz de que tuvieran un tema de que hablar que no fuera sobre lo idiotas que habían estado siendo los slytherin o incluso sobre las noticias del El profeta.

-Pero dime Auri... tu no tienes por ahi algun chico que te llame la atención también?- por un momento Aurelia pensó en la cara de Evan Rosier e inmediatamente la borro.

-No, aún nadie-dijo apresuradamente. Pandora se le quedó viendo sospechosamente.

Llegaron a una esquina, era ahora donde debían separarse, ambas se despidieron ya que Pandora tendría que ir a estudios muggles mientras Aurelia a cuidado de criaturas mágicas.

La clase de criaturas mágicas era impartida en la parte exterior del castillo, tuvo que caminar por los jardines hasta llegar a una cabaña, las bancas estaban debajo del techo de paja, había varias mesas para compartir entre dos estudiantes.

Aurelia se preguntó si en invierno los harían tomar clase ahí afuera o si los pasarían a un salón en el castillo pero por mientras la idea de tomar clase al aire libre era genial, había varias jaulas y utensilios para darle mantenimiento a los animales y a su izquierda, un poco alejado de la cabaña había un corral con unos cuantos puffskeins.

Aurelia se dio cuenta de que en el escritorio del profesor, quien aún no se veían señales de él, había un kneazle recostado, se veía majestuoso con su pelo esponjado y ese pequeño rostro que parecía que te juzgaba en sus adentros, ella y la criatura tenían un duelo de miradas que Aurelia tuvo que romper al escuchar que alguien la llamaba por su nombre.

-Que?-preguntó volteando a ver quien la llamaba.

-Si me puedo sentar aquí- Evan Rosier señaló el asiento a su lado.

-Oh, oh claro- Aurelia dio un rápido vistazo a las demás mesas, aún había asientos disponibles, en especial con otros slytherin. Evan se sentó a su lado.

-Hola Potter- la saludó dejando su mochila en el suelo.

-Hola Rosier.

-Parece un gato-dijo haciendo una mueca al animal.

-Es un kneazle-dijo con una sonrisa- pero si, son parientes de los gatos.

-Esta clase será muy interesante, no te parece?-dijo echando un vistazo alrededor.

-Si...

-Muy bien clase todos a sus lugares por favor-el profesor si que era apuesto, tenía el pelo rubio largo en una coleta, algunas cicatrices, seguro resultado de su trabajo como cuidador de criaturas mágicas, su ropa gastada y un estilo realmente cool era lo que caracterizaba al profesor Ferox. La clase fue realmente interesante, resultó que Aurelia disfrutaba más convivir con los animales que leer sobre ellos en los libros. Y definitivamente le gustaba el hecho de pasar tiempo con Evan, quien podía ser el mismo sin tantos slytherin a su alrededor, aunque hubo unos cuantos de las otras casas que los veían con rareza la combinación entre slytherin y cualquier persona que no sea de su misma casa, en especial con una gryffindor, era extremadamente extraña.

Aunque ambos prefirieron ignorar esas miraditas y susurros de parte de los otros estudiantes. Al terminar la clase era la hora del almuerzo por lo que ambos se dirigian al castillo.

-¿Qué clase tienes después?-preguntó Evan

-Aritmancia- Aurelia aún no se aprendía del todo su nuevo horario.

-Oh esa clase para cerebritos, escuche que es muy complicada.

-Bueno sí que es desafiante pero es otra forma interesante de adivinar el futuro-intento sonreir.

-Bueno para eso entre en adivinación, en realidad no quería romperme la cabeza con aritmancia.

Siguieron debatiendo hasta llegar a la entrada del gran comedor donde ambos se despidieron, Aurelia notó que hubo algunos de su mesa que se le habían quedado viendo, al no ver a su hermano y los merodeadores cerca decidió acercarse a con sus compañeras de cuarto.

-Oh Aurelia, siéntate con nosotras- Mary la llamó desde más adelante. Al llegar con ella la acompañaban como siempre Lily y Marlene.

-Hola chicas- saludó inspeccionando la comida delante, puré de papa,cerdo asado, ensalada... realmente tenía hambre.

-¿Acaso ese era Rosier?¿que hacías con Evan Rosier?-le preguntó Lily con una mueca.

-Esta en mi clase de criaturas mágicas- dijo sirviendo en su plato.- Veníamos de ahí.

-Oh así que ya conociste a Ferox- Marlene estaba delante de ella.

-¿Qué te pareció? ¿A que es muy guapo cierto?- decía Mary.

-Oh Mary tu ya tienes novio!- le dijo Marlene.

-Si si pero no pasa nada que tenga un amor platónico con el profesor de criaturas mágicas verdad?- dijo agitando su cuchara, Lily rio.- Bien Potter ahora cuentanos sobre ti- dijo mirando a Aurelia.

-Que?- dijo con la boca llena.

-¿Hay alguien que te guste?-preguntó curiosa Lily. Ya le habían hecho esa pregunta dos veces, que les pasaba a sus amigas hoy?

-Pues no...

-Oh vamos no seas tímida- la codeo Mary- Solo queremos darte consejos sobre chicos.

-Pues no hay nadie aun.

-Ya llegará alguien entonces- dijo Marlene.

-Qué hay de tu novio?-preguntó Aurelia.

-Oh no no le hubieras preguntado- Marlene se tapó los oídos.

-Prepárate para la anécdota Potter- le dijo Lily bebiendo de su jugo de calabaza.

-Bueno, se llama Darren y es muggle- dijo risueña Mary- y este verano, bueno ya sabes pasaron cosas- dijo riendo. Aurelia no entendía bien.- Es un chico encantador el dijo que quería y yo le dije que sí, fue muy bonito- Aurelia seguía sin captar, tal vez se refería a los besos.

Aurelia notó que Mary era una chica realmente linda, su piel oscura brillante y su cabello negro y rizado la hacian ver imponente y muy guapa, ademas de que en el verano habia desarrollado su cuerpo y Aurelia se preguntaba si algun dia se veria igual de bonita que ella. Lily y Marlene no se quedaban atrás.

Y así pudo entender por fin por que los chicos de su casa normalmente se le quedaban viendo más tiempo de lo debido, seguro si se lo proponia Mary podría conseguir cualquier chico que quisiera.

Los merodeadores habían tardado más de lo normal en llegar al almuerzo y cuando lo hicieron lo hicieron corriendo, seguro habían puesto en marcha su primer broma del año y Aurelia suspiro al recordar el pergamino que su hermano y Sirius habían escrito durante el verano con la lista de las bromas para ese año, les esperaba un buen trimestre.

Al llegar a clase de aritmancia, por segunda vez esa semana, pudo notar que Regulus no estaba tan cerca de los slytherin y eso le pareció un poco extraño. Recordó que Evan tampoco se había sentado con los de su casa esa mañana y eso avivó las dudas del interior de Aurelia asique apretó la correa de su bolso con la mano y se dirigió al asiento disponible en la mesa de Regulus.

-¿Qué haces, Potter?-preguntó un poco sorprendido.

-Estoy tomando asiento-dijo sacando los libros de la clase, el profesor aun no llegaba y los alumnos iban llegando aun.

-Hay más asientos disponibles- señalo las demás bancas, había algunos slytherin y ravenclaw en su mayoría que los miraban con curiosidad.

-Ya, pero quería sentarme aqui- Regulus suspiró- ¿Eso te molesta Black?

-¿No le molestara a tu hermano?-preguntó sarcástico- o acaso puedes hacer cosas sin consultarle a él.

-Oh cállate Black-respondió con una sonrisita, en el fondo Aurelia no quería preocuparse por esa idea que tenían los demás sobre ella y su hermano aunque si Regulus lo notaba entonces todos los demás lo hacían también pero en realidad ella y su hermano no eran así ¿cierto?- Solo tenia curiosidad por algo.

-¿Que?

-Rosier tampoco se acercó demasiado a los slytherin en clase del profesor Ferox. Y por lo que veo- miró de reojo a los slytherin de la clase- tu tampoco.

-No sé de qué estás hablando- Regulus se concentró con indiferencia en el libro delante de él. Aurelia lo miró poco convencida pero no insistió más ya que el profesor había entrado. Tal vez luego sabría el por que de ese comportamiento.

Al final de esa semana Aurelia estaba en la sala común junto con una de sus compañeras de habitación, ambas estaban concentradas en una tarea de transformaciones en una de las mesas cuando llego su hermano y sus amigos.

-Hola Aura-saludo James dejando su mochila en la mesa, su compañera Alice chilló al ver llegar a los chicos de cuarto a su mesa.

-Te veo luego Aurelia-dijo esta un poco nerviosa guardando sus cosas y huyendo casi despavorida.

-¿Y a esa que le pasa?-preguntó Sirius tomando el lugar de la chica, Peter y Remus se sentaron también.

-La ahuyentaron- dijo rodando los ojos, como si ellos no lo supieran.

-¿Qué? ¿Por qué?- Remus preguntó inocente, ya estaba sacando sus libros, al parecer el aire de chico malo solo fue durante el primer día, ya volvía a ser el mismo de siempre.

-Oh ya lo entiendo-Sirius se alborotó el pelo y que subió el cuello de su camisa blanca del uniforme-¿ será que tiene que ver con nuestra creciente popularidad?

-No hagas eso, te ves ridículo-le dijo Aurelia.

-Oh vamos Aura - intervino su hermano- deberías sentirte orgullosa por la popularidad de tus hermanos mayores- Aurelia rodó los ojos de nuevo, claro que los merodeadores eran populares, Aurelia era testigo de los comentarios que se decían de ellos en los pasillos, en especial de su hermano y Sirius, sangres pura, apuestos y carismáticos, guapos... y además James estaba en el equipo de quidditch claro que debía de llamar la atención de más de una forma.

-¿Crees que puedas presentarme luego a alguna de tus amigas?- preguntó Sirius.

-Y eso para que?- Aurelia se cruzó de brazos, además de Pandora, sus compañeras de habitación, las M y Lily y una que otra chica de las otras casas no tenía demasiadas amigas.

-Oh ya sabes para la apuesta-dijo despreocupadamente James le hizo una mueca.

-No se supone que debías decir algo- chilló Peter.

-¿Qué apuesta?

-No es nada- se apresuró James, pero su hermana se le quedó viendo, una de sus reglas era no guardar secretos- Oh está bien, hicimos una apuesta para ver quien conseguía un beso de alguna chica en este mes.

-¿Quieres darme uno y hacer que tu hermano me pague de una vez?-le dijo Sirius con una sonrisa coqueta.

-Las hermanas estab prohibidas Black- James lo amenazó.

-De igual forma estas perdido Potter- le respondió-Si quieres que Evans te bese sigue soñando.- Remus se había puesto a escribir en un pergamino y al parecer lo encontraba mucho más interesante que toda esa platica.

-Tu puedes ayudarme con eso Aura- su hermano recargó ambas manos en su mandíbula, de esa forma toda su atención estaba en Aurelia.

-Oh no Jimmy, no me metas en eso...

-Solo tienes que hablarle bien de mí, no besaré a otra chica que no sea Lily Evans-se veía muy seguro de sí mismo.

Tal vez Sirius tenía razón y su hermano perdería esa apuesta, no había forma de que Evans lo besara.

-Pero tú eres una chica y ella también...

-Que observador Potter-dijo Remus sin quitarle la vista a su pergamino, Sirius soltó una risa.

-Puedo ayudarte en otra cosa, pero no es eso hermano-respondió.

-Me tendrás que pagar esos diez galeones Potter- le dijo Black. Definitivamente estaba perdido.

Chapter 14: El libro en cuestión ¿muggle o mágico?

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Septiembre se había pasado volando y James no había conseguido aquel beso, lo que no era sorpresa para nadie, por lo que habían decidido extender la apuesta a todo el año.

Aurelia solo podía ser testigo de las metidas de pata de su hermano mayor y los ataques de Evans en defensa de su persona, lo cual sinceramente, entendía a la perfección. Quería a su hermano pero en presencia de la pelirroja siempre se convertía en un idiota.

A finales de ese mes se tenía programada la primera salida a Hosgmeade de los tercer año y Aurelia junto con Pandora estaban muy emocionadas.

Ambas iban tomadas de los brazos y ya habían atravesado las puertas de roble del castillo, el clima era frío y las hojas entre naranjas y amarillas volaban con el viento a lugares escondidos en el castillo.

-Debemos hacer una parada al salón de té -decía Pandora, ese sábado por la mañana estaba parcialmente nublado y ventoso lo que hacía que el cabello de ambas se enredara un poco.

-Claro, escuche decir a Lily, Mary y Marlene que tienen una gran variedad de té, y que el año pasado habían exportado algunos sabores exóticos del extranjero-Aurelia veía como todos los de su año y algunos más de años superiores caminaban contentos en dirección a las grandes rejas que separaban los jardines de Hogwarts del camino hacia hogsmeade.

Ambas habían planeado los lugares que visitarán en el pueblo mágico así que tendría todo el día ocupado.

-¡Hey, Aura!-su hermano la llamó desde un lado iba junto con los demás merodeadores quienes se acercaron a ellas- ¿Nos vemos dos horas antes del toque de queda para tomar una cerveza de mantequilla en las tres escobas?

-Amm no se... yo- miró a su amiga, sabía que a James no le desagradaba Pandora pero no era como si le hablara abiertamente al saber que su hermano era slytherin y amigo de Black.

-Tu amiga Rosier puede venir- asintió hacia la Rubia, esta le regresó el gesto. Se dio cuenta de que Sirius la miraba con cautela.

-Claro, bien- acordó Potter.

-Vale, nos vemos después hermana.

-Adiós Aura- dijo Sirius, Remus le sonrió y Peter le dijo adiós con la mano, los cuatro se fueron apresurados, seguro querían ser los primeros ese día en pisar Zonko para llenar su arsenal de bromas.

Pasaron esa tarde ventosa muy agusto visitando tiendas de ropa, de calderos. Pandora dijo que quería una pluma nueva así que también visitaron Scrivenshaft, por fin visitaron la parte de arriba de Honeydukes y no solo el sótano. Echaron un vistazo a Zonko, compraron bolsas de té en el salón de Rosa Lee donde se encontraron con muchas chicas de su grado y grados superiores, era realmente popular entre la comunidad femenina.

Habían dejado las tres escobas al final para encontrarse con James pero justo a punto de entrar vieron a alguien más.

-Hola Dora- Saludó Evan quien venía acompañado de Black obviamente.- Potter- asintió el rubio en dirección a Aurelia quien le regresó el gesto y sonrieron cómplices, algo que no pasó desapercibido para Black.

-Rosier- saludó, podría decirse que se sienten más agusto en compañía del otro después de las clases de criaturas mágicas aunque lamentablemente no podía decir lo mismo de Regulus quien siempre estaba muy serio y no hablaba con ella más de lo necesario a pesar de las clases que compartían y de que en ocasiones se sentaban juntos.

-Justo a tiempo para tomar unas cervezas de mantequilla- decía Pandora.

Los cuatro entraron al local que era bastante espacioso con mesas y sillas por doquier, el lugar estaba lleno de estudiantes de todos los grados, Aurelia busco con la mirada a los merodeadores pero al parecer aun no llegaban.

-Hay que sentarnos por aquí- Rosier señaló una mesa en una esquina cerca de una ventana que daba al exterior, Aurelia dio otro vistazo al local.

-Puedes esperar a tu hermano con nosotros- le dijo Pandora quien ya estaba tomando asiento.

-Bien...-Evan y Regulus quedaron enfrente de ambas y no pasó mucho para que un elfo llegará a tomarles la orden.

Cuatro cervezas de mantequilla que no tardaron en aparecer delante de ellos.

-No tengo idea de por que las cervezas de mantequilla de las tres escobas son tan buenas y diferentes a las de cualquier otro lugar- decía Evan después de dar su primer y largo sorbo a su enorme tarro de vidrio.

-Lei por ahi que tienen reservas en su sótano, las conservan por años- Hablo Regulus mirando su propio tarro, ya le había bajado un poco.

-¿Dónde leíste eso?-preguntó Pandora.

-En un libro sobre la historia de Hogsmeade.

Aurelia estaba sorprendida, no había escuchado hablar tanto a Regulus, al menos no en su presencia.

-Prestamelo luego.

-Oye Potter, ya terminaste el ensayo de Ferox?-preguntó Evan.

-¿El de los hipogrifos? Si, ¿tu no?

-Aún no, el libro que quería consultar me lo ganó cierta chica....

-Oh lo siento- rió- luego lo entrego a la biblioteca para que puedas leerlo- dio un sorbo a su tarro.

Evan, Pandora y Aurelia siguieron platicando sobre cosas triviales con cortas intervenciones de parte de Regulus eso hasta que la puerta se abrió dejando entrar a Barty, Snape y Mulciber, estos se acercaron a su mesa.

-Qué hay- saludó Barty- Nos podemos sentar?-los tres ya habían tomado asiento con ellos- Oh Potter, que desagradable sorpresa.

-Lo mismo digo Crouch- dijo Aurelia haciéndole una mueca.

-¿Qué hace Potter con ustedes?- preguntó Mulciber en dirección de Evan y Regulus.

-Esta con mi hermana-respondió incómodo, había cierto aire tenso entre ellos.

-¿Tu hermano te dio permiso de juntarte con las serpientes, Potter?- dijo Snape con una sonrisa torcida, Aurelia escuchó que abrían de nuevo la puerta pero esta vez no volteo a ver quien era.

-No necesito su permiso para hacer nada Snape- respondió molesta- Y a todo esto, por que nos molestan? estábamos bien antes de que llegaran.

-¿No podemos tomar una cerveza de mantequilla con nuestros amigos?- Barty le pasó un brazo por los hombros a Evan. Aurelia miró al rubio esperando a que dijera algo en protesta pero no decía nada.-Tu eres la que no encaja aquí, Potter- dijo escupiendo su apellido.

Aurelia estaba a punto de responder algo igual pero Regulus intervino.

-Será mejor que vayas con tu hermano-señaló con la babilla. Aurelia volteo.

-Vamonos Aura- James ya se había acercado junto con Sirius, Remus y Peter tras ellos.

-De este lado huele a mierda, no se como pueden soportar el olor- se quejó Sirius.

-Cuida tus palabras, Black- lo amenazó Snape.

-¿O que, me maldecirás para que apeste como ustedes?- se tapó la nariz, James tenía la mano extendida a su hermana y una expresión seria en el rostro.

-Dejalo Snape- dijo Regulus.

Aurelia se puso de pie, miró a su amiga.

-La dulce pandora se queda con nosotros- dijo Barty.

-¿Pandora?- preguntó Aurelia ignorando a Crouch.

-Esta bien Auri- sonrió- Aun no termino mi cerveza de mantequilla- señaló su tarro a la mitad, ella si que se lo había terminado todo. Aurelia asintió y se alejo de ahi con su hermano quien posaba su mano en la espalda protectoramente.

Sirius les lanzó un último gesto obsceno antes de que se acercaran a la mesa más alejada de la de las serpientes.

-¿Se puede saber, por Merlin, que hacias con ellos, Aura?- preguntó su hermano una vez que tomaron asiento.

-Ya hemos hablado de confraternizar con el enemigo- Sirius se cruzó de brazos.

-Pandora y yo nos encontramos a su hermano y Regulus en la entrada del local, decidimos tomar algo en lo que te esperaba- respondió.- Crouch y su banda llegaron después, solo a molestar.

-Escucha hermana- James puso ambos codos en la mesa- no quiero ser pesado y decirte con quien hablar y con quien no pero son slytherin...

-Es el hermano de mi mejor amiga-protesto- es inevitable no cruzarmelo- se cruzó de brazos.

-Lo sabemos, pero... ya vez que su presencia atrae a su especie- intervino Sirius, Peter asintió en acuerdo, Remus solo observaba. De los amigos de su hermano solo Sirius era el más atrevido para intervenir entre una platica seria entre James y ella. De alguna forma estaba bien, era como el segundo hermano que nunca tuvo.

-Y no les agradamos, por lo que es peligroso estar cerca de ellos- agregó James.

-Evan y Regulus nos son como los otros slytherin, ¿sabes?- un elfo había llegado a dejarles más cervezas de mantequilla y unas galletas que había pedido Peter.

-¿Perdona?-dijo Sirius indignado.

-¿A qué te refieres Aura?-preguntó su hermano.

-Ya ves cómo se han estado comportando todos los slytherins desde que comenzó el curso, bueno ellos no... ellos no son así, los he visto.

-Has visto a mi hermano defender a los indefensos de primer año o hijos de muggle o mestizos?- dijo Sirius, Remus se revolvió en su asiento.- O a Rosier?

-Pues no, pero...

-Quedarse al margen y actuar son cosas diferentes Aura- agregó James, suspiró y se revolvió el cabello, un gesto que hacía cuando se frustraba- escucha, solo ten cuidado ¿si?

-El pequeño Reggie jamás defendería a nadie de una paliza- Sirius se cruzó de brazos- es lo suficientemente listo para no participar en eso y será mejor que siga así.

-Vamos, chicos por que no mejor lo olvidamos y bebemos nuestras cervezas?- Peter intentó animar al ambiente.

-Puedo probar una de esas galletas?-Remus señaló la galleta de chocolate en el plato que le habían traído a Peter, este se la dio.

James le pasó un brazo por los hombros para disipar la tensión y Aurelia intentó integrarse a su plática pero en el fondo se preguntaba si algun dia su hermano mayor dejaria de preocuparse por verla con unos slytherin, tal vez debería conseguirse más amigos... si eso haría.

A mediados del siguiente mes el clima había cambiado, las corrientes de aire eran completamente horribles, frías y eso que aún no era diciembre. En más de una ocasión tuvo que encantar su ropa para que estuviera caliente todo el tiempo.

-Enséñame ese hechizo- le dijo un día Alice, una de sus compañeras de habitación- Ojala pudiera usarlo en casa, el invierno en mi hogar es realmente horrible, mis padres estarian agradecidos de saber algo tan útil como ese hechizo- dijo una vez que encantó su propia ropa, Alice era hija de muggles.

-Oye Potter- Lyra, otra compañera de cuarto se acercó a su cama con un sobre en mano- ¿Podrías entregarle esto a Sirius?- Esme, estaba detrás de ella, las cuatro seguían en su habitación antes de las clases.

Aurelia asintió resignada, últimamente las chicas se le acercaban para eso; que le entregara cartas de amor a Sirius o a su hermano, con eso de que la estúpida apuesta de los besos se había sabido todas querían ser las afortunadas y de alguna forma Lyra, la abeja reina de tercer año con sus rizos rubios y ojos azules enormes, creía tener ventaja por tener a Potter como compañera de habitación. Esme la seguía a todas partes, pelirroja de ojos castaños y la cara llena de pecas, era mas tímida y de cierta forma le recordaba a Peter.

-Muy bien, gracias. Nos vemos en clase- dijo despidiéndose de ella. Ambas salieron dejando atrás su olor empalagoso a chicle, el nuevo perfume que se había comprado.

-Vaya lata- al menos Alice no era así, su apariencia le recordaba a un personaje de caricatura muggle popular; Vilma de Scooby-Doo, cuando se lo mencionó la primera vez Alice solo rio y decía que sus amigos muggle pensaban igual.

-Si supieran que Sirius no está realmente interesado en tanta cháchara- decía metiendo la carta en su bolso.

-¿Ah no?- se pusieron el bolso al hombro y fueron rumbo a su primera clase, herbología con hufflepuff.

-Pues no, si hubiera querido ya hubiera ganado, no se por que se tarda tanto- Aurelia sabía las actitudes medio egolatras del mejor amigo de su hermano, él sabía que era apuesto pero sinceramente no sabia porque se hacía tanto del rogar.

-¿Y qué hay de tu hermano?-preguntó tímida- ¿Sigue enfocado en querer besar a Evans?- todos sabían que James Potter estaba enamorado de Lily Evans y que no besaría nadie más que a ella, aunque ya varias chicas se le habían ofrecido para ser besadas pero como todo un caballero las rechazó amablemente solo para ser ignorado y humillado por la chica de quien estaba enamorado.

-Agh si.

Después del desayuno fue a su clase de Herbología, donde esta vez, gracias al cielo, no tenían que trabajar con mandrágoras sino que darles mantenimiento a las plantas del invernadero.

-Esta actividad será en parejas- decía la profesora Sprout- pero no se emocionen, los formaré yo- Alice y Aurelia se tuvieron que separar por esa ocasión.

-Parker y Clarke de este lado por favor- llamó a Alice con otro chico de gryffindor- Muy bien, Potter y Green ustedes se encargaran de esta área- un chico de hufflepuff se le acercó, era más alto que ella, pelo castaño un poco esponjado y quebrado, su cara estaba salpicada de pecas.

-Tenemos dos arbustos de alihotsy-decía el chico- necesitamos guantes si no queremos que nos pegue la risa- esa planta era conocida por causar la risa desenfrenada a los que la tocaban con las manos desnudas.

-Claro, aquí están-le paso un par, se encargaron de la primera juntos ya que era bastante grande para uno, trabajaron en silencio, el chico era muy amable con ella, le contó que le encantaban las plantas de todo tipo.

-Creo que no se tu primer nombre- decía Aurelia cortando una hojas secas del arbusto.

-Theodore, Theodore Green- Aurelia iba a decir el suyo pero Theodore la corto- no hace falta Aurelia, todos saben de la hermana menor de James Potter- le guiño un ojo.

-Lamento no saber tu nombre, es solo que nunca habíamos convivido..

-No te preocupes por eso, es normal- le agradaba su personalidad relajada y tranquila.

Continuaron con el trabajo platicando con normalidad, resultó que Theodore era muy simpático y abierto. Le contó que era hijo de muggles y que más de una vez ya le había tocado palizas de parte de los slytherin sangre pura pero siempre salía inmune.

-Deberías unirte al club de varitas cruzadas- seguían con el segundo arbusto.

-¿El de los duelos?-preguntó sin quitarle ojo a una rama particularmente dura de cortar.

-Si, últimamente nos enfocamos en hechizos defensivos, no hay ningún slytherin dentro asique esta bien.

-Suena interesante iré a la próxima sesión, oye dijiste que te gusta leer cierto?- Aurelia asintió- hay un club de lectura en la biblioteca- Aurelia se quedó viendo.

-¿Hay club de lectura en Hogwarts?-preguntó sorprendida-¿cómo es que no me había enterado de eso antes?

-Es nuevo, somos pocos y el fundador es un ravenclaw de quinto año-decía- es interesante por que nos da copias de libros, no dice autor, fecha o algo, simplemente los textos, debemos ponerle un nombre nosotros y al final cuando terminamos el libro nos revela el título y autor- Aurelia había dejado su tarea para ponerle atención- es genial porque son libros tanto de autores mágicos como muggle.

-Oh, me tienes ¿cuando se reúnen de nuevo?

-Este sábado después del almuerzo, oye si vas lleva a alguien y que ese alguien lleve a alguien- sonrió- ya sabes entre más mejor.

-Claro- pensó en Pandora, nadie mejor que ella para ir a ese club.

Más tarde ese día una vez terminadas las clases, todas las casas estaban en el gran comedor, era el momento sagrado de hacer los deberes en conjunto.

Las grandes mesas estaban cubiertas de pergaminos, libros y cuadernos, algunos hacían los deberes ahí o en la biblioteca o como los merodeadores al aire libre por lo que Aurelia fue a la mesa de ravenclaw donde se encontró a su amiga enfocada en un libro.

-Club de lectura, este sábado- dijo poniendo sus cosas frente a ella, Aurelia le contó todo sobre Theodore Green y el increíble y discreto club de lectura de la biblioteca.

-¿Lo fundó un ravenclaw? Me pregunto quién podrá ser-dijo mirando a los integrantes de su mesa- normalmente pegan esa información en el tablón pero no he visto nada.

-Bueno, yo te llevaré a ti así que tú tienes que llevar a alguien más ¿Alguien en mente?

-No lo sé, las chicas de mi dormitorio casi no me hablan piensan que soy rara por hablar dormida y a Evan no le gusta leer- ambas se quedaron en silencio- pero pensaré en alguien- dijo más emocionada.

Aurelia no dudó en que los siguientes días su amiga conseguiría a alguien para llevar al club de lectura así que la semana paso sin complicaciones entres su clases extra, las tardes haciendo los deberes en la torre gryffindor con su hermano y los merodeadores o simplemente paseando después de clases.

El viernes por la tarde los chicos estaban holgazaneando cerca de la chimenea, últimamente los días eran muy fríos por lo que se disfrutaba más dentro. Aurelia se les unió con unos cuantos sobres en manos.

-¿Qué traes ahí?- preguntó su hermano quien jugaba cartas explosivas con Peter en el suelo, Aurelia tomó asiento entre Remus y Sirius.

-Tiene la apariencia de cartas...- dijo Remus separando su mirada del libro en su regazo, de repente los chicos la tenían en la mira.

-Oh, nuestra pequeña Aurelia comienza a tener admiradores- se burló Sirius.

-¿Que que?- James se puso de pie de inmediato- déjame ver eso.

-Si claro, mis admiradores secretos son la mitad de chicas de gryffindor- Aurelia torció los ojos en dirección a Sirius y le extendió las cartas.

-¿Solo la mitad?- Sirius intentó sonar ofendido pero tomó las cartas.

-Ah son tuyas- James sonó más aliviado, Sirius dejó las cartas en el reposabrazos del sillón, como si fueran cualquier cosa y no cartas donde casi todas las chicas le confesaran su amor eterno e incondicional.

-Oh vamos James debes hacerte a la idea de que tu pequeña hermana un dia tendra a los chicos tocando en puerta- James pareció horrorizado.

-Oh no mientras pueda evitarlo- tomó la cara de su hermana entre sus manos- Mi pequeña Aura nunca tendrá novio mientras yo viva- la abrazo.

-Agh me asfixias...-Aurelia trató de quitarse a su hermano de encima, pero éste tardó en ceder- deja de decir tonterías.

-No la tendrás en un pedestal por siempre, amigo- siguió Sirius.

-Aura es muy joven para pensar en eso- agregó Remus.

-La voz de la razón ha hablado- James le tomó una mano entre las suyas.

-Bah si siguen diciendo tonterías lo mejor será que me vaya.

-Solo promete que no tendrás novio hasta los cuarenta- le rogó James.

-¡Eso es horrible!-se quejó Aurelia poniéndose de pie- nadie me querrá vieja y arrugada.

-Tu otra opción será...-James miró a sus amigos, pensando quien seria la mejor opción para su hermana- ...casarte con Remus- alzó la mano de este, Remus la bajó de inmediato.

-Que!?- Tanto Aurelia como Remus protestaron.

-¿Oye que hay de mi?- se quejó Sirius- ¿no mejor se puede casar conmigo?- le guiño a Aurelia, esta hizo una mueca.

-No, ni en mil años. Te conozco Black.

-¿Y por qué yo sería la mejor opción?-preguntó Remus con una mueca.

-Si- agregó Aurelia- ¿Por qué Remus?

-Confio mas en él- se cruzó de brazos- Black te dejaría plantada en el altar.

-¡Claro que no!- Sirius se puso de pie

-Claro que si! eres un don Juan.

Sirius se le quedó viendo con cara de pocos amigos y de la nada se le lanzó encima, aterrizaron en el suelo forcejeando, Peter tuvo que recoger sus cartas y apartarse.

-Vaya lata- Aurelia suspiro, claramente era otro de sus muchos juegos- Bueno, nos vemos mañana chicos.

-Hasta luego- Remus volvió a su lectura, ya estaban acostumbrados a los juegos de su hermano y Sirius, siempre discutían por todo.

-Si,adiós Aura- se despidió Peter contando sus cartas, James y Sirius seguían forcejeando en el suelo.

Al día siguiente después del almuerzo Aurelia se dirigía a la biblioteca, no había señales de su amiga en la mesa de las águilas por lo que decidió simplemente seguir su camino, seguro la veía ahí.

Ese día, se había recogido su salvaje cabellera en una trenza o al menos eso creía que era, una de las razones por la que Aurelia no se peinaba era por que no tenía la paciencia ni las habilidades de su madre para poner en orden todo su salvaje cabello, incluso a James le salen mejor las trenzas en su cabello que a la propia Aurelia.

-Hey, Potter- Theodore Green estaba a punto de entrar a la biblioteca cuando la vio.

-Hola Green-saludo al acercarse.

-Después de ti- la dejó pasar, trataron de no hablar mucho una vez que entraron a la biblioteca, la señora Pince estaba en su estación clasificando una gran pila de libros y había uno que otro alumno estudiando. Sin duda esa era la mejor hora para ir a la biblioteca, nadie quería estar ahí a esa hora un sábado.

-¿Y tu acompañante?- le preguntó una vez que subieron al segundo piso.

-No lo se, debe estar por venir- había menos gente en el segundo piso y se dirigieron al rincón más alejado- seguro buscando a su propio acompañante- río por lo bajo.

Llegaron a una esquina donde había seis sillones individuales en uno de ellos estaba sentado un chico de pelo rubio hasta los hombros, creía conocerlo...

-Hola Xeno- lo saludo Theodore, el chico alzó la vista del libro que tenía en el regazo, había una pequeña mesa en el centro del círculo con más libros, seguro los que leerían ese mes.

-Green-saludo, el chico era de ravenclaw, el fundador del club- ¿Potter, verdad?

-Si- ella y Theo tomaron asiento.

-Xenophilus Lovegood, un placer por fin conocer a la hermana del famoso James Potter.- ¡Claro! por eso le era familiar ¡era el chico que le gustaba a Pandora!

-Te dije que traería a alguien interesante- le dijo Theodore a punto de tomar un libro de la mesita del centro.

-Hey! -Xenophilus le golpeó la mano- es secreto, lo sabes Green- le advirtió el ravenclaw- Hasta que lleguen todos. No tuvieron que esperar demasiado, por una estantería cercana una chica asomó su cabellera.

-Hola chicos- la chica de gryffindor, de pelo castaño y ojos azules con un poco de acné en las mejillas saludo a todos y tomo asiento a un lado de Xenophilius.

-Hola Cath- saludó Theodore.

-Aurelia esta es Catherine Lakspure- la presentó Xenophilus.

-Un placer- no había visto a esa chica antes pero dijo que era de quinto año, cuando Theodore dijo que no eran demasiados en realidad tenía razón, el club de lectura solo contaba con tres participantes hasta el momento, con ella, Pandora, y su invitado serían seis.

Platicaron un poco sobre el libro que recién había terminado cuando por fin Pandora se acercó al círculo junto con...

-¿Regulus?-Aurelia lo miraba extrañada, los demas voltearon a ver al chico que vestia de negro.

-Black eh?- Xenophilius lo miró suspicaz.

-Hola...- Pandora miró a todos pero sus ojos se detuvieron mas de la cuenta en el ravenclaw de quinto año.

-Buenos días...-saludó por lo bajo Regulus, ambos seguían de pie, el invitado de Pandora terminó siendo Black? Luego tendría que hablar en privado con su amiga y saber exactamente cómo había logrado convencer al estirado y apretado de Regulus Black a unirse a un club.

Los recién llegados tomaron asiento, Regulus a un lado de Cath justo enfrente de Aurelia y Pandora a un lado de él y Aurelia. Theodore a su lado lo miraba con cautela, claro que habría un poco de tensión después de todo las serpientes habían molestado a los hijos de muggle y mestizos durante las últimas semanas.

-Oh hola Theo- saludo Pandora.

-Hola Dora- saludo esté de vuelta.

-Se conocían?-pregunto Xeno desde su sillón.

-Estamos juntos en clase de adivinación- respondió el castaño.

-Bien, para los nuevos, explicaré las reglas y la dinámica- Xenophilius no tardó mucho en explicarles cómo funcionaba pero cuando dijo que podrían leer libros muggle fue donde intervino Regulus.

-No me dijiste que habría lecturas muggle- dijo mirando a Pandora.

-Sorpresa? si te lo decia no hubieras venido- hubio silencio un momento- vamos, leer algo diferente no te hará daño.

-Y quien sabe Black puede que te guste- agregó Xeno, Pandora asintió animada.

-No lo sé...-se cruzó de brazos.

-En realidad no sabemos si lo que leeremos este mes será muggle o mágico- intervino Cath- Dale una oportunidad.

-¿Que tal si tu próximo libro favorito está entre nuestra lista de lectura y te lo perderas solo pensar en prejuicios estúpidos?- Theodore lo miraba intensamente, los demás murmuraron de acuerdo y Regulus miró a Aurelia.

-Intentalo-Aurelia le regaló una pequeña sonrisa, Regulus la miró sin expresión y tardó un rato pero por fin respondió.

-Está bien...-dijo suspirando.

-Muy bien- dijo Xeno y con un movimiento de varita los libros flotaron a los regazos de cada uno- Demuestra que los slytherin y los Black no son unos completos idiotas- Regulus le lanzó una mirada asesina pero no dijo nada. Pandora y Aurelia sonrieron y Theodore soltó una risa.

Los libros que tenían eran copias y como habían dicho, no había autor, fecha o alguna información extra que les sirviera para identificarlo.

-Como la mayoría de los integrantes del club son aún unos crios...- Theodore soltó un ¡oye! que Xeno ignoro- me tomé la libertad de pedir algo que les pueda agradar.

Xenophilius les había dicho que los libros tampoco los conocía él, sino que tenía una prima que le mandaba las lecturas, una bruja que trabajaba en el departamento de vinculación muggle, por eso conocía tanto de ellos y la idea del club nació de un libro que le había dado ella, no le había dicho si era un autor muggle o mago y esa idea le gusto para implementar en la escuela.

-Esto tiene dibujos- dijo Theo ojeando el libro.

-Solo unos cuantos, mi prima me dijo que era parte de una saga, si les gusta bien podemos continuar con los siguientes.- respondió.

Esa primera sesión no duró demasiado ya que solo tenían que leer los primeros dos capítulos, opinar un poco y decidir en cuánto tiempo lo terminarían

-¿Dos semanas?- propuso Aurelia, el libro no era muy grueso tendría como unas 250 páginas.

-Me parece bien- agregó Cath, todos estuvieron de acuerdo.

Una vez terminada la sesión todos se pusieron de pie, Cath y Theodore se adelantaron y Pandora le echaba miradas a Xenophilius quien acomodaba ya los sillones con un movimiento de varita.

-Anda, preguntale algo- le susurró su amiga, Regulus comenzó a caminar.

-Pero qué le digo?-susurro de vuelta.

-Lo que sea- el empujo, que importaba en ese momento que Xenophilius tuviera 15 y ellas 13? siempre podían ser amigos...

-¿Y Pandora?- preguntó Regulus cuando Aurelia pasó a un lado de él.

-Quería preguntarle algo a Xenophilius...- como vio que Regulus no se movía mirando hacia atrás Aurelia lo tomó del brazo.

-Vámonos- lo jalo- debe regresar en un momento.

Ambos se dirigieron a la salida.

-¿Cómo fue que Pandora te convenció de unirte al club?- le preguntó una vez que estuvieron en el vestíbulo central.

-Dijo que si venía me daría la tarjeta de las ranas de chocolate que me faltaba.- se encogió de hombros- y que sería interesante un club de lectura.

-Ya veo...- Aurelia notó que los estudiantes que pasaban detenian su mirada en ellos mas de lo necesario, murmuraban. Regulus también lo notó.

-Me tengo que ir, tengo entrenamiento de quidditch- metió el libro en su chamarra- Dile a Pandora que la veo luego, ¿quieres?

-Si, claro-tal vez no le gustaba que la vieran con ella, bueno no lo sabría a menos que le preguntara pero realmente no tenía muchas ganas de hacerlo asi que solo se limitó a verlo alejarse.

Esperó un rato más y por fin salió Pandora en compañía de Xenophilius.

-Bien, nos vemos luego señoritas- se despidió y se fue por la dirección opuesta donde se había ido Regulus.

-¿Y de qué hablaron?- Aurelia tomó del brazo a su amiga y empezaron a caminar a los invernaderos.

-Es muy caballeroso- decía su amiga- le pregunté por que no había anunciado el club en la sala común de ravenclaw pero me dijo que fue porque los demás tenían sus propios grupos de lectura en la casa, dijo que quería algo que fuera de él incluyendo personas que no conociera... Sabías que él era el fundador?

-Claro que no! Theo solo me dijo que era un ravenclaw de quinto año... pero resultó ser conveniente para ti cierto?- le pregunto con una sonrisa picara.

-Oh Aurelia pero es muy mayor para mí- se puso ambas manos en las mejillas.

-Y eso que? pueden ser amigos, además puedes preguntarle por temas que no entiendas y ese tipo de cosas, yo que se.

Siguieron platicando mas pero se separaron ya que Pandora quería ver ir a ver a su hermano al entrenamiento y Aurelia debía ir con los merodeadores, esa noche había luna llena y como siempre debían prestar apoyo a Remus.

Chapter 15: La pelea en el pueblo muggle

Chapter Text

Unos días después el primer partido de gryffindor sería contra ravenclaw y los leones estaban sumamente emocionados ya que este sería el primer partido en el que jugaría Sirius Black como golpeador junto con Marlene.

-Espero que estés listo para patear traseros allá afuera- le decía James a Sirius, iban de camino al campo de juego- no querrás que tu primer partido sea una completa derrota.

-Lo harás bien Sirius- Aurelia le sonrió, este solo le devolvió la sonrisa, se miraba nervioso

-¡Vamos leones!- un grupo de quinto grado paso a un lado de ellos, todos emocionados, todos con ropa de la casa para dar su apoyo.

Incluso Peter, Remus y ella se habían puesto de acuerdo para usar suéteres a juego.

Al llegar a la entrada se separaron de ellos y los demás subieron a las gradas Aurelia se encontró con su amiga unas gradas más arriba. Ambas se sonrieron.

-Prohibido confraternizar con el enemigo- Peter le puso las manos en los hombros y la dirigió a su lugar en las gradas.

Al final el equipo ganó por 200 puntos, una verdadera hazaña. Hubieran ganado o no ese viernes se tenía programada la fiesta de cumpleaños de Sirius por lo que la casa de los leones tenía dos festejos importantes.

Después del partido Aurelia había recibido una lechuza, la invitación al club de lectura para esa tarde, sería la primera reseña desde la última reunión donde Xenophilius les había dado los libros.

Aurelia estaba en la sala común, le agradaba la idea de salir un poco de ese ambiente, las chicas estaban realmente pesadas con el tema de besar a Sirius y ya no soportaba más las miradas o los favores que le pedían.

Antes de salir vio a Remus sentado en un sillón leyendo un libro sobre su regazo y se le ocurrio algo.

-Hola Remus- lo saludo tomando asiento a un lado de él.

-Hola Aura- dijo poniendo su separador en la página donde se había quedado.

-¿Qué lees?- miró el libro.

-Oh es un libro muggle que me prestó Sirius...

-Sirius tiene libros muggles?-pregunto sorprendida.

-Son de los que le dejó su tío.

-Oh ya veo... oye no se porque no se me había ocurrido decirte pero...

-¿Qué pasa?

-Hay un club de lectura en la biblioteca.- Aurelia le explico toda la dinámica.

-Oh vaya, me gustaría mucho unirme-dijo tocándose la barbilla- pero ahora estoy leyendo este.

-No pasa nada, puedes unirte para una nueva lectura en las vacaciones de navidad!

-Estaría genial- le sonrió, Aurelia pudo ver con más detalle las cicatrices de su rostro, pensó de nuevo en el procedimiento que estaban llevando a cabo para ser animagos, estaban trabajando en ello pero habían tenido ya algunos errores que los retrasaban.

-Sigo sin creer que Regulus esté en ese club- agregó sacándola de sus pensamientos.

-Si... es raro- dijo poniéndose de pie- pero ya les dije que Regulus parece ser diferente a los demás...- Remus se le quedó mirando pensativo un momento- Bueno, me voy o llegaré tarde, nos vemos en la fiesta. Ambos se despidieron.

Al llegar al punto de reunión se encontró con Theodore y Regulus en una especie de incómodo silencio.

-Hola chicos- dijo tomando asiento en el que se había convertido su lugar la última vez, a un lado de Theodore.

-Hola Aurelia- la saludo el castaño- felicidades por la victoria de hoy, Black lo hizo bien en su primer juego.

-Gracias... entrenó duro las últimas semanas- lo siguió una especie de silencio incomodo, era de conocimiento común que los hermanos Black no se llevaban muy bien por lo que resultaba extraño hablar de Sirius delante de Regulus.

-Tal vez el partido de slytherin contra gryffindor sea igual de emocionante- añadió Theodore- No lo crees Black?- Regulus jugaba como buscador en su equipo.

-Supongo- dijo encogiéndose de hombros.

-Si... creo que será algo interesante de ver- Aurelia miró de reojo a Regulus.

Los demás no tardaron mucho en llegar y una vez que estuvieron todos juntos no dejaron de hablar del libro.

-Yo digo que es un autor mágico- dijo Cath- todos la miraron- hay claras referencias a los animagos y bueno, hay mucha magia.

-Ya pero creo que seria muy obvio-agregó Pandora- La bruja blanca es un nombre muy simple, yo digo que es un muggle con buena imaginación, o quien sabe tal vez lo escribió sabiendo de la existencia de la comunidad mágica.

-Esa es una teoría interesante- le dijo Lovegood, Pandora se sonrojo- a veces los muggles tienen una imaginación extraordinaria.

-Pero aun tengo mis dudas con lo del ropero- dijo Aurelia- he leído sobre armarios evanescentes es un término muy específico y justo la entrada a ese mundo es por un ropero.

-Los armarios evanescentes solo te transportan a otros lugares donde esté el otro armario- dijo Regulus, todos lo miraron con atención, él casi no había hablado durante la reunión.- no hace mención sobre otro armario en ningún momento.

-Bueno tal vez no lo quiso mencionar, recuerda que es una historia y puede omitir cosas como esa.

-Espera Regulus- lo interrumpió Pandora antes de que este pudiera responder- crees que el autor es muggle?- preguntó un poco sorprendida.

-Puede ser-dijo encogiéndose de hombros, sí que era raro ver a un sangre pura y sobre todo slytherin, insinuar que estaban leyendo un libro muggle, Aurelia se preguntó si sus padres se enfadarian si se enteraran de algo así sobre su hijo favorito.

-Creo que es momento de la votación- dijo Lovegood, Cath, Aurelia y Theodore alzaron la mano a que el autor era mágico mientras que Pandora, Regulus y Xenophilius votaron de que el autor era un muggle.

Cuando la reunión terminó cada quien se dirigiò a su sala común.

-Oye, Regulus espera- Aurelia lo alcanzó antes de que doblara en dirección a las mazmorras.

-Qué pasa Potter- dijo dando vuelta.

-Quería decirte que... bueno por el cumpleaños de Sirius, le organizamos una fiesta en la sala común.

-¿Y bien?

-Por si quieres ir.

-Creo que me preguntaste lo mismo el año pasado pero no gracias- estaba a punto de dar la vuelta.

-Por qué no?- Black la miró de nuevo.

-Ya sabes por qué no.

-Puede que le guste verte ahí...- Aurelia no estaba del todo segura.

-Ya claro, espero que no lo digas enserio- dijo un poco molesto. Aurelia no supo qué responder, invitaba a Regulus por ser amable y por que pensaba que tal vez le gustaría estar ahí pero ahora que lo reflexionaba mejor ¿porque Regulus estaría en una sala llena de gryffindors festejando el cumpleños de su único hermano con el cual ni siquiera habla?

-Escucha- Regulus suavizó su expresión- sé que no lo haces con malas intenciones pero no creo que él me quiera ahí y yo tampoco quiero ir..

-Bueno...-al menos lo había intentado.

-Dile feliz cumpleaños de mi parte ¿quieres?

Ambos se miraron por última vez, Regulus murmuró un hasta luego y dejó a Aurelia en el pasillo, está comenzó su caminar hacia la torre gryffindor.

La fiesta de Sirius fue genial, algunos estudiantes habían ido a las cocinas por comida y bebidas y claro que las chicas no podian estar mas risueñas con el cumpleañero, todos se habían quitado los uniformes para usar ropa normal y algunas de las admiradoras de Sirius usaban faldas extremadamente cortas.

Aurelia estaba en una mesa sirviendo ponche en un vaso cuando Sirius llegó a su lado.

-¿Me das un trago?- tomó el vaso aún de la mano de Aurelia y esta no hizo más que mirarlo. Se lo extendió de nuevo, se lo habia tomado todo.

-De nada- murmuró ella sirviendo más.

-Esas chicas van a matarme, sabes?-dijo mirando de reojo al grupo de chicas de cuarto grado que los miraban, barrían a Aurelia y probablemente murmuraban cosas sobre la hermana pequeña de Potter.

-¿Por qué no besas a una y ya está? Quizá se alejen de ti si ven que estás con alguien.

-La cosa es, querida Aurelia, que no quiero algo fácil-se recargo en la orilla de la mesa- hubiera querido un reto, pero desde que la apuesta se supo todas se han ofrecido y eso no tiene nada de interesante.

-Quién hubiera pensado que serías tan exigente- dijo ella dando un vistazo a toda la sala común.

-Oh podría simplemente besarte a ti delante de todos y ya está - se le quedó viendo con los ojos brillantes.

Aurelia lo miró con una sonrisa sarcástica, pero la expresión de Sirius era seria.

-No hablas en serio-le dijo ella.

-¿No quieres ver qué tan serio puedo ser?- ambos guardaron silencio, Aurelia lo pensó, Sirius era mayor, bueno en todo lo que hacía, divertido, el mejor amigo de su hermano y traía a todas las chicas de gryffindor y otras casas detrás de él, y él... quería besarla?

Probablemente se lo hubiera tomado en serio de no ser porque recordó que todo se lo tomaba a juego y que Sirius Black era más un hermano mayor para él que otra cosa añadiendo el hecho de que hace menos de diez segundos admitió que quería un reto y claramente la hermana menor de su mejor amigo lo era.

-Regulus te desea feliz cumpleaños- la mención de su hermano menor claramente acabaría con todo ese teatro de coqueteo que intentaba Sirius.

-Mi... hablaste con él?- su cara había pasado del interés despreocupado a la seriedad total.

-Creo que no te lo había comentado pero estamos en el club de lectura juntos- antes de que Black protestará Aurelia añadió- donde hay más integrantes y el único slytherin es él.

-Vaya...-se pasó una mano por el brazo- No imaginaba a Regulus en un club.

-¿Sabías que le gusta leer?- este asintió- Bueno, Pandora lo invitó a unirse.

-Supongo que está bien-decía- tal vez le ayude a despejar su mente de toda la mierda que hay en casa.

-¿Sabes qué más podría ayudar?- Sirius solo la miró- Su hermano mayor.

-Agh, por favor Aurelia no empieces.

-Solo digo....

-Dices demasiado- la miró molesto, Aurelia se sorprendió por el tono que usó con ella- es complicado ¿bien?-suspiró y como Aurelia no dijo nada más este solo se despidió y se acercó con unos chicos de su grado.

Aurelia lo miró alejarse y suspirando se acercó a Remus y Mary quienes estaban en un sillón cerca de las ventanas.

Su hermano estaba en algún lado haciendo el ridículo con Lily Evans de nuevo, Marlene y Peter se servían pastel que habían traído de las cocinas y todos disfrutaban con la música de fondo ya que Sirius había bajado su gramófono donde ahora sonaba Jeepster de T-Rex. La vida era buena.

Noviembre le había dejado paso al frío diciembre, vientos helados, nieve espesa en las ventanas y el chocolate caliente más delicioso que Aurelia hubiera probado.

Estaban en su último día en Hogwarts antes de que a la mañana siguiente fueran a casa, por suerte la luna llena ya había pasado y Remus estaba recuperado de esa noche.

Ambos iban a la última reunión del club de lectura, eran los últimos en llegar al ver que todos estaban en sus respectivos lugares, Xenophilius acercó una silla más con un movimiento de varita y Remus se sentó saludando a todos, èl y Regulus habían intercambiado una mirada rápida.

La reunión rápidamente, el libro se llamaba El león la bruja y el ropero.

-Me parece que este es el segundo libro- decía el ravenclaw ojeando las páginas de su ejemplar- mi prima se equivocó al enviarlo.

-Entonces el autor es...-decía Theodore, era lo que todos esperaban escuchar, al final Aurelia tuvo algunas dudas con la decisión que había tomado pero no se retractaba.

-Es un autor muggle- dijo, su prima le había enviado también una carta comunicando la información del libro, esto para que Xenophilius tampoco hiciera trampa.

-Lo sabía- Pandora aplaudió con alegría, Theodore y Aurelia intercambiaron una mirada y Remus parecía un poco fuera de lugar.

Rápidamente el rubio les dio los siguientes ejemplares ya que todos estuvieron de acuerdo en leer la saga completa, incluso Black. Acordaron leer el siguiente libro en las vacaciones y comentarlo al regresar a la escuela.

-No olvides traer a alguien más, Lupin- decía Lovegood a Remus una vez que cada quien tomó su camino a sus salas comunes. Aurelia le guiño un ojo a su amiga al verla caminar cerca del chico, y se despidió de Theodore y Regulus aunque este solo se alejó en silencio.

Esa navidad no habría paseos en trineo o patinaje en el lago ya que la lluvia era el principal protagonista de ese invierno en casa de los Potter.

Claramente estaban todos de nuevo, Sirius y Remus, Peter de visita de vez en cuando.

Las tardes eran de lluvia y frío tremendo con raras nevadas que no duraban lo suficiente para tener guerras de bolas de nieve entre ellos a excepción de una tarde. Había estado cayendo nieve toda la mañana y Aurelia lo vio como una señal.

-Es nuestro momento- dijo levantándose del sillón de la enorme sala, James que estaba jugando ajedrez mágico con Remus, y Sirius que estaba ojeando una revista de quidditch la miraron.- Podemos salir, hay suficiente nieve para hacer un muñeco o jugar con bolas de nieve- era lo que más le gustaba a Aurelia, esos pequeños juegos en las vacaciones de invierno donde se sentía como una niña pequeña de nuevo.

-Creo que pinta bien- dijo James asomándose por la ventana, sus padres no estaban esa tarde por lo que solo estaban los cuatro.

-Muy bien, iré por el trineo- dijo Sirius poniéndose de pie, era un miembro más de la familia ya que parecía saber la ubicación exacta de las cosas en la casa de lo Potter.

Los tres se acercaron a la entrada donde la elfina doméstica ya los esperaba con los abrigos flotando.

-Espero que la nevada no se convierta en lluvia- decía Remus al salir por la puerta trasera al patio.

Pasaron alrededor de una hora divirtiéndose en la nieve, no importaba que fueran unos adolescentes, estaban en su hábitat y Aurelia se permitía ser infantil con ellos.

-¿Y si vamos al lago?- sugirió Sirius cuando tuvieron suficiente del patio trasero y la cuesta improvisada de nieve que habían hecho para el trineo.

-No se si deberíamos alejarnos mucho de casa- decía James dando un vistazo rápido a las ventanas de su hogar.

-Vamos Jimmy- Aurelia lo tomó del brazo- no pasará nada- su hermano la miró pensativo.

-¿Qué dices tú Moony?- le dijo Sirius a Remus quien estaba jugando a hacer dibujos en la nieve con una rama.

-Creo que me gustaría ir al lago.

-Oh ustedes ganan- dijo James- lo que pida la manada- Aurelia rió.

Cuando llegaron al lago se encontraron con una capa de hielo sobre el agua.

-No creo que sea lo suficientemente gruesa y segura para pasar por encima Aura- le dijo James al ver que su hermana se inclinaba en la orilla para ver el hielo recién helado.

-Esta bien, no me acercaré mucho.

Los chicos se quedaron en una orilla compitiendo con rocas a ver quien la lanzaba más fuerte para romper el hielo.

Aurelia subió al pequeño muelle de madera, un camino de madera helada y medio congelada en el cual, en verano, solían acostarse como lagartijas al sol.

Aurelia llegó al final y se le quedo viendo a la capa de hielo, había varios copos de nieve en la superficie, creyó haber visto algo brillante al fondo por lo que se inclinó, lamentablemente no calculo bien por el hielo resbaloso que cubría el borde de la madera y eso hizo que cayera de bruces al hielo, por un momento pensó que la capa sería suficientemente gruesa pero no había estado nevando lo suficiente para congelarla por lo que la rompió con facilidad y cayó al agua helada.

Al principio sintió como si un montón de cuchillos se le enterraran en la piel y el impacto fue suficiente para que la pequeña Potter no recordará como nadar.

Las risas de Remus, James y Sirius se terminaron al escuchar el salpicar del agua y cuando voltearon al muelle Aurelia ya no estaba. James fue el primero en reaccionar, salió disparado en esa dirección. Sirius había tomado una rama gruesa del suelo y él y Remus fueron detrás de su amigo.

-¡No saltes! Usemos la rama- dijo Sirius al ver que su amigo saltaría, le pasó la gran rama a James quien ya estaba inclinado intentando tomar la mano de su hermana.

Ambos tomaron la rama y la metieron al agua, Aurelia la tomó y los chicos jalaron, una vez más cerca de la madera James la tomó del brazo y torso para jalarla hacia él, esta cayó encima de su hermano empapandolo completamente.

-Aurelia!- dijo su hermano, rara eran las veces en las que su hermano la llamaba por su nombre completo- Ya estás bien, tranquila- la acostó en la madera.

-Hay que llevarla a la casa- dijo Remus al ver que empezaba a chispear, la nieve había acabado y Aurelia temblaba de frío.

James la cargó en sus brazos, ahora era lo suficientemente alto y fornido para llevar a su pequeña hermana en brazos, Sirius se quitó su abrigo para ponerlo encima de la chica y los tres se dirigieron a casa donde sus padres estaban esperándolos.

Al ver que James llevaba a una empapada Aurelia en brazos su madre fue directo a ellos.

-¡Pero por Merlín!- exclamó- ¿Qué ha pasado?-ella y la elfina se dirigieron a la habitación de Aurelia mientras que Fleamont se quedó en la sala con los tres chicos sentados en el sillon.

-¿Podrían explicarme qué fue lo que pasó mientras no estábamos?- preguntó el padre de James, había encendido un puro, algo que solo hacía cuando estaba estresado o cansado.

James le explico todo- Se que es mi culpa, la descuide un momento, no debí dejar que se alejara- dijo apretando mis puños en sus rodillas.

-Escucha hijo-dio una larga calada al puro y tomó asiento, los otros dos chicos lo miraban preocupado, esperaban una buena regañina para James- fue un accidente- los chicos menos James lo miraba boquiabierto- sabemos que a Aurelia siempre le ha gustado el lago y es a veces muy descuidada, lo bueno fue que actuaron rápido y la trajeron a casa inmediatamente- los amigos claramente esperaban un buen sermón ya que habían sido criados en contextos completamente diferentes y no esperaban semejante comprensión de un adulto pero claro, eran los Potter.

-Pero falle...-le brillaron los ojos- casi se ahoga

-No lo hizo, James- su padre lo paró- tu hermana es una buena nadadora, lo sabes. El agua helada la debió haber entumido y que bueno que acudieron a ella justo a tiempo-miró a los otros, quienes asintieron, el señor Potter suspiró- Solo trata que no se repita ¿si?- James asintió.

Después de un rato la señora Potter bajo las escaleras y James fue directo a ella, esta lo abrazo y le beso la cabellera castaña.

-Está bien cariño- le dijo ella aun en el abrazo- se quedó dormida, asique ahora a cenar y a la cama de acuerdo?

Los tres chicos cenaron en silencio y antes de dirigirse a la cama James anunció que podían dormir ellos en su cuarto, esa noche la pasaría cuidando de su hermana.

Dos días después Aurelia solo tenía una gripa molesta que no lograba curarse con las pociones de su madre pero aun así se sentía mejor que al principio.

Los cuatro se habían quedado en casa, con las lluvias que aún seguían era imposible salir a hacer algo exepto una tarde donde solo caía una leve llovizna.

-¿Por qué no salen esta tarde?-preguntó el señor Potter leyendo El Profeta.

-¿Estaría bien?-pregunto Aurelia un poco mormada y con la nariz roja.

-Oh cariño-dijo su madre- Creo que ya han aprendido la lección- Remus leía el libro del club de lectura mientras que James y Sirius jugaban cartas explosivas.- Pero eso sí, te quiero bien abrigada.

Los cuatro salieron bajo sus paraguas rumbo al pueblo muggle más cercano, Peter había salido con sus padres así que solo serían ellos.

Remus tuvo la genial idea de ir al cine muggle y tanto los hermanos Potter como Sirius estaban emocionados con la idea ya que era la primera vez que lo harían. Tenían mucha curiosidad sobre cómo funcionaba el sistema del reproductor de cintas.

Vieron dos películas que Aurelia considero para chicos, claro que ellos las disfrutan más que ella. Al salir de nuevo decidieron entrar una última vez.

-Eh James- Sirius señaló con la cabeza a un grupo de chicas muggle en la ventanilla de los tickets, Aurelia también las miró, vestían unas faldas extremadamente cortas para el clima, estas les lanzaban miradas risueñas a los chicos pero Remus parecía no darse cuenta.

Aurelia estudió a las chicas más a fondo, sus piernas largas y delgadas resaltan con esas minifaldas, el cabello de la mayoría era lacio y largo, eran realmente muy guapas y los chicos las miraban embobadas. Aurelia se miró as si misma, usaba un gorro rojo, una bufanda y abrigo negro con guantes a juego, tal vez no debio dejar que su madre la vistiera pero habia insitido tanto para que su resfriado no empeorara que no pudo negarse.

Incluso los chicos se veían mejor que ella, lucían cool y realmente como adolescentes de su edad mientras que la pequeña Aurelia lucia como una niña sin sentido de la moda a comparación de las guapas chicas muggle. Aurelia bufo molesta.

-¿Estás bien?-preguntó Remus a su lado, ella asintió.

-¿Por qué no entramos esta vez a ver el Gran Gatsby?- preguntó Sirius sin quitarle la vista a las chicas, ellas se dirigían a esa función.

-Oh sí, creo que esa película se ve interesante- agregó distraídamente James.

-Como sea- dijo Aurelia cruzándose de brazos sintiéndose un poco celosa de esas chicas guapas.

Al entrar en la sala estaba medio vacía, ella y Remus se habían sentado juntos en una fila de enfrente y James y Sirius se sentaron detrás de ellos mientras que las chicas se sentaron justo hasta atrás.

Aurelia trató de prestarle atención a la película, realmente era interesante pero gracias a su resfriado no tardó en caer dormida.

-Pst Aura- la voz de su hermano la despertó, la película ya había acabado- Y Moony?

Aurelia miró a su lado, estaba sola en la fila.

-No lo se...- dijo frotando los ojos del sueño- estaba a mi lado- Aurelia noto que el cuello de su hermano estaba un poco desordenado y tanto él como Sirius estaban un poco sonrojados sin mencionar que Sirius tenía una mancha roja en los labios, como pintura.

-Vamos a buscarlo- dijo Black- no debe estar muy lejos.- Salieron de la sala pero Aurelia no pudo evitar voltear en dirección a las chicas quienes miraban en su dirección y reían por lo bajo mirando a los chicos.

Encontraron a Remus del otro lado de la calle sentado en una parada de autobús.

-¿Por qué te fuiste?-pregunto Sirius cuando llegaron delante de él. Aurelia se refugiaba de la lluvia en el paraguas que sostenía su hermano.

-¡Podría preguntarles lo mismo!- respondió molesto.

-Estábamos ahí- decía Sirius.

-¿A dónde fueron?- preguntó Aurelia a su hermano.

-Ehh-balbuceó nervioso James.

-Solo estabamos con...- seguía Sirius.

-Agh.. no quiero oirlos hablar de eso- Remus se tapó los oídos, Miró a james- ¿Qué pasa con Lily? ¿qué pasa con Todavía no es el momento pero no me importa?- Aurelia no entendía de qué hablaba pero James parecía apenado.

-¿Qué pasó James?-preguntó su hermana de nuevo.

-Pasa que estos dos nos dejaron para irse a besar con las chicas muggles del fondo de la sala- los señaló a ambos, Aurelia recordó lo guapas que lucían y se sorprendió de Sirius y James, ¡habían caído en sus encantos!

-Enserio?-preguntó, James se encogió de hombros sonrojado. Sirius rió ante el asunto.

-Oh vamos, a Evans no le importara si James se besuqueo con una chica muggle cuando tenía catorce años, calmate Moony.

-No!- gritó molestó, Aurelia no lo había visto tan alterado antes- Me hicieron ver esa película tonta solo para besarse con esas chicas! Incluso Aurelia se quedó dormida de lo horrible que era- la señalo.

-Si la estaba viendo...-dijo apenada.

-Por Merlin Lupin, mañana podemos regresar para ver la que quieras si realmente tienes ganas. Pero disculpanos si queremos actuar como adolescentes normales durante cinco minutos- se pasó una mano por el cabello, gesto que había copiado de James cuando se estresaba.

Al parecer eso fue todo lo que Remus necesitaba para lanzarse encima a Sirius, este lanzó un golpe con puño cerrado en el ojo de Sirius y este le correspondió. Ambos estaban jaloneandose en el suelo.

Los hermanos Potter se quedaron pasmados por un momento ya que no veían venir eso.

-¡James!-Aurelia lo golpeó con el codo para que reaccionara.

-Oh si claro- este le dio el paraguas e intentó separar a su amigos. La nariz de Sirius sangraba y Remus tenía un raspón en la mejilla.

-¿Qué les pasa a ustedes dos?- preguntó una vez que se dirigieron a casa de nuevo, James con Remus y Aurelia con Sirius compartiendo paraguas y cuidando que no se acercaran el uno al otro.

-¡Es un estupido!- escupió Remus.

-¡Y el es un idiota!- respondió Sirius con la nariz congestionada, Aurelia le dio un poco de papel que traía.

-Los dos son unos imbéciles- dijo James

-Hormonas...-se quejó Aurelia cuando llegaron a la puerta principal.

Al llegar a casa la señora Potter los curó enseguida y le dio otra poción a Aurelia quien ya se sentía mucho mejor. Esta vez le puso una buena regañina a los dos ya que no había necesidad de recurrir a los golpes, el señor Potter estaba parado detrás de ella tratando de evitar la risa.

-Los chicos solo son chicos Effie, querida.

Los días siguientes antes de navidad Remus aun no se hablaba con Sirius pero Aurelia pensó que lo resolverían en cualquier momento, mientras ella estaba muy contenta respondiendo las lechuzas de Pandora, Theodore y algunas de Alice. Aunque la carta más reciente de Pandora la había dejado intrigada ya que mencionaba que una ocasión vio a su padre desaparecerse por la red flu a la media noche.

También que los Rosier habían sido invitados al baile de Navidad que ofrecieron los Malfoy y claramente las otras familias de sangre pura asistieron incluyendo los Black.

Para la mañana de navidad los chicos ya hablaban con normalidad y estaban pasando un buen rato abriendo los regalos debajo del árbol, Aurelia había recibido regalos de sus amigos en Hogwarts y algunos de los merodeadores.

-¿Otro equipo de mantenimiento para escobas?- preguntó Aurelia viendo lo que su hermano estaba desenvolviendo en su regalo, todos estaban sentados en el suelo menos sus padres que los venía desde el sillón más cercano.

-Este, hermana querida, es EL equipo de mantenimiento- dijo con los ojos brillantes- Gracias papá- James le agradeció a su padre que lo veía con ojos brillantes y llenos de agradecimiento, este solo le guiño el ojo.

-Una bufanda tejida a mano?-pregunto Sirius mirando lo que Remus sostenía en sus manos- quien te la envió?- Black se acercó a ver la tarjeta pero Remus la alzo en el aire.

-Nadie importante- dijo nervioso.

-Lily Evans- Aurelia alcanzó a leer en la tarjeta- Vaya- dijo mirándolo con picardía, James miró con envidia la bufanda roja, sabían que Remus y Evans eran amigos y que James le tenia envidia a Remus por eso, Sirius y Aurelia solo rieron al ver la cara que puso James.

El aura tranquila se terminó cuando entró por la ventana abierta una figura plateada, una especie de ave que cuando se detuvo en la repisa de la chimenea Aurelia supo que era un fénix plateado, un patronus por lo que había leído en los libros del estudio de su padre.

-Fleamont, Euphemia- habló el patronus con la voz del director de hogwarts- en un momento estaré con ustedes, no le abran la puerta a nadie. Ha habido un ataque- el ave se deshizo en el aire.

-Un ataque Montie- dijo la señora Potter tomando el brazo de su esposo que con un movimiento de varita hizo desaparecer la basura de envolturas del suelo.

-Apresurense a recoger aquí chicos-dijo el señor Potter poniéndose de pie seguido de su esposa. James, Sirius, Remus y Aurelia recogieron lo que quedaba de basura hasta que escucharon que afuera se escuchaba en típico *CRACK* de una aparición, sus padres intercambiaron una mirada y ambos se dirigieron al recibidor seguido de los chicos que asomaron la cabeza para ver a Dumbledor en la entrada.

-¿Qué fue lo último que hablamos?- preguntó el señor Potter con la varita en alto.

-Sobre tus hijos- dijo con una sonrisa- la pequeña Aurelia se ganó una placa de reconocimiento en el club de duelo -dijo mirándola- Y James ha batido el récord de detenciones este año- este se sonrojo.

Su padre suspiro- Adelante Dumbledore- dijo dejándolo pasar.

-Muy bien chicos, será mejor que suban a sus habitaciones- les dijo la señora Potter.

-Oh no será necesario, pueden escuchar. De igual forma esto aparecerá mañana en los periódicos.

-Está bien querida- le dijo Fleamont a su mujer, esta asintió y Dumbledore les contó lo que había pasado.

El ataque había sido a una familia nacida de muggles, todos mágicos pero asesinados, niños aun sin la edad para ir a hogwarts, al aparecer había dejado la marca tenebrosa encima de la vivienda.

-Por dios, niños Dumbledore- la señora Potter puso amables manos en los hombros de sus hijos.

-Así es, esta organización no perdona vidas inocentes, aún no se sabe quienes estuvieron involucrados-hubo silencio por un momento.

-Es... mi familia...?-Sirius comenzó y todos lo miraron, se sabía de los Black y su fascinación con la magia oscura además de que asistían a esas reuniones, Aurelia pensó en Regulus, en la plática que habían tenido sobre ello, no apoyaba abiertamente los ideales de los demás Slytherin pero aun así en su casa debía ser completamente diferente y más sin Sirius ahí.

Esos pensamientos la guiaron inmediatamente a los Rosier, en las cartas de su amiga mencionando a su padre que salía por las noches.

-Aún no hay información que indique que los Black o que otras familias están involucradas- dijo Dumbledore leyéndole la mente- No hay que hacer conclusiones equivocadas.

-Por ahora- murmuró Sirius.

-La situación es grave si, pero no hay que perder la cabeza, estoy trabajando en reunir una línea de defensa contra Voldemort, debemos estar preparados y necesito a todos los que pueda reunir, así que Fleamont, amigo ¿cuento contigo?

-Claro que si Dumbledore- dijo sin duda alguna- ¿Has hablado con los Weasley? ¿Los prewett y los Bones?

-Todos en mi lista, claro- asintió sonriendo.

-Podemos ayudar!- exclamó James con confianza, la señora Potter lo miró de inmediato con ojos rojos, aun aguantando las ganas de llorar por las muertes de niños que nunca había conocido.

-Si!- Sirius estuvo de acuerdo con entusiasmo- Puede contar con nosotros señor- Remus asintió efusivamente para que vieran que estaba de acuerdo, Aurelia solo miró a los tres y sintió una especie de nudo en el estómago, al final asintió en en señal de apoyo.

-Espero que no tengamos que llegar a eso. les dijo el hombre de larga barba plateada y lentes medialuna-Pero gracias niños- dijo con una sonrisa amable.

-No!- exclamó la señora Potter aun sin quitarle las manos de los hombros a sus hijos, los apreto más fuerte- son niños, Dumbledore.

-Seré mayor de edad en dos años- Sirius se puso una mano en el pecho y se enderezó- ¡Y somos los mejores en hechizos defensivos de nuestro curso!

-Y usted mismo lo dijo- agregó James- mi hermana es la mejor en el club de varitas cruzadas, necesitara gente como nosotros- su hermano la miró buscando apoyo.

-Si...-dijo insegura pero con emoción, sabía que eso no le gustaría a su madre quien ya los miraba molesta.

-Claro pero su madre tiene mucha razón- les dijo- por el momento solo necesito que no bajen la guardia y se cuiden entre ustedes, usen sus habilidades para proteger a otros- dijo mirando a todos en a los ojos pero duró más tiempo mirando a Aurelia- Bueno, tengo otros recados que hacer, Fleamont- le estrechó la mano- Estaré en contacto, Euphemia- le ofreció una sonrisa de disculpa- me temo que no asistiré a la fiesta de esta noche.

-Lo mejor será que la cancelemos- dijo ella- parece irrespetuoso.

-Disfruten sus vacaciones niños- dijo mirando a los chicos antes de cruzar el umbral de la entrada- Remus, Madame Pomfrey se encontrará contigo en las Tres Escobas a través de la red flu el domingo por la mañana.

Este asintió y por fin Dumbledore desapareció con otro *CRACK*

El resto del día fue silencioso de no ser por la radio encendida en una estación muggle con canciones navideñas.

La fiesta no se llevó a cabo y los señores Potter hicieron lo posible para olvidar el ambiente amargo que había quedado después de esa mañana.

Los dias siguientes las noticias estaban plagadas sobre el asesinato de la familia Fresser y en los periodicos estaba la fotografia en movimiento del cielo arriba de la casa, un craneo brillante con una serpiente que salia de la boca enroscandose entre las nubes, la primera marca tenebrosa que marcaria el inicio de muchos ataques en el futuro.

El regreso a Hogwarts fue extraño, un ambiente pesado y silencioso se apoderaba de los pasillos, los slytherin estaban más recluidos en sí mismos que nunca y casi nunca se le veían a chicos de otras cosas cerca de ellos a menos que fueran sus amigos.

Con todo ese ajetreo no habían podido avanzar demasiado en el proyecto de animagos aunque se habían estado leyendoos todos los libros que encontraban para llenarse de la teoría y no tener errores en el procedimiento cuando llegara el momento de ponerlo en marcha, pero como decía James, era difícil hacerlo con Remus con ellos todo el tiempo.

Conforme pasaban los días hasta los chicos de otros cursos sabían que Sirius Black buscaba problemas.

No solo era defender a los indefensos de primer año o a otros chicos de los sangre Pura sino que ahora cualquier provocación lo molestaba.

Aurelia pensaba que tenía algo que ver con su familia y que había quitado definitivamente todos los stickers de serpientes de sus pertenencias.

Sirius estaba molesto y todos lo sabian.

El primer fin de semana de enero el club de lectura se había reunido en la biblioteca, Aurelia, Remus y Lily, la acompañante extra de Lupin,se sentaron cerca, Aurelia a un lado de Pandora y Remus a un lado de Lily que a su vez estaba a un lado de Cath. Todos estaban ahí menos...

-Quizá deberíamos empezar sin Regulus- sugirió Xenophilius mirando el asiento vacío de Black, todos hicieron lo mismo y como nadie dijo nada comenzaron a hablar del libro que había leído en vacaciones. Aurelia no lo había visto a él ni a Evan desde que llegaron a Hogwarts, incluso había encontrado a Pandora en un vagón con Xenophilius pero ni rastro de los slytherin.

A mitad de la reunión, antes de que Lovegood repartiera la nueva lectura, alguien apareció entre los estantes.

-Lamento la demora- dijo Regulus a nadie en particular tomando asiento a un lado de Pandora, todos lo miraron esperando algo más, había silencio y algo de tensión, un slytherin, un Black...

-No pasa nada- le dijo Xenophilius- justo estábamos por pasar a la nueva lectura de este mes- con un movimiento de varita hizo que las copias volarán a todos.

Fuera lo que fuera que pasara en los pasillos o en la sociedad mágica el club de lectura seguía siendo el mismo, no tenían porque actuar diferente, aunque Theodore y Lily, ambos hijos de muggles, le lanzaban a veces miradas nerviosas al único slytherin del club, aunque lo que resto del rato y hasta el final este solo asentía sin decir una palabra.

Al final de la sesión quedaron en verse dentro de dos semanas.

-Aurelia- dijo Remus- vamos- este la esperaba con Cath y Lily para ir a la torre pero esta negó con la cabeza.

-Necesito unos libros para encantamientos, los veo luego- se despidió con un gesto de mano y ellos se fueron.

Pandora ya salía con Theodore y Xenophilius que platicaban sobre su clase de adivinación y los TIMO que debía presentar Xenophilius al final del curso. Dejo que se alejaran para adentrarse más en la biblioteca donde se encontró con Regulus en una esquina hurgando en una estantería de aritmancia.

-Hola Regulus-dijo pasando a su lado.

-Potter- dijo sin mirarla. Aurelia en realidad si iba a buscar libros para su clase pero también sabía que Regulus estaba buscando algo.

-Yo.. quería saber...- Regulus la miró soltando un suspiro- como estabas.

-Pues muy bien- regresó su mirada a la estantería, se hundieron en un breve silencio- Y tu?-preguntó después.

-Bien...- sonrió- ¿Tu navidad?

-Como las anteriores- había tomado otro libro, Aurelia también tomó los que necesitaba y notó que había más estudiantes que los miraban de reojo, claro que siempre era un escándalo verlos juntos, Regulus también noto sus miradas- Nos vemos.

No le dio tiempo de preguntar nada más y este se fue, Aurelia no sabia porque sentía curiosidad por él, por que le importaba saber si estaba bien pero sabia que debía preguntar, a Sirius no le importaba Regulus, había dejado claro que odiaba a su familia y Aurelia no se sentía cómoda pensando en la relación de los hermanos. Se decía que si James le haría eso se sentiría horrible, no quería ni siquiera pensarlo, tal vez por eso se preocupaba por él.

Chapter 16: Gryffindor VS. Slytherin

Chapter Text

La semana siguiente en clase de cuidado de criaturas mágicas Evan llegaba tarde al igual que el profesor.

-Que suerte que no ha llegado- dijo Rosier con la respiración acelerada tomando asiento con Aurelia.

-Hola Evan- Aurelia sonrió- ¿Por qué la demora?

-Oh, nada es solo que...- no pudo continuar, el profesor Ferox había llegado.

-Siento la tardanza clase-decía Ferox- el tema de hoy son bestias nocturnas.

Pasaron el resto de la clase hablando sobre hombres lobo, thestrals, kappas y erklings, como tarea debían hacer un ensayo sobre los hombres lobo que, Aurelia pensó, sería pan comido.

Iban de camino a una entrada al castillo, hablando sobre sus vacaciones y riendo sobre algo que había dicho Evan, sin duda a pesar de lo que se decía de sus casas ellos podían mantener su relación amistosa intacta, los otros problemas quedaban de lado y era bueno, para ambas partes, platicar con alguien que por estar con el otro ignoraba los hechos del mundo y la guerra que se asomaba como una nube negra en una tarde tranquila.

La buena vibra terminó cuando vio a un grupo de tres slytherin molestando a alguien conocido.

-Ese no es...?- Aurelia trataba de averiguar quién era el chico castaño.

-Green- dijo Evan mirando al grupo- Es Theodore- dijo sin mirarla, Aurelia recordó que Theodore estaba con Evan y Pandora en la clase de adivinación.

-Vamos Green, ponte de pie- decía uno de los grandotes de séptimo año- ¿así son las peleas muggle no? ¿A golpes?-los demás rieron mientras este se tronaba los nudillos.

Aurelia iba de camino pero Evan la sostuvo de un brazo- ¿Qué haces?-preguntó alarmado.

-No pienso quedarme viendo.

-Solo lo empeorarás- dijo viendo a los otros alumnos que pasaban pero nadie hacía nada, eran slytherin y de último año.

-Escucha, él es mi amigo.

-Son de séptimo, Aurelia- dijo- no puede terminar bien.

-No para ellos- y se soltó del agarre de Evan para acercarse al grupo.

-Oye!- dijo llamando la atención del líder y de los demás- Por que no te metes con alguien de tu grado, cara de sapo- sin duda el chico parecía uno con todo esas espinillas en la cara y sus ojos saltones.

El líder de los Slytherin, con su cara enrojecida y los puños apretados, giró hacia Aurelia. Un murmullo se extendió entre los estudiantes que observaban desde la distancia, sorprendidos por la valentía, o imprudencia, de la Gryffindor.

-¿Qué dijiste, Potter? -gruñó el séptimo año, dando un paso hacia ella. Los otros Slytherin se rieron con nerviosismo, aunque no parecía que tuvieran intención de detenerlo.

Aurelia no se inmutó y cruzó los brazos.
—Dije que tal vez deberías preocuparte más por encontrar una poción para esas espinillas que por intimidar a estudiantes más jóvenes. —Su tono estaba lleno de sarcasmo, y su sonrisa desafiante solo pareció irritar más al líder.

Evan suspiró con exasperación, claramente dividido entre intervenir o mantenerse al margen.
—Esto no terminará bien... —murmuró para sí mismo, pero no podía evitar admirar el coraje de Aurelia, aunque a menudo lo metiera en problemas.

El líder levantó la varita en dirección a Aurelia y esta se preparó para un duelo, pero antes de que pudiera pasar nada, una explosión de luz dorada y chispeante brotó entre ellos.
—¡Suficiente! —La voz del profesor Ferox resonó mientras bajaba las escaleras hacia el grupo, su varita aún alzada y un ceño que podría hacer temblar a cualquiera.

Los Slytherin retrocedieron de inmediato, intentando parecer inocentes.
—¿Qué está ocurriendo aquí? —preguntó Ferox con severidad, mirando primero al líder y luego a Aurelia.

—Nada, profesor —respondió Aurelia con una expresión perfectamente inocente, aunque su tono despreocupado no ayudó a apaciguar las sospechas del profesor.

—¿Nada? —replicó Ferox, mirando a Theodore que recogía sus cosas del suelo. Finalmente, suspiró y señaló hacia el castillo.
—Todos, a sus clases. Y ustedes tres —miró a los Slytherin mayores— los quiero en mi oficina ahora.

Los estudiantes comenzaron a dispersarse, pero no sin que el líder Slytherin lanzara una mirada oscura hacia Aurelia.
—Esto no ha terminado, Potter —susurró con veneno antes de marcharse.

Evan se acercó rápidamente a Aurelia mientras ayudaba a Theodore a ponerse de pie.
—¿Tienes alguna idea de lo que acabas de hacer? —preguntó en voz baja, claramente preocupado.

Aurelia se encogió de hombros, aparentemente despreocupada.
—Solo hice lo correcto. ¿No es eso lo que hacen los Gryffindors?

Evan no pudo evitar sonreír un poco mientras ayudaba a Theodore a caminar.
—Sí, pero recuerda que no todos tienen tanta suerte como tú.

-¿Estás bien Theo?-preguntó Aurelia mientras los tres comenzaron a subir las escaleras hacia el castillo.

-Si, no es nada- dijo pasándose la mano por la mejilla, en efecto no tenía golpes visibles- Interviniste antes de que pudieran hacer otra cosa.

-Bueno, me alegra. Claramente no iba a dejar que te hicieran algo. Son unos abusivos- Theodore rió mirando de reojo a Evan.- ¿Por qué no te defendiste? Has mejorado mucho desde que entraste al club de varitas cruzadas.

-Lo primero que hicieron fue quitarme la varita-respondió- Saben que me ha ido bien en el club y querían ver si también sabía defenderme a puño limpio.

-Ya vimos que no...-murmuro Evan quien se gano un golpe en las costillas de parte de Aurelia.

-¿Qué clase tienes ahora?-preguntó ella mientras los tres seguían caminando.

-Adivinación- dijeron los dos al mismo tiempo, ambos se miraron y sonrieron. Cuando llegaron al pasillo que dividía sus caminos Aurelia habló.

-¿Puedo confiar en que llegará a salvo a la siguiente clase?-preguntó Aurelia mirando a Evan.

-No soy un niño- intervino Green.

-Si, estará bien- dijo Evan ignorando a Theodore.

-Bien, nos vemos chicos- dijo alejándose- dile a Pandora que la veo después- le dijo al rubio.

Evan y Theodore caminaron juntos en dirección a la torre de adivinación, estaban en silencio hasta que Theodore habló.

-Creo que podemos separarnos aquí- dijo deteniéndose.

-¿Por qué lo haríamos?-preguntó Evan confundido- Vamos al mismo lugar.

-¿No te molesta que te vean con un hijo de muggles?- se encogió incómodo- podría traernos problemas.- Evan se le quedó viendo un momento.

-Oh vamos Green deja esa mierda de hijos de muggles, tengo suficiente con las pláticas repetitivas de mi sala común-decía molesto- Y le dije a Aurelia que llegarias bien a clase, me matará si se entera que te acorralaron de nuevo.

-¿Y no te mataran a ti por vernos juntos?- Evan se había puesto en marcha de nuevo pero lo volteo a ver- Eres un sangre pura.

-Siempre puedo fingir que soy yo quien te atormenta- le apuntó con la varita y le sonrió al mismo tiempo, Theodore lo miró poco convencido- apresúrate o llegaremos tarde a clase- Green suspiró y caminaron a su salón.

Unos días después Aurelia estaba en la biblioteca en compañía de Alice y Pandora, las tres hacían su deberes del día cuando Merelene, que iba pasando se sentó con ellas.

-Eh Potter- dijo llamando su atención- Hola chicas- saludó a las demás, estas murmuraron un Hola y siguieron escribiendo.- ¿Tienes noticias de como le fue a Remus con Lily?

-Con Lily?- preguntó extrañada- ¿No, a que te refieres?

-Oh ya sabes, de la cita que tuvieron- dijo mirándose las uñas.

-¿Remus y Lily tuvieron una cita?-preguntó sorprendida.

-Si, fueron a Hogsmeade el sábado, Lily no nos quiere contar nada pero como se que tu eres la hermanita menor de todos ellos pensé que sabrías algo.

Aurelia pensó en ello, últimamente no había visto demasiado a los merodeadores, James y Sirius se la pasaban entrenando para el próximo partido Gryffindor vs Slytherin y cuando no estaban en el campo estaban en detención, lo mismo con Peter. Y Remus se la pasaba encerrado en la biblioteca, lo cual ya era de por sí extraño que no hubieran hecho bromas grandes entre los cuatro.

-Pues no, no se- Marlene la miró desanimada- Pero le preguntaré cuando lo vea, no es posible que no me haya enterado hasta ahora.

Esa misma tarde Aurelia encontró a los merodeadores discutiendo en la sala común en su lugar habitual, cerca de la chimenea. Antes de que pudiera llegar James y Peter se alejaron en dirección a los dormitorios.

-¿Qué pasa?- preguntó al tomar asiento a un lado de Sirius.

-Oh, querida Aurelia- decía Sirius, Remus se veía un poco pálido- Nos hace falta un poco de consejos femeninos. El pequeño Moony se metió en un buen lío- dijo riendo, Remus lo miró molesto.

-¿Es sobre la cita con Evans?-preguntó ella.

-No fue una cita- dijo exasperado Lupin.

-Moony, fue una cita en todos los sentidos y el único que no lo notó fuiste tú- Sirius le explicó todo con pelos y señales lo que había pasado.

-Hay no, pobre Jimmy- Aurelia pensó en lo herido que debía sentirse su hermano pero aun asi sabia que conociéndolo no podía estar del todo molesto con Remus si Lily Evans mandaba al cuerno a James cada vez que tenía oportunidad.

-¿Estará molesto? ¿Me odiara ahora?-se culpo Remus. Sirius estalló en risas.

-James Potter no tiene ninguna hebra de odio en su cuerpo- le palmeó el hombro a Remus.

-Solo debe estar celoso...?-Aurelia intentó recordar las veces que ellos peleaban pero en realidad no se le venia ningun recuerdo a la mente, en realidad ellos no peleaban, sus padres los habían cribado de forma muy diferente a la convencional, les hicieron creer que ellos eran todo lo que tenían en el mundo y que nunca por ningún motivo deben enojarse el uno con el otro, la vida era muy corta como para pasarla enojado con sus seres queridos.

-Mira, yo te lo explicaré- empezó James- Ya que Aurelia viene del mismo costal le será difícil tratar de explicar lo que pasa- Aurelia lo miró atenta- James y ella fueron criados en una casa llena de amor y todo eso, por lo que sé jamás pelean, nunca se molestan con nada ni con nadie, el chico dorado de gryffindor está acostumbrado a que todo le salga bien y todos lo amen y simplemente no entiende como una simple chica no cae rendida ante él cuando los profesores lo aman por igual. Y ahora- señaló a Remus- que tu hayas tenido una cita con evans- Remus iba a protestar pero Sirius no lo dejó- intencionalmente o no lo saca de órbita por que Evans es la única cosa que no le sale bien a Potter, claramente esta celoso y molesto y no sabe cómo manejar esos sentimientos. Cuando tu, amigo mio, sueles soltar un golpe, cuando yo suelo maldecir o decir algo hiriente o incluso Peter que cuando se enoja va a un rincón o se encoge en sí mismo- se dio un momento para respirar- o cuando Aurelia...- Ambos la miraron- bueno tu eres igual que tu hermano, nunca te he visto molesta- admitió Black.

-Y espero que nunca me veas así- se cruzó de brazos.

-Bueno Lupin, el punto es que James no sabe manejar ese nuevo sentimiento, es normal, ya arreglaremos las cosas ok?- Remus asintió-

En realidad no resolvieron las cosas inmediatamente, pasó una semana antes de que James le volviera a dirigir la palabra a Remus y eso fue cuando ocurrió un incidente con una poción de la verdad en la cena unos días antes del partido de quidditch.

Severus Snape le había puesto veritaserum en su jugo de calabaza y Remus casi grita a los cuatro vientos que era un hombre lobo, por supuesto sus amigos estuvieron ahí para evitarlo y la mejor manera de vengarse, por el momento había dicho Sirius, era ganar el tan esperado partido Gryffindor contra Slytherin.

-Por favor Auri- le suplicaba James a su hermana cuando se sentaron en sus lugares habituales en el gran comedor para tomar el desayuno antes del partido.

-Por supuesto no James, eso es muy extraño- se quejo Aurelia mientras se servía fruta picada en su plato.

-¿Qué pasa?- preguntó Remus, que estaba sentado delante de los hermanos Pottes junto con Sirius y Peter.

-Nuestro Jimmy quiere suerte para el partido y cree que si Aurelia besa su capa la tendrá- le explicó Sirius sin levantar la vista de su avena. Remus miró atento, tanto su amigo como Sirius estaban envueltos en su uniforme rojo y amarillo, Sirius se habia recogido el pelo en una coleta, lo que hacia suspirar a las chicas que pasaban cerca de él.

-Por favor besa su capa- se quejó Peter cuando se cansó de escuchar las súplicas de James.

-¿Por qué no la besas tú?- le dijo molesta.

-No es lo mismo, debe hacerlo una chica- dijo dando un bocado de sus huevos revueltos.

-Por favor Aurelia, por favor te lo ruego!- la empezó a sacudir de un brazo.

-Está bien, está bien pero no me vuelvas a decir Aurelia- James sonrió inmediatamente.

-Así te llamas- le dijo Sirius.

-Si pero nunca nos decimos por el nombre completo- respondió James- es como si estuviéramos molestos.

-Donde?- Aurelia miró el impecable uniforme de su hermano.

-Aquí- pellizco la tela cerca de su corazón y la estiró hacia ella, Aurelia se inclinó.

-Mas te vale hacernos ganar- y le besó rápidamente la capa.

-¿No quieres darme uno a mi?- Sirius señaló su mejilla- Ya sabes para tener una victoria segura- le guiño el ojo.

-Cállate Black- James le lanzó una hojuelas de maíz y todos rieron.

De camino al campo la vibra era caótica y descontrolada, la rivalidad entre las casas nunca se había mostrado más como ese dia ya que el quidditch se había convertido en una forma en que los estudiantes de hogwarts revelaban completamente sus sentimientos sobre la guerra que se aproximaba, solo en el campo se aceptaban los gritos y ahora que las dos casas con más rivalidad se enfrentaban en el campo, incluso algunos ravenclaw y hufflepuff apoyaban a los leones.

-Aplastaremos a esos asquerosos slytherin- decía Sirius quien caminaba con Peter y James delante de Aurelia y Remus.

-Ya sabes la estrategia- le dijo James.

-No todo es blanco y negro- se quejo Aurelia por lo bajo pero Remus la escucho.

-¿No merecen ser derrotados?-preguntó éste quien tenía un leve cojeo por la última luna llena.

-Es solo un partido de quidditch y no todos los slytherin son unos idiotas- Aurelia pensó en Evan y el incidente del otro día.

-Que no te escuchen decir eso- dijo divertido viendo a los tres chicos delante de él- y tu amiga Rosier?

-No la he visto, debió haber ido por la otra entrada- por donde todos los slytherin iban entrando ya que cuando subieron a las gradas era muy poco el espacio y color de las serpientes.- Debe estar allá- Aurelia creyó verla junto con Barty y otra chica de slytherin.

El partido había comenzado, todo era una lluvia de gritos y euforia, ambos equipos lo hacían muy bien aunque pudo haber jurado que algunos slytherin estaban haciendo trampa.

Los ojos de Aurelia iban entre James y Sirius y Evan y Regulus, pero se detenía más en el rubio slytherin de lo que quería admitir. Su hermano jugaba estupendo, como siempre; todos podían decir de él lo que quisieran pero James Potter había nacido para el campo de quidditch y de ahí nacía toda su popularidad, carisma y confianza. Sirius estaba sumamente concentrado en proteger al buscador del equipo que era constantemente atacado por las bludgers, Aurelia pensó que lo hacía realmente bien y que entendía perfectamente porque tenía a todas las chicas suspirando por él.

Evan por otra parte parecía ser el único integrante de las serpientes que jugaba limpio, y Aurelia sabía suficiente para saber que los mayores del equipo se las arreglaban con trucos sucios, Regulus por otra parte se mantenía concentrado buscando la snitch, Aurelia se le quedó viendo por más tiempo, volaba en los límites del campo y cuando pasó por arriba de ellos pudo ver un destello dorado, pero parecía que todos estaban concentrados en los demás jugadores ya que nadie, y creanme, nadie tenía los ojos puestos en el menor de los Black ya que todos tenían la atención en Sirius quien había golpeado una bludger tan fuerte que debió haberlo hecho caer de la escoba.

Aurelia miraba a Regulus, quien ya tenía el brazo estirado para atrapar la snitch.

-¡Eso!- grito poniéndose de pie, Remus la miró extrañado, no sabía a quien le decía eso- ¡Ya la tienes, tomala!- Aurelia sonrió y pudo haber jurado que Regulus sonrió igual al escucharla pero sin previo aviso y de la nada una bludger, la que había golpeado hace un momento Sirius, le dio fuerte en la cabeza haciéndolo caer de la escoba. Aurelia soltó un chillido y se llevó las manos a la boca.

Todos soltaron un OHHH cuando vieron caer al menor de los Black de su escoba y todas las rivalidades quedaron en el olvido. Sirius hizo algo sumamente peligroso que fue inclinarse sobre su escoba para ir directo a su hermano antes de que tocara el suelo, lo hizo realmente muy rápido, más que James y que cualquier otro jugador de quidditch de hogwarts. No llegó a tiempo pero madame Hooch sí y con un movimiento de varita Regulus comenzó a caer más lento, como si se hundiera en una alberca.

Lo que siguió fue un caos, los líderes de las casas no dejaron acercar a nadie y los mandaron a todos al castillo.

-Debemos ir- dijo Aurelia un poco alterada.

-Quizá los chicos ya están en los vestuarios- les dijo Peter.

-No- Remus negó con la cabeza- seguro Sirius querrá estar con su hermano conociendolo pensará que todo es su culpa- Aurelia estuvo de acuerdo y se pusieron en marcha a la enfermería.

-Bueno, pues él lo golpeó con la bludger no?-dijo siguiendolos, Remus lo ignoró apretando los puños.

-Peter!- lo reprendió Aurelia pero él solo se encogió de hombros.

-¿Y James?-preguntó de nuevo.

-Jimmy estará con ellos- dijo Aurelia.

Al llegar las puertas de la enfermería estaban cerradas y James estaba sentado en el suelo, Evan estaba recargado en la pared del otro lado a buena distancia de James.

-¿¡Está bien!?-preguntó Aurelia al llegar.

-Eso creo- le dijo Evan, James lo miró aturdido- está inconsciente, Pomfrey no nos deja entrar

-¿Sirius?-preguntó Remus en dirección a James.

-Con él, será mejor esperar. Slughorn está contactando a sus padres así que...-se encogió de hombros- pensamos que sería mejor esperar aquí- Remus se sentó con dificultad a su lado, Peter lo imitó pero Aurelia se quedó parada retorciéndose las manos. Remus le explicó bien lo que había pasado ya que James estaba del otro lado del campo.

-Mierda-dijo este con un suspiro.

-Si, mierda- coincidió Aurelia estrujando sus manos, había comenzado a dar vueltas en su lugar.

-Aurelia- la reprendió su hermano.

-James- ella lo miró desafiante, este solo suspiro.

Aurelia se preguntó cómo se sentían los merodeadores, si estaban preocupados por Regulus como lo estaban ella y Evan? o solo se preocupaban por Sirius y por cómo se sentiría después de esto, sin duda culpable ya que por mas que dijera odiar a su familia jamas le haria daño a Regulus intencionalmente, claro le jugaba bromas al igual que el resto de su casa pero nada como eso.

Fueron perturbados por los rápidos pasos de unos tacones altos en las losas, y la voz preocupada de la profesora McGonagall viniendo de la esquina.

— Por favor, Walburga, no podría estar en mejores manos con Madame Pomfrey, es mejor que no se mueva...

— Creo que yo tomaré las decisiones aquí, Minerva. — Una voz fría y profunda respondió. James y Peter se levantaron de un salto, nerviosos, y James se inclinó para ayudar a Remus a ponerse de pie. Ninguno de ellos había visto a la madre de Sirius desde aquella terrible Navidad de hace dos años, y su terror hacia ella aún estaba fresco. McGonagall y la Sra. Black dieron la vuelta a la esquina; Walburga con su gruesa capa de viaje negra y botas afiladas de tacón alto. Se miraba tan severa y estricta como Aurelia la recordaba solo que ahora no lucía tan elegante como de costumbre, tal había sido la prisa por llegar a la escuela.

La acompañaba un mago pequeño y anciano con una larga barba rala, que llevaba un pesado estuche de piel de dragón. Walburga miró a los tres chicos que esperaban fuera de la enfermería y Aurelia contuvo la respiración, pero la señora Black no pareció pensar que valieran la pena y pasó, empujando las puertas de madera para abrirlas con ambas manos y entrando. Aurelia, Evan, Remus, James y Peter se asomaron desde el pasillo para ver cómo se desarrollaba la escena. McGonagall y el mago barbudo se apresuraron detrás de la Sra. Black.

Regulus estaba acostado en una cama, y por lo que podían decir todavía estaba inconsciente, o tal vez solo dormía. Con los ojos cerrados, y a lo lejos, se parecía notablemente a Sirius. Pero Sirius estaba sentado a su lado, completamente despierto con su túnica roja de Gryffindor, un pie apoyado en un taburete. Estaba muy pálido y mucho más pequeño de lo habitual; sus ojos estaban rojos. Pareció encogerse aún más cuando su madre se acercó, lanzándose hacia sus hijos como un terrible murciélago vampiro.

Madame Pomfrey intervino, en ese momento.

— Está bastante bien, sólo un golpe fuerte — dijo para tranquilizarla — Le he dado una poción curativa y he reparado las fracturas.

— ¿Fracturas? — Dijo Walburga, bruscamente. Ella se paró al final de la cama de Regulus, mirándolo. Ella no trató de alcanzarlo, ni a Sirius, sino que se quedó quieta como una estatua.

— Muy menor, y ahora completamente curado. — Madame Pomfrey dijo: — Estará levantado mañana por la mañana. Ahora, Sirius tiene...

— Este es el médico de la familia — interrumpió Walburga, extendiendo una mano para presentar al anciano arrugado a su lado. — Él se hará cargo del cuidado de mi hijo. Lo llevaré a casa tan pronto como lo hayan examinado a fondo.

— Ya le dije que todo lo que se puede hacer, se ha hecho. — Madame Pomfrey dijo, sonando bastante enojada ahora. Walburga la miró imperiosamente.

— Dentro de su competencia, estoy segura. Pero él es mi hijo y lo cuidaré como mejor me parezca. Madame Pomfrey se sonrojó y pareció quedarse sin habla, por lo que McGonagall tuvo que inclinarse y susurrarle algo al oído para apaciguarla. El viejo mago barbudo colocó su maletín en la mesita de noche y lo abrió, antes de inclinarse silenciosamente sobre Regulus, Aurelia ante eso estiró más el cuello y se recargó en su hermano para ver mejor que le hacía el viejo mago al inconsciente Regulus. Aurelia nunca lo habia visto asi, dormido y sin ninguna expresión en el rostro.

Mientras tanto, Walburga había centrado su atención en su hijo mayor. No se movió de los pies de la cama, pero su mirada dura fue suficiente para mantener a Sirius en su lugar. — Tú. — Ella dijo. — ¿Qué estás haciendo aquí?

Sirius dijo algo, pero salió apenas por encima de un susurro.

Walburga frunció el ceño, — ¿Qué? — Ella ladró: — ¡Habla, muchacho!

— Es mi hermano. — Dijo Sirius, ahora más fuerte, aunque su voz era ronca y ligeramente quebrada. La señora Black gruñó.

— ¡Por el amor de Dios, has estado llorando?! Trata de mostrar al menos un mínimo de decoro. Toujours Pur, Sirius! Trata de recordar tu deber.

Sirius no respondió, pero inclinó la cabeza, Aurelia se trago sus pensamientos, la señora Black era tan horrible de carácter como la recordaba. Walburga continuó, — Puedes irte, Sirius. Tu padre y yo te veremos en Junio.

Ante eso no le volvió a decir nada y lo ignoró completamente, James dio un paso al frente y Sirius se puso de pie para ir en su dirección, Mandame pomfrey lo guió con ellos y le dio una poción susurrando algo.

-Creo que te dejará acercarte- le susurró Aurelia a Evan, se sabía que él y Regulus eran buenos amigos y que este había pasado algunos días de vacaciones en casa del otro, tal vez lo dejaría acercarse y no se equivoco cuando Evan llegó al pie de la cama y Walburga solo le asintió con la cabeza sin decir palabra. Los otros cuatro salieron de ahi no sin que antes Sirius le echara un ojo a Evan.

— No me imagino cómo nos debemos de ver. — Sirius murmuró sin humor, mientras se detenían en uno de los descansos de la gran escalera para tomar un respiro.

— ¿Qué te pasó, de todos modos? — Remus finalmente preguntó, frotándose la cadera dolorida.

— Me rompí el tobillo — dijo Sirius — aterrice con demasiada fuerza.--James hizo una mueca. Sirius se encogió de hombros,

— No puedo sentirlo, solo tengo un pequeño temblor- al llegar a la sala común, los chicos se fueron directo a su habitación y Aurelia se sento en su lugar habitual, el sillon delante de la chimenea, no pasó mucho tiempo para que las chicas salieran preguntando por Sirius y como estaba. Aurelia sin soportar eso se fue directamente a su cuarto, necesitaba dormir.

Chapter 17: Animagos

Summary:

Regulus Black siempre supo que no habría héroes para salvarlo. Aurelia, en cambio, creyó en ellos.
Pero cuando el mundo mágico comienza a desmoronarse y la oscuridad viene de todos lados, deberán enfrentarse a una profesia que ni siquiera querian escuchar.
No hay bandos seguros. No hay aliados eternos.
Desertores de sus familias, de sus casas, de todo lo que conocían, emprenden un camino donde el sacrificio no es una opción, sino el único destino.

Notes:

El siguiente es un fic del fanfic All the Young Dudes por MsKingBean89 en convinación con ATYD Sirus's Perpective por Rollercoasterwords (si no has leido alguno te recomiendo ampliamente ir a leerlos por que son geniales y mi principal inspiracion para escribir esto), la protagonista de esta historia es la hermana menor de James; Aurelia Potter. Veamos que tanto pueden cambiar las cosas si James hubiera tenido una hermana terca que cree que Regulus Black puede ser salvado.

Este Fic esta dedicado a todas las personas que siempre quisieron un lugar en esta hermosa historia. Y recuerden... si el canon no les gusta REESCRIBANLO.

(Las descripciones del castillo son referencias a lo que se ve en el videojuego Hogwarts Legacy)

Chapter Text

Los días siguientes al partido de quidditch habían dejado de ser completamente tensos entre las casas. Los estudiantes habían dejado de lado las diferencias ya que como habían visto una vida había estado en juego y afortunadamente se reprogramó el juego.

Claro que después del número que la señora Black había montado en privado en la enfermería, el hijo menor de los Black había pasado cinco días seguidos en casa recuperándose. Aurelia supo por Evan que este ya se encontraba mejor pero que su madre quería asegurarse del todo que su hijo estaba en buen estado antes de enviarlo de nuevo a la escuela.

Aurelia no pudo evitar sentir un poco de resentimiento hacia la madre de Sirius ya que esta solo se había preocupado por el menor de sus hijos y no le había prestado nada de atención al mayor de ellos. Entendía perfectamente el resentimiento del mejor amigo de su hermano hacia su familia, más que nunca cuando James le contaba lo que Sirius y él platicaban sobre la familia Black; el daño físico que le ocasionaban a ambos cuando hacían algo mal, aunque en palabras de Sirius, Regulus prefería seguir órdenes a captar la furia de su madre y esa obediencia hacia los Black era algo que Sirius aborrecía. Los Black no eran una familia normal, eso lo sabían todos.

Aurelia se dirigía a su clase de runas, según los rumores Regulus había vuelto y al parecer completamente curado, al entrar al aula lo vio en la mesa que solían compartir esta sonrió un poco y se dirigió a sentarse cuando una mochila cayó en la silla, su silla.

-No está ocupado ¿verdad?-dijo tomando asiento Eliana Abbot, una slytherin- Te encuentras mejor ¿Reg?-preguntó con un tono meloso que le sacó una mueca a Aurelia.

Potter solo resoplo y se sentó en una mesa disponible a un lado de una chica de Ravenclaw. Tuvo que esperar al final de la clase para intentar hablar con Regulus.

-Oye, Black- dijo mientras todos comenzaban a salir del salón, este la volteo a ver.

-Te veo fuera Reg- dijo Eliana no sin antes barrer a Aurelia de pies a cabeza.

-¿Qué pasa Potter?

-Solo, bueno creo que ya te lo han preguntado bastante, solo quería saber si estabas bien.- Aurelia le miró el cráneo, recordó el ruido sordo de la bludger contra el.

-Todo bien, madame Pomfrey me curó ese día pero mi madre solo exagera las cosas- se puso la mochila en el hombro.

-Ya casi tenías la snitch- recordó Aurelia- pudieron haber ganado.

-Creo que fuiste la única que lo notó- se pusieron en marcha- te escuché ese día- Aurelia asintió con la cabeza murmurando un "Si" casi inaudible- Mi hermano... él?- Aurelia supo lo que quería saber.

-Ya está mucho mejor, solo una fractura en el tobillo que sanó en unos días.

No pudieron seguir platicando, ya que había un grupo de Slytherin que esperaba a Regulus.

-Nos vemos- dijo este en voz baja. Aurelia se dirigió a su siguiente clase.

Las siguientes semanas habían pasado volando, su cumpleaños incluido, habian echo algo pequeño en la sala común donde recibió sus regalos de cumpleños entre ellos un nuevo álbum de ABBA de parte de Sirius, probablemente fue el mejor ya que todas las chicas amaban la banda y no dejaron de reproducirlo en la sala común el resto de la semana.

Fue a finales de febrero, el día de luna llena, que James había decidido convocar una junta debajo de la sombra de un árbol cerca del lago. Remus ya se había ido con la enfermera por el túnel del árbol.

-Bien, tenemos todos los ingredientes y hemos leído todos los libros posibles sobre el procedimiento- decía, estaban debajo de la sombra de un árbol cerca del lago.

-Así es- dijo Sirius revisando el bolso donde estaban los frascos, la cuchara y las hojas de mandrágora.- El rocío no lo tenemos pero sabemos dónde conseguirlo.

-Hay dos opciones- dijo Aurelia viendo sus notas- El bosque prohibido o la cueva que está debajo del castillo.

-¿Cómo sabes que hay una cueva debajo del castillo?-preguntó Peter quitando la envoltura a su rana de chocolate.

-Lo leí en el libro de historia de Hogwarts, se llega en escoba.

-Cinco puntos para Gryffindor- Sirius le guiñó el ojo.

-Excelente tenemos dos opciones- James tomó asiento y todos se unieron más- lo que hay que hacer ahora....-dijo mientras Sirius ponía los ingredientes encima de su suéter en césped- es dejarnos la hoja de mandrágora en la boca hasta la siguiente luna llena.

-Sabe la tierra- se quejó Peter después de hacer el hechizo de permanencia en su boca.

-Se siente raro- Aurelia se la había dejado abajo de la lengua, en realidad no se especificaba una parte específica, James se la dejo en el paladar y Sirius y Peter en las mejillas.

-Sean cuidadosos con lo que comen- decía Sirius mirando a Peter- el hechizo funciona pero aun así no debemos arriesgarnos, y perder un mes de procedimiento.

A la mañana siguiente cuando fueron a ver a Remus todos estaban de buen humor, por lo menos no tenía heridas nuevas y sabían que muy pronto su amigo no estaría solo en sus transformaciones.

Ese mes pasó sin preámbulos, entre sus clases, las tareas, cuidar la hoja de mandrágora, estar atentos al acoso de los de slytherin a estudiantes menores e hijos de muggles, pudieron llevarlo sin problemas para marzo todos estaban emocionados con la siguiente parte del plan y muy valientemente James y Sirius se había ofrecido a ir a la cueva por el rocio.

-Si no bajamos de la escoba seguirá siendo un lugar que no hayan pisado pies humanos- decía una noche antes de salir con su escoba y la capa invisible.

Cuando repartieron el rocío siguieron con la siguiente fase y solo tuvieron que esperar otro mes para los efectos.

A mediados de marzo, en una salida a Hogsmeade, Aurelia y Pandora habían pasado al salón de té.

-Creo que está funcionando- decía su amiga mientras le agregaba azúcar a su taza.

-¿El asunto con Xenophilius?-preguntó la castaña mientras daba un sorbo a su taza.

-Si, bueno eso creo. Xeno y yo tenemos varias cosas en común, es muy listo.

-¿Xeno?

-Me pidió que lo llamara así- dijo sonrojada.

-Bueno está bien, su nombre es muy largo... y el te dice...

-Dora- se tocó las mejillas- de esa forma me llaman mis abuelos.

-Es muy tierno-dijo con una sonrisa.

-Pero bueno, ¿qué me dices de ti? No puede no haber nadie que te guste.

-Bueno...- no estaba segura si decirle que su hermano le había empezado a llamar la atención, pero ¿le gustaba en ese sentido? probablemente ¿lo admitiría? no estaba segura.- Hubo un tiempo en el que Sirius...- Pandora la miró atenta- me gustaba pero lo deje de lado inmediatamente, se convirtió en un hermano mayor para mi y siempre apoya a Jimmy cuando actúa como papá, es molesto.

-Oh un romance con el mejor amigo de tu hermano, es una trama interesante en cualquier libro- dijo divertida- Pero hasta yo debo admitir que Sirius ya tiene bastantes admiradoras.

-Si, y es muy molesto- resopló.

La siguiente semana en clase de criaturas mágicas, el profesor Ferox los había hecho salir a los límites del castillo para ver a las crías recién nacidas de una pareja de puffskeins que habían cuidado en clase.

-Oh son extremadamente tiernos- decía Evan a su lado- todos se acercaron para ver a las 12 crías que había tenido la parejita.

-Nuestros pequeños amigos nacieron hace dos semanas y pronto dejarán el nido- decía el profesor con uno en brazos- les aconsejaría que se despidieran de ellos, los padres ya los conocen así que solo traten a las crías con cuidado.

-¿Quieres intentarlo?-Evan la miró.

-Bueno...- respondió insegura pero este ya se había inclinado a recoger una cría del suelo, el pelo café rojizo estaba esponjoso y suave, Evan lo coloco con cuidado en los brazos de Aurelia.- Es muy ligero-dijo mirándolo con atención.

-Parece como si cargaras a un bebé- se burló Evan al ver como Aurelia sujetaba a la cría.

-Muy bien sabelotodo intentalo tu- se lo pasó a los brazos, este dejó de sonreír pero lo sujetó bien. Estuvieron un rato más con las crías mientras el profesor les explica sus tácticas de apareamiento y características de la especie.

-Muy bien clase, espero que se hayan divertido- dijo dejando al suyo en el nido- es todo por hoy y no olviden su ensayo para la siguiente semana en mi escritorio.

De camino al castillo Evan, Aurelia y una chica de hufflepuff iban platicando sobre las propiedades del pelaje de los puffskeins.

-Hubiera tomado un poco de lo que se les cayó en el nido de haber sabido que se vendía bien- decía Evan.

-Perdiste tu oportunidad- dijo Aurelia mientras se despedía de Puppy.

-Espera, no te muevas- Evan la detuvo colocando una mano en su hombro- Tienes algo...- Aurelia se quedó muy quieta, Evan acercó su mano a su cabello y le quitó una pluma.

-Aqui mi oportunidad- dijo sonriendo con la pluma rojiza entre los dedos, se quedaron mirando más de la cuenta y Aurelia sintió las mejillas un poco calientes.

-No creo que te den mucho solo por una pluma- dijo ella escondiendo el rostro y comenzó a caminar de nuevo.

-Algo es algo- Evan guardó la pluma en el bolsillo de su túnica- Oye, ¿te han dicho que te ves bien cuando te sonrojas?- preguntó alcanzandola.

-Oh cállate Evan- dijo apenada y aún más sonrojada, Evan solo río más.

-Lo digo en serio- dijo con una sonrisa en su rostro, oh que Merlin maldijera sus hoyuelos.

-Voy tarde a mi siguiente clase, nos vemos- salió casi corriendo de ahí.

Por fortuna las siguientes clases Evan no volvió a mencionar nada sobre su sonrojo de esa clase pero Aurelia notó que se le quedaba viendo más de la cuenta, cosa que nerviosamente siempre ignoraba, no sabía cómo manejar esos sentimientos.

-En algún momento Evans caerá rendida a mi ya lo verán- decía su hermano después de la cena unas semanas después.

-Mientras tanto puedes caerte literalmente por ella hermano- dijo Aurelia a su lado, estaban en la habitación de los chicos para hablar del procedimiento antes de que llegara Remus pero no pudieron discutir nada porque este no había salido de la habitación un buen rato.

-¿Sirius ya se tardó no?-preguntó Remus.

-Escuche a Regulus llamarlo después de la cena, creo que tenía que entregarle algo-respondió Peter recogiendo algo debajo de su cama y como si lo hubieran invocado este entró hecho una furia aventando una carta en la cama para después encerrarse en el baño.

-No pueden ser buenas noticias...-dijo Aurelia viendo el sello del sobre que había caído al suelo, el sello de la familia Black.

Y en efecto no lo eran, Sirius les explicó que su familia lo esperaba para el verano, una especie de redención para su hijo mayor, le dijeron que debía asumir su papel como miembro de la familia y que no dejarían que no lo hiciera. Esto, claro fue algo que no se tomó bien en todo lo que resto del mes, estaba malhumorado y tan huraño que hasta las chicas lo notaron.

-Son las hormonas- había dicho Mary una vez en el almuerzo después de que Sirius maldijera a un grupo de Slytherin de tercer año sin razón aparente.

Claro que su humor no mejoró cuando el procedimiento no había funcionado, se suponía que debieron haber empezado a soñar con indicios del animal en el que se convertirían pero no hubo nada de eso.

-Lo hicimos todo bien, no entiendo qué pudo haber fallado- se preguntó Aurelia revisando las notas que habían hecho, estaban en los jardines del castillo.

James y Sirius intercambiaron una mirada.

-Tal vez la cueva si fue visitada por más personas-dijo su hermano.

-Debemos empezar de nuevo- Sirius se llevó las manos al cabello en señal de frustración.

-Nos queda el bosque prohibido, pero necesitamos saber dónde exactamente podríamos conseguirlo- decía Aurelia.

-Podemos sacar un mapa de la biblioteca, tal vez haya alguna cueva o algo así- sugirió Peter.

Y así fue como tuvieron que esperar para la siguiente luna llena y empezar de cero con la hoja de mandrágora de nuevo.

-Muy bien, suerte en sus exámenes chicos- Xenophilius se despidió de ellos después de la última reunión del club de lectura.

-Oye, Potter- le dijo Lily Evans cuando se dirigían a la salida de la biblioteca, Aurelia tuvo que desistir de su idea de ir a hablar con Regulus, cosa que siempre solía hacer al terminar las reuniones del club.

-¿Qué pasa?-respondió viendo como Remus intercambiaba algo con Theodore discretamente.

-Escuche que eres realmente buena en el club de duelo- se pusieron en marcha. A la torre, como era de costumbre Pandora se fue con Xeno, como insistía en llamarlo.

-Oh sí, mi padre nos enseñó bastante a mi hermano y a mi.

-Solo quería decirte que es muy valiente de tu parte defender a los estudiantes menores de esos slytherin sin escrupulos, es una buena forma de poner el ejemplo.

-Gracias, he escuchado que tu tambien no te quedas atrás- Lily al ser una de las mejores de su año era buena en todo y en todo también incluye los duelos, nadie se metia con ella.

-No tan buena como tu, quisieras que me dieras consejos para los duelos- Aurelia se sintió un poco alagada por aquella petición.

Siguieron platicando un poco más sobre sus técnicas y al llegar a la sala común y ver que James, Sirius y Peter estaban en el centro de atención, Evans solo torció los ojos y se fue al dormitorio de las chicas. Cuando Remus y ella llegaron con los chicos estos se reunieron en una mesa cerca de una ventana con vista a las demás torres.

-¿De dónde vienen?- preguntó Sirius jugando con su varita, James había comenzado a ordenar los papeles de la mesa.

-Del club de lectura- le dijo Aurelia tomando asiento junto a Peter este estaba garabateando algo en un cuaderno- Pareces apurado Jimmy- Aurelia notó como su hermano tenía pilas de libros delante de él.

-Mcgonagall me amenazó con que si no saco buenas notas este semestre no podrá ser capitán del equipo el siguiente año- se acomodó las gafas, tenían la costumbre de deslizarse siempre sobre puente de su nariz.

-Tu puedes- lo animó su hermana, Sirius y Remus estaba enfrascado en una conversación sobre los libros que solían leer en el club- Creo que hacía falta un incentivo para que dejaras las bromas de lado por un momento y te concentraras en tus calificaciones.

-No soy tan malo- dijo este reflexionando- y no sería nada sin las bromas- se tocó el pecho ofendido- La última broma que hicimos fue una de mis favoritas, eso me costó dos semanas de detención pero valió la pena- últimamente sus bromas tenían que ver slytherin y esa última broma en particular había consistido en cambiar los nombres de los trofeos que había ganado la casa por palabras tontas, duró unas semanas antes de que lo notaran.

-¿Qué Regulus que?- preguntó Sirius un poco alarmado llamando la atención de los demás.

-¿Qué pasa amigo?-pregunto James.

-Moony acaba de decirme que Regulus está en el club de lectura- lo señalo- ¿Por que no me habías dicho nada?-pregunto mirando a Aurelia.

-Pensé que Remus te lo había comentado- dijo encogiéndose de hombros, Sirius miró de nuevo a Lupin.

-No lo creí necesario- dijo este.

-Woa- dijo frotando la cara- Creo que ya no conozco a mi hermano.

-¿Por qué lo dices?- preguntó Peter alzando la cara de lo que parecía una carta de amor para su novia, Desdemona.

-Por que en el club leen libros muggles - miro a Aurelia para confirmar, esta asintió- si mis padres se enteran eso le traería problemas, en especial con mamá...

-Bueno, supongo que es buena señal no?- dijo James- eso prueba que no es un idiota como Barty o sus amigos.

-Supongo, pero no lo esperaba de él-dijo cruzándose de brazos- siempre queriendo ser el hijo perfecto... Incluso la vez que desafió a mamá jugando de nuevo en el equipo de quidditch después de salir lastimado, no sabía que le importaba tanto el juego como para hacerlo.

-Es buena señal no?-pregunto Remus.

-Supongo, pero es raro.

-Porque es raro?-preguntó Aurelia curiosa.

-El otro dia lo atrapé con Barty en un pasillo cerca de los invernaderos- decía- Crouch molestaba a un mestizo de segundo y Regulus solo estaba recargado en la pared leyendo un libro.

-Bueno, supongo que no podemos esperar a que defienda abiertamente a los mestizos e hijos de muggles- señaló James- sería pedir mucho- Peter río.

-Pues no lo conocemos bien- dijo Remus.

-Tal vez el verano no sea tan malo después de todo- suspiro Black- quizá valga la pena estar en casa y que le gusten los libros muggle y no moleste a los demás es señal de que aun no le lavan el cerebro y aún haya algo que salvar.

-Podrías aprovechar este verano para acercarte a él- le dijo Aurelia- Tal vez tengas razón y puedas ayudarlo a alejarse al mundo al que lo arrastran tus padres- quiso no sonar tan preocupada. Sirius la miró pensativo, reflexionaba sus palabras.

-Si, es lo que yo haría por la pequeña Auri- señaló James despeinado la melena castaña de su hermana, esta sonrió al respecto, Sirius miró ambos hermanos podría intentarlo, lo haría.

Unas semanas después ya estaban en el tren de camino a sus respectivos hogares. James estaba algo preocupado por Sirius y las cosas que podrían pasar estando solo.

-No olvides que Reg puede ser tu aliado- le dijo antes de que bajaran del tren- Mantén la cabeza gacha y no llames su atención- Sirius asintió nervioso- no me voy a separar del espejo, si necesitas ayuda solo pidela.

Los hermanos Potter le dieron un breve abrazo a Sirius, Peter y Remus solo se despidieron con un gesto de la mano y lo vieron alejarse junto con su hermano menor. Aurelia miró a ambos hermanos hasta que desaparecieron con sus padres.

-Entonces sólo tú y yo este verano hermana- James le pasó un brazo por los hombros una vez que todos su amigos se habían ido, esperaban en una esquina a que llegaran sus padres.

-Tenemos cosas en las que trabajar- Aurelia le guiño un ojo y James sonrió.

Las semanas que le siguieron del verano fueron tranquilas y pacíficas a excepción de las noticias del profeta sobre los ataque a muggles y las reuniones a las que asistían sus padres o de las que ellos mismos eran anfitriones.

-Peter dice que puede que se le complique conservar la hoja de mandrágora sin el hechizo- decía James una tarde mientras revisaba su correo, él y su hermana estaban disfrutando del sol de la tarde bajo un árbol cerca del bosque de su casa.

Peter se había ido con sus padres a América de visita, ó busca, de su hermana. Todos habían reforzado el hechizo de permanencias antes de abandonar el colegio pero no duraría mucho.

-No queda mucho para que se cumplan los treinta días- dijo está terminando de leer la última carta que le había enviado Pandora.

-Que emoción ¿no te parece?- dijo recostandose entre las ramas del suelo, acomodó sus brazos detrás de su cabeza y se había quitado los anteojos- no puedo esperar a convertirme en leon.

-No sabemos si tu forma será un león- dijo divertida.

-Quien sabe, puede que sí.

No pasó mucho para que los días pasaran y finalmente pusieran la hoja en el frasco junto con los demás ingredientes, ellos junto con los merodeadores reportaban el procedimiento a través de cartas o en el caso de Sirius, a través del espejo que James le había dado.

-Lo guardé debajo de una tabla floja en mi cuarto- decía Sirius a través del espejo.

Eran altas horas de la noche, el único momento en el que se podía hablar con él.

-Bien, ten cuidado- le dijo James, él y su hermana estaban en la habitación de esta.

-¿Cómo estás?-preguntó Aurelia- ¿Has hablado con Regulus?

-Si, bueno algo asi.

Sirius les contó sobre el comportamiento extraño de su hermano, parecía que él de alguna forma quería acercarse también a su hermano, aunque esas no fueron las palabras con las que Sirius lo describió.

-Cuando estoy en alguna habitación de la casa él solo viene y se sienta en un rincón-decía en voz baja, como si temiera que lo escucharan- se pone a leer algo o juega contra sí mismo ajedrez, algo patético.

-Busca tu compañía-le dijo James- es obvio.

-Habla con él- le dijo Aurelia- Sobre lo que realmente piensa sobre las ideas de tus padres.

-Lo intenté una vez, le pregunté eso pero me dijo que no había porque dudar y que debemos ser fieles y mierda por el estilo- dijo suspirando- parece que se aprendió el mismo discurso de mamá cuando me intenta convencer a mi de toda esa basura.

-Tal vez tiene miedo- le dijo James- dices que Kreacher siempre está espiando, tal vez piensa que uno de los dos debe permanecer fiel a esas ideas tontas en todo momento.

Siguieron discutiendo sobre ello y así fueron sus días. No fue hasta finales de agosto qué ocurrió lo que realmente esperaban; la tormenta eléctrica.

-Los frascos están rojos- le dijo James esa noche sacándolos de su escondite.

-Y hemos tenido sueños extraños- continuó su hermana.

-Debemos salir-dijo James- Si todo sale bien esta será nuestra primera transformación, no podemos arriesgarnos a que sea dentro de casa.

A altas horas de la noche los hermanos Potter salieron a hurtadillas de su hogar adentrándose en el bosque que rodeaba su casa, la lluvia era abundante y el bosque tan oscuro que de no ser por la luz mágica que James había tomado de la cocina no hubieran podido ver absolutamente nada.

-Deja el paraguas ahí-Aurelia señalo un conjunto de raíces en el suelo.- no importa si nos mojamos.

Ambos estaban ansiosos desde hace unos días habían comenzado a sentir el doble latido en sus pechos.

-Bien...- James tenía si frasco en la mano.

-Creo que hay que decir las palabras una vez mas antes de beber la poción.

-Si claro, tienes razón.

-Amato, animo, animato, animagus- recitaron al mismo tiempo, la luz mágica en el suelo los iluminaba lo suficiente para que se vieran el uno al otro.

-¿Al mismo tiempo?-preguntó Aurelia nerviosa, James asintió y ambos bebieron de sus respectivos frascos.

Lo que Aurelia sintió después sería algo que jamás olvidaría. Cuando terminó de beber la poción no pudo seguir sosteniendo el frasco por lo que lo dejó caer y llevó sus manos a su torso, sentía como si un fuego abrasador la recorriera entera.

Dió unos pasos atrás y se olvidó de su hermano, olvidó todo en ese momento, solo era ella y por un momento un ave blanca, una paloma que volaba enfrente de ella, ambas se miraron por unos segundos y fue cuando ella dejó de sentir el dolor en su cuerpo. La paloma voló directo a su pecho y se quedó ahí, en su corazón.

La vista del bosque llegó a ella de nuevo y dejó de ser ella en ese cuerpo, sus extremidades se sintieron diferentes, el bosque se hizo mucho más grande. No sabía cuánto había caminado que perdió a su hermano y la luz mágica.

Intentó llamar a su hermano pero solo salió de ella un chillido extraño, no sabía cómo pero ella sabía lo que tenía que hacer; volar. Fue menos difícil de lo que parecía, como si hubiera estado en ese cuerpo más de lo que aparentaba y sabía exactamente cómo volar, como volar entre las ramas más altas de los árboles y eso fue lo que hizo, voló alto. La lluvia empapaba su plumaje pero no le importó y a lo lejos veía las luces del pueblo muggle más abajo, pudo ver su casa. Volo un buen rato disfrutando de las vistas y de esa hermosa sensación de volar.

Después de unos minutos regresó a donde había dejado a su hermano, pero no había nada ahí, solo la luz mágica y el paraguas en el suelo junto con los frascos vacíos.

Aurelia en su nueva forma se posó en una rama alta que sobresalía del suelo y se quedó observando el bosque, después de unos minutos escucho el crujir de unas ramas a lo lejos, un gran ciervo rojo con unas astas majestuosas se asomo entre los árboles y se dirigió a ella a paso lento. Ambos se quedaron mirando el uno al otro por lo que pareció un momento hasta que el siervo hizo un sonido extraño y movió una de sus patas en el suelo. Era James.

Aurelia salió volando a su encuentro, se acercó a su cabeza y trató de darle besos pequeños que parecían más como si le estuviera picoteando el morro. James emitió un sonido que podría atribuirse a una risa.

Ambos disfrutaron de esa noche, James corrió con Aurelia volando a su lado y está descubrió que era realmente rápida con sus alas, mas rapida que las palomas comunes y ciertamente un poco más grande.

Pasaron unas horas antes de que ella se posara en una de sus astas y James los llevará entre la lluvia y el bosque directo a casa. Jamás olvidarán esa primera noche como animagos, si antes tenían una conexión especial como hermanos ahora en su forma de animagos la sensación era diferente, algo más fuerte que, ambos pensaban, no se rompería nunca... o al menos eso creían.

Chapter 18: Cuarto año

Summary:

Regulus Black siempre supo que no habría héroes para salvarlo. Aurelia, en cambio, creyó en ellos.
Pero cuando el mundo mágico comienza a desmoronarse y la oscuridad viene de todos lados, deberán enfrentarse a una profesia que ni siquiera querian escuchar.
No hay bandos seguros. No hay aliados eternos.
Desertores de sus familias, de sus casas, de todo lo que conocían, emprenden un camino donde el sacrificio no es una opción, sino el único destino.

Notes:

Hice una playlist en spotify con canciones que salen en el fanfic y algunas otras que eventualmente irán apareciendo en la historia. Tambien en mi cuenta de Tiktok empece a subir videos para promocionar la historia, espero que les guste!

Playlist
https://open.spotify.com/playlist/4ZYFtgfG9yzKNZYjobkAQp?si=z5ZklvDIQIeRqmpZMTKoTA

Tiktok promocional de este fanfic!
https://vt.tiktok.com/ZShLFd9CM/

Chapter Text

Septiembre 1975
En el tren a Hogwarts apenas cabían, parecía que todos los chicos habían crecido unas cuantas muchas pulgadas Remus tenía una piernas en extremo largas y se coronaba como el más alto del grupo, Sirius que había llegado un poco tarde con un extraño y disimulado cojeo dejó ver que su pelo había crecido y también se había vuelto más ancho del pecho, ya era de la misma estatura que James. Peter había engordado un poco más pero había crecido de igual manera unos cuantos centímetros.
-¿Todo bien?-preguntaron ansiosos Peter y James a Sirius cuando este tomó asiento. Apenas habían tenido tiempo de hacerse saber unos a otros por correo que la transformación había sido un éxito.
-Claro, claro- dijo echándole una mirada rápida a Remus quien tenía un libro en el regazo.
Pasaron un buen rato platicando sobre el verano de forma superficial ya que Remus estaba presente. Fue gracias a Lily Evans quien lo tuvo que sacar del compartimiento por asuntos de prefectos.
-Vamos Remus- le dijo mientras este se puso de pie- Tu insignia?
-En el fondo de mi maleta- dijo sin más.
-Debes usarla- le insistió la pelirroja.
-Si Moony, ¡déjanos verla!- Sirius ya se había puesto de pie para bajar la maleta de Remus de la rejilla de arriba.
-No!- dijo alarmado- Realmente la plata no es mi color y no quiero desempacar todo ahora- le echó una mirada de advertencia.
-Oh- Sirius pareció recordar y Remus se fue con Evans.
-También la mía es de plata- dijo James quitandose la suya, solo tenía una gran C como capitán del equipo de quidditch.
-Podemos arreglarlo después en clase de transformaciones- dijo Sirius tomando asiento una vez más- el bronce estará bien.
-Ahora sí- Aurelia se acomodó en su asiento.
-Oh, claro. ¿Dinos, Auri te convertiste en un oso?- dijo Sirius con una sonrisa ladina.
-¿Qué tal si mejor esperamos a estar solos?- dijo Pete.
-Ya estamos solos- Sirius señaló el compartimiento y la puerta cerrada.
-Me refiero a que hay que estar solos para que nos transformemos y veamos nuestras formas en persona.
-Que buena idea Pete!- lo felicito James- será más emocionante así.
-Si…-dijo en voz baja Sirius- Oye Auri… que se siente ser la bruja más joven en la historia en convertirse en animago eh?- le codeo las costillas.
-No sabemos si soy la más joven- dijo quitándole importancia- puede que haya otros magos no registrados que lo hicieron a edad temprana…
-Es una lastima que nadie pueda saber que mi hermanita de catorce años domina mejor que nadie la transformación- James hizo el ademán de limpiarse una lágrima imaginaria y recordaron que de los dos a ella se le facilitaba más pasar de una forma a otra con rapidez.
-¿Creen que iríamos a Azkaban si alguien se enterara?- preguntó Peter.
-Excelente pregunta- dijo Sirius- No lo creo, tal vez solo recibamos una multa.
-Pero nadie tiene por que enterarse- dijo Aurelia mirando a Peter.

Pasaron un rato más platicando sobre su experiencias con la transformación durante el verano.
-Me muero por pasear por los terrenos en nuestras formas animales- decía James. Aurelia vio pasar a un grupo de slytherin en el pasillo lo que le recordó ir a visitar a Pandora.
-Los veo en la cena-dijo poniéndose de pie. Los chicos siguieron platicando mientras salía por los vagones a salir a buscar a su amiga.
Aurelia tuvo que ir cerca de la sección donde normalmente se encontraban los slytherin ya que no había encontrado a su amiga en el compartimiento usual y sólo pudo suponer que estaría con su hermano.
-A un lado traidora a la sangre- murmuró un disgustado slytherin al pasar a su lado y golpearla con el hombro.
-¿Perdona?-preguntó molesta Aurelia. El chico se volteó para verla de cara y encontrarse con el enemigo número uno de los merodeadores, Severus Snape.
-Lo que oíste Potter- dijo escupiendo su apellido.
-Mas te vale que no dijiste lo que creo- dijo roja de furia, ¿cómo se atrevía a insultarla de ese modo?
-¿O que?-preguntó burlón- ¿me acusaras con tu querido hermano?- algunos alumnos de su casa asomaron la cabeza por la puerta de sus compartimentos.
-Oh, voy a…-comenzó a sacar su varita, no le importaba que estuvieran aún en el tren. Snape no la insultaba y se saldría con la suya.
-¡Ahí estás Aurelia!- dijo una voz masculina detrás de ella, sin duda antes de que Aurelia le pudiera contestar algo al slytherin delante de ella, sintió un brazo rodeandole la espalda con la mano en su hombro- Pandora dijo que estabas por aqui.
Aurelia volteo a su lado pero tuvo que alzar la mirada, era Evan Rosier quien ahora le sacaba una cabeza de altura, su cabello rubio estaba desordenado con unas cuantas rastas por aquí y por allá. Lucía tremendamente bien.
-Tu que Rosier- Snape alzó la barbilla.
-Oh nada, solo buscaba a la mejor amiga de mi hermana- decía- Ven, Dora está por aquí-Evan la guió por el lado contrario del vagón y no sabía si sentía más la mirada de Snape o la mano de Evan en su espalda.
Llegaron a uno de los últimos compartimientos del vagón donde en efecto Pandora estaba con Regulus. Al entrar Aurelia notó que Regulus estaba más pálido y demacrado de lo normal.
-Auri!- Pandora se levantó de su asiento y fue a abrazar a su amiga, quien Aurelia notó, tenía el pelo rubio mucho más largo recogido en una hermosa trenza de lado que resaltaba algunas de sus rastas.- Me encanta tu flequillo- dijo tocándole el pelo, Aurelia también había cambiado en el verano, tenía el rostro lleno de pecas, los rulos castaños y salvajes más largos y sueltos.
-Mamá insistió-dijo tomando asiento- Hola, Regulus- saludó, este que estaba viendo por la ventana al paisaje verde del otro lado la volteo a ver como siempre sin expresión.
-Potter- murmuró.
-¿Qué tal el verano?- preguntó Evan sentado enfrente de ella.
-¿Esta vez no nos traes esos deliciosos cupcakes?-preguntó su amiga.
Siguieron platicando sobre sus veranos el resto del camino, Regulus no compartía nada y nadie le preguntó. Aurelia sabía por Sirius un poco de cómo había sido para él y suponía que el mismo Regulus había compartido eso con los hermanos Rosier.

Después del banquete de bienvenida Remus había tenido que ir con Lily Evans a una junta de prefectos, al parecer les explicarian un poco sobre sus deberes de todo el año lo que dejó tiempo para que los merodeadores y Aurelia se mostraran sus formas animagas en la habitación de los chicos.
-Las damas primero- Sirius hizo un ademán con la mano, los cuatro habían formado un círculo en el centro de la habitación.
-Si insistes- dijo con una sonrisa intercambiando una mirada con su hermano mayor. Había practicado sus transformaciones lo que quedaba del verano y lo tenía controlado, sintió de nuevo esa extraña sensación de que su cuerpo dejaba de ser el suyo, toda la habitación se hizo más grande incluyendo a sus amigos que la miraban con curiosidad. Aurelia quedó atrapada entre la ropa de su uniforme pero pronto con un movimiento de alas salió del revoltijo de prendas en el suelo para dar una salto que la impulsó en el aire.
-¡Una paloma!- dijo Sirius viendo como Aurelia daba la vuelta al cuarto volando.
-Oh volar es genial- Peter estaba embobado en sus alas blancas.
-Asi es, nuestra pequeña Auri vuela- dijo James con una sonrisa orgullosa mientras veia como su hermana se paraba en la cabeza de Sirius y le empezaba a picar el cuero cabelludo.
-Ey! -decía riendo- Basta, me haces cosquillas- Aurelia saltó al hombro de Peter donde también le mordió una oreja.
-Auch- se quejó.
Aurelia voló hacia el baño mientras su hermano recogía su ropa del suelo y se la pasaba.
-Supongo que hay algún hechizo para que no tengamos que cambiarnos cada vez que nos transformemos– decía el pelinegro mientras Aurelia se cambiaba en el baño.
-Si, es lo único en lo que no pensamos- decía James- Mcgonagall siempre se transforma con ropa y todo, debemos preguntarle por curiosidad.
-Bien, tu turno- le dijo Sirius a James una vez que Aurelia salió cambiada del baño.
Cuando un gran ciervo rojo se apoderó de casi la mitad del espacio disponible en la habitación todos estaban emocionados y Sirius no paró de halagar a su amigo, sin duda era majestuoso.
-Estas muy callado Peter- le dijo Aurelia.
-Es que, bueno, sus animales son geniales-decía con los hombros bajos, James había salido ya de cambiarse del baño.
-Bueno, amigo muéstranos la tuya, no puede ser tan mala- dijo James poniéndose los anteojos.
Por un momento parecía que no lo haría pero Sirius no pudo evitar reírse cuando vio salir a una pequeña rata gorda de las ropas del suelo de Peter.
-Chst- Aurelia se agachó para tomarlo en sus manos.
-Puede ser muy útil para andar por el castillo- decía James a su lado.
-Sin duda dice mucho sobre su alma- decía limpiándose las lágrimas.
-Es verdad- le dijo poniendolo de nuevo en el suelo- nuestra forma animaga se refleja en nuestro patronus… bueno ya sabemos que es.
James le pasó su ropa por la puerta entreabierta del baño una vez que Peter se metió.
-Bien, solo faltas tu, amigo- le dijo James.
-Muy bien, prepárense chicos- Peter salió del baño abrochando los botones de su camisa.
-Debe ser buena si te burlaste con ganas de la mía- se quejó Peter.
-Oh, lo es- Sirius le guiño un ojo, no paso mucho para que un gran perro negro comenzara a correr en la habitación, se subio a las camas y ladraba con felicidad.
Se paró en dos patas sobre Aurelia para lamerle las mejillas.
-¡Un perro!- le dijo James frotando la cabeza peluda- Creo que le queda muy bien- dijo sonriendo. Hasta a Peter se le pasó un poco el mal humor cuando Sirius le lamió también las mejillas.
Una vez que salió del baño cambiado los chicos decidieron que lo mejor era esperar hasta la siguiente luna llena para decirle a Remus lo que había hecho.
-¿Cómo crees que se lo tome?-preguntó Aurelia recordando que Remus les había dicho que no lo hicieran.
-Bueno, no puede enojarse- le respondió Sirius- ya está hecho y será divertido- sentenció.
Como si lo hubieran invocado, Remus entró por la puerta, todos se quedaron en silencio.
-Remus, amigo- Sirius se puso de pie- ¿Todo bien?-le palmeo la espalda.
-Si…-dijo mirándolos a todos, sabía que había interrumpido algo.
-Bueno, me voy- Aurelia se puso de pie- Nos vemos en el desayuno- se despidió con una sonrisa y dejó a los chicos en su habitación, ya ellos lidiaron con el suspicaz de Remus.

Al día siguiente Aurelia salía de su última clase; herbología.
-Hay unos chicos de sexto año que me ofrecieron una especie de trabajo cuidando unas plantas que cosecharon en los límites del castillo-decía Theodore, ambos caminaban por el pasillo a las cocinas, tenían antojo de un bocadillo.
-¿Por qué en los límites?-preguntó Aurelia abriéndose paso entre los demás estudiantes que iban a sus respectivos destinos- La profesora Sprout tiene suficientes macetas para las cosechas de los alumnos ¿no?- recordaba que una vez la profesora les había comentado que podían hacer cualquier proyecto personal en los invernaderos y en ciertas áreas de los jardines.
-Si pero por lo que me contaron, al parecer no es una planta que Sprout aprobaría- dijo mirándola.
-¿Algo ilegal?
-Algo así…-dijo mirándola de reojo- Marihuana- susurró.
-Mari-Theodore no la dejó terminar porque le puso una mano en la boca y la llevó a una esquina alejada de los alumnos que iban por el pasillo.
-Chsst más discreción.
-¿Y qué es lo que tienes que hacer?-preguntó curiosa.
-Solo echarles fertilizante y usar unos cuantos encantamientos para que no se las coman los gusanos- comentó- nada complicado, es una planta popular entre los muggles y con el fertilizante crecerá rápido.
-¿Te pagarán?
-Mejor-sonrió- me darán un poco, estarán ocupados con sus exámenes de aparición así que…
-Suena genial- dijo sonriendo.
-¿Te gustaría probarla?
Aurelia lo pensó por un momento y recordó a su hermano quien por lo bajo no le gustaba que Remus fumara cuando ellos andaban cerca, James y su siempre buen sentido del deber, creyó que tal vez no le gustaría que su hermana menor se drogue con marihuana pero después pensó en su padre y la gran variedad de puros que tenía en su despacho y que fumaba cuando su esposa no estaba cerca, también pensó en Sirius, quien solía robarle cigarrillos a Remus cuando no veía, y claro Remus que siempre traía un paquete de cigarrillos en la mochila. Además, sus compañeras de habitación, Lyra y Esme fumaban de vez en cuando de los cigarrillos que le compraban a un chico en la sala común. Ellas siempre decían que era muy maduro y que a los chicos les gustaba, pero bueno, ellas no se drogaban con marihuana ¿Evan fumaba? se preguntó Aurelia.
-Tal vez- le dijo a Theodore con una pequeña sonrisa.
-Bien, cuando este lista te diré- le guiño un ojo- deben volver a plantarla pero no tardará en crecer- se pusieron en marcha de nuevo.
Ambos se dirigían al gran comedor cuando Aurelia vio un atisbo de alguien a quien conocía perderse en un pasillo desierto.
-¿Pasa algo?- preguntó Theodore cuando la vio detenerse.
-No es nada…- pensó en seguir su camino pero algo le dijo que se acercara- Te alcanzo en el comedor?-el castaño asintió y se despidió con un gesto de la mano.
Aurelia se acercó con lentitud y silencio hacia el pasillo desierto, comenzó a escuchar murmullos y vio tres figuras, una en el suelo y las otras dos más juntas.
Mientras se acercaba la persona en el suelo se puso de pie y salió corriendo en su dirección, al acercarse a la chica Potter está rápidamente se ocultó detrás de una armadura y se dio cuenta que el chico que había salido corriendo era Barty Crouch sosteniéndose su nariz sangrante.
-¿Pero que?-susurró Aurelia saliendo de su escondite e ir más rápido al punto de las otras figuras. La más alta, Remus, a quien había visto en primer lugar escabullirse por el pasillo, había acorralado a un chico contra la pared y su espalda y estatura ocultaba el rostro del otro chico.
Seguro Remus los vio abusar de alguien de primer año o insultando a algún nacido de muggles. Remus zarandeó al chico y lo dejó tirado en el suelo.
-No eres más que un cobarde- escupió para alejarse derecho y sin mirar atrás. Aurelia se acercó y vio a Regulus Black sentado en el suelo con un labio partido. Aurelia se acercó rápidamente.
-¿Estás bien?- preguntó agachándose sin dudar- ¿Por que Remus te golpearía?- le dio un pañuelo al ver que su labio comenzaba a sangrar.
-Es un idiota- dijo por lo bajo aceptando el pañuelo y limpiando su labio.
-A menos que…- Aurelia se puso de pie, no era difícil de adivinar porque Remus golpearía a alguien- ¿Que hiciste Regulus? Creí que no estabas involucrado en esas tonterías de los de tu casa.- Regulus se puso de pie con un poco de dificultad, y Aurelia se cruzó de brazos.
-No lo estoy- dijo presionando el pañuelo contra su labio inferior- pero es difícil persuadir a Barty de no hacer algo.- le explicó que Barty había hecho levitar a un segundo año de ravenclaw y Regulus trató de evitarlo sin éxito.
-¿Si no hiciste nada porque Remus te golpeó? Y lo que te dijo…
-Eso fue por lo de Sirius- dijo mirando la sangre que se había acumulado en el pañuelo blanco, este tenía las iniciales de Aurelia; A.F.P.
-¿Qué de Sirius?-preguntó confusa.
-¿No lo sabes?-dijo extrañado- Bueno, claro, ese idiota es muy orgulloso.
-¿A qué te refieres?-comenzó a preocuparse, pero cuando lo vio recordaba verlo bien o al menos eso creía.
-Él… mamá…-no sabía cómo decirlo- lo lastimó de nuevo, horriblemente- miró al suelo- Usó lacero.
-¿Tu estas bien?-fue lo primero que se le ocurrió preguntar, se sorprendió de nuevo a ella misma.
-¿Qué? Yo… si- seguía sin mirarla a los ojos, una mentira.
-No es verdad ¿cierto?-su tono era más suave. Regulus la miró y suspiró.
-Intente detenerla… no me hizo caso- había dejado de limpiarse la sangre del labio y apretaba con fuerza el pañuelo de Aurelia en su puño.
-Ella también… ¿También uso lacero en ti?- en vez de contestar, Regulus le mostró. Lentamente desanudó su corbata, desabrochó dos botones de su camisa y dejó ver un poco de su pálida piel, dos líneas largas con sangre ya coagulando se veían desde su clavícula a más allá de su hombro, Aurelia ahogó un grito, ambas heridas eran profundas. Claramente dejarían cicatrices que no se quitaran con magia por ser causadas con magia oscura.
-Cuando me interpuse entre ella y mi hermano- explicó, comenzó a abotonar su camisa de nuevo.
-¿Por qué no le dijiste eso a Remus?
-No tengo por qué darle explicaciones a nadie- dijo en voz baja molesto, comenzó a alejarse.
-Regulus- este volteo a verla.
-¿Qué, Potter?- De nuevo esa frialdad.
-No creo que seas un cobarde- intento sonreír, Regulus solo la miro con intensidad, no dijo nada y con ambas manos en sus bolsillos, el pañuelo de Aurelia en uno de ellos, se fue a alguna parte del castillo dejando a Aurelia con varias cosas que pensar.
A Sirius no podría caerle bien su propio hermano pero Aurelia sabía que Regulus desafiaba a su familia y las creencias de su casa a su propio modo. Regulus quería a su hermano, al fin y al cabo eran familia y él hizo algo que Aurelia habría hecho para defender a su propio hermano; interponerse. Puede que Sirius este tan cegado al odio por su familia que no noté a Regulus pero Aurelia lo veía, ella sabía y por el momento era suficiente.

Chapter 19: Gruñidos y Colmillos

Summary:

Regulus Black siempre supo que no habría héroes para salvarlo. Aurelia, en cambio, creyó en ellos.
Pero cuando el mundo mágico comienza a desmoronarse y la oscuridad viene de todos lados, deberán enfrentarse a una profesia que ni siquiera querian escuchar.
No hay bandos seguros. No hay aliados eternos.
Desertores de sus familias, de sus casas, de todo lo que conocían, emprenden un camino donde el sacrificio no es una opción, sino el único destino.

Notes:

Hice una playlist en spotify con canciones que salen en el fanfic y algunas otras que eventualmente irán apareciendo en la historia. Tambien en mi cuenta de Tiktok empece a subir videos para promocionar la historia, espero que les guste!

Playlist
https://open.spotify.com/playlist/4ZYFtgfG9yzKNZYjobkAQp?si=z5ZklvDIQIeRqmpZMTKoTA

Tiktok promocional de este fanfic!
https://vt.tiktok.com/ZShLFd9CM/

Chapter Text

-Espero que no te moleste Moony- decía un poco apenado James. Los merodeadores y Aurelia estaban en la habitación de los chicos.

-Y si te molesta pues ya ni modo- le dijo Sirius de brazos cruzados.

Remus seguía sosteniendo a Aurelia en su forma animaga entre las manos, esta lo miraba curiosa. Era finales de mes y luna llena, los chicos habían decidido soltar la sopa, como decía Peter, y contarle a Remus sobre sus nuevas condiciones para estar con él esa noche. Todos se habían transformado delante de Remus para enseñarle sus formas animales.

-Oh Remus di algo- dijo afligido Peter. Remus seguía mirado a Aurelia en sus manos, esta hizo un movimiento con su pequeña cabeza para después dar un salto, abrir sus alas y volar por toda la habitación. Los chicos la siguieron con la mirada. Al empezar a descender hizo un: movimiento muy genial, pensó Sirius, y se transformó con su ropa, habían averiguado el hechizo no verbal para conservar sus ropas durante la transformación.

-¿Y bien?- preguntó Aurelia, que le sonrió coqueta a su lado, este suspiró.

-No hay marcha atrás- los chicos suspiraron de alivio, Aurelia lo tomó de un brazo y recostó su cabeza en su hombro, Remus era demasiado alto.

-Pues nos veremos esta noche- en el rostro de Sirius apareció una sonrisa de diablillo. Todos estaban emocionados pero Sirius les ganaba.

-Tienen un plan ¿cierto?- Remus parecía un poco nervioso, claro que en cierta forma le emocionaba y estaba agradecido con sus amigos de que hicieran eso pero él, era simplemente algo que no podía expresar bien pero confiaba en que ellos lo entendieran.

-Amigo...- James se acercó a poner una mano en su hombro. Sirius y Peter se acercaron mas.- No seríamos merodeadores si no tuviéramos siempre un plan de respaldo.

-Exacto!-sonrió Peter.

-Lo que sea por nuestro Moony- Sirius le sonrió con un brillo peculiar en los ojos, Aurelia notó que Remus desviaba su mirada.

-Abrazo grupal!- dijo James sonriendo y todos se acercaron más, Aurelia rodeo a Remus de la cintura y este la rodeo con una brazo, para ser alguien que prefería nada de contacto físico, Remus se estaba dejando abrazar muy bien por sus amigos. Después de todo habían hecho algo muy genial por él.

-Te veré más tarde - le decía James a su hermana mientras la acompañaba a la entrada del dormitorio de chicas.

-Claro, claro.

-¿Ya sabes cómo no levantar sospechas con tus compañeras?- pregunto- Podría ayudarte.

-No te preocupes por eso Jimmy, lo tengo resuelto- era verdad.

-Esta bien, Auri- James se le quedó viendo más de la cuenta.

-¿Tengo algo en la cara?-preguntó llevando su mano a su mejilla.

-No, nada. Solo que me no di cuenta lo mucho que cambiaste este verano- le revolvió el pelo y la abrazo.

-Oh Jimmy -dijo ella divertida entre los brazos de su hermano mayor.

-Nos vemos esta noche- murmuró.

El plan era simple, simplemente dejó la ventana a un lado de su cama entreabierta, y cuando escuchó los leves ronquidos de sus compañeras se transformó detrás de las cortinas de su cama para salir volando por la ventana hasta llegar a uno de los arbustos cerca del sauce boxeador. No pasó mucho tiempo para que madame pomfrey pasará con Remus a su lado, este último se le quedó viendo.

-¿Qué miras?- le preguntó la enfermera mirando en su dirección.

-No es nada- respondió apresurado para entrar por el agujero de las raíces del árbol.

Pasaron otros dos minutos y ya había escuchado el pst de los merodeadores bajo la capa de invisibilidad.

-Ya pasaron por aquí ¿cierto?- le preguntó la voz de Sirius cerca de ella, la paloma solo abrió las alas en respuesta.

-Debemos esperar a que salga Pomfrey- dijo James.

Esperaron unos minutos hasta que salió la enfermera y todos se dirigieron por el pasadizo bajo tierra rumbo a la casa de los gritos.

-Si que es deprimente- dijo Sirius al llegar al cuarto donde estaba Remus, era un lugar decadente, abandonado, polvoriento y descuidado con rasguños en las paredes de madera.

-Calla- Aurelia le pellizco el brazo cuando se transformo.

-Cómo te sientes Moony?-pregunto James a su amigo quien estaba sentado en la cama hecha girones de la esquina, parecía que quería mantener su distancia lo más posible de sus amigos.

-Es...-decía con dificultad, se miraba nervioso- ya casi comienza.

-Tranquilo, esta vez no estás solo- dijo Peter, todos estaban algo nerviosos.

-¿Cómo se siente?-preguntó Aurelia- La transformación,- ya que suponía debía ser distinta a la de los animagos, ella sentía en lo personal un cosquilleo en el cuerpo pero en el caso de Remus era completamente diferente por lo que había leído en sus libros de criaturas mágicas.

-Siempre es horrible- respondió- ¿están seguros de que quieren estar aquí?- preguntó.

-Claro que si Moony!- Sirius fue el primero en responder con firmeza y sin dudas.

-¿Y si me descontrolo y les hago daño? Saben que no puedo controlarme en esa... otra forma.

-No te preocupes por eso- dijo James-Mi tamaño debería ser suficiente para detenerte si llegáramos a eso, le daría tiempo a los demás para que salieran de aquí.

-Bien, bien- Remus respiraba por la boca y cerraba los ojos- creo que deberían...-no terminó la frase ya que se comenzó a retorcer en su lugar.

-Ahora chicos- Sirius y los demás se transformaron rápidamente.

La paloma de posó en una de las astas del ciervo mientras que la rata se quedó en el lomo de este, el perro estaba atento a cómo el cambio sucedía en el hombre lobo frente a ellos.

Todos sintieron una sensación fantasma al ver la dolorosa transformación de su amigo, se escuchaba el crujir de los huesos y jadeos graves, la ropa del suelo hecha girones quedó olvidada cuando delante de ellos tenían al gran lobo.

Estaba sobre sus dos patas, grande y con pelo escaso en algunas partes. Los miraba a todos con cautela y un ligero gruñido le salía entre los afilados dientes. Ninguno de los libros que habían leído los había preparado para ese momento; el momento de las presentaciones en esa otra forma.

El perro fue el primero en acercarse, solo un poco. Hizo un sonido extraño y el gran lobo solo le gruñó con desconfianza. El perro negro lo intento de nuevo recostandose en el suelo y enseñándole el vientre de forma juguetona, el lobo se agacho para oler un poco a su nuevo compañero, el perro lo olfateo de igual manera y ambos juntaron sus narices, el gran hombre lobo se separo con un estornudo.

La tensión se había ido, la paloma blanca voló hasta posarse en el largo hocico del lobo, este se quedó quieto e intercambió una mirada con la paloma, esta abrió las alas como diciendo ¡somos amigos! El lobo tenía cuidado al moverse y la paloma voló hasta posarse en su cabeza picoteando un poco de forma juguetona el pelo que tenía en esta.

Fue el turno del ciervo, dio tres pasos hacia el lobo y este se alejó un poco. Si, James tenía razón, en dos patas podría igualar el tamaño de su amigo. Ambos se olfatearon y por unos segundos juntaron sus narices como habia echo antes el perro negro. Los separó un chillido proveniente del lomo del ciervo, la rata los miraba nerviosa y fue exactamente el mismo procedimiento, olisqueada y unión de narices, el pequeño Peter era casi nada a un lado de la gran cabeza del hombre lobo.

La paloma se posó de nuevo en una de las astas del ciervo y el hombre lobo se les quedó viendo, inflo el pecho dando a entender su autoridad, el alfa de su nueva manada.

...

-¿Todo bien Moony?-preguntó Sirius a Remus quien apenas iba despertando, estaba envuelto en una manta polvorienta, su ropa estaba del otro lado de la habitación en la casa de los gritos.

-Eso creo, si- dijo frotando la cara- Ustedes están bien?

-¡Más que bien!- le dijo James- Fue grandioso- Solo tenían sueño y algunas notables ojeras por haber pasado toda la noche despiertos

-Inmediatamente tomaste el mando de la situación Rem- Aurelia le guiño un ojo- no tardaste nada en hacernos saber que eres el alfa de la manada.

-Oh si, fue grandioso como nos sometiste- agregó Sirius con emoción- con gruñidos y todo.

-Tus colmillos son realmente intimidantes- dijo Peter.

Intercambiaron más anécdotas antes de que llegara la enfermera, resulta que Remus podía recordar ciertas cosas que habían pasado, por suerte tampoco se había hecho daño a sí mismo lo que más tarde sorprendió de sobre manera a madame Pomfrey.

Remus no tenía palabras para agradecer a sus amigos por lo que habían hecho por él, definitivamente algo genial que nunca olvidaría en su vida.

...

El fin de semana siguiente era la salida a hogsmeade lo que significaba chucherías y chisme con su mejor amiga.

-Todos me han abandonado- se quejaba James a la derecha de su hermana cuando entraron al pueblo.

-Una lástima...-respondió distraídamente Aurelia buscando inconscientemente a alguien entre los estudiantes que iban junto con ellos.

-Puedes repetir por qué te nos pegaste?-preguntó Pandora a la izquierda de Aurelia- no te puse atención cuando lo dijiste.

-Sirius está en una cita con Mary, Peter también está con su novia y Remus con Evans encargándose de los tercer año- se cruzó de brazos- ¿A Quién buscas, hermana?- James miró alrededor al darse cuenta de que Aurelia estiraba de más el cuello.

-Nadie- respondió rápidamente- Jimmy sabes que si quisieras tener una cita la tendrías con...

-Cualquier chica que literalmente se te cruce enfrente- continuó Pandora, ambas chicas rieron un momento.

-Hay chicas más que dispuestas para salir con el capitán del equipo de quidditch y chico dorado de gryffindor- tenía razón, toda la casa de los leones junto con las demás se referían a James Potter como el chico dorado, apuesto, amable, inteligente, valiente, servicial y amable, todo lo hacía ser el mejor gryffindor de la casa.

-Agh pero yo quiero salir con Evans- se cruzó de brazos haciendo un puchero.

-Técnicamente te ha rechazado desde primer año- le dijo su hermana lanzándole una mirada molesta.

-En algún momento caerá, ya verán- Aurelia y Pandora cruzaron miradas.

-Ya ya, claro. Bueno ya que te hemos adoptado...-decía Aurelia- Tu invitaras la ronda de té hoy.

Y así fue, realmente no habían podido hablar de chicos delante de su hermano pero después de un rato se les había unido Theodore quien casi escupe lo de la plantación de marihuana.

-Más cuidado- lo reprendió una vez que su hermano había decidido ir a una tienda de quidditch a una cuadra de ahi.

-Lo siento- dijo tocándose el brazo, lugar donde lo había golpeado Potter.- Le contraste a Pandora?- señaló a su amiga.

-Claro que sí- respondió la rubia- no hay secretos entre nosotras- Aurelia solo asintió, digamos que había algunos cuantos.

- Deberá estar lista para consumir dentro de unos meses pero conozco a unos chicos que podrían vendernos unos cuantos porros.

-Me interesa- le dijo Pandora- Xeno me ha contado que le gusta el sabor.

-Xeno?- preguntó Theodore- Xenophilius?- dijo con una sonrisa- acaso ustedes dos...

-Está en eso...- sonrió picara Aurelia mirando como su amiga se sonrojaba.

-No es muy mayo para ti?- se rascó el pelo castaño

-A caso no has escuchado eso de que para el amor no hay edad?- dijo Aurelia mientras daba un sorbo a su taza de té.

-Bueno bueno- alzó las palmas- supongo que está bien, Xenophilius me cae muy bien, es un buen amigo.

-No puedes contarle a nadie- le dijo la rubia.

-Soy una tumba- Theodore hizo ademán de cerrar sus labios con llave, siguieron platicando sobre el libro que estaban leyendo en el club de lectura.

...

-Necesitamos conseguir más botellas de whisky de fuego- murmuraba James mirando un pergamino con una lista de cosas.

-Cinco botellas no son suficientes?-preguntó Remus a un lado de Aurelia, los tres estaban en el gran comedor haciendo sus deberes de la tarde, Peter y Sirius habían ido a las cocinas por algo de comer y Alice mantenía su buena distancia de ellos, hasta cierto punto le molestaba a Aurelia que fuera tan tímida al respecto de los merodeadores.

-También tenemos hidromiel- decía Aurelia sin levantar la vista de su ensayo de Historia de la magia, estaban organizando todo para la fiesta de cumpleños de Sirius en unos dias, el mayor de los Black tenía claro que quería algo en grande en la sala común, con alcohol y música.

-¿No sería demasiado?-cuestionó Remus.

-Son sus dieciséis- James lo miró- No cumples dieciséis todos los días- sonrió, nadie le decía que no con esa sonrisa- Todo gryffindor esta invitado, incluso puede que se cuelen las otras casas, excepto slytherin claro, nadie quiere a esos bastardos.

-No todos son unos idiotas- Aurelia lo miró.

-¿Tratas de defender a alguien querida hermana?- inclinó la cabeza para mirarla por encima de sus anteojos.

-¿Qué? No, solo digo...- se encogió de hombros, trató de no pensar en Evan y Regulus. James la miraba inquisitiva.

-Entonces más whisky de fuego- habló Remus poniendo la atención en él, no sabía que le había hecho un favor a la menor de los Potter... o si?

Trató de concentrarse en sus apuntes mientras su hermano y Lupin discutían algo de como contrabandear el alcohol por el pasadizo de la bruja tuerta pero Aurelia no podía evitar mirar con discreción a la mesa de las serpientes, exactamente a donde se encontraba Evan Rosier junto con Regulus Black, acompañados claramente del insoportable de Barty Crouch, no había notado que se había quedado mirando tanto tiempo que Barty la volteo a ver, inmediatamente bajo la mirada para cambiar de página al libro que estaba a un lado de sus apuntes, se sintió con la mirada de Crouch encima de ella el resto del tiempo.

...

Una semana antes de la fiesta Aurelia estaba en el jardín de transformaciones leyendo el libro de su club de lectura, ahora iban en el último de la saga de las crónicas de Narnia, a lo lejos había un grupo de Slytherin de quinto año.

-Perdiendo el tiempo verdad ¿Potter?-Aurelia miró hacia arriba, Severus Snape la miraba con repulsión.

-¿Pero no es algo que a ti te importe verdad?- dijo cerrando su libro.

-Se que los tontos de tus amiguitos planean algo- dijo cruzándose de brazos, Aurelia se puso de pie, le había arruinado su buen rato.- Y voy a averiguar que.

-Pues suerte- dijo alejándose, en realidad no tenía ganas de discutir en ese momento, le había venido la regla y el té que le había dado madame Pomfrey empezaba a perder su efecto así que se alejó sintiendo la mirada pesada de Snape entre sus omoplatos.

Planeaba ir a la torre de gryffindor a descansar un poco, después de todo las clases habían acabado aunque aún faltaba para la cena. En su camino se encontró a Evan a lo lejos entrando a un aula vacía. Aurelia dudó por un momento en ir a saludar, hacía varios días que no hablaba con el slytherin pero se le ocurrió que podría invitarlo a la fiesta después de todo Pandora iría, no sería raro que su hermano fuera también no? Incluso tal vez podría mencionarlo a Regulus...

-Hey...-dijo entrando al aula, había varias bancas de madera vacías y mapas en las paredes junto con libreros viejos, era el aula de estudios antiguos para quienes tomaban esa clase extracurricular en sexto grado.

-Oh, Aurelia- dijo Evan, estaba de pie a un lado de Regulus quien se encontraba sentado en una banca con tinta y pergaminos delante. Evan le sonrió, Regulus solo la observó parecía que estaba escribiendo algo- ¿Que te trae por aquí?

-Oh nada solo te vi entrar- dijo acercándose.- Hola Regulus- saludo mirándola.

-Potter...-masculló sin mirarla al tiempo que hacía bola el trozo de pergamino delante de él y la aventaba al pequeño bote de basura que ya se encontraba repleto de otras bolas de pergamino, tomó otro pergamino y lo puso delante de él, listo para escribir de nuevo.

-¿Problemas con alguna tarea Black?-preguntó- No creí que algo te llevara tantos intentos- dijo mirando las bolas de pergamino en la basura.

-Oh es peor- río Evan sentándose en una mesa cercana, se subió las mangas de su camisa blanca hasta los codos y Aurelia tragó saliva- Trata de escribir una invitación.

-¿A quién?- preguntó curiosa mirando al pelinegro que ya se encontraba escribiendo de nuevo.

-Mi hermano...-respondió sin mirarla.

-¿Sirius? Oh por su cumpleaños- Evan asintió.

-Lo quiere invitar a tomar el té- dijo el rubio. Era verdad, los Black acostumbraban a tomar el té en sus cumpleaños, Sirius fue varias veces requerido cuando aun sus primas estaban en Hogwarts.

-¿Y por qué...?-señaló el bote de basura.

-No encuentra las palabras- Regulus le lanzó una mirada asesina al rubio- Es la verdad amigo- ambos observaron como Regulus escribía.

-¿Así estará bien?-pregunto dándole el pergamino a Evan, Aurelia se acercó para leer y notó que Evan olía bien, a menta. Era curioso ver a un Regulus algo frustrado, Aurelia siempre lo veía en paz y calma pero al parecer los temas de familia lo ponían un poco nervioso en especial sabiendo como se lo tomaba Sirius, lo cual era completamente comprensible después de ese último verano.

-Sirius- comenzó a leer Evan- Es tu cumpleaños por lo que tu presencia es requerida para tomar el té en la sala común de slytherin el día lunes tres de noviembre del presente año a las seis de la tarde. No llegues tarde- Evan se tocó la barbilla- Tu que opinas Aurelia, conoces más a Sirius.- ambos chicos la miraron.

-Bueno, tu mensaje es claro pero es algo golpeado- Regulus frunció el ceño- muestrate mas amigable, casi parece que lo estas mandando- Regulus miró a Evan, este asintió con una pequeña sonrisa- Puedo ayudarte- Aurelia sonrió.

En realidad no le ayudó demasiado, Regulus sabía lo que le quería decir a su hermano pero no sabia como expresarlo sin ser tan orgulloso, al final tuvo que hacer una excepción.

-Bien, bien, me gusta- dijo Evan al leerla.

La carta decía;

Sirius,

Quisiera que tomáramos el té la tarde del lunes donde siempre. Me gustaría hablar contigo, hace tiempo que no lo hacemos.

Feliz cumpleaños

R.A.B.

-Más corta pero menos mandona-opino Evan.

-Si- acordó Aurelia, Regulus suspiró y lo metió en un sobre.

- La enviaré con Caligo- la lechuza real de los Black, o bueno de Regulus ahora.

-Por cierto- decía Aurelia cuando Regulus se puso de pie y Evan también tomó sus cosas.

-El sábado está planeada la fiesta de cumpleaños en la sala común de gryffindor- ambos chicos la miraron- Por si quieren ir- ambos intercambiaron miradas dudando- Pandora estará ahí- miro a Evan.

-Gracias por la invitación Potter pero no creo que esa invitación se extienda a los slytherin- le dijo Regulus mientras hacía levitar la basura del suelo al bote de basura.

-Bueno yo los estoy invitando- Aurelia miró esperanzada a Evan, quizá este noto el brillo en sus ojos y dijo.

-Quizá pueda ir a cuidar a mi hermana- sonrió- Y si Sirius responde la invitación puede que no le importe que su hermano vaya a la fiesta.

-Realmente no me interesan las fiestas- dijo tomando marcha a la salida.

-Hablaré con él- Evan le guiñó un ojo a Aurelia. Aurelia sonrió esperanzada, Evan lo había considerado, de igual manera le diría a Pandora que le recordara sin verse tan sospechosa.

A la mañana siguiente en el desayuno, los merodeadores estaban en su lado de siempre, junto a ellos Aurelia, las M y Lily.

-Tengo pensado invitar a salir a Mary- murmuró Sirius a Aurelia que se encontraba a su lado, la susodicha estaba del otro lado de Sirius, últimamente se les veía juntos a esos dos.

-Bien, pues suerte- decía ella sirviendo jugo de calabaza en su vaso- no creo que se niegue- en realidad Aurelia no creía que ninguna chica que Sirius pudiera invitar se negara a salir con él, era guapo, listo y popular y estaba en el equipo de quidditch. Black junto con James eran las estrellas de la casa.

-Quizá podrías darme consejos de cómo coquetear, eres una chica- le guiño el ojo.

-Sinceramente no creo que necesites consejo- dijo sonriendo- sabes perfectamente donde darle al clavo.

-¿Clavos?-preguntó Peter delante de ellos, estaba sentado entre James y Remus.

-Y de qué consejos hablan?-pregunto James dando un bocado a su avena.

-Oh ya sabes para que, Prongs- Sirius hizo un gesto con la cabeza hacia Mary quien se encontraba platicando con Marlene.

-Oh, ya veo- dijo asintiendo.

-Pero antes, ¿cómo van esos preparativos?-preguntó mirando a Remus.

-Bien, ya casi tenemos todo- respondió este y antes de que pudiera continuar una búho real se acercó volando a ellos, a Sirius.

-¿De casa eh?- dijo James mientras Sirius le quitaba la carta del pico- ¿Quieres que la lea yo?

-Está bien- dijo este serio, Aurelia sabía que era la invitación que le había escrito Regulus el día antes. Cuando la leyó no había expresión en su rostro, solo se puso de pie y si los demás en la mesa no lo habían notado ahora si cuando con su varita quemó la carta.

-¡Sirius!-Dijo Aurelia molesta.

-¿Malas noticias?-preguntó James.

Sirius suspiró- Solo estupideces, oye Mary- dijo volteando a ver a la chica a su lado pero Aurelia le pellizco el brazo.

-¿Por qué fue eso?-dijo dolorido.

-¿Por qué quemaste la carta?- preguntó un poco molesta.

-¿Por qué te importa?-dijo molesto también.

-Oigan chicos- intentó calmarlos James, porque claramente sabía que iban a discutir como solían hacerlo.

-Sirius- dijo una voz detrás de ellos, todos voltearon a ver a Regulus de pie, su rostro no tenía expresión, estaba pálido- ¿Por que hiciste eso?

Aurelia notó que Evan miraba a su amigo con preocupación desde la mesa de slytherin.

-Oye Mary, ¿puedes salir al patio conmigo un momento?-pregunto este poniéndose de pie y tomando sus cosas ignorando por completo a su hermano.

-Sabes que ellos no la escribieron, ni siquiera lo sugirieron- Regulus seguía, Mary también se ponía de pie mirando entre ambos hermanos- Quería hablar contigo- Aurelia notó como este apretaba los puños.

-No me interesa-dijo fríamente sin mirarlo, tomó a Mary de la mano y ambos se apresuraron a la salida del gran comedor.

-Puedo hablar con él si quieres- dijo amablemente James.

-No es de tu incumbencia, Potter- Regulus tenía los ojos brillantes como si estuviera evitando que las lágrimas salieran.

-Regulus...-Aurelia dijo por lo bajo estirando la mano para alcanzar su brazo pero este ya estaba en marcha hacia la salida lateral del comedor.

-¿Qué fue eso?-preguntó su propio hermano inclinándose al frente mirando inquisitivamente a su hermana.

-¿Qué Jimmy?-pregunto un poco irritada, no podia creer que el idiota se Sirius hiciera eso despues de que a Regulus le costara escribir esa invitación.

-Creo que se refiere a...- comenzó Peter pero lo calló rápidamente Remus.

-Los veo después- dijo Aurelia poniéndose de pie y salió en dirección por donde Regulus se había ido dejando a los merodeadores en su mesa.

Aurelia salió apresurada del gran comedor, su zapatos haciendo eco por el pasillo de piedra casi vacío, vio a Regulus no tan lejos de ella.

-Regulus!- lo llamó sin alzar la voz para no atraer miradas, este no pareció detenerse pero tampoco aceleró su paso. Aurelia frunció el ceño y, sin pensarlo mucho, se adelantó hasta alcanzarlo, poniéndose frente a él antes de que pudiera doblar la esquina.

-Es un imbécil- le dijo ella.

-Dime algo que no sepa- respondió, Aurelia notó que una lágrima solitaria caía por su mejilla.

-Dejame hablar con él, lo conoces. Es un terco.

-No hagas nada- le dijo molesto limpiándose la mejilla, estas un poco rosadas por la emoción- no debí enviarle nada tampoco.

Aurelia quería ayudar, sabía que el único mal era Sirius ya que Regulus lo había intentado, carajo, Regulus Black lo había intentado.

-Podemos...-comenzó.

-Ya olvidalo, Potter- y se fue. Aurelia se quedó viendo como se alejaba, no era la primera vez que lo miraba alejarse y no sería la última.

...

Mientras en el gran comedor James Potter no sabía que pensar.

-Crees que a ella...- le decía a Remus.

-No lo creo- lo cortó él- Solo es amable.

-Ahora soy yo el que no entiende- decía Peter.

-No es nada- dijo Remus poniéndose de pie- debemos irnos ya o llegaremos tarde a pociones- Los chicos le hicieron caso pero James no sabia que pensar, por que le molestaba que Sirius hubiera quemado la carta? ¿Sabía ella su contenido? si era así como? Y por que siempre que discutía con Sirius tenían que haber mencionado antes a los slytherin? en este caso el hermano de Sirius, quizá Remus tenía razón y su hermana solo era amable, lo era con todos. Sí, quizá solo era eso.

...

La noche antes de la fiesta sus compañeras de habitación estaban histéricas con cierto tema de moda.

-Debemos usar algo corto- decía Lyra, su cabello rubio estaba alborotado de tantos cambios de ropa.

-Mi hermana me envió unas faldas en una tienda de ropa muggle del centro de Londres- Esme estaba hurgando entre su baul.

-¿Ya sabes que te pondrás mañana?- Alice fue hacia la cama de Aurelia para sentarse a su lado, seguía con sus anteojos pero la pijama puesta igual que Aurelia.

-Si, aunque no creo que sea la gran cosa- dijo sin separar la vista de su libro de runas antiguas.

-Díselo a ellas- sonrió mirando a sus compañeras de habitación, un remolino rubio y otro pelirrojo que revoloteaban por la habitación con diferentes conjuntos coloridos- Aunque es la fiesta de uno de los chicos más populares de gryffindor, todos están emocionados, se sabe que nuestra casa de las mejores fiestas.

-Y haremos tanto ruido para los vecinos de la torre ravenclaw que preferían unirse a quedarse amargados en sus cuartos- decía Esme riendo.

-Sabes que usaran hechizos silenciadores para que no nos descubra McGonagall ¿cierto?-preguntó Aurelia echandole un vistazo.

-Lo había olvidado, bueno como estoy acostumbrada a asistir a fiestas muggle...-no terminó la frase porque Lyra le pidió que le subiera la cremallera de una falta extremadamente pequeña y corta.

Esme era una mestiza, su madre era una muggle y su hermana había nacido sin magia por lo que era normal que supiera tanto de muggles y sus costumbres o en este caso maneras en las fiestas, siempre solia alardear que chicos mayores la invitaban a salir y ultimamente se habia puesto con Lyra a discutir y secretear sobre ciertos asuntos amorosos que rayaban lo decoroso, como solía decir la profesora McGonagall .

-Bien- dijo Lyra con dificultad- Como se ve?-pregunto a todas, tenia puesta una falda de mezclilla que apenas le alcanzaba a cubrir el trasero, top de colores y botas de mezclilla también.

-Creo que si te agachas podría verte las bragas- le dijo Alice, Lyra y Esme se miraron, después la rubia dio vuelta e hizo ademan de recoger una blusa del suelo.

-Se te ve todo!- gritó Aurelia divertida, Alice rio y al final Esme también. Tardaron otras tres horas en escoger sus respectivos conjuntos.

...

El sábado en la noche fiesta era mejor de lo que habían planeado, nadie jamas podría discutir que los merodeadores organizaban las mejores fiestas. La sala común estaba repleta de gryffindors, ravenclaws y hufflepuffs, había una larga mesa de golosinas, ponche y botellas que Remus junto con James y Peter habían logrado contrabandear con éxito.

En medio de la sala había fuegos artificiales danzantes cortesía de James, incluso Aurelia había embrujado el fuego de la gran chimenea para que parecía que había aves de fuego entrando y saliendo de esta, claro sin riesgo a incendios. Incluso Lily había hecho una escultura de hielo y Remus le había agregado movimiento.

-¿Ves por ahí a Xeno?-preguntó nerviosa Pandora al llegar con Aurelia, se habia puesto un vestido amarillo y traia el pelo suelo, sujetaba un vaso con un liquido rojo, ponche.

-Creo que estaba con Theo por la mesa- respondió su amiga- Este... vino tu hermano?-preguntó un poco en voz baja, no había un solo slytherin en la sala.

-Que? Oh si, le dije que no viniera porque no vendria ningún slytherin-decía sin mirarla, claramente buscando a Xenophilius- pero insistió en acompañarme, quiere vigilarme- señalo entre comillas- Debe estar por ahi tratando de pasar desapercibido con ese ridículo sombrero que se puso.

-Oh ya veo- Aurelia echo un vistazo para ver si tenia suerte en verlo pero solo se encontro con muchos estudiantes medio sobrios, Remus y Marlene jugando con las aves de fuego, Sirius siendo el centro de atención con Mary a su lado y James tratando de entablar una conversación con Lily Evans.

-Por cierto no te dije lo linda que te ves- dijo mirando el conjunto de su amiga, un vestido de figuras cuadradas de colores que le llegaba a mitad de los muslos, las mangas acampanadas y unas botas blancas que le había prestado Esme.

-Ahi viene Xeno- señaló Aurelia, el rubio sonrió en su dirección.

-¿Me veo bien?-pregunto nerviosa Pandora.

-Claro que si, vamos ve por él- le dio un empujón.

-Si ves a mi hermano dile que tenga cuidado, no se que podría pasar si se enteran que hay un slytherin aqui- susurro antes de ir al lado del ravenclaw.

Aurelia se movió con habilidad entre los estudiantes y se dirigió a la mesa de las golosinas donde se sirvió un poco de ponche.

-Cuidado con cual te sirves hermanita- la voz de su hermano surgió detrás de ella.

-Dejame adivinar- Aurelia notó que su hermano tenía las mejillas sonrosadas- Oh Jimmy- dijo divertida- Pensé que tu me ibas a cuidar a mi y resulta que ya estas ebrio.

-No estoy ebrio- dijo con un eructo- Ups, lo siento. Solo estoy ambientado querida hermanita. Pensé que un poco de esto me ayudará a desestresarme un poco ya sabes.

-Estrés de que?-preguntó curiosa con su vaso en la mano.

-Pues veras...- se recargo en la mesa pero olvidó todo cuando vio Evans pasar delante de ellos- Luego te veo Auri- dijo apresurado- ¡no bebas alcohol!- y salió detrás de la pelirroja.

-Tu tambien te vez bien, hermanito- dijo resoplando y dando un sorbo a su vaso, se dijo que no tendría que cuidar a su hermano de hacer el ridiculo como siempre pero ahora esta ebrio y...

-Potter- susurró una voz por encima del ruido, Aurelia volteo a uno de los ventanales de la torre y medio oculto en una cortina estaba...

-Rosier?- preguntó acercándose, noto que estaba vestido con una túnica gris y un sombrero fedora- Que traes puesto?-preguntó divertida.

-No te burles tú también- la miro un poco irritado- no quiero que me atrapen, te dije que vendría y vine a cuidar a Pandora, ¿dónde está?

-Si, la vi antes. Me ha dejado por ir a ligar con Lovegood.

-Mas le vale tratarla bien- dijo mirando a la multitud- Y tu?- dijo viendo de reojo a Aurelia.

-Yo que?

-No irás a ligar con alguien?- su mirada se quedó un poco más de la cuenta en sus piernas- con ese atuendo cualquier chico caerá por ti.

-Eso crees?- resopló, el único chico que le interesaba no parecía caer por ella.- De todas formas no se me acercan mucho- dijo tomando un mechón de su cabello.

-Y eso?- tardó un segundo en entender- Oh ya.

-Al parecer mi hermano los ahuyenta o algo asi, eso creo.

-Tal vez se sienten intimidados.

-De todas formas no es algo que me preocupe, me...-dudo en decirlo pero sintio que debia hacerlo- me gusta alguien.- Rosier estaba a punto de decir algo pero no pudo ya que todos habian volteado a ver a James Potter.

-Ay no- dijo Aurelia mirando a su hermano, estaba en lo alto de una repisa con su escoba en mano,

-Hey Evans!-gritó- Mira esto- y montó su escoba.

-Creo que deberías- comenzó Evan pero Aurelia ya estaba acercándose más. James comenzó a dar vueltas por toda la sala común, todos los ojos en él.

-Esta bien, nunca se ha caído de la escoba- dijo a nadie en particular, pero más para calmarse a ella misma.

-Se ha subido ebrio a la escoba?-preguntó Evan a su lado, aprovechó la distracción para salir de su escondite.

-Bueno...- dijo encogiéndose.

-Diez puntos para gryffindor!-gritó Sirius desde el centro de la sala.

-Que alguien lo baje de ahi- dijo Mary.

-Oh vamos es el capitán del equipo- habló Marlene, ella estaba en el equipo también- claro que puede hacerlo ebrio.

Todos empezaron a vitorear a James, Aurelia no podía con la vergüenza de su hermano ebrio haciendo el ridículo.

-Basta Potter- Evans alzó la varita y con un hechizo de levitación lo hizo bajar de la escoba, lo dejó justo delante de sus pies.- Cinco puntos menos para gryffindor- dijo molesta, claro que como siendo prefecta podía hacer eso.

-Las cosas que se hacen por amor- dijo divertido Rosier a su lado. Aurelia solo suspiró.- Por cierto Potter- Aurelia lo miró- Te vez linda- sintió que un rubor le subía por las mejillas- Esos colores te sientan bien.

-Eso mmhm- se aclaró la garganta- Eso crees?

-Oh vamos, sabes que te ves bien y no necesitas que ningún chico te lo diga- una extraña y agradable sensación brotó del vientre de la Potter- Espera- Evan alzo su mano y le acomodo un mecho de pelo- Mejor.

-Gra...-no pudo terminar porque escucho como su hermano la llamaba.

-Auri!!- decía el ebrio de James acercándose- Me viste? ¿Me viste?- preguntó feliz. Aurelia buscó a Evan pero ya se había dispersado en la multitud.

La menor de los Potter suspiró -Si Jimmy.

Las palabras de Evan se quedaron en su mente toda la noche, incluso después de que se acabara la fiesta.

Chapter 20: Blanco y Negro

Summary:

Regulus Black siempre supo que no habría héroes para salvarlo. Aurelia, en cambio, creyó en ellos.
Pero cuando el mundo mágico comienza a desmoronarse y la oscuridad viene de todos lados, deberán enfrentarse a una profesia que ni siquiera querian escuchar.
No hay bandos seguros. No hay aliados eternos.
Desertores de sus familias, de sus casas, de todo lo que conocían, emprenden un camino donde el sacrificio no es una opción, sino el único destino.

Notes:

Hice una playlist en spotify con canciones que salen en el fanfic y algunas otras que eventualmente irán apareciendo en la historia. Tambien en mi cuenta de Tiktok empece a subir videos para promocionar la historia, espero que les guste!

Playlist
https://open.spotify.com/playlist/4ZYFtgfG9yzKNZYjobkAQp?si=z5ZklvDIQIeRqmpZMTKoTA

Tiktok promocional de este fanfic!
https://vt.tiktok.com/ZShLFd9CM/

Chapter Text

-¡Has mejorado mucho!- Aurelia felicitó a un segundo año de gryffindor.

Estaba en el club de varitas cruzadas, de vez en cuando después de terminar sus propios duelos, y salir victoriosa, dedicaba su tiempo a ayudar a los nuevos integrantes del club, especialmente hijos de muggles y mestizos. Quienes solían ser blanco recurrente de los sangre pura y slytherin.

-Hey, Auri- Theodore la llamó del otro lado de la sala. Había ganado su duelo con un ravenclaw de cuarto año.

-Nos vemos la próxima semana Eddy- Aurelia palmeo la espalda del niño rubio y este asintió entusiasmado para luego irse.

-Ya terminaste el libro?-preguntó Theodore- Yo aun no puedo con tantos deberes encima, en especial de la clase de adivinación y ese estresante ensayo del profesor Beans- decía mientras ambos recogían sus cosas y se ponían en marcha a la salida, era el final del día.

-Me faltan unos capítulos-dijo- de todas maneras el club de lectura no se va a reunir sino hasta después de navidad. No hay prisa y aun puedes terminar tus ensayos- dijo sonriendo.

-Seee- dijo suspirando- aun asi, no lo se. No logro concentrarme- un grupo de slytherin paso a su lado en el pasillo, ultimamente todo era asi, los alumnos se movian en manadas para evitar ser molestados pero en el caso de slytherin comúnmente significaban problemas.

-Theodore Green no logra concentrarse para terminar un simple ensayo de dos cuartillas?-preguntó con sorpresa fingida.

-Oye, no te burles-dijo divertido pero su expresión cambió después- es por todo lo que dice el profeta- Aurelia asintió, normalmente no leía las noticias si eso significaba saber de lo mal que se ha puesto el mundo mágico- Mis padres saben que pasa algo y comúnmente me preguntan cómo estoy.- Los padres de Theodore eran muggles y según él siempre ponían esfuerzo de conocer más sobre el mundo de su hijo.

-Bueno...-Aurelia trataba de formular algo- No es mentira que se susurra de una posible guerra, pero no es más que eso, susurros- decía mientras cruzaban el puente de piedra a la otra torre, las tejas y toda la escuela ya estaba pintada de blanco por la nieve.- lo unico de lo que te tienes que preocupar ahora es por terminar ese tonto ensayo-dijo animandolo, ambos sonrieron.

-Tienes razón, por cierto dale mis felicitaciones a los merodeadores por la broma en clase de pociones el otro dia, Slughorn no podía deshacerse del olor apestoso y tuvo que cancelar la clase- James y Sirius se habían pasado toda la tarde del otro dia fuera, después misteriosamente, el aula de pociones había sufrido una especie de terremoto, todos los líquidos por doquier y algo así ❝solo pudo haber sido obra de Peeves❞ según el profesor.- Incluso me sentí mal por ese poltergeist entrometido.

-Y eso no es nada, los chicos no quieren contarme pero se que están planeando otra cosa para antes de las vacaciones de navidad- Normalmente los merodeadores hacían bromas una o dos veces por semana para no perder la racha.

-A dónde irás ahora?-preguntó, ambos se detuvieron en ua cruce de pasillos.

-Iré a la biblioteca a terminar mi tarea de runas antiguas- respondió Potter- deberías venir para que empieces con el ensayo- lo animó.

-Si... bueno no lo creo- dijo rascándose la cabeza- tengo hambre y no puedo trabajar si me ruge el estómago-Aurelia lo miró mal- lo empezaré mas tarde lo prometo!

-Como quieras Theo- dijo divertida- nos vemos después entonces- ambos se despidieron.

Aurelia inició su camino a la biblioteca pero cuando pasaba por el gran vestíbulo se encontró a Sirius con Mary sentados muy juntos en una esquina, Sirius le susurraba algo y ella sonreía después le beso la mejilla y empezaron a besarse.

-Al menos alguien se divierte-murmuro para ella misma. Al entrar a la biblioteca la vio poco concurrida, había más alumnos de sexto y séptimo años estudiando para sus exámenes finales.

-Pst Auri-alguien susurró su nombre, al voltear vio a Pandora en una esquina con dos libros en el pecho.-Por aqui.

-Hola Dora-ambas caminaron entre las estanterias.

-No te entiendo Auri-decía la rubia- tomaste mas clases que nosotros y aun asi encuentras tiempo libre para tus clubs.

-Bueno, trato de organizar mis tiempos todo lo que puedo y hago mis tareas con Remus, es una gran incentivo tenerlo cerca... espera dijiste nosotros?- ambas llegaron a una esquina, en la mesa estaba sentado Evan Rosier con el pelo revuelto y varios libros dispersados por la mesa.

-Mira con quien me encontré- dijo Pandora sacando su silla y dejando los libros en la mesa, habia varios pergaminos.

Evan alzó la mirada y sonrió un poco, Aurelia también lo hizo, no se habían visto desde la fiesta.

-Que hay Potter-dijo en saludo.

-No mucho-tomó asiento- que hacen?- Aurelia sentía como sus mejillas se calentaban, la ponía nerviosa estar cerca de él, definitivamente le gustaba Evan Rosier. Después de lo que había pasado en la fiesta le fue difícil sacarse sus palabras de la cabeza, y lo que hizo con su cabello... o ahora el suyo está muy desordenado, tal vez podría...

-Tarea de adivinación- Pandora la sacó de sus pensamientos- debemos hacer un horóscopo personalizado para un compañero.

-Con factores astrológicos, basarnos en su estrella de nacimiento e intentar predecir su semana- completo Evan.

-Oh, eso suena...-comenzó Aurelia.

-Entretenido-sonrió pandora.

-Confuso- se quejó Evan. Al mismo tiempo, ambos hermanos se miraron y sonrieron Aurelia pudo ver su parecido, en la barbilla, la nariz y los ojos.

-Tu que harás?-perguntó su amiga.

-Tarea de runas- Aurelia sacó su libro- solo debo traducir unos textos.

-Ire a buscar otro libro- anunció Evan poniéndose de pie.

-No te pierdas en el sendero, hermanito-Pandora le sacó la lengua, esté solo le sonrió burlón. Aurelia lo miró alejarse, no llevaba suéter, solo su camisa blanca y su corbata verde, se miraba elegante y tenía un tipo de porte que...-Mhhm- Pandora se aclaró la garganta, Miraba a su amiga- Pasa algo?

-Que? Oh no nada... me preguntaba si ya le dijiste lo de Xenophilius- comentó un poco nerviosa.

-Si, nos vio juntos en la fiesta- dijo ojeando un libro.

-Y? No le molesta?

-¿Por qué le molestaría?

-¿Mmm pues porque es mayor?

-Oh eso, no pasa nada, papá es mayor que mamá por cinco años, Xeno solo me lleva dos. Pero es muy amable- suspiró.

-Si, se nota- Aurelia vio a su amiga enamorada y se sintió feliz por ella.

-¿Qué hay de ti?-preguntó.

-¿De mi? Nada por el momento-dijo ordenando sus pergaminos.- No hay nadie.

-Oh vamos Auri, he visto a más de un chico que se te queda viendo.

-Y sabes quien es mi hermano? Los ahuyenta, una vez un chico me entregó un regalo en 14 de febrero recuerdas?- Pandora asintió- James hizo que Peeves lo bañara con una cubeta de crema echada a perder, el no me lo dijo fue Peter después quien me lo contó.

-Bueno...-Pandora puso una expresión que Aurelia no supo interpretar. No pudieron hablar mas ya que Evan habia llegado, y no solo.

-Hola Reg- saludo Pandora.

-Hola-dijo mirando a la rubia- Potter- dijo este en dirección a Aurelia, ambos chicos tomaron asiento.

-Hola, Regulus.- los cuatro se enfocaron en terminar sus deberes, Aurelia no podía evitar preguntarse qué era lo que la detenía a contarle a Pandora sobre lo que sentía sobre su hermano. Conocía a su amiga pero aun asi no sabia por que. Ya le guardaba secretos como lo de la animagia y ahora eso. No estaba siendo del todo honesta con su mejor amiga.

-Ese idiota solo quiere que lo maten- mumuró Regulus en dirección a Evan.

-No puedes obligarlo a nada amigo- respondió Evan.

-¿De qué hablan?- intervino Pandora.

-Sirius- dijo Evan.

-Que con él?-preguntó interesada Aurelia.

-Sabes lo que está haciendo- le dijo Regulus en tono sombrío.- Salir con esa hija de muggles- Aurelia iba a protestar por el tono que usó al hablar de Mary.

-Oh yo creo que hacen una bonita pareja- Pandora había dejado su libro y sonreía soñadora- es el claro ejemplo de que no debería haber divisiones entre nosotros.

-Oh, es verdad- agregó su hermano- El heredero de la más antigua y noble casa Black saliendo con Mary Macdonald, dan mucho de que hablar- Evan queria aliviar un poco la tensión que se estaba acomulando entre Aurelia y Regulus que se miraban con cara de pocos amigos.

-Esa hija de muggles es mi amiga- le dijo Aurelia a Regulus sin apartar la mirada de la suya.

-Solo sale con ella porque quiere desafiar a nuestros padres- protesta Regulus- Está enojado porque pasará navidad en casa.

-Puedes culparlo?- las miradas de los Rosier iban entre Aurelia y Regulus- Sabes todo lo que pasa ahi, solo quiere despejar su mente y ser feliz como un adolescente normal.

-Eh chicos...-Evan intento intervenir.

-Lo estás defendiendo?- dijo Regulus- Sabes tan bien como yo de lo que son capaces mi padres si se enteran de lo que Sirius está haciendo.

-Lo defiendo como te defendí a ti cuando quemó tu carta- Regulus se le quedó viendo, por un momento nadie dijo nada.

-Me voy- Aurelia comenzó a guardar sus cosas.

-Yo también- Regulus se puso de pie.

-Oigan, no tiene por que ser asi- Pandora se puso de pie.

-Nos vemos luego- se despidió Aurelia, Regulus solo se fue sin decir nada.

Ambos hermanos se quedaron viendo las direcciones que habían tomado sus amigos. Ambos suspiraron.

...

Días después todos estaban en el expresso de hogwarts directo a londres. Por suerte la luna llena había pasado antes de que se fueran por lo que se podrían ir todos juntos.

Y literalmente todos juntos, un vagón parecía no ser suficiente para los merodeadores, Aurelia, las M, Lily y la novia de Peter, Desdemona.

-Oh por favor, harán eso todo el camino?-preguntó Evans irritada en dirección a Sirius y Mary quienes se encontraban en medio de un beso.

-Deberías poner atención y ver como se hace Lily- le dijo Mary con una sonrisa picara.

-Hay , menores en este vagon- dijo James- mas respeto por favor- dijo divertido, Aurelia era la unica de cuarto año ahi.

-No molestes Jimmy- Aurelia estaba apretada entre Remus y su hermano.

-Solo estas celoso Prongs- le dijo Sirius.

-Si, claro- James le lanzó una bola de papel. -Lo mismo va para ustedes- dijo en dirección a Peter y Desdémona.

Siguieron el camino entre risas y bromas y planes para navidad, Sirius se quedó callado al respecto en ese último tema, no estaría con los Potter esta navidad.

Al llegar a la estación las chicas se fueron, solo quedaron los merodeadores y Aurelia.

-Tienes lo que te di cierto?- preguntó James con cierta preocupación en el rostro.

-Si- Sirius se tocó el bolsillo de la chaqueta, se le miraba mas pálido y sin expresión.

-Tu puedes amigo- lo animó Peter.

-Te veremos pronto- de dijo Remus.

Sirius miró a Aurelia-Estaremos del otro lado del espejo- le dijo, después de su discusión en el gran comedor no habían hablado mucho hasta la fiesta de cumpleaños donde lo resolvieron con un abrazo.

-Vinieron por ti- dijo Peter mirando detrás de Sirius. Regulus llegó con su maleta.

-Listo?-preguntó este. Sirius solo asintió y se despidió de sus amigos. Regulus intercambió una mirada con Aurelia, algo sutil.

-Estará bien- dijo James al ver cómo se iban los hermanos. Aurelia no sabía si lo decía más para sí mismo o para los demás.

-Estarán bien- dijo ella en un tono más bajo pero Remus la había escuchado, este se dio cuenta cómo ambos hermanos Potter miraban preocupados a los hermanos Black.

...

La navidad de 1975 estuvo marcada por su falta de nieve. A Aurelia no le gustaba que fuera asi ya que para ella el elemento más notorio de la navidad era la nieve pero al aparecer este año no habría.

-No habrá paseos en trineo- decía la menor de los Potter a su lechuza blanca que estaba tranquilamente en su perchero, ambas observaban a través de la ventana como los chicos practicaban quidditch.

James había tomado la falta de nieve como una ventaja para practicar todos los días, Remus y Peter no tenían otra más que cumplir los deseos de su efusivo hermano.

-Al menos alguien se divierte- Aurelia se acomodo en el sillón, su lechuza, Lea, abrió las alas en señal de acuerdo.

Los días eran frios y lentos, le alegraba recibir cartas de sus amigos, Theo, Pandora y Alice. le gustaba saber como se la estaban pasando sus amigos. De igual manera los merodeadores y ella se comunicaban con Sirius todas las noches, por suerte no reportaba nada fuera de lo común. Sus padres distantes como siempre, y Regulus siempre encerrado en su habitación.

-Creo que me arrepiento un poco de ser un idiota con el en la escuela- dijo Sirius en una llamada una noche.

-Creo que si no lo hubieras mandado lejos el día de tu cumpleaños tendrás un aliado ahora- le dijo James.

-No puedes evitar ser un imbécil, Sirius- decía Aurelia, a su lado, Remus rió- puedes intentar disculparte- Sirius hizo una mueca.

Pero claro que no lo había hecho, prefirió seguir asi el resto de los días. Decia que sus padres salian por las noches y regresaban sumamente tarde, cuando los veia solo se les veia cansados. Cosa no muy diferente a lo que pasaba en casa de los Potter.

El señor Potter entraba y salía de casa todos los días, la señora Potter tranquilizaba a los chicos diciéndoles que eran solo reuniones de la orden y asi era. Aurelia veia mas canas en el cabello de sus padres todos los dias y cuando habló con James de decirles que se tomaran un descanso James había alegado que estaban bien que si no pudieran hacerlo no serían parte de nada.

La mañana del 24 de diciembre estaban los tres en el cuarto de James.

-Papá me sonrió ayer- decía Sirius a través del espejo- estos últimos días no han sido tan malos.

-Eso es bueno no?-preguntó Remus sin despegar la vista del espejo, James estaba entre ellos sosteniendo el espejo con ambas manos.

-Bueno, creo que ellos lo intentan-dijo encogiéndose de hombros- a su manera... recuerdo que antes no era tan malo, pero todo cambió cuando ese sombrero me puso en gryffindor.

-Y yo le agradezco por eso- James le guiño un ojo, ambos sonrieron.

-Hoy es la cena cierto?-preguntó Aurelia.

-Si, toda la familia Black reunida en un solo lugar- sonaba más como a un quejido- incluso Bella llevará a su esposo, ese Lestrange.

-Pandora me contó que su matrimonio fue arreglado-dijo Aurelia.

-Asi fue, pocos tienen la suerte de Cissy de casarse por amor- resoplo Sirius- o lo que sea que se le parezca.

-Bueno, como sea no olvides el espejo- le dijo James- esperamos tu informe esta noche.

-Ya sabes la hora- le dijo Remus al ver que les quedaba poco tiempo de charla, Kreacher solía ir a determinadas horas al cuarto de Sirius.

-Claro, nos vemos esta noche.

-Nos vemos- Aurelia se despidió- Estará bien- dijo Aurelia cuando James guardó su espejo en el bolsillo de su pantalón.

-Si, solo será una simple cena- acordó su hermano.

-Crees que Regulus se ponga de su lado?- Remus le preguntó a Aurelia cuando los tres se ponían de pie y salían al pasillo.

-Espero que sí...-dijo un poco seria, no había intercambiado cartas con Regulus últimamente. Aun asi no se dio cuenta como Remus la miraba y tampoco se preguntó porque le preguntaba eso.

Pasaron el resto del dia preparando la cena, Remus y James habian salido al bosque a buscar un poco de leña para la chimenea mientras que Aurelia ayudaba a su madre con la cena. El pastel de carne, receta de la abuela quien los niños Potter nunca conocieron.

-Que mal que no haremos fiesta este año- decía Aurelia revolviendo con las manos la carne en el bowl.

-Si... pero han habido muchos cambios-decía un poco distraída su madre- espero que el siguiente año sea mejor- le sonriò. Había sido sugerencia de su madre no hacer una fiesta de navidad ese año, lo cual ya decia mucho sobre la situación en el mundo mágico. El señor Potter se la pasaba en reuniones de la orden, entrando y saliendo de casa o por la red flu, su madre de vez en cuando tambien salia a hacer recados con mayor frecuencia que antes.

Más tarde esa noche, los señores Potter habían puesto sus mejores caras delante de los chicos, no podían evitar que el profeta entrara en casa y los chicos se dieran cuenta por sí mismos de las tensiones en el mundo mágico pero lo que si podían evitar era una mala noche de navidad en casa, o al menos eso pensaban que podian hacer.

-¿Aún nada?-preguntó Aurelia inclinándose en el hombro de su hermano para ver el espejo en sus manos, no había nadie.

-No- respondió este mordiéndose el labio, sus lentes estaban a mitad del puente de la nariz. Habian terminado de cenar y se habian repartido los regalos. Todos estaban en la sala esperando a que Sirius se reportara.

-Tal vez sigue cenando- sugirió la señora Potter mientras con su varita hacía desaparecer la basura de los envoltorios del suelo.

-Pero nunca había tardado tanto- les dijo James, Remus estaba sentado a su lado, este solo estaba serio y no despegaba la vista del espejo que sostenía su amigo.

-He estado en banquetes Black antes, Jimmy- decía el señor Potter mientras avivaba el fuego con la varita- A Orión realmente le gusta oírse hablar.

-Tu tranquilo corazón- le dijo su madre a James quien parecía el más nervioso.

-Tenemos que hacer algo- dijo despues de 20 minutos- no habia tardado tanto en conectarse- James se puso de pie.

-Dale mas tiempo- Dijo Aurelia intentando sonar tranquila pero su hermano tenia razón.

-Puede ser que, siga en la cena?-pregunto la señora Potter mirando a su esposo quien estaba sentando en el sillon jugando con las sus manos, un gesto nervioso.

-Tal vez debemos darle un poco mas de tiempo antes de intentar algo, puede que... no sea nada- dijo no muy seguro. James se sento de nuevo resoplando y los tres se le quedaron viendo al espejo.

En punto de las once la ventana de la sala se abiro para dejar entrar a un buho real.

-Caligo...-dijo Aurelia poniendose de pie dirigiendose a al ave, todos miraron con atención.

-Quien?-preguntó su madre.

-Es de Regulus- dijo abriendo la carta- Ay no- miró a sus padres, James fue el primero en llegar,y leyó el mensaje.

"Está en problemas, por favor ayuda. R.A.B"

-Debemos ir ahora!- dijo James cuando le entregó la nota a sus padres, Remus murmuró algo en acuerdo. Los señores Potter intercambiaron una mirada rápida.

-Gully!- dijo el señor Potter, la elfina apareció inmediatamente- Ve por Dumbledore. avisalo- la elfa domestica asintió nerviosamente y desaparecio en un chasquido.

Antes de que pudieran hacer otro movimiento o pensar en algo más que hacer el fuego de la chimenea se encendió con llamas verdes y un inconsciente Sirius cayó al centro de la sala. Remus cayó a su lado inmediatamente, Aurelia reprimio un grito. James y ella tambien se inclinaron con ellos.

-Esto es...-dijo Aurelia tocándole la frente a su amigo, un liquido rojo le cubrio los dedos.

-Sangre- termino James con intensidad, Remus estaba sumamente palido pero no se alejaba de su amigo.

-Dios mio- la señora Potter se acercó y se puso de rodillas- niños por favor, háganse a un lado- Los chicos obedecieron, debían darle su espacio, la señora Potter fue sanadora, pensó Remus, ella sabrá que hacer.

-Fleamont- la voz de Dumbledore retumbó en la sala, todos lo miraron, excepto Remus que no quitaba la mirada de Sirius.- Moody está aquí, está poniendo hechizos protectores, nada ni nadie podrá entrar ahora- El señor Potter asintió.

-Como esta él querida?-preguntó a su esposa quien tenia la cabeza de Sirius en su regazo y le pasaba la varita por todo el cuerpo.

-Es...-la señora Potter no tenia palabras, no sabia como articularlo- usaron Cruciatus- dijo intentando contener las lagrimas.

Aurelia se llevó las manos a la boca, James maldijo y Dumbledore solo guardo silencio viendo la escena.

-Una imperdonable contra su propio hijo- el señor Potter tenía las manos en puños, Aurelia no lo había visto tan molesto.

-Niños a la cama...-decía la señora Potter.

-Pero mamá...-protestó Aurelia.

-Queremos quedarnos con él- protestó James.

-¡Dije a la cama!- los hombres de la habitación se encogieron al escuchar el tono que había usado la señora Potter, no querían ser objetivo de ese enojo. A regañadientes los tres subieron las escaleras, pero debían obedecer, los niños Potter no habían escuchado a su madre hablarles así en mucho tiempo.

Los chicos se detuvieron enfrente de la habitación de James, pero Aurelia siguió hasta su puerta.

-Oye Auri-le dijo James, su hermana volteo- Que haces? ¿No dormirás con nosotros?- Tenian la costumbre de cuando tenian visitas dormir todos juntos en la habitación de James.

-No, yo... quiero dormir sola esta vez- su hermano se le quedo viendo con tristeza, Aurelia notó que Remus se limpiaba pequeñas lagrimas con disimulo.

-Esta bien, hermana- le sonrió con tristeza y cada quien entro a su respectiva habitación.

Al entrar a su cuarto Aurelia se cambió de ropa inmediatamente y se puso la pijama, Leia estaba posada en su pechera. La menor de los Potter se sentó en su escritorio y comenzó a escribir.

...

Esa noche, Regulus.

Había sido un completo caos.

Sabía de lo que sus padres eran capaces, de lo que su madre era capaz. Pero una imperdonable contra su propio hijo... contra su hermano.

Fue horrible, claro que intentó intervenir.

Regulus alzó la voz ante sus padres como nunca antes se había atrevido, lo miraron como si estuviera enfermo, era la primera vez que su hijo menor, el obediente, el heredero, el perfecto, se atrevia a desafiarlos.

Regulus tampoco lo creía pero al ver a su hermano en el suelo, verlo retorcerse de dolor, escuchar a su prima reír y ver a su madre como si lo que estuviera haciendo no fuera nada del otro mundo fue lo que lo impulsó a hacer algo.

Sirius ya estaba inconsciente cuando su madre le lanzó lacero a Regulus por interferir pero al menos se detuvieron y los dejaron solos en ese salón.

Ambos hermanos en el suelo, heridos, masacrados en más de un sentido. Pero al menos ya había terminado.

Caligo ya había regresado. Estarían preocupados después de comunicarles lo que pasó.

Apenas se puso de pie con dolor sangrante en la extremidades y fue hacia la chimenea.

Sacaría a su hermano de ahí, era lo que tenía que hacer.

-Sirius...- Regulus se arrodilló junto a su hermano. Tenía un nudo en la garganta y le empezaban a doler los cortes recientes- Por favor...- pegó su frente con la de su hermano, sabía que si lo enviaba allá definitivamente no volvería, no después de esto y tal vez era lo mejor.- Perdón, perdóname- de su rostro cayeron unas cuantas lagrimas que seco antes de mover a su hermano a la chimenea.

-Estarás bien hermano- no fue difícil enviar su cuerpo inconsciente por la red flu a los Potter lo difícil fue enfrentar lo que vino después.

...

No se atrevió a salir de ahí por un buen rato, le dolían las piernas consecuencia de las nuevas heridas que su madre le había provocado, hacía mucho que no lo lastimaba así.

Regulus estaba sentado en el suelo mirando hacia la chimenea cuando un ruido en la ventana lo distrajo, era una lechuza blanca Su color resaltaba ante la monotonía de tonos oscuros de la sala.

Tenía una carta en la pata. El ave al ver que Regulus no se pondría de pie para recibirla decidió entrar y posarse delante de él. Regulus le quitó la carta.

Regulus,

Sirius está con nosotros, ya está a salvo y mis padres han hablado con Dumbledore, no volverá a esa casa después de lo que le hicieron.

Quiero saber cómo estás tú, ¿también te lastimaron ? Si lo hicieron solo escribe una carta a Dumbledore y el se encargará de sacarte de ahí.

Por favor, responde lo antes posible. Para hacerme saber que estás bien.

Aurelia F.P.

Regulus leyó la carta más de una vez y no supo cuánto tiempo había pasado. Horas quizá. El ruido de afuera se había apagado y nadie lo había ido a ver. Estaba solo, y estaba... ¿bien?

Después de otro rato llego de nuevo la misma lechuza.

Estoy contigo Regulus, estoy contigo.

A.F.P.

Era una nota escrita apresuradamente. Regulus la releyó varias veces y la arrugó manchándola de sangre.

Suspiro y se sobresaltó al ver que una paloma Blanca entraba por la ventana. La lechuza estaba recargada en la ventana y la paloma llegó hasta estar enfrente de él.

-Pero que...-frunció el entrecejo. La paloma dio un salto y se posó en su rodilla. Dio una inspección rápida con sus pequeños ojos- ¿Ella te envío?- no sabía si era tonto hablar con una paloma pero le parecía extraño que el ave estuviera ahí, Debía ser obra de Aurelia.

Extendió su mano para acariciar el plumaje blanco de la paloma y esta pareció recargase aún más ante su tacto. Su mirada oscura le transmitía algo que no podía descifrar, sus pequeños ojos negros brillaban con intensidad.

"No estás solo" le decían. Regulus suspiró de nuevo, necesitaba fuerza para ver la heridas en sus piernas por lo menos, el ave saltó al suelo para darle espacio.

Regulus se retiró la tela que le cubría las pantorrillas, estaba húmeda de sangre y el ave chilló y abrió un poco las alas al ver los largos cortes que cruzaban la blanca piel de Regulus.

-Kreacher...-apenas mencionó el nombre y el elfo apareció a un lado de él.

-No se preocupe amo, Kreacher tiene lo necesario para curarle las heridas del castigo- hizo aparecer vendas, esas heridas al ser provocadas por magia oscura no se curaban con normalidad. Comenzó a untar ungüento las heridas, al ver a la paloma acercarse viendo curiosa El elfo hizo un ademán con la mano-Chst, largo- la paloma salto abriendo las alas.

-Esta bien Kreacher- Regulus estiró la mano hacia la paloma está salto a su muñeca -Pequeña ave curiosa- Regulus tenia una sonrisa melancólica, que extraña compañía le había enviado Aurelia.

Echo un vistazo a un lado, la lechuza blanca seguía en la ventana, vigilante y atenta a lo que sucedía en esa sala. Al voltear de nuevo se encontró con los pequeños ojos de la paloma mirándolo fijamente.

Se quedaron asi un rato hasta que Kreacher terminó de sanar sus piernas.

-Será mejor ir a la habitación del amo-decía el elfo- debe descansar y debo revisar también las heridas de su espalda y brazos.

Regulus asintió y se puso de pie apoyándose en el mueble de junto, le dolió la acción pero no se quejó.

Se dirigió lentamente hacia la ventana donde seguía la lechuza.

-Debes regresar con ella- acerco su muñeca a la orilla de la ventana la paloma salto para posarse a un lado de la lechuza.

Regulus escribió algo rápido en un pequeño pergamino para atarlo a la lechuza.

-Gracias- susurró a la paloma que se había quedado con el, esta abrió las alas y Regulus se dio cuenta de que el ave era más grande que las palomas normales y su plumaje era hermoso, no se había dado cuenta de lo hermosas que podían ser las palomas.

Ambas aves salieron volando hacia la noche, Regulus no se movió de ahí hasta que las perdió de vista en la oscuridad.

...

-Pst, Auri- la voz de su hermano la desperto.

-Jimmy?- dijo soñolienta Aurelia, no sabia a que hora habia llegado la noche anterior, se habia cansado del vuelo de ida y de regreso. Despues de ello admiraba a las lechuzas mensajeras, siempre recorriendo largas distancias en cualquier clima.

-Sirius esta despierto- dijo con una sonrisa triste, Aurelia se incorporó y se puso una bata, su hermano también seguía con el pijama. Los hermanos Potter llegaron a la habitación donde estan Remus y Sirius, el primero sentado en la silla donde habia pasado mayor parte de la noche la señora Potter. James le habia dicho a su hermana que su madre dormia en su cuarto despues de haber pasado toda la noche en vela.

-Sirius- Aurelia se acerco y lo abrazo.

-Con cuidado Auri- dijo James tomando asiento en la cama, a los pies de Sirius.

-Oh lo siento- dijo con un leve sonrojo, separandose de su amigo.

-Esta bien, cornamenta- con dificultad se sentó en la cama- Nada como el abrazo de una chica guapa para sentirme mejor- le guiño el ojo, Aurelia rio- que me dices de un beso- señalo su mejilla.

-Creo que ya estas mejor, canuto- le dijo James con una leve sonrisa.

-Si puede hacer bromas creo que si- le dijo Remus.

-No era broma- respondió ofendido- lo decía enserio- se llevo una mano al pecho

-Cuando te levantes de la cama te daré un beso, esta bien?- le prometió Aurelia y todos sonrieron.

Chapter 21: Tomar bandos

Summary:

Regulus Black siempre supo que no habría héroes para salvarlo. Aurelia, en cambio, creyó en ellos.
Pero cuando el mundo mágico comienza a desmoronarse y la oscuridad viene de todos lados, deberán enfrentarse a una profesia que ni siquiera querian escuchar.
No hay bandos seguros. No hay aliados eternos.
Desertores de sus familias, de sus casas, de todo lo que conocían, emprenden un camino donde el sacrificio no es una opción, sino el único destino.

Notes:

Hice una playlist en spotify con canciones que salen en el fanfic y algunas otras que eventualmente irán apareciendo en la historia. Tambien en mi cuenta de Tiktok empece a subir videos para promocionar la historia, espero que les guste!

Playlist
https://open.spotify.com/playlist/4ZYFtgfG9yzKNZYjobkAQp?si=z5ZklvDIQIeRqmpZMTKoTA

Tiktok promocional de este fanfic!
https://vt.tiktok.com/ZShLFd9CM/

Chapter Text

Seguía siendo navidad después de todo.

Cuando los Potter se dieron cuenta de que Sirius podía ponerse de pie decidieron darle a él y a los chicos un poco de paz, todos bajaron al comedor, abrieron regalos y rieron un poco.

Nadie había mencionado nada sobre la noche anterior, pero la pequeña burbuja se rompió cuando llegó Dumbledore en compañía de Alastor Moody.

-Me alegro verte mejor Sirius- le dijo el director de Hogwarts cuando todos se instalaron en la sala, los chicos incluida Aurelia se sentaron en el sillón más grande, Sirius en el medio de todos y Dumbledore con Fleamont delante de ellos.

Moody estaba de pie cerca de la ventana, vigilante aunque todos sabían que no había nadie que pudiera acercarse mucho a la casa gracias a los hechizos de protección que él mismo había levantado. La señora Potter estaba sentada cerca de la chimenea.

-Puedes contarle a Dumbledore- lo alentó Euphemia con una sonrisa calida, todos se veían cansados despues de anoche. Sirius miró a sus amigos, suspiró y empezó a contar todo.

Todos los escucharon atentos, en la cena de los Black habian asistido todas las familias sangre pura mas conocidas y poderosas del mundo magico. Malfoy, Lestrange, Crabb, Goyle, Nott, incluso Barty Crouch.

-Que?- preguntó Moody acercansose.- Crouch tambien?

-Su hijo, Bartemius Junior- lo tranquilizó Dumbledore.

-Que hacia él ahi?- preguntó Aurelia recordando al insoportable de Barty.

-Mi madre le sugirió a Regulus invitarlo, teniendo en cuenta quien es su padre- se encogió de hombros mirando a Dumbledore, este le asintió para que siguiera.

Aurelia se perdió un poco en la conversación hundiéndose en sus propios pensamientos, Regulus no solía hablar mucho con Barty o al menos eso creía. Pudo haber creído que tal vez los Rosier estarían ahí pero al parecer los Black solo invitaron a los que asistan con regularidad a las reuniones informativas del señor oscuro.

-Mis padres...se turnaron- la señora Potter salió de la sala indignada, Sirius estaba hablando de como le hicieron daño-Bella me dijo que debía escoger bando asi como hizo ella y mis padres la apoyaron, al ver que me negué ellos...- silencio.- Quedé inconsciente, recuerdo los gritos de mi hermano hacia mis padres diciéndoles que pararan y nada mas después- Aurelia recordó la noche anterior, esa sala oscura donde todo eso habia ocurrido, la sangre en el suelo de Sirius y Regulus... las heridas del menor de los Black. El tambien habia sido lastimado, pero eso Sirius no lo sabia.

-Regulus fue quien envió la nota- dijo Remus cuando hubo silencio.

-El te envió por la red flu, ya veo- dijo Dumbledore peinándose la larga barba blanca- Tienes todo Moody?- el auror asintió, habia encantado una pluma roja con un pergamino flotante para anotar todo. El director se puso de pie- Espero que su oferta de darle asilo a Sirius siga en pie- le dijo al señor Potter quien se puso de pie y se irguió.

-Por supuesto que sí.

-Muy bien, eso es todo por ahora. Los veré en enero chicos- dijo despidiéndose y yendo al recibidor.

Aurelia dudó por un momento pero fue Sirius quien habló.

-Profesor!- Dumbledore se detuvo y los volteo a ver- Que pasa con mi hermano?

-Crees que Regulus está en peligro?

-No creo que le hagan daño, suele hacer todo lo que le dicen...

-Pero y si le hicieron daño también?- todos voltearon a ver a Aurelia quien se había puesto de pie y se estrechaba las manos en un gesto nervioso.- si los señores Black usaron una maldición imperdonable con su hijo mayor nada les impide haberle hecho daño al otro también.

-Ese es un buen punto pero en realidad no lo sabemos- respondió Moody- si fue asi Regulus Black deberá notificarlo también para tomar cartas en el asunto.

-Pero... y si no puede?- dijo mirando al suelo, era una gran impotencia no poder decir toda la verdad, que habia ido a la casa de los Black la noche anterior y vio las heridas de regulus con sus propios ojos.

-Que es lo que sabes, querida?-preguntó inquisitivo su padre, Aurelia fácilmente podría mentir y decir que habia recibido una carta de regulus contándole pero Regulus no sabia que la paloma que había estado con él la noche anterior era ella y que él no le habia contando a nadie que sus padres tambien le habian hecho daño.

-Aurelia tiene razón- la apoyo Sirius poniéndose de pie tambien- Si le hicieron daño o no ese tonto siempre quiere conplacerlos, lo haran unirse a voldemort, lo marcaran!

-Regulus tiene intenciones de irse?-preguntó Dumbledore.

-Pues no que yo sepa...

-Entonces no se puede forzar, no corre peligro inmediato- volteo a ver a Aurelia- y si sus padres le hicieron daño también, Regulus mismo tiene que avisar a alguien, decirmelo.

Aurelia tomó asiento de nuevo, lo mismo hizo Sirius. Dumbledore se fue con Moody llevando consigo un poco de esa pesada vibra.

...

Los días después Aurelia no recibió ninguna nota de Regulus Black a pesar de que ella si le había enviado unas cuantas después que jamás obtuvieron respuesta. Se resignó a ello.

Despues de todo no fueron tan malos los dias que le siguieron. Con Sirius en casa James tenia alguien con quien practicar quidditch por las mañanas ya que ni ella ni Remus daban una montados en las escobas.

-Como capitan del equipo es mi deber ser el mejor- dijo su hermano una mañana inflando el pecho y con las mejillas sonrojadas por el frio.

Sirius parecia pasarla mejor, nadie hablaba de lo ocurrido y eso estaba bien. Con los merodeadores reunidos Aurelia pensaba que seria imposible pasar un rato en calma sin dejar de escuchar sobre planes para bromas. James y Sirius eran los mas involucrados en ello.

-Oh mira esas!- Decía Sirius una tarde cuando bajaron al pueblo muggle, Sirius estaba delante de una tienda de ropa y admiraba unas botas estilo vaqueras.

-Se ven muy locas- dijo Aurelia admirando el escaparate.

-Hay que entrar- Sirius la tomo de la mano y ambos entraron a la tienda. James y Remus habían entrado a una librería muggle y Peter los había seguido.

Sirius terminó comprando unas cuantas prendas muggle con mucho estilo.

-Vaya, el estilo es como el de esos cantantes muggle en las revistas de Remus- le dijo Aurelia cuando llegaron a casa.

-Esa es la intención- le dijo Sirius- nuevo año nuevo yo.

Nadie queria contradecir a Sirius, despues de lo que habia pasado se merecia pasarla bien. Mas tarde esa noche Remus le ayudó a perforarse la oreja.

-Nada de pintarse el cabello de colores!- los reprendió la señora Potter cuando se dio cuenta del pendiente de oro en la oreja de Black.

Cuando llegó el dia de ir a la estación Sirius empezó con su nuevo look.

-Como me veo?- llevaba puesta sus botas negras, una chaqueta de cuero negra, se habia despeinado el cabello y acomodado de tal manera que se le viera el pendiente de oro.

-Como un idiota- le dijo James.

-Como muggle rebelde- Aurelia arrugó la nariz.

-Como una estrella de rock- le dijo Remus, Aurelia lo miró, Remus tenia una extraña mirada y una sonrisa boba.

Una vez en Hogwarts las cosas se sentian diferentes,al parecer se corria el chisme de que la mas antigua y noble casa Black habia echado a su heredero, que lo habian desheredado y corrido de casa.

-Sinceramente es lo mejor- decia una slytherin de septimo año- ser un sangre pura Black, en gryffindor y saliendo con una hija de muggles?

-Seguro que ahora todo recae en el hermano- le decia otra, Aurelia iba cruzando un pasillo y la tonta platica de las slytherin no era nada privada- al menos se preocupa mas por guardar las apariencias.

Aurelia no podia creer lo superficiales y estupidas que podian ser las personas, si tan solo supieran que esa era una casa de locos.

-Ehh Auri- Era Pandora- Todo bien?- su amiga le paso una mano por los hombros, al menos Pandora lo sabia, Regulus les habia contado a los hermanos Rosier lo que habia pasado, aunque ella no habia visto al menor de los Black desde que empezaron las clases.

-Si- dijo pensativa.

-Tengo algo que te hará animarte!- mientras iban caminando la rubia sacaba algo de su bolso, un maso de cartas- me lo dio mi abuela- se lo mostro.

-Una baraja?-pregunto la castaña.

-Casi, es un tarot. Lo usan los muggle para predecir el futuro y hacer preguntas. Creo que se le considera magico- Pandora le paso algunas cartas para que su amiga las pudiera ver mejor- Quieres que te las lea?

-Por que no?- aun faltaba tiempo para la siguiente clase y no estaban lejos de los jardines.

-Bien bien, que te depara el futuro?- se habian sentado en el cesped, el cual aun tenia un poco de nieve. Los alumnos que pasaban miraban con curiosidad el maso en el suelo.

-Has visto a Regulus?- pregunto ella aun pensativa- No hemos tenido clase juntos y no lo he visto.

-Lo salude esta mañana, estaba con Barty.- decia barajando.

-Ese imbécil- recordó que él estaba esa noche.

-Que no te amargue la vida Auri, ya todo esta mejor. Sirius no regresará a su casa.

-Aun asi...- sentía coraje.

-Oh mira- una carta había salido del mazo- Los enamorados- Aurelia prestó atención- La torre mmm, la muerte... el rey de espadas, el ermitaño, el ocho de espadas y diez de copas, vaya, que tirada tan interesante.

-Tu crees?- Aurelia no entendía esa cosa muggle.

-Si, dejame ver- pero antes de que pudiera continuar todas las cartas empezaron a flotar- Oye!- ambas voltearon a ver a su lado, a lo lejos estaba Crouch con Mulciber, ambos reian.

-Vete a molestar a otros Crouch, no estoy de humor- Aurelia se puso de pie furiosa, Pandora lanzo un hechizo para que las cartas dejaran de volar.

-Oh vamos Potter, admite que es divertido- dijo con una sonrisa socarrona.

-Vamonos Auri- le dijo su amiga tomándola del brazo, Aurelia comenzó a ceder.

-Si, mejor vete con tu amiga a defender a los sangre sucia- le gritó, algunos otros alumnos voltearon a ver lo que pasaba.

-Y si mejor te callas?-Aurelia sacó su varita y lanzó un rápido hechizo a Barty- Langlock!- el chico abrió la boca sorprendido pero resultó que tenía la lengua pegada al paladar- Oh mucho mejor.

-Auri!-dijo Pandora riendo- creo que ahora si nos darás un poco de paz barty- dijo riendo- Mulciber miraba a su amigo preocupado quien intentaba hablar pero lamentablemente no podia. ambos se fueron de ahi y dejaron a las chicas riendo.

Unos días después Aurelia se encontró a Evan en su asiento regular en clase de criaturas mágicas.

-Potter- dijo Evan en saludo.

-Rosier- Aurelia no pudo evitar sonreír. Evan seguía igual de atractivo, la pequeña Potter se preguntaba si eso era enamorarse. Notar los pequeños detalles en la apariencia del susodicho, darse cuenta de como su cabello solia acomodarse, la forma un poco torcida en la que solia llevar la corbata verde, y saber cuando y como se acomodaría las mangas blancas de la camisa.

-¿Entonces?-decía Evan.

-Perdona?- un ligero rubor le cubrió las mejillas, no le habia puesto atención por pensar en eso.

-Cómo fue tu navidad?

-Oh eso...- Aurelia recordó un poco del caos en nochebuena y el dia de navidad- Estuvo bien, después de la llegada Sirius todo fue mejor al saber que estaría con nosotros.

-Es una mierda- dijo este suspirando y acomodando en el asiento- Regulus dijo que sus padres se portaron más insoportables de lo normal con él después de eso. En fin, supongo que Sirius está en un mejor lugar después de lo que pasó, a pesar de los rumores.

Los rumores eran otra cosa diferente, se decía que los Black lo habían echado y desheredado, una excusa muy buena para tapar lo que en realidad pasò considerando que Sirius había roto el molde de su familia-Si, no volverá ahi jamas- dijo recordando cómo había caído en la alfombra, Aurelia se moría de ganas de preguntar sobre como estaba Regulus, pero no podía hacerlo directamente sin levantar demasiadas sospechas, o al menos eso era lo que creía- Cómo fue tu navidad?

-Estuvo bien, de nuevo en casa de los abuelos- dijo estirándose Aurelia noto como su cabello rubio un poco largo y con algunas rastas se movía con el movimiento, quería acomodarlo- De hecho los Black nos habian invitado a su banquete de navidad pero mamá amenazó a papá de dejarlo si iban- dijo riendo.- Creo que fue lo mejor.

No pudieron platicar mas porque el profesor había llegado, desde que Ferox los dejó, las clases de criaturas mágicas habían perdido su toque por lo que toda la clase teórica sobre dragones se la pasó divagando y entre las nubes, sabia que sentia algo por Evan Rosier pero no sabia como expresarlo, tal vez simplemente tenía que ser un poco mas atrevida como lo eran Esme y Lyra, sus compañeras de habitación, vestirse mas colorida en los descansos, usar un poco de brillo labial e incluso invitarlo a salir... si quizá podría hacer eso.

-Evan...- decía mientras ambos recogían sus cosas del asiento, el rubio la miró- Este fin de semana hay una salida a Hogsmeade.

-Es verdad, lo había olvidado- sonrió y ambos se pusieron en marcha- necesito una pluma nueva- esa era su oportunidad.

-Enserio? ¡Yo también!- era mentira- podríamos ir juntos a Scrivenshaft Quill.

-Claro, me gustaría- sonrió, esa sonrisa. Por ir embobada mirandolo no se fijo que habia una mesa muy cerca de ella, se golpeo en el pie- Cuidado Potter- Evan le puso una mano en el hombro al ver que Aurelia se tambaleó.

-Gracias- dijo sonrojada y sin mirarlo- Nos vemos luego!- se despidió rápidamente para huir de ahi.

¡Lo habia invitado a salir! Bueno mas o menos, pero él no se había negado! Ya era un progreso.

El camino a la torre de gryffindor fue una travesía de reflexión, al principio sentía una sensación extraña y cálida en el vientre, se sentía liviana y alegre pero conforme caminaba y esquivaba alumnos de otras casas se dio cuenta de lo que había hecho. Evan Rosier, un slytherin! Bueno, no es como que todos las serpientes fueran unos idiotas... solo la mayoría.

Se preguntó qué diría su hermano cuando se entere, por que sin duda lo sabría en algún momento, probablemente después de que vieran a Evan y a Aurelia en público...La pequeña Potter sacudió la cabeza y su cabello castaño se enredó más de lo que solía estar, deshaciéndose así de las telarañas de su cabeza. Iria bien, le gustaba un chico, y esa sensación era hermosa.

Iba metida en sus pensamientos que no se dio cuenta que habia pasado por delante de alguien con quien habia querido hablar los ultimos dias.

-Regulus!- encontró al pelinegro sentado en una ventana de piedra que daba al patio de transformaciones, tenía un libro en su regazo.

-Potter- dijo al verla, su capa negra caía en cascada, aun hace frío, tenia pequeños rulos negros.

-Como estas?- preguntó acercándose, no quería hablar muy alto por si los demas estudiantes que pasaban los estaban escuchando.

-Bien...

-No respondiste mi última nota.

-Si... lo siento-cerró el libro, Aurelia se dio cuenta que era el libro que estaban leyendo en el club de lectura. Hubo silencio.

-Esta bien, me alegra saber que... estas bien- quería mencionarle si sus heridas ya habían sanado, pero no se supone que ella supiera eso- Sabes que Dumbledore te escucharé si tú tuvieras algo que decirle.

-No tengo nada que decirle- dijo de forma mas cortante que antes, un poco brusco, ambos se dieron cuenta, Regulus bajo la mirada incomodo, hubo silencio.

-Una paloma Potter?-preguntó unos segundos después.- Enserio?

-Son... reconfortantes?- dijo sin saber exactamente qué decir, Regulus se puso de pie y dio un paso hacia ella, Aurelia no se había dado cuenta hasta ese momento de cuan alto era, olía a romero.

-Igual, gracias- con un gesto suave poso el lomo del libro en la cabeza de Aurelia, un ligero tap, una especie de palmada, un gesto extraño que sin saber como, le gustó a Aurelia.

-Auri!- una voz masculina la llamó del fondo del pasillo, cuando volteo a ver era su hermano con la capa arrugada, los anteojos torcidos y caminando hacia ella. Cuando Aurelia volteo a ver a Regulus este ya se había alejado.

-Ese era Regulus?- preguntó enfocando la vista, cuando llegó con su hermana.

-¿Qué pasa Jimmy?-preguntó Aurelia suspirando, sin querer contestar su pregunta.

-Nada, solo reconocí tu melena rebelde y vine a verte- le revolvió el cabello.- También quería recordarte que el sábado es luna llena- se pusieron en marcha- Noche de manada- dijo emocionado. Siguieron platicando el resto del camino.

...

El viernes por la tarde la última clase era historia de la magia con Pandora.

-Si me dicen otra cosa más sobre la revuelta de los goblins creo que vomitare- se quejó su amiga mientras los demás comenzaban a recoger sus cosas, el profesor Beans había atravesado una pared.

-Estoy segura que pronto acabará el tema- la reconfortó Aurelia guardando sus cosas.

-Si...-dijo estirándose, miraba de reojo a su amiga- Por cierto, que harás mañana?

-Amm veras Panda...-dijo nerviosa, la había estado llamando Panda esos últimos días, un apelativo cariñoso que le gustaba más que Dora.

-Si?-preguntó mas interesada, acercandose lentamente a su amiga, ambas seguian en su mesa del salon.

-Saldré con...-no terminó, era el momento de destapar la verdad.

-Con mi hermano, lo se Aurelia-no oculto una sonrisita- por que no me lo dijiste antes?

Porque sabía que Evan le contaría que saldría con ella- Bueno, es solo que, no sabía cómo decírtelo.

-Ay Auri, no estoy ciega, te gusta Evan cierto?-pregunto curiosa, Aurelia se sonrojo y bajo la mirada, la tenia- Ja! ¡Lo sabía! No pasa nada- le pasó el brazo por los hombros.

-Es que no sabia como decírtelo!- sentía el rostro caliente de la vergüenza.

-Pues no hacía falta que me lo dijeras! Sola me he dado cuenta y cuando Evy me contó que saldrán mañana a Hogsmeade mis sospechas se confirmaron cuando me dijo que tú lo habías sugerido.

-¿No te molesta?- se encogió de hombros.

-Claro que no! Me agrada la idea de que mi mejor amiga se convierta en mi hermana- dijo risueña.

-No es como que nos vayamos a casar, no es para tanto!

-Ay pero seria genial que nos hicieramos familia! Recuerda que veo el futuro y diviso una boda en el tuyo- exageró poniendo sus manos en las sienes y fingiendo meditación. Aurelia era una adolescente enamorada, claro que le gustaba ese tipo de burla viniendo de su mejor amiga, quien era la hermana del chico al que gustaba. Es por eso que se permitió imaginar una boda, una tonta brillante y romántica boda.

Por eso preguntó;- ¿Crees que yo le guste también?- un tono inocente, una pregunta curiosa cargada de anhelo.

- Podemos encargarnos de eso- Pandora le guiñó el ojo- eres el mejor partido para el tonto de mi hermano, las chicas de su casa son solo serpientes sin cabeza, le hará bien una leona de melena revuelta.

-Las leonas no tienen...

-Sabes a lo que me refiero- pasó una mano por su cabello revuelto- Lo arreglaremos.- Aurelia sonrió, tal vez debió contarle antes a Pandora sobre ese sentimiento, le gustaba esa sensación de apoyo y algo más, algo inquieto que revoloteaba en su vientre.

...

Al día siguiente, Aurelia tenía una pelea frente al espejo, por suerte aún tenía tiempo, quedó con Evan en la entrada del castillo después de desayunar.

-Así que una cita- le preguntó Alice desde su cama, tenía varios libros en ella.

-Para nada- respondió distraída cepillando su pelo mientras leía de reojo la revista Corazón de Bruja que le había prestado Pandora. Había tips de hechizos de belleza y uno muy interesante sobre alaciar el cabello.

-Con todo ese desastre se ve claramente que Esme y Lyra te han influenciado- dijo divertida señalando la ropa en el suelo.

-Tal vez un poco- vio de reojo el tiradero- con un hechizo se arregla.

Pasó un rato más antes de que dijera algo más.- Con quién saldrás? Solo por curiosidad, no eres invisible y estoy segura de que se harán chismes después- Alice tenía razón y Aurelia solo soltó un suspiró, claro que correrían los chismes que la hermana de James Potter saldría con Evan Rosier, de la casa a la que todas las demás le habían declarado la guerra, pero solo era una salida a Hogsmeade, ni si quiera era una cita!

-Es... bueno, es complicado- dijo ella, Alice se acostó boca abajo en su cama, manos en la mandíbula y pies arriba, miraba embelesada a Aurelia mientras se arreglaba.

-Oh vamos, dime- decía- aunque estoy segura que si no me lo dices ahora igual me terminaré enterando por ahi-rió.

-Esta bien!- le dijo terminando de cepillarse- Es...Rosier.

-Pandora?-preguntó confundida, Aurelia negó viendola por el espejo- Espera, Rosier? Evan Rosier!? El slytherin!- Aurelia asintió.

-Pero que quede claro que no es una cita! Y él no es como los otros idiotas de su casa.

-Vaya, un slytherin! habria pensado en alguien de quinto año incluso alguien de séptimo! pero no Rosier.

-Es agradable... Pandora es mi mejor amiga asi que también convivo con su hermano.

-Entiendo...-dijo mirando al suelo- se que Rosier no se comporta como los otros, pero aun asi no toma bando, no ataca pero tampoco defiende.

Tomar bando... había escuchado esas palabras antes. Tal vez no todos los slytherin tenían que tomar bando, o al menos eso quería pensar.

-Y cómo crees que se lo tome tu hermano? Literalmente la mayoría, si no es que todas las bromas de los merodeadores últimamente van dirigidas a los slytherin.

-No pienso decirle nada, tu misma lo dijiste, luego se sabrá- dijo molesta por que sabia que era verdad, ser hermana de James y cercana a los merodeadores la ponía en una especie de pedestal invisible. Alguien incluso le había dicho una vez que era la princesa de Gryffindor una tontería, si pero la fama y popularidad de su hermano era compartida, Aurelia también se había ganado reconocimiento por cuenta propia.

-Pues prepárate a ser la comidilla, Black no estará contento tampoco, eres como la hermana menor de todos ellos.

-Ay ya se...- dijo afligida mientras movía la varita para hacer los hechizos de belleza, era una bendición y una maldición tener la protección de los merodeadores, aunque supiera defenderse sola- Pero te lo repito, no es una cita, solo iremos a una tienda...

-Juntos, solos, a Hogsmeade con un clima frio perfecto para una escena romántica y claro, tu arreglandote como no lo habías hecho antes solo para "ir a comprar una pluma"- hizo comillas con las manos.

Aurelia le lanzó una blusa que estaba en el suelo, ambas rieron.

Más tarde por fin había bajado al gran comedor a desayunar un poco, los merodeadores junto con las chicas seguían ahi.

-¡Hola Auri!- saludo Marlene- Whoaaaa- dijo cuando la vio más de cerca.

-¿Qué pasa?- Peter levantó la vista de su plato- Vaya...

-Aurelia!- le dijo Mary- me encanta tu cabello!- estaba a un lado de Sirius, muy juntos para el gusto de cualquiera, la volteo a ver.

-Caramba Auri- dijo Sirius mirándola de pies a cabeza.- Hey, cornamenta...- le picó las costillas a James que estaba embobado hablando algo con Evans, ambos voltearon- La pequeña Auri encontró cómo usar un cepillo alaciador- James lo golpeó.

-Te ves guapa hermana- James le guiño el ojo- Nunca le habías hecho eso antes a tu cabello.

-Te ves linda- le susurró Remus cuando Aurelia se sentó a su lado.

-Gracias chicos, solo quise probar como se vería- dijo tocándose un mechón, al final se había puesto un conjunto café, una falda con medias de lana y un abrigo.

-¿Es eso o tienes alguna cita?-pregunto curiosa Mary, se había inclinado hacia delante.

-Para nada!- respondió rápidamente, James no pudo evitar unirse a la conversación.

-¿Una cita?-preguntó acomodando sus anteojos.

-Que noto Potter?- dijo Sirius divertido- ¿Celos?

-Claro que no- respondió cruzándose de brazos.

-Podemos hablar de otra cosa?- dijo Aurelia mientras se servía avena en su plato.

-Solo digo que si vas a salir con alguien...-Continuo su hermano y Aurelia suspiró resignada, gracias Mary...- Me digas quien es para mantenerlo vigilado.

-No es ninguna cita...-dijo molesta, por que bajo a desayunar?

-Y por que tan arreglada?- la interrogó Sirius de nuevo.

-Cállate Black- intervino Lilly- Si se quiere alisar el pelo está bien, no tiene que ser necesariamente porque saldrá con algún chico.

-¿Por que los hombres son tan superficiales?- Aurelia intercambio una mirada cómplice con la pelirroja y ambas sonrieron.

Por suerte el resto del desayuno no se dijo mas, Aurelia sentia la mirada de su hermano de vez en cuando pero lo ignoraba para hablar con Remus y la clase de aritmancia.

...

Cuando la profesora McGonagall los llamó para salir del castillo a Hosgmeade James notó que Aurelia desapareció.

-A dónde se habrá ido...- preguntó mirando entre el montón de alumnos de todas las casas, caminaban en manada hacia las afueras.

-Tal vez deberías dejarla ser- le dijo Remus a su lado- La proteges mucho.

-Tu crees?- frunció el ceño- es como actuan los hermano mayores, asi funciona el rol.

-Oh vamos James- intervino Sirius del otro lado- que es lo que te preocupa.

¿Que la lastimen? ¿Que le digan algo hiriente? ¿Que la hagan llorar y su hermano mayor no este ahi para hacer papilla al responsable?

-Solo digo que se fue muy sospechosa- dijo simplemente- Sabes tan bien como yo que nunca se arregla el pelo, Canuto.

-Y si saliera con un chico, que?-pregunto Peter a un lado de Remus.

-Pues...

-Siempre hay cubetas con restos de comida en las cocinas- dijo Sirius.

Se refiere al san valentín pasado, un chico le había declarado su amor a Aurelia y entre James y Sirius se las habían arreglado para que el pobre chico terminará cubierto de comida pasada días después. Los chicos se habían dado cuenta que Sirius también había adoptado un sentimiento protector sobre Aurelia, ignoraba por completo a su hermano pero era diferente con la hermana que había elegido.

-Con justa razón no dirá nada esta vez, y ni siquiera se porque estamos hablando de esto- decía Remus- Aurelia ya es mayorcita para saber qué hacer.

-Si, mejor pensemos en que debemos comprar todas las bombas fétidas de Zonko- Peter cambió de tema.

-Sobre eso, tengo en mente un hechizo temporalizar para que se detonen en intervalos- Sirius comenzó con el plan de la siguiente broma, James prestó atención a medias.

Los chicos tenían razón, si seguía así de pesado lo único que lograría sería que su hermana le deje de contar cosas y realmente la comunicación entre ellos era una de las cosas más importante que tenían. Además, se dijo a sí mismo que no intentaría ir a espiarla y averiguar por cuenta propia porque se había alisado el pelo.

...

Regulus caminaba con Barty y Evan a la entrada de Hogsmeade. En ocasiones Barty Crouch podía no ser un completo imbécil y se conviertia, sorprendentemente, en alguien con quien podía sostener una conversación decente.

-A donde iremos?-pregunto el castaño.

-Podemos ir a las tres escobas primero- sugirió Regulus cuando se detuvieron en la entrada.

-Los alcanzó ahi, bien?-dijo Evan mirando entre la multitud de estudiantes.

-¿A dónde irás?-preguntó Crouch.

-Iré a comprar algo rápido, pero los veo en las tres escobas mas tarde- se despidió con una palmada en el hombro de Regulus y este lo siguio con la mirada.

-Bueno, solo tu y yo a las tres escobas- un grupo de chicas de ravenclaw pasó a su lado y Crouch no pudo evitar verlas- Eh Lucy!- se acerco a una chica rubia a preguntar algo.

Regulus a su lado vio que a lo lejos Evan se había reunido con su hermana, quien venía con Xenophilius y Aurelia Potter. Black se tardó en quitar la mirada de ella, se había alisado el normalmente pelo castaño revuelto, se le veía muy lindo... Ella se veía muy linda, con esas mejillas un poco sonrosadas por el frío.

Intercambiaron palabras y finalmente ambos pares se alejaron entre sí. Pandora y Xenophilius, y Aurelia y Evan.

-Pero que...-Regulus los perdió de vista.

-Eh Black- Crouch lo llamó- Nos conseguí compañía para las tres escobas- señaló a la tal lucy junto con otra chica de tez morena, ambas los veían con sonrisitas tontas.

Regulus suspiró y se acercó con ellos.

...

-Tu cabello se ve lindo, creo que es la primera vez que te lo veo así- le dijo Rosier mientras se dirigen a la tienda de plumas y pergaminos. Aurelia se llevó una mano a un mechón rebelde.

-Tu crees?-preguntó sin mirarlo, claramente un poco sonrojada por el cumplido- Solo quise hacer algo diferente.

Cuando entraron a la tienda, la encontraron vacía, el olor a pergamino viejo flotaba en el aire lo que le dio un sentimiento reconfortante a Aurelia. La encargada, una bruja mayor estaba detrás del mostrador y con una agradable sonrisa les dijo que podían ver lo que quisieran. Mientras estaban en el área de las plumas Aurelia aprovechó para acercarse un poco más a Rossier.

-Oye crees que está bien?-le preguntó al chico.

-Cuervo? No está mal, me gusta el color- siguieron en silencio inspeccionando las plumas, después de un rato Evan habló de nuevo- Oye, Potter.

-Si?-Aurelia lo miró.

-¿Esta es una cita?-preguntó de la nada.

-Que?- la había sacado de contexto- ¿por que lo preguntas?

-Estás más bonita de lo usual- dijo sin más, una mirada sincera.

-Eh, gracias?- miro nerviosa a una pila de pergaminos.

-Si hubiera sido una cita habría planeado algo mejor que venir a comprar plumas- dijo riendo, Aurelia lo imitó.

-Yo... no lo sé- se había tratado de convencer que no lo era pero era Evan Rossier quien se lo preguntaba ahora y no quería responder directamente que si porque ella tampoco lo sabía.- Aunque no me molestaria si asi lo fuera.

-Muy bien Potter- una sonrisa picara asomo en su rostro, fueron a pagar las plumas- Tampoco me molestaría tener una cita contigo-dijo al salir de la tienda.

...

Theodore se encontraba viendo con sumo interés un conjunto en el escaparate de Gladrags Wizardwear, era un abrigo estilo victoriano con muchos botones dorados, y con una especie de estampado de terciopelo mas oscuro.

-Hey Theo!- lo saludo Xenophilius con Pandora.

-Hola- saludo con una sonrisa.

-¿Echando un vistazo a la nueva temporada?- Pandora también notó la sublimidad del abrigo- ¡Que llamativo! usaría algo así si no fuera para hombre- hizo un puchero.

-Solo es ropa, puedes usar lo que quieras y te verias bien- le dijo el rubio a su lado, Theo había notado desde antes que ambos se gustaban pero simplemente no hacían nada oficial.

-Concuerdo, me gustan ese tipo de colores- Theo miró de nuevo el escaparate pero vio un reflejo en el vidrio que lo hizo voltear.

A lo lejos vio a Aurelia y Evan salir de HoneyDukes- Esos son...-ambos rubios miraron en la misma dirección.

-Oh si, no hacen una linda pareja?-preguntó emocionada.

-Slytherin y Gryffindor en una cita- dijo Xenophilius viendo a sus amigos- contra todas las reglas- hinchó el pecho orgulloso.

-Si...-Theodore se encogió de hombros, Aurelia se había alisado el pelo y realmente se veía bien, pero no sabia porque una punzada de celos surgió de su interior al verlos juntos. Evan había dicho algo que la hizo reir, la forma en que la miraba... el rubor de sus mejillas, la mirada de Evan...

-¿Nos acompañas Theo?-preguntó Pandora.

-¿A dónde?-dijo saliendo de su cabeza.

-A las tres escobas- le dijo Xenophilius- podemos hablar del siguiente libro del club.

-Ah claro- los siguió, pero el resto del dia tuvo una extraña sensación en el estómago.

...

Más tarde en la sala común de gryffindor Aurelia hojeaba distraídamente un libro; Mil formas de encantar sin palabras pero parecía que no podía prestar atención a ninguna palabra ya que recordaba con una sonrisa la tarde en Hogsmeade, de esa forma era ajena a los murmullos de los demás estudiantes, un gryffindor y un slytherin habían sido vistos juntos hoy! y que escándalo era cuando se sabía que ambas casas no podían llevarse bien y mas aun sabiendo quienes eran los implicados.

-Auri- James estaba parado delante de ella.

-Si Jimmy?- lo miró con una sonrisa tonta pero se le borró cuando vio la cara de seriedad de su hermano- Pasa algo?- de repente la sala se había quedado en silencio, los chicos estaban del otro lado y algunos estudiantes les mandaban miradas discretas.

-Por que, de todos los estudiantes en el castillo tenías que escoger un slytherin- intentó murmurar cuando se sentó a su lado.

-Ay no empieces James- Aurelia cerró su libro.

-Por eso no querías decirme nada? ¿Por qué tu cita era con Rossier?

-No fue una cita!- dijo más alto de lo que pretendía, todos los ojos estaban con ellos, incluso Remus se veía interesado en su conversación- No fue una cita- murmuró esta vez.

-Escucha Auri...-comenzó.

-No, escúchame tu a mi James- usó su nombre completo nada de Jimmy, esto era serio- Es mi amigo y yo decido con quien salir o no, no me importa tu tonta aversión contra las serpientes, no conoces a Evan ni un pelo, asi que si, estaré bien, gracias- se puso de pie y se fue, James se le quedó viendo como se iba y después de un rato sus amigos llegaron con él, el ruido de fondo habia regresado de nuevo.

-Te dijo James- señalo un poco sorprendido Peter quien se sentó en el suelo, Sirius y Remus a ambos lados de Potter.

-Bien, solo debo confiar en ella, sabe lo que hace, ya esta grande...- lo decía mas para el mismo que para los demas.

-A mi no me gusta ninguno de esos imbéciles- añadió Sirius acomodando las pulseras de sus muñecas, ultimamente habia optado por usar el estilo muggle rockero de las revistas que le solia mandar Andromeda- Todos los slytherin son unos...

-Verdad que si!?- James lo agarró por los hombros sin dejarlo terminar.

-Ya te lo dijimos, no puedes evitar que tu hermana salga con chicos- le dijo Remus un poco ansioso, esa noche era luna llena, más tarde tendría que ir con madame Pomfrey para ir al sauce boxeador.

-Lo que puedes hacer es simplemente apoyarla en lo que haga y estar ahí para ella si pasa algo, todos saben que eres su hermano y que la protegerías si algo le pasara...- decía Peter revolviendo las tarjetas de ranas de chocolate. Los chicos se le habían quedado viendo- Que?

-Nada...-Sirius lo miró raro, Peter rara vez solía decir algo profundo pero tal vez convivir con Desdémona, su novia, le había podido enseñar algo- Solo hay que mantenerlos vigilados, cornamenta. Tengo en mente bromas ingeniosas por si algo pasara- Sirius odiaba en general la casa verde, por lo que representaba, por que le recordaba a su familia, aunque su propio hermano estuviera ahi. Después de navidad, odiaba todo lo que les recordara a ellos.

-Bueno, tienes razón Canuto- se pasó una mano por el cabello, suspiró y cambiaron de tema.

Más tarde en la noche Aurelia se había presentado en la sala común como una paloma blanca que se posó en el hombro de Sirius mientras que James tenía a Peter en su propio hombro. Pasara lo que pasara siempre iban juntos a la casa de los gritos para estar con Remus en la luna llena. Esa noche cuando cuatro animales y un hombre lobo salieron al bosque, los conejos se escondieron en sus madrigueras, ya que el hombre lobo y el gran perro negro estaban de caza.

...

Las semanas siguientes fueron un poco diferentes a los anteriores, Aurelia había asumido que a Evan le gustaba más su pelo lacio así que todos los días, que ambos tenían clase juntos, Aurelia se levantaba el doble de temprano para alaciar su cabello. Notó que había más risas y miradas coquetas de lo que quería admitir y era algo que le gustaba, esa complicidad. De igual forma la pequeña de los Potter habia ganado mas estatus por eso, un sentimiento de empoderamiento que le encantaba, sentia las miradas de las serpientes que murmuraban por lo bajo pero realmente no le importaba, incluso Barty la habia dejado en paz. Para marzo a Aurelia no le costó nada invitar a Rossier a una fiesta.

-Será el cumpleaños de Remus y le estamos organizando una fiesta en la sala común- decia mientras salian de clase de pociones, Regulus estaba con ellos- Seria genial que pudieran ir, se esta juntando mas gente de la creiamos que seria.

-Claro, deberé clamuflajearme como la última vez!

-Tal vez no sea necesario, habrá mucha gente, no creo que importe si vas- dijo sonriendo. Regulus resoplo del otro lado- Sabes que también estás invitado Black, siempre te he invitado a las fiestas de gryffindor- Aurelia siempre invitaba a esos dos aunque solo Evan asistia con la excusa de cuidar a su hermana.

-Y siempre dice que no- Evan le pasó una mano por los hombros a su amigo- Vamos Black no seas un estirado.

-No me gustan las fiestas- dijo simplemente, en realidad sabían que era por que quería evitar a Sirius, pero nadie lo dijo en voz alta. Todos sabían que los hermanos Black no se hablaban. Siguieron su camino hasta que en una esquina se encontraron con Theodore.

-Theo!- Saludo Aurelia.

-Justo la persona que quería ver- Theodore se paro delante de los tres- Recuerdas lo que te comente una vez? Sobre... esas plantas?- Aurelia asintió- Bueno, iré con otros Hufflepuff a ver como hacen el procedimiento.

-Que plantas?-preguntó Evans soltando a Regulus.

-Un proyecto extraclase, Rossier- le dijo el castaño.

-Quieres acompañarnos?-preguntó de repente Aurelia, Regulus torcio los ojos.

-Debo irme- dijo el pelinegro.

-Claro- El rubio sonrió ignorando a su amigo- Si no te molesta Green.

-Como sea- dijo mirando al suelo.

Los tres salieron del castillo, y habia dos estudiantes mas cerca de las plantas que habian plantado hace tiempo en una de las entradas al bosque prohibido, Aurelia estaba muy parlanchina mientras que Theo solo escuchaba a sus amigos platicar, cuando llegaron con los otros alumnos se sorprendieron pero Theodore les dijo que estaba bien, ese dia aprendieron como hacer un porro.

-¿Quieren probarlo?- dijo uno de los chicos mayores.

-Si- Evan no le quitó la vista al pequeño cigarrillo en la mano del chico, cuando se lo ofreció a Aurelia esta negó divertida, sentía curiosidad pero algo le dijo que no lo hiciera, estaba ahí para recoger el regalo de Remus por su cumpleaños. Hace tiempo había descubierto que Remus, además de fumar, le gustaba la marihuana y pensó que ese sería un regalo genial. Evan estiró la mano a Theodore, quien dudó por un momento pero lo tomó, Aurelia notó como Evan miraba a Theodore darle una calada al porro y como este le devolvió la mirada al final.

-Y bien?-preguntó ella.

-Segura que no quieres?-le dijo el hufflepuff, Aurelia lo volvió a dudar de nuevo.

-Tal vez algo pequeño...- Aurelia estiró la mano.

-Eso Potter!- le dijo uno de séptimo.

-Vaya...- dijo saboreando el humo y no supo porque pero le entraron unas ganas inmensas de reir y así lo hizo en compañía de los demás, se sentía ligera, era extraño pero le gustaba.

...

El dia de la fiesta todos estaban listos, Aurelia tenía la tarea de distraer a Remus mientras quedaban los últimos detalles, estaban en la biblioteca escuchando a Mary.

-Ambos tenemos personalidades diferentes y la revista de corazón de bruja dice que eso significa pasión y vaya que si pero aun asi quiero hacer más cosas y aveces es molesto- decía mientras se pintaba las uñas. Ella y Sirius habían tenido una pelea esa mañana y no hablaban desde entonces.

-A veces creo que quiere hacerlo todo a su manera- seguía Mary, Remus asentía mientras trazaba lineas en su mapa estelar.

-Hola Remus- un chico del grupo de Aurelia lo saludo, se llamaba Christopher, últimamente lo había visto muy parlanchín con Remus- Aurelia- asintió en su dirección.

-Hola Chris- ambos lo saludaron, Sirius le habia dicho a Aurelia que Christopher habia arruinado la sorpresa de la fiesta, asi que Remus ya lo sabia pero prometió hacerse el que no sabia.

-Puedo ayudarte con tu tarea?- el rubio se ofreció, Mary y Aurelia intercambiaron una mirada.

-Esta bien asi Chris, ya casi termino- dijo el.

-Oye Lupin!- un estudiante de tercero de ravenclaw se acercó- Perdí tus apuntes de unicornios, lo siento amigo.

-Remus! Ahi estas- un séptimo grado se acerco- No tendrás.., em ya sabes que?

-Bueno y tú qué opinas?- seguía Mary en dirección de Aurelia- Oh tu Remus! Eres uno de los mejores amigos de Sirius, no crees que tengo Razon?

Por un momento había varias voces que se dirigen a Remus, Aurelia notó que este habia llegado a su limite, de repente todos querian hablar con el.

-Callense!- explotó, todos lo miraron- Por favor- dijo apenado recogiendo sus cosas

-Estas bien, Rem?Aurelia preguntó mas suave.

-No yo... iré a la enfermeria.

-Dejame acompañarte!- se ofreció Christopher.

-Dejalo asi Chris, te veo mas tarde- Remus se fue apresurado. Aurelia no lo había visto asi de alterado, siempre era el tranquilo y calmado Remus pero ahora se notaba estresado.

-Dije algo malo?-preguntó el de séptimo.

-Hombres...- Mary torció los ojos y siguió pintando las uñas.

Aurelia espero un rato antes de ir tras su amigo, tal vez era hora de darle su regalo.

Lo buscó en la enfermería vacía y lo encontró sentado en una camilla, tenia lágrimas en los ojos que secó rápidamente cuando la vio entrar.

-Remus?- Aurelia se acercó con él- ¿Qué pasa?-preguntó suavemente.

-Nada, ya estoy bien- dijo limpiándose las lágrimas. Aurelia no había visto a su amigo llorar antes, pero no lo quiso presionar.

-Si quieres hablar puedo escucharte- dijo sacando un sobre del uniforme- Mira no te envié esto en la mañana porque no quería que mi hermano o los demás preguntaran quien lo envió.

-Remus tomo el sobre y al abrirlo vio tres porros de marihuana- Vaya..- dijo un poco sorprendido.

-Se que te gustan! Y hace tiempo me enteré que vendias cigarrillos en la sala comun- dijo con una sonrisita- Remus no dijo nada, suspiró.

-Gracias Auri- sonrió un poco.

-Feliz cumpleaños Remus- lo felicitó la chica. Guardaron silencio mas tiempo, remus se guardo el sobre en la tunica.

-Es... me habia sentido muy presionado- dijo por fin, Aurelia asintió- Hay... hay un chico de la casa hogar de donde vengo...- parecía indeciso a contarlo o no- Se llama Grant, es... es un buen amigo pero hace tiempo que no se de él, se fugó de la casa, y quisiera hablar con él.

-Entiendo...- Aurelia empezó a maquinar- Hay hechizos de localización, podría funcionar si tienes alguna pertenencia de él- Remus la miró esperanzado pero duró poco.

-No tengo nada de él- dijo desanimado, Aurelia se sentó a su lado y le puso su mano sobre las suyas.

-Debe ser un gran amigo para que lo extrañes tanto- dijo ella, Remus tragó saliva- Está bien Remus, estoy segura que lo volverás a ver- Aurelia lo abrazó y su amigo le devolvió el abrazo, cuando llegó Madame Pomfrey los corrió alegando que si no estaban enfermos no deberian estar ahi.

...

Más tarde en la fiesta Remus se veía de mejor humor y tenía que estarlo por que la fiesta era algo que habían organizado con tiempo de antelación y la sala comun era digna de ser una discoteca improvisada con tantas serpentinas, globos y algunos fuegos encantados. Habia muchos invitados, comida, postres y alcohol de contrabando gracias a los de ultimo año, aunque tambien los merodeadores habian conseguido lo suyo.

-Espero que esta vez no hagas el ridículo!- decía Aurelia a su hermano- No te consolaré si Evans te rechaza de nuevo!- tenía que hablar más alto de lo normal, la música estaba a tope.

-No te preocupes, no me pienso embriagar esta vez!- Aurelia sabía que mentía.

-¿Dónde está Sirius!?-preguntó viendo a la multitud, la fiesta habia empezado hace rato pero no se le veia no un pelo de él, Mary estaba con Marlene y Lily cerca del ventanal.

-El imbécil debe estar lloriqueando en el baño de la habitación, Oh hola Moony!- Remus se acerco a él, tenia las mejillas sonrosadas por el trago de whisky de fuego.

-Y Sirius!?-preguntó por encima del ruido. Los hermanos Potter se miraron.

-Justo ibamos a ir por él!- le dijo Aurelia y tomo a su hermano del brazo- Hay que sacarlo de ahi ya, no puede arruinar la fiesta asi!

Ambos se dirigieron a las escaleras, cuando cerraron la puerta el ruido se disipó.

-Te dije ya lo guapa que te ves hermanita?- preguntó mientras se dirigían a la habitación, Aurelia se veía guapa, había optado por usar un vestido que le prestó Mary, era rojo y le quedaba corto, de hecho parecía que todas las chicas se habían puesto de acuerdo para usar faldas o vestidos, no había ni una que estuviera usando pantalones.

-Gracias Jimmy- dijo un poco distraída cuando entró al cuarto de los chicos- BLACK!- grito cuando vio a Sirius acostado en su cama, manos en la cara- Deja de lloriquear y baja a ala fiesta! Remus ya preguntó por ti y no lo arruinaras!

-Vamos amigo, solo besa a Mary y ya esta- dijo James cuando se recargo en el poste de la cama, Sirius se incorporó y miró a ambos, Aurelia se había cruzado de brazos.

-Parecen mis padres...-dijo por lo bajo.

-Estamos esperando- le dijo Aurelia molesta, gracias al shot de tequila tenia mas agallas que antes, por eso no le importo que el vestido le cubriera tan poco.

-Esta bien...- dijo serio- Por Moony- y se puso de pie.

-Mary esta mejor que tu! Pareces una chica- se quejó Aurelia.

-Auri tiene razón, Canuto- se burló James- Solo besa a tu chica y ya- le dio una palmada amistosa y bajaron de nuevo.

-Remus!- Aurelia vio que su amigo iba subiendo las escaleras- Lo bajamos para ti- señaló a Black que venía con James detrás de ella.

-Vaya...- dijo él al ver la pinta de Sirius.

-Dale ánimos, quieres?- le dijo James al pasar a su lado- le dije que solo besara a Mary y asunto arreglado.

-Los vemos en la fiesta- dijo Aurelia al ver que Remus y Sirius se quedaron en las escaleras, James abrió la puerta para ella y dejaron solos a sus amigos en el oscuro corredor, en el último vistazo que les dio Aurelia, ambos se miraban fijamente.

...

La sala común estaba a reventar, estudiantes de todas las casas estaban ahí reunidos, todos la estaban pasando bien y todo era un caos, risas, gritos, música... Aurelia se separó de su hermano para moverse entre los demás en busca de Pandora quien seguramente estaría con Xenophilius, cuando los vio platicando en una esquina, sonrió para acercarse a ellos, se preguntaba dónde estaría Evan..

-Hey!- Theodore apareció delante de ella, vestía ropa muggle igual que casi todos en la sala.

-Hola Theo!- Aurelia lo saludó- Acabas de llegar?

-Si! Gran fiesta, creo que es más grande que la de Black- señaló.

-Al parecer Remus era el único que no sabía que era tan popular!-Remus Lupin era conocido también como el profesor Lupin, y le había dicho a Aurelia que ya tenía tres grupos repartidos en la semana después de clases, los ayudaba a repasar y con las tareas así el estudiaba mas. Realmente se le daba el rol de profesor incluso Aurelia acudía a él en ocasiones.

-Eso que veo son pasteles de calabaza?-señalo la mesa de comida, Aurelia asintió- Vamos por unos antes de que se acaben!- Aurelia lo siguió y decidió que su amiga estaba bien con el ravenclaw - Me encantan los pasteles de calabaza- dijo devorando unos cuantos.

-Dejanos un poco, Green- Evan apareció en medio de ambos, miraba como Evan comía los pastelillos.

-Hola Evan- Saludó Potter, Evan le regresó el saludo.

-Rossier...-Theodore tenía migajas de pan en las comisuras de los labios.

-Lindo vestido, Aurelia- Evan le guiño un ojo, Aurelia se sonrojó.

-Regulus...?-preguntó ella.

-Ya lo conoces- se encogió de hombros, Aurelia sabía que no iría pero aun asi tenia la tonta esperanza de verlo por ahí. De repente un alumno de sexto llego a darles vasos con un liquido transparente.

-Que es esto?-le preguntó Aurelia.

-Una bebida muggle que conseguimos por ahi!- le ofrecio un vaso a Theo quien lo tomo e hizo lo mismo con Evan pero este lo rechazó amablemente.- Por Remus!- dio un trago y se fue.

-Vaya... muggle eh?- dijo Aurelia viendo el vaso.

-Tal vez vodka?- intuyo Theodore.

-¡Hasta el fondo!- Aurelia se tomó sin respiro el vaso y cuando vio de nuevo a sus amigos sentia el rostro caliente, necesitaba el empujon.

-Estas...?- preguntó Theo al mismo tiempo que Sh-Boom de The Chords.

-Esa canción! Hay que bailar!- Gracias a ese trago Aurelia tuvo el valor que probablemente sobria no tendria, tomo la mano de Evan y sin preguntar mas lo jalo a la pista donde los demas bailaban, Evan tampoco le solto la mano y entre risas supo que era mejor moverse a quedarse tieso mientras todos bailaban.

Theodore se quedó en la mesa de comida viendo como ambos se alejaban, había dejado de tener hambre.

...

Mientras todos bailaban nadie se habia dado cuenta de que un apresurado Sirius salia del túnel de las escaleras, busco entre la multitud a cierta morena de vestido blanco para deshacerse del sentimiento de hace un momento...pero lo primero que vio fue a la menor de los Potter bailando y brincando con Evan Rossier, una serpiente, estuvo a punto de ir a verla pero alguien se le atravesó.

-Deja de ser un imbécil y ve con Mary!- le dijo James quien al aparecer aun no sabia que un slytherin estaba en la fiesta. Lo empujó a la morena y Sirius no se lo pensó dos veces, la beso sin decir nada, y vaya que Mary le regresó el beso. Todos gritaron de emoción ya que su pelea se había hecho pública y al parecer al fin lo habían arreglado, aunque no sabían que hubo un tercero que los miraba desde lejos con un sentimiento inexplicable en el pecho.

Esa noche, en la torre gryffindor, hubo dos corazones que se rompieron un poco. Uno más que el otro.

Chapter 22: Londres Muggle

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Para mayo las cosas habían ido bastante bien, Aurelia se acercaba mas a Evan a pesar de las miradas curiosas de los demas miembros de su casa, no habia slytherin que la molestara y eso incluia al idiota e insoportable de Barty, Mulciber e incluso Snape quien era el enemigo declarado de los merodeadores. Sus habilidades mostradas en el club de duelo y sus exelentes calificaciones le daban un estatus por si misma y demostraba no solo ser la hermana menor del grandioso James Potter.
Por otro lado se podría decir que las situación en la escuela iba bastante bien a pesar de los asuntos políticos y temas respecto a la guerra de la que se hablaba fuera de hogwarts, claro que les llegaban las noticias a través del El profeta, los miembros partidarios del señor tenebroso se hacian llamar Mortifagos y al parecer era conformados únicamente por elementos sangre pura, algo que ya sabían, la misma prima de Sirius era parte de ese grupo y se sabía que la familia Black junto con otras familias de alto estatus sangre pura apoyaba a ese señor tenebroso, es por eso que nadie podía hablar del tema son Sirius, quien presentaba un completo rechazo y hostilidad a todo aquel me mostrara lealtad al lado oscuro.
Siempre buscaba hacer saber que él no tenía nada que ver con ello, que él no era como su familia, por eso sus bromas se enfocaban a estudiantes que insinuaban o tan siquiera mostraban interés por ese lado. Por suerte su hermano era lo suficientemente listo para mantener la boca cerrada cuando alguien mencionaba el tema. Lo que hacía pensar a Sirius que pesar de todo el pequeño Reggie tenía salvación y veía una oportunidad de sacarlo también de la casa Black.
A mediados de ese mes el ambiente en hogwarts había cambiado, se acercaban los OWLs para los de quinto año y los merodeadores trataban de estudiar lo mas que podían, Aurelia solía burlarse de su hermano y Black, ya que como siempre dejaban todo a última hora aunque eso no significaba malas notas, de hecho y para sorpresa de casi nadie eran tan perfectos como las notas sobresalientes que sacaban a último minuto.
Una noche después de una exhaustiva tarde de estudio James y Sirius decidieron gastar una ingeniosa broma con los telescopios de la torre de astronomía, invitaron a Peter pero este decidió que tenía mejores cosas que hacer con Desdémona, su novia. Y remus estaba patrullando por los pasillos para distraer a Evans de no ir cerca de esa área del castillo mientras hacían sus deberes de prefectos. Necesitaban a alguien mas por si acaso y por eso habían acudido a alguien que podría ser tan útil como ingeniosa si de hechizos se trataba.
-Es una idea genial si me lo preguntas- dijo Sirius mientras caminaba junto con Aurelia por los pasillos del castillo, ambos se dirigen a la torre de astronomía ya que James se había adelantado por unas cosas al aula del profesor Flitwick, cosas que eran realmente necesarias según él- solo una cambio de lentes en los telescopios y los de primer año no solo estarán viendo estrellas.
Aurelia había aceptado ir con ellos ya que no se unía a alguna de sus bromas en un buen tiempo, siempre era divertido salir con ellos.
-Si, algo completamente ingenioso- decía suspirando, en ocasiones las bromas eran interesantes y divertidas pero en otras eran simplemente absurdas e incluso molestas y la menor de los potter aun no sabia en donde clasificar lo que harían a continuación. Era cerca del toque de queda por lo que debían ser cuidadosos.
-¿Escuchaste eso?-preguntó Sirius, se detuvo un momento y miró al pasillo desierto, cualquiera que no fuera estudiante pensaría que paseaban por un castillo embrujado, Aurelia tenía ciertos sentimientos al respecto ya que una vez se en primer año se había perdido y el barón sanguinario la asustó saliendo de una pared por estar muy cerca de las mazmorras.
-No...- Aurelia miró hacia atras también, las antorchas iluminaban el pasillo cálido y las sombras de las estatuas y armaduras vacías se movian con el crepitar del fuego encantado- Estas siendo paranoico- Aurelia no tenia miedo pero ver asi de serio a Sirius podria ponerla nerviosa.
-Claro que no, es mi sexto sentido- se tocó la nariz, a veces bromeaba con eso, su forma animaga realmente los habia sacado de apuros antes- Pero enserio, tengo una sombra.
-A que te refieres?-pregunto ella mientras daban vuelta en una esquina, ojala tuvieran la capa invisible y el mapa, pero James se los habia quedado ya que argumentó que su tarea de ir al aula de encantamientos era mas arriesgada.
-Últimamente Regulus no para de seguirme- murmuró- Cree que no me doy cuenta pero lo sé, mi instinto perruno me lo dice.
-Crees que quiere hablar contigo?- preguntó, sabia que no hablaban desde navidad.
-No lo sé, por que no me lo dices tú?-la miró- Ustedes son amigos...- dijo receloso.
-No lo somos... o bueno no lo creo.- Aurelia se encogió de hombros, hablame mas con Evan últimamente y cuando Regulus estaba cerca siempre solía irse, ya no hablaba mucho con él después de todo.
-Oh por favor Auri, siempre estás defendiendo al pequeño Reggie, creeme si conocieras lo cobarde que es no defenderias siempre.
-No, Sirius. Creo que tu no conoces a tu hermano- se le quedó viendo y recordó esa noche en la casa Black, la sangre en el suelo y la carta de Regulus- Sirius se le quedó viendo y sabia que vendria otra discusión, ellos siempre estaban discutiendo sobre eso, antes de que pudiera decir algo se escucho un ruido no lejos de ellos, cuando ambos voltearon a ver el casco de una armadura habia caido al suelo. Sirius hizo un gesto extraño, como olfateando el aire.
-Ese pequeño entrometido...-dijo en tono molesto y se dirigió a la armadura, a un lado habia un tapiz y cuando Aurelia se acerco vio como Sirius sacaba, en efecto, a su hermano de atras del tapiz.
-Conque espiando de nuevo a Reggie?-dijo sin soltarlo del uniforme.
-Quitame la mano de encima- comenzó a forcejear pero los tres se quedaron tiesos cuando a lo lejos escuharon la voz de Filch.
-Quien anda ahi!?-gritó furioso en un pasillo cercano- Cuando los encuentre los colgare de cabeza en las mazmorras! No deben pasear a esta hora por los pasillos, mocosos!
-Ay no!- murmuró nerviosa Aurelia, si los veía ahí a los tres tan lejos de sus salas comunes definitivamente los mandaría a detención, nada nuevo para Sirius pero Aurelia no queria pasar sus preciadas tardes encerrada en un aula.
Los tres rápidamente buscaron donde esconderse porque no había aulas cerca pero de repente vieron del otro lado del pasillo una puerta alta de madera, Aurelia habría jurado que no estaba ahi cuando pasó antes con Sirius.
-Rápido!- susurro apresurada mientras los chicos la seguían. Cuando entraron se encontraron con una sala de estar, había cuadros en las paredes, libreros y algunos muebles con artefactos curiosos, delante de la chimenea había una pequeña sala de tres sillones y una mesa en el centro con un hermoso juego de ajedrez en el. Los tres miraron la habitación y Aurelia conocía suficientemente bien el castillo para saber que no se suponia que debia haber una sala ahi, tampoco la había visto en el mapa del merodeador si hacía memoria.
-Bueno, escupelo!- Sirius se cruzó de brazos y se le quedó viendo a su hermano, Aurelia se dio cuenta de que ahora eran casi de la misma estatura.
-Es... ese es mi juego de ajedrez- dijo Regulus mirando las piezas en la mesa de madera, se acercó a tomar un peón- El que mi madre me regaló cuando cumplí ocho- Los tres miraron el juego, parecia que estaba listo para una partida, los sillones de felpa estaban acomodadas para ello.
Sirius suspiró exasperado y miró a su hermano de nuevo- Regulus, por que me estas siguiendo?-preguntó de nuevo.
-No estaba...- dijo atónito.
-Por que me sigues Reg?-preguntó mas calmado el mayor de los Black- No estoy enojado, solo quiero saberlo- Aurelia no sabia donde quedaba ella, tal vez era una plática que ellos deberían tener en privado pero había quedado atrapada con ellos.
Regulus no respondió, solo se acercó al ajedrez, lo miraba con atención.
-Ellos te... te lastimaron?-preguntó Sirius, Regulus lo volteó a ver.
-Que?, no, no es eso. No- negó rápidamente, Aurelia sabía que mentia, pero como decir que no era verdad? Se suponía que ella no lo sabía.
-Si lo han hecho, puedes decirme, está bien,
-Dije que no Sirius, Estoy bien.- Hubo silencio.
-Creo que lo mejor será que me vaya...-Aurelia se acercó a la puerta, definitivamente debería dejarlos hablar solos.
-No salgas- Sirius la miró- Filch podría seguir allá afuera y si te atrapa James me culpara por meterte en problemas- dijo mirándola.
Aurelia asintió en silencio, no sabia que hacer asi que solo se sento en uno de los sillones delante de la chimenea, delante de ella el ajedrez, las piezas blancas eran suyas para jugar.
-Puedo sacarte- dijo Sirius a su hermano.
-Que?- una voz muerta, fria.
-Puedo sacarte Reg- dijo con un brillo en los ojos- Podrías quedarte con nosotros- se tocó el pecho y luego señalo a Aurelia- Los Potter te aceptarían, se que lo harían verdad Auri?- la miró pero Aurelia no respondió, no al ver la cara de horror de Regulus- Si quieres salir de ahi podemos sacarte, le dije a Dumbledore después de navidad pero dijo que no podía hacer nada si no estabas en peligro inmediato. Pero si fueras con él y le cuentas estoy seguro de que haria algo por sacarte de ahi!- Regulus rió friamente y tomó un peon negro del tablero.
-Dumbledore no me va a sacar- dijo apretando el puño con el peón.
-Claro que podría! Si supiera que estás en peligro- insistió Sirius.
-No dije que no podía- respondió secamente- Dije que no lo haría.
-A que te refieres?-preguntó Aurelia viendo fijamente al menor de los Black. Por lo que ella conocia al director claro que podria hacerlo si Regulus estaba en peligro y Sirius tenia razon, Regulus solo debia enseñarle sus cicatrices para que Dumbledore tomara cartas en el asunto o eso pensaba ella.
-¿De verdad crees que a Dumbledore le importas una mierda?!-preguntó alzando la voz y cambiando la mirada entre ambos- O yo.. o alguno de nosotros? ¿Son tan estúpidamente ilusos?- su voz estaba cargada de odio, incluso, no sabia como pero la temperatura de la sala habia bajado a pesar de la chimenea a un lado de ellos, el fuego se hizo mas pequeño.
-Te estas escuchando?- le dijo Sirius ofendido.
-Claro que si, de verdad crees que nos ve como algo más que...- se interrumpió, Aurelia noto que el puño donde tenía al peón se hacía rojo, lo nudillo blancos- Agh no lo entienden.
-Haznos entender- Aurelia tenía en su mano el reposabrazos del sillón. Sus ojos tenian un brillo que Regulus no paso por alto.
-Si a Dumbledore le importa tanto porque no dijo nada? Nunca hubo una carpeta de investigación, Sirius! Ni siquiera una estúpida secretaria del ministerio se presentó en casa!- Aurelia sabia por donde iba el asunto- Ellos usaron una maldición imperdonable por cuarenta minutos contra su hijo menor de edad en la sala de su casa y ¡no pasó absolutamente nada!
-Eso no es cierto... él me sacó de ahi.
-Fui yo quien dio el aviso a los Potter!- Regulus señalo a Aurelia sin mirarla, era verdad, él habia enviado la carta.- Yo te arrojé por la maldita red flu a casa de los Potter, Dumbledore solo se encargó de que no fueran por ti- su mano temblaba- Si es tan buena persona por que no te saco de ahi antes? Despues de lo que pasó en el verano pasado!?- Aurelia no sabia a que se referian, Sirius solo se encogio ante el tono de su hermano- Por que no dejarte con los Potter si el sabia de...?
-El no sabia nada! Yo no le dije nada a nadie!
-¡YO SE LO DIJE!- ambos se quedaron viendo el uno del otro, la respiración acelerada de Regulus se escuchaba en la sala, Aurelia comenzó a sentir un nudo en la garganta.
-Que?- Sirius apenas tenia voz.
-Se lo dije..- repitió- Fui con él después de llegar aquí.
-Por que?- Aurelia miró incrédula a Sirius, pero esa pregunta era sincera, por que? Aurelia hizo memoria, James le habia dicho que Sirius estaba raro, no caminaba bien y trataba de ocultar algo pero cuando le preguntaron solo cambió de tema.
-Sirius... tuve que sacarte de un charco de tu propia sangre, arrastrarte por las escaleras con las piernas....- guardó silenció y trago saliva con dificultad. Trataba de no llorar.- Le dije a Dumbledore lo que había sucedido, le dije que debía sacarte de ahí porque pensé que la próxima vez ella podría matarte y sabes lo que me dijo ese anciano al que le tienes tanta estima?- había veneno y resentimiento en su voz, Sirius solo lo miró- solo dijo; Sabes cual fue la razon para que tu madre tomara medidas tan extremas? Esas fueron sus palabras... Medidas extremas! Ni siquiera preguntó si estabas bien, solo quería saber si tenía algo que ver con Voldemort.
Aurelia no podía creer que lo que Regulus decía, Dumbledore habia dicho eso? y sabiendo que Sirius estaba en peligro en esa casa aun asi no hizo nada por sacarlo de ahi antes? No le preguntó ni si quiera Regulus si estaba bien?
-Eso no es...- Sirius no termino.
-Una vez que se dio cuenta de que era solo 'un asunto familiar privado', no le importó. Dijo que el mal uso doméstico de las leyes mágicas era demasiado vago. Que no había nada que pudiera hacer a menos que vinieras a él directamente, porque no había ninguna prueba- Sirius lucia como si le hubieran dado un golpe en el estómago- Sabía que cualquier cosa que escucharas de nuestros padres sobre Voldemort se la contarias directamente a los Potter, y era más útil enviarte de regreso que protegerte.
-Que estupidez- murmuró Aurelia llevándose una mano a la sien.
-El te dijo todo eso?-preguntó un incrédulo Sirius, parecia que no podia ser cierto, no queria creerlo.
-No tenía que decirlo Sirius, era obvio.
-Escuchame, Regulus, no me importa si no confias en Dumbledore, puedo sacarte de ahi- insistió Sirius mas firme, Regulus comenzó a negar con la cabeza.
Aurelia tuvo suficiente de ello así que solo se puso de pie y se fue al otro extremo de la habitación, a la ventana que daba al patio, se dio cuenta que incluso la posición estaba mal, no se suponía que de ese lado del castillo se viera el patio central. A lo lejos escuchaba a los hermanos discutir por lo bajo pero ya era demasiada información para procesar. No podía creer que Dumbledore no hubiera hecho nada antes... eso era algo que jamás olvidaría, ni lo dejaría pasar.
Después de un buen rato se asomó de nuevo, creyó que ambos se habían ido pero vio la figura de alguien sentada en el sillón más grande delante de la chimenea. Pensó que era Sirius pero cuando se acercó y vio el cabello rizado más corto, se dio cuenta de que era Regulus. Se acercó lentamente, sin hacer ruido, se paró a su lado y este rápidamente limpiaba sus lágrimas de sus mejillas.
-Esta bien llorar- murmuró ella tomando asiento a su lado, una distancia prudente, Regulus aun tenía el peón en el puño y veía el fuego crepitar en la chimenea.
-Los niños no lloran...- dijo en voz tan baja que Aurelia apenas lo escuchó.
-Quien te haya dicho eso realmente es estupido- Regulus la miró, mejillas sonrojadas por el coraje ojos hinchados por las lágrimas- llorar es parte de nuestras emociones, es algo que nos hace humanos, está bien hacerlo- decía viendo el juego de ajedrez, hubo silencio.
-Ya no hay forma de arreglarlo- dijo este por fin, Aurelia lo miró pero ahora Regulus solo veia el fuego- Yo... le dije cosas horribles.
-Por que?- a pesar de todo Sirius tenía buenas intenciones, queria sacar a su hermano de esa casa, era prueba de que aún se preocupaba por él. Incluso recordaba el plan que James y él habían armado para ir en escoba a casa de los Black.
-Por que solo es un imbécil que quiere hacerse el héroe... no parece darse cuenta de que si regresa a esa casa ellos lo matarán- Aurelia se dio cuenta del peso que eso conllevaba, lo que eso significaba- Me encargué de que jamás regresé ahí, ni siquiera por... por mi.
-Oh Regulus- Aurelia puso su mano sobre el puño donde Regulus tenia al peón y se acercó un poco mas a él, puso su frente en su hombro pero este no dijo nada, ni si quiera se movió.
-No hay vuelta atrás- dijo este.
Se quedaron tanto tiempo así que Aurelia se quedó dormida cómodamente a su lado. No se dio cuenta cuando Regulus posó su mejilla en su cabeza, o cuando este abrió el puño donde tenía el peón o cuando los dedos adoloridos de Regulus acariciaron los de ella, incluso no escucho nada cuando este le susurró un gracias.
...
Las semanas pasaron, Sirius había estado de mal humor todo el tiempo y pobre era aquel a quien Sirius viera molestando a algún hijo de muggles. Los chicos claro que trataban siempre de complacerlo, no le dirían que después de todo lo que había pasado pero Aurelia dudaba que Black le hubiera contado a los demás sobre su encontronazo con Regulus, Probablemente le habría dicho a James pero a nadie más.
Ella tampoco le había contando a nadie sobre esa noche y después de ello solía intercambiar miradas con Regulus, saludos murmurados o palabras amables, después de esa noche algo había cambiado entre ellos y Aurelia se sentía a gusto con ello, ahora Regulus se quedaba mas tiempo con ella Evan y Pandora cuando estaban juntos y no simplemente se largaba como solía hacerlo. De igual forma las cosas con Evan iban muy normales, no sabia si debía dar otro paso y contarle lo que sentía, de igual forma Pandora siempre estaba ahí para dar consejo y tampoco la presionaba, decía que su hermano debía abrir los ojos por si solo ya que era hombre y muchas veces tardaban en darse cuenta de cuando solían gustarle a una chica, Aurelia decidió creerle.
Una tarde, la menor de los Potter volaba por el castillo, algo que le encantaba hacer desde que descubrió que podía hacerlo cada vez que quisiera gracias a su forma animaga en forma de paloma. En su vuelo reflexionaba sobre lo que había pasado, repasaba mentalmente sus notas, pensaba en Evan y se divertía volando sobre el viento una sensación increible si se lo preguntaban pero aun asi era algo que debia disfrutar sola, ninguno de los chicos podia volar a menos que fuera en su escoba lo que la hizo preguntarse si seria buena idea contarle su condicion a una persona de confianza.
-Has leído sobre animagos?-preguntó Aurelia una tarde, ella y Pandora estaban sentadas a orillas del lago negro disfrutando del clima calido despues de un dia de examenes, de echo casi todos los estudiantes andaban por ahi, los merodeadores estaban a unos metros debajo de un arbol y Lily y las M se divertian mojando los pies en las orillas.
-Si, algo- decía su amiga mientras acomodaba rocas del lago en forma de círculo delante de ella.
-¿No te gustaría convertirte en uno?
-¿No es muy complicado?- la miró- Además debes hacer un papeleo y todo- Aurelia se mordió el labio, maquinaba cómo decirle que era cosa suya y que definitivamente no había nadie más involucrado porque eso generaría preguntas que no quería y ni debería contestar.
-Bueno... no si no quieres...- se acomodó el cabello, ese día lo llevaba desarreglado y sus rizos por todas partes, con los exámenes encima no tenía tiempo de hacerlo.
-Aurelia?-la miró inquisitiva, sabía que ocultaba algo- que me quieres decir exactamente.
-Digamos que puede que me haya convertido en animaga ilegal- murmuró lo ultimo.
-Enserio?- Aurelia asintió- Tu hermano lo sabe?
-Si- espero que le hiciera mas preguntas, tal regañandola por lo peligroso que era si la descubren.
-Eso es... genial! ¿Por qué no me dijiste antes? Te dolió?- Pandora la lleno con varias preguntas curiosas y se alegro de que su amiga fuera como es. Le contó todo el procedimiento y de su experiencia volando y de que le hacía mucha ilusión que la acompañara.
-Pensé que sería un secreto que me llevaría a la tumba pero es aburrido espiar a los demás sola- le dijo.
-Oh me encantaria intentarlo! Me gustaria ser un oso polar! o una jirafa con su cuello largo largo!
Siguieron platicando mas sobre ello e hicieron planes para que Pandora hiciera el procedimiento, estaban tan inmersas en su conversación que no se habian dado cuenta que una bola de gente se habia reunido abajo de una jacaranda, gritaban y apoyaban a alguien pero no veian quien.
-Alguna pelea?-preguntó cuando se pusieron de pie y se acercaron.
Se encontraron con, claro que si, lo merodeadores molestando a Severus Snape y a Lily Evans defendiendolo.
-Sinceramente, no se porque se molesta- decía Pandora a su lado- Snape es un imbécil, el otro dia maldijo a Theo haciendo que le salieran babosas de la boca.
Aurelia sabia que Snape era uno de los que se mantenían activos con su acecho a hijos de muggle, cada vez que ella veia algo o se encontraba cerca siempre intentaba ayudar pero el castillo era muy grande para cuidar de todos, por eso la mayoría había estado yendo al club de duelo para defenderse.
-Dejalo en paz Potter!- seguía gritando Lily por encima de las risas de los demás.
-Le dejaré en paz si sales conmigo Evans- dijo divertido, Snape estaba petrificado con espuma rosa saliendo de la boca.
-Entre escoger a un troll y a ti prefiero al troll así que mejor dejalo antes de que le avise a algun profesor- amenazó. James a regañadientes despetrifico a Snape quien cayó al suelo y fue directamente por su varita.
-Tienes suerte de que Evans este aqui para ayudarte Snivellus!- todos rieron por el apodo.
-No necesito de ninguna repugnante sangre sucia para defenderme!- hubo silencio, no se había atrevido... o si?
-Retira eso Snape!- lo amenazó James de nuevo, Aurelia vio a su hermano realmente molesto, habia dejado de reir y huso un hechizo de levitacion para alzarlo en el aire, la tunica, que era inhumando llevarla con ese clima tan calido, cayo al cesped dejando ver sus pantalones raidos y el asomo de unos calzoncillos grises.
-Bien, no me molestare en el futuro- le dijo la pelirroja roja de furia y con una voz fria y dura- Yo que tu lavaria mi ropa interior mas seguido Snivellus- escupió con odio.
-Disculpate con Evans- le gritó James a Snape.
-No quiero que se disculpe- dijo mirando a James- Tu eres tan malo como él.
-Que!?-dijo ofendido- Yo jamás te llamaría... ya sabes que. Lo siguiente que le dijo Evans fue tan mezquino y odioso que hasta James se molesto que viniera de la boca de la hermosa y perfecta Lily Evans, después de ese dia jurò que no molestaría más a la chica y que era el comienzo de una nueva versión de él mismo.
-A ver si le dura- se burló Theodore unos días después, él, Aurelia, Pandora y Evan estaban en los jardines del castillo.
-Oye Green- dijo Evan soltando el humo de un porro- ¿Tendrás otro?
-Es tan bueno como dicen todos?- preguntó Pandora mirando como Theo se sacaba otro de el bolsillo.
-Podrías probarlo...- le sugirió su hermano- Solo si quieres.
-Aqui están- Regulus salió de entre los arbustos que los rodeaban- Parecen un montón de Hufflepuff drogándose- señaló antes de sentarse.
-Dame un poco- le dijo Pandora.
-Hola a ti también Black- saludo Aurelia quien terminaba de repasar sus notas para el último examen que tenía esa semana.
-Debes admitir que mi casa es la mejor en los invernaderos, por eso les brindamos a los demas un poco de...
-Oh callate ya Theo!- Aurelia lo empujo, los chicos rieron pero Evan solo miraba atento a su hermana quien habia dado una calada.
-Y bien?-preguntó el rubio, los demás miraron a Pandora.
-No está mal...-dijo soltando el humo y se lo pasó a Aurelia.
-Tu también Potter?- preguntó Regulus.
-Fue una semana de exámenes realmente estresante Black!- se quejó- Aritmancia me hizo papilla.
Asi habían pasado los días anteriores a las vacaciones de verano, excepto por una situación que había marcado un antes y un después en la relación de Remus y Sirius, los involucrados eran claro, la luna llena y el grasiento y vengativo Severus Snape.
...
-Tienes todo listo?-preguntó Aurelia a su hermano cuando se vieron en la sala común, hace una media hora Remus se habia ido con Pomfrey a la casa de los gritos y los chicos iban tarde porque no encontraban a Peter, era noche de cazar al unicornio que se habia estado apareciendo en el bosque prohibido y seria una actividad exelente como cierre de ultima luna llena del ciclo escolar.
-Si, esta en la habitación, ire por las cosas y por ahí paso por Sirius, debió haberse quedado dormido si no ha bajado- James vestía ropa casual, algo ligero para una tarde calurosa de junio.
-Entonces me ire adelantando, puedes abrir la ventana? Volando será más rápido.
-Claro, dile a Moony que no tardamos, esta bien?- James abrio la ventana que daba a la parte lateral de la torre de gryffindor, una larga caida si no tenian cuidado. Ambos se fijaron que no hubiera nadie en la sala y Aurelia se transformó rápidamente para salir volando apresurada de ahi.
No le llevó mucho llegar a la casa abandonada, entró por una de las ventanas que siempre solían estar abiertas ya que no tenía vidrio que la cubriera, y se transformó de nuevo para dirigirse rápidamente a la habitación del primer piso donde solia estar siempre Remus cuando se transformaba.
-Hola Rem!- Aurelia entro a la habitación polvorienta y desordenada, ya le habia tomado cierto cariño a ese lugar abandonado.
-Auri... y los demás?-pregunto caminando de un lado al otro, siempre se ponian ansioso minutos antes de la transformación, habia descrito esa sensación como un hormigueo caliente por todo el cuerpo.
-Vienen retrasados, pero no te preocupes. Me adelante para estar contigo- le guiño un ojo- Hoy es noche de unicornios!
-Si...-decia con dificultad, pasaron unos minutos mas pero los chicos no llegaban- ¡Ahora!- como siempre dio la advertencia y Aurelia se transformó rápidamente, se poso encima de un mueble viejo y observó como Remus se transformaba, sus huesos crujían y era algo a lo que Aurelia jamás se acostumbría a escuchar. La puerta se abrió, y Aurelia pensó que eran los chicos llegando tarde, se acercó volando para advertirles pero cuando la puerta se abrió completamente, sintió un gran sentimiento de confusión al ver a Severus Snape petrificado, y más pálido de lo normal. Lo primero que pensó Aurelia fue ¡Que carajo hace Snape aquí! ¡Esto está muy mal! voló delante de su rostro para que le prestara atención, ya que no le quitaba los ojos de encima a Remus, solo habia terror puro en su rostro asique empezó a picotear su cabeza para que saliera de ahi. Reaccionó cuando unas manos lo tomaron por los hombros era James y detrás de él madame pomfrey junto con la profesora Mcgonagall. Se ocultó rápidamente para que no la vieran pero cerraron rápidamente la puerta al ver que Remus seguía rompiéndose los huesos. Escucho como lanzaron hechizos para sellar la puerta para que nada ni nadie la cruzara.
Aurelia estaba alterada, algo malo había pasado y sentia que debia ir al castillo. Voló a la ventana pero no sin antes dar un vistazo rapido al lobo que olfateaba el cuarto sin duda en busca de su manada, la vio antes de dar un salto al vacio, se acercó rapidamente, su cabeza demasiado grande para la ventana, y lanzó un aullido de tristeza al ver a la paloma que siempre se posaba en su nariz, alejarse.
...
Cuando entró a la sala común James estaba con Peter, ya era muy noche por lo que no había nadie en la sala y ambos la miraron ansiosos cuando llegó.
-¡Qué mierda hacía Snape ahí!?-fue lo primero que dijo al transformarse y saltar al suelo.
-Sirius- dijo simplemente su hermano, estaba palido y serio, sin duda molesto. Le explico a Aurelia que Sirius le habia dicho a Snape como llegar y que hacer para el sauce lo dejara pasar.
-Crees que lo expulsen?-preguntó Peter torciendose las manos.
-No... no lo sé- respondió James. Sirius estaba con el director y Mcgonagall en la oficina del primero.
-Que idiota- Aurelia se llevo una mano a la frente- Un completo imbecil.
-Peter, puedes escabullirte a la la oficina de Dumbledore?-preguntó James, tenia las gafas torcidas y el pelo revuelto, en eso se parecian los hermanos Potter- Para saber que le dice a Sirius, no puede expulsarlo.
-Yo!? - Peter lo miró nervioso- Nunca he estado en su oficina, y si me atrapa la gata de Filch?
-Iré yo- dijo Aurelia- Hay un pequeño hueco en su torre por el que me podria asomar.
-Segura? Como lo sabes-pregunto su hermano.
-Me he dado mis vueltas por el castillo, hermano- le guiño un ojo dirigiéndose a la ventana abierta por la que había entrado minutos antes- Tu conoces el interior del castillo, pero yo se de las afueras.
-Bien pichoncita- usó el apodo que le habían puesto los merodeadores, todos tenian uno y entre todos habian decidido que Pichoncita era el mejor para Aurelia, aunque ella protestara de que era ridículo en infantil, al final le termino gustando- Te esperamos aqui- le puso una palma en el hombro que desapareció después de la transformación.
Aurelia voló entre las torres y los tejados para por fin llegar a la torre del director, había una abertura por donde solían entrar las lechuzas cuando le entregaban correspondencia y por donde también entraba y salía el fénix que tenía el director en su oficina. Esta era grande y llena de cuadros de directores anteriores con un montón de artefactos mágicos que aun aurelia no podría entender. Cuando entro se poso detrás de unos trofeos en lo alto de un librero.
-Debo preguntarle de nuevo señor Black- dijo Dumbledore sentado en su gran silla, delante de él estaba Sirius también sentado se veía diminuto y asustado, claramente arrepentido- Estás seguro de que actuaste solo?
-Que? Si!-Respondió rápidamente- nadie me ayudó, los demás no sabían nada y le dije a James se involucró después de que le dijera lo que había hecho! Jamas mentiria sobre eso! Fui solo yo...
-Y no hubo, vaya no hubo influencias externas? Alguien que te dijera que lo hicieras?- por que dumbledore preguntaría eso... a menos que...
-Se refiere a mi familia?-el director guardo silencio- No! ¡Claro que no! no hablo con ellos desde lo de navidad, nadie me incitó a hacerlo- Dumbledore guardó silenció y asintió, Aurelia recordó lo que había dicho Regulus esa noche.
-Ha habido informes de pruebas. Para aquellos magos y brujas que quieren unirse a Voldemort- decía- Tareas que deben completar para ser marcados.
Enserio Dumbledore le estaba preguntando a Sirius si habia echo eso en forma de prueba para unirse a los mortifagos? Pensó Aurelia, no sabe que Sirius es el hater número uno de todos los slytherin y de cualquiera que presentara una minima lealtad o insinuación al lado oscuro? Regulus tenia razón, solo le importaba la información que pudiera sacar de Voldemort
-Se lo juro Señor! puede usar veritaserum en mi, no tuvo nada que ver con Voldemort, lo prometo- lo juro- debe, debe creer en mi, yo-
Dumbledore levantó una mano para detener las divagaciones de Sirius.
-Te creo, pero entiendes que tuve que preguntar- Aurelia no podía creerlo, acaso Dumbledore no entendía? Sirius solo había actuado como un imbécil enojado y vengativo pero lo que había hecho era lo suficientemente malo para que se considerara una prueba de lealtad a voldemort, alguien pudo haber salido herido, o muerto. Pero claro Dumbledore siempre pensaba con la cabeza fria y Sirius era un Black, nunca dejaria de serlo.
El director lo mandó a su habitación y Aurelia salió volando de ahí rápidamente, al menos no lo expulsaron. Cuando regresó a la sala James y Peter aun estaban ahi, era de madrugada y se les veía cansados, Aurelia les contó todo.
-Ese imbécil- maldijo James.
-¿Una prueba?-preguntó Peter- Los obligan a hacer pruebas?
-Que hacen ustedes levantados a esta hora!?- era la profesora Mcgonagall en bata de dormir- Vayan a sus habitaciones ahora mismo! A menos que quieran que les quite mas puntos de lo que ya le he quitado al joven Black!- los tres se fueron a regañadientes a sus habitaciones, al menos los chicos hablarian con Sirius cuándo llegara.
Esa noche, ninguno pudo dormir bien y lejos de ahí, en una casa abandonada, un hombre lobo le lloraba a la luna llena, solo y triste a la espera de una manada que jamás llegó.
...
La mañana de domingo fue cálida y soleada, los demás alumnos de la escuela no tenían ni idea de que había pasado la noche anterior. Aurelia caminaba a la enfermería cuando encontró a su hermano.
-A donde...- pregunto sin terminar.
-Con Remus- dijo ella sin detenerse.
-Yo también, llevo la capa por su Pomfrey no nos deja pasar- Ambos caminaban apresurados, claramente la enfermera dijo que nadie podía pasar a ver a Remus, pero los hermanos Potter querían hablar con él antes de que se enterara de otra forma, sin duda se pondría furioso. Ambos se colaron a la enfermería debajo de la capa invisible, su hermano iba pegado a la espalda de su hermana, como le sacaba una cabeza debia encorvarse un poco para que no se vieran zapatos en el suelo.
Se quedaron así hasta que vieron que Remus despertó. y acomodaron los biombos para que nadie los viera.
-Remus- Aurelia se acercó a su amigos, tenia nuevas cicatrices debajo de la ropa y algunos moretones, hacía tiempo que no se lastimaba asi.
-Chicos... que paso? ¿Por qué no fueron?-preguntó soñoliento.
-Verás, Rem- comenzó James- Algo pasó...- el color se le había ido a Remus cuando los hermanos Potter le contaron sobre lo que había pasado la noche anterior, sin duda estaba molesto, nunca lo habian visto asi y ambos se tuvieron que ir cuando el no quiso saber mas.
Los días siguientes a eso Remus ignoró completamente a Sirius cuando este se disculpaba cuando estaban cerca, Remus había tomado todo con una calma fría e ignoraba todo lo que Sirius decía, que no decía más cosas que perdón en diferentes idiomas. Por suerto no intento poner excusas para lo que había hecho pero de igual forma las demas casas sabían que algo había hecho Sirius Black, algo tan malo como para que lo sacaran del equipo de quidditch, le quitaran cien puntos a gryffindor y tuviera detención todo el año siguiente. Nadie preguntaba directamente así que nadie sabía que es lo que había hecho el mayor de los Black para merecerlo. Intuían que alguna broma muy pesada.
Claro que sus amigos estaban molestos pero el primero en perdonarlo fue James, quien no podia guardar rencor por mucho tiempo, luego lo siguió al mismo tiempo Peter y finalmente Aurelia una semana antes de las vacaciones de verano. Remus no solo ignoraba a Sirius sino que comenzó a evitar a sus amigos también.
-Vamos, de seguro tu sabes que fue lo que pasó- Theodore le pico las costillas a su amiga, estaban en los invernaderos mientras Theo fumaba un cigarrillo.
-Solo una broma muy estúpida...-dijo sin más Aurelia, quiso cambiar de tema- Ya no te han maldecido?- Theodore al ser un hijo de muggles al igual que Mary y Alice y Lily, comúnmente solian ser molestados por algunos sangre pura de slytherin e incluso de otras casas.
-Si, pero ya que aprendí a defenderme en el club de duelo puedo hacerles frente-decia dando una calada- Por cierto, The Beatles dará un concierto en Londres a mediados de verano, ¡debemos ir!
Los días siguientes antes de las vacaciones pasaron tranquilos y aburridos, todos estaban en el mood de verano y no podian esperar a que comenzaran.
Aurelia salia de las cocinas cuando se encontró con Remus en la entrada.
-Hola Rem- saludó amablemente.
-Auri...- no sabían qué decir, Remus los había estado evitando.
-Has tenido noticias de tu amigo?-Aurelia pensó que sería mejor hablar de otro tema- ¿Cómo se llamaba? Gillian?
-Grant- corrigió Remus- y no, no he hablado con él. No se si algún día lo veré de nuevo.
-Espero que si...- ambos se quedaron en silencio- Crees que yo.. podría..- se acercó a Remus y lo rodeo con ambos brazos, un abrazo ligero, inseguro por su reacción, este para su sorpresa le correspondió abrazándola mas fuerte- Te quiero Remus- le dijo Aurelia contra el pecho, Remus olía a cigarro y café y era tremendamente alto. Murmuró algo que Aurelia no entendió y cuando se separaron los ojos de Remus tenían un brillo hermoso.
-Creí que podrías necesitarlo- le dijo Aurelia.
-Si lo necestiba, gracias- dijo este con una cálida sonrisa.
Unos días después ya era verano por fin, los Potter habían recibido a sus hijos con alegría y llegaron sabiendo que Sirius tenía ahora su propia habitación que no tardó en decorar como quiso, con carteles de equipos de quidditch, estrellas de rock muggle y un hermoso tocadiscos que solía poner a todo volumen.
Los primeros dias Sirius seguía deprimido por lo que había hecho ya que Remus no lo había perdonado, pero fue gracias a James y Aurelia que Sirius salió de su episodio depresivo, sacándolo de la cama cada mañana, los tres solían pasar los días montados en escobas, o llendo al pueblo muggle más abajo, Peter de vez en cuando los visitaba para ayudar a James a practicar quidditch y asi los cuatro se divertían. A veces Sirius, James y Aurelia daban paseos nocturnos en sus formas animagas por el bosque detrás de su casa.
No había días en que Aurelia no platicara con sus amigos, Theodore, Pandora, quien habia comenzado con su precios de animago, Alice y ahora también con más frecuencia; Evan. Había intentado enviar una carta a Regulus para saber cómo estaba pero este le respondió que no se molestara porque su madre podría interceptar a su lechuza y si de alguna forma se enteraba de que un ave de los Potter entraba en su casa tenía la sospecha de que nada bueno terminaría pasando.
Aurelia con frecuencia se preguntaba como estaría el menor de los Black, a veces se encontraba mirando tanto a Sirius y recordaba el parecido con su hermano menor. Este ya no hablaba de Regulus y jamás volvió a mencionar el plan de rescate en escoba que habia planeado en navidad, pero Aurelia recordaba a Regulus sentado en esa sala, con sangre tanto suya como de Sirius esparcida en el suelo.
Eso la llevaba a pensar en la guerra, algo que sus padres, por amorosos y positivos que fueran, ya no podian ocultar. Estaba en la radio, en El profeta, en los invitados que iban a su casa a platicar con sus padres, en las veces que Fleamont se encerraba por horas en su despacho, también estaba cuando Euphemia salia con mas frecuencia de casa a hacer mandados o visitar amigos.
-Hacen todo lo posible por ayudar a Dumbledore, es lo correcto Auri- le había dicho una vez James cuando le preguntó si notaba que sus padres se veían cada vez más cansados.
Incluso Aurelia veía la guerra cuando su hermano le dijo a sus padres una noche después de cenar que quería formar parte de la resistencia.
-Dejame ayudarlos, estoy seguro que puedo hacer algo!- insistía su hermano.
-Esta no es su guerra, corazón- su madre se acercó y acunó el rostro de James en sus manos- Son jóvenes y con una vida por delante- miró a Aurelia y Sirius- deben de disfrutar su juventud y el verano!
Mas tarde esa noche en la habitación de James, como siempre solian reunirse, este habia dicho que cuando se graduaran lucharía en esa guerra.
-No pienso quedarme de brazos cruzados- decia, los tres estaban sentados en la cama- ellos hacen todo lo posible por ayudar y yo quiero hacer lo mismo. Por un mundo magico mas seguro- Sirius asintió.
-Te seguiré-dijo este- hare lo que sea por probar que no soy igual que mi familia- su mirada se oscureció cuando recordo a la familia Black, ambos chicos la miraron.
-Yo... aun no se realmente que hacer- dijo ella insegura.
-Lo que sea que quieras, hermana- James le pasó un brazo por los hombros- Pero yo me aseguraré de que sea en un lugar seguro, asi como nuestros padres hacen lo que pueden cada dia yo también lo hare. Es lo correcto.
Aurelia pensó en sus palabras el resto de los días, su hermano y su complejo de heroe... era lindo. A veces pensaba que podía llegar a ser tontamente testarudo y terco pero James Potter siempre tenia pintada una clara linea entre el bien y el mal, entre el blanco y negro. Aurelia amaba a su hermano, claro pero pronto descubriria, y no de la mejor manera, que no siempre tenían opiniones en común.
Los dias fueron mejores cuando llego Mary, Sirius había habia hablado con los señores Potter para invitar a McDonald a casa, lo que respondieron que si con entusiasmo.
-Ustedes siempre se pavonean en la escuela como si fueran de la realeza- decia una tarde en cuando todos estaban en el cuarto de Aurelia- Yo también lo haría si mi casa fuera una mansión y mi cuarto un piso entero!
James y Aurelia rieron con incomodidad.
-Y hay doce baños, no lo olvides!-le dijo Sirius.
-Once!
-En realidad son 10 y uno nunca lo podemos encontrar por el hechizo de ocultación con el que experimentó papá el otro día- señaló Aurelia.
-Aun asi son un monton de baños- le dijo la morena. La presencia de Mary habia alegrado aun mas la casa, a ella no le molestaba estar con los chicos y con su estadia se habia vuelto mas cercana a Aurelia, ambas platicaban sobre la escuela y chicos cada vez que estos no estaban cerca.
-Escuche que tuviste una cita con un slytherin- le dijo en una ocasion Mary, estaban en la orilla del lago, James, Peter y Sirius nadaban en la parte mas profunda.
-No fue... no fue exactamente una cita- Mary la miró con cara de no lo niegues- Al principio- asintió satisfecha.
-Entonces, Rossier eh?- dijo sin mirarla, mientras se acomodaba el traje de baño de dos piezas, lucia genial con ese tono amarillo.
-No es como los demás, me agrada- aclaro rápidamente, Aurelia usaba un traje rojo de una pieza, pensó que se veía como una niña a lado de Mary y sus voluptuosos atributos.
-Si, me he dado cuenta que es de los pocos slytherin que no aterrorizan a los demas en los pasillos- Mary sabia exactamente quienes eran de los que se debia tener cuidado despues de todo era una hija de muggles y blanco general de maldiciones aunque sabia defenderse muy bien- Y que dice tu hermano? Bueno, tus hermanos- señalo a los chicos- Apuesto a que es como un amor prohibido!
-Intento no hablar de eso con ellos, ya sabes lo que piensa Sirius de los slytherin, y Jimmy... bueno él sabe que no puede prohibirme salir con alguien aunque luego suele ser pesado con el asunto. Solo me gusta Rossier, no es como que me quiera casar con él- comenzó arrancar el cesped de raiz.
-Bueno Auri- dijo acostándose boca abajo- A veces no decidimos quien nos gusta. Pero suerte, tal vez puedes salvar a Rossier de convertirse en mortifago...
-Que? No creo que él- el no es ese tipo de persona...
-Oh vamos sabes tan bien como yo lo que dice El profeta- decia- incluso esas estupidas serpientes alardean con unirse a Voldemort.
Aurelia no respondió, no quería discutir de ello con Mary, ella ni siquiera conocía a Evan, o a Regulus. Aurelia no lo quería admitir pero en el fondo sabia que Regulus era el mas propenso a ser arrastrado a ese lado.
Esa noche Aurelia habló con sus padres sobre ir al concierto de The Beatles con Theodore a Londres muggle y sus padres estuvieron de acuerdo ya que sería una forma en la que podrían distraerse, podrían ir los cinco así que solo esperaron a que ese día llegara con paciencia.
...
Aurelia se había levantado temprano el día del concierto, ella y James se las habian arreglado para comprar las entradas una semana antes, y realmente estaba emocionada por ver a su banda favorita en vivo! Ademas que seria su primera vez en Londres muggle, se puso un conjunto rosado y bajo emocionada al primer piso, James ya estaba ahi con su madre y su padre estaba tomando una tasa de té en la sala.
-Emocionada querida?-preguntó su madre poniendo una rebanada de pastel delante de ella.
-Si!
-¿No viste a Sirius o Mary?-preguntó James a su lado, Aurelia negó con la cabeza. Ultimamente habia escuchado como a veces uno de ambos caminaba por los pasillos en la noche a la habitación del otro, seguramente creían que nadie los escuchaba pero era una casa vieja. Desayunaban tranquilamente cuando se escuchó un crack en la entrada de la puerta lamentablemente un sonido familiar que nunca traia buenas noticias.
Cuando Gully regreso el director de Hogwarts estaba parado en la sala.
-Dumbledore- su padre se paró del sillón, James, Aurelia y su madre se reunieron con ellos inmediatamente, el director no los visitaba a menos que fuera importante.
-Buenos dias Fleamont, Ephie- asintió a la señora Potter quien tomo asiento, James se acerco a ella- Chicos- saludo en direccion a los niños- No vendria si no fuera realmente importante.
-Que pasa Albus?-preguntó la señora Potter, sabían que no diría algo bueno.
-Seré directo- los Potter se prepararon- Remus Lupin está desaparecido.
...
La temperatura de la sala habia bajado unos cuantos grados a pesar del calor que hacia afuera. Aurelia sintió que la sangre le bajaba del rostro y no parecia ser la unica que se sentia igual, su padre tomo asiento de nuevo, solo Aurelia, el director y James se quedaron de pie, el ultimo se fue a recargar a la chimenea.
-Como?-pudo preguntar la señora Potter con una mano el pecho.
-La matrona contacto a las autoridades muggle esta mañana para reportar que no se encontraba en la residencia- Todos voltearon a ver a Sirius cuando bajo inmediatamente por las escaleras, aun en pijama y con el cabello hecho jirones.
-Que es? Que pasa?-preguntó alarmado viendo a todos, el profesor le explico lo mismo.
-El señor Lupin dejo sus posesiones en el hogar, incluida su varita- continuo- Esperaba que estuviera aqui, Fleamont me podrias decir si se pasa por aqui?
-Claro que si- asintió el señor Potter- Serás el primero en saberlo.
-Gracias- el director hizo una pausa pero continuó-Si no podemos localizarlo dentro de las próximas veinticuatro horas, me temo que tendré que informar de esto al Ministerio.
Eso no le gustó a Sirius, quien preguntó- Por que!? Esta hablando de denunciarlo?- Dumbledore lo miro fijamente.
-Tendré que decirle al Ministerio que tengo conocimiento de un mago menor de edad desaparecido, con una condición mágica potencialmente peligrosa- dijo con la calma de siempre, casi incluso sin expresión.
-No!-gritó Sirius- No puede hacerlo!
-Me temo que no tendré elección-decia- Lo sabrán pronto en el periódico, estoy seguro, pero debo informarles a ustedes que hubo un ataque anoche. Parecería que Voldemort ahora está aliado con criaturas oscuras; hubo varias muertes.
Aurelia logro hablar incredula -No está insinuando que-
-No, Remus no estuvo involucrado de ninguna manera. Poppy confirmó esta mañana que permaneció en St. Edmund durante toda la noche
-Pero..- continuó Sirius- entonces por que...? Debe encontrarlo! ¡El podria estar en peligro! Podrían incluso culparlo por lo de anoche, Tal vez esta secuestrado por Voldemort... si él está usando criaturas mágicas...
-Lo siento Señor Black pero me temo que es una situación que se encuentra fuera de mis manos- decia como si fuera definitivo,
-No sería la única situación que está fuera de sus manos...-Aurelia lo dijo más alto de lo que pretendía, todos en la sala la miraron.
-Aurelia!-su madre la reprimió, la miraba sorprendida, James también.
Lo siguiente que sintió la menor de los Potter fue una sensación de invasión, como un hielo frio abriéndose paso en su cabeza, lo sintió muy claro... y de repente vio el recuerdo de Regulus en la sala extraña la noche que hablaba con Sirius ¿De verdad crees que a Dumbledore le importa una mierda cualquiera de nosotros? Yo le dije y no hizo nada por sacarte antes!
-Esa fue una situación desafortunada- le dijo Dumbledore, Aurelia lo sabía, sabía que el director vio ese recuerdo, se metió sin permiso a su cabeza para fisgonear lo que sabia.
-Salga de.. mi cabeza- dijo con dificultad y no supo cómo pero fue capaz de sacarlo de su mente y pudo respirar por fin.
-Excelentes reflejos- fue lo único que dijo Dumbledore viéndola con más atención, como si apenas se diera cuenta que estaba ahí. Los demás no sabían a que se referian, Aurelia pensaria en esa escena mas tarde ya que Sirius habló de nuevo.
-Usted debe hacer algo!- gritó enojado, de alguna manera sabía a lo que hablaban- Se supone que es el mago mas poderoso del mundo, tiene que hacer algo!
Aurelia sentia la mirada de sus padres sobre ellos.
-Ya hice todo lo que pude- continuó el director, Aurelia se rió por dentro de la impotencia, si el queria ir a buscarlo podria hacerlo pero no sabia porque no queria... Seguramente pensaba que era una rabieta adolescente y por eso Remus no se habia llevado la varita- Realmente lo siento, pero no hay nada más que pueda hacer sin correr el riesgo de causar más daño o preguntas de parte del ministerio.
Sirius se veia hervir por dentro, apretaba los puños que los nudillos se le veían blancos, se veia un poco fuera de lugar con su cabello hecho una maraña y la pijama.
-Lo encontraremos nosotros- James se acercó a Sirius y quedó entre él y Aurelia, los tres miraron a Dumbledore pero Aurelia tenia otro sentimiento naciendo de ella cuando miraba al director.
-Su lealtad hacia su amigo es admirable. Tengo la mayor fe en su capacidad para tener éxito; si asi lo quieren, puedo brindarles la dirección de St. Edmund's, para que puedan comenzar la búsqueda allí.
-Si!- Sirius casi gritó, con un movimiento de varita hizo aparecer un papel que cayó en las manos de James.
-No creo que Remus esté en peligro inmediato-dijo mirando a los señores Potter- Parece que la situación más probable es que simplemente se haya escapado- por eso no tenia interes en ir a buscarlo, pensó Aurelia- Por lo tanto, sería prudente que alguien se quedara aquí en caso de que viniera.
-Yo me quedaré pero Fleamont no puede acompañar a los niños, él tiene que- se detuvo, al parecer el señor Potter tenia su propia misión, los tres adultos intercambiaron una mirada.
-Iremos solos, esta bien mamá- la calmo James quien se acercó para ponerle una mano en el hombro.
-El mundo muggle puede ser lo suficientemente seguro en el día pero asegúrense de llegar a casa antes del anochecer- Dumbledores clavó su fría mirada en los tres y estos asintieron.
Mary tuvo que regresar a su casa y Aurelia supo que ese día no vería a The Beatles.
...
-Que fue lo que pasó en la sala, Auri?- preguntó su hermano, no la miraba. Ambos estaban afuera de la casa hogar de Remus, un edificio viejo y deprimente, esperaban que Sirius averiguara lo suficiente en su forma de perro, habían bromeado nerviosamente en que sería el perro rastreador de la misión.
-¿A qué te refieres?- James la miró y de nuevo dirigió su mirada al edificio al otro lado de la calle.
-Lo que pasó con Dumbledore.
-Ah eso... lo que dijo me hizo recordar lo que Regulus le dijo a Sirius esa noche- James lo sabia, Sirius habia hablado de eso con él- en realidad a Dumbledore no le importa mucho...
-No, me refiero a lo de tu cabeza- Aurelia lo miró sorprendida, esperaba poder hablar de eso con su hermano pero sabia que su hermano se negaba rotundamente a pensar mal del director de Hogwarts.
-Pues...bueno no se como explicarlo- comenzó- senti algo en mi cabeza, algo que no debía estar ahí, sabia que buscaba en mis recuerdos como me había enterado de eso.
-Ya veo...- James se cruzo de brazos- no me sorprende que Dumbledore pueda hacer algo así, leí de eso para los TIMOs se llama Legeremancia.
Antes de que pudieran decir más un gran perro negro salió rapidamente de por debajo de una cerca, ladraba euforico y los hermanos Potter entendieron eso como un Siganme! Ambos corrieron por las calles de londres y cualquiera que los viera pensaría que solo estaban persiguiendo a su perro que se había escapado, entraron al metro, corrieron mas cuadras y James agradeció haber tomado las clases de estudios muggles en ese momento.
Habian llegado a un barrio sumamente deprimente, edificios abandonados y grafitis, calles sucias y una que otra persona de apariencia sospechosa caminando por ahi, olia mal.
-Es aquí amigo?-James se inclinó a acariciarle la cabeza a Sirius quien no dejaba de ladrar en dirección al edificio delante de ellos, no había ventanas en algunos pisos pero tampoco se veia gente dentro.
-Remus esta ahi?-preguntó Aurelia, el perro ladró- Voy a entrar- Aurelia se aseguro de que no hubiera nadie en la calle para transformarse y entró por una de las ventanas, escuchó a su hermano gritar una advertencia antes de adentrarse del todo y lo que Aurelia vio dentro no fue lo que hubiera esperado.
El lugar apestaba a humedad y marihuana, estaba desordenado y sucio. Había una especie de sala donde había varios jóvenes, en su mayoría hombres, reunidos. Aurelia identificó inmediatamente la cabeza que sobresalía más, era Remus.
-Que carajo!?- uno de los chicos se quejó- Que le pasa a los animales hoy?
-Quien dejó meter una paloma?-dijo otro rubio a un lado de Remus, Aurelia se posó en la cabeza de este último.
-Tranquilo, te la quitare- uno de los tipos tenia una almohada listo para darle a Aurelia.
-No no!!- dijo rapidamente Remus- Esta bien, yo la saco- se puso de pie.
-También hay un enorme perro negro afuera- el rubio se asomo por la ventana- No deja de ladrar- Remus se asomo y resoplo.
-De quien es ese maldito perro?- preguntó uno moreno pero Sirius ya iba bajando unas estrechas escaleras con Aurelia en la cabeza.
-Que hacen aqui eh?-preguntó un poco molesto.
-Hola Sirius- saludó Remus en dirección al perro- Y James?- cuando dijo su nombre el aludido salió por detrás de unos contenedores de basura.
-Hola Remus- saludó acercándose- Encantador lugar- dijo echándole una mirada al edificio. Aurelia saltó al hombro de su hermano.
-No estoy de humor James- dijo molesto, Remus estaba algo drogado, pensó James- Que quieren?
-Como que que queremos!?- preguntó James incrédulo, Aurelia se aseguró rápidamente que no hubiera ojos curiosos antes de transformarse y salto del hombro de James.
-Estábamos preocupados por ti!- dijo ella abrazando a Remus, este le correspondió por instinto- Tu matrona llamó a la policía muggle y dijo que te habías escapado!- Aurelia tuvo que mirar hacia arriba para verle el rostro a Remus- Dumbledore fue a nuestra casa para ver si estabas ahi! Te encontramos gracias a Sirius, quien siguió tu olor desde el hogar de niños.
-Estuvieron en St. Edmund's?-preguntó cuando se separaron del abrazo.
-Si
-Bueno- alzó los brazos, sonaba molesto- como pueden ver, estoy aqui y estoy bien. Ahora por favor vayanse y llevense al escandaloso de su perro- Sirius hizo un ruido extraño agachando la cabeza.
-No estás bien Remus- le dijo James- no te importa el hecho de que estas drogado en un edificio abandonado en un barrio muggle, o que la policía muggle te está buscando- sonaba autoritario- debemos llevarte de regreso ahora mismo. Dumbledore ha detenido al ministerio diciéndole que solo has salido a caminar durante todo el dia, si tardamos mas los aurores interferirían.
-Que!? Pero por que!?- Remus parecipo darse cuenta él mismo y de repente se miraba muy cansado- Carajo...
-Ven con nosotros, Rem- Aurelia le puso una mano en el brazo con delicadeza- Papá dijo que puedes quedarte el resto del verano- sonrió, una pequeña sonrisa sonrisa cansada, les habia costado todo el dia dar con él.
-No lo he perdonado- dijo firmemente sin mirar a Sirius en el suelo.
-Lo sabemos, amigo- James asintió- Él lo entiende- Remus pareció dudarlo pero al final dijo
-Bien, tengo un amigo aqui. Iré a decirle que me voy- con eso dio media vuelta y entró al edificio de nuevo, Aurelia recordó al chico rubio que estaba a un lado de Remus, se preguntó si ese era Grant. Podían ver desde el pasillo, como Remus intercambiaba palabras susurradas con el chico rubio, era delgado y su cabello estaba desordenado. Luego le preguntaría si ese era el famoso Grant.
...
Llegaron a casa de la misma forma en la que habían llegado a Londres; en el autobús noctámbulo, al menos esa vez el conductor no se perdiò como antes. Cuando llegaron a casa de los Potter el auror Alastor Moody estaba en la sala con sus padres, sin duda para interrogar a Remus. Por suerte la señora Potter alego que Remus necesitaba descansar y el señor Potter le sugirió a James a hablar con Remus antes para decirle del ataque la noche antes.
-No puedes esperar a que actúe como antes- le dijo Aurelia a Sirius quien se había sentado en el pasillo delante del cuarto de Remus, él y su hermano platicaban, al parecer no habían dejado entrar a Sirius- Luces patético.
-Oh cállate Potter- se quejó Aurelia le extendió la mano para ayudarlo a pararse.
-Acompañame a cenar algo te vez muy desgraciado ahí solo- Sirius no dijo nada y ambos bajaron a la cocina.
La mañana siguiente las cartas con sus calificaciones habían llegado, todos estaban emocionados y felices, al menos eso había hecho sentir mejor a Aurelia por no haber ido a ver a su banda muggle favorita. Ese dia tuvieron que ir también al callejón diagon por los utiles. Remus tuvo que quedarse ya que por sugerencia de Dumbledore y Moody lo mejor era que no saliera y de esa forma el auror podría tener esa charla con Remus, quien aseguro que no se iria sin antes hablar con él.
En el callejon Aurelia se encontro con algunas amigas pero sus padres no la dejaron alejarse demasiado, pudo saludar a los hermanos Rossier quienes estaban acompañados por el idiota de Barty Crouch. No vio a los Black y no supo si eso seria bueno o malo, bueno para Sirius ya que no tenia que ver a su familia en un dia tan calido como ese. También pudo ver a Theodore quien le contó como estuvo el concierto y tuvo que decirle una buena excusa por la cual a la mera hora no habia ido.
Los dias siguientes Remus y Sirius habían llegado a una tregua incómoda para no hacer levantar sospechas a la señora Potter. Los merodeadores y Aurelia se la pasaban bien, llendo a nadar al lago, jugando en el bosque, volando en escobas y cuando Remus no tenia ganas Aurelia se le unia silenciosamente para leer un libro junto a él, cosa que no parecia molestarle.
-James me contó lo del concierto- dijo este una tarde estaban bajo la sombra de un árbol, Aurelia leia un libro de legeremancia y oclumancia que habia tomado de la oficina de su padre- Lamento que por mi culpa no hayas podido ir, se lo mucho que te gustan The Beatles.
-Está bien- dijo ella acomodando, los chicos a lo lejos volaban en las escobas- lo que sea por nuestro Moony- le guiño un ojo- Por cierto, hay algo que quería preguntarte- Remus dejo su libro en su regazo- El chico rubio que estaba contigo... era Grant?
Aurelia notó como un ligero color se formaba en sus mejillas, Remus se había bronceado en los días que llevaban ahí, tenía pecas y su cabello se había aclarado un tono mas. En el caso de aurelia podia jurar que se habia visto algunos mechones que tiraban a rubio en su propio cabello.
-Eh si, era él- dijo sin mirarla.
-Me alegra que lo hayas encontrado, no te culpo por querer ir a buscarlo- Aurelia dudo en decir lo siguiente pero al final lo hizo- Me pareció un chico encantador, yo también lo habría ido a buscar- le guiño un ojo, y se levantó dejando a Remus con una cara estupefacta.

Chapter 23: Quinto año

Chapter Text

Septiembre de 1976

El quinto año de Aurelia pintaba a ser algo diferente, ella lo presentía aunque no lo dijera en voz alta como su hermano, quien decía tener el mismo presentimiento sobre Lily Evans desde segundo grado. Para su suerte no había sido elegida como prefecta, sino que esa había sido Alice quien le había enviado una lechuza emocionada contando a las chicas sobre ello.

Tambíen para su sorpresa el nuevo prefecto de sexto año era su hermano junto con Evans, después de la situación por la que había pasado Remus en su última luna llena en el colegio, había dejado claro que no quería esa responsabilidad y McGonagall creyó que la única otra persona que podía tener la insignia de plata era James Potter, quien sin duda se había tomado eso como una señal de Merlin de que ahora las cosas con Evans funcionarian.

-Te lo dije Auri- le dijo su hermano la tarde antes de tomar el expreso, se miraba al espejo de su habitación con la brillante insignia en el pecho- Este es mi año, ahora Evans no tendrá de otra que hacerme caso.

Otro de los aspectos que hacían ese año diferente eran; Evans sabía sobre el problema peludo de Remus, lo había averiguado antes de las vacaciones de verano y Aurelia no se había dado cuenta de que necesitaba que alguna chica lo supiera, en el tren a Hogwarts los merodeadores le contaron algunas anécdotas sobre las lunas llenas que pasaban con el lobo, se preguntó cuál sería su forma animaga.

Otro aspecto era que, y si el espejo de su cuarto no mentía, Aurelia había crecido unos cuantos centímetros ese verano y no solo su altura sino que la menor de los Potter se dio cuenta de cómo su cuerpo dejaba de ser el de una niña, y eso le emocionaba, aunque no el hecho de tener que sufrir una vez al mes con su sangrado, que muchas veces se alineaba con la luna llena.

-Estamos tan conectados que tu ciclo se alineó con el de Remus- le dijo su hermano una vez cuando le comentó esa observación- Si fuéramos chicas no dudo que tambien tendriamos el periodo los mismo días- le guiño un ojo y la abrazó, algo que amaba de su hermano es que podía hablarle de cualquier cosa, incluso eso, ya que sus padres les habían enseñado en que no había nada de malo en ser totalmente sinceros el uno con el otro y eso incluía, solo a veces, el periodo de Aurelia. Su hermano siempre le preguntaba si sentía bien en esos días y que le hiciera saber que podía hacer para ayudarla a sentirse mejor

Por supuesto, verse poco a poco como una mujer le daba la confianza suficiente de sentirse plena y con las de ganar para que Evan, oh Evan, se fijara en ella en el sentido en que ella quería. Este será el año se dijo a sí misma después del banquete de bienvenida.

Otro aspecto que indicaba un excelente año en Hogwarts era que ahora tenía una amiga animaga, Pandora. Había llevado a cabo el procedimiento en el verano con ayuda de su hermano para que sus padres no la descubrieran y por más lechuzas que le enviara para que le contara sobre su versión animaga Pandora se negó y dijo que lo mejor sería que lo viera con sus propios ojos.

-Cuanto me harás esperar?- le dijo Aurelia cuando interceptó a su amiga de camino a las escaleras después del banquete.

-Ay Auri! me asustaste- claro que no lo había hecho, Pandora tenia una sonrisa traviesa en el rostro- Mañana, bien? Ahora debo llevar a los de primer año- Otra prefecta.

-Muy bien Rossier- le sonrió a su amiga y dejó que se fuera con la manada de primer año de Ravenclaw.

El dia siguiente era domingo, y esa tarde ambas habían acordado verse un poco más allá de la lechuceria. La torre se elevaba solitaria entre las rocas, las lechuzas entraban y salían pero cuando Aurelia llegó pudo ver a su amiga quien no estaba sola.

-Espero que no te moleste- dijo la rubia cuando Aurelia se acercó- Pero Evy tenía curiosidad de verte también.

-Potter- saludo Evan usaba ropa casual y el último sentimiento que pudo haber tenido Aurelia era molestia por verlo ahí.

-Evan- asintió mientras los tres comenzaron a caminar a un lugar escondido entre los árboles para evitar las miradas curiosas.

-En que cabeza, Potter?- decía Evan- Animagos? Enserio?

-Que Aurelia no te engañe, hermano- dijo Pandora- es una Potter, claro que debe parecerse al desastroso de su hermano en algo. Pero debo admitir que cambiar de forma es lo mejor que pudo haber pensado.

Aurelia solo le había contado lo necesario a su amiga, que James y ella habían decidido hacerlo y que era algo de ambos pero algo de igual forma especial que quiso compartirlo con su mejor amiga.

-Por que no quisiste hacerlo también, Evan?-preguntó la castaña caminando entre algunos arbustos.

-No pude con la hoja de mandrágora- respondió- no sé como lo hizo Panda, pero me resultó imposible.

-Y lo abandonó en el primer intento- señaló su hermana. Cuando los tres caminaron lo suficiente y llegaron a un árbol con un hueco él decidieron que ese sería el lugar.

-Bien, adelante damas- Evan había ganado altura, fue lo que pensó Aurelia. Rossier se sentó en un tronco caido, sus largas piernas delante de él y Aurelia no pudo evitar morderse un labio.

-Yo primero- dijo Pandora sacándola de sus pensamientos.

-Si, claro- Aurelia carraspeó y le quitó los ojos a Evan quien le guiño un ojo mientras se cruzaba de brazos.

Pandora se quedó quieta mirando a la nada, buscaba ese hilo invisible que tenían todos los animagos, buscaba voltear el espejo para que su cuerpo se convirtiera en...

-¡Un conejo!- Aurelia se acercó a su amiga y la tomó en brazos, una hermosa bola de pelos blanca.

-No es adorable?-dijo Evan viendo con una sonrisa al conejo blanco que Aurelia tenía en brazos

-Por supuesto... Oh Pandora no podría haber pensado en algo mejor!- dijo estrechando a su amiga en su pecho, sus grandes ojos rojos la miraban- Me encanta!

-Tu turno, Potter- le dijo Evan- Panda no me quiso contar qué animal eres.

-Esta bien- dijo dejando al conejo en el suelo quien daba pequeños saltos a su hermano, Evan la tomó en brazos con delicadeza.

Aurelia se transformó rápidamente y fue directo a la cabeza de Evan a picotear su melena rubia, una costumbre que tenía.

-Bien bien- decía el rubio- Solo no me cagues encima!- la paloma chillo indignada, Evan río- Vamos, vayan a dar una vuelta- dejó al conejo en el suelo y Aurelia voló bajo para estar a la altura de su amiga. Intercambiaron una mirada y salieron en dirección a los arbustos rápidamente.

Aurelia pensó que era agradable pasear por el bosque de día, con una amiga y no solo con otros animales más grandes que ella en cada luna llena pero aun asi seguia sin alguien que la acompañara en sus vuelos por las torres del castillo.

...

Unos días después Mary preguntó: ¿Cuándo será la siguiente fiesta?- preguntó Mary. Ella, Marlene, Lily, Peter, Remus, Sirius y James y Aurelia estaban dispersos en la sala comun, todos cerca de la chimenea.

-¿No es muy pronto para pensar en eso?-preguntó Aurelia alzando la vista de su libro, los profesores les habían advertido que ese año su objetivo era aprobar los TIMOs y Aurelia se lo tomaba realmente en serio.

-No, de hecho yo también me lo preguntaba- Sirius estaba acostado en un sillón.

-Veamos, nuestro primer partido es a finales de noviembre-decia James.

-Demasiado lejos..-se quejo Sirius.

-Halloween?- preguntó Marlene.

-Suena bien- Remus tomo asiento en el suelo delante de la chimenea.

-En la sala común?-preguntó Aurelia.

-Donde más?- le dijo James con una sala irónica.

-Tal vez podría ser en otro lado... no lo sé.

-Oh eso sería genial! ¡Un lugar más grande!- Mary la apoyó.

-Y con más posibilidades de ser atrapados- señaló Lily.

-¡Vamos Evans! ¿Para qué somos prefectos?- dijo James.

-Para mantener el orden, organizar y...- todos terminaron la última parte en zona alta- Ayudar- dijeron al unísono.

-Solo digo que sería interesante hacer la fiesta en un lugar mas grande donde quepan mas personas- Aurelia se encogió de hombros- Las fiestas de los merodeadores son muy populares y todos quieren venir pero a veces la sala simplemente se llena.

-Tienes razón, debemos pensar en el bienestar del cuerpo estudiantil- James se llevo una mano al pecho, Sirius le lanzó una almohada.

-Como sea Potter, pero si lo haces asegurate que sean en un lugar estratégico para que todos lleguen rápido y bien.

-Déjalo en manos profesionales, Evans- Sirius le guiñó un ojo y Lily torció los suyos.

Para finales de septiembre los chicos ya habian conseguido una sala en el centro del castillo, estaba ubicada en un segundo piso y conectaba con las escaleras.

-Hola Potter- saludó Evan al sentarse a su lado, estaban en la biblioteca.

-Evan- Aurelia no pudo evitar sonreírle- Deberes?

-Si, un ensayo de adivinación- se quedaron en silencio un rato cada quien hacia lo suyo, hasta que...- Escucha, me preguntaba si estás libre el sábado.

Aurelia intentó no verse emocionada- Por que ?-preguntó como quien no quiere la cosa.

-Oh nada importante, Slughorn me encargó savia de árboles en la entrada del bosque prohibido, Pandora me dijo que sabrías cuáles son los que usa Sluggy para pociones.

-Oh si, una vez me pidió recolectar un poco... ¿Quieres que te acompañe?- Evan asintió- Bien.

Definitivamente ese era el año.

...

Ese sábado por la tarde Aurelia iba de muy buen humor a la entrada del castillo, fantaseaba con lo que pasaría esa tarde y cuando su hermano la vio salir de la sala comun tan risueña solo le dijo que saldría con Pandora y Theo, una mentirilla piadosa ya que no creia que se tomara muy bien la noticia de que iria con un slytherin al bosque prohibido.

-Oh, hola- Aurelia se detuvo a un lado de un gran ventanal que daba a los terrenos del castillo, Regulus Black estaba sentado a un lado con un libro entre las manos.

-Potter- dijo mirándola.

-Que lees?- intentó leer el titulo- Aritmancia avanzada? ¿Quieres dejarme atrás, Black?

-Seria tu problema si no avanzaras... a donde vas tan apurada?

-Iré a ver a Evan.

-Ah sí, la savia- Regulus la miró de arriba a abajo- ¿Por que haces eso con tu cabello?

-Hacer que?-dijo mirándolo por si tenía algo en él.

-Alisarlo... antes no lo hacias.

-Es solo que... me gusta mas asi-recordò como Evan le habia dicho que le gustaba su cabello lacio.

-No puedo decir lo mismo- regresó su mirada a su libro.

-Te gusta mas cuando lo llevo rizado?-preguntó curiosa.

-Solo digo que es raro verte peinada, lo normal seria que llevaras la melena revuelta y alborotada- Aurelia no pudo evitar sonreir.

-Gracias por la observación, supongo- Aurelia iba a decir algo mas pero a lo lejos vio como se acercaban Remus y Sirius- Bueno, nos vemos!- Regulus la observó alejarse y suspiró.

...

-Hey! Ya estuve revisando los árboles pero Slughorn menciono algo de una equis en el que siempre consigue la savia- decía Evan mientras Aurelia se acercaba.

-Esta un poco más adentro- señaló a los árboles más allá- No tomará mucho, vamos.

Caminaron juntos hasta un gran y viejo árbol- Vaya- dijo Evan al ver el árbol- me preguntó que criatura hizo esto- dijo tocando las marcas de garras que estaban en el árbol, Aurelia no las miró por mucho tiempo, sabía que eran de Remus, al lobo le gustaba la consistencia pegajosa de la savia de ese árbol.

-Traes el frasco?- le dijo Aurelia, Evan asintió y se acercó a la apertura del árbol donde se solía extraer la savia.

No les tomó mucho tiempo y a los diez minutos ya estaban de vuelta al castillo.

-Espera un momento- dijo Aurelia quien se detenia al ver algo en el suelo, aun estaban a unos metros de la entrada del bosque.

-¿Qué pasa?- Evan lanzó una vista alrededor, alarmado.

-¡Esos son hongos de scringer!?- los hongos de scringer eran unos hongos especiales, eran azules con motas blancas salpicadas por toda la cabeza y normalmente tienen muchos usos curativos y en pociones.

-No pensarás en- comenzó Evan.

-Oh claro que si-le entusiasmaba la idea de enviarle algunos a su madre ya que era un elemento del cual siempre tenía reservas pero no sabía porque habían dejado de crecer en el bosque de acres atrás de su casa lo cual lo hacía realmente difícil encontrarlos.

Evan observó como la Potter se agachaba para recoger algunos, el silencio era palpable hasta que a lo lejos escucho pasos y ramas crujir, decidió alejarse un poco para ver de que se trataba y solo esperaba que no fuera un centauro, pero cuando los vio, sin duda deseo que hubiera sido cualquier cosa exepto a quienes vio.

-Levántate Aurelia- murmuró acercándose rápidamente, la chica ya habia terminado de guardar los hongos.

-Que pasa?-preguntó confundida, los pasos se acercaban mas.

-Deprisa, escondete- caminaron hasta que ambos se metieron entre un conjunto de arbustos que tenia pequeñas flores amarillas. Ambos se agacharon, y Evan espero que no se dieran cuenta de su presencia.

-Apresúrate Mulciber- dijo un slytherin de séptimo año, detrás de él venían otros dos alumnos del mismo grado y... Mulciber y Snape.

-Pero que...-Aurelia se acomodo para ver mejor.

-Cuanto mas tenemos que caminar- dijo Mulciber- Estamos lo suficientemente lejos del castillo.

-Debemos adentrarnos mas, idiota- le dijo otro slytherin de septimo año- no es como que les vayamos a platicar sobre lo que serviran en la cena hoy.

Snape iba hasta atras pero aun lo suficiente para no alejarse del grupo.

-A los que quieren formar parte deben hacer varias pruebas que solo se les irán revelando si las van completando- le dijo el tercero.

No pudieron escuchar mas porque ya se habian alejado.

-Pruebas...-dijo pensativa Aurelia- Se refieren a... eso de los aspirantes a mortifagos?

-Cómo lo sabes?-Evan se dejó caer y posó sus codos en sus rodillas.

-Escuche por ahi.

-Si...eso hacen los que quieren unirse a... Voldemort.

Aurelia no sabía si decir algo más, preguntarle a él si le habían comentado de eso pero solo se quedó callada. Probablemente solo no quería escuchar la respuesta.

-Debemos irnos- Evan se puso de pie y le dio la mano a Aurelia, ella la tomo.

Caminaron en silencio hasta que Evan hablo de nuevo.

-No salió como esperaba.

-¿A que te refieres?

-No se suponía que eso pasara, que encontráramos a esos aspirantes a mortifagos en esta salida.

-Que tenia que pasar entonces?- Aurelia se detuvo, Evan también la miró con ojos brillantes, se acercó a ella.

-Algo asi...- lo dijo tan bajo que Aurelia casi no lo escucho, pero Evan se acercó a ella y llevo su mano a su cadera, acercó su rostro al de ella y Aurelia esperó pero nada pasó- Tal vez luego- dijo alejándose dejando más confundida a Aurelia que nunca. Queria besarla? Por que no lo hizo?

...

Unos dias después Aurelia estaba con Pandora en el salón vacío de música. Aurelia fue a ver a su amiga cuando el ensayo del coro del sapo había terminado.

-Ese tonto...- dijo cuando Aurelia le termino de contar todo- Conozco a Evan y seguramente tenia algo planeado pero como los interrumpieron todo se echo a perder.

-Fue la peor manera en la que pudieron haber interrumpido, me dejó un sabor amargo en la boca, sabes?

Todos sabían que en los pasillos de hogwarts se corría el rumor a voces de aquellos que querían formar parte del ejército de Voldemort, no solo slytherin, sino estudiantes de sangre pura de cualquier casa pero no tenian ni idea que aquellos seguidores estuvieran tan cerca de ellos.

-Si antes sentia pena por Snape y la forma en que tu hermano y sus amigos lo humillaron el año pasado, ahora no siento nada! Se lo merecía- Aurelia asintió, pero había algo de lo que quería hablar tambien, algo que no le preguntó a Evan- Que pasa Auri?- preguntó su amiga.

-No se... es solo que- no sabia ni como conformar la pregunta- Crees que es algo que le digan a todos los slytherin? Ya sabes, lo de unirse a él?- Pandora la miró pensativa.

-No lo se, espero que no pero algo de lo que estoy segura que Evan jamás se uniría a ellos- en su mirada había algo que Aurelia no supo identificar- A pesar de lo que mi padre crea...

Aurelia sabia gracias a Pandora que el señor Rossier tenia ciertos roces con su madre ultimamente, que él tenía cierto interés por los objetivos del movimiento de Voldemort, y no era algo de ahora, sino que desde que conoció a los Rossier es algo que sus padres llevan peleando.

-Crees que Regulus...

-Oh, bueno eso ya es algo muy diferente. Sabes lo involucrada que está su familia con quien tu sabes. Pero sinceramente esperaría que no.

Decidieron no hablar más del tema. Cuando Aurelia le contó lo que vio a James, y solo a James, las bromas pesadas de los merodeadores se centraron en esos estudiantes por el resto de la semana, claro que Sirius no tenía problema con hacer sufrir a cualquier serpiente pero que bueno que no había preguntado por que.

...

Para mediados de octubre se había corrido el rumor que los merodeadores estaban planeado una fiesta enorme, no se equivocaban.

-Escuché por ahi que traerán una banda para que toquen en la fiesta- le dijo Theodore a su amiga, ambos estaban haciendo sus deberes en el patio de transformaciones.

-Una banda?-Aurelia alzo la vista de su pergamino- creo que eso es algo exagerado- rió.

Las fiestas de los merodeadores solían siempre sorprender a los estudiantes, cada una mejor planeada que la anterior; comida, bebida, en su mayoría alcohol, fuegos artificiales y decoración que muchas veces tenía que ver con movimientos mágicos bruscos e inesperados.

-Si, por el lugar donde se llevará a cabo, escuché que los fantasmas del castillo solían usarla por lo de su club de cabezas...

-Oh no, consiguieron una en las mazmorras pero sí, le dije a James que deberían cambiar de lugar aunque sea solo por halloween.

-Hey Green- un ravenclaw de séptimo año se les acercó- Aun tienes..?

-Claro- Theo buscó algo en su morral- Aquí tienes- el chico le pago y se despidió.

-Ahora la vendes?- inquirió Aurelia.

-Oh vamos, es un buen negocio- le guiñó un ojo- Lupin es un cliente fiel.

Aurelia no tenia duda de eso. A lo lejos vio a Alice quien miraba en su dirección pero no la miraba a ella, volteo a ver a Theodore quien estaba acomodando algunos libros en su morral y miró de nuevo a su amiga, cuando sintió su mirada esta se sonrojo, sonrió y salió corriendo.

-Oye Theo...

-Mm?

-Cómo te llevas con Alice?

-Como? Pues... normal? ¿Por qué lo preguntas?

-Oh nada... creo que le gustas.

-Tu crees?

-A veces la pillo mirandote- no era mentira, esa era una de las veces que había visto a su amiga viendo a theodore- Porque no le hablas?

-Si le hablo!

-Para invitarla a salir o algo.

-Oh, bueno es... digamos que me... gusta alguien mas?

-Theodore Green!- el castaño la miró alarmado- Por que no me habías dicho nada?- en el pasillo iba pasando Pandora, Xenophilius y Evan. Volteo a saludarlos, Theo los saludo también pero menos animado.

-Es complicado...-dijo mirando en la dirección de sus amigos. Aurelia tuvo un presentimiento de ello, que tal si a Theo le gustaba Pandora pero no podía hacer nada porque sabía que estaba con Xenophilius?

-Oh, lo entiendo, eso jode- Theodore la miro, había un poco de cansancio en su mirada, decidió que no preguntaria mas de ello, asi que lo animo con una rana de chocolate que tenia en su tunica.

...

-Acabo de terminar con Sirius- dijo Mary al llegar a la sala común. Era el dia de la fiesta y las chicas estaban terminando con las ultimas decoraciones para llevarlas a la sala.

-Y como se lo tomó?- preguntó Aurelia, estaba a un lado de Lily quien había terminado de encantar unas calabazas para que flotaran.

-Muy bien! Quedamos como amigos... aunque no lo se... hubiera esperado algo más.

-Cómo?-preguntó Marlene.

-Algo como... No me dejes Mary! Dejame rogarte un poco! Estoy seguro que esto aun puede funcionar!- movió las manos dramáticamente- pero bueno no lo hizo, de todas formas estuvo bien...

Aurelia sabia de buena fuente que ultimamente Black habia estado siendo un completo idiota, habia olvidado el cumpleaños de Mary y la dejo plantada de Hogsmeade el mes pasado.

-Fue lo mejor...- dijo Aurelia.

-Bien por que en mi mira hay otro chico.

-El de ravenclaw?-pregunto Lily.

-Si! y conseguí que mi hermana me enviara un vestido rojo para esta noche así que... no hay tiempo para arrepentimientos.

Esa fiesta de halloween sería una que Aurelia Potter no olvidaría, se había puesto un vestido verde esmeralda que se le ceñía al cuerpo y llevaba el pelo lacio suelto. Aurelia sentía las miradas de los chicos sobre ella era algo que la hacía sentir segura, sabía que se veía bien ya que sus amigas se lo habían dicho y si el espejo no mentía pues tenía razón en tener confianza.

-Te vez hermosa!- le dijo su hermano por encima de la música, la sala estaba repleta de gente y todos habían hecho un excelente trabajo con la decoración, las calabazas flotaban en el techo y brillaban, Aurelia junto con Remus habían sugerido usar hechizo como el del gran comedor para que aparentara el cielo nocturno. La musica reventaba y sonaba desde Bowie, a The beatles entre otros artistas muggle.

-¿Y Remus y Sirius?- preguntó mirando alrededor, había visto a Peter con Desdemona y Mary con el chico de ravenclaw, sus amigas también ya estaban dispersas por ahí revoloteando entre la mesa de la comida y la pista de baile.

-No tengo idea!- dijo acomodando sus gafas- tenías razón! ¡este lugar es perfecto para la fiesta!

Juntos bailaron unas cuantas canciones hasta que James bebió más de un shot que le dio el ánimo de ir a sacar a Evans a bailar. Aurelia se había acercado a servirse también un poco de whisky de fuego que los chicos habían conseguido en hogsmeade cuando a su lado sintio la mano de alguien.

-Hola!- Pandora le sonrio, llevaba puesto un vestido amarillo y a su lado, claro que si, Xenophilius.

-Buena fiesta- le dijo el rubio.

-Todos pusimos de nuestra parte.

-Eso es?- pandora señala su vaso.

-Whisky de fuego, quieres un poco?

-Estoy tomando sidra.

-Ya veo... y donde esta...?

-Se quedó platicando con Theo, estaban por la entrada- señaló, pero entre tantas personas no alcanzaba a ver nada.

Aurelia se bebió de un trago el liquido en su vaso, esa era su noche.

-Eso! Animo Potter!- la animó Lovegood. Pandora rió.

Aurelia se abrió pasó entre las personas pero no veía la melena rubia de Evan por ningún lado, sentía sus mejillas calientes y el corazón latiendole más de lo normal. No se dio cuenta de que alguien al pasar la habia golpeado en el hombro, cuando miró en esa dirección se dio cuenta de que era Theo quien caminaba apresurado al otro lado de la sala.

-Potter- Evan apareció delante de él.

-Hola!- de repente se sintió timida, Evan llevaba puesto un pantalon negro y una camisa blanca desfajada y algo arrugada, las mangas las llevaba hasta los codos y sinceramente ese aire despreocupado le encantaba a Aurelia- Te estaba buscando, crei que podriamos...

-Shh- dijo acercandose, olia a cigarro y alcohol- no te escucho- La tomó de la mano y caminaron a la mesa mas cercana de bebidas, Evan tomo una pequeña botella de hidromiel, le sonrió a Aurelia y salieron de ahi.

-Aqui hay menos ruido- dijo él mientras entraban a una sala mas pequeña en el pasillo, por suerte no era una armario de escobas sino una pequeña bodega donde habia sillas y mesas viejas- Luces bien son ese vestido- dijo dando un targo, tenia las pupilas dilatadas.

-Lo conseguí en una tienda muggle- dijo quitándole la botella de la mano y dándole un trago, lo necesitaba, sabía porque estaban ahí. Ambos se quedaron viendo al otro por lo que pareció una eternidad.

Evan se acercó a ella y Aurelia retrocedió lentamente hasta que su trasero chocó con la orilla de una mesa.

-Evan...-pronunció su nombre en voz baja, la mano de él fue a su cadera y la de ella a su hombro.

-Había algo que quería darte...-dijo él- Creo que sabes que es...

-Si..- dijo inclinándose hacia él y Evan no tardó en besarla.

Con su ayuda Aurelia se sentó en la mesa que estaba detrás de ella, las manos de él la recorrieron y las de ella le arrugaron aún más la camisa. Aurelia estaba besando a Evan, un slytherin. Y realmente no había cosa que se sintiera más correcta en ese momento.

...

La mañana siguiente amaneció con un terrible dolor de cabeza, por suerte ese día no había clase por lo que decidió quedarse en cama toda la mañana. Después de aquel beso, y los otros que siguieron, habían regresado a la fiesta donde Aurelia decidió que esa sería su primera borrachera, estaba emocionada y aun sin poder creerlo, bebió los tragos que le ofrecían y la menor de los Potter realmente se había sentido feliz, sus amigos estaban ahí e incluso su hermano noto más animada de lo normal a su hermana, pero le atribuyó su felicidad repentina a los vasos de whisky de fuego que se había tomado sin parar. Tuvo suerte de no vomitar, como Sirius quien no había aguantado cuando llegaron a la sala común y vomitó dentro de una armadura en el pasillo. Todo había salido bien la noche anterior, Aurelia recordaría esa noche como una de las mejores de su vida... por el momento.

Eran las once y media de la mañana cuando Aurelia decidió levantarse, sus compañeras, a excepción de Alice, seguían en sus camas y fue muy cuidadosa de no hacer ruido. Hizo el recorrido al gran comedor, en su estómago aun tenía una extraña sensación de ligereza, probablemente las mariposas de la noche anterior ya que aun se sonrojaba al pensar en ella y Evan besándose... aun no podía creer que eso había pasado!

-Como te sientes?-preguntó Remus cuando Aurelia tomo asiento a su lado, solo estaba Evans con Marlene del otro lado junto con Peter.

-Muy bien... bueno tengo mucha sed- dijo sirviendo jugo de calabaza.

-La deshidratación- dijo Evans- es normal cuando la noche anterior bebiste sin medida- le guiño el ojo.

-Al menos ella no vomitó- Marlene codeó a Evans quien rió al respecto.

-Es verdad- Remus se llevó un trozo de pan a la boca- creí que regresarías todo en cualquier momento pero eres mas resistente que James.

-También me sorprendí, por cierto dónde está él y Sirius?

-Resaca- dijo Peter sirviendo más estofado en su plato vacío.

-Cruda moral- añadió Lily- con el alboroto de ayer no me sorprende- Aurelia rió recordando algunas de las cosas que pasaron la noche anterior.

Sin querer dirigió la mirada a la mesa del otro lado, las serpientes. Buscó la melena rubia de Evan y lo encontró entre Barty y Regulus. Este sintió su mirada y le guiño un ojo con una sonrisa pícara. Aurelia sintió sus mejillas calentarse un poco, pero le gustaba esa sensación.

Chapter 24: Besos escondidos

Chapter Text

La nieve había caído antes de lo esperado, Aurelia pensaba que se veía hermoso siempre que daba su vuelo matutino antes de las clases, las tejas blancas y copos de nieve que terminaban de caer por la noche anterior.

-Estoy segura de que si no me muevo por mucho tiempo podré pasar desapercibida entre la nieve- le decía Pandora mientras caminaban juntas a defensa contra las artes oscuras, una clase que compartían todas las casas.

-También lo creo, pero te congelarias- ambas entraron al aula, en medio del salon estaba una plataforma rectangular, comúnmente usada en duelos.

-Creo que hoy será de duelos...- Pandora dejó su bolso en una mesa, todas estaban recorridas a las orillas y los demás alumnos apenas iban llegando- Y bueno... que pasó con Evan- su amiga le dirigió una mirada picara.

-Bueno, pues...-Aurelia recordó el beso- puede que... me haya embriagado un poco para besarlo?- dijo lo último en voz más baja de lo usual.

-Sabía que se habían besado! era imposible que no lo hicieran! Y bueno tiene sentido que toda la fiesta después hayas estado de un humor estupendo.

-Ay Dora, fue tan genial! mi primer beso y justo con él!- Pandora veia a su amiga con ojos brillantes, realmente se alegraba que su hermano y su mejor amiga salieran.

-Se lo que se siente, cuando Xeno me besó me sentí igual- decia- como sea si el idiota te hace daño yo estaré ahi para encargarme.

Antes de que pudieran seguir platicando el profesor Zabini había salido de su oficina, todos los alumnos habían llegado y eso incluía a los slytherin y hufflepuff, Aurelia le sonrió a Evan quien le devolvió la sonrisa, gesto que no pasó desapercibido para Black quien estaba a su lado.

-Debido a las circunstancias por las cuales el mundo mágico se ha visto implicado es de suma importancia que todos sepan defenderse correctamente- decía el profesor, su piel morena contrastaba con su túnica verde pantano, había subido a la plataforma de duelo y todos los alumnos estaban a los lados- se que no todos están en el club de duelo pero les recomiendo ir a darse una vuelta por si acaso- dijo mirando a Aurelia- Así que hoy me mostraran sus habilidades como duelistas, los peores deberán ir al menos una vez a la semana al club- Todos guardaron silencio- Asique bien! voluntarios?- se inclinó sobre la plataforma- Nadie!?- los alumnos se miraron unos a otros- ¡Muy bien, señorita Potter! Suba aquí por favor.

-Era cuestión de tiempo- le susurró Pandora cuando Aurelia subió las escaleras de la plataforma.

-Bien, como sabrán la señorita Potter tiene el título de duelista avanzada así que creo que les vendrá bien verla en acción si no han ido al club de duelo- el profesor Zabini era quien solía coordinar los duelos en el club y era fan del padre de Aurelia ya que Fleamont Potter tenía una insignia de maestro duelista en la escuela, además de ser un genio hábil en pociones era un duelista increíble, talento que Aurelia había heredado.- Asi que bien, necesito un voluntario o tendré que escoger yo- hubo silencio pero de repente una voz masculina hablo desde la esquina, donde estaban las serpientes.

-Yo lo haré- Barty Crouch subió a la plataforma de un brinco, tenia una sonrisa burlona en el rostro.

-Bien señor Crouch-el profesor Zabini bajo de la plataforma y llegó a un lado de Theodore quien le alzó ambos pulgares a Aurelia en señal de apoyo- Varitas arriba!- ambos estudiantes se miraron de frente.

-¿Nerviosa, Potter?-preguntó Crouch.

-Quizá yo debería preguntar eso- ambos bajaron sus varitas, dieron media vuelta y dieron cinco pasos, al dar la vuelta de nuevo ambos estaban ya en posiciones de combate.

-Quiero un duelo justo y sin ataques personales!-dijo el profesor, todos los alumnos los miraban con un silencio expectante, no solo era un simple duelo, era gryffindor contra slytherin de nuevo, una Potter contra una de las serpientes más odiosas de Hogwarts, sin mencionar que ninguno de los dos se llevaban bien.

Crouch lanzó el primer ataque, un petrificus totalus, al parecer quería deshacerse de ella lo más pronto posible pero Aurelia ni siquiera uso protego para defenderse, con un simple movimiento ágil de pies pudo esquivar el hechizo que le dio a un esqueleto del fondo. Le lanzó a Crouch un flipendo tan rápido que no le dio tiempo de esquivarlo o protegerse.

-¡Eso!- los alumnos estallaron en vítores al ver que el flipendo de Aurelia hacía que Barty casi cayera de la plataforma. Por el rabillo del ojo veía como Rosier aplaudía mientras que Regulus seguía de brazos cruzados, los demás slytherin estaban en silencio. Algunos alentaban a Barty.

-Confundus!-gritó Barty cuando recuperó el equilibrio, el hechizo le habia dado en el brazo por lo que Aurelia casi tiraba la varita.

-Levioso!- Aurelia uso la otra mano y Barty se alzó por los aires, duró segundos porque al decir Finite! había caído al suelo con un buen golpe.

-Levicorpus!- grito Crouch pero Aurelia usó Protego y una burbuja plateada la cubrió del hechizo, Aurelia decidió que ya habían durado demasiado asique cuando la burbuja desapareció comenzó a la lanzar hechizos regulares, los comunes que sabia que se sentían como si algo te pellizcara el cuerpo con una pinza caliente. Barty se empezó a quejar y al final, al estar distraído por el dolor, Aurelia lanzó un expelliarmus y la varita de Crouch salió por los aires dejándolo a él sentado en el suelo.

El aula estalló en vítores y Barty Crouch se levantó de golpé para ir directo a Aurelia quien no se inmuto cuando este llegó hasta ella. Crouch le sacaba una cabeza por lo que Aurelia tenia que mirar hacia arriba.

-Algún problema?-preguntó Aurelia, todos habían guardado silencio, el profesor Zabini gritó una advertencia a Barty pero este lo ignoró.

-Buen duelo...-dijo con dientes apretados y fuego en su mirada. Aurelia tampoco apartó sus ojos de los suyos.

-Bien, suficiente!- dijo el profesor- siguiente pareja!

Barty se dirigió al otro lado de la plataforma pero antes de que bajara Aurelia dijo; -Tal vez deberías ir al club de duelo de vez en cuando!- dijo con una sonrisa, todos la miraban- Y quizá, solo quizá puedas mejorar tus habilidades en los duelos.

Hubo algunas risas, pero Barty solo la miró con odio contenido, probablemente podría esperar una venganza después aunque eso sea muy infantil y mezquino de su parte.

...

El resto del dia paso sin contratiempos, Aurelia se dirige sola a su sala común cuando sintió una mano jalarla hacia un armario de escobas, de inmediato sacó su varita e iluminó el armario cuando la puerta se cerró.

-¡Me declaro culpable!- Evan tenía ambas manos arriba.

-Pensé que serías Barty!-dijo más tranquila- Estoy segura que buscará vengarse después de lo de hoy.

-Conociendo al idiota es probable de que si, pero solo queria verte mas de cerca un momento- Evan llevo su mano a la mandíbula de Aurelia, esta se sonrojó y tragó saliva- Estuviste genial en el duelo, tal vez vaya a darme una vuelta por el club- dijo acercandose cada vez mas.

-Quizá deberías...-dijo distraída, no podía pasar por alto el hecho de que estaban encerrados en un armario de escobas sumamente estrecho y que tenía a Evan Rossier a punto de besarla.

-Puedo...?-Aurelia no lo dejo terminar ya que fue ella la que terminó de cortar la distancia que los separaba con un beso.

Asi fue como pasaron las siguientes semanas, miradas discretas, encuentros por los pasillos, besos en lugares escondidos... Se sentía bien tener ese secreto en especial cuando era algo que se sentía prohibido. El sentimiento de hacer algo que no deberían era algo excitante pero aunque eran buenos escondiéndose, Aurelia no era buena ocultando su buen humor.

-¿No la ves demasiado animada?- preguntó James a Sirius, ellos junto con los demás estaban en el gran comedor, era la hora de estudio colectiva antes de la cena.

-Creo que si, no me ha insultado las ultimas semanas- dijo llevandose el lapiz a los labios, gesto que no pasó desapercibido para Remus quien sacudio la cabeza y se unió a la conversación.

-Ha estado muy risueña también- añadió, Aurelia estaba al otro extremo de la larga mesa con sus compañeras de habitación riendo a lo lejos.

-No creen que este...-decia Peter.

-Enamorada?-dijeron Sirius y James al mismo tiempo viendo a su hermana, ambos se miraron sorprendidos.

-Y que si lo esta?-dijo Remus.

-No tendria nada de malo, solo que...-James se llevo una mano a la nuca.

-Oh el gran James 'egocentrico' Potter esta celoso de que su hermana le preste mas atención a otro chico que a él- se burló Sirius, James le lanzó una bola de papel.

-Claro que no! Idiota- se quejó- No me opongo a eso, y ni siquiera sabemos si esta de buen humor por eso.

–Oh amigo...- decía Sirius- las chicas no saben cómo ocultar que están enamoradas.

-Y quien creen que sea el afortunado?- preguntó Peter sacando una rana de chocolate de su bolsillo.

-Esa es una excelente pregunta, Colagusano- dijo Sirius, este miró a James- Y bien? ¿Qué dices, Cornamenta?

-Aurelia es muy popular entre los chicos- dijo Remus al ver que James no decía nada- Puede ser cualquiera pero no la hemos visto platicar con muchos...

-¿No hace un tiempo la habían visto en Hogsmeade con Rossier?-dijo Peter.

-Oh quien sea menos un slytherin!- James se llevó ambas manos al rostro, se veía afligido.

-Como sea no los he visto juntos últimamente, y si sí, siempre está la otra Rossier con ellos y el novio de ella, Lovegood.- dijo Sirius.

Siguieron debatiendo por un rato más sobre el posible pretendiente de Aurelia y terminaron cuando Remus les dijo que mejor debían avanzar en su ensayo de Defensa contra las artes oscuras.

Los siguientes dias la actitud de Aurelia no cambió y James prefirió no preguntarle nada al respecto, prometió no meterse en ese aspecto en su vida y mientras ella no llegara llorando con el corazón roto no tendrían problema.

Todo avanzaba bien para las primeras semanas de diciembre pero la vibra de Hogwarts se arruino cuando una terrible noticia invadió los pasillos del castillo; Una familia había sido masacrada por un grupo de hombres lobo en la reciente luna llena. La noticia encabezó varios días el diario El Profeta y por ende el rechazo de parte del cuerpo estudiantil hacia los hombres lobo brillaba mas que nunca.

-Deberían erradicarlo a todos!

-Yo me suicidaria si me llegaran a morder! Debe ser horrible!

-Todos son criminales sin escrupulos.

-¡No tienen cerebro!

-La plata les hace daño, debemos protegernos con ella a toda costa.

-Si! no se sabe cuando tienes a un hombre lobo cerca!

De repente los accesorios de plata se habian vuelto muy populares entre los alumnos, llevaban desde pendientes hasta collares y pulseras.

-Son unos ignorantes...-se quejó Lily quien estaba con Aurelia en la sala común- Como se lo ha tomado Remus? No lo he visto mucho estos días.

-Más serio de lo normal, dice que no importa pero se que es cansado estar evitando a alumnos que usan plata todo el día todos los días.

-Pobrecito! Cuando lo vea procuraré regalarle una barra de chocolate de las que le gustan! Quizá lo anime.

Unos días después Aurelia iba con James y Peter al campo de quidditch para ver el entrenamiento.

-Demonios!- se quejó James llevándose una mano a la frente- Olvidé los nuevos goggles! Colagusano! ¿Puedes regresar a la torre por ellos?

-Olvidalo Potter, Deezy me espera en las gradas!- se quejó Peter, James se le quedó viendo a su hermana.

-Auri? Podrías? No puedo llegar tarde, soy el capitán del equipo- James unió ambas manos en forma de súplica.

-¿No siempre tienes un repuesto en los vestidores del campo? De verdad no quiero regresar!

-Si pero estan rotos! Por eso le pedí a mamá que me enviara unos de una tienda en el callejón diagon, por favor hermana!

Aurelia estaba a punto de decirle de nuevo que no pero James comenzó a hacer la cara que siempre pone cuando suplica por algo, fruncia los labios y se acomodaba las gafas hasta la punta de la nariz para que vieran bien sus enormes ojos suplicantes.

-Esta bien, esta bien!- James sonrió- pero ya quita esa cara ridícula!

-Con esta cara ridicula suelo conseguir lo que siempre quiero.

Aurelia le hizo una mueca y fue a paso apresurado hasta la torre gryffindor. Hacer un accio resulta inutil a esa distancia ya que solo funcionaba cuando estabas en la misma habitación del objeto.

Se encontró la sala común medio vacia y cuando se dirigía a los dormitorios de los chicos se preguntó si Remus y Sirius estarian ahi, lo que era muy probable ya que no estaban en otro lugar.

Llegó con lentitud a la puerta de la habitación, escuchaba el tocadiscos sonar con una canción de Bowie, changes si no estaba mal. Al abrir la puerta escaneo rápidamente la habitación, y del otro lado de la cama, sentados en el suelo, encontró las cabezas de Remus y Sirius demasiado juntas para que pareciera normal. Aurelia dio un paso, sujetaba su varita con nerviosismo, se estaban besando.

-Ehh- balbuceó, rápidamente ambos se separaron y Sirius se puso de pie, estaba sonrojado y su pelo suelto algo revuelto, ambos chicos la miraron con pánico en los ojos- Accio goggles!- rápidamente los goggles salieron volando entre una pila de ropa a sus manos.

-Aurelia...-dijo Remus poniéndose de pie con dificultad.

-¡No vi nada!- salió rápidamente de la habitación, cerrando sin querer con un fuerte portazo.

Aurelia corrió el resto del camino con la cara roja de la vergüenza por no haber tocado antes.

...

Después de aquella infortunada interrupción Aurelia evitó a sus amigos el resto del día, para ella seguramente Sirius y Remus deberían estar furiosos con ella por no haber tocado la puerta. Pero aun así se sentía bien por sus amigos, no tenía idea de que ambos realmente tuvieran algo aunque ya había sospechado por ciertas miradas que se echaban de vez en cuando pero jamás imaginó que tenían algo en serio.

Las parejas del mismo sexo no eran muy comunes en ese tiempo pero siempre se decia que el amor es amor y no podia evitar pensar en lo valiente que eran por estar juntos pero aun asi era asunto de ellos y de seguro estarian muy molestos con ella por haberlos descubierto.

La mañana siguiente, domingo, Aurelia se había levantado muy temprano para huir a la biblioteca donde tenía la frente pegada en la mesa y se debatía en si debía ir a hablar con ellos o no...

-Te encontré- murmuró una voz. Aurelia levantó la vista inmediatamente, era Remus quien tomo asiento a su lado.

-Remus! ehh yo, debo irme- comenzó a ponerse de pie pero este le tomó la mano.

-Creo que debemos hablar- dijo en un tono tranquilo, sumamente tranquilo, Aurelia trago saliva y se sentó de nuevo. Se quedaron viendo el uno al otro en silencio.

-¡Lo siento mucho! Debí haber tocado antes, te prometo que no le diré a nadie- soltó rápidamente- ¿Dónde está Sirius?- dijo mirando la biblioteca- debo disculparme también con él, soy una torpe- se llevo ambas manos a la cara.- es su secreto y yo....

-Aurelia...-Remus le puso una mano en el hombro lo que hizo que lo mirara- Nosotros... pensábamos que...- no continuo.

-Que?

-Que nos evitabas por que te había molestado

-¿Molestarme? ¡Pensé que ustedes me odiarían por entrar sin tocar!

-Nos confiamos, pensamos que nadie entraría...- ambos se quedaron viendo.

-Entonces, no me odian?-preguntó insegura, retorciéndose las manos.

-Que? Claro que no... pensábamos que sería al revés- Aurelia lo miró atónita.

-Por Merlin! por supuesto que no! por qué lo haría?

-Pues...- no continuo, era obvio. Dos hombres enamorados y los 70's

-De cierta forma lo sospechaba...-lo admitió, Remus la vio sorprendido- Por las miraditas que se echaban cuando el otro no creía que lo estaban viendo.

-Tan obvios somos?- se llevó una mano a la nuca.

-Creo que cuando uno está enamorado es difícil ocultarlo- sonrió cálidamente. Remus recordó decir algo parecido hace tiempo.

Hubo mas silencio que Aurelia rompió- Y bien? desde cuando ustedes dos...?- Remus le contó todo, sinceramente no se había dado cuenta de lo mucho que necesitaba hablar con alguien sobre eso y hablar con Aurelia lo hacia sentir mas liviano.

-Creo que son adorables juntos, y no te preocupes no le diré a nadie- hizo ademán de sellar sus labios.

-Bueno, ahora que te conté lo mío con Sirius será mejor que me digas con quien andas tú- Remus se cruzó de brazos.

-No se de que hablas...- Aurelia dio un vistazo a la biblioteca pero no había ni un alma a esa hora en domingo.

-Auri...- Remus la miro con cara de solo dilo!

-Esta bien! agh, ekjds rodies- dijo tan bajo que Remus no le entendio ni con su super oido de hombre lobo.

-No te entendí solo dilo quieres? A menos que se trate de una chica no me voy a sorprender.

-Evan Rossier- dijo sin mirarlo, como no dijo nada lo volteo a ver y Remus la miraba con la boca abierta- Tan malo es?

-Bueno...- definitivamente se sorprendió, quizá hubiera preferido que se tratara de una chica.

-Ya se que todos ustedes odian a los Slytherin pero, y como llevo toda la vida diciéndoles. no todos son iguales.

-Es el hermano de tu mejor amiga, no debe ser un completo idiota- Remus se llevo una mano a la barbilla, analizando la situación, sospechaba que se tratara de Rossier pero ahora que lo tenia confirmado... definitivamente a James no le gustaría pero no podía obligar a su hermana a nada, además Rossier era de los escasos slytherin que no se metia con los nacidos muggles y hacia la misma mierda que Snape, Crouch o Mulciber o los demás- Bueno mientras sepas manejarlo esta bien.

Aurelia sonrió, tenía el visto bueno de Remus al menos, pero aun así no estaba segura de que si los demás lo aceptarían.

...

Ambos fueron al gran comedor donde la gran mayoría estaba desayunando, Aurelia se sentó entre James y Sirius quien la veía con la cara pálida, nervioso. Remus le había dicho que era a Sirius quien más le preocupaba que ella dijera algo.

-Esta todo bien- dijo ella tomando asiento- Perdon por no tocar- susurró y lo abrazó, Sirius miró a Remus quien le asintió con tranquilidad con eso tuvo Sirius para respirar y abrazar a Aurelia.

-De que me estoy perdiendo?-preguntó James mirando a sus amigos.

-Oh nada, también tengo uno para ti- Aurelia lo abrazó y James inmediatamente la rodeo con sus brazos.

-¿Qué bicho le pico?- dijo mirando a sus amigos que sonreían.

...

Faltaban solo unos días para que los estudiantes dejaran hogwarts por las vacaciones de invierno, por lo que estos últimos días se la pasaban jugando en la nieve, en sus salas comunes o como Aurelia y Evan; en los jardines, por suerte casi no habia nadie, todos preferían estar a dentro bebiendo chocolate caliente.

-Entonces mamá dijo que este año quiere organizar una fiesta como todos los años en navidad y me preguntaba si quieres ir?- Aurelia sostenía su brazo.

-A donde?- preguntó Evan, parecia salir de sus pensamientos, ultimamente estaba mas distraido de lo usual, Aurelia se lo atribuia a los timos.

-A mi casa! Mamá organiza una fiesta de navidad, ya le dije a Pandora y Xenophilius.

-Pero crees que esta bien que vaya?

-Eres mi novio, claro que quiero que vayas- Aurelia sonrió pero de repente se dio cuenta de lo que dijo, eran novios? no lo habian aclarado, pero los novios se besaban, salian a pasear y esas cosas- Eres mi... novio no?

-Oh si, claro- Evan le apretó una mejilla y ambos sonrieron pero de repente esa mirada distante se apodero de sus ojos de nuevo.

-¿Está todo bien?-preguntó ella. Aurelia miró en la misma dirección que Evan, Theodore iba pasando con Alice del otro lado del jardín.

-¿Has hablado con él?- preguntó el rubio y siguieron caminando.

-No demasiado.... a veces creo que me evita...-respondió ella recordando las pocas veces que ha interactuado con Theo esas semanas cuando Aurelia lo enfrentó él dijo que estaba distraído con los TIMOs y que no quería quedarse atrás por lo que se la pasaba estudiando-Por que?

-Creo que también me esta evitando- dijo pensativo y antes de que Aurelia preguntara más Evan cambio de tema rapidamente.

...

-Los extrañare esta navidad!- decia James a sus amigos, él, Peter y Aurelia estaban en la sala común despidiendose de Remus y Sirius.

-Les enviare Pastel de carne- dijo Aurelia abrazando a Sirius y despues a Remus.

Esa seria la primera navidad que no pasarian todos juntos, se había dado la orden de que Remus no saliera del castillo, debido a los ataques de lobos las ultimas lunas llenas, Dumbledore no quería arriesgar a Remus y como el seria el unico que se quedara Sirius le haria compañia.

-No se porten mal...- decía James despidiéndose- sin mi- les guiño un ojo.

-Espero que no se aburran demasiado- decía Peter.

-Por supuesto que no!- dijo Aurelia con ánimo- se tienen el uno al otro para no morir de aburrimiento- le guiño un ojo a Sirius quien trato de no sonrojarse.

-Tienes razón Auri, solo ellos y el castillo para ambos, que envidia- decía James completamente ajeno a esa insinuación secundaria de su hermana.

-Bueno será mejor que se larguen antes de que el expresso los deje!- Sirius tomó de los hombros a Aurelia y la guió por el agujero del retrato entre risas.

...

Los siguientes días pasaron demasiado lento, definitivamente era aburrido sin todos los merodeadores por ahí, incluso sin Peter. Los padres de este había decidido que pasarían Navidad con su hijo en USA ya que creían que los días en Inglaterra se estaban volviendo más oscuros y no solo debido a los días grises y llenos de nieve.

James y Aurelia se divertían como cuando eran niños, jugando con la nieve, bajando al pueblo muggle e incluso se transformaban para dar paseos por el bosque detrás de su casa e intercambiando cartas con sus amigos.

Querido Remus,

Espero que tu y Canuto la esten pasando muy bien en el castillo, debe ser divertido solo estar ustedes dos... sabes a lo que me refiero.

Aquí James y yo nos divertiremos como podemos, olvidamos que somos adolescentes y jugamos como cuando éramos niños. James tuvo la brillante idea de cómo sería intentar patinar en forma de siervo, no salió bien y casi se ahoga, el hielo no soportó su peso y cayó al agua. Fue horrible verlo haciendo sonidos extraños, pedía ayuda pero supongo que olvidó que podía transformarse en humano de nuevo. Como sea lo saque de ahí y todo está bien gracias a Merlín.

Mamá se molestó al vernos llegar empapados y casi congelados pero le inventamos un excusa. Ella y papá están bien por cierto, dentro de lo que cabe... siguen ocupados con cosas de la orden tanto que creo que no habrá fiesta de navidad este año. Hay rumores de que algo terrible pasará pronto pero espero que solo quede en eso; rumores.

¡Saludame a Canuto! debe estar feliz de por fin tener la sala común para el solo, mamá y papá también lo extrañan pero pronto les llegará una sorpresa de nuestra parte! No debe ser navidad esperar los regalos!

Con amor,

A.F.P.

Querido Evan

¡Espero que tus vacaciones vayan muy bien! No ha parado de nevar y todo está cubierto de nieve últimamente por aquí. Recibí tu carta el otro dia; ¡Esa nueva escoba suena genial! James le rogó a nuestros padres comprarle una igual pero estaban agotadas en el callejón diagon, dijeron que solo les habían llegado tres y sospecho que una de esas es la tuya! ¡Espero que te ayude a ganar el partido contra Ravenclaw en enero!

Por cierto, mamá ha decidido cancelar la fiesta de navidad mañana, no ha tenido tiempo de organizar nada y con todo lo que está pasando allá afuera parece incorrecto celebrar algo, incluso navidad... Ya le dije a Pandora también asi que espero solamente verlos regresando de vacaciones.

Espero que pases una linda navidad con tu familia!

Con amor,

A.F.P.

Querido Theo,

Espero que tus vacaciones vayan bien! No se que tan diferente sea la navidad muggle del mundo mágico pero debe ser, a su manera, mágica también.

Han estado pasando muchas cosas, así que por favor mantente seguro. Se que no hemos hablado mucho las últimas semanas pero eres uno de mis mejores amigos y me preocupo por ti. Alice me dijo que planean una salida antes de año nuevo! Eso es genial ya que dijo que usarán el metro muggle para verse, aunque no lo creas ya he viajado por metro muggle tambien!

Como sea, por favor cuidate mucho y ten una bonita navidad.

Con amor,

A.F.P.

En la noche de navidad sus padres solo habían invitado a unas cuantas personas de confianza, fue una cena tranquila hasta que en la madrugada había llegado una lechuza de la orden.

-¿Qué dice Monty?-preguntó la señora Potter con las manos en los hombros de su hija, James ayudaba a la elfina a recoger la mesa pero se paró en seco para ver a su padre, los invitados ya se habían ido.

-Oh por merlín- Fleamont se llevó una mano a la cara ya drenada de color y tomó asiento- Un ataque...

Los niños y la señora Potter se acercaron a leer la nota, era de Moody. Había habido un ataque a gran escala a familias muggles.

-Seguro saldrá el profeta mañana, han sido varias familias- dijo James leyendo de nuevo la nota, tenía los lentes a mitad de la nariz. De respete miró a Aurelia, como si acabara de recordar algo- Evans!- salió corriendo a mandar una lechuza.

Aurelia dejo a sus padres en el comedor para también escribirle a Alice y a Theodore, debía saber si estaban a salvo. Por suerte las lechuzas de los tres hijos de muggles no habían tardado en llegar.

-Meno mal...- Aurelia dijo con un suspiro liberador tomando asiento en la sala.

-No hubiera sido capaz de dormir si Evans no me respondía inmediatamente- James se sentó junto a su hermana.

Por suerte ninguno de sus amigos había salido lastimado, aunque al siguiente día se enteraron más a detalle que el ataque se había hecho por mortifagos a familias muggle de diferentes partes del país, habían sido alrededor de cientos familias... los noticieros muggle lo habían catalogado como un ataque terrorista.

-Qué horrible, Jimmy- Aurelia se acurruco junto a su hermano y este le pasó un brazo por los hombros.

-Debemos hacer algo...- la mirada que tenia James en ese momento no cambio los siguientes dias.

Aurelia sabía que su hermano tenía un complejo de héroe y que tenía unas ganas inmensas de ayudar a sus padres con asuntos de la orden pero ellos mismos se lo tenían prohibido por lo menos hasta que se graduara. Esa determinación era algo que la menor de los Potter admiraba demasiado, se preguntaba si un día ella sería igual de valiente

Chapter 25: Romance adolescente

Chapter Text

Era momento de regresar a Hogwarts. Aurelia no se había dado cuenta de lo mucho que había extrañado a Evan, solo con intercambiar correspondencia no bastaba. En especial porque Evan no era muy expresivo a través de las cartas y porque tarda eones en contestar las cartas de Aurelia.

Pudo divisarlo de lejos cuando bajaron de los carruajes pero nada más, no pudo ir a saludar porque su hermano estaba con ella y porque Evan estaba rodeado de Slytherins. Se dijo que luego lo vería más tarde por algún corredor del castillo porque antes debía ver a dos tortolitos que habían tenido todo el castillo para ellos solos y no habían compartido demasiado en sus cartas.

-Asi que...-decía James en la cena de esa noche- ¿Que tal estuvo?- Sirius y Remus compartieron una mirada rápida.

-Tuvieron toda la cocina para ustedes- decía Peter- Debió ser genial.

-Si, si lo fue- dijo Remus.

-Extrañaba todo este ruido- Sirius hizo un ademán con la mano en dirección a los estudiantes.

-Bueno, recuerda eso cuando esté practicando en la sala común- Mary se inclinó hacia enfrente de la mesa, les había contado que se unió a una pequeña banda en su pueblo.

-Espera, cuentame mas sobre el baterista- Marlene la jalo del brazo y Mary rio.

-Todo bien en tus vacaciones?-Lily le preguntó a Aurelia, estaba a un lado de ellas.

-Si, gracias por esa pluma en navidad!- Respondió ella.

-Y gracias a ti por esos chocolates suizos! A mi hermana le encantaron cuando los probó.

Las clases de las siguientes semanas fueron de lo más normal, los TIMOs se acercaban por lo que los estudiantes de quinto año tenían casi poco tiempo libre esos días.

Al final de la clase de pociones que gryffindor compartía con slytherin, Aurelia y Evan se quedaron en las mazmorras despues de que terminara, incluso el profesor había salido por lo que cerraron bien la puerta y lanzaron un hechizo silenciador.

-Había extrañado esto- dijo Evan tomando a Aurelia de la mandíbula y besándola con impaciencia, Aurelia llevó su mano encima de la de Evan, le encantaba su olor y la forma en que la besaba pero... le había pedido que se quedaran mas tiempo por algo mas.

-Evan...-dijo ella entre besos.

-Mmm- murmuró llevando su nariz por el cuello de ella, aspirando su aroma.

-Quería preguntarte algo- Aurelia logro despegarse de él, Evan la miró curioso, su cabello rubio estaba despeinado y sus rizos contrastan con su piel morena- Es sobre... bueno, no se si es algo tonto.

-No hay preguntas tontas Auri- Evan le revolvió su cabello, lo tenía lacio, como últimamente lo había estado llevando.

-Es que, ya me harte un poco de escondernos..- Pensó en Pandora y Xenophilius, eran libres de andar de la mano por los pasillos y salir a Hogsmeade juntos, sentarse lado a lado... y bueno ella también quería hacer eso con Evan.

-Pensé que te gustaba el sentimiento que escondernos conllevaba- sonrió pícaro, entendía a que se refiere. Ese acelerón del corazón cuando alguien andaba cerca, o las veces que la jalaba a algun armario para besarla... Aurelia se sonrojó.

-Me gusta! pero quisiera que tambien fueramos una pareja normal- señaló sus cuerpos- Creo que mostrar que un slytherin y un gryffindor pueden estar juntos en estos tiempos, es posible y que no todo se resume a la rivalidad de nuestras casas

-Entiendo...- Evan se llevó una mano a la barbilla y empezó a asentir exageradamente, fingiendo pensar- Tengo una idea, que te parece si el 14 de febrero se lo hacemos saber a todos? Tengo algo bueno en mente.

Aurelia lo pensó, eran inicios de enero y no tenía prisa por ver la cara de su hermano al enterarse de quien era su novio, además de que así tenían el tiempo justo para seguir con sus juegos a escondidas. Le gustaba el sentimiento de que nadie lo tenía que saber pero también quería salir de la mano con él asique pusieron un acuerdo para que ese día se mostraran a la comunidad estudiantil como una pareja normal.

...

-Es un imbécil- Remus llegó junto a Aurelia y tomó asiento con ella en uno de los largos sillones de la biblioteca, se cruzó de brazos. Era la quinta vez en esos dias que Remus venía a quejarse sobre algo relacionado a Sirius.

Remus "señor tranquilidad y serenidad a pesar de ser un hombre lobo" Lupin estaba fuera de sus casillas últimamente.

-Ahora qué hizo?-preguntó Aurelia sin levantar la vista de su mapa de astronomía, tenía problemas para encontrar unas constelaciones.

-No soy una persona celosa, pero...-Aurelia formó ese Pero en sus labios sin alzar la voz- él tampoco hace nada por alejar a esas chicas, Alexandra Palina técnicamente le restregó el pecho en su cara y el imbecil solo sonrió disfrutando de la vista. Incluso se que se esta viendo con esa hufflepuff de quinto año a escondidas.

Aurelia dejo que Remus se desahogara más, sabia que su amigo no hablaba con nadie de ese tema pero casi no le prestó atención por resolver el problema que tenía en su mapa, cuando terminó suspiró y miró a Lupin.

-¿No has pensado en hablar con él de ello?-dijo acomodando sus cosas en su mochila que había dejado en el suelo- Hablar de algo que casualmente se llama Exclusividad.

-Mira, conozco a Sirius y sinceramente creo que no esta...

-Listo?

-Entre otras cosas, no es pedirle que me tome de la mano enfrente de todos, es una mierda como ven a las personas como nosotros y ni siquiera yo estoy seguro de que los demas lo sepan, es solo que...-se llevo una mano al cabello de por si revuelto- no quiere aceptar que...

-Le gustan los chicos?-susurró aurelia, Remus asintió- Hay gente bisexual Rem, pero aun asi se a lo que te refieres, quiere andar de flor en flor- Aurelia agradeció a Godric que Evan no fuera de ese modo y es por eso que decidió contarle lo que habia platicado con él el otro dia en el salon de pociones- Asi que lo que te recomiendo es hablarlo con él, hablando se solucionan las cosas, siempre.

-Tienes razón- Remus se quedó pensando al momento que movía su pierna con rapidez, Aurelia se dio cuenta de ello.

-Pronto podrás liberar esa energía en el bosque prohibido- dijo ella sonriendo.

-Si, luna llena- dijo de mala gana, ambos se pusieron de pie y Remus hizo un movimiento raro con la cabeza- Huele a... sangre

-Soy yo.... lo siento- dijo con la cara roja de la vergüenza, el ciclo menstrual de Aurelia siempre se alineaba con las lunas llenas de Remus, era algo curioso.

-No te preocupes- sonrió con comprensión, para buena o mala suerte de Remus su buen olfato lo hacía darse cuenta de muchas cosas en el castillo, Aurelia hizo un movimiento de varita.

-¿Qué tal ahora?-preguntó ella.

-Nada de nada-dijo olfateando el aire, solo olía a libros viejos, pergaminos y polvo.

...

El resto de la semana había transcurrido con normalidad, ese fin de semana se aproximaba la luna llena por lo que sería la primera del año y los merodeadores estaban entusiasmados.

Aurelia iba de camino al salón de aritmancia, tenía clase en media hora pero aun asi sabia que el salón estaba vacío por lo que decidió pasar el rato ahí aunque cuando entró no esperaba encontrarse con...

-Black- dijo ella en saludo tomando asiento dejando delante del menor de los Black.

-Potter- dijo levantando la vista de su libro de aritmancia avanzada.

-Cómo estuvieron tus vacaciones?- había hablado poco con Regulus últimamente, él siempre estaba con Barty o Evan y cuando se encontraba con este último... bueno para Aurelia la presencia de Evan opacaba a todos los demás chicos.

-Bien- respondió a secas, de igual forma Aurelia no esperaba mucho de él- como... cómo estuvieron las tuyas?

-Fueron... bueno muy tranquilas a comparación de años anteriores- ninguno de los dos menciono el asesinato en masa el dia de navidad. Aurelia echó un vistazo al tema que estaba estudiando Regulus-Matrices pitagóricas avanzadas eh? No recuerdo haber visto ese libro en la biblioteca.

-Lo traje de casa.

-Pensé que la biblioteca de los Black solo estaría llena de magia oscura y maleficios- dijo divertida.

-Bueno Potter, hay de todo- Por un momento Aurelia hubiera jurado que lo dijo con una sonrisa, delgada y pequeña pero... una sonrisa- Por cierto, tu hermano sabe sobre lo tuyo con Evan?

-Quién hubiera pensado que serías tan curioso!- Regulus solo la miró- No, aun no. Aun no lo sabe nadie.

-Bueno, no me culpes por querer saber como reaccionaria el mayor hater de los slytherin- Regulus se cruzó de brazos y se recargo en el respaldo de su silla.

-No saldrá tan mal como lo piensas- Aurelia trataba de convencerse a sí misma también pero Regulus la miró con cara de 'No te creo nada'- Evan dijo que tenía un plan.

-Bien, como sea.- hizo un ademán con la mano para restarle importancia.

-Y que hay de ti?

-Que conmigo?

-Hay alguna chica que...

-Oh por favor Potter, estoy por arriba de eso- Aurelia hizo una oh con los labios mas sorprendida por su egocentrismo que por otra cosa.

-Claro, conociéndote no te rendirás a ninguna chica incluso si el amor de tu vida estuviera delante tuyo- Regulus se le quedó viendo, Aurelia hubiera dicho algo más pero el profesor junto con otros alumnos habían llegado.

...

-Entonces cazaremos algo esta noche- decía Sirius unos días después, esa noche era luna llena.

-Solo espero que si el unicornio aparece de nuevo no lo lastimen- decía Aurelia, todos estaban en la entrada del gran comedor, había pasado la cena y Remus ya se había ido con la enfermera.

-Eso se lo tendrás que decir al lobo hermanita- decía James con una sonrisa.

Como cada luna llena, todos estaban derrochantes de energía y emoción ya que era la noche donde todos juntos sin excepción salían a recorrer el bosque prohibido.

Como siempre, Aurelia llegó primero volando y los demás aparecieron después. La noche transcurria con normalidad y el gran perro negro ladraba de alegria mientras corria a un lado del gran hombre lobo, el ciervo rojo corria con ellos con una rata gris y gorda en su lomo mientras que la paloma blanca volaba delante a la altura del lobo, jugaba con él pellizcando su ocico, pero de repente el lobo se habia frenado, miró en dirección al sur en silencio y olfateando algo llamaba su atención.

Sin que nadie lo previera el lobo salió corriendo en esa dirección, alejándose cada vez más de la casa de los gritos y de las zonas por las que normalmente exploraban. Pronto amanecería por lo que sería un enorme problema si se alejara mucho. Pero ni el perro ni el ciervo rojo pudieron persuadir al lobo de que regresara o que tomara otra ruta en dirección a la casa, había algo que el lobo queria ver o un lugar al que quería ir, tal vez había olfateado al unicornio pero por la hora no podían permitirse ir más lejos por lo que el ciervo rojo corrió más rápido que él para ponerse enfrente, se paró en sus patas traseras haciendo un ruido que incitaba la obediencia pero el lobo no frenó y en eso lo arañó con sus grandes garras no sin que el ciervo también lo golpeara contra un arbol y quedara inmovil en el suelo.

La paloma solto un chillido y el perro negro le gruño al lobo en el suelo, pronto amaneceria y Remus seria nuevamente él por lo que Aurelia tomo su forma humana se dirigio al ciervo quien adapto su forma humana también. Los demás chicos hicieron lo mismo.

-Jimmy!- Aurelia se arrodilló junto a su hermano quien sostenía su brazo izquierdo, tenia un poco de sangre en el suéter.

-Estas bien cornamenta!?- preguntó Sirius alarmado.

-Si, solo es un rasguño- Aurelia ya había sacado su varita y gracias a lo que aprendió con su madre, pudo invocar vendas y agua para limpiar la herida de forma provisional- Como esta Remus?

-Esta cambiando de forma!- Peter estaba parado mas cerca de Remus quien se veia de lejos como su cuerpo tomaba forma humana.

Cuando Aurelia terminó con su hermano, ambos se pusieron de pie para acercarse a su amigo quien ya recuperaba la conciencia, Sirius le dio su túnica para que se cubriera el cuerpo desnudo.

-Que pasó?- preguntó un poco desorientado.

-Querías escaparte- le dijo Sirius- No se que viste u oliste pero estabas necio a querer ir al sur, hicimos lo posible por detenerte.

-Lastimaste a James- le dijo Aurelia quien se había arrodillado para ver si Remus no tenía algún otro rasguño este miró alarmado al mayor de los Potter.

-Pero estoy bien amigo!- dijo James inmediatamente con una sonrisa y enseñando su brazo vendado- solo fue un pequeño rasguño, intente detenerte y funcionó.

-Ya recuerdo.... lo siento mucho- Remus se llevó ambas manos al rostro.

-Está amaneciendo- dijo Peter- Debemos llevarte a la casa de los gritos antes de que llegue Pomfrey!

-Si, no hay tiempo que perder- Sirius se hinco con Remus- Peter y yo te ayudaremos a llegar, ustedes- dijo mirando a los hermanos Potter- Vayan al castillo a a atender bien esa herida.

Cuando James y Aurelia llegaron a la enfermería no había nadie, seguramente la enfermera ya había salido por Remus.

James se sentó en una camilla pero Aurelia siguió revoloteando entre el mueble de pociones que Madame Pomfrey tenía detrás de su escritorio.

-Donde...-decía la castaña mirando las etiquetas de pociones- Oh aqui esta- tomo un pequeño frasco- No le importara si ocupo un poco de esto en tu herida.

James observó a su hermana y como parecía saber exactamente lo que hacía- Te pareces a mamá- le dijo cuando paso un algodón con un líquido transparente que al hacer contacto con su piel le ardió bastante.

-Tu crees?- pregunto sin mirarlo, con un movimiento de varita le puso vendas nuevas.

-Creo que no te lo he preguntado pero... que quieres hacer terminando la escuela?

-Yo... aun no lo sé- cuando puso de nuevo el frasco en su lugar tomó asiento enfrente de su hermano.

-Podrías convertirte en sanadora, como mamá- James le sonrió- Ya te ha enseñado bastante seguro serás la mejor.

-Mmm...- Aurelia no se veía segura- No se, me gusta pero no se si es algo a lo que me quiero dedicar.

-¿Entonces?-preguntó su hermano con el ceño fruncido.

-Me gustaría algo de aventura, como en los libros que leo- sus ojos empezaron a brillar- ó a veces solo pienso en abrir una librería en el callejón diagon- dijo con una sonrisa tímida.

-Estoy seguro que seras muy buena en cualquier cosa que elijas- James lo dijo enserio pero aun asi veia duda en los ojos brillantes de su hermana- Que pasa?

-También esta esto de la guerra- dijo retorciéndose los dedos de las manos- Quizá no importe lo que quiera si al final todo se resume a eso- hubo silencio, James procesaba lo que su hermana le contaba- Incluso tú decidiste dejar el quidditch por querer unirte a esta guerra, quizá deba hacer lo mismo.

-Oh Auri... no tienes que hacerlo si no quieres! Yo decidí esto por mi mismo pensando en nuestros padres y en ti! En nuestro futuro- decia, habia inflado un poco el pecho- quiero que el futuro sea bueno pero si tu decides que si despues de Hogwarts quieres abrir una librería o viajar por el mundo yo me aseguraré de que sea en un mundo mágico donde puedas hacerlo con libertad y sin miedo- Los ojos de Aurelia se humedecieron un poco- De mi cuenta va que mi hermanita cumpla sus sueños, cueste lo que tenga que costar- James sonrió y le llevó su mano para limpiarle una lágrima que había caído por su mejilla- Pero claro que si la mejor duelista de Hogwarts quiere trabajar conmigo no me opondría, siempre y cuando sea lo que quieres.

Aurelia no tenía palabras pero sí lagrimas, James la estrecho en su pecho y Aurelia le rodeó el torso, realmente amaba a su hermano.

Se quedaron asi unos minutos, cuando Aurelia se hubo calmado- Vámonos antes de que llegue Pomfrey y nos pregunte porque estoy sangrando tan temprano!

Más tarde, cuando fueron todos a ver a Remus este les dijo que había intentado ir a Hogsmeade, pero que no recordaba exactamente por qué...

...

Días más tarde Aurelia estaba en el patio de transformaciones caminando directamente a Theodore Green, quien había estado evitandola últimamente, bueno tal vez evitarla sea demasiado pero Aurelia no sabía cómo referirse a las conversaciones cortas y vagas que había sostenido con el los últimos días.

-Green- dijo Aurelia en saludo cuando llego delante de él, Theodore estaba sentado en una banca, la nieve estaba esparcida a su alrededor.

-Hola Auri- dijo como si nada alzando la mirada hacia su amiga.

-Me gustaria un poco de... ya sabes- Aurelia pensó que tal vez esa sería una forma de romper el hielo que no sabía que había caído entre ambos.

-Amm claro, pero....- dijo mirando a los demás en el patio, habia algunos de primer año jugando con la nieve y otros alumnos que iban a sus clases.

-Ya se, aqui no- Theodore comenzó a ponerse de pie- Vamos cerca de la cabaña de Hagrid, se que no ha estado pero podemos escondernos detrás, quisiera que me ayudaras con eso- Aurelia sonrió.

-Entiendo- Theodore sonrió un poco y para asombro de Aurelia no le puso peros y ambos fueron en silencio hacia la cabaña, tuvieron que usar la red flu de una de las esquinas del castillo para no recorrer el gran tramo que los esperaba y congelarse en el camino.

Caminaron en silencio, Aurelia solo quería pasar tiempo con su amigo y que mejor que haciendo algo que le gustaba a Green; fumar un porro a escondidas siempre ayudaba a aliviar las tensiones.

Cuando llegaron a la cabaña la rodearon hasta la parte trasera y se sentaron en unos barriles que aún tenían algo de nieve.

-De no ser por el hechizo para calentar la ropa todo el dia me habría congelado hace mucho- decia Aurelia viendo como su amigo hurgaba en su mochila para sacar un porro de marihuana.

-Ni que lo digas, me llevó días perfeccionarlo- Theodore sacó una caja de cerillos.

-Espera!-Aurelia llevó su mano a las Theo para detenerlo- Aprendí algo nuevo hace unas semanas- dijo sonriendo, se llevó el porro a los labios y con el dedo índice hizo aparecer una flama en su dedo que de inmediato prendió el porro.- Que tal?- dijo cuando terminó de dar una calada y le pasó el porro a su amigo- Me lo enseñó Sirius.

-Los sangre pura y sus formas de presumir- dijo Theo con una sonrisa. Se quedaron en silencio unos minutos.

-Hay algo que te moleste de mi?- preguntó por fin Aurelia un poco timida.

-Que? No!

-Entonces porque siento que desde antes de Navidad empezaste a evitarme?-Dijo tomando el porro que Theo le pasaba.

-Lo sé, lo siento- tenia la mirada fija en la nieve, aun faltarían varias semanas para que el castillo se librara de ella- Es solo que...- Aurelia notó que Theo intentaba formular las palabras- Es toda esta cosa de los sangre pura, sabes?- Aurelia asintió, tratando de entender- Es imposible que camine por los pasillos y que escuche siseos de mierda de parte de los slytherin.

-Ya te dije que-

-Me defiendo, sabes?- la interrumpió- mis clases en el club de duelo han sido de gran ayuda pero aun asi sentia que queria alejarme de todos ellos y lo que representaban, no se si me entiendes.

Aurelia creía que sí, incluso cuando paseaba por los pasillos con Alice o cuando le tocaba sentarse con alguien hijo de muggles o incluso le pasaba con el mismo Theo, los demás susurraban cosas no muy agradables, insultos hirientes, miradas de desdén... Aurelia los confrontaba cuando pasaba algo cerca de ella pero no podía defender siempre a sus amigos. Incluso algún que otro slytherin la miraba mal por ello. Una sangre pura rodeada de mestizos y sangre sucia como ellos decían. No tenía idea de la presión que eso pudo haber causada en su amigo.

-Es una mierda...-Aurelia extendió la mano para tirar la ceniza del porro- Pero para eso es esa guerra no? Para cambiar las cosas-Theodore la miraba profundamente.

-Supongo...- movió sus pies haciendo que la tierra y la nieve se revolvieran- Si el lado oscuro ganara no tengo idea de que cosas le harían a los hijos de muggles... oh bueno creo que si- Aurelia pensó en lo que había pasado en navidad y por la mirada de Theodore, él pensaba en lo mismo- Esta jodido...-dijo suspirando.

-Podrías...-empezó Aurelia un poco insegura- Podríamos, digo, luchar- Theodore la miró algo sorprendido- Mi hermano y los demás piensan hacer eso después de Hogwarts...

-Tu también?-preguntó suavemente él.

-Lo haría, si es lo correcto- recordó las palabras de su hermano "es lo correcto" había dicho.

-Creo que lo es- Theo suspiró mientras daba una calada, ambos se quedaron en un silencio pensativo por el resto del rato.

...

-La mañana del domingo Aurelia bajaba tarde a desayunar, pero se quedo en la sala comun al ver a los merodeadores, serios, reunidos enfrente de la chimenea, su lugar habitual. Al llegar con ellos se dio cuenta que faltaba Remus.

-Por que cara largas chicos?- Aurelia le pasó una mano por el hombro a Sirius quien estaba sentado en el sillón, la menor de los Potter se dio cuenta de que estaba mas tenso de lo normal.

-Algo pasó ayer- Peter retorcia una envoltura de chocolate.

-Qué pasó?- Los miró a todos mas seria- Y Remus?

-Él no debe tardar en bajar- dijo James.

-Que ha pasado chicos?- no era normal verlos tan serios.

-Se escapo anoche- respondió Sirius de brazos cruzados, antes de que Aurelia dijera algo Sirius continuó- Fue a Hogsmeade, a... ver a alguien.

Aurelia inmediatamente pensó que tal vez Remus... estaba engañando a Sirius? Ella lo miró con alarma pero el pelinegro notó lo que cruzaba por su mente agregó- Un amigo peludo.

De igual forma era una noticia pésima. James le explico de forma resumida que Remus salio en la madrugada a través del pasadizo de la bruja tuerta y se encontró con otro hombre lobo, mujer al parecer, y justo todos estaban esperando a que bajara para que les explicara todo ya que al aparecer, la noche anterior se había negado a hablar.

No esperaron mas a que Remus bajara, y por la cara que tenía, pocas eran sus ganas de estar ahí ahora.

-Desayuno- dijo cuando Sirius se había puesto de pie para encararlo- primero el desayuno- Aurelia estaba de acuerdo, tenía hambre.

-También tengo hambre- dijo Aurelia, Remus la miró con agradecimiento por apoyarlo ya que entre los demás merodeadores había cierto aire tenso.

Paso al rededor de una hora, mientras desayunaban e intentaban aparentar que todo estaba bien Aurelia vio de lejos a Evan quien le guiñó el ojo, Aurelia sonrió pero su hermano la distrajo para salir del castillo, Remus decidio que seria mejor hablar en un lugar lejos de todos.

La lechucería estaba desierta a esa hora por lo que Remus les contó todo.

-La pasada luna llena la olí- comenzó- Me... me llamo, por eso quería ir allá. Era la primera vez que pasaba asi que me daba curiosidad.

Todos lo miraban atento, Sirius tenia los brazos cruzados, era quien estaba mas molesto de todos.

-Sabía que seguiría ahi después de... del asesinato a esa pareja la luna pasada- Aurelia lo recordaba, despues de la ultima luna llena se supo la noticia de que una pareja recien casada que se habia mudado a Hogsemade habia sido asesinada por un hombre lobo, mujer lobo al parecer- Y yo la habia escuchado llamarme...- parecia dicil que Remus admitiera eso, realmente le costaba pero aurelia no sabia mucho de codigos de hombres lobo.- Tenia curiosidad por saber, por conocer a otro como yo y la encontré en una taberna.

-Por que decidiste ir solo? Por que no nos dijiste?- preguntó Sirius con enojo controlado en su voz.

-Era algo que quería hacer solo-Remus lo miró a los ojos, una discusión silenciosa.

Remus les contó sobre lo que esa mujer y él hablaron, cómo llegó después el profesor Ferox a intentar capturarla pero falló y lo molesto que se puso al ver a Remus con ella.

-Dijo que lleva tiempo persiguiendo la, que su rastro después de la última luna llena lo trajo aqui.

-Tuviste suerte entonces- dijo Aurelia.

-Crees que ella te hubiera...-decía James- te hubiera llevado?

-No lo creo, dijo que querían que fuera por mi cuenta, que él quería que fuera cuando me sintiera listo.

Todos sabían quien era él; Fenrir Greyback, el hombre lobo que había mordido a Remus cuando era niño, y por lo que Aurelia sabia Greyback solo mordía a.... niños, una cosa realmente horrible.

-Ella lo llamaba padre- dijo Remus con asco- Me dijo que me esperarían.

-Y tu piensas...-Sirius no terminó.

-Claro que no!- Remus lo miró alarmado- ¡Jamás! es un ser abominable- admitió con expresión asqueada.

Durante el rato siguiente les explicó un poco más sobre cómo se sentía respecto a eso, todos lo escucharon atento, Peter no hacía preguntas, James lo escuchaba con atención, Aurelia le llegó a preguntar una que otra cosa y Sirius... Sirius seguía con los brazos cruzados era el único que estaba enfadado y Aurelia creía saber por que; tal vez se sentía traicionado de que Remus hubiera ido sin él y que no le hubiera contado nada de lo que pensaba y sentía respeto a ese tema hasta ahora.

Al final de la charla Sirius fue el primero en irse con paso molesto.

-Ya se le pasará amigo- James le puso una mano al hombro a Remus mientras este observaba como el mayor de los Black se dirigía al castillo.

-Vamonos- sugirió Aurelia con las manos en su túnica, a pesar de que su ropa era caliente hacia demasiado frío.

Los siguientes días transcurrieron con normalidad pero aun asi se seguía percibiendo cierta tensión entre Remus y Sirius.

Chapter 26: El gran chisme de Hogwarts

Chapter Text

Durante las siguientes semanas Aurelia había notado el distanciamiento entre Remus y Sirius, lo entendía. Después de lo que había pasado hace algunos días, la menor de los Potter entendía el enojo de Black pero no era algo que ella debería resolver, como amiga de ambas partes, y terapeuta de pareja cuando ambos acudían a ella para hablar del otro, no le quedaba más remedio que observar y confiar en que pronto resolvieron sus diferencias.

A finales de enero su cumpleaños había caído en viernes, sus dulces 16 como su madre los había llamado en la nota que venía con la tarta de zarzamora que le había enviado, su favorita. Amaneció con regalos envueltos en colores diferentes.

Las chicas la felicitaron antes de salir del dormitorio, Alice le dio personalmente un perfume que había comprado en una tienda muggle durante las vacaciones. Cuando llegó al gran comedor fue recibida con los merodeadores de pie, todos sonrientes con unos ridículos gorros en punta.

-Es la tradición hermanita- le dijo James cuando Aurelia tomó asiento y este le coloco un gorro en su cabellera con rizos, esta vez había olvidado hacer el hechizo para alisarlo.

-Es hora de...-Sirius hizo aparecer un gran pastel de chocolate con motas de colores y dieciséis velas largas y blancas.

-Pero antes!- Peter se unió también.

-Una canción de feliz cumpleaños!- dijo Evans del otro lado de la mesa, tanto ella como Mary y Marlene usaban esos gorros infantiles de fiesta.

-Si! Nadie se salva de Happy Happy Birthday!- dijo Mary alegre. Cuando empezaron a cantar Pandora llego corriendo para sentarse a un lado de su amiga, Remus le había pasado otro gorro que Pandora se puso sin dudar.

Mientras le cantaban la canción de feliz cumpleaños Aurelia no pudo evitar dirigir su mirada a la mesa de las serpientes buscando a su rubio de piel morena, no lo encontró pero a quien sí atrapó mirándola fue a Regulus Black quien solo asintió con la cabeza ocultando... una sonrisa? Seguro se burlaba de los gorros de fiesta que todos estaban usando. Después llegó Evan a tomar asiento y le mando un beso en compañía de un guiño, Tenían planes para más tarde asi que solo debia esperar, más tarde habría fiesta en la sala común organizada, por su puesto, por los merodeadores y nadie podría perderse la fiesta de cumpleaños de la hermana de James Potter.

Aurelia paso su dia siendo felicitada por todo el mundo, incluso estudiantes con los que hablaba poco, no quería presumir pero sinceramente era popular, las ventajas de ser la mejor del club de duelo, las mejor en la mayoría de las clases de su año y claro, la hermana menor del popular y carismático James Potter.

-¡Hola Auri!- la saludo Theodore, ambos se cruzaron en los invernaderos, Theodore iba de salida y Aurelia iba llegando- ¡Feliz cumpleaños!- No había visto a su amigo en todo el día, y justo ahora era casi hora de la cena- Recibiste mi regalo?

-Por supuesto! Esta con los demás en mi dormitorio, no he abierto la mayoría- dijo apenada, había recibido un montón de regalos pero solo había abierto los que consideraba de personas mas importantes.

-Me imagino que deben ser demasiados, debes sentirte como en Navidad!

-Completamente-rio- Vendrás esta noche a la sala común?

-No me lo perdería por nada- le guiño un ojo- A dónde te diriges? Es hora de la cena.

-Solo quería ir a ver unas mandrágoras que dejé hace unas clases- mintió cabalmente- necesito un poco de sus raíces para la clase de pociones del lunes y deben estar bien secas.

-Oh, bueno suerte con eso- nadie realmente sentía apego por las mandrágoras, especialmente por su nada angelical lloriqueo y si Aurelia decía que les quitaría unas cuantas raíces se pondrían a llorar desmesuradamente.

-¡Nos vemos más tarde!- Aurelia se despidió adentrándose más a los invernaderos, le gustaba el ambiente húmedo de ahi, el olor a las diferentes plantas mágicas la relajaba de sobremanera.

Cuando había caminado bastante entre los pasillos casi laberínticos de esa zona se detuvo al ver una capa negra, alguien estaba cerca de las mandrágoras, Aurelia sonrió con picardía y se acercó lentamente para asustar al chico.

-Te escuché- dijo este cerrando una libreta y volteando a ver a Potter.

-Buuh quería asustarte- dijo ella acercandose mas.

-En tus sueños- dijo este burlón.

-No puedes culparme por intentarlo- dijo sonriendo- El gran Regulus "cara de pocos amigos" Black debe tener algún miedo.

-Muchos...- dijo en voz tan baja que Aurelia no lo escuchó.

-Que haces aqui por cierto?-preguntó ella curiosa viendo los pergaminos que tenía en la mesa de trabajo a un lado de las macetas.

-Terminaba unos apuntes- comenzó a recoger- Tu?

-Yo ehh- por alguna razón dudaba en si mentir- Vine a ver a alguien- Regulus introdujo todas sus notas en su bolso y se puso de pie de la butaca donde estaba sentado.

-Rosier eh?- dijo sin mirarla.

-Si...- respondió Aurelia distraída mirando unos capullos que no se abrían aun- No está por aqui?

-Si, estaba con Green por ahi.

-Con Theo?- preguntó extrañada pero antes de que pudiera preguntar algo más Regulus añadio rápidamente

-Feliz cumpleaños, por cierto-dijo como si quisiera evitar la plática anterior, Aurelia iba a decirle algo pero Evan apareció por un pasillo, tenía el uniforme algo revuelto.

-Hola!-saludó alegre acercándose, Aurelia sonrió también pero Regulus se dirigió a él al irse, le puso una mano en el hombro y le dijo algo que Aurelia no alcanzó a escuchar. Evan tensó los hombros un poco pero cuando Regulus se fue, el rubio se acerco a su chica.

-Feliz cumpleaños- extendió sus brazos para envolver a Aurelia entre ellos, el olor que emanaba de él le era familiar a Aurelia.

-Marihuana?-preguntó divertida.

-Solo un poco- respondió encogiéndose de hombros.

Ambos se dirigieron a una esquina más apartada y hasta que estuvieron seguros de no haber encontrado a nadie cerca ambos se sentaron muy cerca el uno del otro, Aurelia incluso subió una pierna al regazo de Rosier. No había tiempo para las palabras, solo para besos.

Aurelia atravesaba una necesidad inhumana de besar a su chico en ese momento, lo atribuía a sus hormonas de adolescente y el echo de que fuera su cumpleaños le daba seguridad de hacer lo que quisiera.

-Eh- balbuceaba Evan- Espera- delicadamente puso una mano en su hombro para separarla de él- que tienes hoy eh?-preguntó divertido.

-Nada, solo...- dijo tratando de ocultar el cosquilleo que sentía entre su piernas, era eso de lo que siempre hablaban sus compañeras de habitación? ¿De lo que siempre presumía Mary que hacía con todos los chicos a los que les ponía un ojo encima? Si, era eso.

Continuó besándolo, nunca iban más allá de eso; besos. Evan era muy respetuoso con ella y lo más que había logrado era que le tocara la cintura y espalda baja, en ese momento Aurelia quería más...

-Feliz cumpleaños Auri- Evan susurró entre besos. Aurelia llevó su mano a la pierna del chico, poco a poco acercándose a...- Mmm para...- Evan tomó la mano de Aurelia para alejarla de su entrepierna y los besos pararon.

-Yo eh.... lo siento- dijo completamente avergonzada, bajo su pierna del regazo de Evan y se sentó derecha.

-No, eh... esta bien pero...-se llevó una mano a su cabello.

-Tu... no quieres?-preguntó retorciéndose las manos, un gesto nervioso que había adoptado.

-Si, claro, es solo que...- no se veía muy convencido, se escuchó el ruido de una maceta romperse a lo lejos- Que fue eso?-preguntó Evan alarmado, y se puso de pie para irse a investigar.

Aurelia no le tomó importancia, lo único que le importaba en ese momento es que había cruzado una línea, se llevó ambas manos al rostro. Ahora Evan pensaría que era una depravada sexual o algo así. No sabia por que pero sentia que tal vez ya había puesto las cosas incómodas entre ella y Evan... Pero no era eso lo que los chicos de su edad hacían? Todos los de su grado y grados arriba se escondían en los mismos lugares para besarse y.... eso.

-No encontré a nadie- dijo Evan al regresar, su voz la había sacado de sus pensamientos.

-Lo siento si te incomodé-dijo ignorando lo que le dijo el rubio cuando este tomó asiento, ahora unos centímetros lejos de ella.

-No, es solo que... no creo estar listo aún- dijo tranquilo pero Aurelia sabía que estaba incómodo, lo conocía por amor a Merlin.

-Lo arruiné?-preguntó ella sin mirarlo.

-No Auri- Evan se acercó más e hizo que ella lo mirara- Solo que no hay prisa, si? Tenemos mucho tiempo-dijo sonriendo.

-Bien-dijo poniéndose de pie, claramente sintiendose rara ahora- Te veo más tarde? En la fiesta.

-Claro- dijo con una sonrisa triste, Aurelia salió de ahí. En su camino a la salida vio una maceta rota, con un movimiento de varita hizo que se reparara, pero lo único que estaba en su cabeza era que casi le tocaba el pene a Evan y este en cambió la alejó. Era normal? No tenía idea, pero no se suponia que los chicos siempre querian cosas asi? Lo sabia de antemano por Mary quien siempre decia que a los chicos les encanta que las chicas tomen la iniciativa.

Había llegado tarde a la cena, todos ya estaban saliendo del gran comedor por lo que se dirigió a las cocinas por algo de comer, tenia hambre y unas ganas tremendas de encerrarse en su dormitorio por el resto de la tarde.

Se escabullo por los pasillos, cuando llegó a la torre había gente entrando y corriendo. Cundo cruzaba la sala trato de evitar a sus amigos quienes estaban adornando la sala para la fiesta mas tarde. Aurelia intento taparse el rostro y cruzar discretamente hasta las escaleras y de ahi directo a su cuarto.

-Alto ahí señorita!- La voz de su hermano resonó desde el otro lado de la sala, Aurelia solo se encogió un poco- No estabas en la cena- no era una pregunta, sentia como todos la miraban- ¡Faltaste a la segunda canción de cumpleaños!

-Lo siento- se encogió de hombros, James notó la comida que llevaba en las manos.

-Todo bien?- preguntó con voz mas baja.

-Si! solo quiero ir a comer algo y bajare en un momento para la fiesta.

-Mas te vale!- dijo Sirius acercándose- El hechizo para las figuras de hielo me llevó toda la semana.

-Claro, claro... los veo más tarde- dijo apresurando para ir a su habitación. James no le quitaba los ojos de encima, conocía a su hermana lo suficiente para saber que algo raro le pasaba.

...

Una vez que Aurelia terminó de cenar comenzó a arreglarse, maquillaje, un buen conjunto y un excelente peinado. Por rara ocasión se encontraba sola en el dormitorio las Alice habia subido para ver como estaba y para decirle que las chicas ya estaban abajo y los demas invitados comenzaban a llegar.

Aurelia dudó en hablar de lo que había pasado con Evan en el invernadero, aunque tal vez debería hablar con Pandora.... "No no no" pensó "Que le diría? Oye Pandora es normal que un chico rechace una caricia en el pene? Específicamente tu hermano, quiero saber si estuvo muy mal como pienso, o si lo presioné pero no se supone que a los chicos les gustan esas cosas? Qué hay de Xenophilius?" por supuesto que no, pondría las cosas sumamente incómodas entre ellas, no le gustaría que otra chica viniera a hablar sobre acariciar a James.

-Basta! Estás sobrepasando!- dijo para sí misma. Se miró al espejo, se dijo que ya estaba lo suficientemente presentable y salio del dormitorio.

-Hey hola- Lily la saludó- Venia a ver por que tardabas tanto pero creo que la espera mereció la pena- dijo sonriente.

-También te ves linda- sonrió, Lily se veía linda con ese vestido de flores de colores tan de la época, Aurelia usaba un vestido rojo con sus rizos recogidos.

Ambas se dirigieron a la fiesta, donde todos ya estaban ambientados. ¡La recibieron con un ruidoso Feliz cumpleaños! Abrazos, mas regalos, le pasaron bebidas, los merodeadores y las chicas la abrazaron y la felicitaron, bailaron, gritaron, bebieron, saludo a Theo, saludo a Pandora y Xenophilius, bailaron un poco más, bebieron un poco mas y Evan..... no llegaba.

Alrededor de las dos de la mañana la fiesta aun seguía como si la noche apenas hubiera empezado, Aurelia decidió alejarse un poco de ruido y salió por el agujero del retrato ya que había recibido un avión de papel, estos se habían vuelto populares últimamente, los encantaban para volar a diferentes partes del castillo con mensajes de los estudiantes. Eran parecidos a los demos interdepartamentales que usaban en el ministerio.

"No me siento muy bien, lo siento"

Aurelia sabía que era de Evan, ella simplemente suspiro y sin usar su varita o algún hechizo verbal hizo que el papel ardiera, regreso a la sala común y bebio tanto durante el resto de su fiesta que Alice tuvo que ayudarla a subir a su habitación y sostenerle el pelo en el baño cuando comenzó a vomitar.

...

La mañana siguiente, o la tarde siguiente ya que Aurelia despertó alrededor de las dos de la tarde, fue extraña, de nuevo ninguna de sus compañeras estaba en la habitación y eso ya era raro, asi que se arreglo un poco, se cambio y baño y bajó a la sala común donde... Era todo un poco muy raro.

Los alumnos la volteaban a ver y murmuraban mientras lo hacían. Aurelia frunció un poco el ceño pero no le tomó demasiada importancia, tenia una resaca horrible y solo queria comer algo, con suerte podria alcanzar algo del almuerzo en el gran comedor. En su trayecto no se encontró con sus amigos pero si con comentarios... extraños.

-Oye Potter!- dijo un Hufflepuff de su año- Disfrutaste tu regalo ayer?- pregunto divertido, sus amigos rieron con él, Aurelia solo sonrío torpemente, se refiere a la fiesta?

-Aurelia!- dijo una de ravenclaw, Rossmery con quien compartía clase de criaturas mágicas- había muchas serpientes en el invernadero?- pregunto riendo.

Aurelia la miró con el ceño fruncido y apresuró el paso al gran comedor.

-Asi que ahora el lado oscuro eh?- le dijo Mulciber cuando se lo encontró en un pasillo, estaba con otros slytherin de sexto año.

-A que te refieres?-Aurelia ya se había hartado de los murmullos y las miradas extrañas.

-No la molestes Mulciber- Snape salió de detrás de él- la pequeña Potter está en su época de rebeldía y solo quiere saber a qué sabe el veneno de serpiente- sonrió malicioso

-No tengo idea de que....- pero Aurelia lo recordó, ayer en el invernadero una maceta se había roto, que tonta! Alguien los había visto.

-Si quieres yo te puedo acompañar esta vez- Mulciber se relamio los labios y Aurelia lo miró asqueada.

-Quien diría que a Potter le encanta romper las reglas a escondidas- dijo Barty acercándose su mirada...

-Fuiste tu cierto?-preguntó Aurelia molesta, sentía como si le hubiera caído un balde de agua fría en el cuerpo, los estudiantes pasaban y se les quedaban viendo, murmuraban. Aurelia trataba de ignorarlos.

-No se de que estas hablando-alzo los brazos en rendición pero seguia sonriendo como un idiota.

-No tenías ningún derecho a difundir lo que no te importa Crouch- Aurelia sacó su varita.

-Te dije que me las pagarías- dijo en un susurro acercándose a ella.

-Aurelia- Evan llegó a su lado- vamos, no lo vale- la tomó de los hombros, Aurelia se dio cuenta que Regulus había llegado también.

-Miren nada más, Rossier domando a Potter- dijo divertido, los demás rieron- Algo bueno para agregar a tu currículum de Mortifago no?

-Cierra la boca Crouch!- Evan estaba furioso, Aurelia no lo había visto así jamás, siempre era risueño y tranquilo pero lo que había dicho Barty era un chiste de muy mal gusto.

-O que? ¿Le dirás a tu novia que me dé otra paliza en duelo? Sería muy fácil no? tan fácil como ella por rebajarse tanto contigo en los invernaderos!-dijo gritandole a los cuatro vientos, ahora si todos lo habían escuchado incluso los fantasmas que iban pasando se detuvieron a escuchar el alboroto.

Evan puso a Aurelia a un lado y se lanzó contra Barty quien cayó al suelo por la tacleada inesperada de Rossier, este lo golpeó una, dos, tres veces.

-Evan! No!!- Aurelia estaba a punto de saltar a detenerlo pero una mano la sostuvo del brazo.

-Dejalo, Barty se lo merece- dijo Regulus con la voz cargada de odio, la atrajo a su cuerpo.

Ambos se golpeaban, a veces Evan arriba, a veces abajo de Barty, los gritos de los otros alumnos resonaban que querían pelea y la sangre no tardó en aparecer en los rostros de ambos. No pasó mucho tiempo para que unos prefectos de Hufflepuff los separaran y llegaran la profesora McGonagall junto con Slughorn para llevarselos. Aurelia sentía que la cabeza daba vueltas, tenía resaca y no había desayunado.

-Suficiente!-gritó la profesora.

-Cincuenta puntos menos para slytherin!-dijo el profesor Slughorn molesto- Ambos a mi despacho ahora mismo!

-Auri!-La voz de James sonó por todo el amplio pasillo y llegó a ella junto con los merodeadores.

-Regulus?-preguntó Sirius al ver que este aún tenía a Aurelia del brazo, este la soltó y se fue en silencio junto con la multitud que estaba siendo dispersada por la directora de Gryffindor.

-¡Qué carajo esta pasando!?- preguntó su hermano quien le había puesto ambas manos en los hombros, Aurelia estaba pálida y con ganas de vomitar.

-Creo que deberíamos ir a otro lado, James- le dijo Remus quien veía como algunos alumnos siguen mirando a Aurelia. James al notar esto guió a su hermana por los pasillos hasta encontrar un Aula vacía.

-Puedes explicarme qué fue eso?-dijo James al cerrar la puerta, Aurelia se recargo en una mesa. Los merodeadores la veían confusos.

-Supongo que tiene que ver con lo que nos dijeron- dijo Sirius.

-Que les dijeron?-preguntó alarmada Aurelia.

-Se corrió el rumor esta mañana, de ti y de....-decía Remus- Rossier en los invernaderos ayer- Remus sabía todo, el único que sabía su secreto pero ahora con lo que habia pasado... toda la escuela lo sabe.

-No puedo creelo Aurelia...-decia James caminando de un lado a otro pasándose las manos por el pelo revuelto- Tu y Rossier? Enserio?- al ver que no respondía suspiro afligido.

Aurelia no hubiera querido que su hermano se enterara de esa forma, pero no había nada que hacer ahora.

-En realidad ya lo sospechábamos, Potter- dijo Sirius, quien no se veia de mejor humor que James, para Black Aurelia era como su hermana también.

-Si! Pero que carajos!- dijo molesto.

-Te vez palida- dijo Remus acercandose- No desayunaste cierto? no te vi en toda la mañana- Ante eso James se detuvo y se dio cuenta que su hermana no se veia muy bien.

-Oye wormtail...- Peter, quien todo el tiempo había estado en una esquina observando todo, se acercó- Puedes ir por algo a las cocinas?

-Claro, claro- se apresuró a salir de ahi. James se le quedó viendo a su hermana.

-Que-dijo ella en tono golpeado- Superalo quieres? No eres mi padre-dijo molesta, estaba comenzando a molestarse, toda la escuela se había enterado de su relación con evan de la peor manera posible y todo se le estaba llendo contra ella, las miradas y murmullos en los pasillos, los comentarios de Barty, el echo de que ahora Evan este en problemas por haberlo golpeado...

James, quien pocas veces se le veía realmente molesto, estuvo a punto de contestar pero Sirius al intuir que eso no los llevaría a ningún lado intervino.

-No puede ser tan malo.. no cornamenta?- dijo intentando calmarlo- Todos los slytherin son una mierda, si- aurelia lo miró molesta- Pero Rossier no esta en ese grupo- dijo recalcando la palabra ESE.

Hubo silencio- Cuánto tiempo-preguntó James- cuánto tiempo llevas con él?

-Casi finales de cuarto grado...- James se quitó los anteojos y se taló los ojos.

-Y jamás me lo contaste...

-Mirate! como querias que te lo contara!

-Y por eso tenía que enterarme de la manera más mezquina posible!?- estaban frente a frente, Potter contra Potter. Sirius y Remus se habían hecho a un lado y observaban a los hermanos Potter discutir, lo cual era memorable porque ellos jamas, JAMAS, discutían o se alzaban la voz.

-Claro que quería decírtelo, pensaba hacerlo público pero....! No sabíamos que Barty nos estaba espiando- Aurelia apretó los puños.

-Espera... por qué Rossier golpeó a Barty?- preguntó James recordando ese detalle, sabia que Rossier no era del tipo que se meten en peleas a golpes, nunca.

-¿No es obvio?-dijo Sirius cruzandose de brazos, todos lo miraron- Por que es un idiota- Pero James volteo a ver a su hermana.

-El corrió el chisme y...- Aurelia recordó sus palabras.

-Y qué?-preguntó con voz tensa.

-Él... me dijo que era una fácil por rebajarme con Evan en los invernaderos.

Silencio, Aurelia no se atrevía a ver a los ojos a su hermano.

-Lo mato- declaró James- Ahora- dijo dirigiéndose a la puerta, Sirius y Remus intercambiaron miradas rápidamente y fueron con James para detenerlo.

-No estás pensando claro, cornamenta- dijo Sirius- Ya están con Slughorn, seguro les dará detención y aunque no es suficiente sabes que haremos algo al respecto, algo grande- prometió.

-Si, y recuerda que Evan ya le dio una golpiza- le dijo Remus, ambos lo sostenían de los hombros- Además, ella te necesita más ahora- James miró a su hermana quien tenía lágrimas en los ojos y por un momento James recordó a su hermana cuando eran niños y ella lloraba por haberse caído de la escoba en el jardín.

El enojo pasó completamente y se acercó a abrazarla, Aurelia lo apretó fuerte y esa fue señal para que los chicos los dejaran solos. Peter al darse cuenta de lo que pasaba cuando entró, dejó silenciosamente la comida en una mesa cercana y salió de ahí.

...

-Yo lo sospechaba- dijo Mary más tarde. Ella, Aurelia, Lily y Marlene y Pandora estaban en los jardines del castillo. Las chicas decidieron hacerle compañía después de todo lo que había pasado a mediodía.

-Si.. desde que los vimos en Hogsmeade hace unos meses- continuó Marlene.

-Concuerdo- añadió Lily- Evan es de los más decentes en Slytherin- Pandora sujetaba la mano de su amiga, aún hacía frío y la nieve no se derrite del todo pero todas habían decidido hacerle compañía a Aurelia mientras esperaba a Evan.

Aurelia le había enviado un avión de papel que decía que lo esperaba ahí después de su detención, no debía tardar demasiado.

-Si...-murmuró Aurelia, estaba más tranquila, ya había comido y se sentía mejor, pero ahora lo único que quería era hablar con su novio.

-Hacen una linda pareja!- dijo mas animada Lily- me encanta eso de querer demostrar que no todas las serpientes son iguales aunque solo se trate de Rossier...

-Una vez uno de septimo me coquetea-dijo Mary.

-Y que pasó?-preguntó Marlene interesada.

-Me preguntó si quería que nos vieramos a escondidas, no quería que sus amigos se enteraran de que salía con una....- Mary no terminó pero todas lo sabían y lo que no dijo fue Sangre sucia- Lo mande a la mierda- dijo riendo.

-Hubiera hecho lo mismo- respondió Marlene.

-Evan- dijo Pandora en dirección a su hermano. Evan se acercaba a ellas con paso lento las marcas y cortaduras de la pelea fueron arregladas por Madame Pomfrey por lo que ahora se veía como si nada hubiera pasado.

-Hora de irnos- dijo Lily poniéndose de pie junto con las chicas.

-Luego hablamos- le dijo Pandora a su hermano, le sonrió a su amiga y se fue con la chicas. Aurelia recordó que no le habia contado nada a su amiga sobre lo que pasó en los invernaderos y ella no se dio cuenta de que su hermano no había asistido a la fiesta de cumpleaños de Aurelia ya que estaba muy ocupada con Xenophilius.

-Hola- dijo Evan cuando llegó delante de Aurelia, si no hubiera sido porque su ropa tenía un hechizo para el frío, definitivamente le hubiera dado un escalofrío.

-Supongo que no te duele nada- dijo ella observando de cerca cuando él se sentó a su lado.

-No, Pomfrey se encargo de eso... aunque hubieras visto como quedó Barty al final-dijo sonriente- se llevó la peor parte.

-Me alegro- dijo cruzándose de brazos.

-Estas molesta?-preguntó con cautela.

-No viniste a la fiesta anoche.

-Eso...-dijo rascándose la cabeza.

-¿Te molestó?-Evan la miró confundido- Que yo tratara de...- ni siquiera sabía cómo formularlo.

-Oh eso! Bueno es que me agarraste de sorpresa.

-No quiero verme como una depravada!- dijo en voz baja ocultando su rostro en el hombro de Evan, ahora podían hacerlo en público.

-Tranquila, como te dije antes- Evan le acarició el pelo- No hay prisa.

Estuvieron un momento asi, hasta que Aurelia se enderezo y preguntó algo que le rondaba por la mente.

-Por que Barty dijo eso de... agregarlo al currículum de mortifago?- sabía que lo del currículum era una estupidez de parte de Barty, pero había insinuado que Evan...

-No es nada- dijo él rápidamente restando importancia- Barty es un bocón de mierda-decia- sabes que yo jamás me uniría a ya sabes quien.

Aurelia lo miró con ojos entrecerrados, le creería pero en su mente también estaba lo que había platicado con Pandora unos días antes. Que sus padres se habían separado, la señora Rossier ya no aguantó más los delirios y discursos de la supremacía de sangre pura que despotricaba su esposo y que además había descubierto de qué iba a esas reuniones de ese tal señor oscuro. Y bueno, por lo que sabía Aurelia, Evan adoraba a su padre.

Platicaron sobre la fiesta y de cómo Aurelia se emborrachó hasta que Evan sugirió que ya era hora de ir al gran comedor para la cena. En todo el trayecto las miradas de los otros estudiantes se dirigen a ellos con leve cuchicheo y Aurelia trataba de ignorarlos pero sabia que la escuela no podía resistirse al chisme de la semana, o del año quizá. No superarían fácilmente la noticia de que Aurelia Potter, hermana del grandioso jugador estrella de gryffindor, amado por profesores y alumnos, el asombroso y carismático James Potter, anduviera con Evan Rossier un slytherin, enemigos eternos de Gryffindor y los merodeadores, cosa que le debían a Sirius por ser el principal autor de bromas pesadas para la casa de las serpientes.

Al llegar al gran comedor la mayoría quedó en silencio cuando los vieron entrar, observaban todos sus movimientos.

-Odio esto...-le murmuró Aurelia a Evan.

-Yo también- Evan se notaba el más incómodo de los dos- Y ni siquiera estamos tomados de la mano.

-Espero que lo superen- dijo Aurelia aparentando una sonrisa.

-Mmm Auri- dijo James cuando se acercó a ellos, antes de que Rossier se alejara a su mesa. Todos los alumnos veian la reunion esperaban otra pelea entre Potter y Rossier?

-Potter- dijo Evan.

-Rossier- James tenia una expresión indescifrable en el rostro. Por detrás de él Aurelia veia a los merodeadores y a las chicas estaban atentos a esta interacción- Agradezco que defendieras a mi hermana, por lo que dijo Crouch.

-Si... no iba a permitir que se saliera con la suya- dijo él dirigiendo la mirada a la mesa de las serpientes en busca de Crouch.

-Oh el no esta aqui-dijo James con una sonrisa maliciosa, Aurelia sospechaba a qué se refería- Se ha convertido en blanco permanente de... los merodeadores- dijo mirando a su hermana.

Aurelia rio con ello la tensión que no sabían se había instalado en el comedor despareció, cuando los alumnos se dieron cuenta de que no habría pelea.

-Entonces... todo bien?-pregunto Rossier. Aurelia pensó que eso sería lo más cercano a pedir permiso de estar con ella.

James tardó un poco, suspiró y miró a su hermana quien se cruzó de brazos esperando.

-Si, Rossier, todo bien-respondió- Pero... si le haces daño... olvídate de dormir bien por el resto de lo que te queda en Hogwarts.

-Claro, lo tendré en mente- dijo tan fresco como si James Potter no lo hubiera amenazado.

Aurelia golpeó a su hermano en las costillas, un gesto de broma. Se despidió de Evan y los tres se dirigieron a sus respectivas mesas.

-Eso Potter!-Gritó Sirius alzando una copa.

-No puedes evitar que tu hermanita crezca- dijo Mary cuando se sentaron.

-Debe acostumbrarse- dijo Aurelia mientras se servía puré de papas en su plato.

Siguieron platicando por el resto de la cena, una nueva etapa los esperaba a todos.

Chapter 27: Solo para nosotros

Chapter Text

Las siguientes semanas pasaron mejor de lo que esperaba. No tenia que preocuparse por Barty ni por ningun otro comentario estupido, sabia por parte de Sirius que Barty la estaba pasando realmente mal por las bromas interminables de él y James.

Aurelia ahora podía salir de la mano con Evan y solo se ganaban algunas miradas de envidia de los demás. Claro que se murmuraba en los pasillos que por que Aurelia Potter salía con un Slytherin. Unos decían que nadie estaba a la altura de Aurelia Potter pero en realidad Aurelia solía ignorarlos. Aunque no sabía por que, Aurelia tenía la sensación de ver menos a Evan ahora que su relación era pública.

-Repítelo de nuevo- le dijo Aurelia a Evan mientras estaban en la biblioteca- ¿Por que quieres dejar el club de lectura?

-Necesito más tiempo para estudiar para los TIMOs- decía él sin levantar la vista de su libro.

-Sabes que a Xenophilius no le gustara- Aurelia pensó en el rubio y como él a pesar de su curso de apariciones y su complicada agenda de curso de sexto grado hacía lo posible por mantener el grupo a flote.

-Catherine también lo dejará...- Decía Evan haciendo alusión a la gryffindor de séptimo año.

-Por que ella ya se gradúa!- Pince, la encargada de la biblioteca, la miró mal por haberlo gritado. Aurelia sonrió nerviosa- Cath se gradúa este año- susurró.

-Es mal momento para decirte que me aburren los libros muggle?- dijo mirándola.

-Es el peor momento- dijo molesta- sabias que de eso se trataba- Evan se encogió de hombros, aunque tenía razón en las últimas reuniones del club, Evan faltaba o cuando iba no había leído los capítulos que acordaron, Incluso Regulus lo hacía mejor que Evan- Entonces porque entraste en primer lugar?

-Regulus me lo pidió- claro, esa regla de que los nuevos debían invitar a alguien más al club, aunque después de ellos no había entrado nadie nuevo en todo ese tiempo.

-Como sea...-dijo molesta

-No te molestes Auri- Evan hizo a un lado sus apuntes para darle un beso en la mejilla y ella olvidó su enojo, adoraba cuando Evan hacía eso.

-Oh hola Theo- Aurelia saludo a su amigo que iba pasando- siéntate con nosotros.

-Amm yo... estás segura? No quiero molestar- respondió inseguro mirando a Evan pero este ni siquiera lo estaba mirando.

-Claro, vamos sientate.

Aurelia no se dio cuenta de los hombros tensos de Evan ni del ligero nerviosismo de Theo. La Potter solo le podía platicar sobre su ensayo de la revuelta de los duendes y como se había esforzado tanto en sacar una buena nota con toda la investigación que había hecho las últimas semanas.

-He terminado- dijo Evan recogiendo sus cosas- Nos vemos luego?

-Que? Ah claro- dijo Aurelia- Bueno, si no tienes nada que hacer el 14 de febrero- seguia diciendo a Theo- Alice esta disponible y se que tiene un crush en ti!

Theodore, quien estaba viendo como Rossier se alejaba, la miró sorprendida.

-Alice? tu compañera?

-¡La misma! Ha estado un poco decaída desde que Christopher, el otro prefecto de nuestro año, la rechazó antes de navidad- decía despreocupada- Podrías, no sé. Invitarla a salir.

-Claro, por que no?- dijo poniendo los codos en la mesa- es linda.

...

Unas semanas después, a mediados de febrero pero antes de san valentín, Aurelia estaba con su hermano en la sala común.

-Que puedo intentar este año?-preguntaba pensativo al aire, Aurelia sabia que se refería a que hacer con Evans, o mas bien como el lo dijo; intentar.

-Creo que hasta este punto no hay nada que no hayas intentado ya, Jimmy- dijo ella suspirando y dejando de lado sus apuntes de runas.

-Oh no, aun hay demasiado pero hay muchas cosas que quiero hacer cuando ya sea mi novia.

-Jimmy...

-No Auri, se que está funcionando- dijo acomodándose en el sillón- Se está ablandando, ya no me reprende como antes, creo que esto de ser prefecto ha ayudado.

-Bueno, quizá tengas razón- Aurelia había notado que Lily reía más en presencia de su hermano en vez de atacar con algún comentario sobre las reglas y el mal ejemplo que daba a los grados inferiores.

-Es más, debo ir con ella para preguntarle unas cosas, luego te veo ok?- dijo poniéndose de pie- Oh Hola Moony!

Remus tomó asiento donde antes estaba su hermano.

-Evans?-preguntó él.

-Evans- Aurelia se estiró como un gato, estuvieron un rato en silencio hasta que preguntó- Y bien?

-Que?

-Planes para san valentín?- todos sabían que Sirius salía públicamente con Emelinne y Aurelia le molestaba un poco ver como Remus estaba tan enamorado de Sirius mientras este solo se besuqueaba con media escuela o bueno toda la población estudiantil femenina nacida de muggles ya que hace tiempo se había dado cuenta que Sirius solo salia con hijas de muggles, un detalle solo para hacer molestar a su familia.

-Sabes que no puedo ir a Hogsmeade- Remus seguía vetado a salir del castillo por la cuestión de los hombres lobo que había fuera.

-Lo se pero sabes a que me refiero... por que quedarte amargado y triste mientras el se besuquea con cualquiera...

-Como si fuera tan facil...- dijo encogiéndose de hombros. Aurelia le torció los ojos y decidió darle una ayuda a su pobre amigo desdichado y no correspondido por completo.

-Escucha, escuche a Mary la otra vez, preguntarse cómo se sentiría besarte.

-Mary?- preguntó mas interesado.

-Sip, y sabemos que es como la versión femenina de Sirius, entonces...

-Mary es linda- dijo pensativo.

-Unos besos no hacen daño no?- dijo divertida.

...

El dia de san valentín Aurelia estaba enamorada y feliz, por lo que decidió enviarle chocolates a todos sus amigos, incluso al amargado de Regulus Black.

Aunque la menor de los Potter hubiera querido pasarla en la tienda de té, donde iban todas las parejas en san valentín allá en hogsmeade, Evan le dijo que queria algo mas privado y terminaron en un rincón del bosque prohibido.

-No me mal interpretes...-decía Aurelia mientras Evan la guiaba de la mano por el bosque- es romántico y todo pero yo quería té...-tenía la sensación de que Evan intentaba ocultar su relación de nuevo.

-Hay demasiada gente ahora en hogsmeade y no quería ruido- llegaron a un pequeño claro, había una manta en el suelo y una canasta con cosas- esto es mejor.

-Es lindo- dijo mirando el pequeño picnic- gracias- le dio un beso en los labios.

-Aqui fue donde me mostraste tu forma animaga junto con Dora, recuerdas?

Claro que no.

-Si, es verdad- dijo sonriendo tratando de ocultar su decepción.

...

Unos días después Aurelia se enteró de algo que realmente no esperaba.

-Que tu y Mary que!?

-Baja la voz!- estaba con Remus en el aula de encantamientos donde había ayudado a unos alumnos de primer y segundo grado con clases de duelo, estos iban saliendo por la puerta y hablaron hasta que se quedaron solos.

-Solo te sugerí besos... tal vez manoseo por aquí y por allá, eso es natural pero... follaste con ella?

-En realidad no siento que fuera la gran cosa...

-Que Mary no te oiga hablar así de ella- dijo divertida- Entonces, no te gustó?

-No, bueno si, pero no es algo que repetiría. Creo que solo quería saber como se sentía.

-¡Oh McDonald no me dijo nada!- dijo cruzándose de brazos molesta, seguro porque para ella Remus y los demás eran como sus hermanos- Estoy segura que si James no estuviera loco por Evans seguro habría ido por él también- Remus asintió, ninguno mencionó a Peter ya que Peter... bueno, era Peter.

-Pues me alegro por ti, supongo-continuo.

-No lo sé... prefiero...

-A Sirius, si- Aurelia odió al mayor de los Black en ese momento. Por que simplemente no respetaba lo que tenía con Remus?- Vaya mierda eh?

-Si...-Remus se quedó pensando- ¿Y tu?

-Yo que?

-Tu y Evan han...

-No, nada. Él es... agh- se quejó- muy recatado?

Remus rió- Enserio? Quién hubiera pensado que Rossier sería tan mojigato.

-Oh callate Rem- dijo dándole un ligero golpe- Eso es lo que piensan los demás de ti- Lupin frunció el ceño- de verdad. Solo piensalo, nunca has tenido novia oficial.

-Pues sí, vaya mierda eh?- inquirió divertido- Pobre Remus Lupin, además de hombre lobo, gay no correspondido- ambos rieron.

...

-Lista? No olvides el plan- James y su hermana caminaban por el puente colgante que conectaba la torre del salón de duelos con uno de los edificios principales.

-Claro que no, ya se donde encontrarlas- decía Aurelia evadiendo alumnos de tercero-las estuve alimentando toda la semana.

Ambos caminaban apresurados para llegar al otro lado.

-Pads y Moony nos estarán esperando con la carnada en el patio de transformaciones, los imbéciles ni siquiera lo sabrán.

Aurelia no solia participar en las bromas de los merodeadores pero esta vez tenía que hacerlo, era parte de su venganza.

-Y Peter...

-Los vigila, se encargará de llevarlos ahí por si se desvían.

-Bien- ambos se detuvieron cuando llegaron a un aula con un viejo equipo de la sala de astronomía- Toma- le estiró su suéter, James lo tomó mientras abría la ventana.

-Nos vemos en treinta minutos- James sonrió al ver como su hermana se transformaba con un cálido destello.

La delicada paloma blanca salió volando entre los tejados llenos de nieve y las torres altas del castillo. Debía dirigirse a una de las entradas del bosque prohibido, lugar donde había estado reuniendo otras palomas, todas de diferentes colores, grises, blancas y algunos cafés.

Cuando llegó al lugar se posó en la rama de un árbol, las demás palomas estaban ahí y no sabia como explicarlo con palabras pero cuando se transformaba en ave y convive con más aves o en este caso palomas, había un extraño sentimiento de reconocimiento: las entendía y estas a ella por lo que todas las palomas ahí sabían exactamente lo que la paloma blanca quería de ellas.

Estaba esperando cuando a lo lejos vio como una figura oscura se instalaba debajo de un árbol. Le parecía conocido por lo que se acercó volando.

Una melena negra se alzó del libro de artes oscuras que tenía entre las manos enguantadas, Regulus Black, por que no le sorprendía?

-Te he visto antes- dijo este cuando la paloma se posó en su rodilla y de ahí saltó a su libro- Intentas leer?- preguntó este curioso, leía sobre oclumancia, se dio cuenta Aurelia.

Alzó su otra mano y la paloma lo entendió al instante, saltó a esta.

-Tus ojos...-murmuraba mirando a la paloma directamente a un ojo- son de un tono tan naranja que a simple vista parece rojo- La paloma abrió las alas como diciendo Gracias!-Mmm...-parecía curioso- Te envió ella a espiarme?.... agh no se que hago, las palomas no hablan.

El ave blanca emitió un sonido que se le podía atribuir a una risa, Regulus dirigió su vista al cielo, las demás palomas ya se habían puesto en marcha al patio de transformaciones.

-Ve con ellas- Regulus alzó el brazo con la paloma aún posada en él, hubiera querido quedarse más tiempo pero alzó el vuelo a la misión que tenía ese día. La mirada de Regulus Black siguió la parvada de palomas hasta que desaparecieron entre las torres del castillo.

La broma del 9 de marzo de 1977 que se llevó a cabo en el patio de transformaciones esa tarde, fue una de las más épicas y recordadas por el cuerpo estudiantil; un grupo de slytherin, incluyendo claramente a Crouch, Snape, Mulciber entre otros slytherin desagradables, fueron víctimas de un raro acontecimiento; resultó que algunas ramas del viejo roble del patio habían cobrado vida de la nada haciendo que se enredaran con los zapatos de esos estudiantes impidiendoles el movimiento, para su desagradable mala suerte esa tarde iba pasando una parvada de palomas que, para asco y orgullo de algunos, les cagaron, literalmente, encima.

Los estudiantes se habían juntado a los bordes del patio para ver la desagradable lluvia blanca que caía del cielo mientras las palomas pasaban volando por encima, los alumnos de slytherin gritaban intentando zafarse pero era completamente inutil antes las duras raíces del árbol.

Por supuesto había alumnos que disfrutaban de lo que estaba pasando; los merodeadores reían hasta más no poder y por si no dura ya muy desagradable plumas de diversos tamaños y colores comenzaron a caer de las palomas que sobrevolaban el patio.

Era una lluvia de excrementos y plumas de la que los alumnos hablarán por semanas.

...

Días más tarde Aurelia le hacía compañía a Pandora en el aula de adivinación, la clase había terminado y estaban solas pero Pandora decía que tenía un presentimiento con la bola de cristal delante de ella.

-¿No tienes club de duelo?-preguntó la rubia con ambas manos en la bola. Aurelia realmente era muy escéptica a esos objetos y justo por eso no había tomado adivinación ese año, solo había venido aquí para ver a su amiga, quien sabía que pasaba más tiempo de lo normal en esta aula. Pandora Rossier era la favorita de la profesora Trelawney.

-Remus se encarga hoy...-dijo estirándose como un gato- Es realmente bueno enseñando.

-Si.. el profesor Lupin- respondió distraída.

-Oye, hemos hablado sobre pasar el verano juntos- decía Aurelia sin quitarle ojo a la bola de cristal.

-¿Quiénes?

-Ya sabes, las chicas y los amigos de mi hermano. Probablemente ir a acampar, obviamente tienes que venir.

-Claro, quiero pasar más tiempo en la naturaleza- Aurelia estuvo a punto de preguntar ¿más? Pandora se la pasaba como conejo en su tiempo libre por los jardines.

Hubo unos minutos de silencio hasta que Aurelia preguntó- ¿En Serio has visto algo ahí?

-Una vez... un destello de algo y he tratado de invocarlo de nuevo pero es más difícil de lo que pensé- dijo alejando sus manos de la bola y dándose por vencida por el momento.

-Oh tranquila seguro aparecerá algo en algún momento... Por cierto quería hablar de algo contigo.

-Soy toda oídos- dijo poniendo la bola a una lado y mirando a su amiga.

-Es sobre... sobre Evan y algo que dijo Crouch hace unas semanas- había pasado casi un mes pero Aurelia no sabía si quería saber o no. Pandora la alentó a seguir- Dijo algo realmente estupido sobre mortifagos- le contó lo que le había dicho Crouch ese dia.

-Ya veo- Pandora suspiró- como sabes papá ya no vive con nosotros- había tristeza en su mirada- mamá le dijo que si seguiría apoyando a ese tal señor oscuro bien podría irse, y ya sabes que desde hace años papá no había dejado de insistir con eso. Durante un tiempo parecía estar bien la situación pero después empezó a ir en secreto de nuevo a esas reuniones, con el papá de Regulus- continuó- le decía a mamá que solo eran reuniones en casa de los Black con otros magos y que era inofensivo. Después empezó a llevar a Evan con él, con el pretexto de que él y Regulus son amigos.

-Cuando mamá le preguntó a Evy que es lo que se decía en esas reuniones mi hermano no fue capaz de mentirle y le contó todo. Mamá estaba muy molesta ese dia y tuvo una pelea horrible con papá, fue cuando se fue con los abuelos. A veces Evy y yo vamos a verlo pero a mamá no le gusta- Pandora la tomó de las manos- No le digas a Evan que te conté esto, me dijo que no te dijera nada sobre que asiste a esas reuniones con papá- suplicó- Ya sabes como es él, solo quiere hacer sentir orgulloso a nuestro padre, lo admira demasiado.

Aurelia no sabia que pensar del hecho de que su novio asistiera a esas reuniones, sabía que de cierta forma estaba mal pero Evan adoraba a su padre, le contaba sobre él y algunas de sus misiones como auror, incluso Aurelia llegó a admirar al hombre aunque solo lo hubiera visto unas cuantas veces.

Pero tenía conflicto ya que sus propios padres trabajaban mucho últimamente para la orden. Sus padres estaban en bandos opuestos pero Hogwarts siempre se sentía una zona neutral y por eso la amaba.

-Yo... -sonrió- tranquila no le diré nada. Pero no podía deshacerse de ese sentimiento contradictorio.

...

Más tarde Aurelia se dirigía a la biblioteca, quería despejar su mente leyendo algo y sentía curiosidad por cierto libro de oclumancia que leía Black hace unos días. No contaba que se encontraría con él.

-Black- dijo en saludo al verlo sentado en una mesa rodeado de diferentes libros.

-Potter- Regulus tenía la vista fija en un pergamino antiguo. Por un momento dudó en preguntarle pero se suponía que ella no sabía nada hasta que Regulus le ahorró el trabajo- Me estas espiando?

-¿De qué hablas?- Aurelia tomó asiento.

-Sé que fuiste tú- la miró, un momento ¿había averiguado de que ella era la paloma?

-No se de que...

-Tu enviaste las palomas al patio de transformaciones, le pediste a tu amiga paloma que te hiciera el favor?- casi suspira de alivio- como adiestraste?

-Tengo mis métodos- respondió sonriendo- Porque no estabas ahí? Te perdiste el baño de excremento y plumas- dijo recordando el resultado final de la broma, la profesora Sprout tuvo que llegar para ayudar con las raíces del roble y acabar con la humillación del grupo de slytherin que se había quedado ahí atorado.

-He estado ocupado- señaló los libros, Aurelia dio un vistazo, en su mayoría eran libros relacionados con artes oscuras.

-No sabia que esto era parte de la biblioteca-dijo ojeando un libro sobre maleficios.

-Los traje de casa.

Aurelia iba a preguntar por qué, pero vio el libro sobre oclumancia y legeremancia.

-Este se ve interesante- dijo tomándolo- me lo prestas?

-Si prometes no maltratarlo- dijo acomodando sus pergaminos.

-¿Aún más?- era un libro viejo y maltratado. Regulus la miro con mala cara- Bien bien, entiendo... por que todo ese interés por artes oscuras- se arrepintió de su pregunta después de hacerla, en realidad ella lo sabía pero regulus respondió;

-¿No has escuchado esa frase del conocimiento es poder?- Aurelia no se aguantó la risa- Enserio, te vendría bien leer cosas que te pueden servir y no solo romance o libros muggle.

-Oye- dijo limpiándose las lágrimas- son buenos, hasta tu debes admitirlo.

-Admito que solo Moby Dick me ha hecho replantearme lo que pensaba de la literatura muggle- dijo sin quitarle ojo a Aurelia- y yo que pensaba que solo leeriamos basura en ese club...

Aurelia estuvo a punto de contestarle pero vio como a lo lejos Christopher entraba a la biblioteca a paso lento, seguro la clase del club de duelo había terminado ya.

-Bueno, gracias por prestarmelo, te lo devolveré cuando termine.

-¿Te vas?- dijo al verla poniéndose de pie, si Aurelia no lo conociera pensaría que estaba decepcionado.

-Debo hablar con Remus del progreso de los de segundo año en el club de duelo, hoy le tocaba a él estar ahí.

-Claro- dijo mirando sus libros.

-¡Nos vemos luego!

Unos minutos mas tarde Aurelia había atrapado a Remus en su camino al gran comedor.

-Profesor Lupin!-dijo ella sonriendo y tomándole el brazo para caminar juntos- como te fue con tus alumnos hoy?

-Shh debo contarte algo- la guio por la puerta principal y salieron al patio, se alejaron de los alumnos quee estaban cerca.

-Oh no, no me digas que Dennis los hizo flotar a todos de nuevo- se quejo- Ya le he dicho que se hechizo no es de su nivel, ni siquiera se usa en los duelos.

-No es eso, es que...-Remus se pasó una mano por su cabello castaño.

-Que pasa Rem?

-Es, fue Christopher. Él me... me beso.

-QUE!?- Remus le puso una mano en la boca y lanzó una mirada nerviosa a su alrededor, por suerte todos iban al gran comedor.

-Más discreción

-Como que te beso?- dijo más bajo una vez que Remus le quitó la mano de la boca- No creí que se atrevería!- Remus le había contado que Christopher tenía una especie de crush en él, así Aurelia había entendido por qué el prefecto había rechazado a la pobre Alice.

-Y eso no es lo peor- estaba un poco pálido- Sirius estaba ahí- Aurelia se llevó una mano a la boca- tenía la capa, claro el maldito fue a espiarme.

-Bueno...pues no es como que tú y él...

-Ya se, cuando pasó lo de Mary y le conté, lo tomó bien. Oh eso creo...

-Bueno entonces no pasa nada, esta vez solo fue un beso, no es como que hayan tenido sexo, Además-agregó- Sirius es peor- se cruzó de brazos.

Remus suspiró- Si... no es nada. Lo rechacé después, a Christopher y pues se lo tomó bien- Aurelia recordó haberlo visto en la biblioteca, quizá estaba más serio de lo normal.

-Pues bueno... que cosas- ambos se miraron- quién diría que tienes tanto pegue- lo codeó, Remus sonrió.

...

Semanas después Aurelia se enteró, por parte de Remus claro, que él y Sirius habían tenido otra discusión, esta vez sobre ese beso y que según Sirius, Remus había querido hacerlo sentir celoso después de lo de Mary y Chris.

Sirius había ido con Aurelia a pedirle consejo más de una vez pero al parecer no le gustaba nada de lo que ella le recomendaba.

-Vienes a quejarte de nuevo?- dijo Aurelia, estaba sentada cerca del bosque. Se había apartado de todos para poder estudiar para sus TIMOs y también para leer el libro que le había prestado Regulus.

El gran perro negro solo bufó y se echo a un lado de ella. A veces así era con Sirius, a veces hablaba mucho, a veces poco y a veces como esta ocasión, llega en su forma de perro. Tenía el tamaño de un gran danes pero su pelo largo, revuelto y sedoso lo hacía ver de otra forma.

-Por que no vas a oler debajo de la falda de Emmeline, seguro que ella quedaría encantada- El perro bufo de nuevo ofendido.

-Bueno, bueno- se encogió de hombros, no pasó demasiado para que Evan llegara poco tiempo después.

-Hey-saludó- Y este perro?- preguntó señalando y tomando asiento a un lado de su novia.

-Yo no lo acariciaría- dijo ella al ver que evan había llevado una mano a la cabeza de Sirius- Puede tener pulgas- el perro la miró ofendido.

-No se ven muchos perros por el castillo, no?- comenzó a sacar sus libros y apuntes- La nieve había desaparecido y con ello habían pasado a la primavera, aún algo fría pero soportable.

-No, debe venir de Hogsmeade, quizás- Lo pateo un poco para que se fuera pero el perro no se movió. Aurelia recordó la plática que había tenido con Pandora hace unos días pero desafortunadamente no era algo de lo que podía hablar con Sirius ahí, quien definitivamente no se iba porque quería estar de chismoso con ellos.

-Tengo noticias- dijo Evan de repente- Es algo de lo que apenas me enteré y creo que ahora es un hecho.

-¿Qué pasa?- el perro estaba echado enfrente de ambos pero tenía las orejas paradas para escuchar todo, maldito chismoso, pensó Aurelia.

-Sabes quien es Sebastian Lestrange?- el perro negro se tenso notablemente.

-Creo que no- había escuchado de la familia pero no de un tal Sebastian.

-Es el hijo menor de los Lestrange, hermano de Rodolphus.

Rodolphus era el ahora esposo de Bellatrix Black ahora Lestrange.

-Y que con él?- definitivamente nada bueno, intuyó Aurelia.

-Escuche que lo expulsaron de Durmstrang y sus padres lo inscriben en Hogwarts el siguiente año.

El perro negro alzo la cabeza y miró a Evan.

Todos sabían que los Lestrange eran una familia elitista y purista, mucho peor que los Black.

-Oh...-Aurelia miró al perro quien le regresó la mirada- Crees que represente un problema?

-No por nada lo expulsaron de Durmstrang- se encogió de hombros.

Aurelia decidió cambiar de tema, Sirius no había estado de humor y ahora menos lo estaría al saber que alguien como Sebastian Lestrange estaría con ellos el año siguiente.

-Como sea, por que no llegaste ayer?- la había dejado plantada en el club de duelo, había dicho que le haría compañía.

-Tenía que terminar un ensayo- explico- pero ahora estoy aquí- Aurelia se había dado cuenta que le gustaba aparecerse cuando curiosamente no había nadie a su alrededor.

Aurelia suspiró exasperada y siguió estudiando.

...

Un domingo por la mañana Aurelia se había levantado realmente temprano para ir a ver la práctica de quidditch. James le había reclamado que últimamente ya no había ido a verlo cuando antes siempre asistía. Aurelia sabía que era verdad por lo que decidió sorprenderlo esa mañana.

Las gradas estaban casi vacías cuando tomó asiento. Su hermano era realmente bueno en ello, no por nada los equipos profesionales seguían enviando cartas de invitación para que se uniera a las grandes ligas. Una lastima que dentro de los planes de James no estuviera convertirse en profesional inmediatamente. Había una guerra que pelear, decía él. Su sentido de justicia y valentía era algo que Aurelia admiraba de su hermano mayor.

-Oh! Hola- Lily Evans se acercó a ella- Que haces aquí tan temprano?

-Eh...- señaló a su hermano en la escoba, entrenaba a la mitad del equipo ese dia ya que habían establecido horarios para dividirlas prácticas.

-Oh si claro jaja! Que tonta- respondió un poco nerviosa.

-Tu que haces aqui?

-Vine a ver a Marlene! Ya sabes apoyo moral y eso...- Aurelia dudó.

-Marlene no entrena hoy- Aurelia dirigió su mirada a donde Evans veía y una gran O se formó en sus labios.

-Ay no...-se tapó la cara con ambas manos- esta bien, ríete de mi- Aurelia solo sonrió al respecto.

-¿De verdad?- dijo sonriendo, volteo a ver a su hermano y de nuevo a Lily- Me preguntaba por que te habías ablandado tanto con él!

-Bueno...- dijo incómoda.

-Desde cuando?- había perdido el interés en su hermano ya ahora solo tenía ojos para la pelirroja delante de ella.

-No se, desde hace tiempo pero no quería admitirlo. No le digas por favor, sigo procesando.

-Es que no puedo creerlo! Le gustas a mi hermano desde primer grado, no sabes como se pondrá cuando se entere. ¿Por qué... le piensas decir verdad?

-Ese es el problema, él siempre lo ha esperado. No se por que pero se ha creado una imagen perfecta de mi! y soy todo menos perfecta, Mary me ha dicho que ronco cuando duermo, soy pésima cocinando, me salen mocos cuando lloro y me veo horrible cuando me enfermo.

-Hay Lily...- Aurelia miraba con una mirada sincera a su amiga, no podía creerlo. El amor platónico de su hermano por fin estaba siendo correspondido oh bueno más o menos- Así es James pero no te preocupes por eso, él tampoco es perfecto- Ambas lo miraron y se encontraron con el capitán del equipo haciendo lo que mejor sabe; sonreír, dirigir y ayudar. Para ojos de muchos, si, James era perfecto. Pero Aurelia como su hermana sabía que si, era verdad, James tenía pocos defectos ya que no se le ocurría ninguno cuando lo pensaba, el hijo perfecto, el hermano perfecto, el estudiante perfecto... lo admiraba demasiado.

-Es lindo a la vista...-dijo Lily viendo como James le enseñaba a golpear una bludger a un chico.

Ambas se miraron y sonrieron, Aurelia no podía sentirse más feliz por ello.